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Asma y Educación. Monografía 2008 Hospital Santa Cristina Asma y Educación Monografía 2008 0 Asma y Educación. Monografía 2008 Asma y Educación Monografía 2008 1 Asma y Educación. Monografía 2008 Título: Asma y Educación. Monografía 2008 Editores: Santiago Rueda Esteban MªAngeles Neira Rodríguez Grupo de Asma y Educación (SENP) ISBN: 978-84-612-1714-4 Nº Registro: 08/1431 2 Asma y Educación. Monografía 2008 AUTORES Laura Cabanes Colliga. Pediatra. Neumología Infantil. Hospital Universitario Clinico San Carlos. Madrid Manuel Praena Crespo. Pediatra. Atención Primaria. CS Candelaria. Neumología Pediátrica. Sevilla. Rosa Calvo Sagardoy. Psicóloga Clínica. Unidad de Trastornos de la conducta. Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid Rodrigo Puente García. Psiquiatra. Unidad de Trastornos de la conducta. Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid. Joan Figuerola Mulet. Pediatra. Neumología Pediátrica. Hospital Son Dureta. Palma de Mallorca. Carmen Rosa Rodríguez FernándezOliva. Pediatra. Atención Primaria. CS La Cuesta. Neumología Pediátrica. Tenerife Margarita López-Seyller. DUE. Neumología Infantil. Hospital Universitario Clinico San Carlos. Madrid Juana María Román Piñana. Coordinadora del grupo de Asma y Educación. Jefe de Servicio de Pediatría. Neumología Pediátrica. Hospital Son Dureta. Mª Teresa Miguel Martín. Psicóloga Clínica. Unidad de Trastornos de la conducta. Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid. Javier Korta Murua. Pediatra. Neumología Pediátrica. Hospital Donosita. Guipúzcoa. A Rojo Hernández. Pediatra. Neumología Pediátrica. HU Materno-Infantil. Granada Santiago Rueda Esteban. Pediatra. Neumología Infantil. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid Máximo Martínez Gómez. Coordinador del grupo de Asma y Educación. Pediatra. Neumología Pediátrica. HU Materno-Infantil. Granada Gabriela Spitaleri. Pediatra. Neumología Pediátrica. Hospital Materno-Infantil Carlos Haya. Málaga. JC Martínez Bernal. Medicina del Trabajo. HU MaternoInfantil. Granada José Valverde Molina. Pediatra. Neumología Pediátrica. Hospital Los Arcos. Murcia. Mª Angeles Neira Rodríguez. Pediatra. Neumología Infantil. Hospital Niño Jesús. Madrid. Carlos Vázquez Cordero. Pediatra. Neumología Pediátrica. Hospital de Cruces. Bilbao. Ana Pérez Aragón. Pediatra. Neumología Pediátrica. HU Materno-Infantil. Granada Pilar Vilariño Besteiro Psicóloga Clínica. Unidad de Trastornos de la conducta. Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid. 3 Asma y Educación. Monografía 2008 PRÓLOGO Hipocrates, Galeno, Avicena, Maimonides, Tomas Willis, Elliopson, Salter, Müller, Walker, Tiffeneau, Carryier, Cox, Ishizaka, Simpson y un largo etcétera, desde 3.500 a. antes de Cristo, han contribuido con sus hipótesis, sus descubrimientos, la valoración de los síntomas y la aportación de las últimas terapias, a conocer y tratar la enfermedad denominada por el Griego de COS con la palabra ASMA que significa “sed de aire”. Sin ser tan importantes como ellos, los que formamos el Grupo de Asma y Educación de la S.E.N.P., desde hace más de 5 años tratamos de aportar nuestro granito de arena aunando ideas y consejos que nos permita un mejor conocimiento sobre el manejo de la enfermedad y facilitando con estos cursos, una mayor efectividad en el cumplimiento del tratamiento, intentando transmitir a todos, normas que permitan mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. El objetivo general de este V curso de Asma y Educación es el de facilitar la información y las habilidades necesarias para un mejor manejo de la patología asmática, adquiriendo estas habilidades básicas y actualizando los conocimientos para implimentar planes de acción educativos. La cooperación al cambio social, en donde la salud y la educación, están al alcance de todos como un derecho universal inherente a la persona, deber ser nuestra practica constante. Por este motivo damos gran importancia a la educación, como acción para conseguir aquello por los que trabajamos: EL CONTROL DEL ASMA. Dra. Mª Ángeles Neira Rodríguez Grupo de Asma y Educación 4 Asma y Educación. Monografía 2008 INDICE Interés de la educación terapeútica en el asma………………………………….. 6 J Román Piñana Adherencia/Concordancia en el tratamiento…………………………………….12 MA Neira Rodríguez Ambitos de la educación en el asma infantil: Escuela …………………………..24 M Martínez Gómez, A. Rojo Hernández, A. Pérez Aragón, J. C. Martínez Bernal Ambitos de la educación en el asma infantil: Atención Primaria……………....30 CR Rodríguez Fernández-Oliva Ambitos de la educación en el asma infantil: Servicio de Urgencias y planta de Hospitalización………………………………37 J Figuerola Mulet Material didáctico para educación en asma: maletín educativo………………..44 S Rueda Esteban, A Pérez Aragón, J Korta Murua, C Vázquez Cordero Dispositivos para el suministro de Terapia Inhalada…………………………....49 G Spitaleri, M López-Seyller, L Cabanes Colliga Enfoque pedagógico en la educación terapeútica:………………………………59 R Calvo Sagardoy Enfoque pedagógico en la educación terapeútica: Relación con la familia: autoconciencia …………………………………………65 MT Miguel Martín Enfoque pedagógico en la educación terapeútica: Preparación para el cambio conductual: estadíos y procesos………………….71 R Puente García Enfoque pedagógico en la educación terapeútica: Presión social y estrategias de resistencia………………………………………..76 P Vilariño Besteiro Programas educativos de Atención al niño con asma…………………………...80 M Praena Crespo Automanejo: Plan de acción………………………………………………………92 J Valverde Molina, CR Rodríguez Fernández-Oliva 5 Asma y Educación. Monografía 2008 INTERÉS DE LA EDUCACIÓN TERAPEÚTICA EN EL ASMA Juana María Román Piñana Hospital Son Dureta. Palma de Mallorca 6 Asma y Educación. Monografía 2008 La educación terapéutica del paciente (ETP) es una práctica y un área científica joven, evolutiva, que encuentra su anclaje a la vez en la medicina, la pedagogía de la salud y las ciencias humanas (psicología de la salud, sociología, antropología, etc). Esta secuencia educativa, que reposa fundamentalmente sobre la relación de cuidados y sobre una aproximación estructurada, adquiere un lugar preponderante en el paciente en tanto que actor de su salud. Cada vez mas los profesionales de la salud, los pacientes, sus próximos y sus asociaciones, así como las Instituciones, contemplan el desarrollo de la educación terapéutica como elemento indispensable en el manejo de toda enfermedad crónica. En los sucesivos progresos obtenidos en relación a la enfermedad asmática, es de interés identificar los diferentes aportes científicos. Existe una primera fase, la de la “innovación biomédica”. Es el período 1970-1986. En esta etapa se llegó a tener conciencia de que el problema del asma, tanto en su forma aguda como crónica, estaba resuelto por la puesta en marcha de nuevas terapéuticas inhaladas con aerosoles dosificadores. Fue una etapa de euforia con la llegada de estos tratamientos que revolucionó entonces el manejo y la calidad de vida de los pacientes. El mismo fenómeno se produjo con la beclometasona en 1986. La problemática del asma parecía no existir ya para los médicos y las autoridades sanitarias, pero gracias a los anglo-sajones que han trabajado rigurosamente sobre escalas de calidad de vida, se puso de manifiesto que la situación no era la que se creía. Realmente se habían logrado terapéuticas notables con formas galénicas interesantes, pero en términos de calidad de vida de los pacientes, ésta no era la óptima .Los scores, en todas las dimensiones de la vida cotidiana, eran malos. Posteriormente, otros cuestionarios de calidad de vida, como los de Juniper2 especialmente y el de Montpellier mostraron el gran impacto del asma sobre la calidad de vida. A partir de estos cuestionarios hubo una toma de conciencia de la colectividad médica: el problema del asma no estaba del todo resuelto. Recomendaciones médicas han sido lanzadas a nivel nacional e internacional, y se ha reflexionado profundamente sobre cual podría ser el verdadero núcleo del problema: el de la implicación del paciente en su manejo. La definición de educación terapéutica es la del repport de la OMS-Europa, publicada en 1996, Therapeutic Patient Education-Continuing Education Programmes for Health Care Providers in the field of chronic Disease. La definición común standarizada, utilizada en salud pública en el seno de la Unión Europea, publicada en 20041 se apoya sobre el “repport” de la OMS-Europa. En este documento los términos educación del paciente y ETP, son considerados como sinónimos. La definición de la OMS-Europa del 1996 centra la realización de la ETP en los centros hospitalarios, pero una ETP estructurada puede ser puesta en marcha en todos los sectores y áreas de cuidados, cualquiera que sea el modo de ejercicio de los profesionales de la salud. La ETP contempla el ayudar a los pacientes a adquirir o mantener las competencias que necesitan para gestionar mejor su vida con una enfermedad crónica. Si realmente se desarrolla en el marco de un programa estructurado, la ETP participa en la mejoría de la salud del paciente (biológica y clínica) y en la mejora de su calidad de vida y en la de sus próximos. Las finalidades específicas de la ETP son la adquisición y mantenimiento por el paciente de competencias de auto-cuidados y la movilización o adquisición de competencias de adaptación (psicosociales). La adquisición de competencias de auto-cuidados es indisociable de la adquisición o de la movilización de competencias de adaptación. Todo programa de ETP personalizado debe tener en cuenta estas dos dimensiones, tanto en el análisis de las necesidades, de la motivación del paciente y de su receptividad a la propuesta de una ETP, como en las negociaciones de las 7 Asma y Educación. Monografía 2008 competencias a adquirir y a mantener en el tiempo, la elección de los contenidos, de los métodos pedagógicos y de la evaluación de los efectos. La adquisición de estas competencias como su mantenimiento están fundadas en las necesidades propias del paciente. Los auto-cuidados representan decisiones que el paciente toma con intención de modificar el efecto de la enfermedad sobre su salud, y que consisten en: • aliviar los síntomas, tomar en cuenta los resultados de un autocontrol • adaptar dosis de medicamentos, iniciar un auto-tratamiento; • realizar gestos técnicos y de cuidados; • poner en marcha modificaciones del modo de vida (equilibrio dietético, programa de actividad física, etc) • prevenir complicaciones evitables; • hacer frente a los problemas ocasionados por la enfermedad; • implicar su ambiente en la gestión de la enfermedad. Entre estas competencias de auto-cuidados, competencias llamadas de seguridad contemplan salvaguardar la vida del paciente. Estas competencias son consideradas por los profesionales de salud como indispensables o prioritarias a adquirir por los pacientes o sus próximos. La ETP no se reduce a la mera información. Meta- análisis de estudios controlados randomizados en pacientes asmáticos han mostrado que la información no es suficiente para ayudar a los pacientes a gestionar su enfermedad a diario. Una información oral o escrita, un mensaje de prevención… pueden realizarse en diferentes ocasiones pero no es equivalente a la ETP, incluso la información sobre los tratamientos puede no ser suficiente si se quiere una participación del paciente en la toma de decisiones. Paralelamente a todas estas reflexiones, se han realizado estudios médicoeconómicos. El primero importante es el de 1990 realizado por el Boston Consulting Group que cifra la hospitalización de los asmáticos en 2 millones de dólares. El primer meta-análisis que prueba la eficacia de la educación terapéutica es reciente, ya que data solo desde el año 2002. El segundo meta-análisis que analiza la actividad de la educación sobre la disminución de las hospitalizaciones, de los síntomas, del absentismo y de la calidad de vida, data del 2005. Los factores que influencian la mortalidad y la morbilidad ligados al asma citados por Oppedisano et al3 son: - la subestimación de la severidad del asma tanto por parte del paciente como del médico; - un tratamiento inapropiado con una sobreutilización de los broncodilatadores y una subutilización de medicamentos anti-inflamatorios; - un aumento a la exposición de alergenos ambientales; - la inobservancia del tratamiento; - retraso excesivo en la utilización de medicación. Alguno de ellos podrían ser corregidos con una educación apropiada. El objetivo de los programas de educación, es paliar estos factores y evitar los principales riesgos de la enfermedad asmática que son la muerte, la evolución a handicaps respiratorio y la repercusión en la vida cotidiana, además del absentismo escolar y profesional. En el meta-análisis de Gibson3 sobre la eficacia de programas educativos estructurados, los estudios analizados muestran una mejora en los conocimientos del paciente 8 Asma y Educación. Monografía 2008 sobre su enfermedad, pero el beneficio en términos de morbilidad, de disminución de la mortalidad, de calidad de vida y de consecuencias sociales ha sido escasamente demostrado, quizás por el seguimiento corto (1 año) y un efecto de “contaminación” de los grupos control por las intervenciones educativas. Para apreciar la eficacia de tales programas, los criterios de juicio serían la morbilidad, la mortalidad, la tasa de admisiones, la tasa de consultas médicas, el número días de absentismo, pero también criterios cualitativos como la medida de la calidad de vida. Las recomendaciones canadienses5 insisten sobre el interés de estos programas de educación en los pacientes asmáticos de alta morbilidad. La Agencia de evaluación de tecnologías y de modos de intervención en salud de Québec (AETMIS)6 consideran como población diana los pacientes con asma moderado o severo y los que presentan un control insuficiente de su enfermedad. Programas de educación “simplificados” o programas de información Se llama programa “simplificado” un transferí de información dispensada individualmente o en grupo a personas asmáticas, por enfermeras, farmacéuticos, educadores de salud, sobre la fisiopatología del asma, el control de los factores desencadenantes así como los efectos secundarios de los medicamentos. El efecto de tales programas (pacientes mayores de 16 años) ha sido evaluado por la Cochrane Library (11 estudios randomizados)6. El programa podía ser interactivo, con retro-información (sesión educativa individual o en grupo) o no interactivo sin retro-información, por intermediario de soportes (escrito, audio, vídeo). Estos programas simplificados excluían la medida del flujo, el Plan de Acción por escrito individualizado y la evaluación o modificación del tratamiento. Los criterios de juicio utilizados eran la ausencia de hospitalización por asma, el número de consultas a urgencias, el número de visitas no programadas a su médico, la función pulmonar, el consumo de medicamentos, el absentismo escolar, la limitación de las actividades y la percepción de los síntomas. Los resultados de los 11 estudios controlados han mostrado que los programas de educación simplificados o programas fundados en la sola información no reducían la frecuencia de las hospitalizaciones, no disminuían el número de consultas ni tenía efectos sobre la función pulmonar ni sobre el consumo de medicamentos y sí mejoraba la percepción de los síntomas por el paciente (odds ratio = 0,40; IC 95%:0,18 a 0,86). La calidad de los estudios de este meta-análisis es variable. Tres objetivos son los esenciales a conseguir con la Educación Terapéutica: - mejorar la calidad de vida de los asmáticos - disminuir las hospitalizaciones - disminuir los costes directos e indirectos Tres objetivos para lograr su desarrollo: - facilitar la educación terapéutica del paciente - facilitar la formación de los profesionales de la salud - mejorar la coordinación interprofesional La educación del paciente no es solamente una enseñanza técnica. En la definición de la OMS, se incluye la sensibilización, la formación, el aprendizaje, pero igualmente la motivación y el soporte psico-social. Todas estas dimensiones forman parte del programa de educación terapéutica. Se desencadenará el reflejo educativo cuando los médicos tomen verdaderamente conciencia de que la enfermedad crónica no se trata como una enfermedad aguda y que no se 9 Asma y Educación. Monografía 2008 trata de renovar las prescripciones. Es necesario intentar poner en marcha una estrategia a largo plazo, una alianza médico-paciente. La educación terapéutica contempla a ayudar al paciente y a su entorno a comprender la enfermedad asmática, su tratamiento y las modalidades de cooperación con los profesionales de la salud. Se basa en la adquisición de competencias en alianza con los profesionales. Se la reconoce imprescindible para la observancia terapéutica y permite disminuir la incidencia de hospitalizaciones y el consumo de servicios sanitarios. Representa uno de los tres ejes principales del manejo del asmático, junto a la prescripción medicamentosa y el control del ambiente, mejorando su calidad de vida. Recomendaciones relacionadas con la educación terapéutica del paciente asmático han sido elaboradas por ANAES en 20018. Estas recomendaciones están basadas en una secuencia educativa en varias etapas, secuencia que comporta como mínimo, una evaluación del asma, un aprendizaje de la auto-gestión del tratamiento por el paciente y una identificación de las dificultades de vivir con la enfermedad. Todavía los profesionales de la salud médicos y paramédicos están poco familiarizados con el concepto mismo de educación terapéutica y con los métodos puestos en marcha. ¿Qué competencias hay que conseguir con la educación terapéutica? 1. Hacer conocer las necesidades del paciente Exponer sus necesidades, sus valores, sus conocimientos, sus proyectos, sus actitudes, sus emociones (Diagnóstico Educativo). 2. Comprender, explicarse (Ayudar al paciente) Comprender su cuerpo, su enfermedad, explicar la patología física, las repercusiones sociofamiliares de la enfermedad, explicar los principios del tratamiento. 3. Analizar, interpretar (que el paciente sea centinela de sí) Identificar signos de alerta, síntomas precoces, análisis de la situación de riesgo. Interpretar resultados de examen, medidas de pico-flujo. 4. Tomar decisiones Conocer, aplicar la conducta a tener ante una crisis de asma. Decidir la urgencia. Saber aplicar un protocolo de urgencia. Saber que hacer en caso de crisis. 5. Resolver un problema diario de terapéutica Gestionar su vida y su enfermedad. Resolver un problema de prevención. Ajustar el tratamiento, adaptar la dosis de tratamiento. Establecer un equilibrio. Trasladar al ambiente un modo de vida favorable a la salud (actividad física, gestión de estrés) 6. Practicar, hacer medir Practicar las técnicas, practicar los gestos (gestos en urgencia, expresión) 7. Adaptar, reajustar Adaptar su terapéutica a otro contexto de vida (viaje, embarazo). Reajustar el tratamiento. Integrar nuevas tecnologías médicas en la gestión de su enfermedad. 8. Utilizar los recursos del Sistema de Salud Saber donde y cuando consultar. A quien llamar. Hacer valer los derechos (trabajo, escuela..). 10 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFIA 1. Juniper EF, Buist AS,Cox FM, Ferrie PJ, King DR. Validation of a standardized version of the Asthma Quality of Life Questionnaire. Chest 1999; 115: 1265-70. 2. Oppedisano R, Kavuru MS. Asthma patient education: a primer for the primary care physician. Comprr Ther 1006; 22: 695-702. 3. Gibson PG, Boulet LP. Rol of asthma education. In: Evidence- Based Asthma Management. London: BC Baker; 2001 4. Boulet LP,Becker A, Bérubé D,Beveridge R, Ernst P. Canadian asthma consensus report. Can. Med Assoc J. 1999; 161.Suppl 11: S1-61. 5. Agence d’evaluation des technologies et des modes d’intervention en santé. Efficacité de programmes d’autogestion des problemes respiratoires obstructifs. Rapport-octobre 2000 (AETMIS 00-4RF). Montreal : AETMIS ; 2000). 6. Gibson PG,Coughlann J. Wilson AJ, Hensley MJ, Abramnson M, Bauman A, Walters EH. Limited patient educationn program for adults with asthma (C0chrane Review). In: Cochrane Library, Issue 3. Oxford: Update Software; 2000). 7. Agence national d’accréditation et d’evaluation en santé. Information des patientes. Recommandations destinées aux médecins. Paris : ANAES ; 2000. 8. D ‘ Ivernois JF, Gagnayre R. Apprendre a eduquer le patien, approche pèdagogique. Editions Vigot. Paris 1995. 11 Asma y Educación. Monografía 2008 ADHERENCIA/CONCORDANCIA EN EL TRATAMIENTO DEL ASMA María Angeles Neira Rodríguez Hospital Niño Jesús. Madrid 12 Asma y Educación. Monografía 2008 Introducción Resulta satisfactorio comprobar los avances conseguidos en la última década en relación con la etiopatogenia y la terapéutica del ASMA INFANTIL, y sin embargo, los índices de morbimortalidad apenas se han modificado. Existe a nivel mundial una población de 300 millones de enfermos asmáticos y lo que es más preocupante, su prevalencia sigue aumentando en muchos países, sobre todo en la edad pediátrica. El número de muertes ocasionadas por el asma se estima en 250.000 al año, y esta mortalidad no parece correlacionarse con la prevalencia. Es por esto, por lo que nuestro grupo de trabajo sigue avanzando con paso firme en su objetivo fundamental: potenciar el 1er pilar del tratamiento del asma: La educación del paciente. Hemos centrado nuestros esfuerzos y recursos en programar cursos con una clara vocación social, prestando una especial atención a diversos colectivos (médicos, A.T.S. y farmacéuticos), y desde luego al principal protagonista: el paciente asmático. Es especialmente grato comprobar el amplio respaldo social que hemos encontrado y la excelente acogida de este tema: LA EDUCACIÓN, de tal manera, que la mayoría de los cursos organizados por las distintas Instituciones (SEPAR, Neumomadrid, Neumosur, etc.), ya contemplan en sus mesas redondas y en sus programas la importancia de este tema: “Escuela para padres y talleres para los pacientes”. ¿En qué situación estamos? El asma es la enfermedad crónica más prevalente en pediatría, cursa con reagudizaciones y requiere la participación activa de la familia (padres y niño) para lograr su control. Por eso la educación busca como horizonte el que todos asuman progresivamente responsabilidades en su cuidado a medida que reciben información y conocimiento de las técnicas y también una comunicación adecuada, que rompa las barreras y desarrolle entre el médico y el paciente una “alianza terapéutica” que ayude a reducir la morbi-mortalidad, las ausencias escolares y los costes, tanto directos (hospitalizaciones), como indirectos, aumentando la calidad de vida del paciente y de su familia. 