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Boletín
de la Sierva di Dios
María Lucía
del Corazón
Inmaculato
Nº 24 | Año 8 |
Mayo a Agosto | 2016
La vida de Lucía, Jacinta y
Francisco es una auténtica
señal de la fe en el Dios de
misericordia, que se revela
a todos sus hijos y puede
transformarlos para siempre.
Por otro lado, nos muestra
cómo podemos vivir la misión
de testimoniar a los hombres la
misericordia que abre las puertas
de la conversión.
D. Virgílio Antunes
APARICIONES DEL
ÁNGEL
EN 1916
Un hermoso día, fuimos con nuestras
ovejitas a una propiedad de mis padres
que queda al fondo de dicho monte
mirando al naciente. A media mañana,
comenzó a caer una lluvia menudita,
poco más que orvallo. Subimos la
cuesta de la montaña, seguidos de
nuestras ovejas, buscando una roca
que nos sirviese de abrigo.
Fue entonces cuando por primera vez
entramos en esa cueva bendita…
Allí pasamos el día, a pesar de que
la lluvia había cesado y de que el
sol había aparecido hermoso y claro.
Comimos nuestra merienda, rezamos
nuestro Rosario y no sé si no sería
uno de aquéllos en el que -con el
afán de jugar- acostumbrábamos pasar
las cuentas ¡diciendo sólo las palabras
Ave-María y Padre-Nuestro! Terminado
nuestro rezo, comenzamos a jugar con
piedrecitas.
Llevábamos poco tiempo jugando
cuando un viento fuerte sacudió los
árboles y nos hizo levantar la vista para
ver lo que pasaba, pues el día estaba
sereno. Vimos, entonces, que sobre el
olivar se dirige a nosotros una figura
como si fuese una estatua de nieve que
los rayos del sol convertían en algo
transparente como si fuera de cristal
y de una gran belleza. Al llegar junto
a nosotros nos dice:
- ¡No temáis! Soy el Ángel de la Paz.
Rezad conmigo.
Y arrodillándose en tierra, dobló la
frente hasta el suelo y nos hizo repetir
tres veces estas palabras:
- ¡Dios mío! Yo creo, adoro, espero y
Os amo. Os pido perdón para los que
no creen, no adoran, no esperan y no
Os aman.
Después, levantándose, dijo:
- Rezad así. Los Corazones de Jesús y
María están atentos a la voz de vuestras
súplicas.
Sus palabras se grabaron de tal forma
en nuestra mente, que jamás se nos
olvidaron. Y, desde entonces, pasábamos
largo tiempo postrados así repitiéndolas,
a veces hasta caer cansados.
Hermana Lucía - (Memorias de la Hermana Lucía I)
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EL ÁNGEL
DE LA PAZ
Cuando en una tarde primaveral de
1916, después de su humilde oración,
los pastorcitos avistaron, por encima de
los árboles, «una luz más blanca que
la nieve, con la forma de un joven,
transparente, más brillante que un
cristal atravesado por los rayos del Sol»*,
nada les hizo suponer que aquella luz en
forma humana fuese el heraldo de la Paz
de Dios que los iba a introducir en su
escuela de espiritualidad y de oración.
Era de tal forma inesperado, que
los pequeños pastores se sintieron
arrebatados en la contemplación de
aquella luz inmensa, inmersos en una
atmósfera intensa en la que la fuerza
de la presencia de Dios los «absorbía y
anonadaba casi por completo»*.
Por tres veces los visitará, en la primavera
y verano de 1916, el Ángel de la Paz.
Sus palabras, que se grabaron en el
espíritu de los niños «como una luz que
[les] hacía comprender quién era Dios,
cómo [los] amaba y quería ser amado»*,
hablan del corazón de Dios, un corazón
atento a la voz de los humildes, sobre los
que tiene «designios de misericordia».
Cuando enseña a los niños a rezar,
el Ángel les invita, antes de nada, a
la adoración de ese corazón de Dios,
de donde brotará la fe, la esperanza y
la caridad: «Dios mío, yo creo, adoro,
espero y os amo».
La invitación del Ángel a la postración
revela, a los ojos sencillos de los niños,
que la adoración a Dios nace de esa
actitud humilde de saberse acogido por
el amor primero del Creador. De la
adoración tiene que brotar la entrega
confiada de la fe, la esperanza de quien
se sabe acompañado, y el amor como
respuesta al amor primero de Dios, que
* Memorias de la Hermana Lucía
fructifica en la compasión y en el cuidado
del prójimo.
