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Histoplasmosis diseminada crónica. A propósito de un caso con características clínicas inusuales. MINICASOS TERAPÉUTICOS Dra. S. Acuña, Dr. A. Sehtman, Dra. L. Donatti y col. Act Terap Dermatol 2008; 31: 38 Histoplasmosis diseminada crónica. A propósito de un caso con características clínicas inusuales Dra. Susana Acuña *, Dr. Ariel Sehtman **, Dra. Lucila Donatti ***, Dra. Nora Tiraboschi ****, Prof. Dr. Miguel Allevato M.♦, Prof. Dr. Hugo Cabrera * ** *** **** MÉDICA CURSISTA 3° AÑO DE LA CARRERA DE MÉDICO ESPECIALISTA EN DERMATOLOGÍA (UBA). MÉDICO DE PLANTA. DIVISIÓN DERMATOLOGÍA. JEFE DE MÉDICOS BECARIOS Y CURSISTAS. MÉDICA DE PLANTA. DIVISIÓN DERMATOLOGÍA. MÉDICA DE PLANTA. DIVISIÓN INFECTOLOGÍA. JEFA SECCIÓN MICOLOGÍA. JEFE DIVISIÓN DERMATOLOGÍA. PROFESOR TITULAR DE DERMATOLOGÍA. UBA. ♦ HOSPITAL DE CLÍNICAS "JOSÉ DE SAN MARTÍN" (UBA). RESUMEN RESUMO SUMMARY La histoplasmosis es una micosis sistémica producida por el hongo Histoplasma capsulatum, que afecta al hombre y a los animales. Hay dos formas clínicas de presentación: la pulmonar (aguda o crónica) y la diseminada (aguda, subaguda o crónica); ésta última se acompaña de deterioro del sistema inmune. En la forma diseminada el compromiso cutáneo se manifiesta por eritema (tóxico, nodoso y/o polimorfo), placas, pápulas, nódulos pequeños o úlceras cutáneas y/o mucosas. Las lesiones localizan por lo general en cara, tronco y en miembros superiores. Se presenta un caso de Histoplasmosis diseminada crónica con compromiso cutáneo en forma de tumoración ulcerada dolorosa localizada en el dedo meñique de la mano derecha, de 10 meses de evolución, en un varón de 69 años oriundo de la provincia de Buenos Aires con antecedentes de EPOC y automedicación prolongada con corticoides sistémicos. Se realizó tratamiento con itraconazol oral con muy buena respuesta. A histoplasmose é uma micose sistêmica produzida pelo fungo Histoplasma capsulatum, que afeta ao homem e aos animais. Há duas formas de apresentação clinica: a pulmonar (aguda ou crônica) e a disseminada (aguda, sub-aguda ou crônica); esta última vem acompanhada de deterioração do sistema imune. Na forma disseminada o compromisso cutâneo manifesta-se por eritema (tóxico, nodoso e/ou polimorfo), placas, pápulas, nódulos pequenos ou úlceras cutâneas/ mucosas. As lesões localizam pelo geral no rosto, tronco e em membros superiores. Apresenta-se um caso de Histoplasmose disseminada crônica com compromisso cutâneo em forma de tumor ulcerado com dor localizada no dedo mindinho da mão direita, de 10 meses de evolução, num homem de 69 anos nascido na província de Buenos Aires com antecedentes de EPOC e automedicação prolongada com corticóides sistêmicos. Realizou-se tratamento com itraconazol oral com ótima resposta. Histoplasmosis is a systemic micosis generated by the fungus histoplasma capsulatum, which affects men and animals. There are two clinical presentations: pulmonary (acute or chronic) and disseminated (acute, sub-acute and chronic), the latter is accompanied by immune system damage. In the disseminated form, the cutaneous involvement manifests itself as erythema (toxic, nodose and/or polymorphous), plaques, papules, little nodules or cutaneous/mucosa ulcers. In general, lesions are located on the face, trunk and upper limbs. We present a patient with a case of disseminated, chronic histoplasmosis, with cutaneous involvement, manifested as a painful ulcerous tumor localized on the right-hand little finger, with ten-month evolution, in a sixty-nine-year-old male, native of the Buenos Aires Province with previous Chronic Obstructive Pulmonary Disease and self-medicated with systemic corticoids for a long time. Patient was treated with oral itraconazol and the response was very good. Palabras clave: histoplasmosis diseminada crónica;lesión cutánea inusual;corticoterapia prolongada; terapeútica;itraconazol. Palavras chaves: Histoplasmose disseminada crônica. Lesão cutânea infreqüente. Corticoterapia prolongada. Terapêútica. Itraconazol. 