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T E M A S D E A C T U A L I D A D El ahorro de las familias: Una visión global Una revisión pormenorizada de las aportaciones teóricas sobre el tema El crecimiento económico depende de la formación bruta de capital o inversión y ésta depende del ahorro. Desde una perspectiva macroeconómica , es decir, a un nivel agregado, el ahorro determina el crecimiento de la producción y de la renta a largo plazo. El ahorro se define como la diferencia entre la renta generada y el consumo realizado. En este artículo hemos querido hacer una revisión histórica resumida de las teorías que tratan de explicar la formación del ahorro familiar y su interrelación con el resto de variables macroeconómicas fundamentales. 68 os economistas se han interesado desde siempre por los factores que determinan la proporción en que la sociedad distribuye su renta entre consumo y ahorro. Tradicionalmente la investigación teórica y empírica de estos elementos se ha basado en el concepto de función de consumo, que recoge una serie de variables que influyen sobre el consumo, así como el carácter y magnitud de sus efectos. La renta es, evidentemente, una de las más destacadas variables a considerar. Buena parte de las investigaciones se L han ocupado del estudio de la dependencia entre consumo y renta. En este contexto, aparece el ahorro y lo hace como diferencia, positiva o negativa, entre renta y consumo. Así, todas las relaciones incorporadas a la función de consumo pueden asimismo incorporarse a la función de ahorro. Resulta indiferente que la atención se centre sobre los determinantes del consumo o sobre los del ahorro ya que las conclusiones de cualquiera de las orientaciones pueden aplicarse al otro. Por ejemplo, la afirmación de que las economías familiaNº 82, NOVIEMBRE 1999 T E M A S TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL 1 D E A C T U A L I D A D LA DECISION DE AHORRAR IMPLICA, PARA UNA FAMILIA, NO DEDICAR TODA LA RENTA DISPONIBLE DE UN PERIODO AL CONSUMO. DIFERENTES SON LAS MOTIVACIONES QUE PUEDEN LLEVAR A UNA La importancia del ahorro UNIDAD FAMILIAR A TOMAR ESA DECISION. para la acumulación de la LA HIPOTESIS DE LA RENTA RELATIVA La utilidad del consumidor depende, según Duesenberry (1949) no de las cantidades absolutas consumidas, sino de la relación entre esas cantidades y el consumo de otras personas con las que el consumidor pretende competir socialmente o cuya presión le obliga a comportarse de una determinada forma. Los líderes del consumo, situados en las zonas más elevadas de la distribución de la renta pueden permitirse elevadas propensiones la ahorro mientras que sus “seguidores” responden a las presiones sociales con elevadas propensiones al consu- res españolas gastan globalmente en consumo el 91 por ciento de su renta después de los impuestos equivale a decir que ahorran el 9 por ciento de su renta disponible. En todo caso, cualquiera de estos dos planteamientos no es más que una primera aproximación a la realidad. ■ DISTRIBUCION DE LA RENTA ENTRE CONSUMO Y AHORRO ¿ Por qué se han interesado tanto los economistas por la distribución de la renta social entre consumo y ahorro? Son dos las respuestas principales. La primera de ellas es la importancia del ahorro para la acumulación de la riqueza de las naciones y para el creNº 82, NOVIEMBRE 1999 ◆◆◆ riqueza de las naciones y el mo. Un aumento general de la renta absoluta, si permanece invariable la distribución relativa de la renta, no altera ni las presiones sociales ni la respuesta a las mismas en términos de proporción de renta consumida y/o ahorrada. El avance hacia la igualación de las desigualdades de renta tendería a incrementar el coeficiente de ahorro. cimiento de su capacidad productiva. En general, puede decirse que el consumo utiliza los recursos productivos en el momento presente, mientras que el ahorro deja para el futuro los recursos disponibles para la producción y el consumo. Un problema práctico surge de la difícil medición de estos conceptos tomados de la contabilidad nacional de modo que correspondan a la