Download Alba Díaz Artiles. 2ºD
Document related concepts
Transcript
¿Para qué sirve la filosofía? Zeus -alarmaba Hefesto con su brava y profunda voz- descansa de todos esos alaridos, deja que los mortales vivan tranquilos. Con tu furia descontrolada acabarás por borrar a todo ser de la faz de la tierra. -¡Silencio, hablar de esos seres es lo único que me enfurece más! -replicó con la cara enrojecida Zeus- acaso ¿no ves que quieren acabar con el dios de dioses? -Dejad que os mire -dijo calmado Hefesto. Agrava mis dolores -avisa Zeus- y acabarás como esos mortales sin entendimiento alguno. Entonces, a golpe de maza, Hefesto le abre la cabeza a Zeus y se deslumbran con el conocimiento perfecto. La imagen perfecta que hace renacer a todo mortal y les ofrece la ciencia, el arte, la sabiduría y el pensamiento. Nace Atenea, la filosofía. Desde un principio el hombre, cegado de entendimiento, ha intentado conocer todo lo que lo rodea. Se ha enfrentado al mundo y a sí mismo por intentar saber cuál es el origen. Aquellas respuestas, que solo pueden ser dadas a través de entidades divinas, pertenecen al mito y la religión. Las otras, aún reconociendo su dificultad, se atreven a analizarlas e investigarlas mediante procedimientos lógicos y artificios; pertenecen a la filosofía y la ciencia. La búsqueda del entendimiento y de la razón, aquello que nos rodea o incluso nuestra propia existencia, ha sido desvelada por el pensamiento de los seres humanos a lo largo de la historia. Sin el desarrollo de nuestra actividad fundamental (lógica y razón) no seríamos nada, solo simples animales que vagan por el mundo para satisfacer sus necesidades sin importarles aquello de lo que están hechos o lo que les rodea. La filosofía es necesaria para poder ser críticos, para decidir aquellas opciones más coherentes con respecto a la sociedad o al individuo. La realidad apunta a que sin este saber racional, el hombre no sería hombre sino un ser más perteneciente a la naturaleza, que vive solo para él, sin pensar en los otros o en los problemas de la comunidad. El hombre, si no posee un mínimo de sentido común, se verá solo; solo y perdido ante las adversidades del no saber y dependerá de entidades exteriores, llámense religión o mitos, para tener un principio en el que creer y a partir del cual construir su imperio de conocimiento. No podemos vivir sin el saber, sin el conocer, sin pensar… Somos seres humanos y la pregunta: ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo? y ¿a dónde voy? son parte de nosotros, de nuestra propia comunidad y de nuestra historia. No podemos darles la espalda y olvidarnos de aquello que nos ha impulsado al desarrollo, porque sin ella, sin la madre de todas las ciencias, sin la filosofía el hombre no sería hombre porque para él, el conocimiento, la sabiduría y el estudio se lo ha dado la filosofía y es que vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás. La filosofía es indispensable para el ser humano, no solo para plantearnos preguntas a las que no encontramos respuestas fácilmente sino que a su vez, estas mismas preguntas pueden llevarnos a nuevas incógnitas que nos acerca a un saber que nos encamina al descubrimiento de muchas otras cosas. A pesar de que muchas veces cada uno posea una definición aislada de ella, para mí es una forma de pensar y de actuar en la vida, un tipo de actitud que tomar ante algún problema y por ello, creo que cada cual interpreta la filosofía a su modo porque no todos tenemos la misma actitud ante el mismo problema. No es solo el sentarse y empezar a divagar sobre las diferentes respuestas a problemas múltiples, sino que la filosofía debe ser considerada como el amor al conocimiento y el conocimiento de la vida. La llave, que todo ser humano con la mínima señal de desarrollo lógico y racional debe poseer; cambia la realidad, el curso de la vida o incluso el desarrollo de actividades. El ignorar nos quita esta capacidad de cambiar, de pensar, de razonar, de buscar soluciones… por eso debemos de seguir con la filosofía desde todos sus campos de estudio. El hombre sin sabiduría, sin respuesta a la pregunta de las preguntas, al porqué de todos los porqués, es un ser radicalmente inseguro y agobiado. Se preguntaría a sí mismo: la libertad, ¿para qué?; la verdad, ¿qué es la verdad? Contemplar el mundo intentando captarlo en su totalidad, eso es la libertad, la verdad…el filosofar. Esto es indispensable para orientarnos en el mundo porque la característica principal de toda pregunta filosófica es la de implicar una pregunta por el todo. No nos conformamos