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1 Ministerio de Salud Servicio de Salud Viña del Mar Quillota Hospital Dr. Gustavo Fricke Servicio de Pediatría GUIAS DE PRACTICA CLINICA ENFERMEDADES NEFROLOGICAS 2010 ELABORADO Dra. Elisa Gutierrez Inda Nefróloga Infantil 2013 REVISADO Dr. Tulio Moreno Bolton AUTORIZADO Dr. Claudio Hoffmeister Boilet Nefrólogo Infantil Jefe Servicio de Pediatría FECHA Diciembre 2010 FECHA Diciembre 2010 FECHA Diciembre 2010 2 CONTENIDO INFECCION DEL TRACTO URINARIO 3 TOMA DE MUESTRA DE ORINA 6 TRATAMIENTO DE LA INFECCION URINARIA 7 PREVENCION DE INFECCION URINARIA RECURRENTE 9 9 SINDROME NEFROSICO PRIMARIO 12 SINDROME HEMOLITICO UREMICO 15 3 INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO (ITU) Las infecciones del tracto urinario, ocupan el segundo lugar entre las infecciones bacterianas más frecuentes del niño, sólo superadas por las infecciones respiratorias altas y constituyen la causa más frecuente de consulta en las policlínicas de nefrología infantil. La ITU alta puede dejar cicatrices renales, hipertensión arterial e insuficiencia renal. Definición de términos involucrados en el manejo de la infección urinaria: Bacteriuria: Presencia de bacterias en la orina vesical, que están por infección o contaminación las que se detectan mediante cultivo cuantitativo. Bacteriuria significativa: Presencia de más de 100.000 colonias de gérmenes por micción espontánea; de cualquier crecimiento bacteriano por punción suprapúbica ó de 10.000 a 50.000 colonias por sonda vesical. Bacteriuria asintomática: Urocultivo positivo en ausencia de síntomas urinarios. Bacteriuria recurrente: Reaparición de bacteriuria significativa posterior a cultivo estéril. Infección urinaria recurrente: La presencia de 3 o más episodios de ITU comprobada en un período de 12 meses. Reinfección: Infección con germen diferente después de dos semanas de tratamiento inicial (generalmente en los 6 meses siguientes). Recaída: infección por el mismo germen (en las 6 semanas siguientes tras suspensión de antibiótico). Recidiva: reinfección causada por el mismo germen. Infección persistente: persiste durante el tratamiento Pielonefritis aguda (PNA): corresponde a una inflamación del parénquima renal con sintomatología sistémica. Cistitis aguda o ITU baja: Inflamación de la mucosa vesical acompañada de síntomas como disuria, poliaquiuria y urgencia miccional, generalmente sin fiebre. Bacteriuria complicada: ITU asociada a anomalías urológicas como reflujo vésico-ureteral, ectopia ureteral, etc. Etiopatología Salvo en el periodo de recién nacido y del lactante pequeño, en el cual la ITU ocurre frecuentemente por vía hematógena en el curso de una sepsis bacteriana, en la gran mayoría de los casos la ITU está causada por vía ascendente a partir de gérmenes presentes en el tracto intestinal y que han contaminado las zonas perianal, perineal o el saco subprepucial. De la misma manera, la instrumentalización de la vía urinaria, posibilitan la ITU por vía ascendente al introducir gérmenes al interior del tracto urinario. El agente etiológico más frecuente es la Escherichia coli (86-90%). Los porcentajes restantes se distribuyen entre otras Enterobacterias como Proteus mirabilis, Klebsiella sp, Enterobacter sp., Enterococcus y Pseudomona sp. Gérmenes gram positivos son raros a excepción de Streptococcus fecalis. 4 La Pseudomona sp. generalmente se asocia a malformaciones de la vía urinaria, vejiga neurogénica e instrumentalización. En los RN, es posible encontrar Streptococo grupo B y en mujeres adolescentes Staphylococcus saprophyticus, y en niñas sexualmente activas es frecuente el hallazgo de Staphylococcus epidermidis. Expresión clínica Depende de la edad del paciente: Recién nacido y lactante menor de un año, predominan las manifestaciones sistémicas severas, signos sugerentes de sepsis, compromiso del estado general, rechazo de alimentación, palidez, diarrea, vómitos, ocasionalmente ictericia, hipotermia, o fiebre alta. Lactante mayor, síntomas sistémicos con fiebre alta, detención del desarrollo pondo-estatural, síndrome diarreico de evolución prolongada, anorexia, vómito, la palpación abdominal se presenta difusamente dolorosa Preescolares y niños mayores, generalmente presentan sintomatología referida a la vía urinaria baja, incontinencia