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EGIPTO ESCUELAS GENERALES El Antiguo Oriente en la historiografía1 La egiptología nace en el siglo XIX con el descubrimiento de la piedra Rosetta, por Champollion durante la invasión napoleónica de Egipto. La Ilustración hace una división en Edades (Antigüedad Oriental, Antigüedad Clásica, Edad Media, Edad Moderna, Edad Contemporánea) basada en su desarrollo tecnológico y cultural debido al racionalismo del siglo XVIII. En un principio la historiografía estudia Egipto desde una perspectiva “occidentalista”, por lo cual la mayoría de las Interpretaciones realizadas se refieren a parámetros occidentales que no comprenden la cosmovisión egipcia ni mesopotámica. Basados en concepciones dogmáticas, la religión egipcia es incomprendida, al mismo tiempo que juzgada de “primitiva”; del mismo modo, la política y economía egipcias son consideradas autoritarias (por el faraón – dios) y esclavistas. La Ilustración y el siglo XIX 1) Positivismo: escuela historiográfica. El hecho por el hecho. Interés por hacer leyes generales que le permitan a los gobernantes ejercer un mejor control de la sociedad. Acento en el detalle. 2) Materialismo histórico: reacción frente al positivismo. Los procesos históricos están en la producción. 3) Difusionismo: Corriente que niega el desarrollo de los pueblos de forma independiente sino que los elementos culturales y la tecnología se transmiten por movimientos migratorios. 4) Evolucionismo: La sociedad evoluciona como lo hace la naturaleza. Hay entonces, sociedades superiores y sociedades inferiores. Siglo XX Escuela de Annales: Cuestiona las ideas de la Historia del siglo XIX (leyes y detalle). Apunta a la Historia política y diplomática sobre una perspectiva socio-económica. Tiene antecedentes en Alemania (von Schmaller). Braudel: - tiempo largo (estructura – cambios lentos, historia de las mentalidades o cosmovisiones); - tiempo medio (coyuntura – cambios cortos); - tiempo breve (eventos – propio de los positivistas, dejarlo a los periodistas). Cosmovisiones: la sociedades antiguas y el hombre actual El concepto de otro cultural es de gran importancia para entender la Historia y la Cosmovisión de Oriente. Evita los anacronismos. El historiador maneja dos variables, que son percibidas de manera diferente. Variables Variaciones y semejanzas Pensamiento lógico-aristotélico 1 Tiempo Espacio Lineal (occidental) Circular (oriental) Pensamiento mítico o integrado Tomado en parte de CERVELLÓ AUTUORI, J. Egipto y África. Barcelona. 1996. α α α tiempo lineal visión profana unicidad α no contradictorio α tiempo cíclico α visión sagrada α multiplicidad de aproximación al objeto (poliocularidad) α contradictorio (pero no es nológico ni no-racional) Escuelas de antropología económica simbólica 1) Formalismo: plantean las categorías actuales (moneda, mercado) en sociedades antiguas. 2) Sustantivismo: Polanyi: exponente del sustantivismo, marca que el intercambio de mercado aparece en el siglo XX. Este intercambio estaba basado en: a. Redistribución: existencia de un centro económico que recibe bienes de otros lugares (palacios o templos) y a su vez los distribuye a otros lugares. b. Reciprocidad: intercambio recíproco de bienes, aunque en realidad siempre se espera más del otro, en mayor cantidad (relación de dones y contradones). Esta relación de don y contradon fue elaborada por Marcel Gauss, antropólogo francés. c. Comercio: existencia de un mercado (oferta y demanda), pero Polanyi afirma que solo se dio en la Europa capitalista, en la Antigüedad solo había “puertos de intercambio”. El ejemplo más antiguo es el comercio paleoasirio (era el más importante hacia el 1700 a. C.), coincide con la hegemonía de Babilonia y su rey fue Shamshi Adad, quien estableció los limites máximos en la monarquía, expandiéndose por todo el norte. Además, fundaron colonias comerciales por Anatolia, actual Turquía. Se descubrió en la ciudad de Kanish (actual Kultepe) un enorme archivo de tablillas con escritura cuneiforme (la ultima referencia de la escritura cuneiforme data del 75 d. C.) que pertenecieron al 1800 a. C., relatando el intercambio de productos textiles y de estaño. 3) Materialismo histórico: ideas marxistas aplicadas a la Historia, no a la política. Abrió el campo de investigación de Historia al campo económico (derivado de la teoría de Marx de la lucha de clases, la nueva Revolución Industrial, la inmigración, nuevos modos de producción, etc.) Teoría de los “Sistema – Mundo” (Wallerstein) El capitalismo no se inicia con la Revolución Industrial, sino que nace con los viajes de exploración de los países más desarrollados a partir del siglo XV. Todo sistema económico anterior no está integrado como modelo «mundo» pues nace y desaparece. Europa era el centro del mundo, con alto nivel tecnológico y económico a partir del siglo XV. A su alrededor, se conforma una periferia formada por sus colonias. El centro está desarrollado y no permite el crecimiento de la periferia subdesarrollada, creando una relación asimétrica. Wallerstein no hace énfasis en lo sucedido antes del siglo XV, aunque luego dijo que habría que buscar “sistemas mundo” similares, pero en otro tiempo histórico. En el Antiguo Egipto hay muchas áreas centro, un ámbito donde se desarrollan ciertas practicas donde también se relacionan con otras variables. Las periferias tienen un grado de innovación tecnológica mayor que la periferia. Además, un centro puede transformarse en periferia y viceversa. TEORÍAS GENERALES 2 Pensamiento integrado y pensamiento lógico2 CERVELLÓ AUTUORI, J. Egipto y África. Barcelona. 1996. cap. 1. Pensamiento lógico: podemos rastreas la diferencia entre “mitos” y “logos” a los antiguos griegos, que fueron los primeros en establecer en pensamiento racional frente al pensamiento mítico. En la actualidad, esta distinción se basa en parámetros de desarrollo y civilización, y aún más, en relación a qué culturas se asemejan más a las denominadas “occidentales”, entendiendo estas como las más “desarrolladas”. Sin embargo, en la medida de que tomamos toda la historia, todos los pueblos, y todas las culturas, descubrimos que son las menos las que se asemejan al modelo occidental, y más las que representan la alteridad. En decir, que esto obliga a un enfoque más humilde en lo referente a la contribución histórica que ha hecho el pensamiento racional a la historia general. Al mismo tiempo que implica el no poder estudiar y analizar las distintas culturas bajo parámetros occidentales o “racionalistas” en oposición al pensamiento mítico o integrado. Básicamente, se pueden distinguir tres aspectos definidores del discurso mítico o religioso, versus el lógico o racional: repetición vs. regularidad, integración vs. clasificación, poliocularidad vs. linealidad; en definitiva, paradigma vs. sintagma. Pensamiento integrado: entendemos por pensamiento integrado aquel que toma todos los elementos de la naturaleza como partes constitutivas del cosmos (o algo superior que puede ser la naturaleza), integrando en ella al hombre, no como elemento superior o inferior, sino como uno más de sus elementos constituyentes. Es característica de éste tipo de pensamiento y comprensión el politeísmo, en la medida que los diferentes dioses son representaciones de distintos fenómenos o aspectos de la naturaleza y de la vida, es decir de la multiplicidad de la unidad; no como “explicación” del mundo que los rodea, sino como ordenamiento “natural” del éste mundo. Cada uno de estos dioses además es capaz de asumir, en cualquier momento, la totalidad de los divino. Los pueblos de pensamiento integrado poseen un “discurso mítico”, es decir, está connotado por lo sagrado, lo que es reflejo de la connotación que tiene lo religioso en todos los aspectos de su vida. Esto implica que los actos en sí mismos no poseen un valor per se, sino que en relación directa de su participación dentro del universo sagrado, en tanto parte de la realidad que los trasciende, y sólo de este modo adquieren un valor real. Aquellos actos que no se encuentren dentro de este universo simbólico serán considerados trivialidades, y por ende, no pasarán al registro “histórico” de estas sociedades. Los actos humanos, del mismo modo, obtendrán un valor real en la medida que son repeticiones de un acto primario, y de este modo lo confirman. Así, cualquier acontecimiento de la vida se vuelve válido en la medida que conforma parte de este acto primitivo. Por ende, entendemos para el hombre del discurso mítico, la vida real está constituida por objetos que responde a determinados arquetipos y por acciones que repiten un acto primordial sagrado. Aplicada esta situación al antiguo Egipto, hablamos del eterno retorno: sólo tendrá valor intrínseco aquello perteneciente al tiempo sagrado, es decir, el principio u origen; todo aquel acto que repita este acto primero o que participe de este arquetipo primero, poseerá valor real. “El homo religiosus vive en un mundo paradigmático en que todo se reconduce a una única fuente, en que el despliegue de criaturas y de actos se reconduce a un punto, en que lo múltiple se explica y se resuelve en lo Uno; vive en definitiva, en un mundo integrado.” Dentro de la concepción integrada en el antiguo Egipto, no podemos omitir en rol fundamental del faraón; éste era el que garantizaba esta concepción, al mismo tiempo que aseguraba el orden dentro del Estado. Mediante ritos y ofrendas que él realizaba, el orden cósmico se mantenía intacto, siendo además el encargado de “alimentar” a los dioses para que éstos trajeran fertilidad, abundancia, salud, etc.3 Otro aspecto característico de la concepción integrada en lo llamado “poliocularidad”. El discurso mítico o integrado es, en virtud de la misma integración, un discurso paradigmático, donde en cada momento se entrecruzan los planos de los expresado y de lo evocado, donde cada realidad 3 Ampliar con el texto de Frankfort sobre la función del rey como garante del orden cósmico. expresada vale por lo que es, pero remite a la vez a todo el paradigma de nociones en el que se integra, donde el discurso no es, pues, lineal, sino multiplánico. Por ejemplo, la frase siguiente: “Tú eres Horus, hijo de Osiris, el dios más antiguo, hijo de Hathor.”. Por otros hallazgos se sabe que Horus es comúnmente considerado como hijo de Osiris, sin embargo, se lo llama hijo de Hathor porque su nombre, Hathor, significa “La casa de Horus” e hijo de Osiris porque esto le confiere legitimidad a su puesto como Faraón y rey de Egipto. Lo que se trata de lograr con esta frase es, mediante una multiplicidad de aproximaciones, caracterizar a Horus, por lo cual, por muy incoherente que suene, para los habitantes del antiguo Egipto, tiene coherencia. Esto se debe a que el lenguaje del egipcio dependía de imágenes concretas y por lo tanto expresaba lo irracional, no por medio de modificaciones cualitativas de una idea central, sino admitiendo la validez de varias vías de acercamiento a la vez. Lo mismo ocurre con las representaciones iconográficas. ¿Cómo vehicula entonces, desde un punto de vista expresivo, el discurso de los pueblos integrados? A través del mito, y con él, el rito, lo que son la forma lingüística narrativa que permite el recuerdo y la transmisión del arquetipo, y la acción sagrada actualizadora de los actos del Principio. Uno y otro transmiten y repiten los conceptos y los hechos primordiales, unen directamente a los hombres con esos hechos y con ese tiempo. Sería erróneo pensar que los mitos tienen un basamento histórico (los antiguos egipcios no tenían la noción de historia), son la transposición lingüística – narrativa de verdades de orden esencialmente cósmico. No actúan tampoco como explicación del mundo, sino como percepción de éste, como una sensación, como un código de percepción y de expresión. Por otra parte, se podría pensar que aquellos mitos que poseen personajes concretos, fechas específicas, o actos puntuales, podrían estar basados en hechos pasados de los cuales queda un vago recuerdo. Esto no es así, sino que estos detalles tan concretos vienen a realizar el mito, a “hacerlo histórico”; desde este punto de vista, el mito antecede a la historia. La ideología procede de un doble movimiento, a la vez centrípeto y centrífugo. Movimiento centrípeto, por un lado que consiste en reconducir los acontecimientos que afronta la sociedad a una red de estereotipos, a su vez, manifestaciones de arquetipos. Así, el aparato iconográfico y gráfico desplegado en la célebre Paleta de Nármer pretende interpretar las victorias sobre unas gentes de las marismas como una simple actualización de una función intrínseca al oficio real. Movimiento centrífugo, por otra parte, por el cual estos estereotipos se actualizan por el efecto “realizativo” de la fijación monumental. Mito e imagen, pues, no “relatan” hechos históricos, contingentes, que pueden ser deducidos de ellos en forma directa o natural, sino que evocan hechos paradigmáticos, modélicos, trascendentes, de la esfera de la cósmico; es decir, los hechos por antonomasia, para cuya comprensión real se requiere un aprendizaje de carácter iniciático. Dos concepciones finales; en primer lugar, el hecho religioso es la esencia del discurso integrado, y en el discurso integrado el todo sólo es perceptible por la integración de las partes, que, a su vez, se definen exclusivamente por su participación en aquel: disociar el todo impide comprender el hecho religioso. En segundo lugar, el hecho religioso no es perceptible empíricamente: hace falta un cierto grado de relatividad metodológica que introduzca, en la medida de lo posible, los parámetros de visión propios del universo imaginario de la civilización estudiada. FUENTE: Carta del cacique de Seattle al presidente de los Estados Unidos. Buen ejemplo de cómo actúa la concepción integrada con respecto al mundo que los rodea, de cómo el hombre se cree uno con la naturaleza. Al mismo tiempo, muestra el conflicto entre el pensamiento lógico y el pensamiento sagrado. Parentesco4 En muchas sociedades el parentesco es la única institución social y la más importante. El grupo parental, en