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¢400 Etapa IV - Año CXXXII Tomo 136 - (4420) Costa Rica Domingo 3 de abril 2016 - II de Pascua Mons. Manuel Eugenio Salazar Mora IV Obispo de Tilarán-Liberia “Debemos hacer sentir nuestro pensamiento cristiano” P8-11 El nuevo pastor recibe su ordenación episcopal este lunes 4 de abril en la Catedral de Tilarán. Le preocupa la situación de la Iglesia, cree que debe ser pastoralmente más agresiva, llegar más, salir más, y tomar más iniciativas. Foto L. Avila. Carta Pastoral sobre la Fe Iglesia hoy “Dichosos los que crean sin haber visto” Monseñor José Manuel Garita Obispo de Ciudad Quesada Páginas centrales Alegría y fe marcaron la Semana Mayor P/18-21 2 Eco Católico Domingo 3 de abril 2016 Editorial Pascua: fuente de vida nueva en Cristo L a alegría pascual que vivimos en este Domingo de la Divina Misericordia tiene que movernos a la conciencia de que nuestra Iglesia está viva, y que fruto de esta vida los creyentes estamos llamados a hacer presente el amor de Dios en medio del mundo. Lo verificamos en la Semana Santa recién pasada, en numerosas expresiones de piedad popular vividas alrededor de los misterios de nuestra fe en las comunidades del país, donde se ha manifestado un año más la fe de nuestro pueblo y su amor por la Iglesia, de la que se sabe parte fundamental. En esta edición recogemos apenas parte de este fervor y esta alegría con la que los católicos hemos vivido la Semana Mayor. Estas experiencias, sin embargo, no pueden quedarse en meras representaciones o presencias infértiles de escenas lejanas, incapaces de mover a un cambio de vida y a una mayor coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. La Pascua es vivencia gozosa de quien ha vivido el encuentro con el resucitado, y de esta experiencia tiene que surgir la transformación del corazón y de los actos, en relación con uno mismo, con Dios y con los hermanos. Cuando somos capaces de ver al Señor en todo y en todos, y de dirigir la existencia hacia metas más elevadas, dejando atrás odios y envidias, podemos decir que vivimos realmente el sentido de la Pascua. Hacerlo de la boca para afuera es fácil pero vacío y carente de sentido. Evidentemente también nos duelen situaciones que en plena Semana Santa empañan el sentido de fraternidad que debe de caracterizar estos días. Pensamos en las 37 muertes violentas registradas por las autoridades, fruto de imprudencias, de excesos y de delincuencia, situaciones sobre las que es necesario seguir proponiendo los valores del Reino de Dios, junto a un acompañamiento muy inteligente de coyunturas en las que se unen feriados y celebraciones religiosas. Sin menospreciar este dato, sentimos igualmente la fresca brisa pascual en eventos como el que viviremos este lunes 4 de abril, con la ordenación episcopal de Monseñor Manuel Eugenio Salazar Mora como IV Obispo de Tilarán-Liberia. Es hermoso ver como el Espíritu sigue conduciendo los destinos de la Iglesia tal y como lo hizo en los primeros tiempos, dándole pastores según el corazón del Señor. Fundado en 1883 Teléfonos Central telefónica: 2222-8391 Fax: 2256-0407 Página web www.ecocatolico.org Correo electrónico info@ecocatolico.org Apartado postal 1064 -1000 San José Corresponde recibirlo con los brazos abiertos, para ayudarle a que conozca la realidad y se empape de primera mano de los retos que enfrenta, que aunque son ciertamente complejos, se pueden superar con ánimo y sentido de unidad. Su llegada a la Conferencia Episcopal aportará mucho al caminar de la Iglesia en el país, estamos seguros de ello, tal y como se desprende de la amplia entrevista que concedió al Eco Católico hace unos días y que es publicada en esta edición. En este tiempo de gozo se impone la esperanza cristiana, y de ella la alegría de saber que seguimos a un Dios vivo. Dejemos que su presencia nos inunde y nos conduzca a una vida nueva. Créditos Sede Conferencia Episcopal de Costa Rica Calle 22- Avs. 3 y 5, San José Guanacaste y Upala, en medio de tantos desafíos espirituales y sociales tienen ahora al frente de su Iglesia a una persona coherente y consistente, inteligente y prudente, claro en sus ideas y decidido en sus proyectos. El Padre Manuel Eugenio sabe lo que se espera de él y estamos seguros que se gastará y desgastará para que la luz de Cristo brille en todos los rincones de su Iglesia particular. Presidente Junta Directiva Mons. José Rafael Quirós Q. Director Lic. Martín Rodríguez G. mrodriguez@ecocatolico.org Asesor doctrinal Pbro. Víctor Hugo Munguía C. Edición Luis Carlos Cartín S. Diseño y composición Lic. Carlos Andrés Víquez V. cviquez@ecocatolico.org Gerencia comercial Henry Díaz C. hdiaz@ecocatolico.org Eco Católico Actualidad Domingo 3 de abril 2016 3 Homilía de Monseñor José Rafael Quirós en el Día de San José Una vida sin Dios conduce al desastre responsabilidad toca a los dos por igual, y enfatizo que es una responsabilidad grave a la que se comprometieron desde el día que contrajeron matrimonio y cuando solicitaron el bautismo de sus hijos. “Cuando ambos padres se involucran en la educación de sus hijos es evidente el resultado, con las normales excepciones, son buenos hijos, fervientes creyentes, y mejores ciudadanos”. Contra el laicismo y la cultura de la muerte Procesión con la imagen del patrono de la Iglesia. Fotos L. Avila. Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org Cientos de fieles asistieron a la celebración en el Día de San José el 19 de marzo para solicitar su intercesión o bien darle gracias en la Santa Eucaristía en su honor en la Catedral Metropolitana. Fue presidida por Monseñor José Rafael Quirós, Arzobispo Metropolitano y concelebrada por sacerdotes arquidiocesanos. Previo a la Misa, se realizó una solemne procesión por los alrededores de la Catedral, en la que participaron cientos de fieles, seminaristas, sacerdotes y autoridades de la Municipalidad de San José. La homilía pronunciada por Mons. Quirós ahondó en temas relacionados a la responsabilidad de los padres de familia, la defensa de la vida humana, la cultura de la muerte y la realidad económica y fiscal del país. En sus palabras, “cuánta falta hace superar la visión totalmente equivocada en muchos padres de familia, que a estas alturas de la historia siguen considerando que la transmisión de la fe corresponde sólo a las madres”. Los hijos, dijo Monseñor, son de ambos, por lo que la Al aire San José TV San José TV es el nombre del canal de televisión oficial de la Arquidiócesis de San José, inaugurado el sábado 19 de marzo. Sus instalaciones fueron bendecidas por Monseñor José Rafael Quirós junto con el ahora Vicario de Pastoral Pbro. Guido Villalta y el Delegado Episcopal de Liturgia Pbro. Francisco Morales González. La dirección del canal recae sobre el periodista y actual director de Radio Fides Jeison Granados, quien explicó que funcionará las 24 horas. En televisión nacional puede ser visto en Canal 48 y pronto estará en Cabletica. Su programación es variada e incluye desde la Santa Misa hasta documentales, música y noticias. Es necesario, agregó, renovar la convicción de que una vida sin Dios conduce al desastre, por cuanto más fácilmente penetran las ideologías contra la vida, la indiferencia hacia los demás y hacia las realidades del país; “por tanto el laicismo es la peor elección”, dijo. Sobre la defensa de la vida, expresó que corresponde a la Iglesia defender todas las etapas de la vida humana. Igualmente, reafirmó con total convicción que la cultura de la muerte jamás es un progreso, todo lo contrario, es un total retroceso por cuanto es la lucha del ser humano contra sí mismo... Por ello, dijo, el momento que estamos viviendo como país, no puede dejarnos indiferentes, “porque todos de- Nombramientos en la Curia Metropolitana En el contexto de la celebración del Día de San José, Monseñor José Rafael Quirós, dio a conocer algunos cambios a lo interno de la Curia Metropolitana. Entre los que destacan: Vicario de Vida Pastoral: Pbro. Guido Villalta Loaiza Vicario General y Moderador de la Curia Metropolitana: Pbro. Daniel Francisco Blanco Méndez Canciller de la Curia: Pbro. Rafael Sandí Vicario Episcopal para la Vida del Clero Pbro. Fernando Muñoz Mora Vicario Episcopal para la Vida Consagrada Pbro. Óscar Brenes Jaubert Vicario Episcopal de la Fuerza Pública Pbro. Gilberth Ceciliano Navarro Delegado Episcopal de Liturgia Pbro. Francisco Morales González Delegado Episcopal de Pastoral Social Pbro. Marco Tulio Molina Artavia Delegado Episcopal de Pastoral Familiar y Vida Pbro. Ronny Solano Fallas bemos involucrarnos en tratar de dar respuesta desde la propia situación de vida”. Ante la realidad económica y fiscal, dijo que es importante que se den los pasos para que se legisle en orden a una mayor justicia contributiva y distributiva. “El asunto si bien político, no puede politizarse en el sentido de aprovechar el momento para el propio botín, si fuera así qué triste. El diálogo transparente y eficaz es el camino, se debe pensar en el pueblo y en el bien común”, concluyó. “El momento que estamos viviendo como país no puede dejarnos indiferentes, porque todos debemos involucrarnos en tratar de dar respuesta desde la propia situación de vida”. Mons. José Rafael Quirós 4 Actualidad Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico La misericordia de Dios Pbro. Mario Montes M. Animación bíblica, Cenacat Hoy, segundo domingo de Pascua, celebramos el “Domingo de la Divina Misericordia”. Este nombre, muy reciente, fue puesto por el recordado Papa San Juan Pablo II, quien asumió el anhelo de Santa Faustina, aunque no habló de “fiesta”, sino que lo denominó “domingo de la divina misericordia”. Obviamente no se puede hablar de fiesta por varias razones, la más fuerte de las cuales, es el hecho de que toda la cincuentena pascual, es la fiesta por excelencia de la resurrección del Señor. En cuanto al tema de trasfondo de este nombre, teniendo en cuenta que todo el plan salvífico es la misericordia divina, no obstante el tema de la misericordia está abundantemente presente, en los textos bíblicos y eucológicos del segundo domingo de Pascua (Hech 5,12-16; Ap 1,913.17-19). No olvidemos que estamos celebrando la Pascua de Cristo, en esta solemne Cincuentena Pascual. Esto, para que no pensemos en una fiesta distinta y aparte de lo que hoy y en estos días celebramos los cristianos. Recordemos, al respecto, lo que enseña la Iglesia: “Los cincuenta días que van desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés, han de ser celebrados con alegría y exultación, como si se tratara de un solo y único día festivo, más aún, como un gran domingo” (Normas Universales sobre el Calendario, n° 22). Las siete semanas de Pascua son, pues, en el corazón del Año Litúrgico, un solo y largo día de fiesta y de gracia. El objeto central de nuestra fe, no es sólo el hecho de que hace dos mil años Jesucristo resucitó, sino que sigue viviendo y está presente con nosotros en todo momento. ción con Dios y con el prójimo. De este modo, el Año Santo es siempre una oportunidad para profundizar la fe y vivir con un compromiso renovado el testimonio cristiano. Con el Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco pone al centro de la atención, en el Dios