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JAINISMO Wenceslao Calvo (13-07-2011) © No se permite la reproducción o copia de este material sin la autorización expresa del autor. Es propiedad de Iglesia Evangélica Pueblo Nuevo JAINISMO Jainismo es el nombre de una de las más importantes religiones de la India. El fundador Relación con el budismo La filosofía jainista Bases en el brahmanismo El sistema y su historia La literatura Estatua de Mahavira, fundador del jainismo. © Dinodia Photo Library El fundador. El origen remoto del jainismo se traza hasta un maestro llamado Parsva, quien vivió en la parte central septentrional de la India en el siglo octavo a. C. y dejó una escuela de pensamiento que no se hizo activa hasta dos siglos más tarde. El fundador inmediato fue Vardhamana, el hijo menor de Siddartha y contemporáneo de Buda. La literatura jainista, siguiendo la tendencia usual de los libros religiosos de exaltar y glorificar al fundador, presenta a los padres de Vardhamana como reyes de una gran ciudad llamada Kundagrama o Kundapura, identificada con la moderna Basukund. La investigación ha mostrado que este lugar era un mero suburbio de la ciudad de Vaisali, la moderna Besarh. Siddartha pudo por tanto haber sido sólo un cabeza de familia de la localidad, aunque estaba relacionado con el rey de Vaisali y con la dinastía Magadha entonces reinante. Vardhamana por tanto perteneció a la casta kshatriya o guerrera, igual que Buda, no a la aristocracia. Las tradiciones le presentan viviendo con sus padres hasta que murieron, cuando su hermano mayor, Nandivardhana, le sucedió como cabeza de familia. Vardhamana tenía entonces 28 años y procuró y obtuvo permiso para entrar en la vida espiritual. Durante 12 años siguió la vida de los ascetas' meditativos, tras lo cual fue reconocido como profeta y habiendo declarado tener el "perfecto conocimiento y fe" fue alabado como Mahavira, "gran héroe", Jina, "vencedor" y saludado con otros títulos indicativos de su logro. Después de ello vivió 30 años, siguiendo la carrera de maestro y asceta, predicando su doctrina y organizando a sus adeptos. Murió en Papa o Pava, la actual Padrsona. Su coetaneidad con Buda está establecida por el hecho de que las tradiciones de los jainistas y budistas se refieren a los mismos contemporáneos, lo que indica la coincidencia de que las religiones surgieron aproximadamente en la misma región, al norte del centro de la India y que el jainismo se hizo activo y logró sus primeras conquistas en una región que comprende la actual Oudh y los distritos de Tirhut y Bihar en Bengala occidental, donde su progreso se puede trazar por inscripciones desde el tiempo de Asoka en el siglo tercero a. C. Relación con el budismo. El surgimiento de las dos líderes religiosos de la misma casta y en la mismo región y período, llevando los mismos títulos, que fueron logrados en prácticamente en la misma manera, usando un tronco común de ideas expresado en una técnica común de nombres y epítetos, fundando organizaciones con formas similares y teniendo cada uno el nirvana como meta de la lucha humana, es un fenómeno que puede bien causar no solo disputa entre los adherentes de las religiones, sino también confusión y perplejidad entre sus estudiantes. Durante mucho tiempo los parecidos entre budismo y jainismo fueron explicados por la suposición de que uno era un cisma del otro, siendo la cuestión de la prioridad ardientemente debatida, pero estudios posteriores aclararon la atmósfera no sólo del asunto de los orígenes, sino del exacto conocimiento de los detalles de las vidas de los fundadores y de las ideas religiosas y filosóficas y las modificaciones de tales ideas, tal como fueron heredadas de la sociedad y religión existente anteriormente al surgimiento de esas dos religiones. De los fundadores se sabe que los lugares de nacimientos fueron diferentes, que la madre de Buda murió cuando era niño, mientras que la de Vardhamana vivió hasta verle alcanzar la madurez; que