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Año 20 • Nº 2 • 2009 Año 20 • Nº 2 • 2009 Revista Argentina de REUMATOLOGIA Sociedad Argentina de Reumatología SOCIEDAD ARGENTINA DE REUMATOLOGIA Revista Argentina de REUMATOLOGIA Fundada por el Dr. Armando Maccagno SOCIEDAD ARGENTINA DE REUMATOLOGÍA Presidente Dr. Horacio O. Venarotti Directores José Maldonado Cocco Julio Hofman Vicepresidente Dr. Bernardo Pons Estel Presidente anterior inmediato Dr. Alfredo S. Arturi Secretario Dr. Osvaldo D. Messina Tesorero Dr. Gustavo C. Casado Vocales Titulares Dra. Eleonora Lucero Dr. Alejandro Nitsche Dr. Gustavo Citera Dr. Enrique Soriano Dr. Rodolfo Pardo Hidalgo Dra. María Gallo De Sprazzato Comité de Revisión Daniela Battaglia Rafael Chaparro del Moral Susana Metta Virginia Ortiz Mariano Rivero Comité de Honor Roberto Arana Carlos Battagliotti María L. Sormani de Fonseca Carlos Onetti Simón Palatnik Ana A. Porrini Luis Seijo Alberto Strusberg Vocales Suplentes Dr. Eduardo Scheines Dr. Alejandro Alvarellos Dra. Silvia Larroude Comité Científico Nacional Alfredo Arturi Alberto Berman Luis J. Catoggio Gustavo Citera Diana Dubinsky Ernesto Gutfraind Juan Carlos Marcos Silvia Martins Osvaldo D. Messina Sergio Paira Adriana Pérez Dávila Oscar Rillo Horacio Venarotti Diana Zoruba Comité Científico Internacional Graciela S. Alarcón Mary Carmen Amigo Roberto Arinoviche Juan Canoso Ricardo Cervera Luis R. Espinoza Emilio Martín Mola Yehuda Shoenfeld María E. Suárez Almazor Revisores de Cuentas Dr. Miguel Plaza Dra. Mercedes García Foto de tapa: “Maya à la poupée”, Picasso, 1938. Publicación trimestral © MV Comunicación & Marketing® 2009 Reservado todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones u otro sistema de información sin la autorización por escrito del titular del copyright. La Revista Argentina de Reumatología se distribuye exclusivamente entre los profesionales de la medicina. La Revista Argentina de Reumatología es una publicación de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR). Austria 2467, piso 7, of. A, (1425) Buenos Aires. ISSN 0327-4411 Editada por MV Comunicación & Marketing® Director: Máximo Oberländer Carlos Pellegrini 1327 - 2do “C”. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel.: (54.11) 4393-8223 E-mail: info@mvcomunicacion.com www.mvcomunicacion.com [ sumario ] 9 13 23 28 Editorial El derecho de los niños y adolescentes a recibir información y a participar del consentimiento informado (C.I.) en Reumatología Artículo original Prevalencia de anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos en pacientes con artritis psoriática Artículo original Valor de corte de HAQ para predecir discapacidad laboral en pacientes con artritis reumatoidea Artículo original Programa de rehabilitación en artrosis avanzada de rodilla [ contents ] 9 13 23 28 Editorial The right of the children and teenagers to receive information and to take part of the informed consent in Rheumatology Articles Prevalence of antibodies anticytoplasm of neutrophils in patients with Psoriatic Arthritis Articles HAQ’s cut-off point to predict work disability in patients with Rheumatoid Arthritis Articles Program of rehabilitation in advanced degenerative Osteoarthritis of Knee [ editorial ] El derecho de los niños y adolescentes a recibir información y a participar del C.I. en Reumatología Ignacio Maglio El consentimiento informado (C.I.), desde la perspectiva jurídica, constituye un mero acto lícito no negocial; ello significa que no se trata de un acto jurídico en sentido estricto; por ello, para aceptar su validez, en principio, no se aplican las reglas sobre capacidad requeridas para los actos jurídicos, en principio entonces correspondería dar participación activa a niños y adolescentes en el proceso del C.I. Existen fundamentos de distinta índole para defender la participación de niños y adolescentes, especialmente aquellos que se denominaban “menores adultos” (entre 14 y 21 años) en el C.I. Los fundamentos jurídicos tienen que ver, en primer lugar, luego de la recepción constitucional1 de la Convención Internacional de Derechos del niño, que establece que el niño es sujeto de derecho; es decir portador de derechos y obligaciones; razón por la cual debe considerárselo siempre fin en sí mismo, nunca como medio, respetando su esencia como sujeto y no como objeto. Además de los derechos propios de su condición de persona, los niños poseen derechos específicos que protegen su vulnerabilidad y tienden a favorecer su crecimiento y formación; el principio de más alto rango en la Convención es el del mejor interés del niño. El C.I. se considera desde un punto de vista como un derecho personalísimo vinculado a la disposición del propio cuerpo en las relaciones clínicas; como derecho personalísimo tiene las características de ser innato, vitalicio, necesario, extrapatrimonial, privado, absoluto y relativamente indisponible2, entre otros caracteres. Estas características permiten inferir que el C.I. es intransferible como principio general, salvo que manifiestas razones de inmadurez e incompetencia no permitan ejercerlo al niño por sí mismo; en algunos actos vinculados Correspondencia ignacio@inaqui.com Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 al ejercicio de derechos personalísimos, se establece que el consentimiento del niño es personal e indelegable, tales como el consentimiento matrimonial o el reconocimiento de hijos. El niño o el adolescente deben ejercer su derecho a participar en el C.I. armónicamente con los deberes de los padres que emanan del ejercicio de la patria potestad; en tal sentido, la Convención brinda pautas de orientación al precisar en el artículo 5º que las facultades conferidas a los padres o representantes les son otorgadas con el objetivo de “impartirlas en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente convención”. Los deberes emergentes de la patria potestad o de la representación legal no pueden ejercerse abusivamente, se debe respetar siempre el mejor interés del niño y estimular su participación responsable; el artículo 12 de la Convención establece claramente que “Los Estados Partes, garantizarán al niño que esté en condiciones de conformarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente, en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño en función de la edad y madurez del niño”. Solamente en aquellos casos en que en la relación triangular entre padres, hijos y el especialista en reumatología infantil se resquebraja por diversidad de posiciones que puedan afectar el mejor interés del niño, debe darse paso a la intervención judicial como última alternativa de protección al niño o adolescente. El consentimiento de cualquier paciente por constituir una manifestación de la voluntad es preciso realizarlo con discernimiento, que por imperio del artículo 921 del Código Civil se adquiere a los 14 años. Existe una tendencia a cambiar la concepción que vislumbraba la competencia de cualquier niño para tomar 9 decisiones sobre su integridad física de acuerdo a una edad predeterminada, por la idea de la capacidad natural de juicio3. En el derecho comparado, la evolución ha seguido ese horizonte 4; en Inglaterra desde 1969 se autoriza a los adolescentes de 16 y 17 años a consentir tratamientos quirúrgicos, médicos y odontológicos, dándose preeminencia a sus decisiones, independientemente de la opinión de sus padres o representantes. El Acta de los Derechos del Niño de 1989 permite a un niño con suficiente entendimiento, tomar decisión informada para rehusar someterse a valoraciones médicas psiquiátricas entre otras medidas judiciales. En EE.UU. existen tres estatutos legales que atribuyen facultades a niños y adolescentes para consentir tratamientos médicos: 1. Los que permiten a niños sin distinción de edad dar consentimiento sobre determinados tratamientos: enfermedades de transmisión sexual, adicciones, exámenes por abuso sexual. 2. Los que a partir de determinada edad atribuyen a los niños la facultad de consentir una categoría de tratamientos: a partir de los 14 años tratamiento odontológicos y de salud mental. 3. Los que a partir de una edad determinada les permiten consentir un tipo específico de práctica: a partir de los 14 años donación de materiales humanos no renovables, a partir de los 12 años cuando fueron víctimas de un ataque sexual. En Francia, la Corte de Apelaciones de Nancy le reconoció a un adolescente de 14 años su derecho al “rechazo informado” de un tratamiento contra el cáncer por la gran cantidad de efectos nocivos de la terapéutica oncológica. Algunas publicaciones científicas especializadas en la atención de niños han avalado el criterio de capacidad natural de comprensión por sobre los criterios de determinación cronológico-legal; en tal sentido, se ha indicado que “...el papel que le corresponde al niño en el plan de tratamiento depende más de su grado de crecimiento y aptitud personal que de su edad. Así, por ejemplo, aunque por lo general los niños de 10 años tienen menos capacidad para comprender conceptos abstractos que los adolescentes, algunos pueden pensar y actuar con mayor madurez... A medida que se hacen mayores y sus aptitudes aumentan, se les debe incluir de manera más plena en la toma de decisiones sobre su tratamiento. Los niños de más edad y adolescentes pueden tener valores religiosos o de otra 10 índole que condicionen su respuesta a la enfermedad y al tratamiento...”5 En igual sentido se estableció que “...la ley y sus principios éticos subyacentes reconocen que el crecimiento y desarrollo de los niños desde la infancia a la adolescencia pasa por la maduración progresiva de la facultad participativa del niño en la toma de decisiones importantes, incluidas las que atañen al cuidado de su salud... Se debería respetar el derecho a la autodeterminación en aquellos pacientes adolescentes capaces de comprender en qué estado se encuentran y las consecuencias de sus decisiones, mediante invitarlos a participar en forma de decisiones...”6 En el ámbito del derecho europeo continental, el Instituto Nacional de Salud Español estableció que “...es de subrayar que la prestación del consentimiento podrá otorgarla por sí mismo el menor de edad al tratarse de un acto relativo a derechos de la personalidad, conforme el artículo 162, inciso 1 del Código Civil... de acuerdo con sus condiciones de madurez... El incumplimiento de estas obligaciones por parte del médico y equipo médico dará lugar o podrá darlo, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria, a las responsabilidades civiles o penales que hubiere lugar...”7 También en España, el Decano de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid señaló que “...en caso de conflicto entre la voluntad del paciente menor de edad, pero con capacidad natural de juicio y de discernimiento, y la del representante legal, el médico ha de atenerse a aquella (la voluntad del menor capaz de decidir), pues en el tratamiento médico, donde están en juego bienes tan personales como la salud o la vida del paciente, tiene carácter preferente la voluntad de éste, aunque sea menor de edad, si puede comprender el alcance del acto al que se va a someter y reúne las condiciones de madurez suficientes para consentir...”8 En Latinoamérica, más precisamente en Costa Rica, donde existen elevados índices de salud en la población infantil y adolescente, se acordó que en razón de la recepción de la Convención Internacional de Derechos del Niño: “...no se puede disponer de un menor sin tomar en cuenta su parecer, para lo cual, asimismo, deberá mediar necesariamente una evaluación del grado de madurez existente en el niño menor de dieciocho años pero mayor de doce años de edad”. En Canadá, un miembro de un tribunal superior estableció, en el caso de un menor de 15 años que había rechazado transfusiones de sangre, lo siguiente: “...Creo, que él es lo suficientemente maduro como para expresar una opinión sólida, como así me lo ha demostrado. Estoy convencido de que se trata de un joven adulto y maduro. Su voluntad es que no se le administren productos sanguíneos y, además estoy convencido de que si la directora, amparada por una orden de este Tribunal, contrariara de algún modo sus deseos, su bienestar personal sufriría -en un sentido muy real- un duro revés, pues creo que su deseo de luchar contra la enfermedad y de colaborar con el tratamiento se verían seriamente afectados...”9 En la Argentina, existen antecedentes normativos que consagran la necesidad de respetar el consentimiento informado de los niños y