distinción fundamental entre disposición presente y futura. El ahorro, tal como lo mide la contabilidad nacional no suele incluir todas nuestras previsiones para el futuro. Uno de crecimiento de su capacidad productiva explica su interés ◆◆◆ los problemas consiste en medir el valor de los servicios prestados por los stocks de bienes duraderos de consumo y de producción y poder valorar su depreciación, problema fundamental cuando se trata de equipo productivo y explotaciones. Algunos bienes duraderos de consumo se valoran simplemente por su precio de compra. Otro escollo práctico plantea la medida del ahorro incorporado a los seres humanos en forma de mayor cualificación y mejoras del nivel educativo ya que la contabilidad nacional no contabiliza como ahorro los gastos en educación ni los asocia con un aumento de la riqueza nacional en forma de capital humano. A pesar de estos obstáculos y de algunos otros, no cabe duda que los procesos de decisión individual y social que determinan la proporción de ahorro bajo formas de medición convencional son importantes para el crecimiento económico. La segunda respuesta surge como consecuencia de la depresión de los años treinta y las consiguientes aportaciones teóricas y prácticas surgidas a partir de ese momento. La Gran Depresión de los años treinta puso de manifiesto la importancia de la función de consumo y buena parte 69 ➧ T E M A S D E A C T U A L I D A D TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL ➧ del pensamiento económico de la época y del periodo inmediatamente posterior gira en torno a la preocupación por dicha función. Una economía no producirá al ritmo que permiten su mano de obra y su capital a menos que la demanda global efectiva de bienes y servicios sea suficiente para absorber el producto de su total capacidad o “pleno empleo”. Si el consumo privado es inferior al producto, la diferencia deberá absorberla el gasto de no consumo, es decir, la inversión privada tanto interior como exterior y el gasto público. Si estos elementos de la demanda no absorben el ahorro de pleno empleo, el producto, el empleo y la capacidad industrial serán inferiores a sus niveles de pleno empleo. La propensión nacional al ahorro no dará lugar a aumentos de la riqueza nacional, sino que se derrochará en desempleo y capacidad ociosa. ■ KEYNES, LOS “CLASICOS” Y SUS SUCESORES Esta visión, que no considera al ahorro como algo siempre deseable, está vinculada a las teorías de “subconsumo” de los ciclos económicos. La visión más influyente y considerada por los economistas es la que ofreció J.M. Keynes en su General Theory of Employment, Interest and Money (1936). Keynes defendió que mientras el consumo es un componente previsible de la demanda agregada, la inversión es volátil e inestable. La incapacidad sistemática para utilizar el ahorro potencial era la causa principal de las recesiones económicas. Había que temer que los excedentes 70 2 RENTA PERMANENTE Y VITALICIA En trabajos independientes, Friedman (1957) y Modigliani y Brumberg (1954) apuntaron que las rentas no corrientes afectan al consumo corriente. Los consumidores que sufren descensos en su renta se resisten a abandonar los niveles anteriores de consumo, mientras que aquéllos cuya renta mejora consumen en general menos que las economías familiares que habían conseguido ese mismo nivel de renta. De igual manera, las investigaciones de Katona y otros autores de la Universidad de Michigan (Katona y Mueller 1953; 1956) indican que las expectativas optimistas J. M. Keynes F. F. Wieser de renta futura estimulan el consumo corriente, mientras que las pesimistas causan el efecto contrario. La “hipótesis de la renta permanente” de Friedman apunta que el consumo de las economías familiares es proporcional a su renta permanente, es decir, a la renta media que esperan percibir durante su horizonte de planificación. Friedman no define ni el factor de proporcionalidad, que podría variar con la fase del ciclo vital de cada economía familiar, con el tipo de interés, con su riqueza y con otras variables, ni la longitud del período de horizonte