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R E V I S TA E S PA Ñ O L A D E PATOLOOÍA MACULA Volumen I - Nº 3 - Abril de 2010 REVISIONES ■■Edema macular quístico pseudofáquico Donate C, Bande M, García-Ben A, Varela M, Rodríguez-Cid MJ ■■Rehabilitación visual y ayudas ópticas para personas con degeneración macular Ángel Barañano CASOS CLÍNICOS ■■Terapia combinada en la neovascularización coroidea secundaria a miopía patológica: terapia fotodinámica y ranibizumab intravítreo Marisa Sánchez Pulgarín, Laura Morales Fernández, Juan Reche Frutos, Cristina Calvo González, Juan Donate López ■■Edema macular y oclusión de la vena central de la retina Jerez Fidalgo M, González González F, Torres Pereda JP, Bueno Álvarez Arenas J, Martín Benítez C, El Shariff Amed H, Pérez Martín F ■■Hemorragia macular en paciente joven y sano Ana Mª Suelves, Enrique España, Ester Francés, Roberto Gallego, José Mª Millán, Manuel Díaz Llopis ■■Membrana epirretiniana ■■Hemorragia subhialoidea por valsalva ■■Maculopatía por Resochín: correspondencia infrarrojo, autofluorescencia ■■Retinopatía diabética proliferativa: hiperexpresión de red capilar perifoveal. Teleangiectasias en límites de parches isquémicos BIBLIOGRAFÍA ■■Artículos destacados de revistas internacionales Marisa Sánchez Pulgarín CON EL PATROCINIO DE Sociedad Española de Retina y Vítreo EDITA: IMÁGENES STAFF R E V I S TA E S PA Ñ O L A D E PATOLOOÍA MACULA Coordinador: Juan Donate López Madrid Comité de honor: Julián García Sánchez Francisco Gómez-Ulla de Irazazábal José M. Ruiz Moreno Manuel Díaz Llopis Rosa Coco Clemencia Torrón Inmaculada Selles M. Concepción Hernáez M. Isabel Pinilla Miguel Ángel de la Fuente Félix Armadá Maresca Miguel Ruiz Miguel Enrique Cervera Taulet Eduardo Esteban González José Garrido López Javier Montero Moreno Alfredo García Layana Luis Arias Barquet Javier Araiz Iribarren Daniel Vilaplana Blanch Jesús García Martínez José Luis Olea Vallejo Ramón Torres Imaz M. Jesús Escobar Moreno M. Jesús Pérez Álvarez Inés Molina Guilabert Aurora Gimeno Quintana Marta Suárez de Figueroa María Isabel López Gálvez Enrique de la Rua Franch Juan Reche Frutos Cristina Calvo González Jose Ignacio Muñoz Ávila Roberto Gallego Pinazo Alfonso Hernández Lara José Andonegui Madrid Santiago de Compostela Alicante Valencia Consejo editorial: Valladolid Zaragoza Murcia Cantabria Zaragoza Madrid Madrid San Sebastián Valencia Sevilla Vizcaya Alicante Navarra Barcelona Vitoria Barcelona Madrid Palma de Mallorca Madrid Madrid Madrid Madrid Cáceres Madrid Valladolid Valladolid Madrid Madrid Granada Valencia Elche Navarra EDITA: © 2010. Línea de Comunicación Título abreviado: Rev. esp. patol. macular ISSN: 1889-6626. Depósito Legal: M-12.329 – 2009 C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid. Teléfono: 91 411 00 32 – Fax: 91 411 01 46 E-mail: informacion@lineadecomunicacion.com 3 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 SUMARIO RR EE VV II SS TT AA EE SS PP AA ÑÑ OO LL AA DD EE PATOLOOÍA MACULA Coordinador: Comité de honor: Consejo editorial: Volumen I - Nº 3 - Abril de 2010 Juan Donate López REVISIONES Julián García Sánchez Madrid Madrid Irazazábalpseudofáquico Santiago de Compostela ■Francisco ■EdemaGómez-Ulla maculardequístico José M. Ruiz Moreno Alicante Donate C, Bande M, García-Ben A, Varela M, Rodríguez-Cid MJ Manuel Díaz Llopis Valencia Alfonso Hernández Lara Elche ■José ■Rehabilitación visual y ayudas ópticas Andonegui Navarra para 7 Rosa Coco Valladolid Ángel Barañano Clemencia Torrón Zaragoza Inmaculada Selles Murcia M. Concepción Hernáez Cantabria CASOS CLÍNICOS M. Isabel Pinilla Zaragoza ■Miguel ■Terapia combinada en la neovascularización Ángel de la Fuente Madrid Félix Armadá secundaria Maresca coroidea a miopía patológica: terapia Madrid Miguel Ruiz Miguel San Sebastián fotodinámica y ranibizumab intravítreo Enrique Cervera Taulet Valencia Marisa Esteban SánchezGonzález Pulgarín, Laura Morales Sevilla Fernández, Eduardo JuanGarrido RecheLópez Frutos, Cristina Calvo González, Juan Donate López José Vizcaya Javier Montero Moreno Alicante García Layana y oclusión de la Navarra ■Alfredo ■Edema macular vena central Luis Arias Barquet Barcelona de laAraiz retina Javier Iribarren Vitoria JerezVilaplana Fidalgo M, González González F, Torres Pereda JP, Daniel Blanch Barcelona Bueno Álvarez Arenas J, Martín Benítez C, Jesús García Martínez Madrid José Luis Olea Vallejo El Shariff Amed H, Pérez Martín F Palma de Mallorca Ramón Torres Imaz Madrid M. Jesús Escobar Moreno ■M. ■Hemorragia macular en pacienteMadrid joven y sano Jesús Pérez Álvarez Madrid AnaMolina Mª Suelves, Enrique España, Ester Francés, Inés Guilabert Madrid Roberto Gallego, José Mª Millán, ManuelCáceres Díaz Llopis Aurora Gimeno Quintana Marta Suárez de Figueroa Madrid María Isabel López Gálvez Valladolid IMÁGENES Enrique de la Rua Franch Valladolid ■Juan ■Membrana epirretiniana Reche Frutos Madrid ■Cristina ■Hemorragia subhialoidea por valsalva Calvo González Madrid Jose Ignacio Muñoz Ávila Granada ■Roberto ■Maculopatía por Resochín: correspondencia Gallego Pinazo Valencia 16 personas con degeneración macular 22 26 32 37 infrarrojo, autofluorescencia EDITA: ■■Retinopatía diabética proliferativa: hiperexpresión de red capilar perifoveal. Teleangiectasias en límites de parches isquémicos C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid. BIBLIOGRAFÍA Teléfono: 91 411 00 32 – Fax: 91 411 01 46 C/ Berga, 25 - 1º – 08012 Barcelona Teléfono: 93 237 28 71 E-mail: informacion@lineadecomunicacion.com ■■Artículos destacados de revistas internacionales © 2009. Línea de Comunicación Marisa Sánchez Título abreviado:Pulgarín Rev. esp. patol. macular ISSN: 1889-6626. Depósito Legal: M-12.329 – 2009 4 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 39 REVISIÓN Edema macular quístico pseudofáquico Donate C, Bande M, García-Ben A, Varela M, Rodríguez-Cid MJ Unidad de Retina Médica. Servicio de Oftalmología Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela El edema macular quístico pseudofáquico (EMQP) aparece tras la cirugía de cataratas y puede dar lugar a una disminución de agudeza visual transitoria o definitiva, o bien cursar de manera asintomática. Se confirma mediante angiografía en un 20% de los pacientes sometidos a facoemulsificación o cirugía extracapsular no complicada, observándose una imagen característica de los espacios quísticos de la mácula en pétalos de flor, así como un aumento del espesor en la tomografía de coherencia óptica (OCT). El manejo terapéutico incluye antiinflamatorios no esteroideos tópicos, esteroides tópicos, subtenonianos e intravítreos, bevacizumab intravítreo, y vitrectomía posterior, según los casos. Correspondencia Carolina Donate López – Servicio de Oftalmología – Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela C/ Ramón Baltar, s/n – 15705 Santiago de Compostela (A Coruña) – Teléfono: 981 951 500 – E-mail: cdonate@gmail.com go de EMQP, tanto prequirúrgicos como intra o postoperatorios. Entre los antecedentes del paciente predisponentes destacan la uveítis (también la uveítis severa postoperatoria), membranas epirretinianas o edema macular quístico previos y diabetes mellitus 7. Se estima que entre el 4,5% y el 11% de los pacientes diabéticos desarrollan un EMQP, frente al 1% de los no diabéticos 8. La frecuencia de aparición de EMQP clínicamente significativo es mayor en la cirugía de cataratas complicada 2 en la que se produzca trauma severo del iris, adherencia vítrea a la incisión, al iris o a la LIO, y se sitúa por encima del 20% tras rotura de la cápsula con salida de vítreo 6. Asimismo, un mal control inflamatorio postoperatorio se relaciona con esta patología. Aunque no se ha podido demostrar una relación causa-efecto, se sabe que los análogos de las prostaglandinas, por su acción sobre el aumento de la permeabilidad de la barrera hematoacuosa, elevan los casos de EMQP 9, 10. No existe una clara evidencia sobre la implicación de las LIO en el desarrollo de EMQ, pero algunos autores apuntan a una mayor frecuencia en el empleo de LIO de sujeción en iris. Además, estos casos cursan con peor pronóstico pese a una aparición más tardía 6. Por otro lado, las LIO con filtro para luz ultravioleta podrían ejercen un papel pro- El edema macular quístico pseudofáquico (EMQP) es una complicación frecuente de la cirugía de cataratas. Se define como una maculopatía que cursa con edema microquístico asociado o no a un edema de papila después de un intervalo libre tras la operación 1. Ya en 1953, Irvine2 aprecia un edema macular quístico (EMQ) secundario a cirugía intracapsular, y postula la existencia de dos categorías de EMQ: subclínico y clínico. El primero de ellos desaparece en unos pocos días y tiene lugar en el 40% de las intervenciones, siendo bilateral en el 70% de los casos; incluso en una de sus series aparece angiográficamente en el 50%-70% 3 de los pacientes. Sin embargo, sólo en un 2%4 se manifiesta clínicamente y además persiste en el 0,3%4. En los últimos años se ha producido un importante desarrollo de la cirugía de la catarata, no sólo en la técnica quirúrgica, sino también en el material de las lentes intraoculares y en los modelos de facoemulsificación. De esta forma, el EMQP es una complicación cada vez menos frecuente, estimándose su incidencia en la actualidad tras facoemulsificación entre 9,1%5 y 20%6 para el EMQP detectable por angiografía y 1%6 o menos para el EMQP clínicamente significativo5. Existen diversos factores que aumentan el ries- 7 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN Edema macular quístico pseudofáquico tector frente a la aparición de EMQP 7, aunque esta hipótesis ha sido ampliamente cuestionada 11. za visual, se asocia a pérdida de la sensibilidad al contraste. La resolución espontánea del edema, junto