adolescentes, como por ejemplo la Ley Nacional de Sangre (22.990) en cuanto fija en dieciséis años la capacidad mínima para donar sangre; en el caso de la procuración y trasplante de órganos, la ley 24.193 establece que la capacidad para donar órganos y tejidos se adquiere a los dieciocho años, mientras que para la dación de médula ósea no se requiere un mínimo de edad, basta con el consentimiento conjunto del representante del menor donante. En el ámbito local, Ciudad de Buenos Aires, recientemente se ha modificado la reglamentación del artículo 4° de la ley básica de salud (Ley 153)10 en donde se introduce el respeto por el consentimiento informado de niños y adolescentes en las relaciones clínicas, debiendo los equipos de salud valorar para ello, en forma previa, los niveles de comprensión y madurez sin sujetarse a parámetros cronológicos. En síntesis, debería respetarse siempre la opinión y el deseo del niño o adolescente con relación al procedimiento médico ofrecido, incluido el ofrecimiento de especialidades medicinales biológicas para afecciones reumatológicas, exceptuándose sólo aquellas prácticas en donde la ley exija una edad determinada para consentir salvo excepciones impuestas por la ley. Por otro lado, deben armonizarse adecuadamente el respeto por la autonomía del niño y el derecho a disponer del propio cuerpo, con las expectativas y deberes que surjan del ejercicio de la patria potestad de sus padres. La mejor práctica recomendable para la atención del paciente pediátrico aquejado de dolencia reumatológica, sería la obtención conjunta del consentimiento integrado entre cualquiera de los padres, ya que no es necesario que ambos lo presten, y el niño o adolescente, con capacidad Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 natural de juicio para comprender los riesgos, beneficios y alternativas del tratamiento biológico ofrecido. En todos los casos se deberá valorar, previamente, criterios de autonomía y competencia en cada situación particular, y allí donde exista reducción de los mismos, la responsabilidad de los pediatras reumatólogos consistirá en promover la autonomía del niño o adolescente y en remover aquellos obstáculos que le impidan tomar decisiones libres, esclarecidas y responsables. Bibliografía 1. Art. 75 C.N., inc. 22 de la Constitución Nacional. 2. Cifuentes, Santos “Derechos Personalísimos” Edit. Astrea. Bs. As. 1995. 3. Yznardo Figuerola C. “Menores maduros y consentimiento informado”. Rev. Latinoam.Der.Méd.Medic.Leg. 1(2) / 2(1):31-37, 1996/1997. 4. Gorvein, Nilda Susana; Polakiewicz, Marta “El derecho del niño a decidir sobre el cuidado de su propio cuerpo” en “Bioética, Sociedad y Derecho”, Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Dr. Ambrosio L. Gioja” UBA. Editora LEMA. Buenos Aires 1995. 5. Caring For Gravely III Children. Oct.1994, Vol. 94 Núm.4, 433-9. 6. “Ethical Issues In Pediatric And Noenatal Resuscitation” en Annals Of Emergency Medicine. Vol. 22, Núm. 2 (II), pág. 236-41, citado por Iznardo Figuerola C. ob. cit. 7. “Sobre la negativa de los enfermos pertenecientes a la confesión religiosa testigos de Jehova a recibir transfusiones de sangre. Asesoría Jurídica del Instituto Nacional de la Salud. Dictamen de enero de 1989, citado por Iznardo Figuerola C. ob. cit. 8. “Consentimiento Informado y Autonomía del paciente” JANO, 3-9, marzo 1995, Vol. 48, Número 1114, Pág. 609. 9. “Human Rights Law Journal”, 30/9/93, Vol. 14, Num. 7,8, pág. 280-2. 10. El 20 de noviembre de 2003 se sancionó el decreto 2.316, modificatorio del art. 4º, inc. h, del reglamento de la ley 153, aprobado por decreto 208/2001, textualmente indica que “Toda persona que esté en condiciones de comprender la información suministrada por el profesional actuante, que tenga suficiente razón y se encuentre en condiciones de formarse un juicio propio, puede brindar su consentimiento informado para la realización de estudios y tratamientos. Se presume que todo/a niño/a o adolescente que requiere atención en un servicio de salud está en condiciones de formar un juicio propio y tiene suficiente razón y madurez para ello, en especial tratándose del ejercicio de derechos personalísimos (tales como requerir información, solicitar testeo de vih, solicitar la provisión de anticonceptivos).” 11 [ artículo original ] Prevalencia de anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos en pacientes con artritis psoriática C.A. Waimann¹, F. Dal Pra¹, L.M. Fernández³, C.E. Perandones³, M.A. Correa¹, M.F. Marengo¹, L. Zarate², R. Chaparro del Moral², O.L. Rillo², E.E. Schneerberger1, J.A. Maldonado Cocco¹, G. Citera¹ Instituto de Rehabilitación Psicofísica¹. Fundación Reumatológica Argentina¹. Hospital Tornú². CEMIC³. Buenos Aires. Resumen Summary Los anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA) han cobrado relevancia en distintas patologías. Recientemente se ha reportado un elevado porcentaje (79%) de ANCAp en pacientes con Artropatía Psoriática (APs). Los objetivos de este estudio fueron evaluar la prevalencia ANCAp en pacientes con APs y compararlo con pacientes con artritis reumatoidea (AR), espondilitis anquilosante (EA), psoriasis cutánea (Ps) y controles sanos (CS). Material y métodos: Se incluyeron pacientes consecutivos con APs según criterios CASPAR, AR (criterios ACR 87), EA (criterios de NY modificados); los CS fueron personas de la población general sin antecedentes o evidencias de enfermedades inmunológicas. Se excluyeron pacientes con antecedentes oncológicos, infecciosos, sarcoidosis u otras enfermedades del tejido conectivo y/o vasculitis. Se consignaron datos demográficos, clínicos, radiológicos, antecedentes familiares y terapéutica actual. Se realizaron cuestionarios de actividad de enfermedad y capacidad funcional: BASDAI, BASFI, PASI y HAQ. Se extrajeron muestras de sangre para determinación de ANCA por IFI en etanol que posteriormente fueron confirmadas por IFI en formol. Se realizó además laboratorio general de rutina. Análisis estadístico: Las variables continuas fueron comparadas por ANOVA o test Student y las variables categóricas por Chi-cuadrado o test de Fisher. Resultados: Se incluyeron 148 pacientes (APs = 43, EA = 22, AR = 41, Controles = 38, Psoriasis cutánea = 4). La mediana de edad fue de 52 años (RIQ: 39,5-59), 66% eran mujeres. En el análisis intergrupo, las EA eran más jóvenes y más frecuentemente (87%) de sexo masculino. El resto de los grupos eran comparables para todas Antibodies ANCA are important diagnostic tools in different diseases. Recently it has been shown that these antibodies can be observed in 79% of patients with Psoriatic Arthritis (PsA). The purpose of our study was to determine the prevalence of ANCA in patients with PsA and compared to patients with Rheumatoid Arthritis (RA), Ankylosing Spondylitis (AS), Psoriasis (Ps) and healthy controls (HC). Material and methods: Consecutive patients with PsA (CASPAR criteria), RA (ACR ’87) and AS (New York criteria) were included. HC were people of the general population without evidence of immunological diseases. Patients with a previous history of oncologic, infectious diseases and sarcoidosis were excluded. Demographic, clinical, radiological and therapeutic data were collected. Disease activity and functional capacity were evaluated using validated and specific questionnaires (BASDAI, BASFI, PASI, and HAQ). ANCAs were determined by indirect immunofluorescence (IIF) on ethanol. Then, the positive ones were confirmed by IIF on formol. Student test, ANOVA, Chi square and Fisher exact test were used for Statistical analysis. Results: 148 patients were included (PsA = 43, AS = 22, RA = 41, Ps = 4 y HC = 38). Median age was 52 years (IQR: 39.5 – 59), 66% were women. AS patients were younger and more frequently men. Other variables were comparable between groups. 57 patients exhibited positive ethanol fluorescence: RA: 25 (61%), PsA: 14 (32.6%), AS: 11 (50%), HC: 6 (15.8%) and Ps: 1 (25%). However only 5 patients showed formol fluorescence: AS: 4/22 (ANCAp = 2, ANCAc = 2) y RA: 1/41 (ANCAp). The frequency of positive ANCA was significantly greater in AS vs. RA (p = 0.046). Correspondencia Gustavo Citera (IREP) Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 13 las variables demográficas. 57 pacientes mostraron fluorescencia positiva en etanol: AR: 25 (61%), APs: 14 (32,6%), EA: 11 (50%), CS: 6 (15,8%) y Ps: 1 (25%). Sin embargo, en IFI en neutrófilos fijados en formol, sólo 5 pacientes resultaron positivos: EA: 4/22 (ANCAp = 2, ANCAc = 2) y AR: 1/41 (ANCAp). La frecuencia de ANCA fue significativamente mayor en EA vs. AR (p = 0,046). Conclusión: En conclusión, en nuestro estudio ningún paciente con APs resultó positivo para ANCA, en contraste a la frecuencia del 79% reportado previamente. Como hallazgo encontramos una mayor frecuencia de ANCA positivos en pacientes con EA comparados con el resto de los grupos, y esta positividad no se asoció a ninguna característica clínica o demográfica. Conclusion: Our study shows that the prevalence of positive ANCA in PsA patients was 0 in contrast with previous studies (79%). Our AS patients were more frequently ANCA positive, but this finding lacked clinical significance. Key words: Psoriatic Arthritis; ANCA; Immunopathogenic. Palabras clave: Artritis Psoriática; ANCA; Inmunopatogenia. Introducción Los anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA), son predominantemente inmunoglobulinas G dirigidas contra antígenos presentes en los gránulos de neutrófilos y lisosomas de monocitos. Clásicamente se han utilizado como marcadores serológicos, especialmente en vasculitis de pequeños vasos, incluidas granulomatosis de Wegener, poliangeítis microscópica, glomerulonefritis necrotizante pauciinmune y glomerulonefritis con semilunas1. Últimamente, ha cobrado relevancia su búsqueda en otras patologías, como la colitis ulcerosa, en donde se halló un 50 a 70% de pacientes ANCA perinuclear (ANCAp) positivo2. Debido a la frecuente asociación de las espondiloartropatías seronegativas (EASN) con las enfermedades inflamatorias intestinales, Fernández-Sueiro evaluó la presencia de ANCAp en artropatía psoriática (APs), hallando una prevalencia del 79%3. Este hallazgo sería discordante con estudios previos en donde se encontró una seropositividad para ANCAp en APs, entre 4 a 6 %4, 5. El objetivo de este estudio fue evaluar la frecuencia de ANCA en pacientes con APs y compararla con la frecuencia hallada en pacientes con artritis reumatoidea (AR), espondilitis anquilosante (EA), psoriasis cutánea (Ps) y controles sanos (CS). Material y métodos Se incluyeron pacientes consecutivos con APs según criterios CASPAR, con AR según criterios ACR ’87 y con 14 EA según criterios de New York modificados. A su vez se incluyó un grupo de CS sin antecedentes patológicos relevantes. Se excluyeron pacientes con antecedentes oncológicos, infecciosos, sarcoidosis, otras enfermedades del tejido conectivo, vasculitis o pacientes que hayan utilizado drogas capaces de inducir la aparición de ANCA (antitiroideos, penicilamina, hidralazina, minociclina y cocaína). Se consignaron datos demográficos, clínicos, radiológicos, antecedentes familiares y terapéutica actual. Se realizaron cuestionarios de actividad de enfermedad (BASDAI) y capacidad funcional (BASFI y HAQ). A su vez se evaluó por un único observador, con un coeficiente de correlación intraclase (CCI) de 0,89, el compromiso de columna lumbar y cervical, caderas, y sacroilíacas, a través del BASRI. Se extrajeron muestras de sangre para determinación de ANCA por inmunofluorescencia indirecta (IFI) y además se realizó laboratorio general de rutina y se almacenaron muestras de suero para posterior determinación de Ig anti-mieloperoxidasa (MPO) e Ig anti-proteinasa 3 (PR3) por ELISA. IFI Técnica Se realizó según protocolo preestablecido21. Brevemente, se utilizaron neutrófilos fijados con etanol (Immuno ConceptsNR) a portaobjetos. Se incubó suero de los pacientes en una dilución de 1/20. Posteriormente se agregó antiinmunoglobulina G humana conjugada con fluoresceína y se observó en el microscopio de fluorescencia. Se describió según estándares como: Imagen ANCAc (tinción granular citoplásmica), ANCAp (tinción homogénea nuclear o periférica). Las muestras positivas en neutrófilos fijados con etanol fueron analizadas por inmunofluorescencia con neutrófilos fijados con formol (Immuno ConceptsNR) a portaobjetos, para confirmar la positividad y así excluir imágenes falsas positivas como las dadas por anticuerpos antinucleares (ANA), o anticuerpos antinucleares