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Teoría económica y formación del Estado nación: mercantilistas y liberalistas* Economic Theory and the city state formation: Mercantilists and liberalism Germán Darío Valencia Agudelo** Fecha de recepción: Fecha de aceptación: * ** (ODUWtFXORHVSURGXFWRGHULYDGRGHOSUR\HFWRGH,QYHVWLJDFLyQ(´(VWUDWHJLD SDUDODVRVWHQLELOLGDGGHORVJUXSRV$\$SDUDHODxRµÀQDQFLDGRSRUHO Comité de Apoyo a la Investigación —CODI— de la Universidad de Antioquia y desarrollado por el grupo de investigación +HJHPRQtD JXHUUDV \ FRQÁLFWR del ,QVWLWXWR GH (VWXGLRV 3ROtWLFRV GH OD PLVPD XQLYHUVLGDG (O DXWRU DJUDGHFH ORV comentarios que al trabajo le realizó el profesor Oscar Rodríguez del Doctorado en Estudios Políticos de la Universidad Externado de Colombia, a quien exime de FXDOTXLHUUHVSRQVDELOLGDGHQUHODFLyQDODVLGHDVSUHVHQWDGDVHQHOWH[WR 0DJLVWHUHQ&LHQFLDV3ROtWLFDV3URIHVRU7LWXODUGHO,QVWLWXWRGH(VWXGLRV3ROtWLFRV de la Universidad de Antioquia, Medellín – Colombia, integrante de los grupos de investigación +HJHPRQtD*XHUUDV\FRQÁLFWR y Microeconomía Aplicada de la PLVPDXQLYHUVLGDG JHUPDQYDOHQFLD#XGHDHGXFR ISSN 1657-4206 I Año 15 I No. 32 I enero-junio 2011 I pp. 147-169 I Medellín-Colombia 148 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 Resumen El Estado, a pesar de ser un tema por excelencia de la política, ha sido abordado de manera SHUPDQHQWHSRUODHFRQRPtDGHVGHVXQDFLPLHQWRKDVWDODVWHRUtDVFRQWHPSRUiQHDV Este texto presenta los aportes que la doctrina mercantilista y liberalista económica OH GLHURQ D OD IRUPDFLyQ \ FRQVWLWXFLyQ GHO (VWDGR QDFLyQ /D SULPHUD GRFWULQD IXH fundamental en su surgimiento y consolidación, aunque lo profundizó tanto que le dio la IRUPDGH(VWDGRDEVROXWLVWDODVHJXQGDOROLPLWy\SHUÀOyGiQGROHDO(VWDGRQDFLyQOD IRUPDTXHDXQKR\HVYLJHQWH Palabras clave Formación del Estado, Estado nación, teoría económica, doctrina mercantilista, OLEHUDOLVPRHFRQyPLFR Abstract The state, even though it has been treated as a political subject, it has also been related WRHFRQRPLFPDWWHUVVLQFHWKHPRPHQWLWVWDUWHGXQWLOWKHFRQWHPSRUDU\WKHRULHV7KLV article presents the contribution that the mercantilist and liberalist doctrine gave to the IRUPDWLRQDQGFRQVWLWXWLRQRIWKH1DWLRQ6WDWH7KHÀUVWGRFWULQHDERYHZDVIXQGDPHQWDO in its development and consolidation, even though it turned it to an absolutist state; the second one gave the limits and improved it by turning it to the Nation-state that is still YDOLG Key words Formation of the state, nation-state, Economic Theory, mercantilist doctrine, economic OLEHUDOLVP &ODVLÀFDFLyQ-(/ %%13 149 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR ,QWURGXFFLyQ El Estado ha sido por excelencia el tema de la ciencia política, a tal punto que para algunos politólogos de principios del siglo XX, la demarcación de la política como GLVFLSOLQDODHVWDEOHFtDODUHODFLyQTXHWXYLHUDHOWHPDHVSHFtÀFRFRQHO(VWDGR-HUH] 6LQHPEDUJRHO(VWDGRQRHVQLKDVLGRXQDFXHVWLyQH[FOXVLYDGHHVWDFLHQFLD WRGDVODVGHPiVGLVFLSOLQDVVRFLDOHVWDPELpQVHKDQRFXSDGRGHVXHVWXGLR8QHMHPSOR lo constituye la economía, quien, desde su origen, ha tenido el Estado como objeto de DQiOLVLV /RV PHUFDQWLOLVWDV GLULJLHURQ WRGR VX HVIXHU]R HQ GHVDUUROODU \ FRQVROLGDU HO Estado; incluso la escuela neoclásica, a pesar de no incluir en sus modelos económicos de mercado al Estado como agente, hace importantes aportes desde la economía QRUPDWLYDVREUHVXSDSHOHQODUHGLVWULEXFLyQGHODULTXH]D'HDQH+XWFKLVRQ 0~QHUD Esta riqueza en perspectivas teóricas y analíticas le ha imprimido al debate sobre el (VWDGRXQDYDULHGDGDPSOLDGHYLVLRQHVVREUHVXRULJHQGLQiPLFD\VLWXDFLyQDFWXDO Además, no ha logrado crear conceso sobre sus características y funciones: algunos, por ejemplo, ven al Estado como un aparto de dominación de clase; otros, como un IDFWRUJHQHUDGRUGHRUGHQ\FRKHVLyQVRFLDO(QWUHODVUD]RQHVGHHVWHGLVHQVRHVWi el hecho de que el Estado es algo cambiante, tanto en la realidad histórica como en el SODQRDEVWUDFWR\FRQFHSWXDO8QHMHPSORGHHVWDGLQiPLFDHVODTXHHVWiDFRQWHFLHQGR HQ WRGR WRGDV ODV QDFLRQHV GHVGH KDFH WUHV GpFDGDV GRQGH HO (VWDGR sufre transformaciones en sus funciones, dejando de ser interventor y paternalista, a convertirse en un Estado más liberalista; eso sí, conservando la esencia del Estado QDFLyQ(VSLQJ$QGHUVHQ Este escrito quiere mostrar cómo las doctrinas del mercantilismo económico y del liberalismo económico fueron claves para la defensa y constitución del Estado nación Una forma de organización estatal que nace y se desarrolla en la época mercantilista, pero en lugar de morir, como lo hizo la doctrina mercantilista cuando se impone en el mundo el pensamiento liberal, muta en otra forma de Estado llamada liberal, consolidándose como la organización política que complementa al mercado en el logro GHORUGHQVRFLDO(OWH[WRPXHVWUDFRPRHOPHUFDQWLOLVPRIXHSLH]DIXQGDPHQWDOHQOD centralización del poder en el Estado, en el logro de la soberanía, en la constitución de la legalidad y legitimidad y en todos ellos factores que hoy constituyen el Estado nación; fue tanta la incidencia de esta doctrina en la construcción del Estado que le dio forma 150 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 a este de Estado absolXWR $GHPiV VH PXHVWUD FRPR HO OLEHUDOLVPR HFRQyPLFR FRQ VXV SURSXHVWDV ORJUy GDUOH XQ FDUiFWHU GHÀQLWLYR D ODV IXQFLRQHV GHO (VWDGR QDFLyQ IXQFLRQHVTXHKR\VHPDQWLHQHQ\GHÀHQGHQDXQTXHFRQYDULDFLRQHVHQVXLQWHUYHQFLyQ económica, que se materializan en el Estado Benefactor y en el Estado Regulador 9DOHQFLD El texto, en su primera sección, hace un recorrido rápido sobre la discusión en torno DO (VWDGR \ VX GHÀQLFLyQ FRQ HO ÀQ GH TXH HO OHFWRU UHFRQR]FD HO SUREOHPD \ SXHGD mostrarse más adelante el aporte de las dos doctrinas analizadas a la constitución del (VWDGRQDFLyQ(QODVHJXQGDVHDERUGDUiHOWHPDGHO(VWDGRDEVROXWLVWDLQWHQWDQGR mostrar los rasgos característicos de la primera forma, de las cuatro adoptada por el (VWDGRPRGHUQR(QODWHUFHUDVHDUJXPHQWDODLQFLGHQFLDGHOPHUFDQWLOLVPRHFRQyPLFR HQ OD IRUPDFLyQ GHO (VWDGR QDFLyQ (Q OD FXDUWD VH PXHVWUD DO (VWDGR $EVROXWR como resultado, en buena parte, de la defensa que hizo la doctrina mercantilista de la intervención del Estado en la economía; defensa que le costaría más tarde su GHVDSDULFLyQFRPRGRFWULQDGRPLQDQWH(QODTXLQWDVHFFLyQVHSUHVHQWDQODVFUtWLFDV que el liberalismo económico le hizo al intervencionismo mercantilista y las propuestas que le hacen al Estado de reducir su participación