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ISSN 0718 - 3127 REVISTA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE R EV . OBSTET . GINECOL .-H OSP . S ANTIAGO O RIENTE D R . L UIS T ISNÉ B ROUSSE F UNDADA EN EL AÑO 2006 Profesor Dr. Luis Tisné Brousse (1909-1995) Director Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse Dr. Julio Montt Vidal Sub D irector Médico D r. C arlos G ómez E w ert Jefe de Servicio Obstetricia y Ginecología Director de Revista Dr. Patricio Gayán Barba Editor Jefe Dr. Jorge Varas Cortés C omité E ditorial D r. R icardo B enítez Molina Dr. Italo Campodónico Garibaldi Dr. Manuel Sedano Lorca Dr. Jorge Tisné Torreblanca Revista de distribución gratuita a los profesionales médicos de obstetricia y ginecología. Toda correspondencia debe ser enviada al Editor Jefe, Dr. Jorge Varas C., a las siguientes direcciones: Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Avenida Las Torres 5150, Peñalolén, Santiago. Teléfono 4725293. E mail: drjorgevaras@gmail.com ©Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. 81 INDICE VOL 1 Nº 2 AGOSTO 2006 Dr. Jorge Varas C. 85 Dr. Patricio Gayán B. 87 Dr. José Lattus O. Dr. Ramón Almuna V. Dr. Cristóbal Besio H. Dra. María L. Ceballos O. Dra. Ximena Chaparro L. Dra. Carolina Castillo T. Int. Esteban Fuentes G. Int. Sebastián López B. 89 Creando vínculos. Incorporación de las variables psicosociales a la atención médica perinatal. Psi. Psi. Psi. Psi. Paula Vera P. Andrea Miranda O. María de la Luz Délano A. Helga Moller Z. 95 Reducción mamaria con técnica de pedículo inferior. Evaluación de la satisfacción de las pacientes de la Unidad de Mastología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Dra. Bárbara Aguilera R. Dra. Paula Escobar O. Dra. Paola Ruiz de Viñaspre A. Dr. Alonso Uribe O. Dr. Miguel Celis M. Int. Paula Gavilan L. Int. María Paz Orellana V. 100 Engrosamiento endometrial. Resultado de estudio por histeroscopía quirúrgica. Dra. Alejandra Catalán B. Dr. Diego Masoli I. Dr. Jaime Corvalán A. Int. Karen García A. Int. María Godoy V. Int. Valeria Pantoja C. 105 Etapificación quirúrgica en carcinosarcoma uterino: Experiencia en la Unidad de Oncología Ginecológica del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Dra. Bárbara Aguilera R. Dr. Miguel Celis M. Dr. Clemente Arab E. Dra. Fancy Gaete V. Dra. Lorena Espinoza U. Dr. Javier Ilabaca S. 109 EDITORIAL NOTAS HISTÓRICAS Discurso Ceremonia de Presentación Revista de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cerclaje cervical electivo o sutura cervical de McDonald. Experiencia prospectiva del Servicio con esta técnica en Incompetencia Cervical. 83 CASOS CLÍNICOS Síndrome de Eisenmenger y embarazo: dos casos clínicos recientes y revisión de la literatura. Dra. Angélica Díaz R. Dra. Paulina Parra W. Dr. Polentzi Uriarte G de C. Dr. Jaime Corvalán A. Dr. Jorge Varas C. Dr. Carlos Gómez E. Int. Francisco Peñaloza L. 113 Dra. Angélica Díaz R. Dr. Carlos Ramírez F. Dr. Lorenzo Rojas G. Int. Julio Jiménez G. Int. Jorge Hiriart B. Int. Francisco Peñaloza L. 118 Int. Melanie Althausen K. Dr. Jorge Varas C. 121 Dr. Sócrates Aedo M. Dr. Arnaldo Porcile J. Dr. Rafael del Río D. Dr. Moisés Sued Dra. Cristina Irribarra A. Dr. Daniel Vera C. 130 Evaluación sonográfica del cuello uterino en la predicción del Parto Prematuro. Segunda parte. Dr. Enrique Bardi O. 138 Tuberculosis en el embarazo Int. Jorge Hiriart B. Dr. Jorge Varas C. Int. Julio Jiménez G. 140 Embarazo heterotópico: un caso de urgencia. ARTÍCULO ESPECIAL Disfunción sexual femenina, un desafío para la Medicina en el siglo XXI. ARTÍCULOS DE REVISIÓN Síndrome Metabólico en Obstetricia y Ginecología. CARTAS AL EDITOR 145 INSTRUCCIONES A LOS AUTORES 147 84 R EV . O BSTET . G INECOL . - H OSP . S ANTIAGO O RIENTE D R. L UIS T ISNÉ B ROUSSE . 2006; V OL 1 (2): 85 EDITORIAL Presentación de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse E l día 9 de junio de 2006, se realizó la Ceremonia de Presentación de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Asistieron a ella diversas autoridades: Dr. René Castro S., Jefe Programa Salud de la Mujer, Ministerio de Salud; Dr. Alejandro Goic G, Presidente de la Academia Chilena de Medicina, Premio Nacional de Medicina año 2006; Dr. Jorge Tisné T., Presidente del Regional Santiago del Colegio Médico de Chile; Dr. Julio Montt V., Director de nuestro hospital; Jefes de Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología de hospitales de la Región Metropolitana; Dr. Patricio Gayán B., Jefe de Servicio Obstetricia y Ginecología de nuestro hospital; Dra. Catalina Soto, Directora CRS Cordillera; Sra. Wilma Schmied P., Matrona Jefe de nuestro Servicio. A la ceremonia concurrieron además médicos, matronas y estudiantes de medicina, que con su presencia dieron aún mayor significado a esta iniciativa. Concretar este proyecto es motivo de especial alegría y orgullo para todos los que formamos parte de este Servicio y demuestra una vez más que es posible lograr nuestros objetivos, que existe apoyo a nuestras iniciativas, cuando los motivos que las guían son nobles y van dirigidos a mejorar la salud de nuestras pacientes. Nuestro querido Maestro, Profesor Dr. Luis Tisné Brousse, se habría sentido orgulloso del quehacer de sus discípulos y su figura y trabajo desarrollado en beneficio de la salud de la Mujer, continuará siendo uno de los pilares de nuestra Revista. Quedan aún desafíos por cumplir, proyectos e iniciativas que todos y cada uno de nosotros somos capaces de realizar. Este segundo número coincide con dos fechas de especial significación: • 20 de agosto de 2002, fecha en que el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Salvador, con todos sus integrantes, es trasladado al Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Han transcurrido cuatro años: la historia de nuestro Servicio se continúa escribiendo. • 31 de agosto de 2006, Día Internacional de la Matrona. Reciban todas ustedes un cariñoso saludo y nuestros agradecimientos por la labor que compartimos solidariamente día a día. Dr. Jorge Varas Cortés Editor Jefe 85 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 87-88 NOTAS HISTÓRICAS Discurso Ceremonia de Presentación Revista de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse Patr icio Gayán Bar ba Jefe de Servicio Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Autoridades, colegas, matronas, internos y alumnos: La reunión de hoy día es motivo de gran regocijo y justificado orgullo para el Hospital y para nuestro Servicio y, por lo tanto, agradezco muy encarecidamente vuestra presencia en la misma, lo que le da una especial connotación. Cada organización social tiene su pasado, su presente y su futuro y nuestro Servicio no dista de aquello. El Servicio de Obstetricia y Ginecología, con décadas de historia en el Hospital del Salvador y prácticamente cuatro años en este hospital, se enorgullece con su pasado en la medida en que figuran en él grandes personajes de la especialidad en nuestro país, muchos de ellos, con trascendencia internacional. Sin embargo, el recuerdo más fresco que tenemos en nuestra memoria corresponde a la imagen de quien fuera nuestro Jefe de Servicio y Profesor desde el año 1959 hasta 1981. Me refiero al querido y recordado Profesor Dr. Luis Tisné Brousse, cuyo nombre lleva este hospital, y que no hace otra cosa que reconocer su larga e importante trayectoria en la Medicina Chilena y especialmente en la Gíneco Obstetricia, siendo un pionero en el enfoque social de la especialidad. Firme defensor del concepto de que la medicina debía acercarse a la comunidad, fue el gestor de varios consultorios del Área Oriente de Santiago, destinando matronas al comienzo y luego médicos especialistas para entregar una atención Gíneco-Obstétrica integral a la población beneficiaria. Debido a su larga, meritoria y ejemplarizadora carrera profesional, el Profesor Tisné fue objeto de múltiples reconocimientos en el país, tanto académicos como gubernamentales siendo los más relevantes sus designaciones de Maestro de la Gíneco-Obstetricia chilena en 1984, Condecoración Orden de la Cruz del Sur, en el grado de Gran Cruz en 1989, dada por el Gobierno de la época, Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile en 1993 y Miembro Honorario de la Academia de Medicina de Chile el mismo año. Sin embargo, su trayectoria fue también reconocida fuera de las fronteras del país y es así como fue nombrado Maestro de la Gíneco-Obstetricia Latinoamericana en 1984 culminando con la designación de Maestro de la Gíneco-Obstetricia Mundial, galardón recibido en el Congreso Mundial de la Especialidad en Montreal, Canadá en el año 1994, un año antes de su fallecimiento. Su ejemplo, sus férreos principios, su capacidad organizativa y su trascendencia iluminan nuestro camino hasta el día de hoy. La marcha del Servicio en estos últimos años también nos enorgullece, pues, siguiendo las enseñanzas de nuestros antecesores, hemos sido capaces de entregar una atención médica de muy alta calidad, tanto en lo técnico como en lo humano, a mujeres, madres y recién nacidos beneficiarios del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, todo ello junto a una labor docente universitaria de pre y post grado, lo que constituye nuestro presente. Es así como en el año 2005 cumplimos con creces las metas de programas de Oportunidad de la Atención con 123% de rendimiento, AUGE también sobre el 100% en sus diferentes patologías, y en lo referente a la humanización de la atención de partos se han hecho grandes esfuerzos como, por ejemplo, presencia del padre en partos en el 94%, partos personalizados, es decir que la misma matrona que controla el trabajo de parto lo asiste en el 83%, y anestesia de conducción en el 92% de los partos vaginales. Vayan mis agradecimientos a todo el personal del Servicio quienes, aportando al máximo sus capacidades, han hecho posible esta realidad. 87 R EV . O BSTET . G INECOL . - H OSP . S ANTIAGO O RIENTE D R. L UIS T ISNÉ B ROUSSE . 2006; V Sin embargo, sentíamos la necesidad de entregar nuestra experiencia a la comunidad médica, es decir, una labor de extensión y de futuro que fuera útil para los otros Servicios de Obstetricia y Ginecología del país. Dentro de la Planificación estratégica, efectuada el año recién pasado y en el contexto de la Visión del Servicio, quisimos deliberadamente incluir un acápite en relación a las publicaciones científicas pues estábamos seguros de que en las condiciones actuales de ejercicio de la especialidad en el Hospital Dr. Luis Tisné Brousse, están dadas todas las condiciones para ello. En este escenario, el Dr. Jorge Varas Cortés inició una revista cuatrimestral que cumpliera esta codiciada meta. Esta labor, apoyada por la Jefatura de Servicio y con la anuencia de la Dirección del Hospital, fue muy fructífera y prueba de ello es que hoy día lanzamos el primer número de la revista. En este primer número se publican diferentes experiencias clínicas, artículos especiales y artículos de 88 OL 1 (2): 87-88 revisión y pensamos que, de alguna manera, estamos contribuyendo al conocimiento y desarrollo de nuestra querida especialidad divulgando nuestra experiencia. Este es un ejemplo más de que la acción conjunta de servicios públicos y empresas privadas, aunando esfuerzos, pueden hacer una fructífera labor en beneficio de la comunidad. Esperamos que la lectura de la Revista sea de vuestro agrado y confiamos en que la prolongación de su publicación constituya, con el tiempo, un referente útil en la actividad clínica Gíneco–Obstétrica en nuestro país, que vaya en directo beneficio de mujeres, madres y recién nacidos que son la única razón de nuestro quehacer profesional. REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 89-94 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Cerclaje cervical electivo o sutura cervical de McDonald. Experiencia prospectiva del Servicio con esta técnica en Incompetencia Cervical José Lattus O, Ramón Almuna V, Cristóbal Besio H, Maria Luisa Ceballos O., Ximena Chaparro R, Carolina Castillo T, Esteban Fuentes G*, Sebastián Lopez B* RESUMEN Presentamos nuestra experiencia prospectiva de cerclaje cervical electivo (CCE) con técnica de McDonald, en pacientes con historia obstétrica sugerente de incompetencia cervical uterina (IC), y los resultados perinatales, en 4 años de estudio. Palabr as Clave: Cerclaje cervical electivo, incompetencia cervical. SUMMARY We present a prospective experience in elective cervical cerclage, with McDonald technique in patients with obstetric history of cervical incompetence, and perinatals outcome in four years. Key words: Elective cervical cerclage, cervical incompetence. INTRODUCCIÓN L a incompetencia cervical (IC), mencionada por Culpepper, Cole y Rowland en 1658, y descrita en el Lancet por Gream en 1865 toma su real dimensión cuando Palmer y Lacomme en el año 1948 recomiendan su tratamiento, y luego Lash y Lash proponen el término de IC para definir este problema en 19501. Shirodkar introduce el cerclaje cervical con cinta “en ceñidor” el año 1955, y por su parte en 1957 Ian McDonald presenta su experiencia con una técnica simple de punto no absorbible y señala que: “la Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr Luis Tisné Brousse. Universidad de Chile, Campus Oriente Peñalolén. *Internos de Medicina Correspondencia a: Dr. José Lattus Olmos. Email: drjose.lattus@gmail.com historia obstétrica de la paciente constituye el factor más relevante para corroborar el diagnóstico”2. En 1965 Benson y Durfee describen un procedimiento transabdominal eficaz de cerclaje cérvico ístmico en vez de CC transvaginal3, y luego de estudios alternativos Golfier y cols apuntan que la vía vaginal para el cerclaje cérvicoistmico en la zona más alta posible, tiene ventajas y es más simple y rápida que la vía transabdominal4. En 1979 Sarti y cols apuntan a que el examen ultrasonográfico del segmento y cuello uterino y sus modificaciones patológicas durante la gestación, orienta a su tratamiento con el objeto de prevenir el aborto y el parto prematuro5. Se define IC o insuficiencia ístmica cervical, como la incapacidad del cuello uterino para conservar las características propias de rigidez necesarias para mantener un embarazo hasta el término, debido a anormalidades estructurales y/o funcionales. Esta patología tiene una incidencia entre 0,2 a 1% de 89 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 89-94 todos los embarazos y clínicamente se manifiesta como abortos repetidos de segundo trimestre o como parto prematuro con dilatación cervical progresiva en ausencia de contracciones uterinas dolorosas. Su incidencia se estima en 4,6 por 1000 nacidos vivos para la incompetencia cervical genuina, aunque se discute su importancia en la génesis del parto prematuro. La mayoría de las veces la etiología es desconocida, sin embargo existe una asociación con legrados uterinos previos, conización cervical, partos operatorios vaginales, exposición in utero a Dietilbestrol y con anomalías Mullerianas2,6. Clásicamente la incompetencia cervical ha sido tratada con la colocación de una sutura en el cuello uterino o cerclaje cervical (CC), por vía transvaginal, en forma programada o electiva entre las 12 y 14 semanas (CCE) o en el transcurso de la evolución de la dilatación cervical o de urgencia (CCU). No obstante la utilización del CC transvaginal sigue siendo un tema polémico en la obstetricia actual, debido a que la evidencia científica no ha demostrado su real utilidad, salvo en pacientes con historia clásica de incompetencia cervical y un CCE entre las 12 y 14 semanas de gestación. Sin embargo, la evidencia no es concluyente respecto a cuál es la mejor opción terapéutica para las pacientes sin historia característica, pero en riesgo de incompetencia cervical (acortamiento cervical ultrasonográfico o antecedente de parto prematuro). Los autores son enfáticos en manifestar que se requiere de estudios randomizados de buen diseño para resolver las interrogantes en cada grupo7-15. En el presente trabajo de investigación damos a conocer nuestra experiencia prospectiva en pacientes sometidas a CCE con técnica de McDonald en el Hospital Luis Tisné Brousse entre los años 2002 y 2005, con un protocolo simple para evaluar la efectividad y la seguridad del CCE o profiláctico (antes de que el cuello uterino se haya dilatado). MATERIAL Y MÉTODO Se analizaron los datos obtenidos de pacientes sometidas a CCE con técnica de McDonald, entre el 20 de agosto del 2002 y el 31 de Julio del 2006, que aceptaron un protocolo previo en el que se tuvo en cuenta su paridad y abortos, edad de gestación, ecografía transvaginal para medición de cuello uterino y presencia de funnel, cultivo vaginal y exámenes generales de acuerdo al control prenatal habitual de nuestro servicio. Se sometió a CCE a aquella paciente que tenía antecedentes de abortos previos y parto prematuro, poniendo énfasis en la historia y de 90 acuerdo a las recomendaciones de Ian McDonald7, con gestación preferentemente entre 12 a 17 semanas, con un consentimiento informado por su médico tratante. La técnica quirúrgica de McDonald: consiste en colocar a la paciente en posición de litotomía dorsal, pudiéndose ocupar anestesia regional, general, así como también con infiltración paracervical o con bloqueo pudendo. Desinfección quirúrgica perineal y vaginal, luego se toma el labio anterior y posterior del cuello con pinzas Pfoester, ubicando el nivel del receso de la vejiga con una tracción suave hacia atrás y adelante. Luego a 5 mm del receso, se pasa un punto en forma de bolsa de tabaco (en jareta) o circular rodeando el cuello en 4 pasadas para ceñirlo. El material de sutura usado debe ser firme y no absorbible. Cada punto debe pasarse profundo para incluir el estroma del cuello, pero sin ingresar en el canal endocervical, además el cerclaje debe insertarse lo más cerca de los ligamentos útero sacros posible, sin atravesar el fondo de saco posterior. El nudo se realiza en la parte anterior del cuello desplazado hacia derecha o izquierda evitando la uretra. En nuestra casuística el CCE fue realizado en pabellón con anestesia raquídea, con la técnica ya descrita, tomando ambos labios del cuello uterino con pinzas Pfoester y pasando cuatro puntos a las 10, 7, 5 y 2 horarias para el cirujano diestro (Figura 1), incluyendo el estroma del cuello, sin ingresar en el canal endocervical (Figura 2), el material de sutura fue Prolene® del Nº 1, con siete nudos dejándolos desplazados hacia el lado parauretral derecho, el cierre del OCI se comprobó con el dedo índice al anudar (Figura 3). En el intraoperatorio las pacientes recibieron una dosis profiláctica de cefazolina ev, según norma del servicio. En el postoperatorio Progendo® 100 mg vo por dos veces al día por 1 semana hasta su control en el policlínico de alto riesgo obstétrico a los siete días. Se descartaron del estudio aquellas pacientes con gestación en las que el aborto o parto prematuro era inminente, con cuello ampliamente dilatado cuyas membranas eran protruyentes en bolsa de reloj de arena y signos de corioamnionitis. RESULTADOS La Tabla 1, resume los datos y características obstétricas, la edad de gestación a la que se realizó el CCE, las complicaciones, el retiro del cerclaje y el resultado perinatal para cada una de las pacientes resueltas. CERCLAJE CERVICAL ELECTIVO O SUTURA CERVICAL DE MCDONALD. EXPERIENCIA Figura 1. Inicio de la sutura a las 10 horaria. PROSPECTIVA DEL SERVICIO CON ESTA TÉCNICA EN INCOMPETENCIA CERVICAL El promedio de edad fue de 27.9 años (17-38). La edad de gestación promedio al colocar el CCE fue de 15.8 semanas (12-24). De las 23 pacientes, 18 se resolvieron por parto vaginal o cesárea, con RN adecuados para la edad de gestación calculada y test de Apgar normal, uno de los RN presenta Síndrome de Down, 14 fueron de término con un peso promedio de 3.245.9 g (2.690-3.700g) y 4 partos de pre término con pesos de 1.355, 1.685, 1.840, y 2.690 g. En las 18 pacientes se retiró el CC entre las 28 y 38 semanas, haciendo notar que los que se retiraron precozmente fue por infección ovular a las 28 semanas, otras por trabajo de parto prematuro con modificaciones cervicales. Complicaciones sólo en 1 paciente con infección ovular a las 20 semanas y aborto. En este trabajo se incluyen 4 pacientes cuyos embarazos aún no llegan a término, por lo tanto, sus resultados neonatales están pendientes. En 9 pacientes se resolvió el parto por cesárea (47.3%), 1 con espátulas de Thierry, el resto se resolvió por parto vaginal eutócico; de las cesáreas destacamos una por infección ovular, otra por presentación podálica, y en el resto por causa obstétrica, dilatación estacionaria, monitorización electrónica alterada, o distocia de posición con dilatación incompleta y presencia de meconio y circulares del cordón pesquisada en su resolución. En una de las pacientes se pesquisó Streptococcus agalactiae, que se trató en su trabajo de parto según normativa, con buen resultado peri natal. No hubo mortalidad materna ni perinatal en este grupo de pacientes. DISCUSIÓN Figura 2. Sutura no traspasa canal cervical. Figura 3. Comprobación del cierre del canal al anudar. Pese a que la IC se conoce desde 16582, es una patología en la cual no existe unanimidad respecto de su definición, diagnóstico y tratamiento7-15. Por décadas hemos utilizado el CCE, para prevenir la pérdida del embarazo en curso en aquellas pacientes con historia previa de abortos de segundo trimestre y partos prematuros, en quienes existió dilatación del cuello uterino no asociada a contracciones. Mayor duda ha existido, sin embargo, en el grupo de pacientes cuya historia no es categórica. En la actualidad no existen respuestas a la fisiopatología de este fenómeno que pueda bien explicar la IC, las publicaciones postulan una deficiencia de colágeno o elastina u otro de los componentes estructurales del cérvix, como la causa de esta patología, sumado a lo anterior debemos considerar el peso que ejerce el feto y anexos ovulares sobre un cuello uterino “debilitado”16. Hemos considerado relevante la opinión de Miranda y Carvajal6, quienes en un análisis crítico, han 91 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 89-94 Tabla 1 Edad y paridad Historia obstétrica Edad gestacional al cerclaje Complicaciones Retiro cerclaje y vía del parto Resultado Peri natal 1 29 años G4P2A1 19 sem. No Cesárea a las 36 sem. RN 2690 g Apgar 9-9 2 28 años G9 PP2 A6 14 sem. No Cesárea a las 38 sem. RN 3.200 g Apgar 9-9 3 21 años G2P1A0 22 años G3P2A0 1 aborto 20 semanas 2 partos pretérmino 27 y 34 sem. (1 cerclaje) 6 abortos de 1º trimestre y 2 partos prematuros con mortinato y mortineonato 1 parto pretérmino a las 30 semanas con mortinato 1 parto pretérmino por incompetencia cervical 1 mortineonato (2 cerclajes) 6 abortos espontáneos último a las 22 sem con cerclaje 1 parto pretérmino 22 sem. 1 embarazo gemelar con 2 mortinatos. 