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LA PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE DESGASTE POR ESTRÉS LABORAL EN PROFESIONALES DE LA SALUD DE INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS Montúfar Corona Blanca Yasmín *; Muñoz José Trinidad **. *Maestra Investigadora de la Facultad Psicología. UAQ: **Maestro Investigador de las Facultades Psicología y Enfermería, UAQ. RESUMEN Palabras claves: Síndrome de Desgaste, Burnout, calidad de vida. El presente proyecto de investigación es un trabajo Interinstitucional que se realiza con la participación de la Facultad de Psicología de la UAQ y el Centro Comunitario de Salud Mental del Estado de Querétaro CECOSAM, perteneciente a la Secretaría de Salud (SESEQ). Es un estudio observacional, transversal, homodémico. Pretende indagar la prevalencia del Síndrome de Desgaste o “Burnout” en médicos, enfermeras, asistentes sociales, etc., que actualmente trabajan para instituciones públicas de salud en la ciudad de Querétaro. Partimos del sustento teórico que enuncia que éste síndrome se hace presente en los profesionales dedicados a atender usuarios, clientes, pacientes, etc., es decir profesionales que trabajan atendiendo “gente” y que al no tener un afrontamiento adecuado ante el estrés laboral que viven en su profesión; desarrollan una serie de síntomas propios del síndrome; que van desde la despersonalización, hasta la presencia de conductas “insanas” como alto consumo de alcohol, tabaco, etc., o desarrollando enfermedades y trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, alteraciones del sueño). Las herramientas a utilizar son: Maslach Burnout Inventory MBI; Escala de Depresión de Beck; Cuestionario sobre Consumo de Alcohol AUDIT; Cuestionario de Calidad de Vida de Ferrans y Powers; Escala Análoga Visual de Satisfacción; Prueba de tamizaje para detectar síntomas patológicos SCL-90; y para personal no médico, se aplicarán los antes citados a excepción de la Escala de Depresión de Beck y se utilizará en su lugar la Escala de Autoaplicación de la Depresión de Zung y Conde EAADZ-C. Se aplicarán el Índice de Ansiedad Rasgo-Estado IDARE; y la Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga de Yoshitake PSSF. Además de una ficha de control, sobre datos personales de los sujetos a entrevistar, para fines estadísticos. Se aplicará a 576 sujetos y se realizará un Análisis Multivariado (regresión logística) utilizando el programa estadístico SPSS Versión 12. De acuerdo al Reglamento General de Investigación Norma 311, y a la Declaración de Helsinki, está considerada como de “Bajo Riesgo”. 1 I. TÍTULO: “LA PREVALENCIA DEL SÍNDROME DE DESGASTE POR ESTRÉS LABORAL EN PROFESIONALES DE LA SALUD DE INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS” 2. MARCO TEÓRICO. 2.1. DEFINICIÓN DEL PROBLEMA La idea que precede este estudio, implica por una parte el abordaje del Síndrome de Desgaste a partir de lo que la bibliografía subraya al respecto. Partiendo desde la definición del concepto, su evolución, su entramaje con otros términos parecidos. Sus manifestaciones clínicas y sociales, así como la información que autores especializados en el tema hacen al respecto. El síndrome de desgaste o síndrome de "burnout", refiere una serie de respuestas a situaciones de estrés laboral crónico integrado por sentimientos y actitudes negativos que provocan "tensión" al interactuar y tratar reiteradamente con otras personas. El síndrome se presenta mediante las siguientes manifestaciones: A. Psicosomáticos: fatiga crónica, frecuentes dolores de cabeza, problemas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso, dolores musculares, etc. B. Conductuales: absentismo laboral, abuso de drogas (café, tabaco, alcohol, fármacos, etc.), incapacidad para vivir de forma relajada, superficialidad en el contacto con los demás, comportamientos de alto riesgo, aumento de conductas violentas. 2 C. Emocionales: distanciamiento afectivo como forma de protección del yo, aburrimiento y actitud cínica, impaciencia e irritabilidad, sentimiento de omnipotencia, desorientación, incapacidad de concentración, sentimientos depresivos. D. En el ambiente laboral: detrimento de la capacidad de trabajo detrimento de la calidad del servicio que se presta a los clientes, aumento de interacciones hostiles, comunicaciones deficientes. Este síndrome se presenta frecuentemente en profesionales de la salud, en profesionales de la enseñanza; por ejemplo profesores, médicos, psiquiatras y psicólogos, enfermeras, asistentes sociales y en general en aquellos trabajadores que atienden de manera directa al usuario o cliente, en los cuales los factores personales, familiares, y organizacionales se hallan fuertemente implicados en el surgimiento de este síndrome (Ramos, 2001) El concepto de “quemarse por trabajo” como comúnmente se le conoce al Síndrome de Desgaste por estrés laboral, es un término que surge en Estados Unidos hacia mediados de los años 70s (Freudenberguer, 1974) con la finalidad de explicar el proceso de deterioro que sufren todos aquellos profesionales que laboran en organizaciones de servicio. Condición que los somete de manera constante a una serie de estresores, hasta devenir en un estrés laboral crónico, que de no atenderse puede conducir al sujeto a desencadenar los síntomas del Síndrome de Desgaste en mayor o menor medida. Teniendo en consideración la dificultad de obtener herramientas o instrumentos que evalúen la presencia del síndrome; se retomara la Escala y lo propuesto teóricamente por las autoras C. Maslach y S. E. Jackson en 1981. Teoría que da sustento y explicación al “Maslach Burnout Inventory” (MBI), instrumento a utilizar en este proyecto de investigación, ya que precisamente a partir de los estudios propuestos por ambas autoras, fue posible llegar a una determinación mucho más precisa de este padecimiento estrechamente ligado al estrés. Así como a otras 3 manifestaciones sintomáticas que resultan consecuentemente en los sujetos sometidos a estrés constante o en sujetos que ya han desencadenado el síndrome. El estudio trata de sondear la presencia del síndrome de desgaste mental o “Burnout“ causado por estrés laboral en población formada por profesionales de la salud que actualmente laboran en instituciones públicas y privadas de la ciudad de Querétaro, San Juan del Rió y en el Hospital Infantil “Federico Gómez” de la ciudad de México. Actualmente, la conceptualización del síndrome de burnout más ampliamente aceptada es la propuesta por Maslach y Jackson (1986), quienes señalan tres dimensiones constitutivas del mismo, a saber: 1. Cansancio emocional, sentimientos de estar emocionalmente agotado y exhausto debido al trabajo que el sujeto realiza. 