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El siguiente es un recomendado del libro FUNCTIONAL ANALYSIS OF PROBLEM BEHAVIOR de Alan C. Reep y Robert H. Horner del año 1999 “En este RECOMENDADO resaltamos el capítulo 2 de este libro: LA INTERVENCIÓN BASADA EN HIPÓTESIS PARA TRATAR CONDUCTAS PROBLEMA SEVERAS. Este capítulo trata de la conexión entre la evaluación funcional y una intervención efectiva” ANÁLISIS FUNCIONAL DE PROBLEMAS DE LA CONDUCTA En 1934, B. F. Skinner asistió a una reunión de la sociedad de alumnos de Harvard, y, sin premeditación alguna, se sentó al lado del gran matemático y filósofo Alfred North Whitehead, con el que empezó a hablar amistosamente y con entusiasmo sobre la conducta. En un momento de la conversación, Whitehead estuvo de acuerdo en que la ciencia debería ser capaz de dar respuesta a la conducta humana, con la excepción de la conducta verbal (Reep y Horner, 1999). Así inician Reep y Horner la introducción a este libro. … Whitehead concluyó la conversación con un reto simpático: “Dígame cómo interpreta usted mi conducta mientras estoy aquí sentado y afirmo: “Ningún escorpión negro está cayendo sobre esta mesa” (Skinner, 1957). Al día siguiente, Skinner escribió el borrador de Verbal Behavior… (Reep y Horner, 1999). En esta introducción los autores explican uno de los tópicos más importantes del análisis experimental de la conducta y que hay que tener muy claro a la hora de sentarse con un paciente en consulta clínica para efectos de una buena evaluación de la problemática de tal paciente: La contingencia. Skinner argumentaba que “causa y efecto” eran términos que podían intercambiarse. “Una causa se convierte en un cambio en una variable independiente, y un efecto, en un cambio en una variable dependiente. La antigua conexión causa y efecto se convierte en una relación funcional… (Reep y Horner, 1999). La conducta del individuo es nuestra variable dependiente, el efecto para el que tenemos que encontrar la causa (Skinner, 1953). El campo de la evaluación funcional de la conducta he evolucionado desde que Skinner escribiera sus muchos escritos… Sin embargo, su característica distintiva es que pretende explicar la función del problema que se presenta, en términos de entornos presentes y pasados, y luego cambiar el entorno, de tal modo que la conducta apropiada produzca la misma función (Reep y Horner, 1999). Por ejemplo, el niño que no hace tareas para llamar la atención de su padre. Se le da la instrucción al padre que en vez de agredirlo por no hacer tareas se siente con el niño y le ayude a hacerlas. Así, se cambia el ambiente del niño dejando la misma función de búsqueda de atención de su padre y se propicia una conducta de estudio apropiada. Utilizando la evaluación funcional, primero debíamos identificar las condiciones (eventos instituidos y antecedentes) bajo las que se producían las conductas problema (morderse las manos); luego tendríamos que determinar las consecuencias de estos actos. Encontramos que la conducta de morderse se producía cuando el estudiante no podía predecir las respuestas que requería las tareas que le ponían, sugiriendo un paradigma de reforzamiento negativo. El tratamiento requería cambiar las condiciones de los estímulos relacionados con la predecibilidad; y podríamos volcarnos en proveer información a los estudiantes sobre el contenido de las tareas desconocidas (Reep y Horner, 1999). En este RECOMENDADO resaltamos el capítulo 2 de este libro: LA INTERVENCIÓN BASADA EN HIPÓTESIS PARA TRATAR CONDUCTAS PROBLEMA SEVERAS. Este capítulo trata de la conexión entre la evaluación funcional y una intervención efectiva. Los autores explican las funciones comportamentales que sirven a conductas disruptivas y dan ejemplos del proceso terapéutico que incluye: a) Una entrevista en la que se describe la conducta problema, sus desencadenantes y las reacciones del entorno; b) la observación directa en un formato equiparable con los resultados de la entrevista, y c) la manipulación experimental en una situación análoga… Los autores retoman la lógica de la INTERVENCIÓN BASADA EN HIPÓTESIS: sustituyendo la conducta problema que sirve a la función por una conducta apropiada que sirva a la misma función (Reep y Horner, 1999), como se mencionó arriba. ¿A QUÉ FUNCIONES SIRVE LA CONDUCTA PROBLEMA? La conducta problema no es maladaptada… Una conducta maladaptada es aquella que no proporciona ninguna ventaja al individuo que la exhibe pero en la mayoría de los casos de agresión y autolesión por ejemplo, se producen beneficios observables… las cuatro funciones descritas y estudiadas con mayor frecuencia son: la búsqueda de atención, la evitación de tareas, la búsqueda de elementos tangibles y el reforzamiento sensorial. Sin embargo, también han sido identificadas otras funciones. Por ejemplo, para algunos individuos, la agresión y la autolesión pueden funcionar para ayudarles a evitar o a concluir sus interacciones sociales (Taylor y Carr, 1992a, 1992b). la autolesión también puede actuar como una forma de autoadicción, en la que cada episodio de autolesión da como resultado la liberación de opiáceos endógenos en el torrente sanguíneo, produciendo de forma eficaz un “coloque” biológico (Cataldo y Harris, 1982; Sandman, 1991). Incluso en algunos casos la conducta puede ser inoperante (Reep y Horner, 1999). Hay tres métodos para identificar las funciones a las que sirve la conducta problema: el análisis funcional, la observación directa y la entrevista. El proceso del análisis funcional es análogo a realizar un experimento... Por el contrario, la entrevista y la observación directa no son experimentales por naturaleza… La entrevista y la observación directa se denominan colectivamente en la literatura “evaluación funcional”, en lugar de análisis funcional, para resaltar el hecho de que solo este último concepto implica la manipulación sistemática del entorno (Reep y Horner, 1999). Evaluación funcional: entrevista y observación directa Análisis funcional: intervención La entrevista consiste en un profesional de la psicología que realiza la evaluación y solicita a su paciente y a las personas cercanas a su entorno que describan detalladamente la naturaleza de la conducta problema, las circunstancias que desencadenaron la aparición de dicha conducta y las reacciones que genera en otras personas (Reep y Horner, 1999). En la observación directa el individuo es observado atenta y directamente en una gran variedad de situaciones típicas cotidianas, particularmente en aquellas situaciones que fueron establecidas en el proceso de entrevista como asociadas con una conducta problema (Reep y Horner, 1999). Como se indicó anteriormente, el análisis funcional es similar a la experimentación. La característica crítica aquí es que se manipula cada factor que supuestamente contribuye a que se produzca la conducta problema (Reep y Horner, 1999). La siguiente ilustración del proceso de entrevista ha sido tomada de una investigación a largo plazo que se hizo con Val, quien exhibía una gran variedad de conductas agresivas, rabietas y destrucción de la propiedad (Carr y col., 1994). Joan era la profesora de la clase de Val y Jacki era la psicóloga del colegio: Jackie: ¿qué cosas hace Val que te sacan de quicio? Joan: es muy conflictiva y molesta a los otros niños. En un momento es una niña dulce, pero a veces, creo que es rencorosa y envidiosa Jackie: hay muchas formas de ser conflictivo y de molestar ¿puedes darme ejemplos concretos? Joan: claro, a veces me grita o me escupe. Tira a otros niños del pelo o arroja al suelo las cosas de su pupitre Jackie: has mencionado antes que, a veces, Val es rencorosa y envidiosa ¿cuándo actúa de esta manera? ¿continuamente? Joan: no, no continuamente. Si estoy trabajando o hablando con ella, es estupenda. Pero cuando empiezo a hablar con otro niño o estoy ocupada leyendo algún trabajo, arma la de Dios es Cristo Jackie: en otras palabras, si ella tiene tu atención se comporta perfectamente, pero si no la tiene se enfada Joan: así es Jackie: ¿cómo reaccionas tu cuando ella se enfada? Joan:no se lo tolero, le leo la cartilla y le hago saber que ese no es el modo de actuar de una señorita en mi clase Jackie: cuando dices “le leo la cartilla” ¿quieres decir que le dices “no”, o haces algo más? Joan: si, mucho más, le digo que aquí no permitimos esa clase de conducta, le pregunto cómo se sentiría ella si yo la escupiera o tirara del pelo. También le digo que sé que se puede portar mejor y que espero que actúe con más madurez en el futuro Jackie: ¿durante cuánto tiempo le hablas en esos términos? Joan: tal vez durante 3 o 4 minutos Jackie: ¿cuál es la reacción de Val a todo esto? Joan: bueno, eso es lo que más me preocupa, a veces simplemente se pone tonta y empieza a reírse o a hacerme muecas y entonces tengo que volver a regañarla Jackie: entonces cuando Val se desencarrila puedes hablarle más de 4 minutos, eso debe resultar agotador al cabo del día Joan: si, esa es la razón por la que te he hecho venir (Reep y Horner, 1999). Este es un buen ejemplo de la entrevista que se enfoca en cómo se da la conducta problema, en qué contexto se da, es decir, los estímulos discriminativos que se relacionan funcionalmente con tal conducta y sus consecuencias en términos de su función reforzante expuestas anteriormente, en este caso, atención. En cuanto a la observación directa, este es un buen formato que podemos utilizar: Nombre: Val Observador: Jackie Fecha: 12/11/87 Hora: 10:00 am Contexto: Instrucción de grupo Contexto: Joan pedía a los alumnos, uno en cada ocasión, que identificaran imágenes de una revista y que contaran una historia sobre cada una de ellas Problema de comportamiento: Val cogió la revista de las manos de Joan y la arrojó al suelo, al tiempo que le gritaba estúpido al niño con el que estaba hablando Joan Reacción social: Joan, enfadada, le dijo a Val que recogiera la revista y se disculpara con el otro niño. Cuando Val se negó, Joan le insistió durante aproximadamente 7 minutos para que lo hiciera En el caso del análisis funcional veamos el siguiente ejemplo. En un estudio de Carr, Newson y Binkoff (1980), los profesores identificaron a Bob, un niño cuya conducta agresiva parecía ser una respuesta de escape motivada por las exigencias académicas. Para verificar esta idea los investigadores necesitaron demostrar: a) que la solicitud de tareas desencadenaba la aparición de la conducta agresiva, y b) que cuando un profesor respondía a la agresión suprimiendo la tarea, aumentaba la frecuencia de la conducta agresiva (Reep y Horner, 1999). Consideremos la figura 2.1. Para Bob, la tarea consistía simplemente en sentarse en una silla como paso previo para realizar su trabajo académico. Esta petición estuvo asociada con niveles altos de conducta agresiva, mientras que la ausencia de la petición estuvo asociada con escasa o nula agresividad. Al manipular la presencia versus la ausencia de obligaciones, los experimentadores pudieron demostrar experimentalmente que las obligaciones funcionaban como un desencadenante de la conducta agresiva… motivada por el escape (Reep y Horner, 1999). La intervención basada en hipótesis, el eje de este capítulo, es un intento de afrontar las dificultades inherentes al uso de tecnologías del tipo “ensayo y error”. La última década ha proporcionado pruebas evidentes de que se está consolidando la intervención basada en hipótesis para tratar conductas problema (Reep y Horner, 1999). Leonardo Prieto Ps. T.P 100911