2 abortos a las 20 semanas 24 sem. Si . Parto pretérmino a las 31 sem No Parto vaginal previo retiro del cerclaje a las 31 sem. Retiro cerclaje 38 sem. Parto vaginal 38 sem. RN 1685 g Apgar 8-8 RN 2910 g Apgar 9-9 17 sem. Si . Aborto e infección ovular a las 20 sem. No Retiro cerclaje y legrado a las 20 sem. Cesárea a las 36 sem. 16 sem. No 14 sem No 12 sem. RN 3600 g Apgar 9-9 RN 3.850 g Apgar 9 -10 RN 1840 g Apgar 8-9 13 sem. Si. Trabajo de parto con presentación podálica 32 sem. No. Retiro de cerclaje 38 sem. Parto vaginal 38 sem. Retiro cerclaje a las 38 sem. Parto Vaginal 39 sem Cesárea las 32 semanas 15 sem. No 22 sem. Sí. Infección ovular a las 28 sem. No Retiro cerclaje 37 sem. Parto vaginal a las 38 sem. Retiro cerclaje 37 sem. Parto vaginal a las 37 sem. Cesárea a las 28 sem. RN 3080 g Apgar 8-9 RN 3115 g Apgar 8-8 RN 1355 g Apgar 8-8 RN 3379 g Apgar 9-9 RN 3110 g. Apgar 8-9 RN 3630 g. Apgar 9-9 RN 3700 g. Apgar 9-9 RN ·3100 Apgar 9-9 RN: 3500 Apgar 9-9 RN Down 2.890 g Apgar 8-9 Aún no se realiza Aún no se realiza Aún no se realiza Aún no se realiza 4 5 6 7 8 9 38 años G7P0A6 27 años G3P1A0 38 años G7P5A2 24 años G4P0A3 35 años G4P2A1 3 abortos de 8, 10 y 16 semanas 2 partos prematuros a las 28 sem. 14 sem. 13 sem. 10 33 años G6P2A3 11 36 años G11P2A8 12 27 años G4P2A1 13 30 años G3P1A1 14 17 años G2P1A0 15 27 años G2P0A2 16 27 años G5P0A4 17 36 años G7A3PP3 18 23 años G4 A3 19 37 años G5PP1 A4 3 partos pretérminos 1 aborto a las 18 sem 8 Abortos recurrentes por incompetencia cervical 2 partos pretérmino a las 22 y 24 sem. Parto pretérmino 23 sem. 20 23 años G3P0A2 21 31 años G3P1A1 22 31 años G4P1A2 23 25 años G4P2A1 Cursando embarazo 12 sem 14 sem. con funnel positivo Parto pretérmino a las 28 sem. 16 sem. por incompetencia cervical 2 Abortos a las 20 sem. 14 sem 1 Parto pretérmino a las 35 sem. 1 Aborto a las 20 sem. 21 sem 1 parto pretérmino a las 23 sem. 92 16 sem. Parto pretérmino a las 23 sem. 14 sem. No 2 abortos a las 12 y 19 sem. 18 sem. No 4 abortos espontáneos 17 sem. No 3 partos prematuros extremos con neomortinato 3 abortos de 1º trimestre 14 sem. No 14 sem. No 1 Parto prematuro extremo 14 sem. mortineonato 4 abortos 1º trim. No Retiro cerclaje a las 35 sem. Cesárea a las 39 sem. Retiro cerclaje a las 38 sem. Parto vaginal a las 39 sem. Retiro cerclaje a las 37 sem. Cesárea a las 39 sem. Retiro cerclaje a las 37 sem. Cesárea a las 38 sem. A las 37 sem. Cesárea las 38 A las 38 sem. Parto Vaginal 39 sem. A las 38 semanas Espátulas a las 38 1/2 Aún no se realiza Aún no se realiza Aún no se realiza Aún no se realiza RN 2935 g Apgar 9-9 CERCLAJE CERVICAL ELECTIVO O SUTURA CERVICAL DE MCDONALD. EXPERIENCIA hecho un gran aporte a las interrogantes en el manejo de la incompetencia cervical y la realización de un cerclaje, por lo que gran parte de la discusión se basa en los datos aportados en su publicación. El aporte de la ultrasonografía transvaginal, sugiere que se trata de una patología multifactorial, ya que sólo se repite en 40% de los embarazos subsecuentes de pacientes con clara historia de IC5. La idea es que no se trata de una condición todo o nada, si no de un fenómeno gradual, cuyo extremo patológico está representado por lo que conocemos como IC genuina5. En el otro extremo, grados menores de IC pueden manifestarse como parto prematuro de segundo o tercer trimestre, que apoyan el rol de IC en el síndrome de parto prematuro9-11. La IC es una patología frecuente y grave, requiere de un diagnóstico preciso y tratamiento oportuno, pese a las dificultades mencionadas respecto a como interpretar esta condición patológica11-13. Actualmente los parámetros estudiados y que se enumeran en las publicaciones sobre el tema son6: Cuña cervical o funnel: es la dilatación del orificio cervical interno cuyo vértice se encuentra en el canal cervical. Las membranas ovulares suelen acompañar al funneling, la manifestación tardía de este evento ocurre cuando las membranas protruyen por el orificio cervical externo. Diversos estudios han asignado valor pronóstico a este hallazgo ultrasonográfico, el que estaría presente en 14-25% de las pacientes con IC5. Longitud cervical: es la medición del canal cervical entre los orificios interno y externo, o entre la cuña del funnel y el orificio externo, es el parámetro ecográfico más estudiado y utilizado para evaluar riesgo de IC. La curva normal de distribución en la población general encuentra sus percentiles 10 y 90 entre los 25 mm y 45 mm respectivamente, entre las 24 y 28 semanas. Una medición cervical bajo el percentil 10 le otorga un riesgo relativo de parto prematuro de 4,5 veces respecto a la población general; con un valor predictivo positivo de 55% para parto prematuro antes de las 35 semanas5, 6,18. Prueba bajo estrés: corresponde a la medición del la longitud cervical ejerciendo presión trasfúndica uterina, este examen permitiría seleccionar mejor a las pacientes que presentarán incompetencia cervical. Un estudio sobre 10 pacientes con riesgo de incompetencia cervical, a las que se les midió por ultrasonografía la longitud cervical en el segundo trimestre de su embarazo y se sometieron a presión transfúndica durante el examen, en 9 hubo acortamiento cervical significativo (longitud menor a 10 mm). En el seguimiento posterior se demostró un PROSPECTIVA DEL SERVICIO CON ESTA TÉCNICA EN INCOMPETENCIA CERVICAL acortamiento significativo de la longitud cervical en las pacientes que respondieron positivamente a la prueba de estrés17. Se estima, entonces, que la evaluación de estos parámetros ultrasonográficos permitirá adelantarse a los cambios clínicamente evidentes de un cuello uterino incompetente. Un estudio que involucró 96 pacientes con factores de riesgo para incompetencia cervical, evaluó mediante seguimiento ultrasonográfico la longitud cervical, y demostró que las pacientes con un canal menor de 25 mm medido entre las 14-20 semanas de edad gestacional tienen 70% de riesgo de parto prematuro (menor a 35 semanas), en tanto este porcentaje se reducía a 14% si la longitud cervical era mayor a 25 mm18. La ultrasonografía transvaginal en la medición de la longitud del cuello uterino juega un rol importante en el diagnóstico de la IC en el síndrome de parto prematuro, evidenciando que no corresponde a una variable del tipo todo o nada, si no más bien a una variable continua, que en grados menores de incompetencia puede llevar a abortos y parto prematuro de segundo o tercer trimestre5. De esta forma se postula que mediante la vigilancia por ultrasonografía de la longitud cervical en pacientes con factores de riesgo para IC, es posible adelantarse a los cambios cervicales detectables mediante el tacto vaginal17. Para demostrar la efectividad y seguridad del CCE, se han realizado estudios principalmente de diseño observacional y retrospectivo cuyo resultado no es homogéneo. Del mismo modo, los estudios de naturaleza prospectiva y randomizada, distan mucho del ideal. Estos incluyen una variada gama de pacientes en riesgo de parto prematuro o de incompetencia cervical, casi todos sin cálculo del tamaño de la muestra, que incluyen un número de pacientes tal que impide una conclusión definitiva. La evidencia disponible sugiere que aquella paciente con historia clínica característica de IC como lo planteaba McDonald, se beneficiaría con CCE entre las 12-14 semanas8. La evidencia disponible, sin embargo, no permite concluir cuál es la mejor opción terapéutica para el manejo de las pacientes con IC, es decir pacientes con historia dudosa, o aquellas con antecedentes de partos prematuros, o aquellas en que se evidencia acortamiento cervical mediante el ultrasonido9-11. Por lo anterior el manejo adecuado de la IC no se ha establecido con seguridad. Se necesita diferenciar los grupos de pacientes con historia típica de IC, o con historia dudosa, y aquel que solo tiene factores de riesgo, incluyendo la detección ecográfica de acortamiento cervical. Estudios prospectivos, randomiza- 93 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 89-94 dos, con criterios de inclusión uniformes y adecuado tamaño de las muestras resolverá las preguntas para cada grupo en particular6. Con los resultados expuestos, recomendamos la realización y adiestramiento en la técnica de McDo- nald para CCE por su simplicidad, su bajo costo, y que hace énfasis en la historia obstétrica sugerente de IC de la paciente (abortos de segundo trimestre a repetición, sin dinámica uterina dolorosa), para su ejecución usar una sutura firme y no absorbible. REFERENCIAS 10. ALTHUISIUS SM, DEKKER GA, VAN GEINJ HP: The effect of therapeutic McDonald cerclage on cervical length as assessed by transvaginal ultrasonography. Am J Obstet Gynecol. 1999; 180(2 Pt 1): 366-9. 11. ALTHUISIUS SM, DEKKER GA, HUMMEL P ET AL: Cervical incompetence prevention randomized cerclage trial (CIPRACT): study design and preliminary results. Am J Obstet Gynecol 2000; 183(4): 823-9. 12. AMERICAN COLLEGE OF OBSTETRICIAN AND GYNAECOLOGISTS. ACOG. Practice Bulletin. Cervical insufficiency. Obstet Gynecol 2003; 102:1091-9 13. OLMOS C, GALLEGO M, ESCRIBANO D, DE LA FUENTE P. Insuficiencia ístmico cervical y cerclaje. 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En el siguiente trabajo se presentará una síntesis del marco teórico que sustenta el programa, sus etapas y los resultados de la primera etapa diagnóstica. Esta primera etapa tuvo por objetivo conocer el funcionamiento del Servicio y detectar las fortalezas, debilidades y necesidades de base. Aparecen problemáticas relacionadas con: el espacio físico, problemas medioambientales, aspectos organizacionales, dificultades en la comunicación, en la relación del equipo con los padres, al interior del equipo, en la relación padres – hijos y del equipo con los recién nacidos. Se destaca la necesidad de apoyo del equipo de salud en su relación con los padres en: la entrega de información, el manejo de situaciones críticas y la necesidad de capacitación en la incorporación de las variables psicológicas a la atención médica. En los padres se constata un estado emocional particular marcado por la angustia y el miedo, además de conflictos con algunas normas del Servicio. Se detectan las necesidades de: contención y apoyo emocional, recibir información médica que considere el qué y el cómo se entrega, y mayor contacto con sus hijos, entre otras. A partir de los resultados de este diagnóstico, se pretende diseñar y validar metodologías de intervención, que permitan lograr el objetivo ya mencionado. Palabr as clave: vínculo, recién nacido hospitalizado, intervención temprana, incorporación de variables psicosociales. SUMMARY “Gener ating bonds” is a research program developed at Dr. Luis Tisné Brousse Hospital (Santiago, Chile) to provide parents and newborns with a medical attention that incorporates social * Paula Vera Peñaloza. Psicóloga Clínica. Diplomada en Psiquiatría Perinatal. UFR Pitié-Salpetriere Paris VI- Instituto de Puericultura de Paris-Francia. **María de la Luz Délano Abbott. Psicóloga Clínica. **Andrea Miranda Oliva. Psicóloga Clínica. **Helga Moller Zunino. Psicóloga Clínica. Servicio de Neonatología Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Psicólogas, ONG MATRIZ Correspondencia: ongmatriz@yahoo.es 95 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 95-99 and psychological aspects for a secure basis toward the physical, cognitive and emotional development of the child. The program intends to present the child with a secure basis for its physical, psychological and social growth and to establish essential parent-infant bonds. This report describes a synthesis of the theoretical framework that sustains the program, its stages and outcome of the first diagnostic phase. The aim of this initial step was to be acquainted with the function of the institution and a general knowledge of its strengths, challenges and requirements. Different troubles appeared: in the working space, environmental problems, managerial aspects, communication impediments in contacts between the health team and parents; within the team, in parents-child relationships and between team and babies. We emphasize supporting the health team with parents in: delivery of information, operation of critical situations and the necessity to pull together for the incorporation of psychological attributes in medical attention. Among parents, we confirmed particular emotional conditions of anguish and fear, besides coming into conflict with certain regulations of the institution. Particular needs were recognized: those for containment and emotional support, receiving medical information that should take into account “what and how” hand out is, and more contact with their babies. From these results, we intend to design and validate intervention methodologies with the purpose of achieving the aforementioned objectives. Key words: bonds, hospitalized newborns, early intervention, inclusion of psycho-social attributes. INTRODUCCIÓN “Un bebé no puede existir solo, sino que es esencialmente parte de una relación.” D.W. Winnicott* Las investigaciones realizadas en las últimas décadas en el ámbito de la salud mental, demuestran la importancia del período perinatal, primeros años de vida y el rol fundamental de las interacciones padres – hijos en el desarrollo físico, emocional y cognitivo del niño. Investigaciones neurológicas demuestran que el tipo de interacción entre el niño y las figuras significativas es determinante en las capacidades de éste para modular emociones y regular procesos fisiológicos. Una interacción caracterizada por la continuidad de los cuidados, la disponibilidad, atención, frecuencia en el contacto corporal y sensibilidad a los signos del recién nacido (apego seguro), influenciaría el desarrollo de patrones de conexión neuronales y cumpliría funciones biológicas que promueven el crecimiento, la seguridad emocional, el funcionamiento cognitivo, las capacidades pro sociales y la empatía. Este tipo de interacción cumple también una función de “inmunización” del niño contra la enfermedad, el estrés o el trauma. Se ha constatado también que el contacto inmediato de los hijos con sus madres al nacimiento, se relaciona con el desarrollo de apegos más seguros1. Hoy sabemos también que cuando el niño tiene dificultades y necesita cuidados especiales, resulta imperativo que los padres se impliquen lo antes posible en su cuidado. *Pediatra y Psicoanalista Inglés, 1960. 96 La hospitalización de un recién nacido debido a prematuridad, sufrimiento neonatal, patología somática precoz u otras, es un factor de riesgo en salud mental, porque rompe una situación interactiva y afectiva en un momento crítico. El lactante pierde referencias habituales, no contará con la respuesta sensible de una figura materna exclusiva, en un estado de extrema vulnerabilidad física. La separación en este momento clave de la interacción padres – hijo, puede traer graves consecuencias en el desarrollo del niño. Rápidamente se desarrollan en los padres sentimientos ambivalentes en relación a su hijo, con una gran dificultad para desencadenar un proceso de apego2. Es el equipo de salud quien va a cumplir las funciones de cuidado vital propias de los padres. La condición del niño y los procedimientos a los que es sometido, impiden el contacto con sus padres lo que puede provocar en estos reacciones de huida o rechazo. Si esta situación no es tomada en cuenta por los equipos de salud, puede poner en riesgo la función parental y provocar graves dificultades en la interacción a corto y largo plazo, no sólo en relación al recién nacido, sino también en relación con los otros hijos nacidos o por nacer. Entre los niños victimas de maltrato, 26% son prematuros3. El sufrimiento que enfrentan los equipos de salud ante un recién nacido enfermo suscita intensas reacciones emocionales, los profesionales están expuestos a sentimientos dolorosos y complejos muy próximos a los de los padres. El encuentro de los equipos tratantes con los padres puede ser también el origen de conflictos4. Diversos programas de intervención han sido desarrollados, tanto en norteamérica como en Europa, con el “CREANDO VÍNCULOS”. INCORPORACIÓN DE LAS VARIABLES PSICOSOCIALES A LA ATENCIÓN MÉDICA PERINATAL fin de brindar a los padres un soporte que les permita establecer tempranamente un vínculo afectivo con sus hijos5. A partir de estas experiencias, se ha constatado que el embarazo, parto y primeros meses de vida son momentos fecundos para este tipo de intervención6. Los equipos de salud están en una posición privilegiada para proporcionar a los padres una atención médica integral y continua que tome en cuenta las necesidades psicológicas y sociales tanto de los padres como de sus hijos, incorporando prácticas hospitalarias que faciliten el vínculo y formando redes de apoyo. Se ha comprobado también que en el caso de las familias en riesgo social, con historias de abandono, maltratos y rupturas, donde el embarazo muchas veces es una nueva situación de estrés, la experiencia de esperar y dar a luz a un hijo en un ambiente acogedor, estructurado y contenedor podría ser una experiencia reparadora. Cuanto más cuidado afectivo reciben los padres, éstos se muestran más receptivos y vinculados a su hijo7. Sobre la base de estos antecedentes resulta crucial para la promoción de la salud mental en Chile** aportar al diseño de modelos de intervención temprana que apunte a reforzar el vínculo padres-hijo, y a prevenir los trastornos del desarrollo que tienen su origen en los desórdenes relacionales tempranos. Es en este marco que como psicólogas clínicas, interesadas en el estudio y la investigación de las relaciones tempranas y su impacto en la salud mental, en el año 2004 tomamos contacto con el equipo de salud del Servicio de Neonatología del Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Estos profesionales tenían también gran interés y necesidad de incorporar aspectos psicológicos en su quehacer. Como Servicio se habían planteado el objetivo de: “Ser un Servicio centrado en la mejoría continua de la salud de los Recién Nacidos, integrando a los padres en este desafío y promoviendo el trabajo en equipo”***. Es en este contexto que en el año 2005 iniciamos un proyecto de investigación, cuyo objetivo es: Diseñar y validar un modelo de intervención replicable y transferible, que permita incorporar en la atención médica del recién nacido hospitalizado las variables psicológicas y sociales, con el fin de disminuir los riesgos de una hospitalización temprana y de favorecer un vínculo padres-hijo que brinde al niño una base segura para su desarrollo físico y emocional. MATERIAL Y MÉTODO Se utilizó una metodología cualitativa desde una perspectiva epistemológica de investigación acción. El proyecto consta de cuatro etapas: instalación, diagnóstico, capacitación en la acción (grupos vincularescurso teórico- experiencial), evaluación y validación. La primera etapa (diagnóstico participativo) se realizó durante el año 2005, con los objetivos de: 1) Conocer el perfil psicosocial de la población de usuarios del Servicio. 2) Conocer las expectativas, temores y necesidades de los padres respecto a la atención en el período perinatal. 3) Conocer las necesidades del equipo de salud con respecto a: la relación, atención y comunicación con los padres; la transmisión de información entre los diferentes profesionales y el trabajo interdisciplinario. Los instrumentos metodológicos utilizados en esta etapa fueron: entrevistas en profundidad, grupos de conversación y observaciones de la unidad en distintos momentos. Se trabajó con una muestra oportunística de beneficiarios: padres con bebé hospitalizado en el momento del diagnóstico y padres con bebé en policlínico de seguimiento, e integrantes del equipo de salud (Tabla 1). Tabla 1 Entrevistas Grupos Observaciones Equipo salud (19)* Padres recién nacido hospitalizado(6)** Padres seguimiento (4)*** Multiprofesional Médicos Matronas Técnicas Paramédicas Padres recién nacido hospitalizado Total: 5 Cambio de turno Hora visita padres mañana y tarde. Procedimientos Fin de semana Otro Total: 6 Total: 29 *4 médicos, 6 matronas, 4 técnicas paramédicas. Kinesiólogo, nutricionista, asistente social, secretaria y auxiliar de servicio. **3 mamás y 3 papás. ***3 mamás y 1 papá. **“Al menos 24% de los niños en primer año de enseñanza básica presentan trastornos psiquiátricos; 40% presenta conductas desadaptativas y probablemente una cifra cercana al 25% sufre algún grado de maltrato; al menos 15% de los adolescentes escolarizados del país consumen drogas” (Ministerio de Salud, 1999). ***Dr. Hugo Salvo, Jefe Servicio de Neonatología Hospital Luis Tisné Brousse. Reunión Clínica Abril 2006. 97 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 95-99 RESULTADOS El traslado desde el Hospital del Salvador al Hospital Dr. Luis Tisné Brousse, ha significado muchos cambios y la adaptación a este nuevo escenario ha sido dificultosa. En cuanto a las relaciones dentro del equipo de salud, todos los estamentos valoran el equipo humano que trabaja en forma cooperativa y con un excelente nivel técnico. Es un personal comprometido, un equipo de muchos años de servicio, afiatado, donde prima la colaboración, la confianza y el apoyo profesional. Todos los estamentos están de acuerdo que en situaciones críticas prima el apoyo y colaboración, así como también que el compromiso con su trabajo va más allá de lo técnico. Respecto a las relaciones con otros servicios, el equipo considera que es necesario buscar una relación más fluida entre Neonatología y Obstetricia, el personal percibe que a veces hay descoordinación. Se plantea la necesidad de coordinarse con el equipo de Alto Riesgo Obstétrico (ARO) con el fin de establecer un contacto previo con las madres: “Hay trabajo por hacer: El médico neonatólogo debe ir donde esas madres cuando estén cerca del parto y contarles de los riesgos posibles de su hijo, que permita a los padres ir preparándose y no ser para ellos unos desconocidos, con los que necesariamente vamos a tener que relacionarnos posteriormente” (médico). Finalmente aparece también la necesidad de una mejor coordinación con el Lactario y con la Asistente Social. El equipo de salud percibe a las mamás y a los papás (en adelante padres) de los recién nacidos hospitalizados como una importante fuente de conflicto. Los perciben “demasiado encima”, a los papás los sienten especialmente agresivos y en general no valoran su participación. Identifican en los padres distintos estados emocionales producto de la hospitalización de sus hijos, tales como, angustia, sensibilidad, miedo, desconfianza y susceptibilidad. Por su parte los padres, valoran la dedicación y el trabajo eficiente del personal de salud con sus hijos, pero sienten que falta mayor comprensión y humanidad a lo que ellos como padres están viviendo: “Me gusta la seguridad de los profesionales, saben su trabajo. Hay una buena atención, pero sólo de lo médico, nada afectivo, tanto de parte de los médicos como de las matronas” (mamá). Los padres valoran cuando se les da la oportunidad de contactarse con sus hijos: “No me olvidaré de 98 una auxiliar que me dejó tomar a mi hija por primera vez, gracias a su buena voluntad” (mamá). En la relación de los padres con sus hijos aparece en forma significativa la necesidad de contacto. Al consultar a los padres cuáles fueron los “mejores” momentos durante la hospitalización, ellos mencionan aquellos en que pudieron ver y tocar a sus hijos: “Cuando abrió los ojos por primera vez, sentí que era mi hija. Verle la mirada es como algo muy extraño, sentimiento de papá” (papá). “Espectacular, de otro mundo (la experiencia de ser padre), yo no me veía como papá, me ha costado asumir. Al verla todos los días y conversarle, tocarla por primera vez, meter las manos a la incubadora, tocarle la cabeza, hablarle” (papá). El poder ver a sus hijos en las primeras horas es altamente valorado por los padres, estos momentos son descritos como de intensa emoción, y muchas veces como una experiencia chocante. “Al preguntar por mi hija, me dijeron: está abajo…yo quería saber más…me quedé mirando el techo, no podía descansar, ganas de partir a buscarla. Me faltaba, fue tremendo. Al día siguiente volví a preguntar, la respuesta fue: es prematura, está en incubadora, partí a verla. Me dijeron su hija esta en la UTI, no puede pasar a verla, no es horario de visita. En la tarde, en la hora de visita, fuimos con mi marido, casi me dio ataque, estaba llena de tubos, con parches, con monitor” (mamá). Los padres atribuyen a sus hijos competencias, capacidad de reconocerlos y de reaccionar: “Ella me reconoce. La relación de la hija con la mamá es muy importante. Ella siente que la mamá esta con ella. Se ríe harto. No llora mucho, ha crecido. Los hijos se dan cuenta que están con uno” (mamá). El equipo de salud por su parte percibe a los recién nacidos como frágiles, vulnerables e indefensos. También reconocen en ellos la capacidad de reaccionar emocionalmente, de percibir y reconocer a otros. DISCUSIÓN Esta primera etapa de diagnóstico muestra un Servicio en etapa de cambios, no solo aparece el cambio desde el Hospital del Salvador, sino también un cambio en las relaciones. Se develan así las relaciones, entre el equipo, con los equipos de otros Servicios, con los padres y con los recién nacidos. Este cambio hace que aparezcan nuevas necesidades tanto en el equipo de salud, como en los usuarios: “CREANDO VÍNCULOS”. INCORPORACIÓN DE LAS VARIABLES PSICOSOCIALES A LA ATENCIÓN MÉDICA PERINATAL Necesidad de un cambio de ideas y conceptos en el equipo de salud respecto a la importancia de incorporar a los padres. Necesidad de desarrollar habilidades comunicacionales, que permitan establecer una mejor relación entre el equipo de salud y los padres, se enfatiza esta necesidad especialmente en la entrega de información y en situaciones críticas tales como: cuando los padres se ponen agresivos y el personal se “siente invadido y maltratado”, en situaciones de agravamiento y duelo. Necesidad de un espacio físico para recibir a los padres que les permita dar acogida y poder tener una conversación tranquila. Necesidad de un cambio en las prácticas que considere las necesidades psicológicas de los recién nacidos y sus padres. Necesidad de apoyo psicológico para el equipo, de contar con un espacio para compartir las experiencias del trabajo cotidiano, un espacio de reflexión, acompañamiento y contención. Los padres, expresan abiertamente que requieren el apoyo por parte del personal para poder participar con su hijo y estar más integrados en los cuidados de éste. Aparece la necesidad de recibir información en forma oportuna y cotidiana. Enfatizan la importancia de la información especialmente en los primeros momentos después del nacimiento, antes de la primera visita, cuando hay cambios en el estado de los niños, o se van a realizar procedimientos y antes del alta. Constatamos también que durante el período de hospitalización los padres se reúnen y colaboran entre sí en forma espontánea. Ellos manifiestan también la necesidad de apoyo psicológico, sugieren un apoyo emocional en grupo. Se destaca la enorme necesidad de mayor contacto con sus hijos. “Sentirla en la piel, uno necesita sentir el olor de sus crías” (mamá). Las percepciones y necesidades tanto del equipo de salud, como de los padres apuntan a un cambio en las prácticas de la atención médica del recién nacido, que es percibido ya no como un paciente “aislado” en su incubadora, sino como un ser en “relación”. Este cambio en las prácticas será posible sólo a partir de un proceso de colaboración interdisciplinaria. La tercera etapa del proyecto apunta a sentar las bases de esta colaboración, a través de la capacitación del equipo de salud en los conocimientos y destrezas necesarias para la incorporación de las variables psicológicas y sociales a la atención médica. REFERENCIAS 6. INSTITUTE FOR PUBLIC POLIICY RESEARCH. Londres. Ippr Junio 2003. Disponible en www.ippr.org.uk 7. MOLÉNAT F. « Naissances: pour une éthique de la prevention. Prévention en maternité.Une manière de penser ensemble » Éditions Érès, 2001. 1. BEDEGRAL P, PARDO M. “Desarrollo Infantil Temprano.” Serie reflexiones: Infancia y Adolescencia. Nº 1. Abril 2004. UNICEF. Disponible en www.unicef.cl 2. MAURY M, « Interventions psychothérapeutiques auprès des bèbès et leurs parents à l’hopital » En: Guedeney A., Lebovici S. Interventions psychothérapeutiques parents-jeunes enfants. Paris: Ed. Masson.1997 3. MARCELLI D; DE AJURIAGAUERRA J. Manual de Psicopatología del niño. Ed. Masson.1996. 4. DRUON C. «Quand l’ enfant nait prèmaturement» En: Geissmann et Houzel. L`enfant ses parents et le psychanalyste. Paris, Bayard 2003. 5. BEDREGAL P, «Eficacia y efectividad en la atención temprana entre 0 y 4 años.” Junio 2006. Disponible en www.expansiva.cl. Agradecimientos: Al Dr. Julio Montt V., Director del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Al Dr. Enrique Hering, quien nos apoyó en los inicios de este proyecto. Al Dr. Hugo Salvo, Jefe del Servicio de Neonatología, Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. A los médicos, matronas, kinesiólogos, nutricionistas, personal paramédico y administrativo, del Servicio de Neonatología del Hospital Dr. Luis Tisné Brousse, que han participado en la implementación del proyecto y en la etapa diagnóstica. Agradecemos especialmente a los padres que participaron en las entrevistas y en los grupos. 99 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 100-104 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Reducción mamaria con técnica de pedículo inferior. Evaluación de la satisfacción de las pacientes de la Unidad de Mastología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Bárbara Aguilera R, Paula Escobar O, Paola Ruiz de Viñaspre A, Alonso Uribe O, Miguel Celis M, Paula Gavilán L*, María Paz Orellana V*, Jorge Alvarado Ch.