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Página del Residente Anticonvulsivantes en dolor neuropático • D. M. Prada Anticonvulsivantes en dolor neuropático Revisiones sistemáticas de la literatura Diana María Prada-Gaviria RESUMEN El dolor neuropático es uno de los campo de mayor investigación en las neurociencias. La introducción de los antiepilépticos en el tratamiento del dolor neuropático ha generado una gran corriente de investigación básica y clínica que ha permitido una mejor comprensión de su mecanismo de acción y de su utilidad clínica. Esta presentación revisa los procesos fisiológicos que explican el dolor neuropático y los mecanismos celulares involucrados en la acción de los antiepilépticos, desde la ya conocida carbamazepina hasta los nuevos antiepilépticos como lamotrigina y topiramato y analiza la evidencia clínica cualificada que explicada su amplia aceptación terapéutica. (Acta Neurol Colomb 2003; 19: 209-213). Palabras clave: anticonvulsivante, dolor neuropático, carbamacepina, fenitoína. SUMMARY Anticonvulsant drugs have been used to treat pain since the 1960s, soon after revolutionizing the management of epilepsy. They have a utility in chronic neuropathic pain, especially if it has a lancinating or burning quality. There is no evidence for their use in acute pain. Carbamazepine, the most studied anti- convulsant is first line therapy for trigeminal neuralgia and phenytoin is second line thera py antidepressants have been used in combination with anticonvulsants for treating post- herpetic neuralgia. There are similarities between the pathophysiologic mechanisms in epilepsy and neuropathic pain, justifying treatment with anticonvulsants in neuropathic pain. The introduction of new anticonvulsants has modified the perspective of neuropathic pain's treatment. In this article I review the evidence of anticonvulsant drugs in relieving some types of neuropathic pain and the new perspective of stratification of antineuralgics for a more rational approach to treatment. (Acta Neurol Colomb 2003; 19: 209-213). Key words: anticonvulsivants, neurophatic pain, carbamazepine, phenitoin. INTRODUCCIÓN Los anticonvulsivantes se han utilizado como analgésicos desde hace poco tiempo. Se han indicado tradicionalmente para el dolor crónico de características lancinante y quemante (1). No hay evidencia de su utilidad en dolor agudo (2). La carbamazepina, el anticonvulsivante más estudiado, es terapia de primera línea en la neuralgia del trigémino, y la fenitoína de segunda línea, en el Reino Unido. Los anticonvulsivantes se han utilizado en combinación con los antidepresivos tricíclicos en la neuralgia posherpética (3). Existen similitudes entre los fenómenos fisiopatológicos de la epilepsia y el dolor neuropático en modelos de experimentación que justifican el uso de anticonvulsivantes en esta patología. La carbamazepina fue el primer anticonvulsivante estudiado y es el fármaco más utilizado y durante mayor tiempo para el tratamiento del dolor neuropático. Los ensayos clínicos realizados concluyen que la carbamazepina es la primera línea de manejo en neuralgia del trigémino, existiendo evidencia menos contundente para su uso en la neuropatía diabética dolorosa. La introducción de los nuevos anticonvulsivantes ha modificado la perspectiva del tratamiento del dolor neuropático, por lo cual es importante analizar la evidencia sobre la efectividad de estos fármacos en el alivio del dolor. En la actualidad no hay un consenso sobre la estrategia terapéutica óptima en el manejo del dolor neuropático. En este artículo se revisará el planteamiento reciente de la estratificación de antineurálgicos según sus mecanismos de acción (4). Diana María Prada-Gaviria. Residente 4º Año Neurología. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Correspondencia: Neurociencias, Instituto de Ciencias Básicas, Universidad del Rosario, Carrera 24 No. 63C – 69. Teléfono 3474570. Bogotá. Correo electrónico: dianampradag@yahoo.com. Bogotá, agosto 6 de 2003. Presentado en la reunión 2003 de Residentes de NeurologíaNeuropediatría, Paipa. 209 Acta Neurol Colomb • Vol. 19 No. 4 Diciembre 2003 DEFINICIONES El dolor se define como una “experiencia emocional y sensorial desagradable asociada a daño tisular potencial o actual, o descrita en términos de dicho daño. La inhabilidad para comunicarse de ninguna manera niega la posibilidad que un individuo manifieste dolor y necesite un tratamiento apropiado que lo alivie.” El dolor neuropático es aquel iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción en el sistema nervioso. La neuropatía es una alteración de la función o cambio patológico en un nervio. La neuralgia es el dolor en la distribución de uno o varios nervios (5). FISIOPATOLOGÍA Se ha reconocido la susceptibilidad de los aferentes primarios