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CAPÍTULO 9 METABOLISMO DE LOS GLUCIDOS 9.1 INTRODUCCIÓN Incluye el metabolismo de los glúcidos varios aspectos de especial importancia para el organismo, entre otros: todo lo relacionado con el metabolismo del glucógeno, su síntesis (glucógeno génesis), su degradación (glucógeno lisis) y la regulación hormonal y enzimatica de este proceso. Además, tenemos la glucólisis y asociada a ella, el ciclo de Krebs. Por último, gluconeogénesis y la vía oxidativa colateral de la glucosa. Todos estos aspectos serán estudiados a continuación, comenzando por la digestión y absorción de los glúcidos como paso previo para la entrada de la glucosa y otros glúcidos a la célula. Debemos también referir aquí algunas consideraciones sobre un proceso de especial significación en el campo de la biología, nos referimos a la fotosíntesis. La fotosíntesis es un proceso metabólico de primer orden en el caso de los vegetales y de gran repercusión para los animales y para la vida en general. Mediante la fotosíntesis, realizada por las plantas verdes, se fija en compuestos orgánicos la energía solar y el CO2 atmosférico liberándose al mismo tiempo O2 con lo que se establece un ciclo biológico entre animales y plantas que es la base de todos los procesos biológicos en nuestro planeta, según vimos en el capítulo 1. Los compuestos orgánicos formados son principalmente glúcidos que son usados como fuente de energía química por los animales o como sillares constitutivos de las cadenas carbonadas presentes en los aminoácidos, lípidos, vitaminas y demás compuestos orgánicos. En líneas generales el proceso implica la síntesis de la glucosa según la ecuación: La energía lumínica emitida por el sol es captada por las plantas, pues ellas poseen un pigmento muy similar a la hemoglobina, llamado clorofila, presente en los cloroplastos. La planta utiliza esta energía y la transforma en energía química. La fotosíntesis es una reacción bioquímica que implica los siguientes aspectos: foto fosforilación, fotolisis del H2O y fijación del CO2 La fotofosforilación es un proceso muy parecido a la cadena respiratoria, donde producto de la absorción de la luz se excita un electrón, el que en una cadena de oxidación - reducción hace posible la síntesis de ATP a partir del ADP y el PO 4H3 inorgánico. Con esto la energía lumínica queda convertida en energía química y se hace posible su participación en la formación de compuestos orgánicos que almacenarán esta energía. Más tarde, al ser ingeridos por los animales utilizarán ésta energía para su metabolismo. Estos compuestos son cadenas carbonadas sintetizadas por las planta mediante la fijación del CO2 y para lo cual hacen falta equivalentes de reducción que se obtienen por la fotólisis del agua. La fotólisis del agua requiere energía lumínica. Mediante ella se forma NADPH2 y se libera O2. El primero es usado en la síntesis de los compuestos orgánicos y el O 2 es liberado al medio y usado posteriormente por los animales para la oxidación celular La fijación del CO2 se realiza mediante un proceso muy similar a la vía colateral de la oxidación de la glucosa, que veremos más adelante. 9.2 DIGESTIÓN Y ABSORCIÓN DE LOS GLÚCIDOS En la dieta normal de la mayoría de los animales y el hombre aparecen varios poliglúcidos, entre otros la celulosa, el almidón, el glucógeno, así como otros polímeros de la glucosa, hexosas, pentosas, etc. También algunos diglúcidos (lactosa, sacarosa y maltosa) y otros compuestos relacionados con los glúcidos. Todos ellos son fuente de glucosa para las células, para ello primero deben ser digeridos (hidrolizados) y después absorbidos. La digestión de los glúcidos se realiza a todo lo largo del tubo digestivo por medio de un grupo importante de enzimas hidrolíticas que en su conjunto reciben el nombre de carbohidrasas. En la boca, aunque por acción muy limitada por el poco tiempo que los alimentos permanecen en ella, actúa una amilasa, conocida como amilasa salival o ptialina capaz de hidrolizar los almidones hasta maltosa. Esta enzima es activada por los iones de cloruro, trabaja a un pH de 6.6 a 6.8 por lo que al llegar los alimentos al estómago se inactiva. En este lugar debemos considerar el efecto hidrolítico realizado por el ácido clorhídrico del jugo gástrico, el cual es capaz de hidrolizar un por ciento de los almidones y otros poliglúcidos presentes en la dieta. Sin embargo, es en el intestino delgado donde ocurre la hidrólisis fundamental de los glúcidos ingeridos debido a la presencia de la amilasa pancreática, la cual es capaz de hidrolizar el almidón y otros poliglúcidos de estructura semejante a la maltosa. La amilasa pancreática es una alfa amilasa por lo que no actúa sobre las cadenas beta de los glúcidos, tales como la celulosa y otras estructuras. Su pH óptimo de acción de de 7.1, y actúa hidrolizando indistintamente los enlaces alfa 1-4 a lo largo de la cadena de amilasa de modo que produce finalmente una mezcla de glucosa y maltosa. La alfa amilasa puede actuar también sobre las cadenas de amilopectina, sin embargo su acción se limita a los enlaces 1-4, no teniendo capacidad para actuar sobre las ramificaciones 1-6. Una enzima desramificadora (alfa 1-6 glucanohidrolasa) hidroliza los puntos de ramificación liberando glucosa. Por la acción conjunta de estas amilasas se produce la hidrólisis del almidón. De esta manera se liberan en el intestino delgado grandes cantidades de glucosa y algunos diglúcidos representados por la maltosa, así como otros tales como la sacarosa y la lactosa que pueden existir en dependencia de la dieta. Estos diglúcidos no pasan directamente a la sangre, sino que por acción de enzimas específicas (maltosa, sacarasa, etc.), son desdoblados en el mismo epitelio intestinal. Al final, producto de la ingestión, se liberan a partir de los glúcidos ingeridos grandes cantidades de glucosa, galactosa, fructosa, pentosas y otros monoglúcidos, los que deben ser absorbidos. Por otra parte, la celulosa, que constituye una fracción importante en la dieta de los herbívoros, no es modificada por enzimas propias del tubo digestivo, sino que a nivel del intestino grueso (colon y ciego) es degradada por acción bacteriana con producción de ácidos grasos inferiores, los cuales se absorben y son usados por el animal. Es de destacar el hecho de que parte de los carbohidratos ingeridos no se digieren y son eliminados con las heces, contribuyendo de forma destacada al normal funcionamiento del tubo digestivo. Los monoglúcidos se absorben en el intestino delgado y pasan a la sangre por el sistema porta que los conduce al hígado. La absorción de los monoglúcidos puede realizarse por dos mecanismos: la difusión (pasiva) y por transporte activo. La posibilidad de la absorción pasiva (difusión) de algunos monoglúcidos es, aunque no improbable, muy limitada y no fundamental. Es por ello que se debe considerar el mecanismo de transporte activo como fundamental para la absorción de hexosas y en especial para la glucosa. El paso de las hexosas a través de la barrera intestinal tiene lugar a una tasa fija e independiente de su concentración en la luz del epitelio, así como en contra de un gradiente osmótico. Son también absorbidas más rápidamente las hexosas que las pentosas, todo ello hace concluir que el transporte activo es el fundamental proceso de absorción de la glucosa. Es de destacar también, que el transporte activo de la glucosa a nivel intestinal se puede bloquear por factores que inhiban el proceso de fosforilación y la síntesis de ATP, así como cuando disminuye el aporte de oxígeno todo lo hace concluir en un mecanismo activo con gasto de energía. El mecanismo de fosforilación de la glucosa por la hexoquinasa y su posterior defosforilación por la glucosa fosfatasa ha sido señalado como un factor presente en la absorción de la glucosa, sin embargo, no existen pruebas constituyentes de su existencia. Es de señalar, por otra parte, la semejanza entre el proceso de absorción de la glucosa en el epitelio intestinal y la reabsorción de la misma en la capa epitelial de los túbulos renales desde el filtrado glomerular, en ambos casos, en contra de un gradiente de concentración. En los dos procesos que señalan la presencia de un sistema transportador para la glucosa acoplado al transporte de Na. En este sentido se ha señalado la existencia en el transportador de un sitio para la glucosa y otro para el Sodio de manera que haría penetrar obligatoriamente la glucosa a la célula al penetrar el Na+ por un proceso de cotransporte. La fluidez se mantiene por la existencia del sistema de Na K ATP asa que bombea Na al exterior con lo cual se crea un gradiente interno de Na a expensas del ATP. Según este criterio el gradiente de Na interno haría que el transportador de Na glucosa pase al interior, siendo de ésta manera arrastrada la glucosa. Así puede acumularse la glucosa contra un gradiente interno