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Volumen 34 Número 3 mayo-junio, 2013 Acta Pediátrica de México Instituto Nacional de Pediatría CUERPO DE GOBIERNO DIRECCIÓN GENERAL Dr. Alejandro Serrano Sierra DIRECCIÓN MÉDICA Dr. José N. Reynés Manzur DIRECCIÓN DE ENSEÑANZA Dra. Rosaura Rosas Vargas DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Dra. Ma. Dolores Correa Beltrán DIRECCIÓN DE ADMINISTRACIÓN Lic. Marco Antonio Hernández González DIRECCIÓN DE PLANEACIÓN Dr. Juan Pablo Villa Barragán Acta Pediátrica de México EDITOR EN JEFE Dr. Jorge Espino Vela CO EDITORA Dra. Haydeé Mariel Hernández EDITORES ASOCIADOS Dr. Raúl Calzada León Dr. Silvestre Frenk Dr. Carlos López Candiani Dr. Carlos Robles Valdés Dra. Rosaura Rosas Vargas COMITÉ EDITORIAL EN EL EXTRANJERO Dr. Guillermo Anselmi Caracas, Venezuela Dr. Mariano Defilló Santo Domingo, Rep. Dominicana Dr. Carlos Oliva de Céspedes Camagüey, Cuba Dr. Alberto Peña Colorectal Center, Cincinnati Children’s Hospital COMITÉ EDITORIAL Y DE ARBITRAJE Dr. Carlos Baeza Herrera Dra. Eugenia Bárcena Sobrino Dr. Carlos A. Calderón Elvir Dra. Adoración Cano de Gómez Dr. Luis Carbajal Rodríguez Dr. José Luis Castañeda Narváez Dr. Juan O.Cuevas Alpuche Dr. Guillermo Dávila Gutiérrez Dr. Eduardo de la Teja Ángeles Dr. Luis de la Torre Mondragón Dra. Victoria del Castillo Ruiz Dra. Carola Durán McKinster Dr. Gerardo Fernández Sobrino Dr. Silvestre García de la Puente Dra. Rosalía Garza Elizondo Dra. Ariadna González del Ángel Dr. Luis Oscar González González LNCP. Sara Guillén López Dr. José Ignacio Guzmán Mejía Dr. Hugo Juárez Olguín Dra. Esther Lombardo Aburto Dr. Arturo Loredo Abdalá Dr. Carlos E.Martínez Ruíz Dr. José de Jesús Mejía Navarro Dra. Angélica C.Monsiváis Orozco Dr. José Martín Palacios Acosta Dr. Alvaro Pedroza Meléndez Dra. Cecilia Ridaura Sanz Dr. Raymundo Rodríguez Herrera Dr. Rodolfo Rodríguez Jurado Dr. Miguel Ángel Rodríguez Weber Dra. Matilde Ruiz García Dr. Jaime Shalkow Klincovstein Dr. Miguel Vargas Gómez Dra. Marcela Vela Amieva Dr. Antonio Velázquez Arellano Dr. Fernando Villegas Álvarez Dr. Samuel Zaltzman G. Dra. Flora Zárate Mondragón Acta Pediátrica de México es el Órgano Oficial del Instituto Nacional de Pediatría. Revista bimestral. Editor responsable: Enrique Nieto R. Su publicación está incluida en el Directorio sobre Literatura Latinoamericana en Ciencias de la Salud (LILACS) y en la Secretaría de Salud (SSALUD). Grupo II de la Clasificación de Revistas Médicas de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud. Incluida en el disco ARTEMISA, CENIDS. Los artículos y fotografías son responsabilidad exclusiva de los autores. La reproducción parcial o total de este número sólo podrá hacerse previa autorización del editor en jefe. Toda correspondencia relacionada con el contenido y suscripciones deberá dirigirse al editor en jefe. Av. Insurgentes Sur 3700-C, colonia Insurgentes Cuicuilco, 04530, México, DF. Acta Pediátrica de México: Certificado de Licitud de Título número 2860. Certificado de Licitud de Contenido número 1833. Registro de Reserva del Derecho de Autor número 04-1986-000000000264-102. Autorizada como Publicación Periódica por Sepomex; Registro núm. PP09-1503. Publicación indizada en Periódica (http://dgb.unam.mx/periodica.html), en el Directorio de Revistas Latindex (http://www.latindex.org) y en la Base de Datos Internacional de EBSCO (MedicLatina). Publicación realizada, comercializada y distribuida por EDICIÓN Y FARMACIA, SA de CV. José Martí núm. 55, colonia Escandón, CP 11800, México, DF. Tel.: 5678-2811, fax: 5678-4947. E-mail: articulos@nietoeditores.com.mx Para todo asunto relacionado con las suscripciones dirigirse a: Instituto Nacional de Pediatría, Oficina de Publicaciones. Insurgentes Sur 3700, colonia Insurgentes Cuicuilco. Teléfono 1084-0900 extensión 1112 y 1489. Suscripción anual $ 350.00, para otros países US$20.00. Impresa por Computipo Scanner Editorial S.A. Azafrán 313 y 315, Colonia Granjas México, Delegación Iztacalco, CP. 08400. México, DF. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 CONTENIDO CONTENTS EDITORIAL EDITORIAL 119 119 Permitir morir en forma natural: la actitud detrás de un término Dr. Jorge Mauricio Cervantes-Blanco, Dr. Armando Garduño-Espinosa Allow natural death: the attitude behind a term Jorge Mauricio Cervantes-Blanco MD, Armando Garduño-Espinosa MD ARTÍCULOS ORIGINALES ORIGINAL ARTICLES 123 123 127 132 Necrosis intestinal extensa secundaria a vólvulo. Tratamiento diferido Dr. David Mejía-Camacho, Dr. Rafael AlvaradoGarcía, Dr. Pedro S. Jiménez-Urueta, Dr. Byron A. Pacheco-Mendoza, Dr. Kepler García-Leguízamo Tos ferina diagnosticada clínica y bacteriológicamente en seis casos Dr. Mario Arellano-Penagos, Dr. Eduardo ArandaPatrón, Dra. Laura L. López-Sotomayor Síndrome de bolsa colónica (colon pouch) en el espectro de las malformaciones anorrectales Dr. Luis de la Torre-Mondragón, Dra. Karla Alejandra Santos-Jasso, Dr. Oscar Palestina-Carro, Dr. Alejandro Ruíz-Montañez 127 132 Extensive intestinal necrosis associated with volvulus. Deferred treatment David Mejía-Camacho MD, Rafael Alvarado-García MD, Pedro S. Jiménez-Urueta MD, Byron A. Pacheco-Mendoza MD, Kepler García-Leguízamo MD Pertussis: clinical and bacteriological diagnosis of six cases Mario Arellano-Penagos MD, Eduardo Aranda-Patrón MD, Laura L. López-Sotomayor MD Colon pouch syndrome. In the spectrum of the anorectal malformations Luis de la Torre-Mondragón MD, Karla Alejandra Santos-Jasso MD, Oscar Palestina-Carro MD, Alejandro Ruíz-Montañez MD ARTÍCULOS DE REVISIÓN REVIEW ARTICLES 141 141 154 Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños Dr. Raúl Calzada-León, Dra. María de la Luz RuizReyes, Dra. Nelly Altamirano-Bustamante, Dra. Miriam Mercedes Padrón-Martínez Malformaciones anorrectales. Historia y estado actual de su tratamiento Dr. Carlos Baeza-Herrera, Dr. Víctor Alarcón-Quezada, Dr. Heladio Marino Nájera-Garduño, Dr. Luis Manuel García-Cabello INFORME DE UN CASO INTERESANTE 161 Eventración diafragmática bilateral: informe de un caso y revisión de la literatura Dr. Alejandro Gómez-Ruiz, Dr. Francisco Antonio Medina-Vega, Dr. Hector David Tejeda-Tapia Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 154 Characteristics of non caloric edulcorants and their use in children Raúl Calzada-León MD, María de la Luz Ruiz-Reyes MD, Nelly Altamirano-Bustamante MD, Miriam Mercedes Padrón-Martínez MD Anorectal malformations: history and current management Carlos Baeza-Herrera MD, Víctor Alarcón-Quezada MD, Heladio Marino Nájera-Garduño MD, Luis Manuel García-Cabello MD REPORT OF AN INTERESTING CASE 161 Bilateral eventration of the diaphragm: report of a case and review of the literature Alejandro Gómez-Ruiz MD, Francisco Antonio Medina-Vega MD, Hector David Tejeda-Tapia MD Índice INQUIETUDES Y REFLEXIONES CONCERNS AND REFLECTIONS 166 166 Colaborando para mejorar la calidad de vida de personas con inmunodeficiencias primarias: Semana Internacional de Inmunodeficiencias Primarias 2013 Ricardo Sorensen MD, Amos Etzioni MD, Ahmed Aziz MD, John B. Zeiger MD Collaborating to improve quality of life in patients with primary immunodeficiencies: World Primary Immunodeficiency Week (WPIW) 2013 Ricardo Sorensen MD, Amos Etzioni MD, Ahmed Aziz MD, John B. Zeiger MD CRITERIOS PEDIÁTRICOS PEDIATRIC CRITERIA 171 171 173 Clasificación de los biomarcadores en las enfermedades del sistema nervioso central Biol. Fernando A. Gómez-Hernández, M en C. Aristides III Sampieri, Dra. Liliana Carmona-Aparicio Juguetes seguros Dr. Armando Reyes-Cadena 173 Classification of biomarkers in central nervous system diseases Fernando A. Gómez-Hernández Biol., Aristides III Sampieri M en S, Liliana Carmona-Aparicio MD Safe toys Armando Reyes-Cadena MD Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Acta Pediatr Mex. 2013;34:119-121 Editorial Permitir morir en forma natural: la actitud detrás de un término S alvar la vida puede lograrse y ha sido el objetivo del quehacer médico a lo largo de la historia. Las herramientas científicas y tecnológicas han permitido lograrlo en gran número de pacientes; desgraciadamente, al mismo tiempo nos ha sido cada vez más difícil enfrentar la muerte como el momento último, ineluctable de la vida. La ventilación mecánica, la terapia transfusional y el uso de múltiples nuevos fármacos han permitido salvar y prolongar la vida de muchos pacientes quienes de otra manera no lo hubieran logrado. Actualmente el paro cardiorrespiratorio no siempre es sinónimo de muerte gracias a las maniobras y técnicas de reanimación cardiopulmonar, cuyo objetivo es devolver y mantener la función cardíaca y pulmonar cuando han cesado, a fin de mantener un adecuado flujo sanguíneo cerebral. Desafortunadamente, a pesar de la constante mejora de la técnica, son muchas las variables que influyen en que esto se logre, lo cual ocasiona frecuentemente y de manera indeseable, isquemia en los órganos del cuerpo, sobre todo gran daño al sistema nervioso central. La discapacidad resultante puede ser catastrófica; muchos enfermos sobrevivirán con graves secuelas como el estado vegetativo persistente. Es entonces cuando surgen preguntas determinantes: ¿Siempre es un beneficio realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar? Pensamos que no. ¿Qué debe hacer el médico cuando su empeño por curar resulta infructuoso e incluso perjudicial para el paciente? La respuesta debe www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 ser: permitirle morir de manera natural. Actuar de manera contraria se denomina encarnizamiento u obstinación terapéutica. Es poco probable que los excesos en los tratamientos médicos se hagan por parte del personal de salud con dolo o con mala intención. Nadie en su sano juicio desea sufrir o hacer sufrir. No obstante, en el afán incansable por luchar contra la muerte de nuestros pacientes, existe el riesgo de instaurar tratamientos fútiles que sólo prolongarán una agonía; causarían daño, a pesar de la buena voluntad. Con base en el principio ético de la autonomía y en un modelo deliberativo de la relación médico-enfermo surge el uso de un documento donde se expresa la voluntad clara del paciente de manera anticipada cuando ha recibido información completa y veraz acerca de la incurabilidad de su enfermedad: Si llegase a sufrir paro cardiorrespiratorio como consecuencia de una enfermedad avanzada sus médicos no deberán iniciar maniobras de reanimación avanzada (ONR – Ordenes de no reanimar o DNR por sus siglas en inglés - “Do not attempt resuscitation”). El objetivo último de las Órdenes de No Reanimar es no prolongar la vida de manera innecesaria para evitar el sufrimiento; el resultado será el deceso, deseable para el enfermo; tal vez no para sus familiares y médicos. Respetar esta voluntad es una actitud correcta y éticamente válida; no obstante, su aplicación en la práctica es muy compleja ya que va acompañada de un tinte trágico y una muy pesada carga emocional para los médicos y para los familiares del enfermo. Para los primeros, significa fracaso por no poder curar la enfermedad y rendición ante los límites que tiene la medicina; para los familiares, la despedida inevitable de su ser amado. 119 Editorial En México la Ley General de Salud, en el Artículo 166 Bis considera obligación del médico: conocer los límites entre tratamiento curativo y paliativo, garantizar una muerte natural en condiciones dignas en el caso de las enfermedades en etapa terminal y establecer la frontera entre la defensa de la vida y la obstinación terapéutica. El mismo documento reconoce como derecho del paciente dar su consentimiento informado por escrito, para la aplicación o no de tratamientos, medicamentos y cuidados paliativos adecuados a su enfermedad. En el caso de los niños, los padres son los representantes legales. En el Distrito Federal, la Ley de Voluntad Anticipada, aplicada desde el año 2008 establece el procedimiento para que una persona que sufre una enfermedad incurable exprese su decisión de manera escrita y legal. A pesar de existir un contexto legal claro, la mayor dificultad para lograr que estos principios se lleven a la práctica, es el desconocimiento del médico al respecto y su inhabilidad para comunicar al paciente y sus familiares que ya no conviene al mejor interés del enfermo realizar procedimientos avanzados (o “heroicos”, como muchas veces les llamamos). Los médicos asustamos a los pacientes con terminología técnica y hasta cierto punto inhumana como “no reanimar”. Ellos lo asocian a abandono; el propósito totalmente benéfico de estas órdenes se oculta detrás de unas palabras que tal vez no son las más adecuadas. Como dice el Rev. Chuck Meyer: “los familiares sólo escucharán el no de “no reanimar”. En primer lugar, habría que preguntarnos: ¿Qué autoridad tenemos para “decidir” si una vida puede continuar o no? Indudablemente ninguna. Sin embargo, el médico carga con esa enorme responsabilidad innecesariamente autoimpuesta: olvidan que los pacientes fallecen a consecuencia de la enfermedad; del cáncer avanzado, de la malformación congénita, etcétera y no de una conducta prudente que consiste en no prolongar la agonía; aunque indeseable, la muerte es parte de la vida. Es absurdo que pretendamos ejercer autoridad sobre la vida y la muerte; odenar si un paciente vive o no. En segundo lugar, ordenar “no hacer” conlleva en esta decisión un tono de omisión, de abandono, de fracaso y de fatiga por parte de los médicos. Nadie deseará que se le abandone y menos al final de la vida. Los médicos pensamos: “si dejo de hacer, pensarán que lo estoy matando”, cuando dejar de luchar contra la muerte no significa dejar de vivir. 120 El término no importa tanto como lo que éste lenguaje representa; tal vez sólo lleve unos minutos hablar acerca de la muerte inminente con el enfermo y sus allegados y la decisión de “no hacer de más”; pero las palabras resonarán estruendosamente en la mente de la familia por mucho tiempo. En el año 2000 el Rev. Chuck Meyer propuso reemplazar el nombre de este documento por “permitir la muerte natural” (AND por sus siglas en inglés: allow natural death) y así facilitar la comprensión de lo que realmente se pretende: aceptar la imposibilidad de cambiar la historia natural de la enfermedad y evitar procedimientos que prolonguen la vida sin ningún sentido, continuando el alivio de síntomas y signos que amenazan el confort. En el mundo existe creciente tendencia a remplazar estos términos. “Ordenar no hacer” puede entenderse como estar firmando la sentencia de muerte propia o de nuestro ser amado. Por el contrario, permitir implica una acción positiva y participativa ante el cuidado del paciente, pero que no intenta controlar absurdamente el final de la vida de un enfermo. Esta perspectiva aligera la pesada carga de impotencia y frustración que los médicos y los familiares llevan sobre los hombros. ¡Y qué mejor si el fin ocurre de manera “natural”! Los humanos siempre hemos entendido lo natural como inherentemente bueno; si vemos la muerte como un fenómeno natural, la veremos como algo bueno en esencia. Este acercamiento representa lo que nadie quiere: morir conectado a un ventilador, a máquinas, medicamentos y nutrición que sólo proporcionan una vida “artificial”. Desde este enfoque recordamos que somos parte de un ciclo que inicia y termina ineludiblemente, y que es inútil luchar contra semejante destino. Este mensaje no es una iniciativa que menosprecie el sorprendente beneficio de la reanimación cardiopulmonar o desanime los esfuerzos por curar; pero sí, hace un llamado a la conciencia de la comunidad médica para cambiar la perspectiva a través de la cual miramos el final de la vida. Sustituir el término “órdenes de no reanimar” por “Permitir morir en forma natural” establece de manera más clara la finalidad del tratamiento en la agonía, alivia los remordimientos de los involucrados, favorece la resignación de todos ante el paso de la vida y ante la muerte, y pretende mitigar, si es posible, el carácter trágico inherente a este momento. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Editorial Dr. Jorge Mauricio Cervantes-Blanco * Dr. Armando Garduño-Espinosa ** * Neurólogo Pediatra Adscrito, Unidad de Medicina Paliativa, Instituto Nacional de Pediatría (INP) **Pediatra, Subdirector Médico, Jefe de la Unidad de Medicina Paliativa, INP Correspondencia: Dr. Jorge Mauricio CervantesBlanco, Unidad de Medicina Paliativa; Instituto Nacional de Pediatría. Insurgentes Sur 3700-C, Col. Insurgentes Cuicuilco; Coyoacán. 04530 México, D.F. E-mail: mcerblan@gmail.com Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 2. 3. 4. 5. Berkowitz I, Morrison W. Do not attempt resuscitation, orders in pediatrics. Pediatr Clin North Am 2007;54:757-71. Knox C, Vereb JA. Allow natural death: A more human approach to discussing end-of-life directives. J Emerg Nurs 2005;31:560-1. Jones B, Parker-Raley J, Higgerson H, Christie LA, Legptt S, Greathouse J. Finding the right words: Using the terms allow natural death (AND) and do not resuscitate (DNR) in pediatric palliative care. J Healthcare Qual 2008;30:55-63. http://www.hospicepatients.org/and.html Venneman SS, Narnor-Harris P, Perish M, Hamilton M. “Allow natural death” versus “do not resuscitate”: three words that can change a life. J Med Ethics 2008;34:2-6. 121 Acta Pediatr Mex. 2013;34:123-126 Artículo original Necrosis intestinal extensa secundaria a vólvulo. Tratamiento diferido Dr. David Mejía-Camacho * , Dr. Rafael Alvarado-García **, Dr. Pedro S. Jiménez-Urueta ***, Dr. Byron A. Pacheco-Mendoza *, Dr. Kepler García-Leguízamo * Resumen Abstract La malrotación intestinal con vólvulo y necrosis extensa es una de las urgencias quirúrgicas que enfrenta el cirujano pediatra. El tratamiento consiste en la técnica quirúrgica descrita por William Ladd en 1936. En casos donde se cuestione la viabilidad se ha descrito la realización de laparotomía de revisión (“second look”) previa colocación de drenajes. Se presenta el caso de un lactante con extrofia de cloaca quien al mes de edad tuvo un cuadro compatible con vólvulo intestinal. Fue operado. Durante la intervención se halló necrosis de más del 90% del intestino. Se colocaron drenajes. En una segunda revisión seis semanas después la recuperación intestinal fue de aproximadamente el 70%. Intestinal malrotation with volvulus and extensive necrosisis is the deadliest emergency faced by the pediatric surgeon. Treatment consists in surgical repair using the technique described by William Ladd in 1936. In some cases where viability is in questionable a second look laparotomy upon placement of drains has been described. We report the case of a one month old infant with cloacal extrophy who had an intestinal volvulus. During the surgical procedure necrosis of more than 90% of the vowel was seen. Surgical drains were placed and second look laparotomy six weeks later was performed with intestinal recovery of 70%. Palabras clave: Malrotación intestinal, vólvulo, síndrome de intestino corto, laparotomía de revisión (“second look”). Key words: Intestinal malrotation, volvulus, short bowel syndrome, second look laparotomy. L consistió en deshacer el vólvulo, colocación de drenajes y realizar una laparotomía de revisión (“second look”) tardíamente. La recuperación intestinal fue de aproximadamente 70%. a malrotación intestinal con vólvulo y necrosis extensa es una de las urgencias quirúrgicas que enfrenta el cirujano pediatra. El tratamiento consiste en la técnica quirúrgica descrita por William Ladd en 1936, aunque existen muchas variantes.1 Se presenta el caso de un lactante cuyo tratamiento * ** *** Residente de 4to año, Servicio de Cirugía Pediátrica. Médico adscrito al Servicio de Cirugía Pediátrica. Jefe de Servicio Cirugía Pediátrica. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, ISSSTE; Servicio de Cirugía Pediátrica. Correspondencia: Dr. David Mejía Camacho. Centro Médico Nacional 20 de Noviembre ISSSTE. Félix Cuevas # 540, Col. Del Valle, Del. Benito Juárez, CP 03229, México D.F. Tel: 5200-5003, ext. 14315 Cel. 55 1353 5526, dmejiamd@gmail.com Recibido: mayo, 2012. Aceptado: enero, 2013. Este artículo debe citarse como: Mejía-Camacho D, AlvaradoGarcía R, Jiménez-Urueta PS, Pacheco-Mendoza BA, GarcíaLeguízamo K. Necrosis intestinal extensa secundaria a vólvulo. Tratamiento diferido. Acta Pediatr Mex. 2013;34:123-126. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 PRESENTACIÓN DEL CASO Lactante masculino, hijo de madre de 28 años. Se diagnosticó oligohidramnios severo por ruptura prematura de membranas. Se interrumpió el embarazo, el producto tenía Capurro de 34 semanas, Apgar 7/8, peso 1750 g; extrofia de cloaca (Figura 1), caracterizada por un defecto amplio de la línea media de la pared abdominal, en cuyo interior existía una protrusión de íleon terminal en la parte superior del defecto. En el centro había un pequeño tejido correspondiente al trígono vesical de 2 x 3 cm, adonde desembocaban los uréteros; en la parte inferior se veía el recto sigmoides de aproximadamente 3 cm, que terminaba en fondo de saco. Los estudios de imagen revelaron la ectopia renal izquierda. 123 Mejía-Camacho D et al. Figura 1. Aspecto de la extrofia de cloaca al momento del ingreso del paciente. El paciente fue operado; se realizó una ureterostomía bilateral, anorrectoplastia por vía abdominoperineal, ileostomía de dos bocas, cierre del defecto genital con unión en la línea media. Se inició alimentación por vía oral, fue bien tolerada; sin embargo, tres semanas después, el paciente tuvo distensión abdominal, el estoma funcional tenía coloración negruzca; vómitos de contenido biliar (Figura 2). Se sospechó un vólvulo intestinal, por lo cual fue sometido a una laparotomía exploradora en la cual se halló un vólvulo del intestino medio con doble torsión equivalente a 720°, y más del 90% del intestino con áreas extensas de isquemia, sin peristalsis, friables, sin pulso a nivel del mesenterio (Figuras 3 y 4). Se deshizo el vólvulo. A pesar de esta maniobra, el intestino mostraba signos de daño aparentemente irreversible por lo que se colocaron drenajes. En el postoperatorio se pudo observar una fístula enterocutánea y dehiscencia de la herida quirúrgica. Se dio tratamiento de sostén y se decidió esperar seis semanas para efectuar una cirugía de segunda revisión (“second look”). Se hizo una incisión supra e infraumbilical, en la línea media de la cavidad abdominal. Se observó que el intestino se había recuperado aproximadamente en un 70% de los segmentos afectados, que tenía buena coloración; el mesocolon se veía engrosado. Se realizó una anastomosis en el sitio de la fístula y se dejó ileostomía terminal (Figuras 5 y 6). A un año de seguimiento el paciente se encuentra bien, en su domicilio, con tra- 124 Figura 2. Radiografía toracoabdominal que muestra gran distensión de asas intestinales. Figura 3. Intestino con vólvulo, sin datos de viabilidad. tamiento para intestino corto; alimentación enteral; ha aumentado de peso. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Necrosis intestinal extensa secundaria a vólvulo Figura 4. Intestino friable, sin recuperación, después de corregir el vólvulo. Figura 6. Aspecto transoperatorio; se aprecia el mesenterio engrosado, las asas intestinales muestran buena coloración. Figura 5. Seis semanas después, herida quirúrgica dehiscente, con exposición de asas intestinales. ANÁLISIS En la malrotación con vólvulo intestinal el intestino delgado gira sobre un pedículo delgado de mesenterio. Es la complicación más temida de la malrotación. Si no es Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 operado de manera inmediata puede ser causa de isquemia intestinal, necrosis y síndrome de intestino corto. Este problema ocurre en 1 de 5,000 nacidos vivos, de los cuales 90% presenta síntomas antes del año de edad y la mitad, vólvulo que se identifica al momento de la cirugía. 1 El cuadro clínico de un paciente con vólvulo consiste en distensión abdominal y vómitos biliares de inicio súbito. La radiografía simple de abdomen puede mostrar distribución anormal de aire, niveles hidroaéreos así como aire libre subdiafragmático que sugiere perforación intestinal. Un estudio de contraste revela dilatación gástrica y una imagen en “sacacorchos”. El ultrasonido puede mostrar líquido libre y el “signo del remolino” como imagen sugestiva de vólvulo intestinal. El USG Doppler es muy útil para valorar la viabilidad intestinal. 2,3 Estos pacientes deben ser operados en cuanto se realice el diagnóstico, debido a que la necrosis será directamente proporcional al tiempo que permanezca el vólvulo. El procedimiento de Ladd se ha considerado el tratamiento de elección de la malrotación intestinal. Consiste en evisceración, liberación del vólvulo, sección de las bandas de Ladd, apendicectomía, fijación de la válvula ileocecal a la izquierda y ampliación del pedículo de mesenterio. 4 125 Mejía-Camacho D et al. En caso de necrosis intestinal el tratamiento consistirá en la liberación del vólvulo, resección del intestino necrosado y anastomosis primaria o derivación intestinal. 5 La cirugía de revisión (“second look”) se realiza cuando existen múltiples áreas intestinales con viabilidad dudosa; cuando la totalidad del intestino medio parece no ser viable o cuando los signos y síntomas sugieren la necrosis progresiva del intestino. Existen tres principios que se deben considerar en estos pacientes: 1) La prioridad es preservar la mayor longitud intestinal y evitar resecciones intestinales innecesarias. 2) Evitar anastomosis entre porciones intestinales con viabilidad cuestionable. 3) Tener en mente que la resección completa del intestino medio requiere que el paciente debe recibir nutrición parenteral de por vida o trasplante intestinal. La base del tratamiento quirúrgico consiste en “parche, drenaje y espera”; tiene por objeto preservar la mayor longitud intestinal posible, lo cual se basa en el principio simple pero efectivo de “no resecar intestino y no realizar enterostomías” 5. La intención de la laparotomía de revisión (“second look”) en pacientes con isquemia o necrosis intestinal extensa es lograr un máximo de salvamento del intestino comprometido. Un drenaje de la cavidad abdominal adecuado, el tratamiento con triple esquema antimicrobiano y la nutrición parenteral total facilitan este objetivo. Tradicionalmente esta segunda cirugía de revisión se realiza entre las 48 y 72 horas después. Pero existe literatura que indica que la cirugía de revisión “diferida” de cuatro a seis semanas puede dar mayor oportunidad de recuperación del tejido isquémico. Se cree que la causa de esta respuesta es el factor de crecimiento endotelial vascular. La hipoxia así como el óxido nítrico tienen un papel importante en la angiogénesis. 6,7 Nuestro paciente tenía vólvulo del intestino medio con un área intestinal extensa no viable, por lo que, para darle 126 una alternativa y no sacrificar completamente el intestino se decidió manejarlo con drenaje, además de cirugía de revisión (“second look”), diferida seis semanas, a fin de revalorar la lesión y dar tiempo suficiente para la recuperación de la isquemia. Así fue posible preservar una longitud intestinal adecuada. Únicamente encontramos en la literatura un caso bien documentado en donde se trató un paciente con vólvulo de intestino medio con una laparotomía de revisión (“second look”) diferida. 5 Consideramos que el procedimiento de ‘parche, drenaje y espera’ combinado con laparotomía de revisión (“second look”) diferida, es una buena alternativa en caso de lesión intestinal isquémica extensa. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Shew SB. Surgical concerns in malrotation and midgut volvulus. Pediatr Radiol. 2009;39(Suppl 2):S167–S71. 2. Baeza HC, Escobar IMA, Martínez RML, García CLM, Nájera GHM. Malrotación y vólvulo intestinal perinatal. Acta Pediatr Mex 2008;29(2):73-7. 3. Okada T, Yoshida, Iwai J, Matsunaga T. Pulsed Doppler sonography for the diagnosis of strangulation in small bowel obstruction. J Pediatr Surg. 2001;36:430-5. 4. Lampl B, Levin TL, Berdon WE, Cowles RA. Malrotation and midgut volvulus: a historical review and current controversies in diagnosis and management. Pediatr Radiol. 2009;39:359–66. 5. Houben CH, Mitton S, Capps S. Malrotation volvulus in a neonate: a novel surgical approach. Pediatr Surg Int. 2006;22:393–4. 6. Moore TC, Collins DL, Nguyen M. Marked (24-fold) elevation of peritoneal cavity drainage fluid vascular endothelial growth factor after successful ‘‘patch, drain, and wait’’ approach for extensive midgut necrosis in a newborn. Pediatr Surg Int. 2002;18:400–4. 7. Moore TC. Successful use of the ‘‘patch, drain and wait’’ laparotomy approach to perforated necrotizing enterocolitis: is hypoxia-triggered ‘‘good angiogenesis’’ involved? Pediatr Surg Int. 2000;16:356–63. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Acta Pediatr Mex. 2013;34:127-131 Artículo original Tos ferina diagnosticada clínica y bacteriológicamente en seis casos Dr. Mario Arellano-Penagos *, Dr. Eduardo Aranda-Patrón **, Dra. Laura L. López-Sotomayor *** RESUMEN ABSTRACT La tos ferina es un padecimiento endémico en nuestro medio. Cada tres a cuatro años tiene un comportamiento epidémico, aun en países con buen control sanitario. La vacuna antipertussis se aplica a partir de los dos meses de edad y se refuerza a los cuatro y seis meses, que le confiere una protección de ocho a diez años por lo que se ha sugerido la vacunación de embarazadas en el tercer trimestre ya que el padecimiento puede presentarse en menores de un mes y refuerzos en población mayor para evitar que haya portadores asintomáticos. El cuadro clínico se reconoce fácilmente por la afectación respiratoria, fundamentalmente por la tos y sus características. El diagnóstico se apoya en la leucocitosis y linfocitosis del hemograma y por algunas características radiológicas del tórax; se corrobora por el cultivo positivo de la Bordetella pertussis o la reacción de polimerasa en cadena (PCR). Durante la evolución clínica no complicada del padecimiento los macrólidos siguen siendo la mejor terapéutica, pero se sugiere una observación clínica estrecha a fin de reconocer complicaciones que pueden causar la defunción de estos pacientes. Se considera replantear los esquemas de vacunación contra Bordetella en la población mexicana y la notificación por todos los médicos del padecimiento a las instancias de salud correspondientes. Pertussis is an endemic disease in our population. Every 3 to 4 years, pertussis has an epidemic pattern even in countries with good health conditions. Antipertussis vaccine first dose is administered at the age of 2 months; a second and third dose are given at 4 and 6 months of age. This vaccine has an 8 to 10 year protective effect, for which reason it is suggested that pregnant women in the third trimester should be vaccinated in order to prevent pertussis in newborns. It should also be administered to older people to avoid turning them into asymptomatic carriers. Clinic manifestations are easily identifiable due to respiratory symptoms, especially to the particular characteristics of the cough. The diagnosis is supported by the presence of leukocytosis (predominantly lymphocytes) and by certain thoracic radiologic findings. The diagnosis is confirmed with a positive culture for Bordetella pertussis or with a polymerase chain reaction (PCR). In a non complicated clinic course macrolides are still the best therapeutic choice. Nonetheless clinic observation is highly recommended in order to avoid complications. Redefinition of vaccine programs against Bordetella pertussis in Mexican population is recommended and also to notify the presence of the disease to the corresponding health authorities. Palabras clave: Tos ferina, Bordetella pertussis, vacuna antipertussis, leucocitosis, linfocitosis, reacción de polimerasa en cadena (PCR). Key words: Pertussis, Bordetella pertussis, antipertussis vaccine, lymphocytes, leukocytes, polymerase chain reaction (PCR). * Enseñanza e Investigación. Hospital Pediátrico Coyoacán ** Medicina Preventiva. Hospital. Pediátrico Coyoacán *** Terapia Intensiva Pediátrica. Hospital Pediátrico Coyoacán a tosferina es una enfermedad infecto-contagiosa, llamada también pertussis, tos quinta, o enfermedad de los 100 días. Su agente etiológico es un bacilo aerobio, gram-negativo, pleomórfico, no móvil, la Bordetella pertussis. La bacteria infecta únicamente a humanos y se adquiere por transmisión directa de secreciones de las vías respiratorias. La Bordetella pertussis se adhiere a las células ciliadas del epitelio nasofaríngeo y del árbol traqueobronquial mediante las moléculas de adhesión: hemaglutinina filamentosa (HFA), fimbrias, per- Correspondencia: Dr. Mario Arellano-Penagos. Hospital Pediátrico Coyoacán. Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal. Moctezuma 18 Col. Del Carmen Coyoacán. Teléfono 55-54-89-78 Recibido: agosto, 2012. Aceptado: febrero, 2013. Este artículo debe citarse como: Arellano-Penagos M, Aranda-Patrón E, López-Sotomayor LL. Tos ferina diagnosticada clínica y bacteriológicamente en seis casos. Acta Pediatr Mex. 2013;34:127-131. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 L 127 Arellano-Penagos M et al. tactina y otras proteínas de superficie. Estas, junto con la toxina pertussis (TP), la citotoxina traqueal (CTT), la toxina dermonecrótica (TDN) y la toxina de adenil-ciclasa (TAC), son algunos de los responsables de la patogenicidad. 1,2 Se presentan seis casos diagnosticados clínica y bacteriológicamente de tos ferina, atendidos en un Hospital Pediátrico de segundo nivel de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Se señalan los datos clínicos de estos pacientes. Se hace énfasis en la importancia de la vacunación oportuna, el reconocimiento de los síntomas clínicos en niños y en adultos, las normas de tratamiento que indica la guía respectiva y la conveniencia del informe epidemiológico que permita conocer mejor la prevalencia de la tos ferina en nuestro medio. MATERIAL Y MÉTODOS Se estudiaron dos recién nacidos y cuatro lactantes en el Hospital Pediátrico Coyoacán de la Secretaría de Salud del Distrito Federal entre septiembre de 2010 y abril de 2012. Todos tenían el cuadro clínico característico de tos ferina. Se les hizo biometría hemática completa, radiografía de tórax y cultivo en raspado nasal y faríngeo de Bordetella pertussis; este último se hizo en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos. (InDRE). RESULTADOS El Cuadro 1 muestra que cinco de los pacientes eran menores de cuatro meses y sólo un paciente tenía nueve meses. Todos provenían del sur del DF. Se hicieron visitas domiciliarias para tratar de establecer el contacto, origen del padecimiento; sólo se logró en un caso, un tío del paciente. Las cartillas de inmunizaciones mostraron ausencia de inmunizaciones a DPT en cuatro casos y esquema incompleto en dos de los niños. Otros dos, de un mes de edad murieron. El Cuadro 2 muestra los síntomas del niño que informó el familiar al ingreso del paciente. El síntoma principal fue tos en accesos hasta de 50 de ellos, paroxística, cianosante y emetisante. También se mencionaron disnea, estridor y en un caso, hemorragia conjuntival. En el Cuadro 3 se aprecian los síntomas principales de los pacientes al ingreso y durante el internamiento: taquipnea, dificultad respiratoria de leve a intensa, murmullo vesicular disminuido, estertores y sibilancias. 128 En el Cuadro 4 se muestra la cuenta leucocitaria que varió de 20,000 a 47,000 con predominio de linfocitos. La radiografía de tórax mostró opacidades peribronquiales e imágenes micronodulares diseminadas y en algunos casos zonas neumónicas. Todos los pacientes mostraron cultivo positivo a Bordetella pertussis. El Cuadro 5 muestra el esquema acelerado de vacunación con la vacuna pentavalente acelular propuesta por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA). ANÁLISIS La incidencia de la tos ferina se desconoce y puede variar debido a los ciclos epidémicos que ocurren cada dos a cinco años. 1,3,4 Este padecimiento continúa siendo endémico en todo el mundo, aún en países con buena cobertura de vacunación y es una causa importante de morbilidad. 5,6 El cuadro clínico incluye: tos paroxística, emetisante, estridor inspiratorio y periodos de apnea; sin embargo, los síntomas pueden ser leves y parecer una infección viral de las vías respiratorias. Es más severo en etapa temprana de la vida, cuando ocurren la mayoría de las infecciones. Los adolescentes y adultos son portadores asintomáticos o con leves síntomas y pueden transmitir el padecimiento a los niños. 6-10 Entre las principales complicaciones de la tos ferina están la neumonía, crisis convulsivas, encefalopatía, problemas de nutrición, epistaxis, edema facial, septicemia, insuficiencia cardiaca etc., estados mórbidos, que en ocasiones son fatales. 11-13 Existen varios métodos para confirmar los casos sospechosos de tos ferina entre ellos el cultivo que es la prueba fundamental, con alta especificidad y sensibilidad; la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real o cuantitativa (Q-PCR), método rápido y específico; la dFA considerada como prueba complementaria. 6,10 La inmunidad que proporciona la vacunación tiene duración limitada. Con la vacuna DPT de células completas y vacunas DTPa pediátricas, la inmunidad empieza a disminuir después de tres a cinco años, y no existe protección demostrable de los diez a los 12 años. Con la vacuna DPT acelular (DTPa) no se ha determinado aún la duración de la protección, pero los valores de anticuerpos postvacunación sugieren que dura entre cinco y diez años. Por esta razón algunos países han decidido revacunar a Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Tos ferina diagnosticada clínica y bacteriológicamente en seis casos Cuadro 1. Datos generales de pacientes con diagnóstico de tos ferina Caso Expediente hospitalario Edad Procedencia Contactos Inmunizaciones Egreso 1 2 3 4 5 6 134294 134558 133986 134872 135133 133018 2 meses 9 meses 2 meses 4 meses <1 mes <1 mes Coyoacán Coyoacán Iztapalapa Alvaro Obregón Gustavo A. Madero Alvaro Obregón No se indentificó No se indentificó No se indentificó Tío No se indentificó No se indentificó Ninguna 1 dosis DPT Ninguna 1 dosis DPT Ninguna Ninguna Alta Alta Alta Alta Defunción Defunción Cuadro 2. Síntomas referidos por el familiar del paciente a su ingreso al hospital Tos Caso Paroxística Accesos Cianosante Espasmódica Emetizante Estridor 1 2 3 4 5 6 ++ ++ ++ ++ 8 golpes 40 golpes 9 golpes 20 golpes 50 golpes 27 golpes ++ +++ +++ ++ + + + + ++ + ++ + ++ ++ + ++ Disnea Sibilancias + ++ ++ ++ ++ +++ +++ + Cuadro 3. Síntomas presentes al ingreso de los pacientes Caso Temp. F.R. F.C. Cianosis Murmullo vesicular Dificultad respiratoria Estertores 1 2 3 4 5 6 Si Si No Si Si Si 56 40 40 50 43 40 130 120 120 120 108 134 No Si No No Si Si Disminuido Disminuido Normal Normal Disminuido Disminuido Leve Leve No Leve Intensa Intensa Si Si Si Si Si Si F.R y F.C por minuto Cuadro 4. Hallazgos de laboratorio, radiológicos y bacteriológicos Casos Leucocitos/linfocitos Rx Tórax Cultivo Bordetella pertussis 1 2 3 20,000 80% 39,000 69% 8,960 65% Positivo Positivo Positivo 4 44,600 83% 5 6 47,000 53.6% 21,900 69% Infiltrado micro y macronodular Infiltrado micro y macronodular Infiltrado micro y macronodular y foco neumónico en región basal derecha Flujo pulmonar aumentado e infiltrado parahiliar Neumonía e infiltrado micronodular bilateral Infiltrado micronodular bilateral Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Positivo Positivo Positivo 129 Arellano-Penagos M et al. Cuadro 5. Tratamiento farmacológico previo al ingreso Caso 1 2 3 4 5 6 Antipirético Antitusígeno Antibiótico Mucolíticos Benzononato Paracetamol Ampicilina Ambroxol Ambroxol Ampicilina Ambroxol Benzononato Naproxeno Paracetamol Ampicilina la población que incluye niños mayores, adolescentes, adultos, mujeres no embarazadas, en posparto inmediato, trabajadores de la salud, etc. 14-40 El Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA) ha sugerido vacunar a las embarazadas, a fin de que generen anticuerpos y se transmitan al feto, por lo que el niño nacerá con protección hasta cumplir dos meses de edad, cuando debe aplicarse la primera dosis de vacuna incluida en el esquema universal de inmunización. La documentación de Bordetella pertussis en cultivo no se considera como una prueba rápida de laboratorio. El cultivo en combinación con PCR es superior para identificar enfermos durante un brote de tos ferina. En nuestros pacientes no se aplicó la vacuna o se aplicó en forma incompleta, lo que explica que hayan enfermado y que dos de ellos fallecieran. La enfermedad puede no ser reconocida sobre todo en su fase inicial, razón por la que puede pasar a cuadro clínico con severas complicaciones y aun la muerte. En adultos y adolescentes hay portadores asintomáticos o con mínimos síntomas que contagian a recién nacidos o lactantes vulnerables. La enfermedad puede tener un curso clínico leve y ser tratada en forma ambulatoria pero hacemos énfasis en que conviene su notificación a las instancias de salud pública para tener presente el comportamiento epidemiológico de la tos ferina. En otras ocasiones la enfermedad tiene un curso clínico grave con serias complicaciones y aun la muerte como en dos de nuestros casos. El tratamiento útil hasta el momento sigue siendo con macrólidos. 130 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 1. Los médicos deben tomar en cuenta los datos clínicos y de laboratorio que orientan al diagnóstico de la tos ferina y tomar cultivos para identificar Bordetella pertussis en exudado nasal en los Laboratorios Estatales de Salud Pública (LESP) de cada entidad federativa. Una vez estandarizada la técnica de PCR en tiempo real, en todas las entidades federativas del país, esta prueba da un diagnóstico rápido y oportuno. 2. Considerar la aplicación con DPTa (vacuna acelular) a las mujeres embarazadas en el tercer trimestre del embarazo, a fin de proteger al recién nacido con la producción de anticuerpos maternos, hasta el inicio de la primera dosis de la vacuna contra tos ferina en el esquema acelerado de vacunación, el cual inicia al mes y medio de edad. Dicha estrategia es recomendada por el grupo de expertos del Consejo Nacional de Vacunación (CONAVA) y por el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA). 3. Se debe revacunar al personal de salud con DPTa, para evitar infecciones intrahospitalarias por diseminación de secreciones entre el personal hospitalario y pacientes. 4. Vacunación con DPTa a los grupos vulnerables como adolescentes y adultos mayores por ser considerados como portadores asintomáticos de la bacteria en las vías respiratorias. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Consenso sobre la infección y la prevención de tos ferina. Salud Púb Méx. 2011;53(1):57-65. Cotter PA, Miller JF. Bordetella. In: Grossman EA Ed. Principles of bacterial pathogenesis. London: Academic Press; 2001. p. 620-774. Sapian-López LA, Valdespino JL, Salvatierra B, Tapia Conyer R, Gutiérrez G, Macedo J, et al. Seroepidemiology of whooping cough in México. Salud Pública Mex. 1992;34:177-185 Nicholas WMc. Pertussis: review of epidemiololgy diagnosis, management and prevention. Paediatr Resp Rev. 2008;9:201-12. Celentano LP, Massari M, Paramatti D, Salmaso S, Tozzi AE. Resurgence of pertussis in Europan. 