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...EN SERIO BOLETÍN JULIO/AGOSTO-2013 «No me pises que llevo Chanclas» No voy a escribir sobre el grupo musical español de pop-rock formado en 1986 en Los Palacios (Sevilla), que se convirtió con su particular estilo de pop humorístico, denominado “agropop” en un líder de ventas. La chancla es un tipo de sandalia hecha de una suela que se sostiene al pie por medio de una tira o cordón que separa el dedo gordo de los dedos restantes, y es probablemente el calzado más simple conocido que deja los pies casi totalmente al descubierto. Chanclas, Chancletas, Flip-Flops, Ojotas, Hawaianas, Chinelas, Mete deos, Esclavas, Sayonaras, Bulebules, Xancletes, Infraditos,… Si hay un calzado de verano, esas son las chanclas. Las podemos encontrar en todos los sitios y se han convertido en el zapato veraniego por excelencia. No hay piscina o playa que se precie en las que encontramos diversas personas con unas sandalias de este tipo. Las hay de múltiples colores, diseños y materiales. ¿Qué tiene de malo andar mucho con chanclas? Aunque parezcan “inofensivas”, estas sandalias –tan comunes en verano- no tienen soporte en el arco plantar. Además, al ser abiertas en la punta, aumenta el riesgo de lesiones e infecciones. Según los expertos, no ofrecen estabilidad, abren la puerta a heridas y no son un buen soporte para el cuerpo. Las molestias más habituales son: Dedo martillo, el músculo se queda contraído de tanto apretar el dedo para que la chancla no se escape. Ampollas, las causas el roce de la goma rugosa contra la piel. No las lleves si: Andas sobre superficies resbaladizas, conduces o caminas largas distancias. Sus grandes carencias: No protegen, es muy fácil golpearse en los pies, cortarse o quemarse los dedos. Sin puente, con lo que producen dolor en el talón. Sin sujeción, al no estar amarrada al tobillo de ningún modo, son habituales los resbalones, fracturas y esguinces. Las tensiones físicas añadidas que producen: El golpeo del talón se transmite a la rodilla, la fricción forma callos en la planta del pie, fuerte tensión en el talón de Aquiles, se cargan la planta y el arco y los dedos trabajan mucho más. La comodidad de este tipo de calzado se limita a la playa, la piscina, vestuarios y cortos paseos veraniegos. Son una buena opción para usar durante un tiempo para dar a sus pies un descanso después de una sesión de ejercicio con zapatos deportivos. También son una opción como zapatilla para acostarse. www.skomodo.es ¡Descubre los zapatos más cómodos de tu vida! Nueva temporada VERANO 2013 ...NO TAN EN SERIO «Es muy triste que hoy en día escasee tanto la información inútil» Oscar Wilde BOLETÍN JULIO/AGOSTO-2013 Encantadores de serpientes con la música ¡Esto es un mito! Pues, de entrada, la respuesta a este mito es muy sencilla. Las serpientes son sordas, completamente sordas y que ni siquiera tienen oído, de forma que, al sonido de la música, seguro que no bailan. El espectáculo de los encantadores de serpientes, sobre todo en la India, es muy llamativo. El animal, habitualmente venenoso, una cobra o similar, sale del cesto moviéndose rítmicamente mientras el encantador va tocando con la flauta una determinada melodía. Si no es por la música ¿por qué motivo la serpiente muestra este comportamiento? Pues seguramente la gracia no se tiene que buscar en la música, sino, quizás, en los movimientos de la flauta. Los encantadores no permanecen quietos mientras tocan, sino que van moviendo la flauta rítmicamente, también al sonido de la música. Desde el punto de vista de la serpiente, seguramente lo que hace es hacer frente a un objeto que se mueve y que podría se amenazante. Para explicar el movimiento de la serpiente hay otras posibilidades, aparte de la flauta. La flauta es aquello que nos llama la atención a los humanos, pero la serpiente ve el mundo de manera diferente a la nuestra. Aunque sean sordas, disponen otros sentidos de los cuales nosotros no disfrutamos, y uno de ellos es que detectan las fuentes de calor. Quizás la serpiente sigue el movimiento del encantador y no el de la flauta. El encantador acostumbra a mover los brazos y el cuerpo al ritmo del tono, y la serpiente se mueve en consecuencia. Los espectadores ven la flauta y sienten la música, y toda su atención se centra en esto. Pero la serpiente, que no oye la música y a quien una flauta, que no emite calor, le debe de parecer poco interesante, debe de estar más interesada en la criatura que tiene delante, el encantador que se va moviendo lentamente hacia un lado y hacia el otro. Y, por si acaso, ella va adoptando una posición de defensa que modifica constantemente a medida que la posición del encantador también cambia. Al final es difícil saber qué piensa una serpiente, pero, si hacemos un poco de esfuerzo, podremos descartar aquello que no piensa. www.skomodo.es ¡Descubre los zapatos más cómodos de tu vida! Nueva temporada VERANO 2013