2. Despersonalización, caracterizada por un cambio negativo en las actitudes y respuestas hacia los beneficiarios del propio trabajo, así como por incremento de la irritabilidad de la motivación laboral. 3. Sentimientos negativos de realización personal, que supone respuestas negativas hacia uno mismo y hacia el trabajo, evitación de las relaciones interpersonales y profesionales, baja productividad, incapacidad para soportar la presión y baja autoestima. Se pretende identificar la prevalencia del síndrome en ésta población; estableciendo sus principales características. Hoy se sabe que el síndrome de “estar quemado” no está necesariamente restringido a los profesionales de servicios humanos, se aplica a un amplio y variado colectivo de profesionales que incluye desde los directivos hasta las amas de casa (Ramos, 2001). 4 De manera complementaria se pretende obtener información de parámetros de calidad de vida, presencia o ausencia de síntomas patológicos, síntomas depresivos, ansiedad, fatiga, alcoholismo y satisfacción hacia su labor, a fin de realizar un análisis más amplio de estos fenómenos. Es importante destacar que la evaluación de Calidad de Vida presenta dificultades en sí misma, ya que su valoración corresponde a la percepción que el sujeto manifiesta al respecto de situaciones muy concretas de vida, situaciones que podrán ser sanas o no sanas, de calidad o sin ella, etc.; sin embargo para fines del estudio resulta un complemento importante en la medida que proporcione información de primera mano al respecto de hábitos y costumbres de vida de los sujetos a encuestar. Respecto al sondeo de presencia o ausencia de síntomas patológicos, el objetivo es detectar la presencia de los mismos, lo cual podría considerarse como un indicador de vulnerabilidad en el sujeto y que podría resultar importante para la aparición o desencadenamiento del síndrome de desgaste. (Maslach y Jackson, 1997). 2.2. ANTECEDENTES. La mayoría de estudios psicológicos y sociológicos realizados a profesionales de la salud, apuntan a que su actividad laboral en especial es una de las que más estrés origina debido a los cambios que ha vivido en los últimos 10 años. Estos cambios han generado, posiblemente en muchos profesionales de la salud, intenso estrés y en consecuencia: enfermedades, suicidios, ausentismo laboral, etc. Flórez Lozano (1994) señala que: “los recientes avances tecnológicos y terapéuticos, las modificaciones en la estructura y planificación de la red sanitaria nacional, el sistema de incompatibilidades y de promoción interna así como los cambios organizativos y jerárquicos. Todo ello, en conjunto, ha desencadenado 5 numerosos conflictos sociolaborales, que han tenido y siguen teniendo, importantes choques psicoafectivos y emocionales. Así, en la medida en que el status social del profesional de la salud se ha visto modificado por los cambios sociales de las últimas épocas, también es cierto que se ha ido generando paulatinamente un síndrome conocido como “síndrome de estar quemado” y que traduce un estado anímico que se caracteriza por una actitud de pasividad, de “pasotismo”, de indiferencia y superficialidad o de falta de colaboración” Esta insatisfacción profesional vivida en el medio hospitalario se comparte también en el plano familiar, ocasionando cambios de conducta y posteriormente disfunciones familiares como son; agresividad intraconyugal, problemas de relación con los hijos, padres, etc. Esto, conduce a agrupar los factores de tensión principalmente en tres grupos: a. Factores relacionados con el trabajo. b. Factores externos o no relacionados con el trabajo. c. Características individuales o personales Estos factores externos relacionados con la labor, conducen a la tensión de percepción; sin embargo, las características personales influyen como moderadores o desencadenadores sobre los efectos fisiológicos que puede o no sufrir una persona. Este aspecto, es a lo que Gil-Monte y Cols. (1998) se refieren como “estrategias de afrontamiento” y menciona, que cuando estas estrategias fallan o son inadecuadas, se puede desencadenar en la persona una serie de síntomas propios del “desgaste emocional que esta viviendo”. Para hacer un abordaje claro y preciso acerca del Síndrome de Desgaste Mental o Burnout, es importante destacar el papel que como institución social juega el centro de trabajo, en este caso el hospital. Este espacio preciso concebido teóricamente como un “espacio abierto” dadas la relaciones de intercambio que mantiene a partir del servicio que brinda a la comunidad y que indudablemente se 6 ve impactado por los cambios que sufre el entorno y en este sentido habrá de responder en consecuencia a los diversos agentes sociales que impactan en el proceso salud-enfermedad. Así encontramos demandas que tienen que ver con: minusvalías, deficiencias psíquicas y motoras, cáncer, enfermedades cardiovasculares, etc. El apoyo del sistema hospitalario se encuentra de manera importante en los profesionales de la salud que tienen contacto directo con las demandas de esta población; demandas que esperan ser atendidas en el menor tiempo posible y también con el menor sufrimiento posible. Esta situación obliga a los profesionales sanitarios a sentirse más valorados y por supuesto a ser reconocidos socialmente por su ardua e importante labor. El problema en éste sentido, no es cuestionar la labor reconocida del profesional de la salud dentro