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Fracturas del cuello femoral: reducción abierta y fijación interna Christina Goldstein y Mohit Bhandari INDICACIONES ◾◾ Todas las fracturas intracapsulares no desplazadas del cuello femoral. ◾◾ Fracturas desplazadas del cuello femoral en personas menores de 65 años de edad. ◾◾ Fracturas desplazadas en personas de 65-75 años de edad con buena densidad ósea y demandas funcionales altas. OPCIONES TERAPÉUTICAS ◾◾ En los pacientes ancianos con un riesgo inaceptablemente alto de complicaciones perioperatorias o en pacientes que no caminan con dolor mínimo puede emplearse un tratamiento no quirúrgico en forma de reposo en cama con movilización temprana de la cama a la silla. No obstante, debe evitarse siempre que sea posible, debido a las diversas complicaciones bien conocidas. ◾◾ Para la fijación interna pueden emplearse tornillos canulados o dispositivos de ángulo fijo, por lo general tipo tornillo deslizante de cadera. Los dispositivos de ángulo fijo pueden ser más apropiados en las fracturas con una orientación más vertical y en las fracturas basicervicales. ◾◾ La hemiartroplastia o la artroplastia total de cadera suelen ser el tratamiento de referencia en pacientes ≥ 75 años y pueden ser apropiadas en personas con artropatía degenerativa previa a la fractura del cuello femoral o en personas de 65-75 años con una demanda funcional baja y una fractura desplazada que tienen un riesgo elevado de osteonecrosis. antecedente de dolor inguinal y/o los signos radiográficos de artropatía degenerativa son factores que indican que la artroplastia puede ser más apropiada que la fijación interna en este grupo de pacientes. EXPLORACIÓN/DIAGNÓSTICO POR IMAGEN ◾◾ El diagnóstico clínico de una fractura de cadera suele ser evidente en personas ancianas con un antecedente de traumatismo de baja energía. • Los pacientes por lo general presentan dolor inguinal y pueden mantener la extremidad inferior afectada en una posición de flexión y rotación externa. • La rotación interna y externa en una posición de extensión de la extremidad inferior afectada produce dolor intenso y debe realizarse con mucha precaución. ◾◾ La palpación del trocánter mayor y de las ramas del pubis pueden provocar dolor y pueden aportar información útil sobre la naturaleza de la lesión (fractura intertrocantérea o del cuello femoral) y sobre las lesiones asociadas (fracturas de las ramas del pubis). ◾◾ Es imprescindible una exploración vasculonerviosa completa de la extremidad afectada. ◾◾ Las personas ancianas con una fractura del cuello femoral causada por una caída de baja energía precisan una evaluación completa de la cabeza a los dedos de los pies. Además, deben solicitarse las pruebas de diagnóstico por imagen y de laboratorio apropiadas para descartar causas subyacentes al traumatismo (p. ej., accidente isquémico transitorio/accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de miocardio) así como cualquier otra lesión asociada, como un hematoma subdural o una lesión de la extremidad superior del mismo lado. ◾◾ Las personas jóvenes con fracturas de cadera causadas por un traumatismo de alta energía deben ser evaluadas y reanimadas aplicando las directrices de soporte vital traumático avanzado. ◾◾ Radiografías simples: • Las radiografías habituales son una proyección anteroposterior de la cadera (en 15º de rotación interna si es posible) (figura 1A) y una proyección lateral de la cadera afectada (figura1B). Dificultades ◾◾ Los dispositivos de ángulo fijo, o la artroplastia en pacientes ancianos, pueden lograr mejores resultados en las fracturas con una orientación más vertical, que pueden quedar insuficientemente estabilizadas con tornillos canulados debido a las elevadas fuerzas de cizallamiento a través del foco de fractura. Controversias ◾◾ Hay varias opciones de tratamiento quirúrgico de las fracturas desplazadas del cuello femoral en personas ancianas. El A B Figura 1 7 Extremidad inferior • Deben inspeccionarse con atención las imágenes para detectar impactación, desplazamiento y conminución posterior (que se aprecia mejor en la proyección lateral), así como signos de artropatía degenerativa (p. ej., pinzamiento del espacio articular, osteofitos, quistes subcondrales o esclerosis) y lesiones del anillo pélvico asociadas. La comparación con la cadera contraria puede permitir detectar una impactación o un desplazamiento mínimos. ◾◾ Gammagrafía ósea con tecnecio: • La gammagrafía ósea se utiliza para diagnosticar fracturas del cuello femoral ocultas en personas con radiografías simples normales y una sospecha firme de fractura del cuello femoral. • La gammagrafía ósea puede diagnosticar de manera efectiva una fractura del cuello femoral, aunque las radiografías simples sean normales, pero en personas con osteopenia puede ser necesario retrasarla 72 horas para mejorar su sensibilidad. ◾◾ Tomografía computarizada: • La