a la recuperación completa de la agudeza visual, se produce en tres a doce meses en un 80% de los pacientes7. Sin embargo, el edema puede persistir más allá del año en un pequeño porcentaje de ellos, acompañándose de una pérdida de agudeza visual de forma crónica. Fisiopatogenia La fisiopatogenia parece no estar clara e invita a la especulación, por lo que han sido formuladas diversas teorías. Una de ellas sostiene que la tracción macular podría ser el origen del proceso11. Esta “tracción irritativa” se debería fundamentalmente a fuerzas tensionales ejercidas desde el segmento anterior sobre la mácula, especialmente ante la presencia de adherencias entre el vítreo y la incisión quirúrgica, la cara posterior del iris o la pars plicata. En algunos casos es posible identificar la tracción macular, así como las células inflamatorias en el vítreo posterior. Estas células podrían provocar un efecto tóxico sobre la mácula, originando una incompetencia de los capilares perifoveales. Otra teoría que explicaría gran parte de los casos de EMQP incide en el efecto tóxico del humor acuoso, el cual contendría sustancias como los mediadores inflamatorios que se manifestarían clínicamente al dejar su reservorio natural: cámara anterior y posterior. Estas sustancias fueron denominadas por Worst 12 complejos biotóxicos del acuoso. La baja incidencia de edema quístico en pacientes intervenidos mediante facoemulsificación o cirugía extracapsular con cápsula posterior intacta se debe a la protección que ejerce dicha estructura sobre estos factores tóxicos. Además, se especula sobre el papel activo de las prostaglandinas y los leucotrienos en la génesis de esta enfermedad, por su papel sobre la vasodilatación y el aumento de la permeabilidad capilar de la barrera hematorretiniana. Diagnóstico El estudio oftalmoscópico muestra la pérdida del reflejo foveal, así como la presencia de un reflejo o mancha amarillenta localizada en o detrás de la retina. Los espacios quísticos se observan mejor con luz roja14 (Figuras 1A y 2A). Al explorar la mácula mediante biomicroscopía, aparece edematosa, hinchada, engrosada, adoptando una disposición morfológica en panel de abeja con espacios quísticos de diferente tamaño. En algunas circunstancias es posible observar pequeñas hemorragias15. Jaffe16 describe la presencia de sangre intraquística. La existencia de un desprendimiento seroso de la mácula no es frecuente, pero ha sido descrito en la literatura, así como la contracción de la limitante interna17. La angiografía fluoresceínica ratifica los hallazgos oftalmoscópicos y es útil para el diagnóstico del cuadro clínico11. En los estadios precoces se observa rezume de colorante desde los capilares retinianos parafoveales y acúmulo del mismo en tiempos tardíos, adoptando la imagen en forma de pétalo de flor (Figuras 1B, 1C, 2B y 2C). El aspecto angiográfico quístico aparece en la mayoría de los pacientes entre los 5 y 15 minutos, aunque puede tardar hasta 30 minutos. La OCT es especialmente útil porque proporciona una evaluación rápida y no invasiva del contorno retiniano y de su espesor11, 18, 19. En la capa nuclear externa de la mácula central se ven espacios quísticos de medianos a grandes con el máximo espesor retiniano concéntrico a la fóvea20, 21. Esta técnica permite además detectar la presencia de componentes traccionales como membranas perimaculares previamente existentes o bien una tracción vítreo macular, causas que permitirían explicar por sí solas la etiología del EMQ, descartando su origen en la propia intervención de cataratas11 (Figura 1D). Clínica El EMQP se manifiesta clínicamente por una disminución de agudeza visual posterior a una buena recuperación postquirúrgica inmediata y transcurridas entre seis a doce semanas desde la cirugía de cataratas. Esta pérdida de agudeza puede ser moderada o severa en visión lejana, y leve o inexistente en visión próxima 13. Ocasionalmente, el EMQP aparece de forma tardía, meses e incluso años después de la cirugía. En algunos casos, incluso sin que exista una disminución de agude- 8 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN C. Donate, M. Bande, A. García-Ben, M. Varela, M.J. Rodríguez-Cid A A B B C C D Figura 1.- Paciente con EMQP. A): Retinografía; B) y C): En los tiempos tardíos de la angiografía se aprecia el EMQ con prolongaciones en dedos de guante que afectan a la fóvea; D): OCT. Quistes tabicados en la fóvea. Figura 2.- Comportamiento angiográfico del EMQP. 9 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN Edema macular quístico pseudofáquico taglandinas y leucotrienos locales. Sus propiedades vasoconstrictoras disminuyen el edema intracelular y suprimen el efecto inflamatorio inmunitario. Tienen efectos secundarios bien documentados, como el aumento de la PIO, catarata subcapsular posterior, aumento de las infecciones y la recurrencia de queratitis herpética29. En los episodios agudos, la terapia de combinación con ketorolaco y prednisolona parece ofrecer ventajas con respecto a la monoterapia con cada fármaco por separado. Los pacientes son más propensos a recuperar la visión. Aquellos que son tratados con terapia de combinación o en monoterapia con ketorolaco-trometamina responden más rápidamente que los pacientes tratados con prednisolona sola30, 31. Más recientemente, la inyección intravítrea de acetónido de triamcinolona se ha utilizado como tratamiento para el EMQ asociado con obstrucción de la vena central de la retina o EMQ crónico refractario. También se ha descrito su empleo vía subtenoniana en el EMQP refractario tras inyección intravítrea de bevacizumab 32 (Figura 3). Se ha postulado que la utilidad de la terapia es el resultado de sus efectos antiinflamatorios. Su uso es relativamente seguro y eficaz en los casos resistentes, pero con un efecto temporal en la agudeza visual y edema macular 33, 34. Las complicaciones posibles después de una inyección intravítrea de triamcinolona incluyen la endoftalmitis, el aumento de PIO y desprendimiento de retina. En los últimos años, se ha informado sobre mejoras en la agudeza visual y disminución del espesor macular en pacientes con EMQP crónico refractario tratado con bevacizumab intravítreo (Figura 4). La mayoría de los estudios muestran una recuperación anatómica y funcional. Las dosis de bevacizumab evaluadas son de 1,25 mg (la más utilizada en la práctica clínica) y 2,50 mg, sin encontrarse diferencias significativas entre ambas35. La mayoría de los pacientes sólo necesitan una inyección en el momento del diagnóstico, aunque en un 30% de los casos es necesario repetir el tratamiento35, 36. En todo caso, existen también series en las que el beneficio no es significativo37. Se ha visto, además, que la terapia combinada con AINES puede potenciar el efecto de los corticoides administrados por vía intravítrea y anti-VEGF, siendo el nepafenaco el que mejores resultados ofrece a largo plazo38. Tratamiento A pesar de los recientes avances en las técnicas quirúrgicas y de instrumentación, el EMQP sigue siendo la causa más común de la disminución de la agudeza visual en pacientes con cirugía de catarata 22. Una vez diagnosticado, resulta de gran importancia tratarlo lo antes posible. Se ha comprobado que todo edema macular que perdure más de dos años producirá cambios estructurales y funcionales irreversibles 23. Con los años, numerosas opciones de tratamiento han sido utilizadas en un intento de tratar el EMQP. Estas incluyen el uso de corticosteroides (oral, subtentoniano y tópico)22, fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) (oral y tópico)24,25, inhibidores de la anhidrasa carbónica26, tratamiento hiperbárico27 y vitrectomía pars plana22. Los mediadores inflamatorios rompen la barrera hematorretiniana después de la cirugía y contribuyen al desarrollo de EMQP 4, 22. Como resultado, la mayoría de las estrategias de tratamiento se han concentrado en la inflamación como la etiología primaria. Por esta razón, los AINES y corticoides se han seleccionado demostrando, en muchos estudios, reducir considerablemente la inflamación postquirúrgica. Los AINES inhiben la vía de la ciclooxigenasa, que conduce a la producción de las prostaglandinas y tromboxanos28. El ketorolaco-trometamina 0,5%, la indometacina 1% y el diclofenaco 0,1% se utilizan para el tratamiento del edema macular después de la cirugía de cataratas o como profilaxis para prevenirlo24, 25. El diclofenaco sódico 0,1% y ketorolaco-trometamina 0,5% solución oftálmica tópica son igualmente eficaces en la reducción de la severidad y duración de EMQP. Cualquiera de estos tratamientos podrían ser considerados para prevenir el EMQP después de la cirugía de catarata, especialmente en pacientes que no toleran los corticoides. Las complicaciones del uso de AINES incluyen irritación ocular, inyección conjuntival, exacerbación de queratopatías y midriasis24. Numerosos estudios han examinado la eficacia de los corticoides, tanto tópicos como sistémicos, para la profilaxis y tratamiento de los EMQP establecidos. Inhiben la fosfolipasa A2 y la producción de ácido araquidónico y, por lo tanto, la de ciclooxigenasa y las vías de la lipoxigenasa. Mediante este proceso, los esteroides bloquean la formación de pros- 10 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN C. Donate, M. Bande, A. García-Ben, M. Varela, M.J. Rodríguez-Cid A A B C D B E F G C H Figura 3.- Tratamiento con triamcinolona del EMQP refractario tras bevacizumab intravítreo. Control con OCT. A): Paciente con EMQP; B): 4 días después de la 1ª inyección de bevacizumab se aprecia una disminución del espesor subfoveal; C): EMQP refractario tras la 2ª y 3ª; D): dosis de bevacizumab; E): Un mes después se administra una 1ª dosis de acetónido de triamcinolona subtenoniano; F): Al mes, el espesor subfoveal ha disminuido; G): A los 3 meses, 2ª dosis de acetónido de triamcinolona subtenoniano; H): Aspecto final 3 meses después. Figura 4.