de glucosa. Este sistema de trasporte de glucosa en el intestino está avalado por algunos datos experimentales que además justificarían la dependencia de la absorción de la glucosa del sistema de fosforilación oxidativa y la síntesis de ATP, el cual sería necesario para mantener el gradiente de Na. Por otra parte, son varios los factores que ejercen su influencia sobre el proceso de absorción de los glúcidos en general, como es lógico, la velocidad del tránsito de los alimentos por el intestino, la normalidad de la mucosa intestinal, adecuada proporción de vitaminas en la dieta y la acción de algunas hormonas. Entre estos factores merece destacarse la acción de determinados factores del complejo B que influyen en la absorción de los glúcidos. La insulina, que tanto efecto tiene en relación con el metabolismo de la glucosa, no interviene en su absorción, no así los corticoides y la tiroxina que incrementan la absorción general de azúcares. Como señalamos anteriormente la glucosa absorbida pasa al hígado donde puede ser almacenada de forma de glucógeno, puede también pasar a diferentes tejidos donde es almacenada u oxidada a CO2 por medio de la glucólisis y el ciclo de Krebs, en dependencia de las necesidades de cada célula en particular. Entre los niveles de glucosa y los de glucógeno se establece una interrelación que pasaremos a considerar a continuación. 9.3 GLUCOGENOGÉNESIS Con el nombre de glucogenogénesis o glucogénesis se designa el proceso metabólico por el cual la glucosa es convertida en glucógeno, polímero de reserva de glúcidos en las células animales. Mediante este mecanismo se almacenan grandes cantidades de glucosa cuando al aporte de la misma lo permite, utilizándose más tarde en dependencia de las necesidades del organismo. La glucogénesis es la principal vía anabólica del metabolismo de los glúcidos. Prácticamente todas las células del organismo tienen la capacidad de almacenar la glucosa en forma de glucógeno, destacándose dentro de ellas a las hepáticas y las musculares. Las células del riñón, epitelio intestinal, del útero y otras más, presentan también niveles de glucógeno que deben ser tomados en consideración. Por el contrario la neurona prácticamente contiene muy poco glucógeno, lo que determina la dependencia de las mismas al aporte directo de la glucosa. El hígado después de una comida rica en carbohidratos puede contener hasta el 1 % de su masa en glucógeno. El sistema muscular, por su dimensión, es sin duda la mayor reserva de glucógeno del organismo. Cabe destacar, sin embargo, que las reservas de glucógeno del organismo en general son reservas para corto plazo. Es decir, utilizando sólo sus reservas de glucógeno un animal sólo tiene energía para unas 16 a 18 horas. Las reservas a largo plazo, como veremos más adelante, están representadas en los lípidos. La biosíntesis del glucógeno se realiza por un complejo enzimático donde debe destacarse la acción de la glicógeno sintetasa, enzima responsable de la incorporación de la forma activa de la glucosa a las cadenas preexistentes que forman el glucógeno. Es necesario precisar que el glucógeno no se forma de nuevo enteramente, sino que siempre existe una pequeña cantidad de glucógeno en la célula, lo que recibe el nombre de "semilla", el cual incrementa su volumen de dependencia del aporte de glucosa o decrece si es necesario, por el contrario, suministrar glucosa a la célula. Este último proceso recibe el nombre de glucogenólisis y será estudiado a continuación de éste tema. Por ello debe considerarse siempre la presencia de cierta cantidad de glucógeno El desarrollo del proceso de glucógeno génesis ha quedado reflejado en la figura 9.1. Como podemos observar la glucogénesis se inicia con la fosforilación de la glucosa. Reacción dependiente de las hexoquinasas, enzimas que transfieren fósforo del ATP a las hexosas, también conocidas como hexocinasas. La enzima específica en este caso se llama glucoquinasa que requiere iones de Mg para su actividad. Las reacciones donde intervienen cinasas o quinasas son muy comunes en el metabolismo de los glúcidos, en general son reacciones irreversibles por su carácter exorgónico, donde un enlace fósforo fósforo del ATP (- delta G = 7,5 Kcal. o 30,5 KJ) macro energético pasa a formar un éster fosfórico con mucha menor energía. La glucogénesis continua con la conversión de la glucosa 6 fosfato en glucosa 1 fosfato, reacción francamente reversible catalizada por la enzima fosfo glucomutasa. Esta reacción está presente en todas las vías metabólicas de la glucosa. Continúa el proceso con la reacción de la glucosa 1 fosfato y el UTP (uridín trifosfato) con formación de uridín difosfato de glucosa (UDP - G) y liberación de dos moléculas de fósforo inorgánico como pirofosfato. Esta reacción es catalizada por la enzima glucosa 1 fosfato uridil-transferasa (también llamada UDP -G pirofosforilasa). En ésta reacción se consume otro enlace macro energético, en este caso del UTP (ver figura 9.2). El UDP - glucosa sirve como donador de restos de glucosa al extremo no reductor de una cadena de amilosa para formar un enlace glucosídico 1- 4. De hecho con ello tenemos la formación de glucógeno pero en éste caso no ramificado. Esta reacción clave dentro de la glucogénesis es catalizada por la glucogeno sintetasa. La glucógeno sintetasa requiere como cebador de una cadena de poli glucosa con enlace 1 - 4. Se considera la enzima clave dentro de la glucogénesis. Esta enzima presenta la característica de poseer una forma activa y otra inactiva con una doble regulación por mecanismos alostéricos y por fosforilación y desfosforilación de los restos de serina de su estructura a través de la proteín quinasa o la fosfoproteína fosfatasa respectivamente, que también actúan sobre la glicógeno fosforilasa responsable de la glucogenólisis como veremos más tarde. CH2OH La forma activa de la glicógeno sintetasa se forma por eliminación de restos de ácido fosfórico (desfosforilación) por medio de la fosfatasa y es conocida como forma I, de independiente, este mecanismo es inhibido por el propio glucógeno que actúa como inhibidor alostérico de la fosfatasa. En conclusión, de haber glucógeno suficiente no se formaría la forma activa de la glucógeno sintetasa. La forma inactiva de la glucógeno sintetasa se forma por fosforilación de los restos de serina por acción de la mencionada cinasa. Esta forma también llamada D, de dependiente, puede ser estimulada por la presencia de la glucosa 6-fosfato que resulta ser modulador alostérico positivo. En el hígado, de forma similar, existe una glucógeno sintetasa llamada a y b para las formas activas e inactivas respectivamente. (Figura 9.3). la glucógeno sintetasa Glucógeno sintetasa Glucógeno sintetasa Para concluir la glucogenogénesis se requiere la acción de otra enzima llamada enzima ramificante (anillo 1 - 4 , 1-6- transglucosidasa) que cataliza la transferencia de un fragmento de 5 o 6 restos de glucosa desde la posición 1-4 a la posición 6 de otra molécula vecina de glucosa creando punto de ramificación 1-6 el cual crece por acción de la glicógeno sintetasa hasta que es necesaria una nueva ramificación. De esta manera la molécula de glucógeno va creciendo y estableciendo ramificaciones a semejanza de un árbol. La formación de glucógeno se realiza a expensas de la glucosa, sin embargo, todos los glúcidos pueden ser convertidos en glucosa en las células, por ellos todos pueden, en la práctica, formar glucógeno. En el tema correspondiente a la vía colateral de oxidación de la glucosa veremos como las triosas, tetrosas y pentosas pueden ser convertidas en hexosas. Por otra parte, entre la fructosa y la glucosa existe un equilibrio natural catalizado por una isomerasa, al igual que entre la galactosa y la glucosa, en este caso por una epimerasa. El glucógeno hepático constituye una reserva de glúcidos para las necesidades de las células del organismo. Es responsable, entre otras cosas, de mantener la glicemia normal que aporta la glucosa libre a todo el organismo, principalmente al tejido muscular que requiere constantemente de ella para formar sus propias reservas y , en especial, para mantener el aporte de glucosa a la neurona. Por otra parte, niveles adecuados de glucógeno en el hígado hacen a este órgano más preparado para responder a los efectos tóxicos u otros productos nocivos. Es necesario señalar que en el hígado, a expensas del glucógeno se forma el ácido glucurónico de gran importancia en los mecanismos normales de detoxicación hepática. Al mismo tiempo niveles inadecuados de glucógeno impedirían el uso de la glucosa por los tejidos con la consecuente movilización de las grasas, las cuales en su oxidación tienden a incrementar los niveles de cuerpos cetónicos. Por ello la existencia de adecuados niveles hepáticos de glucógeno con sinónimo de un buen funcionamiento del metabolismo en general. 