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SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2003 VOLUMEN 10 NÚMERO 8 revista colombiana de cardiología órgano oficial de la sociedad colombiana de cardiología www.scc.org.co (ISSN 0120-5633) RCC revista colombiana de cardiología EDITOR Jorge León Galindo, MD CO-EDITORES Hernando del Portillo Carrasco, MD Héctor González Recamán, MD Alberto Barón Castañeda, MD SOCIEDAD COLOMBIANADE CARDIOLOGÍA COMITÉ DIRECTIVO Miguel Urina Triana, MD Adolfo Vera-Delgado, MD Ricardo Rozo Uribe, MD Alberto Suárez Nitola, MD Jorge León Galindo, MD COMITÉ ASESOR DE COMUNICACIONES INTERNACIONALES Hernando Matiz Camacho, MD Jorge Reynolds Pombo, Ingeniero Enrique Urdaneta Holguín, MD EDITORES ASOCIADOS Y ARBITROS Harry Acquatella, MD, Caracas Jorge Araujo Grau, MD, Cali Joaquín Arciniegas, MD, Birmingham, Alabama José A. Bernal Ramírez, MD, New Orleans, Louisiana Mario Bernal Ramírez, MD, Bogotá Ricardo Bohórquez Rodríguez, MD, Bogotá Renato Bresciani, MD, Bogotá John Bustamante Osorno, MD, Medellín Mauricio Cabrales Neira, MD, Bogotá Camilo Cabrera Polanía, MD, Bogotá Víctor Caicedo Ayerbe, MD, Bogotá Iris Castro Aguilar, RN, Bogotá Juan Consuegra Zulaica, MD, Bogotá Daniel J. Charría García, MD, Bogotá Jorge Cheirif Berkstein, MD, Dallas, Texas John Dupherly, MD, Bogotá Mauricio Duque Ramírez, MD, Medellín Darío Echeverri Arcila, MD, Bogotá Eduardo Escorcia Ramírez MD, Medellín Humberto Forero Laverde, MD, Bogotá Diego García, MD, Bogotá Abel Giraldo Echeverri, MD, Manizales Antonio Gotto M. Jr., MD, New York, NY Efraín Gómez López, MD, Bogotá José F. Guadalajara, MD, México, DF Fred E. Husserl, MD, New Orleans, Louisiana Samuel Jaramillo Estrada, MD, Medellín Mónica Jaramillo Jaramillo MD, Bogotá Bijoy K. Khandheria, MD, Rochester, Minnesota Joseph Kisslo, MD, Durham, North Carolina CORDINACIÓN COMERCIAL Y EDITORIAL María Eugenia Calderón Barraza Joseph F. Malouf, MD, Rochester, Minnesota Hernando Matiz Camacho, MD, Bogotá Iván Melgarejo Romero, MD, Bogotá Franz Messerli, MD, New Orleans, Louisiana Carlos Morillo Zárate, MD, Canadá Dario Moron, MD, Cartagena Joseph Murgo, MD, New Orleans, Louisiana Pilar Navas, MD, Bogotá Pastor Olaya, MD, Cali Tulio Parra Mejía, MD, Bogotá Antonio Ramírez González, MD, Medellín Gustavo Restrepo Molina, MD, Medellín Gustavo Restrepo Uribe, MD, Bogotá Jorge Reynolds Pombo, ING. ELEC., Bogotá Gustavo Rincón, MD, Cleveland, Ohio Fernando Rosas Andrade, MD, Bogotá Camilo Roa Amaya, MD, Bogotá Nohora I. Rodríguez Guerrero, MD, Bogotá Edmond Saaibi Seifer, MD, Bucaramanga Alberto Suárez Nitola, MD, Bogotá Enrique Urdaneta Holguin, MD, Bogotá Manuel Urina Daza, MD, Barranquilla Miguel Urina Triana, MD, Barranquilla Alberto Vejarano Laverde, MD, Bogotá Hector O. Ventura, MD, New Orleans, Louisiana Adolfo Vera-Delgado, MD, Cali Humberto J. Vidaillet, Jr, MD, Marshfield, WI Carlos Villalba Gómez, MD, Barranquilla Héctor Villarraga Ramón, MD, Birmingham Martin Wartenberg Villegas, MD, Cali Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no coinciden necesariamente con las de los directores o los editores de la Revista Colombiana de Cardiología. Las sugerencias diagnósticas o terapeúticas, como elección de productos, dosificación y métodos de empleo corresponden a la experiencia y al criterio de los autores. La Revista Colombiana de Cardiología es una publicación periódica de la Sociedad Colombiana de Cardiología. Tarifa Postal Reducida No. 919 de la Administración Postal Nacional - ISSN 0120-5633 Todos los textos incluidos en la Revista Colombiana de Cardiología están protegidos por derechos de autor. Ninguna parte de esta publicación puede ser producida por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin el permiso escrito del Editor. RCC revista colombiana de cardiología SOCIEDAD COLOMBIANADE CARDIOLOGÍA SOCIEDAD COLOMBIANA DE CARDIOLOGÍA JUNTA DIRECTIVA 2001-2003 Presidente: Miguel Urina Triana Primer Vicepresidente: Samuel Jaramillo Estrada Segundo Vicepresidente: Pablo Guerra León Secretario: Daniel Charria García Tesorero: Nohora Inés Rodríguez Guerrero Fiscal: Néstor Sandoval Reyes Capítulo Antioquia: Alexis Llamas Jiménez Capítulo Atlántico: Carlos Saad Cure Capítulo Bolívar: Fernando Manzur Jattín Capítulo Central: Jorge Lemus Lanziano Capítulo Eje Cafetero: Adoniran Correal Barrios Capítulo Magdalena Grande: Jaime Smith Motta Capítulo Morrosquillo: Gustavo Moreno Silgado Capítulo Santanderes: Rafael González Niño Capítulo Sur Occidente: José Vicente Narváez Borrero CORRESPONDENCIA: JORGE LEÓN GALINDO, MD. (Editor) REVISTA COLOMBIANA DE CARDIOLOGÍA SOCIEDAD COLOMBIANA DE CARDIOLOGÍA Avenida 9ª No. 126 - 18/30 Of. 201 - 202 Teléfonos y Fax: (571) 523 1640 - 523 0012 - 523 1650 - 523 0044 Correo electrónico: publicaciones@scc.org.co BOGOTÁ, DC., COLOMBIA revista colombiana de cardiología La Revista Colombiana de Cardiología (RCC) publica artículos originales clínicos y experimentales sobre enfermedades cardiovasculares, reportes sobre terapéutica médica y quirúrgica, cardiología pediátrica, estudios cooperativos, epidemiología, estudios de medicamentos, métodos diagnósticos, reportes de casos clínicos, cartas al editor y editoriales. La Revista Colombiana de Cardiología es la publicación oficial de la Sociedad Colombiana de Cardiología y publica los resúmenes de investigaciones originales presentadas a los congresos de la Sociedad Colombiana de Cardiología. Si el manuscrito es aceptado para su publicación, el autor debe enviar una autorización escrita a la Revista Colombiana de Cardiología concediendo a ésta los derechos de copia. Ninguna parte del material publicado puede ser reproducido sin permiso escrito del editor. La revisión de los artículos sigue las normas sobre publicaciones médicas en cuanto al concepto que expresen los árbitros al Comité Editorial. INSTRUCCIONES A LOS AUTORES REVISTAS (Colocar la lista de los apellidos de todos los autores, si son seis y menos: si son más de seis, colocar los apellidos de tres y agregar «et al». No colocar puntos después de la inicial de los nombres). 21. Hager WD, Fenster P, Mayersohn M, et al. Digoxin-quinidine interaction pharmacokinetic evaluation. N Engl J Med 1979; 30(2): 721-40. CAPÍTULO DE UN LIBRO 14. Smith WM, Gallgher JJ. Management of arrhythmias and conduction abnormalities. En: Hurs JW. The Heart, New York: MacGraww-Hill, 1982. p. 557-75. LIBRO LISTA PARA REVISAR ANTES DE ENVIAR A PUBLICACIÓN (Todas las referencias de libros deben citar las páginas). 45. Criteria Committee of the New York Heart Association. Nomenclature an Criteria for Diagnosis of the Heart and Great Vessels. 8th CD. Boston: Little, Brown, 1979. p. 290. ASPECTO GENERAL LEYENDAS DE FIGURAS - Se deben enviar tres copias del manuscrito y un disquete o disco compacto (incluyendo fotografías, figuras y dibujos). - El manuscrito debe ser escrito en computador a doble espacio, en papel bond blanco de tamaño 22 x 28 cm. - El manuscrito debe ordenarse en la siguiente forma: (1) una página con el título, (2) una página con el resumen, en Español y en Inglés (3) texto, (4) referencias, (5) leyendas, (6) figuras y tablas. Las páginas deben ser enumeradas, comenzando con la página del título, como página No. 1. - Las leyendas de las figuras deben enviarse escritas en computador a doble espacio y en hojas separadas del texto. Los números de las figuras deben corresponder al orden en el cual se presentan en el texto. - Todas las abreviaturas que aparecen en las figuras se deben identificar en orden alfabético al final de cada leyenda. - Al reproducir cualquier figura publicada previamente se debe incluir por escrito el permiso de los editores o autores. PÁGINA CON EL TÍTULO - Si hay fotografías y/o dibujos, se deben enviar tres copias de cada uno en tres sobres separados. Nota: Los trabajos de arte no se devolverán. - Las fotografías, particularmente de microscopio, se deben enviar con los siguientes requisitos: ninguna figura puede tener un tamaño mayor de 22 x 28 cm. Las letras en la figura deben tener un tamaño adecuado que permita su reducción. - La anchura máxima de una figura de una columna es de 8.5 cm; para una figura que ocupe dos columnas la anchura máxima es de 17.5 cm. El tamaño máximo que puede tener una figura para que pueda ser publicada sin reducción, es de 17.5 x 22.5 cm. - Se debe usar tinta negra en todos los dibujos. Los números, líneas, signos, etc., deben ser escritos en negro intenso para su mejor reproducción. - Las marcas en las microfotografías deben solamente indicar lo esencial. Las estructuras o sitios de interés se deben indicar con flechas. Los símbolos y las letras en las microfotografías deben estar bien contrastadas con el fondo de la fotografía. - Las ilustraciones que se envíen deben estar marcadas al respaldo con lápiz negro con el nombre del autor (se debe escribir suavemente). - El título de la ilustración debe aparecer en la leyenda y no en la figura. - La cantidad de figuras será la necesaria para tener claridad (todos los costos de impresión a color se cobrarán al autor). - Título del artículo con el nombre del autor o autores (nombre, apellidos y grado). El título debe ser lo más conciso posible y no se deben usar abreviaturas. - Nombre y dirección de la institución o instituciones en las cuales se realizó el trabajo, incluyendo la ciudad y el país. - Nombre, dirección y teléfono a donde se deben enviar las solicitudes de reimpresos del artículo. Estos datos se deben colocar en la parte inferior de la página. RESÚMENES - El resumen debe constar de 100 a 250 palabras en los artículos grandes, incluyendo los artículos de revisión, y de 50 a 10 palabras para los reportes de casos clínicos. Se deben enviar en hoja separada (en Español e Inglés). - El resumen debe ser concreto y poco descriptivo y debe ser escrito en un estilo impersonal (no usar «nosotros» o «nuestro»). El cual debe tener el siguiente ordenamiento. Antecedentes, objetivo, diseño método, resultados, conclusiones. - No se deben usar abreviaturas en el resumen, excepto cuando se utilizan unidades de medida. TEXTO - El texto debe, en lo posible, seguir este orden: introducción, métodos, resultados, discusión, conclusiones. - No se pueden usar abreviaturas como ECG, HVI o MI, debe escribirse electrocardiograma, hipertrofia ventrícular izquierda o infarto agudo del miocardio, etc. - Se pueden abreviar solamente las unidades de medidas (mm, kcal, etc.). según lo recomentado en «Requerimientos uniformes de manuscritos enviados a revistas biomédicas» preparado por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas y publicado en Ann Intern 1982; 96:766-71 y en Br Med J 1982; 284:1, 766-70. - Cada referencia, figura o tabla, se debe citar en el texto de orden numérico (el orden en el cual de menciona en el texto determinará los números de las referencias, figuras o tablas). - Se deben indicar en el texto los sitios de las figuras y tablas. - Los reconocimientos se deben escribir al final del texto, antes de las referencias. REFERENCIAS - Las referencias se identifican en el texto con números arábigos colocados entre paréntesis. Se deben enviar a máquina a doble espacio, en hojas separadas del texto y enumeradas en el orden en el cual son mencionadas. - En la sección de referencias no se deben citar comunicaciones personales, manuscritos en preparación y otros datos no publicados; éstos, sin embargo, se puede mencionar en el texto colocándolos entre paréntesis. - Las referencias de revistas y de libros deben incluir el número de las páginas en las cuales se encuentran. - Si el texto de la referencia es un resumen, debe citar la palabra «resumen» entre paréntesis. Si es una carta, se debe colocar entre paréntesis la palabra «carta». - Las abreviaturas de los nombres de las revistas se deben poner de acuerdo con el Index Medicus de la National Library of Medicine. - La forma u la puntualidad de las referencias deben seguir el formato que se ilustra a continuación: FIGURAS TABLAS - Las tablas deben ser escritas en computador, a doble espacio, en hojas separadas con el número de la tabla y el título de ésta en el centro de la hoja. Deben contener una nota aclaratoria, la cual se colocará debajo de la tabla. Los números de las tablas deben ser arábigos y corresponder al orden en el cual ellas aparecen en el texto. - Las notas al margen de cada tabla se deben identificar en orden alfabético y se deben explicar las abreviaturas que se usan. - Las tablas deben ser claras y los resultados no se deben duplicar en el texto y en la figura. - Para reproducir tablas publicadas previamente, se debe enviar por escrito al editor el permiso del autor del artículo original. CONFLICTO DE INTERESES Cuando exista alguna relación entre los autores de un artículo y cualquier entidad pública o privada, de la que pudiera derivarse algún conflicto de intereses, esta circunstancia debe ser comunicada en carta aparte al Editor, quien garantiza su confidencialidad. Si el artículo fuese aceptado para publicación, se acordará entre los autores y el Editor la forma más conveniente de comunicar esta infromación a los lectores. ETICA Los autores firmantes de los artículos aceptan la responsabilidad definida por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (en http://www.icmje.org). CERTIFICACIÓN Los autores que envíen artículos originales de investigación o reportes de casos clínicos para ser publicados en la Revista Colombiana de Cardiología, deben enviar el siguiente certificado firmado: Certifico que el material de este manuscrito no ha sido publicado previamente y no se encuentra en la actualidad en consideración para la publicación en otro medio. Esto incluye simposios, libros y publicaciones preliminares de cualquier clase, excepto resúmenes de 400 palabras o menos. RCC revista colombiana de cardiología SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2003 VOLUMEN 10 NÚMERO 8 Editor invitado Acerca de una guía para la práctica médica Daniel Charria García, MD. 431 Cardiología del adulto Trabajos libres Impacto del uso de anticuerpos antiendotelina 1 sobre la estenosis arterial coronaria por hiperplasia neointimal secundaria a barotrauma con balón y stent en porcinos Mauricio Pineda Correa, MD.; Luz A. Maldonado, MD.; Ana María Uribe, MD.; Ebalo Real, MD.; Darío Echeverri Arcila, MD.; Orlando Corzo Guevara, MD. 435 Revisión de temas Dudas frecuentes con los marcapasos y los cardiodesfibriladores en la consulta externa Mauricio Duque Ramírez, MD. 447 Dolor torácico en el servicio de urgencias: "un reto por enfrentar" Fernán Mendoza Beltrán, MD. 455 Presentación de casos Cura mediante ablación por radiofrecuencia de taquicardia interfascicular incesante en un paciente con cardiomiopatía chagásica Diego Vanegas C., MD.; Juan Montenegro, MD.; Alejandro Orjuela, MD. 465 Tumores cardíacos primarios Carlos Alberto Cubides S., MD.; Gabriel Salazar, MD.; Alfonso Muñoz, MD.; Jairo Pedraza, MD.; Edgar Hernández, MD.; Jorge Martínez, MD.; Jacqueline Mugnier, MD. 472 RCC 431 revista colombiana de cardiología SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2003 VOLUMEN 10 NÚMERO 8 EDITOR INVITADO ACERCA DE UNA GUÍA PARA LA PRÁCTICA MÉDICA En tiempos recientes se oyen voces cada vez más frecuentes sobre las dificultades y barreras que existen en el ejercicio de nuestra profesión. Barreras que tocan los aspectos académicos, económicos, laborales, legales, salariales, del funcionamiento del sistema de salud, de la humanización en el trato, etc. En ocasiones se tiende a pensar que esta situación de los profesionales de la salud y de la práctica médica es un fenómeno sólo nacional, y es por esto que leí con gran interés la publicación en Annals of Internal Medicine de febrero 5 de 2002 con el título «La práctica médica en el nuevo milenio: una guía para el médico», donde en forma clara y concisa exponen comentarios hechos por médicos de muchos países que han hecho llegar su descontento y su llamado sobre las dificultades en los sistemas de salud de muchos de los países industrializados. Este hecho motivó a la Federación Europea de Medicina Interna, al Colegio Americano de Médicos-Sociedad Americana de Medicina Interna (ACP-ASIM) y a la Junta Americana de Medicina Interna (ABIM) para que designarán a un grupo de expertos para la evaluación y análisis de este tema, y quienes luego de dos años publicaran este artículo aparecido simultáneamente en Lancet de la misma fecha, con la intención de que se convirtiera no sólo en material de reflexión personal sino en orientación para la práctica médica individual. En este escrito se sostiene que «en la actualidad los médicos experimentan frustración por los cambios en la forma de brindar atención en la salud, en prácticamente todos los países industrializados, amenazando la verdadera naturaleza y los valores de la profesión médica». En nuestro país el grado de satisfacción con el ejercicio de nuestra profesión hoy en día es el más bajo en toda nuestra historia, incluyendo la educación de pregrado de baja calidad, la proliferación de facultades de medicina, los sitios de práctica inadecuados e insuficientes, los costos elevados de las matrículas, la carga asistencial muy elevada en los años de internado y de la especialización, con muy poca actividad docente y curricular donde a los residentes se les considera estudiantes. Al terminar la carrera los internos tienen enormes dificultades para la realización y obtención de cupos en el año social obligatorio. Condiciones que inciden desde el inicio de la práctica médica, como médicos generales o especialistas, que ingresen a un sistema de salud que parece no estar acorde con lo aprendido. El ejercicio liberal ha desaparecido, dando paso a la «prestación de servicio» por las Empresas Promotoras de Salud (EPS) y por las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS), con una vinculación contractual por eventos, «paquetes», procedimientos por hora de trabajo, o simplemente al destajo. De esta manera el médico no obtiene afiliación a la seguridad social, ni al descanso remunerado. Esto hace que el profesional médico, bajo la lupa de la medicina gerenciada, quede sujeto y tenga que desarrollar dos o tres veces más trabajo para la obtención de honorarios médicos exiguos para poder cubrir las necesidades acorde con su preparación y responsabilidad social e individual. Estos hechos condicionan un progresivo desánimo y frustración con poca satisfacción en la forma de ejercer nuestra profesión. En este artículo se afirma "el compromiso que tiene la medicina con el paciente y que está siendo desafiado por fuerzas externas de cambio, al interior de nuestra sociedad». Propone una Guía de Proceder Médico para que «los esfuerzos de los médicos garanticen que los sistemas prestadores de salud y los de los médicos que trabajan dentro de ellos, permanezcan comprometidos por el bienestar del paciente y con los principios básicos de la justicia social", y enfatizan cómo los sistemas que prestan atención en salud en cada lugar del mundo industrializado amenazan los valores del ejercicio profesional. 432 Acerca de una guía para la práctica médica Charria Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 En esta publicación puntualizan tres principios fundamentales y diez compromisos con los cuales se pide a los médicos que se mantengan unidos en torno a ellos; helos aquí: «Principio de prelación del paciente»: hace referencia a la relación médico-paciente como relación insustituible en la confianza del ejercicio y al altruismo del servicio al paciente a pesar de «las fuerzas del mercado, sociales o administrativas». «Principio de autonomía del paciente»: instan a los médicos a comprometer más al paciente con los temas médicos, con explicaciones claras y honestas en la toma de decisiones y en los tratamientos. De manera que sus decisiones sean más autónomas y su colaboración con los tratamientos más eficaz. «Principio de justicia social»: se resalta cómo la profesión médica debe trabajar en forma activa contra cualquier tipo de discriminación en el sistema prestador de salud. En nuestro país, en forma global e individual, se debe trabajar intensamente en la aplicación de estos enunciados con la certeza que de conseguirlo se mejoraría nuestra actividad como un todo. Los principios enunciados son conocidos de tiempo atrás, son centenarios por no decir milenarios, y cada médico debe evaluar si las circunstancias de su práctica médica están siendo amenazadas en su respeto y adherencia a los valores de la profesión. A la par de estos principios se enuncian diez compromisos que enmarcan un ejercicio individual y colectivo. Son compromisos acerca de la «capacidad profesional», que resaltan y enfatizan «la profesión médica como un todo, que debe hacer lo posible por velar para que todos sus miembros sean competentes y que existan mecanismos para que los médicos logren este objetivo». En esta época en que la capacitación se debe ver como un aprendizaje continuo, desarrollando y reafirmando el conocimiento, las habilidades y destrezas para mantener la calidad en la atención, debe ser un objetivo individual y general, implementar y desarrollar modelos de mejoramiento en la calidad, nacidos dentro de nuestras sociedades científicas en procura del mejoramiento individual y de todos nuestros asociados. • Compromiso de la «honestidad con el paciente»: garantiza que nuestros pacientes reciban información en forma clara, honesta, completa, adecuada e idónea antes y después de los diagnósticos y tratamientos recibidos. • Compromiso de la «confidencialidad del paciente»: la confianza y la credibilidad del médico con su paciente dependen en gran medida de la certeza de que hay salvaguarda de la información que está suministrando, sobre todo en nuestros días, era de la informática y de los medios electrónicos; solicitud de historias clínicas, así como también la disponibilidad de información genética. Esta confidencialidad o secreto médico sólo se podrá romper cuando el interés general lo exija o la ley lo imponga, y es necesario que se revise la Ley de ética médica y las consideraciones legales que la rigen. • Compromiso de «relaciones apropiadas con los pacientes»: la vulnerabilidad, indefensión y dependencia de los pacientes hacen que el médico no pueda obtener beneficio privado, sexual o económico del trato con los pacientes. • Compromiso de «mejorar la calidad de la atención»: acotan de manera tajante que «los médicos deben dedicarse al mejoramiento continuo de la calidad en el servicio de la prestación de salud» y que «los médicos de manera individual y a través de sus asociaciones profesionales deben ayudar a la creación e implementación de mecanismos destinados a fomentar el mejoramiento continuo de la calidad en la atención». Estas recomendaciones en boca de expertos pertenecientes a las más prestigiosas asociaciones de Norteamérica y Europa hacen que tomemos conciencia y que busquemos desarrollar en nuestras asociaciones médicas no sólo modelos de educación continuada o de recertificación, sino que además se involucre el concepto y la práctica de la calidad en la atención, que es más que la adquisición de conocimientos y de desarrollar habilidades y destrezas. Editor Invitado Charria 433 • Compromiso de «mejorar el acceso a la atención»: hacen