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05330~- SERIE A NUMERO 4 ABRIL 1978 (Publicado en inglés, Mayo 1977) Department of Medical and Public Affairs, The George Washington University Medical Center, 1343 H Street, NW, Washington, D.C. 20005 USA El Debate Acerca de Anticonceptivos Orales y Weoplasias Continua; Las Respuestas Siguen Siendo Ellusivas Esta edición fue escrito por Ward Rinehart y Judy.C. Felt. Se agradece la asistencia de: Heinz W. Berendes, Roger P. Bernard, William M. Christopherson, Johannes Clemmesen, Malcolm Coppleson, Thomas L. Dao, Richard Doll, Victor A. Drill, Joseph W. Goldzieher, Robert B. Greenblatt, Kamal G. Ishok, Miriam Labbok, Carolyn H. Lingeman, Elizabeth Maguire, Gary Merritt, Gerald P. Murphy, Edward D. Nissen, Robert L. Noble, Howard W. Ory, Malcolm Potts, R. T. Rovenholt, Georges Rudali, Corl Tyler, Louise Tyrer, Martin Vessey, y Francis X. Wazeter. Brenda J. Vumbaco es editor administrativo y supervisó la edición en lengua española Sofia l. de Kamenetzky, M.D. Se agradecerá el envío de comentarios y materiales adicionales actualizados. o El uso extendido de los anticonceptivos orales y la controversia pública acerca de los cambios en el comportamiento sexual y los valores sociales que lo ha acompañado han enfocado la atención de los investigadores médicos en dicho método de control de la fertilidad, transformando a los usuarios de onticonceptivos orales en lo que probablemente sea el grupo más acuciosomente estudiado en la historia de la ciencia médica. Dicho examen ha inspirado una plétora de controversias médicas, y entre ellas la cuestión de la relación entre el uso de anticonceptivos orales y el desarrollo de neoplasmas, tanto benignos como malignos. Por cierto, el problema de las neoplasias puede ser la más prolongada y la menos resuelta de esas controversias. Los investigadores han dedicado especial atención a la búsquedo de relaciones entre uso de anticonceptivos orales y neoplasmos por varios motivos: , o o evidencia experimental de que las hormonos ováricas a veces pueden alterar la incidencia de tumores en determinados animales de laboratorio; O evidencia epiderni~ló~ica que sugiere que las hormonos endógenas (las hormonas producidos por el cuerpo) afectan el desorrollo de neoplasmas de mama y de endometrio; o informes de que las mujeres que usan solamente estrógenos o anticonceptivos orales han desarrollado neoplasmas; o la inmediata disponibilidad de datos acerca de neoplasias (y otros enfermedades) en usuarios de anticonceptivos orales; estos datos provienen de los registros de clinicas de planificación familiar, hospitales, programas de detección de cáncer y médicos privados; O difundida preocupación pública ocerca del cáncer. Este edición de Population Reports comienza con una discusión de los méto.dos y dificultades de estudiar si y cómo determinados fac- tores influencian la aparición de enfermedades neoplásicas en seres humanos. Este informe hace hincapié en estudios epidemiológicos de anticonceptivos orales y neoplasia porque dichos estudios son la fuente de la mayor parte de la información disponible acerca del producen información tema. Asimismo, los estudios epidemi~ló~icos más claramente pertinente, dado que el significado de la misma está libre de los problemas de extrapolar de una especie a otra, de un tipo de tratamiento hormonal a otro, de un grupo de edad a otro. Esto no quiere decir que el significado de los resultados de los estudios epidemiológicos de usuarios de anticonceptivos orales sea claro. Al contrario, la interpretación de los mismos es extremadamente difícil, complicoda por la indole de las enfermedades neoplásicas, nuestra falta de conocimiento acerca de sus causas y su desarrollo, y los desacuerdos acerca del diagnóstico y la clasificación de las lesiones. CONTENIDO Introducción ..................................... A-81 Estudio de Anticonceptivos Orales y Neoplasia en Seres Humanos ............................. A-83 Estudios en Animales ............................. A-84 Neoplasmas de Mama ........................... A-86 Neoplasmas Cervicales.. ......................... A-92 ~ e o ~ l & m adel s Cuerpo Uterino A-96 .................. ........................... Tumores en el Higado .A-101 Neoplasmas en Otras Partes del Cuerpo ..........A-103 Conclusiones .....................................A-1 04 Bibliografia .......................................A-1 05 Bopulation Bepoits es una publicación bimestral del Programa de Información sobre Población, División de Comunicaciones Científicas, Departamento de Asuntos Médicos y Públicos del Centro Médico de la Universidad George Washington, 1343 H Street, NW, Washington, D.C., 20005. EUA. Werner Fornos, Director. ' POPULATION INFORMATION PROGRAM ADVISORY COMMITTEE: Leoncio Arrighi, M.D., Buenos Aires, Argentina; Roger P. Bernard, M.D., M.S.P.H., Geneva, Switzerland; Jorge de Blois, Ph.D., Guatemala City, CA; Louis Hellman, M.D., Washington, D.C., USA; Elton Kessel, M.D., M.P.H., North Carolina, USA; Richard Lincoh, B.A., New York, N.Y., USA; Julio Ernesto Astacio Lopez, M.D., San Salvador, El Salvador; Jorge MartinezManautou, M.D., Mexico City, México; Milton Nakamura, M.D., Sao Paulo, Brazil; Malcolm Potts, M.D., M.B.B.S., Ph.D., London, England; Wolter Rodrigues, M.D., Rio de Janeiro, Brazil; Nafis Sadik, M.D., New York, N.Y., USA; L.S.Sodhy, M.D., K.M.N., M.B.B.S., D.P.H., D.I.H., Kualo Lumpur, Malaysia; Miguel Trias, M.D., Bogotá, Colombia; Louise Tyrer, M.D., New York, N.Y., USA; Benjamín Viel, M.D., M.P.H., D.P.H., London, England; Winifred WeekesVagliani, Ph.D., Paris, France; Alan B. Weingold, M.D., Chairman of the Advisory Cornrnittee, Washington, D.C., USA. Los experimentos con animales proveen algunas de las evidencias más claras de que las hormonas pueden de alguna manera afectar el.desarrollo de algunos neoplasmas en Órganos reproductivos, por lo menos en ciertas especies. Por esta razón, este informe resume los resultados de experimentos con animales y hormonas y, al mismo tiempo, discute la dificultad-en realidad, con frecuencia la inconveniencia-de extrapolar los descubrimientos logrados con animales y aplicarlos a los seres humanos. Este informe también resume los hallazgos obtenidos respecto a cáncer de mama y de endometrio en mujeres maduras que han utilizado estrÓgenos Únicamente (no anticonceptivos orales) para tratamiento de los sintornas de la menopausia. Dichos estudios, muchos de los cuales son recientes, son interesantes por sí mismos. No obstante, igual que los estudios animales, la aplicabilidad de esos estudios a las usuarias de anticonceptivos orales es discutible; los anticonceptivos orales contienen una progestina y un estrógeno y estos dos componentes interactúan para afectar a l cuerpo de maneras diferentes de las atribuibles a cada uno de los componentes administrados por separado. En este informe la discusión de los usos y problemas de los estudios epidemiológicos y los estudios animales permite la presentación de evidencia acerca de hormonas y neoplasia en las partes del cuerpo que han recibido más atención por parte de los investigadores: mama, cuello del Útero, cuerpo uterino, hígado, pituitario y ovario. Cada sección analiza la evidencia epidemiológica referida a los anticonceptivos orales y presenta brevemente, cuando corresponde, lo que se sabe o lo que se formula hipotéticamente acerca del papel de las hormonas en las enfermedades neoplásicas en seres humanos y en animales. La solidez de la evidencia varia considerablemente según la localización de las neoplasias. La evidencia más sólida sugiere que las usuarias de anticonceptivos orales tienen menos probabilidades de desarrollar neoplasmas benignos de mama y más probabilidades de desarrollar tumores benignos de hígado que las no usuarias. También hay alguna evidencia que sugiere que las mujeres maduras que utilizan estrógenos Únicamente pueden tener más probabilidades que las no usuarias de desarrollar neoplasmas premalignos y malignos de endometrio. Lo mismo puede ser verdad-la evidencia es mucho más limitada-en el caso de muje'res jóvenes que utilizan Cuadro 4 -Incidencia Anual de C6nceres en Determinadas Partes del Cuerpo por 400.000 Mujeres de Países y Regiones Seleccionados1 Decenios de 4960 y 9970 Localización del c i n c e r Mama Cuello d e l útero Cuerpo uterino Corioepitelioma Uteio, sin especificar ~ w a r i o etc.3' , Otros Órganos genitoiles femeninos I - 'Diversos períodos, pero todos abarcan varios años durante el decenio de 1960 y10 comienzos del decenio de 1970. 20tros Úteros, con inclusión d e corionepitelioma. 31ncluyeovarios, trompa de Falopio y ligamento ancho. 40vario Únicamente. NI = No Informado. Fuente: Waterhouse et al. (591). \ anticonceptivos orales secuenciales, que en la actualidad ya no están en venta en muchos po;ses y que nunca fueron populares. Los anticonceptivos orales combinados no han sido asociados con incidencia crediente de neoplasia de endometrio. La evidencia relativa a cáncer de mama, el más común de los procesos malignos, entre las mujeres de la moyor parte de los países desarrollados, y a cáncer de cuello del Útero, la malignidod más común entre las mujeres de muchos ~aísesen desarrollo (véase Cuadro 1) es menos clara. Los cánceres cervicales y de mama son claromente influenciados por el comportamiento sexual y reproductivo, el cual a su vez influye y es influido por la elección y el uso de un método anticonceptivo. Ello hace que el estudio de la asociación entre dichos cánceres y los anticonceptivos orales sea especiolmente difícil. Algunos estudios han encontrado, diferencias estadísticamente significativas en el uso de anticonceptivos orales entre algunos grupos de mujeres con dichas enfermedades y mujeres similares que no las padecían, pero esos resultodos parecen incongruentes y son difíciles de explicar biológicamente. las diferencias observadas parecen ser más fácilmente explicados por limitaciones de la investigacióny variaciones casuales. En resumen, este número de Population Rep&ts responde o dos preguntas: (1) ¿cuál es la evidencia referida a la relación entre el uso de anticonceptivos orales y la incidencia de neoplasia? (2) ¿porqué las respuestas a preguntas acerca de las posibles relaciones siguen siendo elusivas? ESTUDIO DE ANUICQNCEPUUVQS ORALES Y NEOPLASIA EN SERES MUMANQS La epidemiología, el estudio de la distribución y determinación de enfermedades en seres humanos (358), provee a los investigadores de métodos para explorar las posibles asociaciones entre anticonceptivo~orales y enfermedades neoplásicas en mujeres. Cuatro de esos métodos aportaron la mayor parte de la evidencia discutida en este número de Population Repoits: información y Cuadro 2-Cuatro 1. Intensidad d e asociación entre factor y enfermedad 2. Compatibilidad d e los resultados c o n 3. 4. 5. 6. 7. 8. otros estudios q u e utilizan métodos diferentes Especificidad d e asociación entre factor y enfermedad Relación lógica temporal (la exposición debe preceder a la enfermedad) Relación entre cantidad o duración de l a exposición y la probabilidad d e desarrollar enfermedad (respuesta a l a dosis) Capacidad d e una sola teoría d e causación d e enfermedad d e explicar coherentemente toda la evidencia existente Analogía c o n enfermedades similares y SUS causas Compatibilidad c o n conocimiento más general acerca d e enfermedades y acerca d e biología humana registro de casos, análisis de tendencias de tasas de enfermedad, estudios de casos comparativos y estudios grupales. Cada método es adecuado en determinadas circunstancias, y cada uno puede contribuir a la comprensión de las enfermedades neoplásicas y los factores que las influyen (véase Cuadro 2). Sin embargo, por S; mismos esos métodos no pueden determinar si los anticonceptivos orales-o cualquier otro factor ambiental-causan neoplasmas. La evidencia producida por esos métodos debe ser evaluada cuidadosamente sobre lo base de su solidez interna y su congruencia con otras evidencias (véase Fig. 1). En la actualidad, la Métodos Epidemiológicos Utilizados p a r a Estudiar Anticonceptivos Orales y Neoplasia Descrl~clón Método Informes de casos Fig. 1. Criterios para evaluar la probabilidad de relaciones causales entre exposición a un factor ambiental y una enfermedad. Funciones Describe pacientes, sus enfermedades y exposiciones a factores ambientales; discute posibles interrelaciones. Examina la incidencia o la mortalidad de una enfermedad en una población grande. Con frecuencia es la fuente de las primeras sospechas acerca de causas de enfermedad; estimula estudios más rigurosos. Puede ser comparado con tendencias en exposición a factores ambientales; ayuda a evaluar el impacto de la enfermedad en la salud pública. Estudios comparativos de casos.. . Compara exposición a factores ambientales en grupos que padecen una enfermedad con dicha exposición en grupos similares que no padecen la enfermedad. Determina relativas diferencias en exposición entre quienes padecen una enfermedad y quienes no la padecen; adecuado cuando la enfermedad es rarao se desea resultados rápidos. Estudios grupales. Compara incidencia de la enfermedad en grupos expuestos a un factor ambiental con la incidencia en grupos no expuestos. . .. Tendencias en las tasas de enfermedad.. . .. h Adecuado cuando se requiere infor-rrciÓn_c~mpleta,menos sujeta a inevitables posibilidades de prejuicios metodológicos, o cuando se trata de obtener información acerca de más de una enfermedad. Limitaciones Se extraen pocas conclusiones sobre la base de informes de casos aislados. Para producir cambios perceptibles en las tasas, la exposición a factores ambientales debe estar esparcida en la población y debe alterar considerablemente las posibilidades de desarrollar la enfermedad. No determina la tasa de incidencia en ninguno de los grupos; depende de la memoria y los registros de los participantes, que pueden ser defectuosos. Con frecuencia requiere estudio de grandes grupos durante prolongados períodos de tiempo, especialmente en el caso de enfermedades raras. [Para más amplia discusión de estos métodos, véase Cornfield & Haenszel (105), Do11 & Vessey (l28), Dorn (130), Hardy & White (NO), Hi11(254), Hines & Goldzieher (259), MacMahon & Pugh (358), Sartwell (505), Schlesselman (510), Seigel & Corfman (517).1 evaluación de causa y efecto sigue siendo una cuestión d e opinión. una progestina? ¿Se puede aplicar a los anticonceptivos orales la evidencia referida a los estrógenos solos? o ¿Qué importancia pueden tener las diferencias y los cambios en el contenido y la dosis de los anticonceptivos orales? o ¿Los resultados de experimentos con animales deben ser aplicados a seres humanos aun cuando hay importantes diferencias en los sistemas reproductivos de ambas especies Problemas Especiales La naturaleza de las enfermedades neoplásicas hace que la investigación epidemiológica de sus causas sea particularmente dificultosa. En primer lugar, las enfermedades neoplásicas son usualmente raras, por lo tanto es difícil recopilar un número suficientemente grande de casos para estudiar. Al mismo tiempo, las tasas según las cuales la mayor parte de las enfermedades neoplásicas se producen no varían rápidamente, haciendo dificultoso atribuir el cambio en las tasas a causas espec;ficas. En segundo . y en los tipos de neoplasma que se desarrollan en ambas? o A partir del momento de la exposición a un factor que se sospecha causal de cáncer, ¿Cuánto tiempo debemos esperar para que el neoplasma sea detectable? o ¿Las hormonas pueden afector los tumores de manera diferente en diferentes etapas de la evolución de los mismos? lugar, los neoplasmas probablemente se desarrollan a lo largo de muchos años antes de ser detectados. Los investigadores que o ¿De qué manera difiere el comportamiento de las usuarias de abordan casos de cáncer deben depender de viejos recuerdos y viejos registros cuando buscan posibles causas, y los investigadores preocupados por causas sospechadas deben esperar muchos años-posiblemente decenios (270)-para ver si se desarrollan neoplasmas. En tercer lugar, las enfermedades neoplásicas parecen resultar de una compleja interacción de variables genéticas, ambientales y de comportamiento. Cuanto mayor cantidad de variables deben ser tenidas en cuenta, más dificultoso se vuelve el estudio; y persiste la posibilidad de que factores desconocidos puedan ser importantes. En cuarto lugar, existe mucho desacuerdo profundamente arraigado acerca de la definición y clasificación de los neoplasmas, especialmente cuando las muestras de tejido son la usuarias? O De qué modo esos diferencias pueden afectar la probabilidad de las usuaries de desarrollar neoplasmas? base de la clasificación. Con frecuencia los investigadores no pueden estar seguros de si los neoplasmas que están estudiando son en realidad los mismos neoplasmas estudiados por otros, o son diferentes. Además, cómo se clasifica las lesiones se relaciona con la opinión acerca de la seriedad de las mismas, sus causas y tratamiento. La evidencia proveniente