misericordioso que invita a todos a volver hacia Él. El encuentro con Él inspira la virtud de la misericordia. Año Jubilar de la misericordia El Jubileo de la Misericordia se inició el año pasado, con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana en Roma durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre 2015 y concluirá el 20 de noviembre de este año 2016 con la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. El Papa Francisco, al inicio del año, exclamó: “Estamos viviendo el tiempo de la misericordia. Éste es el tiempo de la misericordia. Hay tanta necesidad hoy de misericordia, y es importante que los fieles laicos la vivan y la lleven a los diversos ambientes sociales. ¡Adelante!” El anuncio se realizó en el segundo aniversario de la elección del Papa Francisco, durante la homilía de la celebración penitencial, con la que el Santo Padre dio inicio a las “24 horas para el Señor”, iniciativa propuesta por el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, para promover en todo el mundo la apertura extraordinaria de las iglesias y favorecer la celebración del sacramento de la Reconciliación. El tema de este año jubilar, ha sido tomado de la carta de San Pablo a los Efesios y que reza así: “Dios rico en misericordia” (Ef 2,4). La apertura de este Jubileo adquiere un significado especial, ya que ha tenido lugar en el quincuagésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, ocurrida en 1965. Es, por lo tanto, un impulso para que la Iglesia continúe la obra iniciada con el Vaticano II. Durante el Jubileo las lecturas bíblicas para los domingos del tiempo ordinario, están tomadas del Evangelio de San Lucas, conocido como “el evangelista de la misericordia”. El poeta italiano Dante Aligheri lo definía “scriba mansuetudinis Christi”, que significa: “narrador de la man- “Señor, Dios clemente y misericordioso” (Éx 34,6-7). sedumbre de Cristo”. Son bien conocidas las parábolas de la misericordia presentes en este Evangelio: la oveja perdida, la moneda extraviada y el padre misericordioso (Lc 15). El anuncio oficial y solemne del Año Santo, tuvo lugar con la lectura y publicación junto a la Puerta Santa de la Bula, el Domingo de la Divina Misericordia (el 12 de abril del año pasado), propugnado por San Juan Pablo II, que se celebra el domingo siguiente a la Pascua, hoy segundo domingo. El jubileo en la Escritura y en la práctica de la Iglesia Antiguamente, para los hebreos el jubileo era un año declarado santo, que era celebrado cada 50 años, y durante el cual se debía restituir la igualdad a todos los hijos de Israel, ofreciendo nuevas posibilidades a las familias que habían perdido sus propiedades e incluso la libertad personal. A los ricos, en cambio, el año jubilar les recordaba que llegaría el tiempo en el que los esclavos israelitas, llegados a ser nuevamente iguales a ellos, podrían reivindicar sus derechos (Lev 25,8-17). “La justicia, según la ley de Israel, consistía sobre todo en la protección de los débiles (S. Juan Pablo II, Tertio Millennio Adveniente 13). La Iglesia Católica inició la tradición del Año Santo con el Papa Bonifacio VIII, en el año 1300. Este Papa previó la realización de un jubileo cada siglo. Desde el año 1475 – para permitir a cada generación vivir al menos un Año Santo – el jubileo ordinario comenzó a espaciarse al ritmo de cada 25 años. Un jubileo extraordinario, en cambio, se proclama con ocasión de un acontecimiento de particular importancia. Los Años Santos ordinarios celebrados hasta hoy han sido 26. El último fue el Jubileo del año 2000. La costumbre de proclamar Años Santos extraordinarios, se remonta al Siglo XVI. Los últimos de ellos, celebrados el siglo pasado, fueron el de 1933, proclamado por Pío XI con motivo del XIX centenario de la Redención, y el de 1983, proclamado por Juan Pablo II por los 1950 años de la Redención. La Iglesia Católica ha dado al jubileo hebreo un significado más espiritual. Consiste en un perdón general, una indulgencia abierta a todos, y en la posibilidad de renovar la rela- A lo largo de la Sagrada Escritura, la misericordia de Dios es un tema fundamental. Pese a que muchas veces, el pueblo de Israel fue infiel a la alianza y al amor de su Dios, el Señor aparece siempre como ese Dios rico en misericordia, “lento a la cólera y lleno de amor, que no se enoja eternamente, ni guarda rencor perpetuo, no nos paga como merecen nuestros pecados, ni nos trata según nuestras culpas” (Sal 103,8-10). Así lo descubrió Moisés en la montaña del Sinaí, pese al pecado de su pueblo, cuando el Señor se le manifestó exclamando: “El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad. Él mantiene su amor a lo largo de mil generaciones y perdona la culpa, la rebeldía y el pecado” (Éx 34,6-7). Así también lo descubrió Israel, a lo largo de su historia de salvación, en todos los acontecimientos de su vida, tanto las personas como la comunidad. Esta confesión y convicción de fe, es una de las características esenciales del Dios de Israel, en especial, cuando los autores sagrados meditaban acerca de la realidad del pecado, que desgraciadamente recorre la historia y las páginas sagradas. Desde esta experiencia dolorosa, es que Israel confiesa esta cualidad de Eco Católico 5 Domingo 3 de abril 2016 su Dios misericordioso que, a lo largo de su vida, ha sabido perdonarlo una y mil veces. Ya lo expresaba el Papa San Juan Pablo II, al decir que la misericordia del Padre es una “imagen trepidante de su amor, que en contacto con el mal y en particular con el pecado del hombre y del pueblo, se manifiesta como misericordia” (Dives in misericordia, n° 52). Esta fórmula presente en Éx 34,6-7 se recoge, en todo o en gran parte, en algunos otros pasajes del Antiguo Testamento (Núm 14,18; Sal 86,15; 103,8.13; 145,8; Joel 2,13; Jon 4,2), así como en la fórmula resumida: “rico en misericordia”, de Ef 2,4. A menudo los orantes, necesitados de perdón, de ayuda y de protección, se dirigen a Dios invocando su piedad (Sal 4,2; 6,3; 9,14; 25,16; 51,3) y llamándolo padre (Is 63,16; ver Sal 103,13). Pero es en el texto de Is 49,15 donde encontramos la imagen más alta y significativa del amor inmutable e invencible de Dios cuando, al lamento de la comunidad de Sión, que se duele de verse abandonada, el mismo Señor responde amorosamente: “¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!”. Si tanto en Israel como entre nosotros, sabemos muy bien lo que significa el amor de una madre, en especial, lo que una madre ama a sus hijos y son capaces hasta de dar la vida por ellos, con esta atrevida apelación, el profeta Isaías llega a decir que el amor del Señor trasciende cualquier tipo o modelo humano, ya que es infinito e indefectible. En primer lugar, Dios ama a su pueblo, a Israel, pese a sus rebeldías y pecados, presentes en toda su historia que, incluso, parecían agotar la paciencia de Dios, según el libro de los Números (Núm 14,20-35; Dt 1,34-35; Jos 14,6-19; Hech 7,36). La experiencia de éxodo y el don de la alianza en el Sinaí, fueron dos acontecimientos íntimamente relacionados entre sí, como causa y efecto; pues el pueblo de Israel mantuvo siempre viva, durante toda su historia, la conciencia de haber experimentado de forma muy especial y casi sensiblemente, los efectos saludables de la misericordia divina, no sólo en los momentos trágicos de la esclavitud, sino también en los que siguieron a su liberación, hasta que logró entrar a la tierra prometida. Así, el salmo 136, dirigido todo él a la celebración del Señor, “porque es eterno su amor”, después de haber recordado brevemente algunas de las maravillas realizadas en la creación (vv. 4-9), pasa a recordar, uno tras otro, todos los prodigios que ha llevado a cabo en la historia de Israel, desde la muerte de los primogénitos de Egipto, hasta la liberación de los enemigos que se les oponían en la tierra de Canaán (vv. 10-24). La posterior historia bíblica, desde los jueces hasta los umbrales del Nuevo Testamento, pese a estar toda entretejida de infidelidades, desviaciones, rebeliones y pecados por parte del pueblo elegido, no es más que la continuación ininterrumpida de este perenne despliegue de la misericordia divina, que es compasión, perdón, ayuda y protección. Jesús, el Hijo de Dios misericordioso Si Dios es por excelencia, “clemente y compasivo, paciente y lleno de amor, que no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuamente, que no nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos trata según nuestras culpas” (Sal 103,8-10), su Hijo Jesucristo, es la expresión “hecha carne” de su amor y de su misericordia. El que mejor expresa esta realidad de Cristo, es el evangelista San Lucas, quien, en palabras de Dante (Dante, De monarchia 1,16), es “el rostro de la misericordia y el cariño de Dios por los pecadores”. San Lucas, pues, es el evangelista de la misericordia del Padre, manifestada en su Hijo Jesucristo. A lo largo de su ministerio, en su vida, palabras, enseñanzas y signos, Jesús manifiesta esta cercanía para con los más necesitados: los pobres, las mujeres, los niños, los marginados y los pecadores. A todos los atiende, cura, sana, ama y muestra un amor especial, una ternura inconmensurable. Se sienta a la mesa con los publicanos y pecadores (Lc 15,12), perdona a la pecadora (Lc 7,36-50), a Zaqueo (Lc 19,110) y desde la cruz, ejerce su ministerio de perdón, con quienes lo crucificaron (Lc 23, 34), y hasta con el buen ladrón (Lc 23,39-43). Su vida es una vida de misericordia expresada en mil gestos, porque “vino a salvar lo que estaba perdido”. Como enseña el Papa Francisco: “En Jesús todo habla de la misericordia y nada carece de compasión porque su persona no es más que amor, un amor que se ofrece de forma gratuita” (ver MV 8). La misericordia de Dios en la celebración de la Iglesia La Iglesia nunca ha dejado de proclamar y celebrar este don maravilloso de la miseri- “Que su grito sea convertido en el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia, que a menudo reina para ocultar la hipocresía y el egoísmo”. Papa Francisco cordia divina. La anuncia y la proclama desde la Palabra, la celebra en los sacramentos, especialmente en el sacramento de la reconciliación y la vive siempre, especialmente en su trato con los pobres, los enfermos, los pecadores (que somos todos) y los marginados. De allí la importancia de celebrarla hoy en este Domingo de la Divina Misericordia, que tiene que ser expresión de una cualidad de Dios, que celebramos todos los días de nuestra vida, que enfatizamos en este Año Jubilar de la misericordia del Padre, como enseña el Papa Francisco al decir que “la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (ver MV 10). En la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que se celebra el viernes siguiente a la festividad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, como en este día, los cristianos somos llamados a vivenciar el amor de Dios, manifestado en el corazón de su Hijo Jesucristo. Todos los santos, a lo largo de la historia, la han explicado y vivido en sus vidas, como respuesta a este amor. Tanto Santa Margarita María de Alacoque, la vidente y propagadora de la devoción del Corazón del Redentor, como santa Faustina Kowalska, conocida como “Apóstol de la Misericordia”, han expresado esta dimensión del amor de Dios, manifestado en Jesucristo, quien es el rostro misericordioso del Padre. Ambas santas y videntes, en la dimensión del amor de Dios y de su cercanía misericordiosa, “no descubrieron el agua tibia”. Simplemente nos enseñaron y anunciaron, que lo esencial de Dios Padre y que lo que animó la vida y el ministerio de Jesús, es su misericordia para con nosotros y con el mundo. Esto siempre lo ha enseñado la Iglesia. Por eso, al celebrarla en este día, en los actos de piedad, en la celebración de la Eucaristía, en el rezo de la “Coronilla” y el sacramento de la reconciliación recibido, nos debe impulsar a dejarnos amar por Dios y a practicar su misericordia, con quienes más la necesitan, en este mundo violento y falto de amor, en que vivimos. Por eso, el Papa Francisco pide abrir el corazón a los suburbios existenciales, llevando consuelo, misericordia, solidaridad y atención a los que viven “situaciones de inseguridad y sufrimiento en el mundo actual, a los muchos hermanos y hermanas privados de dignidad. Que su grito sea convertido en el nuestro -insta el Papa Francisco- y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia, que a menudo reina para ocultar la hipocresía y el egoísmo” (ver MV 15). 