muchos casos, toma el cuidado de la vida, la carrera, el matrimonio, la protección y la identidad social de cada uno. En algunos casos, el sistema de parentesco puede además coexistir 4 ERIKSEN, T. Small places, large issues. con la organización social, ya que los miembros de la sociedad, y muchas de sus actividades, están organizadas a través de lazos de parentesco. Incesto y exogamia: toda sociedad humana conocida prohíbe las relaciones sexuales entre personas que están clasificadas como parientes de sangre cercanos, lo que incluye al menos la relación padre – hijo, madre – hijo y las relaciones entre hermanos. Esto no significa que tales relaciones no ocurran, sino que hay una norma que los prohíbe (el tabú del incesto). ¿Por qué el tabú del incesto es universal? No se ha encontrado una respuesta general aún para esta pregunta, si bien se ha puntualizado la ventaja social de esta norma ya que permite la entrada de nuevos miembros al grupo social y familiar. De cualquier modo, hay sociedades que permiten a sus miembros casarse con parientes cercanos, pero nunca los más próximos; esta es llamado endogamia. Lo opuesta es la exogamia, uno debe casarse con un miembro que no se encuentre dentro del grupo. Grupos corporativos: en muchas sociedades, especialmente aquellas en donde no hay Estado, los grupos de parentesco forman la base para la unidad política y económica del grupo. Estos grupos se caracterizan por estar unidos por lazos de lealtad, poseen normas que determinan el comportamiento interno del grupo, son unilineales (los nuevos miembros se eligen por principio genealógico, pueden ser matrilineales o patrilineales). Actúa de modo integrativo. Herencia y sucesión: el parentesco esta asociado a los problemas de herencia y sucesión (puede generar parricidio y fratricidio). La herencia concierne la transmisión de la propiedad, mientras que la sucesión se refiere a la transmisión del oficio, derechos y deberes específicos según el status adscripto. Las normas acerca de quien heredará son relativas a cada sociedad. El principio de herencia es disruptivo ya que genera conflictos de intereses entre los parientes. Modos de establecer el parentesco: * Patrilineal. Transmisión de la membresía y/o recursos tiene lugar unilinealmente a través del linaje del padre. * Matrilineal. Transmisión de la membresía y/o recursos tiene lugar unilinealmente a través del linaje de la madre. * Doble. Algunos recursos son transmitidos a través del linaje del padre, otros a través de la madre. Los dos linajes se mantienen separados. * Cognaticio. Los recursos pueden ser transmitidos a través de los lazos de ambos padres (bilateral). Es difícil de aplicar en los grupos corporativos ya que el grupo familiar no se delinea correctamente. Lo mismo a la hora de realizar genealogías. * Paralelo. Una rara variedad donde los hombres transmiten a sus hijos y las madres a sus hijas. * Cruzado. Una rara variedad que es la opuesta a la anterior: los hombres transmiten a las mujeres y las madres a los varones. Diferencias entre los sistemas patrilineales y matrilineales: ambas clases de sistemas son usualmente dominados por hombre. En las sociedades patrilineales los derechos son transmitidos de padres a hijos, mientras que en las matrilineales, del hermano de la madre al hijo de la hija. En los sistemas patrilineales, las esposas aseguran la continuidad del grupo; en los matrilineales, las hermanas de los hombres lo hacen. Clanes y linajes: un linaje consiste en un grupo de personas que pueden indicar la descendencia común de un ancestro masculino o femenino, enumerando los vínculos intermedios. Un clan también comparte un ancestro común, pero no puede mencionar los vínculos intermedios. Lo linajes sueles ser grupos más pequeños que los clanes. Un tipo de clan es el denominado cónico, que está jerárquicamente organizado con una jefatura centralizada. Hay un líder reconocible, usualmente el hombre más viejo del linaje, en cada nivel y un líder en lo más alto de la jerarquía del clan. Son típicos de jefaturas estables donde todo está basado en la lealtad del parentesco. Otro modelo es el clan segmentario (en África). No está jerarquizado, es acéfalo y está compuesto de linajes iguales y sub – clanes. Los miembros del clan se dirigen entre ellos como parientes pero a sabiendas de la distancia genealógica entre ellos. PREDINÁSTICO Ideología durante el Predinástico5 Con el surgimiento de la cultura Predinástica, la forma más llamativa de la evidencia arqueológica de esta cultura es mortuoria Dos culturas materiales diferentes se encuentran en el período Predinástico: la cultura Maadiense en el norte (región del Cairo y del Delta), y la cultura Nagadiense en el Medio y el Alto Egipto. La evidencia del surgimiento de una sociedad compleja se halla principalmente en el Alto Egipto, en un "área nuclear" de Abydos a Hierakónpolis. La mayor parte de la evidencia arqueológica del Predinástico del Alto Egipto -y del surgimiento de una sociedad compleja- proviene todavía de los cementerios excavados entre sesenta y cien años atrás. La secuencia del desarrollo Predinástico (primero en el Alto Egipto y posteriormente en el Bajo Egipto) es dividida en tres períodos relativos: Nagada I, II y III, también conocidos En tiempos de Nagada II tardío, la cultura de Maadi desaparece arqueológicamente en el norte y es reemplazada por material de la cultura de Nagada. A continuación del período de Nagada III viene el comienzo del período Dinástico Temprano, con un estado centralmente unificado que se extendía desde el Delta hasta posiblemente tan al sur como Aswan. El hecho de que la explosión de la representación simbólica que arqueológicamente es reconocible en los entierros tenga lugar en el período Predinástico en Egipto no es mera coincidencia. Con relaciones sociales crecientemente complejas entre grupos viviendo en regiones más densamente pobladas, los símbolos materiales y las reglas de comportamiento usadas por los subgrupos podía ayudar a crear identidades individuales y membresías a grupos sociales específicos, tanto como ayudar a mantener afiliaciones interregionales. Los símbolos materiales son también las expresiones visibles de conceptos y relaciones complejas. Por tanto, tales símbolos frecuentemente acompañan las más complejas formas de interacción social que se desarrollaron con el surgimiento de las aldeas neolíticas, y también con las sociedades más complejas de cazadoresrecolectores, tales como las de algunos grupos del Paleolítico Superior de Europa. Los sistemas de parentesco también pueden haber provisto cohesión económica y social en las tempranas aldeas agrícolas en Egipto, particularmente para actividades que poseen una demorada recompensa, tales como la agricultura. Algunos símbolos materiales indudablemente surgieron para dar definición a los roles en las aldeas, Con la aparición de las aldeas agrícolas sedentarias en las que la gente vivía en forma más concentrada, existía una necesidad de deshacerse de los muertos, y en un clima cálido como el de Egipto, esto tenía que hacerse rápidamente después de la muerte. Los asentamientos predinásticos conocidos están ubicados sobre el desierto bajo y en estribaciones sobre la llanura aluvial, con cementerios ubicados cerca de los asentamientos. Dado que la llanura aluvial llega a un ancho de hasta 10 km en algunas partes, muchas aldeas prehistóricas se establecían a cierta distancia del Nilo, y podía haber sido más fácil deshacerse de un cadáver cerca de la aldea que en el río. Como las aldeas predinásticas conservadas se hallan sobre el desierto bajo donde la tierra es una capa delgada, era probablemente preferible establecer los entierros en un pozo lejos de la casa y fuera de la aldea. Pero el mismo acto del entierro implica cierta creencia en la eficacia del enterramiento (como opuesto a la exposición), aún si sólo se practicaba para proteger los restos de los carroñeros. En la época final del Predinástico, algunos entierros contenían gran número de bienes, y una explicación para el enterramiento como un simple medio para deshacerse del cadáver no resulta muy adecuada: los enterramientos predinásticos se volvieron símbolos de algo más allá del mero hecho de disponer del cuerpo. En algunos centros en el Alto Egipto, la diferenciación mortuoria se incrementó a través del tiempo, y lo que ha sido interpretado como enterramientos de élite eran mayores y contenían más bienes que los entierros que no pertenecían a la élite. Los entierros incluían un ajuar funerario específico por el valor que para el entierro les fue atribuido a tales ajuares. La BARD, K. “Hacia una interpretación del rol de la ideología en la evolución de la sociedad compleja en Egipto”, en JAA, n. 11. 1992 5 inclusión de alimentos (y jarras), adornos para el cuerpo, cosméticos, herramientas y modelos de útiles en pequeña escala en los entierros posiblemente sugieren una creencia en su utilidad después de la muerte. Las ceremonias funerarias y los enterramientos son un rito de pasaje, un medio de restaurar la trama social después que la muerte la ha transformado. Los funerales son también un medio aceptable de expresar dolor por parte de los parientes del muerto. El tratamiento de los muertos, entonces, puede simbolizar un profundamente establecido sistema de creencias y valores sostenidos por las sociedades. A medida que la cultura predinástica del Alto Egipto evolucionaba en complejidad, también lo hacían sus ideologías. El simbolismo de los entierros no sólo refleja las creencias predinásticas en torno a la muerte, las cuales proveían un sentido de cohesión social: sugiero que esos enterramientos también se volvieron simbólicos de los medios de control económico y social. Con el surgimiento de grandes y poderosas unidades políticas (¿jefaturas?) en el Predinástico tardío, la interacción económica puede haberse vuelto más predatoria, lo cual probablemente resultó en conflictos y eventualmente guerras que condujeron a la unificación de Egipto en el estado Dinástico Temprano. La legitimación de la guerra de conquista y la superioridad de la sociedad del rey (-dios) son ideologías simbolizadas en el arte ceremonial real, tal como aparece La ideología, tal como es simbolizada en el culto mortuorio, fue una fuerza dinámica -primero a medida que la complejidad social evolucionaba en el Alto Egipto y posteriormente a medida que las instituciones estatales se formaban, en la Paleta y la Cabeza de Maza de Narmer. El simbolismo del poder desarrollado en la medida en que las sociedades se volvían incrementadamente complejas y las élites emergían, no es sólo una parte del proceso evolutivo general, sino que el simbolismo tiene significado dentro del sistema de creencias de las culturas y por ello puede tomar diferentes formas la mayoría de los agricultores sedentarios habían simbolizado un mayor número de distinciones en el ritual mortuorio que los cazadores-recolectores, agricultores migrantes o pastores. La diferenciación mortuoria se halla pautada, y algunos arqueólogos procesuales creen que esas pautas pueden ser vinculadas a otros aspectos del sistema sociocultural. Sólo una fracción de todo el comportamiento simbólico en torno de la muerte en una cultura puede ser preservado en los restos materiales a partir de los cuales se interpretan roles y creencias socioculturales. Las creencias sostenidas por una sociedad indudablemente afectan el comportamiento simbólico de la sociedad -qué es simbolizado y cómo es simbolizado, particularmente en actividades (de nosubsistencia) tales como las prácticas mortuorias. Algo de este comportamiento simbólico puede tomar una forma material y, por ello, es potencialmente recuperable a través de la arqueología. Pero, en primer lugar, se necesita un concepto de las creencias e ideas que se hallan detrás del simbolismo en los entierros, el cual afectaba directamente el comportamiento mortuorio en un contexto cultural específico. Tales conceptos, como puede interpretarse desde una perspectiva postprocesual, son entonces beneficiosos para hacer mejores inferencias sobre la organización social a partir de datos mortuorios, importantes para el análisis en arqueología procesual. Los datos mortuorios son una reflexión, primero, de las creencias sostenidas por una sociedad concerniente a la muerte y a la naturaleza de la existencia, y, segundo, de cómo aquellas creencias se relacionan con los diferentes individuos en esa sociedad. Aunque las ideas de una sociedad prehistórica mueran con ella, sugiero que un análisis más generalizado de las ideas y creencias que jugaban un rol en las pautas de enterramiento de una sociedad y que también cumplían un rol más dinámico dentro de la sociedad (una vez) viviente, puede y debe realizarse. 