Download actualizaciones en asma
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
ACTUALIZACIONES EN ASMA Coordinación científica: Dr. Vicente Plaza Servicio de Neumología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. ÍNDICE ACTUALIZACIONES EN ASMA Coordinación científica: Dr. Vicente Plaza. Servicio de Neumología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. 1. Fenotipos y endotipos de asma. Dr.Julio Delgado. Unidad de Gestión Clínica. H. Virgen Macarena,Sevilla. 2. Comorbilidades del asma. Dra. Eva Martínez Moragón. Servicio de Neumología. H.Dr. Peset, Valencia. 3. Nuevas combinaciones ICS/LABA en el tratamiento de mantenimiento del asma. Dr.Luis Manuel Entrenas. Servicio de Neumología. H. Reina Sofía, Córdoba. 4. Papel de los dispositivos para la inhalación de fármacos en la vida real. Dr.José Ignacio Prieto. Médico de Familia. Centro de Salud de Navalmoral de la Mata, Cáceres. 5. Adhesión al tratamiento inhalado. Dr.Antolín López Viña. Servicio de Neumología. H. Puerta de Hierro, Majadahonda. Madrid. 6. Control del asma y de las exacerbaciones como objetivo terapéutico y su tratamiento por parte de las guías. Dr.Santiago Quirce. Servicio de Alergología. H. La Paz, Madrid. 7. El asma en la vida real. (Estudios de práctica clínica y surveys). Dr.Enrique Mascarós. Médico de Familia. Centro de Salud Fuente de San Luís, Valencia. 3-8 PÁG. 9-14 PÁG. 15-20 PÁG. 21-26 PÁG. 27-32 PÁG. 33-36 PÁG. 37-42 PÁG. Esta información es de carácter científico y técnico y está dirigida a los profesionales de la salud facultados para prescribir o dispensar medicamentos en España con finalidades formativas y educativas siendo, por tanto, necesaria una formación especializada para su correcta interpretación (en adelante Contenidos). Los Contenidos están compuestos por opiniones, criterios, conclusiones y/o hallazgos propios de los autores que figuran como tal en cada una de las partes del mismo, reproducidos de una manera fiel y honesta con respecto a la información profesionalmente analizada por los mismos en estricto cumplimiento de la normativa vigente y respetando los derechos de propiedad intelectual que pudieran existir sobre los mismos. Los Contenidos pueden no coincidir necesariamente con la documentación científica o ficha técnica correspondiente aprobada por las autoridades sanitarias competentes, recomendándose encarecidamente su contraste con la información científico-técnica disponible en cada momento y su consulta con el departamento científico correspondiente. MUNDIPHARMA únicamente recomienda el uso de sus productos de acuerdo con el contenido de sus respectivas fichas técnicas y en las indicaciones debidamente autorizadas. La combinación a dosis fija de fluticasona propionato y formoterol fumarato está indicada para el tratamiento regular del asma, cuando la administración de una combinación sea apropiada: para pacientes no controlados adecuadamente con corticosteroides inhalados y con agonistas β2 de acción corta administrados “a demanda” o para pacientes adecuadamente controlados con un corticosteroide por vía inhalatoria y un agonista β2 de acción prolongada. Acceso a la ficha técnica en: www.aemps.gob.es/cima PRÓLOGO ACTUALIZACIONES EN ASMA es un proyecto docente que tiene como principal objetivo actualizar (de ahí su nombre), de una forma rápida y amena, los conocimientos del lector relacionados con la enfermedad asmática. Para ello hemos seleccionado, entre otros temas, aspectos relacionados con el diagnóstico (fenotipos y endotipos de asma, comorbilidades del asma), el tratamiento (nuevas combinaciones de ICS/LABA, inhaladores) y el manejo clínico-práctico en general (asma en vida real, control del asma y de las exacerbaciones, adhesión terapéutica). Los textos han sido desarrollados por prestigiosos expertos en asma, provenientes de los ámbitos de la Neumología, Alergología y Atención Primaria. Dr. Vicente Plaza Moral. Coordinador de ACTUALIZACIONES EN ASMA. Diseño y realización a cargo de Medical Media , scp® 3 Fenotipos y endotipos de asma Autor Julio Delgado Romero Unidad de Gestión Clínica de Alergología. Hospital Virgen Macarena, Sevilla. Es conocido que los rasgos característicos del asma son la obstrucción reversible de la vía respiratoria y la hiperreactividad bronquial en el entorno de una inflamación de la mucosa y submucosa de la propia vía respiratoria. En la mayoría de los pacientes asmáticos, el elemento sobre el que pivotan estas alteraciones fisiopatológicas es el alérgeno y la respuesta inmunológica hacia el mismo 1. Sin embargo, existen datos en contra de esta visión lineal de la fisiopatología del asma: las drogas inmunosupresoras tienen un valor limitado en el tratamiento de pacientes asmáticos y su administración continuada en sujetos trasplantados no disminuye el riesgo de asma en niños y adolescentes. Asimis- mo, la atopia, como factor de riesgo para el asma, tiene escaso valor predictivo positivo y negativo 2. Por otra parte, aunque la eosinofilia puede ser el marcador de distintas características del asma como la actividad inflamatoria, la susceptibilidad a la exacerbación o la respuesta a determinados tratamientos, es un rasgo que también está presente en atópicos no asmáticos: los pacientes con rinitis alérgica y sin asma responden a la inhalación del alérgeno con un aumento de la inflamación eosinofílica muy similar a la observada en los pacientes con asma bronquial alérgica. Además, no existe una clara correlación entre activación eosinofílica e hiperreactividad bronquial 2. 4 Por tanto, cada vez parece más evidente que el concepto de asma como entidad clínica independiente e individualizada en sus manifestaciones es poco realista. Para entender esta diversidad, en los últimos años, parte de los esfuerzos de investigación en asma se han derivado hacia la definición de los distintos fenotipos de la enfermedad. Entendemos por fenotipo las características observables de un individuo que resultan de la interacción entre los genes que poseen (genotipo) y el ambiente. Su desarrollo es un intento de clasificación de una enfermedad, de la que actualmente sabemos que es, en realidad, un síndrome que incluye entidades nosológicas que pueden presentar características comunes que las diferencien. Además, y esto es lo más importante, estas variantes pueden tener implicaciones terapéuticas y pronósticas3. Las primeras clasificaciones del asma se basaron en la etiología, comenzando con la clásica subdivisión entre asma intrínseca y extrínseca4. Estos dos fenotipos se han utilizado de forma generalizada hasta hace poco tiempo. Posteriormente se añadieron otros fenotipos relacionados con la causa desencadenante, como el asma inducida por ácido acetilsalicílico, por el ejercicio, la menstruación o el asma ocupacional5. En los últimos años, los criterios de clasificación se han basado fundamentalmente en características inflamatorias (Eosinofílico/ neutrofílico) o clínicas. De hecho, las guías actuales de manejo del asma han categorizado esta enfermedad dependiendo de la gravedad inicial (basada en criterios clínicos y funcionales) previa al tratamiento así como el grado de control alcanzado una vez instaurado el tratamiento. Además, en la clasificación del asma según características clínicas también se han empleado criterios como la edad de comienzo, la predisposición a las exacerbaciones, la coincidencia con obesidad, el grado de reversibilidad a la obstrucción e hiperrespuesta bronquial o la resistencia al tratamiento esteroideo6. Sin embargo, pese a las pretendidas ventajas que aporta la clasificación de los pacientes asmáticos en estos subgrupos, existen casos que no parecen encajar en los esquemas fi- siopatológicos, terapéuticos y pronósticos generados de la clasificación del asma en diferentes fenotipos. Probablemente, muchos factores independientes al asma, como la adherencia al tratamiento u otras patologías médicas asociadas, pueden estar influyendo sobre la evolución de estos pacientes. O quizás estos otros factores no son tan relevantes y el problema radica en la incapacidad de la clasificación por fenotipos para definir correctamente “asmáticos idénticos”. En efecto, el modelo de clasificación de los pacientes asmáticos en diferentes fenotipos presenta limitaciones evidentes: el asma es una enfermedad poligénica, con un patrón de herencia compleja, muy diferente de las enfermedades monogénicas en las que la interacción gen-ambiente es limitada. Por el contrario, en el asma, el fenotipo final dependerá de las pequeñas modificaciones aditivas de los numerosos genes implicados, por lo que las posibles interacciones genético-ambientales son incalculables, limitando la clasificación fenotípica del asma. Además, aunque los fenotipos pueden indicar formas de presentación, factores desencadenantes, y respuesta al tratamiento comunes, no están necesariamente relacionados con los procesos fisiopatológicos que están en el sustrato de la enfermedad. Endotipos asmáticos Recientemente se ha propuesto el término endotipo en un intento de ordenar la gran variabilidad de la enfermedad y la complejidad clínica y de sus mecanismos básicos. Entendemos por endotipo (contracción de endofenotipo) a un subtipo de una enfermedad que se define funcional y patológicamente por un mismo mecanismo molecular. En el asma existen varios endotipos específicos con distintos rasgos clínicos, bajo las que subyacen causas moleculares diversas y distintas respuestas al tratamiento. Mientras que las características fenotípicas representan observaciones de la dimensión clínica del asma, la clasificación del asma en endotipos establece diferencias entre los distintos mecanismos capaces de producir la enfermedad7 (Tabla 1). TABLA 1 Criterios de clasificación del asma. 5 Aunque los endotipos de asma aún no han sido completamente caracterizados, los trabajos actuales se basan en diversos parámetros considerados relevantes en la patogénesis de la enfermedad (características clínicas, biomarcadores, fisiología pulmonar, genética, histopatología, epidemiología y respuesta al tratamiento) como características definitorias de cada endotipo. La presencia de comorbilidades (como rinitis u obesidad) no se incluye entre estos parámetros ya que, si bien pueden influir en el fenotipo del asma e interactuar con diferentes procesos fisiopatológicos, no definen el mecanismo básico de la enfermedad8. tructurales de las vías respiratorias, que permitan la descripción de biomarcadores que puedan facilitar un diagnóstico más preciso de cada endotipo de asma en pacientes individuales. A pesar de estas dificultades, en los últimos años se han desarrollado el denominado “análisis Cluster”, que aplica un modelo matemático capaz de separar los grupos de la enfermedad, sin que exista un sesgo de observación. Así, sobre la base de variables múltiples especificadas, agrupan a los individuos en conglomerados (clusters) de modo que las semejanzas entre miembros de los mismos grupos sean fuertes y entre grupos diferentes sean débiles. Un factor adicional que puede contribuir a las manifestaciones de la enfermedad asmática es el comportamiento del paciente, como la adherencia al tratamiento o el tabaquismo. Este aspecto puede influir en la gravedad de diversas características observables del asma, como la presencia de síntomas, la inflamación o la función pulmonar y puede afectar a la evolución de la enfermedad a largo plazo, aunque siempre de forma independiente del mecanismo fisiopatológico original, por lo que tampoco se incluyen dentro Del resultado de estos análisis se acepta la división del asma en distintos endofenotipos, particularidades clínicas, de función pulmonar, genéticas, histopatológicas, epidemiológicas, pronosticas y de respuesta a tratamiento10 (Tabla 2): 1. Asma alérgica de comienzo precoz 2. Asma eosinofílica de comienzo tardío 3. Asma asociada a Obesidad 4. Asma Neutrofílica TABLA 2 Endotipos de Asma. de los parámetros que definen un determinado endotipo. En los últimos años, se han realizado diversas clasificaciones del asma en relación con sus características fisiopatológicas9. Sin embargo, aunque esta nueva forma de categorización del asma ofrece evidentes ventajas diagnósticas y terapéuticas, la definición de un determinado endotipo, con sus particularidades clínicas, de función pulmonar, genéticas, histopatológicas, epidemiológicas, pronósticas y de respuesta a tratamiento, en ocasiones requieren técnicas complejas para su correcta clasificación, lo que dificulta la realización de estudios prospectivos amplios que validen la solidez de las diversas clasificaciones propuestas. Así, para una clasificación definitiva, es necesario conocer en profundidad los mecanismos específicos de cada endotipo, incluyendo estudios de genética y de funcionalidad de las células es- Cada endotipo presenta particularidades clínicas, de función pulmonar, genéticas, histopatológicas, epidemiológicas, pronosticas y de respuesta a tratamiento. 1. Asma alérgica de comienzo precoz: es la forma clásica de asma persistente que típicamente tiene un inicio en la infancia y se acompaña de características atópicas, como la sensibilización a alérgenos y la rinitis alérgica. Habitualmente presenta un predominio de eosinófilos en las vías respiratorias y su base fisiopatológica es un proceso inflamatorio Th2 dominante: la inhalación de un alérgeno específico desencadena una broncoconstricción aguda y la posterior afluencia de células inflamatorias, a menudo seguida de una respuesta asmática tardía. Este endotipo abarca un rango amplio de severidad de la enfermedad y de respuesta al tratamiento. 6 2. Asma eosinofílica de comienzo tardío: identifican un subgrupo distintivo de pacientes con un patrón de exacerbaciones graves, que suelen responder a esteroides sistémicos pero no con esteroides inhalados, que presentan hipereosinofilia en sangre (>l000/mm3) y en esputo (>10%). Representan aproximadamente el 20% de los pacientes que cumplen con la definición de asma grave. La prevalencia de atopia, los niveles de respuesta al broncodilatador e hiperreactividad bronquial no específica pueden ser más bajos que en el endotipo de asma alérgica. Los estudios preliminares con terapia anti-lL5 sugieren que este tratamiento puede ser clínicamente útil en este endotipo. 3. Asma asociada a Obesidad: se trata de un asma de comienzo en la edad adulta, más frecuente en mujeres, en la que no se existe una función pulmonar muy alterada, pero sí aumento en la frecuencia y gravedad de la sintomatología. Con frecuencia muestran poca eosinofilia, niveles bajos de FENO y una pobre respuesta a los glucocorticoides. 4. Asma Neutrofílica: se asocia a una limitación crónica del flujo aéreo con importante atrapamiento y neutrofilia en esputo. Pueden existir antecedentes de tabaquismo y los glucocorticoides son poco eficaces en su tratamiento. En cualquier caso, los futuros estudios de tipificación de los distintos endotipos asmáticos deben basarse en una rigurosa selección de pacientes: debe evitarse incluir sujetos con el único criterio de cumplir una descripción genérica de la enfermedad, como un determinado grado de reversibilidad tras una prueba broncodilatadora, que facilitaría la inclusión de pacientes con diferentes endotipos en los estudios de caracterización. Este mismo criterio debe seguirse para la realización de estudios clínicos de eficacia terapéutica de fármacos empleados en el tratamiento del asma: probablemente, una de las principales necesidades no satisfechas en el manejo de los pacientes asmáticos es la falta de tratamientos mecanismo-específicos de elevada eficacia en los diferentes endotipos de asma. Para alcanzar este objetivo, los criterios de inclusión en estudios clínicos tendrían que ser más endotipo-específicos y probablemente requieran la medición de variables diferentes de las utilizadas tradicionalmente. Estas reservas probablemente no sean necesarias en estudios que valoren tratamientos más genéricos, como los glucocorticoides inhalados, con o sin tratamiento concomitante con un β2 agonista de acción prolongada: es posible que los pacientes que demuestran un beneficio clínico de estos fármacos provengan de varios endotipos, ya que son antagonistas funcionales y no se centran en los mecanismos determinados de la enfermedad. En cualquier caso, parece evidente que la utilización correcta del arsenal terapéutico presente y futuro debe basarse en la conjunción de las clásicas estrategias terapéuticas basadas en la clasificación fenotípica, con el nuevo enfoque que aporta la clasificación por endotipos. Aunque son necesarios estudios más profundos que confirmen los distintos mecanismos implicados en la enfermedad asmática, la realización de estudios de endotipos en la investigación clínica puede ayudar a identificar grupos de pacientes que se podrían responder de forma específica a los tratamientos actuales o futuros. 7 Conclusiones Palabras clave: Fenotipo, Endotipo, Asma, mecanismos fisiopatológicos. • Es evidente que el asma es una enfermedad compleja en sus mecanismos fisiopatológicos, manifestaciones clínicas y respuesta al tratamiento. • En los últimos años se han identificado diferentes fenotipos de la enfermedad, basados en conjunto de parámetros clínicos observables (síntomas, exacerbaciones, respuesta al tratamiento, progresión de la enfermedad y riesgo de muerte) que permiten diferenciar a unos pacientes asmáticos de los otros. • Recientemente se ha propuesto el término endotipo en un nuevo intento de ordenar la gran variabilidad de la enfermedad, de su complejidad clínica y sus mecanismos básicos. • Entendemos por endotipo a un subtipo de una enfermedad que se define funcional y patológicamente por un mismo mecanismo molecular. • Mientras que las características fenotípicas representan observaciones de la dimensión clínica del asma, la clasificación del asma en endotipos establece diferencias entre los distintos mecanismos capaces de producir la enfermedad. 8 BIBLIOGRAFÍA 1.Nieminen MM, Kaprio J, Koskenvuo M. A population-based study of bronchial asthma in adult twin pairs. Chest. 1991;100(1):70-5. 6.Alvarez FJ. Fenotipos Asmáticos. Identificación y manejo. www.neumosur.net/files/EB0432%20fenotipos%20asma.pdf. Fecha última de acceso: abril de 2015. 2.Chung KF. New treatments for severe treatment-resistant asthma: targeting the right patient. Lancet Respir Med 2013; 1: 639–52. 7.Endotyping asthma: new insignts into key pathogenic mechanisms in a complex, heterogeneous disease. Anderson GP. Lancet 2008; 372: 1107-19 3.Siroux V, Basagaña X, Boudier A, Pin I, Garcia-Aymerich J, Vesin A, et al. Identifying adult asthma phenotypes using a clustering approach. The European respiratory journal : official journal of the European Society for Clinical Respiratory Physiology. 2011; 38(2):310-7. 8.Asthma endotypes: A new approach to classification of disease entities within the asthma syndrome. Lötvall J, Akdis A, Bacharier LB, Bjermer L, Casale TB, Custovic A, et al. J AllergyClin Inmunol 2011; 127: 533-60. 4.Rackemann F. A clinical classification of asthma. Am J Med Sci. 1921;(12):802-3. 5.Wardlaw AJ, Silverman M, Siva R, Pavord ID, Green R. Multi-dimensional phenotyping: towards a new taxonomy for airway disease. Clinical and experimental allergy. 2005; 35(10):1254-62. 9.Bousquet J, Wenzel S, Holgate S, Lumry W, Freeman P, Fox H. Predicting response to omalizumab, an IgE antibody, in patients with allergic asthma. Chest 2004; 1378-86 10.Wenzel SE. Asthma phenotypes: the evolution from clinical to molecular approaches. Nature Med. 2012; 18: 716-725. 9 Comorbilidades del asma Autora Eva Martínez Moragón Jefa del Servicio de Neumología. Hospital Universitario Dr. Peset, Valencia. Las investigaciones recientes atribuyen cada vez más importancia a las comorbilidades asociadas al asma en la explicación del incremento de la morbimortalidad de la enfermedad1-4. Algunas enfermedades (rinitis alérgica, dermatitis atópica) comparten con el asma factores genéticos y medioambientales comunes, mientras que otras (obesidad en el sexo femenino) preceden su aparición. Por otro lado, el asma es capaz de contribuir a la génesis de otras enfermedades (un asma grave y mal controlada tiende a acompañar- se de limitaciones en la actividad física lo que favorece el desarrollo de depresión, osteoporosis u obesidad) y el propio tratamiento antiasmático también puede actuar en el mismo sentido (el consumo regular de corticoides orales e inhalados acarrea efectos colaterales conocidos). Además, es evidente que en el asma existe inflamación sistémica y que ésta varía según los diferentes fenotipos de la enfermedad y su grado de control5-7. Es posible que dicha inflamación induzca la aparición de comorbilidades. 10 Lo cierto es que la multimorbilidad en el asma es frecuente y los clínicos que atienden a pacientes asmáticos deben estar preparados para evaluar y tratar las comorbilidades asociadas8, puesto que repercuten en la propia enfermedad e implican un deterioro en la calidad de vida de los pacientes. En la Tabla 1 se recogen las principales comorbilidades que contribuyen a que el asma no se controle de forma adecuada. Pérez de Llano y cols9 establecen una relación entre la coexistencia de tres o más factores (tabaquismo, rinosinusitis, obesidad, ansiedad, depresión, síndrome de apnea del sueño –SAHS-, disfunción de cuerdas vocales, aspergilosis broncopulmonar alérgica y enfermedad por reflujo gastroesofágico) y mal control del asma, siendo las circunstancias más desestabilizadoras la poliposis nasal, el reflujo gastroesofágico y la aspergilosis. Estas evidencias hacen que las guías recientes de práctica clínica presten especial atención a diagnosticar y tratar las comorbilidades del asma9,10 (en la Tabla 2, se recoge a modo de resumen una aproximación diagnóstica y terapéutica a las comorbilidades más frecuentes). TABLA 1 ·Rinosinusitis / poliposis nasal ·Factores psicológicos: ansiedad, depresión, alexitimia ·Disfunción de cuerdas vocales ·Traqueobroncomalacia y otras traqueopatías ·Obesidad ·Tabaquismo ·Síndrome de apnea del sueño ·Síndrome de hiperventilación ·Fibromialgia ·Hipertiroidismo ·Reflujo gastroesofágico ·Aspergillosis broncopulmonar alérgica ·Síndrome de Churg-Strauss ·Alergia alimentaria y anafilaxia ·Enfermedades cardíacas Comorbilidades relacionadas con un peor control del asma. Adaptado de GEMA 4.0. Disponible en: https://www.gemasma.com TABLA 2 Evaluación y tratamiento de las principales comorbilidades. 