13 Asma y Educación. Monografía 2008 Esto implica: El desarrollo de procesos educativos protocolizados y adecuados a la magnitud de cada caso, y a la capacidad de cada familia. La coordinación de los niveles asistenciales, que es junto con la educación, el otro elemento esencial, siendo preciso establecer canales de comunicación entre Atención Primaria y Atención Hospitalaria. Sólo la educación básica: el incremento de los conocimientos de la enfermedad por el paciente y por la familia. Su carácter de cronicidad, el saber evitar alérgenos para así evitar crisis agudas o visitas innecesarias al hospital, el saber utilizar los fármacos en el momento adecuado y de la manera correcta, y el aumento de las habilidades, conducirán a un mayor grado de satisfacción y al automanejo, lo que conllevará una buena ADHESIÓN al tratamiento y la confianza, en que su médico es ese profesional capaz de dar las respuestas que necesita en momentos de duda, evitando así, la peregrinación por distintos centros buscando una solución que simplemente se esconde en ”saber escuchar”. ¿Cómo mejorar el cumplimiento terapéutico? En primer lugar tenemos que vencer las barreras médicas como son: 1. El tiempo limitado que se dedica al paciente en las consultas de Atención Primaria. 2. La valoración exclusiva, muchas veces, de los aspectos agudos del asma, considerando sólo la broncodilatación y desestimando el resto. 3. El desconocimiento de los consensos internacionales en el manejo del asma. En segundo lugar las BARRERAS de los pacientes: Su dificultad para plantear cuestiones durante los escasos minutos de la consulta. La dificultad para entender el lenguaje médico. Sus fobias hacia los corticoides. El escaso adiestramiento en los sistemas de inhalación que se les proporciona. El temor a la dependencia del médico y del hospital. ¿Cuántos aerosoles se habrán gastado sin que hayan llegado a las vías respiratorias bajas tan solo una pequeña parte del producto inhalado?. ¿Cuántas recetas duplicadas porque el paciente ha desperdiciado dosis y ha tenido que repetir varias veces la inhalación?. ¿Cuántas crisis asmáticas se hubieran evitado si el paciente hubiera sabido reconocer los alérgenos y evitarlos?. Todo esto conduce al “pobre cumplimiento del paciente”, o lo que podríamos denominar también como: 14 Asma y Educación. Monografía 2008 INCUMPLIMIENTO - FALTA DE CONCORDANCIA o falta de AHERENCIA. Para muchos niños el asma desaparece, o crea pocos problemas. Para otros, se mantendrá en la vida adulta. Aunque no es posible predecir el futuro de cada uno, es evidente que el buen manejo de su enfermedad evitará problemas posteriores. Comenzaremos por definir estos 3 conceptos: EL CUMPLIMIENTO: Es la conducta del paciente frente al tratamiento prescrito por el médico, aceptándolo o desestimándolo. LA ADHERENCIA: Es un paso más adelante. Significa que el paciente acepta voluntariamente, uniéndose o sumándose al tratamiento prescrito. LA CONCORDANCIA: Significa la conformidad de una cosa con otra, decisión corresponsable implicación del paciente y compromiso a través del acuerdo con el médico acerca del tratamiento o plan terapéutico a seguir. El verbo concordar significa: congeniar, convenir, disponer, arreglar. Desde el punto de vista educativo, siendo importante el grado de cumplimiento y la adherencia al tratamiento, es fundamental la existencia de una adecuada relación médico + paciente + familia, como eje prioritario y elemento clave para la “adherencia - concordancia”, sobre la que influirán distintos factores como: El tipo de medicación prescrita. La duración del tratamiento. Las medidas de control ambiental. Las técnicas de inhalación. La situación familiar, estructural y social. La edad del paciente. El verbo EDUCAR es difícil de conjugar, porque nuestro mayor error es recitarlo de memoria o darlo por supuesto, cuando en realidad nunca se aprende del todo. Educar supone la generosidad de ponerse al servicio del otro al que educamos. La educación es tarea de todos los días. No acaba nunca. Mientras vivimos nos transformamos y nos estamos educando. Educar en asma no es el simple hecho de enseñar el manejo de los inhaladores y del “picoflujo” al paciente en la consulta, sino aquello que sirve para hacer al enfermo y a su familia más libres. Para ello habremos de disponer: a) De los elementos necesarios tanto materiales como humanos: equipo educador. b) Establecer un plan o método educativo global. c) Desarrollar planes educativos personalizados. 15 Asma y Educación. Monografía 2008 Etapas de la adherencia El asma, es de las enfermedades crónicas, la más común. Su prevalencia varía según la edad y el tipo. Según los datos recogidos en nuestro país en la 1ª infancia y en la edad escolar, el asma es más frecuente en los varones, igualándose esta proporción en la etapa adolescente e invirtiéndose este predominio en la edad adulta, donde afecta más a la mujer, barajándose hipótesis como el calibre de las vías aéreas y las hormonas sexuales. Diversos estudios han demostrado que el grado de adherencia al tratamiento varía según la edad del paciente, y la gravedad del asma, siendo la etapa de la adolescencia la de menor adherencia y cumplimiento. El adolescente atraviesa una difícil etapa de rebeldía frente a las normas dictadas, rebeldía frente al reconocimiento de su propio cuerpo, es la etapa de su autoafirmación, por lo que con frecuencia se convierten en “incumplidores” o malos cumplidores del tratamiento, por vergüenza de tomarlo ante sus compañeros o a veces por olvido. El adolescente reacciona negando su enfermedad ante la pérdida de la autoestima, infravalora sus síntomas convirtiéndose en un sujeto de riesgo de asma grave. Realizan tratamientos inadecuados sobreutilizando los fármacos broncodilatadores de acción corta, y al mismo tiempo olvidan o rechazan la medicación de base a largo plazo (los antiinflamatorios), sobre todo los corticoides. Por eso los estudios realizados sobre la tasa de incumplimiento terapéutico en todas sus áreas, la sitúan en la etapa de la adolescencia en el 50%, e incluso otros aportan cifras más dispares, situándose en el 15% para niños y el 70% en adultos y adolescentes. La búsqueda de la adherencia y la concordancia, debe de aplicarse no sólo a la cumplimentación terapéutica, sino también al conjunto de las modificaciones en el estilo de vida y las decisiones que la familia precisa tomar en relación con el asma. La concordancia es una estrategia que implica en ocasiones aceptar de forma temporal actitudes o tratamientos subóptimos, evitando una relación médico-familia basada en la falta de confianza, y evitando el bloqueo de la posibilidad de recuperar la terapia adecuada. El médico debe saber aceptar el derecho de las familias y del paciente a tener puntos de vista propios, sobre la salud y la enfermedad, interviniendo educativamente sobre ellos para reconducirles en el sentido correcto. Para que el paciente siga el plan del tratamiento prescrito por el médico y se adhiera a las habilidades, ha de establecerse una relación de confianza entre ambos, exponiendo el primero sus miedos, sus preocupaciones y sus dudas; y los profesionales sanitarios explorando las ideas que tiene el enfermo sobre la enfermedad y su tratamiento, estableciendo un diálogo con el paciente sobre las dificultades que encontrará para seguir el tratamiento. Esto se llama motivación. Sólo los pacientes y las familias motivadas sabrán tomar decisiones autónomas positivas, siendo menos susceptibles a la frustración que puede generar una nueva crisis o un ingreso. 16 Asma y Educación. Monografía 2008 Adherencia al tratamiento- Metodología “El hombre es como un río de agua que tiende a ser fecundo por donde pasa. Cuando a un río se le cerca, como cuando a un hombre se le aisla, se convierten en pantano estéril lleno de miseria”. Se han descrito 3 metodologías que pueden ser aplicadas en la educación del paciente asmático, con el objetivo de asegurar una mayor adherencia: - Metodología personalizada - Metodología vivenciada - Metodología creativa Deberemos utilizarlas en cada paciente, eligiendo para cada uno la más adecuada según la fase de su enfermedad, considerando sus circunstancias familiares e implicándolos a todos (A. Gervilla Castillo). En nuestros pacientes existen diferencias significativas, por lo que la educación se adecuará a las características de cada uno de ellos (metodología individualizada), esto conlleva el conocimiento en profundidad de cada uno, y la realización de un buen diagnóstico para poder adaptar paso a paso el proceso educativo. La metodología vivenciada está basada en vivencias: el niño-adolescente vive EN-CON y POR su cuerpo: siente, actúa, interpreta, expresa (Bacells y Muñoz Vicen, 1981). El método creativo se basa principalmente en la creación de un clima sin tensiones, relajado, siguiendo si es posible el “modelo de solución de problemas”. “El niño - adolescente es una gota de cerebro en un océano de sentimiento”. Nicolás Fabre, en su libro “La educación familiar y sus problemas”, piensa que la responsabilidad de los padres en este punto, es fundamental para la adherencia - concordancia del adolescente asmático, donde las competencias del paciente contribuyan a mejorar la eficacia de los tratamientos y la calidad de vida. Las actividades a realizar deberán tener en cuenta el papel activo del niño en el control de su enfermedad, la repercusión en el contexto escolar y familiar, el seguimiento del control ambiental y sobre todo el cumplimiento del tratamiento. De todos los MÉTODOS, por mi experiencia, el más eficaz es el de la EDUCACIÓN PERSONALIZADA basada en la comunicación persuasiva y motivadora. Debe ser individualizada, dependiendo de las características de la enfermedad de cada niño. - Adaptada: A la edad del paciente y a la capacidad intelectual de la familia. - Coherente: Adecuando el mensaje a la situación actual de la terapia antiasmática. - Clara: Utilizando terminología asequible para todos. La información deberá ser escalonada y gradual según evoluciones la enfermedad, siendo flexible a la hora de establecer plazos. 17 Asma y Educación. Monografía 2008 En términos generales los enfermos tienen mucho interés en obtener y buscar información sobre su enfermedad, pero prefieren que sea el médico el que les indique las modificaciones del tratamiento que deben efectuar para mantener bien controlada su enfermedad. También por la experiencia, sabemos que a pesar del correcto seguimiento por el médico y un adecuado nivel de educación del paciente y de la familia, con el paso del tiempo la “adherencia” disminuye por lo que reitero que todas las estrategias deben ser revisadas y mantenidas en cada consulta. ¿Cómo podemos evaluar la adherencia? Para medir los resultados son necesarios los recursos humanos y materiales, auditorias adecuadas, estudios aleatorizados y controlados...., etc. Es evidente que el médico en cada visita puede y debe evaluar el grado de concordancia pero a veces esta valoración no es muy ajustada, pudiendo identificar erróneamente un alto número de incumplidores. Por lo tanto, en el momento actual carecemos del sistema ideal para medir el grado de cumplimiento y la mayoría utilizamos los únicos métodos existentes: - Directos: Análisis bioquímicos en sangre, orina y saliva. - Indirectos: Utilización interrogatorio al paciente y a la familia. de cuestionarios, diarios de síntomas, Control clínico: valoración de síntomas, exploración física y exploración funcional. Medicación o recuento de las pastillas, inhaladores consumidos o si el dispositivo está provisto de contador (sistemas novolizer o accuhaler) ver las dosis utilizadas. Medición mediante dispositivos electrónicos como el “Doser” o el sistema OPTINEB 2 que registran la utilización y el número de inhalaciones realizadas. Los últimos ensayos clínicos realizados por los laboratorios farmacéuticos, han desestimado los diarios cumplimentados por el paciente o por la familia al quedar en evidencia la manipulación de los mismos, por lo que actualmente se utilizan métodos electrónicos por ser más precisos, sin embargo, fuera de estos ensayos estos métodos no están en su mayoría disponibles en la práctica clínica. LA GINA declara que “en la práctica clínica habitualmente el control se realiza interrogando al paciente y a la familia”. También se han propuesto distintos test o cuestionarios que nos permitan medir la adherencia, pero desgraciadamente los resultados tienden a super valorarla en comparación con los dispositivos electrónicos, hasta en un 50%. 1- Test de Haynes - Sackett, diseñado para medir la tensión arterial en principio, pero aplicable al asma, basado en preguntas abiertas. 2- Test de Morinsky - Green A.E.P.Q. (Alfred impatient asthma education program questionnaire) consta de 4 preguntas. ¿Se olvida de tomar la medicación? 18 Asma y Educación. Monografía 2008 ¿La toma a las horas indicadas?. ¿La suspende cuando se encuentra bien? ¿La deja de tomar cuando se siente mal? Se considera buen cumplidor al que contesta el 80%. 3- En USA se utiliza el Plan - Do - Study - Act (PDSA), que mide la efectividad del tratamiento en condiciones reales. Es un modelo bastante simple y se lleva a cabo en 4 fases: Recogida de datos (PLAN). Desarrollo de guías clínicas (DO). Evaluación de los resultados (Study). Retroalimentación (revisión de formularios y guías) en base a los resultados (Act.). 4- Método REC: valora el número de recetas dispensadas frente a las previstas para el tratamiento en cierto período. Comprueba si la técnica inhalatoria es correcta y pregunta el nombre del medicamento, la dosis y si la olvida tomar alguna vez. 5- Medición de óxido nítrico exhalado: este método es prometedor, pero actualmente está poco estudiado como para considerar a este marcador de inflamación eosinofílica, el parámetro evaluador de la adherencia al tratamiento con corticoides. En el momento actual tan solo existen 2 sistemas fiables para la evaluación del grado de cumplimiento de la terapia inhalatoria que son el NOVOLIZER, cuyo contador permite estimar las dosis inhaladas con mejor exactitud, ya que solamente corre cuando la dosis ha sido realmente inhalada, y por lo tanto no está sometido al efecto DUMPING o desperdicio como puede caber en los sistemas accuhaler en los que el número corre con la sola maniobra de girar el cargador, aunque no se haya efectuado la inhalación. Otro sistema eficaz es el OPTINEB-2 compresor, es un dispositivo de nebulización, destinado por una parte a ofrecer al paciente un tratamiento con toda tranquilidad, con una mayor seguridad, y por otra parte a facilitar al médico un conjunto de información que le permita además de adecuar la prescripción, conocer el grado de cumplimiento a la hora de identificar el proceso terapéutico. El compresor libera el medicamento únicamente durante la inspiración, asegurando así la toma puntual y completa, y al mismo tiempo registra el número de inhalaciones, la hora y el medicamento inhalado (broncodilatador o antiinflamatorio), mediante un modem, fácil de leer en ordenador. Como resumen podemos decir que para un mejor control del asma se deberán tener en cuenta 3 pilares fundamentales: Diagnóstico correcto. Tratamiento eficaz. 19 Asma y Educación. Monografía 2008 Colaboración entre el paciente, la familia y el médico, mediante estrategias conductuales y de motivación para una buena ADHERENCIA 20 Asma y Educación. Monografía 2008 I DEFINIR EL PROBLEMA 1. 2. 3. 4. II DESCUBRIR RESULTADOS DESEADOS ¿Quién está implicado?. ¿Qué comportamiento describen y cómo reaccionan los individuos frente al problema?. ¿Qué información necesitamos?. ¿Es controlable el problema?. 1. 2. ¿Cómo saber cuando hemos solucionado el problema?. ¿Qué resultados deseamos?. a) Condiciones; b) Comportamientos; c) Actitudes. III PROPONER ALTERNATIVAS 1. ¿De cuantas maneras podríamos alcanzar los resultados deseados?. 2. ¿Hemos agotado todas las formas de previsión del éxito?. IV ANALIZAR ALTERNATIVAS 1. ¿Qué recursos necesitamos para cada alternativa?. a) Personas; b) Tiempo; c) Dinero; d) Materiales. 2. ¿Ventajas de cada alternativa?. 3. ¿Dificultades de cada alternativa?. V SELECCIONAR LAS MEJORES ALTERNATIVAS VI ESTABLECER LOS PASOS DE ACCIÓN 1. ¿Por qué éstas y no otras?. 2. Necesitan evaluación los resultados deseados?. 1. 2. 3. 4. VII EJECUCIÓN VIII EVALUACIÓN ¿Qué procedimiento se adopta?. ¿De qué es responsable cada uno?. ¿Cuándo llega la hora de la acción?. ¿Necesitamos un plan de control?. 1. ¡Acción! 1. 2. 3. 4. ¿Hemos conseguido los resultados deseados?. ¿Qué pasos favorecieron o impidieron nuestro programa?. ¿Hemos procurado la “retroalimentación” necesaria?. ¿Será necesario redefinir el problema?. (A. Gervilla Castillo. Metodologías a seguir con niños adolescentes asmáticos. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Málaga). 21 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA: 1) Global initiative for asthma (GINA) 2006. 2) Guia Española para el control y manejo del asma (GEMA) 2003 3) Gibson P.G.Talbot PI. Toneguzzi RC.and the Population Medicine Group 91 C. 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Monografía 2008 16) Clark N. Asthma self-management education. Research and implications for clinical practice. Chest 1989; 95:1110-1113. 17) Wolf FM. Guevara JP. Grum CM. Clark CM. Cates CJ. Intervenciones Educativas para el Asma Infantil. La Cochrane Library plus en Español . Oxford: Update Software. 18) Henry RL: Gibson PG: Vimpani GV. Francis JL. Hazell J. Randomized controlled trial odf 19) Rodriguez R. M. Y Parra Arrondo A. Asma: educación del paciente asmático.Capitulo 23. 2005 :373-390. 20) Madsen RW. Enabled intecactive asthma education program :a randomised trial .Pediatrics 2003;111: 503-10. 21) Vázquez Cordero C. Adherencia al tratamiento de mantenimiento en el asma. Ponencias IV Curso de Educadores en Asma.-Litomaype S.L. 2007 :13-18. 22) Joyce H.M. Bender B.G. Gavin L.A. O¨Connor S.L. Wamboldt M.Z. Relations among asthma knowledge,treatement adherence and outcome. J.Allergy. Clin. Immunol. 2003; 111:498-502. 23 Asma y Educación. Monografía 2008 AMBITOS DE LA EDUCACIÓN EN EL ASMA INFANTIL : ASMA Y ESCUELA M. Martínez Gómez*, A. Rojo Hernández*, A. Pérez Aragón*, J. C. Martínez Bernal** *Unidad de Neumología y Alergia Pediátrica; HU Materno Infantil .Granada ** Medicina del Trabajo 24 Asma y Educación. Monografía 2008 Dentro del seguimiento y tratamiento del paciente asmático, se admite que el papel de la educación del paciente en relación a su propia enfermedad, permite a este un mejor conocimiento de la misma, pronostica una mejor evolución y facilita una mayor efectividad en el cumplimiento del tratamiento. La finalidad de la Educación es conseguir que tanto los profesionales sanitarios como los pacientes pediátricos, así como su entorno familiar y escolar, puedan ser formados y educados con el objetivo fundamental de conseguir una óptima calidad de vida y capacidad suficiente para manejar el asma de forma autogestionada1 Ámbito de la Educación: Aunque el personal sanitario, médicos, enfermeras (DUE) e incluso farmacéuticos, sean considerados responsables principales en la educación del niño o adolescente con asma, está comprobado que tanto el entorno familiar como el escolar son ámbitos propicios para el desarrollo de programas educativos2-5. De este último apartado, el escolar, desarrollaremos algunos aspectos relevantes. El niño asmático y la escuela : La escolarización de un paciente asmático y su integración plena en las actividades escolares, pueden verse afectada por el grado de severidad de la enfermedad, por el conocimiento de la misma que tengan el niño, el entorno familiar y el profesorado, por la posibilidad de cumplimiento del tratamiento dentro de la escuela y por la aceptación e integración dentro de dicho entorno. Está comprobado que un programa de educación disminuye de forma modesta el absentismo escolar, pero también va asociado a un menor número de días de actividad restringida6,7 y a la posibilidad de suministrar ayuda en un momento definido al alumno que es asmático8 (Evidencia B). La escuela y el niño asmático: El centro escolar debe cumplir una serie de requisitos recogidos en decálogos9 o cuestionarios10. Se recogen (Tabla-1 y Tabla-2) de forma resumida los consejos e interrogantes que deberían cumplir los centros escolares con capacidad para atender a los niños asmáticos. Tabla- 1.Decálogo colegio saludable 1. Estar libre de tabaco 2. Existe personal encargado para atender niños asmáticos 3. Hay botiquín con medicación de rescate 4. Los niños pueden llevar y tomar la medicación antiasmática 5. Están identificados los niños asmáticos 6. Existe plan de atención ante una crisis aguda de asma 7. Se mantiene nivel de higiene correcto y calidad de aire adecuada 8. Los profesores de educación física conocen a los niños asmáticos 9. Dispone de aulas que minimizan los alergenos y factores predisponentes 10. En épocas de polinización se toman medidas oportunas que minimizan efectos www.respirar.org/portalpadres/uso.htm 25 Asma y Educación. Monografía 2008 Tabla-2. Interrogantes para determinar la capacidad de atención del Centro escolar Cuestiones a responder: 1. ¿Se cumple en el Centro la política de no fumar? 2. ¿Hay buena calidad del aire y se eliminan posibles alergenos? 3. ¿Hay a diario personal sanitario en el Centro? 4. ¿Se puede administrar en el Centro la medicación indicada y autorizada? 5. ¿Existe un plan de emergencia ante un episodio agudo de asma? 6. ¿Existe algún profesor responsable que enseñe aspectos básicos del asma? 7. ¿Tienen los estudiantes alternativas que permitan realizar actividad deportiva? www.nhlbi.nih.gov/about/naepp Plan de acción para el asma en el ámbito escolar A. Pediatra Elaborar informes clínicos dirigidos a tutores o profesores de educación física11, donde se haga constar las características de la enfermedad, así como la medicación y la indicación de administración de la misma en el horario escolar si fuese necesario. Participación y asesoramiento en el diseño de una ficha relativa al asma12, donde consten el mayor número de datos relacionados con la enfermedad (Tabla-3). Analizar la posibilidad de divulgación y enseñanza mediante Cursos de formación, dirigidos especialmente al profesorado de los Centros escolares que pertenezcan a su ámbito sanitario. Tabla-3.Contenido ficha relativa al alumno asmático FICHA RELATIVA AL ASMA Datos personales Personas de contacto (padres, tutores, personal sanitario) Síntomas para reconocer una crisis asmática Tipo de asma Posibilidad de automedicarse Medicación previa al ejercicio Medicación de mantenimiento Indicación de medicación en el Centro escolar Medicación de rescate Comportamiento ante una crisis de asma Autorización paterna B. Profesorado: Se ha comentado en el apartado anterior, las características ideales que debe tener un Centro escolar para educar en su entorno a un niño con enfermedad asmática; no obstante , y dando un paso más , sería deseable que el profesorado colaborara en la detección precoz de alumnos con asma13, lo que conlleva que dicho profesorado reciba la suficiente información sobre la enfermedad y los recursos suficientes para actuar en situaciones definidas (absentismo escolar, dificultad para completar ejercicios de educación física, alteraciones en calidad de vida y autoconcepto del alumno) relacionadas con la misma. 