La última manifestación del Ángel
renueva la invitación a la adoración y
la implementa con una llamada a dar
gracias, a hacer Eucaristía, y a tornarse
don ofrecido por los demás. El Ángel
invita a los niños a adorar profundamente
a la Santísima Trinidad, uniéndose al
sacrificio de Cristo en la reconciliación
de todos en Dios (M 170-171). Después,
les ofrece el Cuerpo y la Sangre de Cristo,
ese Don primero, a la luz del cual ellas
serán invitadas a ofrecerse en sacrificio
por todos los «hombres ingratos», por
todos aquellos que no saben vivir como
quien da gracias.
A partir de entonces, los pastorcitos
han de vivir inmersos en esta adoración
de Dios, con un deseo discreto pero
convencido de transformar sus vidas
en un don ofrecido al Creador por los
demás. Esta es su vocación.
Guion de la visita de la imagen peregrina
de Nuestra Señora de Fátima a las diócesis portuguesas
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REVELACIONES DE
UNA BIOGRAFÍA
OFICIAL PARA
NIÑOS
Portada del libro
“Lucía – la vida de la Pastorcita de
Fátima” es el título de la biografía oficial
para niños sobre la vida de la Hermana
Lucía, que fue religiosa carmelita.
La autora, Thereza Ameal, en una
entrevista a Ângela Roque, de
Renascença, habló sobre el desafío, la
responsabilidad y el gusto que tuvo en
escribir esta obra, que espera pueda
ayudar a niños y adultos a conocer
mejor a la hermana Lucía y el mensaje
de Fátima.
¿Cómo surgió la idea de este libro?
La idea no fue mía, fue la Causa de
la Canonización de la Hermana Lucía
quien contactó conmigo y me invitó a
hacer la biografía oficial de la Hermana
Lucía para niños. Fue una honra y una
alegría increíbles. En ese momento
no medí las consecuencias, ¡contesté
enseguida diciendo que sí! Sólo después
fue cuando pensé ‘oh Dios mío, ¿en qué
me he metido?’.
La mayor parte de los libros que tengo
escritos son para niños más pequeños,
pero este yo diría que es para los que
tienen entre 8 y 13 años. Espero que
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interese y estoy convencida de que va a
interesar a más gente.
Tuve que hacer toda una investigación
sobre la Hermana Lucía, y adoré conocerla
mejor. Tenemos siempre aquella idea de
la pastorcita, pequeñita, del tiempo de las
apariciones, y de repente salta a carmelita
viejita, con gafas, al lado del Papa.
¿Qué es lo que la sorprendió más, que no
supiese, en esa búsqueda que hizo?
Ella era una pastorcita de la sierra, y la
última cosa que yo esperaba era que supiese
nadar. Además, no sólo sabía nadar muy
bien, sino que en una ocasión en la que
estaba pasando unos días de descanso en
la playa, porque estaba enferma, se lanzó
al mar y salvó a dos niños. ¡Fue un acto
heroico! Por eso hay un capítulo que se
titula “Lucía heroína”, porque yo quise
escribir sobre eso. Otra cosa es que la
mayor parte de las personas no sabe que
ella era muy divertida, ¡con un gran sentido
del humor!
Me basé en las memorias de la Hermana
Lucía, en el libro “Un camino bajo la mirada
de María”, y tuve el privilegio increíble de
contar con la colaboración de las hermanas
carmelitas y oír episodios que la mayor parte
de las personas nunca oyó hablar.
¿Cuáles fueron las principales dificultades?
Siendo una biografía oficial no podía
haber omisiones. Pero, hablar del mensaje
de Fátima en un lenguaje teológicamente
correcto y, al mismo tiempo, comprensible
para niños, fue un desafío.
Otro fue el hacer un libro que no
fuese demasiado grande, contando casi
100 años de vida. Y también hablar
de la conversión de Rusia, para una
generación que ya nació después de la
caída del muro de Berlín, y hasta hablar
de su opción por la vida carmelita,
por la vida contemplativa, porque a
veces ni los mismos católicos adultos
comprenden esta elección.
¿Qué es lo que fue más difícil?