de la institución hospitalaria, sino más bien el hecho de que a medida que la población crece y requiere que sean atendidas sus demandas de salud, la institución hospitalaria se ha ido burocratizando de manera tal que el cumplir con nuevas actividades, muchas de ellas en orden de lo administrativo; neurotizan a los profesionales sanitarios, trayendo como consecuencia un constante estado de estrés, ansiedad y fatiga. El síndrome de quemarse por el trabajo no debe confundirse con estrés psicológico, sino que debe ser entendido como una respuesta a fuentes de estrés crónico (estresores). En el contexto de las organizaciones sanitarias son estresores especialmente relevantes para el desarrollo del síndrome las relaciones sociales de los profesionales de la salud con los pacientes y sus familiares. El síndrome es un tipo particular de mecanismo de afrontamiento y autoprotección frente al estrés generado por la relación profesional-cliente, y por la relación profesional-organización. (Gil-Monte, 1997; Gil-Monte, Peiró y Valcárcel, 1998). El uso de la tecnología, la división del trabajo cada vez más compleja, la intensificación y especialización han hecho de los hospitales sistemas cada vez 7 más complejos; tanto en la división del trabajo, como en la estructura organizacional que los conforma. Esto impacta en una elevada jerarquía de autoridad, a considerar nuevos canales formales de comunicación y también a adoptar nuevas normas y reglas que funciones de acuerdo a los requerimientos institucionales. Así se crean dos líneas de autoridad: la administrativa y la profesional. Líneas que aún cuando se espera trabajen coordinadamente, suscitan en diferentes momentos de su cotidianidad conflictos; los cuales, pueden obedecer a creencias y valores distintos, que resultan válidos en ambos casos pero que operacionalmente pueden presentar connotaciones distintas que entran en una percepción contradictoria y que dificulta la toma de decisiones eficaz. He aquí una fuente más generadora de estrés y ansiedad. Otro aspecto importante a tratar, es la estructura de autoridad que prevalezca en la institución hospitalaria, sobre todo cuando los profesionales sanitarios deben responder a las demandas de diversos cargos superiores. Este proceso de subordinación múltiple se convierte ya en la práctica en una nueva y constante fuente de estrés; lo que necesariamente repercute en el desempeño de sus tareas y en la coordinación de las mismas. Un hecho importante de apoyo social que se ve mermado en ciertos momentos de labor hospitalaria, tiene que ver con las relaciones interpersonales que establecen sus miembros con los propios compañeros de trabajo. Sin embargo, también es notorio destacar los cambios frecuentes que se suceden en las distintas unidades y servicios hospitalarias, así encontramos: vacaciones, sustituciones, cambios, fusiones, etc., lo que debilita la posible creación del grupo primario entre el personal que labora en un mismo servicio. Esta “desestructuración social” lleva implícita una “desestructuración psíquica” del “yo” que puede generar la aparición de estados neuróticos, que habrán de desplegarse en actividades diversas a fin de lograr una descarga. 8 Independientemente de los aspectos mencionados, el sistema hospitalario es desencadenador tanto en pacientes como en su personal; de procesos de “despersonalización” en distintos momentos de su funcionamiento. La rutina de trabajo (sobre todo en instituciones públicas de asistencia social), burocracia en los procedimientos, interrupción de actividades, responder a distintas líneas de autoridad, falta de autonomía en el desarrollo de actividades y en la planeación del trabajo, etc., resultan en situaciones que impactan emocionalmente al personal sanitario, lo que provoca la manifestación de conductas inadaptadas: actos de rebeldía contra el sistema, inestabilidad emocional, irritabilidad, ira, reacciones paranoides, etc., todos ellos síntomas propios de “burnout”, que consecutivamente habrán de transformarse de un actuar agresivo o de oposición; a un estado de “pasividad” que literalmente se puede traducir como desilusión, indiferencia y desvalidamiento psíquico (Flórez Lozano, 1994). Finalmente, ésta circunstancia psíquica incrementa el desencadenamiento de estados de ansiedad, depresión, agotamiento, junto con conductas autodestructivas, como el consumo de tabaco y consumo de alcohol. Además, el profesional sanitario manifiesta una notable falta de sensibilidad hacia el “paciente”, la cual se traduce en abandono del compromiso, notorios olvidos, disminución de la responsabilidad, disminución de su capacidad intelectual y de su rendimiento psíquico, que en casos extremos puede conducirlo a ser un blanco fácil de todo tipo de accidentes. A la par de éstos síntomas, el actuar del paciente también se ve impactado ya que por lo general se vuelve más demandante, exigente e hipercrítico; convirtiendo al profesional de la salud en el blanco de sus protestas incluso de todo el sistema sanitario. Situación que nuevamente impacta al “yo” del prestador del servicio, así como su narcisismo, lo cual genera e incrementa una relación hostil entre el profesional que presta el servicio y el que lo recibe; donde el servidor ha de ponerse a la defensiva, actuando con desconfianza hacia su cliente, usuario o 9 paciente, hacia sus familiares o hacia la sociedad en general. Este continuo estado se vive emocionalmente con culpabilidad e insatisfacción profesional. Así, sin saberlo siquiera muchas instituciones disminuyen notoriamente su productividad. Inicialmente, cuando se empieza a padecer el síndrome se puede presentar una disminución del 25% del rendimiento. Cuando el síndrome de desgaste esta instalado en su fase media, el rendimiento se ve impactado en un 40% menos y cuando se presenta en su máxima expresión, la disminución del rendimiento puede llegar hasta un 90% menos de productividad. Joel Ortega (2004), Jefe de Promoción de la salud de los trabajadores del IMSS a nivel nacional menciona que el síndrome de desgaste o “burnout”, es una fase avanzada