6 Actualidad Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico Jesús es el rostro de la misericordia Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... “y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia” (Diario de Santa Faustina, 723). Ma. Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org Este 3 de abril es el Domingo de la Divina Misericordia. Se trata de una devoción muy extendida en el país que invita a tener plena confianza en la misericordia de Dios y a ser misericordiosos con el prójimo a través de las palabras, acciones y oraciones. “La misericordia tiene como base el amor. Es el amor de Dios manifestado en el corazón de su hijo, Jesús”, comentó Mons. José Francisco Ulloa, Obispo de Cartago. También el Papa Francisco en la Bula Misericordiae Vultus (“El rostro de la misericordia”) con la que convocó al Año de la Misericordia, afirmó que “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre”. “El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret […] En la “plenitud del tiempo” (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios”. Mons. Ulloa recordó que la devoción a la Divina Misericordia fue impulsada por la santa polaca Sor Faustina Kowalska y ampliamente difundida por San Juan Pablo II. Tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... “y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia” (Diario, 723). ción para recibir gracias. “Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio”. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día. “Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas”. Ese fue el mensaje que Jesús envío a la humanidad a través de Santa Faustina, también pidió que las personas tengan plena confianza en la Misericordia de Dios, y que sean siempre misericordiosos con el prójimo “porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil” (Diario, 742). Confianza: esencia y condición La Divina Misericordia y Santa Faustina La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales que han quedado recogidos en el diario de Santa Faustina, el cual fue escrito en forma de memorias y abarca los últimos cuatro años de su vida. El primero de los puntos es la confianza en la misericordia del Señor, que además es la condición para recibir gracias. “El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me comEn el marco del Año de la Misericordia, el obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa Rojas, ha solicitado que este 3 de abril se realice el Rezo Solemne de la Coronilla de la Divina Misericordia, en horas de la tarde, en todos los templos de la diócesis. Además, se realizará el Jubileo para los devotos de la espiritualidad de la Divina Misericordia en la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles a las 10 de la mañana. “Queremos que todas las parroquias lo celebren, que Santa Faustina era hija de una piadosa familia católica, nació en Polonia, el 25 de agosto de 1905. Sus padres la bautizaron con el nombre de Helena, y desde pequeña se inició en la contemplación de los misterios de la Salvación. plazco particularmente en el alma que confía en mi bondad”. Además, la misericordia define la actitud ante las otras personas. “Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mos- trar misericordia siempre y en todas partes. […] Te doy tres formas de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración”. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condi- Jubileo en Cartago tratemos así de meternos en este Jubileo Extraordinario de la Misericordia. La invitación es a que abramos nuestro corazón al amor de Dios manifestado en esa misericordia, sabiendo que no estamos solos, que Dios vive con nosotros y que siempre tiene compasión de todos nosotros”, dijo el prelado. También en el marco de esta fiesta, Mons. Ulloa presidirá una Eucaristía en la Parroquia San Buenaventura de Turrialba a las 4 de la tarde. Mons. José Francisco Ulloa, Obispo de Cartago. Foto L. Avila. El 30 de abril de 1926, Helena tomó los hábitos, y asumió el nombre de María Faustina. En una de las ocasiones en que el Señor se le apareció le pidió que difundiera en el mundo la devoción en honor a su Misericordia: “También deseo que los sacerdotes proclamen la devoción de la Misericordia a todos los pecadores; que permita que el pecador no tenga miedo en acercarse hacia Mí, en acudir a Mí. Las llamas de mi Misericordia aclaman para ser gastadas a favor de las almas pecadoras; y yo deseo derramarlas sobre ellas”. Santa Faustina murió en Cracovia el 5 de octubre de 1938, con apenas 33 años. El Señor premió su entrega en la misión diciéndole: “Mi hija, tu corazón es mi paraíso”. La santa polaca fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 30 de abril del año 2000. Eco Católico Actualidad Domingo 3 de abril 2016 7 Virgen de Ujarrás visita su antigua ermita Ma. Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org Los católicos de Paraíso de Cartago celebran este domingo 3 de abril la tradicional romería al valle de Ujarrás, en la que trasladan la imagen de Nuestra Señora de la Limpia Concepción del Rescate de Ujarrás a la que fuera su antigua casa. La celebración iniciará el domingo a las 5:30 de la mañana con una misa en el templo parroquial. A las 7 de la mañana se iniciará la romería con la bendición de peregrinos en el parqueo parroquial. A la llegada de la imagen al valle se realizará una Eucaristía Solemne en las instalaciones de las ruinas presidida por el Obispo de Cartago. Mons. José Francisco Ulloa Rojas. El regreso de la imagen está previsto para las 3 de la tarde y al llegar al templo parroquial a eso de las 6 p.m. se realizará otra Misa y un juego de pólvora en honor a la Virgen. en el artículo “Un hecho curioso acerca de la imagen de Nuestra Señora de la Limpia Concepción del Rescate de Ujarrás”, publicado en la página web del Museo Nacional. “Se dice que la imagen fue traída por Fray Lorenzo de Bienvenida en 1565 como obsequio de S.M. el rey Felipe II, también se dice que fue un indígena el que la encontró en el mar cuando pescaba en la desembocadura del río Suerre, otros hablan que fue una de tres imágenes lanzadas al mar por unos misioneros para evitar que fueran profanadas por los piratas”, reseña el antropólogo Roberto Le Franc Ureña, La imagen de Nuestra Señora de la Limpia Concepción del Rescate de Ujarrás es la Capitana General de la Guardia Civil y de los Cuerpos de Seguridad de Costa Rica y recibió la corona pontificia en 1955. La imagen de Nuestra Señora de la Limpia Concepción del Rescate de Ujarrás tiene varios siglos de historia, aunque no se ha determinado cómo llegó al país. Un hecho histórico se asocia a esta imagen y es conocido como el milagro mediante el cual se evitó una invasión pirata en 1666. De hecho, este año la Parroquia de Paraíso se prepara para conmemorar el 350 aniversario de este milagro. Por su parte, la estructura de la antigua ermita, conocida La imagen de la virgen tiene varios siglos de historia, aunque no se ha determinado cómo llegó al país. actualmente como las Ruinas de Ujarrás, fue levantada en el Siglo XVII (1638), aproximadamente. Casa Paz y Bien brinda los servicios de: • Hogar diurno • Estadía permanente y temporal • Enfermería • Nutrición • Terapia física • Terapia ocupacional y recreativa • Valoración Médica • Servicios de electrocardiograma • Psicología • Orientación a la familia • Atención Espiritual• Consejería • Cafetería CASA “PAZ Y BIEN” Tels.: 2240-0188 / 2235-0910 / 8469-3323 www.casapazybien.org / pazybien11@hotmail.es 100 m Oeste, 50 Norte de los Tribunales de Goicoechea. San José, C.R. 8 Entrevista Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico “Debemos hacer sentir nuestro pensamiento cristiano” Foto L. Avila. Mons. Manuel Eugenio Salazar Mora IV Obispo de Tilarán-Liberia Afirmando que su designación ha sido realmente “una gran sorpresa”, el Obispo designado para la Diócesis de Tilarán-Liberia por el Papa Francisco, Pbro. Manuel Eugenio Salazar Mora, se refiere en diálogo con el Eco Católico a su nombramiento y a algunos temas de la realidad nacional y de la Iglesia Católica en nuestro país. El nuevo pastor de las tierras guanacastecas tiene 57 años y ha sido profesor en el Seminario Nacional, así como director del Departamento de Educación Religiosa. En el 2014 tuvo a cargo la formación de 19 diáconos permanentes en la Arquidiócesis de San José y ha dedicado buena parte de su ministerio a promover el movimiento de los Focolares en nuestro país. Se trata de un movimiento fundado en Italia en 1943, bajo la consigna de la unidad y el amor. El sacerdote, nacido el 9 de octubre de 1958, realizó sus estudios superiores en Roma y recibe su ordenación episcopal este lunes 4 de abril en la Catedral de Tilarán por imposición de manos de Mons.Vittorino Girardi, su predecesor. Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org Dios conoce lo profundo del corazón humano y guía la vida por caminos a veces insospechados… ¿Estaba entre los planes o las posibilidades de su vida el servicio episcopal? La respuesta muy sincera es la siguiente: hace muchos años, mis amistades, gente de Iglesia me venía diciendo que ellos consideraban que yo podía ser un buen candidato para el episcopado, cosa que ellos decían y que yo no decía ni promovía. Llegó a un punto que les dije “dejen de hablar de eso, nunca va a suceder”. Eso es algo de Dios, del Espíritu Santo. Por algunas razones, mi proyecto de vida venía siendo dirigido a parroquias y luego jubilarme. Es una gran sorpresa que la Santa Sede se haya fijado en mí, ha sido una gran sorpresa del Espíritu Santo. Del día de su nombramiento, cuando con honestidad aceptó conocer poco de su nueva diócesis a hoy, ¿ha podido adentrarse en la realidad de esta iglesia de pampa y sol, mar y gente buena y trabajadora? Por mi trabajo que siempre se ha desarrollado en la Arqui- diócesis de San José, que me la conozco como la palma de mi mano, desconozco la realidad de otras diócesis, por la tanto de Tilarán-Liberia. Así que voy a observar, a aprender, escuchar y conocer la realidad. Evidentemente, ya pude hablar con dos sacerdotes cualificados de esa diócesis que me han dado un panorama general y he hablado con el Señor Obispo Monseñor Vittorino, que me ha dado una información básica importante y queda una o dos conversaciones pendientes con Él. ¿Tiene un plan de trabajo? ¿Cuáles son elementos fundamentales que no podrían faltar para cumplir con la misión que le ha sido encomendada? Llegar yo con un plan de trabajo desde afuera, sin conocer la realidad, sin vivirla y sin estar ahí sería una gran Entrevista Domingo 3 de abril 2016 imprudencia, llevo mis ideas, mis propósitos; pero más bien yo debo adecuarme al Plan que lleva la diócesis y tratar de mejorarlo. Es decir, yo debo llegar a montarme sobre rieles, lo que ha hecho Mons. Vittorino, el clero y el laico y sobre la marcha ver qué hay que mejorar y corregir. Algunas de la ideas claves, lógicamente está la pastoral sacerdotal, es prioridad el clero, es prioridad la promoción del laicado, es prioridad la pastoral juvenil, el campesinado, pues es una diócesis empobrecida, la pastoral turística, la pastoral educativa. Llego a conocer e impulsar lo bueno y tratar de corregir sobre la marcha aquello que después se considere que no lo sea, siempre en equipo y comunión con el clero y el laicado. Cuando vea al Papa Francisco y tenga la oportunidad de saludarlo, ¿Qué le dirá acerca de su nombramiento como Obispo de Tilarán-Liberia? En setiembre tengo que ir a Roma a un curso para nuevos obispos, parece que hay posibilidad de ver al Papa quizá de lejos no se cuán de cerca. Le diría desde ya gracias por ser él como es. Es un pastor revolucionario apegado al Evangelio. Le daría las gracias por confiar en este servidor y prometerle no defraudarle en la confianza que me ha sido depositada. Es notable su cercanía y afinidad con Monseñor Vittorino Girardi, ¿Qué destacaría de este pastor a quien ahora sucede? A Monseñor Vittorino lo conocí por primera vez hace muchos años cuando llegó a predicar un retiro al clero de la Arquidiócesis, apenas lo vi entre en una sintonía espiritual con él. Inmediatamente, me dije “este sacerdote va a llegar a ser obispo en Costa Rica” como evidentemente, sucedió muchos años después. Con Vittorino hemos sido compañeros de Seminario como profesores, hay una gran química 9 Aquí el problema no es que el Estado costarricense sea confesional, sino que debemos evangelizar, para que el pueblo costarricense sea confesional”. Foto L. Avila. Eco Católico espiritual, poco nos hemos conocido, tratado o hablado. De Él aprecio su santidad de vida, es un varón santo, un varón que busca vivir el Evangelio, humilde y desprendido, es todo corazón y tiene interés por la misión. Ha tratado de dar lo mejor de sí y ha hecho lo posible y lo que ha creído conveniente, sé que se ha esforzado por tratar con caridad a su clero y al laicado. Vittorino es muy apreciado y querido dentro y fuera del país es un punto de referencia pues es un sabio y un erudito. Es difícil ser el sucesor de un obispo tan bueno. ¿En qué podrían tener puntos de vista diferentes? Claro, yo soy costarricense, entonces puedo conocer un poco más la cultura del país, podría participar de una serie de actividades recreativas o sociales de la región guanacasteca. Monseñor Vittorino, con permiso de la Santa Sede, tenía que salir mucho a predicar retiros espirituales, como yo no tengo ni esa fama ni esa capacidad saldré poco, entonces creo que el poder estar más en la diócesis, guardar más residencia y cercanía es una de las cosas que yo puedo aportar pues conozco más realidad pastoral costarricense con enfoque de comunión que lleva a la misión. ¿Cómo analiza el hoy de la Iglesia Católica en nuestro país? La realidad nacional de la Iglesia en nuestro país me preocupa, el día que fui comunicado como nuevo obispo dije entre las muchas frases que Eco Católico sacó: “Voy como hermano a Evangelizar y sobre todo a una Costa Rica descristianizada”, luego me llamó Mons. Hugo Barrantes Ureña, para decirme que se alegraba que yo hubiese dicho eso. Y que él estaba ahora como obispo emérito bien preocupado de esa realidad, una Costa Rica descristianizada. Tenemos que evangelizar mucho, ser más agresivos pas- toralmente, llegar más, salir más, y tomar más iniciativas. Debemos ser una Iglesia menos estancada y más en la calle como decía Monseñor Hugo o como dice el Papa Francisco, una Iglesia de salida. Debemos pronunciarnos más como Iglesia o como Conferencia Episcopal, hacer escuchar nuestra voz con respeto con tolerancia y sin ofender ni perseguir, debemos hacer sentir nuestro pensamiento cristiano. ¿Qué es necesario hacer mejor en términos pastorales y sociales para cumplir con más fidelidad al Señor? Se debe enfatizar mucho la Pastoral Social, esta es una diócesis con mucha pobreza, pero sobre todo crear procesos de evangelización, lo que necesitamos es generar y producir cristianos que vivan el Evangelio y que se comprometan a transformar la realidad, entonces promocionar el laicado, ocupamos políticos cristianos padres de familia cristianos, formar cristianos que transformen la realidad social a través de procesos de evangelización. ¿Qué piensa de la confesionalidad del Estado costarricense a la luz del debate social alrededor suyo, la configuración histórica de nuestro país y de la propia enseñanza de la Iglesia? Ese es un problema muy difícil. Es una pregunta complicada y la respuesta quizá no puedan entenderla todos. Hay que decir que es desde el Evangelio, la Iglesia puede ser Iglesia sin necesidad de un Estado confesional. La Iglesia tiene que ser ella misma, sea que el Estado la apoye o no, debe ser misionera. Si hay buena relación, comunicación con el Estado como socios para hacer el bien, magnífico, pero la Iglesia no puede depender ni estar atada a que el Estado sea confesional. Es más, desde el punto de vista teológico y ahí puede ser que no todos 10 Entrevista lo entiendan, solo puede vivir la fe una persona o un grupo de personas, el Estado es una institución, un ente organizativo y administrativo, el Estado no puede ejercer fe, no puede tenerla, la tiene un pueblo. Aquí el problema no es que el Estado costarricense sea confesional, sino que debemos evangelizar para que el pueblo costarricense sea confesional, es decir, viva el cristianismo protestante o católico, no ne- Domingo 3 de abril 2016 cesariamente el Estado y creo que en esto el Magisterio de la Iglesia y a nivel pontificio se ha dicho y se tiene claro, por eso no debemos angustiarnos si el Estado costarricense deja de ser confesional algún día, no vamos a ponernos a trabajar en esa línea, que lo hagan ellos, nosotros seguimos como estamos, como Iglesia debemos evangelizar sea el Estado confesional o no. Lo ideal en este caso es llegar a un acuer- do bilateral entre el Estado y la Iglesia, como ya lo hace el Vaticano y otros muchos estados, para regular su relación. La Iglesia como actor social no está exenta de situaciones complejas, ¿cree que los católicos hemos hecho lo suficiente en temas como Defensa de la vida, Laicismo, pérdida de valores, violencia y desintegración familiar? El cristianismo es un estilo de vida y nosotros proponemos este estilo de vida, no podemos imponérselo a la sociedad, a la gente, proponemos no podemos imponer. Proponemos el cristianismo, pero nos falta mucho, venimos de una Iglesia conservadora, dormida y quieta. Nos falta mucho para construir la Iglesia y evangelizar. Eco Católico Guanacaste es tierra de contrastes, de ricos muy ricos y pobres muy pobres, ¿qué lugar ocuparán ambos en su episcopado? Desde la época de seminarista se hablaba muy claro de la famosa opción preferencial por los pobres, fui formado en ello, lo que no quita, es una opción preferencial pero no exclusiva, el obispo en la Iglesia no puede dedicarse solo a los pobres, todos son criaturas La evangelización consiste en amar a todas las personas, si ellas se sienten amadas se evangelizan y así facilitamos su conversión”. Foto L. Avila. Su escudo episcopal El escudo episcopal de Monseñor Salazar significa: el rostro sufriente de Jesús en la cruz es el misterio de la Cruz. La Virgen de Guadalupe, en su versión nicoyana, representa el misterio mariano y su origen guadalupano. Es una versión nicoyana para inculturarse en la diócesis. La fachada de la Catedral es símbolo diocesano. Las flores simbolizan tanto a San José, Patrono de la Iglesia, como a San Antonio, Patrono de la Diócesis. Eco Católico de Dios, tanto hay que evangelizar y convertir a pobres como a los ricos, todos son opción preferencial. A todos les abro mi corazón. Obispo en el Año de la Misericordia, ¿Qué le dice ello a su vida y su ministerio? ¿Cómo debe marcar la misericordia cada proyecto que emprendamos como creyentes? El Papa ha Francisco ha puesto de relieve algo que está en la revelación de Dios, que es el amor y la misericordia. Para mí es significativo haber sido elegido Obispo en el Año de la Misericordia. Primero porque experimento en mi propia vida la misericordia de Dios que me eligió a mí habiendo otros. Es un llamado a que como obispo debo ser ese rostro paterno y misericordioso ante todas las ovejas. La evangelización consiste en amar a todas las personas personal y concretamente, si ellas se sienten amadas se evangelizan y facilitamos la conversión. Tilarán-Liberia es una diócesis con un clero entregado y trabajador, pero con formación y origen muy heterogéneo, ¿Ello favorece o limita la acción pastoral? Aprovecho para reconocer a este clero por su trabajo en medio de una zona de largas distancias, se habla que es un clero muy diverso, puede ser una riqueza si construimos comunión y puede ser un problema si no construimos comunión. Por eso mi lema es “La misión es fruto de la comunión”, tenemos que evangelizar no solos, aislados, sino en comunión. Por eso son dones y riqueza todos esos carismas presentes en la diócesis. El Papa Francisco en Laudato si, hace un llamado a cuidar la casa común y a trabajar por una auténtica ecología humana, Con las enormes riquezas naturales de Guanacaste y Upala ¿siente este llamado como propio? Como católico y como obispo me corresponde poner en práctica el magisterio de la Iglesia que nos llama a cuidar la creación. Dios ha puesto al ser humano como administrador, no para destruir sino para cuidar el Universo, por eso ese pedacito que se llama Guanacaste y Upala hay que cuidarlo. Hay que generar la cultura ecológica para que la gente Tenemos que evangelizar mucho, ser más agresivos pastoralmente, llegar más, salir más, y tomar más iniciativas”. Foto L. Avila. Entrevista Domingo 3 de abril 2016 aprenda a cuidar la naturaleza, hay grave crisis de sequía en esos lugares parte por la deforestación y otras causas. Debemos amar y cuidar la naturaleza. 11 Foto L. Avila. Este lunes, al ser consagrado obispo, ¿a quién dirigirá sus pensamientos, su agradecimiento y su compromiso? Como siempre lo he hecho en mi vida, agradecimiento a Dios que me ha creado, me ha hecho cristiano, presbítero y me hace obispo. Es agradecimiento a Dios a su amor y misericordia. En segundo lugar a mi madre, que falleció en el año 90, mucho de lo que soy se lo debo a esa mujer, una mujer simple y sencilla que me enseñó el Evangelio con su vida, de ella tragué y consumí el Evangelio. ¿Qué será lo primero que hará como nuevo Obispo de Tilarán-Liberia? Foto L. Avila. Foto L. Avila. He dedicado mi vida desde la más tierna infancia al Señor a servirlo y amar al prójimo, esa es la esencia del cristianismo. Amar es lo primero que haré, en eso consiste el Evangelio. Foto L. Avila. 