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UM-Tesauro VII(42) 1 La Sabia Evolución: La Retina Humana (Parte II) La Teoría falaz de la Evolución sin sentido a través de la Selección Natural al azar El Diseñador de la Organización del Sistema Visual – la vía sensorial desde el ojo al tálamo y a la corteza. Introducción El Tesauro 41, recientemente presentado, ha señalado el desarrollo embrionario del ojo. Las vesículas ópticas del diencéfalo se evaginan para formar la cúpula óptica, que consta de dos capas la retina propiamente dicha y el epitelio pigmentario- y está conectada al cerebro en desarrollo mediante el pedúnculo óptico (el futuro nervio óptico). La córnea, el cristalino y otras partes del ojo se desarrollan desde el ectodermo y mesodermo. Las neuronas y las células neurogliales de la retina se parecen a la materia gris del cerebro -en realidad parte del cerebro y el nervio óptico está compuesto por la materia blanca del cerebro y no es un nervio periférico. La luz es la radiación electromagnética – emitida en forma de onda de energía– que es visible a nuestros ojos y efectivamente podemos decir que estamos viviendo en un mundo turbulento de radiación electromagnética. El control de la visión durante el curso de la evolución de los vertebrados había dado origen al circuito cerebral para detectar las diferencias de luz desde el amanecer hasta el crepúsculo, el color, el movimiento. La conversión de las ondas electromagnéticas en señales eléctricas neuronales se produjo en aproximadamente 125 millones de fotorreceptores de conos y bastones. Además, el ojo es el asiento de un campo potencial constante que no está relacionado con la estimulación de la luz. Este campo de energía potencial puede detectarse con el ojo en la oscuridad total y con el ojo cerrado; se puede describir como un dipolo fijo con polo positivo en la córnea y polo negativo en la retina, en el rango de 0,4-1,0 mV. No es generado por tejido excitable, sino, más bien, se atribuye a la más alta tasa metabólica en la retina. La carga potencial permanente del ojo a través de éste, como una batería baja, es generada en gran medida mediante la integridad del potencial transepitelial a través del epitelio pigmentario de la retina -ver Tesauro 41. Los fotorreceptores de los bastones tienen un segmento exterior cilíndrico largo que contiene muchos discos con fotopigmento, haciéndolos más de 1000 veces más sensibles a la luz que los conos; en cambio, los fotorreceptores de los conos tienen menor concentración de fotopigmento. Mencionamos en el Tesauro 41 que bajo luz nocturna sólo los bastones contribuyen a la visión; en cambio, bajo luz diurna los conos hacen la mayor parte del trabajo y, además, son sensibles a las diferentes longitudes de onda de la luz, para darnos la capacidad de diferenciar los colores. A través del metabolismo la vitamina A se convierte en aldehído de la vitamina A, también denominado retinal. Se conoce la unión del retinol a una proteína incolora llamada opsina como rodopsina, que es el neuromediador universal de fotorrecepción. Para maximizar la probabilidad de capturar fotones, la rodopsina está densamente empaquetada en las membranas de los fotorreceptores -representando más del 80 % de proteína de la membrana del disco a una densidad de aproximadamente 20.000 moléculas de rodopsina por micrómetro cuadrado; ésta es una de las densidades más elevadas de un tipo específico de proteína de membrana en el cuerpo, más alta que la proteína del receptor en las sinapsis neuronales. En realidad, el proceso de fototransducción en los conos es el mismo que en los bastones; la única diferencia importante reside en el tipo de opsinas en los discos membranosos de los segmentos externos de los conos. La fuente de energía más importante de la Tierra es el sol, y la luz solar consiste en el espectro electromagnético completo. Sin embargo, la luz humana no es capaz de ver la radiación fuera del ´espectro visible´ o más bien la ´luz visible´ que corresponde a un rango de longitud de onda de aproximadamente 400 a 700 nanómetros (nm) con un