26 Asma y Educación. Monografía 2008 Desde 1999 existen programas de formación e información sobre el asma y otras patologías crónicas para profesores y profesoras de Educación Física, que se imparten incluso en el período de licenciatura en Facultades y Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado; esto se traduce en la publicación de documentos de consenso14, que deberían facilitar la prevención y el control de la enfermedad asmática. Es una realidad, que en clase de Educación Física algunos alumnos asmáticos no pueden completar las pruebas exigidas, de aquí la importancia que puede tener la adaptación de dichas pruebas a los alumnos que de forma justificada mediante autorización paterna y certificación o informe médico, confirmen dicha necesidad. El deporte representa para el asmático una forma de relación con su entorno escolar y también de desarrollo físico y personal13,15. La posibilidad de realizar ejercicios preferentemente aeróbicos y de mediana o baja intensidad (Tabla-4), así como el realizar un calentamiento previo e incluso técnicas de relajación y establecer pautas de descanso temporal, van a facilitar la realización de las actividades deportivas14. Tabla-4. Características de pruebas deportivas Deportes asmógenos Deportes poco asmógenos Carrera medio fondo y fondo Raqueta Ciclismo Lucha Fútbol Balonmano Baloncesto Gimnasia Rugby Golf Ambiente frío (Jockey hielo, patinaje Carrera velocidad hielo y esquí) Natación , buceo y waterpolo Senderismo y piragüismo Tiro Yoga C. Médico escolar: Debería ejercer su labor dentro del entorno escolar difundiendo un conjunto de conocimientos sobre el comportamiento y actuaciones a seguir ante algunas enfermedades como por ejemplo el asma, dándoles un enfoque tanto sanitario como social y preferentemente desde el punto de vista de prevención. En Andalucía se crearon en 1995 (BOJA,153,29/11/1995) los denominados equipos de Orientación Educativa16, que compuestos básicamente por médicos escolares, pedagogos, psicólogos, maestros, etc, facilitan la integración del alumnado con problemas tanto físicos como sociales. Sería ideal una difusión más generalizada de equipos de estas características y en los que se incluyeran también representantes de medicina pediátrica. D. Administración: Según la LOE (Ley Orgánica de Educación) (BOE 106, 4/5/2006), se entiende por alumnado que presenta necesidades educativas especiales, “aquel que requiera, por un período de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conductas”. 27 Asma y Educación. Monografía 2008 En el artículo 77.3 añade :” los centros contarán con la debida organización y diversificaciones curriculares precisas para facilitar a todos los alumnos la consecución de los fines establecidos”. Cabría preguntarse si dentro de estos dos apartados se puede incluir, como ejemplo, al paciente asmático que en plena época de polinización o en ambiente frío, no puede realizar una determinada prueba de Educación física. Es importante la posibilidad de adaptar el currículo, sobre todo de Educación Física, a las necesidades del alumno. Esta adaptación curricular individual está contemplada de forma oficial (BOE 10/7/1995) y en su desarrollo intervendrían tutores y profesionales específicos, tras la petición familiar y acompañada de la oportuna certificación médica. La mejora de calidad de vida de niños/as y adolescentes asmáticos dentro del entorno escolar, va a estar determinada por la colaboración de todos los que intervienen en el desarrollo social y físico de los mismos, el núcleo familiar, el pediatra, el Centro escolar y la Administración. Es importante que esta última disponga o proporcione los medios necesarios, tanto físicos como materiales, para que a través de profesionales preferentemente sanitarios se puedan difundir y transmitir conceptos esenciales sobre la etiología, prevención y tratamiento de la enfermedad asmática, aplicar y adaptar dichos conocimientos al entorno escolar, haciendo partícipe al profesorado e incluso al propio alumnado. 28 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1. Korta J, Valverde J, Praena M, Figuerola J, Rodríguez CR, Rueda S, Neira A, Vázquez C, Martínez M, Román J. La educación terapéutica en asma. An Pediatr (Barc) 2007; 66: 496-517 2. Henry RL, Gibson PG, Vimpani GV, Francis J, Hazell J. 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Este aspecto del seguimiento de la enfermedad se encuentra extensamente desarrollado en el último panel de expertos del NHLBI, atribuyéndole tanta impotancia como al tratamiento farmacologico1-9 El pediatra de AP, debe conocer los elementos implicados en el manejo de la enfermedad, muy importantes desde el punto de vista pedagógico y que en el caso del niño asmático son: Educación Individual: niño Es necesaria la aproximación al nivel de afectación que implica la enfermedad para el niño y como ésta la maneja según la edad, para poder hacer una intervención educativa sobre él. En análisis de entrevistas realizadas a niños asmáticos en el grupo de edad de 7 a 12 años, se observó niños que ejercían el control de su enfermedad con desarrollo de ciertas capacidades10: • AutonomÍa: En el tratamiento de mantenimiento se observó un alto índice de conocimiento e independencia de uso de las medicinas. En la fase aguda, la independencia de uso en el niño, disminuyó y aumentó la supervisión familiar. • Experiencia: En las entrevistas de los niños, se apreció un nivel mayor de autocuidado en los niños asmáticos más severos, y por lo tanto "más entrenados". • Manejo inicial de la crisis: con frecuencia el niño ha estado solo y "debe tomar las primeras decisiones": ponerse el aerosol, parar de jugar, llamar a un adulto... Educación Familiar: Hay que tomar en cuenta, los siguientes aspectos: 1. La educación siempre requiere un abordaje adaptado. Se debe adecuar la información que se quiere transmitir por una parte al niño y por otra a sus padres ( o cuidadores). 2. Tiempo transcurrido desde el diagnóstico y habilidades aprendidas previamente (o mal aprendidas). En cuanto a los contenidos que es necesario transmitir, se pueden resumir en los cinco mensajes educativos que recomienda la NAEPP5: 1. Conocer qué es el asma. • Concepto de inflamación y asma en actividad. • Qué ocurre en las vías aéreas durante un ataque de asma 2. Función de los medicamentos. • Diferencias entre medicación de control que hay que administrar durante largos periodos de tiempo y la medicación de alivio o rescate de crisis 3. Habilidades. • Enseñanza del uso apropiado de los inhaladores mediante demostración y comprobación posterior • Como emplear las cámaras de inhalación. • Como registrar los síntomas y medir el pico de flujo, así como reconocer precozmente los signos de empeoramiento del asma. 31 Asma y Educación. Monografía 2008 4. Medidas de control ambiental. • Identificar y evitar los factores que desencadenan el asma. 5. Cuando y como tomar la medicación de alivio. • Tienen que tener un plan de automanejo por escrito que previamente se le ha explicado. Estos “contenidos informativos” deben ser ofrecidos a la familia con una secuencia y graduación en escalones a partir del diagnóstico de la enfermedad. Estos escalones de información se describen en la siguiente tabla: Tabla-1. Escalonamiento de contenidos informativos Tomada del PRANA (Plan Regional de Atención al Niño y Adolescente con Asma de Asturias)20 Este escalonamiento de la información se puede organizar en la asistencia diaria de diferentes formas y dependerá de las posibilidades de cada profesional y el apoyo del que disponga. Una propuesta organizativa de educación individual seria la siguiente: 7-15 días Primer escalón informativo 1ª consulta 30 minutos 1-2 meses Segundo escalón 2ª consulta 30 minutos 32 Tercer escalón 3ª consulta 30 minutos Asma y Educación. Monografía 2008 Las consultas pueden ser pediatra y/o enfermera, con separación de 7-15 días entre la primera y segunda sesión y de 1-2 meses de intervalo con la tercera . ¿Cómo educar? Las actividades que nos facilitarán la intervención educativa eficaz en Atención Primaria, y siguiendo las propuestas organizativas de programas de Atención Regional al asma infantil, ya implantados en nuestro país, son7,9,11,12: A. Conocer la prevalencia de asma en la Zona Básica de Salud. Todo niño con criterios de asma debe ser diagnosticado, incluido en un programa de seguimiento y registrado con un marcador de asma que sirve para identificar el paciente. Se deben de poner en marcha actividades de evaluación funcional y terapéutica, educación y seguimiento. Deberíamos empezar por los pacientes de mayor gravedad o que consultan con mayor frecuencia B. Obtener los recursos materiales necesarios. En el estudio del asma de un paciente se necesita abordar los siguientes aspectos: • Diagnóstico clínico. Historia estandarizada • Diagnóstico funcional. Espirómetros. • Diagnóstico alergológico. Acceso a Test in vitro o Prick-test • Tratamiento. Guías útiles de práctica clínica actualizadas. • Seguimiento y Educación del paciente. Cámaras, dispositivos placebos, medidores de FEM, vídeos y espacios adecuados para actividades grupales. • Formación de profesionales. C. Crear espacios de agenda para consultas programadas: a. de pediatría (diagnóstico, seguimiento y educación) y b. de enfermería (pruebas funcionales, de diagnóstico alergológico y educación). D. Reparto de tareas. El equipo pediatra-enfermera repartirá su funciones: • El pediatra realiza la historia clínica, diagnostica y clasifica el asma, indica el tratamiento farmacológico adecuado, estimula su cumplimiento y confecciona un plan individual de autocontrol; a la vez educa al paciente y su familia en conceptos, procedimientos y actitudes15-18 • La enfermera a su vez, realiza la espirometría, medición del PEF, Prick test; educa a los pacientes en los conocimientos y habilidades y promueve el cumplimiento de las medidas ambientales y el tratamiento farmacológico. E. Asistencia a una crisis de asma. En este caso conviene emplear para yugular una crisis los mismos medios de tratamiento que tiene el paciente (su propia cámara espaciadora y su broncodilatador de rescate). Además se le invita a autoadministrarse el medicamento y se le enseña a comprobar los signos de mejoría o empeoramiento por los cuales puede quedarse en casa o acudir por ayuda médica respectivamente. En la misma anamnesis de la crisis se pueden identificar cuales han podido ser los factores desencadenantes que han intervenido (causa-efecto cercano). Con esto se 33 Asma y Educación. Monografía 2008 pretende que el paciente evite lo que le hace daño y tome decisiones de tratamiento. F. Autoauditoría de las actividades realizadas. Debe contemplar indicadores de proceso (cobertura, seguimiento...) y resultados (morbilidad y calidad de vida). El Plan aragonés propone los siguientes ítems de evaluación19: • • • • • • • Valoración de conocimientos Actitud de niño y familia hacia el autocuidado Técnica de inhalación y manejo de inhaladores Adherencia al tratamiento Seguimiento del plan individualizado de autocontrol Absentismo escolar Práctica deportiva • Escalas de calidad de vida 34 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFIA 1. Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma. Summray Report Section 3, Component 2: Education for a Partnership in Asthma Care. Expert Panel Report 3 (EPR3): 2007. 2. Guevara JP, Wolf FM, Grum CM and Clark NM. Effects of educational interventions for self management of asthma in children and adolescents: systematic review and meta-analysis. BMJ 2003;326;1308-1309. 3. Díaz Vázquez CA, Alonso Bernardo LM, García Muñoz MT. Programa del niño asmático. Ministerio de Sanidad y Consumo. INSALUD. 1.996. 4. Global Initiative for Asthma (GINA). 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Palma de Mallorca 37 Asma y Educación. Monografía 2008 El asma puede controlarse en la medida que la persona asmática tenga acceso a los tratamientos médicos apropiados y pueda, por las intervenciones educativas pertinentes, participar activamente de estos tratamientos y de la prevención de las crisis asmáticas. Diferentes trabajos realizados recientemente, como el presentado por los CDC de Estados Unidos, enfatizan el hecho de que la mayor parte de la población de asmáticos carece de los conocimientos suficientes en asma para controlar y manejar los síntomas que ocasiona la enfermedad1 y que los elementos educativos destacan por su ausencia en las visitas que los asmáticos realizan en algunos centros de urgencias 2. En nuestro medio, se decidió evaluar algunos conocimientos sobre la enfermedad y su manejo en pacientes que acudían a la Unidad de Urgencias del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Son Dureta. De los resultados se obtuvieron las siguientes conclusiones: 1- A partir de los 4 años los dispositivos de administración del broncodilatador no son adecuados y se continua administrando la medicación mediante cámara con mascarilla. En ningún caso utilizaba el turbuhaler. Niños de hasta 7 años seguían utilizando mascarilla. 2- La dosis administrada en la crisis es insuficiente hasta en un 80% de los casos. 3- La frecuencia de la administración de broncodilatador en la crisis es incorrecta en más del 50% de los casos (periodos de cada 8-12h). 4- En cuanto a la secuencia de administración: • En mayores de 4 años cabe insistir en que eliminen el aire de los pulmones antes de la inhalación (solo lo hace el 35%). • Tanto en mayores como en menores de 4 años la mayoría de los padres no saben cuanto tiempo deben respirar dentro la cámara o lo hacen de forma incorrecta. 5- El intervalo entre dosis sucesivas es erróneo en la mayoría de casos, (aunque clínicamente es poco importante si esperan 30’’ o 2 ‘)3 Ante ello y mediante la educación de los asmáticos se pretende: • • • • Mejorar la calidad de vida. Facilitar el aprendizaje de conductas dirigidas a reducir los síntomas de la enfermedad mediante la utilización de una medicación adecuada, la adopción de hábitos de vida adecuados y actuar sobre el medio disminuyendo los factores desencadenantes del asma. Reducir la mortalidad y la morbilidad Disminuir la dependencia de los pacientes en relación con los profesionales4 Para conseguir estos objetivos es importante implicar en el proceso educativo al mayor número de personas (profesionales del área sanitaria, pacientes, padres, maestros...) relacionadas con el niño. Idealmente, todos debemos ser educados y ser capaces de educar. Pero, al intentar iniciar un programa educativo, nos encontramos con algunos problemas: 38 Asma y Educación. Monografía 2008 No encontramos un programa estandar de educación, entendiendo el mismo como el conjunto de una serie de intervenciones educativas, cada una de ellas con sus objetivos, recursos, contenidos y método. Además, el educador debe adaptar sus objetivos, contenidos y métodos a cada una de las personas o grupos y al lugar, circunstancias... No existe un lugar concreto único donde desarrollar las estrategias educativas y estas deben realizarse en los diferentes ámbitos en los que se encuentra el paciente: casa, hospital (urgencias, hospitalización, consultas), escuela... Por lo tanto, dado que la educación debería ir incorporada al acto médico/sanitario, la atención a la crisis en la sala de urgencias y en la de hospitalización es un eslabón más de la cadena que debe configurar una atención integral al asma infantil y que obliga en el ámbito sanitario a desarrollar una acción coordinada entre la Atención Primaria y Hospitalaria con una protocolización común del diagnóstico, de la educación y de la terapéutica. Ya que en cualquier intervención médica intervienen aspectos educativos, las visitas a un Centro de Urgencias o las hospitalizaciones nos proporcionan la oportunidad de implantar dichos aspectos y mejorar la relación con el enfermo y su familia, estableciendo mecanismos que lleven a un óptimo control de la enfermedad. La finalidad principal a conseguir en un centro de urgencias sería, además de todos los demás objetivos educacionales, la de enseñar planes de acción preventiva que redujesen las asistencias a las mismas. Algunos ejemplos podrían ser: repaso de la secuencia de actuación en el domicilio desde que se inicio la crisis (repaso del automanejo de la misma, realización de un plan individualizado de manejo), comprobación y corrección si precisa, de la técnica del Flujo Espiratorio Máximo, y finalmente, comprobación y corrección de la técnica de utilización de los diferentes dispositivos de inhalación. Así pues, en al ámbito de la Urgencia, si bien quizás no sea posible desarrollar un programa educativo como tal, si puede ser un lugar adecuado donde poder reforzar algunos aspectos importantes del mismo5,6. La llegada a la unidad de hospitalización no es el momento propicio para iniciar el proceso educativo, pero es una ocasión idónea para crear una corriente de confianza con el paciente y su familia que facilite, posteriormente, el llevar a cabo la educación. La realización de todo este proceso, aunque parezca compleja, puede ser tan sencilla como una conversación de la que obtengamos la información deseada. El desarrollo de la secuencia educativa nos orientará a la consecución de unas metas u objetivos que serán consensuados con los padres y el paciente; estos objetivos serán claros y concretos, y asequibles a cada caso particular7. Si realizamos una revisión de la literatura médica sobre programas de educación en pacientes asmáticos observamos que pocos estudios han evaluado la educación realizada en un Servicio de urgencias o durante el seguimiento posterior, o durante una hospitalización, siendo los resultados obtenidos variables8. El estudio de Kelso realizado en Urgencias con una intervención de 1 hora demostró una reducción en las visitas posteriores y hospitalizaciones9. Otro estudio prospectivo y randomizado realizado en adultos con asma, en el cual la intervención fue realizada por la enfermera, también observa una reducción en las visitas a urgencias a las 6 semanas; no obstante en los casos en que la intervención se suplementaba con 39 Asma y Educación. Monografía 2008 material escrito no se observaba un impacto adicional10. Una revisión de la Cochrane del 2000 sobre Intervenciones educativas en niños que han asistido a un servicio de urgencias por asma realizada por Haby MM, Waters E, Robertson CF, Gibson PG, Ducharme FM y que incluye incluye las actualizaciones del registro hasta marzo de 1999 concluye que no existen pruebas firmes para apoyar el uso de la educación sobre el asma en los niños que han asistido al servicio de urgencias por asma, como una medida para disminuir las visitas posteriores al servicio de urgencias, los ingresos hospitalarios o las visitas médicas no programadas. Sin embargo, tampoco hay pruebas de que no sea efectiva o que cause daño a los participantes. El análisis de subgrupos no revela diferencias significativas en los resultados obtenidos cuando se comparan programas extensos vs. únicamente información o cuando la intervención se realiza antes o más tardíamente11 En el año 2006 y 2007, se han publicado varios trabajos muy interesantes que tratan este tema, destacamos: 1. Delivering Tailored Asthma Family Education in a Pediatric Emergency Department Setting: A Pilot Study Marianna M. Sockrider, Stuart Abramson, Edward Brooks, A. Chantal Caviness, Susan Pilney, Christine Koerner and Charles G. Macias Pediatrics 2006;117;135-144 En este estudio, los educadores se apoyan en un programa informático para realizar una instrucción individualizada que incluye un plan de acción y un resumen de la intervención por escrito. La intervención se centra principalmente en la identificación de problemas que se presentan en el cuidado del paciente, en la comunicación con el pediatra de atención primaria y en el manejo individualizado según la severidad de la enfermedad y los desencadenantes. La intervención con el niño y la familia dura unos 30 minutos. De sus resultados se llega a la conclusión de que una intervención individualizada en urgencias sobre automanejo del asma demuestra efectos significativos sobre la autoconfianza de la familia y el seguimiento adecuado del enfermo12. 2. Randomized trial of a comprehensive asthma education program after an emergency department visit Michael D. Brown, MD, et al Ann Allergy Asthma Immunol. 2006;97:44–51. En este estudio, realizado en adultos y niños, se obtiene con la aplicación de un programa de educación una reducción de un 21% de las visitas a urgencias durante los 6 meses siguientes, aunque los resultados no resultan estadísticamente significativos. Un análisis parcial de los resultados observa una mayor reducción (38%) en niños que no es suficiente para ser estadísticamente significativa. Se concluye que el desarrollo de un extenso programa de educación en el paciente asmático después de una visita a un centro de urgencias no es efectivo en pacientes adultos, aunque podría serlo en niños13. 3. Change in Approach and Delivery of Medical Care in Children With Asthma: Results From a Multicenter Emergency Department Educational Asthma Management Program Rodney B. Boychuk et al. 40 Asma y Educación. Monografía 2008 Pediatrics 2006;117;145-151 Este programa demuestra que las intervenciones realizadas en la sala de urgencias son posibles y efectivas14. 4. Education interventions for adults who attend the emergency room for acute asthma. Tapp S, Lasserson TJ, Rowe B. Cochrane Database Syst Rev. 2007 Jul 18;(3):CD003000. Esta revisión concluye que las intervenciones educativas realizadas en un Centro de Urgencias de adultos reducen el número de ingresos hospitalarios15. En el ámbito hospitalario pocos programas de educación se han centrado en el paciente asmático. George et al demostró una reducción significativa de las hospitalizaciones y visitas a urgencias después de una intervención educativa dirigida por una enfermera16. En un estudio realizado en una muestra de 201 niños, se obtiene una reducción significativa de los reingresos después de una intervención educativa centrada en el manejo domiciliario del asma17. Anteriormente, otro estudio realizado en 160 niños obtiene resultados similares después de la aplicación de un programa educativo junto a un plan de automanejo18. Recientemente, otro trabajo demuestra que una breve intervención realizada por la enfermera en pacientes adultos hospitalizados con antecedente de alta frecuentación delos servicios sanitarios ocasiona una importante reducción en las readmisiones, pérdida de días de trabajo o escuela y de los costes sanitarios directos e indirectos19. Finalmente, se presentan los resultados preliminares de un estudio, que se está realizando para pacientes asmáticos en la Unidad de Urgencias de pediatría del Hospital Universitario Son Dureta, destinado a evaluar la eficacia en los 15 días posteriores a la consulta de un programa educativo de una duración máxima de 5 minutos. Su contenido principal se refiere al establecimiento por escrito de un plan de acción para control de las crisis y entrega de una hoja informativa... De sus conclusiones destacamos: 1- El grado de satisfacción y de seguridad es alto en ambos grupos. 