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1971 SUMARIO EDITORIAL ............................................................................................................... ORIGINALES Y REVISIONES: Beatriz López Luengo, Carmelo Vázquez Valverde, Efectos del Attention Training (ATP) en la percepción de mejora atencional en personas diagnósticadas de esquizofrenia ............................................................................................................... Rosana Corral Márquez, Rafael Tabarés Seisdedos, Aproximación psicopatológica a El Quijote (según la nosología psiquiátrica actual).................................................. Fabio Rivas Guerrero, La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario: Nuevos retos y nuevos protagonistas para la vieja reforma psiquiátrica .................... DEBATES: José Manuel Sánchez Ron, El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud........... Jesús Mosterín, La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología ......... 3 11 27 59 77 89 HISTORIA: Reyes Vallejo Orellana, Antonio Sánchez-Barranco Ruiz, Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica ............................................ 107 INFORMES: M.ª Pilar Risco Venegas, Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta (P.I.C.) utilizados en las derivaciones de atención primaria a una unidad de salud mental ............................................................................................................. 125 Pablo Hernando Robles, Francisco Javier Lechuga Pérez, Josep Moya Ollé, La satisfacción del paciente de un centro de salud mental utilizando el método del informe del usuario ............................................................................................... 137 C. Escudero, M.ª Luz Ibáñez, G. Larraz, P. Pascual, C. Penedo, P. de la Viña, Competencias legales de los psicólogos clínicos........................................................ 153 LIBROS ...................................................................................................................... 171 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN ............................................................................. 179 Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 1-196 1972 TABLE OF CONTENTS EDITORIAL ............................................................................................................... ORIGINAL PAPERS AND REVIEWS: Beatriz López Luengo, Carmelo Vázquez Valverde, Effects of the Attention Process Trainig (ATP) on attentional improvement perception in people diagnosed of schizophrenia .............................................................................................................. Rosana Corral Márquez, Rafael Tabarés Seisdedos, A Psychopathological approach to “Don Quixote” (following the present psychiatric nosology) ................................ Fabio Rivas Guerrero, The psychosis in the community and the sociosanitary space: New challenges and new protagonists for the old psychiatric reform. ....................... DISCUSSIONS: José Manuel Sánchez Ron, Von Neumann´s dream and Freud´s reality..................... Jesús Mosterín, The inadequacy of metaphorical paradigms in psychology.............. 3 11 27 59 77 89 HISTORY: Reyes Vallejo Orellana, Antonio Sánchez-Barranco Ruiz, Sabina Spielrein, the first woman what enriched the psychoanalytic theorie ......................................... 107 REPORTS: M.ª Pilar Risco Venegas, A study of the quality of information of consultation requests used in referrals from primary care to a Mental Health Unit......................... 125 Pablo Hernando Robles, Francisco Javier Lechuga Pérez, Josep Moya Ollé, The user´s report for evaluating the psychiatric patient.s satisfaction ........................ 137 C. Escudero, M.ª Luz Ibáñez, G. Larraz, P. Pascual, C. Penedo, P. de la Viña, Legal competences of clinical psychologists .............................................................. 153 BOOKS ....................................................................................................................... 171 NEWS FROM THE A.E.N. ........................................................................................ 179 1973 EDITORIAL Calidad: Una apuesta necesaria en los sistemas sanitarios públicos En los últimos años, la preocupación por la calidad parece ocupar un lugar cada vez más importante en los espacios de debate de gestores y profesionales de los sistemas sanitarios, y está adquiriendo, con el paso del tiempo, una mayor presencia y carácter de prioridad en la formulación de planes, estrategias y políticas del sector sanitario. La calidad se observa como una oportunidad de desarrollo de los sistemas sanitarios y un escenario posible en el que políticos, gestores y profesionales den respuesta a los nuevos retos que se plantean para un futuro inmediato. Por otra parte, es sabido que el éxito de un servicio se relaciona en un alto grado con la capacidad que éste tenga de satisfacer las expectativas previas de los usuarios. Partiendo de esta premisa, resulta lógico que en un medio relativamente estable, en el que usuario se comporte pasivamente, y manifieste pocas expectativas, el éxito será bastante fácil de mantener. Pero a medida que este usuario vaya asumiendo el protagonismo que le corresponde, tal y como viene sucediendo en el marco de los sistemas sanitarios de los países desarrollados, alcanzar el éxito en la prestación de un servicio irá adquiriendo, a su vez, un mayor grado de dificultad. En este contexto, el término ‘necesidades de los usuarios’ se convierte en un concepto dinámico, que cambia en función de múltiples elementos muy dispares, entre los que se cuentan los relacionados con la diversidad de la oferta y la capacidad de elección del usuario, por un lado, y con el desarrollo de las tecnologías de la información y el acceso a las mismas, por otro. Ello obliga pues a iniciar un proceso de diferenciación de los servicios orientándolos hacia la mejora en la calidad percibida, lo que conlleva impulsar algunos cambios de actitud y cultura profesional entre los diferentes actores implicados en la cadena asistencial sanitaria. Así, todos estos aspectos ponen de manifiesto que es el propio ciudadano, y su polifacética consideración de cliente, consumidor, usuario, paciente... uno de los motores de cambio más importantes de los servicios sanitarios. En este sentido, desde la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, se es plenamente consciente de que los ciudadanos piden a los poderes públicos, al igual que antes, que sigan velando por la salud de la población, pero ahora demandan, además, un esfuerzo añadido de creatividad para: • Dar más y mejores prestaciones sanitarias. • Actuar con rapidez, sin producir esperas innecesarias. • Facilitar información veraz. • Mejorar el acceso a las prestaciones. • Proporcionar las prestaciones con un alto nivel de calidad y personalización. (4) 1974 EDITORIAL • Controlar pública y democráticamente las líneas de investigación avanzada que inciden directamente sobre la salud. • Ofrecer garantías de seguridad en la salud pública. Un primer reto al que debemos hacer frente es, por tanto, lograr que el ciudadano sea realmente el centro del Sistema Sanitario, respondiendo adecuadamente a sus expectativas y necesidades, pero garantizando paralelamente que el sistema sea sostenible y eficiente. Para ello, desde la formulación de la política sanitaria, habrá que conciliar estas tendencias con un inequívoco refuerzo de los principios y valores que han sustentado los Sistemas Nacionales de Salud. En otras palabras, bajo este enfoque, la calidad se prevé como un sistema de garantías al ciudadano. Tradicionalmente, la calidad en los servicios de salud se ha referido a un conjunto de aspectos de la asistencia, que comprenden desde la aplicación de las posibilidades efectivas y probadas de la ciencia médica, hasta el trato humano dispensado al paciente, pasando por un uso eficiente de los recursos a lo largo de todo el proceso de atención. Pero en la actualidad, además, la calidad requiere de otro requisito básico a la hora de plantear el diseño de los modelos que la definen: la integralidad, que es cada día más un componente determinante y exigible en el diseño y desarrollo de los servicios de atención. Si conjugamos todo ello, se hace patente la necesidad e importancia de encaminarse hacia un enfoque de calidad centrado en el elemento nuclear del Sistema Sanitario: el proceso asistencial, entendido desde la perspectiva del ciudadano, integral y único. Siendo así, la continuidad asistencial se erige en el criterio clave y determinante que debe inspirar a la organización, la funcionalidad, las formas de trabajo, la formación de profesionales, etc. Continuidad asistencial que no consiste sólo en habilitar un marco de coordinación sino en compartir una visión continua y conjunta del trabajo asistencial, en el que intervienen múltiples profesionales, en centros de trabajo situados en espacios diferentes, que actúan en tiempos distintos, con un objetivo de resultado final común: el ciudadano. El desarrollo alcanzado en los últimos años por los distintos niveles de atención ha suscitado cambios en la forma de plantear los procesos asistenciales. Por un lado, los avances tecnológicos han llevado a la Atención Especializada a aumentar su capacidad diagnóstica y terapéutica lo cual ha tenido una repercusión clara en el ámbito hospitalario, disminuyendo la estancia media de los enfermos. Del mismo modo, se han producido cambios cualitativos importantes en la planificación del proceso de atención de los enfermos crónicos, modificando los espacios de atención en el sentido de minimizar el contacto con el hospital y maximizar los cuidados domiciliarios. Por otro lado, el nivel de Atención Primaria ha diversificado su cartera de servicios, aumentando su capacidad de resolución y desarrollando servicios nuevos para dar respuesta a necesidades surgidas 1975 (5) EDITORIAL en gran parte de los procesos de cambio producidos en los hospitales. Igualmente, los servicios sociosanitarios han irrumpido con fuerza, convirtiéndose en un elemento que debe tenerse en cuenta desde la perspectiva de la integración, en tanto constituyen estructuras complementarias de una dimensión y un peso crecientes día a día. Todos estos elementos deben impulsar el desarrollo de espacios de coordinación, exigibles además desde la perspectiva de la calidad y de la integralidad del servicio. En este sentido, entre las acciones que se pueden poner en marcha para favorecer su consolidación se encuentran la oferta de incentivos en relación a la gestión de los procesos así como el fomento de culturas profesionales afines. De todo lo expuesto, se deduce que poner en práctica el enfoque de calidad que se desea que impere, significa impulsar cambios profundos en las organizaciones, estratégicos y de fuerte impacto, que permitan consolidar las innovaciones. En otras palabras, no se trata únicamente de acometer meras readaptaciones de lo ya existente, que generarían escasos beneficios en el margen en términos de calidad y eficiencia, sino profundas transformaciones, y reanálisis de procesos y sistemas -sobre la base del concepto de valor que al resultado final añaden las estructuras organizativas, las personas, los equipos o las infraestructuras-, que devengan progresivamente en una organización diferente. Para ello, el empleo de herramientas como la gestión clínica y la gestión de procesos puede facilitar el recorrido hacia la integralidad de la asistencia sanitaria. La Gestión Clínica incide sobre la gestión de la práctica clínica, garantizando la eficacia y efectividad de las actuaciones a través de la utilización de la medicina basada en la evidencia (MBE) y la gestión de la eficiencia económica; todo ello en un marco de mayor descentralización y autonomía de las estructuras clínicas de prestación de servicios. El desarrollo de estas herramientas puede concretarse con la reordenación de las estructuras de provisión (desarrollo de Unidades Clínicas de Gestión Integrada, horizontalización de los organigramas, integración atención primaria-especializada, reingenieria de servicios, etc.), modificando las relaciones y la organización de los proveedores (organización por procesos asistenciales, definición de los mapas de procesos, etc.) o, finalmente, con acciones dirigidas hacia la garantía de resultados en la asistencia (análisis de resultados -outcomes-, políticas de calidad, incentivos ligados a resultados, etc.). Al igual que sucede con herramientas internacionales como el Disease Management y el Managed Care, también la gestión clínica y la gestión por procesos constituyen piezas complementarias de una misma estrategia de mejora de la calidad y la eficiencia. Por ello, deben caminar unidas y dirigirse concretamente hacia la consolidación de Unidades Clínicas de Gestión Integrada, expresión organizativa de los fundamentos que sustentan a ambas. En este marco es en el que debemos incardinar la estructuración de la atención a través de procesos asistenciales, entendiendo nuestro Sistema Sanitario público como un sistema integral de procesos en el que se entrecruzan repetidamente los límites (6) 1976 EDITORIAL funcionales; y tender a la cooperación y a la creación de una cultura distinta, en el sentido de menos jerárquica y más abierta y orientada a obtener resultados que a mantener privilegios. Son los procesos, por tanto, la base operativa de los cambios estratégicos de la organización. Por otro lado, no es planteable ningún proyecto de cambio estratégico en una organización, y menos si ésta es un sistema sanitario, sin reflexionar profundamente en el papel de los profesionales, pues ellos son los auténticos hacedores de cualquier cambio y, por tanto, sin ellos, éste resultaría inviable. Dicho papel o participación se ha de entender por su importancia estratégica en el servicio que se presta y porque la propia organización del recurso “persona”, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, es una de las principales premisas y/o consecuencias de un cambio en las formas de trabajo. En este sentido, se han de impulsar líneas de trabajo orientadas al desarrollo profesional, que sirvan de soporte necesario al enfoque de trabajo por procesos y permitan la identificación de las competencias necesarias para el desempeño, estableciendo rutas específicas a tal efecto. Dado que la calidad es por sí misma un espacio de consenso de diferentes actores que intervienen en los procesos asistenciales, un objetivo central será promover una cultura de calidad que impregne toda la organización para, sobre esa base, ir introduciendo innovaciones en el Sistema Sanitario. Esta idea obliga a incorporar una metodología de trabajo que defina círculos y núcleos de influencia, para poder llegar a los distintos niveles de la organización y potenciar espacios organizativos informales, grupos de mejora y estructuras estables de calidad en los centros asistenciales, que sirvan de soporte adecuado para el desarrollo de la estrategia. Sin embargo, no debe obviarse que definir la calidad y comprometerse a ofrecerla conlleva, a su vez, la necesidad de garantizarla, y, en definitiva, de acreditarla. Por ello, en la cultura de los centros asistenciales, se debe también transmitir, como elemento estratégico de primer orden, la importancia que tiene iniciar un proceso de acreditación de competencias profesionales, de procesos asistenciales, así como de la estructura y el equipamiento. Además, la acreditación tiene por sí misma una gran capacidad dinamizadora en las organizaciones, en tanto supone un estímulo para alcanzar, mantener y mejorar, dentro de un proceso continuo, la calidad. De ahí que los sistemas sanitarios se dirijan paulatinamente hacia la implantación de modelos de acreditación de servicios, de centros o incluso de redes asistenciales, que promuevan la cultura de la mejora continua y la búsqueda de la excelencia. Esta forma de visualizar la calidad pretende conducir al Sistema Sanitario hacia una prestación más eficaz y eficiente -disminuyendo la variabilidad de la práctica clínica y ubicando los recursos donde mayor resultado y menor coste generen-, sostenible en el tiempo, moderna y con capacidad de adaptación a las tendencias de futuro, que aumente la satisfacción de los usuarios actuando sobre los tiempos de atención, la accesibilidad a los servicios... Pretende promover, en última instancia, una atención sanitaria más personalizada y adaptada a las necesidades del ciudadano. 1977 (7) EDITORIAL En definitiva, la calidad es la idea fuerza sobre la cual gira el actual desarrollo de proyectos que se impulsan desde la Consejería de Salud en Andalucía, que se dirigen a lograr una organización diferente, integral, que posiciona al ciudadano en el centro del Sistema Sanitario Público y en el verdadero destinatario final de sus beneficios. Antonio Torres Olivera Director General Organización de Procesos y Formación Consejería de Salud. Junta de Andalucía 1979 ORIGINALES Y REVISIONES 1980 Beatriz López Luengo*, Carmelo Vázquez Valverde** Efectos del Attention Process Training (APT) en la percepción de mejora atencional en personas diagnosticadas de esquizofrenia RESUMEN: El objetivo de este trabajo es analizar el efecto de un programa diseñado para mejorar problemas atencionales, en la percepción subjetiva de mejora atencional de veinticuatro pacientes esquizofrénicos. PALABRAS CLAVE: Rehabilitación; Procesos atencionales; Percepción subjetiva; Esquizofrenia ABSTRACT: The goal of this study was to investigate the effect of an attention training program designed to improve attention problems on subjective perception of attentional improvement in twentyfour schizophrenic patients. KEY WORDS: Rehabilitation; Attention Process; Subjective perception; Schizophrenia Introducción.Se ha demostrado de forma consistente que los déficit cognitivos son una característica central en la esquizofrenia y uno de los principales factores que contribuyen al deterioro funcional y social de estos pacientes (1,2). Por ello, algunos autores, al observar que estas alteraciones parecen tener más impacto que los síntomas positivos y negativos en las actividades de la vida diaria de los pacientes con esquizofrenia, han puesto de manifiesto la necesidad de considerar las alteraciones cognitivas como un objetivo clínico prioritario (3). La evidencia con respecto a que los esquizofrénicos pueden aprender nuevas habilidades en entornos de entrenamiento altamente estructurados (1), ha servido de base para la aplicación de programas de rehabilitación cognitiva en estos pacientes. Los pocos trabajos que versan sobre este tipo de rehabilitación se centran, en su mayoría, en los procesos atencionales. Una de las razones por las que suele ser esta función el objeto de las intervenciones es porque algunos déficit atencionales son considerados marcadores de vulnerabilidad del trastorno, además de ser una de las principales quejas en su vida diaria (4). Algunos estudios pioneros demostraron que entrenando directamente los procesos atencionales en pacientes esquizofrénicos se podía mejorar su rendimiento atencional. Por ejemplo, Benedict y Harris (5) analizaron el efecto de la práctica repetida con tareas cognitivas presentadas por ordenador, encontrando que las personas que recibieron entrenamiento mejoraron sus tiempos de reacción, mientras que esto no ocurrió en las personas que no fueron entrenadas. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 11-25 (12) 1982 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES En el trabajo de Benedict y Harris se observó una mejoría en pruebas de evaluación distintas a las utilizadas durante la fase de entrenamiento. No obstante, esta generalización de los resultados no siempre se obtiene. De hecho, en la mayoría de los estudios analizados, aunque el rendimiento en las propias tareas utilizadas en la rehabilitación mejora, esta mejoría no se generaliza a las pruebas de la evaluación. Por ejemplo, Triano-Antidormi (6) no encontró mejoría en las tareas empleadas en la evaluación en siete pacientes que fueron entrenados con el Attention Process Training, comparados con un grupo control formado por otros siete pacientes que no recibieron entrenamiento; no obstante, el rendimiento de los pacientes en las tareas utilizadas en la intervención fue mejorando a lo largo del entrenamiento. Este mismo efecto aparece en el estudio de Benedict y cols (7) y en el de Medalia y cols (8). Parecería, por tanto, que la atención es una función dependiente de la tarea, en el sentido de que ésta mejora en aquellas tareas que se ejecutan de forma repetida pero esa mejoría no se generaliza a otras tareas distintas a las practicadas. El planteamiento general de este tipo de estudios de rehabilitación cognitiva es el siguiente: primero, se evalúa al paciente con diversas pruebas neuropsicológicas y de procesamiento de la información. Después, se realiza el entrenamiento y, al finalizarlo, se evalúa de nuevo en esas u otras pruebas semejantes. De esta forma, el rendimiento obtenido en las pruebas antes del entrenamiento se compararía con el obtenido después del mismo. Además, algunos estudios comparan estos datos con los alcanzados por otros pacientes que no han sido entrenados. El objetivo de todo esto es averiguar el efecto que específicamente el entrenamiento, y no variables extrañas (como por ejemplo, el paso del tiempo o la medicación), puede tener en el funcionamiento cognitivo. Un aspecto que permanece sin analizar en los estudios efectuados hasta ahora es el efecto que el entrenamiento tiene en la percepción del paciente de mejora de la atención. Es decir, independientemente del efecto que el entrenamiento pueda tener en las pruebas neuropsicológicas utilizadas para evaluar la atención, es importante saber cómo cree el paciente que se está viendo afectada su cognición como consecuencia del entrenamiento. Podría ocurrir, por ejemplo, que una persona mejore su puntuación en una prueba de ejecución continua y no tenga sensación de mejoría en su capacidad para prestar atención en una tarea continua en el tiempo. O al contrario, que tras recibir entrenamiento para mejorar su capacidad atencional manifieste que le es más fácil seguir una conversación cuando hay jaleo a su alrededor, pero que su rendimiento en una prueba que evalúe atención selectiva no mejore. Estas posibles discrepancias pueden ser importantes a la hora de valorar la eficacia diferencial de las intervenciones y el costo-beneficio de las mismas. Por ejemplo, en un estudio sobre rendimiento en pruebas de memoria, Cerviño y Vázquez (9) demostraron que las valoraciones sobre el rendimiento cognitivo de los pacientes eran diferentes para los propios pacientes, los familiares y los psicólogos responsables de estos pacientes. El objetivo de este estudio es averiguar si personas diagnosticadas de esquizofrenia entrenadas en atención percibirán una mayor mejoría en sus procesos atencionales, además de mejorar su rendimiento en pruebas que evalúan atención, comparados con pacientes no entrenados. Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1983 (13) El entrenamiento seleccionado para realizar este estudio fue el Attention Process Training (APT). Además de ser un programa que ha mostrado su eficacia en personas con daño cerebral (10,11), está diseñado y articulado en torno a un modelo sobre el funcionamiento de la atención. Para analizar un posible efecto de generalización del rendimiento entre las diferentes tareas, es importante tener en cuenta el tipo de pruebas que se utilizan en la evaluación. Debe incluirse material que evalúe el mayor rango posible de niveles atencionales en sus diversas modalidades sensoriales. Por ello, se escogieron pruebas que evaluaran los diferentes niveles atencionales que entrena el APT. De esta forma, se seleccionaron pruebas que evalúan atención sostenida, selectiva, alternante y dividida; con material visual y auditivo. Además, se diseñó una prueba específica con el objetivo de conocer la percepción del paciente sobre el efecto del entrenamiento en sus procesos atencionales. Nuestras hipótesis de trabajo son que si el APT es un entrenamiento efectivo entonces mejorará el rendimiento en las pruebas de evaluación y también aumentará la percepción subjetiva de mejora atencional del paciente. Método SUJETOS En el estudio participaron veintinueve pacientes diagnosticados de esquizofrenia según el DSM-IV (12), procedentes de los Centros de Rehabilitación Psicosocial “Martínez Campos”, “Los Cármenes” y “Retiro” de la Comunidad Autónoma de Madrid y de la asociación AMAFE. Del total de sujetos que participaron en el estudio sólo se analizaron los datos de veinticuatro, el resto fue excluido del análisis por diversas razones, tales como hospitalización por descompensación psicótica, abandono voluntario del estudio o diagnóstico confuso. Para poder ser incluidos en el estudio los pacientes debían cumplir no sólo los criterios diagnósticos DSM-IV sino presentar quejas de problemas atencionales y no participar en ningún programa de rehabilitación cognitiva durante la realización del estudio ni previo al mismo. Fueron excluidos aquellos pacientes que presentaban conductas agresivas, sospecha de abuso o dependencia de alcohol u otras drogas, o evidencia de enfermedad neurológica. En el momento del estudio todos los pacientes recibían tratamiento farmacológico con neurolépticos. Los sujetos fueron asignados aleatóriamente a uno de los dos grupos experimentales: uno recibió entrenamiento con el APT y el otro no recibió entrenamiento (no recibió ningún otro tratamiento adicional ni placebo). Finalmente, trece pacientes formaron parte del grupo entrenado y once del grupo control. (14) 1984 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES PRUEBAS DE EVALUACIÓN Sintomatología y nivel de funcionamiento global: La sintomatología se valoró con la puntuación total de la Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica (BPRS- Brief Psychiatric Rating Scale)(13). Durante el transcurso de una entrevista se valoran los síntomas presentes en los últimos tres días basándose en la información aportada por el sujeto y la conducta observada. Contiene veinticuatro ítems, cada uno de los cuales se puntúa en una escala de siete puntos de gravedad (1= no presente; 7= extremadamente grave). La información obtenida en la entrevista fue también usada para completar la Escala para la Evaluación de Síntomas Positivos (SAPS- Scale for the Assessment of Positive Symptoms)(14) y la Escala para la Evaluación de Síntomas Negativos (SANSScale for the Assessment of Negative Symptoms)(15). La SAPS está diseñada para evaluar los síntomas positivos de la esquizofrenia. Está formada por treinta y cuatro ítems agrupados en las siguientes categorías: Alucinaciones, Delirios, Conducta extravagante y Desorden formal del pensamiento. La segunda escala tiene como objetivo evaluar los síntomas negativos de la esquizofrenia. Consta de veinticinco ítems agrupados en cinco áreas: Afecto embotado, Alogia, Abulia-apatía, Anhedonia-insociabilidad y Atención. En ambas escalas se obtiene una puntuación global para cada categoría, que tiene en cuenta la naturaleza y la gravedad de los diversos tipos de síntomas que engloban el apartado. Para su valoración se utiliza una escala de seis puntos de gravedad. El nivel de funcionamiento global se estimó con la Escala de Evaluación de la Actividad Global (EEAG) incluida en el DSM-IV (12). Esta escala puntúa el funcionamiento global del sujeto teniendo en cuenta su actividad psicológica, social y laboral, en un continuo que va de la salud plena [1] a la incapacidad total [100]. Funcionamiento cognitivo Además de evaluarse el estado mental, sintomatología y funcionamiento global, se seleccionaron pruebas para cubrir diferentes niveles atencionales así como el funcionamiento cognitivo general. Estado cognitivo global Se utilizó el Mini-Examen del Estado Mental (Mini-Mental State Examination) (16). Esta prueba consta de cinco apartados: orientación témporo-espacial, memoria inmediata, capacidad atencional y de cálculo, memoria demorada y lenguaje. La puntuación total se obtiene sumando la puntuación obtenida en cada uno de los ítems. La puntuación máxima de la prueba es 30 puntos. Puntuaciones menores de 24 indican un deterioro cognitivo leve, y puntuaciones menores de 15 sugieren la presencia de demencia severa. Atención sostenida Test de Ejecución Continua (CPT- Continuous Performance Test). Se emplearon dos versiones del CPT, suministrados en forma de paquete informático para ordenador Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1985 (15) (17). En ambas modalidades aparece, en el centro de un monitor de ordenador, un dígito por segundo. El objetivo de la tarea consiste en presionar el botón de un mando para juegos cada vez que aparezca en la pantalla el número cero. En primer lugar, se aplicó un CPT, tipo CPT-X, empleando como estímulos dígitos perfectamente enfocados. El segundo CPT, aplicado tras un breve descanso, era un CPT de estímulos degradados (igual que el anterior pero el estímulo se presenta más borroso al estar aleatorizado, para cada ensayo, el 40% de los píxeles del fondo de la pantalla). En el análisis de datos se utilizaron la razón de aciertos, la razón de falsas alarmas (apretar el botón a un número que no es el cero) así como los tiempos medios de reacción de los aciertos y de las falsas alarmas del total de ensayos experimentales. Parte A del Test de Trazado (TMT- Trail Making Test)(18). Consta de una hoja con veinticinco números, rodeados cada uno por un círculo. El objetivo de la tarea es unir los números, lo más rápido posible, de forma secuencial y en orden ascendente. Se analiza el tiempo empleado y el número de errores cometido. Tarea de cancelación (19). Esta versión modificada del test de papel y lápiz Toulouse-Pieron (20) consiste en una hoja llena de cuadrados con una pequeña raya que los atraviesan, o tocan, en alguno de sus lados. El objetivo consiste en tachar, durante un período de tiempo determinado, los cuadrados que tengan una raya que lo atraviesen en la parte superior. Se analizaron el número total de aciertos, omisiones y de falsas alarmas. Atención selectiva Fue evaluada con una prueba de escucha dicótica (21). A través de unos auriculares, se presentan de forma simultánea palabras diferentes por el oído izquierdo y por el oído derecho. El objetivo de la tarea consiste en repetir, en voz alta, todas las palabras que aparecen por el oído derecho. Aparece un total de 120 pares de palabras. Se analizaron el número total de aciertos y de errores (palabras que no aparecieron y palabras que se presentaron por el oído izquierdo). Atención alternante La Parte B del Test de Trazado (TMT- Trail Making Test) (18). Consiste en una hoja en la que hay letras (de la A a la L) y números (del 1 al 13) rodeados por un círculo. El objetivo es unir, de forma alternante, números y letras (1-A-2-B-3-C…). Se analiza el tiempo empleado y el número de errores cometido. Atención dividida Para evaluar el funcionamiento en atención dividida se aplicaron las pruebas de cancelación y escucha dicótica de forma simultánea. Los valores empleados en el análisis de datos corresponden a los mismos utilizados en su aplicación por separado. Control mental Tarea de Adición Serial Auditiva Pautada (PASAT- Paced Auditory Serial Addition Task) (22). Es un test auditivo en el que se presentan secuencialmente dígitos (16) 1986 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES que se deben ir sumando conforme al siguiente formato: el primero con el segundo, el segundo con el tercero, el tercero con el cuarto, y así sucesivamente. Consta de cuatro partes. Cada una tiene la misma secuencia de dígitos pero varían en la velocidad de presentación de los números. Se analizaron el número de aciertos y falsos positivos de la primera y cuarta parte. Funcionamiento atencional en la vida cotidiana Se evaluó a través del Cuestionario de Atención de la Vida Cotidiana (EAQEveryday Attention Questionnaire) (23). Es una prueba heteroaplicada diseñada para detectar déficit atencionales en la vida diaria. Consta de cinco apartados: Atención sostenida, Atención selectiva para tareas fáciles, Atención selectiva para tareas difíciles, Atención dividida y Atención en situaciones comunes (por ejemplo, leer mientras escucha la radio). En el análisis de datos se utilizó la puntuación media de los ítems de cada apartado. Percepción subjetiva de mejoría atencional Cuestionario sobre Percepción de Mejora Atencional (19). Es una prueba diseñada específicamente por nosotros y está formada por doce ítems en los que se pregunta al paciente si se ha producido mejoría, o empeoramiento, en diferentes aspectos de la atención, tales como hacer varias cosas a la vez o concentrarse cuando hay ruido alrededor. Cada ítem se puntúa en una escala tipo Likert de siete puntos (0= Ha empeorado mucho; 3= igual; 6= Ha mejorado mucho). Se diseñaron dos modelos del cuestionario: uno para el grupo entrenado y otro para el grupo control. Ambos constan de los mismos ítems, pero mientras que las personas que recibieron entrenamiento tienen que valorar su funcionamiento actual comparado con su funcionamiento antes del entrenamiento, las del grupo control deben valorar su funcionamiento en el transcurso del tiempo especificado (dependiendo del tiempo que haya transcurrido entre su primera y segunda evaluación). Ejercicios de entrenamiento: Para realizar el entrenamiento en atención se seleccionó el Attention Process Training (APT) (24), el cual fue desarrollado para mejorar déficit atencionales en personas con daño cerebral (10). El APT es un programa de intervención individual que trata cuatro niveles de atención (sostenida, selectiva, alternante y dividida) a través de diferentes tareas organizadas jerárquicamente en orden creciente de dificultad (tareas de cancelación visual y auditiva, de control mental y de vida cotidiana). En la tabla 1 se presenta de forma resumida las tareas administradas. Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1987 (17) ATENCIÓN SOSTENIDA Tachar un objetivo en tareas de cancelación de figuras y números (prueba de papel y lápiz). Cintas de atención 2-8 (series de números presentados auditivamente debiéndose dar un golpe cuando aparece el objetivo). Serie de números (restar mentalmente números). Tareas de la vida diaria (buscar algo en guías, mapas, etc.). ATENCIÓN SELECTIVA Tachar un objetivo en tareas de cancelación de figuras y números (prueba de papel y lápiz con fondo distractor). Cintas de atención 9-16 (series de números presentados auditivamente con un fondo de ruido, debiéndose dar un golpe cuando aparece el objetivo). Tareas de la vida diaria (buscar algo en guías, mapas, etc., con música de fondo). ATENCIÓN ALTERNANTE Tachar un objetivo, que cambia cada quince segundos, en tareas de cancelación de figuras y números (prueba de papel y lápiz). Alternar sumas y restas, tachar números pares e impares, y tareas tipo Stroop de tamaño y posición. ATENCIÓN DIVIDIDA Ejecutar simultáneamente la prueba de cancelación visual y la auditiva. Emparejar Cartas (clasificar las cartas conforme al palo y además poner al revés la que contenga determinada letra). Tareas de la vida diaria (jugar a un juego). Tabla 1: Tareas de intervención empleadas en el entrenamiento. Procedimiento Tras obtener su consentimiento para participar en el estudio, el paciente era entrevistado por uno de los investigadores (BL) para confirmar el diagnóstico de esquizofrenia de su historial clínico. En la entrevista, se evaluaba su estado mental para descartar la posible existencia de una enfermedad neurológica, y se aplicaba el cuestionario de Atención de la Vida Cotidiana para confirmar la existencia de quejas atencionales. Todos los pacientes fueron evaluados por el mismo clínico durante cuatro sesiones de una hora cada una, durante un período de dos semanas. Tras la evaluación, los sujetos eran asignados de forma aleatoria a uno de los dos grupos. Los sujetos pertenecientes al grupo entrenado recibían entrenamiento con el APT. Las tareas de entrenamiento fueron administradas por tres estudiantes de último curso de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, quienes habían sido entrenados (18) 1988 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES específicamente para el estudio. Cada paciente tenía asignado el mismo terapeuta para llevar a cabo todas las sesiones de su entrenamiento. La primera sesión se invertía en explicar cómo iba a ser el proceso. Además, el terapeuta debía de localizar los ejercicios del programa con los que el paciente debía iniciar el entrenamiento. Esto debía hacerse con cada tipo de material (cancelación visual, cancelación auditiva y control mental). El punto de inicio era aquel ejercicio en el que el paciente fallaba dos veces consecutivas. Cada una de las sesiones posteriores tenían un patrón uniforme: durante los primeros minutos de cada sesión se explicaba en qué consiste la atención y cómo pueden detectarse problemas en ella. Seguidamente, se practicaba repetidamente con cada tipo de material. Los ejercicios eran presentados en grado de dificultad creciente, de tal forma que los pacientes comenzaban con tareas a niveles relativamente fáciles e iban avanzando, conforme mejoraba su actuación, a niveles más difíciles. Se daba un ejercicio como válido cuando lo realizaba bien tres veces consecutivas. Durante el entrenamiento se hacía constantemente una revisión sistemática del rendimiento y se daba retroalimentación al paciente. El tratamiento duró una media de 48.5 sesiones por paciente (Sx= 10.4). Dependiendo de la capacidad y disponibilidad del paciente, se realizaba de dos a tres sesiones semanales. El tiempo medio invertido por sesión fue de 42.6 minutos (Sx= 8.7). Una vez finalizada la intervención, los pacientes eran evaluados de nuevo con las mismas pruebas que las utilizadas antes del entrenamiento. En la segunda evaluación se añadió el Cuestionario sobre Percepción de Mejora Atencional. En ella se preguntaba al paciente si percibía mejoría o empeoramiento en los diferentes ítem de los que consta el cuestionario. Los sujetos del grupo control fueron evaluados con las mismas pruebas que el grupo entrenado y en el mismo orden. Para determinar cuándo un paciente de este grupo debía ser evaluado por segunda vez, cada uno de los pacientes del grupo control fue emparejado con uno del grupo entrenado en las variables de sexo, edad y duración de la enfermedad. De esta forma, si un paciente tardaba siete meses en completar su entrenamiento, su pareja del grupo control sería evaluada por segunda vez seis meses después de la primera evaluación. Los pacientes del grupo control no recibieron entrenamiento en atención pero participaron en los programas del centro, al igual que hicieron los participantes del grupo entrenado. Análisis de datos El análisis estadístico de los datos se realizó mediante el programa SPSS-PC, versión 10.0. El procedimiento de cada análisis se describirá en el capítulo de resultados. Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1989 (19) Resultados En la tabla 2 se muestran las características demográficas, clínicas y de funcionamiento de los dos grupos de sujetos participantes en el estudio. No se han encontrado diferencias significativas entre los grupos experimentales en las variables de sexo, edad, duración de la enfermedad, número de hospitalizaciones previas, dosis de neurolépticos recibida (equivalencia en clorpromacina), estado mental y nivel de funcionamiento global. En relación con la sintomatología, tampoco se encontraron diferencias significativas entre los grupos excepto en el apartado de conducta extravagante del SAPS [F(1)= 5.507; p<0.05], en la que el grupo entrenado (Grupo APT) obtuvo una puntuación más elevada que la del grupo control. Grupo APT Grupo control (n= 13) (n= 11) 92 73 Edad, media de años (Sx) 34.7 (8.4) 32.2 (8.9) Duración de la enfermedad, media de años (Sx) 13.9 (5.4) 12.4 (10) Nº de hospitalizaciones previas, media (Sx) 4.3 (4.5) 3.4 (3.9) 490.3 (219.4) 387.4 (254) 27.4 (2) 26.4 (1.9) BPRS, puntuación total media (Sx) 37.3 (7.9) 37.4 (13.6) SAPS - puntuación media alucinaciones (Sx) 0,8 (1.6) 1.6 (2.3) puntuación media delirios (Sx) 2.8 (1.7) 2.8 (2.3) puntuación media conducta extravag. (Sx)* 0.9 (1.2) 0 (0) puntuación media desorden formal (Sx) 1.6 (1.4) 1.1 (1.6) SANS - puntuación media afecto embotado (Sx) 2.5 (1.7) 2.4 (2) puntuación media alogia (Sx) 1.6 (1.5) 1.7 (1.8) puntuación media abulia-apatía (Sx) 1.8 (1.4) 2 (1.7) puntuación media anhedonia (Sx) 3.4 (0.9) 3 (1.2) 1 (1.3) 0,6 (1.2) 45.5 (15.9) 46.8 (20.8) Sexo, % varones Dosis de neurolépticos, media clorpromacina (Sx) Mini-Mental, puntuación total media (Sx) puntuación media atención (Sx) EEAG *p<0.05 Tabla 2: Características demográficas y clínicas de los pacientes. (20) 1990 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES En la tabla 3 se presentan, para cada grupo, las puntuaciones medias obtenidas en las pruebas cognitivas en las dos evaluaciones. Prueba CPT simple Valor Razón aciertos TR aciertos mseg. Razón falsas alarmas TR falsas alarmas CPT degradado Razón aciertos TR aciertos mseg. Razón falsas alarmas TR falsas alarmas Tarea de cancelación Total correctas (atención dividida) Total falsas alarmas Escucha dicótica Total correctas (atención dividida) Total errores PASAT Total correctas 1.ª Falsas alarmas 1ª Total correctas 4ª Falsas alarmas 4ª Test de Trazado Tiempo total, seg. (a) Total errores (a) Tiempo total seg. (b) Total errores (b) Cuestionario de Media apartado 1 Atención de Vida Media apartado 2 Cotidiana Media apartado 3 Media apartado 4 Media apartado 5 *p<0.05 Grupo entrenado Grupo control Puntuación previa media (Sx) Puntuación posterior media (Sx) Puntuación previa media (Sx) Puntuación posterior media (Sx) 1 (0) 610.5 (87.7) 0 (0) 540.4 (273.7) 0.6 (0.3) 739 (240.2) 0.1 (0.3) 606.4 (120.1) 95.4 (6.4) 0.7 (1.8) 101.5 (21.6) 3.5 (3.39 30 (9.6) 14.7 (12.1) 14 (8) 18.1 (17.9) 59.6 (29.8) 0.1 (0.3) 150.4(120.7) 0.9 (1.1) 1.8 (0.8) 2.3 (0.9) 3.2 (0.9) 2.2 (0.5) 2.3 (0.9) 0.9 (0.1) 610.8 (92.2) 0 (0) 521.5 (180.4) 0.6 (0.3) 691 (154.7) 0.1 (0.1) 580.7 (126.5) 97.8 (4.1) 0 (0.1) 106.6 (15.6) 2.5 (3.5) 33.4 (12.5) 6.2 (2.5) 21.1 (4.3) 4.5 (2.5) 60.8 (40.6) 0.1 (0.3) 166.2 (164.5) 0.9 (1.4) 1.8 (0.7) 2.3 (0.7) 3 (0.8) 2.3 (0.8) 1.9 (1) 0.9 (0.2) 633.8 (74.1) 0 (0.1) 526.2 (103.8) 0.5 (0.3) 754.5 (169.7) 0.1 (0.1) 645.8 (72.9) 91.2 (5.9) 0.8 (1.4) 94 (22.5) 4.1 (3) 23.9 (8.8) 6.3 (3) 15.4 (7.9) 39.7 (8.9) 72.4 (45.9) 0.2 (0.4) 229.2 (185) 2.1 (1.4) 1.8 (0.8) 2.6 (0.5) 3.1 (0.6) 2.4 (0.8) 2.7 (0.7) 0.8 (0.1) 643.9 (126.7) 0 (0) 478.4 (156.1) 0.5 (0.3) 727. 6 (170.5) 0.1 (0.1) 608.4 (128.4) 92.4 (8.3) 0.4 (1.2) 88.4 (25.2) 2.9 (2.5) 33.3 (7.5) 5.7 (5.7) 14.8 (6.6) 10.8 (16.2) 69.5 (46.4) 0.4 (0.9) 189 (118.5) 1.4 (1.2) 1.3 (0.9) 2.8 (0.5) 3.6 (0.9) 3.1 (0.9) 2.7 (0.5) Tabla 3. Puntuaciones medias calculadas para cada grupo en las pruebas cognitivas aplicadas antes y después del tratamiento. Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1991 (21) Con el objetivo de analizar el efecto del entrenamiento en las pruebas atencionales empleadas en la evaluación, se hizo una ANOVA 2x2 de medidas repetidas (Grupo entrenado versus Grupo control x Primera evaluación versus Segunda evaluación) con cada una de las variables especificadas en la descripción de las pruebas. Los resultados obtenidos tras el análisis muestran que no existen diferencias significativas en ninguna de las variables analizadas, con la excepción del número total de respuestas correctas en la tarea de escucha dicótica cuando ésta se realiza junto con la prueba de cancelación [F(1)= 4.434; p<0.05]. Un análisis detallado de las medias en esta variable (ver tabla 3) nos permite concluir que la puntuación media del grupo entrenado se mantiene igual mientras que la del grupo control mejora. El mismo tipo de análisis fue realizado para la medicación, el nivel de funcionamiento global y los síntomas, encontrándose que no había interacción significativa ni efectos principales. Para analizar nuestra segunda hipótesis de trabajo, esto es, que los pacientes entrenados tendrán una mayor percepción de mejora de sus procesos atencionales que los pacientes no entrenados, se hizo un análisis de varianza con cada uno de los doce ítems del Cuestionario de Percepción de Mejora Atencional entre el grupo entrenado y el grupo control (en la tabla 4 se muestran los valores medios en los ítems para cada grupo). ÍTEMS DEL CUESTIONARIO SOBRE PERCEPCIÓN DE MEJORA ATENCIONAL 1. Hacer varias cosas a la vez Grupo APT Grupo control Media (Sx) Media (Sx) 4.2 (1) 3.6 (1.4) 2. Concentrarse cuando hay jaleo alrededor 4.3 (1.1) 3.8 (1.6) 3. Enterarse de lo que le dicen 4.3 (1.1) 3.9 (1.7) 3.9 (1) 3.7 (1.8) 5. Seguir una conversación 3.8 (1.12) 3.9 (2) 6. Seguir el hilo del argumento de una película 3.6 (1.4) 3.5 (1.7) 7. Cometer menos errores 3.7 (1.1) 4.2 (1.2) 8. Encontrar más fácilmente cosas que busca* 4.5 (1.1) 3.2 (1.2) 9. No ser tan despistado 4.1 (1.4) 3.6 (1.7) 10. Recordar citas 4.7 (1.1) 3.6 (1.7) 11. Acordarse de devolver algo prestado 4.9 (1.1) 4 (1.5) 12. Acordarse de dar un recado 4.4 (1.2) 3.5 (1.7) 4. Enterarse de lo que lee *p<0.05 Tabla 4: Puntuaciones medias calculadas para cada uno de los ítems del Cuestionario de Percepción de Mejora Atencional. (22) 1992 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES Los resultados obtenidos señalan que solamente existen diferencias significativas entre ambos grupos en el ítem 8 [F(1)= 5.72; p <0.05], el cual hace referencia a la facilidad para encontrar cosas que busca. Tal y como se puede apreciar en las medias que aparecen recogidas en la tabla 4, el grupo que recibió entrenamiento con el APT es el que percibe mayor mejoría en este ítem. En ambos grupos, las puntuaciones medias en todos los ítems se sitúan en torno a 4, valor que significa percibir haber mejorado un poco. Discusión Nuestra primera hipótesis de trabajo era que el APT sería efectivo en mejorar la atención en personas diagnosticadas de esquizofrenia. Los datos obtenidos indican que el entrenamiento no mejoró el funcionamiento atencional de los pacientes que recibieron entrenamiento respecto a los pacientes control. Con respecto a esta primera conclusión, es importante hacer una matización. Por el tipo de estudio diseñado lo correcto es afirmar que los pacientes entrenados con el APT no mejoraron su rendimiento en las pruebas atencionales empleadas en la evaluación. La ausencia de resultados no puede explicarse por diferencias en la dosis de tratamiento recibido puesto que todos los pacientes que recibieron entrenamiento finalizaron el mismo. Al ser un tratamiento individualizado, unos acabaron antes y otros necesitaron más tiempo para completar el programa pero lo importante es que todos llegaron hasta el final del mismo. Cada uno de los pacientes empezó el entrenamiento en su propio nivel atencional, generalmente un nivel de dificultad sencillo, y poco a poco, a través de la práctica repetida, fueron avanzado a niveles más complejos. Así pues, aunque los pacientes fueron mejorando su rendimiento en las tareas empleadas en el entrenamiento con el APT, esta mejora no se extendió a medidas diferentes a las del propio entrenamiento. Observamos que si bien hay una mejoría de la atención en la muestra de pacientes entrenados en este estudio, ésta se encuentra vinculada a la tarea. Este efecto de práctica en la ejecución de ciertas pruebas, tales como el Test de Aprendizaje Verbal de California y otras tareas de memoria y perceptivas, también ha sido encontrado en otros estudios (25, 26). Nuestra primera conclusión es, por tanto, que el funcionamiento atencional de los pacientes mejoró a través de los ejercicios utilizados en el entrenamiento, pero esta mejoría no se generalizó a otras tareas al no obtenerse mejoría en las pruebas utilizadas en la evaluación, las cuales eran distintas a las empleadas en el entrenamiento. Con respecto a las diferencias significativas encontradas en el número de aciertos de la escucha dicótica en la condición dividida, éstas no pueden ser atribuidas al APT, puesto que la puntuación media del grupo entrenado en esa variable tras la intervención fue la misma que antes del entrenamiento. Es el grupo control quien, paradójicamente, mejoró significativamente. Puesto que ambos grupos no se diferenciaron a lo largo del estudio en la medicación, la sintomatología ni el funcionamiento global, no podemos considerar a estas variables como responsables de la inesperada mejora encontrada en el grupo control. Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES 1993 (23) El otro objetivo del estudio era averiguar si los pacientes entrenados percibirían una mayor mejoría en sus procesos atencionales que los que no recibieron entrenamiento. Con respecto a este punto, debemos indicar que como el rendimiento en las pruebas atencionales empleadas en la evaluación de los pacientes entrenados no mejoró, no cabría esperar que percibieran mejoría en sus procesos atencionales. Si analizamos detalladamente las medias obtenidas en cada uno de los ítems en ambos grupos, podemos observar que todas ellas se desvían positivamente del punto medio [M=3] el cual significa “no cambio”. Las medias se sitúan en torno a un valor de 4, lo que significa que perciben haber mejorado un poco. Dado que esto se observa en ambos grupos no podemos concluir que sea debido al APT, sino que será debido a un elemento común en ambos grupos, tales como el terapeuta u otras actividades del centro, pero esta explicación es sólo hipotética pues hay medidas que puedan confirmarla. No sabemos si esa leve mejoría percibida en la atención es exclusiva de la atención o si corresponde a una sensación general de mejora y, por tanto, aparece en otras variables. Para averiguar esto habría sido necesario diseñar un instrumento que midiera la percepción subjetiva de mejora en otros ámbitos (memoria, estado de ánimo, etc.). Podría haber existido la posibilidad de que el entrenamiento hubiera tenido un efecto placebo. Esto implicaría que, a pesar de no observarse mejoría en las pruebas empleadas en la evaluación, el hecho de recibir entrenamiento para mejorar la atención podría haber sido suficiente para que los pacientes percibieran mejora en su capacidad atencional. Después de los datos derivados del estudio podemos concluir que el hecho de recibir un entrenamiento específico en atención no sirve, por sí solo, para que el paciente considere que sus procesos atencionales mejoran. Un problema añadido de este tipo de intervenciones neurocognitivas es que no hay una base teórica suficiente que guíe de un modo pautado y articulado su desarrollo y aplicación. Aunque hay algunos pasos prometedores en este sentido en ámbitos como, por ejemplo, la neurorehabilitación motora (27), creemos que la utilidad de estas intervenciones está aún limitada por la falta de conexión entre los hallazgos del laboratorio y la intervención aplicada. Agradecimientos Este estudio ha sido financiado por una beca del Ministerio de Educación y Ciencia concedida a la primera autora (subprograma de Ayudas para el Intercambio de Personal Investigador entre Industrias y Centros Públicos de Investigación) y por una ayuda de la Comunidad Autónoma de Madrid concedida al segundo autor (Ayuda de Investigación del Plan Regional de Investigación). Nos gustaría agradecer a los Centros de Rehabilitación Psicosocial de la Comunidad Autónoma de Madrid, AMAFE, y a los estudiantes que realizaron los entrenamientos, su constante apoyo y colaboración. (24) 1994 Efectos del Attention Process Training en la percepción de mejora atencional ORIGINALES Y REVISIONES BIBLIOGRAFÍA (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17) (18) (19) Bellack, A.S.; Gold, J.M.; Buchanan, R.W. “Cognitive rehabilitation for schizophrenia: problems, prospects, and strategies” Schizophrenia Bulletin, 1999, 25, 257-274. Velligan, D.I. y otros. “Preliminary evaluation of Cognitive Adaptation Training to compensate for cognitive deficits in schizophrenia”. Psychiatric Services, 1996, 47, 415-417. Green, M.F. “What are the functional consequences of neurocognitive deficits in schizophrenia?” American Journal of Psychiatry, 1996, 153, 321-330. Vázquez, C.; López, B.; Florit, A. “Procesamiento de la información y esquizofrenia: hallazgos empíricos y bases teóricas para la rehabilitación”. En J.A. Aldaz y C. Vázquez (comps). Esquizofrenia: fundamentos psicológicos y psiquiátricos de la rehabilitación. 