específicos de granulocitos (GS ANA). Análisis estadístico Las variables continuas fueron comparadas por test de Student o ANOVA con pruebas post-hoc y las variables categóricas por Chi-cuadrado o test exacto de Fisher. Para el análisis se utilizó el software SPSS y un valor de p <0,05 fue considerado significativo. con formol sólo 5 (3,4%) mostraron inmunofluorescencia positiva para ANCA: EA = 4/22 (18,1%, ANCAp = 2, ANCAc = 2), AR = 1/41 (2,4%, ANCAp) (Figura 1). La frecuencia de ANCA fue significativamente mayor en EA vs. AR (p = 0,046). Los pacientes con EA ANCA positivos no difirieron de los negativos en cuanto a sexo, presencia de uveítis o artritis, tratamiento, tabaquismo, BASFI, BASDAI, BASRI, o duración de la enfermedad (Tabla 3). Discusión Si bien originalmente los ANCA han sido asociados a vasculitis de pequeños y medianos vasos1,6, en los últimos años Resultados Características de los grupos Se incluyeron 148 pacientes (APs = 43, EA = 22, AR = 41, CS = 38, psoriasis cutánea = 4). La mediana de edad fue de 52 años (RIQ: 39,5-59), 66% eran mujeres. En el análisis intergrupo, los pacientes con EA eran más jóvenes y más frecuentemente de sexo masculino (87%). El resto de los grupos eran comparables para todas las variables demográficas (Tabla 1). Inmunofluorescencia indirecta Del total de 148 pacientes analizados, 57 (38,5%) mostraron fluorescencia positiva en etanol: 25 de 41 AR (61%), 14 de 43 APs (32,6%), 11 de 22 EA (50%), 6 de 38 CS (15,8%) y 1 de 4 psoriasis cutánea (25%) (Tabla 2). Sin embargo en el análisis posterior con neutrófilos fijados Patrón de Inmunofluorescencia Frecuencia (n = 57) Perinuclear n (%) 18 (12,2) Homogéneo n (%) 15 (10,1) Perinuclear + Homogéneo n (%) 18 (12,2) Citoplasma granular n (%) 2 (1,4) Citoplasma homogéneo n (%) 1 (0,7) Nuclear moteado n (%) 2 (1,4) Nuclear homogéneo n (%) 1 (0,7) Tabla 2. Diferentes patrones de Inmunofluorescencia hallados en neutrófilos fijados en etanol. APs n = 43 EA n = 22 AR n = 41 Controles n = 38 Ps n=4 Edad m (RIQ) 54 (45-65) 37 (28-49)§ 56 (49-60) 47 (34-58) 62 (35-74) Sexo Femenino n (%) Sexo Masculino n (%) 29 (67%) 14 (33%) 3 (13%) 19 (87%)* 35 (85%) 6 (15%) 27 (71%) 11 (29%) 3 (75%) 1 (25%) Duración enf. (años) m (RIQ) 9 (5-19) 16 (9-22) 7 (2-16) 4 (2-5) Edad: EA eran más jóvenes que AR y APs (p <0,001). * Sexo masculino: mayor frecuencia en EA que AR, APs, CS, Ps (p <0,0001). § Tabla 1. Características demográficas de los pacientes. Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 15 Variables Espondilitis Anquilosante ANCA positivo (n = 4) p ANCA negativo (n = 18) Sexo Femenino n (%) Masculino n (%) 0 (0) 4 (100%) 3 (16%) 15 (83%) Uveítis n (%) 0 (0) 0 (0) Artritis periférica n (%) 0 (0) 1 (5,5%) 0,818 Tabaquismo n (%) 1 (25%) 3 (16,6%) 0,582 BASFI x ± DS 43,75 (±28) 43,06 (±25) 0,900 BASDAI x ± DS 46,00 (±21) 36,28 (±18) 0,915 BASRI x ± DS 11,00 (±1) 11,60 (±3) 0,346 Edad x ± DS 31,75 (±5) 41,61 (±13) 0,080 Años de evolución x ± DS 9,75 (±6) 18,67 (±11) 0,510 Tratamiento con Etanercept n (%) 1 (25%) 4 (22%) 0,675 Tratamiento con Infliximab n (%) 1 (25%) 2 (11%) 0,470 0,530 Tabla 3. Comparación entre pacientes con diagnóstico de EA con ANCA positivo versus EA con ANCA negativo. EA: Espondilitis Anquilosante. AR: Artritis Reumatoidea. Gráfico 1. Frecuencia de ANCA positivos en los diferentes grupos. han cobrado relevancia en otras patologías. Se encuentra una frecuencia de 90% en hepatitis autoinmune tipo I, 90% en síndrome de Felty, 14-68% en AR, 10-30% en enfermedad de Crohn y hasta un 50-70% en colitis ulcerosa2, 5, 7-18. 16 Clásicamente, se han descripto 2 patrones característicos de inmunofluorescencia en neutrófilos fijados en etanol: el ANCAp que se relaciona principalmente con anticuerpos dirigidos contra la MPO y el ANCAc que, en cambio, se asocia a anticuerpos dirigidos contra la PR3. En el caso del ANCAc se observa una distribución citoplasmática de la inmunofluorescencia mientras que en aquellos sueros ANCAp positivos la fluorescencia se distribuye en forma de anillo perinuclear1,19,20. Sin embargo, este último patrón es muy difícil de distinguir de aquellos pacientes con anticuerpos antinucleares positivos (FAN+) y de aquellos que presentan inmunofluorescencia positiva para otros antígenos, como son la anti-elastasa, anti-lactoferrina, anti-catepsina, entre otros21. A estos se los denomina en conjunto autoanticuerpos antinucleares específicos de granulocitos (GS ANA). La forma originalmente propuesta para diferenciar ANCAp de GS ANA es la fijación de los neutrófilos en formol. Allí el patrón ANCAp sufre una redistribución virando a un patrón citoplasmático. Mientras que los sueros con GS ANA se negativizan o persiste el patrón perinuclear19,21. Por último para diferenciar el ANCAp de los FAN+, se utiliza un sustrato diferente a los granulocitos, las células Hep2, presentando sólo inmunofluorescencia positiva los sueros FAN+22 (Tabla 4). Anticuerpos PMN en etanol PMN en formol Hep2 ANCAc Citoplasmático Citoplasmático Ninguno ANCAp Nuclear/perinuclear Citoplasmático Ninguno FAN Nuclear/perinuclear Ninguno Nuclear GS ANA Nuclear/perinuclear Ninguno/perinuclear Ninguno ANCAp + FAN Nuclear/perinuclear Citoplasmático Nuclear Si bien este método ha sido ampliamente utilizado por laboratorios de referencia, un nuevo consenso en el año 2003 desaconseja la utilización de fijación en formol como método para diferenciar ANCAp por MPO de aquella inmunofluorescencia causado por otros antígenos20. Esto se debe a que en diferentes estudios esta técnica resultó ser inconsistente23. Por lo cual, actualmente, se sugiere realizar fijación sólo en etanol y confirmar los resultados con ELISA en busca de Anti-MPO y Anti-PR3. A pesar de lo dicho anteriormente, en nuestro estudio se decidió utilizar el método clásico, de fijación en etanol y formol, debido a que nuestro objetivo era sólo corroborar la presencia o no de ANCAp y no su especificidad antigénica. Esto sumado al hecho del notable aumento de los costos en caso de realizar confirmación por ELISA en todo el grupo de pacientes. Es así que nuestro grupo evaluó la prevalencia de ANCA en pacientes con APs, comparada con la prevalencia de AR, EA y CS. Sólo el 3,4% de los sueros resultaron positivos, la mayoría en pacientes con espondilitis anquilosante. No se encontró ninguna variable demográfica, clínica, de laboratorio o radiológica que caracterice a estos pacientes. Esta frecuencia de ANCA en EA concuerda con series anteriores que hallaron una positividad del 0-14 %4,18. Ningún paciente con APs resultó positivo para ANCA. Cabe destacar la mayor frecuencia hallada de inmunofluorescencia positiva utilizando solamente la fijación en etanol. Esto podría deberse a que las patologías analizadas poseerían antígenos diferentes a la MPO y la PR3, como fue observado por otros autores4, 5, 17,19. En conclusión, en nuestro estudio ningún paciente con APs resultó positivo para ANCA, en contraste a la frecuencia del 79% reportado previamente3. Como hallazgo, encontramos una mayor frecuencia de ANCA positivos en pacientes con EA comparados con el Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 Tabla 4. Diferentes patrones de inmunofluorescencia de acuerdo al sustrato y fijación empleada.21 resto de los grupos, y esta positividad no se asoció a ninguna característica clínica o demográfica. Bibliografía 1. Bosch X, Guilabert A, Font J: Antineutrophil cytoplasmic antibodies. The Lancet. London 2006; 368(9533): 404-15. 2. Saxon A, Shanahan F, Landers C, Ganz T, Targan S: A distinct subset of antineutrophil cytoplasmic antibodies is associated with inflammatory bowel disease. J Allergy Clin Immunol 1990; 86:202-10. 3. 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Chowdhury SMZ, Broomhead V, Spickett GP, et al: Pitfalls of formalin fixation for determination of antineutrophil cytoplasmic antibodies. J Clin Pathol 1999; 52: 475-77. [ artículo original ] Valor de corte de HAQ para predecir discapacidad laboral en pacientes con artritis reumatoidea J.F. Hogrefe, M.F. Marengo, E.E. Schneerberger, M. Rosemffet, J.C. Maldonado Cocco, G. Citera Instituto de Rehabilitación Psicofísica, Buenos Aires. Resumen Summary La discapacidad laboral ocurre de forma temprana en pacientes con Artritis Reumatoidea (AR), con un importante impacto socioeconómico. En estudios previos, el HAQ ha demostrado ser un fuerte predictor de pérdida del status laboral. Objetivos: Determinar el valor de corte de HAQ-A y otros factores asociados a desocupación laboral en pacientes con AR. Material y métodos: Se incluyeron 309 pacientes con AR de la consulta ambulatoria del IREP. Se consignaron variables demográficas, socioeconómicas, manifestaciones extraarticulares y tratamientos recibidos. La actividad de la enfermedad fue evaluada por DAS28, daño radiológico de manos y pies por score de Sharp van der Heidje y capacidad funcional por HAQ-A. Resultados: 80 pacientes estaban desocupados, de los cuales en 49 la desocupación estaba relacionada con la AR (62%). En el análisis univariado, una menor edad, edad menor al inicio de la enfermedad y mayor valor de HAQ se asociaron significativamente con desocupación. En el análisis multivariado, la discapacidad medida por HAQ fue la única variable asociada. En el análisis por curvas ROC, un valor de corte de HAQ 0,87 tuvo una sensibilidad de 61% y una especificidad de 67% para predecir discapacidad laboral. Conclusiones: Este es el primer estudio en nuestro país, que demuestra que un valor de HAQ mayor de 0,87 se asoció con discapacidad laboral. Work disability occurs early in patients with Rheumatoid Arthritis (RA) having a great socioeconomic impact. In previous studies it has been shown that HAQ is a strong predictor of work disability. Objective: To determine HAQ cut off values and other associated factors of work disability in RA patients. Material and methods: 309 RA patients were included. Demographic and socioeconomic variables, extraarticular manifestations and treatments received were collected. Disease activity was evaluated using DAS28, X Ray damage in hands and feet by Sharp van der Heijde score and functional capacity by HAQ. Results: 80 patients were not working, 49 of whom work disability was directly associated with the disease (62%). In univariate analysis younger age at disease onset and higher HAQ values were significantly associated with work disability. In the multivariate analysis only higher HAQ levels were significantly associated with work disability. In ROC curves analysed a cut off value of 0.87 in HAQ had a sensitivity of 61% and specificity of 67% to predict work disability. Conclusions: This is the first study in our country to determine that a HAQ value >0.87 is associated with work disability in patients with RA. Key words: work disability; rheumatoid arthritis; HAQ. Palabras clave: discapacidad laboral; artritis reumatoidea; HAQ. Introducción Correspondencia Gustavo Citera (IREP) Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 La incapacidad para trabajar es un problema frecuente en pacientes con Artritis Reumatoidea (AR), y como es lógico tiene un importante impacto social y económico1. La discapacidad laboral ocurre tempranamente en el curso de la enfermedad2. Numerosos estudios han demostrado que la 23 frecuencia de discapacidad laboral es de 20-35% después de los 2-3 años del inicio de la enfermedad alcanzando cifras del 42% luego de 6-10 años de duración de la misma3,4. Los principales determinantes del status laboral en pacientes con AR son la edad, demanda física laboral, el nivel educacional y la duración de la enfermedad5,6. En varios estudios, el principal predictor de desocupación ha sido la pérdida de la capacidad funcional medida por HAQ. En un estudio de Young A. y colaboradores se mostró una marcada declinación funcional a 5 años asociada a un valor de HAQ>1 al inicio de la enfermedad (OR 4,4, IC 95% 2,8-7)3. El objetivo de nuestro estudio fue evaluar los factores asociados a discapacidad laboral en nuestros pacientes con AR y determinar valores de corte de las variables asociadas. Material y métodos Se incluyeron pacientes consecutivos con AR (ACR’87)7 mayores de 18 años del Instituto de Rehabilitación Psicofísica. Se consignaron variables demográficas, socioeconómicas, enfermedades comórbidas, manifestaciones extraarticulares y tratamientos recibidos. La actividad de la enfermedad fue evaluada por DAS28. La capacidad funcional fue evaluada por HAQ-A. El daño estructural fue evaluado con radiografías de manos y pies a través del score de Sharp van der