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1. 51 Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría La Revista Peruana de Pediatría, publicación oficial de difusión científica de la Sociedad Peruana de Pediatría desde 1942, tiene como objetivo la publicación de la producción científica en el contexto pediátrico en todas las áreas, especialmente en trabajos de investigación con el fin de contribuir a mejorar la calidad de atención del paciente pediátrico en el país. Además propicia el intercambio de información con entidades similares en el país y en el extranjero, a fin de promover el avance y la aplicación de la investigación en salud. Los artículos son arbitrados por pares. Está prohibida la reproducción total o parcial de los artículos publicados en esta revista, solo se hará mediante autorización del Consejo Editorial. El contenido de cada artículo es de responsabilidad exclusiva del autor o autores y no compromete la opinión de la revista. Rev. peru. pediatr. 67 (2) 2014 ISSN 1993-6826 FUNDADOR Dr. Carlos Krumdieck Evin DIRECTOR HONORARIO Dr. Manuel Ytahashi Córdova DIRECTOR COMITÉ EDITORIAL Dr. Rafael Gustin García Médico Pediatra del Grupo Pediátrico. Dr. Luis Huicho Oriundo Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister y Doctor en Medicina. Profesor de Pediatría de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Theresa Ochoa Woodell Médico Infectólogo Pediatra. Profesor Auxiliar de Pediatría de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Profesor Asociado de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Texas Houston. Dr. Miguel Chávez Pastor Médico Endocrinólogo Pediatra y Genetista del Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor Asociado del Departamento Académico de Ciencias Morfológicas de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Virginia Garycochea Cannon Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Profesor Auxilar de Pediatría de la Facultad de Medicina Alberto Hurtado Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dr. Carlos Álamo Solís Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Maestría en Medicina. Profesor de Pediatría en la Universidad de San Martín de Porres. Jefe de la Unidad de Diseño y Elaboración de Proyectos de Investigación del Instituto Nacional de Salud del Niño. Dr. Raúl Rojas Galarza Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister en Salud Pública con Mención en Gestión Hospitalaria. Auditor Médico. Diplomatura en Salud Ocupacional y Seguridad en el Trabajo. Docente del Diplomado de Auditoría Médica Basada en la Evidencia (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas). Revisor Cochrane. Miembro del Critical Appraisal Skills Programme (CASP) - Perú. Dr. Daniel Torres Vela Médico Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Maestría en Salud Pública. Secretario del Comité de Bioética Clínico del Instituto Nacional de Salud del Niño. Dr. Carlos Gonzáles Saravia Médico Pediatra del Instituto nacional de Salud del Niño. Magister en Nutrición Clínica. Miembro del Comité de Evaluación, Monitoreo y Asesoría de Proyectos de Investigación y Asesor en Valoración y Elaboración de Guías de Práctica Clínica del Instituto Nacional de Salud del Niño. 1. 52 COMITÉ HONORARIO Dr. Melitón Arce Rodríguez Dr. Alejandro Castro Franco Dr. Carlos Manuel Díaz Rodríguez Dra. Rosa Elvira Jiménez La Rosa Dra. Rebeca Kuniyoshi Kiyan Dr. Eduardo Balbín Luna Victoria Dr. Roberto Rivero Quiroz Dra. Lidia Hernández Barba COMITÉ CONSULTIVO Dra. Nelly Valenzuela Espejo Médico Pediatra Nefróloga. Magíster en Salud Pública Universidad Nacional Federico Villarreal. Dr. Juan Francisco Rivera Medina Médico Pediatra Gastroenterólogo del Instituto Nacional de Salud del Niño. Magister en Nutrición Infantil. Dirección Dr. José Tantaleán Da Fieno Médico Pediatra Intensivista del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN). Magíster en Medicina Universidad Nacional Federico Villarreal. Dra. Elsa Chea Woo Médico Pediatra. Magíster en Medicina Universidad Peruana Cayetano Heredia. Dra. Angela Castillo Vilela Médico Pediatra del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Magíster en Medicina. Los Geranios 151, Lince. Lima 14, Perú. Teléfono: 51-1-4411570 Telefax: 51-1-4226397 E-mail publicaciones@pediatriaperu. org secretaria@pediatriaperu. org Sitio Web http://www. pediatriaperu. org Distribución Gratuita a nivel nacional Frecuencia Trimestral Tiraje 1000 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2007-01985 1. 53 SOCIEDAD PERUANA DE PEDIATRÍA CARGOS DIRECTIVOS JUNTA DIRECTIVA PresidenteDr. José Alberto Tantaleán Da Fieno VicepresidentaDra. Sarah María Vega Sanchez Secretario General Dr. Abel Hernán Salinas Rivas Secretario de Actas Dr. Oscar Alfredo Aller Fernandini TesoreroDr. José Luis Wong Mayuri Secretaria de Acción Científica Dra. Claudia María Ugarte Taboada Pro Secretarios de Acción Científica Dra. María Esther Castillo Díaz Dr. Mario Humberto Encinas Arana Secretario de Publicaciones y Biblioteca Dr. Rafael Gustin García Vocales de Ética y Calificación Profesional Dra. Angela Castillo Vilela Dra. Carmen Manuela Risco Denegri Dra. Giovanna Alida Punis Reyes Past-Presidenta Dra. Carmen Rosa Maldonado Faverón Secretaria de Filiales Dr. Ildauro Aguirre Sosa COORDINADORES DE CAPÍTULOS Capítulo de Alergia e Inmunología Capítulo de Cardiología Capítulo de Endocrinología Capítulo de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Capítulo de Infectología Capítulo de Medicina del Adolescente Capítulo de Neumología Capítulo de Neonatología Capítulo de Neuropediatría Capítulo de Pediatría Ambulatoria Capítulo de Oncología Capítulo de Terapia Intensiva Capítulo de Pediatría Social Dr. José Gereda Solari Dra. María Lapoint Montes Dra. Cecilia Bonilla Suárez Dra. Janetliz Cucho Jurado Dra. Olguita Del Aguila Del Aguila Dra. Rosario Del Solar Ponce Dra. Lucrecia Monsante Carrillo Dra. Carmen Dávila Aliaga Dra. Inés Caro Kahn Dra. Emma Obeso Ledesma Dra. Clara Pérez Samitier Dra. Rosa Arana Sunohara Dra. María Del Carmen Calle Dávila FILIALES Arequipa Ayacucho Cajamarca Chiclayo Chimbote Cusco Huancayo Ica Iquitos Juliaca Piura Tacna Tarapoto Trujillo Ucayali Dra. Maritza Ramos Medina Dr. Juan Rondinelli Zaga Dr. Rubén Alvarado Revoredo Dra. Carmen Gutiérrez Gutiérrez Dra. Carmen Ormaeche Macassi Dr. Jimmy Borja Castro Dr. Fernando Gonzáles Vivas Dr. Otto Chuy Castro Dr. Jhonny Flores Chávez Dra. Licelly Aguilar Zuñiga Dr. Ricardo Olea Zapata Dra. Lourdes Lombardi Bacigalupo Dra. Mirtha Huayanca Navarro Dra. Herminia Lázaro Rodriguez Dr. Óscar Mendoza Sevilla 1. 54 Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría Rev. peru. pediatr. 67 (2) 2014 ISSN 1993-6826 CONTENIDO Pág. EDITORIAL Vacunación contra Neumococo. Theresa J. Ochoa Woodell. 56 TRABAJOS ORIGINALES Perfil Clínico y Epidemiológico de Pacientes Pediátricos Diagnosticados con Influenza A H1 N1, Junio - Agosto 2009, Lima - Perú. Raúl Rojas Galarza, Justo Padilla Ygreda, Felipe Lindo Pérez, José Tantaleán Da Fieno. 59 Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. Tipos de Retracción de Prepucio en Niños en el Hospital Belén de Trujillo - Perú. José Miguel Alfaro Zelada, Segundo José Alfaro Ríos, Herminia Lázaro Rodríguez. Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basado en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. José Tantaleán Da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas,Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravia, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 67 78 83 100 TEMAS DE REVISIÓN Tratamiento de las Exacerbaciones Respiratorias en Niños con Fibrosis Quística. Patricia Llaque Quiroz, Lucrecia Monsante Carrillo, Erick Salas Salas, Guillermo Bernaola Aponte. 107 Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 118 REGLAMENTO DE PUBLICACIÓN 1. 55 Revista Peruana de Pediatría Publicación Oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría Rev. peru. pediatr. 67 (2) 2014 ISSN 1993-6826 CONTENT EDITORIAL Pneumococcal Vaccination. Theresa Ochoa Woodell. Pág. 56 ORIGINAL ARTICLES Clinical and Epidemiological Characteristics of Pediatric Patients Diagnosed with Influenza A H1N1, June-August 2009, Lima - Perú. Raúl Rojas Galarza, Justo Padilla Ygreda, Felipe Lindo Pérez, José Tantaleán Da Fieno. 59 Accuracy of the Observation Scale as a Screening Test for Detecting Serious Illness in Fibre Infantar. Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 67 Types of Foreskin Retraction in Children in Hospital Belen of Trujillo- Perú. José Miguel Alfaro Zelada, Segundo José Alfaro Ríos, Herminia Lázaro Rodríguez. 78 Proposed Implementation of a Protocol Based on the Evidence of Noninvasive Mechanical Ventilation in Critical Children. José Tantaleán Da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas,Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravia, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 83 REVIEW TOPICS Treatment of Pulmonary Exacerbations in Children with Cystic Fibrosis. Patricia Llaque Quiroz, Lucrecia Monsante Carrillo, Erick Salas Salas, Guillermo Bernaola Aponte. 100 Important Concepts about Immunizations. Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 107 PUBLICATION GUIDELINES 118 Editorial 1. 56 Vacunación Contra Neumococo. Las infecciones producidas por el neumococo o Streptococcus pneumoniae (neumonía, meningitis, sepsis, bacteremia) constituyen uno de los principales problemas de salud a nivel mundial, especialmente en la población pediátrica. La muerte asociada a neumococo es la enfermedad inmuno-prevenible más importante en menores de 5 años, con un estimado de 700,000 muertes anuales a nivel mundial en este grupo de edad. En Latinoamérica se estima que anualmente mueren entre 20,000 y 30,000 niños a causa de enfermedad neumocóccica. En el Perú, según el Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología, en el año 2013 se notificaron 30,000 episodios de neumonía en menores de 5 años, representando una incidencia acumulada de 103.4 episodios de neumonía por 10,000 menores de 5 años. La mayor incidencia de neumonía en menores de 5 años se presenta en la región selva, mientras que la mayor proporción de muertes se da en la sierra. En el 2013 se han notificado en el país 402 defunciones por neumonía en menores de 5 años; la mayor tasa de letalidad fue en las regiones de Huancavelica, Junín y Puno. A nivel nacional el 48% de todas estas muertes se dan en el ámbito extra-hospitalario; sin embargo, en la sierra el 63% de estas muertes ocurren antes de llegar a un hospital. En nuestro país, lamentablemente no tenemos datos específicos de los patógenos responsables de las neumonías severas en niños. Sin embargo, para hacer un ejercicio y basado en la literatura, podemos asumir que el 40% de las muertes por neumonía en niños se deben al neumococo. En tal sentido, en el 2013 fallecieron en el Perú aproximadamente 160 niños a causa del neumococo (40% de 400), sólo contabilizando las muertes asociadas a neumonía, sin considerar la proporción importante de muertes por meningitis neumocóccica y el sub-registro de defunciones en zonas rurales alejadas. Por lo tanto, si lo que asumimos y nuestros cálculos son correctos, en nuestro país fallecen 3 niños cada semana a causa del neumococo (160 muertes al año/52 semanas). Entonces, ¿qué podemos hacer para disminuir este número tan importante de muertes asociadas al neumococo? La respuesta no es sencilla, se requiere mejorar los índices de pobreza y de desnutrición infantil, mejorar las tasas de lactancia materna exclusiva, disminuir la contaminación ambiental y domiciliaria, mejorar los sistemas de salud en las regiones, pero sobretodo mejorar la vacunación contra el neumococo. La prevención es lo más importante, sobre todo si consideramos que casi dos tercios de las muertes en zonas rurales de la sierra se dan en el ámbito comunitario antes de llegar a un hospital. Según las estadísticas del ENDES en el 2013 la cobertura de vacunas básicas completas para niños menores de 36 meses fue menor al 75%. En el caso específico de la vacunación contra neumococo la cobertura en el 2013 fue de 93% para la segunda dosis y 85% para la tercera dosis (Dirección General de Estadística e Informática del MINSA). Como sabemos, se requieren de coberturas idealmente por encima del 95% para garantizar la protección de la población en general contra las enfermedades prevenibles. Coberturas vacunales entre el 80% y 95% indican “en proceso”, por lo tanto la vacunación contra el neumococo está en proceso de alcanzar las coberturas adecuadas en el país. Actualmente se cuentan con dos vacunas conjugadas contra neumococo para la población pediátrica, la vacuna 10-valente (PCV10 o Synflorix) y la vacuna 13-valente (PCV13 o Prevenar13). La primera vacuna conjugada contra neumococo en ser licenciada fue la 7-valente (PCV7 o Prevenar), contenía 7 de los 93 serotipos conocidos de neumococo (4, 6B, 9V, 14, 18C, 19F y 23F). Esta vacuna, licenciada en el 2000 en EEUU y posteriormente en muchos países del mundo, demostró ser efectiva en reducir la mortalidad y carga de enfermedad neumococcica invasiva, así como neumonía y otitis. Adicionalmente, se observó una disminución importante de enfermedad invasiva en las poblaciones no vacunadas debido al efecto rebaño. No obstante este éxito, existía aún una importante carga de enfermedad a nivel global debido a los serotipos no incluidos en la PCV7. Por lo tanto, se desarrollaron nuevas vacunas ampliando el número de serotipos: la PCV10 (incluye los serotipos de la PCV7 más los serotipos 1, 5 y 7F) y la PCV13 (incluye los serotipos de la PCV10 más los serotipos 3, 6A y 19A). La selección de nuevos serotipos a ser incluidos en las nuevas vacunas se basa en la importancia de estos serotipos como causa de enfermedad neumococcica. En la actualidad existe una nueva vacuna 15-valente (incluye los serotipos de la PCV13 más los serotipos 22F y 33F), la cual está siendo evaluada en ensayos clínicos. Debido al gran número de serotipos de neumococo existentes (93), y a la posibilidad de observar cada vez una mayor proporción de serotipos no-vacunales, está claro que la siguiente generación de vacunas antineumococcicas deberá tener una mayor cobertura, muy probablemente basada en proteínas comunes 1. 57 a todos los serotipos. Efectivamente, algunas de estas nuevas vacunas ya se encuentran en fase de evaluación. Mientras se desarrollan nuevas y mejores vacunas contra el neumococo, es nuestra responsabilidad como pediatras, médicos y personal de salud en general VACUNAR y mejorar nuestras coberturas de vacunación, haciendo uso de las vacunas que actualmente tenemos. Es imperdonable que habiendo vacunas, éstas no se usen. El Ministerio de Salud debe establecer como prioridad nacional el logro de las adecuadas coberturas de vacunación en la población pediátrica, y elaborar un Plan Nacional de Inmunizaciones en coordinación con los gobiernos regionales y locales. Theresa J. Ochoa Woodell Infectóloga - Pediatra Profesor Auxiliar de Pediatría de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Theresa.j.ochoa@uth.tmc.com 8 Rev. Perú. pediatr. 67 (2) 2014 1. 59 TRABAJOS ORIGINALES Perfil Clínico y Epidemiológico de Pacientes Pediátricos Diagnosticados de Influenza A H1 N1, Junio-Agosto 2009, Lima - Perú. Clinical and Epidemiological Characteristics of Pediatric Patients Diagnosed with Influenza A H1N1, June-August 2009, Lima - Perú. Raúl Rojas Galarza1, Justo Padilla Ygreda2, Felipe Lindo Pérez2, José Tantaleán Da Fieno3. RESUMEN Objetivos: Describir el perfil clínico y epidemiológico de los pacientes atendidos por Influenza A H1 N1 en el Instituto Nacional de Salud del Niño, 2009. Materiales y Métodos: Estudio descriptivo, retrospectivo. Se revisó los registros de la Oficina de Epidemiología y se contrastó con las historias clínicas de pacientes atendidos en el Instituto Nacional de Salud del Niño por Influenza A H1N1, de junio a agosto del 2009. Resultados: Se registraron 436 casos. 82%, fueron ambulatorios. El género masculino (55%), el grupo etario de 5 a 15 años (más del 40%) y los mayores de 5 años (70%) fueron los más afectados. Del total hisopados faríngeos realizados (147), (33% de los casos) 67% fueron positivos y la tos fue el signo más frecuente (90%). Entre los niños hospitalizados (73) Asma, Epilepsia, Cardiopatía Congénita y Síndrome de Obstrucción Bronquial (30%) fueron las enfermedades asociadas más frecuentes; en el 30%, se registró la vacuna contra el neumococo y en el 53%, un tiempo de enfermedad de 3 a 7 días. El 27% de los hospitalizados presentó leucopenia, cerca del 75% recibió tratamiento antiviral (Oseltamivir) y el resultado del hisopado faríngeo demoró de 3 a 5 días en el 55%. Fallecieron el 10% de los pacientes con hisopado faríngeo positivo. Conclusiones: La comorbilidad, sexo masculino y edad entre 5 a 15 años se presentaron en gran porcentaje de los pacientes. La tasa de mortalidad para este grupo estudiado fue del 13%. La vacunación contra el neumococo fue baja en estos pacientes. Palabras claves: Influenza, epidemiología, niños. SUMMARY Objective: To describe clinical and epidemiological characteristics of patients with A H1N1 Influenza at the Instituto Nacional de Salud del Niño, 2009. Materials and Methods: Descriptive study. We reviewed the records of Epidemiology and contrasted with the medical records of patients treated at the Instituto Nacional de Salud del Niño with A H1N1 Influenza, from June to August 2009. Results: 436 cases were recorded. 82% were outpatients. The male (55%) and the age group higher than 5 years (70%) were the most affected. Of all throat swabs made (147) more than 67% were positive and cough was the most frequent sign (90%). Among inpatients children (73) Asthma, Epilepsy, Congenital Heart Disease and Bronchial Obstruction Syndrome (Viral Wheezing) (30%) were the most frequent associated diseases,; In 30%, was recorded pneumococcal vaccine and 53%, the onset of the disease varied from 3 to 7 days. The 27% of inpatients had leukopenia; almost 75% received antiviral treatment (Oseltamivir) and throat swab result delayed to 3-5 days in the 55%. In this series, 10% of all patients with positive throat swab, died. Conclusion: The co-morbidity, male gender and age between 5-15 years were predominant. The overall mortality rate was 13%. Keywords: Influenza virus, epidemiology, children. 1. Médico - Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño, Lima-Perú. Profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Correo electrónico: ralroga@gmail.com 2. Médico - Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño, Lima-Perú. Profesor de la Universidad de San Martín de Porres. 3. Médico - Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño, Lima-Perú. Profesor de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Conflicto de interés: Ninguno declarado por los autores. Recibido: 18 de Marzo del 2014. Aceptado: 24 de Abril del 2014. 1. 60 Perfil Clínico y Epidemiológico de Pacientes Pediátricos Diagnosticados de Influenza A H1 N1, Junio-Agosto 2009, Lima - Perú. INTRODUCCIÓN La influenza “porcina”, como enfermedad de los humanos, fue reconocida por Shope en 1939 al continuar la observación de Koen, un veterinario, que durante la pandemia de Influenza española de 1918 – 1919, observó que los casos humanos eran seguidos de enfermedad en sus rebaños y viceversa.1 Los cerdos juegan un rol importante en la transmisión de Influenza, llamándose el “reservorio de mezcla natural” donde el material genético se intercambia, terminando en una nueva cepa, para la cual los humanos son sensibles.2 En Abril del 2009, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Atlanta (Estados Unidos), notificó la confirmación por laboratorio de 2 casos humanos de Influenza “porcina” A H1N1, en el estado de California. Sólo se confirmó la influenza en el 14% de los casos.3 En Brasil, un estudio en la población general, encontró diferencias en el número de casos cuando se comparó en diferentes regiones.4 En Paraguay, el grupo etario más afectado fue entre los 15 y 18 años, la mortalidad mayor en los menores de 1 año y los síntomas más frecuentes: tos, fiebre y dolor de garganta.5 En el Perú, los registros epidemiológicos indican que la transmisión se inicia en Lima y Callao (fines de mayo e inicio de junio del 2009) y luego se extiende a ciudades del interior del país. Continuó de manera ascendente 3 a 4 semanas y luego descendió (mediados de agosto). La tendencia fue similar en otras ciudades del interior del país. Desde la aparición de los primeros casos en el Perú, el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) atendió pacientes pediátricos con diagnóstico de Influenza A H1N1. El conocimiento de las características clínicas y epidemiológicas de los pacientes hospitalizados en el INSN constituye una necesidad para plantear futuras acciones tanto en el ámbito local como nacional. El objetivo de este estudio fue describir el perfil clínico y epidemiológico de los pacientes hospitalizados por Influenza A H1N1 en el Instituto Nacional de Salud del Niño entre junio y agosto del 2009, periodo de inicio de la epidemia en Perú y del reporte del mayor número de casos. MATERIALES Y MÉTODOS El presente estudio descriptivo, retrospectivo, incluyó a los pacientes con diagnóstico de Influenza A H1N1 en el INSN. Se consideraron los siguientes criterios de inclusión: • • • • Pacientes de 0 meses a 17 años de edad. Paciente con diagnóstico clínico de Influenza A H1N1. Paciente con diagnóstico por laboratorio de Influenza A H1N1. Paciente hospitalizado. No se consideró ningún criterio de exclusión. Se procedió a definir operacionalmente las variables y se creó un instrumento de recolección de datos. Con las fichas de recolección de datos, se revisaron los registros de epidemiología y la historia clínica institucional de los pacientes hospitalizados con diagnóstico confirmado de Influenza A H1N1. Se estableció como definición de caso de Influenza los criterios establecidos por el MINSA según directivas de la OMS6. Una vez definido el caso, se procedió a indicar la toma de muestra adecuada para el diagnóstico de laboratorio según las directivas de la OMS para tales enfermedades7. El procesado de la muestra fue por el método de RT-PCR (Reacción en Cadena de Polimerasa en Tiempo Real) por hisopado nasofaríngeo. Las muestras se procesaron en el Instituto Nacional de Salud del Perú (INS). Posteriormente se procedió a fabricar una base de datos con el paquete estadístico Excel for Windows 2010 para proceder al tratamiento estadístico de las diferentes variables a estudiar. RESULTADOS Entre junio y agosto del 2009, se registraron 436 casos con diagnóstico presuntivo de Influenza A H1N1; de estos, 363 pacientes (83.3%) fueron ambulatorios y 73 (16.7%) se hospitalizaron. Del total de pacientes con diagnóstico presuntivo (436) se efectivizó el hisopado faríngeo, por ser definidos como caso probable, en 147 pacientes (33.7%), de los cuales 99 (22.7%) resultaron positivos (caso confirmado). De los pacientes confirmados por hisopado faríngeo, 73 (16.7%) fueron hospitalizados y el restante, recibió tratamiento de manera ambulatoria. (Tabla 1). Raúl Rojas Galarza, Justo Padilla Ygreda, Felipe Lindo Pérez, José Tantaleán Da Fieno. Tabla 1. Características Clínicas y Epidemiológicas de los Pacientes Atendidos por Sospecha de Influenza A H1N1 (N = 436). Total de Pacientes No % 436 100 Destino del paciente con diagnóstico presuntivo Ambulatorios 363 83.3 Hospitalizados 73 16.7 Solicitado y Efectivizado 147 33.7 Casos positivos (Confirmados) 99 22.7 Positivo en Ambulatorios 26 5.9 Positivo en Hospitalizados 73 16.7 Hisopado faringe(*): Solicitud y Resultado Sexo Masculino 240 55 (55.04) Femenino 196 45 (44.95) Edad(**) 0 - 6 meses 17 (4m) 4 (3.89) 7 – 12 meses 10 (9m) 2 (2.29) 1 – 5 años 105 (3.5 a) 24 (24.08) 6 – 10 años 155 (7.6 a) 36 (35.55) Mayor de 10 años 148 (17 a) 34 (33.94) Lugar de Procedencia(***) Cercado 41 10 San Juan de Lurigancho 36 9 San Marín de Porres 30 7 Breña 22 5 Pueblo Libre 19 4 Provincia 06 1.5 Signos y Síntomas explorado(§) 1. 