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AUTORES *Profesora Ayudante del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén **Profesor Titular de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (Departamento de Psicología Clínica) CORRESPONDENCIA Dra. Beatriz López Luengo Departamento de Psicología - Universidad de Jaén Campus Las Lagunillas s/n, 23071 - Jaén Correo electrónico: blopez@ujaen.es Tel.: 953 002663 Fax: 953 012197 Fecha recepción: 25-09-02 Rosana Corral Márquez*, Rafael Tabarés Seisdedos** Aproximación psicopatológica a El Quijote (según la nosología psiquiátrica actual) RESUMEN: Se analiza la psicopatología de Don Quijote y se revisan los estudios previos sobre el personaje, tanto desde la perspectiva médica como la literaria. Considerando el enfoque de la nosología psiquiátrica actual, Don Quijote cumpliría criterios para un Trastorno Delirante y esto se argumenta en base a la génesis del delirio, la sintomatología y los rasgos formales del delirio. Asimismo, se propone el diagnóstico de Trastorno Psicótico Compartido para la pareja protagonista ( Don Quijote y Sancho). PALABRAS CLAVE: Psicopatología, Don Quijote, Trastorno Delirante, Trastorno Psicótico Compartido ABSTRACT: Psychopathology of Don Quixote is analysed and previous studies about the character are reviewed, from the medical as from the literary point of view. Seen from the current nososlogy perspective, Don Quixote would fullfil criteria for a Delusional Disorder and this is argumented on the base of the delusion´s genesis, synthomatology and delusion´s formal treats. Furthermore, the diagnose of Shared Psychotic Disorder is proposed for the main characters ( Don Quixote and Sancho). KEY WORDS: Psychopatology, Don Quixote, Delusional Disorder, Shared Psychotic Disorder. I. Introducción.Hay tantas cosas que animan a pensar y leer sobre el Quijote que resulta comprometido escribirlas a modo de ejercicio justificativo. Seguramente, esté influyendo estar ante la obra de ficción literaria más relevante de la historia de la humanidad. No es un aventurado pensamiento personal, es una certeza de muchos. El pasado mes de mayo, el Instituto Nobel y el Club del Libro Noruego hicieron públicos los resultados de una encuesta entre un grupo de 100 escritores de 54 paises, quienes eligieron a la novela de Miguel de Cervantes como la mejor obra literaria con un 50 % más de votos que En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, que fue la segunda más votada. Pero más allá del influjo de los escritores, críticos y estudiosos literarios, nuestra postura nos lleva a reconocer vericuetos personales. Creemos que Cervantes inventa la ternura, probablemente apoyado en El Lazarillo de Tormes previo. Levanta una cartografía de las emociones humanas sobre dos personajes que se escuchan de verdad, que discuten las cosas para, finalmente, enloquecer juntos. ¿ Acaso existe algún ejemplo semejante en la historia? Ni Sócrates y sus discípulos practican esa dialéctica. Incluso Shakespeare, paradigma de la tragedia, de las pasiones, lo es de puertas a dentro. Jamás de una dialéctica amorosa y real, como lo hacen el caballero y Sancho. Diríase incluso que esta novela está centrada en la Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 27-57 (28) 1998 emotividad. Para Cervantes, las emociones son transformaciones mágicas del mundo. Hablemos también de otra dialéctica, entre lo real y lo imaginado, sus deslizamientos de la ficción a la realidad a lomos de la ironía y viceversa. Una ironía elegante que evita lo macabro y lo escatológico. Finalmente, consideremos que Cervantes es una maravillosa anticipación(1). Sus palabras, sus obras, son culpables, en parte por supuesto, de las creaciones de escritores (Borges, Dostoevski, Joyce, Twain); músicos (R. Strauss) o pintores (Picasso) es enorme y sobradamente conocido. Sin embargo, apenas se ha apreciado la influencia de la obra cervantina en algunos personajes clave de la psiquiatría como Freud o de las neurociencias como Cajal. A los veintisiete años, Freud escribió a su futura esposa, Martha Bernays, la profunda huella que dejo en él la lectura en español de las obras de Cervantes durante su infancia. Sobresalen, el interés por los diálogos de dos perros, Cipión y Berganza (Coloquio de los perros) donde básicamente uno de ellos cuenta su vida y el otro escucha, y la identificación con Don Quijote un personaje capaz de luchar hasta la locura por sus sueños. Durante esos años, Freud se debatía entre seguir sus investigaciones en neurociencias y convertirse en un científico moderno (ideal que veía imposible) o dedicarse a la práctica médica privada (Sancho como principio de realidad). Cajal descubrió a los doce años “Don Quijote” desagradándole un héroe metido en tristes reveses y un final infeliz. Esta primera impresión cambió radicalmente a lo largo de su vida de manera Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES que en sus textos de pensamiento son frecuentes las citas cervantinas. En 1905, un año antes de recibir el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, leyó un discurso en el Colegio de Médicos de San Carlos titulado “Psicología del Quijote y el Quijotismo” donde considera a Don Alonso Quijano “un ideal de humanidad, de magnanimidad y de justicia” y advierte que estos ideales deben estar siempre presentes en el verdadero científico. Por aquel entonces, Cajal formaba parte de un movimiento regeneracionista en España que abarcaba a la ciencia y a la educación pero del que salió pocos años después desengañado y cansado de adversidades. En este sentido, su vida y su obra fueron un ejemplo de quijotismo. Cervantes escribe su obra maestra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha en un momento histórico que deja atrás un siglo de grandes cambios sociales y culturales. La nueva cosmovisión surgida en el Renacimiento sitúa al hombre en el centro de su atención e inaugura el pensamiento científico moderno, enfatizando la observación de la realidad como medio esencial para el avance del conocimiento. Esta es la actitud que impregna a Cervantes a la hora de reflejar en su novela un universo de personajes y situaciones de hondo realismo. El retrato de la locura en su personaje principal, Don Quijote, obedece a la misma agudeza descriptiva que despliega el autor en toda la obra y sitúa a Cervantes como uno de los más astutos observadores de la humana normal y enferma en su época. Nada nos permite deducir que el autor tuviera conocimientos médicos específicos para describir, de una forma tan fiel, lo que hoy podría definirse dentro Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES de algunas categorías diagnósticas de las enfermedades mentales, ya que las nociones sobre la enfermedad mental eran entonces confusas y precarias. Autores como R. Salillas, que más adelante abordaremos, defienden que Cervantes conoció el famoso libro de Huarte de San Juan Examen de Ingenios, motivo por el cual el Don Quijote recibe el calificativo de “ingenioso”, que no “loco”. No obstante, la descripción psicopatológica del trastorno delirante en el protagonista sorprende por su agudeza y fidelidad a la realidad, y esto no parece resultar de la lectura de ningún tratado “psiquiátrico” de la época, ya que no existían como tal. En nuestra opinión, Cervantes debió de tomar el modelo para la locura de su personaje directamente de la realidad. Por tanto, Cervantes ocuparía un puesto de honor entre los autores de su época que dedicaron su interés a la descripción de la enfermedad mental y cabe calificarle como uno de los más finos observadores de la conducta humana en la historia. II. Material y Método.La fuente para el trabajo ha sido la novela de Cervantes El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, en las ediciones a cargo de Francisco Rico (Edición del Instituto Cervantes, 1998 y que dispone de una versión beta en CD), Martín de Riquer ( Edición del XXV Aniversario de Círculo de Lectores, 1987) y John Jay Allen ( Edición Letras Hispánicas, Cátedra, 2000). La obtención de la bibliografía secundaria fue una de las limitaciones surgidas al realizar este trabajo, ya que la recuperación de material publicado en 1999 (29) torno al tema fue compleja, debido a su vasta extensión y a que se remonta hasta los inicios del S. XIX. Se hizo necesario establecer unos criterios de recogida precisos para evitar al máximo los posibles sesgos. Las bases de datos utilizadas fueron ISOC, MLA International Bibliography y Medline. Para la selección de aquellos artículos que más pudiesen estar relacionados con el tema de nuestro interés, recurrimos a los siguientes descriptores: quijote, quixote, psicopatología, psiquiatría, psicología, trastorno, mental, enfermedad, alienado, locura, madness, monomanía, demencia, delirio, paranoia, melancolía y depresión. Se obtuvieron en una primera selección 65 artículos. Tras descartar aquellos títulos repetidos o que se alejaban del contenido de nuestro estudio, la cantidad final de artículos fue de 13 artículos. Con el material obtenido se elaboró un índice de materias, se abordó el análisis de los artículos, libros, notas y referencias para poder profundizar en su contenido. Se utilizaron, mediante fichas de trabajo, las técnicas tradicionales de análisis de texto. III. Psicopatología de El Quijote 1.Estudios previos sobre la psicopa-tología de El Quijote 1.1. Aproximación de la crítica literaria “ De cuantos comentadores caen sobre el Quijote, no los hay más temibles que los médicos. Al punto se meten a escudriñar de qué especie era la locura de Don Quijote, su etiología, su sintomatología y hasta su terapéutica. (30) 2000 ¿Que Don Quijote está loco? Bien, ¿ y qué?”(2). En este comentario de Unamuno queda sintetizado de manera precisa el punto de vista que defienden todos aquellos críticos de la obra de Cervantes que no pertenecen al área médica. Ni siquiera le conceden a la locura de Don Quijote verosimilitud suficiente para permitir un análisis clínico. La contemplan como un mero recurso técnico de Cervantes cuyos objetivos son de orden literario. Diego Martinez Torrón, en su reflexión sobre la locura de Don Quijote publicada en Anales Cervantinos ( 1998) (3), descarta que el caso del hidalgo manchego corresponda realmente con el de un enfermo mental en base a que existen momentos de manifiesta lucidez en el personaje, como se observa en el Cap. XVIII cuando el hijo del Caballero del Verde Gabán examina a Don Quijote y concluye “ No le sacarán del borrador de su locura cuantos médicos y buenos escribanos tiene el mundo: él es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos”. Según el autor, cabe destacar que Don Diego y Lorenzo han estado dudando de su estado ya que “Don Quijote alterna sesudas razones de elevada espiritualidad con la monomanía por la caballería andante” (4). En este punto se abre el debate entre este género de críticos cervantinos y los médicos, ya que éstos últimos cuentan con argumentos clínicos para considerar que la locura del personaje no queda descartada de esta forma. Roger Bartra, en su último estudio antropológico sobre la melancolía en la España del Siglo de Oro (5), dedica un ensayo a la “melancolía” de Don Quijote, Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES entendida ésta en un sentido amplio como enfermedad mental en general. Este autor tampoco le concede al trastorno del personaje un sentido real, sino que lo entiende como “un personaje artificialmente triste que imagina toda clase de ilusiones para consolarnos, hasta conseguir que el mundo alrededor organice y represente para él los simulacros cómicomelancólicos que dan vida a la novela: hasta que llega el bachiller y, mediante otro simulacro, cura la tristeza artificial del hidalgo y lo precipita al lóbrego abismo de una melancolía terminal.” Sólo este último género de enfermedad que acaba con su vida tiene un carácter real y devastador. Vicente Gaos, en el volumen III de su edición de Don Quijote (1987) (6), señala: “Los psiquiatras y otros críticos que juzgan a Don Quijote esquizofrénico, paranoico, etc., se den o no cuenta de ello, incurren en el mismo error del personaje que estudian: confunden realidad y ficción (...)” y a continuación añade “En el Quijote-único lugar donde en rigor cabe estudiarla-la locura del protagonista es, ante todo, un recurso técnico, un motivo funcional y estructurante de la novela. Si Don Quijote no estuviera loco, no habría Quijote. (7)” ¿Cuáles son los objetivos que persigue Cervantes con el artificio de locura que refleja en su personaje? Se han señalado múltiples, tantos casi como críticos se han acercado a la obra cervantina a los largo de los cuatro siglos que distan de su primera edición. Las tres líneas básicas de interpretación que sigue la crítica literaria se pueden sintetizar en este comentario de Sancho: “En lo que toca –prosiguió Sancho- a la valentía, cortesía, hazañas y asunto de vuestra merced, hay dife- Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES rentes opiniones: unos dicen: “Loco, pero gracioso”; otros “Valiente, pero desgraciado”; otros: “ Cortés, pero impertinente”(8). Los primeros lectores del Quijote lo vieron “loco, pero gracioso”, se centraron en el aspecto paródico de la novela y la locura del personaje serviría meramente como recurso para criticar la literatura caballeresca de la época, tendría un mero propósito satírico. En una segunda etapa iniciada en el S. XVII, los lectores empiezan a identificarse con el personaje, quien es “valiente pero desgraciado”. Esta corriente llega a su culminación con la interpretación de los románticos alemanes en el S. XIX, que idealizan a Don Quijote y ven en él al “Caballero de la Fe”, la fuerza espiritual de las aspiraciones humanas. Descubren en el Quijote un simbolismo de la relación entre el espíritu humano y la realidad. Finalmente, el S. XX abre la gama de puntos de vista. Básicamente, el “cortés, pero impertinente” caballero es calificado de anticonformista, iconoclasta y revolucionario. También hay quien lo ve como relativista, erasmista, hombre barroco, contrarreformista e incluso hombre de la Edad Media. Este gran abanico de perspectivas se explica por la gran complejidad del mundo creado por Cervantes (9). 1.2.Aproximaciones médicas al Quijote La tradición de estudios clínicos sobre el personaje literario de Don Quijote es larga, como no podía ser menos tratándose de la obra más leída de la literatura occidental y que mayor volumen de literatura crítica ha generado a lo largo 2001 (31) de sus cuatro centurias de existencia. Es conocida la afición de los médicos por valorar clínicamente a personajes de ficción literaria, atribuyéndoles para ello una realidad biológica y humana. Luis S.Granjel, en una completa revisión sobre el tema (10), traza una trayectoria iniciada en el S. XVII por el precursor de la medicina moderna Sydenham y alcanza hasta Vallejo Nágera en 1958 con su Apología de las patografías cervantinas (11). Sydenham ( 1624-1689) es conocido por formular el concepto inductivo de especie morbosa o entidad nosológica, noción básica de la patología moderna. En una ocasión, un noble preguntó a Sydenham qué libro de medicina le aconsejaba. La respuesta fue “ Lea Don Quijote, que es un libro muy bueno; yo no me canso de leerlo”. Según López Piñero (12), la anécdota responde al rechazo por parte del autor de la patología hasta entonces existente, así como refleja el prestigio de la obra cervantina en la Inglaterra de esa época. Los médicos cervantistas se extienden dentro y fuera del país, siendo numerosos los profesionales franceses que se interesan por el personaje cervantino en el S. XIX, especialmente (13). Esto coincide con la línea de estudio iniciada por Pinel y Esquirol, quienes consideraron al hidalgo manchego como ejemplo literario del cuadro clínico de monomanía. Incluso Hernández Morejón, primer alienista español en comentar la obra de Cervantes, reedita en Francia en 1862 su obra Bellezas de medicina práctica descubiertas en el Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha (14). En definitiva, todos los médicos que han estudiado la obra de Cervantes coinciden (32) 2002 en considerar a Don Quijote como un enfermo mental. Su diagnóstico es de monomanía o paranoia según las corrientes psiquiátricas vigentes en cada época, es decir, antes y después de la revolución kraepeliniana. Asimismo, todos elogian el valor de la novela como puntual historia clínica y el acierto de Cervantes en describir de forma tan fiel un cuadro clínico que recibiría su designación científica tres siglos después. La forma de abordar el estudio psicopatológico del personaje libresco sigue dos orientaciones básicas entre los autores: el estudio clínico-psiquiátrico y el estudio biotipológico. 1.2.a. El estudio clínico-psiquiátrico. Diferentes psiquiatras conceden a Don Quijote realidad histórica como premisa para interpretar su trastorno mental y elaboran su historia clínica según las doctrinas científicas que circulan en su época. El estudio está centrado en la etiología, sintomatología, evolución clínica y abordaje terapéutico, sin dejar de proponer un diagnóstico preciso para la afección de Don Quijote que se entronca en la nosología psiquiátrica de la época. Los autores más relevantes en España (15) son: A. Hernández Morejón En 1832 publica Bellezas de medicina práctica descubiertas en el Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha (16). Su estudio, donde no faltan elogios para Cervantes como audaz observador clínico, concluye con el diagnóstico de monomanía para el hidalgo enloquecido. Lo argumenta siguiendo los cánones de una historia clínica completa, donde expone la etiología, la enumeración de síntomas, el curso evolutivo y el abordaje terapéutico. Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Como causas predisponentes no falta la mención al temperamento, que define como “bilioso y melancólico”, la edad de aparición ( alrededor de los 50 años), los hábitos alimenticios, época de aparición de los episodios clínicos ( “raptos de locura” en verano y otoño), la pasión amorosa que lo enajenó y finalmente, cómo no, el efecto pernicioso de la lectura en horas de vigilia continuada. El propio Cervantes explicita esto último cuando viene a explicar que “él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio”(17). Para Hernández Morejón, es muy acertada la manera como el autor finaliza el curso de la dolencia mental, ya que aparece finalmente un acceso de melancolía seguido de un cuadro orgánico. También dedica este psiquiatra un capítulo a comentar los abordajes terapéuticos de aquellos que intentaron devolverle el juicio a Don Quijote: el cura, el barbero y el bachiller Sansón Carrasco. Según el autor, Cervantes está anticipando el “tratamiento moral de las enajenaciones del alma” que defendían Pinel y su escuela desde el inicio del S. XIX. En definitiva, nada le falta según Hernández Morejón a la novela si se considera como una historia clínica, salvo la misma autopsia que vendría a completar una descripción científica de la “enajenación del alma”, ya que “hay orden, hay claridad, hay imitación de la naturaleza, y hay en fin una aplicación de medios morales, más ingeniosos y Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES adecuados a la causa de la locura, que cuantos hubiera podido imaginar el mismo Pinel y otros que le han precedido”. E. Pi y Molist Este autor, conocido por su labor al frente del Hospital de la Santa Cruz en Barcelona, fue uno de los más prestigiosos psiquiatras de la época. Influido por la tradición francesa, especialmente por Esquirol, elaboró un trabajo sobre la monomanía que introdujo en su discurso de entrada en la Real Academia de Medicina de Barcelona (18). Su principal trabajo científico-literario es Primores del Don Quijote en el concepto médicopsicológico y consideraciones generales sobre la locura para un nuevo comentario de la inmortal novela (19), que publica en 1886. Se trata de un intento de análisis e interpretación del personaje cervantino que pretende ser definitivo y que ocupa una extensión de casi 500 páginas. Se propone hacer comprensibles por vía médica su personalidad y aventuras y para ello comenta, episodio tras episodio, las andanzas del personaje interpretándolas como manifestaciones típicas del trastorno que padece. El diagnóstico que hace este psiquiatra va en la línea de sus predecesores y califica la monomanía de Alonso Quijano como “de engrandecimiento, caracterizada por un concepto delirante fijo, primario, fundamental o constitutivo, y otros secundarios, ya fijos, ya fugaces; por ilusiones de la vista, una del tacto y otra del olfato, y alucinaciones del oído, aquéllas y éstas accidentales; y por una lesión constante de la sensibilidad afectiva en forma de erotomanía (20)”. El autor entiende por 2003 (33) idea delirante primaria la de “imaginarse convertido en caballero andante” y cree que “de esta idea falsa fueron sucesivamente derivándose las demás”, que él denomina conceptos delirantes secundarios. Entre estos últimos figuran las promesas a Sancho y el amor a Dulcinea (idea delirante erotomaniaca), pero señala que eran “aunque secundarios, tan fijos como el fundamental”. No deja de mencionar la ausencia de “abulia ni depresión de la inteligencia...ni impulsos insólitos”, como criterios a favor de un diagnóstico de monomanía, ya que se preserva la personalidad y capacidades intelectuales (“locura razonante” de los franceses). También argumenta que “puesto que las ideas delirantes predominaban sobre los fenómenos de la sensibilidad externa,..., la monomanía de Don Quijote ha de diagnosticarse de intelectual”. Más adelante, no obstante, contempla la posibilidad de que se califique “también de afectiva la vesania” ya que una de las ideas delirantes secundarias “dio origen a un delirio erotomaniaco”. En referencia al curso evolutivo, menciona que “aunque esencialmente lúcida esta psicopatía, no tuvo en todo su curso un intervalo lúcido, sino dos remisiones, en los espacios de tiempo en que el enfermo estuvo quieto en casa, después de sus salidas primera y segunda”. El modo ideado por Cevantes para finalizar el cuadro clínico le parece a Pi y Molist muy compatible con la realidad clínica y esto le fascina al autor, ya que lo ha observado comúnmente en lipemaníacos (melancólicos) y maniacos. En el personaje “la pasión melancólica consecutiva a la frenalgia perturbó hondamente el sistema (34) 2004 psíquico, y vino...dando origen a una enfermedad incidental”. A este final favoreció “ la edad provecta y su constitución bilioso-nerviosa”. Al igual que su precursor español, Hernández Morejón, al que dedica un análisis crítico inicial, Pi y Molist menciona los predisponentes ( “constitución frenopática”) y la terapéutica “moral”, que también elogia. Opina que “ahora, en un loco de la misma especie, intentaría un alienista” la misma terapéutica “que en algún modo cabe calificar de homeopática o sustitutiva”, ya que el bachiller Sansón Carrasco usa “del semejante por el semejante”, “ de la caballería por la caballería”. El psiquiatra catalán, dentro de su tono laudatorio hacia Cervantes, se permite alguna crítica en torno al modo en que la locura del personaje queda expuesta en detrimento de su veracidad clínica, pero “aquellas imperfecciones lejos de rebajar, realzan el mérito de Cervantes” ya que “hízolo por inspiración, no por estudio”y no cree en la posibilidad de influencias médicas para la génesis de la novela. Con todo, señala que “ Cervantes, con no haber sido alienista, podría figurar en los anales médico-psicológicos al lado de Esquirol”. R. Royo Villanova Este catedrático de la Universidad de Medicina de Zaragoza hizo su aportación al estudio de Don Quijote con ocasión de las dos conmemoraciones cervantinas que tuvieron lugar en 1905 y 1916, con el 3er centenario de la publicación de la primera y segunda parte de la novela, respectivamente. En 1905 publica el ensayo La locura de Don Quijote (21) Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES y en 1916 publica el trabajo Don Quijote, licenciado en Medicina (22). El autor concede al hidalgo realidad histórica en un intento de interpretación clínica de su dolencia, “hablar del loco Don Quijote como podría hacerlo de otro loco cualquiera, redactando su historia clínica a la luz de la ciencia actual”. Así, se comentan los antecedentes descubiertos en la locura del personaje, los signos, morfológicos y psíquicos, evidenciados en su trastorno mental así como su curso evolutivo. El modo de abordar el tema es similar al de sus precursores en el S. XIX, solo que nos encontramos en una época posterior a la revolución kraepeliniana y el psiquiatra alemán ya ha reformulado el proceso mental de monomanía en paranoia. El diagnóstico que proporciona Royo Villanova es, por tanto, el de “ paranoia crónica o delirio sistematizado o parcial de tipo expansivo, forma megalómana y variedad filantrópica”. 1.2.b. El estudio biotipológico Los autores que siguen esta línea de aproximación a la novela cervantina se centran en señalar las características distintivas de la constitución y temperamento en los personajes, especialmente en su protagonista Don Quijote. R. Salillas Este autor, que se autocalificaba humorísticamente como “médico en desuso”, participó también en los actos conmemorativos del tercer centenario de la obra en 1905, pronunciando un discurso en el más solemne de todos los eventos: el organizado por el Colegio de Médicos madrileño con apoyo gubernamental. Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Salillas intervino junto a Ramón y Cajal, José Gómez Ocaña, Blas Lázaro Ibiza, Angel Pulido y Federico Olóriz (este último, en los “caracteres físicos del Quijote”, expuso sus conocimientos antropológicos para recomponer la estampa humana del personaje). Su aportación la recoge posteriormente el libro Un gran inspirador de Cervantes. El doctor Juan Huarte y su “Examen de Ingenios”, publicado en 1905. (23) La originalidad del autor consiste en proponer una sugerente hipótesis sobre las influencias que pudieron darse en la génesis de la novela, en concreto la modalidad de trastorno mental que expone un contemporáneo de Cervantes muy difundido en la época: Huarte de San Juan. Su famoso Examen de Ingenios para las Ciencias, editado en 1575, pudo haber llegado a manos de Cervantes, de ahí la atribución de “ingenioso hidalgo”para el personaje, que no “loco”. Según Salillas, “la definición de las causas de la locura de Don Quijote está hecha con arreglo a la doctrina de las destemplanzas” Esto lo prueba el autor con testimonios ofrecidos en la Galatea, el Persiles y Segismunda y la figurada historia del licenciado Vidriera. Huarte proponía que el predominio de algún humor, una “destemplanza”, producía las diferencias de ingenio, y la locura, según esta hipótesis, era “un modo de ingenio”. J. Goyanes El doctor José Goyanes, con prólogo de Marañón, publica en 1932 Tipología de El Quijote. Ensayo sobre la estructura psicosomática de los personajes de la novela (24). Según señala 2005 (35) Marañón, los métodos de estudio de este autor son insólitos en la historia de las aproximaciones médicas a El Quijote, ya que se trata de una “investigación psicológica y psicosomática, rigurosamente científica”. Goyanes, como sus predecesores, no deja de introducirse en el análisis del trastorno mental del personaje, diagnosticándolo de un “delirio de interpretación o paranoia”. Esto lo lleva a cabo tras comentar el comportamiento de los protagonistas novelescos y prestando especial atención al estudio de las perturbaciones sensoriales del hidalgo manchego. Finalmente, señala el comportamiento erótico de Don Quijote y lo interpreta, bajo los supuestos del psicoanálisis, como el resultado de la represión sexual. No obstante, la aportación original de este autor en el acercamiento a la figura cervantina radica en su estudio biotipológico, que él mismo justifica como “algo que quizá no pueden traer los literatos de oficio, que es aquello que la medicina de hoy sabe de la relación entre soma o cuerpo y alma o espíritu, de la correlación psicofísica en cada persona o personaje (25)”. Goyanes califica a Don Quijote, utilizando la tipología kretschmeriana, de leptosomático: psicológicamente se trata de un idealista propenso a la sublimación de sus impulsos. El autor también se sirve de la clasificación de Jung, según la cual sería un introvertido, “un sujeto con la mente dirigida hacia dentro, dominando en él la subjetividad, el mundo de la fantasía” (26), y de Jaensch, que concibe a Don Quijote como un hipertiroideo próximo al tipo “basedowoide”, donde “la afectividad, lo mismo que la capacidad de emoción, es muy fuerte” (27). Respecto a Sancho, el autor señala (36) 2006 que su biotipo sería el de un pícnico y su temperamento el ciclotímico. La conclusión que traza Goyanes al final de su reflexión rigurosa y pormenorizada, es que en la locura del hidalgo “la predisposición radica en su constitución biotípica; la patogénesis la hallamos en la represión continua del instinto, de la líbido; la plasmación o protoplástica, en la lectura de los libros de caballerías” (28). Y no falta el elogio a la capacidad de Cervantes como hábil observador de la realidad, ya que “acierta a interpretar por intuición procesos biológicos que un estudio posterior objetivo y científico viene a confirmar” (29). C. Gutiérrez Noriega Este psiquiatra peruano publica en 1944 Contribución de Cervantes a la Psicología y la Psiquiatría (30) y en 1947 La personalidad y el carácter en la obra de Cervantes (31). Al igual que Goyanes, este autor se centra en señalar a Cervantes como precursor de las teorías biotipológicas de Kretschmer y examina médicamente los personajes de Sancho y Don Quijote. El núcleo de su reflexión radica en señalar que “la contribución de Cervantes al estudio de las enfermedades mentales no es de orden escolar o normativo. Su acierto consiste en la invención de grandes figuras representativas, que reproducen tan fielmente y con tal variedad de detalles las características de ciertos tipos psicológicos o de ciertos desórdenes mentales, que parecen observaciones directas de la realidad y a la vez denotan una capacidad muy notable para captar lo que es fundamental en cada caso”. Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Según el autor, algunas novelas de Cervantes, y no sólo El Quijote, revelan una precisión descriptiva tal, que “son verdaderos historiales de tipos psicológicos o de enfermos mentales”. 2. El trastorno delirante El tno. delirante se define como un trastorno psiquiátrico en el cual los síntomas predominantes son ideas delirantes. Inicialmente se le denominó paranoia y el término, que deriva de dos palabras griegas que significan “junto a” y “mente”, lo introdujo Kahlbaum en 1863 para referirse a una enfermentad mental parcial que sólo afectaba al intelecto. En 1818, Heinroth ya había introducido el concepto básico del trastorno en psiquiatría y Esquirol, en 1838, se había referido al cuadro delirante sin afectación del razonamiento lógico ni de la conducta general bajo el término de monomanía (32). Kraepelin, en la 6ª edición de su famoso Tratado (1899) (33), aporta una definición de la paranoia, que se impuso en todo el mundo, para delimitarla de la dementia praecox (hoy esquizofrenia) y de la locura maníaco-depresiva (hoy trastorno bipolar) (34). Para Kraepelin, “la paranoia se caracteriza por el desarrollo insidioso, a partir de causas internas, de un sistema delirante durable e inquebrantable, que coexiste con el total mantenimiento de la claridad y el orden del pensamiento, la voluntad y la acción.” Según Kraepelin (35), la temática de las ideas delirantes gira en torno a dos polos básicos: el perjuicio (persecución, celos, hipocondría) y la grandeza (invención, filiación, mística, erotomanía). No existen alucinaciones, pero sí intuiciones delirantes, interpretaciones, falseamiento de los recuerdos e Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES ideas de referencia. Esta definición clásica sigue conteniendo, con toda claridad y vigencia, los términos esenciales de lo que, un siglo después, se inscribe en las nosologías actuales dentro del grupo de los “trastornos delirantes” (DSM IV) o de los “trastornos por ideas delirantes persistentes” (CIE 10). En nuestra opinión, éste es el diagnóstico más apropiado para el personaje literario que nos ocupa, ya que su locura reúne todos los síntomas compatibles con el trastorno delirante. También los clásicos, empezando por Pinel a principios del S. XIX (36), coincidieron en opinar que la monomanía, hoy trastorno delirante (37), era el diagnóstico más acorde para Don Quijote. 2.1. Génesis del delirio en Don Quijote Kretschmer, en su obra “El delirio sensitivo de referencia” (38), sostiene que los factores que determinan la aparición del delirio son el carácter, la vivencia y el medio social. Por tanto, el delirio aparece como resultado de un acontecimiento vital conmocionante, que impacta en una personalidad determinada, y bajo una influencia ambiental concreta. Muchos son los autores que han descrito la personalidad del paranoico, pero Kretschmer ha sido el que más se aproxima en su análisis a los rasgos caracteriales de Don Quijote. Al describir la personalidad sensitiva y relacionarla con la vulnerabilidad para padecer un delirio de referencia, este autor habla de “ciertas naturalezas delicadas que no solo son muy profundamente receptivas y sensibles a sus vivencias, sino que las siguen elaborando interiormente, en silencio”, sin que se trasluzca nada al 2007 (37) exterior. Muestran “una extraordinaria blandura afectiva, debilidad y vulnerabilidad, y, por otro lado, cierta ambición y obstinación”. Son “introvertidos, pero también asequibles y amables, humildes pero muy ambiciosos y con gran capacidad social” (39). Pocos son los datos asequibles en la novela de Cervantes sobre la personalidad premórbida de su protagonista, ya que la acción arranca a partir del momento en que éste inicia los primeros síntomas de su enfermedad. No obstante, en su último capítulo, cuando el hidalgo habla desde la recobrada lucidez, se autodescribe como “Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno” y Cervantes a continuación confirma que “en tanto que don Quijote fue Alonso Quijano el Bueno, a secas, y en tanto que fue don Quijote de la Mancha, fue siempre de apacible condición y de agradable trato, y por esto no sólo era bien querido de los de su casa, sino de todos cuantos le conocían” (40) Respecto a la vivencia, Kretschmer menciona experiencias traumáticas que suelen ser conflictos derivados de actitudes afectivo-eróticas no asumidas por el sujeto y que, por ello, en virtud de su estricta conciencia moral, le suscitan intensos sentimientos de culpa (41). Para Kretschmer “la vivencia que hemos llamado, por ejemplo, “amor desgraciado”, resulta fundamentalmente distinta según una forma vivencial subjetiva para las diversas personalidades psicopáticas”, por tanto, para la personalidad sensitiva, un amor desgraciado constituye una “derrota vergonzosa”, “la vivencia indignante hace al paranoico combativo” (42). (38) 2008 No abunda la información sobre estos posibles antecedentes en la novela cervantina, pero al inicio de la obra conocemos que, a colación de la existencia de Aldonza Lorenzo, “en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado ( aunque, según se entiende, ella jamás lo supo ni le dio cata dello)” (43). En cuanto al ambiente, Kretschmer entiende que los factores ambientales tan sólo son coadyuvantes en la génesis del delirio, pero cabe señalar que influyen situaciones de aislamiento, pequeñas poblaciones de moral estrecha y rígidos convencionalismos y un fuerte control social. Este debió de ser, sin duda, el contexto en el que transcurría la vida de Alonso Quijano dados los indicios que nos llegan en la novela de aquel “lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”. Se trataba sin duda de una población rural de escasos habitantes bajo la oligarquía del cura local, donde imperaba la moral católica de la España del XVI. 2.2. Manifestaciones clínicas en Don Quijote 2.2.a. Descripción general de su estado mental Lo más destacable de su estado mental, tal y como lo examinan el cura y el barbero tras la segunda de sus salidas, le muestra como una persona normal excepto por la presencia del delirio. Así “habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se tocaron, que los dos examinadores creyeron indubitada- Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES mente que estaba del todo bueno y en su entero juicio”, pero, finalmente, el cura “mudando el propósito primero, que era de no tocarle en cosa de caballerías, quiso hacer de todo en todo experiencia si la sanidad de don Quijote era falsa o verdadera”. Entonces es cuando el hidalgo manchego vuelve a mencionar su creencia en la caballería andante “que se junten en la corte para un día señalado todos los caballeros andantes que vagan por España” y su convicción de ser uno de ellos “caballero andante he de morir...” (44). 2.2.b. Aspecto De todos es conocido el aspecto que ofrece este personaje literario, ya que su imagen ha llegado a convertirse en un icono universal. Sancho la recoge con acierto en el sobrenombre de El Caballero de la Triste Figura que elige para él. A la pregunta sobre esta ocurrencia, el escudero responde “porque le he estado mirando un rato a la luz de aquella hacha que lleva aquel malandante, y verdaderamente tiene vuestra merced la más mala figura, de poco acá, que jamás he visto; y débelo de haber causado, o ya el cansancio deste combate, o ya la falta de muelas y dientes”. Más adelante añade “que le hace tan mala cara el hambre y la falta de muelas” (45). 2.2.c. Alteraciones del pensamiento Alteraciones del contenido. Constituyen el síntoma básico y característico del trastorno, en forma de ideación delirante. Se dan en forma de delirios, interpretaciones delirantes y falsas identificaciones. La temática delirante que predomina en el ingenioso hidalgo es la de grandiosidad, ya que mantiene la creencia Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES de ser un famoso caballero andante, pero coexiste con la ideación de perjuicio. En el caso del “sabio encantador Frestón”, Don Quijote le describe como “grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe por sus artes y letras que tengo de venir, andando los tiempos, y le tengo de vencer, sin que él lo pueda estorbar, y por esto procura hacerme todos los sinsabores que puede” (46). Asimismo, hay quien ha señalado la presencia añadida de un delirio erotomaniaco respecto a Dulcinea del Toboso (47), ya que, como la Duquesa le confronta en la segunda parte de la novela, de la historia “se colige, ..., que nunca vuesa merced ha visto a la señora Dulcinea, y que esta tal señora no es en el mundo, sino que es dama fantástica; que vuesa merced la engendró y la parió en su entendimiento”. A lo que responde Don Quijote “Ni yo engendré ni parí a mi señora, puesto que la contemplo cómo conviene que sea: una dama que contenga en sí las partes que puedan hacerla famosa en todas las del mundo” (48). La estructura formal del delirio será ampliamente analizada más adelante. Las interpretaciones delirantes, junto con las ilusiones visuales y de otros tipos, son las alteraciones psicopatológicas que van extendiendo y consolidando su delirio. Se dan en ocasiones como la del capítulo LII de la primera parte, en la “rara aventura de los disciplinantes” , en la que “Don Quijote, que vio los estraños trajes de los disciplinantes, sin pasarle por la memoria las muchas veces que los debía haber visto, se imaginó que era cosa de aventura, y que a él sólo tocaba, como a caballero andante, el acometerla” (49). 2009 (39) En cuanto a las falsas identificaciones, han sido descritas por Pi y Molist bajo el calificativo de “trueco de personalidad”, que según este autor “se asemeja a idea delirante”. Las sufre Don Quijote tras sendos episodios de agitación y alucinaciones visuales, en los que el cura y el barbero acuden a atenderle. En el capítulo VII de la primera parte, tras una supuesta batalla contra “don Roldán”, en la que Don Quijote iba “dando cuchilladas y reveses a todas partes, estando tan despierto como si nunca hubiera dormido”, el hidalgo loco se dirige al cura confundiéndole con el “señor arzobispo Turpín” y confunde asimismo su propia identidad “mas no me llamaría yo Reinaldos de Montalbán si, en levantándome de este lecho, no me lo pagare” (50). Más adelante se da un episodio similar, solo que esta vez “no tenía los ojos abiertos, porque estaba durmiendo y soñando que estaba en batalla con el gigante”. Sucede en el capítulo XXXV de la primera parte, y “tenía ya el cura de las manos a don Quijote, el cual, creyendo que ya había acabado la aventura, y que se hallaba delante de la princesa Micomicona, se hincó de rodillas delante del cura” y se dirige a él como “vuestra grandeza, alta y fermosa señora” (51). Alteraciones formales del pensamiento. No se dan en este tipo de enfermos, si bien algunos pueden estar verborreicos y ser circunstanciales o idiosincrásicos en su lenguaje cuando hablan de sus ideas delirantes (52). Esto es lo que observamos en los discursos del hidalgo manchego, como lo ejemplifica el capítulo XXXII de la segunda parte, que recoge (40) 2010 “la respuesta que dio don Quijote a su reprehensor”: un eclesiástico en la casa de los duques, donde están invitados Don Quijote y su escudero, que le confronta con la falsedad de sus delirios. El ingenioso hidalgo “con semblante airado y alborotado rostro” “temblando de los pies a la cabeza como azogado, con presurosa y turbada lengua” lanza una larga réplica argumentando la veracidad de su condición de caballero andante, con un discurso prólijo y divagatorio en el que sobreabundan los datos accesorios en torno a la idea directriz, sin llegar a perderla. Los rodeos y los detalles innecesarios, junto con el léxico y las fórmulas arcaizantes, le dan un tono de pedantería que asombra a todo el auditorio (53). 2.2.d. Alteraciones perceptivas Por definición, los pacientes con un trastorno delirante no sufren alucinaciones importantes. Los criterios nosológicos actuales incluyen la posibilidad de que se den experiencias alucinatorias olfativas o táctiles si son acordes con el delirio y, en general, son pocos los delirantes que tienen otras alucinaciones, casi siempre auditivas más que visuales. Ya hemos señalado como Kraepelin apuntaba que en la paranoia “no existen alucinaciones, pero sí intuiciones delirantes, interpretaciones, falseamiento de los recuerdos e ideas de referencia” (54). Esto es lo que describe Cervantes en su protagonista y ya en 1881 lo analizaba Pi y Molist en su libro sobre Don Quijote (55). Según este autor “alucinaciones padeció pocas, con relación a las ilusiones, y fueron principalmente del oído, aunque algunas de la vista y una del tacto; si Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES bien estas últimas mejor se llamarían conceptos delirantes”, describiendo a continuación lo que hoy calificaríamos como interpretaciones delirantes. En nuestro estudio, hemos hallado ejemplos abundantes de ilusiones (falsas interpretaciones de los estímulos provenientes de un objeto externo). También se da algún caso de alucinación (percepción sin estímulo externo vivenciada como verdadera) (56). Ilusiones visuales Son las más abundantes en la psicopatología del personaje. En el capítulo II de la primera parte, donde el hidalgo llega a la venta y la confunde por castillo “con sus cuatro torres y chapiteles de luciente plata”, es un ejemplo, como lo son también el hecho de confundir a las “dos destraídas mozas” por “hermosas doncellas”, al porquero que, para recoger su manada, tocó un cuerno, por “algún enano que hacía señal de la venida del Caballero” (57), los molinos de viento por “desaforados gigantes” (58), los dos rebaños de ovejas y carneros por “un copiosísimo ejército” (59) y la vulgar bacía de azófar de un barbero lugareño por el “encantado yelmo de Mambrino” (60). Ilusiones táctiles En la venta de Palomeque, cuando la mal comprometida Maritornes topó con los brazos de Don Quijote, a éste le pareció de “finísimo y delgado cendal” la camisa de harpillera de la asturiana, “traía en las muñecas unas cuentas de vidrio; pero a él le dieron vislumbres de preciosas perlas orientales. Los cabellos, que en alguna manera tiraban a crines, él los marcó por hebras de lucidísimo oro de Arabia” (61). Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Ilusiones olfativas. En el mismo episodio recién descrito, el aliento de Maritornes, que “olía a ensalada fiambre y trasnochada, a él le pareció que arrojaba de su boca un olor suave y aromático” (62). Ilusiones auditivas. Con motivo de la descripción de los dos ejércitos que Don Quijote creía ver en dos rebaños de ovejas, éste le increpa a Sancho “¿No oyes el relinchar de los caballos, el tocar de los clarines, el ruido de los atambores?”, a lo que el escudero responde “no oigo otra cosa sino muchos balidos de ovejas y carneros” (63). Pi y Molist calificó esto como ejemplo de alucinación auditiva, pero más bien parece producto de una ilusión, ya que el estímulo auditivo existe en el espacio externo, pero queda distorsionado en la mente del ingenioso hidalgo. Alucinaciones visuales y táctiles. En el capítulo VII de la primera parte, tras el “donoso escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo”, oyen a Don Quijote gritar en su aposento “¡aquí, aquí, valerosos caballeros!” y le encuentran “levantado de la cama, y proseguía en sus voces y en sus desatinos, dando cuchilladas y reveses a todas partes, estando tan despierto como si nunca hubiera dormido” (64). Señala Pi y Molist a esto que “pocas palabras que valen por muchas para poner claramente en su punto el concepto de la verdadera alucinación” (65). Tras la supuesta batalla, Don Quijote dice estar quebrantado “porque aquel bastardo de don Roldán me ha molido 2011 (41) a palos con el tronco de una encina”. Resulta complejo discernir el tipo de alucinación a la que responde esto, si táctil o tan sólo visual. Tampoco resuelve la duda de si se ha acompañado de voces todo el episodio. En un episodio similar relatado por la sobrina, ésta informa que, tras estar “dos días con sus noches” leyendo libros de caballerías, su tío “andaba a cuchilladas por las paredes...y el sudor que sudaba decía que era sangre de las feridas que había recebido en la batalla”. Pi y Molist califica este fenómeno de alucinación táctil, pero pudiera ser de nuevo una mera alucinación visual. 2.2.e. Estado de ánimo, afectividad El ánimo del Caballero de la Triste Figura es acorde en todo momento con el contenido delirante que predomine, si bien suele tender hacia la hipertimia debido a su ideación de grandeza. Así, se describe en él sintomatología maniforme que no llega a cumplir criterios para un episodio maniaco. Existe expansividad (la prometida ínsula para Sancho “bien podría ser que antes de seis días ganase yo tal reino...que viniesen de molde para coronarte por rey de uno de ellos”), conductas arrogantes, jactanciosas y temerarias ( como en el Cap. XVII de la segunda parte “De donde se declaró el último punto y estremo adonde llegó y pudo llegar el inaudito ánimo de don Quijote, con la felicemente acabada aventura de los leones”) y una disminución de la necesidad de sueño ( “Duerme el criado y está velando el señor, pensando cómo le ha de sustentar, mejorar y hacer mercedes”) (66) y de la ingesta. No faltan tampoco momentos en que predomina la (42) 2012 suspicacia y la irritabilidad, siempre que se le confronte al caballero la veracidad de su delirio. Sea cual sea la naturaleza del sistema delirante, en un paranoico siempre se puede percibir una depresión leve (67). Este es el caso de nuestro protagonista al final de su trayectoria novelesca, en que la recuperación de su juicio conlleva un desmoronamiento del ánimo y “fue el parecer del médico que melancolías y desabrimientos le acababan” (68). 2.2.f. Sensorio y cognición En el trastorno delirante, tal y como lo recogen las definiciones clásicas y las actuales, se preservan todas las funciones mentales relativas a la capacidad cognitiva. Memoria, atención y otros procesos cognitivos están intactos. La orientación no se afecta a menos que el delirio haga referencia a su persona, al lugar o al tiempo. En Don Quijote esto es así a lo largo toda la novela salvo por dos episodios, previamente descritos, en los que aparecen falsas identificaciones en el contexto de cuadros alucinatorios visuales e intensa agitación psicomotriz (69). Esto es compatible con la posible presencia de cuadros confusionales agudos intercalados en la evolución de su trastorno delirante. Algunos autores los han señalado para argumentar la hipótesis de un cuadro demencial de base en el hidalgo manchego, a favor de una posible enfermedad por cuerpos de Lewy (70). 2.2.g. Juicio y percepción interna Los pacientes paranoicos no alcanzan nunca a tener conciencia de su patología, ya que muestran una convicción Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES irreductible en sus delirios. Sobran los ejemplos sobre este aspecto en Don Quijote, ya que lo evidencian su conducta alterada y sus discursos a lo largo de toda la novela. Tan sólo al final, cuando recupera el juicio, llega a hacer una crítica razonable de toda la sintomatología padecida, dirigiéndose a Sancho para pedirle perdón “de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote creer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo” (71). 2.3. Estructura formal del delirio en Don Quijote Jaspers propone un modelo conceptual que distingue entre forma y contenido del delirio (72). Según este autor, la estructura formal de los delirios es de gran utilidad en el diagnóstico diferencial de las enfermedades mentales (73). Esto es especialmente así cuando se trata de delimitar las características definitorias de las cuatro grandes entidades morbosas en que aparece sintomatología delirante: la esquizofrenia, la paranoia, la psicosis maniaco-depresiva y los trastornos cerebrales orgánicos. El contenido delirante persecutorio puede ser común a todas ellas y, sin embargo, son las características formales del delirio las que distinguen a cada una de estas enfermedades en que aparece. Como venimos señalando, en Don Quijote se dan los síntomas compatibles con el actual trastorno delirante, que nosológicamente entronca con la Paranoia de Kraepelin y que Jaspers entendería como “desarrollo paranoide”. La descripción que aporta Cabaleiro (74) de este tipo de delirio, bajo la influencia de Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Henry Ey (75), señala ocho características formales que asimismo encajan con la sintomatología de Don Quijote. 2.3.a. Carácter constitucional del delirio. Con esta definición se indica que existe una continuidad entre la personalidad del paranoico y el mismo delirio, es decir, no surge como algo “nuevo” que implique una ruptura biográfica en la persona que lo sufre. Este aspecto ha sido ya ampliamente descrito en el apartado precedente sobre la génesis del delirio en Don Quijote. Como dice Castilla del Pino “al delirio se “llega”y, por tanto, como error que es, como error en el modo de interpretar la realidad y su propia realidad como sujeto, en la biografía del delirante está la clave de por qué ha de adoptar una visión delirada de la realidad y por qué ésta tiene un carácter definitivo e incorregible. El delirio salva al delirante del sufrimiento que el estar en la realidad, y la aceptación de si mismo a que ella le obliga, le deparan” (76). 2.3.b. Estructura afectiva del delirio. A diferencia de la esquizofrenia, donde la carga de afectividad inicialmente asociada a la idea delirante decrece llegando a la indiferencia afectiva, en los desarrollos delirantes ésta se mantiene a un alto nivel. Junto con la preservación de la personalidad propia del paranoico, éste se ve motivado a la acción. Poco cabe decir respecto a cómo se cumple esta condición en Don Quijote, ya que la acción a la que se ve impelido por su locura es ampliamente conocida y la recoge una extensa novela. El hidalgo manchego se implica en un largo recorrido 2013 (43) para “buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio” (77). Sobre la alta carga de afectividad asociada a esta idea delirante nos habla Cervantes cuando señala que “así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del estraño gusto que en ellos sentía, se dio priesa a poner en efecto lo que deseaba” (78). 2.3.c. Carácter secundario del delirio. Siguiendo a Jaspers, lo que hace primario a un delirio (como lo es el esquizofrénico) es que una percepción delirante adquiera una significación incomprensible de acuerdo con la personalidad y el contexto vital del paciente. No es esto lo que sucede en el caso que nos ocupa: como ya hemos señalado, el delirio de Don Quijote emana y se estructura paulatinamente a partir de sus rasgos de personalidad y de los acontecimientos vitales conmocionantes en su vida. La significación delirante añadida a lo que percibe es comprensible psicológicamente, se trata por tanto de la interpretación delirante de una percepción y no de un delirio primario sino secundario ( ya que es comprensible). Tomando el modelo de Jaspers de forma estricta, el delirio que no es procesal o primario se considera una mera idea deliroide y no un auténtico delirio. No obstante, lo que se conocen como “características externas” de un delirio se vienen a cumplir de todos modos en el caso que nos ocupa. Hay extensos ejemplos en la novela de cómo el protagonista hacía uso de interpretaciones delirantes y alte- (44) 2014 raciones sensoperceptivas para extender y sistematizar su delirio, lo que vienen a ser otros dos aspectos formales básicos del desarrollo paranoide que describimos en Don Quijote. 2.3.d. Uso de interpretaciones erróneas para la progresión del delirio. El delirio, que comienza como una idea sobrevalorada, va adquiriendo consistencia y organizándose por continuidad, contigüidad y semejanza al resto de situaciones, lugares y personas que inicialmente habían sido preservadas de ser incluidas en el delirio. Esto sucede a base de interpretaciones erróneas que justifican la temática central del delirio, ya se trate de ilusiones (alteraciones senso-perceptivas) o interpretaciones delirantes propiamente dichas (juicio erróneo montado sobre una percepción exacta). En los primeros capítulos de la novela de 1605 se puede seguir con claridad este proceso. Así, en su capítulo primero, Cervantes da cuenta de lo que podría calificarse como ideas sobrevaloradas en la mente del hidalgo manchego: “y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo. Decía él que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero, pero que no tenía que ver con el Caballero de la Ardiente Espada, ...” (79). Con el devenir de sus aventuras, la nómina de situaciones y personajes que se ven incluidos en su delirio se amplía, así por ejemplo sucede a su llegada a la venta donde será armado caballero: “ y Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES como a nuestro aventurero todo cuanto pensaba, veía o imaginaba el parecía ser hecho y pasar al modo de lo que había leído, luego que vio la venta se le representó que era un castillo con sus cuatro torres...” (80). Le siguen otras tantas ilusiones de la vista, del tacto y del olfato, así como numerosos ejemplos de interpretaciones delirantes que se han comentado en el apartado precedente. 2.3.e. Sistematización del delirio. A diferencia de lo observado en los delirios esquizofrénico, parafrénico y de los procesos cerebrales orgánicos, donde los contenidos delirantes aparecen ante el observador con una estructura disgregada y paralógica, el delirio del paranoico es coherente, carente de saltos lógicos o asociativos. Esto es así porque existe un curso de pensamiento preservado, lo que le constituye su rasgo más distintivo entre los diferentes trastornos mentales que cursan con ideación delirante. Al observador le resulta difícil encontrar contradicciones internas en el relato que permitan diferenciarlo de un hecho real. En el caso de nuestro personaje, nada más fiel a la figura de un caballero andante que la forma que elige Don Quijote de emularlo, sin ningún detalle que falte a la coherencia interna de lo que reflejan los libros de donde toma su referente. El caballero andante se nos presenta con todos los elementos propios de su imaginada condición: armadura, rocín y escudero. “Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma” (81). Asimismo, cuida de elegir un nombre novelesco para todos ellos y sus enemigos, los imprescindibles “encantadores”, elige un lenguaje arcaico para sus discursos “iba ensartando otros disparates, todos al modo que sus libros le habían enseñado, imitando en cuanto podía su lenguaje” (82). Tampoco falta coherencia interna a su actitud desafiante y temeraria frente a todos los agravios que cree percibir, ejemplificada en tantas hazañas violentas, y sus rituales de sumisión y ofrecimiento a Dulcinea del Toboso, que alcanzan su máxima expresión en los capítulos XXV y XXVI de la primera parte, donde decide hacer “imitación a la penitencia de Beltenebros”: se aísla en Sierra Morena para emular a Amadís “que sin hacer locuras de daño, sino de lloros y sentimientos, alcanzó tanta fama como el que más” (83) y siguiendo el modelo de los más famosos caballeros andantes, envía a Dulcinea una carta de amor a través de su escudero, para que ésta tenga noticia de su desenfrenado amor por ella. 2.3.f. El delirio carece del carácter de vivencia impuesta. Si bien Don Quijote puede llegar a explicitar su voluntad de seguir un modelo contenido en los libros de caballerías, como es el capítulo recién comentado donde hace penitencia por su amada, no muestra dudas en ningún momento de que la vivencia que está atravesando es propia y no tiene carácter de imposición, como ocurre en el delirio de los esquizofrénicos. Todos sus actos psíquicos ( pensamientos, sentimientos, creencias, recuerdos, per- 2015 (45) cepciones, etc...) los vive como suyos, al igual que cualquier persona sana. No se llega a dar lo que López Ibor denominó “la inversión de la flecha intencional” (84), referido al fenómeno específicamente esquizofrénico de que las intenciones proceden de fuera y se dirigen a él, son pensamientos inspirados en una especie de revelación que, según Alonso Fernández “domina y subyuga al yo” (85). 2.3.g. Carácter centrípeto y autorreferencial El delirio esquizofrénico paranoide comparte esta característica con el paranoico. Ambos se sienten, según describiera Henri Ey, “el ombligo del mundo”, y por tanto todo lo que le rodea contribuye a argumentar a favor de su delirio, tanto lo que es como lo que no es accesible a sus sentidos. 2.3.h. El tema persecutorio como tema común a todos los contenidos delirantes. Si bien son muchos los contenidos delirantes que se pueden identificar en el Caballero de la Triste Figura, Kraepelin (86), como en todo caso de paranoia, los reduciría a dos: el perjuicio y la grandeza. Henri Ey (87) va más lejos, sugiriendo que todos los temas delirantes son reductibles a una sola fórmula fundamental: el contenido persecutorio. Esto puede llegar a resultar contradictorio en el caso de los contenidos delirantes megalomaniacos, como se dan en el hidalgo manchego. En estos casos, Ey y Cabaleiro (88) opinan que, a pesar de la temática grandiosa, el delirante se sentirá envidiado o se verá obligado a demostrar su valía frente a un entorno hostil plagado de enemigos que intentan difamarle. (46) 2016 No resulta difícil encontrar ejemplos de este último aspecto a lo largo de la novela. El más conocido suceso, acaecido en la aventura de los molinos de viento, lo ilustra extensamente. Encontrándose ya en el suelo nuestro protagonista, le viene a explicar a Sancho que “cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos, por quitarme gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada” (89). 2.4. Diagnóstico diferencial El trastorno delirante puede considerarse diferente de otros trastornos geriátricos donde aparecen también fenómenos psicóticos. De entre ellos, cabe el diagnóstico diferencial con los trastornos referidos a continuación. 