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Factores macro: aspectos vinculados al crecimiento económico y generación de empleo juvenil Módulo 1 El presente documento está basado íntegramente en diferentes pasajes de los materiales que se citan como referencia de consulta al final de texto. Constituye una base para la dinámica de la Red Interinstitucional de Empleo Juvenil. Cada punto contiene una exposición mínima y preguntas para el debate; al final del documento se ofrecen textos para ampliar la lectura. Se trata de un material abierto al aporte de los participantes, que intenta propiciar y recoger las opiniones sobre los temas propuestos e incorporar nuevos aspectos claves que se consideren oportunos. Las preguntas, ordenadas en bloques, guiarán el debate con fechas específicas en cada caso. PREJAL 1 1. ELEMENTOS GENERALES DEL VÍNCULO ENTRE CRECIMIENTO ECONÓMICO Y EMPLEO JUVENIL Es posible afirmar que la generación del empleo juvenil depende fundamentalmente de tres factores: crecimiento económico, una legislación laboral realista y una educación de calidad. En esta línea, los problemas del trabajo decente juvenil se encuentran estrechamente ligados a los logros del empleo en general. También a nivel de las posibles soluciones ocurre dicha correlación: la base de un plan de empleo juvenil es naturalmente una política de empleo transversal. Por lo tanto, si bien se reconoce que el desafío planteado por el empleo de los jóvenes está estrechamente ligado a la situación del empleo en general, tiene sus propias dimensiones, que requieren respuestas específicas. Para elaborar dichas respuestas se torna imprescindible comprender la dinámica que pauta el vínculo de los jóvenes con el mercado laboral. Por otro lado, el crecimiento económico puede o no generar empleo y en la caso que logre crear nuevos puestos de trabajo, se debe tener muy en cuenta el tipo de empleo que logro generar el crecimiento económico (la calidad del mismo). Aún generando empleos de calidad, no todos los jóvenes tendrán acceso por igual a los mismos; existe una segmentación de mercados de trabajo en la Región, por está razón resultan trascendentes un enfoque diverso e integrado de los diferentes elementos que conforman una política de empleo. En los países latinoamericanos, aumentar al máximo las posibilidades de los trabajadores jóvenes es de una importancia capital para la promoción del desarrollo con equidad. Existen diversos factores que influyen en la transición a la vida activa adulta, pero en una simplificación los podemos categorizar como factores económicos y sociales (incluidas la discriminación y la desventaja social, así como las tendencias cíclicas y estructurales de la economía). Si bien todo estos elementos se encuentran interrelacionados, en este primer modulo nos centraremos en los factores económicos, reservamos para el segundo modulo los temas vinculados a los aspectos “sociales” (discriminación, segmentación y desventaja social) que serán enmarcados dentro del concepto de juventudes. Casi todos los puestos de trabajo recién creados para los jóvenes en América Latina, pertenecen a la economía informal. Los jóvenes con frecuencia trabajan durante muchas horas a cambio de salarios bajos, en condiciones deficientes y precarias y sin acceso a la protección social. Además de estos aspectos vinculados a la calidad del empleo, el desempleo juvenil es dos y tres veces el desempleo general en los países de la Región. En ausencia de un significativo crecimiento económico que tenga como principal característica un desarrollo inclusivo, es probable que la precariedad de la inserción juvenil siga deteriorándose, debido al crecimiento demográfico y a la afluencia de numerosos jóvenes en el mercado de trabajo latinoamericano. 2 Preguntas para orientar el debate: ¿Cómo mejorar la redistribución de las bondades del crecimiento económico en relación a la inserción laboral de los jóvenes? ¿Cómo aumentar el impacto positivo del crecimiento económico en los distintos mercados laborales juveniles? ¿Cómo aprovechar los períodos de crecimiento económico para posibilitar el transito de los jóvenes que se encuentran en el empleo informal a la formalidad? ¿Cómo deberían articularse las políticas macroeconómicas, con las de empleo, las del mercado de trabajo, las educativas y las sociales para aumentar la cantidad y calidad del empleo de los jóvenes? De aquí al 2010, habrá más jóvenes que se incorporan por primera vez al mercado de trabajo