tomografía computarizada puede utilizarse para diagnosticar las fracturas del cuello femoral y suele estar disponible de inmediato en personas que han sufrido un traumatismo de alta energía a las que se ha realizado una tomografía computarizada de la pelvis (figuras 2A y 2B). • La capacidad de la tomografía computarizada para detectar fracturas del cue llo femoral ocultas depende del grosor de corte y de la orientación de la imagen, y se ha comprobado que es menos precisa para el diagnóstico que la resonancia magnética A B Figura 2 8 ◾◾ Resonancia magnética: • La resonancia magnética es tan precisa como la gammagrafía ósea para diagnosticar una fractura oculta del cuello femoral, con más sensibilidad si se realiza en las primeras 24 horas después de la lesión (Rizzo y cols., 1993). • Es útil para evaluar otras causas de dolor de cadera, como osteonecrosis, fractura de estrés y neoplasias, en personas con un cuadro clínico atípico. • La resonancia magnética evita la exposición a radiaciones asociada a la gammagrafía ósea con tecnecio y a la tomografía computarizada. ANATOMÍA QUIRÚRGICA ◾◾ Los resultados del tratamiento de las fracturas del cuello femoral pueden ser mejores si se tiene un conocimiento exhaustivo de la anatomía y de la vascularización de la región proximal del fémur. La toma de decisiones perioperatorias basada en esta información puede lograr que se aplique la técnica más apropiada para tratar la fractura, lo que puede ayudar a evitar las complicaciones más frecuentes relacionadas con estas lesiones. ◾◾ Anatomía ósea: • El ángulo cervicodiafisario del fémur proximal en los adultos es de 130 ± 7º. • La anteversión media del cuello femoral respecto a la diáfisis femoral es de 10º. • Cuando se observa desde el lado externo, el cuello femoral está anterior al eje central del fémur proximal debido al amplio saliente posterior del trocánter mayor. Este hecho debe tenerse presente al colocar los dispositivos de fijación para evitar una penetración posterior del cuello femoral. • El cálcar femoral es una lámina vertical densa de hueso que empieza bajo el trocánter menor en la región posteromedial del fémur y se proyecta en dirección lateral hasta el trocánter mayor (figura 3). Es más grueso en la región media que en la lateral y es el punto de origen de trabéculas internas sólidas que soportan la cúpula de carga de la cabeza femoral. El cálcar femoral actúa como un refuerzo de la región posteroinferior del cuello femoral, y si no se identifica la presencia de conminución en esta región, es más probable un fracaso de la fijación interna. • El hueso más débil en la región del fémur proximal se localiza en la zona anterosuperior del cuello y de la cabeza femoral. Anterior Medial Cálcar femoral Figura 3 ◾◾ Anatomía vascular: • La vascularización arterial del cuello y la cabeza femoral consiste en: –– Un anillo arterial extracapsular en la base del cuello femoral formado por ramas de las arterias circunflejas femorales medial y lateral. –– Ramas del anillo arterial extracapsular que ascienden sobre el cuello femoral (los vasos retinaculares), el más importante de los cuales es el grupo lateral. –– La arteria del ligamento redondo (figura 4). • Anastomosis intracapsulares de los vasos retinaculares que se forman para crear el anillo arterial intracapsular subsinovial, que emite ramas (las arterias epifisarias) al interior de la cabeza femoral. La arteria epifisaria lateral, que es la rama terminal de la arteria circunfleja femoral medial, es la que irriga la mayor parte de la cabeza femoral. • La íntima proximidad de las arterias retinaculares al cuello femoral hace que estén en riesgo cuando se produce una fractura del cuello femoral, así como durante la reducción abierta de una fractura de este tipo. POSICIÓN DEL PACIENTE ◾◾ La fijación interna de las fracturas del cuello femoral se lleva a cabo con el paciente en posición de decúbito supino sobre una mesa ortopédica con independencia de la técnica de fijación elegida: varios tornillos paralelos o un tornillo deslizante de cadera. ◾◾ Después de realizar la anestesia regional o general y de colocar una sonda vesical, se transfiere al paciente a la mesa ortopédica. ◾◾ Después de colocar un poste de contratracción bien almohadillado, se coloca la extremidad inferior sana en un soporte para extremidad inferior apropiado Fracturas del cuello femoral: reducción abierta y fijación interna Anillo arterial intraarticular (intracapsular) subsinovial Posterior Anterior Arterias cervicales ascendentes laterales Arterias cervicales ascendentes Arteria de la fóvea Arteria circunfleja femoral medial Arteria circunfleja femoral lateral Arteria femoral Anillo arterial intraarticular (intracapsular) subsinovial Arterias cervicales ascendentes Arteria circunfleja femoral medial A B Figura 4 en 90º de flexión y con ligera abducción, para que no obstruya los cambios de proyección con el aparato