11 Además de estas enfermedades que a menudo acompañan al asma, existen otras que pueden simular asma y con las que debe establecerse el diagnóstico diferencial (Tabla 3), si bien en algunos casos también coexisten en el mismo paciente; es decir, un paciente puede tener asma y disfunción de cuerdas vocales o solo disfunción de cuerdas vocales y no ser asmático, por lo que ante un asma que no se controla con la medicación habitual el primer paso es confirmar con métodos objetivos el diagnóstico de asma8. filos y algunos investigadores han identificado concentraciones elevadas de trombina en el esputo y el lavado broncoalveolar de pacientes asmáticos22,23. Sin embargo, el asma no estaba considerada como una situación que favoreciera la aparición de embolismo pulmonar. Dos trabajos recientes obligan a replantear el tema. El estudio europeo realizado por Majoor y cols. mostró que el asma favorece el riesgo de ·EPOC ·Bronquitis eosinofílica ·Bronquiectasias ·Obstrucción mecánica de las vías aérea: disfunción de cuerdas vocales, neoplasias, granulomas, cuerpo extraño inhalado, etc ·Traqueobroncomalacia ·Reflujo gastroesofágico ·Patología de la vía respiratoria superior: goteo nasal posterior ·Infiltrados eosinófilos pulmonares ·Neumonitis por hipersensibilidad ·Síndrome de Churg-Strauss y otras vasculitis pulmonares ·Enfermedades hereditarias: fibrosis quística, discinesia ciliar primaria, déficit de α-1 antitripsina. ·Síndrome carcinoide ·Disnea y/o hiperventilación de origen psicógeno. ·Síndrome de sensibilidad química múltiple. ·Tos crónica secundaria a fármacos: IECA, beta-bloqueantes no selectivos, etc ·Alteraciones cardiovasculares: insuficiencia cardiaca, tromboembolismo pulmonar. Diversos trabajos señalan además la probabilidad de que los asmáticos desarrollen enfermedades cardiovasculares (enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular)11,12. Posiblemente esta circunstancia es más frecuente en los individuos de mayor edad, donde parece que este espectro de patologías asociadas se igualan entre asmáticos e individuos con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)11. Resulta muy interesante considerar que es infrecuente que los asmáticos fallezcan de su enfermedad como causa inmediata, sino más bien fallecen como consecuencia de otras complicaciones, especialmente problemas cardiovasculares13. Por eso, de entre las patologías que concurren en el asma, la cardiovascular destaca por su impacto2,3,4 . Se desconocen los mecanismos exactos, pero la inflamación sistémica y mantenida se asocia con disfunción endotelial y desempeña un papel notable en la rotura del ateroma14. En el asma está descrita la aparición de fenómenos procoagulantes y antifibrinolíticos localizados en las propias vías aéreas, asociados a factores de la coagulación expresados por varios tipos celulares incluyendo epitelio alveolar, macrófagos y eosinó- tromboembolismo pulmonar pues para la población general la incidencia de embolismo pulmonar fue de 0,18 por 1000 personas/año (con un intervalo de confianza al 95% [IC 95%] de 0,03-0,33), en los asmáticos graves fue de 0,93 por 1000 personas/año (IC 95%: 0,42-1,44) y en los leves-moderados de 0,33 (IC 95%: 0,07-0,60)24. Por otro lado, Chung y cols., realizan un análisis epidemiológico longitudinal en Taiwan, incluyendo 31.356 sujetos diagnosticados de asma entre 2002 y 2008 y 125.157 no asmáticos seleccionados al azar. El seguimiento de ambas cohortes se prolongó hasta 2010 con el propósito de tasar la incidencia de embolismo pulmonar. Comparado con la cohorte general (tras los ajustes por edad, sexo, comorbilidades y suplementos de estrógenos), el hazard ratio para embolismo pulmonar fue de 3,24 en los individuos con diagnóstico reciente de asma (IC 95%: 1,74-6,01). Además el asma peor controlada (con más agudizaciones y hospitalizaciones) mostró un riesgo mayor: incremento del hazard ratio de 0.99 –aquellos con 1-2 exacerbaciones- a 9,04 –si más de 2 exacerbaciones25. TABLA 3 Enfermedades que pueden simular asma y con las que debe realizarse el diagnóstico diferencial. Adaptado de GEMA 4.0. Disponible en: htpps://www.gemasma.com 12 MANEJO DE LAS COMORBILIDADES A continuación actualizamos el manejo de las comorbilidades que se dan con más frecuencia en los pacientes asmáticos y contribuyen a dificultar su control: 1. Obesidad El asma es más difícil de controlar en los obesos26. Ello podría deberse a un tipo diferente de inflamación (menos eosinofílica), al estado proinflamatorio sistémico que conlleva la propia obesidad y en el que destaca el papel de la leptina, a factores mecánicos o a la coexistencia de otras comorbilidades adicionales como la enfermedad por reflujo o el SAHS10. Además en los pacientes obesos puede haber otros factores que contribuyan a producir la disnea y las sibilancias, por ello es importante confirmar el diagnóstico de asma con medidas objetivas. En el tratamiento del asma en los obesos los corticoides inhalados son la piedra angular, aunque su respuesta puede ser menor27. La reducción de peso debe formar parte del plan de tratamiento, pues mejora el control del asma, la función pulmonar y la calidad de vida. Los resultados más notables se han observado tras la cirugía bariátrica, pero incluso reducciones del 5-10% del peso pueden aportar mejorías clínicas28. 2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico Lo que determina la enfermedad por reflujo es la existencia de síntomas atribuibles al mismo y molestos para el paciente (como pirosis, dolor epigástrico o torácico y tos seca) o bien sus complicaciones (esofagitis por reflujo, estenosis esofágica). El tratamiento de la enfermedad por reflujo en los asmáticos no difiere del de los pacientes sin asma y su finalidad es disminuir la clínica digestiva e impedir la aparición de secuelas esofágicas. Por ello, en los pacientes con asma y síntomas de reflujo, debe plantearse un tratamiento empírico con un inhibidor de la bomba de protones; si los síntomas no se resuelven, pueden plantearse exploraciones diagnósticas específicas como la phmetría o manometría esofágica. Los efectos beneficiosos de los inhibidores de la bomba de protones parecen limitarse a los pacientes que presentan reflujo sintomático y síntomas nocturnos29. En consecuencia, los pacientes con asma mal controlada no deben recibir un tratamiento antireflujo, a menos que tengan un reflujo sintomático10. 3. Ansiedad y depresión Las alteraciones del equilibrio emocional se asocian con un peor control de la enfermedad, menor adherencia a la medicación, peor calidad de vida y dificultan la relación médico-paciente. Su prevalencia es alta entre los asmáticos mal controlados por lo que es recomendable evaluar a los pacientes con cuestionarios clínicos apropiados y/o remitirlos a psiquiatras o psicólogos. Se ha descrito que la terapéutica farmacológica y la terapia cognitivo-conductual tienen un efecto beneficioso sobre el control del asma, pero la evidencia clínica es limitada y los resultados son poco uniformes10,30. 4. Síndrome de apnea del sueño Igual que sucede con la obesidad, el SAHS se asocia con inflamación sistémica e incremento del estrés oxidativo, pudiendo interaccionar con el asma. En los pacientes con asma grave mal controlada debe investigarse la posible existencia de SAHS, pues la prevalencia es alta4 y el tratamiento con CPAP (presión positiva continua en la vía aérea) nocturna se acompaña de una reducción de los síntomas asmáticos diurnos y mejoría de la calidad de vida31. 5. Rinitis, sinusitis y pólipos nasales La mayor parte de los pacientes con asma, sea alérgica o no alérgica, tienen una rinitis simultánea. Su tratamiento se basa en las guías ARIA32, con un enfoque escalonado ajustado a la duración y gravedad. En las rinitis alérgicas intermitentes o persistentes leves se aconsejan antihistamínicos. En las persistentes moderadas o graves, se recomiendan corticoides tópicos. Los antileucotrienos se indican en la rinitis alérgica, siempre que haya asma. La inmunoterapia específica se recomienda en aquellos con síntomas tras la exposición al alérgeno y en los que se demuestre sensibilización. La rinosinusitis crónica es un trastorno inflamatorio de los senos paranasales (con o sin pólipos nasales) y se asocia con asma más grave, sobre todo en los pacientes con pólipos nasales. Para su tratamiento se recomienda también el empleo de corticoides intra-nasales y los sistémicos se reservan para las situaciones graves. Los casos no resueltos con tratamiento médico pueden tratarse con cirugía endoscópica nasal. 6. Disfunción cuerdas vocales Se denomina así a los episodios paroxísticos de disnea y ruidos respiratorios (sibilantes/ estridor) debidos a una obstrucción de la vía respiratoria extratorácica, causada por una aducción paradójica (en inspiración) de las cuerdas vocales. Puede confundirse con una exacerbación asmática que no responde al tratamiento, pues este trastorno es más frecuente en los pacientes asmáticos, sobre todo mujeres. El diagnóstico de certeza se realiza al observar el movimiento paradójico de las cuerdas vocales (rinofibrolaringoscopia)33. En el tratamiento de la disfunción de cuerdas en la fase aguda se aconseja tranquilizar al paciente (benzodiacepinas una vez descartada la insuficiencia respiratoria), maniobras como que el paciente jadee o respire frunciendo los labios, el uso de una mascarilla facial con resistencia inspiratoria (CPAP) o la inhalación de una mezcla de helio y oxígeno (Heliox). Para prevenir y evitar los episodios se han propuesto técnicas de rehabilitación logofoniátrica, psicoterapia, agentes anticolinérgicos inhalados, y la inyección intralarín- 13 gea de toxina botulínica o de lidocaína9. 7. Tabaquismo La proporción de asmáticos fumadores es elevada y similar a la de la población general. Los asmáticos fumadores presentan síntomas más graves, una respuesta peor al tratamien- to con glucocorticoides y una pérdida acelerada de la función pulmonar9. Conseguir que el paciente abandone el tabaquismo es uno de los principales objetivos terapéuticos. Para ello se le debe informar sobre los métodos adecuados para conseguir la deshabituación (Figura 1)34. FIGURA 1 Recomendaciones generales ante el asmático fumador. 14 Conclusiones: • La presencia adicional de otras patologías (obesidad, tabaquismo, reflujo gastroesofágico, trastornos psicológicos, rinosinusitis, poliposis nasal, SAHS,…) es frecuente en los asmáticos y estas comorbilidades pueden contribuir a aumentar los síntomas del paciente, deterioran su calidad de vida y dificultan el control del asma. Por ello además de tratar el asma, debemos diagnosticar y tratar de forma apropiada las comorbilidades del paciente. • La literatura más reciente nos muestra que también debemos considerar en los pacientes asmáticos las enfermedades cardiovasculares y el riesgo incrementado de tromboembolismo pulmonar. BIBLIOGRAFÍA 1.Boulet LP. Influence of comorbid conditions on asthma. Eur Respir J 2009; 33(4): 897906. 2.Gershon AS, Guan J, Wang C, Victor C, To T. Describing and quantifying asthma comorbidity: A population study. Plos One 2012; 7:e34967. doi: 10.1371/journal. pone.0034967. 3.Cazzola M, Segreti A, Calzetta L, Rogliani P. Comorbidities of asthma: current knowledge and future research needs. Curr Opin Pum Med 2013;19: 36-41. 4.Boulet LP, Boulay ME. Asthma-related comorbidities. Expert Rev Respir Med 2011;5:377-393. 5.Nadif R, Siroux V, Oryszczyn MP, Ravault C, Pison C, Pin I, et al. Heterogeneity of asthma according to blood inflammatory patterns. Thorax 2009; 64:374-380. 6.Schleich FN, Chevremont A, Paulus V, Henket M, Manise M, Seidel L, et al. Importance of concomitant local and systemic eosinophilia in uncontrolled asthma. Eur Respir J 2014;97-108. 7.Gunawardhana LP, Gibson PG, Simpson JL, Powell H, Baines KJ. Activity and expression of histone acetylases and deacetylases in inflammatory phenotypes of asthma. Clin Exp Allergy 2014;44:47-57. 8.Cisneros C, Melero C, Almonacid C, Perpiña M, Picado C, Martinez-Moragon E, et al. Normativa sobre asma grave no controlada. Arch Bronconeumol 2015; http://dx.doi. org/10.1016/j.arbres.2014.12.007 9.Pérez de Llano LA, González FC, Añón OC, Perea MP, Caruncho MV, Villar AB. Relationship between comorbidity and asthma control. Arch Bronconeumol 2010; 46(10): 508-13. 10.The global Strategy for asthma Management and Prevention, Global Iniciative for Asthma (GINA) 2014. Available from: http//www. ginasthma.org. 11.Pavord ID, Birring SS, Berry M, Green RH, Brightling CE, Wardlaw AJ. Multiple inflammatory hits and the pathogenesis of severe airway disease. Eur Respir J 2006;27:884888 12.Schroeder EB, Welch VL, Couper D, Nieto FJ, Liao D, Rosamond WD, et al. Lung function and incident coronary heart disease: the Atherosclerosis Risk in Communi-ties Study. Am J Epidemiol 2003 158:1171–1181. 13.Soto-Campos JG, Plaza V, Soriano JB, Cabrera C, Almonacid C, Vazquez R, et al. Causes of death in asthma, COPD and nonrespiratory hospitalized patients: a mul-ticentric study. BCM Pulmonary Medicine 2013; 13:73-80 14.Anderson GP. COPD, asthma and C-reactive protein. Eur Respir J 2006;27: 874-876. 15.Dogra S, Adern CI, Baker J. The relationship between age of asthma onset and cardiovascular disease in canadians. J Asthma 2007; 44(10): 849-54. 16.Del Rosso M, Fibbi G, Matucci Cerinic M. The urokinase-type plasminogen activator system and inflammatory joint diseases. Clin Exp Rheumatol 1999;17:485-498. 17.Saibeni S, Saladino V, Chantarangkul V, Villa F, Bruno S, Vecchi M, et al. Increased thrombin generation in inflammatory bowel diseases. Thromb Res 2010;125:278-282. 18.Grainge MJ, West J, Card TR. Venous thromboembolism during active disease and remission in inflammatory bowel disease: a cohort study. Lancet 2010;375:657-663. 19.Matta F, Singala R, Yaekoub AY, Najjar R, Stein PD. Risk of venous thromboem-bolism with rheumatoid arthritis. Thromb Haemost 2009;101:134-138. 20.Stein PD, Goldman J, Matta F, Yaekoub AY. Diabetes mellitus and risk of venous thromboembolism. Am J Med Sci 2009;337:259-264. 21.Rizkallah J, Man SF, Sin DD. Prevalence of pulmonary embolism in acute exacerbations of COPD: a systematic review and metaanalysis. Chest 2009;135:786-793. 22.Schouten M, van de Pol MA, Levi M, van der Poll T, van der Zee JS. Early activa-tion of coagulation after allergen challenge in patients with allergic asthma. J Tromb Haemost, 2009;7:1592-1595 23.de Boer JD, Majoor CJ, van´t Veer C, Bel EHD, van der Poll T. Asthma and coagu-lation. Blood 2012;119:3236-3244. 24.Majoor CJ, Kamphuisen PW, Zwinderman AH, ten Brinke A, Amelink M, Rijs-senbeek Noowens L, et al. Risk of deep vein thrombosis and pulmonary embolism in asthma. Eur Respir J 2013;42:655-661. 25.Chung WS, Lin CL, Ho FM, Li RY, Sung FC, Kao CH, et al. Asthma increases pulmonary thromboembolism risk: a nationwide population cohort study. Eur Respir J 2014;43:801807. 26.Saint-Pierre P, Bourdin A, Chanez P, Daures JP, Godard P. Are overweight asthmatics more difficult to control. Allergy 2006;61:79-84. 27.Sutherland ER, Goleva E, Strand M, Beuther DA, Leung DY. Body mass and glu-cocorticoid response in asthma. Am J Respir Crit Care Med 2008; 178:682-687. 28.Adeniyi FB, Young T.. Weight loss interventions for chronic asthma: Cochrane Database Sust Rev 2012;7: CD009339. 29.Kiljander To, Harding SM, Field SK, et al. Effects of esomeprazole 40 mg twice daily on asthma: a randomized placebo-controlled trial. Am J Respir Crit Care Med 2006; 173:1091-1097. 30.Parry GD, Cooper CL, Moore JM, et al. Cognitive behavioural intervention for adults with anxiety complications of asthma: prospective randomised trial. Respir Med 2012;106:802-10. 31.Lafond C, Series F, Lemiere C. Impact of CPAP on asthmatic patients with ob-structibe sleep apnoea. Eur Respir J 2007; 29:307-311. 32.Brozek JL, Bousquet J, Baena-Cagnani CE, et al. Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma (ARIA) guidelines: 2010 revision. J Allergy Clin Immunol 2010;126:466-76. 33.Idrees M, FitzGerald JM. Vocal cord dysfunction in bronchial asthma. A review article. J Asthma. 2014 Nov 20:1-9. 34.Jiménez-Ruiz CA, Riesco Miranda JA, Altet Gómez N, Lorza Blasco JJ, Signes-Costa Miñana J, Solano Reina S, de Granda Orive JI, Ramos Pinedo A, Martinez Muñiz MA, Barrueco Ferrero M; Sociedad Española de Neumología y Cirugía To-rácica (SEPAR). Tratamiento del tabaquismo en fumadores con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Arch Bronconeumol. 2013 Aug;49(8):354-63. doi: 10.1016/j. arbres.2013.02.005. Epub 2013 Apr 30 15 Nuevas combinaciones ICS/LABA en el tratamiento de mantenimiento del asma Autor Luis Manuel Entrenas Costa Servicio de Neumología. Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba. Aunque no exista una definición consensuada del asma bronquial, las guías clínicas de mayor difusión siempre incluyen en ella el concepto de inflamación. Así, la guía española para el manejo del asma (GEMA)1, hace suya la definición de la iniciativa global para el asma (GINA)2 definiéndola como “una enfermedad heterogénea que se caracteriza por una inflamación crónica de la vía aérea, generalmente asociada a hiperreactividad frente a estímulos directos o indirectos, que se acompaña de síntomas respiratorios como sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y tos, que varían tanto en intensidad como a lo largo del tiempo, junto con una limitación variable al flujo aéreo”. Dado el carácter inflamatorio de la enfermedad, no es de extrañar que los glucocorticoides inhalados, el antiinflamatorio más eficaz en el tratamiento del asma, aparezca como tratamiento de primera línea en todas las guías para cualquier estadio de gravedad que requiera un tratamiento de mantenimiento (asma persistente) (Figura 1). El escalón de asma leve es el primero en el que hay indicación de una medicación controladora permanente. Aquí, como medicación de elección, se indican los glucocorticoides inhalados en monoterapia. Sin embargo, en la práctica clínica suelen emplearse combinaciones de glucocorticoides inhalados con agonistas beta2 adrenérgicos de acción prolongada. Así, en 2008, Díez y cols.3 publicaron un revisión sobre el control del asma en 6.518 pacientes provenientes de Atención Primaria en España en situación de práctica clínica habitual. De ellos, 2.675 (41,4%) presentaban asma leve. Sin embargo, en su serie solo 464 pacientes (aproximadamente un 7%) tenían prescrito un glucocorticoide inhalado en monoterapia. Como dato curioso, cabe reseñar que estos pacientes con asma leve que tenían prescrita una combinación no presentaban mejor nivel de control que los que solo tenían un glucocorticoide inhalado en monoterapia. 16 Cuando el paciente con asma persistente leve que tiene prescrito un glucocorticoide inhalado pierde el control se pueden plantear varias alternativas terapéuticas. La primera de ellas pasa por aumentar la dosis de su medicación. Pero doblar la dosis4 de glucocorticoide inhalado, o incluso cuadriplicarla5, no tiene un gran efecto sobre la función pulmonar. Esto es debido a que la curva dosis respuesta de estos fármacos tiene un primer tramo, hasta aproximadamente los 800 microgramos de beclometasona, o equivalente, en el que la respuesta clínica va incrementándose de forma proporcional al aumento de la dosis. Pero a partir de entonces, entre los 800 y los 1000 microgramos, la curva de respuesta clínica tiende a aplanarse, siendo preciso ahora en este intervalo un gran incremento de la dosis para lograr un pequeño aumento de la respuesta clínica6. En el siguiente intervalo, habitualmente por encima de los 1000 microgramos de beclometasona, no es práctico seguir aumentándola porque los efectos sistémicos, que hasta entonces se mantenían muy contenidos, comienzan a ser mucho más patentes a la par que el incremento de la respuesta clínica sigue disminuyendo (Figura 2). La Figura 3 resume esta idea. El intervalo de dosis más eficaz es el que se encuentra situado entre los puntos A y B. Por debajo de A, la respuesta clínica es mínima, mientras que por encima del B, para lograr un incremento de respuesta poco significativo, lo haremos a cambio de aumentar de forma relevante los efectos sistémicos. La solución satisfactoria a este problema clínico tuvo que demorarse no solo hasta la aparición de los agonistas beta-2 adrenérgicos de acción prolongada, sino hasta que estos se posicionaran en el esquema de tratamiento. La solución a este problema llegó en 1994 cuando Greening y cols7 publicaron en Lancet que en un paciente en tratamiento con glucocorticoide inhalado y situación clínica de ausencia de control de la enfermedad, era más eficaz, en términos de mejorar el FEV1, añadir un agonista beta-2 adrenérgico de acción prolongada (salmeterol) que duplicar la dosis de beclometasoma. La Figura 4 resume los resultados principales del estudio. Desde entonces, ésta es la opción terapéutica aconsejada como de primera elección por todas las guías de tratamiento del asma. Posteriormente, cuando pudo disponerse de los dos fármacos en un dispositivo único, se demostró que el efecto terapéutico era similar, pero que había una mejora del cumplimiento8, a la vez que se aseguraba de esta forma la toma del agonista beta-2 adrenérgico acompañado siempre del glucocorticoide y que no había evidencia de un teórico enmascaramiento de las agudizaciones9 al utilizar de forma permanente un estímulo broncodilatador. FIGURA 1 Esquema del posicionamiento terapéutico de los glucocorticoides inhalados y los agonistas beta-2 adrenérgicos en el esquema terapéutico del asma. Las combinaciones de ambos fármacos tienen indicación en los escalones de asma moderada y grave1. FIGURA 2 La curva dosis respuesta de los glucocorticoides inhalados, tiene un primer tramo, hasta aproximadamente los 800 microgramos de beclometasona, o equivalente, en que la respuesta clínica sube a la par que la dosis. Posteriormente, hasta los 1000 microgramos, la curva tiende a aplanarse, precisando subir mucho la dosis para obtener una respuesta con significación clínica. Por encima de esta dosis no se logra una mayor respuesta clínica, pero los efectos secundarios sistémicos aparecen de forma significativa6. 