Download La participación de Taiwán en la Convención Marco de las
Document related concepts
Transcript
La participación de Taiwán en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) Dirección General para la Protección del Medio Ambiente de la República de China (Taiwan) En Taiwán nos preocupamos por el medio ambiente y deseamos que el resto del mundo lo sepa. Como habitantes de una isla densamente poblada, situada en una de las regiones geográficas y meteorológicas más expuestas, estamos muy al tanto de nuestra particular vulnerabilidad a las amenazas que representan los acelerados cambios a nivel global. Por estas razones, desde hace tiempo queremos formar parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) para poder contribuir a medida de nuestras capacidades y procurar apoyo a la administración de riesgos. Sin embargo, esta meta todavía no se ha logrado debido a las particulares circunstancias políticas en las que se encuentra Taiwán. Sin embargo, el cambio se está produciendo: la Administración del Presidente Ma Ying-jeou se ha enfocado de manera pragmática y constructiva tanto en las relaciones a través del Estrecho de Taiwán como en el resto del mundo, lo que pronto ha producido resultados satisfactorios en todos los aspectos. Así, en 2009 la ONU resolvió por primera vez aceptar a Taiwán como un observador oficial en la Asamblea Mundial de la Salud (AMS). Esta decisión trascendental ha mantenido a flote nuestras esperanzas de que este positivo precedente pueda algún día lograr similares avances con la CMNUCC y el IPCC. Nuestro compromiso con el Medio Ambiente El pueblo de Taiwán cree firmemente que se merece estas consideraciones favorables. En los últimos treinta años, se ha desarrollado sistemáticamente un marco abarcador e instructivo en el que proteger el medio ambiente, promulgando e implementando 417 leyes y reglamentos, incluyendo la Ley Básica del Medio Ambiente, e integrando los principios de todas las convenciones y protocolos de la ONU para su cumplimiento. Se piensa incluso elevar la preservación del medio ambiente en Taiwán a nivel ministerial, considerando asimismo la protección de recursos naturales en el entorno global. 1 La participación de Taiwan en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) Las vulnerabilidades específicas de Taiwán En Taiwán hemos experimentado de primera mano las dolorosas consecuencias del cambio climático y el tifón Morakot, que azotó el sur del país en agosto de 2009, es un caso especialmente grave: en el espacio de apenas tres días, tres metros de precipitaciones provocaron inundaciones, deslaves y otras calamidades. Estas tormentas tropicales de intensidad inusitada provocaron una devastación sin precedentes, que causó más de 700 muertes e incontables pérdidas materiales. Se teme que esto sea apenas un preludio de lo que vendrá. A medida que se calienta el planeta, la isla de Taiwán se ve amenazada por el aumento del nivel del mar, olas de calor, sequías y la escasez de agua, enfermedades y epidemias propiciadas por el clima, así como la pérdida de la biodiversidad con especies endémicas como la espátula de cara negra y el salmón formosano, entre otras. Necesitamos más que nunca el apoyo y la asistencia internacionales. Nuestra solicitud En Taiwán creemos que deberíamos compartir nuestra experiencia de arduo trabajo con la comunidad global. Desde la mitad del siglo pasado hemos superado numerosos desafíos y desarrollado una economía de alta tecnología muy innovadora. Sin embargo, el proceso de industrialización también ha generado severas presiones sobre el ecosistema y medio ambiente. Por ello, ya que las naciones en vías de desarrollo que luchan para elevar el nivel de vida de la población probablemente estén experimentando los mismos éxitos y dificultades que Taiwán en su día, podemos asistirles en su trayectoria económica y administrativa. Confiamos en que seremos un factor positivo en cualquier organización de la ONU que nos acepte como miembro. Lo que podemos contribuir Instamos a la comunidad internacional a que acepte una participación oficial de Taiwán en la CMNUCC y el IPCC. Nuestros logros en la preservación del medio ambiente y nuestra vulnerabilidad en vista de un acelerado cambio climático prueban que Taiwán puede y debe ser incluido en ambas organizaciones. Como lo ha demostrado claramente el precedente de la Asamblea Mundial de la Salud, esto se puede realizar de una manera beneficiosa para todos. Necesitamos su apoyo y le instamos a considerar seriamente esta opción. 