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REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 140-144 ARTÍCULOS DE REVISIÓN Tuberculosis en el embarazo Jorge Hiriart Ba, Jorge Varas Cb, Julio Jiménez Ga RESUMEN La tuberculosis (TBC) comprende un problema de salud mundial. Se estima que alrededor de 1/3 de la población en el mundo se encuentra infectada con Mycobacterium tuberculosis, siendo responsable de 1,6 millones de muertes para el año 2002, con un aumento de nuevos casos en relación a pacientes portadores de VIH/SIDA. La edad de mayor incidencia se encuentra en la adolescencia tardía y principios de la adultez, justo en la edad reproductiva de la mujer. Ya a mediados del siglo XX diversos estudios demostraron una incidencia similar de tuberculosis en la mujer embarazada en relación a la población general y una evolución similar de la enfermedad. La presentación clínica en la paciente embarazada es similar a la no gestante, pero el diagnóstico de tuberculosis pulmonar es difícil debido a que se tiende a posponer la radiografía de tórax, además que algunos estudios han mostrado una presentación menos llamativa de los síntomas en estas pacientes. Existen varios estudios que muestran una incidencia aumentada de patologías en el embarazo y mal resultado perinatal en la gestante con tuberculosis, por lo cual a pesar de los potenciales efectos en el feto de algunas drogas antituberculosas, se ha visto que el tratamiento durante el embarazo es capaz de reducir el impacto perinatal de la enfermedad, tanto en la madre como en el neonato. Por esta razón es importante tener un alto nivel de sospecha para realizar un diagnóstico precoz, ya que si la enfermedad es diagnosticada y tratada oportuna y adecuadamente, el pronóstico materno y fetal es muy bueno. Palabr as Clave: Tuberculosis, Embarazo, Mycobacterium tuberculosis. SUMMARY Tuberculosis (TBC) is a world health problem. About 1/3 of world population is infected by Mycobacterium, being responsible for 1,6 million deaths in 2002, with an increase of new cases in relation to patients with HIV/AIDS. The most affected ages are late adolescence and beginning of adulthood, just in the reproductive women age. Already in the middle of XXth century diverse studies demonstrated a similar affection of tuberculosis in pregnant woman in relation to general population and a similar evolution of the disease. The clinical presentation in pregnant patients is similar to the one in not pregnant woman, but diagnosis of pulmonary tuberculosis is difficult due to the fact that chest X-ray is postponed in pregnant woman, besides the fact that some studies have showed a less showy presentation of symptoms in these patients. There exist several studies that show an increased effect of problems in pregnancy and proved bad perinatal results in the pregnant patient with tuberculosis, for which in spite of the potential effects in the fetus of some anti-tuberculosis drugs, the treatment during pregnancy is capable of reduce the perinatal impact of the disease, both in the mother and in the newborn. That why it is important to have a high level of suspicion to realize a precocious diagnosis, since if the disease is diagnosed and treated opportunely and adequately, the mother and fetal prediction is very good. Key words: Tuberculosis, pregnancy, newborn, Mycobacterium tuberculosis. a Interno 7º Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia: jhiriart@gmail.com b 140 TUBERCULOSIS INTRODUCCIÓN L a tuberculosis (TBC) comprende un problema de salud mundial, correspondiendo a la segunda causa de muerte por enfermedades infecciosas en todo el mundo, con alrededor de 8-9 millones de casos nuevos para el año 20001. Se estima que alrededor de 1/3 de la población mundial se encuentra infectada con Mycobacterium tuberculosis, siendo responsable de 1,6 millones de muertes para el año 20022. En nuestro país se observó un descenso sostenido de casos entre los años 19902000, lo cual no se mantuvo en los años 