urinaria, dolor lumbar Historia clínica evaluar Episodios febriles previos Edad de control de esfínter y de inicio del adiestramiento vesical Hábito miccional Características del chorro; Tránsito digestivo Antecedentes familiares de: ITU, RVU, malformaciones congénitas Anomalías ecográficas prenatales Examen físico Presión arterial Evaluar el crecimiento Palpación de masas abdominales o de globo vesical Examen genital buscando signos de vulvitis o vaginitis, sinequia de labios, fimosis y balanitis Examen de columna lumbosacra buscando signos de disrafia como fositas, nevos, hemangiomas, etc. que sugieran vejiga neurogénica. Diagnóstico La confirmación del diagnóstico es bacteriológica. Junto al cultivo debe tomarse una muestra para examen químico y microscópico leucocituria, piuria o cilindros con inclusiones leucocitarias. La presencia de estos elementos en el examen de orina son sugerentes de ITU. 5 Sensibilidad (%) Especificidad (%) > 10 leucocitos/ml 73 81 Gram > 1 x campo 81 83 Leucocitos + Gram 99 70 Nitritos 53 98 Esterasa leucocitaria (EL) 83 78 Nitritos + Est. leucocitaria 72 96 Toda ITU debe ser confirmada por un cultivo de orina .Es importante certificar el diagnóstico de una ITU, por las consecuencias de lo que ello significa, ya que de acuerdo a diferentes series de estudio, la posibilidad de presentar reflujo vésico-ureteral para un lactante bajo un año de edad con una ITU febril oscila entre 30 y 50% y de aportar lesiones obstructivas, en 5 a 10%. También pueden encontrarse cicatrices renales en aproximadamente un 10% de los niños sometidos a estudio por ITU. En Chile, aproximadamente el 12% de las Insuficiencias renales crónicas, son consecuencia de ITU asociada a malformaciones de la vía urinaria o hallazgo patología renal en su estudio. El recuento significativo de colonias es imprescindible para el diagnostico variando según la técnica de recogida de orina: Orina limpia a mitad de micción >100.000 col/ml Bolsa colectora * >100.000 col/ml. (Falsos positivos hasta un 85%) Se debe confirmar por punción suprapúbica ó sondaje Punción suprapúbica Cualquier recuento Gram (-) >1000 col/ml cuando el Gram (+) Sondaje vesical >10.000 col/ml (dudoso) >50.000 col/ml (Hoberman) Los criterios para definir si el episodio de ITU alta que se acompaña de compromiso renal son clínicos, de laboratorio e imagenológico. Un lactante febril o un niño mayor con urocultivo positivo, compromiso sistémico, fiebre y dolor en fosa 6 renal, debe considerarse como Pielonefritis aguda. Apoyan éste diagnóstico una PCR alta, sin embargo, el método de elección para confirmar la existencia de Pielonefritis aguda es la Cintigrafía renal con Tc 99 (DMSA). Diagnóstico diferencial También depende de la edad del paciente En el RN y en el lactante menor, es necesario diferenciar la ITU de otras patologías que se manifiestan como una enfermedad de tipo infecciosa grave sin una localización precisa. En el lactante mayor de un año, con otros cuadros febriles, con sintomatología inespecífica En el preescolar y en el escolar, la ITU debe diferenciarse de otras patologías que afectan la función vesical, tales como enuresis secundarias o disfunciones vesicales. También es necesario descartar condiciones en las que hay episodios ocasionales o recurrentes de hematuria macro o microscópica. En las mujeres la vulvo-vaginitis puede simular perfectamente una ITU baja. La pielonefritis aguda debe diferenciarse de otras afecciones febriles sin localización precisa, asociada o no a cuadros abdominales agudos, con sintomatología atípica como una apendicitis de localización no habitual. Recogida de la muestra de orina para examen citoquímico de orina, urocultivo, recuento de colonias y antibiograma. Las muestras de orina deben tomarse en un centro asistencial por personal entrenado, de la primera emisión de la mañana, bajo estrictas condiciones de asepsia, lavado con agua y jabón, secando muy bien la zona genital. Cuando los niños colaboran en forma adecuada, se recoge la orina en la mitad de la micción. En niños más pequeños o que no colaboran, se pueden usar recolectores, los cuales no deben permanecer instalados más de 20-30 minutos. Si se va a usar de nuevo un recolector, se debe realizar de nuevo, un aseo prolijo. No debe ser usado para obtener cultivo de orina. Los