- Evolución del EMQP tratado con bevacizumab intravítreo. A): Basal; B): Un mes tras bevacizumab; C): Tres meses tras bevacizumab. 11 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN Edema macular quístico pseudofáquico Tabla i Algoritmo terapéutico del EMQp Profilaxis AINES tópicos pre y postquirúrgicos 1ª Opción (Tratamiento inicial) AINES tópicos (ej. ketorolaco, 4 veces / día durante 6 semanas) AINES tópicos + corticoides tópicos (ej. ketorolaco, 4 veces / día durante 6 semanas + prednisolona 1% 4 veces / día 4 semanas) Triamcinolona subtenoniana 2ª Opción (Refractario,1 mes) 3ª Opción Triamcinolona intravítrea o bevacizumab intravítreo (Refractario, 2-3 meses) 4ª Opción Tratamiento quirúrgico (vitrectomía posterior) (Sí tracción macular) La cirugía de vitrectomía posterior queda relegada, como última opción, cuando el EMQ es refracta- rio a los tratamientos médicos y en los casos en los que existen tracciones vítreo-retinianas11 (Tabla I). BIBLIOGRAFÍA 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.- Jaffe NS, Clayman HM, Jaffe MS. 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Prostaglandins and cystoid 13 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 48-54 REVISIÓN Rehabilitación visual y ayudas ópticas para personas con degeneración macular Rehabilitación visual y ayudas ópticas para personas con degeneración macular Ángel Barañano DO, FAAO (Felow American Academy of Optometry) Director del Centro de Rehabilitación Visual Ángel Barañano. Madrid. Tras el diagnóstico y tratamiento por parte del oftalmólogo de las enfermedades que provocan Baja Visión, y con objeto de mejorar su calidad de vida, es necesario que el paciente desarrolle un programa de Rehabilitación Visual. Se trata de un programa de optimización de los restos visuales del afectado cuyos fundamentos básicos son enseñar a mirar por la zona menos dañada de su retina y la adaptación y personalización de las ayudas técnicas específicas para cada actividad. Correspondencia Ángel Barañano García – Centro Baja Visión Ángel Barañano – C/ Ponzano, 25 – 28003 Madrid Teléfono: 91 3992256 – Web: www.baja-vision.org – E-mail: abaranano@baja-vision.com Es necesario que estos pacientes realicen una Rehabilitación Visual que les permita sacar el máximo rendimiento a su resto visual. El método consiste en seguir un protocolo dirigido por un equipo multidisciplinar formado por técnicos de rehabilitación básica, técnicos de Rehabilitación Visual, Ópticos-Optometristas, Terapeutas Ocupacionales y Psicólogos, que garanticen un alto estándar de calidad. No sólo se deben proporcionar las ayudas técnicas adecuadas, sino las mejores soluciones para potenciar su independencia y calidad de vida. Todo Se estima que actualmente existen en España unos dos millones de personas con Baja Visión, según la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), y esta cifra aumentará un 10%, debido al incremento de la esperanza de vida en los países desarrollados. En España, las personas que tienen problemas de visión, con agudeza visual entre 0,5 y 0,1 (aproximadamente un 80% de las personas afectadas por Baja Visión), no pueden ser rehabilitadas visualmente ni en la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ni en la Seguridad Social (Tabla I). Tabla i agudezas visuales A.V. Funcionalidad Categoría 1 6/6 Normal ↑ 0,8 6/8 Casi normal Deficientes visuales para algunas tareas 0,63 6/10 0,5 6/12 Problemas para conducir 0,4 6/15 Problemas para leer el periódico 0,3 6/20 Problemas para manejar el ordenador ↓ ↑ ↑ ↑ 0,2 6/30 Problemas para ver la TV Baja Visión 0,1 6/60 Límite de afiliación a la ONCE 0,02 6/300 Límite de aumento con las ayudas ópticas 0,01 6/600 Límite de aumento con las ayudas electrónicas ↓ ↓ ↓ Percepción de luz Funcionalmente Amaurosis Ciegos 16 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 80% 20% REVISIÓN Ángel Barañano ello, estando al día en las últimas técnicas, procedimientos clínicos y cualquier tipo de ayudas que puedan ser útiles para este fin. retina. Se potencia la visión periférica y se aplican técnicas específicas de creación de fijaciones excéntricas, realizando barridos y exploraciones organizadas (Figura 1). Evaluación Optométrica Ayudas Ópticas Consiste en la evaluación del resto visual y la prescripción de ayudas para conseguir los objetivos pactados con el paciente. Tras la rehabilitación del resto visual del paciente, se le proporcionan las ayudas técnicas, según las necesidades (Figura 2). Dependiendo de las tareas que vaya a realizar el afectado se adaptan y se personalizan las ayudas técnicas. Para cerca, se pueden utilizar microscopios Rehabilitación Visual Consiste en enseñarle al paciente a mirar por la zona adecuada, utilizando la parte no dañada de su •Creación de fijación excéntrica. •Barridos y exploración organizada. •Control de la distancia de trabajo. •Localización del inicio de página. •Cambios de renglón en la lectura. •Seguimientos, etc. Figura 1.- Zonas dañadas de la retina (no utilizables) y no dañadas (enseñar a utilizarlas). •Lectura prolongada. •Lectura ocasional. •Escritura, costura, juegos de mesa. •Ver la TV. •Ver la cara de las personas. •Conducir. •Protegerse de la luz del sol. Control del deslumbramiento. •Ver nombres de calles, nº autobuses, paisajes, monumentos, escaparates, la pizarra en clase, etc. •HVB: cuidado personal, cocinar. •O&M: desplazamiento, cruzar con seguridad. Figura 2.- Ayudas técnicas específicas para cada actividad. 17 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 REVISIÓN Rehabilitación visual y ayudas ópticas para personas con degeneración macular Figura 3.- Microscopios personalizados, telemicroscopios y sistemas de iluminación con luz blanca y fría. Figura 4.- Lupa electrónica portátil con congelación de imagen, lupa manual y lupa televisión con configuración del tamaño de la letra y velocidad de la lectura. Los afectados por patologías que provocan Baja Visión necesitan mucha luz para poder ver, pero, paradójicamente, la luminosidad les molesta. Por este motivo, no son válidas las gafas de sol convencionales, ya que las lentes que tienen no cortan en su totalidad la luz ultravioleta y la gama de los azules, y restan un alto porcentaje de la luz que permite la visión. Es absolutamente necesario que estas personas lleven unos filtros especiales (Corning) que cortan toda la banda de luz más energética, ultravioleta y luz azul. También es de suma importancia el modelo de gafas seleccionado. Las gafas COCOONS llevan filtros Corning y están cerradas por la parte superior y por la parte lateral, con lo que toda la luz entra a través del filtro. Además, este tipo de lentes potencia los contrastes, proporcionando un alto confort a los afectados por patologías relacionadas con la Baja Visión (Figura 6 ). Para la perfecta utilización de todas las ayudas prescritas, el paciente debe ser entrenado convenientemente. Debe realizar un aprendizaje en el manejo de las mismas, un aprendizaje en la realización de tareas cotidianas y un aprendizaje en la movilidad. Es decir, un equipo especializado deberá enseñarles a manejar con soltura cada una de las ayudas, adaptados a gafas o telemicroscopios que permiten una mayor distancia de trabajo. Las Lupastelevisión posibilitan ver un documento y configurar el tamaño de la letra, ampliándolo según necesidad y determinando la velocidad de lectura (Figura 3). Otra ayuda para cerca es la Lupa Electrónica Portátil, de poco peso, que permite grabación de imagen y cambios de contrastes y colores. Es fundamental poder adaptarle a una persona con Baja Visión su puesto de trabajo, con sistemas informáticos dotados de diferentes cámaras con enfoque, por ejemplo, a la pizarra, al cuaderno y al profesor. Esto posibilita que un paciente pueda seguir su formación académica pese a su situación. Otra parcela de vital importancia es la utilización de sistemas de Iluminación especiales, de luz blanca y fría, así como atriles para evitar el cansancio en actividades de lectura (Figura 4). Para las actividades de lejos, pueden adaptarse a las gafas unos telescopios que, con un ligero movimiento de cabeza, permiten acercar la imagen y ampliarla de forma inmediata. Esto les permite caminar con independencia por la calle y poder ver el número del autobús, carteles de nombre de calles, etc. También existe una amplia gama de telescopios manuales y otras ayudas paras estos fines (Figura 5). 18 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 REVISIÓN Ángel Barañano Figura 5.- Telescopios personalizados en gafas y telescopios manuales permiten a los afectados disfrutar de su vida y sus aficiones. adiestrarles para realizar las tareas de la vida diaria según su nueva situación y a moverse por la calle con seguridad. Saber cómo se llama una ayuda y cómo se maneja, saber cómo se enfoca un telescopio, determinar distancias de trabajo, mantenimiento y limpieza, etc. Reconocimiento del dinero, técnicas de comportamiento en la mesa, cocinar con seguridad, maquillarse, uso seguro de la plancha, etc. Desenvolverse en transporte público, cruzar con seguridad, aprender a guiar y ser guiado, resolver situaciones de escasa luminosidad, etc. Para cada uno de los casos existen técnicas específicas que deberán ser transmitidas de una forma metódica y profesional. Figura 6.