énfasis en la equidad en la atención de la salud, el compromiso en la promoción de la salud y con la medicina preventiva. Anotan: «el ejercicio médico debe exigir a los sistemas de salud la disponibilidad de una atención estándar, uniforme y adecuada, haciendo un esfuerzo individual y colectivo para reducir las barreras que logren una equitativa atención en la salud». Este compromiso nos obliga como individuos y como sociedades médicas a buscar los mecanismos para la implementación y desarrollo de políticas de prevención cardiovascular así como a incidir en las modificaciones de tipo legal, de manera que la equidad sea una realidad y no una quimera. Compromiso de «distribución justa de los recursos limitados»: los recursos en salud son de tipo limitado y con frecuencia más de lo que se quisiera. «Los médicos están obligados a brindar una atención en salud basada en la prudencia y el manejo costo-efectivo de los limitados recursos clínicos» y nos instan a desarrollar pautas sobre atención costo-efectiva. Se requiere evitar los exámenes y procedimientos superfluos, para no exponer a costos y riesgos los recursos disponibles para otros». Esto tiende a disminuir los costos de la llamada medicina defensiva, pero indudablemente nos debe hacer reflexionar sobre una atención prudente de la enfermedad cardiovascular y de las enfermedades catastróficas en nuestro país. • Compromiso con «el conocimiento científico»: en éste se resalta el compromiso que tiene la profesión con la sociedad en cuanto a la correcta utilización de la tecnología y de la investigación, y anotan: «el contrato de la medicina con la sociedad se basa en gran medida en el uso apropiado del conocimiento científico y la tecnología. Los médicos tienen el deber de defender los estándares científicos, promover la investigación, crear nuevo conocimiento y asegurar su uso apropiado, basados en la evidencia científica y la experiencia». La aplicabilidad del conocimiento, la evidencia científica y el mantenimiento de los estándares médicos ofrecen limitantes que impiden su total acatamiento, como son las disponibilidades del medio y de los recursos económicos, pero siempre contarán con la experiencia y experticia del médico. • Compromiso de «mantener la confiabilidad mediante el manejo del conflicto de intereses»: es de anotar que los profesionales médicos y sus asociaciones en el desarrollo de sus actividades se hallan expuestos a comprometer sus intereses profesionales a favor de un interés personal o particular más cuando se buscan a través de organizaciones, como las industrias de equipos, farmacéuticas o de seguros. «Los médicos tienen la obligación de reconocer y descubrir ante la opinión general y resolver estos conflictos de interés cuando aparezcan durante el ejercicio de sus actividades profesionales. Las relaciones entre estas industrias y los líderes de opinión deben ser publicadas, especialmente cuando se trate de la conducción y reporte de estudios editoriales, pautas terapéuticas o de otras publicaciones científicas». Práctica que es de norma y que se debe resaltar en nuestro medio. • Compromiso con «las responsabilidades profesionales»: en el cuidado del paciente, el médico debe trabajar con otros profesionales de la salud, de los cuales se espera un trato respetuoso y sin imposición del uno sobre el otro. El médico debe trabajar y participar «en el proceso de autorregulación, incluyendo la corrección y disciplina de los miembros que fallen en cumplir los estándares de la profesión». Esto ha llevado a la creación de comités de ética y conducta profesional en nuestras sociedades y al fortalecimiento que podamos aportar, así como a su acatamiento con los tribunales de ética médica dispuestos por nuestra legislación. Los autores además señalan que: «los médicos tienen la obligación tanto individual como colectiva de participar en los modelos de educación para los miembros actuales y futuros, así como a comprometerse en la evaluación interna y externa de su desempeño profesional». Refuerzan nuestro pensamiento sobre la injerencia no sólo en los programas de educación de postgrado o de especialidades, sino en los procesos de educación continua, mejoramiento de la calidad, procesos con indicadores de evaluación del desempeño y en la certeza para la sociedad que la profesión médica posee mecanismos y estancias para evaluar su idoneidad, no sólo científica (sociedades, universidades, recertificaciones, etc.) sino ética (comités y tribunales de ética médica) operantes y acatados. Luego de revisado este decálogo de compromisos, queda la sensación de que ningún cambio se podrá realizar si no modificamos nuestra forma de pensar y estamos de acuerdo con lo expuesto, para así poder exigir, buscar y pretender el respeto que nos hemos ganado ante nuestros pacientes, colegas, instituciones 434 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Acerca de una guía para la práctica médica Charria y en especial ante la sociedad en general. En hora buena se busca tener un solo ente que aglutine a todos los médicos del país en una sola asociación o colegio, buscando mediante este organismo funciones públicas que permitan incidir y lograr cambios en el ejercicio de nuestra profesión y en el sistema de salud de nuestro país. De esta manera se logrará influir en el consejo nacional de seguridad social, para intentar modificar el ingreso de medicamentos y tecnología a nuestro sistema de salud en forma no sólo científica sino racional y prudente. En hora buena ojalá este sea el comienzo del despertar colectivo para el bien de la profesión médica y de nuestros pacientes. Finalmente, que sea esta una invitación a todos para que reflexionen sobre los pensamientos y planteamientos de este artículo que dio pie a este comentario. Daniel José Charria García, MD. Lecturas recomendadas 1. Ann Intern Med. 2002:136:243-246 2. Ley de Ética Médica 3. Ley de Seguridad Social, Ley 100 de 1993 Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 435 CARDIOLOGÍA DEL ADULTO - TRABAJOS LIBRES Impacto del uso de anticuerpos antiendotelina 1 sobre la estenosis arterial coronaria por hiperplasia neointimal secundaria a barotrauma con balón y stent en porcinos Premio "Mejor Trabajo de Investigación Básica", Congreso Latinoamericano de Cardiología Intervencionista, México D.F. Julio 2001 Mauricio Pineda Correa, MD.; Luz A. Maldonado, MD.; Ana María Uribe, MD.; Ebalo Real, MD.; Darío Echeverri Arcila, MD.; Orlando Corzo Guevara, MD. Bogotá, DC., Colombia INTRODUCCIÓN: La Angioplastia (ACTP) se practica en dos millones de procedimientos por año en el mundo y la reestenosis (RE), continúa siendo su talón de Aquiles. Se invocan cuatro mecanismos en RE: 1. La trombosis 2. El retroceso elástico. 3. La remodelación arterial constrictiva. 4. La hiperplasia de la íntima. Los tres primeros son combatidos con los stent, inhibidores de GP IIb/IIIa, antiagregantes y anticoagulantes. El último es responsable casi único de la RE post-stent. La endotelina 1 (ET1) produce proliferación celular. Se busca demostrar el impacto de los Ac AntiETl, por inyección intracoronaria (IC) o generados por respuesta inmune a la aplicación subcutánea (SC) de ET1, sobre el crecimiento de NEO, en porcinos sometidos a barotrauma con stent. MATERIALES Y MÉTODOS: Se realizó ACTP a 12 cerdos (36 especímenes arteriales) y se sacrificaron luego de cuatro semanas de observación. Los especímenes se dividieron en tres grupos, previa aleatorización, resultando 12 especímenes de cada grupo. El grupo placebo recibió infusión intracoronaria de solución salina inmediatamente antes del barotrauma. El segundo grupo recibió infusión intracoronaria de Ac AET1 y el tercer grupo recibió inyección SC de ET1, 14 días antes del trauma. Los segmentos fueron estudiados con IVUS e histomorfometría. ANÁLISIS ESTADÍSTICO: realizado por la t de student para comparación de medias independientes y por ser grupos pequeños se aplicó la prueba de Mann-Whitney. En ambos casos se realizó un análisis a dos colas. Resultados: Se obtuvo una reducción significativa en el área NEO, tanto con inyección de Ac AET1 IC como con ET1 SC. (p < 0,001) tanto con IVUS como en el análisis histomorfométrico. CONCLUSIONES: Los Ac AET1 parecen prevenir el crecimiento de NEO post- Stent. No hay ventaja significativa entre las dos formas de intervención. PALABRAS CLAVE: angioplastia, reestenosis, barotrauma, neoíntima, endotelina, anticuerpos. INTRODUCTION: Coronary Angioplasty (PTCA) is performed in about two million surgical procedures every year in the world, and coronary rest enosis (CR) continues to be It’s weakest point. There are four mechanisms involved in CR: 1.Thrombosis, 2.Elastic recoil, 3. Constrictive arterial remodeling, and 4. Intimal Hyperplasia. The first three are managed with Stents, inhibitors of GP Iib/IIIa, antiagregants and anticoagulants. The fourth is believed to be the only responsible of post Stent CR. Endothelin 1(ET1) Fundación Cardio-Infantil. Pontificia Universidad Javeriana. Universidad El Rosario. Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. Correspondencia: Mauricio Pineda Correa, MD.; Fundación Cardioinfantil, Calle 163A No. 28-60, Bogotá, Colombia. 436 Impacto del uso de anticuerpos... Pineda y cols. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 produces cellular proliferation. Impact of the anti ET1 Anti bodies by intra coronary injection, or generated by immune response at the subcutaneous (SC) application of ET1, on the NI growth in porcines, who have undergone baro trauma with Stent, is expected to be demonstrated. Materials and methods: PTCA was performed in 12 pigs (36 arterial specimens).They were sacrificed after four weeks of follow up. Specimens were divided in three groups, previously randomized, resulting in 12 specimens a group. The placebo group received intracoronary infusion of saline solution immediately after the barotraumas. The second group received intracoronary infusion of AET1 antibodies and the third group received SC injection of ET1 fourteen days before the trauma. Segments were studied with IVUS and hystomorphometric analysis Statistical analysis: It was performed by the Student t in order to compare independent measures. Because of the small size of the groups, the Mann Whitney test was applied. A double tale analysis was performed in both cases Results: A significant reduction of the NI area was obtained both with the injection of AET1 Abs and ET1 SC (p 0.001) in the IVUS and the hystomorphometric analyses. Conclusions: AET1 antibodies seem to prevent the post Stent NI growth. There is no significant advantage between both forms of injection. Key Words: Angioplasty, Restenosis, Barotrauma, Neointimal, Endothelin, Antibodies (Rev. Col. Cardiol. 2003; 10: 435-446) Introducción La Angioplastia Coronaria Transluminal Percutánea (ACTP) fue iniciada en 1977 por Andreas Gruentzig, se ha popularizado como una alternativa segura y poco traumática de tratamiento de la insuficiencia coronaria (1); su uso se ha incrementado en forma casi geométrica hasta los niveles actuales de casi dos millones de casos por año en el mundo, superando ya el número de casos de revascularización miocárdica quirúrgica (2). Pero a pesar de ser una técnica con más de 20 años de uso, que se ha ido perfeccionando en forma asombrosa tanto en los materiales usados, como en las habilidades de quienes la realizan, y habida cuenta de que las indicaciones han cambiado, la reestenosis (RE) es decir, la reaparición de la obstrucción coronaria significativa, que tiene lugar entre el día 8 y el día 180 después del procedimiento con más frecuencia, continua siendo el talón de Aquiles de la ACTP, presentándose hasta en un 30-50% de los casos (3-5). Poco sabemos aún del mecanismo íntimo que desencadena la RE; los estudios clínicos han encontrado que en el sexo femenino, la historia previa de diabetes mellitus (6), de angina inestable o lesión crítica proximal de la descendente anterior, son factores predictivos fuertes para la aparición de RE post-ACTP; sin embargo, se ha visto también en estudios clínicos que si luego del procedimiento hay resultado sub-óptimo (lesión residual mayor del 20%), disección, trombos o gradiente depresión translesional, se presenta con mayor frecuencia reoclusión coronaria y RE (1, 7). Se han invocado cuatro posibles mecanismos en la aparición de RE: 1. Estado crónico de hipercoagulabilidad local que se inicia desde el procedimiento mismo, con la ruptura de la placa con el balón, la denudación endotelial, la exposición de la membrana basal endotelial con cargas positivas y rica en colágeno, lo cual desencadena una agregación plaquetaria y la formación de un trombo rico en plaquetas (8, 9), mediada principalmente por glucoproteína IIB/IIIA, pero en la cual participan también el tromboxano A2, la trombina y leucotrienos. Dicha agregación plaquetaria estimula mediante linfoquinas e integrinas la aposición de leucocitos y macrófagos que producen más integrinas y factores de crecimiento, interleukinas, factor tisular, etc. y favorecen una verdadera reacción inflamatoria que tiende a engrosar la pared arterial a expensas de la luz del vaso. Este mecanismo sería responsable de la RE a mediano plazo. Actualmente la agregación plaquetaria postACTP se bloquea en forma efectiva con inhibidores de la GP IIB/IIIA (tirofiban, abciximab, etc.), inhibidores de la síntesis de TXA2 e inhibidores del ADP plaquetario (aspirina, ticlopidina, clopidogrel, etc.) con poco impacto sobre la tasa total de RE. 2. El segundo mecanismo invocado, responsable probablemente de RE temprana, es el retroceso elástico de la pared arterial, es decir, la recuperación del estado previo donde hay menor tensión de la pared del vaso, debido a las propiedades elásticas de sus capas. Este proceso se ha logrado bloquear en forma satisfactoria Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 con el uso cada vez mayor de los stents coronarios, prótesis intravasculares que se implantan en el sitio dilatado y mantienen con su fuerza radial la nueva geometría vascular. Sin embargo, los stents han producido una reducción modesta de la tasa de RE, e inclusive hay cada vez más frecuentemente reestenosis intrastent. 3. La remodelación arterial (10, 11), es decir, los cambios en la geometría del vaso, que ocurren luego del trauma con balón, puede ser de dos tipos: Remodelación adaptativa o positiva, es decir, la arteria, luego del inflado del balón, comienza a crecer a expensas de la dilatación de la capa elástica externa y la adventicia, hasta en un 40%, lo cual permite que el vaso almacene placa sin que la misma produzca estrechez de la luz, y por tanto, dicha placa no es visible en la angiografía coronaria. Dicho fenómeno ocurre entre el día 7 y el día 28 luego del inflado. Remodelación constrictiva o negativa, que ocurre por engrosamiento y proliferación de la adventicia, sin dilatación de la membrana elástica externa, perdiendo su capacidad de dilatar el área del vaso y en este caso, una pequeña cantidad de placa, produce una estrechez del vaso en forma precoz. Este mecanismo opera también entre la primera y cuarta semanas. Esta remodelación negativa ha sido bloqueada en forma muy eficiente por el uso de stents, pero con poco impacto sobre la tasa total de reestenosis, que con los stents aún es del 20-30. Otros (12) afirman que la remodelación es una consecuencia de la respuesta inflamatoria. 4. Por último se ha invocado la hiperplasia de la íntima con hipertrofia de la capa media como responsable de la RE. Este mecanismo parece ser el responsable casi exclusivo de la reestenosis intrastent. Dicha reacción puede ocurrir a expensas de una previa ausencia de factor relajante derivado del endotelio (óxido nítrico, NO) en el segmento enfermo, el cual, como se sabe, no es solamente un potente vasodilatador, sino también un potente inhibidor del crecimiento y la proliferación celular, de la coagulación y la agregación plaquetaria y de la migración celular, especialmente células de músculo (1, 13-19). Pero una dieta rica en L-arginina, precursor de la síntesis del NO, o el reemplazo farmacológico con donadores de NO han sido ineficaces para impedir la hiperplasia de las capas arteriales, lo cual hace concluir que hay otros mecanismos implicados, probablemente un estímulo muy potente de la proliferación y migración celular. Las sustancias actualmente conocidas que tienen la capacidad de proliferación y migración celular son (20): Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 437 - Angiotensina II, la cual es inclusive mitogénica pero cuyo bloqueo tiene un impacto prácticamente nulo sobre la tasa de RE. - Factores de crecimiento (derivados de plaquetas, leucocitos, insulina, epidérmico, factor de necrosis tumoral, etc.). Su bloqueo con somatostatina ha mostrado resultados contradictorios, siendo los mejores con la infusión parenteral crónica continua. Los factores de crecimiento son estimulados por la presencia de macrófagos, monocitos, leucocitos y plaquetas, ausencia de NO, prostaciclina y factor hiperpolarzante derivado del endotelio (FHED). -Endotelina 1. Marco teórico La endotelina (ET) fue descubierta en 1988 por Yanagisawa. Es el vasoconstrictor más potente que se conoce (10 veces más que la angiotensina II). Es un polipéptido de 21 aminoácidos similar a la Safarotoxina, componente principal del veneno del áspid (ofidio que mató a Cleopatra). Tiene una vida media de 77 segundos en el plasma y está sujeta a una secreción autocrina continua. Dicha secreción se realiza en la célula endotelial, tanto luminalmente (fracción que está reflejada en la concentración plasmática) como abluminalmente, siendo esta última la secreción más importante y que no se ve reflejada en la concentración plasmática (21-24). Se conocen cuatro isoformas de la ET, cada una codificada por un gen diferente, pero la más importante es la ET1 conocida como endotelina humano-porcina. El presursor es la preproendotelina, péptido de 203 aminoácidos que es clivada a proendotlina (más conocida como big endothelin) de 92 aminoácidos por una endopeptidasa que es bloqueada por el péptido atrial natriurético (PAN). Posteriormente por acción de la Enzima Convertidora de endotelina (ECE) se realiza la partición a la forma más activa de 21 aminoácidos. Todas tienen efectos hemodinámicos aunque menores en los dos precursores. El gen de la preproendotelina es regulado por un RNA mensajero que es sensible a glucosa, interleukina 1, factores de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF) e insulina (IDGF), vasopresina, estrés de rozamiento catecolaminas, calcio, trombina, HDL, angiotensina II, nicotina, hipoxia, radicales libres, compresión vascular. A su vez es inhibido por nitratos, anticálcicos, GMPc, AMPc, metaloproteasas, 438 Impacto del uso de anticuerpos... Pineda y cols. fosaramidon, pepstatinas (25, 26). El mecanismo de acción de la ET1 se ejerce a través de los receptores, todos acoplados a la proteína G, la fosfolipasa C, y la proteinkinasa C. Hay dos tipos de receptores (23-25, 27-36). ETA: receptores para ET1 en el músculo liso, que al ser estimulados producen una contracción muscular potente y una proliferación celular. ETB: receptores en las células endoteliales con afinidad por todas las endotelinas. Al ser estimulados producen vasodilatación inicial, liberación de NO y luego vasoconstricción por producción de ET. Estimulan la agregación plaquetaria. La unión de la ET al receptor estimula la activación de la proteína G, se activa la fosfolipasa C que libera inositol trifosfato, precursor del ATP, el cual aumenta el calcio intracelular y favorece la fosforilación de la cadena liviana de miosina y la contracción celular, con la subsiguiente vasoconstricción. Por otro lado, la fosfolipasa C libera diacilglicerol, el cual activa la proteinkinasa C, que también aumenta el calcio intracelular mediante la activación de la ATPasa de Na-Ca. Las acciones conocidas de la ET1 son (20, 27, 37-48): - Aumento del calcio intracelular, inotropismo positivo. - Aumento de la presión arterial. - Vasoconstricción directa. - Disminución del umbral de fibrilación ventricular (arritmogénica). - Mitogénesis y citotoxicidad. Aumenta la expresión de genes C-myc y C-fos. - Facilita la apoptosis y remodelación vascular. - Aumenta la secreción de moléculas de adherencia (VCAM). - Estimula la infiltración de macrófagos. - Aumenta la entrada de LDL oxidado a la célula endotelial (aterogénica). - Aumenta la proliferación y migración del músculo liso. - Aumenta la síntesis de elastina, colágeno y glucosaminoglicanos. - Contracción del músculo liso bronquial, uterino, ileal. - Aumento in vitro de la diapedesis de leucocitos y fibroblastos. - Aumenta la frecuencia cardíaca. - Activa la fracción c3, c5 del complemento. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Estos efectos son dosis dependiente y aunque la ETI actúa sobre las arterias, las venas y los vasos linfáticos, su efecto máximo es sobre las arterias coronarias subendocárdicas. Existe heterogenicidad en la distribución de los receptores para ETI en las coronarias, predominando los ETA en el músculo liso distal y en la coronaria derecha, y los ETB en de la capa media de la coronaria izquierda (49, 50, 51). La concentración plasmática de la ET1 normal es de 1.8± 0.4 pmoles/lt. Existe extracción renal y principalmente pulmonar (37, 39). Dicha concentración se duplica normalmente al sentarse o pararse y regresa a lo normal en cinco minutos, apareciendo otro pico menor a los 30 minutos. Este reflejo normal se pierde en la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal crónica, y otras patologías que cursan con aumento de la concentración plasmática de ET1, como son (20, 37): - Toxicidad por ciclosporina- asma- accidente cerebro-vascular. - Estrés - shock de cualquier origen. - Hipertensión pulmonar - depresión endógena- colon irritable. - Hipertensión arterial sistémica - ductus arterioso persistente. - Vasoespasmo subaracnoidea. después de hemorragia - Postangioplastia e implante de marcapasos (52). Presentación del problema La reestenosis coronaria es en nuestro medio muy frecuente, aproximadamente el 40-50% de las angioplastias presentan reestenosis a los seis meses. El 70% de los pacientes requieren reintervención con el uso de stent intracoronario, el cual tiene un alto costo, y una reestenosis del 25 al 35% (1). Los costos de atención de la enfermedad coronaria son incalculables, y los días laborables perdidos son 1.400.000 por año en todo el país. Los pacientes sometidos al implante de stent coronario, requieren seguimiento costoso, que se aumenta cada vez que el stent se restenosa, y puede terminar en cirugía coronaria. Ese seguimiento requiere la utilización de personal especializado, altamente entrenado, equipos sofisticados, suministros de alto costo, que han situado a la enfermedad coronaria dentro del grupo denominado « enfermedades catastróficas». Dado que la reestenosis del stent ocurre casi exclusivamente debido a hiperplasia de la Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 íntima, (neoíntima), y que los anticuerpos antiendotelina 1 han demostrado en forma preliminar que bloquean o impiden dicho crecimiento, los resultados de este estudio, podrían redundar en la prevención de la reestenosis de los stents y una disminución de los costos de atención, tanto económicos directos como indirectos. Hipótesis El uso de anticuerpos antiendotelina 1 (AcAET1), previene el crecimiento de neoíntima, secundario al trauma con balón y stent en porcinos. Objetivos A. Específicos: - Evaluar la tolerabilidad de una dosis intracoronaria y subcutánea de anticuerpos antiendotelina 1. - Evaluar la tolerabilidad de la inyección subcutánea de ET1. - Evaluar las ventajas o desventajas del uso de una dosis de sensibilización subcutánea, para generar inmunidad activa. - Continuar la línea de investigación en estenosis secundaria a barotrauma arterial en cerdos y su aplicación en reestenosis. - Evaluar el depósito de endotelina 1 en las capas subintimales de la arteria luego del trauma. - Establecer la dosis óptima de anticuerpos antiendotelina 1 en cerdos. - Comparar el efecto de la inmunización activa (ET1 sc) y pasiva (AcAETl intracoronaria) sobre el crecimiento de neoíntima. B. General: comparar la reestenosis luego del trauma con balón y stent en coronarias de porcinos, después del uso de anticuerpos antiendotelina 1, ET1 sc o placebo y observación por cuatro semanas. Tipo de estudio Estudio experimental prospectivo, doble ciego, controlado con placebo. Materiales y métodos Se realizó angioplastia coronaria transluminal percutánea con balón e implante de stent a 36 especímenes arteriales de 12 cerdos anestesiados previamente con ketamina a 15 mg/kg IV, diazepam 3 mg IV y atropina 0,3 mg IV y bajo monitoreo electrocardio- Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 439 gráfico y de tensión arterial en forma continua. La ACTP se realiza por punción femoral por la técnica de Seldinger con balón de diámetro de 3,5 mm o 4,0 mm para obtener una relación arteria/balón de 1.3-1.5/1 y un score de trauma de II o III. El procedimiento se llevó a cabo previa asepsia con la misma técnica de ACTP aceptada en humanos. Para ello se utilizó un equipo de angiografía General Electric en el Laboratorio de Hemodinamia del Instituto de Cardiología de la Fundación Cardioinfantil dedicado específicamente para investigación animal. Se utilizaron cerdos de Raza Landrace Yorkshire, de tres meses y peso de 25 a 40 kg, de ambos sexos. Criterios de inclusión: Ingresaron al estudio aquellos especímenes arteriales a los cuales se les logró realizar barotrauma arterial sin complicaciones graves que permitan un seguimiento clínico e histológico al cabo de cuatro semanas. Criterios de exclusión: no ingresaron aquellos cerdos con peso menor de 25 kg o más de 40 kg, con alguna enfermedad intercurrente grave o infección en el sitio de la punción. Motivos para salir del estudio: salieron del estudio aquellos especímenes a los cuales no se les pudo realizar barotrauma en forma exitosa (26) o que presentaron complicaciones graves del procedimiento como hematoma abdominal/fatal, oclusión total del vaso, disección arterial, infarto, o que los estudios angiográficos o histológicos no son de calidad adecuada para el análisis. Advertencias: los cerdos se mantuvieron en ayunas por seis horas antes del procedimiento. La angioplastia se realizó con las técnicas de asepsia usuales en pacientes humanos y sometidos a analgesia y anestesia adecuadas. Se siguieron las pautas del Ministerio de Salud de la República de Colombia para la Investigación Biomédica, Resolución # 008430 de octubre de 1993. Después de finalizar la observación, cada animal fue sometido a eutanasia con sobredosis de pentotal sódico y el cadáver cromado en las instalaciones de la Facultad de Veterinaria de La Universidad de La Salle en Bogotá. Procedimiento. Descripción general. Previamente a la ACTP se realizó angiografía coronaria selectiva con medio de contraste yodado a través del catéter guía de angioplastia 8F. Se midió el diámetro de las arterias en su tercio proximal y en la unión del tercio proximal con el tercio medio mediante calibrador 440 Impacto del uso de anticuerpos... Pineda y cols. electrónico. Se practicó la ACTP en las tres ramas coronarias principales en los segmentos anotados, mediante inflado a 12-14 atmósferas de presión medidas en la jeringa manómetro de ACTP, de 10 segundos de duración, con implante primario del stent, permitiendo la recuperación hemodinámica y electrocardiográfica del animal. Posteriormente se realizó una angiografía de control para establecer la permeabilidad del vaso y la ausencia de complicaciones, así como la adecuada colocación del stent. Se retiraron los introductores y se sometió la región inguinal a opresión manual suficiente para asegurar la hemostasia de la arteria femoral y se dejo recuperar el cerdo de la anestesia. Posteriormente se enviaron a la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle para la observación durante cuatro semanas por personal veterinario entrenado el cual conoce a cabalidad el protocolo, vigila y trata la aparición de hematomas, infección, isquemia, parasitismo, etc. A las cuatro semanas se sacrificaron y se obtuvieron los segmentos coronarios con stent, el segmento proximal y distal al stent en cada arteria y se realizó ultrasonido intravascular coronario en los segmentos con stent y los segmentos inmediatamente proximal y distal para evaluar la aparición de reestenosis coronaria. Dichos análisis y mediciones fueron realizadas en el Departamento de Hemodinamia de la Fundación A. Shaio, en equipo Endosonics por un técnico entrenado en IVUS que no conoció la distribución de los grupos. Fueron sacrificados con sobredosis intravenosa de pentotal sódico. Posteriormente los especímenes se sometieron a fijación en metacrilato de sodio y/o parafina y luego a cortes para estudio histomorfométrico (IPP 1996). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Se hicieron coloraciones de inmunofluorescencia indirecta y directa para endotelina 1 en cortes de arteria coronaria de un cerdo en cada grupo con el fin de evidenciar el depósito de endotelina 1 en las capas de la arteria. Se usaron anticuerpos policlonales contra la endotelina 1 en ampollas de 50 mg a concentración de 50 mg x cc (Península Laboratorios, Santa Clara, California, USA). El uso de AcAET1 o placebo se hizo en forma ciega. La clave de la aleatorización de los grupos fue conocida por una sola persona, que la mantuvo cerrada, y sólo fue abierta por quienes hicieron el análisis estadístico, una vez que recibieron por separado dicho sobre cerrado con la aleatorización y los resultados del ultrasonido intravascular e histomorfometría por otro lado. Resultados Las Tablas 1 y 2 muestran los resultados obtenidos en el ultrasonido intravascular de los diferentes especímenes arteriales en todos los grupos. Fueron retirados del estudio 4 especímenes en el grupo de placebo, y 2 especímenes en el grupo de AcAETl intracoronario, por hematoma retroperitoneal fatal. No hubo diferencias significativas en los diámetros del stent colocado en todos los grupos. Como se puede apreciar, se obtuvo una reducción significativa del área de la neoíntima, (Figuras 1, 2 y 3) tanto cuando se analiza por separado, como al analizarlo como una relación con el área del stent, (medida que remplaza el área del vaso, más comúnmente usada, pero imposible de medir con el IVUS en presencia de un stent, pues éste no permite ver Los especímenes arteriales se dividieron en tres grupos: • 12 especímenes tratados con infusión intracoronaria de anticuerpos antiendotelina inmediatamente antes de la inflación del balón de angioplastia, a dosis de 1 mg/ kg. • 12 especímenes tratados con infusión intracoronaria de placebo (solución salina normal) inmediatamente antes de la inflación del balón. • 12 especímenes arteriales pretratados con inyección subcutánea de endotelina 1 para inducir respuesta inmune 14 días antes del trauma, inyección con adyuvante de Freund según las normas de inmunización subcutánea descritas por Harlowy Lane (53). Figura 1. Comparación de las área obtenidas en los tres grupos por IVUS. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 441 Tabla 1 RESULTADOS DEL IVUS Cerdo 24 24 24 5 5 12 12 12 15 15 15 13 13 7 7 22 22 22 20 18 18 6 6 20 20 25 25 25 21 21 Segmento Diámetro Stent 1 Diámetro Stent 2 Área Stent Diámetro Luz 1 CD DA CX CD CX DA CD CX CD DA CX CX CD DA CD 1 3 2 CD DA CD 1 2 CX DA 2 3 1 1 2 3.2 2.9 2.3 2.3 2.8 3.1 3.3 3.0 2.7 2.9 3.2 2.4 2.4 3.1 2.9 3.3 3,0 2.7 3.4 3.2 3.2 3.3 2.7 3.0 3,0 3.8 3.4 2.3 3.4 2.5 3.1 3,5 2.3 2.1 2.8 2.8 3.1 2.5 2.8 2.6 3.2 2.6 2.4 2.5 3.0 3.1 2.7 2,5 - 10.9 8.4 4.9 4.4 6.3 7.2 8.4 5.7 6.4 5.8 8.0 4.6 5.3 6.3 7.5 8.1 8-5 6.3 8.5 7.0 6.9 7.8 6.3 5.6 6.0 11.5 11.3 4.6 8,3 5.7 3.1 2.7 2.3 2.3 2.5 2.4 2.8 1.7 2.6 2.6 2.7 1.4 2.2 2.5 2.9 2 2.0 0 2.7 2.6 2.1 2.5 2.7 1.7 2,4 0 1.4 1.5 2,8 0 Diámetro Luz 2 Área Luz 3.2 2.6 2.3 2.1 2.7 2.1 2.6 1.6 2.8 2.5 2.6 1.4 2.3 2.4 3.0 3.1 2.6 1.8 2.7 2.3 - 7.5 5.6 4.5 4.4 5.8 5.5 6.5 2.4 6.4 5.2 6.2 1.3 4.0 5.1 6.7 2.6 3.4 0 6.8 5.9 3.2 4.6 6.3 4.2 4.2 0 2.4 2 4 0 Área Neoíntima Ani/ a Stent 3,4 2.8 0,4 0 0,5 1,7 1,9 3,3 0 0,6 1,8 3,3 1,3 1.2 0,8 5,5 5,1 6,3 1,7 1.1 3,7 3,2 0 1,4 1,8 11.5 8,9 2,6 4.3 5,7 0,311926606 0,333333333 0,081632653 0 0,079365079 0,236111111 0,226190476 0,578947368 0 0,103448276 0,225 0,717391304 0,245283019 0,19047619 0,106666667 0,679012346 0,6 1 0,2 0,157142857 0,536231884 0,41025641 0 0,25 0.3 1 0,787610619 0,565217391 0.518072289 1 Ani/ Área Luz Diámetro medio 0,453333333 0,5 0,088888889 0 0,086206897 0,309090909 0,292307692 1,375 0 0,115384615 0,290322581 2,538461538 0,325 0,235294118 0,119402985 2,115384615 1.5 NC 0,25 0,186440678 1,15625 0,695652174 0 0,333333333 0,428571429 NC 3,708333333 1,3 1,075 NC 3,15 3,2 2,3 2,2 2,8 2,95 3,2 2,75 2,75 2,75 3,2 2,5 2,4 2,8 2,95 3,3 3 2,7 3,25 2,95 3,2 3,3 2,7 3 2,75 3,8 3,4 2,3 3,4 2,5 Tabla 2 ANÁLISIS ESTADÍSTICO DEL IVUS Área estudiada Placebo (n=8) Intracardíaco (n=10) P Área neoíntima Área neoíntima/ Área Stent Área neoíntima/ Área luz Diámetro medio Stent Diámetro medio de la luz 6.24 ± 2.78 (n=8) 0,77± 0.21 (n=8) 1,94 ± 1.06 (n=5)*** 3.05 ± 0.52 (n=8) 1.21 ± 1.09 (n=8) 1.39 ± 0.88 (n=10) 0.23 ± 0.19 (n=10) 0.46 ± 0.74 (n=10) 2.84 ± 0.27 (n=10) 2.44 ± 0.45 (n=10) 0.001 0.001 0.010 0.327 0.011 (1) Subcutáneo (n=12) P(2) 1.83± 1.41 (n=12) 0.25±0,20 (n=12) 0.43 ± 0.45 (n=12) 2.89 ± 0.36 (n=12) 2.44 ± 0.40 (n=12) 0.001 0.001 0.004 0.333 0.011 (1) Comparación intracardíaco vs. placebo. Prueba de Mann-Whitney. Test de 2 colas. (2) Comparación subcutáneo vs. placebo. Prueba de Mann- Whitney. Test de 2 colas. la membrana elástica externa) (Figuras 4 y 5), como al analizarla en relación al área de la luz, para normalizar así, la variabilidad en los tamaños de los vasos. Como consecuencia, el área de la luz, fue significativamente mayor en los grupos en los cuales se utilizaron anticuerpos antiendotelina intracoronaria o endotelina subcutánea. En ningún parámetro hubo diferencias significativas entre el grupo de especímenes que recibieron anticuerpos antiendotelina intracoronarios y los que recibieron endotelina subcutánea. No hubo superposición de los intervalos de confianza al analizar el área de neoíntima en los tres grupos. Al realizar el análisis histomorfométrico a los cortes de los mismos especímenes arteriales se comprueban los hallazgos del ultrasonido intravascular, es decir, que hay diferencias significativas en el área de neoíntima (ANI), tanto considerada como un parámetro independiente y absoluto, considerada como una relación con el área de la luz y del stent, para «normalizar» los resultados, independientemente del tamaño del vaso o del stent. En los dos grupos de intervención para bloquear la ET1, el ANI fue significativamente menor que en el grupo placebo (Figuras 1 y 2) y no hubo diferencias significativas entre los dos grupos de intervención (Tablas 3 y 4). La 442 Impacto del uso de anticuerpos... Pineda y cols. diferencia aparentemente significativa del área de la luz entre los grupos I y II parece ser debida a una mayor área del stent en el grupo II. Cabe anotar que no hubo superposición de las desviaciones estándar de ANI en los grupos intervenidos (I y II) al compararla con el ANI en el grupo placebo (III), hallazgo visto también en el análisis con ultrasonido intravascular (Figuras 7 y 8). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Nota: No se encontraron diferencias al comparar los grupos de aplicación intracardíaca vs. subcutánea para las variables analizadas en la tabla anterior. Fluorescencia para complejos inmunes ETI-AntiETl. En las Tablas 2 y 4 se encuentran resumidos los resultados de las comparaciones realizadas. Se utilizó inicialmente la prueba de Kruskal-WaIiis, que es una prueba no paramétrica para la comparación de los tres grupos. Una vez evaluada la significancia de esta prueba en las diferentes variables, se utilizó la prueba de Mann-Whitney (que también es una prueba no paramétrica) para la evaluación de las variables entre dos grupos, utilizando en todos los casos la prueba de significancia a dos colas, así: 1. Intracardíaco vs. placebo. 2. Subcutáneo vs. placebo. 3. Intracardíaco vs. subcutáneo. Figura 3. Ultrasonido intravascular en especimen intervenido. Tabla 3 MEDICIONES HISTOMORFOMÉTRICAS Especimen Figura 2. Comparación del área de neoíntima, relación neoíntima/luz y neoíntimas/stent en los 3 grupos por histología. Cuadro 1. Comparación del área de neoíntima, relación neoíntima/ luz y neoíntima/stent en los tres grupos por histomorfometría. DA22 CD24 CX24 DA24 CD15 CX22 CX15 DA15 CD20 CX20 DA20 CX25 CD12 CX12 DA12 CX5 CD5 CX13 CD13 CD6 CX6 DA21 CD21 CD18 DA18 DA7 CD7 CD22 DA25 DA28 Área luz Área Stent 3,6 7,1 2,8 5 1,9 6,5 4,8 1,7 5 3,7 1,8 3 6 2,8 4,3 0,7 1,4 0,9 3,8 6,7 5,6 3,3 5,1 4,7 5,7 3 4,9 6,8 2 6 6,4 7,8 4,6 6,7 5,8 7,5 7,3 3,1 6,4 5,3 3,9 6,4 7,7 4,2 6,2 6 4,5 4,4 5,5 7,3 6,2 7,1 7,7 6,4 6,7 5,8 6,5 7,6 6,9 7,2 Área neoíntima 2,8 0,7 1,8 1,7 3,9 1 2,5 1,4 1,4 1,6 2,1 3,5 1,7 1,5 1,8 5,3 3,2 3,5 1,7 0,5 0,6 3,8 2,6 1,7 1 2,8 1,6 0,8 4,9 1,2 Diámetro Diámetro luz Stent 2,1 2,9 1,9 2,5 1,6 2,8 2,6 1,6 2,5 2,2 1,7 2 2,8 1,9 2,5 1 1,3 1,1 2,2 2,9 2,6 2,1 2,5 2,6 2,7 1,9 2,5 2,9 1,6 2,8 2,95 3,2 2,13 2,95 2,8 3,86 3,2 1,63 2,95 3,33 2,03 2,83 3,1 2,36 3,06 2,63 2,4 2,5 2,5 3,15 3,23 2,93 3,5 3,86 3,03 2,76 3,13 3,23 3,06 2,86 Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 443 los cerdos con la inyección subcutánea de endotelina para estimular la producción de anticuerpos (inmunidad activa), sobre la inyección intracoronaria de los anticuerpos contra la endotelina (inmunidad pasiva). Estos hallazgos sugieren que la endotelina 1 ejerce un papel fisiopatológico en dicha hiperplasia neointimal, y complementan lo descrito por varios autores acerca de los efectos clínicos cardiovasculares de la endotelina 1, tanto en animales como en humanos. Omland y cols encontraron en 142 pacientes post infarto agudo del miocardio (54) que los niveles plasmáticos de ET1 en el día tres se correlacionaron en forma estadísticamente significativa (p < 0,0001) con la mortalidad a un año. Se han informado en la literatura (33, 34, 38, 55-58) estudios en arterias sometidas a trauma con balón tratadas con diversos tipos de antagoFigura 4. de arteria coronaria con Stent en especimen no interenido. Se realizó test de inmunofluorescencia directa a 5 segmentos traumatizados y 5 segmentos no traumatizados encontrándose positiva en el 80% del primer grupo y en el 20% del segundo (Figuras 6 y 7). RR: 0.31 (IC 0.95: 009 -1.1.12) ,OR: 0.08 (IC 0.95: 0.00 -1.91) -Fisher 1 cola p=0.086 2 colas p=0.102. Discusión Los anteriores resultados indican que la presencia de anticuerpos contra la endotelina 1 en las arterias coronarias previene el crecimiento de neoíntima y por tanto el estrechamiento de la luz arterial como reacción al barotrauma con balón y stent en porcinos. No parece haber una ventaja significativa en sensibilizar previamente Figura 5. Inmunofluorescencia en especimen no intervenido. Figura 6. Inmunofluorescencia en especimen intervenido. nistas o inhibidores de los receptores de ET. Douglas y cols (21) encontraron que la inhibición de ambos tipos de receptores ETA y ETB con antagonistas mixtos (SB209270) administrado en forma crónica, prevenía la aparición de hiperplasia intimal en carótidas de ratas, lo cual no se previno con el uso de BQ 123, que es antagonista selectivo de los receptores ETA. Los mismos autores (22) encontraron que luego del barotrauma arterial, los niveles de ECE, ET1 y el mRNA de los receptores ETA y ETB se incrementan en forma apreciable, lo cual puede indicar que ambos tipos de receptores, la ECE y la ET1 juegan un papel patogénico activo en la neoformación intimal. Los niveles de ECE comienzan a elevarse a las seis horas luego del trauma y permanecen altos hasta 36 horas, logrando aumentos hasta de dos veces lo normal. El mRNA de los receptores ETB se eleva de 11 a 15 veces del día 1 al día 3, el mRNA de los receptores ETA se eleva de 20 a 24 veces del día 3 al 7 y el mRNA de preproendotelina se eleva hasta dos veces lo normal hasta el día 7 post - trauma. 444 Impacto del uso de anticuerpos... Pineda y cols. Figura 7. Histomorfometría en especimen intervenido. Grattony cols caracterizaron los receptores de ET y la ECE. Encontraron que los receptores ETB estimulan la producción de prostaciclina en el pulmón de los conejos, la cual es bloqueada casi completamente por el uso de BQ 788, el IRL 25001, el IRL 1038 que son inhibidores selectivos de los ETB. Se encontró que dichas sustancias tienen propiedades vasculoprotectoras, al igual que los antagonistas selectivos de los receptores ETA como son el BQ123 el FR 139317 y el PD 151242. También los inhibidores mixtos como el bosentan, el RD462005y el PD 142893 han demostrado efectos protectores a nivel renal. Sin embargo, los resultados con casi ninguna de estas sustancias han sido contundentes, posiblemente por incapacidad para alcanzar los receptores ETA del músculo liso en forma completa atravesando la membrana basal del vaso, por dosis insuficiente para inhibir la proliferación celular pero no los efectos hemodinámicos de la ET1 o por inhibición solamente temporal de los receptores. Tienen además la posibilidad de producir una lesión vascular intrínseca (59). En las coronarias de los porcinos, la administración de inhibidores selectivos o no de los receptores de ET1 ha demostrado una reducción significativa de la hiperplasia neointimal potsimplante de stent (6, 60) al igual que en las ratas (61) y en los conejos (62). El efecto local de los anticuerpos antiendotelina 1 se ha demostrado en varios sitios del sistema arterial (63). Llama la atención que los resultados con otro tipo de sustancias como rapamicina (64) tranilast (65) y angiopeptina (66) son similares en los porcinos, pero no en los humanos. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Figura 8. Histomorfometría en especimen no intervenido. Recientemente publicamos un trabajo (67) que demuestra una disminución importante del área de la neoíntima en cerdos sometidos a angioplastia con balón, (43%- p<0,00001), previa inyección intracoronaria de anticuerpos antiendotelina 1, la cual fue significativamente menor que el área de neoíntima de los cerdos sometidos a angioplastia, previa inyección intracoronaria de placebo. Los hallazgos anteriores parecen confirmar lo encontrado en nuestro previo estudio, con un diseño similar, a diferencia de otras sustancias (68-74). El análisis por inmunofluorescencia directa demuestra el depósito de ET1 en los segmentos traumatizados a nivel de todas las capas de la arteria, a diferencia del segmento no traumatizado, sugiriendo que la ET1 se libera localmente en respuesta al trauma. Agradecimientos Los autores agradecen en forma muy especial a los doctores Jaime Ruiz y John Duperly del Departamento de Epidemiología de la Universidad del Rosario, por su invaluable colaboración en el análisis estadístico y sus constructivos comentarios y aportes al trabajo. También a todo el grupo médico del Departamento de Anestesia de la Fundación Cardioinfantil-Instituto de Cardiología, sin cuya colaboración habría sido imposible la realización de los procedimientos de angioplastia en cerdos. Al grupo del Laboratorio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista de la Fundación Abood Shaio, por su inmensa colaboración en la realización de los Ultrasonidos Intravasculares. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 445 Tabla 4 RESULTADOS DEL ANÁLISIS HISTOMORFOMÉTRICO Área estudiada Placebo (n=8) Intracardíaco (n=10) P Área Área Área Área Área 4.95 ± 0.96 (n=8) 0.68 ± 0.12 (n=8) 2.86 ± 2.39 (n=5)*** 7.22 ± 0.42 (n=8) 2.3 ± 0.91 (n=8) 2.15±0.88 (n=10) 0.41±0.19 (n=10) 1.03 ± 1.13 (n=10) 5.4 ± 1.27 (n=10) 3.25 ± 1.53 (n=10) 0.0001 0.004 0.048 0.061 ns 0.125 ns Neoíntima neoíntima/ Área Stent Neoíntima/ Área luz del Stent de la luz (1) Subcutáneo (n=12) P(2) 1.74 ± 1.10 (n=12) 0.26 ± 0.15 (n=12) 0.41 ± 0.30 (n=12) 6.44 ± 1.18 (n=12) 4.7 ± 1.09 (n=12) 0.0001 0.0001 0.023 0.053 ns 0.001 (1) Comparación intracardíaco vs. placebo. Prueba de Mann-Whitney. Test de colas. (2) Comparación Subcutáneo vs. placebo. Prueba de Mann-Whitney. Test de 2 colas. Nota: no se encontraron diferencias al comparar los grupos de aplicación intracardíaca vs. subcutánea para las variables analizadas en la Tabla anterior. Figura 9. 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La tecnología ha avanzado mucho en esta área y tanto los equipos utilizados en los ambientes laborales o en el hogar, utilizan por reglamentación internacional unas longitudes de onda distintas a las que utilizan los marcapasos y cardiodesfibriladores, para evitar interferencias, además la ingeniería biomédica ha incorporado dentro de los dispositivos filtros para brindar más seguridad a los pacientes. En el ambiente hospitalario es donde más problemas pueden existir, por ejemplo cuando se usa la resonancia nuclear magnética, los litotriptores, la radiofrecuencia, los electrobisturíes y las cardioversiones externas. Estos equipos producen daños tan severos en los dispositivos, que si el paciente es totalmente dependiente, pueden ser fatales a no ser que se implante otro marcapaso de inmediato. In every day life interferences in pacemakers and cardiodefibrilators may occur by the use of electric and electronic appliances at home and more frequently in hospital environments. Most of the times these interferences are harmless and are not detected by the patient, but some few times are intense and endanger the patient’s life. Technology has greatly advanced in this area and the appliances used at work and at home use by international regulation different wave lengths to the ones used by pacemakers and cardiodefibrilators, in order to avoid interferences; besides, biomedical engineering has incorporated some filters inside the devices, so that the patient may be secured. It is in the hospital environment where there may be more problems, for example by the use of Magnetic Nuclear Resonance, lithotriptors, radio frequency, electro-surgical knives and external cardioversions. These equipments may cause such severe damages to these devices, that if the patient is 100% dependent, they may be fatal unless another pacemaker can be immediately implanted. (Rev. Col. Cardiol. 