de numerosas fuentes sugiere que, en determinadas circunstancias, algunas hormonas pueden afectar el desarrollo de ciertos neoplasmas. El problema es si tal evidencia puede ser aplicada a l uso de anticonceptivos oroles, y cómo-por ejemplo: o Algunos cánceres de mama son influidos por estrógeno; crecen ante la presencia de estrógeno y ceden en su ausencia. o En determinadas condiciones, algunas hormonas alteran el desarrollo de neoplasmas de las glándulas mamarias o los Órganos genitales en algunas especies o clases animales. s De acuerdo con algunos estudios epidemiológicos recientes, las usuarias menopaúsicas o posmenopaúsicas de estrógenos solamente pueden tener más probabilidades de desarrollar cáncer de endometrio que las mujeres que no usan esas hormonas (77,219,352,375,537,611). o La pauta de hormonas endágenas en mujeres con cáncer de mama o endometrio puede ser o haber sido diferente de las de las mujeres que no desarrollan esos tipos de cáncer. Tal evidencia sugiere que el tema de los anticonceptivos orales y la neoplasia merece estudio. Pero se carece de mucho conocimiento en lo que se refiere a la aplicabilidad de esa evidencia a la utilización de anticonceptivos orales. Entre las cuestiones sin resolver figuran las siguientes: o ¿Cuáles son las relaciones entre neoplasia benigna y maligna en los Órganos reproductivos y el hígado de las muieres? o ¿Qué importancia debe ser atribuida a las diferencias entre neoplasmas en tejidos influidos por hormonas y neoplasmas en tejidos no influidos considerablemente? ¿ Podemos aplicar lo que sabe acerca de cánceres no hormonales a cánceres hormonales? o ¿Cuál es el grado de importancia de la naturaleza cíclica del uso de los anticonceptivos orales y del hecho que los orales contienen dos componentes que interactúan, un estrógeno y anticonceptivos orales del comportamiento de las no Debido a que cuestiones importantes como las mencionades están sin resolver, y debido a que no hay teorías específicas de neoplasia en seres humanos totalmente aceptadas, la habilidad de los investigadores, tanto para diseñar estudios que tengan en cuenta todas las variables como para interpretar los resultados de los estudios, es limitada. Los resultados de estudios con animales de laboratorio han suscitado preocupación acerca del papel de las hormonas ováricas en el desarrollo de tumores, por lo cuol dichos estudios merecen una evaluación cuidadosa. Aunque los resultados son frecuentemente conflictivos, en general concuerdan en que las hormonas, incluidas las utilizadas en anticonceptivos orales, afectan el desarrollo de neoplasmas en varios oíganos animales, en particular mamas, cuerpo y cuello del Útero, ovarios, hígado y pituitaria. La naturaleza específica de ese efecto es desconocida, sobre todo debido a la falta de conocimiento básico acerca de los sistemas reproductivos de los mamíferos y de los mecanismos de la génesis tumoral. Usos y Problemas Mucho de lo que se conoce acerca del metabolismo y de la fisiología humana se deriva de estudios en animales. Las razones para confiar en estudios en animales son claras: Algunos animales de laboratorio, en particular los roedores, son pequeños y tienen vidas de corta duración, por lo cual pueden ser fácilmente atendidos y observados a lo largo de ciclos vitales completos. O Determinadas variables que afectan las tasas de enfermedad, tales como herencia, pautas de acoplamiento y dieta, pueden ser controladas. O A veces las consideraciones éticas excluyen los experimentos con seres humanos. O Los estudios en animales proporcionan a los investigadores O pistas valiosas para seguir estudios en seres humanos. O Cuando los datos en seres humanos son inadecuados, los datos obtenidos en animales con frecuencia sirven como base para el establecimiento de políticas por parte de agencias gubernamentales que regulan el uso de drogas. Los estudios en animales, no obstante, tienen ciertas limitaciones. Una de ellas es la cuestión no resuelta de hasta qué punto los estudios en animales pueden predecir la respuesta humana: si una sustancia cousa neoplosmas en animales, L las causará necesaria- Cuadro 3-Neoplasia Autor y fecha Ref. No. B e n i g n a d e M a m a (MBM) y U s o d e A n t i c o n c e p t i v o s O r a l e s (AO), Estudios S e l e c c i o n a d o s , 1972-1976 Descrlpclón Resultados Boston Collaborative Drug Surveillance Program 1973 Estudio comparativo de casos. Comparación de uso de A 0 por 98 mujeres con NBM y por 842 mujeres que habrían usado A 0 y que fueron admitidas a los mismos hospitales por enfermedad aguda o cirugía electiva. Fasal & Paffenbarger 1975 Estudio comparativo de casos. Comparación de uso de A 0 por 446 mujeres menores de 50 años con NBM con 446 pacientes quirúrgicos y 446 pacientes de servicios médicos, agrupadas por religión, raza, edad, hospital de admisión y tiempo de hospitalización. Kelsey et al. 1974 Estudio comparativo de casos. Comparación de uso de A 0 en 364 mujeres de 20-44 años con NBM y en 364 controles, agrupadas por edad, estado civil, raza, educación, hospital de admisión y fechas de admisión. Nomura & Comstock 1976 Estudio comparativo de casos. Comparación de uso de A 0 o estrógenos solos en 320 mujeres d e 20-49 años con NBM y en 320 controles agrupadas por raza, edad y residencia en el Condado de Washington, Maryland (EE.UU.). Todos los casos y controles habían participado en el censo de 1963 del condado. Duración promedio del uso: para AO, 6 meses para los casos, 7 meses para los controles; para estrógenos solos, 48,5 meses y 50,O meses, respectivamente. Ory et al. 1976 Tasa de hospitalización por enfermedad cística más baja en usuarias de A 0 que en no usuarias. Reducción insignificante en la tasa para usuarias de 1 año o menos, pero el uso continuo reducía progresivamente la tasa. Tasa proporcional estandarizada por edad para usuarias de más de 2 años comparada con no usuarias: 0,4. La reducción del riesgo parecía persistir durante varios años después de dejar de usar AO. i a s usuarias de A 0 eran hospitakadas porfibroadenoma con menor frecuencia. Dero la diferencia no era estadísticamente significativa. 290 casos de NBM informados en usuarias, o sea 8,51 por Estudio grupal. Compara tasa de NBM 1.000 años-mujer; 106 casos informados en ex-usuarias, o diagnosticado clínicamente durante sea 11,4 por 1.000 años mujer; 463 casos informados en con34.875 años-mujer de uso de A 0 con troles (no usuarias), o sea 10,63 por 1.000 años-mujer. Protasa durante 42.306 años-mujer de observación de mujeres que porción de tasas, estandarizada por edad, número de partos, clase social y consumo de cigarrillos, para usuarias comnunca usaron A 0 agrupadas respecto paradas con controles: 0,80, lo cual es estadísticamente de las usuarias por edad y estado civil, significativo. Dosis más altas de progestina y duración más y con la tasa durante 9.803 años-mujer prolongada del uso asociadas con tasas más bajas de NBM. de observación de mujeres que dejaLa asociación negativa "sólo se manifiesta luego do 2 años ron de usar A 0 durante el curso del d e uso continuo." estudio. Uso prolongado de A 0 significativamente más común entre Estudio comparativo de casos. Tasa los controles que entre los casos de enfermedad cística: 34 de uso de A 0 en 416 mujeres con NBM controles habían usado A 0 durante más de un año, com(306 con enfermedad cística, 71 con parado con 14 casos. Los casos de fibroadenoma y sus confibroadenoma, 39 con otras afectroles no mostraron acusadas diferencias en tasas de uso de ciones) comparada con tasa d e uso en 416 mujeres admitidas en el mismo hos- hormonas. "Nos parece que nuestros datos no permiten . . . inferir [que A 0 protegen contra NBM], pero sí proporcionan pital por otras razones, agrupadas por evidencia adicional de que [AO] no son factores causales en edad, raza, solteras o casadas alguna este grupo de enfermedades." vez y suma pagada al hospital. Royal College of General Practitioners 1974 Sartwell et al. 1973 Estudio grupal. Tasas de hospitalización por NBM comparada en usuarias de A 0 y no usuarias entre 97.769 mujeres del área de Boston. 499 casos de enfermedad fibrocística y 83de fibroadenoma diagnosticados en un período de 30 meses. 6% (n = 6) con NBM habían usado A 0 Com~aradocon 20% del grupo'de control: una diferencia significativa. Tasa proporcional estandarizada por edad: 0,47. Por cada grupo d e edad de 5años entre 20-44, uso de A 0 era menos común en mujeres con NBM. Asociación negatitiva más pronunciada en casos de fibroadenoma. Datos insuficientes para evaluar la influencia de la duración del uso. 9,4%de las mujeres con NBM estaban usando AO, comparado con 15,7%de los controles quirúrgicos y 10,4%de los controles médicos. 40,4% con NBM habían usado A 0 en algún momento, comparado con 43,5%de los controles quirúrgicos y 47,8% de los controles médicos. Tasa proporcional de "riesgo relativo," 0,8, "de significación fronteriza." El riesgo de NBM decrecía con creciente duración d e uso de AO: por ej., "riesgo relativo" para mujeres que habían usado A 0 durante 8 años o más, 0,2. Limitaciones del estudio: "Las pacientes con [NBM en este estudio] son algo mayores que el universo de pacientes del cual provienen efectivamente." Más controles que casos habían usado AO, pero la diferencia no era estadísticamente significativa. La duración promedio del uso de A 0 era significativamente más alta para los controles en general que para los casos en general, y para los subgrupos de hiperplasia cística y fibroadenoma. El uso de A 0 por más d e 2 años significativamente más común en los controles que en los casos en general y en el subgrupo de fibroadenoma. El uso durante más de 4 arios significativamente más común en los controles en general y en subgrupos de hiperplasia cística y fibroadenoma. 23,7%de los casos habían usado AO, comparado con 22,2% de los controles. 42 pares de caso-control eran no usuaria [usuaria; 48 eran usuaria] no usuaria, para un riesgo relativo de 1,14, no significativo estadísticamente. El uso de estróqeno solo, en articular dietilestilbestrol, era más común entre casos cuyo uso inicial de estrógeno era 4 años o más antes de la biopsia que entre los controles. Cuadro 3-(continued) Autor y Fecha Ref. No. Resultados Descripción Vessey et al. 587 Estudio comoarativo de casos. Tasa de uso de AO en 225 mujeres solteras, de edades 16-39 años que tenían NBM comparada con uso en 255 mujeres casadas alguna vez admitidas en los mismos hospitales por otras razones y agrupadas por edad, número de partos y fecha de admisión en el hospital. Vessey et al. 1876 586 Estudio grupal. Informa tasas de incidencia de NBM en 17.032 muieres británicas blancas de edades 25-39 años. 56,6% usaban A 0 en el momento de ingresar al estudio (seguido por 31.076 años-mujer), 24,8% usaban diafragmas (seguidos por 14.739 años-mujer) y 18,6% usaban DlUs (seguidos por 10.014 años-mujer). mente en seres humanos? Si no causa neoplasmas en animales, ¿será por lo tanto inocuo para uso humano? Aun cuando estas cuestiones están lejos de ser resueltas en el momento actuol, la escasa información comparativa disponible sugiere que ninguna especie, ni siquiera el mono, es similar a la humana en aspectos suficientes para indicar defi nitivamente si los anticonceptivos orales causan neoplasmas en humanos (58,138,172,212,257,314, 327, 436,463). Lamentablemente, las diferencias de sistemas reproductivos entre las especies pueden ser mayores que las diferencias entre los sistemas de muchos otros órganos. Por ejemplo, los humanos y los monos del Viejo Mundo son los Únicos animales que menstruan ciclicamente (478). La probabilidad de una predicción correcta puede ser incrementada examinando varias especies y buscando la existencia de tendencias que atraviesan los límites entre especies. Sin embargo, en muchos casos las tendencias no son aparentes y el problema de la aplicabilidad persiste. Otra limitación es la falta de estandarización en el diseño de los estudios y el análisis de los resultados. Desde el decenio de 1930 en adelante se han llevado a cabo estudios acerca de los efectos de estrógeno, progesterona y otras hormonas sexuales en los neoplasmas (319), y se han encontrado muchas variables que afectan sus resultados: por ejemplo, dosificación, duración de la exposición a la hormona y del periodo de observación, clases animales empleadas, sexo de los animales, modos de administración y regímenes, administración con o sin un agente carcinógeno conocido, y edad y tiempo de exposición. Cuando muchos de esos factores difieren, la comparación entre estudios se vuelve dificultosa. En el mejor de los casos, a veces sólo pueden ser detectadas tendencias generales. La falta de definiciones estándar de términos como lesión, hiperplasia, tumor, nódulo y, más importante aún, maligno y benigno plantea otro problema. La definición es fundamental porque lo inducción de tumores malignos es más seria que la inducción de tumores benignos. El desacuerdo respecto de la clasificación de los tumores tuvo lugar en los primeros estudios (196, 197, 445) y persiste actualmente (332,555). 66.7%de los casos nunca habían usado AO. comoarado con 54,6%de los controles; diferencia debida cási enieramente al hecho de que en los controles había un número mayor de mujeres que estaban utilizando A 0 desde hacía tiempo (más . de 2 años. ". . . hay cierta evidencia de que el uso [de A01 puede efectivamente proteger [contra NBM] . . . este efecto protector en gran medida está limitado a mujeres que siguen usando [A01 continuamente durante más de 2 años. Dichas mujeres parecen tener sólo 25%de los riesgos de ser admitidas en u n hospital para biopsia de mama comparadas con mujeres que no han usado [A01 en absoluto. El efecto protector parece aplicarse tanto al fibroadenoma como a la enfermedad cistica crónica de mama. . ." Incidencia por 1.000 años-mujer de seguimiento de casos, estandarizados por edad, clase social, número de partos y hábito de fumar: Método Diagnóstico A0 - Diafragma DIU - NBM (todos los casos) 3,04 6,76 6,68 NBM (sólo nuevos casos, sin historia de NBM en el momento de ingresar al estudio) 2,92 5,62 4,63 Las diferencias son estadísticamente significativas. Todavía no hay evidencia de relación con la duración del uso. Los estudios en animales proseguirán porque proporcionan información cuando otros datos serían difíciles o imposibles de obtener. No obstante, esa información debe ser utilizada con plena conciencia de sus limitaciones. Neoplasmas Benignos d e Mama. Los neoplasmas benignos de mama parecen desarrollarse menos frecuentemente en las usuarias de anticonceptivos orales que en las no usuarias. De 9 estudios, todos ellos publicados desde 1970, 7 concluyeron que las usuarias enfrentaban significativamente menos riesgos de desarrollar neoplasmas benignos de mama que las no usuarias; 2 encontraron que la diferencia en el uso de anticonceptivos orales entre mujeres con neoplasmas benignos de mama y mujeres similares sin la enfermedad ero estadísticamente no significativa (véase Cuadro 3). Los estudios han determinado que el riesgo de enfermedad neoplásica benigna de mama en las usuarias de anticonceptivos orales asciende a entre 25 y 80 por ciento respecto del de las no usuarias. Cuanto más tiempo una mujer utiliza orales, menor es el riesgo que corre de desarrollar neoplasmas benignos de mama; este hecho ayuda a explicar la variación en las estimaciones de riesgo, pero también refuerzo la conclusión de que los anticonceptivo~orales reducen la incidencia de los neoplosmas benignas de mama. En el mayor número de estudios el efecto protector adquiere significación estadística solamente entre las mujeres que han usado orales durante 2 o más años (456, 498, 587) o durante 4 o más años (164,300). EIuso prolongado reduce sustancialmente el riesgo (164,498): según los resultados de un estudio británico, 5 O más años de utilización de anticonceptivos orales reduce el riesgo a la mitad (498). Algunos estudios informan acerca de leves beneficios para quienes los usan durante un período breve de tiempo (164), especialmente si son jóvenes (456). i El componente de progestina de los anticonceptivos orales puede desempeñar el papel preponderante en el mencionado efecto protector, de acuerdo con los resultados de un estudio grupa1 llevado enfermedades malignas. No obstante, los datos de los estudios epidemiológicos todavía no han probado semejante asociación (véase Cóncer de Mama). a cabo por el Colegio Real de Médicos Clínicos Generales de Gran Bretaha. En Gran Bretaha tres marcas de anticonceptivos orales, producidos por el mismo fabricante, contienen 50 p g del estrógeno etinil estradiol; contienen la progestina noretisterona acetata, pero en cantidades variables. Por lo tanta, la diferencia entre los efectos que producen pueden ser atribuidas a los diferentes niveles de progestina. Los neoplasmas benignos de mama eran la mitad de frecuentes en muieres que utilizaban la marca con más progestina (4 mg) que en mujeres que utilizaban la marca con la menor cantidad de progestina (1 mg): alrededor