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Revista Psicología y Ciencia Social ISSN: 1405-5082 El cine como recurso psicoeducativo para familiares de personas diagnosticadas con trastornos del espectro autista Violeta Adlai Hernández Martínez, Diego Cabral López de la Cerda, Marisol Molina Gardida e Irais Camacho Gómez Clínica de Autismo del Centro Integral de Salud Mental CISAME-Secretaría de Salud MÉXICO INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO RESUMEN Bitácora del Artículo: Recibido el 29 de abril de 2013 Publicado en línea el 4 de julio de 2013 El presente trabajo estudia el uso del cine como medio informativo y psicoeducativo de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Se describe la experiencia de un cineclub como recurso didáctico para enseñar a un grupo de 31 familiares de personas diagnosticadas con TEA, acerca de características de este trastorno y estrategias de manejo conductual. A los participantes se les presentaron cinco películas: “Paraíso oceánico”, “María y yo”, “Ben X”, “Mi nombre es Khan” y “Un amigo inesperado”. Se realizó un análisis de cada película; al final de la serie de películas se les pidió contestar un cuestionario estructurado acerca de sus impresiones, reflexiones y aprendizajes obtenidos. Los resultados encontrados en esta experiencia, permitieron corroborar la utilidad del cine en el aprendizaje y los procesos de reflexión respecto a los TEA. Palabras Clave: Cineclub Trastornos Espectro Autista Familiares Psicoeducación THE FILM AS A PSYCHOEDUCATIVE RESOURCE FOR RELATIVES OF PEOPLE DIAGNOSED WITH AUTISTIC SPECTRUM DISORDERS ABSTRACT Keyword: Film Club Autistic Spectrum Disorders Relatives Psychoeducation. This paper studies the use of film as an informative and psychoeducational resource of Autism Spectrum Disorders (ASD). It also describes the experience about a film club implemented as a teaching resource with 31 relatives of people with ASD in order to explain them some characteristics and behavioral treatment strategies of ASD. Participants watched five films: "Paradise heaven", "María y yo," "Ben X", "My Name Is Khan" and "An unexpected friend". They did an analysis of every film. At the end of the film series, they were asked to answer a structured questionnaire about their impressions, reflections and learning obtained. The results found by this experience let us to corroborate the usefulness of film in learning and reflection processes regarding ASD. REVISTA DE PSICOLOGÍA Y CIENCIA SOCIAL | VOL 14, NO. 1 | 2013 Hernández, Cabral, Molina y Camacho El arte nos libera ilusoriamente de la sordidez de ser Fernando Pessoa El libro del desasosiego El cine, además de una fábrica de sueños, es un escaparate de la conducta humana que lanza constantemente preguntas al espectador Florentino Moreno Psicología y cine La relación entre el cine y la psicología se remonta a sus orígenes, con una diferencia de sólo 16 años entre el nacimiento de la psicología científica –en el año de 1879– y la creación del cine por los hermanos Lumiere en 1895. Se considera el inicio de la psicología científica cuando el Dr. Wilhelm Wundt funda, en Leipzig, el primer laboratorio formal, haciendo de la psicología una ciencia con método y objeto de estudio propio. En lo que respecta al séptimo arte, el 28 de diciembre de 1895 los hermanos Lumiere proyectaron las primeras imágenes en cine, causando gran conmoción entre sus asistentes en París. Fue durante el inicio del siglo XX que se consolidaron la psicología y el cine. Como ejemplo se puede mencionar a Sigmund Freud y la primer obra de gran trascendencia en el estudio de la psique: La interpretación de los sueños (1900) y al “mago” del cine Georges Meliés, que presentó en 1902 la película que revolucionaría la historia del cine: Viaje a la Luna, “añadiendo los dos ingredientes psicológicos que más han contribuido al éxito del cine: la utilización a raudales de las emociones y de la fantasía” (Gómez de Benito, 1996). A partir de ese primer encuentro, donde la percepción, la imaginación, las emociones y las imágenes se conjuntan, la psicología y el cine establecerán un diálogo constante. Desde su nacimiento, el cine y la psicología han establecido sólidos