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Se acompaña de una malformación anorrectal, que puede ser una fístula que comunica con la vía urinaria, con la vagina, con el vestíbulo, o puede terminar en fondo de saco ciego. Este trabajo describe una rara variante de malformación de anorrectal en dos casos con BC o CP tipos II y III respectivamente. El diagnóstico se sospechó por una radiografía simple de abdomen y un colograma distal. Se confirmó en el transoperatorio. Se analizan las controversias en el tratamiento quirúrgico y se hace énfasis en el seguimiento de los pacientes con cualquier variedad de malformación anorrectal así como su etapa de rehabilitación intestinal. Congenital colon pouch syndrome, is an infrequent clinical condition in which the colon is totally o partially replaced by a cystic dilatation, and is associated with an anorectal malformation; which may be a urinary tract fistula, a vaginal or vestibule fistula, or a cul-de-sac. We present a rare variant of the anorrectal malformation, with two cases of colon pouch types II and III respectively. The diagnosis was suspected in a plain X-ray and on a distal colostogram. It was confirmed during surgery. The controversial aspects of surgical options are discussed, and emphasis is made on the importance of the follow-up of patients with anorectal malformations, including the need for bowel rehabilitation. Palabras clave: Malformación anorrectal, “congenital colon pouch”, bolsa colónica congénita, colograma, rehabilitación intestinal. Key words: Anorectal malformation, congenital colon pouch, colostogram, bowel rehabilitation. l síndrome de bolsa colónica congénita (BC) (congenital colon pouch: CP) es un padecimiento infrecuente en la cual el colon es reemplazado total o parcialmente por una dilatación quística. Se acompaña de una malformación anorrectal, que puede ser una fístula a la vía urinaria, a la vagina, al vestíbulo, o terminar en fondo de saco ciego. Existen varias clasificaciones anatómicas de la bolsa colónica congénita 1,2 pero básicamente se consideran cuatro tipos basados en la extensión del colon involucrado descritos por Narasimharao et al citado por 1. En el tipo I el colon normal está completamente ausente y la apertura del íleon entra directamente en la bolsa colónica. En el tipo II el ciego y un segmento de colon normal están presentes en situación proximal a la bolsa colónica; en el tipo III el colon proximal normal se extiende por lo menos hasta la flexura hepática, pero no llega al colon descendente. En el tipo IV el colon descendente es casi normal en longitud y solamente la porción terminal, el recto y una longitud variable de sigmoides, quedan incluidos dentro de la bolsa colónica. (Figura 1) E * ** Departamento de Cirugía. Departamento de Radiología. Centro Colorrectal para los niños de México y Latinoamérica. Hospital para el Niño Poblano Correspondencia: Dr. Luis de la Torre-Mondragón. Hospital para el Niño Poblano. Blvd. del Niño Poblano no. 5307 Col. Concepción de la Cruz Cp. 72190. Puebla, Puebla. México. Teléfono 01 (222) 404-90-04. Ext. 304. Recibido: agosto, 2012. Aceptado: enero, 2013. Este artículo debe citarse como: De la Torre-Mondragón L, SantosJasso KA, Palestina-Carro O, Ruíz-Montañez A. Síndrome de bolsa colónica (colon pouch) en el espectro de las malformaciones anorrectales. Acta Pediatr Mex. 2013;34:132-140. www.nietoeditores.com.mx 132 RESUMEN DE LOS CASOS Caso 1. Niño de siete meses de edad referido de otro hospital donde se le realizó una ileostomía por malforActa Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Síndrome de bolsa colónica Figura 1. Clasificación de bolsa colónica (colon pouch). mación anorrectal sin fístula aparente. El paciente tenía paladar ojival, tórax con deformidad esternal en quilla y gran desviación a la izquierda, distensión abdominal sin hepatomegalia ni esplenomegalia. Por palpación se Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 tocaba una gran masa esférica central, móvil y depresible, (aparentemente de consistencia líquida). Testículos en bolsa escrotal; hernia inguinal derecha cuyo contenido se podía reducir hacia la cavidad peritoneal haciendo 133 de la Torre-Mondragón L et al. presión en el escroto. Periné plano sin foseta anal ni ano visible. Pie equinovaro izquierdo. Una radiografía mostró asimetría de la caja torácica por escoliosis dorsolumbar. Había defectos de fusión de últimos cuerpos vertebrales torácicos y lumbares, ausencia de sacro. Canal medular ensanchado a nivel dorsolumbar; su interior mostraba baja densidad, probablemente por la presencia de un lipoma. Distribución anormal del gas en el abdomen, presente sólo en el estómago y en los segmentos de intestino delgado contenidos en el saco herniario inguinal. El resto del abdomen tenía aspecto opaco; se veía una gran imagen densa y lobulada, parcialmente delimitada en flanco izquierdo, que sugería la presencia de una bolsa (“pouch”). (Figura 2) Se realizó un estudio proximal y distal contrastado con Figura 2. Placa simple toraco-abdominal que muestra asimetría de la caja torácica secundario a escoliosis dorso-lumbar. Con defectos de fusión de últimos cuerpos torácicos y lumbares, con ausencia de sacro. Canal medular ensanchado a nivel dorso-lumbar, con interior de baja densidad (probablemente por presencia de lipoma). Distribución anormal del gas, con gran imagen densa y lobulada, parcialmente delimitada en flanco izquierdo, sugiriendo la presencia de la bolsa colónica. 134 material hidrosoluble. El proximal mostró segmentos de intestino delgado con características normales, algunos de ellos dentro del saco herniario. En el distal se opacificó un segmento corto de íleon que desembocaba directamente en una estructura sacular, amplia, lobulada que terminaba en fondo de saco ciego. El cistograma miccional no mostró que hubiera una fistula hacia el tubo digestivo. No se observó reflujo vesicoureteral; el vaciamiento fue normal. La sonografía renal fue normal. Con esta información se decidió realizar una laparotomía por la cual se pudo ver un ciego de aspecto hipoplásico, con un apéndice cecal; un divertículo de Meckel a 20 cm de la válvula ileocecal y distal al ciego una dilatación de todo el colon (bolsa colónica tipo II), (Figura 3) lo cual no permitía la reducción de la hernia inguinal derecha. La terminación de la bolsa era un conducto fibroso adherido a la pared vesical posterior; no tenía comunicación con el aparato urinario (fístula). Se resecó la bolsa; la arteria que irrigaba la bolsa era de corta longitud respecto a la base del mesenterio y no permitió tubularizar un segmento de la bolsa para que Figura 3. Imagen clínica de la bolsa colónica tipo II. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Síndrome de bolsa colónica pudiera ser descendida y servir de reservorio. Se redujo la hernia inguinal y se realizó plastia inguinal. Finalmente se hizo un abordaje sagital posterior con ayuda de electroestimulación; se conservó el complejo muscular anorrectal, con descenso de un segmento ileal. El estudio histopatológico de la bolsa resecada mostró una mucosa rectal sin alteraciones, con edema y congestión vascular de la submucosa; con capa muscular adelgazada y células ganglionares en los plexos nerviosos submucoso y muscular. El paciente falleció dos meses después a causa de una sepsis por catéter venoso central, el cual fue colocado por un evento de gastroenteritis y desequilibrio electrolítico. Caso 2. Niña de un año de edad, con malformación anorrectal, referida a nuestra a institución donde se realizó una ileostomía de dos bocas a 10 cm de la válvula ileocecal. La paciente tenía una malformación anorrectal sin fístula evidente; un orifico uretral, dos hemivaginas, y en el tabique intervaginal, una fístula rectal (Figura 4). Fue operada a través de un abordaje sagital posterior con resección del tabique vaginal (Figura 5). Se observaron dos cuellos uterinos. Después de localizar la fístula vaginal se movilizó el segmento intestinal, situado como se había observado en el ileograma distal, imágenes obtenidas con contraste hidrosoluble: segmento corto de íleon dirigido hacia la fosa iliaca izquierda, dónde desembocaba directamente en una estructura amplia, que sobresalía notablemente del hueco pélvico, compatible con una bolsa Figura 4. Fotografía que esquematiza la uretra anteriormente, seguida de la fístula en el tabique vaginal así como dos hemivaginas. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Figura 5. Fistula recto vaginal y dos hemivaginas. colónica. No se observó alguna imagen que pudiera sugerir la presencia de ciego ni de apéndice. En el segmento caudal había un ápice agudo a manera de recto distal, a través del cual se eliminaba material de contraste; sin embargo, en este estudio no se opacificaron la vagina ni la vejiga, lo que corresponde a una bolsa colónica tipo III (Figura 6). Finalmente se completo la resección de la bolsa por vía sagital posterior; luego se hizo la reconstrucción vaginal cerrando su pared posterior en dos planos. Previa electroestimulación del complejo muscular se reconstruyó el piso perineal y se colocó el segmento colónico descendido en el complejo muscular anorrectal; al final se realizó anoplastia. Los datos histopatológicos mostraron una capa mucosa y submucosa sin alteraciones, una muscular adelgazada y presencia de células ganglionares en ambos plexos nerviosos. La evolución postoperatoria a 12 meses de seguimiento mostró que la paciente tenía control del esfínter fecal y estreñimiento funcional para el cual se le dio un laxante (senósido); con ello tuvo evacuaciones fecales diarias y los estudios radiológicos de control mostraron 135 de la Torre-Mondragón L et al. Figura 6. Estudio contrastado distal, con medio hidrosoluble que muestra corto segmento de íleon que se dirige hacia fosa iliaca izquierda, dónde desemboca directamente hacia imagen de volumen amplio, que sobresale notablemente del hueco pélvico compatible con bolsa colónica. En segmento caudal muestra ápice agudo a manera de recto distal, a través del cual se elimina contraste, que sugiere bolsa colónica tipo III. vaciamiento colónico normal: radiografía de abdomen limpia. El enema contrastado mostró un recto de aspecto y calibre normales para la edad de la paciente. ANáLISIS La bolsa colónica congénita (BCC) es una malformación rara, variante regional de la clasificación de Krickenbeck 4,5 , en la cual el colon está parcial o totalmente reemplazado por una dilatación quística, que puede estar comunicada distalmente al aparato genitourinario o bien terminar en forma de saco ciego. Está asociada a una malformación anorrectal, y con una gran frecuencia de malformaciones vertebrales, cardiacas, genitourinarias y otras menos comunes como gastrointestinales 3. El primer informe de BCC puede ser atribuido a Spriggs en 1912 6 quien describió una pieza patológica de un paciente con malformación anorrectal, no había colon 136 izquierdo, el íleon, el ciego y el apéndice estaban dilatados. La primera descripción detallada puede atribuirse a Trusler et al. 7 en 1959 de siete pacientes con BCC asociada a una malformación anorrectal alta. Hay informes en la literatura con mortalidad perioperatoria alta (50 a 60%). 8 Actualmente la sobrevida alcanza hasta 92.3% 9. Chiba et al. fueron los primeros en describir la tubularización de la bolsa colónica como parte de su tratamiento 8. Se desconoce por qué en algunos países como en India, esta patología es más común: 6.3% y se describe hasta en 27% de todas las malformaciones 8,10,11. En México no se han descrito estos casos. Es más común en el sexo masculino: 3.5:1 9,11. Entre las teorías etiológicas Trusler et al 7, atribuyeron esta patología a la falta de formación del intestino caudal, asociada a alguna malformación de la porción terminal del intestino medio. Dickinson citado por 8,11 propuso que se debe a un compromiso en la irrigación vascular de la región del tabique urorrectal y el intestino caudal adyacente durante la fase temprana del desarrollo intrauterino 8,11. La presentación clínica usualmente es en el periodo neonatal con distensión abdominal y la presencia de una malformación anorrectal; puede haber fecaluria en 50% de los casos en pacientes masculinos debido a una comunicación de la vía urinaria con la bolsa colónica. Es muy frecuente la perforación de la pared delgada de la bolsa que causa neumoperitoneo y peritonitis. En pacientes femeninos la región genital debe explorarse cuidadosamente para determinar si hay un orificio común (cloaca) o si existe un septo vaginal con o sin fístula vestibular. En las niñas existen más variantes anatómicas, debido quizá a la interacción de los conductos müllerianos en el desarrollo de la vía urinaria y genital. Chadha 4 dividió los casos de BCC en pacientes femeninos en tres tipos clínicos: a) Tipos I y III con cloaca persistente. En estas variantes, la bolsa colónica termina como una fistula rectovesical o dentro de un canal común (cloaca), con un solo orificio perineal. El útero y la vagina pueden ser únicos o puede haber anomalías uterinas, septación o ambos problemas, con duplicación vaginal como sucede en otras variantes de cloaca. b) Tipos II y III de la bolsa colónica con fistula rectovesical, colovaginal o colovestibular. En este grupo se encuentra la mayoría de los pacientes. El examen genital externo muestra un orificio uretral, un septo vaginal; en el caso de que haya una fístula, usualmente Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Síndrome de bolsa colónica se encuentra situada anteriormente, dentro del septo vaginal; es difícil visualizarla en recién nacidos. En una laparotomía se puede encontrar el útero bífido, con dos hemi-úteros. En el caso de una fístula rectovesical, ésta termina en la pared posterior vesical. Y en los casos de fistula colovestibular o colovaginal la apariencia es muy similar excepto que la terminación de la bolsa se extiende por debajo de la reflexión peritoneal a lo largo del tabique intervaginal. c) Tipos III y IV de la bolsa colónica con fístula vestibular. Estos subtipos son poco frecuentes, tienen una sola vagina 8. La característica clínica que se observa en el transoperatorio es un bolsa quística que carece de haustras y de apéndices epiploicos, las tenias del colon suelen estar mal desarrolladas o ausentes y existe una abrupta zona de transición entre el intestino proximal o de calibre normal. El tipo de BCC más comúnmente descrito es el tipo IV 12,13 . Saxena agregó a la clasificación original de Narasimarao, un tipo V en el que existen múltiples segmentos de dilatación colónica; es el menos frecuente 14. La importancia de la investigación clínica de las anomalías asociadas está implícita en la funcionalidad posterior y en la toma de decisiones quirúrgicas; es por ello que profundizamos en la investigación de un síndrome específico: regresión caudal. Duhamel en 1961, atribuyó la malformación a un defecto en la formación de la región caudal, origen de un espectro de malformaciones como las anorrectales, y la siringomelia, acuñó el término de síndrome de regresión caudal 15. El espectro del síndrome va desde una aplasia coccígea aislada y asintomática a la ausencia del sacro, de vértebras lumbares y torácicas, con severos déficits neurológicos; sin embargo, la mayoría de las anomalías incluyen sólo el sacro, por lo que el término de agenesia sacra se ha usado como sinónimo de agenesia caudal o regresión caudal. Los problemas neurológicos pueden ser déficits motores y sensitivos de las extremidades inferiores, incluyendo debilidad y atrofia de los segmentos inervados por los nervios distales a las vértebras defectuosas. Los déficits motores suelen ser mayores que los sensitivos. Su etiología aún no se ha dilucidado, pero se sospecha que la diabetes materna, la predisposición genética y la hipoperfusión vascular serían algunos de los factores involucrados en su patogénesis. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Se han descrito otras anormalidades esqueléticas: disrrafia espinal, pie equino varo (como fue el caso del primer paciente), y sindactilia. Entre las malformaciones gastrointestinales se deben buscar el divertículo de Meckel (como fue el caso del primer paciente). Otras alteraciones descritas son ausencia de apéndice, duplicación de apéndice cecal 14, apéndice cecal diminuto, malrotación intestinal, atresia yeyunal, duplicación quística del íleon y del colon 8. También suele haber alteraciones del aparato genitourinario como agenesia renal, displasia renal, reflujo vesicoureteral, ectopia renal, criptorquidia, síndrome de “prune belly”, extrofia de vesical y extrofia de cloaca. El estudio de estos pacientes debe incluir la ecocardiografía, para descartar patología cardiaca. La imagen radiológica clásica de la bolsa colónica es un asa dilatada de intestino que puede mostrar nivel hidroaéreo que mide más de la mitad del diámetro abdominal y que desplaza las asas de intestino delgado hacia un lado, usualmente a la derecha, lo más común sin aire rectal. Una placa simple de abdomen puede sugerir el tipo de bolsa colónica congénita en la mayoría de los pacientes con malformación tipos I a IV 5; sin embargo, se requiere un estudio con medio de contraste hidrosoluble para confirmar el diagnóstico, el cual puede o no evidenciar una fístula al aparato genitourinario. El estudio radiológico debe ser enfocado a la búsqueda de malformaciones vertebrales y de huesos largos, o de alguna disrrafia neural; como en uno de nuestros pacientes en quien se sospechó por radiología simple de abdomen y fue necesario realizar una resonancia magnética para diagnosticar médula anclada y mielomeningocele. (Figura 7). Pueden hallarse otras alteraciones urológicas con un USG y cistograma miccional. Si existen otras manifestaciones intestinales se requieren estudios para diagnosticarlas. En un paciente referido a quien se le han realizado estomas, se debe ser muy cauteloso para indicar la irrigación del cabo distal asegurando su drenaje adecuado, para evitar sobredistensión de la bolsa colónica y su perforación. También se debe realizar cobertura antibiótica profiláctica para evitar una diseminación bacteriana, ya que la mortalidad preoperatoria de estos pacientes se debe a eventos sépticos relacionados con la bolsa colónica. Se han descrito otros problemas como prematurez, cardiopatías congénitas. En muchos artículos se relata que se ha hecho una ventana en la bolsa colónica como procedimiento inicial, aunque 137 de la Torre-Mondragón L et al. Figura 7. Proyección 3D por resonancia magnética: vista posterior, saco dural amplio que contiene médula anclada y plácoda. frecuentemente existía estenosis del estoma, prolapso o algunas ocasiones eversión completa de la pared colónica, lo cual tuvo mal resultado para el vaciado funcional. Por otra parte en los casos de BCC asociada a una fistula al aparato urinario la persistente contaminación de este aparato es muy dañino, debido a la gran frecuencia de asociación de la BCC a reflujo vesicoureteral. Por esta razón la corrección temprana definitiva debe realizarse en cuanto sea posible. Los principios de la reparación quirúrgica dependerán del tipo de malformación de la bolsa colónica. En los casos tipos I y II el abordaje sagital posterior se usó además del abordaje abdominal obligatorio, lo cual usualmente se realiza entre los cuatro y 18 meses de vida. Los pasos a seguir son los siguientes: 1. Inicialmente se moviliza la bolsa colónica para su descenso, tan bajo como sea posible, lo cual requiere la liberación de estructuras anatómicas adyacentes, sección de los vasos de irrigación, conservando la 138 irrigación del segmento que más tarde servirá de reservorio; el riego arterial principal de la bolsa colónica esta dado por una extensión hipertrófica terminal de una rama de la arteria mesentérica superior, se ramifica en la cara externa de la bolsa. Algunas veces la arteria mesentérica inferior irriga a la mitad inferior e izquierda de la bolsa colónica; sin embargo, esta arteria generalmente no existe 23,37. 2. Sección y ligadura de la fistula vesical, generalmente localizada en la pared posterior. 3. Resección subtotal de la bolsa y realización de una colorrafia colónica tubularizando el segmento residual con una sonda Nelaton ancha, para que dicho segmento sirva como reservorio fecal en un futuro. 4. Descenso abdominoperineal del segmento tubularizado; previa electroestimulación del complejo muscular rectal y subsiguiente abordaje sagital posterior. 5. Realización de ileostomía protectora. Se debe tener en cuenta que estos pacientes carecen de un complejo muscular anorrectal adecuado y podrán tener problemas de continencia fecal; por lo tanto se debe evitar en lo posible el descenso de un segmento intestinal ileal, como medida para evitar incontinencia fecal, sobre todo en pacientes tipo I en quienes la válvula ileocecal suele estar ausente, lo cual no fue posible en nuestro paciente número 1, debido a que el segmento arterial mesentérico que irrigaba la bolsa era demasiado corto y no permitió su descenso. La escisión del colon pouch con una ileostomía u colostomía proximal es el procedimiento de elección cuando en la cirugía se observa pobremente vascularizado u extremadamente delgado la pared del colon pouch, con isquemia o bien necrosis de la misma. En pacientes con anomalías tipos III y IV el abordaje sagital posterior se usa para movilizar la bolsa colónica distal tan alto como sea posible como fue el caso de nuestra paciente en quien el abordaje sagital posterior fue útil para movilizar el segmento rectal distal el cual se comunicaba hacia el tabique vaginal, permitiendo también la plastia vaginal. En el caso de niños se procede a resecar el saco distal. El examen histopatológico del tejido resecado (bolsa) en nuestros pacientes mostró una mucosa rectal sin alteraciones histólogicas, edema y congestión vascular leve en la submucosa, la capa muscular con adelgazamiento y células ganglionares en los plexos nerviosos. Estos datos Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Síndrome de bolsa colónica concuerdan con lo escrito en la literatura: inflamación aguda y crónica de la mucosa y submucosa, adelgazamiento focal o generalizado de las capas musculares, especialmente la externa, desorganización de dichas capas, disminución del número de células ganglionares maduras; hiperplasia e hipertrofia de los plexos nerviosos. Estas anomalías neuromusculares explicarían las características clínicas de la bolsa colónica: peristalsis y propensión a una dilatación marcada incluso después de la tubularización. Los especímenes distales de la bolsa colónica (fistula rectovesical) en pacientes masculinos con BCC tipos I y II, muestran características histológicas del canal anorrectal normal: epitelio estratificado transicional con glándulas subyacentes anales y uretrales. Las principales complicaciones postquirúrgicas descritas en la literatura fueron infecciosas: una peritonitis por fuga de la colorrafia tubular. En los tipos I y II de BCC hay incontinencia fecal debido a la resección total del segmento de la bolsa. En pacientes con BCC que fueron sometidos a una tomografía computada con reconstrucción tridimensional de imágenes como calidad de los músculos del piso pélvico, configuración de las fibras parasagitales y las vertebrales, la forma del complejo muscular del esfínter. Se concluyó que el complejo de músculo estriado (fibras parasagitales y verticales) estaba bien desarrollado; que el grado de incontinencia no era debido al pobre desarrollo de los músculos del piso pélvico: calidad de los puborrectales y del elevador del ano 26. El seguimiento postquirúrgico debe incluir el aspecto urológico: investigación de vejiga neurogénica, lo cual incluye vigilancia ultrasonográfica renal; si existe dilatación de las vías urinarias se debe investigar el estado funcional vesical con una cistografía miccional, gamagrafía renal y urodinamia. Además debe implementarse un programa de rehabilitación intestinal, provocando que el paciente se mantenga limpio sin manchado fecal, para lo cual requiere además un adecuado examen físico un estudio radiológico contrastado postquirúrgico (colon por enema) lo cual ayudara a determinar el grado de dilatación residual del colon o el tamaño del reservorio fecal, sabiendo que el segmento de la bolsa colónica residual tubularizado puede tener de nuevo una dilatación acentuada), lo cual influirá en su rehabilitación intestinal. También debe darse seguimiento a los pacientes con redilatación después de la coloplastia porque puede complicarse de enterocolitis. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. Chadha R, Bagga D, Mahajan JK, Gupta S. Congenital Pouch Colon Revisited. J Ped Surg. 1998;33:1510-5. Salem Ahmed H. Unusual varients of congenital pouch colon with anorectal malformations. J Pediatr Surg. 2008; 43:2096-8. Baeza HC, Sanjuán FH, García CL, Nájera GH, Godoy EA. Dilatación segmentaria del colon. Gac Méd Méx. 2003;139:409-11. Chadha Rajiv. Congenital pouch colon associated with anorectal agenesis. Pediatr Surg Int. 2004;20:393-401. Demirogullari B, Ozen IO, Afsarlar C, Moralioglu S, Poyraz A, Sonmez K, Kale N, Basaklar AC. Congenital pouch colon associated with anorectal malformation: report of 2 cases. J Pediatr Surg. 2007;42:13-6. Trusler GA, Mestel AL, Stephens CA. Colon malformation with imperforate anus. Surgery. 1959;45(2):328-34. Chadha R, Agarwal K, Choudhury SR, Ranjan DP. 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Insurgentes Cuicuilco, México, DF 04530. Tel.: 1084-0900 ext. 1112 y 1489. 140 Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Acta Pediatr Mex. 2013;34:141-153 Artículo de revisión Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños Dr. Raúl Calzada-León *, Dra. María de la Luz Ruiz-Reyes **, Dra. Nelly Altamirano-Bustamante **, Dra. Miriam Mercedes Padrón-Martínez ** RESUMEN ABSTRACT Se presentan la forma de obtención, las características físicas y químicas, el metabolismo y eliminación, el grado de dulzor, el resabio que dejan después de su ingestión, la dosis máxima recomendada, el nivel de seguridad y los estudios realizados en búsqueda de efectos secundarios y tóxicos, así como alteraciones en el crecimiento y en el desarrollo de niños (en grupos de edades que van desde recién nacidos, incluyendo prematuros, hasta los que terminan la pubertad) de los edulcorantes no calóricos que se utilizan como sustitutito de azúcar, así como la seguridad de su uso en niños. Estos aspectos se señalan para: aspartame, acesulfame-K, sucralosa, sacarina, ciclamatos, thaumatina, D-tagatosa, estevia y alitame. This is a descriptive review of the elaboration routes, the physical and chemical characteristics, metabolism and clearance, sweetener level, residual flavor, maximal recommended ingestion, security levels and the assessment of growth and development problems in children (from newborns, including prematures, to the end of puberty), of the main no caloric edulcorants used in Mexico. The no caloric edulcorants included in this review are: aspartame, acesulfame-K, sucralose, sacarin, ciclamates, thaumatin, Dtagatose, estevia and alitame. Palabras clave: Edulcoratnes no calóricos, aspartame, acesulfameK, sucralosa, sacarina, ciclamatos, thaumetina, D-tagatosa, estevia, alitame. Key words: Non caloric edulcorants, aspartame, acesulfame-K, sucralose, sacarin, ciclamates, thaumatin, D-Tagatose, estevia, alitame. E l uso de edulcorantes no calóricos, particularmente en niños, es un tema de controversia común aun dentro de la comunidad médica. Por ello es indispensable que se conozcan las características físico-químicas de los productos que existen en el comercio, y la seguridad de su uso en niños (Cuadro 1). El objetivo de este trabajo es presentar de manera resumida, estos aspectos. * ** Jefe del Servicio de Endocrinología Médico Adscrito al Servicio de Endocrinología Instituto Nacional de Pediatría Correspondencia: Dr. Raúl Calzada-León. Servicio de Endocrinología. Instituto Nacional de Pediatría. Insurgentes Sur 3700-C. Col. Insurgentes Cuicuilco. México 04530 D.F. Tel y Fax: 10 84 55 20 correo electrónico: raulcalzada@yahoo.com Recibido: octubre, 2012. Aceptado: marzo, 2013. Este artículo debe citarse como: Calzada-León R, Ruiz-Reyes ML, Altamirano-Bustamante N, Padrón-Martínez MM. Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños. Acta Pediatr Mex. 2013;34:141-153. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 ASPARTAME Está elaborado a partir de un éster metilado de fenilalanina y ácido aspártico; debido a su sabor dulce es utilizado como edulcorante no calórico. Es metabolizado en el intestino delgado por la acción de enterasas y peptidasas que lo hidrolizan a una molécula de ácido aspártico, una molécula de fenilalanina y una molécula de metanol 1. Su metabolismo oxidativo puede aportar hasta 4 kcal/g de energía, pero las calorías aportadas en una dieta balanceada son de menos de 1, debido a que es 160 a 220 veces más dulce que la sucrosa, por lo que las cantidades ingeridas son mínimas. Su uso se inicio hace más de 25 años y está aprobado en más de 90 países. Es un constituyente de más de 6,000 productos, y cuenta con la aprobación de la FDA (por sus siglas en inglés de Food and Drug Administration) en los EE.UU.; de la Autoridad Europea de Sanidad de Alimentos y de la Secretaría de Salud en México. El consumo diario se encuentra muy por debajo del nivel de seguridad, establecido en 40-50 mg/k/día, aun en subgrupos que lo consumen como un sustituto habitual de azúcar. 141 Calzada-León R et al. Cuadro 1. Características de los edulcorantes no calóricos Dulzor (com- Ingesta diaria parado con adminisible sucrosa) (mg/kg/día) Acesulfame-K Nombre comercial Estado de regulación para su consumo Ventajas Limitaciones Uso aceptado como edulcorante aislado y para la elaboración de productos líquidos y sólidos industrializados a todas las edades En estudio No es carcinogénico. Cantidades altas dejan un Estable al calor, sabor residual Sinergia con otros endulzantes Intensifica el sabor Equal® NutraSweet® Uso aceptado como edulcorante aislado y para la elaboración de productos líquidos y sólidos industrializados a todas las edades No es carginogénico No deja sabor residual No altera glucemia Uso aceptado como Estable al calor, Deja sabor residual. edulcorante aislado ia no altera glucemia, Cáncer de vejiga en ratas. todas las edades sinergia con otros endulzantes 200X 0–15* Sunett® Alitame 180-200X Sin datos (estimado en 0.34) Sin datos Aspartame 160-220X 0–40* 0–50** Ciclamatos 30–50X 0–11* D-Tagatosa 92% Sin datos Sacarina 300–500X 0–5* Sweet’N Low® Sugar Twin® Hermesetas® Stevia (steviosidos) 100–150X Sin datos Super Life® Stevia® Uso aceptado como edulcorante aislado y para la elaboración de productos líquidos y sólidos industrializados a todas las edades Estable al calor, re- Uso en pacientes con sistente a hidrólisis diabetes mellitus aún se ácida encuentra en estudio No fermentable Inodoro Deja sabor residual Papel potencial en la regulación de hipertensión arterial 600X 0–15* 0–9 Splenda® Estable al calor y a . cambios en pH. No es carcinogénico No altera glucemia 2000–3000X Sin datos Talin® Uso aceptado como edulcorante aislado y para la elaboración de productos líquidos y sólidos industrializados a todas las edades Uso aprobado para chicles y pastillas refrescantes del aliento Sucralosa Thaumatina * ** 142 Disminuye sabor en soluciones ácidas y con temperatura elevada. Datos limitados en humanos Sensible al calor, pierde dulzor y vida media a pH alcalino. No se recomienda para fenilcetonuria. Advertencia en su envase de que contiene fenilalanina No hay product Debe venderse direc- Estable al calor, sa- Se recomienda su uso comercial. tamente al consumidor bor agradable bajo prescripción médica Presente en con especificaciones Apropiado para coEqual® sobre su uso cinar Sweet’N Low® Sinergia con otros Splenda® endulzantes Sin datos En estudio Intensifica sabores y palatabilidad. Enmascara el sabor amargo de los alimentos. Cantidades altas dejan sabor residual a licorice o regáliz. Datos limitados en humanos De acuerdo al Comité de Expertos de Aditivos en Alimentos de la Organización Mundial de la Salud De acuerdo a la FDA en EE.UU. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños Su dulzor máximo se alcanza en menos de un minuto en bebidas calientes; en líquidos fríos puede tardar hasta 30 a 60 minutos en llegar a su grado máximo de edulcuración. En general tiene un resabio ligeramente amargo, cuya intensidad y duración es proporcional a la cantidad ingerida, y disminuye la percepción de sabores ácidos. Mezclado con substancias o líquidos alcalinos disminuye su grado de dulzor y su vida media. La administración de dosis altas, en un bolo único produce cambios en algunos parámetros bioquímicos, incluyendo niveles de aminoácidos en plasma y de neurotransmisores en el sistema nervioso central, pero los estudios de seguridad realizados en ratones, ratas, cobayos, perros y humanos, incluyendo lactantes, niños, adolescentes, mujeres lactantes y adultos sanos, así como individuos de estas edades y condiciones con obesidad, diabetes y heterocigotos para fenilcetonuria; no han mostrado efectos adversos agudos, subagudos ni crónicos de estos aminoácidos ni de sus productos de descomposición, ni cambios en la fisiología corporal aun a dosis tan altas como 4,000 mg/kg/día. Las concentraciones séricas de sus componentes metabólicos: fenilalanina, ácido aspártico y metanol, a dosis de 50 mg/kg no exceden las que existen después de una alimentación normal 2. Algunos estudios habían sugerido que había una relación entre el consumo de aspartame y la generación de tumores en el sistema nervioso central, con aparición o incremento de crisis convulsivas y cefaleas; con alteraciones de conducta y de la capacidad de aprendizaje en niños. Sin embargo, los estudios epidemiológicos, los estudios de casos y controles prospectivos de grandes cohortes, no muestran que exista asociación entre el consumo de aspartame y la generación de cáncer en ningún tejido, ni con neurotoxicidad, cefalea, convulsiones, alteraciones del comportamiento, cambios ni alteraciones en la capacidad de aprendizaje, cambios ni alteraciones en el humor ni la conducta, reacciones alérgicas ni teratogénesis 3-19. Un estudio sobre la regulación del apetito reveló que la administración de aspartame una hora antes de empezar a comer, reduce significativamente la ingestión de alimentos comparada con la de un grupo testigo o de dos grupos que también ingieren aspartame, uno inmediatamente antes y otro durante la alimentación 20. Algunos autores sugerían que en pacientes con alteraciones en la actividad de la hidroxilasa L-aspartilL-fenilalanina se podían presentar efectos secundarios, Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 pero los estudios prospectivos demostraron que los niños con esta rara alteración no mostraba modificaciones en el comportamiento, la atención, el rendimiento escolar ni la capacidad de aprendizaje en comparación con la población normal 21,22. Por lo tanto se considera que el consumo de aspartame es seguro en individuos de cualquier edad y que su uso como edulcorante no calórico es aceptable. Incluso en pacientes, niños y adultos, homocigotos para fenilcetonuria, un consumo menor a 45 mg/k/día es bien tolerado. Se necesitan ingerir 24 litros de bebidas endulzadas con aspartame, o 600 tabletas, para duplicar los niveles séricos de fenilalanina en sangre, lo que es 5 as 10 veces menor de lo requerido para producir efectos tóxicos 23-43. Tanto la presentación comercial de aspartame para uso de mesa como los productos que lo contienen deben tener en su envase una advertencia que en general señala: “contiene aspartame, su uso en fenilcetonuria no es recomendado”. ACESULFAME K 44-51 Se trata de un endulzante no calórico sintético cuya fórmula es 5,6-dimetil-1,2,3-oxatizaina-4(3H)-ona-2,2-dióxido. Se usa frecuentemente combinado con otros edulcorantes para intensificar su grado de dulzor y disminuir su sabor amargo. Se absorbe en el intestino delgado y es excretado por vía renal sin ser metabolizado, por lo que no produce energía oxidativa. Es estable al calor y por lo tanto su sabor y resabio no cambian con bebidas frías ni calientes, y puede ser utilizado para alimentos que requieren ser horneados. Los estudios epidemiológicos incluidos los retrospectivos y los de casos y controles prospectivos, no muestran que exista asociación entre su consumo y la generación de cáncer en ningún tejido, alteraciones metabólicas, neurotoxicidad, cefalea, convulsiones, alteraciones del comportamiento, cambios ni alteraciones en la capacidad de aprendizaje, cambios ni alteraciones en el humor ni la conducta, reacciones alérgicas, teratogénesis, modificaciones en el control del apetito en forma constante, cambios en la cantidad de comida consumida o en la ingestión de proteínas, modificaciones en el control y balance de líquidos y electrolítos, trastornos de la termogénesis, ni modificación en la composición corporal cuando el peso corporal se mantiene sin cambios. 143 Calzada-León R et al. No se requiere advertencia alguna sobre seguridad nutricional en los envases individuales ni en los alimentos que lo contienen. SUCRALOSA 52-67 Constituida por la molécula 1,6-dicloro-1,6-dideoxi-beta-Dfructofuranosil-4-cloro-4-deoxi-alfa-D-galactopiranosido, se elabora sustituyendo selectivamente los tres grupos hidroxilo de la sucrosa por tres moléculas de cloro, con lo que se obtiene una molécula excepcionalmente estable que no puede ser absorbida fácilmente por el tubo digestivo. El 85% de la sucralosa ingerida se elimina por las heces, y el 15%, que se absorbe de manera pasiva, no puede ser metabolizada con fines energéticos por las células. Por ser altamente soluble en agua y no ligarse a las proteínas plasmáticas puede ser eliminada por vía renal sin presentar decloración en las 24 horas siguientes a su consumo, sin efecto osmótico. Los tres cloros también permiten que la estructura de la sucralosa sea resistente al calor, por lo que los alimentos que la contienen se pueden cocer, asar y hornear sin que se pierda su característica edulcorante. El consumo de cloro al ingerir alimentos adicionados de sucralosa es inferior al que se observa al tomar agua potable clorada, lechuga, jitomate, champiñones, melón, crema de cacahuate y sal de mesa. La sucralosa es 600 veces más dulce que el azúcar por lo que el promedio máximo de ingestión diaria observada es de 1 mg/kg/día. El producto comercial contiene maltodextrinas para aumentar el volumen, por lo cual el consumo de ocho cucharadas cafeteras de sucralosa en forma granular o de cuatro sobres, produce una ingestión energética equivalente a 0 calorías; sin embargo, hay un producto comercial que además de sucralosa contiene azúcar morena para dar un sabor a melaza, y éste aporta la misma cantidad de calorías que el azúcar. Los estudios de seguridad y eficacia para el consumo de sucralosa en humanos, lactantes, niños, adultos, mujeres embarazadas, mujeres lactantes, diabéticos y obesos, han mostrado que la ingestión diaria de sucralosa del triple de la dosis máxima durante tres meses, no produce reacciones metabólicas adversas; no modifica los niveles de insulina plasmática ni los de glucemia cuando se ingiere de manera aislada; no altera los niveles de hemoglobina glucosilada A1c a largo plazo; no cau- 144 sa toxicidad aún con el consumo de 18 kg acumulados durante la vida; no causa bioacumulación; no produce carcinogénesis; no se asocia a genotoxicidad; no tiene efecto en el desarrollo fetal o neonatal; no se transporta de manera activa de la glándula mamaria a la leche y no causa neurotoxicidad debido a que no cruza la barrera hematoencefálica. Por todo esto, su uso se ha aprobado en más de 80 países y se utiliza en más de 4,000 productos a nivel mundial, sin que se requiera advertencia alguna sobre seguridad nutricional en los alimentos y bebidas que la contienen. La sucralosa no modifica la expresión ni la función del receptor GluT-2 o la absorción intestinal de glucosa a nivel intestinal, la concentración plasmática ni la función del péptido similar a glucagon GLP-1, ni el control del apetito o de saciedad, a pesar de que existían informes previos al respecto 68-80. SACARINA 81-105 Fue el primer edulcorante no calórico sintetizado, o por lo menos el primero en ser comercializado, en 1879. Se absorbe a nivel intestinal pero no es metabolizado en humanos, y su excreción de produce por vía renal. Cuando aparecieron otros edulcorantes se insinuó que la sacarina podía producir efectos carcinogénicos, pero sólo se ha observado cáncer de vejiga en ratas machos que ingieren durante toda su vida una cantidad muy elevada de esta sustancia. Los análisis retrospectivos y los estudios aleatorizados de casos y controles no han mostrado ninguna asociación ni relación de causa efecto entre su consumo y la presencia de tumores benignos o malignos en cualquier tejido en humanos. Se asume que en los roedores el cáncer se debe a las variaciones comparados con humanos, en la toxicogenética y toxicodinámica, por lo que a pesar de que en 1977 se había suspendido la autorización para su uso, en 1991 la FDA en los EE.UU. volvió a permitir su consumo en niños y adultos. Los estudios epidemiológicos, los estudios de casos y controles prospectivos con grandes cohortes, no muestran que exista asociación entre su consumo y alteraciones metabólicas, neurotoxicidad, cefalea, convulsiones, alteraciones del comportamiento, cambios ni alteraciones en la capacidad de aprendizaje, cambios ni alteraciones en el humor ni la conducta, reacciones alérgicas, teratogénesis, modificaciones en el control del apetito en forma constante, Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños cambios en la cantidad de comida ingerida o en la ingesta de proteínas, modificaciones en el control y balance de líquidos y electrólitos, trastornos de la termogénesis, ni modificaciones en la composición corporal cuando se mantiene el peso corporal. CICLAMATOS 106-115 Los ciclamatos consisten en tres formas químicas relacionadas: ácido ciclámico, ciclamato y ciclamato de sodio. Generalmente se utilizan en combinación con otro edulcorante para mejorar su aceptación al reducir el sabor ligeramente amargo que producen. La forma más común es una mezcla de diez partes de ciclamato por una de sacarina. En 1969 se prohibió su consumo cuando se puso en duda la capacidad carginogénica de la sacarina. Las revisiones sistémicas de la literatura y los estudios prospectivos, aleatorizados y con casos y controles descartaron el riesgo de que los ciclamatos produjeran tumores benignos o malignos en cualquier tejido del organismo humano. Sin embargo, en algunos individuos que no pueden metabolizar completamente los ciclamatos y en quienes se elevan los niveles séricos de ciclohexilamina (un carcinógeno potencial), no existe certeza absoluta de que no haya riesgo para generar tumores malignos, o de que no existan efectos cardiovasculares adversos a largo plazo. No existe evidencia de asociación entre su consumo y alteraciones en el metabolismo intermediario ni de cambios en la composición corporal ni en el balance de líquidos o electrólitos, así como tampoco en la generación o mantenimiento de la temperatura corporal. Tampoco se ha podido demostrar causalidad entre su ingestión y la generación de reacciones atópicas y en ningún estudio se ha demostrado que cause neutotoxicidad, ni que contribuyan o agraven las siguientes condiciones: cefalea, convulsiones, alteraciones del comportamiento, capacidad de aprendizaje, humor ni conducta. Tampoco se ha demostrado su asociación con teratogénesis, ni con modificaciones en el control del apetito, cambios en la cantidad de comida ingerida o en la ingestión de proteínas. THAUMATINA 116-122 Es una de las seis proteínas con sabor intensamente dulce que contienen de manera natural las plantas. La taumatina Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 se aísla de una planta del oeste africano Thaumatococcus daniellii y se ha aprobado para su uso en la elaboración de chicles, pastillas refrescantes del aliento, intensificadores de sabor y sustitutos de sal. De manera similar a cualquier otra proteína, la thaumatina es digerida a nivel intestinal, y sus aminoácidos constituyentes son absorbidos como los de cualquier otra proteína. En individuos bien nutridos, los aminoácidos no son metabolizados hacia vías oxidativas energéticas, por lo que el aporte de calorías es nulo o mínimo. Su adición a los alimentos disminuye el sabor amargo de éstos, sin cambios en la percepción del sabor ácido; suele dejar un resabio a licorice o regáliz directamente proporcional a la cantidad ingerida. Si bien después de los estudios de seguridad y eficacia se han realizado pocos estudios en población abierta, ninguno ha demostrado efectos secundarios, incluidos teratogénesis o cáncer, alteraciones metabólicas, toxicidad a nivel de sistema nervioso central o periférico, convulsiones ni alteraciones en el control de movimientos motores gruesos y finos, cambios en el comportamiento o en la capacidad de aprendizaje, reacciones alérgicas, modificaciones en el control del apetito, cambios cuantitativos o cualitativos en la ingestión de alimentos, modificaciones en el control y balance de líquidos y electrólitos, trastornos de la termogénesis, ni modificaciones en la composición corporal. D-TAGATOSA 123-142 Es un estereoisómero de la D-fructosa que se encuentra de manera natural en varios alimentos, incluyendo queso y yogurt. Debido a que tiene 92% de la capacidad de endulzar en comparación con la sucrosa, se utiliza frecuentemente en la elaboración de pasteles, cereales y helados, sin que se le considere un edulcorante intenso, pero debido a que su absorción en el intestino delgado es muy limitada y su metabolismo oxidativo en el hígado es exiguo, proporciona una cantidad muy baja de calorías, por lo que se considera un edulcorante no calórico. Las ratas pueden acumular glucógeno de manera importante tras un consumo diario y elevado, pero en humanos no se ha visto este efecto. En ninguna especie animal se han observado efectos sobre la capacidad reproductiva, ni se ha asociado a teratogenicidad. 