de 3,5 casos por 1.000 mujeres por año comparado con cerca de 7. Con la marca que contenía 3 mg de progestina la tasa era de 4,27 por 1.O00 mujeres por año (497). Hay varias razones para aconsejar cautela en cuanto a la presunción de que la protección contra neoplasmas benignos de mama significa protección contra cáncer de mama. Primero, algunas características epidemiológicas de las enfermedades de mama benignas y malignas difieren, sugiriendo que factores causales diferentes están involucrados (456). Segundo, las hormonas podrían suprimir crecimiento del tejido en primer lugar, y luego estimular la neoplasia, como parecen hacerlo la radiación y ciertos carcinógenos químicos (248, 249). Tercero, puedo ser que los anticonceptivos orales protejan contra' un tipo de neoplasma benigno que no está asociado con subsiguiente malignidad. E l efecto protector puede aplicarse más a la enfermedad cística de O mama que al fibroadenoma, los dos tipos de neoplasia benigna de mama más frecuentes. La enfermedad cística es la más común de todas las lesiones de mama y ocurre con mayor frecuencia en la edad madura. Por lo general los quistes pueden ser aspirados, sin necesidad de biopsia de tejidos. Los fibroadenomas aparecen en mujeres más jóvenes y son tratados con biopsia (235). Tres estudios epidemiológicos han registrado el hecho de que los anticonceptivos orales reducen significativamente Únicamente el riesgo de enfermedad cística (456, 498, 506), aun cuando en uno de esos estudios se informó acerca de disminuciones en fibroadenomas no significativas estadísticamente (456); un cuarto estudio encontró que el efecto protector era mayor para el caso de los fibroadenomos (54); y otro encontró que el efecto se aplicaba a ambas lesiones (587). No obstante, las definiciones utilizadas en diagnósticos clinicos varían, afectando posiblemente los resultados de algunos estudios (498). Además, la enfermedad chica ocurre con mayor frecuencia que el fibroadenoma, por lo cual relaciones estadisticamente significativas referidas a enfermedad chica serán más fácilmente detectables. No hay razón para sospechar que existen neoplasmas benignos de mama que afectan únicamente a las usuarias de anticonceptivos orales. En algunas ocasiones, es posible que los orales hayan alterado la apariencia de fibroadenomas (62, 165, 209, 479), a veces dándoles el aspecto de los fibroadenomas encontrados en mujeres embarazadas (165). Sin embargo, no existe evidencia de que los esteroides exógenos hayan causado esos tumores (209). El mayor número de los neoplasmas benignos de mama en usuarias de anticonceptivos orales no pueden ser distinguidos de los neoplasmas de las no usuarias (162, 165, 166,479,587). Relaciones entre Neoplasmas Benignos de Mama y Cáncer de Mama Subsiguiente O Las mujeres que han tenido neoplasmas benignos de mama tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres que no los han tenido. Esta relación ha sido observado continuamente en los estudios llevados o cabo en varios países en el transcurso de los Últimos tres decenios (82, 88, 97, 98, 120, 129, 235, 329, 477, 521, 583, 585, 590). En tanto algunos de los estudios más viejos adolecen de debilidades metodológicas (235), los estudios más recientes y rigurosos confirman la asociación (129). La asociación de neoplasma benigno de mama con cáncer de mama puede no deberse a tejido de tumor benigno que eventualmente se vuelve maligno. En cambio, algún factor aún no identificado-quizá ambiente hormonal-puede conducir a l desarrollo de neoplasmas benignos y malignos (235). Dado que las usuarias de anticonceptivos orales enfrentan menos riesgo de desarrollar neoplasmas benignos de mama que las no usuarias, quizás enfrenten también menos riesgo de desarrollar Cánce-r d e Mama. Hasta la fecha, la mayoría de los estudios epidemiogicos no han encontrado evidencia de asociación tanto positiva como negativa entre cáncer de mama y uso durante un breve período de tiempo (hasta 4 años) de anticonceptivos orales. Son especialmente interesantes dos informes de 1975 que registran resultados contrastantes. Un estudio relativamente amplio de comparación de casos llevado a cabo en California (EE.UU.) encontró más utilización de anticonceptivos orales que la esperada en unos pocos subgrupos de pacientes de cáncer de mama (164, 464), pero un amplio est;dio británico que examinó algunos de los mismos subgrupos no logró encontrar ninguna diferencia significativa en el uso de orales entre mujeres con cáncer de mama y mujeres que no lo padecian (585). Cuando los investigadores comparan muchos subgrupos, es muy posible que algunas diferencias estadisticamente significativas ocurran por casualidad (2, 164,584). (Véase Cuadro 4.) La mayoría de los estudios de mujeres postmenopáusicas que sólo utilizan estrógenos no han revelado relación con cáncer de mama (véase Cuadro 5). Sin embargo, un amplio estudio de 1976, que comparó tasas de incidencia de cáncer de mama en un grupo de usuarias postmenopaúsicas prevista con una tasa de incidencia calculada de acuerdo con la tasa de grandes grupos de mujeres similares, encontró una relación entre usuarias de estrógeno y un incremento de la incidencia de cáncer de mama en mujeres cuyos casos fueron seguidos durante 12 o más años (265). Algunos de los primeros estudios re sentaban ejemplos de reducida dimensión u otras debilidades metodológicas (265). Otra evidencia sugiere que los estrógenos, sean endógenos o exógenos, desempeñan .algún papel en el desarrollo de cáncer de mama-por ejemplo: La evidencia epidemiológica ha sido interpretada como indicatoria de que más alto riesgo de cáncer de mama está asociado con más prolongada exposición a estrógenos endógenos: el cáncer de mama es raro en los hombres y raramente se desarrolla antes de la pubertad en las mujeres (324); las mujeres a las cuales se les extrae los ovarios cuando son jóvenes tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres que experimentan menopausia natural (168, 260, 330); la menarca temprana y la menopausía tardía parecen estar asociadas con mayor riesgo de cáncer de mama (572), aunque la nutrición puede ser una variable que intervenga para afectar tanto la menarca como el riesgo de cáncer de mama (548). o En ciertas condiciones, se han desarrollado tumores de mama en animales de laboratorio a los cuales se les administró estrógenos (véase Neoplasmas de Mama en Animales). O Un tercio de los cánceres de mama son estrogenos dependientes; si se suprime el estrógeno, disminuyen, por lo menos temporariamente (556). O ' . . . C U ~ ~4-Cincer P O de Mama y Uso de AnticoncepPivos Olales @O), Estudios Seleccionados, 9 979-9976 Autor y Fecha Arthes eP el. 1991 Boston Collaborative Drug Surveillance Progiam 1973 Ory et al. 1976 Baffenbarger et al. 1975 Royal College of General BrectiPioners 1994 Vessey et el. 1995 Vessey et al. 1996 Ref. No. Descripción Resultados y Comentarios de los Investigadores Estudio comparativo de casos. Uso de A 0 o terapia postmenopausica de reemplazo con estrógeno por 119 mujeres de edades 15-75 años con cáncer de mama, comparado con uso por 119 controles, mujeres en hospital al mismo tiempo que los casos y agrupadas por edad dentro de un término de 5 años, raza, casadas alguna vez o nunca, y suma pagada al hospital (como indicador de status socioeconómico). 6 casos y 7 controles habían usado AO. 18 casos y 14controles habían usado estrógenos exclusivamente. 5 casos y 17 controles habían usado un producto hormonal no nombrado o varios productos hormonales. Entre mujeres menores de 50 años. las comparaciones fueron: 2 casos v 7 controles utilizaban A 0 exclusivamente, 2 y 7 utilizaban estrógenos exclusivamente, 1y 10 utilizaban otro producto, no nombrado, o varios productos. En pares comparados de casos y controles, había más pares en los cuales sólo los controles habían usado hormonas. "Ni en la serie total ni en la serie de las menores de 50 años hubo indicación de mayor uso de productos anticonceptivos o estrógenos que en los controles." 13% (n=3) de pacientes con cáncer usaban A 0 comparado con 20%de los controles. Estudio comparativo de casos. Uso de A 0 durante 3 meses previos en 23 pacientes con cancer de mama de edades 20-44 años, encontradas mediante observación continua de hospitales del área, comparado con uso en 842 mujeres en edad reproductiva admitidas en hospitales por enfermedad aguda o cirugía electiva pero, en otros aspectos, sanas. Estudio grupal. Tasas de hospitalización por cáncer de mama comparadas en usuarias de A 0 y no usuarias en 97.769 mujeres del área de Boston. 137 casos diagnosticados en un período de 30 meses. Estudio comparativo de casos. Pasado o actual uso de A 0 en 453 mujeres menores de 50 años con cáncer de mama comparado con uso en 872 pacientes de departamentos médicos y quirúrgicos en los mismos hospitales, individualmente agrupadas (2 controles por caso) por edad dentro de un período de 5 años, raza y religión. Estudio grupal. Comparó 34.875 añosmujer de uso de A 0 con 42.306 añosmujer de experiencia en no usuarias comparadas con usuarias por estado civil (todas casadas) y edad (dentro de un período de 3 años). 9.803 añosmujer de experiencia por mujeres que dejaron de usar A 0 en el curso del estudio también fueron analizados. Estudio comparativo de casos. Uso de A 0 por 322 pacientes con cáncer, casadas, de edades 16-45 años, comparado con uso en 412 controles escogidos entre pacientes agudos médicos o quirúrgicos en los mismos hospitales de Londres y agrupadas por edad dentro de un período de 5 años y número de partos (grupos de O, 1-2 y 3 o más nacimientos). Estudio grupal. Informa tasas de frecuencia e incidencia de cáncer de mama en 17.032 mujeres británicas blancas de edades 25-39 años. 56,6% usaban A 0 en el momento de ingresar al estudio (seguido por 31.076 añosmujer), 24,8% usaban diafragmas (seguido por 14.739 años-mujer) y 18,6% usaban DlUs (seguido por 10.014 años-mujer). Tasas de cáncer de mama por 1.000 mujeres por año: no usuarias: 1,O usuarias por <25 meses: 0,6 usuarias por 325 meses: 0,7 No hubo relación con reacción a la dosis. Las diferencias no fueron estadísticamente significativas. 50%de las pacientes con cáncer habían usado A 0 comparado con 45,6%de los controles, una diferencia no significativa. Uso significativamente más alto de A 0 se encontró en pacientes de cáncer que habían usado A 0 por 2-4 años [10,9% (n=49) v. 6,2% (n=53)]; que tenían NBM y habían usado A 0 durante más de 6 años [13,3% (n=8) v. 1,3% (n=l)]; que habían usado A 0 antes del primer parto [4,6% (n=17) v. 1,4% (n=10)]; pero no en las pacientes que eran nulíparas. "Los datos presentados arrojan poca luz acerca de si los A 0 pueden ser carcinogénicos o cómo pueden serlo, pero tampoco eliminan la complicidad de esas drogas." 11 casos de cancer de mama observados en usuarias actuales: tasa estandarizada, 0,36 por 1.000 años-mujer. 4 casos en ex usuarias: tasa 0,42. 16 casos en controles: tasa 0,34. "El número de casos de cáncer de mama, aunque es reducido, no es insignificante y no muestra evidencia de una asociación con uso de la píldora." 38,8% (n=125) de pacientes con cancer habían usado A 0 comparado con 38,6% (n=158) de los controles. No hubo diferencias significativas en uso de A 0 entre grupos de casos y de comparación como coniuntos o por duración del uso. por tiempo desde primer uso, por numero de partos (nulípara's o no), por edad (menores de 36 o mayores), o por marca de AO. Sólo 7,5% había iniciado uso de A 0 8 o más años antes de desarrollar cáncer. Sólo 14,3% había usado A 0 durante más de 2 años. Método No. de Casos - Tasa estandarizada (por 1.000 anos-mujer) A0 5 0,18 Diafragma 6 0,34 DIU 5 0,47 Tendencia estadísticamente no significativa. "Ciertamente . . . la presente investigación no proporciona evidencia de ningún efecto carcinogénico [de AO]." Cuadro 5-Cáncer d e M a m a e n M u j e r e s Postmenopáusicas y U s o d e Estrógeno, Estudios Seleccionados, 1958-1 976 Autor y Fecha Boston Collaborative Drug Surveillance Program 1974 Burch et al. 1976 Casagrande et al. 1976 Hoover et al. 1976 Mustacchi h Gordan 1958 Wilson 1962 Ret. No. Descripción Resultados Estudio comparativo de casos. Uso de estrógeno en 51 mujeres postmenopáusicas de edades 45-69 años identificadas mediante observación continua de hospitales del área comparado con uso en 774 controles de edades 45-69 años admitidas en los mismos hospitales durante el período de observación por enfermedad aguda, cirugíaelectiva o tratamiento ortopédico. Estudio grupal. lncidencia de cáncer de mama en 1.000 pacientes de histerectomía que recibieron estrógenos, la mayoría durante más de 5 años, y que fueron seguidas por un total de 14.318 años-mujer, comparada con incidencia prevista basada en datos para otra región del sur de EE.UU. 4 de 51 pacientes con cáncer usaban estrógenos (tasa estandarizada por edad: 9%) comparado con 63de 774 controles (tasa estandarizada por edad: E%)),diferencia no significativa. Estudio comparativo de casos. Uso de estrógenos exógenos comparado en dos grupos de casos y controles: 100 mujeres de edades 50-64 años en el momento del diagnóstico de cáncer de mama, cada una comparada por edad y status socio-económico con una mujer escogida de los registros de médico de casos; y 47 casos de edades 50-59 años en el momento del diagnóstico y controles vecinales en el mismo grupo de edad (no se encontró control para 16 pacientes). Estudio grupal. lncidencia de cáncer de mama en 1.981 menopáusicas usuarias de estrógenos conjugados [todas las pacientes vistas en un consultorio privado de Louisville, Kentucky (EE.UU.) desde 19391, seguidas por un promediode 12 años,fue comparada con la incidencia prevista en mujeres de igual raza y edad (grupos de edad de 5 años) basada en datos provenientes de 2 encuestas de incidencia en ciudades de EE.UU. Estudio grupal. lncidencia de cáncer de mama en 120 mujeres blancas, edad promedio 61,8 años al comenzar terapia, que recibieron terapia de estrógenos cíclicos por osteoporosis y fueron seguidas por 601 años-mujer, comparada con incidencia prevista calculada a partir de tasas de cáncer por edad específica correspondientes ados áreas de EE.UU., 1947-1948. lncidencia de cáncer de mama en 2.21 1 mujeres menopáusicas que recibían una diversidad de estrógenos cíclicamente, con progestina administrada al final de cada ciclo, durante 11.055 años-paciente, comparada con tasa prevista basada en tasas de incidencia en Varsovia, Polonia. Estudio grupal. lncidencia de cánceres de mama y genitales en 304 mujeres de edades 40-70 años que recC bieron estrógeno durante un promedio de 7,8 años (total: 2.387 años-mujer de exposición para las mamas) comparada con número previsto basado en datos de Mustacchi & Gordan (415). 33desarrollaron cáncer de mama comparado con 23,7 previsto; 6 murieron de cáncer de mama, comparado con 7,8 previsto. El análisis se limitó a solamente mujeres con menopausia natural; en el primer grupo, 57% (34160) de los casos usaban estrógenos comparado con 74% (39153) de los controles; en el segundo grupo, 79% (25133) de los casos eran usuarias comparado con 59% (16127) de los controles. Para grupos combinados, el riesgo relativo era 1,2. La duración del uso era aproximadamente la misma en los casos y los controles. Probabilidad de utilización de estrógenos dependíade la edad y la edad en el momento de la menopausia, y reflejaba uso creciente de estróaenos en área del sur de California en la que se llevó a cabo 2 estudio. 