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¿Por qué, a quiénes y cómo disminuir los efectos de las radiaciones ionizantes de la tomografía computarizada en niños? Why, to Whom and How Minimize the Effects of Ionizing Radiation from CT Scans in Children and Infants? Hugo Hernán Ferreira Traslaviña1 José Luis Rodríguez Pérez2 Palabras clave (DeCS) Radiación ionizante Tomografía Efectos adversos Key words (MeSH) Radiation, ionizing Tomography Adverse effects Resumen El objetivo de este artículo es describir diferentes aspectos que influyen en el manejo de las dosis de radiación ionizante en la tomografía computarizada en niños, el estado actual de sus efectos secundarios, quiénes son responsables y cuáles son las herramientas existentes para disminuir este potencial problema. Se realizó extensa revisión de la literatura médica respecto a los factores físicos que influyen en la dosis de radiación de la tomografía computarizada en niños, cómo se mide, cuáles son y cuál es el estado actual de sus efectos secundarios, así como las herramientas disponibles que existen para disminuir esta dosis sin pérdida de su capacidad diagnóstica. Se concluye que el potencial carcinogénico del exceso de las radiaciones ionizantes sobre el tejido humano es una realidad. La incidencia de los cánceres inducidos por la radiación ionizante durante estudios de imágenes diagnósticas ha aumentado. Existen muchos factores que influyen en la dosis de radiación de la tomografía computarizada, los cuales podemos optimizar y así disminuir potencialmente el riesgo carcinogénico de este problema. La reducción en las dosis de radiación es responsabilidad, principalmente, de médicos remitentes, tecnólogos y las empresas manufactureras de los equipos de rayos x. Summary 1 Médico radiólogo. Especialista en Radiología Pediátrica. 2 Médico residente de Radiología, III año, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 2626 The objective of this article is to describe different aspects influencing the handling of ionizing radiation dose from computed tomography in children, its side effects, who are responsible and what are the tools to minimize this potential problem. An extensive review of the literature with regard to physical factors that influence the radiation dose from computed tomography in children, how is measured and what is the current state of its side effects, and the tools that exist to reduce radiation dose without loss of diagnostic performance. The carcinogenic potential of the excess of ionizing radiation on human tissue is a reality. The incidence of cancers induced by ionizing radiation in studies of diagnostic imaging has increased. There are many factors that influence radiation dose from computed tomography; its adequate use can optimize and reduce the potential carcinogenic risk of this problem. Radiation dose reduction is the main responsibility of referring physicians, radiologists, technologists and x ray equipment manufacturer industry. artículos de revisión Introducción Los beneficios de las imágenes diagnósticas son cada vez mayores y su calidad es cada vez mejor con el pasar de los años. Esto ha facilitado el diagnóstico de muchas patologías y, de esta forma, abordarlas de manera más temprana, para evitar complicaciones. Para ello, desde hace más de un siglo se viene usando la radiación ionizante como herramienta diagnóstica, y uno de los métodos más solicitados por su exactitud diagnóstica es la tomografía computarizada (TC). La TC ha pasado por una gran transición, desde los equipos de primera generación hasta los equipos con multidetectores, actualmente utilizados, que permiten realizar exámenes en menor tiempo, así como reconstrucciones multiplanares y tridimensionales de excelente calidad. Sin embargo, pese a los grandes beneficios, no se puede desconocer que este método de diagnóstico ha llevado a un aumento progresivo en la exposición de los pacientes a radiaciones ionizantes, debido al mayor número de solicitudes médicas, que crecen día a día. Así es como en la década de los ochenta el número de exámenes de TC era de 