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Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto Ministerio de Educación, Palacio Pizzurno 25 de enero de 2007 El ministerio de Educación, la Cancillería argentina, el ministerio de Justicia, la DAIA y las organizaciones argentinas que integran el Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto (Task Force de la Shoa) realizaron el 25 de enero en el Salón Blanco del Palacio Pizzurno el acto con motivo del Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto, aprobado el 1º de noviembre de 2005, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, por consenso de 192 países. Fueron oradores centrales el ministro de Educación, Daniel Filmus; el Canciller Jorge Taiana; el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, y Moisés Borowicz, sobreviviente del Holocausto. El escritor Elihau Toker recitó extractos de El canto del pueblo judío asesinado, de Itsjok Katznelson. Asistieron, entre otras personalidades, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el director de Derechos Humanos de la Cancillería, Federico Villegas Beltrán; la presidente del INADI, María José Lubertino; los embajadores de Israel, Rafael Eldad; de Alemania Rolf Schumasher; de Austria, Gudrun Graf; de Canadá, Yves Gagnon; de Costa Rica, Maritza Castro Salazar; de Croacia, Mira Martinec; de España, Rafael Estrella; de Francia, Frederic Baleine du Laurens; de Hungría, Batyas Jozca; de Rusia, Yuri Korchagin; de Perú, Mario López Chavarri; de la República Eslovaca, Vladimir Gracz; el embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Juster; y la consejero de la embajada de Uruguay, Teresa Morató. Además, estuvieron presentes los presidentes de la AMIA, Luis Grynwald; de la Fundación Memoria del Holocausto, Mario Feferbaum; de la B’nai B’rith, Pablo Grinstein; de Sherit Hapleita, José Moskovitz; de la organización Generaciones de la Shoa, Diana Wang; de Hacoaj, Alejandro Filarent; de la Confraternidad Argentina Judeo Católica, Boris Kalnicki, y dignatarios de diversos credos y representantes de diferentes entidades. La ONU, a través de la Resolución 60/7, que declara al 27 de enero como Día Internacional de Holocausto “insta a los Estados miembros a que elaboran programas educativos que inculquen a las futuras generaciones las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio” y “rechaza toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico”. Precisamente, hace un año se realizó en la Cancillería argentina el primer acto en homenaje al Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Encendido de velas Durante el acto se encendieron 6 velas que recuerdan a los 6 millones de judíos, víctimas del Holocausto. A tal efecto, Diana Wang sostuvo el “shamash”. La primera vela la encendieron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde y el presidente de la Fundación Memoria del Holocausto, Mario Feferbaum, en memoria del millón y medio de niños masacrados por el régimen nazi. Los presidentes de la AMIA y de la B’nai B’rith, Luis Grynwald y Pablo Grinstein, respectivamente, junto al director de Derechos Humanos de la Cancillería, Federico Villegas Beltrán, encendieron la segunda vela en tributo a los mártires asesinados en los campos de concentración y a todos aquellos que fueron exterminados por su sola condición de judíos. La tercera vela, encendida por el presidente honorario de Sherit Hapleita, José Moskovitz, y por la titular del INADI, María José Lubertino, en memoria a los jóvenes, casi niños, que combatieron como héroes. El secretario de Culto, Guillermo Olivieri, junto al presidente del Centro Educativo Sefaradí, Salvador Sarfatti, en homenaje a las comunidades sefaradíes de Salónica, Rodas y Cos, arrasadas durante la Shoa. En homenaje al Estado de Israel, redención del pueblo judío luego de la tragedia, el embajador del Estado de Israel, Rafael Eldad, junto al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, encendieron la quinta vela. La sexta vela rindió tributo a los escritores, actores, artistas, pensadores y educadores que forjaron la cultura judía de la Europa de mitad de Siglo, cuya obra pretendió ser aniquilada al igual que fueron silenciadas sus vidas. El ministro de Educación, Daniel Filmus, y el presidente de la DAIA, Aldo Donzis, encendieron esta vela. Palabras del presidente de la DAIA, Aldo Donzis Señor Canciller, señor ministro de Educación, señores ministros, funcionarios de Estado, Secretarios de Estado, embajadores, Directora del INADI, embajadores presentes, funcionarios, representantes de la comunidad judía