Download Acontecimientos importantes del Siglo XX
Document related concepts
Transcript
140 Pinar del Río:... Capítulo XVII Presencia, participación y papel de la Diócesis de Pinar del Río en 4 importantes acontecimientos de la Iglesia cubana en el Siglo XX Congreso Eucarístico Nacional de febrero de 1947. Presagios de tiempos de sufrimiento para la iglesia cubana S mada por nuestra Salvación en la Cruz, realidades hechas presentes invisiblemente pero ciertamente en las especies eucarísticas. En muchas órdenes religiosas la adoración eucarística y el compromiso de fomentar, sostener y divulgar el culto eucarístico se transformó en algo fundamental y central de su espiritualidad, testimonio y actividad. En Cuba, por ejemplo, en 1920 se establecieron las Religiosas Esclavas del Sagrado Corazón en Luyanó, Ciudad de La Habana, en cuya capilla había exposición y adoración diaria del Santísimo Sacramento. Las Hermanas Reparadoras se establecieron en La Habana en 1904 y en Camagüey en 1909. En su capilla el Santísimo estaba expuesto a la adoración y, junto a estas religiosas, diariamente cientos de personas acudían y se quedaban largos ratos en adoración. En varias parroquias surgieron Asociaciones que fomentaron la devoción al Santísimo Sacramento, preparaban las fiestas eucarísticas, cuidaban el orden y decoro en las procesiones. Merece recordar entre otras la Asociación de los Pajes del Santísimo Sacramento. Aquella de los Congresos Eucarísticos Internacionales, nacionales, regionales y provinciales, fue una práctica naci- u Eminencia, el cardenal Manuel Arteaga Betancourt fue el principal promotor del Primer Congreso Eucarístico Nacional, del que fue Legado Pontificio. Colaboraron y participaron con multitudes de fieles de sus Diócesis el Arzobispo de Santiago de Cuba Mons. Valentín Zubizarreta, el entonces Obispo de Camagüey Mons. Enrique Pérez Serrantes; el Obispo de Cienfuegos Mons. Eduardo Martínez Dalmau; el Obispo de Matanzas Mons. Alberto Martín Villaverde y el entonces Obispo de Pinar del Río Mons. Evelio Díaz Cía. La fe en la presencia real, aunque invisible, de Jesús en la Eucaristía es uno de los puntos decisivos de la fe católica. Obedientes a las palabras de Jesús en la Última Cena: «Tomen y coman, este es mi cuerpo», los católicos en todo el mundo consideran el nutrirse a menudo y dignamente de la Eucaristía como esencial en su práctica de la vida cristiana. A lo largo de los siglos fue desarollándose la práctica de la Adoración del Santísimo Sacramento, la costumbre de llevar en procesión, sobre todo con ocasión de la fiesta del Corpus Cristi, la Hostia consagrada protegida en custodias que son verdaderas obras de arte. Además de al Sagrado Corazón de Jesús, y a la Virgen de la caridad del Cobre, el pueblo cubano guardó especial devoción al Santísimo Sacramento desde los tiempos de la colonización. El más maravilloso objeto para el culto religioso que hay en Cuba es el precioso Tabernáculo Custodia conservado en la Catedral de La Habana donado en 1866 por Doña María Teresa Santa Cruz de Oviedo, ilustre dama cubana vinculada a la nobleza española, muy altruista y piadosa. Trátase de una rica joya de plata hecha precisamente para ser utilizada en estas procesiones que resultan un acto público y popular de fe Cien mil cubanos escuchan por primera vez en directo por radio el discury acción de gracias a Dios por el incomparable so que les dirige el Papa Pío XII. Sus palabras, junto al cariño y el aliento, don de Su Cuerpo sacrificado y Su Sangre derra- parecen contener ciertos preocupantes presagios futuros... ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. da en suelo francés y estrenada en el Congreso Internacional de Lille (Francia) en 1881. Cuando Cuba celebró su primer Congreso Eucarístico Nacional ya se habían celebrado 34 Congresos Eucarísticos Internacionales y muchos otros de carácter nacional. Eran grandes Asambleas que, más allá de lo espectacular y folklórico que mostraban, tenían como propósito eficaz el manifestar, acrecentar y propagar la devoción a la Eucaristía, restablecer todas las cosas en Cristo y fomentar la cohesión de la Iglesia Católica. Este Congreso Nacional fue precedido por una serie de Congresos Diocesanos en Cuba; comenzaron con el Congreso de Oriente de 1936 que incluyó también la solemne Coronación de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre. Legendario fue el Congreso de Camagüey con sus jornadas de 1934 y 1941. Las Villas, cristiana y activa, celebró su Congreso en 1940. En cuanto a La Habana ya en 1919 había celebrado su Congreso Eucarístico recordando el IVº Centenario de su fundación. En la preparación del Congreso Eucarístico Nacional de Cuba, anunciado por el Cardenal Arteaga el 5 de mayo de 1946, jugó un papel importante la Acción Católica, la Tercera Orden Franciscana y un comité a tal fin designado, a los que se unieron varias comisiones diocesanas. Evidentemente en aquel año se hizo hincapié en todas las parroquias de Cuba en la importancia de la Eucaristía. Se hicieron misiones, se incrementó la visita a los enfermos llevándoles la comunión a los hospitales y las casas. La Eucaristía estuvo al centro de la catequesis, hasta en las cárceles se animaron encuentros y celebraciones para fomentar la fe y el amor a la Eucaristía. También Pinar del Río constituyó su Comité para animar la preparación y organización de la celebración del Congreso. Dicho comité estuvo integrado por los laicos: Sra. Josefa Méndez de Pereira; Srta. Zoila Quintans Ponjuan; Sra. María Sánchez de Boué; Sra. Luisa Vieites del Valle. Y los sacerdotes delegados: R.P. José María García del Valle y el R.P. Epifanio de Pinaga. En casi todas las parroquias y pueblos de Pinar del Río se celebraron Misiones, Jornadas, Triduos, etc., en preparación al Congreso, especialmente en Guane, Mariel, Artemisa, Guanajay, Viñales, San Luis, Mantua, San Cristóbal, Candelaria, Los Palacios, Consolación del Sur y San Juan y Martínez. Hasta en los pueblecitos más apartados de la provincia pinareña, Jesús Eucaristía recibió cultos especiales. Para asistir a los actos del Congreso, fueron muy numerosos los pinareños acompañados por su Obispo. El Dr. Manuel Plasencia, hablando en nombre de los católicos de la Diócesis a la magna Asamblea, entre otras cosas dijo: «El motivo que nos reúne es tributar un acto nacional de adoración, de reparación y de acción de gracias a Jesucristo Sacramentado. Las almas de mi querida provincia, la Cenicienta Hospitalaria, están presentes hoy en esta fidelísima Ciudad de La Habana. Venimos a reparar la indiferencia y el olvido de tantos corazones. «Venimos a dar gracia al Dios Sacramentado por todos los favores recibidos. Venimos a poner las voces de los hijos de Pinar del Río en una gran plegaria, que consagrará la Patria al Corazón Santísimo de Jesús. Traemos las oraciones, los sacrificios, las lágrimas de los hijos de Pinar del Río, para ponerlos a las plantas de nuestro Rey Sacramentado a quien se debe todo amor y toda gloria por los siglos de los siglos». 141 El Congreso en los días 22 y 23 de febrero de 1944 tuvo celebraciones por categorías. Entre ellas la de los muchos niños que iban a recibir su Primera Comunión. A estos, le tocó dirigir la palabra el afable Obispo de Pinar Mons. Evelio Díaz. Hubo sesiones de estudio para sacerdotes, educadores, niños, hombres, mujeres. El 24 se concluyó con la Misa en el Campo Eucarístico donde estuvieron presentes 40.000 personas, la familia del Presidente de la República, el Vicepresidente y sus familiares, ministros y funcionarios del Gobierno y veteranos de la Guerra de Independencia. En el momento más emocionante fue al finalizar la Misa, cuando el campo eucarístico que se había abarrotado con 100.000 personas, se escuchó por primera vez la voz del Papa Pío XII, en comunicación radiofónica, hablando a los cubanos. Saludando a los que habían venido de varias provincias; su primera alusión fue para los que habían venido “de la Colina de Pinar del Río”. Muy halagüeñas eran sus palabras iniciales pero no faltaban otras cargadas de dolorosos presagios y oscuras resonancias proféticas: «... Por el tronco airoso de vuestra palma real, que el suave soplo de la brisa hace cabecear, nos parece ver que peligrosamente se desliza la serpiente tentadora: «¿Por qué no coméis? - os dice «Seréis como dioses. Y si todo el esplendor de esa poderosa atracción puramente natural no se compensara con una vida sobrenatural, potente y robusta, la derrota sería cierta... Corred, amados hijos, a este banquete (Eucarístico) si no queréis veros hundidos por la oleada del materialismo, si deseáis no ver ahogada vuestra palma real entre la mala hierba bajo los cardos y las espinas... Este Congreso Eucarístico os conceda veros libres de la plaga universal, pues aunque los efectos del materialismo neopagano han mostrado de manera elocuente al mundo de qué cosa es capaz el hombre cuando piensa que solamente es materia, sin embargo, estamos, por desgracia, muy lejos de tener la impresión de que la lección haya sido aprovechada y nos invade el temor de que a un materialismo, quiera suceder, otro no menos fatal y pernicioso...» (54) El Congreso Católico Nacional, 28 y 29 de Noviembre de 1959 Hacía menos de un año que había triunfado la Revolución y desde los tiempos del Congreso Eucarístico Nacional pasado, no se realizaba una gran movilización nacional. Surgió entonces la idea de un Congreso del Apostolado Seglar en que se rindiera un magno homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre. Fue