2003; 10:447-454) Clínica Medellín. Medellín, Colombia. Correspondencia: Mauricio Duque, MD. Clínica Medellín, Calle 54 No. 46-27, Tel.: 5117378, Medellín, Colombia. 447 448 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Dudas frecuentes con los marcapasos y . . . Duque Introducción Con alguna frecuencia en nuestra práctica clínica los pacientes preguntan acerca de dudas con respecto a los marcapasos y cardiodesfibriladores, o incluso tienen una serie de prejuicios negativos secundarios a una mala información. Todo esto se convierte en un obstáculo para el médico en el momento de decidir el implante de un dispositivo cardíaco. Adicionalmente, se sabe que algunos equipos electrónicos utilizados en nuestra vida diaria, pueden crear interferencias con estos dispositivos cardíacos con graves efectos para el paciente. Por lo tanto, en este artículo se aclararán las dudas que se presentan al respecto. Estos dispositivos tienen la capacidad de detectar los latidos intrínsecos del corazón, pero también pueden recibir señales externas que son detectadas como intrínsecas por el marcapasos, lo que produce alteraciones en el funcionamiento. Esto ocurre principalmente con nuevos equipos y tecnologías utilizados en la vida cotidiana que operan con campos magnéticos y microondas capaces de producir interferencia electromagnética (IEM) (1). Por esta razón, los productores de marcapasos y cardiodesfibriladores automáticos (CDA) han rediseñado la tecnología no sólo en los dispositivos sino también en los electrodos, para que se produzca la menor interferencia posible con equipos como los teléfonos celulares, por ejemplo. señales electromagnéticas pueden ser mal interpretadas por los dispositivos como señales biológicas, y producir alteración en su funcionamiento. La energía conducida abarca las corrientes galvánicas que se utilizan principalmente con fines terapéuticos como los TENS (estimulación eléctrica nerviosa transcutánea), se utiliza a 50 Hz en Europa y a 60 Hz enlos EE.UU. La energía conducida también puede crear un sobresensado en los marcapasos y los CDA, al igual que los campos magnéticos estáticos como la radiación ionizante (2) la que puede encontrarse en el medioambiente o en equipos de imágenes médicas (Rx, TAC). Esta última no afecta los dispositivos, sólo la radiación terapéutica utilizada en oncología puede alterar el CMOS de los mismos y su efecto es acumulativo en el tiempo. La radiación acústica como la litotripsia utilizada directamente sobre los marcapasos o los CDA, puede afectarlos de una manera importante. Si la inhibición de la IEM es transitoria, lo que es más frecuente (uno o dos latidos), no tiene ninguna importancia clínica; los síntomas ocurren cuando la exposición es prolongada e intensa. Es de anotar que la inhibición es inversamente proporcional a la distancia. Factores que influencian la IEM - Intensidad del campo electromagnético. - Espectro de la señal. Clasificación de las fuentes de interferencia electromagnética (IEM) - Distancia, posición y ángulo del paciente. Se pueden clasificar de acuerdo con la frecuencia espectral, la energía emitida y el medio donde se encuentran. Para fines clínicos se subdividen en dos: la energía radiada y la conducida. - Características de la programación del dispositivo. La primera es la energía emitida por equipos de comunicaciones y otros como motores potentes, rasuradoras eléctricas, controles remotos y detectores de metales, que producen un campo eléctrico medido en voltios y un campo magnético medido en amperios. Estas fuentes se dividen en ondas de radiofrecuencia que van de 0.1 Hz a 100 MHz (fuentes de poder de radios, transmisores de radio, de televisión y electrocauterios), y las microondas, cuya frecuencia va entre 100 MHz y 12 GHz (como radares, teléfonos celulares, hornos microondas, etc.). Las señales físicas emitidas pueden ser moduladas en amplitud y frecuencia, o pueden ser señales únicas o en pulsos. Todas estas - Duración de la exposición. - Configuración del electrodo. - Parámetros programados. - Sensibilidad. - Modo (línea de base y reversión con ruido). - Características del paciente. Dependencia del marcapasos. Susceptibilidad al modo asincrónico. Susceptibilidad a frecuencias rápidas. Algunos productores de equipos electrónicos que puedan causar IEM están incorporando filtros para las frecuencias que pueden producir alteración en los marcapasos y CDA y disminuir de este modo las IEM como en el caso de los teléfonos celulares). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 La programación de la sensibilidad de los dispositivos cardíacos es fundamental. Usualmente cuando son implantados, no modifica la sensibilidad; ésta debe ser lo más alta posible en valores absolutos en ambas cámaras, para que el dispositivo sea lo más resistente a la IEM. Esto implica que un valor de sensibilidad alta en el marcapasos implica un equipo menos sensible a las IEM. Para modificar la sensibilidad se debe conocer de una manera adecuada la onda A y la onda R intracavitaria, bien sea durante el implante o en las visitas de reprogramación, y programar la sensibilidad con el 75% de dicho valor. El uso de electrodos bipolares ha disminuido las IEM puesto que cierran la ventana de la interferencia, debido a que el ánodo y el cátodo quedan muy cerca en el extremo distal del electrodo, a muy corta distancia el uno del otro; por lo tanto, el arco de sensado es más pequeño y ocurre menos IEM. En cambio con los electrodos unipolares el arco de sensado es muy amplio, ya que va desde la punta del electrodo (cátado) hasta la cubierta metálica del dispositivo (ánodo). Respuesta de los marcapasos y los CDA a la IEM Inhibición de la estimulación Una inhibición sostenida de la estimulación puede ser catastrófica en los pacientes dependientes de marcapasos, aunque es poco probable que ocurra por los algoritmos protectores disponibles en los mismos; además, la mayoría de la gente no es totalmente dependiente del marcapasos. Es muy importante subirle al dispositivo el valor de la sensibilidad a nivel ventricular para que sólo se inhiba con señales externas muy grandes, poco probables en la vida cotidiana. Cuando en los pacientes con CDA no se detecta la señal intrínseca, hay dos posibilidades: asistolia o fibrilación ventricular (FV) muy fina. El equipo baja automáticamente el nivel de sensibilidad hasta 0.1 mV; si no encuentra señal empieza a estimular asincrónicamente, o si detecta una FV, activa la terapia de desfibrilación. Pero si el CDA tiene los niveles de sensibilidad muy bajos puede detectar interferencias externas, asumir que se trata de una FV y dar choques inapropiados (3). Disparos de seguimiento o de estimulación prematura En los marcapasos que tienen el modo de seguimiento encendido como en los DDD o VDD, cualquier ruido detectado en la aurícula puede disparar el impulso en el ventrículo, o si detectan múltiples ruidos puede activar el modo itálica como si fuese una taquicardia atrial. Lo 449 anterior se debe a que la sensibilidad del marcapasos es más fina en la aurícula que en el ventrículo, puesto que la onda «A» intracavitaria es menor que la «R». Puede ocurrir también que la IEM dispare el sensor de ventilación minuto (respuesta modulada = R), el sistema asume que el paciente necesita más frecuencia cardíaca, y se produzca una taquicardia secundaria al proceso. Otra eventualidad puede ser desencadenada por campos magnéticos intensos como los de la resonancia nuclear magnética (RNM), que pueden generar estimulación entre 200 y 300 lpm (síndrome del marcapasos desbocado), con la consiguiente taquicardia y posible FV (5). Detección de taquicardias espúreas La IEM puede ser detectada por el CDA como una taquiarritmia; el dispositivo genera entonces choques innecesarios que producen malestar y trastornos psicológicos en el paciente, además alto consumo de las baterías. En la actualidad, los dispositivos bicamerales cuentan con unos algoritmos que discriminan este tipo de interferencias (6). Ruido que reversa el modo de estimulación Los dispositivos actuales tienen algoritmos que los protegen contra los ruidos que pueden inhibir el marcapaso; pero si llegaran a ser detectados, la respuesta sería modo asincrónico transitorio mientras pasa la interferencia (7). Sin embargo, estas medidas de seguridad pueden no ser inocuas, puesto que una estimulación asincrónica (DOO o VOO), incluso de carácter transitorio, puede desencadenar taquiarritmias ventriculares o hacer perder la sincronía auriculoventricular y producir síntomas. Re-iniciación eléctrica Una IEM momentánea y fuerte puede producir un reinicio en los microprocesadores y cambiar los marcapasos de DDD y VVI a modo DOO y VOO, caso al que se ha llamado «reseteo» eléctrico, tanto en los marcapasos como en los CDA. Algo similar ocurre cuando se están acabando las baterías del dispositivo. Dicho cambio puede ser transitorio o permanente, lo que puede producir síntomas, depletar la baterías más rápidamente o inducir taquicardias ventriculares. Cuando es permanente se debe reprogramar el dispositivo a los parámetros iniciales; al interrogarlo aparece reemplazo electivo, pero se «resetea» desde el programador y se retorna a los parámetros inciales sin tener que cambiar el dispositivo. 450 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Dudas frecuentes con los marcapasos y . . . Duque Clausura del switch rojo Cuando se aplica un magneto externo a un CDA, el dispositivo deja de detectar las taquiarritmias y marcapasea en modo asincrónico; luego retorna a la normalidad cuando se retira el magneto. Algunos dispositivos incluso se apagan cuando se les acerca un magneto por 30 segundos y para encenderlos de nuevo hay que reprogramarlos o acecar otra vez el magneto por otros 30 segundos. El mismo fenómeno puede ocurrir en la vida diaria cuando hay un campo magnético grande cerca de un paciente con CDA; los problemas generados pueden ser de tal magnitud, que algunos pacientes no han advertido que sus CDA se han apagado, con consecuencias fatales (8). Estos campos se encuentran en ambientes industriales como refinerías e hidroeléctricas con turbinas generadoras de energía, o en algunos magnetos que se utilizan para el tratamiento de la artritis y los traumas musculares. Daño del generador o de la interfase electrodo miocardio Cuando se tienen altos campos de poder haciendo contacto con la superficie corporal como es el caso de un electrobistirí o de cardioversiones eléctricas, la energía puede conducirse por el electrodo que llega hasta la interfase electrodo-endocardio y producir una injuria tisular, lo cual incrementa los umbrales. Como la intensidad de la energía es tan grande también puede llegar hasta el dispositivo y producir daño en los circuitos y procesadores; esto obliga a un reemplazo urgente del generador. Fuentes de IEM en la vida cotidiana Teléfonos celulares Actualmente en el mundo hay un billón de suscriptores a la telefonía celular. Existen varios tipos de estos teléfonos; por ejemplo, en los EE.UU aún operan muchos teléfonos análogos, mientras que en Europa predominan los digitales (GMS). Dentro de los digitales hay dos clases: los TDMA de 11 Hz y los TDMA de 50 Hz que incluyen los NADC, los CDMA y los PCS. Los CMDA, y los GMS operan entre 820-960 MHz, los PCS usan 1.82.2 GHz. Todos los modelos de marcapasos se están probando con todos los teléfonos celulares, para ver cuáles son más sensibles a las interferencias. En este caso les incorporan unos filtros adecuados, de modo que se ha disminuido la interferencia del 56% a menos del 1%. Hoy se observa mínima interferencia que ocurre pocos segundos antes de que el teléfono suene, y siempre cuando éste se encuentra a menos de 10 cm. Se trata de interferencias temporales que no causan daño en el marcapasos, que se revierte automáticamente a su modo normal de operación. En los experimentos se ha visto que la IEM es menos frecuente en los análogos y los PCS, lo que tiene significancia clínica en el 7% de los pacientes y es considerada importante en el 1.7%, principalmente con alteraciones en sensado atrial, estimulación asincrónica o inhibición a nivel ventricular. Nunca se observó IEM cuando el teléfono fue usado correctamente en el oído. Con los CDA sólo se ha documentado interferencia a distancias menores de 5 cm y sólo con los TDMA de 11 Hz, nunca con los análogos o los GMS. En experimentos se ha visto que la detección de FV nunca es alterada por el uso de teléfonos celulares, sólo se ha documentado pérdida intermitente de la señal en los electrogramas o una alteración en los marcadores de eventos en los ECG. Los buscapersonas usados en unidades hospitalarias pueden alterar el resultado de las mediciones de voltaje, corriente e impedancia, alterar los trazos de electrogramas o interrumpir la telemetría con el programador. Cuando los celulares se usan adecuadamente en el oído no se producen interferencias; la FDA recomienda mantener el celular mínimo a 15 cm del marcapaso o del CDA, por lo tanto no se deben llevar en el bolsillo del saco o de la camisa. Cuando se hable por ellos nunca se deben sostener en el hombro e idealmente deben usarse en el lado opuesto al del lugar donde se implantó el dispositivo. Actualmente, antes de implantar cualquier dispositivo es importante saber cuál es el oído que se usa rutinariamente para hablar por celular, para implantarlo al lado contrario (9, 12). Equipos de seguridad antirrobo Son usados en almacenes y librerías; sus señales electromagnéticas pueden interferir con los dispositivos implantados. El grado de interferencia depende de la distancia y del tipo de equipo antirrobo (existen muchas marcas y con diferentes longitudes de ciclo). La FDA ha sugerido que donde se encuentre este tipo de equipos de seguridad haya avisos al respecto, para que los pacientes no estén cerca a ellos y pasen caminando normalmente, sin detenerse. Los equipos modernos antirrobo usan ya unas frecuencias que no interfieren con los marcapasos, debido a una reglamentación internacional. La interferecia se documenta principalmente en dispositivos de sensado unipolar y en los CDA implantados en el abdomen, que ya se usan muy poco. Las interferencias más comunes son Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 sobresensado atrial, estimulación asincrónica, sobresensado ventricular y choques inapropiados del CDA por interferencias que fueron detectadas por el equipo como taquicardias o FV (13). 451 Los equipos que más producen IEM son los de soldadura de arco o máquinas de soldadura industrial; también algunos motores eléctricos potentes. Cada paciente debe ser analizado individualmente en el ambiente laboral, pero para prevenir estos problemas como regla general deben implantarse electrodos bipolares, reprogramar la sensibilidad en el punto adecuado para cada dispositivo y medir los campos magnéticos en el ambiente de trabajo. Así se chequeará el CDA en «monitor solamente», esto quiere decir que se le apagan las terapias y por lo tanto no va a efectuar el tratamiento de forma inapropiada, pero sí se tendrá la posibilidad de observar qué es lo que produce IEM (17). activación del switch rojo en los CDA, que los convierte al modo de estimulación en asincrónico y apaga la detección de las taquicardias. Como el campo magnético es muy grande, puede haber desplazamiento en los dispositivos o los electrodos. Los marcapasos y CDA han sido probados en RNM y todos son seguros, excepto el GEM II 7273 de Medtronic. Las partes metálicas internas de los dispositivos están siendo fabricadas con níquel, cobalto, cromo y molibdeno, que son materiales no magnéticos, a diferencia del hierro que es altamente magnético. La segunda fuente es la radiofrecuencia, que puede producir alteraciones en la frecuencia de estimulación, haciendo que se inhiba o se dispare a una frecuencia mayor. En los CDA se puede producir detección de taquiarritmias espúreas, con los consecuentes choques inapropiados. También se ha visto que puede ocurrir calentamiento a nivel de la interfase electrodoendocardio y producirse en consecuencia quemaduras locales, lo que causa fibrosis y aumento del umbral de estimulación. El fenómeno sólo ha sido comprobado a nivel experimental, pues en la práctica clínica no se ha visto en ningún paciente estudiado. El tercer modo de IEM son los campos magnéticos variables, que ocurren cuando el resonador está funcionando. En este caso se puede producir estimulación atrial o ventricular y fenómeno de calentamiento, se puede cerrar el switch rojo, o se puede presentar desbocamiento del marcapasos con las consecuencias anteriormente descritas. La RNM está contraindicada en pacientes portadores de marcapasos o CDA, a no ser que sea estrictamente necesaria y que el paciente esté enterado de los riesgos que puede correr; en estos casos se debe hacer un monitoreo continuo. En los pacientes no dependientes de marcapasos se debe apagar el dispositivo y en los dependientes se debe poner en modo asincrónico con salidas altas; es necesario tomar los parámetros de umbral antes, inmediatamente después y a los tres meses del examen. Al principio, las imágenes de la RNM deben ser de baja resolución e ir subiendo en resolución progresivamente, según el resultado del monitoreo continuo. Se recomienda que ojalá no se utilice el turboespin-eco. Con los CDA no existe información al respecto (18-20). Fuentes médicas de IEM Neuroestimuladores Detectores de metales Pueden ser manuales o estáticos, en cuyo caso se camina a través de ellos. Los primeros producen campos magnéticos muy débiles y lo ideal es que no se pongan cerca al dispositivo, puesto que siempre van a sonar y por lo tanto no cumplirán ninguna función. Los segundos tienen campos magnéticos más grandes que son muy débiles a nivel del pecho. La FDA ha declarado que estos equipos son seguros para los pacientes con marcapasos y CDA (14). Energía eléctrica La IEM sólo ocurre en proximidad de líneas de alto voltaje; por lo tanto, el problema es ocupacional, unicamente los campos mayores a 5 KV/m pueden afectar los marcapasos y producir inhibición atrial o ventrícular y reversión a modo asincrónico. Lo anterior depende del modelo del generador, de la configuración del electrodo, de la distancia, de la sensibilidad programada y de la marca del dispositivo. Si el paciente trabaja con líneas de alta tensión debe ser reubicado en otro empleo (15). Equipos industriales Resonancia nuclear magnética (RNM) Existen tres fuentes de IEM en la RNM, la primera son los campos magnéticos estáticos que existen en la sala de resonancia o los generados cuando el paciente se introduce dentro del equipo. Esto puede causar una La estimulación en el cordón espinal se usa para el tratamiento de la enfermedad vascular periférica, el dolor refractario, la angina de pecho intratable, el Parkinson, la incontinencia fecal y la vejiga neurogénica. Durante su uso se ha detectado inhibición de la estimulación atrial y ventricular y descargas inapropiadas 452 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Dudas frecuentes con los marcapasos y . . . Duque por sobresensado del neurotrasmisor. Existen pocas publicaciones al respecto, pero la recomendación es ponerlos lo más lejos posible del marcapasos o del CDA y hacer un test en el momento del implante para ver si ocurre algún tipo de IEM; si la hay, es necesario implantarlos más lejos y rechequearlos (21). Estimuladores nerviosos periféricos Se usan para ver bloqueos intraoperatorios neuromusculares. Pueden producir interferencia y deben monitorizarse durante su uso; lo ideal es usarlos distales al codo o en las caderas. Si se está chequeando el nervio facial ipsilateral al marcapasos, pueden ocurrir problemas (22). Estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS) Se utilizan para mejorar el dolor muscular. Se ha detectado interferencia en presencia de electrodos unipolares. Cuando ocurre, se sube la sensibilidad del dispositivo para que no detecte señales externas; la recomendacion es no usar los TENS paralelos al electrodo, puesto que esto aumenta la interferencia. Con los CDA pueden causar con cierta frecuencia choques inapropiados; por lo tanto están contraindicados en estos pacientes. Si su aplicación es absolutamente necesaria, se debe poner el paciente en monitoreo y apagarle las terapias mientras dure la sesión (23). Electrocirugía Se utiliza mucho en cirugías dermatológicas y en cualquier otro tipo de cirugía mayor. Se puede usar en corte o en coagulación y aunque ambos pueden causar IEM, ésta ocurre mucho más en el corte. También es posible utilizar equipos monopolares o bipolares; los bipolares son más seguros y crean menos interferencia. Lo ideal es utilizar un bisturí láser o de ultrasonido, que no dan interferencia. Durante el uso del electrobisturi puede ocurrir inhibición de la estimulación, cambio automático de modo, reversión del modo de estimulación por ruido, choques inapropiados del CDA, síndrome del marcapasos desbocado, quemaduras endocárdicas con elevación de los umbrales o inducción de FV y daño del generador y del electrodo, inclusive cuando se utilizan electrobisturíes bipolares. Como precauciones, antes de la cirugía se debe considerar otro tipo de bisturí, conocer el dispositivo y ver cómo es su modo de reiniciación, interrogar el dispositivo antes del procedimiento y medirle los umbrales, la impedancia y el estado de la batería, incrementar su sensibilidad y desarrollar un plan de emergencia para manejar las arritmias o la falla del marcapasos si se presentan. Dentro de la sala de cirugía es necesario apagar las terapias antiarrítmicas en el CDA, desactivar la respuesta modulada en los marcapasos, poner el marcapasos en modo asincrónico en los pacientes dependientes, o apagarlo en los que no son dependientes, programar el modo de reversión en asincrónico, tener un marcapasos transcutáneo disponible, considerar implantar un electrodo temporal, tener siempre un monitor latido a latido, y si éste tiene interferencia con el electrobisturí, se debe tener una oximetría y un monitor de tensión arterial. La placa del electrobisturí debe ponerse lo más cerca posible de donde se va a usar el bisturí e idealmente lo más lejos del dispositivo, y aplicarse de modo perpendicular al electrodo y no paralelo, confirmando siempre el buen contacto. Es recomendable usar electrobisturí bipolar cuando sea posible, ojalá por tiempo corto, por pulsos y con la menor energía posible, dando tiempo para que el corazón se recupere (10 segundos). Nunca se debe usar el electrocauterio cerca al marcapasos, inclusive al bipolar; la distancia ideal es de 15 cm. Si el paciente tiene alteraciones de tipo hemodinámico se debe parar el procedimiento y revisar el dispositivo. Se puede usar un magneto encima del dispositivo de manera urgente mientras éste se reprograma. Después del acto quirúrgico se debe reactivar el CDA y el marcapasos, chequear el dispositivo, reprogramarlo, mirar el estado de la batería y de los cables, encontrar los umbrales y ver si se presentó algun daño en el generador o en los electrodos para cambiarlos lo antes posible o aumentar la salida cuando el umbral se haya incrementado (24-26), Cardioversión o desfibrilación Este tipo de corriente directa aplicada en pocos milisegundos produce una corriente y un voltaje muy alto. Dentro de toda la gama de las IEM ésta es la más