y, especialmente, sobrevivientes del Holocausto, a quien sinceramente y con todo el corazón abrazo, porque representan para mí parte de mi familia que ha sido asesinada en la Shoá. Celebro enormemente que las Naciones Unidas haya instituido, cada 27 de enero, el Día Internacional de Conmemoración Anual en Homenaje a las Víctimas del Holocausto. Lamentablemente debieron transcurrir seis décadas para que este alto organismo internacional haya acordado rendir homenaje a los seis millones de mártires e impulsar fuertemente la educación contra el racismo y la xenofobia. Estar aquí, en este lugar, es un sitio que cobra singular, muy especial relevancia, el ministerio de Educación, en virtud de que la Argentina junto con otras veinticuatro naciones formen parte del Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional en la enseñanza, en la recordación y en la investigación del Holocausto. El pueblo judío hace culto a la memoria como un deber sagrado. Olvidar a las víctimas del odio antisemita nazi sería un triunfo para los genocidas, para sus cómplices e incluso para los negadores contemporáneos. La Shoá pudo ocurrir no sólo por la perversa máquina asesina del régimen nazi. Pudo ocurrir por la indiferencia y el silencio cómplice de muchas naciones y, además, por la negativa de admitir a muchos perseguidos, huyendo del horror, simplemente por buscar un refugio seguro, un refugio de paz. Hay demasiadas actitudes históricas en demasiados países, incluso en nuestro país, que deben avergonzarnos como seres humanos. Pero también hay que hacer mérito a la justicia y debemos destacar la conducta de aquellos justos de diversas nacionalidades, que han salvado enorme cantidad de vidas humanas, aún poniendo en 5 riesgo su propia vida. Este hecho, que es un acto moral, que tiene que ver con una decisión de vida de los individuos, es algo que la DAIA viene destacando en los últimos actos conmemorativos que se realizan en las embajadas de países europeos, y los cuales seguiremos haciendo en el transcurso del año. Recientemente se cumplieron sesenta años del Juicio de Nüremberg, cuyo veredicto, el 1º de octubre de 1946, ha documentado fielmente, en un juicio ejemplar, las atrocidades, en toda su magnitud, de la maquinaria y el régimen nazi. Sin embargo, hace algunas décadas que venimos escuchando algunas voces que intentan negar lo innegable, ofendiendo y agraviando, así, la memoria de los mártires y a los sobrevivientes del horror. Hoy, casi pensamos que nunca más lo íbamos a escuchar, por primera vez desde la Shoá escuchamos a un mandatario de Estado, que precisamente es el presidente de un país miembro de aquella Asamblea General, que hace dos años instituyó este día en conmemoración del Holocausto, que no sólo comulga con la ideología, sino que además la promueve. Promueve convocando a congresos, promueve convocando a lo peor del revisionismo pro nazi solamente por cuestionar la credibilidad de la masacre de casi un tercio del pueblo judío en el mundo. Realmente, tengo que decir, estamos avergonzados como lati- 6 noamericanos. Hemos visto como reciben al líder iraní con altos honores y hasta se lo saluda como hermano defensor de causas justas. Quiero decirles a todos los que transitan ese camino: señores presidentes latinoamericanos, reciban y abracen a los sobrevivientes, no a quienes comulgan con el genocidio. Señores presidentes latinoamericanos, visiten Auschwitz y rindan tributo a las víctimas, no a los apologistas. Señores presidentes latinoamericanos, cómo justificar frente a un millón y medio de niños masacrados por los nazis saludar como hermano a quien, precisamente, niega que los hayan asesinado. Señores presidentes latinoamericanos, cómo se puede explicar la hospitalidad en su recibimiento a alguien que prometió públicamente a nivel internacional borrar del mapa al Estado de Israel, violentando todas las normas internacionales de convivencia entre los Estados. Por eso tengo que destacar, como dijimos cuando asumimos la conducción de la DAIA, destacar la actitud del Gobierno Nacional en no comulgar con las propuestas del líder iraní. Destacar la actitud de la Cancillería argentina, cómo se trabaja en la Task Force y el compromiso que tiene la Argentina frente a la educación y la difusión del Holocausto. Y también destacar la decisión del presidente Kirchner de no viajar a la asunción del presidente de Ecuador, sólo por pisar suelo latinoamericano el presidente iraní. Pensamos que la educación para nosotros es un hecho esencial, por eso es que este compromiso de la Argentina en la Task Force nos parece sumamente importante; y por