lazos. Cientos de películas basan su argumento en teorías o experimentos psicológicos (Moreno, 2003). También el cine ha contribuido en gran medida a hacer llegar a la sociedad la imagen que ésta tiene de la psicología, tanto en la labor terapéutica como 2 en las características de los trastornos mentales o psicopatologías, adaptándolos para que tengan mayor impacto entre los espectadores, aunque esto ha tenido como consecuencia que difieran los personajes de la psicología clínica cotidiana. La imagen de la psicoterapia y de la actividad terapéutica ha sido en gran parte forjada en el inconsciente colectivo como resultado del influjo de las películas, en el que muchas veces escapan de lo que comúnmente realiza en su quehacer cotidiano el psicoterapeuta. Esto causa confusión entre la población respecto a la intervención terapéutica y la relación con el paciente. La psicología y el cine se han ido complementando, tanto para la industria fílmica que presenta los experimentos, diagnósticos y psicopatología con aportaciones psicológicas; como la posibilidad terapéutica de utilizar las películas como herramienta para el reconocimiento de emociones, conductas o situaciones en común; también se ha analizado el efecto que ocasionan ciertos filmes entre los espectadores, de modo que la experiencia al ver una película es, también, un campo vasto para la psicología. ¿Cómo puede contribuir el cine a la comprensión de aspectos relacionados con la salud física y mental? La explicación viene porque el cine mantiene una estrecha relación con la filosofía, las ciencias, la medicina, la psicología y el arte. Hay un vínculo entre el arte y la vida que nos permite reconocer en la obra artística emociones y sentimientos que han quedado reprimidos y se manifiestan en la película, a partir de nuestra observación. El cine es el arte en que el espectador puede identificar más fácilmente estos sentimientos, debido a que la forma en que se presenta, por medio de la experiencia audiovisual, permite que en la historia de cada uno y su relación con la vida de los protagonistas sea más sencillo relacionar la trama de la película con su vivencia personal, dando espacio y distanciándose en la forma en que cada director lleva a cabo su obra. Todo director de cine, cuando se propone realizar una película, se pregunta cómo Revista Psicología y Ciencia Social 3 ISSN: 1405-5082 ingeniárselas para despertar en el público determinados sentimientos y para introducirle en un mundo en el que le esté permitido soñar. El cine es algo más que una forma de entretenimiento, es un medio de comunicación, un vehículo para la instrucción, un registro histórico y una lupa que moldea y refleja el espíritu de los tiempos (Haas, 1995). Es cada vez más frecuente el interés de la psicología por el cine (García, 2006). Al respecto, los estudios hacen hincapié en cómo el cine representa la enfermedad mental y el trabajo terapéutico. El cine va más allá del acercamiento que la población ha tenido con los especialistas de la psicología y la psiquiatría, ya que también permite al espectador identificarse en la trama de la película, en aquello que le aqueja y pareciera ser el único que ha pasado dicha experiencia. Dramas y comedias reflejan la vida misma, proporcionando la posibilidad de identificarnos con algunos de los personajes, también nos evocan recuerdos, nos ayudan a asociar con historias nuestras o de nuestros allegados (Catalá, 2003). Actualmente se considera la eficacia de la cinematerapia que se define como “la intervención terapéutica que permite al paciente evaluar visualmente la interacción de los protagonistas del filme con otras personas, en su ambiente y sus aspectos personales, envolviéndolo en un nivel emocional, físico y cognitivo que le facilita el avance terapéutico” (Tyson, Foster y Jones, 2000; citado en Fernández, 2009). También destacan las aportaciones del cine como terapia, al proponer el análisis y debate de distintos problemas, funcionando como modelo de intervención en la psicoeducación de aquéllos que tienen un familiar y deben hacerse cargo de él por algún problema de salud física o mental. En el caso de la psicoeducación familiar, requieren especial atención los trastornos