radioscopia. También hay que almohadillar bien las prominencias óseas, en especial la cabeza peronea por su proximidad al nervio peroneo (ciático poplíteo externo) (figura 5). ◾◾ A continuación, se coloca el aparato de radioscopia en la posición adecuada para asegurarse de que es posible obtener proyecciones anteroposterior y lateral adecuadas de la cadera afectada. ◾◾ Si la fractura está desplazada, se lleva a cabo a continuación una reducción cerrada. • Muchas fracturas del cuello femoral pueden reducirse utilizando el método de Whitman. –– La extremidad inferior afectada se fija bien a una bota bien almohadillada en posición neutra con tracción suave aplicada en la mesa ortopédica. Se realiza una abducción y una rotación interna suave de la extremidad inferior mientras se observa la reducción guiada por radioscopia. El pico medial de la cabeza femoral debe quedar bien apoyado sobre el cálcar femoral. –– Se confirma la reducción de la fractura si se restablecen las curvas normales en forma de S de la cortical formadas por el cuello femoral cóncavo y la cabeza femoral convexa (figura 6). No debe darse por buena una reducción en varo, porque se asocia a un porcentaje más alto de fracaso de la fijación (Chua y cols., 1998). • Si no se consigue la reducción cerrada en extensión, debe efectuarse un solo intento en flexión. –– Se flexiona la cadera afectada a 90º y, con ligera rotación interna, se aplica tracción en línea con el fémur. A continuación, se mantiene la rotación interna mientras se aplica abducción a la extremidad inferior y se coloca en extensión. –– La extremidad inferior afectada se fija de manera segura al sistema de tracción y se comprueba la reducción de la fractura del cuello femoral. Si la fractura se mantiene desplazada, es necesaria una reducción abierta con visión directa. ◾◾ Después, se aplica solución antiséptica y se delimita el campo quirúrgico con paños/sábanas estériles. A continuación, se coloca una sábana estéril transparente con una parte adhesiva que se pega sobre la zona de la incisión quirúrgica. De este modo, la unidad de radioscopia queda excluida del campo quirúrgico estéril (figura 7). Consejos ◾◾ Una reducción adecuada de una fractura del cuello femoral comprende un soporte adecuado de la cabeza femoral por el cálcar femoral, la ausencia de varo Figura 5 A No desplazada B Desplazada Figura 6 9 Extremidad inferior ta llegar a la fascia lata y a la fascia que cubre el músculo vasto externo. Pueden utilizarse dos separadores de Gelpi para separar la piel y el tejido subcutáneo. ◾◾ Se utiliza una disección incisiva para seccionar la fascia lata y la fascia del vasto externo en línea con la incisión cutánea. ◾◾ A continuación, se realiza una disección roma para dividir el músculo vasto externo y visualizar la cortical femoral lateral (figura 8). Figura 7 y de desplazamiento inferior de la cabeza, y una angulación < 20º. Dificultades ◾◾ Un intento fallido de reducción cerrada en flexión justifica una reducción abierta. Los intentos repetidos numerosos pueden alterar la vascularización restante de la cabeza femoral y pueden aumentar el riesgo de seudoartrosis y de osteonecrosis. Material ◾◾ Es necesario un soporte de extremidad inferior adecuado para colocar la extremidad inferior sana alejada del campo de radioscopia. Otra posibilidad es colocar la extremidad inferior sana en abducción amplia conectada a la bota de la segunda extensión para la extremidad inferior de la mesa ortopédica. ◾◾ Durante la fijación de una fractura del cuello femoral puede utilizarse una o dos unidades de radioscopia. Los autores por lo general sólo utilizan una, y es necesaria la alternancia entre las proyecciones anteroposterior y lateral. Controversias ◾◾ La reducción cerrada puede lograrse con el sistema de tracción de la mesa ortopédica. Los autores realizan la reducción cerrada en la mesa ortopédica, para evitar que la fractura vuelva a desplazarse durante la transferencia del paciente. TÉCNICA: FIJACIÓN CON TORNILLOS CANULADOS Portales/exposiciones ◾◾ Con ayuda de un rotulador estéril, se marca el extremo proximal y los bordes anterior y posterior del trocánter mayor. ◾◾ Se hace una incisión lateral recta de 6 cm, empezando en la porción más ancha del trocánter mayor y extendiéndola en dirección distal. ◾◾ Se utiliza el bisturí eléctrico para la disección a través del tejido subcutáneo has- 10 Consejos ◾◾ La reducción abierta puede resultar más fácil si se flexiona la cadera 20-30º. Esta maniobra relaja las estructuras anteriores de la cadera y mejora la visualización de la fractura y la manipulación de los fragmentos de fractura. Controversias ◾◾ También puede utilizarse un abordaje percutáneo al fémur proximal mediante una vía de abordaje mínima con división muscular, que por lo general provoca el mismo grado de traumatismo de partes blandas. ◾◾ La reducción abierta puede realizarse también por una vía de abordaje