17 FIGURA 3 El intervalo de dosis más eficaz para un glucocorticoide inhalado.Es el que se encuentra situado entre los puntos A y B. Por debajo de A, casi no hay respuesta clínica, mientras que por encima del B no se logra que esta se incremente, pero sí los efectos sistémicos6. FIGURA 4 El trabajo de Greening y cols7,demostró que era más eficaz, en términos de mejorar el FEV1, añadir salmeterol que duplicar la dosis de beclometasoma. 1. Glucocorticoides inhalados: Los glucocorticoides inhalados comercializados en España para tratamiento del asma son: beclometasona, budesónida, fluticasona (tanto en forma de propionato como de furoato), ciclesonida y mometasona. Excepto estos dos últimos, todos forman parte de alguna de las com- binaciones disponibles con un agonista beta-2 adrenérgico de acción prolongada. La Figura 5, basada en las referencias 1 y 2 indica, para cada uno de estos glucocorticoides que forman parte de las combinaciones, el intervalo de dosis que se considera baja, media o alta. FIGURA 5 Dosis expresadas en μg de los glucocorticoides empleados en las combinaciones para cada uno de ellos se indica en la tabla el intervalo de dosis que corresponde a baja, media o alta1,2. (P):propionato (F):furoato Cantidades en microgramos. 18 2. Agonista beta-2 adrenérgico de acción prolongada: Los agonistas beta-2 adrenérgicos de acción prologada por vía inhalada comercializados en España son: salmeterol, formoterol y vilanterol. Éste último entra dentro de una nueva categoría de fármacos de acción ultra-larga ya que permite que se administre solo cada 24 horas. In vitro, formoterol presenta mayor rapidez de inicio de acción que vilanterol y ambos son significativamente más rápidos que salmeterol10. 3. Combinaciones: Las posibilidades teóricas de combinar ambos grupos de fármacos son múltiples, pero en La Figura 6 se resumen las que se encuentran comercializadas en el mercado español , incluyendo el dispositivo en el que se presentan, en el momento de redactar este texto. de exacerbaciones15. Pese a esta ventaja, esta estrategia de mantenimiento y rescate con el mismo inhalador no ha logrado demostrar una neta mejora del control cuando se compara con el uso a dosis fija de fluticasona-salmeterol aunque sí tiene una eficacia comparable16. Las ventajas que aporta este tratamiento de mantenimiento y rescate con un solo inhalador hay que buscarlas en la necesidad de una menor dosis de glucocorticoide inhalado y menor coste económico17, a la vez que simplifica el número de dispositivos de inhalación que el paciente precisa, lo que al menos en teoría podría mejorar el cumplimiento. Para realizar este tipo de terapia solo se puede emplear la combinación que contiene 160 microgramos de budesónida y 4,5 microgramos de formoterol (dosis liberadas de ambos fármacos, nominales 200 y 6 microgramos, respectivamente). FIGURA 6 Combinaciones de GCI-LABA comercializadas en España (P):propionato (F):furoato MDI: cartucho presurizado DPI: inhalador de polvo seco 3.1. Fluticasona (propionato)-salmeterol: Esta presentación se encuentra disponible tanto en cartucho presurizado (MDI) como en polvo seco (DPI), utilizando el dispositivo accuhaler®, también conocido como diskus® en la literatura anglo-sajona. El estudio de referencia que avala el uso de esta combinación en el asma bronquial es el GOAL, publicado en 2004 por Bateman y cols.11 Este trabajo, pese a las opiniones contrapuestas publicadas12, puede también considerarse como la confirmación del uso de las combinaciones, puesto que demuestra que si son superiores a dosis altas de glucocorticoide inhalado a la hora de conseguir los criterios de control tal y como estos son definidos en las guías, a la vez que descienden de forma significativa la tasa de exacerbaciones. 3.2. Budesónida-formoterol: La aparición del formoterol en el arsenal terapéutico supuso poder disponer de un agonista beta-2 adrenérgico de acción prolongada con igual rapidez de acción que el salbutamol a la vez que mostraba un perfil de seguridad terapéutica comparable13. Dada esta característica, es una combinación que puede utilizarse como tratamiento de mantenimiento y rescate. De esta forma, cada vez que el paciente realiza una inhalación extra o de rescate, no solo recibe un broncodilatador, sino también una dosis extra de glucocorticoide inhalado que, además de potenciar el efecto broncodilatador14 por el denominado efecto no genómico, contribuye a elevar la dosis de medicación antiinflamatoria en una fase de mayor pérdida de control, logrando así demostrar una reducción de la tasa Esta combinación solo se encuentra disponible en el mercado español en dispositivo de polvo seco (DPI). El turbuhaler® era hasta hace poco el único dispositivo disponible, pero recientemente se le han sumado, también utilizando polvo seco, el easyhaler® y spiromax®. En la ficha técnica de easyhaler®18 no se contempla la posibilidad de uso como medicación de mantenimiento y rescate en único dispositivo, pero sí en la spiromax®19. 3.3. Beclometasona-formoterol: La reaparición del dipropionato de beclometasona, el primer glucocorticoide inhalado comercializado, en formulación extrafina en esta combinación posibilita que la dosis nominal sea de solo 100 microgramos en cada activación del dispositivo (dosis liberada de 81,9 microgramos), mientras que de formoterol es de 6 (dosis liberada de 5 microgramos). Esta combinación está disponible tanto en cartucho presurizado como en polvo seco utilizando el dispositivo nexthaler ®. Para la presentación de cartucho presurizado, su ficha técnica indica que es apta para tratamiento de mantenimiento y rescate20, mientras que para la presentación en polvo seco la dosis diaria máxima indicada en la ficha técnica es de 4 inhalaciones diarias21. 3.4. Fluticasona (furoato)-vilanterol: La formulación de fluticasona en forma de furoato, junto con un nuevo broncodilatador agonista beta-2 de acción ultra-larga (vilanterol) posibilita que esta combinación solo deba de administrarse cada 24 horas. Solo se encuentra disponible en polvo seco para administrar con 19 el dispositivo ellipta® y para la indicación de tratamiento de mantenimiento del asma bronquial en dos presentaciones que se diferencian en la dosis liberada del glucocorticoide inhalado (92 y 184 microgramos respectivamente), mientras que de vilanterol libera 22 microgramos en ambas presentaciones. Según indica su ficha técnica22 , los pacientes normalmente experimentan una mejora de la función pulmonar en los 15 minutos tras la inhalación. En asma bronquial ha demostrado mantener el efecto broncodilatador durante 24 horas con un perfil de seguridad y eficacia comparables a la combinación fluticasona (propionato)-salmeterol23. 3.5. Fluticasona (propionato)-formoterol: Esta combinación, recientemente introducida en nuestro mercado, aporta varias novedades. Quizás la más significativa sea poder disponer del propionato de fluticasona con otro agonista beta-2 adrenérgico de larga duración distinto al salmeterol, que fue el elegido a la hora de comenzar su comercialización. Al poder disponer ahora de formoterol, se consigue lograr una mayor rapidez en el efecto broncodilatador24. Está disponible en tres presentaciones con 50, 125 y 250 microgramos de fluticasona por cada puf administrado y 5 microgramos de formoterol por dosis en las dos primeras, mientras que la de mayor concentración de glucocorticoide suministra 10 microgramos de formoterol. La ficha técnica indica que la dosis de cada una de ellas es de 2 inhalaciones dos veces al día25. La apariencia del dispositivo de administración no debe de confundirnos con los primitivos cartuchos presurizados puesto que nos encontramos ante un dispositivo de nueva generación cargado con 120 dosis de medicación, que incorpora un contador provisto de numeración y código de colores para saber la dosis restante en todo momento y, al contrario que los primitivos cartuchos presurizados de formoterol, no precisa refrigeración25. En los diferentes trabajos publicados, muestra una eficacia similar a la combinación budesónida-formoterol26 y fluticasona-salmeterol27 pero logrando el efecto broncodilatador de forma más rápida que esta28 y con un buen perfil de seguridad a largo plazo29. Cuando se compara con fluticasona-salmeterol en cartucho presurizado, la nube que emite el dispositivo de fluticasona-formoterol es más lenta, prolongada y con mayor temperatura30. La cantidad de partículas finas, definidas estas como las menores de 5 μm de diámetro que emite el dispositivo está en torno al 40% y es independiente del flujo inhalatorio31. Cabe recordar que estas partículas son las capaces de alcanzar las zonas más distales del pulmón, garantizando así el efecto terapéutico. Con esta combinación se consigue un depósito pulmonar de hasta 44% con diferentes perfiles de inhalación32. Conclusiones: • La vía inhalatoria es la de elección para el tratamiento del asma. • Las combinaciones de glucocorticoide inhalado y agonista beta-2 adrenérgico de larga duración tienen indicación en el asma persistente moderada a grave. • Fluticasona es el glucocorticoide potente más utilizado en combinaciones ICS/ LABA. • Formoterol es el agonista beta-2 adrenérgico de larga duración que presenta la mayor rapidez de inicio de acción broncodilatadora. • Los cartuchos presurizados de nueva generación representan una opción terapéutica ventajosa frente a los dispositivos de polvo seco al lograr, gracias a su tecnología, depósito pulmonar como mínimo similar. 20 BIBLIOGRAFÍA 1.Actualización de la guía española del manejo del asma 2015: Gema 4.0. Disponible en http://www.gemasma.com 2.Global Initiative for Asthma. Global Strategy for Asthma Management and Prevention NHLBI/WHO Workshop Report. 2015. Disponible en: http://www.ginasthma.com. (Con acceso 20/04/2015). 3.Díez Jde M, Barcina C, Muñoz M, Leal M. Control of persistent asthma in Spain: associated factors. J Asthma. 2008; 45: 740-746. 4.Woolcock A, Lundback B, Ringdal N, Jacques A. Comparison of addition of salmeterol to inhaled steroids with doubling of the dose of inhaled steroids. Am J Respir Crit Care Med 1996; 153: 1481–88. 5.Pauwels RA, Löfdahl CG, Postma DS, Tattersfield AE, O’Byrne P, Barnes PJ, Ullman A. Effect of inhaled formoterol and budesonide on exacerbations of asthma. N Engl J Med 1997; 337: 1405–11. 6.Barnes P J, Pedersen S, Busse WW. Efficacy and safety of inhaled corticosteroids. New developments. Am J Respir Crit Care Med 1998; 157: S1-S53. 7.Greening AP, Ind PW, Northfield M, Shaw G. Added salmeterol versus higher-dose corticosteroid in asthma patients with symptoms on existing inhaled corticosteroid. Allen & Hanburys Limited UK Study Group. Lancet 1994; 344(8917): 219-224. 8.Stoloff SW, Stempel DA, Meyer J, Stanford RH, Carranza Rosenzweig JR. Improved refill persistence with fluticasone propionate and salmeterol in a single inhaler compared with other controller therapies. J Allergy Clin Immunol 2004; 113: 245-251. 9.Wallin A, Sue-Chu M, Bjermer L, Ward J, Sandstrom T, Lindberg A, Lundback B, Djukanovic R, Holgate S, Wilson S. Effect of inhaled fluticasone with and without salmeterol on airway inflammation in asthma. J Allergy Clin Immunol 2003; 112: 72-78. 10.Slack RJ, Barrett VJ, Morrison VS, Sturton RG, Emmons AJ, Ford AJ, Knowles RG. In vitro pharmacological characterization of vilanterol, a novel long-acting β2 adrenoceptor agonist with 24-hour duration of action. J Pharmacol Exp Ther 2013; 344: 218-230. 11.Bateman ED, Boushey HA, Bousquet J, Busse WW, Clark TJ, Pauwels RA, Pedersen SE, GOAL Investigators Group. Can guideline-defined asthma control be achieved? The Gaining Optimal Asthma ControL study. Am J Respir Crit Care Med 2004; 170: 836-844. ver therapy versus conventional best practice in asthma management in Spain. J Asthma 2011; 48: 839-847. 18.Ficha técnica Bufomix Easyhaler ® 160/4,5. Disponible en: http://www.aemps. gob.es/cima/pdfs/es/ft/78807/FT_78807.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 19.Ficha técnica de Duoresp Spiromax ® 160/4,5. Disponible en: http://www. aemps.gob.es/cima/pdfs/es/ft/114920001/ FT_114920001.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 20.Ficha técnica de Foster ® 100/6 solución para inhalación en envase a presión. Disponible en: http://www.aemps.gob.es/cima/ pdfs/es/ft/68802/FT_68802.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 21.Ficha técnica de Foster Nexthaler ®100 microgramos/6 microgramos / inhalación polvo para inhalación. Diponible en: http:// www.aemps.gob.es/cima/pdfs/es/ft/76713/ FT_76713.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 22.Ficha técnica de Relvar Ellipta 92 microgramos/22 microgramos polvo para inhalación (unidosis). Disponible en: http://www. ema.europa.eu/docs/es_ES/document_library/ EPAR_-_Product_Information/human/002673/ WC500157633.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 23.Woodcock A, Bleecker ER, Lötvall J, O’Byrne PM, Bateman ED, Medley H, et al. Efficacy and safety of fluticasone furoate/ vilanterol compared with fluticasone propionate/ salmeterol combination in adult and adolescent patients with persistent asthma: a randomized trial. Chest 2013; 144: 12221229. 24.Palmqvist M1, Persson G, Lazer L, Rosenborg J, Larsson P, Lötvall J. Inhaled drypowder formoterol and salmeterol in asthmatic patients: onset of action, duration of effect and potency. Eur Respir J 1997; 10: 2484-2489. 25.Ficha técnica de Flutiform ® 125 microgramos/5 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Disponible en: http://www.aemps.gob.es/cima/ pdfs/es/ft/78536/FT_78536.pdf. (Con acceso 20/04/2015). 26.Bodzenta-Lukaszyk A, Buhl R, Balint B, Lomax M, Spooner K, Dissanayake S. Fluticasone/formoterol combination therapy versus budesonide/formoterol for the treatment of asthma: a randomized, controlled, noninferiority trial of efficacy and safety. J Asthma 2012; 49: 1060-1070. 12.Currie GP, Lee DK. The GOAL study: designed to favor a long-acting beta2-agonist? Am J Respir Crit Care Med 2005; 171: 1060-1061. 27.Bodzenta-Lukaszyk A1, Dymek A, McAulay K, Mansikka H. Fluticasone/formoterol combination therapy is as effective as fluticasone/ salmeterol in the treatment of asthma, but has a more rapid onset of action: an openlabel, randomized study. BMC Pulm Med 2011 May 23;11:28. doi: 10.1186/1471-2466-11-28. 13.Pauwels RA, Sears MR, Campbell M, Villasante C, Huang S, Lindh A, Petermann W, Aubier M, Schwabe G, Bengtsson T. Formoterol as relief medication in asthma: a worldwide safety and effectiveness trial. Eur Respir J 2003; 22: 787-794. 28.Aalbers R, Brusselle G, McIver T, Grothe B, Bodzenta-Lukaszyk A. Onset of bronchodilation with fluticasone/formoterol combination versus fluticasone/salmeterol in an open-label, randomized study. Adv Ther 2012; 29: 958-969. 14.Rodrigo GJ. Conceptos básicos sobre la utilización de corticoides inhalados en el tratamiento de la exacerbación asmática. Arch Bronconeumol 2006; 42: 533-540. 29.McKeage K. Fluticasone propionate/formoterol fumarate: a review of its use in persistent asthma. Drugs 2013; 73: 195-206. 15.Buhl R, Vogelmeier C. Budesonide/formoterol maintenance and reliever therapy: a new treatment approach for adult patients with asthma. Curr Med Res Opin 2007; 23: 1867-1878. 16.Bateman ED, Reddel HK, Eriksson G, Peterson S, Ostlund O, Sears MR, Jenkins C, Humbert M, Buhl R, Harrison TW, Quirce S, O’Byrne PM. Overall asthma control: the relationship between current control and future risk. J Allergy Clin Immunol 2010; 125: 600-608. 17.Quirce S, Barcina C, Plaza V, Calvo E, Muñoz M, Ampudia R, Capel M. A comparison of budesonide/formoterol maintenance and relie- 30.Johal B, Murphy S, Marshall J. Plume characteristics of fl uticasone propionate/formoterol pMDI compared with fluticasone propionate/salmeterol pMDI. Eur Respir J 2013; 42 (suppl 57): 876s. 31.Johal B, Howald M, Fischer M, Marshall J, Venthoye G. Fine Particle Profile of Fluticasone Propionate/ Formoterol Fumarate Versus Other Combination Products: the DIFFUSE Study. Comb Prod Ther 2013; 3: 39-51. 32.Van Holsbeke C, Marshall J, De Backer J, Vos W. In vitro lung deposition of fluticasone propionate/formoterol (FP/FORM) pressurized metered dose inhaler (pMDI) with different inhalation profiles. Eur Respir J 2014; 44 (Suppl 58): P910. 21 Papel de los dispositivos para la inhalación de fármacos en la vida real Autor José Ignacio Prieto Romo Centro de Salud de Navalmoral de la Mata, Cáceres. La administración de fármacos por vía inhalatoria es conocida desde hace miles de años. Los primeros registros de la administración de fármacos inhalados se remontan a la antigüedad, hace cuatro mil años, en las antiguas civilizaciones de Egipto, China e India, utilizando vapores de algunas plantas solanáceas como Atropa belladona, Datura stramonium e Hyoscyanamus muticus, ricas en atropina, escopolamina e hioscina, por sus efectos relajantes de la musculatura bronquial 1,2. En el año 1802, en Inglaterra, se administra Datura Feroz, un congénere de la Atropina, para el tratamiento del asma. En 1928 Adrich y TaKamine utilizaron Adrenalina nebulizada para tratar esta enfermedad. El primer nebulizador se creó en el año 1829, por Schneider y Waltz, siendo hacia 1930, cuando aparecen los primeros accionados por energía eléctrica (compresores), pero es la “vida real” en forma de cariño de padre la que hace que G. Maison, médico, cuya hija asmática solicitaba un inhalador más pequeño y manejable que los nebulizadores de entonces, ideara el primer cartucho presurizado que se comercializa en 1956. A partir de aquí el desarrollo de instrumentos generadores de aerosoles ha sido constante, al objeto de obtener partículas más estables, de menor tamaño y en mejores dispositivos para que estas puedan penetrar con mayor efectividad en las vías respiratorias 3. La vía inhalada, al llegar directamente al órgano diana, se considera óptima en la terapéutica de las enfermedades pulmonares obstructivas (tratamiento broncodilatador y antiinflamatorio), lo que ha provocado que la terapia inhalada haya experimentado, en las dos últimas décadas, un importante desarrollo técnico que ha propiciado la aparición de múltiples dispositivos y fármacos, susceptibles de ser aerosolizados y utilizados en el tratamiento de estas enfermedades. 