a los efectos de los bloqueadores de canales de sodio en dolor neuropático de manera similar a sus efectos en modelos en epilepsia. Los fenómenos de “wind-up” en el asta dorsal de la médula espinal en dolor neuropático y de “kindling” en las neuronas del hipocampo en epilepsia, parecen resultar de la activación de receptores de N – metil – D – aspartato (NMDA) (6). En epilepsia, el “kindling” se ha estudiado en neuronas del hipocampo de la rata. El modelo experimental consiste en la aplicación repetida de corriente eléctrica subumbral de baja frecuencia en la amígdala de la rata, con la consecuente liberación de neurotransmisores excitatorios que activan sus receptores, aumentando la concentración intracelular de varios segundos mensajeros (AMPc, GMPc, inositol trifosfato), que activan genes tempranos y factores de transcripción, generando cambios a largo plazo, que culminan en crisis epilépticas y finalmente en crisis espontáneas. El “kindling” tie- 210 ne tres estadios: estadio de desarrollo, estadio en el cual la estimulación subumbral produce una convulsión y estadio espontáneo. Cada estadio es sensible a diferentes anticonvulsivantes. Esto implica que el sistema neuronal cambia durante el curso de este fenómeno y que se requieren diferentes mecanismos anticonvulsivantes en diferentes estadios (7). El “wind-up” se ha documentado en modelos de dolor neuropático, en el cual los estímulos eléctricos a bajas frecuencias en aferentes nociceptivas no mielinizadas, generan un aumento en la excitabilidad neuronal de las neuronas del asta dorsal de la médula espinal (8). La sensibilización periférica después de una lesión nerviosa desempeña un rol crucial en los cambios que resultan en dolor neuropático. Estudios clásicos en pacientes con síndrome doloroso regional complejo tipo II han demostrado que el bloqueo local anestésico de un nervio lesionado, puede reducir la alodinia severa y los signos de disfunción autonómica (9). El desarrollo de hiperalgesia en animales se previene bloqueando la actividad del nervio periférico con anestésicos locales antes de ocurrir la lesión nerviosa (10). El daño de un nervio periférico permite la liberación de mediadores inflamatorios, aumentando la expresión y distribución de los canales de sodio voltaje dependiente en las terminales nerviosas. Igualmente se expresan nuevos canales de sodio en los axones en regeneración, incluyendo receptores adrenérgicos y canales de calcio tipos L o N. Estos cambios producen disminución del umbral de despolarización de los nociceptores y la generación de descargas ectópicas (8). En la sensibilización central, después de lesionado el nervio periférico, se libera sustancia P y neurokinina A (taquikininas) a partir de nociceptores periféricos, que al unirse a sus respectivos receptores NK1 y NK2, desencadenan la liberación de calcio intracelular, aumentando la excitabilidad neuronal mediante el aumento de la regulación de los receptores de NMDA. El receptor de NMDA se encuentra en reposo bloqueado por un ion magnesio, que es desplazado al despolarizarse parcialmente la membrana de las células por el aumento de calcio intracelular. La unión de glutamato, liberado de las aferentes primarias, al receptor NMDA, aumenta aún más el flujo de calcio y sodio a las células. El calcio intracelular actúa específicamente en los cana- Tabla 1. Antineurálgicos según clase terapéutica. Clase terapéutica Medicaciones Antidepresivos tricíclicos Amitriptilina, clomipramina, nortriptilina, desipramina. Antiepilépticos Carbamazepina, oxcarbazepina, fenitoína, topiramato, lamotrigina, gabapentin, levetiratecam. Antiarrítmicos Lidocaína, mexiletina. Fórmulas tópicas Capsaicina, lidocaína. Analgésicos AINES, inhibidores COX – 2, tramadol, opioides. Otros Levodopa, ketamina, dextrometorfán, memantina. AINES – Antiinflamatorios no esteroideos, inhibidores COX –2– ciclooxigenasa–2. Anticonvulsivantes en dolor neuropático • D. M. Prada les N de alto umbral, activa la proteinquinasa C, la fosfolipasa C y la óxidonitricosintetasa, permitiendo la inducción y expresión de genes tempranos, que generan a largo plazo la disminución del umbral de neuronas del asta dorsal de la médula, con un aumento en la magnitud y duración de las respuestas ante los estímulos y una expansión en el tamaño del campo receptor (8, 10, 11). Los canales N de alto umbral se expresan en sinapsis de las láminas de Rexed superficiales en el asta dorsal y se cree son importantes para la modulación central de estímulos nociceptivos. Estos mecanismos explican por qué estímulos inicialmente inocuos desencadenan dolor y por qué se genera más dolor a partir de estímulos nocivos persistentes. La evidencia durante las últimas décadas permite concluir que la sensibilización de nociceptores periféricos puede ser el combustible generador de actividad