posterior. Los inconvenientes de esta vía de abordaje son la imposibilidad para realizarla con el paciente en posición de decúbito supino y una tasa más alta de infección postoperatoria. Técnica quirúrgica Paso 1 ◾◾ Si no se ha logrado una reducción cerrada de la fractura del cuello femoral, a continuación puede efectuarse una reducción abierta a través de la incisión lateral. Se utiliza el intervalo de WatsonJones después de ampliar la incisión cutánea en sentido proximal. ◾◾ Se identifica el intervalo entre los músculos tensor de la fascia lata y glúteo medio, y se divide mediante disección roma sobre la cápsula anterior de la cadera. Es necesario desinsertar el origen del músculo vasto externo en la cresta intertrocantéra. ◾◾ A continuación, se abre la cápsula en línea con el cuello femoral y se desinserta de la cresta intertrocantérea 1 cm en dirección superior e inferior. ◾◾ Se introduce un separador de Hohmann puntiagudo estrecho sobre el borde anterior del acetábulo por fuera de la cápsula articular para facilitar la exposición del foco de fractura (figura 9A). ◾◾ Después, se desimpacta la fractura mediante tracción lateral con ayuda de un Vasto externo Cortical femoral lateral expuesta Figura 8 gancho de hueso (figura 9B), mientras un ayudante situado fuera del campo quirúrgico aplica rotación externa a la cadera. Luego, se relaja la tracción lateral mientras se aplica rotación interna a la extremidad inferior. • Otra opción para desimpactar la fractura es introducir un escoplo pequeño o un disector de Cobb en el foco de fractura para manipular la cabeza femoral. ◾◾ La reducción se confirma mediante radioscopia y con palpación manual de la región anterior del cuello femoral. Si la fractura está reducida, se fija de manera provisional con una aguja de Kirschner de 2 mm de diámetro. Paso 2 ◾◾ Una vez conseguida la reducción, puede llevarse a cabo la fijación definitiva con varios tornillos paralelos. ◾◾ Se introduce en la cabeza femoral una aguja guía roscada a lo largo de la cara anterior del cuello femoral para determinar la anteversión femoral y para que sirva como guía de posicionamiento. ◾◾ Empezando a nivel de o por encima del trocánter menor en la línea media del fémur, se introduce una aguja guía roscada de 3,2 mm en un punto en que el tornillo más distal sea paralelo a la aguja de posicionamiento (figura 10A). Si el hueso cortical es denso, puede perforarse antes con una broca de 2 mm de diámetro. • Se avanza la aguja guía al hueso sub condral de la cabeza femoral (figura 10 B). • Se confirma la posición de la aguja guía con radioscopia. Debe estar centrada en el cuello femoral en la proyección lateral y junto a la cortical medial del cuello femoral (figura 11). Fracturas del cuello femoral: reducción abierta y fijación interna • Si es necesario un cambio de posición, debe utilizarse el mismo orificio cortical, para evitar una zona de concentración de fuerzas en la cortical femoral lateral. ◾◾ Se coloca una segunda aguja guía con ayuda de una guía fija triangular. En la proyección anteroposterior, esta aguja guía debe estar en el centro del cuello femoral, y en la proyección lateral debe estar junto a la cortical posterior del cuello femoral. ◾◾ A continuación, se introduce una tercera aguja guía paralela a la segunda en la proyección anteroposterior y anterior a ésta en la proyección lateral, formando un triángulo invertido (figuras 12 y 13A). Dificultades ◾◾ Todas las agujas guía y los tornillos deben estar situados en o por encima del trocánter menor. Esto evita que se produzca una zona de concentración de fuerzas que puede causar una fractura subtrocantérea. Instrumental/implantación ◾◾ Los autores usan como material de elección para la fijación de las fracturas del cuello femoral con varios tornillos paralelos un sistema de tornillos canulados autoterrajantes de 6,5 mm de diámetro con agujas guía roscadas de 3,2 mm de diámetro. Gancho de hueso Separador de Hohmann Cadera en rotación externa A Figura 9 A B Figura 10 Controversias ◾◾ En las fracturas muy desplazadas con conminución posterior, puede añadirse un cuarto tornillo en una posición en la línea media superior, formando un rombo (figura 13B). No está claro si este cuarto tornillo mejora la estabilidad de la fijación de la fractura (Kauffman y cols., 1999; Swiontkowski y cols., 1987). Paso 3 ◾◾ Con ayuda de una broca canulada de 4,5 mm de diámetro, se perfora sobre las agujas guía con guiado radioscópico hasta 1 cm de la punta de las agujas para evitar la penetración en la articulación. ◾◾ Se utiliza un instrumento de medición incluido en el sistema de tornillos canulados para medir la longitud del tornillo sobre la porción exterior de las agujas guía y se restan 5 mm para permitir la compresión de la fractura (figura 14). ◾◾ Se coloca una arandela a cada tornillo (Zlowodzki y cols., 2005), y se introducen los tornillos a menos de 1 cm de la cortical femoral con ayuda de un destor- B Tornillo 1 Tornillo 2 Tornillo 2 Tornillo 1 Posición anteroposterior Posición lateral Tornillo 1 Inferior Línea media Tornillo 2 Central en el cuello Posterior Figura 11 nillador motorizado. El apriete final de los tornillos debe realizarse con un destornillador manual, apretando en primer lugar el tornillo más superior para evitar una pérdida de reducción (figura 15). A continuación, se retiran las agujas guía y la aguja de posicionamiento. ◾◾ Se utiliza la radioscopia para confirmar que los tornillos no están en el interior de la articulación de la cadera. 