eso destacamos la labor de la Cancillería. Y decimos que es sumamente esencial porque tenemos que combatir la ignorancia histórica de muchas familias, hoy en día, que pueden llegar a suponer que tener en su casa una estatuita de Hitler y que los niños puedan jugar pareciera que es algo inofensivo. Y también debemos combatir esa ignorancia histórica por falta de información de muchas familias, que hemos visto hoy en los medios de información, que en la ciudad de Rosario han pintado, hay muchas pintadas antisemitas frente a la Universidad de Humanidades, frente a distintas escuelas, como ocurrió la semana pasada agraviando a un comercio propiedad de una judía. Señores, hemos dicho al principio que la indiferencia y el silencio de los gobiernos y de las sociedades permitió la Shoá. No sólo el tributo a los héroes, el homenaje a los sobrevivientes y el recuerdo a las víctimas es suficiente. Hace falta acompañar, incluso, con una muy fuerte decisión y compromiso de todos los líderes del mundo, para señalar y para enfrentar a todos aquellos personeros del odio. Debemos recordar, debemos mantener la memoria viva para impedir nuevos genocidios y holocaustos a las nuevas generaciones. Pero también tenemos una obligación: no olvidar que por los silencios de muchos, en el pasado, hoy debemos realizar muchos, en el presente, muchos minutos de silencio en los actos de recordación durante el resto de nuestras vidas. Muchas gracias. 7 Discurso de Moisés Borowicz, sobreviviente del Holocausto Soy Moisés Borowicz, sobreviviente del Holocausto, el genocidio cometido por Hitler y sus secuaces. Mis padres, mis dos hermanos mayores, Yehuda y David, y yo, éramos una familia de clase media y buen pasar. Vivíamos en Sokoly, Polonia, donde yo nací. Todos ellos fueron asesinados por la maquinaria nazi. He sobrevivido a siete campos de exterminio; Maidanek, Blijzin, Plaszow, Wielichka, Mauthausen, Melk y finalmente liberado el 6 de mayo de 1945, en Ebensee. También estuve escondido en un bosque en un pozo bajo tierra con toda mi familia. Un día que salí del bunker para hacer mis necesidades detrás de un árbol vi de lejos un montón de nazis y campesinos; corrí rápido al pozo para avisar a los míos, que nos iban a apresar. Teníamos un pacto de escapar 8 para que nos mataran instantáneamente con una bala por la espalda. Preferíamos morir de esa manera, antes de padecer los campos de tortura y exterminio. Empezamos a correr, nos apresaron, nos pusieron en una fila y nos dejaron al cuidado de un soldado muy viejito. Los demás nazis corrían buscando otros bunkers. Mientras estábamos parados, el soldado disparó contra un árbol y mató a un pájaro. Miró al pájaro, al fusil, a mí y le preguntó a mi madre, “¿es tu hijo?”. Mi madre le dijo “sí, ¿por qué?” a lo que le contestó: “este muchacho tiene destino de vivir. Cuando él escapaba yo lo quería matar y el fusil se trabó y la bala no salió; ahora para el pájaro sí”. Efectivamente, el viejito fue un adivino, porque toda mi familia fue exterminada. Más de 100 familiares fueron aniquilados por los nazis. Quedé solo y el mundo tenía las puertas cerradas. No dejaban entrar judíos en ninguna parte. En Argentina pude pasar con documentos falsos comprados en Paraguay. Cuento mi triste historia para que esto no se repita nunca más, para que haya paz en el mundo y especialmente, para que la escuchen los que niegan el Holocaus- to. Y a ustedes, queridos amigos y amigas, si alguna vez se cruzan con algún negador díganle que escucharon la historia de un testigo viviente que el próximo mes cumple 80 años. Como Moisés, el rescatado del Nilo, dejó al mundo los Diez Mandamientos, yo, Moisés Borowicz, quiero dejar mi legado: Pido en nombre de mis 6.000.000 de hermanos que no tuvieron sepultura, que haya paz en el mundo. Que se estudie la Shoá. Que se sepa que esto pasó. Invito a todos los hombres, mujeres y niños del país a conocer el Museo del Holocausto de Buenos Aires. Que se eduque por la convivencia en la diversidad cultural, para que no haya más discriminación. Y para que esta tragedia no vuelva ocurrir con pueblo alguno. Palabras del Ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana Sr. ministro de Educación, Presidente de la DAIA, Presidente de la AMIA, representantes del Poder Diplomático y de organizaciones de la comunidad judía, de organizaciones de Derechos Humanos, sobrevivientes, amigos: Después de las palabras de Moi- sés Borowicz es difícil agregar algo. Moisés ha demostrado que a veces el sufrimiento produce sabiduría. Tenemos mucho para aprender, seguir de sus palabras. De todas maneras quiero