alta y la que puede causar más daños en el generador, los electrodos y el endocardio. Los actuales dispositivos tienen unos elementos como diodos zener y tristores para proteger los circuitos. El daño depende de la energía aplicada, la distancia de las paletas al dispositivo, las características del dispositivo y los electrodos, la perpendicularidad de la aplicación y la energía aplicada. Lo ideal es usar la mínima energía posible, usar choques bifásicos, no aplicar nunca las paletas de forma paralela a los electrodos -que idealmente deben ser bipolares-, colocar las paletas en forma anteroposterior y nunca a menos de 10 cm del generador. Es indispensable tener el programador a la mano y un marcapasos Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 453 transcutáneo disponible. Si se tiene un CDA se debe hacer la descarga a través de éste utilizando el programador. Después de la descarga hay que reprogramar el dispositivo, mirar la condición del generador y los electrodos, medir umbrales y sensibilidad y considerar el cambio inmediato si algo no está bien (27, 28). abdomen, donde no debe ser usada. Debe apagarse siempre el modo de frecuencia modulada (R), poner el dispositivo en modo asincrónico, apagar las terapias del CDA y después reprogramar el aparato del procedimiento. En general, la litotripsia es segura si se siguen las anteriores recomendaciones (32, 33). Cuando se usa cardioversión interna se debe aplicar la mínima energía; las pocas publicaciones al respecto afirman que no hay problemas (29). Cuando se implantaban CDA y marcapasos en un mismo paciente, se veía la compatibilidad entre los dispositivos y nunca podían implantarse marcapasos con electrodos unipolares. Durante el implante del CDA, cuando se necesitaban descargas de prueba, siempre se chequeaba por si había algún tipo de interferencia o daño. Actualmente los CDA tienen marcapasos incorporados con una alta tecnología, por eso no se justifica implantarlos por separado (29). Radioterapia Ablación por radiofrecuencia Se utiliza mucho para la curación de múltiples arritmias. La energía es intensa, de forma no modulada entre 500 y 1.000 KHz y al interactuar con los dispositivos produce estimulación asincrónica, seguimiento rápido, choques inapropiados, reiniciación del marcapasos, taquicardia inducida por marcapasos, pérdida transitoria de captura, bloqueos de salida y daño de los electrodos y del generador. Usualmente, la alteración es transitoria y muy pocos casos de interferencia importantes están descritos en la literatura. Para obviar cualquier alteración se debe evitar utilizar el catéter de radiofrecuencia a menos de 1 cm del electrodo atrial o ventricular, idealmente a más de 4 cm. Por prudencia, se debe tener un catéter temporal en el ventrículo que produzca estimulación si es necesario. Es preciso apagar la respuesta modulada (R), programar el marcapasos en modo asincrónico si el paciente es dependiente, apagar las terapias en el CDA y reprogramar el marcapaso para ver su funcionamiento (30, 31). Litotripsia Es una radiación acústica con choques extracorpóreos que se usa para desintegrar cálculos a nivel del tracto urinario y biliar. Este choque puede producir extrasístoles, por eso se aplica sincrónico con el QRS. Se ha descrito inhibición temporal del marcapasos o desencadenamiento de choques inapropiados en el CDA. Si se usa a más de 6 cm de distancia del generador no hay problemas, excepto en los CDA que se implantan en el Puede producir IEM similar a las anteriores; el daño principal se presenta en el generador por la radiación ionizante, que es acumulativa. Los generadores nuevos tienen una tecnología CMOS (semiconductor integrado complementario de metal óxido); a los pacientes con carcinoma de seno o de pulmón, si se va a aplicar radioterapia en la zona cercana al dispositivo, éste debe ser retirado para reimplantarlo, lo más lejos posible del sitio de irradiación. Las otras recomendaciones son evitar el uso de equipos betatrón, evaluar la dependencia del marcapasos previamente a la radioterapia, planear la mínima dosis total de radioterapia y evitar la irradiación directa. Si se van a aplicar más de 10.000 rads se debe considerar la posibilidad de reimplantar el dispositivo en otro sitio; si se trata de menos de 2.000 rads, sólo es necesario efectuar monitoreo continuo. En caso de que se vayan a aplicar más de 2.000 rads se debe hacer monitoreo y contar con los marcapasos transcutáneo, los equipos, y los fármacos necesarios para dar soporte cardiovascular avanzado. También se debe cubrir el marcapasos con plomo y chequear el dispositivo después de cada sesión de radioterapia, para cambiarlo a la más mínima sospecha de daño en el circuito (34, 35). Bibliografía 1. Bernstein AD, Parsonet V. Survey of cardiac pacing and implanted desfibrillator practice patterns in the United States in 1997. PACE 2001; 24: 842-855. 2. 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Cuando hay sospecha de dolor torácico causado por isquemia miocárdica, se debe realizar una determinación de la probabilidad y la estratificación de riesgo (alta, intermedia o baja) basados en la historia clínica, el examen físico, el electrocardiograma y los marcadores bioquímicos. Las troponinas T e I son las más recomendadas por su alta sensibilidad y especificidad. Este enfoque se complementa de acuerdo al caso, con perfusión miocárdica de reposo, prueba de esfuerzo temprana y ecocardiograma. Todo este análisis se debe desarrollar en unidades de dolor torácico funcionales o físicas en el área de urgencias, atendidas por personal especializado (cardiólogos), basados en algoritmos diagnósticos y guías específicas. El objeto es identificar y tratar de manera rápida pacientes con un síndrome coronario agudo u otras patologías de alto riesgo para la vida como disección de aorta, y por otro lado identificar grupos de bajo riesgo que de manera segura puedan manejarse en forma ambulatoria. Palabras clave: dolor torácico, unidades de dolor torácico, estratificación de riesgo, urgencias. One of the patient’s most frequent chief complaints in the emergency room is chest pain. Three groups may be identified: 1. Acute coronary syndrome: acute myocardial infarction with ST elevation, acute myocardial infarction without ST elevation and unstable angina. 2.Other cardiac ethiologies: pericarditis, aortic dissection, aortic stenosis, and mitral valve prolapse. 3. Non-cardiac ethiologies: pulmonary embolism, pneumonia, esophageal spasm, osteocondritis. Whenever there be a suspicion of chest pain caused by myocardial ischemia, a determination of the likelihood and the risk stratification (high, intermediate or low) may be realized, based on the medical history, physical exam, electrocardiogram and biochemical markers. Clínica A. Shaio, Bogotá DC., Colombia. Correspondencia: Fernán Mendoza B., MD. Clínica A. Shaio, Urgencias. Diagonal 110 No. 53-67, Tel.: 2714050 Fax: 6178230 Bogotá, DC., Colombia. 455 456 Dolor torácico... Mendoza Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Troponins T and I are the ones most recommended, due to their high sensibility and specificity. According to each case, this approach may be complemented with myocardial rest perfusion, early stress test and echocardiogram. The whole analysis must be done in the emergency ward in functional or physical chest pain units, by specialized personnel (cardiologists), based on diagnostic algorithms and specific guidelines. The objective is to identify and treat in a quick way patients with coronay acute syndrome or other pathologies of high risk such as aortic dissection and to identify low risk groups that may safely be treated as outpatients. Key words: chest pain, chest pain units, risk stratification, emergency room. (Rev. Col. Cardiol. 2003; 10: 455-464) Introducción En Estados Unidos cerca de 5 millones de personas consultan anualmente al servicio de urgencias por dolor torácico, posiblemente de origen cardíaco. Aproximadamente el 50% de estos pacientes se hospitalizan con un costo anual cercano a los 10 a 12 billones de dólares (1). De este grupo sólo 15% a 20% corresponden a un infarto agudo del miocardio o angina inestable (1). Muchos de estos pacientes se hospitalizan sin tener enfermedad coronaria, pero a su vez 5% a 10% pueden erróneamente ser dados de alta cursando un infarto agudo del miocardio, con una mortalidad para este grupo del 6% al 8% (1-5). Por lo tanto, el gran reto es identificar realmente qué pacientes presentan un dolor torácico de origen coronario y deben hospitalizarse, y quiénes pueden manejarse en forma ambulatoria y no ser hospitalizados innecesariamente. Diagnóstico Cuando un paciente consulta al servicio de urgencias debe ser pensar en tres grandes grupos. 1. Síndrome coronario agudo que agrupa: infarto agudo del miocardio con elevación del ST, infarto agudo del miocardio sin elevación del ST y angina inestable (Figuras 1 y 2). dades músculo-esqueléticas (costocondritis, herpes zoster, trauma) y psiquiátricas. El enfoque inicial se realiza con la historia clínica, el examen físico y el electrocardiograma. Un interrogatorio adecuado y un juicioso análisis del dolor torácico, son muy útiles e importantes para un buen enfoque. Se utilizará la clasificación del dolor torácico recomendada por el Task Force de angina estable (7). 1. Angina típica (definitiva): a. Si es un dolor subesternal con características y duración de ser anginoso, b. Provocado por ejercicio o estrés emocional, c. Aliviado con reposo o nitroglicerina. 2. Angina atípica (probable): reúne dos de las características anteriores. 3. Dolor torácico no cardíaco: reúne una o ninguna de las características de la angina típica. La evaluación clínica en muchos casos es insuficiente a causa de la mala interpretación del dolor torácico, inexperiencia del personal médico, mala interpretación del electrocardiograma, examen físico incompleto, pre- 2. Causas cardíacas diferentes: pericarditis, disección de aorta, estenosis valvular aórtica, insuficiencia aórtica, cardiomiopatía hipertrófica, miocarditis y prolapso de válvula mitral (2) (Tabla 1). 3. Causas no cardíacas: tromboembolismo pulmonar, neumonía, neumotórax, enfermedades gastrointestinales (espasmo esofágico, úlcera péptica), enferme- Figura 1. Dolor torácico en urgencias. IAM: infarto agudo del miocardio. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 457 Tabla 1 CAUSAS CARDÍACAS DIFERENTES A SÍNDROMES CORONARIOS AGUDOS Examen físico ECG Pericarditis Entidad Localización del dolor Característica Precordial Opresivo, aumenta con inspiración Irradiación No Taquicardia frote pericárdico Elevación difusa del ST con concavidad superior Estenosis aórtica Retroesternal Opresivo Cuello Soplo sistólico en diamante irradiado a cuello Hipertrofia ventricular izquierda Insuficiencia aórtica Retroesternal Opresivo Cuello Soplo diastólico, pulsos saltones, presión de pulso amplia Hipertrofia ventricular izquierda Disección de aorta Anterior o en espalda Severo, súbito constante Espalda abdomen Soplo aórtico presión y pulsos variables entre extremidades Normal, HVI o cambios isquémicos inferiores (IAM) Cardiomiopatía hipertrófica Retroesternal Opresivo No Soplo sistólico paraesternal, izquierdo, S4 HVI, alteraciones del ST y onda T ondas Q Prolapso valvular mitral Precordial Atípico asociado a palpitaciones No Soplo sistólico click sistólico Extrasístoles ventriculares, T negativas en pared lateral inferior Embolismo pulmonar Torácico Dolor pleurítico asociado a disnea No Taquicardia, Taquipnea, S2 aumentado S1Q3T3, eje derecho, bloqueo de rama derecha, sobrecarga del ventrículo derecho HVI: hipertrofia ventricular izquierda. IAM: infarto agudo del miocardio. Modificado de: Navia JJ. Urgencia Cardiovascular 1997. sentación atípica, la tendencia a subvalorar el dolor en pacientes de bajo riesgo y caras silentes en el electrocardiograma como la posterior y la lateral (4-7). El electrocardiograma tiene una sensibilidad del 49% y una especificidad que se acerca al 92%. Aproximadamente 40% de los pacientes con dolor torácico tienen un trazado normal; otro grupo presenta cambios en el ST y en la onda T. El 50% de los infartos agudos elevan el ST y en 20% es normal o no diagnóstico. Dentro de las grandes utilidades del electrocardiograma están poder clasificar a los pacientes en dos grupos: síndromes coronarios agudos con elevación del ST y sin elevación del ST, por el impacto terapéutico que esto representa (6-10,12). Figura 2. Algoritmo para el diagnóstico del dolor torácico agudo. IAM: infarto agudo del micoardio. SCA: síndrome coronario agudo. Tomado de: Task force on the managment of chest pain. Eur Heart J 2002; (23)15: 1153-1176. Todo paciente que consulte al servicio de urgencias con síntomas de dolor torácico que sugieran enfermedad coronaria, debe tener un electrocardiograma y ser interpretado en un tiempo menor a 10 minutos (Recomendación clase 1).. Existen otras dificultades en la interpretación del electrocardiograma como la existencia de hipertrofia 458 Dolor torácico... Mendoza ventricular izquierda, presencia de bloqueo de rama, marcapaso, síndrome de pre-excitación y uso de medicamentos. Lo importante es no olvidar que un electrocardiograma normal no descarta la presencia de un síndrome coronario agudo. Al realizar el análisis clínico y para definir la utilidad de la prueba que se va a utilizar en los pacientes con dolor torácico, se debe conocer la probabilidad pre-test y la estratificación de riesgo (8, 9). Probabilidad de que los signos y síntomas representen un síndrome coronario agudo secundario a enfermedad coronaria Alta probabilidad (0.85 –0.99) - Historia clínica: antecedente de enfermedad coronaría incluyendo infarto del miocardio. Dolor torácico irradiado al brazo izquierdo como síntoma principal. Angina previa, documentada y reproducible. - Examen físico: hipotensión, regurgitación mitral transitoria, diaforesis, edema pulmonar y estertores. - Electrocardiograma: nueva o presumiblemente nueva desviación del ST (>/ 0.05 MV) o inversión de la onda T (>/ 0.2 MV) con síntomas. - Marcadores cardíacos: elevación de troponina I o T, o de la CK-MB. Probabilidad intermedia (0.15-0.84) - Historia clínica: dolor torácico o en brazo izquierdo como síntoma principal; edad mayor a 70 años, sexo masculino y diabetes mellitus. - Examen físico: presencia de enfermedad vascular extracardíaca. - Electrocardiograma: presencia de ondas Q, anormalidades del ST u onda T sin documentación de ser nuevas. - Marcadores cardíacos: normales. Baja probabilidad (0.01-0.14) - Historia clínica: síntomas probablemente isquémicos en ausencia de las características de la probabilidad intermedia. Uso reciente de cocaína. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 - Examen físico: molestia torácica reproducible a la palpación. - Electrocardiograma: normal o con onda T invertida en derivaciones R dominantes. - Marcadores cardíacos: normales. Riesgo a corto término de muerte o infarto del miocardio no fatal en pacientes con angina Alto riesgo - Historia clínica: síntomas de isquemia acelerada en las últimas 48 horas. Dolor en reposo, prolongado por más de 20 minutos. - Examen físico: edema pulmonar isquémico, soplo mitral nuevo o presumiblemente nuevo, galope por S3, estertores, hipotensión, bradicardia, taquicardia y edad mayor a 75 años. - Electrocardiograma: cambios del segmento ST transitorios, con angina de reposo >/ 0.05 MV, bloqueo de rama nuevo o presumiblemente nuevo y taquicardia ventricular sostenida. - Marcadores séricos: troponina I o T muy elevadas. Riesgo intermedio - Historia clínica: infarto del miocardio previo, enfermedad vascular periférica, cerebrovascular o revascularización previa, uso de ácido acetil salicílico previo. Angina de reposo prolongada por más de 20 minutos resuelta con moderada a alta probabilidad de enfermedad coronaria. Angina de reposo menor de 20 minutos, aliviada con nitroglicerina. Edad mayor de 70 años. - Electrocardiograma: onda T negativa > 0.2 MV o presencia de Q patológica. - Marcadores séricos: levemente elevados de troponina T o I. Bajo riesgo - Historia clínica: inicio de angina clase III o IV en las últimas dos semanas, sin dolor prolongado en reposo, con moderada o alta probabilidad de enfermedad coronaria. - Electrocardiograma: normal o sin cambios durante el dolor. - Marcadores séricos: troponinas normales. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Recomendaciones para la estatificación temprana del riesgo Recomendación clase I Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 459 emboliza y disfunciona la microcirculación. Los estudios se han realizado con troponinas I y T (7-14). 1. En todos los pacientes con dolor torácico debe determinarse la probabilidad de isquemia (alta, intermedia o baja) (Nivel de evidencia C). Actualmente, en la redefinición de infarto se utiliza como diagnóstico el aumento y la gradual disminución de la troponina, acompañado de síntomas isquémicos y cambios electrocardiográficos (7-9). 2. Posteriormente, se debe realizar una estratificación de riesgo basado en síntomas, examen físico, electrocardiograma y marcadores séricos (Nivel de evidencia B). Las troponinas tienen mayor sensibilidad y especificidad y menor costo cuando se comparan con técnicas de imágenes para el diagnóstico de necrosis miocárdica. 3. Un EKG de 12 derivaciones debe ser obtenido inmediatamente (10 minutos) (Nivel de evidencia C). 4. Deben pedirse marcadores de injuria miocárdica. Se prefieren troponinas, CK-MB o CK-MB masa (Nivel de evidencia C). Luego de analizar la probabilidad pre-test y la estratificación de riesgo, el siguiente paso es decidir qué prueba utilizar, recordando que éstas presentan su mayor utilidad en el grupo de probabilidad intermedia, con riesgo intermedio o bajo, con electrocardiograma normal o no diagnóstico. Las pruebas diagnósticas utilizadas para estratificar el dolor torácico en el servicio de urgencias incluyen: 1. 2. 3. 4. Marcadores bioquímicos. Perfusión miocárdica en reposo. Prueba de esfuerzo temprana. Ecocardiograma. Para que un ecocardiograma pueda detectar anormalidades del movimiento segmentario, es necesario que se comprometa más del 20% de la pared del miocardio. Las imágenes con medicina nuclear necesitan más de 10 gramos de tejido comprometido para ser detectadas y no distinguen isquemia de infarto (11-17). Conclusión 1. La elevación de troponinas define la presencia de infarto agudo del miocardio. 2. La troponina negativa indica bajo riesgo pero no descarta la ausencia de riesgo cardiovascular ni de enfermedad coronaria; son necesarios otros estudios. Marcadores bioquímicos 3. Los valores positivos ayudan a tomar decisiones terapéuticas como la utilización de antagonistas de glicoproteína IIb IIIa. Se utilizan mioglobina con alta sensibilidad pero baja especificidad, CKMB, CKMB-masa, isoformas de CKMB y troponinas. 4. Aunque las pruebas cualitativas y cuantitativas son útiles, estas últimas ameritan una estandarización en cada laboratorio y población. Para el diagnóstico temprano las de mayor utilidad son la mioglobina y las isoformas de CKMB. En nuestro medio no se cuenta con mioglobina ni con isoformas de CKMB. 5. Si el paciente consulta con un dolor menor de 6 horas, se debe repetir otra muestra para aumentar la sensibilidad (8, 11-17) (Figura 3). Las troponinas son las de mayor utilidad por su alta sensibilidad y especificidad, cercanas al 97%. Ésta se obtiene con determinaciones entre la 8ª a 12ª hora. Perfusión miocárdica en reposo (sestamibi) Detectan lesiones miocárdicas menores a un gramo, que traducen una placa aterosclerótica, rica en plaquetas que embolizan distalmente. Tiene una sensibilidad del 96% y una especificidad del 84%. Reportes de 961 pacientes seguidos por 8 meses, revelaron en promedio un valor predictivo negativo del 99% con una sensibilidad del 95%. Es un indicador pronóstico ya que estudios realizados han demostrado que una troponina positiva se correlaciona con un riesgo de muerte e infarto agudo del miocardio a 30 días, cercano al 15% o al 20%. Es útil en pacientes con electrocardiograma normal o no diagnóstico en las primeras tres horas donde la troponina no se ha elevado. Idealmente, debe realizarse durante el dolor o durante la primera hora. Este mal pronóstico no está dado por la cantidad de células dañadas sino por una placa complicada que Con esta prueba se reduce en forma sustancial y segura el número de hospitalizaciones (costo-efectivi- 460 Dolor torácico... Mendoza Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Cuando hay presencia de bloqueo completo de rama izquierda o marcapaso, se recomienda la realización de dipiridamol isonitrilos (6, 8) (Recomendación clase I, Nivel de evidencia B). La habilidad de la troponina para identificar pacientes con necrosis a pesar de perfusión negativa y excluir necrosis en pacientes con imágenes positivas, permite concluir que ambas pruebas pueden ser complementarias. Figura 3. Utilidad de la troponina en el departamento de urgencias. EKG: Electrocardiograma. SCA: Síndrome coronario agudo. Circulation 2000; 102: 118-122. dad). Los estudios negativos o de bajo riesgo son seguros ya que se describe una proporción de eventos a 30 días menores al 1%. Si el reporte es de alto riesgo, se incrementa la probabilidad de infarto o muerte o puede requerirse un procedimiento de revascularización (3, 4, 11, 14-18). Entre sus limitaciones figuran: no estar disponible en todos los servicios, la cantidad de miocardio a riesgo para poder detectar alguna alteración y que además no es posible determinar si los defectos son infarto agudo del miocardio, isquemia o infarto antiguo. El Tc99m sestamibi es preferible al talio, ya que puede inyectarse durante el dolor torácico en el departamento de emergencia y tomar imágenes 30 minutos a 4 horas más tarde, sin redistribución. Si el paciente consulta en un tiempo mayor de 6 horas sin dolor luego de tener marcadores negativos, puede programarse para una prueba de esfuerzo si el electrocardiograma es interpretable o una prueba de estrés con medicina nuclear si hay dificultades para su interpretación (Figura 4). Figura 4. Medicina nuclear en pacientes con dolor torácico en el servicio de urgencias con riesgo bajo a intermedio. Curr Probl Cardiol 2001; 26(1): 3-139. En la Clínica A. Shaio se efectuó un estudio de costoefectividad y análisis de utilidad esperada de acuerdo con modelos de decisiones. Las conclusiones favorecen la medicina nuclear en reposo utilizando tecnecio-sestamibi, dentro de las seis horas, a pacientes con dolor torácico y electrocardiograma normal o no diagnóstico (18). Prueba de esfuerzo temprana Existen diferentes estudios que demuestran su utilidad en la estratificación del dolor torácico en el servicio de urgencias, principalmente en pacientes de bajo riesgo y en algunos de riesgo intermedio, con un valor predictivo negativo del 96% (20) (Tabla 2). Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Una prueba negativa indica un porcentaje de eventos menores al 1% a 30 días. Las recomendaciones para la realización son: 461 Otros grupos realizan la prueba de manera inmediata en poblaciones de bajo riesgo sin tener resultados de marcadores séricos (26). 