6 Paralelismos entre Egipto y África6 CAMPAGNO, Próximos y distantes: Egipto y África, del periodo Predinástico al Reino Antiguo A diferencia de lo que comúnmente se considera, Egipto no está aislado del desarrollo general dado en África. Existen ciertos paralelismos sobre todo a nivel de cosmovisión. A su vez, existen nexos en el campo socioeconómico y de las concepciones ideológicas. Aspecto socioeconómico: es necesario remontarse al proceso de neolitización en el mundo africano. Tradicionalmente se suponía que tal proceso venía directamente de Asia. Se sabía que la domesticación de animales y el cultivo de plantas en el cercano oriente había comenzado en el VIII milenio, sin embargo las principales especies animales domesticadas en áfrica corresponden a animales extintos propias del área. Además, se tienen evidencias de que el cultivo de cebada en Nabta Playa es de aproximadamente el 6000 a.C. (lo cual implica un desarrollo independiente). Finalmente, el empleo de cerámica en África data del milenio VIII, y en cambio, en el Cercano Oriente la fase neolítica es aceramica; además, se encontraron equipos de moler que datan de entre el 15000 y el 10000 a.C. De esta forma, sólo el trigo y el ganado ovicáprido serían préstamos de Oriente. Aspecto ideológico: aparece un punto clave de paralelismo, el liderazgo sagrado. En efecto, la característica general a los líderes africanos no es su capacidad de imposición de mando, sino la centralidad de poderes cósmicos y naturales, seres de cuya vida depende la conservación d de la sociedad y el cosmos, lo que los convierte en individuos indisociablemente vinculados a lo sagrado. Estos líderes no sólo poseían un dominio sobre lo sagrado, sino también sobre las decisiones en el plano socioeconómico (producción de alimentos, almacenamiento, redistribución, intercambios, etc.), así como la representación política de la sociedad, o la conducción de la misma en los enfrentamientos con otras comunidades. En algunas sociedades estas figuras de liderazgo pueden asociarse también a la aparición de un sector de élite dentro de la sociedad, junto con los jefes comunales. Dentro de la concepción sagrada del rey, o del rey – dios, existen varias características que se asemejan a las concepciones egipcias sobre la divinidad del faraón: El dios garantiza la abundancia en alimento y media con la naturaleza; Es garante de la prosperidad general de la comunidad: el rey se identifica con su pueblo, todo lo bueno o malo que le suceda, le sucederá a su pueblo; Se rinde culto funerario al primer ancestro de la realeza (Osiris en Egipto): posee la misma muerte violenta, se le asignan varias tumbas a lo largo del país, es considerado un gran fuente de fertilidad y está asociado a animales, especialmente el toro; Practican el regicidio ritual para prevenir el decaimiento de los poderes del gobernante; en Egipto se practicaba (muy pocas veces y no era público) el regicidio político cuando se creía que el faraón había perdido sus capacidades; El rey era entendido como algo fuera de lo ordinario, por lo cual era obligado a llevar una vida de aislamiento y de costumbres muy distintas a las comunes; Debía aplicar la justicia de acuerdo a la ley exacta y no por que él lo pensara8; Realizaban festivales para recuperar o revitalizar los poderes. 7 Esta fase corresponde a Nagada I (4000 – 3500/3400) Sociedades segmentarias y de jefatura Sociedades segmentarias9: es indudable que todos los habitantes prehistóricos del Valle del Nilo tuvieron una cultura espiritual común que guarda un paralelismo con la homogeneidad de los restos físicos arqueológicos. 7 CERVELLÓ AUTUORI, J. Egipto y África. Origen de la civilización y monarquía faraónicas en su contexto africano. Aula Orientalis – Suplementa, n. 13, Barcelona, 1996. 8 Frankfort desacuerda, para él el faraón podía tener iniciativa propia, sólo que las fuentes lo citan de ese modo porque así era el gobernante ideal. 9 FRANKFORT, Reyes y Dioses. Cap. 1. Prevalecieron ciertas ideas de estos antepasados hacia al Predinástico (el poder divino se manifiesta en ciertos animales y pájaros: toros, vacas, halcones, etc.; el mundo visible proviene de un océano primigenio siendo el Creador el dios que se manifestaba en el poder del sol). El primer cambio se da en el paso de la existencia nómade a sedentarismo de agricultores en el Valles. “La organización social consiste esencialmente en varias aldeas unidas en una sola comunidad bajo el mando de un jefe común. Pero en esta forma de colectividad política se puede generalmente descubrir una influencia unificadora debido a un sentido de afinidad y por consiguiente a la existencia de un culto religioso común, intensificado por la presión ejercida de afuera.” La arqueología confirma esta frase en los restos de modestas aldeas y tumbas. Sociedades de Jefatura10: a partir de esta fecha aproximada (3500 a.C.) comienzan a verse las diferencias entre el desarrollo egipcio en particular y el africano. En las comunidades no estatales, la práctica del parentesco se presenta como el principal eje de articulación y organización social. Este sistema es de gran importancia para estas sociedades: es de importancia para la política o en la organización de quehaceres cotidianos; y en algunos casos, las familias se juntan para empresas comerciales. Sobre todo el las sociedades no estatales, en el grupo parental se basa la estabilidad política ya que el grupo está unido por lazos de lealtad. Esta posición se justifica en el ámbito funerario: Por la distribución del espacio: existen dentro de cada necrópolis varios sectores que reflejan la existencia de distintos grupos de descendencias; esto podría indicar la existencia de grupos clánicos o familiares. Paralelismo entre tumbas y viviendas: la arquitectura de las tumbas es muy similar al trazado de las casas del Predinástico; la muerte no implicaba que el difunto quedara desvinculado de su comunidad, los lazos parentales persisten por sobre la desaparición de los individuos. Ofrendas a los muertos: típica práctica durante el Predinástico para garantizar el bienestar del difunto: se los proveía de alimentos y objetos útiles. El Parentesco11 Se presenta como el eje principal de articulación y organización social. En las comunidades del Valle del Nilo pre-estatales, la evidencia se halla en el ámbito funerario: a) por la distribución del espacio b) paralelismo entre tumbas y viviendas c) ofrendas a los muertos A su vez el parentesco está ligado con la herencia y la sucesión, nociones que van más allá de la transmisión conocimientos y recursos: la herencia se refiere a la transmisión de propiedades, y la sucesión a la trasmisión de oficio y sus consecuentes derechos y deberes. Esto a su vez lleva a la existencia de reglamentaciones internas que delimitan la herencia. Hay seis modos de establecer el parentesco: Patrilineal Matrilineal Doble Bilateral Paralelo Cruzado Sin embargo, mientras una sociedad se maneje por los lazos de parentesco existente entre ellos, el líder, es un pariente más, que de “real” no posee nada. Esta situación tiende a impedir la formación del Estado como tal, porque no permite el surgimiento de una élite: pone límites a una diferenciación 10 CAMPAGNO, Parentesco, intercambio, conflictos. Consideraciones sobre el surgimiento del Estado en Egipto. 11 Ibídem. social y a la acumulación de poder. En tales circunstancias no hay margen para que el líder local se transforme en rey. En este tipo de sociedades, lo que marca la mayor diferencia con las sociedades estatales, es que no existe una clase social que tenga el monopolio de la coerción. El principio básico del parentesco es la norma moral de reciprocidad: La gente debe ayudar a quien le ha ayudado; La gente no debe perjudicar a quien le ha ayudado. En cambio el Estado se haya en contradicción directa con estas normas: no apoya la norma de reciprocidad y establece en cambio relaciones de dominación. Surgimiento del Estado12 Si estas sociedades de jefatura no podían derivar por sí mismas en la formación de un Estado, ¿a qué factores se debe esta surgimiento? Teniendo en cuenta esta pregunta, la respuesta sería la siguiente: La clave parece estar en esas sociedades donde el parentesco no rige, en los vínculos donde un grupo de parentesco puede entablar con individuos o grupos de extranjeros, es decir, de noparientes. Lo que equivale a decir que, en condiciones primarias, el primer lazo de tipo estatal es un lazo signado por cierto efecto de interiorización de aquello que se halla inicialmente en exterioridad respecto del núcleo que accederá al monopolio de los medios de coerción. En este sentido, un ámbito que, si bien puede no ser el único posible, se presenta como sumamente propicio para que se produzcan lazos de tipo estatal es el que corresponde a los conflictos intercomunitarios, en la medida en que los contendientes no son parientes entre sí y en la medida en que los conflictos ponen en juego el uso de la violencia, cuyo monopolio caracteriza a las prácticas de tipo estatal. ¿Cómo se produce el advenimiento del estado en el Valle del Nilo? Tres conjuntos de testimonios deben ser tomados en cuenta: En primer lugar, en el alto Egipto, promediando el IV milenio a.C., presenta un conjunto de comunidades aldeanas con cierta diferenciación social y personajes asociados al liderazgo local (sociedades de jefatura). En segundo lugar, se dispone de evidencia para advertir la existencia de unas significativas prácticas de intercambio de bienes de prestigio procedentes de regiones como Nubia, Palestina y Mesopotamia. En tercer lugar, también hay evidencia de armas, fortificaciones, iconografía relacionada con combates, que permiten sostener la existencia de recurrentes conflictos entre aquellas comunidades asentadas en el Alto Egipto Predinástico. En particular, la cuestión de los bienes de prestigio resulta crucial, porque tratándose de sociedades en los que el monopolio de la coerción no se halla disponible, la capacidad de ostentar la posesión de bienes exóticos es una de las principales estrategias a disposición de las élites locales para indicar y reforzar su diferencia respecto de los restantes integrantes de la sociedad. En este sentido, la posibilidad de acceder a tales bienes puede ser decisiva para la reproducción del status quo. Ahora bien, los bienes de prestigio constituyen un bien necesariamente escaso: es precisamente su rareza lo que los inviste de demarcadores de prestigio social. Esto significa que no es dable esperar un flujo permanente ni superabundante de estos bienes procedentes de lejanas regiones. Pero, por el otro lado, en aquellas comunidades predinásticas, la demanda de tales bienes debió ser más que considerable, si se toma en cuenta el hecho de que buena parte de estos bienes debía ser enterrada junto con su poseedor cuando éste moría, de manera que cada nuevo integrante de élites locales debía procurarse sus propios bienes de prestigio. En estas condiciones, ante una oferta de bienes escasos y erráticos y una demanda más bien constante, la avidez de cada una de estas élites locales por acaparar la mayor parte posible de los objetos exóticos en desmedro de las demandas de las demás élites de la región, pudo conducir a una permanente tensión entre las comunidades, y a su vez, en un conflicto abierto. 12CAMPAGNO, Parentesco, intercambio, conflictos. Consideraciones sobre el surgimiento del Estado en Egipto Si realmente esta fuera la razón de los enfrentamientos (arqueológicamente probados), podrían haber concluido en dos situaciones: De saqueo de la comunidad rival y restablecimiento de la situación anterior: el problema con esta situación es que si la comunidad saqueada está mejor ubicada geográficamente, de cualquier manera poseerá un mejor acceso a los bienes de prestigio. De conquista y permanencia en la comunidad rival: si el vinculo transitorio del combate se transformaba en permanente, se abrían las posibilidades para un nuevo tipo de práctica social, ejercido entre no – parientes, que se podría denominar estatal. Esta fase corresponde a Nagada II (3500 – 3300) Los proto-estados13 En el valle del Nilo, hace unos 3400 años a.C., tres núcleos proto-estatales emergen en la región del Alto Egipto: Hieracómpolis, Nagada y Abidos. Tales núcleos continúan con los conflictos sólo que a una escala estatal, donde inclusive, la disputa sobre bienes de prestigio pudo haberse incrementado (teniendo en cuenta el poderío de las élites, ahora capaces de ejercer el monopolio de la coerción sobre sus periferias). Como resultado de esos conflictos, el centro de Nagada parece haber colapsado y, hacia el 3200, muy probablemente existiera ya un solo proto-estado en el Alto Egipto, cuyos centros más importantes fueran Hieracómpolis y Abidos. Esta es la época del monarca llamado “Escorpión I”. La continuidad del proceso estaría signada por la expansión de ese único proto-estado hasta alcanzar el dominio, hacia el 3000 a.C., de todo el territorio nilótico entre la primera catarata y el mar Mediterráneo. Este proceso posee una característica a resaltar: lo contingente. La conquista era una posibilidad, no una necesidad: la posibilidad de una nueva situación. Esta fase corresponde a Nagada III (3300 – 3000) Economía durante el Predinástico14 Los estados tempranos eran entidades políticas extensivas caracterizadas por una gran cantidad de población, un gobierno centralizado con el monopolio de la fuerza y basado en un sistema de códigos legales, y una jerarquía social (castas, clases). La población solía concentrarse en asentamientos densos. Los estados tempranos descansaban sobre economías multifacéticas y relativamente productivas. Se basaba en una producción agrícola intensiva generadora de excedentes; estos, permitían el desarrollo de especializaciones no agrícolas. Las especializaciones se complementaban con elaborados mecanismos de intercambio. Polanyi sugiere tres formas generalizadas de integración económica: reciprocidad, redistribución e intercambio de mercado: La reciprocidad se refiere al intercambio fuera del mercado entre iguales sociales (ejemplo: intercambio de regalos). Involucraría las relaciones simétricas entre parientes, aldeanos, jefes de ciudad-estado y así sucesivamente La redistribución involucra la acumulación de excedentes a nivel local, su almacenamiento en un centro y su posterior distribución. Se manifiesta en tributos e impuestos. Estarían implementadas en la autoridad centralizada o en centros especializados. El intercambio de mercado se refiere a las transacciones de bienes o servicios gobernadas por un principio de mercado y con frecuencia operando en un mercado-lugar. Tendía lugar en un mercado-lugar: el intercambio de mercado sirvió para felicitar la distribución de un amplio espectro de bienes especializados a nivel local, regional e interregional. Los mercados-lugar, solían atraer a mercaderes profesionales. 13 CAMPAGNO, Parentesco, intercambio, conflictos. Consideraciones sobre el surgimiento del Estado en Egipto BERDAN, F. “Comercio y mercado en los estados precapitalistas”, en PLATTNER, S. (ed.), Economic Antrophology, California, 1994. 