El libro tenía que tener el máximo
contenido posible, pero de una manera
condensada, y al mismo tiempo debía
ser alegre y divertido, para niños.
Estamos hablando del mensaje de
Fátima, donde hay mucha oración,
penitencia, obediencia a Dios, sacrificio,
conceptos
todos
completamente
fuera de lo que tenga que ver con la
educación de los niños de hoy en día,
demasiado protegidos de todo lo que
sean dificultades de la vida. Hablar de
todo esto de una manera que fuese
atractiva no era fácil, pero pienso que
quedó bien explicado, también gracias
a las ilustraciones de Pedro Rocha e
Mello, que es mi sobrino. Ayudan a
comprender la historia que está siendo
contada. Y también exigieron mucho
trabajo de búsqueda, para ver cómo
las personas se vestían en esa época.
¿Es importante hablar de Lucía a los
niños de hoy?
¡Lo más posible! Además, el mensaje de
Fátima es intemporal y yo pienso que es
muy bueno que ahora se hable mucho
sobre Lucía, los Pastorcitos y el mensaje,
porque todo esto pasó en Portugal y me
parece que los portugueses están muy
olvidados de las llamadas que Nuestra
Señora hizo, que son sobre todo por
la paz.
Presentación del libro el día 13 de febrero, en el Memorial
de la Hermana Lucía, hecha por el ilustrador Pedro Rocha
e Mello, la Vice Postuladora Sor Ângela Coelho, la autora
Thereza Ameal y Henrique Mota, editor de Lucerna.
Y nosotros estamos en un tiempo en que
más que nunca es preciso rezar por la paz.
Y que haya, como Nuestra Señora decía,
quién se sacrifique por aquellos que están
lejos y se puedan aproximar, se puedan
convertir. Hay muchas cosas que es Dios
quien las hace, pero también quiere
nuestra ayuda y nuestra cooperación.
¿Va a ser editado en otros países?
Sé que en Polonia ya está con fecha
de publicación, se va a hacer. Y se está
preparando la edición en español, inglés e
italiano. Hubo también un gran esfuerzo
para que el libro tuviese un precio muy
accesible. Es un libro con casi 100
páginas, todas ilustradas, por 10 euros.
Lo que era importante para todos los
interesados, y para las carmelitas que
me pidieron hacerlo, era que llegase a
todas las manos, no sólo a las de los
niños con capacidades financieras y más
posibilidades, sino a todos.
5
GRACIAS
T
engo una hija que está casada hace 12 años y, con gran tristeza mía,
no tenía hijos. Dos familias amigas y yo hicimos dos novenas para
que ella consiguiese quedar embarazada, gracias a la intercesión
de la Hermana Lucía, y nuestra petición fue oída y mi hija ya está desde
diciembre con semanas de embarazo y todo está yendo muy bien. Estamos
todos muy felices y muy agradecidos a la Hermana Lucía.
Eugénia Mateus | Portugal
U
n amigo de mi nieto se puso muy enfermo, fue hospitalizado y estuvo
en coma por dos días. El día en que él entró en coma comenzamos
a rezar para que mejorase y me acordé de pedir la intercesión de la
Hermana Lucía ante Dios y Nuestra Señora. Al día siguiente ya abrió los ojos,
los médicos descubrieron que él tenía una hepatitis muy grave, pero gracias
a Dios y a la intercesión de la Hermana Lucía está mejorando, por eso vengo
a agradecer muy sinceramente esta gracia.
Praxede Tissera | Sri Lanka
H
ace algunos años, al hacerme una radiografía mamaria, me fue
diagnosticada un cáncer ductal (cáncer de mama) “in situ”. Como
consecuencia de este diagnóstico y después de la consulta con
el especialista, fui internada en el hospital con vistas a una intervención
quirúrgica. Fue en este momento cuando recurrí a la Hermana Lucía,
pidiendo su intercesión ante Nuestra Señora de Fátima para que no
tuviese nada maligno en mi seno. Cuando entré en el servicio de radiología
para la colocación del arpón con vistas a la cirugía para quitar el tumor,
el radiólogo, después de una búsqueda rigurosa, repetida y exhaustiva,
utilizando rayos X, no pudo encontrar ninguna formación anormal en mi
seno. Por este motivo terminé por no entrar en la sala de operaciones. La
resonancia magnética efectuada en la secuencia de estos eventos, en el
mismo hospital, confirmó la inexistencia de la patología antes detectada.