de planificación. El concepto de renta permanente es más amplio que el de renta corriente, incluyendo tanto los ingresos derivados del trabajo como los obtenidos de los activos físicos y financieros que posee la familia. La hipótesis de la renta permanente destaca que el ahorro permite a las familias la nivelación del consumo entre fases alcistas y bajistas de su ciclo vital. Muchas economías familiares se encuentran por debajo de su renta permanente en las recesiones y depresiones; por tanto su consumo es elevado en relación con su renta corriente. Esta explicación es más satisfactoria en caso de recesiones que se consideran temporales que en períodos prolongados de recesión. La hipótesis de la renta vitalicia o hipótesis del ciclo vital debe su aparición a Modigliani, Ando y Brumberg. Esta teoría considera que el horizonte de planificación del consumidor individual es toda su vida. El nivel de consumo de un individuo o familia no depende solamente de la renta del período en curso –la renta corriente-, sino también de las rentas esperadas en el futuro, de la riqueza heredada o acumulada hasta el presente, de la edad, de los tipos de interés esperados, la estructura temporal de las rentas o las preferencias de los consumidores. Se supone que los individuos no planean ahorro neto vitalicio alguno. Intentan distribuir sus recursos consumibles vitalicios a lo largo de toda su vida. Así, intentan acumular durante sus años activos un volumen de ahorro que les permita mantener el mismo nivel de consumo durante los años de jubilación. En los primeros años de su vida activa los consumidores recurrirán al endeudamiento y en los últimos al desahorro. En el período intermedio, cuando la renta corriente es más alta, el individuo o la familia tenderán a ahorrar una mayor proporción de la renta para poder mantener el nivel de consumo tras la jubilación. Nº 82, NOVIEMBRE 1999 T E M A S D E A C T U A L I D A D TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL crónicos de ahorro de pleno empleo sobre la inversión en las economías más opulentas, llevaran a éstas, en ausencia de medidas correctoras, a soportar desempleo de forma crónica. Así, la motivación keynesiana de la elección social entre consumo y ahorro no exige una identificación del consumo con el presente y del ahorro con el futuro. Lo más destacado, desde su punto de vista, es la identificación del consumo con los elementos previsibles y de la inversión con los inestables del gasto nacional. Sin embargo, y pese a que el cuerpo teórico desarrollado por Keynes constituye el origen de destacadas aportaciones posteriores, no podemos olvidar que los primeros economistas que elaboraron un modelo de funcionamiento de la economía en su conjunto y que se agrupan en torno a la denominación “clásicos” también dedicaron su atención al ahorro en las economías considerándolo fundamentalmente como variable macroeconómica dependiente del tipo de interés, de manera que las diferencias entre el tipo de interés natural (de equilibrio a largo plazo) y el tipo de interés de mercado (de corto plazo) justifican la evolución del ahorro desde una pers- 3 LA HIPOTESIS DE LAS RESTRICCIONES DE LIQUIDEZ Existe una restricción de liquidez cuando el consumidor espera percibir una renta más alta en el futuro y no puede pedir un préstamo para mantener el consumo actual (R. Dornbush, S. Fischer, 1994). Estas restricciones impiden que, según la teoría del ciclo vital, los individuos consuman en función de la renta que obtendrán a lo largo de toda su vida, y ligan el consumo a la renta obtenida cada año. Esto explica la excesiva sensibilidad del consumo a la renta, y afecta especialmente a las economías domésticas de renta baja. Se estima que en Estados Unidos, la mitad del consumo se ajusta a la teoría del ciclo vital y el resto corresponde a personas que consumen toda la renta que perciben cada año. ◆◆◆ Los procesos de decisión individual y social que determinan la proporción de ahorro, son importantes para el crecimiento economico ◆◆◆ ◆◆◆ El consumo utiliza los recursos productivos del momento presente, mientras