14 En lo referente a la especialización, aunque en las más pequeñas sociedades hallamos personas especializadas, esta especialización es generalmente part-time como consecuencia de la falta de excedente productivo, la insuficiente demanda de productos o servicios, o a partir de la intervención política directa. El alto grado de especialización estaba relacionado con la producción de excedentes: el brazo de la economía dedicado a la producción de alimento era lo suficientemente intenso y consistente como para liberar algunas personas de las actividades relacionadas con las producción de alimento; estas, canalizaban sus energías hacia la política, el servicio militar, la religión u otros aspectos económicos (artesanías y comercio). Estas especializaciones tendían a concentrarse en asentamientos nucleados (centros urbanos o ciudades), ya que mejoraba la eficiencia debido a las economías de transportación. Cuando los artesanos estaban concentrados en ciudades, era posible la aplicación de ventajas propias de la especialización y de la economía de escala (ejemplo: fabricación de herramientas por otros especialistas). La ubicación de los lugares donde se fabricaban las artesanías puede relacionarse con el ruido irritante que generaban y los efluvios o vapores que emanaban: estas eran las razones por las que se hallaban en las afueras de la ciudad. El artesano producía para una sociedad estratificada: algunos productos eran consumidos y estaban al alcance de toda la sociedad (cerámica utilitaria, ropa, etc.) y a otros solo accedían los rangos superiores de la misma (piedras preciosas, ropa extra fina, etc.). Las estructuras administrativas de los estados tempranos requerían financiamiento; las primeras vías para obtenerlo fueron a través de los impuestos (sobre ciudadanía) o el tributo (sobre conquistados). El impuesto del rey o de los sacerdotes, generaba importantes ganancias. Tal impuesto, organizado per capita, era pagable parte en especie y parte en dinero. Algunos impuestos se aplicaban: a la tierra, al ganado, al comercio, al mercado y al puerto. Estos impuestos derivan del concepto del rey como dueño de todo: cada transacción debía ser comprada a la casa real. Además del impuesto en especie y dinero, se dio también el impuesto en trabajo. El tributo fue un importante recurso de riqueza. Establecidos en el momento de la conquista, los requerimientos de tributo variaban: podían ser demandas fijadas en forma estricta (Nubia más que nada) o simples regalos ocasionales (Palestina y Mesopotamia sobre todo). El tributo simboliza el control político y económico de un grupo sobre otro. Gran parte de las entradas, eran guardadas en almacenes. Estos almacenes simbolizaban el control económico sobre la tierra que tenía el rey o el sacerdote (subrayan el estándar). Palacios y templos, manejaban estos recursos en escalas variadas de diferentes maneras. Los templos de Egipto y Cercano Oriente servían como focos redistributivos en los sistemas económicos locales y regionales. Pese al control ejercido cobre la tierra y el trabajo, no monopolizaban la economía. Los templos entraban en actividades comerciales que les requería renunciar a algún control político suplantado por las más estrictas fuerzas económicas en la guía de las empresas comerciales. Los mercaderes profesionales y sus actividades mostraban una mezcla de compromisos políticos y empresariales: por un lado, la necesidad de capital los ataba al palacio o al templo; por el otro, las transacciones de naturaleza no política, respondían solo a fuerzas económicas. En los estados más tempranos, el comercio a larga distancia podía estar dirigido a satisfacer las necesidades relacionadas con el status especial de las elites (bienes de prestigio). Más tarde (cuando las rutas y las relaciones comerciales se establecieron mejor), bienes de uso diario se agregaron al repertorio de los mercaderes. Estos, de un status social incierto y ambivalente, poseían afiliaciones políticas y patronales. En algunos casos los mercaderes estaban sometidos al templo como sirvientes (cuando los templos pierden su monopolio sobre el capital, los mercaderes se vuelven más independientes y llegan a dominar el comercio). Al carecer de inversores, los comerciantes acudieron a individuos o instituciones buscando subsidios. Los centros de comercio aparecieron en los estados tempranos para proveer un espacio neutral para comerciar a los comerciantes que ofrecían productos diferentes y de estados distintos. En algunos casos, los mercaderes profesionales residían en forma casi permanente en un centro comercial extranjero. Servían como agentes interculturales, promoviendo y facilitando el comercio entre su propia gente y los locales. Los mercados y los mercados-lugar (ambos existieron en los estados tempranos) no son lo mismo: Mercado: situación en la que un bien es suministrado por alguien (vendedor), demandado por otros (comprador), y el valor es determinado por el juego de la oferta y la demanda (precio). Mercado-lugar: es el verdadero lugar de encuentro para las multitudes oferentes y demandantes. El comercio en ambos contextos, comprendía mercaderes de larga distancia (bienes exóticos), comerciantes cuyo espectro era menos extendido y productores locales de comida o artesanías en pequeña escala. Este amplio radio de participantes, operaba en una variedad de tipos de mercado-lugar (grandes e importantes, pequeños e insignificantes). Esto sugiere una jerarquía de mercados-lugar; Los intercambios en los mercados-lugar fueron facilitados por el uso de varias formas de dinero. El mismo, tenía cuatro funciones mayores distintas; era: medio de intercambio; estándar de valor; forma de pago; acumulación de riquezas. Algunos bienes fueron valuados en otros términos o medidas de valor (granos, bueyes, peso de metales; en Egipto faraónico eran medidas de cobre las que regían los intercambios). DINÁSTICO TEMPRANO (o periodo Tinita) El Estado: la institucionalización del poder15 El concepto de la dignidad real surgió en Egipto al final del periodo Predinástico; los egipcios eran muy conscientes de ello, y reconocieron a un primer rey de una primera dinastía: Menes. Según la tradición, sus predecesores fueron los espíritus “semidivinos”, que habían heredado su autoridad de los dioses, que, a su vez, tuvieron como antecesor al Creador Re. La autoridad monárquica fue una institución de desarrollo paralelo al del universo, ya que el Creador asumió desde el principio el papel de rey de su creación. El advenimiento de la Primera Dinastía viene acompañado por la trascendental introducción de la escritura, por el avance tecnológico que supone la utilización de utensilios de metal, por los nuevos modos de expresión del arte monumental; en definitiva, el cambio de una cultura popular al de una civilización avanzada. Esta transformación, la unificación política del país, no fue tan sólo una solución práctica a un problema de organización: la forma que Menes le dio a esta solución (la monarquía dual del Bajo y Alto Egipto), se adaptó perfectamente a la cosmovisión egipcia; por esto es que su obra perduró en el tiempo. La perdurabilidad de la obra de Menes tiene una doble raíz. En primer lugar, era esencial llevarlas hasta el final. El rey de todo el territorio no lo era porque hubiese obtenido más triunfos sobre los otros jefes, sino que lo era porque se había colocado a la cabeza de todos, sin pares ni dignatarios. Una vez terminada la conquista, fue posible ver la unificación de Egipto. El país unificado bajo un solo monarca no era una alternativa frente a unas formas de poder más descentralizadas: era la única forma admisible en relación a la ideología egipcia de orden – caos. En segundo lugar, Menes, al proclamarse gobernante absoluto le dio una forma que armonizaba tan perfectamente con la mentalidad egipcia como para parecer a la vez sublime y perenne. Esa forma fue la monarquía dual sobre el Alto y Bajo Egipto, unidas en la persona única del gobernante. Esta concepción extraordinaria dio expresión política a la tendencia egipcia de entender el mundo como un conjunto de dualidades contrapesadas en un equilibrio inalterable. Un estado concebido dualmente tuvo que parecer a los egipcios la manifestación del orden de la creación en la sociedad humana, y no el producto de una constelación temporal del poder. A partir de allí, muchos de los futuros “nombres” y rituales egipcios se mantuvieron para contrapesar aquellos que existían en el Alto Egipto, lugar de donde provenía Menes. 15 FRANKFORT, H., J. WILSON Y H. JACOBSEN, El pensamiento prefilosófico. I. Egipto y Mesopotamia. 1979. Cap. 1 y 2. A su vez, muchos de los departamentos de gobierno, incluida la tesorería, estaban divididos en una oficina del Alto y otra del Bajo Egipto. Los mismos títulos del rey incluían, además de la denominación del “Rey del Alto y del Bajo Egipto”, un epíteto, “Las Dos Señoras”, alusión a dos diosas que se manifestaban en la persona real que representaban las dos mitades del reino, también “Los Dos Señores”, lo que hacía referencia a los dos eternos antagonistas Horus y Set. Este caso es particular, ya que se identifica al rey con los dioses, pero no porque se le considerase la encarnación de uno y de otro, sino porque les personificaba en cuanto a la dualidad, como contrarios en equilibrio. No implica solamente que el rey domine la monarquía dual, sino también que ha aplastado la oposición y ha reconciliado a las fuerzas en conflicto, Alto Egipto (Set) y Bajo Egipto (Horus) que representa un orden inmutable. Este aspecto encontró su expresión, en la práctica, en los numerosos ritos y festivales que combinaban referencias al Alto y Bajo Egipto. La estructura y costumbres del nuevo Estado muestran una clara integración del celo religioso y el sentido práctico. La creación de Menes de una nueva capital para el Egipto unificado se debe ver a la misma luz. La nueva capital, Menfis (o la estructura de Las Murallas Blancas), reflejaba en su edificación la reciente pacificación del país; su nombre la proclamaba fortaleza de un rey que procedía del sur. En la parte sur del reducto se fundó un nuevo templo dedicado al dios Ptah; este nuevo santuario estaba lleno de significado: “Balanza de las dos Tierras, en la que se han pesado la Tierra del Alto Egipto y la Tierra del Bajo Egipto”. El nombre del templo revela explícitamente el equilibrio establecido. Junto con toda esta renovación política, social y económica, se expone una doctrina religiosa para la nueva capital de Menes: La Teología Menfita. El texto es una cosmología: describe el orden de la creación y hace de la tierra de Egipto, tal y como la organizó Menes, una parte integrante de ese orden. Está divida en seis secciones (o más, no se sabe con claridad), y en ellas se trata todos los aspectos de la creación, de los conflictos entre Horus y Set, de cómo Horus obtiene el reinado de Egipto (por ser descendiente de Osiris), así como legitima la nueva capital como la sede del enterramiento de Osiris. Evolución del Estado 16 Una vez que la práctica estatal emergió y comenzó a consolidarse, su potencial de alteración del orden previamente vigente empezaría a hacerse sentir. Es posible distinguir tres grandes capacidades para alterar la sociedad que el estado dispondría desde los más tempranos periodos: La capacidad de coerción del Estado debió ponerse de manifiesto en dos escenarios: los propios de las prácticas de tributación y de conflicto. En cualquiera de las dos circunstancias el Estado podía poner de manifiesto su potencial represivo. La capacidad de creación del Estado en la construcción de palacios, templo y sobre todo, tumbas, además de núcleos urbanos. La capacidad de intervención del Estado en una gran cantidad de prácticas antes ejercidas en el ámbito comunal. Contaba para ello con una nueva figura social, desvinculado de las prácticas de parentesco y vinculado directamente al Estado: los funcionarios. A través de ellos, el Estado podía monopolizar las redes de intercambio, acaparar los bienes de prestigio, iniciar cierta codificación de tradiciones, establecer centros de culto a los dioses y ejecutar rituales exclusivamente estatales. A su vez, tales funcionarios contaban con nuevas técnicas de control del tiempo (el calendario “civil”) y de registro (la escritura), las cuales, reservadas a la élite estatal, debieron reforzar la subordinación de la vasta mayoría de la sociedad, que se hallaba excluida de su conocimiento. Lo importante aquí, es que todas estas capacidades del Estado egipcio debieron ser decisivas para que el pensamiento egipcio asimilara a sus dirigentes como sus propios dioses. La concepción de la realeza faraónica como dioses puede ser interpretada como el modo específicamente egipcio de representación de lo estatal. Así la figura del rey-dios egipcio emerge tanto del trasfondo simbólico genéricamente africano como de los acontecimientos específicamente históricos que tuvieron lugar en el Valle del Nilo. 16 CAMPAGNO, Parentesco, intercambio, conflictos. Consideraciones sobre el surgimiento del Estado en Egipto Sería en este contexto histórico, y el de los siglos subsiguientes, cuando en forma correlativa con la consolidación del Estado, el monarca incorporaría los cinco títulos característicos de la realeza egipcia, que luego perduraría durante milenios: Desde la Dinastía 0, el monarca poseería el título de Horus (dios halcón). Durante la Dinastía I, aparecería los títulos de Nsw-bit (el del junco y la abeja, o rey del Alto y Bajo Egipto) y de Nbty (Dos señoras que lo vinculaban a las diosas Uadyet y Nejbet), que enfatizaría la condición dual del rey egipcio. Durante el Reino Antiguo, aparecerían los dos últimos títulos, Hr nbw (Horus de Oro) y de Hijo de Re, que atestiguarían el proceso de solarización de la realeza egipcia, así como reafirmarían la condición divina del faraón. La función ideológica del Estado17 En el Antiguo Egipto, el monarca poseía un poder absoluto sobre todas la cuestiones del Estado y del cosmos, esto tenía un trasfondo ideológico. Para los egipcios, el cosmos estero estaba formado por una única sustancia que se representaba en las distintas cosas del planeta, sean orgánicas o inorgánicas; eran cosustanciables. Estos constituían una sustancia porque podían ser intercambiados o representados libremente (la representación podía sustituir el objeto). No se distinguía entre simbolismo y participación, el rey era Dios y otros Dioses podían manifestarse a través de él; servía de intermediario entre el pueblo y