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MONOGRAFÍA ASMA Y EDUCACIÓN II CURSO PARA EDUCADORES EN ASMA Granada 24, 25 y 26 de febrero, 2005. Editores: M. Martínez Gómez A. Martínez-Cañavate Burgos Grupo de Asma y Educación (SENP) Titulo: II Curso para educadores en asma Editores: M. Martínez Gomez A. Martínez - Cañavate Burgos Grupo de Asma y Educación (SENP) Granada 15 de Febrero de 2005 ISBN: 84-609-3821-2 Indice: PONENCIAS Presente y futuro de la Educación del paciente asmático en nuestro país J. Pérez Frías, A. Cordón, G. Spitaleri………………………………………………….. 9 Asma en el niño M. Martínez, JC. Martínez………………………………………………………………17 Asma en el adolescente A. Sánchez……………………………………………………………………………… 25 Factores desencadenantes y medidas de control ambiental A. M. Martínez-Cañavate, F. Girón …………………………………………………… 33 Como mejorar el cumplimiento terapéutico J. Korta…………………………………………………………………………………. 45 Educación del paciente asmático; algunas preguntas a responder J. Valverde………………………………………………………………………………55 Educación del niño asmático en un Servicio de Urgencias hospitalario J. Román………………………………………………………………………………...69 Consensos. Objetivos del tratamiento M. A. Neyra, S. Rueda………………………………………………………………….79 Automanejo en el ambiente escolar C. R. Rodríguez…………………………………………………………………………87 Implantación en España de los Programas de Atención al niño con Asma C. A. Díaz, B. Domínguez……………………………………………………………...97 TALLERES Pruebas diagnósticas. Realización de test cutáneos A. M. Rojo, A. M. Martínez-Cañavate…………………………………………………117 Pruebas diagnósticas. Realización de pruebas funcionales respiratorias M. López………………………………………………………………………………129 Inmunoterapia A. M. Martínez- Cañavate, F. Girón..............................................................................137 Terapia inhalada M. Praena……………………………………………………………………………...145 ANEXO Técnicas de Aproximación a la Educación del paciente asmático y sus familiares A. Gervilla…………………………………………………………………………….171 Dentro del seguimiento y tratamiento del paciente asmático, se admite en general que el papel de la educación del paciente en relación a su propia enfermedad, permite a este un mejor conocimiento de la misma, pronostica una mejor evolución y facilita una mayor efectividad en el cumplimiento del tratamiento. Está comprobado que la existencia de programas educativos con planes por escrito, donde se incluyan normas de automonitorización, evaluaciones periódicas y continuidad en los mismos, son mucho más efectivos que la simple información y contribuyen a mejorar los índices de morbilidad de la enfermedad asmática. Basándonos en estas premisas, la Unidad de Neumología y Alergia Pediátricas del H.U. Materno Infantil de Granada, en colaboración con el grupo de Asma y Educación de la Sociedad de Neumología Pediátrica, organiza este II Curso para Educadores en Asma, que intenta facilitar a todos los que tratamos y controlamos pacientes asmáticos, una normativa aún no estandarizada, que permita mejorar la calidad de vida de los que padecen esta enfermedad crónica, contando con la participación activa del propio paciente o los familiares más allegados en el caso del niño. Para la realización del Programa, nos hemos basado esencialmente en el primer Curso , que representó una magnífica experiencia para todos los que en él participamos. Hemos considerado la evaluación realizada en dicho post-curso y hemos intentado aunar ideas y consejos que en definitiva dicta la experiencia. Sin abandonar aspectos teóricos, siempre necesarios, se ha incrementado el tiempo de actividades prácticas que permitan la colaboración y participación de todos los inscritos, con el desarrollo de casos clínicos y talleres que reflejan lo que representa la realidad en la atención a nuestros pacientes. Esta Monografía recoge, en una primera parte, los resúmenes de las ponencias al Curso, y en la segunda los talleres que forman parte de la parcela práctica del mismo. No pretende ser un texto base, sino simplemente un libro de consulta en aspectos propios de la Educación del paciente; de aquí que puntos de interés como la dosificación de fármacos o indicaciones de determinadas terapias, se tratan de forma muy superficial, aconsejando su consulta en las Guías de manejo del Asma. Esperamos que el desarrollo del Curso cumpla las expectativas que con ilusión hemos intentado transmitir, y deseamos que a la vez sea un paso más de experiencia para el desarrollo de nuevos encuentros parecidos. Nota de los Editores. 5 6 PONENCIAS 7 8 Presente y futuro de la educación en el asma infantil. J. Pérez-Frías, A. Cordón, G. Spitaleri.. Neumología Infantil. Hospital Materno Infantil. Facultad de Medicina. Universidad de Málaga. Málaga. 9 10 Se han desarrollado programas educativos de automanejo para niños con asma, pero no está claramente definido si estos programas mejoran los resultados. En un reciente estudio de la Cochrane1 se ha expuesto la importancia de la educación - autoeducaciónpara el tratamiento del asma en la infancia revisando - criterios de selección - ensayos clínicos aleatorizados y controlados de programas educativos de automanejo del asma en niños y adolescentes de dos a 18 años con los criterios habituales en esta entidad. De los 45 ensayos identificados, resultaron idóneos 32 estudios que comprendían a 3706 pacientes. Los programas educativos de asma fueron asociados con mejoras moderadas en las mediciones del flujo espiratorio (diferencia de promedios estandarizados [DPE] 0,50, 95% intervalo de confianza [IC] 0,25 a 0,75) y escalas de autoeficacia (DPE 0,36 95% IC 0,15 a 0,57). Los programas educativos fueron asociados con reducciones moderadas de los días de absentismo escolar (DPE -0,14, 95% IC -0,23 a -0,04), días de actividad restringida (DPE -0,29, 95% IC -0,49 a -0,08), y visitas a la sala de emergencias (DPE -0,21, 95% IC -0,33 a -0,09). Se redujeron las noches con molestias causadas por el asma cuando se realizó la combinación utilizando un modelo de efectos fijos y no un modelo de efectos aleatorios. Los efectos de la educación tuvieron un mayor impacto en la mayoría de los resultados en casos moderados-graves, en comparación con casos de asma leve-moderada y en los estudios que emplearon estrategias de flujo pico versus estrategias basadas en síntomas. Los efectos fueron evidentes dentro de los primeros seis meses, pero en las mediciones de morbilidad y utilización de atención sanitaria fueron más evidentes después de los 12 meses. Las conclusiones son que los programas educativos de automanejo del asma en niños mejoran una amplia gama de mediciones de resultados y, por tanto, que la educación para el automanejo dirigida a la prevención y al control de crisis debería ser incorporada a la atención rutinaria del asma. Las conclusiones acerca de la eficacia relativa de los diversos componentes están limitadas por la falta de comparaciones directas. Los ensayos futuros de programas de educación sobre el asma deberán centrarse en los resultados de morbilidad y estado funcional, incluyendo la calidad de vida y deberían incluir comparaciones directas de los diversos componentes de las intervenciones. Por otra parte un reciente articulo del New England2 - Inner-City Asthma Study - da las conclusiones de un ensayo clínico controlado y randomizado realizado en Estados Unidos en medio urbano sobre 937 niños con asma atópica entre 5-11 años de ambiente social medio/bajo basado en intervenciones sobre el medio ambiente individualizadas en función de tests de sensibilización y factores de riesgo ambiental en domicilio. La intervención se realizo durante un año y fue seguida de otro de observación. Se visualizo personalmente cada dormitorio y se tomaron muestras de polvo cada seis meses durante estos dos años. Los niños y quienes los cuidaban fueron instruidos sobre las razones y la importancia de la intervención dando las instrucciones y elementos necesarios para producir un cambio en el comportamiento. Se realizo espirometría basal y al año de la randomización. La variable de valoración primaria fue el numero de días con síntomas graves. La intervención domiciliaria individualizada disminuyo significativamente el nivel de exposición a alergenos dentro de la casa y redujo el numero de complicaciones relacionadas con asma. 11 Los resultados iniciales mostraron que mas del 60% de los dormitorios de los niños tenían alergenos de cucarachas (Bla g1). Los alergenos en el polvo (Dermatophagoides: Der p1 or Der f1) se encontrón en el 84% de los dormitorios. La mayoría de los niños con prick test positivo a cucarachas (77%) o al polvo (87%) tenían concentraciones detectables de estos alergenos en sus dormitorios. El grupo de intervención tuvo síntomas menos graves de asma y menos días con asma que el grupo control tanto durante el primer año como durante el año posterior a la intervención. Las concentraciones de alergenos en dormitorios (cucarachas y dermatophagoides) disminuyeron en ambos grupos durante el estudio pero su correlación con la disminución de síntomas sólo se vio en el grupo implicado y no en el control. Si bien no se valoraron respuestas inflamatorias, la principal conclusión de este estudio3 es que la intervención reglada sobre múltiples alergenos vía educación y control del medio ambiente reduce significativamente los síntomas de asma en niños atópicos, lo que refuerza las conclusiones previstas en la GINA4 y lo publicado por el National Asthma Education and Prevention Program (Expert Panel)5 norteamericano en la pasada década sobre la evitación de alergenos domiciliarios. Guías y procesos asistenciales. Las guías - Clinical-practice guidelines - y los procesos asistenciales - Disease management, o, proceso asistencial integrado, en nomenclatura española - son dos estrategias de calidad aplicadas al problema asmático. Las guías son recomendaciones derivadas de la evidencia y basadas en opiniones de expertos para ayudar a médicos y pacientes en la toma de decisiones. El proceso asistencial de la enfermedad supone una aproximación mas global en la búsqueda de mejorar los resultados clínicos y reducir los costes integrando los distintos componentes del sistema de salud con la utilización de sistemas informáticos, guías clínicas adecuadas al entorno, obtención de datos y cuantificación de los resultados de su aplicación. Si bien con algunas diferencias casi todas las guías sistematizan el correcto cuidado del asma en una serie de parámetros bien conocidos: tratamiento de mantenimiento con antiinflamatorios para todos los pacientes (esteroides inhalados, cromonas), excepto en casos leves; medición de PEF, planes de manejo escrito, enseñanza de inhaladores, control ambiental y de desencadenantes conocidos como el tabaco. Las más modernas como la última del NAEPP6 - National Asthma Education and Prevention Program tambien recomiendan controles espirométricos seriados (FEV1) tanto para confirmar el diagnóstico como para seguimiento , al menos cada uno o dos años; monitorización domiciliaria de PEF excepto en casos leves (intermitentes) y prick tests para identificación de posibles alergenos evitables. Aceptando que algunos de los obstáculos para llevar a cabo estas guías y procesos asistenciales son achacables a médicos y pacientes, las mayores barreras para su aplicación son administrativas y sociales: - En primer lugar, si bien algunos médicos pueden no conocer las actuales recomendaciones, admitiendo también que más de uno pueden no tener interés en conocerlas, la complejidad de las guías y no digamos ya de los procesos asistenciales7, así como su limitada - e ¿interesada? - distribución, pueden contribuir sin duda a esta carencia de conocimientos y a su nula aplicación practica. 12 - Si bien en estos documentos no existe inconveniente alguno en recomendar el uso de la espirometría ambulatoria, la mayoría de los médicos implicados en su aplicación no tienen, ni probablemente vayan a tener, posibilidad de disponer de los equipos apropiados para su realización, sin considerar la necesaria formación para su uso o, lo que es mas grave, su correcta interpretación. - La derivación al especialista se ve limitada por razones de economía de costes y sobrecarga de los servicios de referencia. - Los criterios de productividad aplicados a la asistencia hacen difícil disponer de tiempo para una educación correcta del paciente y sus cuidadores, excepto en centros tutelados para ello por la propia administración. - Las familias se ven imposibilitadas para cambiar sus condiciones ambientales, dada la carencia de fondos para ello o la negativa de los propietarios de la vivienda a realizar obras. - Lo anterior genera frustración y resentimiento por parte de los médicos de atención primaria que si conocen las guías y procesos y están dispuestos a seguirlos, pero que son conscientes de la falta de medios y barreras insalvables para su aplicación práctica, todo lo cual hace poco probable una mejoría en el cuidado del niño asmático. - Esto se añade al sentimiento ambivalente por parte de los médicos sobre este tipo de documentos ya que si bien algunos lo perciben como una fuente actualizada y conveniente de adquisición de conocimientos y puesta al día del tema, otros lo ven como un medio de control prescriptivo, dirigido, interesado e inflexible. En resumen: Los procesos actuales, modificados para hacerlos factibles, sugieren la posibilidad de derribar algunas de las barreras que hacen difícil su aplicación, pero suscitan dudas mas que razonables sobre la falta de evidencia de su eficacia, la rigidez que caracteriza los proyectos a gran escala dirigidos por las organizaciones asistenciales políticamente controladas, la vulnerabilidad que estas mismas razones políticas implican sobre proyectos a largo plazo y la percepción - real o no- de que estos proyectos pueden ir dirigidos mas que a mejorar el estado de salud de los pacientes, a ahorrar costos a la administración que los promueve. Futuro. ¿Cuáles pueden ser las posibles soluciones?. Ante lo dicho anteriormente, el entramado del manejo del asma previsto hasta ahora - si bien nuevo - puede que no se acomode a la naturaleza dinámica de la enfermedad, en la cual el paciente frecuentemente olvida o conculca los planes establecidos. Un plan a un año vista que puede ser supervisado por diferentes médicos, puede que no considere el valor de la enseñanza preventiva. Además, si bien no frecuente en pediatría, un paciente puede estar inmerso en diferentes procesos - asma, diabetes, obesidad, etc.