psiquiátricos de la infancia y la adolescencia. Dentro de éstos, se encuentran los Trastornos del Espectro Autista (TEA), que incluyen al autismo y al síndrome de Asperger. Trastornos del Espectro Autista La denominación de Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) es la aceptada en las clasificaciones internacionales vigentes. Abarca el espectro de trastornos entre los que se reconoce el autismo (infantil y atípico), el síndrome de Asperger, el síndrome de Rett y el trastorno desintegrativo de la infancia. Lorna Wing (1998) utilizo el término Trastornos del espectro autista (TEA), para referirse a aquéllas conductas que comparten características similares en socialización, comunicación y lenguaje, en concreto: se refiere al autismo y el síndrome de Asperger, en los que se centra el presente estudio. En los TEA la intensidad de los síntomas es variable. Las personas más afectadas presentan un nivel intelectual muy por debajo de lo esperado para su edad cronológica, pueden presentar de forma muy marcada alteraciones sensoriales, indiferencia y alejamiento social, movimientos estereotipados, falta de contacto visual, ausencia de juego simbólico y una gran dificultad para adaptarse a los cambios. Las personas menos afectadas pueden presentar mayor habilidad cognitiva y una intensidad más leve de los síntomas; características que les permiten una mejor adaptación. Según Lorna Wing (1998), cada individuo con TEA es diferente de cualquier otro, por lo que esta descripción se debe considerar como una guía general y no como una definición exacta para el diagnóstico. Sin embargo, las alteraciones en la interacción social, la comunicación y la imaginación así como la conducta repetitiva, se pueden reconocer en todas las variaciones. Según Ulloa et al (2010), en las Guías clínicas del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”, el autismo se define como un trastorno biológico del desarrollo, que causa problemas en la interacción social y en la comunicación. Generalmente se asocia con una REVISTA DE PSICOLOGÍA Y CIENCIA SOCIAL | VOL 14, NO. 1 | 2013 Hernández, Cabral, Molina y Camacho conducta que incluye intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Persiste a lo largo de la vida, casi dos terceras partes de las personas con autismo pueden tener concomitantemente un cociente intelectual (CI) debajo de 70 y déficit en el nivel adaptativo, sugestivo de retraso mental. Sin embargo, el diagnóstico de autismo alude típicamente a condiciones cuyo déficit más prominente abarca la interacción social, el lenguaje y la comunicación; al tiempo que algunas funciones como la memoria, pueden estar particularmente desarrolladas y un porcentaje menor de casos pueden demostrar aptitudes extraordinarias en la música, el dibujo, memoria visual o las matemáticas. En la página de Autismo Diario publicada en 2012 se menciona que a diferencia de una persona con autismo, un persona con Síndrome de Asperger puede no mostrar ningún retraso cognitivo evidente en su primera niñez. Algunos niños pueden ser precoces o habilidosos en aprender a leer, mostrando también habilidades para las matemáticas y algunos aspectos en juegos constructivos y de memoria. Los niños con síndrome de Asperger por lo general son diagnosticados hasta que comienzan la escuela. De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM IV (1995), el autismo se presenta en los varones con una frecuencia cuatro a cinco veces mayor que en las mujeres. Sin embargo, las mujeres con autismo son más propensas a experimentar un retraso mental más grave. Los estudios epidemiológicos en Estados Unidos, según Autism Speaks (2008), estiman que uno de cada 150 niños es diagnosticado con autismo, lo cual lo hace más común que la combinación sumada del cáncer infantil, la diabetes juvenil y el SIDA pediátrico. Se estima que 1.5 millones de personas en Estados Unidos y decenas de millones en el mundo son afectadas por el autismo. Debido a las características específicas de los TEA, los pacientes requieren de una atención especializada que incluye a la familia. Según 4 Lorna Wing (1998: 217) los padres de cualquier niño con una discapacidad a largo plazo tienen que pasar por un cambio de