12 Rostros de misericordia Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico Dar consejo al que lo necesita Primera obra de misericordia espiritual Obras de misericordia: corazón de nuestra fe “Las obras de misericordia son el corazón de nuestra fe”. Lo afirmó el Papa Francisco en la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta el 7 de enero. Podemos hacer “tantos planes pastorales” –añadió el Papa– e imaginar nuevos “métodos para acercarnos a la gente”, pero “si no seguimos el camino de Dios que vino en la carne, del Hijo de Dios que se ha hecho hombre para caminar con nosotros, no estamos en el camino del buen espíritu: es el anticristo, el espíritu del mundo”: “¡Cuánta gente encontramos en la vida que parece espiritual!: ‘Pero, ¡qué persona espiritual, ésta!’; pero no hables de hacer obras de misericordia. ¿Por qué? Porque las obras de misericordia son precisamente lo concreto de nuestra confesión, que el Hijo de Dios se ha hecho carne: visitar a los enfermos, dar de comer a quien no tiene comida, cuidar a los descartados… Obras de misericordia: ¿por qué? Porque cada hermano nuestro, que debemos amar, es carne de Cristo. Dios se ha hecho carne para identificarse con nosotros”. Si el espíritu viene de Dios me lleva al servicio a los demás. Y subrayó que “el servicio al prójimo, al hermano, a la hermana que tiene necesidad”, que “tiene necesidad incluso de un consejo, que tiene necesidad de ser escuchado”, “estos son los signos de que vamos por el camino del buen espíritu, es decir, el camino del Verbo de Dios que se ha hecho carne”. “El consejo del sabio es como una fuente de vida” Si 21, 13 Ma. Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org Los seres humanos sufren deficiencias pertenecientes a su dimensión espiritual. A ellas responden las obras de misericordia espirituales, ya sea implorando el auxilio de Dios (oración), interviniendo cerca del prójimo (dar consejo y enseñar), consolando, o en relación con los desarreglos de su acción (corrigiendo, perdonado y soportando). Las siete obras de misericordia espirituales, a diferencia de las corporales, desde sus inicios fueron confiadas a cada individuo y por esto vienen propuestas como regla general para todo cristiano, para que las lleven a la práctica. La práctica de las tres obras de misericordia espirituales de vigilancia –dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe y corregir al que yerra- nos enseña a mirar fuera de nosotros mismos. Estas obras nos invitan a una nueva vigilancia hecha de compasión y amor hacia quien lo necesita, no sabe o yerra. Sobre la primera obra de misericordia espiritual, dar consejo al que lo necesita, la tradición bíblica pone de relieve la importancia del conse- jo así: “La salvación está en un gran número de consejos” (Pr 11, 14); “El consejo del sabio es como una fuente de vida” (Si 21, 13); “Los sabios espirituales brillarán como el fulgor del firmamentos” (Dn 12, 3). Pero, ¿dónde está el criterio para un buen consejo? He aquí las palabras del sabio Ben Sira que apuntan a la cuestión de la verdad y a la importancia de que la conciencia recta vaya en su búsqueda: “Atiende el consejo de tu corazón, porque nadie te será más fiel. Pues la propia conciencia suele avisar mejor que siete centinelas apostados en una torre de vigilancia. Pero, sobre todo, suplica al Altísimo, para que dirija tus pasos en la verdad” (Si 37,13-15). En un texto paradigmático, Blaise Pascal (1623-1662) presenta con claridad la fuerza de la razón, tanto cuando duda como cuando sabe aceptar su límite de no poder ir más allá. En definitiva, lo que se juega aquí es el ejercicio de la libertad, aconsejándose y dejándose aconsejar para discernir la verdad. Pascal sabe responder con un delicado equilibrio (cf. R. Fisichella), así: “Hay que saber dudar donde es necesario, aseverar donde es necesario, sometiéndose donde es nece- sario. Quien no lo hace no escucha la fuerza de la razón. Los hay que pecan contra estos principios, o bien aseverándolo todo como demostrativo, por no entender de demostraciones, o bien dudando de todo, por no saber dónde hay que someterse; o bien sometiéndose a todo, por no saber dónde hay que juzgar”. Si miramos el momento presente podemos decir que quizá lo más urgente es aconsejar provocando interrogantes, particularmente, cuando está en juego el sentido de la vida y el futuro, con “las preguntas de fondo que caracterizan el recorrido de la existencia humana. “¿quién soy?, ¿de dónde vengo y adónde voy?, ¿por qué existe el mal?, ¿qué hay después de esta vida?” (Juan Pablo II, Fides et ratio, 1). Fuente: Las Obras de Misericordia espirituales y Corporales. Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Ediciones San Pablo, 2015. SUS FOR TRANS DA MA JE RA TU VI Eco Católico Opinión Domingo 3 de abril 2016 13 Nos ven Misericordia como urgencia de coherencia Pbro. Mauricio Víquez L. canino@racsa.co.cr Nos fijamos en el marco del Año Jubilar en el tema de la misericordia de una manera intensa. Y miramos hacia el gran tema del Nuevo Testamento, como nos recuerda el Papa Francisco, esto es, la ternura de Dios para con nosotros. Pero este año hay algo peculiar: hemos de ser agentes de misericordia. Y eso, debe ser, como nunca antes. Se imponen ciertas realidades, nuevos comportamientos para ser creíbles. Parece impostergable ser, de una vez para siempre, hombres y mujeres que vivimos el Evangelio más en serio. ¿Realidades urgentes? Por ejemplo, la acogida, el abrazo, la inclusión, el no señalar, evitar el juicio o creernos con autoridad para enviar al infierno gente por docenas. ¿Comportamientos urgentes? Invitados a generar iniciativas nuevas para la acogida de todos en nuestras parroquias, sobre todo, los que hasta ahora se han sentido maltratados, tirados fuera o ignorados cuando han caído. Potenciar y mejor la pastoral de las parejas en unión libre o matrimonio civil es muy importante. Igualmente, facilitar vías de participación y recuperación a quienes alguna vez fallaron gravemente y quedaron marcados judicialmente. Otro comportamiento necesario: alternativas nuevas y realistas para la pastoral con personas con preferencias distintas a las de las personas heterosexuales. Son vías necesarias si deseamos ser coherentes. Son exigencias del tiempo pascual que estamos viviendo. Son realidades que no podemos obviar y que implican a miles y miles de personas en nuestro contexto nacional y fuera de él. Hace mucho tiempo el Padre Jorge Fuentes inició una experiencia de pastoral con personas señaladas y excluidas en Cartago. No todos comprendieron su esfuerzo innovador. Hay que imitar a este sacerdote, pastoralmente siempre de vanguardia, iniciando experiencias con otros grupos humanos de personas señaladas y hasta maltratadas. ¿Todos entenderán? Probablemente no. Este domingo es una buena ocasión para retomar y meditar Misericordiae vultus. Es una buena oportunidad para retomar y reflexionar sobre la carta pastoral de nuestros obispos animando y convocando el Año de la Misericordia. Y luego traducir esa lectura meditada en hechos concretos, actitudes nuevas, actividades revolucionarias en clave de caridad. Porque nos ven, es necesario que un día como hoy no solo sea oportunidad para fijarnos en Jesús que es toda ternura. Hay que dar un paso más. Se trata de vivir y hacer vivir la obras de misericordia. Es una urgencia de coherencia. 14 Opinión Domingo 3 de abril 2016 La Catedral Metropolitana embellecida Pbro. Víctor Hugo Munguía C. El viernes 18 de marzo del año en curso se celebró en el templo catedralicio de San José la llamada “Fiesta del Perdón”. Los sacerdotes de toda las vicarías nos turnamos en la atención de los fieles que querían celebrar el Sacramento de la Reconciliación. Dicen los que lo vieron que durante todo el día estuvo la Catedral llena de feligreses que querían confesarse. Era maravilloso ver filas tan largas de gente que no tenía vergüenza de mostrar en público que quería pedir perdón al Señor por sus pecados. Entre los muchos “pegues” (sit venia verbo) que ha tenido nuestro Papa Francisco, el Año de la Misericordia es uno de los mejores porque ha tocado los corazones de muchas personas. Hay diócesis en Europa en las que una experiencia así sería impensable porque ha calado hondo una crisis de las confesiones sacramentales. Dios bendiga mucho a nuestro pueblo que todavía sigue creyendo y confiando en la misericordia de Dios, a través de la confesión personal de sus pecados. Y Dios bendiga a nuestro clero generoso en el ejercicio de este ministerio. Si todavía queda algún “cura regañón”, algún “cura chichoso”, algún cura que en vez de atraer aleja…, Dios tenga misericordia de él… El sábado 19 de marzo del año en curso se celebró en el templo catedralicio la solemnidad de San José, patrono de nuestra capital, de nuestra arquidiócesis y de la Iglesia universal. La catedral no estaba llena pero si discretamente ocupada por los fieles. La liturgia sobria y decorosa, el canto participado por el pueblo muy lindo, la procesión muy popu- En diálogo Monseñor José Rafael Quirós Arzobispo de San José “No está aquí, ha resucitado” En la alegría propia de la vida cristiana, y mirando con regocijo la presencia viva del Señor, con especial afecto deseo para todos ¡Felices Pascuas de Resurrección! lar y tuvimos la sensación de una fiesta patronal digna. En esta celebración hay un detalle digno de ser subrayado: la homilía del Señor Arzobispo. Toda homilía debe salir de los textos de la Sagrada Escritura (momento exegético), debe iluminar la vida (momento hermenéutico) y debe orientar al Sacramento que se celebra (momento litúrgico). Los tres elementos, que los técnicos consideran indispensables en una homilía, brillaron claramente en la homilía de ese día. La iluminación de la vida le permitió al Señor Arzobispo decir una palabra profética (sic) sobre la vida y la familia, que yo hubiera querido que la oyeran los que piensan que la Iglesia de los años 40 es la única profética y que con Mons. Sanabria se acabó la conciencia eclesial de los problemas sociales. Si encontraran un texto de Mons. Sanabria con los contenidos de la homilía del 19 de marzo próximo pasado harían las delicias con sus publicaciones, loores, alabanzas y aseveraciones de que todo tiempo pasado fue mejor…laudatores temporis aucti. Como no es Mons. Sanabria, quizá ya se olvidaron de que nuestro Prelado Metropo- litano inauguró su ministerio arzobispal con una mediación genial y generosa en la huelga de los educadores. Mons. Sanabria fue un hombre grandioso pero con él no se acabó la historia… Hoy (cuando escribo esto) Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (20 – 3 – 2016) brilló nuestra religiosidad popular porque una procesión sin burrito parece no ser domingo de ramos, porque la música se atrevió a tocar “el torito” y el paso doble del “gato montes”, (quizá