contarles dos o tres cositas. Yo hace casi cuatro años que llegué al Ministerio y quedé a cargo de la participación argentina del Grupo de Trabajo para la conmemoración del Holocausto y, en ese grupo, nosotros tenemos que definir dos cosas. Una hacia afuera qué porque estábamos, qué políticas teníamos allá y otra hacia adentro, cómo lo coordinábamos internamente. Externamente fue relativamente fácil, fue impulsarlo, fortalecer la presencia, sentir el 9 dolor y la responsabilidad de ser el único país latinoamericano y tener muy claro que una política de Estado de la República Argentina, de este Gobierno, es la defensa y la preservación de los Derechos Humanos; y en el hecho específico del Holocausto, el castigo a los responsables que todavía están impunes y, por supuesto, la memoria. Como ya fue señalado por el Presidente de la DAIA, la memoria es una virtud del pueblo judío que nos deja a todos. La memoria es imprescindible si nosotros queremos evitar la repetición de hechos atroces como es éste que estamos hoy conmemorando, recordando: el Holocausto, que es, por cierto, un crimen atroz contra el pueblo judío, pero es por cierto también tampoco hay que olvidarlo- un crimen atroz contra la dignidad humana en general. Somos todos víctimas del Holocausto. Ciertamente, no en la misma medida, pero sí en cuanto a la ofensa, el genocidio, la Shoá que significa a la dignidad humana. Desde el Grupo de Trabajo impulsamos la Resolución de Naciones Unidas de fines del 2005; la resolución para que la Asamblea de Naciones Unidas apruebe la decisión del órgano máximo de la comunidad internacional, de recordar el Holocausto. Y la fecha lógica, la fecha más propia es ese 27 de enero de 1945, cuando se produce la liberación de Auschwitz. 10 A partir de ahí, digo yo, hemos creado una tradición, hemos creado la tradición de recordar esta fecha. El año pasado, la primera vez fue en noviembre de 2006, lo hicimos en el ministerio de Relaciones Exteriores. Hoy lo hacemos en el ministerio de Educación. Y esto es lo verdaderamente trascendente, el ministerio de Educación. Y el apoyo que en el ministerio de Justicia, en el área de Derechos Humanos que tiene el ministerio de Educación hemos encontrado, junto con las organizaciones con las que trabajamos por el tema de conmemoración e investigación del Holocausto, para desarrollar esa tarea. El ministerio de Educación es clave, la educación del pueblo, el respeto a la dignidad, a la diversidad, a la vida; es eso lo que puede impedir la repetición de un hecho tan atroz como el genocidio, como la Shoá. Nosotros tenemos también nuestros crímenes masivos que evitar repetir, no somos una sociedad impune al atroz delito colectivo, así que tenemos más razones todavía como sociedad para sentirnos más hermanos, más cerca, más profundamente comprometidos con la memoria, con el estudio y con la discusión. La tarea que se está realizando acá en el Ministerio y que está apoyando tanta gente de distintos sectores del ámbito educativo y académico es vital y es un compromiso de futuro. Nosotros tenemos que crear generaciones que conozcan la atrocidad del Holocausto y que les resulte difícil de aceptar que la humanidad pueda caer tan bajo porque quizás esperamos a que estén en un mundo donde sea un poco mejor. Una cosa última quiero decirles. Ya en el Grupo de Trabajo la Argentina había propuesto y se aceptó –cito-: “que aquellos que nieguen o cuestionen la existencia del Holocausto se colocan en un lugar desafortunado y anacrónico donde negando la existencia de hechos obvios crean una falsa noción sobre la historia de la humanidad y desafían la existencia y el valor de lo que hoy conocemos como derecho internacional de los Derechos Humanos”. Esa fue una iniciativa Argentina que fue adoptada por consenso por el plenario de la Task Force. Quiero decirles ahora que hace 48 horas, a las tres de la tarde del martes, la Argentina, junto con la Unión Europea, Japón, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y otro grupo de países hemos presentado sobre tablas un proyecto de resolución sobre el rechazo a la negación del Holocausto para que sea considerado por el plenario de Naciones Unidas y esperamos que esa consideración tome lugar mañana. Este proyecto, en su parte preambular, “rechaza cualquier acción tendiente a negar el Holocausto pues al ignorar terribles eventos históricos como éste aumenta el riesgo de que se repitan y reafirma el derecho de los pueblos y los gobiernos a un mundo sin genocidio”. Por su parte, en la parte resolutiva, y de manera clara y contundente “condena sin ninguna reserva cualquier negación del Holocausto y exhorta a todos los Estados miembros de Naciones Unidas, sin excepciones, a rechazar cualquier negación del Holocausto como un evento histórico total o parcialmente y cualquier actividad destinada a ese propósito”. Son modestas contribuciones, pero son los pasos que estamos en disposición y que tenemos la voluntad de dar, sintiéndonos que así estamos acompañando a una sociedad como la argentina que tiene una firme convicción de evitar la negación del Holocausto y la repetición de cualquier forma de genocidio o crimen masivo. 