61 Pacientes hospitalizados El análisis de los 73 pacientes hospitalizados brindó mayor información (Tabla 2). Tabla 2. Características Clínicas y Epidemiológicas de los Pacientes Hospitalizados por Influenza A H1N1 (N = 73). Edad 0 - 6 meses No % 15 21 (20.54) 7 – 12 meses 8 11 (10.95) 1 – 5 años 19 26 (26.02) 6 – 10 años 28 38 (38.35) Mayor de 10 años 3 4 (4.1) Sexo Femenino 33 45 (45.2) Masculino 40 55 (54.79) 12 Enfermedades Asociadas Asma 9 Epilepsia 6 8 Cardiopatía congénita 5 6 Otros 50 74 18 (17.8) Antecedente de Inmunizaciones No registrado 13 No 6 8 (8.21) Si, Completo 40 55 (54.79) Sí, Incompleto 14 19 (19.17) Tiempo de Enfermedad 0 – 24 horas 11 15 (15.06) 1 – 2 días 14 19 (19.17) Tos 392 90 (89.9) Dolor de Garganta 348 80 (79.81) 327 75 Dificultad respiratoria 29 40 (39.72) Convulsiones 06 8 (8.21) Congestión faríngea 29 40 (39.72) Influenza A H1N1 03 4 (4.1) Respiración rápida 28 38 (38.35) Deshidratación 03 4 (4.1) Rinorrea 26 36 (35.61) Pancitopenia 03 4 (4.1) Diagnóstico de Ingreso 32 (31.5) Rinorrea Motivo de hospitalización(***)(§§) N = 73 *En la etapa de mitigación, no se solicitó a todos hisopado faríngeo. **El promedio de edad de los pacientes figura entre paréntesis. ***Se consignan los valores representativos. § Registrado en la ficha de recolección de datos del MINSA. §§ Referido en la historia clínica institucional. En el total de pacientes atendidos (436) se halló que el sexo masculino (55%) y los mayores de 5 años (69.7%) fueron los más afectados. La mayoría de pacientes atendidos ambulatoriamente, provenían del departamento de Lima; los distritos de Cercado de Lima, San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres fueron los de mayor porcentaje. El 1.5% del total de pacientes atendidos fueron de provincia. La proporción de resultados positivos, en pacientes a quienes se solicitó el examen, fue incrementándose de la siguiente manera: en mayo, de 7 exámenes solicitados, 1 resultó positivo (14%); en junio, esta proporción fue 69% y en julio, se incrementó hasta 79%. Posteriormente, en la etapa de mitigación, la solicitud del hisopado fue restringida, tal como determinaba las directivas del MINSA, al clasificar a los pacientes en tres grupos y solicitar el examen sólo a los del grupo I8. 3 – 7 días 36 49 (49.31) Mayor de 7 días 12 16 (16.43) Signos y Síntomas Presentados Tos 46 63 (63.01) Fiebre 41 56 (56.16) Neumonía 23 Asma/SOB 6 8 (8.21) Estado epiléptico 4 5 (5.47) 23 (23.28) Duración de Terapia Antiviral No recibió 17 Recibió, menos de 3 días 4 5 (5.47) Recibió de 3 a 5 días 35 48 (47.94) Recibió, más de 5 días 17 23 (23.28) Estancia Hospitalaria Menor de 3 días 2 3 (2.73) 3 – 5 días 13 18 (17.8) 6 – 15 días 32 44 (43.83) Mayor de 15 días 26 35 (35.61) Mortalidad Mortalidad General 10 2.3 Mortalidad en Hospitalizados 10 13.7 Temperatura Menor de 37.6 37 50.6 37.6 – 38.5 24 32.8 Mayor de 38.5 10 13.7 No figura 2 2.9 Oximetría Menor de 81% 1 1.4 81 – 89% 18 24.6 90 – 92% 7 9.6 Mayor de 92% 23 31.5 SOB: Síndrome de Obstrucción Bronquial. 1. 62 Perfil Clínico y Epidemiológico de Pacientes Pediátricos Diagnosticados de Influenza A H1 N1, Junio-Agosto 2009, Lima - Perú. La edad promedio de afectación fue 5.13 años (desde 3 semanas a 17 años); el grupo etario más numeroso fue el de 6 a 10 años (28.7%), seguido por el grupo de 1 a 5 años (26%). El sexo masculino fue el más afectado (54.8%). Los pacientes de provincia representaron el 17.4% del total de las hospitalizaciones y el 82.6% restante, de Lima; los distritos de mayor procedencia fueron: San Juan de Lurigancho, Ate – Vitarte, Los Olivos, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador, totalizando entre estos 40.6% de los casos hospitalizados. Cuando se indagó sobre las enfermedades asociadas, se halló que 50 (68.3%) registraron por lo menos una enfermedad asociada. Asma (10; 14.5%), Epilepsia (5; 7.25%) y Cardiopatía Congénita (5; 7.25%) fueron los diagnósticos más frecuentes, totalizando en total el 28.9%. El 33% de los familiares de los pacientes hospitalizados manifestó haber tenido contacto con Casos Probables o Confirmados de Influenza A H1N1. De éstos, el 57% tuvo contacto con un caso confirmado de la enfermedad. En el 80.8% de los pacientes hospitalizados (59 de 73), se registró los datos de inmunizaciones, según el calendario de vacunaciones del Perú. En estos pacientes, el 89.8% (53 de 59), recibieron al menos una dosis de vacunación y el porcentaje restante, ninguna. De los niños vacunados, el 73.5% (39 de 53) manifestó haber vacunado de manera “completa” a sus hijos. Es importante resaltar que el 97% de los pacientes hospitalizados no corroboró la información brindada con la cartilla de vacunaciones. En relación con la vacuna contra el neumococo, en el 71.2% de los casos (52 de 73) no se registró si recibió o no alguna dosis y en el 28.8% restante, se registró no haber vacunado a sus hijos (ninguna dosis). Respecto al antecedente de la vacunación contra la Influenza estacional, los resultados fueron: 71.2% (52 de 73) no se registró y 28.8%, describe si recibió o no al menos una dosis. De estos últimos, un 2.8% (2 de 73) si vacunó a sus hijos (completaron las dosis indicadas para su edad) y 26.0% (19 de 73), no vacunó a su hijo. El tiempo de enfermedad al momento de la hospitalización fue en promedio de 5.4 días (desde 1 día a 28 días); en el 49.3% fue de 3 a 7 días. Respecto a la temperatura y la oximetría de pulso al momento de la hospitalización, el 50.7% presentó temperatura menor de 37.6 oC (axilar) y la oximetría de pulso fue mayor o igual a 90% en el 41.1% de los pacientes, menor de 90% en el 26% y el 32.9%, no se registró en la historia clínica. Los signos y síntomas más frecuentemente consignados en las historias clínicas de los pacientes, antes de la hospitalización, fueron tos (66.7%), fiebre (59.4%), dolor faríngeo (42%), respiración rápida (40.5%) y rinorrea (37.6%). Los diagnósticos de ingreso más frecuentes fueron Neumonía (33%) y Asma/SOB (Síndrome de Obstrucción Bronquial) (9%), como primer diagnóstico y Asma/SOB (casi 30%), Neumonía (12%) e Influenza A H1N1 (10%) como segundo diagnóstico. Los resultados de los análisis de laboratorio mostraron que el 24% de los pacientes presentaron un recuento de leucocitos menor de 5,000/mm3 y el 18% presentó más de 15,000/mm3 (los valores normales de leucocitos en la edad pediátrica, en promedio, es de 6,000 a 10,000/mm3)9,10. De igual forma, el 25% presentó niveles de hemoglobina menor de 10 g/dL y el 50% presentó niveles de 10 a 12 g/dL. Con relación a los niveles de Proteína C Reactiva (PCR), 30% presentó valores por debajo de 1.0 mg/dL (considerado como valor normal),11 25% presentó niveles de 1.0 a 5.0 mg/dL y 34% presentó niveles superiores a 5.0 mg/dL. Los niveles de Deshidrogenasa Láctica (DHL) fueron menores de 300 U/L en el 3% de los pacientes (límite normal 300 U/L),12 de 300 a 800 U/L en el 16% de los pacientes y mayor de 800 U/L en el 22% de los pacientes. En el resto de pacientes no figuró el resultado. El tiempo de entrega de los resultados de hisopado faríngeo en promedio fue de 3.6 días (desde 1 a 14 días); el mayor porcentaje (54.8%) se registró en el grupo de 3 a 5 días (media: 3.6 días) y de 6 a 10 días en 32.8% (media: 7.3 días). Del total de pacientes hospitalizados, en 75% se indicó la terapia antiviral (Oseltamivir) y 47% recibió entre 3 y 5 días de tratamiento (media de 4.8 días). El 60% de los pacientes recibieron nebulizaciones, 46% inhalaciones y 34% oxígeno suplementario. La estancia hospitalaria fue en promedio 23.36 días (de 2 a 202 días). En el 24.66% de los pacientes hospitalizados, la estancia hospitalaria fue menor de 5 días (media de 4 días) y en 44%, fue de 6 a 15 días (media de 10.37). Raúl Rojas Galarza, Justo Padilla Ygreda, Felipe Lindo Pérez, José Tantaleán Da Fieno. Del total de pacientes hospitalizados, el 19% (14 pacientes) fue transferido a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) permaneciendo en promedio 15.78 días (de 3 a 56 días). En estos pacientes, el 50% permaneció más de 10 días (media de 25.85 días). El principal motivo para la transferencia fue la Insuficiencia Respiratoria Grave (IRG) (90%). En el 20.54% de los pacientes hospitalizados (15), fue necesario el apoyo con Ventilador Mecánico y de ellos, el 57% (8) permaneció con apoyo ventilatorio más de 10 días (media de 17.5 días). No todos los pacientes que requirieron apoyo ventilatorio fueron transferidos o estuvieron en la UCIP del INSN, debido a la falta de camas al momento de la solicitud de transferencia. La mortalidad dentro de los pacientes confirmados fue del 10% (10 fallecidos/99 pacientes positivos), una Tasa de Mortalidad en Hospitalizados del 13% (10/73 pacientes hospitalizados) y una Tasa de Mortalidad en UCI del 57.14% (8 pacientes fallecidos en UCI/14 pacientes admitidos en la UCI). En los reportes de causa de fallecimiento, el 70% registró IRG y el 30% Sepsis. De los fallecidos, el 57% fueron del sexo femenino y el 40% fueron menores de 1 año. DISCUSIÓN En el Perú, se han realizado algunos estudios sobre la Influenza. Entre el 2006 y el 2008, se desarrolló un estudio en 6,800 pacientes, donde se pudo determinar los agentes etiológicos virales de infección respiratoria semejante a Influenza, en diferentes regiones del país13. Incluso el mismo estudio describe las características clínicas y epidemiológicas de estos pacientes. Ninguna publicación nacional trató sobre el grupo pediátrico. En el presente estudio, del total de casos atendidos presuntivamente como Influenza A H1N1, el 83% (363/436) fue atendido de manera ambulatoria y el resto se hospitalizó. Estos porcentajes están acorde a lo reportado en la literatura nacional14 y mundial. Es importante resaltar que no se realizó el hisopado faríngeo a todos los pacientes sospechosos de Influenza A H1N1. Al inicio de la epidemia (primeras semanas), la confirmación de la enfermedad (por hisopado faríngeo) se realizó en todos los pacientes sospechosos; instalada la misma (Fase 1. 63 de Mitigación), sólo se realizó el hisopado faríngeo a un grupo muy seleccionado de pacientes sospechosos, lo cual estuvo en concordancia con las normas implementadas a nivel nacional.15 Esto último, también podría contribuir al sub-registro de casos informados, como ha sucedido en otras parte del ámbito regional (por ejemplo Argentina).16 En el estudio, se describe que el porcentaje de menores de 6 meses se incrementa hasta el 20%. El registro de los pacientes sufre este incremento desde mediados de julio (ya instalada la epidemia en el Perú), lo cual está en relación con la diseminación de los casos no sólo en los conglomerados de riesgo (colegios, centros de educación superior, albergues) sino evidencia la llegada del virus al hogar.17 En relación a reportes internacionales, no tenemos registro de gran afectación y mortalidad en comunidades alejadas (“nativas”) de nuestro país.18, 19 Las enfermedades pre-existentes que más frecuentemente fueron diagnosticadas en los pacientes al momento de hospitalizarse, confirman la comorbilidad como factor de riesgo de incremento en consultas ambulatorias y hospitalizaciones por influenza.20 La deficiencia del registro de las inmunizaciones contra el neumococo y el diagnóstico de “Neumonía bacteriana” como primer o segundo diagnóstico, plantea la necesidad de mejorar el registro del estado de inmunizaciones. Los signos y síntomas más frecuentemente reportados (tos, dolor de garganta y rinorrea), son confirmados en nuestro estudio, pero es importante resaltar la fortaleza de nuestro estudio a nivel nacional: pacientes de edad pediátrica.21 Con relación a los resultados de laboratorio, algunas coinfecciones22, 23 y alteración de exámenes de laboratorio (PCR y DHL) pueden predecir la severidad. De gran interés es el registro del tiempo de demora en entrega de resultados de hisopado faríngeo. Ello, plantea el reto de mejorar dicha información pues ayuda a mejorar la conducta terapéutica. Los pacientes en los cuales se describe un contacto con una persona enferma, evidencia el poder de la investigación epidemiológica. De 1. 64 Perfil Clínico y Epidemiológico de Pacientes Pediátricos Diagnosticados de Influenza A H1 N1, Junio-Agosto 2009, Lima - Perú . igual interés resultó la posibilidad de obtener una prueba positiva a los pacientes sospechosos a quienes se solicitó el examen.24 Con el avance de la epidemia la tendencia de positividad de los exámenes solicitados se incrementó. En los países donde se ha estudiado esta proporción, se analiza la posibilidad que sea producto de la mejora en la entrevista clínica y el examen físico pero además, por el incremento de casos de la enfermedad.25 Por ello, el monitoreo de esta proporción es muy importante, pues demuestra el grado de efectividad de la entrevista y de los signos y síntomas clínicos para poder determinar a quienes solicitar el hisopado faríngeo. Es probable que con un número mayor de muestras obtenidas de pacientes pueda corregirse este porcentaje o mejorarse el mismo. CONCLUSIONES En nuestro estudio, el sexo, la edad y la comorbilidad, fueron datos frecuentemente hallados en los pacientes hospitalizados. No hallamos afectación en comunidades “nativas” del interior del país. En el presente estudio, el registro del estado de inmunizaciones fue incompleto. En la aparición de nueva epidemia A H1N1 (2009), los antecedentes epidemiológicos continuaron siendo de utilidad para predecir la enfermedad. No hallamos compromiso de la oximetría de pulso. La comorbilidad, sexo masculino y edad entre 5 a 15 años fueron características que se presentaron con más frecuencia en el grupo estudiado. El porcentaje de positividad del hisopado faríngeo, con relación a los exámenes solicitados, fue del 70%. La tasa de mortalidad en los casos confirmados por laboratorio y hospitalizados fue del 13%. La vacunación contra el neumococo fue baja en este grupo de pacientes. Raúl Rojas Galarza, Justo Padilla Ygreda, Felipe Lindo Pérez, José Tantaleán Da Fieno. 1. 65 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Easterday, B. Swine influenza: historical perspectives. Proceedings of the 4th International Symposium on Emerging and Re-emerging Pig Diseases (Rome); Parma, Italy: University of Parma, Faculty of Veterinary Medicine, Department of Animal Health; 2003. p. 241–4. 2. Ito T, Couceiro JN, Kelm S, et al. Molecular basis for the generation in pigs of influenza A viruses with pandemic potential. J Virol. 1998; 72:7367–73. 3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Swine influenza A (H1N1) infection in two children-Southern California, March-April 2009. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2009 Apr 24;58(15):400-2. 4. Pires Neto RJ et al. Pandemic influenza A (H1N1) 2009: epidemiological analysis of cases in a tropical/ semi-arid region of Brazil. Rev. Soc. Bras. Med. Trop. [online]. 2013, vol.46, n.2 [cited 2014-01-09], pp. 141-146. 5. 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Materiales y Métodos: Estudio de tipo observacional, prospectivo de corte longitudinal donde se aplicó la YOS a los pacientes febriles de 3 a 24 meses que acudieron a la Emergencia Pediátrica del Hospital Nacional Arzobispo Loayza del 13 de abril al 6 de junio del 2012 antes de la atención médica. Los pacientes hospitalizados fueron seguidos hasta el alta y la confirmación del diagnóstico. Los ambulatorios fueron seguidos vía telefónica por un máximo de 5 días para observar su evolución. Resultados: Se incluyeron 61 pacientes de los cuales 30 (49%) presentaban aspecto sano, 21 (35%) aspecto enfermo y 10 (16%) aspecto muy enfermo. Solo 10 desarrollaron enfermedad grave, 9 (90%) de ellos presentaron un puntaje ≥16. La media del puntaje de YOS para enfermedad grave es de 17, significativamente mayor (p= 0,007) respecto a los que no la desarrollaron. Para un punto de corte de 10, se encontró una sensibilidad del 100%, especificidad del 59%, VPP del 32%, VPN del 100%, LR+ de 2,43 y LR- de 0. Para 16 puntos, se encontró una sensibilidad del 90%, especificidad del 98%, VPP del 90%, VPN del 98%, LR+ de 45,9 y LR- de 0,1. El área bajo la curva fue de 0,982. Conclusiones: El presente estudio demostró el potencial uso de la Escala Observacional de Yale como método de triaje para detectar enfermedad grave en lactantes febriles de 3 a 24 meses debido a que es simple, reproducible, costo-efectiva y altamente sensible. Palabras Claves: Fiebre, Lactante, Enfermedad grave, Escala observacional de yale (fuente: DeCS BIREME). SUMMARY Objectives: To assess the accuracy of the Yale Observation Scale (YOS) as a screening test in detecting serious illness in febrile infants. Materials and methods: An observational, prospective and longitudinal study which included febrile infants aged 3 to 24 months who presented to the Emergency Department of the Arzobispo Loayza Hospital from April 13th to June 6th 2012 were scored with the YOS before clinical examination. Inpatients were followed up until the diagnosis confirmation and discharge. Outpatients were followed up by calling them for a maximum of 5 days. Results: Data from 61 infants were analyzed. 30 (49%) had well appearance, 21 (35%) ill appearance and 10 (16%) very ill appearance. Only 10 developed serious illness, 9 out of these 10 had a YOS score ≥16. The mean YOS score for serious illness is 17 (p= 0,007). For a cut off value of 10, sensitivity, specificity, PPV, NPV, LR+ and LR- of YOS was 100%, 59%, 32%, 100%, 2,43, and 0 respectively. For a cut off value of 16, sensitivity, specificity, PPV, NPV, LR+ and LR- of YOS was 90%, 98%, 90%, 98%, 45,9, and 0,1 respectively. Area under ROC curve was 0.982. Conclusions: This study demonstrates the potential utility of the Yale Observation Scale as a screening test for predicting serious illness in febrile children aged 3-24 months because it is simple, reproducible, cost-effective and have a high sensitivity. Keywords: Fever, Infant, Serious illness, Yale observation scale (source: Mesh NLM). 1. Médico - Cirujano, Universidad de San Martin de Porres. Lima, Perú. Correo electrónico: Pedro Ochoa Allemant: pedro.ochoa. allemant@hotmail.com, Evelyn Obregón Julca:eve.obregon@gmail.com 2. Médico - Pediatra del Hospital Nacional Arzobispo Loayza. Lima Perú. Fuentes de financiamiento: autofinanciado. Conflictos de interés: los autores declaran no tener conflicto de interés en la publicación del presente artículo. Recibido: 20 de Enero del 2014. Aceptado: 16 de Junio del 2014. 1. 68 Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. INTRODUCCIÓN La fiebre constituye uno de los principales motivos de consulta en los Servicios de Emergencia Pediátrica, sobre todo si se trata de niños menores de 3 años1. Se estima que aproximadamente el 30% de los niños que acuden a la Emergencia presentan fiebre2, de los cuales el 18% tienen una temperatura por encima de 40°C3. Sólo en los Estados Unidos, alrededor de 25 millones de episodios de fiebre en niños pequeños son atendidos por médicos anualmente4 en donde un 2-3% desarrolla una Infección Bacteriana Grave (IBG)5. En promedio, los lactantes experimentan de 3 a 6 episodios de fiebre al año lo que contribuye a la ansiedad de los padres y a la búsqueda de atención médica en 20-40% de los casos6. La gran mayoría de infantes febriles que acuden a las Emergencias de Pediatría presentan una infección benigna, presumiblemente viral y que no va a requerir de tratamiento específico7,8,9. Sin embargo, un importante porcentaje de estos pacientes pueden desarrollar una IBG capaz de comprometer su vida y/o dejar secuelas importantes en su posterior desarrollo, por lo que es crucial poder diferenciar tempranamente a este grupo para que puedan beneficiarse de una terapia antibiótica precoz. La aproximación diagnóstica y terapéutica del niño con fiebre, especialmente en menores de 2 años, constituye un gran reto debido a la inespecificidad de los síntomas. Debido a ello, han sido desarrolladas diversas escalas que evalúan el aspecto clínico del paciente al momento de la consulta y su correlación con la evolución de la enfermedad. Entre ellas, una de las más utilizadas es la Escala Observacional de Yale (YOS) planteada por McCarthy et al10 en 1982. En esta primera investigación, evaluaron 14 parámetros clínicos en niños febriles menores de 24 meses de edad, de los cuales 6 fueron estadísticamente significativos para predecir la evolución de un cuadro febril en dichos lactantes y conformaron finalmente la escala. Estas variables fueron (tabla 1): calidad del llanto, reacción al estímulo de los padres, estado de vigilia-sueño, color, hidratación y respuesta social. Además, encontraron que la escala presentaba una especificidad del 88% y una sensibilidad del 77% que al combinarla con la historia clínica y los hallazgos del examen físico se puede lograr una sensibilidad del 92%. Posteriormente, McCarthy et al3 en 1985 para validarla la aplicó en 103 niños menores de 24 meses en el cual se encontró que los pacientes con aspecto tóxico tienen una incidencia significativamente mayor (p<0,001) de presentar hallazgos anormales en el examen físico, sugiriendo enfermedad grave, que los lactantes con apariencia sana. Asimismo, la YOS ha sido aplicada en otros países como Honduras11, Paraguay12, Panamá13, India14, entre otros, donde también se demostró su eficacia. No obstante, otros estudios prospectivos al emplear la Escala de Yale muestran resultados diferentes según la edad del paciente al mostrar poca eficacia en los lactantes menores de 3 meses. Entre ellos, tenemos el estudio de Baker et al15 que aplicó la YOS en 126 niños de 4 a 8 semanas de edad, demostrando que esta escala aún en manos experimentadas sólo provee suficiente información para detectar enfermedad grave en niños mayores de 8 semanas. Esto se debe a que los infantes menores de esta edad aún no han desarrollado mucho de los gestos sociales tales como: respuesta social o respuesta a la estimulación de los padres que son dos de los seis criterios que evalúa la YOS, por lo que no muestran los hallazgos habituales de un niño con apariencia tóxica. Por lo tanto, es importante mencionar que la evaluación de la apariencia clínica comprende un conocimiento del comportamiento normal y de los parámetros de actividad del niño de acuerdo a su edad 16, 17.También es importante mencionar que Teach et al18 aplicó la YOS en pacientes pediátricos que acudían al hospital por consultorio externo, donde encontró una baja sensibilidad (5,2%) pero una alta especificidad (96,7%) concluyendo que esta escala no es útil para detectar bacteremia oculta en este grupo de pacientes. A pesar que se han publicado una gran cantidad de guías y protocolos en diversos países, aún no existe un consenso sobre cómo actuar en los casos de los lactantes que consultan por fiebre sin foco 19, 20, 21. Por ello, en los países desarrollados se viene buscando clasificar a los infantes febriles según su aspecto clínico mediante escalas clínicas ya validadas y de acuerdo a esta primera aproximación diagnóstica, poder brindar un adecuado manejo evitando las pruebas complementarias y tratamientos inútiles, además de prever la subestimación diagnóstica22, 23. La falta de un triaje de selección de los pacientes lactantes febriles en nuestros hospitales, dificulta una mejor atención ya que no existe una estructura organizada que agilice su ingreso a la Emergencia. Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 1. 