2 ANEXO EL COMPROMISO DE TAIWÁN CON EL MEDIO AMBIENTE I. Nuestro compromiso con la protección medioambiental Taiwán ha promulgado leyes muy estrictas y reglamentos medioambientales que abarcan todo el país, implementando vigorosamente una variedad de medidas en sus esfuerzos por proteger el medio ambiente y los ecosistemas. 1. Desarrollo institucional 6. Control de la contaminación del agua Taiwán se ha esforzado en los últimos 30 años por desarrollar un marco sistemático de protección medioambiental. La Dirección General para la Protección del Medio Ambiente (EPA, siglas en inglés) fue establecida en 1987 con la misión declarada de controlar y prevenir la contaminación. En 1997, para armonizar el desarrollo económico con consideraciones medioambientales, se creó el Consejo Nacional para el Desarrollo Sostenible. Hasta el presente, se ha promulgado e implementado un total de 417 leyes y reglamentos relacionados con el medio ambiente, incluyendo la Ley Básica del Medio Ambiente. Existen planes para tratar asuntos medioambientales a nivel ministerial, integrando la administración del medio ambiente y de recursos naturales (agua, suelo y minerales) con la de parques nacionales, humedales, recursos costeros y otros ecosistemas. Además, se ocuparía de la geología medioambiental, silvicultura, meteorología, biodiversidad y protección del medio ambiente en general. Este cambio influiría grandemente en todas las futuras decisiones gubernamentales. A través de una variedad de medidas, la EPA ha logrado reducir el porcentaje de ríos seriamente contaminados del 13,2 % en 2001 al 4,2 % en 2008, incluyendo el control de las fuentes de contaminación del agua, la cobertura abarcadora de los sistemas de desagüe, el tratamiento del agua contaminada en zonas costeras, la protección y el reforzamiento de humedales, la implementación de zonas sin cultivos así como la compensación para la reubicación de granjas ganaderas en cuencas hidrográficas. Los segmentos de ríos no contaminados también han aumentado del 61,7 % en 2001 al 65,2 % en 2008. 2. Monitoreo medioambiental La EPA tiene vasta experiencia en el monitoreo medioambiental desde tierra, mar y aire. Un total de 76 estaciones que comprueban la calidad del aire se han instalado desde 1994. Además, cinco Supersitios PM 2.5 y ocho Estaciones de Monitoreo de Evaluación Fotoquímica han estado operando desde 2002. Desde 2009, gracias a los esfuerzos conjuntos de la EPA y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, y para observar la transferencia de mercurio a grandes distancias, se monitorea la calidad del aire en las Islas Prata. A partir de 1976, una abarcadora red de más de mil estaciones realiza un muestreo sistemático de todos los ríos, las represas, las fuentes de agua subterránea de Taiwán y del océano que le rodea. Además, la EPA ha colaborado con una institución norteamericana llamada Administración Nacional Oceánica y Atmosférica para estudiar el movimiento de distintos microcontaminantes. 3. Sistemas de información medioambiental Se ha instalado un sistema completo de administración electrónica que incluye bases de datos y sistemas de administración integrados para aire y agua, así como desechos sólidos y sustancias tóxicas. También existe una plataforma para el intercambio de información sobre reciclaje y reuso de desechos sólidos. Estos sistemas de informática posibilitan un control más efectivo de la contaminación, una reducción de gastos así como la obtención de datos para pronósticos y advertencias tempranas, ofreciendo al público información en línea a tiempo real sobre la calidad medioambiental que prevea potenciales riesgos y peligros. 4. Evaluación del impacto medioambiental Taiwán promulgó el Ley para la Evaluación del Impacto Medioambiental en 1994, la cual exige que se realicen estudios sobre el impacto medioambiental en cualquiera de las 11 categorías de proyectos de desarrollo a gran escala y que estos informes de evaluación deben ser revisados y aprobados por la opinión pública antes de que el mencionado proyecto se apruebe para su ejecución. Más aún, lo mismo se requiere en nueve categorías de política gubernamental antes de que el caso sea promulgado. Hasta ahora, se han evaluado cerca de 1.000 proyectos de desarrollo a gran escala y cinco políticas gubernamentales y de esta manera se espera lograr un equilibrio entre las consideraciones medioambientales y de desarrollo que conlleve resultados mutuamente beneficiosos. 