menos apropiado), porque la cantidad de gente que participó mostró su gusto por obtener “palma bendita”. El alma tica se expresó, pero al lado de esa experiencia brilló la liturgia decorosa, los cantos populares acompañados por el gran órgano tubular de catedral, la catedral llena a reventar, una comunión que duró tamaño rato. Si comentáramos en algunos lugares cómo pasó a la cultura popular una fiesta litúrgica y cómo la liturgia se une a ella sin disminuir su especificidad, nos dirían quizá que estamos alardeando. No creo que sea nada negativo sentirse contento de la Iglesia local que celebra con tanta alegría los acontecimientos de la muerte y de la Resurrección del Señor. Eco Católico Nuestra fe, ciertamente no se limita al aprendizaje o repetición de una serie de ideas o postulados, sino que tiene su fundamento en el acontecimiento que ha marcado la historia de la humanidad: Jesucristo el Señor, quien habiendo muerto en manos de los hombres ha resucitado. Con total certeza afirma San Pedro, “Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él, de antemano había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de que resucitó de entre los muertos”. (Hech. 10, 40-41) Cada vez que celebramos la Resurrección del Señor, hemos de afianzarnos en nuestra fe, para no dejar penetrar en nuestra mente, ideas que puedan hacernos perder de vista que no se trata de una fantasía o invento de los apóstoles, sino de la realidad que nos anima, a seguir luchando por los valores permanentes, que mueven a toda persona hacia la realización plena de su vida. Nos llenamos así de mucha esperanza al reconocer lo bondadoso que es el Señor, que hace posible una realidad totalmente nueva, a la cual no podemos aspirar por nuestras solas fuerzas, sino, confiando plenamente en él. Así lo expresaba el Papa Emérito, Benedicto XVI “Jesús resucita del se- pulcro. La vida es más fuerte que la muerte. El bien es más fuerte que el mal. El amor es más fuerte que el odio. La verdad es más fuerte que la mentira. La oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios. Pero esto no se refiere solamente a él, ni se refiere únicamente a la oscuridad de aquellos días. Con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada. Él nos lleva a todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de oscuridad. Él es el nuevo día de Dios, que vale para todos nosotros.” Por la Resurrección del Señor, gozamos de la suficiente capacidad para aspirar siempre a lo mejor. En el sepulcro, han de quedar todas aquellas situaciones de odio, rencor, división, orgullos, y otras más, para dar paso a la cultura del encuentro, que incluye el amor, la solidaridad, la humildad, y todas aquellas virtudes que nos ayudan a tener confianza en el otro, para juntos construir un mundo más lleno del amor de Dios, y por tanto más fraterno. Dejemos que Cristo Resucitado viva en nosotros, en las familias, en los trabajos, en las instituciones públicas y privadas, para que en verdad se lleve adelante la transformación tan anhelada. Ciertamente, como Iglesia, estamos llamados a mostrar el Rostro vivo del Señor, siendo sus testigos con nuestra propia vida y el alegre anuncio de que “Él está vivo”. Eco Católico Lectio divina Domingo 3 de abril 2016 15 Oración inicial Oración inicial ¡Oh Padre!, que en el día del Señor reúnes a todo tu pueblo para celebrar a Aquél que es el Primero y el Último, el Viviente que ha vencido la muerte; danos la fuerza de tu Espíritu, para que, rotos los vínculos del mal, abandonados nuestros miedos y nuestras indecisiones, te rindamos el libre servicio de nuestra obediencia y de nuestro amor, para reinar con Cristo en la gloria eterna. Amén. El Texto: Lectura Bíblica † Lectura del santo Evangelio según San Juan: Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban al Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”. Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”. Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”. Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor. Ciclo C - II de Pascua Comentario al Evangelio E Dichosos los que creen sin haber visto Momento de silencio Un momento de silencio: Para conseguir depositar la Palabra de Dios en nuestro corazón Algunas preguntas Algunas preguntas 1. ¿Qué quiere decir concretamente, para nosotros, “creer en Jesús Resucitado”? ¿Qué dificultades encontramos? 2. ¿En qué personas, realidades, instituciones encontramos hoy la misma alianza de amor y la misma “común unión” fundada en Jesús? 3. ¿Tenemos la mirada de Pedro (ve los hechos, pero permanece firme en ellos: a la muerte y a la sepultura de Jesús), o más bien, la del otro discípulo (ve los hechos y descubre en ellos los signos de una vida nueva)? - Liturgia de las Horas: Domingo II del salterio. Oración final Oración final Te doy gracias Jesús, mi Señor y mi Dios, que me has amado y llamado, hecho digno de ser tu discípulo, que me has dado el Espíritu, el mandato de anunciar y testimoniar tu resurrección, la misericordia del Padre, la salvación y el perdón para todos los hombres y todas las mujeres del mundo. Verdaderamente eres Tú el camino, la verdad y la vida, aurora sin ocaso, sol de justicia y de paz. Haz que permanezca en tu amor, ligado como sarmiento a la vid, dame tu paz, de modo que pueda superar mis debilidades, afrontar mis dudas, responder a tu llamada y vivir plenamente la misión que me has confiado, alabándote para siempre. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Lecturas para hoy Hech 5, 12-16 Sal 117 Apoc 1, 9-11. 12-13. 17-19 Jn 20, 19-31 Creer y ver n el marco del largo día pascual de Juan llegamos a un momento decisivo: el encuentro con el Resucitado. Les desea la paz, les envía a una misión y les encomienda el ministerio del perdón. Todo ello en pocas líneas. Un sumario que describe el cambio de ánimo de los derrotados hasta hace poco y que los muestra animosos y lanzados a cuanto se les encomienda. Tomás ocupa un lugar particular en este relato que oímos hoy. El discípulo que exige signos, es modelo de muchos de nosotros. Aun le faltaba caminar. “Hasta no ver”, “hasta no tocar”. Esta es la manera de ver las cosas Tomás. Y el Señor le lleva luego a pronunciar una gran profesión de fe. Ciertamente, luego de la certeza de la experiencia, pero aún así vale el reconocimiento de Jesús como el Señor. En la parte final el Señor nos alaba: “dichosos lo que crean sin haber vis- to”. Exactamente, nuestra experiencia de cada día: creer y hacer operativo ese creer en clave de obras. En este Año de la Misericordia esto implica realidades adicionales: hacer vida la caridad, ternura y cercanía del Resucitado; luchar un día sí y otro también por construir la Civilización del Amor. 16 Tus dudas Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico ¿Obedecer o luchar por lo que se cree justo? “He aquí la duda: Un sacerdote que actuando de buena fe, apegado a la doctrina, a la moral y a las buenas costumbres de la Iglesia, se ve desamparado por su obispo y más bien pareciera que éste le da la espalda quizá por evitar la crítica y el escándalo de la Iglesia, ¿debería ese sacerdote simplemente callar y obedecer o luchar por lo que cree justo? Usted en su calidad de Obispo, es la persona idónea para responder a esa duda que seguramente no es sólo mía. Gracias Monseñor, por su tiempo y por su guía. Dios y María le sigan bendiciendo y guardando”. Rodolfo Umaña V.- Alajuela Ane todo, estimado don Rodolfo, muchísimas gracias por sus buenos deseos para mi persona y siga pidiendo para que pueda continuar en este servicio hasta cuando Dios quiera. Me imagino el sufrimiento, la decepción que experimentaría ese buen sacerdote si tuvo la impresión de que su obispo lo desamparara y le diera -como lo dice usted- la espalda. Pero a la vez pienso en el sufrimiento del obispo que se vio impulsado, por razones que nosotros no sabemos, a causar esa impresión de abandono y entonces de profundo dolor a uno de sus sacerdotes. Afirmo esto porque hay que partir de la convicción de no sólo el sacerdote, sino también el obispo quiso actuar de “buena fe” y apegado a la doctrina un diálogo franco y confiado, como debe darse en toda familia y siempre sobre la base de que los dos actuaron “de buena fe”, creyendo que la propia decisión era la mejor. Digámoslo (aunque con irrespeto), ¡nadie se propuso “fastidiar” a nadie! de la Iglesia. Hay que presuponer la recta intención en los dos y pensar que el obispo sabía que hacía sufrir a uno de sus sacerdotes y que a pesar de esto, creyó conveniente actuar de la manera que lo hizo. Todo esto me hace pensar que entre el tiempo en que el sacerdote actuó “en concien- cia” y con plena convicción de que estaba cumpliendo su deber, y el tiempo en que el obispo vio conveniente actuar de modo distinto, tuvieron que aflorar razones y motivos que el sacerdote en su momento desconocía. No podemos pensar que el obispo actuó en desacuerdo con uno de sus sacerdotes, sin motivo alguno, sólo para complacer a la “gente” y para “no complicarse la vida” (y perdón por la expresión tan popular). ¿Qué le aconsejaría entonces a ese buen sacerdote que actuó en conciencia y con valentía? Le animaría a que se acercara cuanto antes a su obispo y abriera con él, Es la verdad la que nos hace libres; hay que buscarla y hay que buscarla juntos, nunca en el enfrentamiento, ya que nadie (en este caso) es enemigo de nadie, sino que se trata de dos Ministros de la Iglesia que buscan lo mejor para sus fieles. Somos familia, y como en toda familia, hay dificultades, distintos pareceres, pero los vínculos familiares, son tan fuertes que nos dan la posibilidad de superar esas dificultades. Es verdad: en la familia, somos “distintos”, pero no “distantes”. ¿Orar a la Tierra como si fuera una divinidad? “Monseñor, he tenido en mis manos una oración (así dice el título) que se dirige a la Madre Verde, entendiendo con ese término, la Madre Tierra. Se ve que se inspira en la oración del Padre Nuestro, porque a la expresión “que estás en el cielo”, se opone esta otra: “Madre verde que estás con nosotros”. ¿Cabe orar a la Tierra, casi que fuera una divinidad?” Profesora de educación religiosa - Heredia La oración de que usted me habla, estimada Profesora, la tengo aquí sobre mi mesa de estudio. Su lectura, rápidamente hace comprender que el autor, un poeta costarricense, tiene presente la oración del Padre Nuestro. Y no sólo por la expresión que usted refiere, sino también por otras. Más aún, el poeta que la compuso se ve que conoce también el Dios te salve María ya que hacia el final de su composición pone la expresión del final de la oración mariana y dice: ”Ahora y en la hora”, claro no refiriéndose estrictamente a la muerte (pera haciendo pensar en ella, hablando de historias, recuerdos y fábulas). ¡Mereces una respuesta! ¿Qué decir? Es obvio que la Tierra no es ninguna divinidad y que es mucho más preferible la oración que San Francisco de Asís dirige a Dios, origen de todo, cuando le dice: “Laudato Sí”, Alabado seas por el hermano sol, por la hermana luna, por la hermana tierra… todo es de algún modo hermano o hermana, ya Correo electrónico: obispadotilaran@gmail.com Fax: 2695-5669 que todos tenemos el mismo origen, Dios. Y de la oración Verde a la Madre Tierra, ¿qué