Todos los exámenes que he hecho regularmente hasta el presente no han
vuelto a presentar los primeros indicios, para sorpresa de los médicos.
Pienso que debía comunicar estos hechos, que, para mí, se deben a la
intercesión de la Hermana Lucía, a quien agradezco y de los cuales doy
testimonio por este medio.
Maurília Augusta Araújo | Portugal
6
A
gradezco profundamente la intercesión de la Hermana Lucía
que me alcanzó de Dios y de Nuestra Señora una gran gracia.
Después de quedar viuda, entre muchos problemas que tuve que
enfrentar, mi hijo y mis dos hijas tuvieron una pelea en la que parecía
que quedarían irreconciliables. Pedí mucho a Dios por intercesión de
la Hermana Lucía su unión, lo que ocurrió pasado algún tiempo de una
manera muy serena y ahora son de nuevo amigos.
Irene Coelho | Brasil
E
nvío una limosna para ayuda de la Causa de Beatificación de la Hermana
Lucía y como agradecimiento de la gracia que ella me alcanzó de Dios.
Estaba muy enferma a causa de un infarto que sufrí recientemente,
cuando una noche volví a sentir un terrible dolor y dificultad para respirar.
Recé mucho a la Hermana Lucía y le pedí que me ayudase. Gracias a Dios y
a su intercesión mejoré y no volvió a repetirse el dolor.
Maria Rita Ribeiro | Portugal
H
ace algunos años diagnosticaron a mi hijo una leucemia y desde
ese tiempo comencé a pedir su curación. Cuando encontré una
estampa de la Hermana Lucía en la capilla del hospital donde
él fue internado comencé a pedir su ayuda e intercesión y, desde
entonces, rezo todos los días la oración pidiendo su beatificación. Los
médicos hicieron un trasplante de médula a mi hijo y todo salió bien, él
se recuperó rápidamente y continúa yendo todo bien. Yo confío mucho
en la Hermana Lucía y sé que, junto a Dios, nos continuará ayudando.
Maria José Carnota | La Coruña
D
espués de haber pedido la ayuda de la Hermana Lucía, en 4 meses,
conseguí que se resolviese un problema de legalización de un predio
cuya escritura estuvo para hacerse durante un año y medio y siempre
aparecían obstáculos diferentes. Agradezco esta gracia obtenida con la
ayuda de la Hermana Lucía.
Conceição Carreto | Portugal
V
engo a comunicar dos gracias que me fueron concedidas por
intercesión de la Hermana Lucía. Estuve dos años en Brasil y llevé
algún dinero de mis ahorros. Al fin de ese tiempo regresé, pero
el dinero se quedó allí y pasaron varios meses sin que consiguiese
recuperarlo. Estaba ya afligida, pues pensaba que iba a quedarme
sin él y me hacía falta. Fue cuando me llegó a las manos la estampa
de la Hermana Lucía y le pedí ayuda con mucha fe, pasados cuatro
meses conseguí recuperar todo el dinero. Pedí también la ayuda de
la Hermana Lucía para una amiga mía que había terminado el curso
superior hacía un año y no conseguía encontrar empleo, en poco
tiempo ella consiguió quedar colocada en el empleo que deseaba.
Elvira Rosário Grilo | Portugal
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SEÑAL DE FE
EN EL DIOS DE
MISERICORDIA
Extracto de la homilía de la Misa del 11º
aniversario de la muerte de la Hermana
Lucía, a 13 de febrero de 2016, en el
Carmelo de Santa Teresa, Coímbra
La página del Evangelio de S. Lucas
(5, 27-32), que escuchamos, nos da a
conocer el centro del mensaje y de la
misión de Jesús: Yo he venido a llamar a
los pecadores, para que se arrepientan.
Al llamar al publicano Levi, sentado en
el despacho de impuestos, un hombre
mal visto por la sociedad y un pecador,
Jesús manifiesta en primer lugar lo que a
continuación iba a decir: Yo no he venido
a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Cuando pensamos en las apariciones de
Nuestra Señora en Fátima, nos parece
ver claramente actualizado este misterio
de gracia narrado por el Evangelio. Como
enviada de Dios, Ella viene al encuentro
de la humanidad pecadora, trae la
mirada triste y en el corazón cercado
de espinas el sufrimiento de Dios que
vio la miseria de su pueblo, trae en su
rostro dibujado la mirada misericordiosa
del Padre que se conmueve con sus
hijos perdidos y está dispuesto a
perdonar hasta la milésima generación.