69 Asimismo, la capacidad para poder diferenciar un cuadro leve de uno grave depende en gran medida del entrenamiento del médico tratante. Esta situación conlleva a la necesidad de proveer una herramienta al personal de salud para la mejor valoración de la apariencia del lactante, la cual está relacionada con la gravedad de la enfermedad y así establecer un plan de trabajo rápido y oportuno. Por ello, el objetivo del presente estudio fue determinar la utilidad de la Escala Observacional de Yale como método de triaje en la Emergencia para detectar enfermedad grave en lactantes febriles de 3 a 24 meses. Tabla 1. Escala Observacional de Yale10. Dato Observado 1 Normal 3 Compromiso Moderado 5 Compromiso Severo Calidad de Llanto Llanto fuerte con tono normal o Contento y sin llorar Quejido o Sollozo Débil o gemidos de tono elevado Respuesta a la estimulación de los padres Llora brevemente y después para o Contento y sin llorar Llora a intervalos Llora continuamente o Apenas responde Estadio vigiliasueño Si está despierto → Se mantiene despierto o Si está dormido y es estimulado → Se despierta Leve cierre de ojos → Se Se queda dormido o No se despierta o Se despierta con despierta estimulación prolongada Color Rosado Extremidades pálidas o acrocianosis Pálido o Cianótico o Moteado Hidratación Piel normal, ojos normales y mucosas húmedas Piel y ojos normales y boca ligeramente seca Piel pastosa o pliegues y mucosas secas y/o ojos hundidos Respuesta social (habla o sonríe) Sonríe Sonríe ligeramente No sonríe, cara ansiosa, embotado, sin expresión MATERIALES Y MÉTODOS SELECCIÓN DE PACIENTES Se realizó un estudio analítico,observacional, prospectivo de corte longitudinal del 13 de abril al 6 de junio del 2012 de lunes a sábado durante 3 horas al día donde se incluyó a todos los pacientes entre 3 y 24 meses de edad que fueron atendidos en la Emergencia de Pediatría del Hospital Nacional Arzobispo Loayza (HNAL) presentando un síndrome febril definido por uno o más de los siguientes: —— Temperatura rectal ≥38°C o axilar ≥37,6°C en la Emergencia. —— Temperatura axilar cuantificada por los padres ≥38°C en las últimas 24 horas. Fueron excluidos los pacientes cuya ficha de recolección de datos estaba incompleta, que no se les pudo realizar el seguimiento y aquellos pacientes que presentaron sensación de alza térmica no cuantificada, enfermedad crónica previa, malformaciones congénitas, inmunodeficiencia congénita o adquirida, secuelas neurológicas, distrofias musculares, con tratamiento antibiótico previo o referidos de otro centro de salud. RECOLECCIÓN DE DATOS Previa inclusión de los pacientes al estudio, se le informó a la persona responsable del niño acerca del propósito del trabajo y se le solicitó participar voluntariamente firmando el consentimiento informado. Los pacientes incluidos en el estudio fueron valorados de acuerdo a la Escala Observacional de Yale (tabla 1) de forma independiente por dos investigadores mientras el niño permanecía sentado en las piernas o en los brazos de alguno de sus padres, o sobre la mesa de exploración. Según el grado de compromiso del paciente, a cada una de las seis variables se le asignó un puntaje de 1 si no había compromiso, 3 si el compromiso era moderado y 5 si el compromiso era severo. Luego de contrastar y llegar a un acuerdo sobre Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. 1. 70 sus resultados, se sumó la totalidad de los puntos y se clasificó en “aspecto sano” si el puntaje era ≤ 10, “aspecto enfermo” si presentaba de 11-15 puntos y “aspecto muy enfermo” si presentaba ≥16 puntos. Después de nosotros haber aplicado la escala, el médico tratante confeccionó la historia clínica y realizó el examen físico sin verse influenciado por nuestros resultados, decidiendo el manejo del paciente de acuerdo a su criterio. La datos fueron recolectados mediante una ficha en la cual se registraron: datos generales del paciente, puntuación de Yale, temperatura, días con fiebre, uso de antipiréticos, estado nutricional, categoría del examinador (asistente, residente o interno), hallazgos físicos, diagnóstico y tipo de manejo (hospitalario o ambulatorio). SEGUIMIENTO De acuerdo al manejo que el médico tratante decidió en la Emergencia, se realizó lo siguiente: —— —— A los pacientes hospitalizados, se les realizó el seguimiento a diario hasta el alta, periodo durante el cual se constató el diagnóstico final y se determinó la presencia o no de Enfermedad Grave. Además se registró la estancia hospitalaria. A los pacientes manejados ambulatoriamente, se les realizó el seguimiento por vía telefónica. Al tercer día de la atención en la Emergencia, se contactó a la persona responsable con el fin de recabar información acerca de la persistencia de la fiebre y la sintomatología. En caso que la fiebre persistió, se le volvió a llamar al 5to día a fin de indagar la evolución de la enfermedad. Asimismo, se consultó si regresó al HNAL o si se acercó a otro establecimiento de salud por el mismo cuadro. DEFINICIONES CLÍNICAS Para el propósito de este estudio, se definió Enfermedad Grave como todo paciente hospitalizado con uno o más de los siguientes exámenes auxiliares anormales: —— —— Patógeno bacteriano aislado en líquido cefalorraquídeo (LCR), sangre, orina, heces, tejido blando profundo o pleura. Presencia de infiltrado en una radiografía de —— tórax, pleocitosis aséptica en LCR, valores anormales de hemograma y electrolitos. Hipoxemia (PO2≤70mmHg o SatO2<92%) en una infección respiratoria baja. Trabajos previos indican que esta definición incluye a la gran mayoría de niños febriles gravemente enfermos10. ESTÁNDAR DE REFERENCIA Todos los probables casos de enfermedad grave fueron confirmados por el diagnóstico final determinado por el médico tratante basado en un examen de referencia estándar (cultivo de sangre, LCR, orina, heces positivo para un patógeno o radiografía de tórax), o en un consenso entre los asistentes del servicio. DETERMINACIÓN DEL TAMAÑO MUESTRAL Para el cálculo de muestra se utilizó la fórmula para estudios de pruebas diagnósticas considerando una sensibilidad de 0.77, especificidad de 0.88, de acuerdo a los datos del estudio de McCarthy et al10, y se asumió la prevalencia de niños febriles que acuden al Servicio de Emergencia Pediátrica del 0.302. Con ello, resultó un tamaño de muestra de 53 pero,al considerar el margen de pérdidas, la muestra total del estudio fue de 61 pacientes. ANÁLISIS ESTADÍSTICO Se revisaron los datos recolectados y fueron analizados mediante el programa SPSS 20.0. Para probar la utilidad de la Escala Observacional de Yale para detectar enfermedad grave, se halló la sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo (VPP y VPN) y razón de verosimilitud positiva y negativa (LR+ y LR-) con sus respectivos intervalos de confianza al 95%. Se usó la curva COR (del inglés Receiver Operating Characteristic) para poder obtener el punto de corte que maximice la precisión diagnóstica de la YOS. El valor del mejor punto de corte como prueba positiva para aspecto enfermo intentó establecer por separado enlos puntos de corte de 10 y 16 puntos. Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 1. 71 RESULTADOS Fueron seleccionados para el estudio un total de 68 lactantes febriles de 3 a 24 meses que acudieron a la Emergencia Pediátrica del Hospital Nacional Arzobispo Loayza del 13 de abril al 6 de junio del 2012, de los cuales 7 fueron excluidos (10,3%) quedando 61 (89,7%) para el seguimiento (figura 1). Figura 1. Flujograma de pacientes incluidos en el estudio. 68 Lactantes febriles de 3 a 24 meses seleccionados Se obtuvieron datos de la población 7 Excluidos 3 No cumplieron criterios de inclusión/exclusión 2 Datos incompletos 2 Seguimiento incompleto 61 Lactantes febriles seleccionados La edad media de los pacientes incluidos fue de 14 meses, siendo el 57,4% lactante mayor. La mayoría fue del sexo masculino (57,6%), nacidos a término (78,7%) y eutróficos. Al momento de la atención, el 68,8% presentaron de 1 a 2 días de fiebre, una temperatura media de 38,3°C y el 86,9% había recibido antipiréticos previamente. Del total, 50 (82%) acudieron 1 sola vez a la Emergencia, 8 (13,1%) 2 veces y 3 (4,9%) de 3 a 5 veces. Las características generales de los pacientes se muestran en la tabla 2. El seguimiento realizado dependió del manejo del médico en la Emergencia, para los hospitalizados el tiempo máximo de seguimiento fue de 14 días, con una media de 6. Para los ambulatorios, 10 de ellos fueron seguidos hasta el quinto día porque persistía la fiebre y la sintomatología, al resto se les siguió sólo hasta el tercer día debido a la ausencia de fiebre y mejoría clínica. 1. 72 Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. Tabla 2. Características clínicas y demográficas de los 61 lactantes incluidos en el estudio. Sexo Masculino Femenino Grupo etario Lactante menor (1-12 meses) Lactante mayor (12-24 meses) Edad gestacional Pretérmino(<37 semanas) A término(38-41 semanas) Postérmino(≥42 semanas) Desnutrición agudizada (P/T) Eutrófico Agudizada leve Agudizada moderada Agudizada severa Desnutrición crónica (T/E) Eutrófico Crónica leve Crónica moderada Crónica severa Temperatura en la Emergencia (°C) <38 38-38,9 39-39,9 ≥40 Días con fiebre antes de la atención 1 2 3 ≥4 Uso previo de antipiréticos Sí No Visitas a la Emergencia 1 vez 2 veces 3-5 veces Examinador Médico asistente Residente Interno n % 35 26 57,4 42,6 26 35 42,6 57,4 12 48 1 19,7 78,7 1,6 55 3 1 0 93,2 5,1 1,7 0 51 8 0 0 86,4 13,6 0 0 12 32 17 0 19,9 52,5 27,9 0 21 21 13 6 34,4 34,4 21,3 9,8 53 8 86,9 13,1 50 8 3 82 13,1 4,9 26 28 7 42,6 45,9 11,5 Los diagnósticos más comunes fueron infección de vía respiratoria superior (37,7%), gastroenteritis (11,5%) y neumonía (11,5%). De acuerdo al puntaje obtenido, los pacientes con aspecto sano y enfermo en su mayoría presentaron infecciones Figura 2. Aplicación de la Escala Observacional de Yale. 16% Sanos (YOS≤10) 49% Enfermos (YOS 11-15) Muy enfermos (YOS≥16) 35% De los 61 lactantes evaluados con la Escala Observacional de Yale, 30 (49%) presentaban aspecto sano, 21 (35%) aspecto enfermo y 10 (16%) aspecto muy enfermo (figura 2). El 16,4% presentaron finalmente enfermedad grave y el 83,6% no la desarrollaron. La media del puntaje total de pacientes fue de 11, siendo 17 la media para los que presentaron enfermedad grave, significativamente mayor (p= 0,007) respecto a los que no la desarrollaron que fue de 10 (tabla 3). Tabla 3. Media del puntaje de la Escala Observacional de Yale como predictor de Enfermedad Grave. Enfermedad Grave Puntaje de YOS (media) Sí No 17 10 p 0,007 de vía respiratoria superior (43,3% y 52,4% respectivamente). En cambio, el 60% de aquellos con aspecto muy enfermo presentaron neumonía (tabla 4). Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 1. 73 Tabla 4. Aspecto clínico de acuerdo al diagnóstico final. Aspecto Clínico Diagnóstico Final Infección de vía respiratoria superior Gastroenteritis Neumonía Infección viral Virosis Enfermedad Boca-mano-pie Herpangina Estomatitis SOB Leve Moderado Fiebre sin foco Bronquiolitis aguda Bronquitis aguda Gastroenteritis + Hiponatremia moderada Otitis media n Sano (YOS≤10) 23 13 11 - 7 7 5 2 1 1 1 6 3 3 5 3 2 1 6 0 3 1 1 1 3 3 2 1 1 - 1 1 2 1 1 2 2 2 1 1 - 6 1 1 1 1 1 1 1 - - Enfermo Muy enfermo (YOS 11-15) (YOS≥16) Nota: Infección de vía respiratoria superior = rinofaringitis, faringitis, amigdalitis y faringoamigdalitis, SOB=Síndrome obstructivo bronquial. De los 30 pacientes con un puntaje ≤10 ninguno presentó enfermedad grave. De los 21 pacientes con un puntaje de 11-15, 1 (4,8%) desarrolló enfermedad grave (bronquiolitis aguda) y de los 10 con un puntaje ≥16, 9 (90%) presentaron enfermedad grave (6 neumonías, 1 bronquiolitis aguda, 1 Síndrome de Obstrucción Bronquial y 1 gastroenteritis con hiponatremia moderada) como se aprecia en la tabla 5. Tabla 5. Presencia de enfermedad grave de acuerdo el aspecto clínico Aspecto Clínico Enfermedad Grave Total Sí No 0 (0%) 30 (100%) Enfermo (YOS 11- 15) 1 (4,8%) 20 (95,2%) 21 Muy enfermo (YOS≥16) 9 (90%) 1 (10%) 10 Sano (YOS≤10) Total 10 (16,4%) 51 (83,6%) 30 61 En un primer momento, 4 de los pacientes con aspecto muy enfermo (YOS≥16) fueron manejados ambulatoriamente por el médico tratante. Sin embargo, 3 de ellos fueron finalmente hospitalizados y presentaron enfermedad grave. El primer caso permaneció en observación durante 12 horas siendo diagnosticado como Enfermedad Diarreica Aguda acuosa y manejado ambulatoriamente. Posteriormente volvió a los dos días y fue finalmente hospitalizado por hiponatremia y deshidratación moderada. El segundo fue diagnosticado inicialmente de faringoamigdalitis, pero tras acudir en tres oportunidades a la Emergencia por la gravedad de los síntomas, se le decidió manejo hospitalario por presentar neumonía. El último, en su primera visita, fue diagnosticado de Síndrome de Obstrucción Bronquial (SOB) y manejado ambulatoriamente, volviendo al tercer día por la persistencia de la fiebre, siendo internado y dado de alta con el diagnóstico de neumonía (figura 3). Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. 1. 74 Figura 3. Comparación entre el manejo inicial y el manejo final de los pacientes con apecto muy enfermo. de rendimiento diagnóstico para la YOS como predictor de enfermedad grave es de 0.982 (IC 95% 0.951-1.013) como se ve en la figura 4. Números de pacientes Figura 4. Curva COR de la Escala Observacion al de Yale como predictor de Enfermedad Grave. 1,0 Manejo inicial Sensibilidad 0,8 Manejo final Hospitalario 6 9 Ambulatorio 4 1 Se consideró como prueba negativa para aspecto enfermo10 un score ≤10, obteniéndose una sensibilidad del 100%, especificidad del 59% y valor predictivo positivo del 32%. De igual manera, al adaptar este modelo considerando como positivo para aspecto enfermo un score ≥16, se encontró una sensibilidad del 90%, especificidad del 98% y valor predictivo positivo del 90% como se muestra en la tabla 6. Tabla 6. Valor diagnóstico de la Escala Observacional de Yale para Enfermedad Grave. Puntos de corte del puntaje de la Escala Observacional de Yale >10 ≥16 Verdaderos positivos 10 9 Falsos positivos 21 1 Verdaderos negativos 30 50 Falsos negativos 0 1 Total 61 61 Sensibilidad (%) 100 90 (71-109) Especificidad (%) 59 (45-72) 98 (94-102) VPP (%) 32 (16-49) 90 (71-109) VPN (%) 100 98 (94-102) LR + 2.43 (1.75-3.37) 45.9 (6.52-323.15) LR - 0 0.1 (0.02-0.66) Nota: Los números en paréntesis indican los intervalos de confianza al 95%.VPP= Valor predictivo positivo, VPN= Valor predictivo negativo, LR+ = Razón de verosimilitud positiva, LR- = Razón de verosimilitud negativa. Al obtener la Curva COR se encontró que el punto más cercano a la esquina superior izquierda, donde la sensibilidad y especificidad toman valores máximos (S y E= 1), corresponde a un puntaje de la Escala Observacional de Yale de 15. Además, el área bajo la curva (ABC) 0,6 0,4 0,2 0,0 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1 - Especificidad DISCUSIÓN El manejo del lactante febril es un dilema común para los pediatras en la Emergencia debido a lo inespecífico de sus síntomas y al no presentar un cuadro clínico característico. En muchos casos, este depende de la experiencia del médico para poder identificar la apariencia clínica sugestiva de enfermedad grave y así evitar posibles complicaciones serias. Para poder unificar criterios, McCarthy et al10 planteó la Escala Observacional de Yale la cual es un sistema de evaluación compuesta por variables observacionales para una mejor aproximación diagnóstica. El presente estudio demostró su utilidad como un método preciso de triaje para detectar la presencia enfermedad grave, cuya prevalencia resultó ser de 16,4%. Para el punto de corte de 10, se obtuvo una sensibilidad del 100% y especificidad del 59% lo cual cumple la característica fundamental de las pruebas de tamizaje que es poseer una alta sensibilidad para poder detectar, en lo posible, a todos los enfermos. Para el punto de corte 16, se encontró una sensibilidad del 90% y especificidad del 98%, resultados similares a los encontrados en estudios anteriores como en el primero realizado por McCarthy et al10 en el que la sensibilidad y especificidad fue del 88 y 77% respectivamente. El alto valor predictivo negativo en ambos cortes nos indica que estos resultados son útiles para descartar enfermedad grave. Sin embargo, una Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 1. 75 puntuación positiva para enfermedad grave debe ser interpretada con precaución ya que se encuentra bien documentado que una gran cantidad de factores externos pueden empeorar el cuadro clínico general de un niño febril y por ende del puntaje. A medida que el punto de corte aumentó de 10 a 16, la especificidad, VPP y LR+ también incrementaron. Debido a esto, McCarthy designó que los pacientes con una puntuación ≥16 correspondan al aspecto muy enfermo. Él encontró que el 92,3% de pacientes con este puntaje desarrollaron enfermedad grave, cifra similar a la de nuestro estudio (90%). En un primer momento,4 de estos pacientes recibieron manejo ambulatorio, sin embargo 3 fueron finalmente hospitalizados por la persistencia de su sintomatología lo que corrobora la alta sensibilidad y especificidad de este punto de corte. Es importante mencionar que el valor predictivo se encuentra influenciado por la prevalencia de la enfermedad, la cual en este estudio fue del 16,4% cifra similar a algunos trabajos previos (McCarthy 15,8%, Baker 15,9%) pero distinto a otros (Chan 6,6%, Dala Sierra 46,9%) presentándose estas incongruencias posiblemente por haberse estudiado diferentes poblaciones. Se utilizó la curva COR para obtener un punto de corte que podría maximizar la eficacia diagnóstica del puntaje de la Escala Observacional de Yale. La esquina superior izquierda en la curva COR es el punto donde la sensibilidad y especificidad toman valores de 1 o 100% siendo en nuestro estudio el punto más cercano el valor de 15. Además, para cualquier prueba diagnóstica, cuanto mayor sea el área bajo la curva (ABC), esta será mejor. En el presente estudio, resultó un ABC de 0,982, acercándose al valor ideal de 1,0 lo que significa que la YOS es una excelente prueba para detectar enfermedad grave en los infantes febriles de 3-24 meses ya que según Swets24 valores mayores a 0,9 indican una exactitud alta. Como se observa en la tabla 7, estudios previos donde han aplicado la Escala Observacional de Yale han contado con un mayor tamaño de muestra, a diferencia de los 61 pacientes seleccionados para nuestro trabajo, sin embargo, ésta fue representativa, ya que fue determinada mediante la fórmula para pruebas diagnósticas. Del total de estos estudios, se puede concluir que la YOS no es útil para predecir bacteriemia,sobre todo si se aplica en menores de 3 meses, los bajos resultados son atribuidos a una baja prevalencia de la población seleccionada y a la inmadurez neurológica de los lactantes febriles. Asimismo, se concluye que el rendimiento de la YOS es bajo para pacientes atendidos en consultorio externo ya que no suelen presentar aspecto tóxico y existe poca prevalencia de enfermedad grave. Tabla 7. Comparación de estudios que aplicaron la Escala Observacional de Yale. Muestra (n) Población de estudio Resultados evaluados Sensibilidad (%) Especificidad (%) VPP (%) VPN (%) McCarthy et al10 (1982) 165 EMG, ≤24m, T° ≥38,3°C Enfermedad grave n=37 (15,8%) 77 88 56 97,3 Baker RC et al25 (1989) 154 CE + EMG, 3-24m, rectal ≥39.4ºC Bacteriemia n=19 (12,3%) 68 77 30 Baker MD et al15 (1990) 126 EMG, 29-56d, T° rectal ≥38,2°C Enfermedad grave n=37 (29%) 46 80 49 78 Dala Sierra et al11 (1990) 64 EMG, 1-24m, T° rectal >38,3°C Enfermedad grave n=30 (46,9%) 60 64,7 60 64,7 Teachet al18 (1995) 6611 CE, 90d-36m, Tº ≥39.0°C Bacteriemia n=192 (2,9%) 5,2 96,7 4,5 97,1 Jamunaet al26 (2000) 100 CE, 3-36m, ≥99ºF, fiebre<4d Bacteriemia oculta n=4 (4%) 100 41,6 6,6 100 Chan et al13 (2003) 106 EMG, 2-24m, axilar≥38ºC Enfermedad grave n=7 (6,6%) 43 89 21 96 Banget al14 (2009) 219 Hospitalizados 3-36m, rectal≥38°C Bacteriemia n=58 (28, 16%) 87,9 83,8 68 94,7 Estudio actual 61 EMG, 3-24m, axillar ≥37,6°C Enfermedad grave n=30 (16,4%) 100 (YOS>10) 90(YOS≥16) 59 (YOS>10) 98(YOS≥16) 32 (YOS>10) 90(YOS≥16) 100 (YOS>10) 98(YOS≥16) Autores (año) Nota: EMG = Emergencia, CE = Consultorio externo, m = Meses, d = Días, T° = Temperatura corporal, VPP = Valor predictivo positivo, VPN = Valor predictivo negativo, YOS = Puntaje de obtenido de la Escala Observacional de Yale. 1. 76 Utilidad de la Escala Observacional de Yale como Método de Triaje para Detectar Enfermedad Grave en Lactantes Febriles. Dentro de las limitaciones del estudio, podemos mencionar que al momento de aplicar la Escala Observacional de Yale debe tenerse en cuenta los factores que podrían afectar la evaluación del aspecto clínico tales como: la ansiedad de separación, de hambre, de malestar, la deshidratación, la experiencia del examinador, entre otros. De igual modo, pese a que se demostró su utilidad, esta consta de seis variables cualitativas las cuales son evaluadas de acuerdo al juicio del observador lo que puede conllevar a sesgo. Sin embargo, a pesar de esta debilidad, es preferible emplear una herramienta con variables ya validadas que nos puede ayudar a tomar decisiones para establecer un plan de trabajo rápido y oportuno, en vez de basarse en el criterio empírico del médico que en algunos casos no es el adecuado. Otra de las limitaciones seria el tamaño de la muestra, por lo que sería necesario estudiar un mayor número de pacientes, sobretodo, en diferentes contextos socio-culturales para poder generalizar su uso en el país, especialmente en zonas rurales donde no gozan de la implementación ni de los recursos suficientes. CONCLUSIONES La Escala Observacional de Yale es una herramienta simple, fácil de aplicar, reproducible, segura y costo-efectiva ya que no incluye ningún examen de laboratorio, los cuales, en muchos casos, son pedidos de forma indiscriminada, ocasionando así el uso innecesario de recursos. Si a estas características le sumamos su alta sensibilidad, especificidad, VPP, VPN y además un área bajo la curva COR de 0,982 este estudio demuestra el potencial uso de esta escala como un eficiente método de triaje para detectar enfermedad grave en los lactantes febriles de 3 a 24 meses. Al no existir triaje en algunos hospitales con importante flujo de pacientes, sería ideal la instauración de esta escala que podría contribuir a una clasificación rápida y adecuada, agilizando y descongestionando las consultas en la Emergencia de Pediatría y sobre todo, para ayudar a la detección de enfermedades graves. AGRADECIMIENTOS Al Dr. Carlos Alamo Solis por su constante apoyo a lo largo de nuestra investigación y al Ing. Armando Barrientos Achata por su gran ayuda en el análisis estadístico. Pedro Ochoa Allemant, Evelyn Obregón Julca, Fiorella Núñez del Prado Zora Carbajal, María Cristina Ojeda Nieto, Marcial Anaya Pajuelo. 1. 77 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Mintegi S, Benito J, García S, Corrales A, Bartolomé MJ, Trebolazabala N. Demanda y asistencia en un servicio de urgencias hospitalario. An Pediatr (Barc) 2004;61:156-61. 2. Van der Jagt EW. Fever. In: Hoekelman RA, ed. Primary Pediatric Care. 3rd ed. St. Louis, Mo: Mosby; 1997:959-966. 3. 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Objetivos: Determinar los tipos de retracción del prepucio según la edad en niños menores de 15 años. Materiales y métodos: Se realizó el examen clínico a 360 niños divididos en 9 grupos de 40 cada uno. Fueron atendidos en el Departamento de Pediatría del Hospital Belén de Trujillo. Se evaluó el grado de retracción del prepucio aplicando la clasificación de Kayaba, según grupo etario. Resultados: Muestran que los tipos de retracción del prepucio I y II son más frecuentes en recién nacidos (45% y 52.5%) y niños menores de 6 meses (35% y 32.5%), el tipo V no se encuentra en menores de 6 meses (0% en ambos grupos). En los niños de 11 a 15 años predomina el tipo V (75%) y no se encuentran los tipos I y II (0%). Conclusiones: A mayor edad aumenta la retracción del prepucio. Los tipos de retracción del prepucio I y II predominan en los recién nacidos y niños menores de 1 año de edad y los tipos IV y V predominan en los niños entre 11 y 15 años. Palabras Claves: Retracción del prepucio, tipos. SUMMARY Introduction: The foreskin is the part of the skin covering the glans. At birth, the male newborn has a narrow, adherent and long foreskin, with narrow tip exceeds the distal end of the glans. Objetives: Determine the types of foreskin retraction according to in children under 15 years. Methods: It was performed a clinical examination of 360 children divided into 9 groups of 40 each. Children were treated at the Department of Pediatrics in Hospital Belen in Trujillo. The degree of retraction foreskin was evaluated using the classification ok Kayaba, by age group. Results: They show that foreskin retraction types I and II are more common in newborns (45% and 52.5%) and children younger than 6 months (35% and 32.5%), type V does not exist in children under 6 months (0% in both groups). In children between 11 and 15 years, type V predominates (75%) and are not the types I and II (0%). Conclusions: The older increases to retract the foreskin. Foreskin retraction types I and II predominate in newborn and children under 1 year old and types IV and V in children between 11 and 15 years old. Keywords: Foreskin retraction, types. INTRODUCCIÓN El prepucio es la parte de la piel que recubre el glande. Al nacer, el recién nacido tiene un prepucio estrecho, adherente y largo con punta angosta que sobrepasa el extremo distal del glande y que en el 96% no se puede retraer, dificultando su observación (1). tejido que normalmente sirven de puente entre estas dos regiones anatómicas. En el 90% de los casos estas adherencias habrán desaparecido lo suficiente hacia los 3 años para permitir la retracción del prepucio(2, 3, 4). La dificultad para retraer el prepucio se llama fimosis, en el recién nacido es fisiológica y se debe a adherencias congénitas entre el prepucio y el glande, que en realidad son remanentes de 1. 