que nunca antes. Para afrontar este reto, las oportunidades de empleo decente para los jóvenes tendrán que aumentar considerablemente. Las estrategias encaminadas a favorecer el empleo de los jóvenes redundan en beneficio de todos. Invertir en los jóvenes es invertir en la sociedad. El trabajo decente para los jóvenes tiene un efecto multiplicador en toda la economía. RECUADRO 1: Beneficios económicos en la reducción del desempleo juvenil Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores se encuentran particularmente interesados en los efectos de la crisis en las personas, las empresas y el empleo, así como en la cohesión y la estabilidad sociales porque la experiencia ha enseñado que las crisis económicas se acompañan de importantes y graves consecuencias sociales y laborales que afectan a los sectores más débiles de la sociedad, y que pueden traducirse en un aumento importante de la pobreza y la desigualdad si no se adoptan medidas eficaces para atenuarlas. Fuente: OIT: Tendencias mundiales del empleo juvenil, op. cit., pág. 24. Ginebra, 2004. Documentos de referencia para ampliar la lectura Chacaltana, Juan. Dimensiones de la productividad del trabajo en las empresas de América Latina. Un estudio comparativo de Argentina, México, Panamá y Perú /, coord. -- Lima: OIT - Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2005. 105 p.: http://white.oit.org.pe/portal/noticias.php?docCodigo=435 OIT. Juventud y Trabajo Decente. Informe Regional. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_reg.pdf OIT. Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (PREJAL). Propuestas para una política de trabajo decente y productivo para la juventud. Argentina. Lima: OIT, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, 2008. 192p. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_argentina[2].pdf OIT. Juventud y Trabajo Decente. Informe Chile. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_chile.pdf 3 2. LOS TIPOS DE EMPLEO JUVENIL QUE GENERA EL CRECIMIENTO Existen algunos aspectos que afectan centralmente al empleo de los jóvenes: los que influyen en la creación de puestos de trabajo, lo cual comprende la demanda agregada y el crecimiento económico; los que repercuten en las condiciones de trabajo, como la legislación, los reglamentos y el ciclo económico; y los que tratan la empleabilidad, incluidos la enseñanza y la formación, la experiencia laboral y los servicios del mercado de trabajo, así como la capacidad de las estructuras institucionales para integrar a los jóvenes en el proceso de crecimiento. Muchos de los países latinoamericanos enfrentan importantes dificultades para absorber a la mayoría de su fuerza laboral. En estos países en desarrollo, el lento crecimiento de la economía formal es particularmente responsable de la elevada tasa de desempleo juvenil. El crecimiento económico ha sido insuficiente en relación al crecimiento de la fuerza de trabajo. Por otra parte, hay una tendencia al crecimiento de la economía informal, lo que tiene como resultado un aumento del número de puestos de trabajo de poca calidad. Los empleos precarios generan, largos períodos de alternancia entre situaciones de empleo y desempleo, con el consecuente perjuicio para la trayectoria laboral de los jóvenes. Las soluciones a la precariedad laboral de los jóvenes están inevitablemente ligadas a las dificultades que afrontan los países para garantizar el trabajo decente para toda la población económicamente activa (PEA). Se afirma que el aumento de los niveles de la demanda agregada reducirá tanto el desempleo general como el de los grupos vulnerables, pero en el caso de los jóvenes su impacto es diferenciado. Cuando las empresas disminuyen la contratación despiden en primer lugar a quienes tienen menos experiencia. Los jóvenes de primer empleo, o los que han sido contratados recientemente, se ven afectados de manera desproporcionada por el ciclo económico; durante un período de recesión, son ellos quienes no pueden encontrar trabajo, o los primeros en ser despedidos cuando hay reducciones empresariales. 