métodos invasivos de punción vesical y cateterismo vesical son los únicos seguros para obtención de cultivo en niños no continentes. La muestra de orina mediante una punción vesical, en los recién nacidos y en los lactantes menores de un año que presenten una diarrea aguda, lesiones de piel en la región perineal y genital u otra condición que dificulte una buena toma de examen, sobre todo cuando se trate de un paciente grave, en que se requiere iniciar tratamiento antibiótico de manera urgente. En caso de fallo de cateterismo vesical (varones con fimosis) .También se debe usar este método, cuando los urocultivos resultan polimicrobianos y en urocultivos con recuento de colonias no significativo (entre 103 y 105 col/ml) con sedimento normal o alterado. El sondeo vesical es el método de elección y puede usarse en los casos anteriores, sobre todo si ha fracasado la punción vesical y en pacientes con vejiga neurogénica. La muestra de orina una vez recogida debe ser sembrada en forma inmediata y si esto no es posible, debe ser mantenida en refrigeración 7 a 4º C hasta el momento de su procesamiento en el laboratorio (por un período máximo de 24 horas). El estudio por imágenes del aparato urinario en los niños, comprende una ecotomografía renal y vesical. Este estudio básico está indicado en todo paciente con ITU febril, si se dispone de DMSA estaría indicado en toda ITU febril para confirmar PNA. En ITU febril con anomalías ecográficas derivar a Nefrología pediátrica DMSA que confirme PNA realizar uretrocistografia convencional. La cintigrafía renal dinámica (DTPA con Tc 99m o MAG 3), que marca tanto el parénquima renal como la vía excretora, es de utilidad en ITU en que se sospeche uropatía obstructiva. Cistografía radioisotópica. Tiene como principales indicaciones el seguimiento a largo plazo del reflujo vésico-ureteral (RVU), el control de cirugía antirreflujo, y la confirmacion de RVU en niñas Pielografía de eliminación, no es un procedimiento indicado para una evaluación inicial y debe ser indicada por especialista en casos muy seleccionados. Realizar estudio completo de tipo urodinámico, de acuerdo con el nefrólogo infantil, en niños con sospecha de disfunción vesical asociado a ITU recurrente. Indicaciones de hospitalización: Recién nacidos y lactante menor de seis meses. ITU febril a cualquier edad con compromiso del estado general. Sospecha de uro-sepsis. Hiperémesis que impida la administración de un tratamiento oral. Deshidratación aguda. Riesgo social. Fracaso de tratamiento ambulatorio sospechado por fiebre persistente. Adolescente embarazada con ITU. Antecedentes de malformaciones urinarias o fuerte sospecha de ella, especialmente las de tipo obstructivo. Tratamiento Una correcta selección antibiótica debe estar basada en estudios locales sobre agentes patógenos locales y sensibilidad antibiótico. Es importante considerar el patrón de resistencia antibiótica a la hora de elegir la terapia empírica. En niños con profilaxis antibiótica se ha visto un incremento de la resistencia a cefalosporinas de espectro ampliado. El aumento de la resistencia de E. coli a cefalosporinas de 1a generación y TMPSMX ha sido reportado. 8 Infección urinaria baja. La nitrofurantoína es un excelente medicamento para ser utilizado. Las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría para el tratamiento de la ITU refieren, que los agentes que son excretados por la orina y que no alcanzan grandes concentraciones en el torrente sanguíneo, como la nitrofurantoína o el ácido nalidíxico, no deberían ser usados para el tratamiento de ITU febril. Pielonefritis aguda. Los pacientes que presentan compromiso del estado general y en el menor de tres meses, deben recibir en forma inicial tratamiento parenteral, para continuar por vía oral 48 horas después de caída la fiebre. En casos menos severos se puede iniciar tratamiento oral. Se recomiendan los siguientes esquemas iniciales, para luego pasar a terapia oral según antibiograma hasta completar 10 días, dependiendo de la gravedad del paciente: Gentamicina * 5-7 mg/kg/día en una dosis. Amikacina * 15 mg/kg/día dividido cada 12 horas o cada 24 horas. Ceftriaxona 75-100 mg/Kg cada 24 horas. Cefotaxima 100 mg/Kg/día dividido cada 6-8 horas. Ceftazidima 100 mg/kg/día dividido cada 8 horas. *Se debe tener en cuenta su potencial nefro-toxicidad, por lo que en pacientes con compromiso de la función renal, buena hidratación, es necesario controlar las concentraciones séricas de creatinina y las máximas y mínimas del fármaco en caso de insuficiencia renal ajustar dosis según clearence de creatinina o filtrado glomerular. Los antibióticos por vía oral son los siguientes: Cotrimoxazol 40/8 mg/kg/día dividido cada 12 horas. Cefadroxilo 50 mg/Kg/día. Fraccionado cada 12 horas. Cefixima 8 mg/Kg/día en una o dos dosis.