en el mercado, propuestas que D\XGDUDQDFRQVROLGDU\GDUOHIRUPDDO(VWDGRQDFLyQ)LQDOPHQWHVHFRQFOX\H Es necesario advertir, antes de iniciar la exposición, que posterior a la doctrina del liberalismo económico, el Estado nación o moderno ha adoptado dos formas más, que no se abordan en el escrito, pero en las cuales la teoría económica ha tenido mucho que ver tanto en su formación como en su desaparición: la tercera forma se le llamó Estado GHELHQHVWDU\ODFXDUWD(VWDGRUHJXODGRURQHROLEHUDO/DIRUPDGH(VWDGRGHELHQHVWDU fue adoptada en los países más desarrollados desde mediados del siglo XX, en donde WXYR TXH YHU PXFKR OD HVFXHOD NH\QHVLDQD SHUR KR\ HVWD IRUPD GH (VWDGR HVWi HQ GHFOLYH\VHHQFXHQWUDHQXQGHVPRQWHJUDGXDO\JHQHUDOL]DGR(VSLQJ$QGHUVHQ /DIRUPDGH(VWDGRUHJXODGRUSRUHOFRQWUDULRKR\HVWiHQDVFHQVR\FRQVROLGDFLyQ 6LQHPEDUJRDPEDVIRUPDVGHO(VWDGRVHGHVDUUROODQVREUHODPLVPDFRQFHSFLyQGHO (VWDGRQDFLyQ DLVFUHSDQFLDV\FRQVHQVRVHQWRUQRDO(VWDGR Como punto de partida, hay que reconocer que a pesar de lo viejo del debate sobre el tema del Estado, no existe una posición única sobre lo que constituye el Estado y la 151 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR IRUPDGHFDWDORJDUORpotestas, imperium, gobierno, soberano, institución, organismo, HQWLGDGDSDUDWRFRQVWUXFWRUVRFLDODJHQWHDFWRUHWF*RRGLQ.OLQJHPDQQ 0DWWHXFFLS$SHVDUGHHOOROD&LHQFLD3ROtWLFDKDKHFKRXQJUDQHVIXHU]R SRUGHÀQLUWDQWRWHPSRUDOFRPRHVSDFLDOHLGHROyJLFDPHQWHDO(VWDGR8QHMHPSORHQ HVWHVHQWLGRORSUHVHQWDHOSROLWyORJRDXVWUDO*XLOOHUPR2·'RQQHOOSDUDTXLHQHO Estado es: (OFRPSRQHQWHHVSHFtÀFDPHQWHSROtWLFRGHODGRPLQDFLyQHQXQDVRFLHGDGWHUULWRULDOPHQWH GHOLPLWDGD3RUGRPLQDFLyQRSRGHUHQWLHQGRODFDSDFLGDGDFWXDO\SRWHQFLDOGHLPSRQHU UHJXODUPHQWHODYROXQWDGVREUHRWURVLQFOXVRSHURQRQHFHVDULDPHQWHFRQWUDVXUHVLVWHQFLD /RSROtWLFRHQVHQWLGRSURSLRRHVSHFtÀFRORHQWLHQGRHQWRQFHVFRPRXQDSDUWHDQDOtWLFDGHO fenómeno más general de la dominación, aquella que se halla respaldada por la marcada supremacía en el control de los medios de coerción física en un territorio excluyentemente GHOLPLWDGR&LWDGRSRU*DUDEHGLDQS CRPRpVWDKD\RWUDVPXFKDVGHÀQLFLRQHVVREUHORTXHHVHO(VWDGR1, sin embargo todas coinciden en caracterizarlo como una construcción política, institucional, asociada al poder, que busca ejercer hegemonía sobre un grupo poblacional y dominio en un WHUULWRULR GHWHUPLQDGR 9DOGpV /D KHJHPRQtD OH SHUPLWH XWLOL]DU OD FRHUFLyQ ItVLFDLPSRQHUODVOH\HV\FREUDULPSXHVWRV(QVtQWHVLVHO(VWDGRHVXQDFRQVWUXFFLyQ SROtWLFDGHKHJHPRQtDOHJLWLPLGDG\OHJDOLGDGGHOLPLWDGRWHUULWRULDOPHQWHUHFRQRFLGR SRURWURVHVWDGRVVREHUDQtDFRQFDSDFLGDGLQVWLWXFLRQDOSDUDHMHUFHUHOPRQRSROLRGH ODIXHU]DUHFDXGDULPSXHVWRV\PDQWHQHUHORUGHQVRFLDO\SROtWLFR (VWD GHÀQLFLyQ DXQTXH VLPSOLVWD \ TXH RFXOWDU PXFKRV DVSHFWRV LGHROyJLFRV WHy ricos y reales, permite analizar la historia, descubriendo en ella aspectos que se le asemejen y le dan forma al Estado nación; así se logra encontrar su origen, constitución 1 2WUDGHÀQLFLyQHVODTXHSUHVHQWD0D[:HEHUHQVXREUDFOiVLFDEconomía y sociedad, para quien el (VWDGRHV´8QDDVRFLDFLyQGHWLSRLQVWLWXFLRQDOTXHHQHOLQWHULRUGHXQWHUULWRULRKDWUDWDGRFRQp[LWR de monopolizar la coacción física legítima como instrumento de dominio, y reúne a dicho objeto los medios materiales de explotación en manos de sus directores pero habiendo expropiado para ello a todos los funcionarios de clase autónoma, que anteriormente dependían de aquellos por derecho propio, \FRORFiQGRVHDVtPLVPRHQHOOXJDUGHHOORVHQODFLPDVXSUHPDµ'HÀQLFLyQTXHDSHVDUGHORSUHFLVD TXHHVKDVXIULGRPXFKRVUHSDURVHQWUHHOORVHOGH1ROEHUWR%REELR´(OPRQRSROLRGHODIXHU]D FRPRVHKDGLFKRHVFRQGLFLyQQHFHVDULDSHURQRVXÀFLHQWHGHODH[LVWHQFLDGHXQJUXSRSROtWLFRTXH SXHGDGHÀQLUVHFRPR(VWDGR(QWRGRVORVFRQWH[WRV:HEHUDxDGHTXHHVWDIXHU]DGHEHVHUOHJtWLPD El problema que surge de inmediato es que sólo un poder legítimo está llamado a perdurar, y sólo un SRGHUGXUDGHUR\FRQVWDQWHSXHGHFRQVWLWXLUXQ(VWDGR>«@1REDVWDTXHHOSRGHUVREHUDQRVHDDEVROXWR WDPELpQGHEHVHUSHUSHWXRµ&LWDGRSRU*DUDEHGLDQSS 152 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 \PXWDFLRQHV8QHVIXHU]RHQHVWHVHQWLGRORKDKHFKR&KDUOHV7LOO\\ TXLHQKDFHXQUHFRUULGRGHODUJDGXUDFLyQHQEXVFDGHODJpQHVLVGHO(VWDGR Ubica su nacimiento diez mil años atrás, donde encuentra formas de organización SROtWLFD FRQ GRPLQDFLyQ XWLOL]DFLyQ GH OD IXHU]D WHUULWRULR \ GHPiV FDUDFWHUtVWLFDV Recorrido que le permite dar cuenta del nacimiento del Estado y sus mutaciones, hasta DOFDQ]DUORVPRGHUQRV(VWDGRVQDFLRQDOHV Este autor presenta al Estado nación como una construcción social que realizó Europa DSDUWLUGHOVLJOR;,,,\TXHORJUyFRQVROLGDUHQHOVLJOR;,;7LOO\(VWDRUJDQL]DFLyQ política es fruto de la expansión territorial de unos poderes políticos constituidos en la Edad Media, que mediante el uso de la fuerza lograron someter un pueblo y a un territorio, hasta el punto de ser reconocido por otros poderes y constituirse en los Estados QDFLRQDOHVVREHUDQtD(VDWUDYpVGHOXVRGHODVDUPDVFRHUFLyQ\GHODDFXPXODFLyQ de capital que estas organizaciones políticas logran someter administrativa, económica \ ÀQDQFLHUDPHQWH D XQD SREODFLyQ +DOO ,NHQEHUU\ SS 7LOO\ &UHDQGRDOÀQDOFRPSOHMDVRUJDQL]DFLRQHVEXURFUiWLFDVTXHVRQORTXHFDUDFWHUL]DQKR\ DO(VWDGR Charles Tilly muestra como el Estado moderno, evolucionó de simples reinos o principados, esparcidos por toda Europa desde la destrucción del Imperio Romano, a PRGHUQRV (VWDGRV FRQ GRPLQLR WHUULWRULDO \ OHJLWLPLGDG DQWH ORV V~EGLWRV /RJUDQGR FRQYHUWLUVHHQXQLGDGHVSROtWLFDDXWyQRPDVFRQVLVWHPDVPLOLWDUHVÀVFDOHVMXGLFLDOHV y políticos, entre otros, que le darían cuerpo a lo que hoy conocemos como Estado 1DFLyQ3DUDGDUOHDHVWDRUJDQL]DFLyQSROtWLFDXQWLQWHPiVSROtWLFRVHFXODU\UDFLRQDOVH WXYRTXHOXFKDUFRQWUDHOSRGHUUHOLJLRVRSUHGRPLQDQWHHQOD(GDG0HGLD(QGHÀQLWLYD HO(VWDGRQDFLyQIXHXQDFRQVWUXFFLyQKLVWyULFD\SROtWLFDIUXWRGHDFXHUGRVVRFLDOHV A partir de allí, el Estado nación ha mutado y metamorfoseado, y se habla al menos de cuatro formas distintas: el Estado absolutista, que tanto ayudó a construir el 6RQPXFKRVORVWUDEDMRVTXHVHHQFXHQWUDQHQODOLWHUDWXUDTXHKDEODQGHODJpQHVLV\IRUPDFLyQGHO (VWDGR(QHOORVDSDUHFHQJUDQGHVGHEDWHVHQWRUQRDVXRULJHQ\FRQVWLWXFLyQ3RUHMHPSOR&URVVPDQ PXHVWUDFRPRODWHRUtDGHO(VWDGRVXUJHHQHO5HQDFLPLHQWR%REELRSPXHVWUDTXH HQODUHDOLGDGVHSXHGHKDEODUGHTXHHO´(VWDGRQDFHFRQODGLVROXFLyQGHODVFRPXQLGDGHVSULPLWLYDVµ Para sintetiza se pueden agrupar en dos bando las miradas sobre el Estado: en aquellos que estudian HO(VWDGRFRPRXQFRQWUDWR+REEHV/RFNH5RXVVHDX.DQWHWF\HQDTXHOORVTXHORKDFHQGHVGHOD