los dioses. La comprensión, el gobierno supremo, el apoyo del pueblo, la protección y el castigo eran atributos del rey, y los dioses que los representaban se manifestaban en el. Con respecto al faraón en particular, el gobernante ideal era aquel en el que sutilmente se reunían en equilibrio la gracia y el terror, ya que el gobierno es educación y, a la vez, dominio. El rey conquista por medio de la destrucción completa y domina por medio del amor y la bondad, hay un equilibrio de fuerzas. El rey tenía posesión, autoridad y responsabilidad sobre su territorio. Lo dominaba con su poder, pero, si era sabio, lo cuidaba con solicitud. Así como Egipto era la hija de Ra (el dios sol) el faraón era el hijo de Ra, y por ende, dios. Entre ambos hermanos se establecía la misma relación con que se formaban las parejas entre las deidades egipcias. Al faraón le fue confiado la tierra, pues Ra se preocupaba por su porvenir y visitaba la tierra para procrear reyes, disfrazándose del faraón reinante para hacerlo. Cuando el rey moría volvía a unirse con Ra. Representante de las responsabilidades de las dos partes de Egipto, se lo llamaba señor de las Dos Tierras, pues el rey-dios era la expresión de la unidad nacional; debía garantizar la unión del alto y bajo Egipto que eran administrativamente soberanas y diferentes. También se lo llamaba Horus, que era el dios de los vivos y, en forma de halcón, dominaba los cielos de todo Egipto. La majestad del rey-dios era tal, que no se le hablaba directamente a él sino que se hacía en presencia de él. No está clara la inaccesibilidad física del faraón, aunque sí se confirma que estaba rodeado de una mística especial, era conocedor de todas las cosas. Esto puede ser visto actualmente como propaganda pero en la época era firmemente creído. El faraón era el estado e intervenía en todo, todo era hecho por el, era un ser solitario, un dios obligado a vivir entre los hombres. Era conductor y protector. Se encargaba de alimentar al pueblo, aseguraba las cosechas, intermediaba para pedir agua a los dioses, en suma, gobernaba las fuerzas de la naturaleza que tenían relación con la prosperidad de Egipto. Esto tenía además una justificación administrativa pues era el estado quien se ocupaba de los sistemas de irrigación y demás. Las leyes regían todas las actividades del faraón y por lo tanto este era infalible pues no sucumbía a las pasiones. Los egipcios eran esclavos del ritual. Pero al principio había rasgos de individualidad, en este período se destaca la justicia (ma’at) personal más que la ley impersonal (ninguna de ellas estaba codificada). No se tiene resignación ante el destino de los dioses, los gobernantes actúan libremente. El ka era la fuerza activa que mantenía al individuo en vida y lo antecedía en la muerte para asegurar su vida en el otro mundo. Había normas prescriptas a las que el faraón debía ajustarse para ser un buen gobernante: Debía lograr la unión entre el amor y el terror, era paternal y de rígida disciplina, magnánimo, de aguda 17 FRANKFORT, Reyes y Dioses. Cap. II. percepción (discernimiento, está en el corazón), con mandato autoritario (está en la boca del rey), justo y clemente (control moral que acompaña a la inteligencia y la autoridad). El gobernante tenía que abstenerse del uso arbitrario de su autoridad, evitar el exceso. Lo único que se penaba con la muerte era la traición al estado, el que era fiel al faraón tenía vida y dicha. Su justicia era superior a la ley. A través de la delegación de autoridad se desarrolló una burocracia enorme que se iban apartando de los buenos principios de gobierno del rey-dios a medida que se alejaban del control de este. El visir era el principal funcionario, el faraón le daba recomendaciones generales de cómo gobernar cuando lo instituía en su cargo: sus acciones están a la vista del público y deben ser justas e imparciales, debe inspirar temor y respeto. Los funcionarios se atenían mucho más a las leyes si bien tenían cierta discreción para actuar dada por el faraón. Periferias durante el Dinástico Temprano18 Las periferias egipcias por excelencia (por lo menos hasta el Reino Medio) fueron Palestina y Mesopotamia (en Asia Menor) y Nubia (en África). En Palestina, la presencia egipcia se advierte por los restos de cerámica y de asentamientos, así como de prácticas administrativas y por testimonios de los serejs de los últimos monarcas de la Dinastía 0. En la misma situación se encuentra Nubia, en donde aparecieron restos a finales de la Dinastía 0 de cerámica y de iconografía que permiten supone la existencia de un periodo signado por una mayor agresividad egipcia. La influencia egipcia en Palestina y Nubia se debió a la búsqueda de bienes de prestigio. De esta manera, aquellos bienes como la madera de cedo, el cobre, el aceite de oliva o el vino que llegaban de o a través de Palestina, así como el marfil, el incienso, el ébano o las pieles que venían de Nubia, eran de gran interés para la elite egipcia. El avance expansivo que caracterizó a Egipto durante el milenio IV (desde el Mediterráneo hasta la primera catarata, Elefantina cesaría durante el siguiente. Una hipótesis al respecto es que esto se debería a que alcanzaron una cierta homogeneidad sociocultural con anterioridad a la expansión de la práctica estatal surgida en el sur. Esto pude ser interpretado como el ámbito “natural” pasible de ser integrado bajo la órbita estatal y que, correlativamente, los espacios situados más allá de ese ámbito podrían haber sido vistos como ámbitos cósmicamente marginales, eso es, carentes del mismo status simbólico que en la época comenzaría a tener el Alto y Bajo Egipto, unidos bajo la figura del rey-dios. Sin embargo esto no implicaba que dejaran de representar un interés para Egipto. Es decir, que durante el periodo del Dinástico Temprano, y por los subsiguientes milenios, se consolidaría en estas zonas un tipo de intervención muy especial del Egipto. Esta intervención poseería dos facetas: la obtención de bienes y la guerra (también podían darse juntas). La obtención de bienes: se trataba básicamente de materias primas ausentes en el Valle del Nilo o de bienes especiales, cuya rareza en Egipto los envestía como bienes de prestigio. Estos bienes podían ser obtenidos de, principalmente, dos formas: Política de Intercambios del periodo anterior, aunque adaptados a la región y la época. Determinadas materias primas pueden haber sido extraídas mediante actividades de extracción directa. Hacia el este y el oeste del Valle del Nilo, existían zonas desérticas que los egipcios visitaban frecuentemente en busca de materias primas minerales, estableciendo rutas a través de oasis. Además se evidencia que en algún punto comenzaron a haber asentamientos egipcios en esta zona, ya que hay indicios de prácticas administrativas, así como vestigios de viviendas y tumbas. Con el desierto occidental la intervención es muchísimo menor, probablemente debido al interés de la élite por los bienes existentes en la zona oriental, más que en la zona occidental. 18 CAMPAGNO Sobre bienes de prestigio, orden y caos. El Estado egipcio y sus periferias durante el período Dinástico Temprano. La continua presencia egipcia en Palestina, indica la importancia otorgada a los bienes obtenidos de esta zona. Entre los bienes más codiciados deben haber estado el aceite de oliva, el vino, y las sustancias aromáticas, que además de su rareza eran valiosas por su utilización para rituales sagrados. Sin embargo, probablemente lo más requerido por los egipcios debe de haber sido el cobre, obtenido de unas minas de la Península del Sinaí; de cualquier manera, pereciera que esta explotación comenzaría recién con la Dinastía III, anteriormente obtendría este metal mediante las rutas de intercambio establecidas con Palestina. Estas rutas a su vez, deben haber cumplido de la función de facilitar el acceso a Egipto de bienes procedentes de zonas más lejanas de Asia (Siria por ejemplo) que pasaban por Palestina. A partir de la Dinastía II estos contactos con Palestina decaen sensiblemente, ¿a que se pudo haber debido? Se cree que podría tener relación con la aparición de la ciudad de Biblos en la cerámica egipcia: esto implicaría un fortalecimiento del vínculo debido a la conexión marítima del puerto de Siria con el delta del Nilo. Esto facilitaría la obtención de los materiales, ya que los mismos bienes extraídos de Palestina podían ser extraídos de Siria. Cuando a partir de la Dinastía III las minas del sur de Palestina comenzaron a ser explotadas, la periferia de Palestina dejaría de ser tentadora como si lo eran Biblos y Nubia. Nubia constituía la zona de intermediación obligada para la remisión hacia Egipto de una serie de bienes procedentes del África subsahariana, tales como el marfil, el ébano, el incienso o las pieles de leopardo. En cuanto a la extracción de los minerales, se ha sugerido un posible agotamiento de los yacimientos auríferos del desierto oriental adyacente al Alto Egipto a fines del periodo Predinástico podría ser puesto en relación con la temprana aparición del Estado egipcio en Nubia: de hecho, es tiempos posteriores, la obtención del oro Nubio indudablemente constituía el objetivo principal de las actividades egipcias en la región. Pero, además, la posible fundación de un asentamiento en Buhen, en torno a la segunda catarata del Nilo, en tiempos de la Dinastía II, podría relacionarse con la posibilidad de extraer cobre en las cercanías. Las periferias como ámbito de caos19 A lo largo de la época faraónica, el Estado egipcio enfatizó las diferencias existentes entre los propios egipcios y los habitantes de las periferias. Los territorios más frecuentemente mencionados son los de Libia, Palestina y Nubia. En relación a Libia, las menciones en Egipto se remiten al periodo de Narmer, si bien parecería continuar del periodo precedente. Desde los comienzos del control estatal sobre el delta del Nilo, los libios parecen haber sido significados como poblaciones no-egipcias, exteriores al orden cósmico sustentado por los faraones y, por ello, potencialmente hostiles y sujetas a la represión por parte del Estado egipcio. En el caso de Palestina, las representaciones de hostilidad se extienden por todo el Dinástico Temprano. De acuerdo con distintos testimonios se sugiere una presencial estatal en Palestinas con un control más directo en esta región. Esta presencia parece remitir a un horizonte de convivencia pacífica de egipcios y palestinos, más que a un escenario de conflictos permanentes. En este sentido se abren dos posibilidades no del todo excluyentes: por un lado es factible que la actividad bélica se dirigiera especialmente hacia los nómades del área del Sinaí, que de hecho podría intervenir con el comercio con Asia, y que no incluyera a Palestina en su radio de acción directa. Por otro lado, es posible que las relaciones del estado egipcio con Palestina combinaran distintos grados de convivencia pacífica y represión, de acuerdo con la aceptación o rechazo que los palestinos pudieran ofrecer ante la presencia egipcia. Finalmente, en lo referente a Nubia, parecería que la relación sería marcadamente violenta. Las campañas militares a Nubia habrían comenzado con la Dinastía 0. Durante la Dinastía I, en el asentamiento de Elefantina, sería construida una fortaleza, desde la cual, al parecer, se emprendería las campañas militares hacia Nubia. Además, durante la Dinastía II, en las cercanías de la segunda 19CAMPAGNO Sobre bienes de prestigio, orden y caos. El Estado egipcio y sus periferias durante el período Dinástico Temprano. catarata del Nilo (pleno territorio Nubio), es decir el territorio de Buhen, que habría jugado un papel muy importante respecto de la obtención de bienes del África subsahariana y del cobre de los cercanos yacimientos, se habría establecido una base de guarnición militar destinada a resguardar los intereses egipcios en la región. ¿A qué se debería esta violencia? Teniendo en cuenta que la presencia egipcia en estas regiones periféricas se debería a la obtención de bienes, también sería necesario resguardarlos y protegerlos hasta su destino en Egipto, de la posibilidad de asaltos en el camino, lo que podría determinar la presencia de grupos militares para cumplir este fin, así como refrenar a otros grupos que pudieran codiciar estos bienes. De cualquier manera esta podría ser no la única razón para la violencia en Nubia. Teniendo en cuenta que los egipcios consideraban que todas las regiones fuera del mismo Estado como zonas donde reinaba el caos, no sería muy ilógico pensar que estas zonas podría haber sido entendidas como posibles problemas al mantenimiento del orden dentro de Egipto; y teniendo en cuenta además, que el faraón era el encargado del mantenimiento de este orden, y que su representación máxima era el faraón como vencedor máximo de las fuerzas del caos, se explicaría la razón de las continuas hostilidades contra Nubia especialmente. REINO ANTIGUO El Estado durante el Reino Antiguo La capital de Egipto sigue estando en Menfis. Para ésta época, son muy pocos los documentos administrativos que se conservaron. Por ello, la reconstrucción se basa en los numerosos títulos de funcionarios encontrados. El problema con estos títulos, reside en el hecho de que no necesariamente designaban un tipo de trabajo, sino más bien a un individuo en una determinada jerarquía de poder, por lo que el título indica su jerarquía en relación a otros. De cualquier modo, a partir de ella, podemos determinar que el la sociedad egipcia existían tres grupos: Hombres cultos que ejercían una autoridad derivada del faraón; Aquellos que estaban subordinados a los anteriores (guardianes de las puertas, soldados, canteros, etc.); El campesinado analfabeto. Los títulos servían entonces para situar al individuo en la sección de la sociedad donde se encontraban. (VER: La sátira de los oficios). Cada individuo recibía un ingreso por su trabajo en el gobierno, al que se le sumaban tierras y equipamiento para la tumba. La propiedad privada consistía frecuentemente en monopolio o fundación piadosa y, en ocasiones, a una escala tal que situaba al