5. Administración de la calidad del aire La EPA ha desarrollado varios instrumentos administrativos para controlar y mejorar la calidad del aire, incluyendo permisos de emisión, cuotas para el control de la contaminación del aire mediante las últimas tecnologías disponibles, estándares de calidad para combustibles, así como la inspección periódica de todos los vehículos, etc. La mayoría de los estándares de emisión adoptados por la EPA son consistentes con los de otros países desarrollados. La reducción del porcentaje de días con una mala calidad del aire (PSI mayor a 100) de un 6,83 % en 1994 a un 2,87 % en 2008 es otra notable mejoría lograda en los últimos años. 7. Administración de desechos sólidos Se han construido un total de 26 incineradores de desechos sólidos con una capacidad para el tratamiento de todos los desechos caseros combustibles, por lo que el 99,9 % se elimina apropiadamente. Tras la implementación de esquemas innovadores como “Que la basura no toque el suelo”, “Clasificación y reciclaje obligatorios de la basura” y “Obligaciones extendidas del fabricante”, las tasas de reciclaje alcanzaron el 42 % en 2008, por encima de las registradas en Japón y Estados Unidos. Para la administración de desechos industriales se ha implementado un sistema de rastreo de la cuna a la tumba. Las más de 22.000 entidades empresariales cubiertas deben reportar sus tipos de productos y volúmenes de producción y así como la cantidad de desechos a ser procesados. Además, se exige que en todos los camiones de basura se instale un sistema de posicionamiento global (GPS) que monitoree sus rutas y prevea el vertido ilegal. Como resultado, ya se recicla un 75 % de todos los desechos industriales. Nuestra meta final es crear una “Sociedad de Cero Desecho” mediante la implementación progresiva de una política de reducción, reciclaje y reutilización. 8. Administración de sustancias tóxicas Se ha establecido un sistema para la administración de 259 sustancias tóxicas que controla y limita efectivamente el uso de químicos tóxicos, incluyendo alteradores endocrinos. Además, mediante el Programa de Prevención y Socorro de Desastres con Sustancias Químicas Tóxicas se delinean todos los procedimientos para minimizar los impactos potenciales o reales de accidentes. También se ha publicado un manual sobre la prevención de desastres tóxicos para uso público. 9. Sanidad medioambiental La EPA ha establecido un sistema de movilización de todos los ciudadanos con el propósito de mantener nuestro entorno de vida en condiciones sanitarias óptimas. Todos los años, promueve actividades como una limpieza exhaustiva de los criaderos de mosquitos que pueden transmitir el dengue y de los servicios públicos, que ha mejorado significativamente la calidad de nuestro entorno de vida y la salud pública. Entre enero y octubre de 2009, los casos de dengue se habían reducidos a 202 de una cúspide de 5.336 en 2002. Deseamos compartir estas valiosas experiencias con la sanidad del entorno y la prevención de epidemias con otros países del mundo. 10. Conservación de la naturaleza Un 60% de la isla de Taiwán está cubierto por bosques y últimamente se han dedicado muchos esfuerzos a la conservación del ambiente natural para futuras generaciones. Más aún, Taiwán observa los principios de las convenciones internacionales impulsadas por las Naciones Unidas en materia de conservación de ecosistemas, animales salvajes, paisajes naturales, recursos marinos y recursos geológicos. Un ejemplo especialmente exitoso es el progreso logrado en la protección de especies endémicas como el salmón, el ciervo, el oso negro y el macaco. Tales esfuerzos no sólo ayudan a preservar nuestros preciosos recursos naturales y mejorar la conservación del agua y el suelo, sino que también elevan la calidad de vida de todos nosotros. 3 La participación de Taiwan en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) II. Nuestro compromiso con los principios de los protocolos y las convenciones de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente A pesar de que circunstancias políticas han evitado hasta ahora que Taiwán participe oficialmente en las convenciones y los protocolos de la ONU, ha implementado los principios correspondientes. 1. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Protocolo de Kioto Aunque Taiwán no forma parte del Protocolo de Kioto y no se menciona en el Anexo 1 del mismo, estuvo entre los primeros países que establecieron una “Directriz de Política Energética Sostenible” y promulgaron metas para una reducción voluntaria de los gases invernaderos. Las medidas ya adoptadas incluyen estrategias y planes de acción para una reducción temprana, el mejoramiento de la eficiencia energética, una campaña nacional para la conservación energética y la descarbonización. En 2008, las emisiones de carbono bajaron por primera vez en los últimos veinte años, registrando una tasa de reducción de un 4 %. Por su parte, el Acta de Reducción de Gases de Efecto Invernadero sigue muchos de los principios y mecanismos de la CMNUCC, tales como la transacción de emisiones efectivas en costo, la compensación por emisiones de carbono, la adaptación al impacto y reducciones basadas en sectores. 2. La Convención de Viena y el Protocolo de Montreal Siguiendo las rigurosas medidas de control y el horario de reducción fijado por la comunidad de naciones, Taiwán ha integrado las sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) en el Acta para el Control de la Contaminación del Aire, lo que resultó en la eliminación progresiva del halón en 1994 y otras SAO tales como los clorofluorocarbones (CFC) y el tetracloruro de carbono (CCl4) en 1996. Subsecuentemente también se aprobó el Reglamento para la Administración del Consumo de HCFC. Desde entonces, el uso de hidroclorofluorocarbones se ha reducido a un 25 % del nivel de 1989. 3. La Convención de Basilea De acuerdo con las reglas de esta convención, Taiwán ha adoptado el Acta para el Tratamiento de Desechos, que controla la cantidad de vertidos y la exportación transfronteriza de desechos industriales peligrosos. El reciclaje y la reutilización mediante nuevas tecnologías de tratamiento han resultado en una reducción efectiva de la cantidad final de desechos industriales en general, al tiempo que se está negociando con otros países la firma de acuerdos bilaterales para lograr un control efectivo de las exportaciones e importaciones de desechos. 4. La Convención de Estocolmo El Plan Nacional de Implementación de Contaminantes Orgánicos Persistentes regula su riguroso control. Por otra parte, según el Acta de Control de Sustancias Químicas Tóxicas, el Acta de Control de Agentes Medioambientales y el Acta de Control de Pesticidas, se han prohibido ocho tipos de pesticidas de cloro orgánico, incluyendo el DDT, así como nueve tipos de químicos, incluyendo sustancias controladas como dioxinas, furanos y PCB. También define las respuestas de emergencia ante incidentes de contaminación, estrategias de control para la producción de posibles contaminantes y otras fuentes de contaminación para rebajar el riesgo de polución medioambiental y establecer un entorno de vida no tóxico. Como resultado, en 2008 los niveles de emisión de dioxina habían bajado un 78 % desde que entraron en vigor esas medidas en 1997. 5. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres Aunque Taiwán no es un miembro de la Convención de Washington, se atiene a sus reglas mediante el control efectivo de productos agrícolas y forestales. Ha participado activamente en varias conferencias internacionales relacionadas para poder seguir protegiendo con determinación nuestro entorno ecológico. 6. La Convención de Londres y el Protocolo de Londres sobre Vertidos De acuerdo con las reglas de la convención y el protocolo, Taiwán promulgó el Acta de Control de Contaminación Marina y en 2006 actualizó la Clasificación de Vertido de Sustancias en el Océano. En consecuencia, sólo está permitido verter al mar nueve rubros, incluyendo cieno de dragado y arena. A la par con las naciones signatarias de la convención, como economía isleña hacemos un esfuerzo por controlar el vertido indebido de desechos y prevenir la contaminación para proteger nuestro bien más precioso: el mar. 7. El Convenio sobre la Diversidad Biológica La conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos biológicos y una distribución justa de los beneficios resultantes de los recursos heredados son tres de los tres objetivos de esta convención. En consecuencia, Taiwán ha establecido siete Parques Nacionales, 17 áreas de preservación natural y protección de la vida silvestre, 33 importantes hábitats de vida silvestre y nueve áreas para la protección natural de los bosques nacionales que cubren un total de 701.611 acres (excluyendo las partes que traslapan) o un 19,5 % del área terrestre total. Queda demostrado así que Taiwán ha cumplido las dos primeras metas promulgadas y con respecto a la tercera, la industria taiwanesa, consciente de que debe compartir las ganancias derivadas de los recursos biológicos con las comunidades locales, está dedicada plenamente a la investigación y el desarrollo de una biotecnología de última generación. 4