- con la dificultad añadida de seguimiento para cada uno de ellos y la fragmentación en el cuidado del enfermo. En cualquier caso el problema del papel de la educación en el asma ya fue debatido por Homer8 y sigue siendo debatido hoy día. El asma presenta un problema difícil ya que, a pesar de un correcto tratamiento muchos pacientes siguen teniendo síntomas y precisando frecuentes hospitalizaciones, curiosamente afectando mas a segmentos 13 desfavorecidos de la sociedad como en el estudio de Morgan y cols - Inner Study - al que nos hemos referido, lo que implica que muchos pacientes con asma, especialmente los mas pobres, no reciben unos cuidados óptimos. Esto lo refleja el dato siguiente: las tasas de hospitalización son 5 veces más altas en negros que en blancos y la mortalidad por asma de 5 a 10 veces mas alta, datos de 1996 para Estados Unidos9. Queda claro que existen diferencias en la calidad del tratamiento del asma y que estas vienen condicionadas por diferencias socioeconómicas y raciales, todo lo cual implica resultados diferentes10. Lo anterior refleja el presente, pero de todo ello se desprende, en palabras de F Martinez11 que los pacientes con asma y quienes los cuidamos nos enfrentamos a una paradoja evidente: Durante los veinte años anteriores se ha realizado un considerable progreso en el control y tratamiento del asma, tanto desde el punto de vista farmacológico, como educacional y con medidas de control ambiental. Como resultado de todos estos avances mas del 90% de los niños afectos de asma pueden llevar una vida prácticamente normal. La mala noticia, sin embargo, es la ausencia de una estrategia universalmente aceptada para lograr la prevención de la enfermedad en aquellos que no la padecen. Es especialmente clarificador el trabajo de Nueva Zelanda realizado por Sears y cols.12 en el que se concluye que mas de uno de cada cuatro niños afectos de sibilancias en la infancia persiste o recae en el cuadro al llegar a la edad adulta. Los factores predisponentes para ello son para los autores sensibilización a los ácaros del hogar, hiperreactividad de la vía aérea, sexo femenino, tabaco e inicio precoz de síntomas en la infancia. Estos signos unidos a la función pulmonar alterada de manera persistente sugieren que la evolución del asma del adulto va a ser determinada principalmente en la infancia. Los resultados del trabajo cuyas conclusiones acabo de recoger son apremiantes: la prevención del asma requerirá la intervención sobre los exposición ambiental precoces que predisponen a los niños, o que los van a del inicio y la progresión de la enfermedad y, mas que probable, a ello encaminados nuestros esfuerzos recursos. bastante tipos de proteger, deben ir Siguiendo el comentario de F. Martínez sobre el trabajo de M. Sears, que me permito transcribir en su ingles original dada su sutileza y las dificultades de traducción, por primera vez existe una esperanza justificada de que una enfermedad pueda ser evitada antes de su comienzo o de que causa daños irreversibles. "The results reported by Sears et al are thus quite compelling: the prevention of asthma will require interventions focused on the types of early environmental exposure that predispose children to or protect them against the onset and progression of the disease. For the first time, there is justifiable hope that a debilitating disease that markedly affects the lives of the young and the old equally can be thwarted before it starts or can be stopped before it causes irreversible harm." 14 1 Wolf FM, Guevara JP, Grum CM, Clark NM, Cates CJ. Intervenciones educativas para el asma infantil (Revisión Cochrane traducida). En: La Cochrane Library plus en español, número 2, 2004. Oxford, Update Software Ltd 2 Morgan WJ, Crain EF, Gruchalla RS, et al. Results of a home-based environmental intervention in urban children with asthma. N Engl J Med 2004;351:1068-1080. 3 Sheffer AL.. Allergen Avoidance to Reduce Asthma Related Morbidity. N Engl J Med 2004;351:1134-1136. 4 Global initiative for asthma: global strategy for asthma management and prevention: NHLBI/WHO Workshop report. Bethesda, Md.: National Heart, Lung, and Blood Institute, 1995. (NIH publication no. 95-3659.) 5 National Asthma Education and Prevention Program: expert panel report: guidelines for the diagnosis and management of asthma update on selected topics -- 2002. J Allergy Clin Immunol 2002; 110:Suppl:S141-S219. 6 Ressel GW; Centers for Disease Control and Prevention; National Asthma Education and Prevention Program. NAEPP updates guidelines for the diagnosis and management of asthma. Am Fam Physician. 2003; 68(1):169-170. 7 Proceso asistencial integrado. Asma en la edad Pediátrica. Consejeria de Salud. Junta de Andalucía. 2003. 8 Homer C. J. Asthma Disease Management. N Engl J Med 1997; 337:1461-1463. 9 Homer CJ, Szilagyi P, Rodewald L, et al. Does quality of care affect rates of hospitalization for childhood asthma? Pediatrics 1996;98:18-23. 10 Finkelstein JA, Brown RW, Schneider LC, et al. Quality of care for preschool children with asthma: the role of social factors and practice setting. Pediatrics 1995;95:389-394. 11 Martinez F. D. Toward Asthma Prevention — Does All That Really Matters Happen before We Learn to Read?. N Engl J Med 2003; 349:1473-1475. 12 Sears MR, Greene JM, Willan AR, et al. A longitudinal, population-based, cohort study of childhood asthma followed to adulthood. N Engl J Med 2003;349:1414-1422. 15 16 Asma en el niño M. Martínez Gómez, J.C. Martínez Bernal Unidad de Neumología Pediátrica. H. U. Materno Infantil. Granada 17 18 Definición. El Consenso Internacional Pediátrico (1998), define el asma, como “cuadro clínico caracterizado por las sibilancias recurrentes y/o tos persistente en una situación en la que se han excluído enfermedades menos frecuentes”. Esta definición tiene plena validez hasta los 3 años de edad, a partir de los cuales los síntomas se van haciendo más definitivos, siendo por encima de los 6 años y en algunos casos antes, cuando los síntomas se hacen más específicos y se define como “proceso inflamatorio crónico de la vía respiratoria que se manifiesta por episodios recurrentes de sibilancias, disnea, dolor u opresión torácica y tos. Estos episodios se asocian habitualmente con obstrucción al flujo generalizada pero variable y son reversibles espontáneamente o con medicación. En estos pacientes se origina un incremento de reactividad bronquial a múltiples estímulos”. El “futuro” asmático. Se considera que aproximadamente un 30 % de los niños van a presentar sibilantes durante el primer trienio de la vida , no obstante la mayor parte de los mismos dejarán de “pitar” a partir de los 3 o 4 años ; es posible que entre un 25% a un 30% sean asmáticos , existiendo en ellos factores de riesgo o factores predisponentes, de aquí la importancia de analizar ciertos criterios que nos permitan valorar , aunque no de forma plena, el pronóstico del paciente pediátrico (1,2). Criterios mayores: a. b. c. d. Hospitalización por bronquiolitis/sibilancias severas Al menos 3 episodios de sibilancias en los últimos 6 meses Historia familiar de asma Dermatitis atópica Criterios menores: e. f. g. h. Rinorrea sin relación con resfriados Sibilancias sin relación con resfriados Eosinofilia => 4-5% Sexo masculino Algoritmo: a/b+c/d o a/b + 2 menores: Alto riesgo de sibilancias A partir de los 4 años puede hacerse una valoración basándose en los siguientes puntos: 1. Historia familiar de asma 2. Infecciones respiratorias recurrentes 3. Sensibilización alérgica a los 4 años 4. Ausencia de rinitis en el primer año de la vida 19 La probabilidad de asma persistente es del 83% cuando el total es cuatro, descendiendo al 20% cuando son cero puntos. Todas estas características y valoraciones nos inducen a intentar clasificar el asma según el fenotipo (3) Fenotipo I: Asma transitorio: Se inicia antes de los 3 años y tiende a desaparecer entre 6-8 años. Representa entre el 40% -50% de los casos. No es de base alérgica. Fenotipo II: Asma persistente precoz: Se inicia antes de los 3 años y persiste por encima de los 6-8 años. Representa entre el 28%-30% de los casos. Subfenotipos: Atópico: Antecedentes familiares y/o personales positivos con pruebas alérgicas positivas. La primera crisis suele aparecer después del año, predomina en varones y suele persistir a los 13 años. No atópico: No existen antecedentes positivos y las pruebas alérgicas son negativas. La primera crisis suele aparecer antes del año, generalmente relacionada con bronquiolitis por VRS, no existe predominio en cuanto al sexo y suele desaparecer a los 13 años. Fenotipo III Asma tardío: Se inicia entre los 3 y 6 años. Representa entre el 20%-30% de los casos; frecuentemente atópico y predomina en varones (asma persistente atópico tardío). Otros factores que intervienen en la etiopatogenia del asma: Factores ambientales Alergenos: La inhalación o ingesta de los mismos en niños sensibilizados, es posiblemente el mayor factor de riesgo para la aparición de asma; no obstante dependerá del momento de la vida en que se produce la exposición al alergeno así como la cantidad del mismo y no siempre será determinante para desarrollar posteriormente asma. Parece ser que la sensibilización al huevo durante el primer año de vida y la asociación a dermatitis atópica aumenta la probabilidad de presentar asma a los 4 años, hasta en un 80% (4). La mayor exposición a los ácaros, también se ha relacionado con una mayor incidencia de asma, sin embargo la exposición temprana a los mismos , no explica la prevalencia de asma en lugares donde los ácaros son poco frecuentes (5). 20 Se puede establecer que la exposición a un alergeno aumenta el riesgo de sensibilización al mismo, pero no tiene por qué producir asma. Infecciones: Existen evidencias de que patógenos intracelulares obligados ( Virus y Chlamydias) y patógenos intracelulares no obligados (Mycoplasma Pneumoniae) no sólo producen exacerbaciones en el asma establecido, sino que posiblemente participan en el comienzo y la progresión de la enfermedad asmática (6) . Los patógenos intracelulares estimulan inmunológicamente la respuesta Th1 cuyo resultado final debería ser la eliminación de los mismos; no obstante se han identificado estructuras proteícas (glicoproteínas G en el VRS) con capacidad antigénica, siendo reconocidos como tales por los Th2 que responden con los fenómenos propios de la inflamación asmática (tos, hipersecreción, etc). Por otro lado , se ha demostrado en niños escolares con sibilancias recurrentes la persistencia de infección leve por Chlamydia Pneumoniae (7) lo que conlleva a preguntarse si la infección crónica es directamente la causa de exacerbación del asma o la inflamación mantenida por dicha infección favorece la actuación de otros factores desencadenantes como virus y/o alergenos (8). Está también comprobada en el lactante, la alta incidencia de sibilantes postbronquiolitis (por VRS), originada por un aumento de reactividad de la vía aérea, que aunque originan episodios de sibilancias recurrentes, no representan un mayor riesgo de asma atópico. Con respecto al apartado infecciones, existe la denominada “hipótesis higiénica”, que defiende que el contacto frecuente con agentes infecciosos determinan una menor prevalencia de asma, posiblemente relacionada con un estímulo al aún inmaduro sistema inmunológico (en las primeras semanas de vida) para que el mismo responda por la vía antiinfecciosa de la población Th1 y no de la proalérgica Th2 (9). Tabaco: Se admite que el hábito materno de fumar puede incrementar el riesgo de asma hasta un 37% a los 6 años; se ha comprobado que las madres gestantes fumadoras aumentan el riesgo de sibilancias en el recién nacido, durante el primer año de la vida (10); este riesgo se incrementa si existen antecedentes de atopia en la familia. En definitiva se considera que el humo del tabaco actúa como irritante respiratorio que en niños con asma favorece la persistencia de síntomas y los episodios de agudización . Factores neonatales: En recién nacidos con patología respiratoria neonatal (síndrome de distres respiratorio), parece existir un incremento posterior de riesgo de asma ; este incremento se acentúa cuando existe asociación a parto distócico (cesárea) (11). Factores desencadenantes: Ya hemos comentado el papel que tienen las infecciones respiratorias víricas, sobre todo en el niño de menos de tres años; los patógenos más comunes son VRS, rinovirus y virus gripal. El asma inducido por el ejercicio físico es también un factor relevante, sobre todo en el niño mayor y el preadolescente. Aquí pueden influir también factores colaterales como el frío, la humedad ambiental, los niveles polínicos, contaminación , etc. 21 Patologías con tendencia a la cronicidad , como la persistencia de sinusitis , asociada o no a poliposis nasal; el reflujo gastro esofágico, que puede determinar en un niño de edad media asma de difícil control y la poco frecuente asociación de sinusitis, poliposis nasal y exacerbación de asma al tomar antiinflamatorios no esteroideos (12). Por último, factores emocionales que en asmáticos con personalidad predispuesta, pueden originar crisis asmática. Diagnóstico del asma: 1. En el niño pequeño (< 5-6 años), es eminentemente clínico, basado en la historia clínica y en el diagnóstico diferencial con otras patologías de evolución crónica . Existe la posibilidad de realización de pruebas funcionales con niveles de evidencia discretos (9): pletismografía corporal, oscilometría por impulsos, resistencias por oclusión y compresión toraco-abdominal. 2. En el niño mayor o colaborador (> 5-6 años), además de la consideración de los datos clínicos, se basa en: Espirometría forzada y prueba de broncodilatación: Se considera positivo el incremento de FEV1> 9% sobre el valor inicial o el valor de predicción. Este valor se considera también positivo tras la administración de prednisolona (1mg/kg/día, 10 días) en paciente con patrón obstructivo. Medición del PEF (flujo espiratorio máximo) en domicilio: con variabilidad tras la administración de beta 2 o prueba de esfuerzo que represente incremento o descenso del 20 % sobre el valor inicial (medido durante 15 días). Hiperrespuesta bronquial: Mediante la realización de prueba de esfuerzo o una prueba de provocación con salino hipertónico (< FEV1=>15%) o de metacolina (<FEV1=>20%). 22 1. Martínez FD. Recognizing early asthma. Allergy 1999; 54 (S4); 24-28 2. Kurukulaaratchy RJ. Predicting persistent disease among children who wheeze during early life. Eur Respir J 2003; 22; 767-771 3. Borrador Consenso de Asma SENP y SEICAP: www. Neumoped.org 4. Tariq SM et al. Egg allergy in infancy predicts respiratory allergic disease by 4 years of age. Pediatr Allergy Inmunol 2000; 11: 162-167 5. Sporik R et al. Association of asthma with serum Ig E and skin test reactivity to allergens among children living at high altitude. Tickling the dragon’s breath. Am J Respir Crit Care Med 1995; 151: 1388-1392 6. Bello Dronda S. Clamidias y patología respiratoria. Arch Bonconeumol 1997; 33: 527-540 7. Cunningham A et al. Association between nasal Ig A to cronic Chlamydia pneumoniae infection and asthma exacerbations in children . J Allergy Clin Immunol 1996; 97,305 8. Lemanske RF. ¿Es el asma una enfermedad infecciosa? Conferencia Thomas A.Neff . Chest (Ed Pediatría) 2003; 1,3:163-167 9. GEMA (Guía española para el manejo del asma). Arch Bronconeumol 2003; 39 (S15) 1-42 10. Gilliland FD et al. Effects of early onset asthma and in utero exposure to maternal smoking on childhood lung function. Am J Respir Crit Care Med 2003; 167: 917-924 11. Smith GC et al. Neonatal respiratory morbidity at term and the risk of childhood asthma Arch Dis Child 2004; 89: 956-960 12. Morell JJ et al. Diagnóstico etiopatogénico del asma. En Asma en el niño y adolescente; Cano A, Díaz CA, Montón JL editors. 