2. 3. El normal crecimiento y desarrollo del prepucio ha sido mal entendido por la comunidad médica y el público. Morales(5), sostiene que la dilatación forzada así como la circuncisión tienen pocas indicaciones durante la niñez debido a que la Médico - Cirujano, Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo - Perú. Correo electrónico: jmiguel_alfazel@hotmail.com Médico - Pediatra. Profesor de la Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo - Perú. Correo electrónico: sj_alfaro@hotmail.com Médico - Pediatra. Médico Asistente del Hospital Belén. Profesora de la Universidad Nacional de Trujillo. Trujillo - Perú. Correo electrónico: herminialr@yahoo.es Recibido: 31 de Agosto del 2013. Aceptado: 7 de Abril del 2014. Trabajo presentado en la XVI Jornada Nacional de "Pediatría Javier Medina Tello", Trujillo - Perú. José Miguel Alfaro Zelada, Segundo José Alfaro Ríos, Herminia Lázaro Rodríguez. separación incompleta del prepucio y glande es normal y común entre recién nacidos, progresando hacia la adolescencia hasta la separación espontánea, siendo completa en la mayoría de estos niños. Gonzáles(6),Wang y col (7), también observaron que la retracción del prepucio se completa progresivamente hasta la adolescencia siendo innecesaria la circuncisión. La Academia Americana de Pediatría señala que la circuncisión en recién nacidos tiene beneficios y ventajas médicas potenciales así como también desventajas y riesgos. Las ventajas médicas incluyen prevención de infecciones de vías urinarias, balanopostitis, adherencias patológicas y cáncer de pene. Las desventajas médicas incluyen dolor, requerimiento de anestesia y posibles contraindicaciones (8), dentro de las que se consideran las anomalías congénitas del meato urinario (hipospadias y epispadias), trastornos de la coagulación (9) y complicaciones, siendo las más frecuentes hemorragia, infecciones, dolor y estrés psicológico (8, 10).Entre 1979 y 2003, el porcentaje de niños circuncidados en los hospitales de los EE.UU. permaneció relativamente constante entre el 56 y 65% (11). En diferentes partes del mundo, algunos médicos reciben escasa formación sobre el desarrollo fisiológico del prepucio; así ellos, erróneamente diagnostican fimosis a una condición normal de desarrollo del prepucio (12). 1. 79 de 6 meses; 6 meses a menores de 1 año;1 año; 2 años; 3 a 4 años; 5 a 7 años; 8 a 10 años y de 11 años a menores de 15 años, que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: recién nacidos a término, no tener tratamiento tópico con corticoides, no presentar malformaciones congénitas, no asistir al servicio por traumatismo de zona genital, no tener antecedentes de retracción manual forzada del prepucio y desear participar en la investigación. El tipo de retracción prepucial se determinó según la clasificación de Kayaba(13) (Figura 1) que considera: Tipo I: No retracción del prepucio, glande no observable. Tipo II:Retracción permite únicamente exposición del meato uretral. Tipo III:Con exposición del glande hasta la parte media. Tipo IV: Exposición del glande por sobre el surco balano prepucial. Tipo V:Fácil exposición del glande en su totalidad. Por lo expuesto, la retracción del prepucio sobre el glande se realiza espontáneamente como un proceso fisiológico no sujeto a maniobras forzadas; sin embargo, en consultorios externos, muchas madres refieren haber manipulado el pene de sus hijos para forzar la retracción del prepucio sobre el glande como indicación por parte de algún personal de salud. El objetivo del presente estudio es determinar los tipos de retracción prepucial según la edad en niños menores de 15 años. MATERIALES Y MÉTODOS La presente investigación de tipo descriptivo, corte transversal, se realizó en el Departamento de Pediatría del Hospital Belén de Trujillo el año 2009. La muestra está constituida por 360 niños, divididos en 9 grupos de 40 niños cada uno y que corresponden a: recién nacidos, 1 mes a menores Figura 1: Tipos de Retracción del Prepucio. Clasificación de Kayaba. Los datos fueron obtenidos mediante el examen clínico de los niños atendidos diariamente en los servicios de emergencia, consultorio externo de pediatría y neonatología, hospitalización de pediatría y alojamiento conjunto de neonatología del Hospital Belén de Trujillo. Tipos de Retracción de Prepucio en Niños en el Hospital Belén de Trujillo - Perú. 1. 80 RESULTADOS El cuadro Nº 1 muestra los diferentes tipos de retracción de prepucio y su distribución de acuerdo a los diferentes grupos etarios considerados en el estudio para niños menores de 15 años de edad atendidos en el Hospital Belén de Trujillo. 52.5%, alcanzando ambos el 97.5%;el tipo III es 2.5% y los tipos IV y V 0%. Además, a medida que avanza la edad, los tipos de retracción del prepucio I y II disminuyen en frecuencia y se incrementan los tipos IV y V en el grupo de niños de 11 a 15 años, en donde la retracción del prepucio tipo IV es 20% y el tipo V 75%, alcanzando ambos 95%, mientras que el tipo III es 5% y los tipos I y II 0%. En el grupo de recién nacidos se observa que la retracción del prepucio tipo I es del 45%, el tipo II CUADRO Nº 1. TIPOS DE RETRACCIÓN DEL PREPUCIO SEGÚN LA EDAD EN NIÑOS MENORES DE 15 AÑOS ATENDIDOS EN EL HOSPITAL BELÉN DE TRUJILLO, 2009. TIPOS DE RETRACCIÓN GRUPO ETARIO TIPO I TIPO II TIPO III TIPO IV TIPO V Nº 18 % 45 Nº 21 % 52.5 Nº 1 % 2.5 Nº 0 % 0 Nº 0 % 0 14 35 13 32.5 8 20 5 12.5 0 0 7 17.5 8 20 16 40 9 22.5 0 0 1 año 4 10 8 20 19 47.5 8 20 1 2.5 2 años 2 5 5 12.5 17 42.5 14 35 2 5 3 a 4 años 0 0 8 20 14 35 16 40 2 5 5 a 7 años 4 10 0 0 10 25 16 40 10 25 8 a 10 años 5 12.5 1 2.5 2 5 17 42.5 15 37.5 11 años a < de 15 años 0 0 0 0 2 5 8 20 30 75 Recién nacido 1 mes a < de 6 meses 6 meses a < de 1 año DISCUSIÓN El prepucio conforma la cobertura anatómica del glande. Elder (14) sostiene que el prepucio aparece como un anillo de epidermis a las seis semanas de gestación, creciendo hasta el extremo del glande hasta las 16 semanas. La individualización del prepucio y el glande comienza a las 24 semanas de gestación y progresa hasta el nacimiento, sin llegar a ser completa en la gran mayoría de los recién nacidos. Hay varias afirmaciones que explican la individualización balano prepucial. Las adherencias que unen la superficie interior del prepucio con el glande se desintegran de manera natural y provocan el desprendimiento del prepucio, separándolo del glande y permitiendo que el prepucio sea espontáneamente retráctil (12). Su separación incompleta es normal en neonatos e infantes(15, 16) cambiando progresivamente hasta ser completa en la adolescencia (17). Soriano(18) señala que existen dos fenómenos fisiológicos distintos que favorecen la separación del glande del prepucio. Uno es que la descamación de las células epiteliales y la secreción sebácea de la cubierta interna del prepucio se acumulan en el incipiente espacio prepucial, formando una sustancia blanca y cremosa denominada “smegma”, cuyo acúmulo en muchos niños menores de 5 – 7 años es visible por transparencia a través de la piel prepucial. Este acúmulo permite que el espacio prepucial se agrande naturalmente y no debe ser considerado patológico ni confundido con un quiste sebáceo o con material purulento. El otro, constituido por el José Miguel Alfaro Zelada, Segundo José Alfaro Ríos, Herminia Lázaro Rodríguez. crecimiento del prepucio, que en un comienzo es menor y retardado en relación al crecimiento del glande. El niño en sus diferentes etapas (recién nacido, lactante, preescolar, escolar y adolescente), atraviesa por una serie de cambios. El extremo distal del prepucio se vuelve más ancho, parece hacerse más corto y el tronco del pene aumenta de tamaño.También contribuyen con la retracción del prepucio las erecciones del pene en el lactante y en el niño(19), por lo que la circuncisión infantil de rutina realizada en un niño sano se considera ahora una intervención no terapéutica y médicamente innecesaria (20). Si bien hay niños menores de 4 años en los que el prepucio puede ser completamente rebatido como se observa en nuestros resultados, en la gran mayoría de los niños existen adherencias balano prepucial en diferente grado; sin embargo, deberá esperarse para intentar la movilización prepucial porque ésta se va a realizar espontáneamente en la medida que el niño avanza en edad (21, 22). Los resultados obtenidos en el presente estudio permiten caracterizar la variación de los tipos de retracción del prepucio que se presentan desde el recién nacido hasta el niño menor de 15 años. No se observan prepucios completamente retráctiles tipo V en recién nacidos y niños menores de 1 año. Recién el 12.5% en niños de 1 a 4 años y 25% de niños de 5 a 7 años, presentan retracción del prepucio tipo V. 1. 81 En relación a los niños entre los 11 y 15 años de edad, el 75% presentó retracción del prepucio tipo V. Este último resultado es inferior al obtenido por Soriano y col (18) en Chile, quienes reportan prepucios completamente retráctiles tipo V en 95%, lo que puede ser explicado porque el trabajo de Soriano incluyó niños hasta los 18 años, mientras que en el nuestro fueron hasta los 15 años, reafirmando que a mayor edad del niño hay mayor retracción del prepucio. Por otro lado, Kayaba (13) reportó retracción del prepucio tipo V de 0% en menores de 6 meses, 40% entre los 8 y 10 años y 62.9% entre 11 y 15 años en niños japoneses, resultados semejantes a los de nuestro estudio, lo que puede ser explicado por la similitud en las edades de los niños estudiados. CONCLUSIONES La retracción del prepucio aumenta a medida que aumenta la edad. Los tipos de retracción del prepucio I y II predominan en los recién nacidos y niños menores de 1 año de edad y los tipos IV y V predominan en los niños entre 11 y 15 años. Se debe considerar que no hay suficiente motivo para que los padres y/o el personal de salud realicen o indiquen la independización del prepucio del glande, sino hasta que ésta se realice espontáneamente. Así se evitarán las complicaciones físicas y psicológicas por estas prácticas innecesarias. 1. 82 Tipos de Retracción de Prepucio en Niños en el Hospital Belén de Trujillo - Perú REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Hoekelman RA, Friedman SB, Nelson NM, Seidel HM. Atención Primaria en Pediatría. 3º edición. Hart Court Brace Publishers International. España 1998: 1517. 2. Kliegman RM, Stanton BF, St. Geme JW, Schor NF, Behrman RE, Nelson: Tratado de Pediatría. 19º edición. Barcelona – España: Editorial ELSEVIER. España 2013: 1925. 3. PolinRA, Ditmar MF. Secretos de la pediatría. 3º edición. Ed. McGraw Hill Interamericana. México 2003: 492. 4. Cardona, David. Una alternativa en el manejo de la fimosis. Acta pediátr. Costarric vol. 13 n. 1 San José. Enero 1999; 13: 23 – 26. 5. 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Acta Paediatr Jpn 1997;39(4):403-5. Rev. Perú. pediatr. 67 (2) 2014 1. 83 Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basado en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. Proposed Implementation of a Protocol Based on the Evidence of Noninvasive Mechanical Ventilation in Critical Children. José Tantaleán Da Fieno1, Raúl Rojas Galarza2,Christian Aburto Torres3, Rubén Arones Rojas4,Guillermo Bernaola Aponte5, Carlos Gonzales Saravia2,Raffo Escalante Kanashiro3, Pamela Muñoz Huerta6, Diana Poma Quispe3, Gabriela Mallma Arrescurrenaga7, Rosa Weiss Sosa8. RESUMEN La Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI) es una estrategia utilizada en la atención de pacientes que requieren soporte ventilatorio, que ha venido ganando aceptación. El sistema de salud nacional presenta una demanda creciente de niños que requieren este soporte. Objetivo: Normarla aplicación y vigilancia de la VMNI en un establecimiento de salud de nivel terciario. Materiales y Métodos: Se evaluaron los estudios y documentos consultados según la escala de valoración de la evidencia y gradación de las recomendaciones recomendada por la Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN)y se plasmaron en el protocolo propuesto. Se plantearon las siguientes interrogantes: 1)¿Cuáles son las modalidades de VMNI empleadas en pediatría?; 2) ¿Cuáles son las indicaciones clínicas y/o de laboratorio para iniciar la VMNI?; 3) ¿Cuáles son las indicaciones clínicas y/o de laboratorio para iniciar la VMNI en los Servicios de Emergencia, Hospitalización y la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos?; 4) ¿Durante qué tiempo y cuál es el intervalo para monitorizar si la VMNI está resultando como alternativa terapéutica?; 5) ¿Cuáles son las complicaciones de la VMNI?; 6) ¿Cuáles son los mejores predictores de éxito y de fracaso de la aplicación de la VMNI?; 7) ¿Cuáles son los mejores indicadores para monitorizar el empleo de VMNI?; 8) ¿Cuál es la conducta a seguir frente al fracaso de la VMNI?; 9) ¿Qué personal está calificado para la aplicación de la VMNI?; 10) ¿Qué personal y material es requerido para la aplicación de la VMNI?; 11) ¿Cuál es la secuencia recomendada para la aplicación de la VMNI de inicio? Resultados: Se desarrolla el protocolo y se presentan las recomendaciones graduadas según nivel de evidencia incluyendo el algoritmo y definiciones. Conclusión: Se presenta un protocolo de manejo de la ventilación mecánica no invasiva en niños, basado en la mejor evidencia disponible. Palabras Clave: Ventilación mecánica no invasiva, protocolo, niños. SUMMARY Noninvasive mechanical ventilation (NIV) is used for patients who require ventilator support, and is increasingly used. At national health system, the demand for this kind of support is increasing. Objective: To establish norms for application and surveillance of NIV in a tertiary health care level hospital. Materials and Methods: Studies and documents retrieved were evaluated according to the evidence evaluation scale and graduation of recommendations postulated by the Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN); after that, the protocol was developed.We developed answers to the following questions: 1)What types 1. Médico– Pediatra Intensivista. Jefe de Departamento de Emergencia y Áreas Críticas del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. correo electrónico: tantaleanjose@hotmail.com 2. Médico – Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. 3. Médico – Pediatra Intensivista del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. 4. Médico – Pediatra del Servicio de Emergencias del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. 5. Médico – Neumólogo Pediatra del Hospital III Suárez, Angamos. EsSalud. Lima – Perú. 6. Médico – Neurólogo Pediatra del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. 7. Terapista Respiratorio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. 8. Enfermera Pediátrica del Instituto Nacional de Salud del Niño. Lima – Perú. Declaratoria de conflicto de intereses: Los autores del presente protocolo declaran no tener ningún conflicto de interés en el desarrollo y revisión del mismo. Recibido:26 de Marzo del 2014. Aceptado: 18 de Junio del 2014. 1. 84 Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. of NIV are used in children?; 2) Which are the clinical or laboratory indications to start NIV?; 3) Which are the clinical or laboratory indications to start NIV in the PICU, emergency room or guards?; 4) How long and how often should NIV be monitored to evaluate its efficacy?;5) What are the possible complications of NIV? 6) Which are the best predictors for success or failure of NIV; 7) Which are the best indicators to evaluate NIV?; 8) Which one steps should we follow in case of failure of the NIV?; 9) Who are the people qualified for application of NIV?; 10) What kind of people and INTRODUCCIÓN La Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI) se refiere a la aplicación de apoyo ventilatorio a través de la vía aérea superior del paciente usando una interfase (nasal, máscara oronasal, facial o casco cefálico). Esta técnica se distingue de aquella en la cual se evita la vía aérea superior con un tubo traqueal, máscara laríngea o traqueostomía, considerada invasiva.(1) Usualmente, la VMNI se aplica a pacientes con enfermedad pulmonar y enfermedad neuromuscular de grado variable, en quienes la falla respiratoria es una complicación, algunas veces inevitable.(2) Desde la década de 1940, la VMNI ha evolucionado en paralelo con la ventilación mecánica invasiva en el cuidado de los pacientes con Insuficiencia Respiratoria Aguda (IRA). Una de las principales razones del uso cotidiano sostenido de la VMNI en los últimos 20 años en pediatría, es el incremento en las publicaciones que sobre el tema se han divulgado de diferentes poblaciones y contextos clínicos de aplicación. Aunque no reflejen con exactitud la realidad del empleo de la VMNI hasta la década del 2000, numerosos reportes de la VMNI en contextos de cuidados críticos, indican que actualmente está ampliamente disponible y se utiliza de forma rutinaria por un número creciente de médicos.(3) supplements are needed for NIV?; 11) What is the recommended sequence for NIV application? Results: The protocol was developed and graduated recommendations are presented according to their level of evidence, including an algorithm and definitions. Conclusion: A protocol for management of noninvasive ventilation in children, based to the best evidence available, is presented. Key Words: Noninvasive mechanical ventilation, protocol, children. describió que uno de cada dos niños ingresados en UCIP requiere ventilación mecánica. La IRA fue la razón más común para la ventilación mecánica. La prueba de respiración espontánea fue el método más utilizado para el retiro de la ventilación mecánica. La VMNI se usó en el 15% de los pacientes.(5) Otro estudio prospectivo en Latinoamérica (Argentina, 2008) describió que la VMNI mejora la hipoxemia y los signos y síntomas de la IRA. La VMNI pareció ofrecer a estos pacientes, protección contra la intubación endotraqueal.(6) En el Perú, no se recuperaron reportes oficiales sobre el empleo de la VMNI. Un estudio retrospectivo en EE. UU. (2003 -2004) describió que la adición de BiPAP (Presión Positiva en la Vía Aérea en Bi-Nivel, de sus siglas en inglés) en el tratamiento del estado asmático refractario al tratamiento convencional en pediatría, era seguro y bien tolerado.(4) Existen diversas modalidades de VMNI: CPAP (Continuous Positive Airway Pressure o Presión Positiva Continua en la Vía aérea, en el cual se genera un nivel de presión positiva en la vía aérea mediante un flujo continuo, siendo la respiración del paciente espontánea), BiPAP (Biphasic Positive Airway Pressure o Presión Positiva en la Vía aérea en Bi-Nivel, modalidad de presión producida mediante una turbina que administra dos niveles de presión: IPAP durante la inspiración y EPAP durante la espiración; permite la sincronización con la respiración espontánea del paciente mediante un trigger de flujo muy sensible, así como la compensación de las fugas alrededor de la mascarilla) y ventilación asistida proporcional (Modalidad asistida en la que se programa una proporción de ayuda al esfuerzo inspiratorio del paciente; de esta manera, el paciente recibe una presión de soporte proporcional a sus necesidades en cada ciclo respiratorio).(7) Un estudio prospectivo (Latinoamérica, España y Portugal, 2007 – 2008) en la temporada de infecciones agudas de las vías aéreas inferiores, Desde la década de los noventas, la idea de sistematizar el apoyo a la práctica clínica, comienza a tener auge.(8) Se inició con el CÓMO José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 85 (qué herramientas emplear), CUÁNDO (en qué circunstancias), QUIÉN (qué áreas)(9) y cómo estos conceptos ayudaban en la práctica médica general.(10) La pregunta que con esta última información aparece en el trabajo médico diario es ¿Por qué un documento de cuidados críticos basado en la evidencia? Porque desde hace más de una década, existe evidencia que las prácticas basadas en la evidencia, agrupadas en un protocolo, mejoran el resultado de la atención del paciente. Estos protocolos son “fáciles de desarrollar, implementar y auditar, y da a los proveedores de los cuidados de la salud, un método práctico para la aplicación de la práctica basada en la evidencia”.(11) Actualmente existen diversos instrumentos que proporcionan las bases para el desarrollo de este tipo de documentos.(12,13,14) El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) es una institución de nivel III-2, que recibe pacientes referidos de todos los Hospitales del país. En los últimos años, y a consecuencia de la mayor y más prolongada sobrevida de pacientes con patologías previamente letales, el INSN ha recibido un número creciente de niños con condiciones crónicas complejas e insuficiencia respiratoria actual o inminente, lo que ha generado dificultades en su atención debido a una demanda de equipos de VM mayor a la prevista. Asimismo, el INSN actualmente recibe con mayor frecuencia pacientes en mayor grado de severidad, muchos de los cuales requieren la aplicación de un VM. En este escenario, y siendo la VMNI una estrategia probada tanto para pacientes agudos como para crónicos y crónicos agudizados, se realizó el presente trabajo, el que representa una propuesta de atención de VMNI en los niños hospitalizados en el INSN que requieran soporte ventilatorio, la que a su vez pueda constituir una guía para el desarrollo de protocolos similares o diferentes temas, en otras instituciones. OBJETIVOS GENERAL: Normar la aplicación y vigilancia de la VMNI. ESPECÍFICOS DEL PROCESO: • Establecer el uso apropiado y seguro de la VMNI. • Disminuir la variabilidad en la indicación y aplicación de la VMNI. • Disminuir la tasa de empleo de ventilación • • • • • • mecánica invasiva (VMI). Disminuir la tasa de fracasos de retiro de VMI. Disminuir el tiempo de estancia hospitalaria en pacientes con VMI. Disminuir la tasa de infección intrahospitalaria en pacientes con VMI. Elaborar e implementar un protocolo de aplicación de VMNI. Implementar un registro de pacientes usuarios de la VMNI. Analizar trimestralmente el registro para mejorar la aplicación de la VMNI. ESPECÍFICOS DEL PACIENTE: • Aumentar la ventilación alveolar. • Mejorar la oxigenación arterial. • Disminuir el trabajo respiratorio. • Prevenir las complicaciones. PERSONAL A QUIENES VA DIRIGIDO: ALCANCE Personal Profesional y no profesional que atienden pacientes en los siguientes Servicios: • • • • • • Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Emergencia Pediátrica. Neumología Pediátrica. Neurología Pediátrica. Medicina Pediátrica. Otros servicios que brinden los cuidados especiales al paciente en VMNI. POBLACIÓN DIANA / EXCEPCIONES(7,15,16,17,18) CRITERIOS DE INCLUSIÓN(3)[D]: La aplicación de la VMNI bajo este protocolo, incluye a los pacientes que presenten las siguientes patologías (que conducen a la IRA, pero no de manera exclusiva), condición hemodinámica o característica(3): • • • • • • • • • • Edad de 2 meses a 17 años. Neumonía. Edema pulmonar. Atelectasias. Fibrosis Quística. Asma. Enfermedades neurológicas y musculares (Atrofia Muscular Espinal, Distrofia muscular de Duchenne, lesión de la médula espinal). Obstrucción de la vía aérea (incluido laringotraqueomalacia). Atelectasias postextubación. Insuficiencia respiratoria aguda inminente de cualquier etiología. 