2- En el grupo de intervención educativa se observa una reducción de los días de falta en el colegio y de las visitas sucesivas a urgencias, aunque no se alcanza significación estadística probablemente por el tamaño muestral3. 41 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFIA 1- Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Asthma self-management education among youths and adults--United States, 2003. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2007 Sep 7;56(35):912-5. 2- Ly CD, Dennehy CE. Emergency department management of pediatric asthma at a university teaching hospital. Ann Pharmacother. 2007 Oct;41(10):1625-31. 3- Vetter S, Peña Zarza JA. Ferrés Serrat F, Gil Sánchez JA, Figuerola Mulet J. Intervención educativa a pacientes asmáticos en urgencias. Comunicación presentada a la XII Reunión de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas. San Sebastián. 2007. Libro de Comunicaciones pg 28. 4- L P Boulet. L’ASTHME: notions de base, éducation, intervention.. Les Presses de l’Université Laval 1997. Canadà. 5- Mario Castro, MD, Asthma education for the frequent emergency department visitor: does it work?. Annals of Allergy, Asthma & Immunology; 2006; 97: 5 – 6. 6- National Heart, Lung, and Blood Institute. National Asthma Education and Prevention Program. Expert Panel Report 3: Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma 2007. En: http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/asthma/asthgdln.htm 7- Maite López García. Educación en el ámbito del Hospital. MONOGRAFÍA ASMA Y EDUCACIÓN. CURSO PARA EDUCADORES EN ASMA. 3ª EDICIÓN. Donostia-San Sebastián, 23-25 de Febrero de 2006. 8- Korta J. Ámbito de la educación. ¿Por qué no en urgencias?. www.neumoped.org Revista Asma y Educación; 3. mayo 2003. 9- Kelso T, Self T, Rumbak M, Stephens M, Garrett W, Arheart K. Educational and long-term intervention in the emergency department: effect on outcomes in adult indigent minority asthmatics. Am J Emerg Med. 1995;13:632– 637. 10- Maiman L, Green L, Gibson G, MacKenzie E. Education for self-treatment by adult asthmatics. JAMA. 1979;241: 1919–1922. 11- Haby MM, Waters E, Robertson CF, Gibson PG, Ducharme FM. Interventions for educating children who have attended the emergency room for asthma. Cochrane Database Syst Rev. 2001;(1):CD001290. 12- Marianna M. Sockrider, Stuart Abramson, Edward Brooks, A. Chantal Caviness, Susan Pilney, Christine Koerner and Charles G. Macias. Delivering Tailored Asthma Family Education in a Pediatric Emergency Department Setting: A Pilot Study. Pediatrics 2006;117;135-144 13- Brown M, Reeves M, Meyerson K, Korzeniewski S. Randomized trial of a comprehensive asthma education program after an emergency department visit. Ann Allergy Asthma Immunol. 2006;97:44 –51. 14- Rodney B. Boychuk et al. Change in Approach and Delivery of Medical Care in Children With Asthma: Results From a Multicenter Emergency Department Educational Asthma Management Program. Pediatrics 2006;117;145-151 15- Tapp S, Lasserson TJ, Rowe B. Education interventions for adults who attend the emergency room for acute asthma. Cochrane Database Syst Rev. 2007 Jul 18;(3):CD003000. 16- George M, O’Dowd L, Martin I, et al. A comprehensive educational program improves clinical outcome measures in innercity patients with asthma. Arch Intern Med. 1999;159: 1710–1716. 42 Asma y Educación. Monografía 2008 17- Madge P, McColl J, Paton J. Impact of a nurse-led home management training programme in children admitted to hospital with acute asthma: a randomized controlled study. Thorax. 1997;52:223–228. 18- Wesseldine L, McCarthy P, Silverman M. Structured discharge procedure for children admitted to hospital with acute asthma: a randomised controlled trial of nursing practice. Arch Dis Child. 1999;80:110 –114. 19- Castro M, Zimmermann N, Crocker S, Bradley J, Leven C, Schechtman K. Asthma intervention program prevents readmissions in high healthcare users. Am J Respir Crit Care Med. 2003;168:1095–1099. 43 Asma y Educación. Monografía 2008 MATERIAL DIDÁCTICO PARA LA EDUCACIÓN EN ASMA Santiago Rueda Esteban*; Ana Pérez Aragón**, Javier Korta Murua***, Carlos Vázquez Cordero**** *Unidad de Neumología Infantil. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid. **Unidad de Neumología y Alergia Infantil. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada. ***Unidad de Neumología Infantil. Hospital Donosita. Guipúzcoa. ****Unidad de Neumología Infantil. Hospital de Cruces. Bilbao 44 Asma y Educación. Monografía 2008 El conocimiento de conceptos fundamentales sobre la enfermedad asmática es un elemento básico del proceso de enseñanza que va a permitir tanto al paciente como a sus familiares, establecer un mejor control de la enfermedad y conseguir una mejor calidad de vida. En este sentido existen parcelas de conocimiento imprescindibles para que el asmático y su entorno comprendan de forma racional el diagnóstico de la enfermedad, la necesidad de exploraciones complementarias y las actuaciones terapeúticas. En cada una de las etapas de la secuencia educativa son necesarias diversas herramientas: instrumentos que faciliten el diagnóstico educativo, tablas que agrupen los objetivos, instrumentos de educación con el paciente y cuestionarios de evaluación. Los instrumentos pedagógicos permiten al asmático representarse visualmente los elementos enseñados, facilitando así su proceso de aprendizaje. Deben atraer la atención del niño asmático (ilustraciones coloreadas, fotografías, postres, etc), facilitar la representación mental abstracta (ilustraciones esquematizadas de los bronquios, del proceso inflamatorio, de la acción de los medicamentos, gráficos con el funcionamiento del medidor del PEF, dibujos ilustrando la acción de los alergenos, etc) y permitir la retroacción para que el paciente valide sus aprendizajes (fichas a rellenar, demostraciones para practicar técnicas requeridas, etc)1. Todos los conocimientos que impartamos deben ir acompañados de material didáctico, claro y sencillo, que reforzarán el aprendizaje del paciente y sus padres y/o tutores. Por esta razón es básico disponer en nuestra consulta de unos recursos didácticos mínimos. Es de interés para los equipos de educadores el crear sus propios instrumentos pedagógicos o adaptar aquellos que ya existen (guías del asma , con el manejo del asma en todos sus aspectos, control ambiental y tratamiento; pósters y hojas informativas; artículos de revistas; casetes, vídeos e informática; instrumentos pedagógicos, como el plan de acción, láminas anatómicas, auto-diario de signos y síntomas, cámaras espaciadoras, medidor del PEF y gráficas; documentos, cuestionario de evaluación del asmático, informe para el médico de referencia; programas educativos; recursos comunitarios) . Estos recursos los iremos mencionando a continuación según vayamos repasando aquellas aéreas de conocimiento que se deben enseñar a nuestros pacientes y su entorno familiar. Las parcelas sobre lo que es preciso enseñar son las siguientes2-7: 1- Conocimiento sobre aspectos básicos del asma: a) Hay que resaltar de forma clara y precisa el término de asma, siendo conveniente analizar los conocimientos previos que tienen el paciente y su entorno familiar de la enfermedad. Reconocer la enfermedad como inflamación crónica de las vías respiratorias y analizar el concepto de hiperreactividad y broncoconstricción. Todos estos conceptos deben ir acompañados de apoyo visual con el modelo de tres tubos o con gráficos o láminas anatómicas de la vía aérea inflamada y tras aplicar un tratamiento. b) Enseñar cuáles son los síntomas del asma: tos, sibilancias (“pitos”), disnea (dificultad respiratoria), dolor u opresión torácica. Enseñar a identificar las crisis: aparición de signos de dificultad respiratoria y especialmente reconocer síntomas de gravedad (disnea intensa, dificultad para hablar o caminar, cianosis, obnubilación). Pueden ser útiles videos de niños con crisis asmáticas para que el niño y su entorno reconozcan estos síntomas. c) Enseñar a reconocer los síntomas compatibles con asma de esfuerzo o ejercicio; aparición de sibilantes, jadeo intenso, cansancio prematuro o tos intensa tras o durante la realización de un ejercicio físico que determine un esfuerzo continuo (correr, 45 Asma y Educación. Monografía 2008 subir escaleras, etc); saber analizar la coincidencia de la aparición de síntomas con el incremento de factores desencadenantes (aumento de polinización). Se debe entregar una hoja informativa sobre las recomendaciones para la realización de ejercicio físico; no sólo basta con entregarla sino que debe ser comentada conjuntamente con el paciente y sus tutores. 2- Conocimientos básicos sobre prevención: Cómo evitar los factores desencadenantes o de riesgo es fundamental. Hay que explicar, acompañado de gráficos o viñetas, de qué manera determinados factores ambientales pueden desencadenar o agravar el asma. Además de los consejos generales como la evitación tabáquica o la exposición a irritantes ambientales (humos de cocina, material de limpieza, pinturas, etc) hay que intentar individualizar, centrándose en aquellos factores que, específicamente, afectan negativamente al niño como pueden ser algunos alergenos específicos. Puesto que estas medidas pueden representar, en ocasiones, un cambio en el estilo de vida, hay que aconsejar las medidas que realmente hayan demostrado ser eficaces y que menos afecten a su vida normal, con medidas de apoyo alternativas que faciliten dicho cambio, evitando siempre culpabilizar a los padres. Estas medidas deben entregarse en papel escrito y deben ser comentadas con los padres; dependiendo de cada niño y en función de a qué sea alérgico (pólenes, hongos, ácaros y epitelios de animales) se les darán recomendaciones diferentes. No olvidar las medidas preventivas con su explicación para evitar el posible broncoespasmo inducido por el ejercicio. 3- Enseñanza en el manejo de inhaladores: La vía inhalatoria es la de elección para la mayoría de los fármacos que se usan en la terapia antiasmática, por lo que es imprescindible que los niños y sus padres conozcan y dominen el manejo de esta técnica. El sistema de inhalación ha de ser elegido en función de la edad, sobre todo, en los primeros años, y en las preferencias y aptitudes del niño en edades posteriores, de común acuerdo con él y su familia. Hay que mostrar los diferentes dispositivos, su funcionamiento, las características específicas, su mantenimiento, limpieza, etc. Es bueno y conveniente dar la opción de elegir el sistema ya que, en términos educativos, supone un valor añadido al aumentar la confianza, la motivación y la efectividad. Se puede mostrar la técnica con gráficos, dibujos, etc pero además se debe comprobar con envases placebo porque permite enseñar y comprobar la técnica in situ, corrigiendo los posibles errores. Una vez comprobada la correcta realización de la técnica del dispositivo elegido, se debe entregar una hoja, con gráficos y/o dibujos acompañados de texto explicativo, para que pueda repasar y recordar exactamente todos los pasos a realizar para la administración de la medicación. Es importante que en nuestra consulta dispongamos de gran parte de los dispositivos más representativos (cámaras espaciadoras con mascarilla y con boquilla, inhaladores pMDI, dispositivos de polvo seco) así como de hojas de instrucciones de la forma de administración de cada dispositivo. También sería interesante disponer de aparatos que nos indiquen si el flujo inspiratorio del paciente es el adecuado para la forma de administración que hemos decidido implantar. En este sentido es útil disponer de un inspirómetro que nos permite medir el flujo inspiratorio de forma que nos puede ayudar a determinar que tipo de dispositivo de polvo seco puede estar indicado (turbuhaler, accuhaler o novolizer). 4- Enseñanza en el manejo del medidor del FEM: 46 Asma y Educación. Monografía 2008 El uso de este dispositivo debe quedar restringido a determinados pacientes, por encima de los 6-7 años, con características de asma inestable o grave, en los denominados malos perceptores y/o en los casos cuyo plan de acción se base en los valores del FEM. Normalmente se aconseja su descripción y aprendizaje a partir de una segunda visita cuando no se aprecia mejoría tras un tratamiento aparentemente correcto. Es necesario enseñar la técnica de forma práctica y no sólo con impresos o verbalmente. Es aconsejable entregar a la familia instrucciones escritas, con indicaciones de cómo cumplimentar el diario, cómo interpretar los valores y cómo actuar según los mismos una vez conocido su mejor valor personal. 5- Conocimiento sobre el tratamiento farmacológico: El niño y su familia han de saber para qué sirven los broncodilatadores (azul) y los antiinflamatorios (marrón, rojo, morado) y conocer sus diferencias, así como los posibles efectos secundarios. Es imprescindible un compromiso mutuo con el cumplimiento, para lo cual es conveniente obtener y resolver las dudas, creencias y temores acerca de los posibles efectos secundarios. Se deben utilizar gráficos, dibujos de cómo actúan los fármacos y distinguir entre la medicación broncodilatadora (color azul) y la antiinflamatoria (color marrón, roja o naranja). Hay que comprobar la comprensión (si distinguen o no unos fármacos de otros, las dosis y su frecuencia) y la técnica inhalatoria en todas las visitas. Es importante que interioricen la idea de no suspender el tratamiento de mantenimiento. Finalmente, las decisiones, previamente pactadas y entendidas, deben reflejarse en un informe escrito. 6- Autocontrol del asma: Mediante el autocontrol tanto el niño mayor como la familia tomarán decisiones autónomas basadas en la información y educación progresivas. El programa de autocontrol se basará en el reconocimiento de los síntomas, acciones que hay que seguir y medidas terapeúticas que deben adoptarse. Los planes de acción estarán basados en síntomas, en las medidas del FEM, o en ambos, elaborándose según las características individuales del paciente. En nuestra consulta debemos tener un modelo de plan de acción que rellenaremos según las características de cada paciente y que deberá ser entregado en las primeras visitas y revisado de forma habitual en las visitas posteriores 47 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1. Bidat E, Rossignol B, Swartebroceky Y, Laur CL et al. Les outils de l´education de l´enfant asthmatique. Rev Fr Allergol 1997 ; 37 : 346-50. 2. Korta J, Valverde J, Praena M, Figuerola J, Rodríguez CR, Rueda S, Neira MA, Vázquez C, Martínez M, Román J. La educación terapeútica en el asma. An Pediatr (Barc) 2007; 66(5): 496-517. 3. Canadian Pediatric Asthma Consensus Guidelines, 2003 (updated to December 2004). 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Hospital Materno-Infantil. Carlos Haya. Málaga. **Unidad de Neumología Infantil. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid 49 Asma y Educación. Monografía 2008 La utilización de la vía inhalatoria para administrar medicamentos es muy antigua. Esta vía es la más utilizada para la administración de medicación broncodilatadora y aniinflamatoria. Presenta como beneficios: • Acceso directo a la vía aérea • Mayor rapidez de acción • Mejor distribución del fármaco en la vía aérea • Utilización de menores dosis de fármacos (mcg vs mg) • Menor número de efectos secundarios no deseados • Indoloro • Mejor relación coste-beneficio • Comodidad En los niños tienen algunos problemas especiales como ser: • Respiración nasal • Falta de coordinación • Frecuencia respiratoria con tiempo inspiratorio corto • Resistencia activa al tratamiento • Efecto del llanto • Uso incorrecto del inhaladores • Inadecuado cumplimiento La selección cuidadosa del dispositivo adecuado y la educación de padres y niños puede minimizar estos problemas. El sistema de inhalación ideal debe cumplir con criterios mínimos: • Alcanzar altas dosis pulmonar • Dosis exactas y reproducibles • Bajas concentración en orofaringe y gastrointestinal • Sin aditivos • Ecológicos , libre de clorofluorcarbonados • Fácil de usar correctamente, practico, transportable, sin requerimiento de energía • Compuesto por partículas de tamaño adecuado (1-5 micrones) • Precio accesible • Que requiera poca coordinación Sistemas de inhalación Podemos dividirlos según el aspecto físico de las partículas: 1. Inhaladores (partículas sólidas) • pMDI (pressurized metered-dose inhalers) inhaladores presurizados de dosis medida * Cartucho presurizado * Autohaler * Easy breath • DPI ( dry powder inhalers) inhalador de polvo seco - multidosis - monodosis 50 Asma y Educación. Monografía 2008 2. Nebulizadores (partículas líquidas) • Tipo jet o a chorro • Ultrasónicos Inhaladores presurizados de dosis medida (pMDI) Aunque su manejo impresiona ser aparentemente sencillo, su utilización correcta es difícil y menos de un 30 % de los pacientes hace la maniobra de forma aceptable. Constituyentes: • Carcasa con boquilla de plástico no intercambiable en el que encaja el cartucho. • Cartucho metálico que contiene el fármaco, un gas propelente (hidrofluoroalcanos desde el 2005) a una presión de 3-4 atmósferas, conservantes y aromatizantes. El cartucho posee una válvula dosificadora que se abre al oprimirla y se carga cuando cesa la opresión, liberando una cantidad fija y reproducible de fármaco tras cada pulsación. Técnica: 1. Colocarse de pie o sentado con el cuello en extensión 2. Destapar el inhalador y agitarlo en posición vertical ( en forma de L) 3. Realizar una espiración lenta y profunda 4. Colocar la boquilla entre los labios, inspirar lentamente y accionar el inhalador una sola vez. La lengua no debe estar en el suelo de la boca e interferir con la salida del medicamento. Seguir tomando aire hasta llenar completamente los pulmones. 5. Mantener una apnea de 10 segundos 6. Espirar lentamente 7. Enjuagar la boca y hacer gárgaras 8. Limpiar periódicamente la carcasa con agua y jabón Lo más difícil de esta técnica es la coordinación entre la inspiración y la liberación del fármaco. Se deben tener en cuenta los siguiente aspectos: - Es muy frecuente que el paciente cese la inspiración al salir el fármaco o dispare el dispositivo antes de iniciar la inspiración. - Si se debe hacer más inhalaciones se reinicia desde el paso 2 tras esperar entre 30 segundos y 1minuto. - No se deben intercambiar cartuchos ni carcasas. - El método de inmersión del cartucho para conocer su contenido no es muy fiable y puede incluso dañar su contenido. Actualmente ya existen MDI con contador de dosis incorporado. - El dispositivo debe guardarse a temperatura ambiente y con la válvula hacia arriba. Los pMDI solos NO son la mejor elección para niños y su mejor forma de uso es con cámaras espaciadoras. Sistemas de autodisparo • Autohaler • Easybreath Es un inhalador presurizado activado con la inspiración. También suministra una dosis medida y reproducible. Se activa con flujos inspiratorios reducidos entre 20-30 l/min. El problema es el alto impacto orofaríngeo y la consecuente menor cantidad de 51 Asma y Educación. Monografía 2008 fármaco que llega a las vías aéreas. Algunos pacientes, incluso, tienden a cerrar la glotis y detener la inspiración al percibir la frialdad del fármaco en la faringe. Técnica: 1. Agitar el inhalador 2. Abrir la tapa o accionar el pivote de carga 3. Colocar la boquilla del inhalador entre los dientes, 4. Inspirar lentamente y profundamente por la boca sin detenerse cuando se realiza la descarga 5. Realizar una apnea de 10 segundos y espirar lentamente 6. Enjuagarse la boca y hacer gárgaras. pMDI con cámaras espaciadoras Estos dispositivos al aumentar la distancia entre el cartucho y la boca provocan un enlentecimiento del flujo del aerosol reduciendo el impacto del fármaco en la orofaringe. La evaporación de los propelentes disminuye el tamaño de las partículas facilitando así la penetración y depósito del fármaco en las vías aéreas periféricas. El problema de la coordinación mano-boca, también esta resuelto. Permite al paciente, sin necesidad de maniobra de sincronización alguna entre la salida del fármaco y la inhalación, inspirar la medicación tranquilamente en varias respiraciones. Esto posibilita tomar el medicamento a un flujo bajo y facilitar así su depósito en las vías aéreas distales. Se debe agitar el cartucho, acoplarlo al orificio de la cámara y disparar la dosis. Si la cámara cuenta con mascarilla esta debe estar en contacto con el rostro del niño procurando que no exista luz entre la mascarilla y la cara. Debe abarcar la nariz y los labios con espacio suficiente en caso que el paciente abra la boca por grito o llanto. Si la cámara no cuenta con mascarilla, el paciente inhalara directamente a través de la boquilla. Se disparará la medicación y se contarán 5 movimientos de la válvula o 10 segundos. Se debe efectuar una sola pulsación y si se requieren más se debe iniciar la maniobra nuevamente y siempre agitando previamente al próximo disparo. Los factores mas importantes que van a definir la cantidad de fármacos que llega a las vías aéreas, cuando utilizamos una cámara para lactante, son la adaptabilidad de la mascarilla a la cara del niño, el volumen y material de la cámara, la calidad de las válvulas, el espacio muerto entre la cara del paciente y la cámara, y el tiempo de permanencia del aerosol en ella. Este último depende fundamentalmente de la forma, volumen y sobre todo del material de la cámara. La vida media de las partículas del fármaco es de 30 segundos en una cámara de metal (Nebuchamber*) o de plástico recubierta de un polímetro antiestático (Aerochamber*) y de tan sólo 10 segundos en el resto de las cámaras plásticas. Estas últimas están cargadas con energía electroestática que atrae las partículas del aerosol hacia las paredes. Esto se verá influido por el lavado de la cámara y el número de veces que las usemos. Se puede reducir la electroestática mediante el lavado con cloruro de benzalconio o un detergente suave, dejándola sumergida en agua tibia unos 10 minutos, no aclarar, excepto que el fabricante diga lo opuesto y lo más importante es no usar cepillos, esterilizantes ni sustancias abrasivas. La mayoría de las marcas aconsejan no aclarar y dejar secar libremente. La frecuencia del lavado dependerá del uso que tenga el dispositivo soliéndose aconsejar 1 vez cada 2-3 semanas en caso de uso diario. Su lavado frecuente sería tan perjudicial como lo contrario. La finalidad de las válvulas es evitar la salida del fármaco cuando el paciente exhala tras cada inspiración. Siempre es preferible que disponga de válvulas inspiratorias y espiratorias. La válvula inspiratoria permite asegurarnos de que está 52 Asma y Educación. Monografía 2008 tomando la medicación porque podemos ver su movimiento y la válvula espiratoria permite que exhale el aire sin volver a la cámara, evitando el desplazamiento del medicamento. Algunas cámaras son universales, es decir se puede acoplar cualquier inhalador pero otras solo admiten los productos de la misma casa comercial. El riesgo de utilizar carcasas que no se adapten bien es la fuga de fármaco y, por lo tanto, el fracaso terapéutico. La distancia ideal que genera una distribución optima de las partículas es entre 18-28 cm y para saber cual sería el número de respiraciones a realizar habría que dividir el volumen de la cámara en cc por el volumen corriente del paciente que se calcula en aproximadamente 10 ml por Kg de peso. Inhaladores de polvo seco - Sistemas multidosis Turbuhaler Es de forma tubular. Con el giro de la rueda inferior, se carga la medicación, se llenan unos agujeros cónicos de un disco giratorio dosificador, posteriormente unos enrasadores arrastran el fármaco sobrante con el fin de dejar preparada la dosis exacta para su inhalación. Con la inspiración asciende el polvo seco por el canal de inhalación pasando por la boquilla creando un flujo turbulento que da un tamaño adecuado a las partículas (menores de 5 micras). Contiene 200 dosis de medicación y existe una ventana indicadora de dosis restante en la parte inferior del inhalador. No contiene aditivos no propelentes, por lo que la percepción por parte del paciente es escasa. Técnica: 1. De pie o muy bien sentado, destapar el inhalador 2. Sostenerlo por la base sin tapar las ventanas y girar a la derecha hasta el tope, volver a la posición de inicio hasta escuchar el clic 3. Hacer una espiración profunda , evitando hacerlo sobre el inhalador, y posteriormente inhalar brusca y enérgicamente para conseguir un flujo inspiratorio mayor a 60L/min. 4. Hacer una apnea de 5 segundos, espirar suavemente. 