Buda entró en la vida ascética contra la voluntad de su padre, pero Vardhamana tras la muerte de su padre y con el consentimiento de su familia; que Buda vivió esa vida durante seis años y que desechó sus resultados, mientras que Vardhamana la siguió durante doce años y estimó su ejercicio saludable, continuando la vocación tras alcanzar la santidad. Entre los títulos comunes de los fundadores están Jina, Arhat, Mahavira, Tathagatha, Buda y Paranivrita, cada uno de los cuales está dado a los fundadores en los escritos sagrados de las sectas. Pero cada secta tiene una marcada preferencia por un cierto juego de los mismos, diferente al de la otra. Común a ambas religiones es la adoración de los fundadores; pero en el jainismo esto es consistente con las ideas fundamentales del sistema, mientras que el ideal primitivo del budismo rígidamente lo excluye, habiéndose promovido la práctica por la incapacidad de vivir con el ideal abstracto de la fe budista. Una doctrina fundamental entre ambos grupos es la de Ahimsa o lo sagrado de toda vida. La principal diferencia en este punto entre las dos religiones está en el extremo irracional al que los jainistas la han llevado a la práctica. Los jainistas pueden comer incluso vegetales y frutas sólo mientras no tengan huella de vida, no pudiendo arrancar el vegetal o el fruto, y han de filtrar por una tela el agua que beben. Otras regulaciones prescriben cubrirse la boca y nariz con un paño para que los insectos no puedan ser atraídos con el aliento y morir, usando una escoba según se camina para que nada viviente pueda ser aplastado por sus pies. Los sistemas se han desarrollado según líneas similares, con órdenes de monjes que se imponen severos deberes y comulgantes laicos, de los cuales un menor grado de abstinencia se requiere. Ambos tienen templos de ambiciosa estructura, en la que ponen estatuas de los fundadores y sus discípulos, aunque los de los jainistas son más monumentales. La filosofía jainista. La suposición fundamental de los jainistas es la eternidad de la materia, que es atómica en estructura. El tiempo procede en parejas, cada uno de enorme longitud, en la primera de los cuales la bondad constantemente crece y en la segunda disminuye. Ya que la materia es eterna no hay necesidad de agencia creativa, por lo que los jainistas han sido llamados ateos. Pero rinden adoración a Jina, y de hecho a las deidades hindúes, ya que la predilección nativa hacia el politeísmo tiene en el jainismo, como en el budismo, demasiada fuerza como para que la filosofía la venza. Fente a la eternidad de la materia el jainismo coloca la eternidad de los espíritus individuales. La filosofía jainista es por tanto dualista, frente al monismo espiritual del budismo. Esos espíritus están atados por la acción del karma (los efectos acumulados de todos los hechos en anteriores existencias), pero debido a las diferencias en el modo de concebir la existencia individual, esa acción es estimada de forma diferente al modo budista. Para el budista el alma no es una entidad individual permanente que pasa de un estado de existencia o encarnación a otro, sino un agregado disoluble de cualidades en el que no la individualidad sino el efecto del karma es el factor integrador. Para el jainismo el espíritu humano es una entidad eterna, a la que en sus diversas vidas encarnadas el karma le afecta en su individualidad permanente. Consecuentemente el nirvana adquiere una forma diferente en las dos religiones. Lógicamente en el budismo consiste en la aniquilación del karma como principio integrante, a consecuencia del cual el individuo como tal cesa de existir. En el jainismo el nirvana es la liberación del alma de la unión con el cuerpo y de la relación con la materia, pero el alma continúa existiendo conscientemente. La salvación se logra por las prácticas ascéticas, dirigidas por las tres joyas de la fe recta, el conocimiento recto y la conducta recta. Para el laico son necesarias ocho reencarnaciones para conseguir la