2.4. a. Esquizofrenia de inicio tardío (Parafrenia) Este es el trastorno donde la diferenciación se hace más difícil, incluso llega a ser prácticamente imposible en determinados pacientes. El caso de Don Quijote es uno de ellos. Se trata de un cuadro psicótico de comienzo tardío con gran riqueza alucinatoria y delirante y ausencia de deterioro, por lo que se situaría entre la esquizofrenia y el trastorno delirante. Es un trastorno cuyo status como entidad nosológica independiente ha sido históricamente controvertido. La primera descripción de esta entidad clínica ( parafrenia) corresponde a Kraepelin, quien había reunido una serie de cuadros Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES clínicos de inicio tardío caracterizados por un delirio alucinatorio mal sistematizado, de fondo persecutorio, que evolucionaban con ausencia del deterioro observado en la dementia praecox. Bleuler, en 1911, amplía el concepto de esquizofrenia, por lo que se vio innecesario mantener a la parafrenia como entidad independiente. Posteriormente, con Mayer-Gross, la psiquiatría alemana le niega autonomía nosológica y el propio Kraepelin la elimina de su texto en la edición de 1926. La psiquiatría francesa, no obstante, ha reconocido siempre esta entidad. Ey, en 1975, defiende la independencia de las parafrenias en función de sus propias características clínicas, la buena adaptación social y ausencia de deterioro. La psiquiatría anglosajona, tras rechazar inicialmente el concepto de parafrenia, lo rescata en 1952 a cargo de Roth y Morrisey y usan el termino de parafrenia y parafrenia tardía de forma puramente descriptiva, al estilo de Kraepelin, sin relación con la etiología. A pesar de la polémica generada, el término se usa en el Reino Unido como un diagnóstico que cubre todas las formas de psicosis de aparición tardía distintas de la demencia o de la depresión delirante, y engloba tanto los trastornos más cercanos a la esquizofrenia como los trastornos delirantes. En lo referido a las clasificaciones internacionales (DSM-IV y CIE-10), ninguna de ellas contempla diagnósticos separados para esta entidad. Todos los casos que cumplan criterios para esquizofrenia, independientemente de la edad de inicio, caen en la misma categoría diagnóstica. Recientemente, con el fin de unificar criterios, en 1998 se promovió una Conferencia Internacional sobre Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Esquizofrenia y Psicosis Tardías cuyas conclusiones de consenso fueron publicadas por Howard.R. y cols en el 2000 (90). Se adoptaron los términos de Esquizofrenia de aparición tardía (late-onset shizophrenia), de inicio a partir de los 40 años y Psicosis de tipo esquizofrénico de aparición muy tardía (very-late-onset schizophrenia-like psicosis), de inicio a partir de los 60 años. Se considera que ambas entidades tienen validez y utilidad clínica en términos de epidemiología, perfil sintomático y patofisiología. Los diagnósticos hacen referencia a psicosis de aparición en edades avanzadas sin antecedentes delirantes previos y sin relación con la demencia o los trastornos afectivos. El cuadro clínico difiere de la esquizofrenia de inicio temprano. En la esquizofrenia de aparición tardía, los autores encuentran mayor tendencia a padecer alucinaciones visuales, táctiles, olfatorias y auditivas, estas últimas de tipo acusatorio en tercera persona. También hay una riqueza delirante de contenido persecutorio y menor presencia de alteración formal de lenguaje o aplanamiento afectivo. En la psicosis de tipo esquizofrénico de aparición muy tardía, las alucinaciones visuales son más frecuentes y la aparición de trastornos formales del pensamiento o sintomatología negativa es excepcional. Algunas de las similitudes y diferencias entre esquizofrenia tardía y trastorno delirante quedan reflejadas en la tabla 1 (91). En negrita están señaladas las características que se cumplen en el caso de Don Quijote, lo que favorece más bien al diagnóstico de trastorno delirante pare 2017 (47) éste. El criterio básico que inclina el diagnóstico del ingenioso hidalgo a este tipo de cuadro es la ausencia de una riqueza alucinatoria parafrénica y el contenido delirante bien sistematizado, sin ser de contenido fantástico o variable como en la parafrenia. Factores a favor de que se tratara de una esquizofrenia tardía o parafrenia son el inicio a los 50 años, la personalidad preservada y la ausencia de alteraciones formales del pensamiento, afecto aplanado o embotado. No obstante, estos son rasgos que comparte con el trastorno delirante. El único punto a favor de una esquizofrenia tardía es el referido al pronóstico, que es más favorable y coincide con la completa recuperación clínica del hidalgo manchego al final de la novela. 2.4. b. Demencia Este es un diagnóstico a considerar en todo paciente de edad avanzada con ideación delirante, como es el caso que nos ocupa. Se trata de un síndrome adquirido, de naturaleza orgánica, caracterizado por un deterioro permanente de la memoria y de otras funciones intelectuales y frecuentemente se presenta acompañado de otras manifestaciones psicopatológicas; ocurre sin alteración del nivel de conciencia y afecta al funcionamiento social y ocupacional (92). La psicopatología acompañante comprende alucinaciones y delirios semejantes a los de un cuadro psicótico ( bien sea una paranoia o una parafrenia), pero en general las de la demencia son más simples, transitorias y aparecen en fases menos precoces de la enfermedad. En cuanto al déficit cognitivo, cabe señalar que, por lo general, los (48) 2018 procesos demenciantes no afectan a todas las capacidades intelectuales con igual gravedad, lo que permite su clasificación y diferenciación clínicas. Los tres tipos básicos de demencia son las corticales ( incluye E. Alzheimer, Demencia frontotemporal y Demencia por Cuerpos de Lewy), las subcorticales y las córticosubcorticales (93). Demencia por cuerpos de Lewy. Para el diagnóstico diferencial de Don Quijote, cabe detenerse especialmente en una de demencias de afectación cortical: la demencia por cuerpos de Lewy. Ésta es una entidad definida por el hallazgo histológico de pérdida neuronal e inclusiones neuronales basófilas ( cuerpos de Lewy) en la corteza cerebral, en un paciente con demencia. La primera descripción de estas inclusiones basófilas la realizó Friedrich Lewy en la enfermedad de Parkinson en 1912. El diagnóstico de esta entidad se consolidó en 1996, al publicarse los criterios de consenso por parte de todos los grupos de trabajo interesados en esta enfermedad (94). El cuadro clínico permite especular que Don Quijote padeciera este tipo de proceso, como lo han señalado algunos autores recientemente (García Ruíz y Gulliksen) (95). Sus rasgos esenciales consisten en un síndrome demencial con fluctuaciones, síntomas psicóticos y parkinsonismo. 1. Deterioro cognitivo: se caracteriza por su variabilidad y por afectar a funciones ejecutivas de tipo frontosubcortical, la memoria, la fluencia verbal y la praxis constructiva y visuoespacial. Es destacable un déficit grave en la capacidad atencional, que puede condicionar episodios confusionales breves. Las Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES fluctuaciones en el grado de afectación cognitiva permiten momentos de mayor lucidez, en los que el paciente puede reconocer la presencia de su trastorno y su variabilidad. En el personaje de Don Quijote, estos episodios confusionales breves se pueden observar (Cap. VII , Primera parte), pero no hay evidencia de un deterioro cognitivo como el que se requiere para el diagnóstico de esta entidad. En cuanto a los episodios de lucidez intercalados entre los momentos más delirantes (Cap. I, Segunda parte), son más bien compatibles con la presencia de un delirio encapsulado en Don Quijote, cuya paranoia no le impide mantener su personalidad y funciones intelectuales conservadas. El hidalgo manchego nunca llega a reconocer su trastorno durante estos intervalos lúcidos, sino más bien al final, cuando todo el cuadro psicótico ha remitido. 2. Síntomas psicóticos: lo más prominente es la presencia de alucinaciones visuales frecuentes, persistentes, bien estructuradas, vívidas y detalladas. Se presentan en episodios recortados y la respuesta a ellas puede variar desde el miedo, la indiferencia o la interacción alegre con éstas. Por lo general existe cierta conciencia de su irrealidad tras haberlas padecido. Otros síntomas más inespecíficos son alucinaciones de otros sentidos, así como delirios bien estructurados (en un 65% de casos) sobre la base de estas alteraciones perceptivas. Los síntomas depresivos son frecuentes ( 35-50%). El caso que nos ocupa no es compatible con este perfil de síntomas psicóticos, ya que las alucinaciones no Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES predominan en Don Quijote salvo durante los breves episodios confusionales ya mencionados. El delirio que se estructura en la mente del ingenioso hidalgo no surge alrededor de alteraciones perceptivas sufridas previamente y nunca se da un momento de crítica tras padecerlas. En cuanto a la clínica depresiva, cabe mencionar que su aparición coincide con la remisión del cuadro psicótico y no durante el mismo. 3. Síntomas parkinsonianos: en un 77% de pacientes, éstos aparecen tras el establecimiento del deterioro cognitivo. Lo más común es la presencia de rigidez y bradicinesia. Éste es un hallazgo que no menciona Cervantes en ningún momento de su novela. 4. Otros síntomas: éstos contribuyen a confirmar el diagnóstico. Entre ellos se encuentran trastornos autónomos ( p.ej. hipotensión), caídas, síncopes, mioclonías y alteraciones del sueño REM. Sólo cabe mencionar este último rasgo clínico referido al sueño REM, por cuanto García Ruiz y Gulliksen lo señalan como argumento a favor de este diagnóstico en Don Quijote. En el Capítulo 35 de la primera parte, el hidalgo loco es hallado en plena batalla contra los gigantes “no tenía los ojos abiertos, porque estaba durmiendo y soñando que estaba en batalla con el gigante” (96). Éste no deja de ser un síntoma inespecífico que requiere de la presencia de todos los demás rasgos clínicos descritos para poder catalogar el trastorno de Don Quijote como una demencia por cuerpos de Lewy. 2019 (49) 3. DQ y Sancho: un caso de Trastorno psicótico compartido ( folie à deux ) El Trastorno psicótico compartido es el nombre que la nosología actual americana ( DSM-IV) reserva para un cuadro clínico descrito ya en 1860 por Baillarger ( folie a communiquée) y que recibió su denominación más conocida, la de folie à deux, a cargo de Ernest Charles Lasègue y Jules Falret en 1877 (97). La CIE-10 lo incluye dentro del Trastorno de ideas delirantes inducidas (F 24) junto con el Trastorno paranoide inducido y la Psicosis simbiótica. Se trata de un cuadro de infrecuente aparición y los criterios que se consideran necesarios para identificarlo los recoge la nosología americana ( DSM-IV) en tres puntos: A. Se desarrolla una idea delirante en un sujeto en el contexto de una relación estrecha con otra(s) persona(s) que ya tiene(n) una idea delirante establecida. B. La idea delirante es parecida en su contenido a la de la persona que ya tiene la idea delirante C. La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno psicótico (por ejemplo, esquizofrenia) o de un trastorno del estado del ánimo con síntomas psicóticos, y no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (por ejemplo, una droga, un medicamento) o una enfermedad médica. Existen cuatro tipos diferentes de folie que tienen más interés histórico que clínico y fueron la aportación de Marandon de Montyel y Heinz Lehmann. El más frecuente es el de la folie imposée o impuesta ( caso del escudero Sancho) y (50) 2020 otras son la folie simultanée ( simultánea), folie communiquée ( transmitida) y folie induite (inducida) (98). En el caso que nos ocupa, Don Quijote actúa como sujeto dominante y desarrolla un sistema delirante que impone ( folie imposé) progresivamente a su escudero, sujeto sumiso. La principal hipótesis etiológica para este cuadro clínico es psicosocial y señala los siguientes factores predisponentes: 1. El sujeto dominante suele ser mayor, más inteligente y culto. Asimismo, posee unos rasgos de personalidad más fuertes que la persona sumisa. 2. El sujeto sumiso puede estar predispuesto a un trastorno mental y su personalidad muestra rasgos de dependencia y sugestionabilidad. A través de un proceso de identificación con el dominante, adopta sus síntomas para obtener su reconocimiento. 3. La relación entre ambos sujetos es muy estrecha, de tipo emocional, asociada a experiencias vitales compartidas, necesidades y esperanzas comunes. Suele darse en el aislamiento total o parcial de influencias sociales y culturales exteriores (99). Todos estas características las reúnen ambos personajes, ya que Don Quijote es un hidalgo cultivado de mayor nivel socio cultural que su escudero, hombre sencillo del campo con pocos recursos económicos y culturales, así como escasa asertividad e ingenuidad profunda. Ambos llevan a cabo sus andanzas en casi completa soledad y la vinculación afectiva entre ambos se va enraizando a medida que avanza la novela y que el trastorno psicótico compartido hace su aparición. Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Asimismo, ya se ha mencionado cómo algunos de los rasgos formales del delirio de Don Quijote favorecen el contagio del buen entendimiento de su escudero Sancho. Tres de ellos son esenciales: 1. La personalidad del protagonista, como sucede en todo paranoico, está preservada. 2. El delirio se presenta al observador de una forma coherente y sistematizada, gracias a que el curso del pensamiento en quien lo padece no ha sufrido alteración alguna. No sin acierto, Pinel denominó a este trastorno la “locura razonante”. Numerosos ejemplos de esto los encontramos en los discursos de Don Quijote, como en el “las armas y las letras” en el capítulo XXXVIII de la primera parte. 3. Existe una alta carga de afectividad asociada a la narración y la conducta del delirante. En el capítulo XVIII, en que el protagonista se altera con la visión de dos manadas de ovejas, “con tanto ahínco afirmaba don Quijote que eran ejércitos, que Sancho lo vino a creer, y a decirle: -Señor, pues, ¿qué hemos de hacer nosotros?” (100). Todo esto viene a favorecer que Don Quijote establezca relaciones empáticas con quienes le rodean y hacen que el delirio se pueda transmitir a personas sanas. Esta es la razón por la que Serieux y Capgras (101) denominaron al trastorno delirante (que ellos denominaban “delirio de interpretación”) la “psicosis persuasiva” y la pareja protagonista de la inmortal novela cervantina es un claro ejemplo de ello. Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES El desarrollo de los síntomas de Sancho se puede seguir a lo largo de la novela como reflejo de la locura de su protagonista. Su culminación se da cuando éste recupera finalmente el juicio y se dirige a él en su lecho de muerte: “Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo”- a lo que el escudero responde: “...Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más que vuestra merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor mañana” (102). Sancho le sigue animando en sus planes apragmáticos en la convicción de ser el escudero de un auténtico caballero andante. V. Conclusiones La literatura crítica sobre El Quijote es muy vasta e incluye tanto aproximaciones desde la filología hasta estudios elaborados desde una perspectiva médico-psiquiátrica, estos últimos surgidos desde el S. XIX. Desde sus inicios, esta línea de estudio calificó el tipo de locura que afecta a Don Quijote como un cuadro de paranoia, lo que inicialmente fue denominado monomanía y la nosología actual califica de trastorno delirante. También se han dado 2021 (51) aproximaciones a la biotipología de los personajes que emparejan a los dos protagonistas, Don Quijote y Sancho, con los biotipos leptosómico (temperamento esquizotímico) y pícnico (temperamento ciclotímico) de Kretschmer, respectivamente. La locura de Don Quijote reúne todos los criterios clínicos necesarios para diagnosticarlo según la nosología actual de trastorno delirante ( DSM-IV) o trastorno por ideas delirantes persistentes ( CIE-10). Asimismo, los clásicos, empezando por Pinel a principios del S. XIX, coincidieron en opinar que la afección del personaje era la entonces llamada monomanía, correspondiente a la posterior paranoia de Kraepelin. La génesis del delirio en Don Quijote obedece a la descripción realizada por Kretschmer para lo que él denominó el delirio sensitivo de referencia. Éste es un modelo explicativo muy aplicable al trastorno delirante y postula la confluencia de un tipo de personalidad predisponente para el delirio ( la personalidad sensitiva) bajo un entorno social concreto y tras un acontecimiento vital estresante. Todos estos factores se pueden rastrear en la novela del ingenioso caballero andante y corroboran el diagnóstico históricamente propuesto para él. La sintomatología también conforma a lo largo de toda la obra los rasgos distintivos de este trastorno mental, sobre todo en lo que a las alteraciones del contenido del pensamiento se refiere. Éstas consisten en ideación delirante estructurada de tipo básicamente grandioso, pero también de tipo persecutorio y erotomaniaco. (52) 2022 Otro hallazgo psicopatológico relevante es la presencia de interpretaciones delirantes y falsas identificaciones, las cuales contribuyen en la extensión y sistematización del delirio de base. En este último aspecto influye también la existencia de ilusiones, las cuales vienen a ser las alteraciones sensoperceptivas predominantes. Las alucinaciones también se dan en ocasiones, siendo compatibles con el diagnóstico de trastorno delirante, ya que son acordes con el delirio. Sobre el humor cabe decir que está marcado por el tipo de contenido delirante que predomine, siendo la tendencia a la hipertimia, pero sin llegar a darse criterios para un trastorno afectivo mayor. También se presenta un episodio de ánimo bajo al final de la novela, coincidiendo con el momento en que el protagonista hace crítica de la ideación delirante y cobra una conciencia de enfermedad que no había tenido hasta entonces. La estructura formal del delirio de Don Quijote reúne también las características para calificarlo como un trastorno delirante. El análisis de su delirio, según los planteamientos originales de Jaspers, revela que es de carácter secundario, no es un tipo de vivencia “impuesta” que caracteriza al delirio de un esquizofrénico. Esto es así ya que la personalidad premórbida del hidalgo manchego hace que los síntomas debuten de forma insidiosa y acorde con los rasgos caracteriales previos (carácter constitucional del delirio). Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES Cabe destacar también que el contenido delirante se puede reducir a lo persecutorio y esto matiza la aparición de una vivencia centrípeta o autoreferencial del entorno. A medida que se van dando diversas interpretaciones erróneas e ilusiones auditivas, visuales o táctiles, el contenido delirante se sistematiza hasta un considerable grado de complejidad. El grado de afectividad asociado al delirio es elevado, lo que impele al personaje a la acción y a la persuasión de las personas de su entorno, favoreciendo la aparición de un “delirio a dos”. Por sus características clínicas, el cuadro clínico de Don Quijote permite hacer el diagnóstico diferencial con la parafrenia y con la demencia, en concreto la enfermedad por cuerpos de Levy. La extensión del delirio de Don Quijote a su escudero Sancho es compatible con la formulación diagnóstica de Trastorno psicótico compartido (DSM-IV), más conocido como folie à deux. Se trataría de una forma impuesta de folie, donde el escudero actúa como sujeto sumiso debido a sus rasgos psico-sociales y caracteriales y a la relación emocionalmente estrecha y aislada que ambos mantienen. Asimismo, la preservación de la personalidad y del curso de pensamiento en Don Quijote, así como el carácter afectivo de su delirio, facilitan un grado de empatía y persuasión en las personas su entorno, especialmente en Sancho. 2023 Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES (53) Tabla 1. TRASTORNO DELIRANTE ESQUIZOFRENIA TARDÍA Genética Cierto mayor riesgo de esquizofrenia que en población general Similar hallazgo Distribución por sexos Varones más frecuente Mujeres más frecuente Epidemiología Muy poco frecuente Algo más frecuente Déficit sensoriales Factor de riesgo Factor de riesgo. Hallazgo más frecuentes Síntomas de primer orden Ausentes Presentes Personalidad premórbida Paranoide Paranoide o esquizoide Delirios Persecutorios Persecutorios y otros Alucinaciones Ausentes o poco predominantes Frecuentes, vivas y en varias modalidades Afectividad Conservada Conservada. Si hay síntomas depresivos son 2rios Marcadores biológicos Escasos Alteraciones cerebrales estructurales y funcionales Curso Crónico sin deterioro Crónico sin deterioro Respuesta al tratamiento Escasa Parcial o completa (54) 2024 Aproximación psicopatológica a El Quijote ORIGINALES Y REVISIONES BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Tabarés-Seisdedos, R; Corral-Márquez, R. Am J Psychiatry 158:9, 2001 Miguel de Unamuno. La locura de Don Quijote. Salamanca. 10-IV-1905 D. Martinez Torrón. “La locura de Don Quijote. Ideología y literatura en la novela cervantina”. Anales Cervantinos. 1998, 34. pp 23-36. Ibid R. Bartra. “Melancolía y cristianismo. Sobre la tristeza de Don Quijote”. En: R.Bartra. Cultura y melancolía. Las enfermedades del alma en la España del Siglo de Oro. Ed. Anagrama. Barcelona 2001 D. Martinez Torrón. “La locura de Don Quijote. Ideología y literatura en la novela cervantina”. Anales Cervantinos. 1998, 34. pp 23-36. Ibid. M. 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J M Guardia, médico español nacionalizado francés, también publica Le portrait de Cervantes en 1866 y comenta la edición francesa del estudio de Hernández Morejón en 1862. Madrid, Imp. Tomás Jordán, 1836. Actualmente en Historia bibliográfica de la Medicina Española; Madrid, 1845. tomo II, pp 166-180., con el título “Bellezas de la medicina práctica descubiertas en la obra de Cervantes”. Cabe mencionar también las contribuciones de autores no españoles como el psiquiatra alemán Wilhelm Weygand ( citado por R.Sarró en “El corazón humano visto a través de la locura”; Jano; Nr. 187. Barcelona. 1975), y los franceses Genel-Perrin ( “Don Quichotte paranoiaque et le Bovarysme de Don Quichotte”; Mercure de France; CCLXII, 892: 45-57; Paris, 1935), M. Pestel ( “L’étrange psychose de Don Quichotte: essai sur un idealisme engagé”. Presse Médicale; 72: 3407-12. Paris, 1964) y H. Couleon ( “L’étrange folie de Don Quichotte. Cervantes et la psychiatrie”. Ann.méd. 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Sinopsis de psiquiatría. 8ª edición. Madrid, 1999. pp584 M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Segunda parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000. Cap.XXXII. pp. 267 E. Kraepelin. Lehrbuch der Psychiatrie. VI Edición. 1899. E. Pi y Molist. Primores del Don Quijote en el concepto médico-psicológico y consideraciones generales sobre la locura para un nuevo comentario de la inmortal novela. Imp. Barcelonesa; Barcelona 1886. pp. 97 P. Sánchez; E. Ruiz; I. Eguíluz. “Trastornos del contenido del pensamiento”. En: Introducción a la psicopatología. Madrid, 2001. pp 112 M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Primera parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000Cap. II. pp.107 Ibid. Cap.VIII. pp.145 Ibid. Cap. XVIII. pp. 228 Ibid. Cap. XXI. pp. 259 Ibid. Cap. XVI. pp.213 Ibid. Ibid. Cap. XVIII. pp.232 Ibid. Cap.VII. pp. 139 E. Pi y Molist. Primores del Don Quijote en el concepto médico-psicológico y consideraciones generales sobre la locura para un nuevo comentario de la inmortal novela. Imp. Barcelonesa; Barcelona 1886. pp. 98 M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Segunda parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000. Cap.XX. pp 172 H. Kaplan, B. Sadock. Sinopsis de psiquiatría. 8ª edición. Madrid, 1999. pp584 M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Segunda parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000. Cap. LXXIV. pp 573. Ibid. Primera parte.Cap. VII. pp.140.Cap. XXXV. pp.432 P.J.García Ruiz, L. Gulliksen. “Did Don Quixote have Lewy body disease?” J.R.Society of Medicine.1999.92:200-201 M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Segunda parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000. Cap.LXXIV.pp. 572 K. Jaspers. Psicopatología General. Colección de Psicología, Psiquiatría y Psicoanálisis; 1993. P. Sánchez; E. Ruiz; I. Eguíluz. “Trastornos del contenido del pensamiento”. 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Madrid, 1950. 88. P. Sánchez; E. Ruiz; I. Eguíluz. “Trastornos del contenido del pensamiento”. En: Introducción a la psicopatología. Madrid, 2001. pp.149 89. M. De Cervantes. El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. Primera parte. Ed. Cátedra. Madrid, 2000. Cap VIII. pp. 146. 90. Howard, R. and cols. “Late-Onset-Schizophrenia and Very-Late-Onset Schizophrenia-Like Psicosis: An International Consensus”. Am J Psychiatry 157:2, February 2000 91. Agüera Ortiz, L. “Esquizofrenia tardía”. En: Psiquiatría geriátrica. Masson. Barcelona, 2002. pp 404. 92. SEP. Consenso Español de Demencias. Madrid: Drug Pharma, 2000 93. Martín Carrasco, M. “Las demencias”. En: Psiquiatría geriátrica. Masson. Barcelona, 2002. pp 201 94. McKeith IG, Galasko D, Kosaka K, Perry EK, Dickson DW, Hansen LA y cols., “The Consortium on Dementia with Lewy Bodies. 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Hospital Clínico Universitario, Valencia **Profesor Titular. Unidad Docente Psiquiatría y Psicología Médica. Departament de Medicina. Universitat de València. Avda. Blasco Ibáñez 15. 46010 Valencia. Email: rafael.tabares@uv.es (Autor al que debe dirigirse la correspondencia) Fecha de recepción: 18-11-02 Fabio Rivas Guerrero* La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario: Nuevos retos y nuevos protagonistas para la vieja reforma psiquiátrica RESUMEN: En relación a los procesos de Reforma Psiquiátrica iniciados en diferentes partes del mundo, en líneas generales se puede afirmar que el sujeto protagonista de los mismos ha sido el médico psiquiatra, siendo el objeto de la Reforma el manicomio, y más exactamente el cuestionamiento de la asistencia manicomial y la subsiguiente transformación de ésta en una red asistencial comunitaria. Sin embargo, en los inicios del nuevo siglo, estamos asistiendo a una nueva fase de los procesos de Reforma Psiquiátrica, con cambios tanto en el protagonismo de los mismos (de los sujeto del cambio) –ahora los propios usuarios y sus familias-, como en el objeto (ya no centrado en el manicomio sino en la misma red social). Tal como se vislumbra, el objetivo de este nuevo sujeto de los procesos de Reforma Psiquiátrica es la implantación y desarrollo en la comunidad de la que forman parte de un espacio sociosanitario eficiente que garantice la mejor calidad de vida posible para el paciente y su familia. PALABRAS CLAVES: Reforma psiquiátrica, espacio sociosanitario, psicosis, esquizofrenia, psiquiatría comunitaria, demanda de asistencia. SUMMARY: In relation to the processes of the psychiatric reform iniciated in different parts of the world, we can say, generally spoken, that the main subject of these processes has been the psychiatrist, the object of the reform was the Mental Hospital, and more exactly the debate about the assistance in these hospitals and its subsequent transformation in a system of community assistance. Nevertheless, at the beggining of the new century, we are attending to a new stage of the processes of the psychiatric reform with changes in the protagonists (the subject of the change) –now they are the users and their families- as well as in the object (now it is centred in the social network instead of the mental hospital). So far we are able to glimpse, the goal of this new subject of the processes of the psychiatric reform is the implantation and development in their communities of an efficient sociosanitary space which guarantees the best quality of life for the patient and his family. KEY WORDS: psychiatric reform, sociosanitary space, psychosis, schizophrenia, community psychiatry, assistance request. Introducción.En cierto sentido, se puede decir que el sujeto de la Reforma Psiquiátrica (“sujeto motor de la historia”) fue el médico psiquiatra, que fue él quien encarnó (de forma no exclusiva, por supuesto) las series de transformaciones que se iniciaron a partir de los años 60 en los EEUU y, luego, en Europa, y que alcanzaron a nuestro país en los años 80, Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 59-73 (60) 2030 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES primero denunciando públicamente la ilusión social que suponía que el Manicomio era aún un espacio de protección, cuidado y tratamiento de los ciudadanos aquejados de enfermedad mental grave, cuando en realidad –se trataba de abrir los ojos- se había convertido en un lugar -sin retorno- de terror, violencia y segregación de los locos, y después –en nuestro paísimplicándose en la creación de una red asistencial, dentro del Sistema General de Salud, diversificada, de carácter comunitario, pública, universal y gratuita, que garantizara el tratamiento y los cuidados precisos para la permanencia de los pacientes en la comunidad de la que formaban parte, de tal modo que, hoy día, tras años de experiencia de Reforma Psiquiátrica, a pesar de las contradicciones y de las carencias en las que aún nos movemos, de la variedad de situaciones asistenciales existentes y de la supervivencia de algunos de aquellos antiguos manicomios, travestidos ahora de hospitales psiquiátricos, podemos afirmar que el espacio privilegiado para el tratamiento de la locura ha pasado a ser la propia comunidad en la que el loco vive, quedando así superado el manicomio, por lo menos para la teoría y la práctica del movimiento asistencial dominante en el mundo. Pues bien, en el mismo sentido que se puede considerar al psiquiatra el motor de la Reforma Psiquiátrica, en el momento actual, teniendo en cuenta la situación de nuestro país y, en general, de los países occidentales en los que la idea del Estado del Bienestar está afianzada entre los ciudadanos, el motor de ese cambio, “el sujeto de la nueva historia”, por razones sociales, sanitarias, etc., ha pasado a ser los propios usuarios y sus familiares. Serán ellos y sus “instituciones específicas”; asociaciones de pacientes y de familiares, el motor de la Reforma Psiquiátrica en el siglo XXI. De esta forma podríamos aseverar que si el objeto de la primera etapa de la Reforma Psiquiátrica fue el manicomio, el objeto de la etapa que ahora se inicia es la propia comunidad. En efecto, en esta nueva fase se trataría de promover y articular plenamente una serie de cambios sociales, políticos, sanitarios, e incluso de actitudes en relación a la enfermedad mental y al loco, que se concreten en medidas legislativas y de financiación tendentes a la creación y consolidación de un espacio sociosanitario virtual eficiente que garantice los tratamientos y cuidados precisos para el mantenimiento pleno del paciente mental en la comunidad, con la mayor calidad de vida posible tanto para él como para su familia. Los procesos de reforma psiquiátrica en España. Situación general y agentes implicados. El modo como una sociedad atiende y trata a sus locos da cuenta, de forma privilegiada, de la catadura moral de esa sociedad. Tanto es así que, una buena asistencia a este sector de la población es, y seguirá siendo durante mucho tiempo, al margen de las palabras huecas, la prueba de validación y legitimación de los procesos de Reforma Psiquiátrica puestos en marcha en las distintas partes del mundo. En este sentido podemos afirmar que un proceso de Reforma Psiquiátrica será válido y legítimo si, y sólo si –como poco-, las viejas y obsoletas estructuras La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES manicomiales son reemplazadas por recursos asistenciales y rehabilitadores, y por estructuras intermedias comunitarias, con la cantidad, calidad y diversidad precisa para prestar atención continuada a aquellas personas que requieren tratamientos activos e intensos (en régimen ambulatorio, en internamientos breves para tratar las crisis agudas que padecen, en internamientos de medio y largo plazo para lograr la estabilidad de sus cuadros psicopatológicos graves, etc.) o de aquellos pacientes que no requieren la hospitalización, pero necesitan apoyo sanitario y/o social que favorezca su integración en la comunidad de la que forman parte, dando respuestas diferenciadas a los diversos momentos del proceso psicopatológico que padecen a través de determinadas formas de intervención técnica y de organización de los servicios sanitarios y sociales. En coherencia con lo anterior, y como punto de partida, es preciso reconocer que, desde una perspectiva estrictamente sanitaria, y en lo que respecta a la implementación de dispositivos asistenciales, desde el inicio de la Reforma Psiquiátrica en nuestro país, la situación asistencial se ha transformado -en algunas comunidades autónomas de forma importante- en lo que respecta a la filosofía asistencial, así como a la cantidad y calidad de las prestaciones. En efecto, aunque en algunas Comunidades del estado español con transferencias sanitarias, la Reforma Psiquiátrica había comenzado antes (por ejemplo, en Andalucía, donde en 1984 se aprobó la Ley 9/84 por la que se creaba el Instituto Andaluz de Salud Mental, con el objetivo de sustituir el viejo sistema manicomial por un modelo alternativo 2031 (61) de red integrada de servicios de salud mental, basado en la comunidad), de alguna manera se puede decir que el proceso de Reforma Psiquiátrica se inició en nuestro país en 1985, con el nombramiento por parte del gobierno de la nación de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica (abril, 1985). Esta Comisión elaboró un informe con los criterios que debería guiar la citada Reforma. De esta manera, y como primera medida, en 1986 la Ley General de Sanidad integraba la Salud Mental en el Sistema General de Salud, con lo que se garantizaba el derecho de los pacientes, en tanto que ciudadanos, a acceder a unos servicios de salud mental, integrados en el resto de las prestaciones sanitarias, de carácter público, universal y gratuito. De esta forma se facilitó además que emergiera una nueva cultura asistencial, caracterizada por el desplazamiento de la atención desde el hospital psiquiátrico/ manicomio a la comunidad. Desde entonces, al margen de los progresos reseñados, los procesos de Reforma Psiquiátrica puestos en marcha han seguido diferentes ritmos en las distintas Comunidades Autónomas del Estado español, persistiendo aún, en mayor o menor medida, dependiendo de la Comunidad Autónoma, una serie de problemas, insuficiencias y cuestiones pendientes de resolver. Así habría que destacar, como señala el Informe sobre la Salud Mental en España elaborado por la A.E.N. en el 2001(1): - La gran desigualdad en el desarrollo y calidad de servicios de salud mental entre comunidades autónomas, e incluso entre áreas sanitarias de una misma comunidad o de una misma provincia. (62) 2032 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES - La gran precariedad en el desarrollo de redes de cuidados intermedios, especialmente de alternativas residenciales y laborales para pacientes mentales crónicos con cierto grado de discapacidad o minusvalía. - La dotación, también muy precaria, de programas de salud mental para niños y adolescentes, tanto en dispositivos ambulatorios como en hospitales de día o en posibilidades para el tratamiento hospitalario para los casos que lo requieran. - Persistencia de graves riesgos de exclusión social para muchos pacientes graves, de forma que los pacientes con menos recursos (económicos y psicosociales) corren el peligro de no ser atendidos, de cronificación, o de pasar a engrosar las bolsas de marginación. - Existe en muchas familias una gran sobrecarga (emocional y material) en relación al cuidado domiciliario de su familiar enfermo, sin apenas opciones de atención domiciliaria ni ningún otro apoyo de los sistemas sociosanitarios., etc. Por todo lo cual, y a pesar de los avances positivos que los procesos de Reforma han supuesto en nuestro país -en algunas Comunidades este avance ha sido muy importante-, todavía sigue siendo perentoria la necesidad de aunar los esfuerzos de todas las partes implicadas (pacientes, familiares, profesionales sanitarios, administración sanitaria, etc.); necesidad de trabajar conjuntamente en pos de un mismo objetivo -la calidad de vida del enfermo mental y su familiaque, por lo demás, resulta imprescindible y permanente en una sociedad abierta y democrática como la nuestra. Las razones para este esfuerzo compartido en pos de una misma tarea son obvias: a) La administración sanitaria y, por ende, los poderes públicos no por razones de caridad o beneficencia, sino porque los pacientes psicóticos y sus familias, en tanto que ciudadanos, tienen reconocido por Ley (Constitución Española de 1978, Ley General de Sanidad de 1986, Ley 8/86 del Servicio Andaluz de Salud, Ley 9/84 de creación del Instituto Andaluz de Salud Mental –ambas en Andalucía, pero de igual manera existen leyes similares en la mayor parte del resto de comunidades autónomas-, etc.) el derecho a una asistencia sanitaria digna. b) Los profesionales, no por un deber excéntrico a nosotros, sino por coherencia con nuestra propia historia, pues, como todas las prácticas sociales, también la asistencia a los problemas de la salud mental tiene su historia. Nosotros no somos herederos del Edén, sino del Manicomio. Hasta el comienzo de los años 80, ése era el modelo asistencial en el que nos movíamos y frente al que luchamos: un espacio voraz –el manicomio- capaz de deglutir y aportar su peculiar dosis de destrucción a todo lo que le llegaba, o mejor dicho, a todo lo que excretaba el resto de la sociedad. c) Y, por último, y fundamental, los propios pacientes y sus allegados, como sujetos que más directamente sufren las terribles consecuencias de la vulnerabilidad, del deterioro, de la incapacidad y de la minusvalía que la enfermedad mental grave conlleva. Sin embargo, y aunque desde un punto de vista teórico se podría pensar que las respuestas asistenciales que dan los diversos poderes públicos y sus profesionales (estos últimos en tanto que formamos parte, de hecho y de derecho, La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES de las empresas sanitarias dependientes de estos poderes públicos, y a cuya disciplina nos debemos) a la enfermedad mental grave están en relación directa con la “importancia” del problema, esa afirmación requiere ser matizada, pues, en realidad, las respuestas de política sanitaria se establecen, y más en momentos de crisis de los Sistemas Sanitarios, dependiendo de: 1).- La importancia que tengan unas necesidades sanitarias concretas (número de afectados, peligro de muerte, peligro de contagio, hándicap y déficit que deja, etc.), y 2).- El modo como se “expresen” las demandas de asistencia a esas necesidades concretas (número de personas que la reclaman, incidencia que tiene esa reclamación, acceso a los medios de comunicación, acceso y movilización de las instituciones intermedias: sindicatos, movimientos ciudadanos, movimientos de afectados, ONGs, asociaciones de profesionales, etc.). En consecuencia, en el momento de establecer prioridades asistenciales por parte de la administración sanitaria, se corre el riesgo de que las necesidades de los pacientes mentales graves “nunca lleguen a ser prioritarias”, pues rara vez implican peligro vital, no son contagiosas, y, además, los sujetos que la padecen o no están interesados en demandar asistencia de calidad o no “quieren” o “no saben protestar” si no se les atiende correctamente, o si “protestan” lo hacen de forma inadecuada, con lo que la protesta se invalida a sí misma, o, incluso, a veces, los pacientes o sus familiares se avergüenzan de demandar asistencia a salud mental (más aún de protestar, lo que los descubriría como sujetos con problemas o dificultades “mentales”, etc.). 2033 (63) En definitiva, el enfermo mental grave –sus necesidades asistencialesrequiere, tal vez como ningún otro paciente, la intervención de una serie de instituciones vicariantes –las Asociaciones de Familiares, por ejemplo-, que hagan “visible” sus necesidades asistenciales y la doten de la relevancia precisa y de la urgencia necesaria, a fin de que los Sistemas Sanitarios y sus profesionales “tengan que” responder a ellas. El apoyo sociosanitario como fundamento de la psiquiatría comunitaria El apoyo sociosanitario es la ayuda real o percibida que el paciente y su familia recibe del sistema sociosanitario de su comunidad, en una situación concreta, tanto en el plano emocional como instrumental. Es fundamental la percepción de ese apoyo sociosanitario, sobre todo por parte del enfermo psicótico, perdido, a veces, en la deriva amenazante de sus delirios y alucinaciones, ya que la realidad para los individuos es fundamentalmente la realidad percibida (2)(3). Dentro del apoyo sociosanitario se pueden distinguir elementos “formales” (sistema sanitario, sistema de servicios sociales, etc.) e “informales” (familia, amigos, asociaciones de autoayuda, ONGs, etc.). Hoy día sabemos que el apoyo sociosanitario eficiente desempeña un papel fundamental como amortiguador de los efectos de las situaciones estresantes en los individuos vulnerables (prevención de crisis y descompensaciones psicóticas) (4)(5)(6)(7), actuando positivamente en la evolución de los trastornos de los pacientes desinstitucionalizados y en la calidad de vida de los mismos (8)(9)(10). Es más, ya de por sí, el apoyo (64) 2034 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES sociosanitario “informal”, el sentimiento percibido de ser acogido y contenido cálidamente, de ser querido, de ser valorado y de ser capaz por sí mismo de establecer redes de comunicación y de relación protege de la aparición de trastornos físicos y psíquicos, bien porque esto fomenta la salud independientemente del nivel de estrés (hipótesis del efecto directo) o porque protege a las personas de los eventos vitales estresantes (hipótesis del efecto protector o “buffer”); lo cierto es que las personas con un nivel relativamente alto de apoyo social “informal” presentan síntomas psicológicos y físicos menores e índices de mortalidad también menores que las personas con bajo nivel de apoyo social. En cuanto al apoyo sociosanitario “formal”, las personas deben ser objeto de atención “especializada” cuando tienen, simultáneamente, necesidad de servicios sociales y de servicios de salud. Esas necesidades deben ser relevantes, tanto por su continuidad en el tiempo como por la intensidad de la intervención requerida, y la intervención social y la sanitaria deben tener, conjuntamente, un efecto sinérgico en la obtención del resultado deseado (11), para lo cual resulta imprescindible la confluencia de ambos sistemas y la coordinación efectiva a todos los niveles de las distintas agencias con competencia en la materia, en este caso, el tratamiento y los cuidados comunitarios que precisa el enfermo mental grave. La realidad, sin embargo, en nuestro país es un poco distinta, pues a la separación políticoadministrativa que existe entre las agencias sociales y sanitarias (doble dependencia administrativa –local (ayuntamientos) y autonómica (gobiernos de las comunida- des autónomas)- de los servicios sociales, y dependencia exclusiva de los distintos gobiernos autónomos del Sistema de protección de la Salud de sus ciudadanos, a todos los niveles, desde la atención primaria a la especializada) hay que añadir la falta de coordinación efectiva de las mismas, lo que se traduce –al margen de las carencias que podrían existir, tanto en el sistema sanitario como en el de protección social- en un derroche de los recursos existentes, y frecuentemente, la existencia de carencias básicas para el enfermo mental grave y su familia, más aún –lo que sucede con gran frecuenciacuando el enfermo mental grave, perdido en su propia disgregación y fraccionamiento, en sus delirios y alucinaciones, en el miedo al otro, no suele tener conciencia de enfermedad ni, en consecuencia, de necesitar ayuda sanitaria y social. Resultado de lo cual es la existencia para estos pacientes de un “espacio vacío sociosanitario”. Es más, y aunque en principio parezca paradójico, existe el peligro de que ese vacío sociosanitario al final sea encarnado perversamente tanto por los dispositivos sanitarios como sociales con el discurso de la exclusión: “este paciente o esta demanda concreta no es mía, es del otro” –no es sanitaria, es social, o no es social es sanitaria-. En resumen, a las carencias presupuestarias de los dispositivos públicos encargados del tratamiento y de los cuidados comunitarios del enfermo mental grave (nunca nos cansaremos de denunciar que, en general, en nuestro país, la cacareada Reforma Psiquiátrica no conllevó –o no está conllevandola transferencia financiera necesaria y actualizada a los nuevos dispositivos comunitarios de los recursos que se apor- La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES taban a las instituciones psiquiátricas totales -los manicomios-), hay que añadir la falta de coordinación efectiva de los mismos, con el subsiguiente peligro de exclusión del enfermo mental grave, por lo menos en lo que significa continuidad en los tratamientos y cuidados precisos, existiendo, además, una relación directa entre el nivel de exclusión y la gravedad del cuadro, siendo entonces, en el mejor de los casos, el apoyo sociosanitario “informal”, las unidades familiares, los padres y, sobre todo, las madres de los pacientes las que “soportan” lo mejor que pueden la desesperanzada pesadez de estos cuadros, y en el peor de los casos, el paciente vagabundea perdido en el mar proceloso de lo marginal, añadiendo así a su deterioro e incapacidad, la pobreza, la estigmatización, el alcohol y las drogas, la enfermedad física, los problemas legales, etc. El psicótico en la comunidad y la necesidad de una red de tratamientos y cuidados: El espacio sociosanitario virtual y eficiente. Hoy día, teniendo en cuenta el nivel de conocimientos que tenemos sobre la esquizofrenia y dada la gran variabilidad, heterogeneidad, tendencia a la cronicidad, etc. que presenta esta enfermedad, resulta absurdo plantear su abordaje sólo desde una perspectiva estrictamente sanitaria. En este sentido, existe suficiente consenso entre los expertos a la hora de señalar la necesidad de una red coordinada y diversificada de tratamientos (psicofarmacológicos, psicoterapéuticos, psicoeducativos y rehabilitadores) y de cuidados (hogares asistidos, espacios para la convivencia, el ocio y el tiempo libre, etc), de carácter 2035 (65) comunitario, en la que se garantice la cobertura de las necesidades básicas de los pacientes y la continuidad de su asistencia. En efecto, según el modelo de enfermedad de la OMS (1980) adaptado a la esquizofrenia (12)(13), una red de tratamientos y cuidados de la esquizofrenia en la comunidad debe tener en cuenta la vulnerabilidad del paciente (es decir, la patología subyacente, primaria, en el sentido que Bleuler daba al término spaltung, ya se entienda esta vulnerabilidad como síntomas negativos primarios premórbidos, déficit cognitivos estructurales, dificultad para el procesamiento de la información o déficit en la capacidad neuropsicológica para manejar el estrés), su Deterioro (o sea, las manifestaciones clínicas de las disfunciones estructurales básicas: los síntomas positivos, los síntomas negativos -sobre todo los denominados síntomas negativos primarios defectuales y los síntomas negativos secundarios-, y otros síntomas como la depresión, la ansiedad, el miedo, la culpa... De igual modo, en este apartado se pueden incluir los efectos secundarios de la medicación antipsicótica, que pueden ser tan incapacitantes y fuente de malestar como los demás síntomas psicóticos), la Incapacidad para llevar a cabo las tareas que se esperan de un individuo en su medio social, y que en los esquizofrénicos, a consecuencia del deterioro y de la vulnerabilidad que padecen, se manifiesta en una serie de limitaciones para llevar a cabo actividades de la vida cotidiana, de la vida social y profesional, disfunción familiar, etc., y la Minusvalía, es decir, el handicap o la desventaja en relación con (66) 2036 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES los demás miembros de la sociedad en la que vive, que se deriva del deterioro y la incapacidad que produce la enfermedad: pobreza, estigmatización, carencia de vivienda y de trabajo, discriminación, marginación... Así, ya se trate de un modelo teórico o de un modelo asistencial, desde una perspectiva biopsicosocial, a la hora de enfrentar el problema complejo de la esquizofrenia se debe tener en cuenta la Vulnerabilidad, el Deterioro, la Incapacidad y la Minusvalía de los esquizofrénicos. No hay que olvidar que el sujeto esquizofrénico, como cualquier otro sujeto, es un sistema complejo y que, en consecuencia, la Vulnerabilidad(V), el Deterioro(D), la Incapacidad(I) y la Minusvalía(M), se interrelacionan y se “causan” circularmente, de tal manera que, tanto los factores que afectan negativamente a cada uno de los cuatro aspectos señalados como el tratamiento o la búsqueda de soluciones aisladas para cada uno de ellos, repercutirá de forma negativa o positiva en todos los demás(14). Por tanto, en un modelo asistencial como el que se propugna, dentro del marco conceptual de la denominada Psiquiatría Comunitaria, se deben contemplar de forma jerarquizada, coordinada y especializada, una serie de intervenciones, de tratamientos y cuidados, estructurados también como un sistema -sistema vdim (el espacio sociosanitario)- que contenga al propio sistema que es el paciente esquizofrénico -sistema VDIM (el usuario sociosanitario)-; un sistema en el que se garantice -requisito fundamentalla continuidad de cuidados y cuyo principal objetivo sea lograr la mayor calidad de vida posible para el paciente esquizofrénico y su familia. (Ver Figura 1). En consecuencia, el sistema vdim, o sea el espacio sociosanitario debería contar con distintas agencias y dispositivos en los que de forma coordinada se desarrollen un mínimo de líneas estratégicas. (Ver Figura 2). Sin embargo, como señala F. Moreu, la articulación de este espacio sociosanitario no puede implicar la creación de un espacio “ad hoc” real, con lo que existirían tres espacios administrativos de provisión de servicios (el social, el sanitario y el sociosanitario), sino que el espacio sociosanitario debe articularse como una realidad virtual de gestión de casos; es decir, centrando la oferta de servicios sociosanitarios para el enfermo mental grave en la toma a cargo, de forma individual y personalizada, de cada uno de estos pacientes graves, responsabilizándose de gestionar su caso, y que sea el gestor de cada caso concreto –al margen de su dependencia administrativa, sanitaria o social, o, por qué no, un miembro del propio sistema sociosanitario “informal”-, y no el propio paciente o su familia, el que coordina los cuidados sociosanitarios que precise. Sólo de esta manera podremos lograr un espacio eficiente con el que gestionar las necesidades del paciente mental grave, cambiando así el actual modelo de competencias fragmentadas (organizativas, financieras, etc.) por un modelo de responsabilidad compartida con un último responsable del caso (el gestor del caso, la persona que lo toma a cargo). La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES 2037 (67) Figura 1. Sistema VDIM Sistema Sociosanitario “Formal” v d V D M I iii i Sistema Sociosanitario “Informal” :elementos del sistema esquizofrénico :elementos del sistema sociosanitario V: Vulnerabilidad (síntomas negativos primarios premórbidos, déficit cognitivos estructurales, dificultad para el procesamiento de la información o déficit en la capacidad neuropsicológica para manejar el estrés) D: Deterioro (síntomas positivos y negativos, otros síntomas, efectos secundarios de la medicación antipsicótica) I: Incapacidad (limitaciones en la vida social, profesional, familiar, etc.) M: Minusvalía (pobreza, carencia de trabajo y de vivienda, estigmatización...) v, d, i, m: Elementos del sistema sociosanitario tendentes a combatir la Vulnerabilidad, el Deterioro, la Incapacidad y la Minusvalía. (68) 2038 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES Figura 2. Principales líneas estratégicas del sistema vdim sociosanitario Cuidados “informales” “informal” v m d “formal” Protección de la Vulnerabilidad, del Deterioro, la Incapacidad y la Minusvalía Líneas estratégicas de tratamientos y cuidados “formales” i V D M I Ttos. Psicofarmacológicos ( V D) Intervenciones familiares ( V I) Rehabilitación Psicosocial (sobre todo programas psicoeducativos) ( V I) Otras intervenciones (Terapia individual de apoyo y grupal, rehabilitación cognitiva, grupos de autoayuda, etc.) ( V D I) Apoyo social y comunitario (Programas de rehabilitación profesional, residencial, ocio y tiempo libre, laboral…) ( I M) Salud Salud Salud Salud Servicios Sociales La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES La gestión eficiente del espacio sociosanitario (y otras tareas afines): Los nuevos retos de la psiquiatría comunitaria. Desarrollar los tratamientos y cuidados “formales”, teniendo en cuenta la evidencia científica de los mismos, y articularlos eficientemente con los cuidados “informales”, sería pues el primer reto estratégico, en el momento actual, de nuestros procesos de Reforma Psiquiátrica. Reto estratégico que debería acompañarse de una serie de medidas y tareas, para las que –como señalábamos al principio- se requiere la colaboración de todas las partes implicadas: Administraciones Sanitarias, de Asuntos Sociales, de Trabajo, de Justicia..., los profesionales y, sobre todo, como hemos señalado al principio, los propios pacientes y sus familiares, así como las distintas instituciones vicariantes implicadas. A nuestro entender, estas medidas y tareas son las siguientes: 1).- Cumplimiento de la Ley General de Sanidad, en lo que respecta a la asistencia psiquiátrica y salud mental de la población, iniciando de forma efectiva, implementando o culminando los procesos de Reforma Psiquiátrica existentes en las distintas comunidades autónomas. Un inicio efectivo o un broche a la Reforma Psiquiátrica –según la situación real de cada una de las comunidades autónomasque borre definitivamente la falta de equidad y homogeneidad existente, no sólo entre las distintas comunidades, también entre las provincias y áreas de salud mental que la componen, y que tenga en cuenta, de forma especial y actualizada, las necesidades sociosanitarias de los ciudadanos con enfermedad mental grave, y sus familias. 2039 (69) 2).- Desarrollar el espacio sociosanitario virtual, con el apoyo legislativo preciso; es decir, aprobación a nivel del estado español de una Ley de Atención Sociosanitaria, que implique la puesta en marcha de una serie de Programas de Atención Sociosanitarios, hoy día imprescindibles. Dichos Programas, según las recomendaciones básicas de la Subcomisión de Planes Sociosanitarios (15), deberían configurarse en torno a un modelo de atención: • Global; es decir, que afecte a todos y cada uno de los ámbitos de actuación en los que estén implicados los recursos destinados a prestar dicha atención. • Integral; es decir, que aborde tanto los aspectos físicos, psíquicos, sociales y económicos que inciden de diferente forma en la pérdida de autonomía de la persona. De igual modo, se debería incluir la atención al cuidador principal de la persona dependiente. • Multidisciplinar • Acorde con el modelo asistencial sanitario y social de su entorno. • Equitativo en el desarrollo territorial de los recursos. • Accesible a todos los ciudadanos de acuerdo a su nivel de dependencia. • Flexible, proporcionando la atención apropiada en el momento oportuno. • Con puerta de entrada en los servicios de Atención Primaria, tanto sociales como sanitarios. • Que responda a las necesidades de los usuarios; es decir, de las personas objetos de atención sociosanitaria y de sus familias (y más exactamente de los cuidadores principales). En consecuencia, el tiempo de demora tanto para las respuestas (70) 2040 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES sanitarias o sociales que impliquen institucionalización, en mayor o menor grado, o atención domiciliaria debe responder a las urgencias del problema. Obviamente, la puesta en marcha de estos programas de atención sociosanitarios, deben implicar cambios cuantitativos y cualitativos, tanto en el sistema de prestaciones sociales como sanitarios. 3).- Elaborar un plan de integración social para el enfermo mental grave, acorde con lo señalado en el apartado 2), que defina los servicios y prestaciones sociales a los que tiene derecho, en tanto que ciudadanos dependientes y vulnerables, con deterioros, incapa-cidades y minusvalías, superando así la condición de “solicitantes de ayudas discrecionales” –forma actualizada y vergonzante de la antigua beneficencia-, por ciudadanos que ejercen unos derechos legalmente reconocidos. Dicho plan debería contar con: • Servicios de apoyo en el hogar, tipo teleasistencia (a ser posible vinculada a los servicios de emergencia sanitaria), ayuda a domicilio (tutelada por la enfermería de atención primaria, como modo de garantizar la coordinación con el sistema sanitario), etc. • Servicios de atención diurna, incluyendo –cuando se precise- el traslado en transporte apropiado. • Servicios residenciales, temporales o definitivos, etc. 4).