49 casos observados, 39,l previstos. El riesgo se incrementaba con "intervalo a partir de la primera exposición, en particular después de 10 años de uso. . ." (n=23 observados, 14,l previstos). No se detectó relación con la dosis total. "El riesgo entre mujeres con enfermedad [benigna de mama] diagnosticada después que habían comenzado a usar estrógenos:" 7 veces el de la población general. Riesgo mayor para quienes siguen regímenes diferentes de la administración diaria y para quienes utilizan dosis más altas. Riesgo relatitivo (tasa proporcional) comparado con mujeres blancas del sur de EE.UU.: 1,2después de 10-12 años deseguimiento; 1,9 después de 13-16 años de seguimiento; 2,O después de 17-24años de seguimiento. Se preveían 5 ó 6 cánceres localizados en diversas partes del cuerpo, pero no se registró ninguno. Se registraron 3 casos de cancer de mama y 1 de cáncer de endometrio, en tanto que se preveían 31,3. Se preveían 18 casos de cánceres de mama y genitales, pero no se registró ninguno. Cuadro 6-Efectos Hormonal d e Anticonceptivos Orales ( 8 0 ) e n Pdeoplasmas d e M a m a e n Animales, Estudios Seleccionados, 1964-4976 Autor y Fecha RAYONES coezy 1976 Coezy Eh RudaIi Ret. Pdo. Hormona Descripción Efecto en Incidencia Tumoral reducción con Lutestral y algunos componentes en hembras intactas; incremento en hembras castradas; incremento en machos no hubo incremento Enovid", Ovulen", Lutestraley componentes dosis orales diarias, dosis diversas; grupos de 30-35; clase de alta incidencia Ovulen dosis orales diarias, 7,5 pg; grupos de 60-70; clase de alta incidencia Componentes de A 0 por separado y en combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400 veces el peso corporal humano, durante 80 semanas; 7.000 ratones, grupos de 40; clase de baja incidencia dosis orales diarias, dosis equivalente a 2,5-200 veces el peso corporal humano, durante 78semanas; grupos de 40; clase de baja incidencia dosis orales diarias, 10, 20, 40 pg a oartir de 4semanas de edad: 5 clases de alta y baja incidencia; grúpos de 56 dosis orales diarias, dosis diversas; a partir de 4semanas de edad; grupos de 30-35; 3 clases de alta incidencia no hubo incremento en la mayoría de los grupos; incremento en megestrol acetato y etinil estradiol (se advirtió respuesta a la dosis) dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400veces el peso corporal humano, durante 104 semanas; 6.500 ratas, grupos de 40 dosis orales diarias y cíclicas, dosis equivalente a 2-1.000 veces el peso corporal humano. durante 90 semanas; grupos de 35-60 dosis intragástricas, 3 mg, durante hasta 50 semanas, solas o previas a y ~; junto con tratamiento ~ - M c A grupos de 21-54 promedio de dosis orales diarias y cíclicas, 53 pg (BDH-2700, etinil estradiol), 2,63pg/kg (megestrol acetato); grupos de 40 escaso incremento con algunos compuestos en machos; incremento con noretisterona + mestrano1 en hembras a incremento con algunos componentes, grupos de altas dosisa l9?O Committee on Saifety of Medicines 1972 Drill 1974 HesBon et al. Enovid, Enovid-E@, Ovulen, Metrulenm, Demulen@,y componentes Enovid 1973 Rudall et al. 1972 RAYAS Committee on Safety of Medicines Enovid, Ovulen, Lutestral y progestinas componentes de AO, por separado y en combinación 1972 Drill 1974 Gruenstein et al. Enovid, Ovulen, Demulen, Enovid-E y componentes Enovid 1964 McKinney et al. 1968 Rieche 4 974 Schardein et al. etinil estradiol, megestrol acetato, BDH-2700. por separado y en combinación C-quensm[chlormadinone acetato (CA) + mestranol (ME)] Norlestrin@ 1970 PERROS Brill Enovid-E, Ovulen 1994 varios A 0 y componentes Wareteí et al. 1976 etinerone, mestranol, Wy-4355, anagestone acetato, por separado y en combinación dosis intragástricas, 50 p g (CA), 1,7 pg (ME) durante meses después de tratamiento con DMBA'; grupos de 78-98 dosis orales diarias, dosis equivalente a 10 y 100 veces el peso corporal humano, durante 2 años; grupos de 50 dosis cíclicas, dosis equivalente a 1, 10 y 25 veces el peso corporal humano; grupos de 16 dosis orales cíclicas, dosis equivalente a 1, 10 y 25 veces el peso corporal humano, durante 5 años; grupos de 12-20 dosis cíclicas, dosis equivalente a 2, 10 y 25 veces el peso corporal humano, durante 7 años no hubo incremento no hubo incremento no hubo incremento en hembras intactas; algún incremento en una clase de machos castrados no hubo incremento en tumores espontáneos o inducidos por carcinógenos no hubo incremento reducción en tumores inducidos por carcinógenos; incremento en período latente incremento en número de tumores, dosis alta; no hubo incremento en el número de ratas que desarrollaron tumores no hubo incremento no hubo incremento, Ovralm, Enovid-E, Ovulen, Demulen, OrthoNovum" 1/80, noretindrona; incremento con medroxi progesterona, clormadinona, megestrol acetato, etinerona incremento, combinaciones de progestina y mestranol; pequeño incremento, etinerona; ningún incremento, mestranol . Cuadro 6-(continued) Autor y Fecha Ref. .s. Descripción Resultados No. MOHOS Drill et al. 1974 139 Enovid-E dosis orales cíclicas, dosis equivalente a 1,10 y 50veces el peso corporal humano, durante 5 años; grupos de 16 no hubo incremento Finkel& Berliner 1973 170 varios A 0 y componentes dosis orales cíclicas, dosis equivalente a 1,10 y 50 veces el peso corporal humano, durante 5 años no hubo incremento Kirschstein et al. 1972 307 Enovid dosis orales diarias, 1 mg, durante 18 meses; 8animales 1 tumor, similar a cáncer d e mama humano, en 1 animal tratado; pos¡blemente espontáneo Wazeter et al. 1976 594 etinerona, mestrano1 Wy-4355, anagestone acetato, por separado y en combinación dosis cíclicas, dosis equivalente a 2, 10 y 50 veces el peso corporal humano, durante 7 años n o hubo incremento alncidencia de tumores en grupos de control variaba (94, 138) b3-metilcolantrene (conocido carcinógeno químico). C7,12-dimetilbenceno (conocido carcinógeno químico). 0 Ciertos estudios de casos registran el desarrollo de cáncer de mama en transexuales (hombres genéticos) que estaban utilizando estrógenos para promover desarrollo de las mamas (561). No obstante, los estrógenos solos no son análogos a los anticonceptivo~orales, dado que éstos también contienen una progestina, que interactúa con el estrógeno. Actualmente se están llevando a cabo numerosos estudios epidemiológicos de cáncer de mama y anticonceptivos orales en Estados Unidos y el Reino Unido. Esos estudios involucran más sujetos que los de la mayoría de los estudios publicados y quizá provean mejor evidencia acerca de qué relaciones (si los hay) existen entre el uso de anticonceptivos orales y el cáncer de mama. Papel de las Hormonas Debido o que en la,mayoría de los países desarrollados el cáncer de mama es la enfermedad maligna más común en las mujeres, la enfermedad ha sido extensamente estudiada. Lo investigación ha revelado una pauta compleja de asociaciones epidemiológicas (355, 467) (algunas de las cuales han sido mencionadas precedentemente) e información conflictiva acerca de pautas hormonales en mujeres con cáncer de mama. Hasta ahora, sin embargo, la investigación no ha explicado plenamente qué papel desempeñan varias hormonas en el desarrollo del cáncer de mama. Ciertas fracciones de estrógenos endógenos han sido mencionadas como carcinogénicos y otras como anticarcinogénicos (93, 325, 530, 531) sobre la base de varios factores: la epidemiología del cáncer de mama, con inclusión de la observación de cierto efecto protector contra cáncer de mama acarreado por el primer parto en mujeres jóvenes (357); los resultados de estudios en animales (1 13, 152, 242, 325); y comparaciones de niveles hormonales en mujeres con cáncer y mujeres sin cáncer (326, 366) y entre poblaciones con diferentes tasas de incidencia de cáncer de mama (125, 356). Esta teoría ha recibido mucha atención por parte de investigadores que estudian hormonas exógenas y cáncer de mama (así como también cáncer de endometrio), pero es contradecida por otros estudios comparativos de niveles hormonales (306, 615), por un estudio epidemiológico reciente (291) y por datos biológicos básicos acerca del acceso de fracciones de estrógeno al tejido mamario (341). Aun cuando las tres fracciones de estrógeno pueden desempeñar papeles disímiles en el desarrollo de cáncer de mama, la naturaleza de esos papeles está lejos de estar determinada (306, 341, 615). La aplicación de teorías acerca de fracciones de estrógeno endÓgeno a los estrágenos exógenos o a los anticonceptivos orales parece prematura. De otras tres hormonas-andrógenos (65, 66), progesterona (525) y prolactin (539)-se ha sospechado que desempeñan algún papel en el desarrollo de cáncer de momo, pero ninguna ha sido confirmada (306, 341). Se necesita mucho más estudio antes de que las teorías sobre el papel de las hormonas en el cáncer de mama puedan ser aplicadas para prevenir dicho cáncer o predecir qué mujeres corren mucho riesgo (355). Neoplasmas Mamarios en Animales Aunque parece cierto que algunas hormonas pueden afectar el desarrollo de neoplasmas de mama en animales, los resultados de los numerosos estudios publicados son conflictivos. Por lo tanto, no es posible hacer afirmaciones generales definitivas. Algunos estudios han registrado cambios en incidencias de tumores mamarios después de la administración de estrógeno o anticonceptivos orales a ratones, ratas y perros, pero o ; a monos (136, 367) (véase Cuadro 6). Puede objetarse que las diferencias de especie hacen que los roedores y los perros sean modelos inadecuados para cáncer de mama humano. Los monos del Viejo Mundo, que menstruan cíclicamente como los humanos, pueden ser mejores modelos, pero su desarrollo mamario difiere del de los seres humanos. Los tipos de tumor en humanos también difieren de los de los otras especies. Por ejemplo, las forma más común de cáncer de mama en mujeres-carcinoma cirroso-no ocurre en roedores o perros (555). Ratones. Tres factores parecen ser importantes en la inducción y crecimiento de tumores de mama en ratones: virus, herencia y ambiente hormonal (136). El Virus Tumor Mamario (VTMMammary Tumor Virus, MTV) es transmitido de una generación a la siguiente a través de la leche de la madre (43, 44). Las clases de ratones que portan el virus exhiben una gran incidencia de cáncer de mama espontáneo-nada menos que 100 por cientoen tanto que las clases exentas de virus tienen una reducida incidencia (43). Virus similares han sido hallados en la leche y el tejido de cáncer de mama humanos (402, 511), pero no hay evidencia directa que los asocie con tumores malignos de mama en seres humanos. Un factor hereditario, que opero independientemente del virus, también parece importante en ratones (29, 39, 41. 42, 154, 251, 252, 409, 526), pero poco se conoce acerca de su mecanismo. El factor hormonal fue reconocido por primera vez en 1916, cuando A. Lathrop y L. Loeb informaron que la ovariotomía disminuía considerablemente la incidencia de tumores espontáneos en ratones (322). En el decenio de 1930 A. Lacassagne descubrió que los extractos ováricos podían inducir cáncer de mama en machos de algunas clases (316, 317, 318). Sus estudios fueron seguidos por muchos experimentos (34, 126, 185, 193, 367) que demostraron que los estrógenos inducen cáncer mamario en un número significativo de machos de clases de alta incidencia (portadores de virus) (40,48, 69, 70, 94, 109, 133, 134, 136, 182, 194, 394, 501, 526, 527, 559, 575). Las hembras de clases de alta incidencia ya exhiben una alta incidencia, que no es afectada por estrógenos. Tanto los machos como las hembras de clases de baja incidencia (exentas de virus) desarrollan pocos tumores espontáneos, y la incidencia no es afectada por estrógenos (48,409,559). Con progesterona administrada sola se han observado efectos variados (71, 133, 134,245,318,409,571). Anticonceptivos orales como Enovida y OvulenB, con varias excepciones, no han producido un significativo incremento en la incidencia de tumores mamarios en clases de ratones de alta o baja incidencia (véase Cuadro 6). Ratas. La etiología de neoplasia mamaria en ratas no es tan bien comprendida como la de los ratones. Las diferencias de clases pueden ser observadas (150, 151, 152, 523) y los virus pueden desempeñar algún papel (14, 47), pero el Único factor estudiado extensamente ha sido la administración de hormonas (115, 193, 353, 523). Los resultados de esos estudios varían ampliamente. Losestrógenos han inducido tumores en la mayoría de las clases (80, 94, 112, 113, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 152, 158, 196, 197, 198, 353, 377, 433, 444, 445). Cambiar ciertas variablesdosificación, administración de estrógeno junto con un carcinógeno 314, 427, 428, 463). El segundo punto se refiere al tipo de tumores mamarios que aparecen en los perros tratados con progestina. Aunque algunos tumores en los beagles, tanto los espontáneos como los inducidos por progestina, parecen comparables a los tumores humanos (106, 555), la lesión más común inducida por progestina-el tumor mamario mixto-es muy rara en humanos (6, 428, 555) y otros animales (430). La apariencia Única del tumor mamario mixto en el perro planteo la posibilidad de diferencias entre humanos y perros no sólo en el sistema endocrino sino también en el origen y la naturaleza de los neoplasmas de mama. Monos. Todos los neoplasmas en monos son de especial interés debido a que los monos tienen una estrecha relación filogenética con los humanos. Sin embargo, no son los animales de laboratorio perfectos. Los problemas planteados por su alojamiento y cuidado limita el número de sujetos, de modo que sólo se podrán detectar grandes diferencias en la incidencia. Y, aun cuando los monos del Viejo Mundo menstruan cíclicamente, como los humanos, hay diferencias de especies en el desarrollo de las mamas: las mamas de los monos se desarrollan en el embarazo, no en la pubertad (478). Además, los tumores espontáneos e inducidos son relativamente raros en el primate no humano, lo cual conduce a que algunos sugieran que los monos no son prácticos como animales de laboratorio (170). Tanto los estrógenos (159. 199, 200, 241, 279, 471) como los anticonceptivos orales no han logrado producir un incremento observable en la incidencia de tumores en monos (véase Cuadro 6). Se ha informado acerca de un caso de carcinoma mamario, muy similar en apariencia y progresión clínica a l cáncer de mama humano, en un animal tratado con un anticonceptivo oral (307). N o es posible determinar si el tumor fue espontáneo o inducido por hormonas. conocido, o combinación con progesterona-puede resultar en una indicación de que no se producen efectos en la incidencia de tumores o incluso en la supresión del crecimiento de tumores (59, 73, 227,275, 277, 522, 560). No se ha encontrado que las anticonceptivo~orales alteren la incidencia de tumores en ratas, excepto en dos estudios en los cuales se observó un incremento en determinadas condiciones (véase Cuadro 6). A diferencia de los tumores mamarios en ratones, los tumores en ratas, sean espontáneos, inducidos por carcinógenos (1 12, 113, 115, 118, 272, 274, 433, 441, 442, 444) o inducidos por estrógenos, tienden a estar asociados con hormonas, como algunos cánceres de mama humanos (556). Dado que algunos tumores mamarios en ratas y algunos tumores mamarios humanos son similares en cuanto a su asociación con hormonas, los estudios en ratas pueden ayudar a los investigadores a comprender y tratar dichos tumores en mujeres (1 16, 117, 273). Al mismo tiempo, hay diferencias de especies en la respuesta del tejido mamario a las hormonas sexuales y en las características de crecimiento del tumor (444). Berros. Varias - progestinas usadas en anticonceptivos orales han sido eliminadas del mercado o limitadas en su uso en varios países (1,4,33, 170) debido a informes de que perros hembras a los cuales se les había administrado esos compuestos mostraban un incremento en la incidencia de tumor mamario (véase Cuadro 6). Las decisiones, así como los informes que las impulsaron, han causado mucha controversia. El debate se concentra en dos puntos. El primero se refiere a la susceptibilidad de los perros beagles a los tumores inducidos por progestina. Se ha objetado que las diferencias de especies en el efecto de la progesterona sobre los tejidos afectados y en el metabolismo de las progestinas son tan grandes que no puede estudiarse en los beagles la predicción de la respuesta neoplásica humana a las progestinas (58, 256, Lesiones Malignas y Piemalignas. Los estudios de cáncer cervical y sus precursores en usuarias de anticonceptivos orales han producido resultados variados. La mayoría de esos estudios no encontró conexión entre el uso de orales y el riesgo de desarrollar neoplasmas cervicales malignos o premalignos, pero varios estudios han informado acerca de una relación positiva y varios otros acerca de una relación negativa. Las dificultades especiales de los estudios epidemiológicos de cáncer cervical pueden ayudar a explicar las variaciones en los resultados. A primera vista, las lesiones cervicales parecerían fáciles de estudiar, dado que los análisis de Papanicolau hacen posible la rápida detección de casos en grandes grupos de población. Esta puede ser una de las razones por las cuales el cáncer cervical y sus precursores son las lesiones más estudiadas en usuarias de anticonceptivos orales: se han publicado más de 30 estudios epidemiológicos (388). Sin embargo, la falta de acuerdo acerca de las definiciones diagnósticas (459) y la progresión de las lesiones precancerosas hace que la interpretación de los resultados sea dificultosa e introduce la posibilidad de prejuicios; el mismo problema plantea la incapacidad, en la mayoría de lo's estudios efectuados hasta la fecha, de tener en cuenta la variable conocida más importante que afecta el riesgo de desarrollar cáncer cervical: la edad en el momento del primer coito (388). Las mujeres cuya primera experiencia coital tiene lugar durante la adolescencia tienen más probabilidades de desarrollar cáncer cervical que las mujeres que practican la cópula más tarde (25, 368, 495). Si las mujeres que comienzan su vida sexual a edad temprana tienen más o menos posibilidades de elegir anticoncep- C u a d r o 7-Neoplasmas de C u e l l o d e l Ú t e r o y Uso de A n t i c o n c e p t i v o s O r a l e s (AO), Estudios Seleccionados, 1970-1 976 Autor y Fecha Ref. Resultados No. Berget & Weber 1974 Se comparó la prevalencia de citología cervical anormal entre usuarias de A 0 y no usuarias; datos provenientes del examen de 13.125 mujeres de edades 30-50 años, que incluían 85O/0de las mujeres que cumplían los requisitos del distrito Maribo, Dinamarca. 