propietario en el centro de un gran complejo agrícola con un importante mercado. Los recursos agrícolas de Egipto se dividían en tres clases de propiedades: Aquellas poseídas directamente por la corona; Las que pertenecían a fundaciones piadosas cuya relación con la corona era muy sutil; Aquellas que se hallaban en manos de individuos privados y que estaban sujetas a impuestos. Los impuestos se cobraban en relación a la estimación de la riqueza del país; sin embargo, el cobro de los mismos podía hacerse sobre cualquier tipo de bien: canales, lagos, pozos y árboles (por ejemplo). Cabe pensar que existía una red de agencias de gobierno difundidas por todo el país, que intentaban por métodos burocráticos la estimación y administración total de los recursos, y supervisando en grados diversos el funcionamiento semiautónomo de la fundaciones piadosas y de las propiedades privadas, cuyos propios “funcionarios” habrían tenido como principal ocupación, no el 20 20 TRIGGER, B. G. Historia del Egipto Antiguo. Barcelona, Crítica, 1985. pp 109 - facilitar la transferencia de la riqueza a la corona, sino más bien la operación efectiva de la fundación o explotación, de los que eran los principales beneficiarios. El segundo aspecto importante de la función de gobierno era la administración de la ley y de la justicia, obligación para la que se encontraba justificación en el concepto egipcio de maat, hasta el punto de que algunos altos funcionarios contaban, entre sus títulos, el de “sacerdote de Maat”. La capacidad básica de juzgar parece haberse extendido en general a todos aquellos individuos que ocupaban una función de autoridad, incluso en los casos en que los títulos parecen fundamentalmente administrativos. Del mismo modo, la solución de los litigios parece haber sido una atribución fundamental de las autoridades provinciales. No obstante, no sabemos si existía realmente un código legal o consuetudinario que rigiera en general la conducta, un código criminal. El cargo más importante en el gobierno que se perpetúa a través del tiempo es el “visir”. Éste cargo se conoce gracias a un conjunto de “instrucciones”, las que también nos permiten afirmar que, junto al rey, el visir era el responsable último de los asuntos fiscales, administrativos y judiciales. Es en este periodo cuando el faraón obtiene sus dos últimos títulos, el Horus de Oro y el de Hijo de Re. Estos títulos atestigua el proceso de creciente solarización de la realeza egipcia, al tiempo que reafirman la condición divina del faraón. De este mismo proceso son expresiones las pirámides de Guiza. Estos monumentos son las tumbas de los reyes de la Dinastía IV, y simbolizan la condición específicamente solar del monarca durante el Reino Antiguo. Al mismo tiempo, estas tumbas implican el esfuerzo de miles de campesinos trasladados, mantenidos y organizados por un gigantesco dispositivo estatal. Este es un aspecto muy representativo del Reino Antiguo en el sentido de la potencia material, de la concepción del estado egipcio y de la concepción de liderazgo social, político y cósmico que movilizó a semejante masa de gente. Dinastía III El proceso de solarización es más marcado. La pirámide de Djoser (construída por Snefru) simboliza una escalera que va al cielo. Aparición del título “Ra de Oro”, que sólo dura el período correspondiente a esta dinastía. Dinastía IV Están incluidos Snefru, Keops (Khufui), Kefrén (Rajaef) y Micerino (Menkaura). El complejo mortuorio tiene una pirámide y un templo mortuorio donde se rinde culto al ka del faraón muerto. El título que aparece es el de “Horus de Oro”. Dinastía V Aparece el título de “Hijo de Ra”, este es el dios estatal. Dinastía VI Reyes principales: Pepi I y Pepi II. Aumenta el poder de los señores feudales con el debilitamiento del poder de Pepi II. El sur logra su independencia. La ceremonia del Heb Sed Ceremonia de la mortaja, rejuvenecimiento de la energía real, realizada por el rey a los treinta años de su gobierno. Este festival, Heb-Sed, nos llega gracias al patio de Heb-Sed del complejo funerario del rey Djoser (Reino Antiguo). Comienza con el rey egipcio «muerto» y se le coloca un corset, la corona del Alto y Bajo Egipto y la lanza. Hay cuatro estandartes que recorren la capilla junto al rey: dos de legitimidad y dos de poder. En los estandartes de legitimidad se dibuja la placenta con su gemelo simbolizando el caos contenido (estandarte de Jonsu); y en el otro se dibuja el Upuaut, imagen de un chacal (asociado a cambios ontológicos) sobre un deslizador que abre el canal de parto de la reina. En los estandartes de poder se dibuja a Thoth y a Horus. De cada capilla recibe tributos, incluso de los extranjeros. La ultima parte de esta ceremonia es que el rey, una vez ya “vivo” corra por los muros blancos, pues corriendo rápido el espacio se ampliaba y así se recorrían las «cuatro partes del mundo», delimitando el territorio egipcio. Esta ceremonia duraba tres días. Las periferias de Egipto Durante esta época, Egipto mantendrá las mismas periferias, así como las mismas relaciones con ella que durante el Dinástico Temprano. Primer Periodo Intermedio El último faraón del Reino Antiguo fue Fiope II, que según las fuentes reinó durante 90 años. El Primer periodo intermedio se extendió cronológicamente entre el 2160 al 2055 a.C. y abarca las dinastías de la IX a la XI. Según los hallazgos realizados en cementerios del Alto Egipto en esa época, se puede deducir que la incapacidad por parte de la corte para controlar los recursos del país, dio lugar a un aumento en el poder de los gobernantes provinciales, mientras que la monarquía quedaba como un símbolo desprovisto de poder real. Menos datos tenemos de lo que ocurrió en el norte del país, en el que aparte de testimonios de invasiones de origen asiático en el delta, solo poseemos la descripción literaria de la época en las “Instrucciones de Merikare”. Además parece que en los inicios de este periodo, coexistieron alteraciones climáticas, que influyeron en los desbordamientos del Nilo, con situaciones de hambre en la población. Tras los efímeros reinados de MERENRA-ANTYEMSAF II, y de NEITIKERTY probablemente su esposa, el estado menfita se hunde irremisiblemente durante el transcurso de las Dinastías VII y VIII. Más parece un consejo de notables, temporal, constituido en periodo de crisis, que una verdadera dinastía, o bien pudo referirse a reyezuelos encumbrados por un breve periodo de tiempo. En suma, sería una época de continuas luchas con un cambio de monarca constante. La Dinastía VIII parece heredera de la VI, lo que se considera como una recuperación o restauración del poder establecido. Los últimos monarcas son conocidos por decretos dictados en favor del visir de Coptos, que son muestra del poder, aunque sea protocolario, que Menfis sigue ejerciendo sobre el Alto Egipto. El Delta, por su parte, ha sido invadido por invasores asiáticos Maneton nombra a ACTOES como fundador la Dinastía IX (2222−2130), que probablemente se corresponde con el MERYIBRE-JETY histórico, fue el nomarca de Heracleópolis alrededor del cual se unieron inicialmente los nomos del Egipto medio-bajo. Depuso a la monarquía menfita, aunque no parece que este hecho se produjera de un modo violento. Descrito como un cruel tirano, intentó liberar el delta de los invasores asiáticos sin conseguirlo. Heracleópolis fue la nueva capital. Probablemente Actoes a pesar de proclamarse rey del Alto y Bajo Egipto solo domino parte de este último con alianzas realizadas con los nomarcas que reconocían su autoridad. Mientras tanto en el Sur del país existían nomos independientes que establecieron alianzas entre si para frenar el creciente poder del gobierno de Heracleópolis. Algunos adquirieron una gran importancia como el de Coptos. Otros nomos permanecieron neutrales cuando se produjo el enfrentamiento entre Tebas y Heracleópolis, en algún caso ininterrumpidamente hasta bien entrada la XII dinastía. INTEF fue un gobernante Tebano que sin independizarse totalmente del Bajo Egipto obtuvo una cierta autonomía del poder de Heracleópolis. Durante esta época, Egipto se sumergió en un largo y duro enfrentamiento para alcanzar el poder, entre el gobierno del Norte con MERIKARE-JETY, (cuya época coincide probablemente con la narración literaria “Instrucciones a Merikare”). Este rey, tras establecer una política de alianzas y represiones con los pueblos extranjeros inmigrantes, sobre todo tribus beduinas que se instalaban en el Delta y en el Bajo Egipto, acabó por expulsarlos. Allí instala colonos para evitar nuevas penetraciones de nómadas. Dividió el reino en distritos que dependían de Menfis y construyó canales de regadio. Luchó contra Uahanj-Intef II y NAJTNEBTEPNEFER-INTEF III de Tebas. Este último consiguió arrebatarle Assiut. Su sucesor NEBHEPETRE-MENTUHOTEP II acabó con NEBKAURE- JETY y con la dinastía X Heracleópolitana, aunque no se conocen detalles como ocurrió, sabemos, según textos hallados, que dos de sus funcionarios sirvieron en la propia Heracleópolis. Es decir que hacia el año 2000 a.C., Mentuhotep II reunificó el Alto y Bajo Egipto en el año 14 de su reinado, adoptando el nombre de Horus Sematauy ("El que une los Dos Países"). También están descritas durante este periodo expediciones a Nubia y Sinaí y posiblemente escaramuzas en la zona de Siria y Palestina. Con esto finaliza el Primer Periodo intermedio. Culturalmente durante este periodo, se produce un cambio importante tanto en la mentalidad, como en la literatura, en la religión y en la sociedad en general. Las fuentes históricas son casi nulas, pero parece existir un cierto caos político-social, que algunas veces se ha exagerado, ya que no parece demostrada una auténtica ruptura con el poder real previo. Esta decadencia se vio reflejada también en el arte, con escasas de representaciones y de estilo tosco y ausencia de grandes monumentos. La literatura en cambió destaca por su gran florecimiento, con libros doctrinales o didácticos, que reflejan un cambio social. Como ejemplos tenemos el señalado para Merikare que es un tratado de gobierno en forma de consejos. Otro es El Campesino Elocuente que es un relato literario. La crisis social y económica propiciaron cambios a nivel de la sociedad, que desarrolló una mayor autosuficiencia con menor dependencia del estado, así como un encumbramiento de la burguesía y un aumento de la clase media que dio lugar a diferencias socioeconómicas como lo reflejan las tumbas y las construcciones urbanas. La religión, los rituales y las creencias funerarias se socializaron, reflejo de lo que ocurría en la vida civil. Los Textos de las Pirámides, reservados a los faraones, se transformaron en Textos de los Sarcófagos, asequibles a cualquier persona con poder adquisitivo alto, y generalizándose durante el periodo posterior. Osiris que antaño era considerado un dios funerario real, se convirtió durante este período en el más popular de los dioses siendo accesible a todos. Algunos reyes se hicieron construir cenotafios en Abidos. La élite se enterraba en mastabas e hipogeos decorados. Destacaron también los dioses tebanos Montu y Amon. Tras la caída de la Dinastía X, Amón alcanzó la supremacía religiosa. REINO MEDIO La reunificación y el Estado durante el Reino Medio Mentuhotep Nebhepetra21 (dinastía XI) de Tebas reunifica Egipto. Tiene su tumba en Deir elBahari, donde luego se edificará el Valle de los Reyes. La dinastía siguiente vuelve al área menfita del Fayum, el primer rey de esta dinastía es Amenemhat I, quien funda una nueva capital en Ititawy. Esta dinastía proviene también de donde había surgido el Estado hace 1000 años. Comienza un nuevo período de centralización, dividiendo el territorio en comarcas y oasis (Bahariya, Darkha). Egipto se instala al sur de Elefantina, en la Baja Nubia (que lo conecta con el resto de África) y con el oriente (conectándose con el resto del Mediterráneo). No hay indicios de haberse construido fortalezas. Al instalarse al sur de la segunda catarata, en Semna, cambia el modo de fortalezas, conviviendo permanentemente allí. Las familias nomarcales continúan los cargos hereditarios. No obstante, las grandes tumbas nomarcales desaparecerán con el tiempo. Se controlará la crecida del Nilo, haciendo un canal de 70 metros en la primera catarata para que el Nilo fuese navegable todo el año. El reinado del hijo de Amenemhat I, Sesostris I (1971 – 1926 a. C) fue sinónimo de paz profunda, aunque también fue un gran militar. Había sido jefe del ejército en Asia, Libia y Nubia mientras su padre aún vivía. Pacifico los países extranjeros y a Egipto mismo. Para la segunda mitad del Reino Medio (Sesostris I, dinastía XII) se observa una multiplicación de cargos, tipo “supervisores” (imy-r) de distintas áreas. Hay un aumento en los cargos de la media y 21 Toma su nombre de Montu, dios hykso de la guerra. baja administración. Hay una expansión de las fronteras sur a partir de la primera catarata (Elefantina, hoy Asuán, hasta el Mediterráneo), y corriendo la segunda catarata hasta Semna. Sesostris III prohíbe pasar a los nubios excepto con fines comerciales, dirigiéndose a Mirgissa (posta en el medio de sendas cataratas). Además, afirma que todo rey que se precie no correrá estas fronteras, sino, no será hijo (ergo, no será Horus, ergo, no será rey), alterando el orden (pues el orden ES Egipto). A fines de la dinastía XIII, las primeras fronteras se pierden a manos de los nubios que avanzan desde Kerma (tercera catarata) hasta la primera. Kamose (dinastía XVII) dice que «tiene que compartir Egipto con nubios y asiáticos». Se “incorpora” la Baja Nubia con Sesostris III. La inscripción de Amenemhat I afirma que manda expediciones punitivas a Siria-Palestina. Se encuentran en 1920 regalos egipcios a los reyes de Biblos, procedentes de la dinastía XII, estelas de representación de dioses egipcios y escritos y monumentos tallados en jeroglíficos. No obstante, no hay fuentes egipcias que mencionen a Biblos (luego será fenicia). Se conforma un imperio en Siria-Palestina y Nubia, debido a que los reyes palestinos tenían el titulo de gobernadores o intendentes (otorgado por el rey