1. Tener dos muestras de enzimas cardíacas con intervalos de cuatro horas normales. No se debe olvidar que una prueba negativa define a un grupo de muy bajo riesgo de eventos pero no a un grupo con ausencia de riesgo. 2. Un electrocardiograma al inicio y previo al ejercicio sin cambios. Ecocardiograma 3. Ausencia de anormalidades del electrocardiograma que impidan su análisis, ejemplo: marcapaso, síndrome de Wolff-Parkinson-White, bloqueos de rama, hipertrofia ventricular izquierda y uso de ciertos medicamentos. Este estudio puede ser normal en pacientes con IAM no transmurales o pequeños. 4. Ausencia de dolor isquémico al realizar la prueba (20-23). Es de mucha utilidad para diagnosticar complicaciones relacionadas con los síndromes coronarios agudos y para evaluar causas no isquémicas de dolor torácico como pericarditis, miocarditis, enfermedades valvulares (estenosis aórtica), embolismo pulmonar y patologías de aorta (disección de aorta). Las contraindicaciones para realizar prueba de esfuerzo en el servicio de urgencias son: 1. Nuevas anormalidades en el ECG de reposo. 2. Enzimas cardíacas anormales. Se deben detectar anormalidades en el movimiento y engrosamiento de las paredes ventriculares. Unidades de dolor torácico 3. Imposibilidad para realizar ejercicio. 4. Empeoramiento de los síntomas de dolor torácico isquémico desde su ingreso hasta el inicio del ejercicio. 5. Elementos clínicos de riesgo que indiquen angiografía coronaria inminente (21-25). Existen diferentes protocolos que incluyen la banda sinfín y la bicicleta, realizando la prueba limitada por síntomas; esto conlleva a una muy baja incidencia de eventos adversos. La mayoría de los estudios confirman la seguridad de la prueba de esfuerzo después de 8 a 12 horas de evaluación, en pacientes que han sido clasificados de riesgo bajo a intermedio (21-27, 33). Es un área dentro de los servicios médicos de urgencias dedicada a mejorar el manejo de los pacientes con dolor torácico u otros síntomas sugestivos de síndrome coronario agudo. Estas unidades facilitan el manejo de pacientes de riesgo bajo a intermedio, constituyéndose en una modalidad costo-efectiva ya que disminuye el número de hospitalizaciones innecesarias y el riesgo de enviar a casa un paciente cursando un infarto agudo del miocardio. Objetivos 1. Reducir el retraso pre-hospitalario de los pacientes con dolor torácico. Tabla 2 ESTUDIOS QUE UTILIZAN LA PRUEBA DE EJERCICIO EN CENTROS DE DOLOR TORÁCICO Investigadores Número de pacientes Seguimiento Protocolo Eventos adversos Prevalencia de enfermedad (%) Tsakonis et al. Kerns et al. Gibler et al. 28 32 1010 6 meses 6 meses 30 días Bruce modificado Bruce Bruce 0 0 0 0 0 5 Gómez et al. Zalenski et al. Polanczyk et al. Farkouh et al. 50 317 276 424 No No 6 meses 6 meses Cornell Bruce modificado Bruce modificado No especificado 0 0 0 0 6 9.5 25 S: sensiblidad. E: especificidad. VPP: valor predictivo positivo. VPN: valor predictivo negativo. Tomado de: Stein RA. Circulation 2000; 102: 1463-1467. Resultado clínico Seguro Seguro, reducción de costos S=29% E=99.4% VPP=44% VPN=98.7% Reducción de costos S=90% E=50% VPN= 98% S=73% E= 74% VPN=98% Reducción de costos 462 Dolor torácico... Mendoza 2. Reducir el retraso en la atención hospitalaria para identificar y tratar pacientes con síndromes coronarios agudos. 3. Prevenir la salida a pacientes cursando un síndrome coronario agudo. 4. Reducir la tasa de hospitalizaciones innecesarias de pacientes que no presentan un evento coronario agudo, optimizando las camas en las unidades de cuidados coronarios. No hay disponibilidad de estas unidades en todos los servicios de urgencia; en Estados Unidos sólo el 15% de los departamentos de urgencias tienen unidades de dolor torácico (28-32). Se recomienda tener 2 a 3 camas por cada 50 mil urgencias al año. En un estudio realizado por Farkouh y colaboradores sobre la seguridad, eficacia y utilización de recursos en pacientes con angina inestable de riesgo intermedio, se demostró que estas unidades identifican pacientes de bajo riesgo y que pueden ser dados de alta en forma segura, con una reducción del porcentaje de hospitalizaciones del 45.8% sin resultados adversos y con una estancia promedio en la unidad de 9.2 horas (28). Una unidad de dolor torácico consta de: 1. Una a cuatro camas cercanas o separadas del área de urgencia. 2. Monitores de eventos y monitoreo continuo del ST. 3. Enfermera y médico experimentado o cardiólogo de tiempo completo. 4. Disponibilidad permanente del laboratorio para marcadores bioquímicos. 5. Disponibilidad de prueba de esfuerzo, medicina nuclear y ecocardiograma (28-31). Las unidades deben proporcionar una valoración de la necrosis miocárdica, de la isquemia en reposo y de la isquemia inducida por ejercicio. Los pacientes con resultados negativos de estos tres factores, presentan un riesgo muy bajo de complicaciones y pueden ser referidos de forma segura al cardiólogo o al internista para su seguimiento (27-3). Conclusiones 1. El enfoque inicial del dolor torácico en el servicio de urgencias se realiza con la historia clínica, el examen físico y el electrocardiograma. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 2. Hay que conocer la probabilidad pre-test y la estratificación de riesgo para la toma de decisiones. Si la probabilidad de enfermedad coronaria es alta y el riego es elevado, este paciente debe hospitalizarse. 3. Si la probabilidad de enfermedad coronaria es baja y el riesgo es bajo, este paciente puede ser manejado ambulatoriamente. En el grupo de probabilidad intermedia, con riesgo bajo a intermedio son útiles las siguientes pruebas: medicina nuclear en reposo si la consulta es menor de tres horas, idealmente menor de una hora. Si se utilizan troponinas se deben tener mínimo dos muestras con intervalos de seis horas, y si se decide realizar la prueba de esfuerzo ésta se debe efectuar entre las 8 y 12 horas, con troponinas previas negativas. Si la estratificación se realizó solamente con troponinas, estos pacientes deben ser programados posteriormente para una prueba de detección de isquemia. 4. Los estudios con marcadores séricos, prueba de esfuerzo, medicina nuclear en reposo y ecocardiograma, realizados en urgencias o en unidades de dolor torácico, muestran seguridad y costo-efectividad. 5. El objetivo es disminuir hospitalizaciones innecesarias y a la vez no dar de alta pacientes cursando un IAM. 6. De acuerdo con el volumen de pacientes y el tipo de institución, la implementación de unidades de dolor torácico es una buena estrategia. 7. No debe olvidarse que utilizar pruebas en paralelo aumenta la sensibilidad pero disminuye la especificidad, y los exámenes en serie aumentan la especificidad pero a costa de la sensibilidad (Figura 5). Recomendaciones de ACC/AHA Clase I 1. La historia clínica, el examen físico, el electrocardiograma de 12 derivaciones y los marcadores séricos deben ser integrados para evaluar pacientes con dolor torácico y ubicarlos en cuatro grupos: dolor no cardíaco, angina estable crónica, SCA posible y SCA definitivo (Nivel de evidencia C). 2. Los pacientes con SCA posible y definitivo con electrocardiograma y marcadores iniciales normales, deben ser observados en sitios con facilidad para monitoreo cardíaco (unidad de dolor torácico), y repetir un electrocardiograma y marcadores 6 a 12 horas luego de iniciados los síntomas (Nivel de evidencia B). Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 463 Figura 5. Algoritmo para el enfoque del dolor torácico en urgencias. EKG: electrocardiograma. UCC: unidad de cuidados coronarios. MD: Nuclear: medicina nuclear. ECO: ecocardiograma. Dx: Diagnóstico. 3. Si en el seguimiento el electrocardiograma y los marcadores son normales, se recomienda realizar una prueba de estrés (ejercicio o farmacológica) para provocar isquemia. Ésta puede ser realizada en el departamento de urgencias o en la unidad de dolor torácico o en forma ambulatoria (48 a 72 horas). Los pacientes de bajo riesgo con prueba de estrés negativa pueden ser manejados en forma ambulatoria (Nivel de evidencia C). 4. Los pacientes con SCA definitivo con dolor en la evaluación, marcadores séricos positivos, alteraciones dinámicas del ST, inversiones profundas de la onda T y alteraciones hemodinámicas o prueba de estrés positiva deben ser hospitalizados en una unidad coronaria (Nivel de evidencia C). 5. Aquellos pacientes con SCA posible y marcadores negativos que son incapaces de realizar ejercicio o quienes tienen un ECG en reposo anormal (BCRIHH), se recomienda prueba de estrés farmacológica (Nivel de evidencia B). 6. Los pacientes con SCA definitivo y elevación el ST deben ser evaluados para terapia de reperfusión inmediata (Nivel de evidencia A). Bibliografía 1. Lee TH, Goldman L. Evaluation of the patient with acute chest pain. N Engl J Med 2000; 342 (16): 1187-1195. 2. Navia JJ. Diagnóstico diferencial de dolor torácico. En: Urgencia Cardiovascular. Manual de diagnóstico y tratamiento. Bogotá, Editorial Kimpres Ltda, 1997. p. 21-29. 3. Heller GV, Stowers SA, Hendel RC, et al. Clinical value of acute rest Technetium 99 Tetrofosmin tomographic myocardial perfusion imaging in patients with acute chest pain and nondiagnostic electrocardiograms. J Am Coll Cardiol 1998; 31: 1011-7. 4. Lewis WR, Amsterdam EA. Chest pain emergency units. Curr Opin Cardiol 1999; 14: 321-328. 5. 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Bogotá DC., Colombia Se presenta el caso clínico de una paciente con cardiomiopatia causada por enfermedad de Chagas quien presentaba una taquicardia ventricular incesante. Las características electrocardiográficas orientaban a un origen ventricular izquierdo. La paciente fue intervenida quirúrgicamente para tratarle un aneurisma ventricular de localización anterolateral a pesar de lo cual la paciente continuó con la misma taquicardia. Un estudio electrofisiológico indujo la arritmia ventricular por estimulación atrial y ventricular. La morfología de la taquicardia, su eje eléctrico, el mapeo del His y del hemifasciculo antero superior izquierdo permitieron reconocer un mecanismo reentrante entre los hemifasciculos. La ablación del sitio donde el potencial del hemifasciculo antero superior precedía al potencial del His fue exitosa para terminar la taquicardia. La arritmia no pudo ser reinducida de nuevo aun bajo infusión con isoproterenol. No ha tenido recurrencia después de seis meses de seguimiento. Otras ectopias ventriculares aisladas han sido registradas por Holter pero de diferente morfología y no sostenidas. La evolución de la paciente ha sido satisfactoria, se encuentra en clase funcional I-II y su fracción de eyección es 0,35. Se plantea la incidencia desconocida de este tipo de taquicardias ventriculares en pacientes Chagasicos. A female patient with cardiomyopathy caused by Chagas’ disease and incessant ventricular tachycardia is presented. The electrocardiographic characteristics suggested a left ventricular origin. The patient underwent a surgical procedure in order to correct an anterolateral ventricular aneurysm, but the tachycardia persisted. An electrophysiological study induced the arrhythmia through atrial and ventricular stimulation. The tachycardial morphology and its electrical axis, as well as the His´ and the anterosuperior hemifassicle’s mapping, led to the recognition of a reentrant mechanism between the hemi fascicles. Ablation of the site where the potential of the anterosuperior hemi fascicle preceded the potential of the His’ fascicle successfully suppressed the tachycardia. The arrhythmia could not be induced again, even through isoproterenol infusion. No recurrences have been observed after six months of follow up. Other isolated ventricular ectopias have been registered by Holter monitoring; however having different morphologies and not being sustained. The patient has evolved satisfactorily. She is in functional class I-II and her ejection fraction is 0.35. The unknown incidence of these types of ventricular tachycardias is put into consideration. (Rev. Col. Cardiol. 2003; 10: 465-471) Hospital Militar Central, Bogotá DC., Colombia. Correspondencia: Diego Vanegas, MD.; Hospital Militar Central, Transversal 5a. No. 49-00, Bogotá DC., correo electrónico: dvanegas@andinet.com 465 466 Cura mediante ablación... Vanegas y cols. Introducción Wellens sugirió el mecanismo de reentrada por las ramas del haz de His (HH) como explicación de un grupo de taquicardias ventriculares que se presentan en pacientes con cardiomiopatía dilatada (1, 2). Las taquicardias ventriculares de reentrada por las ramas del HH también han sido descritas como una alteración funcional en la conducción eléctrica del sistema His-Purkinje (HP) en sujetos con corazón estructuralmente normal (3). La taquicardia interfascicular o reentrada entre fascículos de la rama izquierda del HH, es un subgrupo de estas taquicardias. Igualmente, se presentan en pacientes con corazones dilatados de etiología isquémica o idiopática (4). Caso clínico Paciente con enfermedad de Chagas, de sexo femenino, 54 años de edad, quien se presentó con una taquicardia ventricular incesante asociada a cardiomiopatía dilatada. La paciente tenía palpitaciones persistentes, disnea de pequeños esfuerzos con deterioro de su clase funcional en los últimos seis meses, dolor torácico y episodios presincopales. En los últimos tres años había presentado síncope. Tenía clara historia de contacto con triatomas y procedía de una región endémica. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 un intento de suprimir la arritmia con lidocaína sólo detuvo la taquicardia por minutos con recurrencia de la misma. La amiodarona y los betabloqueadores en dosis crecientes hasta el tope farmacológico detuvieron la arritmia por minutos con brotes recurrentes y posterior taquicardia incesante. El estudio ecocardiográfico mostró dilatación del ventrículo izquierdo, especialmente en su pared anterior, con mala fracción de eyección (0,20). Figura 1. Taquicardia de complejo QRS ancho, 160 mseg de duración de QRS, morfología de bloqueo de rama derecha, eje derecho, a una frecuencia de aproximadamente 150 por minuto. La duración en V3 y la morfología del complejo QRS en V1 y V2 sugieren una taquicardia ventricular. No es clara la presencia de disociación VA. La taquicardia debe originarse en el ventrículo izquierdo cerca al hemifascículo antero-superior para tener estos rasgos. Se identificaron trombos atrial y ventricular, este último no calcificado y contenido en un gran aneurisma anterior. La cinética segmentaria estaba alterada. historia de cardiopatía dilatada diagnosticada 6 años antes, HTA, hipotiroidismo y estrabismo; no presentaba diabetes, dislipidemia o enfermedad coronaria. No había historia de muerte súbita familiar. Un estudio angiográfico reveló unas arterias coronarias sanas y corroboró la presencia de un gran aneurisma anterior. En una junta médico-quirúrgica se decidió hacer cirugía de corrección de aneurisma con remodelación ventricular y un intento de aislar el foco arritmogénico. En el período postquirúrgico, la paciente presentó tres episodios de taquicardia idéntica a la prequirúrgica y tuvo bloqueo AV completo paroxístico, por lo que requirió estimulación transitoria por 48 horas. El examen físico mostraba una paciente en regulares condiciones físicas, enflaquecida, con pulsaciones yugulares visibles, rápidas, ortopneica, con disnea CF III, escasos agregados pulmonares crepitantes en las bases, ruidos cardíacos taquicárdicos, frecuencia de 146 por minuto, rítmicos, con pausas esporádicas. Los pulsos periféricos y la tensión arterial se encontraba en el límite inferior de la normalidad. No había evidencia de daño neurológico. El nivel de escolaridad era pobre. Después de salir de la unidad de cuidado intensivo, la paciente presentó un episodio de fibrilación auricular que la comprometió hemodinámicamente requiriendo cardioversión eléctrica. El ecocardiograma postoperatorio mostró una FE del 0,35 con disfunción diastólica y disminución de la insuficiencia mitral a grado I. Quince días después de la cirugía, una estimulación ventricular con los electrodos epicárdicos, indujo fácilmente la misma taquicardia clínica que de nuevo se tornó incesante. El electrocardiograma de base mostraba una taquicardia de complejo ancho con morfología de bloqueo de rama derecha y eje derecho, RR regular (Figura 1). En La paciente fue llevada a un estudio electrofisiológico, mapeo e intento de ablación de taquicardia ventricular de etiología chagásica. Otros antecedentes Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Estudio electrofisiológico El electrocardiograma basal mostró bloqueo de rama derecha y trastorno de la conducción por el hemifascículo antero-superior izquierdo, sin reunir todos los criterios para un verdadero hemibloqueo (Figura 2). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 467 1. Morfología de la taquicardia: patrón de bloqueo de rama derecha y eje derecho. Sugería taquicardia reentrante tipo B o C, es decir, interfascicular o rama a rama, ésta última con un brazo retrógrado por la rama derecha (4). 2. Inducción de la taquicardia por estimulación atrial. 3. Terminación de la taquicardia cuando ocurría captura del His, sugiriendo participación de éste en un tiempo crítico del circuito de la taquicardia. Figura 2. Se aprecia un ECG con bloqueo de rama derecha y eje con discreta desviación a la izquierda. No existen criterios completos para diagnóstico de hemibloqueo antero-superior izquierdo, sin embargo hay un trastorno de conducción anterógrado por el hemifascículo en cuestión. La conducción lenta anterógrada por el sistema His-Purkinje es condición para el desarrollo de taquicardias reentrantes por las ramas del haz de His. El PR se encontró en el límite de la normalidad y el QT estaba prolongado a 480 mseg. En otros ECG se encontraron ectopias ventriculares con morfología idéntica a la de la taquicardia clínica. Por vía femoral derecha se procedió a pasar dos catéteres cuadripolares los cuales se posicionaron en la aurícula derecha y en el haz de His. Se realizaron medidas basales de superficie y endocavitarias así: - PR= 160 mseg. - QRS= 137 mseg. - QT= 462 mseg. - PA= 33 mseg. - AH= 86 mseg. - HV= 45 mseg. Sólo fue posible evaluar los tiempos de recuperación del nodo sinusal a 700 mseg de S1S1 porque la estimulación atrial a intervalos más cortos (S1S1 de 600 mseg) indujo, fácilmente y de manera repetitiva, taquicardia ventricular con morfología de bloqueo de rama derecha y eje derecho, con longitud de ciclo de 442 mseg, idéntica a la taquicardia clínica (Figuras 3 y 4). El intervalo HV basal estaba en el límite superior normal, y bajo estimulación decremental dicho valor se prolongó sólo discretamente. Algunos fenómenos electrofisiológicos observados sugirieron un mecanismo reentrante por los fascículos de la rama izquierda: Figura 3. La estimulación atrial derecha a 600 mseg de S1S1 (100 latidos por minuto) en la mitad izquierda de la figura, muestra captura atrial seguida de onda P y súbito inicio de la taquicardia ventricular clínica. El fenómeno electrofisiológico sugiere la participación del sistema HisPurkinje en la génesis de la taquicardia. Obsérvense algunas capturas de la estimulación atrial en medio de la taquicardia ventricular. Figura 4. El fenómeno de la inducción de la taquicardia ventricular partiendo de la estimulación atrial derecha, es observado de manera reiterativa, y en este trazo con registro endocavitario puede comprobarse la clara disociación VA. HRA: aurícula derecha, His px: His proximal, His Md: His medio, His Ds: His distal. El registro se obtuvo a 50 mm/seg. 468 Cura mediante ablación... Vanegas y cols. Con la sospecha de una taquicardia ventricular interfascicular de carácter incesante, bien tolerada por la paciente y fácilmente inducible por estimulación atrial, se pasó un electrocatéter de radiofrecuencia al ventrículo izquierdo y se mapeó el área del hemifascículo anterior. Durante la taquicardia se buscó el potencial del hemifascículo antero superior (HFAS) el cual debía estar precediendo la despolarización del His. En el punto donde dicho potencial precedió la activación del His en 58 mseg (Figuras 5 y 6), una sola aplicación de radiofrecuencia terminó con la taquicardia casi inmediatamente (Figura 7). Los repetidos intentos de reinducción por estimulación atrial y ventricular sin y bajo el efecto de isoproterenol, no indujeron nuevamente la taquiarritmia. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 y 50% de todas las taquicardias que suceden en este grupo de pacientes tienen un mecanismo reentrante por las ramas del HH (4-7). También, los pacientes con cardiomiopatía dilatada de origen isquémico presentan hasta 10% de taquicardias de este tipo. En relación con los pacientes que padecen de cardiomiopatía chagásica, no se conoce qué porcentaje de los que presentan taquicardia ventricular tienen una taquicardia reentrante por las ramas de HH (6, 7, 8). Sin embargo, basados en el hecho de que la enfermedad de Chagas es una endemia en nuestro país y en Latinoamérica, es presumible que existan numerosos casos de este tipo. Se sabe que la cardiomiopatía chagásica desarrolla focos inflamatorios y daño tisular que produce el substrato histopatológico y funcional para la presencia de taquicardia ventricular, en un modelo que se ha asimilado a la reentrada de etiología isquémica. A pesar de la alta incidencia, este grupo de taquicardias es subestimado en la práctica clínica y frecuentemente confundido o inadecuadamente tratado. La importancia fundamental del correcto diagnóstico de estas taquicardias radica en la alta posibilidad de curación definitiva mediante la técnica del mapeo y la ablación con radiofrecuencia (8-10). Por otra parte, las taquicardias que se presentan de manera incesante, esto es, más del 50% de las 24 horas, conducen a un cuadro de taquicardiomiopatía con dilatación de los ventrículos y pérdida de la capacidad Figura 5. Se observa el potencial del hemifascículo antero-superior izquierdo precediendo la activación del haz de His y del ventrículo izquierdo. Es clara la disociación VA de la taquicardia ventricular basados en el registro endocavitario. HRA: aurícula derecha alta; HIS px: His proximal; ABL ds: Ablación distal. Evolución Tras seis meses de seguimiento, la paciente mejoró su clase funcional de III-IV a I-II, con ausencia clínica de palpitaciones y dos monitoreos de Holter sin evidencia de taquicardia ventricular o actividad ventricular repetitiva. El objetivo de remodelar el ventrículo se logró parcialmente y la FE en un ecocardiograma de control mejoró a 0,35. Discusión Las taquicardias reentrantes por las ramas del HH, corresponden a un grupo de taquicardias ventriculares frecuentes especialmente en el paciente con cardiomiopatía dilatada idiopática; se ha estimado que entre el 30% Figura 6. Se aprecia la prematuridad del registro del potencial del hemifascículo anterior en relación al His y a la activación del ventrículo en el ECG de superficie. Son 58 mseg que preceden dicho potencial, la activación retrógrada del His; el ventrículo es activado discretamente más tarde pero el HV es más corto que en el ritmo sinusal (48 mseg). HRA, His px: HIS proximal y ABL ds: ablación distal igual que para figura anterior. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 contráctil. La taquicardia se convierte al mismo tiempo en la causa y consecuencia de la enfermedad. Un tratamiento curativo de la arritmia en estos casos tiene una singular importancia en la evolución final. El carácter incesante de las taquicardias ha sido descrito para las taquicardias supraventriculares como la de Coumel y la reentrada del nodo AV -variedad no común-. En estas taquicardias se presenta un fenómeno de macro reentrada en la que el brazo retrógrado de la taquicardia tiene una propiedad de conducción muy lenta. La perpetuación y recurrencia de la arritmia se asocia a esta característica. En las taquicardia por reentrada entre las ramas del has de His la perpetuación o carácter incesante se debe a la conducción anterógrada lenta en el sistema His-Purkinje. Figura 7. Se aprecia el punto de ablación exitosa. Después de iniciada la aplicación de radiofrecuencia se puede observar la interferencia eléctrica causada por el electrocatéter de radiofrecuencia y 4 latidos después la interrupción de la taquicardia. El HV previo a la abolición de la taquicardia es de 20 mseg y pasa a 50 mseg postradiofrecuencia. La secuencia de activación previa a la radiofrecuencia se invierte. Este caso clínico tiene algunos hechos que deben ser enfatizados: Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 469 es una reentrada por las ramas del HH, el brazo anterógrado (hemifascículo antero-superior) debe tener propiedades de conducción muy lentas. Como ha sido previamente descrito, el común denominador de las taquicardias reentrantes por las ramas es la conducción lenta entre el sistema His-Purkinje. En este caso la conducción anterógrada muy lenta ocurre por el hemifascículo antero-superior al producirse bloqueo anterógrado de la conducción por el hemifascículo, posteroinferior (Figura 6). 3. ECG de base: el ECG basal en sinusal se presenta con bloqueo de rama derecha y trastorno de la conducción por el hemifascículo antero-superior izquierdo indicando que la despolarización ventricular anterógrada se realiza lentamente por el hemifascículo lesionado y mayormente por el hemifascículo posteroinferior izquierdo. 4. ECG durante taquicardia: la presencia de una taquicardia complejo QRS ancho con morfología de bloqueo de rama derecha y eje derecho, indica el origen de la taquicardia en el ventrículo izquierdo de la pared antero-lateral. Las taquicardias reentrantes por las ramas de HH que pueden satisfacer la morfología de bloqueo de rama derecha, son las del tipo B o C (Figuras 8 y 9). En el tipo B, la reentrada ocurre entre los hemifascículos (reentrada interfascicular) conduciendo en este caso en forma anterógrada por el anterosuperior y retrógradamente por el posteroinferior, o visceversa. En el tipo C la taquicardia usa la rama izquierda anteroógradamente y la derecha retrógradamente. Este último tipo de taquicardia reentrante por las ramas del HH es muy infrecuente debido a las malas propiedades de conducción retrógrada de la rama derecha. En este caso sólo el tipo B reúne los criterios morfológicos porque, la tipo C, aunque produce morfología de bloqueo de rama derecha, el eje se encuentra desviado a la izquierda. 1. Características clínicas: la más relevante es el carácter incesante de la taquicardia la cual condujo o fue causa fundamental en el desarrollo de los síntomas y de la dilatación ventricular. El carácter incesante a pesar de la medicación con antiarrítmicos sugiere un mecanismo reentrante por las ramas de HH. 5. Características electrofisiológicas de la inducción de la taquicardia: la inducción de taquicardia ventricular durante la estimulación atrial, es un fenómeno que se ha asociado a las taquicardias que utilizan las ramas del HH para sostenerse o a las taquicardias ventriculares idiopáticas izquierdas. En estos casos la taquicardia también puede aparecer espontáneamente desde el ritmo sinusal o por ectopias atriales (11). 2. Substrato electrofisiológico: la enfermedad de Chagas produce un daño estructural que modifica las propiedades de conducción eléctrica del tejido especializado y de la célula muscular cardíaca; esgrimiendo que 6. Técnica de ablación: las taquicardias interfasciculares (tipo B de las reentradas por las ramas de HH), pueden ser susceptibles de ablación por radiofrecuencia a nivel de los hemifascículos a diferencia de las 470 Cura mediante ablación... Vanegas y cols. taquicardias de este tipo que utilizan la rama derecha (tipos A y C) (Figura 8). En estos últimos, la ablación se realiza en la rama derecha. En las taquicardias interfasciculares la rama derecha es «testigo» pasivo de la arritmia, la cual ocurre casi exclusivamente en el ventrículo izquierdo a nivel de los hemifascículos (12). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 ción del His pues es la vía final común del circuito reentrante (Figura 5). En las reentradas por las ramas del HH que utilizan la rama derecha, el potencial eléctrico de esta rama precede la activación del His, y característicamente el intervalo HV de la taquicardia es más largo que el HV en sinusal. Contrariamente, en las reentradas interfasciculares el HV de la taquicardia es más corto que el HV en sinusal (Figura 6). La disociación VA demostrada en esta paciente es requisito primordial para descartar una taquicardia supraventricular de complejos anchos ( producidos por aberrancia de la conducción) (Figuras 4, 5 y 6). Sin embargo, algunas taquicardias supraventriculares de complejo ancho, se presentan con disociación VA y deben ser diferenciadas de las taquicardias ventriculares por reentrada observando la secuencia de activación del His en relación con la rama derecha o en el registro de los potenciales de los hemifascículos. Si la taquicardia es supraventricular con disociación AV, los impulsos disociados tendrán una secuencia de activación donde el His precede cualquier activación de las ramas. Lo contrario ocurrirá si se trata de una taquicardia ventricular reentrante. Figura 8. Se aprecian los diferentes tipos de taquicardias ventriculares susceptibles de ocurrir. En el tipo A, la reentrada ocurre anterógradamente por la rama derecha y retrógradamente por la izquierda. Es la forma más común. En la tipo B o interfascicular la conducción anterógrada puede ocurrir por el hemifascículo anterior o por el posterior y retrógradamente por el hemifascículo contrario. La diferencia electrocardiográfica radica en la desviación del eje izquierdo cuando la conducción anterógrada es el hemifascículo posterior y retrógradamente el anterosuperior y, derecho cuando el impulso penetra anterógradamente el hemifascículo anterior y retrógradamente el postero inferior. El tipo C de las reentradas es el menos común; utiliza la rama izquierda como conducción anterógrada y la derecha retrógrada. Sin embargo, debido a las malas propiedades de conducción retrógrada de la rama derecha, es extremadamente raro encontrarlo. 7. Características electrofisiológicas del registro endocavitario durante taquicardia (diagnóstico diferencial): el marcador más importante para determinar si es o no una taquicardia reentrante por las ramas del HH, es la relación de dependencia de la activación ventricular con respecto al registro del potencial del His. Es característico que el potencial endocavitario del His preceda o esté siempre ligado a la activación ventricular. Cuando la reentrada es interfascicular, el potencial del hemifascículo antero-superior (en este caso) precede la activa- 8. Maniobra de «concealed entrainment» o encarrilamiento: la estimulación a una frecuencia más rápida desde el punto de entrada en el circuito de una taquicardia, reproduce una imagen electrocardiográfica idéntica o casi idéntica a la taquicardia clínica. Conclusiones Se presenta el caso clínico de una taquicardia incesante y reentrante por los hemifascículos de la rama izquierda del HH o taquicardia interfascicular, en una paciente con cardiomiopatía chagásica, quien fue curada de su arritmia mediante ablación por radiofrecuencia. Se enfatiza que las arritmias incesantes, cualquiera que sea su origen, pueden llevar a taquicardiomiopatía agravando o produciendo dilatación ventricular y pérdida de la fuerza contráctil. Se rescatan el estudio electrofisiológico y algunas características clínicas y electrocardiográficas como marcadoras de las taquicardias reentrantes por las ramas del HH. La ablación por radiofrecuencia es el método curativo de primera elección en este tipo de arritmias. Se deja planteada la situación de la incidencia desconocida de este tipo de taquicardias ventriculares en pacientes con enfermedad de Chagas. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Bibliografía 1. Wellens HJJ, Schuilenburg RM, Durrer D. Electrical stimulation of the heart in patients with ventricular tachycardia. Circulation 1972; 46: 216-226. 2. Caceres J, Jazayeri M, McKinnie J, et al . Sustained bundle branch reentry as a mechanism of clinical tachycardia. Circulation 1989; 79: 256-270. 3. Crijns HJGM, Smeets JLRM, Rodriguez LM et al. Cure of Interfascicular Reentrant Tachycardia by Ablation of the Anterior Fascicle of the Left Bandle Branch. J Cardiovascular Electrophysiol 1995; 6: 486-492. 4. Blanck Z, Sra J, Dhala A, et al. Bundlebranch reentry: mechanisms,diagnosis andtreatment. In cardiac electrophysiology. From Cell to Bedside. Edited by Zipes D, Jalife J. W. B. Saunders Company. Philadelphia. Third Edition. Chapter 2000; 71: 656-661. 5. Sosa E, Scanavaca M, Dávila A. Surgery and catheter ablation for the treatment of ventricular tachycardia in chagas disease. In arrhytmia management in Chagas Disease. Edited by Tentori M.C, Segura E, Hayes D. Futura Publishing Company. Armonk, NY. Chapter 2000. p. 117-125. 6. Blanck Z, Jazayeri M, Ahktar M. Taquicardia ventricular por reentrada pelos ramos. En electrofisiologia clinica e intervensionista das Arritmias Cardiacas. Editado por Cruz F, Maia I. Editorial Revinter. Rio de Janeiro Capítulo 14 1997. p. 187-197. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 471 7. Rodríguez D, Rosas F, Velasco V, et al. Arritmias cardíacas en cardiomiopatía Chagásica. En arritmias cardíacas: Temas Selectos. Editado por Velasco V, Rosas F. Sociedad Colombiana de Cardiología. Capítulo XIV 2001. p. 147-161. 8. Sosa E, Scalabrini A, Rati, et al. Succesful catheter ablation of the origin of recurrent ventricular tachycardia in chronic chagasic heart disease. J Electrophysiology 1987. p. 1:58-61, 1987. 9. 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Cubides S., MD.; Gabriel Salazar, MD.; Alfonso Muñoz, MD.; Jairo Pedraza, MD.; Edgar Hernández, MD.; Jorge Martínez, MD.; Jacqueline Mugnier, MD. Bogotá DC., Colombia Dentro de las patologías menos conocidas y con tratamientos no claros, se encuentran los tumores cardíacos. Hasta hace una década, la mayoría de diagnósticos de tumores cardíacos se realizaba post mortem y en la literatura sólo se encontraban informes de casos aislados, explicando de esta forma la falta de interés en la investigación de esta patología por parte de los especialistas en cardiología o cirugía cardiovascular. Con el desarrollo de la ecocardiografía y de la cirugía cardiovascular, se vienen diagnosticando más casos de tumores cardíacos primarios o metastáticos, atreviéndose muchos grupos a la intervención quirúrgica paliativa o curativa y con ello aumentando los reportes en la literatura mundial y la experiencia, notando de esta forma que la patología tumoral cardíaca no es tan rara como se creía anteriormente. Se presenta una revisión de la literatura hasta el momento, reportando la frecuencia y las intervenciones sugeridas, los casos de patología cardíaca conocidos por los autores con las características ecocardiográficas, patológicas e histológicas de los casos representativos, sin mayor nivel de evidencia por la incidencia del problema y los pocos casos reportados por centros. Cardiac tumors happen to be among the less known pathologies without clear treatment standards. Even one decade ago most of the cardiac tumor diagnosis were made post mortem, and only reports of isolated cases could be found in the literature, showing the lack of interest in the investigation of these pathologies by cardiology and cardiovascular surgery specialists. With the development of echocardiography and of cardiovascular surgery, more cases of primary and metastatic cardiac tumors have been diagnosed. Many cases have been treated by palliative or curative surgical interventions, thus increasing the reports in the world literature and the experience in this field, and pointing out the real incidence of these pathologies, not being as bizarre as it had been considered. A revision of the literature will be made, in which the frequency and the suggested interventions will be reported, as well as the cases of cardiac pathology in two cardiovascular centers of the country known by the author. The echocardiographic, pathologic and histological characteristics of the representative cases will be presented, without a greater evidence level, due to the problem’s incidence and the few cases reported by these centers (Rev. Col. Cardiol. 2003; 10: 472-485) Introducción Los tumores cardíacos son de baja incidencia. Se dividen en primarios y secundarios o metastáticos; estos últimos son 20 a 40 veces más frecuentes que los Fundación CardioInfantil - Instituto de Cardiología, Bogotá, DC., Colombia. Correspondencia: Carlos A. Cubides S., MD.; Fundación CardioInfantil Instituto de Cardiología, Calle 163A No. 28-60, Bogotá, DC., Colombia. Correo electrónico: carloscubides44@hotmail.com primarios. En la revisión de Straus y Merliss (1), la incidencia de los tumores primarios fue de 0.0017 - 0.28%. Lymburner (2) encontró sólo cuatro casos en 8.500 autopsias, lo que ofrece una incidencia de 0.05%. Actualmente, se encuentran más publicaciones que reportan casos de tumores cardíacos gracias a la ecocardiografía como herramienta diagnóstica y a que en muchos grupos médico-quirúrgicos de cardiología se están acumulando casos dignos de publicación (3, 4). Una de las limitaciones que se tienen para tener datos aproximados a los reales sobre la Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 incidencia de la patología tumoral cardíaca, es el desconocimiento por parte de los médicos de la clasificación, el tratamiento y el pronóstico llevando a no reportar los casos y lo que es más preocupante, a no ofrecer tratamiento alguno a estos pacientes asumiendo el concepto de alta mortalidad con tratamiento o sin él, sabiendo que a muchos de los tumores se les hace el diagnóstico luego de la cirugía de resección. Clasificación Según McAllister y Fenoglio ( 6 ) los tumores cardíacos primarios se dividen en 75% benignos y 25% malignos. De los tumores benignos el mixoma ocupa el 50%, y en más del 75% estos tumores benignos se encuentran en cavidades izquierdas (8). Los tumores malignos predominantemente se encuentran ocupando las cavidades derechas al igual que los tumores secundarios o metastásicos que se encuentran en 60% ocupando las cavidades derechas (7) (Figura 1). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 473 Tabla 1. TUMORES PRIMARIOS DEL CORAZÓN Y DEL PERICARDIO (3) Tumores primarios benignos Mixoma Rabdomioma Fibroma Fibroelastoma papilar Lipoma Hemangioma Mesotelioma del nodo A-V Teratoma Quiste broncogénico Quiste pericardico Tumores endocrinos Tumor tiroideo Paraganglioma Otros: hamartoma, leiomioma, linfangioma, neurofibroma, swannoma, granuloma de células plasmáticas Tumores primarios malignos Sarcomas Angiosarcoma Rabdomiosarcoma Fibrosarcoma Osteosarcoma Sarcoma neurogénico Leiomiosarcoma Liposarcoma Sarcoma sinovial Mesotelioma Linfoma maligno Timoma maligno Teratoma maligno Miocardiopatía De los tumores benignos que infiltran el ventrículo se encuentra el rabdomioma y el fibroma. Pueden provocar insuficiencia cardíaca y dolor de tórax, y por infiltración del sistema de conducción pueden llegar a presentar arritmias auriculares y ventriculares o bloqueos cardíacos que pueden llevar a la muerte súbita. Afectación pericárdica Figura 1. Clasificación de los tumores cardíacos (5). Manifestaciones clínicas La sintomatología de los tumores cardíacos ( TC ) es múltiple; cualquier sintomatología cardiovascular puede ser una manifestación clínica de un TC. La mayoría de los tumores son asintomáticos hasta cuando por su extensión comprometen el funcionamiento hemodinámico o eléctrico del corazón. El derrame pericárdico de tipo hemático es de las principales manifestaciones de los TC, como el mesotelioma pericárdico al igual que los tumores malignos. El derrame pericárdico hemorrágico es característico de los angiosarcomas y de los sarcomas en general pudiendo llegar a manifestarse como taponamiento cardíaco (9). Tromboembolismo sistémico Es característico de los tumores ubicados en cavidades del corazón izquierdo, especialmente el mixoma que en su mayoría se presenta en la aurícula izquierda. Las embolias son fragmentos de tumor o de trombo sobreagregados, que llegan a producir metástasis tumoral 474 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. o destrucción de las paredes arteriales por formación de pseudoaneurismas. Los fragmentos de tumores o trombos pueden ser causa de obstrucciones coronarias causantes de infarto extenso y muerte súbita por arritmias de origen isquémico. Tromboembolismo pulmonar Los tumores de cavidades derechas, especialmente de aurícula derecha, pueden presentar embolias pulmonares e hipertensión pulmonar (10). Obstrucción valvular e intracavitaria Los tumores que se localizan en cavidades izquierdas especialmente en la aurícula, como los mixomas, y que se encuentran pediculados, pueden protuir hacia el ventrículo en diástole ocasionando obstrucción al flujo transmitral provocando síncope o muerte súbita. Lo mismo puede suceder con las masas en aurícula derecha. Los tumores en aurícula izquierda también pueden producir obstrucción del drenaje venoso pulmonar presentando síntomas de congestión pulmonar, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edema agudo de pulmón siendo de esta forma diagnóstico diferencial de la estenosis mitral. Los tumores intramurales como rabdomioma, fibroma o tumores malignos pueden causar obstrucción del tracto de salida del ventrículo derecho ocasionando insuficiencia cardíaca derecha, congestión hepática, edema maleolar y ascitis; o bien obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo presentando insuficiencia cardíaca izquierda, síncope y dolor torácico (5). Trastornos del ritmo y de la conducción Los tumores malignos que infiltran pueden llegar a comprometer el tejido de conducción causando arritmias auriculares, como fibrilación auricular, aleteo o taquicardia supraventricular, y en el caso del rabdomioma se asocian con taquicardia supraventricular. Los tumores que infiltran el ventrículo pueden ser causantes de arritmias ventriculares, taquicardia ventricular y fibrilación. Pueden también ser causantes de bloqueos auriculoventriculares llevando a muerte súbita. Síndrome constitucional Todos los tumores cardíacos pueden estar acompañados de síntomas constitucionales, anorexia, pérdida de peso, fiebre, leucocitosis, anemia, caquexia, artralgias, hipergammaglobulinemia, policitemia, trombocitopenia y síndrome de Raynaud. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Neoplasias benignas Mixomas El mixoma es el tumor cardíaco primario más frecuentemente encontrado en el adulto, aunque se han reportado casos en infantes y hasta en neonatos. Éste es una masa endocárdica que puede comprometer cualquier cavidad cardíaca. Aunque la mayoría de los mixomas son localizados en la aurícula izquierda anclados en la fosa oval del septum interauricular, pueden también estar comprometiendo las superficies valvulares y la pared de las cámaras cardíacas. Aproximadamente, el 75% de los mixomas son encontrados en la aurícula izquierda, el 20 % en la aurícula derecha y raros son los casos encontrados en los ventrículos, especialmente en el derecho (12). Hay dos grupos de mixomas según su presentación. El primer grupo son los mixomas simples, aproximadamente el 94 % con un riesgo de segundo mixoma desarrollado después de su extirpación entre el 1% y el 3% (13) El segundo grupo ocupa el 7% de los mixomas. Estos tumores tienen una distribución atípica, pueden ser múltiples (45 %), de localización atípica-diferente a la aurícula izquierda- (38%), recurrentes después de cirugía (12%22%) y asociados a condiciones inusuales (20%) incluyendo el complejo Carney (11, 13 ). Estos pacientes son usualmente jóvenes, con promedio de edad de 28 años. La histología de los dos grupos es indistinguible (11). El mixoma afecta a pacientes en la edad adulta, con una relación de hombre:mujer de 1:1.7 a 1:4 (14). Tienen diferente presentación clínica, dependiendo de la localización, la morfología, si son únicos o múltiples y de tendencia a embolizar (11). Las formas familiares tienen la característica de presentarse en pacientes jóvenes, ser múltiples y poder recurrir tras la extirpación quirúrgica. Los fenómenos embólicos son la segunda manifestación más común de los mixomas cardíacos; la primera son los síntomas obstructivos, reportándose aproximadamente en el 30% al 40% de los casos (8, 14). Histología Los mixomas se caracterizan por un estroma mixoide en el cual frotan células de mixoma o células lipídicas que se caracterizan por un núcleo ovalado, nucléolo central poco prominente y citoplasma eosinofílico abun- Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 dante con bordes pobremente definidos. Las células del mixoma forman también estructuras complejas perivasculares o en forma de anillo. Se observan, además otros cambios secundarios como fibrosis, calcificación e inflamación crónica mononuclear y presencia de hemosiderófagos (11, 12 ) (Figuras 2 y 3). Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 475 una base amplia adherida al endocardio o pueden ser pediculados, un cuarto son sésiles. El tamaño oscila entre 0.6 cm y 12 cm (12 ) (Figura 4). Figura 4. Mixoma cardiaco. Muestra patológica. Fundación CardioInfantil, Bogotá. Ecocardiografía Figura 2. Mixoma cardíaco. Histología 10 X. La ecocardiografía transtorácica tiene alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico de mixoma cardíaco, pero el ecocardiograma transesofágico ofrece mayor información sobre el tamaño, lugar y tipo de implantación, superficie y riesgo embolígeno. El mixoma se ve como una masa esférica adherida al endocardio, no infiltrativa, con ocasionales lesiones hipoecoicas y lesiones con ecogenicidad granulosa. Generalmente, las lesiones en la aurícula izquierda se prolapsan a través de la válvula mitral hacia el ventrículo en diástole (3, 5) (Figuras 5 y 6). Los mixomas pueden ser encontrados en cualquier cámara cardíaca; frecuentemente se encuentran en la aurícula izquierda, luego con frecuencia se pueden encontrar en aurícula derecha, ventrículo izquierdo y por último en ventrículo derecho. Tratamiento y pronóstico Figura 3. Mixoma cardíaco. Histología. 