9.4 GLUCOGENOLISIS Por glucogenólisis se entiende el proceso mediante el cual a partir del glucógeno se obtiene glucosa. Es por tanto la degradación de glucógeno a glucosa, el cual ocurre como tal en el hígado, pues en otros tejidos el producto final es la glucosa 6-fosfato que se incorpora a la vía de la glucólisis. La glucogenólisis podría considerarse el proceso inverso de la glucogénesis aunque los pasos no son los mismos que a la inversa. Es necesario señalar que en éste caso, de manera similar a la glucogénesis, el glucógeno no se transforma totalmente en glucosa, sino que, en dependencia de las necesidades de las células él mismo se degrada parcialmente, quedando siempre un resto que, cuando el aporte de glucosa se restituye es capaz de formar glucógeno otra vez. El desarrollo de la glucogenólisis ha quedado reflejado en la figura 9.4 Este se inicia a partir de la acción de la glucógeno fosforilasa, enzima clave de éste proceso, la cual separa restos de glucosa en forma de glucosa 1 fosfato a partir de los extremos terminales no reductores de la molécula de glucógeno. Esta enzima perteneciente al grupo de las liasas realiza esta acción por medio del ácido fosfórico, o sea, fosforolíticamente, con lo cual la glucosa queda lista para su posterior metabolismo. + fosfato Glucosa 6 fosfatasa El ataque de la enzima se realiza en el enlace glucósido1- 4. El proceso continúa con la transformación de la glucosa 1- fosfato en glucosa 6 - fosfato por medio de la enzima fosfo glucomutasa. En los tejidos la glucosa 6 - fosfato se incorpora a la vía de la glucólisis, mientras el hígado que tiene la responsabilidad de mantener el aporte de la glucosa a los tejidos posee otra enzima; la glucosa 6 - fosfatasa que separa el resto fosfórico liberando la glucosa como tal. La glucosa 6 - fosfato no tiene capacidad para cruzar la membrana celular por lo que la no existencia de la glucosa 6 -fosfatasa en el tejido muscular impide la salida de la glucosa en el músculo. Por el contrario, el hígado que posee esta enzima es capaz de liberar la glucosa como tal. El efecto de la glucógeno fosforilasa está limitado en los enlaces glucósido 1 - 4 vecinos a los puntos de ramificaciones. Por ellos cuando quedan tres o cuatro restos de glucosa, otra enzima, la glucana transferasa transfiere estos restos a otra cadena permitiendo la acción de la fosforilasa. La glucosa que inicia la ramificación con enlace 1 - 6 es hidrolizada por la enzima transglucosilasa. En la figura 9.5 se representan los esquemas sobre esta acción. El proceso de la glucogenólisis como tal está controlado por la acción de la glucógeno fosforilasa que constituye la enzima clave de esta reacción. Esta enzima existe tanto en el hígado como en los tejidos bajo dos formas, una activa y otra inactiva. Esta enzima también tiene dos mecanismos de regulación, uno por medio de la fosforilación o desfosforilación y otro, por moduladores alostéricos. En este caso los mecanismos dependientes del proceso de fosforilación o desfosforilación son inversos al de la glucógeno sintetasa, es decir, la forma inactiva de la fosforilasa se activa por incorporación de ácido fosfórico a partir del ATP. La forma activa (fosforilasa a) se inactiva (fosforilasa b) por acción de una fosfatasa. La forma inactiva de la fosforilasa puede también activarse por la presencia de AMP cíclico que un modulador positivo de ésta enzima (figura 9.6) o . 9.5. REGULACIÓN DE LA GLUCOGENOGÉNESIS Y LA GLUCOGENOLISIS A nivel celular, tanto en el hígado como en el músculo, el metabolismo del glucógeno, que incluye su síntesis y su degradación tiene que estar perfectamente controlado. Se comprende, por ejemplo, que si una molécula de glucógeno estuviese por un momento sometida a la acción de la fosforilasa activa estaría degradándose y si en otra, por el contrario, el efecto lo estuviese realizando la glucógeno sintetasa activa, se estaría sintetizando. El efecto para la célula en cuestión sería en la práctica nulo. Por eso ambas enzimas están sometidas a un mismo control que depende de los niveles de AMP cíclico y de la acción hormonal y en muy estrecha relación con los mecanismos reguladores de la glucosa y del ciclo de Krebs. Se comprende que un exceso de glucosa, abundante suministro de ácidos grasos, reflejados en niveles altos de ATP estimularía la acción de la glucógeno sintetasa e inactivaría la glucógeno fosforilasa con lo que se almacena glucógeno. Por el contrario, niveles bajos de glucosa por un intenso trabajo muscular u otra causa, con bajos niveles de ATP (con el consecuente aumento del AMP y el ADP) producirían un efecto estimulador sobre la fosforilasa e inhibirían la sintetasa. Analizando el proceso integralmente el mecanismo de la regulación de la glucogenogénesis y la glucogenólisis depende en primer lugar de la activación e inactivación de las enzimas glucógeno sintetasa y la glucógeno fosforilasa; enzimas claves de ambos procesos por incorporación del ácido fosfórico a partir del ATP. La incorporación depende a su vez de dos quinasas o cinasas inespecíficas, las cuales podemos llamar glucógeno sintetasa quinasa y glucógeno fosforilasa quinasa y que llamaremos simplemente quinasa. La acción de esta quinasa es incorporar fósforo a la glucógeno sintetasa la cual se inactiva por este medio y a la glucógeno fosforilasa que por ello es activada, quiere decir que el efecto es contrario para ambas enzimas. Cuando cesa la acción de las cinasas se produce por la acción de la fosfatasa la eliminación del fósforo de la glucógeno sintetasa, con lo cual se activa y de la glucógeno fosforilasa inactivándola. En la figura 9.7 se presenta esta interrelación. La activación o estimulación de la adenil ciclasa produce, por tanto, glucogenólisis mientras su no estimulación provoca glucogenogénesis. Por otra parte es de destacar el doble control de estas enzimas (sintetasa y fosforilasa) ya que la glucosa 6-fosfato estimula alostéricamente la forma inactiva (D) de la glucógeno sintetasa mientras el AMP estimula, también alostéricamente la forma inactiva de la fosforilasa. La cinasa antes mencionada depende a su vez de la activación o no de otra enzima llamada cinasa-cinasa o simplemente protein cinasa que presenta como modulador alostérico al AMP cíclico. El AMP cíclico se une a una fracción reguladora de la enzima liberando la forma activa de la mencionada protein cinasa. El nivel de AMP cíclico depende, como sabemos, de la acción de la adeníl ciclasa bajo la acción directa de varias hormonas. En este caso en particular y según el tejido en cuestión, influyen los niveles de adrenalina, glucagón, STH y los glucocorticoides estimulando la producción del AMP cíclico. La insulina, la cual disminuye los niveles de AMP cíclico, con el consecuente incremento del GMP cíclico, actuaría de forma inversa. Como hemos podido analizar la regulación de la glucogenogénesis y la glucogenólisis es algo complejo pero efectiva y que a su vez está en íntima relación con otros factores del metabolismo que serán analizados más adelante. 9.6 GLUCOLISIS 9.6.1 Introducción Una de las principales vías del catabolismo lo es, sin duda, la glucólisis. Por glucólisis se entiende la degradación de la glucosa. La glucólisis como tal está constituida por una serie de reacciones mediante la cual la glucosa se convierte en ácido pirúvico. Este proceso, hasta aquí, es universal y se desarrolla de forma similar en todos los organismos vivos, desde una bacteria hasta el hombre. La degradación de la glucosa hasta ácido pirúvico se conoce como la vía de EmbdenMeyerhof. A partir de este punto, ácido pirúvico, se producen en dependencia de las transformaciones que le ocurran a dicho ácido, diferentes modalidades que varían según los organismos y tejidos analizados y que por ello dan un carácter particular a cada glucólisis en cuestión y que en muchos casos señalan la obligación de aplicar un apellido a la glucólisis que se trate. En las células de los animales superiores el ácido pirúvico presenta dos destinos principales. El primero y el más fundamental es la descarboxilación a acetil CoA con la incorporación de éste compuesto al ciclo de Krebs o ciclo tricarbóxilico donde es oxidado por completo a CO2. Esta glucólisis, que en verdad está formada por tres procesos bien identificados; la vía de Embden - Meyerhof, la descarboxilación del pirúvico y ciclo de Krebs se acostumbra a llamar glucólisis aerobia y es clásica su reacción global 6 Esta secuencia se desarrolla, como es lógico, en tejidos que tengan un aporte adecuado de oxígeno, pues requiere de la cadena respiratoria para aceptar los equivalentes de reducción que se producen. La segunda posibilidad del ácido pirúvico en los animales superiores es su reducción a ácido láctico la cual es típica en el tejido muscular en contracción, los eritrocitos y las células del cristalino del ojo. Esta reacción, la cual se desarrolla en un medio carente de 02, es conocida como glucólisis anaerobia y su reacción general es: Otros organismos, sobre todo las bacterias, presentan distintas variantes en cuanto al metabolismo posterior del ácido pirúvico que caracteriza la utilización propia de la glucosa. Muchas levaduras, por ejemplo, convierten el ácido pirúvico en alcohol etílico, recibiendo este proceso el nombre genérico de fermentación alcohólica o fermentación etílica. Algunas bacterias producen ácido acético, láctico, propiónico, etc., por lo que el proceso recibe entonces el nombre de fermentación acética, fermentación láctica, propiónica, etc. La glucólisis, con sus variantes aerobia y anaerobia constituye la vía fundamental la cual será analizada a continuación. Inmediatamente después describiremos el ciclo de Krebs como complementación de ésta vía, aunque debemos señalar que el mencionado ciclo no constituye una vía exclusiva para los productos finales de la glucólisis. 