5. Luego de la inhalación, enjuagar la boca. Se puede conservar el inhalador simplemente limpiando con un paño o papel la boquilla. No se debe sumergir ni lavar. Ante la duda si se ha cargado o no, se repite la maniobra, no perdiéndose ninguna dosis. Accuhaler Es de forma circular. La medicación esta colocada en una tira enrollada con óvulos que contienen las dosis fraccionadas para la inhalación; estos son desplazados y agujereados al mover la palanca abriéndose un pequeño orificio en el aplicador bucal. Contiene 60 dosis.También posee indicador de dosis disponible. Las partículas de medicamento de 3-5 micras van adheridas a lactosa como aditivo por lo que la percepción del medicamento al ser inhalado es mayor, aunque puede ocasionar irritación faringes. Técnica: 53 Asma y Educación. Monografía 2008 1. De pie o muy bien sentado, deslizar el protector de la pieza bucal y sostener el inhalador en posición vertical. 2. Pulsar el gatillo lateral hacia abajo hasta el tope. 3. Espirar lentamente y profundamente fuera de la boquilla. 4. Colocar los labios alrededor de la boquilla. 5. Inspirar por la boca enérgicamente y profundamente. 6. Permanecer en apnea 5-10 segundos. 7. Cerrar el dispositivo. Enjuagar la boca. Novolizer Es el dispositivo de polvo seco que menor flujo requiere para su activación (3040 L/ml). Tiene un reservorio recargable. Indicador de dosis disponibles y sistema audible y visible de inspiración enérgica del fármaco. Como inconveniente se podría citar que a veces al escuchar el clic el paciente corta la inspiración y no permanece en apnea. Por el momento existe en el mercado salbutamol , budesonida y formoterol en forma separada. Técnica: 1. De pie o en posición sentada, quitar la tapa de la boquilla y apretar el botón (rojo si es budesonida , azul en caso de salbutamol o verde si fuese formoterol) y la ventanita que se encontraba roja cambia a verde. 2. Espirar lentamente y profundamente fuera de la boquilla 3. Inhalar profundamente, sin detenerse al escuchar un clic 4. Mantener una apnea de 5-10 segundos. 5. Enjuagar la boca principalmente si se ha inhalado un corticoide. Si el flujo fue mayor a 35 L/min la ventanita vuelve al color rojo (cuando se escucha el clic). - Sistemas Monodosis Aerolizer Tiene como ventaja que el paciente comprueba que la medicación ha sido totalmente inhalada. Cada vez en más desuso con el advenimiento de nuevos dispositivitos como el novolizer. Técnica: 1. Abrir el inhalador y colocar en su interior el fármaco en cápsula, cerrar y presionar las pestañas laterales para perforar la capsula. 2. En posición vertical, colocar la boquilla entre los dientes y sellar con los labios. 3. Aspirar enérgica y profundamente. 4. Abrir nuevamente el inhalador y comprobar si el interior de la cápsula se ha vaciado. 5. Si aun queda medicación, realizar otra inhalación profunda y enérgica. 6. Enjuagar la boca. Sistema de nebulización - Neumático o tipo jet. Esta compuesto por una fuente de aire u oxígeno a presión y un nebulizador. El compresor produce una fuente de gas que penetra a presión en el nebulizador produciendo una aspiración de liquido introducido en dicha cámara 54 Asma y Educación. Monografía 2008 realizando una fragmentación del líquido en pequeñas gotas que son expulsadas al exterior en forma de niebla fina por una mascarilla o boquilla para ser inhalado por el paciente. Existen diversos tipos, siendo los mas empleados los convencionales con debito continuo. - Ultrasónicos: las gotitas son producidas por ondas de sonido de alta frecuencia generadas por un cristal piezoeléctrico. Son más silenciosos y rápidos. Producen partículas de alrededor de 5 micras y concretamente la budesonida no se debe nebulizar con el, ya que por el mayor tamaño de las partículas se deposita en la cazuela y no asciende para ser inhalada. Alrededor de un 75-80% de la dosis se pierde en el ambiente durante la fase espiratoria. Del 25-20% restante solo un 50% alcanza el pulmón. Por lo tanto se estima que solo un 5-10% de la dosis colocada llega a las vías aéreas periféricas. El flujo utilizado por ambos nebulizadores debe ser entre 6-8 l/min, o aun mayor si la solución a nebulizar es muy viscosa. La cantidad total de líquido debe estar entre 45 ml que se alcanzara sumándole a la medicación solución fisiológica. El tiempo ideal de nebulización es de unos 10 minutos. Si se puede es mejor utilizar una boquilla en vez de una mascarilla porque de esta forma se logra un sistema cerrado. Existen sistemas con los cuales se nebuliza medicación solo durante la inhalación. Con estos hay que tener cuidado cuando se calcula la dosis , ya que con la dosis habitual se pierde medicación pero con este sistema no. La nebulización ha quedado reducida, en la gran mayoría de los casos, a los Servicios de urgencias para tratar crisis de broncoespasmo ya que permite la administración de oxígeno simultáneamente a la medicación. Elección del tipo de inhalador A la vista de los estudios existentes y las recomendaciones de las distintas sociedades científicas se considera razonable recomendar: - Niños de 0 a 3 años de edad: pMDI con cámara espaciadora más mascarilla - Niños de 4 a 6 años de edad: pMDI con cámara espaciadora más boquilla o mascarilla - Niños mayores de 6 años: pMDI con cámara espaciadora con boquilla o DPI 55 Asma y Educación. Monografía 2008 DISPOSITIVOS DE INHALACION Nebuchamber Babyhaler Aerochamber Optichamber DISPOSITIVOS DE INHALACION NEBUHALER VOLUMATIC aeroscopic Turbuhaler Acuhaler Novolizer 56 Asma y Educación. Monografía 2008 Cámaras espaciadoras cámara Aerochamber (Trudell) volumen naranja 100ml amarilla 145ml azul 150 ml blanca 150ml forma y tamaño válvulas mascarilla compatibilidad cilíndrica 2 de baja si 11cm largo resistencia si plástico universal si no Nebuchamber 250ml (Astra) cónica 15cm metálica 2 de baja si mas resistencia boquilla SPP Babyhaler (GSK) 350ml tubular 23cm plástico 2 de baja si resistencia SPP Aeroscopic (Boehringer) 500ml cónica plegable plástico 1 si mas boquilla universal Volumatic (GSK) 750ml cónica 23cm plastico 1 no SPP Nebuhaler (Astra) 750ml conica 28cm plastico 1 no SPP SPP solo productos propios 57 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA: 1. Pedersen S. Delivery systems in children. In Barnes PJ, Grunstein MM, Leff AR, Woolcock Aj (ed) Asthma II 1Ed Philadelphia: Lippincot- Raven; 1997. 2. Giner J, Basualdo LV, Casan P, Hernandez C, Martinez I. Normativa sobre la utilización de fármacos inhalados. Arch Bronconeumologia 2000;36 (1):34-43. 3. Síndrome de obstrucción bronquial en la infancia. Grupo de trabajo para el estudio de la enfermedad asmatica en el nino. An Esp Pediatr 2002; 56 (suple 7) 44-52. 4. Dispositivos para el suministro de la terapia inhalada. Korta J, Rueda E, IV Curso para Educadores de Asma 2007; 135-141. 5. Depósito pulmonary regional y respuesta broncodilatadora en función del tamaño de las partículas de los beta-2 agonistas. Usmani O.,Ciddiscombe M., Barnes P. Am J Rspir Crit Care Med 1005;172 (12) 1497-1504. 6. Sistemas de inhalacion. Curso de formacion continuada. Faes Farma 2002: 984. 58 Asma y Educación. Monografía 2008 ENFOQUE PEDAGOGICO EN LA EDUCACIÓN TERAPEUTICA Rosa Calvo Sagardoy Coordinadora Unidad de Psicología Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid 59 Asma y Educación. Monografía 2008 Proporcionar una atención médica optima a los pacientes con una enfermedad crónica como el asma requiere de los profesionales sanitarios no solo conocimientos técnicos específicos, sino también el aprendizaje y la utilización de un conjunto de estrategias psicológicas que incrementen la probabilidad de la realización de un tratamiento individualizado y eficaz. En los últimos años se han propuesto en el ámbito de la psicología de la salud distintos modelos teóricos que tratan de explicar el comportamiento de salud de los individuos en general y de los pacientes en particular. Modelos a los que se ha recurrido, generalmente, para poner de manifiesto la importancia de la comunicación entre personal sanitario-paciente, la conjunción eficaz en la toma de decisiones conjuntas entre el médico y el paciente y el conocimiento de otras variables que intervienen en la adhesión terapéutica en tanto que conducta saludable, especialmente el grado de auto-eficacia percibida por el paciente para lograr los cuidados prescritos. Los modelos desarrollados se agrupan en varias categorías principales: “modelos de comunicación”, “modelos operantes” y “modelos cognitivos”. 1. Modelos de comunicación Buscan mejorar los procesos de recepción, comprensión y retención de mensajes como condición y estrategia clave para la promoción de las conductas saludables y la adhesión a las prescripciones médicas. Como parece obvio, la relación medicopaciente, su comunicación se identifica, en la mayoría de las investigaciones, como un factor clave para facilitar la mejoría del paciente. Comunicación: es de sobra conocido que saber más acerca de algo no mejora necesariamente el cumplimiento de las acciones encaminadas a conseguir los objetivos propuestos; pero también es cierto que cuando el médico requiere que los pacientes hagan o sepan algunas cosas, su primera tarea es informarles. Por otra parte, es un hecho admitido que los pacientes, en muchas ocasiones, comprenden insuficiente o erróneamente la información que reciben. Se ha comprobado que, como promedio, los pacientes sólo son capaces de recordar, incluso minutos después de la entrevista, el 50% de la información que reciben; además, entre el 30% y el 50% de las instrucciones se comprenden erróneamente. Por lo que respecta a la importancia de la actitud en la comunicación, mantener una relación empática y cordial se ha considerado como un elemento crucial para el cambio terapéutico 2. Modelos operantes Basados en la aplicación de los principios operantes, promueven la utilización del moldeamiento de conductas, la planificación ambiental y el manejo de las contingencias de reforzamiento como estrategias centrales en el desarrollo de conductas saludables en los pacientes. Sin embargo, dada la complejidad de los problemas implicados en el establecimiento de estas conductas, el modelo es muy limitado y ha sido necesario integrarlo con otros que tengan en cuenta el papel que 60 Asma y Educación. Monografía 2008 desempeñan las variables cognitivas (creencias, expectativas de los pacientes) desatendidas desde este planteamiento. 3. Modelos cognitivos Asientan sus principios, fundamentalmente, en la teoría del aprendizaje social (Bandura 1969) y en los modelos cognitivos de toma de decisiones, enfatizando el papel mediador de lo que la persona se dice a sí misma sobre su conducta manifiesta. Teoría de la auto-eficacia percibida. Este concepto simboliza la convicción que una persona tiene sobre su capacidad para realizar con éxito la conducta requerida con el objetivo de producir ciertos resultados. Las expectativas de eficacia se consideran el determinante fundamental tanto en la elección de actividades como en la cantidad de esfuerzo y tiempo empleados para conseguirlas. Modelo de creencias de salud. Su planteamiento central propone que un paciente no llevará a cabo una conducta saludable (de prevención, participación, cumplimiento o rehabilitación) a menos que tenga unos niveles mínimos de motivación e información relevantes para su salud; vea la enfermedad como potencialmente amenazante o grave; esté convencido de la eficacia de la intervención (estimación de costos y beneficios) y vea pocas dificultades para la puesta en marcha de la conducta de salud. Sin embargo, el modelo ha sido criticado por no tener en cuenta el importante papel que desempeñan otras variables adicionales, como son la estructura del régimen de tratamiento o las condiciones ambientales y sociales. Teoría de la acción razonada. El supuesto básico del modelo destaca la importancia que las personas dan a las implicaciones de sus actuaciones antes de decidir llevar a cabo una acción determinada. (Ajzen y Fishbein. 1890). La actitud hacia la acción está en función de la creencia sobre los resultados más probables de esa conducta (valoración de resultados) y de la creencia que la persona tiene sobre las presiones sociales para que realice (o no) la conducta en cuestión (creencia normativa). Esta teoría no toma, tampoco, en consideración las variables contextuales o sociodemográficas a las que se refiere como variables externas y, aun admitiendo que pueden influir en la conducta, no postula que exista una relación necesaria entre ellas y la conducta. Ahora bien, las creencias conductuales y normativas no pueden ser consideradas independientemente de la disponibilidad de la conducta a la que se alude ni de sus contingencias Teoría de la acción social El modelo establece que los individuos se motivan a sí mismos a partir de sus expectativas sobre los resultados, evaluando su auto-eficacia y estableciendo metas que influyen sobre los actos de resolución de problemas. La teoría de la acción social sostiene que el cambio de hábitos no se iniciará a menos que la persona crea que es capaz 61 Asma y Educación. Monografía 2008 de ejecutar dicha proyectos vitales. acción y que dicha acción sea compatible con sus La teoría también analiza cómo afectan las influencias contextuales (escenarios del medio físico y social inmediato, relaciones sociales y estructuras organizacionales) en el establecimiento de metas y estrategias conductuales. Todos estos datos, evaluados en su conjunto, indican que para facilitar el cumplimiento de las prescripciones médicas y conseguir situar una enfermedad crónica como el asma bajo control, el mayor tiempo posible, se requiere tener en cuenta ciertas condiciones de forma ineludible: Una buena comunicación y una relación cordial junto con el grado de comprensión con el que se consigue trasmitir la información aumentan la colaboración del paciente y familiares en el programa de tratamiento. Facilitar la información que realmente necesita cada paciente para realizar adecuadamente las prescripciones convenidas; Esta información debe realizarse en términos suficientemente operativos acerca de qué, cómo y cuándo realizar las prescripciones; Tiene que proporcionar feedback adecuado sobre los problemas que puedan surgir. E, incluso, ensayar las conductas requeridas, particularmente cuando son novedosas o complicadas. Auto-eficacia: La información que se proporcione al paciente puede cumplir distintos objetivos, pero en la medida en que se pretenda influir en lo que el paciente haga, debe adecuarse necesariamente a la competencia de cada persona y a sus condiciones de vida. De otro modo, y en el mejor de los casos, el paciente dispondrá de más conocimientos sin que ello influya necesariamente en su tratamiento. Por ello será necesario incluir un proceso de preparación para el cambio (Modelo Transteórico de Prochaska y Diclementi) y el entrenamiento en técnicas específicas de competencia personal: modelado, instrucciones, encadenamiento y moldeamiento, feedback correctivo, autoinstrucciones. Sea cual sea el número y complejidad de las tareas que se requieran hacer, hay que tener en cuenta que éstas deben incorporarse a la vida cotidiana del paciente y pueden ocupar muchas veces el lugar y tiempo destinados a otras actividades habituales y/o implicar a su familia. Por tanto se necesita valorar y minimizar su impacto, realizando un balance de sus costes o beneficios. En especial cuando el tratamiento entraña la pérdida de gratificaciones cotidianas (por ejemplo: actividades físicas placenteras), o repercusiones en aquellos que conviven con él ya sean situaciones específicas (por ejemplo, cambios de menús –alergias alimentarias-), ya sean las condiciones ambientales (por ejemplo. eliminar objetos donde se acumulen ácaros, eliminación de animales de compañía), e incluso, las pautas de relación (por ejemplo. incremento de tareas cotidianas para algún miembro). 62 Asma y Educación. Monografía 2008 Las prescripciones deben tener en cuenta que cuanto mayor sea la interdependencia de la conducta del paciente con la de otras personas relevantes en su vida cotidiana, más dificultades habrá para introducir cambios y más se necesitará un trabajo psicológico con la familia. En este mismo ámbito tendrán que tenerse en cuenta las características relacionales de los pacientes adolescentes, especialmente la necesidad de reafirmación e independencia de las reglas establecidas por los adultos junto con la necesidad de parecerse a sus iguales. El adolescente que tiene asma puede rechazar las medicinas y dejar de tomar su dosis diaria porque se las ha prescrito un adulto o porque tiene miedo a ser menos aceptado por sus amigos al verle “diferente”. Puede sentirse frustrado y depresivo porque tose y los demás le miran; por no poder hacer determinados ejercicios físicos o no entrar en algunos ambientes cuya atmósfera es perjudicial para él. Va a querer eliminar los síntomas evidentes tomando los medicamentos de acción inmediata, pero va a ser más resistente a tomar la medicación que le asegura resultados a largo plazo. La reducción de algunas limitaciones de funcionamiento sanitario (como son las listas o el tiempo de espera, la falta de continuidad de la atención médica, o de los recursos (como son los gastos económicos, algunas peculiaridades de presentación y administración de los fármacos) pueden tener favorecer, igualmente la adhesión y la estabilidad del trastorno. El reforzamiento que los clínicos hagan del cumplimiento del paciente es una condición directamente relacionada con la buena marcha del tratamiento. 63 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1) Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-14 2) Smith BA, Shuchman M. Problem of nonadherence in chronically ill adolescents: strategies for assessment and intervention. Curr Opin Pediatr 2005; 17:613-618. 3) Erickson SJ, Gerstle M, Feldstein SW. Brief interventions and motivational interviewing with children, adolescents, and their parents in Pediatric health care settings, a Review. Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:1173-1180. 4) Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional. Preparar para el cambio. Paidós. Barcelona, 1999. 5) Prochaska JO, Norcross JC, DiClemente CC. “Changing for good”. Avon Books. New York, 1994. 6) Bordin E. The generalizability of the psychoanalitic concept of the working alliance. Psychoterapy: Theory, research and practice. 1979; 16:252-260. 7) Prazar G. How many pediatricians does it take to change a practice? Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:500-502. 8) J. Rodríguez Sacristán. Psicopatología infantil básica. Ed. Pirámide 2002 9) Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-149. 10) M. A. Roca Perara. La familia ante la enfermedad crónica de uno de sus miembros. Infomed. www.sld.cu/saludvida/temas. 11) A. Escribano, G. G. Hernández. Manejo terapéutico del adolescente asmático. Adolescente. Albacete 2005. 12) G. Nardone, E. Giannotti. Modelos de familia. Ed. Herder 2003. 13) L. Onnis. Terapia familiar de los trastornos psicosomáticos. Ed. Paidos 2003. 14) J. Korta Murua. Como mejorar el cumplimiento terapéutico. Monografía asma y educación II curso para educadores en asma 2005. 64 Asma y Educación. Monografía 2008 ENFOQUE PEDAGOGICO EN LA EDUCACIÓN TERAPEUTICA RELACION CON LA FAMILIA: AUTOCONCIENCIA M.T. Miguel Martínez. Unidad de Psicología. Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid 65 Asma y Educación. Monografía 2008 LA ADOLESCENCIA: UNA AGENDA APRETADA La adolescencia es el período del ciclo vital desde la pubertad hasta la juventud que abarca de los 11 a los 17 años aproximadamente durante el que transcurren importantes cambios físicos y psicológicos. Es el tiempo de iniciaciones, ambivalencias, riesgos y, en definitiva, de crisis vitales8.Es una época con una agenda muy apretada de cambios cuantitativos y cualitativos de gran trascendencia en el futuro de las personas. La crisis, como la definió Hipócrates, es el momento en que la enfermedad cambia su curso para bien o para mal, por lo tanto no es ni buena ni mala en sí misma, es un momento de corte o ruptura con el statu quo de la homeostasis anterior donde lo importante es la manera como se sale de ella, es decir, si se resuelve hacia la funcionalidad y el crecimiento o hacia la disfuncionalidad y el estancamiento. Es por tanto en la adolescencia cuando hay más riesgo de procesos psicopatológicos característicos (ansiedad, crisis de pánico, depresión, conducta disocial etc.) que agravan el cuadro asmático actuando como factor desencadenante o de agudización de otros preexistentes con la consiguiente alteración funcional en el contexto familiar. El niño que llega a la pubertad tiene un tiempo limitado para madurar y adaptarse a las transformaciones físicas, a los cambios hormonales, a la sexualidad y al mismo tiempo iniciar el proceso de autonomización de sus padres, adquirir el sentido de su propia identidad personal, e incluso, al final de la etapa tendrá que afrontar decisiones de gran trascendencia en relación con su futura vida académica y/o profesional. Si para un adolescente sano el mundo emocional es complejo, extremo, contradictorio, y fluctuante y fácil caldo de cultivo para la emergencia de conflictos, más aún lo será si padece un problema de salud como el asma que le va a exigir una disciplina y unos hábitos de vida que chocan con los deseos de libertad y rebeldía propios de su grupo de iguales. LA VIVENCIA DEL CUERPO ENFERMO El adolescente sano vive con frecuencia la percepción de su corporalidad como dismórfica y no suele estar satisfecho de su imagen corporal, si además padece una enfermedad como el asma puede percibir su cuerpo con un funcionamiento interno también desestructurado, como una falla de la que unas veces se culpa y otras culpabiliza a sus padres. Al adolescente esta desorganización interior se le antoja de difícil manejo y tiende a responder a ello con descontrol conductual, rechazo a los tratamientos y a los profesionales. Generalmente en el asma adolescente baja la autoestima, se avergüenza, se inhibe, niega la enfermedad o la reta lanzándose a un peligroso descontrol poniendo en grave riesgo su vida. El adolescente asmático tiene miedo a que su cuerpo le falle en diferentes momentos y aspectos que son muy importantes para él e incluso miedo a la propia muerte9. 66 Asma y Educación. Monografía 2008 CONTEXTO FAMILIAR DEL ADOLESCENTE CON ASMA Entendemos por familia un sistema vivo, abierto, dinámico, con historia que va creando sus propias reglas por ensayo y error a lo largo de la convivencia. La familia funciona como una unidad de cooperación basada en la convivencia que tiene por objeto garantizar a sus miembros la supervivencia física y social, el desarrollo personal, la estabilidad emocional, la autonomía y la protección en los momentos difíciles. La familia tiene unas propiedades interactivas entre sus miembros que, como en una partida de ajedrez, se retroalimentan entre ellas con dinamismo circular. Todo lo que suceda o haga un miembro tiene respuesta circular entre los demás. El entorno familiar tiene un papel preponderante para mantener, optimizar y restablecer la salud de sus hijos10 y en el caso de los adolescentes con asma es el soporte fundamental de su auto-cuidado y de la adherencia a los tratamientos. Parece que ninguna de las Guías Nacionales e Internacionales al uso para el cuidado del niño asmático dedican un apartado específico a la adolescencia,11 siendo la etapa en que más turbulencias se observan en la adherencia a los tratamientos. En un primer momento es frecuente que las familias vivan la enfermedad del hijo como una catástrofe sobrevenida, como un castigo o designio, como un estigma que viene a perturbar su homeostasis, que va a exigirles cambios de estilo vida, adaptaciones, gastos, esfuerzos, pérdidas y especialmente la elaboración del duelo del hijo sano y la aceptación del hijo “no perfecto” y después de superar la decepción, la frustración, la auto-culpabilización y la dolorosa contemplación del sufrimiento del hijo, empiezan a reorganizar sus propios recursos y se lanzan a la puesta en marcha del plan terapéutico para cuidarle. Muchas de las reacciones de las familias ante la enfermedad asmática son normales, es decir, adaptativas y por tanto previsibles, que trás un cierto desajuste finalmente se transforma en una actitud de colaboración activa hacia el hijo y los profesionales y redundan en el crecimiento de todos sus miembros. De los 4 modelos de familias que define G. Nardone12 como hiperprotectores, permisivos, sacrificantes, intermitentes, delegantes y autoritarios, en las familias de los adolescentes son más frecuentes el hiperprotector y el sacrificante con sus típicas reglas y modalidades comunicativas. Las reacciones más frecuentes son: la sobreprotección, la no facilitación del proceso de autonomización y en ocasiones la negligencia. El estilo de familias que tienen más facilidad para la adaptación positiva son aquellas que estando estructuradas con sus reglas particulares no presentan rigidez, sino más bien la flexibilidad necesaria para acomodarse al cambio con el menor coste para sus miembros. Cuentan entre sus recursos con una gran resiliencia, término procedente 67 Asma y Educación. Monografía 2008 de la física para expresar la capacidad de amortiguación y recuperación que tienen algunos cuerpos tras sufrir un daño. FACTORES DE CRONICIDAD EN LA INTERACCIÓN FAMILIAR ANTE LA ENFERMEDAD ASMÁTICA Superado ya el paradigma dualista de cuerpo y mente, así como la causalidad lineal y excluyente biológica o psicológica, hoy parece más útil sustituir estos modelos lineales por otros de causalidad circular que subrayen la importancia de las correlaciones recíprocas entre los diferentes componentes biológicos, psicológicos y sociales para explicar con la acción conjunta de ellos el desencadenamiento y el mantenimiento de algunos fenómenos patológicos. La decodificación y el mantenimiento del síntoma hasta su cronificación se hacen más comprensibles cuando se observan en el contexto en que aparecen. Según S. Minuchin la unidad observable ya no es únicamente el individuo sino el individuo en su contexto significativo lo que amplia a los clínicos el foco de atención para poder ver algunas claves que a veces pueden estar contribuyendo a la cronificación de los síntomas. En la familia de un adolescente asmático, una vez aparecido el síntoma se van creando en torno a éste un conjunto de interacciones retroalimentadas entre sus miembros, hasta el punto que todo en la familia gira en torno a él en una espiral recursiva y redundante en la que no sólo se da una ganancia del síntoma en el paciente sino en toda la familia, estableciéndose un círculo de funcionamiento que de alguna manera define las relaciones entre los miembros y crea una situación difusa de sufrimiento del cual todos participan. Esta situación de la familia entorno al síntoma a veces llega a crear una falsa homeostasis en la que la familia se considera unida, ejerciendo el síntoma una función de aparente cohesión, cuya desaparición súbita produciría un “desequilibrio” que la familia vive como amenazador ya que podría dejar al descubierto otras disfunciones del sistema13. Una vez desencadenado el síntoma asmático puede funcionar como un cemento bloqueante de otras crisis familiares que las reglas del sistema de manera recursiva impiden aflorar. La escucha atenta a los pacientes y las familias permite crear un espacio donde, en ocasiones, se puede detectar el inicio de la aparición de patrones de conducta disfuncionales en el sistema familiar y con una intervención puntual a tiempo se podría cortar un ciclo recursivo y redundante de comportamientos que con el tiempo llevaría a una escalada hacia la cronicidad. Es conveniente que todos profesionales que se ocupan de la adherencia14 al tratamiento del adolescente asmático tengan en cuenta estos factores en el momento de abordar al paciente y su familia para lograr, cada uno desde su función (médicos, enfermeras, educadores, etc.), modificar algunos de estos patrones rompiendo el proceso de interacciones disfuncionales, favorecer que la familia encuentre sus propios recursos 68 Asma y Educación. Monografía 2008 para ayudar eficazmente a su hijo y detectar aquellos casos cuya patología precise ser derivada para una atención especializada en salud mental. 69 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1. Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-14 2. Smith BA, Shuchman M. Problem of nonadherence in chronically ill adolescents: strategies for assessment and intervention. Curr Opin Pediatr 2005; 17:613-618. 3. Erickson SJ, Gerstle M, Feldstein SW. Brief interventions and motivational interviewing with children, adolescents, and their parents in Pediatric health care settings, a Review. Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:1173-1180. 4. Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional. Preparar para el cambio. Paidós. Barcelona, 1999. 5. Prochaska JO, Norcross JC, DiClemente CC. “Changing for good”. Avon Books. New York, 1994. 6. Bordin E. The generalizability of the psychoanalitic concept of the working alliance. Psychoterapy: Theory, research and practice. 1979; 16:252-260. 7. Prazar G. How many pediatricians does it take to change a practice? Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:500-502. 8. J. Rodríguez Sacristán. Psicopatología infantil básica. Ed. Pirámide 2002 9. Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-149. 10. M. A. Roca Perara. La familia ante la enfermedad crónica de uno de sus miembros. Infomed. www.sld.cu/saludvida/temas. 11. A. Escribano, G. G. Hernández. Manejo terapéutico del adolescente asmático. Adolescente. Albacete 2005. 12. G. Nardone, E. Giannotti. Modelos de familia. Ed. Herder 2003. 13. L. Onnis. Terapia familiar de los trastornos psicosomáticos. Ed. Paidos 2003. 14. J. Korta Murua. Como mejorar el cumplimiento terapéutico. Monografía asma y educación II curso para educadores en asma 2005. 70 Asma y Educación. Monografía 2008 ENFOQUE PEDAGOGICO EN LA EDUCACIÓN TERAPEUTICA: PREPARACIÓN PARA EL CAMBIO CONDUCTUAL: ESTADIOS Y PROCESOS Rodrigo Puente García. Psiquiatría. Hospital Universitario Santa Cristina 71 Asma y Educación. Monografía 2008 La no adherencia al tratamiento recomendado es uno de los problemas más frecuentes con los que los clínicos deben lidiar, fundamentalmente si tomamos en consideración las patologías que cursan de forma crónica. El rechazo de las recomendaciones terapéuticas, referidas tanto a los hábitos de vida como a las prescripciones farmacológicas, es una de las causas principales de morbilidad y mortalidad en los pacientes aquejados por estas enfermedades. Aunque aquí nos referimos de forma particular al asma, las recomendaciones son posiblemente exportables a otras condiciones crónicas como la diabetes o la fibrosis quística. Las tasas de no adherencia terapéutica son elevadas entre los niños que padecen enfermedades crónicas, siendo aún mayores en el caso de los adolescentes varones, con estimaciones que se aproximan a un tercio del total de los pacientes pediátricos con patología crónica. Habitualmente los pacientes son clasificados como adherentes o no adherentes al tratamiento, aunque ambas condiciones constituyen los extremos de un espectro de posibles comportamientos. Si bien no se ha consensuado una definición de “adherencia”, podríamos considerarla operativamente como el grado de adecuación de los comportamientos de un paciente con las recomendaciones de salud que le han sido ofertadas: para algunos autores un cumplimiento superior al 50% de las recomendaciones sería calificado como adherente, mientras que para otros la adherencia se consideraría a partir del 80%. Tampoco se han estandarizado los medios ni las medidas con los que calcular la adherencia. La adherencia es una realidad compleja determinada por múltiples variables multidimensionales: recientemente se han añadido a aquellas que se refieren al paciente y su entorno (tales como factores psico-sociales, enfermedades psiquiátricas, características familiares y problemas de salud)2 otras que guardan relación con la propia intervención terapéutica, más accesible a nuestra modificación. El conocimiento de estas variables puede convertirse en una poderosa herramienta para la detección de los factores de riesgo y las causas que subyacen a la falta de adherencia, hacia los que deberán dirigirse las intervenciones, que persiguen, a largo plazo, optimizar los posibles desenlaces de la enfermedad. Entendemos así que ninguna estrategia se haya mostrado efectiva para el total de los casos, y que debamos recurrir a la combinación de diferentes intervenciones para conseguir cambios significativos en la adherencia de los pacientes. • • • Los niños y adolescentes con enfermedades crónicas presentan con mayor frecuencia que sus pares sanos problemas emocionales y comportamentales. La resolución de estos cuadros potenciará una participación exitosa del paciente en su tratamiento. Los problemas de salud relacionados con la adherencia incluyen los efectos adversos farmacológicos y sus consecuencias físicas y estéticas, consideraciones acerca de la seguridad de los medicamentos y de las pautas establecidas para su toma, así como una pobre comprensión de la enfermedad y de su tratamiento. Al menos un 50% de los pacientes abandonan la consulta sin entender lo que se les ha dicho. Investigaciones empíricas señalan que tanto pediatras como padres tienden a sobrestimar la capacidad de comprensión de los niños más jóvenes y subestimar la de los más mayores. Determinados factores familiares como una comunicación pobre, presencia de conflictos o el grado de implicación parental (excesivo o mínimo) se han asociado con el nivel de adherencia. Un buen apoyo familiar es un predictor 72 Asma y Educación. Monografía 2008 independiente de adherencia terapéutica; la familia debe recibir información no solo acerca de la enfermedad y su tratamiento, también del papel que desempeña en la supervisión y potenciación de la adherencia. De forma habitual, la investigación en adherencia no considera las especiales necesidades de los adolescentes y sus familias, y no reconoce cómo algunos comportamientos propios y normales de esta población contribuyen al mal cumplimiento terapéutico.1 Diferentes intervenciones psico-sociales ofertan un modelo idóneo para su manejo en la clínica. Los cuidados médicos incorporan de forma progresiva planteamientos para comprender a los niños, los adolescentes y los padres. Intervenciones breves de carácter psico-social se han empleado en contextos pediátricos como apoyo para la prevención, detección temprana, y tratamiento de problemas conductuales o evolutivos.3 De entre las intervenciones desarrolladas hasta el momento, como las educacionales y aquellas que se apoyan en dispositivos multimedia, nos centramos en la Entrevista Motivacional (EM), que aquí esbozamos brevemente como un método eficaz de intervención breve, directivo y centrado en la ambivalencia y las discrepancias del paciente entre su situación actual, sus metas futuras y sus valores personales y que ha sido aplicado ampliamente con éxito para abordar comportamientos poco saludables. A diferencia de otros modelos que prestan mayor atención a la resistencia de los pacientes, la Entrevista Motivacional atiende a la motivación para el cambio mediante la exploración de su ambivalencia, su percepción acerca de la situación actual y de la posibilidad de cambio, y el balance decisional frente a estas dos posibles situaciones.3 Desde un enfoque pragmático la Entrevista Motivacional define la motivación para el cambio hacia un comportamiento determinado, ya sea el cumplimiento terapéutico o la modificación de unos hábitos de vida, como la “probabilidad de que una persona inicie, continúe y se comprometa con una estrategia específica para cambiar”. El planteamiento sobre el que se apoya la Entrevista Motivacional en su aproximación al cambio confronta el paradigma previo fundamentado en la acción, por el que este era comprendido como un fenómeno inmediato y discreto: se esperaba que los pacientes se pusieran manos a la obra y adoptasen estilos de vida saludables en un breve período de tiempo. Si lo conseguían pero no lo mantenían o no alcanzaban las metas propuestas, eran los propios pacientes quienes eran responsabilizados del fracaso por no tener una motivación o fuerza de voluntad suficientes.4 Un punto central en la estrategia motivacional respecto de modelos previos de acercamiento a los pacientes y sus problemas es la sustitución de una actitud de confrontación desde la autoridad, centrada en doblegar la resistencia, por otra basada en la autonomía del paciente, su colaboración y la evocación en el paciente del deseo por el cambio.3 Habitualmente consideramos que un paciente niega su enfermedad o no se adhiere al tratamiento cuando no comparte la perspectiva del profesional respecto del problema y sus recomendaciones terapéuticas. Cualquier intervención que prescinda de la disposición del paciente para el cambio redundará en un aumento de la resistencia. La Entrevista Motivacional se basa en el Modelo Transteórico desarrollado por Prochaska y DiClemente, que pretende dar respuesta a las preguntas de cómo, qué, cuándo y para qué cambiar comportamientos, en este caso no saludables.4 El “cuándo” cambiar hace referencia a las fases del cambio: precontemplación (aún no se considera el cambio), contemplación (ya se empieza a considerar el cambio), decisión o 73 Asma y Educación. Monografía 2008 preparación (planeando cómo cambiar próximamente), acción (llevando a cabo la acción que conduce al cambio), mantenimiento (sosteniendo el cambio) y finalización.3,5 La Entrevista Motivacional requiere que el profesional de la salud verifique la fase del cambio en que se encuentra un paciente respecto de un problema determinado, dado que a cada fase del cambio le corresponde un “cómo” concreto: determinados procesos del cambio, es decir, aquellas actuaciones que pueden ser aplicadas para avanzar en el camino del cambio, serán más eficientes que otros en función de cada una de las etapas del cambio. Algunos de los procesos de cambio señalados como útiles serían la toma de conciencia, el alivio dramático, la liberación social, el condicionamiento, el compromiso, el control estimular, etc.4 Desde esta posición de colaboración el profesional solicita las ideas, pensamientos y perspectivas del paciente respecto del tratamiento y los hábitos de vida prescritos para valorar las distintas probabilidades de cada uno de los posibles desenlaces y planificar las estrategias oportunas para que el paciente sustituya por hábitos saludables sus comportamientos actuales. Esto plantea una pregunta práctica: ¿qué estrategias podemos utilizar para aumentar la motivación al cambio? Son varias las estrategias que la Entrevista Motivacional importa desde varios modelos psicoterapéuticos, entre ellas el empleo de preguntas abiertas, la utilización de un lenguaje evocador del cambio, la no confrontación, las devoluciones… todas ellas regidas por los principios del cambio que pueden seguir los profesionales de la salud: empatía, entendida como escucha reflexiva y que aporta de vuelta al paciente una clarificación sobre sus propias afirmaciones, integrando los pros y los contras de su propio comportamiento; el señalamiento de las discrepancias entre los comportamientos actuales y sus consecuencias extremas frente a los objetivos del tratamiento y los valores personales del paciente; el manejo de la resistencia, entendida como una respuesta diferente de la esperada aunque normal ante la amenaza que supone a su status quo y por la que el paciente es responsabilizado de su cambio y de la propuesta de nuevas soluciones y el compromiso en su realización pragmática; y la potenciación del sentimiento de autoeficacia del paciente.3,4 Podríamos resumirlo como la adecuación de conseguir un acuerdo entre paciente y profesional respecto de los objetivos y la tarea en el contexto de una relación de confianza y de colaboración.6 Este modelo considera asimismo el entorno socioambiental del paciente, en el que se incluye la familia, los amigos, la escuela… todos ellos tremendamente influyentes en el entendimiento del niño o del adolescente respecto de su enfermedad y su tratamiento de forma diferencial en función de su momento evolutivo.2,3,4,7 Buena parte de la literatura de investigación acerca de la eficacia de la Entrevista Motivacional con niños, adolescentes y sus familias pertenece al ámbito de la teorización intelectual, exportada desde el ámbito de los adultos, donde sí ha sido probada su eficacia. Particularmente, no ha quedado aclarado de forma suficiente si los niños más pequeños, con una capacidad limitada para el planteamiento de objetivos a largo plazo y para experimentar ambivalencia entre sus comportamientos actuales y otros más deseables, obtendrían resultados igualmente satisfactorios que los pacientes adultos. La Entrevista Motivacional, por su eficacia y brevedad, es un modelo ideal para su aplicación en el contexto clínico. De forma contraria a previas estrategias de acercamiento más paternalistas basadas en la prescripción autoritaria, la Entrevista Motivacional incorpora de forma progresiva objetivos terapéuticos razonables propuestos por el cliente que clarifica y supervisa el profesional de la salud.3 74 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-14. Smith BA, Shuchman M. Problem of nonadherence in chronically ill adolescents: strategies for assessment and intervention. Curr Opin Pediatr 2005; 17:613-618. Erickson SJ, Gerstle M, Feldstein SW. Brief interventions and motivational interviewing with children, adolescents, and their parents in Pediatric health care settings, a Review. Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:1173-1180. Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional. Preparar para el cambio. Paidós. Barcelona, 1999. Prochaska JO, Norcross JC, DiClemente CC. “Changing for good”. Avon Books. New York, 1994. Bordin E. The generalizability of the psychoanalitic concept of the working alliance. Psychoterapy: Theory, research and practice. 1979; 16:252-260. Prazar G. How many pediatricians does it take to change a practice? Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:500-502. J. Rodríguez Sacristán. Psicopatología infantil básica. Ed. Pirámide 2002 Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-149. M. A. Roca Perara. La familia ante la enfermedad crónica de uno de sus miembros. Infomed. www.sld.cu/saludvida/temas. A. Escribano, G. G. Hernández. Manejo terapéutico del adolescente asmático. Adolescente. Albacete 2005. G. Nardone, E. Giannotti. Modelos de familia. Ed. Herder 2003. L. Onnis. Terapia familiar de los trastornos psicosomáticos. Ed. Paidos 2003. J. Korta Murua. Como mejorar el cumplimiento terapéutico. Monografía asma y educación II curso para educadores en asma 2005. 