- De igual manera, los niveles asistenciales del sistema sanitario, teniendo en cuenta las necesidades del enfermo mental grave y sus cuidadores, deberían configurarse del siguiente modo: • Atención Primaria: configurándola como el primer nivel del sistema sociosanitario, y puerta de entrada al mismo (16). Con programas de prevención (identificación, seguimiento...) de las situaciones de riesgo sociosanitario, de atención domiciliaria desde una perspectiva biopsicosocial del enfermo y su familia, sobre todo del cuidador principal, etc. A tal fin -como se señala en las Bases para un Modelo de Atención Sociosanitaria, citado anteriormente-, en A. P. se deberían crear las Unidades de Gestión de Casos, con el objetivo de superar las barreras administrativas, la evaluación de necesidades, el establecimiento de un plan de cuidados y la asignación de los recursos pertinentes para llevarlo a cabo. Estas tareas deberían ser desarrolladas por el Equipo Multidisciplinar Sociosanitario, de procedencia mixta: servicios sociales y sanitarios, en cuya organización y desempeño de tareas ejercería un papel fundamental la enfermería de A.P. Dichos Equipos, supervisados en los casos precisos por el E.S.M (1º nivel de atención especializada), sobre todo por la enfermería de los E.S.M., deben realizar la valoración del deterioro, la incapacidad y la minusvalía de los pacientes, estableciendo los planes de cuidados y actuaciones a seguir en relación al paciente y su familia, así como la toma a cargo de los pacientes que lo precisen. • Atención Especializada: estructurada para favorecer la continuidad de los tratamientos y cuidados precisos, con E.S.M, Unidades de Agudos y Unidades de Media Estancia (tipo Comunidades Terapéuticas, Programas de Día, Hospitales de Día...). En estas Unidades de Media Estancia, además de llevar a cabo La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES la rehabilitación funcional y el tratamiento de los pacientes graves, no agudos, se deberían implementar los programas psicoeducativos de los pacientes y sus familias, así como las actividades preventivas precisas. De igual modo, se deberían planificar los cuidados, estableciendo protocolos de atención consensuados con los E.S.M y A.P. que garanticen la continuidad de los mismos una vez producida el alta hospitalaria. • Unidades de Larga Estancia: sería una de las estructuras donde la coordinación y la financiación de los dos sistemas (social y sanitario), y de los niveles asistenciales de los dos sistemas (primaria y especializado) se hace más evidente. Se trataría, en fin, tanto en 3) como en 4), de articular como un derecho positivo para el enfermo mental grave y su familia, “consecuencia de un contrato social adecuado a una nueva sociedad” (Moreu, F.), la cobertura de las necesidades asistenciales, rehabilitadoras, residenciales, de ocio y tiempo libre, etc., así como de una serie de programas sanitarios consensuados y con suficiente evidencia científica (programa de acogida del paciente mental grave en los ESM –tipo gestión de caso, toma a cargo, etc.-, de tratamientos psicofarmacológicos racionales, de tratamientos psicoterapéuticos, psicoeducativos, etc.; de apoyo y “respiro” de los cuidadores primarios, etc.) y de los apoyos laborales y legislativos precisos para la integración social real del enfermo mental grave en la comunidad. Es obvio que, en todo caso, estos derechos sanitarios y sociales, positivos y explícitos, nunca podrían ser “derecho a todo y para todos”, sino que, de forma realista, deberían articularse según las posibilidades financieras reales, derivadas 2041 (71) de los presupuestos económicos de las distintas Comunidades Autónomas, priorizando las intervenciones con suficiente evidencia científica o que respondan al consenso y a las recomendaciones de los expertos, respetando siempre –según se garantiza en la Ley General de Sanidadla gratuidad de las prestaciones sanitarias, mientras que las prestaciones sociales, sobre todo las referentes a los cuidados (componentes hoteleros y cuidados personales en las Unidades de Larga Estancia), podrían ser cofinanciados por los pacientes, salvo en los casos de precariedad social, en los que dicha financiación debería ser asumida por la Administración Pública. 5).- Otras medidas y tareas: 5.1.- Incrementar los recursos sociosanitarios, educativos, etc. destinados específicamente a la población infantojuvenil con patología mental grave. 5.2.- Sensibilización social acerca de las personas con enfermedad mental grave, pues, tal como señala el Informe Ararteko, del año 2.000 (17), “es necesario prevenir y combatir prejuicios y estereotipos que favorecen el rechazo o la exclusión de las personas con enfermedad mental. Para ello sería conveniente poner en marcha campañas de sensibilización dirigidas a la población general, con el objetivo de presentar a las personas con trastornos mentales tal y como son. Mostrar la parte positiva que nunca es “noticia”, transmitir que son igual que el resto de las personas, con los mismos problemas e ilusiones, pero que soportan mayor sufrimiento psiquico que el resto y mayores niveles de intolerancia social...” 5.3.- Facilitar la rentabilidad del patrimonio del incapaz con sistemas (72) 2042 La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES financieros que satisfagan sus necesidades: planes de pensiones, por ejemplo. 5.4.- Apoyo económico y ventajas fiscales para los familiares con enfermos mentales a su cargo. Igual tratamiento fiscal deberían tener los tutores legales, salvo que estos realicen la función tutelar por razón de cargo profesional o administrativo. De igual modo, como señala el Informe Ararteko, en materias de impuestos indirectos, como el IVA, debiera considerarse la aplicación del tipo superreducido o, al menos, el reducido del impuesto para las entregas de todos aquellos bienes y la prestación de todos los servicios que, bien por su propia naturaleza, bien por acreditación suficiente del adquiriente, están dirigidos a suplir las deficiencias de las personas con discapacidad. La psicosis en la comunidad y el espacio sociosanitario ORIGINALES Y REVISIONES 2043 (73) BIBLIOGRAFÍA (1) AEN. Informe sobre la salud mental en España. Madrid, 2001 (2) Keane, T. and cols. Social support in Vietnam veterans with post-traumatic stress disorder. A comparative analysis. Journal of Consulting and Clinical Psychology. 1985. Vol.53, 95-102, (3) Turner, R. Direct, indirect and moderating effect of social support on psychological distress and associated conditions. 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Madrid, 2001 (16) Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. O.C. (17) Recomendaciones del Informe del Ararteko (Defensor del Pueblo, País Vasco), pp. 297-306, Vitoria, 2000 *Coordinador Área de Salud Mental Málaga I. Jefe de Servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario Carlos Haya. Málaga Correspondencia: Fabio Rivas Guerrero. Complejo Hospitalario Carlos Haya (Hospital Civil), Avda. Gálvez Ginachero s/n, 29009, Málaga. E-mail: frivas@hch.sas.junta-andalucía.es Fecha de recepción: 11-10-02 DEBATES 2047 José Manuel Sánchez Ron* El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud RESUMEN: Tomando como punto de partida lo que John von Neumann escribió en su libro El Ordenador y el cerebro y Sigmund Freud pensó y escribió en Proyecto de una psicología científica, se considera la cuestión de si el cerebro humano se puede comprender en base (o reducir) a la física y la matemática tal y como entendemos en la actualidad. Para ello se presta especial atención a cuestiones como: "conducta versus actividad", límites de la matemática (Gödel y Turing), explicaciones no algorítmicas, nuevas propuestas como la de Roger Penrose, y sistemas no lineales. PALABRAS CLAVE: Cerebro, física y matemáticas, reduccionismo SUMMARY: Taking as starting point what John von Neumann wrote in his book, Computer and the Brain, and what Sigmun Freud thought and wrote in his Project for a Scientific Psychology, the question of whether the human brain can be understood (or reduced) on the basis of physics and mathematics as they are understood presently, in considered. To do that special attention is paid to question such as: “conduct versus activity”. Limits in mathematics (Gödel and Turing), nonalgorithmical explanations, new proposals lije that of Roger Penrose, and no lineal systems. KEY WORDS: Brain, physics and mathematics, reduccionism. El sueño (reduccionista) de John von Neumann: el cerebro como un ordenador John von Neumann (1903-1957), un húngaro que terminó afincado en Estados Unidos, como miembro del Institute for Advanced Study de Princeton, fue uno de los mayores genios matemáticos del siglo XX, aunque calificarle simplemente de “genio matemático” sería desvirtuar la esencia y amplitud de su obra, ya que además de a la matemática “pura” (a ramas de ésta como el álgebra, espacios funcionales o geometría contínua) realizó contribuciones fundamentales a la matemática aplicada, física teórica y matemática, ciencias de la computación o economía (con su teoría de juegos). Pues bien, hacia el final de su poco dilatada vida, a principios de 1955, von Neumann fue invitado por la Universidad de Yale a dictar las prestigiosas Conferencias Silliman, las correspondientes a la primavera de 1956. Aceptó, eligiendo como tema “El ordenador y el cerebro”. Escasos meses después de haber aceptado la invitación, en agosto de 1955, le fue diagnosticado un cáncer. No abandonó, sin embargo, el proyecto de las conferencias, continuando trabajando en el manuscrito. El cáncer, no obstante, siguió progresando (se le localizaron varias ramificaciones en la espina dorsal) y finalmente, confinado ya a una silla de ruedas desde enero de 1956, tuvo que desistir de la idea de dictar las Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 77-87 (78) 2048 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES conferencias, aunque fuera una sola. A pesar de ello, la Universidad de Yale no suprimió las conferencias, sugiriendo que si von Neumann podía entregar un manuscrito alguien lo leería en su lugar. Esto le animó a proseguir con su escritura, que, según dicen, continuó, aunque muy débilmente, incluso cuando en abril de 1956 ingresó en el hospital del que no saldría hasta su muerte, acaecida el 8 de febrero de 1957. No pudo, en cualquier caso, completarlo, pero incompleto fue publicado en 1958 con el título de The Computer and the Brain (El ordenador y el cerebro). Incompleto como es, la lectura del texto de von Neumann no deja mucho lugar a dudas de que su propósito en el texto que deseaba completar era el que muchos otros, antes y después que él, se han planteado: en qué medida se parece el cerebro humano a un ordenador, cuestión que conduce inevitablemente a la de si es posible, al menos en principio, construir un ordenador que reproduzca las principales características de los humanos, de la mente, del cerebro, de los humanos, claro.1 Unas pocas citas extraídas del texto de von Neumann pueden servir para comprender que en última instancia tales eran las ideas del matemático magiar. Así, leemos (1): “La observación más inmediata con respecto al sistema nervioso es que su funcionamiento es, prima facie, digital [digital debido a que los impulsos nerviosos pueden ser considerados como un marcador binario: la ausencia de un impulso representa, por ejemplo, el valor 0 y su presencia el 1]. El componente básico de este sistema es la célula nerviosa, la neurona, y la función normal de una neurona es generar y propagar un impulso nervioso. Este impulso es un proceso más bien complejo, con una variedad de aspectos eléctricos, químicos y mecánicos. Parece, sin embargo, que constituye un proceso definido, es decir, es casi el mismo bajo cualesquiera condiciones, y representa una respuesta unitaria, esencialmente reproducible, a una variedad amplia de estímulos”. Y más adelante, añadía (2): “[Estas] observaciones muestran que el sistema nervioso, cuando se le considera como un autómata, debe tener tanto una parte aritmética como una parte lógica, y que las necesidades de aritmética son tan importantes como las de lógica. Esto significa que estamos de nuevo tratando con una máquina de calcular en el sentido estricto y que resulta apropiado un análisis en términos de los conceptos familiares de las máquinas de calcular”. En el sueño, o programa, de von Neumann primaban fundamentalmente los aspectos matemáticos: eran la lógica (el dominio de las comunicaciones de órdenes) y la aritmética (el de las comunicaciones de números) los protagonistas principales de su análisis, que incluso aplicaba al lenguaje. Y aunque reconocía que “la lógica y las matemáticas en el sistema nervioso central, cuando se las considera como lenguajes, deben ser estructuralmente distintas de aquellos lenguajes a los que se refiere nuestra experiencia corriente” (“idiomas como el griego o el sánscrito”, afirmaba, “son realidades históricas y no necesidades lógicas”), terminaba manifestando -así acaba de hecho el libro- que “las anteriores observaciones acerca de la fiabilidad y la profundidad lógica y aritmética, prueban que, de cualquier forma que esté configurado el sistema [nervioso central], no puede diferir considerablemente de lo que consciente y explícitamente consideramos como matemáticas” (3). El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES 2049 (79) Parece claro que el sueño de von Neumann era un sueño reduccionista, un sueño, un programa, que buscaba explicar la realidad cerebral y mental en base a elementos específicos y a reglas de relaciones entre ellos claramente definidas. En ese sentido, no difería sustancialmente (aunque sí, evidentemente, en contenidos) de los programas científicos que, en la matemática, física, química y fisiología, habían ido estableciéndose desde Euclides (matemática), la Revolución Científica de los siglos XVI y XVII (física y química) o el siglo XIX (fisiología). Animado por los éxitos que había obtenido con computadores como ENIAC (Electronic Numerical Integrator And Computer), el primer computador electrónico digital (de cuyo diseño fueron responsables Presper Eckert y John Mauchly, pero a cuyo desarrollo el matemático húngaro prestó notables servicios), von Neumann se dispuso a adentrarse en los sin duda más complejos mundos del cerebro. No le dio tiempo -es dudoso en cualquier caso de que hubiese sido capaz- de plantearse problemas del tipo de si su enfoque podría acoger manifestaciones cerebrales y mentales como son, por ejemplo, las emociones, los sueños o las fobias; si habría sido, en definitiva, capaz de preguntarse en qué medida su aproximación podría dar cabida a los subterráneos universos con los que médicos e investigadores pugnaban desde hacía bastante, intentado proporcionarles también un marco teórico. El neurocientífico (reduccionista) Sigmund Freud Pero si de sueños hablamos, de sueños reduccionistas, hay que reconocer, como ya he mencionado, que otros, además de von Neumann ,también se los plantearon, aunque fuese desde ámbitos diferentes al de éste, en el que la matemática desempeñaba un papel central. Uno de ellos fue nada más y nada menos que Sigmund Freud, antes de que se convirtiese en el fundador del psicoanálisis. Una primera evidencia de que Freud también fue susceptible a sueños reduccionistas, aunque no se manifestasen éstos en la, todavía lejana idea, de ordenadores, sino en las posibilidades de la fisiología (hoy hablaríamos de neurociencias), es lo que escribió el 20 de octubre de 1895 a su entonces íntimo amigo, Wilhelm Fliess Fliess (4): “En una activa noche de la semana pasada, con ese grado de molestia dolorosa que establece el óptimo para mi actividad cerebral, se alzaron de pronto las barreras, cayeron los velos y se pudo penetrar con la mirada desde los detalles de las neurosis hasta las condiciones de la conciencia. Todo parecía ensamblarse, el engranaje encajaba y se tenía la impresión de que ahora la cosa era en verdad una máquina, que pronto empezaría a andar por sí sola. Los tres sistemas de neuronas, el estado libre y ligado de cantidad, el proceso primario y el secundario, la tendencia principal y la de compromiso del sistema nervioso, las dos reglas biológicas de la atención y de la defensa, los signos de cualidad, realidad y pensamiento, el estado del grupo psicosexual -el condicionamiento de la represión por la sexualidad, finalmente las condiciones de la conciencia como función receptiva-, ¡todo esto concordaba y sigue concordando!”. (80) 2050 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES En otras palabras, Freud estaba expresando su convencimiento de que creía posible entender la psique humana y sus distintos trastornos en términos puramente fisiológicos, que lo mental podía reducirse a lo físico, que los procesos psíquicos debían ser representados como estados de, en última instancia, “partículas” materiales. Era, en este sentido, un hombre de su tiempo: recordemos que la psicología de entonces estaba dominada por la denominada psicología fisiológica o experimental, con Wilhelm Wundt, Ernst Weber y Gustav Theodor Fechner como sus principales representantes. Era aquella psicología una que trataba de reducir los procesos mentales o psíquicos a procesos fisiológicos, concretamente de los órganos de los sentidos y del cerebro. El mismo año en que escribía a Fliess, Freud esbozó su visión de la mente basada en la fisiología en un manuscrito que posteriormente se llamaría Proyecto de una psicología científica, y que comienza con las siguientes palabras (5): “La finalidad de este proyecto es la de estructurar una psicología que sea una ciencia natural; es decir, representar los procesos psíquicos como estados cuantitativamente determinados de partículas materiales especificables, dando así a esos procesos un carácter concreto e inequívoco”. La realidad de Freud: conducta versus actividad Su sueño fisiológico-reduccionista no duró, sin embargo, mucho, ya que cada vez se hizo más escéptico sobre la posibilidad de que la mente y sus trastornos se pudiesen explicar en términos fisiológicos. De hecho, no publicó el libro que estaba preparando, y cuando finalmente apareció, en 1950, con su autor ya hacía mucho muerto, lo hizo precedido por una “Advertencia a la edición alemana”, añadida por los editores, en la que se lee (6): “Años después [Freud] aludió al fracaso de sus esfuerzos en este sentido [reducir la psiquiatría a la fisiología] con las siguientes palabras: ‘La investigación científica ha demostrado irrebatiblemente que la actividad psíquica está vinculada a la función del cerebro más que a la de ningún otro órgano. La comprobación de la desigual importancia que tienen las distintas partes del cerebro y de sus relaciones particulares con determinadas partes del cuerpo y con determinadas actividades psíquicas nos lleva un paso más adelante, aunque no podríamos decir si este paso es grande. Pero todos los intentos realizados para deducir de estos hechos una localización de los procesos psíquicos, es decir, todos los intentos de concebir las ideas como almacenadas en las células nerviosas y las excitaciones como siguiendo el curso de las fibras nerviosas, han fracasado por completo’”. Por haber llegado a esta convicción, por terminar creyendo que la realidad psíquica no se dejaba englobar en teorías reduccionistas basadas en términos puramente fisiológicos, una realidad de la que él era maestro consumado, a pesar de todas las deformaciones y mentiras que, como se ha ido sabiendo durante los últimos años, introdujo frecuentemente en sus presentaciones y reconstrucciones (7); por todo eso, aparece en el título de este artículo la expresión “la realidad de Freud”: “El sueño de von Neumann”, que fue también en cierto momento el de Freud, y “la realidad de Freud”. El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES 2051 (81) Los motivos por los que Freud abandonó un camino y tomó otro constituyen una larga, personal e idiosincrática historia, que no me interesa especialmente ahora (8). Lo que sí me interesan son las razones que pueden justificar abandonar un enfoque reduccionista para intentar explicar “la naturaleza humana”, expresión con la que quiero significar no sólo su fisiología, metabolismo y funciones similares, sino también su conducta, sana o enferma (si fuera únicamente lo primero -fisiología, metabolismo, etc.sería una pobre “naturaleza humana”. Y para esta tarea de comprensión intelectual, que es al mismo tiempo la de combatir un reduccionismo grosero y primitivo, no he encontrado mejor ayuda que los escritos de Carlos Castilla del Pino. Freud, como Castilla del Pino y tantos otros, buscaba comprender, sin duda, el -permítaseme utilizar por un momento este término tan oscuro- “alma” humana, pero ese alma, ese espíritu, ese “ser” no eran, no son, abstractos, se incardinaban, se incardinan, en personas concretas, con sus filias y sus fobias, sus virtudes y sus defectos, sus obsesiones o sus desprendimientos. El psiquiatra, en definitiva, utilizando la palabra de Castilla del Pino, “se encuentra, lo quiera o no, ante sujetos, ante individuos, a los cuales hay que diagnosticar, llegado el caso, una determinada enfermedad mental, pero a los cuales hay que atender en sus aspectos personales, en suma, biográficos. El propio Kräepelin, en su último trabajo, Las formas de manifestación de las enfermedades mentales, publicado poco antes de su muerte (1926), reconoce, en una rectificación que le honra, que la sintomatología de los enfermos mentales tiene tanto de perturbación funcional como de referencia biográfica, es decir, personal” (9). Podemos pensar que el cerebro es el centro vital de los humanos, que toda actividad y decisión que les atañe pasa por ese universo de neuronas e interconexiones químicas y eléctricas, pero resulta que hay más, mucho más, desgraciada o afortunadamente (más esto que aquello: de nuevo, ¿qué humanos seríamos en caso contrario?). El cerebro rige -aceptemos esto en principio- nuestros movimientos, nuestras actividades, pero está también la conducta, que no es lo mismo. Recurramos, de nuevo, a Castilla del Pino (10): “La conducta, el conjunto de actos por antonomasia, particularizados en actuaciones de sentido, debe diferenciarse de la actividad. Una actividad tal como respirar, bostezar, digerir, etc., y desde luego las más elementales de la contracción muscular, el intercambio O2/CO2, la agregación plaquetaria, etc., no son conductas. Son actividades biológicas que mantienen el organismo en condiciones homeostáticas tales como para hacer posible, luego, la conducta por parte del sistema-sujeto. La actividad (biológica) tiene un carácter molecular, a diferencia de la conducta que la tiene molar. La actividad biológica, que no se diferencia de la fisicoquímica en general más que en el hecho de que es una fisicoquímica de lo viviente, es condición necesaria para que la conducta sea posible, de la misma manera que la actividad fisicoquímica es condición necesaria para la actividad biológica. Se ha hablado impropiamente de ‘biología de la conducta’: con ello no pueden dilucidarse sino las actividades biológicas (82) 2052 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES que hacen posible un acto, o muchos actos, de conducta; así, por ejemplo, la contracción muscular y el juego de articulaciones del brazo, antebrazo y mano hace posible que con el brazo se haga la señal de detener el autobús o la del saludo fascista, pero sería no pertinente hablar aquí de biología de una u otra conducta por el hecho de que sepamos con detalle el mecanismo neuroosteomuscular que subyace. Lo que interesa aquí, para inteligir la conducta, es su carácter de signo y su pertenencia a un código de señales, lo cual concierne a la Semántica y a la Semiología. No se puede, pues, identificar el mecanismo que hace posible la conducta con la conducta en sí misma: ni las cuerdas vocales son el habla ni el circuito del fórnix es la agresión, pero de ambos se infiere que podemos hablar y podemos agredir”. Los humanos son, ciertamente, biología, pero también cultura, relación con otros, y esto implica que no es posible establecer una frontera nítida entre la unidad biológica “ser humano” individual y el mundo. Por ello, como resalta Castilla (es la última cita que tomo de él, esta vez de su libro Un estudio sobre la depresión) (11): “el planteamiento positivista es ciertamente útil, tiene su misión, su objeto epistemológico es la dilucidación de la naturaleza de los procesos mentales, normales o patológicos; pero no es suficiente para dar cuenta de los problemas que conciernen al objeto psiquiátrico en su vertiente no natural sino cultural, que es siempre un sujeto... Mientras por su naturaleza la alteración mental ofrece síntomas en la esfera natural, y son modificaciones patológicas de actividades fisiológicas, el hecho de que sean perturbaciones del sujeto da lugar a modificaciones de la conducta, esto es, de los actos (psicologicosociales, culturales) o, más precisamente, de las actuaciones. Los actos que denominamos mentales son actos de conducta, como decir algo a alguien, sumar o restar, o soñar, o fantasear, o pensar en un problema, o recordar un acontecimiento, etc.; en suma, lo que se denomina actos intencionales o significativos. Los conductistas sembraron la confusión, al tiempo que se limitaron ostensiblemente pero voluntariamente como psicólogos, cuando consideraron sin más conductas tanto las actividades como los actos”. Tras lo cual concluía: “Ese reduccionismo a ultranza, disfrazado de ciencia actual, ha tenido sus seducciones, pero se agostó rápidamente, si bien representó en alguna medida una cierta disciplina, la disciplina de los hechos, a veces olvidados”. Un problema añadido para el sueño reduccionista: Gödel, Turing y los límites de los algoritmos Vimos antes que en los esfuerzos y planteamientos de John von Neumann ocupaba un lugar fundamental la matemática, la idea de que la lógica y la matemática son elementos básicos para entender el cerebro y sus múltiples funciones. Sin embargo, en los últimos años un resultado matemático (que sin duda conocía von Neumann, pero que nunca utilizó en el sentido que veremos) ha suscitado vivas discusiones acerca de si el “reduccionismo matemático” es viable en el estudio de la mente humana. Me estoy refiriendo al teorema de incompletud desarrollado por Kurt Gödel en 1931, según el cual una teoría aritmética no puede ser a la vez consistente, axiomatizable y completa a El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES 2053 (83) la vez. Más concretamente, lo que Gödel demostró es que sistema formales como la aritmética elemental, al igual que cualquier otra teoría matemática que la contenga (lo que significa teorías como el análisis, cálculo vectorial o teoría de conjuntos), deben contener enunciados que no son demostrables ni indemostrables con los medios permitidos por el sistema (12). Esta limitación lógica intrínseca fue tomada por el físico matemático Roger Penrose, en un libro de gran éxito, The Emperor’s New Mind (La nueva mente del emperador; 1989), como evidencia de que “el concepto de verdad matemática no puede ser encapsulado en ningún esquema formalista”, que la “noción de verdad matemática va más allá del concepto global de formalismo”, que “hay algo absoluto e ‘infuso’ en la verdad matemática”, que “la verdad matemática real va más allá de las simples construcciones humanas” (13). Si este punto de vista fuese correcto, las consecuencias para el reduccionismo científico serían dramáticas, al menos entendiendo por “reduccionismo científico” el basado en los enfoques, como el de von Neumann, en los que la matemática “tradicional” desempeña un papel central, más aún si tenemos en cuenta los límites (otra manifestación del resultado de Gödel) con los que se topan las máquinas de Turing, el “computador idealizado” en el que se basan los ordenadores actuales, introducido por Alan Turing en 1937 (14). Para explicar cual es el problema en este caso, no resisto la tentación de utilizar lo que Jesús Mosterín escribió al respecto no hace mucho en su libro Ciencia viva (15): “Todos somos testigos de los enormes progresos de la computación en nuestro tiempo. Sin embargo, también ésta se topa con límites infranqueables. Todo lo que pueda hacer un computador posible de cualquier tipo lo puede hacer una máquina de Turing... Pues bien, el mismo Turing probó que no es posible construir una máquina de Turing que decida si un programa cualquiera dado puede ser ejecutado en un número finito de pasos por una máquina de Turing cualquiera dada. En general, la prueba de que una máquina de Turing (que, como computadora real, siempre sería muy lenta e ineficiente) puede computar algo carece de interés. Sin embargo, probar que la máquina de Turing no puede hacer algo es sumamente interesante, pues implica que nunca computador alguno podrá hacerlo, por mucha tecnología, dinero e inteligencia de que dispongamos. La incomputabilidad de Turing es siempre incomputabilidad por principio, incomputabilidad insuperable”. Decía que si fuese correcto el punto de vista de Penrose (y en última instancia, como acabamos de ver del propio Turing, aunque éste no llegase a formularlo así), según el cual “la verdad matemática va más allá de las simples construcciones humanas”, entonces difícilmente podríamos evitar concluir que el reduccionismo matemático no permitirá acoger bajo su protector y acogedor manto a aquellas disciplinas que se ocupan de la mente humana, la psicología y la psiquiatría entre ellas, una conclusión que tal vez habría que tomar como constatación de la existencia de una barrera definida e infranqueable entre ambas y las neurociencias, conclusión que reforzaría las ideas expresadas en las dos secciones precedentes. (84) 2054 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES De hecho, la incapacidad de una máquina de Turing para “computar todo” es una manifestación de los límites de los algoritmos. Parece obvio, en consecuencia, concluir que tal camino conduce directamente a pensar que una solución posible para encontrar una explicación, desde la ciencia, de cómo funciona la mente, de, por ejemplo, la conciencia, tendría que basarse en formulaciones no algorítmicas (sabemos que existen matemáticas no recursivas, esto es, matemáticas en las que aparecen problemas para los que no existe ningún algoritmo que permita contestar sí o no a una pregunta): “una buena parte de la razón”, manifiesta Penrose, “para creer que la consciencia es capaz de influir en los juicios de verdad de una manera no-algorítmica deriva de la consideración del teorema de Gödel. Si podemos ver que el papel de la consciencia es no-algorítmico cuando formamos juicios matemáticos, en los que el cálculo y la demostración rigurosa constituyen un factor tan importante, entonces ciertamente podemos persuadirnos de que un ingrediente no-algorítmico semejante podría ser también crucial para el papel de la consciencia en circunstancias más generales (no matemáticas)”(16). ¿No será uno de esos “ingredientes no algorítmicos” la conducta? No se limitó Penrose a las anteriores consideraciones, de carácter más o menos general, sino que intentó encontrar soluciones, en la mejor tradición reduccionista, aunque ahora con elementos diferentes, no algorítmicos, no, en este sentido, reduccionistas “clásicos”: su sugerencia es que la solución provendrá de la física. Ahora bien, un problema no menor es que sus argumentos se basan en un nuevo tipo de teoría física todavía sin desarrollar. Su propuesta es que la clave para la comprensión de la concienciaconsciencia podría encontrarse en una teoría que reconcilie la teoría cuántica con la teoría general de la relatividad, que efectos gravitatorios aún no comprendidos podrían ser responsables del colapso de la función de onda cuántica, lo que aportaría un elemento no algorítmico a las leyes de la naturaleza. No es excesivamente sorprendente que un físico haga una sugerencia de este tipo: casi todas las propuestas que existen relativas a la utilización de la física para explicar la conciencia se concentran en la mecánica cuántica, en la que, como vimos en el capítulo 1, se recurre a un mal definido “observador” como responsable del colapso de la función de onda. Es oportuno recordar en este punto que fue también von Neumann uno de los primeros en iniciar esta corriente de pensamiento, en su obra capital, Fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica (1932), en la que escribió (17): “En primer lugar es en sí y de por sí absolutamente cierto que el medir y el proceso de la apercepción subjetiva con él ligado son algo nuevo respecto del mundo físico en torno, irreductible a éste. Es algo, en efecto, que nos lleva fuera de él, o más exactamente: nos conduce a dentro de la vida intelectual íntima del individuo, incontrastable en cuanto supuesto previo de todo intento de contrastación”; añadiendo poco después (18): “por lejos que llevemos los cálculos, hasta el depósito de mercurio, hasta la escala del termómetro, hasta la retina o el cerebro, llega un momento en que hay que decir: esto es percibido por el observador. Con otras palabras, siempre hemos de dividir el Universo en dos partes: una es el sistema observado, la otra el observador. En la primera podemos seguir todos los procesos físicos con tanta precisión como queramos (por lo menos en principio), en la última esto carece de sentido”. El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES 2055 (85) Si nos fijamos, estas manifestaciones no son básicamente diferentes de las interpretaciones del teorema de Gödel en el sentido de que ponen un límite a la capacidad humana para interpretar en términos científicos la realidad de la naturaleza, lo que ocurre es que ahora el límite es uno impuesto por una teoría física, la mecánica cuántica, no por uno lógico. El que Penrose proponga que puede existir una solución a ese problema, y que tal solución debe proceder de una nueva teoría que combine la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad general es hasta cierto punto natural, ya que dentro de la interpretación de Copenhague de la teoría cuántica no parece existir salida al problema, por lo que es preciso ir más allá de esa teoría, y resulta que uno de los problemas abiertos clásicos de la física es construir una teoría cuántica de la relatividad general. El hecho de que exista un elemento no algorítmico, no reducible a cálculos, en el colapso de la función de onda podría -tal es la argumentación de Penrose- explicar ciertos aspectos de nuestra comprensión matemática, que, de nuevo según el físico matemático inglés, van más allá de la capacidad de cualquier sistema algorítmico, y en este sentido ayudar a explicar algunos elementos del funcionamiento cognitivo humano. Como es natural, las propuestas de Penrose han sido criticadas por muchos. Uno de ellos es David Chalmers, quien ha escrito en uno de sus últimos libros (19): “La conexión más frecuentemente mencionada entre la conciencia y la mecánica cuántica se encuentra en el hecho de que en algunas interpretaciones de esta última, se necesita la medición de un observador consciente para producir el colapso de la función de onda. En este tipo de interpretación, la conciencia tiene un papel central en la dinámica de la teoría física. Estas interpretaciones son sumamente controversiales, pero de cualquier forma es notorio que no hacen nada para proporcionar una explicación de la conciencia. Más bien, simplemente suponen la existencia de la conciencia, y la utilizan para ayudar a explicar ciertos fenómenos físicos.... No podemos descartar la posibilidad de que teorías físicas fundamentales como la mecánica cuántica desempeñen un papel clave en una teoría de la conciencia... Pero, de cualquier forma, hay pocas esperanzas de que este tipo de teorías proporcione una explicación totalmente física de la conciencia. Cuando se trata de explicación reductiva, las teorías físicas basadas en la física no están en una mejor situación que las teorías neurobiológicas o cognitivas”. Un intento de auxilio a las ideas de Penrose, desde la neurología, son los trabajos de Stuart Hameroff, del Departamento de Anestesiología y Psicología y del Centro de Estudios de la Consciencia de la Universidad de Arizona, que ha propuesto que la cognición humana podría depender de colapsos cuánticos en microtúbulos, estructuras proteínicas que se encuentran en el sistema de sostén de una neurona. Ambos, Penrose y Hameroff, han colaborado, sugiriendo que el colapso cuántico en microtúbulos podría ser la base física de la experiencia consciente (20). Pero no es preciso continuar por este camino: ni se ha probado nada, ni es de esperar que enfoques que tratan, de una forma u otra, de reducir la mente, la conciencia o consciencia, el, en definitiva, comportamiento humano, a la física tengan, puedan tener alguna vez éxito. Se necesitará, creo, otro tipo de explicación científica. (86) 2056 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES NOTAS: 1 No ignoro que, como veremos más adelante, en otro trabajo suyo (el libro que dedicó a los fundamentos de la mecánica cuántica) von Neumann planteó problemas sobre la problemática relación de física y consciencia. En cualquier caso, ni von Neumann llegó a pronunciarse sobre estas cuestiones, ni, en última instancia, importa demasiado que el papel que le otorgó aquí de adalid del reduccionismo, acaso no se corresponda a sus opiniones profundas. Siempre se le puede considerar como un tipo de metáfora. O que una vez , cuando su vida se apagaba, tuvo sueños reduccionistas. 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(7) Ver en sentido, por ejemplo, Louis Breger, Freud, el genio y sus sombras, Javier Vergara Editor, Barcelona 2001. (8) Algunos detalles se explican en Marck Sloms, “Befote and alter Freud´s Project” , en Neuroscience of the Mind, op. Cit., 1-10. (9) C. Castilla del pino, “Prólogo” a Sigmun Freud, La interpretación de los sueños, Círculo de Lectores. Barcelona 1995, pp. 19-20. (10) C. Castilla del Pino, “ Epistemología de la psico(pato)logía: la conducta, relación sujeto/objeto”, en Epistemología y práctica psiquiátrica, Manuel Desviat, coord. Asociación Española de Neuropsiquiatría, Madrid 1990., pp 105-134; pp. 114-115. (11) C. Castilla de Pino, Un estudio sobre la depresión, Península, Barcelona 2002; primera edición de 1966. La cita está tomada del prefacio. “Este libro, hoy (o veinticinco años después). Otoño de 1990”, pp. 15-16. (12) K. Gödel, “Ubre formal unentscheidbare Sätze per Principia Matemática verwandter Systeme I”, Monatshefterfür Mathematik und Physik 38, 173-198 (1931). Existe versión al castellano en: K. Gödel, Obras completas (Alianza, Madrid 1987) (13) Roger Penrose, La nueva mente del emperador (Mondador, Madrid 1991), pp. 152-153. (14) A. Turing, “On computable numbers, with an application to the Entscheindunsproblem”, Proceeding of the London Mathematical Society 42, 230-265 (1937). (15) Jesús Mosterín, Ciencia viva, Espasa, Madrid 2001, p.92. (16) R. Pensore, La nueva mente del emperador, op.cit., p. 516. (17) John von Neumann, Fundamentos matemáticos de la mecánica cuántica (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid 1991, p. 298. (18) Ibíd., p. 299 El sueño de Von Neumann y la realidad de Freud DEBATES 2057 (87) (19) David J. Chalmers, La mente consciente (Gedisa, Barcelona 1999), p.163 (20) Ver, por ejemplo, Stuart R.Hemeroff y Roger Penrose, “Orchestated reduction of quantum coherence in brain microtubules: a model of consciousness”, en Toward a Science of Consciousness, S.R. Hameroff, A. W. Kaszniak y A.C Scott, eds. (The MIT Press, Cambridge, Mass. 1996), pp. 507-540. *Catedrático de Historia de la Ciencia en el Departamento de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid Teléf. 91 397 48 77 - Fax 91 397 39 36 Fecha de recepción: 04-09-02 Jesús Mosterín La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología RESUMEN: Desde Platón y Aristóteles hasta nuestro tiempo, pasando por Descartes, Freud, Watson y las tendencias cognitivistas actuales, nuestra ignorancia de los mecanismos neurales subyacentes a los fenómenos psíquicos ha sido compensada por una gran riqueza de paradigmas metafóricos. La insuficiencia de este enfoque se muestra, por ejemplo, en la concepción freudiana de los sueños. Aunque más vale una metáfora que nada, los paradigmas metafóricos deberían ser considerados como meras teorías provisionales de caja negra que en el futuro deberán ser sustituidas por teorías explicativas de caja traslúcida basadas en la compensación de los mecanismos subyacentes. PALABRAS CLAVE: paradigma, metáfora, alma, sueño, psicoanálisis, conductismo, ciencia cognitiva. ABSTRACT: From Plato to Aristotle until our days, by way of Descartes, Freud, Watson and current cognitive trends, ignorance of the neural mechanisms underlying psychic phenomena has been compensated by a wealth of metaphorical paradigms. The inadequacy of this focus is expressed, for example, in the Freudian concept of dreams. Althoug a metaphor is better than nothing at all, metaphorical paradigms should be considered provisional, black box theories at best, which in the future must be substituted by explanatory theories which will serve to reveal these underlying mechanisms. KEY WORDS: paradigm, metaphor, soul, dream, psychoanalysis, behaviorism, cognitive science. Paradigmas revolucionario, pero le resultó mucho más difícil describir los interludios de ciencia normal, que él trataba de caracterizar mediante el consenso de los científicos. Pronto se dio cuenta de que tal consenso apenas existía, y en cualquier caso no se refería a las definiciones de las nociones empleadas. Sin embargo, los aprendices de científicos eran introducidos en la ciencia mediante ejercicios consistentes en resolver problemas selectos en los que aparecían tales nociones. Estos La palabra ‘paradigma’, introducida por Thomas Kuhn en la filosofía de la ciencia, procede de la palabra griega parádeigma, que significa ejemplo o modelo. Kuhn pasó el curso 1958-59 en Stanford, becado por el Center for Advanced Study in the Behavioral Sciences, preparando un libro sobre las revoluciones científicas. Enseguida y fácilmente escribió el capítulo sobre el cambio Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXIII, n.º 85, pp. 89-104 (90) 2060 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES ejemplos o problemas clásicos desempeñaban el mismo papel que los ejemplos o paradigmas de conjugaciones (amo, amas, amare...) y declinaciones (rosa, rosae...) en el aprendizaje de las lenguas. Por eso, en vez de consenso, Kuhn eligió hablar de paradigmas, refiriéndose a esos problemas o aplicaciones ejemplares o paradigmáticos, en cuya repetida resolución se entrenan los futuros científicos, que así adquieren un lenguaje común y unos estándares compartidos de enfoque y solución de problemas, que luego aplicarán por su cuenta a otros casos. Kuhn utilizó la palabra paradigma por primera vez en 1959 en una conferencia sobre la tensión esencial, que luego daría título a su libro de 1977. Se refería a la tensión entre los aspectos convergentes y divergentes de la empresa científica. Los aspectos convergentes garantizan la coherencia de lo que luego llamaría los periodos de ciencia normal. Los divergentes provocan los cambios conceptuales radicales que más tarde caracterizaría como revoluciones científicas. En 1962 publicó The Structure of Scientific Revolutions (SSR) como un volumen del gran proyecto neopositivista de la Enciclopedia de la Ciencia Unificada (de Chicago University Press). De este libro se han vendido más de un millón de copias, lo que lo convierte en el best-seller absoluto entre los libros de filosofía o historia de la ciencia de todos los tiempos. SSR, que se lee como una novela, tiene aspectos históricos y sociológicos, e introduce varias nociones destinadas a meter mucho ruido en la filosofía de la ciencia posterior, sobre todo las de paradigma y revolución científica. En palabras del propio Kuhn, al escribir el libro SSR desgraciadamente los paradigmas desarrollaron una vida propia ... Habiendo empezado simplemente como soluciones a problemas ejemplares, extendieron su imperio hasta abarcar, primero, a los libros clásicos de los que se habían sacado los ejemplos y, finalmente, el conjunto global de los compromisos compartidos por los miembros de una comunidad científica determinada. Este sentido más global del término es el único que la mayoría de los lectores del libro han captado, y el resultado inevitable ha sido la confusión, pues muchas de las cosas que allí se dicen sobre los paradigmas sólo se aplican al sentido original del término. ... Está claro que he causado dificultades innecesarias a los lectores. Kuhn hizo varios intentos para recuperar el sentido original de paradigma. En 1974 escribió Second Thoughts on Paradigms, donde se lamenta de la confusión creada por SSR: Lamento tener que concluir que una parte del éxito del libro consiste en que puede significar todo tipo de cosas para todo tipo de gente. Ningún aspecto del libro es tan responsable de esa excesiva plasticidad como la introducción del término “paradigma”, la palabra que con más frecuencia aparece en sus páginas (aparte de las partículas gramaticales). El primer crítico del uso de “paradigma” en Kuhn fue su mentor, James Conant. Tras leer SSR, Conant se quejó de que Kuhn parecía haberse enamorado del término “paradigma”, al que usaba como una palabra mágica para explicar cualquier cosa. En 1970 Margaret Masterman describía al menos 22 significados distintos de la palabra “paradigma” en SSR, abarcando desde algo tan simple como un descubrimiento científico concreto hasta algo tan complejo como todo un La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES conjunto característico de creencias y preconcepciones, que incluye aspectos instrumentales, teóricos y metafísicos. Kuhn admitió que el análisis de Masterman era correcto. En definitiva, Kuhn quería subrayar que los científicos de una comunidad comparten más que un mero esquema formal, y en eso tenía razón, pero desde su temprana época de Stanford hasta su muerte, y a pesar de que lo intentó repetidamente, fue incapaz de articular de un modo preciso sus ideas al respecto. Metáforas En griego moderno, el vehículo que traslada los viajeros del avión a la terminal del aeropuerto se llama la “metáfora”. También en castellano la palabra ‘metáfora’ involucra siempre un traslado de significado, un sentido traslaticio, un hablar de una cosa como si fuese otra. Hay una gran diferencia entre la representación directa de algo y su descripción metafórica. Cuando cartografiamos los ríos de Andalucía o indicamos el caudal que llevan en ciertos momentos o la composición química de sus aguas, estamos representando directamente los ríos. Cuando decimos que son las venas por las que fluye la sangre de Andalucía, eso es una mera metáfora. Obviamente, no son arterias ni por ellos fluye sangre. Los animales somos los seres que tenemos ánima o alma. Ahora tendemos a identificar el alma con la función del sistema nervioso y, en efecto, todos los animales (excepto las esponjas) tenemos sistema nervioso. Las palabras acuñadas por las lenguas indoeuropeas para designar el alma implican desde el principio la metáfora que equipara el alma con 2061 (91) el aliento o la respiración. El alma se concebía como aquello que diferenciaba a un animal vivo de un cadáver. Esa diferencia parecía estribar en la respiración: el animal vivo respira, mientras que el muerto no lo hace. En griego el alma se llama psykhé, que originalmente significa soplo o aliento y que procede del verbo psykho (soplar, exhalar, respirar). En latín el alma se llama ánima, que inicialmente significaba aire, soplo, viento, aliento o respiración y que procede del verbo animare (soplar, dar aire). En sánscrito el alma se llama átman, palabra emparentada etimológicamente con el verbo alemán atmen, que significa respirar. Cuando no entendemos algo, buscamos analogías con otros sistemas que creemos entender mejor. A veces usamos esos sistemas como metáforas de lo que no entendemos. Si nos tomamos demasiado en serio la metáfora y la desarrollamos teóricamente, acabamos embarcados en un paradigma metafórico, que, si bien puede resultar sugestivo, con frecuencia bloquea el camino de la investigación directa de la cosa misma. Hasta el surgimiento de la ciencia moderna en el siglo XVII, gran parte del pensamiento filosófico y científico era de tipo metafórico. Es especial, toda la reflexión psicológica discurría por cauces metafóricos. Platón escribió que nuestra alma es un espíritu que cayó del cielo, donde vivía antes de nacer, precipitándose sobre el cuerpo que ahora lo aprisiona. Desde luego, es imposible saber hasta qué punto Platón se tomaba en serio sus propios mitos. También fue famosa e influyente su división tripartita (en razón, emoción y apetito) del psiquismo humano, a la (92) 2062 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES que correspondía otra división tripartita anatómico-funcional: la cabeza sería la sede de la razón, el pecho o el corazón sería la sede de las emociones y el vientre la de los apetitos. Aristóteles concebía el cerebro como un refrigerador. Pensaba que el corazón calentaba en exceso la sangre, que debía ser enfriada para mantener el equilibrio de la temperatura corporal. El cerebro sería el órgano encargado de enfriar la sangre. René Descartes (1596-1650) fue un gran matemático, un imaginativo físico y un deplorable biólogo. Consideraba que el cuerpo y el alma son cosas completamente distintas e independientes. El alma es puro pensamiento (res cogitans), mientras el cuerpo es pura extensión (res extensa). Influido por los estudios de William Harvey (1578-1657) sobre la circulación de la sangre, Descartes trató de desarrollar una fisiología hidráulica, presentando el cuerpo humano como una máquina y su funcionamiento como puramente mecánico. Todos los movimientos del cuerpo estarían determinados por el movimiento de un líquido que él llamaba el espíritu animal, y que produciría todos los fenómenos fisiológicos, desde la digestión hasta los movimientos reflejos. El alma, a su vez, podía controlar los movimientos corporales actuando sobre ese líquido en la glándula pineal. La mente o alma - según Descartes - era una entidad no extensa. ¿Cómo podía mover, por ejemplo, una pierna? El alma movía la glándula pineal, que era una especie de músculo, que a su vez ponía en movimiento los líquidos llamados espíritus animales, que a su vez, mediante una serie de empujes hidrodinámicos sucesivos, acababan moviendo la pierna. En Les passions de l’âme, Descartes expone cómo la sangre, al dilatarse en el corazón, produce unos fluidos muy tenues, los “espíritus animales”, sometidos a las leyes de la hidrodinámica. Estos fluidos se quedan atrapados en los poros del cerebro, desde donde, a través de los nervios, llegan a los músculos, cuyas contracciones producen. Antes de salir del cerebro, pasan por la glándula pineal, donde el alma interacciona con ellos. Según Descartes, la mente o alma está fuera del cuerpo y es independiente de él, pero interacciona con él a través de la glándula pineal. ¿Por qué eligió Descartes la glándula pineal? Galeno había pensado que era como una válvula que servía para regular el flujo del pensamiento desde el cerebro. Sobre todo, Descartes pensaba que la glándula pineal era un órgano que sólo se encontraba en los humanos, y no en los otros animales. Por ello, los otros animales, desprovistos de glándula pineal, carecían de mente y de alma, eran meras máquinas. Sin embargo, unas décadas más tarde Nicolaus Steno (1638-1686) descubrió la glándula pineal en otros animales. Este descubrimiento, que arruinaba uno de los pilares fundamentales de la filosofía cartesiana, resultaba embarazoso para Steno, que se consideraba cartesiano. Ahora sabemos que casi todos los vertebrados tienen glándula pineal, e incluso que en algunos reptiles está bastante más desarrollada que en nosotros. Según Descartes, la glándula pineal es el lugar imposible donde un alma etérea interacciona con un cuerpo burdamente mecánico, moviendo los espíritus animales. De hecho, la glándula La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES pineal o epífisis es una glándula endocrina periforme, del tamaño de un guisante, situada en medio del encéfalo, detrás del tálamo y encima de los tubérculos cuadrigéminos superiores, y que forma parte del diencéfalo o cerebro intermedio. (Obviamente, no hay que confundir la glándula pineal o epífisis con la glándula pituitaria o hipófisis, que es la glándula maestra del cerebro y está situada más abajo.) La glándula pineal es, en los mamíferos, un órgano secretor evolucionado a partir de un órgano fotorreceptor más antiguo, un tercer ojo dorsal o epifisial, presente en anfibios y reptiles, que no forma imágenes, sino que se limita a captar la intensidad de luz. Este ojo medial sintetiza melatonina a partir de la serotonina en ausencia de luz. Las aves y mamíferos producen en su glándula pineal melatonina, que desempeña un papel en la regulación de sus ciclos circadianos (o relojes biológicos, procesos que se repiten cada 24 horas). La glándula pineal, bajo el influjo de la formación reticular, regula el ciclo del sueño y la vigilia, secretando melatonina cuando cunde la oscuridad, lo que induce el sueño. Ahora la melatoniana se sintetiza también en los laboratorios, y se vende en píldoras, como somnífero especialmente apreciado por los viajeros aéreos para combatir el jet-lag. Descartes siempre conservó la fe religiosa que asimiló en el colegio de jesuítas donde se educó. Además, siempre tuvo mucho cuidado de no tropezar con la Iglesia. Cuando en 1633 se enteró de que Galileo había sido condenado por la Inquisición, inmediatamente abandonó un libro sobre el universo que estaba escribiendo y en el que aceptaba las tesis de Copérnico. Desarrolló una filosofía 2063 (93) mecanicista y la aplicó a todos los temas en los que no corriese peligro de toparse con la Iglesia. Por ello aplicó su concepción mecanicista a los animales y al cuerpo humano, pero no al alma humana ni a Dios, que eran los dos temas religiosamente delicados y por tanto tabú. Descartes trataba de alcanzar un compromiso entre sus ideas científicas mecanicistas y su cristianismo voluntarista en cuanto a Dios y al hombre. Los fenómenos biológicos serían incluidos en el dominio de la física, pero no la mente humana. Ya no habría diferencia entre lo animado y lo inanimado, sino entre lo material y lo espiritual. Según Descartes, el alma sólo puede ser simple e inmortal. Atribuir un alma inmortal a todos los animales, o concebir a los hombres como meros autómatas sin alma eran alternativas prohibidas por la Iglesia, y Descartes las rechazó. Genoma y cerebro como procesadores de información Los seres vivos y la biosfera entera permanecen en desequilibrio termodinámico. Una característica fundamental de los seres vivos - la base de su improbabilidad y excepcionalidad es su estado de desequilibrio, como ya había recalcado Schrödinger. El segundo principio de la termodinámica afirma que la entropía (la medida física del desorden) de un sistema aislado no puede por menos de crecer. Como el Universo es un sistema aislado, su entropía se incrementa continuamente; de hecho, aumenta con cada cambio que se produce en el mundo. Este principio explica la tendencia natural de los sistemas a la desorganización y al frío. El agua caliente se enfría (hasta la (94) 2064 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES temperatura ambiente) espontáneamente, pero el agua fría no se calienta por sí sola. El café y la leche se mezclan espontáneamente, pero no se separan de por sí. Las máquinas se estropean, la ropa se ensucia y la habitación se desordena, casi sin darnos cuenta; pero hace falta una esforzada intervención nuestra para arreglar la máquina, lavar la ropa y ordenar la habitación. Dentro de esta tendencia general del universo hacia el desorden, la desorganización y el frío, los seres vivos representan excepciones locales. Todo organismo es una excepción cósmica, nada a contracorriente, en él se incrementan (o se mantienen) el orden, la organización y la temperatura, y se reduce la entropía. Esto no contradice en modo alguno al segundo principio, pues los organismos no son sistemas aislados, sino sistemas abiertos