38 | Act Terap Dermatol | 2008 | 31 Keywords: chronic disseminated histoplasmosis, unusual cutaneous lesion, long-time corticoid therapy, therapeutics, itraconazol. INTRODUCCIÓN La histoplasmosis es una micosis respiratoria endémica que puede afectar al hombre y a los animales, causada por el hongo Histoplasma capsulatum, saprófito ambiental aislado del suelo, particularmente de aquellos que contienen altas concentraciones de deyecciones de pájaros y murciélagos1. Foto Nº 2: Tumoración ulcerada con secreción sanguinolenta. Existen dos variedades de Histoplasma capsulatum: el capsulatum, responsable de la forma clásica y la duboisii de la forma africana. La primera se distribuye ampliamente en América, las zonas Foto Nº 1: Tumoración ulcerada endémicas corresponden a en dedo meñique derecho. áreas templadas cercanas a grandes ríos como el tienden a ubicarse en la cara, el tronMississipi, el Missouri y el Ohio co y los miembros superiores. (EE.UU) y el Río de la Plata 2,3 Pudimos observar un paciente (Argentina y Uruguay) . inmunocomprometido por el uso proLa puerta de entrada es el pulmón: longado de corticoides sistémicos por ingresa al organismo por inhalación un cuadro respiratorio crónico de microconidias, luego de la trans(EPOC), con una histoplasmosis en formación en levaduras dentro del forma de tumoración única y ulceraparénquima pulmonar éstas migran, da, dolorosa, localizada en el dedo presumiblemente dentro de las célumeñique de su mano derecha. las, hacia los ganglios linfáticos de drenaje locales y ulteriormente a órganos ricos en fagocitos mononucleares como el hígado y el bazo; podrían desde allí diseminarse por el torrente sanguíneo y producir infección generalizada4. El estado inmunitario del huésped así como la exposición intensa y prolongada a las microconidias son las determinantes de las formas clínicas de presentación. En los casos con compromiso cutáneo pueden observarse eritema, placas, pápulas, nódulos o úlceras cutáneas y/o mucosas que por lo general La localización y el aspecto clínico inusual que planteó diversos diagnósticos diferenciales, en especial con patología neoplásica, así como su favorable evolución tras el correcto tratamiento, motivan esta comunicación. Caso clínico dicación crónica con corticoides vía oral (dexametasona 1.2 mg/día, hace más de 20 años). Motivo de consulta: Tumoración ulcerada dolorosa en dedo meñique derecho de 10 meses de evolución, posterior a una fisura periungueal; en los 4 últimos meses previos a la consulta presenta un rápido crecimiento asociado al aumento de la intensidad dolorosa. Examen dermatológico: Tumoración úlcerovegetante que compromete cara anterior y laterales del dedo meñique derecho, de bordes netos sobreelevados, superficie húmeda con secreción serosanguinolenta. Verrugas en dedos mayor, índice y pulgar. Onicodistrofia del dedo pulgar (Fotos nº 1 y 2). Exámenes complementarios: • Biopsia de piel por losange en donde se observan microorganismos intracelulares PAS positivos (Fotos nº 3 y 4). • Cultivo: se aísla colonia de Histoplasma capsulatum. (Foto nº 5) • Rx tórax: sin compromiso. 69 años de edad, argentino, residente en la provincia de Buenos Aires, dedicado ocasionalmente a tareas de albañilería. • RNM de dedo meñique derecho: edema de partes blandas con alteración de estructuras ligamentarias y tendinosas en el extremo distal del dedo. Antecedentes patológicos: EPOC, Síndrome de Cushing secundario a autome- Diagnóstico: Histoplasmosis diseminada crónica con compromiso cutáneo. Datos personales: Varón de | Dra. S. Acuña y col. | 39 MINICASOS TERAPÉUTICOS Tratamiento: Itraconazol 400 mg/día por un mes, luego se disminuyó la dosis a 200 mg/día por un lapso de 5 meses (tratamiento total: 6 meses). Evolución: favorable, con disminución del dolor y el diámetro de la lesión a los 15 días (Foto nº 6) con signos claros de cicatrización a los 2 meses de tratamiento (Foto nº 7) y presencia de mácula residual en la zona comprometida a los 6 meses. Foto Nº 5: Cultivo. Colonia de Histoplasma en placa de Petri. Foto Nº 4: Tinción de PAS. Microorganismo intracelular pequeño, de núcleo rojo y halo periférico. Seguimiento: Sin recidiva luego de transcurrido 14 meses de finalizado el tratamiento. DISCUSIÓN Foto Nº 3: Tinción con HyE. Infiltrado linfohistiocitario con células gigantes multinucleadas. La histoplasmosis es una enfermedad granulomatosa producida por un hongo dimórfico intracelular, el His- toplasma capsulatum. Fue descubierto en 1905 por Darling en tejido de un paciente presumiblemente fallecido por tuberculosis miliar1-3. Es la infección micótica más ampliamente extendida en el mundo. Se ha convertido