actitud cuando conocen por primera vez el diagnóstico. Como todos los padres, parten de la expectativa de que tienen un bebé perfecto que crecerá hasta convertirse en un adulto totalmente independiente, sin embargo tienen que ajustarse al hecho de que todas sus esperanzas y planes para el futuro del niño, y también del suyo, tendrán que cambiar, ya que ayudar a un niño con un trastorno autista a desarrollar habilidades y disfrutar de ciertas actividades es un trabajo difícil que lleva mucho tiempo. Diferentes autores se han dado a la tarea de investigar los sentimientos y experiencias de los padres de personas con TEA. Alonso (2004: 205), cuestionó a algunos padres sobre sus experiencias, encontró que ellos usaban términos complejos y en ocasiones contradictorios: “doloroso, difícil, complicado, terrible, traumático; pero también normal, muy satisfactorio, como una experiencia gratificante, hace madurar y desarrolla el amor”. Existen diferentes investigaciones sobre el estrés que sufren los familiares de personas con autismo. Algunos estudios se han centrado en analizar perfiles diferenciales entre familiares de hijos con autismo y los de aquellos con otros trastornos. Los resultados de Pozo, Sarriá y Méndez (2006) demuestran que las madres de las personas con autismo presentan más elevados niveles de estrés que las madres cuyos hijos tenían retraso mental, síndrome de Down, hiperactividad y desarrollo normal. Los resultados de estas investigaciones se explican por las características propias del autismo. Las características del autismo, condicionan con frecuencia la dinámica familiar, la integración en el entorno comunitario y la vida social de la familia. La convivencia con un hijo con TEA plantea a las familias dificultades, ya que deben afrontar el reto de aprender a relacionarse y comunicarse con sus hijos, adaptar la dinámica familiar a sus características particulares e ir Revista Psicología y Ciencia Social 5 ISSN: 1405-5082 ajustando esta dinámica a los cambios que suceden, sin descuidar una ocupación laboral, el funcionamiento del hogar, el cuidado y la atención a los otros hijos e incluso, en ocasiones, la atención de otras personas (abuelos u otros familiares) con discapacidad. La situación de la mayoría de estas familias presenta necesidades distintas a las que plantean otros tipos de discapacidad y, por lo tanto, requieren programas especializados y adaptados, que den respuesta a sus necesidades (Murillo y Belinchón, 2006). Para afrontar estos retos, es conveniente que las familias cuenten con apoyo profesional. En primera instancia, es importante que reciban psicoeducación para entender qué es el TEA, cuál es el tratamiento más adecuado y qué estrategias aplicar en la vida diaria. Aaron y Dixon (2004) mencionan que en el tratamiento de diferentes trastornos mentales una modalidad de abordaje que combina el tratamiento terapéutico con la psicoeducación mejora el pronóstico de estos padecimientos. Cine y autismo Como se ha mencionado, el cine es una herramienta muy útil en la psicoeducación de los trastornos mentales. En el caso de los TEA, el cine ha ejemplificado el modo de vivir en lo cotidiano de estas personas, las diferentes intensidades del padecimiento, así como las adversidades a las que se enfrentan sus familiares. En México, el cine se ha empleado como una estrategia de información en foros académicos. Por ejemplo, en el Tercer Congreso Mundial de Autismo, que tuvo lugar los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2010, en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se proyectaron películas para ilustrar las características más representativas de los TEA. En dicho evento se realizó como parte de sus actividades, un ciclo de cine dirigido a padres de personas con TEA y profesionales involucrados en su tratamiento. Matusevich y Matusevich (2005: 301-303) señalan que la imagen del autismo con el paso del tiempo ha ido evolucionando, sin embargo el camino no ha sido fácil. En las películas pioneras, los protagonistas con autismo eran mostrados como débiles mentales, anormales y rechazados por sus familias, al tiempo que eran confinados a instituciones psiquiátricas. Casi no existían películas que mostraran a