rango de color que va del violeta al rojo. Los colores visibles para los humanos son violeta, azul, verde, amarillo, anaranjado y rojo: UM-Tesauro VII(42) los conos azules son activados por la luz de aproximadamente 430 nm, los verdes por la longitud de onda de aproximadamente 530 nm y los rojos por la luz de aproximadamente 530 nm. Los rayos ultravioletas tienen una longitud de onda menor que la luz violeta visible y la radiación infrarroja tiene una onda más larga que la luz roja visible. Cuando todos los tipos de conos están igualmente activos, percibimos la ´luz blanca´. Luego, la luz blanca es una mezcla de los colores del espectro visible. El británico Thomas Young y el alemán Hermann von Helmholtz elaboraron la ´teoría tricromática´ en el siglo XIX; según dicha teoría cuando todos los tipos de conos están igualmente activos, percibimos el ´blanco´. Los genes para dos de las tres opsinas de cono, roja y verde, se encuentran en el cronosoma X. Dado que los hombres tienen sólo un cromosoma X, los defectos genéticos de la visión del color se producen más frecuentemente en hombres que en mujeres. La ausencia congénita de un tipo de opsina de cono, con la frecuencia de aproximadamente 1-2% de los hombres, da como resultado la falta de claridad en la visión del rojo y del verde. Los fotorreceptores convierten la energía de la luz en cambios en la membrana potencial; este proceso es análogo a la conversión de las señales químicas a señales eléctricas que se produce durante la transmisión sináptica. El sendero sensorial desde el ojo al tálamo y a la corteza A lo largo de nuestra vida, cada sistema sensorial le suministra al Sistema Nervioso Central una representación del mundo circundante y existen los núcleos talámicos específicos de cada sistema sensorial. No puedo dejar de mencionar, como síntesis de la conciencia humana, la famosa cita de José Ortega y Gasset (1883-1955), un reconocido filósofo y crítico español: ‘Yo soy yo y mis circunstancias´. (1) El primer ‘Yo’ de Ortega revela la integridad de mi ser; el Segundo ´yo´ hace referencia a mis ineludibles lazos genéticos; finalmente la contribución constituida por mi mundo 2 circundante, las circunstancias personales a lo largo de mi vida. La vía sensorial del campo visual se proyecta a través de los axones provenientes de las células ganglionares de la retina que forman el nervio óptico hasta el quiasma, donde dichos axones se hemidecusan; los de la mitad nasal (medial) se decusan y se unen a los axones con las fibras no cruzadas de la mitad temporal (lateral) de la retina para formar el tracto óptico. La decusación de los axones en el quiasma permite la visión binocular. Para reconocer la importancia de la vía visual en el sistema sensorial general, recuerde que cada nervio óptico contiene un millón de axones, todos mielinizados, de cada retina (2 millones en total que llegan al cerebro). La gran mayoría (aproximadamente el 70%) de los axones del tracto óptico tienen una transmisión sináptica en el Núcleo Geniculado Lateral (NGL), una pequeña protuberancia por debajo de la proyección posterior del Pulvinar del tálamo, y desde el NGL se proyecta a la corteza occipital, la radiación óptica (área 17 de Brodmann). (2) El NGL es la puerta de entrada a la corteza visual y, por lo tanto, a la percepción visual consciente. Visto en un corte transversal, el NGL muestra una conformación de seis capas que alternan materia gris y blanca con diferentes tipos de células (Figura 1- Para más detalles referirse a ´´Neuroscience-Exploring the Brain´- Bear et al. página 249) y Figura 2- Para más detalles referirse a ´´Neuroscience-Exploring the Brain´- Bear et al. página 255), como una pila de seis panqueques que se curvan alrededor del tracto óptico como una articulación de rodilla y explica el nombre ´geniculado´ del Latin ´flexionado como una rodilla´. (3) La disposición del NGL separado en seis capas indica que la información retinal específica se conserva en forma separada en esta transmisión sináptica y hay también una laminación de un espesor de 2 mm (desde la materia blanca