9.6.2. Vía de Embden - Meyerhof La vía de Embden - Meyerhof está constituida por una serie de 10 reacciones, que se desarrollan en el citoplasma de la célula, al final de la cual la glucosa queda convertida en dos moléculas de ácido pirúvico. Para su estudio, dada la amplitud de la misma, es conveniente dividirla, de manera didáctica, en dos etapas; una primera etapa que podemos llamar transformación de la glucosa en triosas mediante la cual la glucosa se prepara para su catabolismo transformándose en 3 –fosfo gliceraldehído y una segunda etapa donde se producen las reacciones de oxido - reducción y el 3 – fosfo gliceraldehído se convierte en ácido pirúvico y que llamaremos transformación de las triosas en ácido pirúvico. Pasemos a considerar la primera etapa de la glucólisis donde las hexosas (glucosa) quedan convertidas en triosas según aparece en la figura 9.8. Esta etapa de la glucólisis se inicia en verdad en la mayoría de las células a partir de la glucosa 6 fosfato liberada en la glucogenólisis, sin embargo, `para establecer un balance más adecuado la hemos iniciado a partir de la glucosa. En esta primera reacción la glucosa es fosforilada a glucosa 6 - fosfato por acción de la hexoquinasa que requiere la presencia de iones de Mg2+ y el ATP como donador de radicales de fosfato macro energéticos. Se puede considerar una reacción activadora que permite a la glucosa entrar en la secuencia de reacciones de la glucólisis. La hexoquinasa cataliza la reacción de fosforilación de la glucosa y en muchas más hexosas. Es una enzima reguladora que puede ser inhibida por su propio producto de acción ya que cantidades apreciables de glucosa 6 - fosfato en la célula inhibirían su acción. Recuérdese además que la glucosa 6 - fosfato es el activador alostérico de la glucógeno sintetasa (D). En el hígado la fosforilación de la glucosa puede realizarse por medio de la glucocinasa que no es inhibida por la glucosa 6 - fosfato. Esta reacción es irreversible. En el siguiente paso la glucosa 6 - fosfato es convertida en fructosa 6- fosfato por medio de la fosfohexosa isomerasa (fosfoglucoisomerasa). Es una reacción francamente reversible en ambas direcciones. Continúa la glucólisis con la fosforilación de la fructosa 6 - fosfato a fructosa 1 - 6 difosfato. Reacción catalizada por la fosfofructocinasa que requiere la colaboración de los iones de magnesio y el ATP como fuente de fosfato macroenergético. Esta reacción es sumamente importante pues la fosfofructocinasa es la enzima clave que regula toda la glucólisis por varios mecanismos. Esta enzima posee múltiples moduladores alostéricos positivos y negativos que son los responsables de regular su actividad que varían de una célula a otra. Concentraciones elevada de ácido cítrico, ATP o de ácidos grasos de cadena larga la inhiben, mientras el ADP o AMP la estimulan. Como es lógico suponer concentraciones elevadas de ATP crearían la posibilidad de su utilización por la célula de forma directa cuando sea necesario por ello no haría falta seguir oxidando la glucosa. Por otra parte los excesos de glucosa, una vez cubiertos los niveles de glucógeno y de ATP, son convertidos en ácidos grasos a partir del acetil CoA proveniente de la glucólisis. Para ello la vía de degradación de la glucosa debe ser mantenida lo cual es realizado por un metabolito intermedio de esta vía, la fructosa 2-6 difosfato, que actúa estimulando la enzima fosfofrutocinasa independiente del nivel inhibitorio del ATP Con ellos la vía continua hasta el acetil CoA que pasa a formar ácidos grasos, pues en éste caso los niveles altos de ATP inhibiría su oxidación en el ciclo de Krebs. El ácido cítrico, del ciclo de Krebs, incrementado actuaría deteniendo el proceso de la glucólisis. Recordemos que el ATP se forma en la cadena respiratoria, entre el ciclo de Krebs y glucólisis se establece una interdependencia. La reacción de la fosfofructocinasa es irreversible por completo. En el sentido contrario actúa otra enzima alostérica, la fructosa 1-6 difosfatasa que será estudiada en la gluconeogénesis. El siguiente paso es la escisión de la fructosa 1-6 difosfato en dos triosas (3 – fosfo gliceraldehído y fosfo hidroxiacetona) por medio de una aldolasa (fructosa 1-6 difosfato aldolasa). Esta reacción es francamente reversible. Las dos triosas producidas se ínter convierten reversiblemente por medio de la fosfotriosa isomeras. La siguiente etapa de la glucólisis se inicia a partir de la aldotriosa, o sea, 3-fosfo gliceraldehído, sin embargo, la reacción se desplaza fuertemente hacia la fosfo hidroxiacetona, por lo que sólo la consecuente utilización de la aldotriosa haría desplazarse el equilibrio hacia la aldotriosa. Esto se consigue cuando, producto de la necesidad de la célula, los demás compuestos producidos a partir del 3 – fosfo gliceraldehído son utilizados. Por el contrario cuando esto no es así, se incrementa la presencia de la fosfo hidroxiacetona, la cual se reduce a fosfoglicerol usándose para la esterificación de las grasas. Con el próximo paso de la glucólisis se inicia lo que hemos llamado la segunda etapa, la cual se desarrolla a partir del 3- fosfo gliceraldehído y que como una molécula de glucosa rinde dos triosas, debemos, al efecto de establecer el balance final, considerar dobles todas las reacciones. Esta etapa aparece resumida en la figura 9.9. Esta segunda etapa de la glucólisis se inicia con una reacción muy importante, la oxidación por deshidrogenación del 3 – fosfo gliceraldehído a 1-3 difosfo glicérico. La enzima que cataliza la reacción es la 3 –fosfo gliceraldehído deshidrogenasa que tiene el NAD como coenzima, además de ser su modulador alostérico positivo. La enzima posee una estructura cuaternaria con cuatro cadenas polipeptídicas, cada una con su propio centro activo representado por restos de cisteina con sus respectivos grupos sulfídrilos (-SH), los cuales se hallan normalmente enmascarados alostéricamente. La unión de la enzima (representada por E - SH) con el NAD libera el grupo sulfídrilo que se une con el carbono aldehídico del 3 – fosfo gliceraldehído por unión hemiacetal. Posteriormente los hidrógenos pasan al NAD formando NADH 2 (reducido) y oxidándose el sustrato, el cual se mantiene unido a la enzima por un enlace macro energético parte de la energía de oxidación. El NADH2 unido a la enzima es reemplazado por un NAD oxidado del medio y el grupo acilo es transferido posteriormente a una molécula de ácido fosfórico manteniendo su nivel energético en la formación del 1-3 difosfo glicérico. Como podemos observar este compuesto posee un enlace macro energético (acil -fosfato) en el carbono 1, que le permite sintetizar una molécula de ATP. Con ello parte de la energía de oxidación del 3- fosfo gliceraldehído se ha retenido en el propio sustrato, usándose para la síntesis de ATP, lo que constituye un ejemplo de la síntesis de ATP independientemente del mecanismo de fosforilación oxidativa. La reacción, que aparece reflejada en la figura 9.10 es reversible en su conjunto. NADH + H+ El NADH2 liberado en esta reacción puede ser usado para la formación del láctico o pasar al fosfo glicerol, el cual a través de la "lanzadera" del glicerofosfato pasa a la cadena respiratoria. El proceso de la glucólisis continua con la transferencia del grupo acil - fosfato del 1-3 difosfo glicérico al ADP con lo que se forma el ATP. Esta reacción es catalizada por la 1-3 difosfo glicérico cinasa. La reacción es fuertemente exorgónica, lo que actúa impulsando la reacción precedente. También esta reacción es reversible. Continúa el proceso con la conversión del fosfo glicérico en 2 fosfo glicérico por la acción de la fosfo glicérico mutasa, reacción que es reversible. La enzima requiere iones de Mg para actuar. En el siguiente paso, por acción de la enolasa se produce la deshidratación del 2 fosfo glicérico con la producción del fosfoenol pirúvico. La enolasa requiere la presencia de Mg o de Mn. La deshidratación del 2 - fosfoglicérico produce una redistribución de la energía interna del compuesto apareciendo