- Las gafas de sol convencionales no son válidas para personas con Baja Visión, los filtros Corning cortan toda la banda de luz más energética, ultravioleta y luz azul. El diseño de las gafas debe estar cerrado por la parte superior y por la parte lateral. Protocolo --Rehabilitación general. --Rehabilitación leve. --No necesita rehabilitación. El Optometrista le solicita al paciente sus datos y su Historial médico y se efectúan los siguientes pasos: - Confirmación de los datos del paciente, antecedentes. - Estudio del Historial médico. - Fijación de objetivos. - Estado de ánimo. Situación psicológica. - Pruebas específicas: --Campimetría. --Sensibilidad al contraste. --Sensibilidad al deslumbramiento. - Ayudas necesarias para conseguir los objetivos pactados. - Medición de la agudeza visual con cada ayuda, tanto de lejos como de cerca. - Expectativas a conseguir con las ayudas prescritas. - Propuesta de rehabilitación que tiene que hacer el paciente: - Propuesta de soluciones al paciente y explicación de todas las posibilidades que puede conseguir. - Aceptación por parte del paciente de la propuesta de rehabilitación. En el caso de las personas que aceptan la rehabilitación general o leve, el responsable de la atención es el Terapeuta Ocupacional y su trabajo consiste en enseñar las técnicas adecuadas para sacar el mayor aprovechamiento del resto visual, formar al paciente para la correcta utilización de las ayudas prescritas y, si lo necesita y acepta, prepararle en técnicas de orientación, movilidad y habilidades para la vida diaria. Cuando ha aprendido a mirar por la zona adecuada y sabe utilizar correctamente las ayudas, debe comprometerse a utilizarlas. 19 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 REVISIÓN Rehabilitación visual y ayudas ópticas para personas con degeneración macular Al terminar la atención del Terapeuta Ocupacional, el Optometrista se reúne con el paciente para ver si está totalmente preparado para finalizar el proceso. Se hace un repaso de las ayudas y se le aconseja en la toma de decisiones. Finalmente se le prepara un presupuesto de todas las ayudas que se compromete a utilizar para que tome la decisión definitiva. Otra fase importante es el seguimiento del paciente. El Terapeuta Ocupacional hace un seguimiento a los 15 días, al mes y medio, a los cinco meses y a los 11 meses, por si el afectado necesita alguna ayuda de las que ya aprendió a manejar o no utiliza las ayudas ya adquiridas. En estos casos se les proporciona una cita con este profesional. En el caso de los pacientes estables que no han tenido nuevas pérdidas de visión, se les recomienda revisiones anuales con el Optometrista. En este caso se le propondrán ayudas que en una primera fase no fueron elegidas. Si está motivado para utilizar las ayudas, se le propone hacer la rehabilitación. En el caso de pacientes que han perdido visión, el Optometrista le remite de nuevo a su Oftalmólogo para que sea tratado convenientemente. Cuando éste termina su tratamiento se le actualizan las ayudas para sacar el máximo partido a su visión. Se les recomienda una nueva rehabilitación para enseñarles a mirar por las zonas no dañadas y se continúa con el seguimiento. Figura 7.- La ayuda psicológica en un paciente con Baja Visión es de vital importancia para ayudarle a asumir su pérdida de visión. --Organizado por una persona discapacitada visual. --Orientado para las personas que ya han aceptado su discapacidad visual. --Explica las ventajas de la amplia gama de ayudas y soluciones que usa y cómo las utiliza para sus actividades de la vida diaria. --Trasmite técnicas para facilitar y mejorar la vida de las personas con problemas de Baja Visión. --Indica y resuelve dudas sobre la correcta utilización de las ayudas. --Alto grado de satisfacción por la identificación con el ponente. Estado psicológico del paciente. Grupos de apoyo Conclusiones La mayoría de los pacientes con problemas de Baja Visión necesitan un apoyo psicológico para aceptar su pérdida de visión. Con el fin de respaldarlos psicológicamente se hace necesario que existan dos grupos de apoyo. Uno de ellos será coordinado por un Psicólogo que ayudará al paciente y a sus familiares a aceptar su realidad visual. Otro grupo estará coordinado por una persona con pérdida visual importante. Los pacientes se sentirán identificados y podrán charlar de igual a igual, transmitiéndole dudas e inquietudes sabiendo que van a ser entendidos en primera persona. Los lemas son siguientes: - “Tu eres más importante que tus ojos”. --Organizado por un Psicólogo. --Especializado en personas que les cuesta aceptar su pérdida de visión (Figura 7). - “Ver para vivir”. Las Ayudas Ópticas funcionan si previamente se realiza una Rehabilitación Visual adecuada. Mejoran la calidad de vida del paciente, manteniendo su independencia y permitiéndoles disfrutar de su vida y sus aficiones. La Rehabilitación Visual es un complemento a la labor Oftalmológica. El 90% de las personas con Baja Visión mejoran su rendimiento visual. La Atención Psicológica tiene una profunda relevancia, ya que se debe tratar al paciente para que acepte su pérdida de visión y afronte con ánimo y fuerza la Rehabilitación Visual y el aprendizaje de las ayudas, ya que así podrá seguir llevando su vida de forma independiente. La Rehabilitación Visual requiere una alta dedica- 20 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 REVISIÓN Ángel Barañano Visión, para que los pacientes con DMAE, glaucoma, retinopatía diabética, retinosis pigmentaria, etc., puedan ser atendidos con un alto nivel de calidad. ción de tiempo y esfuerzo y debe realizarse con un equipo multidisciplinar cualificado. Es importante desarrollar centros privados especializados con un alto nivel de atención en Baja BIBLIOGRAFÍA 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.- 10.- 11.- Apuntes sobre óptica (Sistemas de aumento y ayudas para visión subnormal) Centro de Rehabilitación visual de la O.N.C.E. (C.E.R.V.O.) 1986. Autor: Ángel Barañano. Introducción a la visión subnormal. Gaceta Óptica, nº 194 julio 1987, Premio ARTIGAS. Autor: Ángel Barañano. La visión subnormal: una nueva especialización (1), Gaceta Óptica, nº 205 junio 1988. Premio ARTIGAS. Autor: Ángel Barañano. La visión subnormal: una nueva especialización (2), Gaceta Óptica, nº 206 julio 1988. Premio ARTIGAS. Autor: Ángel Barañano. Ayudas ópticas adaptadas en gafas, Gaceta Óptica, nº 223 diciembre 1989. Autor: Ángel Barañano. Ayudas Ópticas de Baja Visión, Curso sobre Tecnologías ópticas de compensación visual, Departamento de óptica Universidad Complutense de Madrid, Escuela de verano de óptica, 1990. Autor: Ángel Barañano. 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Rehabilitación de las personas con Baja Visión para mejorar su calidad de vida, 7ème Congrès de ARIBa, Biarritz 2008 La Malvoyance pas à pas, Association francphone des professionnels de base visión. Autor: Ángel Barañano. 21 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 55-60 CASO CLÍNICO Terapia combinada en la neovascularización coroidea secundaria a miopía patológica: terapia fotodinámica y ranibizumab intravítreo Marisa Sánchez Pulgarín, Laura Morales Fernández, Juan Reche Frutos, Cristina Calvo González, Juan Donate López Unidad de Retina. Departamento de Oftalmología. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid ha obligado a plantear nuevas opciones terapéuticas. Presentamos un caso de neovascularización coroidea secundaria a miopía patológica tratado con terapia combinada, TFD y ranibizumab intravítreo (Lucentis®), con resolución de la lesión y recuperación de la agudeza visual. Este tratamiento combinado puede ser una alternativa útil en estos casos. La miopía magna o patológica (MP), definida como una longitud axial superior a 26 mm o un poder esférico mayor de -6 dioptrías, conduce a múltiples alteraciones degenerativas que afectan principalmente al polo posterior. Actualmente, constituye la causa más frecuente de neovascularización coroidea (NVC) en pacientes jóvenes y de edad media (<50 años). Las opciones terapéuticas en pacientes afectos de NVC secundaria a MP han ido evolucionando con el tiempo. Desde el empleo de técnicas quirúrgicas y la fotocoagulación con láser, la terapia fotodinámica (TFD) con verteporfin ha sido el tratamiento más aceptado en los últimos años2, 3; si bien, el reciente desarrollo y aplicación de agentes antiangiogénicos inhibidores del Factor de Crecimiento Endotelial Vascular (VEGF) han demostrado resultados alentadores tanto en la NVC secundaria a DMAE como en la MP. A pesar de la alta seguridad que presentan los antiangiogénicos en su uso intravítreo, su aplicación en los pacientes con alta miopía ha mostrado una serie de limitaciones, lo cual Caso clínico Paciente mujer, miope magna, de 55 años, que acude a nuestro servicio para valoración de cirugía de cataratas. Refiere metamorfopsias de un mes de evolución en el ojo izquierdo (O.I.). Como antecedentes oculares, presenta dos desgarros tratados con fotocoagulación láser hace 10 años en ambos ojos. No existen antecedentes de NVC previa. A la exploración, presenta una Agudeza Visual Máxima Corregida (AVMC) en O.I. de 80 letras (ETDRS), siendo la refracción para dicho ojo Figura 1.- Retinografía del ojo izquierdo previo al tratamiento; nótese la lesión en la región macular. Imagen de AFG: se aprecia una imagen de membrana neovascular predominantemente clásica de localización extrafoveal. 22 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 61-64 CASO CLÍNICO Marisa Sánchez Pulgarín, Laura Morales Fernández, Juan Reche Frutos, Cristina Calvo González, Juan Donate López Figura 2.