en una infección oportunista cada vez más frecuente entre los pacientes con un sistema deteriorado por agentes farmacológicos o por la infección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Se ha estimado que la población infectada en los Estados Unidos asciende a 30.000.000, mientras que en Argentina es de aproximadamente 7.000.000 de personas10. Ocurrida la primoinfección (en general asintomática), puede seguir dos formas clínicas de presentación: la pulmonar (aguda o crónica) y la diseminada progresiva (aguda, subaguda o crónica); esta última se acompaña de deterioro del sistema inmune y se desarrolla en personas con linfomas o neoplasias sólidas, extremos de la vida, alcoholistas crónicos, diabéticos y en sujetos tratados con corticoides por tiempo prolongado como es el caso de nuestro paciente1-3, 5-17. Foto Nº 6: Evolución a los 15 días de iniciado el tratamiento. 40 | Act Terap Dermatol | 2008 | 31 Foto Nº 7: Evolución a los 60 días. Al examen físico es frecuente hallar úlceras orofaríngeas profundas, indoloras o no, localizadas en la lengua, mucosa oral, laringe, encías y labios que pueden ser interpretadas erróneamente como entidades neoplásicas malignas. Se acompaña de debilidad, pérdida de peso, fiebre, letargia y a veces hepatoesplenomegalia6,9. Hay que tener en cuenta que en variadas ocasiones la enfermedad persiste durante años sin ser diagnosticada. En la forma diseminada el compromiso cutáneo se manifiesta por eritema (tóxico, nodoso y/o polimorfo), placas, pápulas, nódulos pequeños o úlceras cutáneas y/o mucosas. Las lesiones localizan por lo general en cara, tronco y en miembros superiores. Pero pueden hallarse en genitales o miembros inferiores5-17. Las lesiones únicas como la de nuestro pacientes son poco frecuentes así como las características que tenía. En inmunocomprometidos la forma de presentación en piel más comúnmente observada es como una placa única, infiltrada, que evoluciona a la necrosis; y en los pacientes con VIH, pápulas o nódulos pequeños por lo general numerosos que en casos semejan moluscos contagiosos. En la República Argentina la histoplasmosis diseminada crónica es la forma clínica habitualmente más observada6-7,9,17-19, se presenta con mayor frecuencia en el sexo masculino entre los 40 y los 60 años. Suele cursar con fiebre, sudoración nocturna, adelgazamiento, síntomas respiratorios, hepato-esplenomegalia, linfadenopatías y lesiones cutáneas o mucosas (úlceras infiltradas periorificiales). Se mencionan como factores de riesgo la edad superior a 54 años, las enfermedades subyacentes graves y los estados de inmunodeficiencia. La frecuencia con la que se presenta según las áreas endémicas es de 1 por 6.000 a 1 por 60.000 infectados 10. El diagnóstico de histoplasmosis puede hacerse por cultivo, tinciones en sangre periférica, aspirado de médula ósea o biopsia de piel, además de pruebas serológicas para anticuerpos y detección de antígeno1-19. El cultivo es fundamental para el diagnóstico ya que permite obtener el aislamiento y la tipificación del hongo (en un 85% de los casos de histoplasmosis diseminada)5 pero el tiempo de incubación es de 3 a 6 semanas; las muestras pueden ser de tejido pulmonar (o de secreciones respiratorias), linfático, cutáneo, médula ósea y sangre periférica. Para diferenciar el Histoplasma capsulatum de hongos de los géneros Sepedonium spp. y Chysosporidium spp., que presentan conidios similares, es necesario demostrar la existencia del dimorfismo de este hongo (fase miceliar y levaduriforme). Existen dos pruebas rápidas que facilitan el diagnóstico precoz de las formas diseminadas de histoplasmosis. Uno es la determinación del antígeno en orina o suero del paciente. En la orina la sensibilidad alcanza al 82 % mientras que en suero llega al 60 %. Este método diagnóstico también sirve para evaluar la efectividad del tratamiento, ya que este antígeno disminuye cuando la respuesta es favorable y aumenta ante una recaída. El segundo método es la observación del hongo gracias a coloraciones realizadas en extendidos de sangre periférica o en una escarificación de la lesión cutánea. Esta forma es sencilla, económica y rápida. La tinción con methenamina plata o Giemsa pone de manifiesto las levaduras, generalmente intracelulares9,14-17. Las pruebas que detectan anticuerpos para Histoplasma capsulatum son rápidas y tienen