11 Extremidad inferior Figura 12 ◾◾ Se lava la herida quirúrgica y se realiza la hemostasia con un bisturí eléctrico. Si se ha efectuado una reducción abierta, no se cierra la cápsula articular. La fascia y los tejidos subcutáneos se cierran en capas mediante puntos sueltos con poliglactina 1-0 y 2-0, respectivamente. La piel se cierra con grapas y se coloca un apósito estéril. Los autores no utilizan un drenaje de manera habitual. Controversias ◾◾ Existe controversia sobre el efecto del hematoma intracapsular en la vascularización de la cabeza femoral y en la tasa de osteonecrosis, y no se ha comprobado que la artrocentesis de la cadera modifique el resultado clínico (Maruenda y cols., 1997). Los autores no realizan habitualmente una artrocentesis de la cadera. Consejos ◾◾ Para evitar el fracaso de la fijación, los tornillos no deben ser demasiado cortos, toda la rosca del tornillo debe sobrepasar el foco de fractura para poder aplicar compresión y los tornillos deben estar paralelos para permitir el asentamiento de la fractura. Dificultades ◾◾ Si se produce una penetración en la articulación de la cadera, debe colocarse una aguja guía nueva y un tornillo más corto en un trayecto nuevo. Si se utiliza el mismo trayecto, el asentamiento de la fractura puede provocar que se repita la penetración articular en lugar de un retroceso del tornillo. TÉCNICA: FIJACIÓN CON TORNILLO DESLIZANTE DE CADERA Portales/exposiciones ◾◾ La posición del paciente y la reducción cerrada son las mismas que se han descrito para la fijación con varios tornillos paralelos de las fracturas del cuello femoral. 12 A B Figura 13 Figura 14 ◾◾ La identificación de las referencias óseas del fémur proximal se hace igual que se ha descrito con anterioridad. ◾◾ Se hace una incisión lateral recta de 5 cm que empieza en el ensanchamiento del trocánter mayor y desciende por la diáfisis del fémur. El tejido subcutáneo se secciona también con el bisturí eléctrico. ◾◾ Mediante disección incisiva, se hace una incisión en la fascia lata y en la fascia que cubre el músculo vasto externo. ◾◾ Se introduce un separador de Bennett o de Hohmann a través del músculo vasto externo y sobre la cara anterior del fémur. Se introduce un segundo separador sobre la cara posterior del fémur y, con ayuda de los dedos, se realiza una división roma del músculo vasto externo (figura 16). A continuación, pueden utilizarse los separadores para descender por la diáfisis femoral, dividir el músculo hasta donde sea necesario, exponiendo la cara lateral del fémur proximal. ◾◾ Durante la división del vasto externo se encontrarán las ramas perforantes de la arteria femoral profunda, que, si es posible, deben coagularse antes de la avulsión. Figura 15 Figura 16 Consejos ◾◾ Si se produce una avulsión de los vasos perforantes, se retraen en el músculo y sangran, lo que dificulta la hemostasia. Una disección lenta con identificación y coagulación de estos vasos disminuye la pérdida de sangre intraoperatoria y facilita el resto de la técnica quirúrgica. Fracturas del cuello femoral: reducción abierta y fijación interna Controversias ◾◾ Una alternativa a la división del músculo vasto externo es desinsertarlo del tabique intermuscular externo. También en este caso es necesaria la identificación y la coagulación de los vasos perforantes. Técnica quirúrgica Paso 1 ◾◾ Después de obtener la exposición del fémur proximal, puede llevarse a cabo la reducción abierta de la fractura de la misma manera que para la fijación con tornillos canulados. ◾◾ Se coloca la guía de ángulo fijo apropiada (por lo general, para una placa con un ángulo de 135º) nivelada sobre la cortical lateral del fémur. El punto de entrada de la aguja guía roscada puede estar en el punto medio del diámetro anteroposterior del fémur y aproximadamente en línea con la punta del trocánter menor. ◾◾ Se introduce una aguja guía roscada de 3,2 mm de diámetro con ayuda de un motor, dirigida al centro de la cabeza femoral tanto en la proyección anteroposterior como en la lateral (figura 17A). La aguja guía se avanza hasta el hueso subcondral (figura 17B). ◾◾ Después de confirmar que la punta de la aguja guía está en el centro de la cabeza femoral tanto en la proyección anteroposterior como en la lateral, se utiliza el instrumento medidor para determinar la longitud del