4 RECUADRO 2: Normas internacionales del trabajo y creación de empleo El Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122) ocupa un lugar central de la meta general de la OIT de hacer que la creación de empleo sea una de las prioridades principales sobre las que se sustentan las decisiones gubernamentales referidas a una amplia gama de políticas macroeconómicas. En él se exige que los Estados Miembros formulen y lleven a cabo, como un objetivo de mayor importancia, una política activa destinada a garantizar que haya trabajo para todas las personas disponibles y que busquen trabajo. Las medidas encaminadas a la aplicación de dicha política deberían determinarse y revisarse regularmente como parte integrante de una política económica y social coordinada, y en consulta con los representantes de los empleadores y los trabajadores y otras personas afectadas. Desafortunadamente, muchos países y sus socios en materia de desarrollo, en realidad no hacen que la promoción del empleo sea un objetivo de primer orden. En la Recomendación núm. 122, que acompaña al Convenio núm. 122, además, se insta a conceder una «prioridad especial» a las «medidas destinadas a resolver el grave problema del desempleo entre los jóvenes, que en muchos países es un problema que adquiere mayores proporciones». La Recomendación sobre la creación de empleos en las pequeñas y medianas empresas, 1998 (núm. 189) contiene disposiciones relativas al papel fundamental que las pequeñas y medianas empresas deberían desempeñar en lo que respecta a la promoción del pleno empleo, productivo y libremente elegido, la ampliación de las posibilidades de realizar actividades remuneradoras y una mayor participación en la economía de los grupos desfavorecidos y marginados de la sociedad, como los jóvenes. Fuente: El empleo de los jóvenes: vías para acceder a un trabajo decente. OIT. Ginebra, 2005. Como nuevos candidatos a ingresar en el mercado de trabajo, los trabajadores jóvenes carecen de la formación específica y de la antigüedad que protegen a los trabajadores de mayor edad de los altibajos de las condiciones del mercado. Su empleo depende sobremanera de la situación económica. Parece prioritario abordar la cuestión de la demanda agregada insuficiente, y encontrar maneras de estimular la igualdad de oportunidades en las diferentes etapas del ciclo económico. No existen evidencias empíricas de peso capaces de sustentar que factores como el tamaño de la cohorte de jóvenes, el nivel salarial de éstas o la existencia de salarios mínimos expliquen el aumento del desempleo juvenil registrado a lo largo de los dos últimos decenios. Por ejemplo, en los países de la OCDE, pese a una disminución relativa del tamaño de las cohortes de jóvenes y de sus salarios mínimos las tasas de desempleo juvenil han aumentado. El panorama latinoamericano en la era de la globalización, presenta casos como el de Brasil donde el empleo registrado viene aumentando en forma considerable en los últimos años, sin embargo el rezago en cuestiones de calidad del empleo es tan importante que las bondades del crecimiento no permiten dar un salto cualitativo que impacte en los grandes sectores de la PEA. Los actuales jóvenes constituyen la generación más preparada de la historia, junto al bono demográfico, plantean una ventana de oportunidad para el desarrollo de la Región. En la sociedad del conocimiento los jóvenes cuentan como ventaja comparativa la “familiaridad” con las nuevas tecnologías. Esto podría permitirles un primer acceso a sectores donde “tradicionalmente” no 5 tendrían acceso. La búsqueda de “nuevos yacimientos de empleo” apostando a la flexibilidad (capacidad de adaptación) y TICs puede ser un alternativa valida para generar más y mejores empleos para los jóvenes. En América Latina, el desempleo juvenil es mayor hoy que en la década de los noventa, la precariedad laboral afecta a dos de cada tres jóvenes. La mayoría de los jóvenes logran un empleo como trabajador dependiente. La opción por el emprendimiento tiene una baja representatividad estadísticas en las cifras del mercado laboral juvenil de la región. Diversos factores pueden explicar esta situación, entre otros los siguientes: los sistemas educativos forman para la salida como empleado más que como empresario, la mayoría de los programas públicos están enfocados a la inserción dependiente y la percepción de la inaccesibilidad a los diferentes requisitos(por ejemplo el crédito) para desarrollar una empresa. Por otra parte, la opción emprendedora requiere un buen manejo de competencias generales, lo que limita el número de emprendimientos “por elección” y los diferencia de los emprendimientos por “por necesidad”. Frente a la baja generación de empleo de calidad es aconsejable propiciar y fortalecer las alternativas vinculadas al emprendimiento. El empleo de los jóvenes tiende a concentrarse en algunas actividades