- Imagen de OCT previa al tratamiento: engrosamiento macular y exudación de líquido intrarretiniano. de -11,75 -2,00 a 146º. El polo anterior no muestra alteraciones significativas y la PIO es normal. La respuesta a la rejilla de Amsler es positiva en O.I. Al explorar el fondo de ojo se observa una papila con cono miópico 360º, cicatrices de laserterapia en el parénquima y, en la mácula, se aprecia una lesión con zonas de hipo-hiperpigmentación compatibles con posible membrana coroidea neovascular (Figura 1). El O.D. no presenta alteraciones significativas. Realizamos una Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y observamos un engrosamiento a nivel macular y exudación de líquido intrarretiniano compatible con NVC activa (Figura 2). Confirmamos el diagnóstico con una angiografía fluoresceínica (AFG-HRA II) (Figura 1) que muestra una NVC predominantemente clásica, de localización extrafoveal de 1650 micras de tamaño y cercana a la zona de atrofia peripapilar en O.I. Con este diagnóstico, decidimos instaurar tratamiento con TFD y una dosis de carga de ranibizumab intravítreo [Lucentis® (0,5 mg/0,1 ml)] mensual durante tres meses (la primera inyección de ranibizumab se realizó el mismo día que la TFD). Al finalizar la dosis de carga, un mes después de la tercera inyección de ranibizuamb, la AVMC era de 80 letras en el O.I., la OCT mostraba ausencia de líquido subretiniano (224 micras) y en la AFG la lesión no fugaba contraste en ningún tiempo (Figuras 3 y 4). A los 7 meses de seguimiento, la AVMC se mantiene estable (84 letras), sin apreciarse signos de actividad en AFG y OCT (Figura 5). No ha precisado nuevas inyecciones de Lucentis®. No se han observado efectos adversos locales o sistémicos. Figura 3.- Imagen de AFG y retinografía tras el tratamiento. Ausencia de fuga a nivel macular. Figura 4.- Imagen de OCT posterior al tratamiento: placa de atrofia en la zona de la lesión sin signos de actividad. 2001 el tratamiento de elección para la NVC miópica, al reducir el riesgo de pérdida visual moderada o severa. Múltiples estudios demostraron su beneficio frente a no tratamiento, o versus tratamientos tradicionales tales como fotocoagulación láser1, 2, principalmente en aquellos casos de neovascularización subfoveal, donde la actividad selectiva de la TFD evitaba los escotomas totales que aparecían tras fotocoagulación láser3. Además, el tratamiento con láser en estos casos conlleva la dificultad de localizar con precisión la fóvea en las retinas miópicas y el posible aumento de la cicatriz a largo plazo. Entre las limitaciones que presenta la TFD, cabe destacar el riesgo de recidiva, que supone la necesi- Discusión La terapia fotodinámica con verteporfin (Visudyne®, Novartis AG, Basel, Switzerland) ha sido desde el 23 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 61-64 CASO CLÍNICO Terapia combinada en la neovascularización coroidea secundaria a miopía patológica Diagnóstico 1 mes 7 meses Figura 5.- Evolución en retinografía, AFG y OCT durante el seguimiento de la paciente. dad de un nuevo tratamiento, y el riesgo de pérdida visual a largo plazo debido al desarrollo de atrofia perilesional. Es por ello que la aparición de los fármacos antiangiogénicos ha supuesto un cambio notable en el enfoque de la NVC secundaria a MP. El ranibizumab (lucentis®, Novartis AG, Basel, Switzerland) es un fármaco antiangiogénico aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) y la Agencia Europea del Medicamento para el tratamiento de la NVC secundaria a DMAE. Una respuesta similar a la obtenida en la DMAE, mediante el bloqueo del factor de crecimiento endotelial, es esperable al inyectar ranibizumab intravítreo en membranas miópicas. Cabe destacar que, aunque teóricamente existe un riesgo de desprendimiento de retina mayor en los pacientes con miopía magna y con la inyección intravítrea se incrementaría, en la práctica habitual y en los estudios publicados no se ha encontrado hasta ahora una incidencia mayor4. No obstante, aunque las concentraciones de antiangiogénicos administrados son muy bajas, hay que tenerlas en cuenta y estudiar los posibles efectos adversos del fármaco y de las complicaciones relacionadas con el procedimien- to de inyección (endoftalmitis, inflamación intraocular, catarata iatrogénica…). Otras limitaciones son la necesidad de múltiples inyecciones ante pacientes no respondedores a la terapia y el consecuente riesgo acumulado sobre la retina. Algunos estudios muestran prometedores resultados tras el tratamiento con ranibizumab intravítreo5, pero hasta ahora no existen estudios suficientes que avalen el uso de éste u otros antiangiogénicos intravítreos como tratamiento de elección6. Sus ventajas frente a la TFD a largo plazo están por determinar. La eficacia de la terapia combinada, TFD y antiangiogénicos no ha sido descrita hasta el momento. En nuestro caso, la paciente mejoró su AV, al igual que se consiguió el cierre de la lesión objetivada mediante AFG y OCT durante un periodo de seguimiento de 7 meses. Esta opción terapéutica supondría una alternativa que aportaría las ventajas de la TFD y del uso de antiangiogénicos y que, a su vez, disminuiría el riesgo que supone el uso repetido de inyecciones intravítreas. No obstante, serán necesarios nuevos estudios para conocer su eficacia a largo plazo y las ventajas de este tratamiento respecto a otros. 24 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 61-64 CASO CLÍNICO Marisa Sánchez Pulgarín, Laura Morales Fernández, Juan Reche Frutos, Cristina Calvo González, Juan Donate López BIBLIOGRAFÍA 1.- 2.- 3.- VIP Study Group. Photodynamic therapy of subfoveal choroidal neovascularization in pathologic myopia with verteporfin. One-year results of a randomised clinical trials-VIP report No. 1. Ophthalmology 2001;108:841-852. Blinder KJ, Blumenkranz MS, Bressler NM, et al. Verteporfin therapy of subfoveal choroidal neovascularization in pathologic myopia: two-year results of a randomized clinical trial-VIP report no. 3. Ophthalmology 2003;110:667-673. Virgili G, Varano M, Giacomelli G et al. Photodynamic Therapy for Nonsubfoveal Choroidal Neovascularization in 100 Eyes With Patholog- 4.- 5.- 6.- ic Myopia. Am J Ophthalmol 2007;143:77-82. 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Anti-VEGF drugs as the 2009 first-line therapy for choroidal neovascularizationRetina 2009 Sep;29(8):1062-1066. 25 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 61-64 CASO CLÍNICO Edema macular y oclusión de la vena central de la retina Edema macular y oclusión de la vena central de la retina Jerez Fidalgo M, González González F, Torres Pereda JP, Bueno Álvarez Arenas J, Martín Benítez C, El Shariff Amed H, Pérez Martín F Hospital Universitario Perpetuo Socorro Badajoz Fisiopatología Clínica La oclusión de la vena central de la retina es una vasculopatía retiniana frecuente que suele verse en mayores de 50 años. Diferentes estudios poblacionales han estimado una prevalencia que varía entre el 0,10,4% de los mayores de 40 años. Puede que afecte algo más a los hombres que a las mujeres, sobre todo en los grupos de menor edad. Entre los factores de riesgo se incluyen las vasculopatías sistémicas (HTA, enfermedad cardiovascular, DM) y el glaucoma primario de ángulo abierto. La patología de las oclusiones de la vena no ha sido totalmente aclarada. Es posible que la obstrucción sea secundaria a una trombosis de la vena, causada por alteraciones de la sangre, del flujo sanguíneo o del vaso en sí mismo. La mayoría de estos pacientes sufren arterioesclerosis, y la arteria central de la retina comprime a la vena. Esta compresión disminuye el flujo sanguíneo venoso y causa corrientes de flujo anormales a través de la vena. Frecuentemente el trombo asienta en una pared vascular anómala, donde suele existir una proliferación endotelial, hialinosis de la pared e hiperplasia de la glía y del tejido conectivo periadventicial, que potencia el enlentecimiento del flujo sanguíneo, las turbulencias y, consecuentemente, la formación de trombos. En otras ocasiones, la formación del trombo puede verse favorecida por alteraciones de la sangre; bien por la presencia de células (anemia drepanocítica, leucemia) y componentes plasmáticos anómalos (presencia de anticoagulante lúpico, factor V de Leiden), bien por exceso de células sanguíneas (policitemia, trombocitosis) u otros componentes plasmáticos (concentraciones elevadas de lipoproteínas, hiperhomocistinemia). Es una patología que ocasiona, en definitiva, una disminución de la perfusión tisular y un aumento de la presión hidrostática en la zona afectada, lo que desencadena la aparición de venas dilatadas y tortuosas, hemorragias intrarretinianas diseminadas en los cuatro cuadrantes, focos blancos algodonosos, edema de papila, isquemia y un aumento de los niveles intravítreos de factor de crecimiento endotelial, especialmente en aquellos casos complicados con neovascularización1, 2. Las alteraciones tardías incluyen vasos colaterales de la papila, dilatación y tortuosidad venosa persistente, envainamiento perivascular, estrechamiento arterial y anomalías maculares del tipo edema macular crónico y alteraciones del epitelio pigmentario de la retina. Las oclusiones de la vena central de la retina se clasifican en isquémicas y no isquémicas, según la extensión de la retina no perfundida. Una agudeza visual menor a 20/200 y la presencia de un defecto pupilar aferente sugieren isquemia. Aproximadamente un tercio de los ojos con OVCR se clasifican como isquémicos o no perfundidos; y de éstos, entre un tercio y la mitad desarrollarán glaucoma neovascular por neovascularización del iris y del ángulo iridocorneal. Edema macular y opciones de tratamiento Los pacientes con OVCR presentan disminución de la agudeza visual (AV) debido a la aparición de edema macular persistente, isquemia macular y/o por el desarrollo de un glaucoma neovascular. El edema puede variar desde un leve engrosamiento retiniano hasta un claro edema macular quístico. Las opciones de tratamiento son escasas y el pronóstico pobre. Según The Central Vein Occlusion Study, cerca de 26 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 65-70 CASO CLÍNICO M. Jerez, F. González, J.P. Torres, J. Bueno, C. Martín, H. El Shariff, F. Pérez grosor macular central medido con OCT en un grupo de pacientes con EM