(16mg/kg/día en la primera dosis) Cefpodoxima 10 mg/kg/día. Fraccionado cada 12 horas Cefuroximo axetil 30 mg/kg/día. Fraccionado cada 12 horas. Cefalexina 50 mg/kg/día. Fraccionado cada 8 horas La duración del tratamiento en una pielonefritis aguda es de 10 días y el de la ITU baja, de siete días. Indicación empírica inicial de antibióticos según la edad y la condición basal del paciente, como primera o segunda elección. 1. RN y lactante < 3 meses: 1ra elección: Cefalosporina tercera generación parenteral + Ampicilina. 2da elección: Amino glucósido + Ampicilina* (Cobertura de Enterococcus sp). 9 2. Lactante mayor o igual a 3 meses y mayores, con mal estado general: 1ra elección Aminoglucósido*. 2º elección: Cefalosporina tercera generación parenteral. 3. Lactante mayor o igual a 3 meses y mayores, buen estado general: 1ra elección una Cefalosporina oral de primera generación. 2 da Cefalosporina oral de segunda generación. Se debe ajustar el tratamiento según cultivo en 72 horas. 4. Pacientes inmunocomprometidos: 1ra Aminoglucósido + Ampicilina * (Cobertura anti enterococcus sp). 2a: Cefalosporina 3ra generación +Ampicilina.* Ajustar según el resultado del cultivo en 72 horas, para disminuir los riesgos de toxicidad renal y ótica. El tratamiento debe ser controlado por especialista en caso de hospitalización. Prevención de la infección urinaria recurrente La infección urinaria recurrente (3 o más episodios en 12 meses), se ve en el 830% de los niños con ITU. El 90% de estas recurrencias ocurren dentro de los tres meses que siguen al episodio inicial y el 20 % son reinfecciones producidas por distintos patógenos urinarios. Es mas frecuente en niñas. La falta de reconocimiento de los episodios de infección urinaria puede llevar al deterioro progresivo del parénquima renal. Los padres deben ser instruidos en la posibilidad real de un riesgo de recurrencia y en caso de fiebre o síntomas urinarios deben acudir a un servicio de urgencia. No se recomienda realizar urocultivos de rutina si el niño no presenta síntomas. La profilaxis antibiótica en niños con ITUR es útil para reducir el número de nuevos episodios. La duración de este tratamiento debe ser determinada por el especialista. Indicaciones: Niños con reflujo vesicoureteral grado III o más como tratamiento médico o en espera de resolución quirúrgica. Grados menores de Reflujo iniciar profilaxis hasta evaluación por especialidad. Niños con anomalías anatómicas que provocan obstrucción urinaria. Niños con alteraciones funcionales del tracto urinario como vejiga neurogénica. Niños con ITUR febril (con 3 o más episodios en 12 meses) con tracto urinario normal. Niños menores de 5 años, con un primer episodio de ITU resuelto, en espera de uretrocistografía miccional. Niños con diagnóstico antenatal de malformación urológica severa si hay afectación bilateral (depende severidad de dilatación si es unilateral) Los antibióticos recomendados para la profilaxis de la ITU son: Nitrofurantoína: 1-2 mg/Kg/día en una dosis diaria. Cuando se tiene que usar durante períodos prolongados, es necesario realizar hemograma, Rx de tórax y pruebas hepáticas. Trimetoprima-sulfimetoxazol: 2 mg/Kg de TMP o bien 10 mg/Kg de SMX en una toma nocturna cada 24 horas. 