egipcio). Hallazgos en el año 2004 (en la tumba de Amenhotep III) testimonian que había un vínculo de patronazgo y que el rey egipcio le respondía al rey de Biblos por una intervención en la ciudad y capturó a su hijo y a cien biblitas más. El rey egipcio Sesostris III lo ayudó, lo cual prueba que había un vínculo recíproco. En Nubia no se puede establecer una relación tan estrecha, suponiendo que los egipcios utilizaron a los nubios para construir las estelas de fronteras y extraer oro (el oro es propiamente del desierto de Nubia). Economía durante el Reino Medio La victoria Tebana sobre Hiercómpolis no significó el fin de los problemas acaecidos durante el primer periodo intermedio. Los primeros reyes de la Dinastía XII, debieron ocuparse firmemente de restablecer el control estatal en su totalidad. Para los reinados de Sesostris III y sus sucesores, la situación había cambiado, la centralización del poder estaba consolidada en mayor medida y así perduró hasta mediados de la Dinastía XIII. Este lento proceso de consolidación que comenzó una vez reunificado el Estado, estuvo relacionado con el igualmente lento proceso de establecimiento sobre las áreas de frontera (los nuevos límites se fijaron hasta la tercera catarata) y de una definición de las relaciones con las periferias, procesos que podemos visualizar en particular en la Dinastía XII y parte de la XIII. En cuanto a la relación con las periferias, hay dos variables a tener en cuenta para ver el cambio realizado desde el Reino Antiguo: discontinuidad y cambio. Discontinuidad, en tanto durante los periodos caracterizados por la atomización del poder central, se produjo una interrupción del flujo de bienes de prestigio desde y hacia las periferias a nivel de la élite egipcia. Por ejemplo, en Biblos no se encontraron vestigios egipcios contemporáneos al PPI, ni se detectó actividad en el Sinaí en el mismo periodo. Cambio, en tanto tales prácticas fueron variando notoriamente en el tiempo. Valga como ejemplo que las postas egipcias utilizadas hasta comienzos de Dinástico Temprano en el camino de Horus, que unía el Delta del Nilo con el sur de Palestina, son luego abandonadas en beneficio de una ruta marítima costera hacia Biblos; mientras que posteriormente ambas rutas, estaría en uso conectando Egipto tanto con Siria como con Palestina. Las zonas periféricas, no siempre estaban conformadas bajo un nivel estatal, por el contrario las sociedades que habitaban esas regiones podían ser nómades o sedentarias, estar organizadas bajo una práctica estatal o de parentesco, etc. Egipto a su vez, continuó organizando distintas campañas hacia el desierto para la obtención de materias primas. La población de tales desiertos, en general no representaba una amenaza para las actividades del estado; algunas evidencias parecen indicar que estas sociedades podrían haber colaborado en la explotación de estos recursos. Los límites al norte y al sur del río Nilo, determinaban la existencia de unas regiones contiguas con las que el Estado egipcio estableció diversos tipos de relaciones. Durante el Reino Medio, el sector oriental de Delta (es especial la rama Pelusíaca) así como la baja Nubia entre la primera y segunda catarata del Nilo constituyeron áreas de frontera que actuaban especialmente como áreas vinculantes con otras áreas más alejadas que se llamarán periferias. La presencia del Estado egipcio en las áreas vinculantes se materializó por el establecimiento de dominios o por el establecimiento de fortalezas. En cambio, en las áreas periféricas, el estado egipcio no intervenía de modo directo, aunque mantenía contacto con las élites locales. ¿Cuáles son las evidencias de las que disponemos para considerar las relaciones entre el estado egipcio, las áreas vinculantes y las periféricas durante el Reino Medio? En un primer momento, se creyó que estas relaciones eran de tipo imperialistas, sin embargo, luego de algún tiempo, esta teoría fue descartada. A mediados de la década del 70’, la historiografía comenzó a distinguir diferencias entre las prácticas que interrelacionaban Egipto con Siria, de las que lo hacían entre Egipto y Palestina. La relación se dibujaba casi sin resquicios particularmente en Biblos, mientras que era bastante epidérmica en Palestina, limitada las ciudades erigidas sobre las principales rutas de intercambio, como Meguiddo, o bien aquellas situadas sobre la costa, en los alrededores de Gaza. Inclusive se llegó a pensar que la vía marítima era la privilegiada en el contacto, y que la vía terrestre, habitada por pastores nómades, tenía un rol diferente, quizá relacionando con el traslado de ganado desde Palestina. Durante el reinado de Amenemhat III, se inició una ocupación asiática del territorio egipcio; ¿por qué se permitió esta ocupación? Se cree que podría deberse a tres razones: La búsqueda de colonización de un área de frontera; El establecimiento de una colonia de especialistas en alguna actividad que los egipcios no realizaba; La realización de probables expediciones al Sinaí y a Biblos. En relación a Nubia, ¿qué sucede con la relación establecida entre Egipto y su periferia sur, Kerma durante el Reino Medio? Un error en la datación de un cementerio, donde fueron halladas las estatuas del monarca de Asiut Hapidyefa y su esposa, le hicieron pensar en un imperio egipcio en Nubia en el Reino Medio, que incluía Kerma. Pocos años después este error fue subsanado y la idea del “imperialismo” egipcio en Nubia quedó restringida a la región dónde se erigieron las fortalezas. Probablemente a fines de la Dinastía XII o a inicios de la XIII, se evidenció un cambio en la utilización de las fortalezas, pasándose de una ocupación de tipo rotativo a otra de tipo permanente. Smith atribuye ese proceso a una causal económica, relacionada con la necesidad de reducir los costos imperiales y hacer de esa infraestructura establecida en la Baja Nubia, una entidad autosuficiente. ¿Es posible entonces hablar de imperialismo para la relación Egipto – Baja Nubia durante el Reino Medio? Zibelius – Chen define la relación Egipto-Nubia como imperialismo equilibrado, que implica el mantenimiento de la cultura indígena con sólo una pequeña presencia imperial. Las características de este imperialismo equilibrado serían que la presencia egipcia nunca habría sido demasiado grande y siempre habría tenido carácter militar, administrativo y quizás comercial. Habría buscado controlar la población loca, mantener y asegurarla costa, y las rutas al desierto y explotar ciertos recursos naturales. Las razones últimas de tal imperialismo sobre Nubia habría que buscarlas en la necesidad de obtener riquezas para la élite egipcia. Sin embargo, al no cuestionar el mismo concepto de imperialismo, el análisis de este autor incurre en un anacronismo conceptual que no cambia demasiado la perspectiva desde la cual Adams abordó el tema mucho tiempo antes, ni sus conclusiones. Otra explicación sobre el avance egipcio en el área apunta hacia las formas de organización social que tuvieron lugar en Nubia. O´Connor buscó demostrar que el imperialismo egipcio tuvo su razón de ser en el hecho de que los nubios eran militarmente agresivos y difíciles de controlar. En tal sentido, las fortalezas egipcias habrían tenido un carácter defensivo frente a la agresión de los Nubios expertos militares entrenados en los ejércitos egipcios. El segundo periodo intermedio Hykso es una palabra griega que deriva de la palabra egipcia “Hq3 h3swt” (jefe de paises extranjeros). Flavio Josefo asumió que eran pastores por poseer un cayado en sus representaciones, por lo que los llamó erróneamente “reyes pastores”. “De improviso, hombres de una raza desconocida venidos de Oriente, tuvieron la audacia de invadir nuestro pais, y sin dificultad ni combate, se apoderaron a la fuerza de él. Se llamaba a todo este pueblo hyksos, lo que significa reyes pastores, puesto que hyk en lengua sagrada significa rey, y sos en lengua vulgar quiere decir pastores (…) Flavio Josefo. Los datos mas interesantes de la cultura hyksa (es decir, de la penetración de la cultura Palestina del Bronce medio en el delta egipcio) proceden de recientes excavaciones de Tell el Dab`a, en la zona de su capital Avaris.22 Sin embargo, no dominaron el territorio egipcio, ya que los nomos del sur no llegaron a estar bajo su control (por ejemplo, Tebas). De alli se parte para comprender su expulsión. Al comienzo del siglo XVI a. C la dinastía XVII llegó al poder en Tebas. Los miembros de esta familia, los reyes Tao I, Tao II, Kamose y Amosis I, llevaron a cabo la guerra que acabó con la expulsión de los hyksos de territorio egipcio. La guerra fue muy difícil, sin embargo, y varios de estos reyes (Tao II con seguridad, y probablemente Kamose) murieron a consecuencia de heridas recibidas en combate. Finalmente, Amosis I consiguió tomar la capital, Avaris, y expulsar definitivamente a los hyksos de Egipto, aproximadamente hacia 1550 a. C. El nombre de Khayan, el rey hykso más famoso, aparece en escarabeos hallados en Nubia y Palestina, en fragmentos de vasijas de piedra hallados en Knossos y Hattusha. Aunque desde mucho antes de esta época de los hyksos, ya había una considerable presencia asiática en el norte de Egipto, hay ciertos indicios de que el dominio hykso se impuso mediante conquista militar y no mediante una infiltración gradual. La duración de su dominio sobre Egipto es diversa, según la fuente, pero actualmente muchos egiptólogos aceptan que fue de unos 100 años aproximadamente. Se conforman 3 reinos que serían resultado de una descentralización del Estado, y conviven comerciando en el Valle del Nilo: los hyksos, con capital en Avaris, que ocupa el Delta Oriental; un núcleo egipcio tebano, y Nubia, con capital Kerma. Las fortalezas estaban al sur, donde vivían los nubios. No había contacto ni conflicto, intercambiaban y comerciaban bienes. Se reanudan las relaciones comerciales con Biblos. En este período, se pierden las fortalezas por avance de los nubios hasta Elefantina, no se sabe si voluntariamente o si los egipcios se replegaron. La dinastía XII, que estaba ubicada en el área menfita, se dirige a Tebas luego de haber conquistado ya la mitad de Egipto. Es muy probable que esta dinastía continúe en la XVII, recuperando el territorio y echando a los hyksos (Amosis I). Nubia: base productiva: agrícola y ganadera. Existen evidencias de intercambios con el Alto Egipto. La evidencia disponible actualmente apunta a una organización relativamente vaga en torno a grandes grupos de parentesco (Campagno). Kerma. Ciudad nubia ubicada a la altura de la tercera catarata del Nilo. Es una sociedad sin escritura, de la cual se desconoce su organización política. Tiene un claro sustrato africano. Sus tumbas son en forma de túmulos. Se encontraron restos de sacrificios de animales y personas. Las vasijas encontradas están hacia abajo (relación con la tierra). Cráneos de oros mirando a las tumbas. Su monumento más importante se llamaba deffufa (posible templo), un edificio macizo con una 22 Avaris es una palabra griega, hwt w`rt es egipcia. Fue descubierta en 1966 a manos de Manfred Bietak. Era el nodo de intercambio en el Mediterraneo oriental. escalera, rodeado de talleres. En las cercanías hay un edificio circular (posible casa del rey). Kerma constituía un cruce de caminos y mantenía relaciones comerciales con el Cuerno de África. REINO NUEVO El Estado durante el Reino Nuevo Se mantienen las instituciones y cargos: Visires: durante este período eran dos, a diferencia de períodos anteriores donde era solo uno. Se encargaban de la justicia a nivel regional y total, y de la administración del Estado. A partir del Reino Medio se encargaron de la construcción de las partes de los barcos en Coptos, pero los trasladaban hasta el puerto de Marsa Gawrasis, donde las ensamblaban, al límite con el mar Rojo. Estos barcos se dirigían al Punt. Nomarcas: eran encargados a nivel local. Para el Reino Medio, según la lista de Sesostris I había 22 nomos en el Alto Egipto y 16 en el Bajo Egipto. Para el Reino Nuevo, había 22 nomos en el Alto Egipto y 20 en el Bajo Egipto. Se delimitaban fronteras en cada nomo mediante el establecimiento de estelas de entrada, tarea desempeñada por los visires. Los nomarcas eran funcionarios colocados por los reyes, tipo “señores feudales”, el cargo era hereditario y estaban relacionados con la nobleza. Se encontró registro de la tumba de un hijo de un nomarca junto a los integrantes de la corte, ostentando el titulo de “el que trae todo lo bueno de los países extranjeros”. A mediados de la dinastía XII (mitad del Reino Medio) se reemplaza el titulo de nomarca por el de “gran jefe del nomo”. Esto se asume porque los vestigios arqueológicos no se han hallado, en comparación con la primera mitad del Reino Medio. Se supone que esta “desaparición” del titulo estaría relacionada con lo simbólico. Los primeros dos reyes, Amosis y Amenofis I fueron enterrados en el área tebana. A partir de Tuthmosis I se enterraron en el Valle de los Reyes (construido en este período), lugar elegido porque había una montaña cercana con forma de pirámide. El dios por excelencia en el Reino Nuevo fue Amón- Ra, los elementos solares inundaron la vida egipcia, de allí que el templo de Karnak esté rodeado de obeliscos. A partir del séptimo milenio a. C. se utilizó la obsidiana como bien de prestigio en las comunidades del sur, comerciando a través del mar Rojo con el valle del Nilo. Los reyezuelos le mandan constantemente cartas al rey egipcio pidiéndole ayuda. Se cree erróneamente que al rey egipcio no le importaba esto, lo cual no es cierto porque aun se conservan las tablillas, que además están escritas en acadio. Estos reyes tenían una relación de patronazgo (relación similar al parentesco). En Palestina esta relación era muy frecuente. Los nubios, asirios y palestinos no tenían escritura, y recién en el Reino Nuevo adoptarán los jeroglíficos egipcios. Los ramésidas (XIX) La dinastía XIX, la primera, era de origen militar, procedente del Delta oriental. Seti I, “l gran Seti” e caracterizó por los grandes enfrentamientos con nubios y libio, y otras sociedades