22 La eficacia de los fármacos no sólo depende de su composición, la cantidad que llega a las vías aéreas, el tamaño de las partículas y su depósito pulmonar. Influyen también, los factores anatómicos y patológicos del paciente (geografía y características de sus vías aéreas; integridad y funcionamiento de los sistemas de defensa pulmonar, como el aclaramiento mucociliar), el mecanismo dispensador y por supuesto, la técnica de inhalación que por desgracia suele ser, con frecuencia, deficiente por múltiples motivos. Dentro de las premisas básicas para el control del asma y la prevención de sus exacerbaciones se consideran como aspectos fundamentales: un diagnóstico correcto, un tratamiento adecuado (siguiendo las directrices establecidas por las principales Guías17,18,19: GINA -Global Iniciative for Asthma-, GEMA -Guía Española para el Manejo del Asma-, ARIA -Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma-) y la educación del paciente. En España, los resultados del estudio MAGIC4 señalan que el 53,2% de los pacientes no están controlados según los criterios de la GINA 2006. Este mismo estudio mostraba que los pacientes estaban polimedicados, por lo que la falta de control se podría justificar por incumplimiento de las pautas de tratamiento prescritas por sus médicos o por una técnica inhalatoria inadecuada, que dificultaba la llegada del fármaco a su diana terapéutica. Abundando en este sentido, el Estudio REALISE (REcognise Asthma and Link to Symptoms and Experience survey)5, realizado en 11 países europeos, entre Julio y Octubre de 2012, con inclusión de 8000 pacientes (España aporto 1020), de 18 a 50 años de edad, con diagnóstico de Asma, uso de medios sociales y al menos 2 o más prescripciones para su asma en los últimos dos años. Sus resultados finales fueron publicados en Primary Care Respiratory Medicine, en Junio de 2014, y pusieron en evidencia que el control del Asma en Europa era muy bajo, con síntomas y exacerbaciones muy frecuentes a cualquier nivel de tratamiento, autopercepción de control más alta de la real. A pesar de dichos síntomas y exacerbaciones, existían multitud de pacientes que no se consideraban enfermos, por lo que estima que hay claramente “necesidades no bien cubiertas” en el paciente asmático como son: - Evaluar el control y riesgo de los pacientes. - Revisar la técnica de inhalación. - Fomentar un tratamiento correcto y la ad herencia de los pacientes. Educar a los pacientes en el Asma, a través de un programa estructurado, ayudará a mejorar la comprensión de su enfermedad y a generar los conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan adecuar su estilo de vida al estado de salud que presenten, haciéndoles tomar un papel activo en su proceso para que sean capaces de controlar su enfermedad y mejorar sus síntomas clínicos, morbilidad y calidad de vida, a corto y largo plazo. Los contenidos que se deben incluir en este programa educativo para el Asma inclu- yen varios aspectos, entre los que destacan6, el reconocimiento de los signos y síntomas de agravamiento de la enfermedad y un plan de acción escrito, que permita actuar ante un deterioro de la enfermedad, como la Guía ALERTA 2, de América Latina y España: Recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la exacerbación asmática, cuyo punto número 5 es: “usar correctamente los inhaladores”. La utilización de la vía inhalatoria supone muchas ventajas, entre las que cabe señalar, la aplicación del fármaco directamente sobre el órgano afecto, la rapidez y efectividad de su acción, con necesidad de administrar dosis mucho menores que las empleadas de forma sistémica y la consiguiente reducción de los posibles efectos secundarios, pero, tiene, también, varios inconvenientes, como son que la dosis inhalada es difícil de estimar y no coincide con la dosis de aerosol generado y la dificultad de los pacientes para utilizar correctamente los dispositivos que les son prescritos, con la consiguiente falta de eficacia terapéutica y el insuficiente control de la enfermedad. Ello implica que los profesionales sanitarios seleccionemos el dispositivo más apropiado a las características físicas, cognitivas y clínicas de nuestro paciente, siendo muy importante, para mejorar su cumplimiento terapéutico, que lo hagamos de acuerdo a sus preferencias, como lo demuestra un estudio observacional llevado a cabo en España, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra7, donde se realizaron entrevistas a pacientes con asma, independiente del tratamiento que usaran. La gráfica (Figura 1), muestra como el cumplimiento terapéutico del paciente con la medicación antiasmática, se asocia de forma significativa y casi única a la satisfacción con su inhalador, pero no con otras características del paciente. Por otra parte, un mayor cumplimiento con fármacos antiasmáticos se vincula a una menor probabilidad de sufrir una exacerbación8. Todo esto nos obliga a adiestrar a nuestros pacientes en el uso adecuado de dichos dispositivos, por lo que tendremos que tener la formación suficiente en los diferentes aspectos relacionados con la terapia inhalada. Sin embargo, diferentes estudios demuestran que “en la vida real” el nivel de conocimiento en esta materia no era, ni es actualmente, el apropiado. Ya en el año 1991, en un estudio al respecto, de un total de 110 Médicos y Enfermeras no más del 23% hacían correctamente la técnica de inhalación9. En una encuesta cumplimentada por 1514 médicos españoles de diferentes especialidades se constato que hasta el 86% de los entrevistados mostró un insuficiente nivel de conocimientos sobre la terapia inhalada10, tanto de los diferentes dispositivos como de las técnicas de inhalación. Por tanto, los dispositivos de inhalación juegan un papel muy importante en el cumplimiento terapéutico y el uso erróneo del dispositivo, lleva a un peor control de la enfermedad, asociandose a más exacerbaciones11, por lo que es muy importante adiestrar y supervisar las técnicas de 23 FIGURA 1 La satisfacción del paciente con su inhalador se asocia al cumplimiento terapéutico. Asociación entre el cumplimiento y la satisfacción con el inhalador y otras características7. inhalación y los errores que se cometen con los distintos dispositivos, que por otra parte, deberían ser todos fáciles de enseñar y aprender. En este sentido, éste sería uno de los requisitos que precisaría tener un inhalador ideal y son muchos los esfuerzos para poder llegar a conseguirlo, lo cual es muy difícil porque en él es necesario aunar aspectos tan dispares como la edad de los pacientes a los que va dirigido (niños, adultos y ancianos), sus posibles deficiencias cognitivas (disminución psíquica), de destreza o de dificultad en la manipulación (artrosis en las manos, reumatismo, etc). En la literatura hay descritas distintas propuestas12,13. La mayoria coinciden en el punto anterior, como son: -Fácil de utilizar en una exacerbación (listo para usarse directamente o fácil y rápido de cargar). -Fácil de transportar, ligero, pequeño, robusto, discreto (mejoraría la adherencia al tratamiento, incluso en presencia de otras personas). -Elementos de control (visuales -identificador por colores-, numéricos -contador de dosis-, con aviso de las últimas disponibles, para alertar de necesidad de reposición, sonido “click” al abrir, cargar, cerrar), con posibilidad de que el paciente compruebe si realizó la inhalación correctamente y el sistema funcionó adecuadamente. -Boquilla cómoda, que se ajuste a la boca de forma fácil y correcta, con tapa sujeta al inhalador (para que no pueda perderse). -Activación del dispositivo por inhalación. -Multidosis, con liberación de la misma independientemente de las condiciones ambientales o del flujo inspiratorio (rendimiento reproducible en diferentes condiciones de operación). -Imposibilidad de sobredosificación y/o pérdida del fármaco una vez cargado. -Alto depósito pulmonar total (elevada fracción de partículas finas, que no varíe con distintas tasas de flujo inhalatorio), con alta producción de aerosol por unidad de tiempo, sin efecto freón-frío y mínimo depósito orofaríngeo. -Aditivos no perjudiciales y de buen sabor, para poder percibir la inhalación. -Posibilidad de recarga y reciclaje (disminución de costes) y mayor protección medioambiental (evitar, como propelente, los CloroFluoroCarbonos -CFC-, que dañan la capa de ozono y escoger los que cumplan el protocolo de Montreal 1987, con HidroFluoroAlcanos -HFA-). -Unificación de dispositivos por la industria farmacéutica (poder disponer de distintos fármacos, con distintas indicaciones, en el mismo tipo de dispositivo), junto a flexibilidad de dosis (distintas presentaciones con un mismo dispositivo). Existen multitud de dispositivos de inhalación (Figura 2 y Figura 3): El inhalador presurizado convencional pMDI -pressurised Metered-Dose Inhaler- (que se puede utilizar con o sin cámara espaciadora), ha evolucionado mucho, desde aquellos, con CFC, como propelente y que se sumergían para saber la cantidad de fármaco que quedaba, según quedaran en el fondo (lleno), o flotaran (vacío) (Figura 4), a los últimos en salir al mercado, como el dispositivo de flutiform®, con contador de dosis, control numérico, control visual con código de colores, nube más lenta y prolongada, mínimo efecto frío-freón y elevado depósito pulmonar total (TLD), con emisión de elevada y consistente fracción de partículas finas, independientes del flujo inspiratorio, compatibles con la mayoría de cámaras espaciadoras disponibles en el mercado. El uso de estas cámaras se recomienda para mejorar la coordinación, disminuir impactación orofaríngea del fármaco y efectos secundarios de los betaagonistas (taquicardia, temblor), respecto al nebulizador. En crisis de asma grave, junto a pMDI, permiten administrar más dosis y más rápidamente que con el nebulizador, consiguiendo la máxima eficacia si se aplican en secuencia de una pulsación-una inhalación profunda. Los nebulizadores (jet, ultrasónicos o de malla vibrante), no son los dispositivos de elección para el tratamiento de mantenimiento habitual y deberían utilizarse sólo en situaciones especiales14. Los pMDI emisores de partículas extrafinas (Modulite®), ocasionan menor impacto orofaríngeo, mayor depósito pulmonar, necesitando menor flujo inspiratorio que los DPI, aunque no tienen contador de dosis. 24 Los SMI (Soft Mist Inhaler), Respimat ®, son inhaladores de vapor fino, con menor velocidad de salida del aerosol, mayor duración de nube, elevada fracción de partículas finas (mayor TLD) y capuchón integrado al equipo. Los inhaladores de polvo seco (Dry Powder Inhaler o DPI), requieren mayor flujo inspiratorio que los pMDI, aunque permiten un mayor depósito pulmonar que los pMDI convencionales, pero inferior a los nuevos dispositivos pMDI extrafinos en solución. Existen en un número muy importante de dispositivos (Accuhaler ®, Aerolizer ®, Breezhaler ®, Easyhaler ®, Ellipta ®, Genuair ®, Handihaler ®, Nexthaler ®, Spiromax ®, Turbuhaler ® y Twuisthaler ®), cada uno de ellos con características técnicas diferenciales, que deben tenerse en cuenta, al prescribirlos (Figura 5), lo que hace imprescindible su perfecto conocimiento2,15,16 y el adiestramiento del paciente que los recibe. Para ello, hoy día, podemos aprovechar internet y las nuevas tecnologías que permiten, tanto al profesional sanitario como al paciente, descargarse aplicaciones (por ejemplo App Inhaladores) y ver videos demostrativos de inhalación, con los distintos dispositivos, a través de distintos canales (como youtube), en ordenadores, Tablets, Smartphones, SmartTV, etc. FIGURA 2 Dispositivos de inhalación. 25 FIGURA 3 Dispositivos de inhalación. FIGURA 4 Método antíguo para comprobar la cantidad de fármaco que quedaba en un cartucho: en el fondo (lleno) o flotando (vacío). 26 FIGURA 5 Depósitos y diámetro de la mediana de la masa aerodinámica (DMMA) de los aerosoles generados por los diferentes dispositivos pMDI: inhalador de cartucho presurizado o inhalador presurizado de dosis medida (pressurized metered dose inhater) DPI: inhalador de polvo seco. La comparación de los valores mostrados entre los diferentes métodos y fármacos empleados en su determinación, y en los estudios en humanos por haberse realizado en diversas condiciones clínicas (sanos y enfermos con diferentes procesos y niveles de gravedad), flujos inspiratorios y edades18. Conclusiones: • La vía inhalada, al llegar directamente al órgano diana, se considera óptima en la terapéutica de las enfermedades pulmonares obstructivas (tratamiento broncodilatador y antiinflamatorio). • La eficacia de los fármacos no sólo depende de su composición, sino también de la cantidad de éstos que llegue a las vías aéreas, el tamaño de las partículas y su depósito pulmonar. • Influyen también, los factores anatómicos y patológicos del paciente, el mecanismo dispensador y por supuesto, la técnica de inhalación, que por desgracia, suele ser, con frecuencia, deficiente, por múltiples motivos. • La utilización de la vía inhalatoria supone muchas ventajas (aplicación del fármaco directamente sobre el órgano afecto, rapidez y efectividad de su acción, necesidad de administrar dosis mucho menores que las empleadas de forma sistémica, con reducción de posibles efectos secundarios), pero, tiene, varios inconvenientes (la dosis inhalada es difícil de estimar, no coincidiendo con la dosis de aerosol generado, dificultad de los paBIBLIOGRAFÍA 1.Álvarez-Sala JL. Evolución de la terapeútica broncodilatadora. Jano.1997; LII (1205): 42-55. 2.Terapia Inhalada Teoría y práctica 2010, Myriam Calle Rubio, Jesús Molina París, Vicente Plaza Moral, Santiago Quirce Gancedo, Joaquin Sanchis Aldás y Jose Luis Viejo Bañuelos. 3.Sauret J. La evolución de la terapeútica inhalatoria. EN: Sauret Vallet J. To breathe or not to breathe. Historia de la terapeútica inhalatoria. Barcelona: Ancora S.A.;1995. P.89-134. 4.Olaguibel JM, Quirce S, Juliá B, et al, en nombre del grupo del estudio MAGIC. Medición del Control del Asma, según las directrices de la GINA: comparación con el cuestionario de control del Asma. Respiratory Research. 2012; 13:50. 5.Price, D., Fletcher, M., & van der Molen, T. (2014). Asthma control and management in 8,000 European patients: the REcognise Asthma and LInk to Symptoms and Experience (REALISE) survey. NPJ primary care respiratory medicine, 24. 6.Rodrigo GJ, Plaza V, Bardagí S, et al, Guía ALERTA 2. América Latina y España: Recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la enfermedad asmática. Arch Bronconeumol. 2010; 46 (Supl 7): 2-20 cientes para utilizar correctamente los dispositivos que les son prescritos), con la consiguiente falta de eficacia terapéutica y el insuficiente control de la enfermedad. • Ello implica que los profesionales sanitarios seleccionemos el dispositivo más apropiado a las características físicas, cognitivas y clínicas de nuestro paciente, siendo muy importante, para mejorar su cumplimiento terapéutico, que lo hagamos de acuerdo a sus preferencias. • Los dispositivos de inhalación, juegan un papel muy importante en el cumplimiento terapéutico y el uso erróneo del dispositivo, lleva a un peor control de la enfermedad, asociándose a más exacerbaciones, por lo que es primordial adiestrar y supervisar las técnicas de inhalación y los errores que se cometen con los distintos dispositivos, que por otra parte, deberían ser todos, fáciles de enseñar y aprender. • En este sentido, son muchos los requisitos que precisaria tener “un inhalador ideal” y son muchos los esfuerzos realizados por la industria farmacéutica (como en el dispositivo actual de inhalación de Flutiform ®), para poder llegar a conseguirlo. 7.Small M, Anderson P, Vickers A, Kay S, Fermer S. Importance of inhaler-device satisfaction in asthma treatment: real-world observations of physician-observed compliance and clinical/patientreported outcomes. Adv Ther. 2011;28:202–212. 8.CIs, Corticosteroides inhalados, Williams LK et al. J Allergy Clin Inmunol 2011; 128: 1185-91 9.Félez MA, González Clemente JM, Cardona Q, Montserrat JM, Picado C. Destreza en el manejo de los aerosoles por parte del personal sanitario. Rev Clin Esp 1991; 188: 185-7 10.Plaza V, Sanchis J, Roura P, Molina J, Calle M, Quirce S, et al. Physician´s Knowledge of inhaler devices and inhalation techniques remain por in Spain. J Aerosol Med Pulm Drug Deliver. 2012;25:16-22. 11.Respiratory Medicine. June 2011, Vol.105 (6): 930-938, doi:10.1016/j.rmed.2011.01.005 Inhaler mishandling remains common in real life and is associated with reduced disease control. Andrea S. Melani, Marco Bonavia, Vincenzo Cilenti, Cristina Cinti, Marco Lodi, Paola Martucci, Maria Serra, Nicola Scichilone, Piersante Sestini, Maria Aliani, Margherita Neri, on behalf of the Gruppo Educazionale Associazione Italiana Pneumologi Ospedalieri (AIPO). 12.Sanchis J. Sistemas de Inhalación.Depósito pulmonar. En: Actualización neumológica. 30 Simposio de Neumologia. Burgos: Ed Santos. 2004. P 149-56. 13.Aiache JM. The ideal drug delivery system: a look into the future. J Aerosol Med. 1991; 4(4): 323-334. 14.Hess DR. Aerosol delivery devices in the treatment of Asthma. Respir Care. 2008; 53:669-723 15.Plaza V, Casan P, de Diego A, Duce F, Gáldiz JB, López Viña A, et al. Recomendaciones para la utilización de fármacos inhalados. Arch Bronconeumol.1996; 32 (Supl): 8-9. 16.Consenso SEPAR-ALAT sobre terapia inhalada. Archivos de Bronconeumologia volumen 49, extraordinario 1, 2013. 17.GINA 2014. Global Iniciative for Asthma. www. ginasthma.com 18.GEMA 2009. Guía Española para el Manejo del Asma. Archivo de Bronconeumologia 2009; 45 (suplemento 2). GEMA 4.O. (2015). Disponibles en www. gemasma.com 19.ARIA Guidelines 2014 (Allergic Rhinitis and its impact on Asthma). www.seaic.org 27 Adhesión al tratamiento inhalado Autor Antolín López Viña Servicio de Neumología. Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda, Madrid. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adhesión terapéutica1 como “el grado en que el comportamiento de una persona —tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios del modo de vida— se corresponde con las recomendaciones acordadas de un prestador de asistencia sanitaria”, esta definición es una fusión de las dadas por Haynes 2 y por Rand3 Haynes2 utilizaba el termino cumplimiento, pero algunos autores consideraron que este término denotaba un papel pasivo para el paciente, que sólo tenía que obedecer, y una actitud autoritaria y paternalista por parte del médico, que decidía unilateralmente, por lo que se propusieron otros términos, tales como adhesión3 o concordancia4 como alternativa a cumplimiento, ya que estos conceptos sugieren un sistema interactivo más igualitario, con un intercambio de información, negociación y espíritu de cooperación en que debe estar basada la relación médico-paciente. Aunque, evidentemente, cumplimiento, adhesión y concordancia son palabras que no significan lo mismo, en este capítulo serán términos sinónimos, que se refieren al hecho de que el paciente siga o no las recomendaciones médicas. La baja adhesión con el régimen prescrito limita el éxito del cuidado médico. Tiene impacto sobre el paciente (peor control, riesgo de exacerbaciones, de hospitalizaciones e incluso de muerte), sobre el médico (valoración errónea de la efectividad del tratamiento, aumento innecesario de dosis o de fármacos, introducción de medicamentos más potentes, más caros y con más efectos indeseables) y sobre los costes sanitarios (uso de fármacos más caros, mayor uso de recursos y mayor absentismo). Los profesionales, ante el fracaso terapéutico, suelen tomar caminos fáciles pero casi siempre erróneos, como aumentar la dosis, añadir más fármacos o cambiar las pautas terapéuticas, soluciones que evidentemente no conducen al éxito, ya que la causa más frecuente del fracaso terapéutico es el incumplimiento. Estas prácticas ocurren porque muchos profesionales sanitarios creen que el incumplimiento del paciente no es un problema suyo y, por tanto, no actúan sobre él, evidentemente olvidándose de una parte esencial del proceso terapéutico, ya que ningún fármaco es efectivo si el paciente no lo toma. La vía inhalada requiere la realización de una técnica correcta para cada dispositivo, que tiene que ser enseñada por personal sanitario, lo que constituye una barrera añadida para la adhesión terapéutica y como consecuencia muy probablemente unas tasas de incumplimiento más altas. Los profesionales de la salud que cuidan a los pacientes con enfermedades obstructivas pulmonares tienen que aprender a abordar la adhesión terapéutica. 28 Prevalencia Los estudios de cumplimiento1 en tratamientos crónicos muestran que al menos el 50% de los pacientes toman menos del 80% de la medicación prescrita y esto es independiente de la enfermedad estudiada. Sin embargo, en aquellas enfermedades en las que el riesgo de complicaciones graves no es evidente, en las que la prescripción, en lugar de aliviar los síntomas, pretende instaurarse como hábito, y aquellas que requieren cambios en el estilo de vida, tienen grados de cumplimiento todavía más bajos6. No es extraño por tanto que en algunas patologías respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma, que requiere además dispositivos de inhalación, el cumplimiento sea aún muy bajo. Demostrándose todavía una menor adhesión en asma que en EPOC7. El hecho de que los estudios que miden las tasas de adhesión de las enfermedades obstructivas pulmonares estén realizados en diferentes poblaciones con diferentes fármacos o con diferentes medidas hace que el rango sea muy amplio (del 15% al 65%)8-15 Métodos de medida La valoración de la adhesión es el primer factor a considerar cuando no hay una adecuada respuesta terapéutica. La medida del cumplimiento es una tarea compleja y el mayor problema es obtener métodos adecuados para su evaluación. Hay diversos sistemas para estimar el nivel de adhesión, que podemos dividir en métodos indirectos y directos (Tabla 1). paciente reconoce que no toma la medicación como le fue prescrita, pero tienden a la sobreestimación de la adhesión cuando el enfermo dice que la está tomando de forma correcta20. Hay instrumentos validados, como el de Morinsky y Green21 y el de MARS-A22, sencillos y rápidos, que pueden ser útiles en la práctica. Ninguno de ellos evalúa el tipo de incumplimiento. Se ha diseñado y validado en España un nuevo cuestionario23 que mejora a los anteriores ya que mide también el tipo de incumplimiento, se trata del Test de Adhesión a los Inhaladores (TAI) Resultados terapéuticos La respuesta al tratamiento es una forma muy frecuente de medir el cumplimiento, pero no es un método adecuado ya que presupone que el fármaco es siempre eficaz. Recuento de los inhaladores Dentro de este grupo se puede incluir el recuento de inhalaciones en los sistemas de polvo o el peso de los cartuchos presurizados. Es un método más objetivo que los anteriores, pero no aporta información sobre la forma que han tomado la medicación, sobre cuántas inhalaciones realizó en cada toma, con qué regularidad lo hizo o, simplemente, con algunos dispositivos, si el paciente descargó los inhaladores sin tomarlos20,24.25. Su utilización puede ser una ayuda pero puede confundir en la práctica clínica y llevar a sesgos de observación en investigación. Receta electrónica Con la implantación de la receta electrónica, TABLA 1 Métodos de medida de la adhesión. Métodos indirectos Juicio clínico Está basado en “conocer al paciente”, “el médico sabe quién cumple y quién no”. Diversos trabajos lo han examinado con resultados desastrosos18-19. Por tanto, no debe usarse. Preguntar al paciente (y cuestionarios validados): el interrogatorio directo a los enfermos respecto al cumplimiento es un método que debe usarse siempre, y de manera periódica, en la práctica clínica, y su fiabilidad depende en buena medida de la relación médicopaciente. Suelen ser adecuados cuando el es fácil conocer que medicamentos de los prescritos son retirados por los pacientes de las farmacias y podría ser de utilidad como medida indirecta de la adhesión, aunque teniendo en cuenta que eso no asegura, ni mucho menos que los tome. De cualquier forma, en la práctica clínica puede ser un complemento a los cuestionarios. Biomarcadores Se ha