2001-2002, donde se vio un estancamiento en el número de casos nuevos, con una incidencia de 20/100.0003, sin embargo, Chile corresponde a uno de los países de América Latina con menor incidencia de TBC2. Otro punto importante de mencionar es el aumento de nuevos casos en relación a pacientes portadores de VIH/SIDA, los cuales dan cuenta en forma importante del aumento de la TBC en el mundo1. La edad de mayor incidencia de tuberculosis se encuentra en la adolescencia tardía y principios de la adultez, siendo la edad entre 25-34 años la de mayor incidencia en la mujer, es decir, justo en la edad reproductiva4. Hasta principios del siglo XX se creía que la mujer embarazada tenía un riesgo aumentado de contraer tuberculosis, además de considerar al embarazo como un factor deletéreo para la evolución de la enfermedad, llegándose incluso a recomendar el aborto. Ya a mediados del siglo XX diversos estudios demostraron una incidencia similar de tuberculosis en la mujer embarazada en relación a la población general y una evolución similar de la enfermedad5,6. TRANSMISIÓN EN EL EMBARAZO usualmente es asintomática. Después de 4 semanas, la respuesta del huésped en el sitio de la lesión primaria da origen a las lesiones granulomatosas. En los pacientes que tienen la enfermedad activa se produce un daño progresivo y la lesión va creciendo, lo cual se ve en los primeros dos años de infección7. Los pacientes que tienen la enfermedad latente pueden sufrir una reactivación de la enfermedad, lo cual recibe el nombre de tuberculosis secundaria4. FACTORES Y GRUPOS DE RIESGO Existen ciertas condiciones sociales y de forma de vida que se asocian a un mayor riesgo de contraer tuberculosis, al igual que existe factores de riesgo asociados a una mayor frecuencia de la enfermedad activa7. Grupos de mayor riesgo de contraer la enfermedad: - Inmigrantes de áreas endémicas - Personas viviendo en condiciones de hacinamiento - Personas en situación de extrema pobreza - Trabajadores de la salud - Prisioneros en cárceles - Drogadictos Grupos de mayor riesgo de enfermedad activa: - Pacientes inmunocomprometidos, incluyendo portadores de VIH/SIDA - Población infantil - Pacientes con diabetes mellitus - Pacientes con hemofilia - Pacientes con enfermedad renal crónica - Pacientes con neoplasias malignas - Pacientes portadores de silicosis DE LA INFECCIÓN SIGNOS La tuberculosis en la embarazada se transmite e infecta de la misma manera que en la población no embarazada, siendo la forma más común la transmisión de persona a persona mediante las gotitas de Pfluger en pacientes portadores de una TBC pulmonar o laríngea, a través de la tos o estornudo7,8. Usualmente, después de 2-12 semanas de la infección inicial con M. tuberculosis, la respuesta inmune limita la multiplicación del bacilo y los test inmunológicos se vuelven positivos. Algunos bacilos pueden permanecer viables en el cuerpo por muchos años, condición conocida como infección latente. Estos pacientes no transmiten la infección8. Las gotitas son inhaladas, alcanzando los alvéolos el 10% de ellas. Se activan los macrófagos alveolares, los cuales ingieren el bacilo y lo destruyen, pero si los bacilos se multiplican rápidamente producen lisis de los macrófagos. Esta fase de la enfermedad Y SÍNTOMAS La presentación clínica de la tuberculosis en la paciente embarazada es similar a la no gestante, pudiendo incluir fiebre, sudoración nocturna, tos, hemoptisis, pérdida de peso, anorexia, decaimiento general y cansancio7,9-11. Al examen físico se puede encontrar la piel caliente, enflaquecimiento, con estertores y roncus al examen pulmonar. Rara vez presentan hipocratismo digital debido a hipoxia7. Hasta el 20% de los pacientes pueden presentar una forma asintomática de la enfermedad5, al igual que los pacientes con infección latente8. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de tuberculosis pulmonar es difícil en la embarazada debido a que se tiende a posponer la 141 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 140-144 radiografía de tórax, además que algunos estudios han mostrado una presentación menos llamativa de los síntomas en la mujer embarazada5. Para el diagnóstico es importante la historia, examen físico, radiografía de tórax, test de tuberculina, así como la baciloscopía de expectoración y el cultivo de secreción para Mycobacterium tuberculosis11. Usualmente los pacientes presentan tos productiva, por lo cual se puede obtener el esputo para la realización de baciloscopías y cultivo. Para los pacientes que no tienen tos productiva se puede utilizar solución salina inhalada para la producción y obtención del esputo. En último caso se puede utilizar aspirado de contenido gástrico o fibrobroncoscopía para la obtención de la muestra. El cultivo demora 2 o más semanas en obtener el crecimiento del bacilo11. Radiografía de tórax: Los hallazgos clásicos corresponden a infiltrado o cavitación en la zona apical de los lóbulos superiores, aunque puede ser normal, presentar nódulos, infiltrado en forma difusa, neumatocele, derrame pleural, atelectasias o adenopatías mediastínicas. En pacientes asintomáticas se debe postergar su realización hasta las 12 semanas de gestación, pero si presenta el test de tuberculina positivo, se debe realizar independiente de la edad gestacional7,11. Test de tuberculina: El test de tuberculina se realiza mediante la administración intradérmica del derivado proteico purificado (PPD). Se vuelve positivo 2-12 semanas después de la infección, además de ser el único examen que puede detectar la infección por Mycobacterium tuberculosis en personas asintomáticas7. Ha sido recomendado en Estados Unidos para la detección de tuberculosis latente en los grupos de alto riesgo. Ha mostrado ser segura, además de no verse afectado el examen en el embarazo. Se utilizan 0,1 ml (5 unidades de tuberculina), en general una zona indurada de 0-4 mm es considerada negativa, 510 mm dudoso y mayor a 10 mm reactivo. Un resultado dudoso debe repetirse a los 3 meses5,12. Criterios de positividad para la prueba de tuberculina7: Induración de 5 mm o mayor: - Persona infectada con VIH - Contacto reciente de persona con tuberculosis - Hallazgos radiológicos consistentes con tuberculosis Induración de 10 mm o mayor: - Inmigrante de área endémica de tuberculosis - Pacientes con riesgo de enfermedad tuberculosa activa - Trabajadores de la salud - Usuarios de drogas endovenosas Induración de 15 mm o mayor: - Persona con condiciones de bajo riesgo de enfermedad tuberculosa 142 TRATAMIENTO El tratamiento de la tuberculosis en el embarazo dependerá del estado de la enfermedad (PPD positivo solo o enfermedad activa), además del perfil de resistencia a las drogas en las distintas áreas7. En Estados Unidos se recomienda el uso preventivo con isoniazida ante parto para las pacientes menores de 35 años que tengan una radiografía de tórax limpia con a) reacción de tuberculina mayor a 15 mm sin tratamiento previo, b) mayor a 10 mm si proviene de una zona endémica de tuberculosis o c) mayor a 5 mm si es VIH positivo o contacto reciente12,13. El manejo de la tuberculosis pulmonar activa es similar a la paciente no embarazada. En general el tratamiento se realiza con un régimen de múltiples drogas, por un período que va de 6 a 9 meses, con isoniazida, rifampicina pirazinamida y etambutol. Estas son las drogas consideradas de primera línea7,11,12. • Isoniazida: diario o 2-3 x semana, 6-9 meses 5 mg/kg/día (hasta un máximo de 300 mg/día). • Rifampicina: diario o 2-3 x semana, 2-4 meses 600 mg/día vía oral o endovenoso una vez al día. (máximo 600 mg/día). • Etambutol: diario o 2-3 x semana, 2 meses 15 mg/kg/día. Alternativamente, puede utilizarse un tratamiento de 50 mg/kg/día dos veces por semana o 25-30 mg/kg/día tres veces por semana. • Pirazinamida: diario o 3 x semana, 2 meses 15-30 mg/kg (hasta un máximo de 2 g) una vez al día. Isoniazida: Cruza la placenta, obteniéndose niveles sanguíneos similares tanto en la madre como en el feto. Estudios en