a la pia-mater) de la Corteza Estriada (área 17), lo que sugiere que también existe una división de trabajo en la corteza. UM-Tesauro VII(42) Figura 1: El NGL del mono macaco. Se ha teñido el tejido para mostrar cuerpos celulares, que aparecen como puntos. Nótese, en particular, las seis capas y el mayor tamaño de las células en las dos capas ventrales (capas 1 y 2). (Fuente: Adaptado de Hubel, 1988; p.65) Figura 2: Autorradiografía transneuronal. Se (1) inyecta prolina radioactiva en un ojo, donde es tomada por las células ganglionares retinales y se (2) la incorpora en las proteínas que (3) se transportan desde los axones al NGL. Aquí, se esparce algo de la radioactividad fuera de las terminales retinales (4) y es tomada por las neuronas del NGL que luego la transportan a la corteza estriada (5). La localización de la radioactividad puede determinarse mediante la utilización de la autorradiografía. Sin embargo, un pequeño número (aproximadamente 10%) de axones retinales abandonan la superficie dorsal del quiasma óptico e ingresan directamente en el Tracto retinohipotalámico y producen una sinapsis con las neuronas del núcleo supraquiasmático del hipotálamo. Esta entrada visual en el cerebro sincroniza el Ciclo Circadiano Intrínseco que sigue esencialmente un ritmo con la misma periodicidad con la que alterna el día y la noche; a su vez, la entrada visual ordena la secreción de las gonadotropinas de la glándula pituitaria y la melatonina de la glándula pineal. (4) 3 Además, el Tracto Óptico Accesorio, aproximadamente 10 % de axones de la retina, deja al tracto óptico, eludiendo al NGL para hacer sinapsis en neuronas en varios núcleos pequeños del tectum (techo) del cerebro medio; y otro 10% aproximadamente de las células ganglionares en la retina se proyectan al tectum del cerebro medio denominado Colículo Superior (del latín ´monte ´o ´loma´). En todos los vertebrados no mamíferos (peces, anfibios, aves y reptiles) el tectum del mesencéfalo es el blanco de la mayoría de los axones de las células ganglionares de la retina. En los primates el Colículo Superior está conectado con el sistema visual y probablemente el NGL está dispuesto en capas paralelas de materia gris y blanca; en el Colículo superior hay siete capas. Las fibras ipsilaterales de la corteza cerebral al colículo superior son responsables del movimiento tanto voluntario como involuntario de ojos y cabeza como cuando cambian de dirección rápidamente, movimientos sacádicos, o suaves movimientos de búsqueda cuando se observa un objeto en movimiento. A partir de las entradas -de la retina, somatosensorial, auditiva- el Colículo Superior bajo estricto control de la corteza cerebral construye un mapa del mundo que nos rodea. Es curioso saber que la respuesta ocular normal a la acomodación cuando se ve un objeto cercano, por ejemplo la lectura a 30 cm, del ojo, con el propósito de hacer definida la imagen en la retina, es un comando cerebral singular, combinado, directo: a- Convergencia de los ojos (músculos del recto medio de origen somático, voluntario); b- al mismo tiempo contracción de los músculos ciliares para el engrosamiento del cristalino y constricción pupilar, todas acciones involuntarias, a través del comando del núcleo parasimpático de Edinger-Wesphal del mesencéfalo. En realidad, el aspecto más fascinante del NGL es la entrada no proveniente de la retina que hace sinapsis en este núcleo talámico. En efecto, aproximadamente el 80% de la sinapsis en el NGL proviene de la corteza cerebral, y puede considerarse que esta masa con trayecto de alimentación corticofugal alteraría significativamente las cualidades de nuestra percepción visual; vemos como nos sentimos y lo que vemos afecta lo que sentimos. (3, página 251) UM-Tesauro VII(42) El mundo circundante, a través de cada sistema sensorial del cuerpo forma, hasta cierto punto, nuestra personalidad a lo largo de los años; ´las circunstancias de nuestra vida- como lo mencionó J. Ortega´. Además, el sistema de transmisión del NGL recibe mayormente durante el sueño REM una entrada de axones a través de