el ahorro deja para el futuro los recursos disponibles para la producción y el consumo ◆◆◆ Nº 82, NOVIEMBRE 1999 pectiva nacional de forma que cuando los tipos de interés suben, el volumen de ahorro se incrementa y viceversa, por lo que los desajustes entre los tipos a corto y largo plazo condicionan la evolución del ahorro. Como se ha apuntado anteriormente, la visión posterior de los economistas vinculados a los modelos keynesianos, plantea una dependencia decisiva del ahorro respecto a la renta disponible y no de los tipos de interés. Posteriormente, los modelos de los nuevos economistas clásicos incluyen como determinantes fundamentales del ahorro no ya solo la renta disponible sino que también consideran relevante el papel de los tipos de interés, la riqueza financiera y no financiera y las expectativas de los agentes económicos, así como también las preferencias. Esta evolución explica la complejidad que los sistemas económicos van registrando en su proceso de crecimiento de la producción y de la renta, haciendo que las variables o factores determinantes del ahorro sean cada vez más numerosas y más complejas para abordar la explicación del comportamiento del mismo. Una forma de describir el actual estado del conocimiento sobre el ahorro es que en un nivel teórico se conoce 71 ➧ T E M A S D E A C T U A L I D A D TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL 4 LA HIPOTESIS FISCAL Se afirma a menudo que la mejor forma de aumentar el ahorro nacional es aumentar el ahorro público subiendo los impuestos. En cambio, según las hipótesis de Barro y Ricardo, las variaciones de los impuestos son contrarrestadas exactamente por una variación contraria del ahorro privado. El modelo de equivalencia ricardiana fue desarrollado por D. Ricardo en el siglo XIX y defendido posteriormente, en 1974, por R. Barro. Supongamos que el presupuesto está equilibrado inicialmente y que el gobierno baja los impuestos. Se registra un déficit presupuestario, que el Estado financia endeudándose. La deuda que se emite hoy debe amortizarse en el futuro, junto con los intereses que lleva consigo. Para devolver la deuda, el gobierno deberá subir los impuestos en el futuro. Por consiguiente, las variaciones de los impuestos no deberían influir en el consumo, ya que estas oscilaciones en los impuestos no afectan a la renta permanente. Cuando se reducen hoy los impuestos, las economías domésticas ahorran la reducción, por lo que pueden pagar unos impuestos más altos mañana. A principios de la década de los ochenta, la Administración Reagan recortó sustancialmente los impuestos en Estados Uni- dos. Según la teoría de Ricardo y Barro, las reducciones de los impuestos deberían haberse ahorrado y la tasa de ahorro de las economías domésticas debería haber subido. Sin embargo, la tasa de ahorro personal cayó Una posible explicación es la existencia de restricciones de liquidez. Otra es que las economías domésticas no se comporten como prescribe el modelo de Ricardo y Barro. La evidencia sugiere que las variaciones de los impuestos sí afectan al consumo y al ahorro, probablemente debido a las restricciones de liquidez. J. Poterba, en 1988, llegó a la conclusión de que las reducciones de impuestos aumentan el consumo. ➧ mucho sobre los determinantes del mismo. Mucho menos se conoce sobre las interacciones entre esos determinantes, y muy poco se conoce en el plano empírico sobre las verdaderas causas del ahorro (Kotlikoff). Como es frecuente en economía, la teoría parece avanzar por delante de la investigación empírica. En este artículo queremos centrarnos en el repaso de esas aportaciones teóricas y hacerlo en relación a uno de los sectores institucionales esenciales para el estudio del ahorro privado que es, a su vez, protagonista de numerosos estudios aparecidos en esta publicación, las familias, que han 72 La expansión del sector público, lograda sobre la base de una rápida progresión de la fiscalidad directa sobre las familias, puede haber comportado, en algunos casos como el español, una reducción de la tasa de ahorro familiar. Entre las razones por las que