animales no han mostrado un aumento significativo de retardo en el crecimiento fetal ni mayor incidencia de malformaciones. Puede tener un efecto desmielinizante en el feto, lo cual puede ser bloqueado mediante la administración conjunta de piridoxina (Vitamina B6) 50 mg/ día5,11,12. El principal efecto adverso de esta droga es la hepatitis, por lo cual se recomienda un seguimiento con pruebas hepáticas durante el tratamiento12. Rifampicina: Diversos estudios tanto en animales como en mujeres embarazadas (incluyendo gestantes del primer trimestre) no han mostrado aumento en la incidencia de anomalías fetales, aunque un estudio mostró una incidencia de 4,4% de malformaciones en ratas, mayor a lo encontrado en otras publicaciones5,11. TUBERCULOSIS Etambutol: Cruza la placenta. Existen algunos reportes de teratogenicidad en animales expuestos. Un estudio mostró una incidencia de 2,2% de malformaciones fetales en madres que recibieron el medicamento durante la gestación (la mitad de las gestantes lo recibió en el primer trimestre)5,11. Pirazinamida: Existe controversia en su uso, ya que hay estudios contradictorios en el potencial efecto teratogénico de esta droga, sin embargo, la mayoría de los autores recomienda su uso para tratar la tuberculosis durante la gestación5,11. Otras drogas utilizadas en forma menos frecuente incluyen el ácido para-aminosalicilico, Ethionamida, cycloserina. Estas drogas son efectivas en el tratamiento de la tuberculosis, pero no deben ser usadas en la paciente embarazada por sus efectos colaterales en el feto11. Estreptomicina, kanamicina, amikacina y capreomicina no se recomiendan en el embarazo por su potencial efecto ototóxico en el feto5,12. Otra droga utilizada en el tratamiento antituberculoso es la etionamida, el cual ha mostrado efectos teratogénicos en el sistema nervioso central, sistema esquelético y retardo en el crecimiento en ratas estudiadas5. A pesar de los potenciales efectos en el feto de algunas drogas antituberculosas, se ha visto que el tratamiento durante el embarazo es capaz de reducir el impacto perinatal de la enfermedad, tanto en la madre como en el neonato14. Las drogas antituberculosas de primera línea llegan al lactante a través de la leche materna en proporción variable, pero pueden ser administradas a la madre en forma segura, sin efectos deletéreos para el recién nacido5. Debido al aumento en la resistencia a las drogas antituberculosas de primera línea, se han empleado esquemas de segunda línea en los pacientes con bacilos multirresistentes, con buenos resultados de tratamiento. Sin embargo, no existe seguridad en el efecto que estas drogas pueden tener en el feto, por lo cual debido al potencial efecto teratogénico algunos autores recomiendan el término del embarazo en las pacientes que requieren estas drogas de segunda línea15. RESULTADO PERINATAL Existen varios estudios que muestran una incidencia aumentada de patologías en el embarazo y mal resultado perinatal en la gestante con tuberculosis5. Se ha visto un aumento en la incidencia de abortos y pre-eclampsia16, además de un aumento EN EL EMBARAZO en la incidencia de mortalidad perinatal (hasta seis veces mayor), prematuridad, retardo del crecimiento intrauterino y test de Apgar bajo17,18. Estas patologías fueron más frecuentes cuando el diagnóstico fue tardío en el embarazo, el tratamiento fue irregular o incompleto y cuando las lesiones pulmonares eran avanzadas, además de la localización cuando la tuberculosis era extrapulmonar5,17,18. Un estudio mostró una mortalidad neonatal del 18,7% cuando el diagnóstico y tratamiento se realizó tardío en el embarazo (segundo y tercer trimestre), mientras que el resultado perinatal fue similar a las embarazadas no enfermas cuando el tratamiento fue realizado en el primer trimestre5,17,19. TUBERCULOSIS CONGÉNITA La tuberculosis congénita es poco frecuente, siendo más frecuente la tuberculosis neonatal. Es aún más raro si la madre ha recibido un tratamiento antituberculoso efectivo durante