económicas (mayoritariamente en servicios y comercio). En general, el acceso al empleo en tales sectores no esta condicionado por buenas credenciales educativas. La baja generación de empleos de calidad por parte de las economías latinoamericanas explican las principales dificultades que enfrentan los jóvenes en el mercado laboral. La escasa productividad de los empleos limita la creación de mejores puestos de trabajo, generando mayor precariedad. El continente es heterogéneo no solo en los diferentes grupos juveniles, también en los sectores económicos existentes: conviven sectores de alta con baja productividad. El problema reside en que precisamente los sectores de baja productividad son los que albergan la mayoría de los empleos. El crecimiento exportador (característico de los últimos años) demanda mano de obra calificada, segmentando el impacto de la generación de empleo en los sectores más dinámicos de la economía en los grupos favorecidos. Naturalmente, en dicho escenario, las bondades del crecimiento no logran permear los grandes déficits del mercado laboral (subempleo, informalidad, desempleo, etc.). Resulta imprescindible una estrategia de política económica laboral que contemple dentro de sus principales objetivos la interrelación de los sectores donde se concentra la mayor cantidad de los empleos con los sectores más dinámicos de la economía. Atrayendo la inversión privada, promoviendo la creación de nuevas empresas. Es central que la economía crezca pero también importa cómo y dónde lo hace. Un crecimiento sustentado en los sectores más intensivos en mano de obra logrará mejoras en menor tiempo de las condiciones laborales de importantes sectores de los trabajadores jóvenes. 6 Preguntas para orientar el debate: ¿Cuáles son las ramas de actividad que ofrecen mejores empleos para los jóvenes? ¿Cuáles son las ramas de actividad en las que se ofrecen mayor cantidad de empleos para los jóvenes? ¿Qué dispositivos de política económica podrían implementarse para aumentar las opciones emprendedoras de los jóvenes? A pesar de la evolución positiva de un conjunto de indicadores económicos y sociales en algunos países de América Latina, en los jóvenes ciertas variables (como desempleo, pobreza y asistencia al sistema educativo) muestran un escenario más complejo. Según la OIT, los resultados obtenidos muestran que el crecimiento y el aumento del empleo no significan incorporación y absorción laboral. Esta paradoja del crecimiento económico que en muchos casos no implica mejoras sustantivas en algunos grupos juveniles plantea un importante desafío a las políticas sociales. De no atenderse se plantean altos costos generados por el déficit de trabajo decente juvenil. Costos que son de diversa índole, y que solo en escasas ocasiones han sido analizados de forma integral e interrelacionada: Costos personales y éticos, de desarrollo humano (incapacidad para proyectarse en el futuro), pobreza, exclusión social, costos familiares, etc. Costos sociales, de fortalecimiento democrático, de participación de los jóvenes en la institucionalidad y en suma, de estabilidad y paz social. Costos derivados de la pérdida del segmento juvenil como activo social. Costos económicos, y relacionados con el progreso, bienestar y competitividad de cada país. En definitiva, costos que termina pagando la sociedad en su conjunto. Pero que resultan de especial interés si el marco de análisis lo constituyen países en vías de desarrollo. . Documentos de referencia para ampliar la lectura: OIT. Juventud y Trabajo Decente. Informe México. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_mexico.pdf OIT. Juventud y Trabajo Decente. Informe Perú. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_peru.pdf OIT. Conferencia Internacional del Trabajo, 93a. Reunión, Ginebra, 2005. El empleo de los jóvenes: vías para acceder a un trabajo decente. Informe VI. Ginebra: OIT, 2005. http://www.oitcinterfor.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/cint/cit_05.pdf OIT. Tendencias mundiales del empleo juvenil 2006. http://www.oitcinterfor.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/cint/youth_sp.pdf OIT. Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2004. http://www.oitcinterfor.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/youth/doc/cint/tmej.htm OIT. Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (PREJAL). Juventud y Trabajo Decente. Informe Chile. http://white.oit.org.pe/tdj/informes/pdfs/tdj_informe_chile.pdf 7