11% usaban AO; duración promedio del uso. 24 meses. Boyce et al. 1972 Estudio comparativo de casos. Frecuencia de uso de A 0 en 196 mujeres con cáncer cervical comparada con frecuencia en 196 controles sin cáncer cervical agrupadas por edad, grupo étnico, edad del primer coito, edad del primer embarazo y status socioeconómico. Estudio grupa1 de citología cervical en 9.634 mujeres portorriqueñas indistintamente asignadas a A 0 (4.846 mujeres) o a métodos anticonceptivos convencionales (4.788 mujeres). Se comparó el cambiante status citológico entre grupos. Fuertes-de la Haba et al. 1973 Kirkland & Stanley 1970 Se revisaron las historias clínicas de u n servicio central de citología de Australia en búsqueda de diferencias en frecuencia de carcinoma in situ y de cáncer generalizado entre grupos de usuarias de A 0 y no usuarias de edad y número de partos similares. 26.286 usaban AO; 23.512 no los usaban. 306 casos de carcinoma in situ, 87 casos de cáncer generalizado. Melamed & Flehinger 1973 Se comparó la incidencia de lesiones precancerosas entre usuarias de DlUs ( n = g l l ) y usuarias de A 0 (n=2.733) y entre usuarias de diafragmas (n= 1.015) y usuarias de A 0 (n=3.045). Cada usuaria de diafragma o DIU fue comparada con 3 usuarias de A 0 por grupo de edad, grupo étnico, edad del primer embarazo, número de nacidos vivos e ingreso familiar. Todas las mujeres habían tenido 2 análisis citológicos anuales normales previos. 41% de las que reunían los requisitos para ser estudiadas no pudieron ser comparadas y no fueron estudiadas. ,"La frecuencia de resultados citológicos anormales, displa'sia epitelial, carcinoma in situ, carcinoma generalizado en el 'cuello uterino, así como también de resultados citológicos ;falsamente positivos . . . no difirió significativamente entre ;usuarias [de A01 y usuarias de otros métodos anticoncepti;vos" consideradas en su totalidad o divididas por grupos de /edad de 5 años, número de embarazos, edad en el momento del primer embarazo, o todos esos factores combinados con ;status socio-económico. La única diferencia significativa fue ,la más alta frecuencia de citología anormal en usuarias de 'AO pertenecientes a la clase media que en no usuarias, pro,bablemente un resultado casual. 93 controles habían usado A 0 comparado con 103 casos; duración de uso de A 0 entre controles: 2.262 meses-mujer; entre casos: 2.293 meses-mujer. Duración promedio del uso, '22 meses en ambos grupos. Diferencias estadísticamente no f . ,significativas. 1 '2.249 cambiaron status por lo menos 1 vez; progresión en usuarias de AO: 55,5%; en no usuarias: 55,2%. 1.255 cambia!ron status por lo menos 2veces; progresión en usuarias: 37,5%; en no usuarias: 47,1%. 690 cambiaron status 3 'veces; progresión en usuarias: 46,1%; en no usuarias: ,47,1%. "No habíadiferencia significativa en la pauta de projgresión y regresión entre grupos orales y no orales. Los antiiconceptivos orales no agravan las condiciones que condu.cen al desarrollo de lesiones premalignas en el cuello del \útero." /seencontraron tasas significativamente más altas de carcih o m a in situ en 2aruoos: muieres aue tenían 2 o más hijos, ieran menores de 30 años y habían usado AO (2,3 veces ¡a ¡tasa en similares no usuarias), y mujeres que tenían 2 O más /hijos, eran mayores de 40 años y no habían usado A 0 (2 /veces la tasa en similares usuarias). Se encontró una tasa isignificativamente más alta de cáncer generalizado en mu'leres mayores de 30 años que no habían usado A 0 (2,9 veces ,la tasa en usuarias similares; en mujeres menores de 30 años ;se registraron sólo 3 casos de cáncer generalizado). "NO se ;sabe porqué las mujeres jóvenes multíparas usuarias [de A01 exhiben un incremento significativo de frecuencia de !carcinoma in situ, pero podría sugerirse que el incremento :es debido a un incremento en actividad sexual temprana y :posiblemente sostenida." Nuevos casos de carcinoma in situ (luego de análisis de Papanicolau verdaderamente negati60s): 0,15 por 1.000 usuarias, 0,38 por 1.000 no usuarias. llncidencia por 1.000 años-mujer de uso: Comparado Diafragma in situ ,totalidad de las lesiones 1,4 3,4 Comparado A0 DIU A0 2,8 5,2 0,6 8,8 1,4 6,8 - - - :No hubo diferencias significativas. "No obstante, el tamaño de los grupos n o [sic] provee poder suficiente para distinguir pequeñas diferencias en tasas de incidencia." Inciden(tia de todas las lesiones precancerosas por 1.000 años:mujer de uso (número estudiado entre paréntesis) ! ,Meses de Comparado Comparado ,Estudio Diafragma - -1 , ' 1 1-14 14-26 26-38 3,7 (759) 4,9(437) 3,O (174) A0 DIU A0 5,7 (2.011) 7,9(1.096) 3,5 (409) 9,5 (629) 13,0(317) 10,6(114) 8,2 (1.722) 6'2 (898) 10,O (319) ,"Las tasas de incidencia de lesiones precancerosas por cada ;uno de los 3 años durante los cuales las mujeres fueron estu>diadasn o mostraron variación constante y tampoco hubo :variación en carcinoma in situ cuando se ¡as examinó aisiaIdamente. . . No hemos demostrado ninaún incremento en /la incidencta de lesiones precancerosas con tiempo de uso ¡de ninguno de los métodos anticonceptivos." b -- -- - ----- - -- - - - - -- -- - -- -- - . - . -- Cuadro 7-(continued) Autor y Fecha Ref. No. Descripción Usuarias de A 0 (n=2.394) de una ciudad de Connecticut (EE.UU.) fueron comparadas con no usuarias de la misma edad (dentro de un término de 2 años) pero en otros aspectos elegidas al azar entre 16.175 no usuarias residentes en la misma ciudad. Aunque la mayoría de las mujeres fueron examinadas mas de una vez, se registró el resultado citológico más anormal de cada mujer y se comparó el número de usuarias y no usuarias de cada status citológico. Duración promedio de uso de AO: 49,l meses. Ory et al. 1975 Sandmire et al. 1976 Thomas 1972 Vessey et al. 1976 Estudio comparativo de casos. La incidencia y la duración de uso de A 0 en 147 mujeres con carcinoma in situ y 854 con displasia luego de dos análisis de Papanicolau normales previos fueron comparadas con incidencia y duración de uso de A 0 en 8.553 con por lo menos 3 análisis normales consecutivos. Todas las mujeres eran de 15-44 años, negras, y usaban A 0 o DIUs. Se buscó detectar cualquier tendencia en riesgo de neoplasia con creciente duración del uso. Más de 23.000 mujeres fueron excluidas del estudio por razones varias, pero sobre todo por falta de por lo menos 2 Papanicolau normales. Estudio comparativo de casos. Se comparó uso de A 0 por 76 mujeres con Papanicolau anormales que más tarde tuvieron cáncer cervical (generalizado o in situ) con uso de A 0 en 780 controles seleccionadas al azar de registros de 40.21 1 Papanicolau consecutivos. Estudio comparativo de casos. La frecuencia del uso de A 0 en 378 mujeres de edades 15-50 años con citología sugerente de neoplasia cervical (Papanicolau III, IV o V) pero sin generalización fue comparada con uso de 40 en 360 controles, un muestre0 de 1 probabilidad en 30de las mujeres blancas de edades 15-50 años que vivían en el mismo condado de Maryland (EE.UU.) y a las cuales se les había practicado Papanicolau durante el mismo período de tiempo (1965-1969). Estudio grupal. Informa acerca de tasas de incidencia de carcinoma in situ y displasia y número de casos de cáncer cervical en 17.032 mujeres blancas británicas de edades 25-39 años, 56,6%de las cuales usaban A 0 cuando ingresaron.al estudio (seguidas durante 31.076 años-mujer), 24,8% usaban diafragmas (seguidas durante 14.739 años-mujer) y 18,6% usaban DlUs (seguidas durante 10.014 años-mujer). Resultados Se encontró "similaridades notables entre el grupo estudiado y el grupo de control en cada categoría de edad." Número de Citología Usuarias No Usuarias normal levemente atípica sospechosa maligna 1.800 580 12 1 1.775 603 11 5 "Los resultados no debieran implicar que esta terapia hormonal es completamente inocua. Los datos positivamente indican que, si hay un efecto adverso, la incidencia es baja y la lesión potencial puede requerir muchos años para desarrollarse." Cuando los datos fueron controlados en búsqueda de variables posiblemente desconcertantes, la probabilidad de uso de A 0 asociado con carcinoma in situ ascendió linearmente con la duración del uso. Para las mujeres que habían usado A 0 por más de 36 meses, la probabilidad era casi 5 veces la de las usuarias de DIUs. El riesgo de displasia ascendió "en cierto modo linearmente" con la duración del uso. Para las que habían usado A0 durante 2-3 años, la probabilidad era 1,9 veces la de las usuarias de DIUs. Ambas tendencias son significativas. "La variación sustancial en la diagnosis histoló$ca de carcinoma in situ. . . nos impide establecer cualquier tipo de interpretaciones biológicas firmes.. . ." No hubo diferencias significativas en ocurrencia o duración de uso de A 0 pasado oTpresenteentre pacientes con cáncer v controles. 28%de las usuarias o ex usuarias de A 0 con cáncer habían usado A0 durante 3-6 años, comparado con 15,3%de usuarias de A 0 en los controles. La diferencia no es significativa debido a los números reducidos. 36,1%de los casos habían usado A 0 comparado con 34,1% de los controles. 28,8%de las mujeres con carcinoma in situ (n=104) habían usado AO, lo mismo que 40,0%de las mujeres con displasia (n=105) y 43,4%de las mujeres a las cuales no se les había hecho biopsia (n=90). Ninguno de esos porcentajes difiere significativamente de los de los controles. No hubo diferencias significativas por tipo de A 0 (secuencia1o combinado), o por duración de uso de AO. La falta de diferencias aparentes no se debe a diferencias no controladas entre casos y controles. "Se concluye que las mujeres que, como las incluidas en este estudio, usan [AO] combinados o secuenciales durante un período promedio de 20 meses no desarrollan displasia escamosa o carcinoma in situ del cuello uterino, dentro de 2 y 112-3años después del uso inicial, a un ritmo diferente del de las mujeres que no usan [AO]." Incidencia por 1.000 años-mujer de seguimiento estandarizado por edad, clase social, paridad y hábitos de fumar: Método Diagnosis A0 Diafragma DlUs Displasia Carcinoma in situ* 0,31 O 0,21 0,45 O 0,43 *Tendencia para carcinoma in situ estadísticamente significativa. Número de casos (tasas no informadas): Cáncer O O cervical 4 "Las tasas. . . son muy similares en los grupos de A 0 y DIU . . . Parece posible que el diafragma ejerza un efecto protector." . . Cuadro 7-(continued) Autor y Fecha O o Worth % Boyes 1972 Ret. No. 605 Descripción 1 Resultados I Estudio comparativo de casos. El uso de A 0 en 310 mujeres de Columbia Británica (Canadá) de edades 20-29 años que tenían cáncer cervical preclínico (todos los casos, excepto 2, eran carcinoma i n situ) fue comparado con uso de A 0 en 682 controles elegidas porque eran las próximas 3 pacientes del mismo grupo de edad con Papanicolau normales vistas por el médico de cada paciente de cáncer. El término medio de intervalo entre primer uso de A 0 e ingreso en el estudio fuede más de 5 años, tanto para los casos como para los controles. . 1~orcentaje.sque habían usado AO: Casos lEdad . 1 i~25-29 92,3 85,8 Controles 87,3 85,7 \No hay diferencias significativas. No hay diferencia signifiIc,ativa por tipo de A 0 (combinado o secuencial). 1 j tivos orales que las mujeres que comienzan su vida sexual cuando son mayores, los estudios que no tienen en cuenta la edad del primer coito no serán rigurosos. El Único estudio de edad en el momento del primer coito y de la elección de anticonceptivos encontró escasa diferencia en la edad promedio en el momento del primer coito entre grupos que utilizaban diferentes métodos anticonceptivos (387), pero la elección de anticonceptivos por parte de mujeres que habían tenido su primer coito durante los años aparentemente más críticos-comienzos de la adolescencia-no fue analizada por separado. Otros estudios han planteado lo posibilidad de que, por razones desconocidas, las mujeres con más alto riesgo de lesiones cervicales tienden a elegir anticonceptivos orales con mayor frecuencia que otras mujeres (140, 552). Con todo, otros estudios no han encontrado tal relación (457, 529). (Véase Cuadro 7.) cuando, debido a una alta proporción de ciclos anovulatorios, la mucosa cervical con frecuencia permanece fluida y quizás es estructuralmente conducente a transportar un carcinógeno (287). Por otra parte, se ha sugerido que, si los anticonceptivos orales causan inflamación del cuello del Útero y la consiguiente "eversiÓn" cervical, o desborde del endocervix a la altura del orificio cervical externo (véase Figura 2) (176, 285, 287, 404, 585), ello podría descencadenar metaplasia (102, 104, 107) e incrementar la susceptibilidad del tejido. Datos limitados sugieren que la metaplasia puede ocurrir en usuarias de anticonceptivos orales con mayor frecuencia que en no usuarias (véase Lesiones benignas). Es posible que los cambios en la mucosa cervical y el incremento de la eversión tengan lugar en las usuarias de anticonceptivos orales y anulen recíprocamente la hipotética influencia que tendrían en la susceptibilidad a cáncer cervical (99). La asociación de alto riesgo de malignidad cervical con coito durante la adolescencia y con varios compañeros (368, 495) sugiere la posibilidad de que factores distintos de las hormonas desempeñen el papel primordial en el desarrollo del cáncer cervical. Las pautas epidemiológicas del cáncer cervicol han alentado la búsqueda de algún agente carcinogénico que podría ser transmitido a través del coito y de explicaciones de la aparentemente alta susceptibilidad del epitelio cervicol durante la adolescencia. Como fuentes de D N A (ácido ribonucleico) que podrían iniciar cambios malignos en las células cervicales se sospecha del virus herpes genitalis (HSV 2) (5, 19, 20, 28, 104, 239, 41 9, 420, 42 1, 423,424,482)-un virus que se transmite por vía venérea y causa en los vesículas genitales (482, 28, 104, 536). Si el cáncer cervical es causado por un agente transmitido por vía venérea, los métodos anticonceptivos de barrera pueden proteger contra dicho cáncer, como lo sugieren varios estudios epidemiológicos (56, 384, 385, 586). Una hipótesis referida a susceptibilidad durante lo adolescencia es que la metaplasia activa-el proceso normal de epitelio escamoso que se desarrolla en lugar del epitelio columnar expuesto al ambiente vagina1 (véase Fig. 2) (75, 171, 589)-tiene lugar en ese periodo, así como tambien durante el período prenatal y durante los primeros seis meses de embarazo (101, 102, 535), y que durante ese período de actividad celular de contacto entre D N A celular y D N A extraño es más frecuente (104,490,536). Metaplasias que mostraban signos de premalignidad han sido observadas recientementeen adolescentes (101,345,534,535). Lesiones Benignas. Se ha informado de una variedad de lesiones cervicales benignas-algunas que involucraban mayormente células escamosos, algunas mayormente células cilíndricas-en usuarias de anticonceptivos orales. Cuantro de cinco estudios epidem,iológicos publicados sugieren una relación positiva entre uso de anticonceptivos orales y metaplasia escarnosa (véase Cuadro 8). La mataplasia es un proceso normal (171), que posiblemente tiene lugar debido a la influencia de cambios hormonales En tanto que un agente transmitido por vía venérea puede llegar a ser confirmado como la causo primordial de cáncer cervical, existen hipótesis que asignan un papel secundario a los anticonceptivo~orales. Una teoría es que la mucosa cervical serviría como una coraza más efectiva contra un carcinógeno cuando es espesada por la acción de anticonceptivos orales (57, 99, 101, 451). Este efecto podría ser especialmente importante en la adolescencia, CAVIDAD Fisuras ("glándul Orificio cervical Interno Epitelio columnar Epitelio escamoso Unión escamosocolumnar Orlficio cervical externo Fig. 2. Estructuras y tejidos del cuello uterino. A-95 Escarnosa y Uso de AnPiconceptiwos E s t u d i o s s e l e c c i o n a d o s , 9966-1994 Cuadro 8 - M e t a p l a s i a Autor y Fecha Carbia e l al. 1970 Ref. No. 74 Grupo(s) Estudiado(s) Orales @O), Resultados 58 mujeres altamente fecundas antes de y durante el uso de A 0 metaplasia en 6 antes de uso de AO; desapareció en 2de las mismas y apareció en otras 18durante el uso. Gall et al. 1969 180 103 usuarias de A 0 metaplasia atípica-por ej., metaplasia con algunos cambios celulares similares a los encontrados en malignidad-era más frecuente en las mujeres que habían usado A 0 más prolongadamente. Ide et al. 1972 278 2.349 usuarias de A 0 combinados y 2.100 no usuarias, estas Últimas elegidas al azar en un grupo de 40.000 no rnetaplasia en 12%de las usuarias y en 7%de las no usuarias; la incidencia de metaplasia parecía incrementar con la edad. usuarias; todas eran participantes en un programa de examen citológico con diagnosis mediante Papanicolau. Maqueo et al. 1966 362 usuarias de A 0 y grupos de mujeres expuestas a dosis altas de progestina, progesterona o estrógeno, o sin exposición conocida a hormona exógena o enfermedad ginecológica. metaplasia apareció con