con la pregunta más sencilla y evidente, sino que queremos saber no sólo cómo son las cosas, cómo se comportan y cómo podemos aprovecharnos de ellas de un modo inmediato; sino qué sentido tienen, qué podemos esperar de ellas, qué beneficio nos pueden aportar e incluso si estas preguntas filosóficas ponen en cuestión el todo de la existencia. En general, el ser humano está siempre orientado hacia alguna particularidad, pero el filósofo posee un sentido para la totalidad de las cosas. Por ello, el ser humano siempre tenderá al conocimiento de las particularidades para después, con el conjunto de la comunidad que le desarrolla como ser racional, buscar la respuesta general a todas las preguntas filosóficas sobre entidades divinas o seculares. La filosofía responde a la necesidad de proporcionarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida; y es que el hombre, por su curiosidad innata, prevé que el conocimiento nunca es suficiente y que la realidad esconde mucho más de lo que ofrece para su estudio. No obstante, la filosofía no se utiliza solo para preguntas metafísicas de la existencia y del ser, sino que también se ocupa de la dimensión social e individual del hombre. La filosofía sirve también para entender los actos humanos, es decir, investigar las causas supremas de los actos llevados a cabo por los hombres y muyeres para desvelar lo más íntimo de su conducta. Es la búsqueda de la virtud y de las esencias de las actividades humanas para así vislumbrar los aspectos de bondad, perfección o valor que pueden encerrar en su misma naturaleza y en aquellos artefactos, ideas y conclusiones que el ser humano es capaz de razonar. El hombre, con su capacidad para filosofar, no solo se limita a contemplar y valorar los actos humanos sino que diferencia lo que "es" de lo que "debe ser”. Por ello, un aspecto importante en el carácter filosófico es la ética, entendida por el intento de conocimiento de la bondad de la conducta humana, que se ocupa de conocer su vida buena (virtuosa) o mala (viciosa). Reflexiona sobre la verdad y el significado último de la vida y se pregunta por el fin que persigue la conducta humana, la justicia y la felicidad. Por el contrario, la filosofía también sirve para entender los actos de una comunidad, es decir, las causas que llevan a un Estado a entrar en guerra, subir los impuestos o entender la necesidad de una comunidad justa donde todos los individuos se vean integrados y posean la capacidad de expresar su voz propia. Puesto que el ser humano actúa en sociedad, ésta no puede subsistir sin un orden, y es a través de un Estado cuando la comunidad se ordena para beneficio de la persona y de la comunidad, es decir, que los actos humanos se encaminan a la búsqueda del bien común. Quien tiene la autoridad, debe servir al ser humano, y la razón debe ser un instrumento para el bien común. Sin embargo, los hombres caen en el individualismo, el relativismo y la destrucción social. Sin una política fuerte, racional, generosa y ordenada el conocimiento sería prácticamente imposible. En conclusión, la filosofía también se utiliza para concebir al hombre como un animal racional y político, un ser capaz de decidir sus actos y su tendencia al bien o al mal. La filosofía es la única que nos distingue de los salvajes y bárbaros; las naciones son más civilizadas y cultas cuanto mejor filosofan sus hombres. Para finalizar, cabe destacar que la filosofía es la primera de todas las ciencias y la única que se ha interesado por la búsqueda del “yo” como entidad fundamental. Reflexionar acerca de cuestiones como: ¿qué es la vida?, ¿por qué la realidad es así?... han llegado a ser grandes paradigmas a lo largo de la historia, olvidados por las restantes ciencias. Sin filosofía ¿dónde quedará nuestra actitud crítica?, ¿qué será de nuestro fundamento como animal racional? La filosofía abrió el pasaje de mi actitud crítica frente a nuestra sociedad actual. Al ver las diferentes situaciones de injusticia, el predominio de los apetitos e incluso la inminente separación de la ética y la política, no he podido resistir la tentación de criticar a la comunidad y buscar la mejor solución para mí y para todos dado que a la hora de la verdad, uno olvida todo y se dispone a expresar fielmente su propia sinceridad mediante la experiencia personal. Mi filosofía consiste en el puro placer de escribir mis opiniones y deseos más íntimos porque nunca he olvidado que basta una persona o una idea para cambiar la realidad ya sea para bien o para mal. Alba Díaz Artiles. 2º bachillerato D. Curso académico 2013-2014