10 Las cefalosporinas orales no son recomendables para el mantenimiento de la profilaxis de la ITU, por seleccionar cepas resistentes de enterobacterias, salvo en situaciones particulares como en lactantes menores de tres meses. En ese caso usar cefadroxilo 15 mg/Kg/día. En el paciente menor de 3 meses, se recomienda usar la amoxicilina a la dosis de 10-20 mg/Kg/día o bien cefadroxilo, por estar contraindicado en ellos tanto la nitrofurantoina como la trimetoprima-sulfimetoxazol. Estrategias. Los episodios de ITU pueden disminuirse observando las siguientes recomendaciones: Insistir en la higiene del periné desde su parte anterior hacia la posterior en las niñas. Aumentar el consumo diario de líquidos. Aconsejar el vaciamiento vesical cada 3 a 4 horas. Aconsejar no retener la orina conteniendo el deseo miccional, especialmente en las niñas. Utilizar ropa interior de algodón. Manejo adecuado de la vulvovaginitis. Evitar la constipación. Descartar condiciones anormales de genitales externos (sinequias vulvares, fimosis, epispadias, hipospadias). Mantener profilaxis antibiótica durante distintos períodos de tiempo según la condición urológica del niño. Prevención y tratamiento adecuado de la oxiuriasis. Nota: en los casos de vejiga neurogénica, el manejo es individual y multidisciplinario (urólogo, nefrólogo, infectólogo). Control de la evolución En los casos graves, solicitar sedimento urinario y urocultivo a las 48 horas de iniciado el tratamiento. Si los resultados son negativos, mantener el tratamiento durante 10-14 días, según evolución de cada caso en particular. Si persiste la ITU, modificar la terapia según antibiograma. En general se pide control con urocultivo y sedimento urinario a las 72 horas de tratamiento. Repetir el control a los 5 días de terminado el tratamiento, para confirmar la esterilización de la orina En aquellos pacientes bajo tratamiento profiláctico prolongado con nitrofurantoína, se deben controlar con Hemograma y pruebas de función hepática cada 6 meses y estudio radiológico de tórax al año. Derivar al especialista los siguientes casos Toda ITU febril. ITU recurrente. ITU a germen no habitual. 11 ITU asociada a malformaciones de la vía urinaria o alteración funcional (incontinencia y enuresis). ITU con compromiso de la función renal y/o hipertensión arterial. Todo paciente con disrrafia espinal. Bibliografía 1. Collins N., Hollyday M.A., Barrat T.M. et al. Pediatric Nephrology. Second Edition. Williams & Wilkins. Baltimore 1975. 2. Saieh C., Izzo C. Manual de Nefrourología Pediátrica. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. 2da. Edición. Santiago 1993 3. Aguiló C., Emparanza E., Rizzardini M. Normas de Atención Pediátrica Hospital Roberto del Río. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. Cuarta Edición. Santiago 1996. 4. Rodríguez E. Álvarez E. Rosatti P. et al. Infección del tracto urinario; en: Pautas en Nefrología Infantil. Recomendaciones de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría 7-10, 1997. 5. Alvarez E. Infección urinaria en los niños. Revista Médica de Santiago Vol 1 Nº4 Diciembre 1998. 6. Saieh C. Infección Urinaria en el niño. Boletín Hospital Dr. G. Fricke de Viña del Mar. 1999; Vol. 55 (3-4). 7. American Academy of Pediatrics. Committee on Quality Improvement and Subcommittee on Urinary Tract Infection. Practice Parameter: The diagnosis, treatment, and evaluation of the initial urinary tract infection in febril infants and young children. Pediatrics 1999, 103(4): 843-52. 8. Prado V., Trucco O., Durán C., et al. Perfil de resistencia a los antimicrobianos causantes de infección del tracto urinario en niños chilenos. Programa de vigilancia PRONARES. Rev. Med. Chile 2001; 120: 877-885. 9. Chon C., Lai F., Shortliffe L. Pediatric Urinary Tract Infections. Pediatric Urology. The Pediatric Clinic of North América. Vol 48(6): 1441-1459. W.B. Saunders Company Philadelphia Dic. 2001. 10. Lagomarsino E. Infección del tracto urinario. http:/escuela.med.puc.cl/paginas/ publicaciones/manual ped/ITUPed.html 2003 11. Quezada A. Manual de Pediatría Ambulatoria. Editorial Mediterráneo Limitada. Santiago de Chile 2003. 12. Salas P., Álvarez E., Saieh C. Pautas de diagnóstico y tratamiento en infección urinaria en niños. Documento de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría. Rev Chil Pediatr 2003 Vol 74 (3); 311-314. 13. Cavagnaro F. Infectología practica. Infección urinaria en la infancia. Rev Chil Infect; 2005; 22 (2): 161-168. 