tornillo de compresión. ◾◾ Se introduce una aguja guía de 2,4 mm de diámetro superior y paralela a la aguja guía inicial (figura 18). Esta aguja guía sirve para evitar la rotación de la cabeza femoral durante la introducción del tornillo de compresión y la compresión de la fractura. Consejos ◾◾ La confirmación de la posición central de la aguja guía permite conseguir una colocación segura del tornillo deslizante de compresión a menos de 1 cm de la articulación con un riesgo bajo de penetración en la articulación. Dificultades ◾◾ Si no se coloca antes un tornillo antirrotatorio, puede haber riesgo de pérdida de reducción al perforar, terrajar e introducir el tornillo de compresión. Instrumental/implantación ◾◾ Los tornillos dinámicos de cadera están disponibles en ángulos de 125º a 155º, A B Figura 17 Figura 18 Figura 19 pero el implante que se utiliza con más frecuencia es el de 135º. ◾◾ Para colocar un tornillo antirrotatorio se necesita un sistema de tornillos canulados de 6,5 mm de diámetro. pecto a la diáfisis femoral. Esto permitirá acoplar la placa lateral sobre el tornillo de compresión. ◾◾ Después de confirmar la longitud del tornillo de compresión en ambos planos, se retira el tubo de centrado y la aguja guía. Paso 2 ◾◾ Se avanza la aguja guía de 3,2 mm 5 mm más en el hueso subcondral de la cabeza femoral. ◾◾ Se bloquea la broca a la longitud medida para el tornillo de compresión en el paso 1 y se conecta al terminal del motor. La perforación con la broca se lleva a cabo con guiado radioscópico, asegurándose de que la aguja guía no penetra en la articulación o en la pelvis, hasta que el tope alcanza la cortical lateral del fémur (figura 19). • Si la aguja guía se sale durante la perforación, puede volver a introducirse el instrumento de colocación de la aguja guía en el fémur y se reintroduce la aguja guía. ◾◾ Se conecta al mango en T la terraja para el tornillo de compresión y se terraja hasta la longitud deseada del tornillo de compresión. ◾◾ A continuación, se introduce un tornillo de compresión de la longitud medida sobre la aguja guía utilizando el tubo de centrado. La introducción del tornillo de compresión se finaliza con el mango del mango en T en posición correcta res- Consejos ◾◾ Después de introducir el tornillo de compresión, la suma de las distancias punta-cima en las proyecciones anteroposterior y lateral debe medir 25 mm o menos (figura 20) para evitar el fracaso de la fijación por cizallamiento de la cabeza por el tornillo de compresión (Baumgaertner y cols., 1995). Controversias ◾◾ No es necesario terrajar el hueso osteoporótico, pero sí lo es en pacientes más jóvenes para evitar la rotación de la cabeza femoral durante la introducción del tornillo de compresión. Por lo general, los autores terrajan antes de introducir el tornillo de compresión en todos los pacientes. Paso 3 ◾◾ A continuación, puede prepararse e introducirse sobre el tornillo de compresión una placa lateral de dos a cinco orificios con el ángulo apropiado (figura 21). ◾◾ Con la placa lateral alineada con la diáfisis del fémur, se impacta con suavidad 13 Extremidad inferior A Distancia punta-cima = A + B B Figura 20 Figura 21 Figura 22 la placa lateral contra la cortical lateral y se fija con la pinza de sujeción. ◾◾ Utilizando la broca de 3,2 mm de diámetro, se perforan orificios bicorticales para la placa lateral en posición neutra (figura 22). Se mide la longitud hasta la cortical opuesta con el medidor de profundidad. ◾◾ Después de terrajar los orificios con la terraja de 4,5 mm de diámetro, se utilizan tornillos de cortical de rosca completa de la longitud medida para asegurar la placa lateral al hueso. El apriete final se realiza utilizando el destornillador manual. ◾◾ Se retira la tracción por completo y se introduce el tornillo de compresión lo necesario para lograr hasta 5 mm de compresión a través del foco de fractura. ◾◾ Si se desea una fijación adicional, se mide la longitud de la aguja guía de 2,4 mm de diámetro y se introduce un tornillo canulado de rosca completa de 6,5 mm de diámetro. A continuación, se retira la aguja guía. ◾◾ Se lava la herida quirúrgica y se cierra por planos del mismo modo descrito para la fijación con tres o cuatro tornillos canulados paralelos. 