personas que sufrieran el trastorno en la adultez, y que tuvieran un nivel de funcionalidad más adecuado. El cine había contribuido a crear en la mente de la sociedad, el mito de que autismo era igual a decir deficiente mental. La cinematografía y su relación con el autismo refleja en sus inicios un tipo de cine poco estructurado para ser usado como medio de información, ya que el contenido no siempre iba encaminado a lo real o a lo esperado, y sin embargo el impacto y costo social fueron muy altos. “Tradicionalmente la discapacidad ha sido representada por actores sin discapacidad, ya que la industria cinematográfica recurre a grandes estrellas como reclamo” (García, 2006). Ejemplos de actores emblemáticos son Dustin Hoffman, encarnando a Raymond, el protagonista con autismo en Rainman, filme del cual Matusevich y Matusevich (2005: 304).hacen la siguiente crítica: “Tomando un punto de vista extracinematográfico es necesario decir que Rainman contribuyó de manera sustancial a que la cuestión del autismo adquiriera visibilidad social y se instalara como nunca hasta ese momento en la opinión pública. El mismo Dr. Rimland, sostuvo en una entrevista, que la creación del personaje de Raymond requirió amalgamar algunas de las características más complejas de tres pacientes autistas atendidos por él, para, así, poder dotarlo de elementos que lo hicieran interesante para el público en general. A partir de ese momento ser autista equivalió a ser Rainman” Como puede observarse, Rainman, tuvo como principal aportación difundir el tema del autismo por primera vez en la industria cinematográfica, tema del cual poco se conocía, cuando se estrenó, en el año de 1988. Obtuvo el REVISTA DE PSICOLOGÍA Y CIENCIA SOCIAL | VOL 14, NO. 1 | 2013 Hernández, Cabral, Molina y Camacho Oscar por el guión de los autores Ronald Bass y Barry Morrow. Sin embargo, el hecho de conjuntar en un solo personaje las características de tres pacientes distorsionó la imagen del autismo. En la actualidad el autismo en el medio cinematográfico ha ido cambiando de enfoque, ahora es más optimista y positivo, apegándose un poco más a las dificultades que conlleva este trastorno. Asimismo, es preciso señalar el aumento en la industria fílmica sobre autismo y síndrome de Asperger, por ejemplo: Temple Grandin, Snow Cake, Adam, Ben X, Mozart y la ballena, por mencionar algunas de las películas, lo que puede ser un reflejo del trabajo de los colectivos familiares y profesionales que luchan por la visibilidad social de este problema. Monjas y Arranz (2010) refieren que en los actuales filmes se presenta una información realista, se utiliza un lenguaje no discriminatorio, se aportan conocimientos sobre soluciones y el recurso dramático no es tan melodramático como en películas pasadas; los personajes tienen una serie de puntos fuertes como son su tesón, optimismo, pasión por lo que hacen, persistencia y capacidad de superación, que son características positivas en la vida de la persona con autismo. Además, se tratan temas polémicos como la sexualidad, el bullying y la vida adulta. Por ejemplo, en las películas Adam, Mozart y la ballena, y Mi nombre es Khan, entre otras, se aborda el tema de la relación de pareja y la sexualidad, haciendo evidente que no por presentar este padecimiento se obstaculiza el desarrollo normal de la sexualidad (Hénault, 2006). En la película Ben X dirigida por Nic Balthazar en 2007, se ilustra el tema del bullying que las personas con TEA pueden sufrir en las escuelas, el filme refleja la realidad agresiva que vive el protagonista, quien es víctima del abuso de sus compañeros de aula, donde la familia y los profesores se muestran alejados de esta realidad. Si bien esta película no presenta una trama positiva y feliz, es el 6 desenlace de la misma lo que ayuda al espectador a reflexionar cómo anticiparse y evitar el bullying en las personas con TEA. La película Snow Cake, dirigida por Marc Evans en el 2006, relata la historia de una mujer adulta con autismo. Este filme resalta temas como la independencia, la maternidad, la vida laboral y la importancia de las redes de apoyo en la adultez. La película Temple Grandin es una película biográfica del año 2010 dirigida por Mick