menor frecuencia en usuarias d e AO, y cuando aparecía era usualmente menos severa. Mingeot & Flevez 1974 395 10 usuarias de A 0 y 73 no usuarias metaplasia "parcial"-según la definen Von Haam & Old (589)-en 21 usuarias de A 0 (20°/0) y 6 n o usuarias (9%). o físicos endógenos (101, 102, 535) y que proboblemente no es intrínsecamente un precursor de malignidad (75, 171). No obstante, se ha especulado que las células metaplásicas que crecen rápidamente, aun cuando a veces permanecen benignas, podrían a veces desarrollar cambios malignos (18, 64, 100, 269, 438, 588), posiblemente por exposición a un carcinógeno (104, 176, 278, 438, 489, 534). Tonto el papel de los onticonceptivos orales en la rnetaplasia como la relación de la rnetaplasia con las lesiones malignas deben ser mejor definidos antes de que se pueda sacar conclusiones. Las lesiones adenomatosas, que principalmente consisten en células que contienen mucus como las células del epitelio coiumnar, pueden desarrollarse por la influencia de los progestinas de los anticonceptivos orales (214, 437). Dichas lesiones pueden variar en severidad desde pólipos que miden varios centímetros de largo, los cuoles son similares a los que se ve en mujeres embarazadas (76, 214, 435) y son raros, hasta formaciones celulares sirnilares a glándulas, que pueden ser relativamente comunes (437). La estructura tisular de las lesiones adenomatosas puede tener aspectos de cáncer (72, 217, 468, 564, 602), pero el análisis celular demuestra que las lesiones son benignas (1 1, 72, 564). Usualmente (1 1, 217, 468, 602), pero no siempre (437), las lesiones adenomatosas desaparecen pronto después de que cesa el uso de anticonceptivos orales. plasmas. E l efecto de la progesterona en la incidencia de tumores ha variado (155, 207, 296, 488), pero algunos estudios sugieren que puede tener un efecto en el tipo de tumor que aporece (207, 296). Los anticonceptivos orales generalmente no han incrementado la incidencia de cáncer cervical con la excepción de lesiones posiblemente malignas inducidas en una clase de ratones por Enovid (véase Cuadro 9). WaOaJ. Los pocos estudios disponibles efectuados en ratas indican que ni el estrógeno (208, 380) ni los anticonceptivos orales (véase Cuadro 9) estimulan crecimiento de tumores. Monos. Cáncer cervical, al igual que otros neoplasmas, es raro en el mono (302) y los anticonceptivos oroles hasta ahora no han producido neoplasmas (véase Cuadro 9). Al igual que con el cáncer de mamo, el cáncer cervical en monos parece muy similar, histológicamente y en cuanto a su desarrollo, al cáncer cervical humano (263), con metástasis en la vejiga, el tejido linfático y los pulmones. Los primeros estudios con estrógenos naturales produjeron algunos informes de rnetaplasia escamoso que apareció en los cuellos uterinos de monos y de algunas lesiones diagnosticadas como precancerosas (159, 161, 241, 264, 279, 462). Muchas metaplasias experimentaron regresión luego de que cesó el tratamiento con hormonas. Pueden no haber sido tan graves como los primeros investigadores supusieron (216). No obstante, el estrógeno, usado iuntamente con un carcinógeno químico, produjo displasia-considerada posiblemente precancerosa-en cuatro de ocho monos rhesus (294). Existe escasa evidencia, hasta ahora! que relacione la administración de anticonceptivos orales a animales de laboratorio con el desarrollo de neoplasmas cervicales. Ratones. La crianza ejerce escoso efecto en la incidencia de cáncer cervical en ratones, lo cual implica que hay menos influencia hormonal en el cuello del Útero que en la mama de este animal (514). Sin embargo, la inducción de neoplasmas cervicales mediante estrógeno ha sido registrada desde mediados del decenio de 1930 (7, 110, 132, 181, 184, 187, 188, 193, 319, 347, 348, 394, 465, 466). Los tumores registrados aparecieron en tasas reducidas, eran de malignidad discutible y en el mayor número de casos ocurrieron luego de aplicación directa en el cuello (181, 184, 191, 193). Dado que el carcinoma cervical raramente es observado en animales de control, es razonable suponer que el estrógeno desempeñó algún papel en la promoción de esos neo- B CUERPO UTERINO 1 I 1 Endornetrio. La sospecha de que el cáncer de endometrio podría estar conectado al uso de anticonceptivos orales secuenciales ha surgido de informes de casos provenientes de EE.UU. (92, 297, 299, 350, 532, 533). Los secuenciales, consistentes en estrógeno solo durante la mayor parte del ciclo con una progestina añadida durante pocos días al final del ciclo, fueron usados por la mayoría de las mujeres cuyos casos han sido registrados. En EE.UU., sin embargo, los secuenciales constituyeron sólo 5 a 10 por ciento de los anticonceptivos orales vendidos en años recientes (3). La asociación entre cáncer de endometrio y uso de orales secuenciales en algunos de los casos registrados puede ser explicada por el hecho de que con frecuencia fueron prescriptos para controlar anormal flujo de sangre uterino, quizá debido a neoplasia de endometrio no diagnosticada. No obstante, en una serie de 30 casos de cáncer de endometrio en usuarias de anticonceptivos orales menores de 40 años, pocas usuarias de orales secuenciales tenlan algunas de las características comunes en mujeres premenopáusicas que desarrollan cáncer de endometrio: nuliparidad, obesidad y ovarios cisticos. Las usuarias de orales combinados, por otra parte, exhibían esos rasgos casi tan frecuentemente como las no usuarias menores de 40 años cuyos casos fueron registrados en otra serie, lo cual implicaría que el cáncer de endornetrio y el uso de orales combinados fue coincidente (533). De todos los casos registrados que involucraban uso de secuenciales, casi todos ocurrieron en mujeres que utilizaban un régimen particular: 100 p g diarios del estrógeno etinil estradiol por 21 días, con 25 mg de la progestina dimetisterona agregada durante los Últimos 5 días. Los estudios epidemiológicos analíticos que podrían brindar más sólida evidencia acerca del papel de los secuenciales no han sido publicados, y ahora serían más dificiles de llevar a cabo, por lo menos en Norteamérica, porque las compañías farmacéuticas han retirado de la venta los anticonceptivos secuenciales en los mercados de EE.UU. y Canadá (533), como consecuencia de los informes sobre casos y debido a que las secuenciales son menos efectivos para impedir el embarazo que las orales combinadas. o Una investigación reciente concluyó que la incidencia de hiperplasia de endometrio puede incrementarse con la duración del tiempo durante el cual los anticonceptivos orales secuenciales han sido usados (315). Hiperplasia es una proliferación del endometrio que parece tener lugar cuando hay continua edimulación con estrógeno. Si la estimulación con estrógeno no cesa o no es interrumpida por progesterona o progestina, la hiperplasia puede avanzar a hiperplasia adenomatosa atípico, carcinoma in situ y eventualmente cáncer de endometrio (234, 309, 543); cerca de 10 por ciento de las hiperplasios adenomatosas llegan a ser cáncer (232). Cuadro 9-Efectos Y Autor Fecha Ref. Pdo. RATONES Committee o n Safety of Medicines 1972 Drill 1976 Weston et al. 1973 - - - - - -- Schardein et al. 1970 MONOS Uar e t al. 1965 -- componentes de AO, por separado y en combinación 132 Enovid, Enovid-E, Ovulen, Metrulen, Demulen y componentes Enovid 94 componentes de AO, por separado y en cominación 132 Enovid, Ovulen, Demulen, Enovid-E y componentes 508 Norlestrin --295 Aun cuando algunos de los estudios comparativos de casos de cáncer de endometrio han sido criticados por varios motivos, con inclusión de tendencia a encontrar casos (213, 268, 541). insuficiente paridad de controles (96, 213, 541), diagnosis incorrecto (96,213, 220), error en cuanto a la prescripción (si los estrógenos habían sido prescriptos para tratar irregularidades hemorrágicas que eran síntomas de enfermedad no diagnosticada (213) y falta de tiempo suficiente entre exposición al estrógeno y detección de la enfermedad (21 1, 5 19, 520), existe, de todas maneras, otra evidencia congruente con los resultados de los estudios de comparación de casos que sugiere que la administración de estrógenos solos puede desempeñar algún papel en el desarrollo de cáncer de endometrio. Dicha evidencia incluye: o informes de casos de cáncer de endornetrio en mujeres que habían tomado estrógenos durante muchos años porque carecían de ovarios en funcionamiento (124,283,321); o informes de casos de hiperplasia de endometrio en otras mujeres tratadas i o n estrógenos durante largos períodos de tiempo (61, 184,231,582); Efecto en lncldencla de Tumor Hormona - .- -- - RATAS Committee on Safety of Medicines 1972 Drill 1976 Estudios estadounidenses recientes sugieren que los estrógenos administrados solos durante la menopausia y después de la menopausia incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de endornetrio. Dichos estudios, llevados a cabo mediante el método de comparación de casos, concluyeron que las mujeres con cáncer de endornetrio tenían muchas más probabilidades de haber usado estrógenos que las mujeres similares que no tenian cáncer de endornetrio (véase Cuadro 10). Tres estudios concluyeron que, cuanto más prolongado el uso de estrógeno, más alto el riesgo de cáncer (352, 375, 61 1). El creciente uso de estrógenos para tratar los síntomas de la menopausia ha sido acusado de la creciente incidencia de cáncer mujeres maduras verificada por algunos registros de cáncer de EE.UU. de Hormonas Anticonceptivas Orales (AO) en Tumores Cervicales en Animales, Estudios Seleccionados, 1965-1976 94 253 Uso Menopáusico de Estrócgenos Enovid dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400 veces el peso corporal humano durante 80semanas; 7.000 ratones, grupos d e 40 dosis oralesdiarias, dosis equivalente a 2,5-200veces el peso corporal humano durante 18semanas; grupos de 40 machos y 40 hembras dosis oralesdiarias, 10, 20y 4 0 p g a partir de las 4 semanas de edad; 5 clases; grupos d e 56 -- no hubo incremento en la mayoría de los grupos; incremento reducid0 en grupos de etinil estradiol dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400 veces el peso corporal humano durante 104 semanas; 6.500 ratas, grupos d e 40 dosis diarias y cíclicas, dosis equivalente a 2-1.000 veces el peso corporal humano durante 90 semanas; grupos de 35-60 dosis oralesdiarias, dosis equivalente a 10 y 100 veces el peso corporal humano durante 2 años; grupos de 50 no hubo incremento dosis orales cíclicas de 10 mgl60 kg de peso corporal; 14 monos; hasta 1.095 días no hubo incremento no hubo incremento en la mayoría de los grupos; incremento de O a 8% en grupos de dosis altas de etinil estradiol incremento en una clase solamente, dosis alta no hubo incremento no hubo incremento Cuadro 10-Cáncer de Endometrio en Mujeres Bostrnenopáusicas y Uso de Estrógeno, Estudios Seleccionados, 4 954-1 977 Autor y Fecha Dunn (h Gray et sil. 1977 Jensen & Ostergaard 1954 Mack et al. 1976 McDonald et al. 1977 Hachtigall et al. 1976 Smith et al. 1975 Ref. ido. 142 Descripción Estudio comparativo de casos. El uso de estrógeno por 56 mujeres postmenopáusicas con cancer de endometrio (promedio de edad, 63,9 años) fue comparado con el uso por 83 mujeres que también se habían presentado en el mismo hospital de EE.UU. fundamentalmente para tratamiento de flujo de sangre postmenopausico, pero a las cuales se les diagnosticó endometrio atrófico (promedio de edad, 61,3años). No hubo adjuste por diferencias de obesidad y fecundidad. Estudio comparativo de casos. Uso de estrógeno comparado en 205 mujeres con cáncer de endometrio y en 205 mujeres, agrupadas por año de diagnosis, edad y número de partos que habían tenido histerectomías por enfermedades uterinas benignas. Todas las mujeres eran pacientes de la prática privada de un solo médico entre 1947 y 1976. Estudio comparativo de casos. El uso de estrógeno por 105 mujeres con cáncer de endornetrio fue comparado con el uso por 52 mujeres con enfermedades no relacionadas con cáncer de endornetrio admitidas en los mismos 2 hospitales daneses. 72 de las pacientes con cáncer eran postmenopáusicas. Estudio comparativo de casos. 63 mujeres postmenopáusicas con cáncer de endometrio fueron individualmente comparadas por edad, estado civil y fecha de entrada en la comunidad con 4 mujeres sin cáncer de endometrio y a las cuales no se les había practicado histerectomía (252 controles). Tanto los casos como los controles eran residentes de una comunidad de retirados dotada de un servicio médico y una farmacia. Estudio comparativo de casos. 145 mujeres desarrollaron cáncer de endornetrio en el condado de Olmsted, Minnesota (EE.UU.) entre 1945 y 1974. Cada una de ellas fue comparada con otras 4 mujeres residentes en el condado con Úteros intactos que habían recibido asistencia médica en los servicios médicosdel condado. Se investigaron los antecedentes médicos de casos y controles en búsqueda de uso previo de estrógeno y otras variables. Estudio doble ciego prospectivo a 10 años de 84 mujeres que recibían terapia de reemplazo de estrógeno (incluido 10 mg diarios de la progestina medroxyprogesterona acetato durante 7días por mes) y 84 controles, agrupadas por diagnosis y edad pero que recibían placebos. 317 mujeres mayores de 48 años con adenocarcinoma de endometrio fueron comparadas por edad (dentro de 4años) con un número igual de mujeres con otros neoplasmas ginecológicos que asistían a los 2 mismos hospitales del Estado de Washington Resultados 28,6% de las pacientes con cancer recordaban haber usado estrógeno%comparado con 27,5% del grupo de comparación. No se detectó conexión entre cáncer y duración del uso o tiempo de administración en relación con la menopausia. El recuerdo de las participantes no fue confirmado. 55de los casos y 31 de los controles habían utilizado medicamentos que contenían estrógenos (riesgo relativo: 2,l). 32 y 12, respectivamente, habían usado estrógenos conjugados (riesgo relativo: 3,l). El riesgo relativo se incrementaba con la duración del uso y la potencia de la dosis. 33,2% de las pacientes con cáncer "de las cuales se obtuvo esa información" habían usado estrógenos, comparado con 21,2% de los controles. Las mujeres con cáncer de endometrio tenían mayores probabilidades de haber usado estrógeno que las mujeres que no padecían cáncer. Tasas de riesgo: cualquier estrógeno, 8,O; estrógeno conjugado, 5,6; otros estrógenos, 3,3. El riesgo se incrementaba con la dosis. El riesgo era más bajo con administración cíclica de dosis bajas. Tasa de riesgo: 1,8. No hubo diferencia significativa en las proporciones de casos y controles que usaban estrógeno (27% v. 28%), pero las usuarias-control eran usuarias de corto plazo, que tomaban estrógenos durante el embarazo o para suprimir la lactancia. Los casos tendían a ser usuarias durante períodos más largos, que tomaban estrógenos para síntomas rnenopáusicos y disfunción menstrual. Los casos tenían más probabilidades que los controles de haber usado estrógenos conjugados (EC). El riesgo se incrementaba con la duración del uso de EC y la magnitud de la dosis diaria. El uso de EC más acentuadamente asociado con cáncer menos agresivo que con más agresivo. No hubo cancer de endometrio en usuarias de estrógeno, hubo 2 casos en usuarias de placebos, ambas diabéticas y obesas (factores de riesgo para cancer de endometrio), pero las usuarias comparadas también eran diabéticas y obesas. 152 de los casos habían usado estrógenos comparados con 54 controles. (Riesgo relativo: teniendo en cuenta año y edad en el momento de la diagnosis, 7,5.) Las usuarias de estrógenos con cáncer de endometrio tenían menos probabilidades de ser obesas o hipertensas que las no usuarias. (Obesidad e hipertensión son considerados factores de riesgo para cancer de endometrio.) Los cánceres tenían Cuadro 10-(continued) . E; Autor y Fecha Descripción 9 r Resultados - Teter 1976 566 Zeil& Finkle 1975,1976 609, 61 1 ' (EE.UU.). La información provino de ficheros médicos. Dosificación, estrógenos específicos y programa de tratamiento no fueron estudiados. menos ~robabilidadesde ser severos en las usuarias de estróg&os, quizá porque eran detectados más temprano (96, 220). La ocurrencia de cáncer de endometrio en 2.21 1 mujeres polacas que utilizaron estrónos durante 11.055 añosmujer en una variedad de regímenes, la mayoría de ellos cíclicos y con inclusión de una progestina al final de cada ciclo, fue comparada con la tasa prevista calculada teniendo en cuenta las tasas de incidencia para mujeres de edades 40-69 años en Varsovia, Polonia. Estudio comparativo de casos. El uso de estrógenos en la totalidad de los 94 miembros de un plan de salud regional extensivo de California (EE. UU.), a las cuales se les había diagnosticado cáncer de endometrio en un período de 42 meses fue comparado con uso por controles provenientes del mismo plan de salud y que tenían el Útero intacto. 