el Episcopado cubano quien convocó a todas las organizaciones católicas nacionales y fijó la fecha: 28 y 29 de noviembre de 1959. La respuesta de los católicos fue inmediata y entusiasta. Hasta los más apartados rincones de Cuba, hasta todas las parroquias de nuestra Diócesis llegó el mensaje del Congreso cuya finalidad era fortalecer más la unión de los católicos cubanos en la fe, en la caridad y la esperanza. Por primera vez se utilizaron para la propaganda católica todos los medios de que dispone la publicidad moderna: Prensa, Radio. Televisión, Cine, Revistas y Vallas. Además: calcomanías, telas, carteles, distintivos, desplegables, volantes, etc. 142 Pinar del Río:... Los jóvenes fueron grandes protagonistas en la preparación, organización y mantenimiento del orden. Prepararon 30.000 antorchas, organizaron el «Maratón Mariano». Una antorcha era encendida en el Santuario del Cobre a la nueve de la noche del 21 de noviembre. Un repique de campanas en todos los pueblos y ciudades de Cuba anunció el inicio del Maratón y la antorcha en, 7 días, pasando por las manos de más de mil federados de Acción Católica atravesó Santiago, Bayamo, Holguín, La Tunas, Camagüey, Cienfuegos, Matanzas para llegar a La Habana a las 7 de la noche del 28 de noviembre. No pudo la antorcha evidentemente, por razón de su colocación geográfica, recorrer nuestra Diócesis. En cuanto a la participación de Pinar del Río en el acontecimiento, éste es el testimonio de Mons. José Siro: «De nuestra Diócesis fueron miles de personas de todas las comunidades al frente de las cuales iban sus párrocos. Estuvieron presentes todos los colegios católicos y las ramas de Acción Católica de toda la Diócesis como también las diversas Asociaciones. Se viajó en una gran caravana de Omnibus y, cada Asociación llevaba sus banderas y sus estandartes. «Aunque muchos críticos han pensado que fue un acto triunfalista de la Iglesia para demostrar sus fuerzas y la de sus colegios y universidades, yo no lo estimo así. Creo que más bien fue un gran aviso de la Iglesia para alertar al pueblo que tenía esperanzas en el nuevo cambio social de la Nación, pero que al mismo tiempo temía que dicho cambio no fuera para su bien, como resultó ser». A las 4 de la tarde del 28 de noviembre había llegado en avión al aeropuerto de Rancho Boyeros, protegida en una urna, la Venerada Imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre que fue recibida por el Cardenal Arteaga. Más tarde esa sagrada imagen fue llevada y colocada en el altar de la actual Plaza de la Revolución por miembros del Ejército Rebelde, frente a una muchedumbre de alrededor de un millón de fieles, un espectáculo que un Obispo juzgó como «una de las 28 de noviembre de 1959: el Congreso Católico Nacional logró convocar en esta fecha alrededor de un millón de cubanos. A las ocho de la noche de aquel día era acogida en el parque central la antorcha que los jóvenes católicos habían traído en un maratón ininterrumpido de 7 días desde el Santuario del Cobre. más extraordinarias demostraciones católicas del mundo» hasta entonces. A la derecha del altar, junto al clero y a las comunidades religiosas, estaban el Cuerpo Diplomático, las autoridades del Gobierno Revolucionario encabezado por el Presidente de la República Dr. Osvaldo Dorticós Torrado y el Dr. Fidel Castro Ruz, entonces Primer Ministro del Gobierno. Terminada la Misa dirigía desde Roma su discurso radiofónico a los «Amadísimos Cubanos» el Papa Juan XXIII, el «Papa bueno», que tres años después rezaría e imploraría tanto por Cuba, en las horas dramáticas de la llamada «Crisis de Octubre de 1962». «Graves acontecimientos no muy distantes todavía - decía el Papa- os han movido a congregaros al pie del altar para reforzar vuestra unión en la fe, la esperanza y la caridad... Cuando aún tienen frescas las rosas de las heridas y el odio ha dado frutos amargos de muerte, habrá que encender de nuevo el amor cristiano, que es el único que puede limar tantas asperezas, superar tan tremendos peligros y endulzar tantos sufrimientos... «Las consignas de estos días para promover la unión y salvar la paz cristiana en Cuba y afianzar sus tradiciones católicas tendrán como denominador común la caridad... ¡Brillen sin nubes días de paz y tranquilidad sobre esa querida isla!» (43) ENEC: Encuentro Nacional Eclesial Cubano 17 - 23 de febrero de 1986 El ENEC tuvo como preparación la llamada REC: Reflexión Eclesial Cubana que se desarrolló en las parroquias de cada Diócesis, duró 5 años y culminó en nuestra Diócesis de Pinar del Río con la Asamblea Diocesana que tuvo lugar el 26, 27 y 28 de Abril de 1985. Presidida por Mons. José Siro Bacallao, tuvo como Coordinador al Padre Antonio Rodríguez (P.Tony) y como moderadores al P. Ivan Bergerón, el P. Manuel de Céspedes, el Ing. Dagoberto Valdés, Hna. Bernardeta Collazo y Sor Aida Ramírez. En la homilía de la Misa de apertura el P. Antonio Rodríguez Díaz subrayaba: «La REC no es sólo reflexión de la Iglesia para servirse ella misma, sino también una reflexión para servir al pueblo cubano. La Iglesia tiene una palabra que decir a todas las realidades humanas». Los más de 100 participantes, entre delegados e invitados de la Diócesis, trabajaron divididos en 7 Comisiones especializadas, con tres animadores y 10 u 11 integrantes cada una. Los temas tratados por cada comisión fueron los siguientes: 1) Obispo - Sacerdotes - Seminario - Vida Consagrada. 2) Carácter del Cubano - Laicado comprometido, Apostolado Seglar Organizado (A.S.O.) - Campesinos. 3) Mujer Familia - Jóvenes. 4) Obreros - profesionales - mundo de la Cultura. 5) Comunidades cristianas - Catequesis - Liturgia. 6) Ministerio Laical - Barrios Nuevos- Piedad Popular. 7) Hermanos Separados - No Creyentes - Medios de Comunicación Social - Asuntos varios. Sólo al deshojar los dos gruesos pliegos de fichas que el P. Manolo conserva de la REC, uno puede darse cuenta del considerable y cuidadoso trabajo con que la Diócesis se preparó para el ENEC y el vasto abanico de problemas que fueron objeto de reflexión. A todos los párrocos, religiosas, miembros de las comunidades diocesanas y miembros de los ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. 143 consejos parroquiales fue enviado un informe que resumía sus medios, y su organización. Pero también era el encuentro de una Iglesia afinada, purificada, hecha más semejante a la los trabajos de la Asamblea de 26, 27 y 28 de abril. En su mensaje conclusivo a la Diócesis y al ENEC, la Iglesia de los primeros tiempos. Una Iglesia fruto de 25 años de esfuerzo heroico en manAsamblea Diocesana de Pinar del Río declaraba entre otras cosas: «La Iglesia peregrina en Pinar del Río vive hoy un tener viva la fe en un ambiente en el cual la validez de la acontecimiento eclesial verdaderamente único y religión como factor positivo inspirador de la vida seguía esperanzador. En efecto con nuestra Asamblea Diocesana siendo impugnada por la ideología marxista - leninista que se de la Reflexión Eclesial Cubana culmina un largo y fructuoso había impuesto. A tres sencillas pero fundamentales precamino que nos conduce hoy a elevar nuestra voz sincera y guntas quería responder la Iglesia Cubana en este punto de humilde, firme y serena, para decir una palabra a todos. Una su camino: «¿Quiénes somos, cómo vivimos y crecimos, qué palabra que no quiere tener fronteras, que se dirige al cora- pretendemos? El Encuentro nació, fue preparado y se desarrolló con zón del hombre, esté donde está, piense como piense, viva como viva... Levantamos nuestra vista hacia el futuro y con una doble ilusión. Primero: ser como Iglesia imagen fiel del una mirada pastoral, vislumbramos los horizontes de nues- Maestro Jesucristo. Segundo: servir mejor al pueblo cubatro pueblo con sus desafíos y esperanzas, con sus limitacio- no, a su felicidad, a su unidad nacional, a su progreso, y nes y riquezas, con sus ansias siempre crecientes de un ma- salud espiritual. Este Encuentro se realizó cuando ya se había celebrado yor desarrollo y una más profunda liberación...» De la Asamblea Diocesana surgió el aporte de Pinar del el Concilio Vaticano II y las grandes Conferencias de la IgleRío al ENEC, al cual se juntaron los aportes de las demás sia Católica de América Latina en Medellín y Puebla. La IgleDiócesis formando así el documento de trabajo que se estu- sia Cubana quería también inspirarse en las líneas directivas dió y debatió en el ENEC hasta llegar a un documento común de los documentos salidos de estas grandes cumbres eclesiales, para ver cómo vivirlas en lo concreto de nuestra y definitivo. El ENEC se celebró desde el 17 hasta el 23 de febrero de compleja situación. La Iglesia Cubana, presente y actuante en el marco de un 1986 en la Casa Sacerdotal de La Habana. Congregó, junto a los Obispos, a una representación de sacerdotes, religiosos Estado Socialista, se encontraba después de un período de y religiosas y seglares de la Iglesia Católica de Cuba con la enfrentamiento e incomprensión recíproca, que habían propresencia, como invitados, de algunos Arzobispos y Obis- vocado la huida de muchos católicos hacia el exterior, o el pos de otros países, entre ellos el Cardenal Eduardo Pironio encierro en una especie de «exilio interior» de muchos de los Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos que trajo que se habían quedado. Nacía de este encuentro un documento de alcance históun mensaje del Papa, donde aseguraba a la Iglesia Cubana rico que junto a la Biblia, los