Jackson y protagonizada por Claire Danes. Se relata la vida de una destacada persona, quien a pesar de tener el diagnóstico de autismo, logró sobresalir en las ciencias y ha escrito libros sobre su experiencia de vida. Es una historia real que plasma los diferentes diagnósticos médicos a los que se enfrentan los padres antes de obtener el certero, además, muestra las dificultades que los padres experimentan para encontrar una educación escolar adecuada. En Paraíso oceánico, película dirigida por Xiao Lu Xue en 2010, se muestra el tema de la muerte de los padres de las personas con TEA, por lo tanto se enfatiza la importancia de que los cuidadores estimulen las habilidades de los pacientes para que sean autosuficientes: esto incluye hábitos de higiene, alimentación, autocuidado y vida laboral. María y yo fue nominada en el 2011 a los Premios Goya, como mejor película documental. Muestra la historia de María, una adolescente española con autismo. En la película se destaca que los protagonistas no son actores y se muestran situaciones cotidianas, temas como el amor y la dedicación de los padres y profesionales son aspectos relevantes del documental (Quirós, 2011). En el filme Mi nombre es Khan dirigido por Karan Johar en 2010, se muestra la vida de una persona con síndrome de Asperger desde su infancia hasta su edad adulta, sus relaciones familiares y escolares. En esta película el actor principal se ve inmerso en una sociedad que lo discrimina, no solo por su diagnóstico si no por cuestiones socioculturales. Temas como la Revista Psicología y Ciencia Social 7 ISSN: 1405-5082 sexualidad y la vida adulta también se abordan en esta película. Un amigo inesperado, película dirigida por Simon Shore en 2006, es una muestra de diferentes estrategias para manejar conductas propias del autismo, el personaje principal es un niño que muestra mejorías a partir de métodos implementados por sus padres, como el aprendizaje por imitación y programas que utilizan el apoyo visual, entre ellos están el Picture Exchange Communication System (PECS) y Treatment and Education of Autistic related Communication Handicapped (TEACCH). Cabe mencionar que las películas sobre los TEA presentan una realidad sesgada, que responde a la visión del director y los guionistas sobre el tema, por lo que es necesario contextualizar, ampliar y matizar la información que en ellas se muestra. En la práctica del cine como medio psicoeducativo, los espectadores reconocen características propias del autismo reflejado en la actuación del personaje, lo que implica un proceso de sensibilización e identificación con la trama de la película, ya que pueden proyectarse situaciones que viven en su vida cotidiana, e incluso reciben ejemplos de estrategias terapéuticas para el tratamiento de este padecimiento. 1. Informar de forma creativa acerca de los Trastornos del espectro autista e ilustrar diferentes características de este padecimiento 2. Ejemplificar algunas intervenciones terapéuticas útiles para el manejo de este trastorno. 3. Sensibilizar a los asistentes respecto a las personas que tienen dicho trastorno. 4. Reflexionar acerca de las diferentes situaciones en las que se ven inmersas las familias de personas con TEA. 5. Reflexionar acerca de los mitos y estereotipos del Autismo y del Síndrome de Asperger en la sociedad. 6. Reflexionar acerca de la situación social y cultural en la que han estado inmersas las personas con TEA en el transcurso de los años. 7. Favorecer la creación de redes de información, contención y apoyo entre los asistentes. Tomando en cuenta la relevancia del cine para la sensibilización y psicoeducación sobre los trastornos mentales, se propuso realizar un programa piloto de cineclub con fines psicoeducativos, dirigido a familiares de personas diagnosticadas con TEA con el propósito de acercarles a dicho padecimiento de una forma recreativa, informándoles también sobre algunas estrategias para su tratamiento. En la Clínica de Autismo del Centro Integral de Salud Mental, se realizó la proyección de cinco películas relacionadas a los Trastornos del Espectro Autista. Los objetivos de esta actividad se enumeran a continuación: REVISTA DE PSICOLOGÍA Y CIENCIA SOCIAL | VOL 