12 SINDROME NEFROSICO PRIMARIO (SN) Síndrome que agrupa una serie de entidades clínicas, caracterizado por proteinuria masiva 40 mg/m²/hora ó 100 mg/kg/24 horas que lleva a una hipoalbuminemia inferior a 2,5 g/dl y la presencia de un edema generalizado en niños de 12 meses a 16 años, excluyendo por lo tanto, a los pacientes con SN de aparición en el primer año de vida y los SN secundarios a otras patologías específicas Más de un 80% de los pacientes entre 2 y 10 años de edad con síndrome nefrósico primario, presentan una alteración mínima a la histología glomerular y responde a la terapia con corticoides y entrará en remisión a largo plazo en el período de la niñez Su incidencia es de 2 a 5 casos nuevos por cada 100.000 niños menores de 15 años y una prevalencia de aproximadamente 15 por 100.000 niños. Es más frecuente en el varón, con predominio de 2:1. La causa del SN primario aún permanece desconocida, aunque algunos investigadores sugieren la implicación de mecanismos moleculares e inmunológicos como: pérdida de carga eléctrica, alteraciones en el tamaño del poro endotelial, existencia de un factor plasmático de permeabilidad y/o la ausencia de otros factores que afectan la estabilidad de la estructura proteínica del diafragma de filtración, alteraciones funcionales de los linfocitos T. Expresión clínica Se caracteriza por la aparición insidiosa de edema, generalmente en relación con un cuadro respiratorio alto de etiología viral. El edema inicialmente es facial, generalmente periorbitario y que puede aumentar progresivamente hasta llegar a la anasarca y se asocia a oliguria. Puede haber compromiso de las serosas: ascitis, hidrotórax, hidropericardio. Algunos pacientes puede presentar en forma concomitante hipovolemia, infecciones enterales, cutáneas, bacteremias y peritonitis primaria. Exámenes complementarios . Cuantificación de proteinuria de orina de 12 o 24 horas. Creatininemia, Creatinina y proteína en muestra de orina aislada, para determinar índice de proteinuria/creatininuria (valor normal 0,1 a 1). Proteinemia y albuminemia Perfil lipídico. Calcemia (corregir a hipoalbuminemia) Determinación del complemento (fracción C3). Estudio radiológico de tórax. Ecotomografía renal. Tratamiento 13 Régimen alimentario: dieta normoproteíca, pobre en colesterol, con aporte de sodio de aproximadamente 2,5 g/m2/día, sin restricción de líquidos. Corticoides: Prednisona en una dosis de 60 mg/m 2/día ó 2 mg/Kg/día, dividida en dos dosis, 2/3 de la dosis en la mañana y 1/3 en la noche, durante un mes. Continuar luego con 1,5 mg/kg/día ó 40 mg/m 2/día por medio en una dosis matinal por un mes y suspender. Dosis máxima a usar 80 mg/día. La respuesta se aprecia alrededor de la segunda semana de tratamiento con desaparición de la proteinuria y del edema, con mejoría progresiva de la hipoalbuminemia. Diuréticos: Furosemida o espironolactona: No usar libremente, ya que existen niños con SN hipovolémico. Utilizar en casos de edema refractario e invalidante o en presencia de complicaciones cardiopulmonares previo a control de BUN y creatinina Albúmina: 0,25-0,5 gr/kg/dosis para infundir en 2 a 4 horas, con monitorización de signos vitales, seguido de furosemida 0,25–0,5 mg/kg/dosis. Usar sólo en caso de shock o edema invalidante o doloroso. Inmunosupresores: el uso de ciclofosfamida, azatioprina, clorambucil y ciclosporina es excepcional y debe ser indicado y controlado por nefrólogo infantil. Vacunas: se debe ser cauteloso con las vacunas a virus vivo. Completar calendario de vacunas, pero se debe postergarlas, durante las recaídas con dosis altas de corticoides. La vacuna antineumocócica se indica en los niños mayores de 2 años portadores de SN, sobre todo si ellos han demostrado una gran susceptibilidad a las infecciones o están inmunodeprimidos. También es importante la vacunación contra la influenza. Control de la evolución Repetir exámenes complementarios según resultados. Control periódico por especialista. Clasificación del SN de acuerdo a la respuesta frente al tratamiento corticoidal. Córtico-sensible: proteinuria negativa dentro de las 4 semanas iniciales de tratamiento. Respondedor inicial: con buena respuesta en los 7 a 10 días de iniciado el tratamiento. Respondedor tardío: con buena respuesta en las últimas semanas. Recaedor frecuente: inicialmente sensible pero con 2 o más recaídas en 6 meses. Córtico-dependiente: reaparición de proteinuria masiva al disminuir o suspender esteroides (hasta dos semanas de suspendidos). Córtico-resistente: persistencia de proteinuria en rango nefrósico después de 4 semanas de tratamiento. La enfermedad cursa con períodos de recaída y remisión. Si se mantiene la remisión por un lapso de tiempo mayor a 5 años, se considera que el paciente se ha mejorado en forma definitiva. 