2ª ed Madrid : Ediciones Ergon, 2004; 77-113 23 24 Asma en el adolescente A. Sánchez Marenco . U.Neumología Pediátrica. H Clínico Universitario 25 26 El asma es la enfermedad crónica más frecuente entre los adolescentes. Estudios realizados en diferentes países, refleja datos epidemiológicos que rozan entre 2.1% al 32.2% en niños entre 12-14 años. Respecto a España, en la Comunidad de Madrid (Dirección de Prevención y Promoción de Salud) de 1994, la prevalencia era entre 3.0 a 7.3% en niños, siendo la edad de mayor incidencia estaba entre los 10-14 años 10.2%. Actualmente según los trabajos ISAAC en niños entre 13-14 años la prevalencia era muy variable según las provincias estudiadas Tabla 1. Estudio ISAAC. Prevalencia de asma en niños de 13-14 años (cuestionario escrito) Almería Barcelona Bilbao Cádiz Cartagena Castellón Madrid Pamplona Valencia Valladolid Total España Total Europa Oeste Total ISAAC global Sibilancias durante último año 7,4 14,3 11,9 15,4 10,5 7,1 7,6 5,5 11,0 6,1 10,3 16,7 13,8 27 Asma grave 1,8 2,7 3,0 4,2 2,9 1,1 1,8 1,1 2,8 1,4 2,4 4,2 3,8 Tabla 2.- Prevalencia actual de asma N Edad Asma por encuesta HRB Asma por encuesta + HRB Barcelona2 3.033 13-14 10% 11% 4% Vitoria3 146 12-14 9,6% 17% 5,1% Logroño4 151 12-14 6% 13% 5,3 Huesca5 204 12-14 7,8% 42% 7% Huesca6 309 6-8 7,4% 5,3% 5,5% Tabla 3. - Estudios de hiperrespuesta bronquial Autor Año Población N Edad Método Bardají9 Bousquet2 Bengoa3 1990 Mataró 1996 Barcelona 1996 Vitoria 2.216 9-14 3.033 13-14 141 12-14 Elizazu4 López-Cortés5 Fuertes6 1997 Logroño 1997 Huesca 2000 Huesca 151 204 309 12-14 12-14 6-8 Prevalencia (%) Carrera libre (PEF) 6,6 Carrera libre (PEF) 11 Carrera libre 17 (FEV1) Metacolina 13,3 Histamina 42 Carrera libre 5,5 (FEV1) Estos estudios tan dispares, indican de alguna manera que lo que estamos midiendo probablemente no sea lo mismo, y por tanto esto pudiera explicar la gran variabilidad que puede haber entre las provincias. Por otra parte en relación con sexo, es muy variable según las publicaciones, algunos parecen reflejar una mayor prevalencia en el niño que en la niña, pero para otros, en la edad de la adolescencia es similar o ligeramente superior para las niñas. En esta edad, la adolescencia, el asma presenta unas características que lo hacen diferentes, como la presencia de las infecciones respiratorias, fundamentalmente las virales, no suelen jugar un papel importante en los desencadenantes de la enfermedad, pero sí tal vez, tenga más protagonismo la sensibilización a neumoalergenos, el asma de esfuerzo y hoy de forma cada vez mayor, en embarazo en la adolescencia. Por otra parte la edad de la autoafirmación y rebeldía, contra las normas de los mayores, le hace ser, mal cumplidor a los tratamientos y a la normas de autocontrol, niega su enfermedad con sus compañeros, pero sobretodo, infravaloran sus síntomas, y es también en esta edad donde comienza sus primeros contacto con el tabaco (él o de sus compañeros). Por la falta de reconocimiento de su enfermedad le plantea, frustraciones, que ayudados por la vigilancia excesiva de los familiares, le hace ser depresivo, sin ilusión y con un manejo inapropiado de los broncodilatadores y de la medicación en general. 28 DIAGNÓSTICO: El diagnóstico se realiza de forma similar que en el resto de las edades. Se base en los síntomas respiratorios los datos exploratorios, que indican obstrucción de la vía aérea junto con las pruebas funcionales confirmaran dicha obstrucción, o la reversibilidad de dicha obstrucción tras el manejo de los broncodilatadores. Las espirometrías con curvas flujo-volumen,. Pueden realizarse perfectamente en estas edades aunque en ocasiones plantea dificultades para conseguir curvas aceptables y reproducibles, Es posible que en estas edades pueda existir confusión con otras patología, como las toses psicógenas (cada vez mas frecuente), el síndrome de hiperventilación y las disfunción de las cuerdas vocales, o con otras patologías mucho menos frecuente como las neumonitis por hipersensibilidad o la aspergilosis broncopulmonar alérgica. Por otra parte se tendrá que descartar factores que agraven su asma como los factores alérgicos y psicógeno así como el reflujo gastro-esofágico. TRATAMIENTO: Será similar como para el resto de las edades, pero se potenciará, el uso de inhaladores con medicación combinada, para mejorar su cumplimiento, pero sobre todo se tendrá que dar información muy detallada y con palabras de fácil entendimiento sobre su enfermedad, el uso adecuado de la medicación y su utilidad, la utilización de los Pico Flujo o el FEM (medidores del flujo espiratorio máximo a pesar de sus controversias), para que conozca el comienzo de su exacerbaciones, así, como conocer que no existe dificultad para realizar deportes e incluso que debe realizarlos de forma habitual (evitar que no se adapte a su limitación por un asma no controlado). Tal vez los esfuerzos de información hay que realizarlos no solo al niño, como hemos dicho, sino también a sus padres y familiares, para evitar la superprotección. Esta información se debería realizar en las escuelas, como se aporta en numerosas publicaciones, porque mejora aún más, su calidad de vida, el número de exacerbaciones, y la perdida de días escolares. Tal vez crear grupos de niños asmáticos, puedan reforzar los sentimientos de autoconfianza. La evolución del asma del adolescente es oscuro, porque tradicionalmente se decía, que entre el 25-50%, quedaban asintomáticos al llegar a la vida adulta, pero tal vez la presencia de un asma grave, de larga evolución, que afecte al sexo femenino, nos hará pensar, que sea un asma de mal pronóstico y que va perdurar en la vida adulta. 29 ASMA Y EMBARAZO Un ligero comentario para que nos acostumbremos los pediatras que en esta edad son cada vez más frecuentes los embarazos, y conviene recordar algunas cosas: El asma bien controlado, no afecta al embarazo, aunque a veces puede que empeoren o que mejoren, pero lo más frecuente es que no lo modifique, pero sí es importante recordar que hay que estar atento a cualquier exacerbación que se produzca. Tampoco parece que afecte en el momento del parto En cuanto a los fármacos a dosis habituales y no altas, no afecta al feto. El asma no tratado puede ocasionar riesgos, ya que la falta de oxígeno puede afectarle. Los fármacos en general no pasan a la leche materna y si pasan son cantidades tan bajas que no afecta al recién nacido. En caso de que la madre presente una base atópica alta, deberá recomendarse la leche materna el mayor tiempo posible, retrasando la introducción de la leche de vaca. Por otra parte control ambiental debe ser informado, sobretodo en el domicilio (evitar mascotas, pinturas acrílicas etc.), así como debe evitar el tabaco tanto durante el embarazo como después del nacimiento. Es más actualmente se debería orientar a los futuros padres la necesidad de evitar el tabaco y las repercusiones en el niño. ASMA Y ESCUELA La estancia prolongada de la vida diaria del adolescente en el entorno escolar, hará preciso, que la información y la educación del asma se realice tanto a los padres como a educadores. La información que hemos dado a los padres y al niño, deberán trasmitirlas a los educadores. Hacerle ver, cuales son los síntomas que indican exacerbaciones de su asma, que medicamentos deben ser utilizados, que vigile su uso, igualmente que aporte los informes que el médico aporta en relación con los deportes y la educación física. Pero es que los profesores deberían recibir información detallada de las enfermedades crónicas más frecuente en el niño, como el asma, para que puedan colaborar en el buen control de estas enfermedades así como cuidar los aspectos ambientales,(ventilación , evitar gases irritantes, tabaquismo etc.) 30 1.- González Pérez-Yarza E. XVII Curso de Formación Continuada en Pediatría Extrahospitalaria. Sección de Pediatría Extrahospitalaria de Guipúzcoa 2.- Cobos Barroso N, González Pérez-Yarza E. Tratado de neumología pediátrica. Ergon. Madrid. 2003 3.- Balboa de Paz F. Guía para la educación y manejo del asma en el niño. Hospital Clínico San Carlos 4.- Laforest L, Yin D, Kocevar VS, Pacheco Y, Dickson N, Gormand F, Furgón Ganse E. El Asociación entre la asma control en niños y pérdida de día laboral por cuidadores. Ann Asma de Alergia Immunol. 2004 Sep;93(3):265-71. 5.- Internet: permite la educación interactiva de asma con programas multimedias: un ensayo aleatorizado. La pediatría. 2003 MAR;111(3):503-10. Comente en: La pediatría. 2003 MAR;111(3):679. 6.- Giner J, Macian V, Hernandez C; Grupo EDEN. Estudio multicéntrico sobre la instrucción y educación en el uso de inhaladores en paciente respiratorios (Estudio EDEN). [El artículo en Español]. Arquee Bronconeumol. 2002 Jul;38(7):300-5. 7.- Yilmaz Un, Akkaya E La evaluación de eficacia a largo plazo de un programa de educación de asma en la clínica externa.. Respir Med. 2002 Jul;96(7):519-24. 8.- Munzenberger PJ, Vinuya RZ. El impacto de un programa de asma sobre la calidad de vida de niños en un áreas urbanas. Pharmacotherapy. 2002 Ago;22(8):1055-62. 9.- Guevara JP, Engulle FM, Grum CM, Clark NM. 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Nosotros somos los expertos: la gente con asma habla de la necesidad de ser informados. Educ Paciente Couns. 2004 Mayo;53(2):167-74. 31 32 Medidas ambientales A. Martínez-Cañavate Burgos , F.Girón Caro , A. Rojo Alergia pediátrica (H.Materno Infantil, H. Clínico. Granada) 33 34 Factores de riesgo Son aquellos que modifican la posibilidad de desarrollar asma en pacientes predispuestos, entre ellos debemos de reconocer: 1-Factores del huésped: como son la predisposición genética, atopia, hiperreactividad bronquial, así como la genética del individuo. 2- Factores ambientales: alergenos del interior (ácaros, epitelios etc) y alergenos del exterior (pólenes, hongos etc), infecciones víricas y bacterianas, tabaquismo, polución, dieta y desencadenantes inespecíficos. Estos factores pueden actuar como facilitadores del inicio del asma en individuos predispuestos y desencadenar crisis de asma o intensificar síntomas. Cada niño asmático tiene sus propios factores desencadenantes, que incluso pueden modificarse con el tiempo. El conocimiento de estos factores ambientales/desencadenantes, a través de la historia clínica detallada son de gran importancia para conseguir un buen control del asma, al establecer. - Medidas de evitación y control de factores de riesgo. Medidas de educación propias para cada paciente. Pautas de tratamiento. Genética El asma está determinada genéticamente, pero desconocemos cual es la alteración genética precisa que confiere la susceptibilidad a padecer asma. Se trata de una herencia poligénica en la que están implicados varios genes y regiones cromosómicas distintas. Atopia La atopia se define como la predisposición al desarrollo de reacciones por hipersensibilidad tipo I en personas genéticamente condicionadas. La historia natural de las manifestaciones de atopia en orden cronológico de aparición son: - Dermatitis atópica, en la época de lactante con sensibilización a alergenos alimentarios (leche y huevo) Rinitis y asma aparecen mas tarde entre los 3 y 10 años Que a su vez corresponde a la secuencia típica de sensibilización a alergenos, primero alimentarios y posteriormente a aeroalergenos. 35 La atopia es el principal factor de riesgo para el desarrollo de asma en el individuo predispuesto. De forma que el niño que presenta sensibilización alérgica antes de los 3 años tiene mayor riesgo de padecer asma. No todos los niños tienen la secuencia completa de manifestaciones y además muchos individuos presentan sensibilizaciones no manifestando síntomas clínicos. Entre un 20-30% de niños presentan alguna enfermedad alérgica, lo que constituye uno de los problemas de salud más relevantes y por lo tanto un motivo de consultas frecuentes en Atención Primaria. Factores ambientales y desencadenantes Son muchos los factores ambientales que pueden influir para el desarrollo de asma en el niño predispuesto (tabla 1). Factores ambientales y desencadenantes • • • • • • • • • • Alergia a animales, plantas y hongos Infecciones Tabaco Contaminación ambiental Cambios climáticos Contaminación doméstica Emocionales ( llanto, risa, miedo....) Ejercicio físico Alimentos y aditivos Tabla 1 - Alergenos Los más frecuentes relacionados con el asma son aquellos presentes en el aire que inhalamos y ejercen su efecto sobre mucosa bronquial, neumoalergenos, los más prevalentes son: - Ácaros del polvo domestico Pólenes: gramíneas, olivo…. Epitelios de animales: gato, perro, caballo Hongos: alternaria, aspergillus fumigatus…. 36 La exposición a alergenos crisis de asma así como el factor desencadenante de cómo responsable de mantener los síntomas en pacientes asmáticos. Se ha demostrado que existe mejoría clínica, si se elimina la exposición al alergeno causante. Pero no está demostrado los niveles de exposición necesarios durante la infancia para desarrollar asma posteriormente - Infecciones respiratorias La mayoría de los episodios de sibilancias, en los menores de 3 años, se asocian a infecciones virales respiratorias. De estos niños casi en el 60% se hallan asintomáticos a la edad de los 6 años y no tendrán asma en el futuro. Las infecciones virales darían lugar a obstrucción bronquial por inflamación de las vías aéreas y alteración de la función secretora del epitelio bronquial junto a una hiperreactividad bronquial transitoria. Los virus que nos encontramos con mas frecuencia son: VRS, influenza, parainfluezae, adenovirus. El VRS es el responsable del 50% de los episodios de sibilancias en menores de 2 años. Las sibilancias post-bronquiolitis en los primeros años es aproximadamente un 50%; estudios recientes demuestran que los niños que tuvieron bronquiolitis VRS + y los que no la tuvieron, a los 5 años se igualan la prevalencia de asma. Pero las infecciones graves por VRS en los primeros meses de la vida y/o genéticamente predispuestos ocasionarían una incapacidad para generar para generar una respuesta Th1, con predominio Th2, favoreciendo así el desarrollo de sensibilización alérgica. Cualquier germen capaz de inducir una infección respiratoria de vías altas puede provocar una reagudización de asma. Algunas infecciones bacterianas se han relacionado con la exacerbación de asma. La infección crónica de vías aéreas por Clamydias pneumoniae está implicada en asma grave y de difícil control. Hipótesis higienista: la infección protegería frente al desarrollo de atopia. La respuesta natural frente a las infecciones es la activación de las subpoblaciones Th1, con la liberación de IL 12 y ganma interferon, que inhiben la respuesta Th2, responsables de la respuesta IgE mediadas. La reducción de este estimulo, en los primeros años de la vida, sobre un sistema inmunitario inmaduro, daría lugar a una respuesta Th2, que favorece el desarrollo de atopia. Datos derivados de diferentes estudios reflejan que el riesgo de padecer asma en la época escolar y adolescente es menor en niños con hermanos mayores o que asisten a 37 guarderías durante los primeros meses de la vida, ya que el padecer infecciones respiratorias de vías altas tiene un efecto protector sobre el desarrollo de asma y atopia. Otros estudios ponen de manifiesto que la asistencia a guardería precozmente, aumenta el riesgo de padecer sibilancias que a su vez incrementan el riesgo de padecer asma posteriormente. - Tabaco Es el irritante doméstico más importante, su inhalación pasiva, puede precipitar o empeorar los