el fosfoenol pirúvico con un enlace macroenergético, (enolfosfato). Inmediatamente el fosfoenol pirúvico cede el grupo fosfato macroenergético al ADP para formar ATP, liberándose en esta reacción enol pirúvico que mantiene un equilibrio espontáneo con su forma cetónica, el ácido pirúvico. La reacción es catalizada por la fosfoenol piruvico cinasa y es completamente irreversible. La enzima requiere varios iones para su acción, tales como el Mg2+ y el Mn2+ así como, el K+, Se considera una enzima reguladora, pues se activa con la presencia del fosfoenol pirúvico o por la fructosa 1-6 difosfato, siendo inhibida por AMP, ácido cítrico, ATP, ácidos grasos de cadena larga y por el acetil CoA. Con esta reacción se produce el ácido pirúvico y se cierra la vía de Embden - Meyerhof o lo que pudiéramos considerar como la glucólisis sin apellido. Hasta aquí una molécula de glucosa ha sido transformada en dos moléculas de pirúvico, con la producción de dos NADH2 (reducido) a partir de dos NAD (oxidado) y desde el punto de vista energético se gastaron en la primera etapa dos ATP, produciéndose cuatro en la segunda, con lo que quedan dos ATP. Los dos NADH2 de ir a la cadena respiratoria podrían formar seis moléculas de ATP. Resumiendo tenemos: Pasemos a continuación a considerar los dos destinos principales del ácido pirúvico en las células de los tejidos animales: su reducción a ácido láctico en el caso de la glucólisis anaerobia y su descarboxilación oxidativa a acetil CoA y posterior incorporación al ciclo de Krebs. Esto desde el punto de vista de una continuación de la glucólisis, pues otra reacción sumamente importante del ácido pirúvico es su carboxilación a ácido oxaloacético, el cual, además de ser un miembro destacado del ciclo de Krebs, participa en la vía de la gluconeogénesis. 9.6.3. Producción de ácido láctico. Glucólisis anaerobia En esta forma de glucólisis, de tipo anaerobia, el ácido pirúvico se reduce, a ácido láctico por el aporte de dos hidrógenos del NADH2, procedentes de la oxidación del 3 – fosfo gliceraldehído, reacción que requiere la presencia de la láctico deshidrogenasa. Ácido pirúvico Ácido láctico La reacción es francamente reversible, la misma tiene su origen, como es lógico suponer, en la incapacidad del tejido anaerobio para oxidar el NADH 2 (reducido) y por ello continuar el desarrollo de la vía Embden - Meyerhof. El análisis de las reacciones principales de esta vía nos refleja que solo una, la deshidrogenación del 3 – fosfo gliceraldehído transcurre con la presencia de las coenzimas que requieren del aporte del oxígeno para su oxidación final. Descartando las células bacterianas anaerobias estrictas que tienen en la glucólisis anaerobia su principal vía. Muchas células, entre otras las de los animales superiores pueden usar esta vía como una posibilidad alterativa en condiciones temporales de inadecuado suministro de oxígeno. En los organismos de los animales superiores se destacan las células del sistema muscular como las principales que desarrollan ésta vía. En efecto durante la contracción muscular intensa la vía de Embder - Meyerhof se intensifica notablemente, dada por las necesidades energéticas de la célula en contracción, sin embargo, en ese momento disminuye considerablemente el aporte de oxígeno a las masas musculares por la dificultad de la circulación sanguínea de llevar a todas las células el oxígeno de la respiración. En estas condiciones no sería posible continuar esta vía, pues la etapa de deshidrogenación del 3 fosfo gliceraldehído requiere de la colaboración de la cadena respiratoria. En esta situación las células tienen la alternativa de conjugar el NADH2 reducido con el producto final de esta etapa: el ácido pirúvico, liberando NAD (oxidado) que puede continuar la vía de Embden - Meyerhof y por ello puede desarrollarse la glucólisis sin la presencia de oxígeno, recibiendo el nombre de glucólisis anaerobia. Por todo lo antes explicado, la glucólisis anaerobia es la transformación de una molécula de glucosa en dos moléculas de ácido láctico. Desde el punto de vista energético esta vía es muy poco productiva pues requiere de una serie larga de reacciones y el aporte de energía es muy poco. Por ello las células que tienen ésta vía como la vía principal requieren el aporte de grandes cantidades de glucosa. En éste caso sólo están, en el organismo animal, las células del cristalino y los eritrocitos, pues las células musculares, pasado el período de falta de oxígeno, recuperan su condición aerobia y pueden usar otras estructuras como combustible al mismo tiempo que restituyen sus reservas de glucógeno. Desde el punto de vista energético la glucólisis anaerobia sólo rinde dos ATP a las células. Si analizamos la figura 9.11 vemos que se requiere un ATP para la fosforilación inicial de la glucosa y otro para la fosforilación de la fructosa-6 fosfato. En el caso del músculo que la glucosa es liberada como glucosa 6 - fosfato a partir del glucógeno muscular sólo se requiere un ATP. Por otra parte a partir de la oxidación del 3 fosfo gliceraldehído, que todas las reacciones se deben considerar dobles, se obtienen dos ATP en la transformación del 1-3 difosfo glicérico en 3 fosfo glicérico y dos en la reacción de fosfoenol pirúvico. Por ello podemos establecer que sólo se liberan dos ATP como energía química utilizable por la célula a partir de una molécula de glucosa. Pasemos a resumir el balance energético de esta vía. Fosforilación inicial de la glucosa - 1 ATP Fosforilación de la glucosa 6 - fosfato - 1 ATP Reacción del 1-3 difosfo glicérico + 2 ATP Reacción del fosfoenol pirúvico + 2 ATP TOTAL + 2 ATP La reacción de transformación de la glucosa en dos ácidos lácticos presenta una variación de energía libre en condiciones estándar de unos 196 kJ ó 47 Kcal. (Delta G° = 196 kJ ó 47 Kcal.). De esta sólo se usan 62.7 kJ (15 Kcal.) para la síntesis de dos enlaces macro energéticos del ATP con un 31% aproximadamente de eficiencia. Todo ello determina que la glucólisis anaerobia como tal resulta una vía exorgónica que se encuentra desplazada hacia el ácido láctico según podemos observar en la siguiente ecuación: ADP 9.6.4.-Descarboxilación del ácido pirúvico a acetil CoA. Glucólisis aerobia La descarboxilación del ácido pirúvico con producción de acetil CoA ha sido descrita. Dada la importancia de esta reacción dentro del metabolismo de los glúcidos y su relación con otros procesos del organismo pasamos a continuación a referirnos a los aspectos más significativos de la misma. La reacción esta catalizada por el complejo enzimático conocido como pirúvico deshidrogenasa integrado por tres enzimas. La primera es la propia pirúvico deshidrogenasa que tiene a la tiamina como coenzima; la segunda la dihidrolipoil transacetilasa que trabaja con el ácido lipóico y la coenzima A, y la última llamada dihidrolipoil deshidrogenasa que oxida al ácido lipóico por medio del FAD que se mantiene firmemente unida a la enzima y que es oxidada finalmente por el NAD. Varias unidades de estas enzimas con sus respectivas coenzimas forman un complejo con una masa molecular por partícula de unos 7 millones. De forma abreviada este complejo multi enzimático provoca la descarboxilación oxidativa del ácido pirúvico rindiendo acetil CoA según la siguiente reacción. El complejo enzimático de la pirúvico deshidrogenasa está regulado por el nivel de ATP, el cual la inhibe, y el nivel de ADP que la estimula. La activación o inhibición depende de un sistema de cinasa (inactivador) y fosfatasa (activador) de modo semejante al sistema de la glucógeno sintetasa y glucógeno fosforilasa El acetil CoA producto de la descarboxilación del pirúvico producido por la vía de Embden - Meyerhof de la glucólisis es oxidado totalmente a CO2 por medio del ciclo de Krebs concluyendo de ésta forma la oxidación de la glucosa. Por supuesto esto en dependencia de las necesidades energéticas de las células, pues el acetil CoA es fuente también para la síntesis de ácidos grasos. En la mayoría de los tejidos del organismo animal, donde predomina la condición aerobia esta es la secuencia de reacciones prevaleciente a partir de la glucosa, es decir: la vía de Embden - Meyerhof con producción de pirúvico, descarboxilación de éste con producción de acetil CoA y oxidación total del acetil CoA a CO2 por el ciclo de Krebs. Desde el punto de vista energético esta vía representa una producción mucho mayor de ATP a partir de la glucosa. Por ejemplo, la oxidación total de la molécula de glucosa por ésta vía libera energía en cantidades suficientes para sintetizar 38 ATP que podemos resumir de la siguiente manera: - Fosforilación inicial de la glucosa - Fosforilación de la fructosa 6 fosfato - Deshidrogenación del 3 fosfo gliceraldehído (2 NADH2) - Reacción del 1-3 de fosfo glicérico - Reacción del fosfo enol pirúvico - Descarboxilación del ácido pirúvico (2 NADH2) - 1 ATP - 1 ATP + 6 ATP + 2 ATP + 2 ATP + 6 ATP - Oxidación de 2 acetil CoA en el ciclo de Krebs + 24 ATP Total + 38 ATP Si se consideran los 30,5 kJ (7,3 Kcal.) que se almacenan en cada enlace macroenergético del ATP vemos que se obtienen 1159 kJ producto de la oxidación de una molécula de glucosa, con una eficiencia del 42% a partir de su transformación en C02. La reacción en general, suma de la fase endorgónica (síntesis de ATP) a la fase exorgónica (oxidación de la glucosa), transcurre según la ecuación general: La liberación de energía de la reacción en su conjunto desplaza el equilibrio en el sentido de la oxidación de la glucosa. Obsérvese la diferencia en la obtención de energía (ATP) en ambos procesos analizados, la glucólisis anaerobia y la glucólisis aerobia. A continuación pasamos a considerar la oxidación final del acetil CoA en el ciclo de Krebs. 