Heidje8, leído en forma ciega por 3 observadores independientes con un CCI interobservador de 0,82 e intraobservador de 0,90. Análisis estadístico Se realizó análisis univariado de variables continuas por T test y para variables categóricas test de Chi-cuadrado o test de Fisher. Las variables con un nivel de significancia <0,1 fueron incluidas en modelos de regresión logística múltiple. Las variables continuas asociadas a discapacidad laboral fueron expresadas como medias con su correspondiente desvío standard (DS). Se confeccionaron curvas ROC para evaluar y comparar la sensibilidad y especificidad de la actividad de la enfermedad por DAS28 y la capacidad funcional por HAQ y daño radiológico por score de SvDH asociados con discapacidad laboral. Todos los análisis se realizaron utilizando el software estadístico SPSS 11. Un valor de p <0,05 se consideró significativo. Resultados Se incluyeron un total de 309 pacientes, con una edad mediana de 53 años (Rango Intercuartilo RIQ: 43-62), el 85% eran mujeres, con una mediana de duración de la enfermedad de 108 meses (RIQ: 60-181) de los cuales 80 pacientes (26%) se encontraban desocupados. En el análisis univariado, la desocupación se asoció significativamente Categoría Ocupados (n = 229) Desocupados (n = 80) p Edad x DE 50 ± 13 59 ± 12 0,0001 Sexo femenino 199 (87%) 64 (82%) Sexo masculino 30 (13%) 15 (18%) ns 9±4 8 ± 3,54 ns Tiempo de evolución (meses) x DE 133 ± 103 152 ± 130 ns Edad inicio de enfermedad (años) x DE 39 ± 13 48 ± 14 0,0001 Nódulos 146 (64%) 55 (69%) ns FR positivo 207 (91%) 71 (89%) ns HAQ-A x DE 0,73 ± 0,76 1,02 ± 0,78 0,005 DAS 28 x DE 2,3 ± 1,2 2,5 ± 1,15 ns Daño Rx total x DE 161± 83 173 ± 90 ns Escolaridad (años) x DE 24 Tabla 1. Características demográficas y clínicas en una cohorte de pacientes con AR. Figura 1. Distribución de pacientes de acuerdo al status laboral. con edad más avanzada (p = 0,0001), mayor edad al inicio de la enfermedad (p = 0,0001) y scores más elevados de HAQ (p = 0,005) (Tabla 1). En el modelo de regresión logística, tomando la desocupación como variable dependiente, el HAQ resultó ser la única variable independiente asociado a desocupación (OR 1,6, IC 95 1,035-2,40, p = 0,034). Esto también se confirmó mediante curvas ROC donde se incluyeron variables como DAS28 y daño radiológico, y donde el HAQ mostró poder significativo para discriminar entre ocupados y desocupados (área bajo la curva ABC: 0,62 IC 0,54-0,70 p = 0,004). En 49 de los 80 pacientes (62%), el desempleo estaba relacionado específicamente con la enfermedad (Figura 1). En el análisis por curvas ROC, el área bajo la curva aumentó a 0,70 (IC 0,56-0,85, p = 0,008) (Figura 2), (Tabla 2). Ni la actividad de la enfermedad medida por DAS28, ni el daño radiológico tuvieron capacidad para discriminar entre pacientes ocupados vs. desocupados (ABC DAS28 0,55 = ABC Score de SvDH 0,53). Tomando como punto de corte del HAQ un valor de 0,87, observamos una sensibilidad de 61% y especificidad de 67% para discriminar el estado laboral de nuestros pacientes con artritis reumatoidea. En el análisis de regresión logística en los pacientes desocupados por AR, la asociación del HAQ con desocupación fue aún más fuerte (OR 3,1, IC 1,18-8,3, p = 0,021) (Tabla 3). Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 Figura 2. Curvas ROC en pacientes desocupados vs. ocupados. Discusión En nuestro conocimiento, éste es el primer estudio en determinar el mejor valor de corte de HAQ asociado a discapacidad laboral. Asimismo, observamos que el daño 25 DESOCUPACION RELACIONADA A LA AR HAQ PUNTO DE CORTE 0,87 NO SI TOTAL HAQ LABORABLE Recuento % de DESOCUPACION RELACIONADA A LA AR 20 64,5% 19 38,8% 39 48,8% HAQ NO LABORABLE Recuento % de DESOCUPACION RELACIONADA A LA AR 11 35,5% 30 61,2% 41 51,3% Recuento % de DESOCUPACION RELACIONADA A LA AR 31 100,0% 49 100,0% 80 100,0% Total Tabla 2. Tabla de contingencia HAQ punto de corte-desocupacion relacionada a la AR. B E.T Wald Sig. OR IC 95% Inferior Superior Edad -0,003 0,119 0,001 0,978 0,997 0,789 1,259 Edad inicio -0,079 0,117 0,452 0,501 0,924 0,735 1,163 Evolución -0,007 0,011 0,388 0,534 0,993 0,972 1,015 HAQ 1,148 0,498 5,320 0,021 3,151 1,188 8,357 RX TOTAL 0,000 0,004 0,008 0,930 1,000 0,992 1,009 DAS 28 -0,391 0,344 1,290 0,256 0,676 0,344 1,328 Constante 5,243 2,186 5,751 0,016 189,176 Tabla 3. Principales variables asociadas a desocupación en AR. radiológico no se asoció a discapacidad perdiendo significancia cuando fue comparada con la duración de la enfermedad. Es sabido que la progresión del daño radiológico ocurre principalmente durante los primeros años de la enfermedad y la relación entre la severidad del daño articular y el desarrollo de discapacidad es controvertido según diferentes estudios, debido probablemente a la utilización de diferentes métodos para la evaluación del daño radiológico. En adición, parece que el efecto del compromiso articular sobre la capacidad funcional cambia en el curso de la enfermedad, pudiendo mejorar el status funcional a pesar del daño radiológico9. 26 La discapacidad laboral en pacientes con AR tiene un importante impacto socioeconómico. Esta incapacidad laboral resulta de una interrelación compleja de variables sociodemográficas como características propias de la enfermedad. En este estudio, el valor de HAQ fue la única variable independiente en predecir discapacidad con un riesgo de 3 veces, similar a lo observado en estudios previos2. Pacientes con mayores valores de HAQ tienen mayor utilización de recursos hospitalarios (mayor reemplazo articular y mayor morbimortalidad), traduciéndose esto en mayores costos médicos. Al igual que en estudios previos, obser- vamos que el HAQ es un instrumento muy importante y fue la única variable independiente asociada a discapacidad laboral. Este es el primer estudio en nuestro país que demuestra que un valor de HAQ mayor de 0,87 se asocia con discapacidad laboral con una Sensibilidad del 61% y una Especificidad del 67%. Estos datos pueden también ser de valor para las entidades nacionales y provinciales que otorgan certificados de discapacidad en personas con AR. Bibliografía 1. Jántti J, Kautiainen H. Work disability in an inception cohort of patients with seropositive rheumatoid artritis: a 20 year study. 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Risk Grupo de trabajo de patología osteoarticular. Servicio de Ortopedia y Traumatología Hospital de Agudos Dalmacio Vélez Sarsfield. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. CONICET y Departamento de computación FCE y N. UBA. Resumen Summary La Osteoartritis (OA) es una causa mayor de morbilidad, discapacidad y pérdida de la función en la población general. Una variedad de programas para OA de rodilla han sido descriptos en la literatura. Objetivo: Determinar si los efectos de un programa integral de ejercicios solo o combinado con Tens mejora el dolor, la función y la calidad de vida en mujeres con OA de rodilla avanzada. Métodos: Un ensayo clínico randomizado y controlado de 126 mujeres adultas con OA de rodilla fue conducido. Los participantes fueron estratificados según la severidad del dolor y la severidad de la enfermedad, grado 3 o más de la clasificación de Kellgren & Lawrence. Los pacientes fueron randomizados en cuatro grupos: actividad física (AF) (n = 34), Tens (n = 36), AF y Tens (n = 35) y control (n = 21); todos fueron estudiados durante 8 semanas. La función física fue medida por KOOS (Knee Injury and Osteoarthritis Outcome Score). La calidad de vida fue valorada por el cuestionario de salud general SF-36 (Short Form-36). Los pacientes fueron examinados a nivel basal y después de 8 semanas. Resultados: La edad media fue de 68 (9) años, peso 72 (11) kg, e IMC 30 (7) kg/m2. Las diferencias no fueron significativas antes y después del tratamiento en los datos demográficos. Los pacientes tratados con AF tuvieron diferencias significativas en todas las subescalas del KOOS, y ambas SF-36 y WOMAC (p <0,001). Los pacientes tratados con AF y Tens, mostraron diferencias significativas en todos los índices del KOOS, WOMAC y SF-36 (p <0,001). Los análisis del tamaño del efecto mostraron un marcado incremento en el grupo combinado, pre y post-tratamiento Koos (1,81), comparado con el grupo control (0). Conclusión: Un programa de ejercicios de corta duración y fácil aplicación, combinado con Tens, sugiere ser la mejor opción en pacientes con OA de rodilla avanzada. Osteoarthritis (OA) is a major source of morbidity, disability and loss of function in general population. A variety of programs for knee OA have been described in the literature. Objective: To determine whether the effects of an integral exercise program alone or in combination with tens improves pain, physical function and quality of life in patients advanced Knee OA. Methods: A randomized controlled trial of 126 women older adults, mean age 68 years, with Knee OA was conducted. Participants were stratified by severity of knee pain and disease severity grade 3 or more, according to Kellgren & Lawrence criteria. The subjets were randomized to 4 groups: exercise group (n = 34), tens group (n = 36), combined group (exercise and tens) (n = 35), and control group (n = 21); all of them were studied during 8 weeks. Physical function was measured by KOOS (Knee injury and Osteoarthritis Outcome Score). The quality of life was assessed by the Short Form-36 (SF-36) questionnaire. The patients were examined at baseline and after 8 weeks. Results: Mean age was 68 (9) years, weigth 72 (11) kg, and BMI 30 (7) kg/m2; non significant differences were before and after treatment in demographic data. Patients treated with exercise had significant differences in all KOOS subscales, and both WOMAC and SF-36 (p <0.001). In the other hand, patients treated with exercise and tens, showed significant differences in all KOOS index, and both WOMAC and SF-36 (p <0.001). Size effect analysis showed a marked improvement in the combined group, pre and post treatment KOOS (1.81), compared to control group (0). Conclusion: Short duration and easy application of an exercise program, combined with Tens, suggest to be the best option in patients with advanced knee OA. Palabras clave: Osteoartritis avanzada; rodillas; rehabilitación; tens. Key words: advanced Knee Osteoarthritis; rehabilitation; tens. Correspondencia Roxana Murciano r.murciano@hotmail.com 28 Introducción La osteoartritis (OA) moderada a severa afecta a más de 22 millones de adultos americanos entre los 25 y 74 años1, y más del 12% de la población cae dentro de este rango de edad 2. La OA de rodilla está asociada con un patrón característico de disminución de la función y de las actividades de la vida diaria que involucran los miembros inferiores. Guccione y col3 encontraron que después de ajustar a sexo, edad, comorbilidad, la OA de rodilla en la cohorte de Framingham fue un predictor fuerte de discapacidad dentro de estas 10 enfermedades (enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, fractura de cadera, depresión, diabetes mellitus y enfermedad obstructiva crónica), para varias actividades estudiadas como subir y bajar escaleras, caminar, realizar actividades domésticas y llevar objetos. Conforme avanza la enfermedad, el dolor y la discapacidad asociada conducen a la pérdida de la autoestima, la independencia y a una profunda reducción de la calidad de vida. Las guías actuales del Colegio Americano de Reumatología (ACR) y la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR)4, sugieren que los ejercicios deberían ser uno de los principales pilares del tratamiento. Sin embargo el ejercicio es poco utilizado como tratamiento de la OA y más del 60% de los adultos americanos con artrosis no se satisfacen con las recomendaciones para realizar actividad física5,6. Una variedad de programas de ejercicios para OA de rodilla han sido descriptos en la literatura. Estos han incluido programas de ejercicios aeróbicos: como caminar, andar en bicicleta, como también programas específicos que involucran el fortalecimiento de grupos musculares particulares y/o ejercicios de flexibilidad. En su gran mayoría han sido diseñados para pacientes con OA de rodilla con síntomas tempranos y leves, y numerosas preguntas quedan sin resolver acerca del tipo de ejercicio más efectivo y la modalidad de administración del tratamiento5,6. La mayoría de los estudios que han investigado los efectos del fortalecimiento muscular han sido focalizados en mejorar la fuerza del cuádriceps. Sin embargo, menos atención ha sido puesta en mejorar la fuerza de otros grupos musculares de miembros inferiores como los abductores y aductores de cadera7. Debido a la insuficiente investigación que valore la eficacia de estos grupos musculares, no son rutinariamente prescriptos para la OA de rodilla. Durante la caminata estos músculos estabilizan la pelvis sobre la articulación de la cadera en el plano frontal. La posición de la pelvis puede alterar el centro de masa Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 corporal y, por lo tanto, alterar las cargas sobre la articulación de la rodilla. Se postula que durante la posición de parado en un solo pie, durante la marcha, la debilidad de los abductores de la cadera ipsilaterales pueden inclinar la pelvis hacia la pierna que balancea contralateral, el cual puede modificar el centro de masa corporal fuera de la articulación de la rodilla y aumentar el momento de aducción de la rodilla. Menos información existe acerca de los músculos aductores de la cadera en relación a la OA de rodilla, pero también podrían contribuir a reducir el momento de aducción particularmente en rodillas con mala alineación en varo8,9,10. Hay fuerte evidencia que los ejercicios terapéuticos reducen el dolor y mejoran el nivel de actividad en pacientes con OA de rodilla y que los programas de ejercicio supervisados son más efectivos que los individuales no supervisados. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para recomendar una forma de ejercicio sobre otra y la modalidad de administración del tratamiento5-11. Objetivos Determinar si un programa de rehabilitación de corta duración y aplicable, realizado en un Hospital Público de la Ciudad de Buenos Aires, disminuye el dolor y mejora la función así como la calidad de vida de pacientes, con OA de rodilla moderada a severa. Material y métodos Fueron incluidos 126 pacientes mujeres de más de 55 años con OA de rodilla según criterios de clasificación de la ACR (American College of Rheumatology) y grado III o más de la clasificación Kellgren & Lawrence12. La escala más utilizada en la valoración del daño estructural es la de Kellgren y Lawrence que incluye 5 categorías: grado 0, radiografía normal; grado I, posible pinzamiento del espacio articular y dudosa presencia de osteofitos; grado II, presencia de osteofitos y posible disminución del espacio articular; grado III, múltiples osteofitos de tamaño moderado, disminución del espacio articular y alguna esclerosis subcondral y posible deformidad de los extremos óseos, y grado IV, marcados osteofitos, con importante disminución del espacio articular, esclerosis severa y deformación de los extremos óseos13. Los pacientes provenían de consultorios externos del servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Agudos Dalmacio Vélez Sarsfield. 29 Todos referían dolor mayor a 3 meses de evolución. El dolor referido era ≥5 de una escala de 11 puntos (0 = sin dolor y 10 = máximo dolor). Se excluyeron pacientes con artritis o enfermedad neuromuscular, lesión ligamentaria y/o meniscal, enfermedades comórbidas, enfermedades de cadera con irradiación a rodilla, tratamiento intraarticular con hialurónico, o corticoides y drogas modificadoras de la enfermedad, en los últimos 6 meses. Todos los pacientes firmaron un consentimiento informado para participar en dicho estudio. Los pacientes fueron randomizados en 4 grupos: 1. Actividad Física (AF) (n = 34) La AF se desarrolla una vez por semana durante treinta minutos, supervisada por un Profesor de Educación Física y Lic. Kinesiólogo Fisiatra. Comienza con una entrada en calor de cinco minutos donde se realizan ejercicios de Balance Postural, Equilibrio y Propiocepción, partiendo de una Posición Básica (PB): de pie, ambas manos tomadas de una baranda o apoyadas en la pared (altura de los hombros), tronco erguido, cabeza alineada al mismo, control pélvico y pies separados por una distancia del ancho de hombros; a partir de la cual se ejecutarán y entrenarán los distintos gestos motores: n Desde la PB, elevar el pie del suelo flexionando la rodilla, manteniendo la posición de 10 a 20 segundos. n Desde la PB, realizar el pasaje del peso corporal de una pierna a otra sosteniendo de 10 a 20 segundos cada posición. Los ejercicios se realizan en 2 series de 12 repeticiones y con pausas de 10 segundos entre las series, con ojos abiertos y con el sostén de ambas manos para, posteriormente, aumentar el grado de dificultad cerrando los ojos y con el sostén de sólo una mano. Se continúa con la ejecución de ejercicios isotónicos para el desarrollo y entrenamiento de la Fuerza, sin sobrecarga (sólo el propio peso corporal) durante diez minutos de los siguientes grupos musculares: tríceps sural, cuádriceps, abductores, aductores e isquiosurales. Tríceps sural: n Desde la PB, levantar los talones del suelo sin flexionar las rodillas. n Desde la PB, con el apoyo de un miembro inferior y el otro suspendido en el aire con flexión de la rodilla, elevar el talón de la pierna de apoyo sin flexionar la rodilla. 30 Cuádriceps: nPB realizar flexión de las rodillas entre 30° y 90° de acuerdo a la posibilidad del paciente, seguida de una extensión completa de las rodillas (se trata de alcanzar los 0° de extensión), sin levantar los talones del suelo y manteniendo el control pélvico y tronco y cabeza erguidos. nDesde la PB pierna derecha adelante e izquierda atrás, realizar la flexión de ambas rodillas (entre 30° y 90° de acuerdo a la posibilidad del paciente) despegando del piso sólo el talón de atrás (pierna izquierda) y, posteriormente, la extensión con el apoyo del talón mencionado. nPB de espalda al apoyo o sostén de las manos, elevar el miembro inferior extendido alcanzando como máximo los 70° de flexión de la cadera. El miembro inferior de apoyo permanece en extensión y apoyo completo de la planta del pie. nIgual al ejercicio anterior, manteniendo la posición de flexión de cadera entre los 30° y 70°, acorde a la posibilidad del paciente, realizar la flexión de 90° rodilla y posterior extensión a 0. nIgual al ejercicio anterior realizando la flexión de rodilla entre 30° y 50°. Abductores de cadera: nDesde PB, realizar la abducción entre los 20° y 45° manteniendo la rodilla en extensión de uno de los miembros inferiores, permaneciendo el otro apoyado en el suelo con completo contacto de la planta del pie y la rodilla en extensión. nSimilar al ejercicio anterior, sosteniendo en abducción el miembro inferior activo, realizar la flexión de la rodilla entre los 70° y 90°, de acuerdo a la posibilidad del paciente y, posteriormente, la extensión completa. Variante: realizar la flexión de rodilla entre 20° y 40° y extensión completa. Aductores: nDesde la PB, realizar la acción de cruzar por delante y por detrás el miembro inferior de apoyo, ambos miembros inferiores deben permanecer con extensión de rodillas. Glúteos e isquiosurales: nDesde la PB, realizar la extensión de la cadera, manteniendo la rodilla en extensión y el tobillo en posición neutra. nVariante del ejercicio anterior: mantener la cadera y el miembro inferior en extensión, realizar la flexión de la rodilla entre los 70° y 90°, de acuerdo a la posibilidad del paciente, y la posterior extensión de 0°. Todos los ejercicios son realizados con ambos miembros inferiores, en 4 series de 12 repeticiones y pausas de recuperación de entre 10 y 20 segundos de duración; incrementando el grado de dificultad con el sostén de sólo un miembro superior y los ojos abiertos (2 series) y cerrados (2 series) con el objetivo de desarrollar y entrenar la propiocepción y el balance postural. Los ejercicios son combinados con la flexión plantar y dorsal del tobillo con el fin de estimular la flexibilidad. Los ejercicios de Flexibilidad y Elasticidad son realizados con la finalidad de desarrollar y entrenar estas cualidades motoras adquiriendo un equilibrio muscular adecuado entre los distintos grupos musculares actuantes. Se ejecutan en 8 repeticiones sosteniendo la posición durante 20 segundos, partiendo desde la PB y realizando: nInclinación lateral de columna vertebral. nElongación del cuádriceps: tratando de lograr el contacto de la mano con el talón como mínimo, o bien, tome el pie con la mano homolateral. nElongación de isquiosurales: • Apoyar en flexión dorsal el pie sobre la pared, rodilla en extensión, acercar el cuerpo erguido hacia la misma. • Uno de los miembros inferiores por delante y el otro por detrás, con la rodilla en extensión y contacto completo de la planta del pie con el suelo; flexionar la rodilla del miembro inferior adelantado manteniendo en la misma posición el de atrás. • Flexión anterior de la columna, formando un ángulo de 90° entre la columna y la cadera, miembros superiores e inferiores en extensión haciendo contacto las manos con la pared o la barra de sostén. nElongación de trapecios y músculos del cuello: desde la PB, hombros alineados y descendidos, tomar el costado heterolateral (a la altura del pabellón auricular) de la cabeza con la mano, llevando la oreja opuesta al hombro homolateral. Durante los últimos diez minutos de la clase se realiza la rehabilitación de la marcha, teniendo como fundamental objetivo la traslación con el menor costo energético posible para cada paciente. Para ello se entrena la coordinación y se trata de lograr una mejor utilización de las fuerzas que interactúan en cada fase de la marcha. Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 2. Fisioterapia (FT) n = 35 Se realizó 1 sesión única semanal de Tens o electroanalgesia transcutánea (Equipo AKAT Marca CEC Tens A3B SN 26107161), modalidad de alta frecuencia (60-100Hz) y baja intensidad o estimulación convencional, con una duración por aplicación de 30 minutos. Tens consiste en la aplicación de impulsos eléctricos mediante la colocación de electrodos sobre la piel en la zona del dolor, conectados a un generador. Actúa a nivel periférico, medular y supraespinal. Produce una analgesia que empieza a los 2-5 minutos y tiene una duración variable según la literatura de 15 minutos a varias horas14,15. La amplitud se determina por la percepción de una agradable parestesia (sensación de cosquilleo u hormigueo) entre los electrodos. Con este nivel de estimulación se evita la acomodación de las fibras nerviosas aferentes y se hace al tratamiento más agradable y tolerable. Según la teoría del “control gate” desarrollada por Melzack y Wall en el año 1965, las células T ubicadas en la sustancia gelatinosa de Rolando son estimuladas por neuronas sensibles nociceptivas de pequeño diámetro y amielínicas (C) o de gran diámetro poco mielinizadas (A delta), quienes actúan como puerta de entrada inhibiendo la transmisión de la información nociceptiva a centros superiores, incluyendo la transmisión de estímulos no dolorosos (conducidos por las fibras A beta). El reclutamiento de estas últimas, responsables de la sensibililidad epicrítica y cinestésica, bloquea en el asta posterior de la médula la transmisión del impulso nociceptivo conducido por las fibras A delta y C, permitiendo, estas últimas, el paso de la información nociceptiva al tracto espinotalámico y centros superiores. El propio Melzack modificó posteriormente su teoría para explicar la analgesia que se produce en zonas alejadas al lugar de la estimulación y su posterior mantenimiento, refiriéndose a un “central control trigger” adjudicando un mayor protagonismo a los mecanismos inhibidores descendentes supraespinales (tronco cerebral y tálamo) segmentales y polisegmentales16 . 3. AF y FT (combinados) n = 36 Se combinaron ambas modalidades recibiendo en la misma semana 1 sesión de 30 minutos de actividad física y 1 sesión de Tens de 30 minutos de duración. 4. Controles (CT) n = 21 Estos pacientes no recibieron intervención. Sólo tenían indicación de continuar con paracetamol. 