GLQiPLFDKLVWyULFDODHVFXHODKLVWyULFD$OHPDQDODHVFXHODGHORV$QQDOHV\0DU[SHURWDPELpQ:HEHU %REELR+DOO\,NHQEHUU\(OOLDV7LOO\9DOGpV 153 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR mercantilismo; el Estado liberal, que aparece como reacción al primero y se extiende hasta mediados del siglo XX; el Estado de bienestar, propio de los sistemas democráticos y países desarrollados y que se diferencia del anterior por buscar la protección social; y, ÀQDOPHQWHHO(VWDGRUHJXODGRUKR\FRQVROLGDGRHQODPD\RUtDGHSDtVHVGHOJORER\FRQ XQDIXHUWHUHODFLyQFRQHO(VWDGROLEHUDO3HURFRPRVHGLMRDQWHVWRGRVHOORVFRQVHUYDQ ODV PLVPDV FDUDFWHUtVWLFDV TXH DSDUHFHQ HQ ODV GHÀQLFLRQHV FRUULHQWHV GHO (VWDGR nación; las variaciones están en las funciones económicas del Estado, que son más o menos intervencionistas en el mercado como meFDQLVPRVGHDVLJQDFLyQGHUHFXUVRV (O(VWDGRDEVROXWLVWDVXVFDUDFWHUtVWLFDV 3HUU\$QGHUVRQTXHHVWal vez el autor más reconocido que se asocia al estudio del Estado absolutista, cataloga a este como una forma de organización política, adoptada por el Estado moderno en sus inicios y desarrollada básicamente en Europa HQWUHORVVLJORV;9,\;9,,,DXQTXHGDGRHOSRGHU\ODVLQWHQFLRQHVGHVXVJREHUQDQWHV VX LPSDFWR VH HVSDUFLy D WRGR HO PXQGR 1DFH FRQ OD FRQIRUPDFLyQ GH ORV (VWDGRV QDFLRQDOHV\PXHUHFRQOD5HYROXFLyQ)UDQFHVD(VWD~OWLPDTXLVRLPSRQHURWUDIRUPD GHHVWUXFWXUDUHOSRGHU\DOORJUDUORGHVWUX\yHO(VWDGRDEVROXWLVWD A esta forma adoptada por el Estado, se le conoce así cuando los liberales del siglo XIX quisieron caracterizar el ejercicio del poder de aquella época, y encontraron que HOFRQFHSWRGH´SRGHUDEVROXWRµUHWUDWDEDPX\ELHQHOFRPSRUWDPLHQWRGHO(VWDGR(Q HVWHSHULRGRKLVWyULFRHO(VWDGRVHLGHQWLÀFyFRQXQVREHUDQRRUH\TXHHMHUFtDHOSRGHU El Estado soy yoGLUtD/XLV;,9<DXQTXHWHQtDXQFRQWUROOHJDO\FRQVWLWXFLRQDOHQHVWRV Estados, su poder era considerable, si se compara con las personas que detentan el SRGHUHQHO(VWDGROLEHUDO\ODVGHPiVIRUPDVGHO(VWDGRPRGHUQR Los Estados absolutistas emprendieron su formación lenta desde el siglo XIII, cuando, en medio de la gran proliferación de pequeños feudos, comenzaron a gestarse FDPELRV HQ ODV IRUPDV GH RUJDQL]DFLyQ HFRQyPLFDV \ VRFLDOHV HQ (XURSD 5RPHUR )DFWRUHV FRPR HO FUHFLPLHQWR GHO FRPHUFLR \ HO GRPLQLR WHUULWRULDO LQFLGLHURQ UDGLFDOPHQWHHQHVWHJLUR3HTXHxRVUHLQRVFRPRORVSUHVHQWHVHQ(VSDxD\3RUWXJDO empezaron a tener un interés en la expansión comercial, que luego se convirtió en luchas políticas por la colonizacLyQ(ORURODSODWD\ORVGHPiVPHWDOHVSUHFLRVRVOHV 154 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 procuraron a los reyes un gran poder, que quisieron mantener y aumentar, generando QXHYDVIRUPDVGHGRPLQDFLyQ\RUJDQL]DFLyQSROtWLFD(OUHVXOWDGRIXHODFRQVWLWXFLyQGH Estados nacionales que quisieron concentrar el poder, acabando o incorporando a los SHTXHxRVUHLQRV\SULQFLSDGRV/DDPSOLDFLyQ\GHOLPLWDFLyQJHRJUiÀFDDOLJXDOTXHHO dominio a través de las armas fue el primer paso para constituir el Estado nacional y en pOHODEVROXWLVPRFRPRVXSULPHUDIRUPDGHRUJDQL]DFLyQ$QGHUVRQ7LOO\ Desde la teoría política, son tres los autores más reconocidos como ideólogos del Estado DEVROXWLVWD10DTXLDYHOR7+REEHV\-%RGLQ El primero elaboró en su obra El Príncipe XQDHVSHFLHGHPDQXDOGHFyPRORJUDU construir un Estado y un poder absoluto; el segundo, hace una defensa teórica en El LeviatánVREUHHORULJHQGHO(VWDGR\SRUTXpGHEHPRVHQWUHJDUDXQPRQDUFD benevolente el poder; el tercero, muestra en Los seis libros del Estado la organización SROtWLFDHFRQyPLFD\VRFLDOGHODQXHYDRUJDQL]DFLyQGHO(VWDGR$UHROD6LOYD +DPSVKHU 6LQHPEDUJRHVHOFDPSRUHDO\SUiFWLFRGRQGHVHIRUPD\FRQVROLGDHOSRGHUDEVROXWR\ ORVVREHUDQRVHQFRQWUDURQHQODGRFWULQDPHUFDQWLOLVWDHOPHMRUDOLDGRSDUDFRQVHJXLUOR 6XVWHRUtDV\UHFRPHQGDFLRQHVGHSROtWLFDIXHURQFODYHVSDUDLPSRQHUHOPHUFDQWLOLVPR FRPHUFLDOHQ(XURSD\FRQpOHQWRGRHOPXQGR(VWHFRQMXQWRGLYHUVRGHSHQVDGRUHV DERJDGRV FRPHUFLDQWHV FRQVHMHURV QRYHOLVWDV UHOLJLRVRV HWF VH GLHURQ D OD WDUHD de presentar argumentos a favor de aumentar la riqueza, dándole al Estado un arma ideológica, política y económica fundamental para constituirse como Estado absoluto *DOEUDLWK+HFNVFKHU0tJXH] (OPHUFDQWLOLVPR\HO(VWDGRDUJXPHQWRV DIDYRUGHVXFRQVWLWXFLyQ Al periodo mercantilista se le reconoce en la economía como un momento previo al QDFLPLHQWR GH HVWD FLHQFLD 6H FRQVLGHUD TXH ORV SHQVDGRUHV HFRQyPLFRV GH HVWH periodo dirigieron su atención a una serie de temas que son claves para la disciplina, SHURDOXWLOL]DUPpWRGRVGHLQYHVWLJDFLyQ\H[SRVLFLyQSUHFLHQWtÀFRVQRORJUDQFRQVWUXLU H[SOLFDFLRQHVVLVWpPLFDVGHODVRFLHGDGHFRQyPLFD)XHFRQODÀVLRFUDFLD\La Riqueza de la Naciones GH $GDP 6PLWK GRQGH VH ORJUD FRQVWLWXLU XQD YLVLyQ FLHQWtÀFDGHODHFRQRPtD*RUGRQ6SHQJOHU$OOHQ 155 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR (QHVWDOyJLFDDUJXPHQWDWLYDVHOHUHFRQRFHDOPHUFDQWLOLVPRXQWUDEDMRSUHFLHQWtÀFR que a pesar de sus debilidades metodológicas logró poner en el debate una serie GH WHPDV TXH GHVGH DOOt OH GLHURQ UXPER D OD HFRQRPtD FRPR OD ULTXH]D TXp HV \ FyPRVHDXPHQWDHOFRPHUFLRSRUTXpHVIXHQWHGHULTXH]D\FyPRSRWHQFLDUOR\HO GLQHUR VX LPSRUWDQFLD HQ OD HFRQRPtD \ IXQFLRQDPLHQWR HQWUH PXFKR RWURV WHPDV $GHPiV VH GHVWDFD VX LQFLGHQFLD HQ OD WUDQVIRUPDFLyQ GHO PXQGR HFRQyPLFR ´VXV recomendaciones sobre política económica contribuyeron considerablemente a conVROLGDU HO SHULRGR PDQXIDFWXUHUR \ GH OD EDVH LQGXVWULDOµ 5RGUtJXH] S Es decir, a los mercantilistas se les reconoce su papel clave en la transición entre el feudalismo y el capitalismo, en la construcción del objeto de la economía y su ayuda a ODFUHDFLyQGHODVEDVHVSDUDHOVLVWHPDGHPHUFDGR /RDQWHULRUGHSRUVtHVVXÀFLHQWHSDUDFRQVLGHUDUDORVPHUFDQWLOLVWDVFRPRSHQVDGRUHV fundamentales en la ciencia económica, sin embargo, aquí se quiere adicionar otro reconocimiento, sobre todo para todas aquellas ciencias sociales que están interesadas HQ HVWXGLDU DO (VWDGR HQ VX JpQHVLV QDWXUDOH]D \ GLQiPLFD 3XHV FRPR OR UHFRQRFH \ GHÀHQGH +HFNVFKHU S HO (VWDGR ´HV D OD SDU HO VXMHWR \ HO REMHWR GH OD SROtWLFD HFRQyPLFD GHO PHUFDQWLOLVPRµ <D TXH FXDQGR ORV PHUFDQWLOLVWDV SLHQVDQ OR económico, tienen en el horizonte la pretensión de ayudar a la consolidación del Estado, \ORJUDQDWDOSXQWRVXSURSyVLWRTXHOHGDQDHVWHODIRUPDGH(VWDGRDEVROXWR/RV temas de riqueza, comercio, intervencionismo económico, impuestos y moneda son SLH]DVÀQDPHQWHSXHVWDVSRUORVPHUFDQWLOLVWDVFRQODLQWHQVLyQGHD\XGDUDFRQVWUXLU HO(VWDGRQDFLyQ3HQVDUDVtHOSUREOHPDD\XGDUiHQSDUWHDPRGHUDUODLGHDGHTXH el mercantilismo económico no tuvo una forma de