3.000.000 y en el 2005 fue de 60.000.000 (1-5). El resultado son dosis de radiación acumulada en cada paciente, que aumentan el riesgo de desarrollar neoplasias inducidas por radiación (6). Oficialmente, los rayos X se han clasificado como carcinogénicos por la Agencia de Investigación en Cáncer, de la Organización Mundial de la Salud; la Agencia de Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, y el Instituto de Nacional de Ciencias de Salud Ambiental, de Estados Unidos (1,7-9). El estudio más ampliamente divulgado y conocido respecto al efecto carcinogénico de las radiaciones ionizantes es el de los sobrevivientes de la bomba atómica en Japón. Se ha establecido que existe un incremento estadísticamente significativo de cáncer a dosis que excedan los 50 milisiévert (mSv), aun cuando existe controversia en relación con exposiciones inferiores a este valor. Si se tiene en cuenta que muchos exámenes de TC tienen dosis efectivas que oscilan entre los 10 y los 25 mSv por cada estudio y que muchos pacientes tienen múltiples estudios, ellos estarían expuestos a dosis superiores a los 50 mSv. Este análisis ha propiciado que la Comisión Internacional de Protección Radiológica haya reportado que las dosis de los exámenes de TC se están aproximando o están excediendo las dosis de radiación que han mostrado ser carcinogénicas (1). En el mismo sentido, Berrington de González y Darby, en un estudio del 2004, sugieren que la exposición a radiaciones ionizantes de uso médico es la responsable de aproximadamente 1% de los cánceres en Estados Unidos (1,10). Otro estudio reciente, realizado por Sodickson y colaboradores, acerca de la relación entre las dosis de radiación acumuladas recibidas por TC y el desarrollo de cáncer, confirma que los pacientes con mayor número de TC son un grupo de riesgo, en los que aumentan las probabilidades de desarrollar una neoplasia (11). Estas cifras pueden aumentar debido al mayor número de exámenes realizados hoy en día y teniendo en cuenta que las neoplasias inducidas por cáncer suelen manifestarse entre una y dos décadas después. Actualmente existen muchas preguntas sin responder acerca de cómo la radiación puede causar efectos nocivos en un paciente; sin embargo, Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33 algunas teorías lo explican como alteraciones en el ácido desoxirribonucleico; otras, como aberraciones cromosómicas, y otras más, como mutaciones genéticas (12). Hasta el momento, este problema ha sido subestimado por los médicos, quienes esperan obtener imágenes muy detalladas sin tener en cuenta la dosis de radiación que pueda recibir el paciente. Esta situación se ha acentuado más en la última década, por el uso de la TC multicorte, la cual, por sus excelentes imágenes, lleva a mayor demanda de este método diagnóstico (1,13). Unidades medida de la radiación en TC Es importante conocer las medidas de radiación utilizadas en TC para así entender las dosis de radiación y sus riesgos potenciales. Las medidas utilizadas son la dosis absorbida, la dosis equivalente efectiva y los índices de dosis. Estas son determinadas por phantoms para finalmente obtener el índice de dosis del TC (CTDI, por su sigla en inglés) y dosis por longitud del producto (DLP), es decir, la dosis de radiación recibida de acuerdo con la longitud del área irradiada. La dosis absorbida se mide en grays (Gy) y representa la dosis absorbida por un órgano específico, lo que permite proyectar efectos biológicos y riesgos sobre ese tejido. La dosis equivalente es medida es siéverts (Sv), y es el producto de la dosis absorbida y el factor de calidad. Este factor depende del tipo de radiación —por ejemplo, en TC el factor es 1,0—. La dosis equivalente es usada para calcular la dosis equivalente efectiva. La dosis equivalente efectiva es la suma de los productos de cada dosis equivalente y un factor de susceptibilidad independiente en cada órgano, es decir, la dosis de exposición regional o general que hubo en el examen. Adicionalmente, esta medida sirve para comparar la dosis utilizada en diferentes partes del cuerpo (por ejemplo, en