a su entorno, con el que intercambian constantemente materia y energía. En cualquier caso, los organismos son entidades improbables, que solo consiguen sobrevivir a base de aprovechar la información disponible. Los animales procesamos y acumulamos información transmitida por dos canales: el canal genético y el del aprendizaje. La información transmitida genéticamente se almacena en el genoma; la aprendida, en el cerebro. El genoma y el cerebro son dos procesadores de información, capaces ambos de recibir, almacenar, modificar y transmitir información. Se diferencian sobre todo por su tempo tan distinto. El genoma procesa la información de un modo extraordinariamente lento, pero es muy fiable como mecanismo de transmisión y almacenamiento. El cerebro procesa la información de un modo mucho más rápido, aunque es menos fiable y eficiente en su transmisión y almacenamiento. Allí donde los cambios del entorno son lentos y a muy largo plazo, el genoma es el procesador más eficiente. Pero cuando los cambios son rápidos y a corto plazo, el genoma no da abasto para habérselas con ellos directamente. Algunas líneas génicas han resuelto el problema inventando el cerebro, capaz de registrar y procesar al instante la información sobre los cambios del entorno. Tal información se trasmite de cerebro a cerebro, creándose así la red informacional en que consiste la cultura. La cultura es la información que se transmite entre cerebros, es decir, la información transmitida por aprendizaje social. Hemos avanzado mucho más en la comprensión del genoma que en la del cerebro. Hacia 1890 Santiago Ramón y Cajal se dio cuenta de que el cerebro era una colonia de neuronas individuales. Desde entonces hemos aprendido a entender el modo electroquímico como la neurona individual funciona y transmite sus señales. Sin embargo, todavía no hemos sido capaces de desentrañar los mecanismos fundamentales que subyacen a operaciones mentales como el tomar una decisión o aprender un número de teléfono. Sin duda, complejas redes de muchas neuronas deben de estar involucradas. También hemos avanzado en el conocimiento de los neurotransmisores, como la acetilcolina, la dopamina, la serotonina o la noradrenalina. Los avances en las técnicas de exploración, como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (PET), así como la observación de las consecuencias de las hemorragias cerebrales localizadas, nos han permitido adquirir un incipiente conocimiento topo- La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES gráfico de las funciones cerebrales. Hace tiempo que se localizaron las áreas de Broca y de Wernicke, relacionadas con la actividad lingüística, o que se descubrió la asimetría lateral de los hemisferios cerebrales y su diferenciación funcional. De todos modos, este conocimiento topográfico más o menos burdo está muy lejos de arrojar luz sobre los mecanismos subyacentes. Es como si todavía no entendiésemos nada del mecanismo del motor de explosión, pero ya lo hubiésemos localizado topográficamente en la parte delantera del automóvil. También hemos aprendido algo sobre la embriología del sistema nervioso central y sobre la formación de la red de neuronas motoras por ensayo y error y por eliminación de los errores por apoptosis en el curso del desarrollo embrionario. A pesar de todos estos avances, el cerebro sigue siendo el sistema peor conocido del Universo y seguimos careciendo de conocimiento fundamental alguno de sus mecanismos. La psicología del siglo XX ha suplido esa ignorancia de los mecanismos cerebrales subyacentes a las funciones mentales mediante la vigorosa explotación de ciertos paradigmas metafóricos, como el psicoanálisis y el conductismo. Psicoanálisis El psicoanálisis fue creado por Sigmund Freud (1856-1939). Freud inició su carrera como neurólogo y médico del sistema nervioso. En 1895 escribió Entwurf einer Psychologie (Proyecto de una psicología), que sólo fue publicado póstumamente. Esta obra contiene lo que Freud llamaba su metapsicología, es decir, la descripción del modelo general de 2065 (95) la vida psíquica, que está detrás de sus teorías y doctrinas psicológicas concretas. Cuando lo formuló, Freud pretendía aplicar un enfoque científico y materialista al estudio de la vida mental y las neurosis. El psicoanálisis surgió inspirado en la ciencia de 1895, pero luego rompió sus amarras con la investigación posterior, a la que dejó de tener en cuenta. La metapsicología freudiana ya no fue renovada ni puesta a punto en función de los descubrimientos posteriores. El paradigma psicoanalítico usaba inicialmente como hilo conductor un modelo termodinámico o hidrodinámico, basado en la comparación metafórica de la psique con una máquina de vapor, lo que explica el uso de nociones como la de represión (la presión del gas que sale por las junturas). Freud sabía ya que el cerebro se compone de neuronas (Cajal acababa de descubrirlo) y que éstas transmiten electricidad. Recogió de la física la idea de energía como cantidad conservada y la adoptó como “energía psíquica”. Según Freud, los sentidos recogen energía del entorno y la transmiten al cerebro. Además, en el propio cuerpo, las gónadas y los órganos genitales producen energía psíquica o libido, que envían al cerebro. El cerebro está sometido a presión por toda esta energía que le llega y que le resulta desagradable. Por el principio del Nirvana, trata de librarse de ese exceso de energía, dándole salida mediante acciones que la gastan, consumen, disipan y eliminan. Para la energía psíquica vale el principio de conservación de von Helmholz. La energía no desaparece ni se pierde. Se almacena y concentra en el cerebro, poniendo en peligro a todo el organismo. En el acto sexual se disipa la (96) 2066 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES energía sobrante del cerebro, acumulada allí por las gónadas. Freud no sabía qué era esa energía. La concebía como un fluido, igual que antes se había concebido el calórico o el flogisto. Tenía la imagen de una máquina de vapor, que transforma la presión a que es sometida en trabajo, en acción, pues si no, estalla. Este modelo psicohidráulico está basado en la experiencia del orgasmo. Parece como si la sexualidad generase una energía (la libido), que pugna por liberarse o disiparse en el acto sexual. Estas ideas freudianas fueron desarrolladas hasta el paroxismo por Wilhem Reich, un discípulo heterodoxo de Freud. Todas las neurosis se deben a que la energía sexual no acaba de liberarse en el orgasmo. Esta energía se acumula y la presión que ejerce se manifiesta como neurosis. La actividad sexual sería el tubo de escape de esa energía ficticia. Más tarde Reich creyó descubrir manifestaciones de la bionergía en la fermentación (biones) e incluso en el cielo. Creyó haber descubierto una fuerza fundamental de la naturaleza desconocida (a la que llamó orgon) e incluso llegó a mostrar un acumulador de orgon que había construido a Einstein, que no le hizo caso. Nosostros sabemos ahora que el cerebro no recibe ni almacena ni envía energía, sino señales, información. El cerebro envía a los músculos la orden (la información) de contraerse, pero no les envía energía. De hecho, todas la células producen la energía que necesitan para sus actividades descomponiendo en ADP el ATP que previamente acumulan mediante la respiración celular. No hay un tráfico de energía entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Hay que distinguir el psicoanálisis como método terapéutico y como teoría o modelo de la mente humana. La posible eficacia de una terapia no depende de la veracidad de la teoría en que la justifica. Son bien conocidos los casos de eficacia terapéutica de los placebos y de la curación por la fe. La aspirina o ácido acetilsalicílico ha estado quitando el dolor de cabeza durante mucho tiempo en ausencia de explicación alguna de cómo se conseguía ese efecto. Curación por la fe. La acupuntura es una terapia de la medicina tradicional china consistente en clavar agujas en ciertos puntos del cuerpo del paciente. La base teórica de la acupuntura es sumamente dudosa; se basa en la existencia del yin y el yang como fuerzas fundamentales de la naturaleza, en la concepción de las enfermedades como desequilibrios entre el yin y el yang, y en la existencia de una serie de “meridianos” o canales que recorren el cuerpo longitudinalmente, conectando los diversos órganos, y por los que fluye la energía vital. Nadie ha detectado tales fuerzas ni canales. Sin embargo, la acupuntura tiene bastante éxito práctico como analgesia y como terapia de ciertas enfermedades. Los filósofos de la ciencia del siglo XX han sometido el psicoanálisis a análisis crítico. El resultado ha sido uniformemente devastador, aunque la devastación ha tomado dos formas distintas. Según algunos autores, como Karl Popper, el psicoanálisis es una doctrina incontrastable e irrefutable, por lo que no puede ser tomada en serio como teoría científica. Según otros autores, como Adolf Grünbaum, el psicoanálisis sí es una teoría contrastable, pero lo que resulta La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES de esa contrastación es que se trata de una teoría falsa. Por tanto, se tome como se tome, el psicoanálisis como teoría sale mal parado del escrutinio epistemológico: es una mera especulación incontrastable o una falsedad patente. Los sueños Aunque la lengua castellana dispone de verbos diferentes para dormir y para soñar, confunde ambas actividades en el único y equívoco sustantivo “sueño”. En otras lenguas se emplean sustantivos distintos, por ejemplo, en inglés sleep y dream, en alemán Schlaf y Traum, en francés sommeil y rêve. Algún artículo técnico traduce dream por “ensoñación”, pero en castellano habitual esa palabra más bien significa fantasear estando despierto o a lo sumo en duermevela. A falta de un vocablo mejor, usaremos aquí “dormida” como sustantivo correspondiente al verbo “dormir”. La conciencia carece de estabilidad y permanencia, es una realidad intermitente, interrumpida y desactivada con frecuencia. No solo en los raros casos de desmayos, coma y anestesia, sino en la dormida cotidiana la conciencia se apaga. Sin embargo, el cerebro sigue funcionando mientras dormimos; de hecho, sigue funcionando mientras vivimos, por definición, pues la muerte suele definirse como la cesación de la actividad cerebral. Ya Aristóteles señalaba que todos los animales duermen. Más recientemente hemos descubierto que todos los mamíferos sueñan. El psicólogo William James había roto con el estructuralismo introspectivo de Wundt con su insistencia en el funcionalismo, en la pregunta por la función y la contribución a la superviven- 2067 (97) cia de los fenómenos psíquicos. ¿Cuál es la contribución del dormir y el soñar, para qué sirven, por qué fueron retenidos por la selección natural en el curso de la evolución biológica? No lo sabemos. Hay muchas hipótesis y especulaciones, pero ninguna ha sido contrastada con los hechos. Como señalaba Heráclito, “para los despiertos hay un mundo único y común, mientras que cada uno de los que duermen se vuelve hacia su mundo particular” [fr. 652]. Ese mundo particular es el mundo de los propios sueños. En las culturas primitivas los sueños han sido frecuentemente interpretados como mensajes enviados por los dioses o como visiones de una realidad mágica y superior. En el siglo XX el psicoanális ha elaborado incansablemente la especulación sobre el presunto significado de los sueños. En su famosa obra de 1900, Die Traumdeutung [La interpretación de los sueños], Freud dio por supuesto que los sueños significan algo y trató de encontrar su interpretación adecuada. Según Freud, los sueños constituyen la satisfacción o realización simbólica de deseos peligrosos irrealizados y reprimidos, desterrados al subconsciente, del que escapan por la noche en forma de sueños. Allí estableció la diferencia entre el sueño latente o auténtico, que es el deseo reprimido, y el sueño manifiesto, que es su forma disfrazada, y que es como el sueño se recuerda. Esta distinción induce una inmunización frente a la crítica de la propia teoría freudiana, pues si los sueños no coinciden con lo que predice el psicoanálisis, siempre cabe atribuir la discrepancia a la distorsión sufrida por el sueño latente al pasar a sueño manifiesto. (98) 2068 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES Según Freud, el sujeto tiene experiencias y recuerdos inquietantes y deseos insatisfechos, a veces desde la infancia, deseos inaceptables e inconfesables, y por tanto reprimidos por la censura interna. Estos deseos insatisfechos pueden volver, excitarnos e impedirnos dormir y descansar. Por tanto, la función de los sueños consiste en permitir el descanso, relajando la tensión excesiva de los deseos insatisfechos, satisfaciéndolos de un modo simbólico, aunque disfrazado, para pasar la censura. Ya hemos aludido a la diferencia en Freud entre el contenido manifiesto del sueño, que el sujeto recuerda, y el deseo insatisfecho real, latente en el inconsciente. Los sueños manifiestos no necesitan ser explicados, sino interpretados, leídos entre líneas, hasta dar con los verdaderos deseos insatisfechos latentes. Freud llama elaboración del sueño a ese trabajo de disfrazarlo para que pase la censura. La interpretación, por el contrario, trata de apartar el disfraz y llegar a la versión original, la latente. En los sueños el sujeto, entre otras cosas, vive sus deseos eróticos insatisfechos de la infancia, que permanecen en su inconsciente. Esos deseos son elaborados según un simbolismo, el lenguaje de los sueños. Para Freud, los sueños son “el camino real” de la exploración del inconsciente. Lo mismo ocurre con los actos fallidos del habla. Hasta Freud, la psicología introspectiva pretendía ocuparse solo de la consciencia y la vida consciente. Freud tenía razón al señalar la existencia de una gran cantidad de psiquismo inconsciente. Lo que es peculiar al psicoanálisis y carece de apoyo empírico es que el inconsciente sea el resultado de una censura o rechazo cuasimoral, de una pugna interior entre principios opuestos, entre deseos indecentes inconfesables y tendencias represivas cuasimorales. Todos los mamíferos sueñan, como documentan numerosos estudios con gatos y otros animales a los que difícilmente puede atribuirse la moral victoriana o las costumbres de la Viena de la época de Freud. Desde 1953 hemos aprendido mucho sobre el dormir y el soñar; por ejemplo, el papel de la formación reticular del tronco cerebral en el inicio y el control de la dormida y de los sueños y en la secreción de melatonina por la glándula pineal. Cada noche soñamos unas cuatro veces, generalmente durante las etapas de movimiento rápido de los ojos (REM, rapid eye movements), caracterizadas por una actividad eléctrica del cerebro (reflejada en el encefalograma) parecida a la de la vigilia, con ondas muy rápidas, en contraste con las ondas lentas de las etapas de dormida sin sueños. Durante las etapas REM, aunque el cerebro trabaja a toda máquina, los músculos permanecen relajados. Si nos despertamos o nos despiertan durante una etapa REM, sabemos lo que estamos soñando y lo describimos con toda facilidad. Más del 80 % de todos los sueños, y desde luego los más vívidos, complicados e interesantes, tienen lugar durante estas etapas de REM. En 1928 el alemán Hans Berger registró la actividad eléctrica del cerebro mediante un encefalograma (EEG). Para registrar los potenciales de acción de las neuronas hacía falta un sistema más rápido: el osciloscopio, inventado por Edgar Adrian y Brian Mathews en 1933. En los años 1930s y 1940s, Nathaniel Kleitman, profesor de fisiología en la Universidad de Chicago, hizo mediciones La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES del cambio de ciertas magnitudes fisiológicas (como la temperatura o el ritmo cardiaco) durante las horas de dormida y de vigilia. En 1951-53 se descubrieron las fases de sueño REM en el laboratorio de Kleitman por su estudiante Eugene Aserinsky. Entre 1953 y 1955 Aserinsky y Kleitman publicaron los resultados de la observación del movimiento rápido de ojos (REM) en niños. Otro estudiante, William Dement, continuó la investigación en adultos. En 1957 Dement y Kleitman publicaron los resultados. El descubrimiento de que todos los mamíferos sueñan y de la distinción entre las etapas REM y no-REM del dormir nos ha abierto el camino a conocer los sueños, si queremos. Si el conocimiento de los sueños tuviera un valor en la terapia, hay un modo infalible y sólo uno de conocerlos: despertar al paciente durante la etapa REM. Pero los psicoanalistas no lo usan. El ritual del sofá y de la libre asociación y del presunto recuerdo no conduce al conocimiento de los sueños, sino a su invención. Los psicoanalistas interesados en conocer los sueños de sus pacientes deberían observarlos mientras duermen por la noche, como hacen los médicos de las unidades de sueño de los hospitales, a fin de despertarlos tras detectar rápidos movimientos de sus pupilas bajo los párpados. Si lo hicieran, obtendrían versiones fidedignas y completas de sus sueños, cosa que ahora no obtienen. Conductismo John Watson (1878-1958) rechazó la psicología estructuralista basada en la introspección por razones metodológicas. Un principio fundamental de 2069 (99) la metodología de la ciencia empírica consiste en que las observaciones y mediciones de un científico deben ser verificables y repetibles por los demás. Pero los datos de la introspección son completamente inverificables por los demás. Por tanto, ninguna psicología científica podría basarse en ellos. Watson proponía sustituir como objeto de la psicología los inobservables contenidos de la conciencia por la conducta externa observable y medible por todos. Este programa recibió por ello el nombre de conductismo. Fue presentado por Watson en 1913 en un artículo titulado “Psychology as the Behaviorist Sees It”. Watson trataba de establecer una ciencia natural de la conducta, que explicase el comportamiento observado del sujeto como consecuencia del aprendizaje, es decir, del efecto de las recompesas y castigos que el sujeto haya recibido del entorno hasta ese momento. Estas correlaciones no necesitarían tener en cuenta ningún tipo de factor interno, ni mental ni genético ni neurológico, sino que se basarían en la mera observación de las pautas en que cierto tipo de estímulos provocan cierto tipo de respuestas. Ivan Pavlov (1849-1936) ya había estudiado el condicionamiento clásico, basado en los reflejos condicionados. Este tipo de respuesta condicionada estudiada por Pavlov era el ejemplo paradigmático del método psicológico propugnado por Watson, correlacionando los estímulos con las respuestas directamente. Lo que Pavlov había establecido con perros, Watson lo comprobó con seres humanos, como el famoso bebé Little Albert. Burrhus Skinner (1904-1990) continuó la labor de Pavlov y Watson y estudió (100) 2070 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES otros tipos de condicionamiento, como el condicionamiento operante. Desde su cátedra en Harvard ejerció una inmensa influencia en la psicología de mediados del siglo XX. Las ramas más avanzadas de la ciencia nos ofrecen descripciones y explicaciones “de caja traslúcida”, es decir, basadas en los mecanismos subyacentes que producen los fenómenos. En etapas menos avanzadas se proponen con frecuencia descripciones y explicaciones “de caja negra”, en que se supone que los mecanismos subyacentes son inaccesibles o desconocidos, y simplemente tratamos de establecer ciertas correlaciones funcionales entre entradas y salidas, inputs y outputs, estímulos y respuestas. El conductismo proponía desarrollar la psicología como una teoría de caja negra de la conducta humana observable. El conductismo es una teoría de caja negra, que trata de correlacionar los estímulos con las respuestas sin necesidad de pasar por los mecanismos reales que explican la correlación. De hecho, eso es todo lo que podemos hacer hasta ahora en muchos casos, pero una psicología más ambiciosa trataría de desarrollar en el futuro explicaciones de caja traslúcida, basadas en los mecanismos subyacentes. En este sentido, la psicología conductista sería comparable a la termodinámica fenomenológica, que considera como primitivas magnitudes tales como la temperatura o la presión, mientras que la mecánica estadística nos proporciona una explicación más profunda, identificando la temperatura, por ejemplo, con la energía cinética media de las moléculas que componen el gas de que se trate. Darwin sabía que gran parte de la conducta se explica en función de las emociones que sentimos, y en esto no veía diferencia esencial alguna entre los humanos y los otros animales. Durante la primera mitad del siglo XX las realistas ideas darwinianas fueron eclipsadas por los prejuicios antropocéntricos, la negación ideológica de lo innato y la estrecha limitación metodológica a lo fenoménico impuesta por el conductismo. La psicología conductista pretendía aplicar un método positivista al estudio de la conducta, prohibiendo toda teorización que fuera más allá de la mera descripción y sistematización de la conducta externa observada. Esa metodología habría hecho imposible la física moderna, por ejemplo, aunque afortunadamente allí nadie trató de introducirla. Además, en la práctica se aplicaba inconsistentemente. Se aceptaba que nosotros, los humanos, tuviésemos emociones, aunque éstas fuesen por su propia naturaleza inobservables, pero no se aceptaba que las tuviesen los animales, en los que eran igualmente inobservables. De hecho, en los laboratorios conductistas se condicionaba a los estudiantes a reprimir cualquier comprensión o sensibilidad (es decir, a desenchufar sus recursos cognitivos genéticamente dados) y a convencerse a sí mismos contra toda evidencia de que los animales del laboratorio no eran animales, sino máquinas. Yo solo puedo estar completamente seguro de mi propio dolor, claro. Quizá mi vecino y mi perro sean meras máquinas. Sin embargo, si mi vecino y mi perro manifiestan la misma conducta externa que yo cuando sufro una emoción o un dolor, y tienen mis mismas estructuras cerebrales y hormonales implicadas, parece poco científico atribuirme a mí y al vecino La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES estados internos distintos que al perro. O todos somos meras máquinas, o ninguno. El cambio de la marea científica ha venido del progreso paralelo de la etología (el estudio de la conducta de los animales en libertad) y de la neurología (el estudio del funcionamiento del cerebro). El apogeo del conductismo estuvo asociado al mito de que venimos al mundo sicut tabula rasa, y que todo lo que somos y hacemos, nuestro carácter y nuestra conducta, dependen sólo del aprendizaje, de la educación, de la influencia del medio ambiente. Esta comparación con una tablilla o pizarra vacía es completamente equivocada, como ahora sabemos. El conductismo ha estado asociado a la recurrente idea filosófica de la ausencia de una naturaleza humana. Todas las otras especies animales tendrían una naturaleza (un genoma, un acervo génico, en jerga actual), pero los humanos serían la excepción. La tesis de que los humanos constituyen la única especie animal carente de naturaleza definida, pues son pura plasticidad, aparece ya claramente expresada en el humanista Pico della Mirandola (1463-1494). Marx pensaba que la naturaleza humana es simplemente el resultado de las relaciones de producción, de tal modo que, alterando las relaciones de producción, podríamos transformar la naturaleza humana misma. Según Sartre, en los humanos la existencia como libertad precede a la esencia como naturaleza: los humanos son libres de elegir su propia naturaleza. Desde Pico hasta los conductistas y existencialistas, pasando por los idealistas y marxistas, muchos han pensado que la especie humana carece de naturaleza. Nosotros seríamos pura libertad e inde- 2071 (101) terminación y vendríamos al mundo como tabula rasa. En realidad, nosotros somos repúblicas de células y cada una de nuestras células contiene en los cromosomas de su núcleo la definición de nuestra naturaleza inscrita en el genoma. Psicología cognitiva En la segunda mitad del siglo XX un número creciente de psicólogos fue abandonando el paradigma conductista. No parecía que los procesos de condicionamiento pudieran dar cuenta cabal de activitades tales como hablar, resolver problemas o tomar decisiones. Por otro lado, etólogos y neurólogos seguían avanzando en sus investigaciones. Además, el desarrollo imparable de la tecnología de la computación y de los computadores empezó a ejercer una creciente fascinación y a sugerir un nuevo paradigma. La cibernética y la inteligencia artificial fueron los dos primeros desarrollos en esta dirección. La inteligencia artificial es el intento de diseñar máquinas o “sistemas expertos” capaces de realizar tareas que en los seres humanos requieren inteligencia. Su precursor inmediato fue Alan Turing, que en 1950 planteó la pregunta de si puede pensar una máquina y propuso un criterio preciso para responderla, conocido como el test de Turing. Supongamos que estamos frente a un terminal que nos permite comunicarnos por escrito con dos “interlocutores” que no vemos, de los cuales uno es un ser humano y el otro es una máquina, digamos, un computador. Podemos hacer las preguntas que queramos y leer las respuestas de ambos. Si, a pesar de todo, somos incapaces de (102) 2072 La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES distinguir al interlocutor maquinal del humano, podemos decir que la máquina es capaz de pensar. La expresión ‘inteligencia artificial’ fue acuñada seis años después en la convicción de que había que extender la noción de inteligencia del dominio humano o animal al de los sistemas artificiales capaces de resolver problemas, como los computadores. Ese mismo año 1956 la inteligencia artificial (o AI, según sus iniciales inglesas) se constituyó como disciplina académica en un seminario de verano organizado en Dartmouth por los matemáticos Minski y McCarthy, al que asistieron también el economista Simon y el físico Newell, entre otros. Todos ellos estaban interesados en inventar máquinas que razonasen inteligentemente. La inteligencia artificial ha tratado de construir máquinas que lleven a cabo tareas computables, como decidir la validez de una fórmula proposicional o probar automáticamente teoremas de una teoría formal. También ha tratado de diseñar sistemas capaces de aprender por ensayo y error o de corregir sus propias hipótesis en función de la nueva información disponible, o de manejar nociones borrosas o imprecisas. Otra tarea típica de la AI es el desarrollo de sistemas expertos, que incorporen el saber profesional de un médico, por ejemplo, y permitan diagnosticar las enfermedades y recetar los tratamientos de un modo automático. Esta tendencia condujo también al paradigma del que forman parte la psicología cognitiva, la ciencia cognitiva y el conexionismo. Este paradigma se basa en la metáfora del computador, en la comparación del cerebro con el computador digital y de las actividades mentales con las computaciones. Aunque este programa ha aportado hipótesis iluminadoras respecto al posible funcionamiento de la memoria, el lenguaje y otras actividades, también se tropieza con graves dificultades epistemológicas. ¿Cómo comparar un sistema que entendemos perfectamente (pues lo hemos diseñado), como es el computador, con el cerebro, que es el sistema del Universo que menos entendemos a nivel fundamental? ¿Cómo estar seguros de que nuestro cerebro no funciona de un modo completamente distinto? El avión no es un buen modelo del vuelo de las aves. Los primeros intentos artificiales de volar, basados en imitar el vuelo de las aves, fallaron. El avión vuela de otra manera muy distinta que las aves. El coche no es un buen modelo del andar ni del digerir. Nosotros andamos y digerimos de otra manera que los coches. No hay ninguna garantía de que nosotros pensemos como los computadores. Está bien usar las metáforas y los paradigmas metafóricos como trampolines heurísticos para sugerir teorías de caja negra de lo que ocurre en nuestra cabeza. Aunque este tipo de enfoque epistémico es quizás lo único posible actualmente, no hay que perder de vista que nuestra meta a largo plazo debería ser el sustituir estas teorías provisionales de caja negra por teorías más profundas de caja traslúcida, basadas en el conocimiento directo de los mecanismos cerebrales subyacentes a los fenómenos psicológicos. La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología DEBATES 2073 (103) BIBLIOGRAFÍA (1) Borbély, Alexander: Das Geheimnis des Schlafs: Neue Wge und Erkenntnisse der Forschung. Deutsche Verlags-Anstalt. 1984. (2) Carskadon, Mary (ed.): Encyclopedia of Sleep and Dreaming. MacMillan. 1996. (3) Churchland, Patricia: Neurophilosophy. Toward a Unified Science of the Mind/Brain. The MIT Press. 1986. (4) Dennett, Daniel: Brainstorms: Philosophical Essays on Mind and Psychology. 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Rowohlt. 1986. * Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Barcelona Instituto de Filosofía (CSIC) e-mail: jesusmosterin.com Fecha de recepción: 03-05-02 2075 HISTORIA 2076 2077 Reyes Vallejo Orellana*, Antonio Sánchez-Barranco Ruiz** Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica RESUMEN: Sabina Spielrein produjo un impacto en la doctrina psicoanalítica a través de una interesante teoría de la represión que ponía en primer plano la tendencia a la destructividad que subyace en el ser humano, que Freud estimó como un antecedente de la pulsión de muerte. Además fue una fuente de inspiración para algunas de las ideas de Jung, como las de ánima y sombra, y para las teorías lingüísticas de Piaget. PALABRAS CLAVES: Represión, pulsión de muerte, Freud, Jung, Piaget. ABSTRACT: Sabina Spielrein had a great impact on psychoanalytic doctrine with an interesting repression theory that outstanded the role of destructiveness impulse that underlies within the human being, what Freud stimated as a antecedent of death´s drive. Furthermore, she was a source of inspiration for some Jung´s ideas, like anima and shadow, as well as for Piaget´s linguistic theories. KEY WORDS: Repression, Death´s drive, Freud, Jung, Piaget. Introducción La primera referencia a la presencia de mujeres en los grupos psicoanalíticos aparece en el I Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado el 27 de abril de 1908 en el hotel Bristol de Salzburgo. Allí estaba una doctora de Zúrich llamada Sophie Erismann, esposa de un conocido internista, así como Frieda Gross, de soltera Schloffer, mujer de Otto Gross (1877-1920), que había acudido para vigilarlo ya que su comportamiento suponía en muchas ocasiones un problema. Sophie desapareció del movimiento psicoanalítico tras el II Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado en Nuremberg en 1910, sin que dejara aportaciones de interés en la literatura especializada y Frieda también pasó pronto al anonimato. En las Actas de las reuniones de los miércoles que inicialmente se celebraban en la consulta de Freud, consta que el 6 de abril de 1910 Paul Federn presentó como candidata a miembro de la Asociación Psicoanalítica a la doctora Margarethe Hilferding (1871-1942), propuesta que fue aceptada el día 27 del citado mes de abril con tres votos en contra. Margarethe (de soltera Honigsberg) había nacido en Viena, donde se doctoró en medicina, era de ideología social-demócrata y seguidora de Adler, por lo que abandonó el grupo freudiano cuando aquél formó su asociación independiente. También han de destacarse como nombres importantes de los primeros tiempos psicoanalíticos a Emma Eckstein (1865-1924), ex-paciente de Freud y protagonista central del sueño paradigmático la inyección de Irma. Esta mujer en 1897 Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 107-122 (108) 2078 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA trataba pacientes psicoanalíticamente, aunque nunca formó parte de las instituciones oficiales. Por otro lado está nuestra Sabina Nicolaievna Spielrein (1885-1941), miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena desde el 11 de octubre de 1911, justamente el mismo día que Margarethe Hilferding renunció a la membresía. Otras mujeres pioneras del movimiento psicoanalítico fueron la doctora Tatiana Rosenthal (1885-1921), una psiquiatra rusa formada en Zúrich, que se suicidó con 36 años, que fue miembro de la Asociación de Viena desde 1911. Poco tiempo después se trasladó a su ciudad natal, San Petersburgo, trabajando a partir de 1919 bajo la dirección de Vladímir Béjterev (1857-1927) en el Instituto de Investigaciones sobre Patología Cerebral, dirigiendo la sección de neurosis y psicosis infantiles y posteriormente en una clínica para niños minusválidos. De ella partió la idea del Hogar-Laboratorio para chicos que dirigió Vera Schmidt (1889-1937). Igualmente merecen un lugar en el recuerdo Lou Andreas-Salomé (1861-1937), que asistió a las reuniones de los miércoles desde octubre de 1912 hasta abril del siguiente año y Hermine HugHellmuth (1871-1924) que fue miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena desde octubre de 1913 hasta su muerte en 1924. Finalmente, en las Actas de las reuniones de los miércoles figuran referencias a otras mujeres, generalmente como invitadas, tales como la señora de Ernst Oppenheim (un profesor de lenguas clásicas y miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena), la cual asistió a algunas reuniones en octubre y diciembre de 1910, la mujer del doctor Stegmann (uno de los fundadores de la Asociación Psicoanalítica de Berlín), la cual acudió a algunas sesiones en noviembre y diciembre de 1911, la señora de Hans Sachs, cuyo nombre está registrado en sesiones de 1912, 1913 y de años sucesivos, así como otras mujeres menos relevantes. Con posterioridad, ya comenzarán a ser conocidas las psicoanalistas de la segunda generación, como Erzsebet Radó-Revesz (1887-1923), Helene Deutsch (1884-1982), Beata (Tola) Rank (1896-1967), Anna Freud (1895-1982), Eugénie Sokolnicka (1884-1934), Karen Horney (1885-1952), Melanie Klein (1882-1960), Sophie Morgenstern (1875-1940), Marie Bonaparte (1882-1962) y Ruth Mack-Brunswick (1897-1946). Eran, en su mayor parte mujeres centroeuropeas que tuvieron que sufrir y tratar de superar el ambiente conservador que las empujaba hacia tres únicas funciones, esposa, madre y ama de casa, y, en algún caso, a hija destinada a cuidar a los padres en la vejez. Todas ellas deben ser estimadas no sólo como pioneras del psicoanálisis, sino también como las primeras abanderadas del feminismo constructivo (1, 2). Cartas secretas en el Palacio Wilson de Ginebra: el hallazgo de una mujer olvidada En 1977 se encontró por azar en el sótano del Palacio Wilson de Ginebra una caja con documentos personales de Sabina Spielrein, una rusa que había estado por última vez en esta ciudad suiza en 1923 ocupando un puesto como docente de psicoanálisis en el Instituto Rousseau, que tenía entonces su sede en este edificio. Cuando tuvo lugar el descubrimiento de tales documentos personales se sabía bastante poco de Sabina, a pesar de haber Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA sido una de las primeras mujeres que perteneció a la Asociación Psicoanalítica de Viena. Se conocía si acaso que había sido paciente y discípula de Carl Gustav Jung y que Freud la había citado a pie de página en Más allá del principio de placer, refiriendo un trabajo suyo que consideraba como un antecedente del concepto de pulsión de muerte (3). A mitad de la década de los setenta, tras la publicación de la Correspondencia Freud-Jung (4), se pudo ampliar lo que hasta entonces sabíamos de Sabina, pues Jung en las cartas que envió a Freud le hace varios comentarios de ella como caso clínico y como responsable de determinados conflictos personales. Todos esos datos se enriquecieron el año siguiente, tras de ver la luz el cuarto tomo de Minutes of the Viena Psychoanalytic Society (5), aunque ya en el tomo tercero consta la participación de Sabina en varias sesiones en la Asociación Psicoanalítica vienesa entre el 11 de octubre de 1911, fecha en que fue propuesta como miembro de dicho grupo profesional, hasta el 27 de marzo de 1912, que es su última asistencia registrada (6). Sabina Spielrein era una psicoanalista de orientación junguiana, como señala Aldo Carotenuto, quien en 1977 habló de ella en Sentido y contenido de la psicología analítica (7), donde refiere la influencia que tuvo sobre algunas de las principales ideas de Jung, especialmente en los conceptos de ánima y sombra. Según refiere en otro lugar el propio Carotenuto (8), en octubre de 1977 su colega y amigo Carlo Trombetta contactó con el profesor George Morsier de Ginebra, responsable del hallazgo de la caja de documentos de Sabina en el Palacio 2079 (109) Wilson, los cuales remitió a Carotenuto. Basándose en este material, Carotenuto y Trombetta editaron en 1980 Diario de una secreta simetría. Sabina Spielrein entre Jung y Freud (8). Poco después se descubrieron más documentos en el archivo personal de la familia del psicólogo Edouard Claparède y en el archivo de Morsier, con cuya nueva información apareció en una reedición de la anterior obra en 1983 (9). En 1988 Mireille Cifali nos enriquecerá el conocimiento de Sabina con un artículo titulado Una mujer en el psicoanálisis (10) y en 1990 Christine Brinkgreve, Annet Mooij y Adeline van Waning publican el artículo Hermine HugHellmuth y Sabina Spielrein: ignoradas pioneras del psicoanálisis (11) y tres años después John Kerr edita La historia secreta del psicoanálisis (12), donde se tiene en cuenta toda la documentación citada para ir dando una interesante visión de los avatares del movimiento psicoanalítico en sus primeros años, resaltando el papel que en todo ello tuvo Sabina, especialmente en las conflictivas relaciones entre Freud y Jung. En 1992 aparece en inglés Las mujeres de Freud de Lisa Appignanesi y John Forrester, donde hay un extenso capítulo dedicado a Sabina y Loë Kanh, que fue esposa de Ernst Jones y paciente de Freud (13). En 1994 Bernhard Minder da a la luz el artículo Sabina Spielrein, paciente de Jung (14) y el año siguiente se edita en francés Histoire de la psychanalyse en Russie, que había escrito en ruso Alexandre Etkind (15), donde hay un extenso capítulo dedicado a Spielrein. Por fin, en 1996, aparece en nuestro país la novela biográfica de Alnaes intitulada Sabina (16), que aportó algunas novedosas (110) 2080 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA informaciones, aunque debe subrayarse que se trata de una construcción novelada sin el rigor de los trabajos históricos. El mismo defecto suelen tener, salvo excepciones, la mayor parte de trabajos que están apareciendo en Internet. Una rusa judía en Burghölzli: ¿una curación por amor? Sabina Nicolaievna Spielrein (1885-1941) nació en la ciudad rusa de Róstov sobre el Don (Rusia) en 1885 (hay otras referencias que dan 1886), en el seno de una familia judía y cosmopolita que pasaba sus vacaciones en San Petersburgo, en París, en las orillas del lago Constanza de Suiza y en otros lugares de élite. Tenía cuatro hermanos menores, tres varones y una chica, Isaak (1891-1935?), Jean, Emile (que murió de tifus a los 6 años) y Emil, el primero de los cuales fue un reconocido psicólogo, que llegó a ser director en 1923 de la sección psicotécnica del Instituto de Filosofía Científica y Laboratorio de Psicotecnia Industrial del Comisariado del Pueblo en el Trabajo y en 1928 redactor de la revista Psicotécnica y Psicofisiología del Trabajo, así como presidente de la Sociedad de Psicotécnica de Rusia. En enero de 1935 fue acusado de trotskismo, siendo arrestado y posiblemente fusilado (15). El padre de Sabina, Nikólai Spielrein, era un hombre de negocios, representante de una importante sociedad mercantil europea y que al parecer tenía un carácter colérico, por lo que con frecuencia pegaba a sus hijos. Eva, la madre, era una licenciada universitaria que ejerció como odontóloga cuando sus hijos eran pequeños. Se ha escrito que educó a Sabina, la mayor de los cinco descendientes, en la más absoluta ignorancia sexual, llegando incluso a conseguir que se modificase el contenido curricular del Gymnasium de Róstov a donde acudía Sabina, para que no tuviera que estudiar la reproducción de los organismos durante las clases de biología. Sabina manifestó desde su infancia una imaginación desbordante, sufriendo mucho a causa de una especie de alucinación visual en la que veía dos gatos amenazantes sentados en una cómoda, lo que abocó en manifestaciones de angustia nocturna y fobias a los animales. Poco después, alrededor de los cuatro años, comenzó con una sintomatología consistente en retener sus heces, incluso durante dos semanas, tomando el hábito de sentarse sobre sus talones para impedir la defecación y conseguir así una placentera excitación sexual. A los siete años esta práctica la cambió por una masturbación genital compulsiva, manifestando también ideas obsesivas escatológicas cuando comía. Ya a los dieciocho años su estado clínico empeoró, apareciendo crisis depresivas, así como risas y gritos impulsivos, lo que hizo que sus padres la ingresaran en el hospital cantonal de Zúrich, más conocido como Burghölzli, en donde estuvo desde el 17 de agosto de 1904 hasta el 1 de junio de 1905. Con anterioridad Sabina había estado ingresada en dos clínicas privadas de Suiza, siendo tratada por el doctor Heller y el doctor Monakow respectivamente (16). Cuando ingresó en Burghölzli tenía 19 años, siendo diagnosticada por Jung de una grave histeria (aunque en su historia clínica que aún se conserva consta un primer diagnóstico de demencia precoz), iniciando con él una especie de tratamiento psicoanalítico a lo largo Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA de unos tres meses, terapia cargada de sugestiones y otros ingredientes ajenos a lo que hoy entendemos por psicoanálisis. Aun con todo esto, Sabina era una chica que se había beneficiado de la apertura liberal zarista de su época, lo que le permitió realizar los estudios de bachillerato, oportunidad poco frecuente para las jóvenes de entonces, habiendo sido una alumna excelente que incluso llevó a cabo eruditos trabajos sobre historia de la religión (16). Según consta en la historia clínica del hospital zuriqués, Sabina era una muchacha correcta y educada, aunque por su origen ruso y por su etnia judía se la consideraba como una persona exótica. En lo que toca a su psicopatología, Jung en una conferencia que dictó en Amsterdam en 1907 bajo el título La teoría freudiana de la histeria (17), comentó que la paciente había aquejado a partir de los 13 años fantasías de carácter perverso que la acosaban de forma obsesiva, como, por ejemplo, el no poder sentarse en la mesa para comer o ver a alguien alimentándose, particularmente a su padre, sin pensar en la defecación. Tampoco era capaz de mirar o tocar las manos de su progenitor sin experimentar excitación sexual, y, si le reñían por cualquier motivo, reaccionaba sacando compulsivamente la lengua o dando una fuerte carcajada. Además, inesperadamente emitía gritos de horror y gestos de asco, lo que se acompañaba de la visión de la mano castigadora de su padre combinada con excitación sexual, imágenes que abocaban en una masturbación mal disimulada. En el momento de su ingreso en el hospital, su estado clínico se caracterizaba por profundas depresiones que alternaban con accesos 2081 (111) de risas, llantos y gritos, así como los referidos gestos de sacar la lengua cuando era tocada, dando en esos momentos la impresión de estar a punto de echarse a reír (17). Cuando Sabina empezó a ser tratada, Jung y Riklin estaban interesados en los experimentos de asociación verbal y ambos se iniciaban en la terapia psicoanalítica, habiendo sido ella la primera paciente que Jung abordó con tal modelo de intervención a lo largo de unos tres meses (12, 13). En cuanto Sabina empezó a restablecerse, dados sus intereses vocacionales, se integró como ayudante voluntaria en los experimentos de Jung y Riklin, matriculándose en la licenciatura de medicina en 1905 en la Universidad de Zúrich, unos meses antes de ser dada de alta, lo que tuvo lugar el 1 de junio de ese año. Poco a poco se fue fortaleciendo la relación personal entre Sabina y Carl Gustav, hasta llegar a ser algo más que una mera amistad, existiendo abundantes referencias a variados intercambios eróticosexuales entre ambos (8, 9). En enero de 1909, la mujer de Jung con el fin de tratar de dar fin a estos amores extraconyugales, escribió en forma anónima a la madre de Sabina, relatándole lo que sucedía. Ante esto, la señora Spielrein remitió una indignada carta a Jung indicándole que no debía destruir a su hija después de haberla salvado. Jung le respondió de forma cínica y fría, echándole en cara que no cobraba honorarios en los encuentros con Sabina, lo que impedía el establecimiento de los límites propios de una relación profesional. Por tales motivos, el 26 de febrero de 1909 tuvo lugar un borrascoso encuentro entre Jung y Spielrein, que acabó con un ataque (112) 2082 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA físico de ésta a aquél con un abrecartas que estaba en el escritorio, para salir después huyendo despavorida del consultorio (12). Tras haber transcurrido algunos días Jung le escribió a Freud manifestándole entre otras cosas que su primer paciente psicoanalítico lo había traicionado, poniendo en marcha un terrible escándalo, exclusivamente por haber renunciado a darle un hijo (12). Freud, en su respuesta, no hizo referencias explícitas al tema, comentando de pasada que ser difamados era un precio a pagar en el oficio psicoanalítico, aunque no por ello había que renunciar a seguir con la tarea. En lo que toca a Sabina, estaba indignada por el curso de los acontecimientos, como se evidencia en los borradores de las cartas que escribió en junio de 1909 (8, 9). Algo antes, el 30 de mayo, se había dirigido a Freud solicitándole una breve entrevista (12), carta que llegó el 3 de junio, remitiéndosela Freud a Jung el mismo día, a la par que le cuestionaba si sabía algo de la persona que firmaba o si tenía alguna opinión al respecto y rogándole que le pusiera un telegrama, que no ha sido encontrado. El día siguiente Freud le escribió a Sabina para que le informara sobre el motivo concreto de su demanda de cita y Jung por su parte mandó el mismo día un telegrama a Freud indicándole que quien le solicitaba la cita era la misma persona de la que ya le había escrito con anterioridad, su primer caso psicoanalítico, señalando que tenía hacia ella especial consideración y afecto (4). La contestación de Freud el 7 de junio se centró en un comentario con relación a que tales experiencias también le habían sucedido a él y que ayudaban a endurecer la piel para poder controlar la contratrans- ferencia (siendo ésta una de las primeras referencias a este concepto), poniendo la última responsabilidad de los hechos en las pacientes histéricas, señalando que estas mujeres pueden sacar a relucir, como encantos, todas las perfecciones psíquicas imaginables, hasta que han logrado su objetivo (4). En cuanto al contenido de la nueva misiva que Freud remitió a Sabina el 8 de junio de 1909, tras conocer ya el asunto con cierta profundidad, era un claro intento de justificar y proteger a Jung, recomendándole a la chica que reprimiera todas esas vivencias (8). En su respuesta del 10 de junio, Sabina le comentó a Freud que la represión no era un buen camino, pues se quedaría sin la posibilidad de amar a otro hombre, optando por enfrentarse a Jung y ponerle ciertas condiciones para dar fin al asunto, como reparar su reputación ante sus padres y ante Freud, lo que Jung llevó finalmente a cabo, lamentando la bellaquería que había cometido con la señora Spielrein y admitiendo su parte de responsabilidad en el affaire, aunque sin mencionar que hubieran tenido lugar entre ellos relaciones genuínamente sexuales. Sin embargo, en el diario personal que por entonces escribía Sabina, aparece constantemente la palabra poesía como sinónimo de los encuentros sexuales que tenía con él (12). Discípula de Freud: una nueva teoría de la represión A finales de agosto de 1910, transcurridos ya cinco meses del Congreso Psicoanalítico de Nuremberg, Sabina dio un paso definitivo en su vida personal y profesional: tomó la decisión de trasladarse a Viena para seguir su formación con Freud, con lo que además se alejaba de Jung. Poco antes había dado los toques Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA finales a su tesis de doctorado, que dirigía Eugen Bleuler, en la que había llevado a cabo una investigación de carácter psicoanalítico sobre la demencia precoz (esquizofrenia) crónica, titulada Sobre el contenido psicológico de un caso de demencia precoz, que fue editada por el Jahrbuch en 1911 (18). Presentó este trabajo el 11 de febrero de ese año, un mes después de haber superado los exámenes finales de la licenciatura de medicina, en donde obtuvo matrícula de honor en psiquiatría, dando fin a sus estudios oficiales en el mes de junio de 1911. La tesis consistía en el estudio clínico de una paciente esquizofrénica, hostil y deteriorada, que sólo estaba preocupada por la muerte y la decadencia, aunque era incapaz de coordinar verbalmente la mayor parte de sus pensamientos. Sabina fue descifrando pacientemente los contenidos psicológicos de sus diferentes delirios, llegando a la conclusión de que en éstos podía verse la participación de dos ingredientes antagónicos en el deseo sexual, un elemento disgregador y por tanto destructivo, y un elemento constructivo que llamó componente de transformación, algo cercano a lo que Freud bautizaría después como sublimación. En estas ideas algunos han situado la semilla de la pulsión de muerte, aunque realmente se trata de los inicios de una elegante teoría de la represión, que Spielrein desarrollaría más profundamente en un trabajo ulterior. El miércoles 29 de noviembre de 1911, tras haber sido aceptada como miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena, Sabina es recibida por Freud para discutir el contenido de su tesis, en la que aquélla defendía que los conflictos 2083 (113) fundamentales que tienen lugar en la mente humana no son el enfrentamiento entre las pulsiones del yo y las pulsiones sexuales, sino, como antes se ha insinuado, entre la vida y la muerte, de modo que la tendencia destructiva humana ha de luchar contra la misma sexualidad: el núcleo de su trabajo es que la destructividad es la última causa de la vida. Cuando Spielrein elaboró esta teoría tenía sin duda en la mente las ideas de Élie Metchnikoff, un ruso expatriado en Francia que llegó a ser director del Instituto Pasteur de París y premio Nobel de medicina en 1907, quien en su obra El ritmo de la vida, editada en 1903, había especulado sobre la existencia en el ser humano de un deseo de morir, que se pondría en evidencia al final de una larga vida (12). Spielrein puso este deseo de muerte en relación con un aspecto destructivo de la pulsión sexual: la sexualidad sería intrínsecamente ambivalente respecto al yo, pues busca la disolución de éste para producir la vida (12). Esta teoría de Spielrein sobre la destrucción, el sacrificio y la transformación tenía también una indudable deuda con Nietzsche y Wagner. Entendemos, en todo caso, que lo importante a destacar es que tal teoría, que cuajaría un año después, ha de estimarse como una novedosa explicación de la represión y no como una demostración de la existencia de la pulsión de muerte. Tales ideas se consolidaron tras pasar Spielrein un semestre en Múnich, donde asistió a clases de historia del arte durante la primavera de 1911, regresando a Viena en agosto: la coexistencia de la destructividad y la sexualidad en los humanos daría cuenta de por qué la represión actúa (114) 2084 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA específicamente contra los deseos sexuales. Todo ello aparecería bien organizado en el trabajo La destrucción como causa del nacimiento que se publicará por primera vez en 1912 (19) y del que Freud dijo que no había terminado de comprender (3). Para Spielrein, el misterio de la específica actuación de la represión sobre los deseos sexuales individuales, y no respecto a otros deseos, residía en su original concepción de la sexualidad, que superaba el enfoque freudiano, centrado en el enfrentamiento de las pulsiones sexuales con las pulsiones de autoconservación, en el placer/displacer por medio de la descarga y en la represión como una consecuencia de la naturaleza prohibida de la pulsión libidinal, fundamentalmente por el objeto hacia el que se dirige. Sin embargo, al modo de ver de Spielrein, habría una pulsión de conservación del individuo y otra de la especie, defendiendo paralelamente la existencia de dos estructuras psíquicas, el yo y el inconsciente, funcionando el yo gracias a la energía aportada por la pulsión de autoconservación, siendo su máximo objetivo mantener indemne la propia individualidad, rechazando todo aquello que pudiera imponerle un cambio no deseado. En cuanto al inconsciente, sería más bien colectivo que individual, procediendo su energía de la pulsión de conservación de la especie, esto es, de la sexualidad, persiguiendo el mantenimiento de la especie por encima del individuo, por lo que actuaría en contra del yo, por lo que éste viviría como una amenaza la presencia del deseo sexual. De aquí que el yo siempre respondiera con una actitud de represión ante la activación del deseo sexual, mostrando en la mente imágenes de destrucción y muerte, las cuales representarían las protestas de dicho yo ante la amenaza de su disolución, radicando en ello la última fuente de la represión de los deseos sexuales. No se trata exactamente, por tanto, de lo que en 1920 Freud delimitaría como pulsión de muerte, como señala en la antes referida nota a pie de página de una de sus obras (3). El 20 y 21 de septiembre de 1911 se celebró en Weimar el III Congreso Internacional de Psicoanálisis, al que, entre otras mujeres, asistieron Lou AndreasSalomé. Al evento también iba a acudir Sabina, pero finalmente no pudo hacerlo a causa de una inflamación de un tobillo, aunque suponemos que ello no era sino una excusa, siendo la causa real el no encontrarse con Toni Wolff, la nueva discípula y el nuevo amor de Jung, el cual también iba acompañado de Emma, su mujer. Tras la celebración del citado congreso, fue cuando Sabina trató de contactar con Freud, para lo que pidió a Jung una carta de presentación, que éste no consideró necesaria, puesto que ya le había hablado de ella con anterioridad (12). El 11 de octubre de 1911 tenía lugar la primera reunión del nuevo curso de la Asociación Psicoanalítica de Viena, que, como era costumbre en la primera sesión, se celebró en el café Arkaden. Adler y algunos de sus seguidores ya habían abandonado el grupo freudiano, aunque aún asistían, entre otros, Wilhelm Stekel y Margarethe Hilferding. Curiosamente el mismo día en que Sabina presentaba su petición para ser miembro de la Asociación Psicoanalítica de Viena, dimitía la referida Margarethe que se unió a la Sociedad para el Psicoanálisis Libre liderada por Alfred Adler desde el mes de junio anterior (6). Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA Sabina fue aceptada por unanimidad, en contra de las maniobras de Isidor Sadger, que pensaba que las mujeres no debían formar parte de la Asociación, acudiendo durante todo el curso de forma regular a las reuniones de los miércoles que ya no tenían lugar en la consulta de Freud, sino en la sede del Colegio de Doctores de Viena. Según consta en los Minutes (5, 6), Sabina intervino por vez primera en la sesión del 8 de noviembre de 1911, dando su opinión en el debate que se abrió en relación con una comunicación presentada por Stekel y Reinhold titulada Sobre la pretendida atemporalidad del inconsciente, estando presentes Dattner, Federn, Freud, Friedjung, Heller, Hitschmann, Jekels, Nepallek, Rank, Reitler, Rosenstein, Sachs, Sadger, Steiner, Stekel y Tausk, y, como invitado, un tal Krauss (6). Sabina empezó diciendo que ella sólo podía ver las cosas según el punto de vista de su escuela, haciendo referencia a Jung, señalando el origen filogenético de los contenidos del inconsciente para justificar su atemporalidad. Federn y Tausk acogieron bien esta aportación, pero Freud atacó la tesis de la influencia filogenética, sin duda como expresión del desacuerdo con Jung, aunque comentó de forma favorable la puesta en primer plano del rasgo desconocedor del tiempo del inconsciente, dado que ello completaba el retrato del mismo como sistema. En la reunión del 15 de noviembre de 1911, Reik presentó la comunicación titulada Sobre la muerte y sobre la sexualidad, aprovechando Spielrein el debate para presentar algunas de sus ideas sobre La destrucción como causa del nacimiento, que discutiría con más detalle en la siguiente sesión del 29 de noviembre. 