14, NO. 1 | 2013 8 Hernández, Cabral, Molina y Camacho Metodología Participantes: 31 familiares de personas diagnosticadas con TEA. Procedimiento: Se realizó un ciclo de cine de cinco sesiones. En cada sesión se proyectaba una película, cada filme tenía una duración aproximada de dos horas, y al finalizar se destinaban 30 minutos para el análisis y discusión de la misma. En el cuadro 1 se muestran las características de las películas seleccionadas, así como los objetivos de su proyección: Como puede notarse, las películas tenían diferente origen, es decir, muestran personajes de diversas partes del mundo, lo cual fue decidido con el propósito de enfatizar que los TEA están presentes sin importar la nacionalidad. Las películas muestran diversos grados de intensidad de los síntomas, así como estrategias para su tratamiento. Todo esto es una realidad respecto a los TEA (Wing, 1998). Como se mencionó anteriormente, en cada sesión del cineclub se proyectó una de las películas enlistadas en el cuadro 1, posteriormente se realizó un análisis, utilizando diapositivas en las que se retomaban aspectos relevantes acerca de los TEA (por ejemplo, el concepto, el tratamiento, la situación familiar de estas personas, la situación social, etc.). Se fomentó la participación y reflexión del grupo de asistentes en cada sesión. Después de las cinco proyecciones, se aplicó a los participantes un pequeño cuestionario con las siguientes preguntas: ¿Cuál es la calificación global que usted daría a este cineclub? Esta era una pregunta de opción múltiple, en la que debían elegir una de las siguientes opciones: Excelente, Muy bueno, Bueno, Regular, Malo. ¿Qué reflexionó a partir de las películas proyectadas? Esta era una pregunta abierta. ¿De qué forma el que usted asista a este cineclub beneficia a su familiar con TEA? Esta era una pregunta abierta. ¿Considera importante que se lleve a cabo el cineclub en esta clínica de autismo? Esta era una pregunta con dos opciones: Sí y No. ¿Por qué considera importante que se lleve a cabo el cineclub en esta clínica de autismo? Esta era una pregunta abierta. Resultados Respecto a la calificación global del cineclub, 64% de los participantes evaluó como Excelente dicha actividad, seguida de Muy buena con 26%, ningún participante opinó que el cineclub fuera Regular o Malo, según se muestra en la gráfica 1. Revista Psicología y Ciencia Social 9 ISSN: 1405-5082 respuestas de mayor incidencia, entre las que destacan “aprendí varias estrategias y otro tratamiento para ayudar a mi hijo con TEA” (25.8%), “pudimos entender y aprender sobre el trastorno” (19.4%), “comprendo más a mi hijo, soy más tolerante con él” (16.1%), “puedo apoyarlo más” (9.7%), y “pudimos informar sobre el TEA a los demás integrantes de la familia” (9.7%). En la gráfica 2 se muestran las respuestas más frecuentes a la pregunta ¿Qué reflexionó a partir de las películas proyectadas? 45% de los asistentes mencionaron que “reflexionaron sobre sus actitudes y su comportamiento en relación a su hijo diagnosticado con TEA”. 22.6 % contestó que “aprendieron más información sobre los TEA, su definición, características, pronóstico, etcétera”. Así como “reflexionaron acerca de las dificultades de las personas con TEA y sus familiares” (12.9%). Respecto a la pregunta ¿Considera importante que se lleve a cabo el cineclub en esta clínica de autismo? Todos los asistentes mencionaron que Sí. La gráfica 4 muestra las razones que dieron para justificar dicha respuesta. Entre ellas los asistentes mencionaron que el cineclub fue importante porque “les permitió conocer sobre el TEA de una forma más dinámica, ya que estaban más receptivos” (25.8%), y con menos del 10% se mencionaron respuestas como “es una forma de involucrar a los familiares”, “fue útil para aprender nuevas técnicas y estrategias para enseñar a nuestros hijos y mejorar su vida”. En cuanto a la pregunta ¿De qué forma el que usted asista a este cineclub beneficia a su familiar con TEA? La gráfica 3 nos muestra las REVISTA DE PSICOLOGÍA Y CIENCIA SOCIAL | VOL 14, NO. 1 | 2013 Hernández, Cabral, Molina y Camacho 10 escenas que hacían alusión a los métodos de tratamiento más recomendados para el TEA, entre ellos, la terapia