1. 86 • • • Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. Insuficiencia respiratoria crónica – reagudizada. Previo a la aplicación de la intubación traqueal, en pacientes seleccionados. En pacientes NO CANDIDATOS para la intubación traqueal o cuando la familia o el paciente la rechazan.(18) CRITERIOS DE EXCLUSIÓN(3)[D]: La aplicación de la VMNI no incluye a los pacientes con las siguientes patologías o estados hemodinámicos: • • • • • • • • • • • Inestabilidad Hemodinámica. Compromiso del estado mental (excepto el debido a retención de CO2). Compromiso bulbar moderado a severo. Incapacidad para manejar las secreciones orales. Incapacidad para tolerar la máscara nasal o facial. Hipoxemia refractaria. Malformaciones o traumatismos craneofaciales severos. Neumotórax. Sangrado gastrointestinal alto. Cirugía. Indicación de intubación: -Acidosis respiratoria por pH <7,25. -SaO2 <90% con FiO2 >0,6 o Pa/FiO2 <100. -Vía aérea inestable. METODOLOGÍA En la elaboración del presente Protocolo se consultaron adicionalmente, el Dynamed “Noninvasive positive pressure ventilation in infants and children”(19) y el “Manual de Elaboración de Protocolos”(20) para guiar el proceso metodológico y de búsqueda bibliográfica; se plantearon los objetivos y se solicitó la opinión del personal asistencial sobre los pasos (actividades) realizadas en el proceso de aplicación de la VMNI. Con base en lo planteado, se elaboraron las preguntas PICO y se realizó la búsqueda de la evidencia en PubMed, Tripdatabase y Lilacs con los términos: “ventilation”, “non invasive”, “children”. El periodo de búsqueda se realizó del 04 al 18 de marzo del 2013; no se planteó límite idiomático, de tipo de estudio ni de antigüedad de la publicación. El total de la evidencia fue evaluado según la escala de valoración de la evidencia y gradación de las recomendaciones recomendada por la Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN), distribuido entre los integrantes del grupo de elaboración del protocolo.(21) ¿Cuáles son las modalidades de VMNI empleadas en Pediatría?(7,19) Existen diversas modalidades de ventilación no invasiva: CPAP, BiPAP, Ventilación Asistida Proporcional y Cánula Nasal de alto flujo(3)[D]. CPAP Se genera un nivel de presión positiva en la vía aérea mediante un flujo continuo. Su utilidad está casi limitada a pacientes prematuros, lactantes con bronquiolitis y en el edema pulmonar cardiogénico. También se utiliza en niños con síndrome de apnea obstructiva. Se puede administrar mediante un tubo nasofaríngeo conectado a respirador convencional, o mediante un flujo continuo a través de cánulas nasales sujetas con arnés (conocida como “Infant flow system”)(3).(7) BiPAP Modalidad de presión producida mediante una turbina que administra dos niveles de presión (IPAP durante la inspiración y EPAP durante la espiración) y que permite la sincronización con la respiración espontánea del paciente mediante un trigger o “gatillo” de flujo muy sensible, así como la compensación de las fugas alrededor de la mascarilla. Es la modalidad de uso más generalizada para todo tipo de pacientes y situaciones clínicas(3).(7) Puede ser usado en varios “modos”: Modo Asistido Espontáneo (solo apoyo de presión). El paciente puede iniciar el “apoyo respiratorio” al generar esfuerzo para respirar. Modo espontáneo/sincronizado (S/T). Proporciona una combinación de respiración mecánica de respaldo (respiración mandatoria asincrónica intermitente) más apoyo de respiraciones espontáneas (respiración asistida provocada espontáneamente). En esta modalidad se suministrara IPAP cuando su frecuencia respiratoria sea inferior a la prefijada. Modo Sincrónico (T). Proporciona respiraciones mandatorias asincrónicas sin opción de respiraciones asistidas provocadas espontáneamente. Modo de Presión Control (PC). Permite la simulación de la ventilación limitada por presión José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 87 y ciclada por tiempo; el paciente puede respirar de forma espontánea en todo momento, pero el número de respiraciones mandatorias está especificado. Ventilación Asistida Proporcional Modalidad asistida en la que se programa una proporción de ayuda al esfuerzo inspiratorio del paciente; de esta manera, el paciente recibe una presión de soporte proporcional a sus necesidades en cada ciclo respiratorio. La ventilación asistida proporcional es la modalidad ventilatoria más moderna, recientemente incorporada en adultos con buenos resultados(3).(7) Cánula Nasal de alto flujo Entrega de alta tasa de flujo de gas a través de cánula binasal. El incremento del flujo de gas produce una presión de distensión continua. Los usos clínicos pueden incluir tratamiento primario para el síndrome de dificultad respiratoria. No existe evidencia actual para su uso en: Apnea del prematuro, destete de CPAP nasal y prevención de fracaso de la extubación(3).(19) ¿Cuáles son las indicaciones clínicas y/o de laboratorio para iniciar la VMNI?(19,22,23,24,25) La condición básica para usar VMNI es que el paciente debe presentar esfuerzo respiratorio (3)[D]. Las indicaciones en enfermedades crónicas están más aceptadas y mejor estudiadas que en las enfermedades agudas, en la edad pediátrica (3)[D].(22)Las enfermedades que probablemente están asociadas a beneficio de la aplicación de la VMNI son: a) Insuficiencia Respiratoria Crónica(3): • Enfermedades del sistema nervioso central con alteración del centro respiratorio: -Congénitas (ej. malformaciones del SNC, Arnold-Chiari, siringomielia, y otros). -Adquiridas (ej. tumores cerebrales, malformaciones vasculares y otros). -Mielomeningocele. • Trastornos respiratorios durante el sueño: -SAHS (síndrome de apnea-hipopnea del sueño). -Hipoventilación alveolar central secundaria (ej. Síndrome Pickwick, obesidad mórbida). -Síndrome de Prader-Willi, síndrome de Williams y otros. • • Anormalidad de la caja torácica y de la columna vertebral: -Escoliosis juvenil idiopática y progresiva. -Formas leves de distrofia torácica asfixiante. -Acondroplasia. -Cifoescoliosis. -Osteogénesis imperfecta. Enfermedades neuromusculares con afectación de los músculos respiratorios: -Enfermedades de la segunda motoneurona (ej. atrofia muscular espinal y otras). -Síndrome de Guillain-Barre. -Enfermedades o daño del nervio frénico (Charcot-Marie-Tooth, iatrogenia). -Miastenia Gravis y otros síndromes miasténicos congénitos. -Miopatías (ej. congénitas, inflamatorias, enfermedades de depósito y otras). -Distrofias musculares. -Distrofia miotónica. -Secuelas de lesiones traumáticas de la medula espinal. -Miopatía nemalínica. • Desordenes de hipoventilación obesa: -Obesidad mórbida con Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño. • Síndrome superpuestos (Obstrucción de las vías aéreas superiores y disfunción restrictiva pulmonar). -Espina bífida (complicaciones pulmonares – Malformación de Arnold- Chiari, disfunción pulmonar restrictiva, Obstrucción de la vía aérea superior). -Parálisis Cerebral (distonía laríngea y disfunción pulmonar restrictiva). • Obstrucción Crónica de la vía aérea superior: -Síndrome de apnea obstructiva complicada por hipercarbia. -Síndrome de Down (hipoplasia maxilar, macroglosia). -Síndrome Craniofacial con hipoplasia mandibular o de la línea media. -Síndrome de Pierre-Robin (y otras micrognatias). • Enfermedades respiratorias del tracto inferior y del parénquima: -Displasia broncopulmonar. -Fibrosis quística avanzada complicada 1. 88 Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. por hipercarbia. -Enfermedades fibrosantes pulmonares. -Traqueomalacia. b) Insuficiencia Respiratoria Aguda(3): • Tipo I: -Neumonía. -Edema agudo de pulmón. -Traumatismo torácico. -Síndrome dificultad respiratoria aguda. -Bronquiolitis severa. • • Tipo II: -Bronquiolitis severa. -Estado asmático y otros estadios de la enfermedad. -Apneas obstructivas. -Apneas centrales. -Obstrucción de vía aérea superior (ej. laringitis, laringotraqueitis, etc.). -Enfermedades neuromusculares. -Distrofia Muscular de Duchenne. -Atrofia Muscular Espinal. -Síndrome deGuillain-Barre. -Fibrosis Quística. -Miastenia Gravis. Otras situaciones: -Insuficiencia respiratoria en el postoperatorio (escoliosis, cirugía cardiaca, apnea post adenoamigdalectomía). -Complicaciones pulmonares de la anemia de células falciformes. -Extubación temprana o fracaso de la misma. -Apoyo en procedimientos con sedación. -Insuficiencia respiratoria grave en enfermedad terminal (indicación paliativa). -Exacerbaciones agudas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. -Insuficiencia respiratoria en el postoperatorio. -Pacientes inmunocomprometidos con falla respiratoria (receptor de trasplante de órgano sólido, tumores malignos y cánceres hematológicos). -Enfermedad de Células falciformes con Síndrome torácico agudo (STA). ¿Cuáles son las indicaciones clínicas y/o de laboratorio para iniciar la VMNI en los Servicios de Emergencia, Hospitalización y la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos?(25) Existen diferentes criterios y recomendaciones para el inicio de aplicación de VMNI en diferentes ámbitos hospitalarios (3)[D]. a.Criterios de inicio en Emergencias Pediátricas Actualmente, en los Servicios de Emergencia Pediátrica, hay limitadas condiciones para tratar al paciente pediátrico en IRA, con VMNI. Por tanto, se recomienda la VMNI en Emergencia como una herramienta más para estabilizar al paciente hasta su traslado a la UCIP o sala de hospitalización donde se cumplan las condiciones adecuadas para realizar de forma segura el seguimiento del paciente con VMNI.[A] Existe evidencia que la VMNI podría ser un tratamiento complementario a la nebulización continua en pacientes con fibrosis quística, pues se ha demostrado que aumenta el depósito de fármaco en las vías aéreas (1++)(26) y en los pacientes con asma, mejora las puntuaciones en las pruebas funcionales(1+)(27). b.Criterios de inicio en la Unidad de Cuidados Intermedios o en Sala de hospitalización No se recomienda de manera rutinaria el inicio de la VMNI en el paciente pediátrico con patología aguda, en la Sala de hospitalización (3)[D]. Existen experiencias puntuales en pacientes oncológicos y neuromusculares con IRA o crónica agudizada en algunos centros, pero es necesario disponer de personal entrenado que pueda solventar cualquier problema que surja durante las 24 horas del día. La opción ideal para atender a estos pacientes sería disponer de una Unidad de Cuidados Intermedios con un número suficiente de personal de enfermería entrenado. Por lógica, son pacientes con criterios clínicos de ingreso pero que no cumplen ninguno de los criterios que implica ingreso en UCIP. c. Criterios de inicio de la VMNI en la UCIP Los factores descritos para recomendar el inicio de la VMNI en la UCIP son la acidosis respiratoria, la falta de mejoría con VMNI en Sala de hospitalización durante las primeras 2 horas y la etiología del fracaso respiratorio (neumonía y asma) (3)[D]. En cada caso se deben considerar diferentes criterios (3)[D]:(25) José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 89 a.Criterios clínicos: • Síntomas y signos de dificultad respiratoria aguda (disnea moderada o grave, frecuencia respiratoria incrementada para la edad, uso de músculos accesorios de la respiración y respiración paradójica). b.Criterios gasométricos: • Presión arterial de CO2 (PaCO2) > 45 mmHg y pH < 7.35, o • Cociente PaO2/FiO2 (P/F) < 250, o • Si no se dispone de gasometría arterial: Cociente saturación transcutánea de oxígeno (SatO2)/FiO2 (S/F)(3,4)< 320 (este último criterio debe aplicarse cuando la SatO2 es menor o igual al 97% ya que en caso de ser superior pierde correlación con el P/F). • Indicación a juicio clínico del evaluador. c) Naturaleza del proceso que ha llevado al paciente a un cuadro de IRA. d) Ausencia de contraindicaciones. ¿Durante qué tiempo y cuál es el intervalo para monitorizar si la VMNI está resultando como alternativa terapéutica?(28) Los niveles de oxígeno en sangre mejoran con la VMNI rápidamente. Por ello, la monitorización de la saturación de oxígeno (SatO2) es una herramienta útil aunque no evita la necesidad de realizar gasometrías arteriales en los primeros momentos del tratamiento. Idealmente, en las primeras 24 horas debe monitorizarse la SatO2 de forma continua, con el objetivo de mantenerla por encima del 85-90%, con aporte de oxígeno si fuera preciso(3)[D]. La medición de gases en sangre arterial se recomienda realizar al comienzo y después de 1-2 horas de iniciada la VMNI (3)[D]. Sólo en las unidades de alta dependencia se suele disponer de una vía arterial en las primeras 24 horas. En los casos de mejoría, el siguiente control de los gases arteriales será a las 4-6 horas, y luego va a depender de la evolución clínica del paciente(3)[D]. En caso de no obtener mejoría o que está sea lenta, será preciso realizar controles con más frecuencia para ajustar el aporte de oxígeno o los parámetros del ventilador. Si no se obtiene una mejoría en la PaCO2 y el pH, después de 1-2 horas de instalada la VMNI, debemos valorar suspenderla y considerar la intubación traqueal, en aquellas situaciones donde esté indicada la VMNI(3)[D]. La interrupción de la VMNI debe realizarse para administrar medicación por vía oral, alimentos, fisioterapia, etc.(3). ¿Cuáles son las complicaciones de la VMNI?(7,18,29) Las complicaciones asociadas a la VMNI se dividen en cuatro grupos(3)[D]: a) Derivadas de la mascarilla: Incomodidad/ molestias (30-50%), eritema del puente nasal/ facial (5-10%), presión/ulceración del puente nasal, claustrofobia, conjuntivitis irritativa (3). b) Derivadas de la presión/flujo de aire: Congestión nasal (20-50%), sequedad nasal/oral (10-20%), epistaxis, distensión gástrica, aspiración alimentaria (no iniciarla VMNI hasta pasada 2 hora tras la comida)(7)(3). c) Derivadas de las fugas: Dolor de oídos/ senos (10-30%), otitis, sinusitis, imposibilidad de ventilación adecuada (10-15%), irritación conjuntival, úlcera corneal. d) Otras menos frecuentes (complicaciones mayores, menos del 5%): Neumotórax (más frecuente en pacientes con enfermedad pulmonar bullosa), hipotensión, neumonía aspirativa, mayor desaturación y parada cardiaca por falla respiratoria hipoxémica y retardo en la intubación (3). ¿Cuáles son los mejores predictores de éxito y de fracaso de la aplicación de la VMNI?(30,31,32) Los mejores predictores de éxito (2+)[C] de la VMNI son: • Empleo según la finalidad: Uso preventivo (77% de efectividad), uso de rescate (63%) y uso electivo (52%). • Menor puntaje de gravedad, en la evaluación de inicio. • Menor requerimiento de oxígeno, al inicio y a las 2 horas de la VMNI, medido por el valor de FiO2. • Menor edad(2+). Los mejores predictores de fracaso (2+)[C] de la VMNI son: • Empleo de la VMNI mayor de 12 horas (2+). • Progresión de la dificultad respiratoria. • Disminución del sensorio. • Hipoxemia. • Hipercarbia. • Tendencia a la acidosis al inicio de la VMNI. 1. 90 • • • • • Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. Obstrucción alta de la vía aérea. Bajo peso al nacer (menor de 750 G) (3). Prematuridad (menor de 26 semanas) (3). Sepsis (3). Neumotórax. ¿Cuáles son los mejores indicadores para monitorizar el empleo de VMNI?(28,33) La monitorización de la VMNI debe realizarse con criterios clínicos, gasométricos y de saturometría de oxígeno (3)[D]. • Evaluación Clínica Mínima: Nivel de conciencia, movimiento de la pared del tórax, uso de músculos accesorios para la respiración, comodidad del paciente, sincronización del esfuerzo respiratorio con el ciclo respiratorio, frecuencia respiratoria y latidos cardiacos. Debe ser lo suficientemente frecuente para evaluar la respuesta al tratamiento y ajustar los parámetros respiratorios (3). • Evaluación con Gasometría: Luego de 1 a 2 horas de VMNI y luego de 4 a 6 horas, si la primera mostró poca mejoría. Si no hay mejoría en el pH y la PaCO2 luego de este periodo (1 a 2 horas), la ventilación invasiva debe ser considerada. Siempre será considerado URGENTE independiente del ambiente y la condición clínica en la cual se encuentre el paciente (3). • La Saturación de Oxígeno: Debe ser monitoreada continuamente, al menos por las primeras 24 horas y el oxígeno suplementario debe ser administrado para mantener la SatO2 > 90% (3). ¿Cuál es la conducta a seguir frente al fracaso de la VMNI?(33) Se recomienda que antes de catalogar como fracaso de la VMNI, confirmar que el tratamiento fue adecuado (3)[D]. Se debe investigar: ¿Fue tratamiento de la enfermedad primaria adecuada? • ¿La medicación prescrita ha sido administrada? • Considerar la fisioterapia respiratoria. ¿Hubo complicaciones? • Neumotórax, bronco-aspiración. ¿La presión arterial de CO2 permanece elevada? • ¿Está el paciente recibiendo demasiado • • • • • • oxígeno? Ajustar el FiO2 para mantener la Saturación de Oxígeno >90%. ¿Fuga mucho aire? Ajustar la máscara. Si la máscara nasal esta siendo usada, verificar si la máscara facial reduce la fuga. Verificar si las conexiones son correctas y no hay agujeros en el circuito. ¿Ha ocurrido re-inhalación? Verifique que la válvula de exhalación (cuando está presente) es permeable (puede ser bloqueado por las secreciones) y considerar el aumento de la EPAP. ¿Está el paciente sincronizado con el respirador? Observe la frecuencia respiratoria ajustada y la relación I:E (si está asistido controlado). Verifique los “disparadores” inspiratorios y espiratorios (si son ajustables). Considere incrementar EPAP (si tiene un paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). ¿Es la ventilación adecuada? Observe la expansión torácica. Incremente IPAP o el volumen. Considere incrementar el periodo inspiratorio o la frecuencia respiratoria. Considere otro modo ventilatorio, si está disponible. Si la Presión arterial de CO2 está reducida, pero la Presión arterial de O2 permanece baja. • Incremente el FiO2. • Considere incrementar el EPAP(3). En el caso de que todo esto ha sido verificado y el paciente no ha presentado mejoría, considerar el fracaso terapéutico: • La Ventilación Invasiva está INDICADA (3). ACTIVIDADES Y PROCEDIMIENTOS EN LA APLICACIÓN DE LA VMNI ¿Qué personal está calificado para la aplicación de la VMNI?(34) La asistencia de los pacientes con VMNI debe llevarse a cabo conjuntamente por todo el equipo profesional de la UCIP: médicos, enfermeras y personal auxiliar (3)[D]. Es importante crear equipos de trabajo multidisciplinario con la participación de intensivistas, neumólogos, fisioterapeutas y nutricionistas que ayudarán en la valoración y manejo del paciente y permitirán un correcto seguimiento al alta. • El equipo médico de la UCIP indicará el ingreso y el alta del paciente tributario de la VMNI, la técnica de soporte que se vaya a emplear, el material necesario, llevará José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 91 • • a cabo la programación del respirador, ayudará en la colocación del material y se encargará del seguimiento clínico del paciente (3). Asimismo será el encargado de realizar protocolos de actuación y de valorar los resultados. Es muy útil designar un responsable médico y de enfermería de dicha técnica en la UCIP(VMNI) que compartan las funciones de supervisión del material para que esté en óptimas condiciones, actualicen los protocolos de actuación, supervisen el entrenamiento de los miembros del equipo y lleven a cabo un buen registro de seguimiento que será la base para los controles de calidad. Estos profesionales serán los encargados de coordinar la formación, la docencia, la evaluación de la eficacia durante su implantación y la investigación en VMNI. El personal de enfermería será responsable del cuidado continuo del paciente, deberá conocer los protocolos de actuación y el aparataje, ayudará en la colocación del material y será conocedora de los puntos débiles de la técnica que están implicados en el fracaso inicial de la VMNI para poderlos resolver de forma rápida y autónoma (3). Es muy importante la colaboración de la supervisión de enfermería para el mantenimiento del material, las actividades formativas y fomentar el espíritu del trabajo en equipo con el personal médico. El equipo de auxiliares de enfermería colaborará con el personal de enfermería en los cuidados del enfermo. ¿Qué personal y material es requerido para la aplicación de la VMNI?(34) El personal y material requerido para la aplicación de la VMNI depende de dos factores importantes: la edad del paciente y el tipo de falla respiratoria y adicionalmente, de la disponibilidad de material de cada unidad (3) [D]. Ver el Anexo 5 para especificaciones de criterios, material y personal necesario(3). ¿Cuáles la secuencia recomendada para la aplicación de la VMNI de inicio?(34,35,36) La secuencia para el inicio de la VMNI son sugeridos basado en los estudios de cohorte y otros descriptivos sobre el tema(3). Se recomienda iniciar la VMNI luego de decidir: el sistema a emplear, el ambiente a ubicar al paciente, evaluado los beneficios y riesgos y logrado la aceptación del paciente y/o los padres (3) [D]. Lo recomendado es: 1. Explicar al paciente y/o familia la intervención a realizar a través de las “tres C”: La información debe ser clara, completa y calmada. 2. Lugar vigilado apropiadamente: oximetría, signos vitales (tanto como clínicamente esté indicado). 3. Paciente sentado en la cama en ángulo de 30-45 grados. 4. Seleccionar, adaptar y probar la interfase. 5. Elegir el respirador adecuado. Los más usados en pacientes agudos son los sistemas BIPAP en modo ST. 6. Verificar la configuración inicial en el ventilador antes de conectar la interfase del paciente: • Modo Ventilatorio: Presión de Apoyo Ventilatorio (PAV). • Disparador inspiratorio: -1 a -2 L/min. o -1 a -2 cm de agua (por ejemplo, nivel menor sin auto-disparador inducido). • Pendiente de Presión entregada: Moderada a máxima. • Nivel de PAV inicial: De 8 cm de agua. • Disparador espiratorio (programación cíclica espiratoria si está disponible): Flujo: 40 a 60% o tiempo de ciclado: Tiempo inspiratorio fijado a 1 segundo. • Nivel de PEEP inicial: De 3 a 5 cm de agua. • FiO2 inicial: 50 a 60%. 7. Después de explicar brevemente la metodología de la VMNI al paciente, aplicar la interfase; evitar la excesiva tensión de la correa (uno o dos dedos debajo de la correa); alentar en el paciente a conservar la máscara. Proponer al paciente respirar a través de la máscara por algunos segundos sin conectar al ventilador. 8. Conectar la interfase al tubo de ventilador y encender el ventilador. 9. Iniciar con baja presión (según lo establecido previamente) e incrementar gradualmente la PAV (10 a 15 cm de agua) y el PEEP (de 5 a 8 cm de agua) según tolerancia, sin fuga importante para obtener alivio de la disnea, disminución de la frecuencia respiratoria, volumen tidal espiratorio incrementado y buena sincronía ventilador-paciente. Nunca exceder la presión inspiratoria total (PAV+PEEP) más de 25 cm de agua. 10. Establecer el FiO2 para mantener la saturación arterial de Oxígeno ≥ 95%. 11. Verificar por fuga de aire, reajustar las correas a necesidad o disminuir los niveles de presión si la fuga es importante. Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. 1. 92 12. Adicionar el humidificador (humidificador térmico o un intercambiador térmico y humedad, con un bajo volumen interno para evitar el exceso de espacio muerto). 13. Verifique el estímulo, la seguridad y frecuencia y ajuste a necesidad. 14. Monitorizar los gases arteriales (dentro de la 1ra a 2da hora y luego según necesidad). 