9.7 EL CICLO DE KREBS 9.7.1 Introducción: Como paso obligado de un estudio sistemático del metabolismo celular corresponde al análisis del destino del acetil CoA producido a partir de la descarboxilación del pirúvico proveniente de la glucólisis; de la degradación de varios aminoácidos y de la oxidación de los ácidos grasos. En los animales superiores la única vía degradativa para el acetil CoA es su incorporación al ciclo de Krebs donde es oxidado totalmente a CO 2. Este ciclo de enorme significación dentro del metabolismo intermediario de los aminoácidos, glúcidos y lípidos, constituye de hecho la etapa final del metabolismo oxidativo de estos tres grupos de compuestos. Conocido inicialmente como el ciclo del ácido cítrico y también como ciclo tricarbóxilico, por la característica de éste ácido de poseer tres grupos carboxílicos, hoy se acostumbra a usar el nombre de Ciclo de Krebs en homenaje al bioquímico alemán H . A. Krebs quien en 1937, a partir de una serie de experimentos realizados en suspensiones de músculos de paloma, integró y postuló la secuencia fundamental de la serie de reacciones cíclicas de esta vía metabólica, a la que él denominó "ciclo del ácido cítrico”, sentado las bases para un estudio más profundo sobre el tema. El ciclo de Krebs no es una vía metabólica particular de los glúcidos, sino que en sí constituye la vía oxidativa final común para los productos de la oxidación de los aminoácidos, los glúcidos y los ácidos grasos. Los glúcidos, lípidos y aminoácidos en sus vías catabólicas oxidativas, sufren primero una oxidación parcial en procesos metabólicos propios y los productos de esto pasan al ciclo de Krebs, donde son oxidados completamente a C02. Los aminoácidos originan por desaminación oxidativa determinados cetoácidos; la degradación de la glucosa por la glucólisis conduce a la producción de ácido pirúvico y acetil CoA, mientras que las grasas en su vía oxidativa, conocida como beta oxidación, producen también acetil CoA. Todos estos productos confluyen en el ciclo de Krebs, el cual es posible por la existencia de un juego completo de enzimas ubicadas en la fracción mitocondrial de las células del metabolismo aerobio, muy en relación con las enzimas de la cadena respiratoria, a la que aporta material reductor para la síntesis del ATP, lo cual es su principal objetivo. Por otra parte aunque el ciclo como tal debe considerarse una vía catabólica, pues su función principal es la degradación de acetil CoA a CO2, muchas de sus reacciones se encuentran en relación con otras vías del metabolismo, en muchos casos como la vía de síntesis, por lo que algunos autores atribuyen al ciclo un carácter dual, anfibólico. El ciclo, en su conjunto, se desarrolla en las mitocondrias de todas las células del metabolismo aerobio, que poseen las enzimas requeridas para catalizar las diez reacciones principales de éste ciclo, muy en relación con la cadena de respiración a la que aportan equivalentes de reducción (NADH2 y FADH2) para la síntesis del ATP. 9.7.2 Principales reacciones del ciclo de Krebs. Antes de estudiar las reacciones propias del ciclo de Krebs debemos considerar el origen del compuesto encargado de iniciar el desarrollo del ciclo, nos referimos al ácido oxaloacético. El origen de éste ácido, en cantidades requeridas para mantener el normal funcionamiento del ciclo, corresponde a la carboxilación del ácido pirúvico por el pirúvico carboxilasa, enzima mitocondrial que cataliza la siguiente reacción (figura 9.12). Ácido Esta reacción es fundamental para mantener un adecuado flujo del ciclo pues muchos de los intermediarios del ciclo "escapan" hacia otras vías metabólicas y, por otra parte, la reposición del oxaloacético a partir del ácido aspártico no satisface las necesidades del ciclo. Por ello la carboxilación del pirúvico viene a reponer los niveles de oxaloacético adecuados. Estas reacciones que reponen los intermediarios del ciclo son llamadas reacciones anapleróticas (de relleno) y la carboxilación del pirúvico es la fundamental de ellas. La pirúvico carboxilasa posee restos de lisina a los cuales se une la biotina, que actúa fijando el CO2 con la energía producida con la hidrólisis del ATP. En el transcurso de la reacción se forma la carboxibiotina que cede el grupo carboxílico al pirúvico. La enzima es activada alostéricamente por los niveles de acetil CoA. Pasemos ahora a considerar las reacciones del ciclo. La acetil CoA, derivada fundamentalmente de la oxidación de los carbohidratos y de los ácidos grasos se combina con el ácido oxaloacético formando ácido cítrico lo que constituye la primera reacción propiamente dicha del ciclo. Posteriormente el cítrico es oxidado en una serie de reacciones que liberan CO2 y NADH2 y finalmente regenera el oxaloacético, quedando en esencia la oxidación del acetil CoA. La condensación del acetil CoA con el oxaloacético es catalizada por la enzima cítrico sintetasa, que efectúa el enlace entre el carbono metil del acetil CoA y el carbono carbamilo del oxaloacético (figura 9.13). 2 Esta enzima, conocida como enzima condensante es estimulada por los niveles de acetil CoA en inhibida por el succinil CoA que compite con el acetil CoA. También el ATP inhibe su acción. La reacción es fuertemente exorgónica, por lo que se asegura su realización a partir de la energía del enlace acil - mercapto. El ácido cítrico es convertido en ácido isocítrico por medio de la enzima aconitasa que precisa de la cisteína o glutatión reducido para su acción. La reacción ocurre en dos pasos: deshidratación a cis - aconítico e hidratación a isocítrico. (Figura 9.14). La reacción es inhibida por el fluoracetato que produce la acumulación del ácido cítrico. OH El ácido isocítrico se transforma por medio de la enzima isocítrico deshidrogenasa en ácido oxalosuccínico. Esta enzima es NAD dependiente y se encuentra también en las mitocondrias (hay dos isoenzimas más que dependen especialmente del NADP). Inmediatamente el oxalosuccínico se transforma en cetoglutárico por descarboxilación espontanea. Se plantea que la misma enzima cataliza todo el proceso y que son necesarios los iones de magnesio para esta segunda reacción, que también se activa por el ADP, que actúa como un activador alostérico mientras que el ATP es un modulador alostérico negativo. La reacción en total transcurre en una gran descenso del nivel energético (- delta G) debido a la perdida del grupo carboxílico según observamos en la figura 9.15. El ácido cetoglutárico es descarboxilado oxidativamente, de forma similar al pirúvico, por el complejo enzimático de la cetoglutárico deshidrogenasa que requiere de B1, ácido lipóico, coenzima A, FAD y NAD. El resultado de ésta reacción es la formación del succinil CoA. La reacción es irreversible y es inhibida por el arsénico. En la continuación del ciclo, el succinil CoA que posee un enlace macro energético se convierte en un ácido succínico por medio de la succinil tiocinasa liberando su energía para la formación de un ATP. La reacción requiere al GDP como compuesto intermedio (figura 9.16). Una reacción alternativa en los tejidos extrahepáticos es la conversión del succinil CoA en succínico, acoplada a la transformación del aceto acético (cuerpo cetónico) en aceto acetil CoA Posteriormente el ácido succínico, por medio de la enzima succinil deshidrogenada acoplada al FAD, produce el ácido fumárico. Este por hidratación produce el ácido málico. La reacción de la succinil deshidrogenasa es inhibida competitivamente por el ácido malónico. Finalmente con la deshidrogenación del ácido málico por la málico deshidrogena, NAD dependiente se regenera el ácido oxaloacético, cerrándose el ciclo (figura 9.17). Málico Fumarasa 2 málico Desarrollado el ciclo, reacción por reacción, pasemos a realizar un balance general del mismo. El ciclo se inició a partir de la incorporación de una molécula de acetil CoA al ácido oxaloacético y finalmente en la última reacción se ha obtenido de nuevo éste ácido, por tanto, se puede inferir que en cada vuelta del ciclo se degrada una molécula de acetil CoA. Veamos una vista general del ciclo en la figura 9.18 donde sólo hemos colocado los elementos principales. Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido La oxidación del radical acetil dentro del ciclo de Krebs a dos moléculas de C0 2, contribuye a la formación del ATP de una manera destacada. Si analizamos los diferentes pasos del ciclo podemos establecer el siguiente balance energético del mismo, teniendo en cuenta la producción de NADH 2 que en la cadena respiratoria libera la energía requerida para la síntesis de 3 ATP y del FAD2 que produce dos ATP. En resumen tenemos: Deshidrogenación del isocítrico 3 ATP Descarboxi¡ación oxidativa del cetoglutárico il 3 ATP Etapa del succinil CoA a succínico 1 ATP Deshidrogenación del succínico 2 ATP Deshidrogenación del málico 3 ATP Total 12 ATP A modo de referencia y para destacar la eficiencia del ciclo recordemos que una molécula de glucosa, que produce 38 ATP por la vía oxidativa, era capaz de liberar dos acetil CoA los que producían 24 ATP. Quiere esto decir que aproximadamente el 66% de la energía química útil, en forma de ATP, producida por la glucosa, se libera por reacciones que tienen lugar a nivel del ciclo de Krebs, según vemos en la tabla 9.1. 9.7.3 Significación del ciclo de Krebs El primer hecho de importancia a señalar es la propia existencia del ciclo, donde al conjugarse los productos finales de los glúcidos, lípidos y aminoácidos, se produce un mayor aprovechamiento de los mismos. La existencia de vías distintas para cada uno de estos provocaría una mayor complejidad y menor eficiencia del organismo. Igualmente, es de mencionar la gran cantidad de energía que aporta el ciclo, el sistema del ciclo tricarbóxilico es uno de los principales suministradores de material reducido a la cadena respiratoria para la síntesis de ATP. También, varios compuestos del ciclo se utilizan como material para la síntesis de nuevas sustancias. Por ejemplo, a partir de los ácidos oxaloacético y cetoglutárico se originan por transaminación, los aminoácidos ácido aspártico y ácido glutámico respectivamente, que están muy relacionados con el ciclo de la urea. Así mismo, para la síntesis del anillo porfirínico hace falta el succinil CoA. La utilización de los componentes del ciclo para estas reacciones permite sintetizar muchos productos de gran utilidad para el organismo. -1 F De especial significación es la utilización del oxaloacético para la síntesis de la glucosa (gluconeogénesis) la cual se realiza a partir del ácido láctico, el ácido pirúvico y varios aminoácidos que deben originar como etapa intermedia ácido oxaloacético de forma que el componente central del ciclo se ve muy relacionado con la formación de la glucosa en el organismo, por lo cual es posible señalar que todos los compuestos que originan oxaloacético pueden finalmente originar glucosa y glucógeno; por eso se designan con el nombre de glucogenéticos. En la figura 9.9 pueden verse estas relaciones. De forma que el oxaloacético sería el principal elemento gluconeogenético. Es necesario señalar que la acetil C o A no puede aportar glucosa por esta vía, ni por otra vía en los animales superiores, aunque su interpretación es algo difusa. En efecto, si se aplica acetil CoA marcada con isótopo, éste aparece al poco tiempo en la glucosa, lo que se explica por el hecho de que aunque se pierden dos moléculas de CO2 en cada vuelta del ciclo, estas no se derivan de la parte correspondiente a acetil C o A , sino a la del oxaloacético, pues la oxidación comienza por la parte correspondiente a este ácido dentro de la molécula del ácido cítrico. Sin embargo, al completarse la vuelta, se regenera oxaloacético, ahora marcado, y en la segunda vuelta, como la deshidrogenasa succínica no "distingue" entre los dos grupos carboxílicos del succínico, aparecen los átomos del oxaloacético marcados. A l ocurrir la gluconeogénesis, las marcas del oxaloacético van a pasar a la glucosa y al glucógeno. Hay que señalar que no puede haber conversión del acetil C o A en oxaloacético por vía del ciclo, pues se necesita una molécula de oxaloacético para que se condense con el acetil CoA y sólo una molécula de oxaloacético es regenerada. Por razones similares no puede haber conversión neta de ácidos grasos (forman acetil CoA) en glucosa. Es de destacar también la relación del ciclo con el nivel de cuerpos cetónicos. Producto de la oxidación de los ácidos grasos se producen residuos de ácido beta hidroxibutírico y beta cetobutírico. Estos compuestos tienen carácter cetónico y pueden originar acetona. Normalmente estos compuestos presentan un nivel fisiológico producto del equilibrio que mantienen con el acetil CoA, que es oxidado en el ciclo. Cuando el aporte de glúcidos es deficiente, no existen los niveles adecuados de oxaloacético para mantener el correcto funcionamiento del ciclo, por tanto, no se oxida el acetil CoA, lo cual provoca aumento en la sangre de los cuerpos cetónicos y se produce la cetosis. Tal es el caso que se produce en la cetosis bovina y en la diabetes mellitus aunque por causa diferente. Por último señalaremos que el ciclo de Krebs, al igual que todas las vías metabólicas del organismo, están perfectamente reguladas e interrelacionadas entre si. Hemos señalado algunos factores que estimulan o no a algunas enzimas del ciclo destacándose dentro de ellas la isocítrico deshidrogenara, enzima alostérica inhibida por el ATP y estimulada por el AMP y el ADP. También a nivel de la cetoglutárico deshidrogenasa, por el carácter irreversible que tiene dicha reacción se produce un efecto regulador. Posteriormente al analizar las diferentes vías metabólicas en su conjunto tendremos oportunidad de abordar este aspecto otra vez y más ampliamente. 9.8 GLUCONEOGÉNESIS Algunas células de los animales superiores tienen la capacidad de transformar productos del metabolismo que no tienen carácter de glúcidos como tales en glucosa y posteriormente en glucógeno. Este proceso recibe el nombre de gluconeogénesis, lo que significa una nueva fuente de glucógeno. Los principales compuestos de carácter no glúcido que pueden originar glucosa en el organismo animal son el ácido láctico; los cetoácidos de los aminoácidos glucogenéticos y el glicerol. Todos ellos reciben el nombre de compuestos gluconeogenéticos. El principal compuesto gluconeogenético es el ácido láctico. Recordemos la gran cantidad de ácido láctico que se produce por la vía de la glucólisis anaerobia, el cual solo tiene la vía de transformarse de nuevo en glucosa, con lo que se recuperan los niveles de glucógeno hepático. La contracción muscular requiere el suministro de grandes cantidades de glucosa, al mismo tiempo, el hígado debe enviar glucosa a otros tejidos constantemente lo que necesariamente provoca la disminución del glucógeno hepático. Por otra parte el suministro de glucosa externa muchas veces no sigue una periodicidad acorde con estas necesidades; es por ello que la vía de la gluconeogénesis viene a complementar, en muchos casos el aporte de glucosa al hígado. En algunos animales como en el caso del rumiante, esta vía ha alcanzado gran desarrollo producto de las condiciones fisiológicas que prevalecen en el rumen de éste animal y que serán analizadas en el capítulo correspondiente a la bioquímica del rumen. El desarrollo de la vía de la gluconeogénesis implica una serie de reacciones similares a la vía de la glucólisis y además algunas reacciones propias del ciclo de Krebs. Todos los compuestos gluconeogenéticos, en su ruta propia para formar glucosa pasan obligatoriamente por el ácido oxaloacético. Para la mayoría de los aminoácidos gluconeogenéticos la conexión con varios intermediarios del ciclo de Krebs es evidente y será estudiada en el caso particular de cada aminoácido. Para el compuesto gluconeogenético por excelencia: el ácido láctico su vía particular requiere la conversión en ácido pirúvico y la transformación del mismo en oxaloacético. La vía de la gluconeogénesis puede considerarse en muchas de sus reacciones como una inversión de la glucólisis, sin embargo, debemos destacar que la vía de Embden Meyerhof tienen dos reacciones que son irreversibles desde el punto de vista energético, nos referimos a la transformación del fosfoenol pirúvico en pirúvico y la transformación de la fructosa - 6 - fosfato en fructosa 1-6 difosfato. Estas dos barreras energéticas presentes en estas dos reacciones irreversibles son resueltas por las células capaces de desarrollar la vía de la gluconeogénesis de la siguiente manera. El paso del pirúvico a fosfoenol pirúvico requiere de dos enzimas claves; la pirúvico carboxilasa y la fosfo enolpirúvico carboxicinasa. Para vencer esta barrera energética el pirúvico penetra en las mitocondrias donde es carboxilado a oxaloacético; posteriormente este ácido es transformado por acción de la málico deshidrogenasa intramitocondrial en ácido málico abandonado éste el espacio intramitocondrial. Una vez en el citoplasma el ácido