un tórax y en una mano). Igualmente sirve para comparar las dosis de radiación de dos exámenes diferentes como una TC frente a una radiografía simple. Sin embargo, esta medida está sujeta a operaciones matemáticas individuales en cada paciente. Por esto hay medidas que son calculadas automáticamente por el programa del computador del tomógrafo y que se deben tener en cuenta. Estas medidas son el CTDI y la DLP (14). El CTDI es medido en miligrays (mGy) y representa la dosis de radiación en un corte simple de TC, el cual se determina usando un phamtom de longitud estándar (generalmente de 16 o 32 cm). El CTDI vol es actualmente más utilizado, ya que incluye el pitch en la medida. La DLP es medida en mgy × cm y es el producto de la longitud escaneada y el CTDI vol. Es útil porque no nos da la medida de un solo corte, sino la longitud total de la región anatómica examinada (15,16). Equivalencias Existen tablas de equivalencia que comparan la dosis de radiación de varios procedimientos de radiología médica: la de TC de cráneo, la de TC de tórax, la de TC de abdomen y la de la radiografía simple de tórax, que nos pueden dar equivalencias objetivas de las dosis de radiación que se reciben por cada TC y calcular el efecto que podría 2627 provocar el uso indiscriminado del TC, si se tiene en cuenta su potencial carninogénico (17) (Tabla 1). Tabla 1. Equivalencias de dosis entre diferentes estudios de radiografía convencional comparadas con algunos estudios de TC y la radiación natural (18-21) Procedimiento diagnóstico Equivalente en número de radiografías de tórax Equivalente a radiación natural < de 0,01 < de 0,5 < de 1,5 días 0,02 1,0 3 días 0,07 3,5 11 días 0,70 35,0 4 meses 1,30 65,0 7 meses 0,70 35,0 4 meses 1,00 50,0 6 meses 1,50 7,00 75,0 350,0 8 meses 3,2 años 2,50 125,0 14 meses 2,30 115,0 1 año 8,00 400,0 3,6 años 10,00 500,0 4,5 años Dosis efectiva (mSv) Radiografía de manos, pies y articulaciones Radiografía de tórax Radiografía de cráneo Radiografía de columna torácica Radiografía de columna lumbar Radiografía de pelvis Radiografía de abdomen Esofagograma Colon por enema Urografía intravenosa TC de cráneo TC de tórax TC de abdomen Población más afectada Todos los pacientes que sean llevados a la realización de una TC están recibiendo radiación ionizante y, así, se someten a los riesgos que esta produce; sin embargo, es importante conocer que por diferentes razones la población pediátrica es la más afectada (22-24). Las dosis de radiación de la TC y sus riesgos potenciales son de mayor importancia en pacientes pediátricos. Ellos tienen mayor peligro de sufrir los efectos de la radiación, por tener un tiempo de vida mucho mayor para desarrollarlos y acumular más dosis de radiación a lo largo de sus vidas, por la mayor sensibilidad de sus órganos y tejidos inmaduros y por la relativa utilización de dosis mayores de radiación cuando se compara con un adulto (25,26). Ejemplo de ello es el estudio de Brener, que estimó un riesgo de mortalidad por cáncer atribuible a un TC simple de 0,18% para el TC de abdomen y 0,07% para el TC de cráneo con protocolo para niño de un año de edad (27). Responsables Se ha reaccionado un poco acerca de esta situación y se ha iniciado una concientización sobre los efectos de la radiación en los pacientes. De esta forma, se sabe que el problema es algo colectivo y que se debe educar a todas las partes del proceso para lograr un resultado (3). Médicos remitentes La educación debe empezar por los médicos tratantes (generales y especialistas), ya que una de las fuentes más altas de radiación innece- 2628 saria es la solicitud de exámenes diagnósticos en casos no indicados. En muchos se puede ver que solicitudes de TC se podrían remplazar con ecografías o, en casos de mayor complejidad, con resonancias magnéticas, a fin de llegar así a un diagnóstico. También podría ser útil difundir la información con cursos en los cuales se hable de la sobreutilización del TC, las verdaderas indicaciones de éste y la concientización y conocimiento de los efectos nocivos de la radiación. Médicos radiólogos Igualmente, los