secundario a OVCR, después de la inyección de triamcinolona, y al ser comparado con un grupo de pacientes al que se decidió no aplicar dicho tratamiento8; de hecho, hasta un 12% de los pacientes consiguieron una mejoría de dos o más líneas. La mayoría de estos estudios observan también que la mejoría suele ser transitoria y no suele traducirse en una mejoría mantenida y sustancial; de hecho, gran parte de ellos mantienen al año de seguimiento una AV muy similar a la del inicio a pesar de inyecciones repetidas9. El efecto es transitorio y la duración de su efecto está en relación con la rapidez con la que se aclare del ojo10. Por supuesto hay que tener presente que la inyección de TIV no está exenta de efectos adversos, entre los que se incluyen la endoftalmitis infecciosa y estéril, la hemorragia vítrea, el desprendimiento de retina, la formación de catarata en pacientes fáquicos y el aumento de la presión intraocular (la cual puede llegar a requerir tratamiento quirúrgico para su control). Este aumento de la presión intraocular ocurre hasta en un 32% de los casos. El riesgo de que esto ocurra es mayor en pacientes con glaucoma y en aquellos ojos con PIO basal más elevada. Así mismo los picos tensionales tras la inyección son mucho menos frecuentes en ojos vitrectomizados11. Otros estudios han observado que la inyección de la triamcinolona asociada al láser macular en rejilla consigue agudezas visuales significativamente mejores que si sólo se aplica láser 12; sin embargo, la mejoría de AV conseguida en pacientes tratados sólo con triamcinolona fue mayor que en aquellos que recibieron triamcinolona después de haber sido tratados previamente con láser macular en rejilla13. Numerosos estudios han analizado también el efecto de las inyecciones intravítreas de antiVEGF para el tratamiento del edema macular post OVCR. La mayoría han observado mejoría leve en la AV o no mejoría14 a pesar de una reducción significativa del edema que, sin embargo, no es mantenido en el tiempo, siendo, por tanto, necesarias inyecciones repetidas del fármaco para conseguir la estabilización de la AV, así como para conseguir que los cambios maculares sean óptimos y persistentes. El protocolo de inyección más utilizado hasta ahora consiste en la inyección de dos o tres dosis15, 16 separadas por seis u ocho semanas17. Algunos autores proponen la mitad de los pacientes con AV de 20/50 o peor al inicio tendrán esa misma visión o peor al final de los siguientes tres años. Un 80% aproximadamente de los ojos con AV de entre 20/50 y 20/200 no sufrirán modificaciones o empeorarán la visión. De media, la AV no se modificará en el 48% de los ojos, mejorará en un 24% y empeorará en un 9% de casos3. En el desarrollo del edema macular después de una OVCR influyen no sólo los cambios hidrodinámicos derivados de la obstrucción, sino también los mediadores químicos liberados, tales como el VEGF. Se considera que el VEGF es un factor de crecimiento fundamental en el desarrollo de neovascularización ocular y de edema macular, dadas sus propiedades angiogénicas y sus efectos sobre la permeabilidad vascular. Se sabe que los ojos que desarrollan una OVCR presentan un aumento intrarretiniano de la expresión del RNAm que codifica el VEGF 4, así como que los niveles de VEGF en humor acuoso se correlacionan con el inicio, persistencia y regresión de los neovasos, con la extensión de la isquemia capilar y con el aumento de la permeabilidad vascular 5. En modelos animales se ha observado que la inhibición del VEGF por medio de anticuerpos monoclonales antiVEGF ocasiona una reducción e incluso una prevención absoluta del desarrollo de rubeosis del iris 6. Los corticoides son un grupo de fármacos propuestos para el manejo del edema macular secundario a múltiples enfermedades vasculares retinianas, entre las que se encuentran la retinopatía diabética, la degeneración macular exudativa y la OVCR. La administración intravítrea de corticoides permite alcanzar mayores concentraciones locales, minimizando los efectos adversos sistémicos. Se cree que la capacidad del corticoide para reducir el edema y prevenir la formación de nuevos vasos sanguíneos se debe, al menos en parte, a su capacidad para inhibir la expresión del VEGF7. No existen estudios randomizados que analicen el uso de la triamcinolona en el tratamiento del edema macular asociado a OVCR, aunque sí numerosos estudios recientes retrospectivos y de series cortas; la mayoría de ellos coinciden en observar una mejoría rápida y significativa del edema macular que, con frecuencia, se asocia a una mejoría de la AV tras la inyección única o múltiples de triamcinolona. En un estudio realizado en Taiwán y publicado recientemente, se observaron cambios significativos tanto en la agudeza visual como en el 27 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 65-70 CASO CLÍNICO Edema macular y oclusión de la vena central de la retina realizar OCT a partir de la tercera o sexta semana para ayudarnos a decidir el momento de la siguiente reinyección. A pesar de todo, la dosis óptima del fármaco y la frecuencia de las inyecciones aún está por determinar18. Así lo muestra un estudio realizado en el que se aplicaron distintas dosis de ranibizumab (0,3 y 0,5 mg) en tres inyecciones consecutivas, tras las cuales se observó una mejoría de 17 y 14 letras en la AV y una reducción del 90% del grosor macular. Aunque la reducción fue similar, la rapidez de resolución del edema fue mayor en el grupo de 0,5mg, así como la duración del efecto. También observaron cierta correlación entre los niveles de VEGF en humor acuoso al inicio del cuadro y la mejoría detectada19. Tampoco está aún claro cuál es el momento ideal para iniciar el tratamiento; hay estudios que hablan de un mejor resultado visual cuando el inicio del tratamiento es más precoz17, cuando teóricamente el uso de medicación antiVEGF puede suprimir el desarrollo de vasos colaterales y, por tanto, ensombrecer el pronóstico visual. También se han analizado factores pronósticos de buena respuesta al tratamiento con ranibizumab; se ha observado que aquellos pacientes sin isquemia macular y que responden de una manera precoz a la inyección obtienen mejores resultados en cuanto al número de letras ganadas20. Aquellos que parten de agudezas visuales menores y responden bien a una primera inyección son los que más se beneficiarían de inyecciones repetidas21. Otras de las opciones de tratamiento es la vitrectomía. Se usa generalmente en casos refractarios al tratamiento médico, predominantemente en edemas maculares difusos asociados o no a síndromes de tracción vítreo macular (STVM); en estos últimos, existe una clara relación entre la mejoría del edema y la retirada de la tracción vítrea22. Parece existir un aumento de la incidencia en estos pacientes de STVM. El procedimiento clásico asocia una vitrectomía pars plana con retirada de hialoides y pelado de la membrana limitante interna (MLI). Se postula que la retirada de la tracción interna produce una mejoría anatómica del edema23 y una reestructuración de la microcirculación perifoveal, aumentando de esta forma el drenaje. No existen grandes series publicadas, y la mayoría de ellas son estudios retrospectivos sesgados debido a que asocian vitrectomía con terapias intravítreas en el mismo acto. No obstante, en los últimos años se han publicado estudios prospecti- Figura 1.- OVCR al diagnóstico. vos randomizados que parecen demostrar la mejoría en la microcirculación foveal tras la vitrectomía con pelado de MLI24 , aunque estas series de casos son muy cortas. En definitiva, la utilización de antiVEGF se muestra como una nueva y prometedora opción terapéutica del edema macular post OVCR/ORVR, incluso en aquellos pacientes que mostraron mínima o no respuesta a otros tratamientos (láser y/o triamcinolona), o presentaron efectos secundarios derivados de las mismas25, sin olvidar que la vitrectomía puede ser un aliado útil en el manejo del edema macular refractario. Sin embargo, se necesitan estudios randomizados y controlados, con mayor número de pacientes y mayor tiempo de seguimiento antes de poder generalizar estos resultados. Caso clínico Presentamos el caso de un varón que acude a consulta por pérdida de visión del ojo izquierdo de 5 días de evolución, tras lo cual fue diagnosticado de OVCR. Entre sus antecedentes tan sólo destacó la existencia de HTA en tratamiento con un solo fármaco sin ningún otro factor de riesgo asociado. En el momento del diagnóstico, su AV en el O.D. era de 90 letras ETDRS y en el O.I. de 35, la PIO era 17 mmHg en ambos ojos (AO) y presentaba una muy ligera opacificación nuclear en AO. En el fondo de ojo observamos la imagen típica de OVCR (Figura 1), no presentaba isquemia en la AFG y sí un gran edema macular en el OCT. El paciente fue informado sobre las distintas opciones terapéuticas y finalmente se indicó tratamiento con triamcinolona intravítrea, previa petición de uso compasivo. A los 15 días de 28 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 65-70 CASO CLÍNICO M. Jerez, F. González, J.P. Torres, J. Bueno, C. Martín, H. El Shariff, F. Pérez la inyección, la AV del O.I. había mejorado a 65 letras ETDRS, y observamos una mejoría clara de la imagen retinográfica y del OCT (Figura 2). Tras cinco meses, el paciente permanecía estable y satisfecho. En este caso no se presentaron efectos adversos, como incremento de la PIO ni otras complicaciones relacionadas con la inyección. Pasado ese tiempo, el paciente acudió a la consulta refiriendo “molestias” inespecíficas, problemas en la lectura y cierta incomodidad..., a pesar de que su AV a 4 metros era de 63 letras ETDRS (prácticamente sin cambios) y en las pruebas de imagen no se evidenció ni aumento del edema ni cambios en OCT significativos, por lo que se optó por no aplicar ningún tratamiento. A la semana, volvió a acudir a la consulta por pérdida de visión franca (AV de 25 letras, menos de 0,1 a 4 metros) y un evidente edema macular e incremento de exudados en parénquima, hemorragias en llama y aumento del grosor en OCT (Figura 3). Optamos, en esta ocasión, por tratar con ranibizumab (previa petición de uso compasivo), tras lo cual obtuvimos una respuesta espectacular al cabo de una semana: el paciente alcanzó una AV de 70 letras y una mejoría significativa en el OCT que se mantiene tras un mes de seguimiento (Figura 4). Figura 2.