documentos del Concilio y el su «recuerdo constante y su oración». Pinar del Río envió el grupo de delegados asignado: al- Catecismo, tendría que ser frecuente punto de referencia para gunos laicos y, como sacerdotes, al P. Ivan Bergerón y P. cada católico cubano que quiera vivir con suficiente discerManuel de Céspedes (Manolo). Además participaron el P. nimiento los tiempos y las disyuntivas presentes de la igleTony, Dagoberto Valdés y Sor Aida Ramírez de las Hijas de la sia cubana. La nueva fisionomía de esta Iglesia, forjada por la reCaridad que hicieron parte de la Comisión que organizó el ENEC nacionalmente. Uno de los dos seminaristas invitados flexión que llevó a la redacción de este documento, como en al ENEC fue el ahora P. Oscar Galcerán, Cura párroco de Mantua. él se precisa, era la fisionomía de una Iglesia Misionera, una En una noche fue concedido a los miembros de ENEC celebrar Iglesia Orante, y una Iglesia Encarnada que tuviera a «Dios un homenaje al P. Varela en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, y el discurso central por la ocasión estuvo a cargo del ingeniero pinareño Dagoberto Valdés. Según el P. Manolo, el ENEC fue el acontecimiento de mayor importancia en el siglo XX, para la Iglesia cubana. El ENEC significó para la iglesia cubana lo que el Concilio Vaticano II para la Iglesia Universal. Personalmente, fue el primer texto que leí en lengua castellana, apenas supe de mi destino hacia Cuba, para darme una idea de cuánto de este idioma podía permitirme comprender el dialecto veneto aprendido de mis padres, el italiano aprendido en la escuela estatal y las nociones de latín, griego y francés aprendidas en el Seminario. Lejos del clima y la naturaleza de los anteriores Congresos Eucarísticos, con lo espectacular, masivo y triunfalista que los caracterizó, el ENEC era el encuentro de una Iglesia Católica Cubana del silencio. Iglesia empobrecida en sus estructuras, reducida en el número de sus El Papa recibe la bienvenida de nuestro Obispo Mons. José Siro González integrantes y sobre todo en el de sus pastores, Bacallao a su llegada al aeropuerto de La Habana. 144 Pinar del Río:... como único absoluto y su único Señor», que compartiera «con su pueblo las luchas y los logros, las angustias y los gozos». En su discurso inaugural del ENEC, Mons. Adolfo Rodríguez, entonces Obispo de Camagüey y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba, recordaba cómo la idea de una «reflexión nacional» por él mismo calificada como una «quijotada» había sido lanzada en 1979 por Mons. Azcárate, en ocasión de una convivencia sacerdotal en el Cobre. Y añadía: «Nadie pudo imaginarse en aquel momento que aquella «quijotada» iba a convertirse un día en realidad... Aquí se encuentran hermanos de Pinar del Río, y de La Habana, de Matanzas y de Cienfuegos, de Camagüey, Holguín y Santiago, que vienen trayendo algo de sus vidas, para buscar juntos cómo puede la Iglesia construir en Cuba la comunión con Dios y con el pueblo cubano del que formamos parte». (44) ble pueblo cubano está siempre presente en mi ánimo. La historia es testigo de la aportación que la Iglesia ha prestado al crecimiento integral de la nación. Manifestando a Cristo, la Iglesia descubre a los hombres la verdad profunda de su condición, su vocación y aspiraciones más íntimas». El 30 de junio de 1983 a los Obispos cubanos en visita «Ad Limina» les decía: «Esta acogida se hace tanto más cordial, porque conozco bien, que aún en medio de los sacrificios, la comunidad eclesial cubana conserva su firme adhesión a esta Sede de Pedro y trata de seguir sus indicaciones con respeto y filial obediencia de fe... La Iglesia en Cuba con sus 200 entre sacerdotes y religiosos y las 230 religiosas de que dispone hoy es consciente de servir, aún en medio de una excesiva desproporción de personal dedicado a la pastoral y al servicio asistencial frente a la problemática actual, al bien profundo de su pueblo». Visita Del Papa Juan Pablo II a Cuba: 21 - 25 de Enero de 1998 La realización de la visita del Papa a Cuba fue el fruto de una relación que, a pesar de todo, nunca interrumpió la Santa Sede con el gobierno cubano, y mucho menos con su pueblo y su Iglesia. Una relación de afecto, estima, y solidaridad con los sufrimientos de la Iglesia y del pueblo cubano, sobre todo de parte de los grandes Papas de este período, una relación diplomática respetuosa y franca con el Gobierno y sus representantes diplomáticos. Quisiera hacer alguna breve alusión al respecto para ayudar a tener una idea del largo y paciente itinerario que llevó al histórico acontecimiento. Primera preparación Recuerdo algo del mensaje del Papa Juan XXIII con ocasión del Congreso Nacional Católico Cubano. Tres años después el llamado «Papa de la bondad» pasaría la noche en velada de oración en el momento más álgido de la Crisis de Octubre de 1962 y, como por intuición sobrenatural, había asegurado a su secretario, saliendo de la Capilla, que el asunto se había arreglado para salvaguardar la paz mundial. La mañana siguiente los medios de prensa lo confirmaban. En cuanto al Papa Pablo VI, en su Carta a los Obispos de Cuba con motivo de la IX Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal el 25 de enero de 1967 decía así : «Nos damos cuenta de que podrían darse casos, a causa de la situación actual, en que se llegue a plantear ante algún sacerdote el angustioso dilema de si será o no más fructuosa su labor en esta parte y se asome a su mente la tentación de abandonar el país tomando otros derroteros... tengan ellos la seguridad de que ésta es la viña a la cual los ha llamado el Señor, que estas son las almas a ellos confiadas por Dios para conducirlas a la Salvación...» Más numerosas, evidentemente, serían después las intervenciones, las expresiones de cariño, los buenos consejos, las justas reivendicacioes de mayores espacios de libertad para la iniciativa los cubanos, de parte del Papa Juan Pablo II, durante su inolvidable visita. Así se expresó el 21 de julio de 1982 en su Discurso de acogida al Sr. D. Manuel Estévez Pérez, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Cuba ante la Santa Sede: «El no- Dos jóvenes pinareños al momento del Ofertorio, brindan al Papa el don de nuestro excelente tabaco vueltabajero, el mejor del mundo. Cinco años después; el 25 de agosto de 1988, en ocasión de otra visita «Ad Limina» de los Obispos cubanos, les decía: «En todo es aconsejable, siempre que sea posible, continuar el camino del diálogo» Aludía a «algunos signos positivos surgidos en los últimos años» deseando que se desarrollasen y consolidasen ulteriormente «para que la Iglesia pudiera cumplir libre y cabalmente con su misión evangelizadora y emplear todos los medios que para ello necesitan». Se refería al ENEC definiéndolo como un «paso importante en la vida cristiana de la Nación». Subrayaba también la importancia del conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia. Compartía la preocupación de los Obispos por el vacío interior de los jóvenes, y la degradación de las familias. Impulsaba la revitalización de las vocaciones autóctonas. El 3 de marzo de 1989, en su Discurso de bienvenida al Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Cuba ante la Santa Sede, Sr. Rodríguez Pax se expresaba así: «Hemos de congratularnos por el clima de diálogo y mejor entendimiento, que en los últimos años se está afianzando entre la Jerarquía eclesiástica y la Autoridades Civiles. Ello se ha puesto ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. 145 también de manifiesto con las recientes visitas de diversas se reconoce cada vez más la ayuda que la fe cristiana puede aportar al bien social». Solicitaba en consecuencia a los personalidades eclesiásticas a Cuba...» El 2 de Marzo de 1992, acogiendo al nuevo Embajador Sr. católicos de Cuba inspirarse en Jesucristo, modelo de humaHermes Hernández agradecía el Gobierno Cubano por la nidad, para ser conocedores de la Palabra Revelada, de la «aceptación de la entrada en el país de cierto número de Doctrina Social y Moral de la Iglesia y proclamar la verdad religiosas y algunos sacerdotes. Auspiciaba sin embargo sin que al mismo tiempo faltara al amor. (Todos los textos «la aceptación de una presencia más activa de los católicos citados pertenecen al documento. (54) Fue a través de todo este camino que maduraron los tiemen la vida pública la cual, además que favorecer el diálogo, pos propicios para que se realizara la visita de Juan Pablo II redundará, sin duda, en bien de la comunidad civil». En su Discurso con ocasión de la visita «Ad Limina» del a Cuba precedida más de un año antes por la histórica visita 25 de junio de 1994 daba gracias a Dios por el «crecimiento del Comandante Fidel Castro al Papa, en el Vaticano. espiritual con que estaba bendiciendo a la Iglesia en Cuba» y precisaba: «En efecto, estamos asistiendo a un momento de gracia en la vida de nuestras comunidades eclesiales, que crecen no sólo numéricamente sino sobre todo, en el fervor de su adhesión a Cristo». Aludía al impacto del documento recién publicado por los Obispos Cubanos: «El amor todo lo espera» que hacía un análisis objetivo de los problemas y del difícil momento que atravesaba el país. Compartía el deseo expresado en aquellas páginas de que «en Cuba reinara el amor entre sus hijos.» En noviembre de 1994 en la Audiencia concedida a los cubanos participantes en la investidura del Cardenal Jaime Ortega les decía así: «Conozco muy bien la crítica situación por la que atraviesa