* RESUMEN En los primeros tres años de trabajo de la Unidad de Mastología del Hospital Santiago Oriente (2002 al 2005), se realizaron cincuenta y siete mamoplastías de reducción a pacientes beneficiarias de nuestro Servicio. Se hizo una encuesta de satisfacción a las pacientes destacando el alto porcentaje de ellas que considera los resultados como excelentes o muy buenos. Palabr as clave: hipertrofia mamaria, mamoplastía de reducción, satisfacción. SUMMARY Fifty seven reduction mammaplasties were performed during the first three years of the Breast Unit at Hospital Santiago Oriente from 2002 to 2005. A satisfaction survey showed a high percentage of patients who considered the results to be excellent or very good. Key words: breast hypertrophy, reduction mammaplasty, satisfaction. INTRODUCCIÓN L a hipertrofia mamaria (HM) o macromastia es reconocida desde hace varias décadas como una condición mórbida que requiere manejo quirúrgico. Sin embargo, tanto su definición como los criterios que permiten objetivar la indicación de corrección quirúrgica, han sido motivo de controversia dado el carácter subjetivo de la morbilidad física y psicológica asociada1. Se ha definido HM como una condición patológica que puede producir una alteración anatómica de Unidad de Patología Mamaria, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, Universidad de Chile. *Internos de Medicina. Correspondencia: barbara.aguilera@gmail.com 100 la columna y de los hombros, un deterioro funcional respiratorio, un desajuste psicológico o psiquiátrico y un menoscabo de la relación social2. La necesidad de tratamiento quirúrgico se ha intentado objetivar según la masa de tejido removido de cada mama (350 grs) y según la proporción de la glándula respecto del peso o el área corporal de la paciente, sin embargo, hasta la fecha no existe un método de evaluación preoperatoria objetivo consensuado3. La mamoplastía de reducción (MR) es un procedimiento quirúrgico cada vez más frecuente en la práctica de la mastología. Está bien establecido en la literatura que mejora significativamente el dolor de los hombros, cuello, espalda y mamas, reduce el surco de los hombros producido por el tirante del sostén, los intértrigos bajo la mama, la cefalea y el REDUCCIÓN MAMARIA CON TÉCNICA DE PEDÍCULO INFERIOR. DE LA UNIDAD dolor y rigidez en las manos. En la esfera psicológica y social elimina las dificultades para practicar deportes, facilita la elección del vestuario y mejora la autoimagen4-8. Pousson y Verchere9 fueron los primeros en describir una técnica quirúrgica de reducción del tamaño de las mamas, en 1915. Desde 1920 se han descrito múltiples técnicas quirúrgicas. La más difundida en la literatura es la técnica de pedículo inferior que es la que se realiza mayoritariamente en nuestra unidad dado los volúmenes mamarios con que se presentan nuestras pacientes10 (Figura 1) . Esta técnica consiste en eliminar los excedentes de piel y tejido mamario de los polos superiores y laterales de las mamas, mantenieniendo el complejo areola-pezón anclado a un pedículo en la porción inferior de la glándula que lo suple con la irrigación necesaria proveniente de la pared toráxica. Este tipo de operación es la más utilizada cuando se requiere resecar gran catidad de tejido salvaguardando la indemnidad vascular del pezón (Figura 2). La falta de inclusión de esta patología entre las prestaciones de las Isapres y la prácticamente nula atención de ésta según los aranceles FONASA, sumado a las características de nuestra población beneficiaria, plantean para nuestra unidad el aliciente adicional de entregar una solución a un grupo de mayor vulnerabilidad desde el punto de vista psicológico y social. El objetivo de la presente revisión es dar a conocer la experiencia de nuestra unidad en el manejo quirúrgico de esta patología poniendo especial interés en conocer la percepción de satisfacción de las pacientes operadas, con el resultado obtenido. MATERIALES DE MASTOLOGÍA DEL EVALUACIÓN DE LA SATISFACCIÓN DE LAS PACIENTES HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE Figura 1. Preoperatorio: gran volumen mamario y ptosis severa bilateral. Y MÉTODO Se revisó en forma retrospectiva las fichas de las pacientes sometidas a MR entre agosto del 2002 y julio del 2005 en la unidad de mastología. Se aplicó entre febrero y marzo del 2006 una breve encuesta telefónica (Figura 3) Los datos obtenidos fueron sistematizados en una planilla excel para su análisis. RESULTADOS Se realizó un total de 57 MR en el período de tres años (agosto 2002- julio 2005) La media de edad de las pacientes fue de 37 años con rango de 18-59 años. Los motivos de consulta espontáneamente referidos se resumen en la Tabla 1. Figura 2. En punteado:pedículo inferior y en achurado: tejido a resecar. Entre los más frecuentes destaca el dolor de espalda, especialmente referido a la zona dorsal y lumbar y asociado a alteraciones de la postura con exacerbación de la xifosis dorsal fisiológica y de la lordosis lumbar. Destaca también la imposibilidad o dificultad para conseguir ropa interior de su talla o que satisfaga sus deseos estéticos y el surco en los hombros producido por el tirante del sostén. Dentro de las complicaciones postoperatorias, destaca por su alta frecuencia, la dehiscencia parcial de la herida operatoria, especialmente en la zona 101 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 100-104 Nombre _____________________________________________________ RUT: _____________________ 1. Teléfono: ______________________ Califique su sensación de satisfacción con el resultado obtenido después de la cirugía 1 2 3 4 5 6 Muy disconforme con el resultado 2. 3. 4. 5. 6. 7 Muy satisfecha Talla de sostén Antes de la cirugía _________________________ Después de la cirugía ______________________ Tiempo completo licencia médica postoperatoria __________________________________ Tiempo completo que demoró hasta que se consideró sana _________________________ Embarazo y lactancia postoperación ______________________________________________ Se operaría de nuevo o recomendaría esta operación a una amiga ___________________ a. SI b. NO Figura 3. Encuesta telefónica cercana a la sutura cutánea del triángulo inferior, complicación que se describe en 12 pacientes -en sólo una de ellas fue de tal magnitud que requirió injerto cutáneo-. Cinco pacientes presentaron infección postoperatoria; una, un seroma que evolucionó a absceso y cuatro, infecciones de herida operatoria. Tres pacientes presentaron remanente cutáneo tipo “orejas de perro” que requirió corrección quirúrgica posterior y una paciente presentó un hematoma bilateral. El resumen de las complicaciones postoperatorias se ve en la Tabla 2. Respecto de los síntomas postoperatorios, cuarenta y nueve pacientes fueron catalogadas como asintomáticas en la evolución escrita del último control que figura en sus fichas. Tres pacientes refieren sintomatología relacionada con la herida operatoria. Una paciente refiere dolor en relación a la zona operatoria. Una, asimetría mamaria y tres: sintomatología por patología sobreagregada: nódulos o quistes de novo. La encuesta telefónica fue aplicada a 23 pacientes durante el mes de marzo del 2006. Fue diseñada para ser breve y evaluar en una modalidad semicuantitativa con una escala familiar para las pacientes, la percepción del resultado definitivo transcurridos entre ocho meses y tres años desde la fecha de operación (escala de 1 a 7, siendo siete: Excelente, muy satisfecha, 6: Muy bueno, 5: Bueno, 4: Suficiente, 3: Insuficiente, 2: Insatisfactorio, 102 1: Completamente Insatisfactorio, muy disconforme con el resultado). En un intento similar de cuantificar la satisfacción se les preguntó a las pacientes si se volverían a operar o recomendarían la cirugía a una amiga, encontrándose 100% de concordancia entre ambas preguntas relacionadas a la satisfacción con el resultado. Los resultados de la encuesta aplicada por teléfono se resumen en la Tabla 3. Sólo una paciente no refiere disminución de la talla de copa de sostén utilizado antes y después de la cirugía, sin embargo, catalogó el resultado como muy bueno. El resto refiere haber disminuido entre una y tres tallas de copa de sostén. Sólo una minoría de las pacientes requirió licencia médica por tratarse de dueñas de casa o trabajadoras sin contrato, pero al ser consultadas por el tiempo que ellas consideraron hasta la curación completa, éste varió entre siete días hasta un año, explicándose los períodos más prolongados por complicaciones postoperatorias, con un promedio de 58 días para recuperar la actividad normal (Figura 4). DISCUSIÓN Destacamos el alto porcetaje de pacientes que evalúa los resultados de la cirugía como excelente o muy bueno, lo que es comparable al 80% de las pacientes REDUCCIÓN MAMARIA CON TÉCNICA DE PEDÍCULO INFERIOR. DE LA UNIDAD Tabla 1. Motivos de consulta más frecuentes Dolor de espalda Alteración postura Relacionados con la ropa Nódulo palpable Otros, no especifica 76% 14% 17% 10% 14% Tabla 2. Frecuencia de complicaciones postoperatorias Complicaciones % Dehiscencia parcial de la herida operatoria 12/ 57 Infección postoperatoria 5/57 Remanente cutáneo 3/57 Queloide herida operatoria 4/ 57 Hematoma bilateral 1/57 21,0 8,7 5,0 7,0 1,7 Tabla 3. Evaluación subjetiva del resultado de la cirugía en escala del 1 al 7 7 6 5 4 2 1 Evaluación del resultado obtenido Nº Excelente, muy satisfecha con el resultado obtenido Muy Bueno Bueno Suficiente Insatisfactorio Resultado muy insatisfactorio 12 6 3 0 1 1 % 52,0 26,0 13,0 0,0 4,3 4,3 DE MASTOLOGÍA DEL EVALUACIÓN DE LA SATISFACCIÓN DE LAS PACIENTES HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE que están satisfechas o muy satisfechas con los resultados, en la literatura internacional. El alto porcentaje de pacientes asintomáticas al momento del último control registrado en la ficha, también es comparable con el 90% de pacientes cuyas molestias funcionales y psicológicas desaparecen en el postoperatorio según la literatura11. Desde el punto de vista clínico sorprende el alto porcentaje de satisfacción, sobre todo si se pone en la perspectiva del porcentaje de complicaciones, que en nuestra serie sobrepasa el 15,7% de tasa global publicado. La serie más numerosa disponible en la literatura (2.700 pacientes), da cuenta de una incidencia global de complicaciones 6.1%12 y otra serie con 799 pacientes muestra una tasa global de 21.5%13. El tipo de complicaciones se repite en todas las publicaciones y en nuestra serie, siendo la situación más frecuente la dehiscencia parcial de la sutura de la piel. Aparentemente la intensidad de los síntomas preoperatorios sobrepasa con creces a la intensidad o gravedad de las complicaciones postoperatorias, lo que derivaría en el alto porcentaje de satisfacción. Con respecto a las pacientes que evaluaron el resultado como insatisfactorio, nos parece que existieron expectativas poco realistas en relación al resultado obtenible según la situación particular. Una de ellas se presentó con hipertrofia y ptosis mamaria bilateral severa, se le extirpó una gran cantidad de tejido (1342 y 1332 grs), y evolucionó con una dehiscencia extensa atribuible a la dificultad técnica del caso, que fue solucionada con injerto. En la otra paciente, creemos haber conseguido un buen resultado cosmético y sin complicaciones, y por lo tanto nos sorprende su mala evaluación. Esto nos ha enseñado a explicar cada vez más detalladamente los riesgos y complicaciones de la cirugía, como así también, a ser más específicos respecto de las metas individuales a lograr. Al momento de la encuesta telefónica, sólo 23 de las 57 pacientes se encontraron ubicables en los teléfonos registrados en sus fichas lo que revela la alta frecuencia de cambio de domicilio entre nuestras pacientes (la mayoría por razones laborales), factor que debe ser considerado en futuros trabajos. Figura 4. Transcurrido un mes postoperatorio, luego de la extracción de 700-800 grs de tejido en cada mama. 103 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 100-104 REFERENCIAS 1. Clinical Outcomes in Reduction Mammaplasty: A Systematic Review and Meta-analysis of Published Studies. Chadbourne, Elenie B. et al. Mayo Clin Proc. 2001 May; 76(5):503-10 2. IRIBARREN B, OSVALDO. Mamoplastia reductora de hipertrofia mamaria: Técnica vertical. Cuad. cir. (Valdivia), dic. 2003, Vol. 17, No. 1, pp. 30-36. ISSN 0718-2864. 3. SCHNUR PL, HOEHN JG, ILSTRUP DM, CAHOY MJ, CHU CP. Reduction mammaplasty: cosmetic or reconstructive procedure? Ann Plast Surg. 1991;27:232-237. 4. DAVIS GM, RINGLER SL, SHORT K, SHERRICK D, BENGTSON BP. Reduction mammaplasty: long-term efficacy, morbidity, and patient satisfaction. Plast Reconstr Surg. 1995;96:1106-1110. 5. GOIN MK, GOIN JM, GIANINI MH. The psychic consequences of a reduction mammaplasty. Plast Reconstr Surg. 1977;59:530-534. 6. GLATT BS, SARWER DB, O’HARA DE, HAMORI C, BUCKY LP, LAROSSA D. A retrospective study of changes in physical symptoms and body image after reduction mammaplasty. Plast Reconstr Surg. 1999;103:76-82. 104 7. SCHNUR PL, SCHNUR DP, PETTY PM, HANSON TJ, WEAVER AL. Reduction mammaplasty: an outcome study. Plast Reconstr Surg. 1997;100:875-883. 8. GONZALEZ F, WALTON RL, SHAFER B, MATORY WE JR, BORAH GL. Reduction mammaplasty improves symptoms of macromastia. Plast Reconstr Surg. 1993;91:1270-1276. 9. BERG A, STARK B, MALEC E. Reduction mammaplasty: a way helping females with neck, shoulder and back pain symptoms. Eur J Plast Surg. 1994;17:84-86. 10. WALLACE WH, THOMPSON WO, SMITH RA, BARRAZA KR, DAVIDSON SF, THOMPSON JT. Reduction mammaplasty using the inferior pedicle technique. Ann Plast Surg. 1998;40:235-240. 11. JONES SA, BAIN JR: Review of data describing outcomes that are used to assess changes in quality of life after reduction mammaplasty. Plast Reconstr Surg 2001; 108: 62-7 12. PITANGUY I: Mamoplastia reductora con retallo superior em hipertrofia mamaria. Rev Bras Cir 1984; 74: 265-84 13. MENKE H, EISENMANN-KLEIN M, OLBRISCH RR, EXNER K: Continuous quality management of breast hypertrophy by the German Association of Plastic Surgeons: a preliminary report. Ann Plast Surg 2001; 46: 594-8 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 105-108 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Engrosamiento endometrial. Resultado de estudio por histeroscopía quirúrgica Alejandra Catalán B1, Diego Masoli I 1. Jaime Corvalán A1, Karen García Aª, María Godoy Vª , Valeria Pantoja Cª RESUMEN Se analizan 98 pacientes con diagnóstico ecográfico de engrosamiento endometrial, evaluadas posteriormente por histeroscopía diagnóstico quirúrgica, revisando la incidencia local de la patología endometrial. La edad promedio fue de 54 años, con un rango entre 26 y 85 años. Se dividen al analizar los datos en pre y postmenopáusicas con y sin metrorragia. Destacan 3 casos de adenocarcinoma, todos en pacientes postmenopáusicas sintomáticas y que la patología endometrial benigna ocupa los mayores porcentajes en todos los subgrupos. Se discute este procedimiento como prueba diagnóstica en pacientes de bajo riesgo. Palabr as clave: histeroscopía, engrosamiento endometrial, adenocarcinoma, SUMMARY We analized 98 patients with ultrasonographic diagnosis of endometrial thickening and later evaluated by diagnostic-surgical hysteroscopy, assessing the local incidence of the endometrial pathology. The median age was 54 years old with a range of 26 and 85 years old. The groups are divided in pre and postmenopausal, with or without abnormal uterine bleeding. We emphasize the diagnosis of three cases of endometrial adenocarcinoma, all in postmenopausal and symptomatic patients and that the benign endometrial pathology occupies the biggest percentages in every group. We discuss about this procedure as a diagnostic test in low risk patients. Key Words: hysteroscopy, endometrial thickening, adenocarcinoma INTRODUCCIÓN E l estudio de la patología endometrial es una de las situaciones más frecuentes que se encuentra en la consulta ginecológica, de ahí su importancia en el número de investigaciones, publicaciones y revisiones al respecto. 1 Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología. Unidad de Endoscopía, Hospital Dr. Luis Tisné B., Universidad de Chile. ª Internas de Medicina. Facultad de Medicina. Sede Oriente. Universidad de Chile. El estudio del engrosamiento endometrial va dirigido principalmente a descartar o en su defecto confirmar la patología del endometrio, con especial énfasis en el reconocimiento precoz del cáncer. Se define como grosor endometrial el ancho de ambas superficies anterior y posterior del endometrio y cuando se mide uno de los lados, el valor se dobla1. Utilizando un grosor de 5 mm, la sensibilidad para detectar cualquier patología endometrial es del 92% y del 96% para cáncer de endometrio. La especificidad es baja y lo es aún más en pacientes con terapia de reemplazo hormonal1. Revisiones recientes confirman el uso de la ecografía transvagi- 105 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 105-108 nal como instrumento útil para excluir patología endometrial cuando el límite de grosor se usa en 5 mm2. Se ha revisado en la literatura el estudio histológico endometrial por aspiración posterior a ecografía transvaginal como método de screening para detectar patología endometrial3,4. La histeroscopía se considera en la actualidad la mejor prueba para el diagnóstico de la patología endometrial5. Esta revisión busca objetivar en nuestro servicio la incidencia de patología endometrial en pacientes pre y posmenopáusicas con diagnóstico ecográfico de engrosamiento endometrial mediante el estudio histológico posterior a la histeroscopía. MATERIALES Y MÉTODOS Se incluyeron retrospectivamente 98 pacientes con diagnóstico ecográfico de engrosamiento endometrial, entre octubre de 2002 y octubre de 2005 en el Servicio Obstetricia y Ginecología del Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Todas estas pacientes fueron evaluadas posteriormente por histeroscopía diagnóstico quirúrgica, lo que permitió en el mayor de los casos extraer una muestra endometrial para estudio anátomo patológico y en otros para resolución de la patología endometrial. A las pacientes ingresadas al estudio histeroscópico se les realizó previamente una ecografía transvaginal por ecografistas del servicio, las que cumplían con criterios de engrosamiento endometrial según la conclusión de ésta. Se utilizó Misoprostol 200 µg vía oral en todas las pacientes, 8 a 12 horas previo al procedimiento, según sugerencia de trabajos internacionales6,7. La anestesia fue regional en la mayoría de los casos. Se realizó distensión de la cavidad uterina con Glicina 1,5% a caída libre, utilizando un resectoscopio con óptica histeroscópica quirúrgica Karl Stortz de 30º y 4 mm con funda de 8,7 mm para sistema de flujo continuo y canal de trabajo. El asa quirúrgica se utilizó a ± 60 W. Durante el procedimiento, se evaluó detalladamente la cavidad uterina, en todos los procedimientos se objetivó el balance hídrico y se enviaron a biopsia todas las muestras extraidas. En los casos en que se evidenció patología endometrial benigna (pólipos y miomas submucosos) se procedió a su resolución quirúrgica durante el mismo procedimiento. Se analizaron tanto variables epidemiológicas, clínicas y del acto operatorio, relacionándolas con el resultado de la histopatología. Para facilitar el análisis 106 y aplicación de los resultados se dividen las pacientes en pre y postmenopáusicas, y en cada uno de los grupos se hace la diferencia entre pacientes con y sin metrorragia. Los datos fueron procesados mediante Excel versión 2003 obteniendo los promedios, porcentajes y la desviación estándar en cada una de las variables numéricas analizadas. RESULTADOS De las 98 pacientes la edad promedio fue de 54 años, con un rango entre 26 y 85 años, 63 pacientes (64%) eran postmenopáusicas y 35 pacientes (36%) premenopáusicas. Del grupo de las premenopáusicas 76% (26 pacientes) presentaban metrorragia como síntoma evaluado. En el resultado histológico posthisteroscopía la mayoría (15/26) correspondió a pólipos endometriales (Tabla 1). Similar resultado histológico destaca en las 9 pacientes que no presentaban síntomas, cuyo estudio histeroscópico fue posterior al hallazgo ecográfico (Tabla 2). De las pacientes postmenopáusicas el rango de edad fue de 49 a 85 años con un promedio de 61 años; la metrorragia, como síntoma principal a evaluar, se presentó en 33 pacientes (52%) y de éstas el mayor porcentaje, 58% (19/33) correspondía a pólipos endometriales, destacando en el Tabla 1. Resultado histológico de las pacientes sintomáticas (metrorragia) premenopáusicas evaluadas mediante histeroscopía diagnóstico quirúrgica Pólipo endometrial Endometrio secretor Endometrio proliferativo Hiperplasia endometrial simple Sin biopsia (endometrio sin lesiones) Total 15 5 3 2 1 26 Tabla 2. Resultado histológico de las pacientes asintomáticas premenopáusicas evaluadas mediante histeroscopía diagnóstico quirúrgica Pólipo endometrial Leiomioma Endometrio proliferativo Total 6 2 1 9 ENGROSAMIENTO ENDOMETRIAL. resultado histológico posterior 3 casos de adenocarcinoma (Tabla 3). De las 30 pacientes en que el engrosamiento endometrial fue sólo un hallazgo ecográfico 24 (80%) correspondían a pólipo endometrial y 1 caso a hiperplasia endometrial, sin destacar ninguna otra patología endometrial en este subgrupo. Hubo 5 casos en que se decidió no tomar biopsia posterior a una inspección rigurosa y sin evidenciarse ninguna zona sospechosa de patología endometrial en que sólo destacaba una gran atrofia del endometrio (Tabla 4). Respecto a las complicaciones hubo 3 perforaciones uterinas, de las cuales solo una requirió laparotomía exploradora para su reparación (miorrafia) y una paciente presentó una bradiarritmia como complicación postoperatoria inmediata con asistolia recuperada, sin complicaciones posteriores. DISCUSIÓN La histeroscopía quirúrgica es el procedimiento estándar aceptado para el manejo de lesiones intrauterinas benignas y en la actualidad se considera el mejor examen para el diagnóstico de la patología endometrial; sin embargo hay estudios que muestran resultados muy contradictorios. Clark5 realiza una búsqueda de los trabajos más relevantes entre 1984 y 2001 respecto a la precisión de la histeroscopía en el diagnóstico del sangrado uterino anormal encontrando más de 3.000 trabajos incluyendo una vez hecha la selección a 26.346 pacientes, al compararlos destaca una mayor variación en las sensibilidades que en la especificidad, destacándose una sensibilidad media para cáncer de endometrio de 86% y una especificidad del 99%. El sangrado uterino anormal es el principal síntoma que decide cuál es la paciente que debe ir a un estudio histológico, sin embargo con el gran número de ecografías transvaginales que se realizan hoy en día como parte de los controles ginecológicos o por alguna otra causa, cada vez es más frecuente el encontrar como hallazgo ecográfico el engrosamiento endometrial en pacientes asintomáticas, y es en esta situación que nos vemos enfrentados a determinar si corresponde o no el realizar un procedimiento, a veces invasivo, para estudiar el endometrio, siendo indudablemente el descarte o confirmación del cáncer endometrial la causa principal que motiva el estudio. Es así como en una Conferencia de Consenso del 2001 se concluye que un endometrio mayor de 5 mm., en la postmenopausia y sin terapia de reemplazo hormonal, debe ser considerado anormal, RESULTADO HISTOLÓGICO DE ESTUDIO POR HISTEROSCOPIA QUIRÚRGICA Tabla 3. Resultado histológico de las pacientes sintomáticas (metrorragia) postmenopáusicas evaluadas mediante histeroscopía diagnóstico quirúrgica Pólipo endometrial Pólipo endometrial + leiomioma Leiomioma Hiperplasia simple sin atipias Endometrio secretor Adenocarcinoma endometrial Sin biopsia (endometrio sin lesiones) Total 19 2 2 2 3 3 2 33 Tabla 4. Resultado histológico de las pacientes asintomáticas postmenopáusicas evaluadas mediante histeroscopía diagnóstico quirúrgica Pólipo endometrial Hiperplasia endometrial simple Sin biopsia (por endometrio atrófico sin lesiones) Total 24 1 5 30 pero que se necesitan urgentemente estudios de mayor calidad para confirmar este punto de corte8. Al evaluar la utilización de la ecografía transvaginal como técnica de screening para patología endometrial en pacientes postmenopáusicas asintomáticas, se encuentra en la literatura un estudio del 2001 donde se biopsiaron 1792 pacientes con estas características; 1750 de estas pacientes presentaban un grosor endometrial menor o igual a 6 mm y sólo una mostró adenocarcinoma en el resultado histopatológico, al biopsiar las pacientes con endometrios mayores a 6 mm (42 pacientes) se diagnosticó sólo un cáncer endometrial en una paciente con grosor endometrial de 9 mm, correspondiendo la mayoría de los casos a “endometrios benignos”3. Smith-Bindman publicó en el 2004 un estudio de cohorte cuyo objetivo es tratar de determinar el punto de corte en el grosor endometrial que debe incitar a biopsiar a una mujer postmenopáusica sin sangrado vaginal, concluyendo que 11 mm debería ser este punto, dado que aumenta a 6.7% el riesgo de cáncer endometrial cuando el grosor es mayor a esta medida9. Al comparar estos reportes con nuestros resultados destaca la falta de evidencia respecto al grosor endometrial en pacientes postmenopáusicas asintomáticas, sin embargo a pesar del número pequeño de pacientes postmenopáusicas asintomáticas con engro- 107 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 105-108 samiento endometrial tanto en los trabajos citados como el nuestro, creemos que dada la evidencia disponible, es recomendable estudiar el endometrio, lo que deberá ser explicado y discutido con la paciente, dentro de las posibilidades, respecto a los riesgos y beneficios de un procedimiento posterior. Destaca que no encontramos cáncer endometrial en este subgrupo de pacientes y lo reportado en la literatura es muy bajo, es así que no nos parece descabellado el sugerir un control ecográfico posterior como una de las posibilidades del estudio y seguimiento cuando no es factible por alguna causa particular el realizar un estudio histológico del endometrio, dado que las características de esta patología, de ser efectivamente un cáncer, el endometrio tenderá posteriormente a un mayor engrosamiento o se manifestará con sangrado, lo que hará imperante en ese momento un estudio biópsico, recordando que este cáncer por sus características frecuentemente se presenta en etapas iniciales, lo que da la mayoría de las veces un muy buen pronostico con gran tendencia a la curación, además la mayoría de los casos (95%80%) se presenta en pacientes con metrorragia. Por otro lado, al analizar los engrosamientos endometriales en pacientes sintomáticas, que han presentado metrorragia, destaca en el subgrupo de las postmenopáusica encontrar cáncer endometrial en cerca de 10% de ellas, lo que a diferencia del subgrupo referido anteriormente, es fundamental determinar el diagnóstico con una muestra histológica obtenida con una buena prueba diagnóstica, y es acá donde la histeroscopía ha mostrado ser el mejor método de estudio que se dispone actualmente. Además, en el caso de evidenciarse patología benigna endometrial durante el mismo procedimiento se nos da la posibilidad resolutiva de ésta, donde sin duda la mayor beneficiada será la paciente. REFERENCIAS 5. CLARK TJ, VOIT D, GUPTA JK, HYDE C, ET AL. Accuracy of hysteroscopy in the diagnosis of endometrial cancer and hyperplasia: a systematic quantitative review. JAMA. 2002 Oct 2;288(13):1610-21. 6. PREUTTHIPAN S, HERABUTYA Y. 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Ultrasonographic endometrial thickness for diagnosing endometrial pathology in women with postmenopausal bleeding: a meta-analysis. Acta Obstet Gynecol Scand. 2002 Sep;81(9):799-816. 