15. Duración: Periodo inicial por intervalos de 60 a 90 minutos a 2 a 3 horas (rango de 8 a 12 horas/día). ALGORITMO DE ACTUACIÓN: Dificultad respiratoria de una enfermedad aguda ¿ El paciente necesita presión positiva? SI NO ¿Contraindicada la VMNI? Tratamiento Médico Estándar SI NO Estado de “No Intubar” ¿Necesita apoyo ventilatorio? NO CPAP SI SI Iniciar VMNI NO INTUBAR Considerar VMNI paliativa SI ¿Mejora en 1 hora? NO ¿Parámetros óptimos de CPAP/VMNI? SI NO Continuar CPAP/VMNI Reajustar parámetros NO SI SI ¿Mejora en las siguientes 1 - 2 hrs? ¿Se resuelve la falla respiratoria? NO ¿Agravamiento? SI Disminuir los parámetros SI ¿Tolera? SI Iniciar “destete” ¿Estable sin CPAP/VMNI? SI Retirar CPAP/VMNI José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 93 INDICADORES DE EVALUACIÓN: Los mejores indicadores de evaluación de la VMNI son el Índice de Fracaso Inicial (IFI), el Índice de Fracaso Precoz (IFP), el índice de Fracaso Tardío (IFT) y el Índice de Fracaso Demorado (IFD).[D] Índice de fracaso inicial (IFI) Fórmula: Porcentaje de casos, sobre el total de pacientes tratados con VMNI, que fracasan durante la primera hora. Estimado: Debería ser menor al 10%, e idealmente por debajo del 5% a partir del primer año de iniciar la VMNI. Sustento: Dado que el fracaso en la primera hora, suele estar asociado a una mala indicación, selección inadecuada de interfase o respirador, o un mal ajuste de la interfase, todos fenómenos asociados a una formación inadecuada o inexperiencia del personal, éste es un indicador básico a monitorizar al iniciar la técnica en la unidad. Índice de fracaso precoz (IFP) Fórmula: Porcentaje de pacientes en los que fracasa la VMNI entre la primera hora y las 12 horas. Estimado: En este caso, el porcentaje como máximo debería oscilar entre el 10-15% del total de pacientes tratados con VMNI, que es el porcentaje global de intubación publicado en la mayor parte de trabajos (no se suele especificar si ésta se ha producido antes o después de la primera hora, pero se ha comprobado que en los equipos con experiencia el IFI es inferior al 5%). Sustento: Este índice fundamentalmente marcará la evolución de la VMNI en las unidades que han superado la fase de aprendizaje inicial y presenten ya un IFI adecuado. También podría ser de utilidad para evaluar la eficacia de la VMNI en el grupo de pacientes hipoxémicos con índice PaO2/FiO2 alrededor de 200 a los que se ofrece soporte no invasivo más allá de 2 horas aunque presenten factores clínicos de mal pronóstico, como edad inferior a 12 meses o no descenso de la frecuencia respiratoria a la primera hora. Índice de fracaso tardío (IFT) Fórmula: Porcentaje de fracasos en VMNI que se producen a partir de las 12 horas. Estimado: El porcentaje esperado también se situaría alrededor del 5-15%. Visto de otra manera el IFP y el IFT deberían sumar un 20% que se acerca al porcentaje global de intubación publicado en la mayor parte de trabajos. Sustento: En este grupo, hallamos también un gran porcentaje de fracasos, pues seguramente comparte en muchas ocasiones las causas de fracaso del IFP. Tal vez, el punto de corte en los dos índices debería situarse en las 18 o 24 horas, pero es un tema a discutir en función del análisis de los datos de diferentes unidades. Índice de fracaso demorado (IFD) Fórmula: Existe un grupo de pacientes con alto riesgo deI FD, aquellos en los que un destete con extubaciones previas fracasadas nos condiciona a utilizar la VMNI como rescate o electivamente para el destete y evitar la traqueostomía. Estimado: En este grupo de pacientes,aunque no existen datos publicados, la incidencia de fracaso es elevada pudiendo ser superior al 50%. Mantener un IFD por debajo del 75% sería posiblemente razonable en este subgrupo de pacientes en que la indicación de rescate de la VMNI suele ser utilizada como último recurso. Los índices propuestos deberán ser validados en un futuro próximo para confirmar o descartar su posible utilidad en el control de calidad de la VMNI. Finalmente, nadie puede discutir que un registro de complicaciones permite en cada unidad establecer estrategias de prevención y mejoría constante, como se ha podido comprobar en lo que se refiere a reducción de la incidencia de las necrosis cutáneas secundarias a la presión de la interfase.(3) GLOSARIO Apnea: Ausencia de la respiración durante un anormal largo periodo. Asistencia ventilatoria: Uso del ventilador por los pacientes, con periodos de 12 o más horas de tolerancia respiratoria. Atelectasias: Áreas de colapso pulmonar debido a pobre ventilación o acumulación de secreciones en la vía aérea. Atrofia muscular espinal: Una enfermedad hereditaria de los nervios periféricos (células del asta anterior de la médula espinal) que se ha 1. 94 Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. separado arbitrariamente en tipos I a 5 sobre la base de la aparición de debilidad percibida. Atrofia: Desgaste (debilitamiento) muscular debido a pérdida de la función del nervio que inerva al músculo. Autosómico dominante: Desorden en el cual solo un gen anormal debe ser heredado de uno de los padres para expresar la alteración. Autosómico recesivo: Desorden que debe ser heredado de ambos padres para poder expresar la enfermedad. Cánula: Tubo que ingresa por la nariz o la boca para suministrar aire u oxígeno complementario. Capacidad inspiratoria (previsto): Volumen de aire que uno debería de ser capaz de inhalar como parte de algunas condiciones como el sexo y la talla. Capacidad vital: Volumen máximo de aire que uno puede inhalar y luego soplar a través de un dispositivo (espirómetro). Se mide en mililitros. Compliance (compliance pulmonar): Fundamentalmente, la elasticidad de los pulmones que disminuye cuando no se toma aire profundamente, llevando a la pérdida del tejido y a la rigidez pulmonar. Congénita: Condición médica con la cual se nace. Disartria: Dificultad para hablar. Disfagia: Dificultad para deglutir. Disnea: Acortamiento de la respiración. Espirómetro: Dispositivo que se utiliza para la medición de volúmenes de aire, como con las mediciones de la capacidad vital. Estenosis: Estrechamiento del pasaje de aire. Fasciculaciones: Contracciones musculares. Fugas de la máscara: Las fugas de aire de un volumen entregado por ventilador causada por una interfaz que quede floja o con fugas. Hipercapnia: Incremento del dióxido de carbono sanguíneo debido a la incapacidad de los músculos respiratorios para una adecuada ventilación pulmonar. Hipoxia: Disminución del oxígeno sanguíneo debido a un incremento de los niveles de dióxido de carbono, tapón mucoso de la vía aérea o enfermedad pulmonar (neumonía). Insuficiencia respiratoria: Descompensación aguda de la función pulmonar debido a enfermedad pulmonar intrínseca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) con deterioro de gases en sangre arterial a niveles de pH de 7.25 o menos. La hipoxia no se puede resolver simplemente con el uso del ventilador o la tos asistida. Insuficiencia ventilatoria: La incapacidad para mantener la respiración propia, sin el uso del ventilador. Intubación: Paso de un tubo por la nariz (tubo nasotraqueal) o la boca (tubo oro-traqueal), a través de la garganta y la laringe (translaríngea) y en la tráquea para la asistencia ventilatoria y aspiración vías respiratorias. Músculos bulbares: Músculos localizados en la cabeza y el cuello que permiten hablar, deglutir y toser. Esto incluye los músculos orofaríngeos (boca y garganta). Narcosis: Coma o muerte como resultado de los altos niveles de dióxido de carbono en la sangre, generalmente debido a la incapacidad de ventilar adecuadamente los pulmones para eliminar el dióxido de carbono que el cuerpo produce continuamente. Neuropatía: Cualquier trastorno anatómico, bioquímico o eléctrico de los nervios. Oxímetro: Un dispositivo que puede medir de forma continua la saturación de oxihemoglobina de la sangre. Presión positiva al final de la espiración (PEEP): La presión indicada al final de una respiración asistida mecánicamente. Presión positive continua (CPAP, de las siglas del inglés: Continuous positive airway pressure): Presión continua aplicada a través de una máscara que cubre la nariz, la boca ambas que actúa como una férula para mantener permeable, la vía aérea superior obstruida y actúa expandiendo los pulmones pero no ayuda directamente a la respiración. Este no es un método de asistencia ventilatoria o inspiratoria muscular. José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 95 Respiración con presión positiva intermitente (IPPB, siglas en inglés): La entrega de insuflación profunda para expandir más completamente los pulmones. . Saturación de oxihemoglobina: La oxihemoglobina esla principal proteína transportadora de oxígeno en la sangre, y normalmente está del 95% o más saturada con oxígeno. Sonda nasogástrica: Un tubo de alimentación pasado a través de la nariz y el esófago hasta el estómago. Soporte ventilatorio: Uso del ventilador por los pacientes que no tienen tolerancia a la respiración significativa. Succión: Paso de un catéter en las vías respiratorias, para aspirar las secreciones respiratorias y otros escombros. Tolerancia respiratoria: Se dice del trastorno (dificultad respiratoria e intercambio gaseoso) limitado a minutos o segundos de retirar el uso del ventilador. Ventilación alveolar: Pasaje de aire dentro y fuera del alveolo por la acción intermitente de los músculos respiratorios. Ventilación con presión positiva intermitente (IPPV, siglas en inglés): Una forma de ayuda muscular inspiratoria o asistencia ventilatoria proporcionada por la entrega de aire a los pulmones a través de la boca, la nariz, ambas o el tubo de traqueotomía insertado. Volumen Tidal: Volumen de aire que se inhala durante una respiración normal. Se mide en mililitros. REVISORES EXTERNOS • • • Fernando Contreras Suarez. Médico – Pediatra Neumólogo. España. Néstor Huaco Palomino. Médico – Pediatra Intensivista. Brasil. Alena Valderrama Guevara. Médico – Pediatra. Salud Pública. Canadá. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. British Thoracic Society Standards of Care Committee (2002). 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José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 97 ANEXOS ANEXO 1. NIVELES DE EVIDENCIA Y GRADO DE RECOMENDACIÓN(21) NIVEL DE EVIDENCIA NIVELES DE EVIDENCIA 1++ Metaanálisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos de alta calidad con muy poco riesgo de sesgo. 1+ Metaanálisis bien realizados, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos bien realizados con muy poco riesgo de sesgos. 1- Metaanálisis, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos con alto riesgo de sesgo. 2++ Revisiones sistemáticas de alta calidad de estudios de cohortes o de casos y controles. Estudios de cohortes o de casos y controles con riesgo muy bajo de sesgo y con alta probabilidad de establecer relación causal. 2+ Estudios de cohortes o de casos y controles bien realizados con bajo riesgo de sesgo y con una moderada probabilidad de establecer relación causal. 2- Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo y riesgo significativo de que la relación no sea causal. 3 Estudios no analíticos, como informes de casos y series de casos. 4 Opinión de expertos. GRADO DE RECOMENDACIÓN A Al menos un metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico clasificado como 1++ y directamente aplicable a la población diana de la guía; o un volumen de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 1+ y con gran consistencia entre ellos. B Un volumen de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 2++, directamente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran gran consistencia entre ellos; o evidencia científica extrapolada desde estudios clasificados como 1++ ó 1+. C Un volumen de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 2+, directamente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran gran consistencia entre ellos; o evidencia científica extrapolada desde estudios clasificados como 2++. D Evidencia científica de nivel 3 ó 4; o evidencia científica extrapolada desde estudios clasificados como 2+. Los estudios clasificados como 1- y 2- no deben usarse en el proceso de elaboración de recomendaciones por su alto potencial de sesgo. Propuesta de Aplicación de un Protocolo Basada en la Evidencia de la Ventilación Mecánica no Invasiva en el Paciente Crítico. 1. 98 ANEXO 2. VALORACIÓN DE SILVERMAN Y WOOD-DOWNES SIGNOS CLÍNICOS VALORACIÓN 0 1 2 Retracción Intercostal/Esternal No Costal Costal + Esternal Disbalance Tóraco-abdominal No Moderada Alta Aleteo nasal No Leve Alto Quejido espiratorio No Auscultatorio Si No (>92%) Con aire (<92%) Con FiO2>0.4 (<92%) Normal Depresión/Intranquilidad Letargia/Agitación máxima Cianosis (Saturación O2) Nivel de conciencia La valoración de Silverman se emplea unificando la evolución de las retracciones (esternal y costal) como un parámetro único y se adiciona la evaluación del nivel de conciencia y la cianosis de la valoración de Wood-Downes (este último parámetro por oximetría de pulso, en lugar de la evaluación clínica y pO2). Puntuación: <4: Leve, 4-6: Moderado,> 6: Grave. ANEXO 3. EVALUACIÓN DE ÉXITO Y FRACASO DE LA VMNI A LAS DOS HORAS DE APLICAR VMNI (EN VMNI A CORTO PLAZO) Signos de Éxito Signos de Fracaso Disminuir la frecuencia respiratoria a límites normales para su edad Ausencia de retracciones Ausencia de respiración paradojal Mejoría de intercambio gaseoso: Mejoría del pH Mejoría de PaO2/FIO2 Reducción de la PaCO2 Signos de esfuerzo respiratorio Intercambio gaseoso Inestabilidad hemodinámico Signos de fatiga respiratoria Cambio del estado mental Incremento de agitación ANEXO 4. OBJETIVOS DE LA VMNI A Corto Plazo Mejora de la Dificultad respiratoria Disminución del esfuerzo respiratorio Mejora del intercambio gaseoso Evitar intubación A Largo Plazo Mejoría de síntomas Mejoría de intercambio gaseoso Mejoría de calidad de vida Mejoría de la calidad y duración del sueño Mejoría de la sobrevivencia José Tantaleán da Fieno, Raúl Rojas Galarza, Christian Aburto Torres, Rubén Arones Rojas, Guillermo Bernaola Aponte, Carlos Gonzales Saravua, Raffo Escalante Kanashiro, Pamela Muñoz Huerta, Diana Poma Quispe, Gabriela Mallma Arrescurrenaga, Rosa Weiss Sosa. 1. 99 ANEXO 5. CRITERIOS, PERSONAL Y MATERIAL NECESARIOS PARA INICIAR LA VMNI(34) UCIP UCIM O PLANTA DE HOSPITALIZACIÓN IRA con FiO2 > 0,4 pH < 7,30 en cualquier momento Escasa experiencia del personal sanitario en planta de hospitalización Paciente/familia no colaborador Apneas IRA con FiO2 < 0,4 pH inicial > 7,30 Experiencia del personal sanitario en planta de hospitalización Atención continuada por personal experimentado las 24 horas del día Paciente/familia colaboradores Material Respirador específico de no invasiva con mezclador de oxígeno Respirador convencional con módulo de VNI Interfase de preferencia buconasal Insuflador – exuflador mecánico para pacientes neuromusculares Respirador específico de no invasiva Interfase buconasal o nasal Insuflador – exuflador mecánico para pacientes neuromusculares Médico entrenado Enfermera entrenada Personal Médico entrenado Enfermera entrenada Fisioterapeuta respiratorio para pacientes neuromusculares (en su defecto, relación enfermera/paciente 1:1) Criterios UCIP: unidad de cuidados intensivos pediátricos; UCIM: unidad de cuidados intermedios; IRA: insuficiencia respiratoria aguda; FiO2: fracción inspirada de oxígeno. La bibliografía está indicada en superíndice y cursiva. El Nivel de evidencia está indicado entre paréntesis y el Grado de recomendación entre corchetes. Las recomendaciones del presente PROTOCOLO son el resultado de la revisión de la literatura y práctica actual al momento de su formulación. El presente documento no excluye el uso de modalidades de cuidado, de probada eficacia, publicados posteriores a la revisión actual de este documento. Este documento no pretende IMPONER estándares de cuidado evitando las discrepancias selectivas de pacientes individuales. La adherencia a este documento es VOLUNTARIA. El médico y todo profesional de la Salud, a la luz de las circunstancias individuales que presenta el paciente, debe hacer el análisis final respecto a la prioridad de cualquier procedimiento específico. Rev. Perú. pediatr. 67 (2) 2014 1. 100 TEMAS DE REVISIÓN Tratamiento de las Exacerbaciones Respiratorias en Niños con Fibrosis Quística. Treatment of Pulmonary Exacerbations in Children with Cystic Fibrosis. Patricia Llaque Quiroz1, Lucrecia Monsante Carrillo2, Erick Salas Salas2, Guillermo Bernaola Aponte2. RESUMEN Las exacerbaciones respiratorias de fibrosis quística se definen como la necesidad de tratamiento antibiótico adicional indicado por un cambio reciente en al menos dos de los siguientes parámetros: cambio en el volumen o color del esputo, aumento de tos, incremento de la sensación de malestar, fatiga o letargo, anorexia o pérdida de peso, disminución de la función pulmonar mayor al 10%, cambios radiográficos o incremento de la disnea. Las exacerbaciones respiratorias deben ser prevenidas y tratadas de manera oportuna y agresiva para mejorar o mantener la función pulmonar, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia. Están causadas por virus, bacterias y hongos. Las estrategias de tratamiento consisten en dar tratamiento antibiótico que puede ser administrado ambulatoriamente o en un centro hospitalario de acuerdo a la severidad de los síntomas, intensificación de la fisioterapia respiratoria y de nebulización con broncodilatadores y mucolíticos además del manejo de comorbilidades. Palabras claves: Fibrosis Quística, exacerbaciones, tratamiento. SUMMARY Respiratory exacerbations of cystic fibrosis was defined as the need for additional antibiotic treatment prescribed by a recent change in at least two of the following parameters: change in amount or color of sputum, increased cough, increased feeling of malaise, fatigue or lethargy, anorexia or weight loss, decreased lung function greater than 10%, radiographic changes or increased dyspnea. Respiratory exacerbations should be prevented and treated promptly and aggressively to improve INTRODUCCION La Fibrosis Quística (FQ) es una enfermedad genética causada por la mutación del gen que codifica la proteína reguladora de la conductancia transmembrana de la FQ localizadas en el cromosoma 71. Esta proteína anormal resulta en la producción de secreciones espesas con manifestaciones en los aparatos respiratorio y gastrointestinal.2 La incidencia de FQ varía a lo largo del mundo con 1 de 2,000 a 3,000 recién nacidos en Europa; 1 de 3,500 en Estados Unidos; 1 de 40,000 a 350,000 en Asia3; 1 de 7213 en Argentina4. Su incidencia en nuestro país es desconocida. La FQ afecta múltiples órganos, pero el 85% de la 1. 2. or maintain lung function, improve quality of life and prolong survival. They are caused by viruses, bacteria and fungi. Treatment strategies consist of antibiotics that can be administered in a hospital or outpatient according to the severity of symptoms, enhancement of respiratory physiotherapy and nebulized bronchodilators and mucolytics further treatment management of comorbidities. Keywords: Cystic Fibrosis, exacerbations, treatment. mortalidad es resultado de enfermedad pulmonar, la misma que empieza en etapas tempranas de la vida con inflamación y disminución del aclaramiento mucociliar con la infección crónica resultante de las vías aéreas5. El daño pulmonar ocurre secundariamente a la respuesta inflamatoria a bacterias que residen en las vías aéreas. El reclutamiento de neutrófilos y la estimulación de secreción de moco dentro de las vías aéreas producen secreciones espesas que son difíciles de eliminar.6 La historia natural de la enfermedad pulmonar en FQ es de progresión crónica con declinación progresiva de la función pulmonar y episodios intermitentes de empeoramiento de los síntomas Médico Pediatra. Residente de Neumología Pediátrica. Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins Correo electrónico: patriciallaque83@gmail.com Médico Neumólogo Pediatra. Unidad de Neumología Pediátrica. Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. Recibido: 14 de Abril del 2014. Aceptado: 9 de Junio del 2014. Patricia Llaque Quiroz, Lucrecia Monsante Carrillo, Erick Salas Salas, Guillermo Bernaola Aponte. respiratorios generalmente denominados “exacerbaciones respiratorias”5, las cuales tienen un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes por la necesidad de hospitalización y separación familiar, la perturbación del sueño y el desempeño neuroconductual, además de producir un elevado costo al sistema de salud.7,8 Las exacerbaciones respiratorias además son responsables de mucho de la morbilidad y mortalidad en estos pacientes con disminución de la función pulmonar.9,10 DEFINICIÓN DE EXACERBACIÓN RESPIRATORIA Existen múltiples definiciones de exacerbación respiratoira en FQ; sin embargo, el Grupo de Consenso Europeo la define como la necesidad de tratamiento antibiótico adicional indicado por un cambio reciente en al menos dos de los siguientes parámetros: cambio en el volumen o color del esputo, aumento de tos, incremento de la sensación de malestar, fatiga o letargo, anorexia o pérdida de peso, disminución de la función pulmonar mayor al 10%, cambios radiográficos o incremento de la disnea.9 INFLAMACIÓN EN RESPIRATORIAS LAS EXACERBACIONES La infección e inflamación persistentes de las vías aéreas bajas es la principal causa de mortalidad y morbilidad en FQ y contribuye a la declinación de la función pulmonar, además la inflamación neutrofílica es exagerada, prolongada y antecede a la infección. Durante las exacerbaciones pulmonares hay un aumento de la inflamación con el incremento de la expresión de algunos marcadores de la inflamación y daño pulmonar como proteína C reactiva, recuento de leucocitos, interleucina 8, elastasa neutrofílica, metaloproteínas de la matriz en sangre. La respuesta inflamatoria local pulmonar puede ser evaluada con las mediciones de prostaglandina E2, leucotrienos y recuento de leucocitos en esputo. Sin embargo, estos métodos no son usados en la práctica clínica.9 RAZONES PARA TRATAR UNA EXACERBACIÓN RESPIRATORIA Las exacerbaciones respiratorias deben ser prevenidas y tratadas de manera oportuna y agresiva. Esto es crucial para mejorar o mantener la función pulmonar, mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia. Además de causar un empeoramiento de los síntomas, disminución en el peso y función pulmonar, las exacerbaciones respiratorias también contribuyen al deterioro de la función pulmonar a largo plazo.9 1. 101 CAUSA DE EXACERBACIONES RESPIRATORIAS Virus Las exacerbaciones pueden ser causadas por virus; independientemente de las infecciones bacterianas, los virus pueden ser gatillantes para infecciones bacterianas. Comparados con exacerbaciones no virales, éstas se asocian con mayor severidad y valores más bajos en los scores que evalúan la calidad de vida pero con similar inflamación pulmonar. Los principales virus implicados son influenza A, B y rinovirus. El aumento de morbilidad en pacientes con FQ luego de una infección viral puede estar asociada a una respuesta inflamatoria exagerada y apoptosis del epitelio de la vía aérea.9 Bacterias Las exacerbaciones respiratorias son causadas usualmente por bacterias que están típicamente asociadas con FQ como S. aureus, H. influenzae, P. aeruginosa, Complejo Burkholderia cepacia. Siendo ésta última de dificultosa identificación al requerir métodos bioquímicos y moleculares.4 S. aureus, H. influenzae no tipificable y ocasionalmente S. pneumoniae son las bacterias más frecuentemente encontradas en las exacerbaciones en la infancia y edad preescolar. Los pacientes con FQ crónicamente colonizados con SAMR (S.aureus meticilino resistente) pueden experimentar exacerbaciones secundarias a SAMR.9 La infección inicial por P. aeruginosa es adquirida frecuentemente del medio ambiente y puede ser erradicada con tratamiento antibiótico. Con la proliferación bacteriana posterior, la P. aeruginosa depositada en las superficies mucosas penetra a través de su actividad flagelar en zonas hipóxicas dentro de las masas mucosas y se adapta a estos nichos hipóxicos con la formación de alginato y la creación de macrocolonias/biofilms que resiste su destrucción por neutrófilos y antibióticos llevando a un estadío de infección crónica.11 Micobacterias no tuberculosas Cuando se aisla micobacterias no tuberculosas (MNT) de las secreciones respiratorias de pacientes con FQ, es difícil saber si representan contaminación, colonización o infección. Se debe sospechar en infección por MNT en aquellos pacientes en los que hay deterioro inexplicado o falta de respuesta al tratamiento antibiótico endovenoso. La infección por M. abscessus se presenta con fiebre y compromiso sistémico, la 1. 