radiólogos deben contribuir a disminuir la radiación en los pacientes. ¿Cómo? Con un conocimiento adecuado de la física de la radiación ionizante, lo cual debe ser mejorado en el entrenamiento de los residentes de radiología. Luego, con la inclusión de preguntas acerca del tema en los exámenes de acreditación de los médicos radiólogos. Después, con el inicio, de manera general y colectiva, de la concientización acerca de los efectos de la radiación —para esto sería útil incluir una sección en las revistas de radiología, sobre la radiación y sus efectos nocivos—. Por último, sería de gran utilidad lograr identificar qué pacientes tienen una alta dosis de radiación acumulada, para evitar realizar ese tipo de estudios en estos pacientes. La decisión, al igual que la responsabilidad sobre el paciente, es únicamente nuestra, por lo cual la decisión final de realizar el examen es nuestra y se debe tener un adecuado criterio para realizarlo o suspenderlo (1,28). Tecnólogos Otro grupo que se debe tener en cuenta para nuestro propósito es el de los tecnólogos, que, en la mayoría de las ocasiones, es el único en tener contacto con el paciente; por esta razón, debe conocer los aspectos relacionados con los efectos biológicos de la radiación ionizante y los riesgos inherentes de ésta, para responder las inquietudes que surjan por parte de los pacientes. Igualmente pueden ser los tecnólogos quienes se den cuenta si la indicación del examen es adecuada o si se le han realizado múltiples exámenes similares. En este punto, su misión es notificar al radiólogo para evaluar la verdadera indicación del examen y, de esta forma, evitar la realización de un examen innecesario o mal indicado. Por último, ellos podrían identificar casos en los que se necesite una protección especial para la radiación, por ejemplo, en niños o mujeres embarazadas; así ellos podrán limitar la radiación con colimación, métodos de protección y disminución de la dosis. Fabricantes y vendedores de equipos Finalmente es importante que estén involucrados en este tema también los fabricantes y vendedores de los equipos, para así tener equipos que proporcionen la misma calidad de imagen con menor dosis de radiación. Teniendo en cuenta estos parámetros, se podrán obtener protocolos de exámenes con adecuada calidad de imágenes y menor dosis de radiación (1). Factores técnicos El equipo de TC está conformado por un tubo de rayos X, que rota alrededor del paciente emitiendo un haz de rayos X colimado, que atraviesa el cuerpo en el plano axial. Estos rayos son recibidos en lado opuesto, por unos detectores. La información recibida por estos detectores depende de la atenuación que hayan tenido los rayos por cada órgano que atravesaron. ¿Por qué, a quienes y cómo disminuir los efectos de las radiaciones ionizantes de la tomografía computarizada en niños?. Ferreira H, Rodríguez J artículos de revisión Escanografía helicoidal muticorte En esta tecnología lo que ocurre es que, a diferencia de los helicoidales simples, ya no es una sola fila de detectores utilizados para obtener datos, sino que ahora se utilizan varias filas de detectores. Para esto se necesita disminuir la colimación del rayo, ampliando su espesor y así se logra, en el mismo tiempo, escanear una longitud mucho más grande del cuerpo. De esta forma, al utilizar muchos más detectores, que van desde 2 hasta 64 (los utilizados en este momento en nuestro medio), se obtienen imágenes con un espesor de corte mucho más fino (0,5 mm), y por medio de reconstrucciones y traslapación, volúmenes con imágenes muy finas, que llevan a reconstrucciones multiplanares y tridimensionales de calidad y resolución cada vez más alta (29). a ¿Cómo disminuir la radiación en la población pediátrica? Inicialmente, se debe conocer que los nuevos escanógrafos, cada vez, tienen mejores métodos para reducir la radiación, entre éstos está el método de modulación de la dosis de radiación según el órgano que se vaya a evaluar. Además de esto, cuenta con cuñas de radiación que ayudan a evitar la radiación dispersa en rayos, que por ser tan débiles no atravesaran el cuerpo