el pueblo de que ustedes forman parte inseparable. En varias ocasiones he mostrado mi interés y preocupación paternal por los incontables sufrimientos que por diversas razones internas y externas vive hoy la noble nación cubana...» El 27 de junio de 1995 en la Audiencia concedida a Muchos pinareños subieron a las azoteas para saludar al Papa, con los participantes en la reunión promovida por «Cor carteles y espejos. Superpuesta, una fotografía del avión papal en el Unun» para la animación y coordinación de la ayuda momento en que maniobraba sobre la ciudad. humanitaria a Cuba, el Papa Juan Pablo II recordaba cómo ya a comienzos del «periodo especial», informado por Preparación inmediata y los Obispos de la difícil situación económica en Cuba, había emociones inolvidables solicitado a los organismos eclesiales internacionales de ayuda humanitaria y asistencial, que contribuyeran a aliviar las necesidades de los cubanos. En 1991 se había creado la Los meses que precedieron al evento fueron de gran fer“CARITAS CUBA” que en 1993 había empezado a organizar, vor preparatorio para toda la iglesia católica cubana en genecon competencia y seriedad, programas propios de asisten- ral y nuestra Diócesis en particular. Buen éxito tuvo sobre cia a los ancianos y familias con problemas e iba desarrollan- todo la peregrinación diocesana “Bendita Imagen de la Virdo otras iniciativas a favor de la población. El Papa en esta gen del Caridad”. Dicha peregrinación empezó el 8 de sepAudiencia recordaba estas iniciativas, alentaba otras pero, tiembre de 1997 en Guanajay y terminó el 20 de enero de 1998 aunque de manera muy respetuosa, lamentaba «el reducido en la Catedral. El Obispo Mons. Siro acompañó la Imagen en su llegada espacio de libertad» que gozaban estas iniciativas para responder adecuadamente a las necesidades de los pobres. y su despedida de cada parroquia presidiendo las celebraEn fin, en el Mensaje enviado al ECO: Encuentro Conme- ciones de acogida de la Venerada Imagen. En cada parroquia morativo del Décimo Aniversario del ENEC, el Papa Juan la Imagen de la Virgen se quedó durante una semana y fue Pablo II, además subrayar el impulso evangelizador dado a la llevada por los curas y las religiosas también a muchas capiIglesia Cubana por el ENEC, recordaba los significativos acon- llas y casas de las comunidades del campo. En todos los tecimientos de los últimos años. Entre ellos la caída, en Euro- lugares adonde llegó se congregó mucha más gente que lo pa del este, de un sistema político basado en la filosofía habitual. marxista que «difundiendo el ateísmo, acarreó a la Iglesia de Más de cien mil fueron las firmas que se recogieron en toda aquellos países grandes pruebas, pues consideraba irrele- la Diócesis para que, al no estar incluida en las etapas del viaje vante e incluso nociva la profesión y práctica de la religión». papal, pudiera obtenerse que la sobrevolara a su llegada a la Y añadía: «Si bien las condiciones de la Iglesia entre voso- Isla antes de aterrizar al aeropuerto de La Habana. (64) La revista Vitral, a través de una serie de artículos, fue tros no eran las mismas, los católicos cubanos habían experimentado situaciones difíciles... La etapa del ateísmo mal presentando noticias sobre los Papas, en especial sobre la llamado científico, parece superada en vuestra Nación y que, vida y figura del Papa actual. Una monografía de Ediciones tanto por parte del pueblo como de las instancias oficiales, Vitral, reportaba mensajes de los últimos Papas a Cuba bien 146 Pinar del Río:... fueran directos, o a través de los Obispos y los discursos de bienvenidas a los embajadores del país ante la Santa Sede. Un artículo del No.18 de la revista: marzo-abril de 1997 ilustraba cómo a lo largo de la historia, fue realizándose «la elección de los Papas». Un artículo del N.19 de la revista: mayo-junio de 1997 ilustraba la infancia y juventud del Papa. En el N. 20 de la revista: julio-agosto de 1997 se describía la Vocación y Sacerdocio de Juan Pablo II. Vitral de septiembreoctubre de 1997 tenía por título: «Episcopado de Juan Pablo II». El N. 22 de Vitral: noviembre-diciembre de 1997 reportaba algo sobre el «Pontificado de Juan Pablo II» hasta entonces. Los Obispos cubanos en su mensaje: «Démonos fraternalmente la paz» enfocaban el motivo principal de la visita del Papa: «El Papa viene a anunciar, al cubano de hoy, la verdad sobre Jesucristo y sobre él mismo, a fin de que éste pueda tener esperanza». Por lo demás, el título más común con que se saludaba al Papa con carteles, pancartas y letreros a lo largo de su recorrido, el título de plegables y folletos que se distribuyeron en gran cantidad para hablar de la fisonomía y del papel del Papa en la Iglesia era: «Mensajero de la Verdad y la Esperanza» Mientras tanto preocupaba el hecho que de que las alusiones y los preparativos parte de las autoridades fuesen tan escasos hasta los últimos meses de 1997. Se dudó hasta de la realización de la visita, y se sospechó incluso la desilusión de 1991, cuando se había frustrado un proyecto de visita del Pontífice a Cuba. Pero algunas semanas antes el propio Comandante Fidel Castro pronunció un memorable discurso en que dedicó casi una hora a hablar del inminente acontecimiento, proponiendo su propia visión sobre personalidad de Juan Pablo II. Invitaba además eficazmente al pueblo cubano a dar un ejemplo al mundo, reservándole al ilustre huésped la mejor acogida. El N. 23 de Vitral (enero-febrero de 1998) que salía un mes después de la histórica visita reportaba toda la crónica y los discursos dichos por el Papa en aquellos intensos cinco días. Empezaba con el texto del mensaje enviado desde el avión por el Santo Padre al sobrevolar la Diócesis. Mensaje que nuestro Obispo quiso imprimir en una lápida puesta a la entrada de la Catedral. Un artículo de Ernesto Ortíz Hernández, en brillante descripción, reproducía la emoción de aquellos momentos en los cuales, después de la espasmódica espera, finalmente el avión del Papa hizo su aparición en el cielo despejado de Pinar del Río: “...¡Allí está, ahí viene! Campanadas. ¿Dónde? Allí. Campanadas. Gritos. Saltos. Colores. Pañuelos. ¡Los espejos, que sepa que estamos aquí! Campanadas. Bandera cubana. Cristo. ¡Viró el avión, viró: viene hacia aquí! Campanadas. No puede ser, no puede ser: tan cerca. Santo. Santo. Santo. Alegría, destellos, campanadas, ondeos, saltos, palabras... Y en la calle: pañuelos, pañoletas, ¡corre! , y los autos paran ... ¡Tremendo piloto! ¡Santo Padre, te queremos! Un avión inmenso... Las tiendas se vaciaron... Y la ciudad supo que el Sucesor de Pedro, el Santo Padre, había gentilmente accedido al deseo de sus hijos... Y en los techos, la gente se abraza, se arrodilla, reza, no contiene las lágrimas... Gracias Dios mío...” Aquel número de Vitral reportaba también el texto enviado por Mons. José Siro González al R. P. Roberto Tucci, asesor del Santo Padre en sus peregrinaciones: “... Como Obispo de Pinar del Río quiero en nombre del pueblo, del clero y en el mío proprio expresarle la más vehemente gratitud por sus gestiones en la posible realización del sobrevuelo del avión papal a este territorio. “Ha sido, querido Padre, todo un éxito, en el orden pastoral, que era lo que pretendíamos. La ciudad de Pinar del Río toda, vibró de emoción incontenible en aquellos inolvidables minutos. Todo el mundo habla de este gesto tan afable del Santo Padre y de sus cercanos colaboradores”. También los pinareños enviaban un mensaje felicitando así al Comandante Responsable de la Flota del Avión MD. 11 “Giacomo Puccini” ALITALIA. “...Por mucho tiempo en la memoria de los pinareños quedará el gesto del Santo Padre de sobrevolar nuestra Diócesis y la impresionante maniobra que para lograrlo, con toda la cercanía que ansiaban nuestros corazones, realizó Ud. Y el equipo de su Flota. Los felicitamos por esta muestra de destreza técnica y cristiana humanidad. “Ojalá hayan apreciado ustedes el alborozo y la alegría con que el pueblo pinareño siguió cada elegante “pirueta” del avión Papal. Parecía que saludaba, lenta y majestuosamente, y era como si la mano del Santo Padre nos diera la bendición a todos...” De aquel acontecimiento se imprimieron también y se distribuyeron miles y miles de copias del libro: “Que Cuba se abra al mundo Que el mundo se abra a Cuba” que contienen la crónica de los días 21 al 25 de enero de 1998, y el profundo y estimulante magisterio del Papa a los Cubanos. (52 y 55) « Mons. José Siro González Bacallao Obispo de Pinar del Río Al sobrevolar el territorio de esa amada Diócesis de Pinar del Río, antes de llegar a La Habana para iniciar mi viaje apostólico a Cuba, me complace dirigir un cordial saludo a los hijos e hijas de esa región occidental de la Nación, cuyos atractivos naturales evocan aquella otra riqueza que son los valores espirituales que les han distinguido y que están llamados a conservar y transmitir a las generaciones futuras para el bien y el progreso de la Patria. Evocando la fiel entrega de los católicos, que entorno a su obispo son imagen viva de la iglesia, les animo a perseverar en su opción de fe, su esperanza viva y su caridad solícita, y como prenda de mi afecto me complace impartir a toda la comunidad eclesial de Pinar del Río la Bendición Apostólica. IOANNES PAULUS II». ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. 