en los sistemas centrales de respuesta nociceptiva (8). ESTRATIFICACIÓN DE ANTINEURÁLGICOS SEGÚN CLASE TERAPÉUTICA Actualmente las medicaciones utilizadas para el tratamiento del dolor neuropático se estratifican de acuerdo con su clase terapéutica original (Tabla 1). La mayoría de estas medicaciones no fueron inicialmente desarrolladas como antineurálgicos y sí como antidepresivos, antiepilépticos o antiarrítmicos, según su indicación. Posteriormente se documentó su eficacia en el manejo del dolor neuropático. Esta forma de estratificar los antineurálgicos no es adecuada porque indirectamente implica que los medicamentos pertenecientes a una clase particular ejercen sus efectos mediante mecanismos de acción similares. Algunos anticonvulsivantes, como por ejemplo, la carbamazepina y el gabapentin poseen diferentes mecanismos de acción y estas diferencias se pierden con esta forma de clasificar. Es por esto que se propone otra clasificación de acuerdo con los mecanismos de acción de los antineurálgicos (8). ESTRATIFICACIÓN DE ANTINEURÁLGICOS SEGÚN MECANISMOS DE ACCIÓN La aproximación terapéutica de los antineurálgicos según mecanismos de acción es una manera de dilucidar la fisiopatología de los diferentes tipos de dolor neuropático y es fundamental para realizar una selección racional de medicaciones para monoterapia y terapia combinada y es útil para evaluar los efectos sinérgicos de los medicamentos. Sensibilización periférica Los moduladores de la sensibilización periférica se conocen como los moduladores de los canales de sodio voltaje dependiente (CSVD). Los anticonvulsivantes utilizados como moduladores de CSVD, son: carbamazepina, oxcarbazepina, fenitoína, topiramato y lamotrigina. La carbamazepina es un derivado iminostilbeno, estructuralmente relacionado con los antidepresivos tricíclicos. Aumenta la inactivación de los CSVD, reduciendo las descargas de alta frecuencia de los potenciales de acción. Disminuye la liberación de neurotransmisores excitatorios derivado de su efecto sobre CSVD. Modula los canales de calcio tipo L de alto umbral (no se cree que sean importantes en la sensibilización central). Aumenta la liberación de serotonina y la transmisión dopaminérgica. La oxcarbazepina es un cetoanálogo de la carbamazepina, que tie- ne mejor tolerancia, seguridad y perfil fármacocinético comparado con la carbamazepina. Las enzimas citosólicas reducen la oxcarbazepina en derivado monohidroxi, su metabolito activo, responsable de la mayoría de su efecto farmacológico. Tiene el mismo efecto que la carbamazepina sobre los canales de sodio y disminuye neurotransmisores excitatorios. Inhibe los canales de calcio tipo N de alto umbral. Por su efecto sobre canales de sodio y calcio, tienen el potencial de modular la sensibilización periférica y central. La fenitoína inhibe descargas repetitivas tónicas en canales de sodio, suprime descargas ectópicas e inhibe la liberación presináptica de glutamato. El topiramato es un derivado sulfonamida, que limita las descargas repetitivas sostenidas en los canales de sodio. Aumenta la capacidad del ácido gammaaminobutírico (GABA) para inducir el flujo de iones cloro a través de receptores GABA A y antagoniza receptores AMPA. La lamotrigina es un derivado feniltriazina que actúa estabilizando la conformación lenta inactivada de los canales de sodio e inhibiendo los potenciales de acción de descargas repetitivas. Inhibe la liberación de neurotransmisores excitatorios y modula los canales de calcio de alto umbral tipo N, modulando la sensibilización periférica y central (4, 7, 8, 12). Moduladores de vías inhibitorias descendentes Existen vías supraespinales que modulan la transmisión de estímulos nociceptivos. Uno de los más importantes sistemas inhibitorios endógenos se origina en la sustancia gris periacueductal en el mesencéfalo y modula las vías nocicep- 211 Acta Neurol Colomb • Vol. 19 No. 4 Diciembre 2003 tivas en el asta dorsal a través de fibras descendentes que contienen serotonina. Adicionalmente, el locus ceruleus modula vías nociceptivas a través de neuronas que contienen norepinefrina. Estas fibras descendentes terminan en las láminas de Rexed I, II y IV del asta dorsal, donde inhiben neuronas nociceptivas. Los opioides endógenos activan neuronas periacueductales y los efectos inhibitorios de estas vías en el asta dorsal están parcialmente modulados por interneuronas GABAérgicas. Los antidepresivos tricíclicos inhiben la recaptación de las aminas biogénicas, serotonina y norepinefrina, bloquean selectivamente los canales de sodio tetrodotoxina resistentes y son agonistas de receptores alfa 2 adrenérgicos. Los opioides actúan en los receptores mu, delta y KAPA, están acoplados a proteínas G y por esto pueden afectar el “gating” de los canales de calcio, la disposición de calcio intracelular