14 Controversias ◾◾ Para la fijación de las fracturas del cuello femoral puede utilizarse una placa lateral de dos a cinco orificios. No se han encontrado diferencias significativas entre una placa lateral de dos o de cuatro orificios respecto a la resistencia de la fijación en análisis biomecánicos (McLoughlin y cols., 2000). TRATAMIENTO POSTOPERATORIO Y RESULTADOS PREVISIBLES ◾◾ Para aliviar el dolor postoperatorio se utiliza analgesia epidural continua o analgesia controlada por el paciente, que se cambia pocos días después por analgesia oral según la tolerancia del paciente. ◾◾ La profilaxis antibiótica intravenosa se prolonga 24 horas en el postoperatorio. ◾◾ El apoyo en carga es variable y depende de la calidad ósea, la reducción de la fractura y la técnica de fijación. La mayoría de los pacientes pueden realizar apoyo en carga al menos parcial inmediatamente después de la intervención quirúrgica, y el objetivo de la fijación interna es permitir el apoyo en carga según tolerancia. ◾◾ Los equipos de fisioterapia y de terapia ocupacional comienzan la rehabilitación el primer día postoperatorio. Los pacientes pueden sentarse en un lado de la cama o en una silla desde el primer día postoperatorio. • Los ejercicios activos-asistidos de la cadera y de arco de movilidad de la rodilla empiezan de inmediato. Se avanza a mantenerse levantado y a andar según tolerancia. • El fortalecimiento de la cintura pélvica y de la extremidad inferior comienza cuando el dolor deja de ser un problema. ◾◾ Se realizan radiografías postoperatorias a 1, 3, 6 y 12 semanas para vigilar los signos iniciales de fracaso de la fijación o de retraso de consolidación Complicaciones ◾◾ Las complicaciones de las fracturas del cuello femoral tratadas mediante fijación interna pueden ser locales o generales. ◾◾ Las complicaciones locales son infección, fracaso de fijación, seudoartrosis y osteonecrosis. • Las infecciones superficiales de la herida afectan aproximadamente al 1 % de las fracturas de cadera y por lo general se curan con antibióticos intravenosos contra microorganismos grampositivos. La artritis séptica y la osteomielitis son complicaciones poco frecuentes. –– El fracaso temprano de la fijación con erosión ósea debe hacer sospechar un diagnóstico de infección profunda, porque en presencia de infección activa no se produce la consolidación. La confirmación de la infección se realiza mediante artrocentesis de la articulación de la cadera o biopsia sinovial para cultivo. –– El tratamiento consiste en lavado y desbridamiento tempranos con administración de antibióticos locales seguidos de un ciclo de seis semanas de tratamiento antibiótico sistémico. La revisión de la fijación o la conversión en artroplas- Fracturas del cuello femoral: reducción abierta y fijación interna tia pueden ser apropiadas si la cifra de leucocitos, la velocidad de sedimentación globular y la proteína C reactiva han recuperado los valores normales y los cortes congelados intraoperatorios negativos confirman la erradicación de la infección. • La causa más frecuente de fracaso temprano de la fijación son los errores técnicos durante la fijación de la fractura o no tener en cuenta determinadas características de la fractura que aumentan la inestabilidad. –– Los pacientes suelen tener dolor inguinal o en la región glútea. Las radiografías en las que se aprecia asentamiento de la fractura, radiotransparencias alrededor del implante o desplazamiento de los implantes confirman el diagnóstico. –– El tratamiento depende de la edad del paciente, las demandas funcionales, el estado de salud general y la densidad mineral ósea. En personas jóvenes con una reserva ósea óptima, es razonable intentar una revisión de la fijación, pero en los pacientes con demandas funcionales bajas y osteopenia es más apropiada la artroplastia. • La seudoartrosis es una complicación poco frecuente de las fracturas no desplazadas del cuello femoral, pero afecta hasta al 30 % de las fracturas desplazadas del cuello femoral. –– Hay que sospechar este diagnóstico en pacientes que continúan con dolor 3-6 meses después de la fijación, y puede confirmarse mediante tomografía computarizada. –– Una exposición completa del tratamiento de la seudoartrosis de las fracturas del cuello femoral sobrepasa el alcance de este capítulo, pero por lo general consiste en una artroplastia en personas ancianas y en una revisión de la fijación con injerto óseo vascularizado y/u osteotomía intertrocantérea en los pacientes más jóvenes. • Las tasas de osteonecrosis después de una fractura del cuello femoral difieren y dependen del desplazamiento, el momento y la idoneidad de la reducción, así como de la técnica de fijación. La osteonecrosis se asocia a cerca de un 10 % de las fracturas no desplazadas y hasta al 66 % de las fracturas desplazadas. –– El diagnóstico precoz se realiza mediante resonancia magnética, pero la esclerosis ósea, el colapso subcondral y la consiguiente artropatía degenerativa pueden verse en las radiografías simples. –– El tratamiento de la osteonecrosis depende de los síntomas del paciente y de la localización del hueso necrótico. ◾◾ Las complicaciones sistémicas son mortalidad y tromboembolismo venoso. • Las tasas de mortalidad asociadas a una fractura de cadera varían y dependen de la edad, el sexo, el estado de salud física y mental, el es tado funcional previo a la lesión y la presencia de insuficiencia renal avanzada. En la mayoría de las personas ancianas conviene utilizar una cifra razonable de tasa de mortalidad del 25 % en el primer año al explicarlo a los pacientes