propuesto que la medida de la Fracción exhalada del Oxido Nítrico (FeNO) puede servir para identificar el incumplimiento a los glucocorticoides inhalados (GCI), incluso 29 se ha sugerido un método para hacerlo26, quizás un poco engorroso para la práctica. Evidentemente sirve para sospechar, de forma individual, la pobre adhesión y poder abordar el problema con el paciente. Métodos directos: Niveles de fármacos En el caso de los medicamentos inhalados es poco útil por las bajas concentraciones que se consiguen en sangre y orina27 de los diferentes fármacos, además es un método que solo mide dosis recientes y no es inmediato. Dispositivos electrónicos Para la medicación inhalada se han ideado dispositivos mecánicos, que monitorizan automáticamente el uso de los aerosoles presurizados (Nebulizer Chronolog) o de los de polvo seco (Turbo-Inhaler-Computer y Diskus Adherente Logger)20,10. Para que sean precisos, deben identificar no solo que el paciente descarga el inhalador, sino también que realiza la inhalación y el día y la hora en que lo hace, solo así se identificaran falsos cumplidores, que descargan los inhaladores días u horas antes de la visita médica. Existen en el mercado modelos que recogen la fecha y el tiempo de cada inhalación, como los Smartinhaler (http://www.smartinhaler) para los dispositivos de cartucho presurizado, turbuhaler y accuhaler. Son métodos excesivamente caros, lo que hace difícil, su utilización en la práctica clínica. Tipos de incumplimiento Hay varios tipos de incumplimiento29,30. (Tabla 2). Es muy probable que el tipo de incumplimiento sea diferente en distintas enfermedades, por las características de la propia enfermedad y por diferencias demográficas de los pacientes. Evidentemente hay que tener en cuenta el tipo de incumplimiento para utilizar individualmente intervenciones específicas. Medidas para fomentar el cumplimiento El proceso terapéutico, para el personal sanitario, no se limita a establecer unos objetivos terapéuticos, seleccionar el tratamiento y prescribirlo, sino también a conseguir que el paciente siga las recomendaciones. No existen intervenciones simples que sean eficaces para mejorar el cumplimiento en todos los pacientes31. Los factores que influyen en la adhesión terapéutica son múltiples1,32 (relacionados con el paciente, con la enfermedad, con el tratamiento, con el sistema sanitario y el personal que lo atiende y con características socioeconómicas) y esto hace que sea imposible predecirlo. La mejor estrategia inicial es adelantarse al incumplimiento. Es importante no centrarse en los factores relacionados con el paciente ya que normalmente lleva a estigmatizar a la persona: este es un incumplidor, no se puede hacer nada… y tener en cuenta que la primera premisa es, no culpar al paciente. Para actuar sobre los factores que influyen en el cumplimiento1,32, los tres puntos básicos son: establecer una relación empática con los pacientes (condición indispensable, por ser la más eficaz ya que la satisfacción del paciente, producto de una buena comunicación y empatía, incrementan la probabilidad de adhesión), enseñar conocimientos y habilidades TABLA 2 Tipos de incumplimiento. Es importante, conocer el tipo de incumplimiento para que las estrategias individuales para corregirlo tengan éxito. Es necesario disponer de instrumentos que midan no solo si el paciente toma o no los fármacos sino también que identifiquen las causas del incumplimiento y si la técnica de inhalación es la correcta. El cuestionario TAI23 puede ser muy útil ya que aborda todas las cuestiones. (como el uso correcto de los dispositivos de inhalación) de forma individual, y considerar el régimen terapéutico desde la perspectiva del paciente. Establecer una relación empática La primera oportunidad del clínico para potenciar la adhesión terapéutica es mantener una relación respetuosa y cordial. 30 Se debe utilizar un estilo de comunicación empático: o sea un modelo de relación médico-paciente adecuado que combina una medicina basada en el paciente (en cómo vive el paciente la enfermedad) con una actitud facilitadora por parte del médico (orientada a ayudar al paciente a tomar conciencia). La utilización de estilos autoritarios (centrado en la enfermedad y con una actitud directiva) o paternalista (centrado en el paciente pero con actitud directiva) suponen en sí mismo una barrera para establecer una buena comunicación con los pacientes. Los componentes básicos de una buena comunicación son: Crear un ambiente físico apropiado; establecer una relación afectuosa en los primeros momentos de la consulta; establecer el tono de la consulta dependiendo de la postura, el comportamiento y la actividad cuando entra el paciente, pero sin crear estereotipos; no olvidarse de la comunicación no verbal (lenguaje corporal, tono de voz); escuchar activamente (escuchar significa observar, atender, centrarse en el paciente, olvidarse de prejuicios… y además que el paciente lo perciba); mostrar respeto y empatía; mantener una conversación interactiva; investigar preocupaciones, creencias y expectativas buscando las limitaciones en la vida diaria y las preocupaciones que le origina; descubrir objetivos del paciente y pactarlos; aumentar su autoconfianza: mostrándole su capacidad para seguir el tratamiento; y establecer un diálogo sobre el cumplimiento. Enseñar conocimientos y habilidades Otro procedimiento para fomentar la adhesión (como para cualquier cambio de conducta) es incrementar el conocimiento del paciente sobre la enfermedad e instruirle en las habilidades que necesita para seguir su tratamiento. La información debe de ser individual y simple, basada en las expectativas y objetivos del paciente concreto. Los pacientes con enfermedades obstructivas pulmonares tienen que aprender a tomar los fármacos inhalados correctamente, reconocer y evitar desencadenantes, monitorizar síntomas y flujo máximo respiratorio, reconocer cuándo la enfermedad está empeorando y saber actuar de forma temprana en caso de deterioro de la enfermedad. Para la enseñanza de todas estas habilidades hay que utilizar métodos educativos para cada paciente y técnicas conductuales eficaces. Para la enseñanza de la técnica de inhalación lo primero debe ser mostrar los diferentes sistemas de inhalación, permitiendo en lo posible que el paciente elija el que prefiera. Posteriormente el educador explica la técnica de inhalación y realiza una demostración práctica. El paciente repite verbalmente todos los pasos y los realiza las veces necesarias hasta que se sienta competente. El educador elogia al paciente cuando lo hace bien y corrige, dirige y ayuda a éste cuando no lo hace correctamente. Una vez que el paciente ha practicado en su domicilio, el educador comprueba cómo realiza la técnica, elogiándolo si lo hace correctamente o enseñándosela nuevamente si no lo hace bien, repitiendo lo mismo en todas las revisiones.33 Considerar el régimen terapéutico desde la perspectiva del paciente La enfermedad se produce dentro del contexto amplio de la vida del paciente, y la salud, aunque importante, es sólo un componente de la misma. El médico debe intentar motivar al paciente para que éste participe activamente en el tratamiento y no asumir que el paciente vaya a adherirse sin más, simplemente porque se lo pide el médico. La mejor manera de conseguir esto es implicar al paciente en la planificación del tratamiento con el fin de asegurar que se tomen en consideración las prioridades, estilo de vida y recursos del paciente. Se debe estimular la discusión sobre los costes, riesgos y beneficios de alternativas aceptables al tratamiento. Para prescribir una pauta terapéutica adaptada a la vida del paciente, debe tenerse en cuenta las recomendaciones de la Tabla 3. •Usar el método de inhalación más fácil para el paciente concreto (el que escoja el paciente). •El mismo método de inhalación para todos los fármacos (o las mejores combinaciones). •Valorar el uso de asociaciones. •Revisar con el paciente el tratamiento. •Dar el menor número de tomas posibles (1 ó 2 tomas / día). •Negociar las tomas y adaptarlas a la rutina diaria del paciente. •Hablar de los costes. •Establecer un diálogo sobre el cumplimiento. •Usar técnicas para evitar el olvido. •Valorar individualmente la pauta menos mala. TABLA 3 Recomendaciones para la elaboración de pautas terapéuticas. 31 Conclusiones: • En las enfermedades crónicas, es más frecuente que los pacientes no sigan las recomendaciones médicas, que si lo hagan. La baja adhesión con el régimen terapéutico limita el éxito del cuidado médico, fármacos eficaces son poco efectivos en la práctica si no son tomados. Además tiene consecuencias negativas sobre los médicos y los pacientes, aumentando los costes sanitarios, por el aumento de hospitalizaciones y el uso de más fármacos o de medicamentos más caros. • El cumplimiento es una parte esencial del proceso terapéutico y por tanto es responsabilidad del personal sanitario abordarlo, intentando evaluarlo de forma individual, conociendo sus causas y estableciendo estrategias para fomentarlo. • Cualquier proceso que pretenda mejorar la adhesión debe iniciarse estableciendo una relación empática con el paciente, ya que por si mismo aumenta la posibilidad de adhesión, además debe integrar la enseñanza de conocimientos sobre la enfermedad e instrucción de las habilidades que necesita para poder cooperar (como el uso correcto de los dispositivos de inhalación) y por último considerar el régimen terapéutico desde la perspectiva del paciente, de tal forma que no tenga que adaptarse el enfermo a la pauta de tratamiento, sino justamente lo contrario. 32 BIBLIOGRAFÍA 1.World Health Organization. Adhe1. World Health Organization. Adherence long-term therapies. Ginebra 2003. to 2.Haynes RB.Determinants of compliance: The disease and the mechanics of treatment. Baltimore MD, Johns Hopkins University Press, 1979. 3.Rand CS.Measuring adherence with therapy for chronic diseases: implications for the treatment of heterozygous familial hypercholesterolemia. Am J Cardiol 1993, 72:68-74. 4.Meichenbaum D, Turk DC. Adhesión Terapéutica, incidencia y conceptualización. En Meichenbaum D, Turk DC eds. Como facilitar el seguimiento en los tratamientos terapéuticos. DDB Bilbao. 1991;pp 19-37. 5.Mullen PD. Compliance becomes concordance. Making a change in terminology produce a change in behavior. BMJ 1997; 314: 691-692. 6.Meichenbaum D, Turk DC. Factores que afectan a la adhesión. En: Meichenbaum D, Turk DC eds. Como facilitar el seguimiento de los tratamientos terapéuticos. DDB. Bilbao 1991; pp 39-62. 7.Covvey JR, Mullen AB, Ryan M, Steinke DT, Johnston BF, Wood FT, Boyter AC. A comparison of medication adherence/persistence for asthma and chronic obstructive pulmonary disease in the United Kingdom. Int J Clin Pract 2014; 68: 1200-8. 8.Mann MC, Eliasson O, Patel K, ZuWallch RL. An evaluation of severity-modulated compliance with q.i.d. dosing of inhaled beclomethasone. Chest 1992; 102: 1342-1346. 9.Coutts JAP, Gibson NA, Paton JY. Measuring compliance with inhaled medication in asthma. Arch Dis Child 1992; 67: 332-333. 10.Bosley CM, Parry DT, Cochrane GM. Patient compliance with inhaled medication: Does combining beta-agonists with corticosteroids improve compliance?. Eur Respir J 1994; 7: 504-509. 11.Dekker FW, Dieleman FE, Kaptein AA, Mulder JD. Compliance with pulmonary medication in general practice. Eur Respir J 1993; 6: 886-890. 12.Kelloway JS, Waytt RA, Adlis SA. Comparison of patients’ compliance with prescribed oral and inhaled asthma medications. Arch Intern Med 1994; 154: 1349-1352. 13.Gamble J, Stevenson M, McClean E, Heaney LG. The prevalence of nonadherence in difficult asthma. Am J Respir Crit Care Med. 2009; 180: 817-22. 14.Braunstein GL, Trinquet G, Harper AE, and a Compliance Working Group. Compliance with nedocromil sodium and nedocromil sodium/salbutamol combination. Eur Respir J 1996; 9: 893-898. 15.Hansen RA, Kim MM, Song L, Tu W, Wu J, Murray MD. Comparison of methods to assess medication adherence and classify nonadherence. Ann Pharmacother. 2009; 43(3):413-22. 16.Cerveri I, Locatelli F, Zoia MC, Corsico A, Accordini S, de Marco R, on behalf of the ECRHS. International variations in asthma treatment compliance: the results of the European Community Respiratory Health Survey (ECRHS). Eur Respir J, 1999, 14:288-294. 17.Lindsay JT, Heaney LG. Non-adherence in difficult asthma and advances in detection. Expert Rev Respir Med. 2013; 7:607-14. 18.Sackett DL, Haynes RB, Guyat GH, Tugwell P. Cumplimiento: En: Sackett DL, Haynes RB. Epidemiología clínica. Una ciencia básica para la medicina clínica. Díaz de Santos. Madrid. 1989; pp 259-289. 19.Gilbert JR, Evans CE, Haynes RB, Tugwell P. Predicting compliance with a regimen of digoxin therapy in family practice. Can Med Assc J 1980; 123: 119. 20.Rand CS, Nise RA, Nides M, Simmons S, Bleecker ER, Kusek JW, Li VC, Tashkin DP. Metered-Dose Inhaler Adherence in a Clinical Trial. Am Rev Respir Dis 1992; 146: 15591564. 21.Morinsky DE, Green LW, Levine DM. Concurrent and predictive validity of a self-reported measure of medication adherence. Med Care 1986; 24: 67-74. 22.Cohen JL, Mann DM, Wisnivesky JP, Home R, Leventhal H, Musumeci-Szabó TJ, Halm EA. Assessing the validity of self-reported medication adherence among inner-city asthmatic adults: the Medication Adherence Report Scale for Asthma. Ann Allergy Asthma Immunol. 2009;103:325-31. 23.Vicente Plaza, Concepción Fernández-Rodríguez, Carlos Melero, Fernando GutiérrezPereyra, Borja G. Cosío, Luís Manuel Entrenas, Antolín López-Viña, Luis Pérez de Llano, Eduard Tarragona and Rosa Palomino on behalf of the TAI Study Group Validation of the ‘Test of the Adherence to Inhalers’ (TAI) for asthma and COPD patients. J Aerosol Med Pulm Drug Deliver in press. 24.Cramer JA, Mattson RH, Prevery ML, Scheyer RD, Oullette VL. How often is medication takeas pre n scribed?. A novel assesment technique. JAMA 1989; 261: 3273-3277. 25.Spector SL, Lewis CE. Compliance factors. J Allergy Clin Immunol 1986; 77: 65-70. 26.McNicholl DM, Stevenson M, McGarvey LP, Heaney LG The utility of fractional exhaled nitric oxide suppression in the identification of nonadherence in difficult asthma. Am J Respir Crit Care Med. 2012;186:1102-8. 27.Horn CR, Essex E, Hill P, Cochrane GM. Does urinary salbutamol reflect compliance with aerosol regimens in patients with asthma?. Respir Med 1989; 83: 15-18. 28.Alessandro F, Vincenzo ZG, Marco S, Marcello G, Enrica R. Compliance with pharmacologic prophylaxis and therapy in bronchial asthma. Ann Allergy 1994; 73: 135-140. 29.Hyland ME. Types of noncompliance. Eur Respir Rev 1998; 8: 255-259. 30.Rand CS. Patient and regimen-related factors that influence compliance with asthma therapy. Eur Respir Rev 1989; 8: 270-274. 31.Haynes RB, Mc Donald H, Garg AX, Montagues P. Interventions for helping patients to follow prescriptions for medications (Cochrane Review). In: The Cochrane Library, Issue 1. 2004. 32.López Viña A. Actitudes para fomentar el cumplimiento terapéutico en el asma. Arch Bronconeumol. 2005;41:334-40. 33.GEMA educadores. Manual del educador en asma. Grupo Luzan 5. Madrid 2010 33 Control del asma y de las exacerbaciones como objetivo terapéutico y su tratamiento Autor Dr. Santiago Quirce Gancedo Servicio de Alergología, Hospital Universitario La Paz, Madrid El objetivo principal del tratamiento del asma es lograr y mantener el control de la enfermedad lo antes posible, además de prevenir las exacerbaciones y la obstrucción crónica al flujo aéreo y reducir al máximo su mortalidad1. El control del asma comprende dos componentes: el control sintomático actual y la reducción del riesgo futuro, especialmente de las exacerbaciones (Figura 1)1,2. El control de los síntomas actuales se define como la existencia de síntomas diurnos y nocturnos mínimos, la ausencia de limitaciones en las actividades, la no necesidad de administrar un tratamiento broncodilatador de alivio y la función pulmonar normal1. Los objetivos del tratamiento, tanto en su vertiente de controlar los síntomas diarios (dominio control actual), como de prevenir las exacerbaciones y una pérdida exagerada de función pulmonar (dominio riesgo futuro), pueden alcanzarse en una gran mayoría de pacientes con un tratamiento adecuado3. No obstante, a pesar del considerable avance en el conocimiento de la fisiopatología del asma y de las estrategias de tratamiento óptimas, los resultados de encuestas recientes indican que en muchos pacientes el asma está mal controlada4-7. 34 Los inhaladores de combinaciones a dosis fijas de un corticosteroide inhalado (CI) y un agonista beta-2 de acción prolongada (LABA) se han desarrollado para facilitar la administración simultánea de estos dos fármacos y mejorar así la adherencia del paciente al tratamiento8, y constituyen el tratamiento de mantenimiento de elección en el asma persistente de moderada a grave1,2 (Figura 2). Además, la administración de CI/LABA en combinación evita el uso de LABA en monoterapia, un tratamiento no recomendado en pacientes con asma debido a la preocupación existente sobre la seguridad del uso de LABA sin CI como consecuencia de las muertes relacionadas con el asma en pacientes tratados con salmeterol sin la obligada coprescripción de un CI2,9. FIGURA 1 Control GEMA1. FIGURA 2 Tratamiento de mantenimiento. Control GEMA1. * Tras confirmar la correcta adhesión terapéutica y empleo de inhalador/es. Escalones terapéuticos en el asma1. 35 Los inhaladores combinados a dosis fijas disponibles incluyen budesónida/formoterol en DPI, fluticasona/salmeterol en DPI y MDI, beclometasona/formoterol en MDI y DPI, fluticasona furoato/vilanterol en DPI, y la combinación recientemente comercializada en España de fluticasona propionato y formoterol para el tratamiento del asma persistente en adultos y en adolescentes a partir de 12 años, disponible en tres concentraciones de dosis nominales de 50/5, 125/5 y 250/10 µg por pulsación en un MDI con hidrofluoroalcano (HFA) como propelente10. El aerosol de la combinación fluticasona/formoterol emite una alta fracción de partículas finas que no varía con las diferentes tasas de flujo, lo que puede facilitar la uniformidad de la administración considerando la variabilidad de los pacientes a la hora de efectuar las maniobras de inhalación11. En el presente artículo se revisan los datos de eficacia y seguridad de esta nueva combinación y su papel en el tratamiento del asma. Hasta la fecha se han publicado nueve ensayos clínicos de fase III con la combinación fluticasona/formoterol10. Estos ensayos multicéntricos evaluaron la eficacia de fluticasona/formoterol durante 8–12 semanas en pacientes adultos y adolescentes con asma en comparación con los componentes individuales administrados en monoterapia12-15, los componentes individuales administrados concomitantemente mediante inhaladores diferentes16,17 e inhaladores combinados de fluticasona/salmeterol18 y budesónida/formoterol19. Un artículo reciente describe un análisis conjunto de la eficacia y seguridad del tratamiento combinado con fluticasona/ formoterol en comparación con fluticasona en monoterapia20 en pacientes incluidos en los estudios iniciales que recibían tratamiento con CI en el momento de la inclusión12-15. Además, la eficacia y seguridad a largo plazo de fluticasona/formoterol en adultos y adolescentes con asma se ha comprobado en un estudio abierto de hasta 12 meses de duración21. Las dosis investigadas en los ensayos clínicos fueron las dosis de 100/10, 250/10 y 500/20 µg, respectivamente, administradas dos veces al día. Los cambios medios en el FEV1 o las comparaciones del FEV1 al final del ensayo fueron las variables primarias de evaluación de la eficacia en todos los estudios. Otras medidas de la eficacia incluyeron los abandonos por falta de eficacia, el uso de medicación de rescate, la tasa de flujo espiratorio máximo (PEF) matutino y vespertino registrado en los diarios de los pacientes, las puntuaciones de los síntomas de asma, las puntuaciones de los trastornos del sueño y las exacerbaciones asmáticas. Fluticasona/formoterol frente a fluticasona en monoterapia Un reciente análisis de Papi y cols.20 ha examinado los datos agrupados de cinco estudios aleatorizados de 8 a 12 semanas que incluyeron 1.055 pacientes adultos y adoles- centes con asma que recibieron fluticasona/ formoterol (100/10, 250/10 o 500/20 µg dos veces al día) o fluticasona sola (100, 250 o 500 µg dos veces al día). Observaron que fluticasona/formoterol producía incrementos significativamente mayores que fluticasona sola en la media del FEV1 predosis matutino entre la evaluación basal y el final del estudio, así como una mejoría entre el FEV1 predosis basal y el FEV1 2 h postdosis al final del estudio. Además, fluticasona/formoterol produjo mayores incrementos que fluticasona sola en el porcentaje de días con control del asma entre la evaluación basal y el final del estudio y se asoció a un menor número de exacerbaciones20. Comparación con fluticasona y formoterol administrados concomitantemente en inhaladores diferentes El perfil de eficacia y seguridad de la combinación de fluticasona/formoterol se ha comparado con el de fluticasona y formoterol administrados concomitantemente, pero mediante inhaladores diferentes, en dos ensayos de no inferioridad16,17. El primero de estos investigó la combinación de dosis altas en adultos con asma persistente grave16 y el segundo, las combinaciones de dosis baja y media en adultos y adolescentes con asma leve a moderada-grave17. La eficacia de fluticasona/formoterol fue significativamente mayor que la de fluticasona sola respecto a una variable coprimaria (cambio en el FEV1 predosis), aunque no para la otra (cambio entre el FEV1 predosis y el FEV1 2 h postdosis) y la