decir? Contestaría con el conocido refrán: “A los niños y a los poetas, todo es lícito”. Leámosla y gustémosla por lo que es: una composición poética. Si oro a Dios, sé que Él me escucha; si le hablara a la Monseñor Vittorino Girardi S. Administrador Apostólico de Tilarán-Liberia Tierra, ¿quién me está escuchando? Eco Católico ¡NOS VEMOS EN LA ! Domingo 3 de abril 2016 17 Como fue revelado en los años 30 Cracovia: una llama para el mundo Gerardo Mora Pana gmora@ecocatolico.org Que la Jornada Mundial de la Juventud se celebre en el país origen de su fundador, en el Año de la Misericordia y con fuerte unidad en el mensaje que recibió Santa Faustina Kowalska precisamente en Cracovia, son solo algunos de los elementos que alimentan la cita programada para julio de este año. El cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario de Juan Pablo II durante treinta años, y hoy arzobispo de Cracovia, en la que fue diócesis del Papa polaco, expresó a medios internacionales su optimismo a partir de estos hechos: “Jesús ha dicho que de este lugar surgirá una llama en todo el mundo, para preparar al mundo al último encuentro con Él”. Del 26 al 31 de julio, Cracovia se prepara para recibir a jóvenes de 174 países del planeta, llamados, explicó el cardenal, a “compartir esta llama de la misericordia” y llevarla en un mundo que “necesita paz” y que como la misma Santa Faustina recordaba, no podrá nunca encontrar la paz “si no es dirigiéndose a Jesús Misericordioso”. Por 30 años, el cardenal Dziwisz sirvió al Papa Juan Pablo II y asegura que Cracovia recibirá a Francisco con los brazos abiertos. Para el Cardenal, Polonia representa un baluarte ante la secularización de Europa, donde en los últimos decenios, en un escenario de “renovación espiritual”. En muchas zonas en el sur del país, el porcentaje de los católicos practicantes está entre el 70 y 80 por ciento de la población. Monseñor Dziwisz subrayó estos encuentros como fundamentalmente para que los jóvenes que participan “vuelvan más comprometidos y alegres” y favorecen “las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada” y el nacimiento de “tantas bonitas amistades”, además de noviazgos y matrimonios. Además, destacó que Polonia acogerá al Papa Francisco de “forma maravillosa y debo decir que hacía mucho que lo esperábamos”. Mientras, sobre San Juan Pablo II dijo que lo siente muy presente, no físicamente, pero “Él estaba verdaderamente unido a Dios. Hay siempre mucha gente que reza a San Juan Pablo II, lo invoca, le pide gracias”. Cruzarán Puerta Santa El cardenal Stanislaw Rilko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, explicó que el centro espiritual de este Jubileo de los Jóvenes será el Santuario de la Divina Misericordia y de Santa Faustina Kowalska, Apóstol de la Divina Misericordia, inaugurado por San Juan Pablo II en el año 2002. De este modo, indica que los jóvenes que estén enton- ces presentes en Cracovia podrán visitar este santuario y “seguir un programa especial, que prevé la meditación de las parábolas evangélicas sobre la Divina Misericordia y el rezo del Rosario de la Divina Misericordia”. Al final –añade– podrán pasar por la Puerta Santa del Jubileo y ganar así la Indulgencia Jubilar. Como se hizo en la JMJ de Roma en Tor Vergata, durante el Gran Jubileo del Año 2000, también en la de Cracovia, en el lugar del gran encuentro conclusivo de los jóvenes denominado Campus Misericordiae, “se instalará una Puerta Santa simbólica como signo visible del carácter jubilar del evento”. En este lugar, el santo padre Francisco, acompañado por algunos jóvenes, pasará el sábado 30 de julio por esta Puerta, al inicio de la vigilia de oración que culminará con la adoración eucarística. 18 Iglesia hoy Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico Alegría y fe marcaron la Semana Mayor Un año más, la fe católica de nuestro pueblo se manifestó en la Semana Santa. Con cuidadas celebraciones y la participación de miles de fieles, se vivieron los misterios de nuestra fe. Este es un recuento de lo vivido en las ocho diócesis de nuestro país. Diócesis de Puntarenas Aclamando a Cristo con el corazón Laura Ávila Chacón lavila@ecocatolico.org El Domingo de Ramos abrió solemnemente la Semana Santa con el recuerdo de la Pasión de Nuestro Señor y la entrada de Jesús en Jerusalén. Los porteños iniciaron la Semana Mayor al lado de su obispo Monseñor Óscar Fernández y del párroco de catedral Alexander Alfaro. La procesión inició en el Barrio las Playitas rumbo a la Catedral diocesana. Fue encabezada por los 12 apóstoles y animada por la banda municipal. En la Catedral los fieles agitaban fuertemente las palmas mientras esperaban la predicación de Monseñor, quien les recordó que “Cristo quiso morir por nosotros, venció la muerte y nos ofreció la resu- rrección por amor y misericordia”. “Las palmas son para ir aclamando al Señor, pero no solamente las palmas son utilizadas sino también podemos usar pañuelos, flores, y aclamarlo desde el corazón. Vamos juntos y unidos conmemorando a Jesús. Acompañemos al Señor en esta entrada triunfal”, dijo. Fotos L. Avila. Diócesis de Tilarán-Liberia Tres consejos de Monseñor Girardi Laura Ávila Chacón Martín Rodríguez G. La mañana del miércoles 23 de marzo, los sacerdotes guanacastecos celebraron la Santa Misa Crismal junto al Administrador Apostólico de Tilarán-Liberia Monseñor Vittorino Girardi. Con una Catedral llena de fieles los presbíteros reiteraron sus promesas sacerdotales y fueron consagrados los óleos santos, con los cuales se administran los sacramentos del bautismo, la unción de los enfermos y el orden sacerdotal. Este año Monseñor Vittorino Girardi presidió su décimo cuarta y última Misa Crismal en la Diócesis de Tilarán-Liberia ya que el próximo 4 de abril será consagrado como nuevo Obispo de esa Iglesia particular el presbítero Manuel Eugenio Salazar Mora. Por este motivo, Mons. Girardi aprovechó para despedirse de su clero y los católicos de Guanacaste y Upala. Sus consejos para el clero fueron: no dejarse robar la alegría por el pecado que es camino de tristeza, que nadie les quite el entusiasmo misionero y que siempre reciban a la Virgen María en su corazón. “Ella es vida, dulzura y esperanza”, dijo. Fotos L. Avila. Eco Católico Iglesia hoy Domingo 3 de abril 2016 Diócesis de Alajuela No es show, es prueba de amor Martín Rodríguez G. mrodriguez@ecocatolico.org El Viernes Santo, 25 de marzo, y con una extraordinaria representación en vivo de la Pasión del Señor a cargo de actores costarricenses y voluntarios de la comunidad, la Parroquia de San Joaquín de Flores, en la Diócesis de Alajuela, celebró la Procesión del Encuentro junto a miles de fieles llegados de muchas partes del país. Ya son 40 años de que esta parroquia se organiza para celebrar de este modo la Semana Mayor, explicó el cura párroco Pbro. Sixto Eduardo Varela, quien catequizó junto al Padre Mario Montes cada uno de los momentos de la procesión. Durante la procesión, Monseñor Ángel San Casimiro, Obispo de Alajuela, pidió no olvidar que aquello que se escenificaba no era un espectáculo o un show, sino la toma de conciencia de lo que un hombre fue capaz de hacer por la humanidad: recorrer el ca- mino al Calvario como prueba de su amor por todos nosotros. Dijo que es momento para darnos cuenta del dolor de tantos hermanos en el mundo, y junto al acompañamiento y la oración, que quienes sean responsables por ello reciban de nosotros la misma respuesta de Jesús: el amor y el perdón. Habló de María, y en ella de todas las madres presentes. Ella está siempre cerca de su hijo, su presencia es bálsamo en medio de su dolor, dijo. Como ella, pidió a las madres Diócesis de San Isidro de El General no dejar de orar por sus hijos, especialmente aquellos que sufren, como los desempleados, los que han caído en el abismo de las drogas o el alcohol. “Un hijo que cueste lágrimas y oraciones de su madre no se pierde nunca”, afirmó Monseñor ante cientos de fieles. Fotos M. Rodríguez Pueblo Santo en medio de la realidad Gerardo Mora Pana gmora@ecocatolico.org Monseñor Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, Obispo de San Isidro de El General, hizo énfasis en esta Semana Santa sobre la vivencia que debemos vivir como Pueblo Santo de Dios en medio de la realidad compleja que nos rodea. Así lo hizo ver en su homilía de la Misa Crismal, el lunes 21 de marzo en la Catedral de San Isidro. Denunció la pérdida de identidad en las familias, habló en contra de la Fertilización in vitro y que es en esas realidades donde debemos manifestar nuestra fe y compromiso como cristianos. “Tenemos la obligación de hablar fuerte y reunir al Pueblo de Dios y decir estas cosas con toda claridad: mientras la Fertilización in vitro sea lo que es hoy, la Iglesia Católica no puede estar de acuerdo con ella; ayudemos a nuestros hermanos de otra manera, ayudemos a nuestros hermanos a buscar la forma de poder tener un hijo, pero por maneras auténticas y verdaderas y no a través de la Fertilización in vitro, detrás de la cual hay un montón de in- tereses políticos y económicos que están por detrás de todo ese movimiento internacional que busca su aprobación”, expresó. En otro ámbito, hizo un llamado a los sacerdotes a acoger el Plan Pastoral de Evangelización que hay en la diócesis y los invitó a hacer un plan para las parroquias y caminar en comunión. Con ellos celebró el Lunes Santo el Jubileo Sacerdotal. Fotos G. Mora 19 20 Iglesia hoy Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico Diócesis de Limón Crismados pertenecemos a Cristo Danny Solano Gómez dsolano@ecocatolico.org “El misterio del aceite está presente en nuestro nombre de cristiano, que viene de Cristo, que es la traducción griega de la palabra Mesías, que significa ungido. Ser cristiano quiere decir pertenecer a Cristo, por eso una vez ungidos o crismados le pertenecemos a Cristo”. Con esas palabras Mons. Javier Román, Obispo de Limón, explicó el significado de la Misa Crismal que se celebró en la Catedral Sagrado Corazón de Jesús el 21 de marzo. En ella los sacerdotes renovaron sus votos sacerdotales, acompañados de fieles que llegaron para vivir este momento. “¡Qué importante es renovar cada año la vida y el espíritu del presbiterio! Como para que no se nos olvide el primer amor, nuestra alegría de aquel día, nuestra entrega de aquellos primeros años”, comentó Monseñor. El Jueves Santo por su parte, fieles, niños, jóvenes y adultos, fueron llegando poco a poco con paquetes de di- ferentes tipos de productos, para colocarlos en las canastas que estaban en el Huerto instalado en la Catedral limonense. El objetivo fue recoger donaciones de productos no perecederos, los cuales serán repartidos en las comunidades indígenas de Talamanca. “Hacemos la donación como un deber en esta Semana Santa, hemos visto que hay muchas necesidades en la comunidad de Talamanca y la única forma de resolverlo es con hechos, no con palabras”, comentó el doctor José Iturriaga, quien hizo una donación junto a su esposa, la doctora Teresa Ross. Fotos D. Solano Diócesis de Cartago “En su testamento, Jesús se dio a sí mismo” Ma. Estela Monterrosa S. mmonterrosa@ecocatolico.org El Jueves Santo, el Obispo de Cartago, Mons. José Francisco Ulloa, presidió