pensar sistémica y su trabajo fue GHVRUJDQL]DGR\GLOHWDQWH/DLGHDTXHTXLHUHGHMDUVHFRQODDUJXPHQWDFLyQTXHVLJXH es que el mercantilismo pensó orgánicamente la economía, y ello se evidencia en la PDQHUDFRPRWUDEDMDURQHQODFRQVWUXFFLyQ\FRQVROLGDFLyQGHO(VWDGRQDFLyQ Es cierto que en la literatura producida en la época mercantil no hay un texto, por ejemplo, como La Riqueza de las Naciones GH 6PLWK R El Capital de Marx, que condense el VLVWHPDGHHFRQRPtDSROtWLFDGHOPHUFDQWLOLVPR)XHURQSUHFLVDPHQWHRWURVSHQVDGRUHV posteriores lo que hacen tal trabajo, tratando de sistematizar su pensamiento ya fuera SDUDGHIHQGHUORRSDUDFULWLFDUOR+HFNVFKHU$SHVDUGHHOORHVSRVLEOHHQFRQWUDU HQORVPHUFDQWLOLVWDVPXFKDVLGHDVTXHORVXQHQ\FRPSOHPHQWDQ7KRPDV0XQ-XDQ %RWHUR$QWRQLR6HUUD\-XDQGH0DULDQDHQWUHRWURFon sus escritos procuraron aporta 156 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 pLH]DVSDUDFRQVWUXLUGHPDQHUDFRKHUHQWHXQVLVWHPDGHHFRQRPtDSROtWLFD6LOYD \7RGRVHVWRVHVFULWRVDSRUWDURQHOHPHQWRVTXHYLVWRVHQFRQMXQWRSHUPLWHQYHU FyPRHQWRUQRDODGHIHQVDGHO(VWDGRFRQVWUX\HURQXQDWHRUtDHFRQyPLFDFRKHUHQWH 6XFRQFHSFLyQGHOFRPSRUWDPLHQWRKXPDQRGHODULTXH]D\GHOSDSHOGHO(VWDGRHQOD HFRQRPtDDVtORHYLGHQFLD Es indudable que la forma de concebir al hombre y su relación con la economía se WUDQVIRUPy GHÀQLWLYDPHQWH HQ HO WUiQVLWR HQWUH HO IHXGDOLVPR \ HO FDSLWDOLVPR (Q el feudalismo la religión cristiana ocupaba un puesto central en la formación del FRPSRUWDPLHQWR KXPDQR HUD HO pWHU TXH OR FXEUtD WRGR /D UHOLJLyQ FRQGLFLRQDED OD IRUPDGHUHODFLRQDUVHHQODIDPLOLDHQHOWUDEDMRHQHOPHUFDGR,QFOXVRODSROtWLFDWDO como la concebimos hoy, como forma de pensar cómo el hombre puede organizarse para vivir en sociedad, no tenía cabida en el Medioevo, eran el gobierno papal y la idea de Ciudad de DiosODTXHVHLPSRQtD$UHROD6LOYD(QORHFRQyPLFROD religión también lo permeaba todo: se hablaba de un salario justo, de un precio justo y de un intercambio justo; se minimizaba la búsqueda de la riqueza y se condenaba las SUHWHQVLRQHVGHKDFHUVHULFRDWUDYpVGHOSUpVWDPRGHGLQHURRGHOFRPHUFLR*DOEUDLWK El pensamiento mercantilista se convirtió en esa ideología que buscaba la ruptura FRQWUDODVLGHDVSUHGRPLQDQWHPHQWHUHOLJLRVDVHQORHFRQyPLFR*UDPS(VWRV pensadores introdujeron la idea que pensar en acumular riquezas no es malo, que los LQGLYLGXRVHVWiQPRWLYDGRVDPHMRUDUVXVFRQGLFLRQHVGHYLGDPXQGDQDVSRUTXpQR \TXHH[LVWHQIRUPDVLQGLYLGXDOHV\FRRSHUDGDVGHFRQVHJXLUOR$UJXPHQWDEDQTXHQR hay nada de malo en que el hombre busque conseguir todo aquello que le sea útil, a él \DVXIDPLOLDSDUDVXVXVWHQWR\PHMRUDPLHQWRGHODVFRQGLFLRQHVGHYLGD-XQWRDORV renacentistas y demás pensadores morales y políticos, buscaron construir los sujetos SROtWLFRVHFRQyPLFRV\VRFLDOHVGHODPRGHUQLGDG'HHVWDPDQHUDHOPHUFDQWLOLVPRVH constituyó, no solo en teoría sino también en política objetiva de los diversos Estados HXURSHRV6LOYDS Con esta apertura a pensar en el nuevo sujeto, también se abrió el debate, muy PLQLPL]DGRHQHOIHXGDOLVPRVREUHORTXHHVODULTXH]D\ODIRUPDGHLQFUHPHQWDUOD La concepción más difundida de lo que es la riqueza para los mercantilistas es la DFXPXODFLyQGHPHWDOHVSUHFLRVRV(VWRVFXPSOtDQODGREOHIXQFLyQGHVHUPHUFDQFtDV\ tambipQGLQHURPHGLRGHFDPELR\XQLGDGGHFXHQWDSXHVSRUXQODGRHUDQHOHPHQWR 157 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR muy valorado socialmente, por su belleza y múltiples usos, y, por el otro, era aceptado FDVL TXH XQLYHUVDOPHQWH HQ ORV LQWHUFDPELRV HFRQyPLFRV /RV PHUFDQWLOLVWDV WHQtDQ DUUDLJDGD OD LGHD TXH HO WHQHU PiV PHWDOHV SUHFLRVRV EiVLFDPHQWH RUR \ SODWD OHV permitiría acceder más fácilmente a los bienes y servicios que les procurarían mayor ELHQHVWDU8QDSHUVRQD\WDPELpQXQDQDFLyQVHUiPiVULFDTXHRWUDVLWLHQHPD\RU FDQWLGDGGHPHWDOHVSUHFLRVRV3RUWDQWRVXREMHWLYRHFRQyPLFRVHGLULJLyDDFXPXODUORV \DSHQVDUODVGLVWLQWDVIRUPDVFRPRSRGUtDQDXPHQWDUVHWDODFXPXODFLyQ (Q OD LGHD GH ULTXH]D VH SXHGH DÀUPDU QR KD\ PD\RUHV GLVFUHSDQFLDV HQWUH ORV PHUFDQWLOLVWDV6LOYD(QWUHODVTXHVLODVKD\HVIUHQWHDODIRUPDGHFRQVHJXLUOD\ DXPHQWDUOD&RQQDUG(VWHWHPDIXHHOFDXVDQWHHQEXHQDSDUWHGHOQDFLPLHQWR GHODVGLYHUVDVYHUWLHQWHVGHSHQVDPLHQWRPHUFDQWLOLVWD8QRVSHQVDGRUHVFRPRSRU ejemplo Willim Petty, consideraban como fuente de creación de riqueza la tierra y WUDEDMR5RQFDJOLD6LOYDSSRWURVPHGLDQWHODSURGXFFLyQGH PDQXIDFWXUDV\HOFRPHUFLR\RWURVPHGLDQWHODFRQTXLVWD\ODFRORQLD Los que se basaban en los recursos naturales, pensaban que la riqueza se conseguía teniendo dominio sobre un territorio, unas tierras más abundantes, más fértiles y de mayor productividad; para ello deberá aumentarse la frontera agrícola o el aprovechamiento GHORVWHUUHQRV\DH[LVWHQWHVLGHDTXHUHWRPDUtDQORVÀVLyFUDWDV/RVTXHSHQVDEDQHQ ODVPDQXIDFWXUDVGHIHQGtDQODLGHDGHWHQHUXQUHFXUVRKXPDQRPiVDEXQGDQWHPD\RU SREODFLyQ \ HQ SHUVRQDV PiV FDSDFLWDGDV KiELOHV \ ODERULRVDV XQD LGHD UHWRPDGD SRU 6PLWK (O PHUFDQWLOLVPR LQJOpV HQ FDEH]D GH 7KRPDV 0XQ SRU HMHPSOR GLULJLy VXPLUDGDDOFRPHUFLR´YHQGHUPiVDQXDOPHQWHDORVH[WUDQMHURVHQYDORUGHORTXH FRQVXPLPRV GH HOORVµ 0XQ S HVWUDWHJLD TXH VH FRPSOHPHQWDUtD FRQ OD importación de materias primas baratas y transformación de estas con mano de obra ORFDODÀQGHEXVFDUPHUFDGRV\FRQVHJXLUORVPHWDOHVSUHFLRVRVTXHJHQHUDVXYHQWD < ÀQDOPHQWH ODV SURSXHVWDV GHO PHUFDQWLOLVPR HVSDxRO TXH YHtD OD FRQTXLVWD FRPR IXHQWHGHULTXH]D 6LQ HPEDUJR HO PD\RU pQIDVLV TXH HO PHUFDQWLOLVPR GH DOOt VX QRPEUH D OD IXHQWH GH ULTXH]D HVWi HQ HO FRPHUFLR < FRQ HVWD DFWLYLGDG HO SDSHO LQGLVROXEOH TXH GHEH WHQHUFRQHO(VWDGR/RVPHUFDQWLOLVWDVQRFRQFHEtDQODSRVLELOLGDGGHORJUDUDXPHQWDU OD ULTXH]D VLQ OD SDUWLFLSDFLyQ GHO (VWDGR (O FRPHUFLR DQWHV GHO PHUFDQWLOLVPR VH realizaba por iniciativa privada y de manera local, luego con el descubrimiento de América, la expansión de las rutas comerciales y la competencia por la riqueza se 158 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 amplió la responsabilidadGHOFRPHUFLRDO(VWDGR3DUDORVPHUFDQWLOLVWDVHVWHQXHYR e importante actor cumple un papel fundamental en las relaciones comerciales y en la DFXPXODFLyQGHULTXH]D<FRPRHOLQWHUpVGHORVPHUFDQWLOLVWDVHUDGLVHxDUXQDSROtWLFD HFRQyPLFD TXH ´DXPHQWH DO Pi[LPR VX SRGHU GH H[SRUWDFLyQµ 5RGUtJXH] S QRGXGDURQHQHVWDEOHFHUOHXQSDSHOIXQGDPHQWDODOVREHUDQR3RUHOORSDUD0XQ soberano y súbditos deben trabajar por la gloria y enriquecimiento de la nación, los dos GHEHQWHQHUHOPLVPRREMHWLYR\GHEHQFRPSOHPHQWDUVXVDFWXDFLRQHV De manera similar, como pasó con la aparición del individuo, del sujeto político que construyeron en el periodo mercantilista y que daría