el incremento de la presión fiscal puede contribuir a la caída de la tasa de ahorro familiar podemos apuntar, en primer lugar, que el impuesto sobre la renta tiene elevada progresividad sobre perceptores de rentas del trabajo (siempre que se trate de rentas generadas en la economía no sumergida) relativamente elevadas y con capacidad para ahorrar (Raymond Bara, 1990) por lo que el impuesto tiende a deprimir el ahorro. En segundo lugar, cabría destacar la desaparición de incentivos al ahorro. Durante bastante tiempo, la combinación de progresividad en el sistema fiscal español y la inflación registrada ha hecho más rentable ser prestatario que prestamista, por lo que se produce una tendencia al crecimiento de la ■ LAS APORTACIONES PREVIAS: LA DISCUSION AHORRO-INVERSION ocupado un lugar muy destacado entre las preocupaciones de los economistas. Esta situación encuentra su justificación actual por la mayor reducción que el ahorro de las familias de los países industrializados ha experimentado en la década de los ochenta en relación con otros componentes del ahorro nacional. Existió con anterioridad a este planteamiento la discusión ahorro-inversión entre Ricardo, Malthus, Say y Sismondi. Malthus y Sismondi reconocían la posibilidad de que la demanda podía constituir un límite a la producción agregada, mientras Ricardo y Say (en la línea de los opositores a Keynes como Robertson, Hawtrey, Hayek y Pigou) negaron esta posibilidad. Como es bien Nº 82, NOVIEMBRE 1999 T E M A S D E A C T U A L I D A D TEORIAS AHORRO FAMILIAR TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL tasa de endeudamiento de las familias. Un estudio en ese sentido lo proporcionaron Fernández y Saá (1989), al analizar la rentabilidad real del ahorro para el período 1982-89 para distintos individuos tipo, distintos activos financieros y distintos países: España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón. Concluyeron que la rentabilidad real del ahorro en España es de las más bajas y todo ello a pesar de los elevados tipos monetarios de interés vigentes en ese período en España. En tercer lugar, podría acontecer que un incremento rápido de la fiscalidad puede ser interpretado por los agentes económicos como un shock atípico en la progresión regular de la fiscalidad. Por ello, podría justificarse que su financiación se produjese, en parte al menos, por la vía de la detracción del ahorro. Al margen de la imposición directa, la tasa de desempleo, las prestaciones sociales y las cotizaciones sociales, por diferentes razones, pueden haber influido en la caída de la tasa de ahorro de las familias. En el caso de la población desempleada, podría darse la existencia de restricciones de liquidez, lo que indica que para un desempleado es difícil endeudarse para mantener su nivel de consumo, aunque esté convencido de conocido, Ricardo y Malthus en el Reino Unido y Say junto a Sismondi en el continente, siempre identificaron las decisiones de ahorrar con las decisiones de invertir. Así, la posible divergencia entre ahorro e inversión nunca fue del todo aclarada. Ninguno de ellos planteó un análisis de corto plazo sobre el tiempo que puede transcurrir entre la decisión de ahorrar y la de invertir. Este análisis les habría forzado a admitir la posibilidad de la existencia de divergencias entre el ahorro planificado y la inversión, lo que les habría llevado a rechazar la Ley de Say (la demanda está sólo limitada por la producción; “L’offre crée Nº 82, NOVIEMBRE 1999 amortizar su deuda con ingresos futuros. Por ello, una vez se ha dispuesto de todo el ahorro pasado, la renta disponible corriente será el factor principal que determine el consumo –y el ahorro- de una parte de las familias. (A. Marchante, 1997). Por otro lado, la redistribución de la renta, puede conducir a la reducción del volumen agregado del ahorro de las familias si difieren las propensiones marginales de los grupos afectados. Las prestaciones sociales pueden estimular el consumo privado y, por tanto, reducir el ahorro de las familias. Por último, las cotizaciones sociales efectivas pueden haber