y la fosforilación proteica. La activación presináptica de opioides produce el cierre de canales de calcio voltaje dependiente, disminuyendo la liberación de norepinefrina, glutamato, sustancia P, serotonina y acetilcolina. En la membrana postsináptica, producen hiperpolarización de la célula mediante la activación de canales de potasio rectificadores internos. El tramadol es un analgésico sintético de acción central que tiene baja afinidad por receptores mu e inhibe débilmente la recaptación de norepinefrina y serotonina (2, 8). Sensibilización central Los fármacos que modulan la sensibilización central son el gabapentin, la oxcarbazepina, el levetiracetam y los antangonistas de NMDA. 212 El gabapentin aumenta la concentración de GABA en el sistema nervioso central, aumenta la serotonina y su sitio de unión es la subunidad alfa – 2 – delta de los canales de calcio voltaje dependiente tipo N en las láminas I y II de Rexed (13). en neuralgia del trigémino: NNT de efectividad de 2.6, NNH (“number needed to harm”) o número necesario por tratar para producir efectos adversos menores de 3.4 y NNH para efectos adversos mayores de 24, que llevaron a los pacientes a retirarse del estudio. La oxcarbazepina y la lamotrigina ejercen efectos modulatorios en los canales de sodio e inhiben canales de calcio voltaje dependiente tipo N (14). • Tres ensayos clínicos controlados con placebo en neuropatía diabética dolorosa, uno con carbamazepina y dos con fenitoína: NNT efectividad de 2.5, NNH efectos adversos menores de 3.1 y NNH efectos adversos mayores de 20. El levetiracetam inhibe selectivamente los canales de calcio tipo N en neuronas piramidales del hipocampo. La ketamina y el dextrometorfán son antagonistas NMDA, con bajo índice terapéutico y poca tolerabilidad. Están desarrollándose antagonistas selectivos de la subunidad NR 2B del receptor NMDA. La memantina es un antagonista de receptores NMDA con un efecto modulador sobre canales de sodio (8, 15). RESULTADOS DE REVISIONES SISTEMÁTICAS El método NNT o número necesario de pacientes por tratar, del inglés “number needed to treat”, sirve para juzgar con precisión la eficacia de los tratamientos y en este caso evaluar el efecto analgésico de los anticonvulsivantes. El NNT sólo puede ser calculado a partir de ensayos clínicos controlados y se interpreta como el número necesario de pacientes por tratar para que un individuo experimente alivio del 50% en su dolor (16). McQuay y colaboradores (3) realizaron una revisión sistemática de la literatura, encontrando los siguientes resultados: • Tres ensayos clínicos controlados con placebo de carbamazepina Collins y colaboradores (17) realizaron cinco años después otra revisión sistemática con los siguientes resultados: • Cuatro ensayos clínicos controlados con placebo en neuropatía diabética dolorosa, dos con fenitoína, uno con carbamazepina y uno con gabapentin. Un ensayo clínico controlado con placebo de gabapentin en neuralgia postherpética (NNT efectividad de 3.2). • Se concluyó para los estudios de neuropatía diabética dolorosa y neuralgia posherpética un NNT efectividad de 2.7 y un NNH para efectos adversos menores de 2.7, sin calcularse el NNH para efectos adversos mayores por no existir diferencias significativas entre los grupos placebo y control. CONCLUSIONES El nuevo enfoque terapéutico del manejo del dolor neuropático está basado en los mecanismos de acción de los antineurálgicos. Los anticonvulsivantes estudiados, como la carbamazepina, fenitoína y gabapentin, son eficaces en neuralgia del trigémino, neuropatía diabética dolorosa y neuralgia posherpética. La carbamazepina es el anticonvulsivante más estudiado Anticonvulsivantes en dolor neuropático • D. M. Prada en dolor neuropático crónico. No hay evidencia de que el gabapentin sea mejor que los viejos anticonvulsivantes y en la actualidad están en curso diversas investigaciones en este tema con los nuevos anticonvulsivantes. La zonisamida se ha estudiado en una variedad de síndromes neuropáticos, incluyendo la neuropatía diabética, la distrofia simpática refleja, el síndrome poslaminectomía, radiculopatías y otros. La lamotrigina se ha estudiado en neuralgia del trigémino resistente a otras terapias demostrando ser superior a placebo, así mismo en un grupo pequeño de pacientes con polineuropatía dolorosa asociada a VIH y en dolor central posteventos cerebrovasculares (4). REFERENCIAS 1. 2. Wiffen P, Collins S, McQuay H et al. Anticonvulsant drugs for acute and chronic pain (Cochrane Review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2003. Oxford: Update Software. Rowbotham MC. Neuropathic Pain: From Basic Science to Evidence – Based Treatment. In: Giambernardino MA, Ed. Pain 2002 – An updated review: Refresher course syllabus. 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