origen al ciudadano, también el (VWDGR IXH XQD FRQVWUXFFLyQ LGHROyJLFD \ VRFLDO GHO SHULRGR (O (VWDGR VH FRQVWLWX\y en un nuevo actor político, que al igual que los individuos, buscaba acumular riqueza, XWLOL]DQGRFRPRPHGLRHOFRPHUFLRH[WHULRU3HURVXVUHVSRQVDELOLGDGHVQRVHUHGXFtDQ solo a esto, era labor del soberano: cuidar la nación, aumentar la frontera agrícola, extraer productos del mar y fomentar la industria manufactura; además, dado que las naciones vivían en competencia era responsabilidad del Estado estar atento a la ÁXFWXDFLRQHV GH ORV SUHFLRV D ÀQ GH YDULDUORV FXDQGR VHD QHFHVDULR \ DXPHQWDU OD YHQWDGHSURGXFWRVQDFLRQDOHV(QHVWHVHQWLGRHVXQDJHQWHTXHUHJXODFRQWURODKDFH FRQYHQLRV\SURPHVDV 2WUDV UHVSRQVDELOLGDGHV HFRQyPLFDV GHO VREHUDQR HUDQ D 7UDEDMDU HQ HO PHMRUD miento de las condiciones laborales, buscando incentivar a los trabajadores para que VHTXHGDUDQHQODQDFLyQWUDEDMDQGRSRUODJORULD\HOSURJUHVRHVWDE(GXFDUDORV V~EGLWRVSDUDTXHHYLWHQHOFRQVXPRH[FHVLYRF)RPHQWDUHODSURYHFKDPLHQWRGHODV YHQWDMDVTXHWLHQHVXQDFLyQ7UDQVSRUWHVHJXURVHWFG&REUDUDUDQFHOHV\ÀMDOH\HV SDUDSURWHJHUHOPHUFDGRLQWHUQRH9HODUSDUDTXHHORUR\ODSODWDQRVDOJDGHPDQHUD excesiva de la nación, allí está la fuente de la riqueza, y tanto el pueblo como el soberano GHEHQEXVFDUVXDXPHQWR\QRODUHGXFFLyQI$VHJXUDUHOLQWHUpVGHOFDSLWDOFRPHUFLDO en el extranjero y favorece el desarrollo manufacturero interno mediante la protección DUDQFHODGXDQD\DFWDVGHQDYHJDFLyQ\J'HIHQGHUDOSDtV\PDQWHQHUODDXWRQRPtD IUHQWHDRWURV(VWDGRVPHGLDQWHHOXVRGHODVDUPDVVLVHUHTXLHUH5RGUtJXH] S 3DUDFXPSOLUFRQWRGDVHVWDVODERUHVORVPHUFDQWLOLVWDVGHIHQGLHURQODLGHDGHSHUPLB tirle al soberano tener varios monopolios: como el cobro de impuestos, de aranceles y la emLVLyQGHPRQHGD(VRVtTXHHVWRVQRVHDQWDQRQHURVRVTXHHPSREUH]FDQDOD 159 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR población; tanto el soberano como el pueblo, deberán tener comportamientos similares: los dos deben ser austeros en el gasto y no excederse en el consumo de bienes VXQWXDULRV /RV PHUFDQWLOLVWDV UHFXHUGDQ TXH ´OD OHJLWLPLGDG GHO JRELHUQR HVWi OLJDGD DOVLVWHPDWULEXWDULRVµ5RGUtJXH]S8QDEXHQDXWLOL]DFLyQGHORVUHFDXGRV S~EOLFRV DXPHQWD OHJLWLPLGDG OHDOWDG \ FRPSURPLVR GH ORV V~EGLWRV 0XQ S (VWRD\XGDUtDDOREMHWLYRPD\RUTXHHVODSURVSHULGDGGHORV(VWDGRV De esta manera el mercantilismo trabajó para la construcción de un sujeto político, TXHKR\UHFRQRFHPRVFRPRHO(VWDGRQDFLyQ4XHHVUHVSRQVDEOHGHXQRUGHQSROtWLFR MXUtGLFR\HFRQyPLFRHQXQWHUULWRULRFODUDPHQWHGHÀQLGR\DOFXLGDGRGHXQVREHUDQR TXHPRQRSROL]DQGRODVDUPDVORVLPSXHVWRV\ODVOH\HV$GHPiVXQSXHEORTXHOR ve como alguien que tiene los mismos intereses que ellos, que es la gloria, que lo complemHQWDHQVXVDFFLRQHV\TXHORVUHVSHWD (O(VWDGRDEVROXWLVWDXQORJURPHUFDQWLOLVWD\ ODUD]yQGHVXGHFOLYH Pero el mercantilismo no se quedó en la mera construcción del Estado, sus discursos y sugerencias generaron una expansión mayor del Estado, dando origen a los DEVROXWLVPRV'DGRTXHHOLQWHUpVGHORVPHUFDQWLOLVWDVVHIXQGDHQHOLQWHUpVQDFLRQDO VREUHFXDOTXLHURWURSURSXVLHURQDO(VWDGRHVWUDWHJLDVSDUDPDQWHQHUVHIXHUWH\VHJXUR Al estilo de Maquiavelo en El Principe, ofrecieron al soberano una serie de estrategias SDUDDFXPXODUSRGHU\JORULD/HSURSXVLHURQWUDEDMDUSRUXQDHFRQRPtDSUyVSHUDHQ FRQWLQXDH[SDQVLyQ\FRQSOHQRHPSOHR Una estrategia para formación o consolidación de los Estados nacionales era la auto QRPtD HFRQyPLFD /D DXWDUTXtD IXH DGRSWDGD FRPR XQD HVWUDWHJLD SDUD OD QR GHSHQGHQFLD GH RWUDV QDFLRQHV (Q HOOD MXJDEDQ XQ SDSHO FODYH ODV FRORQLDV \ ODV FRPSDxtDVFRPHUFLDOHV(ODSR\RDODLQGXVWULDGRPHVWLFDHUDHVWUDWpJLFRHQHVWHÀQ )ORUD.XKQOH8UZLQ/DSROtWLFDSURWHFFLRQLVWD\D\XGDVDOVHFWRULQGXVWULDO IRPHQWDEDQ FRQWDU FRQ XQD SURGXFFLyQ VXÀFLHQWH \ WDPELpQ XQ QLYHO GH HPSOHR TXH evitar el paro, que se mantenía como sombra en la población luego del tránsito de la HFRQRPtDDJUtFROD\IHXGDODODLQGXVWULDO\FDSLWDOLVWD Como quedó consignado antes, una función claramente reconocida del soberano en los PHUFDQWLOLVWDVHVHOSDSHOLQWHUYHQWRUGHO(VWDGRHQODHFRQRPtD(VQHFHVDULDSDUDOD 160 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 prosperidDGGHODQDFLyQXQDHVWULFWDUHJXODFLyQHVWDWDOGHOFRPHUFLRH[WHULRU6HGHEH WHQHU´XQHVWULFWRFRQWUROFRQFDUDFWHUtVWLFDVPRQRSyOLFDVVREUHHOFRPHUFLRFRQODV colonias de ultramar mediante la reglamentación de los productos que pueden vender a la madre patria y a otras naciones, y la imposición de restricciones a la producción FRORQLDOµ 5RGUtJXH] S (O VREHUDQR XWLOL]D VX PRQRSROLR GH OD OH\ SDUD HVWDEOHFHU DUDQFHOHV \ SURKLELFLRQHV D ODV LPSRUWDFLRQHV FRQ OD SHQD FDSLWDO VL VH LQFXPSOHODOH\SHURWDPELpQD\XGDVHLQFHQWLYRVDODVLPSRUWDFLRQHVGHLQVXPRV\ PDWHULDVSULPDV(VWHFXHQWDFRQLQVWUXPHQWRVOHJDOHVFRPRORVUHHPEROVRVSULPDV WUDWDGRVFRPHUFLDOHVIDYRUDEOHV\HVWDEOHFLPLHQWRGHFRORQLDV Para lograr lo anterior, los mercantilistas enfatizan en la responsabilidad del pueblo de REHGHFHUDODFDEH]DDOVREHUDQRVHJXLUODVQRUPDV(OPRQDUFDDOEXVFDUHOPLVPR REMHWLYR GH VX SXHEOR UHTXLHUH VHU UHVSHWDGR \ REHGHFLGR < DO LJXDO TXH HO SXHEOR WDPELpQODVFRORQLDVOHGHEHQREHGLHQFLD\UHVSHWR/RV(VWDGRQDFLyQVHFRQVLGHUDEDQ para las colonias en la madre patria y debían ayudarle a esta en la provisión de insumos \IRUWDOHFLPLHQWRGHODQDFLyQ'HHVWDPDQHUDHOPHUFDQWLOLVPRSUHVHQWDDUJXPHQWRV TXH GHÀHQGHQ PRQDUTXtDV DEVROXWDV %XVFDQ HOLPLQDU ORV SRGHUHV ORFDOHV TXH VH OH RSRQtDQRHUDQXQDDPHQD]DDOD&RURQD$SR\DQLGHROyJLFDPHQWHHVWDVSUHWHQVLRQHV GHORVSROtWLFRVGHIRUPDU(VWDGRDEVROXWRV,PSXOVDURQODXQLÀFDFLyQGHOWHUULWRULROD FRQVWLWXFLyQGHHMpUFLWRVQDFLRQDOHVODFHQWUDOL]DFLyQGHOPDQHMRÀVFDO\PRQHWDULR\OD H[SDQVLyQFRORQLDOFRPRHVWUDWHJLDGHSRGHUGHOVREHUDQR5RGUtJXH]S/HV dieron a los monarcas las herramientas económicas para construir el poder, mantenerlo \DFUHFHQWDUOR (VWDVLPELRVLVGHHFRQRPtD\SROtWLFDHQWRUQRDO(VWDGRIXHGHIHQGLGDSRU.3RODQ\L HQVXWH[WRFOiVLFRLa gran transformación, para quien, en el periodo mercantilista, QRH[LVWtDGLIHUHQFLDHQWUHHODQiOLVLVHFRQyPLFR\SROtWLFR)XHFRQ$6PLWKTXHVHORJUD hacer esta diferenciación, que la economía, como ciencia autónoma logra separarse de ORSROtWLFR(VWDVHSDUDFLyQVHREVHUYDHQODJUDQGLVFXVLyQTXH6PLWKKDFHIUHQWHDO (VWDGRGHÀHQGHHOPHUFDGRFRPRLQVWLWXFLyQDXWRRUJDQL]DGRUDTXHQRUHTXLHUHGHO (VWDGRSDUDIXQFLRQDU5RVDQYDOORQ6XVFXDWURSULPHURVOLEURVGHLa Riqueza de la Naciones son una defensa del mercado como espacio autónomo y una crítica al PHUFDQWLOLVPR6RORHQHOTXLQWROLEURGHFLQFRTXHORFRPSRQHQWUDEDMDHO(VWDGR\OR hace con la pretensión de mostrar él en qué espacios y acciones se requiere la presencia