31 El tiempo de duración del trabajo fue de 8 semanas. Todos recibieron medidas de protección articular y, en caso de sobrepeso y obesidad, interconsulta con el servicio de nutrición. Los 4 grupos fueron valorados a nivel basal antes de la intervención y cumplidas las 8 semanas fueron citados a los 7 días de la última intervención para su valoración final. Se midieron las siguientes variables: peso (kg), IMC (kg/m 2) (índice de masa corporal); índices de capacidad funcional: KOOS (knee Injury Osteoarthritis Outcome Score). Todos los pacientes recibieron paracetamol a una dosis promedio de 1,5 g por día. El ibuprofeno se utilizó solamente en caso de falta de respuesta al paracetamol o en caso de hidrartrosis de rodilla. El día de la evaluación todos los pacientes recibieron paracetamol. KOOS (Knee injury and Osteoarthritis Score). Versión en inglés LK1.0 El KOOS fue desarrollado como una extensión del WOMAC, y es la versión inglesa americana validada17,18. El KOOS fue originado para ser utilizado a intervalo de corto y largo plazo de tiempo evaluando cambios de semana a semana inducidos por el tratamiento (medicación, cirugía, terapia física) y a través de los años, en injuria de rodilla, osteoartritis postraumática y osteoartritis primaria. Para la aplicación del KOOS, las preguntas fueron traducidas al español y realizadas por el médico en una entrevista previamente pactada con el paciente una semana antes y una semana después de la última intervención. El KOOS es un cuestionario de 42 preguntas, que mide 5 subescalas: dolor referido por el paciente (9 ítems), otros síntomas específicos de la enfermedad (7 ítems), función en las actividades de la vida diaria (AVD) (17 ítems), función en el deporte y la recreación (5 ítems) y calidad de vida relacionada con la rodilla (4 ítems). Todos los ítems tienen 5 opciones de respuesta posible (de 0 al 4) donde el 0 indica sin problemas y el 4 señala problemas extremos, y cada uno de esos 5 scores es calculado como la suma de los ítems incluidos. Los scores son transformados a una escala de 0 a 100, la cual el 0 representa problemas extremos en la rodilla y el 100 indica que no hay síntomas. El score va de 0 a 100, separadamente para cada subescala. Un cambio de 10 puntos o más es considerado un cambio clínicamente significativo. El cuestionario y el scoring del manual pueden ser encontrados en http./www.koos.nu EL WOMAC LK 3.0 (Western Ontario and McMaster Osteoarthritis Index) 32 El WOMAC fue desarrollado para pacientes adultos mayores con OA y valora dolor, rigidez y función de las actividades de la vida diaria en tres subescalas separadas. El WOMAC LK3 fue calculado a partir del KOOS, y está incluido en su forma completa y original, con permiso de las comunicaciones personales de Nicholas Bellamy 1995. Las preguntas relacionadas al dolor del WOMAC están incluidas en la subescala dolor. Las preguntas relacionadas a la rigidez están incluidas en la subescala otros síntomas específicos de la enfermedad y la subescala función del WOMAC es equivalente a la subescala de AVD del KOOS. Como el WOMAC fue calculado a partir del KOOS, los síntomas referidos por los pacientes fueron valorados en los últimos 7 días. El score va de 0 a 100 donde el 0 representa síntomas extremos y el 100 que no hay síntomas. El cuestionario de salud general y calidad de vida: SF 36 (Short Form-36) SF-36 (Short Form-36, versión española 1.4 1999), es un cuestionario ampliamente usado que mide el estado de salud general. Consta de 36 preguntas y se divide en 8 subescalas: Función Física (FF), Rol Físico (RF), Dolor Corporal (DC), Salud General (SG), Vitalidad (VT), Función Social (FS), Rol Emocional (RE) y Salud Mental (SM). El score va de 0 a 100. El 0 indica problemas extremos y el 100 que no hay problemas. El tiempo aproximado para realizar este cuestionario es de 15 minutos19. Según las normas de la población Americana de 1998, cada escala tiene una media de 50 y un Desvío Standard de 1019. Un score de cada escala arriba de 50 indica un estado de salud por encima del promedio. Los cuestionarios fueron administrados mediante entrevista personal por un médico y realizados al inicio y a las 8 semanas. Análisis estadístico La estadística utilizada fue ANOVA y post-hoc prueba de Student apareada pre y post con ajuste para comparaciones múltiples. En la evaluación de normalidad de la distribución de los datos se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov20,21. Para el cálculo del efecto del tamaño fue utilizado el método de Hedges22, para los cuales se calculó su significancia estadística con una prueba de Student. Para Cohen 23, un tamaño del efecto de 0,2-0,3 podría ser un pequeño efecto; 0,5 mediano y mayor a 0,8 efecto mayor. En todos los casos fueron reportados valores medios y desvíos standard (entre paréntesis); el nivel de significancia estadística fue de 0,05. Todas las pruebas estadísticas se realizaron utilizando el entorno y lenguaje R 24. Resultados La edad media fue de 68 años (9), peso 72 (11), e IMC 30 (7). El peso y el IMC fueron equivalentes en los cuatro grupos. No se registraron cambios significativos en el peso y en el IMC, antes y después del tratamiento. De los 126 pacientes, 2 abandonaron el tratamiento por falta de respuesta, y no fueron incluidos en el análisis. La Tabla 1 muestra los resultados de las pruebas posthoc a la ANOVA, la cual dio resultados significativos para todos los índices funcionales. Los pacientes con OA de rodilla que recibieron tratamiento con AF evidenciaron una diferencia estadísticamente significativa en los siguientes índices: KOOS subescala dolor, otros síntomas, AVD y calidad de vida relacionada con la rodilla; WOMAC y SF-36 (p <0,001) (Ver Tabla 1 y Figura 1). Los pacientes del grupo con tratamiento combinado (AF más FT) mostraron una diferencia estadísticamente significativa en todas las subescalas del KOOS: dolor, otros síntomas, AVD, deporte y recreación y calidad de vida relaciona con la rodilla; WOMAC y SF-36 (p <0,001). (Ver Tabla 2 y Figura 2). Cuando se calculó el tamaño del efecto en las subescalas del KOOS, se observó lo siguiente (Ver Tabla 3 y Figura 3). En la subescala dolor, el grupo de AF y FS y el grupo de AF solamente presentaron la mayor magnitud del cambio. Sin embargo, el grupo combinado presentó una mejoría 1,62 (p <0,001) veces en el KOOS comparando las situaciones pre y post-tratamiento. En la subescala otros síntomas, el grupo combinado de AF y FS representó la mayor magnitud del cambio, siendo el grupo de AF un efecto mediano. El grupo de AF y FS presentó una mejoría de 1,33 (p <0,001) veces comparando las situaciones pre y post-tratamiento. En la subescala AVD, el grupo de AF y FS y el grupo de AF presentaron un tamaño del efecto mayor. El grupo de AF y FS obtuvo una mejoría de 1,66 (p <0,001) veces comparando las situaciones pre y post-tratamiento. En la subescala deporte y recreación, el grupo de AF y FS representó la mayor magnitud de cambio, siendo éste 1 (p = 0,005) vez comparando las situaciones pre y posttratamiento. En la subescala calidad de vida relacionada con la rodilla, el grupo de AF y AF y FS representaron la mayor magnitud de cambio. El grupo de AF y FS obtuvo una Figura 1. WOMAC. Impacto funcional del programa de ejercicios y tratamiento combinado comparado con el grupo control a nivel basal y a las 8 semanas de tratamiento. Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 33 INDICES FUNCIONALES Grupos PRE POST Pa WOMAC Controles 66 (30) 66 (31) NSb Física 46 (19) 25 (22) <0,001 Física y fisioterapia 54 (19) 23 (18) <0,001 Fisioterapia 65 (22) 60 (25) NS Controles 26 (29) 26 (29) NS Física 35 (26) 58 (28) <0,001 Física y fisioterapia 26 (20) 62 (24) <0,001 Fisioterapia 22 (19) 28 (23) NS Controles 25 (30) 26 (30) NS Física 53 (21) 70 (25) <0,001 Física y fisioterapia 43 (24) 75 (24) <0,001 Fisioterapia 33 (25) 38 (29) NS Controles 32 (32) 31 (33) NS Física 56 (19) 77 (22) <0,001 Física y fisioterapia 48 (21) 79 (16) <0,001 Fisioterapia 35 (25) 40 (27) NS KOOS DOLOR KOOS OTROS SÍNTOMAS KOOS AVD KOOS DEPORTE Y RECREACIÓN KOOS CALIDAD DE VIDA Controles 18 (21) 19 (22) NS Física 16 (28) 24 (29) NS Física y fisioterapia 5 (14) 27 (27) <0,001 Fisioterapia 3 (10) 7 (15) NS Controles 25 (30) 25 (31) NS Física 30 (25) 53 (28) <0,001 Física y fisioterapia 19 (19) 59 (26) <0,001 Fisioterapia 13 (20) 19 (26) NS Tabla 1. Cambios observados en los índices funcionales en el grupo control y los grupos con intervención pre y post-tratamiento. a Probabilidad. b No significativo. mejoría 1,75 (p <0,001) veces comparando las situaciones pre y post-tratamiento. Discusión La rodilla es la articulación que soporta carga más comúnmente afectada por la OA, afectando predominantemente el compartimiento medial de la articulación tibiofemoral 25,26,27. 34 Durante la locomoción, el ser humano intenta mantener su centro de gravedad (que se halla levemente por delante de la segunda vértebra sacra) que durante la marcha se desplaza verticalmente alrededor de 5 cm. Para ello en el plano frontal, la pelvis se inclina hacia el lado del miembro inferior que se balancea, desviándose hacia el lado del miembro inferior de apoyo con el fin de mantener el equilibrio del cuerpo, al levantar uno de los miembros inferiores del suelo. El miembro inferior de apoyo se halla en aducción de cadera, mientras que Figura 2. Estado de salud general (SF-36) de los pacientes que recibieron intervención comparados con el grupo control. SF-36 Tamaño del efecto del KOOS Grupo PRE POST P Controles 44 (16) 46 (12) NS Física 51 (15) 66 (12) <0,001 Física y fisioterapia 48 (19) 72 (10) <0,001 Fisioterapia 41 (15) 50 (14) NS Tabla 2. el de oscilación, en abducción y flexión de cadera y rodilla, con la finalidad de alejarse del piso. En el plano transversal se produce movimiento de rotación: la pelvis es el eje de la columna lumbar rotando 4° para cada lado durante la fase de oscilación, mientras que el muslo, pierna y pie rotan sobre su eje longitudinal. A medida que el miembro inferior da comienzo a su fase de movimiento, el fémur opuesto realiza un giro hacia adentro, girando simultáneamente la tibia sobre el fémur. Durante el contacto de la planta del pie con el piso se inicia la desrotación o la rotación externa. Finalmente, en el plano sagital, la pelvis tiene una directa relación con el desplazamiento del centro de gravedad en su oscilación vertical. Durante la fase de apoyo, en contacto del talón con el piso, la rodilla se halla extendida al pasar el centro de gravedad sobre el apoyo, Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 KOOS index Dolor Otros Síntomas AVD Deporte y Calidad Recreación de Vida Controles 0,00 0,03 -0,03 0,05 0,00 Física 0,85 0,74 1,02 0,28 0,87 Física y fisioterapia 1,63 1,33 1,66 1,02 1,76 Fisioterapia 0,28 0,18 0,19 0,31 0,26 Tabla 3. Tamaño del efecto de las subescalas del KOOS. Magnitud de cambio observado entre los grupos. flexionándose 15° hasta que el pie apoya plano sobre el piso, para volver a extenderse en el final de esta fase. Respecto del tobillo en el contacto del talón con el piso se encuentra en 90° de flexión dorsal, aumentando este ángulo con flexión plantar cuando el pie se halla plano en el suelo. Una segunda flexión dorsal se produce al pasar el cuerpo por arriba del eje del tobillo, aumentando este ángulo con flexión plantar en el impulso del despegue del talón del suelo. Las ondulaciones verticales de la pelvis se reducen compensando con la flexión de la rodilla los movimientos de flexión plantar28,29,30. El paciente con OA de rodilla, presenta una marcha pa35 Tamaño del efecto del KOOS Figura 3. Tamaño del efecto del KOOS en los distintos grupos de tratamiento. tológica y con alto costo energético debido a la utilización de movimientos más amplios ejecutados por las unidades biomecánicas participantes en la locomoción normal, y la intervención de cadenas cinemáticas y articulaciones, que no deberían intervenir, con la finalidad de lograr una locomoción lo más estable posible. En los pacientes con OA de rodilla y mal alineamiento articular principalmente varo, el centro de gravedad sufre un desplazamiento mayor al normal; la extensión de la rodilla, tanto en la toma de contacto como en el despegue, no es completa debido a la ineficacia del aparato extensor, realizándose con semiflexión de rodillas la traslación. La toma de contacto del talón con el piso y el despegue durante la marcha se dificultan por la disminución del rango articular y atrofia muscular, tanto de la pelvis (tibiales anterior y posterior y tríceps sural) como de la rodilla (cuádriceps e isquiosurales). Las caderas se hallan en flexión y abducción por la ausencia de sincronismo muscular, por atrofia y elongación de los músculos de la pelvis, con la finalidad de mantener el equilibrio y el balance postural. La base de sustentación se amplía y la fase de oscilación se acompaña por la flexión e inclinaciones laterales del tronco con el objetivo de estabilizar la locomoción29,30,31. El rol del análisis de la marcha para la cuantificación de la carga articular dinámica ha recibido mucha atención en la literatura, en vistas de la dificultad en desarrollar este tipo de mediciones durante el movimiento. El incremento de la carga sobre la articulación ha sido implicado en la progresión de la severidad de la OA de rodilla7-25-27. 