del estrés laboral que puede llegar a desarrollar una incapacidad total de volver a trabajar o ser productivo. En uno de los estudios realizado por el IMSS a 228 trabajadores de una industria textil, detectó la presencia del síndrome en sus diversos niveles: bajo, medio y avanzado. Las variables indicadoras de este fenómeno fueron el agotamiento emocional, la despersonalización (expresada como falta de metas y de motivación) y la insatisfacción laboral. La muestra examinada reflejó que el 23 % de la población presenta un agotamiento emocional en categoría media y alta. En cuanto a la despersonalización, el 29 % se ubicó e niveles medio y alto y finalmente en cuanto a la insatisfacción laboral se presentó en un 26 %. El estudio presenta en sus datos, que el síndrome de desgaste se refleja más en aquel personal con más de 2 años de antigüedad. Finalmente, el estudio concluye que un 26 % de la población investigada está tocada por alguna de las tres dimensiones del síndrome de desgaste o “burnout”; mientras que en la categoría baja, los considerados como “no quemados” oscila 10 entre el 35 y 70 % de la población, pero, advierte el estudio, que el padecimiento se concibe como una variable continua que se experimenta en bajo, moderado o alto grado, por lo que existe la posibilidad de que la población considerada como “no quemada” pueda cambiar a cualquier nivel de la enfermedad en determinado momento de su vida laboral, sobre todo si sigue sometiéndose de manera continua a factores estresante. Otra víctima del síndrome de desgaste o “burnout”, menciona Ortega, es la propia empresa o institución de trabajo, pues al tener personal que padece el síndrome provoca la merma de la calidad productiva, merma en las ganancias, elevación de los costos de producción, daño a la imagen corporativa, desajustes en el clima organizacional, en fin, disminuye la competitividad de las organizaciones. En concreto, en el ámbito laboral sanitario, las principales fuentes de burnout que más se detectan en relación al desempeño del rol profesional son los siguientes: cuidados de los pacientes, ambigüedad de roles, conflictos de grupo, falta de materiales para ofrecer el servicio, sobrecarga de trabajo, falta de autonomía, relación con los compañeros, relación con los superiores y el trato con los familiares de los pacientes. Otro estudio, realizado en profesionales de la salud en diferentes unidades médicas en Buenos Aires, Argentina; reportan una serie de situaciones generadora de estrés dentro del marco hospitalario muy similares a las que se mencionan arriba. Dentro de los servicios hospitalarios, las principales unidades en las que se produce el fenómeno son las unidades de cuidados intensivos, unidades de cuidados paliativos, establecimientos geriátricos, unidades oncológicas y unidades de trasplante de médula ósea y aunque se da tanto en el medio hospitalario como extrahospitalario, parece ser más frecuente en el hospital, aspecto éste en el que no están de acuerdo todos los autores. En otro estudio realizado se encontró que el personal que labora en los servicios de oncología y el servicio quirúrgico, sufren con mayor frecuencia y en mayor 11 grado los síntomas por síndrome de desgaste, expresando una respuesta pasivo cognitiva a través de problemas fisiológicos como una marcada tendencia a sufrir problemas de presión alta. Otros autores afirman que el término “burnout” o síndrome de desgaste y su relación con el estrés laboral, no es más que una categoría teórica poco estudiada y que ello conlleva a que en muchos de los estudios realizados, se hallen pocas relaciones entre ambas; aunque, no niegan que es un tema de estudio e importancia para las instituciones de salud. Es importante destacar que una de las instituciones que desde hace ya un par de años viene introduciendo el estudio del Síndrome de Desgaste o “Burnout” entre sus temas de investigación, es la Universidad Autónoma de Madrid; la cual lo define o etiqueta como una forma específica de estrés laboral (Moreno, Oliver y Aragoneses, 1990) o estrés laboral asistencial tal como las autoras originalmente llaman al síndrome (Maslach y Jackson, 1986) y que Oliver y Cols. (1990) utilizan el mismo término para designar este padecimiento, en opinión de algunos estudiosos del problema señalan que el constructo ha sido bastante analizado y validado (Moreno, 1991 y 1993). Otras universidades como la de Málaga (Montealbán et al, 1996), La Laguna y Valencia (Gil-Monte y Peiró, 1996), Salamanca y Zaragoza (Daniel Vega et al, 1996), etc. Kushnir T, Levar C, Chen AH (2004) en un estudio realizado en Israel, durante en el 2001; reportan que el síndrome esta presente de manera significativa en los Directores de Clínica principalmente y que el fenómeno va en incremento sobre todo cuando el rol que desempeñan al interior de la institución hospitalaria, es conflictivo. Este autor reporta en un estudio realizado con 309 médicos, de los cuales 186 eran médicos familiares y 126 pediatras; todos ello empleados en Organizaciones de salud israelitas; sobre la relación entre las oportunidades de educación, estrés laboral, burnout e insatisfacción en médicos del nivel primario de atención. Los resultados arrojan una relación negativa entre los médicos familiares con 12 oportunidad de continuar estudios médicos, con el estrés laboral y una relación positiva con la satisfacción en su trabajo., de igual manera sucedió con el grupo de pediatras. En ambos casos la oportunidad de continuar los estudios médicos, se visualiza como una oportunidad de crecimiento y desarrollo, lo que influye en la reducción de estrés y por consiguiente en la aparición del síndrome de desgaste o burnout. Goldberg R. y Cols. (1996) del California Medical Center al realizar un estudio aplicando el Maslach Burnout Inventory MBI a 1272 médicos del servicio de emergencias y a través de un análisis univariado de regresión múltiple; encontraron que el 60 % de esa población presento el síndrome de “burnout” de moderado a alto rango. En estos casos se encontró una autopercepción, junto con la