GHO(VWDGRHQODHFRQRPtD&RQHOOR6PLWKORJUDVHSDUDUODSROtWLFDGHODHFRQRPtDSHUR sabe que economía no es solo mercado, que el Estado es pieza clave de esta ciencia, el 161 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR heFKRGHGHGLFDUOHPiVGHXQWHUFLRGHVXJUDQREUDDHVWHWHPDDVtORHYLGHQFLD6LQXQ DQiOLVLVGHO(VWDGRHOHVWXGLRGHODVRFLHGDGHFRQyPLFDTXHGDLQFRPSOHWR $GDP6PLWKIXHXQLGHyORJRXQGHIHQVRUGHODLGHDGHOOLEUHPHUFDGRHOSDGUHGHOD GRFWULQDGHOOLEHUDOLVPRHFRQyPLFR6XLGHDEiVLFDHUDTXHODVRFLHGDGGHEHGHIHQGHU la libertad individual, para hacer negocios, inversiones, buscar el bienestar individual y WDPELpQHOFROHFWLYR&ULWLFDHQHVWHVHQWLGRODLGHDGHXQ(VWDGRLQWHUYHQWRUTXHGLULMD ODVDFFLRQHVGHORVLQGLYLGXRV)XHXQFUtWLFRGHO(VWDGRDEVROXWLVWD\HQHVWHVHQWLGR de la doctrina mercantilista; los primero pensadores de la economía lograron avanzar en la constitución de un mercado mundial, pero mantuvo la dominación feudal a través GHODUHRUJDQL]DUHOSRGHU(VWDWDO9LQHU/RVPHUFDQWLOLVWDVD\XGDURQDPDQWHQHU ORVSULYLOHJLRVGHORVHVWDPHQWRVGHODVRFLHGDGIHXGDO´GLFKRGHRWUDIRUPDHO(VWDGR absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesía contra la aristocracia: fue el nuevo caparazón SROtWLFRGHXQDQREOH]DDPHQD]DGDµ$QGHUVRQS Los economistas liberales del siglo XVIII, veían como el mercantilismo defendía los mismos poderes del feudalismo, se habían convertido en los ideólogos y apologistas de la aristocracia, de un sistema que defendía la vieja clase dominante y que no quería el DVFHQVRGHODEXUJXHVtD/RVEXUJXHVHVTXHUHSUHVHQWDEDQODQXHYDFODVHFDSLWDOLVWD y que tenían la esperanza en ocupar un buen lugar en la escala social, se convirtieron un instrumento para aumentar el poder de la aristocracia, y no la clase social que los OLEHUDOLVWDV YHtDQ FRPR HO DJHQWH GLQDPL]DGRU \ FHQWUDO GH OD QXHYD VRFLHGDG 3RU esto los mercantilistas se convirtieron en el blanco de críticas de los economistas OLEHUDOHV/RVDUJXPHQWRVTXHSUHVHQWDURQFRQWUDHOORVTXHUtDQFRQYHUWLUORVHQHOFLQFHO que derrumbaría las bases del viejo orden y permitiría el ascenso del mercado como HVFHQDULRGRQGHVHORJUDUtDHOGHVDUUROORVRFLDO La doctrina mercantilista supo argumentar y conseguir una acumulación originaria GHO FDSLWDO D WUDYpV GHO VLVWHPD SURWHFFLRQLVWD \ FRORQLDO 0DU[ 8Q VLVWHPD impositivo selectivo y una defensa del comercio que produjo la expansión de los Estados DEVROXWLVWDV3HURHVWHKHFKRSURGXMRHIHFWRVGDxLQRVDOVLVWHPDGHOPHUFDGROLPLWyVXV EHQHÀFLRVSRWHQFLDOHV\FUHyXQPRQVWUXRTXHKDEtDTXHOLPLWDU/RV(VWDGRVDEVROXWRV aprovechaban su poder para cobrar impuestos onerosos y desincentivar la economía, para emLWLUHPSUpVWLWRVTXHOHSHUPLWtDQÀQDQFLDUODJXHUUD\SDUDDXPHQWDUHOFRQVXPR LPSURGXFWLYR \ OXMRVR TXH QR SHUPLWtD OD H[SDQVLyQ GHO FDSLWDO /D DULVWRFUDFLD VH 162 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 FRQYHUWtDHQXQDWUDEDMDDOGHVDUUROORGHOPHUFDGR9LYtDFRPRSDUiVLWRSRUWDQWRKDEtD TXHOLPLWDUORVHSDUDUVXLQÁXHQFLDHQORHFRQyPLFR\UHGXFLUVXSRGHUHQHVWDHVIHUD 3HURWDPELpQKDEtDTXHUHFRQRFHUOREXHQRGHOVLVWHPDORVORJURVGHOPHUFDQWLOLVPR Esta doctrina, para bien o para mal, había logrado impulsar el comercio, la acumulación GH FDSLWDO \ HO GHVDUUROOR GH XQD QXHYD FODVH VRFLDO 0DU[ +DEtD VHQWDGR ODV bases para una revolución económica, que era la deseada, aunque no había logrado LPSODQWDUVHGHPDQHUDLGHDOQRVHKDEtDORJUDGRFRQVROLGDU/RVHFRQRPLVWDVOLEHUDOHV YDORUDEDQ ORV DYDQFHV SHUR UHFRQRFtDQ ORV H[FHVRV (O (VWDGR QDFLRQDO SHUPLWLy HO GHVDUUROORGHLPSRUWDQWHVDVSHFWRVGHOFDSLWDOLVPRSHUROLPLWDEDRWURV(QHVWHVHQWLGR era necesaria su participación y continuidad, pero había que limitar su intervención en la HFRQRPtDUHGXFLHQGRVXSDUWLFLSDFLyQDORHVWULFWDPHQWHQHFHVDULR/DGLVFXVLyQVREUH HO(VWDGRVHOHVFRQYLUWLyHQXQWHPDHQHOFXDOFRQÁXtDDYDQFHV\OLPLWDFLRQHVSDUD FRQVROLGDFLyQGHOFDSLWDOLVPR/RFXDOVHUtDODSRVLFLyQGHORVOLEHUDOLVWDVHFRQyPLFRV VREUHHO(VWDGR /DSURSXHVWDOLEHUDOLVWDFUtWLFDVDO(VWDGRDEVROXWR\ FRQVROLGDFLyQGHOHVWDGRQDFLyQ El liberalismo económico se convirtió, al lado de la ideología liberal, revolucionaria, LOXVWUDGD\EXUJXHVDHQXQRGHORVSULQFLSDOHVDUJXPHQWRVHQFRQWUDGHOPHUFDQWLOLVPR (VWHLPSRUWDQWHHVIXHU]R\DORKDEtDQLQLFLDGRORVHFRQRPLVWDVÀVLyFUDWDVFRQODFUtWLFD a la idea de riqueza de los mercantilistas y su defensa del orden natural como mejor forma de ordenación económica; y lo continuaron los economistas clásicos, quienes WRPDURQHVWDVLGHDV\ODVOOHYDURQDOH[WUHPR$FRQWLQXDFLyQVHSUHVHQWDQODVFUtWLFDV realizadas al mercantilismo por estos liberalistas, que son las mismas razones que argumentan para la construcción de su sistema de economía política y que tienen como EDVHXQDUHIRUPDDODLQWHUYHQFLyQGHO(VWDGRHQODHFRQRPtD\XQDFRQÀJXUDFLyQGHO PLVPRTXHOHVHDIXQFLRQDODORVPHFDQLVPRVGHOPHUFDGR Una primera crítica de los economistas liberalistas a los mercantilistas, entre ellos los ÀVLyFUDWDVIXHVXFRQFHSFLyQGHULTXH]DDVRFLDGDODDFXPXODFLyQGHPHWDOHVSUHFLRVRV Los liberalistas pensaban que esta visión no permitía la expansión del comercio como VHGHVHDED(OKHFKRGHTXHSDUDORJUDUDXPHQWDUODULTXH]DGHXQDQDFLyQVHUHTXLHUD disminuir la de otros, es presenta el comercio como un arma, como algo peligroso; el 163 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR comHUFLRTXLWDDXQRVORTXHJDQDQRWURVLGHDGHVDUUROODGDSRUORVPHUFDQWLOLVWDVHQ WRUQRDODGHIHQVDGHXQDEDODQ]DGHSDJRVVXSHUDYLWDULD/RVPHUFDQWLOLVWDVPXHVWUDQ DODFRPXQLGDGGHQDFLRQHVFRPRJXHUUHURVRFRPSHWLGRUHV&RVDTXHQRHVFLHUWDORV liberalistas querían hacer una defensa del comercio, impulsarlo, mostrarlo como algo SRVLWLYRSDUDWRGRV\QRVRORSDUDORVTXHJDQDEDQFRQHOOD(VWRUHTXHUtDXQFDPELRHQ HORULJHQ\IRUPDGHODULTXH]D /RVÀVLyFUDWDVFRORFDURQHQHOVHFWRUSULPDULRODIXHQWHGHOproduit net, del excedente, consideraban que no era el oro y la plata la riqueza, sino los recursos naturales con que FXHQWDXQDQDFLyQ1DSROHRQL,GHDTXH6PLWKH[SDQGLyDWRGDVODVDFWLYLGDGHV que producen bienes y utilizara trabajo productivo, además de la agricultura, la industria PDQXIDFWXUHUD/DULTXH]DSDVyGHVHUDFXPXODFLyQGHPHWDOHVDOJRHVWiWLFRYDULDEOH stockDODSURGXFFLyQGHELHQHVDOJRGLQiPLFRYDULDEOHÁXMRIUXWRGHODGLYLVLyQGHO WUDEDMR\ODDPSOLDFLyQGHOPHUFDGR(VWHJLURHVXQLQFHQWLYRDFRPHUFLDOSXHVWRGD nación tiene algo que la hace distinta a las demás, produce algo que requieren las demás naciones y, por tanto, toda nación está en igualdad de condiciones para aumentar su ULTXH]D(OFRPHUFLRHVXQPHGLRSDUDDXPHQWDUODULTXH]D\PHMRUDUHOELHQHVWDUGHODV QDFLRQHVSDUDHOORVHUHTXLHUHGHOLEHUWDGGHFRPSHWHQFLD\GHLQLFLDWLYD Una segunda crítica contra el mercantilismo está en la forma de lograr la armonía