eficacia fue dosis-dependiente respecto a varios parámetros secundarios, incluidos los abandonos por falta de eficacia (3,9% frente al 11,6% de los pacientes en el grupo de dosis baja)16. En el estudio abierto17 se demostró la no inferioridad de la combinación de fluticasona/ formoterol el día 84, al mostrarse resultados similares para la población por análisis completo. Comparación con fluticasona/salmeterol y budesónida/ formoterol La eficacia, la seguridad y el inicio de la acción de fluticasona/formoterol se compararon con los de fluticasona/salmeterol en un ensayo de no inferioridad, aleatorizado, abierto y de 12 semanas que incluyó a pacientes adultos ≥18 años de edad con asma persistente leve a moderada-grave18. A las 12 semanas, los valores predosis del FEV1 en los pacientes del grupo de tratamiento con fluticasona/formoterol fueron comparables a los de los pacientes del grupo de fluticasona/ salmeterol. Otros resultados, como las puntuaciones de los síntomas de asma y el uso de medicación de rescate, también fueron similares. Sin embargo, el comienzo de la acción de fluticasona/formoterol fue significativamente más rápido que el de fluticasona/ salmeterol, tanto al inicio como al final del estudio18. Un segundo estudio de no inferioridad, do- 36 ble ciego y aleatorizado, comparó la eficacia y seguridad de fluticasona/ formoterol frente a budesónida/formoterol19. A las 12 semanas, fluticasona/formoterol fue no inferior a budesónida/formoterol con respecto a la variable primaria de evaluación: el cambio en la media del FEV1 predosis entre la evaluación basal y la semana 12 fue comparable en los dos grupos de tratamiento. Los resultados correspondientes a las variables de evaluación secundarias fueron comparables en los dos grupos de tratamiento19. Seguridad y tolerabilidad Tanto fluticasona como formoterol son tratamientos bien establecidos del asma persistente y poseen perfiles de seguridad y tolerabilidad bien definidos en pacientes adolescentes y adultos22,23. El perfil de seguridad y tolerabilidad de la combinación fluticasona/formoterol se evaluó en todos los ensayos de 8 a 12 semanas ya descritos12-19. En cada uno de los ensayos, la combinación de fluticasona/formoterol tuvo un perfil de tolerabilidad similar al del comparador (o comparadores). Lo mismo ocurrió con los datos agrupados, ya que la incidencia y los tipos de acontecimientos adversos fueron similares con fluticasona/formoterol que con fluticasona sola. Como se ha mostrado en uno de los estudios fase III la dosis alta de fluticasona/ formoterol no supone una mayor incidencia de efectos adversos20. Conclusiones: • El MDI combinado con fluticasona/formoterol ha demostrado un buen perfil de tolerabilidad en pacientes con asma leve a moderada grave durante 12 meses de administración y en comparación con sus componentes individuales y las combinaciones fluticasona/salmeterol y budesónida/formoterol durante 8-12 semanas. • La eficacia de fluticasona/formoterol durante 8–12 semanas es superior a la de fluticasona o formoterol solos y no inferior a la de fluticasona/salmeterol y budesónida/formoterol. Una ventaja de la combinación fluticasona/formoterol reside en que el inicio de la broncodilatación es más rápido que con fluticasona/salmeterol, un efecto que se mantiene durante 12 semanas de administración. BIBLIOGRAFÍA 1.Guía Española para el Manejo del Asma 4.0 (GEMA) 2015. Available from www.gemasma.com 2.GINA2014. Global Initiative for Asthma. Global Strategy for Asthma Management and Prevention 2014. Available from www.ginasthma.org 3.Bateman ED, Boushey HA, Bousquet J, et al; GOAL Investigators Group. Can guideline-defined asthma control be achieved? The Gaining Optimal Asthma ControL study. Am J Respir Crit Care Med 2004;170:836-844. 4.Partridge MR, van der Molen T, Myrseth SE, Busse WW. Attitudes and actions of asthma patients on regular maintenance therapy: the INSPIRE study. BMC Pulm Med 2006:13. 5.Olaguibel JM, Quirce S, Juliá B, Fernández C, Fortuna AM, Molina J, Plaza V; MAGIC Study Group. Measurement of asthma control according to Global Initiative for Asthma guidelines: a comparison with the Asthma Control Questionnaire. Respir Res. 2012;13:50. 6.Demoly P, Annunziata K, Gubba E, Adamek L. Repeated cross-sectional survey of patientreported asthma control in Europe in the past 5 years. Eur Respir Rev. 2012;21:66-74. 7.Price D, Fletcher M, van der Molen T. Asthma control and management in 8,000 European patients: the REcognise Asthma and LInk to Symptoms and Experience (REALISE) survey. NPJ Prim Care Respir Med. 2014;24:14009. 8.Marceau C, Lemiere C, Berbiche D, et al. Persistence, adherence, and effectiveness of combination therapy among adult patients with asthma. J Allergy Clin Immunol 2006;118:574-81. 9.Chowdhury BA, Seymour SM, Levenson MS. Assessing the safety of adding LABAs to inhaled corticosteroids for treating asthma. N Engl J Med 2011;364:2473-5. 10.Price D, Hillyer EV. Fluticasone propionate/formoterol fumarate in fixed-dose combination for the treatment of asthma. Expert Rev Respir Med. 2014;8:275-91. 11.Johal B, Howald M, Fischer M, et al. Fine particle profile of fluticasone propionate/ formoterol fumarate versus other combination products: the DIFFUSE study. Comb Prod Ther 2013;3:39-51. 12.Nathan RA, D’Urzo A, Blazhko V, Kaiser K. Safety and efficacy of fluticasone/formoterol combination therapy in adolescent and adult patients with mild-to-moderate asthma: a randomised controlled trial. BMC Pulm Med 2012;12:67. 13.Corren J, Mansfield LE, Pertseva T, et al. Efficacy and safety of fluticasone/formoterol combination therapy in patients with moderate-to-severe asthma. Respir Med 2013;107:180-95. 14.Pearlman DS, Laforce CF, Kaiser K. Fluticasone/Formoterol combination therapy compared with monotherapy in adolescent and adult patients with mild to moderate asthma. Clin Ther 2013;35:950-66. 15.Pertseva T, Dissanayake S, Kaiser K. Superiority of fluticasone propionate/ formoterol fumarate versus fluticasone propionate alone in patients with moderate-to-severe asthma: a randomised controlled trial. Curr Med Res Opin 2013; 29:1357-69. 16.Bodzenta-Lukaszyk A, Pulka G, Dymek A, et al. Efficacy and safety of fluticasone and formoterol in a single pressurized metered dose inhaler. Respir Med 2011;105:674-82. 17.Bodzenta-Lukaszyk A, Van Noord J, Schroder-Babo W, et al. Efficacy and safety profile of fluticasone/formoterol combination therapy compared to its individual components administered concurrently in asthma: a randomised controlled trial. Curr Med Res Opin 2013; 29:579-88. 18.Bodzenta-Lukaszyk A, Dymek A, Mcaulay K, Mansikka H. Fluticasone/formoterol combination therapy is as effective as fluticasone/salmeterol in the treatment of asthma, but has a more rapid onset of action: an open-label, randomized study. BMC Pulm Med 2011;11:28. 19.Bodzenta-Lukaszyk A, Buhl R, Balint B, et al. Fluticasone/formoterol combination therapy versus budesonide/formoterol for the treatment of asthma: a randomized, controlled, non-inferiority trial of efficacy and safety. J Asthma 2012;49:1060-70. 20.Papi A, Price D, Sastre J, Kaiser K, Lomax M, McIver T, Dissanayake S. Efficacy of fluticasone propionate/formoterol fumarate in the treatment of asthma: a pooled analysis. Respir Med. 2015;109:208-17. 21.Mansur AH, Kaiser K. Long-term safety and efficacy of fluticasone/formoterol combination therapy in asthma. J Aerosol Med Pulm Drug Deliv 2013;26:190-9. 22.Adams NP, Bestall JC, Jones P, et al. Fluticasone at different doses for chronic asthma in adults and children. Cochrane Database Syst Rev 2008;4:CD003534. 23.Cates CJ, Jaeschke R, Schmidt S, Ferrer M. Regular treatment with formoterol and inhaled steroids for chronic asthma: serious adverse events. Cochrane Database Syst Rev 2013;6:CD006924. 37 El asma en la vida real (Estudios de práctica clínica y surveys) Autor Enrique Mascarós Balaguer Médico de Familia. Centro de Salud Fuente de San Luís, Valencia. Todos sabemos que los ensayos clínicos aleatorizados y controlados son el estándar de oro para el estudio de la seguridad y eficacia de los medicamentos, pero tienen sus limitaciones a la hora de poder aplicar sus resultados en nuestras consultas, esto es debido a que los criterios de inclusión y de exclusión de dichos ensayos hacen que los resultados no sean comparables con la población general sino solo aplicable a aquellos pacientes de nuestras consultas que cumplan con estos criterios. Es por ello que desde hace ya unos años se están haciendo cada vez más estudios denominados “en la vida real”. Estos estudios examinan cómo los medicamentos y los tratamientos existentes están funcionando en el sistema sanitario. A diferencia de los ensayos clínicos controlados, los estudios de la evidencia en la vida real utilizan datos de observación como los registros médicos electrónicos, información de las aseguradoras y encuestas a los pacientes. El asma es una de las enfermedades crónicas más prevalentes en el mundo. La Iniciativa Global para el Asma (GINA)1, afirma que el tratamiento debe basarse en el nivel de control del asma definido por síntomas diurnos de un paciente, la afectación de actividades normales por síntomas, despertares nocturnos y uso inhalador de rescate. La incidencia del control del asma en la práctica clínica es considerablemente inferior a los niveles que se refieren en muchos ensayos controlados aleatorios. El tratamiento farmacológico y no farmacológico se deben ajustar tras la evaluación , tratamiento y revisión para conseguir el control. El mal control del asma se asocia con un mayor riesgo de exacerbaciones , debilidad, deterioro de la calidad de vida, una mayor utilización de servicios sanitarios y la reducción de la productividad. Pese a que los resultados del asma han demostrado mejorar después de la introducción de directrices basadas en control o herramientas prácticas para la implementación de estrategias de gestión basadas en control, estudios recientes han demostrado bajos niveles de control. Es por todo esto que se están diseñando estudios en la vida real que utilizando la disponibilidad y uso de las fuentes de información en línea sobre el asma intentan ayudar a mejorar el control y los conocimientos de los pacientes sobre su enfermedad. 38 El estudio REALISE, del inglés “the REcognise Asthma and Link to Symptoms and Experience survey”2, fue realizado en 11 países europeos con 8000 personas. Esta encuesta evaluó los síntomas y niveles de control del asma en la vida real y cómo los síntomas y las exacerbaciones agudas se relacionan con el control y diferentes niveles de tratamiento; además, el control actual del asma fue analizado en relación con la historia de exacerbaciones. También se exploraron las percepciones del control y de los síntomas por parte de los pacientes. Los resultados que luego comentaré, proporcionan importantes conocimientos sobre las actitudes de los pacientes y si el control del asma en la vida real ha mejorado en los últimos años. En estudios anteriores (Tabla 1) donde participaron un menor número de países y un menor número de pacientes, los porcentajes de no control variaron mucho encontrando unos máximos de 82%3 pasando por el 54%4 y en otros estudio una gran variabilidad dentro del mismo estudio con un prevalencia de asma no controlada del 12-35%5 DATOS BASALES DEL ESTUDIO Aunque se trata de un estudio del asma en la vida real también tiene unos criterios de inclusión que en este caso fueron pacientes de entre 18 y 50 años con diagnóstico de asma que hubieran tenido 2 o más prescripciones para el asma en los 2 últimos años y que usaran habitualmente los medios sociales. Siendo el único criterio de exclusión la participación en otra encuesta en los 3 meses previos. De los 8000 participantes europeos hubo un importante participación por parte de asmáticos españoles con un total de 1020 pacientes. En relación al sexo destaca que el 61,5% de los participantes fueron mujeres y que hasta un 22,8% de los encuestados eran fumadores activos. Desde Atención Primaria deberíamos insistir más en la importancia del abandono del tabaquismo para no solo los pacientes con patología respiratoria sino para todo paciente fumador. TABLA 1 Estudios de asma en la vida real. 39 En cuanto a la edad se observa una mayor participación del rango de 26-35 años con un 33,7%, podríamos pensar que es debido al mayor uso de las redes sociales, pero el segundo rango de edad corresponde a los comprendidos entre 41-50 años con un 29,9%, lo que demuestra que hoy en día se ha extendido dicho uso a todas las edades. Predomina la participación, hasta un 70% de los pacientes que tiene el diagnóstico de asma desde hace más de 11 años frente a los diagnosticados hace menos de 1 año (3,3%), de 2 a 5 años (11%) y de 6 a 10 años (15,1%). Tres fueron las comorbilidades que estaban presentes en más del 10% de los pacientes, Hipertensión (15,1%), Depresión (13,5%) y Diabetes (10,9%), es de suma importancia el control de estas comorbilidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes asmáticos. Llama la atención que hasta un 8% de los pacientes, que recordemos estaban diagnosticados de asma, no llevaban ningún tratamiento inhalado, siendo el tratamiento más frecuente entre los encuestados en tratamiento inhalado de mantenimiento en monoterapia (41%) seguido del tratamiento inhalado únicamente con medicación de rescate (30%). Un 16 % de los encuestados eran tratados con un tratamiento inhalado de mantenimiento combinado y únicamente el 5% llevaba este último tratamiento junto a tratamiento oral. Todas estas combinaciones llevaban asociados tratamiento inhalado de rescate. Personalmente no es mi impresión en relación a los pacientes españoles donde creo que existe una elevada utilización de las combinaciones inhaladas de mantenimiento frente a la monoterapia inhalada con corticoides. RESULTADOS Según los criterios de la GINA el grado de control (Figura 1) del asma observado en este estudio fue de un 45% de asma no controlada, cifras que coincide con otros estudios anteriores y demuestra que hoy en día pese a las guías de practica clínica aun existe un elevado porcentaje de pacientes no controlados en la vida real. El resto de pacientes presentaban en un 35% un a sm a p a rcia lm e nte cont rola do y únicamente el 20% tenían controlada su asma aplicando los criterios de la GINA que se evalúan preguntando en cuántos de los últimos 7 días tenía síntomas diurnos, si presentaba síntomas nocturnos, o si el asma le había afectado la realización de sus actividades diarias y cuántas veces habían usado un inhalador con medicación de rescate. Los síntomas que obtuvieron un mayor porcentaje de contestaciones positivas fueron los despertares nocturnos y síntomas que interferían con las actividades diarias que aparecieron en más de la mitad de los encuestados. En el último año hasta un 44% precisó de la toma de corticoides orales , el 24% visitaron las urgencias y hasta un 12% tuvo que ser ingresado. Incluso los pacientes que cumplían criterios de asma controlada el 7,4% habían visitado urgencias en el último año y había utilizados antibióticos (42%), corticoides orales (23,7%) e incluso el 1,6% habían precisado de la estancia hospitalaria durante una noche. Estos porcentajes son muchos más elevados tanto en los pacientes con asma parcialmente controlada como en aquellos con asma no controlada. Estos datos confirman los elevados costes y consumo de recursos sanitarios que ocasiona la falta de control del asma. Los encuestados que llevaban únicamente tratamiento inhalado de rescate presentan el menor porcentaje de asma no controla con un 29%, frente aquellos que están tratados con tratamiento inhalado de mantenimiento con monoterapia con corticoides inhalados (39%), los tratados con tratamiento inhalado de mantenimiento con corticoide y agonista β2 adrenérgico de larga acción (41%) y los que llevan este último tratamiento junto a corticoides orales (49%). En mi opinión esto es debido a que probablemente los dos primeros tiene un asma de menor gravedad y por eso llevan únicamente tratamiento de rescate o monoterapia con corticoide inhalados y pueden controlarse más. FIGURA 1 Grados de control. Según criterios GINA. (Estudio REALISE2). 40 Me llama la atención que en todos los grupos de tratamiento a más de la mitad de los encuestados les habían prescrito antibióticos en el último año. (Figura 2) Un punto importante en los pacientes asmáticos es la percepción que ellos tienen tanto de la gravedad de su enfermedad como del control de la misma, en este sentido el 82% de los paciente afirmaban que no se consideran enfermos o bien que sus síntomas no son serios (72%) o incluso hasta un 71% consideraba que su enfermedad era similar o mejor que las personas de su misma edad. Pero en cuanto a la percepción de control de su asma aún es más llamativo el resultado ya que hasta un 84% de los pacientes que según los criterios de la GINA tenían un asma no controlada tenían una autopercepción de control de su enfermedad (Figura 3). Esto puede hacer que muchos de estos pacientes al pensar que tiene el asma controlada dejen con mayor facilidad su medicación y ocasionen empeoramiento e incluso crisis asmáticas graves. De todos los síntomas que les afectan más en su vida destaca la disnea seguida de la tos, las sibilancias y la opresión torácica siendo la que obtiene un menor porcentaje los despertares nocturnos, pese a que como hemos dicho fue uno de los síntomas que con más frecuencia presentaban los pacientes encuestados, hasta en un 55% de los mismos. Un punto importante en cualquier patología crónica es la adhesión al tratamiento, en este estudio únicamente el 48% de los pacientes tomaban la medicación a diario, mientras que el resto o bien unos días sí pero otros no (27%), la usaba pero ahora no (6%), Solo cuando tenían síntomas (18%) incluso un 1% refiere que nunca la toma. La razón que con mayor porcentaje aparece, hasta un 50% ,es que no veían la necesidad de tomarla. A esto debemos añadir que hasta el 41% considera que utilizar el inhalador es una verdadera molestia, incluso un 36% del total se avergüenza de usarlo delante de los demás. Existe una clara relación entre la actitud respecto al inhalador y la falta de control del asma (Figura 4), de tal manera que se observa un peor control en aquellos pacientes con una peor actitud, por lo que otro punto importante para mejorar el control del asma pienso que es el dejar elegir al paciente el dispositivo de inhalación que mejor maneje y hacerle ver que no tiene que sentirse avergonzado por usarlo cuando lo necesite, independientemente de si hay alguien más o no. Igual de importante será también para lograr el mayor porcentaje de control del asma la revisión de la técnica de inhalación por parte del personal sanitario, en el estudio REALISE hasta al 52% de los encuestados no les habían revisado su técnica de inhalación en los últimos 12 meses. El conocimiento que un paciente tiene de su enfermedad es fundamental para comprender cómo debe tratarla. En la casi tres cuartas partes de los pacientes los profesionales sanitarios eran la fuente fundamental para obtener información con respecto al asma, pero también existía un elevado porcentaje que buscaban información on-line (61%), así que sería recomendable disponer de sitios web certificados por las Autoridades Sanitarias y manejadas por Sociedades Científicas o de pacientes donde se pueda encontrar información rigurosa y contrastada, no solo para el asma sino para cualquier enfermedad. FIGURA 2 Frecuencia de uso de antibióticos según el nivel de tratamiento de mantenimiento. Últimos 12 meses. 41 FIGURA 3 Autopercepción de control, según nivel de control (GINA). FIGURA 4 Actitudes respecto al inhalador, según grado de control (%). 42 Conclusiones: • Según estos resultados podemos afirmar que el control del asma en Europa sigue siendo bajo, viendo que en todos los niveles de tratamiento aparecen síntomas y exacerbaciones. • A esto debemos sumar que existe una baja percepción de enfermedad pero en cambio, hay una falsa sensación de control de la misma por parte de muchos pacientes, existiendo pues una marcada discrepancia entre el control del asma percibido por los pacientes y el definido por las guías. • Para mejorar este control es necesario evaluarlo tras el inicio del tratamiento prescrito según la gravedad de su asma, sin olvidar la revisión de la técnica de inhalación, para poder corregir aquellos errores encontrados o bien aumentar el tratamiento según las recomendaciones de las guías de practica clínica para ofrecer el tratamiento más adecuado. • Es muy importante educar a los pacientes en asma, es decir , que el paciente sepa qué es el asma y cómo debe actuar antes ciertas circunstancias para prevenir exacerbaciones o incluso tratarlas correctamente cuando ya han aparecido. • Esta educación es dada en la mayoría de los casos por personal sanitario pero un elevado porcentaje consulta internet por lo que es preciso que puedan encontrar información rigurosa y contrastada para evitar riesgos. BIBLIOGRAFÍA 1.Informe GINA, Estrategia Global para el Manejo del Asma y la Prevención de 2014 2.Price, D., Fletcher, M., & van der Molen, T. (2014). Asthma control and management in 8,000 European patients: the REcognise Asthma and LInk to Symptoms and Experience (REALISE) survey. NPJ primary care respiratory medicine, 24. 3.Bellamy, D., & Harris, T. (2005).Poor perceptions and expectations of asthma control: Results of the International Control of Asthma Symptoms (ICAS) survey of patients and general practitioners. Primary Care Respiratory Journal 2005; 14: 252-258 4.Demoly, P., Annunziata, K., Gubba, E., & Adamek, L. (2012). Repeated cross-sectional survey of patient-reported asthma control in Europe in the past 5 years. European Respiratory Review, 21(123), 66-74. 