una alta sensibilidad, pero en los pacientes inmunosuprimidos cabe la posibilidad de dar falsos negativos, además de tener limitaciones por compartir antígenos comunes con Blastomyces dermatitidis, Coccidioides immitis y Paracoccidioides brasiliensis. En residentes de zonas endémicas se han encontrado anticuerpos circu- lantes en ausencia de infección activa que varía según el método utilizado5. La tinción del tejido y sangre periférica es rápida pero tiene una sensibilidad muy baja en comparación al cultivo o a la detección del antígeno (ésta última mediante las pruebas de fijación del complemento e inmunodifusión en gel de agar con histoplasmina). La intradermorreacción con histoplasmina es más fiable en pacientes inmunocompetentes fuera de las áreas endémicas7-18. En el examen histopatológico se observa inflamación granulomatosa constituida por células epitelioides, células gigantes tipo Langhans y denso infiltrado inflamatorio mononuclear histiocitario- linfocitario; con tinciones de ácido periódico de Schiff (PAS) o Grocott se puede observar al microorganismo en el interior de las células mononucleares. En los últimos años se han diseñado otros métodos alternativos basados en la detección de ácidos nucleicos, demostrando una sensibilidad y una especificidad variables. Un estudio recientemente incorporado es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 9. Este es un procedimiento no cuantitativo basado en la amplificación de ADN dirigido al ADN ribosómico o a genes específicos como el que codifica el antígeno M o la proteína de 100 kDa de H. capsulatum. Se ha descrito una técnica basada en PCR cuantitativa para la detección del hongo a partir de cultivos, que también ha demostrado no sólo su utilidad como método de diagnóstico clínico sino que permite automatizar la extracción y detección de los ácidos nucleicos, evaluar la carga fúngica y la respuesta al tratamiento. Una de estas técnicas es la denominada PCR en tiempo real (PCR-TR), que utiliza la detección de fluorescencia como técnica de cuantificación18. En nuestro paciente se aisló el H. | Dra. S. Acuña y col. | 41 MINICASOS TERAPÉUTICOS capsulatum desde el medio de cultivo y en la biopsia de piel con tinción de PAS se observó al microorganismo intracelular. Debido al aspecto clínico que presentaba la lesión, se plantearon diversos diagnósticos diferenciales entre ellos: tumoral (carcinoma espinocelular), infeccioso (micosis profunda, micobacterias atípicas, ectima gangrenoso, piodermitis) e inflamatorio (pioderma gangrenoso). La histoplasmosis diseminada tiene una mortalidad que llega al 80 % sin tratamiento y que disminuye a un 25 % al ser tratada9. Entre los antifúngicos, el de elección es la anfotericina B y como segunda opción el itraconazol6,9-10, 20-24. La anfotericina B se presenta en dos formas: convencional y liposomada. Ambas se recomiendan en pacientes que están severamente comprometidos y/o con dificultad para recibir medicación por vía oral. En el caso de la anfotericina B convencional, la dosis es de 0.7-1 mg/kg/día por vía endovenosa, hasta alcanzar una dosis total para completar el tratamiento de 35 mg/kg en 2 a 4 meses. La forma liposomal se utiliza a 3-5 mg/kg/día, también por vía endovenosa, hasta alcanzar una dosis total de 100-120 mg/kg. Esta última representa una opción frente a pacientes que tengan compromiso renal, debido a la nefrotoxicidad de la anfotericina convencional. Tiene como desventaja su elevado costo. La anfotericina B pertenece al grupo de los polienos. Su mecanismo de acción es alterar la permeabilidad de la membrana citoplasmática llevando a la pérdida de proteínas, glúcidos y cationes mono y divalentes, causando de esta forma la muerte del hongo. Esto se debe a su afinidad por el ergosterol presente en dicha membrana a la cual se fija y despolariza. Todas las formulaciones se indican por vía endovenosa en solución de 42 glucosa al 5% y en forma lenta (2 a 6 horas). Sus efectos adversos inmediatos más frecuentes son: fiebre, escalofríos y temblores durante su infusión en la primera semana. Puede acompañarse de cefaleas, vómitos e hipotensión. Los tardíos incluyen nefrotoxicidad (el más frecuente, es dosis dependiente y/o duración del tratamiento, suele revertirse tras la suspensión del fármaco), hipopotasemia y hipomagnesemia (25%), anemia normocítica normocrómica, tromboflebitis, necrosis