y el FUHFLPLHQWRHFRQyPLFR(QHVWDWDPELpQSDUWLFLSDURQORVÀVLyFUDWDVORVTXHSURSXVLHURQ RWUDIRUPDGHRUJDQL]DUVH(ORUGHQORSURYRFDODQDWXUDOH]DQRXQDJHQWHFUHDGRSRUOD VRFLHGDG(ORUGHQHVQDWXUDOQRGHEHQSDUWLFLSDUIXHU]DVH[WHUQDVHO(VWDGRHVDUWLÀFLDO \WLHQHHIHFWRVQRGHVHDGRV\HVWiLQFDSDFLWDGRSDUDORTXHKDFHQODVHPSUHVDV6PLWK /DQDWXUDOH]DHVODTXHGHEHJREHUQDU\GHEHUtDGHVDSDUHFHUHOSURWHFFLRQLVPR GHO(VWDGR(QVXOXJDUGHEHUtDLPSOHPHQWDUVHODOLEHUWDGHFRQyPLFDGDUOHVOLEHUWDG D ODV SHUVRQDV SDUD TXH SURGX]FDQ \ FRPHUFLDOLFHQ ELHQHV PDWHULDOHV laissez faire, laissez passer (VWDLGHDIXHUHWRPDGDSRU$6PLWKHQODIDPRVDPHWiIRUDGHODPDQRLQYLVLEOHTXH DERJDSRUODOLEHUWDGHFRQyPLFD\ODPtQLPDLQWHUYHQFLyQGHO(VWDGRHQODHFRQRPtD 3ODQWHDQXQDUHGXFFLyQGHO(VWDGRQRDEVROXWDPHQWHVLQRSDUFLDO(O(VWDGRHVQHFH sario en lo político, en lo económico se pide su participación solo en lo que el mercado no sea capaz de conseguir y sea necesario para el bienestar social; por ejemplo, colocando LPSXHVWRVDFLHUWRVVHFWRUHVGHPDQHUDGLVFUHFLRQDO\SDXODWLQDLQGXVWULDH[WUDQMHUD pero solo VLHVQHFHVDULR6PLWK/RVPHFDQLVPRVQDWXUDOHVFRQTXHIXQFLRQD 164 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 HOPHUFDGRVRQORQDWXUDO6HUequiere dejar a estos que funcione naturalmente, eso OOHYDUi DO HTXLOLEULR (O VLVWHPD GH SUHFLRV DMXVWD HO PHUFDGR HTXLOLEUD OD RIHUWD \ OD GHPDQGDLQFHQWLYDODSURGXFFLyQGHULTXH]D1RVHUHTXLHUHGHODÀMDFLyQGHDGXDQDV SURWHFFLRQLVWDVQLGHSURWHFFLRQHVDODLQGXVWULDFRPRORGHIHQGtDQORVPHUFDQWLOLVWDV (QHVWHVHQWLGR6PLWKSURSRQtDXQRRUGHQVRFLDOTXHQRUHTXHUtDGHODLQWHUYHQFLyQ de las instituciones humanas como el Estado, se debía dejar que la naturaleza humana actuara, los individuos egoístas, pero también altruistas e instintivas del hombre D FDPELDU \ DFXPXODU SURYRFDQ HO RUGHQ /D Teoría de los sentimientos morales de 6PLWKHVXQHVWXGLRTXHGHÀHQGHODQDWXUDOH]DKXPDQDYHHOHJRtVPRFRPR YLUWXG\QRYLFLRFRPRVLORH[SRQH%0DQGHYLOOHHQLa Fábula de la Abejas Este argumento tiene como contraparte, un ataque a la intervención del Estado en la HFRQRPtD+DPSVKHU*RUGRQ Así, los liberales criticaron la sobre valoración del Estado en el análisis económico, HVWH HV XQ DJHQWH LPSRUWDQWH GH OD HFRQRPtD SHUR QR HO SULQFLSDO *RUGRQ Los economistas clásicos son apologistas del capitalista, de aquel agente que ahorra, DVXPH ULHVJRV LQYLHUWH GD WUDEDMR LPSXOVD HO GHVDUUROOR \ GD ULTXH]D D OD QDFLyQ (O VLVWHPD FOiVLFR HV XQ DSRORJLVWD GHO FDSLWDOLVWD GHO HPSUHVDULR 6DQWRV /RV PRGHORVHFRQyPLFRVGHODÀVLRFUDFLD\GHORVFOiVLFRVVDFDURQHO(VWDGRGHOFLUFXLWR HFRQyPLFR/DÀVLRFUDFLDSURSXVRORVGXHxRVGHODWLHUUDORVDUWHVDQRV\ORVDJULFXOWRUHV en la Tableau EconomiqueORVFOiVLFRVFRPR6PLWKGXHxRVGHOFDSLWDOGHODWLHUUD\ORV WUDEDMDGRUHV1DSROHRQL*RUGRQ )LVLyFUDWDV\FOiVLFRVFRLQFLGHQHVVLWXDUDO(VWDGRHQHOWHUUHQRGHODSROtWLFD*RUGRQ &RQVWUX\HURQ XQD H[SOLFDFLyQ GH OD VRFLHGDG HFRQyPLFD GRQGH HO (VWDGR cumple unas funciones mínimas, propias del Estado nación: ejercer dominio sobre un WHUULWRULRFREUDQGRLPSXHVWRVDGPLQLVWUDQGRMXVWLFLD\SURWHJLHQGRDVXVFLXGDGDQRV En lo económico el Estado debería dejar que las reglas naturales del mercado lo PDQHMHQ6RQODRIHUWD\ODGHPDQGDODVTXHSURGXFHQHTXLOLEULRVVRQORVLQGLYLGXRV TXHSHQVDQGRHQVXLQWHUpVSHUVRQDOORJUDQHVWDEOHFHUXQRUGHQVLQSHQVDUOR$6PLWK como mayor representante de la escuela clásica, se opone a la intervención del Estado en la economía, ya sea medidas de control o regulación como las que proponían los mercantilistas, tales como subvenciones, derechos de aduana, las prohibiciones al FRPHUFLRH[WHULRUPRQRSROLRVOHJDOHVHWF7RGDVHVWDVPHGLGDVVRQOHVLYDVDOGHVDUUROOR del mercDGRDODDFXPXODFLyQGHFDSLWDO\DOELHQHVWDUJHQHUDOGHODVRFLHGDG 165 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR El Estado se requiere que intervenga en la política, protegiendo la soberanía, defendiendo a los nacionales de posibles agresores externos, preservando los derechos de propiedad de los agentes que operan en la nación; es decir, administrando la justicia y procurando y manteniendo los bienes y servicios que el mercado no genera por la falta de incentivos que tienen para hacerlo, pero que son fundamentales para el funcionamiento de la VRFLHGDGFRPRODVREUDVGHLQIUDHVWUXFWXUDODLQVWUXFFLyQS~EOLFDVHWF6PLWK SS\VV$GLFLRQDOPHQWH6PLWKUHFRQRFHTXHOD´PDQRLQYLVLEOHµQRVLHPSUHOOHYD al logro del bienestar general, por esto se requiere de la intervención del Estado en guiar a través de la legislación ciertos comportamientos individuales y sociales que reducen ODDPELFLyQ\FRGLFLDSULYDGDTXHDYHFHVDIHFWDDORVGHPiVLQGLYLGXRV/HGDDO(VWDGR una función de promover el bienestar general, alejándose con ello de una defensa del capitalismo salvaje que permite a los particulares moverse sólo por el interés de JDQDQFLD(O(VWDGRHVQHFHVDULRSHURKD\TXHOLPLWDUVXDFFLRQDU &RQFOXVLyQ El Estado ha sido un tema permanente en la economía, en unos momentos de manera SUHSRQGHUDQWH FRPR RFXUULy HQ FRQ ORV PHUFDQWLOLVWDV TXH YHtDQ D HVWH FRPR HO ÀQ y la razón de sus análisis, en otros no tanto, como en los liberalistas económicos, TXLHQSURSRQtDVXLQWHUYHQFLyQHQHOPHUFDGRGHPDQHUDPHVXUDGD/DVGRVGRFWULQDV económicas coincidieron en la necesidad de intervención del Estado en los asuntos HFRQyPLFRVVLQVXSDUWLFLSDFLyQQRHVSRVLEOHORJUDUHOELHQHVWDUJHQHUDO/DGLIHUHQFLD está en la forma de lograr la armonía y el crecimiento económico: los mercantilistas FRORFDEDQWRGDVXFRQÀDQ]DHQHO(VWDGRDEVROXWR\ORVFOiVLFRVHQHOPHUFDGR(VWDGR OLEHUDO (VWR ~OWLPR QR VLJQLÀFD TXH OD HFRQRPtD QR UHTXLHUD GHO (VWDGR VLQR TXH VH GHEHOLPLWDUVXLQFLGHQFLDHQODOyJLFDGHOPHUFDGR En este sentido hay que hacer una importante claridad: el Estado ha sido y sigue siendo XQWHPDGHODFLHQFLDHFRQyPLFD1RH[LVWHFRQWUDGLFFLyQHQWUH(VWDGR\HFRQRPtDHO Estado es uno de los asuntos más importantes para el economista, ha sido un agente /DPD\RUtDGHHFRQRPLVWDVOLEHUDOLVWDVUHWRPDURQVLQPXFKDVFUtWLFDVODVLGHDVGH6PLWKHQWRUQRDO SDSHO GHO (VWDGR HQ OD HFRQRPtD 'DYLG 5LFDUGR HQ VX OLEUR Principios de Economía Política y Tributación desarrolla poco el tema del Estado y lo trabaja desde el punto de vista jurídico y tributario; y -60LOOHQPrincipios de Economía PolíticaKDFHXQHVIXHU]RPD\RUHQVXDQiOLVLVGHO*RELHUQR\ ODVDFWLYLGDGHVHFRQyPLFDVFRPRORHVUHJXODUORVFRQWUDWRV\UHJODPHQWDUODKHUHQFLD3HURWRGRVHQOD PLVPDOtQHDGHVXSUHGHFHVRU6PLWK 166 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 IXQGDPHQWDO HQ HO IXQFLRQDPLHQWR GH ORV VLVWHPDV HFRQyPLFRV (O KHFKR TXH ORV neoclásicos hayan desaparecido el Estado de los modelo de mercado, lo que muestra es que en un escenario de