práctica negativa de hábitos y actitudes y una calidad de vida poco saludable. Otro estudio, como el realizado por Felton J. S. (1998) del Departamento de Medicina de la Universidad de California (Irvine) menciona que el “burnout” es el resultado de largo proceso de estrés o frustración, además de otros factores que tienen que ver con la salud mental. En un estudio realizado a 600 trabajadores americanos se encontró que la aparición del síndrome estaba relacionada con el proceso de trabajo y que propiciaba el ausentismo, aumentaba los costos de salud para la empresa e influía en la rotación de empleados; además de generar cambios en la conducta de los trabajadores hacia el abuso de sustancias toxicas. También menciona que las poblaciones más afectadas por los síntomas son: los profesionales de la salud: médicos, enfermeras trabajadores sociales, dentistas, personal que labora con pacientes de oncología ó infectados de SIDA, personal del servicio de emergencias, trabajadores psiquiátricos entre otros. Felton (ibidem) sugiere la prevención y el tratamiento como soluciones esenciales al problema de manera tal que los trabajadores sean fortalecidos mediante un trabajo gratificante, grupos de autoayuda, más y mejor comunicación, reconocimiento al esfuerzo individual, reasignaciones de tareas, horario flexible, 13 mucha información respecto a los requerimientos del trabajo, programas de asistencia. En otro estudio realizado por Ramírez A. J. y Cols. (1995) utilizando el Maslach Burnout Inventory MBI en 393 sujetos de 476 (83%), reportan la prevalencia de síntomas psiquiátricos en un 28 % de los clínicos a cargo de pacientes con cáncer. También reportan que el agotamiento emocional es menor que el sentimiento de baja realización que presentan doctores y enfermeras norteamericanos y mucho menor con respecto a los sentimientos de despersonalización. También mencionan que los casos de burnout se relacionan con un estrés alto y una baja satisfacción en el trato y en el tratamiento con sus pacientes. En este trabajo, realizado en médicos de familia que trabajan en centros de salud de la región sanitaria centro de Barcelona, confirma el alto porcentaje de médicos que reúnen criterios diagnósticos de síndrome de burnout. Este síndrome, también llamado síndrome de agotamiento profesional, desgaste profesional, profesional quemado, síndrome del desengaño, surmenaje o enfermedad de Tomás, constituye una situación de riesgo para los profesionales, y si no se supera puede conducir a trastornos psicopatológicos tales como depresión, ansiedad, consumo de drogas, psicofármacos o alcohol, suicidio, etc. De ahí que el Grupo de Salud Mental del PAPPS de la Semfyc lo haya incluido en su Guía de salud. Según un estudio independiente realizado por el Instituto de Estudios Laborales de ESADE, que fue presentado en Madrid, casi el 90% de los médicos de familia han padecido alguna vez este sentimiento de agotamiento emocional, el síndrome de estar quemado. De hecho, prácticamente el mismo porcentaje de facultativos (un 82%) asegura que en alguna ocasión ha llegado a tal estado de tensión y desánimo como para estar harto de sus pacientes. 14 Un dato revelador es la asociación entre el síndrome de estar quemado y la sensación de fracaso profesional. Un 71% de los médicos sufre en carne propia esta frustración y la mitad manifiesta que está a disgusto con el trabajo que desarrolla. El Síndrome de Burnout se invoca como probable responsable de la desmotivación que sufren los profesionales sanitarios actualmente. Esto sugiere la posibilidad de que este síndrome esté implicado en las elevadas tasas de ausentismo laboral que presentan estos profesionales. En el caso de nuestro país, las investigaciones son relativamente pocas, y desgraciadamente no son dadas a conocer, por lo que este estudio ofrece una posibilidad de estudiar la prevalencia del síndrome en una población concreta dadas las características y tamaño de la población. 2.3. JUSTIFICACIÓN Se considera pertinente el abordaje de la problemática que genera el estrés laboral crónico, en particular el llamado Síndrome de Desgaste “Burnout”; principalmente por las siguientes razones: No se ha abordado éste problema en nuestro país. En la población que se pretende estudiar, no existen referencias en nuestro país y con población mexicana. Los instrumentos que se aplicarán, no han sido ni utilizados ni validados en México. Dentro de la línea de investigación “Psicología del Trabajo y Proceso de Trabajo” se considera como prioritario el problema de la lucha por la integridad psíquica del trabajador. Por lo antes expuesto, se considera plenamente justificado el realizar un estudio con las características del presente. 15 2.4. HIPÓTESIS El profesional de la salud que labora en instituciones públicas presentará un 40 % de síntomas propios del síndrome de desgaste. 2.5 OBJETIVO GENERAL. Identificar la prevalencia del síndrome de desgaste en profesionales de la salud que laboran en instituciones públicas causado por estrés laboral. 2.6 OBJETIVOS ESPECÍFICOS. Identificar manifestaciones clínicas relacionadas con el síndrome de desgaste. Identificar patrones de Calidad de Vida “no sanos” que potencien la presencia o el desencadenamiento de síntomas propios del síndrome de desgaste. Validar el instrumento Maslach Burnout Inventory (MBI) en población mexicana. Identificar patrones de consumo de alcohol. Detectar la presencia de síntomas de depresión, ansiedad y fatiga en la población encuestada. 3. METODOLOGÍA Para fines del estudio se utilizarán una serie de instrumentos a fin de medir la presencia del síndrome y otros síntomas desencadenados por el mismo, como son; depresión, ansiedad, alcoholismo, síntomas patológicos, calidad de vida, satisfacción laboral, fatiga y algunos datos relevantes sobre su tiempo libre y su tiempo sociofamiliar, a fin de poder contrastar con los puntajes obtenidos en el MBI. 16 Las aplicaciones se harán preferentemente de manera individual y voluntaria, en horario de trabajo (previa cita de preferencia) y se aplicarán los instrumentos en un solo momento y ante la presencia del aplicador, para que en caso de dudas o confusiones, éstas se puedan esclarecer. Las personas que aplicarán los instrumentos han sido previamente capacitadas para ello. Una vez obtenidas las encuestas aplicadas, se procederá al vaciado de resultados en una sábana de Excel, para después trabajarlo en el SPSS Versión 12. 