Los Tres Pastorcitos contemplan por
gracia esa mirada tierna de la Madre
que refleja la mirada de Dios. Como
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niños totalmente desprovistos de poder,
se dejan transformar por dentro, acogen y
aceptan la fuerza del Amor, que cambia,
convierte y salva, se ponen en camino
confiados en la palabra reveladora
del corazón de Dios por medio del
corazón de la Madre de Misericordia.
Las llamadas repetidas de sacrificios
y oraciones por la conversión de los
pecadores se vuelven la principal causa
de sus vidas. La perdición mayor sólo
encuentra salida en el amor mayor, el
arrepentimiento es el signo humano de
la fe en Dios que llama a los pecadores
para que se conviertan y vivan.
“De todo lo que podáis, ofreced a Dios
sacrificio en acto de reparación por los
pecados con que Él es ofendido y de
súplica por la conversión de los pecadores”
(Segunda Memoria de la Hermana
Lucía). La petición de la Virgen María
entra en el corazón de los Pastorcitos
como Palabra de Dios, de tal modo que
se convierte en la motivación central
de sus vidas y hace de ellos humildes
siervos del Evangelio de la misericordia.
La vida de Lucía, Jacinta y Francisco es
una auténtica señal de la fe en el Dios
de misericordia, que se manifiesta a
todos sus hijos y puede transformarlos
para siempre. Por otro lado, nos muestra
cómo podemos vivir la misión de
testimoniar a los hombres la misericordia
que abre las puertas de la conversión.
No cesamos, por eso, de pedir el don
de su canonización, para que la luz
de Dios que brilló en sus vidas se
torne más refulgente en medio de las
tinieblas de nuestro mundo, para que
los hombres se conviertan y sean salvos.
D. Virgílio Antunes, Obispo de Coímbra
MEMORIAL
DE LA HERMANA LUCÍA
Con el fin de dar a conocer mejor la vida de la Hermana Lucía,
especialmente mientras Carmelita y exponer algunas de sus objetos personales, el
Carmelo de Santa Teresa creó un espacio que alberga el legado de aquella que de aquí
ha elevado al cielo, tantas oraciones y sacrificios por toda la humanidad, a través de la
difusión del Mensaje de Fátima y de la devoción al Corazón Inmaculado de María.
HORARIO:
de Martes a Viernes
10.00 horas - 12.00 horas
15.00 horas - 18.00 horas
Sábados, Domingos y Festivos
15.00 horas a 18.00 horas
Cerrado los Lunes.
Del 1 de noviembre al 1 de abril el horario
de tarde es desde las 14.00h a las 17.00 h.
Reservas de grupos:
Telef. (00351) 239 781 638
memorialirmalucia@carmelitas.pt
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MEMORIA DE LA
MARCADOR LAMINADO
HERMANA LUCÍA I
Conjunto de 5 marcadores
Autor: Hermana Lucía
Editor: Secretariado dos Pastorinhos
Nº de páginas: 237
Precio: 6.00 €
MEMORIA DE LA
HERMANA LUCÍA II
Autor: Hermana Lucía
Editor: Secretariado dos Pastorinhos
Nº de páginas: 194
Precio: 5.00 €
Precio del unidad: 0,50 €
LLAMADAS DEL MENSAJE
DE FÁTIMA
Autor: Hermana Lucía
Editor: Carmelo de Coimbra
e Santuário de Fátima
Nº de páginas: 300
Precio: 7,50 €
POSTALES
Conjunto de 12 tarjetas postales
con imágenes de la Hermana Lucía
en una portada desplegable.
CÓMO VEO EL MENSAJE
Autor: Hermana Lucía
Editor: Carmelo de Coimbra e
Secretariado dos Pastorinhos
Nº de páginas: 63
Precio: 2.00 €
EL ROSARIO CON SOR LUCÍA
Autor: Hermana Lucía /
Carmelo de Coimbra
Editor: Edições Carmelo
Nº de páginas: 88
Precio: 3.00 €
UN CAMINO BAJO
LA MIRADA DE MARÍA
Autor: Carmelo de Coimbra
Editor: Edições Carmelo
Nº de páginas: 496
Precio: 20.00 €
10
Precio del conjunto: 4,00€
Se pueden solicitar para:
 Carmelo de Santa Teresa,
Rua de S. Teresa, 16
3000-359 Coimbra
PORTUGAL
causabeatificacaolucia@lucia.pt
N.B: El precio de los libros se incrementa los portes de correo.