5.Asma Insight y Gestión en Europa y Canadá (EUCAN AIM) de la encuesta de 2010.http:// www.takingaimatasthma.eu/docs/EUCAN_AIM_ Highlights.pdf (consultado el 01 2014). NOMBRE DEL MEDICAMENTO. Flutiform 50 microgramos/5 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Flutiform 125 microgramos/5 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Flutiform 250 microgramos/10 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA. Cada dosis medida contiene: 50 microgramos de fluticasona propionato y 5 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. Esto es el equivalente a una dosis emitida de aproximadamente 46 microgramos de fluticasona propionato y 4,5 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. 125 microgramos de fluticasona propionato y 5 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. Esto es el equivalente a una dosis emitida de aproximadamente 115 microgramos de fluticasona propionato y 4,5 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. 250 microgramos de fluticasona propionato y 10 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. Esto es el equivalente a una dosis emitida de aproximadamente 230 microgramos de fluticasona propionato y 9,0 microgramos de formoterol fumarato dihidrato. Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección Lista de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA. Suspensión para inhalación en envase a presión. El cartucho contiene una suspensión de color blanco o blanquecino. El cartucho encaja en un inhalador blanco con un indicador de dosis integrado de color gris y con una cubierta de la boquilla gris claro. DATOS CLÍNICOS. Indicaciones terapéuticas. Esta combinación a dosis fija de fluticasona propionato y formoterol fumarato (Flutiform) está indicada para el tratamiento regular del asma, cuando la administración de una combinación (un agonista ß2 de acción prolongada y un corticosteroide por vía inhalatoria) sea apropiada: para pacientes no controlados adecuadamente con corticosteroides inhalados y con agonistas ß2 de acción corta administrados "a demanda" o para pacientes adecuadamente controlados con un corticosteroide por vía inhalatoria y un agonista ß2 de acción prolongada. Flutiform 50 microgramos/5 microgramos/inhalación está indicado en adultos y adolescentes con 12 años o más. Flutiform 125 microgramos/5 microgramos/inhalación está indicado en adultos y adolescentes con 12 años o más. Flutiform 250 microgramos/10 microgramos/inhalación está indicado solamente en adultos. Posología y forma de administración. Posología. Vía inhalatoria. Los pacientes necesitan ser entrenados para el uso del inhalador y su asma debe ser reevaluado regularmente por un médico, de manera que la dosis de Flutiform que reciban sea la óptima y sólo se modifique por consejo médico. La dosis debe ajustarse a fin de que se administre la más baja con la que se mantenga un control eficaz de los síntomas. Cuando se logre el control del asma con la concentración más baja de Flutiform administrada dos veces al día, entonces se debe revisar el tratamiento y se debe considerar el tratamiento exclusivamente con un corticosteroide por vía inhalatoria. Como principio general, la dosis debe ajustarse a la dosis mínima con la que se mantenga un control eficaz de los síntomas. Es muy importante llevar a cabo una revisión periódica de los pacientes mientras el tratamiento se va reduciendo. No hay datos disponibles sobre el uso de Flutiform en pacientes con EPOC. Flutiform no debe utilizarse en pacientes con EPOC. Los pacientes deben recibir la dosis de Flutiform que contenga la dosis de fluticasona propionato adecuada a la gravedad de su enfermedad. Nota: la dosis de Flutiform 50 microgramos/5 microgramos/inhalación no es adecuada en adultos y adolescentes con asma grave. Los médicos deben ser conscientes de que, en los pacientes con asma, fluticasona propionato es tan eficaz como otros esteroides inhalados cuando se administra aproximadamente a la mitad de la dosis total diaria (en microgramos). Si un paciente individual requiere dosis fuera de los regímenes de dosis recomendados, deben prescribirse las dosis adecuadas de los agonistas ß2 y los corticosteroides inhalados en inhaladores separados, o dosis apropiadas del corticosteroide inhalado solo. Flutiform se administra mediante un inhalador a presión con válvula dosificadora de pulsación-inspiración que contiene también un indicador de dosis integrado. Cada inhalador suministra al menos 120 inhalaciones (60 dosis). Sólo para Flutiform 50 microgramos/5 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Dosis recomendada para adultos y adolescentes de 12 años o mayores: Flutiform 50 microgramos/5 microgramos por inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión: dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día, normalmente administradas por la mañana y por la noche. Si en un paciente el asma continúa mal controlado, la dosis total diaria del corticosteroide inhalado puede aumentarse mediante la administración de una dosis mayor de esta combinación, es decir, dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día de Flutiform 125 microgramos/5 microgramos por inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Para adultos solamente: Si el asma continúa mal controlado, la dosis diaria total puede aumentarse de nuevo administrando la dosis mayor de esta combinación, es decir, dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día de Flutiform 250 microgramos/10 microgramos por inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Esta dosis más alta es solamente para uso en adultos, no debe utilizarse en adolescentes de 12 años o mayores. Niños menores de 12 años: La experiencia en niños menores de 12 años es limitada (ver las secciones Advertencias y precauciones especiales de empleo, Reacciones adversas). Flutiform suspensión para inhalación en envase a presión, en cualquiera de sus dosis, no está recomendado para su uso en niños menores de 12 años de edad; Flutiform no debe utilizarse en este grupo de edad. Sólo para Flutiform 125 microgramos/5 microgramos/inhalación suspensión para inhalación en envase a presión. Dosis recomendada para adultos y adolescentes de 12 años o mayores: Flutiform 125 microgramos/5 microgramos por pulsación, suspensión para inhalación en envase a presión: dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día, normalmente administradas por la mañana y por la noche. Se puede pasar a los pacientes a la dosis más baja de esta combinación, es decir, Flutiform 50 microgramos/5 microgramos por inhalación, si su asma está controlado adecuadamente. La dosis de un paciente debe ajustarse a la dosis mínima con la que se mantenga un control eficaz de los síntomas. Para adultos solamente: Si el asma continúa mal controlado, la dosis diaria total puede aumentarse de nuevo administrando la dosis mayor de esta combinación, es decir, dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día de Flutiform 250 microgramos/10 microgramos por inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Esta dosis más alta es solamente para uso en adultos; no debe utilizarse en adolescentes de 12 años o mayores. Niños menores de 12 años: No hay datos disponibles para esta dosis de Flutiform en niños. La experiencia en niños menores de 12 años de edad es limitada (ver secciones Advertencias y precauciones especiales de empleo y Reacciones adversas). Flutiform suspensión para inhalación en envase a presión, en cualquier dosis, no está recomendado para su uso en niños menores de 12 años de edad; Flutiform no debe utilizarse en este grupo de edad. Sólo para Flutiform 250 microgramos/10 microgramos/inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión. Dosis recomendada para adultos. Flutiform 250 microgramos /10 microgramos por inhalación, suspensión para inhalación en envase a presión: dos inhalaciones (pulsaciones) dos veces al día, normalmente administradas por la mañana y por la noche. Se puede pasar a los pacientes a una dosis más baja de esta combinación, es decir, Flutiform 125 microgramos/5 microgramos por inhalación o, finalmente, Flutiform 50 microgramos/5 microgramos por inhalación, si su asma está adecuadamente controlado. La dosis de un paciente debe ajustarse a la dosis mínima con la que se mantenga un control eficaz de los síntomas. Adolescentes menores de 18 años y niños: No hay datos disponibles para esta dosis de Flutiform en niños o adolescentes. La experiencia en niños es limitada (ver las secciones Advertencias y precauciones especiales de empleo y Reacciones adversas). Flutiform suspensión para inhalación en envase a presión, en cualquiera de sus dosis, no está recomendado para su uso en niños menores de 12 años; Flutiform no debe utilizarse en este grupo de edad. Flutiform 250 microgramos/10 microgramos por inhalación no debe administrarse a adolescentes. Sin embargo, hay dosis menores disponibles, es decir, 50 microgramos/5 microgramos por inhalación o 125 microgramos/5 microgramos por inhalación, que pueden utilizarse en adolescentes. Grupos especiales de pacientes: No es necesario ajustar la dosis en pacientes de edad avanzada. No hay datos disponibles para el uso de Flutiform en pacientes con insuficiencia hepática o renal. Estos pacientes deben ser controlados regularmente por un médico para asegurar el ajuste hasta la dosis mínima con la que se mantenga un control eficaz de los síntomas. Puesto que las fracciones de fluticasona y formoterol que alcanzan la circulación sistémica se eliminan principalmente por metabolismo hepático, cabe esperar un aumento de la exposición en pacientes con insuficiencia hepática grave. Información general: Los corticosteroides inhalados solos son la primera línea de tratamiento para la mayoría de los pacientes. Flutiform no está concebido para el tratamiento inicial del asma leve. Para los pacientes con asma grave se debe establecer la terapia con corticosteroides inhalados, antes de prescribir un tratamiento con una combinación a dosis fija. Debe recordarse a los pacientes que deben usar diariamente Flutiform, incluso cuando no tengan síntomas, para obtener un beneficio óptimo. Los pacientes que usen Flutiform no deben utilizar agonistas ß2 de acción prolongada adicionales bajo ningún concepto. Si aparecen síntomas de asma en el periodo entre dosis, se debe administrar un agonista ß2 de acción corta inhalado, para un alivio inmediato. Para los pacientes que actualmente están recibiendo terapia de corticosteroides inhalados a dosis de medias a altas, y cuya gravedad de la enfermedad justifique claramente el tratamiento con dos terapias de mantenimiento, la dosis inicial recomendada es de dos inhalaciones, dos veces al día, de Flutiform 125 microgramos/5 microgramos por inhalación. Se recomienda el uso de una cámara espaciadora con Flutiform en pacientes a los que resulte difícil sincronizar la pulsación del inhalador con la inspiración. La cámara AeroChamber Plus® es el único dispositivo espaciador recomendado para su uso con Flutiform. Los pacientes deben ser instruidos en el uso y cuidado del inhalador y de la cámara espaciadora, y se debe revisar su técnica de administración para asegurar la dosificación óptima del fármaco inhalado en los pulmones. Cuando se introduzca un dispositivo espaciador siempre debe realizarse el reajuste hasta la dosis efectiva más baja. Forma de administración. Para garantizar la correcta administración del fármaco, un médico u otro profesional sanitario debe enseñar al paciente cómo utilizar el inhalador correctamente. El uso correcto del inhalador a presión con válvula dosificadora es esencial para el éxito del tratamiento. Se debe advertir al paciente que lea detenidamente el prospecto del medicamento y siga las instrucciones de uso y los pictogramas del prospecto. El inhalador tiene un indicador de dosis integrado que cuenta el número de inhalaciones (pulsaciones) que quedan. Cuando se acerque a cero, el paciente debe ponerse en contacto con su médico para solicitar un inhalador de sustitución. El inhalador no debe utilizarse después de que el indicador de dosis indique "0". Cebado del inhalador.Antes de usar el inhalador por primera vez, o si el inhalador no se ha utilizado durante 3 días o más, o después de la exposición a condiciones de congelación o refrigeración (ver sección Precauciones especiales de conservación) el inhalador debe cebarse antes de su uso: Retirar la cubierta de la boquilla y agitar bien el inhalador. Accionar (pulsar) el inhalador al tiempo que apunta lejos de la cara. Este paso debe repetirse 4 veces. El inhalador debe agitarse siempre inmediatamente antes de su uso. Cuando sea posible los pacientes deben estar de pie o sentados en posición vertical mientras utilicen el inhalador. Pasos a seguir cuando se utiliza el inhalador: 1. Retire la cubierta de la boquilla y verifique que la boquilla está limpia, sin polvo ni suciedad. 2. El inhalador debe agitarse inmediatamente antes de administrar cada inhalación (pulsación). Espire todo el aire posible, mientras se sienta cómodo, y lo más lenta y profundamente posible. 3. Sujete el cartucho verticalmente con el cuerpo hacia arriba y ponga los labios alrededor de la boquilla. Mantenga el inhalador en posición vertical con el(los) pulgar(es) en la base de la boquilla y el(los) dedo(s) índice(s) en la parte superior del inhalador. No muerda la boquilla. 4. Al mismo tiempo, inspire despacio y profundamente por la boca. Tras comenzar a inspirar, presione hacia abajo la parte superior del inhalador para dispensar una inhalación (pulsación) y continúe inspirando de manera constante y profunda. 5. Los pacientes deben continuar conteniendo la respiración durante el tiempo que sea posible, mientras se sientan cómodos (idealmente unos 10 segundos), y luego exhalar el aire lentamente. No exhale dentro del inhalador. 6. Mantenga el inhalador en posición vertical durante aproximadamente medio minuto, agítelo y repita los pasos 2 a 5. 7. Tras el uso, coloque la cubierta de la boquilla. IMPORTANTE: no realice los pasos 2 a 5 demasiado rápido. Se aconseja a los pacientes que practiquen su técnica frente a un espejo. Si tras la inhalación aparece un vaho, tanto si procede del inhalador como si es de las comisuras de la boca, se debe repetir el procedimiento desde el paso 2. En los pacientes con debilidad en las manos, les puede resultar más fácil sujetar el inhalador con ambas manos. Para ello, deben colocar los dedos índices en la parte superior del cartucho del inhalador y ambos pulgares en la base del inhalador. Los pacientes deben enjuagarse la boca, hacer gárgaras con agua o cepillarse los dientes después de la inhalación y escupir los residuos, para minimizar el riesgo de candidiasis oral o disfonía. Limpieza: Se debe aconsejar a los pacientes que lean el prospecto cuidadosamente para seguir las instrucciones de limpieza: El inhalador debe limpiarse una vez a la semana. Retirar la cubierta de la boquilla. No extraer el cartucho de la carcasa de plástico. Limpiar el interior y exterior de la boquilla y la carcasa de plástico con un paño seco o con un pañuelo de papel. Volver a colocar la cubierta de la boquilla en la orientación correcta. No sumergir el cartucho de metal en agua. Si un paciente necesita utilizar una cámara espaciadora AeroChamber Plus®, se le debe aconsejar que lea las instrucciones del fabricante, para asegurarse de que la utiliza, limpia y mantiene adecuadamente. Contraindicaciones. Hipersensibilidad a cualquiera de los principios activos o excipientes (ver Lista de excipientes). Advertencias y precauciones especiales de empleo. El manejo del asma normalmente debe seguir un programa escalonado y la respuesta del paciente debe controlarse clínicamente y mediante pruebas de función pulmonar. Flutiform no debe utilizarse para el tratamiento de los síntomas agudos del asma, para lo que se requiere el uso de un broncodilatador de inicio rápido y de acción corta. Se advertirá a los pacientes que deben disponer en todo momento de su medicación para el alivio de los síntomas de un ataque agudo de asma. No se ha estudiado el uso profiláctico de Flutiform en el asma inducido por el ejercicio. Para tal uso debe considerarse la administración de un broncodilatador de acción rápida por separado. Se debe recordar a los pacientes que se administren las dosis de mantenimiento de Flutiform, tal y como se les ha prescrito, incluso en períodos asintomáticos. Los pacientes no deben iniciar el tratamiento con Flutiform durante una exacerbación, o si presentan un empeoramiento significativo o un deterioro agudo del asma. Durante el tratamiento con Flutiform pueden ocurrir exacerbaciones y acontecimientos adversos graves relacionados con el asma. Los pacientes deben continuar con el tratamiento, si bien deben solicitar asistencia médica en caso de que los síntomas del asma sigan sin controlarse o empeoren tras iniciar el tratamiento con Flutiform. Flutiform no debe utilizarse como un tratamiento de primera línea para el asma. Si se requiere un uso creciente de broncodilatadores de acción corta para aliviar el asma, si los broncodilatadores de acción corta se vuelven menos efectivos o ineficaces, o si los síntomas del asma persisten, el paciente debe ser examinado por su médico tan pronto como sea posible, ya que esto puede indicar un deterioro en el control del asma y puede ser necesario cambiar el tratamiento. El deterioro repentino y progresivo del control del asma es potencialmente peligroso para la vida y el paciente debe someterse a una evaluación médica urgente. Debería considerarse la posibilidad de aumentar la terapia con corticosteroides. El paciente también debe ser examinado por un médico cuando la dosis actual de Flutiform no consiga un control adecuado del asma. Se debe considerar la terapia con corticosteroides adicionales. Una vez controlados los síntomas del asma, debe valorarse la reducción gradual de la dosis de Flutiform. Es importante que los pacientes se sometan a revisiones periódicas conforme se vaya reduciendo el tratamiento. Debe utilizarse la menor dosis eficaz de Flutiform (ver sección Posología y forma de administración). El tratamiento con Flutiform no debe interrumpirse de forma abrupta en pacientes con asma, debido al riesgo de exacerbaciones. La terapia debe reducirse gradualmente, bajo supervisión de un médico. Una exacerbación de los síntomas clínicos del asma puede ser debida a una infección bacteriana aguda del tracto respiratorio y su tratamiento puede requerir el uso de antibióticos apropiados, un aumento de los corticosteroides inhalados y un tratamiento corto con corticosteroides orales. Como medicación de rescate se debe utilizar un broncodilatador inhalado de acción rápida. Al igual que con todos los medicamentos inhalados que contienen corticosteroides, Flutiform debe administrarse con precaución en pacientes con tuberculosis pulmonar, tuberculosis inactiva o en pacientes con infecciones de las vías aéreas ya sean fúngicas, virales o de otro tipo. Cualquiera de estas infecciones debe tratarse siempre de forma adecuada, durante el tratamiento con Flutiform. Flutiform debe utilizarse con precaución en pacientes con tirotoxicosis, feocromocitoma, diabetes mellitus, hipopotasemia no corregida o en pacientes con predisposición a niveles bajos de potasio sérico, miocardiopatía hipertrófica obstructiva, estenosis aórtica subvalvular idiopática, hipertensión severa, aneurisma u otros trastornos cardiovasculares graves, como la cardiopatía isquémica, las arritmias cardiacas o la insuficiencia cardíaca grave. Una hipopotasemia potencialmente grave puede ser consecuencia del uso de altas dosis de agonistas ß2. El tratamiento concomitante de agonistas ß2 con medicamentos que pueden inducir hipopotasemia o potenciar un efecto hipopotasémico (como por ejemplo los derivados de la xantina, los esteroides y los diuréticos) puede sumarse a un posible efecto hipopotasémico del agonista ß2. Se recomienda especial precaución en el asma inestable con un uso variable de broncodilatadores de rescate en el asma agudo grave, ya que el riesgo asociado puede verse aumentado por la hipoxia, y en otras condiciones en las que la probabilidad de efectos adversos por hipopotasemia esté incrementada. En estas circunstancias se recomienda monitorizar los niveles séricos de potasio. Debe tenerse precaución al tratar a pacientes que presenten prolongación del intervalo QTc. El formoterol puede inducir la prolongación del intervalo QTc. Al igual que con todos los agonistas ß2, en los pacientes diabéticos debe considerarse la realización de controles adicionales del nivel de azúcar en la sangre. Se debe tener cuidado cuando se transfieran los pacientes a un tratamiento con Flutiform, sobre todo si hay alguna razón para suponer que la función suprarrenal está deteriorada debido a una terapia previa con esteroides sistémicos. Al igual que puede ocurrir con otras terapias por inhalación, después de la administración de la dosis, puede producirse broncoespasmo paradójico, con un aumento inmediato de las sibilancias y dificultad para respirar. El broncoespasmo paradójico responde a un broncodilatador inhalado de acción rápida y debe tratarse de inmediato. Flutiform debe interrumpirse inmediatamente, debe evaluarse al paciente y, si fuera necesario, instituirse una terapia alternativa. Cualquier corticosteroide inhalado puede provocar el desarrollo de efectos sistémicos, especialmente si se utilizan dosis altas durante largos periodos de tiempo, aunque la probabilidad de que ocurran es mucho menor que en el caso del tratamiento con corticoides orales. Los posibles efectos sistémicos incluyen el síndrome de Cushing, los rasgos cushingoides, la supresión suprarrenal, el