3.1 DISEÑO. a) Tipo de Estudio: Estudio homodémico, observacional, descriptivo, transversal y comparativo. 1) Definición del Universo. El universo estará conformado por todos los médicos, enfermeras, asistentes médicos, trabajadoras sociales, personal de laboratorio, rayos x, archivo, farmacia, (personal que trabaja de cara a cara con el usuario del servicio o paciente) de todas las áreas, de todos los niveles, de los turnos (matutino, vespertino, nocturno y especial), hombres y mujeres, de 18 años en adelante y con más de tres meses de antigüedad desempeñando el puesto y sobre todo que acepten participar contestando las encuestas. 2) Tamaño de la Muestra. La muestra será determinada por formula estadística de tal manera que comprobemos la presencia del Síndrome de Desgaste en un 40 % del personal 17 encuestado. De acuerdo a ésta fórmula, nuestra muestra deberá estar compuesta por un mínimo de 576 profesionales de la salud. Cálculo del Tamaño de la Muestra: Fórmula = N = (Za)2 P (l –P) j2 P=Arrojado de estudios Previos 40% (.4) J= Precisión 4% (.4) Confianza 95% (i – a = 0.95) (a = 0.05) (Za = 1.96 ) Sustituciones: N = (1.96)2 (.4) (1 – .4) (0.04)2 N= (3.84) (.4) (0.6) (0.0016) N = 92.16 = 576 .16 3) Definición de los Sujetos de Observación. Profesionales de la salud, que actualmente se encuentren laborando para la SESEQ y para otras instituciones públicas y privadas, en la ciudad de Querétaro, y San Juan del Río Se considera todo el personal médico, paramédico y de servicio, de todas las áreas de cada una de las instituciones, de todos los servicios y de todos los niveles jerárquicos. De sexo masculino y femenino, con una edad de 18 años a 65 años; con una antigüedad a partir de 3 meses de servicio en adelante y que laboren en turno: matutino, vespertino, nocturno y especial. 18 Personal con práctica asistencial en otro turno, o en otras instituciones ya sean públicas o privadas. 5) Criterios de Inclusión. Se aplicará a todo el personal que trabaja “cara a cara” con el paciente o con los familiares del mismo tales como: médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, asistentes médicos, personal de archivo, rayos x, farmacia; de todos los servicios y de todas las áreas. Con edades de 18 a 65 años De sexo masculino y femenino. Que trabajen en cualquiera de los turnos: matutino, vespertino, nocturno y especial. Con una antigüedad de tres meses en adelante y que acepten contestar los cuestionarios de manera voluntaria. 6) Criterios de Exclusión. Personal mayor edad de 65 años. Personal con antigüedad menor a los tres meses. Que presenten algún impedimento físico para contestar los instrumentos 7) Criterios de Eliminación. Serán eliminados todos aquellos cuadernillos que no halla sido contestados correctamente o que presenten información incompleta. 8) Definición de Variables y Unidades de Medida. Variable Dependiente 19 VARIABLE DEFINICIÓN DEPENDIENTE SÍNDROME TIPO DE UNIDAD DE ESCALA DE VARIABLE MEDIDA VALORES DE Es una respuesta O al estrés laboral Burnout crónico integrado E. E. Agotamiento frecuencia: por emocional De 0 Nunca a 6 DESGATE BURNOUT actitudes Dependiente y MBI Maslach Inventory (9 Escala de valoración de ítems) Todos los días. D. Sistema las personas con Despersonalización Percentiles: las que se trabaja (5 Arriba y hacia el propio P. A. Realización percentil rol personal Alto. sentimientos negativos hacia profesional, así como por la vivencia trabajo ítems) en (8 el ítems) de de del 75= Entre percentil 25 el y 75= encontrarse Medio. emocionalmente Por debajo del agotado. Maslach percentil y Jackson (1986) 25=Bajo. Variables Independientes VARIABLES DEFINICIÓN UNIDAD DE MEDIDA Condiciones de vida Cuantitativa QLI Escala relacionadas con el Independiente INDEPENDIENTES CALIDAD DE VIDA ESCALA DE TIPO DE VARIABLE VALORES total Índice de Calidad de conformada trabajo, que pueden Vida.-versión subescalas: ser relevantes para la genérica-III Subescala de Salud y satisfacción motivación y laboral. Subescala Social y Económica; propias Subescala experiencias función de 4 Funcionalidad; También abarca las en por las Psicológica y oportunidades que el Espiritual y Subescala trabajo proporciona, a Familiar. fin de reconciliar los Escala: aspectos de trabajo 1 que tienen que ver 2 con insatisfecho experiencias humanas y con los 3 20 Muy insatisfecho Moderadamente Ligeramente objetivos insatisfecho organizacionales 4 (Peiró y Prieto, 1996). satisfecho 5 Ligeramente Moderadamente satisfecho 6 Muy satisfecho (Ferrans y Powers, 1996). DEPRESIÓN Conjunto de Cuantitativa En el caso de los Beck: 0 a 9 refleja Independiente médicos se aplicará ausencia o presencia cogniciones que tiene la mínima de síntomas consecuencias sobre Depresión de Beck" depresivos. las (EDB) De 10 a 16 indica emociones y relaciones interpersonales "Escala de depresión que establece un sujeto. Media. De 17 a 29 indica depresión moderada. De 30 a 63 indica depresión severa Escala: 0 a 9 refleja ausencia o presencia mínima de síntomas depresivos. De 10 a 16 indica depresión Media. De 17 a 29 indica depresión moderada. De 30 a 63 indica depresión severa (Beck y Sterr, 1993). En el caso de Zung y personal de salud, cuantifica No Médico se aplicara frecuencia la Conde: la de los la síntomas utiliza una Auto-Aplicación de la escala tipo Likert de 4 Depresión de Zung y puntos 1=raramente o Conde nunca hasta 4=casi Escala para (EAAD). todo el tiempo o siempre. De 0 a 40 Sin Depresión; de 41 a 47 Depresión Leve; de 48 a 55 Depresión Moderada; de 58 a 80 Depresión (Dueñas 21 Grave. y Cols., 1998) ALCOHOLISMO Refiere la conducta Cuantitativa del sujeto en cuanto a Independiente sus hábitos AUDIT Escala de valores que va del 0 como de conducta que nunca consumo de alcohol. se presenta o "no aplica"; hasta 4 que refiere una conducta o hábito que se presenta de 4 a más veces durante la semana. SATISFACCIÓN Estado placentero o Cuantitativa EAV positivo, resultante de Independiente Escala la valoración trabajo o del de 0 a 100 En el extremo Análoga de la izquierda 0, condición no óptima Visual de satisfacción y en las experiencias el extremo laborales del sujeto. derecha (Locke, 1976:1300) implica de 100, el la que estado óptimo de satisfacción con respecto a lo que se le pregunta. ANSIEDAD Síndrome aprehensión, malestar o desasosiego Cuantitativa IDARE Independiente Medición que experimenta un sujeto Categorías: de la SXE Ansiedad Ansiedad Estado: Rasgo/Estado. 