- Aspecto tras 15 días de la inyección de triamcinolona. Discusión Llegados a este punto, hemos recomendado revisiones mensuales y control mediante OCT ya que consideramos posible una recidiva del edema macular que hará necesario el retratamiento con ranibizumab intravítreo, puesto que, con las evidencias actuales, los efectos secundarios esperados y derivados directamente del fármaco son menores, y a pesar de que consideremos que el tratamiento probablemente no sea definitivo. Los accidentes oclusivos de la retina, en especial los que se acompañan de componente edematoso, han dejado de ser una patología sin tratamiento, y casi a diario tenemos conocimiento de nuevas estrategias en el manejo de éstas. A este cambio ha influido, sin duda, la difusión en el empleo de los fármacos antiVEGF. Sin embargo, aún no disponemos de un protocolo de tratamiento consensuado. La realidad es que en la mayoría de los casos el efecto es transitorio, y a menudo necesitaremos varias inyecciones (tanto en el caso de corticoides como en el caso de los antiVEGF), y aunque parece que Figura 3.- Recurrencia del edema macular tras 5 meses del tratamiento. Figura 4.- Aspecto al mes de la inyección con ranibizumab. 29 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 65-70 CASO CLÍNICO Edema macular y oclusión de la vena central de la retina Es posible que la combinación de ambos tipos de fármacos pueda mejorar el pronóstico final de estos pacientes, a pesar de estar éste condicionado por la AV inicial y por la aparición de complicaciones que requieran tratamientos adicionales como la fotocoagulación láser (caso de que aparezcan neovasos o áreas de isquemia significativas). en los pacientes tratados con estos últimos son más frecuentes los retratamientos, contamos con la ventaja de que las previsibles complicaciones parecen ser menores (dada la amplia experiencia adquirida con el manejo de la neovascularización coroidea por DMAE, en las que la repetición de inyecciones es mucho más frecuente). BIBLIOGRAFÍA 1.- 2.- 3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- 9.- Aiello LP, Avery RL, Arrigg PG, et al. 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Epub 2009 Sep 5. 31 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 65-70 CASO CLÍNICO Hemorragia macular en paciente joven y sano Hemorragia macular en paciente joven y sano Ana Mª Suelves1, Enrique España1, 2, Ester Francés1, Roberto Gallego1, José Mª Millán3, 4, Manuel Díaz Llopis1, 4, 5 1 Departamento Oftalmología. Hospital La Fe. Valencia. 2 Departamento de Óptica. Universidad de Valencia. 3 Departamento de Genética. Hospital La Fe. Valencia. 4 CIBERER (Ciber de Enfermedades Raras). Valencia. 5 Facultad de Medicina. Universidad de Valencia. Presentamos el caso de una hemorragia macular en paciente joven y sano secundaria a una retinopatía por Valsalva. Caso clínico Varón de 21 años, que acude por percepción súbita de disminución de agudeza visual en OD tras descanso nocturno. No refiere antecedentes de interés y niega antecedente traumático, ejercicio extremo o maniobra de Valsalva previa. En la exploración presentaba una agudeza visual de cuenta dedos a 1 metro en O.D. y 1 en O.I.; biometría, reflejos pupilares, motilidad ocular y tonometría normales. En la retinografía se observa una hemorragia prerretiniana en zona de fóvea y haz papilomacular (Figura 1). La angiografía fluoresceínica (AFG) mostró un bloqueo de la fluorescencia coroidea y de vasos retinianos en la zona de la hemorragia, sin fuga de colorante en fases tardías ni anomalías vasculares visibles (Figuras 2A y 2B). La tomografía de coherencia óptica (optical coherence tomography, OCT) evidenció 2 líneas sobre la hemorragia prerretiniana, una de baja reflectividad correspondiente con hialoides posterior y otra de mayor reflectividad que se identificó como la membrana limitante interna (MLI) (Figura 3), situando la hemorragia a nivel sub-MLI. No se identificaron signos de tracción vítreo-macular. El hemograma, bioquímica y la evaluación de despistaje de discrasias sanguíneas resultó dentro de los límites normales. Se mantuvo una actitud de observación, evidenciándose la reabsorción total de la hemorragia y recuperación visual completa en ojo derecho a las 4 semanas de seguimiento (Figura 4). Figura 1.- Hemorragia prerretiniana perifoveal. Obsérvese el reflejo brillante y estrías en superficie de la hemorragia, característicos de hemorragias sub-MLI. Discusión Nuestro paciente presenta rasgos compatibles con la retinopatía hemorrágica por Valsalva. Esta entidad se presenta como una pérdida brusca de visión en pacientes sanos tras un aumento súbito de la presión intratorácica o intrabdominal, por una hemorragia prerretiniana subhialoidea o sub-MLI ocasionada por la ruptura de los capilares superficiales perifoveales. El lugar más común de estas hemorragias es el área macular, ya que la bursa premacular proporciona un espacio anatómico propicio. Algunos autores afirman que la mayoría de hemorragias por Valsalva son sub-MLI 1, 2. Es posible diferenciar clínicamente ambas localizaciones por signos oftalmoscópicos específicos y OCT. Así, por ejemplo, los reflejos bri- 32 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 71-73 CASO CLÍNICO Ana Mª Suelves, Enrique España, Ester Francés, Roberto Gallego, José Mª Millán, Manuel Díaz Llopis Figura 2.- (A y B): Angiografía en fase arteriovenosa y tardía que muestra efecto pantalla por hemorragia prerretiniana. 500 um 400 um 300 um 200 um 100 um Overlay: ILM - RPE Transparency: 50% Figura 4.- Retinografía a las 4 semanas. Reabsorción total de la hemorragia premacular. llantes y estrías en superficie son vistas en hemorragias localizadas bajo la MLI 3, 4. La OCT de alta resolución permite diferenciar ambas localizaciones en casos seleccionados 5, como el nuestro (Figura 3), que permitió localizar la hemorragia bajo la MLI. Esta distinción es importante en caso de plantear una membranectomía focal con láser YAG o Argón, ya que deberá evitarse en hemorragias bajo la MLI, porque el láser actúa directamente sobre la lámina basal de la neurorretina, siendo muy frecuentes complicaciones como la formación de membranas epirretinianas 6 o cavidades quísticas persistentes 7 por una gliosis reactiva. En nuestro paciente, mantuvimos una actitud conservadora, dada la pequeña extensión de la hemorragia, localización no tóxica y la ausencia de factores de riesgo, con una evolución satisfactoria y restauración visual completa en ojo afecto en 4 semanas. Se ha descrito una variante de la retinopatía de Figura 3.- Tomografía revela 2 líneas diferenciadas. La flecha naranja hiporreflectante representa la hialoides posterior, sin signos de tracción evidente. La flecha blanca hiperreflectante se corresponde con MLI, bajo la cual se localiza la hemorragia. 33 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR 2010; 1 (3): 71-73 CASO CLÍNICO Hemorragia macular en paciente joven y sano La retinopatía por Valsalva causa un deterioro visual en segundos o minutos, generando una gran angustia especialmente en pacientes jóvenes. La anamnesis, en estos casos, resulta indispensable para orientar el diagnóstico, siendo la funduscopia, OCT y la AGF sólo útiles por su valor localizador de la hemorragia, lo que condicionará el pronóstico visual y la actitud terapéutica. Valsalva conocida como la retinopatía de los corredores de maratón, típica de pacientes sanos y deportistas, tras una exhalación brusca con la glotis cerrada durante una maratón8. En estos casos, parecen estar implicados, además, un daño de la pared endotelial de los vasos y una alteración del flujo ocular por estímulo adrenérgico y cambios en la viscosidad sanguínea propios del ejercicio. 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Madrid Imagen de autofluorescencia: atrofia de EPR central con hiperfluorescencia de límites de la lesión. Imagen infrarroja; se aprecia la hiperreflectividad de la zona atrófica. Retinopatía diabética proliferativa: hiperexpresión de red capilar perifoveal. Teleangiectasias Juan Donate López Hospital Clínico San Carlos. Madrid 38 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 B I BL I O G R A F Í A Artículos destacados de revistas internacionales Marisa Sánchez Pulgarín Hospital Clínico San Carlos. Madrid ■■ Pattern electroretinogram changes after intravitreal bevacizumab injection for diabetic macular edema Ozkiriş A. Doc Ophthalmol 2010 Feb 7. [Epub ahead of print]. Estudio que demuestra los cambios en ERG de 35 ojos con retinopatía diabética y EMCS tratados con 2,5 mg de bevacizumab intravítreo como primera terapia. Tras 6,4 meses de seguimiento, la AVMC mejoró de forma estadísticamente significativa junto a un aumento, también significativo, de las amplitudes en el ERG. ■■ Intravitreal ranibizumab for myopic choroidal neovascularization: 12-month results Silva RM, Ruiz-Moreno JM, Rosa P, Carneiro A, Nascimento J, Rito LF, Cachulo ML, Carvalheira F, Murta JN. Retina 2010 Mar;30(3):407-412. Estudio prospectivo que incluye 34 ojos con NVC secundaria a MP (13 ojos con TFD previa y 21 ojos sin tratamiento previo) tratados con ranibizumab intravítreo. Tras 12 meses de seguimiento, y con una media de 3,6 inyecciones, mejoraron de forma significativa la AVMC (ganancia de 8 letras al final del estudio) y la OCT. No se registraron efectos secundarios sistémicos ni oculares. ■■ Effects of intravitreal erythropoietin therapy for patients with chronic and progressive diabetic macular edema Li W, Sinclair SH, Xu GT. Ophthalmic Surg Lasers Imaging 2010 Jan-Feb;41(1):18-25. Estudio prospectivo no comparativo en 5 pacientes con inyección intravítrea de eritropoyetina (5U/50 microL) para el tratamiento de edema macular diabético crónico refractario. EPO fue inyectada cada 6 semanas, 3 dosis, con un seguimiento adicional de 6 semanas. La AV mejoró un mínimo de 3 líneas en 3 ojos y 1 línea en 2 ojos; dicha mejoría se observó 1 semana después de la primera inyección y se mantuvo hasta el final del estudio (18 semanas). La mejoría en AV fue superior a la observada en OCT y AFG. ■■ The impact of Nd:YAG capsulotomy on foveal thickness measurement by optical coherence tomography Altiparmak UE, Ersoz I, Hazirolan D, Koklu B, Kasim R, Duman S. Ophthalmic Surg Lasers Imaging. 