tenido también un impacto negativo en el ahorro familiar ya que al constituir una detracción de la renta, pueden ser consideradas por las familias como un ahorro forzoso con el fin de adquirir derechos a percibir ingresos adicionales en la etapa de jubilación actuando como sustituto imperfecto del ahorro familiar, o bien pueden considerarse como algo similar al impuesto sobre la renta del trabajo y ya hemos mencionado sus efectos negativos sobre el ahorro de las familias. sa prope demand”). En el planteamiento clásico, la Ley de Say no es el resultado de un análisis del proceso ahorro-inversión sino más bien el resultado de la ausencia de dicho análisis. La revolución marginalista proporcionó bases teóricas firmes al principio de Say. Aquí el mercado para el capital (tanto en su versión stock como en su acepción como flujo) no es una excepción a la teoría general de precios basada en los conceptos de utilidad marginal y productividad marginal. Por un lado, una función de demanda de inversión elástica al ti- LAS EXPLICATIVAS DEL 5 EL AHORRO EN CONDICIONES DE INCERTIDUNBRE: EL Una de las motivaciones del ahorro por parte de los individuos o familias que debemos considerar es la previsión de situaciones desfavorables -una merma de ingresos, una situación de desempleo, enfermedades, invalidez-, que impliquen disponer de un mayor volumen de renta. Para hacer frente a la incertidumbre sobre el futuro se produce el ahorro precautorio o bien la protección frente a los riesgos potenciales mediante la contratación de seguros. po de interés establece una relación inversa entre el volumen de inversión previsto y el tipo de interés y por otro lado, esta tasa de interés es suficientemente sensible a las divergencias existentes entre las decisiones de inversión y el ahorro de pleno empleo como para asegurar su papel equilibrador. En este contexto, si aparecen razones que pospongan u obstaculicen la acción de las fuerzas descritas por la teoría del interés, la tasa de interés puede mostrarse poco sensible a las diver- 73 ➧ T E M A S D E TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL ➧ gencias entre inversión planificada y ahorro planificado y no garantizar permanentemente el pleno empleo de trabajo y capital. Los obstáculos son habitualmente atribuidos a la presencia del dinero. El análisis de las fluctuaciones en el nivel de actividad económica se convierte entonces en parte de una teoría del dinero separada de la teoría de precios y distribución. De hecho, trabajando en un marco teórico en el que el dinero –en el largo plazo- no tiene ningún papel, los marginalistas, paradógicamente, tuvieron que recurrir a factores monetarios para poder construir un análisis de estabilidad plausible. ■ EN LOS ALBORES DEL SIGLO XX Wicksell plantea a principios de siglo, un proceso acumulativo en el que la A C T U A L I D A D 6 LA HIPOTESIS DE LA EXISTENCIA DE SOLIDARIDAD El comportamiento de los individuos ante el ahorro plantea el interrogante de si éste se ve motivado por el deseo de dejar una herencia o, por el contrario, se ahorra pensando en la jubilación y el consumo en la vejez (hipótesis del ciclo vital). La discusión se basa en que la cantidad de riqueza existente en la economía es demasiado grande para que los individuos sólo hayan ahorrado para la jubilación (L. Kotlikoff y L. Summers, 1981). También hay que considerar que la solidaridad intergeneracional no se reduce a un único legado al final de la vida, sino que pueden producirse varias transferencias de riqueza a los descendientes a lo largo de la vida. naturaleza discontinua del progreso técnico (o lo que Marshall refería como cambio en las expectativas del empresario capitalista) da como resultado la existencia de fluctuaciones en la rentabilidad de las inversiones. La estructura temporal de los tipos de interés falla a la hora de ajustarse inmediatamente causando variaciones de precios y cambios temporales en el nivel de actividad. Es fundamental en el plantea- TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL 7 FACTORES DEMOGRAFICOS Y AHORRO Algunos economistas sostienen que los