liberación, mientras que los ascetas consiguen el mismo resultado por doce años de severa auto-negación, tras lo cual pueden si quieren entrar al nirvana por felo de se. Los monjes están obligados a tomar los cinco grandes votos, prácticamente idénticos con los del budismo. Bases en el brahmanismo. La gran similitud de los dos sistemas y también su mutua desemejanza obligaron a una investigación paciente para dar con las razones de los parecidos y las diferencias. Especialmente la vida religiosa y obligaciones del asceta brahmán pre-jainista han estado bajo investigación. El resultado es el descubrimiento de que el asceta brahmán de tiempos antiguos estaba bajo cuatro de los cinco grandes votos, esto es ahimsa, confianza, honestidad y continencia. Pero además de esos puntos, comunes a los tres sistemas, hay otros establecidos que son claramente pre-jainistas. De este modo se requiere del brahmán recluso que no cambie su residencia durante la temporada lluviosa, siendo limitado en otras temporadas el período de reclusión a un lugar, aunque en los sistemas posteriores los lazos de su estancia variaban; las reglas para vestir en los tres sistemas se reducen prácticamente al mismo fundamento y el ritual brahmán y jainista promueven la eliminación del cabello y la barba. Incluso la filtración del agua para beber es brahmánica y el equipamiento de ropa y cuenco para mendigar es común para brahmanes y jainistas. El jainismo, por tanto, es una de las dos revoluciones contra la enseñanza, ritual y doctrina brahmánica que se formaron en el siglo sexto a. C. y durante diez siglos amenazaron con extinguir la fe paterna. Al igual que el budismo tomó prestado el pensamiento, e incluso mucho de su terminología religiosa y práctica, del brahmanismo. Sus monjes son llamados yatis, un nombre brahmánico para ermitaño y los títulos dados a Jina son comunes en el brahmanismo pre-jainista. El sistema y su historia. Sobre tales bases, en el siglo sexto a. C., en la parte central septentrional de la India, Vardhamana, tras 12 años de ascetismo, impuso su sistema. Su estatus social como un kshatriya le abrió los oídos de los ricos, mientras que su realización de los votos ascéticos y la santidad así obtenida le ganaron la reverencia de los estratos más bajos de la población. Estableció el énfasis usual de los brahmanes sobre el mal en la materia y el valor de la vida ascética como medios de eludirla. Los antiguos votos fueron hechos más rígidos, quedando formulada una teología con su cielo e infierno y nirvana. El sistema rompió con el brahmanismo al hacer sus beneficios extensivos a todas las castas e incluso más allá, aunque se afirmaba que todos los Jinas precedentes (23 en número) eran de la casta guerrera. Sus ascetas fueron llamados Nirgrantha, "libres de ataduras", yatis, "ascetas" o sadhus "santos." Ya que no todos podían seguir el modelo ascético, se hizo provisión para la comunidad laica. Los miembros prometen obediencia al Jina, a la ley y al maestro; por la mañana temprano adoran en el hogar y en el templo la imagen de los Jina, leen y recitan las escrituras, cantan himnos y luego en diferentes tiempos del día practican sus devociones. Entre tanto tienen el privilegio de contribuir al apoyo de los monásticos y reciben el nombre de upasakas o "adoradores" y sravakas u "oídores". Tras ocho reencarnaciones se les promete el nirvana. Para el monje se prescribe una rutina más rigurosa y se le promete una liberación más rápida. Durante la época lluviosa procuran refugiarse en un monasterio de la orden, pues entonces la vida es más abundante y hay peligro de dañarla. Durante los restantes ocho meses, toman el cayado y deambulan descalzos y rapados; no pueden dormir en una cama ni tomar ningún medio de transporte, teniendo como únicas posesiones su ropa, cuenco, escoba y libros sagrados, aunque de hecho no los reconocen como suyos propios. No pueden tocar metal, ni comer fruta o beber vino, no encienden fuego y no se bañan salvo en el agua que ha