75 Asma y Educación. Monografía 2008 ENFOQUE PEDAGOGICO EN LA EDUCACIÓN TERAPEUTICA: PRESIÓN SOCIAL Y ESTRATEGIAS DE RESISTENCIA Mª Pilar Vilariño Besteiro. Unidad de Psicología .Hospital Universitario Santa Cristina 76 Asma y Educación. Monografía 2008 Como señalan Beneitez y cols, (2005) “existe una relación circular entre las variables psicológicas y el asma, donde cada una de ellas puede actuar como causa o consecuencia y de forma concurrente o sucesiva, a lo largo de la vida del paciente”. Por esta razón, es conveniente incluir en el tratamiento del asma la intervención sobre las variables psicológicas (estresores) sin que esto implique la sustitución de otras intervenciones médicas y/o farmacológicas. Los factores de estrés psicológico generan síntomas ansioso-depresivos que dificultan el manejo de los episodios asmáticos y favorecen los episodios de broncoconstricción, el incremento de la respuesta humoral a los alérgenos y la obstrucción de las vías aéreas. Desde el punto de vista psicológico se puede ayudar al paciente a investigar las situaciones estresantes que pueden desencadenar los episodios de crisis con el fin de dotar al paciente de estrategias y herramientas para afrontarlas. Esto implica investigar en los antecedentes de cada una de las crisis para ver el contexto en el que se produce así como cuales eran los pensamientos y emociones previas. En base a la información obtenida a través de la Historia Clínica, los registros de situaciones desencadenantes y del impacto psicológico de las crisis asmáticas en el paciente, en su familia y el entorno social se establece un plan terapéutico individualizado Los principales tratamientos cognitivos - conductuales para el control de las crisis asmaticas serían: el entrenamiento en autocontrol, la desensibilización sistemática (DS) y la inoculación de estrés. 1. La desensibilización sistemática, es una intervención terapéutica desarrollada para tratar miedos y los síntomas de evitación que les acompañan. El procedimiento consta de dos componentes. El primero consiste en enseñar al paciente una respuesta antagónica a la ansiedad, siendo la relajación muscular progresiva de Jacobson la más utilizada. El segundo componente de la DS implica una exposición gradual a los diferentes estímulos (previamente jerarquizados) que le generan angustia o miedo. En el caso del asma se construye una jerarquía de ítems referidos a los estímulos o situaciones que preceden a las crisis, a las sensaciones presentes en el episodio asmático y otras situaciones ansió genas. 2. El entrenamiento en autocontrol consiste en enseñar a las personas estrategias para modificar su propia conducta lo que favorece la sensación de competencia y auto-eficacia. La auto-regulación o autocontrol constaría de una serie de fases: auto-observación (detección de las señales del problema), aplicación de las contingencias establecidas y del control estimular, autovaloración , auto-recompensa o auto-castigo y auto-corrección . En relación con el asma esta técnica permite mejorar el estado de salud al actuar sobre la prevención de crisis asmáticas y sobre el manejo de las mismas cuando estas ocurren. 3. El entrenamiento en inoculación de estrés se centra en las habilidades cognitivas y de relajación y su finalidad en el asma es modificar cogniciones y emociones desadaptativas que inciden en la enfermedad. 77 Asma y Educación. Monografía 2008 TECNICAS DE COMUNICACIÓN Otra de las técnicas que pueden aplicarse en este tipo de pacientes es el entrenamiento en habilidades sociales ya que uno de los grandes focos de estrés para muchas personas serían las dificultades para afrontar las relaciones interpersonales y/o desenvolverse socialmente Estos déficit en pacientes asmáticos, sobre todo en la niñez y adolescencia, se ven agudizadas al sentirse en situación de desigualdad respecto a sus iguales, debido a sus episodios de crisis lo que puede favorecer la inhibición y retracción social. En este sentido el entrenamiento en habilidades sociales permite una reducción del estrés relacional con el beneficio que esto supone respecto a la disminución de la probabilidad de las crisis. Algunas de las habilidades que se pueden trabajar serían : escuchar, hacer peticiones y quejas, responder a las quejas de los demás, decir que no, resistir la presión del grupo, e iniciar, mantener y terminar conversaciones. Por otro lado, en muchas ocasiones la sobreprotección de los padres hacia el niño asmático promueve una incapacidad para resolver conflictos o tomar decisiones por sí mismos lo que incrementa la sensación de ineficacia y la dependencia del medio familiar y también de la ansiedad cuando se encuentra fuera de este medio. Ayudar al paciente a aprender a tomar decisiones es una forma de promover su proceso de autonomía e incrementar su autoestima. Las creencias y cogniciones que sostienen los pacientes respecto a su enfermedad, entre las que se incluyen aquellas que dificultan la adherencia al tratamiento deben elicitarse con el fin de poder ver que errores de procesamiento de información que cometen aplicando los principios de la reestructuración cognitiva. Las situaciones emocionales que más a menudo provocan una crisis asmática son el enojo, el temor y toda amenaza de separación ó pérdida. Ayudar a canalizar estas emociones y a expresarlas adecuadamente reduce la probabilidad de las crisis. En definitiva, desde el punto de vista de la Psicología se puede recurrir a diferentes estrategias que irían dirigidas a enfrentar los aspectos conductuales, cognitivos y emocionales implicados en el trastorno asmático. 78 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-14 Smith BA, Shuchman M. Problem of nonadherence in chronically ill adolescents: strategies for assessment and intervention. Curr Opin Pediatr 2005; 17:613-618. Erickson SJ, Gerstle M, Feldstein SW. Brief interventions and motivational interviewing with children, adolescents, and their parents in Pediatric health care settings, a Review. Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:1173-1180. Miller WR, Rollnick S. La entrevista motivacional. Preparar para el cambio. Paidós. Barcelona, 1999. Prochaska JO, Norcross JC, DiClemente CC. “Changing for good”. Avon Books. New York, 1994. Bordin E. The generalizability of the psychoanalitic concept of the working alliance. Psychoterapy: Theory, research and practice. 1979; 16:252-260. Prazar G. How many pediatricians does it take to change a practice? Arch Pediatr Adolesc 2005; 159:500-502. J. Rodríguez Sacristán. Psicopatología infantil básica. Ed. Pirámide 2002 Beneitez AM, Molina W, Camps, T Aspectos psicológicos del asma infantil. Revista Pediatria de Atención Primaria, Vol. VII, 2005, pags 137-149. M. A. Roca Perara. La familia ante la enfermedad crónica de uno de sus miembros. Infomed. www.sld.cu/saludvida/temas. A. Escribano, G. G. Hernández. Manejo terapéutico del adolescente asmático. Adolescente. Albacete 2005. G. Nardone, E. Giannotti. Modelos de familia. Ed. Herder 2003. L. Onnis. Terapia familiar de los trastornos psicosomáticos. Ed. Paidos 2003. J. Korta Murua. Como mejorar el cumplimiento terapéutico. Monografía asma y educación II curso para educadores en asma 2005. 79 Asma y Educación. Monografía 2008 PROGRAMAS EDUCATIVOS DE ATENCIÓN AL NIÑO CON ASMA Manuel Praena Crespo CS Candelaria. Sevilla 80 Asma y Educación. Monografía 2008 INTRODUCCIÓN. El estudio ISAAC ha puesto de manifiesto un incremento en la prevalencia del asma en nuestro país, en los últimos años, sobre todo en las edades de 6 a 7 años. Dicha prevalencia oscila entre un 7.1 y 12,9% a los 6-7 años de edad y el 7,1 a 15,3% a los 1314 años, según las zonas en las que se ha realizado el estudio1. Por tanto, el asma es la enfermedad crónica de mayor prevalencia en la edad pediátrica. Su tendencia ascendente muestra un incremento real y un mayor diagnóstico de la enfermedad. Disminuye la calidad de vida de un elevado número de niños, adolescentes y de sus familias, por la morbilidad, evitable en muchos casos y supone un consumo de numerosos recursos sanitarios tanto en el ámbito de Atención Primaria (AP) como de Atención Hospitalaria (AH). La atención al asma es un reto importante para nuestra sociedad. Aunque afecta a todas las clases sociales, las más desfavorecidas sufren su impacto en mayor medida, siendo imprescindible que el sistema de salud ponga en marcha todos los recursos humanos y materiales de que dispone para dar respuesta a esta verdadera epidemia que supone la enfermedad. En nuestro sistema sanitario la atención primaria representa la puerta de entrada para todos los ciudadanos. En el reciente estudio ESCAPE (Estacionalidad y Seguimiento de la Calidad de vida en el Asma Pediátrico) más del 70% de los pacientes fueron reclutados en el ámbito de la AP2. Por tanto, el centro de salud es el escenario idóneo para dar respuesta a este gran volumen de necesidades planteadas ya que el pediatra de atención primaria es de fácil acceso, presta una atención continuada al niño desde el nacimiento y conoce mejor las características biopsicosociales del niño y su familia. El pediatra de AP y la enfermera de familia deben ser los principales promotores de la educación en autocuidados del niño y del adolescente asmático, configurándose así como los responsables últimos del control del paciente en colaboración con la AH para aquellos casos con dificultades para el diagnóstico o el manejo de la enfermedad. Cuando la asistencia al asma se programa u organiza se ponen de manifiesto resultados positivos frente a otras áreas no organizadas3,4. JUSTIFICACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN ASMA La calidad de vida de los pacientes con asma se ve seriamente comprometida cuando la enfermedad no está bajo control y lo peor es que muchos pacientes no son conscientes de ello porque ajustan su modo de vida a sus limitaciones o niegan sus restricciones. Esta elevada morbilidad está en relación con la gravedad de la enfermedad, tratamiento subóptimo con tratamiento antiinflamatorio, sobretratamiento con broncodilatadores y retraso en la solicitud de asistencia médica 5. El absentismo escolar y la disminución de la productividad de los cuidadores de los niños con asma están directamente relacionados con la gravedad de las manifestaciones y el manejo subóptimo de la enfermedad. En 1988 se realizó en EEUU un estudio teniendo en cuenta estos paradigmas de morbilidad. Se concluyó que los niños asmáticos perdieron el doble de días de clase que los no asmáticos, fueron casi 13 millones de veces al médico y precisaron 200.000 ingresos. Casi el 30% experimentaron algún tipo de limitación en su actividad física vs. el 5% sufrido por sus compañeros sin asma 6 El asma ocasiona unos gastos totales por paciente muy elevados, calculándose para España unos 982 Euros por paciente / año repartidos entre costes directos médicos y no médicos y costes indirectos. El gasto total en menores de 15 años 81 Asma y Educación. Monografía 2008 es fácil de calcular teniendo en cuenta que en nuestro país hay aproximadamente 300,000 pacientes menores de 15 años con asma, (aproximadamente 295 millones de euros). 7 La elevada prevalencia junto a los costes que ocasiona ha supuesto un reto para el abordaje de la enfermedad, emprendiéndose diversas iniciativas por diferentes organismos en todo el mundo para mejorar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes, y así en los últimos 5 años se han publicado varias guías sobre el manejo del asma, que se han actualizado en la medida que los avances sobre el tratamiento se han ido sucediendo. En todas estas guías se pone de manifiesto que la educación de los pacientes con asma es una parte ineludible de su tratamiento y no se puede separar de los demás componentes de la terapéutica, que incluye la evitación de los desencadenantes, el tratamiento de alivio, en caso de síntomas y el de control de la inflamación a largo plazo 5, 8 El Consenso sobre tratamiento del asma infantil recientemente publicado recoge de manera notable que la educación sanitaria del niño y adolescente con asma y de su familia es un componente esencial en el manejo del asma (Evidencia A). Su objetivo es conseguir un control de su enfermedad que le capacite para realizar una vida completamente normal para su edad, incluyendo la actividad física y deportiva diaria y la actividad escolar de tal manera que no se sienta diferente a sus amigos y compañeros.9 Un estudio de coste-efectividad de programas educativos en automanejo han demostrado reducir los costes del asma hasta un 34% obteniendo cambios clínicamente relevantes en resultados en salud y calidad de vida10. ÁMBITOS DE LA EDUCACIÓN SOBRE EL PACIENTE CON ASMA. ¿Quién debe educar?. Cualquier profesional que esté en contacto con el paciente con asma puede y debe educar desde los profesionales que le atienden en su centro de salud (pediatras y enfermera), a los profesionales que lo atienden en el hospital enfermera, neumólogo/alergólogo, tanto en consultas programadas como en consulta a demanda o urgencias, en cada caso centrando la educación en los aspectos que la situación requiere. También ha mostrado resultados positivos la educación en asma en el centro educativo por parte de enfermeras, profesores, incluso compañeros de los pacientes, pero el rendimiento y el alcance de la educación que se obtiene es diferente y no solo por el lugar donde se realiza la educación sino por los componentes de la educación que se imparten en dichas situaciones, como veremos a continuación. Valoración de la educación según el escenario donde se imparte Centros escolares e institutos. Se han desarrollado varias estrategias de educación en asma en el ámbito educativo con personal de enfermería experto en educación de asmáticos que se desplazan desde centros sanitarios a las escuelas solo a asmáticos11 con excelentes resultados en la reducción de urgencias o visitas no programadas, menos ausencias escolares y menos días de interrupción de actividades relacionados con el asma,. Sin embargo en otro trabajo tras la intervención de enfermeras comunitarias, no se demostró mejoría en la calidad de vida ni en la disminución de los síntomas de niños con asma, aunque si mejoró la técnica inhalatoria de los niños12 Shah estudió el efecto de tres sesiones educativas impartidas por compañeros de cursos superiores a niños de 7 y 10 años en escuelas en Australia, y demostró una 82 Asma y Educación. Monografía 2008 discreta mejoría en la calidad de vida (PAQLQ) y una reducción del absentismo escolar tres meses después, sin diferencias en función pulmonar13 Urgencias. Aunque en adultos parece reducir los ingresos posteriores por asma al hospital, no disminuyen la repetición de las visitas al servicio de Urgencias de forma significativa y concluyente. Además la repercusión de la intervención educativa en este contexto sobre los resultados a más largo plazo en relación con la morbilidad por asma es incierta.14 En niños una revisión reciente de la colaboración Cochrane no encuentra pruebas firmes para apoyar el uso de la educación sobre el asma para niños que han asistido al servicio de urgencias por asma como una medida para disminuir las visitas posteriores al servicio de urgencias, los ingresos hospitalarios o las visitas médicas no programadas15. A pesar de eso los profesionales que atienden en urgencias la paciente deberían educar al paciente enseñando una correcta técnica inhalatoria y repasar con el paciente y su familia los desencadenantes que han podido intervenir en la crisis y la forma de actuación ante la crisis. Clínicas para el asma. Las clínicas para el asma con base en la atención primaria se han fomentado y distribuido ampliamente en algunos países, particularmente en el Reino Unido. Una revisión de la colaboración Cochrane ha estudiado su influencia en los pacientes y llega a la conclusión de que existe una evidencia limitada acerca del beneficio de las clínicas del asma con base en la atención primaria, pero no se puede llegar a conclusiones firmes hasta tanto se hayan llevado a cabo más ensayos de buena calidad.16 Educación individual versus educación grupal. En realidad no debe existir una disociación de ambos tipos de educación, sino que deben ser complementarias. El mayor rendimiento de la educación grupal en términos de resultados en salud, cuando ya se está impartiendo educación individual, se obtiene cuando se educa a los propios pacientes, en comparación cuando se educa a los padres del paciente, como ya tuvimos ocasión de experimentar en un estudio multicéntrico realizado en España, Cuba y Uruguay17. COMPONENTES DE LA EDUCACIÓN EN LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS. La utilización de la educación limitada sobre el asma, impartiendo solo información sobre la enfermedad y su manejo, no parece mejorar los resultados de la salud en adultos con asma, aunque los síntomas percibidos pueden mejorar18. La educación para el autocuidado del asma, que incluye la automonitorización mediante el flujo espiratorio máximo o los síntomas, junto con un examen médico regular y un plan de acción escrito, mejora los resultados de la salud en adultos con asma. Los programas de entrenamiento que permiten que las personas ajusten su tratamiento mediante el uso de un plan de acción escrito parecen ser más efectivos que otras formas de autocuidado del asma19. 83 Asma y Educación. Monografía 2008 En una revisión de la colaboración Cochrane, los programas educativos de automanejo del asma en niños también mejoran una amplia gama de mediciones de resultados, por lo que se preconiza que la educación para el automanejo dirigida a la prevención y al control de ataques debe ser incorporada a la atención rutinaria del asma20. En otra revisión Cochrane 21se evaluaron los programas educativos según diferentes aspectos: 1. Planes de acción por escrito frente revisiones médicas regulares. 2. Autocontrol basado en síntomas frente autocontrol basado en valores de pico de flujo máximo y 3. La comparación de educación de alta o baja intensidad con revisiones periódicas o no o plan de acción escrito o verbal. Las conclusiones de los revisores fueron a) que se puede obtener un óptimo control del asma ajustando los fármacos mediante autoajuste, con la ayuda de un plan de acción escrito o mediante la revisión médica regular. b) Los planes de acción escritos individualizados basados en la FEM son equivalentes a los planes de acción basados en los síntomas. c) La reducción de la intensidad de la educación para el autocuidado o el nivel de la revisión del médico puede reducir su efectividad. Resumiendo podemos decir que el escenario más eficiente para la educación es aquel que permita realizar educación para los autocuidados del asma, incluyendo, automonitorización mediante el flujo espiratorio máximo o los síntomas, basándose en un plan de acción y exámenes médicos regulares. Para ello la accesibilidad es un factor importante, sobre todo en las primeras fases de la educación. Los modelos organizativos en la atención al asma marcan importantes diferencias al respecto MODELOS DE ORGANIZACIÓN DEL ASISTENCIA AL ASMA. De manera simplificada podemos decir que hay tres formas posibles de atención al paciente asmático22 Modelo centrado en la organización del sistema sanitario: La atención al asma viene definida por cómo está organizado el sistema de atención a la salud de las personas. En este sistema hay una responsabilidad directa de todos los profesionales, pero la naturaleza de dicha atención se hace siguiendo las guías de las sociedades científicas y no sobre programas institucionales de atención. Modelo centrado en las competencias profesionales: Este modelo preconiza que la población sea atendida por las personas más cualificadas profesionalmente. Este modelo es el que ha prevalecido hasta la actualidad en nuestro país. Su limitación es que no tienen en cuenta las prioridades de las familias. En este modelo la atención primaria tiene una responsabilidad secundaria. Modelo centrado en la comunidad: Propugna la prestación de la asistencia sanitaria en el entorno donde vive el niño asegurando una asistencia adecuada allá donde vive, por los mismos profesionales que lo atienden en patologías banales y supervisan su salud. Los profesionales de atención Primaria incluyendo pediatras y enfermeras son los más próximos a la familia, facilitan el acceso a todos los servicios básicos, se relacionan con los pacientes y cuidadores a lo largo del tiempo, centran la atención en el niño y adolescente, no en el problema o enfermedad, realizan prevención, diagnóstico y tratamiento integral, proporcionan seguridad a los pacientes y los asesoran en la toma de decisiones. 84 Asma y Educación. Monografía 2008 El paciente con asma toma contacto con la atención hospitalaria de forma dirigida y será atendido por diferentes profesionales en función de sus necesidades. Este modelo comunitario organizado enfatiza la coordinación de los recursos asistenciales (sanitarios y sociales) y considera prioritaria la formación de todos los profesionales implicados. La Tabla I resume las 10 características clave, a juicio del Grupo de Vías Respiratorias (GVR), de este modelo de intervención en el asma4. EXPECTATIVAS DE LAS PERSONAS IMPLICADAS EN EL CONTROL DEL ASMA INFANTIL 23. Los pacientes son atendidos por diferentes profesionales en distintos tiempos y escenarios. Para que esa atención sea adecuada conviene conocer las expectativas de todos los que intervienen en dicha relación: paciente, pediatra de atención primaria, enfermera, neumólogo / alergólogo. Dichas expectativas se han recogido del Proceso Asma en la Edad Pediátrica de Andalucía Expectativas de los pacientes y cuidadores: En la actualidad, las actividades a desarrollar para cubrir la asistencia del paciente con asma24 se centran en los cuidados que éste necesita. Conocer sus expectativas es un buen modo de plantear su atención de la forma más correcta. Con esta intención, se han recogido las expectativas de una serie de pacientes que son atendidos en atención primaria y siguen un programa educativo de asma. Entre dichas expectativas figuran: Asistencia: • Que se dedique el tiempo necesario para una atención sin prisas, interesándose por mi hijo como persona. • Que se hagan el diagnóstico y las pruebas necesarias en un tiempo razonable, sin gran demora. • Que se enseñe a conocer y evitar lo que puede desencadenar o agravar el asma. • Que se enseñe el manejo de los sistemas de inhalación. • Que se enseñe cómo identificar y evitar las crisis de asma. • Que se proporcione ayuda psicológica si es necesario. Comunicación: • Que se facilite información sobre la enfermedad, en un lenguaje claro. • Que se proporcione información sin prisas, con trato agradable y cercano, sin comentarios inoportunos ni riñas, permitiendo expresar sentimientos, miedos, etc. • Que se informe de las distintas opciones de tratamiento y se oiga nuestra opinión sin que el médico o la enfermera se sientan agraviados. • Que todos los que participen en los cuidados del asma hablen con lenguaje similar, evitando informaciones contradictorias. Competencia: • Que el profesional tenga conocimientos y habilidades actualizados en asma. • Que exista una adecuada coordinación entre Atención Primaria y Atención Especializada cuando intervengan en mi valoración. • Que los profesionales valoren y reconozcan los conocimientos y decisiones de los pacientes y sus cuidadores. 