145 Calzada-León R et al. En humanos el consumo de más de 30 g al día de D-tagatosa puede producir flatulencia y molestias gastrointestinales debido a que la flora fisiológica del colon la puede fermentar, sin alterar la absorción de otros nutrientes. En ninguno de los estudios de seguridad y eficacia que se requirieron para su aprobación por autoridades de salud de diferentes países, ni en los pocos estudios en población abierta, hay evidencia de que existe asociación entre su consumo y la generación de cáncer en ningún tejido, cambios en el metabolismo ni disfunciones en las vías metabólicas, efectos tóxicos neuronales a nivel central o periférico, asociación con cefalea, migraña, convulsiones, alteraciones del comportamiento, cambios ni alteraciones en la capacidad de aprendizaje, cambios o alteraciones en el humor ni la conducta. Tampoco se ha relacionado con reacciones alérgicas, teratogénesis, modificaciones en el control del apetito, cambios en la cantidad de comida ingerida o en la ingestión de proteínas. En ningún caso se han evidenciado modificaciones en el control y balance de líquidos y electrólitos, trastornos de la termogénesis, ni modificaciones en la composición corporal cuando se mantiene el peso corporal. STEVIA 143-174 La hierba stevia (Stevia rebaundiana) se ha usado tradicionalmente como un endulzante natural en Sudamérica, y desde hace más de 20 años en Japón. Se obtiene por la cocción y el machacamiento de las hojas, lo que permite obtener un extracto que contiene glucósidos de steviol (stervósidos). Un porcentaje de los stervósidos que se ingieren es degrado en el intestino a steviol y el resto es metabolizado por la flora intestinal; sin que se hayan observado efectos secundarios adversos, por lo que su uso como edulcorante no calórico no tiene contraindicaciones. Los estudios realizados no han demostrado asociación entre su consumo y la generación de teratogénesis o el desarrollo de neoplasias benignas ni malignas en ningún tejido, modificaciones metabólicas, neurotoxicidad, migraña, epilepsia, variaciones del comportamiento o del humor, cambios ni alteraciones en la capacidad intelectual, reacciones alérgicas, modificaciones en el control del apetito en forma constante ni modificaciones cuantitativas o cualitativas en la ingestión de alimentos, modificaciones en el control y balance hídrico y de electrólitos, trastornos de la termogénesis, ni modificaciones en la composición corporal cuando se mantiene el peso. 146 ALITAME 175-181 Es una proteína compuesta por L-aspártico, D-alanina y 2,2,4,4-tetrametiltietanilamina. Su uso como edulcorante ha sido aprobado en México, Australia, Nueva Zelanda y China. Se digiere y metaboliza como cualquier proteína ingerida, pero como es 200 veces más dulce que la sucrosa, se requieren cantidades muy pequeñas, por lo que prácticamente no adiciona calorías a los alimentos. Se puede mezclar con otros edulcorantes calóricos o no calóricos y no deja sabor residual tras su ingesta Los estudios realizados no han demostrado que su uso cotidiano en pacientes con enfermedades crónicas ni en población abierta se asocie con carcinogénesis, teratogénesis o toxicidad reproductiva, cambios neurológicos en niños sanos ni en aquellos con epilepsia, migraña, trastornos de conducta o trastornos alimentarios. Su uso en pacientes con alteraciones del metabolismo intermediario no se ha asociado con dificultades o cambios en el grado de control logrado con medidas terapéuticas específicas. Tampoco se han mencionado reacciones alérgicas, modificaciones en el control del apetito, cambios en la cantidad de comida ingerida o en la ingesta de proteínas, modificaciones en el control y balance de líquidos y electrólitos, trastornos de la termogénesis ni modificaciones en la composición corporal cuando se mantiene un índice de masa corporal constante. ESTUDIOS MIXTOS Y REVISION SISTEMATIZADA DE LA LITERATURA Se compararon 25 niños preescolares y 23 escolares que recibieron tres tipos de dieta durante tres semanas: a) alta en sucrosa 5,600 mg/kg/día y sin endulzantes artificiales; b) baja en sucrosa 2,100 mg/kg/día y con aspartame 13 mg/ kg/día y c) baja en sucrosa 2,100 mg/kg/día y con sacarina 4.5 mg/kg/día. No mostraron alteraciones en la conducta ni en la capacidad de aprendizaje (182-188). El Comité Técnico en Nutrición de la Asociación Canadiense de Diabetes hace las siguientes recomendaciones (189): 1. De acuerdo a las recomendaciones internacionales, una alimentación balanceada no debe contener más de 10% de energía de azúcares agregados con fines hedónicos, por lo que el uso de edulcorantes intensos y no calóricos no es una estrategia terapéutica recomendada. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños 2. Los edulcorantes no calóricos no estimulan el apetito ni afectan los mecanismos que regulan el hambre y la saciedad (Grado C, nivel 3) (190-192). 3. Los edulcorantes no calóricos se pueden utilizar como parte de un programa multidisciplinario en niños con sobrepeso y obesidad (Grado B, nivel 2) (193,194) 4. Los edulcorantes no calóricos son más benéficos cuando se usan para reemplazar el aporte de calorías de alimentos densos en energía o que contienen cantidades elevadas de sucrosa, y menos útiles cuando evitan el consumo de alimentos como leche, frutas y jugos de frutas (Grado D, Consenso de la Asociación Canadiense de Diabetes). 5. Es poco frecuente que los niños que consumen alimentos que contienen edulcorantes no calóricos ad libitum, sobrepasen la ingesta diaria recomendada (Grado B, nivel 2) (195,196) 6. El consumo de sacarina y de ciclamatos no se recomienda durante el embarazo (Grado D por consenso de la Asociación Canadiense de Diabetes), pero el consumo de aspartame, sucralosa, acesulfame K y de edulcorantes obtenidos de plantas no está contraindicado (Grado D) 7. Con un consumo diario en límites iguales o inferiores a los recomendados: a)El aspartame no modifica las concentraciones de glucosa ni de lípidos séricos, no cambia la secreción de insulina ni de glucagon en sujetos normales ni de glucagon en niños diabéticos y no requiere ajustes a la dosis habitual de insulina en niños con diabetes tipo 1 (Grado B, nivel 2). No afecta el comportamiento familiar, social ni escolar de los niños (Grado B, nivel 2) b) La sucralosa no afecta los niveles postprandiales de glucosa ni de insulina (Grado B, nivel 2) (197-199) c) La sacarina no tiene efecto en las concentraciones plasmáticas de glucosa ni lípidos (Grado B, nivel 2) (200) d) Los ciclamatos no afectan significativamente el control glucémico (Grado C, nivel 3), ni la concentración de lípidos sanguíneos (Grado C, nivel 3) (201) e) La D-tagatosa no afecta significativamente el control de la glucemia (Grado B, nivel 2), y el consumo de D-tagatosa mezclada con sucrosa, puede disminuir la respuesta a la glucosa que se observa con la ingesta de sucrosa (Grado D, nivel 4) (202) Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Los stervósidos pueden ser benéficos para sujetos con hipertensión arteria (grado B, nivel 2), pero sus efectos sobre población diabética aún se encuentra en estudio. 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ASOCIACIÓN MEXICANA DE LA ENFERMEDAD DE HUNTINGTON IAP La Asociación Mexicana de la Enfermedad de Huntington (AMEH) es la primera y única institución que brinda apoyo y asistencia a pacientes y familiares que viven con este padecimiento. ¿Sabe qué servicios asistenciales brinda la AMEH? *Terapia ocupacional *Terapia de lenguaje *Servicio médico Una enfermedad del cuerpo y de la mente *Fisioterapia *Terapia musical *Terapia de yoga *Psicoterapia *Terapia espiritual *Cuidador * Alimentación a los que asistan a terapias a la AMEH * Distribución de medicamentos, pañales y suplementos alimenticios * Apoyo con equipo (camas de hospital, colchones de agua, etc.) * Información, orientación y apoyo psicológico sobre la enfermedad de Huntington * Ayuda con pasajes para asistir a terapias en la Asociación * Entrega de una despensa mensual por paciente Informes: Tesoreros 97 esquina Cuauhtémoc, Col. Toriello Guerra, Del. Tlalpan, CP 14050 Tel.: (55) 5424-3325. Fax: (55) 5424-3189 Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 153 Acta Pediatr Mex. 2013;34:154-160 Artículo de revisión Malformaciones anorrectales. Historia y estado actual de su tratamiento Dr. Carlos Baeza-Herrera *, Dr. Víctor Alarcón-Quezada **, Dr. Heladio Marino Nájera-Garduño ***, Dr. Luis Manuel García-Cabello *** RESUMEN ABSTRACT En este estudio se hace una reseña histórica de las malformaciones anorrectales desde que se identificaron como un defecto estructural susceptible de corrección quirúrgica, en particular a partir de los primeros intentos formales por lograrlo. Se pudo hilvanar una descripción cronológicamente ordenada tomando en consideración los intentos titubeantes del primer tercio del siglo pasado, transcurriendo por una etapa de ponderación, para que a finales del segundo tercio se hicieran los descubrimientos más trascendentales, en especial sobre el diagnóstico y la definición de estrategias de tratamiento. Finalmente, se destacan las peripecias e investigaciones clínicas de Peña, la trascendencia de sus conceptos ante un gremio quirúrgico escéptico y hostil, su emigración a los hospitales de los EE.UU. y su creciente fama que lo ha ubicado en un sitial sobresaliente. This study is a historical account of the ano-rectal malformations from the time it was considered as a structural defect susceptible of surgical correction, but in particular from the first formal attempts to carry it out. We were able to construct a chronologically ordered description taking into consideration the initial faltering attempts during the first third of the last century, the progress through a stage of assessment, so that by the end of the second third of the XXth century the most relevant discoveries were made, particularly in regard to the diagnosis and the definition of surgical management strategies. Finally, we point out the vicissitudes and the clinical investigations of Peña, the transcendental impact of his concepts on a skeptical and hostile surgical guild, his labor emigration to the U.S. hospitals and his growing reputation which accounts for his outstanding position. Palabras clave. Ano imperforado, malformaciones anorrectales, operación de Peña, defecto estructural, corrección quirúrgica. Key words: Imperforate anus, anorectal malformations, Peña´s procedure, structural defect, surgical correction. * a historia de las malformaciones anorrectales es tan antigua como apasionante. Los primeros antecedentes sobre el tema, son las aportaciones de la intervención quirúrgica de Paul de Aegina, quien vivió entre los años 625 y 690 DC. Este cirujano, operó a un niño que nació con ano imperforado; haciéndole apertura rectal obtenida mediante el empleo a ciegas de una guía y un bisturí y le hizo dilataciones mediante la introducción de bujías. Ésta fue la piedra angular en la historia del tratamiento de las malformaciones anorrectales. Los manuscritos similares ulteriores se perdieron y hasta 1660, Sculter, trató satisfactoriamente una estenosis rectal por medio de dilataciones con estacas de raíz de genciana. Jefe de la División de Cirugía. Hospital Pediátrico Moctezuma. Secretaría de Salud del Distrito Federal. Profesor Titular de Cirugía Pediátrica y del Curso de Alta Especialidad para Postgraduados en Cirugía del Recién Nacido. Universidad Nacional Autónoma de México. ** Residente de Cirugía *** Profesores Adjuntos Correspondencia: Dr. Carlos Baeza-Herrera. Oriente 158 No. 189 Colonia Moctezuma 2ª Sección 15530 México, D. F. Delegación Venustiano Carranza. Tel: 57 62 24 21 55 71 40 57 dr.carlosbaeza@ yahoo.com.mx Recibido: agosto, 2012. Aceptado: enero, 2013. Este artículo debe citarse como: Baeza-Herrera C, Alarcón-Quezada V, Nájera-Garduño HM, García-Cabello LM. Malformaciones anorrectales. Historia y estado actual de su tratamiento. Acta Pediatr Mex. 2013;34:154-160. www.nietoeditores.com.mx 154 L Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Malformaciones anorrectales En 1676, Cooke trató con éxito un caso de malformación anorrectal por medio de una incisión perineal en el sitio donde supuso que debió estar el orificio anal. Parte del tratamiento, fue la dilatación del orificio con estiletes de madera de sauco. Saviord, en 1693, resolvió mediante una incisión perineal y dilataciones anales, el caso de una menor portadora de un defecto cuya característica fue el ano cubierto por una membrana de piel normal, cuando se introdujo unos milímetros, alcanzó su orificio. Bell, 94 años después, concibió la posibilidad de efectuar una operación pulcra y meticulosa. Su descripción es probablemente el documento más trascendental publicado en esa época. En 1789, Mantell, operó una niña que tenía una fístula vaginal además del ano imperforado, mediante una incisión perineal apoyándose sobre el extremo de una sonda metálica introducida a través de la fístula vaginal. Kennedy, más tarde, afirmó haber operado con resultado satisfactorio a un niño con malformación anorrectal, disecando el periné hasta el fondo de saco del intestino terminal, manteniendo la herida abierta; su estado final fue satisfactorio 1. Amussat 2, un cirujano francés, considerado como el introductor del procedimiento para la corrección del ano imperforado, corrigió este defecto a través de un acceso sagital posterior. La técnica utilizada por él, describe una intervención al través de una incisión en forma de T, entre la fístula y el coxis. Esta rectoplastia pronto fue aceptada y recomendada en el medio quirúrgico de la época y perduró por muchos años. La historia del trasplante de fístula, procedimiento muy difundido para tratar la fístula vestibular, se inicio en 1826. Ombrendanne, estableció que el ano eventualmente podía ocupar un sitio anómalo, por encima de la foseta, para lo que sugirió se hicieran dos incisiones transversales separadas. Hubo pocos cambios a ese procedimiento, hasta que Stone en 1936, diseñó un método en el cual el orificio anal era transferido mediante incisiones separadas que no afectaban el cuerpo perineal ni los músculos de la continencia 1. En México y probablemente en América Latina, la primera descripción de un procedimiento para la corrección de una malformación anorrectal data de 1856. De manera independiente, aunque publicados en el mismo volumen de la revista que a la postre se iba convertir en la Gaceta Médica de México, Servín 3 y Villagrán 4, efectuaron cada Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 quien por su parte, una intervención quirúrgica en posición de litotomía con el propósito de dar salida al contenido del tubo digestivo distal. Servín, logró descender el fondo de saco rectal y anclarlo a la piel. Villagrán, después de una infructuosa disección perineal, no logró descender el fondo de saco ciego del colon distal. Villagrán, cita en su descripción original de manera textual: “pero no habiendo encontrado el intestino a pesar de haber profundizado ya más de dos pulgadas, temimos llegar a herir algún elemento importante, y entonces continuamos la disección con la uña del dedo índice”. Ante el fracaso, el cirujano concluyó la operación con la siguiente frase: “terminamos dejando un ano anormal ubicado en la ingle izquierda, según lo dictaba el procedimiento de Littre”. La historia de las operaciones correctivas en el primer tercio el siglo XX, evolucionó entre intentos fallidos por lograr bajar el intestino distal pasando una bujía por el interior del segmento distal del colon derivado, insinuarla hacia el periné y en ese sitio efectuar la perineoplastia, y disecciones a ciegas, lo cual no daba resultados satisfactorios. Antes del último tercio del siglo pasado, eran pocas las opciones de tratamiento y el problema se magnificaba debido a que aun en ese tiempo no obstante que se acompañaba de otros defectos, pocas veces esa malformación causaba la muerte. Antes de 1943, no existían procedimientos con los cuales se pensara abordar la cavidad peritoneal. Norris et al. en l941 5, describió un procedimiento quirúrgico, de difícil ejecución, denominado descenso abdomino-perineal que se realizaba en neonatos y sin colostomía protectora; sólo buscaba comunicar el colon distal con el exterior. Por las características de la operación, llamó la atención a los cirujanos de vanguardia de la época. Hubo varios autores que comprobaron la utilidad del procedimiento, pero fueron Rhoads y cols. 6, en 1944, quienes efectuaron un procedimiento parecido, con resultados muy similares. Un hecho trascendente sobre el tema fue el ingenioso procedimiento propuesto en 1930, por Wangensteen y Rice 7 , quienes para localizar el fondo de saco del intestino terminal, sugirieron efectuar un estudio radiológico en posición invertida al que denominaron invertograma y que sigue siendo útil con algunas variantes hasta la actualidad en todo el mundo. A través de los años, en muchos países hubo avances sobre el tema, en especial en los EE.UU., Australia, Alemania, Sudáfrica, Francia e Inglaterra. Los cirujanos 155 Baeza-Herrera et al. casi en consenso habían logrado acuerdos no sólo en la clasificación, y en el reconocimiento del problema, sino también en la estandarización de la conducta operatoria. Nombres ilustres como Grob, Louw, Nixon, Kieseweter, Santulli, Rebhein, Pellerin, Duhamel, Swenson, Ladd y Gross llenaron las revistas médicas del mundo con sus experiencias. La operación descrita originalmente por Norris, pero difundida por Rhoads 6, por muchos años fue como la más relevante y la de elección en casi todo el mundo. A principios de la década de los años 50 del siglo pasado, Stephens (Figura 1), un prestigiado cirujano pediatra australiano quien era “research fellow” del Ormond Street for Sick children Hospital de Londres bajo la tutela de Sir Dennis Browne, llevó a cabo estudios en el laboratorio que le permitieron revolucionar el conocimiento de las malformaciones anorrectales y publicó un libro sobre el tema que durante casi tres lustros fue el factor que marcó la diferencia entre lo que se hacía aparentemente sin bases y la nueva propuesta de su aportación. Figura 1. Douglas Stephens. Brillante cirujano australiano, quien hizo estudios transcendentales acerca de las malformaciones anorrectales y publicó un libro, que es todavía un clásico de la cirugía pediátrica contemporánea. 156 El libro Anorectal Malformations in Children fue y sigue siendo un libro clásico, leído por todos los expertos en ano imperforado del mundo en cuyo contenido medular destacaron varias cosas: los hallazgos observados, pero en particular la descripción del músculo puborectal; su relación con los datos clínicos mediante los cuales se manifiestan los defectos; la propuesta de clasificación y la variedad de procedimientos ejecutados. Lo medular del trabajo de investigación que difundió en todo el mundo consistió en haber disecado doce recién nacidos que habían muerto por alguna razón, pero que tenían en común una malformación anorrectal. Esta publicación tuvo enorme prestigio y fue el parteaguas en el tratamiento de estos defectos. Fueron clasificados en altos, intermedios y bajos, teniendo como referencia única, invariable, el músculo puborectal, que según su estudio se insertaba en el borde lateral del pubis, daba vuelta teniendo dentro de sí el intestino terminal y la uretra en los varones y el recto y genitales internos en las niñas; se insertaba en el coxis, daba vuelta y se reinsertaba en el borde opuesto del pubis, lo que le valió el nombre de la “hamaca puborectalis”. Este nombre a la luz de los nuevos conceptos propuestos, se convertiría en la manzana de la discordia. Aproximadamente diez años después y casi simultáneamente en todos los hospitales del mundo, se realizaban los procedimientos basados en las investigaciones de Stephens: el abordaje perineal para los defectos considerados como “bajos”, el abordaje sacroperineal para los “intermedios” y el abdomino-sacro-perineal para los “altos” 7. Casi todos los jefes de cirugía pediátrica del mundo aceptaron la propuesta. México no fue la excepción. Era tal la afinidad a las ideas de Stephens que era un visitante frecuente del Hospital Infantil de México y gozaba de la amistad de los cirujanos protagonistas de esa época. Sin embargo, el resultado de los procedimientos en boga, mostraba algunos inconvenientes, evaluados a largo plazo; la incontinencia fecal y urinaria eran los más comunes, debido a que con esa técnica se eliminaba el reservorio anorrectal constituido por el esfínter anal interno y que en ocasiones alcanzaba las columnas de Morgagni y las valvas de Houston. Una razón adicional probablemente era la lesión involuntaria de estructuras intrapélvicas importantes, causadas por una disección hecha a ciegas a través de un espacio casi virtual entre la pared anterior del colon por descender y la uretra en los varones. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Malformaciones anorrectales HISTORIA RECIENTE Cuando Peña (Figura 2) era residente en el Boston Children´s Hospital Medical Center, en nuestro país se inauguraba el actual Instituto Nacional de Pediatría, inicialmente llamado Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez (IMAN), un hospital de alta especialidad, después pasó a ser el Hospital del Niño DIF. Se designó como su director al General Médico Militar Alger León, quien conocía y sabía que Peña estaba en los EE.UU., y a quien invitó como Jefe de la División de Cirugía del que entonces se llamaba Instituto Mexicano de Asistencia a la Niñez. Peña aceptó el nombramiento, lo que fue bien recibido por algunos en la IMAN, pero en cambio, con gran inconformidad de los profesores cirujanos pediatras de la época, lo que se debió no sólo a la depuración que hizo en Figura 2. Alberto Peña Rodríguez. Cuya aportación a la cirugía universal, es la de mayor jerarquía que jamás cirujano mexicano haya hecho. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 la Unidad de Cirugía, sino por la actitud supuestamente discriminatoria del General León hacia ellos y en especial por la posición y conducta impositiva y casi intransigente ante temas como la educación quirúrgica pediátrica de nuestro país y en otros médico-quirúrgicos como la enterocolitis necrosante y el colon tóxico amibiano. Antes de que Peña alcanzara fama internacional, un día, en el Hospital Infantil de México, participando en una mesa redonda sobre enterocolitis necrosante, alguien del auditorio le preguntó cuál era el momento ideal para operar un niño con ese padecimiento y él contestó: “Mira, es tan difícil, que cuando operas y está ya perforado, significa que te tardaste, pero si operas antes, te precipitaste”. Por eso y por muchas razones más, pronto tuvo partidarios y detractores. A los primeros, se los denominó “los peña-fiel” y a los segundos “los peña-loza”. Muy pronto el prestigio personal de Peña y la escuela que había formado creció exponencialmente, y su Servicio de Cirugía se convirtió en el centro formador de especialistas en cirugía pediátrica más codiciado del país. En los siguientes ocho años de trabajo, después de haber regresado de Boston, Peña operó 56 niños con la técnica propuesta por Stephens; presentó su experiencia en 1980, en Colorado Springs y mostró algunos detalles para “identificar y preservar “el famoso “puborectal” extendiendo la incisión y utilizando electro-estimulación. Esto dio lugar a muchos comentarios negativos entre los cuales destacaron los de Durham Smith, coautor del libro de Stephen. Eso parece haber sido un acicate para Peña, pues al regresar a México, se propuso demostrar que la estructura “puborectal”, era una fantasía. Ese mismo año realizó su primera operación con una incisión sagital posterior mucho más larga que la originalmente utilizada, que llegaba hasta la base del escroto, intentando infructuosamente por varias horas identificar el “puborectal”, lo que confirmó que la estructura no existía 9. En la reunión de Colorado Springs se hallaban algunos cirujanos mexicanos; no faltaron los comentarios adversos a lo descrito por Peña. Tampoco faltaron los aplausos a las críticas de Smith y muy pronto en los pasillos, particularmente de hospitales leales a Stephens, los médicos pertenecientes al grupo “peña-loza”, como los del Hospital Infantil de México, se expresaban despectivamente respecto de la participación de Peña en ese congreso. A raíz de la difusión en Estados Unidos del revolucionario procedimiento que estaba poniendo en duda lo 157 Baeza-Herrera et al. establecido y que consistía en abrir, como un libro, la pelvis posterior de los niños con malformación caracterizada por la falta de orificio anal y que se empezaba a conocer como la operación de Peña; un cirujano californiano, Peter de Vries 10, quien había trabajado sobre la embriología del ano imperforado muy solícito le brindo apoyo a Peña a fin de difundir su técnica. Este acercamiento tuvo dos inconvenientes: Primero que los cirujanos mexicanos dijeran que no conforme con experimentar con niños mexicanos, Peña permitía que lo hiciera un extranjero. Segundo, que cuando de Vries acumuló experiencia, publicó en la revista de cirugía pediátrica más prestigiada, como primer autor, un artículo original en donde describía los hallazgos propiedad intelectual de Peña, lo que naturalmente fue considerado en la comunidad mundial de cirujanos pediatras, pero en particular por el mismo Peña como una deslealtad de de Vries al haber publicado los resultados de un procedimiento del que él no era autor original. A raíz de ese hecho ya no volvieron a colaborar de Vries y Peña. Para contestar a los señalamientos relacionados con la supuesta “experimentación sobre niños mexicanos de un cirujano extranjero”, Peña relata de manera chusca “que después, de Vries lo invitó a Sacramento a experimentar con niños norteamericanos”. Poco tiempo después de la aparición de los primeros artículos publicados, Peña fue invitado por diversas universidades y hospitales infantiles de la Unión Americana y mencionó que un fin de año, ya dispuesto a irse a radicar a Atlanta, desistió, argumentando la melancolía y nostalgia que les podían causar a él y a su familia si se mudaran. Me imagino que después de varias consultas con su familia y con la almohada, quizá le llegó la propuesta esperada y migró a la ciudad de Nueva York, a una de las instalaciones más bellas y más nuevas del Long Island Jewish Medical Center, el Schneider Children´s Hospital, donde su actividad quirúrgica asistencial y desarrollo profesional tomaron un lugar preponderante. En el Schneider Children’s Hospital, tuvo la oportunidad para trascender. Fue tanta su actividad, que al hospital llegaban continuamente pacientes de los cinco continentes. Los talleres a los que convocaba, se llenaban plenamente de inmediato, por lo cual tuvo que hacer un taller cada seis meses. La migración de niños procedentes de países pobres aumentó notoriamente y muchos de ellos fueron operados sin que Peña cobrara. Durante su estancia en ese lugar no había día que no tuviera visitantes procedentes de cualquier parte del mundo. Sus viajes de 158 trabajo que después narraría en sus monólogos, eran casi cada dos semanas. En cierta ocasión lo visitó Corman, un prestigiado cirujano colo-proctólogo norteamericano de adultos y autor de un voluminoso libro de la especialidad. Lo invitó para ayudarle en una anorrectoplastia sagital posterior, una fístula uretral. Corman estaba asombrado al ver cada uno de los movimientos que hacía Peña. Cuando intercambiaron conceptos sobre la anatomía, Peña le dijo a Corman: “Dime dónde están esos elementos musculares relacionados con el esfínter anal externo y que según ustedes está compuesto de los haces superficial, medio y profundo”. Corman seguramente no tenía respuesta. Eran días de gran éxito para Peña; las invitaciones locales y foráneas abundaban y siempre lograba lucirse utilizando su peculiar ingenio. Cierto día en el Baby´s Hospital de Nueva York, donde trabajaba Santulli, uno de los cirujanos más prestigiados y conocedores de los defectos ano-rectales en el mundo, le preguntaron algo relacionado con el tema. El respondió diciendo: “Mira, este campo no es como el de la cirugía cardiaca en la que el cirujano y el paciente muestran y presumen la cicatriz del tórax y su mejoría. En el caso de las malformaciones anorrectales la situación es distinta, porque además de que huelen feo los pacientes, no pueden andar por la calle bajándose el calzón y luciendo su cicatriz”. Este recurso lo utilizó mucho, para “romper el hielo” en una conferencia. A partir de su estancia en Schneider, la fama y prestigio de Peña crecieron tanto que antes de trasladarse a Cincinnati, ya había operado más de dos mil pacientes de los cinco continentes. Su técnica ya era la de elección en todo el mundo, con algunas variantes como efectuarla sin colostomía protectora, hacerla en el recién nacido, por accesos de mínima invasión, etc. NOVEDADES EN LA NOMENCLATURA No obstante estudios bien referenciados sobre la anatomía de la pelvis y en especial sobre los músculos de la continencia fecal, en particular por los estudios de Stephens 7 en niños y de Shafik 11 en adultos, la operación propuesta por Peña jamás pudo corroborar bajo visión directa la presencia de minicomponentes del músculo elevador del ano ni las fibras situadas a través que dieran la impresión de un conjunto de fibras cortado en sentido vertical. Refiere Peña en sus escritos que más bien en el momento de abrir Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Malformaciones anorrectales la pelvis, en su cara posterior sólo se ve “un todo que se contrae a la estimulación eléctrica”, contracción de fibras musculares estriadas que al ser estimuladas se contraen con más fuerza; en la medida en que el defecto tiene mejor pronóstico. Diseñó programas exitosos para el tratamiento de la incontinencia. Encontró y demostró experimentalmente con sus colaboradores, de los cuales tuve el honor de ser uno 12, que cuando esas estructuras se abrían en una operación en la línea media, podía abordarse la uretra prostática a través de una rectotomía anterior y posterior, sin menoscabo de la función contráctil y la continencia fecal y urinaria. TERMINOLOGÍA Y APLICACIONES NUEVAS Actualmente, con un programa de trabajo más maduro y experimentado y con un equipo probablemente más grande y completo en Cincinnati, logrará muchos más éxitos y sin duda los visitantes serán tan asiduos como hace 25 años. Debido a la contribución que Peña hizo al mundo de la cirugía, se convirtió en un referente y escritor obligado en la descripción de la malformación en todos los libros de texto y documentos sobre el tema y asistente asiduo de reuniones como las convocadas para Wingspread, ciudad de Wisconsin y Krikenbeck de Alemania, propuestas originalmente para normar esta malformación. Ambas reuniones efectuadas por invitación del grupo de médicos australianos encabezados por Stephens y Smith fueron interpretadas por muchos cirujanos del mundo como desagravio a Peña; el resultado fue infructuoso ya que se mantuvieron intactos los conceptos anatómicos y fisiológicos porpuestos por Stephens. Se propuso entonces que el procedimiento además de usarse en defectos anorrectales, podía aplicarse en estenosis uretral, en tumores del espacio presacro, en defectos de la médula espinal como la médula anclada, en casos de trauma pélvico complejo y para la corrección de la enfermedad de Hirschsprung. La nueva nomenclatura probablemente se modificó en relación a la anatomía. Por no haber comprobado la existencia del haz puborectal, este término desapareció de su léxico. Al haz muscular más grueso y enérgico, en lo que a respuesta al estímulo eléctrico se refiere y que une lo más superficial del aparato de la continencia con la musculatura que se denomina elevador del ano, lo denominó complejo muscular. Cuando ha sido necesario, a la profundidad del campo quirúrgico le continua llamando elevador del ano, Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 pero sin definir límites y reitera: “Es un todo contráctil al contacto de la estimulación eléctrica”. Para identificar las estructuras mediante el estímulo eléctrico, inventó y diseñó un aparato de gran utilidad que se conoce como el estimulador de Peña, que continúa en el mercado y se utiliza en todo el mundo. Con relación al diagnóstico propuso el índice sacro para distinguir los casos de buen pronóstico de los que no lo tenían. Propuso además, como método de estudio indispensable para ejecutar la operación definitiva, el colostograma, término adoptado en todo el mundo. Ideó los términos anorrectoplastia sagital posterior, para referirse a la vía de acceso, no obstante su descripción es empleada en los adultos 12. En la actualidad ese término se usa para referirse a la técnica de Peña. Dependiendo de la complejidad de la intervención, puede ser anorrectoplastia sagital posterior limitada, la anorrecto-vagino-uretro-plastia sagital posterior para referirse a la operación de los defectos cloacales. Para ese mismo fin ideó una técnica que agiliza y facilita su reparación: movilización urogenital total y más recientemente el cloacograma, estudio tomográfico especializado que muestra detalladamente la anatomía de la estructura pélvica y en especial de la cloaca persistente. Finalmente, estableció las pautas para que los efectos adversos de la operación como la incontinencia y la constipación se trataran de acuerdo a programas sistematizados eficientes. REFLEXIóN FINAL En su artículo Serendipia, suerte y optimismo 9 y en sus monólogos, Peña hace confesiones que sólo sus muy allegados conocían y se ofrece de brazos abiertos a sus colegas de México, país, al que me consta, siempre ha tenido deferencia a pesar de las precarias y difíciles condiciones socioeconómicas. Me consta que su ser mexicano se impuso a la necesidad a veces impositiva de adaptarse a una cultura distinta a la suya y confesando de vez en cuando que él tiene una faceta de “macho mexicano” en el sentido positivo y edificante, y en sus confesiones señala a sus colegas que para hacer realidad un sueño no debe haber límites; hay que ir contra los prejuicios de una cultura ancestral de retraso que frena el ánimo. Una reflexión que tiene vigencia es que en la medida que desconozcamos la función real del conducto anorrectal y del colon, respecto a la motilidad, no es posible resolver 159 Baeza-Herrera et al. muchos problemas pendientes. Hemos ignorado que probablemente el órgano más inteligente después del cerebro es el colon 13, no sólo porque está dotado de una cantidad enorme de células neuronales, también porque es el órgano al cual se le pueden modificar los horarios de trabajo, en circunstancias normales, ya que no sólo interviene con relaciones fisiológicas intrínsecas, debe adaptarse a la vida social y laboral. Dicho de otra manera, si el colon reclama ser vaciado y el individuo tiene mucho trabajo, el colon se detiene. Si el colon reclama la expulsión de gas y la persona está en una reunión, el colon calla. Algo similar ocurre con su obediencia, cuando se administran medicamentos o se le acostumbra a evacuar a una hora determinada; un estornudo o un bostezo, difícilmente se reprimen. Es evidente que la aportación de Peña al mundo es de enorme valor aun comparado con operaciones tan famosas como la de Blalock-Taussig 14 para tratar “el niño azul”. El conocimiento de la anorrectoplastia sagital posterior se ha vuelto universal. No hay país en el que no se practique el procedimiento de Peña. No parece que haya una operación en otra disciplina tan unánimemente aceptada y ejecutada. No se sabe de algún autor, que en forma constante haya escrito el mismo tema en tantos artículos y libros de texto, como lo ha hecho Peña. Hay que suponer que Gross, debe estar complacido y orgulloso de lo que ha logrado trascender uno de sus alumnos dilectos para beneficio de los niños con ano imperforado. Hace cuatro años, a instancias de varios cirujanos, el nombre de Peña fue propuesto infructuosamente ante la Cámara de Senadores como candidato para recibir la presea Belisario Domínguez, toda vez que esta presea de otorga a quien con valentía ha defendido sus convicciones. Belisario Domínguez lo hizo en un discurso oponiéndose a Victoriano Huerta, Peña lo hizo oponiéndose a lo establecido en lo que a la cirugía de las malformaciones anorrectales se refiere. Peña demostró a los expertos de todo el mundo, de manera valiente, que no estaban tratando bien las malformaciones anorrectales. Gracias a ello, Peña ha recibido todas las preseas de alto mérito que se otorgan a cirujanos prestigiados del mundo. Ha operado frecuentemente con fines altruistas, en los cinco continentes y ha recibido trato como dignatario, como a los presidentes, reyes, reinas y princesas de diversos países. Para terminar, ha habido contribuciones mexicanas a la cirugía mundial como la de de la Torre 15, de una técnica para la aganglionosis congénita que hoy día tiene difusión casi universal; la de Madrazo Navarro 16, para la 160 enfermedad de Parkinson; la de Aureliano Urrutia 17 por la separación de las siamesas Josefina y Guadalupe; la implementación de la barra estabilizadora de columna de Luque 18; el bloqueo del ganglio impar en la coccidinia por cáncer del colon descrita por Plancarte 19, todas son altamente meritorias, pero ninguna comparable con la trascendencia de la operación de Peña. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Stephens FS, Smith ED. Anorectal malformations in children. Chicago: Year Book Med Pub.; 1971. p. 1-14. Amussat JJ. Observation sur une operation d´anus artificial practiquee avec success par un noveau procede. Gaz Med (Paris). 1835. Servin D. De la extremidad inferior del recto. Restablecimiento del normal. 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Caso clínico: Paciente de 17 días de vida, con dificultad respiratoria en quien se diagnosticó con un estudio radiográfico, una eventración diafragmática congénita bilateral (EDCB). Requirió operación con una toracotomía bilateral en un solo tiempo quirúrgico. Análisis: La eventración diafragmática congénita representa el 5% de todas las anomalías diafragmáticas. Se han descrito pocos casos con afección diafragmática bilateral. La literatura revisada de 1970 a 2012 tenía únicamente 12 casos descritos, sólo uno en México y América Latina. El tratamiento quirúrgico en este caso, con la plicatura bilateral tuvo buen resultado. Introduction. Diaphragmatic eventration is a congenital malformation which could result in respiratory distress. A chest X-ray, shows an elevated diaphragm. Most case reports present unilateral diaphragmatic eventration. We report a case of an infant with bilateral diaphragmatic elevation. Case report. A 17 day old infant presented with respiratory distress. With the aid of an Xray study we diagnosed a bilateral congenital eventration of the diaphragm (BCED). A bilateral thoracotomy was performed. Discussion. Congenital diaphragmatic eventration represents 5% of all diaphragmatic pathology. There have been few reports of bilateral congenital diaphragmatic eventration. We found only nine reported cases since 1973, and only one in Mexico and Latin America. A bilateral diaphragmatic placation in our patient was successful. Palabras clave: Eventración diafragmática congénita bilateral, dificultad respiratoria, plicatura diafragmática, toracotomía posterolateral. Key words: Bilateral congenital eventration of the diaphragm, respiratory distress, diaphragmatic plication, posterolateral thoracotomy. L a eventración diafragmática es una elevación anormal del diafragma que ocasiona un movimiento paradójico del hemidiafragma afectado durante la inspiración y la espiración. En la * ** Residente de Cirugia Pediatrica. Jefe de Servicio de Cirugía Pediátrica. Instituto Nacional de Pediatría *** Cirujano Pediatra y de Tórax. Instituto Nacional de Pediatría. Correspondencia: Dr. Alejandro Gómez-Ruiz. Amores núm 1651304, colonia Del Valle. CP 03100. Delegación Benito Juárez. México, D.F. Correo electrónico: alexguru@yahoo.com Recibido: julio, 2012. Aceptado: marzo, 2013. Este artículo debe citarse como: Gómez-Ruiz A, Medina-Vega FA, Tejeda-Tapia HD. Eventración diafragmática bilateral: informe de un caso y revisión de la literatura. Acta Pediatr Mex. 2013;34:161-165. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 forma congénita existe un desarrollo incompleto de la porción muscular o tendón central del diafragma. 1 Es más frecuente que se afecte el hemidiafragma izquierdo. 2 La presentación bilateral es muy rara, 3-11 por lo que consideramos de interes presentar el caso de un recién nacido con eventración diafragmática congénita bilateral, que fue operado con buen resultado. DESCRIPCIóN DEL CASO Recién nacido de 17 días de vida, producto de G 1, P 1, embarazo normoevolutivo; parto eutócico, calificado con Apgar 9/9 y Silverman-Anderson de cero. Egresó con su madre a las 24 horas de vida. Inició su padecimiento con rechazo a la vía oral y cianosis peribucal a los 16 días de vida. Un día después apareció cianosis central y dificultad respiratoria, por lo que fue referido a nuestra institución. 161 Gómez-Ruiz A et al. A su ingreso, el paciente tenía datos de dificultad respiratoria: aleteo nasal, tiro intercostal, retracción supraesternal y xifoidea, polipnea. La oximetría de pulso al aire ambiente fue 74%. Requirió intubación endotraqueal y ventilación mecánica. En la tele de tórax, antes de iniciar la ventilación mecánica, se apreció elevación diafragmática izquierda que alcanzaba el cuarto espacio intercostal y elevación diafragmática derecha hasta el sexto espacio intercostal (Figura 1). En la fluoroscopia se observó elevación simétrica de ambos hemidiafragmas a nivel del tercer espacio intercostal, durante la apnea. Figura 2. Toracotomía izquierda. Diafragma izquierdo flácido, redundante; toma de la biopsia a nivel de cúpula diafragmática. Figura 1. Radiografía de tórax postplicatura. Se observa elevación de ambos hemidiafragmas; las cúpulas se encuentran a nivel del quinto espacio intercostal. Se realizó una toracotomía posterolateral bilateral. Se encontraron los hemidiafragmas adelgazados y redundantes, sin orificio ni saco herniario. Se tomó biopsia de ambos hemidiafragmas (Figura 2). Los dos pulmones tenían morfología normal. Se realizó plicatura diafragmática, con material de sutura no absorbible, primero del hemidiafragma izquierdo; después, del derecho. Se colocó una sonda pleural en cada lado del tórax antes del cierre de la pared torácica. Se extubó al paciente a las 36 horas de operado. Se retiraron las sondas pleurales a las 48 horas. El paciente estuvo asintomático desde ese momento (Figura 3). El informe histopatológico señaló interrupción del músculo estriado del diafragma compatible con eventración diafragmática congénita izquierda y derecha (Figura 4). Durante el seguimiento, el paciente evolucionó de manera satisfactoria, sin necesidad de oxígeno suplemen- 162 Figura 3. Radiografía de tórax simple a las 72 horas del postoperatorio. tario; sus oximetrías de pulso eran normales. Se descartó la presencia de malformaciones asociadas. A tres años de su tratamiento quirúrgico, el paciente se encuentra asintomático. ANÁLISIS La eventración diafragmática congénita es un padecimiento poco frecuente, que representa el 5% de todas las anomalías diafragmáticas 12. Habitualmente es unilateral. Sin embargo, se han descrito casos con afección diafragmática bilateral 3-5,7-11. La revisión de la literatura de 1970 a 2012 en las bases de datos Pubmed, Lilacs, Scielo y Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Eventración diafragmática bilateral Figura 4. Imagen histológica 10x del músculo diafragmático. Corte histológico de músculo de diafragma; se observa interrupción de las fibras musculares. Artemisa, reveló únicamente doce casos, de éstos, sólo uno en México y América Latina. 6 La etiología de la eventración diafragmática no se ha esclarecido. Se sospecha se debe a una anomalía de Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 la membrana pleuroperitoneal que ocurre después de la octava semana de gestación 13. El cuadro clínico tiene un espectro muy amplio de signos y síntomas. Algunos pacientes son asintomáticos; sin embargo, la mayoría tiene síntomas como vómito intermitente, distensión abdominal, detención del crecimiento, infecciones respiratorias persistentes o recurrentes, y principalmente, dificultad respiratoria. 14 El diagnóstico se realiza con una tele de tórax que muestre una elevación del hemidiafragma derecho al menos dos espacios intercostales por arriba del izquierdo, o el izquierdo elevado un espacio intercostal por arriba del derecho. Es difícil sospechar patología bilateral por radiografía simple, ya que ambos diafragmas se encuentran elevados. 14 El estudio mediante fluroscopia o ultrasonido son de mayor utilidad ya que permiten ver el movimiento paradójico del diafragma. 15 En el diagnóstico diferencial, se debe descartar el antecedente de traumatismo perinatal, para excluir una parálisis diafragmática postraumática, cuya sintomatología es similar a la de la eventración diafragmática. El diagnóstico definitivo se realiza con la biopsia diafragmática, para verificar la interrupción del músculo estriado en dicho tejido. 14 Se deben descartar alteraciones congénitas asociadas, las más frecuentes son las cardiopatías congénitas, agenesia cerebral, hipoplasia pulmonar y anomalías cromosómicas. 14 El tratamiento es expectante en pacientes asintomáticos. Sin embargo, se sugiere que las eventraciones extensas, que ocupan gran parte del hemitórax, se deben operar por el riesgo de que interfieran con el desarrollo pulmonar postnatal. 16 Los pacientes que requieren apoyo ventilatorio; los que sufren infecciones pulmonares de repetición; quienes tienen síntomas gastrointestinales o detención del crecimiento deben ser operados. 17 El tratamiento quirúrgico consiste en inmovilizar el diafragma en una posición horizontal, dos espacios intercostales por debajo del sitio donde se encontraba. 18 De esta manera aumenta el volumen intratorácico y se elimina el movimiento paradójico del diafragma. Habitualmente se realiza a través de toracotomía. Se ha descrito la vía de acceso abdominal en pacientes con eventración diafragmática bilateral o en los que han sido operados de una cardiopatía. 