y a sus familiares. • La trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar mortal tienen una tasa de incidencia del 50 y el 2 %, respectivamente, en pacientes sin profilaxis. En el centro de los autores, todos los pacientes reciben profila xis farmacológica con heparina de bajo peso molecular empezando el primer día después del ingreso. Se suspende en el momento apropiado para permitir la fijación de la fractura y se reinicia el primer día postoperatorio. Consejos ◾◾ Las medidas más apropiadas para prevenir la osteonecrosis en los pacientes tratados mediante fijación interna son una reducción anatómica y una fijación interna estable de la fractura. BIBLIOGRAFÍA COMENTADA Baumgaertner MR, Curtin SL, Mindskog DM, Keggi JM. The value of the tip-apex distance in predicting failure of fixation of peritrochanteric fractures of the hip. J Bone Joint Surg [Am]. 1995;77:1058-64 Recomendación de grado B a favor de la posición del tornillo de compresión durante la fijación con tornillo deslizante de cadera de las fracturas peritrocantéreas de la cadera. En este estudio de nivel II, la colocación de los tornillos con una distancia punta-cima mayor de 25 mm aumentó la tasa de cizallamiento de la cabeza por el tornillo y fracaso de la fijación. Chua D, Jaglal SB, Schatzker J. Predictors of early failure of fixation in the treatment of displaced subcapital hip fractures. J Orthop Trauma. 1998; 12:230-4. Recomendación de grado B a favor del rechazo a aceptar una alineación en varo residual en fracturas del cuello femoral durante la fijación interna. Este estudio de nivel II identificó una tasa 4,3 veces más alta de fracaso de la fijación en fracturas desplazadas del cuello femoral con alineación en varo residual después de la reducción. Kauffman JI, Simon JA, Kummer FJ, Pearlman CJ, Zuckerman JD, Koval KJ. Internal fixation of femoral neck fractures with posterior comminution: a biomechanical study. J Orthop Trauma. 1999;13:155-9. Recomendación de grado D a favor del uso de cuatro tornillos paralelos durante la fijación de las fracturas del cuello femoral con conminución posterior. Este estudio biomecánico de nivel IV halló una resistencia al desplazamiento y un límite elástico más altos en fracturas simuladas con conminución posterior fijadas con cuatro tornillos de esponjosa a compresión que al utilizar sólo tres tornillos. Maruenda JI, Barrios C, Gomar-Sancho F. Intracapsular hip pressure after femoral neck fracture. Clin Orthop Relat Res. 1997;(340): 172-80. Recomendación de grado C en contra de la artrocentesis sistemática del hematoma intracapsular en las fracturas del cuello femoral. En este estudio prospectivo de cohortes de nivel IV, la artrocentesis de la cadera no redujo la presión intracapsular. McLoughlin SW, Wheeler DL, Rider J, Bolhofner B. Biomechanical evaluation of the dynamic hip screw with two- and four-hole side plates. J Orthop Trauma. 2000;14:318-23. Recomendación de grado D a favor del uso de una placa lateral de dos orificios en la fijación con tornillo dinámico de cadera de las fracturas intertrocantéreas sin extensión diafisaria. En este estudio biomecánico de nivel V, no hubo diferencias significativas en la carga máxima de rotura ni en el grado de tensión entre la placa lateral de dos orificios y la placa lateral de cuatro orificios. Rizzo PF, Gould ES, Lyden JP, Asnis SE. Diagnosis of occult fractures about the hip: magnetic resonance imaging compared with bone-scanning. J Bone Joint Surg [Am]. 1993;75:395-401. Recomendación de grado B a favor del uso de la resonancia magnética en el diagnóstico de las fracturas del cuello femoral en pacientes con radiografías simples normales. Este estudio de nivel III mostró que la resonancia magnética era tan apropiada como la gammagrafía ósea para diagnosticar las fracturas ocultas del cuello femoral. Swiontkowski MF, Harrington RM, Keller TS, Van Patten PK. Torsion and bending analysis 15 Extremidad inferior of internal fixation techniques for femoral neck fractures: the role of implant design and bone density. J Orthop Res. 1987;5:433-44. Recomendación de grado D en contra del uso de más de tres tornillos paralelos durante la fijación interna de las fracturas del cuello femoral. Este estudio biomecánico de nivel V mostró la ausencia de diferencias significativas 16 en la precisión de la reducción o la resistencia a la flexión o la torsión con cuatro o cinco tornillos. Zlowodzki M, Weening B, Petrisor B, Bhandari M. The value of washers in cannulated screw fixation of femoral neck fractures. J Trauma. 2005;59:969-75. Recomendación de grado B a favor del uso de arandelas durante la fijación de las fracturas del cuello femoral con tornillos canulados. Este estudio de nivel II halló un cociente de probabilidades de fracaso de la fijación de 11,2 cuando no se utilizaron arandelas durante la fijación de las fracturas del cuello femoral con tornillos canulados paralelos.