11 Discurso del Ministro de Educación, Daniel Filmus Muy buenas tardes a todas y todos, Sr. Canciller, Sr. Secretario de Estado, Sr. Presidente de la DAIA, Sr. Presidente de la AMIA, Sres. Embajadores, Sra. Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela De Carlotto, Sra. Presidenta del Inadi, amigas y amigos. Realmente para el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, para el Gobierno argentino, para las autoridades que estamos aquí, es un honor realizar este acto y, al mismo tiempo, un gran compromiso lle var adelante las tareas que la Comisión por la Conmemoración del Holocausto nos e xige. Est amos dando lugar a un pensamiento que seguramente muchos de los que están aquí han leído y que hemos estudiado como educadores, de Tehodor Adorno. Él planteaba hace mucho tiempo que “si hubiere que 12 encontrarle un sentido a la educación es e vit ar que Auschwitz se repita”. Este elemento nos parece que es central porque es verdad que los sistemas educativos son aquellas instituciones destinadas a transmitir de generación en generación aquellos conocimientos, pero también aquellos valores que nosotros creemos que tienen que perdurar en la humanidad. El sistema educativo argentino ha decidido en múltiples ocasiones que el Holocausto, que la Shoá, que la memoria tiene que conformar uno de los elementos fundamentales de las nuevas generaciones en nuestro país y que este compromiso con la memoria tiene que ser uno de los hechos fundamentales que formen una generación humanista, una generación sensible, solidaria, que acepta la diversidad. Quiero señalar que Argentina es el único país en la región que ya antes de que hubiera sido estipulado este día por las Naciones Unidas, había definido para todo su sistema educativo en el Consejo Federal de Educación, hace unos años, que el 19 de abril iba a ser conmemorado en las escuelas como el Día de la Diversidad Cultural, que es el día del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. Es el día también para valorizar a aquellos que se levantaron contra el genocidio nazi y realmente est a tradición que tiene la Argentina en cuanto a la formación de las nuevas generaciones, como decía recién el Canciller, tiene que ver también con los dolores que a nosotros nos han ocasionado como país. Y no podemos permitir de ninguna manera, como también fue señalado, que esto sea negado y, como decía Moisés recién, “cuento mi historia para que no se repita”. Si tiene algún sentido contar la historia es para que no se repita. Pero no se trata solo de contar la historia, no se trata solo de trasmitir memor ia, sino que se trata de generar la indignación de nuestros chicos, de nuestros jóvenes, de despertar el sentimiento que va mucho más allá de la memoria y que genera la posibilidad de que efectivamente tengamos en nosotros las condiciones para que nuestros chicos, que nuestros jóvenes, nuestros adolescentes se levanten una y otra vez contra todo intento de negar el Holocausto y se levanten una y otra vez contra todo intento de eliminar la dignidad de los seres humanos sobre esta tier ra. Y, per mít anme señalar que, como parte de los com- promisos que la Cancillería ha encabezado en la última reunión de Budapest, la Argentina está cumpliendo estrictamente el papel, no sólo de capacitar a los docentes de todo el país -porque para poder trasmitir esto a las aulas, los docentes, los 880.000 docentes argentinos, son los actores fundamentales- sino que en la última reunión del Mercosur que se realizara hace poco más de un mes, Argentina asumió el compromiso también de llevar esta capacitación hacia otros países de la región por la experiencia, por el trabajo, y por lo que hemos desarrollado en este tiempo para que efectivamente esto no quede circunscrito a la Argentina como único país latinoamer icano que participa del Grupo, sino que los podamos llevar a absolut amente todos países del Mercosur y de la región. Esto nos parece que es fundamental, nos parece que es decisivo, e insisto que es un 13 honor poder realizar esta reunión