3. FLEISCHER AC, WHEELER JE, LINDSAY I, ET AL; An assessment of the value of ultrasonographic screening for endometrial disease in postmenopausal women without symptoms. Am J Obstet Gynecol. 2001 Jan;184(2):70-5. 4. ARCHER DF, MCINTYRE-SELTMAN K, WILBORN WW JR, ET AL. Endometrial morphology in asymptomatic postmenopausal women. Am J Obstet Gynecol. 1991 Aug; 165(2):317-20. 108 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 109-112 ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN Etapificación quirúrgica en carcinosarcoma uterino: Experiencia en la Unidad de Oncología Ginecológica del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Bárbara Aguilera R1, Miguel A Celis M 1, Clemente Arab E1, Fancy Gaete V2, Lorena Espinoza U 2, Javier Ilabaca S3 RESUMEN Se presenta una breve revisión bibliográfica y el análisis clínico- epidemiológico de 10 casos de carcinosarcomas manejados por la Unidad de Oncología Ginecológica desde agosto del 2002 a Mayo 2006. Destacamos el alto porcentaje de etapificación quirúrgica completa, lo que podría a futuro entregar información valiosa con respecto a los factores pronósticos. Palabr as clave: Carcinosarcoma, Tumor mülleriano mixto maligno. SUMMARY We performed a bibliographic review and a retrospective analysis of 10 Uterine Carcinosarcoma at the Gynecologic Oncology Unit of Santiago Oriente Hospital, from August 2002 to May 2006. We emphasize the high percentage of complete surgical staging, that may give valuable information regarding prognostic factors for this disease. Key words: Carcinosarcoma, Malignant mixed müllerian tumors. INTRODUCCIÓN L os sarcomas uterinos representan entre el 4-9% de todos los cánceres del cuerpo uterino1. La incidencia anual en EE.UU varía entre 0.9 y 4.7 en 100.000 mujeres2. En Chile no existen datos con respecto a su incidencia y mortalidad. 1 Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Unidad de Oncología Ginecológica. 2 Unidad Anatomía Patológica Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. 3 Becado de Obstetricia y Ginecología. Universidad de Chile. Correo de contacto: barbara.aguilera@gmail.com La vía de diseminación hematógena, junto al elevado porcentaje de incidentalidad, han hecho de la etapificación quirúrgica en sarcomas uterinos motivo de controversia. Desde la década de los 80, se ha considerado a carcinosarcoma como una entidad diferente al leiomiosarcoma3. Carcinosarcoma representa entre el 40-50% de los sarcomas uterinos. Se estiman entre 1.000-1.500 casos nuevos cada año en EE.UU. Se presentan principalmente en mujeres postmenopáusicas, con una mediana de edad de 62 años. Los factores de riesgo son similares al carcinoma endometrial4. 109 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 109-112 Su componente glandular maligno, no sólo hace que manifiesten metrorragia como síntoma principal, sino que además, mejora el rendimiento de las biopsias preoperatorias. En la serie de Costa et al, del total de carcinosarcomas, el 59% correspondió a Etapas I y II5. La población celular bifásica del carcinosarcoma, ha producido interrogantes con respecto a su origen celular. Basado en estudios moleculares e inmunohistoquímicos se sostiene el origen monoclonal del carcinosarcoma a partir del endometrio6. Ello ha llevado a clasificarlo como un subtipo de cáncer de endometrio denominándolo Carcinosarcoma Endometrial. Sin embargo, su pronóstico es más ominoso cuando se compara con las variantes no endometrioide y endometrioide G3 del cáncer de endometrio7. El GOG realizó una evaluación clínico-patológica de los carcinosarcomas en Etapas clínicas I-II entre 19791988. La cifra de recurrencia para carcinosarcoma en Etapas I y II fue de 53%8. La sobrevida global a 5 años para todas las Etapas es de 26-34%9-11. Basado en lo anterior, algunos autores proponen el uso de quimioterapia y radioterapia como terapia adyuvante. El estudio del Gynecologic Oncology Group (GOG) que evaluó la adyuvancia con cisplatino/ ifosfamida en carcinosarcomas Etapas I y II, no seleccionó pacientes con etapificación quirúrgica completa12. La falta de información con respecto al compromiso nodal incorpora etapas IIIC en el grupo de estudio, afectando por consiguiente los resultados. Este alcance fue comunicado al editor del Gynecologic Oncology en marzo del 2005. En esa línea, la cirugía etapificadora en carcinosarcoma, es una oportunidad para conocer los factores pronósticos y poder evaluar las terapias complementarias en ensayos bien diseñados. MATERIAL Diez pacientes fueron ingresadas con el diagnóstico de carcinosarcoma endometrial y atendidas por la Unidad de Oncología Ginecológica desde agosto del 2002 hasta mayo del 2006. El rango de edad fue entre 52-77 años con un promedio de 68,3 años. Todas las pacientes con carcinosarcoma fueron diagnosticadas en la postmenopausia. Ocho de las diez pacientes manifestó como motivo de consulta inicial la metrorragia y en ellas siempre se contó con biopsia preoperatoria, lo que derivó en que no existen pacientes ingresadas por diagnóstico quirúrgico incidental en este grupo. Las restantes dos, consultaron por masa pélvica. Todas las pacientes de este grupo fueron operadas por médicos de la unidad. Ocho fueron sometidas a etapificación quirúrgica completa que incluyó: histerectomía total Piver I, salpingooforectomía bilateral, citología peritoneal, omentectomía, linfadenectomía periaórtica infrarrenal, con o sin apendicectomía. En dos pacientes se omitió la linfadenectomía periaórtica por estimarse elevado riesgo operatorio, una de ellas presentó además, omento positivo en la biopsia contemporánea. Se registró sólo una complicación intraoperatoria mayor, que corresponde a una lesión de vena ilíaca izquierda. El promedio de ganglios obtenidos en la linfadenectomía periaórtica es de 11,8 con un rango que fluctúa entre los 5 y 18. La distribución por Etapas de diagnóstico se resume en la Tabla 1. El 50% de las pacientes fue diagnosticada en Etapas I y II, el 50% restante en estadíos avanzados. La Tabla 2 resume adyuvancia y evolución de pacientes con carcinosarcoma. Y MÉTODO Estudio retrospectivo, descriptivo, para el cual se revisó la base de datos de la Unidad de Oncología Ginecológica del Hospital Santiago Oriente, obteniendo la información de todas las pacientes ingresadas desde agosto del 2002 hasta mayo del 2006 con diagnóstico de carcinosarcoma endometrial, su manejo y evolución. Para la asignación de etapa quirúrgica se utilizó la etapificación propuesta por la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia en 1988 para carcinoma de cuerpo uterino. 110 RESULTADOS Tabla 1. Distribución por estadío en el momento del diagnóstico Etapa I II III IV Número de pacientes % 4 1 4 1 40 10 40 10 ETAPIFICACIÓN QUIRÚRGICA EN CARCINOSARCOMA UTERINO: EXPERIENCIA EN LA UNIDAD DE ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE DEL Tabla 2 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Edad Et. qx completa Estadío Qx 52 77 72 77 77 63 71 74 52 68 si s/linf si si si s/linf si si si si III III III III I IV I I II I ganglios + MR pelvis + parametrio + ganglios + omento + Tratamiento complementario Estado clínico seguimiento, poli dolor seguimiento, poli dolor RT + BQT seguimiento, poli dolor seguimiento seguimiento, poli dolor RT + BQT RT+BQT RT+BQT RT + BQT SEE fallecida SEE fallecida SEE fallecida SEE SEE SEE fallecida Qx: quirúrgico (a); s/linf: sin linfadenectomía; RT: radioterapia pélvica; BQT: braquiterapia; SEE: sin evidencia de enfermedad a mayo 2006; MR: masa residual en pelvis > 2 cm. A las pacientes en Etapas I y II se les indicó radioterapia como tratamiento adyuvante. La paciente nº 3 tenía compromiso de parametrios, con ganglios y citológico negativos, por lo que se le indicó radioterapia pelviana y braquiterapia. DISCUSIÓN El análisis retrospectivo de nuestra serie de diez pacientes viene a reforzar lo ya señalado en la literatura respecto del perfil etáreo y postmenopáusico de las pacientes afectadas por esta patología. Destacamos la metrorragia como síntoma y signo de capital importancia y la alta sensibilidad de la biopsia endometrial por aspiración, producto del compromiso glandular, lo que la convierte en pilar fundamental del estudio de toda paciente con metrorragia en la postmenopausia, permitiendo la programación de la cirugía. La Unidad de Oncología Ginecológica se basa en un protocolo de etapificación quirúrgica completa para las pacientes con carcinosarcoma. Por el momento, el número limitado de pacientes y el corto período de seguimiento limitan la obtención de conclusiones válidas. Varios estudios retrospectivos han intentado dilucidar los factores pronósticos en carcinosarcoma endometrial. Gran parte de los autores postulan que el principal factor pronóstico es el Estadío, con sobrevidas que oscilan entre 27 y 76% para las Etapas I y II y entre 0 y 42% para las III y IV13,14. Los estudios retrospectivos no han sido concordantes con respecto al rol pronóstico de la invasión miometrial, el componente sarcomatoso heterólogo v/s homólogo, el número de mitosis por campo, el compromiso linfovascular y si el carcinoma incluye un tipo histológico de alto grado. La incidencia de metástasis linfáticas es de hasta de 33% para las Etapas I y II clínicas8,15,16. En nuestra serie 2 de 10 pacientes presentaron compromiso ganglionar. Al igual que el tipo histológico seroso del cáncer de endometrio, se encuentra documentada en la literatura, la diseminación peritoneal, con metástasis del omento y peritoneales que oscilan entre 9-47% de los casos17,18. En conclusión, la controversia respecto al impacto de las terapias complementarias será resuelta con estudios multicéntricos, prospectivos, randomizados con etapificación quirúrgica completa. 111 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 109-112 REFERENCIAS 1. NORDAL R, THORESEN S. Uterine sarcomas in Norway 1956-1992; incidence, survival and mortality. Eur J Cancer 1997; 33: 399-402. 2. BROOKS SE, ZHAN M, COTE TR, ET AL. Ethnic differences in incidence, treatment and survival; SEER analysis of 1175 cases of uterine sarcoma. Ginecol Oncol 2002; 84:481a. 3. SILVERBERG SG, MAJOR FJ, BLESSING JA, ET AL. Carcinosarcoma (malignant mixed mesodermal tumors) of the uterus. A GOG pathologic study of 203 cases. Int J Gynecol Pathol 1990; 9: 1-19. 4. ZELMANOWICS A, HILDESHIEM A, SHERMAN ME, STURGEON SR, KURMAN RJ, BARRET RJ, ET AL. Evidence for a common etiology for endometrial carcinomas and malignant mixed mullerian tumors. 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LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 113-117 CASOS CLÍNICOS Síndrome de Eisenmenger y embarazo: dos casos clínicos recientes y revisión de la literatura Angélica Díaz R1, Paulina Parra W 2, Polentzi Uriarte G de C3, Jaime Corvalán A1, Jorge Varas C1, Carlos Gómez E4, Francisco Peñaloza L 5 RESUMEN El avance de la medicina ha permitido una mayor sobrevida a las pacientes con cardiopatías severas, un ejemplo de ello es el síndrome de Eisenmenger. En este síndrome el embarazo está formalmente contraindicado. Se presentan dos casos clínicos de S. de Eisenmenger y embarazo, tratados con Sildenafil y L-Arginina y de ocurrencia casi simultánea en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Se revisa la literatura. Palabr as clave: Síndrome de Eisenmenger; embarazo; Sildenafil. SUMMARY The advance of the medicine has allowed a greater life expectancy in patients with severe cardiopathy, an example of it is Eisenmenger’s Syndrome, where pregnancy is formally contraindicated. We present two clinical cases of Eisenmenger’s syndrome and pregnancy, treated with Sildenafil and L-Arginina and of occurrence almost simultaneous in the Service of Obstetrics and Gynaecology of the “Dr. Luis Tisné Brousse” Hospital. A literature review was made. Key words: Eisenmenger’s Syndrome; pregnancy; sildenafil. 1 Servicio y Departamento de Obstetricia y Ginecología, Unidad de Alto Riesgo Obstétrico, Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, Universidad de Chile, Campus Oriente Peñalolen. 2 Becada, Departamento Obstetricia y Ginecología. Universidad de Chile, Campus Oriente, 3 Cardiólogo, Instituto Nacional Del Tórax. 4 Unidad de Anestesia. Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, 5 Interno de Medicina Departamento Obstetricia y Ginecología. Universidad de Chile, Campus Oriente. Correspondencia: draangelicadiaz@gmail.com 113 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 113-117 INTRODUCCIÓN L as cardiopatías maternas afectan al 1% de las embarazadas. La principal causa de cardiopatías maternas fue, durante años, la enfermedad reumática. Actualmente, según estadísticas internacionales, se estima que el 80% de ellas corresponden a cardiopatías congénitas1. La tasa de mortalidad materna por cardiopatías ha disminuido en los últimos 50 años y depende fundamentalmente del tipo de cardiopatía y la capacidad funcional al inicio del embarazo. El síndrome de Eisenmenger es una cardiopatía compleja asociada a hipertensión pulmonar grave, generalmente secundaria a comunicación interventricular (CIV), comunicación interauricular (CIA) o ductus arterioso persistente (DAP). Las manifestaciones clínicas como disnea, síncope, hemoptisis, cianosis, suelen aparecer hacia la segunda o tercera década de la vida. Su pronóstico es pobre, con deterioro progresivo de la capacidad funcional. El embarazo constituye uno de los factores descompensantes más importantes y se asocia a una elevada morbimortalidad materna y fetal. La mortalidad materna según series internacionales, supera el 30%2,11. La restricción de crecimiento intrauterino y la prematurez constituyen las principales causas de morbimortalidad perinatal11. Debido al alto riesgo materno y fetal, el embarazo está contraindicado en estas pacientes. En países donde está permitido, el aborto terapéutico es una alternativa válida. Existe poca información sobre el manejo del embarazo en estas pacientes. Se aconseja un manejo multidisciplinario, con controles seriados cada 1 a 2 semanas. No existe consenso sobre el beneficio de la hospitalización rutinaria desde el segundo o tercer trimestre1. Se debe restringir la actividad física y el aporte de sal en la dieta, prevenir y tratar precozmente factores descompensantes como la anemia, arritmias, infecciones respiratorias, urinarias, etc1,2. La evaluación del bienestar debe incluir un ecocardiograma fetal, ya que el riesgo de cardiopatías congénitas fluctúa entre 3-14%1. Se han utilizado diferentes vasodilatadores pulmonares en pacientes con hipertensión pulmonar primaria o secundaria. La oxigenoterapia no ha demostrado mejorar el resultado materno o fetal2. Algunos protocolos sólo lo utilizan para manejo de la disnea, mientras que otros aconsejan la oxigenoterapia nocturna. El Sildenafil, a través de la inhibición específica de la fosfodiesterasa 5, disminuye la resistencia vascular pulmonar (RVP). Aunque existen pocos estudios con respecto a su uso durante el embarazo, pareciera no tener efectos teratogénicos y mejoraría la sintomatología en embarazadas con hipertensión pulmonar severa. Con respecto a otros vasodilatadores pulmonares como 114 la L-Arginina y los análogos de las prostaglandina existe muy poca información acerca de su uso durante el embarazo1,2,5,6,8. Con respecto a los antiagregantes y anticoagulantes, no existe consenso en que mejoren la mortalidad materna. Es importante evaluar los riesgos y beneficios del tratamiento anticoagulante ya que estas pacientes no sólo tienen riesgo trombótico, si no que también de hemorragias1,2. El momento de interrupción del embarazo en ausencia de complicaciones maternas o fetales, así como la vía del parto, no está claramente definido. Algunos autores aconsejan la interrupción electiva con madurez pulmonar comprobada1. El parto vaginal con fórceps profiláctico en aquellas pacientes que pueden tolerar un trabajo de parto, tendría una menor mortalidad materna que la cesárea1,2. Independientemente de la vía del parto, todas las pacientes deben recibir profilaxis para endocarditis bacteriana. Durante el trabajo de parto, parto y puerperio, deben tener una estricta monitorización para evitar la hipotensión. La anestesia raquídea está contraindicada y no existe información que demuestre que la anestesia general sea superior a la epidural1,7,9. El puerperio es un período crítico por los cambios hemodinámicos. Su manejo debe ser en una unidad de cuidados intensivos para prevenir, diagnosticar y tratar precozmente las complicaciones más frecuentes como las arritmias, insuficiencia cardíaca congestiva, tromboembolismo, hemorragias, etc. Las principales causas de muerte en estas pacientes son la falla cardíaca con shock cardiogénico (40%), muerte súbita (30%), y hemoptisis masiva (15%). Los períodos más críticos son hacia el final del segundo trimestre del embarazo, parto y puerperio inmediato1. Se presentan 2 casos de síndrome de Eisenmenger en embarazadas controladas en nuestro hospital. CASO CLÍNICO 1 Paciente 32 años, casada, multípara 1 parto vaginal el año 1990. En control en broncopulmonar y cardiología desde el año 1996 con diagnóstico de síndrome de Eisenmenger, de etiología no precisada, capacidad funcional II. En tratamiento con anticoagulantes orales, espironolactona y sildenafil. Usuaria de preservativo como método anticonceptivo. Cae en amenorrea el 3/12/05 e ingresa a control en Policlínico de Feto de Alto Riesgo (FAR) a las 8 semanas de gestación. Se suspende la espironolactona y se realiza traslape de anticoagulante oral a heparina de bajo peso molecular entre las semanas 6 y 13. Se hospitaliza a las 17 semanas por metrorragia secundaria a desprendimiento placentario. Evolucio- SÍNDROME DE EISENMENGER na favorablemente y ecografía de control muestra un pequeño desprendimiento en el polo inferior de la placenta (15 mm). Es dada de alta al séptimo día con controles seriados en el Policlínico de Alto Riesgo Obstétrico. Ingresa a las 19, 22 y 28 semanas para estudio materno fetal. Actualmente se encuentra hospitalizada en el alto riesgo obstétrico, cursando embarazo de 30 semanas con estrecha vigilancia materno fetal. La paciente no ha presentado deterioro de su capacidad funcional, los exámenes de laboratorio son normales y la última ecografía (21/6/06) confirma una gestación de 28+4 semanas, percentil 10-25, con Doppler materno fetal y registros basales normales. CASO CLÍNICO 2 Paciente 32 años, casada, multípara de 1 parto vaginal, mortinato 650 g en el año 2000 por preeclampsia severa, en la ciudad de Mendoza, Argentina. Con antecedente de síndrome de Eisenmenger secundario a CIA no corregida tipo ostium primun de 3 cm. de diámetro, desde los 8 años de edad, e hipertensión pulmonar secundaria (130 mmHg). Sin control médico hasta hace 6 años, cuando inicia control por embarazo y preeclampsia. Con indicación de transplante cardiopulmonar. Por motivos familiares se traslada hace 3 años a Santiago, fecha en que presenta una trombosis del seno cavernoso. En control en Instituto Nacional del Tórax, se mantiene en tratamiento con sildenafil 50 mg cada 8 hrs. desde hace 2 años, neosintrom y oxígeno domiciliario nocturno desde noviembre de 2005. Usuaria de preservativos como método anticonceptivo. Y EMBARAZO: DOS CASOS CLÍNICOS RECIENTES Y REVISIÓN DE LA LITERATURA Ingresa a Policlínico de Feto de Alto Riesgo a las 12 semanas de gestación, manteniéndose tratamiento de sildenafil, anticoagulante oral (neosintrom) y oxígeno nocturno. Consulta en Urgencia del Servicio de Obstetricia y Ginecología HLT el 13 de marzo de 2006, por cefalea, fotopsias y tinitus. Al examen físico destaca embarazo de 22+3 semanas de gestación, feto vivo en podálica, líquido amniótico normal. Presión Arterial de 150/100 Edema (-) ROT normales. Cianosis central y periférica. Saturación de O2: 70%. Soplo sistólico VI/VI en todos los focos y 2º ruido desdoblado. Sin signos de congestión pulmonar. Capacidad Funcional IV. Se hospitaliza recibiendo Oxigenoterapia continua, Heparina x BIC, Vasodilatadores : Sildenafil 50mg cada 6 hrs + LArginina 1500mg cada 8 hrs, Espironolactona 25 mg/ dia y Cefradroxilo 500mg c/12 hrs por infección urinaria. Evoluciona hemodinámicamente estable en capacidad Funcional IV. Exámenes de Laboratorio muestran proteinuria en ascenso 800 mg/24 hrs a 1100 mg/24 hrs, creatinina de 1.16 a 1.2 mg/dl, uricemia 8,5 a 10.5 mg/dl, Hematocrito de 40% a 50%. Plaquetas en rangos normales. Pruebas hepáticas normales, Se realiza el 14/3/06 Ecografía, que concluye Gestación 22+2 semanas pc 5-10. RCIU (EPF 400g). Doppler fetal marcadamente alterado (Ausencia de flujo diastólico en arteria umbilical). En reunión de Equipo de Alto Riesgo Obstétrico, se decide mantener conducta expectante por considerarse fuera del alcance neonatológico por edad gestacional y estimación de peso fetal. Se realiza seguimiento seriado con Ecografía y Doppler (Tabla 1). Alcanzadas las 26 semanas recibe inducción de madurez fetal con corticoides en dosis habitual y Tabla 1. Evolución Ultrasonido y Doppler Fetal. Fecha EG 14/3 22+2 24/3 24+3 28/3 25+0 31/3 25+3 3/4 25+6 Arteria Umbilical Ausencia de flujo Diastólico 0.75 Ausencia de flujo Diastólico 0.70 Ausencia de flujo Diastólico 0.58 Ausencia de flujo Diastólico 0.59 Ausencia de flujo Diastólico 0.62 Normal DMF Marcadamente alterado. Flujo Diastólico Ausente Arteria Umbilical Normal DMF Marcadamente alterado. Flujo Diastólico Ausente Arteria Umbilical Normal DMF Marcadamente alterado. Con signos de redistribución y Flujo Diastólico Ausente Arteria Umbilical Alterado DMF Marcadamente alterado. Con signos de redistribución y Flujo Diastólico Ausente Arteria Umbilical Sin Flujo Reverso DMF Marcadamente alterado. Sin flujo reverso del D. venoso Arteria cerebral Media (IR) D. Venoso Conclusión 115 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 113-117 encontrándose con feto vivo, oligoamnios marcado, signos de redistribución sanguínea fetal y estimación de peso fetal por ecografía de 534gr + 10% se decide en reunión multidisciplinaría (obstetras, neonatólogos, cardiólogos, intensivistas, anestesistas), interrumpir el embarazo vía operación cesárea. La paciente y sus familiares son informados del grave riesgo materno y fetal del procedimiento, autorizan intervención y solicitan esterilización tubaria. Se realiza operación cesárea con esterilización tubaria, bajo anestesia general, obteniéndose un recién nacido masculino 380 g Apgar 1-5. El RN fallece a las 2 hrs. En el intraoperatorio se encuentra un desprendimiento placentario de 70% por clínica. Informe anátomopatológico de placenta señala peso: 124gr (pc 5-10). Maduración acelerada para la Edad Gestacional. Hematoma marginal 4 cm. Infarto vellositario extenso. Cordón umbilical y membranas normales. Durante la operación cesárea se realiza, previo a la extubación ecocardiotransesofágico que muestra trombo intraauricular. Se reinicia anticoagulación full dosis en forma precoz. La paciente tiene una muy buena evolución postoperatoria, permanece en UCI 3 hrs. Alta 14 días postoperatorio, con tratamiento con sildenafil, L- arginina, espironolactona, furosemida, digoxina y anticoagulacion oral. Actualmente en control en cardiología y broncopulmonar Capacidad Funcional II-III DISCUSIÓN A pesar de los avances en el manejo médico y quirúrgico de las cardiopatías, el pronóstico de embarazadas con síndrome de Eisenmenger sigue siendo pobre, ya que el embarazo es uno de los factores descompensantes más importantes. Dado su mal pronóstico, el aborto terapéutico se considera como primera medida terapéutica en países donde está legalizado. En aquellas pacientes que continúan con su embarazo, se debe poner énfasis en un manejo multidisciplinario entre obstetras, cardiólogos, anestesistas, neonatólogos con el fin de que la madre pueda sobrellevar el embarazo sin deteriorar más su capacidad funcional, manteniendo expectativas de vida acordes al pronóstico de este síndrome. 116 La mortalidad materna en embarazadas con síndrome de Eisenmenger es alta y no ha disminuido en el tiempo. Gleicher et al. publicaron en 1978 una serie de 44 casos con una mortalidad materna de 30%, mayor durante el parto y puerperio, y una mortalidad perinatal de 28%. Hacia la década de los 90, Yentis et al. publicaron 15 casos con una mortalidad materna de 40%, mientras que Avila et al. encontraron una mortalidad materna de 25%, en 15 casos evaluados. En el año 1998 se hizo una revisión de todos los casos publicados entre los años 1978 y 1996, encontrándose una mortalidad materna de 36%2,11. Existe poca información sobre el manejo del embarazo en estas pacientes. Se aconseja una estrecha vigilancia materno fetal. No se ha demostrado tratamiento alguno que mejore la sobrevida en estas embarazadas. Se han utilizado diversos vasodilatadores pulmonares para alivio sintomático en pacientes con hipertensión pulmonar, pero existe escasa información acerca de su uso durante el embarazo. El sildenafil es un vasodilatador pulmonar mediante su inhibición específica de la fosfodiesterasa 5. Aparentemente no tendría efectos teratogénicos y aparece como un tratamiento promisorio en embarazadas con hipertensión pulmonar severa. Lacassie et al. publicó un caso de una embarazada con síndrome de Eisenmenger que se manejó con sildenafil y L- arginina durante las últimas semanas del embarazo y puerperio, con buen resultado materno y fetal8. Además de su efecto vasodilatador en el territorio pulmonar, se ha demostrado que tiene un efecto vasodilatador a nivel de las arterias uterinas y mejoraría el desarrollo endometrial en pacientes sometidas a fertilización in vitro10. También se ha comprobado, que tendría efecto tocolítico in vitro6. En resumen, se presentan 2 casos de síndrome de Eisenmenger en embarazadas de nuestro servicio, una de ellas aún en control y otro caso con un buen resultado materno, pero con mortalidad perinatal secundaria a restricción de crecimiento intrauterino severo. El embarazo en este tipo de pacientes es de alto riesgo y existe muy poca información acerca de su manejo, por lo que es fundamental un método de anticoncepción seguro y adecuado. SÍNDROME DE EISENMENGER REFERENCIAS 1. KOOS B. Management of uncorrected, palliated, and repair cyanotic congenital heart disease in pregnancy. Prog Pediatr Cardiol. 2004; 19: 25-45. 2. WARNES C. Pregnancy and pulmonary hypertension. 