las ondas pontogenículo occipitales (PGO) generadas en la formación reticular ponto-mesencefálica. La existencia de las ondas PGO proviene en su mayor parte de experimentos realizados en gatos (5), y se ha demostrado que su origen está en el tegmento mesopontino y los grupos colinérgicos de neuronas del sistema reticular ubicados en la unión del puente con el mesencéfalo; finalmente se transfieren las ondas PGO al sistema tálamo-cortical. Se pueden registrar ondas subtalámicas similares a las PGO durante el ciclo pre-REM y el sueño REM en los humanos, utilizando los electrodos de estimulación –un dispositivo similar a un marcapasosimplantado en la región subtalámica para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson avanzada (6,7). Los ganglios basales cerca de la base de cada hemisferio cerebral incluyen al cuerpo estriado (núcleo caudado y putamen), el núcleo subtalámico, el núcleo lenticular (segmentos interno y externo) y la sustancia negra (parte compacta y parte reticular). Las células grandes que contienen dopamina de la parte compacta de la sustancia negra son las neuronas que se degeneran en la enfermedad de Parkinson. La unidad funcional de los ganglios basales representa un sistema motor subcortical. No obstante su salida a través del tálamo hacia la corteza cerebral es de carácter inhibitorio. Contrariamente, la salida del cerebelo a través del tálamo hacia la corteza cerebral tiene acción excitatoria de los movimientos motores. El cuerpo estriado recibe este nombre por su apariencia (del latín stria, estría), debida a los axones mielinizados que atraviesan su materia gris. El núcleo subtalámico está ubicado en la unión del diencéfalo y el mesencéfalo, en posición ventral al tálamo y rostral y lateral al núcleo rojo. 4 La población neuronal de los ganglios basales se agrupa bajo una categoría común porque están interconectadas para formar una unidad funcional. (8, página 200) Las lesiones que destruyan cualquiera de los componentes de esta unidad funcional dan como resultado trastornos en el control de los movimientos finos caracterizados por acinesia (pobreza o ausencia de movimientos voluntarios), rigidez, o discinesia (temblores y movimientos anormales involuntarios). La complejidad funcional del sistema visual no es posible con la concepción de evolución sin sentido a través de la Selección Natural al azar; de hecho, la investigación científica moderna está revelando en forma continua una evolución verdaderamente sabia (referirse al Tesauro 41). Las ediciones de Tesauro tienen como propósito estimular la investigación en los estudiantes de medicina a través de la integración básica y clínica. El sueño REM en los humanos constituye un estado misterioso y fascinante, y se tratará en el Tesauro 43, Retina-Parte III Dr. Domingo S. LIOTTA. Decano de la Facultad de Medicina. Profesor Emérito de Anatomía Clínica. Universidad de Morón, Morón, Buenos Aires, Argentina. medicina@unimoron.edu.ar Referencias 1-Ortega y Gasset J. Meditaciones del Quijote, 1914. 2- Datta S. 1997, Cellular basis of pontine-geniculo- occipital wave generation and modulation, Cell Mol Neurobiol. 17 (3): 341-365. 3-Bear M.F., Connors B.W., Paradise M.A. NeuroscienceExploring the Brain. Williams & Wilkins, Pennsylvania, 1996 (The central visual system, Capítulo 10). 4-Zigmond M.J., Bloom FE.Landis J.L., Roberts L.R., Squire L.R. Fundamental Neuroscience, Academic Press, New York, 1999 (Circadian Time,Cápitulo 45, Dr.Robert Y. Moore).Press, New York, 1994. 5-Jouvet M., Michel F., Courjon J. 1959. L’activité électrique du rhinencéphale au cours du sommeil chez le chat. CR Soc. Biol. (Paris) 153: 101-105. 6-Peigneux P. et al. 2001, Generation of rapid eye movements during paradoxical sleep in humans. NeuroImage 14: 701708. 7-Fernández-Mendoza J. et al. 2009 Evidence of subthalamic PGO-like waves during REM sleep in humans: A deep brain polysomnographic study, Sleep 32 (9): 1117-1126. 8- Kiernan J.A. Barr’s The Human Nervous System- An Anatomical Viewpoint, Ninth Edition, Lippincott Williams & Wilkins, Philadelphia, 2009 (Capítulo12).