la Santa Misa de la Cena del Señor en la Catedral Nuestra Señora del Carmen. Participaron el Pbro. Hernán Chávez, cura párroco de la Catedral y el Pbro. Albin Castillo, del Camino Neocatecumenal. Durante la homilía el obispo afirmó que en la celebración de la Última Cena el Señor dejó su testamento, dándose a sí mismo. Agregó que dejó su presencia en medio de la humanidad de tres maneras: con la Eucaristía, el sacerdocio y el amor y caridad. “En la Eucaristía nosotros nos hacemos Cristo porque tenemos una relación íntima de comunión con Él y también entre nosotros como comuni- dad, como Iglesia, de tal manera que en la Eucaristía formamos el cuerpo de Cristo”. Sobre el ministerio sacerdotal, recordó que no se trata de personas privilegiadas. “Son elegidos por el Señor para servir a los hermanos… quiere que seamos servidores de los demás, dijo”. Mons. Ulloa comentó que el Señor le dio poderes especiales a los sacerdotes, como hacer presente a Jesucristo en la comunión y poder absolver los pecados. Sobre el tercer don, el amor, afirmó que es “el termómetro para medir si somos cristianos o solo nos llamamos cristianos”. En la celebración el obispo realizó el rito del lavatorio de pies, en el que participaron miembros del Camino Neocatecumenal. Fotos M. Monterrosa Eco Católico Iglesia hoy Domingo 3 de abril 2016 21 Diócesis de Ciudad Quesada Misericordiosos como el Resucitado Gerardo Mora Pana gmora@ecocatolico.org Con la Misericordia como eje central para las celebraciones y en el contexto del Año Jubilar, Monseñor José Manuel Garita, Obispo de Ciudad Quesada, vivió toda la Semana Santa en la Catedral San Carlos Borromeo. Destacó en la Vigilia Pascual: “Que esta novedad, esta luz y esta gran misericordia iluminen y renueven a este mundo, a esta humanidad y a nuestro país, tan fuertemente marcados por el azote de la violencia, por la indiferencia del egoísmo y por la oscuridad del mal, de la corrupción y la injusticia”. Ya el Viernes Santo había indicado que la entrega del Señor es un “misterio extremo de amor y misericordia” al cual estamos invitados a participar para ser misericordiosos con los demás, como el Señor lo ha sido con nosotros. “Misericordia es abrir el corazón a la miseria, al dolor, al sufrimiento, a la pobreza, a la enfermedad. Jesús abre su corazón compasivo y misericordioso para entregarse en amor total y gratuito por la redención del mundo”, dijo la noche del Jueves Santo. De igual modo se refirió siempre alrededor de la misericordia en la Misa Crismal sobre nuestra misión como Iglesia: “llevar adelante y cumplir un servicio de misericordia en medio de tanto dolor, sufrimiento, violencia, indiferencia y cómodo egoísmo”. Sobre qué es ser misericordiosos, el Obispo lo explicó el Domingo de Ramos: “es darse, es olvidarse de sí para abrir el corazón a los demás, por ello ‘nadie tiene amor más grande que el que da la vida Arquidiócesis de San José por los que se ama’, ese dar la vida es la prueba máxima de la misericordia que no son palabras, sino obras de amor y compasión”. Fotos: Vinicio Vargas y Kattya Barquero “El Señor quiere resucitar en cada uno de nosotros” Danny Solano Gómez dsolano@ecocatolico.org Una vida nueva, sin pecado. El mensaje de Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, el Domingo de Resurrección, en la Misa Solemne en la Catedral Metropolitana, se centró en cómo “la Resurrección hace de nosotros criaturas nuevas en Él”. El Arzobispo habló acerca de que los cristianos ven el mañana con esperanza, de por qué es importante un cambio en la realidad personal y en el entorno social. Mencionó a su vez que las leyes o las normas que nos rigen son las de Cristo, las del amor por el prójimo, que no siempre concuerdan con las leyes o normas de un país. Monseñor aprovechó para motivar a los fieles a llevar la Buena Nueva con alegría, por lo que pidió a los presentes “no poner un rostro de funeral”, sino mostrar la felicidad y, como Iglesia, anunciar este gozo y esta alegría porque el Señor vive en nosotros. “Hemos de estar felices porque el Señor actúa en nosotros hoy, el pasado, queda atrás (...) los errores son el pasado”, dijo el Arzobispo durante la Homilía. Antes de la Santa Misa el ambiente festivo que se vivió en las calles josefinas se intensificó cuando la procesión con el Cristo Resucitado llegó a la entrada de la Catedral y comenzaron a sonar durante varios minutos las bombetas y los aplausos entusiastas de los fieles, tanto de los que estaban dentro de la Catedral como de los que estaban afuera. Fotos D. Solano 22 Iglesia hoy Domingo 3 de abril 2016 Eco Católico Mons. Quirós visitó el Centro Penitenciario de San Sebastián “La libertad está en nuestra cercanía con el Señor” tuar en la profundidad de su corazón”. “Sí es posible cambiar, no se nieguen esa oportunidad”, les dijo Monseñor. Danny Solano Gómez dsolano@ecocatolico.org “Todos tenemos algo que corregir en nuestras vidas”, continuó el pastor arquidiocesano, quien les insistió en no perder la esperanza, en medio de las limitaciones, pues todo es posible con la ayuda de Nuestro Señor. “La libertad está en nuestra mente, la libertad está en nuestra cercanía con el Señor (…) algunos encontramos aquí, en la cárcel, la verdadera libertad, cuando entendemos que solo Dios nos da la libertad que ansiamos tener”. Esas inspiradoras palabras fueron de Martín Víquez, un privado de libertad que tomó la palabra para agradecer a Mons. José Rafael Quirós, Arzobispo de San José, por la visita que hizo el pasado 18 de marzo al Centro Penitenciario de San Sebastián. En la Capilla Jesús de la Divina Misericordia de dicho centro penitenciario se congregaron funcionarios y privados de libertad para compartir con Mons. Quirós una Santa Eucaristía. El Arzobispo instó a los reclusos a “dejarse penetrar por la palabra del Señor que Él dirige a todos nosotros”, El Prelado les pidió a los privados de libertad ayudarse y a aconsejarse entre sí. Asimismo, les felicitó por el fervor mostrado en la ceremonia, sobre todo los cantos fueron entonados con muchas ganas y entusiasmo. Esta es la segunda ocasión que Monseñor visita el Centro Penitenciario de San Sebastián, donde comparte con los privados de libertad. Foto D. Solano. a aprovechar el tiempo, a reflexionar sobre los errores cometidos y a buscar la manera de corregirlos. Durante la homilía, algunos de los presentes tenían la cabeza baja y Letra viva Sus 30 primeros años Martín Rodríguez G. mrodriguez@ecocatolico.org Los relatos evangélicos muy poco se ocupan de los 30 años del Señor Jesús antes de su vida pública. Apenas unos pasajes de su infancia y adolescencia nos dejan una imagen de cómo era su existencia en Nazaret, junto a sus padres la Virgen María y San José. Por eso es posible acercarnos a este tiempo únicamente desde los ojos de la fe. De este modo, como lo afirma en autor de esta obra, se le concede la gracia de crecer en el conocimiento íntimo de la persona y la misión del Señor para amarlo más y seguirlo. Algunos de los temas propuestos son: la vida de familia de Jesús en Nazaret, el crecimiento de Jesús contemplando con los ojos y el corazón de María, su madre, la vida de trabajo cotidiano de Jesús en Nazaret, entre otros. El lector orante debe elegir los temas y el orden de los ejercicios de contemplación propuestos en el libro. La meta es sentirnos movidos a amarlo más y a comportarnos, en nuestra relación con Dios y con los hermanos, como Él se comportó. Los treinta años de Jesús en Nazaret Álvaro Barreiro Ediciones San Pablo, Bogotá, 2011 A la venta en la librería San Pablo Del Banco Crédito Agrícola, 175m Sur, San José. Teléfono: (506) 2222-2064 CityMall Alajuela, local 2067. Teléfono: (506) 4200-5444 10% de descuento si dice que lo vio en el Eco Católico. parecían reflexionar profundamente acerca de las palabras que les dirigían. “Eso que ustedes saben que está mal, pónganlo en la manos del Señor, díganle: Señor cometí este error, viví en pecado, el Señor va a mirar y va ac- Una vez finalizada la Eucaristía, los reclusos se acercaron a donde estaba el Arzobispo para saludarlo y pedirle su bendición, algunos incluso le hablaron acerca de las razones por las que estaban ahí y pidieron su oración, a lo que Mons. Quirós les respondió que los iba a tener muy presentes en sus plegarias durante la Semana Santa. Eco Católico Iglesia en el mundo Domingo 3 de abril 2016 23 Papa contra falta de esperanza El Papa Francisco instó a remover “la primera piedra” de la vida, la falta de esperanza que nos encierra en nosotros mismos”, durante misa celebrada en la Basílica de San Pedro. CIUDAD DEL VATICANO - El Papa Francisco afirmó que “olvidándonos de nosotros mismos, como siervos felices de la esperanza, somos llamados a anunciar la resurrección con la vida y a través del amor, en caso contrario seremos una estructura internacional con un gran número de adeptos pero incapaz de donar la esperanza de la cual el mundo está sediento”. La esperanza, dijo Francisco en la homilía de la misa pascual, “no es simple optimismo, y ni siquiera una actitud psicológica o una buena invitación a darse coraje. La esperanza cristiana es un don que Dios nos hace, si salimos de nosotros mismos y nos abrimos a él. Esta esperanza no desilusiona porque el Espíritu Santo está en nuestros corazones”. “El Consuelo no hace aparecer todo hermoso, no elimina el mal con la barita mágica pero infunde la verdadera fuerza de la vida, que no es la ausencia de problemas sino la certeza de “Que el Señor nos libere de esta terrible trampa, del ser cristianos sin esperanza, que viven como si el Señor no hubiera resucitado y el centro de la vida fueran nuestros problemas”, agregó. “También nosotros, como Pedro y las mujeres, no podemos encontrar la vida permaneciendo tristes y sin esperanza y quedando aprisionados en nosotros mismos”, afirmó. ser amados y perdonados siempre por Cristo, que para nosotros venció el pecado, la muerte y el miedo”, explicó. “Hoy es la fiesta de nuestra esperanza, agregó el Pontífice sobre la Pascua, la celebración de esta certeza: nada y nadie podrán nunca separarnos de su amor”. Descargue la nueva aplicación Noticias de última hora Evangelio de cada día Información del Papa Francisco y el Vaticano Vidas ejemplares: el Santo del día Agenda de actividades diocesanas y parroquiales Próximamente disponible en IOS Juan José Vargas Fallas Animador de vida g Véalo y escúchelo Radio SINAI 103.9 FM: Con el Rosario Blanco para la Paz Personal, Familiar y Mundial. De lunes a domingo a las 5 a.m. y Sábado también a las 12: 00 m.n. Club de Paz De lunes a viernes 6:30 a.m. Canal 7: Todos los días: 5:45 a.m. y 12 m.n Micro Seguir Viviendo Sábados: 6 a.m. La Hora de Ser Feliz Domingos: 6:50 am El Club de Paz Para el Papa “el Señor está vivo y quiere ser buscado entre los vivos. Tras haberlo encontrado, cada uno es enviado a él, para llevar el anuncio de Pascua, a suscitar y resucitar la esperanza en los corazones doblegados por la tristeza, en quien se esfuerza en encontrar la luz de la vida”. “Abramos al Señor nuestros sepulcros sellados, cada uno de nosotros los conoce, para que Jesús entre y dé vida; llevamos con él las piedras de los rencores y los obstáculos del pasado,las pesadas rocas de la debilidad y de las caídas”, añadió. (ANSA)