síntomas de asma. Ya que la exposición al mismo produce un mayor deterioro de la función pulmonar y de la gravedad de los síntomas Los niños cuyas madres fuman durante el embarazo tienen asociado un mayor riesgo de sibilancias en el primer año de la vida, sobre todo si existe antecedentes de atópia y/o asma en alguno de los padres. - Contaminación ambiental Diversos contaminantes ambientales, S02, Ozono, óxido de nitrógeno, se han relacionado con un mayor agravamiento de los síntomas de asma, pero no con el desarrollo de la enfermedad. La contaminación derivada del tráfico (diesel) aumenta la antigenicidad del polen y facilita su transporte hasta los pulmones. En las ciudades con elevados índices de contaminación hay una mayor necesidad de medicación por un mayor deterioro de la función pulmonar. - Cambios climáticos Las condiciones climáticas adversas se han asociado con exacerbaciones de asma - Contaminación doméstica Las viviendas modernas dificultan la renovación de aire y la decoración interior (alfombras, moquetas…) favorece el crecimiento de ácaros. El gas natural, la combustión de leña, spray, olores fuertes (ambientadores) pueden precipitar reagudizaciones de asma. 38 - Factores emocionales La risa, el llanto, el enfado o el miedo pueden producir hiperventilación e hipocapnia que desencadenan crisis de asma - Ejercicio físico Es uno de los desencadenantes más frecuente de las reagudizaciones de asma. La prevalencia de asma inducida por ejercicio varía entre un 40-90% entre los pacientes asmáticos. El asma de esfuerzo o inducida por ejercicio (AIE) no es exclusiva de los pacientes asmáticos ya que entre la población general, oscila entre 12-15%, y entre un 35-40% de los pacientes con rinitis. En niños con asma bien controlada es menos frecuente, pero diversos factores ambientales como aire frío, contaminación, niveles de pólenes, pueden agravar sus síntomas. Por lo tanto el niño y adolescente asmático pueden y deben realizar ejercicio físico incluidos los deportes de competición. - Alimentos y aditivos La alergia alimentaria es más común en la edad pediátrica y sobre todo por debajo de los 2 años, siendo la leche y el huevo los alimentos más frecuentes implicados en esta reacción, en estas edades. La sensibilización precoz (< 1 año) a clara de huevo (> 2KU/L), es un marcador que predice, la sensibilización a inhalantes y asma en las edades posteriores, con una especificidad del 99% y un valor predictivo del 78%. Si esta sensibilización se mantiene en mayores de 1 año, la posibilidad de desarrollar asma a la edad de 5 años es de un 67% y de desarrollo de rinitis de un 50%. La proporción de asma o rinitis inducida por alimentos es muy baja: sólo de 3-5% en niños. Otro tipo de desencadenantes son la inhalación de partículas volátiles por la elaboración de alimentos (pescado, mariscos, legumbres…), que pueden desencadenar crisis asmática o reacción sistémica. La eliminación sistemática de la dieta de aditivos, como: tartracinas, glutamato sódico no están indicados según una revisión de la Cochrane. 39 MEDIDAS DE EVITACIÓN Y CONTROL DE FACTORES DE RIESGO Las medidas de intervención precoz, farmacológicas o no, pueden modificar la evolución del proceso asmático, y conseguir un adecuado control de la enfermedad, para llegar al principal objetivo del tratamiento del asma: que el “niño pueda realizar una vida completamente normal” para su edad incluyendo actividades deportivas. Prevención primaria: Orientadas a prevenir el comienzo de la enfermedad en individuos susceptibles o de riesgo. Hoy en día las únicas recomendaciones que pueden realizarse de forma universal son: 1. Evitar exposición al humo del tabaco, antes y después del nacimiento 2. Recomendar lactancia materna exclusiva hasta los 4 meses. Las modificaciones de la dieta en las embarazadas y lactancia no evidencia la relación con el desarrollo posterior de asma. La lactancia materna tiene suficientes ventajas para recomendar su uso exclusivo durante los 4 primeros meses de vida en todos los niños. El uso de hidrolizados en niños de riesgo, en aquellos casos que no es posible la lactancia materna, podría tener efecto beneficioso, siempre que se evite también la introducción de alimentos sólidos antes de los 4 meses. Debido a un efecto preventivo sobre las manifestaciones precoces de atopia, pero no hay evidencias a largo plazo en relación al desarrollo de asma. En base a la “hipótesis higienista” algunas estrategias futuras irán encaminadas a redireccionar la respuesta inmunitaria Th2. Prevención secundaria: Orientada a aquellos niños con sensibilización alérgica y sin manifestaciones de atopia, para evitar el desarrollo de asma. Hay estudios que la intervención farmacológica con antihistamínicos Th1 pueden reducir la incidencia de asma en niños con antecedentes de dermatitis atópica y antecedentes familiares de atopia. 40 El uso de inmunoterapia en pacientes con rinitis alérgica evita el desarrollo posterior de asma en un 45- 78% frente a los pacientes que recibieron placebo. Al proporcionar orientación con respecto a las medidas de control ambiental: • • Evite las tácticas de intimidación. Asigne prioridades. Adapte las tácticas al estilo de vida del paciente y de su familia. Control de desencadenantes: Una vez establecida el asma las reagudizaciones pueden estar ocasionadas por gran variedad de factores desencadenantes. La identificación y el control de los desencadenantes es un parte muy importante en el manejo de los niños con asma, ya que su evitación o reducción de su exposición puede conseguir un mejor control clínico y disminuir la necesidad de medicación. 1. Evitación de alergenos: 1. Ácaros del polvo doméstico: se debe de intentar reducir al máximo el grado de exposición en el domicilio del asmático, para lo cual consideramos el uso de las siguientes medidas de forma combinada: a- Uso de fundas de colchón y almohada impermeables para ácaros b- Lavado semanal de la ropa a 60º c- Retirada de alfombras, moquetas, peluches del dormitorio del niño. d- Uso de aspiradores con filtro HEPA 2. Pólenes: es imposible evitar su exposición, pero podemos reducirla: a- Viajando con las ventanillas cerradas, mantener puertas y ventanas de la casa cerrada sobre todo por la tarde, evitar excursiones al campo y actividades al aire libre en los días de máxima polinización. b- Permanecer en casa durante el mediodía o a primera hora de la tarde, que es cuando hay más cantidad de polen, especialmente los días de viento, secos y soleados. 41 c- Los días de lluvia y las primeras horas de la mañana, reducen la cantidad de pólenes. d- Utilizar gafas de sol. e- Humedecer el ambiente de la habitación, antes de acostarse, mediante pulverización de agua. f- Evitar estar presente cuando se corta el césped o, al menos, ponerse una mascarilla con filtro de polen. g- Como lugar de esparcimiento es preferible la playa al campo. h- Estar atento a la prensa y TV donde te indican el nivel de polen de la atmósfera. i- No secar la ropa a la intemperie, utilizar secadoras de ropa que posean conducto de ventilación. j- Darse una ducha o un baño en la bañera y cambiarse de ropa después de realizar actividades al aire libre 3. Hongos: las únicas medidas que se pueden indicar son: a- Evitar contacto con hojas o madera en descomposición. b- No tener muchas plantas en el interior, ni las riegue mucho, ya que la tierra húmeda promueve el crecimiento de hongos. c- Evitar aguas estancadas o de pobre drenaje. d- Ventilar sótanos, baños, cocinas, y limpiar para impedir el crecimiento de hongos. e- Limpiar hongos con lejía en solución al 5%, y reparar todas la tuberías con fugas. f- Evitar los humidificadores y limpiar periódicamente los filtros del aire acondicionado. 4. Epitelios de animales: la eliminación completa de su exposición. En las ocasiones que es imposible abandonar la mascota, se debe insistir en: a- Mantener al animal fuera del dormitorio, baños dos veces en semana, retirada de moquetas y uso de aspiradores con filtro HEPA b- Si no es posible, mantenerlo fuera de la habitación, y dejarlo en el patio o terraza. c- Lavar el animal con agua tibia semanalmente. d- Elegir una mascota sin pelos ni plumas, como un pez o una tortuga. e- Retirar alfombras y moquetas que acumulen residuos orgánicos del animal. f- Antes de adquirir una mascota, se debe pasar cierto tiempo en contacto con ella para comprobar si se es alérgico. g- Lavarse las manos y cambiarse de ropa después de haber tenido contacto con un animal. 42 2. Irritantes ambientales 1. Tabaco: todos los asmáticos deben de vivir en ambiente libre de tabaco y ser educados para no fumar en la adolescencia 2. Contaminación ambiental: para paliar el efecto de estos irritantes antes niveles altos de contaminación debemos indicar la evitación de ejercicio físico innecesario al aire libre; la exposición a aerosoles, pinturas…etc. Evitar contacto con personal con infección respiratoria. 3. Infecciones respiratorias: se debe de evitar el contacto con personas con infección respiratoria. Tratamiento de las sinusitis, rinitis que pueden empeorar la calidad de vida de estos pacientes. • Evitar contacto con personas con resfriados o gripe. • No automedicarse con jarabes, aspirinas y otros fármacos que puedan desencadenar una crisis de asma, sin antes consultar con su médico. • Llevar una bufanda que cubra boca y nariz en días fríos. 4. Vacunas: se aconseja la vacunación antigripal en pacientes con asma moderada o grave, para eliminar el riesgo de exacerbaciones de asma. La vacunación frente a neumococo es estos niños, no es rutinario por grupo de riesgo. Ejercicio físico Evitar la realización de ejercicio por la tarde cuando los niveles de polución son más altos, cuando la temperatura ambiental sea muy baja, o si tiene una infección respiratoria. • Un periodo de precalentamiento antes del ejercicio puede disminuir los síntomas tras el ejercicio. • Un periodo de enfriamiento, con estiramientos y trote, tras un ejercicio intenso, puede impedir que el aire de los pulmones cambie rápidamente de frío a tibio y, por tanto, prevenir síntomas posteriores. • Los deportes menos aconsejables son los que requieren una actividad continua como el atletismo de larga distancia, fútbol, baloncesto, y hockey. • Los deportes de clima frío como el esquí o hockey sobre hielo son menos aconsejables. • Utilizar broncodilatador de acción corta, 15 minutos antes del ejercicio para prevenir y controlar el broncoespasmo inducido por el ejercicio. Existen otras alternativas de tratamiento que pueden ser valoradas conjuntamente con tu médico. • Debes llevar tu broncodilatador de acción corta siempre que hagas deporte y la hoja informativa para tus profesores al comenzar el curso. 43 - Pearce N, Douwes J, Beasley R. Is allergen expouse the major primary cause of asmthma? Thotax 2000; 55: 424-31 - Martínez FD, Wright AL, Taussig LM, Holberg CJ, et alls. Asthma and wheezing in the first six yeurs of life. N England J Med 1995; 332: 133-8 - Martíne FD. Development of wheezing disordens and asthma in preschool children. Pediatrics 2002; 109: 362-7 - García Marcos L, Guillén JJ. Infección y asma. ¿Cual es su relación?. An Esp Pediatr 2002;56(supl 2): 31-5 - Bousquet J. Prevalence of food allergy in asthma. Pediatr Allergy Inmunol 1992; 3: 206-13. - Killg et al. Pediatr Allergy Inmunol 1998; 9: 61-7, - Arden KD Ram FSF. Tartrazine exclusion for allergic asthmam(Cochrane Review). En: the Cochrane Library, Issue 4. 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A pesar de la gran información disponible, los regímenes farmacológicos, y también los estilos de vida pueden ser difíciles de sobrellevar para muchos pacientes. Por tanto, es preciso conocer las barreras que se oponen a la cumplimentación terapéutica para así establecer estrategias para incentivar el cumplimiento. CONCEPTO. Antes de analizar y desarrollar la cuestión conviene aclarar los diferentes conceptos que se utilizan en la literatura y que pueden llevar a cierta confusión. Así, se ha definido el cumplimiento como el grado en el que la conducta de un paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación del estilo de vida, coincide con la prescripción realizada por el médico. Se refiere, por tanto, al hecho de cumplir las órdenes del médico, sin la participación del paciente o su familia en las decisiones, indicando así una actitud pasiva que responde al modelo tradicional de relación médico-paciente. El término adherencia hace referencia al hecho de aceptar voluntariamente -decisión propia-, implicando un cierto grado de colaboración (unirse, sumarse) e incluso una razonable negociación del tratamiento. La concordancia es un término que hace alusión a la noción de autonomía, relación de igualdad, decisión corresponsable con el tratamiento mediante la alianza terapeútica médico-enfermo; este concepto significa que el paciente se implica en el manejo de su enfermedad y, a través del acuerdo y de la alianza, se compromete a llevar a cabo el plan terapéutico acordado. En el ámbito del proceso educativo quizás sea más correcto hablar de concordancia, aunque el término adherencia se puede utilizar casi como sinónimo. En ambos casos se requiere la existencia de una adecuada relación médico/paciente/familia, elemento importantísimo como predictor de la adherencia-concordancia. Esta relación se basa en la conjunción de dos elementos clave como son la comunicación y la asociación. Una buena comunicación es vital para hacer una adecuada valoración de la capacidad de los pacientes y de los padres para adherirse al tratamiento y para identificar las posibles barreras a la misma. La concordancia es pues un concepto dinámico que está influido por distintos factores como pueden ser la diferente medicación prescrita, la duración del tratamiento, el intervalo de tiempo entre consultas, el diario del paciente, la situación familiar etc. En este contexto es evidente que el manejo farmacológico es sólo un aspecto del fenómeno, habiendo que incluir otros elementos como por ejemplo las medidas de control ambiental, el manejo del PEF, el manejo del plan de autotratamiento, la adecuación de las técnicas de inhalación, las revisiones periódicas, etc. 47 TIPOS DE INCUMPLIMENTO O DE NO-ADHERENCIA. Algunos autores han intentando clasificar distintas categorías de la falta de adherencia en los siguientes términos: - Primaria, cuando el paciente no toma la medicación o no acude a las citas - Secundaria, cuando no toma el tratamiento prescrito. Este tipo se puede clasificar a su vez en: - Intencional, por desacuerdo con el diagnóstico y/o con el tratamiento - No intencional, porque no se ha comprendido qué se debe hacer, ó cómo y cuándo hacerlo o simplemente por olvido Es corriente responsabilizar sistemáticamente al paciente y a su familia de la falta de adherencia cuando en realidad es un problema de corresponsabilidad en el que están implicados, no sólo el paciente y su familia sino también el médico, la enfermera, el educador, el farmacéutico, etc. La ausencia de concordancia es un reflejo de la falta de comunicación y sintonía entre las partes. Como consecuencia de esta diversidad de patrones nos encontramos con numerosos factores y barreras que van a influir y obstaculizar el cumplimento terapéutico. Cada paciente y su entorno familiar es diferente en sus creencias, en sus aspiraciones, en sus objetivos, en sus capacidades etc. con lo que el profesional deberá conocer y adaptarse a estas diferentes circunstancias para conseguir una buena comunicación y relación. Las consecuencias de la falta de concordancia serán también diferentes, no sólo por los aspectos antes mencionados, sino también por el grado de severidad de la enfermedad. Puede que no sean tan negativas en algunos pacientes, mientras que en otros pueden ser tremendamente perjudiciales. Evidentemente, los beneficios de una adecuada concordancia van a ser la disminución de la morbimortalidad, la mejora de la calidad de vida de los pacientes, la disminución del absentismo escolar y laboral, y de los costes totales. ¿SE PUEDE OBJETIVAR EL INCUMPLIMIENTO? Evidentemente sí. En todas y cada una de las visitas debe ser evaluado el grado de concordancia. Se sabe que el paciente y/o su familia tienden a sobreestimar el cumplimento, pero también es cierto que la valoración que el médico suele hacer del mismo tampoco suele ser ajustada, llegando a identificar como incumplidores, como mucho, a la mitad de ellos. 