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Es una complicación en aumento en relación al tratamiento de la infertilidad en especial con las técnicas de fertilización asistida2. Se presenta un caso clínico, ocurrido en el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse durante febrero del año 2006, en una paciente con antecedentes de terapia de estimulación ovárica con Citrato de Clomifeno, cursando embarazo de siete semanas de gestación, que se complicó con rotura de embarazo ectópico y aborto retenido del intrauterino. Palabr as clave: embarazo heterotopico, citrato de clomifeno. SUMMARY The Heterotopic Pregnancy is the simultaneous development of an intrauterine and ectopic pregnancy1. It is a increasing complication with relationship to the treatment of infertility, specialy with the assisted reproduction techniques 2. We present a case of the Service Of Obstetrics and Ginecology of the Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse in February 2006, in a patient with history of ovaric stimulation with Clomiphene Citrate, with a pregnancy of seven weeks, wich was complicated with the ectopic pregnancy rupture and an abortion of the intrauterine gestation. Key word: heterotopic pregnancy, clomiphene citrate INTRODUCCIÓN E l embarazo heterotópico es una patología infrecuente, siendo una condición extremadamente rara en embarazos espontáneos, con una frecuencia de 0.3:10.000 embarazos1, pero en los últimos veinte años ha ido en aumento en la población general en conjunto con el aumento de la incidencia de enfermedad inflamatoria pélvica (2.5-6.25:10.000), el uso de Dispositivo Intrauterino (DIU), la realización de cirugía tubaria, la estimulación de la 1 Servicio de Ginecología y Obstetricia, Hospital Dr. Luis Tisné Brousse 2 Interno de Medicina, Universidad de Chile. Correspondencia: draangelicadiaz@gmail.com 118 ovulación farmacológica (33:10.000) y el uso de técnicas de reproducción asistida (100:10.000). La incidencia general ha aumentado según estimaciones actuales a 1.25:10.000 embarazos. El diagnóstico es clínico y ultrasonográfico, siendo este último el más importante. CASO CLÍNICO Paciente de 35 años, secundigesta, (G2P0A1),con antecedente de un aborto espontáneo, mioma uterino, colitis ulcerosa sin tratamiento actual, cursando embarazo de siete semanas previa terapia de estimulación ovárica con Citrato de Clomifeno con ultrasonografía reciente (24/02/2006), en sistema privado de atención. EMBARAZO Consulta al Servicio de Urgencia del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse el día 26/02/ 2006 por cuadro de dolor abdominal de tres días de evolución asociado a vómitos alimentarios en una ocasión. Al ingreso se encontraba pálida, sudorosa, presión arterial 106/64 mm. Hg., frecuencia cardiaca 66 por minuto, temperatura 36,6º C. con abdomen blando, depresible, doloroso a la palpación en hipogastrio y fosa ilíaca derecha, Blumberg (-), ruidos hidroaéreos (+). Tacto Vaginal: vulva y vagina normal, cérvix sin modificaciones, útero en anteversoflexión, aumentado de volumen, irregular, sin sensibilidad a la palpación de fondo de saco de Douglas ni a la movilización uterina. Se realiza ultrasonografía transvaginal en Servicio de Urgencia en donde se observa gestación intrauterina de siete semanas con latidos cardiacos fetales presentes, mioma uterino de 3 cm. en cara anterior y liquido libre escaso. Se solicitó exámenes de laboratorio y evaluación por cirujano. Hematocrito: 31%, hemoglobina: 10,8 g/dl. Al ser evaluada por cirujano la paciente presenta presión arterial 83/50 mm Hg., frecuencia cardiaca 79 por minuto, pálida, con dolor abdominal difuso, sin signos de irritación peritoneal. Tacto rectal: sin melena ni rectorragia. Se solicitan nuevos exámenes: hematocrito: 20,5%, recuento leucocitos: 16600 K/ul, PCR: 0,6 mg/dl, Amilasa13 U/l, Lipasa 17 U/l, Tiempo de Protrombina: 57%. Se inicia transfusión de Glóbulos Rojos y Plasma Fresco Congelado en forma secuencial completando 6 U de Glóbulos Rojos y Plasma Fresco Congelado. Se plantea embarazo ectópico complicado por lo que es trasladada a pabellón para laparotomía exploradora. Se realiza laparotomía media infraumbilical bajo anestesia general, una vez abierto peritoneo se aprecia hemoperitoneo masivo de 2500ml., se realiza aseo y lavado prolijo observándose lesión en trompa uterina derecha sugerente de embarazo tubario roto. Se realiza salpingectomía parcial derecha y se envía a biopsia diferida. Útero grávido con mioma de 2,5 cm. Trompa y anexo izquierdo sano. El estudio anátomopatológico diferido informa “fragmentos de pared tubaria con restos ovulares del primer trimestre, con vellosidades coriales, decidua y hematosálpinx secundario”. Paciente evoluciona en buen estado general, con molestias difusas en hipogastrio. Se realiza ultrasonografía transvaginal del servicio al día siguiente, que concluye aborto retenido de 6+4 semanas por biometría. Se maneja en forma expectante y se realiza, a los cinco días, una ultrasonografía transvaginal para HETEROTÓPICO: UN CASO DE URGENCIA confirmar diagnóstico informándose la presencia de mioma uterino e imagen intrauterina compatible con aborto retenido. Se administra Misoprostol 400 mcg. en fondo de saco vaginal y posteriormente se realiza legrado uterino dando salida a escasos restos de aborto que son enviados a biopsia diferida, donde se informan “restos de aborto constituidos por decidua necrohemorrágica y escaso trofoblasto sin atípias”. Paciente es dada de alta en buen estado general y sin molestias al séptimo día de su primera intervención. DISCUSIÓN El embarazo heterotópico se presenta en forma esporádica desde 1708, describiéndose por primera vez por Duverney en Francia en una autopsia3. Existen publicaciones en la literatura chilena en pacientes con estimulación ovárica y muy pocos casos reportados en embarazos espontáneos1. Los factores que predisponen a embarazo heterotópico parecen ser los mismos que favorecen los embarazos ectópicos como el daño tubario luego de un proceso inflamatorio pélvico, endometriosis, cirugía turbaria previa, embarazo ectópico previo, exposición uterina a dietilestilbestrol, tabaquismo activo, infertilidad y uso de dispositivo intrauterino (DIU)2,4 a los que se le agregan factores de riesgo propios de embarazo heterotópico como el uso de inductores de la ovulación, la transferencia intratubaria de gametos (GIFT) y la fertilización in vitro con transferencia de embriones5,6. El aumento de estos factores en la población general ha llevado a una mayor incidencia de embarazo heterotópico en los últimos años. Se presenta clínicamente en pacientes con factores de riesgo para embarazo heterotópico que consultan por dolor abdominal, masa anexial, signos de irritación peritoneal y aumento de tamaño uterino. Se puede presentar también, como hallazgo durante el control de pacientes sometidas a técnicas de fertilización asistida, como persistencia de síntomas y signos de embarazo después de un legrado obstétrico o como persistencia de títulos altos de gonadotropina coriónica (B-HCG) después de un legrado uterino. Tal et al8 reportó dolor abdominal en 83% de embarazos heterotópicos, presentándose el cuadro con shock hipovolémico y abdomen agudo en 13%. El diagnóstico se realiza habitualmente por ultrasonografía transvaginal, en donde se observa con mayor frecuencia una gestación intrauterina y una masa anexial con liquido libre en el fondo 119 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 118-120 saco asociado a la elevación de B-HCG5,7. Estos dos elementos asociados a la clínica y antecedentes han permitido la detección en forma precoz con lo que es posible realizar el tratamiento en forma oportuna. El diagnóstico también se puede realizar en un hallazgo durante una laparotomía exploratoria en pacientes que cursan una gestación intrauterina diagnosticada y una ectópica insospechada en el contexto de un cuadro de abdomen agudo. La tasa de mortalidad fetal para el embarazo extrauterino es cercana al 98% y para el intrauterino oscila entre 45 y 65%. La mortalidad materna es inferior al 1% cuando el embarazo ectópico es tubario y hasta de 6% cuando es intraabdominal5. El tratamiento del embarazo heterotópico es quirúrgico, mediante laparoscopía o laparotomía se realiza salpingectomía o salpingostomía, en forma precoz, buscando permitir la sobrevivencia del embrión intrauterino y evitar las complicaciones maternas. REFERENCIAS 10. BELLO GV, SCHONOLZ D, MOSHIRPUR J. Combined pregnancy: The Mount Sinai experience. Obstet Gynecol Surv 41:603, 1986. 11. YOVICH JL, MCCOLM SC, TURNER SR. Heterotopic pregnancy from in vitro fertilization. J in Vitro Fert Embryo Transf. 2:146, 1985. 12. GOLDMAN GA, FISCH B, OVADIA J. Heterotopic pregnancy after assisted reproductive technologies. Obstet Gynecol Surv 47:217, 1992. 13. GOLDMAN GA, FISCH B, OVADIA J. Heterotopic pregnancy after assisted reproductive technologies. Obstet Gynecol Surv 47:217, 1992. 14. MOLLOY D, DEAMBROSIS W, KEEPING D. Multiple-sited (heterotopic) pregnancy after in vitro fertilization and gamete intrafallopian transfer. Fertil Steril 53:1068, 1990. 15. DOR J, SEIDMAN DS, LEVRAN D. 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RICHARDS SR, STEMPEL LE, CARLTON BD. Heterotopic pregnancy: Reappraisal of incidence. Am J Obst Gynecol 142:928, 1982. 120 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 121-129 ARTÍCULO ESPECIAL Disfunción Sexual Femenina, un desafío para la Medicina en el siglo XXI Melanie Althausen K1, Jorge Varas C2 RESUMEN La sexualidad es una función vital que influye sobre la conducta de los individuos y sobre las relaciones humanas en general. Está presente durante toda la vida de las personas. Su expresión es variable a través de las etapas de vida de la mujer, desde la niñez – adolescencia hasta la postmenopausia, pasando por toda la vida fértil y los cambios que experimenta antes, durante y después de cada embarazo. El especialista en Obstetricia y Ginecología es probablemente, de los médicos, el que está más expuesto a los temas relacionados con la sexualidad femenina. Las pacientes ven en él la posibilidad para manifestar sus dudas, inquietudes e interrogantes en lo que respecta a este tema, en un ambiente de confianza. Sin embargo, hay que evaluar si existe la preparación profesional suficiente para dar respuestas precisas y adecuadas, o si, más bien, se tiende a entregar opiniones generales y derivar a otras especialidades, no siempre con los resultados positivos que las pacientes esperan. El presente trabajo pretende entregar conocimientos y definiciones básicas respecto a la sexualidad femenina para ir avanzando gradualmente en temas específicos. Palabr as clave: Disfunción sexual femenina. SUMMARY Sexuality is a vital function that influences human behavior and relationships. It is present during the whole lifetime. The expression of sexuality changes among the different stages in women life, since childhood until the menopause passing through the fertile lifetime and the changes which are experimented before, during and after each pregnancy. Specialists in Gynecology and Obstetrics are probably more exposed to issues related to female sexuality than other physicians. Patients approach Gynecologist hoping they will solve their doubts and problems related to this issue in a space of confidence. It is necessary to evaluate if Gynecologists are capable of giving their patients specific answers in this matter or if they prefer to give general guidelines and transfer them to other physicians not always with the results patients are hoping for. The present article attempts to introduce basic concepts about female sexual dysfunction that in the near future hopefully will allow go on exploring related topics. Key words: Female sexual dysfunction. 1 Interna de Medicina. Facultad de Medicina. Campus Oriente. Universidad de Chile. 2 Gíneco Obstetra. Unidad de Adolescencia. Servicio Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia: mellanka@hotmail.com 121 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 121-129 L a vida en el siglo XXI se ha caracterizado por ser una era de grandes avances tecnológicos que han permitido un salto intergeneracional importante con ideación de nuevos códigos y posibles cambios en las expectativas ante la vida de las nuevas generaciones. Es una era de producción donde la capacidad adquisitiva ha permitido saciar necesidades básicas y disminuir los grados de frustración que puede significar la carencia material y/o espiritual. El “ser” está condicionado por el “tener”1 y los valores entran en terreno de disputa. La era de la comunicación ha prometido cercanía, pero ha creado un abismo entre las personas, al anular la importancia de un gesto y una mirada en la conversación frente a una pantalla o a través del auricular. La comunicación con nuestras fantasías, que llenan los espacios que faltan en el mundo virtual, adquiere una importancia inusitada y el anhelo de intimidad se desarrolla en un nuevo contexto socio-cultural. Los cambios son la característica central de una sociedad en constante mutación y la capacidad de adaptación aparece como una herramienta central para sobrevivir en ella. Se habla de la necesidad de la familia como el núcleo básico de la sociedad. Un núcleo que sustenta sus bases en los afectos e intimidad que surge en la convivencia cotidiana. La familia como una posibilidad de aprendizaje de amor incondicional y seguridad en un mundo competitivo, muchas veces hostil, adquiere gran importancia. Un escenario para desarrollar habilidades sociales, aprender roles, para conocer y moldear nuestro carácter. Sin embargo, la sociedad actual ha descuidado este preciado bien y la búsqueda de cercanía e intimidad aflora de diversas “nuevas” formas. Vivimos en una sociedad sin censuras donde las cifras duras de rupturas conyugales alcanzan el 25% y hasta el 50% de los matrimonios termina en separación2, donde se lucha por la libertad de expresión, los derechos humanos y donde el tema de la sexualidad y culto a la belleza física aparecen en todos los medios de comunicación y rondan en conversaciones cotidianas como parte de una broma o para nutrir quizás el ego destruido de innumerables personas. Se podría hablar incluso de una sociedad “hipersexualizada”, donde está el anhelo de conocer o aprender, pero no hay conciencia de lo que involucra el tema. El desarrollo de la sexualidad como parte de la vida saludable de un individuo, manifestación clara de la naturaleza biopsicosocial humana, donde se funde de manera exquisita los sueños y anhelos de intimidad y amor de toda persona junto al instinto de procreación y preserva- 122 ción de la especie, parece estar olvidado. Un mundo frágil que da grandeza al alma y moviliza la marcha de muchos seres. La sexualidad puede tener un rol social más importante de lo que imaginamos. Una buena sexualidad contribuye a una salud individual y de pareja que se ve reflejada en la vida familiar y rendimiento profesional. Una sexualidad plena va ligada a un desarrollo integral del individuo. Surgen las disfunciones sexuales como un signo de alarma en una sociedad donde las bocinas y sirenas no dejan de sonar. Una alarma que encuentra ecos en la educación, creencias personales y familiares, y atañe también, y de manera importante, la labor del médico. Una alarma que trae consigo la posibilidad de aprendizaje y cambio en pro de la salud social. El presente artículo pretende revisar conceptos básicos referentes a la disfunción sexual femenina, su clasificación y causas poniendo en discusión la responsabilidad médica en esta materia. El rol del médico como agente de bienestar y guardián de la calidad de vida humana en esta materia no se ha evaluado. DISFUNCIÓN SEXUAL El ciclo de respuesta sexual femenina consta de tres fases: deseo, excitación y orgasmo3,4 (algunos describen una cuarta fase de resolución5). Es iniciado por neurotransmisores no adrenérgicos y no colinérgicos, como el péptido intestinal vaso activo y por óxido nítrico, que mantienen el músculo liso vascular y no vascular relajado lo que se traduce en un aumento del flujo sanguíneo a nivel de piso pélvico, lubricación vaginal y congestión y tumefacción de clítoris y labios3,4. La musculatura del piso pelviano está inervada indirectamente por el sistema límbico y es altamente reactivo a estados y estimulación emocional6. Los estrógenos cumplen un rol importante manteniendo el epitelio de la mucosa vaginal así como los terminales sensitivos y el flujo sanguíneo de los genitales. Los andrógenos estarían implicados en el deseo sexual, excitación, orgasmo y sobre todo en la sensación de bienestar1. El DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) 7 definió en 1994 las disfunciones sexuales (DS) como “las alteraciones en el deseo sexual, así como cambios en la psicofisiología que caracterizan el ciclo de respuesta sexual y que causan disturbios y dificultades interpersonales”. En 1992 la OMS en la clasificación de enfermedades ICD-10 (International Consensus Development) DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA, incluyó en la definición de las DS “en diversos sentidos se trata de la dificultad o imposibilidad del individuo de participar en las relaciones sexuales tal como lo desea”8. Las disfunciones sexuales se pueden clasificar como trastornos relacionados con una fase particular del ciclo de respuesta sexual y trastornos dolorosos según la American Urological Association (AUA) (Tabla 1), relacionados a condiciones médicas y/o fármacos, y disfunción sexual no especificada, dentro de las cuales se describen cefalea postcoital, anhedonia orgásmica y dolor masturbatorio5. Las disfunciones sexuales pueden ser síntoma de problemas biológicos o de conflictos intrapsíquicos o interpersonales o una combinación de estos factores5,8. Puede verse afectada por cualquier tipo de estrés, por trastornos emocionales, o por ignorancia de la función y fisiología sexual. La disfunción puede ser de toda la vida o adquirida, generalizada o situacional (limitada a una pareja o situación)5 y progresiva9. Un estudio publicado en 1999 que evaluó 1749 mujeres y 1410 hombres entre 18-59 años reportó una frecuencia de 43% de disfunción sexual femenina y 31% en varones10 Estudios posteriores realizados en Austria, Turquía y USA definieron que los índices de prevalencia de disfunción sexual femenina varían entre 40 y 50%8,9,11-13. Un estudio británico reciente concluyó que 53,8% de mujeres tenían como mínimo un problema sexual por mínimo un mes en un período de dos años8. La disminución del deseo se describe como la patología más frecuente (51%)10,14 seguido de alteraciones de la excitación (33%) y desórdenes sexuales dolorosos (16%)6. Estas cifras varían según técnicas de medición usadas y criterios de inclusión de DSF8. Se describen factores de riesgo asociados como tabaco, menopausia, dieta y estado civil14. Otros estudios asocian edad, nivel educacional, multiparidad, desempleo y enfermedades crónicas13. También se mencionan cirugías15, antecedentes culturales16 y actividad deportiva12. Sin embargo, los resultados no son concluyentes en la mayoría de los casos, reflejando la necesidad de estudios futuros en este ámbito. A continuación se describen las DS según la AUA y se hace referencia a las principales causas implicadas en la disfunción sexual femenina. ALTERACIONES DEL DESEO Las alteraciones del deseo corresponden a la alteración sexual más común entre mujeres, reportándose UN DESAFÍO PARA LA MEDICINA EN EL SIGLO XXI Tabla 1. Disfunción sexual: Clasificación AUA 1. 2. 3. 4. Trastornos Trastornos Trastornos Trastornos del apetito sexual de excitación sexual orgásmicos por dolores sexuales entre 10 y 50%14. Se incluyen en esta categoría el deseo sexual hipoactivo y la aversión sexual. Deseo sexual hipoactivo (Hypoactive sexual desire disorder). En su definición el DSM-IV y la AUA destacan un desorden caracterizado por ausencia o disminución persistente o recurrente del interés sexual o deseo y ausencia de fantasías sexuales. Las motivaciones para intentar la excitación sexual son escasas o están ausentes. La disminución del interés va más allá de lo normal y es el clínico quien lo cataloga, tomando en cuenta factores que afectan la función sexual, tales como la edad o el contexto de la vida de la paciente. Aversión sexual, se define como aversión extrema persistente o recidivante hacia, y con evitación de, todos (o prácticamente todos) los contactos sexuales genitales con una pareja sexual, que provoca activación del sistema nervioso autónomo además de malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales. Corresponde al grupo de patologías de disfunción del ciclo sexual femenino menos frecuente. ALTERACIONES DE LA EXCITACIÓN El trastorno de excitación sexual (Female sexual arousal disorder) es definido en el DSM-IV como desorden caracterizado por una persistente o recurrente incapacidad para lograr o mantener, hasta completar la actividad sexual, la correcta respuesta de lubricación y tumefacción secundaria a la excitación sexual. La AUA diferencia el desorden subjetivo de la excitación y el desorden de la excitación sexual. El desorden subjetivo de la excitación (Subjective arousal disorder) se define como desorden caracterizado por la ausencia o por la marcada reducción de las sensaciones de excitación sexual a partir de cualquier tipo de estimulación. La lubricación vaginal y otros signos físicos de respuesta pudiesen estar presentes. 123 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 121-129 El desorden de la excitación sexual (Genital arousal disorder) se define como desorden caracterizado por la ausencia de respuesta genital en la excitación sexual. ALTERACIONES DEL ORGASMO Las alteraciones del orgasmo (Female orgasmic disorder) se definen según DSM-IV como desorden caracterizado por una persistente o recurrente tardanza o ausencia de orgasmo tras una fase de excitación sexual normal. La AUA completa esta definición como desorden caracterizado por ausencia de orgasmo, marcada disminución de la intensidad de las sensaciones del orgasmo o marcada tardanza de orgasmo a partir de cualquier tipo de estimulación, a pesar de presentar altos niveles de deseo o excitación. Corresponden al 24% de las DSF17. Análisis de casos de mujeres diagnosticadas con alteraciones del orgasmo muestran un alto índice de alteraciones de la excitación asociados, sugiriendo que el criterio del DSM-IV de ausencia de orgasmo tras “una excitación normal” es frecuentemente ignorado. Entre 20-30% de las mujeres normales no tienen orgasmos con el coito. Es importante que se informe esta situación y que muchas mujeres requieren más que sólo el coito para lograr el orgasmo18. ALTERACIONES SEXUALES DOLOROSAS Los trastornos sexuales dolorosos (Women’s Sexual Pain) no pertenecen al grupo de las alteraciones del ciclo de respuesta sexual, pero frecuentemente, el dolor sexual está asociado con alteraciones como disminución del deseo, del interés sexual, de la percepción subjetiva de la excitación y del orgasmo. Las alteraciones del dolor sexual se clasifican en vaginismo y dispareunia siendo muchas veces muy difícil diferenciarlas clínicamente. Algunas guías describen una tercera categoría de alteraciones sexuales dolorosas producidas por estimulación no coital8. Vaginismo (vaginismus) se define como persistente o recurrente dificultad de la mujer para permitir la penetración vaginal del pene, un dedo y/u otro objeto, a pesar de su deseo de hacerlo. Hay grados variables de contracción de la musculatura pelviana y anticipación, miedo, o experiencia de dolor. La teoría psicoanalítica clásica lo define como un desorden conversivo causado por conflictos psico- 124 sexuales generados en la infancia temprana que no se han resuelto. Dispareunia (dyspareunia) se define como persistente o recurrente dolor al intentar, completar o durante el transcurso de la penetración. Se estima que 15% de la población femenina sufre de dispareunia crónica6. CAUSAS DE DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA Es importante tener en mente que las disfunciones sexuales pueden tener un origen multifactorial en las esferas biopsicosocial y afectar de manera particular las diferentes fases del ciclo de respuesta sexual. A continuación, se presentan de manera general tablas con causas médicas, farmacológicas y psicosociales19. Se presenta un cuadro adicional con causas ginecológicas asociadas a DSF principalmente del tipo trastornos dolorosos. Llama la atención el gran número de causas asociadas, desconociéndose en muchos ocasiones la incidencia real y evolución de las DSF reportadas. Cabe mencionar que los efectos de cirugías pelvianas en la disfunción sexual son controversiales. Según el tipo de cirugía practicada y las condiciones de la paciente pueden esperarse resultados que afecten la esfera sexual femenina de forma positiva o negativa. Un estudio chileno concluye, al igual en estudios internacionales, que la sexualidad de las mujeres no se afecta negativamente después de la histerectomía20. Por otro lado las cirugías practicadas en pacientes con cáncer rectal refieren DSF asociada en gran número de casos21. MANEJO La aproximación a una DSF requiere de una evaluación exhaustiva que incluye una anamnesis y examen físico completo en búsqueda de causas previamente descritas. Se puede complementar el estudio con evaluación de concentraciones sanguíneas de hormonas sexuales y/o según la patología que se sospeche en base a los hallazgos de la anamnesis y del examen físico. Según los resultados se indicará tratamiento, considerando eventual necesidad de evaluación psicológica, manejo de patologías causantes, uso de estrógenos y/o andrógenos32,33 si fuese necesario, uso de lubricantes y de medicamentos como el sildenafil, cuya eficacia no está comprobada, pero DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA, UN DESAFÍO PARA LA MEDICINA EN EL SIGLO XXI Tabla 2. Disfunción sexual femenina: Causas médicas19 Cardiovascular Gastrointestinal Neurológico Hipertensión Enfermedad coronaria Infarto agudo del miocardio Enfermedad vascular periférica Cirrosis hepática Insuficiencia hepática Síndrome de intestino irritable Colostomías Hemorroides Cáncer Epilepsia lóbulo temporal Accidente vascular encefálico Enfermedad Parkinson Lesión hipotalámica Esclerosis múltiple Neuropatía alcohólica Esclerosis lateral amiotrófica Trauma raquimedular Hernia discal lumbar Endocrinológica Reumatológicas Otras Adenoma hipofisiario Prolactinoma Insuficiencia suprarrenal Déficit de testosterona Hipotiroidismo Diabetes mellitus tipo 123 Diabetes mellitus tipo 224 Deficiencia estrogénica25 Menopausia16,26,27 Ooforectomía Hipogonadismo Fibromialgias28 Insuficiencia renal crónica, hemodiálisis29 Cirugías previas Disfunción eréctil masculina30,31 Radiación arterial22 Artritis Enfermedades autoinmunes Tabla 3. Disfunción sexual femenina: Causas ginecológicas19 Externas o superficiales Internas o profundas Vulvitis Vulvovaginitis Distrofia vulvar Bartholinitis Vestibulitis Variantes anatómicas Remanente de himen Enfermedades dermatológicas vulvares Radiación Cáncer vulvar Episiotomía Tamaño peneano Deficiencias estrogénicas Vaginitis Atrofia vaginal Irritación química Endometriosis Septo vaginal Prolapso uterino Útero en Retroversoflexión Cistocele / rectocele Uretritis Cistitis Incontinencia urinaria Enfermedad inflamatoria pélvica Enfermedades de transmisión sexual Tumor ovárico Cáncer Cirugía vaginal Dolor abdominal