17 También se ha descrito el tratamiento de la eventración diafragmática por toracoscopia con resulta- 163 Gómez-Ruiz A et al. dos similares a los de la cirugía abierta. No obstante, es fundamental la experiencia del cirujano en dichos procedimientos de mínima invasión. 2 La morbilidad y la mortalidad perioperatorias de la plicatura diafragmática son bajas, y se deben a las complicaciones de una ventilación mecánica prolongada. 1 En la revisión de la literatura, de los 12 casos de eventración diafragmática bilateral, Wayne en 1973 en los Estados Unidos de Norteamérica, describió al primer paciente con eventración diafragmática congénita bilateral. 3 En 1986, Rodgers informó tres recién nacidos con EDCB que se operaron con plicatura diafragmática por abordaje transabdominal; uno de ellos tuvo dificultad respiratoria postquirúrgica y requirió ventilación mecánica prolongada, y traqueostomía. Posteriormente sufrió recidiva izquierda y fue reoperado. Los tres evolucionaron satisfactoriamente. 4 En 1989 Ehlberg en EE.UU. informó un caso de gemelos; ambos con EDCB e hipoplasia pulmonar severa; fallecieron en el periodo perinatal. 5 En México, en 1994 Pérez-Fernández describió el caso de un recién nacido con EDCB, operado con plicatura diafragmática bilateral y buena evolución .6 En 1995, En Japón, Shimotake informó un paciente con diagnóstico prenatal de hernia diafragmática izquierda por ultrasonido a las 38 semanas de gestación. Sin embargo, al operarlo no se confirmó el diagnóstico, en cambio, se encontró eventración diafragmática y se realizó plicatura diafragmática izquierda; a pesar de ello, el paciente persistió con insuficiencia respiratoria. En el seguimiento, se encontró una elevación diafragmática derecha no detectada en la primera radiografía de tórax. Tuvo que reoperarse y se encontró una eventración diafragmática derecha. Se le realizó plicatura diafragmática derecha a los 11 días de vida; evolucionó satisfactoriamente. 7 En el año 2000, Oh en Japón, describió el caso de un paciente de 13 años con eventración diafragmática bilateral asociada a vólvulo gástrico perforado. Se le realizó plicatura diafragmática bilateral y gastrostomía con buena evolución. 8 Takabayashi, en Japón en 2004, publicó el caso de un lactante de dos meses con EDCB y hamartoma de la pared. Se le realizó plicatura diafragmática y tuvo buena evolución. 9 En 2007 Sharma, en la India publicó el caso de un paciente de siete meses con EDCB, así como malrotación intestinal y agenesia renal izquierda; se realizó plicatura y tuvo evolución satisfactoria. 10 Finalmente en 164 2011 Sodhi, en Sudáfrica, describió un paciente de diez meses con eventración diafragmática bilateral que tuvo buena evolucionó después de la plicatura. 11 (Cuadro 1) CONCLUSIóN La eventración diafragmática bilateral es poco frecuente y constituye un reto para el diagnóstico y el tratamiento quirúrgico. Nuestro paciente no tuvo anomalías congénitas asociadas, lo que contribuyó a que su pronóstico fuera bueno. Se operó con plicatura diafragmática bilateral a través de una toracotomía posterolateral. Sin embargo, la tendencia actual es operar con cirugía de mínima invasión 2. La mayoría de los informes publicados son de eventración diafragmática congénita unilateral. Esta revisión incluye un periodo de más de 40 años, y se encontraron doce casos de eventración bilateral. Los pacientes se trataron tanto a través de toracotomía posterolateral bilateral simultánea como con abordaje transabdominal. Nueve de estos pacientes tuvieron evolución satisfactoria, lo que sugiere que la presentación bilateral no tiene morbimortalidad diferente a la forma unilateral. Cuando hay malformaciones agregadas, el pronóstico puede cambiar: el tratamiento quirúrgico puede ser satisfactorio o un fracaso. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Arensman R, Bambini D. Hernia y eventración diafragmática congénita. En Ashcraft, K, editor. Cirugía Pediátrica. Philadelphia: McGraw-Hill; 2005. p. 320-38. Rodríguez S. Patología diafragmática. En: Martínez Ferro M, Cannizzaro C, Rodríguez S, Rabasa C, editores. Neonatología quirúrgica. Buenos Aires: Grupo Guía; 2004. p. 354-5. Wayne E, Burrington J, Meyers D. 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Consulte Acta Pediátrica de México en internet: www.intramed.net www.nietoeditores.com.mx www.artemisa.org.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 165 Acta Pediatr Mex. 2013;34:166-170 Inquietudes y reflexiones Colaborando para mejorar la calidad de vida de personas con inmunodeficiencias primarias: Semana Internacional de Inmunodeficiencias Primarias 2013 Ricardo Sorensen MD 1 , Amos Etzioni MD 2 , Ahmed Aziz MD 3 , John B. Zeiger MD 4 Resumen ABSTRACT La Semana Mundial de las Inmunodeficiencias Primarias (WPIW, por sus siglas en inglés) 2013, se celebra cada año del 22 al 29 de abril. Este año se enfoca en la importancia de las pruebas de diagnóstico y el tratamiento de las inmunodeficiencias primarias para fomentar su detección temprana y el cuidado apropiado. Este año, las reflexiones se centran en varias regiones del mundo. Los autores han hecho un análisis de la situación en la zona del mundo donde se encuentran: Europa, Latinoamérica, África del Norte, Medio Oriente y Australia. A través de un análisis multinacional, se reflexiona sobre el progreso realizado hasta el momento para mejorar la vida de los pacientes con enfermedades de inmunodeficiencia primaria (PID, por sus siglas en inglés) y los desafíos que aún se deben afrontar. Asimismo, los autores tratan la importancia de la continua colaboración internacional entre todos los principales participantes para impulsar un mejor acceso al diagnóstico temprano, tratamiento apropiado y, finalmente, mejorar la calidad de vida de los pacientes PID. World Primary Immunodeficiency Week (WPIW) 2013, is celebrated annually on 22-29 April. This year WPIW focuses on the need to test, diagnose and treat this primary immunodeficiency to promote its early detection and appropriate care. This year’s reflexions focuses on various regions of the world. The authors have taken stock of the situation in their respective areas of the world: Europe, Latin America, North Africa and Middle East, as well as Australia. Through a cross country analysis, it reflects on progress made to date to improve the life of patients with primary immunodeficiency diseases (PIDs) and the challenges that remain to address. In addition the authors address the need for continued international collaboration amongst all relevant actors to drive better access to early diagnosis and appropriate treatment and ultimately improve the life of patients with PIDs. Palabras clave: Inmunodeficiencias primarias, pruebas de diagnóstico, tratamiento apropiado, calidad de vida. Key words: Primary immunodeficiencies, diagnosis tests, appropriate treatment, life improvement. Departamento de Pediatría del Children’s Hospital, 200 Henry Clay Ave. New Orleans, LA, USA Meyer Children’s Hospital, Haifa, Israel Unidad de Inmunología Clínica, King Hassan II University, Averroes Hospital, Casablanca, Morocco Sydney Children’s Hospital, Randwick, New South Wales, Australia a Semana Internacional de Inmunodeficiencia Primaria (WPIW) 2013, tiene lugar del 22 al 29 de abril de 2013 (www.worldpiweek.org). A medida que se acercan esta celebración y la campaña de toma de conciencia, es tiempo de reflexionar sobre el progreso que se ha logrado y los retos que aún quedan para la comunidad con enfermedades de inmunodeficiencia primaria (PID). En este articulo, los representantes de las sociedades líderes en PID evalúan la situación y los planes para seguir mejorando en sus áreas geográficas correspondientes. Se espera que el análisis de esta situación genere conciencia y mejore la colaboración 1 2 3 4 Correspondencia: Ricardo Sorensen M. D. RSoren@lsuhsc.edu Recibido: abril, 2013. Aceptado: abril, 2013. Este artículo debe citarse como: Sorensen R, Etzioni A, Aziz A, Zeiger JB. Colaborando para mejorar la calidad de vida de personas con inmunodeficiencias primarias: Semana Internacional de Inmunodeficiencias Primarias 2013. Acta Peditr Mex. 2013;34:166-170. www.nietoeditores.com.mx 166 L Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Colaborando para mejorar la calidad de vida de personas con inmunodeficiencias primarias en función de los baches que aún quedan en la búsqueda para promover un diagnóstico y tratamiento tempranos de las PID. EUROPA La European Society for Primary Immunodeficiency (ESID) es la organización profesional más antigua e importante sobre las PID. Actualmente la ESID tiene 800 miembros y casi 2000 personas asistieron a su ultima reunión que se realiza dos veces al año (Florencia, octubre de 2012). ESID desarrolló la primera base de datos clínica para las PID. Con información de más de 10.000 pacientes, este amplio registro ha sido utilizado para muchos proyectos y estudios importantes que han sido publicados. 1–3 Además, en el 2012, los miembros de la ESID colaboraron en la publicación de un protocolo de diagnostico sobre PID actualizado para no inmunólogos. Este protocolo incorpora las definiciones de nuevas enfermedades de inmunodeficiencia primaria y está diseñado para ayudar a los médicos a cargo del cuidado de adultos y niños a examinar y diagnosticar de manera rápida y eficiente las PID con base en el diagnostico clínico y los exámenes de laboratorio, para finalmente realizar los exámenes definitivos en conjunto con los especialistas en inmunología. 4 Además de organizar la reunión bianual, la ESID está a cargo de muchas otras actividades educativas, como una escuela de verano para pacientes con PID. Uno de los objetivos principales de la organización es crear conciencia sobre las enfermedades de inmunodeficiencia primaria a través de una nueva página web y de reuniones con organizaciones de pacientes. Asimismo, la ESID brinda apoyo al maravilloso “Proyecto J”, a cargo del Prof. László Maródi (Hungría), que pretende crear conciencia y conocimiento sobre las PID en los países de Europa del este y Europa Central 5. El próximo año, la ESID se va a enfocar en dos puntos principales para Europa: • La implementación de un examen neonatal para inmunodeficiencias combinadas severas (SCID, por sus siglas en inglés). Después del éxito que tuvo el programa en varios estados de los Estados Unidos, la ESID va a insistir para que el examen de las SCID se establezca lo antes posible en la mayoría de los países europeos. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 2, marzo-abril, 2013 • La previsión para un tratamiento adecuado de las diferentes PID en toda Europa. Lamentablemente, en la mayoría de los países, el suministro de inmunoglobulina intravenosa (IVIG, por sus siglas en inglés) es inadecuado y los centros de trasplante de hemocitoblastos (HSCT, por sus siglas en inglés) aún no se han desarrollado en algunos países, principalmente en Europa del Este. Aunque se han logrado muchas cosas, aún queda un largo camino por recorrer para brindar un diagnóstico temprano y preciso de las PID, así como su tratamiento adecuado, a los miles de pacientes en toda Europa y el mundo. AMÉRICA LATINA Los esfuerzos organizados para mejorar el diagnóstico y tratamiento de pacientes con PID en Latinoamérica empezaron en 1993, cuando un pequeño grupo de inmunólogos de Argentina, Brasil, Chile y Colombia se reunieron en Estados Unidos con el doctor en medicina Ricardo Sorensen para crear un formulario de registro conjunto de pacientes con el auspicio de un grupo informal llamado Grupo Latinoamericano de Inmunodeficiencias Primarias (LAGID, por sus siglas en inglés). Las metas de esta organización eran incluir a otros países latinoamericanos y crear registros de pacientes con PID en cada país participante. El grupo creció de cuatro países a un total de 14 con una población muy numerosa. La mayoría de los objetivos establecidos por el LAGID han sido cumplidos, incluido lo siguiente: el desarrollo de grupos de apoyo para pacientes y familiares en la mayoría de los países participantes; la creación de una página web para los miembros; la organización de 12 reuniones científicas anuales desde 1995 hasta 2007; el desarrollo de programas educativos y capacitación de pediatras y médicos en general; los esfuerzos exhaustivos de colaboración entre los países miembros y entre los inmunólogos de Latinoamérica y sus colegas en Europa y Estados Unidos. Estos esfuerzos llevaron a la creación del registro conjunto de PID publicado por ocho países en 1998. 6 Un segundo informe se publicó en 2007.7 Un segundo registro electrónico oficial, según el modelo de registro del ESID y con el apoyo de éste, se estableció en Sao Paulo, Brasil, para toda Latinoamérica. Otras acciones también han contribuido al avance del cuidado 167 Sorensen R et al. de pacientes con PID en Latinoamérica y han incorporado una nueva dinámica para el diagnóstico, tratamiento e investigación en la región. 8,9 Estas acciones incluyen el programa de becas patrocinadas a cargo de la Sociedad Latinoamericana para la Inmunodeficiencia (LASID, por sus siglas en inglés) fundado en 2009, que ha ayudado a jóvenes inmunólogos en cinco países a especializarse en el diagnóstico y cuidado de las PID, y la implementación de la red de trabajo del Centro Jeffrey Modell para diagnóstico e investigación en San Paulo, Ciudad de México, Medellín, Santiago y Buenos Aires. Estos centros creados por la Fundación Jeffrey Modell ofrecen mejorar la capacidad de diagnóstico y tratamiento para las PID en todo el mundo, incluida Latinoamérica. Las autoridades de salud en varios países, incluidos México, Colombia, Argentina, Brasil y Chile, recientemente han reconocido a las PID como un grupo especial de enfermedades y han facilitado el acceso a su tratamiento. Los desafíos actuales de las PID en Latinoamérica se dividen en dos: a) continuar expandiendo la concientización y posibilidades de diagnóstico y el tratamiento en las áreas de Latinoamérica en las que se ha progresado poco o casi nada; b) satisfacer el deseo de los jóvenes inmunólogos latinoamericanos de incorporar avances de última tecnología para el diagnóstico y tratamiento de sus pacientes. La motivadora experiencia lograda a lo largo de años de esfuerzos colaborativos exitosos le permite al LASID mirar al futuro con optimismo. ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE El diagnóstico y cuidado de las PID en África y Medio Oriente se ha desarrollado asombrosamente en los últimos dos años, pero aún se requieren más esfuerzos, especialmente en África subsahariana. De hecho, hemos sido testigos de la creación de redes sobre PID y del lanzamiento de estudios multicéntricos sobre estas enfermedades. En particular, dos talleres realizados en Atenas en el 2012 y en Dubai en el 2013, donde se reunieron expertos de África del Norte y Medio Oriente. Este evento permitió que diferentes expertos compartieran soluciones y establecieran puentes de colaboración para la capacitación y la investigación. En 2011, Ridha Barbouche y sus colegas publicaron un perfil de las PID en África del Norte (Marruecos, Tunez y Egipto), 10 mientras que Saleh Al Muhsen y sus colegas publicaron un artículo 168 sobre la epidemiología de las PID en el Medio Oriente. Ambas regiones se caracterizan por tener altos índices de endogamia (20 a 60 %) y una distribución comparable de causas de PID, con una elevada incidencia de SCID y mutaciones de efecto fundador. Varios equipos en Medio Oriente, incluida Arabia Saudita, han publicado excelentes resultados sobre HSCT y han contribuido a la investigación internacional sobre causas específicas de las PID. 12 El tratamiento de las PID se ha desarrollado lentamente en África del Norte, con algunas dificultades en el acceso a IVIG y HSCT. Estos avances permiten que los pacientes con PID en las regiones mencionadas tengan una elevada esperanza de vida. Sin embargo, con excepción de África del Sur, donde la situación es comparable a la de África del Norte, aún hace falta más progreso en el resto de los países africanos. En efecto, la actividad en el campo de las PID parece ser escasa o casi nula en más de 40 de los 54 países en este continente. Para enfrentar este asunto, la African Society for Immunodeficiencies (ASID), creada en Casablanca en 2008, optó por desarrollar acciones regionales para la educación de pediatras y otros profesionales de la salud, así como para promover iniciativas para el intercambio de experiencias y educación de los expertos a lo largo del país. Los logros de la ASID ya son una realidad: África tiene un vocera para las agrupaciones sociales y científicas sobre PID, y las escuelas que brindan educación sobre las PID han involucrado a docenas de países en cada región de África. Sin embargo, aún quedan retos por enfrentar en África, cuya población este año ha excedido los mil millones de habitantes. Es necesario realizar acciones internacionales urgentes en este continente. Esto debe servir no solo para crear conciencia sobre las PID en médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud, sino especialmente para llamar la atención de las autoridades y el público en general sobre este extenso grupo de enfermedades raras y su gran impacto en la mortalidad infantil. En efecto, las PID son más comunes de lo que se cree. Se estima que cerca de 900.000 personas podrían padecer alguna PID en África, mientras que se registran sólo alrededor de 1000 casos documentados. 13 Las regiones de África del Norte y Medio Oriente han decidido acertadamente trabajar de forma conjunta para mejorar el diagnóstico y tratamiento de las PID. Se requieren los mismos esfuerzos conjuntos en el resto de África 11 Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 2, marzo-abril, 2013 Colaborando para mejorar la calidad de vida de personas con inmunodeficiencias primarias para permitir que el trabajo de los grupos de pacientes, médicos y enfermeras brinde un cambio positivo para los enfermos con PID. AUSTRALIA Existe una comunidad activa involucrada en la inmunodeficiencia en este país. Muchas de sus principales interacciones se centran alrededor del comité de PID de la Australasian Society of Clinical Immunology and Allergy (ASCIA) y la ya bien establecida Asia Pacific Primary Immune Deficiency Summer School (APPID). Aunque las limitaciones geográficas hacen difícil que haya grandes centros de PID, existen varios centros importantes que atienden pacientes con trastornos complejos de inmunodeficiencia. El primero, Australian Jeffrey Modell Foundation Center pronto inaugurará el Sydney Children’s Hospital, Randwick. Los resultados de los cinco centros que actualmente practican TCMH para PID en Australia se comparan favorablemente con los que existen en otras partes del mundo. 14 En lo que se refiere a la investigación, se han hecho esfuerzos para formar alianzas de investigación conjunta en todo el país, inicialmente a través del Registro australiano de PID 15 y, recientemente, a través del estudio del Australia and New Zealand Antibody Deficiency Allele (ANZADA) orientado a la deficiencia de anticuerpos. En algunos países con economías similares, el uso de IVIG se ha incrementado más del 10 % por año, tendencia que se piensa será insostenible a largo plazo. En Australia, la mayor parte del uso de IVIG es financiada por el gobierno federal 16 y se distribuye a través de los servicios de transfusión de sangre de la Cruz Roja. Un estudio en Nueva Gales del Sur se basa en datos de la Cruz Roja para mejorar nuestra comprensión de los factores que promueven estos cambios. La inmunoglobulina subcutánea (SCIG, por sus siglas en inglés) se emplea cada vez más en pacientes con PID. Al parecer, la SCIG requiere dosis totales más bajas de inmunoglobulina; algunos centros informan que actualmente hay más pacientes que utilizan SCIG en lugar de IVIG. A pesar de que los tres productos han sido aprobados por las autoridades de reglamentación para uso de SCIG y que la SCIG ha sido respaldada por los criterios australianos para el uso clínico de inmunoglobulina (http://www.nba.gov.au/ivig/index.html), aún se espera la financiación nacional de SCIG. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 2, marzo-abril, 2013 CONCLUSIÓN En los últimos diez años, se ha visto un gran avance en el cuidado de las PID en muchas partes del mundo, incluyendo algunas áreas donde la falta de provisiones era un gran problema. Este avance fue posible gracias a los esfuerzos conjuntos de inmunólogos, médicos no especializados, asociaciones de enfermeras, proveedores de salud, responsables políticos y organizaciones de pacientes. Tales colaboraciones proporcionan un modelo para los futuros esfuerzos a fin de promover el diagnóstico temprano y las terapias para extender y mejorar la calidad de vida de las personas con IPD, especialmente en las zonas más necesitadas. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Eades-Perner AM, Gathman B, Kner V, Guzman D, Veit D, Kindle G, et al. ESID Registry Working Party. The European internet-based patient and research database for primary immunodeficiencies: results 2004-06. Clin Exp Immunol. 2007;147:306–12. Gathmann B, Grimbacher B, Beauté J, Dudoit Y, Mahlaoui N, Fischer A, et al. ESID Registry Working Party. The European internet-based patient and research database for primary immunodeficiencies: results 2006-2008. Clin Exp Immunol. 2009;157(Suppl 1):3–11. 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Canberra; National Blood Authority. [www.nba.gov.au/ivig/ ivig-report-10-11_amended_dec2012.pdf; último acceso el 5 de marzo de 2013] Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 2, marzo-abril, 2013 Acta Pediatr Mex. 2013;34:171-172 Criterios pediátricos Clasificación de los biomarcadores en las enfermedades del sistema nervioso central Biol. Fernando A. Gómez-Hernández 1 , M en C. Aristides III Sampieri 2 , Dra. Liliana Carmona-Aparicio 3 L a patogénesis de muchas enfermedades que afectan al sistema nervioso central (SNC) no se han esclarecido, pero se sabe que estos trastornos son consecuencia de la desregulación dinámica de las vías de varios genes, de las proteínas y de alteraciones metabólicas, que en conjunto representan alteraciones en el organismo. El estudio de estas alteraciones ayuda a identificar las vías implicadas como mecanismos patológicos, que a su vez pueden definirse como las huellas digitales, marcadores biológicos o biomarcadores para diversos trastornos. Un biomarcador es una sustancia o molécula bioquímica que se puede medir y evaluar como un indicador de procesos normales o patológicos; suelen aceptarse como indicadores para diagnosticar una enfermedad (marcadores de diagnóstico), para establecer su gravedad, así como para seguir su evolución (marcadores de progresión o 1 2 3 Escuela de Biología, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Laboratorio de Biología Molecular y Genómica, Facultad de Ciencias, UNAM. Laboratorio de Neuroquímica, Instituto Nacional de Pediatría. Correspondencia: Dra. en C. Liliana Carmona-Aparicio. Investigador en Ciencias Médicas “D”. Laboratorio de Neuroquímica, Torre de Investigación. Insurgentes Sur 3700, Letra C, Col. Insurgentes Cuicuilco, Delegación Coyoacán, C.P 04530, México D.F. Teléfono celular: 044-5525334306 Teléfono: (+52) (55) 10840900 (1429) Email: c_apariccio@yahoo.com.mx Recibido: julio, 2012. Aceptado: enero, 2013. Este artículo debe citarse como Gómez-Hernández FA, Sampieri A, Carmona-Aparicio L. Clasificación de los biomarcadores en las enfermedades del sistema nervioso central. Acta Pediatr Mex. 2013;34:171-172. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 pronóstico); para vigilar la respuesta al tratamiento 1. Por lo tanto, un biomarcador puede emplearse tanto en el área clínica, como en el desarrollo de medicamentos. APLICACIONES DE LOS BIOMARCADORES EN LAS ENFERMEDADES DEL SNC Desde la década de los años setenta del siglo XX, se usaban biomarcadores para el diagnóstico y el tratamiento de diversas enfermedades del SNC 2. Los primeros estudios fueron realizados por Routh y cols., en 1971, con los que descubrieron el papel de la L-Dopa en pacientes con Parkinson 2. Otros estudios han permitido identificar marcadores de pronóstico en diversas patologías del SNC que aquejan a la población pediátrica como en el meduloblastoma 3, la epilepsia 4, entre otras. De manera particular, nuestro interés se enfoca a la identificación de biomarcadores de origen neuroquímico, que subyacen la patofisiología de padecimientos neurológicos, como lo ha sido el estudio del papel del neuropéptido nociceptina/orfanina en modelos experimentales de epilepsia, mediante técnicas de electrofisiología, microdiálisis y autorradiografía 5, 6. Actualmente existen numerosos biomarcadores que aportan información sobre los mecanismos fisiopatológicos que subyacen las enfermedades del SNC. Por esta razón, se ha propuesto su clasificación para facilitar su manejo y su estudio. CLASIFICACIÓN DE LOS BIOMARCADORES EN LAS ENFERMEDADES DEL SNC Los biomarcadores del SNC se clasifican en genéticos, de neuroimagen, clínicos y bioquímicos, de acuerdo al tipo de información que proporcionan 7. 171 Gómez-Hernández FA et al. a) Los biomarcadores genéticos identifican variaciones genéticas en los pacientes asociadas con la enfermedad, pero no permiten predecir la edad de aparición del padecimiento 7. b) Los biomarcadores de neuroimagen son el resultado de tecnologías de la imagen, que incluyen tomografía computarizada por emisión de fotón (SPECT), tomografía por emisión de positrones (PET), resonancia magnética (MRI), resonancia magnética de alta resolución, para un mejor análisis estructural y funcional del blanco de estudio (fMRI). Todos estos métodos pueden utilizarse como complementos potenciales de los datos clínicos en la evaluación de los trastornos del SNC 7,8. c) Los biomarcadores clínicos permiten la integración de las funciones biológicas, como la pérdida de ciertas capacidades fisiológicas que comprometen la vida del individuo 7. En general, los biomarcadores deben ser confiables, específicos y útiles para orientar a los investigadores, así como a los clínicos, para hacer un diagnóstico más preciso y dar un mejor tratamiento a una enfermedad en particular 9. CONCLUSIONES La necesidad de identificar y caracterizar los biomarcadores presentes en las enfermedades del SNC ha permitido tener una amplia gama de ellos, los cuales se han clasificado para su mejor uso dependiendo de la información que pueden aportar sobre las diversas patologías y su progresión. El estudio de los biomarcadores es un área muy amplia, que tiene como finalidad identificar sustancias, que se encuentran alteradas en las enfermedades que 172 afectan al organismo en general; ofrecen al investigador y al clínico mejores herramientas que les permita conocer los mecanismos fisiopatológicos que subyacen las patologías, lo cual favorece su tratamiento y mejora la calidad de vida del paciente. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Vasan RS. Biomarkers of cardiovascular disease: molecular basis and practical considerations. Circulation. 2006;113(19):2335-62. 2. Routh JI, Bannow RE, Fincham RW, Stoll JL. Excretion of L-dopa and its metabolites in urine of Parkinson’s disease patients receiving L-dopa therapy. Clin Chem. 1971;17(9):86771. 3. Molenaar WM, Jansson DS, Gould VE, Rorke LB, Franke WW, Lee VM, Packer RJ, Trojanowski JQ. Molecular markers of primitive neuroectodermal tumors and other pediatric central nervous system tumors. 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La responsabilidad de elegir juguetes seguros queda en manos de los padres. Deben enseñar al niño a utilizarlos correctamente para evitar se transformen en un riesgo. También es una buena oportunidad para jugar con ellos y observar cómo lo hacen. Se debe informar a los abuelos y otros cuidadores adultos responsables todas las normas de seguridad. Los juguetes solo podrán comercializarse si no perjudican la seguridad o salud de los usuarios. Todo juguete puesto en el mercado debe cumplir requisitos que protejen al consumidor contra riesgos para la salud y lesiones corporales. Por ello, deben reunir como mínimo, determinadas Médico Adscrito Consulta Externa de Pediatría INP Correspondencia: Dr. Armando Reyes-Cadena. Instituto Nacional de Pediatría. Insurgentes Sur 3700-C. Col. Insurgentes Cuicuilco. México 04530 D.F. cadenadr@yahoo.com.mx Recibido: febrero, 2013. Aceptado: marzo, 2013. Este artículo debe citarse como: Reyes-Cadena A. Juguetes seguros. Acta Pediatr Mex. 2013;34:173-174. www.nietoeditores.com.mx Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 propiedades físicas, químicas y mecánicas de inflamabilidad, eléctricas, radiactivas e incluso higiénicas. Las siguientes sugerencias servirán para ayudar a prevenir las lesiones por uso inadecuado de juguetes: •Peligros de aspiración o ingestión Los juguetes deben ser suficientemente voluminosos para que no puedan tragarse y no deben partirse o fragmentarse fácilmente. En niños menores de tres años se recomienda dejar fuera de su alcance los objetos que midan menos de 5 cm. Comprobar que los juguetes no tengan partes que puedan desprenderse (ojos, nariz, pilas, botones, etc.) y que los niños puedan llevarse a la boca. Los juguetes que tengan sabores o perfumes no deben ser pequeños. Los muñecos y animales de peluche deben poseer costuras firmes y la felpa debe de ser corta. Los juguetes de plástico y las partes pequeñas de diversos productos han planteado un problema especial de aspiración o ingestión; no son radiopacos y pueden pasar inadvertidos fácilmente en una radiografía de tórax o de abdomen. Muchas veces estas aspiraciones han sido diagnosticadas equivocadamente como neumonía recurrente, hasta que se sospechó la presencia de un cuerpo extraño. Por lo anterior, algunas compañías de juguetes han desarrollado un compuesto plástico que contiene ciertas cantidades de sulfato de bario que lo hace radiopaco, en caso de ingestión accidental, este material puede observarse en radiografías estándar. Por otra parte, es bien sabido que las pelotas desinfladas pueden ser aspiradas y causar la muerte; los padres deben evitar que sus hijos jueguen con ellas. Los silbatos y los instrumentos musicales que se colocan en la boca no deben tener partes pequeñas que puedan desarmarse. 173 Reyes-Cadena A Nunca hay que permitir que los niños jueguen con globos rotos o desinflados; asimismo, tampoco que se lleven globos inflados a la boca. •Quemaduras y choque eléctrico Los juguetes preferidos por los niños son los operados con baterías y no los eléctricos. Los juguetes con tomas de corriente eléctrica y elementos de calefacción no se recomiendan para menores de ocho años. Los enchufes y tomas de corriente en los juguetes no deben de ser compatibles con los de electricidad real. La batería o transformador de los juguetes que utilizan energía no deben ser mayores de 24 voltios. También hay que evitar los materiales potencialmente combustibles. Las superficies que pueden alcanzar temperatura elevada tienen el riesgo de causar lesión térmica. Los fuegos artificiales y la pirotecnia no son para jugar. Nunca se le deben dar a un niño. La vigilancia y la enseñanza son esenciales para el uso adecuado de juguetes eléctricos y requieren de la participación de los padres. •Lesiones por atrapamiento o pinzamiento Se ha producido pinzamiento de dedos, ropa o pelo por resortes, engranajes o bisagras, por lo que deben evitarse los juguetes que los contengan. •Explosiones y envenenamientos La exploración científica llevada a cabo por menores de edad necesita vigilancia. Los juegos de química y los impulsados por combustible a chorro suelen requerir la madurez de un niño mayor de 12 años. La pintura de los juguetes no debe desprenderse y las tintas de colores no deben desteñirse. Algunos componentes de juguetes blandos pueden provocar alergias por lo que se deben leer las recomendaciones del fabricante y estar atentos a eventuales reacciones dérmicas. No se debe de permitir que los niños jueguen con juguetes que contengan plomo. Las pinturas y tintas para pintar deben tener escrito en la etiqueta: no tóxico. •Desgarros y otras heridas En los juguetes con bordes agudos expuestos, el vidrio o partes de plástico rígido, capaces de desprenderse, han sido responsables de desgarros y cortes de gravedad. Los juguetes de metal no deben tener ranuras ni bordes mal terminados, tampoco deben quedar a la intemperie porque se deterioran al oxidarse. 174 Los juguetes para subirse en ellos deben de ser estables para no volcarse o romperse con facilidad. Los espejos de juguete no deben de ser de vidrio. Si el cajón de los juguetes tiene tapa, ésta no debe caer o correrse libremente al soltarla. Las mascotas no son juguetes; a los niños se les debe enseñar a cuidarlas y respetarlas. •Lesiones por punción y sección Las puntas agudas han causado muchas de las lesiones por juguetes, por tanto, las cubiertas protectoras no deben suprimirse. Niños que cayeron sobre juguetes de caucho o de plástico con ejes metálicos han sufrido heridas penetrantes de cráneo. Los juguetes no deben tener bordes puntiagudos o filosos, ni astillas. Las tijeras deben tener puntas redondeadas. Los aviones y helicópteros de juguete deben tener terminaciones blandas y redondeadas y las hélices deben estar firmes en su lugar. •Lesiones por proyectiles Las lesiones más importantes por proyectiles afectan el ojo. Es esencial la vigilancia paterna o de un adulto en el uso de juguetes tipo proyectil si queremos evitar lesiones graves. •Estrangulación Los cordones o las cuerdas pueden estrangular niños pequeños. Los cordones para tirar los juguetes deben tener menos de 30 cm de largo. Las cuerdas de los móviles para cunas no deben tener más de 22 cm. Es conveniente retirar los juguetes de la cuna o la cama cuando los niños duermen. Los pediatras debemos aconsejar a los padres a comprar juguetes adecuados a la edad, sexo, desarrollo y temperamento del niño. El grado de maduración del mismo puede tener más importancia que la edad cronológica cuando se considera su capacidad para manipular juguetes sin peligro. Comprender las etapas del desarrollo de los niños y los peligros comunes correspondientes ayuda a elegir correctamente según la edad. BIBLIOGRAFÍA 1. American Academy of Pediatrics. A Parent’s Guide to Toy Safety. 2008. Recuperado de Web site www.aap.org, el día 02-Enero -2013. 2. Galssy D, Romano J. Selecting appropriate toys for young children: The pediatrician’s role. American Academy of Pediatrics. Pediatrics. 2003;111:911-12. 3. Greensher J, Mofenson H. Injuries at play. Clin North Am. 1985;32(1):127-9. 4. Portal de la Sociedad Argentina de Pediatría. Juguetes seguros. Recuperado de Web site www.sap.org.ar/ el día 03 –Enero-2013. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 INSTITUTO NACIONAL DE PEDIATRÍA DIRECCIÓN DE ENSEÑANZA SUBDIRECCIÓN DE PROGRAMACIÓN Y EVALUACIÓN EDUCATIVA DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN MÉDICA CONTINUA CURSOS, CONGRESOS Y REUNIONES CIENTÍFICAS CON RECONOCIMIENTO INSTITUCIONAL 2013 JUNIO Curso Taller Aplicaciones de la Citometría de Flujo en el Diagnóstico de las Inmunodeficiencias Primarias Coordina: Dra. Gabriela López Herrera Fecha: 4, 5, 6 y 7 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B Actualización en Rehabilitación Pediátrica Coordina: Dra. María del Carmen García Cruz Fecha: 12, 13 y 14 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio S.T.A.B.L.E. Coordina: Dr. Carlos López Candiani Fecha: 13 y 14 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B XXI Taller de Citomorfología y 4ª Reunión Internacional del Laboratorio de Hematología Coordina: EBC Lina T Romero Guzmán Fecha: 18, 19, 20 y 21 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B Pedi@tips Ortopédicos Coordina: Dr. José Cortés Gómez Fecha: 26, 27 y 28 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B JULIO Oftalmología para el Pediatra Coordina: Dr. Juan Carlos Ordaz Favila Fecha: 4 y 5 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B Maltrato Infantil: Crianza Humanizada: Una Acción Preventiva Coordina: Dr. Arturo Loredo Abdalá Fecha: 15 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Primer Curso Actualización en Alergia Pediátrica Dr. José G Huerta López. Alergia: una Enfermedad Multisistémica Coordinan: Dra. Sandra Bautista García, Dr. Francisco Alberto Contreras Verduzco Fecha: 17, 18 y 19 Horario: 8:00 a 14:00 h Sede: Auditorio 4ª Reunión del Colegio de Neumólogos Pediatras Coordina: Dr. Francisco J Cuevas Schacht Fecha: 25 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio AGOSTO Catarata Congénita Coordina: Dr. Juan Carlos Ordaz Favila Fecha: 1 y 2 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B Congreso de Cirugía Plástica Pediátrica Coordina: Dr. Gerardo Fernández Sobrino Fecha: 7, 8 y 9 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B VII Reunión de Terapia Respiratoria Coordina: TR Rosalino Juárez Flores Fecha: 7, 8 y 9 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio II Taller Cuidado de Enfermería Neonatal Coordina: Lic. Enf. Martha Aurea Saavedra Barrios Fecha: 14, 15 y 16 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio XVI Curso Nacional de Actualización en el Manejo de las Enfermedades Respiratorias y Alérgicas más Frecuentes en Pediatría Coordinan: Dr. Carlos León Ramírez, Dr. Francisco J Cuevas Schacht Fecha: 21, 22 y 23 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Auditorio X Curso Taller Interpretación de Gases Arteriales y Venosos Coordinan: Biól. María del Pilar Pérez Martínez Fecha: 21, 22 y 23 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B 3er Simposio Internacional de Enfermedades por Depósito Lisosomal Coordinan: Dr. Luis Carbajal Rodríguez Fecha: 29 y 30 Horario: 08:00 a 14:00 h Sede: Sala B Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 Normas para autores Los manuscritos deben elaborarse siguiendo las recomendaciones del Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (N Engl J Med 1997;336:309-15). Requisitos de uniformidad para manuscritos enviados a revistas biomédicas (Normas de Vancouver) 1. El texto deberá entregarse impreso, por triplicado, en hojas tamaño carta (21 × 27 cm), a doble espacio, acompañado del CD o dispositivo para USB con la captura correspondiente e indicando en la etiqueta el título del artículo, el nombre del autor principal y el programa de cómputo con el número de versión. (Ejemplo: Estrógenos en el climaterio. Guillermo Martínez. Word 6.0). 2. Las secciones se ordenan de la siguiente manera: página del título, resumen estructurado, abstract, introducción, material y método, resultados, análisis, referencias, cuadros, pies de figuras. 3. En la primera página figurará el título completo del trabajo, sin superar los 85 caracteres, los nombres de los autores, servicios o departamentos e institución (es) a que pertenece (n) y la dirección del primer autor. Si todos los autores pertenecen a servicios diferentes pero a una misma institución el nombre de ésta se pondrá una sola vez y al final. La identificación de los autores deberá hacerse con uno hasta cuatro asteriscos (*,**,***,****); si son más autores utilice números en superíndice. 4. En el ángulo superior derecho deberá llevar el número progresivo de hojas. 5. Las gráficas y dibujos deben elaborarse profesionalmente. Las ilustraciones (fotografías) deben entregarse en un CD en formato TIF y con al menos 300 dpi de resolución (el material le será devuelto una vez que el artículo se publique). 6. Los cuadros deberán numerarse con caracteres arábigos. Cada uno deberá tener un título breve; al pie del mismo se incluirán las notas explicativas que aclaren las abreviaturas poco conocidas. No se usarán líneas horizontales o verticales internas. Todos los cuadros deberán citarse en el texto. 7. Tipo de artículos: la revista publica artículos originales en el área de investigación clínica o de laboratorio, editoriales, artículos de revisión, biotecnología, comunicación de casos y cartas al editor. Se reciben artículos en los idiomas español e inglés. 8. Resumen. La segunda hoja incluirá el resumen, de no más de 250 palabras y deberá estar estructurado en antecedentes, material y método, resultados y conclusiones. Con esta estructura se deberán enunciar claramente los propósitos, procedimientos básicos, metodología, principales hallazgos (datos concretos y su relevancia estadística), así como las conclusiones más relevantes. Al final del resumen proporcionará de 3 a 10 palabras clave. Enseguida se incluirá un resumen en inglés (abstract). 9. Abstract. Es una traducción correcta del resumen al inglés. 10. Texto. Deberá contener introducción, material y métodos, resultados y análisis, si se tratara de un artículo experimental o de observación. Otro tipo de artículos, como editoriales no utilizarán este formato. a) Introducción. Exprese brevemente el propósito del artículo. Resuma el fundamento lógico del estudio u observación. Mencione las referencias estrictamente pertinentes, sin hacer una revisión extensa del tema. No incluya datos ni conclusiones del trabajo que está dando a conocer. b) Material y método. Describa claramente la forma de selección de los sujetos observados o que participaron en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, incluidos los testigos). Identifique los métodos, aparatos (nombre y dirección del fabricante entre paréntesis) y procedimientos con detalles suficientes para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Explique brevemente los métodos ya publicados pero que no son bien conocidos, describa los métodos nuevos o sustancialmente modificados, manifestando las razones por las cuales se usaron y evaluando sus limitaciones. Identifique exactamente todos los medicamentos y productos químicos utilizados, con nombres genéricos, dosis y vías de administración. Acta Pediátrica de México Volumen 34, Núm. 3, mayo-junio, 2013 c) Resultados. Preséntelos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de los cuadros o figuras; sólo destaque o resuma las observaciones importantes. d) Análisis (incorrectamente traducido como ‘Discusión’). Insista en los aspectos nuevos e importantes del estudio. No repita pormenores de los datos u otra información ya presentados en las secciones previas. Explique el significado de los resultados y sus limitaciones, incluidas sus consecuencias para la investigación futura. Establezca el nexo de las conclusiones con los objetivos del estudio y absténgase de hacer afirmaciones generales y extraer conclusiones que carezcan de respaldo. Proponga nueva hipótesis cuando haya justificación para ello. e) Referencias. Numere las referencias consecutivamente siguiendo el orden de aparición en el texto (identifique las referencias en el texto colocando los números en superíndice y sin paréntesis). Cuando la redacción del texto requiera puntuación, la referencia será anotada después de los signos pertinentes. Para referir el nombre de la revista utilizará las abreviaturas que aparecen enlistadas en el número de enero de cada año del Index Medicus. No debe utilizarse el término “comunicación personal”. Sí se permite, en cambio, la expresión “en prensa” o “de próxima aparición“ cuando se trata de un texto ya aceptado por alguna revista. Se mencionarán todos los autores cuando éstos sean seis o menos, cuando sean más se incluirán los primeros seis y se añadirán las palabras et al. (aun en español). Si el artículo referido se encuentra en un suplemento, agregar Suppl X entre el volumen y la página inicial: 2000;84 (Suppl 1):S103-S10. La cita bibliográfica se ordenará de la siguiente forma en caso de revista: Torres BG, García RE, Robles DG. Complicaciones tardías de la diabetes mellitus de origen pancreático. Rev Gastroenterol Mex 1992;57:226-9. Zorzo OH, Gómez MF, Abuin JM, Lumbreras PE, Plaza PA, Vicente AG et al. Rhabdomyosarcoma metastatic paratesticular. Arch Esp Urol. 2009;62(7):599-602. Si se trata de libros o monografías se referirá de la siguiente forma: Hernández RF. Manual de anatomía. 2ª ed. México: Méndez Cervantes; 1991.p.120-9. Si se tratara del capítulo de un libro se indicarán el o los nombres de los autores del capítulo, nombre del mismo, ciudad, casa editorial, editor del libro, año y páginas: Hall RJ, Cooley DA, Mc Allister HA, Frazier OH. Neoplastic heart disease. In: Hurst JW ed. The heart. New York: Mc Graw-Hill; 1990. p. 1382-403. 11. Cesión de los derechos de autor. Se incluirá con el manuscrito una carta firmada por todos los autores, conteniendo el siguiente párrafo: “El/los abajo firmante/s transfiere/n todos los derechos de autor a la revista, que será propietaria de todo el material remitido para publicación”. Esta cesión tendrá validez sólo en el caso de que el trabajo sea publicado por la revista. No se podrá reproducir ningún material publicado en la revista sin autorización. 12. Se aconseja que en las referencias bibliográficas se incluyan citas de autores mexicanos o latinoamericanos. Acta Pediátrica de México se reserva el derecho de realizar cambios o introducir modificaciones en el estudio en aras de una mejor comprensión del mismo, sin que ello derive en un cambio de su contenido. Los artículos y toda correspondencia relacionada con esta publicación pueden dirigirse al correo electrónico: articulos@nietoeditores.com.mx