48 No existe un método ideal para evaluar el cumplimento. El más preciso sería la observación directa, pero es obvio que resulta inviable. En general, se describen dos tipos de métodos para valorar el cumplimiento: - Directos: análisis bioquímicos en sangre, orina, saliva y la observación directa. Indirectos: o Cuestionario o diario de síntomas o preguntando directamente al paciente y a sus padres. Hay que hacerlo con cuidado y evitando formas agresivas, utilizando técnicas de comunicación específicas. o Test de Morinsky-Green, AEPQ(Alfred inpatient asthma education program questionnaire), Test de Hayne-Sacckett, basados en preguntas abiertas o Control clínico: efecto terapeútico esperado o no esperado; efectos secundarios. Aunque es un indicador pobre de cumplimento, no olvidar que la primera causa de fracaso terapéutico es el incumplimento y/o la utilización de técnicas de inhalación inadecuadas. o Medición de la cantidad de medicación: dispositivos electrónicos, recuento de dispositivos, comprimidos etc. o Método REC(3): Recetas dispensadas frente a las previstas, Entrevista sobre los medicamentos, dosis etc. y comprobación de la técnica correcta. ¿QUÉ FACTORES INFLUYEN EN LA FALTA DE ADHERENCIA? Son múltiples los factores que influyen en el cumplimento o no del plan terapéutico acordado. En general están en relación con la propia enfermedad (grado de severidad, cronicidad …), con el paciente y su familia (edad, creencias, conocimiento de la enfermedad, expectativas, motivación, confianza con el médico y con el sistema etc.), con el médico (ideología, relación de confianza, buena comunicación etc.) y con el tratamiento ( complejidad, pauta posológica, duración, vía de administración farmacológica, efectos secundarios etc). - Factores relacionados con el paciente y su familia Tras el diagnóstico la actitud puede ser tan dispar como la de negación de la enfermedad o de aceptación de la misma. También hay que señalar que la forma de negar o aceptar su dolencia puede ser diferente. Por ejemplo, la negación puede ser absoluta (miedo?), o puede ser una mala percepción de la enfermedad ó el rechazo a los médicos y/o al tratamiento. Si, por el contrario, se acepta el diagnóstico se puede hacerlo de forma resignada o de forma activa, participativa. El conocimiento, o mejor el desconocimiento, previo que se tiene de la enfermedad es otro factor de importancia. Las creencias y la percepción que el paciente-familia tiene de su enfermedad pueden ser erróneos lo que constituye una barrera para el 49 cumplimento. Determinada actitud hacia las medicaciones (ej. corticofobia, temor a los efectos secundarios, temor a la posibilidad de adicción, confianza en medicina alternativas) suele ser otra barrera importante. La edad tambien influye ya que mientras que el niño pequeño depende de la actitud de sus padres, el adolescente, con mayor autonomía, depedenderà de sí mismo. - Factores relacionados con la enfermedad. Algunos autores señalan que el grado de severidad no guarda relación con la adherencia, pero otros han encontrado cierta relación con el asma leve e incluso con el severo. Más trascendente es quizás el carácter crónico de la enfermedad y el estigma social que ello pudiera implicar. - Factores relacionados con el tratamiento La duración prolongada del tratamiento modificador, la complejidad del mismo, los posibles efectos secundarios y el coste son barreras reconocidas que se oponen a la adherencia al régimen terapéutico. - Factores relacionados con la relación medíco-paciente La falta de seguimiento periódico, el cambio de médico, el desinterés del mismo, pero sobre todo la falta de confianza mutua son elementos muy importantes que influyen en la falta de concordancia. - Factores psicosociales Cada vez señalados como más decisivos a la hora de valorar el comportamiento del paciente y de su familia. Problemas en el entorno familiar, diferencias de criterio de los padres, la ansiedad, disfunciones psicológicas(depresión..) y déficit intelectual son factores que se oponen a la adherencia. La adolescencia es una época de riesgo especial que requiere una mayor supervisión. También el bajo nivel socioeconómico y cultural se comportan como barreras. 50 ¿CÓMO MEJORAR LA ADHERENCIA-CONCORDANCIA? El primer paso para una estrategia de incentivación de la adherencia es objetivarla, si es posible, y en segundo lugar identificar los factores que inciden en el comportamiento. El profesional sanitario (Pediatra, Enfermera, Educador) deberá valorar aspectos como la situación familiar, social y cultural del paciente, sus hábitos, sus preferencias, la presencia de problemas especiales (ansiedad, depresión….) etc. Deberá evaluar el nivel de conocimientos, las actitudes, creencias, expectativas y motivación del paciente y/o su familia, así como el grado de confianza. A continuación deberá esforzarse en desarrollar una buena relación con el paciente/familia a través de la comunicación, escucha activa, apoyo y respeto. Después propondrá un plan terapéutico individualizado, por escrito. Los siguientes son algunos consejos para mejorar la adherencia: - fomentar la confianza y la comunicación - mejorar la educación aportando información suficiente, simple y concisa - explicar la naturaleza y pronóstico de su enfermedad proporcionar instrucciones personalizadas, claras y por escrito, ajustadas a cada paciente. Comentar con detalle todos los aspectos establecer objetivos simplificar el tratamiento, si es posible convenido según las preferencias del paciente (tipo de dispositivo, etc.), y hablar de los efectos secundarios. utilizar recordatorios y refuerzos: ayudas de memoria involucrar a toda la familia (padres, cuidadores, otros miembros) y a la escuela revisiones periódicas realizadas por el mismo profesional evaluación continua del nivel de concordancia e individualizarlo (todos los pacientes no conseguirán el mismo grado de adherencia, ni se puede pretender) Aún en el mejor de los casos, con un correcto seguimiento por parte del médico y de un adecuado nivel de educación, se sabe que la adherencia al tratamiento disminuye progresivamente con el tiempo. No hay evidencias de que la pobre adherencia pueda ser definitivamente resuelta, por lo que todas estas estrategias deberán ser mantenidas en el tiempo.(4) 51 1.- Mellins RB, Evans D, Zimmerman B, Clark NM. Patient compliance. 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Dado que en el momento actual no disponemos de un tratamiento curativo para el asma, el tratamiento debe ir dirigido al control de la enfermedad, controlando los síntomas, normalizando la función pulmonar y mejorando la calidad de vida del paciente. En los últimos años han sido publicadas diferentes guías basadas en la evidencia para el diagnóstico y manejo de esta enfermedad4-6, pero a pesar de su amplía divulgación, esta enfermedad dista mucho de estar controlada7. Estas guías no solo inciden en como diagnosticar, categorizar y tratar el asma, sino también en la necesidad de implementar programas de educación y automanejo del paciente asmático, como parte fundamental de la intervención terapéutica para el control de la enfermedad. En los últimos años se han desarrollado programas educativos para niños asmáticos como consecuencia del reconocimiento de la necesidad de optimizar las prácticas de atención sanitaria, reducir la morbilidad y disminuir los costes de la atención8-9. Esta educación tiene como objetivo ayudar a los pacientes y sus familias a desarrollar los conocimientos necesarios, actitudes, creencias y habilidades para el manejo efectivo de su enfermedad, siendo uno de los principales trabajos de los equipos clínicos. Para poder entender la importancia de la implementación de programas educativos para los pacientes asmáticos, es importante intentar responder a las siguientes cuestiones5,10: 1.- ¿Porqué educar? 2.- ¿Quién debe ser educado? 3.- ¿Quién debe educar? 4.- ¿Dónde y cuando se debe educar? 5.- ¿Qué y cuanto se debe educar? 6.- ¿Cómo debemos educar o implementar los programas educativos? 7.- ¿Cómo debemos evaluar esta educación? 57 ¿Por qué educar? El asma es una enfermedad crónica y compleja, que requiere conocimientos y destrezas para su automanejo. La variabilidad de la enfermedad produce gran ansiedad en el paciente y su familia, ocasionando dependencia importante del sistema sanitario, lo que ocasiona un mayor coste y peor calidad de vida11. Ensayos clínicos han mostrado que las intervenciones educativas para el asma infantil pueden mejorar la capacidad del niño y sus progenitores para controlar la enfermedad12. Estos programas de automanejo mejoran una amplia gama de mediciones de resultados y sin lugar deberían ir dirigidas a la prevención y control de ataques de asma, entre otros objetivos. Wolf y cols12 realizan una revisión sistemática para intentar determinar la eficacia de la educación para el automanejo del asma sobre los resultados de salud en niños. Identifican 45 ensayos clínicos aleatorizados y controlados de programas educativos de automanejo del asma en niños y adolescentes de 2 a 18 años. De ellos resultan idóneos 32 que comprenden a 3706 pacientes. Encuentran una asociación entre estos programas y mejorías moderadas en las mediciones del flujo espiratorio, escalas de autoeficacia, reducciones moderadas de los días de absentismo escolar, días de actividad restringida, visitas a las unidades de emergencias y las noches con molestias ocasionadas por el asma. La educación en definitiva produce una reducción de uso de recursos, costes de salud13 y mejoría de la calidad de vida del paciente14. ¿Quién debe ser educado? Cuando nos planteamos quien debe ser educado, no solo debemos pensar en el paciente. Es importante la educación de los responsables de planificación sanitaria, los profesionales sanitarios (médicos, enfermeras, farmacéuticos), personal no sanitario (profesores, entrenadores, familiares o cuidadores) e incluso ampliando a la población en general5. La persona apropiada para ser educada es aquella que busque consejo para el manejo de su asma o que una vez captada dentro de un programa educativo esté dispuesta a involucrarse en el mismo. Es importante plantearse un programa educativo en aquellos enfermos mal controlados, con enfermedad moderada-severa, aunque lo ideal sería poder ampliarlo a todos los pacientes asmáticos. En la revisión sistemática realizada por Wolf y cols12, los efectos de la educación tuvieron un mayor impacto en la mayoría de los resultados en los casos moderado-graves, en comparación con los leve-moderados y en los estudios que emplearon estrategias de pico de flujo versus síntomas. Los efectos fueron evidentes dentro de los primeros 6 meses, pero en las mediciones de morbilidad y utilización sanitaria fueron más evidentes después de los 12 meses. Ronchetti y cols15 encuentran que usando una intervención educacional reducen significativamente el número de tratamientos de emergencia en niños, sobre todo con asma más severo. 58 Para un adecuado control del asma se requiere que tanto el paciente como el médico conozcan el manejo de la enfermedad y establezcan una adecuada relación para alcanzarlo. Existe evidencia de que pacientes cuyos médicos no educan o establecen adecuados mecanismos de comunicación tienen pobres proporciones de adherencia y resultados clínicos16-17. La educación de médicos tiene como resultado cambios en su conducta clínica así como en el estado de salud y relación con los pacientes. Clark y cols16 encuentran una reducción en tiempo empleado en las revisiones de los pacientes, impacto en la prescripción y en la comunicación con el paciente, mejor respuesta –mas satisfacción-de los pacientes a las acciones de sus médicos y reducción en la utilización de recursos sanitarios. La educación de enfermería para adquirir conocimientos y habilidades es realizada a través de seminarios de habilidades prácticas dados por médicos o por enfermeras especializadas. Existen programas como “The national asthma and respiratory trainig centre (NARTC)” que ha administrado cursos educativos a enfermeras de todas las disciplinas, acudiendo personal de enfermería de todo el mundo, realizándose programas de entrenamiento satélites en Europa y Norteamérica18. Programas educativos canalizados a través de profesores demuestran una mejoría de los conocimientos sobre asma de los mismos19, así como una mejora en la política sobre asma en los colegios20. ¿Quién debe educar? Existen muchas personas responsables de la educación del paciente asmático: médicos o enfermeras especializadas o interesadas en asma, farmacéuticos, personal no sanitario como profesores, e incluso otros padres o enfermos con más experiencia. Esto último es especialmente importante en los adolescentes asmáticos. Shah y cols21 encuentran que un programa educativo para asma guiado por pares resulta en una mejoría de la calidad de vida de adolescentes y reduce la morbilidad de adolescentes con asma. La enfermería juega un papel fundamental en la educación del niño asmático y de otros profesionales de la salud18. Ryan y cols22 sugieren que uno de los mayores avances en cuidados del asma en los equipos de atención primaria ha sido el desarrollo de las consultas de enfermería. Un papel importante es la adherencia terapéutica y el uso adecuado de los sistemas de inhalación, así como los planes de descarga tras ingresos hospitalarios. Madge et al23 encuentran de una manera significativa menos readmisiones en un grupo de niños hospitalizados que recibieron formación guiada por enfermera (8.3%) comparado con un grupo control (24.8%). Resultados similares han sido reportados por Wesseldine y cols24. Un estudio realizado en adultos asmáticos demuestra que programas de automanejo realizados por farmacéuticos puede mejorar el control de la enfermedad25. 