factores demográficos contribuyen a explicar el hecho de que las tasas de ahorro de las economías domésticas de Japón sean mucho más altas que las de Estados Unidos: la proporción de personas jubiladas es más baja en Japón que en Estados Unidos. Dado que el porcentaje de ancianos existente en la población japonesa está aumentando rápidamente, algunos economistas esperan que la tasa japonesa de ahorro comience a descender (A.J. Auerbach, L.J. Kotlikoff, R.P.Hagemann y G. Nicoletti, 1989, sugieren que la tasa de ahorro en Japón en el año 2030 será inferior a la de Estados Unidos). También siguiendo los postulados de la teoría del ciclo vital, podemos entender que en la economía española el incremento de la proporción de jóvenes asalariados en la población activa a partir de 1985, puede haber contribuido a reducir la tasa 74 de ahorro, ya que la teoría del ciclo vital afirma que el ahorro se produce especialmente en la edad intermedia, mientras que en los primeros años de vida activa, los individuos recurren al endeudamiento y en los últimos, al desahorro. En el caso de la demografía y su relación con el ahorro, los análisis de simulación han constituido el principal vehículo para demostrar la importancia de los cambios demográficos en el ahorro. La investigación realizada por Barro y Becker (1987-88) es la primera en relacionar decisiones de fertilidad con el ahorro a largo plazo. Noguchi (1986) empezó a explorar las interacciones de los legados no altruistas (herencia dejada a sus descendientes por individuos que fallecen con anterioridad a su expectativa de vida) y el cambio demográfico. Otros estudios examinan las conexiones entre cambios demográficos, política fiscal (incluida seguridad social) y ahorro. Pero no hay apenas estudios acerca de influencias más sutiles entre demografía y ahorro; por ejemplo, nadie considera cómo los cambios en el tamaño de la familia afectan a la previsión familiar y, por tanto, al denominado ahorro precautorio o de precaución. Otro tema no explorado es cómo el incremento de la tasa de divorcios afecta al comportamiento del ahorro o cómo el aumento de las personas mayores viviendo solas afecta a la demanda por parte de éstas de vivienda y, por ello, de ahorro adicional. Nº 82, NOVIEMBRE 1999 T E M A S miento teórico de Wicksell o Marshall la relación existente entre la rentabilidad esperada del capital (que tenderá en circunstancias normales a igualarse a la tasa de interés real o natural) y la tasa a la que el dinero puede pedirse prestado en el mercado de préstamos. Wicksell concluye que el proceso inflacionista o deflacionista es mantenido por los bancos que fallan al ajustar su tipo de interés a la nueva tasa natural (abriendo por ello una brecha temporal entre ahorro e inversión) que les forzaría a aumentar o disminuir la tasa de mercado hacia un nivel de equilibrio, el único en el que existiría estabilidad de precios. Así, este proceso no es explosivo y la influencia de factores monetarios en el mercado de préstamos sólo puede temporalmente perjudicar la tendencia al pleno empleo de todos los factores de producción. Si la elasticidad de la demanda de capital en relación al tipo de interés falla temporalmente a la hora de ajustar ahorro e inversión debido a perturbaciones monetarias, esta elasticidad podría ser suficiente para restablecer el equilibrio (y la estabilidad de precios) al enfrentarse a variaciones de la demanda agregada debidas a la no coincidencia entre ahorro e inversión. A largo plazo, las variaciones en el gasto monetario son observadas por sus efectos sobre el nivel de precios pero no sobre los niveles de producción y empleo. Nº 82, NOVIEMBRE 1999 D E A C T U A L I D A D TEORIAS AHORRO FAMILIAR LAS EXPLICATIVAS DEL 8 LA ACUMULACION DE FONDOS LIQUIDOS La adquisición por parte de las familias de bienes de consumo duradero y viviendas está precedida, en ocasiones, por una acumulación de ahorro. No obstante, otro medio de adquirir este tipo de bienes es mediante crédito. (A. Marchante, 1997) El predominio de uno u otro método de financiación en cada país dependerá de los hábitos