crónico Síndrome de intestino irritable Hemorroides 125 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 121-129 Tabla 4. Disfunción sexual femenina causas psicosociales19 Factores interpersonales Factores afectivos Otros Pérdida del atractivo físico Disminución de la intimidad sexual Rutinización de la relación sexual Aventuras extramaritales Falta de comunicación de pareja Excesiva dependencia sexual Modelo relación sexual (coito, causa más frecuente de anorgasmia) Ignorancia de necesidades sexuales de la pareja Ansiedad de desempeño Miedo a la crítica Culpa Depresión Autoestima baja Temores al embarazo Trastornos situacionales Cambios vitales mayores Factores del desarrollo Experiencias sexuales traumáticas Abuso sexual Creencias religiosas Normas familiares Mitos culturales Contexto sociocultural Desinformación Ignorancia sexual Fatiga Estrés Tabla 5. Fármacos implicados en disfunción sexual femenina19 Antihipertensivos Antidepresivos Ansiolíticos Drogas de abuso Alfa y beta bloqueadores - Propanolol - Timolol - Metoprolol Diuréticos Espironolactona Bupoprion Fluoxetina Imipramina Paroxetina Sertralina Venlafaxina Alprazolam Clonazepam Litio Clomipramina Lorazepam Alcohol Anfetaminas Cocaína Marihuana Morfina Tabaco Hormonas Anticonvulsivantes Bloqueador de receptores H2 Otras Medroxiprogesterona Etinilestradiol Fenitoína Ranitidina Famotidina Digoxina Acetazolamida Amiodarona Gemfibrocilo Agente quimioterapéutico parecería de utilidad al disminuir el metabolismo de GMPc, lo que provocaría la relajación de músculo liso a nivel vaginal34,35. Tanto la evaluación como el tratamiento deben incluir a la pareja, dado que un porcentaje importante de las DSF pueden estar asociadas a una DS masculina30,31. COMENTARIO Según lo anteriormente descrito el manejo de esta entidad clínica es posible y tendría como gran desafío el diagnóstico etiológico certero previo. Sin embargo, surgen interrogantes importantes que po- 126 drían explicar la falta de desarrollo de guías clínicas en este tema y avances en su comprensión. • ¿Cómo puedo evaluar cuando me encuentro frente a una disfunción sexual? • ¿Existen herramientas para medir la DSF? • ¿Dónde se encuentra la línea divisoria entre lo normal y anormal? En Chile no contamos, según la búsqueda bibliográfica realizada, con guías para la evaluación de DSF. Trabajos americanos mencionan herramientas para evaluar DSF como el Index of Sexual Life (ISL) creado para medir el impacto de la función eréctil en las parejas sexuales femeninas31 y el Female Sexual Function Index (FSFI)37. DISFUNCIÓN SEXUAL FEMENINA, Sin embargo, no hay que olvidar que el uso de un paradigma masculino inapropiado, la dificultad en comprender la complejidad de la respuesta sexual femenina y su nosología junto a la independencia de las esferas subjetivas y objetivas de la experiencia sexual femenina han hecho muy difícil el crear una herramienta adecuada con el fin de poder realizar estudios de DSF. Muchos textos coinciden en la falta de herramientas para evaluar la respuesta sexual femenina27,37,38. Bancroft, en el tema de la normalidad versus anormalidad sexual, postula que “la ausencia o reducción de respuesta de interés sexual no es necesariamente “disfuncional” o “maladaptativa” y que… “reacciones a ciertas circunstancias, que en el mundo actual incluyen estados de fatiga o depresión, o la presencia de circunstancias adversas en el mundo sexual en pareja de la mujer, o situaciones de la vida… no son necesariamente evidencia de malfuncionamiento del sistema de respuesta sexual”36. Esto nos pone en un escenario complejo donde las patologías pueden entenderse como un fenómeno adaptativo necesario desde un punto de vista evolutivo y se hace cuestionable catalogarlas como una disfunción. Los niveles de exigencia y las expectativas de la vida juegan un rol importante en el grado de satisfacción que se pueda experimentar. La experiencia sexual como una vivencia personal, única e irreproducible parece hacer difícil su catalogación. ¿Está el médico preparado para enfrentar a una paciente con una DSF? Un estudio hecho por la American Urogynecologic Society (AUGS) en 2005 (39) evaluó el manejo de la DSF a partir de una encuesta realizada a uroginecólogos y ginecólogos generales en USA y Canadá. El 68% tenía conocimiento de cuestionarios para evaluar DSF. Sólo 13% los utilizaba con propósito de screening. La mayoría creía que el screening de DSF era importante (47%) o muy importante (42%). A pesar de estas creencias sólo el 22% siempre pregunta por DSF, 55% la mayoría de las veces y 23% nunca lo hace. Existen varias barreras para evaluar la DSF, siendo la más importante la falta de tiempo en la consulta. Otros autores postulan que se podría deber a la incomodidad de formular las preguntas o el temor de no poder responder adecuadamente a las dudas que plantee el paciente40. Finalmente se concluyó que el 50% de los profesionales que recibieron entrenamiento por correspondencia para DSF lo encontraron insatisfactorio y 10% quedaron satisfechos29. UN DESAFÍO PARA LA MEDICINA EN EL SIGLO XXI Pedirle al médico que se prepare en este tema es difícil. El médico ante todo es ser humano y, por consiguiente, muchos de los temas a los que se verá expuesto en la medicina pasarán por el filtro de sus creencias e ideas preconcebidas. Esperar que haya un manejo acabado del tema de las DSF necesariamente implica enfrentar nuestras propias fantasías, temores y frustraciones con respecto al tema, y este es un costo alto que muchas veces no estamos dispuestos a soportar. Es necesario, a nuestro juicio, contar con un terreno conocido libre de malezas, en lo posible, y con las herramientas necesarias para poder plantar (o plantear) y crear jardines que alimenten nuestras inquietudes. No existe persona que en este terreno a lo largo de su vida no haya experimentado algún grado de frustración en el ejercicio y/o búsqueda de respuestas. Así como aprendemos a hablar y caminar, la sexualidad individual y en pareja también es un aprendizaje que como todos contará con caídas y grandes momentos de satisfacción. No perdamos la oportunidad de desarrollar este arte. ¿Qué pasa en Chile? La presente revisión y puesta en escena del tema de las disfunciones sexuales femeninas pretende destacar la importancia que puede llegar a tener su manejo para la salud de la sociedad. En Chile existe poca información acerca del tema y no se manejan estadísticas hechas en el ámbito de la medicina acerca de la prevalencia de esta patología ni la efectividad de tratamientos propuestos en la literatura. El 42% de las mujeres con problemas sexuales buscan ayuda donde su ginecólogo8 y creemos que el rol del médico gíneco-obstetra (GO) es clave en el enfrentamiento de estas patologías. La DSF aparece como un síntoma de múltiples patologías. Existen muchas causas orgánicas tratables y situaciones donde el médico con conocimiento y comentarios oportunos podría contribuir a destruir mitos que conllevan a una sexualidad poco satisfactoria. Hasta hoy el interés del médico GO, en lo que respecta a la sexualidad, había estado puesto en la prevención del embarazo mediante métodos anticonceptivos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Sin duda, en el siglo pasado, la llegada de los métodos anticonceptivos, ya sean orales o dispositivos intrauterinos, significó cambios en la vida sexual de la mujer, ligada hasta entonces casi exclusivamente a la procreación, trayendo consigo la disminución en el número de hijos y, por lo tanto, la tasa de fertilidad del país, como en el número de abortos provocados y la tasa de mortalidad materna a partir de sus complicaciones. 127 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 121-129 Sin embargo, han surgido nuevos dilemas y es necesario contar con información actual para responderlos. La prevalencia de las DSF es altísima y en un futuro va a significar un gran costo para el gobierno de los diferentes países13. La población envejece y se hace necesario conocer la sexualidad propia de esta etapa de la vida, sin caer en la negación de sexualidad o sexualidad impuesta40, al “estilo adulto joven”. Las mujeres se embarazan y debemos saber si habría que desaconsejar o promover las relaciones sexuales durante este período41. La frecuencia nor- mal de relaciones, el punto G, el tipo de relaciones, entre otras, son algunas de las dudas a las que el médico seguramente se verá expuesto. Las mujeres, como seguramente también los hombres, no van a soportar más en silencio y empezarán a preguntar y exigir, y el médico debe estar preparado para dar respuestas. La falta de conocimiento en este tema es la conclusión de muchos artículos3,8,16,22,26,27,34,38 a los cuales se suma el presente. Los invitamos a recorrer este camino que recién empieza en búsqueda de más conocimiento para poder aportar con un grano de arena al inmenso mar de la sexualidad femenina. REFERENCIAS 13. 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En Chile su prevalencia sería de 23% y alcanzaría cifras aún mayores en las mujeres climatéricas. En su fisiopatología interactúan fenómenos complejos tales como la obesidad abdominal, hipertensión arterial, resistencia a insulina y la presencia de un estado proclive a la inflamación y trombosis. Desde la mirada obstétrica y ginecológica, la adecuada identificación del síndrome metabólico, permite reconocer mujeres con mayor riesgo tanto en el embarazo como en la indicación de anticoncepción hormonal oral y terapia hormonal de reemplazo con estrógenos. Palabr as clave: obesidad, dislipidemia, trombosis, estrógenos SUMMARY According to the definition of ATP III the metabolic syndrome would correspond to cluster of high risk for cardiovascular disease and diabetes type 2, in whose origin the obesity has a preponderant roll. In Chile its prevalence would be of a 23% and would reach still greater numbers in the menopausal feminine population. Pathologically is a complex phenomena interact such as the abdominal obesity, arterial hypertension, resistance to insulin and the presence of a proinflammatory and prothrombotic state. From the obstetrical and gynecological point of view, the suitable identification of the metabolic syndrome, allows to as much recognize a group of women with greater risk in the pregnancy as in the indication of oral hormonal contraception and hormonal therapy available with estrogens. Key words: obesity, dyslipidemia, thrombosis, estrogens 1 Depto. de Ginecología y Obstetricia. Facultad de Medicina. Campus Oriente. Universidad de Chilea 2 Unidad de Cardiología. Servicio de Medicina. Centro de Referencia de Salud Cordillera Oriente Correspondencia: Sócrates Aedo M.; Los Conquistadores 2251. Depto 2. Providencia. Stgo. Chile, Fono-FAX 2326859. E mail: saedo@vtr.net 130 SÍNDROME METABÓLICO DEFINICIÓN DEL SÍNDROME METABÓLICO E l Panel III de Tratamiento de Adultos del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol de los EEUU (ATP III)1 identificó al síndrome metabólico (SM) como un cluster de riesgo cardiovascular que debiera merecer una atención clínica significativa y propuso un conjunto de criterios similar al propuesto por la OMS2,3, con una diferencia. Que la insensibilidad a la insulina, que era un componente necesario, pase a ser uno de cinco diferentes componentes del síndrome; pero de los cuales al menos tres deben estar presentes al mismo tiempo. Uno de esos componentes clave es la obesidad abdominal. El ATP III no recomienda mediciones rutinarias de la sensibilidad a la insulina, ni un análisis de glicemia a las 2 horas postsobrecarga de glucosa, sino que incluye simplemente una evaluación de la glucosa en ayunas, si no se había diagnosticado ya una Diabetes Mellitus o intolerancia a la glucosa. Los criterios del ATP III fueron revisados recientemente4. La nueva definición exige que al menos se den tres de los cinco factores que se citan a continuación: 1. Perímetro de cintura aumentado (102 cm. o más en varones, 88 cm o más en mujeres). 2. Alto nivel de triglicéridos (150 mg/dL o tratamiento farmacológico para dislipidemia). 3. Bajo nivel de colesterol HDL (por debajo de los 40 mg/dL en varones; inferior a los 50 mg/dL en mujeres o tratamiento farmacológico para dislipidemia). 4. Hipertensión (presión sistólica igual o por encima de 130 mmHg; presión diastólica igual o por encima de 85 mmHg o tratamiento farmacológico para hipertensión arterial crónica) 5. Glucosa en ayunas de 100 mg/dL o más o tratamiento farmacológico para resistencia a la insulina o diabetes. PREVALENCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO La prevalencia del SM en EEUU, basado en una muestra multiétnica de adultos americanos, ha sido estimada en 23,7%5. En ese estudio el SM afecta más frecuentemente a las personas mayores, al género femenino y a la población norteamericana de origen mexicano. El género femenino se ha visto especialmente afectado, ya que en la transición menopáusica emergen muchas de las características del SM: aumento de la adiposidad abdominal, cambios aterogénicos del perfil lipídico, hiperglicemia e hiperinsulinemia6. EN OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA Cifras similares a las reportadas en EE.UU se muestran en Chile, donde la Encuesta Nacional de Salud en el año 2003, señala que la prevalencia nacional de SM es de 23% y que en mujeres de 45 a 64 años esta cifra sube a 35,4%7. Por otra parte considerando, que nuestra prevalencia de enfermedades cardiovasculares resulta comparable a Estados Unidos, creemos razonable utilizar los mismos criterios hasta poder contar con estudios epidemiológicos propios. ETIOPATOGENIA DEL SÍNDROME METABÓLICO El SM tiene un origen multifactorial, donde uno de los componentes más frecuentes es la resistencia a la insulina asociada1,8. El diagnóstico de SM debiera ser hecho en una categoría diferente al diagnóstico de resistencia insulina, intolerancia glucosa y diabetes tipo 2. De hecho sólo el 75% y 86% de sujetos con intolerancia la glucosa y diabetes tipo 2 respectivamente van a estar en la categoría de SM de acuerdo a los criterios del ATPIII8,9. Además de la resistencia insulina existen otros factores que podrían vincularse al origen del SM (Tabla 1)1,8,10,11 y que habría que ir a determinar en cada paciente en particular y así diseñar la estrategia terapéutica más conveniente. Visto así el problema podemos plantear que el SM no va requerir únicamente un enfoque del diabetológico para su adecuado manejo1,8,10,11. Desde el punto de vista ginecológico nos interesan factores tales como el embarazo, síndrome del ovario poliquístico, empleo de anticonceptivos hormonales orales, uso de terapia hormonal de reemplazo y empleo de tamoxifeno. FISIOPATOLOGÍA DEL SÍNDROME METABÓLICO En pacientes con SM el riesgo relativo para enfermedad cardiovascular ateroesclerótica es de 1,5 a 38,12,13 dependiendo la etapa de progresión. Cuando la diabetes no está aún presente, el riesgo de progresión a diabetes tipo 2 es 5 veces mayor que un individuo sin SM8,14,15. Una vez que la diabetes se desarrolla el riesgo cardiovascular se incrementa aún más8. La historia natural del SM y sus complicaciones está descrito en Figura 1. En relación a las consecuencias en el aspecto cardiovascular, el ATPIII identificó en el SM 6 componentes significativos4,16, cuales son: 1. Obesidad Abdominal: La obesidad abdominal es la forma de obesidad más fuertemente asociada con 131 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 130-137 Tabla 1. Factores asociados al síndrome metabólico (SM): En la etiología del SM el factor principal estaría vinculado a la obesidad y resistencia a la insulina, pero conjuntamente a estos factores intervienen otros factores1,4,8,10,11,16. Patológicos Adquiridos Farmacológicos Otros Resistencia a la insulina Dislipidemias familiares Diabetes mellitus Hipertensión arterial crónica Hipotiroidismo Hepatopatías Síndrome nefrótico Falla renal crónica Síndrome del ovario poliquístico Obesidad y sobrepeso Tabaquismo Sedentarismo Ingesta excesiva de hidratos de Carbono Alcoholismo Corticoesteroides Inhibidores de la proteasa (HIV) Bloqueadores ß-adrenérgicos Estrógenos orales Esteroides anabólicos Progestinas Tamoxifeno Edad Embarazo Bajo peso al nacer Obesidad Abdominal Síndrome Metabólico Factores de riesgo múltiples bordeline Factores de riesgo múltiples categóricos Enfermedades Cardiovasculares y complicaciones Diabetes Mellitus Tipo 2 Complicaciones Diabéticas Figura 1. Progresión y resultados del síndrome metabólico (SM). El SM al inicio se presenta como obesidad abdominal, con la edad e incremento en la obesidad aparecen otros factores de riesgo que empeoran la situación. Muchas personas con SM desarrollan diabetes tipo 2. A la vez que el SM progresa el riesgo para enfermedades cardiovasculares y sus complicaciones también avanzan. Una vez desarrollada la diabetes, otras complicaciones diabéticas y otras enfermedades cardiovasculares son también desarrolladas. El SM en cada etapa abarca el desarrollo de factores de riesgo y diabetes tipo 28. 132 SÍNDROME METABÓLICO el SM, se detecta con la medición de la circunferencia abdominal. Su presencia contribuye a la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, descenso colesterol HDL e hiperglicemia4,10,16-18. El exceso de tejido adiposo libera muchos productos que incrementarían los factores de riesgo metabólico. Ellos incluyen ácidos grasos no esterificados (NEFA), citocinas, inhibidor del activador del plasminógeno (PAI-1) y adiponectina. Un alto nivel plasmático de NEFA sobrecarga el músculo e hígado con lípidos aumentando la resistencia a insulina. Un elevado PAI-1 contribuye a un estado protrómbotico mientras que bajos niveles de adiponectina que acompañan la obesidad empeoran los factores de riesgo metabólico4,10,16-18.La fuerte conexión entre la obesidad abdominal con los factores de riesgo que el ATPIII define como SM, hace que esencialmente dicho síndrome deba considerarse un cluster para complicaciones metabólicas de la obesidad4,10,16-18. 2. Dislipidemia aterógenica: Se manifiesta en el análisis del perfil lipídico como aumento de los triglicéridos y bajas concentraciones de colesterol HDL4. Esta dislipidemia aterogénica, se explica por un aumento de la síntesis hepática de triglicéridos (por la mayor disponibilidad de ácidos grasos libres e hiperinsulinemia), mayor secreción de lipoproteínas VLDL y mayor catabolismo de las HDL con aumento de la excreción renal de apoA1. Por una mayor actividad de la enzima intravascular Cholesteryl Ester Transfer Protein (CETP), las VLDL reciben colesterol esterificado desde las LDL y desde las HDL, transfiriéndoles, a su vez, triglicéridos. Las HDL y las LDL ricas en triglicéridos son sustrato de la lipasa intravascular hepática aumentando el catabolismo de las HDL, mientras las LDL se transforman en partículas más pequeñas y densas. Estas LDL pequeñas y densas son más aterogénicas porque son más susceptibles a la oxidación, siendo especialmente captadas por los receptores SR-A1 de los macrófagos del espacio subendotelial, generando una respuesta inflamatoria a medida que se transforman en células espumosas cargadas de colesterol. Además, la resistencia a la insulina reduce la actividad de la lipasa lipoproteica intravascular, reduciendo la remoción de IDL y remanentes de quilomicrones, que también son lipoproteínas aterogénicas10,11,16,18,19. 3. Hipertensión arterial: Esta frecuentemente asociada con obesidad y resistencia a insulina4,16,20. En el SM la hipertensión arterial sería el componente EN OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA menos metabólico, pues ciertamente su origen es multifactorial4,16. 4. Intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina: Esta presente al igual que la obesidad en la mayoría de las pacientes con SM y fuertemente asociada con otros factores metabólicos de riesgo, correlacionándose en forma unívariada al riesgo cardiovascular4,8-11,1416,18. La resistencia a la insulina es el defecto más importante en la patogenia de la intolerancia a la glucosa y de la diabetes tipo 24,10,16. Cuando la célula beta claudica en compensar la resistencia con hiperinsulinemia, se desarrolla la hiperglicemia postprandial y, posteriormente, la hiperglicemia de ayuno. La resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia preceden por años a la aparición de la diabetes en una condición que se puede considerar como prediabetes y que clínicamente ya se puede diagnosticar como síndrome de resistencia a insulina4,8,10,16. Haffner et al, demostraron en el estudio de San Antonio que el 82,4% de los individuos que desarrollaron diabetes eran previamente resistentes a la insulina21. En el estudio de Bruneck, Bonora et al encontraron insulinoresistencia evaluada por HOMA (Homeostasis Model Assessment) en el 60% de los hipertensos y en más del 80% de los individuos con aumento de triglicéridos y colesterol-HDL bajo22. 5. Estados proinflamatorio y protrombótico: En los últimos años, ha habido una extensa investigación sobre los efectos moleculares asociados a la resistencia a la insulina en la célula endotelial. Estos son múltiples y complejos, pero en conjunto producen un estado proclive a la inflamación y trombosis que explicarían el incremento en el riesgo cardiovascular (Tabla 1). Un elemento importante sería el aumento del estrés oxidativo por mayor producción de especies reactivas de oxígeno debido a la mayor oferta de ácidos grasos libres y de glucosa (cuando hay hiperglicemia),directamente o a través de la activación de factores de transcripción (Protein kinasa C, MAP kinasas). La mayor actividad del factor nuclear NFkB (por disminución de su inhibidor) produce una mayor expresión de decenas de genes proinflamatorios. Como consecuencia de ello, se producen múltiples cambios, como alteraciones del tono y flujo vascular (menor actividad de la óxido nítrico sintetasa, aumento de la endotelina-1), aumento de moléculas de adhesión (VCAM-1, ICAM-1), mayor permeabilidad vascular (aumento de VEGF), menor fibrinolisis (aumento del PAI-1), mayor reclutamiento 133 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 130-137 de monocitos (aumento de MCP-1), aumento de citocinas (IL-6, TNF alfa) y proteína C reactiva.18,19,23,24 (Tabla 2). IMPORTANCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO EN EL USO DE ESTRÓGENOS Considerando la alta prevalencia del SM en la población general, no es infrecuente que nos encontremos con dicha patología en la práctica ginecológica y obstétrica por lo cual deberíamos estar atentos a reconocerla en nuestras pacientes para así seleccionar un grupo en el cual vamos a tener un mayor riesgo de eventos cardiovasculares. Desde el punto de vista del tipo de eventos cardiovasculares podemos clasificar el SM en 2 grupos de mujeres: a) Mujeres Jóvenes premenopáusicas: En relación a lo que hemos analizado, en este grupo el SM debiera ser considerado una trombofilia adquirida dado que estas pacientes aún no tendrían el desarrollo completo de la placa ateroesclerótica pero existirían fenómenos proclives a la inflamación y trombosis. En este grupo etáreo especial énfasis debe hacerse en las portadoras de síndrome del ovario poliquístico, que considerando la alta prevalencia de fenómenos de resistencia a insulina (más del el 50% que lo observado en la población general)25 presentan también un aumento en la frecuencia de SM26. Los anticonceptivos hormonales incrementan el riesgo de trombo-embolismo venoso27,28 y dependiendo el tipo de anticoncepción hormonal dicho riesgo se modificaría27-29, según se muestra en Tabla 3. Con esto de ninguna forma planteamos que no debiera usarse anticoncepción hormonal, sino más bien debiera usarse pero siempre que los riesgos no excedan los riesgos del evento que se desea evitar, es decir el embarazo. Sin lugar a dudas la incidencia de tromboembolismo pulmonar y venoso va a variar si la paciente presenta factores de riesgo como por ejemplo existencia de una trombofilia congénita, obesidad u otros factores de riesgo y en esto deseamos hacer un especial énfasis en el SM, que como hemos señalado en la mujer joven sería considerado una trombofilia adquirida. Recientemente se ha publicado que el anticonceptivo con etinil estradiol 35 mcg más drosperidona 3 mg tendría una prevalencia para trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar de 137 casos por 100.000 años-mujer30 lo cual supera con creces lo observado en otras formas de anticoncepción hormonal oral (Tabla 3)27-29. Aunque en el análisis de dichos casos se observa que existe una alta frecuencia de trombofilias congénitas, tabaquismo, obesidad y traumatismo, lo cual permite considerar que el anticonceptivo es un factor que interactúa con otros factores para producir el evento trombótico27,31. Es indispensable que al indicar Tabla 2. Resumen de algunos efectos moleculares proinflamatorios, proproliferativos y protrombóticos en el Síndrome Metabólico4,16,18,19,23,24 Cambios Proinflamatorios-proproliferativos-provasocontricción 1. Aumento producción especies reactivas del oxígeno (ROS). 2. Aumento kinasas de proteínas mitogénicas activadas (MAPK). 3. Activación del factor nuclear NFKB. 4. Aumento moléculas adhesión intercelular: ICAM-1 y VCAM-1. 5. Aumento proteína C reactiva. 6. Citocinas: I-L6 y TNF alfa. 7. Aumento Monocitos (MCP-1). 8. Aumento de la permeabilidad vascular (VEGF). 9. Reducción óxido nítrico. 10. Aumento endotelina 1 (ET-1). Cambios Protrombosis 1. Aumento Fibrinógeno 2. Aumento del inhibidor del activador del plasminógeno: PAI-1. 3. IL-6 aumenta el número y actividad plaquetas favorece lesión endotelial. 4. Lipoproteína a compite con el acoplamiento del plasminógeno con la fibrina. 5. Aumento concentración homocisteinemia asociación con trombosis. 