2 controles fueron asignados a cada paciente con cáncer sobre la base de fecha de nacimiento dentro de 1 año residencia según codigo postal y duración de afiliación al plan. La información acerca de diagnosis y uso previo de medicación provino de ficheros médicos exclusivamente. 1 caso de cáncer de endometrio y 3 d e cáncer de mama fueron observados, en tanto que se esperaba un total de 31,3. "La explicación posible para la baja incidencia de cáncer observada es que progesterona o progestógeno sintético fue añadido s i e m ~ r erutinariamente. , en la seaunda parte del ciclo terapéuti'co." 70% de las 81 pacientes postmenopáusicas con cáncer habían usado estrógenos; 63% estrógenos conjugados (EC). Esto se compara con 23% y 17% respectivamente, de los controles. Tasa de riesgo para EC: 7,4. El riesgo de cáncer se elevó con duración de uso de EC (datos insuficientes acerca de otros estrógenos). El cáncer de endometrio se desarrolló a un promedio de 5 años más temprano en las mujeres menopáusicas que habían usado estrógenos que en las que no los habían usado. Hubo significativamente tnás usuarias de estrógenos entre los casos con cáncer generalizado profundo que entre sus respectivos controles. Cuadro 11-Efectos de Hormonas Anticonceptivas Orales (AO) en Tumores de Endometrio en Animales, Estudios Seleccionados, 1965-1973 Autor y Fecha RATONES Committee on Safety of Medicines 1972 Heston el al. 1973 RATAS Committee on Safety of Medicines 1972 McKinney et al. 1968 Schardein et al. 1970 MONOS Kar et al. 1965 Ref. Pdo. Hormona Descripción componentes de AO, por separado y en combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50- 150,200-400 veces el peso corporal humano, durante 80 semanas; 7.000 ratones, grupos de 40 Enovid dosis orales diarias, 10, 20, 40 pg, a partir de 4 semanas de edad; 5 clases; grupos de 56 Efecto en incidencia delumor no hubo incremento en la mayoría de los grupos; incremento para grupos de etinil estradiol solo y etinil estradiol más megestrol, dosis alta no hubo incremento dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400 veces el peso corporal humano, durante 104 semanas; 6.500 ratas, grupos de 40 etinil estradiol, meges- dosis orales promedio, 53 p g (BDH2700, etinil estradiol), 2,63 pglkgtrol acetato, BDH(megestrol acetato), durante 2 años; 2700, por separado y grupos de 40; administración conen combinación tinua diaria o cíclica dosis orales diarias, dosis equivalente Norlestrin a 10 y 100 veces el peso corporal humano, durante 2 años; grupos de 50 no hubo incremento dosis orales cíclicas de 10 mgl60 kg peso corporal; 14 monos; hasta 1.095 d ías no huho incremento componentes de AO, por separado y en combinación Enovid no hubo incremento no hubo incremento; se observaron pólipos adenomatosos o sugerencias de que mujeres que con frecuencia dejan de ovular pueden encarar un riesgo de hiperplasia y cáncer de endometrio mayor que el usual, posiblemente debido a una falta de progesterona para contrarrestar la estimulación con estrógeno (167,309,349,542); o informes de casos que sugieren que cáncer de endometrio puede ocurrir con mayor frecuencia que la usual en mujeres con tumores ováricos que producen estrógeno (233). Aunque los datos acerca de estrógenos solos no son directamente aplicables a los anticonceptivos orales, sí sugieren la importancia del equilibrio hormonal para evitar el desarrollo de lesiones malignas en el endometrio. La progesterona y las progestinas, cuando son administradas cíclicamente junto con estrógenos, pueden interferir con el desarrollo de cáncer. Aun cuando todavía no se han llevado a cabo para comparar tasas de cáncer o estudios epidemi~ló~icos hiperplasia en mujeres que utilizan estrógenos solos con tasas en mujeres que utilizan regímenes combinadas, existe otra evidencia que sugiere un papel protector de las progestinas: O Mujeres con O aparentemente normal funcionamiento del cuerpo IÚteo, que producen progesterona, probablemente tienen menos posibilidades de desarrollar cáncer de endometrio que las mujeres con deficiencias ováricas y, por ende, sin cuerpo lúteo (230,349). Las progestinas pueden causar la regresión o desaparición de la hiperplasia de endometrio o del carcinoma en situ (309); los anticonceptivos orales combinados han sido utilizados con éxito para tratar hiperplasia en mujeres premenopáusicas (308). Grandes dosis de progestinas causan remisión de cáncer de endometrio metastásico en aproximadamente 30 por ciento de los casos (349). Entre las progestinas usadas de esta manera figura el acetato de medroxiprogesterona, también utilizada como el anticonceptivo inyectable Depo-Provera (véase Bopulation Reports, #-1, "Progestágenos inyectables: en controversia in círculos oficiales pero aumenta su uso", marzo de 1975). El efecto aparentemente beneficioso de las progestinas no ha sido completamente explicado. A nivel celular parece resultar de la capacidad de las progestinas para reducir el número de localizaciones moleculares en la célula del endometrio a' la cual los estrógenos pueden ligarse, reduciendo en consecuencia el estímulo del crecimento del estrógeno respecto de la célula (349, 573, 574). A nivel tisular, la relación de las lineas de células con su medio ambiente puede ser análogo a l de la evolución de las especies influidas por su ambiente (484). Algunas células pueden sobrevivir y reproducirse mejor en un ambiente que en otro. Si el ambiente hormonal es desequilibrado y no cambia, como ocurre en mujeres con deficiencia ovulatoria o mujeres que están tomando estrógenos solos de manera continua, las lineas de células que responden a ese ambiente creciendo y reproduciéndose a tasas extremadamente rápidas-líneas de células malignas, en otras palabras-tendrían más posibilidades de supervivencia que otras células. Sin embargo, si también están presentes la progesterona o las progestinas, el equilibrio y Ici interocción de las dos hormonas se opondrán a que cualquier línea de células obtenga una ventaja e inicie un crecimiento descontrolado (485). Con anticonceptivos orales combinados, la administración clclica asegura la mudanza periódica del endometrio. que puede servir como "un borrador fisiológico de la neoplasia de endometrio" (484). Otros Neoplasmas Uterinos. El estudio grupal del Colegio Real de Médicos Clínicos de Gran Bretaña concluyó que las usuarias de anticonceptivos orales desarrollaban fibromas uterinos a menos de la mitad de la tasa de las no usuarias (498). Los fibromas son tumores benignos de la musculatura uterino, sin ninguna tendencia a la malignidad, que pueden causar intensa hemorragia uterino y poner en riesgo el curso del embarazo. Aun cuando no descartaba la posibilidad de un efecto protector real derivado de los anticonceptivo~orales, el estudio advertía que las mujeres con fibromas son con frecuencia subfértiles y por lo tanto tendrán menos probabilidades que otras mujeres de usar anticonceptivos orales. Asimismo, los anticonceptivos orales frecuentemente reducen la intensa hemorragia menstrual, por lo cual los fibromas pueden pasar desapercibidos. Estos dos factores pueden explicar la diferencia entre tasas observada. Otro estudio grupal británico no logró encontrar ninguna diferencia significativa en la incidencia de fibromas uterinos en usuarias de orales, de diafragmas y de DlUs (586). El uso de anticonceptivos orales poco después del tratamiento de mola hidatiforme puede incrementar la probabilidad de desarrollar un tumor trofablástico, según sugiere un reciente estudio británico (557). La mola hidatiforme es una anormalidad del desarrollo temprano de la placenta. En EE.UU. tiene lugar en aproximadamente 1 de cada 2.000 embarazos. Se trata mediante la evacuación del contenido del Útero, después de lo cual algunas células trofoblásticas (las del tejido que rodea a l embrión) por lo común persisten en el Útero, ocasionalmente por muchos meses. El trofoblasto usualmente remite, pero en 2 a 3 por ciento de los casos se desarrolla carcinoma. Por esta razón, las mujeres que han sido tratadas por mola hidatiforme son controladas por medio de análisis de niveles en orina de gonadotropina coriónica humana (human chorionic gonadotropin-HCG). La caída de HCG a niveles normales para mujeres no embarazadas significa regresión del trofoblasto. En una serie de 61 1 mujeres tratadas por mola hidatiforme, casi 25 por ciento de 65 que tomaron anticonceptivo~orales antes de que los niveles de HCG hubieran vuelto a lo normal requirieron tratamiento citoquímico por tumor trofoblástico, comparado con cerca de 9 por ciento de 464 que no tomaron anticonceptivos orales. Tomar anticonceptivos orales después de que los niveles de HCG volvieron a lo normal aparentemente no afectó la necesidad de tratamiento. La administración de anticonceptivos orales no ha incrementodo la incidencia de neoplasmas de endometrio en ningún animal de investigación, de acuerdo con estudios publicados hasta la fecha. Ecstonos. La etiología de los neoplasmas de endometrio en la mayoría de los animales de laboratorio no es conocida. Los niveles de estrógeno y progesterona probablemente afectan el desarrollo de este tipo de cáncer en ratones, pero entre los investigadores no hay acuerdo respecto de sus efectos exactos (189, 190, 238,296, 337, 348, 381, 394, 465, 466, 562, 601). La progesterona puede afectar el tipo de neoplasma inducido por un carcinógeno conocido (296). Los anticonceptivos orales no han tenido el efecto de originar tumores (véase Cuadro 11). Ratas. Los intentos por reducir el cáncer de endometrio en ratas mediante la administración de estrógenos (23, 45, 204, 237, 376, 379,518,603) o anticonceptivos orales (véase Cuadro 1 1) no han tenido éxito. Cobayos, Minmotew y Conejos. Todavía no se ha informado sobre estudios acerca de anticonceptivos orales y neoplasmas de endometrio. Algunos autores han observado. que ' la administración de estrógeno precedía a la aparición de lesiones benignas, algunas de las cuales estaban relacionadas con hormonas, en las especies mencionadas (21, 334, 335, 339, 382, 383, 403,431, 432, 470, 473, 474, 493, 581, 597), en tanto que las O progestinas causaban la regresión de los tumores existentes e inhibían la inducción de tumores por un carcinógeno conocido en los conejos (225). Los conejos son interesantes porque el carcinoma del endometrio espontáneo es común y se ha observado la existencia de progresión de hiperplasia a crecimiento neoplósico, oparentemente similar a la progresión que tiene lugar en los humanos (222,386). Sin embargo, en otros aspectos el sistema y el proceso reproductivo del conejo son muy diferentes de los humanos (386). Monos. Al igual que ocurre con todos los neoplasmas en el mono, pocos carcinomas del endometrio espontáneos han sido registrados (302). Los estudios que involucraban administración de estrógeno, aun en dosis altas continuas, han sido negativos (1 11, 159, 160, 161, 199, 241, 261, 262, 279, 471, 513, 580, 614), con la excepción de un grupo que informó acerca de tumores en monos tití. Algunos de esos tumores fueron diagnosticados como malignos (373). Las similaridades en el ciclo menstrual-por ejemplo, la menstruación que tiene lugar en promedio cada 27 días y dura de 3 a 5 días (263)-y posiblemente en interacciones hormonales hace que algunas especies de monos sean modelos prometedores poro el estudio de carcinoma uterino humano. Más de 100 casos de tumores benignos en el hígado de mujeres que utilizaban anticoncepti.vos orales se han registrado en los últimos 5 años(8, 9, 15, 16, 22, 26, 27, 31, 38, 78, 84, 87, 95, 119, 210, 247,258,267,301,311,343,360,361, 369, 370, 371, 396, 399, 460,461, 486, 509, 550; 570, 577, 579). Dos estudios comparativos de caso? (156, 157, 454, 494), así como también otra evidencia epidemiológica (412, 579), sugieren que ciertos tipos de tumores de higado benignos ocurren más frecuentemente en usuarias de anticonceptivos orales, especialmente en las que los han utilizados durante mucho tiempo, que en las no usuarias. A pesar, del aparentemente mucho mayor riesgo para quienes los han usado durante mucho tiempo, el número efectivo de mujeres que desarrollan tumores sigue siendo considerablemente bajo (588). La incidencia anual de todos los tipos de tumores benignos en el hígado en mujeres de EE.UU., tanto usuarias como no usuarias, ha sido estimada en aproximadamente 0,5 por 100.000 (579). Un estimado de 0,04 por 100.000 ha sido hecho para un área urbana del Este de EE.UU. (131). Los tipos de tumores en el hígado aparentemente conectados con uso de anticonceptivos orales son frecuentemente los denominados adenomas hepatocelulares e hiperplasias focales nodulares (476, 524,579). Los adenomas son tumores vasculares grandes. En ellos el tejido aparece normal, pero la circulación de sangre es anormal. La hiperplasia focal nodular consiste en nódulos múltiples con forma de glándulas, también con circulación de sangre anormal (439,546). Los adenomas pueden ser una amenaza para la vida porque pueden romperse, causando hemorragia copiosa en la cavidad peritoneo1 (439). La hiperplasia focal nodular, por otra parte, con frecuencia no produce síntomas (280, 546) y raramente conduce a complicaciones (312,313,546). El riesgo.de desarrollar un temor benigno es mayor para los usuarias que han utilizado anticonceptivos orales durante largo C u a d r o 12-Efectos de H o r m o n a s A n t i c o n c e p t i v a s O r a l e s (AO) en T u m o r e s de H í -g a d o en A n i m a l e s , E s t u d i o s S e l e c c i o n a d o s , 1968-1976 Autor y Fecha RATONES Committee on Safety of Medicines 1972 tieston et al. Ref. No. 94 253 Hormona componentes de AO, por separado y en combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5, 50-150,200-400 veces el peso corporal humano, durante 80semanas; 7.000 ratones, grupos de 40 Enovid dosis orales diarias 10,20, 40 p g a partir d e los 4 meses d e edad; 5 clases, grupos -. . - de - - 56- - .- -- - - --- - componentes de AO, por separado y en combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400 veces el peso corporal humano durante 104semanas; 6.500 ratas, grupos de 40 etinil estradiol, megestrol acetato, BDH2700, por separado y en combinación Norlestrin promedio de dosis diarias y cíclicas, 53 p g (BDH-2700, etinil estradiol), 2,63 pg/kg (megestrol acetato) durante 2 años; grupos de 40 dosis orales diarias, dosis equivalente a 10 y 100 veces el peso corporal humano, de 50 -durante .- .. ..~ - 2. .años; - grupos -. 1973 Committee on Safety of Medicines 1972 94 WlcKinney et al. 1968 380 Schardein et al. 1970 - -PERROS Wazeter e1 al. 1976 508 MONOS Wazeter et al. 1976 594 594 Deecrlpclón etinerona mestranol, Wy-4355, anagestona acetato, por separado y en combinación -.. dosis cíclicas, dosis equivalente a 2, 10 y 25 veces el peso corporal humano: 7 años igual que caso citado arriba (perros) dosis cíclicas, dosis equivalente a 2, 10 y 50 veces el peso corporal humano; 7 años Efecto en lncldencla . de Tumor no hubo incremento en la mayoría de los grupos; leve incremento para etinodiol diacetato, noretisteronaacetato y noretisterona, machos solamente no hubo incremento, 4 clases; reducción, 1 clase no hubo incremento en la mayoría de los grupos; incremento para noretinodrel + mestranol, noretisterona mestranol en grupos de dosis altas, machos; megestrol acetato, grupos de dosis alta, hembras no hubo incremento + incremento en nódulos regenerativos y adenomas hepatocelulares no hubo incremento --- -- - - -- .