147 Capítulo XVIII Presencia y testimonio de las religiosas en Pinar del Río en la actualidad Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías (Escolapias) Hemos ya descrito precedentemente la actividad de las Esolapias en nuestra Diócesis y la salida del país de todas ellas, cubanas y españolas, cuando fueron nacionalizados por la Revolución sus colegios y sus casas en 1961. “Al crearse condiciones más favorables para su regreso a Cuba, aunque con finalidades diversas, volvieron a la Isla a petición del Nuncio Faustino Saínz el 23 de junio de 1992. Las hermanas que llegaron en esta fecha fueron la Madre Ana María García Novo (española), M. Felisa López (colombiana) y M. Lucia los Arcos Macaya (española) quien vivió en Cuba antes de la Revolución. Regresar a tierra cubana después de tres décadas supuso algunos retos que, según testimonio de la M. Ana García N., fueron sobre todo: asumir lo inesperado e inseguro, relacionarse con un pueblo distinto, construir en la inseguridad y miedo de quien da los primeros pasos, cambiar nuestros esquemas personales para poder ser parte del pueblo, vivir sintiéndose vigilada, convivir con personas en cuyo comportamiento esta presente con mucha frecuencia la doble moral El 9 de octubre M. Ana María, M. Lucía y M. Felisa fueron al Poder Popular a registrarse como residentes del pueblo artemiseño y tener derecho a la libreta de abastecimiento de alimentos. Las primeras clases que recibieron las hermanas fueron como manejar la libreta para obtener alimentos. Sus actividades pastorales comenzaron en el Templo de San Marcos, poco a poco caminaron todo el pueblo y a cada una se le designó una zona que atender, con la ayuda de algunas mujeres comprometidas de la comunidad. Las principales actividades pastorales encomendadas en principio fueron: catequesis de niños, adolescentes, jóvenes y adultos; visita a las familias y enfermos, también Celebraciones de la Palabra en diferentes casas de oración, y apoyo a familias con algún hijo Síndrome de Down. En fechas importantes las hermanas empezaron a desplazarse a lugares fuera del pueblo para hacer misión con otras personas recorriendo: Oceguera, Las Mangas, Pijirigua, Lincoln, Las Cañas, El Rastro, La Pastorita, Pablo Torres, El Pilar y Puerta de La Güira. El 18 de abril de 1993 la Comunidad Escolapia compartía un significativo acontecimiento eclesial: la Beatificación de la Madre Fundadora Paula Montal Fornés. Seguía su Canonización el 25 de noviembre del 2001 en la cual pudo participar en Roma también nuestro Obispo Mons. Siro. El 22 de enero de 1997 llegaron dos nuevas hermanas mexicanas: M. Minerva A. Calderón y Sor Elizabeth Ramírez Pimentel. El día 26 se abría una nueva comunidad en Guanajay, inicialmente formada por M. Ana María García Novo y M. Minerva A. Calderón. El P. Mariano Ruiz S.J. Párroco del lugar y otras personas les dieron la bienvenida. Un grupo de exalumnas también se alegró del regreso de las Escolapias. El 5 de enero de 1998 se incorporaron otras Escolapia también mexicanas: M. Laura Benítez Cuevas y M. Sonia Rodríguez, mientras tanto M. Lucía era enviada a Guanajay. Hoy nuestra comunidad Escolapia está conformada por M. Ana García Novo, M. Laura Benitez Cuevas, M. Sonia Rodríguez, M. Elizabeth Ramírez Pimentel, y Sor Flor Yolanda Arteaga Labra que llegó el 15 de noviembre del 2001 procedente de México. “Residimos en Guanajay, colaborando en las actividades pastorales de Artemisa, sin que por ello dejemos de brindar Las Escolapias en Guanajay y Artemisa. 148 Pinar del Río:... nuestro servicio en otro lugar de la Diócesis o fuera de ella. Como Escolapia y de acuerdo a las necesidades que demanda la familia, la sociedad, la Iglesia y la escuela, seguimos educando a través de la Catequesis, pero también a través de grupos de repaso. Reforzamos la lectura, escritura y ortografía. Se procura el rescate de valores y normas de urbanidad que en un país culto y no tan culto deben existir. «Se atiende, tanto en Artemisa como en Guanajay, a grupos de educadores, colaborando con la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR) en el área de Educación. Se asesora un grupo de catequistas también en ambos lugares y se pertenece a la Comisión de Catequesis Diocesana para colaborar en la medida de nuestras posibilidades con la Diócesis. De igual modo se trabaja con el grupo de mujeres en el ámbito parroquial y diocesano. Se acompaña a un grupo de matrimonios en Artemisa. Se colabora en la Infancia Misionera y en la Comisión de Pastoral Vocacional de la Diócesis. Se ayuda en la Hermandad de Ayuda al Preso y sus Familiares. Se busca la forma de hacer vivas nuestras celebraciones eucarísticas de los domingos. Creemos en la fuerza de los laicos y laicas comprometidos, los hay de talla y les pedimos que no bajen la guardia. Si no que sigan adelante respondiendo al llamado que Dios les hace cada día. Es así como vamos dando respuesta, insertas en nuestro medio popular, alegre, festivo; en un ambiente a veces un tanto cargado de preocupación, nerviosismo, y cierto desequilibrio psíquico por los problemas que cada día se presentan en las familias: falta de alimento, ropa, vivienda, la beca, salir del país, huracanes, rendición de cuentas, la no libertad, etc. Estamos caminando con gozo esperanzado y creemos en el legado de nuestra fundadora: la mujer y la familia tan importante y actual en Cuba.» (Testimonio escrito por las mismas Hermanas Esolapias) Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa de Calcuta «Nuestra familia religiosa «Misioneras de la Caridad», comenzó cuando nuestra fundadora M. Teresa de Calcuta fue inspirada por el Espíritu Santo, con un especial carisma, el día 10 de septiembre del año 1946. Fue creada con la intención de trabajar por la salvación y la santificación de los más pobres de los pobres y así saciar la infinita sed de Jesús en la cruz por amor a las almas. Nuestra presencia en Cuba comenzó en el año 1986, teniendo lugar su primera fundación en La Habana. Tenemos en este país 8 casas de hermanas activas y una casa de las hermanas contemplativas. El día 19 de marzo de 1996 fue motivo de gran alegría para el pueblo de Consolación del Sur, donde actualmente vivimos, ya que por primera vez iba a existir la presencia de la vida de religiosas en este pueblo el cual siempre se ha distinguido por su fervor religioso. Con una bella ceremonia de inauguración, nuestra casa comenzó su vida aquí. La misma fue presidida por Mons. José Siro González Bacallao, Obispo de la Diócesis. Era la séptima casa fundada en Cuba. Las primeras hermanas involucradas en la misión desde el inicio fueron la Hna Anjinita, superiora, Hna Rosalba, Hna. Jovia y Hna Louis Monfort. A nuestra llegada comenzamos visitando muchas casas y llevamos el mensaje de amor del Padre, que nos envió a todos aquellos pobres de espíritu, a los más pobres de los pobres. Invitamos a muchas personas a visitar la Iglesia y fomentamos el amor a María la Virgen a través de Nuestra Señora la Virgen de la Candelaria, Patrona de Consolación del Sur, con el rezo de los divinos misterios del rosario y exposición del Santísimo todo el día, el segundo día de cada mes en honor a nuestra Patrona. Además empezamos a dedicar una hora de cada viernes a la llamada «Hora Santa», rezando el rosario en la Iglesia. Estas actividades tienen como intención rezar por las vocaciones sacerdotales y religiosas. «En estos años comenzamos a impartir clases de Catecismo a varios grupos de distintos lugares de la periferia del pueblo. También algunas hermanas en este período de tiempo se trasladaron a otras comunidades y fueron reemplazadas por otras. Estos cambios pero no impidieron el desarrollo de nuestras actividades y el incremento de nuestro apostolado. Con motivo del primer aniversario de la muerte de nuestra M. Teresa de Calcuta iniciamos nuestro comedor donde algunos de nuestros colaboradores nos ayudan a repartir los alimentos a muchos que no pueden hacer acto de presencia en el mismo por su estado de salud. El día 2 de junio de 1999 la Superiora Hna Anjinita fue sustituida por la Superiora Hna Melvi. Durante este tiempo se siguió incrementando las visitas a las casas del pueblo, además que llevar el sacramento de la Eucaristía a los enfermos y en estos momentos es que por fin se concede el permiso para visitar el Hospital una vez a la semana. Con la ayuda del grupo de los colaboradores comenzamos también a animar también el rezo del Rosario de la Divina Misericordia en algunas de las casas del pueblo. El día 30 de mayo del 2002 llegaba a Consolación del Sur como nueva Superiora la Hna Venora. Actualmente nos encontramos tres hermanas: Hna Drostila, Hna Carleta y como superiora la Hna Venora. Nuestras actividades continúan siendo las mismas. Siempre poniendo todo nuestro amor, dedicación, fe y confianza en cada una de ellas; tratando de descubrir a Jesús en los más pequeños de nuestros hermanos, los más pobres de los pobres; regalándole día a día nuestra sonrisa. Tratamos siempre de encontrar y llegar al corazón de todos los que nos necesitan para brindarles amor y comprensión. Estamos seguras de que es este, sin dudas, el mejor camino para llegar al corazón de todos y transmitir el mensaje de Jesús, como dice M. Teresa». (Testimonio escrito por las propias Misioneras de la Caridad.) Las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta en Consolación del Sur, al centro, con hábito blanco. ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús 149 En el ámbito parroquial se apoyó la catequesis de niños y adolescentes, la pastoral juvenil, el Grupo Misionero y los Animadores de Comunidades, la Pastoral Matrimonial y la preparación de Adultos para los sacramentos, en una atención personalizada. Las zonas más alejadas comenzaron a visitarse semanal o quincenalmente llegando a cada casa para motivar la creación de pequeñas comunidades. Fue resurgiendo la fe dormida en un pueblo muy abandonado en el trabajo pastoral cuyo templo llegó a derrumbarse en una buena parte. Un gran número de personas, al descubrir el Evangelio, se comprometieron como misioneros, catequistas y Ministros de la Palabra. Se dieron pasos en la organización de Caritas parroquial. Actualmente funcionan dos pequeños comedores y una lavandería. Se atiende a un grupo de familiares de presos. El consuelo a los enfermos ha sido y continua estando presente en la misión de las Hermanas, sobre todo a través de las visitas y la oración. La Congregación de las Hermanas Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús se fundó en Málaga (España) en el año 1924 por la Madre Asunción Soler Jimeno. Está presente actualmente en tres continentes: América, Europa y Africa. Las Carmelitas tienen como misión en la Iglesia «Dar gloria a Dios sirviendo a los más pobres» y, en fidelidad dinámica a su carisma, realizan diversas actividades en el campo pastoral y social. Su carisma les impulsa a vivir el Evangelio configurándose de un modo especial con Cristo en su misión de Siervo de Dios y de los hombres. Las actitudes que definen su misión en la Iglesia son: Fraternidad, Contemplación, Devoción Mariana, Entrega Abnegada y Amor a la Iglesia. El 15 de enero de 1989 llegron a tierras cubanas cuatro hermanas destinadas a la Diócesis de Pinar del Río. Eran Magdalena Reyes Nolasco (dominicana), Irene Fernández (española), María del Mar Roldán (española) y Nancy Becerra (venezolana), siendo las primeras religiosas a quienes se les concede la entrada en la Diócesis después de 30 años. Fueron recibidas por Monseñor Siro en La Habana con mucho cariño y acogidas por las Hijas de la Caridad, en La Habana y Pinar, con amor fraterno, por lo que les están muy agradecidas. También le agradecemos al Padre Manuel de Céspedes que motivó la venida de las hermanas al conocerlas en Venezuela. Llegaron a la Parroquia de San José de Las Hermanas Carmelitas en San Cristóbal y Bahía Honda, conversa con Bahía Honda el 24 de enero y se ubicaron en la ellas el P. Claudio Ojea. casa de la Sra. Fe Cobo, que posteriormente se Actualmente se continúa el trabajo misionero en toda la habilitó para la privacidad de la Comunidad y la Señora. En el parroquia, fundamentalmente en la asesoría y la formación pueblo la llegada de las hermanas fue un gran acontecimiento, pues no habían conocido antes otras religiosas. La comunidad de los laicos. El Señor bendijo a la Congregación con dos se sintió muy contenta y apoyada, también el Padre Roque que vocaciones pinareñas: la Hna. Blanca A. Valdés (cubana, entró en 1991 y profesó sus votos perpetuos en 1998) y estaba sólo atendiendo a las parroquias de Cabañas y Bahía. El compromiso evangelizador comenzó en muchos pue- Xiomara Ramos: Juniora del quinto año, que se encuentra en blos y caseríos. Se priorizó la misión casa por casa, sin pre- La Habana (entró en 1993). Ante un llamado de la Diócesis para apoyar la misión de juicio de formas de pensar, creencias o ideologías. Se logró así derribar muchos muros y falsos conceptos de la Iglesia San Cristóbal, donde el Padre Claudio era sacerdote ya anen la gente. Fue muy importante la acogida en la Casa a todas ciano y el área pastoral muy grande, se dieron los pasos las personas que llegaban a buscar oraciones, contar sus necesarios para fundar la nueva casa el 12 de febrero de 1994. Esta Comunidad estuvo integrada por las hermanas: problemas o simplemente curiosear. Los niños y adolescentes invadieron de manera especial Magdalena Reyes Nolasco, María Teresa Delgado, y Blanca la casa. Al atenderlos se conjugaba los juegos, los cantos y A. Valdés Abreu. Esta casa se constituye de formación, prila catequesis improvisada, utilizando los signos religiosos mero de juniorado y más tarde postulantado. Aquí se realizó una labor de apoyo y acompañamiento a que más le llamaban la atención: Árbol de Navidad, Vía Crulas comunidades de los pueblos junto al Padre José Boktenk cis, imágenes, oraciones etc. Se valoró como muy positiva, por parte del Obispo y los que, desde Los Palacios, realizaba la gran labor de animarlas. demás agentes de pastoral, la forma de misionar de las her- Comenzó un proceso de formación semanal en todas que las manas por su sencillez, calidad humana y su capacidad para fue consolidando en un pequeño grupo estable. También se llegar al pueblo, así como la facilidad de adaptación a esta iniciaron encuentros formativos por áreas pastorales: Catequesis, Pastoral social y Misión. realidad tan diferente a la de los países de donde venían. En 1997 comenzó una nueva etapa para la vida de la paLa participación de las Hermanas en la Gran Misión de la Visita del Papa Juan Pablo II (que se preparaba en 1991) fue rroquia de San Cristóbal. Llegaron dos sacerdotes colombiade gran ayuda para que conocieran la realidad del pueblo y nos, considerándose una bendición de Dios. Las Hermanas experimentaran la comunión fraterna con todos los agentes y los Padres hicieron un verdadero equipo pastoral. El trabajo bien organizado y compartido ha propiciado la de pastoral de la Diócesis. 150 Pinar del Río:... revitalización de las comunidades que ya existían y la creación de otras sobre todo en los lugares más alejados. Se incrementaron los pequeños proyectos dentro de la pastoral social, donde las hermanas acompañan y asesoran. Al cumplir 14 años de presencia en esta Diócesis, queremos continuar sembrando la semilla del Evangelio como comunidades fraternas y proféticas, orantes en medio de nuestro pueblo. Haciendo vida las palabras de nuestra fundadora Madre Asunción: «La Gloria de Dios está en hacer su voluntad, he aquí que estamos para lo que Dios quiera». (Testimonio escrito por las propias Hermanas Carmelitas) La Fraternidad de Las Hermanitas de Jesús Está presente en Cuba desde 1954. Salidas del país en 1960, solamente en 1974 la hermanita Victoria, cubana, tuvo el permiso de regresar para asistir a los padres enfermos y la hermanita Lidia, italiana, pudo alcanzarla unos meses más tarde. «En Marianao (La Habana) estas hermanitas vivieron una vida de oración y trabajo desde la condición de la gente más sencilla queriendo ser con su vida y amistad anuncio del amor del Señor hacia los «más pequeños” en el barrio y en el trabajo como vivió Jesús en Nazaret, que es lo propio del carisma de las Hermanitas de Jesús. Las Hermanitas de Jesús en Puerta de Golpe. En la Diócesis de Pinar del Río empezaron en 1990 con dos hermanitas llegadas a Puerta de Golpe (Consolación del Sur) para una estancia de unos meses. Trabajaron en el tabaco con la gente (semilleros, campo, ensarte) viviendo en la casa de la Iglesia que el Obispo Mons. Siro había puesto a disposición y empezaron a tejer lazos de amistad. Por estos lazos decidimos regresar en 1992. Buscamos una casa que correspondiera más a nuestro estilo de vida y la encontramos en «la Majagua» situada a 2 Km del centro del pueblo en el campo, al sur. Desde entonces varias hermanitas han vivido aquí: Costanza, Enmanuela, Norma, Mayté, Lidia y por tiempos más breves: Luisa, Pilar, Carmen, Juanita. Todas igualmente recordadas y queridas por los vecinos que nos acogieron y adoptaron con mucho cariño. Como muchas mujeres del pueblo trabajamos en el tabaco y otras en la casa, pollos, huerta... deseando ser «una más», presencia de amistad, de escucha paterna, anuncio del Evangelio con nuestra vida compartida. En este compartir la vida nacieron inicialmente dos pequeñas comunidades de oración bíblica y de estas han surgido animadores para otras cinco comunidades. Significativa para nosotras y para los vecinos ha sido la presencia de dos noviciados internacionales entre 1998 y 2000 con la hermanita Donata que acompañó a novicias de Haití, Argentina, Colombia y Cuba. Actualmente (2002) hay otro noviciado con hermanitas de Cuba, México e Italia. A todos los vecinos y amigos de Puerta de Golpe y de la parroquia de Consolación nuestro agradecimiento por estos diez años de amistad y de vida compartida.» (Testimonio escrito por las propias Hermanitas de Jesús). Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción «En 1902, el 3 de junio, una mujer con un corazón grande como el mundo, Délia Tétreault, nacida en Marieville (Quebec, Canadá), funda el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción. Este Instituto está presente hoy en 13 países y cuenta con más de 700 religiosas de 17 nacionalidades. Nuestro Instituto presenta un rostro de mujeres de diversas nacionalidades, sencillas y felices que han reconocido en su vida el Amor gratuito de Dios. Inspiradas por la experiencia de María en su cántico espiritual, el Magnificat, y en un espíritu de Acción de Gracias, somos, entre nuestros hermanos y hermanas, una comunidad de mujeres consagradas, dedicadas a la misión de Jesús. Participamos en la vida de las iglesias locales a donde somos enviadas. Con la fuerza del Espíritu de Dios queremos ser mujeres de esperanza, viviendo los valores evangélicos. Nuestro fin es favorecer el encuentro con la persona de Jesús, despertar en los cristianos y cristianas su responsabilidad bautismal y formar así comunidades inculturadas y misioneras, comprometidas en la promoción de sociedades más justas y fraternas. El 19 de junio de 1948, Monseñor Martín Villaverde, obispo de la Diócesis de Matanzas, hace una petición a la Superiora General en una carta enviada a Canadá. En su carta, dicho obispo, pide hermanas, en particular, para las pequeñas escuelas de las zonas rurales: “Nosotros tenemos necesidad de religiosas que no teman salir de sus casas para ir hacia aquellos que no vienen hasta nosotros”... (extracto tomado de la carta de Mons. Villaverde). Debido a esa petición, el 15 de agosto de 1948 llegan a Cuba, a la casa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, en Matanzas, las dos primeras Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción (MIC). El 16 de octubre de 1948, llega el segundo grupo y todas se encaminan hacia el central Mercedes, un pequeño pueblo de la provincia matancera. Después vendrán otras fundaciones: Martí, Manguito, Los Arabos, Máximo Gómez, San José de los Ramos y Colón, todas en la provincia de Matanzas, hasta el 16 de mayo de 1961, fecha en que fueron repatriadas 27 MIC canadienses. Gracias a Dios, 10 de nuestras hermanas se quedaron en este suelo cubano siendo signo para este pueblo de la presencia de la Iglesia misionera y residieron en el Seminario de la Diócesis de Matanzas, en Colón. En el año 1965, se abre el noviciado en Cuba, en Colón. Este feliz acontecimiento asegura el crecimiento del Instituto con vocaciones cubanas, lo cual permitirá la apertura de nuevas ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. 151 apartamento en un edificio en el que casas de misión en diferentes lugaviven 24 familias, durante la búsres de la Isla: Habana, 1969; Morón, queda del apartamento residen en 1973; Holguín, 1977 y Los Palacios, la casa de una familia que 1980. gentilmente las aloja, el Señor Luis A pesar de que la apertura en Suárez y su esposa Regla. Los Palacios fue en el año 1980 no Durante 5 años, las hermanas podemos citar este año como el inivivirán en el edificio, en un ambiencio de nuestro trabajo pastoral en te de no creyentes en su mayoría, la querida Diócesis pinareña. Se repero es precisamente este grupo el monta al año 1973 nuestro trabajo que tiene prioridad para las MIC en la Diócesis, ya en ese tiempo las de Cuba. Ellas dan allí testimonio hermanas Miriam Rodríguez y Claire de presencia sencilla, de cercanía Carrier colaboraban en la zona de caritativa y alegre, de hermandad Mariel, Cabañas y Varela. que acoge y fraterniza con todo En el año 1974, la hermana aquel que vive en este barrio. Eliette Gagnon, comenzó a animar Las MIC en Los Palacios. El trabajo misionero, empezaa los laicos comprometidos de Pido en el 1977, se sigue realizando nar del Río a través de una reflexión evangélica, llamada Shalom. Simultáneamente, las hermanas también en los pueblos cercanos y lejanos; en el ámbito Miriam Rodríguez, Sara Olga Pérez y Jacqueline Brage traba- vicarial y diocesano. En 1994 se realiza la permuta del apartamento por una casa más cercana a la parroquia, mientras que jaron en la parroquia de Artemisa. Miriam Rodríguez viene a San Cristóbal en el 1975 con el en el pueblo surge una nueva crisis, la de los balseros, miles objetivo de colaborar en un despertar de la fe a través de la de cubanos abandonan el país en embarcaciones rudimenmisión durante una semana. Y en el 1976, Jacqueline Brage tarias y muchos pierden la vida. En agosto los obispos en anima un encuentro de jóvenes en Consolación del Sur. Las una carta pastoral, llamada “El amor todo lo espera”, declahermanas Clara Carrier y Jacqueline Brage trabajan durante ran que este mes está marcado como el más duro de la histola Semana Santa del año 1977, en Puerta de Golpe y Pilotos, ria de Cuba. Sin embargo seguirán otros meses y años duros en mayo de ese mismo año se abre la misión en estos dos para este pueblo y las hermanas MIC seguirán comprometilugares. Dichas hermanas vivían en casa de una señora lla- das en la tarea de HACER VISIBLE EL REINO. En febrero de 1997, sucede al P. José el P. Joaquín Gaiga, mada Nena Dubé y alternaban 15 días de misión y 15 días en la fraternidad del Corpus Christi, en la ciudad de La Habana. italiano. Con este último trabajarán varias MIC. Después de La apertura en Los Palacios correspondió a las hermanas ese año, sigue cambiando el rostro de la fraternidad MIC Claire Carrier y Miriam Rodríguez el 17 de febrero de 1980 y con la presencia de otras hermanas como son: Encarnación tuvo, al principio, las mismas características de itinerancia Martínez, Josephine Leal y Zenaide Correia. Por ser esta una fraternidad de inserción misionera a tiemque la misión en Puerta de Golpe, hasta que se establecieron en la parroquia Jesús Nazareno, de Los Palacios. En agosto po pleno, vivieron su experiencia apostólica la hermana del mismo año, se forma un equipo mic que inaugurará ese Herlinda Batista, siendo postulante y Anniet De Roux, en su año pastoral: Gloria Sulet, Claire Carrier y Mercedes etapa de aspirantado.» Actualmente, la fraternidad MIC en Los Palacios está inteQuiñones.En los años siguientes se sucederán varias hermanas en el servicio pastoral: Bernardeta Collazo, Marta Ro- grada por Bernardeta Collazo, Claire Carrier y Encarnación Martínez (Cani). (Testimonio escrito por mero, Ileana Grau, Elvira Valdés, las Hermanas MIC) Maricela Baños, Simonne Perreault y Catherine Raveronomenhanajary. Desde 1981 hasta 1989, son acogiReligiosas Pasionistas dos en la casa parroquial varios grupos de niños, adolescentes y jóvenes que La Congregación de los Pasionistas participan en retiros, convivencias y fue fundada en Roma en el año 1735 encuentros en los que reciben formapor San Pablo de la Cruz y los primeros ción humana y religiosa. Es tiempo de Padres Pasionistas llegaron a Cuba en sembrar a pesar de las dificultades de 1891. Eran cuatro: dos italianos: el P. aquellos años. Cada una se dedica a la Amadeo Garibaldi y el P. Mariano pastoral parroquial según su carisma: caCobelli y dos españoles: el P. Pablo tequesis, matrimonios, pastoral juvenil, María Gorsostizaga y el P.Juan Amarica. pastoral de enfermos, pastoral vocacioSegún el “Diario de la Marina”, el nal, animación de comunidades, etc. En 31 de enero de 1916 llegaban a Cuba, sus numerosas visitas las hermanas huyendo de México ante la persecuechan semillas de fe y esperanza en las ción al estallar la Revolución es ese familias. país,en el buque Monserrate, algunas En 1989, llega un misionero de ChiMadres de la Congregación Pasionista le, el P. José Bocktenk, alemán de nacifundada en México por el P. Diego miento. Viene como párroco residente Alberici en 1896. La Madre Medina que por lo que las hermanas se mudan a un Las Religiosas Pasionistas en San Luis. tenía 56 años, estaba enferma y, sin em- 152 Pinar del Río:... bargo, algunos meses después lograba abrir el primero de los 4 colegios que las Pasionistas mexicanas llegaron a tener en Cuba antes del triunfo de la Revolución. Las Hermanas Pasionistas que ahora trabajan en Cuba y que proceden en su mayoría de Brasil, son herederas de la fundación hecha en Florencia (Italia) por Magdalena Frescobaldi en 1815. Su espiritualidad hace hincapié en la asimilación de las disposiciones íntimas de Jesús Crucificado, tanto en la oración como en la vida cotidiana. Su Carisma es: vivir y hacer Memoria de la Pasión de Cristo que, desde la Cruz transmite la más sublime lección de vida y de amor a toda la humanidad. Su llegada a la Isla fue a finales de la década del 80: “Con motivo de haber sido elegida Superiora General de las Hermanas Pasionistas de San Pablo de la Cruz, la Madre María José Murua, los Padres Pasionistas, misioneros en Cuba, le escribieron felicitándola e invitándola a fundar la Congregación en esta nación. Eso aprovechando la mejoría de las relaciones Iglesia-Estado. La Carta llegó a la Madre General mientras estaba presidiendo en Brasil el Capítulo de la Provincia Inmaculado Corazón de María en Curutiba-Paraná. La invitación fue estudiada por las Hermanas capitulares y en mayo de 1988, se dio respuesta positiva. Al conocer Mons. Siro la disponibilidad de las Hermanas Pasionistas las invitó a establecerse en la Diócesis de Pinar del Río. Las primeras tres hermanas que llegaron a Cuba el 27 de noviembre de 1989 fueron: la hermana Diva Marini, Gisela Lilia Siebneicheler y Mercedes Poli, acompañadas por la Provincial Silvia Petroski y Diva Stela Silva, Consejera Provincial, procedente de Brasil. Las hermanas llegaron a Pinar del Río al día siguiente y fueron acogidas cariñosamente por las Hijas de la Caridad, con quienes estuvieron hasta el día 28 de diciembre, aprendiendo un poco la lengua y las costumbres del pueblo. Este día fueron a vivir a San Luis, en la calle Juana Romero n. 149. La casa pertenecía a María Eugenia García Darias y fue inaugurada el día 12 de mayo de 1990 con la presencia de Mons. José Siro, los padres Oscar Galcerán Díaz, Antonio Perujo (ya fallecido), miembros de la familia de María Eugenia García Darias y representantes de la Comunidad Católica de San Luis. «Desde entonces nuestro trabajo apostólico en esta Comunidad pudo expresarse de varias formas. Visitamos a las familias y enfermos en las Parroquias de San Luis y San Juan y Martínez. En estas mismas parroquias damos catecismo a niños y adolescentes, y cuidamos la animación de los jóvenes. En San Luis nos encargamos también de la catequesis de preparación al Bautismo y a personas mayores. Damos orientación personal a quienes la buscan. En la parroquia de San Luis además, desempeñamos las siguientes actividades: proyecto de adopción a distancia, animación de Comunidad