14 En las primeras 4 semanas, responde al tratamiento entre un 93-95% de los pacientes con cambios mínimos, de estos un 35-50% van a tener de una a dos recaídas en el primer año de evolución, alrededor de un 35 % no vuelven a recaer y sólo un 2-5% no van a responder nunca. La 1º recaída se trata igual que en el caso inicial Debe practicarse una biopsia en los casos de: Resistencia al tratamiento con corticoide Niño < 12 meses de edad En SN con disminución del filtrado glomerular Cambio de patrón de corticosensible o dependiente a corticoresistente Complicaciones Infecciosas: generalmente a Streptococo pneumoniae, Staphylococo aureus y Escherichia coli, siendo las más frecuentes las infecciones respiratorias, peritonitis médica y celulitis. La Varicela y el Herpes Zoster, revisten una especial gravedad en los pacientes con tratamiento esteroidal y en ellos se recomienda el uso de inmunoglobulina varicela-zoster en caso de contacto hasta 96 horas de producido éste. Alteraciones electrolíticas, tales como hiponatremia debido a restricciones excesivas y prolongadas. También se pueden presentar hipocalcemias en pacientes muy proteinúricos. Hipercoagulabilidad, especialmente en pacientes con albúmina plasmática bajo 2 g/dl. En relación con el tratamiento esteroidal: Cushing e hipertensión arterial. Pronóstico El síndrome nefrósico corticosensible tiene un muy buen pronóstico. Sin embargo, debido a que las recaídas son frecuentes, es necesario educar a los padres sobre la historia natural de la enfermedad. Una recaída ocasional no debe considerarse como un fuerte retroceso ni tampoco hacer que se ignore la situación. Bibliografía 1. Collins N., Holliday M.A., Barrat T.M. et al. Pediatric Nephrology. Williams & Wilkins. Second Edition. Baltimore. 1975. 2. Saieh C., Izzo C. Manual de Nefrourología Pediátrica. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. 2da Edición. Santiago 1993. 3. Pautas en Nefrología Infantil. Recomendaciones de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría.1995. 4. Aguiló C., Emparanza E., Rizzardini M. Normas de Atención Pediátrica Hospital Roberto del Río. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. Cuarta Edición. Santiago 1996. 5. Barrera F. Normas de atención del niño hospitalizado. Ventrosa impresores Ltda. Tercera edición. Santiago 1997. 15 6. Robert A. H. Atención Primaria en Pediatría. Harcourt Brace de España. Tercera edición. España 1998. 7. Travis L. Glauser W. Nephrotic Syndrome. Internet: eMedicine Pediatrics Last updated June 11, 2002. 8. Quezada A. Manual de Pediatría Ambulatoria. Editorial Mediterráneo Ltda. Santiago de Chile 2003. SÍNDROME HEMOLÍTICO URÉMICO El síndrome hemolítico urémico (SHU), se caracteriza por la asociación de una anemia hemolítica aguda microangiopática, trombocitopenia con agregación plaquetaria en la microcirculación y un variable compromiso renal o neurológico Es la causa mas frecuente de Insuficiencia renal aguda (IRA) en pediatría. Expresión clínica Comienza con una fase prodrómica inespecífica en un niño previamente sano y puede durar 1 a 5 días. En casi el 90% de los casos, el cuadro clínico se inicia por una diarrea, frecuentemente muco-sanguinolenta, de pocos días de evolución y con escasa fiebre. Se puede asociar a cólico abdominal y sangramiento rectal. Luego de un período libre, de pocos días, sobreviene la fase aguda del padecimiento con las manifestaciones hematológicas, renales y neurológicas que se agregan a las gastrointestinales. El mayor número de pacientes es atendido durante la primavera y el verano, en forma de epidemia. Los SHU asociados a diarrea son de tipo estacional, mientras que los SHU no asociados a diarrea, se mantienen iguales durante todo el año. Las manifestaciones gastrointestinales son autolimitadas, a veces la magnitud de la colitis isquémica puede llevar a complicaciones como prolapso rectal, perforación intestinal o intususcepción. Hematológico: anemia hemolítica con caída del hematocrito/hemoglobina, confirmada con la presencia de esquistocitos y esferocitos, aumento de la deshidrogenasa láctica y Coombs (-). Trombocitopenia con vida media de plaquetas disminuida Leucocitosis con neutrofilia. Renales: los signos de daño renal están presentes en todos los pacientes. La oligoanuria es variable de 9 días de duración en promedio. La IRA se traduce en valores de urea y creatinina elevados, acidosis metabólica, hiperfosfemia, e hiperkalemia. La hipertensión arterial se encuentra en 20% de los pacientes. 