134 SÍNDROME METABÓLICO EN OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA Tabla 3. Riesgo de trombosis venosa profunda, según tipo de anticonceptivo hormonal oral. Los riesgos de trombosis son dependientes de la dosis estrógenica usada y también a igual dosis estrógenica varían de acuerdo al tipo de progestina utilizada27-29 Tipo de anticoncepción Hormonal oral No usuarias Embarazo Aco con progestinas de segunda generación Aco con progestinas de tercera generación Etinil estradiol 35 mcg más acetato de ciproterona cualquier forma de anticoncepción hormonal se determinen previamente los riesgos, personalizando cada caso para recomendar la anticoncepción con el menor riesgo posible. El SM en la mujer joven no sólo tiene que ver con el uso de la anticoncepción hormonal, sino que similares precauciones hay que considerar en aquellas mujeres que están planificando un embarazo. El riesgo de trombosis venosa que está incrementado durante la gestación y el puerperio, estará incrementado cuando la gestante además es portadora de un SM. Por otro lado, le aumenta la probabilidad de desarrollar diabetes gestacional, preeclampsia y restricción del crecimiento intrauterino durante el embarazo, con consecuencias riesgosas tanto para la madre como para el feto y la salud futura del hijo32,33. b) Mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas: En estas mujeres a diferencia del grupo anterior existe un desarrollo mayor de la placa ateroesclerótica y por tanto el SM sería considerado un equivalente de riesgo cardiovascular, es decir aquella paciente que posea un SM tendría un riesgo cardiovascular equivalente al de una mujer que padece cardiopatía coronaria, arteriopatía periférica, aneurisma aórtico abdominal, arteriopatía carotídea sintomática y Diabetes Mellitus1,4,16. Es así como tenemos que el empleo de anticoncepción hormonal en la mujer en perimenopáusica (en especial en la fumadora, obesa, hipertensa, portadora de SM, etc.) esta asociada al incremento del riesgo cardiovascular no sólo en lo referente al tromboembolismo venoso y pulmonar sino también en relación a la complicaciones cardiovasculares ateroescleróticas tales como el infarto agudo al miocardio y accidente cerebrovascular27,31. Lo anterior en ninguna forma significa no usar anticoncepción hormonal oral en este período sino muy por el Riesgo de Trombosis venosa profunda (casos por 100.000 años-mujer) 5-10 60 20 30-40 78 contrario deben determinarse claramente los riesgos en forma individual en cada paciente, para determinar así la forma de planificación familiar más segura que la proteja del riesgo del embarazo. En la mujer postmenopausia la detección y manejo del SM cobra aún mayor importancia dado que su frecuencia está aumentada por la edad, y es cuando con mayor frecuencia se presentan sus complicaciones (Diabetes Mellitus y complicaciones cardiovasculares ateroescleróticas). Las investigaciones experimentales, genéticas y epidemiológicas han indicado que la elevación del colesterol LDL es una de las principales causas de riesgo cardiovascular ateroesclerótico1,4,16,34. Ensayos clínicos recientes han demostrado que los tratamientos que reducen su concentración también reducen el riesgo cardiovascular34. Por este motivo, en el ATP III1,4,16 el objetivo primario de los tratamientos hipocolesterolemiantes sigue siendo la reducción del colesterol LDL.De acuerdo al ATP III 1,4,16 la meta de la detección del SM, es poder reducir el riesgo cardiovascular ateroesclerótico asociado, señalando como objetivo primario la reducción del colesterol LDL a menos de 100 mg/dL. Se ha observado que los pacientes con SM que logran la meta de colesterol LDL ya señalada, obtienen una real reducción de su riesgo cardiovascular, evitándose accidentes cerebrovasculares e infartos agudos al miocardio1,4,16. Recientemente se ha definido una categoría de pacientes de muy alto riesgo cardiovascular, que requieren reducir el colesterol LDL a niveles inferiores de 70 mg/dL. Esta nueva categoría de riesgo incluye a pacientes con enfermedad coronaria establecida y que presentan alguno de los siguientes diagnósticos o condiciones: Diabetes Mellitus, SM, factores de riesgo mal controlados (especialmente tabaquismo) y síndrome coronario agudo4. Para cumplir el objetivo de disminuir los riesgos cardiovasculares, además de enfatizar el manejo de 135 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 130-137 los factores etiológicos (Tabla 1), especialmente en relación a los cambios que conlleven a un estilo de vida saludable, existen estrategias farmacológicas, tales como el empleo de hipolipemiantes, drogas antihipertensivas, hipoglicemiantes o insulino sensibilizadores, agentes antiplaquetarios y eventualmente fármacos orientados a obtener pérdida de peso1,4,7,16,34,35. En relación a lo anterior es conveniente destacar: 1. Que las medidas de estilo de vida saludable (dieta, suspensión del hábito de fumar y el ejercicio) debieran ser hechas sin excepción en todos los casos con esta patología. 2. Que el uso de ácido acetilsalicílico (incluso en dosis de 30 mg/día) debiera considerarse, aunque condicionado a una previa evaluación individual de cada caso con SM35. 3. Que las estatinas no sólo cumplen una importante acción en la reducción del colesterol LDL, sino REFERENCIAS 1. 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Por último, en la mujer postmenopáusica con SM, previa valoración individual del riesgo cardiovascular, además de las medidas correctoras planteadas se puede considerar la opción del empleo de terapia hormonal de reemplazo con estrógenos, con el objetivo de lograr una mejoría en su calidad de vida en relación al climaterio36,37 para lo cual planteamos usarlos vía oral en dosis bajas o transdérmicos; en consideración a que usados de esa manera no se ha demostrado que incurran en aumento de riesgos cardiovasculares, y hay evidencias de que podrían tener efectos protectores37-40. 6. CARR MC. The emergence of the metabolic syndrome with menopause. J CLIN ENDOCRINOL METAB. 2003; 88(6): 2404-2411. 7. Encuesta Nacional de Salud Chile, 2003. Ministerio de Salud, Gobierno de Chile. Disponible en: http:// epi.minsal.cl/epi/html/invest/ENS/ENS.htm. Consultado el 6 de Julio de 2006. 8. GRUNDY S. metabolic Syndrome: Connecting and Reconciling Cardiovascular and Diabetes Worlds. 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En la primera parte de la revisión de este tema se analizó el valor predictivo de la medición ecográfica del cuello uterino en las pacientes con factores relacionados con un mayor riesgo de parto prematuro según los criterios propuestos por el MINSAL para el manejo y prevención del parto prematuro. Se señaló, en esta primera parte de la revisión, que el riesgo de parto prematuro aumenta cuando se observa por la medición sonográfica del cuello uterino una disminución de la longitud cervical. Una longitud cervical por debajo de 25 mm que corresponde al percentil 10, entre las 22-24 semanas de gestación en mujeres asintomáticas, se relaciona con aumento de más de seis veces de tener un parto prematuro antes de las 35 semanas en comparación con embarazadas que presentan una longitud cervical dentro del rango normal. La longitud cervical de 25mm evaluada por ecografía ha sido establecida como umbral clínico para identificar a las embarazadas con un mayor riesgo de tener un parto prematuro. Existe una extensa casuística de trabajos de investigación clínica de diversos autores que respaldan la evidente asocia- Unidad de Ultrasonografía. Servicio de Obstetricia y Ginecología. Hospital Stgo. Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia: mebardi@entelchile.net 138 ción entre el acortamiento del cuello uterino y el riesgo de parto prematuro. En la segunda parte de esta revisión se analizará el rol de la medición sonográfica del cuello uterino en el diagnóstico y manejo de la amenaza de parto prematuro sintomático, es decir, de la embarazada que presenta contracciones uterinas con o sin modificaciones cervicales al examen vaginal digital. LA EVALUACIÓN SONOGRÁFICA DEL CUELLO UTERINO EN LA AMENAZA DE PARTO PREMATURO La longitud cervical entre las 18-24 semanas de gestación de embarazadas asintomáticas que ha sido establecido como umbral clínico predictivo para identificar a las pacientes con un mayor riesgo de parto prematuro no son extrapolables al diagnóstico y manejo de la amenaza de parto prematuro sintomático, pues los objetivos de la evaluación ecográfica son diferentes. En las pacientes asintomáticas con factores de riesgo de parto prematuro, el objetivo de la cervicometría sonográfica es la predicción de ese riesgo. En cambio, en la amenaza sintomática de parto prematuro el objetivo de la evaluación sonográfica del cuello uterino es la precisión del diagnóstico de lo cual va a depender la decisión médica de administrar preventivamente corticoides a la madre y la instalación de un tratamiento tocolítico para detener o retrasar un parto de pretérmino con fármacos que no están exentos de algunos riesgos y efectos secundarios maternos. El diagnóstico clínico basado en la existencia de contracciones uterinas dolorosas más dilatación y EVALUACIÓN SONOGRÁFICA DEL CUELLO UTERINO EN LA PREDICCIÓN DEL PARTO PREMATURO. SEGUNDA PARTE borramiento cervical en el examen digital del cuello uterino tiene demasiada imprecisión1-3. Aproximadamente la mitad de las mujeres con diagnóstico clínico de amenaza de parto prematuro no tienen un parto antes de término. De ahí la importancia de revisar si existe en la evaluación ecográfica del cuello uterino hallazgos que permitan mejorar la precisión del diagnóstico de amenaza de parto prematuro, y evitar así muchas hospitalizaciones innecesarias o la iniciación tardía del tratamiento médico En la evaluación sonográfica del cuello uterino de pacientes con amenaza sintomática de parto prematuro, que presenta contracciones uterinas con o sin modificaciones del cuello uterino al examen vaginal digital, hay que tener presente que el estudio ultrasonográfico del cuello uterino durante el embarazo ha puesto en evidencia que el proceso de maduración cervical, caracterizado por el borramiento y una gradual dilatación que comienza por el orificio cervical interno, se produce mucho antes de la iniciación del parto, alrededor de las 32 semanas de gestación en los partos de término y tan temprano como las 16-24 semanas en el parto prematuro3. La exploración digital del cuello uterino no pone de manifiesto este proceso silencioso porque el orificio cervical externo permanece cerrado en un comienzo. De ahí que el diagnóstico clínico basado en la presencia de una dilatación cervical al tacto vaginal puede ser tardío para iniciar con éxito el tratamiento médico del parto prematuro. En las pacientes con amenaza sintomática de parto prematuro una longitud cervical ultrasonográfica de 30 mm o mayor excluye la posibilidad de un parto prematuro4. En cambio, no existe un umbral sonográfico de acortamiento cervical con un valor predictivo positivo que sea significativo en la precisión del diagnóstico de amenaza de parto prematuro. Se ha propuesto, en este sentido, la longitud de 1820 mm3 si bien no siempre se correlaciona consistentemente con la duración del embarazo. Es decir, el rol actual de la evaluación sonográfica del cuello uterino en la amenaza de parto prematuro está limitado únicamente a la exclusión de tal posibilidad si se comprueba un cuello uterino de longitud normal. No se ha definido aún el grado de acortamiento cervical que identifique con precisión a la paciente con una verdadera amenaza de parto prematuro5. REFERENCIAS 3. IAMS JD. Obstet Gynecol 2003; 101 : 402-12 4. GÓMEZ R, GALASSO M, ROMERO R ET AL. Ultrasonographic examination of the uterine cervix is better than cervical digital examination as a predictor of the likelyhood of premature delivery in patients with preterm labor and intact membranes. Am J Obstet Gynecol 1994; 171 : 956-64 5. OWEN J. Clin Perinatol 2003; 30 : 735-55 1. PIRCON R.A, STRASSNER H.T, KIRZ D.S, TOWERS C.V. Controlled trial of bed rest and hidration vs rest alone in the evaluation of preterm uterine contractions. Am J Obstet Gynecol 1989; 161 : 775-9 2. JACKSON WJ, LUDMIR J, BADER TJ. 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La presentación clínica en la paciente embarazada es similar a la no gestante, pero el diagnóstico de tuberculosis pulmonar es difícil debido a que se tiende a posponer la radiografía de tórax, además que algunos estudios han mostrado una presentación menos llamativa de los síntomas en estas pacientes. Existen varios estudios que muestran una incidencia aumentada de patologías en el embarazo y mal resultado perinatal en la gestante con tuberculosis, por lo cual a pesar de los potenciales efectos en el feto de algunas drogas antituberculosas, se ha visto que el tratamiento durante el embarazo es capaz de reducir el impacto perinatal de la enfermedad, tanto en la madre como en el neonato. Por esta razón es importante tener un alto nivel de sospecha para realizar un diagnóstico precoz, ya que si la enfermedad es diagnosticada y tratada oportuna y adecuadamente, el pronóstico materno y fetal es muy bueno. Palabr as Clave: Tuberculosis, Embarazo, Mycobacterium tuberculosis. SUMMARY Tuberculosis (TBC) is a world health problem. About 1/3 of world population is infected by Mycobacterium, being responsible for 1,6 million deaths in 2002, with an increase of new cases in relation to patients with HIV/AIDS. The most affected ages are late adolescence and beginning of adulthood, just in the reproductive women age. Already in the middle of XXth century diverse studies demonstrated a similar affection of tuberculosis in pregnant woman in relation to general population and a similar evolution of the disease. The clinical presentation in pregnant patients is similar to the one in not pregnant woman, but diagnosis of pulmonary tuberculosis is difficult due to the fact that chest X-ray is postponed in pregnant woman, besides the fact that some studies have showed a less showy presentation of symptoms in these patients. There exist several studies that show an increased effect of problems in pregnancy and proved bad perinatal results in the pregnant patient with tuberculosis, for which in spite of the potential effects in the fetus of some anti-tuberculosis drugs, the treatment during pregnancy is capable of reduce the perinatal impact of the disease, both in the mother and in the newborn. That why it is important to have a high level of suspicion to realize a precocious diagnosis, since if the disease is diagnosed and treated opportunely and adequately, the mother and fetal prediction is very good. Key words: Tuberculosis, pregnancy, newborn, Mycobacterium tuberculosis. a Interno 7º Medicina, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Servicio Obstetricia y Ginecología, Hospital Dr. Luis Tisné Brousse. Correspondencia: jhiriart@gmail.com b 140 TUBERCULOSIS INTRODUCCIÓN L a tuberculosis (TBC) comprende un problema de salud mundial, correspondiendo a la segunda causa de muerte por enfermedades infecciosas en todo el mundo, con alrededor de 8-9 millones de casos nuevos para el año 20001. Se estima que alrededor de 1/3 de la población mundial se encuentra infectada con Mycobacterium tuberculosis, siendo responsable de 1,6 millones de muertes para el año 20022. En nuestro país se observó un descenso sostenido de casos entre los años 19902000, lo cual no se mantuvo en los años 2001-2002, donde se vio un estancamiento en el número de casos nuevos, con una incidencia de 20/100.0003, sin embargo, Chile corresponde a uno de los países de América Latina con menor incidencia de TBC2. Otro punto importante de mencionar es el aumento de nuevos casos en relación a pacientes portadores de VIH/SIDA, los cuales dan cuenta en forma importante del aumento de la TBC en el mundo1. La edad de mayor incidencia de tuberculosis se encuentra en la adolescencia tardía y principios de la adultez, siendo la edad entre 25-34 años la de mayor incidencia en la mujer, es decir, justo en la edad reproductiva4. Hasta principios del siglo XX se creía que la mujer embarazada tenía un riesgo aumentado de contraer tuberculosis, además de considerar al embarazo como un factor deletéreo para la evolución de la enfermedad, llegándose incluso a recomendar el aborto. Ya a mediados del siglo XX diversos estudios demostraron una incidencia similar de tuberculosis en la mujer embarazada en relación a la población general y una evolución similar de la enfermedad5,6. TRANSMISIÓN EN EL EMBARAZO usualmente es asintomática. Después de 4 semanas, la respuesta del huésped en el sitio de la lesión primaria da origen a las lesiones granulomatosas. En los pacientes que tienen la enfermedad activa se produce un daño progresivo y la lesión va creciendo, lo cual se ve en los primeros dos años de infección7. Los pacientes que tienen la enfermedad latente pueden sufrir una reactivación de la enfermedad, lo cual recibe el nombre de tuberculosis secundaria4. FACTORES Y GRUPOS DE RIESGO Existen ciertas condiciones sociales y de forma de vida que se asocian a un mayor riesgo de contraer tuberculosis, al igual que existe factores de riesgo asociados a una mayor frecuencia de la enfermedad activa7. Grupos de mayor riesgo de contraer la enfermedad: - Inmigrantes de áreas endémicas - Personas viviendo en condiciones de hacinamiento - Personas en situación de extrema pobreza - Trabajadores de la salud - Prisioneros en cárceles - Drogadictos Grupos de mayor riesgo de enfermedad activa: - Pacientes inmunocomprometidos, incluyendo portadores de VIH/SIDA - Población infantil - Pacientes con diabetes mellitus - Pacientes con hemofilia - Pacientes con enfermedad renal crónica - Pacientes con neoplasias malignas - Pacientes portadores de silicosis DE LA INFECCIÓN SIGNOS La tuberculosis en la embarazada se transmite e infecta de la misma manera que en la población no embarazada, siendo la forma más común la transmisión de persona a persona mediante las gotitas de Pfluger en pacientes portadores de una TBC pulmonar o laríngea, a través de la tos o estornudo7,8. Usualmente, después de 2-12 semanas de la infección inicial con M. tuberculosis, la respuesta inmune limita la multiplicación del bacilo y los test inmunológicos se vuelven positivos. Algunos bacilos pueden permanecer viables en el cuerpo por muchos años, condición conocida como infección latente. Estos pacientes no transmiten la infección8. Las gotitas son inhaladas, alcanzando los alvéolos el 10% de ellas. Se activan los macrófagos alveolares, los cuales ingieren el bacilo y lo destruyen, pero si los bacilos se multiplican rápidamente producen lisis de los macrófagos. Esta fase de la enfermedad Y SÍNTOMAS La presentación clínica de la tuberculosis en la paciente embarazada es similar a la no gestante, pudiendo incluir fiebre, sudoración nocturna, tos, hemoptisis, pérdida de peso, anorexia, decaimiento general y cansancio7,9-11. Al examen físico se puede encontrar la piel caliente, enflaquecimiento, con estertores y roncus al examen pulmonar. Rara vez presentan hipocratismo digital debido a hipoxia7. Hasta el 20% de los pacientes pueden presentar una forma asintomática de la enfermedad5, al igual que los pacientes con infección latente8. DIAGNÓSTICO El diagnóstico de tuberculosis pulmonar es difícil en la embarazada debido a que se tiende a posponer la 141 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 140-144 radiografía de tórax, además que algunos estudios han mostrado una presentación menos llamativa de los síntomas en la mujer embarazada5. Para el diagnóstico es importante la historia, examen físico, radiografía de tórax, test de tuberculina, así como la baciloscopía de expectoración y el cultivo de secreción para Mycobacterium tuberculosis11. Usualmente los pacientes presentan tos productiva, por lo cual se puede obtener el esputo para la realización de baciloscopías y cultivo. Para los pacientes que no tienen tos productiva se puede utilizar solución salina inhalada para la producción y obtención del esputo. En último caso se puede utilizar aspirado de contenido gástrico o fibrobroncoscopía para la obtención de la muestra. El cultivo demora 2 o más semanas en obtener el crecimiento del bacilo11. Radiografía de tórax: Los hallazgos clásicos corresponden a infiltrado o cavitación en la zona apical de los lóbulos superiores, aunque puede ser normal, presentar nódulos, infiltrado en forma difusa, neumatocele, derrame pleural, atelectasias o adenopatías mediastínicas. En pacientes asintomáticas se debe postergar su realización hasta las 12 semanas de gestación, pero si presenta el test de tuberculina positivo, se debe realizar independiente de la edad gestacional7,11. Test de tuberculina: El test de tuberculina se realiza mediante la administración intradérmica del derivado proteico purificado (PPD). Se vuelve positivo 2-12 semanas después de la infección, además de ser el único examen que puede detectar la infección por Mycobacterium tuberculosis en personas asintomáticas7. Ha sido recomendado en Estados Unidos para la detección de tuberculosis latente en los grupos de alto riesgo. Ha mostrado ser segura, además de no verse afectado el examen en el embarazo. Se utilizan 0,1 ml (5 unidades de tuberculina), en general una zona indurada de 0-4 mm es considerada negativa, 510 mm dudoso y mayor a 10 mm reactivo. Un resultado dudoso debe repetirse a los 3 meses5,12. Criterios de positividad para la prueba de tuberculina7: Induración de 5 mm o mayor: - Persona infectada con VIH - Contacto reciente de persona con tuberculosis - Hallazgos radiológicos consistentes con tuberculosis Induración de 10 mm o mayor: - Inmigrante de área endémica de tuberculosis - Pacientes con riesgo de enfermedad tuberculosa activa - Trabajadores de la salud - Usuarios de drogas endovenosas Induración de 15 mm o mayor: - Persona con condiciones de bajo riesgo de enfermedad tuberculosa 142 TRATAMIENTO El tratamiento de la tuberculosis en el embarazo dependerá del estado de la enfermedad (PPD positivo solo o enfermedad activa), además del perfil de resistencia a las drogas en las distintas áreas7. En Estados Unidos se recomienda el uso preventivo con isoniazida ante parto para las pacientes menores de 35 años que tengan una radiografía de tórax limpia con a) reacción de tuberculina mayor a 15 mm sin tratamiento previo, b) mayor a 10 mm si proviene de una zona endémica de tuberculosis o c) mayor a 5 mm si es VIH positivo o contacto reciente12,13. El manejo de la tuberculosis pulmonar activa es similar a la paciente no embarazada. En general el tratamiento se realiza con un régimen de múltiples drogas, por un período que va de 6 a 9 meses, con isoniazida, rifampicina pirazinamida y etambutol. Estas son las drogas consideradas de primera línea7,11,12. • Isoniazida: diario o 2-3 x semana, 6-9 meses 5 mg/kg/día (hasta un máximo de 300 mg/día). • Rifampicina: diario o 2-3 x semana, 2-4 meses 600 mg/día vía oral o endovenoso una vez al día. (máximo 600 mg/día). • Etambutol: diario o 2-3 x semana, 2 meses 15 mg/kg/día. Alternativamente, puede utilizarse un tratamiento de 50 mg/kg/día dos veces por semana o 25-30 mg/kg/día tres veces por semana. • Pirazinamida: diario o 3 x semana, 2 meses 15-30 mg/kg (hasta un máximo de 2 g) una vez al día. Isoniazida: Cruza la placenta, obteniéndose niveles sanguíneos similares tanto en la madre como en el feto. Estudios en animales no han mostrado un aumento significativo de retardo en el crecimiento fetal ni mayor incidencia de malformaciones. Puede tener un efecto desmielinizante en el feto, lo cual puede ser bloqueado mediante la administración conjunta de piridoxina (Vitamina B6) 50 mg/ día5,11,12. El principal efecto adverso de esta droga es la hepatitis, por lo cual se recomienda un seguimiento con pruebas hepáticas durante el tratamiento12. Rifampicina: Diversos estudios tanto en animales como en mujeres embarazadas (incluyendo gestantes del primer trimestre) no han mostrado aumento en la incidencia de anomalías fetales, aunque un estudio mostró una incidencia de 4,4% de malformaciones en ratas, mayor a lo encontrado en otras publicaciones5,11. TUBERCULOSIS Etambutol: Cruza la placenta. Existen algunos reportes de teratogenicidad en animales expuestos. Un estudio mostró una incidencia de 2,2% de malformaciones fetales en madres que recibieron el medicamento durante la gestación (la mitad de las gestantes lo recibió en el primer trimestre)5,11. Pirazinamida: Existe controversia en su uso, ya que hay estudios contradictorios en el potencial efecto teratogénico de esta droga, sin embargo, la mayoría de los autores recomienda su uso para tratar la tuberculosis durante la gestación5,11. Otras drogas utilizadas en forma menos frecuente incluyen el ácido para-aminosalicilico, Ethionamida, cycloserina. Estas drogas son efectivas en el tratamiento de la tuberculosis, pero no deben ser usadas en la paciente embarazada por sus efectos colaterales en el feto11. Estreptomicina, kanamicina, amikacina y capreomicina no se recomiendan en el embarazo por su potencial efecto ototóxico en el feto5,12. Otra droga utilizada en el tratamiento antituberculoso es la etionamida, el cual ha mostrado efectos teratogénicos en el sistema nervioso central, sistema esquelético y retardo en el crecimiento en ratas estudiadas5. A pesar de los potenciales efectos en el feto de algunas drogas antituberculosas, se ha visto que el tratamiento durante el embarazo es capaz de reducir el impacto perinatal de la enfermedad, tanto en la madre como en el neonato14. Las drogas antituberculosas de primera línea llegan al lactante a través de la leche materna en proporción variable, pero pueden ser administradas a la madre en forma segura, sin efectos deletéreos para el recién nacido5. Debido al aumento en la resistencia a las drogas antituberculosas de primera línea, se han empleado esquemas de segunda línea en los pacientes con bacilos multirresistentes, con buenos resultados de tratamiento. Sin embargo, no existe seguridad en el efecto que estas drogas pueden tener en el feto, por lo cual debido al potencial efecto teratogénico algunos autores recomiendan el término del embarazo en las pacientes que requieren estas drogas de segunda línea15. RESULTADO PERINATAL Existen varios estudios que muestran una incidencia aumentada de patologías en el embarazo y mal resultado perinatal en la gestante con tuberculosis5. Se ha visto un aumento en la incidencia de abortos y pre-eclampsia16, además de un aumento EN EL EMBARAZO en la incidencia de mortalidad perinatal (hasta seis veces mayor), prematuridad, retardo del crecimiento intrauterino y test de Apgar bajo17,18. Estas patologías fueron más frecuentes cuando el diagnóstico fue tardío en el embarazo, el tratamiento fue irregular o incompleto y cuando las lesiones pulmonares eran avanzadas, además de la localización cuando la tuberculosis era extrapulmonar5,17,18. Un estudio mostró una mortalidad neonatal del 18,7% cuando el diagnóstico y tratamiento se realizó tardío en el embarazo (segundo y tercer trimestre), mientras que el resultado perinatal fue similar a las embarazadas no enfermas cuando el tratamiento fue realizado en el primer trimestre5,17,19. TUBERCULOSIS CONGÉNITA La tuberculosis congénita es poco frecuente, siendo más frecuente la tuberculosis neonatal. Es aún más raro si la madre ha recibido un tratamiento antituberculoso efectivo durante el embarazo7. Solo se han reportado 300 casos, la mayoría secundario a tuberculosis endometrial y miliar con una mortalidad neonatal que llega a 46%5,7. Se puede transmitir al feto a través de la placenta, vena umbilical (complejo primario en el hígado) y líquido amniótico (múltiples focos primarios en pulmón e intestino)7,16. La presentación clínica más frecuente corresponde a distress respiratorio, fiebre, hepato-esplenomegalia, alimentación deficiente, letargia y adenopatías5,7,20. Los criterios diagnósticos incluyen las lesiones tuberculosas más uno de los siguientes: a) lesiones en la primera semana de vida b) complejo primario hepático c) TBC documentada en placenta o endometrio d) exclusión de infección tuberculosa adquirida en periodo postnatal5,16,20. El test de tuberculina puede ser negativo inicialmente, al igual que las lesiones clásicas en la radiografía de tórax, lo cual hace muy importante un alto nivel de sospecha5,7. TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR La tuberculosis puede encontrarse en casi todos lo órganos del cuerpo, siendo el lugar más frecuente el pulmón. Sin embargo, aunque menos común, la TBC extrapulmonar ha aumentado en frecuencia sobre todo por su asociación con la infección por VIH21. Los linfonodos, seguidos por la pleura son los sitios de ubicación extrapulmonar más frecuente, aunque potencialmente cualquier órgano puede verse afectado22. 