mercado puede lograrse el equilibrio sin la participación del Estado, es una variable exógena, pero reconocen ellos mismos que en la economía, que no solo es mercado, se requiere su participación para el logro del bienestar social %ODXJ'HDQH+XWFKLVRQ Con esto debe quedar claro que la economía desde su nacimiento hasta hoy ha PDQWHQLGRXQLQWHUpVSRUHO(VWDGRFRPRREMHWRGHDQiOLVLVSHUPDQHQWH$OXFKDGRSRU GHIHQGHUVH FRPR HFRQRPtD SROtWLFD FLHQFLD DVRFLDGD D OD SROtWLFD FRQFHSFLyQ PX\ FULWLFDGD HQ HO VLJOR ;; SHUR DXQ SHUPDQHQWH HQWUH PXFKRV SHQVDGRUHV (VWH WH[WR mostró como se puede hacer una lectura más politológica a la economía o si se quiere una más economicista a la política, mostrando el diálogo continuo en el que se inscriben y la forma como las dos disciplinas se complementan, tanto teórica como en la realidad GHODSROtWLFD 5HIHUHQFLDV $QGHUVRQ3HUU\El Estado absolutistaHG0DGULG(G6LJOR;;, $UHROD 0LJXHO 7H[WRV IXQGDPHQWDOHV SDUD OD KLVWRULD Madrid: Alianza 8QLYHUVLGDG %ODXJ 0DUN Teoría Económica en retrospección 0p[LFR )RQGR GH &XOWXUD (FRQyPLFD %REELR 1ROEHUW Estudios de Historia de la Filosofía. De Hobbes a Gramsci, %XHQRV$LUHV(G'HEDWH BBBBBEstado, gobierno y sociedad. Por una teoría general de la política. HG 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD &DQWLOORQ5LFKDUGEnsayo sobre la naturaleza del comercio en general0p[LFR )RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD &RQQDUG5HQHHistoria de las doctrinas económicasHG0DGULG$JXLODU6$ &URVVPDQ5Biografía del Estado Moderno0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 'HDQH3K\OOLVEl Estado y el sistema económico%DUFHORQD&ULWLFD 167 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR (OLDV 1ROEHUW El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD (VSLQJ$QGHUVHQ *|VWD Los Tres mundos del Estado de Bienestar 9DOHQFLD (GLFLRQV$OIRQVHO0DJQiQLP )ORUD 3 .XKQOH 6 8UZLQ ' State Formation, Nation-Building, and mass Politics in Europa. The Theory of Stein Rokkan*UHDW%ULWDLQ2[IRUG8QLYHUVLW\3UHVV *DUDEHGLDQ 0DUFHOR El Estado moderno. Breve recorrido por su desarrollo teórico.5HFXSHUDGRGHKWWSZZZPDUWLQPDJOLRFRPDUB7HUBB3UREOHPDWLFDSMF 0DWHULDO*DUDEHGLDQB(VWDGRB0RGHUQRSGI *DOEUDLWK-RKQ.HQQHWKHistoria de la economía%DUFHORQD$ULHO *UDPS:LOOLDP/RVHOHPHQWRVOLEHUDOHVHQHOPHUFDQWLOLVPRLQJOpV(Q$OOHQ\ 6SHQJOHUEl pensamiento económico de Aristóteles a Marshall0DGULG7HFQRV *RRGLQ5.OLQJHPDQQ+'(GLWVNuevo Manual de Ciencia Política9RO ,\,,0DGULG,6702 *RUGRQ6FRWW+LVWRULD\ÀORVRItDGHODVFLHQFLDVVRFLDOHV%DUFHORQD(GLWRULDO $ULHO +DOO-RKQ,NHQEHUU\*-RKQEl Estado0DGULG$OLDQ]D(GLWRULDO +DPSVKHU 0RQN Historia del pensamiento político moderno: los principales SHQVDGRUHVSROtWLFRVGH+REEHVD0DU[%DUFHORQD$ULHO +HFNVFKHU(OLLa época mercantilista%RJRWi)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD +REEHV 7KRPDV Leviatán: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil.0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD +XWFKLVRQ7:Sobre revoluciones y progresos en el conocimiento económico 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD -HUH] 0LU 0 &LHQFLD 3ROtWLFD XQ EDODQFH GH ÀQ GH VLJOR 0DGULG &HQWUR GH Estudios Políticos y Constitucionales 0DQGHYLOOH%HUQDGLa Fábula de la Abejas o vicios privados hacen la prosperidad pública0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 0DTXLDYHOR1LFROiVEl príncipe0DGULG$OLDQ]D 168 Teoría económica y formación del estado nación: mercantilistas y liberalistas *(50É1'$5Ì29$/(1&,$$*8'(/2 0DU[.DUOEl Capital7RPR,9RO,%XHQRV$LUHV6LJOR;;,HGLWRUHV6$ 0DWWHXFFL1LFROD&RQWUDFWXDOLVPR(Q%REELR1ROEHUWRDiccionario de política 7RPR,0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 0HQGHV,ELVDWH)HUQDQGRMarginalistas y neoclásicos0DGULG6tQWHVLV 0tJXH]3DEOR(OQDFLPLHQWRGHOEstado moderno y los orígenes de la economía SROtWLFDNómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas 0XQ7KRPDV/DULTXH]DGH,QJODWHUUDSRUHOFRPHUFLRH[WHULRU0p[LFR)RQGR GH&XOWXUD(FRQyPLFD 0LOO-6Principios de Economía Política. 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 0~QHUD5XL]/HRSROGR&RQFHSFLRQHVVREUHHOQHROLEHUDOLVPR(VWDGRSROtWLFD \ GHPRFUDFLD HQ HO QHROLEHUDOLVPR (Q La falacia neoliberal. Crítica y alternativas %RJRWi8QLYHUVLGDG1DFLRQDOGH&RORPELD 1DSROHRQL &ODXGLR )LVLRFUDFLD 6PLWK 5LFDUGR 0DU[ %DUFHORQD /LEURV GH HFRQRPtDRLNRV 3RODQ\L.DUOLa gran transformación0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 2·'RQQHOO * $SXQWHV SDUD XQD WHRUtD GHO (VWDGR (Q 2V]ODN 2VFDU FRPS Teoría de una burocracia estatal.%XHQRV$LUHV3LDGRV 5RGUtJXH] 6DOD]DU ÐVFDU Estado y mercado en la economía clásica %RJRWi 8QLYHUVLGDG([WHUQDGRGH&RORPELD 5RQFDJOLD $OHVVDQGUR Petty: El Nacimiento de la Economía Política. Madrid: (GLFLyQ3LUiPLGHV6$ 5RPHUR-/Crisis y orden en el mundo feudoburgués%XHQRV$LUHV6LJOR;;, HGLWRUHV$UJHQWLQD 5LFDUGR'DYLGPrincipios de Economía Política y Tributación. México: Fondo de &XOWXUD(FRQyPLFD 5RVDQYDOORQ3LHUUHEl capitalismo utópico%XHQRV$LUHV1XHYD9LVLyQ 6DQFKH]$QFRFKHD'LHJR&DSLWDOLVPRGHVDUUROOR\(VWDGR8QDUHYLVLyQFUtWLFD GHODWHRUtDGHO(VWDGRGH6FKXPSHWHURevista Economía Institucional 6DQWRV0DQXHOLos economistas y la empresa0DGULG$OLDQ]D(GLWRULDO 169 Ecos de Economía Universidad EAFIT 1$xRHQHURMXQLR 6LOYD+HU]RJ-HV~V$QWRORJtDGHOSHQVDPLHQWRHFRQyPLFRVRFLDO,'H%RGLQRD Proudhon0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD BBBBBHistoria del pensamiento económico social de la antigüedad al siglo XVI, 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD 6PLWK$GDPUna investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD BBBBBLa Teoría de los sentimientos morales0DGULG$OLDQ]D(GLWRULDO 6SHQJOHU -RVHSK $OOHQ :LOOLDP &RPS El pensamiento económico de Aristóteles a Marshall0DGULG(GLWRULDO7HFQRV 7LOO\&´&LWLHVDQG6WDWHVLQ(XURSHµTheory and Society, 18 BBBBB Coerción, capital y los Estados europeos, 990-1990 0DGULG $OLDQ]D (GLWRULDO BBBBBLas revoluciones Europeas%DUFHORQD&UtWLFD 9DOHQFLD $JXGHOR *HUPiQ 'DUtR ´0HWDPRUIRVLV GHO (VWDGR GH HPSUHVDULR D UHJXODGRU (O FDVR GH ORV VHUYLFLRV S~EOLFRV GRPLFLOLDULRV HQ &RORPELDµ Ecos de Economía, 9DOGpV 0DUtD ( (VWDGR (Q (PPHULFK * \ $ODUFRQ 9 &RRUG Tratado de Ciencia Política%DUFHORQD$QWURSRV(GLWRULDO 9LQHU-DFRER$GDP6PLWK\HO/DLVVH]IDLUH(Q$OOHQ\6SHQJOHUEl pensamiento económico de Aristóteles a Marshall0DGULG7HFQRV :HEHU0Economía y Sociedad0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPLFD =DPDJQL 6WHIDQR Panorama del pensamiento económico %DUFHORQD $ULHO