2085 (115) Entonces se puso en marcha un confuso debate con críticas y contracríticas, manifestando el lúcido Viktor Tausk que consideraba muy valiosa la idea central de Spielrein acerca de que la represión de la sexualidad procedía de su componente destructivo, pues ello fundamentaba una nueva y más profunda teoría de la represión. Lo más sorpresivo fue la intervención de Freud, que planteó una crítica directa a la utilización por parte de Jung del material mitológico para tratar de solucionar las cuestiones psicoanalíticas, comentando también de pasada que Spielrein había tratado de fundamentar la teoría de las pulsiones con proposiciones biológicas y no psicológicas. Desde la perspectiva de Sabina aquella reunión debió ser muy decepcionante, pues no sólo había fracasado en el intento de dar a conocer sus nuevas ideas, sino que también se había percatado de que su mentor, Jung, no tenía buena acogida entre los vieneses. Y es que ella desconocía que entre Freud y Jung se estaba planteando un enfrentamiento personal, aunque encubierto en razones aparentemente teóricas, que la mujer de éste había estado tratando de evitar limando asperezas (12). El 30 de noviembre de 1911, Freud escribió a Jung comentándole su postura en la sesión del día anterior en la Asociación Psicoanalítica de Viena, describiéndole entre otras cosas las objeciones que había puesto a Sabina, además de criticarle a él su progresivo alejamiento de la teoría libidinal. Jung, en efecto, estaba por entonces asimilando la libido a cualquier tipo de deseo a través de una concepción genética, en donde lo energético vital primaba sobre lo estrictamente sexual. Tal desexualización (116) 2086 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA de la libido no podía ser asumida por Freud, pues rompía todo su edificio teórico. A finales de diciembre de 1911, Sabina pasó dos semanas de vacaciones en su ciudad natal, en cuya universidad dictó una conferencia sobre psicología infantil. A su vuelta a Viena, empezó a hacerse cargo en 1912 de sus dos primeros pacientes remitidos por Freud y a los que no cobraba (13). Por entonces también redactó el ensayo Contribuciones a la comprensión del alma de un niño (20), primera muestra del interés de Spielrein por el campo de la psicología infantil. El 27 de marzo de 1912, Tausk dio una conferencia en la Asociación Psicoanalítica de Viena con el título La sexualidad y el yo, donde había claras muestras de la aceptación de la teoría de Spielrein sobre el componente destructivo que portaba la sexualidad, estableciendo que tal elemento tendría una naturaleza sádica en el hombre y masoquista en la mujer, añadiendo que toda emoción fuerte, según ideas de Klages, tenía como propiedad un peligro de disolución para el yo. Sabina intervino manifestando que el problema del sado-masoquismo expuesto por Tausk era idéntico al de sus ideas sobre el componente destructivo de la sexualidad, lo que fue corroborado por Freud (5). Estancia en Berlín: un casamiento de conveniencia En torno a la tercera semana de abril de 1912, Sabina se traslada a Berlín, probablemente buscando un ambiente más favorable que el vienés para desarrollar sus ideas. Allí conocerá a Paul Scheftel, un atractivo médico judío de personalidad algo difícil, 21 años mayor que ella, con el que se casará el 14 de junio de ese año, aunque sin duda aún seguía enamorada de Jung. En el curso de este año Sabina desaparece de la correspondencia entre Freud y Jung, aunque ella siguió carteándose con ambos, constando documentalmente que la última carta que Freud le dirigió fue el 9 de febrero de 1923, en la que la anima para instalarse en Moscú, rogándole que, cuando esté allí indique su domicilio en el encabezamiento de la carta, cosa, dice Freud, que demasiadas pocas mujeres hacen. En una carta muy anterior, fechada el 20 de agosto de 1912, Freud la había felicitado, diciéndole que ya estaba medio curada de su ligazón neurótica con Jung, aunque aún restase la otra mitad, recordándole si todavía desea combatir al tirano por medio de un análisis con él (8). Poco después, en otoño de 1912, Sabina se inscribe en la Asociación Psicoanalítica de Berlín, pero enseguida se percató de que no congeniaba con Karl Abraham, el principal líder del grupo, aunque siguió su trabajo en Alemania. El 20 de enero de 1913, Freud le comenta a Sabina en una carta que la amistad de él con Jung se había roto definitivamente, comunicándole también que próximamente iba a salir una crítica de Paul Federn acerca de su trabajo sobre la destrucción como causa del nacimiento, recomendándole que la leyera con benevolencia. En tal reseña, Federn caricaturizó la argumentación de Spielrein, dando la impresión de que ésta lo único que intentaba probar era que la participación de la destructividad era indispensable en la sexualidad, atacando además su método de trabajo, dado que intentaba dar cuenta Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA de formaciones psíquicas aparecidas tardíamente recurriendo a causas muy lejanas, ignorando los determinantes más inmediatos, lo que recordaba a la forma de actuar de los pensadores místicos, admitiendo en todo caso que su contribución era interesante (8). Leyendo esta crítica entre líneas, hay un ataque a las ideas de Jung más que a las de Spielrein. A mediados de 1913 Sabina estaba a punto de tener su primera hija, a la que llamaría Renata, y, así mismo, su productividad intelectual era notable, como la confirma la publicación de cinco ensayos cortos: Amor materno (21), Autosatisfacción en el simbolismo del pie (22), El sueño del Padre Freudenreich (23), El soñar inconsciente en el duelo de Kuprins (24) y La suegra (25), que se editaron en Imago, en Zentralblatt y en Internationale Zeitschrift. Pero aún con ello Sabina no terminaba de encontrar su lugar en el psicoanálisis, por lo que decidió regresar a Suiza y emprender un nuevo camino al margen del mismo, comprometiéndose en tareas puramente médicas y en componer música (13). Sin embargo, por estos años redactó cinco trabajos sin mucha inspiración: El nombre olvidado (26), Simbolismo animal y fobia en un niño (27) y Dos sueños sobre la menstruación (28) en 1914; Una decisión judicial inconsciente (29) en 1915; y Las manifestaciones del complejo de Edipo en edad infantil (30) en 1916. Una vez finalizada la guerra, Sabina reanuda sus compromisos con el psicoanálisis, editando nuevos trabajos y reintegrándose a la Asociación Psicoanalítica de Viena en 1919, año en el que publica una crítica sobre la literatura psicoanalítica rusa, Literatura rusa (31), y 2087 (117) en el siguiente cinco artículos titulados El sentimiento del pudor en los niños (32), Sobre el problema del origen y desarrollo del lenguaje articulado (33), que había presentado en el Congreso de La Haya, abriendo una línea de investigación que sería muy productiva para Piaget, La mujer débil (34), Erotismo oral reprimido (35) y La teoría de la pequeña Renata sobre el nacimiento del hombre (36), los cuales aparecieron en la prestigiosa Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse. Ginebra: una embajadora de Freud que fracasa Tras detenerse unos días en Zúrich para saludar a Bleuler y a Jung, Sabina viajó a Mónaco y luego a Lausana, donde entró a trabajar como médico en una clínica quirúrgica, dejando prácticamente de lado el psicoanálisis. Incluso, tras un sueño en el que se veía como artista, se dirigió al conservatorio de la ciudad para formarse en música. Tenía entonces 35 años y su hija 7 y no acababa de centrarse profesionalmente. En otoño de 1920, resurge en la documentación psicoanalítica con ocasión del VI Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado en La Haya desde el 8 al 11 de septiembre, donde presenta la comunicación antes referida Sobre el problema del origen y desarrollo del lenguaje articulado (33), que reaparecerá en 1922 con el título El origen de las palabras infantiles papá y mamá (37), significando un acercamiento del psicoanálisis a la psicología académica. Aquí plantea Spielrein que las primeras palabras que pronuncia un niño, papá y mamá, están impregnadas de una cualidad mágica y del cumplimiento del deseo de (118) 2088 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA mamar, siendo la expresión de la actuación del principio de placer, último origen de las manifestaciones comunicativas del ser humano. Este trabajo sería citado por Piaget incluso antes de ser publicado. Tras el Congreso de La Haya, Sabina se estableció en Ginebra, siendo nombrada profesora de psicoanálisis en el Instituto Rousseau, que había nacido de una fundación previa de carácter pedagógico creada en 1912 por Edouard Claparède, un sobrino de Théodore Flournoy, a la que estaban adscritos Pierre Bovet, Raymond de Saussure, Gustav Bally, Charles Odier y Jean Piaget, a los que Spielrein analizaría. El análisis didáctico del último de ellos se extendería durante ocho meses del año 1921, con sesiones diarias, siendo interrumpido porque a Piaget no le resultaba grata la experiencia de la transferencia (12), dado que se reeditaban asuntos relacionados con su excéntrica madre (13), habiendo afirmado en 1978 que Sabina le dijo que era impermeable a la teoría psicoanalítica, aunque él admitió que le había resultado extraordinario descubrir todos sus complejos (13). Alrededor del tiempo de dar fin a su análisis y ser nombrado director del Instituto Rousseau, presentó en el VII Congreso Psicoanalítico de La Haya, en 1922, la comunicación titulada El pensamiento simbólico y el pensamiento del niño, tema seguramente inspirado en las conversaciones que tuvo con Sabina. Años después, en La concepción infantil del mundo, se ilustraría con parte del contenido del artículo de Spielrein sobre su hija Renata (13). Spielrein acudió a Ginebra por recomendación y financiación del Comité secreto reunido en La Haya, con el fin de que ejerciera de analista didacta y de supervisora de los miembros del Instituto Rousseau interesados por el psicoanálisis, es decir, como una especie de embajadora de Freud. Pero lo cierto es que no terminó de triunfar, habiendo criticado Bovet (38) el papel que Spielrein hizo en Ginebra, calificándola de misionera y señalando que no consiguió hacer progresar el psicoanálisis tal como se proponía. A pesar de esta negativa opinión de Bovet, Sabina fue intelectualmente productiva, pues entre 1921 y 1923 redactó once artículos, uno de ellos en colaboración con Piaget titulado Algunas analogías entre el pensamiento del niño y el del afásico y el pensamiento subconsciente (39), en el que se trataba de mostrar que las tres formas de pensamiento son formas rudimentarias de un pensamiento adaptativo al entorno y no meros productos autísticos. Los restantes títulos fueron Análisis inmediato de una fobia infantil (40), El sueño de los timbres postales (41), el anteriormente citado El origen de las palabras infantiles papá y mamá (37), Suiza (42), Sueños y visiones de las estrellas fugaces (43), Las tres preguntas (44), El automóvil, símbolo de la potencia masculina (45), Un nuevo tipo de voyeur (46), Algunas breves consideraciones de la vida infantil (47) y El tiempo de la vida psíquica subliminal (48). En todo caso, es cierto que Sabina no fue bien acogida en Ginebra, por lo que decidió abandonar esta ciudad para dirigirse a Berlín y tantear si podía asentarse aquí, tomando parte del VII Congreso Internacional de Psicoanálisis que se celebró en esta ciudad en septiembre de 1922, donde presentó la comunicación antes citada El tiempo de la vida psíquica subliminal (48), en el que argumentaba Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA que los pensamientos en desarrollo de los niños y la estructura de los sueños muestran instrumentos similares para representar el tiempo, como el futuro por medio de la acción repetida, el pasado por medio de metáforas especiales que indican lejanía del presente, etc. (13). Retorno a sus orígenes y oscuro final Freud dudaba si Sabina debía instalarse en Berlín o trasladarse a Moscú. Finalmente le recomendó esta ciudad, donde el Instituto Psicoanalítico estaba en un buen momento bajo la dirección de Moshe Wulff, contando entre sus miembros a Lev Vygotski y Alexander R. Luria, que actuaba como secretario. Cuando Sabina partió hacia Rusia llevaba en su bolso una carta de presentación de Freud y muchos libros. Su prestigio era indudable y ello le facilitó la integración en el grupo psicoanalítico moscovita, siendo nombrada inmediatamente miembro de la Asociación Psicoanalítica de Moscú, empezando a trabajar en el campo infantil donde las mujeres tenían mayor aceptación social y actuando también como docente en el Instituto adscrito a aquella Asociación. Estos años de gloria se tornarían un infierno cuando el régimen soviético dejó de ser proclive al freudismo, de lo que se percataron Vygotski y Luria que abandonaron el psicoanálisis antes de que se establecieran las purgas estalinistas y la prohibición explícita del psicoanálisis que fue tachado de ciencia burguesa, lo que aconteció en 1936, antes de lo cual había sido clausurada en noviembre de 1929 la Asociación Psicoanalítica de Moscú. Previamente a todo ello, Sabina traducirá al ruso Más allá del principio de placer (3) con un extenso prólogo de Vygotski 2089 (119) y Luria y dos años después vería la luz en Imago su último trabajo conocido, Dibujos infantiles con los ojos cerrados y abiertos (49). A partir de tales fechas la historia de Sabina se cubre de nubarrones, hasta el punto de no poder precisarse la fecha de nacimiento de su segunda hija, Eva, que Kerr sitúa en 1919, Alnaes en torno a 1924 y Etkind en 1926, año que parece el más razonable. Se conoce, de todos modos, que en 1923 Sabina se había instalado en Moscú y un año o año y medio después en Róstov, su ciudad natal, donde trabajó como paidóloga en una escuela, aunque, tras la prohibición de esta actividad por el Comisariado del Pueblo en 1936, actuó como médico escolar a medio tiempo (15). Trascurridas unas décadas de silencio y gracias a la apertura política que se dio en Rusia en 1989, hemos sabido que Sabina y sus hijas fueron fusiladas en Róstov por soldados de la Wermacht a las órdenes del capitán Fritz Neumann delante de una sinagoga, y no por miembros de las SS de la Gestapo, según unos el 25 de noviembre de 1941 (13, 50), y, según otros, el 22 de julio de 1942, cuando los nazis volvieron a conquistar Róstov, situándose en este caso la muerte en el barranco del Madero de la Serpiente (15, 51), inclinándonos nosotros por aceptar la primera versión. El marido de Sabina, Paul (Pável) Scheftel, había fallecido en 1937 de una trombosis cerebral o de un infarto cardíaco, el mismo año en que murió Nikólai Spielrein en el Gulag. Diez años antes, Pável había abandonado a su esposa, existiendo el rumor de que regresó a mitad de la década de los veinte con una hija de (120) 2090 Sabina Spielrein, la primera mujer que enriqueció la teoría psicoanalítica HISTORIA otra mujer, que Sabina crio como propia tras la muerte de su esposo, rumor que Etkind ha confirmado en parte, en el sentido de verificar que tal hija existió y se llamaba Nina, habiendo huido de la masacre junto a su verdadera madre, pero sin que hubiese vivido en ningún momento con Sabina, aunque Nina ha contado que ésta y su madre habían llegado al acuerdo de hacerse cargo de Eva y de ella si le ocurría algo a una de las dos (15). En resumen, Sabina fue una mujer notable, que aportó ideas muy valiosas a la teoría freudiana y a la teoría lingüística, habiendo tenido una existencia conflictiva y finalmente trágica, mereciendo en todo caso un recuerdo respetuoso por sus interesantes aportaciones al psicoanálisis. BIBLIOGRAFÍA (1) Sánchez-Barranco, A. Las pioneras del psicoanálisis. Sevilla: Repiso Libros. 1999 (2) Sayers, J. Les mères de la psychanalyse. Paris: PUF, 1995. (3) Freud, S. Más allá del principio de placer. Obras Completas, XVII. Buenos Aires: Amorrortu, 1979, 3-62. (4) Freud, S. y Jung, C. G. Correspondencia. Madrid: Taurus, 1978. (5) Numberg, H. y Federn, E. Les premiers psychanalystes. Minutes de la Société Psychanalytique de Vienne, IV. Paris: Gallimard, 1983. (6) Nunberg, H. y Federn, E. Les premiers psychanalystes. Minutes de la Société Psychanalytique de Vienne, III. Paris: Gallimard, 1979. (7) Carotenuto, A. Censo e contenuto della psicologia analitica. 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ABSTRACT: The correct level of compliance of the interclinical notes is an index of the quality of health provision. KEY WORDS: Primary Care, Mental Health, referral, quality. Introducción.La Salud Mental es un problema de gran importancia y prevalencia dentro de la población general. Los médicos de Atención Primaria ocupan un 40% de su tiempo en el manejo de las consultas psiquiátricas. En ocasiones es necesario hacer derivaciones al segundo nivel de Atención Especializada (Salud Mental). Este nivel es imprescindible para el abordaje de esta problemática, para apoyar y complementar la actuación de los médicos de familia y mejorar así la calidad asistencial (1). Dentro del modelo de Atención Primaria sólo es posible una atención a la salud de forma integrada y continuada, con la adecuada colaboración y comunicación entre ambos niveles (2,3,4). Ya en la mitad de los años 90 algunos autores señalaban la necesidad de consensuar procesos de derivación intercentros para ofrecer servicios de forma integrada (5). Los facultativos de Atención Primaria utilizan principalmente los Partes de Interconsulta (PIC) escritos para derivar pacientes al segundo nivel asistencial, y por tanto también a las Unidades de Salud Mental, y establecer dicha comunicación. Su cumplimentación correcta se puede estudiar como expresión de la calidad de la asistencia prestada y como indicador de la capacitación técnica del profesional (2,3). Existen otros medios (consulta telefónica…) para hacer la derivación que están infrautilizados (5). Se ha venido observando que en estos PIC en ocasiones no aparecen datos que son fundamentales para la mejor atención de los pacientes. En los últimos años se ha Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXIII, n.º 85, pp. 125-135 (126) 2096 Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES visto que se van aportando mayor cantidad de estos datos, pero aún no resultan suficientes (6). Dentro de las informaciones que resultan básicas y de utilidad al especialista se encuentran, entre otras, la del motivo que lleva a solicitar la interconsulta así como la sospecha diagnóstica (2,3). Por todas estas razones, desde el Equipo de la Unidad de Salud Mental (U.S.M.) Emili Darder se propuso un estudio sobre la calidad de la información de los partes de interconsulta (PICS) enviados por los facultativos de Atención Primaria en la derivación de los pacientes a nuestra Unidad. El objetivo de este trabajo es por lo tanto conocer cómo funcionan los cauces de información entre Atención Primaria y Atención Especializada (Salud Mental), evaluando la calidad de información de los partes de interconsulta procedentes de los médicos de Atención Primaria de los Centros de Salud derivantes a la U.S.M., es decir, el grado de cumplimentación correcta de la información clínico-administrativa que contienen dichas peticiones. Material y métodos Para la realización del trabajo se ha utilizado un diseño descriptivo de tipo transversal. Los partes de Interconsulta son enviados por correo interno o fax a la USM Emili Darder, donde se llevó a cabo el estudio. Éstos son recogidos en un cajetín por la administrativa. Los PIC que conformaron la muestra fueron extraídos de este cajetín. La muestra está formada por todas las interconsultas remitidas a la USM por correo desde mediados de marzo a mediados de abril de 2002. El total de los informes que conforman la muestra es de 201. Han sido excluidos todos los PIC que eran remitidos desde otras entidades sanitarias: Hospital Son Dureta... así como las peticiones que llegaron por fax (que por otra parte son minoritarias), por la difícil legibilidad de las mismas. La Unidad de Salud Mental Emili Darder atendía en el momento del estudio las peticiones de 8 centros de salud de su área geográfica: C.S.Pere Garau, C.S.Emili Darder, C.S.Son Gotleu, C.S.Coll d´en Rebassa, C.S.Son Ferriol, C.S.Llucmajor, C.S.Arenal, C.S.Trencadors, en total aproximadamente una población de 150.000 habitantes. El equipo lo forman 2 psiquiatras, 2 psicólogos a tiempo completo y uno a tiempo parcial, 2 enfermeros y una administrativa. Durante este año también ha formado parte del mismo la residente P.I.R., autora de este trabajo. Se han recogido los datos de los PICs procedentes de estos 8 centros de salud, en el orden aleatorio en que iban llegando al centro. No se comunicó a los equipos de Atención Primaria el hecho de que se estuvieran estudiando sus informes de Interconsulta, con el objetivo de no modificar sus hábitos, evitando así el efecto Hawthorne. Se elaboró una hoja de recogida de datos de evaluación a cumplimentar por la autora del estudio, residente de Psicología Clínica (PIR-2) (figura 1). Ésta consta de dos apartados generales: datos formales y datos clínicos. Dentro del primero hay 18 ítems Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES 2097 (127) referentes a la identificación tanto del paciente como del médico derivante, así como otros datos de interés. En ambos casos se consigna también un apartado que hemos denominado “completo” y que se refiere a la aparición de todos los datos anteriores. En el segundo apartado, en 10 ítems, se hace referencia a los aspectos clínicos que es importante constatar a nuestro entender en el parte de interconsulta: enfermedad actual, antecedentes, tratamientos, diagnósticos, datos psicosociales del paciente y tipo de derivación realizada. Estos aspectos son definidos a continuación. Entendemos por Enfermedad Actual la descripción de la sintomatología que presenta el paciente y que motiva la interconsulta. Denominamos Motivo de la Interconsulta la razón que el facultativo especifica por la cual remite al paciente. Las opciones siguientes (valoración, derivación, tratamiento concreto, revisar tratamiento farmacológico) son algunas de las que puede hacer constar el médico como motivo de la interconsulta. En “Otros” están incluidas peticiones de nueva cita, cambio de centro, informes o por demanda propia del paciente. Entendemos por Antecedentes Orgánicos, cualquier enfermedad somática o intervención quirúrgica que padezca o haya padecido el paciente y sea señalada en el PIC. Los Tratamientos son los fármacos que el facultativo hace constar en la petición que el paciente toma para paliar estas enfermedades somáticas. Los Antecedentes Psiquiátricos son los antecedentes personales de diagnósticos o tratamientos anteriores en el campo de la salud mental. El Tratamiento prescrito en Atención Primaria se refiere a los psicofármacos que el facultativo de Atención Primaria ya ha pautado para abordar el trastorno o la sintomatología que presenta el paciente. Observamos también si especifica la Duración de este tratamiento y la Respuesta, sea favorable o desfavorable, al mismo. Diagnóstico Atención Primaria se refiere al diagnóstico que el médico de cabecera propone de lo que le ocurre al paciente. Los Datos Psicosociales hacen referencia a la especificación por parte del facultativo de circunstancias de tipo familiar, económico, laboral o escolar, que puedan estar influyendo en el desarrollo y/o mantenimiento de los síntomas. La Legibilidad se refiere a si la letra utilizada por el médico de cabecera es fácilmente decodificable a primera vista. Es un concepto subjetivo referente a la facilidad o dificultad para ser leída. El Teléfono de Contacto se refiere el teléfono del centro de salud al cual habría que acudir en caso de clarificar información, etc. El sistema utilizado en la recogida y codificación de datos es un sistema binario en el cual 1 significa presencia del dato en el impreso estudiado, que consta en el parte de interconsulta y 0 su ausencia, que no consta. En algunos ítems se añade el dígito 2 para señalar que no procede el dato de que se trate, en este caso por pertenecer a los PIC informatizados. (128) Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES Los datos han sido procesados mediante el programa SPSS y se han utilizado estadísticos de frecuencia y porcentajes para analizarlos. Resultados La muestra de PIC recogidos fue de 201 en total, procedentes de los 8 centros de salud arriba mencionados, con la siguiente distribución de frecuencias.(Tabla 1,figura 2). Todos los centros de salud tienen un 100% de peticiones con un formato estándar(que consta de 4 hojas autocopiativas de color blanco, azul, amarillo y rosa), sólo el centro de salud de Son Gotleu presenta un 71,1% de partes con un formato nuevo, informatizado y sin hojas autocopiativas. En la Tabla 2 se ofrece un resumen de todos los resultados obtenidos para cada variable, que a continuación comentamos. En cuanto a los Datos Formales podemos destacar, dentro de los relativos al paciente, que casi un 28% de los PIC no tienen todos los datos completos (nombre y apellidos, teléfono, número de identificación y edad), un 72,1% sí. Es un porcentaje muy superior al 6-7% del estudio de Huertas (2). En un 15,4% no consta el teléfono de los pacientes y en el 10,4% de los casos no se especifica la edad. Referente a los Datos Formales del Médico, un 6% no especifican su nombre y apellidos (94% sí lo hacen, coincidiendo con el estudio de Huertas).Casi un 13% no indican su número de colegiado o CIAS y un 10,4% no llevan sello o etiqueta identificativos. Casi la totalidad de los Partes de Interconsulta están firmados. En total, un 14,9 % de los informes no cuentan con todos los datos completos del médico derivante. Otros datos administrativos de interés son los siguientes: un 18,9% de los partes de interconsulta no contienen el nombre del Centro de Salud emisor, un 81,1% sí lo señalan, porcentaje similar al del estudio de Huertas. Un 86,1% no especifica el teléfono de contacto del centro. En un 38,8 % de las peticiones no se especifica si la interconsulta es preferente u ordinaria. Del 61,2% en las que sí se especifica(123 en total), 67 son preferentes. La legibilidad es altamente aceptable en los tres apartados referentes a los Datos Formales. En cuanto a los aspectos clínicos se destacan los siguientes resultados: Un porcentaje bastante elevado de peticiones no describen la enfermedad actual del paciente: 41,5% (58,5% sí lo hacen, porcentaje semejante a Ruiz:58,1%) (5). En el estudio de García-Campayo (7) de 1993 no había información clínica en un 24% de los casos. En Huertas (2), entre un 63 y un 66% tampoco la especificaban. Un 88,6% de los PIC especifican el Motivo de Interconsulta -porcentaje similar a lo hallado por Mimbela (4), un 11,4% no lo concretan -en el estudio de García Campayo (7) eran un 19,5%-. En Ruiz (5) sólo 37,2% lo señalan. Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES (129) Dentro de los motivos para hacer la interconsulta 65,2% de las peticiones sólo señalan un motivo, un 20,9%, dos y un 2% , tres motivos. El 38,8% especifica Antecedentes Orgánicos y sólo un 7,5% los tratamientos farmacológicos para estas patologías. Los antecedentes psiquiátricos personales están presentes en el 39,8% de los partes de interconsulta, un porcentaje semejante al de algunos estudios (Mimbela:35,09%) y muy superior al de otros (García Campayo, 6%; Huertas entre 17 y 26%). Especifican si han recibido tratamiento psicofarmacológico anterior en Atención Primaria un 52,7% de los casos. En el estudio de Ruiz este porcentaje era superior:75,1%. En la emisión del juicio diagnóstico nos encontramos cifras en algunos casos similares a lo señalado por otros autores (García Campayo) y en otros casos inferiores (Ruiz, García-Testal o Mimbela). En un 49,8% de los informes no se indica la observación diagnóstica del FAP (48% en García Campayo). En García-Testal (3) y Ruiz (5) alrededor de un 20% son los que no contienen el juicio diagnóstico. Datos psicosociales de distinta índole son especificados en un 39,3% de los casos. La legibilidad en todos los apartados es alta y alcanza porcentajes cercanos al 90-95%, al igual que en otros estudios en los que también ha sido estudiada esta variable (Huertas). Discusión El estudio que se ha llevado a cabo se inscribe dentro de la línea investigadora de un grupo de investigaciones que se han hecho en los últimos años, que han cosechado distintos resultados en función de las características de los métodos utilizados, las variables medidas y las características de la zona (4). Según Ocio, hay una progresiva adecuación de los servicios de Salud Mental a la realidad de la población, y la derivación entre los niveles asistenciales ha mejorado en los últimos años. No obstante, nuestros datos nos indican que esta mejoría debe seguir produciéndose. La muestra utilizada en este estudio es semejante a la de otros que se han revisado (Mimbela n=265;García Campayo n=200;Ruiz n=209; Ocio n=147). La hoja de interconsulta es el medio más utilizado para intercambiar la información, en detrimento de otros como la consulta telefónica, etc. Es por esto que elevando su calidad se podrá mejorar también la comunicación entre atención primaria y especializada. (7). Esta calidad depende de muchos factores, entre otros las actitudes y motivación de los profesionales. Es importante, como señalan Huertas o Ruiz, implicar a los médicos especialistas, para consensuar los criterios de derivación entre ellos y la literatura existente, en un documento estructurado en apartados mínimos que describan el proceso de la enfermedad. Así se estimularía su cumplimiento. Asímismo es fundamental implantar sistemas de trabajo que favorezcan la relación interprofesional y la intercomunicación entre los profesionales de los dos niveles, (130) 2100 Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES a través de elaboración de protocolos y proyectos conjuntos, reuniones, sesiones de formación, discusión de casos clínicos, interconsultas únicas (3,8,9),…para mejorar el seguimiento y tratamiento de los pacientes y en definitiva, la calidad asistencial (4,10). Sería recomendable que en las Unidades de Salud Mental se implantasen métodos de evaluación de su proceso de derivación para contribuir también a esta mejora, como señala Ruiz. Hemos comprobado un alto porcentaje en la cumplimentación incompleta de los datos referentes a los pacientes, lo que puede ser debido a la utilización de criterios muy exigentes, como señala Huertas en su estudio de 1996. En cualquier caso es llamativo que datos como el teléfono del paciente, básico para poder ponernos en contacto con él, o la edad, sean datos que se omitan en los porcentajes ya indicados más arriba. Llama la atención asimismo la frecuencia de PIC que no tienen todos los datos completos del médico, sobre todo su número de colegiado o el sello. Podemos explicarlo basándonos en el hecho de que algunos partes proceden de médicos sustitutos o residentes de familia que no cuentan con sello o etiquetas identificativas. En cuanto a los datos formales es destacable el porcentaje significativo de partes de interconsulta en los que no aparece el teléfono de contacto del centro de Salud que deriva. No obstante, son datos con los que la administrativa del centro cuenta, pero si añadimos que en casi un 20% no aparece el nombre del centro de salud en cuestión, la labor administrativa sí puede dificultarse considerablemente. En casi un 40% de los casos los médicos de primaria no especifican el tipo de interconsulta que realizan, si es preferente, y por lo tanto necesario que sea atendida en un corto espacio de tiempo, u ordinaria, con lo que puede esperar un poco más. Este aspecto también dificulta la labor asistencial de las unidades de salud mental. Un estudio que ampliaría el presente en esta línea sería el de comprobar en qué medida las derivaciones preferentes son consideradas de la misma manera por los profesionales del segundo nivel de atención, teniendo en cuenta criterios de gravedad, etc. En otros estudios ya se había concluido que los médicos generales recogen de forma muy incompleta datos clínicos importantes como sintomatología, antecedentes psiquiátricos o tratamientos farmacológicos previos (5,7). En nuestro estudio se corrobora de nuevo, con datos como los expuestos referentes al elevado porcentaje de peticiones en las que no consta la enfermedad actual (41,5%), los antecedentes psiquiátricos (60,2%) o el tratamiento farmacológico anterior (47,3%). Es preciso en este punto tener en cuenta la presión asistencial a la que se ven sometidos los facultativos de atención primaria (3), lo que sin duda contribuye a la falta de cumplimentación de algunos datos, así como la subjetividad de la sintomatología del paciente, que hacen que las Interconsultas a los servicios de salud mental sean unas de las que más inseguridad causan a estos profesionales a la hora de plasmar el diagnóstico (3,11). Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES 2101 (131) Hacer una demanda específica de consulta ayuda a integrar a los profesionales de atención primaria en un equipo de salud mental multidisciplinar, ya que son ellos quienes, tras captar, evaluar y manejar inicialmente a su paciente y/o derivarlo, tienen a priori más información que otros profesionales para establecer las dificultades en el manejo del paciente que originan su derivación, aspectos de diagnóstico o en necesidades del tratamiento, sin que ello condicione a otros profesionales del equipo de salud en su valoración (5). En nuestros datos el porcentaje de cumplimentación de esta variable es superior al encontrado en la literatura. Entre los motivos de interconsulta que se especifican están los siguientes: valoración, con un 58% (García Campayo 34%), derivación/seguimiento, con un 10% (García Campayo 41,5%), tratamiento específico o concreto,30% (García Campayo 5%), tratamiento farmacológico o control de la medicación un 6%.Otros motivos (consultar, informes…) ocupan un 11,4% de los informes que tienen el motivo de interconsulta especificado. Es muy importante la emisión de juicios diagnósticos desde atención primaria. En nuestro estudio sólo la mitad de los médicos lo hacen, esta valoración inicial puede servir de orientación sobre la evolución de algunos enfermos, aunque sea erróneo al principio. En esta línea se encuentran estudios como el de García Testal (3) sobre la coincidencia entre los diagnósticos de ambos niveles asistenciales. La atención integral a los problemas de salud mental pasa por tener en cuenta la naturaleza biopsicosocial de los mismos (12). En un 39,3% de los casos se hacen constar datos psicosociales en nuestro estudio, dato bastante aceptable, y que nos habla de una cierta conciencia en los FAP del modelo integrador biopsicosocial, que tiene en cuenta estos datos además de los clínicos para entender de una forma global al paciente. No se contemplan este tipo de datos en los estudios revisados. Hay pocas referencias en la literatura en lo que se refiere a la intervención en la mejora de la calidad de la hoja de interconsulta a través de la información fuera del ámbito hospitalario. Serían necesarios más estudios en la línea del de Huertas, que aborda este punto, que excede los límites del nuestro, pero que podría ser planteado en un futuro. El presente estudio podría ser ampliado con una especificación más concreta de los datos comparando centros de salud del mismo área geográfica o estableciendo un perfil de variables más significativas que sean criterios de calidad de esta información. Agradecimientos Agradezco la colaboración del personal de la Unidad de Docencia e Investigación de la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca (especialmente de Magdalena Esteve y Elena Pastor) así como de los compañeros y compañeras de la Unidad de Salud Mental Emili Darder. (132) 2102 Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES Tabla 1. Frecuencia y porcentajes de los partes de interconsulta enviados por cada centro de salud. CENTRO DE SALUD Frecuencias Porcentajes(%) 1. Pere Garau 2. Emili Darder 3. Son Gotleu 4. Coll d´en Rebassa 5. Son Ferriol 6. Llucmajor 7. Arenal 8. Trencadors Sistema 32 24 45 37 9 20 21 12 1 16,0 12,0 22,5 18,5 4,5 10,0 10,5 6,0 TOTAL 201 100,0 Tabla 2. Porcentajes obtenidos en cada variable de la hoja de datos. Muestra n=201 VARIABLES 1=CONSTA. (%) 0=NO CONSTA (%) 100,0 84,6 86,1 89,6 72,1 99,5 0 15,4 13,9 10,4 27,9 0,5 94,0 87,1 89,6 99,5 85,1 96,0 6,0 12,9 10,4 0,5 14,9 4,0 DATOS FORMALES DEL PACIENTE • Nombre y apellidos • Teléfono • N.º de Ident. Personal • Edad o fecha de nacimiento • Datos completos • Legibilidad DEL MÉDICO • Nombre y apellidos • Número de colegiados • Sello o etiqueta • Firma • Datos completos • Legibilidad OTROS DATOS • Centro de salud • Teléfono de contacto • Fecha de derivación • Especifica tipo de intercons. • Petición completa • Legibilidad 1=CONSTA(%) 81,1 13,9 92,5 61,2 50,2 83,1 0=NO CONSTA(5) 2=NO PROCEDE(%) 18,9 86,1 7,5 38,8 33,8 0 15,9 16,9 2103 (133) Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES ASPECTOS CLÍNICOS 1=CONSTA. (%) 0=NO CONSTA (%) ENFERMEDAD ACTUAL MOTIVO DE INTERCONS. • Valoración • Derivación/Seguimiento • Tratamiento concreto • Revisar ttmto. farmacológico • Otros (informes, citas…) 58,5 88,6 57,7 10,0 29,9 6,0 11,4 41,5 11,4 42,3 90,0 70,1 94,0 86,6 ANTECEDENTES ORG. TRATAMIENTO ORG. 38,8 7,5 61,2 92,5 ANTECEDENTES PSIQ. TRATAMIENTO PRES. EN A.P. • Duración • Respuesta (fav. o desfav.) 39,8 52,7 9,5 18,9 60,2 47,3 90,5 81,1 DIAGNÓSTICO DESDE A.P. DATOS PSICOSOCIALES LEGIBILIDAD 50,2 39,3 94,5 49,8 60,7 5,5 A.P.=Atención Primaria; ttmto=tratamiento Figura 1. Hoja de Recogida de Datos Número de caso: Fecha evaluación PIC: CENTRO DE SALUD 1. 2. ES UN PIC CON NUEVO FORMATO DATOS FORMALES DEL PACIENTE - Nombre y apellidos - Teléfono - DNI/Cód. Ident. pers. o N.º S.S. - Edad o fecha de nacimiento - Completo - Legibilidad DEL MÉDICO - Nombre y apellidos - N.º Colegiado/CIAS - Sello o etiqueta - Firma - Completo - Legibilidad 3. 4. 1. SI 5. 6. 7. 0. NO 8. 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. SI 1. SI 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO 0. NO 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. SI 1. SI 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO 0. NO (134) 2104 Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES OTROS DATOS - Centro de Salud - Teléfono de contacto - Fecha de derivación - Se especifica si la inter. es pref. u ordinaria - ¿El PIC está comp.? (tiene las hojas aut.) - Legibilidad ASPECTOS CLÍNICOS - Enfermedad actual - Motivo de la interconsulta Si consta es: - Valoración - Derivación-seguimiento - Trat. concreto /farmacol., psicoterapeut.) - Revisar tratamiento farmacológico - Otros - Antecedentes orgánicos - Tratamientos - Antecedentes psiquiátricos - Tratamiento prescrito en Atención Prim. - Duración del tratamiento - Se indica respuesta al tratamiento - Diagnóstico atención primaria - Datos psicosociales - Legibilidad 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. SI 1. SI 0. NO 1. SI 0. NO 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO 2. NO PROCEDE 2. NO PROCEDE 1. CONSTA 1. CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 1. SI 1. SI 1. SI 1. SI 1. SI 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. CONSTA 1. SI 0. NO 0. NO 0. NO 0. NO 0. NO 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO CONSTA 0. NO Figura 2. Tabla de porcentajes de derivaciones hechas por cada uno de los centros de salud. Estudio de calidad de información de los partes de interconsulta INFORMES 2105 (135) BIBLIOGRAFÍA 1. Alonso, J.P.; Febrel, M.; Huelin, J., “Factores asociados a la derivación inadecuada entre atención primaria y especializada: estudio cualitativo en médicos de atención primaria”, Gac Sanit, 2000, 14 (2):122-130. 2. Huertas, I. y otros, “Mejora de la calidad de la hoja de interconsulta a través de la información”, Aten Primaria, 1996, 17 (5):317-320. 3. 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Dirección de contacto: Gerencia de Atención Primaria de Mallorca Gabinete técnico Reina Esclaramunda , 9 07003 Palma de Mallorca Teléf: 971-17 58 84 Fax: 971-17 58 88 Teléfono particular de la autora: 606 689 234 Email: pilarpir@hotmail.com Fecha de recepción: 02-09-02 Pablo Hernando Robles*, Francisco Javier Lechuga Pérez**, Josep Moya Ollé*** La satisfacción del paciente de un centro de salud mental utilizando el método del informe del usuario RESUMEN: Se presenta el método del Informe del Usuario cuyo uso implica la utilización de instrumentos cualitativos (grupos de discusión) y cuantitativos (cuestionario) para medir la satisfacción de los pacientes adultos atendidos ambulatoriamente y familiares de psicóticos. Los resultados obtenidos en la evaluación de la satisfacción sirven para proponer mejoras prácticas en la gestión y la atención a los pacientes y familiares que acuden al centro de salud mental. PALABRAS CLAVE: Informe, usuario, satisfacción, indicador, calidad SUMMARY: There appears the method of the User’s Report which use implies the utilization of qualitative (groups of discussion) and quantitative (questionnaire) instruments to measure the satisfaction of the adult patients attended ambulatory and relatives of psychotic. The results obtained in the evaluation of the satisfaction serve practical improvements to propose in the management and the attention of the patients and relatives who come to the center of mental health. KEY WORDS: Report, user, satisfaction, indicator, quality Introducción: La satisfacción del paciente en tanto que indicador de resultado tiene como antecedente más destacado a Donabedian (1) al señalar que el paciente es el último validador de los servicios que recibe. Esta convicción se instauró en los años 70 y fruto de ello fueron los trabajos de Hulka (2) y Ware (3). La satisfacción se muestra como un constructo multidimensional, aunque el número de dimensiones y las características de éstas difieren según los autores (3,4,5,6). El sustrato teórico más asentado es la teoría de la desconfirmación en donde la satisfacción es el resultado del diferencial existente entre expectativas y experiencia (3,7,8). Los primeros servicios sanitarios en ser evaluados desde este punto de vista fueron los hospitalarios y, progresivamente, la diversidad de servicios de salud ha tenido “su” evaluación de la satisfacción. En este sentido la literatura es muy extensa. Sin embargo, la consideración de la satisfacción del paciente en el ámbito de los servicios psiquiátricos es más tardía. El primer trabajo que analiza sistemáticamente el estado de la cuestión es de Ruggeri (9). Esta autora destaca los problemas metodológicos existentes en la medida de la satisfacción en este ámbito en particular, problemas, la mayoría de ellos, también compartidos por otros tipos de servicio de salud. Algunos de ellos ya los recogimos en un trabajo anterior (10) y son los siguientes : Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 137-152 (138) 2108 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES - La ausencia de empleo de un mismo instrumento, cuando existe y esté convenientemente validado, o la ausencia misma de instrumentos (9). - Suele ser habitual hallar altos grados de satisfacción y poca variabilidad (11,12). - El componente práctico de los estudios es pobre, sin llegar a promover cambios o mejoras (7). - El bajo nivel de receptividad de las instituciones sanitarias a este tipo de indicadore s(13). - La confusión terminológica existente: satisfacción, expectativas, deseos, demandas, calidad percibida (14,15,16,17), son algunos de los términos utilizados para referirse a conceptos muy parecidos. - Un problema propio del ámbito de los servicios psiquiátricos es el prejuicio entorno a la capacidad del paciente psiquiátrico para hacer este tipo de evaluación (9). Ruggeri y otros (18,19) dan respuesta a algunas de estas dificultades mediante la construcción de una escala con tres versiones (pacientes, familiares y profesionales), compuestas a su vez por escalas de satisfacción y expectativas. Este trabajo es ejemplo de rigurosidad metodológica. Estos instrumentos, multidimensionales, sin embargo son costosos de administrar (con más de 40 minutos de media en su administración) y siguen ofreciendo elevadas tasas de satisfacción (entre el 75% y el 82%). De esta herramienta, la escala que valora la satisfacción también ha sido adaptada al castellano (20). Otro instrumento, también validado en castellano (21), aparece también frecuentemente utilizado: Client Satisfaction Questionnaire (22,23,24). Esta herramienta dispone de varias versiones (de 8 y 30 ítems) pero adolece de falta de multidimensionalidad (13) y también muestra altas cuotas de saturación de la satisfacción (21). La sensibilidad por valorar la satisfacción en servicios de salud mental aparece pues más tarde, en los años 90. En algunos casos va ligada a la preocupación en los cambios en la provisión de servicios, ya sea por la aparición de la medicina gestionada en Estados Unidos (25) o el cambio que implica el nuevo modelo de servicios de salud mental comunitario s(26). Una constante se da en todas las experiencias: la necesidad de valorar también la satisfacción de los familiares que devienen fundamentales en el cuidado y seguimiento de los pacientes con enfermedad mental, especialmente en aquellos que padecen enfermedades más graves y por ello son más dependientes. La metodología “Informe del Usuario” aparece como una alternativa para superar algunos de los problemas anteriormente mencionados (27,28). Esta propuesta aboga por una mayor concreción y se le pregunta al paciente por “hechos objetivos” cuestionando si se han realizado determinadas actividades (por ejemplo si el médico le informó de las alternativas a una intervención determinada). De esta forma sus resultados permiten medidas concretas de actuación. Su utilización implica la combinación de estrategias cualitativas (grupos de discusión) y estrategias cuantitativas (el cuestionario en sí), que algunos autores (29) proponen como opción óptima en la evaluación de la satisfacción. Las primeras permiten la “personalización” del cuestionario a cada ámbito a evaluar en cuestión. Nuestra experiencia es sumamente positiva con este nuevo método que hemos aplicado a diferentes ámbitos (Proceso del parto, Atención Precoz, Hospitalización Pediátrica, Cirugía Ambulatoria, Proceso del Infarto (10). La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 2109 (139) Por todo lo anterior para el presente estudio nos marcamos los siguientes objetivos: a) Valorar la satisfacción de los pacientes y familiares (de pacientes psicóticos) atendidos en Consultas Externas (Adultos) del Centro de Salud Mental de la Corporación Parc Taulí mediante el método de Informe del Usuario. b) Proponer medidas de mejora de acuerdo a los resultados obtenidos en la evaluación. Métodos: A pesar de las diferencias existentes, hay un cierto consenso en la consideración de las dimensiones que integran la satisfacción. Como guía para nuestros objetivos escogimos las propuestas por Rubin (5). La construcción del cuestionario “pacientes”: Para la concreción de las preguntas a incluir en el cuestionario se realizaron grupos de discusión en donde se cuestionaba a pacientes y familiares por sus expectativas. Se convocaron cuatro grupos de pacientes en función de la especificidad de su trastorno (psicosis, afectivos, ansiedad y personalidad). Se convocaron entre 10/15 pacientes por grupo siendo la tasa de asistencia de un 52%. La selección de estas personas se realizó al azar. No se trata de conseguir un grupo “representativo” sino de generar opiniones para construir mejor el cuestionario. La dinámica de grupo se realizó de acuerdo a una entrevista semi-estructurada de unos 50 minutos de duración siguiendo la propuesta de realización de focus-grup de Krueger (30), que es la siguiente: a) Presentación del moderador. b) Comunicación de los objetivos de la reunión: “conocer su opinión respecto a diferentes aspectos de su atención en consultas externas de nuestro centro de salud mental para así elaborar una encuesta que permita evaluar la satisfacción "(se insistía en el ámbito en cuestión para no incluir comentarios de hospitalización u otras áreas asistenciales). Se informaba asimismo que las reuniones se grabarían en casette, ofreciendo garantías de confidencialidad al respecto, a no ser que existiera oposición por alguno de los presentes, lo cual no ocurrió. c) Procedimiento de la reunión: se detallaba que el moderador iniciaría el diálogo solicitando la opinión de los convocados respecto a los diferentes aspectos de la atención. Se solicitaban conductas concretas que evidenciasen buena atención en los diferentes apartados. El proceso finaliza mediante la revisión del material, su categorización dentro de las dimensiones: accesibilidad, información, competencia, trato personal y confort. El resultado es una serie de estándares con los que compone el cuestionario. Éste fue revisado por dos expertos en este tipo de evaluación, así como por los profesionales del área a evaluar. Se valoró la fiabilidad mediante una prueba test-retest en 15 pacientes (aplicación telefónica) con resultados entre el 85% y el 100%. También se valoró la aceptabilidad del cuestionario mediante la evaluación de su legibilidad (Técnica de Flesh), con los siguientes resultados: complejidad oracional (7%), complejidad de vocabulario (140) 2110 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES (80%), índice de legibilidad (79%). En la tabla 1 se puede ver el cuestionario final. Por último se valoró la consistencia interna del cuestionario mediante el Alfa de Cronbach, con unos resultados de 0,73. La construcción del cuestionario “familiares”: El proceso fue similar pero limitado a los familiares de los pacientes del grupo “psicosis”. Tal decisión se justificaba por la mayor dependencia de este grupo de pacientes de sus familiares y por el sentido pragmático de nuestra evaluación. El acceso a los familiares siempre contó con la autorización del paciente. Se emplearon las mismas acciones de valorar la calidad de la herramienta con los siguientes resultados: - Fiabilidad: Entre el 88 y el 100%. - Consistencia interna: 0,68 (Alfa de Cronbach) - Legibilidad: Complejidad oracional (3%), complejidad de vocabulario (11%), índice de legibilidad (64%). En la tabla 2 se puede ver el cuestionario aplicado a los familiares. Aplicación del cuestionario: El cuestionario se aplicó de forma telefónica a una muestra aleatoria simple y estratificada de pacientes, con una experiencia mínima de tres meses en Consultas Externas de Salud Mental, de acuerdo con los grupos anteriormente descritos y también de acuerdo a su situación administrativa (pacientes “activos”, “altas médicas” y “altas administrativas por no presentarse a la citación de la consulta”). El error para el total de la población de pacientes fue de 4,30% (margen de confianza 95%). Para los estratos según su diagnóstico oscilaba entre el 8-10%. Para los estratos de su situación administrativa entre el 10-16%. En la encuesta a los familiares la muestra fue calculada de acuerdo a un error del 10%. En total se entrevistaron telefónicamente 472 personas: 402 pacientes y 70 familiares de pacientes psicóticos. Resultados: En las tablas 3 y 4 aparecen los resultados a los dos cuestionarios. Los datos más relevantes, de acuerdo a la realización de acciones de mejora, aparecen a continuación. La interpretación de los datos se hace de acuerdo con el cumplimiento más alto, o la opción de respuesta más exigente, de los estándares / preguntas planteadas, a excepción de la dimensión confort. Lo anterior tiene dos justificaciones: la aspiración es el cumplimiento de los estándares en un 100% y habitualmente las respuestas de los pacientes reflejan altos grados de satisfacción con lo cual ésta está saturada. La excepción de esta argumentación en los estándares de confort se justifica en que las expectativas en este apartado no están “a la baja” pues los usuarios tienen conocimientos para evaluar este tipo de servicios (8). Accesibilidad : - Hay una insatisfacción notoria en la respuesta al acceso telefónico, problema, por otra parte, ya detectado por otras vías. Esta opinión es coincidente entre familiares La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 2111 (141) y pacientes. Sin embargo una vez que se ha logrado contactar, la satisfacción con la atención obtenida es alta. - La percepción entorno a la agilidad de los trámites también ofrece márgenes amplios de mejora. Del mismo modo sucede en cuanto a la cadencia de las visitas. Trato/atención personal: - En general hay una buena valoración, aunque con amplios márgenes de mejora en algunos aspectos (“fórmulas de cortesía en programación" y “facilitación de la expresión”). La opinión de los familiares es más positiva en todos los ítems de este apartado, en comparación a los pacientes. Información: - Se detectan expectativas no cumplidas de modo importante, de forma especial la información relativa a los efectos secundarios de los fármacos y las alternativas de tratamiento existentes. Esto mismo se reproduce en los familiares. Competencia /Atención técnica: - Se valoraba a través de tres preguntas: mejora en el estado, control de la medicación y atención de enfermería. La percepción de mejora es similar entre pacientes (65% para el total de pacientes y 69% para los familiares de los pacientes psicóticos). El control de la medicación aparece muy bien valorado. La atención de enfermería no obtiene evaluaciones negativas pero tampoco excelentes. Confort: - La concreción en este apartado, independientemente de la valoración en general, se centra en la limpieza y “suficiencia de sillas” en la sala de espera. De éstas últimas parece existir insuficiencia y el confort, en su globalidad, no está bien valorado. Lo mismo sucede en los familiares, todo y que estos expresan opiniones más positivas. En el gráfico 1 se recogen el total de los ítems para pacientes. En el gráfico 2 aparecen los datos (sólo en aquellos ítems que tenían el mismo enunciado) de los pacientes psicóticos y sus familiares. Se han analizado los resultados entre las diferentes tipologías de pacientes sin encontrar diferencias significativas salvo en las preguntas 2 y 8 (Test de Chi cuadrado, p > 0,05). También se han analizado las respuestas entre pacientes psicóticos y sus familiares a aquellos ítems que son idénticos de ambos cuestionarios; en este sentido aparecen diferencias significativas (Test de Chi cuadrado, p > 0,05) en las preguntas 1,2,7,12,13,14,16 y 19 (cuestionario pacientes). La tendencia, en general, es de una evaluación más positiva de los familiares. Discusión: A continuación vamos a retomar algunos de los problemas metodológicos señalados en la introducción y ver en qué medida nuestra experiencia aporta alguna respuesta, así como los objetivos propios del trabajo: a) La alta satisfacción y poca variabilidad: Al ser una escala de nueva elaboración la comparación unívoca con otras escalas se ha de hacer con mucha prudencia. Nuestra experiencia no halla altas cotas de satisfacción, teniendo en cuenta que el horizonte (142) 2112 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES buscado por el Informe del Usuario es el cumplimiento máximo de la opción más exigente. Así las cotas de satisfacción en Ruggeri y otros (18) oscilaban entre un 74% y 82%; similares resultados muestra Pickett y otros (25). La alta saturación aparece también en Perreault y otros (24) donde la puntuación media al Client Satisfaction Questionnaire oscila entre 27,5 y 29,5, siendo la puntuación máxima 32. Ya en nuestro medio cabe señalar en la misma tendencia los resultados de Mira y otros (26), donde los márgenes de satisfacción se sitúan entre el 76% y el 90%. En nuestro estudio aparecen cotas mucho menores (véanse tablas 3 y 4 y gráfico 1). b) Estos resultados favorecen una orientación práctica de búsqueda de cambios que se podrían medir en posteriores aplicaciones. Esperamos evitar así la aseveración de Perrault (24): “…muchos estudios sobre satisfacción se realizan para justificar la existencia de programas existentes más que para comprender las necesidades de los pacientes”. Una futura aplicación del cuestionario confirmará o cuestionará estas expectativas. c) Los pacientes psiquiátricos y sus familiares también pueden, y tienen, que evaluar los servicios psiquiátricos. Lo que ya es habitual en otras áreas sanitarias, lamentablemente no lo es todavía en el ámbito psiquiátrico (31). La facilidad de aplicación de la herramienta (entre 5 y 7 minutos de tiempo por cada encuesta realizada), la alta tasa de respuesta, un costo asumible para muchas instituciones sanitarias y, sobre todo, unas orientaciones claras de dónde hay que mejorar, posibilitan la utilización de esta herramienta en la evaluación de la satisfacción. Es de destacar la baja satisfacción hallada en cuestiones de información (alternativas y efectos secundarios), aspecto éste también hallado como más deficitario (dentro de la positiva evaluación) por Mira y otros (26).No son de extrañar estos resultados pues la política de consentimiento informado parece todavía poca instaurada en la práctica psiquiátrica (31). d) La concreción a la que aspira el Informe del Usuario tiene los límites propios de la especificidad de las expectativas de los pacientes. En nuestra experiencia, y tal y como también señala Ruggeri (18), las expectativas son difíciles de elicitar. En los grupos de discusión esta falta de especificidad fue notoria en algunos aspectos como los propios de la competencia o el trato. Lo anterior explica que alguna de las expectativas mostradas sean demasiado genéricas y no permita hacer distintiva la metodología del Informe del Usuario de otras alternativas metodológicas. e) En relación a las expectativas de mejoría clínica es importante distinguir aquellas relacionadas con la remisión de los síntomas de aquellas otras que están más relacionadas con la desaparición de factores generadores de profundos malestares psíquicos. Se trata de un aspecto de gran relevancia si se tiene en cuenta que muchos de los motivos de consulta se concretan en dificultades de carácter adaptativo y de esta forma hacer frente a determinadas situaciones constitutivas de estrés psicosocial identificable. Así, por ejemplo, aquellos pacientes que acuden por presentar síntomas depresivos o ansiosos reactivos a conflictos familiares graves y persistentes o bien a vivir en barrios de alta conflictividad social pueden entrar en una cierta cronificación en tanto se da una alta correlación entre el síntoma y el factor estresante. Es así como, a menudo, se generan respuestas de insatisfacción en la medida que muchos sujetos verifican que sus vidas La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 2113 (143) apenas han cambiado después de su paso por los dispositivos de salud mental. Quizás de todo ello se tenga que inferir que, por un lado, la salud mental es algo demasiado complejo como para dejarlo sólo en manos de los profesionales de la salud mental y, por otro, que los objetivos de los tratamientos debieran apuntar más alto, más allá de la simple remisión sintomática. TABLA 1 CUESTIONARIO PARA PACIENTES: 1.Cuando acude a consulta, ¿los profesionales de programación utilizan fórmulas de cortesía (Buenos días, buenas tardes, etc..)? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 2. Su opinión sobre la agilidad de los trámites administrativos es Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 3. ¿Conoce que existe la posibilidad de atención telefónica para orientación durante el horario habitual de consultas externas (8 a 17 horas)? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si”, pasar a la p.4, si responde la opción “No”, pasar a la p.6] 4. ¿Lo ha utilizado alguna vez? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.5, si responde la opción “No”, pasar a la p.6] 5. ¿ Le fue fácil el contacto? Si No Ns/Nc 6. ¿Le fue útil la orientación? Si No Ns/Nc 7. ¿La frecuencia (el tiempo entre visita y visita) de las consultas es la adecuada? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 8. ¿El terapeuta (psiquiatra, psicólogo) dedica tiempo suficiente en las visitas? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 9.¿El terapeuta recuerda su nombre? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 10. ¿A la hora de la visita, el terapeuta va a buscarlo a la sala de espera y lo acompaña a la consulta? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 11. Durante la consulta, ¿escucha su opinión? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc (144) 2114 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 12. ¿Y le ha informado de las alternativas de tratamiento? Si No Ns/Nc 13. Durante la consulta, ¿facilita la expresión de sus dudas, preguntas, etc...? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 14. ¿ El terapeuta utiliza palabras sencillas para explicarle el diagnóstico o la evolución de su enfermedad? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 15. ¿ Toma algún tipo de medicación? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.16, si responde la opción “No”, pasar a la p.20] 16. ¿El terapeuta controla de forma adecuada la medicación que le prescribe ? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 17. ¿El terapeuta le informa de los posibles efectos secundarios de la medicación? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 18. ¿ Ha sido atendido por la enfermera de CCEE? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.19, si responde la opción “No”, pasar a la p.20] 19. Su opinión entorno a su atención es Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 20. Desde que recibe atención en Consultas Externas de Salud mental considera que: Ha mejorado Sigue igual Ha empeorado Ns/Nc 21. La limpieza de la consulta y la sala de espera de las Consultas Externas de Salud Mental es: Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 22. Mientras esperaba ser visitada/o, ¿había suficientes sillas para poder sentarse? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 23. Su valoración sobre el confort en general de las Consultas Externas de Salud Mental es: Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 2115 (145) 24. Valore de 0 a 10 la atención recibida en general en Consultas Externas de Salud Mental........ 25. ¿Quiere añadir alguna cosa? Muchas gracias por su colaboración. TABLA 2 CUESTIONARIO PARA FAMILIARES (DE PACIENTES PSICÓTICOS): 1.¿Habitualmente acompaña a su familiar a Consulta Externa cuando éste acude a la visita? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si”, pasar a la p.2, si responde la opción “No”, pasar a la p.4] 2. Cuando acude a consulta, ¿los profesionales de programación utilizan fórmulas de cortesía (Buenos días, buenas tardes, etc.?) Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 3. La opinión en cuanto a la agilidad de los trámites administrativos es Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 4. ¿Conoce que existe la posibilidad de atención telefónica para orientación durante el horario habitual de CCEE (de 8 a 17 horas)? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si”, pasar a la p.5, si responde la opción “No”, pasar a la p.6] 5. ¿Lo ha utilizado en alguna ocasión? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.6, si responde la opción “No”, pasar a la p.8] 6. ¿Le fue fácil el contacto? Si No Ns/Nc 7. ¿Le fue útil la orientación? Si No Ns/Nc 8. ¿Conoce el nombre del terapeuta que visita a su familiar? Si No Ns/Nc 9. La frecuencia (el tiempo entre visita y visita) de las consultas, ¿es la adecuada? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc (146) 2116 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 10. El terapeuta (psiquiatra, psicólogo) ¿dedica tiempo suficiente a las visitas de su familiar? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 11. El terapeuta ¿habla con usted sobre el estado de su familiar? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.12, si responde la opción “No”, pasar a la p.18] 12. ¿Y tiene en cuenta su opinión? Siempre La mayoría de veces Algunas veces 13. ¿Puede hablar con él cuando lo necesita? Siempre La mayoría de veces Algunas veces 14. ¿Y facilita la expresión de sus dudas, preguntas, etc..? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc Nunca Ns/Nc Nunca Ns/Nc 15. ¿Y utiliza palabras sencillas para explicar el diagnóstico y/o evolución de la enfermedad? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 16. ¿Y le da importancia al papel de la familia en el cuidado/ seguimiento de la enfermedad? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 17. ¿Y le ha informado sobre las alternativas de tratamiento? Si No Ns/Nc 18. Su familiar, ¿toma algún tipo de medicación? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.19, si responde la opción “No”, pasar a la p.21] 19. El terapeuta, ¿controla de forma adecuada la medicación que prescribe? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 20. El terapeuta, ¿le informa de los posibles efectos secundarios de la medicación? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 21. ¿Ha sido atendido por la enfermera de CCEE? Si No Ns/Nc [Si responde la opción “Si” pasar a la p.22, si responde la opción “No”, pasar a la p.23] La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 22. Su opinión sobre su atención es Excelente Buena 2117 (147) Regular Mala Ns/Nc 23. En su opinión la coordinación entre los diferentes profesionales de CCEE de Salud mental se produce Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 24. Cree que el tratamiento de su familiar se realiza de forma interdisciplinaria (con la participación de diferentes profesionales) Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 25. Desde que su familiar recibe atención en CCEE de Salud Mental considera que: Ha mejorado Sigue igual Ha empeorado Ns/Nc 26. La limpieza de la consulta y sala de espera de las CCEE de Salud Mental es: Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 27. Mientras su familiar esperaba para la visita , ¿ había suficiente cantidad de sillas para poder sentarse? Siempre La mayoría de veces Algunas veces Nunca Ns/Nc 28. Su valoración entorno al confort en general de la CCEE de Salud mental es Excelente Buena Regular Mala Ns/Nc 29. Valore de 0 a 10 la atención recibida en general en CCEE de Salud Mental ......... 30. ¿Quiere añadir alguna cosa? Muchas gracias por su colaboración. (148) 2118 La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES TABLA 3: Resultado cuestionario pacientes (para el total de pacientes en %) La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES TABLA 4: Resultado cuestionario familiares (en %) 2119 (149) (150) 2120 GRÁFICO 1: Resultados GRÁFICO 2: Resultados La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES La satisfacción del paciente de un centro de salud mental INFORMES 2121 (151) BIBLIOGRAFÍA: 1. Donabedian, A., “Evaluating the quality of medical care”, Mildbank Fund Q, 44, 1966, pp.106-203 2. Hulka, B. y otros, “Scale for the measurement of attitudes toward physicians and primary medical care”, Med Care, 1970, 8, pp. 429-436 3. Ware, J.; Snyder, M., “Dimensions of patients attitudes regarding doctors and medical care services”, Med Care, 1975, 13, pp. 669-682 4. Mira, J.J. y otros, “Calidad percibida del cuidado hospitalario”, Gac Sanit, 1997, 11, pp. 176-189 5. 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Jefe de los Servicios de Atención al Cliente Corporación Sanitaria Parc Taulí **Psicólogo. Jefe de la Unidad de Atención al Cliente Corporación Sanitaria Parc Taulí ***Psiquiatra. Director del Centro de Salud Mental Corporación Sanitaria Parc Taulí Departamentos a los que se debe atribuir el trabajo: Servicios de Atención al Cliente. Centro de Salud Mental La correspondencia debe dirigirse a: Pablo Hernando Robles. Jefe de los Servicios de Atención al Cliente Corporación Sanitaria Parc Taulí. Apartado de Correos 196 Sabadell. Barcelona Fecha recepción: 27-02-02 C. Escudero*, M.ª Luz Ibáñez**, G. Larraz***, P. Pascual****, C. Penedo*****, P. de la Viña****** Competencias legales de los psicólogos clínicos RESUMEN: Se analizan y estudian las competencias legales de los psicólogos clínicos en la red de servicios públicos de salud mental; derivadas de la aprobacion del Decreto de la Especialidad de Psicologia Clinica. El análisis se enmarca dentro de un modelo de atención comunitario apoyado en el trabajo del equipo interdisciplinario. PALABRAS CLAVE: Psicología clínica, servicios de salud mental, equipo interdisciplinario ABSTRACT: The competences of clinical psychologists in the network of public mental health services are analyzed. These competences are derived from the Clinical Psychology Speciality Decree. The analysis is framed in a community attention model based on interdisciplinary team work. KEY WORDS: Clinical Psychology, mental health services, interdisciplinary team work Introducción.El documento que presentamos a continuación es fruto del grupo de trabajo de la AEN que durante un año ha estado analizando y estudiando las competencias legales de los psicólogos clínicos en el marco de la AEN. Nuestro objetivo ha partido del interés por intentar clarificar mediante la consulta de diversos documentos y legislaciones las competencias y funciones, que corresponden a los psicólogos clínicos como facultativos especialistas. Una vez oficializada la especialidad con la publicación del Decreto y la Orden Ministerial que lo operativiza, pensamos que es el momento de establecer lo más claramente sus competencias. Tales competencias perderían su sentido si no se contextualizan en referencia a un modelo determinado de atención. Este modelo parte de las normas generales de la Ley General de Sanidad de 1986 (1) y del Informe de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica de 1985 (2). En resumidas cuentas nos referimos al modelo sanitario que incorpora la atención de los trastornos en salud mental en el sistema sanitario general, a la territorialización de los servicios y a la descentralización de la atención del hospital psiquiátrico. El modelo de atención comunitaria que supone la comprensión integral del paciente, en sus aspectos biológicos y psicológicos dentro de un contexto Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 153-168 (154) 2124 social determinado. Tal modelo se apoya además, como elemento imprescindible, en el trabajo interdisciplinario hoy en boca de todo el mundo, pero que a nuestro juicio, con el influjo y la presión de la corriente ideológica actual, corre peligro de diluirse y perder su sentido. La Psicología Clínica ha contribuido en gran medida a su conceptualización, no solo aportando conceptos teóricos a la hora de entender el proceso salud-enfermedad desde una óptica diferente al modelo médico, sino además a través de la incorporación de los psicólogos al sistema sanitario, mediante la implementación de nuevas técnicas y abordajes clínicos para el tratamiento de los trastornos psíquicos. Hoy en día asistimos bajo el título de “lo comunitario” a una perversión y distorsión del modelo. Cada vez con mayor frecuencia se impide a los psicólogos clínicos la realización de diagnósticos clínicos, indicaciones de ingresos hospitalarios, derivaciones, etc., con el argumento de que no están capacitados para diagnosticar el trastorno mental y con el pretexto de optimizar y clarificar las funciones de los equipos de salud mental. Tema que ya abordamos en un trabajo anterior con datos empíricos (3). La terminología es variada, optimización de funciones, jerarquización funcional, organización funcional según las responsabilidades clínicas, justamente en un momento en que con mayor claridad tales funciones están establecidas mediante la regulación de la Especialidad en Psicología Clínica. Ahora cuando la situación debería estar más clara se intentan difuminar tales competencias. El viejo “orden médico” vuelve de nuevo Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES a filtrar bajo el aparente discurso de la profesionalización la jerarquía mas corporativista, la normativización más rígida, la exclusividad de funciones, la expulsión del campo clínico y técnico y en resumidas cuentas el pensamiento y el discurso único. Fuera de este “orden” está el caos. El discurso nos parece de sobra conocido. Frente a ello nos gustaría volver a plantear los desafíos de lo interdisciplinario, esto es, la articulación en pie de igualdad de distintos saberes y disciplinas, las distintas formas de entender un mismo hecho clínico y las dificultades de poderlo pensar en equipo. Entendemos que en la atención a la salud mental las fronteras entre disciplinas nunca serán diáfanas, aunque la psicología clínica tiene su objeto y metodología propia, siempre habrá espacios comunes y precisamente el reto es poder compartirlos y diferenciar lo común y lo específico y enriquecernos con ello. Al tiempo sostenemos que el modelo no puede estar cerrado, tenemos la obligación de seguir pensando en su mejora, en los cambios necesarios para realizar una atención de calidad a las nuevas demandas que se nos plantean. No podemos tampoco dejar de lado los nuevos modelos de gestión que se están implantando, el modelo comunitario no se puede quedar en el pasado como algo obsoleto o romántico sin tomar en consideración las exigencias del sistema sanitario, de los gestores, la necesidad de medir la eficacia de los tratamientos, el coste de la atención, las nuevas tecnologías y las nuevas disciplinas. Para hacer operativo, el presente trabajo lo hemos dividido en varios apartados que hemos considerado centrales Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES en cuanto a funciones y competencias de los psicólogos clínicos, están establecidos en base a la documentación consultada. 1.- Diagnósticos clínicos-evaluaciones En referencia al tema de si los psicólogos clínicos están o no capacitados para la realización de diagnósticos clínicos y evaluaciones, son muchos los documentos, tanto nacionales como internacionales, que confirman esta capacidad. En 1990, la Fiscalía General del Estado (4) solicitó un dictamen al Colegio Oficial de psicólogos sobre la capacitación de los psicólogos, para diagnosticar trastornos mentales de base no orgánica. El Colegio pidió a su vez informes a la AEN, a la Asociación Madrileña de Salud Mental y a los máximos responsables de los Servicios de S.M. de las Comunidades de Madrid, Navarra, Murcia, Andalucía y Asturias; así como a destacados catedráticos de la Universidad Española. Tanto el dictamen del Colegio como todos los informes solicitados se pronunciaron positivamente. Concretamente la AEN (4) manifestó que "los psicólogos clínicos están capacitados para hacer diagnóstico y tratamiento psicológico y además son profesionales imprescindibles en los Servicios de S.M., ya que su función es fundamental de cara a plantear tratamientos más integrales con los pacientes". Asimismo la AEN sostenía, en su documento sobre las competencias de los psicólogos clínicos (5) (suscrito por AEPCP, ANPIR, el COP y la Sección de Psicología Clínica y de la Salud del COP1) que el hecho de que la labor asistencial esté a cargo de un equipo interdisciplinario, no supone que todo el mundo haga de 2125 (155) todo, sino el abordaje desde diferentes disciplinas científicas del proceso saludenfermedad y del hecho psicopatológico específico que lleva al sujeto a la enfermedad. Tanto los psiquiatras como los psicólogos clínicos, poseen instrumentos teóricos y técnicos para diagnosticar, evaluar y tratar los trastornos mentales, algunos de ellos específicos y otros comunes. Por su parte el Colegio Oficial de psicólogos, en su documento sobre perfiles profesionales del psicólogo (6), detalla en el apartado dedicado al perfil de la Psicología Clínica y de la Salud las funciones que actualmente desempeñan los psicólogos, entre las que figuran la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento e intervención. El mismo Insalud, en su documento sobre las normas de funcionamiento de las Unidades de S.M. (7), creadas a finales del 1985, especifica que estarán integradas por un equipo multidisciplinario y que las funciones asistenciales podrán ser efectuadas por cualquiera de los integrantes de la Unidad. Entre las funciones de los psicólogos figuran la atención especializada, psicoterapias, elaboración de informes psicológicos y psicodiag-nóstico. Entre los documentos internacionales respecto a este tema nos encontramos, sólo por citar algunos, con el Dictionary of Occupational Tittles (8) y la Occupational Information Network (9) de Estados Unidos, la Clasificación Internacional de Ocupaciones de la OIT (10) y el informe de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (11). Todos estos documentos sostienen Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, Asociación Nacional de Psicólogos Internos Residentes, Colegio Oficial de Psicólogos, Sección de Psicología Clínica y de la Salud del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. 1 (156) 2126 que el psicólogo clínico evalúa y diagnostica los trastornos mentales y emocionales de los individuos y aplica programas de tratamiento. Entre sus tareas se indican estudiar factores psicológicos en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades mentales y trastornos emocionales o de la personalidad. Dada la naturaleza del trastorno mental, cualquiera de las dos profesiones, psicólogo clínico y psiquiatra, se encuentra suficientemente capacitado para el diagnóstico y el establecimiento de la estrategia terapéutica más conveniente en cada caso. El Decreto de la Especialidad de Psicología Clínica (12) constituye al psicólogo clínico como Facultativo Especialista, capacitado para la realización de diagnósticos, evaluaciones y tratamientos de carácter psicológico. Es decir, con todas las competencias, funciones y obligaciones que corresponden a los facultativos especialistas. A raíz de su publicación en 1998, la Psicología Clínica ha sido reconocida por el Ministerio de Sanidad como especialidad sanitaria no médica, y el Ministerio de Educación la incluye en el organigrama de la Subdirección General de Especialidades en Ciencias de la Salud. El programa de la Especialidad aprobado por el Ministerio de Sanidad en 1996 (13), especifica entre sus objetivos generales capacitar a los psicólogos clínicos en formación, desde una perspectiva de atención integral, para el desempeño de las tareas de evaluación y diagnóstico, intervención y tratamientos psicológicos. Entre las habilidades que deben adquirir al finalizar la formación figura el diagnóstico y evaluación psicológica de los trastornos mentales, mediante técnicas de evaluación adecuadas (instrumentos y técnicas de entrevista). Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES La Subdirección General de Formación Sanitaria (14) precisa, además, la no exclusividad de la capacidad diagnóstica por parte de los psiquiatras al afirmar en referencia al Decreto de la Especialidad que “al incluir en el proyecto los términos de diagnóstico, evaluación y tratamiento, se hace calificándolos de carácter psicológico, sin que dichos términos pertenezcan en exclusiva a la profesión médica, ya que también es común su utilización en el ámbito de otras disciplinas. Asimismo, en la medida en que las actividades de diagnóstico y evaluación implican necesariamente la emisión de un juicio de valor, no cabe duda de que el psicólogo clínico, está capacitado para el enjuiciamiento (diagnóstico) de los trastornos psicológicos que se le presenten en el ejercicio de su profesión, con la finalidad de aplicar una posterior terapia psicológica (tratamiento), debiendo tener en cuenta que dicha capacidad de enjuiciamiento incluye también la posibilidad de derivar a un paciente al médico especialista en psiquiatría, cuando la patología atendida requiera la prescripción de fármacos”. Esta precisión queda finalmente ratificada por las sentencias del Tribunal Supremo (15,16) a los recursos interpuestos por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y por las Sociedades de Psiquiatría Legal, de Psiquiatría y de Psiquiatría Biológica al Decreto de la Especialidad de Psicología Clínica, al desestimar los recursos. En ambas sentencias se sostiene la imposibilidad de otorgar con carácter exclusivo las competencias de diagnóstico y evaluación a psiquiatras ni a psicólogos; ya que cada especialidad tendrá que aplicar sus conocimientos en su ámbito científico propio. Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES Por tanto nos parece que, el establecimiento del psicólogo clínico como facultativo especialista conlleva el reconocimiento de su capacidad de diagnóstico y evaluación, aclarando finalmente sus competencias legales y funciones clínicas (eso sí, no excluyentes). Como consecuencia, sería necesario que tales funciones quedaran claramente reflejadas en los diversos planes autonómicos de salud mental. En algunos de ellos, como en el de Valencia (17), se reservaba la valoración inicial de los pacientes exclusivamente al psiquiatra, hasta el momento en que los psicólogos tuvieran el reconocimiento de facultativos especialistas. Sin embargo en otras, como Navarra, ya habían reconocido al psicólogo como facultativo sanitario inmediatamente después de la publicación del real Decreto y en el 2000 como facultativo especialista, creando mediante decreto (18) el puesto de trabajo correspondiente, con las retribuciones establecidas por el Servicio Navarro de Salud para facultativos especialistas (19). Parece que la mayor o menor celeridad en el reconocimiento tiene que ver, sobre todo, con la voluntad política y con la asunción de un modelo asistencial apoyado en el trabajo interdisciplinario y en la corresponsabilidad clínica. Esperamos que en otros planes en los que todavía están por definir tales funciones, como es el caso del plan de salud mental de Madrid (20), se asuman los mismos principios. 2.- Responsabilidad sobre los tratamientos En cuanto a la responsabilidad sobre los tratamientos queremos referirnos, en primer lugar, al tan discutido artículo 10 de la Ley General de Sanidad (1). Se 2127 (157) refiere al derecho que tienen los sujetos a que se les asigne un médico que será su interlocutor principal con el equipo asistencial. Pero a continuación añade que, en caso de ausencia, otro facultativo del equipo asumirá tal responsabilidad. Y más adelante continúa diciendo que el paciente tendrá derecho a elegir el médico y los demás sanitarios titulados. La Carta de los Derechos del Paciente del Insalud (21) reproduce exactamente el mismo artículo. Es decir, el citado artículo asimila médico a facultativo, asimilación por otro lado que aparece contínuamente en casi todo el texto. Tendríamos que precisar que la Ley General de Sanidad es del año 1986, fecha en la que prácticamente los únicos facultativos que había en el Sistema Sanitario eran los médicos. Actualmente como todos sabemos hay muchos más, físicos, biólogos, radiofísicos hospitalarios y psicólogos clínicos. Este hecho está previsto en el propio Estatuto Jurídico del personal médico de la Seguridad Social (22) cuando se refiere a los profesionales que forman parte del personal que presta sus servicios, señalando que “quedan incorporados al Estatuto Jurídico del personal médico de la Seguridad Social todas las plazas correspondientes a las especialidades sanitarias legalmente reconocidas con independencia de la licenciatura universitaria requerida para la obtención del correspondiente título”. Los Decretos posteriores (23,24) sobre selección del personal estatutario recogen también el mismo articulado. Por tanto, extrapolar del citado texto que los médicos son los únicos responsables de los tratamientos parece un argumento sin demasiado fundamento. Supone ignorar la creación e incorporación de nuevas (158) 2128 profesiones sanitarias no médicas y despreciar las aportaciones que han ido realizando en la atención a los ciudadanos. A pesar de todo ello queremos llamar la atención sobre las resistencias al cambio de la cultura sanitaria, ya que a pesar de la incorporación de nuevos profesionales especialistas, continúa equiparando facultativo a médico en textos legales de nueva creación, como la nueva Ley de la autonomía del paciente (25). Donde por un lado se reconoce la labor asistencial de los profesionales sanitarios y facultativos, al tiempo que se mantiene el viejo concepto médico de la responsabilidad sobre la salud del paciente. Otros documentos y legislaciones posteriores han ido matizando la consideración del personal especializado, mediante el reconocimiento de sus competencias y funciones. Por ejemplo las sentencias del Tribunal Supremo, de 1990 (26), y del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, de 1989 y de 1990 (27), relativas a la exención del IVA correspondiente a los servicios prestados por los psicólogos en el ejercicio de su profesión. En ellas se precisa que frente a las profesiones sanitarias clásicas, como los médicos y farmacéuticos, existen otras que se han ido incorporando a este concepto, como ocurre con los biólogos, químicos y psicólogos. Considerando, de conformidad con la Ley General de Sanidad, que están integradas en el sistema sanitario general. En el documento elaborado por la AEN y AEPCP2, sobre la inclusión de los psicólogos clínicos en Insalud (28), se reclama la ejecución de la disposición adicional segunda del Decreto de la Especialidad de Psicología Clínica, 2 Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES que establece la inclusión del personal estatutario que esté en posesión del título oficial de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica y preste servicio en Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social, en el Estatuto Jurídico de Personal Médico de la Seguridad Social. Siendo de esta forma reconocidos como facultativos especialistas, con sus correspondientes funciones, y sujetos a los derechos y obligaciones del citado estatuto. Como sabemos esta disposición no se ha incluido todavía, aunque sí se han ido incorporando al estatuto otras especialidades, como la de los radiofísicos hospitalarios, creada por Decreto en 1997. Las resistencias para asumir las modificaciones competenciales y legales de una nueva especialidad, como es la de Psicología Clínica, quedan patentes no sólo en este hecho, sino en las distintas interpretaciones que se pueden hacer respecto a la misma legislación. Por ejemplo, la que se desprende del informe de la Dirección de Salud Mental de Bizkaia (29), que ignora el Decreto de la Especialidad y la disposición a la que hacemos referencia. Aunque bien es cierto que reconoce que, un mero informe jurídico no puede dilucidar las diversas funciones y competencias entre psiquiatras y psicólogos y que se debería partir del “título habilitante”. Cosa que como ya hemos señalado el mismo informe ignora. Afortunadamente otras disposiciones sí toman en consideración la creación de la nueva especialidad. Por ejemplo el Decreto de la Comunidad autónoma de Galicia (30) relativo al personal sanitario, especifica que los psicólogos ejercerán su labor en el ámbito de atención especializada de salud, Asociación Española de Neuropsiquiatría, Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES integrándose como facultativos superiores, siempre que ejerzan su trabajo dentro del ámbito de la salud pública y de la administración sanitaria. La Dirección de Ordenación Sanitaria del IASAM (31), en Andalucía, se pronuncia en el mismo sentido acogiéndose al Decreto de integración del AISN, que recoge por primera vez la figura del facultativo psicólogo. Afirmando incluso que el psicólogo debe incorporarse como facultativo especialista en los equipos del sistema de salud mental al lado del psiquiatra. En esta misma línea la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (11) señala que, dada la naturaleza del trastorno mental, tanto los psicólogos clínicos como los psiquiatras están suficientemente capacitados para establecer la estrategia terapéutica más conveniente en cada caso. Por lo tanto no tiene sentido establecer la preeminencia de uno sobre otro, sino que lo que se impone es la cooperación desde el reconocimiento de las distintas competencias. La Subdirección General de Formación Sanitaria del Ministerio de Sanidad (14) es muy clara en este sentido al señalar que no se puede admitir el planteamiento de configurar al psicólogo clínico como un profesional sin ningún ámbito de autonomía, cuyas actuaciones se harían depender, en todo caso, del previo diagnóstico y tratamiento médico, ya que ello implica desconocer la existencia, desde hace muchos años, de unos estudios universitarios de carácter superior centrados en la psicología. El convenio sobre los derechos humanos del Consejo de Europa (32) aplica todo su articulado, sobre obligaciones 2129 (159) profesionales y normas de conducta, referidas a todas las intervenciones practicadas con fines preventivos, diagnósticos, de tratamiento, rehabilitadores o de investigación, a médicos y profesionales de la salud en general, incluidos los psicólogos, cuya labor con los pacientes en unidades clínicas y de investigación puede tener profundos efectos. Queremos hacer hincapié en la importancia de este documento, que a diferencia de otras declaraciones internacionales, tiene carácter jurídico vinculante para los países que lo han suscrito. Entre ellos España donde ha entrado en vigor en enero de 2000. No vamos a negar que, a pesar de que parece claramente fundamentada la capacidad para asumir la responsabilidad del tratamiento por parte del psicólogo clínico, determinadas líneas medicopsiquiátricas siguen y seguirán sustentando, contra toda evidencia, que la responsabilidad última de los tratamientos pertenece al psiquiatra. Así el borrador del perfil del psiquiatra (33) elaborado por la Asociación Holandesa de psiquiatría, plantea que “el psiquiatra es el responsable de la ejecución del conjunto del proceso de tratamiento del paciente psiquiátrico”. Aunque reconoce la necesidad de cooperación con otras disciplinas para un diagnóstico y tratamiento eficaz. El documento parte de un método psiquiátrico ajustado, en todo momento, al modelo biomédico general, sin hacer ninguna distinción entre modelo médico y modelo clínico. Tema éste bastante cuestionado en la actualidad no solo por los psicólogos, sino por muchos de nuestros compañeros psiquiatras. El borrador fue contestado entre otras asociaciones por la (160) 2130 AEN (34), que planteó que el liderazgo del equipo y la responsabilidad sobre el proceso terapéutico no tiene porqué ser una función exclusiva del psiquiatra, debiendo recaer en aquel profesional con mayor experiencia clínica, capacidad de liderazgo, etc. Diferenciando los requisitos de formación y la organización de las responsabilidades dentro de un equipo, de acuerdo a las ordenaciones sanitarias de cada país. Las competencias y responsabilidades clínicas pueden consistir en responder del tratamiento y diagnóstico en su conjunto, en el caso de que el psiquiatra sea el coordinador del equipo, pero no pueden ser exclusivas, ya que otros especialistas, por ejemplo los psicólogos, precisamente por su propia disciplina, la Psicología Clínica, están capacitados para hacer lo mismo. Por lo tanto la responsabilidad clínica, dependiendo de cada situación, debe ser compartida por cada una de las disciplinas que intervengan en el abordaje de cada caso. Se debería enfocar la cuestión como una corresponsabilidad compartida dentro del equipo clínico. 3.- Informes periciales judiciales, comisión de tutela del menor, informes para otros especialistas e informes de IVE3 En el tema de los informes nos encontramos con algunas situaciones ciertamente contradictorias. Según la Ley de Enjuiciamiento Civil (35), los psicólogos (al igual que otros profesionales con titulación oficial) pueden realizar informes periciales judiciales cuando la materia del juicio así lo precise. La Corte Suprema de EEUU, por ejemplo, reconoce desde 1959 a 3 Interrupción Voluntaria del Embarazo Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES los psicólogos clínicos la capacidad legal de ejercer como expertos en la determinación de la enfermedad mental. La Ley de Responsabilidad penal de los menores (36) establece que corresponde a los equipos técnicos adscritos a los juzgados y fiscalías de menores, en los que se integran los psicólogos forenses, la emisión de informes sobre la situación psicológica, educativa y familiar del menor, así como sobre su entorno social y en general sobre cualquier otra circunstancia relevante a los efectos de la adopción de alguna de las medidas cautelares previstas en la propia Ley. También podrán proponer una intervención socio-educativa o actividades de reparación o de conciliación con la víctima. En relación a los informes requeridos por la Comisión de Tutela del Menor, el decreto sobre el procedimiento de constitución y ejercicio de la tutela y guarda del menor (37) señala que, en la instrucción del expediente podrán incorporarse al mismo cuantos informes de carácter social, sanitario, educativo y psicológico o cualquier otro que pueda aportar información útil para su resolución. La realización de informes para otros especialistas, por parte de los psicólogos clínicos está incluida en muchos de los documentos que hemos mencionado con anterioridad: Las normas de funcionamiento de las Unidades de S.M. del Insalud (7), el informe de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (11), el convenio sobre los derechos humanos del Consejo de Europa (32), etc. Abundando en esta línea, la Subdirección de la Asesoría Jurídica del Servicio Andaluz de Salud (38) Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES dictamina que los psicólogos podrán elaborar y suscribir toda clase de informes, dictámenes o evaluaciones relacionados con su titulación y, en su caso, con su especialidad profesional. El informe emitido por el Colegio de Psicólogos de Andalucía, sobre las funciones del psicólogo clínico en el sistema sanitario (39), señala que, entre otras funciones, el psicólogo ha de realizar actividades de asesoramiento e interconsulta con otros profesionales. Finalmente en el Programa de la Especialidad de Psicología Clínica (13) figura, entre las habilidades que se deben adquirir en la formación, la realización de informes, certificados y peritajes psicológicos. Cuestión diferente es la relativa a los informes de IVE. Como ya sabemos, en la emisión de los dictámenes exigidos para la práctica legal de la interrupción voluntaria del embarazo, en el tercer supuesto contemplado por la ley se exige como requisito que sea emitido por un médico de la especialidad, en este caso el psiquiatra. Pero a nuestro juicio merece la pena examinar la sentencia del recurso de casación del Tribunal Supremo de septiembre de 2001 (40) contra un delito de aborto a una psicóloga. Concretamente el voto particular de uno de los magistrados que reproducimos a continuación:. “El psicodiagnóstico es una de las competencias profesionales del psicólogo y comprende la valoración del comportamiento mediante la identificación de los procesos y sus alteraciones, discapacidades, disfunciones y trastornos. En el ámbito específico del trastorno mental, el psicólogo está plenamente capacitado para evaluar las alteraciones de índole psicológica y psico-social, así 2131 (161) como en los de índole biológica, para cuya valoración se requiere la colaboración interdisciplinar del psicólogo”. El magistrado menciona como parte de la prueba documental, “un amplio catálogo de resoluciones judiciales (sentencias, autos y providencias), en las que se pone de relieve la utilización de especialistas en Psicología, para dictaminar sobre aspectos de alteraciones de la personalidad y estado mental en los diversos órdenes jurisdiccionales. Afirmando que “toda esta documentación sirve para acreditar que la realidad social y profesional en la que se ven inmersos los psicólogos les puede llevar a considerar razonablemente que tienen capacidad técnica y preparación para diagnosticar los graves riesgos para la salud psíquica de la embarazada”. La línea argumental de este magistrado pone en primer plano las contradicciones legislativas que se vienen produciendo. Nos encontramos, por un lado, con el establecimiento de la Psicología Clínica como especialidad sanitaria y de los psicólogos clínicos como facultativos especialistas. Con el reconocimiento de su capacidad legal para realizar informes periciales judiciales, informes para la Comisión de Tutela del menor, etc., en base a los cuales se puede por ejemplo retirar o no la tutela de un menor, dictar medidas cautelares de orden penal, etc., pero, al tiempo, sin capacidad legal para realizar informes de IVE. Es claramente contradictorio el reconocimiento de dicha capacidad en unos órdenes y no en otros. Lo que, en resumidas cuentas, plantea la necesidad de revisar estos aspectos parciales de la legislación para adecuarlos a las funciones y competencias ya reconocidas en una amplia gama de resoluciones judiciales. (162) 2132 4.- Indicaciones de ingresos y altas hospitalarias Según la Ley de Enjuiciamiento Civil (35), el internamiento no voluntario por razones de trastorno psíquico requiere siempre de autorización judicial, salvo en los casos de urgencia, en cuyo caso es preceptivo dar cuenta cuanto antes al tribunal. Antes de conceder la autorización o ratificar el internamiento el tribunal deberá, entre otras medidas, oír el dictamen de un facultativo por él designado. En la misma resolución que acuerde el internamiento se expresará la obligación de los facultativos de informar periódicamente al tribunal sobre la necesidad de mantener la medida. En cuanto al alta, la Ley precisa que, cuando los facultativos que atiendan a la persona internada consideren que no es necesario mantener el internamiento, darán el alta al enfermo y lo comunicarán inmediatamente al tribunal competente (41). En relación con el internamiento de menores, tanto la Ley de Enjuiciamiento Civil (35) como la de Protección Jurídica del menor (42), especifican que requiere autorización judicial y se realizará siempre en un establecimiento de salud mental adecuado a su edad, previo informe de los servicios de asistencia al menor. Por tanto, según la legislación española es el facultativo, entendemos que especialista en salud mental, es decir, psicólogo clínico y psiquiatra, el encargado de realizar dichos dictámenes e informes. A pesar de que a nuestro juicio la legislación es clara, se producen múltiples situaciones en la red de servicios de salud mental y en las unidades de ingreso hospitalarias, en donde se impide que los psicólogos clínicos realicen indicaciones de ingresos y altas y los informes pertinentes sin un fundamento claro. Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES El Draft White Paper Pshychiatry del Consejo de Ministros de Europa (43), que pretende establecer unas líneas comunes para todos los países europeos, esboza proposiciones contradictorias. Por ejemplo, para tomar una decisión sobre ingreso o tratamiento involuntario, plantea que el paciente debe ser examinado por un psiquiatra o médico con suficiente experiencia. Aunque más adelante señala que una autoridad independiente deberá ratificar o no la medida, variando en cada país europeo, pudiendo ser un juez, un médico autorizado, un asistente social o el gerente del hospital. Consideraciones que parecen sorprendentes, ya que en ningún momento se menciona al psicólogo clínico como capacitado para realizar tal examen, suponiendo que quizá pueda tener más experiencia en la materia un médico no especialista, al tiempo que se admite que pueda ser un asistente social quien ratifique la medida de internamiento. Similares consideraciones se plantean para el ingreso urgente. Por último en relación al establecimiento y control de los estándares de calidad, para la implementación de la legislación en salud mental, recomienda que los profesionales psiquiatras y no psiquiatras, así como abogados y usuarios se deben involucrar en el sistema para establecer y evaluar los niveles de calidad, para la implementación de la legislación en salud mental. Indicaciones que a tenor de lo que se sostiene con anterioridad nos parecen bastante contradictorias, a menos que obedezcan a otros objetivos ajenos a la calidad asistencial, a la salvaguarda de los derechos de los pacientes y a la asistencia clínica. Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES Quisiéramos reseñar algunos de los comentarios y propuestas de la AEN a este documento (44): “Entre los aspectos más criticados, señalamos el que sólamente se haga referencia a intervenciones médicas y psiquiátricas, sin que se considere la intervención de los otros profesionales cualificados para efectuar evaluaciones e intervenciones terapéuticas, como son los psicólogos clínicos, que juegan un papel activo en la atención a estos pacientes y en el proceso de toma de decisiones, tales como el internamiento y el tratamiento involuntario. En cuanto a los procedimientos para tomar la decisión de ingreso y de tratamiento involuntarios consideramos adecuados los criterios de la legislación española”. Que se refieren a lo ya comentado anteriormente en referencia a la Ley de Enjuiciamiento Civil. 5.- Bajas/altas laborales e incapacitación laboral La legislación sobre las bajas y altas laborales por incapacidad temporal, confirmación de las bajas, bajas definitivas por invalidez, etc (45,46,47), establece, en primer lugar, que el control sanitario corresponde al sistema público. El parte médico de baja, expedido por el facultativo que lo realice, deberá consignar el diagnóstico, la descripción de la limitación en la capacidad funcional que motiva la situación de incapacidad temporal y la duración del probable proceso patológico. Incluyendo aquellos casos en los que haya que considerar las deficiencias de carácter físico o psíquico que anulen o modifiquen la capacidad, psíquica o sensorial, de quienes las padecen. Por lo tanto en el caso de un trastorno psíquico consideramos 2133 (163) que, tanto el psicólogo clínico como el psiquiatra, están capacitados para realizar el informe clínico y la indicación correspondiente, ya que ambos tienen la consideración de facultativos especialistas. De esta forma y según señala la Ley General de la Seguridad Social (48), el Médico de Atencion Primaria o la Inspección Médica, en su caso, puede realizar la baja. 6.- Incapacitación de enfermos con trastornos mentales En este tema la Ley de Enjuiciamiento Civil (35) señala, en cuanto a las pruebas y audiencias preceptivas en los procesos de incapacitación, que nunca se decidirá sobre la misma sin previo dictamen pericial médico, acordado por el tribunal. No especifica qué tipo de informe pericial médico se necesita. Aunque la misma Ley, en el articulado que se refiere a la prueba de peritos señala, como hemos reflejado anteriormente, que los psicólogos pueden ser llamados como peritos cuando la materia del juicio así lo precise. En este caso no sabemos si es una contradicción de la propia ley o bien una laguna que deja en la ambigüedad la delimitación de una competencia. Por lo que de nuevo se plantea la necesidad de adecuar la legislación al establecimiento de las vigentes competencias. 7.- Criterios para el desempeño de las jefaturas de servicios y coordinación de equipos En el informe sobre el psicólogo clínico en el sistema sanitario, del Colegio de Psicólogos de Andalucía (39), se señalan entre sus funciones las de (164) 2134 favorecer y participar en las actividades de coordinación, necesarias para el desarrollo de las actividades y programas del equipo de salud mental. En cuanto al establecimiento y reconocimiento de estas funciones tenemos legislaciones y planteamientos diferentes. En el decreto sobre organización y funcionamiento de los servicios de salud mental de Asturias (49) figura que en los centros de salud mental podrá existir un coordinador de centro, designado por el Consejero de Sanidad a propuesta del Director Regional para la Reforma de la Asistencia de S.M., entre los profesionales titulados superiores adscritos al centro. En este mismo sentido se pronuncia la resolución de la Consejera de Salud de la Comunidad de Madrid, que en las bases de la convocatoria para las plazas de Jefe de Salud Mental de Distrito (50) requiere la licenciatura en Medicina y especialidad en Psiquiatría o la licenciatura en Psicología y cuatro años de experiencia profesional. Sin embargo, en otras comunidades nos encontramos con un no reconocimiento de esta función. En la Orden por la que se crea la guía de unidades infanto-juvenil de atención a la salud mental de Castilla-La Mancha (51), la coordinación del equipo es una función propia del psiquiatra. Sin embargo tenemos que puntualizar que la orden es de 1985, fecha en la que solo los psiquiatras tenían categoría de facultativos especialistas. La Asociación CastellanoManchega de Neuropsiquiatría y Salud Mental en asamblea celebrada en mayo de 2002 (52), acordó que también los psicólogos clínicos pueden acceder a las jefaturas de dichas unidades, en su actual condición de facultativos especialistas. Por lo que se pedirá a la Conserjería de Sanidad la modificación oportuna. Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES Si en determinadas comunidades se reconoce la capacidad para ejercer esta función de coordinación y en otras no, sólo puede obedecer al sostenimiento de diferentes modelos de atención y no tanto a la calidad del sistema. Nos encontramos de nuevo con el modelo que pretende la resolución de la discriminación de funciones y responsabilidades mediante la jerarquización funcional, eufemismo utilizado para ejercer de forma unilateral la exclusividad de funciones de una disciplina. En una línea parecida se pronuncia el ya citado Draft Psychiatrist´s Profile (33) cuando sostiene que, “el psiquiatra dentro del contexto de la cooperación multidisciplinaria actúa como un “capitán” responsable del proceso de cuidados, la organización operacional se puede realizar si es necesario por otras disciplinas”. Argumentando que el psiquiatra juega un rol central en la cooperación con otras disciplinas en el campo de la salud mental, porque es responsable del conjunto del tratamiento y de su implementación, lo cual permite el reconocimiento de la responsabilidad de otras disciplinas para ciertos aspectos del tratamiento, adjudicándole finalmente la responsabilidad de la eficacia de la cooperación entre disciplinas. Ante semejante nivel de responsabilidad, diríamos entre paréntesis que nos parece bastante omnipotente, no podemos por menos que sentirnos abrumados y lamentar que nuestros colegas tengan que sostener sobre sus hombros semejante tarea. La respuesta que la AEN (34) da sobre este tema nos parece suficientemente clara y ajustada a las competencias y funciones de psiquiatras y psicólogos clínicos: “Dentro Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES de la formación básica del psiquiatra debe de haber habilidades de coordinación y liderazgo, pero esto no quiere decir que otros profesionales no puedan tener las mismas tareas y responsabilidades o dirigir un equipo. Este aspecto debería aparecer de una manera no excluyente con otros profesionales”. En esta misma línea inciden otros documentos como el de perfiles profesionales del psicólogo del COP (6), que señala entre las funciones que desempeñan los psicólogos clínicos las de dirección, administración y gestión. Conclusiones No cabe duda que la Psicología Clínica como disciplina aporta un saber propio que contribuye a la salud mental de los individuos y el Estado capacita y certifica como profesionales idóneos para esta labor a los psicólogos clínicos. De manera que los psicólogos clínicos tienen competencias y funciones claramente establecidas en la legislación y documentación consultada. Nos parece suficientemente clara la capacidad y competencia en el tema de los diagnósticos clínicos y evaluaciones, así como en el tema de la responsabilidad sobre los tratamientos. Otra cosa es que a pesar de todo ello se sigan produciendo dificultades que impiden a los psicólogos clínicos realizar tales funciones. En cuanto a las competencias para realizar informes periciales judiciales, los solicitados por la Comisión de Tutela del Menor, los relativos a las bajas y altas y los realizados para otros especialistas, también parecen claramente establecidas. Únicamente en el caso de los informes de 2135 (165) IVE no es así. En este caso planteamos la necesidad de revisar y modificar la legislación vigente para adecuarla a las competencias de los psicólogos clínicos como facultativos especialistas que son. Las competencias en cuanto a las indicaciones de ingresos y altas hospitalarias nos parecen también claramente especificadas en la legislación, como correspondientes a los facultativos especialistas. Tema más complejo nos parece la cuestión relativa a la incapacitación de los pacientes con trastorno mental, en el que la ley sólo señala la necesidad del examen médico. Ya hemos señalado la ambigüedad de que no se especifique claramente este tema, a tenor del reconocimiento de la capacidad para emitir informes periciales judiciales por parte de los psicólogos. Nos parece que convendría adecuar también este aspecto para que sea consecuente a la oficialización de la Psicología Clínica. En cuanto a la capacidad para coordinar equipos de salud mental, sólo recordar que en muchas Comunidades Autónomas está así reconocido y sería conveniente revisar por tanto las normativas en base a una coherencia legislativa. Por último, los retos que se le plantean a la profesión del psicólogo clínico en el futuro inmediato pasan por exigir un exhaustivo cumplimiento del Real Decreto de la Especialidad y por el desarrollo de la Orden Ministerial que, sin duda, posibilitarán un claro establecimiento y consolidación del perfil del psicólogo clínico y la apertura de actuaciones en nuevos ámbitos de la salud, de la comunidad científica y de la formación clínica. (166) 2136 Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES BIBLIOGRAFÍA (1) Ley 14/1986, General de Sanidad. BOE 29 de abril de 1986 (2) Ministerio de Sanidad y Consumo, Secretaría General Técnica, Servicio de publicaciones, Informe de la Comisión Ministerial para la reforma psiquiátrica, abril 1985. (3) Ibáñez, M.; Alfaya, M.; Escudero, C.; Navarro, A.; Otero, C.; Pascual, P.y Suarez, V., “El reto del trabajo interdisciplinar: ¿hasta donde hemos llegado?”, Revista de la AEN, 2001, julio/septiembre, 79. pp. 91-99 (4) Colegio Oficial de Psicólogos, Secretaría Estatal. Dossier sobre el dictamen emitido por el Colegio Oficial de Psicólogos, a petición de la Fiscalía General del Estado, sobre la capacitación y funciones de los psicólogos, septiembre 1990 (5) Asociación Española de Neuropsiquiatría, “Sobre las competencias de los psicólogos clínicos”, Revista de la AEN, 1988, julio/septiembre, nº 67, pp 175-176 (6) Colegio Oficial de psicólogos, Perfiles profesionales del psicólogo, Madrid, 1998 (7) Normas de funcionamiento de las Unidades de Salud Mental del Insalud, Papeles del Colegio, 1986, junio, vol. IV nº 26, pp 22-25. (8) Dictionary of Occupational Tittles. USA, 2001, ocupación 070.107-014 (9) Occupational Information Network, USA, 2001, ocupación 29-1066.00 (10) Organización Internacional del Trabajo, Clasificación Internacional de ocupaciones, Ginebra, 1991 (11) Federación Europea de Asociaciones Profesionales de Psicólogos (EFPPA). Informe a petición de la sala 3 del Tribunal Supremo sobre el campo profesional de la Psicología, Bruselas, 2001 (12) Real Decreto 2490/1998 de 20 de noviembre, por el que se crea y regula el título oficial de psicólogo especialista en Psicología Clínica. BOE de 2 de diciembre de 1998. (13) Ministerio de Sanidad, Secretaría General Técnica, Servicio de Publicaciones, Programa de la Especialidad de Psicología Clínica. Guía de formación de Especialistas, 1996 (14) Subdirección General de Formación Sanitaria. Ministerio de Sanidad, Informe sobre el proyecto de Real Decreto de creación de la Especialidad de Psicología Clínica,1998 (15) Sentencia del Tribunal Supremo sobre el recurso contencioso-administrativo 49/1999, contra el Real Decreto de la Especialidad de Psicología Clínica. Octubre de 2002 (16) Sentencia del Tribunal Supremo sobre el recurso contencioso-administrativo 48/1999, contra el Real Decreto de la Especialidad de Psicología Clínica. Octubre de 2002 (17) Comunitat Valenciana, Plan director de salut mental i Assistencia Psiquiatrica, 2000. (18) Decreto Foral de Navarra 625/1999, de 27 de diciembre, por el que se determinan y asignan las retribuciones a percibir por los psicólogos Especialistas en Psicología Clínica adscritos al Servicio Navarro de Salud. Boletín Oficial de Navarra nº 11 de enero de 2000. (19) Boletín Oficial de Navarra nº 157, de diciembre de 1998. Anexo de estamentos y especialidades. Estamentos sanitarios (20) Comunidad de Madrid, Consejería de Sanidad, Plan de Salud Mental, 2003-2008 (21) Carta de los Derechos del paciente del Insalud. Art. 10 de la ley General de Sanidad. BOE 29 de abril de 1986. (22) Estatuto Jurídico del personal médico de la Seguridad Social, 1966. BOE de 23 de diciembre de 1966 (23) Decreto 118/1991, de 25 de enero, sobre selección de personal estatutario. BOE de 15 de febrero de 1991. Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES 2137 (167) (24) Decreto/Ley 1/1999, de 8 de enero, sobre selección de personal estatutario y provisión de plazas de Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social. BOE de 9 de enero de 1999 (25) Ley 41/2002, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. BOE de 15 de noviembre de 2002. (26) Sentencia del Tribunal Supremo sobre la exención del IVA que corresponde a los servicios prestados por los psicólogos en el ejercicio de su profesión. Diciembre 1990 (27) Sentencias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco sobre la exención del IVA que corresponde a los servicios prestados por los psicólogos en el ejercicio de su profesión. 1989 y 1990 (28) Asociación Española de Neuropsiquiatría y Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, “Para la adecuada inclusión de los psicólogos clínicos en el vigente estatuto jurídico del personal estatutario del Insalud”, Revista de la AEN, 2000, octubre/diciembre,nº 76, pp 741-743 (29) Dirección de Salud Mental de Bizkaia, informe sobre cuestiones relacionadas con los psicólogos y médicos psiquiatras, 1994 (30) Decreto 303/1990 de 31 de Mayo, para la creación de la escala de personal sanitario al servicio de la Comunidad Autónoma de Galicia. Diario Oficial de Galicia de 8 de junio de 1990. (31) Dirección de Ordenación Sanitaria del IASAM. Programa de formación postgraduada de psicólogos para la atención a la salud mental en Andalucía, 1990. Papeles del Colegio, 1990, febrero, nº 43, pp 67-69. (32) Consejo de Europa, Convenio relativo a los derechos humanos y la biomedicina. 1997. BOE de 20 de octubre de 1999. (33) Dutch Psychiatric Association, Draft Psychiatrist´s Profile, Agosto de 1996. Asociación Española de Neuropsiquiatría (34) Asociación Española de Neuropsiquiatría, Comentarios y propuestas al perfil del psiquiatra. Acta de la Junta de Gobierno de la AEN, 30 y 31 de marzo de 2001 (35) Ley de Enjuiciamiento Civil de 2000. BOE de 8 de enero de 2000 (36) Ley de Responsabilidad Penal de los menores de 2000. BOE de 13 de enero de 2000. (37) Decreto regulador del procedimiento de constitución y ejercicio de la tutela y guarda del menor. Consejera de integración Social de Madrid. BOE de 17 de mayo de 1992. (38) Junta de Andalucía, Informe sobre competencias y funciones de los psicólogos en relación con la elaboración de informes y dictámenes profesionales, Noviembre de 2000 (39) Colegio de psicólogos de Andalucía, El psicólogo clínico en el sistema sanitario,1989 (40) Segunda sentencia del recurso de casación 3068/1999 del Tribunal Supremo contra un delito de aborto a una psicóloga. Voto particular, de fecha 19 de septiembre de 2001 (41) Ministerio de Sanidad y Consumo y Consejo General del Poder Judicial, Actas de la jornada conjunta sobre Internamientos involuntarios. Intervenciones corporales y tratamientos sanitarios obligatorios.. Junio de 2000 (42) Ley de Protección Jurídica del Menor de 1996. BOE de 17 de enero de 1996 (43) Consejo de Ministros de Europa, Draft White paper on the protection of the human rights and dignity of people suffering from mental disorder, especially those placed as involuntary patients in a psychiatric establishment. Enero de 2000 (44) Asociación Española de Neuropsiquiatría, Comentarios y propuestas de la AEN al White paper. Acta de la Junta de Gobierno de la AEN, 6, 7 de octubre de 2000 (45) Ley 42/1994, de medidas fiscales y administrativas de orden social. BOE 31 de diciembre de 1994 (168) 2138 Competencias legales de los psicólogos clínicos INFORMES (46) Orden de 19 de junio de 1997, sobre incapacidad temporal. BOE 24 de junio de 1997 (47) Real Decreto 575/1997, de 18 de abril, por el que se modifican determinados aspectos de la gestión y control de la prestación económica de la Seguridad Social por incapacidad temporal. BOE de 24 de abril de 1997 (48) Ley 42/1994, General de la Seguridad Social. BOE de 30 de junio de 1994 (49) Decreto sobre organización y funcionamiento de los servicios de S.M. dependientes de la administración del principado de Asturias. B.O.P. 4 de julio de 1986 (50) Resolución de 2 de septiembre de 1994, para pruebas selectivas de puestos de Jefe de Salud Mental de Distrito. Consejera de Salud. BOCM de 20 de septiembre de 1994 (51) Orden de 15 de octubre de 1985, por la que se crea la guía de unidades infanto-juvenil de atención a la salud mental. Castilla-La Mancha. Diario Oficial de Castilla-la Mancha nº 42 de 22 de octubre de 1985 (52) Acta de la asamblea extraordinaria de la A.C.M.N.S.M., de 15 de junio de 2002 * Coordinadora del grupo de trabajo. Psicóloga clínica. Coordinadora del Progama de S.M. de niños y adolescentes de Getafe ** Psicóloga clínica, Servicio de S.M. de Getafe *** Psicólogo clínico, Sección Infancia y Familia del Servicio de Protección de Menores del Consell Insular de Mallorca **** Psicóloga clínica, Servicio de S.M. de Navalcarnero ***** Psicóloga clínica, Jefe de Sección de Psicología del Servicio de S.M. del Hospital Provincial de Toledo ******* Psicóloga clínica. Equipo de S.M. de Soria Fecha de recepción: 27-02-03 2139 LIBROS Y REVISTAS Francisco Pereña. El hombre sin argumentos. Una introducción a la clínica psicoanalítica, Editorial Síntesis, 2002. Este libro de Francisco Pereña tiene su antecedente inmediato en otro que publicara en esta editorial, La pulsión y la culpa. En su Introducción el autor nos presenta un texto de Paul Celan, poeta alemán del que recientemente se ha publicado un excelente libro biográfico de J. Felstiner Paul Celan. Poeta, superviviente, judío que una cita suya acompañara el trabajo, “herido de realidad y en busca de realidad”, condición del hombre de la cual nos habla el poeta y que el autor tomará de guía para responder a las cuestiones fundamentales de la condición humana. En este camino nos anuncia Pereña que estará presente, entre sus muchas lecturas, cuatro nombres: Aristóteles y Kant, Freud y Leviñas. Como conclusión a la lectura de este intenso y apasionado libro, como lo define Fernando Colina en su prefacio, sería conveniente agregar el nombre de Jacques Lacan, del que Pereña es un profundo conocedor, que con su enseñanza ha permitido el retorno a la obra de Freud y que el psicoanálisis continúe teniendo plena vigencia. Desde un comienzo Pereña nos sitúa la originalidad inicial de la investigación freudiana que aun hoy deslumbra. Lo que Freud describe en el Proyecto de una Psicología para Neurólogos y en el capitulo VII de La interpretación de los sueños como la primera experiencia mítica de satisfacción que como conclusión de la misma hay una pérdida de acción específica en el sujeto, el objeto queda definitivamente perdido y la identidad de percepción fallará para siempre, hecho traumático para el sujeto que va asociado a la soledad de su desamparo (Hilflosigkeit). Es a partir de aquí que se inicia un peregrinaje del sujeto que intenta procurarse una identidad para asegurarse2141 del otro, creando “un entramado de relación con el otro donde figure un modo de satisfacción supuestamente adecuado a esa relación. A ese entramado se llama en la clínica psicoanalítica fantasma” Tomando el tiíulo que Pereña ha dado a su trabajo, tenemos aquí al hombre con su argumento fantasmático, como respuesta al trauma, que señala con absoluta precisión en la página 51, en donde se refiere al texto de Freud Pegan a un niño. Otro de los hallazgos del libro es que ante el debate de la época actual, en la disputa epistemológica entre el discurso de la ciencia y la religión sitúa al psicoanálisis al margen de las mismas, correspondiéndole la introducción de la causa subjetiva en la clínica. “La clínica psicoanalítica ha descubierto ese tipo de causalidad que abre la posibilidad de un trabajo en el que la determinación no queda eliminada sino esclarecida y, de ese modo, subjetivizada”, tarea fundamental ante discursos que excluyen (forcluyen) la causa del sujeto. Todo esto en íntima relación con la ética que introduce el psicoanálisis. Es así como Francisco Pereña entiende la experiencia analítica, según nos refiere en la pagina 178 “podemos entender el recorrido del análisis como una des- argumentación”. El argumento fantasmático ha sido desmantelado poniéndose fin a la repetición o al constante fracaso de encontrar la identidad. Volviendo a Paul Celan que en los versos del extraordinario poema Fuga en muerte, donde se repite: “una fosa en los aires”, “subiréis... como humo en el aire”, el hombre sin argumentos no solamente leería la metáfora del poeta, sino que también no se dejaría engañar por este bello artificio que vela lo real, yendo mas allá, en donde “el humo en el aire” es el que subía desde los campos de exterminio. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXII, n.º 85, pp. 171-175 (172) 2142 LIBROS Este excelente libro no solamente es útil a quienes se acercan al psicoanálisis y a la clínica que este elabora, sino que también es una referencia con la que Pereña ha obsequiado a los psicoanalistas para que problematicen sus conceptos y su práctica y se alejen de la infatuación. Rodolfo Pujol Rios Fernando Gracia Clavero. La nueva educación, teoría y práctica. El síndrome de inmadurez psicológica de base educativa. Mira Editores, 2002. 447 Pgs. Es necesario resaltar en primer lugar la armonía, sencillez y claridad con la que se plantean los diferentes temas que aborda el libro. Sencillez solo aparente porque todos los profesionales que trabajan en el campo de niños y adolescentes saben de la complejidad del crecimiento y el desarrollo infantil y de los diversos enfoques teóricos y técnicos que se han planteado, en muchas ocasiones divergentes, e incluso contradictorios. Pongamos por caso entre las tendencias de la psicología evolutiva, los enfoques psicodinámicos y los biológicos. El acierto de Gracia Clavero está en saber articular todas ellas de una forma personal y coherente, con un lenguaje claro y al alcance de padres, educadores y profesionales. Cualquiera que lea el libro verá reflejada en él su propia experiencia en la atención a los niños, los adolescentes y sus padres. La primera parte dedicada al desarrollo del niño, desde su nacimiento hasta la adolescencia, muestra el conocimiento del autor sobre las aportaciones que a lo largo del tiempo han ido haciendo teóricos ya clásicos en el campo infantil, como Freud, Winnicott, Mahler, Spitz, Bawlby, Piaget, Gesell, sobre las pulsiones y el principio de realidad, la relación afectiva entre la madre y el niño, el proceso de separación y la construcción de la identidad, el desarrollo de la inteligencia, etc.; sin olvidar las teorías biologicistas sobre la complejidad del sistema nervioso y su funcionamiento; en un discurso coherente y directo. Incluso hay incursiones, diríamos que filosóficas sobre el dilema entre la libertad individual y el compromiso social. La segunda parte retoma el crecimiento psíquico y madurativo desde un punto de vista diferente y al tiempo complementario. Desarrolla con detenimiento y precisión las diferencias fundamentales entre los animales superiores y el ser humano. En definitiva nos explica de forma muy práctica y comprensible el proceso de humanización que se va desenvolviendo a lo largo del crecimiento y que finalizará con un adulto psicológicamente maduro. Como reza uno de sus capítulos de la dependencia al autocontrol. El largo proceso psicológico que un niño atraviesa para controlar sus pulsiones, tolerar la frustración, aceptar mecanismos de satisfacción cada vez más sofisticados, gracias al manejo de la imaginación, la voluntad, la inteligencia, la memoria, la atención, etc. Por último, la tercera parte desarrolla lo que es el planteamiento central del libro, todo este desarrollo se logra felizmente gracias a una educación responsable de los padres. Esta educación consiste en 2143 (173) LIBROS proporcionar el soporte afectivo necesario para acompañar, sostener, contener y exigir al niño, en cada etapa que va atravesando, el esfuerzo psíquico necesario para lograr un crecimiento madurativo y psíquico progresivo. Es por tanto este lugar fundamental y como correlato la labor de los padres, el elemento imprescindible que pone las bases para un desarrollo armónico, que tendrá su continuación en el trabajo educativo en el ámbito escolar. Sin entrar en ningún cuadro clínico, el autor va mencionando los problemas que pueden ir apareciendo en diferentes etapas, miedos, fobias, dificultades para dormir, etc.; explicando sus orígenes en función de la inmadurez del niño y advirtiendo que su permanencia está causada por las debilidades de los padres, la sobreprotección o el abandono de su rol. El síndrome de inmadurez psicológica de base educativa, que es el argumento central de todo el libro, nos explica de forma contundente que muchas de las patologías que vemos en la consulta están cimentadas en las deficiencias de esta educación humanizante. Consuelo Escudero Enrique G. Fernández-Abascaly María Pilar Jiménez Sánchez. Control del estrés. UNED Ediciones. Madrid. 2002. 381 págs. En realidad los que figuran como autores de esta obra son, en verdad, compiladores de una serie de artículos escritos por un nutrido grupo de profesores, que sería prolífico enumerar y que los autores ordenan de una forma estratégica e hilvanada en capítulos, conformando finalmente una obra de estructura adecuada. El estrés desde sus diferentes ópticas ha recibido en nuestro país, una atención merecida y que algunos tildan de exagerada, ya que al campo de la prevención y terapia de estrés se le dedica una constante atención que se materializa en los medios de comunicación social y en cursos, libros y artículos especializados. Hace más de seis décadas que Hans Selye publicó su articulo sobre este fenómeno en la Revista Nature y desde entonces se ha recorrido mucho camino. Y la perspicacia y buena suerte (como diría Kant: La perspicacia sin la buena suerte es vacía y la buena suerte sin perspicacia es ciega) de Selye y de muchos otros ha configurado el abanico y dado a luz una fructífera área de conocimiento psicológico que es el estrés. De modo que este libro trata en sus doce capítulos del concepto de estrés, de su evaluación y de su abordaje terapéutico. El concepto de estrés está en constante revisión y todavía se mantiene cierta ambigüedad porque ha sido empleado para referirse por un lado a circunstancias ambientales que interfiere la actividad normal del organismo, por otro a las respuestas fisiológicas y psicológicas del organismo ante sucesos particulares y también como denominación global del área de estudio que examina los procesos por medio de los cuales se adaptan los organismos a los acontecimientos perturbadores. De manera que este concepto involucra la interacción del organismo con el medio, lo que nos podría llevar (174) 2144 LIBROS a definir el estrés como estímulo: es la fuerza o el estímulo que actúa sobre el individuo y que da lugar a una respuesta; como respuesta: sería la respuesta fisiológica o psicológica del individuo ante un estresor ambiental; y como interacción estímulo-respuesta: sería una consecuencia de la interacción de los estímulos ambientales y la respuesta idiosincrásica del individuo. El estrés conlleva, por tanto, una serie de cambios físicos, biológicos y psicológicos, previa evaluación o atribución consciente o inconsciente de los factores estresantes, que permite responder adecuadamente a las demandas externas. Es decir, las respuestas del organismo se realizan en los planos biológico, físico y psicológico a través del complejo sistema psiconeuroendocrinológico. Por eso la Organización Mundial de la Salud se atreve a definir el estrés como el “conjunto de reacciones fisiológicas que preparan el organismo para la acción”. Al mencionar la evaluación o atribución de estrés no se puede dejar de lado la definición de Richard Lazarus: “estrés es el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar”. Pero, sin duda, el estrés es un proceso inherente e imprescindible para la vida, y aunque puede llegar a ser causa del deterioro de la salud, tanto físico como psíquico, el problema en sí mismo no es el estrés sino la ausencia de control del mismo. Este texto es una aportación que nos muestra y sumerge en cómo ante los efectos negativos del estrés el ser humano no está indefenso si conoce técnicas como la relajación, el control del pensamiento y de la respiración que están, hoy día, al alcance de cualquier persona. Por tanto, esta obra intenta y consigue exponer los conocimientos actuales sobre el estrés, su forma de generarse y los efectos negativos que puede producir. Así como las técnicas terapéuticas más efectivas. Los capítulos sobre evaluación y sobre la intervención y control del estrés son quizá la aportación más valiosa del texto. El capítulo que trata sobre la Evaluación Psicológica del Estrés es preciso, además añade cuestionarios completos que son de utilidad práctica como el Test de Cambios Vitales Estresantes de Rahe, el Listado de Experiencias Vitales de Saranson, Johnson y Siegel o la Escala de Estrés Percibido de Cohen y Williamson. Pero, sin duda, los capítulos dedicados al tratamiento como los que abordan las Técnicas Cognitivas en el Control del Estrés, las Técnicas de Sugestión (hipnosis) y las Técnicas Psicofisiológicas (relajación muscular y control de la respiración, cuya práctica creciente les ha hecho recibir el sobrenombre de “aspirina conductual”) son los más interesantes. Aunque es importante reseñar que estas últimas técnicas no sirven para evitar o anular el problema sino que enseñan a controlar los efectos fisiólógicos del estrés. Quizá el capítulo menos práctico sea el que versa sobre la vulnerabilidad al estrés porque son discutibles los estudios sobre Patrón de Conducta Tipo y porque aún habrá que demostrar que el estrés es una entidad clínica. En el último capítulo se afronta un tema que de un modo u otro no pierde 2145 (175) LIBROS actualidad: El Estrés Postraumático. Pero hubiera sido interesante incluir un capítulo sobre Estrés Laboral porque es necesario ir contribuyendo a que forme parte del "Cuadro de Enfermedades Profesionales”, ya que pese a que el Estrés Laboral constituye una importante causa en la producción de patología laboral no se hace referencia en forma expresa en la legislación laboral española. Además, dispone este libro de una bibliografía general abundante y exhaustiva; así como de un índice de materias que facilita su lectura. En definitiva, esta obra es un digno material y una excelente síntesis sobre el estrés y su terapia, con una parte teórica y otra eminentemente práctica. Y para conseguir este texto, ha sido necesaria la observación y aportación del conjunto de autores con la mente despejada, ya que como señalaría Louis Pasteur “en los campos de observación, el azar favorece sólo a la mente preparada”. Fernando Mansilla. 2147 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN 2149 (179) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN Nuevas perspectivas de la AEN en Aragón A finales del pasado año un grupo de afiliados a la AEN residentes en Aragón se dirigió a la Junta Directiva manifestando su interés en constituir una organización territorial de nuestra Asociación en aquella Comunidad Autónoma. Recogiendo su propuesta se convocó a todos los socios de dicha comunidad a una reunión que efectivamente tuvo lugar el día 16 de enero pasado. Obtuvo la convocatoria una buena respuesta, puesto que se recogieron el número necesario de adhesiones para poder aprobar próximamente la propuesta y se decidió el comenzar la elaboración y debate de los futuros estatutos. Cuyo primer borrador fue presentado a una segunda reunión, celebrada el pasado 27 de febrero, en la que se consideraron bastante ultimados y en la que asimismo se trataron los trámites a realizar para la constitución legal de la nueva asociación autonómica, así como las primeras actividades que debiera ésta plantearse. Finalmente, se decidió delegar en una comisión la redacción de la versión definitiva de los estatutos y la preparación de los requisitos burocráticos para constituir legalmente la nueva organización territorial, así como la configuración de una propuesta acerca de las primeras actividades a emprender, estableciéndose como prioritarias la celebración de un acto de presentación, la confección de una publicación o boletín que sirva como vehículo de expresión, y el promover la cooperación, tanto con la administración como con el resto de las asociaciones que se plantean objetivos confluentes hacia la mejora de la atención que recibe la salud mental (asociaciones con alguna de las cuales ya ha sido entablado algún primer contacto). Todo lo cual habrá de someterse para su aprobación a una futura reunión que poseerá el carácter de constituyente y en la que a su vez deberá nombrarse la primera Junta Directiva. Es de señalar que se está constatando un esperanzador interés en participar en las futuras actividades asociativas y en la afiliación de nuevos miembros. Se espera que todo el proceso esté correctamente ultimado en junio, de manera que la próxima Asamblea General de la AEN pueda aprobar la integración en su seno de la nueva sociedad autonómica. (Para aportar sugerencias o solictar mayor información puede dirigirse un e-mail a: Sobre las convocatorias de plazas de psicólogos En estos últimos meses se están produciendo situaciones confusas e irregulares en torno a las convocatorias de plazas de psicólogos en diversas Comunidades Autónomas. Por citar sólo algunas, en Asturias se han convocado para psicólogos especialistas en Psicología Clínica, sin considerar la situación transitoria de homologación en la que se encuentran los profesionales que ya están trabajando o los PIR autonómicos, en Valencia por el contrario no se está pidiendo ningún tipo de especialización, en el País Vasco se han convocado como facultativos técnicos, y en otras comunidades están simplemente paralizadas. Las razones que dan las diversas administraciones son variadas, desde la dificultad de hacerlo de otro modo Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2003, vol XXIII, n.º 85, pp. 179-196 (180) 2150 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN hasta la ignorancia de la existencia de la Especialidad. Nos referimos concretamente a plazas de nueva creación o de consolidación de plazas de interinos, dependientes de las Administraciones Autonómicas, no a las del antiguo territorio Insalud, que tienen su propio procedimiento a través de la OPE extraordinaria de consolidación de empleo, de 7 de noviembre de 2001. Ante esta situación de confusión creemos necesario hacer algunas precisiones que contribuyan a la clarificación. La Especialidad de Psicología Clínica existe legalmente desde la aprobación del Decreto 2490 de 1998, a pesar de las dificultades para su operativización hasta la publicación de la Orden Ministerial 1107/2002, que finalmente hace posible su desarrollo. La Orden establece las disposiciones transitorias oportunas para el acceso al título de los profesionales que, reuniendo los requisitos previstos, están trabajando desde hace años, en el Sistema Sanitario. En estos momentos, por lo tanto, se produce una situación transitoria de homologación de la especialidad cuya duración puede ser superior a un año. Por otro lado, en la actualidad ya hay psicólogos especialistas en Psicología Clínica, todos los PIR que han realizado su formación, a partir de 1993, mediante convocatoria estatal realizada por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Ante esta situación se realizó en su momento una consulta a la Asesoría Jurídica del Ministerio de Sanidad para recabar información sobre la forma de realizar dichas convocatorias. La respuesta del Ministerio fue la siguiente: Las plazas se deben convocar para psicólogos especialistas en Psicología Clínica. Esta es la forma adecuada de regular la Especialidad y establecer el oportuno puesto de trabajo, sin multiplicar categorías diversas que después necesitarán la necesaria reclasificación. De esta forma se evita también que psicólogos sin formación clínica opten a plazas asistenciales en el Sistema Sanitario. Dada la especial situación de muchos profesionales que se encuentran en proceso de homologación, las bases de las convocatorias deben incluir una disposición que contemple esta situación. A modo de ejemplo se citan las dos disposiciones transitorias de la OPE extraordinaria del Insalud, relativas al personal facultativo que se encuentra en trámite de obtener el título de médico especialista (MESTOS) y el título de especialista en radiofísica hospitalaria. En ellas se recogen situaciones similares a las de los psicólogos que se encuentran tramitando el acceso al título (fundamentalmente psicólogos que trabajan desde hace años en el Sistema Sanitario y PIR autonómicos). De esta forma no se excluye a ningún profesional. Las Administraciones, por lo tanto, deben crear el puesto de trabajo de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica, asignando las retribuciones correspondientes, como ya lo hizo Navarra por Decreto Foral 625/1999. 13 de febrero de 2003 Consuelo Escudero 2151 (181) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN Observaciones y propuestas al “Anteproyecto de Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud” 1º Referido al Capítulo I: DE LAS PRESTACIONES 1.1 El que la atención a la salud mental sea definida en este Anteproyecto tanto como una prestación de atención primaria como de atención especializada, podría parecer que corrige la Ley General de Sanidad cuando establece que los servicios de psiquiatría y salud mental deben formar parte de la atención especializada. En nuestra opinión no hay razón alguna para modificar ese criterio. Otra cosa bien distinta es que la atención primaria deba desarrollar programas y actividades asistenciales y preventivas referidas a la salud mental, del mismo modo que lo hace sobre los otros ámbitos de la salud. A ese respecto, dada la importante dimensión de la salud mental en el conjunto de las cuestiones de salud, y la alta prevalencia de problemas psiquiátricos y de salud mental que padece la población, es deseable que la atención primaria asuma un importante grado de responsabilidad, y se facilite la adecuada formación de los profesionales para esta tarea. Para ello puede ser conveniente definir aspectos técnicos de las prestaciones de salud mental a desarrollar en atención primaria, sin que en ningún caso pueda significar la fragmentación de los servicios de salud mental entre el nivel de atención primaria y de atención especializada. Las actividades de atención primaria referidas a la salud mental de la población han de hacerse en coordinación con los servicios de psiquiatría y salud mental del nivel especializado, como ya viene sucediendo, aunque de forma insuficiente, en la mayoría de las áreas sanitarias. 1.2 En lo referente a la atención socio sanitaria, el anteproyecto debería ser más explícito en la definición de estas prestaciones en lo concerniente a la salud mental (rehabilitación psicosocial y cuidados psiquiátricos de larga duración). Actualmente estas prestaciones se proporcionan en una proporción muy baja respecto a las necesidades de la población , y su dependencia ( organizativa y financiera ) de los servicios de salud ó de los servicios sociales, varía según las distintas comunidades autónomas. Esta Ley debiera establecer de forma clara las prestaciones de rehabilitación psiquiátrica - psicosocial que han de ser proporcionadas por el ámbito sanitario, con las mismas características , especialmente en lo referente a la universalidad y financiación pública, que el resto de prestaciones sanitarias. Y debiera desarrollar las condiciones en las que establecer la necesaria articulación con las prestaciones sociales, y la cooperación entre ambos tipos de servicios, sociales y sanitarios. En la Asociación Española de Neuropsiquiatría hemos elaborado documentos de trabajo específicos sobre el tipo y dimensión de programas y servicios de rehabilitación que parecen más convenientes a la luz de la experiencia asistencial acumulada, que ponemos a su disposición. 2º Referido al Capítulo III: LOS PROFESIONALES Sería necesario incorporar al listado de “órganos de apoyo a la Comisión de Recursos Humanos”, (182) 2152 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN la Comisión Nacional de Psicología Clínica, en pie de igualdad con el resto de especialidades que constan en el Anteproyecto . 3º Referido al Capítulo IV : DE LA INVESTIGACIÓN Teniendo en cuenta el acuerdo actualmente existente acerca de la importancia de la investigación sobre aspectos psicosociales en todo lo concerniente a la salud mental, y la tradicional escasez de recursos disponibles para ello, ya que no es una actividad soportada por la industria, instamos a que la Ley establezca procedimientos específicos para garantizar esta actividad, de indudable interés científico, social y sanitario. 4º. Referido al Capítulo IX: LA PARTICIPACIÓN SOCIAL En lo que se refiere a la participación social nos parece muy positivo la creación del Consejo de Participación Social del Sistema Nacional de Salud, pero indudablemente habrán de establecerse de forma clara los procesos de acceso a esa representación , pues nada se dice acerca de los criterios mediante los cuales se nombrarán a los distintos miembros. En nuestra opinión debiera propiciarse la elección democrática de los miembros del Comité Consultivo, de modo que se garantice al máximo su carácter representativo. Finalmente, compartimos la propuesta realizada por la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Enfermos Mentales (FEAFES) de que la Ley incluya una medida transitoria que establezca un Plan Nacional de Salud Mental, toda vez que la salud mental reúne los requisitos contemplados en el propio Anteproyecto para justificar un Plan Nacional específico. La dimensión del problema , su enorme impacto social y sanitario, y la necesidad de acelerar la recuperación de muchos años de retraso en el proceso de modernización de la asistencia psiquiátrica y de salud mental en nuestro país, y hacerlo de modo razonablemente armónico entre las distintas comunidades autónomas así lo aconseja. Madrid 10 de enero de 2003 Seccion de rehabilitación En las XVIII Jornadas anuales de AEN celebradas en Huelva, se aprobó en Asamblea Extraordinaria la constitución de la Sección de Rehabilitación Psicosocial de la A.E.N., dentro del marco de los Estatutos y Reglamentos de nuestra Asociación. A las primeras treinta firmas necesarias para impulsar esta Sección se han ido añadiendo bastantes asociados interesados en la idea. Desde la Secretaría General y diversos grupos de asociados se sigue promocionando y gestando esta nueva Sección. En el marco del próximo XXII Congreso AEN, en Oviedo, se articulará un espacio para dar a conocer los Estatutos y Programa de la Sección y se procederá a la elección de Presidente y Secretario, requisito necesario para su puesta en marcha y desarrollo de actividades. Contamos con tu presencia y tu participación. Junta Directiva AEN 2153 (183) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN Querido compañero: La Junta Directiva AEN convoca elecciones para la renovación de la Junta de la Asociación que se desarrollará en el contexto del próximo XXII Congreso de la AEN a celebrar en la ciudad de Oviedo entre el 11 y el 14 de junio. Te adjunto normativa de nuestros estatutos que tienen que ver con el proceso electoral. En función de ello el calendario queda estructurado de la siguiente manera: FECHA LIMITE PROCESO 13/03/03 02/04/03 13/04/03 23/04/03 Convocatoria, calendario electoral y cierre del censo Reclamaciones relativas al censo electoral Límite Presentación de candidaturas Proclamación de las candidaturas y envío de la información a los asociados Constitución mesa electoral Votación en la sede del XXII Congreso de 09.00 a 13.00 horas 24/05/03 14/06/03 Por todo ello te recuerdo que: • Solamente podrán participar como candidatos y electores aquellos socios que esté al corriente del pago de las cuotas de la Asociación. En caso de duda acerca de tu situación administrativa, ponte en contacto con la Secretaría de la A.E.N. (Telf. 91 431 49 11. de los miembros de la mesa electoral se realizará por sorteo, excluyendo del mismo a los integrantes de la Junta Directiva. • Las candidaturas se podrán presentar por correo certificado o personalmente en la sede de la AEN (C/ Villanueva, 11, 3ª planta, 28001 Madrid) En nombre de la Junta de Gobierno, quiero animarte a participar en las elecciones, así como en los actos científicos del Congreso que se presenta atractivo en contenidos y participantes. Recibe un cordial saludo. Madrid, 10 de marzo de 2003 • Oportunamente se enviará a los socios la documentación necesaria para que puedan ejercitar el voto por correo. • Como en ocasiones anteriores, la elección • Las votaciones se desarrollarán tras la Asamblea General de la AEN, durante la mañana del sábado 14 de junio (9.00 a 13.00 horas) Fdo.: Fermín Pérez Pérez Secretario General (184) 2154 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN Capitulo VI De la participación de los socios en los órganos de gobierno y del régimen electoral Artículo 35º.- Todos los miembros de la Asociación Española de Neuropsiquiatría tienen derecho a participar como electores y elegibles en la designación de miembros de la Junta de Gobierno. Artículo 36º.- Cada tres años la Junta de Gobierno convocará elecciones ordinarias para cubrir todos los puestos de la Junta de Gobierno, Comisiones y Comité de Ediciones sin perjuicio de lo dispuesto en el Articulo 23º, h). La convocatoria se hará con un mínimo de tres meses de antelación a la fecha de celebración y especificará el calendario electoral y el procedimiento de votación, escrutinio y proclamación. El censo electoral será cerrado tres meses antes de la votación y habrá un plazo de veinte días para las reclamaciones, incluyéndose en él a todos los miembros que en ese momento estén integrados de pleno derecho en la A.E.N. Este censo estará a disposición de los asociados en la Secretaria de la Asociación. Artículo 37º.- Podrán presentarse candidaturas, con sus correspondientes programas, hasta dos meses antes de la votación. Las candidaturas serán completas para la Junta de Gobierno y no necesariamente para las Comisiones Asesoras y Comité de Ediciones. La Junta de Gobierno proclamará y enviará las candidaturas a los asociados cincuenta días antes de la votación. También podrá enviar a los asociados la presentación de cada candidatura en un máximo de dos folios. Artículo 38º.- Veinte días antes de la votación se constituirá la Mesa Electoral, que estará integrada por un Presidente, un Secretario y dos Vocales, designados por la Junta de Gobierno saliente. No podrán formar parte de la Mesa quienes sean candidatos. Cada candidatura podrá designar un Interventor para la Mesa Electoral. Artículo 39º.- Los socios ejercitarán su derecho al voto en las papeletas que al efecto elabore la Junta de Gobierno. Existirá el derecho al voto por correo. Para el mismo, se enviará a los asociados un sobre en cuyo interior se incluirán las papeletas correspondientes a la/s candidatura/s presentada/s con un sobre al efecto que deberán devolver cerrado y con una fotocopia del D.N.I. El Secretario levantará el Acta de la votación y sus incidencias que deberá ser firmada por todos los miembros de la Mesa y por los Interventores, si los hubiere, quienes podrán hacer constar sus quejas. Terminada la votación, se escrutarán los votos públicamente, incluyéndose en el Acta su resultado. Artículo 40º.- Cuantas incidencias se planteen en el proceso electoral serán resueltos por la Junta de Gobierno, y, a la vista de las mismas, podrá anular las elecciones y procederá a convocarlas de nuevo para que se celebren en el plazo máximo de seis meses. Manifiesto de los profesionales de la salud mental contra la guerra contra Irak Los abajo firmantes, trabajadores de la Salud Mental en sus distintos 2155 (185) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN campos de conocimiento hacemos esta declaración en relación con la amenaza de guerra preventiva de potencias respaldadas por gobiernos como el nuestro, contra Irak (hacemos hincapié que no es cierto que sea contra el régimen de Irak, sino contra una nación entera). Como otros colectivos, o como sujetos con criterio propio, sentimos que por los gobiernos pro belicistas, incluido el nuestro se nos tilda (si no acusa) de ingenuos, ante las constantes “evidencias” que nos son mostradas como justificación contra un pueblo. Evidencias que quizás sean el mejor ejemplo de las llamadas pruebas circunstanciales. Denunciamos esta propuesta de guerra por los principios en los que se basa y por sus consecuencias. Denunciamos el enmascaramiento de verdad que se esconde bajo el concepto de guerra preventiva; mismo concepto bajo el cual durante milenios se han justificado guerras en nuestra historia humana. Se nos intenta confundir, haciéndonos cómplices a los que defendemos el uso de medida pacíficas y el agotamiento de la vía diplomática con quienes se han identificado (y seleccionado) como enemigos de “nuestra civilización y cultura”. Se nos presenta como paralelas las posturas de gobiernos que han optado y apostado por la presión desde la diplomacia y la ingenuidad de aquellos otros que antes de reaccionar permitieron que el gobierno Nazi fuese anexionándose lentamente fronteras (Polonia, Austria...) antes de desencadenar la guerra final. Somos sin embargo conscientes de la existencia de almacenes preparados para la guerra bacteriológica, la guerra química, sin olvidar el descontrol sobre las existencias de ojivas nucleares a lo largo del Mundo. Somos conscientes de que por ambas partes beligerantes, individuos singulares, en tanto escasamente representativos del sentir de sus pueblos, mueven sus intereses en beneficio de sí mismos y unos pocos. Nos afirmamos no obstante contra esta guerra preventiva contra el pueblo de Irak, pues: Se propone la masacre de un pueblo, no dudamos que víctima también del régimen totalitario que lo acalla, pero al fin y al cabo pueblo sometido a una guerra donde la población civil habría de sufrir atrocidades, camufladas bajo el concepto de daños colaterales. El único resultado final será fermentar el odio entre culturas, quizás a niveles nunca antes alcanzados en la Historia, (o peor, quizás sí alcanzados). Se favorecerá el odio entre religiones, el odio entre culturas. Quienes vivan en minoría en cualquiera de los países beligerantes, será sometidos a tal presión que habrán de abjurar de su propia cultura. La espiral de violencia no tendrá un fin limpio, como parece prever el arma bélica de EE.UU. y sus más próximos aliados. Favoreceremos algo peor que el terrorismo, el propio terror. Asistimos a la ciega decisión de destapar la caja de Pandora, de la que tantos horrores acumulados durante años, emergerán. Investigaciones instigadas por las superpotencias que han permitido la creación de agentes vivos y orgánicos más letales que los que eran capaces de crear la propia naturaleza. Enfermedades para las que desconocemos el tratamiento de virulencia (186) 2156 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN letal, vendidas por aquellos quienes ahora pretenden su control (permaneciendo con ellos la llave de su uso) Por todo ello: Nos manifestamos contra las amenazas veladas de los poderosos: “conmigo o contra mí”. Nos manifestamos contra las guerras preventivas, justificadas bajo la siguiente premisa: si no se hallan antes del ataque las pruebas concluyentes, las mismas serán mostradas tras la conquista militar del país. Nos manifestamos contra quienes nos acusan de pasivos y negligentes, manipulables y en definitiva culpables si desatendemos las advertencias de gobierno de EE.UU. y los de aquellos otros que lo respaldan. Nos manifestamos contra la pasividad de estos gobiernos sobre la situación del Pueblo Palestino, permitiendo que el conflicto haya alcanzado unos límites tales, donde el efecto cruel sobre inocentes por la auto inmolación surgida de la desesperación sea seguido por acciones de castigo también sobre inocentes, fomentando así aún más el odio en una inacabable espiral de violencia y permitiendo la utilización por terceros de argumentos belicistas. Nos manifestamos contra la manipulación de la información y la distorsión de la realidad. Pues, si aplicásemos la lógica de guerra preventiva de EE.UU. y gobiernos como el nuestro, sobre la base de la amenaza por posesión de armas químicas y bacteriológicas, el ataque preventivo habría de realizarse también contra aquellos otros países que, oficialmente crearon estas armas, las vendieron y las poseen. Y porque, si aplicásemos su lógica, ¿por qué se habría de confiar en el gobierno del único país que utilizó dos veces el horror atómico sobre una población civil, bajo la “auto”justificación de evitar perder así más vidas humanas en una Guerra ya ganada?. Los profesionales de Salud Mental, hemos aprendido a no utilizar el concepto de locura, para definir la enfermedad mental. La paradoja es que el término locura, como ha sido entendida como sinónimo de sinrazón y peligro, ahora, la detentan los supuestos cuerdos poderosos. Los profesionales de Salud Mental, sabemos como pocos de los miedos e inseguridades de las personas. Por ello sabemos también que estamos generando sociedades paranoicas, donde el vecino, más aun cuando muestra algún rasgo diferenciador, es sentido que puede tratarse de un verdugo anónimo. Porque esto SÍ es una verdadera LOCURA, porque se ataca SIN pruebas, porque no se miden las consecuencias sino que se busca el beneficio inmediato (todos ellos conceptos que no son ajenos a nuestro campo de conocimiento), los profesionales de la Salud Mental, pedimos un retorno a la razón, un cese a la verdadera LOCURA. Quizás por eso, porque esta “LOCURA” de guerra y ocultismo, la detentan los cuerdos peligrosos, LOS ABAJO FIRMANTES, como mejor medio terapéutico del que conocemos, nos sumamos a millones de voces que exigen que se frene este disparate mortal y que nuestro Gobierno defienda hasta su agotamiento vías alternativas basadas en la diplomacia. 2157 (187) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN LA ASOCIACIÓN MADRILEÑA DE SALUD MENTAL-AEN, QUE INTEGRA MÁS DE 330 PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL EN LA COMUNIDAD (REGIÓN) DE MADRID SUSCRIBE EL PRESENTE MANIFIESTO Fdo Antonio Escudero Nafs Presidente de la Asociación Madrileña de Salud Mental (188) 2158 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN 2159 (189) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN RELACION DE CONGRESOS XXII CONGRESO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRIA 11-14 DE JUNIO DE 2003 AUDITORIO PRINCIPE FELIPE (OVIEDO) PONENCIAS “El que hacer en rehabilitación Psicosocial: Tratamiento integral de las personas con trastorno mental grave” Coordinadora: Cristina Gisbert Aguilar (Girona) “La formación de los profesionales de la Salud Mental en España. Estado actual” Coordinadores: Antonio Espino Granado y Begoña Olabarría González (Madrid) “La atención a la Salud Mental de la población reclusa del Estado Español: Análisis y Recomendaciones” Coordinadores: Mariano Hernández Monsalve (Madrid) y Rafael Herrera Valencia (Cádiz) ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS “Cine de locura” patrocinado por Cajastur “Los Surrealistas en el Museo de Bellas Artes de Asturias” Exposición “Ciencia y Mente: una exposición bibliográfica” Biblioteca Central de la Universidad de Oviedo EXPOSICIONES Y FOROS “Las Administraciones Públicas y la Salud Mental” exposición y debates “Foro de la Solidaridad” Exposición y debates por parte de las ONG´S con programas en Salud Mental Exposición comercial Patrocinado por la empresa farmacéutica • • • • • • • • • ENTIDADES COLABORADORAS Federación Española de Asociaciones de Psicoterapia Asociación Española de Historia de la Medicina Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología Sociedad Española de Epidemiología Psiquiátrica Federación Española De Asociaciones de Rehabilitación Psicosocial Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y Adolescente (SEPYPNA) Sociedad Española de Psiquiatría Sociedad Española de Medicina Psicosomática Asociación Española de Historia y Filosofía de la Psiquiatría SECRETARÍA TÉCNICA Viajes El Corte Inglés Plza. de la Gesta. 33007 Oviedo Telf.: 985 963253 Fax: 985 241657 oviedogesta@viajeseci.es WWW.22CONGRESOAEN.COM (190) 2160 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN ANNUAL MEETING, AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION 17-22 de mayo de 2003 San Francisco, California (EEUU) Telf.: 202-6826193 Fax:202-6826114 www.psych.org/sched_events/ ann_mtg_03/index.cfm JORNADAS SOBRE EL TRATAMIENTO DEL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD 29 de mayo de 2003-03-26 Department de Salut Mental Centres Assistencials Torribera Santa Coloma de Gramanet BCN www.diba.es/torribera.htm Hofburg Congress Center I Viena (Austria) INTERNATIONAL THEMATIC CONFERENCE DIAGNOSIS IN PSYCHIATRY 19-22 June 2003-01-13 19-23 www.wpa2003vienna.at VIII EUROPEAN CONGRESS OF PSYCHOLOGY 6-11 de julio de 2003, Viena (Austria) Telf.: 43-1 407 26 71 17 Fax: 43-1 407 26 71 30 info@psycongress.at www.psycongress.at International College of Psychomatic Medicine 17th WORLD CONGRESS ON PSYCHOSOMATIC MEDICINE 23-28 de agosto de 2003 Waikoloa, Hawai (EEUU) Kvibergsvagen 5, S 41505 Goteborg Telf.: 46 31 43 10 40 sivik@iipsoma.se hawaiiresidency.org/icpm2003/index.html The Czech Society for Cognitive Behaviour Therapy XXXIII ANNUAL CONGRESS OF THE EABCT SCIENCE, TRAINING AND PRACTISE OF COGNITIVE BEHAVIOURAL THERAPIES 9 – 12 september 2003. Prague/Czech Republic SECRETARÍA TÉCNICA MOTIV Prague s.r.o. Belgická 15, 120 00 Prague 2 Czech Republic Telf. : +420-2-2159 0811-2 Fax: +420-2-2251 8084 E-mail: motiv@motivprague.cz www.pcp.lf3.cuni.cz/eabct THE 3rd ANNUAL MEETING OF THE EACLPP 18-20 de septiembre de 2003, Zaragoza (España) www.eaclpp.org/firstannual.html 2161 (191) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN VIII CONGRESO MUNDIAL DE PSIQUIATRÍA BIOLÓGICA 28 de septiembre al 3 de octubre de 2003, Buenos Aires. Telf.: 54-11 4342-3216/3283/3408 Fax: 54-11 4331-0223/4334-3811 conginte@congresosint.com.ar WORLD CONGRESS FOR PSYCHIATRY GENETICS 4-8 de octubre de 2003, Quebec (Canadá) Telf.: 001 418 654 21 52 Psygen2003@crchul.ulaval.ca www.psygen2003.ca American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 50th ANNUAL MEETING AMERICAN ACADEMY OF CHILD AND ADOLESCENT PSYCHIATRY 14-19 de octubre de 2003, Miami, Florida (EEUU) Telf.: 202 966 7300 meetings@aacap.org www.sepsiquiatria.org WFSBP VIII CONGRESO MUNDIAL DE PSIQUIATRIA BIOLOGICA 26, 27, 28, 29 y 30 de octubre de 2003 Buenos Aires. Argentina SECRETARÍA TÉCNICA Telf. (54-11) 4342-3283/ 3216/3408 Fax: (54-11) 43331-0223/4334-3811 psychibiol@congresosint.com.ar SEMINARIOS SEPYPNA Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente Seminarios abiertos de formación continuada en psicopatología y psicoterapia del niño y del adolescente. 2002/2003 15/02/2003 Grupos de hijos y de padres. Prof. : Eulalia Torrás de Bea 08/03/2003 Clasificación clínica de los grandes síndromes I Prof.: Juan Manzano Garrido 29/03/2003 La relación terapéutica y la relación pedagógica con el niño psicótico. Prof. Alberto Lasa Zulueta. 10/05/2003 Clasificación clínica de los grandes síndromes II Prof. Juan Manzano Garrido 14/06/2003 La consulta terapéutica Prof. Juan Manzano Garrido Horario: Mañanas de 9:30 a 13:30 Inscripción: sepypnama@mi.madritel.es Telf.: 916 829 714 Precio: 45 Euros - no socios SEPYPNA 36 Euros - socios SEPYPNA Tambien puede hacerse la inscripción global. Plazas limitadas (192 ) 2162 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN Forma de pago: Transferencia bancaria: Banco Popular Español O.P. Lleida Cuenta nº 0075 0013 41 0601543573 Talón a favor de SEPYPNA, (Plza. Noguerola, 7 – 25007 Lleida) Formación acreditada por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid con 4, 7 créditos para el conjunto de Seminarios. FUNDACIÓN CASTILLA DEL PINO SEMINARIOS 2002-2003 07/02/03. Delirio, delirar, delirante. Prof. Dr. Carlos Castilla del Pino. Universidad de Córdoba. 04/04/03. Psicoterapia cognitiva de la depresión. Dr. Francisco Bas. Centro Bertrand Russell. 09/05/03. Medicina basada en la evidencia I. Prof. Sergio Minué Lorenzo. Escuela Andaluza de Salud Publica. 06/06/03. Medicina basada en la evidencia II. Prof. José F. García Gutierrez. Escuela Andaluza de Salud Pública. Lugar de Celebración: Fundación Castilla del Pino. Avda. Gran Capitán, 11 – 5º A 2. 14008 CORDOBA Inscripción: Telf. y fax: 957 480575 E-mail: castilladelpino@telefonica.net Plazas limitadas Precio: Gratuíto 2163 (193) PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN LIBROS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA (Distribución: Siglo XXI) Estudios. 1. M. GONZALEZ DE CHAVEZ (ed.), La transformación de la asistencia psiquiátrica, 1980. 2. A. PORTERA, F. BERMEJO (eds.), Paradigma sistémico y terapia familiar, 1983 (agotado). 3. S. MASCARELL (ed.), Aproximación a la histeria, 1980 4. T. SUÁREZ, C.F. Rojero (eds.), Paradigma sistémico y terapia familiar, 1983 (agotado). 5. V. CORCÉS (ED.), Aproximación dinámica a la psicosis, 1983. 6. J. ESPINOSA (ed.), Cronicidad en psiquiatría, 1986. 7. J.L. PEDREIRA MASSA (ed.), Gravedad psíquica en la infancia, 1988 (agotado). 8. J.A. FERNÁNDEZ SANABRIA, J. MAURA ABRIL, A. RODRÍGUEZ GÓMEZ (eds.), I Jornadas de la Sección de Psicoanálisis de la A.E.N. 1989 (agotado). 9. R. INGLOTT (ED.), El que hacer en salud mental, 1989 (agotado). 10. C. CASTILLA DEL PINO (ed.), Criterios de objetivación en psicopatología, 1989. 11. A. BAULEO, J.C. DURO, R. VIGNALE (eds.), La concepción operativa de grupo, 1990. 12. R. FERNÁNDEZ, M.A. GARCÍA CARBAJOSA, J.L. PEDREIRA MASSA (eds.), La contención, 1990. 13. M. DESVIAT (ed.), Epistemología psiquiátrica, 1990. 14. A. INGALA, R. GÓMEZ ESTEBAN, J. FRÈRE, A. GONZÁLEZ GUILLÉN (eds.), II y III Jornadas de la Sección de Psicoanálisis de la A.E.N., <<El malestar en la cultura>>, 1992. 15. P. SAN ROMÁN VILLALÓN (ed.), Jornadas sobre salud mental y ley: Malos tratos a menores, malos tratos a mujeres, separaciones y divorcios, 1993. 16. C.F. ROJERO, T. SUÁREZ (eds.), Psicosis de la infancia y la adolescencia, 1993. 17. V. APARICIO BASAURI (ed.), Evaluación de servicios en salud mental, 1993. 18. J. MAS HESSE, A. TESORO AMATE (eds.), Mujer y salud mental. Mitos y realidades, 1993 19. A. FERNÁNDEZ LIRIA, M. HERNÁNDEZ MONSALVE, B. RODRÍGUEZ VEGA (eds.), Psicoterapias en el sector público: un marco para la integración, 1997 20. R. GÓMEZ ESTEBAN (ed.), Grupos terapéuticos y asistencia pública, 1997. 21. J. LEAL RUBIO (ed.), Equipos e instituciones de salud (mental), salud (mental) de equipos e instituciones, 1997. 22. C. POLO, Crónica del manicomio, 1999. 23. F. SANTANDER, Ética y praxis psiquiátrica, 2000. 24. F. RIVAS (ed.), La Psicosis en la Comunidad, 2000. 25. E. GONZÁLEZ, J.M. COMELLES (eds.), Psiquiatría transcultural, 2000. 26. FCO. CARLES, I. MUÑOZ, C. LLOR, P. MARSET, Psicoanálisis en España, (1893-1968), 2000. 27. T. ANGOSTO, A. RODRÍGUEZ, D. SIMÓN (compiladores). Setenta y cinco años de historia de la Psiquiatría (1924-1999). Editan: Asociación Española de Neuropsiquiatría y Asociación Galera de Saúde Mental. Ourense, 2001 (194) 2164 PAGINAS DE LA ASOCIACIÓN LIBROS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA (Distribución: Siglo XXI) Historia. 1. JACQUES FERRAND. Melancolía erótica, 1996. 2. ROBERT BURTON, Anatomía de la melancolía I, 1997. 3. ANSELM VON FEUERBACH, Gaspar Hauser, 1997. 4. ROBERT BURTON, Anatomía de la melancolía II, 1998. 5. ROBERT GAUPP, El caso Wagner, 1998. 6. GEROLAMO CARDANO, El libro de los sueños, 1999. 7. EMIL KRAEPELIN, Cien años de Psiquiatría, 1999. 8. ÉTIENNE ESQUIROL, Sobre las pasiones, Joseph Daquin, Filosofía de la locura, 2000. 9. TOMASO GARZONI, El teatro de los cerebros. El hospital de los locos incurables,2000. Traducción Mariano Villanueva Salas. 10. JUANA DE LOS ANGELES, Autobiografía. Madrid, AEN, 2001 11. FRANÇOIS LEURET. El tratamiento moral de la locura. 2001 PÁGINAS DE LA ASOCIACIÓN 2165 (195) CRITERIOS PARA LA ACEPTACIÓN DE ORIGINALES 1. Los trabajos deberán ser inéditos, mecanografiados a doble espacio en panel de tamaño folio o DIN A-4, que se considerará, en cualquier caso, como el original. Se enviarán cuatro copias de éste a la Redacción. 2. La primera página debe incluir el título y un brevísimo resumen de 20 palabras acompañado de tres a cinco palabras clave para índices: todo ello, en castellano e inglés. 3. En página final, se incluirán: 1) Nombre y apellidos, profesión y lugar de trabajo de cada autor. 2) Nombre de los departamentos e instituciones a los que debe atribuirse el trabajo. 3) Renuncias, si existen. 4) Nombre y dirección del autor al que debe dirigirse la correspondencia sobre el manuscrito. 4. Cuando sea posible, el texto se adaptará a los apartados clásicos de Introducción (con explicitación de los objetivos del artículo), Métodos, Resultados y Discusión. 5. La bibliografía de identificará en el texto mediante números arábigos (entre paréntesis) y las citas se numerarán consecutivamente por el orden en que se citen por primera vez en el texto y se reunirán en páginas separadas al final del manuscrito. En el caso de los libros se especificará por este orden: autor, título (subrayado o en cursiva), lugar de la edición, editorial y año. En el caso de las revistas, por este orden: autor, título del artículo (entrecomillado), título de la revista (subrayado o en cursiva), año, volumen, número y páginas. Cada una de las especificaciones, en ambos casos, tienen que ir entre comas*. 6. Si apareciesen dos o tres autores, se escribirían separados mediante punto y coma. Si hubiese más de tres, sólo se escribiría el primero, seguido de: y otros. 7. Las tablas se mecanografiarán en hoja distinta para cada una, a doble espacio, irán numeradas consecutivamente y las abreviaturas empleadas irán explicadas a pie de página. 8. En caso de presentar, además, los originales en soporte informático, se ruega usar con preferencia Word 97, o posteriores (indicándose en el disco la versión empleada). 9. En este caso, tecléese el texto con la máxima austeridad: a) no emplear nunca negritas (sólo se admiten redondas o cursivas), ni tipos de letra de distinto tamaño; b) no dividir nunca las palabras con guión, al final de línea; y no dejar líneas en blanco; c) no imitar formatos de edición (dobles columnas, centrados, sangrados, distintos al usado tras un punto y aparte). Por otro lado, las notas deberán ir siempre al final del texto. El Consejo de Redacción se rige por las siguientes directrices: 1. Se acusará recibo de todo artículo remitido a la Revista. 2. Los manuscritos serán revisados anónimamente por expertos en el tema tratado, quienes informarán sobre la conveniencia de introducir modificaciones o, en su caso, de publicarlo sin modificar el mismo, correspondiente en último extremo esta decisión al Consejo de Redacción. 3. La responsabilidad de la decisión de publicar o no un original así como determinar la fecha oportuna corresponde al Consejo de Redacción y, en última instancia, al Director. * Ejemplos: Morris, T.E.; Alonso, M., What is identity?, Nueva York, Columbia University, 1979. Morris, T.E., «Trastornos de identidad», Rev. Esp. Psq., 1979, XL, pp. 194-206 (196) 2166 PAGINAS DE LA ASOCIACIÓN SOLICITUD DE INGRESO EN LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUROPSIQUIATRÍA (Y en la Asociación integrada en la A.E.N. de la Autonomía correspondiente) D. profesional de la Salud Mental, con título de que desempeña en (Centro de trabajo) y con domicilio en Población D.P. Teléf. Provincia SOLICITA: Su ingreso en la Asociación Española de Neuropsiquiatría y en la Asociación integrada en la A.E.N. de la Autonomía correspondiente, para lo cual es propuesto por los Miembros: D. D. (Firma de los dos miembros) Firma: Fecha: / / Esta solicitud deberá ser aprobada por la Junta de Gobierno y ratificada en la Junta General de la Asociación. La suscripción de la Revista está incluida en la cuota de Asociado. Nombre Dirección BANCO/CAJA DE AHORROS Sucursal Cuenta n.º Población Muy Sres. míos: Les ruego que a partir de la presente se sirvan abonar a mi Cuenta Corriente Libreta de Ahorros n.º el importe de la suscripción anual a la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría Firma: BANCO/CAJA DE AHORROS Sucursal Cuenta n.º Población Muy Sres. míos: Les ruego que a partir de la presente se sirvan abonar a mi n.º Población Cuenta Corriente Libreta de Ahorros el importe de la cuota de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. día mes año Firma