143 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 140-144 La tuberculosis pulmonar se asocia en 3-4% con TBC genitourinaria, siendo rara la tuberculosis genital primaria en la mujer. Más frecuente es la diseminación hematógena o linfática del bacilo al aparato genital22. La TBC genital femenina comienza en el endosalpinx y se puede extender al peritoneo, endometrio, ovarios, cervix y vagina. Constituye una causa importante de infertilidad, pudiendo presentar, dolor abdominal y pelviano crónico, alteraciones menstruales y sangramiento genital anormal. La respuesta a la terapia antituberculosa es excelente, requiriendo cirugía solo en los casos de grandes abscesos tuboováricos11,21-23. REFERENCIAS 1. FRIEDEN, T. Tuberculosis. Lancet 2003; 362: 887-899. 2. OPS. Situación epidemiológica de la tuberculosis. Región de las Américas, 2004. 3. ZÚÑIGA G., MANUEL. Situación de la tuberculosis en Chile-2002 y su posible evolución. Rev. Chil. Enferm. Respir., 2003, vol.19, no.3, p.179-191. 4. BRAUNWALD E, FAUCI AS, KASPER DL, ET AL. Harrison’s principles of internal medicine. 16th edition. New York7 McGraw-Hill; 2005. 5. P ORMEROD. Respiratory diseases in pregnancy •3: Tuberculosis in pregnancy and the puerperium. Thorax, Jun 2001; 56: 494 - 499. 6. ESPINAL MA, REINGOLD AL, LAVANDERA M. Effect of pregnancy on the risk of developing active tuberculosis. J Infect Dis. 1996 Feb;173(2):488-91 7. LAIBL VR, SHEFFIELD JS. Tuberculosis in Pregnancy. Clinics in Perinatology. September 2005, Vol. 32, Issue 3, Pages 739-747. 8. PAUL A. JENSEN, PHD, LAUREN A. LAMBERT, MPH, MICHAEL F. IADEMARCO, MD, RENEE RIDZON, MD. Guidelines for Preventing the Transmission of Mycobacterium tuberculosis in Health-Care Settings, 2005. CDC, December 30, 2005 / 54(RR17);1-141 9. IAN A CAMPBELL AND OUMOU BAH-SOW. Pulmonary tuberculosis: diagnosis and treatment. BMJ, May 2006; 332: 1194 - 1197. 10. GOOD JT, ISEMAN MD, DAVIDSON PT, ET AL. Tuberculosis in association with pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1981;140:492-498. 11. MILLER, K. SCOTT MD, FACP, FCCP; MILLER, JOSEPH M. JR MD, FACOG. Tuberculosis in Pregnancy:Interactions, Diagnosis, and Management. Clin Obstet Gynecol. Volume 39(1), March 1996, pp 120-142 12. BOTHAMLEY G. Drug treatment for tuberculosis during pregnancy: safety considerations. Drug Saf. 2001; 24(7):553-65. 144 CONCLUSIÓN A pesar que la incidencia de TBC en el embarazo es similar a la población general, es importante estar alerta, ya que en el último tiempo se ha visto un aumento de la infección en todo el mundo, en especial por su relación con el VIH/ SIDA, no quedando exenta la embarazada del problema. Por esta razón es importante tener un alto nivel de sospecha para realizar un diagnóstico precoz en la mujer gestante, ya que si la enfermedad es diagnosticada y tratada oportuna y adecuadamente, el pronóstico materno y fetal es muy bueno. 13. JB BASS JR, LS FARER, PC HOPEWELL, R O’BRIEN, RF JACOBS, F RUBEN, DE SNIDER JR AND G THORNTON . Treatment of tuberculosis and tuberculosis infection in adults and children. American Thoracic Society and The Centers for Disease Control and Prevention. Am. J. Respir. Crit. Care Med., Vol 149, No. 5, May 1994, 1359-1374. 14. FIGUEROA-DAMIAN R, ARREDONDO-GARCIA JL. Pregnancy and tuberculosis: influence of treatment on perinatal outcome. Am J Perinatol. 1998 May;15(5):303-6. 15. SHIN S, GUERRA D, RICH M, SEUNG KJ, MUKHERJEE J, JOSEPH K, HURTADO R, ALCANTARA F, BAYONA J, BONILLA C, FARMER P, FURIN J. Treatment of multidrug-resistant tuberculosis during pregnancy: a report of 7 cases. Clin Infect Dis. 2003 Apr 15;36(8):996-1003. Epub 2003 Apr 16. BJERKEDAL T, BAHNA SL, LEHMANN EH. Course and outcome of pregnancy in women with pulmonary tuberculosis. Scand J Respir Dis. 1975;56(5):245-50. 17. FIGUEROA-DAMIAN R, ARREDONDO-GARCIA JL. Neonatal Outcome of Children Born to Women with Tuberculosis. Archives of Medical Research 32 (2001) 66–69. 18. , VASISHTA K, SAHA SC, GHOSH K. Obstetrical outcomes among women with extrapulmonary tuberculosis. N Engl J Med. 1999 Aug 26;341(9):645-9. 19. FIGUEROA-DAMIAN R, ARREDONDO-GARCIA JL. Pregnancy and tuberculosis: influence of treatment on perinatal outcome. Am J Perinatol. 1998 May;15(5):303-6. 20. Chrysanthi L. Skevaki; Dimitrios A. Kafetzis. Tuberculosis in Neonates and Infants. Pediatric Drugs, 2005, Vol. 7 Issue 4, p219, 16p 21. GOLDEN MP, VIKRAM HR. Extrapulmonary tuberculosis: an overview. Am Fam Physician. 2005 Nov 1;72(9):1761-8. 22. SHARMA SK, MOHAN A. Extrapulmonary tuberculosis. Indian J Med Res. 2004 Oct;120(4):316-53. 23. American Thoracic Society, CDC, Infectious Diseases Society of America. Treatment of tuberculosis. MMWR Recomm Rep 2003; 52:1-77. REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 145-146 CARTAS AL EDITOR Santiago, 24 de julio de 2006 Señor Dr. Jorge Varas Cortés Editor Jefe Revista Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné B. Presente Estimado Dr. Varas: Accediendo a su gentil invitación, fue muy grato para mi asistir a la ceremonia de presentación de la “Revista Obstetricia y Ginecología” del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. En primer lugar, me permitió conocer el Hospital y sus modernas instalaciones, como su unidad de cuidados intensivos y salas de partos, un ejemplo de lo que deberían ser todos los hospitales públicos, cuya misión no es sólo acoger sino que también dignificar a los pacientes y al personal de la salud. Debo decir también que, a mi parecer, la publicación de la Revista se inserta en la mejor tradición educacional de nuestros hospitales públicos que está presente de un modo casi insensible en sus actividades cotidianas. En efecto, en las visitas diarias a los pacientes, reuniones clínicas, anatomopatológicas y bibliográficas, fluye con naturalidad la educación, no sólo aquella formal para alumnos, internos, residentes, matronas y enfermeras, sino que también la que reciben de un modo imperceptible los propios médicos y que no siempre es valorada por éstos. No puedo dejar de mencionar al respecto, una anécdota del recordado Dr. Luis Tisné Brousse, Profesor y Jefe de la Maternidad del Hospital del Salvador, cuando un médico le anunció que renunciaba a su cargo para dedicarse sólo a sus actividades privadas debido a las bajas rentas que percibía en el hospital. El Profesor Tisné le dijo: “Doctor, usted se olvida de los tres mil dólares”. “¿Qué tres mil dólares, preguntó el doctor?”. “Cuando usted pasa visita y recaba la opinión de sus colegas o de un subespecialista, asiste a las reuniones clínicas, escucha la puesta al día de algún tema, le ayudan en una cesárea complicada, etc., esos son los tres mil dólares”, fue la respuesta. Así será, pero igual me voy le contestó. Antes de que transcurriera un año, el médico regresó diciendo: “Profesor Tisné usted tenía razón: ¿no tiene un puesto disponible para mí?”. Señor Editor, deseo a usted el mayor de los éxitos en la tarea que ha emprendido que no está exenta de dificultades pero que es un esfuerzo que vale la pena intentar en pro del progreso de la Obstetricia y Ginecología, del hospital y de la medicina nacional. Saluda a usted muy atentamente, Dr. Alejandro Goic G. 145 REV. OBSTET. GINECOL. - HOSP. SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNÉ BROUSSE. 2006; VOL 1 (2): 145-146 SANTIAGO, 5 Julio 2006 Dr. JORGE VARAS C. Editor Jefe Revista Obstetricia y Ginecología Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné B. Presente.Estimado Dr. Varas: En el ámbito de nuestro quehacer como especialistas, la asistencia de un nacimiento suele constituir una experiencia gratificante por las diversas implicancias que este evento representa para quienes están involucrados en el mismo (usuarios de nuestros servicios, equipos de salud obstétrica y neonatal); ampliando esta reflexión, la invitación a compartir el nacimiento de vuestra publicación, resultó altamente significativa para mí por las razones que paso a comentarle. Tradicionalmente la función pública en salud tiende a ser objeto de críticas - a veces fundadas, otras no - por la evidente dificultad para compatibilizar las expectativas que la población destinataria de nuestros esfuerzos espera y la disponibilidad de los recursos requeridos para realizar nuestra tarea. Por ello, asumir desde un hospital público la tarea de difundir el trabajo de un servicio tan relevante como el de Obstetricia y Ginecología, cuya misión es proteger la vida de los nuevos individuos desde su inicio así como la salud de las mujeres en las distintas etapas de su ciclo vital, resulta un esfuerzo digno de destacar y estimular. El hecho de que vuestro Hospital lleve el nombre del insigne maestro nacional, es un merecido homenaje a la destacada trayectoria del Profesor Tisné en favor de la salud de las madres y los niños en nuestro país, en especial de los más pobres; vuestra publicación contribuirá a mantener vivo entre quienes tuvimos oportunidad de conocerle personalmente – con distintos niveles de profundidad - así como en las nuevas generaciones que se vayan formando en vuestro centro hospitalario, su enorme legado. Conociendo el destacado trabajo que actualmente desarrolla el Servicio de Obstetricia y Ginecología en distintas áreas de nuestra especialidad, algunas de las cuales están incorporadas en el primer número de la publicación, estoy seguro que en los números sucesivos tendremos la oportunidad de conocer con mayor profundidad otros aspectos de vuestro quehacer institucional. Ojalá que vuestro ejemplo sea seguido por otros centros nacionales, como una forma de socializar los desarrollos alcanzados en cada uno de ellos, proyectando la valiosa actividad que se realiza en los establecimientos que componen la red asistencial del sistema público de salud. Reciba usted y su calificado Comité Editorial, mi más profunda y sincera felicitación por el esfuerzo desplegado, por la calidad del producto entregado y, mi deseo de éxito en el proceso de crecimiento y desarrollo de esta ‘creatura’ que han contribuido a gestar. Quedo a vuestra disposición para eventuales contribuciones a futuro, si lo estiman necesario. Afectuosamente, DR. RENE CASTRO SANTORO Encargado Programa de Salud de la Mujer Ministerio de Salud Nota del Editor Agradezco muy sinceramente las expresiones respecto a la recién creada Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, en cartas enviadas al Editor Jefe por el Dr. Alejandro Goic G., Presidente de la Academia Chilena de Medicina, y por el Dr. René Castro S., Jefe del Programa de Salud de la Mujer, del Ministerio de Salud. Sus palabras comprometen aún más al suscrito a seguir trabajando en este proyecto, tanto en su publicación continua, como en la calidad de sus artículos científicos. DR. JORGE VARAS C. Editor Jefe 146 REVISTA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA HOSPITAL SANTIAGO ORIENTE DR. LUIS TISNE BROUSSE INSTRUCCIONES A LOS AUTORES Los trabajos enviados a la Revista de Obstetricia y Ginecología, del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, deberán ajustarse a las siguientes instrucciones. 1. El trabajo debe ser escrito en papel tamaño carta, dejando un margen de al menos 3 cm. en los cuatro bordes. Todas las páginas deben ser numeradas en el ángulo superior derecho, empezando por la página del título. Debe entregarse dos ejemplares idénticos de todo el texto, acompañados por una copia idéntica para computador en CD, con espaciado a 1,5 líneas, con tamaño de letra 12 pt, tipo Times New Roman, justificada a la izquierda. Las figuras que muestren imágenes deben entregarse en copias fotográficas de excelente calidad. Al pie de la página del título, debe mostrarse un recuento computacional de palabras, contadas desde el comienzo de la Introducción hasta el término de la Discusión (se excluyen para el recuento, la página del Título, el Resumen, los Agradecimientos, las Referencias, Tablas y Figuras). Se solicita que los “Artículos de Investigación” no sobrepasen 2.500 palabras, los “Artículos de Revisión” y los “Especiales” pueden extenderse hasta 3.000 palabras. Los “Casos Clínicos” no deben exceder 1.500 palabras, pudiendo agregárseles hasta dos Tablas y Figuras y no más de 20 referencias. Las “Cartas al Editor” no deben exceder 1.000 palabras, pudiendo agregárseles hasta 6 referencias y una tabla o figura. 2. Los Artículos de Investigación deben dividirse en secciones tituladas: “Resumen”, “Introducción”, ”Material y Método”, ”Resultados” y “Discusión”. Otros tipos de artículos, tales como los “Casos Clínicos” y “Artículos de Revisión”, pueden acomodarse mejor a otros formatos pero deben ser aprobados por el Editor. 3. Artículos de Investigación. Deben ser originales e inéditos. El ordenamiento de cada trabajo será el siguiente: 3.1. Página del Título La primera página del manuscrito debe contener: 1) El título del trabajo, que debe ser conciso pero informativo sobre el contenido central de la publicación. 2) El o los autores, identificándolos con su nombre de pila, apellido paterno e inicial del materno. Al término de cada nombre debe identificarse con número en “superíndice”, el 3) Nombre de la o las Secciones, Departamentos, Servicios e Instituciones a las que perteneció dicho autor durante la ejecución del trabajo. 4) Nombre y dirección del autor con quien establecer correspondencia o solicitarle separatas. Debe incluirse su número de fax y correo electrónico. 5) Fuente de apoyo financiero si lo hubo, en forma de subsidio de investigación (grants), equipos, drogas o todos ellos. Debe aclararse toda ayuda financiera recibida, especificando si la organización que la proporcionó tuvo o no tuvo influencia en el diseño del estudio; en la recolección, análisis o interpretación de los datos; en la preparación, revisión o aprobación del manuscrito. 6) Señale con letras minúsculas en “superíndices” a los autores que no sean médicos y use dichos superíndices para identificar su título profesional o su calidad de alumno de una determinada escuela universitaria. 7) Al pie de la página del título coloque el recuento computacional de palabras. 8) Cada una de las secciones siguientes (3.2 a 3.8) debe iniciarse en nuevas páginas. 3.2 Resumen. La segunda página debe contener un resumen en español e inglés de no más de 250 palabras que describan los propósitos del estudio o investigación, el material y método empleados, los resultados principales y las conclusiones mas importantes. Los autores pueden proponer 3 a 10 “palabras clave” (key words). 3.3 Introducción. Breve exposición de los objetivos de la investigación y de la literatura estrictamente atingente al estudio. Limite su extensión, en lo posible, a no más de 200 palabras. 3.4 Material y Método (o “Pacientes y Método”). Describa la selección de los pacientes, animales de experimentación o tejidos y sus respectivos controles. Señale el número de casos u observaciones, los métodos estadísticos utilizados y el nivel de significación elegido. Si el estudio se efectuó en seres humanos, explicite si la investigación fue aprobada por el Comité de Ética de la Institución. 3.5 Resultados. Presente sus resultados siguiendo una secuencia lógica y concordante, en el texto, las Tablas y las Figuras. Los datos no pueden presentarse simultáneamente en Tablas y Figuras. En el texto destaque las observaciones importantes, sin repetir todos los datos presentados en las Tablas o Figuras. No discuta los resultados en esta sección. 3.6 Discusión. Discuta los resultados obtenidos en su investigación y no una revisión del tema. No repita detalladamente datos que aparecen en “Resultados”. Explicite las concordancias o discordancias de sus resultados con otros estudios. Conecte sus conclusiones con los propósitos del estudio establecidos en la “Introducción”. Evite formular conclusiones que no estén respaldadas por sus resultados. Cuando sea apropiado proponga recomendaciones. 3.7 Agradecimientos. Exprese su agradecimiento solo a personas que hicieron contribuciones substantivas a su trabajo. Los autores son responsables por la mención de personas e instituciones a quienes los lectores podrían atribuir un apoyo a los resultados del trabajo y sus conclusiones. 3.8 Referencias. Limite las referencias (citas bibliográficas) a las más relevantes. Numérelas en el orden según aparecen en el texto, 147 identificadas entre paréntesis por números arábigos al final de la frase o párrafo en que se las alude. Las anotaciones de cada referencia debe ser la siguiente: a) Para artículos de Revistas. Apellido e inicial del nombre del o los autores en mayúsculas. Mencione todos los autores cuando sean seis o menos; si son siete o más incluya los seis primeros y agregue “et al”. Limite la puntuación a comas que separen los autores entre sí. Sigue el título completo del artículo, en su idioma original. Luego el nombre de la revista en que apareció, abreviado según el estilo usado por el Index Medicus, año de publicación; volumen de la Revista, página inicial y final del artículo. Ejemplo: Scholl T, Hediger M, Belsky D. Prenatal care and maternal health during adolescent pregnancy:a review and meta – analysis. J Adolesc Health 1994; 15(6): 444-456. b) Para capítulos en libros. Ejemplo: 18. Croxatto H. Prostaglandinas. Funciones endocrinas del riñón. En: Pumarino H, ed. Endocrinología y Metabolismo. Santiago: Editorial Andrés Bello, 1984; 823 – 840. c) Para artículos en formato electrónico: citar autores, título del artículo y revista de origen tal como para su publicación en papel, indicando a continuación el sitio electrónico donde se obtuvo la cita y la fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo: Rev Med Chile 2003; 131: 473–482. Disponible en www.scielo.cl (Consultado el 14 de julio de 2003). Los autores son responsables de la exactitud de sus referencias. 3.9 Tablas, Figuras e Ilustraciones. Deben ser originales y venir en hojas separadas. Presente cada tabla, separando sus celdas con doble espacio (1,5 líneas). Numérelas en orden consecutivo y asígneles un título que explique su contenido sin necesidad de buscarlo en el texto del manuscrito (Título de la Tabla). Sobre cada columna coloque un encabezamiento corto o abreviado. Separe con líneas horizontales solamente los encabezamientos de las columnas y los títulos generales. Las columnas de datos deben separarse por espacios y no por líneas verticales. Cuando se requieran notas aclaratorias, agréguelas al pie de la tabla. Use notas aclaratorias para todas las abreviaturas no estándar. Cite cada Tabla en su orden consecutivo de mención en el texto del trabajo. Denomine “Figura” a cualquier ilustración que no sea Tabla (Ejemplos: gráficos, ecografías, radiografías, electrocardiogramas, etc.). Las Figuras deben tener un título que exprese claramente el contenido. Las fotografías de pacientes deben cubrir parte(s) de su rostro para proteger su anonimato. Es deber del médico garantizar que los pacientes a que se haga referencia en publicaciones científicas, reuniones clínicas y presentaciones públicas permanezcan en el anonimato. Con todo si fuera imprescindible revelar la identidad de algún paciente, el facultativo deberá contar siempre con el consentimiento escrito de aquél. (Artículo 34, Código de Ética, Colegio Médico de Chile A. G. ) Las drogas deben designarse por su nombre genérico y no por su nombre comercial. La publicación de Figuras en colores debe ser consultada con el Editor. 3.10 Unidades de medida. Use unidades correspondientes al sistema métrico decimal. Las abreviaturas o símbolos que se emplean con mayor frecuencia, aparecen listadas en la Revista. 148 3.11 Las ideas, opiniones o conclusiones expresadas en los artículos son de la exclusiva responsabilidad de los autores. 3.12 El Comité Editorial de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, se reserva el derecho de no publicar aquellos trabajos que no cumplan con los requisitos antes señalados. 4. Toda correspondencia debe ser enviada al Editor Jefe, Dr. Jorge Varas C., a las siguientes direcciones: Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse. Avenida Las Torres 5150, Peñalolén, Santiago. Teléfono 4725293. E mail: drjorgevaras@gmail.com Advertencia: El Director, Editor Jefe y Comité Editorial de la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse, no asumen ninguna responsabilidad por injurias o daños a personas o propiedades (bienes), que pudieran derivar del uso de productos, métodos, procedimientos, instrucciones o ideas contenidas en el material presentado. Debido al rápido avance de la ciencia médica, se debe, en particular, realizar siempre una verificación independiente de los diagnósticos y dosis de fármacos. ABREVIATURAS PARA UNIDADES DE MEDIDA La siguiente lista indica las abreviaturas o símbolos de uso internacional que representan a las unidades de medida empleadas con mayor frecuencia en los trabajos publicados por la Revista. Los autores deben utilizar estas abreviaturas o símbolos en el texto, Tablas y Figuras de los trabajos que envían a la Revista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse para su publicación. TERMINOLOGIA ABREVIATURA O SÍMBOLO CORRECTO cuentas por minuto cuentas por segundo curie Equivalente Gramo Hora unidad internacional kilogramo litro metro minuto segundo kilo-(prefijo) deci-(prefijo) centi-(prefijo) mili-(prefijo) no significativo número de observaciones probabilidad (estadístico) cpm cps Ci Eq g h IU kg l m min s k d c m NS n P Nótese que a ninguna abreviatura o símbolo se le agrega “s” para indicar plural. Una lista más completa de abreviaturas o símbolos de uso común en biología y medicina aparece publicada en Annals of Internal Medicine 90: 98 – 99, 1979. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ GUÍA DE EXIGENCIAS PARA LOS MANUSCRITOS DE LAS “INSTRUCCIONES A LOS AUTORES”) REVISADA POR EL AUTOR RESPONSABLE, MARCANDO SU APROBACIÓN EN CADA CASILLERO QUE CORRESPONDA. LOS AUTORES DEBEN IDENTIFICARSE Y FIRMAR LA PÁGINA DEL REVERSO. AMBOS DOCUMENTOS DEBEN SER ○ ○ ○ ○ ○ (EXTRACTADAS DEBE SER TODOS 1. Este trabajo (o partes importantes de él) es inédito y no se enviará a otras revistas mientras se espera la decisión de los editores de esta Revista. 2. El texto está escrito espaciado a 1,5 pt, en hojas tamaño carta, enumeradas. 3. Respeta el límite máximo de longitud permitido por esta Revista: 2.500 palabras para los “Artículos de Investigación”; 1.500 palabras para los “Casos Clínicos”; 3.000 palabras para los “Artículos de Revisión”, 1.000 palabras para “Cartas al Editor”. 4. Incluye un resumen de hasta 250 palabras, en castellano y, en lo posible, traducido al inglés. 5. Las referencias (citas bibliográficas) se presentan con el formato internacional exigido por la Revista y se eligieron según se recomienda en las Instrucciones a los Autores. 6. Incluye como referencias sólo material publicado en revistas de circulación amplia, o en libros. Los resúmenes de trabajos presentados en congresos u otras reuniones científicas pueden incluirse como citas bibliográficas únicamente cuando están publicados en revistas de circulación amplia. 7. Si este estudio comprometió a seres humanos o animales de experimentación, en “Material y Métodos” se deja explícito que se cumplieron las normas éticas exigidas internacionalmente. Para los estudios en humanos, se debe identificar a la institución o el comité de ética que aprobó su protocolo. 8. El manuscrito fue organizado de acuerdo a las “Instrucciones a los Autores”, publicadas en abril, agosto y diciembre de cada año y se entrega 3 copias de todo el material, incluso de las fotografías. 9. Las Tablas y Figuras se prepararon considerando la cantidad de datos que contienen y el tamaño de letra que resultará después de la necesaria reducción en imprenta. 10. Si se reproducen Tablas o Figuras tomadas de otras publicaciones, se proporciona autorización escrita de sus autores o de los dueños de derechos de publicación, según corresponda. 11. Las fotografías de pacientes y las Figuras (radiografías, etc.) respetan el anonimato de las personas involucradas en ellas. 12. Se indican números telefónicos, de fax y el correo electrónico del autor que mantendrá contacto con la Revista. Nombre y firma del autor que mantendrá contacto con la revista Teléfonos: Fax: E-mail: ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ✂ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ENTREGADOS JUNTO CON EL MANUSCRITO 149 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El siguiente documento debe ser completado por todos los autores de manuscritos. Si es insuficiente el espacio para las firmas de todos los autores, pueden agregar fotocopias de esta página. ○ ○ DECLARACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD DE AUTORÍA ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ DECLARACIÓN: Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo cual estoy en condiciones de hacerme públicamente responsable de él y acepto que mi nombre figure en la lista de autores. En la columna “Códigos de Participación” anoto personalmente todas las letras de códigos que designan/identifican mi participación en este trabajo, elegidas de la Tabla siguiente: ○ ○ ○ ○ ○ ○ TÍTULO DEL MANUSCRITO ○ ○ ○ ○ ○ Aporte de pacientes o material de estudio Obtención de financiamiento Asesoría estadística Asesoría técnica o administrativa Otras contribuciones (definir) ○ g h i j k ○ Concepción y diseño del trabajo Recolección/obtención de resultados Análisis e interpretación de datos Redacción del manuscrito Revisión crítica del manuscrito Aprobación de su versión final ○ ○ ○ ○ CODIGOS DE PARTICIPACION ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 150 ○ ○ ○ ○ ✂ ○ ○ ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ ○ ......................................................................................... ○ ○ NOMBRE Y FIRMA DE CADA AUTOR ○ ○ Con flicto de in ter eses: No existe un posible conflicto de intereses en este manuscrito (ver Editorial y Artículo Especial en Rev Méd Chile, enero de 2003). Si existiera, será declarado en este documento y/o explicado en la página del título, al identificar las fuentes de financiamiento. ○ ○ ○ a b c d e f ○ ○ ○ ○ Tabla: Códigos de Par ticipación