1= No en lo Absoluto; al anticipar un peligro 2= de Bastante; 4= Mucho origen Un desconocido (Cotton, SXR 1990). Rasgo: Poco; 3= Ansiedad 1= Casi Nunca; 2= Algunas Veces; 3= Frecuentemente; 4= Casi Siempre. Rangos Percentiles: 20 a 30 Sin Ansiedad Significativa; 31 a 40 Ansiedad Leve; 41 a 55 Ansiedad Moderada; 55 a 75 Ansiedad Elevada. (Spielberger y DiazGuerrrero, 1975) FATIGA MENTAL O Reducción PSICOLÓGICA aptitud para trabajar a de la Cuantitativa PSSF Patrones: Independiente Prueba de Síntomas 1. Adormecimiento o Subjetivos de Fatiga. entorpecimiento. causa de la actividad realizada 2. Dificultad 22 para anteriormente; disminución dada tal concentrarse. está por 3. Proyección deterioro físico. cambios bioquímicos de o (Yoshitake, 1978) psicológicos. (Morales s/f) Las variables Intervinientes a considerar son las siguientes: Definición Variable Edad variable Cuantitativa Años cumplidos Caracteres De De Medición Medida genéticos, Hombre se identificará y funcionales, que Demográfica distinguen a los hombres Masculino (1) con el No. 1 Femenino (2) Mujer se identificará con el No. 2 de las mujeres. Casado/a (1) Conjunto de condiciones Edo. Civil de convivencia guarda el que sujeto en Unidad 18 a 65 Demográfica morfológicos Sexo Escala Tipo de Variable de acuerdo a Demográfica datos reportados. sociedad. Soltero/a (2) Divorciado/a (3) Unión Libre (4) Viudo /a (5) Jornada Horas Diaria durante el día. que labora Se Cuantitativa expresará de acuerdo al número de Demográfica horas que labora. Número de horas de Se expresará de Jornada trabajo acumuladas Cuantitativa acuerdo al número de Semanal durante los Demográfica horas días laborables que reporte el sujeto. Institución Pública se reportará con No. 1 Tipo Institución Establecimiento donde el sujeto lleva a cabo su Pública (1) Comparativa Privada (2) actividad laboral. Institución Privada se reportará con No. 2 Cuando labore en ambas instituciones se reportará con No.3 Se reportará con No.1 a Diurno (1) Horario del día o noche Turno en que el sujeto Vespertino (2) Comparativa Nocturno (3) Desempeña su trabajo. Especial/Acumulada (4) la jornada realizada en primer turno. Se reportará con No. 2 a la jornada realizada en el segundo turno. Se reportará con No. 3 a 23 la jornada realizada en el tercer turno. Se reportará con No. 4 a la jornada realizada en días sábado, domingo y días festivos. Servicio Área de ejercicio de la actividad laboral Convenio celebrado De acuerdo a la división y Comparativa organización del trabajo de la Institución. el Tipo trabajador y la Contrato Institución, para el desempeño de organización. De acuerdo a como lo laboral entre Varía de acuerdo a la De base (1) Suplente (2) Comparativa Por honorarios (3) sus establece la y a las instituciones de salud pública y privada dependientes labores LFT STyPS o la ley que rige de la SESEQ. 9) Selección de las fuentes, métodos, técnicas y procedimientos de recolección de la información. PERSONAL MÉDICO: Para fines de éste estudio, se considerarán una serie de instrumentos propios de la evaluación clínica, que pretenden recolectar información de los sujetos, en éste caso de médicos y trabajadores de la salud sobre diferentes síntomas, hábitos y situaciones relacionadas con el estrés laboral crónico que pueden ser desencadenantes del síndrome. La selección de tales instrumentos se hizo de acuerdo a los referentes bibliográficos y de investigación que existen respecto al estudio del Síndrome de Desgaste y que refieren la presencia e incremento (una vez desencadenado el síndrome) de una serie de síntomas o conductas de vida no sanas o en algunos casos, el desencadenamiento de psicotrastornos en orden de lo patológico. 1. Maslach Burnout Inventory (MBI). 24 Éste instrumento está formado por 22 ítems que se valoran con una escala de frecuencia tipo Likert, donde el sujeto valora, mediante un rango de 7 adjetivos que van de “Nunca” (0) a “Todos los días” (6), con que frecuencia experimenta cada una de las situaciones descritas en los ítems. La factorización de los 22 ítems arroja en la mayoría de los trabajos 3 factores ortogonales que son denominados agotamiento emocional, despersonalización y realización personal en el trabajo. Estos factores constituyen las tres subescalas del MBI. La subescala de agotamiento emocional (Emotional exhaustion) (EE) está formada por ítems que emocionalmente describen por el sentimientos trabajo, la de estar subescala abrumado de y agotado despersonalización (Despersonalization) (D) está formada por 5 ítems que describen una respuesta impersonal y falta de sentimientos hacia los sujetos objeto de atención, y la subescala de realización personal en el trabajo (Personal accomplishment) (PA) está compuesta por 8 ítems que describen sentimientos de competencia y realización exitosa en el trabajo hacia los demás. Desde la perspectiva del diagnóstico, tanto el constructo de quemarse como cada una de sus dimensiones son consideradas como variables continuas y las puntuaciones de los sujetos son clasificadas mediante un sistema de percentiles para cada escala (Gil Monte y Peiró, 1997) 2. Índice de Calidad de Vida, QLI. Versión genérica – III Ferrans y Powers. La consistencia de la confiabilidad interna para el QLI (escala total) esta basada en el rango de alfas de Crombach a través de 12 estudios. El rango de Crombach para las cuatro subescalas ha sido publicado en seis de las sub escalas psicológica y espiritual y para la subescala familiar los alfa fueron suficientemente altos en 5 estudios en los rangos .66 al .83. 