- no hubo incremento . - - - tiempo (156, 157, 454, 494). En una serie de 58 mujeres de las cuales se disponía de información, la duración promedio del uso era de casi 5 años y 85 por ciento había usado orales continuamente por mos de 4 años (439). Una encuesta nacional efectuada en EE.UU. concluyó que 40 por ciento de los casos en un número de 110 usuarias de orales involucraba más de 5 años de uso (579). Tumores en el hígado han sido registrados en mujeres que han usado orales por un periodo tan breve como 4 meses (85, 579), pero es discutible que exposiciones breves puedan tener un efecto causa1 (579). Ambos estudios comparativos de casos han sugerido que el riesgo de desarrollar un adenoma hepatocelular se incrementaba firmemente con la duración del uso de orales (156, 157,454, 494), mientras que la encuesta de EE.UU. concluyó que los resultados relativos a la duración del uso asociada con hiperplasia focal nodular se dividían en dos categorías: de 31 casos, 15 estaban asociados con menos de 2 años de uso; 12, con más de 5 años de uso (579). Además de la relación entre la respuestra a la dosis y el adenoma hepatocelular observado en los estudios comparativos de casos, lo evidencia de una conexión entre uso de anticonceptivos orales y adenoma hepatocelular e hiperplasia focal nodular incluye: O La distribución de edad en usuarias con tumores benignos de hígado se acerca a la de las usuarias de anticonceptivos orales en EE.UU., alcanzando la incidencia máxima en el decenio de los 20 años de edad; la incidencia entre las no usuarias se incremento gradualmente con la edad (579). o En la encuesta llevada a cabo en EE.UU. acerca de todos los tipos de tumores en el hígado, tres cuartas partes de los tumores encontrados eran benignos, en tanto que solamente cerca de la mitad eran benignos en mujeres no usuarias (579). O Más de 50 por ciento de todos los tumores estudiados en la encuesta ocurrieron en usuarias de anticonceptivos orales, mientras que las proporción de mujeres en edad reproductiva que utilizan anticonceptivos orales puede ser de entre una cuarta parte hasta algo más de un tercio (579). o Determinadas características que están asociadas con adenomas hepatocelulares en no usuarias-hospitalización por enfermedad de vesícula biliar, fibromas uterinos y extracción de quistes benignos de mama-no son halladas tan frecuentemente en usuarias que desarrollan esos tumores en el hígado (494). o En el caso de por lo menos 4 mujeres, que recomenzaron a utilizar anticonceptivos orales después de circugía, volvieron a desarrollarse hepatoadenomas (370,454). O Los tumores benignos en el hígado raramente se desarrollan en hombres (280, 546, 579), sugiriendo que las hormonas femeninas son importantes para el desarrollo de tumores (546). Se proponen varias hipótesis para explicar cómo los anticonceptivo~orales esteroides pueden causar tumores benignos en el hígado (332,440,524,545), la mayoría de las cuales se relacionan con el metabolismo de los esteroides por el hígado, pero todavía no está claro qué papel desempenan con exactitud los esteroides (85). Las sospechas se centran en los estrógenos como el agente responsable (85, 157), y ha habido casos registrados en usuarias de estrógenos solos (85,524,549). Sin embargo, por lo menos cuatro casos se han relacionado con uso de progestinas solas (440), aunque, por supuesto, cualquiera de ellos puede ser una concidencia. Varios informes han. planteado la hipótesis de que el mestranol podía causar más tumores en el hígado que el etinil estradiol (157, 440), pero la preponderancia de usuarias de mestranol entre las usuarias de anticonceptivos orales con tumores benignos en el hígado puede reflejar la participación en el mercado de los dos estrógenos durante el decenio de 1960 (24, 85, 156, 163.41 2,576,579). A proximadamente dos docenas de casos de tumores en el hígado originalmente nialignos se han registrado en usuarias de anticonceptivos orales (84,86, 121,205, 370, 389, 51 2). Los datos no permiten una conclusión acerca de si el uso de anticonceptivos orales está o no asociado con mayor riesgo de tumores en el Cuadro 13-Efectos de Hormonas Anticonceptivas Orales (AO) en Tumores de Bituitaria en Animales, Estudios Seleccionados, 1965-1993 1 Autor y Fecha Ref. No. Hormona Descripción Efecto en incidencia Tumoral RATONES Commitlee o n SafePy of Medicines componentes de AO, por separado y e n combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150,200-400veces el peso corporal humano, durante 80 semanas; 7.000 ratones, grupos de 40 incrementos en porcentajes d i f e rentes para varios componentes; incremento total 10 veces para machos, 4veces para hembras; curva en ascenso en respuesta a la dosis Enovid dosis orales diarias, 10, 20 y 40 p g a partir d e las 4semanas de edad; 5 clases; grupos de 56 no hubo incrementos, 4 clases; incremento en 1 clase, relacionado con la dosis componentes de AO, por separado y en combinación dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5, 50-1 50, 200-400 veces el peso corporal humano, durante 104 semanas; 6.500 ratas, grupos de 40 no hubo incremento general; algún incremento con algunos compuestos; los grupos d e control variaban etinil estradiol, megestrol acetato, BDH2700, por separado y en combinación promedio de dosis orales diarias y cíclicas, 53 p g (BDH-2700, ethinyl estradiol), 2,63 pglkg (megestrol acetato (durante 2 años; grupos de 40 no hubo incremento; los grupos de control variaban Norlestrin dosis orales diarias, dosis equivalente a 10 y 100veces el peso corporal humano, durante 2 años; grupos de 50 ratas incremento con dosis alta; reducción con dosis baja Enovid dosis orales cíclica de 10 mgl60 kg de peso corporal; 14 monos;l hasta 1.O95 días no hubo incremento en tumores; incremento en peso de l a pituitaria 1972 WesPon eP al. 1973 RATAS Committee o n Safety of Medicines 1972 McKinney et al. 1968 Schardein e0 al. 1970 MONOS Kar el al. 4965 I Cuadro 14-Efectos de Hormonas Anticonceptivas Orales ( 8 0 ) en Tumores Owáricos en Animales, Estudios Seleccionados, 1965-1973 Autor y Fecha RATONES Committee on Safety of Medicines f 972 Weston et al. 1973 Committee on Safety of Medicines 1972 Schardein et al. 1970 Ref. No. 94 253 94 508 MONOS Kar el al. 1965 o 295 Efecto en lncldencla Tumoral Hormona componentes de AO, por separado y en combinación Enovid componentes d e AO, por separado y en combinación Norlestrin -- . . - -- ... -. . ..-.- Enovid dosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150, 200-400 veces el peso corporal humano, durante 80 semanas. 7.000 ratones, en grupos de 40 dosis orales dianas 10,20,40 pg a partir de las 4semanas de edad; 5 56 . -. . clases; grupos- d- edosis orales diarias, dosis equivalente a 2-5,50-150, 200-400 veces el peso corporal humano, durante 104semanas; 6.500 ratas; grupos de 40 dosis orales diarias, dosis equivalente a 10 y 100 veces el peso corporal humano, durante 2 años; grupos de 50 ..ratas dosis orales cíclicas de 10 mg160 kg de peso corporal; hasta 1.095 días; 14 monos hígado originalmente malignos. Se han encontrado tumores hepáticos malignos en hombres y niños que estaban usando andrógenos anabólicos, los cuales son similares, químicamente, a las progestinas utilizadas en anticonceptivos orales (35, 63, 286). N i el adenoma hepatocelular (280) ni la hiperplasia focal nodular (280,546) han sido considerados precursores de malignidad, aun cuando la evidencia es probablemente más sólida en el caso de la hiperplasia focal nodular (546). Con todo, en un adenoma hepátic0 desarrollado en una usuaria de anticonceptivos orales (121) se advirtió la existencia de tejido maligno y, en un caso de un grupo de 79 casos de adenoma hepático informados a l Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas en Washington, D.C. (EE.UU.), se requirió una nueva operación porque se había desarrollado un hepatoma maligno (494). Esa mujer no era usuaria de anticonceptivos orales. Tumores Hepáticos e n Animales Los anticonceptivos orales ~ u e d e nincrementar la incidencia de tumores hepáticos en ratones y ratas, pero no se ha verificado efecto tumorigeno en perros o monos, de acuerdo con la evidencia disponsible. Ratones y Ratas. Tumores hepáticos generalmente considerados malignos (hepatomas) ocurren espontáneamente en ratones y ratas (555). La incidencia varía de acuerdo con factores tales como clase, dieta, cambios hormonales e incluso medio ambiente en el que viven los animales (108, 202, 327, 555). Algunos estudios han indicado que los estrógenos exógenos pueden dañar el hígado o deteriorar el funcionamiento hepático (491, 538, 601), pero solamente unos pocos estudios han encontrado evidencia de que el estrógeno ha estimulado el desarrollo de tumores (37, 547). Los anticonceptivos orales han producido resultados conflictivos (véase Cuadro 12). o :, Perros y Monos. En los experimentos actualmente en curso llevados a cabo por F. X. Wazeter y asociados (592, 593, 594) (véase Cuadro 12) no se han encontrado anormalidades hepáticas en perros o monos a los cuales se les administró anticonceptivos orales en varias dosificaciones. leve (estadisticarnente insignificante) incremento en algunas clases no hubo incremento leve incremento (estadísticamente insignificante) no hubo incremento no hubo incremento Pituitaria. La amenorrea (ausencia de menstruación) es un efecto secundario ocasional posterior a l uso de onticonceptivos orales. Debido a que la amenorrea también es un sintoma común de disfunción o tumor de pituitaria (236), ha habido cierta preocupación respecto a que los anticonceptivos orales podrían en algunos casos afectar adversamente la pituitaria o incluso inducir el crecimiento de un tumor. Un estudio reciente de 191 muieres con amenorrea secundaria (es decir, que previamente han menstruado pero han delado de hacerlo) diagnosticó la causa de la amenorrea como tumores de pituitaria en 26 por ciento de las 69 ex usuarias de orales pero en sólo 13 por ciento de las muieres cuya amenorrea no estaba asociada con anticonceptivos orales. La diferencia es estadísticamente significativa (364). Se están planificando estudios más amplios para determinar qué relación podría, existir entre las orales y los tumores de pituitaria (30). Los estudios en animales-particularmente ratones-sugieren que los anticonceptivos orales pueden inducir tumores en la pituitaria. E l Comité para la lnocuidad de los Medicamentos (94) encontró un incremento definido en la incidencia de tumores de pituitario en ratones a los cuales se les había administrado varios componentes de anticonceptivos orales (véase Cuadro 13). Estos resultados impulsaron a que el Comité sugiriera que las mujeres que estaban usando orales fueran constantemente controladas para detectar amenorrea u otras indicaciones de disfunción hipotalámicapituitario (94). El efecto de las orales en la pituitaria de la rata es incierto debido a las diferencias de incidencia entre grupos de control en varios estudios. los tumores de pituitaria inducidos por estrógeno en ratones y ratas han sido registrados desde 1936 (80,94, 109, 151, 182, 195, 203, 379, 433, 434, 445, 613). El efecto inicial del estrógeno exógeno es un agrandamiento de la glándula pituitaria. El mismo es acompañado o seguido por desarrollo de un tumor, benigno o maligno, como lo evidencian las metastasias. Ovario. Los resultados de varios estudios no han producido razones para sospechar que los anticonceptivos orales están A-103 asociados con mayor incidencia de la prevista de neoplasmas ováricos en mujeres. Dos estudios no detectaron conexión entre uso de anticonceptivos orales y neoplasmas ováricos benignos, aun cuondo concluyeron que la utilización de anticonceptivos orales ~ a r e c í aproveer alguna protección contra quistes funcionales ováricos, que no son verdaderos neoplasrnos (455, 586). Un tercer estudio encontró tumores ováricos clínicamente diagnosticables, la mayoría de los cuales eran quistes ovóricos, que ocurrían en usuarias de anticonceptivos orales a un tercio de la tasa de las no usuarias (498). Es posible que en este estudio los quistes funcionales no hayan sido distinguidos respecto de los verdaderos neoplasmas. En los escasos estudios disponibles en animales, la evidencia no sugieren que los anticonceptivos orales incrementen significativamente la incidencia de desarrollo de tumores ováricos en ratones, ratas o monos (véase Cuadro 14). Una serie de informes del decenio de 1960 advertían que la progesterona y dos progestinas-noretindrona y noretinodrelestaban asociadas con un incremento en la incidencia de tumor en los ovarios en una clase de ratones (336), pero los experimentos subsiguientes con la misma clase no lograron confirmar esos resultados (253) (véase Cuadro 14). Los tumores relacionados con hormonas han sido inducidos en varias razas de perros mediante administración del estrógeno stilbestrol tanto solo como en combinación con progesterona (281). En monos no se hallaron efectos turnorigenos con administración de estrógeno (159), estrógeno más progesterona (1 1 l), o anticonceptivos orales (295). Hasta la fecha no hay clara evidencia de que los anticonceptivos orales causen cualquier forma de cáncer. Hay creciente evidencia de que la utilización de anticonceptivos orales afecta la aparición de neoplasmas benignos en las mamas y el hígado. Diversos estudios epidemiológicos llevados a cabo en EE.UU.y Gran Bretaña han demostrado congruentemente la menor incidencia de tumores de mama benignos en las usuarias de anticonceptivos orales en comparación con no usuarias. Este efecto "protector" parece estar relacionado con la dosificación de la progestina y la duración del uso: estas obsewaciones refuerzan la conclusión de que el mencionado es un efecto farmacológico de los anticonceptivos orales. El uso de anticonceptivos orales-particularmente uso durante períodos prolongados-parece estar asociado con una incidencia rnás alta de ciertos tipos de tumores benignos en el hígado. Esta conclusión está basada en informes de casos, dos estudios comparativos de casos y la diferencia entre las pautas epidemiológicas de tumores hepáticos en usuarias y no usuarias. A pesar del incremento que puede ser atribuido a los anticonceptivos orales, dichos tumores siguen siendo raros. Aun cuando hasta la fecha no hay evidencia de que los anticonceptivos combinados estén asociados con una incidencia alterada de neoplasia de endometrio, los informes de casos de cáncer de endometrio en mujeres jóvenes que utilizaban anticonceptivos orales secuenciales eran lo suficientemente inquietantes como para que esos productos hayan sido retirados de la venta en EE.UU. y otros países. Los secuenciales siempre fueron una porción reducida de los onticonceptivos orales utilizados y no han demostrado ninguna ventaja en relación con los orales combinados más populares. Los recientes estudios comparativos de casos que sugieren que las mujeres maduras con cáncer de endometrio tienen rnás probabilidades de haber usado estrógenos solos que las mujeres que no sufren la enfermedad puede reforzar las sospechas existentes acerca de los secuenciales preponderantemente estrógenos, pero no parecen ser aplicables a las orales combinados. El cuello del Gtero y las mamas son las dos localizaciones de cáncer más importantes estudiadas en función de los posibles efectos de los anticonceptivos orales porque en casi todos los países uno u otro es el cáncer más común en mujeres. Al mismo tiempo, las relaciones entre anticonceptivos orales y cánceres de cuello de Gtero y mama son extremedamente difíciles de estudiar. En rigor, de todos los neoplasmas discutidos en este trabajo, el cáncer de cuello de Útero parece ser el más estudiado y el más difícil de estudiar bien. Las diferencias en la incidencia de cáncer de mama entre usuarias de anticonceptivos orales y no usuarias han sido, en la mayoría de los estudios, pequeñas y fácilmente explicadas como variaciones casuales. Algunos de esos estudios fueron relativamente reducidos e involucraron uso de anticonceptivos orales durante breves períodos de tiempo, por lo cual es difícil evaluar qué seguridad proporcionan esos estudios. Unos pocos estudios han encontrado relaciones estadísticamente significativas entre utilización de anticonceptivos orales e incremento de cáncer de mama o cervical, pero problemas de diagnóstico e interpretación biológica hacen que su significado sea ambiguo. Quizás estudios posteriores y de mayor envergadura, muchos de los cuales están siendo llevados a cabo actualmente, definan y establezcan el significado de las asociaciones entre uso de anticonceptivos orales y neoplasia. Los anticonceptivos orales han proporcionado a millones de mujeres alivio para las preocupaciones de lo maternidad y el temor del embarazo no deseado y han contribuido a vidas familiares y sexuales más felices, a una salud mejor y a l mejoramiento de los estándar de vida. Los anticonceptivos orales han contribuido a reducir enfermedad y muerte relacionadas con el parto y, en muchas partes, han facilitado lo reducción del ritmo de crecimiento de la población. Estos beneficios son claros y amplios. Ningún efecto adverso en la incidencia de neoplasias supera esos beneficios o demuestra que se deba restringir la disponibilidad de anticonceptivo~orales. La falta de conocimientos básicos acerca de neoplasia y hormonas y las dificultades de estudiar relaciones entre ambas aconseja no predecir los resultados de futuras investigaciones. Sin embargo, es alentador el hecho de que en el transcurso de los Últimos 17 años, el uso de anticonceptivos orales combinados, por cientos de millones de mujeres en virtualmente todos los países no ha producido clara evidencia de que "la pildora" causa cáncer. 430. NELS0N.L.W.. WE1KEL.J.H.. Jr..and REN0.F.E. Mammary nodules in dogs during four years' treatment with megestrol acetateorchlormadinone acetate. Journal o1the National Cancer lnstitute 51(4): 1303-1311. October 1973. 431. NELSON.W.0. Atypical uterine growths produced by prolonged administration o1 estrogenic hormones. Endocrinology 24(1): 50-54. January 1939. 432. NELSON.W.0. 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CAMBIO DE DOMOCOLO0 En el futuro sírvase enviar PoparOaBlow R~)pom a mi nueva dirección: Nombre Calle Ciudad, Provincia, Zona Postal País (Escriba aquí su domicilio anterior) Population Inforrnation Piograrn ? h e G e o r g e W a s h i n g t o n Universihp M e d i c a l C e n t e r 1343 # Street, N.W., W a s h i n g t o n , D.C. 20005 USA (Escribo o máquina o ton letra de imprenta toda lo información.) Dirección Ciudod Poís OPor favor añada mi nombre a lo lista de distribución de los h p u l o t i o r ~ReporPs. U v a estoy incluido en su listo de correo. 1340 deseo recibir regularmente Pspdation Weprts.