102 Tratamiento de las Exacerbaciones Respiratorias en Niños con Fibrosis Quística. infección crónica por esta bacteria se asocia con declinación de la función pulmonar y progresión de la enfermedad pulmonar.9 Hongos Debe sospecharse aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) si hay pobre respuesta a los antibióticos endovenosos, marcado incremento o aparición de sibilantes o dolor torácico pleurítico. El diagnóstico debe ser confirmado por exámentes radiológicos y serológicos, 12 Aspergillus puede también causar síntomas de exacerbación respiratoria sin respuesta alérgica asociada. El rol de Candida en enfermedad pulmonar por FQ es desconocido pero puede preceder una exacerbación pulmonar.9 ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO El equipo multidisciplinario de atención a pacientes con FQ que incluye médicos, enfermeras especialistas, fisioterapeutas, nutricionistas, farmacéuticos, psicólogos, microbiólogos y tratabajadores sociales deben trabajar en conjunción para evaluar y tratar las exacerbaciones pulmonares y complicaciones asociadas. Tratamiento antibiótico Los medicamentos antibacterianos son esenciales en el tratamiento de las exacerbaciones respiratorias. La selección de los antibióticos dependerá del microorganismo usualmente encontrado en las secreciones respiratorias así como del factor precipitante o la identificación de una nueva infección o ambos.13 Ante síntomas de exacerbación leve es común indicar tratamiento con antibióticos orales que cubren los gérmenes encontrados en los últimos cultivos del paciente y se debe tomar una muestra para cultivo de hisopado orofaríngeo o esputo para patógenos comunes de FQ antes de iniciarlo.14 Si la exacerbación es leve y se aisla P. aeruginosa, ciprofloxacino oral es la alternativa de manejo ambulatorio. Se debe considerar el tratamiento con antibióticos endovenosos si aparecen nuevos síntomas mientras el paciente recibe tratamiento, el cultivo permanece positivo luego del tratamiento y en exacerbaciones severas. Pseudomona aeruginosa La recomendación actual del uso de antibióticos endovenosos para tratar exacerbaciones pulmonares en pacientes colonizados por P. aeruginosa es una combinación de dos antibióticos con diferente mecanismo de acción como un aminoglucósido y un b-lactámico.15 Los aminoglucósidos tienen efectos sobre las bacterias que son dependientes de la concentración de los mismos, por lo tanto son más eficaces a altas concentraciones hecho que se ve limitado por los efectos potenciales de nefrotoxicidad, ototoxicidad y toxicidad vestibular. Adminístrarlos una vez al día, pueden alcanzar picos de concentración más altos para mejorar su eficacia reduciendo la exposición a estas drogas. La fundación de FQ sugiere que la administración una vez al día es preferible a la de tres veces al día en el manejo de las exacerbaciones respiratorias.16,17 Los antibióticos b-lactámicos tienen propiedades farmacodinámicas que son tiempo-dependientes, por lo tanto el mantener la concentración sobre una concentración mínima inhibitoria por el mayor tiempo posible a través de la administración de múltiples dosis se asocia a mejor efecto antibacteriano.16 Staphylococcus aureus En pacientes con FQ en quienes se aisla SAMR por primera vez o que han estado libres de SAMR luego de un tratamiento previo, debe realizarse un tratamiento de erradicación. El régimen debe incluir tratamiento tópico con mupirocina nasal, baños con clorhexidina o bien la combinación de terapia oral con rifampicina y ácido fusídico o vancomicina nebulizada o una combinación de los tres regímenes. Para manejar las exacerbaciones en aquellos que tienen infección crónica por SAMR se debe usar Teicoplanina o Vancomicina.9 Infecciones virales Los inhibidores de la neuraminidasa limitan la infección y previenen la diseminación del virus de la influenza.9 Se recomienda el uso de oseltamivir por 5 días en infecciones por Influenza AH1N1.4 Antibióticos inhalados Cuando el tratamiento se administra a través de la vía endovenosa, la combinación con antibióticos inhalatorios no mejora los resultados y aumenta el riesgo de toxicidad, por lo tanto, esta decisión debe realizarse luego de una evaluación individualizada.16 En nuestra unidad no usamos antibióticos inhalatorios mientras se administra tratamiento endovenoso. 1. 103 Patricia Llaque Quiroz, Lucrecia Monsante Carrillo, Erick Salas Salas, Guillermo Bernaola Aponte. Duración del tratamiento antibiótico No hay evidencia procedente de estudios aleatorizados que sugieran la duración óptima del tratamiento. La mayoría de médicos indican tratamiento por 2 semanas9 y en un estudio el tratamiento por 3 semanas fue subjetivamente más beneficioso para padres y pacientes.18 Una duración más corta del tratamiento antibiótico puede ser insuficiente para tratar la infección pulmonar y resultar en recurrencia.9 penetración pulmonar y maximizar la eficacia antibacteriana de cada agente. La farmacocinética de muchos antibióticos difiere en pacientes con FQ comparados con individuos sin esta enfermedad.19 En general, el volumen de distribución y el clearance corporal total está incrementado para drogas hidrofílicas (aminoglucósidos, penicilinas y cefalosporinas) en parte debido a que los pacientes con FQ son generalmente malnutridos y tienen tejido adiposo disminuido.20 Por lo tanto, se requiere dosis más altas y/o más frecuentes de antibióticos en pacientes con FQ.21 Dosis de antibióticos Debe tenerse especial cuidado en prescribir dosis de antimicrobianos y ajustarlas para lograr Tabla 1. Dosis de antibiótico recomendadas en pacientes con FQ. Antibiótico Dosis mg/kg/d (dosis máxima) Vía y Frecuencia Amikacina 30 (1.5 g) EV c/24 h Aztreonam 150 (8 g) EV c/ 6 – 8 h Ceftazidima 150-300 (12 g) EV c/ 6 – 8 h VO: 40 (2g) Oral c/12 h EV: 30 (1.2g) EV c/8-12 h Ciprofloxacina Colistina 5 - 8 (300mg) Colistimetato sódico 6.7 – 13 (800mg) Imipenem-Cilastatina 100 (4 g) EV c/ 6 h Meropenem 120 (6 g) EV c/ 6 h Piperacilina-Tazobactam 400 (12-16g) EV c/ 6 h Vancomicina 60 EV c/ 6 – 8 horas EV c/ 8 h Fuente: Recomendaciones de la Fundación de Fibrosis Quística. La dosis de trimetropin – sulfametoxazol debe ser aumentada en un 50% con respecto a los pacientes sin FQ. Lugar de administración del tratamiento de exacerbaciones La evidencia del lugar en el que se debe administrar el tratamiento de las exacerbaciones es limitada ya que sólo hay un estudio que compara la administración de tratamiento endovenoso en casa versus el hospital y se encontró resultados similares en la mayoría de mediciones. La fundación de FQ no recomienda la administración de antibióticos endovenosos en un centro no hospitalario a menos que se asegure que los recursos y el soporte sean equivalentes a los brindados en un hospital.16 En nuestra unidad tenemos experiencia con la continuación del tratamiento antibiótico en el hogar de pacientes con soporte adecuado. Uso de corticoides Un curso corto de corticoides sistémicos puede ofrecer beneficio en el tratamiento de una exacerbación respiratoria sin los efectos adversos de su uso a largo plazo, sobre todo en aquellos 1. 104 Tratamiento de las Exacerbaciones Respiratorias en Niños con Fibrosis Quística. casos en los que hay insuficiencia respiratoria. Sin embargo, existe insuficiente evidencia para recomendar el uso rutinario de corticoides en el tratamiento de una exacerbación respiratoria.16 Fisioterapia respiratoria El aclaramiento de la vía aérea debe intensificarse usando las técnicas de fisioterapia disponibles. En los pacientes hospitalizados con exacerbaciones severas, el uso temprano de ventilación no invasiva puede prevenir el empeoramiento del estado pulmonar. Además la hospitalización brinda una oportunidad para revisar las técnicas de fisioterapia y educar a los pacientes y sus familiares.9 Broncodilatadores Más de un 35% de los pacientes con FQ tiene hiperreactividad bronquial que, en general, es mayor cuanto más leve es el grado de afectación. Los broncodilatadores deben indicarse antes de administrar solución hipertónica, antibiótico inhalado, de la kinesioterapia y, en ocasiones, antes del ejercicio. La frecuencia de administración se incrementará durante las exacerbaciones.4 Hidratantes de la vía aérea/mucolíticos La terapia mucolítica se ha propuesto como un método para disminuir la viscosidad, incrementar el aclaramiento, reducir la carga bacteriana y la inflamación de las secreciones respiratorias, mejorar la función pulmonar e incrementar la sobrevida.22 El uso de hidratantes de la vía aérea como suero salino hipertónico y manitol nebulizados por 2 a 4 semanas mejora el aclaramiento de la vía aérea. El suero hipertónico nebulizado puede tener propiedades antiinflamatorias y mejora la función pulmonar.9 Además, el alfa dornasa en exacerbaciones es segura y bien tolerada.23 Manejo de comorbilidades Durante una exacerbación respiratoria existe un estado catabólico con apetito disminuido y vómitos secundarios a la deglución de esputo; por lo tanto es importante que se optimice el soporte nutricional. En niños con diabetes relacionada con FQ puede incrementarse el requerimiento de insulina hasta en cuatro veces. La aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA) debe ser sospechada y tratada con corticoides sistémicos y monitorizada con IgE, radiografía torácica, espirometría y síntomas respiratorios.9 PREVENCIÓN DE LAS EXACERBACIONES Control de infecciones Las estrategias de control de infecciones incluyen la segregación en base al estado microbiológico, higiene de manos del paciente así como del personal que lo atiende. Las precauciones de contacto y manejo de vía aérea, desinfección de equipos y superficies deben ser rigurosamente seguidos en todos los centros en los que se atienda a pacientes con FQ para prevenir la expansión de las infecciones de paciente a paciente.9 Inmunizaciones Los niños con FQ deben recibir las inmunizaciones de rutina según el calendario nacional. -Inmunización contra neumococo La enfermedad invasiva neumocócica no pulmonar puede tener efectos adversos en la FQ contribuyendo a la nutrición sub-óptima, aumento de la morbilidad y en ciertos casos necesidad de ventilación mecánica. Sólo un 3.4% de personas con FQ están colonizadas por S. pneumoniae y su crecimiento está asociado de manera infrecuente con exacerbaciones pulmonares.24 La mortalidad de enfermedad neumocócica invasiva es del 11%, la cual incrementa hasta un 23% en caso de enfermedad subyacente.25 Sin embargo, no hay estudios sistemáticos que ofrezcan conclusiones sobre la eficacia de la inmunización rutinaria con neumococo en pacientes con FQ para reducir la morbilidad o mortalidad.2 -Inmunización contra influenza Se recomienda la vacunación contra influenza en personas con una enfermedad subyacente como enfermedad pulmonar.26 Estudios observacionales han sugerido efectos adversos en términos de función pulmonar y progreso de enfermedad en personas con FQ luego de una infección por Influenza A y otras infecciones virales respiratorias y se ha sugerido que las infecciones virales pueden abrir un camino para la colonización e infección crónica por P. aeruginosa.27 Sin embargo, actualmente no hay evidencia que muestre que la vacuna contra la influenza es de beneficio para las personas con FQ.28 Patricia Llaque Quiroz, Lucrecia Monsante Carrillo, Erick Salas Salas, Guillermo Bernaola Aponte. MANEJO DE LAS COMPLICACIONES Neumotórax espontáneo El neumotórax espontáneo ocurre en 3 – 4% de pacientes con FQ a lo largo de su vida.29 Los principales factores de riesgo son edad avanzada y enfermedad pulmonar obstructiva más severa. El tratamiento no difiere de los pacientes con otros tipos de enfermedad pulmonar. Cuando es necesaria la pleurodesis para tratar fugas persistentes de aire u otros problemas pleurales, ésta no excluye la posibilidad de transplante pulmonar posterior.30 Sin embargo, se debe evitar procedimientos pleurales más agresivos o el uso de talco para prevenir complicaciones hemorrágicas durante la remoción pulmonar en un transplante. Hemoptisis La hemoptisis leve es común en pacientes con FQ, particularmente durante exacerbaciones respiratorias. Además de asegurar que la 1. 105 deficiencia de vitamina K no es un factor contribuyente, no requiere especial tratamiento además del usual de la exacerbación.Se define hemoptisis masiva al sangrado mayor de 240 ml en 24 horas o sangrado recurrente mayor de 100 ml al día por varios días. Los pricipales factores de riesgo son la edad y el compromiso de la función pulmonar.31 Se recomienda la suspensión de la fisioterapia respiratoria en la hemoptisis masiva. No hay evidencia suficiente sobre la suspensión de medicamentos aerosolizados en estos pacientes. Además de maximizar el tratamiento como en una exacerbación severa, el manejo de la hemoptisis masiva no difiere del manejo de hemoptisis en otros pacientes con bronquiectasias. El uso de ácido tranexámido ha sido exitosos en varios reportes de casos. 1. 106 Tratamiento de las Exacerbaciones Respiratorias en Niños con Fibrosis Quística. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. UK Cystic Fibrosis Trust. Cystic Fibrosis. www. cftrust.org.uk/aboutcf/whatiscf/. 2. Burgess L, Southern KW. Pneumococcal vaccines for cystic fibrosis. Cochrane Database of Systematic Reviews 2012, Issue 9. Art. No.: CD008865. DOI: 10.1002/14651858.CD008865.pub2. 3. Cystic Fibrosis Foundation. Cystic fibrosis foundation patient registry, 2006 Annual data report to the center directors. Bethesda, MD: The Foundation; 2007. 4. Comités Nacionales de Neumonología, Nutrición, Gastroenterología y Grupo de Trabajo de Kinesiología. Guía de diagnóstico y tratamiento de pacientes con fibrosis quística. Actualización. Argentina, 2014. 5. Robinson M, Bye PT. Mucociliary clearance in cystic fibrosis. Pediatr Pulmonol 2002;33:293–306. 6. Cystic Fibrosis Foundation. Annual Report. CFF Annual Report 2007. 7. Britto MT, Kotagal UR, Hornung RW, Atherton HD, Tsevat J, Wilmott RW. Impact of recent pulmonary exacerbations on quality of life in patients with cystic fibrosis. Chest 2002;121:64–72. 8. 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Chest 2005; 128:729. 1. 107 Rev. Perú. pediatr. 67 (2) 2014 Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. Important Concepts about Immunizations. Eduardo Verne Martin1, Claudia Ugarte Taboada2. RESUMEN Las vacunas son el mejor avance médico de la humanidad por el impacto causado al reducir la mortalidad. En esta revisión se desarrollan conceptos generales sobre inmunizaciones tales como definiciones, cadena de frío, eventos asociados a las vacunas, diferentes esquemas, actual e ideal y el futuro con las nuevas vacunas. Palabras claves: Inmunizaciones, vacunas. SUMMARY Vaccines are the best medical advancement of humanity for the impact by reducing mortality. In this review, we develop general concepts about immunizations such as definitions, cold chain, INTRODUCCION La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que con la única excepción de la depuración del agua, nada ha tenido mayor impacto en reducir la mortalidad que las vacunas (1). Este desarrollo nos llevó inicialmente a que desapareciera una enfermedad mortal como la viruela en la década de los setenta en el siglo pasado y nos encontremos cerca de acabar con otra enfermedad mortal como la polio (2,3). A muchas personas esto le ha pasado desapercibido debido a que no han sentido en sí mismos o en sus seres queridos todos los problemas y muertes que ocasionan u ocasionaron estas enfermedades, por ello el surgimiento de un grupo opuesto a las vacunas, que lo único que ocasionan es la persistencia de enfermedades que podrían ser erradicadas y todo lo que ello conlleva, morbilidad y mortalidad. En la actualidad existen más de treinta vacunas disponibles para uso sistemático y no sistemático para la prevención de enfermedades transmisibles, inclusive para la prevención de enfermedades oncológicas, encontrándose en investigación un número mayor para patologías que hasta hace unos años era un sueño pensar en que no se pudieran evitar; así mismo se encuentran en 1. 2. adverse events, different schemes, current and ideal and the future with new vaccines. Keywords: Immunizations, vaccines. estudio vacunas para enfermedades reemergentes como el ébola. Además es importante recalcar que las inmunizaciones que hasta hace poco tiempo eran “sólo para los niños”, empiezan a convertirse en una excelente forma de protección para todas las edades contra enfermedades potencialmente mortales como: influenza, neumococo . Este artículo es una actualización de uno anterior (15) , donde hay partes donde no existe mayor variación (conceptos generales, cadena de frío) y los que varían con el tiempo, esquemas de vacunación (nacional e ideal). INMUNIDAD (4,5) Este término se ha utilizado para referirse a la observación muy antigua de que los individuos que han sufrido ciertas enfermedades transmisibles están exentos de volver a padecerlas. La inmunidad puede dividirse en: a. Activa natural: producida por la infección. b. Activa artificial: producida por la vacunación. c. Pasiva natural: paso transplacentario de anticuerpos de la madre al niño. d. Pasiva artificial: producida tras la administración de gammaglobulinas.Se prefiere la utilización de vacunas para obtener Médico - Pediatra Infectólogo del Hospital Nacional Cayetano Heredia. Profesor de Pediatría de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Correo electrónico: eduardo.verne@gmail.com Médico - Pediatra del Hospital Nacional Cayetano Heredia. Profesor de Pediatría de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Correo electrónico: claudia.ugarte.t@gmail.com Recibido: 18 de Marzo del 2014. Aceptado: 29 de Abril del 2014. 1. 108 una respuesta de larga duración debido a que la que nos dan las gammaglobulinas tiene una vida media de 17 a 24 días. El sistema inmunológico distingue lo propio de lo ajeno, desarrollando una respuesta inmune que debe eliminar lo ajeno; esta es específica porque distingue entre antígenos diferentes creando respuestas relacionadas a cada uno de ellos, además que mantiene en la memoria su “primer contacto” con este (memoria inmunológica). Antígeno es toda substancia capaz de interaccionar con el receptor de células T o B. A veces se hablará de una molécula, otras de una bacteria, un virus o una célula. Las vacunas deben ser inocuas y eficaces, en este último caso es importante que la inmunidad se mantenga por amplios períodos de tiempo. Para lograr esta meta las vacunas actuales utilizan varios tipos de antígenos: e. Toxoides: exotoxinas bacterianas, conservan su antigenicidad perdiendo la toxicidad (Ej. difteria, tétanos). f. Subunidades: polisacáridos de neumococo y Haemophilus influenzae “b”. g. Antígenos obtenidos por ingeniería genética: Ej. antígeno recombinante de la hepatitis B. h. Microorganismos muertos: Ej. polio inactivada. i. Microorganismos vivos atenuados: Ej. polio oral, fiebre amarilla, triple vírica (sarampión, rubéola, parotiditis), varicela. CADENA DE FRÍO Complejo sistema de conservación, manejo, transporte y distribución de las vacunas. Este punto es el más importante, debido a que sino se conoce como se deben manejar y mantener las vacunas estas se echarán a perder y si las aplicamos, nos darán una falsa sensación de seguridad o que ya cumplimos con las metas propuestas. Ciertas vacunas como la polio oral (OPV), sarampión y fiebre amarilla son muy sensibles al calor, en cambio otras como la DPT, polio inactivada (IPV), hepatitis B, gripe y Haemophilus influenzae “b”, se inactivan con la congelación. En esta parte no vamos a ser específicos, porque para esto necesitaríamos mucho tiempo, por lo que hablaremos de algunas cosas generales, dejando con cargo a revisar las recomendaciones del manejo de las vacunas hechas por los fabricantes. Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. Sin embargo nos vemos en la necesidad de dar algunas recomendaciones generales: a. Las vacunas se deben colocar en un refrigerador, congelador, cuarto frío, donde sólo se colocarán estas, no mezclándose con muestras o comida. b. No se deben colocar vacunas en la puerta de los refrigeradores, por la inestabilidad térmica a este nivel. c. La mayoría de vacunas se mantiene bien entre + 2 y +8° C. d. Se debe llevar un reporte diario de las temperaturas de los aparatos donde se almacenan las vacunas. De existir algún problema inmovilizar las vacunas y ver que sucedió, pudiéndose llegar ha desecharlas en caso necesario. e. Utilizar contenedores especiales para el transporte de vacunas. CONSIDERACIONES GENERALES (6,7,8) Técnicas para administración de las vacunas: Previa a la aplicación de una vacuna se deben hacer algunas preguntas para asegurar que la persona que la va a recibir no presente ninguna contraindicación. Preguntar por: a. Reacción anafiláctica previa a la vacuna o a algunos de sus componentes. b. Enfermedad febril aguda grave o moderada. c. En caso de ser mujer sí está gestando en ese momento (por la probabilidad de asociar cualquier malformación posterior del producto a la vacuna). d. Explicar sobre las reacciones que pudiera ocasionar la colocación de estas (Ej. fiebre, dolor, tumefacción en el lugar de la colocación, etc.). e. Enfermedades que produzcan inmunodeficiencia. f. Utilización continua y prolongada de corticoides sistémicos. g. Tratamiento antineoplásico o con gammaglobulinas. Otro punto importante es el lugar de colocación, las vacunas intramusculares en lactantes menores de 2 años se deben colocar en el tercio medio externo del vasto (muslo), nunca en región glútea. En los mayores se debe aplicar en el músculo deltoides. Intervalo de administración entre vacunas: Algunas vacunas requieren administrarse en varias dosis para obtener una adecuada respuesta 1. 109 Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. inmunológica y que esta además se mantenga en el tiempo. Intervalos mayores a lo establecido en el calendario de vacunación no reducen las concentraciones finales de anticuerpos, por lo que la interrupción del programa no supone que se necesita reiniciar todas las dosis de vacuna, ni la administración de dosis adicionales. No es recomendable administrar vacunas en intervalos menores al mínimo recomendado, que generalmente es de 4 semanas para colocación del mismo producto. Otra pauta que hay que tener en consideración es que en vacunas constituidas por microorganismos vivos, el intervalo mínimo entre la administración no simultánea es de cuatro semanas. Cuando utilizamos gammaglobulinas por alguna necesidad, la posterior inmunización debe ser diferida, según la vacuna a colocarse, las dosis y tiempo de utilización de gammaglobulina. INTERVALOS DE TIEMPO RECOMENDADOS ENTRE LA ADMINISTRACIÓN DE DIFERENTES VACUNAS. TIPOS DE ANTÍGENOS INTERVALO MÍNIMO ENTRE DOSIS Dos o más antígenos inactivados. Se pueden administrar simultáneamente o con cualquier intervalo entre dosis. Antígenos inactivados y vivos. Se pueden administrar simultáneamente o con cualquier intervalo entre dosis.