40 X. Patología Los mixomas cardíacos son masas adheridas al endocardio que no infiltran el tejido contiguo. Morfológicamente la superficie es lobular y firme, o fiable e irregular. Los tumores irregulares son los que pueden tener trombos en su superficie que llegan a embolizar. Aunque la mayoría de los mixomas posee Por ser un tumor sin infiltración y localizado, tiene cura sometiendo al paciente a resección quirúrgica. La cirugía se considera segura y con una mortalidad muy baja. El pronóstico a largo plazo es bueno y con bajo riesgo de recurrencia. La recurrencia es debida al desarrollo de un foco no identificado más que a una resección incompleta. La forma atípica del mixoma puede tener recurrencia, por lo que se indica el seguimiento ecocardiográfico en estos pacientes con el fín de efectuar diagnóstico temprano y tratamiento (8, 13-16) . 476 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 embólicos (18, 19). El tratamiento se hace por medio de cirugía, resecando totalmente el tumor o cambiando la válvula. Histología El fibroelastoma papilar es un papiloma avascular con una simple capa de células endoteliales, con un centro de tejido conectivo fibroso y células de músculo liso dentro de las proyecciones papilares. Las proyecciones papilares pueden ser ocupadas por trombos (6). Patología Figura 5. Mixoma auricular izquierdo. Ecocardiograma TE. Sístole. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Son masas gelatinosas con múltiples ramas estrechas papilares. Son solitarias lesiones de hasta 1 cm de diámetro, ancladas al endocardio de forma pediculada y principalmente en la válvula aórtica o mitral (6). Ecocardiografía La mayoría de los fibroelastomas papilares son diagnosticados por estudios ecocardiográficos, evidenciando lesiones de hasta 1.5 cm , pediculadas y móviles. La disfunción valvular no es con frecuencia la manifestación del tumor. Rabdomioma El rabdomioma representa el 90% de los tumores en la infancia y descubierto antes del año de edad. Se asocia con esclerosis tuberosa, hasta en el 50% de los casos. La prevalencia disminuye al avanzar la edad, debido a que se describe una espontánea regresión. La mayoría de los pacientes son asintomáticos y se diagnostican por estudios ecocardiográficos prenatales. Figura 6. Mixoma auricular izquierdo. Ecocardiograma TE. Diástole. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Fibroeslastoma papilar El fibroelastoma papilar es un tumor benigno de origen endocárdico, que se encuentra predominantemente en la superficie valvular, aunque también se reportan casos en el septum interventricular o interauricular. Representa el segundo tumor benigno cardíaco más común (6, 12). Afecta a hombres igual que a mujeres a una edad promedio de 60 años, siendo diagnosticado generalmente de forma incidental en autopsias, estudios ecocardiográficos o en cirugía cardiovascular (17). Las manifestaciones clínicas se deben principalmente a efectos obstructivos del ostium coronario o por eventos Según McAllister, Fenoglio y Ferrans, se trata de un hamartoma fetal derivado de mioblastos miocárdicos embrionarios. Generalmente, se encuentra en el espesor del músculo y puede afectar ventrículos, aurículas y septum, pero nunca afecta las válvulas cardíacas. En el 50% las lesiones tumorales se expanden hacia la cavidad cardíaca y en el 90% son múltiples (6). Histología Los rabdomiomas son células grandes vacuoladas con abundante citoplasma claro, que tiñen positivamente con la coloracion de PAS, y células en araña caracterizadas por un núcleo central y citoplasma que se extiende de forma radiada desde el centro de la célula (6) (Figura 7). Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Patología Los rabdomiomas son firmes, blancos y bien circunscritos; lobulados, nodulares que aparecen en cualquier localización del corazón, pero son más frecuentes en los ventrículos, llegando a formar lesiones intramurales que pueden medir hasta 10 cm, en un promedio de 3 ó 4 cm (6). Ecocardiografía En el ecocardiograma se evidencia como una sólida masa hiperecoica, usualmente localizada en el miocardio ventricular en el septum, protruyendo hacia la cavidad y deformando el ventrículo. Donde los tumores son pequeños y múltiples, se evidencia un engrosamiento difuso de las paredes. Tratamiento Si los rabdomiomas son asintomáticos y sin compromiso hemodinámico, no deben ser operados ya que pueden desaparecer espontáneamente. Los casos sintomáticos con compromiso hemodinámico obstructivo intracavitario, tienen que ser operados con CEC extirpando parcial o totalmente la masa tumoral. Fibroma El fibroma cardíaco es una neoplasia congénita que se diagnostica en la infancia, en menores de un año, siendo derivado de los fibroblastos. El fibroma representa el segundo tumor más frecuente en la infancia pero es el mas comúnmente resecado, llegando a medir hasta 12 cm y siendo generalmente único afectando el espesor de las aurículas y los ventrículos siendo más frecuente el septum interventricular y el ventrículo izquierdo. El 15% de los fibromas se diagnostica en la adolescencia o en la edad adulta. Hay un incrementado riesgo de fibroma en los pacientes con síndrome de Gorlin (nevus de células basales) que son caracterizados por múltiples carcinomas de células basales localizados en piel, quistes mandibulares y espina bífida. Menos del 14% de estos pacientes tienen fibroma cardíaco (23). Las manifestaciones más comunes son dadas por la infiltración comprometiendo el sistema de conducción y produciendo bloqueos cardíacos y arritmias, siendo la principal causa de muerte. El embolismo no se presenta en los fibromas cardíacos. Histología Los fibromas encontrados en la infancia son tumores ricos en fibroblastos, con poco colágeno, aunque en la Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 477 edad adulta éste último es el que predomina. Numerosas fibras elásticas son identificadas con tinciones especiales encontrándolas en 50% de los casos. Focos de calcificación y degeneración quística son vistos en el 50% de los casos. Pequeños grupos de linfocitos y células inflamatorias mononucleares pueden estar presentes alrededor de los vasos y en la unión con el miocardio normal. Es una lesión infiltrativa no capsulada que desplaza y atrapa el miocardio adyacente (6, 23). Patología Los fibromas son redondos, bien circunscritos, localizados dentro del miocardio ventricular, protruyendo hacia la cavidad, siendo frecuentemente simples y llegando a medir de 2 a 10 cm. Al corte del fibroma se evidencia un tejido firme o elástico, sin quistes, hemorragias o necrosis. Las calcificaciones son comunes y pueden ser múltiples (23). Ecocardiografía El ecocardiograma evidencia una masa ecogénica que puede exhibir heterogeneidad ecogénica. Las calcificaciones centrales o multifocales pueden ser evidentes. El miocardio afectado es hipoquinético. Tratamiento Los fibromas sintomáticos deben intervenirse quirúrgicamente bajo CEC, con riesgo en general considerable. Se realiza extirpación total o parcial del tumor y sustitución de la parte resecada con parche de tejido sintético. En casos irresecables y sintomáticos se debe considerar el trasplante cardíaco. La recurrencia postoperatoria del tumor es rara (24). Hemangioma Es una proliferación benigna de células endoteliales que forman una especie de canales llenos de sangre. El hemangioma cardíaco es un tumor raro que se presenta entre el 5% y el10% de los tumores cardíacos benignos; puede estar presente a cualquier edad y sin predilección por género. Dependiendo del lugar de localización presenta la sintomatología, aunque frecuentemente son asintomáticos y el diagnóstico se hace de forma incidental. El hemangioma cardíaco puede presentarse en el síndrome Kasabach- Merritt , que es caracterizado por múltiples hemangiomas sistémicos asociados con recurrente trombocitopenia y coagulopatía (25). 478 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. Figura 7. Rabdomioma. Histología Los hemangiomas cardíacos son clasificados como tumores cavernosos, capilares o arteriovenosos. Los hemangiomas endocárdicos son usualmente capilares o mixtos (capilares y cavernosos). Tienen un estroma mixoide con un escaso fondo inflamatorio. Los hemangiomas intramurales son diversos pudiendo ser capilares, cavernosos o arteriovenosos y conteniendo otros elementos tisulares como grasa y ocasionalmente tejido fibroso (6) (Figura 8). Patología El hemangioma se puede presentar en cualquier cámara, pudiendo ser predominantemente intramural o endocárdico. Los hemangiomas intramurales son pobremente circunscritos, masas esponjosas que presentan hemorragias o congestión. Los hemangiomas endocárdicos son bien circunscritos, mixoides y lesiones blandas. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Figura 8. Hemangioma. nóstico está en duda. El resultado a largo tiempo con tratamiento quirúrgico es favorable. La regresión espontánea del hemangioma ha sido descrita, y por lo tanto la cirugía no siempre está indicada, particularmente en lesiones no resecables, pero asintomático o con alto riesgo quirúrgico (26). Paraganglioma Son neoplasias extremadamente raras que surgen de intrínsecas células paraganglionares cardíacas (cromafines) que son predominantemente localizadas en las aurículas. La mayoría de las lesiones son reportadas en pacientes adultos , entre los 18 y los 85 años (27). Casi todos los tumores son productores de catecolaminas, por lo que la mayoría de los pacientes son hipertensos, presentan cefalea frecuente y flushing. Los hallazgos paraclínicos se caracterizan por aumento de norepinefrina urinaria, ácido vanilvandélico y metanefrinas totales o nivel elevado de epinefrina o norepinefrina plasmática. El 20 % de los paragangliomas cardíacos se asocia con paragangliomas en otras localizaciones (cuerpo carotídeo, glándula adrenal, ganglios para-aórticos) y aproximadamente el 5% tienen metastasis óseas. Ecocardiografía Histología El hemangioma es una lesión hiperecoica que puede ser mejor visualizada con medios de contraste. Los feocromocitomas son tumores que se derivan del sistema adrenal y los paragangliomas provienen del sistema extra-adrenal. Tratamiento El hemangioma cardíaco puede ser exitosamente extirpado y el tratamiento quirúrgico es de escogencia para los pacientes sintomáticos o en quienes el diag- Los paragangliomas pueden ser cromafín positivos (simpáticos) o cromafín negativos (parasimpáticos); estos últimos no secretan catecolaminas y son denominados también quemodectomas. La localización cardíaca Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 479 es extremadamente rara. Puede presentarse a cualquier edad y no hay predilección por género. En el feocromocitoma, las células tumorales se disponen de manera característica en forma de nido rodeado de un estroma fibrovascular que puede contener amiloide. Estas células pueden tener un tamaño variable, con un núcleo redondeado u oval que contiene un nucléolo prominente. Los paragangliomas tienen en particular un crecimiento lento y el 10% pueden infiltrar localmente, presentar metástasis o sufrir degeneración maligna (6, 2) (Figuras 9, 10 y 11). Figura 11. Paraganglioma. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Patología Los paragangliomas cardíacos son grandes y pobremente circunscritos. Pueden llegar a medir entre 2 y14 cm. La mayoría de lesiones son localizadas en la superficie epicárdica de la base del corazón, en el techo de la aurícula izquierda, con menos frecuencia se localizan en el septum interauricular, y rara vez en el ventrículo. Ecocardiografía Figura 9. Paraganglioma cardíaco. Aumento 40 X. Fundación CardioInfantil, Bogotá. Figura 10. Paraganglioma cardíaco. Aumento 40 X. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. En la ecocardiografía se puede observar una masa ecodensa localizada en cualquier parte de las cavidades cardíacas, como es el caso en las figuras 12 y 13, localizado en el ápex. Figura 12. Paraganglioma cardíaco. Ecocardiograma TT. Cuatro cámaras. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. 480 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 carácter infiltrativo e invasivo de estructuras mediastínicas y torácicas. Presenta tendencia a producir metástasis a distancia especialmente a pulmón, riñón, hígado, glándula suprarrenal y hueso (28). Desde el punto de vista clínico, la sintomatología depende del sitio de implantación y de su infiltración, al igual que de su efecto obstructivo al flujo. Es frecuente la presencia de dolor torácico, disnea, palpitaciones, síncope, arritmias auriculares o ventriculares, además los bloqueos aurículo-ventriculares. Pueden llegar a presentar infiltración de pericardio con pericarditis constrictiva y derrame pericárdico, llegando a taponamiento cardíaco. Figura 13. Paraganglioma cardíaco. Ecocardiograma TT. Eje Largo paraesternal. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Son frecuentes las manifestación embólicas del tumor cardíaco maligno al igual que síntomas constitucionales inespecíficos bastante característicos de las neoplasias malignas. El diagnóstico y tipificación del tipo de tumor sólo se puede confirmar mediante la biopsia externa de la masa tumoral después de su extracción, aunque existen parámetros ecocardiográficos, en la TAC y la RNM. Tratamiento El manejo es quirúrgico, efectuando la extirpación completa de la tumoración bajo CEC. Neoplasias malignas Los tumores primarios cardíacos malignos, ocupan el 25% de todos los tumores primarios cardíacos. Según McAllister y Fenoglio (6) se clasifican en sarcomas, mesoteliomas, linfomas, teratoma maligno y timoma. Los más frecuentes son los sarcomas, que se dividen en angiosarcomas, rabdomiosarcomas, fibrosarcomas, osteosarcomas, sarcoma neurogénico, leiomiosarcomas, liposarcomas y sarcoma sinovial. De estos sarcomas los más frecuentes en orden decreciente son: angiosarcoma, rabdomiosarcoma y fibrosarcoma seguidos del mesotelioma y el linfoma. Los tumores malignos primarios frecuentemente se ubican en las cámaras cardíacas derechas, en la aurícula derecha, y desde aquí invaden otras estructuras cardíacas como ventrículo derecho o aurícula izquierda, ventrículo izquierdo o arteria pulmonar o pericardio. El angiosarcoma tiene tendencia a infiltrar el ventrículo derecho. Son tumores de forma variable pero sobretodo polipoide, infiltrativos o intracavitarios. Son más frecuentes en la tercera a la quinta década, y en el género masculino. Tienen un crecimiento rápido con El ecocardiograma, especialmente el transesofágico, tiene gran importancia en el diagnóstico prequirúrgico, diferenciándolos de los posiblemente benignos al igual que definiendo su extensión e infiltración. La TAC y la RNM torácica proporcionan no solamente la infiltración cardíaca sino también la infiltración extracardíaca y las metástasis a pulmón y mediastino. Ante la sospecha diagnóstica fundada en la ecocardiografía, se indica siempre la realización de la TAC o la RNM al igual que gammagrafía para definir metástasis a distancia. En casos de tumores cardíacos intramurales mal definidos por ecocardiografía, se indica gammagrafía cardíaca con tecnecio 99 (4). Sarcoma Son neoplasias mesenquimales malignas, siendo la neoplasia primaria cardíaca maligna más frecuente y el segundo tumor cardíaco primario más común. Todos los tipos de sarcomas afectan el corazón, pero en su orden de frecuencia se encuentran el angiosarcoma (37%), el sarcoma indiferenciado (28%), el histiocitoma fibroso maligno (11%-24%), el leiomiosarcoma (8%-9%), y el osteosarcoma (3%-9%) (6). La localización más frecuente del angiosarcoma es la aurícula derecha, y los otros tipos están presentes en la aurícula izquierda, siendo éste un importante factor de diferencia. El angiosarcoma se puede presentar a cualquier edad, especialmente entre Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 481 los 20 y los 50 años, habitualmente en hombres, con infiltración a ventrículo derecho y aurícula izquierda en el momento del diagnóstico. Histológicamente son heterogéneos, y están compuestos de proliferaciones anormales de células malignas que forman espacios o canales vasculares (Figura 4). Las manifestaciones clínicas más frecuentes son el derrame pericárdico con taponamiento, fenómenos embólicos, dolor torácico, síncope, arritmias, edema periférico y muerte súbita. Los sarcomas más frecuentes dan metastasis a pulmón, hueso, hígado, bazo, cerebro, pleura, glándulas suprarrenales, tiroides y piel. El diagnóstico del angiosarcoma es basado en la biopsia de la metástasis (12). La localización y el grado de invasión de estas lesiones hacen menos probable la confusión clínica con los mixomas. Figura 15. Sarcoma epitelioide. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Figura 16. Sarcoma rabdomiosarcoma. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Figura 14. Angiosarcoma que muestra irregulares canales vasculares con células endoteliales atípicas Los sarcomas que afectan la aurícula izquierda son el histiocitoma fibroso, el osteosarcoma y el leiomiosarcoma (Figura 15). Los factores patológicos de los sarcomas son variados; pueden ser grandes masas invasivas en el tiempo del diagnóstico. El angiosarcoma generalmente es grande, hemorrágico y multilobular. Diagnóstico El ecocardiograma transesofágico es el indicado para realizar un adecuado diagnóstico ya que aporta información sobre la localización y la infiltración acerca del tipo de cirugía a la cual puede someterse el paciente (31) (Figuras 16, 17, 18, 20). Por medio de la resonancia nuclear magnética es posible identificar metástasis a pulmón y a medistino y con ello definir la posibilidad de resección quirúrgica total o parcial del tumor (Figura 19). Tratamiento El tratamiento indicado en los tumores malignos primarios de corazón es la cirugía de resección, sirviendo también para la tipificación histológica o del tumor y la definición del pronóstico. 482 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 tienen respuesta adecuada a la quimioterapia o a la radioterapia; sólo el linfoma cardíaco primario tiene respuesta satisfactoria a estos tratamientos. La experiencia quirúrgica con los tumores malignos es muy limitada (30), sin encontrar reportes con adecuado número y seguimiento. Reece y colaboradores, reportaron cinco tumores cardíacos malignos sometidos a cirugía, con una mor- Figura 17. Rabdomiosarcoma. Ecocardiograma TE. Fundación CardioInfantil, Bogotá. Figura 19. Rabdomiosarcoma. RNM. Figura 18. Rabdomiosarcoma. Ecocardiograma TE. Fundación CardioInfantil, Bogotá. La cirugía de resección se hace por técnicas habituales de esternotomía y bajo circulación extracorpórea. Con la cirugía se busca resecar completamente el tumor, con reconstrucción cardíaca y en lo posible eliminarlo en su totalidad, por lo cual la mortalidad operatoria y post operatoria es alta, con sobrevida baja a corto plazo. Cuando se estratifica la infiltración del tumor con métodos no invasivos, es posible someter al paciente a trasplante cardíaco. Muy pocos son los tumores que Figura 20. Sarcoma indiferenciado. Ecocardiograma TE. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 483 fueron rabdomiomas ventriculares en menores de un año, fibroma ventricular, 2 rabdomiosarcomas ventriculares (Figuras 17, 18 y 19), tumor ventricular anaplásico, sarcoma epitelioide (Figura 15) y sarcoma indiferenciado que comprometía las dos aurículas (Figuras 20, 21 y 22). En resumen, se encontraron 5 casos de tumores malignos (20%) y 19 casos de tumores benignos (80%). Los tumores benignos en su totalidad fueron pediculados y localizados; los tumores malignos fueron infiltrativos (Tabla 2). Tabla 2 Figura 21. Sarcoma indiferenciado. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Figura 22. Sarcoma indiferenciado. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. talidad total antes de los 8 meses. Dein y colaboradores. reportaron 8 casos de los cuales 7 murieron antes del año y uno sobrevivió, con metástasis hasta los 15 meses. Reporte de casos En nuestro medio son pocos los artículos publicados sobre la experiencia que se tiene acerca de este tema. En la Fundación Cardio-Infantil, desde 1995 hasta el año 2002, se han diagnosticado 34 tumores cardíacos, 24 con confirmación patológica por resección quirúrgica y 10 con diagnóstico ecocardiográfico que por diferentes razones no fueron intervenidos en la institución. De la totalidad de los tumores confirmados por patología 14 fueron auriculares y 10 ventriculares, 13 fueron mixomas (54%), uno en ventrículo derecho. De los 11 tumores restantes confirmados por patologías 3 Caso 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 Edad Sexo Tumor Localización 60 F F F F F F F M F M F F F M F M M M F F M M M F Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Sarcoma I. Mixoma Mixoma Mixoma Mixoma Sarcoma E. Rabdomiosarcoma Hipertrofia lipomatosa Rabdomiosarcoma Fibroma Mixoma Anaplásico Rabdomioma Rabdomioma Rabdomioma Paraganglioma Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Auricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular Ventricular 72 52 49 44 34 10 56 66 58 57 64 64 55 14 1 mes 3 47 78 2 4 mes 5 mes 50 En el hospital Santa Sofía de la Ciudad de Manizales, teniendo un programa nuevo de cirugía cardiovascular con 100 pacientes, se ha reportado un caso de tumor auricular identificado como un sarcoma ubicado en aurícula izquierda, infiltrando válvula mitral y septum interauricular (Figuras 23 y 24), y un caso de una paciente de 71 años con dolor torácico con masa auricular derecha lobulada, encapsulada, pediculada, que fue definida histológicamente como un mixoma (Figuras 24 y 25). Hay un grupo de tumores, no especificado en el presente artículo, que corresponde a los metastásicos que son 20 veces más frecuentes que los primarios. En la 484 Tumores cardíacos primarios Cubides y cols. Figura 23. Sarcoma en aurícula izquierda. Hospital Santa Sofía, Manizales. Vol. 10 No. 8 ISSN 0120-5633 Figura 26. Tumor de aurícula derecha. Ecocardiograma TE. Hospital Santa Sofía, Manizales. Figura 24. Sarcoma de aurícula izquierda infiltrando la válvula mitral. Hospital Santa Sofía. Manizales. Figura 27. Melanoma metastásico en ventrículo derecho. Fundación Cardio-Infantil, Bogotá. Fundación Cardio-Infantil hay un reporte de un caso de melanoma metastásico a ventrículo derecho (Figura 27). Agradecimientos Figura 25. Tumor auricular derecho. Hospital Santa Sofía, Manizales. Los autores agradecen al Departamento de Patología de la Fundación Cardio-Infantil por el aporte de las imágenes de histología y al departamento de cardiología del Hospital Santa Sofía de Manizales, por las imágenes prestadas. Revista Colombiana de Cardiología Septiembre/Octubre 2003 Bibliografía 1. Straus R, Merliss R. Primary tumor of the heart. Arch Pathol 1945; 39: 74-78. 2. Lymburner RM . Tumor of the heart histopathological and clinical study. Can Med Ass J 1934; 30: 368-375. 3. Cipriano A. Tumores cardíacos (I). Rev Esp Cardiol 1998; 51: 10-20 4. Cipriano A. Tumores cardíacos (II). Rev Esp Cardiol 1998; 51: 103-114. 5. Aasha SG, Stathopoulous JA. Differential diagnosis of intracavitary tumor. J Am Soc Echocardiography 2001; 14: 937-40. 6. McAllister HA, Fenglio JJ. Tumor of the cardiovascular system. Atlas of tumor Pathology. Washington: Armed Force Institute of Pathology 1978. p. 5-71. 7. Gancy DL, Marales JB. Angiosarcoma of the heart. Am J Cardiol 1968; 21: 413-9. 8. 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