seminómadas que intentaban ingresar a Egipto cuando las condiciones climáticas los acechaban. A pesar de que consigue controlarlos, estos grupos comenzarán a infiltrarse lentamente. Ramsés II tendrá grandes problemas con los libios y con los sirio-palestinos (hititas), por la vinculación con las rutas comerciales. Hizo un importante tratado con los hititas. La creación de tratados no era una practica egipcia, sino hitita. Seth fue el dios principal, era un dios del Delta y un dios hykso. Merenptah, el hijo de Ramsés II, lo sucede en el trono. Durante su reinado, los libios vuelven a hacer presencia (ver Fuente n. 19). Los hititas se dividen en varios pueblos (como los heteosarameos), teniendo un problema de población por tener una frontera viva en Hatti. Así, poco a poco se fueron atomizando en pequeñas ciudades. El puerto más importante en Asiria, Ugarit, prácticamente desaparece con la invasión de los pueblos del mar Egeo, e incluso se perdió su lengua. Biblos pierde su autonomía por Ugarit. Libia entró en contacto con la civilización cretense y de allí que los egipcios hayan tomado contacto con ellos también. Con la dinastía XX vuelven los problemas con los libios, pierden posesiones en Siria-Palestina. Los pueblos filisteos intentan penetrar por la costa, pero son echados y se asentarán en Palestina. Ramsés III (1184-1153) dejó una inscripción en Medinet Abu que relata la guerra contra los pueblos del mar (ver Fuente n. 18). Estos pueblos bordean las costas del Egeo, algunos se quedan en Palestina, otros se van a Egipto y son expulsados finalmente. Imperio egipcio en Asia y Nubia23 Asia: no todas las campañas realizadas contra Asia tuvieron carácter militar, algunas fueron giras de inspección, otras fueron simples expediciones para conseguir tributos o punitivas. La máxima expansión egipcia se logró bajo el gobierno de Tuthmosis I, quien llega hasta más allá de la cuarta catarata, pero fue Tuthmosis III quien consolidó las fronteras alcanzadas en Siria-Palestina de forma permanente. La relación entre Egipto y Siria-Palestina adquiere un nuevo carácter: el imperialismo. La primera campaña tuvo lugar durante el año 22 del reinado de Tuthmosis III, a causa de una revuelta en Asia. El objetivo final era llegar a Megiddo, centro de la sublevación. El triunfo egipcio fue total, y luego de refugiarse en Megiddo durante siete meses, los jefes siropalestinos se rindieron. Dado que los egipcios se encontraron con estructuras propias que funcionaban y a las cuales no era necesario modificar sustancialmente para poder ejercer un control sobre la región. Por tal motivo, solo se limitaron a realizar aquellos cambios que permitieran mantener a la región bajo su influencia y preservarla de otras potencias como Mitanni y Hatti. Los gobernantes siropalestinos continuaron siendo los jefes nativos, pero bajo la supervisión de gobernadores egipcios. Tuthmosis III, para convertir a Egipto en una potencia de primer nivel necesitó incorporar a Siria y Palestina como partes integrantes. En las posesiones asiáticas se creó un sistema de dominio, que ofrecía a Egipto las mayores ventajas políticas y económicas. Palestina tenía poco que ofrecer a Egipto, pero su importancia residía en su posición estratégica sobre la principal ruta comercial que conducía a los centros comerciales en Mesopotamia. Entre los tributos que recogían de la zona siropalestina podemos mencionar: cereales, ganado, caballos, aceite, vino, madera del Líbano, cobre, bronce, oro, plata, plomo, estaño, piedras preciosas y semipreciosas, armas, objetos suntuarios, vidrio y marfil. La mayor parte de los productos agrícolas y manufacturados y las materias primas fue en general para el abastecimiento de las tropas instaladas en las ciudades-guarnición egipcias en Siria y Palestina o de las tropas utilizadas en las incursiones del faraón. Tuthmosis IV más tarde tomó por esposa a la hija de Artatama, el gobernante de Mitanni, que lejos de ser ya un enemigo para Egipto, se había convertido en un aliado natural contra el emergente reino hitita. Nubia: durante el Periodo Predinástico hasta la dinastía V, entre Egipto y Nubia se desarrolla un intercambio, del cual Egipto obtenía marfil y ébano. Sin embargo, no todo este intercambio fue continuo, pues durante la dinastía I se interrumpe y la cultura nubia comienza a eclipsarse, aunque no desaparece totalmente hasta la dinastía V. esta decadencia nubia sería consecuencia del gobierno centralizado que se impone en Egipto, centralizando también la economía, por lo que en lugar de utilizar intermediarios, el comercio fue realizado por la propia institución monárquica. Como consecuencia, Nubia vuelve a las formas de vida seminómade. Durante el Primer Periodo Intermedio y hasta comienzos de la dinastía XVIII la presencia en Nubia se caracteriza por la construcción de un sistema de fortalezas desde Buhen (segunda catarata) hasta Semna. Estas fortalezas albergaban una guarnición de soldado y eran centros administrativos. Su principal objetivo era controlar el comercio ribereño, el movimiento de personas y bienes en la zona de los rápidos o de wadis. También sirvieron como fronteras, como el caso de Semna, y como puestos de observación. 23 GESTOSO, G. N. Imperio egipcio en Asia y Nubia. Durante el Segundo Periodo Intermedio, la debilidad interna del gobierno dio como resultado el abandono de Nubia y la división de Egipto en dos poderes: uno con centro en Tebas y otro con centro en Avaris, de origen hykso. El reino de Kush, con centro en Kerma (tercera catarata) se perfiló como un estado importante cuyo poder se extendió hasta la Baja Nubia. El Reino Nuevo, que comienza con el final de la dinastía XVII con la reconquista y reunificación de Egipto, significó también la reocupación de Nubia rápidamente. Luego de sucesivas campañas, Tuthmosis III fundó una fortaleza cerca de Gebel Barkal (cuarta catarata), además estableciendo allí un templo. Durante el Reino Nuevo, Nubia fue para los egipcios una prolongación natural de su territorio, pues establecían templos como centros y símbolos de su dominio, correspondiendo a un nuevo criterio: no gobernar por la fuerza sino por penetración ideológica. Los primeros tuthmósidas construyeron sus templos en las zonas de viejas fortalezas, mientras que los ultimos faraones de la dinastía XVIII lo hicieron en territorios vírgenes de la Alta Nubia. Ramsés II construyó Abu Simbel, ejemplo más notable del dominio egipcio. Nubia se convirtió en provincia egipcia y fue dividida en dos regiones: - Wawat: desde Baja Nubia hasta Semna, al sur de la segunda catarata. Kush: hacia el sur, con centro en Kerma. Estas dos regiones estaban divididas a su vez en distritos. A la cabeza de la administración de Nubia se encontraba un representante egipcio, el virrey, designado directamente por el faraón y el cargo recaía sobre algún allegado de la administración egipcia o relacionado con las actividades militares del rey. El virrey era el responsable de Nubia en todos sus aspectos: supervisaba las actividades que se realizaban en los templos, era responsable de las operaciones militares y de la construcción, verificaba la correcta entrega del tributo del sur al rey y el cumplimiento de las obligaciones de trabajo. El virrey tenía a su cargo un conjunto de funcionarios menores, un representante para la Alta Nubia y otro para la Baja Nubia. Los jefes nativos leales podían conservar su autoridad sobre sus áreas y eran responsables de recaudar el tributo de su gente. Los hijos de los jefes eran llevados a Egipto y recibían allí una educación egipcia (penetración ideológica). Hatshepsut (1490-1468) Su nombre significa “la primera de los nobles”. Hija de Tuthmosis I (1506-1684), fue la tercera mujer que gobernó Egipto. Su padre mantuvo firmemente a Nubia bajo el yugo egipcio y condujo a una importante expedición a Asia. Hatshepsut se casó con un hijo de éste nacido de una concubina, Tuthmosis II, cuyo reinado fue breve y turbulento por una revuelta en Nubia, causada por un robo de ganado y el ataque a unas tribus a la fortaleza. Remonta el Nilo con su ejército y extermina a los rebeldes, pero en seguida surgen problemas en Siria- Palestina. Muere prematuramente. Su hijo Tuthmosis III era demasiado pequeño para desempeñar su función, entonces Hatshepsut asegura la regencia: hija del rey, hermana del rey, esposa del gran dios, gran esposa real. El paso a rey se efectúa por etapas: primero se afirma como tal, luego se viste como tal, suprime la desinencia femenina de su nombre y en sus títulos, lleva la barba postiza y la doble corona. Buscó legitimarse inventando su nacimiento como producto del dios Amon y los aromas del Punt, no como hija de Tuthmosis I. Por ello manda la expedición más grande que se conoce al Punt para traer estos productos aromatcos, testimoniandolo en las inscripciones de la “Expedición de la reina Hatshepsut al Punt”. Otro modo en que buscó legitimidad fue siendo enterrada24 al lado del templo del unificador de Egipto, de la dinastía XI, Mentuhotep Hebhepetra, en Deir al Bahari. El templo de él tiene dos terrazas, el de ella tiene tres, asociadas con los tres niveles cosmológicos. Cuando su hijo Tuthmosis III se haga rey, destruirá los cartuchos de este templo, mas no destruirá el templo por completo. 24 Su tumba fue la primera que se excavó en el Valle de las Reinas, llega a más de cien metros debajo de la tierra y no tiene textos ni representaciones. Además, contenía el sarcófago de su padre. Su obra tendió a engrandecer Egipto. Se sabe que hizo erigir un templo en Buhen (Nubia), dedicado a Horus. Se vanaglorió de haber restaurado los monumentos arruinados en la época en que los asiáticos ocuparon Avaris y las provincias del norte eran atacadas por los saqueadores, que actuaban sin conocer al dios Ra. Ahora el desorden se ha acabado porque ella es rey. Su política exterior fue muy débil. En Asia las poblaciones se mostraron igual de turbulentas que en los años anteriores. La no intervención egipcia incluso alentó las revueltas. Cuando su hijo Tuhmosis III llega al poder, se encuentra con una situación explosiva de la que su madre era parte responsable. Hatshepsut de dedicó principalmente a mantener relaciones comerciales con el extranjero, el viaje al Punt lo demuestra. Se estima que el Punt posiblemente se encuentre en la costa de Somalia, cerca de Eritrea. Los textos no hablan de trueque, sino de un “tributo pagado por Punt a Hatshepsut”. Además, en esta expedición también se hace una ofrenda a Hathor, soberana del Punt y por ello la reina manda construir en las orillas de este lugar una estatua que la representa en compañía del dios Amón. Akhenaton (1369-1347) Su reinado marcó una ruptura con la evolución histórica tradicional de Egipto. Hijo del rey Amenofis III y de Tiyi, pasó su infancia y adolescencia en el palacio tebano de Malgasta. Asume el trono a los quince años, ya casado con Nefertiti: fueron inseparables, presidían conjuntamente los ritos religiosos y las ceremonias oficiales. Al quinto año de su reinado, Amenofis IV cambia su nombre por el de Akhenatón, que significa “espíritu eficaz de Atón”, así este dios pasará a proteger la realeza. Se elevó como profeta de Atón, solo le habla a él. Sin embargo, impone su idea en Karnak, el feudo de Amón. Ordenó a los escultores que creasen un cuerpo que mezclara características femeninas y masculinas, su pelvis evoca fecundidad, ¿acaso el rey no es padre Y madre de Egipto? Akhenatón estima que se debe establecer el orden normal de las cosas poniendo de relieve que él es el dueño único de Egipto, su objetivo es privar a los religiosos de la gestión de los considerables bienes temporales que pertenecen de pleno derecho a la corona. Para él, Tebas no era sino una obligación de la que deseaba eludirse. Así, funda una nueva ciudad para la gloria de Atón: Akhetatón, “2l horizonte de Atón”, en el sexto año de su reinado. El lugar elegido fue el nomo hermonopolita, a medio camino entre Menfis y Tebas, en el margen derecho del río, cuyo nombre actual es TellAmarna. El margen izquierdo es propicio para la agricultura y la ganadería, asegurando el abastecimiento de sus habitantes. El rey juró nunca abandonar su nueva capital, lo cual cumplió. Este juramento se renovó al octavo año de su reinado. En Akhetatón residían una mayoría de egipcios que habían seguido al rey, una buena parte del personal administrativo tebano fue al régimen de Akhenatón, personas cercanas a la corte de Amenofis III, y extranjeros. Al separarse de Tebas, Akhenatón también se alejó de ciertas castas notables, y además utilizó hombres nuevos, fundamentalmente extranjeros. Nefertiti ocupó un lugar especial, estuvo tan comprometida con el “atonismo” como su esposo, y se convirtió en símbolo de la belleza de la mujer egipcia. Desempeñó una función religiosa, es la que hace ¡reposar a Atón con su dulce voz y sus hermosas manos que sostienen sistros”. Participó activamente en los ritos, es la gran sacerdotisa de un santuario especial donde se celebra la puesta del sol. Además, tuvo seis hijas con el rey, la esposa secundaria Kia no tuvo interferencia en la pareja. El amor conyugal es la traducción humana del amor divino, y merece ser plasmado en el arte. Cabe destacar que Akhenatón suprimió el culto a Osiris, esto tuvo graves consecuencias pues el pueblo estaba muy unido a este dios: Osiris era lo contrario a Atón, es el principio de las tinieblas mientras que Atón es el principio de la luz. También suprimió la palabra “dios” en plural. Cuando suprimió su nombre de Amenofis, solo deja el de Nebmaatra, donde figuran el dios solar Ra y la diosa Maat (la consideró como el soplo de la vida divina). Después del año quince de su reinado, Nefertiti falleció. Se cree que la esposa secundaria Kia tuvo algo que ver pues fue obligada a retirarse a un palacio secundario, en compañía del futuro Tutankhamón. La pareja real, el centro de la forma religiosa, era la clave del equilibrio del reino. Cuando Nefertiti desaparece, Akhenatón se sintió destrozado. No se sabe mucho acerca de la muerte del rey. Amarna fue abandonada, volviendo al silencio del desierto. Con su reinado, Egipto se hunde.