* Dos o más antígenos vivos. Se pueden administrar simultáneamente o separadas al menos por 4 semanas. ** * Excepto vacuna contra el cólera (inactivada) y vacuna contra la fiebre amarilla (atenuada) deben separarse 3 semanas como mínimo. ** Polio oral (OPV) puede administrarse antes, simultáneamente o después de la triple vírica, vacuna contra la varicela y la vacuna oral contra la fiebre tifoidea. No hay problema en la utilización en una misma persona de vacunas de diferentes fabricantes, excepto la de tos ferina acelular, en la cual aún no hay estudios que demuestren que estos cambios son válidos. Seguridad, precauciones y contraindicaciones de las vacunas: Este es un punto muy interesante, porque así como existen reacciones secundarias con las vacunas, al igual que con cualquier medicamento por más inocuo que se considere (Ej. antipiréticos), debemos tener en consideración que las ventajas de la inmunización superan el riesgo de las reacciones asociadas a las vacunas y más aun los problemas que ocasionaría la infección natural. Además debemos de tener en cuenta que hay eventos que pudieran suceder cuando se vacuna pero que estos son sólo eventos asociados y no existe una relación causal con la vacuna colocada. Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. 1. 110 COMPARACIÓN DE LOS EFECTOS DE LA ENFERMEDAD Y LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS (9). ENFERMEDAD EFECTOS DE LA ENFERMEDAD EFECTOS SECUNDARIOS DE LA VACUNA Polio 1% de las infecciones tienen síntomas clínicos pero 1 de cada 20 hospitalizados fallece y el 50% de los supervivientes quedan paralíticos. Casos descritos de polio paralítica asociada a polio oral (OPV). No efectos con polio inactivada (IPV). Difteria Complicaciones miocárdicas y neurológicas. Letalidad del 5 al 10%. 20% presenta dolor e inflamación local, 5% fiebre. Más del 70% de la dosis de refuerzo a los 4-6 años presentan reacción local. Tétanos Mortalidad del 10%. Principalmente en neonatos. Eritema, inflamación y dolor local. Raro neuropatía periférica. Tos convulsiva Mortalidad en un 5% de los niños menores de 6 meses, secundaria a neumonía o encefalopatía hipóxica fatal. Fiebre. Problemas neurológicos cuando se aplica en mayores de 7 años (contraindicada). Haemophilus influenzae tipo “b” Letalidad del 5% secundaria a meningitis. 10 al 15% de los supervivientes con secuelas neurológicas permanentes. 15 al 20% sordera. 5% dolor local e inflamación y el 2% fiebre. Sarampión 10% complicaciones como neumonía y otitis media. 1 de cada 1000 encefalitis, falleciendo 10% y 25% desarrollan secuelas. 1/25000 desarrollan panencefalitis esclerosante subaguda. 5 al 10%, dolor e inflamación local o fiebre con o sin rash cutáneo. Un paciente por cada millón de dosis podría desarrollar encefalitis. 1/24000 dosis de vacuna desarrollan trombocitopenia. Parotiditis Uno de cada 200 niños desarrollan encefalitis. 20 a 30% de varones postpuberales desarrollan orquitis y 5% de las mujeres ooforitis. Ocasionalmente infertilidad o sordera. Ocasionalmente fiebre y rash cutáneo leve. Según cepa utilizada pueden haber casos de meningitis aséptica, 1 caso cada 10000100000 con cepa Urabe. Rubéola Infección durante el primer trimestre riesgo hasta de un 85% de Síndrome de Rubéola congénita. 50% de adolescentes y adultos artralgias o artritis y uno de cada 6000 encefalopatía. 10% dolor local, inflamación o fiebre. 5% desarrollan adenopatías, rigidez de cuello o dolor articular. Artralgias y artritis más frecuentes en las mujeres postpuberales. Tuberculosis Ocurrida la infección entre el 5 al 15% desarrollan la enfermedad, pudiendo dar no sólo enfermedad pulmonar sino extrapulmonar. 80 a 90% desarrollarán cicatriz queloide en el lugar de la vacunación. Adenopatía axilar 387/1 millón de vacunados. Fiebre amarilla 20 a 60% de mortalidad cuando afecta a viajeros no inmunizados. Casos severos mortalidad 50%. 8% eritema leve local. Fiebre 4.5%. Encefalitis es rara 4 1 6 casos por millón de dosis administrada. Hepatitis B Infección neonatal 80% posibilidad de cáncer de hígado en la primera década de la vida. 3 a 5% irritación local con eritema, induración y dolor en el punto de inyección. Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 1. 111 Contraindicaciones absolutas generales para todas las vacunas: 1. Reacción anafiláctica a dosis previas de la vacuna. 2. Reacción anafiláctica previa a alguno de los componentes de la vacuna. Precauciones vacunas: generales para todas las 1. Enfermedad aguda, moderada o grave con o sin fiebre. 2. Alergia al látex. No son contraindicaciones para la vacunación: Existen muchas situaciones en las que el desconocimiento, el miedo o la interpretación incorrecta llevan a recomendar no vacunar, es por esto que vamos a reconocer falsas contraindicaciones: 1. Reacciones leves a dosis previas de DPT como: dolor, enrojecimiento o inflamación en el lugar de la inyección o fiebre menor de 40.5°C. 2. Enfermedad aguda benigna: resfrío o diarrea en un niño sano. Sin fiebre. 3. Niños con tratamiento antibiótico no en la etapa aguda de la enfermedad. 4. Que la madre del niño a vacunar esté embarazada o que el niño este en contacto estrecho con gestantes. 5. La prematuridad. El niño prematuro seguirá el mismo calendario vacunal y la misma dosificación que los niños a término, no se trabaja con edad corregida, en estos casos, pudiendo existir una contraindicación relativa (peso < 2 kg), esto último por falta de estudios en los prematuros. 6. Niños que hayan tenido contacto reciente con un paciente con patología infecciosa. 7. La lactancia. 8. Historia de alergia inespecífica en el niño o historia familiar de alergia. 9. Historia de alergia a los antibióticos contenidos en las vacunas (neomicina, estreptomicina, polimixina B), salvo si esta reacción fue de tipo anafiláctico. 10. Historia de alergia no anafiláctica, al pollo o a las plumas de aves. 11. Historia familiar de convulsiones en el contexto de una vacunación con DTP o contra SRP. 12. Historia familiar de síndrome muerte súbita del lactante en el contexto de vacunación con DTP. 13. Historia familiar de reacciones desfavorables a las vacunas en pacientes inmunocomprometidos. 14. La administración concomitante de tratamientos de desensibilización. 15. La administración de vacuna de polio oral en niños con candidiasis oral tratada o no. 16. La administración de vacunas inactivadas en pacientes inmunocomprometidos. 17. Enfermedad neurológica conocida, resuelta y estabilizada. 18. Desnutrición. Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. 1. 112 CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES ESPECÍFICAS DE LAS VACUNAS SISTÉMATICAS. VACUNA DTPw/DTPa CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS Reacción anafiláctica a dosis previas. Encefalopatía en los 7 días siguientes a la administración de una dosis previa. PRECAUCIONES Fiebre mayor a 40.5°C en las 48 horas siguientes a la administración. Colapso o shock en las 48 horas siguientes a la colocación de una dosis previa. Convulsiones en los 3 días siguientes a la aplicación de la vacuna. Llanto persisitente inconsolable de 3 horas de duración en las 48 horas posteriores a la vacunación. Síndrome de Guillian-Barré en las 6 semanas después de la vacunación. Polio oral (OPV) Infección por VIH o contacto familiar con una persona infectad por VIH. Inmunodeficiencia congénita. Inmunodeficiencia adquirida. Padecer problema hematológico o un tumor sólido o estar con terapia inmunosupresora prolongada. Embarazo. Polio inactivada (IPV) Reacción anafiláctica a neomicina, estreptomicina o polimixina B. Embarazo. Triple vírica (sarampión-rubéolaparotiditis). Reacción anafiláctica a la neomicina. Embarazo Inmunodeficiencia congénita o secundaria o con terapia inmunosupresora. Trombocitopenia. Haber recibido gammaglobulina en los meses previos. Haemophilus influenzae “b” (Hib) No existen. Ninguna. Hepatitis B Reacción anafiláctica a levadura de panadería. Prematuridad con peso < 2000 gramos. BCG Inmunodeficiencia. Niño en contacto con padres con HIV, hasta que no se conozca si está con TBC. Embarazo. Fiebre amarilla Embarazadas. Huéspedes inmunocomprometidos. Menores de 4 meses. HIV con severo estado de inmunodepresión. Ninguna. Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 1. 113 VACUNACIÓN EN SITUACIONES DE DESASTRES: La vacuna antisarampionosa es la única vacuna que debe ser administrada como rutina. La OMS no recomienda la vacunación contra fiebre tifoidea y cólera en las áreas endémicas. Tétanos no se recomienda como rutina en estas condiciones, sólo se colocarán en casos de existir heridas tetanígenas. ESQUEMAS DE INMUNIZACIONES A continuación vamos a ver como han variado los esquemas del Programa Ampliado de Inmunizaciones del Perú. PROGRAMA AMPLIADO DE INMUNIZACIONES – Perú (PAI) 2006 (10). VACUNA/EDAD RECIÉN NACIDO BCG X Hepatitis B X 2MESES 3MESES X 4MESES 12MESES X DPT X X X Polio Oral X X X Haemophilus influenzae“b” X X X Sarampión-Rubéola Parotiditis X Fiebre Amarilla X Este esquema, el cual ha sido utilizado por varios años, daba prioridad al cumplimiento con intervalos mínimos entre dosis de vacunas (DPT, polio oral y Haemophilus influenzae “b”), lo que nos podría llevar a problemas con la creación de la memoria inmunológica, sí se colocaban en tiempos menores a los programados. Otra de las complicaciones de este esquema era la parte logística, colocándose a los dos y cuatro meses vacunas pentavalentes (DPT, Haemophilus influenzae “b” y Hepatitis B) y polio oral, mientras a los tres meses se colocaba una tetravalente (DPT, Haemophilus influenzae “b”) y polio oral. Como se darán cuenta además no existían los refuerzos. Conceptos importantes sobre Inmunizaciones. 1. 114 ESQUEMA NACIONAL DE VACUNACIÓN - PERÚ 2014(11). Vacuna/Edad Recién Nacido 2 meses 4 meses 6 meses BCG X Hepatitis B X X X X DPT X X Polio Intramuscular X X Polio Oral Haemophilus influenzae “b” X X Rotavirus X X Neumococo X X Sarampión-Rubéola Parotiditis Fiebre Amarilla 12 meses 15 meses 18 meses 4-6 años X X X X X X X X X X Este esquema que se comenzó a utilizar a partir del año 2010. Como se observa, la diferencia con el anterior, es la aparición de nuevas vacunas como rotavirus y neumococo. El tiempo es mayor entre vacunas, lo cual es bueno para la memoria inmunológica, sin embargo, con la vacuna para el sarampión, rubeóla y parotiditis (SRP), aunque se puede colocar la segunda dosis al mes de la primera, en adultos, no se conoce bien si este intervalo sería beneficioso a largo plazo. donde no se hace de manera rutinaria despistaje para esta enfermedad en las madres gestantes. En este esquema se coloca la vacuna para la polio por vía intramuscular (IPV) en las primeras dos dosis, a los 2 y 4 meses, edades en la que existe riesgo de desarrollar polio post vacunal luego de administrar la vacuna de la polio por vía oral (OPV). Con esto se está avanzando en la dirección correcta para que todas las dosis de polio sean intramusculares o inactivadas. Es más ordenado el aplicar a los 2, 4 y 6 meses vacunas pentavalentes, conllevando a menores problemas de logística. Otro punto importante es que la vacuna de fiebre amarilla, sólo se debe colocar una vez en la vida (Comunicado OMS. 17 Mayo 2013, Grupo de Expertos de la OMS en Asesoramiento Estratégico (SAGE): Vacuna de Fiebre Amarilla), sin reforzar cada 10 años, como se venía realizando. A continuación el esquema de vacunación que podría considerarse “ideal” para nuestra realidad. Podría objetarse la colocación de 4 dosis de vacuna para la hepatitis B, lo que no ocasiona ningún problema, por el contrario, se mantiene la colocación de al nacimiento, la cual es muy importante en un país con alta prevalencia de portadores crónicos y Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 1. 115 ESQUEMA DE VACUNACIÓN IDEAL EN NIÑOS HASTA 6 AÑOS. VACUNA/ EDAD RECIÉN NACIDO BCG X Hepatitis B X 2 4 6 7 12 X X X DPT X X X X X Polio Intramuscular X X X X X Haemophilus influenzae“b” X X X X X Fiebre Amarilla X Varicela X Hepatitis A X(1) Neumococo X X Rotavirus X X Influenza X X(3) AÑOS 4-6 MESES SarampiónRubéolaParotiditis MESES 2-3 MESES MESES MESES 18 MESES AÑOS X X X(1) X(2) X X(4) (1) Esquema que ha sido probado en estudios por los laboratorios que producen esta vacuna. (2) Esquema de la Academia Americana de Pediatría (12,13), con 6 meses de intervalo entre dosis, 2 años y 2 años 6 meses. (3) Colocarla previa a la temporada. (4) Segunda dosis con intervalo de un mes sólo la primera vez, posteriormente, anualmente una sola dosis. Este esquema podría utilizar vacunas hexavalentes (DaPT, polio intramuscular, Haemophilus influenzae “b”, Hepatitis B). Conceptos Importantes sobre Inmunizaciones. 1. 116 VACUNACIÓN ADOLESCENTES Y ADULTOS. VACUNA EDAD Tdap (1) A partir de los 7 años cada 10 años. Sarampión-Rubéola-Parotiditis 12 años refuerzo cuando no se colocó entre los 4 a 6 años. Hepatitis B A cualquier edad con un esquema de 0, 1, y 6 meses cuando no la hubiera recibido a la edad indicada. Hepatitis A A cualquier edad con un esquema de 0 y 6 meses cuando no lo hubiera recibido a la edad indicada. Varicela Menores de 13 años 1 dosis, mayores de esa edad dos dosis con intervalo mínimo de un mes. Influenza Anualmente. Papiloma virus (PVH) A partir de los 9 años, hasta los 26 años (2,3). Esquema: 0, 2 y 6 meses o 0,1 y 6 meses. Neumococo 13 serotipos A cualquier edad en personas que tengan una inmunidad deprimida o ancianos. Neumococo 23 serotipos A cualquier edad en personas que tengan una inmunidad deprimida o ancianos. (1) Vacuna que ayudaría a eliminar los reservorios de Bordetella pertussis, que se encuentran generalmente en esta población y causan problemas en niños pequeños que no han recibido ninguna dosis o tienen esquema incompleto. (2) Faltan completar estudios que concluyan con recomendar dosis de PVH a mayor edad. Probablemente el rango de edad se amplíe. (3) Se pueden vacunar ambos sexos a estas edades con la vacuna Gardasil®. La EMA (European Medicine Agency) ha aprobado el uso de la vacuna contra el Papilomavirus, Cervarix®, dos dosis sólo en niñas que recibieron la primera dosis entre los 9 y 14 años de edad(14), como se muestra en el siguiente cuadro: EDAD EN EL MOMENTO DE LA PRIMERA DOSIS INMUNIZACIÓN Y ESQUEMA FLEXIBILIDAD PARA LA INMUNIZACIÓN SI SE REQUIERE De 9 a 14 años (inclusive) Dos dosis, cada una de 0,5 ml, a los 0, 6 meses. Segunda dosis entre 5 y 7 meses tras la 1ª dosis. A partir de 15 años Tres dosis, cada una de 0,5 ml, a los 0, 1, 6 meses. Segunda dosis entre 1 y 2,5 meses tras la 1ª dosis. Tercera dosis entre 5 y 12 meses tras la 1ª dosis. En la actualidad, se están desarrollando nuevas vacunas y muchas otras se encuentran en diferentes fases de estudio como vacunas para la tuberculosis, malaria, dengue, nuevas vacunas para el meningococo, Staphilococo aureus meticilino resistente, Streptococo grupo B, Helicobacter pylori, virus sincicial respiratorio, cólera, fiebre tifoidea, paratíficas, Escherichia coli, adenovirus, VIH, artritis reumatoide, ébola, vacunas desarrolladas en alimentos (para que cada vez que nos alimentemos, estemos protegiéndonos) y muchas más. El futuro de la medicina se sigue dirigiendo hacia la prevención y las vacunas van a ser su principal aliado. Eduardo Verne Martin, Claudia Ugarte Taboada. 1. 117 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. XVI Reunión del Grupo técnico asesor de la OPS sobre enfermedades prevenibles por vacunación: conclusiones y recomendaciones. Boletín informativo PAI. Año XXVI. Número 6. Diciembre 2004. 2. Fujimura SF. Gracias Dr. Salk. Perspectivas de Salud (Revista de la OPS). Volumen 10. Número 2. 2005. 3. Nossal GJV. Host inmunobiology and vaccine development. Lancet 1997, 350:1316-1319. 4. Declaración de política de OPS/OMS. División vacuna e inmunización OPS. Washington DC 2000. 5. Wheeler JG, Steiner D. Evaluation of humoral responsiveness in children. Pediatr Infec Dis J.1992, 11: 304-310. 6. Centres for Diseases Control and Prevention. General recommendations on immunization: recommendations of the Advisory Committee on Inmunization Practices and the American Academy of Family Physician. MMWR February 7, 2014. 7. American Academy of Pediatrics. Active and Passive Immunization. In: Pickering LK, ed. Red Book: 2012. Report of the Committee on Infectious Diseases. 29th ed. Elk Grove Village, IL. 8. Plotkin SA. Vaccines, Vaccination and Vaccinology. J. Infect.Dis 2013, 187:1349-1359. 9. Manual de Vacunas de Latinoamérica. SLIPE. Tercera Edición. 2005. 10.Resolución Ministerial No. 307-2005 MINSA. 22 Abril 2005. 11.Resolución Ministerial No. 510-2013 MINSA. 15 Agosto 2013. 12.CDC. General Recommendations on Immunization. Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices. http://www.cdc.gov/vaccines/hcp/ acip-recs/index.html. 13.Department of Health and Human Services. CDC. Recommended immunization schedule ages 0-6, 6-18. USA. 2014. www.cdc.gov/ mit/rees/childschedule.htm 14.European Medicine Agency. 18/12/2013 Cervarix -EMEA/H/C/000721 -II/0048. 15.Verne E, Ugarte C. Inmunización: Conceptos generals, esquemas y el futuro. Rev.peru.pediatr. 2008; 61:36-43. 1. 118 Reglamento de publicación 1. DE LA REVISTA La Revista Peruana de Pediatría es la publicación oficial de la Sociedad Peruana de Pediatría, destinado a divulgar y propagar los conocimientos sobre Medicina Preventiva y Asistencial entre los médicos pediatras y profesionales interesados. Dicha acción la ejerce a través de la publicación de trabajos científicos de sus asociados y profesionales médicos no asociados, nacionales e internacionales, que por su calidad y rigor científico merezcan su publicación para ser difundidos dentro y fuera del país. • • • 2. DE LAS SECCIONES DE LA REVISTA La Revista Peruana de Pediatría cuenta con las siguientes secciones: 2. 1. EDITORIAL Destinada a aspectos doctrinarios de la Sociedad Peruana de Pediatría o a temas que por su trascendencia y actualidad requieren su publicación. 2. 3. TEMAS DE REVISIÓN 2. 2. TRABAJOS ORIGINALES Comprende la sección de trabajos originales e inéditos de las diversas áreas de la Pediatría o ciencias afines. No excederá de 15 páginas. Para considerar su publicación deben reunir los siguientes requisitos: El título debe estar en español e inglés. • RESUMEN: En el que se expondrá en forma precisa la esencia del trabajo y deberá incluir los siguientes subtítulos: Objetivo, Material y métodos, Resultados y Conclusiones, y tendrá su respectiva traducción al inglés, la cual no deberá exceder las 200 palabras. Al final se escribirán las palabras clave en número no mayor de cinco (http://www. nlm. nih. gov). INTRODUCCIÓN: Que incluye la exposición de motivos del trabajo y una breve referencia de la literatura, que debe ser clara, explícita y concisa. MATERIAL Y MÉTODOS: Se describen las características del material empleado en el trabajo y la metodología usada en el estudio en forma concreta y precisa. RESULTADOS: Deberán ser de carácter objetivo, con el análisis estadístico en los casos pertinentes, sin interpretación personal • • • y serán acompañados de las tablas y/o figuras respectivas (figuras, radiografías, fotografías). DISCUSIÓN: Comprenderá la interpretación de los resultados comparándolos con los trabajos realizados por otros autores y las conclusiones que se derivan de ello cuando sea apropiado. AGRADECIMIENTOS (si viene al caso). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: Se harán de acuerdo a las Normas de Vancouver y serán presentadas en el orden como aparecen en el texto. Todas las referencias deberán estar citadas ya sea en el texto o en las ilustraciones con un número arábigo entre paréntesis, en superíndice. Estas llamadas de cita precedidas de un espacio, se colocan antes del punto, coma u otro signo de puntuación. El máximo de referencias bibliográficas permitidas es de 40. Son trabajos de actualizaciones sobre temas de la especialidad, en particular de trabajos originales o académicos o médico– quirúrgicos, no excederá de 12 páginas. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave no más de 200 palabras. 2. 4. CASOS O REPORTES CLÍNICOS Se considera para su publicación únicamente aquellos casos que signifiquen interés diagnóstico, anomalía de evolución, rareza de observación, evidente interés por la respuesta terapéutica. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave. No excederá de 6 páginas. Se tomarán en cuenta los siguientes puntos: a) Introducción b) Reporte del caso clínico c) Comentario c) Bibliografía 2. 5. SALUD MENTAL Se publicarán artículos sobre algún aspecto de salud mental del niño y el adolescente. No excederá de 4 páginas. Deberá acompañarse de un resumen con su respectiva traducción en inglés y palabras clave. 1. 119 2. 6. ÉTICA Se considera en esta sección algún tema de interés sobre ética médica. No excederá de 3 páginas. 3. 8. El artículo debe usar el Sistema Internacional de Medidas. 3. 9. Las ilustraciones (tablas, figuras, fotografías y otros documentos similares) no excederán de 10 y deben estar insertadas dentro del artículo en Word, con el título correspondiente y en el orden de aparición, con letra tipo oración. Ejemplo: Tabla 1. Índices de salud. 2. 7. CULTURAL Se consideran para esta sección artículos de interés en el área cultural. No excederá de 3 páginas. 3. NORMAS PARA SU PUBLICACIÓN Se refiere a los aspectos generales de los trabajos. 3. 1. Los trabajos se reciben en el local de la Sociedad Peruana de Pediatría: Calle Los Geranios Nº 151, Urb. Jardín, Lince, Lima 14 – Perú; de lunes a viernes de 10 a. m. a 5 p. m. Teléfono Nº 4226397, correo electrónico: pediatria@ rednextel.com.pe Al entregar el trabajo recibirá una constancia de recepción. 3. 9. 1. Las tablas, gráficas, radiografías, fotografías, 3.9.2. Las tablas y las ilustraciones serán considerados para el entendimiento del texto y no deberán ser reiterativos entre sí o con relación al texto (no trace líneas horizontales ni verticales en el interior de los cuadros). 3. 2. El artículo debe estar acompañado por una Carta de Presentación dirigida al presidente del Comité de Publicaciones solicitando la evaluación de dicho artículo para su publicación y debe certificarse mediante una Declaración Jurada que no ha sido publicado en otra revista y estar firmada por el autor y coautores. 3. 3. La Revista Peruana de Pediatría acepta la solicitud de publicación de contribuciones nacionales y extranjeras de la especialidad siempre que se ajusten a los requerimientos del presente Reglamento. 3. 4. La Revista Peruana de Pediatría se reserva el derecho de aceptar los trabajos que se presenten y de solicitar las modificaciones que considere necesarias para poder cumplir con las exigencias de la publicación. 3. 5. La publicación de trabajos en la Revista Peruana de Pediatría, en sus diferentes secciones, no obliga necesariamente a solidarizarse con las opiniones vertidas por él o los autores. 3. 6. Los trabajos presentados para su publicación en la revista son evaluados por árbitros externos. 3. 7. El trabajo deberá enviarse en original impreso y en forma electrónica debidamente grabado en un disquete o CD en el programa Word para Windows 97 o posterior, letra Arial, tamaño de fuente 10 puntos, espacio sencillo. etc. , deben tener un título breve y claro, escrito en letra arial y serán numeradas según el orden de llamada que aparece en el texto. Precisar número de fuente en negrita. Ejemplo: Tabla 1. Letalidad de acuerdo al grado de hemorragia intraventricular. 3. 9. 3. Las figuras, radiografías, fotografías, etc. deben tener leyenda. 3. 9. 4. Las publicaciones de reproducciones a color deben consultarse con el director responsable. 3. 10. En la primera página del trabajo debe anotarse. Título: breve, que represente el contenido del artículo, en español y en inglés. Nombre y los dos apellidos del autor y coautores. Grado académico y afiliación institucional. Nombre del Departamento y/o institución en que se realizó el trabajo. Dirección del autor, adonde se le dirigirá la correspondencia, así como teléfono y dirección de correo electrónico. 3. 11. Los autores que hayan presentado artículos recibirán una carta de la Secretaría de Comité de Publicación y Biblioteca, señalando la “aceptación” o “no aceptación” de dichos trabajos en un plazo máximo de 60 días. Los originales de los trabajos no aceptados serán remitidos con la carta de “no aceptación”. 3. 12. Una vez aceptado y publicado el artículo, los derechos pertenecen a la Revista Peruana de Pediatría, y serán reproducidos por terceros sólo con la autorización correspondiente.