sido previamente usada por otro y por lo tanto está desprovista de vida. No pueden molestar a los insectos o bichos que atormentan su carne, ni hacer nada que pueda dañar a cualquier vida potencial. Tras doce años pasados en esta manera obtienen su meta y pueden tomar su posesión o continuar en esta vida. Más aún, su disciplina cubre la vida interior al obtener un dominio sobre su propia mente, conciencia y corazón. De este modo quedó establecido el sistema. En el siglo cuarto a. C. diferencias de opinión respecto a la severidad de los mandatos de los Jina sobre las vestiduras dividieron a la religión en dos partes, los svetambaras o "ropas blancas" y los digambaras o "ropas de aire." Estos últimos visten un mínimo de ropas, a veces ninguna y son posiblemente los gymnosophoi de la literatura griega. Los svetambaras tienen tanto monjes como monjas y los digambaras no admiten mujeres a la vida ascética. Los primeros están divididos en siete sectas menores, diferenciándose sólo en puntos menores de fe o práctica. La religión se esparció hacia el este y el sur, quedándose los svetambaras en la parte septentrional y los digamabras se extendieron al sur. Su curso se puede trazar por inscripciones fechadas desde el tercer siglo a. C. hasta que, en el siglo quinto d. C., se encuentran más al sur de la India central. Allí hallaron la oposición de los sabios bramanes Manikka Vasagar y Tiru Nana Sambandha, que lograron detener su progreso en el siglo X. Nunca ha sido una religión misionera en el sentido que el budismo lo ha sido, por lo que sus adherentes han quedado confinados a la península indostánica. Las instituciones son los templos, los monasterios donde los monjes pasan la temporada de lluvias y los hospitales para animales, donde los mutilados e incluso los sanos son cuidados. Los adherentes de la religión poseen una gran acumulación de riqueza, lo que se pone al servicio de la orden. Manuscrito del Kalpa-Sutra. Museo Británico, Londres La literatura. La literatura del jainismo es hasta cierto punto comparativamente desconocida y hasta 1870 casi nada fuera del Kalpa Sutra estaba en posesión de los occidentales. El nombre general correspondiente a la palabra escritura es Siddantha, bajo cuyo término se incluyen seis clases de escritos: Doce Angas, doce Upangas, diez Painnas, seis Ghedasutras, dos sutras sin nombre especial y cuatro Malasutras. Hay constante referencia en esta literatura a una clase de escritos llamados Purvas, o escrituras primitivas, que tomaron forma tal vez ya en el siglo cuarto a. C., pero o bien se han perdido o están incorporados en los Angas. Los Angas son las escrituras autoritativas de los svetambras y la recensión autoritativa tuvo lugar en el siglo cuarto de nuestra era. La lengua es el prácrito, como la mayor parte de la otra literatura hasta donde se sabe; alguna está en gujarati. Cada uno de los Angas tiene partes subsidiarias, tales como son los Brahmanas para los Vedas. El Kalpa Sutra puede ser llamado el manual de los svetambaras. Los jainistas que fueron al sur y desarrollaron una literatura posterior diferente a los Angas, haciendo mucho por la fundación de la literatura en kannada, tamil y telugu; consecuentemente los digambaras tienen sus propios libros sagrados aparte de la secta rival. El conjunto de los Angas reproduce en sus características literarias las tendencias de otros libros sagrados, siendo las distintas partes de diferente mérito, a veces evidentemente fragmentario y cubriendo un largo período en sus fechas de origen. Han sido sometidos a recensión, en el que los esfuerzos armonizadores son claramente detectables. A veces esto incluye secciones de una literatura más antigua, igual que el Pentateuco contiene detalles de antiguos dichos como el himno de Lamec. Más aún, existen comentarios que contienen supuestas citas que no están en los textos existentes, lo que demuestra que algunas partes se han perdido. La codificación tuvo lugar unos 800 años después del origen de la religión.