el embarazo7. Solo se han reportado 300 casos, la mayoría secundario a tuberculosis endometrial y miliar con una mortalidad neonatal que llega a 46%5,7. Se puede transmitir al feto a través de la placenta, vena umbilical (complejo primario en el hígado) y líquido amniótico (múltiples focos primarios en pulmón e intestino)7,16. La presentación clínica más frecuente corresponde a distress respiratorio, fiebre, hepato-esplenomegalia, alimentación deficiente, letargia y adenopatías5,7,20. Los criterios diagnósticos incluyen las lesiones tuberculosas más uno de los siguientes: a) lesiones en la primera semana de vida b) complejo primario hepático c) TBC documentada en placenta o endometrio d) exclusión de infección tuberculosa adquirida en periodo postnatal5,16,20. El test de tuberculina puede ser negativo inicialmente, al igual que las lesiones clásicas en la radiografía de tórax, lo cual hace muy importante un alto nivel de sospecha5,7. TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR La tuberculosis puede encontrarse en casi todos lo órganos del cuerpo, siendo el lugar más frecuente el pulmón. Sin embargo, aunque menos común, la TBC extrapulmonar ha aumentado en frecuencia sobre todo por su asociación con la infección por VIH21. Los linfonodos, seguidos por la pleura son los sitios de ubicación extrapulmonar más frecuente, aunque potencialmente cualquier órgano puede verse afectado22. 143 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 140-144 La tuberculosis pulmonar se asocia en 3-4% con TBC genitourinaria, siendo rara la tuberculosis genital primaria en la mujer. Más frecuente es la diseminación hematógena o linfática del bacilo al aparato genital22. La TBC genital femenina comienza en el endosalpinx y se puede extender al peritoneo, endometrio, ovarios, cervix y vagina. Constituye una causa importante de infertilidad, pudiendo presentar, dolor abdominal y pelviano crónico, alteraciones menstruales y sangramiento genital anormal. La respuesta a la terapia antituberculosa es excelente, requiriendo cirugía solo en los casos de grandes abscesos tuboováricos11,21-23. REFERENCIAS 1. FRIEDEN, T. Tuberculosis. Lancet 2003; 362: 887-899. 2. OPS. Situación epidemiológica de la tuberculosis. Región de las Américas, 2004. 3. ZÚÑIGA G., MANUEL. Situación de la tuberculosis en Chile-2002 y su posible evolución. Rev. Chil. Enferm. Respir., 2003, vol.19, no.3, p.179-191. 4. BRAUNWALD E, FAUCI AS, KASPER DL, ET AL. Harrison’s principles of internal medicine. 16th edition. New York7 McGraw-Hill; 2005. 5. P ORMEROD. Respiratory diseases in pregnancy •3: Tuberculosis in pregnancy and the puerperium. Thorax, Jun 2001; 56: 494 - 499. 6. ESPINAL MA, REINGOLD AL, LAVANDERA M. Effect of pregnancy on the risk of developing active tuberculosis. J Infect Dis. 1996 Feb;173(2):488-91 7. LAIBL VR, SHEFFIELD JS. Tuberculosis in Pregnancy. Clinics in Perinatology. September 2005, Vol. 32, Issue 3, Pages 739-747. 8. PAUL A. 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Drug Saf. 2001; 24(7):553-65. 144 CONCLUSIÓN A pesar que la incidencia de TBC en el embarazo es similar a la población general, es importante estar alerta, ya que en el último tiempo se ha visto un aumento de la infección en todo el mundo, en especial por su relación con el VIH/ SIDA, no quedando exenta la embarazada del problema. Por esta razón es importante tener un alto nivel de sospecha para realizar un diagnóstico precoz en la mujer gestante, ya que si la enfermedad es diagnosticada y tratada oportuna y adecuadamente, el pronóstico materno y fetal es muy bueno. 13. JB BASS JR, LS FARER, PC HOPEWELL, R O’BRIEN, RF JACOBS, F RUBEN, DE SNIDER JR AND G THORNTON . Treatment of tuberculosis and tuberculosis infection in adults and children. American Thoracic Society and The Centers for Disease Control and Prevention. Am. J. Respir. Crit. Care Med., Vol 149, No. 5, May 1994, 1359-1374. 14. FIGUEROA-DAMIAN R, ARREDONDO-GARCIA JL. 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