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Por la mejora del concepto “Dual” en el modelo español de formación profesional (Propuesta de debate de la FP “Dual” Comunidad Madrid) Si un país quiere mejorar y adaptar a nuevos requerimientos su sistema de formación profesional, no debe transferir un sistema de otro país o elementos aislados. Es decir no debe entenderse la reforma o modificación como un proceso de simple reproducción, sino que debe plantearse, en caso que sea necesario, la selección y adaptación de elementos que caracterizan la formación “dual”. Ya que cada modelo de formación profesional se debe adecuar a los objetivos y las condiciones generales que tiene establecidas su propio sistema. En el caso de España, con respecto a la transferencia del sistema dual alemán o de otro país del entorno, no se debe limitar la experiencia a la implantación del modelo de referencia para sustituir al sistema existente. La mejora de nuestro sistema debe hacerse aplicando previamente una evaluación que determine su “grado de calidad” y detecte el origen de las posibles desviaciones. Es importante, cuando se mejora un sistema de FP el hacer una comparación de las experiencias de distintos países y, llegado el caso, incorporar y/o adaptar al propio sistema los elementos que mejor se adecuen a las metas, objetivos, siempre que puedan desarrollarse en el contexto derivado de las características del tejido productivo y circunstancias sociales, económicas y culturales especificas del país, ya que un sistema de formación profesional es el producto de un proceso histórico/cultural que se refleja en forma de estructuras y normas “institucionalizadas” en cada país. Un análisis de los sistemas de formación profesional a nivel europeo o mundial, permite obtener la conclusión de que no existe un modelo único de formación profesional, sino que hay multitud de modalidades y experiencias formativas. Todos los sistemas de formación profesional de los países son “mixtos” pues se caracterizan porque convive, en diferente grado, la “práctica en situación de trabajo” y el concepto de “formación teórica”. No existe un único concepto y modelo “Dual” en formación profesional. En el modelo dual “puro” se desarrolla de forma paralela la formación práctica en la empresa y la teoría en el centro formativo. En el modelo “dual” español del sistema educativo, la formación teórica y práctica está integrada y se desarrolla en el centro formativo en una “situación de trabajo real”. En todos los ciclos formativos existe un módulo que debe desarrollarse en las empresas. Este módulo tiene como finalidad que el alumnado complete las capacidades que no pueden adquirirse en el centro formativo y otras competencias sociales y personales que sólo se adquieren en el puesto de trabajo) La circunstancia anterior tiene las siguientes consecuencias en el modelo español de formación profesional: A) El sistema de formación profesional tiene como carácter instrumental la consecución de los principios y fines establecidos en la Ley Orgánica 5/2002, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional. Éstos pueden variar y ser diferentes en otros países. Es decir, un sistema de formación profesional debe evaluarse para determinar su capacidad de dar respuesta a los objetivos perseguidos, por lo tanto, los resultados de la evaluación determinarán la “calidad” del sistema. B) El sistema “integrado” de formación profesional establecido por la LO 5/2002 ha generado unos subsistemas que se enmarcan en un contexto social que es característico de la estructura social española, luego la transferencia de un sistema “dual puro” o de elementos de éste podría hacerse siempre que las condiciones de la “estructura social” fueran parecidas. A partir de La Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE), de 1990, se ha implantado y mejorado un sistema de formación profesional, que se ha enmarcado en un sistema educativo troncal, y que aplica el principio “Dual” de integrar la “teoría y la práctica” y además esta formación se complementa con un módulo que obligatoriamente debe realizar el alumnado en un puesto de trabajo en las empresa. El sistema ha generado egresados, que por primera vez, son” reconocidos socialmente” por las empresas y por la sociedad en general. En el sistema educativo español de formación profesional, las certificaciones oficiales tienen valor profesional y educativo, esta circunstancia permite que el alumnado egresado pueda continuar sus “estudios” en otros niveles profesionales o educativos. Propuesta de trabajo que debiera acometerse en la administración educativa y o laboral: 1) Evaluar las “certificaciones oficiales” (Títulos Formación profesional, certificados de profesionalidad y “acreditaciones de unidades de competencia” derivadas de la aplicación del procedimiento de reconocimiento de competencias adquiridas a través de la experiencia laboral) para determinar el grado de aproximación entre las competencias que se certifican y las competencias que han alcanzado las personas que disponen de la certificación. Esta evaluación debiera facilitar información para determinar donde se producen las posibles deficiencias en el proceso Enseñanza/aprendizaje, en caso de que existan. 2) Evaluación de todos instrumentos y componentes del Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional, para determinar el grado de consecución de sus principios y fines. Con los resultados obtenidos se harán propuestas de mejora del sistema , que deberían afectar a los elementos y conceptos de la formación profesional “Dual” española