completo y por esto no darán ninguna información. Adicionalmente, existen otros métodos para disminuir la radiación, los cuales debemos conocer y aplicar (30-33) (Fig. 1). Sin embargo, debemos tener claro que el problema no es que la TC multicorte aumente la radiación, pues la radiación por paciente es similar a la TC helicoidal con detector único (34), y aunque ha existido controversia acerca de esto, se ha demostrado que con tomógrafos de 8 a 64 detectores, incluso, es menor la dosis de radiación, si se atienden los protocolos sugeridos para cada examen y que mencionamos más adelante (35). Un problema fundamental es el incremento en la solicitud de exámenes y el aumento en la disponibilidad de tomógrafos que lleva a aumentar las dosis acumuladas de los pacientes (36,37). Por lo tanto, en la medida en que las solicitudes de TC sigan incrementándose, los radiólogos y técnicos deben tener el criterio de definir si ese paciente realmente necesita el examen, ya que en más del 30% de los TC solicitados se ha demostrado una indicación errónea (15,38). Sin embargo, este método puede no ser práctico y, en algunos casos, puede llevar a tomar decisiones equivocadas, debido al desconocimiento de la historia del paciente; por esto lo recomendable es establecer una comunicación entre el médico tratante y el radiólogo, y definir la verdadera indicación del examen o la posibilidad de resolver la duda diagnóstica con otro método de imágenes (39). Una vez se confirme la necesidad de realizar el TC, se procede a individualizar los factores técnicos y reducir la dosis de radiación, según la indicación de cada paciente. El factor más importante que debemos modificar es la corriente del tubo (40,41) (Fig. 2). b c Reducción de la corriente del tubo Se puede reducir la corriente del tubo cuando la anormalidad que estamos buscando no es muy detallada y tiene alto contraste —por ejemplo, en la búsqueda de cálculos renales, no es necesario utilizar una corriente tan alta del tubo—. Al disminuir la corriente del tubo, básicamente lo que vamos a obtener es un aumento en el ruido, lo cual nos lleva a disminuir la resolución de la imagen. Esto no sería relevante para ver una litiasis, pero podría serlo si estamos evaluando algo más detallado. Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33 Figs. 1. TC de cráneo del mismo nivel. La imagen (a) con 300 mA, la (b) con 150 mA y la (c) con 50 mA. Se demuestra que reduciendo la radiación incluso una sexta parte podemos obtener imágenes adecuadas, con buena resolución y óptima diferenciación anatómica, lo que confirma ser un estudio suficientemente diagnóstico. 2629 a b Fig. 2. TC de abdomen. Obtenidas con 150 mA (a) y 341 mA (b). Aunque en la imagen (a) vemos algo de ruido, sigue siendo un estudio diagnóstico, sobre todo en casos en que no se busca patología de detalles muy finos, como calcificaciones. Igualmente, podemos modificar los factores técnicos según el órgano que vayamos a examinar. Así es como en la exploración de pulmón no necesitamos tanta corriente y podemos disminuir los parámetros de radiación. Por último, debemos tener en cuenta el tamaño del cuerpo que va a ser examinado de esta forma, pues en un paciente pediátrico la dosis debe ser considerablemente reducida, según el peso, disminuyendo hasta un 50% de la dosis de un adulto en un paciente pediátrico. Al disminuir en un 50% el miliamperio (mA), estamos disminuyendo proporcionalmente en un 50% la dosis total de radiación (25). Existe otro parámetro que puede llevar a disminuir la dosis de radiación, que es el pitch, esto es, la distancia que avanza la mesa en una rotación del gantry, pues al aumentar el picth al doble, se reducirá la dosis de radiación a la mitad, a la vez que el tiempo de exploración baja a la mitad. Un estudio demostró que el aumentar el pitch de 1:1 a 1:1,5 reducía la dosis en un 33% (24,42). El otro factor técnico que ayuda a disminuir la dosis de radiación es el kilovoltio (kV), que determina la energía de los protones; sin embargo, disminuir el kV no es un parámetro muy utilizado, ya que si el rayo queda con energía