retraso del crecimiento en niños y adolescentes, la disminución de la densidad mineral ósea, el glaucoma, las cataratas y, más raramente, una serie de efectos psicológicos o del comportamiento, incluidos la hiperactividad psicomotora, los trastornos del sueño, la ansiedad, la depresión o la agresividad (especialmente en niños). Es importante, por lo tanto, que el paciente sea controlado periódicamente y la dosis de corticosteroides inhalados se reduzca a la dosis más baja con la que se mantenga un control eficaz del asma. El tratamiento prolongado con dosis altas de corticosteroides inhalados puede causar supresión suprarrenal y crisis suprarrenales agudas. Los niños y adolescentes menores de 16 años que tomen dosis altas de fluticasona propionato (habitualmente ≥1000 microgramos/día) pueden correr un riesgo especial. También se han descrito casos muy raros de supresión suprarrenal y crisis suprarrenales agudas, con dosis de fluticasona propionato ≥500 y <1.000 microgramos. Las situaciones que potencialmente podrían desencadenar una crisis suprarrenal aguda incluyen trauma, cirugía, infección o cualquier reducción rápida de la dosis. Los síntomas que aparecen son habitualmente poco precisos y pueden incluir anorexia, dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, hipotensión, disminución del nivel de consciencia, hipoglucemia y convulsiones. Debe considerarse el tratamiento adicional con corticosteroides sistémicos durante periodos de estrés o cirugía programada. Los beneficios del tratamiento con fluticasona propionato inhalada deberían reducir al mínimo la necesidad de esteroides orales, pero los pacientes que han sido transferidos de una terapia con esteroides orales pueden continuar en riesgo de insuficiencia suprarrenal durante un tiempo considerable. También pueden estar en riesgo los pacientes que han requerido un tratamiento de emergencia con corticosteroides a altas dosis en el pasado. Esta posibilidad de insuficiencia residual debe tenerse siempre en cuenta en situaciones de emergencia o programadas que puedan producir estrés, en las que hay que considerar un tratamiento apropiado con corticosteroides. El grado de insuficiencia suprarrenal puede requerir asesoramiento médico especializado antes de los procedimientos programados. En situaciones de posible insuficiencia suprarrenal, la función del eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) debe ser controlada regularmente. Cuando se combina fluticasona propionato con inhibidores potentes del CYP3A4 aumenta el riesgo de acontecimientos adversos sistémicos (ver sección Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción). El paciente debe ser consciente de que este inhalador de dosis fijas combinadas es un tratamiento profiláctico y, como tal, para obtener un beneficio óptimo tiene que utilizarse regularmente, aunque se esté asintomático. El uso de un dispositivo espaciador puede provocar un aumento en el depósito pulmonar y un aumento potencial de la absorción sistémica y de los efectos adversos sistémicos. Dado que las fracciones de fluticasona y formoterol que alcanzan la circulación sistémica se eliminan principalmente por metabolismo hepático, cabe esperar un aumento de la exposición en pacientes con insuficiencia hepática grave. Debe advertirse a los pacientes que Flutiform contiene una pequeña cantidad de etanol (aproximadamente 1,00 mg por pulsación/inhalación), sin embargo esta cantidad es insignificante y no representa un riesgo para los pacientes. Población pediátrica. Se recomienda que se controle regularmente la altura de los niños en tratamiento prolongado con corticosteroides inhalados. Si se ralentiza el crecimiento, deberá revisarse el tratamiento con el objetivo de reducir la dosis de los corticosteroides inhalados, si fuera posible, a la dosis más baja a la que se mantenga un control efectivo del asma. Además, debe considerarse la posibilidad de remitir al paciente a un neumólogo pediátrico. Sólo hay datos limitados del uso de Flutiform en niños menores de 12 años. El uso de Flutiform NO está recomendado en niños menores de 12 años hasta que haya más datos disponibles. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios formales de interacciones farmacológicas con Flutiform. Flutiform contiene cromoglicato de sodio en niveles no farmacológicos. Los pacientes no deben suspender ningún medicamento que contenga cromoglicato. Fluticasona propionato, uno de los componentes de Flutiform, es un sustrato de CYP 3A4. Los efectos de la co-administración a corto plazo de inhibidores potentes del CYP 3A4 (por ejemplo, ritonavir, atazanavir, claritromicina, indinavir, itraconazol, nelfinavir, saquinavir, ketoconazol, telitromicina) junto con Flutiform tiene muy poca relevancia clínica, pero se debe tener precaución en el caso de tratamientos a largo plazo y debe evitarse en la medida de lo posible la administración conjunta de estos fármacos. En particular, debe evitarse la administración concomitante de ritonavir, a menos que el beneficio supere el aumento del riesgo de efectos adversos sistémicos de los glucocorticoides. Se carece de información sobre esta interacción con fluticasona propionato inhalada, pero se prevé un marcado aumento de sus niveles plasmáticos. Se han notificado casos de síndrome de Cushing y supresión suprarrenal. Los cambios en el ECG y/o la hipopotasemia que pueden resultar de la administración de diuréticos no ahorradores de potasio (como diuréticos del asa o tiazidas) pueden verse gravemente empeorados por los agonistas ß, especialmente cuando se excede la dosis recomendada del agonista ß. Aunque se desconoce la relevancia clínica de estos efectos, se recomienda precaución en la administración conjunta de un agonista ß y diuréticos no ahorradores de potasio. Los derivados de xantina y los glucocorticosteroides pueden aumentar un posible efecto hipopotasémico de los agonistas ß. Asimismo, la L-dopa, la L-tiroxina, la oxitocina y el alcohol pueden reducir la tolerancia cardíaca hacia los simpaticomiméticos ß2. El tratamiento concomitante con inhibidores de la monoaminooxidasa, incluidos los agentes con propiedades similares, como la furazolidona y la procarbazina, puede precipitar reacciones hipertensivas. Existe un elevado riesgo de arritmias en pacientes que reciben anestesia concomitante con hidrocarburos halogenados. El uso concomitante de otros fármacos ß-adrenérgicos puede tener un efecto potencialmente aditivo. La hipopotasemia puede aumentar el riesgo de arritmias en pacientes que son tratados con glucósidos digitálicos. Formoterol fumarato, al igual que con otros agonistas ß2, debe administrarse con extrema precaución en pacientes en tratamiento con antidepresivos tricíclicos o con inhibidores de la monoamino oxidasa (y en las dos semanas posteriores a su interrupción), o con otros fármacos que prolongan el intervalo QTc, como los antipsicóticos (incluyendo fenotiazinas), la quinidina, la disopiramida, la procainamida y los antihistamínicos. Los medicamentos que se sabe que prolongan el intervalo QTc pueden aumentar el riesgo de arritmias ventriculares (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). Si se tienen que administrar fármacos adrenérgicos adicionales por cualquier vía, deben utilizarse con precaución, ya que los efectos simpáticos farmacológicamente predecibles de formoterol pueden potenciarse. El efecto de los antagonistas de los receptores beta adrenérgicos ( ß bloqueantes) y el de formoterol fumarato pueden inhibirse mutuamente cuando se administran de manera simultánea. Los ß bloqueantes también pueden producir broncoespasmo grave en pacientes asmáticos. Por lo tanto, normalmente los pacientes con asma no deberían ser tratados con ß bloqueantes, y esto incluye a los ß bloqueantes utilizados en forma de gotas oculares para el tratamiento del glaucoma. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, por ejemplo, la profilaxis después de un infarto de miocardio, puede que no haya alternativas aceptables al uso de ß bloqueantes en pacientes con asma. En este caso, deben valorarse los ß bloqueantes cardioselectivos y administrarse con precaución. Fertilidad, embarazo y lactancia. Embarazo. Existen datos limitados sobre el uso de fluticasona propionato y formoterol fumarato en mujeres embarazadas, tanto administrados solos, como de forma conjunta con inhaladores separados, o mediante esta combinación a dosis fija: Flutiform. Los estudios en animales han mostrado toxicidad para la reproducción. No se recomienda la administración de Flutiform durante el embarazo y sólo debe considerarse la administración a mujeres embarazadas si el beneficio esperado para la madre supera cualquier posible riesgo para el feto. Si éste es el caso, se debe utilizar la menor dosis eficaz para mantener un control adecuado del asma. Debido a la interferencia potencial de los ß agonistas en la contractilidad uterina, el uso de Flutiform para el tratamiento del asma durante el parto debe limitarse a aquellas pacientes en las que el beneficio sea mayor que los riesgos. Lactancia. Se desconoce si fluticasona propionato y formoterol fumarato se excretan en la leche materna. No se puede excluir que exista un riesgo para el lactante. Por lo tanto, debe tomarse una decisión sobre si interrumpir la lactancia o interrumpir/abstenerse del tratamiento con Flutiform, teniendo en cuenta el beneficio de la lactancia para el niño y el beneficio del tratamiento para la mujer. Fertilidad. No hay datos disponibles sobre los efectos en la fertilidad tras la administración de Flutiform. En estudios con animales no se han observado efectos sobre la fertilidad tras la administración de los principios activos individuales, a dosis clínicamente relevantes. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Flutiform tienen un efecto nulo o insignificante sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas. Reacciones adversas. Las reacciones adversas que se han asociado con Flutiform durante el desarrollo clínico se muestran en la siguiente tabla, clasificadas por órganos y frecuencia. Las frecuencias se han definido de la siguiente forma: muy frecuentes (≥1/10), frecuentes (≥1/100 a <1/10), poco frecuentes (≥1/1.000 a <1/100), raras (≥1/10.000 a <1/1.000), muy raras (<1/10.000) y frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disClasificación de órganos Reacciones adversas Frecuencia ponibles). En cada grupo de frecuencia, las reacciones adversas se presentan en orden decreciente de gravedad. Al igual que con otras terapias de Candidiasis oral Infecciones e infestaciones Raras inhalación, después de la administración puede ocurrir broncoespasmo paradójico con un aumento inmediato de las sibilancias y la dificultad para Sinusitis aguda respirar. El broncoespasmo paradójico responde a la acción de broncodilatadores inhalados de acción rápida y debe tratarse de inmediato. El trataTrastornos del metabolismo y de la nutrición Hiperglucemia Poco frecuentes miento con Flutiform debe interrumpirse inmediatamente; se debe evaluar al paciente e instaurar una terapia alternativa en caso necesario. Dado Sueños anormales que Flutiform contiene tanto fluticasona propionato como formoterol fumarato, puede darse el mismo patrón de acontecimientos adversos notificados Raras Agitación para ambas sustancias. Los siguientes acontecimientos adversos se asocian con fluticasona propionato y formoterol fumarato, pero no se han Insomnio observado durante el desarrollo clínico de Flutiform: Fluticasona propionato: reacciones de hipersensibilidad como urticaria, prurito, angioedema Hiperactividad psicomotora, Trastornos psiquiátricos (principalmente facial y orofaríngeo), reacciones anafilácticas. Pueden producirse los efectos sistémicos de los corticosteroides inhalados, especialmente ansiedad, depresión, agresividad, Frecuencia no a dosis elevadas prescritas durante períodos prolongados. Éstos pueden incluir el síndrome de Cushing, rasgos cushingoides, supresión suprarrenal, conocida cambios en el comportamiento retraso del crecimiento en niños y adolescentes, disminución de la densidad mineral ósea, cataratas y glaucoma, trastornos del sueño, contusiones, (predominantemente en niños) atrofia de la piel y susceptibilidad a las infecciones. La capacidad de adaptación al estrés puede verse afectada. Los efectos sistémicos descritos, sin Cefalea embargo, es mucho menos probable que ocurran con los corticosteroides inhalados que con los corticosteroides orales. El tratamiento prolongado Temblor Trastornos del sistema nervioso Poco frecuentes Mareo con dosis altas de corticosteroides inhalados puede causar supresión adrenal clínicamente significativa y crisis de insuficiencia suprarrenal aguda. Disgeusia Puede ser necesario el uso adicional de corticosteroides por vía sistémica durante los períodos de estrés (trauma, cirugía, infección). Formoterol fuTrastornos del oído y del laberinto Vértigo Raras marato: reacciones de hipersensibilidad (incluyendo hipotensión, urticaria, edema angioneurótico, prurito, exantema), prolongación del intervalo QTc, hipopotasemia, náuseas, mialgia, aumento de los niveles de lactato en sangre. El tratamiento con agonistas ß2 tales como el formoterol puede dar Palpitaciones Poco frecuentes Extrasístoles ventriculares lugar a un aumento en los niveles sanguíneos de insulina, ácidos grasos libres, glicerol y cuerpos cetónicos. Se han notificado reacciones de hiperTrastornos cardíacos Angina de pecho sensibilidad en pacientes que utilizan cromoglicato de sodio inhalado como principio activo. A pesar de que Flutiform contiene solamente una baja Raras Taquicardia concentración de cromoglicato de sodio como excipiente, se desconoce si las reacciones de hipersensibilidad son dependientes de la dosis. En el caso improbable de una reacción de hipersensibilidad a Flutiform, el tratamiento debe iniciarse de conformidad con el tratamiento estándar para Trastornos vasculares Hipertensión Raras Exacerbación del asma cualquier otra reacción de hipersensibilidad, que puede incluir el uso de antihistamínicos y otros tratamientos, según sea necesario. Puede ser necesario Disfonía Poco frecuentes interrumpir el tratamiento con Flutiform inmediatamente e iniciar, en caso necesario, un tratamiento alternativo del asma. La disfonía y la candidiasis Irritación de la garganta Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos pueden aliviarse haciendo gárgaras, enjuagándose la boca con agua o lavándose los dientes después de usar el producto. La candidiasis sintomática Disnea puede tratarse con terapia antifúngica tópica, mientras se continúa el tratamiento con Flutiform. Notificación de sospechas de reacciones adversas: Raras Tos Es importante notificar sospechas de reacciones adversas al medicamento tras su autorización. Ello permite una supervisión continuada de la relación Sequedad bucal Poco frecuentes beneficio/riesgo del medicamento. Se invita a los profesionales sanitarios a notificar las sospechas de reacciones adversas a través del Sistema Español Trastornos gastrointestinales Diarrea de Farmacovigilancia de medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaRAM.es. Sobredosis. No hay datos disponibles de ensayos clínicos Raras Dispepsia acerca de la sobredosis con Flutiform, sin embargo, a continuación se presentan datos sobre la sobredosis con ambos fármacos por separado: Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo Rash Raras Formoterol fumarato: Una sobredosis de formoterol probablemente provocaría un aumento de los efectos típicos de los agonistas ß2, en cuyo caso se pueden producir los siguientes efectos adversos: angina, hipertensión o hipotensión, palpitaciones, taquicardia, arritmia, prolongación del intervalo Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Espasmos musculares Raras QTc, dolor de cabeza, temblor, nerviosismo, calambres musculares, sequedad de boca, insomnio, fatiga, malestar general, convulsiones, acidosis meEdema periférico Poco frecuentes Trastornos generales y alteraciones en el lugar de tabólica, hipopotasemia, hiperglucemia, náuseas y vómitos. El tratamiento de la sobredosis de formoterol consiste en la suspensión de la medicación, administración Astenia Raras junto con la instauración de un tratamiento sintomático y/o de soporte adecuado. Se puede considerar un uso juicioso de ß bloqueantes cardioselectivos, teniendo en cuenta que tales medicamentos pueden inducir broncoespasmo. No hay evidencia suficiente para determinar si la diálisis es beneficiosa en casos de sobredosis de formoterol. Se recomienda la monitorización cardíaca. Si el tratamiento con Flutiform se tiene que interrumpir debido a una sobredosis del componente agonista ß del medicamento, debe considerarse un tratamiento esteroideo de sustitución apropiado. Los niveles séricos de potasio deben controlarse ya que puede producirse hipopotasemia. Debe considerarse la reposición de potasio. Fluticasona propionato: La sobredosis aguda con fluticasona propionato habitualmente no constituye un problema clínico. El único efecto perjudicial después de la inhalación de una gran cantidad durante un período corto de tiempo, es la supresión de la función del eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA). La función del eje HPA habitualmente se recupera en pocos días, tal como se comprueba en las determinaciones de cortisol en plasma. El tratamiento con el corticosteroide inhalado debe continuarse a la dosis recomendada para controlar el asma. Hay informes de casos raros de insuficiencia suprarrenal aguda. Los niños y adolescentes menores de 16 años que toman altas dosis de fluticasona propionato (normalmente ≥1000 microgramos/día) pueden correr un riesgo especial. Los síntomas que se presentan pueden ser poco precisos (anorexia, dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, dolor de cabeza, náuseas, vómitos e hipotensión). Los síntomas típicos de una crisis suprarrenal son disminución del nivel de consciencia, hipoglucemia y/o convulsiones. Tras el uso crónico de dosis muy altas se puede producir un cierto grado de atrofia de la corteza suprarrenal y la supresión del eje HPA. Puede ser necesario un seguimiento de la reserva suprarrenal. Los posibles efectos sistémicos incluyen síndrome de Cushing, rasgos cushingoides, supresión suprarrenal, retraso del crecimiento en niños y adolescentes, disminución de la densidad mineral ósea, cataratas y glaucoma (ver sección Advertencias y precauciones especiales de empleo). En el manejo de la sobredosis crónica puede ser necesario el uso de corticosteroides orales o sistémicos en situaciones de estrés. Todos los pacientes que se considere que han recibido una sobredosis crónica deben tratarse como si fueran esteroide-dependientes, con una dosis de mantenimiento adecuada de un corticosteroide sistémico. Una vez estabilizada la dosis, el tratamiento debe continuarse con un corticosteroide inhalado a la dosis recomendada para el control de los síntomas. DATOS FARMACÉUTICOS. Lista de excipientes. Cromoglicato de sodio, Etanol anhidro, Apaflurano HFA 227. Incompatibilidades. No procede. Periodo de validez. 2 años. Tras la primera apertura de la bolsa de aluminio: 3 meses. Precauciones especiales de conservación. No conservar a temperatura superior a 25°C. No refrigerar o congelar. Si el inhalador se expone a condiciones de congelación se debe advertir al paciente que tiene que permitir que el inhalador se caliente a temperatura ambiente durante 30 minutos y luego volver a cebar el inhalador (ver sección Posología y forma de administración). El cartucho contiene un líquido presurizado. No exponer a temperaturas superiores a 50°C. No debe ser perforado, roto o quemado, aun cuando aparentemente esté vacío. Naturaleza y contenido del envase. 120 pulsaciones por inhalador. El inhalador es de color blanco con un indicador de dosis integrado de color gris y una cubierta de la boquilla de color gris claro. La suspensión está contenida en un cartucho presurizado de aluminio con una válvula dosificadora estándar. Este cartucho se inserta en un inhalador presiona-y-respira (inhalador press-and-breathe) provisto de una cubierta para la boquilla (ambos de polipropileno) y un indicador de dosis integrado que indica el número de pulsaciones (inhalaciones) restantes. Cada envase administra 120 pulsaciones. El inhalador ensamblado está envasado en una bolsa de aluminio laminado y acondicionado en una caja de cartón. Tamaños de envases: Envase con 1 inhalador (120 pulsaciones). Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones. No requiere condiciones especiales de eliminación. Para las instrucciones detalladas acerca del uso del medicamento, ver la sección posología y forma de administración. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. Mundipharma Pharmaceuticals, S.L. Bahía de Pollensa, 11. 28042 Madrid - España. NÚMERO (S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN. 78538-78536-78537. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN. 5 Marzo 2014. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO. 01/2014. PRESENTACIÓN Y PRECIO. Flutiform 50 microgramos/5 microgramos/inhalación C. N. 701719 - P.V.P.IVA 32,86 €. Flutiform 125 microgramos/5 microgramos/inhalación C. N. 701717 - P.V.P.IVA 45,79 €. Flutiform 250 microgramos/10 microgramos/inhalación C. N. 701718 - P.V.P.IVA 71,81 €. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN. Con receta médica. Aportación reducida. ANTES DE PRESCRIBIR CONSULTAR LA FICHA TÉCNICA COMPLETA. Una pareja ideal potencia antiinflamatoria 1. Mager DE et al. J Pharm Sci 2003; 92(7): 1521-5 2. Lötvall J et al. Respir Med 2008; 102: 449-56 rapidez de acción (1, 2, 3) 3. Mansur AH et al. J Aerosol Med Pulm Drug Deliv 2013; 26(4): 190-9 Respiramos contigo C2.FLT.07.2015 fluticasona + formoterol propionato