59 El educador tiene que tener un papel de entrenador de la persona con asma, enfatizando en el desarrollo de habilidades. Dado que la infancia es una época de la vida con características especiales, estarían implicados en este proceso de entrenamiento: el niño, los padres y los educadores. ¿Dónde y cuando se debe educar? Las guías clínicas recomiendan que la educación debería ser una parte importante del manejo del asma en todos los niveles asistenciales, tanto en atención primaria como especializada6, siendo importante una adecuada comunicación entre los distintos niveles. Con respecto a cuando debe ocurrir la educación, los momentos importantes serían al diagnóstico de la enfermedad, durante las revisiones periódicas, cuando ocurre un cambio terapéutico o un evento adverso. Osman y cols10 consideran una quinta posibilidad que denominan “revisión oportunista”. Es obvio que cuando realizamos un diagnóstico de enfermedad se va a producir en el paciente o en sus padres una serie de interrogantes, salvo en aquellos casos que tengan otros familiares afectos. Preguntas como ¿Porqué? ¿Y a partir de ahora qué? ¿Va a tener asma siempre? ¿Qué medicación necesita y durante cuanto tiempo?, van a ser probablemente formuladas en este instante. Durante las revisiones regulares debemos seguir educando a nuestros pacientes, reforzando conocimientos y habilidades. No existen mucha evidencia basada en ensayos clínicos aleatorizados y controlados sobre cuales serían los componentes de educación más útiles en cada revisión. La variabilidad de la enfermedad en cada paciente e incluso en el mismo paciente hacen que la educación a liberar durante cada visita pueda o deba ser diferente. Evidentemente cuando un paciente o medico realiza un cambio terapéutico es necesario dar información del porqué y reevaluar las estrategias de su plan de acción. Cuando un evento adverso ocurre, como una exacerbación o un ingreso hospitalario, el paciente esta abierto a que sean introducidos cambios en su manejo de la enfermedad. Las guías clínicas actuales recomiendan que a todo paciente hospitalizado se le debería revisar su automanejo y deberían tener un plan de acción por escrito antes del alta6. Estudios llevados a cabo en niños demuestran que aplicando programas educativos en niños ingresados con asma se reducen sus readmisiones12,24. Osman y cols10 creen que dado que muchos pacientes no son capaces o no están dispuestos a participar en programas educativos o los abandonan, debemos utilizar cualquier oportunidad para intentar su introducción o regreso a dichos programas. En definitiva, el momento óptimo para la educación sería cuando el paciente esta preparado para ser informado y recibir ayuda para aumentar su capacidad de automanejo. 60 Para tener verdaderas oportunidades para iniciar un programa educativo es necesario disponer de una adecuada estructura sanitaria con adecuados sistemas de comunicación y coordinación entre los distintos niveles asistenciales, así como profesionales entrenados y sensibilizados que dispongan de guías clínicas consistentes y consensuadas. Programas educativos guiados por profesores realizados en colegios muestran beneficios permanentes sobre conocimientos, actitudes y calidad de vida en escolares asmáticos, mejoría de conocimientos y actitudes en los profesores y mejoras de las políticas sobre asma de dichos colegios26. Así mismo sesiones educativas mostrando videos de pacientes con crisis de asma ayuda a reconocer la existencia de distrés respiratorio en niños asmáticos27. ¿Qué y cuanto se debe educar? El objetivo de la educación será mejorar la calidad de vida del paciente y su familia y además conseguir un adecuado autocontrol de la enfermedad. Una intervención educativa útil en asma será aquella que permita al niño y/o su familia una mejor comprensión y control de su enfermedad, siendo más útil si se realiza individualmente e incluye un plan de acción por escrito basado en metas negociadas10. Para que los programas educativos tengan éxito deben basarse en una compresión teórica sólida del cambio de conductas y deben emplear estrategias de automanejo diseñadas para mejorar el conocimiento, las aptitudes y la actitud hacia el autocontrol27. Las intervenciones educativas deberían incluir un plan de acción por escrito individualizado que incluyera recomendaciones de cómo usar la medicación cuando el niño esta bien y cuando este control esta empeorando6,10. Cada vez resulta mas claro que la educación sobre asma limitada o consistente únicamente en transmisión de información es ineficaz10,29. En adultos con asma, el uso de un programa educativo para el automanejo que incluya la automonitorización, la revisión médica regular y un plan de acción contra el asma mejora las medidas de morbilidad y reduce la utilización de atención sanitaria30. Un programa educativo debe abordar cuatro aspectos importantes del proceso: conocimientos sobre asma, manejo de las exacerbaciones, prevención de ataques y adquisición de habilidades, por lo que debería abordar los siguientes aspectos: información acerca de los contenidos de las guías de práctica clínica, información acerca de la enfermedad y su diagnóstico, conocimientos sobre los distintos fármacos, entrenamiento o uso correcto de los sistemas de inhalación y el medidor de pico de flujo espiratorio, información acerca de la prevención de exacerbaciones y deterioro clínico, capacidad para reconocer empeoramiento de la enfermedad, un entrenamiento guiado para el automanejo y negociación de un plan de acción por escrito individualizado5-6. 61 Los planes de acción por escrito facilitan la temprana detección y manejo de una exacerbación clínica. Deben ser individualizados basado en el mejor flujo espiratorio máximo (o síntomas sin no se puede realizar la determinación de flujo espiratorio máximo), usando 2-4 puntos de acción y recomendando el uso de corticoides inhalados y orales para el tratamiento de las exacerbaciones31. Intervenciones educativas ambientales individualizadas dirigidas a evitar la exposición a alergenos demuestra una reducción de la morbilidad del asma32. La educación no debe ser vista como algo puntual, sino como un proceso continuo y dinámico, adaptado a las necesidades del paciente y destinado a conseguir modificaciones en su estilo de vida, actitudes y comportamientos5-6. ¿Cómo debemos educar o implementar programas educativos? El control del asma en la infancia requiere un cambio significativo en la conducta de todos los interesados: paciente, familia, clínicos, comunidad y sistemas de salud33. El diseño de intervenciones educativas útiles no es fácil. Dos elementos parecen incrementar la probabilidad de que las intervenciones educativas tengan éxito: por un lado la intervención debería estar basada en teorías conductuales sólidas y por otro lado debería haber un acercamiento sistemático a su desarrollo. Las intervenciones educativas deben estar basadas en las necesidades de la población diana, adoptando un acercamiento para desarrollar la intervención, poniendo a prueba todos los métodos y materiales de enseñanza cuidadosamente y evaluando de forma progresiva cada etapa del desarrollo de la intervención conductual y no solo al final de la misma34. Existen muchas barreras para promover cambios dentro de una organización, debido a la resistencia dicho cambio. Estas barreras pueden ser del personal o sistema sanitario, del niños, su familia y/o entorno11. El desarrollo y uso de guías o vías clínicas son el camino para la promoción basada en la evidencia, seguridad, coste-efectividad y cambios en la práctica clínica. Las barreras para el desarrollo e implementación de una guía o vía clínica pueden ser divididas en 2 grupos35: a) Factores internos –desarrollo de guías o vías clínicas válidas-: a.1.- Predesarrollo: -¿Hay una disparidad entre la investigación y la práctica? -¿Cual es la prevalencia de la enfermedad en la comunidad? a.2.- Desarrollo de las guías: -¿Hay ya guías nacionales basadas en la evidencia, disponibles para su adaptación local? 62 -¿La guía o vía ha sido ampliamente consultada a nivel local y multidisciplinar antes de su implementación? -¿Hay un documento conciso que pueda ser fácilmente usado? b) Factores externos –difusión e implementación-: b.1.- Previos al cambio en la práctica: -¿Ha habido promoción entre los profesionales de salud locales implicados antes del lanzamiento de la guía? -¿Han sido consideradas las barreras para el cambio? -¿Han sido preparados los niños y familias para el cambio en la práctica clínica? -¿Han sido tenidos en cuenta e informados otros estamentos y profesionales? -¿Ha sido considerado el coste del cambio en la práctica? -¿Ha sido considerado el momento oportuno para dicho cambio? b.2.- Cambio en la práctica: -¿Como será difundida la guía? -¿Como será evaluado el cambio en la práctica? -¿Como será sostenido dicho cambio? Para que los programas educativos sean efectivos es necesario una adecuada formación de los profesionales de la salud, enfatizando en la importancia de la prevención, un adecuado diagnóstico, categorización y tratamiento, financiación y que los pacientes entiendan como usar los tratamiento para optimizar sus efectos. Es importante una adecuada comunicación y relación entre profesionales y pacientes para superar las barreras que puedan surgir durante el proceso educativo. Las intervenciones educacionales para profesionales de la salud son la educación medica continuada tradicional, reuniones interactivas, material educativo escrito, difusión de guías clínicas y exposiciones académicas. De ellas la educación médica continuada y las exposiciones académicas mejoran los conocimientos pero demuestran pocos cambios en la práctica clínica. Los estudios realizados sugieren que las intervenciones mas efectivas incluyen: sesiones educativas interactivas, que incluyen oportunidad de discusión de casos y práctica de nuevas habilidades; abordajes multifacéticos que incluyen sesiones educativas, rediseño de sistemas o proveer herramientas para capacitar cambios y reforzar esfuerzos36. 63 La educación debe ser concisa, siendo la impresión general que sesiones de 20-30 minutos son suficientes para un educador preparado, siendo incluso mas satisfactorias para el paciente16. No debemos administrar más información que la que el paciente pueda comprender. Se consideran básicas un mínimo de tras sesiones educativas para entrenar y capacitar al paciente en la utilización de su propio plan de acción y fomentar la adherencia al tratamiento. El objetivo es que este programa educativo básico esté desarrollado durante los primeros seis meses desde la confirmación diagnóstica11. Con respecto a si la educación debe ser grupal o individualizada, la educación individualizada es la mas utilizada en la práctica clínica dada la estructura del sistema sanitario, y tan solo si existieran fuertes razones sería conveniente el desarrollo de sesiones grupales. Un interesante estudio basado en el programa “Health Buddy”, interactivo a través de Internet con el personal sanitario, para niños que son atendidos en asistencia primaria demuestra que reduce la limitación de su actividad física (objetivo diana) y la variabilidad del pico de flujo37. ¿Cómo debemos evaluar esta educación? Para medir los resultados de un programa educativo, como cualquier programa, es necesario una continua evaluación, donde deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos: recursos humanos y materiales, aspectos metodológicos, contenidos del programa y resultados obtenidos por el mismo11. Una auditoria local es una adecuada aproximación para valorar si existe un cambio y las nuevas recomendaciones son seguidas. La evaluación ideal de la efectividad de una intervención sería mediante estudios aleatorizados y controlados, pero el uso de modelos de mejora contínua de la calidad como por ejemplo el “Plan-Do-Study-Act (PDSA) es mas apropiado para medir la efectividad en condiciones reales en contraposición a las condiciones clínicas ideales. Inicialmente fue utilizado para evaluar la efectividad de la introducción de guías basadas en la evidencia para el uso de espaciadores en niños, pero ha sido usado con éxito para demostrar mejorías rápidas en la calidad de cuidados en USA. El modelo es bastante simple y se lleva a cabo en 4 fases: “Plan” incluye la recogida de datos sobre la práctica clínica habitual (auditoria) y la identificación del área problemática. “Do” implica el desarrollo de guías clínicas y la elaboración de criterios que aporten resultados claros junto con su implementacion. “Study” implica la evaluación de los resultados utilizando los resultados claramente definidos y por último “Act” implica la retroalimentación en base a los resultados formulando las intervenciones y revisando las guías clínicas si es necesario. Un vez que este ciclo esta en marcha se pueden monitorizar el mantenimiento de estos cambios en la practica35. 64 1.-Downs SH, Marks GB, Sporik R, Belosouva EG, Car NG, Peat JK. Continued increase in the prevalence of asthma and atopy. Arch Dis Child 2001;84:20-23. 2.-Magnus P, Jaakkola J. Secular trend in the occurrence of asthma among children and young adults: critical appraisal of repetead cross sectional surveys. 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Arch Pediatr Adolesc Med 2002;156:114-120. 67 68 La educación del niño asmático en un servicio de urgencias hospitalario J.M. Román Piñana. Hospital Universitario Son Dureta. Palma de Mallorca. 69 70 El asma es la enfermedad que genera mayor consumo de recursos y que ocasiona mayor número de procesos asistenciales en los diferentes niveles de asistencia pediátrica por patología crónica. El NAEP (Programa Nacional de Educación en Asma del Nacional Heart Lung Institute de EEUU) en su Comité Internacional de Expertos, concluye que los cuatro puntos básicos del tratamiento del niño con asma son: • Educación del paciente y su familia • Medidas preventivas y de control ambiental y factores desencadenantes • Terapia farmacológica racionalmente aplicada • Uso de medidas objetivas que evalúen la severidad y ayuden a monitorizar la evolución de la terapia. Todas estas constataciones han conducido a considerar la educación una prioridad en el manejo de los pacientes asmáticos. Progresivamente ha surgido la necesidad de concebir y de proponer programas de educación estructurados en los cuales, junto al médico, eje de la relación terapéutica, otros profesionales jueguen un papel mas importante: enfermeras, kinesiterapeutas, maestros, educadores… En los últimos años una explosión de la literatura científica en esta área han mostrado programas de educación del asmático, enfatizando que el rol del paciente en su manejo puede reducir la morbilidad, reducir los costes de consumo de servicios sanitarios y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La educación va a permitir que el niño asmático y su familia sean capaces de asumir, de manera autónoma, la gestión preventiva y curativa de su enfermedad. Esta educación es difícil, como lo demuestran las múltiples investigaciones realizadas en el curso de los diez últimos años. Difícil porque los pacientes representan un público heterogéneo, tanto a nivel de sus motivaciones como en relación a sus capacidades de aprendizaje. Por otra parte, los médicos y el personal sanitario dedicados al asma, deben adquirir para educar bien a sus pacientes, competencias pedagógicas a las cuales su formación y su práctica no les han preparado. Saber educar al paciente no es un don innato, ni una tarea ordinaria, es una competencia pedagógica específica y la educación por si misma llega a convertirse en una actividad organizada. Asistencia del niño asmático en Urgencias Hospitalarias. El asma es uno de los diagnósticos mas frecuentes en un Servicio de Urgencias Hospitalario. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, las visitas a urgencias por causa de asma podrían haber sido evitadas sí el paciente asmático hubiera tenido un mejor control de su enfermedad y un seguimiento médico regular 71 ¿Porqué acude un niño a un servicio de urgencias con una crisis asmática? • Porque su asma esta sub-diagnosticada • Porque existe una evaluación inadecuada del control y de la severidad de su enfermedad, • Porque está sometido a un tratamiento inapropiado. Sobre-utilización de los b2- agonistas y sub-utilización de los anti-inflamatorios • Por una concepción falsa del rol y de los efectos secundarios de los medicamentos. • Por una utilización insuficiente de medidas objetivas de obstrucción respiratoria (flujo espiratorio de pico, volumen espiratorio máximo en un segundo) • Por una escasa observancia terapéutica • Por una escaso control de medidas ambientales • Por una enseñanza insuficiente, particularmente sobre la naturaleza del asma y su manejo. • Por falta de continuidad en los cuidados • Por distorsión de los mensajes de los diferentes profesionales Existen unas barreras potenciales que explican la ausencia de control: • no aceptar el diagnóstico de asma • creer que los medicamentos que alivian son suficientes • no tener confianza en los medicamentos en general • creer que modificar y mejorar el ambiente es suficiente para el control de la enfermedad • los efectos secundarios de los medicamentos • fobia a los esteroides • interferencias en el proceso educativo El proyecto es desarrollar un programa educativo en niños que acuden a Urgencias con episodios agudos. La educación disminuye o previene episodios de asma y es un elemento imprescindible en el manejo de la misma, sobre todo en aquellos pacientes que presentan un asma severa. 72 Dadas las circunstancias en las que desarrollan las urgencias pediátricas en nuestros hospitales en cuanto al volumen y a la excesiva utilización y demanda, con un personal, en ocasiones ajustado, es obvio que la estrategia educativa ha de ser el inicio o fase previa de un programa a completar en el Hospital (Escuela de Asma) durante la hospitalización, sí el niño permanece ingresado o a su alta si en el Centro de Salud de donde procede no está desarrollado un programa de educación del paciente asmático. Los niños de 4-15 años presentando crisis asmáticas agudas que acuden a Urgencias, serían los sujetos a los que se le aplicaría el Programa. PLAN: I. Cuestionario Inicialmente, al niño asmático o a la familia que con él acude a urgencias, se les invitará a cumplimentar un cuestionario simple “el test de los 30 segundos sobre el asma”, que nos va a aportar una información inmediata sobre la situación actual de la enfermedad. Test de los 30 segundos sobre el asma 1 ¿Utilizas el inhalador azul (ventolin) 4 veces por semana SI NO SI NO SI NO SI NO SI NO o más en los últimos 7 días? (excluyendo una dosis por semana antes del ejercicio) 2. ¿Toses, sientes pitos al respirar o sensación de opresión en el pecho después de hacer deporte o correr? (4 o mas días por semana en la última semana) 3. ¿Te despiertas durante la noche a causa de la tos, con pitos o con sensación de dificultad respiratoria? 4. ¿Limitas o evitas actividades físicas debido al asma? ( 1 o mas veces en la última semana) 5. El asma te obliga a perder días de escuela o de actividad a causa de tos o pitos? (1 o mas veces en los últimos 30 días) 73 II. Evaluar los síntomas y proceder al Test de Función Respiratoria (Flujo espiratorio de pico. Peak-Flow) III. Instaurar el tratamiento. Re-evaluar el Test de Función Respiratoria IV. Hospitalización Englobado en el marco de la SALUD PÚBLICA/PREVENCIÓN se crea una Escuela de Asma ubicada en el Centro Hospitalario de referencia, en donde se desarrollaran programas educativos para el niño asmático hospitalizado y su familia durante la hospitalización. Está apoyada en 4 puntos fuertes: 1. Un equipo pluridisciplinario 2. Agrupamiento de los niños 3. Módulos educativos flexibles 4. Un dossier educativo y evaluativo 1. Un equipo multidisciplinario ¿Cuál es su composición? 1 Pediatra experto en asma formado específicamente en la educación. del asmático. 1 Enfermera formada en educación 1 Kinesiterapéuta 2. Agrupamiento de los niños Los niños asmáticos ingresados semanalmente( media 2-3), entre 7 y 14 años, se agrupan para participar en los talleres Dada que la estancia media por crisis asmáticas severas es de 3-5 días, durante el tiempo de la hospitalización y pasada la fase aguda, un día por semana .tiene lugar el desarrollo del programa. La base es la puesta en marcha de un dossier donde se reseñan todas las informaciones susceptibles de interés. 3. Módulos de educación flexibles En la primera sesión, después de la acogida de padres y niños y las explicaciones del programa, se separan los padres de los niños, por dos razones: 74 - para dejar a cada uno expresarse libremente, sin temor que los padres sean un obstáculo para el niño, o los niños para los padres - para poder adaptar mejor nuestro lenguaje al personal que participa ( lúdico para los niños, médico para los padres) El primer módulo esta consagrado exclusivamente a la foto-lenguaje, son fotos representativos de la vida cotidiana (gato, fábrica, lactancia materna, campo…). Nosotros pedimos a cada uno de los miembros del grupo elegir una foto que le hace pensar en su asma, o en el asma de su hijo. Esto pone en evidencia la noción de creencias de salud y de ideas recibidas. En un segundo tiempo le pedimos al niño lo que no puede hacer debido a su asma (ejem. deporte). Según las respuestas aportadas, orientamos nuestro programa para las 2 sesiones siguientes en función de prioridades retenidas. Estas sesiones se dedicarán a “saber” y a “saber hacer” de la escuela del asma. El 4º módulo es únicamente evaluativo de los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos por los niños. 4. Un dossier educativo y evaluativo. Comprende: - una ficha personal administrativa - una ficha personal médica - una ficha personal sobre la vida del niño - un cuestionario presentado el 1º día para evaluar los conocimientos y las lagunas de niños y padres y evaluado en el 4º módulo para conocer lo adquirido, lo no adquirido o lo que está en curso de adquisición. - El balance evaluativo ( a los 3, 6.,9 y 12 meses después de la sesión inicial), comprende 3 fichas: o una médica o una sobre la calidad de vida del niño o una sobre los cambios de comportamiento del niño y de su familia, así como la puesta en marcha de un proyecto no contemplado antes. 75 CONCLUSIÓN Nosotros percibimos 4 puntos fuertes en nuestro plan piloto * nuestra tasa de logros es del 50% Desde 2003, 24 niños han participado en el programa, la mitad mantienen los conocimientos y los aplican, la otra mitad necesitan un reajuste. * los padres ya no se angustian ante la crisis de asma * se detecta una sensible disminución de las hospitalizaciones de los niños que han acudido a nuestras sesiones * la voluntad de perfeccionamiento: el equipo se reúne sistemáticamente después de las sesión para valorar cada niño individualmente y planificar el módulo siguiente. Podemos detectar 2 puntos débiles: - la dificultad de participar en un programa de educación del niño asmático en su Centro de Atención Primaria, nos obliga a citarlo con una secuencia determinada a la Escuela de Asma del Hospital. - el incremento de hospitalizaciones por asma haría insuficiente en un corto plazo, la dedicación al programa de una única sesión semanal. Nuestro objetivo a corto plazo: Desarrollar un programa de atención al Niño Asmático en la comunidad Autónoma Balear, dentro del cual se contemple la asistencia urgente del niño con asma con criterios homogéneos en las diferentes áreas : PAC, Urgencias Hospitalarias, Hospitalización, y Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos, siguiendo la misma metodología educativa. 76 1.Beveridge,R,C.,A.F. Grunfeld, R.V. Odre,P.R, Verbeek, and Canadian Association of Emergency Physicians and the Canadi Thoracic Society Asthma Advisory Commitee.1966. Guidelines for the emergency management of asthma in adults. 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Madrid 79 80 CONSENSOS: Valoración de las distintas clasificaciones de la gravedad del asma El asma es un problema grave de salud a nivel mundial, y como tal problema de salud pública, supone una enfermedad con importantes consecuencias para la calidad de vida de las personas que la padecen, tanto niños como adultos y de sus familias. Por tanto, el objetivo principal para el control del asma, será reducir la prevalencia y la morbi-mortalidad, mediante información científica y programas de recomendación sobre su tratamiento y prevención, lo que ha obligado a la elaboración de GUIAS Y CONSENSOS por parte de las diversas sociedades científicas. ¿Qué es un consenso? Lo podríamos definir como las conclusiones finales a las que llegan un grupo de expertos en un tema determinado basándose en las mejores evidencias disponibles para cada aspecto de la enfermedad. Aunque la sensibilidad y especificidad de las medidas de seguimiento para predecir la evolución del asma no han sido establecidas, se han consensuado y publicado distintas clasificaciones de gravedad del asma, a partir de las cuales se sugieren estrategias terapéuticas escalonadas para optimizar el control de la enfermedad. Los consensos en asma son múltiples y presentan valoraciones distintas sobre el índice de gravedad y las diversas estrategias del tratamiento debido a varios factores: poca comprensión de la enfermedad, escasez de evidencias de los distintos tratamientos, empleo de terminologías confusas, la propia dificultad para establecer un escalón de gravedad, etc. En la práctica el problema es valorar cual es la mejor clasificación: si la más simple o la de mayor impacto científico. Hemos revisado los consensos británico y canadiense, los cuales definen la gravedad en relación de la medicación que necesita el paciente para lograr el control de la enfermedad, mientras que el consenso americano y australiano nos dan una detallada metodología para que podamos clasificar el asma según su gravedad. Pero la clasificación de mayor difusión es la GINA (Global Initiative for Asthma), revisada en el año 2002 y que clasifica el asma en cuatro apartados: 1- Asma leve intermitente 2- Asma leve persistente 3- Asma persistente moderada 4- Asma persistente grave La mayor parte de la población infantil presenta asma leve intermitente según este consenso, no necesitando, por tanto, tratamiento profiláctico. Los que trabajamos con este tipo de pacientes sabemos que esto no se ajusta a la realidad. Al ser el asma un trastorno crónico precisará un tratamiento a largo plazo, y esto supone para el paciente una actitud activa constante. 81 Se han publicado numerosos consensos que valoran las distintas clasificaciones sobre la gravedad del asma. A partir de ellos se han establecido diversas estrategias terapéuticas, todas ellas con el mismo objetivo: “el mejor control de la enfermedad”. La primera guía de consenso publicada en pediatría data de 1989 y estaba basada en la opinión de que el broncoespasmo era el componente fundamental del asma y, por lo tanto, el principal tratamiento iba orientado hacia el uso de fármacos broncodilatadores. A lo largo de los últimos 20 años los conocimientos etiopatogénicos sobre el asma establecieron la existencia de un componente inflamatorio desde el inicio de la enfermedad, incluso en los pacientes con asma leve. La inflamación bronquial ha pasado a un primer plano como responsable de los fenómenos de destrucción y reparación de las vías aéreas, que pueden ocasionar el remodelamiento y en muchos casos su obstrucción irreversible. Así pues cambió de forma radical el tratamiento del asma situando la medicación antiinflamatoria en primera línea del tratamiento de fondo de la enfermedad. La mayoría de las clasificaciones de los consensos están orientadas hacia el adulto, no ajustándose a la realidad de la clínica del niño. Por ello, la Sociedad Española de Neumología Pediátrica en 1995 publicó una clasificación dirigida a la edad pediátrica. Posteriormente el tercer Consenso Internacional Pediátrico estableció tres niveles: 1- Asma episódica infrecuente (75% de los niños con asma) 2- Asma episódica frecuente (20% de los niños con asma) 3- Asma persistente (5% de los niños con asma) Este consenso pediátrico reserva el tratamiento profiláctico para el asma episódica frecuente y el asma persistente. Pero, en la práctica clínica actual, el porcentaje de niños asmáticos que recibe el tratamiento antiinflamatorio profiláctico supera con creces el 25%, por lo cual se propone una nueva clasificación. En la actualidad la Sociedad Española de Neumología Pediátrica, junto con la AAP, SEICAP y SEPEAP, proponen la siguiente clasificación: 1- Asma episódica ocasional 2- Asma episódica frecuente 3- Asma persistente moderada 4- Asma persistente grave Esta nueva clasificación (Tabla-1) está muy próxima a la del consenso internacional pediátrico. Se basa en los dos patrones clínicos que presentan los niños: Patrón-1: la mayoría de los niños asmáticos presentan un asma leve, caracterizada por episodios (crisis o exacerbaciones) más o menos frecuentes, de pocos días de duración , con períodos intercríticos asintomáticos. La intercrisis libre de síntomas define este patrón. La frecuencia de los episodios establece dos niveles que corresponden al asma episódico ocasional y al asma episódico frecuente. 82 Patrón-2: otro grupo de niños mucho menos numeroso, independientemente de la frecuencia de los episodios, presenta síntomas de asma en los períodos intercríticos con frecuencia e intensidad variables, requiriendo beta-2 agonistas de rescate. Es el grupo de niños afectos de asma persistente, que a su vez puede ser moderada o grave. Tabla-1. Clasificación de la gravedad del asma crónica. Asma episódica ocasional Asma episódica frecuente Asma persistente moderada Asma persistente grave Exacerbaciones < de una cada 12- < de una cada 8-10 > de una cada 4-6 Muy frecuente 15 semanas Síntomas intercrisis Asma de esfuerzo Necesidad de agonistas β2 intercrisis Síntomas nocturnos Variabilidad del PEF PEF o FEV1 intercrisis semanas semanas Máximo: 4 por año Máximo: 6-7 por año No No Leves Frecuentes No Leve y ocasional Sibilantes con Sibilantes con esfuerzo moderado esfuerzo mínimo No Ocasional < de 3 veces por ≥ de 3 veces por semana semana No No < de 2 veces por ≥ de 2 veces por semana semana < 20% < 20% 20-30% > 30% > 80% del valor de > 80% del valor de 70-80% del valor < 70% del valor de predicción predicción de predicción predicción OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO El tratamiento del asma deberíamos basarlo básicamente en 3 pilares fundamentales: 1- Tratamiento farmacológico 2- Medidas de control de los factores que empeoran el asma: evitar los alergenos e irritantes ambientales Un número importante de los pacientes con asma, cuando se exponen a irritantes o a los alergenos a los que son sensibles, tienen más síntomas y pueden sufrir una crisis. Para lograr un control adecuado de la enfermedad se debe identificar la existencia de alergenos ambientales e irritantes que pueden afectar a un paciente determinado y reducir al máximo su exposición a dichas sustancias. 