insuficiente, podría perder su capacidad para obtener imagen y, además, aumentar la radiación dispersa, el ruido y el contraste (6, 21) (figs. 3 y 4). Teniendo en cuenta el problema que se ha discutido acerca de la radiación ionizante en la población pediátrica, se están implementando nuevas políticas para disminuir la dosis de radiación en cada paciente. Inicialmente el Instituto de Medicina y el Colegio Americano de Radiología, en Estados Unidos, inició campañas para disminuir la radiación, pues realizó encuestas que encontraron que sólo el 13% de los padres de los niños que iban a ser llevados a escanografía entendían el riesgo de la radiación, lo que demuestra que la literatura al respecto no era suficientemente clara, incluso, para el personal de la salud. Contrario a esto, los padres preferían que les practicaran más TC a sus hijos para llegar a un rápido diagnóstico y controlar fácilmente las patologías. Así, se crearon múltiples campañas, entre ellas Image Gently, la cual brinda información a los padres acerca de la radiación producida por la TC y sus indicaciones, y la página en internet http:// www.imagegently.org es su mayor fuente de información (43). Otro punto importante es evaluar cuidadosamente las indicaciones de cada TC, según las recomendaciones para cada equipo de trabajo, y si es posible se resuelve el caso con ecografía o con resonancia magnética, la cual cada vez tiene más indicaciones, incluso en casos de urgencia. Además, se están optimizando los parámetros de radiación para cada paciente con los factores que mencionamos anteriormente y se han realizado muchos protocolos diseñados teniendo en cuenta el peso del 2630 paciente. En las tablas 2 y 3 hay algunos ejemplos (15) y guían sobre el óptimo uso de los factores técnicos de cada examen (21,44,45). Tabla 2. Parámetros según el peso para realizar una TC de tórax en un equipo multicorte Peso en kg 4,5-8,5 9-18 19-26 27-35 36-44 45-68 Más de 69 kV 100-120 100-120 120 120 120 120 120 mA 30 30-40 40 50 60 70-90 Más de110 Tabla 3. Parámetros según el peso para realizar una TC de abdomen en un equipo multicorte Peso en kg 4,5-8,5 9-18 19-26 27-35 36-44 45-68 Más de 69 kV 100-120 100-120 120 120 120 120 120 mA 50 60 70 800 100 110-120 Más de 135 Así es como se debe verificar siempre la realización de los exámenes con las indicaciones y los parámetros adecuados, según la edad, de manera que siempre se obtengan valores de DLP bajos, hasta conseguir un límite constante de 100 mGy × cm en cada examen (46-48). Finalmente, en la página de internet de Image Gently se encuentran guías y protocolos actualizados respecto a cómo optimizar la corriente del tubo de su equipo de TC para realizar exámenes a pacientes pediátricos con la menor dosis de radiación posible (49,50), siguiendo los parámetros técnicos que se usan para los pacientes adultos, siempre y cuando estos últimos no excedan los límites permitidos por el Colegio Americano de Radiología. De esta forma, el primer paso es ajustar los valores de corriente usados para el paciente adulto, en cada parte del cuerpo, y luego aplicar los factores de corrección diseñados para el paciente pediátrico, según el espesor del área que se va a examinar o la edad del paciente. Estos valores de corrección se presentan en la Tabla 4. ¿Por qué, a quienes y cómo disminuir los efectos de las radiaciones ionizantes de la tomografía computarizada en niños?. Ferreira H, Rodríguez J artículos de revisión a b Fig. 3. TC de tórax con ventana para mediastino. Imagen(a) con 30 mA e imagen (b) con 136 mA, sin evidenciar diferencias significativas en resolución. b a Fig. 4. TC de tórax. Imagen (a), con 30 mA, e imagen (b) con 142 mA. Son muy similares. Tabla 4. Factores de reducción de miliamperios para pacientes de TC de abdomen y Tórax pediátricos Abdomen o tórax base=mAB kVp mA Tiempo (s) Pitch abdomen Espesor PA (cm) Edad aprox. 