85 Asma y Educación. Monografía 2008 Expectativas del Pediatra de Atención Primaria • Que se facilite la participación de Enfermería en el cuidado del niño y adolescente asmático. • Que la interconsulta con el hospital, se realice sin demora. • Que se reciban informes actualizados de los pacientes cuando sean atendidos por otros profesionales, donde se contemple el juicio clínico, la pauta de actuación y el seguimiento. • Que se facilite formación continuada sobre el cuidado y manejo del asma. • Que se disponga de espacio y tiempo protegido para la atención adecuada a niñosadolescentes con asma y para las actividades de educación para la salud. • Que existan los recursos necesarios (espirómetro, medidores de FEM, placebos) para poder atender con un mínimo de calidad. • Que se tenga posibilidad / facilidad para evaluar la práctica, con sistemas de registro cuyos datos puedan ser utilizados por los demás profesionales. Expectativas de Alergólogo / Neumólogo • Que se establezcan protocolos de derivación con los profesionales de AP. • Que exista coordinación y unidad de criterios entre las diferentes unidades del Hospital que atienden a niños y adolescentes con asma: consultas de Alergia y Neumología, Urgencias, UCIP, plantas de hospitalización. • Que el paciente acuda al Hospital con un informe de su Pediatra de AP sobre su situación clínica, pruebas realizadas y nivel de conocimientos sobre el asma. • Que se adecuen los recursos humanos y técnicos a las necesidades funcionales y estructurales de la unidad y al volumen de pacientes asistidos. Expectativas de enfermería • Que se facilite el acceso del niño y adolescente con asma a la consulta de Enfermería. • Que se contemple en cartera de servicios / contrato programa / organigrama del centro, la asistencia del niño y adolescente con asma por Enfermería. • Que la población reciba información / divulgación sobre asma, para conocer las medidas preventivas, la detección precoz, y facilitar la aceptación de la enfermedad y la integración de estos pacientes. • Que exista comunicación con el Pediatra, así como cooperación con otros niveles asistenciales. • Que se proporcione formación continuada sobre asma. • Que exista un adecuado número de enfermeros, según la demanda generada por la prevalencia del asma en la zona y la cartera de servicios (pruebas funcionales, educación, etc.). • Que existan en el Centro de Salud recursos para la educación del paciente con asma. SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA DE LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS En varias encuestas realizadas en diversos ámbitos4, 25, 26 se pone de manifiesto que en España la situación no es homogénea, ni en el grado de implicación de los profesionales de atención primaria ni en el desarrollo de las estrategias de intervención de las diferentes administraciones sanitarias. 86 Asma y Educación. Monografía 2008 Situación de los Profesionales En el año 2003 el GVR publicó algunos datos sobre el manejo del paciente asmático por parte de los pediatras asistentes (n= 370) a siete cursos sobre asma realizados en 7 ciudades distintas durante el año 200126: • La mayoría de los pediatras derivan al hospital los casos de asma moderada y grave, aunque un 29% remiten todos los niños a la consulta de neumología o alergia, independientemente de su gravedad. • El personal de enfermería participa escasamente en el seguimiento y educación del niño asmático (18.9%). Sin embargo el profesional de enfermería es fundamental para organizar la asistencia al asma. • Sólo un 32% de los pediatras tiene un listado de asmáticos, lo que le permitiría organizar mejor la asistencia al asma; el 61% registra la clasificación según gravedad, y sólo el 11% los atiende en una consulta programada, siendo ésta fundamental para iniciar el estudio, educar y planificar el tratamiento y seguimiento del paciente. • Aunque un 93% de los pediatras cree que la espirometría es una prueba que se puede hacer en atención primaria, sólo tienen espirómetro en su centro de salud el 49% y de ellos, lo utilizan el 36%. Con medidores de pico flujo cuentan el 45% y lo utilizan la mitad de los que disponen de ellos. Abundando a este respecto, una encuesta más reciente realizada entre 3000 pediatras de toda España de todos los niveles asistenciales, pone de manifiesto una escasa utilización de estas herramientas de diagnóstico y seguimiento funcional26, que además son herramientas valiosas para la educación. • El escaso tiempo es uno de los problemas que expresan los pediatras para poder llevar a cabo su cometido. El estudio TRAP que encuestó a 3000 pediatras de los que se obtuvo respuesta en un 78,2%, concluye que una gran parte de los pediatras de atención primaria no disponen de personal y aparataje adecuados para el diagnóstico y tratamiento del niño asmático, a pesar de que conocen su manejo y tratan de coordinar su asistencia con sus centros hospitalarios de referencia. “Una planificación coordinada entre los distintos niveles asistenciales mejoraría y permitiría el máximo aprovechamiento de los recursos materiales y humanos a favor del niño asmático”27. Situación de las administraciones sanitarias Aunque hay antecedentes de experiencias aisladas en programación de la asistencia al asma en clave de intervención comunitaria28-30 en diferentes zonas geográficas del país, iniciados por profesionales de Atención Primaria, o en colaboración con el hospital31, no ha sido hasta los últimos años cuando diversas administraciones sanitarias han reconocido la necesidad de realizar un abordaje integral a la atención al paciente con asma. Los más destacados son: • El Plan Regional de Atención Integral al Niño y Adolescente con Asma de Asturias (PRANA)32, marco de confluencia entre los diferentes programas existentes en la región. En él participan la administración, sociedades científicas, colegios profesionales y padres. Está en funcionamiento desde el año 2002, incluido en el contrato programa, cartera de servicios y desarrollando el programa de formación de los profesionales. • El proceso “Asma en la edad pediátrica” en Andalucía23 es un conjunto de actividades preventivas, diagnósticas y terapéuticas, dirigido al niño y 87 Asma y Educación. Monografía 2008 continuado con el proceso “Asma en edad adulta”. Comenzó en el año 2003, y cuenta con indicadores para facilitar la evaluación y control del proceso y resultados en salud. Actualmente se está desarrollando la implementación del Proceso en las diferentes áreas sanitarias, adaptándose a las diferentes particularidades de cada una, siguiendo la metodología recogida en la guía de diseño y mejora continua de procesos asistenciales33. Nuevos programas han sido desarrollados a lo largo de 2004 en Aragón34 y la comunidad de Castilla-León35. En el año 2005 se publicó la Guía de Práctica Clínica sobre Asma del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza)36, que es una guía con metodología de MBE al estilo de la Guía Británica del Asma, basada en niveles de evidencia y grados de recomendaciones para el manejo del asma. De estos tres últimos solo la Guía Vasca y la Guía de Castilla y León proponen indicadores. Los últimos programas con contenido educativo que se han publicado han sido el de Cantabria en 200637 y los de Baleares38 y Madrid39 en 2007 En otras autonomías existen programas no comunitarios que llevan funcionando entre cuatro y cinco años. Su ámbito es un área sanitaria o un centro de salud, en su mayoría no están escritos, no establecen una coordinación entre los distintos niveles de atención sanitaria y carecen de continuidad en la edad adulta. Todos los programas de intervención comunitaria descritos aún no han publicado datos de evaluación y, en muchos casos, están pendientes de su total implantación en las áreas geográficas para las que han sido desarrolladas. TABLA I Tabla I. Características del modelo de intervención comunitaria 1. Es un proceso organizado que tiene como referente un territorio. 2. Su objetivo es la mejora de la calidad de vida de los niños-adolescentes y su familia. 3. Existe un plan integral de intervención común y único. 4. La coordinación entre niveles asistenciales es imprescindible. 5. La atención ordinaria a la población se desarrolla en su propio entorno: la comunidad donde vive y por tanto en la Atención Primaria Pediátrica (APP). 6. La atención hospitalaria se centra en el desarrollo de diagnósticos complejos, seguimiento de casos que no se controlan en la APP, desde las unidades de asma, y en la atención a niños que precisan ingreso. 7. Se involucra en el proceso a la comunidad escolar y otros agentes sociales (familias organizadas, farmacias, asociaciones, etc.). 8. La intervención se orienta a lograr familias capaces de tomar decisiones autónomas positivas respecto a la salud. 9. Se aplican métodos de educación sanitaria, individual, familiar y grupal, encaminados a la concordancia en las decisiones sobre el asma del niño-adolescente. 10. Promueve la autoorganización de las familias. Tomado de: Díaz Vázquez CA, Lora Espinosa A, Pons Saracíbar A. Organización de la atención al niño y adolescente con asma. En: Cano A, Díaz CA, Montón JL, eds. Asma 88 Asma y Educación. Monografía 2008 en el niño y adolescente. Madrid: Ergon; 2004. BIBLIOGRAFIA 1. Carvajal-Urueña I, García-Marcos L , Busquets-Monge R. Variaciones geográficas en la prevalencia de síntomas de asma en los niños y adolescentes españoles. International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) fase III España. 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Monografía 2008 AUTOMANEJO: PLAN DE ACCION *Carmen R. Rodríguez, **José Valverde Molina. *Centro de Salud La Cuesta. Tenerife ** Hospital Los Arcos. Murcia. 92 Asma y Educación. Monografía 2008 El aumento de la prevalencia y morbi-mortalidad del asma en las últimas décadas, a pesar de los avances surgidos en los conocimientos fisiopatológicos, la disponibilidad de mejores y más efectivos fármacos y la divulgación de guías clínicas para el manejo de la enfermedad, ha sido la causa del desarrollado de programas educativos con el objetivo de optimizar prácticas de atención sanitaria, reducir la morbilidad y disminuir los costes socio-sanitarios. Esta educación tiene como objetivo ayudar a los pacientes y sus familias a desarrollar los conocimientos necesarios, actitudes, creencias y habilidades para el adecuado automanejo efectivo de su enfermedad. Este automanejo, aunque no siempre alcanzable en igual grado por todas las familias, debe ser conseguido de forma progresiva. Una de las principales herramientas educativas para el automanejo de la enfermedad es el diseño de planes de acción por escrito individualizados. Podríamos definir un plan de acción por escrito como una guía educativa, individualizada, para ayudar al niño, familia y/o educadores en el manejo y control de los síntomas del asma. Debe ser basado en metas pactadas, comprensible –o sea, redactado de forma sencilla-, realista y revisado periódicamente. Una revisión realizada por Toelle BG y Ram FSF para Cochrane destaca que los ensayos clínicos disponibles son demasiado pequeños y los resultados pocos e inconsistentes como para establecer una conclusión sólida en cuanto a la contribución de planes de autocuidados escritos en los efectos beneficiosos de un programa exhaustivo de atención del asma. No hay suficientes pruebas a partir de ensayos para mostrar que estos planes, como única intervención, mejoren los resultados en salud. Aunque la provisión de instrucciones escritas claras a los pacientes es considerada una práctica clínica adecuada. Otra realizada por Boghal y cols concluye que las pruebas actuales sugieren que los plan de acción por escrito –PAE- basados en la monitorización de los síntomas son superiores a los PAE basados en la monitorización del flujo máximo para prevenir las visitas a los servicios de urgencias, aunque no hay datos suficientes para concluir firmemente si la superioridad observada depende del mayor cumplimiento de la estrategia de monitorización, la identificación temprana del inicio del deterioro, el umbral más alto para la presentación en los servicios de atención de urgencias, o de las recomendaciones específicas del tratamiento. Una explicación de estos resultados sería que para cambiar la conducta del tratamiento del asma y mejorar los resultados de la salud se requiere un enfoque coordinada entre la educación del paciente, la provisión de estos planes y la existencia de revisiones periódicas. Haciéndolo así se producen una reducción del 40% en las hospitalizaciones y del 20% en las visitas a urgencias. Pero ¿Qué debe contener un plan de acción por escrito para ser efectivo?. Gibson PG y Powell H publican en Thorax un metaanálisis sobre los componentes que deben formar parte de dichos planes. Encuentran que los planes basados en el mejor flujo espiratorio máximo personal, que usan 2-4 puntos de acción, y recomiendan tanto corticoides inhalados como orales para el tratamiento de las exacerbaciones mejoran los resultados en salud. 93 Asma y Educación. Monografía 2008 Objetivos de un plan de automanejo 1. Estimular la responsabilidad en el cuidado cotidiano del asma, compartida con su medico/ enfermera. 2. Adiestramiento en cómo monitorizar su estado y en cómo reconocer los empeoramientos, bien basándose en síntomas y/o en registro domiciliario del FEM. 3. Enseñar el uso del medidor de FEM (según situaciones). 4. Hacer ensayos de automanejo introduciendo cambios en la medicación de mantenimiento en función de empeoramientos y con revisiones muy próximas. 5. Proporcionar la medicación (corticoides orales) y las instrucciones precisas sobre dosificación para usar en las exacerbaciones importantes. Aspectos que deben ser tomados en cuanta antes de elaborar un plan de automanejo • A quien vamos a dirigirlo • Requerimientos particulares del paciente • Puntos a desarrollar en el plan • Plan concreto, individualizado, de fácil manejo Plan de acción individual. En el niño hay diferentes aspectos o "frentes educativos" muy importantes a la hora del automanejo de la enfermedad: 1. Identificación de los síntomas: la información dependerá de la edad el niño y su evolución clínica y tipo de asma. A partir de los 7 años se ha comprobado una buena identificación de síntomas en general: pueden distinguir al respirar el "pitido", tos nocturna o asociada al ejercicio, dificultad para la respiración y dolor en el pecho son los síntomas referidos por los niños con mayor frecuencia. Este entrenamiento es importante porque con frecuencia el niño ha estado solo y "debe tomar las primeras decisiones" ante el inicio de una crisis: ponerse el aerosol, parar de jugar, llamar a un adulto... 2. Actitud ante el inicio de una crisis: dependerá de si el niño está solo, en el colegio o en casa, de la edad del niño, si habitualmente tiene acceso a la medicación o no. La información más importante que se debe transmitir ante el inicio de los primeros síntomas de una crisis es: • • • Si está realizando actividad física dejar de hacerla, y tranquilizarse. Si es un niño que habitualmente lleva el broncodilatador en su mochila, o tiene acceso a ella en el domicilio, administrarse 2-4 puffs dependiendo de las pautas. Notificar a un adulto inmediatamente 94 Asma y Educación. Monografía 2008 3. Conocimientos básicos acerca de su medicación: el niño a partir de los 6-7 años sabe diferenciar si lo enseñamos, que tratamiento es el de todos los días y cuál es el que debe utilizar para cuando tiene mucha tos, pitos o dificultad para respirar o administrarse antes del ejercicio. Al instaurar el tratamiento debemos hacer una distinción entre los dos tipos de fármacos que utilizaremos y familiarizar al niño, con los nombres y su acción explicada de modo sencillo: el mantenimiento le ayudará a no ponerse malo tantas veces y el de rescate evita que los primeros síntomas lleguen a ser más graves además de eliminar la tos y su dificultad para respirar. Plan de acción familiar. Debe contener los aspectos de la enfermedad para lograr con los padres/cuidadores un manejo adecuado. Estos aspectos son los siguientes: 1. Manejo en Fase de mantenimiento. • • • • • Qué medicación y a qué dosis debe tomar diariamente de tratamiento preventivo. Qué desencadenantes debe evitar. Qué medicación usar como rescate ante síntomas ocasionales. Si debe tomar medicación broncodilatadora ante actividades extraordinarias y cual. Cómo monitorizar su estado basal (síntomas o mediciones de PEF) 2. Manejo en Fase aguda o crisis: • • • Cómo reconocer un empeoramiento (síntomas o registros de PF): igual que hablamos para el niño en la identificación de síntomas nos ayuda la historia clínica: los síntomas cardinales son la tos, sensación de falta de aire en el niño mayor, ritmo de respiración, signos de distress respiratorio: uso de musculatura intercostal, supraesternal, que adquiere especial importancia en el lactante. Todos estos signos los debemos hablar con los padres para su detección precoz y poder actuar en consecuencia Establecer una serie de niveles de gravedad y establecer cómo actuar en cada uno de ellos. Uso de medicación de rescate en domicilio y valoración de la respuesta. 3. Identificación y evitación de desencadenantes. La evitación de desencadenantes requiere el establecimiento de una serie de conductas de evitación de infecciones respiratorias, tabaco, alergenos, realización de ejercicio físico, etc. Las normas de control ambiental constituyen uno de los aspectos 95 Asma y Educación. Monografía 2008 del manejo de la enfermedad, que ha demostrado mayor repercusión en el ámbito familiar, por lo que es aconsejable: • • Realizar una individualización de las normas de control ambiental del niño. Identificar los desencadenantes más relevantes en cada caso y analizar conjuntamente los problemas que se plantean en las medidas de control y “negociar” soluciones. Evaluación del plan: Entre los resultados en salud, objetivables, cuando aplicamos un plan de automanejo, tenemos los siguientes: • • • • Nº visitas a Urgencias Nº dias de absentismo escolar Nº noches con síntomas Nº exacerbaciones Ejemplos de plan de acción por escrito podrían ser los siguientes: Figura-1, Figura-2 y Figura-3. 96 Asma y Educación. Monografía 2008 Seguir tratamiento de mantenimiento ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ El niño no tiene síntomas Valores de FEM normal: ------------------------------------------ Medidas de control ambiental individualizadas Recordatorio técnica inhalatoria Recomendaciones si síntomas con ejercicio Plan de acción: Usar broncodilatador: ------------------- El niño tiene alguno de estos síntomas: •Fatiga/ahogo •Pitos en el pecho •Crisis de tos •Despertar por la noche •No puede jugar o hacer deporte, dificultad para el ejercicio físico. •En lactantes, además: dificultad respiratoria (retracciones), llanto débil, dificultad para alimentarse. FEM:------------------------------------ dosis----------------------------------------Si es necesario puede repetir el tratamiento cada 20 minutos hasta 3 veces en una hora y valore como se encuentra su hijo para saber lo que tiene que hacer a continuación Si no mejora: Tratamiento a seguir hasta que le vea el médico: – Broncodilatador :------------------------------------------------------------------– Antiinflamatorio:--------------------------------------------------------------------Contacte con su pediatra Si empeora de nuevo pase al siguiente apartado FEM:-------------------------------- Si ha mejorado: –Continuar con el broncodilatador: Dosis Frecuencia -------------------------------------------------------Continúe con su tratamiento de fondo (si su pediatra se lo ha recomendado) --------------------------------------------------------Consulte con su pediatra Su hijo está peor, si tiene fatiga y pitos muy intensos y/o dificultad para respirar muy marcada y/o tiene habla entrecortada y/o cianosis (amoratamiento) Acuda de inmediato al Servicio de Urgencias del Centro de Salud o del Hospital más próximo, si no es posible su transporte rápido llame al teléfono de urgencias sanitarias (112) Figura- 1. Modelo de plan de acción por escrito 97 Asma y Educación. Monografía 2008 Plan de acción para el control del Asma1 Tu tratamiento habitual es: 1. Cada día tomo: _________________________________ 2. Antes del ejercicio tomo ___________ CUANDO AUMENTAR EL TRATAMIENTO: Valora tu nivel de control del asma: En la semana pasada has tenido: ¿Síntomas de asma más de dos veces al No Si día? ¿Actividad o ejercicio limitado por el No Si asma? ¿Despertares por la noche debido al asma? No Si ¿Necesidad medicación de alivio más de No Si dos veces? ¿Si mides el (FEM), tu FEM es menor de No Si ________ Si has contestado Si a 3 o más preguntas, tu asma no esta bien controlado y puede ser necesario subir un paso tu tratamiento COMO AUMENTAR EL TRATAMIENTO: Aumenta el tratamiento de ____________ a ____________________________________ y valora la mejoría cada día. Mantén este tratamiento ________días CUANDO CONSULTAR AL PEDIATRA: Llama al 902 505 060 y pide cita con tu medico si no mejoras en ____días CUANDO DEBES ACUDIR A URGENCIAS: 1. Si tienes dificultad para respirar y solo puedes hablar con frases cortas 2. Si tienes una crisis grave y estas preocupada/o 3. Si necesitas tu medicación de alivio más de cada 4 horas y no mejoras • Toma _____ puffs de ______________ (inhalador azul) • Toma __________________________ (corticoide por boca) • Busca ayuda medica: Ve a urgencias o llama al 061 • Continua tomando ____ de ___________ hasta que te visite el medico 1Modificado de GINA www.ginasthma.com Figura- 2. Modelo de plan de acción por escrito. 98 Asma y Educación. Monografía 2008 Figura-3. Modelo de plan de acción por escrito 99 Asma y Educación. Monografía 2008 BIBLIOGRAFÍA: 1. Expert Panel Report 3. Disponiblea: http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/asthma/asthgdln.htm 2. British Guideline on the Management of Asthma. A national clinical guideline. British Thoracic Society. Scottish Intercollegiate Guidelines Network. Update 2007. Disponible en: http://www.britthoracic.org.uk/iqs/sid.00044940908912605904274/ 3. Global Strategy for Asthma Management and Prevention. Update 2006. Disponible en: www.ginasthma.org. 4. Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA). Disponible en: http://www.gemasma.com. 5. Toelle BG, Ram FSF. Planes de tratamiento personalizados escritos para el asma en niños y adultos (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2005 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com. 6. Gibson PG, Powell H. Written action plans for asthma: an evidence-based review of the key components. Thorax 2004;59:94-99. 7. Bhogal S, Zemek R, Ducharne FM. Planes de acción escritos para el asma en niños (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2006 Número 4. Oxford: Update Software Ltd. Traducida de The Cochrane Library, 2006 Issue 4. Chichester, UK. 100 Asma y Educación. Monografía 2008 101