conductual, los métodos que usan el apoyo visual (como TEACCH y PECS) y el modelamiento. Dichos métodos son ilustrados en las películas, lo cual ayuda a difundirlos y a incorporarlos en la cultura de las personas, entendiendo que el cine afecta la cultura de la gente, y la cultura afecta la percepción del autismo, de su tratamiento y de las creencias acerca de su pronóstico (Pitten, 2008; Ravindran y Myers, 2012). Conclusiones Los resultados encontrados en este estudio permiten observar la identificación que tuvieron los asistentes con los personajes y las tramas que se desarrollaron en las películas proyectadas. Tal como lo describe Castaño Catalá (2003), los asistentes del cineclub pudieron ver reflejadas sus vidas y las de sus familiares diagnosticados con Trastornos del Espectro Autista en las películas, por lo cual reportaron diversos efectos. En primer lugar, es evidente el aumento en la empatía de los participantes en el cineclub respecto a su familiar con TEA, ya que muchas respuestas encontradas se relacionan con “reflexioné sobre mis actitudes y comportamiento hacia mi hijo con TEA”, “lo comprendo más”, “soy más tolerante con él”, entre otras. Estas respuestas indican que hubo un proceso de sensibilización respecto al paciente, tal como lo dicen Chambres, Auxiette, Vansingle y Gill (2008), el identificar que una persona cumple con los criterios de un diagnóstico provoca una percepción distinta, de mayor empatía y por lo tanto, una actitud más favorable en el acercamiento a ella. Por otro lado, es indiscutible el valor psicoeducativo de este cineclub, ya que los asistentes reportaron haber aprendido información sobre los TEA, así como estrategias para su tratamiento. Cabe mencionar que en las películas proyectadas había varias Por otro lado, los participantes enfatizaron que el Cine es una forma dinámica de aprender, que por su arte, es llamativo y logra incidir en la atención (por lo cual mencionan: “estoy más receptivo”), a diferencia de otras formas de psicoeducación tales como las conferencias y cursos. Aunado a esto, cabe mencionar que los asistentes expresaron que este cineclub implicó una oportunidad de involucrar a familiares que no estaban muy cerca de la situación del paciente con TEA. Fue más fácil informar a estos familiares mediante esta actividad, a diferencia de usar otros medios psicoeducativos. En esta misma tónica, cabe resaltar la utilidad de este cineclub como un medio de establecer y fortalecer redes de apoyo entre personas que tienen la misma situación: un familiar diagnosticado con TEA, ya que los asistentes mencionaron que pudieron aprender de las experiencias compartidas por otros en el momento del análisis de las películas, en el cual se generaba la participación de las personas presentes. El saber que no son los únicos que padecen una situación compleja genera sentimientos de compañía y fortaleza (Benjamín, 2006). En conclusión, los participantes tuvieron una visión muy positiva del cineclub, ya que todos reconocieron la importancia de este tipo de actividades dentro del programa de tratamiento en la Clínica de Autismo, enfatizando el valor recreativo y psicoeducativo de esta actividad. Esto nos permite reflexionar sobre la importancia de usar al cineclub como un medio Revista Psicología y Ciencia Social 11 ISSN: 1405-5082 para difundir información actualizada sobre los TEA, cuestionar mitos y estereotipos al respecto, entendiendo que nuestra sociedad mexicana necesita incorporar a su cultura este tema, el cual aún es desconocido, lo que representa un reto para su detección y tratamiento (Albores, Hernández, Díaz y Cortés, 2008). Los resultados de este estudio preliminar serán usados para investigaciones posteriores. Fernández de Juan, Teresa (2006). Niños violentados: el cine-debate como opción terapéutica. Enseñanza e Investigación en Psicología. Jalapa: Universidad Veracruzana García, A., (2006). Psicología y Cine: Vidas Cruzadas. Madrid: Universidad Nacional de Educación a distancia. Referencias Aaron, B., Dixon, L. (2004).. Family Psychoeducation as an Evidence-Based Practice CNS Spectrums. 9(12). Albores, L., Hernández, L., Díaz, J. A. & Cortés, B. (2008). 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