83 3- Educación del paciente y su familia: seguimiento mediante visitas programadas. Cada día es más evidente que no se pueden lograr los objetivos del tratamiento del asma si no se consigue educar a los pacientes y a sus familias para que colaboren en el manejo del asma. El tratamiento del asma debe ser prolongado en el tiempo. Una de las mayores dificultades es lograr que los pacientes sigan dicho tratamiento a largo plazo, sobre todo en el caso del tratamiento inhalado. Por tanto, es imprescindible el seguimiento regular de su patología, para monitorizar y ajustar las dosis y tipo de fármaco según la evolución y garantizar el cumplimiento de las medidas de control ambiental. Varios estudios han demostrado que al adhesión al tratamiento del asma es muy pobre, cifrándose en más del 90% a los niños que no toman su medicación profiláctica tal como se les ha indicado. Para mejorar el cumplimiento de los tratamientos para el asma es conveniente reducir el número de tomas diarias y entrenar a los pacientes en el uso adecuado de inhaladores. Tanto el paciente como sus padres deben sentirse seguros respecto a los posibles efectos secundarios de los medicamentos empleados. Es necesario encontrar cuales son las necesidades reales del paciente e intentar darlas respuesta El asma es una enfermedad crónica y el tratamiento persigue los siguientes objetivos: - Controlar los síntomas incluyendo los síntomas nocturnos y el broncoespasmo inducido por el ejercicio. Si el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas lo más rápidamene posible, parece lógico situar al niño en el nivel de gravedad inmediatamente superior al que presenta en realidad. Tras conseguir el control clínico y funcional, se disminuirá progresivamente el tratamiento hasta alcanzar la mínima medicación necesaria para permanecer asintomático. El tratamiento se debe revisar y ajustar cada 34 meses tras conseguir el control, siempre en relación al nivel de gravedad del paciente, pero recordando que la clasificación de la gravedad del asma es un proceso dinámico que cambia en el tiempo (espontáneamente o consecuencia del tratamiento). Con estos criterios conseguiremos cumplir otros objetivos del tratamiento: lograr un rápido control de la enfermedad optimizando el tratamiento y mantener el control de la enfermedad con la mínima medicación posible. - Evitar las exacerbaciones: prevenir ataques de asma. - Normalizar la función pulmonar. - Poder llevar un régimen de vida normal: conseguir una actividad física normal incluyendo la práctica de deporte. - Administrar la medicación y las dosis que tengan menos efectos secundarios. El tipo, cantidad y frecuencia de los fármacos viene determinada por la gravedad del asma. El síntoma más grave nos señalará el escalón de la clasificación de la gravedad del asma en el que se sitúa el paciente. Es recomendable iniciar el tratamiento por el escalón superior para lograr rápidamente el control para posteriormente realizar la bajada con precaución. Con el paciente bien 84 controlado se debe intentar la reducción de la medicación cada 1-6 meses, siempre con precaución. Si el paciente está mal controlado valorar el cumplimiento, técnica inhalatoria, otros factores agravantes, otro diagnóstico, antes de incrementar la medicación. - Conseguir que el paciente y la familia participen en el plan de tratamiento. Para definir el grado de control de síntomas o de función pulmonar que debe lograrse, hay que contar con las expectativas del paciente y su familia respecto al cuidado de su asma y con los efectos secundarios que puede llegar a producir la medicación para conseguir un control adecuado. En general, el control del asma debe ser evaluado según las siguientes medidas de resultados: - Días libres de síntomas - Trastorno del sueño; noches libres de síntomas. - Empleo mínimo de medicación de alivio: broncodilatadores de acción corta - Reducción de los síntomas agudos: + Menor administración de ciclos cortos de corticoides orales. + Menor uso de tratamiento de urgencias tal como nebulizadores. + Menor número de consultas no programadas al médico o al Servicio de Urgencias. + Reducción de los ingresos en urgencias. - Mejoría del flujo espiratorio máximo (FEM) y de los autorregistros de síntomas - Calidad de vida evaluada mediante cuestionarios. - Alteración de la vida normal: asistencia a escuela o guardería. 85 1- Asma. Grupo de Trabajo para el estudio de la Enfermedad Asmática en el niño. An Esp Pediatr 2002; 56 (Supl 7): 37-43. 2- Bousquet J, Chanez P, Lacoste JY; White R et al. Asthma: a disease remodeling the airways. 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El tiempo que emplea el niño, a partir de los 3 años en el colegio, ocupa un porcentaje importante de su tiempo, por lo que hay aspectos del manejo de la enfermedad que requieren apoyo en la escuela, tanto en información y planes escritos para el propio niño, como para el profesorado. Tomado estos datos en cuenta, en el seguimiento de una enfermedad crónica como el asma, se identifican una serie de situaciones/problema en el ámbito escolar, relacionadas con el manejo propiamente dicho: •Percepción de enfermedad del niño en el entorno escolar •Medicación de mantenimiento en horario de clase •Control de desencadenantes •Información y respuestas por parte del profesorado •Características del colegio y condiciones de salud para el niño asmático. INTERVALOS ASINTOMÁTICOS •Aparición de síntomas en el horario escolar. •Toma de primeras decisiones, identificación de signos de riesgo y apoyo del profesorado •Toma de medicación de rescate •Necesidad de protocolos de actuación en la escuela EPISODIOS DE CRISIS 89 Barreras para el manejo de la enfermedad en el ámbito escolar. 1. Por parte del niño: Es interesante comentar los resultados de trabajos con metodología cualitativa, donde se analizan percepciones y actitudes de los niños y sus familias en el manejo de la enfermedad. Entre los resultados obtenidos, las repercusiones de la enfermedad para el niño asmático están relacionadas fundamentalmente, por un lado, con el uso de las medicinas en el colegio, con las situaciones que esto conlleva, vinculadas principalmente a una falta de información y de establecimiento de un protocolo de actuación, para el profesorado. Por otro lado, las consecuencias relacionadas con las limitaciones en la actividad física que supone la enfermedad, y que ocasionan diferencias en los momento de juego y competición, tan importantes en el desarrollo psicosocial de esta edad. 2. Por parte del profesorado La actitud del profesor ante la medicación y el manejo de la enfermedad es un aspecto muy importante: en las entrevistas se refieren desde casos de una colaboración importante con deseos e iniciativas de información por parte del profesorado, a casos de conductas discriminatorias como obligar la administración de la medicación fuera de clase o en el aseo. La necesidad de información es un hecho, así como la necesidad de planes de acción en los centros escolares. El uso por parte de los profesores de medicación para los niños, ha sido un tema debatido, por las posibles repercusiones legales si hay complicaciones. Sin embargo, este aspecto se puede soslayar con las oportunas medidas escritas y autorizadas por médico y padres. Planes de acción. Existen numerosas iniciativas y planes de acción coordinado para el manejo del asma en los colegios. En países como USA y en algunos países del norte de Europa, llevan años funcionando, planes de acción que incluyen formación del personal docente en el manejo del asma, e incluso con asistencia de unidades sanitarias de apoyo en los colegios, de enfermería fundamentalmente,( National Association of School Nurses, con 90 el SNAMP School Nurse Asthma Management Program es un ejemplo). Las directrices de un buen manejo del asma a nivel escolar están estandarizadas en un documento del National Heart Lung and Blood Institute para pacientes, donde incluyen además un cuestionario donde se analiza la idoneidad del colegio donde asiste el niño asmático. En España existen iniciativas individuales pero sin soporte institucional, salvo en las Comunidades donde están instaurados los Programas de Atención Regional al Asma (Asturias, castilla-León, Aragón y Andalucía) Algunos recursos interesantes en Internet ... - www.nhlbi.nih.gov/heath/public (National Heart,Lung and Blood Institute información para pacientes) - www.nasn.org (National Assotiation of School Nurses) - www.respirar.org ( enlaces a decálogo de colegios saludables, y programas regionales de las comunidades de Aragón Castilla-León y Asturias - www.madrid.org/sanidad/salud/educa/asma (página de asma y escuela de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Plan de acción para el asma en el contexto escolar 1. Pediatra: • Estandarizar la elaboración de informes clínicos, dirigidos al profesor , cuando el niño precise tratamiento en el horario escolar; esto constituye una garantía para el niño y para el profesorado. • Incluir dentro de la valoración habitual del niño asmático, la repercusión de la enfermedad a nivel escolar. Abrir, incluso, un apartado específico en la Historia Clínica. 2. Organización en el colegio/instituto • Los niños-adolescentes con asma deben estar identificados (todos los padres de niños con asma deben informar adecuadamente al profesorado de la enfermedad de su hijo y de las medicinas que toman) 91 • Tomar medidas, educativas y organizativas, para evitar conductas de discriminación o estigma ante la toma de medicinas en clase. • En el colegio debe haber un encargado de atender a los niños-adolescentes cuando presenten una crisis de asma, y que conozca al menos los dispositivos habituales de aerosolterapia: las cámaras de inhalación, dispositivos MDI. Turbohaler, aqquhaler... • Debe existir un plan de atención en el caso de una crisis de asma, que incluye una ficha de datos básicos de cada niño con el teléfono de sus padres y la medicación para las crisis que usan habitualmente, y el teléfono al que solicitar asistencia médica o acudir en caso de necesidad. Ejemplo de ficha escolar. Tomada de: Cobos Barroso N, Picado Valles C. CESEA NEUMOLOGICO. Asma en los Centros Escolares .Centro de Estudios de la Enfermedad Asmática. Ed. Glaxo.2003 3. Para un correcto medio ambiente: • Nivel de higiene correcto en el colegio, con ventilación frecuente de las aulas, especialmente cuando los niños están ausentes. • El colegio debe estar libre de tabaco. No fumar en ninguna zona del colegio, ni en ninguna actividad del mismo, incluidas las actividades lúdicas y extraescolares • Los profesores de educación física deben conocer que es la enfermedad asmática, y signos de alerta, controlar que los niños-adolescentes con asma inducido por el ejercicio tomen su medicación y realicen las medidas de higiene deportiva: (precalentamiento previo, evitar cambios bruscos de temperatura ambiental, no hacer 92 deporte durante una crisis, permitir a los niños ducharse y cambiarse de ropa tras la gimnasia) y ofrecen actividades alternativas en los casos en que sea necesario. • Organización de aulas, de tal forma que disminuyen la cantidad de alergenos presentes: no hay alfombras ni moquetas; si hay estanterías de libros, estos se mantienen con una correcta limpieza periódica sin acumular polvo, las paredes y suelos son de materiales de fácil limpieza, no hay cortinas, o estas son de material que también se puede limpiar con facilidad. • En las épocas de polinización: se controla la carga polínica dentro del colegio, manteniendo cerradas las ventanas en los momentos de máximo sol, y más si hay viento. Las aulas se ventilan muy temprano y a ultima hora del día. En esta época se pueden planificar determinadas actividades escolares tomando en cuenta los niñosadolescentes con asma (que son el 10-12% del total): excursiones, actividades deportivas en el campo, etc. en entornos con poco polen: visitas a museos, a la ciudad, deporte en el gimnasio en día de mucho sol y viento. 4. Cuando un niño inicia una crisis: 1. El niño debe saber avisar al profesor tan pronto note los primeros síntomas. El profesor debe conocer los primeros pasos a seguir, a través de la ficha del alumno, además de avisar a la persona encargada de atender la situación y localizar la ficha con los datos del asma del niño. 2. La tos que aumenta en frecuencia e intensidad, los pitos que se pueden oir si nos acercamos, la respiración rápida y la posición del niño para respirar lo mejor posible, son signos que debe conocer el profesor. 3. Se pueden seguir las siguientes conductas dependiendo de lo anotado en la ficha del alumno: • Dar la medicación para el tratamiento de la crisis descrita en la ficha del niño y según evolución avisar a los padres (por ejemplo si a los 20 minutos de dar la medicación el niño no ha mejorado). • Solicitar ayuda médica urgente o desplazar al niño al centro médico más próximo (por ejemplo si el niño presenta algún síntoma de alarma o si a los 20 minutos de administrar el tratamiento de la crisis el niño está peor). En este caso 93 avisar siempre a los padres y si es posible administrar de nuevo medicación para la crisis. La puesta en marcha de forma global de este tipo de planes de acción, trae consigo una mejora clara del manejo de la enfermedad, analizada en diversos trabajos publicados. El logro de este tipo de planes es precisamente que no sea necesarios los últimos pasos de este protocolo. 94 1. Tinkelman D, Schwartz A. School-based asthma disease management. : J Asthma. 2004 Jun;41(4):455-62. 2. Gibson PG,Powell H. Written action plans for asthma: an evidence-based review of the key components. Thórax 2004:59:94-99. 3. Callén M, Garmendia A. Profesores de enseñanza primaria y conocimiento en Asma: Resultados de un cuestionario. Anales Españoles de Pediatría . Mayo 1996.Supl. 77: 59-60. 4. Carruthers P, Ebbut AF, Barnes G. Teachers' knowledge of asthma and management in primary schools. Health Education Journal, 1995; 54: 28-36. 5. French D, Carroll A. Western Australian primary school teacher's knowledge about childhood asthma and its management. J.Asthma,1997;34:6,469-75. 6. Velsor-Friedrich B, Pigott TD, Louloudes A.The effects of a school-based intervention on the self-care and health of African-American inner-city children with asthma. : J Pediatr Nurs. 2004 Aug;19(4):247-56. 7. Cobos Barroso N, Picado Valles C. CESEA NEUMOLOGICO. Asma en los Centros Escolares Centro de Estudios de la Enfermedad Asmática. Ed.Glaxo.2003 8. Rodríguez Fernández-Oliva C.R.. Tesis doctoral: Estudio cualitativo sobre el manejo sociocultural y el uso de las medicinas en el niño asmático y su familia. Universidad de La Laguna, 1999. 9. Guía Española para el Manejo del Asma. 2003 10. Reading R, Jones T, Upton C. Emergency asthma inhalers in school. Arch Dis Child. 2003 May;88(5):384-6. 11. Anderson ME,Freas MR, Wallace AS et al. Successful school-based intervention for inner-city children persistent asthma. J Asthma. 2004 JUN; 41(4): 445-53 12. López Viña A, Casan P, de Diego A, et al. Recomendaciones para educar a los pacientes con asma. Arch Bronconeumol 1996; 32: 10-14. 95 96