36 Surge de esta investigación, que el momento de aducción externo de la rodilla es un indicador biomecánico indirecto de la carga sobre el compartimiento medial de la articulación tibiofemoral. Estudios transversales demuestran que los pacientes con OA de rodilla tienen un momento de aducción de rodilla pico más alto durante la caminata, cuando se compara con adultos de la misma edad sanos25. Esto determina la distribución de las cargas a través de ambos compartimientos de la articulación de la rodilla, con mediciones de fuerza dos veces y media más en el compartimiento medial que en el lateral. También se ha reportado en pacientes con OA de rodilla que la magnitud del momento de aducción predice resultados clínicos como la severidad del dolor de la rodilla25,26,27. En nuestro trabajo, consideramos la importancia del entrenamiento integral, de los músculos de la pelvis y de la cadera por su importante rol en la estabilización de la pelvis y el tronco en los tres planos de movimiento y no sólo en el plano frontal como fue desarrollado por Bennel y col7 en su trabajo donde se focalizaron solamente en los abductores y aductores de la cadera. La musculatura superficial (glúteo mayor y medio) y profunda de la pelvis (pelvitrocántereos) y la articulación coxofemoral deben estar relajadas y fortalecidas simultáneamente, condición indispensable para que los músculos profundos ejecuten su acción coordinadora y propioceptiva. Respecto de la musculatura superficial, la relajación está íntimamente relacionada con su trofismo y ausencia de fuerzas compresoras exageradas. El exceso de fuerza y la falta o disminución de la movilidad provocará pérdida o déficit musculares. Los músculos aductores, especialmente el aductor mayor, por medio de sus fascias son anteversoras (tercer fascia) del hueso ilíaco, siendo estabilizador de éste la segunda fascia; aplicando además un movimiento de rotación plana anterior (aducción y rotación interna) al ilíaco respecto de la coxofemoral, indispensable durante la marcha en la toma de contacto del talón con el piso. La insuficiencia de los músculos abductores de la cadera desestabiliza la pelvis durante la caminata e influye negativamente en la magnitud del momento de aducción de la rodilla7-32,33. El entrenamiento para desarrollar y/o incrementar la fuerza, la flexibilidad y elasticidad es sumamente importante, según nuestro criterio, ya que si se trabaja sólo la fuerza en detrimento de las otras dos, se anula la capacidad propioceptiva muscular. Las cualidades motoras mencionadas deben ejercitarse en forma excéntrica (ciclo de estiramiento y acortamiento muscular), para así conservar sus cualidades fisiológicas evitando compensaciones de otras unidades cinemáticas o articulaciones. Una de las limitaciones en este estudio fue que no se realizó la medición de la alineación mecánica de la rodilla (varovalgo), como factor de riesgo. El mal alineamiento articular es un factor biomecánico local, que influye en la magnitud de la carga impuesta sobre la articulación. La mala alineación en varo específicamente incrementa las cargas mediales, está asociado con mayor severidad de la enfermedad, agravamiento del dolor y deterioro funcional. Además, hay estudios que sugieren que hay un subgrupo de pacientes con OA, con mala alineación de la rodilla, que pueden manifestar diferentes características y resultados clínicos comparados con su contrapartida más neutralmente alineada7-25-27. Boon-Whatt y col concluyeron que el trabajo mediante ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps, no tuvieron efecto significativo sobre el momento de aducción de la rodilla en pacientes con mala alineación, aumentado los síntomas. En aquellos pacientes con alineamiento neutral lograron disminuir el dolor con los mismos ejercicios25. En nuestro estudio, se observó la marcha de los pacientes, corrigiéndose aquellos vicios acentuados mediante la corrección de los mismos y el entrenamiento de las cualidades motoras mencionadas, y teniendo como fundamental objetivo la traslación con el menor costo energético posible para cada paciente. Para ello se entrenó la coordinación y se trató de lograr una mejor utilización de las fuerzas que interactúan en cada fase de la marcha. Por limitaciones económicas, principalmente, no se realizó el análisis computarizado de la marcha, motivo por el cual no se cuantificaron marcadores Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 biomecánicos indirectos de la carga sobre la articulación de la rodilla, que podrían haber sido interesantes al estudio. La utilización de fisioterapia en osteoartritis de rodilla ha presentado resultados disímiles en los distintos trabajos evaluados dependiendo del método utilizado, las formas y la duración de aplicación 34. En nuestro trabajo, utilizamos un equipo de Tens nacional convencional (de alta frecuencia y baja intensidad). Contamos con un solo equipo. Se realizó una aplicación única, una vez por semana con una duración de 30 minutos, durante 8 semanas; por limitaciones técnicas, de espacio y de tiempo profesional. Esto podría haber influenciado los resultados obtenidos en este grupo de tratamiento. Hubo una diferencia en los índices funcionales evaluados que no llegó a ser estadísticamente significativa. Osiri y col35, presentaron un metaanálisis sobre la utilización de Tens y sus diferentes formas de aplicación en OA de rodilla. Ellos observaron que en estudios de Tens contra placebo existía una mejoría significativa en las escalas de dolor para los pacientes que recibían Tens, mientras que los pacientes que recibían Tens de alta frecuencia presentaban mejoría significativa en el dolor, en la función, en la fuerza muscular y en los test de caminata con respecto al placebo. Dentro de este metaanálisis, en el trabajo del grupo de Grimmer y col realizaron análisis separado de Tens de alta frecuencia y Tens de arranque potente contra placebo, observando que la aplicación de Tens de alta frecuencia mejora significativamente el dolor con respecto al placebo, no observando dicha significancia con Tens de arranque potente36. Otro punto a evaluar era la heterogeneidad en los resultados de acuerdo a si las administraciones de Tens eran únicas o repetidas, observándose mejoría significativa del dolor cuando las aplicaciones eran repetidas, no logrando dicho resultado cuando las mismas eran únicas. Además, otro análisis a tener en cuenta era la duración de aplicación de Tens. El tiempo de aplicación de Tens en los diferentes estudios variaba entre 20 y 60 minutos, pero la duración de la aplicación experimental variaba entre 30 minutos con una aplicación única y hasta 6 semanas. En aquellos estudios controlados que aplicaron Tens por menos de 4 semanas no alcanzaron significancia en la mejoría del dolor con respecto a aquellos que lo hicieron como mínimo 4 semanas. Así en el trabajo de Cheing y col valoraron el tiempo de duración óptimo de Tens en OA de rodilla dividiendo la aplicación de Tens en cuatro grupos (I Tens 20 minutos, II Tens 40 minutos, III Tens 60 minutos y IV placebo) durante 5 días por semana y 6 semanas de duración. Observaron que el Tens aplicado por 40 minutos era la du37 ración óptima en reducir el dolor en forma significativa37. En el trabajo de Eyigör y col trataron de valorar la efectividad del ejercicio con la aplicación de Tens o ultrasonido en OA de rodilla. Si bien hubo mejoría con respecto al dolor, la función, fuerza muscular y calidad de vida en el primer grupo, las mismas no fueron significativas33-38. En otro trabajo de Cheing y col evaluaron si la utilidad de Tens combinada con el ejercicio era superior a la aplicación de Tens solamente. Observaron mejoría clínica de la performance de los pacientes con tratamiento combinado, pero la misma no fue estadísticamente significativa 39. En nuestro trabajo, los pacientes que recibieron tratamiento con Tens tuvieron mejoría en los parámetros clínicos evaluados, pero sin significancia estadística. Cuando se compara con la literatura, es probable que estos resultados se deban a que las aplicaciones fueron únicas y que la duración de las mismas fue menor a 40 minutos. Sin embargo, a diferencia del estudio de Cheing cuando se combinaron AF y Tens, se observó una diferencia estadísticamente significativa en los índices funcionales y la calidad de vida. También en nuestro trabajo, lo que se pudo observar es que los grupos de actividad física y tratamiento combinado presentaban franca mejoría en los parámetros evaluados, siendo la misma significativa, salvo en el parámetro de deporte y recreación donde el grupo de actividad física no logra dicha significancia. Cuando se evalúa fisioterapia en forma aislada, si bien se observa cierta mejoría, la misma no logra ser significativa. Al plantearnos la causa de dichos resultados con respecto a la literatura existente, consideramos que estos pueden deberse a las siguientes condiciones existentes: a) La actividad física fue aplicada 1 vez por semana por 30 minutos. Si bien logra obtener mejoría significativa en los parámetros evaluados salvo en el de recreación, cuando se observa el tamaño del efecto, es decir la magnitud de cambio observado con dicha actividad, la misma es moderada. Tal vez lograría mayor efectividad si la aplicación fuera realizada en forma bisemanal y por 40 minutos. b) La fisioterapia fue aplicada 1 vez por semana durante 30 minutos, no logrando mejoría significativa en ninguno de los parámetros valorados. Esto podría explicarse porque de acuerdo a la literatura, la forma de aplicación no fueron las óptimas para lograr la mejoría esperada (aplicaciones repetidas de por lo menos 40 minutos de duración). c) Cuando se considera el tratamiento combinado, éste sí logra significancia, con una magnitud de cambio ele38 vada. Esto podría ser explicado a que este grupo recibió tratamiento bisemanal (1 sesión de ejercicios de 30 minutos y 1 sesión de fisioterapia de 30 minutos) en comparación con los otros grupos. Este es un trabajo preliminar que permite extraer algunas conclusiones pero que podría modificarse para lograr mayor efectividad. Igualmente, en la literatura, los trabajos son muy disímiles y las conclusiones no logran definir estrictamente el grado de significancia de las mismas. Por lo tanto, se requiere de más estudios para definir mejor el grado de efectividad de dichas intervenciones. Nosotros consideramos que los pacientes con OA de rodilla moderada a severa, deberían ser incluidos en un programa de rehabilitación integral multidisciplinario. Ser motivados a cambiar hábitos como el sedentarismo y estimularlos para realizar ejercicios grupales supervisados regularmente, debido a los beneficios que el ejercicio impone en enfermedades crónicas degenerativas y su potencial para disminuir el dolor y la rigidez, mejorar la función y la calidad de vida de estos pacientes. Conclusión Las 8 semanas de un programa de ejercicios combinado con Tens sugieren ser la mejor opción de tratamiento, para disminuir el dolor, mejorar la función y la calidad de vida, en mujeres añosas con OA de rodilla modera a severa. Un programa integral de ejercicios de baja intensidad combinado con fisioterapia, podría ser de gran interés en los programas de rehabilitación de OA de rodilla moderada a severa, por constituir un tratamiento efectivo, de corta duración y fácil aplicación. 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En la base de datos LILACS son descriptos e indizados: libros, capítulos de libros, tesis, anales de congresos o conferencias, informes técnico-científicos, artículos de revistas, etc., relativos al área de la salud. El acceso a la base de datos LILACS puede ser realizado en disco compacto (CD ROM) y también en la Biblioteca Virtual en Salud en el ítem Literatura Científica, con conexiones a fuentes de información complementarias, particularmente con bases de datos de textos completos y servicios de suministro online de copias de documentos en papel. El disco LILACS/CD ROM tiene periodicidad cuatrimestral e incluye las bases de datos del sistema LILACS, bases de datos de Centros Especializados y de la Biblioteca de la Organización Panamericana de la Salud, y la base de datos SECS Publicaciones Periódicas en Ciencias de la Salud. Puede ser adquirido por suscripción por cualquier usuario o biblioteca. La política de distribución de LILACS/CD ROM a los Centros Cooperantes está basada en la contribución para la base de datos de LILACS. Centros cooperantes BIREME - Centro Latino Americano e do Caribe de Informação em Ciências da Saúde - Organização Panamericana da Saúde - OPAS Rua Botucatu 862 Vila Clementino São Paulo, 04023-901 Biblioteca Médica Nacional - Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas - INFOMED - MINSAP - Ministerio de Salud Pública. a/c: Bárbara C. Lazo Rodríguez Calle 23 Nº 162 Esq. N - El Vedado La Habana, CU BINAME –Biblioteca Nacional de Medicina– Centro Nacional de Documentación e Información en Medicina y Ciencias de la Salud - CENDIM - Facultad de Medicina Gral. Flores 2125. Montevideo, UY 1800 Biblioteca Central. Facultad de Medicina. Universidad de Chile a/c: Carmen Lœwenstein Vega Av. Independencia 1027. Santiago Biblioteca Central Hospital Italiano de Buenos Aires a/c: María del Rosario Revello Gascón 450, 2º P. Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Córdoba - UNC a/c: María Graciela Cañete Dirección: Pabellón Argentina, 2º Piso, Ciudad Universitaria. Ciudad de Córdoba Biblioteca A.A.O.T. Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología a/c: Silvina Dicranian Vicente López 1878. Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Centro de Investigaciones Endocrinológicas –CEDIE–. Servicio de Endocrinología Hospital General de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez a/c: Sra. María Susana Mancini Gallo 1330. Ciudad de Buenos Aires Argentina: Biblioteca. Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires a/c: Patricia Boan Andrés Pacheco de Melo 3081 - 1º Piso. Ciudad de Buenos Aires Centro de Información Biomédica del Chaco –CIBCHACO– Ministerio de Salud Pública y Acción Social a/c: Alberto Carisimo Mendoza Marcelo T. de Alvear 20 - 2º P. Resistencia, Chaco. 46 Centro de Documentación Médica de La Plata a/c: Oscar Américo Barbieri Calle 2 Nº 1519 (63 y 64) Ciudad de La Plata Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas Facultad de Odontología Universidad Maimónides a/c: Inés Amor García Uranga Hidalgo 775 - 5º Piso Ciudad de Buenos de Aires Biblioteca Central Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Rosario a/c: Elsa M. Biese de Christen Dirección: Santa Fe 3100 Rosario, Santa Fe Biblioteca de la Escuela de Enfermería Módulo de Farmacia y Bioquímica Universidad Nacional de Misiones a/c: Rosa Elena López López Torres 3415. Posadas, Misiones Centro de Documentación Representación de la OPS/OMS Organización Panamericana de la Salud Organización Mundial de la Salud a/c: Susana Catalina Iannello Marcelo Torcuato de Alvear 684 Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Hospital Británico de Buenos Aires a/c: Norma Mabel Nunez Perdriel 74. Ciudad de Buenos Aires Centro de Información Pediátrica Sociedad Argentina de Pediatría a/c: Inés Amor de García Uranga Av. Coronel Díaz 1971 Ciudad de Buenos Aires Biblioteca Facultad de Ciencias Médicas FCM –UNCu– Universidad Nacional de Cuyo Parque Gral. San Martín - Centro Universitario. Mendoza [ información ] Biblioteca. Servicios ofrecidos Consulta en Sala de Lectura: el servicio funciona de lunes a viernes de 14 a 19 hs. Consultas en Internet y uso de equipos de informática en sala. Fotocopias: atención de consulta y pedido de artículos vía telefónica, fax o correo electrónico. Búsqueda en Bases de Datos: servicio arancelado. Permite obtener, en base a un tema determinado, un listado de citas bibliográficas con sus respectivos resúmenes a través del acceso a las bases Medline, Lilacs, Cochrane Library. Las búsquedas se solicitan personalmente, por fax o correo electrónico. Medline: versión electrónica del Index Medicus. Es la base de datos bibliográficos elaborada por la National Library of Medicine; abarca las áreas de medicina, enfermería, odontología, veterinaria y ciencias biológicas. Lilacs: versión electrónica del Index Medicus Latinoamericano (Literatura Latinoamericana de Información en Ciencias de la Salud), producto cooperativo de la Red Latinoamericana y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud, coordinada por BIREME (Biblioteca Regional de Medicina). The Cochrane Library: es una colección actualizada de fuentes de información sobre medicina basada en evidencias, incluyendo la base de datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas. Conmutación Bibliográfica: copias de documentos en fotocopias y formato electrónico que se localizan en otras bibliotecas o centros de información. Servicio arancelado. Digitalización de Imágenes: servicio arancelado. La biblioteca posee un scanner para diapositivas, negativos, opacos y textos. Pago de aranceles: se puede efectuar personalmente, por débito en tarjeta de crédito, cheque, giro postal o depósito bancario. Consultas y pedidos: e-mail: sar-biblioteca@fibertel.com.ar Catálogo de publicaciones periódicas a. b. c. d. e. f. Acta Rheumatologica Portuguesa American Journal of Medicine Annals of Internal Medicine Annals of Rheumatic Diseases Arthritis and Rheumatism Bailiere’s Best Practice & Research in Clinical Rheumatology g. Best Practice & Research Clinical Rheumatology h. Bone i. Bulletin on the Rheumatic Diseases j. Clinical and Experimental Immunology k. Clinical Orthopedics and Related Research l. Clinical Rheumatology m. Clinics in Rheumatic Diseases of North America n. Connective Tissue Research o. Journal of Bone and Joint Surgery A p. Journal of Bone and Joint Surgery B q. Journal of Clinical Rheumatology r. Journal of Rheumatology s. Medicina (Buenos Aires) t. Medicine u. v. w. x. y. Osteoarthritis and Cartilage Osteoporosis International Radiology Revista Brasileira de Rheumatologia Revue du Rhumatisme et des Maladies Osteo-Articulaires z. Rheumatology International aa. Scandinavian Journal of Rheumatology ab.Seminars in Arthritis and Rheumatism ac. Skeletal Radiology ad.Zeitschrift für Rheumatologie Actualización de las publicaciones que se reciben a.Annals of the Rheumatic Diseases b.Arthritis and Rheumatism c.Clinical and Experimental Rheumatology d.Clínicas de Reumatología Norteamérica e.Current Opinion in Rheumatology f. Journal of Rheumatology g.Lupus h.Seminars in Arthritis and Rheumatism cía Carrasco M, Cervera R. Autoinmunidad y enfermedad autoinmune. Medellín, 2005. d.Kelley’s: Reumatología. Ruddy S, Harris Jr. Ed., Sledge CB. 6ª ed. española. Madrid: Marbán, 2003. e.Complemento de Kelley’s Reumatología: Tratamientos de reumatología. Weisman MH, Winblatt ME, Louie JS. 2ª ed. española. Madrid: Marbán, 2003. f. Taylor & Resnick: Aparato locomotor. Diagnóstico radiológico. Taylor JAM, Resnick D. ed. española de: Skeletal imaging atlas of the spine and extremities. Madrid: Marbán, 2003. Libros adquiridos recientemente a.Arturi AS, Marcos JC, Babini JC. Enfermedades autoinmunes. Buenos Aires: Abbott, 2005. b.Manual SER de las enfermedades reumáticas. Sociedad Española de Reumatología. 4ª ed. Madrid: Panamericana, 2004. c.Anaya JM, Shœnfeld Y, Correo PA, Gar- Horario de atención Lunes a viernes de 14 a 19 hs. RevistaLILACS.doc Revista Argentina de Reumatología • Año 20 • Nº 2 47 [ información ] Reglamento de Publicaciones RAR Los artículos deberán remitirse en formato electrónico (diskette de 3 1/2 o CD) y 2 copias en papel a: Revista Argentina de Reumatología Austria 2469, (7º A), (1425) Ciudad de Buenos Aires, Argentina. En la primera página de las distintas colaboraciones deberá constar: título en castellano y en inglés, apellidos y nombres completos de los autores, centro donde se realizó el trabajo, dirección del mismo, y para la correspondencia y petición de separatas. Secciones de la revista: Editorial: contribución solicitada por el Comité a un experto, quien desde el punto de vista personal escribirá sobre temas de interés actual. Su extensión máxima será de 5 páginas. Artículos originales: presentación de una experiencia científica original, personal o grupal, que contribuya al progreso de la Especialidad. El texto tendrá una extensión máxima de 20 páginas. Los distintos ítems figurarán en el siguiente orden: resumen en castellano e inglés de hasta 200 palabras, palabras clave (3 a 10), introducción, material y métodos, resultados, discusión, conclusiones y bibliografía. Se admitirán hasta 6 figuras y 6 tablas. Actualizaciones: puesta al día sobre determinados temas de interés, expuestos en forma sintética. No deberá exceder las 10 páginas, pudiendo incluir 2 tablas y 2 figuras. Se deberán agregar “Lecturas recomendadas” en número no mayor a 10 citas. Casos clínicos: descripción de un caso de rara observación que suponga un aporte importante al conocimiento del tema. Su extensión máxima será de 10 páginas. Constará de resumen en castellano y en inglés, descripción y discusión del caso y bibliografía (no más de 15 citas). Se admitirán hasta 4 figuras y 4 tablas. Diagnóstico por imágenes: presentación de un caso problema en base al diagnóstico por imágenes, con datos clínicos imprescindibles y secuencia de estudios 48 realizados para llegar al diagnóstico definitivo. Se aceptarán hasta 6 figuras. Cartas de lectores: comentarios acerca de los artículos publicados previamente. No deberán superar las 4 páginas, pudiendo incluir una sola tabla o figura y hasta 6 citas bibliográficas. Material ilustrativo: • Tablas: debe presentarse una sola tabla por página. Se enviará en formato electrónico en archivo Excel o tabla inserta en Word en archivo aparte del texto. Cada tabla debe ir numerada con números romanos y encabezada por el enunciado o título. Las tablas deberán ir citadas en el texto por orden consecutivo. Todas las siglas y abreviaturas se acompañarán siempre de una nota explicativa al pie de la tabla. Asimismo, se identificarán de forma precisa las medidas estadísticas empleadas. Cuando se haya efectuado un estudio estadístico se indicará a pie de tabla el nivel de significación, si no se hubiera incluido en el texto de la tabla. El orden de los signos de llamada será el siguiente:* si hay una única llamada; letras minúsculas en orden alfabético (a, b, c…) si hay dos o más llamadas. Para su envío deberán estar realizadas en Microsoft Word o Excel no aceptándose tablas escaneadas. • Gráficos (figuras): podrán ser elaborados con computadora únicamente en programa vectorial (Corel Draw, Freehand, Adobe Illustrator) o en programa de planilla de cálculos (Excel). El tamaño será de 9 x 12 cm o 12 x 18 cm. Se enviarán como archivos externos al archivo principal de textos; deberán estar nombrados con el número de figura, enviando un archivo por gráfico. Si se envían escaneados, modalidad poco conveniente, se deberán seguir las pautas indicadas para fotografías. Si se incluyen dibujos especiales a mano alzada en papel, deberán estar dibujados en tinta negra sobre papel blanco que garantice un buen contraste. • Fotografías: se seleccionarán procurando que sean de buena calidad. Ten- drán igual sistema de numeración que los gráficos. Es muy importante que las copias fotográficas papel sean de calidad inmejorable para poder obtener así buenas reproducciones; se presentarán de modo que los cuerpos opacos (huesos, sustancias de contraste) aparezcan en blanco. Las fotografías irán numeradas al dorso, con números arábigos, siguiendo la secuencia que tienen en el texto, mediante una etiqueta adhesiva, indicando además el nombre del primer autor, con una flecha que señalará la parte superior. Debe procurarse no escribir en el dorso, ya que se producen surcos en la fotografía. Si las fotos se envían en formato digital, éstas deberán encontrarse por lo menos a 250 dpi al tamaño solicitado anteriormente y guardadas en los formatos tiff, eps o Adobe Photoshop. No utilizar formatos bmp, pict, jpeg, pdf o swf, tampoco fotos o gráficos tomados de páginas web o cds interactivos. No se aceptarán fotos ni gráficos incluidos dentro de Power Point o Word debiendo ser enviados como archivos externos. El archivo deberá estar nombrado con el número de foto (en números arábigos) seguido del nombre del primer autor, enviando un archivo por foto. • Pies de figuras: deberán ir en el archivo aparte, numeradas según su secuencia correspondiente y a doble espacio. En ellas se explicará el contenido de la ilustración, así como el significado de los signos, flechas, números y abreviaturas que pueda haber. En las reproducciones histológicas se especificará el aumento y el método de tinción. • Citas bibliográficas: se redactarán según normas del International Committee of Medical Journal Editor. Las mismas pueden consultarse en: http://www.nlm.nih.gov.bsd/uniform_requirements.htlm El Comité de Redacción se reserva el derecho de rechazar aquellos artículos que juzgue inapropiados, así como de proponer o realizar modificaciones cuando lo considere necesario.