Este boletín se distribuye gratuitamenteA
quien desee colaborar en los gastos de la
Causa de Beatificación de la Sierva de Dios
Hermana Lucía, le agradecemos el envío de
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3000-359 Coimbra - Portugal
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N.I.B. 0007 0000 00768392485 23
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SWIFT/BIC: BES CPTPL
Gracias a todas las donaciones recibidas. El
primer sábado de cada mes y cada día 13
la Eucaristía en el Carmelo de Coimbra es
ofrecido por las intenciones de todos aquellos
que están ordenados a la intercesión
Sor Lucía.
BIOGRAFIA
Lucía Rosa dos Santos, nació en Aljustrel,
parroquia de Fátima, el día 28 de marzo de 1907.
En compañía de sus primos, los Bienaventurados
Francisco y Jacinta Marto, recibió por tres veces
la visita de un Ángel (1916) y por seis veces la
visita de Nuestra Señora (1917), que les pidió
oración y penitencia en reparación y por la
conversión de los pecadores.
Su especial misión consistió en divulgar la
devoción al Corazón Inmaculado de María como
alma del mensaje de Fátima.
Ingresó en la Congregación de Santa Dorotea, en
España, donde se dieron las apariciones de Tuy y
Pontevedra.
Deseando una vida de mayor recogimiento para
responder al mensaje que la Señora le tenía
confiado, entró en el Carmelo de Coimbra,
donde se entregó más profundamente a la
oración y al sacrificio. Nuestra Señora vino a
buscarla el día 13 de febrero de 2005 y su cuerpo
reposa en la Basílica de Fátima desde el día 19 de
febrero de 2006.
Site www.lucia.pt
E-mail causabeatificacaolucia@lucia.pt
ORACIÓN
PARA PEDIR
LA BEATIFICACIÓN
DE SOR LUCÍA
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, os adoro profundamente y os
agradezco las apariciones de la Santísima
Virgen en Fátima para manifestar al
mundo las riquezas de su Corazón
Inmaculado. Por los méritos infinitos
del Santísimo Corazón de Jesús y del
Corazón Inmaculado de María, os pido
que, si es para vuestra mayor gloria y bien
de nuestras almas, os dignéis glorificar
ante la Santa Iglesia a la Hermana Lucía,
pastorcita de Fátima, concediéndonos,
por su intercesión, la gracia que os
pedimos. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Gloria.
Con autorización eclesiástica
Se ruega a quienes obtengan gracias por su
intercesión las comuniquen al
Carmelo de Coimbra.
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Dios mío, yo creo.
Estábamos en Primavera de 1916…
La primera llamada, que Dios nos
dirige aquí por medio de Su enviado,
es una llamada a la Fe: Dios mío, ¡yo
creo!
La fe está en la base de toda la vida
espiritual. Es gracias a la fe que
creemos en la existencia de Dios,
en Su poder, en Su sabiduría, en Su
misericordia, en Su obra redentora,
en Su perdón y en Su amor de Padre.
Es por la fe que creemos en la Iglesia
de Dios, fundada por Jesucristo, en la
Doctrina que ella nos transmite y por
medio de la cual seremos salvos.
Es por la fe que vemos a Cristo en
nuestros hermanos, que los amamos,
servimos y ayudamos, cuando
precisan de nuestro auxilio.
Y es por la fe cómo nos viene la
certeza de la presencia de Dios en
nosotros; de que estamos siempre
bajo la mirada de Dios. Es esta
mirada de Luz, omnipotente e
inmensa, que se extiende por todas
partes, que todo lo ve, todo lo
penetra, con nitidez única y propia
sólo del Sol Divino, contra la cual el
sol, que vemos y nos alumbra, no es
más que un pálido reflejo, una tenue
centella salida de la Luz del inmenso
Ser que es Dios.
Hermana Lucía
Llamadas del Mensaje de Fátima
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María Lucía
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