2010 Jan-Feb;41(1):67-71. Mediante mediciones con OCT, los autores demuestran que no existen cambios en el espesor foveal de los pacientes a los que se les practica capsulotomía Nd: YAG durante el primer año de seguimiento (54 pacientes). Sólo un paciente desarrolló edema macular cistoide (2%). ■■ Intravitreal dexamethasone for diabetic macular edema: a pilot study Chan CK, Mohamed S, Lee VY, Lai TY, Shanmugam MP, Lam DS. Ophthalmic Surg Lasers Imaging 2010 Jan-Feb;41(1):26-30. Estudio prospectivo en el cual 12 ojos de 12 pacientes con edema macular diabético fueron aleatorizados a recibir 0,4 mg (n=6) o 0,8 mg (n=6) de dexametasona en una única inyección intravítrea durante un seguimiento de 3 meses. Los resultados demuestran que en ambos grupos existe una mejoría transitoria en AVMC y en el espesor foveal central, pero de forma no significativa. Uno de los ojos presentó elevación de PIO superior a 21 mm Hg. ■■ Factors associated with improvement and worsening of visual acuity 2 years after focal/grid photocoagulation for diabetic macular edema Aiello LP, Edwards AR, Beck RW, Bressler NM, Davis MD, Ferris F, Glassman AR, Ip MS, Miller KM; Diabetic Retinopathy Clinical Research Network. Ophthalmology 2010 Jan 30. [Epub ahead of print]. 330 ojos con EM diabético (>250 micras en OCT) y AV de 20/40 a 20/320 fueron tratados con láser focal/rejilla y seguidos durante 2 años. Los resultados ponen de manifiesto que el único factor asociado a una mejoría de la AV final fue una peor AV basal; y que una mejor AV ini- 39 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 B I BL I O G R A F Í A les aplicó láser focal estudiando los cambios en las lesiones hiperreflectivas. Los autores demuestran que dichas lesiones parecen ser precursoras de los exudados duros. Su localización específica depende en gran medida de la presencia de extravasación microvascular y la acumulación de líquido intrarretiniano. La fotocoagulación puede tener un impacto importante sobre el edema de la retina y, posteriormente, sobre la distribución de los depósitos de lípidos intrarretinianos. cial, junto a una mejor OCT, se asociaron con un empeoramiento en AV final. Estos resultados son similares en ojos con y sin PFC previa. ■■ Serous retinal detachment associated with retinal vein occlusion Tsujikawa A, Sakamoto A, Ota M, Kotera Y, Oh H, Miyamoto K, Kita M, Yoshimura N. Am J Ophthalmol 2010 Feb;149(2):291-301.e5. Estudio retrospectivo en 91 pacientes con edema macular asociado a oclusión venosa. El estudio mediante OCT demuestra que 76 ojos (83,5%) mostraron un desprendimiento seroso (DR) que envolvía la fóvea; en 52 ojos consistía en un pequeño punto con una pequeña base localizada bajo la fóvea. 2 ojos sin DR inicial lo desarrollaron durante el seguimiento. Sin embargo, 24 ojos mostraron un DR con una base mayor, y 18 ojos, en los que el DR inicial tenía una pequeña base, evolucionaron hacia la segunda forma durante el seguimiento. ■■ Comparison between intravitreal bevacizumab and triamcinolone for macular edema secondary to branch retinal vein occlusion Kim JY, Park SP. Korean J Ophthalmol 2009 Dec; 23(4):259-265. Estudio retrospectivo que compara el efecto de bevacizumab o triamcinolona intravítreos para el tratamiento de EM secundario a TVR. 22 ojos recibieron 1,25 mg de bevacizumab frente a 28 ojos que recibieron 4 mg de TIV como único tratamiento. La AVMC mejoró en ambos grupos sin diferencias significativas, excepto a las 12 semanas, donde fue mayor en el grupo tratado con bevacizumab. El grosor macular central disminuyó en ambos sin diferencias significativas. En el grupo de TIV se observó un aumento de PIO a las 4, 8 y 12 semanas, siendo estadísticamente significativo. ■■ Optical coherence tomography patterns as predictors of visual outcome in dengue-related maculopathy Teoh SC, Chee CK, Goh KY, Barkham T, Ang BS; The eye institute dengue-related ophthalmic complications workgroup. Retina 2010 Mar;30(3):390-398. Estudio retrospectivo en 41 pacientes con maculopatía asociada al dengue mediante OCT. Los síntomas más frecuentes fueron visión borrosa y escotoma central. La OCT demostró 3 tipos de patrones: engrosamiento macular difuso, EMQ y foveolitis. La AV resultó independiente de la extensión del edema, pero el escotoma persistió más tiempo en pacientes con foveolitis y menos en los que presentaron un engrosamiento macular difuso. Los pacientes suelen recuperar buena visión, pero el escotoma puede persistir 2 años tras la resolución clínica de la enfermedad. ■■ Factors correlated with postoperative visual acuity after vitrectomy and internal limiting membrane peeling for myopic foveoschisis Kumagai K, Furukawa M, Ogino N, Larson E. Retina 2010 Jan 20. [Epub ahead of print]. Estudio retrospectivo en 30 ojos con foveosquisis miópica (MF) tratados con VPP y pelado de la MLI. Los ojos fueron divididos en 2 grupos: 27 pacientes con MF y deprendimiento foveal (FD) y 12 con MF sin FD. La OCT mostró una resolución completa de la foveosquisis miópica con reaplicación foveal en todos los ojos durante 14 meses. La AVMC fue significativamente mejor en el grupo con FD. La AVMC se correlacionó de forma significativa con una mejor AVMC preoperatoria, una menor longitud axial y con la presencia de FD. ■■ Effect of retinal photocoagulation on intraretinal lipid exudates in diabetic macular edema documented by optical coherence tomography Deák GG, Bolz M, Kriechbaum K, Prager S, Mylonas G, Scholda C, Schmidt-Erfurth U; Diabetic Retinopathy Research Group Vienna. Ophthalmology 2010 Jan 14. [Epub ahead of print]. Estudio prospectivo en 13 pacientes DM tipo 2 con EMCS sin tratamiento previo a los que se 40 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 NOTICIAS El certamen tuvo lugar en el 14º Congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo Entrega de premios Angelini Farmacéutica sobre “Casos clínicos en Retina y Vítreo” E l pasado viernes 5 de Marzo, se celebró en el 14º Congreso de la Sociedad Española de Retina y Vítreo en Santiago de Compostela, la entrega de premios del Certamen de Casos Clínicos en Retina y Vítreo. El Certamen contó con el Prof. Gómez-Ulla, la Dra. Suárez de Figueroa y el Dr. Nadal como Comité Científico, que habían seleccionado previamente, y a ciegas, 6 casos clínicos de un total de más de 160 recibidos. Los 6 finalistas del Certamen fueron, la Dra. Cristina Isabel Blanco, la Dra. Eva Villota, el Dr. Alvaro Fernández-Vega, el Dr. Oscar Rúa, el Dr. Juan Ibáñez y el Dr. Sergio Pinar. Defendieron sus casos frente al Comité, y destacando el elevado nivel de los trabajos defendidos, el Comité escogió “in situ” a los dos ganadores del Certamen. La Dra. Eva Villota del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo recibió el primer premio por su caso clínico “Trombosis espontánea de vena central de la retina por hemangioma racemoso retiniano en paciente de 11 años” y el Dr. Oscar Rúa del Hospital San Pedro de Logroño, que recibió el segundo premio por “Desprendimiento seroso de la retina en la preeclampsia”. Próximamente se editará un libro con una selección de los mejores casos clínicos recibidos, que la red de ventas de Angelini Farmacéutica, S.A. pondrá a disposición del colectivo oftalmológico, como una herramienta formativa y científica. Así, se pretende tanto contribuir en el estudio, en la actualización y formación continuada en la sub-especialidad oftalmológica de Retina y Vítreo, como compartir la experiencia clínica de las distintas unidades y servicios de oftalmología de España. La Dra. Eva Villota defendiendo su caso frente al Comité Científico. La Dra. Eva Villota recogiendo su Primer Premio a manos del Dr. Jeroni Nadal y Marta Jornet de Angelini Farmacéutica. El Dr. Oscar Rúa recogiendo su Segundo Premio. 41 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010 DIRIGIDO A OFTALMÓLOGOS GENERALISTAS Y RESIDENTES EN OFTALMOLOGÍA Madrid, 17 de septiembre de 2010 ORGANIZA Agrupación Médico-quirúrgica Oftalmos COLABORADORES COORDINADOR Juan Donate Servicio de Oftalmología Hospital Clínico Universitario San Carlos Madrid Unidad de Retina. Clínica Oftalmológica Realvisión Servicio de Oftalmología Hospital Nisa SECRETARÍA TÉCNICA C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid. Teléfono: 91 411 00 32 – Fax: 91 411 01 46 E-mail: congresos@lineadecomunicacion.com RECEPCIÓN DE REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR Si desea recibir Revista Española de Patología Macular, cumplimente este boletín Nombre Apellidos Calle Población Distrito postal Provincia E-mail REMITIR A: Línea de Comunicación: C/ Concha Espina, 8, 1º Derecha – 28036 Madrid Teléfono: 91 411 00 32 – Fax: 91 411 01 46 E-mail: redaccion@lineadecomunicacion.com 42 REVISTA ESPAÑOLA DE PATOLOGÍA MACULAR - Nº 3 - ABRIL DE 2010