tisular por extravasación. Pueden ocurrir arritmias y paro cardíaco por infusión rápida9,20-24. La mayoría de los pacientes responden con rapidez a la anfotericina B; esto permite rotar a itraconazol vía oral hasta completar el tiempo total del mismo. La transición de una droga a la otra se debe realizar cuando el paciente esté afebril y sin requerimientos de terapéutica por vía endovenosa. El itraconazol es de elección en pacientes que puedan recibir medicación por vía oral o que estén leve o moderadamente comprometidos. Éste no erradica la funguemia tan rápidamente como la anfotericina B. La dosis de carga debe ser de 200 mg, tres veces por día durante 3 días para luego continuar con dosis de mantenimiento de 200 mg, una o dos veces por día, dependiendo de la severidad de la infección. La duración del tratamiento es de 6 a 18 meses según el grado de inmunodepresión6,9,12. El itraconazol es un triazol que actúa sobre la membrana citoplasmática. Su actividad fungistática se debe a la inhibición de la demetilación del lanosterol de dicha membrana por unión a una de las enzimas del citocromo P-450. Esto conduce a la acumulación de metil esteroles y a la disminución de la concentración del ergosterol, llevando a la pérdida de la integridad de la membrana citoplasmática del hongo. | Act Terap Dermatol | 2008 | 31 Se debe administrar con comidas o bebidas colas, ya que requiere de un pH ácido para su solubilización. Tiene baja incidencia de efectos adversos, entre ellos: náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, cefaleas, exantemas, aumento de transaminasas y bilirrubina6,9-10,20-24. La terapeútica seleccionada en cada caso se basa fundamentalmente en la forma de presentación como así del estado clínico del paciente, como por ejemplo: en las formas poco diseminadas o localizadas se utiliza el itraconazol oral 200 a 400 mg/día, por un lapso de 5 a 6 meses; y en las infecciones generalizadas y graves la anfotericina B deoxicolato (convencional) en dosis de 0.5-1 mg/ kg/ día o la anfotericina B liposomal a razón de 1-5 mg/ kg/ día, ambas de administración endovenosa, siendo esta última de elección en pacientes con deterioro de la función renal debido a su menor nefrotoxicidad9,24. Actualmente se están introduciendo, como opción terapéutica, a los nuevos triazoles como es el caso del voriconazol, fármaco derivado del fluconazol. Tiene actividad in vitro sobre el Histoplasma capsulatum y está disponible para su administración oral e intravenosa. En esta última se recomienda como dosis de carga 6 mg/kg/12 hs y de mantenimiento 3-4 mg/kg/ 12 hs; cuando la situación clínica del paciente se estabiliza puede emplearse el voriconazol en comprimidos, en dosis de 200 mg/12 hs. El voriconazol tiene una concentración del 50% en LCR y su metabolismo es hepático por vía del citocromo P-450. Su uso por vía endovenosa se indica en pacientes con clearance de creatinina mayor a 50 ml/min, debido a que el solvente tiene excreción renal. El efecto adverso más frecuente es un trastorno reversible de la visión (30%), le siguen exantemas, fotosensibilidad y aumento de las transaminasas24. En nuestro caso, la elección fue el itraconazol lográndose la resolución del proceso. CONCLUSIONES La histoplasmosis diseminada crónica con lesión cutánea única es un hecho poco frecuente de observar. Su presentación como una tumoración ulcerada y dolorosa de rápido crecimiento localizada en un dedo obliga a establecer diagnósticos diferenciales con patologías tumorales neoplásicas. Hay que tener presente esta entidad infecciosa en pacientes con algún grado de inmunosupresión. Una vez obtenido el diagnóstico, el tratamiento debe hacerse por un tiempo no inferior a los 6 meses. Destacamos la buena respuesta y tolerancia al itraconazol en este paciente. BIBLIOGRAFÍA 1. Deepe (h), G. Histoplasma capsulatum. En Mandel, Douglas y Bennett. Enfermedades infecciosas Principios y Práctica. 5ta Ed. España. Volumen 2. Editorial Panamericana 2000. Cap. 254. Págs 3289-3307. 2. Kauffman CA, Israel KS, Smith JE. Histoplasmosis in Immunosuppressed patients. Am J Medicine 1978; 64: 923932. 3. Molina L; Garau M, García J, Odrilzola M, del Palacio A. A propósito de tres casos de histoplasmosis importada en nuestro hospital. Rev Iberoam Micol 2002. 19: 204-207. 4. 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