aquí, es un honor poder compar tir este momento de memoria, pero también es un compromiso fuer te con el futuro. Uno de los momentos más emocionantes, uno de los momentos más duros que pasé en mi vida, ha sido la visita que hicimos con el Presidente de la Nación en ocasión de ir a Alemania, hace poco más de dos años, cuando fuimos al campo de concentración de Dachau. Una y otra vez teníamos que salir de los lugares a tomar aire con el Presidente, con su señora esposa, con el resto de la delegación argentina porque nos ahogaba, nos sofocaba aquello que estábamos viendo porque no podíamos creer hasta qué punto las atrocidades que come tió el nazismo podían haber golpeado tan fuertemente la dignidad de los hombres; y recibí en aquel momento la indicación precisa del Presidente de llevar a nuestras escuelas esta parte de la historia, con profundidad, no en la memoria de bronce, sino en la educación, en los valores, que es el elemento principal que nos va a permitir a nosotros no repetir estas situaciones, llevarlo hasta el último de nuestros chicos. Nuestras escuelas tienen diez millones y medio de chicos, jóvenes y adolescentes de todos los días. Hay 44 mil escuelas. Cada una de estas escuelas tiene que ser valuarte 14 de la constr ucción de un mundo distinto, de un mundo que nunca más pueda estar sometido a barbaries como el Holocausto. Por eso insisto en utilizar este momento para reafirmar nuestro compromiso. Por eso creemos que el trabajo conjunto con las autoridades de otros organismos est at ales, pero fundamentalmente con las organizaciones que participan del grupo por Argentina como la DAIA, es fundamental; y señalo que realmente a través de materiales específicos, a través de la elaboración de trabajos que estamos realizando, a través de la compra de bibliografía para que las escuelas tengan. Las escuelas argentinas se van convirtiendo de a poco, con el trabajo mancomunado, en baluar tes de la lucha por el humanismo, por la paz y por la no repetición jamás de la Shoá. Sinceramente les agradecemos la presencia a todos ustedes. No es en un día de conmemoración que se resuelven estos temas; sabemos que no es así. Sabemos que es el trabajo cotidiano en las escuelas y en la distribución de valores que ellas significan. Pero creemos que el día de hoy, estar todos juntos, nos da más fuerzas para que desde el lugar que a cada uno le toca realizar su tarea digamos una vez más no, no solo a la Shoá sino a aquellos que la niegan. Homenajes en el interior del país La DAIA filial Tucumán, junto al gobierno de esa provincia y el arzobispado llevaron a cabo un acto el 29 de enero, en la Catedral de la ciudad, en el que se inauguró la muestra “Ghetto e historias compartidas”, que contó con la presencia del gobernador José Alperovich, el arzobispo de Tucumán, Mons. Héctor Luis Villalba, el presidente de la DAIA central, Aldo Donzis; el vicepresidente 4º de la entidad, Jaime Salamon; el presidente de la DAIA filial Tucumán, Osvaldo Aiziczon; la titular del INADI, María José Lubertino, y los embajadores de Rumania, Víctor Micula; de Francia, Frederic du Laurens; y de Israel, Rafael Eldad. En la ocasión, Donzis expresó que “todavía no hay conciencia en la sociedad del horror que significó el Holocausto para la humanidad en el siglo pasado. Por eso estamos abocados a hacer docencia para impulsar campañas contra las manifestaciones antisemitas. Queremos evitar que las próximas generaciones sufran un horror de esta naturaleza”. Asimismo, en Santiago del Estero, la Sociedad Israelita, junto a la DAIA y el ministerio de Justicia, Trabajo y Derechos Humanos llevaron a cabo el 30 de enero un acto en el que se proyectó la película “The Secret” y al que asistieron el ministro Daniel Daives; la presidente de la filial DAIA local, Elena Bumaguin, y el vicepresidente 4º Salamon. El gobernador Gerardo Zamora manifestó que “debemos generar conciencia a través de la participación, del protagonismo y de la educación de todos estos hechos horrorosos que no deben olvidarse, pero que fundamentalmente deben calar muy hondo en la conciencia de los seres humanos para que podamos superar estos dramáticos momentos”. 15 La DAIA es la institución que representa a la comunidad judía argentina y lleva adelante la tarea de preservar los Derechos Humanos erradicando el antisemitismo, la discriminación y la persecución de las minorías. Vela por la seguridad de los integrantes de la comunidad judía y de sus instituciones. Pasteur 633 7º · 4378-3200 www.daia.org.ar · daia@daia.org.ar Esta publicación fue editada por el Departamento de Prensa y Comunicación de la DAIA