16 Neurológicos: Las convulsiones se presentan en un 15 a 35%, síntoma que puede ser agravado por alteraciones metabólicas secundarias al daño renal. Diátesis hemorrágica: presente en la mayoría de los casos y se expresa por la presencia de melena, hematomas sub-dérmicos, hematemesis y hemorragia retiniana. Diagnostico mediante: Clínica con antecedentes epidemiológicos y los siguientes exámenes de laboratorio que se deben solicitar: Hemograma con frotis para esquistocitos. Urea, creatinina, estado acido base y electrolitos plasmáticos Coprocultivo y búsqueda de Verotoxina en materia fecal (ISP) Examen de orina completo com sedimento urinario, proteína /creatinina Ecotomografía renal y vesical TAC o RNM si hay compromiso neurológico Evolución y pronóstico Más del 95% se recupera en la etapa aguda Las causas de muerte son el compromiso neurológico grave, las infecciones agregadas y la colitis isquémica e infarto agudo al miocardio. En seguimiento a más de 10 años, un 60% tiene recuperación completa, un 18% presenta proteinuria o HTA, 16% insuficiencia renal crónica y < 3% insuficiencia renal terminal. El daño renal se correlaciona con tiempo de oligoanuria. Las secuelas neurológicas están en < 5% de los pacientes, déficit motor, retardo mental, convulsiones recurrentes. Diagnóstico diferencial Durante la etapa inicial de la colitis hemorrágica, los diagnósticos incluyen infecciones intestinales causadas por: Shigella, Yersinia, Campylobacter, excepcionalmente Rotavirus. Además, invaginación intestinal, por la frecuente asociación de enterorragia con dolor cólico abdominal intenso, Enterocolitis con anemia. Insuficiencia renal de otras etiologías. Otros diagnósticos a considerar pueden ser un Púrpura trombocítico trombótico, Coagulación intravascular diseminada, Trombosis bilateral de las venas renales, Púrpura de SchönleinHenoch, Trombocitopenia y anemia hemolítica inmune, Vasculitis, Lupus eritematoso sistémico, Glomerulonefritis aguda postestreptocóccica, Sepsis. Tratamiento Etapa Aguda: dirigido a fallo renal, anemia y complicaciones neurológicas. Hospitalizar al paciente en una unidad de tratamiento intensivo, de acuerdo a la gravedad del paciente, para una eficiente monitorización de sus signos vitales, evidenciar en forma precoz el compromiso neurológico y signos progresivos de anemia y de insuficiencia renal aguda. Tratamiento de la insuficiencia renal aguda, de acuerdo a las normas. 17 Tratamiento de la anemia: ácido fólico, 1 mg/día, vía oral, hasta la desaparición de la hemólisis y recuperación de la anemia. Transfusión de glóbulos rojos en casos de anemia con hematocrito inferior al 20%. Tratamiento del síndrome convulsivo: según normas. Control de la evolución La periodicidad de los controles al egreso hospitalario dependerá de la magnitud de la IRA en etapa aguda. En formas leves o moderadas el control inicial será semanal, luego mensual, trimestral con hemograma, examen de orina, creatinina, uremia, fosfemia, electrolitos y presión Arterial. Cuantificación de microalbuminuria y proteinuria según el caso esté con inhibidores de la enzima convertidora Bibliografía 1. Collins N., Holliday M.A., Barrat T.M. et al. Pediatric Nephrology. Second Edition. Williams & Wilkins. Baltimore 1975. 2. Seigler RL., Milligan MK., Burningham TH., Chistoferson RD., Chang SY et Jorde LB. Long-term outcome and prognostic indicator in the hemolytic uremic syndrome. J. Pediatr 1991; 118:195-200. 3. Saieh C., Izzo C. Manual de Nefrourología Pediátrica. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. 2da Edición. Santiago 1993. 4. Pautas en Nefrología Infantil. Recomendaciones de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría.1995. 5. Aguiló C., Emparanza E., Rizzardini M. Normas de Atención Pediátrica Hospital Roberto del Río. Publicaciones Técnicas Mediterráneo Ltda. Cuarta Edición. Santiago 1996. 6. Hoekelman R.A. Atención Primaria en Pediatría. Harcourt Brace de España. Tercera Edición. España 1998. 7. Niaudet P. 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