málico es transformado de nuevo en oxaloacético y éste último rinde fosfoenol pirúvico por la enzima fosfoenol pirúvico carboxicinasa que requiere GTP como donador de fosfato macroenergético. Esta secuencia de reacciones aparece reflejada en la figura 9.20. La vía de la glucólisis es reversible posteriormente, hasta la fructosa 1-6 fosfato, donde se requiere de otra enzima particular para transformar la fructosa 1-6 difosfato en fructosa 6 fosfato. Nos referimos a la fructosa 1-6 difosfatasa. El destino posterior de la glucosa 6 fosfato depende de las necesidades de cada órgano pudiendo la misma ser liberada como glucosa por acción de la glucosa 6 fosfatasa o en glucógeno por acción de la glucógeno sintetasa. Desde el punto de vista energético la conversión de dos moléculas de ácido láctico en glucosa requiere de 6 enlaces macro energéticos del ATP. Recuérdese que la glucólisis anaerobia liberaba sólo dos ATP, por ello la gluconeogénesis se hace posible energéticamente, lo que además, significa un gasto de energía considerable de la célula, sin embargo, el valor metabólico de la recuperación de la glucosa compensa con creces este gasto de energía. Por la vía de la gluconeogénesis se recuperan los niveles de glucosa del organismo y en muchos casos se suplen las necesidades de la misma a partir de otra sustancia que no tiene carácter de glúcidos. Por otra parte, muchas células requieren del aporte exclusivo de glucosa, como en el caso de los eritrocitos, y otras del aporte permanente de la misma como ocurre en la neurona, con lo que la gluconeogénesis viene a cubrir estas necesidades cuando el aporte de glucosa exógena no es suficiente. Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido Ácido 9.9 VIA OXIDATIVA COLATERAL DE LA GLUCOSA Esta vía metabólica de los glúcidos ha recibido distintos nombres entre otros: Escape, vía o ciclo de la hexosa mono fosfato, vía colateral de oxidación de la glucosa y ciclo de Warburg - Dickens - Lipmann. Esta vía contribuye, en esencia, una posibilidad extra de muchas células para degradar la glucosa y no constituye una vía principal de oxidación de la glucosa. La vía de la hexosa mono fosfato es activa en muchas células con funciones especiales. En el organismo animal esta vía se desarrolla en especial en el hígado, en la glándula mamaria en producción y en la corteza suprarrenal. El tejido adiposo puede desarrollar también ésta vía, así como los testículos y el ovario. Esta vía tiene varios aspectos que determinan su significación e importancia en el metabolismo. En primer lugar por esta vía se producen grandes cantidades de NADPH2 (reducido) requerido para la síntesis de ácidos grasos, el colesterol y las hormonas esteroides. En segundo lugar se producen cantidades apreciables de ribosa 5 fosfato, que como vimos era requerida para la síntesis de los nucleótidos, componentes de los ácidos nucleicos y por último, por esta vía se incluyen en el metabolismo de las hexosas varias triosas, tetrosas y pentosas ingeridas con los alimentos. Es el caso particular de las plantas, esta vía, con algunas modificaciones es la forma de incorporar el CO 2 a la fotosíntesis de la glucosa. Pasemos ahora a considerar su desarrollo propiamente dicho. Didácticamente este proceso lo podemos dividir en dos fases: una primera fase de tipo oxidativo donde la glucosa es transformada en pentosas y una segunda fase, no oxidativa donde a través de reacciones de equilibrio las pentosas son convertidas de nuevo en glucosa pasando por triosas, tetrosas y heptosas. La primera fase de esta vía, de tipo oxidativo ha quedado desarrollada en la figura 9.22. Según podemos observar la vía de HMP se inicia a partir de la glucosa 6 fosfato, la cual es deshidrogenada por la enzima glucosa 6 fosfato deshidrogenasa que actúa con el NADP como coenzima. Esta enzima determina que muchas células que la posean puedan desarrollar esta vía y además, tiene importancia diagnóstica. Continúa la hidrólisis del enlace cíclico por medio de la fosfo gluconolactona hidratasa con producción del fosfo glucónico. Este compuesto es deshidrogenado en el carbono 3 por la enzima 6 fosfo glucónico deshidrogenasa que requiere NADP también como coenzima seguida de la descarboxilación del grupo carboxílico, reacción catalizada por la misma enzima, rindiendo ribulosa 5 fosfato, CO2 y NADPH2. Con esto termina la primera fase que podemos resumir de la siguiente manera: El NADPH2 es usado para la síntesis de las grasas o, de ser necesario, puede usarse para la formación del ATP por la vía de la cadena respiratoria, y la ribulosa 5 fosfato, por medio de una isomerasa, es convertida en ribosa 5 fosfato requerida para la síntesis de los ácidos nucleicos. En lo que hemos considerado una segunda fase de esta vía, la ribulosa 5 fosfato puede ser convertida en xilulosa 5 fosfato por acción de una epimerasa, formándose las tres pentosas que también dan nombre a este ciclo. La ribosa 5 fosfato, la ribulosa 5 fosfato y la xilulosa 5 fosfato. Estas tres pentosas inician la continuación (figura 9.23) una serie de reacciones donde están presentes dos enzimas fundamentales: la transcetolasa y la transaldalasa, que conduce finalmente a la formación de la glucosa de nuevo. La transcetolasa, que requiere de la B6 y Mg, cataliza la transferencia de una función cetónica de la xilulosa 5 fosfato a la ribosa 5 fosfato, formando la heptulosa 7 fosfato y el 3 fosfogliceraldehido. Sobre estos productos actúa las transaldolasa formando la fructosa 6 fosfato y la treosa 4 fosfato. A partir de la xilulosa 5 fosfato y la tetrosa 4 fosfato por acción de la transcetolasa se forma la fructosa 6 fosfato y el gliceraldehído 3 fosfato. Dos de estos gliceraldehído 3 fosfato pueden originar una hexosa concluyéndose esta vía. La vía en su conjunto es irreversible a partir de la descarboxilación del fosfoglucónico 6 fosfato. Si quisiéramos establecer el balance energético de esta vía según la ecuación general, sería En resumen, la oxidación de una molécula de glucosa, seria suficiente para sintetizar 36 ATP por la vía de la cadena respiratoria, lo que hace a esta vía equivalente a la glucólisis aerobia, desde el punto de vista energético. Por otra parte es de señalar que si bien en sus reacciones finales se usan algunas enzimas de la glucólisis en general esta vía es independiente del sistema de la glucólisis y el ácido tricarbóxilico lo que le da mayor significación 9.10 REGULACION DEL METABOLISMO DE LOS GLÚCIDOS Como es lógico suponer el metabolismo de los glúcidos, al igual que todos los elementos del metabolismo, esta perfectamente regulado y controlado, según el órgano en cuestión y atendiendo a las necesidades generales del organismo. Al analizar las diferentes reacciones en particular de las distintas vías metabólicas de los glúcidos hemos referido en cada caso que así ha sido necesario los factores que intervienen en la regulación del proceso destacando por un lado, la regulación alostérica y por el otro los mecanismos de activación e inactivación de las llamadas enzimas claves Los mecanismos alostéricos son factores reguladores del propio sistema analizado, pues depende de la concentración de los sustratos de las propias vías y en su conjunto constituyen factores que limitan o aceleran una vía determinada Por otra parte los mecanismos de activación e inactivación de las enzimas dependen de sistemas que se localizan en el exterior de las propias vías generalmente dependientes del AMP cíclico y otros nucleótidos cíclicos (GMP cíclico) que a su vez depende del nivel hormonal Varias son las hormonas que ejercen un efecto directo sobre los metabolismos de los glúcidos, entre otras citamos los glucorticoides, la adrenalina, el glucagón, la STH, la TSH y la insulina Los efectos particulares de estas hormonas sobre el metabolismo de los glúcidos serán analizados al estudiar el capitulo correspondiente al metabolismo hormonal, pues muchas de sus acciones tienen relación con otros productos, sobre todo los lípidos Destaca por su importancia la regulación del nivel de la glucosa sanguínea (glicemia) el cual depende del aporte de glucosa a la sangre a partir de la glucogenólisis hepática y de la utilización de la glucosa por los tejidos hepáticos El mecanismo de control de la glicemia depende de un conjunto de factores y del acción directa de varias hormonas El glucagón, hormona hiperglicemiante del páncreas, es el responsable en primer lugar del mantenimiento de la glicemia, otras hormonas tienen por diferentes vías algún efecto hiperglicemiante, entre ellas, la STH, los glucorticoides y la adrenalina. Por otro lado la insulina presenta un marcado efecto hipoglicemiante al permitir la utilización de la glucosa por los tejidos. El efecto directo sobre el glucógeno hepático, la absorción de los glúcidos, la estimulación de algunas vías propias de glúcidos u otras acciones serán consideradas en el aspecto correspondiente al metabolismo general