9 12 14 16 19 22 Neonato Un año 5 años 10 años 15 años Adulto pequeño 0,43 0,51 0,59 0,66 0,76 0,90 0,42 0,49 0,57 0,64 0,73 0,82 25 31 Adulto mediano Adulto grande 1,00 1,27 0,91 1,27 Abdomen FR (mA) mA estimado=mAB×FR Pitch tórax Tórax FE (mA) mA estimado=mAB×FR FR: factor de reducción. mAB: mA base, en un estudio de adulto en su servicio de radiología Nota: Estas tablas están disponibles en la página electrónica de Image Gently, en formato de Excel, y son dinámicas. Están disponibles para bajar gratuitamente. Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2626-33 2631 Tabla 5. Factor de reducción de mA para cráneo pediátrico Cráneo base = mAB kVp mA Espesor PA (cm) Edad aprox. 12 Tiempo (s) Filtro Pitch Cabeza FR (mA) mA estimado = mAB×FR Neonato 0,74 16 2 años 0,86 17 6 años 0,93 19 Adulto mediano 1,00 FR: factor de reducción. mAB: mA base, en un estudio de adulto en su servicio de radiología Nota: Estas tablas están disponibles en la página electrónica de Image Gently, en formato de Excel, y son dinámicas. Están disponibles para bajar gratuitamente. El siguiente es un buen ejemplo: si una TC de tórax para un paciente adulto se realiza con 120 kV, 200 mA, tiempo de 0,5 s y pitch de 1. ¿Cuál es la corriente del tubo que se necesita para un niño de cinco años? 200 mA×0,5 s=100 mA ⇒ 100 mA×0,59 (FR para 5 años)=59 mA. De acuerdo con Image Gently, existen cinco pasos sencillos para mejorar la atención de los pacientes en su práctica cotidiana: 1. Aumentar la conciencia de la necesidad de disminuir la dosis de radiación a los niños durante la exploración con TC. 2. Estar comprometido a realizar un cambio en su práctica diaria, trabajando en equipo con sus técnicos, el físico, los médicos remitentes y padres de familia, para disminuir la dosis de radiación. ¡Firmar el compromiso! 3. Revisar los protocolos de TC de adulto y luego usar los protocolos mencionados en este artículo para el paciente pediátrico. Acuérdese: “Más no es lo mejor”... Las dosis de kV y mA del adulto no son necesarias para los cuerpos del paciente pediátrico. 4. Las exploraciones de fase simple suelen ser suficientes. Explorar antes de la administración de medio de contraste o en fases tardías rara vez agrega información adicional en los niños; por el contrario, pueden duplicar o triplicar la dosis de radiación. Es bueno considerar la supresión de fases múltiples en las exploraciones de su servicio. 5. Las exploraciones deben centrarse en el área de interés. Si un paciente tiene un posible dermoide en la ecografía, rara vez hay necesidad de escanear todo el abdomen y la pelvis. Son mejores las exploraciones de “tamaño pediátrico” y sólo analizar el área requerida, para obtener la información necesaria. seguridad en exposición a radiaciones ionizantes, utilización apropiada de las imágenes diagnósticas para minimizar cualquier asociación con su efecto carcinogénico y estandarización de protocolos y dosis de radiación para cada uno de los exámenes, especialmente en el paciente pediátrico, de acuerdo con la tabla dinámica descrita. Las medidas encontradas son responsabilidad de los médicos, de las enfermeras, de los tecnólogos en radiología, de los fabricantes de equipos y de los mismos padres del paciente. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Conclusión No existe duda alguna sobre el gran beneficio de las imágenes diagnósticas; sin embargo, el potencial carcinogénico del exceso de las radiaciones ionizantes sobre el tejido humano es una realidad. La incidencia de los cánceres inducidos por la radiación ionizante durante la realización de estudios de imágenes diagnósticas ha aumentado y probablemente seguirá aumentando en un futuro no muy lejano. Muchos factores influyen en la dosis de radiación de la TC, los cuales podemos optimizar, a fin de disminuir potencialmente el riesgo carcinogénico de este problema. Debemos prestar mucha atención a todas las sugerencias dadas, como son educación en todos los principios de 2632 12. 13. 14. 15. 16. 17. Amis ES Jr, Butler PF, Applegate KE, Birnbaum SB, Brateman LF, Hevezi JM, et al. American College of Radiology white paper on radiation dose in medicine. J Am Coll Radiol. 2007;4(5):272-84. Brenner DJ, Hall EJ. Computed tomography—an increasing source of radiation exposure. 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