Laical Pasionista, Compromiso en la Pastoral de la Salud y con el Grupo de la Tercera Edad, Compromiso de Cáritas: Lavatines, Comedores, Talleres de Costura, Grupo de Niños, y Muchachos del Síndrome de Down. En todas estas actividades nos proponemos educar a la luz de una visión integral del hombre y conducir a las personas que encontramos en nuestro camino hacia la plena madurez de personas redimidas por la sangre de Cristo, personas capaces de actuar con responsabilidad, autonomía y capacidad crítica positiva.” Hijas Mínimas de Maria Inmaculada «La llegada de nuestra Congregación, el Primero de enero de 1990, es una fecha inolvidable. Este acontecimiento abría un horizonte que permitía estar presente con los predilectos del Señor Jesús, los pobres de esta querida tierra cubana que desde 1925 a 1961, fecha en la que determinó salir, había estado presente en la provincia de Cienfuegos, en los municipios de Cruces, Aguada de Pasajeros, Lajas y en la ciudad de La Habana; en todos estos lugares la Congregación atendía a los colegios y solamente en La Habana atendía una clínica neuropsiquiátrica, además de éstos. Con gran ilusión nuestras hermanas: Catalina Díaz Pino, Soledad Solórzano y Hermelinda Jiménez Torres, que venían como enfermeras a colaborar en el Hospital Provincial de Pinar del Río, llegaron a esta provincia el primero de enero de 1990, procedentes de México. Las hermanas Mínimas, en segunda fila a la derecha La fecha de inicio del trabajo en el Hospital se fue aplazando, situación que propició tanto para el Señor Obispo, como para nosotras, ir buscando formas de servicio a la gente como el ir visitando a los enfermos y la colaboración en el trabajo pastoral, cabe señalar que nuestra Congregación quiere respondes a la invitación de la Iglesia a un renovado compromiso misionero, por eso colabora en la reevangelización de algunos pueblos y Cuba es parte de ese proyecto. El 25 de marzo de 1990, en el aniversario de la fundación de nuestra Congregación, se erigió canónicamente la comunidad de las Hermanas Mínimas en la Diócesis de Pinar del Río, con el nombre de “Misión Guadalupe”, ubicada en la calle conocida popularmente como San Juan (Rafael Morales No. 69), donde permanece actualmente y desde donde se desplazan las hermanas hacia las comunidades donde sirven: Camino del Guamá, Reparto Vélez, Reparto Villamil, Reparto 30 de noviembre, el Cangre, Sumidero y Luis Lazo. Nuestro Padre Fundador, Pablo de Anda Padilla, nació el 5 de julio de 1830 en San Juan de los Lagos, Jalisco, México, y murió en olor de santidad el 29 de junio de 1904 en León, Guanajuato. Se distinguió por su caridad, bondad, dispuesto a complacer a todos, aliviando sus necesidades y lo hacía de tal modo que se transparentaba en él, la conmiseración de ...Tres Siglos de compromiso evangelizador. su corazón. Considerado en León como “Padre de los pobres”, fue nombrado Venerable por S.S. Juan Pablo II el 28 de junio de 1999. El Carisma de las Hermanas Hijas Mínimas de María Inmaculada es: “Configurarse con Cristo misericordioso a favor de los necesitados, como María, en Espíritu de familia”, teniendo como ideal realizar en su vida el: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según Tu Palabra”. Esa debe ser su diposición habitual, lo que la debe caracterizar y distinguir como miembro de su Congregación. Actualmente las Hermanas Mínimas continuamos colaborando en Pastoral, como quedó señalado más arriba. Desde 1995 se tiene también un Taller de Nazareth, como promoción para la mujer y desde 1998, se atiende el comedor de ancianos dos veces por semana. Este año de 2002-2003, forman la comunidad las Hermanas: Esperanza Jiménez Soto, superiora de la comunidad, Ermelinda Jiménez Torrez, Leysis García Camejo y María Matilde Puente Oliva, nos encontramos como el primer día, con el mismo entusiasmo para servir a la gente y colaborar en la construcción el Reino.» (Testimonio escrito por las Hermanas Mínimas) Las hijas de la Caridad Ya consideramos la actividad de estas religiosas en nuestra Diócesis hasta el triunfo de la Revolución. “A partir de 1960 – como escriben estas mismas religiosas – la Comunidad ve limitado su trabajo más no su servicio a los pobres. No abandonan la obra a causa de la Revolución, siendo una de las pocas comunidades que permanecieron firmes junto al pueblo. Así pasaron los años en una entrega al fortalecimiento de la unidad de la Iglesia cubana. Poco a poco la casa se fue convirtiendo en un lugar de reuniones, encuentros de formación, de catequesis, convivencias, por tener un espacio amplio y ser lugar agradable, disminuyendo así la intimidad de la vida comunitaria y los momentos de encuentro entre las Hermanas. Los Superiores deciden, para salvaguardar la vida de la comunidad, trasladar a las Hermanas a una casa más pequeña, situada en la misma calle, con el número 199, proporcionada por el Obispo, Mons. Siro González Bacallao, a cambio de la anterior. La labor evangelizadora de la Iglesia, la realizamos en las siguientes actividades: -El servicio de comedor de ancianos y cantinas a domicilio, que continúa realizándose en la casa anterior, hoy llamada Casa Diocesana “Nuestra Señora de Loreto” -Servicio a los presos, atendiendo a sus necesidades espirituales por medio de la correspondencia. -Reunión de adolescentes. Visita al Sanatorio del SIDA. -Visita a los enfermos. Participación en la Comunión. -Formación de adultos en la fe cristiana. -Pastoral mariana en la capilla. Creación de grupos del Rosario en algunos barrios. -Proyecto del barrio Cuba Libre (Proyecto Providencia). Formación de las madres del Proyecto. Talleres de costura, coro, danza, etc. -Trabajo con personas que siguen el carisma vicentino (AIC). Formación de animadores y catequistas. Visita a los municipios de santa Lucia, Minas de Matahambre y Viñales. 153 -Visita al Asilo, a enfermos y ancianos a domicilio. -Desayuno a 25 niños de escaso recurso en el Reparto Maica. En esta provincia de Piar del Río, a través del tiempo, han florecido vocaciones de Hijas de la caridad que continúan la misión de Cristo en el servicio a los pobres, como Sor Isabel Las Hijas de la Caridad en Pinar del Río. Valdés, Sor Dolores Pérez, Sor María Rita Romero, Sor Ana Isabel Hernández, Sor María Lázara Fernández, Sor Isis Curbelo. Han pasado alrededor de treinta Hermanas por esta casa. Esperamos que la semilla sembrada en esta tierra siga fructificando en buenas y generosas vocaciones para la Iglesia, con la confianza puesta en el Señor y bajo el amparo de nuestra Madre la Virgen Milagrosa. Religiosas de Jesús María La Congregación de las Religiosas de Jesús María, debe su existencia al celo apostólico y al amor a Dios de Claudina Thévenet que nació en Lyón (Francia) el 30 de marzo de 1774. Su juventud fue profundamente marcada por las violentas repercusiones de la Revolución Francesa, especialmente por la cruel ejecución, ante sus ojos, de dos de sus hermanos. El perdón heroico que entonces concedió, a ejemplo de Cristo en la Cruz, abrió su corazón y la indujo a darse a las obras de misericordia en una Asociación piadosa para llevar hacia Dios a los que tienen la desgracia de no conocer su amor. La íntima experiencia de la bondad de Dios y de las necesidades de su tiempo la impulsaron a entregarse particularmente a la educación de las jóvenes. Algunas compañeras, atraídas por su ejemplo la ayudaron y, el 31 de julio de 1781 se ofreció totalmente a Dios. El 6 de octubre del mismo año, sobre la Colina de la Croix Rousse en Lyón, Calle Pierres Plantés, Claudina Thévenet comenzaba, en soledad y desprendimiento total, la obra que llegaría a ser la Congregación de Jesús María. Murió Claudina, en Religión, Madre María de San Ignacio, el 3 de febrero de 1837 y el 21 de diciembre de 1947 el Papa Pío IX otorgaba la aprobación Pontificia sin exigir el breve laudatorio, en razón de la rápida y notable expansión de su obra en la India. A las primeras fundaciones siguieron muchas otras. La obra, cuyos cimientos establecía firmemente Madre María de San 154 Pinar del Río:... Ignacio, se extendió a tal punto que hoy está presente en todos los continentes en los cuales se eleva aquella acción de gracias que brotó de su corazón en sus últimas palabras: “¡Cuán Bueno es Dios!” La Religiosas de Jesús María llegaron a Cuba en 1914 para abrir en La Habana un Colegio en Jesús del Monte. De 1916 a 1919 funcionó otro Colegio en Jagüey Grande y en 1931 abrían un Colegio en Santiago de las Vegas. En 1936 por la situación que vivía el país, se quedaron cerrados ambos Colegios y las religiosas tuvieron que regresar a España. Pudieron volver algunos años después y, de 1949 a 1961 atendieron una residencia Universitaria que fue cerrada en 1961 a causa de las circunstancias políticas que agitaban el país. Volvieron las Religiosas de Jesús María a Cuba en 1991 estableciéndose y trabajando en Sancti Spíritus hasta el año 200. En 1994 abrieron una Comunidad de formación en La Habana. Al cerrar la Comunidad de Sancti Spíritus, comenzaron un proceso de discernimiento para encontrar los deseos de Dios. Llegaron a nuestra Diócesis y se establecieron en Mantua en septiembre del año 2000. Desde entonces en este territorio parroquial se comprometen en Formación de Catequistas y animadores de Comunidades; atención a los pue- La Religiosas de Jesús María en Mantua. blos vecinos de Arroyos de Mantua, Cejas, Granma, Macurije, La Granja. ( Testimonio entregado por las propias Religiosas de Jesús María). Vega de tabaco típica de Vuelta Abajo.