sociales y del nivel de desarrollo del sistema financiero. Sin embargo, medios alternativos de adquirir bienes duraderos o viviendas pueden tener incidencias muy diferentes sobre la tasa de ahorro agregada de las familias. ◆◆◆ En un nivel teórico hoy se conoce mucho sobre los determinantes del ahorro pero muy poco en el plano empírico ◆◆◆ ■ EL PERIODO DE ENTREGUERRAS El periodo de entreguerras marca el apogeo de este tipo de análisis. Los economistas ingleses, centrados sobre todo en el entorno de Cambridge, los seguidores de Wicksell en Suecia y unos pocos teóricos austríacos aportaron algunas variaciones a este planteamiento. Para algunos, los ciclos tenían una na- turaleza puramente monetaria; para otros, aunque el dinero y el sistema bancario fueran cruciales en la ruptura de la relación entre magnitudes “reales”, el subconsumo, la sobreinversión, el ahorro forzado, la escasez de capital, la acumulación y una amplia variedad de causas inherentes a cualquier economía monetaria dinámica podían ser el origen del desequilibrio entre ahorro e inversión. No obstante, a pesar de las fuertes discrepancias entre estos autores sobre el origen de la brecha entre ahorro e inversión, en lo que todos coincidían era en el análisis de la significación de dicha brecha y cómo ésta podía estrecharse con variaciones en el tipo de interés. Shumpeter (1939) afirmó que la brecha en- 75 ➧ T E M A S tre la tasa de interés “natural” y la de mercado (el corolario de la diferencia entre ahorro e inversión) era una especie de coeficiente de tensión del sistema que expresaba el grado de desequilibrio presente en éste. En el corto plazo, el ahorro planificado y la inversión planificada no necesariamente coinciden; puede haber rigideces y tensiones que interfieran la tendencia a largo plazo a igualar esas dos magnitudes, pero al final, alteraciones del tipo de interés tenderían a validar esas desviaciones temporales del objetivo de pleno empleo. Este tipo de análisis ahorro-inversión fue ultimado por Keynes en su Treatise on Money (1930). ■ DESPUÉS DE LA II GUERRA MUNDIAL Conrad (1959) proporcionó una buena recensión de las teorías sobre el tipo de interés como variable económica clave al analizar la elección entre el consumo y el ahorro. Si aumentaba el tipo de rentabilidad del ahorro, la elección se decantaría a favor del futuro. En la Teoría General (1936) el prota- D E A C T U A L I D A D ◆◆◆ Las últimas tendencias de estudio del ahorro exigen la observación no solo de la situación actual del individuo sino sus planes de futuro y su historia ◆◆◆ gonismo lo van a ejercer los cambios en el nivel de renta como fuerza de equilibrio entre ahorro e inversión y no el tipo de interés. Más recientemente, ya a finales de los cincuenta y posteriormente, los estudiosos del ahorro y el consumo como Katona prestaron atención a variables de carácter psicológico como actitudes, intenciones, atributos personales o expectativas individuales e intentaron su medición. La distribución de algunas de las variables psicológicas entre la población puede cambiar radicalmente a corto plazo. Su estudio exige la observación no sólo de la situación actual del individuo sino su historia, y sus planes de futuro, o lo que es lo mismo, el conocimiento de toda su existencia. ■ FACTORES EXPLICATIVOS DEL AHORRO DE LAS FAMILIAS Dada la relevancia de analizar los factores que determinan la distribución entre consumo y ahorro que uno de los sectores institucionales de una economía, las familias, hace de su renta bruta disponible, se ha intentado exponer sintéticamente, a lo largo del artículo, algunas de las teorías explicativas sobre el particular. Ninguna parece suficiente para explicar completamente la evolución del ahorro de las familias pero el esfuerzo realizado pretende ser aclaratorio de la enorme heterogeneidad a la que nos enfrentamos al intentar definir las razones que subyacen tras la decisión de ahorrar. ● Antonio Mora Sánchez y María Jesús Such Devesa. Universidad de Alcalá BIBLIOGRAFIA: Andrés, J., Cutanda, A. y Doménech, R. 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