25 El contenido de validez del QLI esta soportado por el hecho de une ambos reactivos basados en una revisión extensiva de literatura de hechos relajados en la calidad de vida y en los reportes de pacientes resguardando la calidad de sus vidas (Ferrans y Powers, 1985). E soporte del contenido de validez también fue provisto, usando el índice de contenido de validez (Oleson, 1990). 3. Cuestionario de Depresión de BECK. La escala de Depresión de Beck es uno de los instrumentos más empleados en la evaluación de síntomas depresivos en adolescentes y adultos (Beck y Steer, 1993). Esta escala, incluye 21 reactivos de síntomas de la depresión y cada reactivo consiste en un grupo de cuatro afirmaciones, de las cuales una tiene que ser relación a la forma que se ha sentido el sujeto al que se le aplica en la última semana. Estas afirmaciones reflejan la severidad del malestar producido por síntomas depresivos y se califican de 0 (mínimo) a 4 (severo). La puntuación total de la escala se obtiene sumando los 21 reactivos, siendo 0 la mínima puntuación y 64 la máxima puntuación a obtener. Los puntos de corte de la escala se emplean para hacer una categorización de la severidad de la depresión por lo que una puntuación de 0 a 9 refleja la ausencia o presencia mínima de síntomas depresivos; de 10 a 16 indica una depresión media; de 17 a 29 reflejará una depresión moderada y puntuaciones de 30 a 63 indican una depresión severa (Beck y Steer, 1993). El estudio de validación de esta escala fue realizado en Buenos Aires, Argentina, por Bonicatto y cols. (1998). La escala fue aplicada a un total de 608 personas que radicaban en la ciudad de La Plata. El estudio de validez y reproductibilidad en México fue realizado por TorresCastillo y Cols. (1991) en el cual se aplicó la EDB a 96 pacientes que acudían a un 26 hospital de tercer nivel de la ciudad de México (Instituto Nacional de cardiología “Dr. Ignacio Chávez”). Se puede concluir que la versión en español de la EDB posee propiedades psicométricas adecuadas para la evaluación de síntomas depresivos en poblaciones de habla hispana debido a los diversos resultados clinimétricos obtenidos en los estudios realizados en los que fue aplicado el instrumento en México y en otras poblaciones de habla hispana. 4. Cuestionario AUDIT (para alcoholismo) Este instrumento consta de una serie de diez preguntas relacionadas con los hábitos sobre el consumo de alcohol que tiene el sujeto. Cada pregunta presenta cinco posibilidades de respuesta que van desde el 0 que significa Nunca, hasta el 4 que refiere la una frecuencia mayor a cuatro veces por semana. A mayor puntaje, mayor presencia del hábito de consumo de bebidas embriagantes. 5. Escala Análoga Visual (EAV) (Satisfacción). La EAV es una herramienta de evaluación que se utiliza principalmente en uso clínico. Para fines de esta investigación una adecuación a fin de utilizar la escala con fines de medir de manera directa la satisfacción del personal médico; así, se trazó una escala en forma de línea recta de 10 centímetros. En el extremo de la izquierda el 0, indica una condición no óptima de satisfacción y el de la derecha el 100, que implica el estado óptimo de satisfacción con respecto a lo que se le pregunta. Las EAV es una herramienta que permite captar experiencias subjetivas que en ocasiones resultan difíciles de describir con palabras, por lo que no es conveniente poner palabras o números que describan situaciones intermedias, sólo en los extremos. Esto es necesario porque, de lo contrario, existe tendencia a sobre calificar en los puntos intermedios. 27 En este estudio, la dimensión a medir es la satisfacción hacia su trabajo por lo que la sumatoria de varias EAVs permitirá evaluar los aspectos específicos que entre sí explican la dimensión a medir. PROFESIONALES DE LA SALUD NO MÉDICOS: Para el grupo de personal no médico, se ha considerado aplicar junto con los instrumentos: Maslach Burnout Inventory MBI, Índice de Calidad de Vida, QLI, Cuestionario AUDIT, Escala Análoga Visual EAV, otros tres instrumentos diferentes a los que se habrán de aplicar al personal médico, de los cuales se da a continuación una breve descripción de sus principales características: 1. Inventario de Ansiedad: Rasgo-Estado (IDARE). Spielberger, C. D. y DiazGuerrero, R. Este inventario es la versión en español del STAI (State-Trait-AnxietyInventory) esta constituido por dos escalas de autoevaluación separadas que contienen veinte afirmaciones cada una; se utilizan para medir dos dimensiones distintas de la ansiedad: La primera escala mide la Ansiedad-Rasgo SXR (A-Rasgo), la cual describe como se siente generalmente el sujeto encuestado. Permite evaluar el grado en que el sujeto es afectado por problemas de ansiedad neurótica. La segunda escala mide la Ansiedad-Estado SXE (A-Estado), esta pide al sujeto encuestado que indique como se siente en determinado momento. permite evaluar el nivel de ansiedad transitoria; evaluando además otras características que involucran sentimientos de tensión, nerviosismo, preocupación y aprensión. 28 El instrumento en cuestión está diseñado para ser autoaplicable y es posible su aplicación de forma individual como en grupo, ha sido utilizado de manera amplia en la medición de la ansiedad en diversos grupos: estudiantes de bachillerato y profesional; en sujetos con ansiedad inducida por procedimientos experimentales de tensión; sujetos con ansiedad transitoria como clientes y pacientes en orientación, psicoterapia del comportamiento o en pabellones psiquiátricos. De los conceptos de Ansiedad Rasgo (A-Rasgo) y Ansiedad Estado (AEstado). La A-Rasgo, se relaciona con las diferencias individuales, relativamente estables, en la propensión a la ansiedad. Esto es, son las diferencias de las personas en cuanto a su forma particular de responder a situaciones percibidas como amenazantes con elevaciones en la intensidad de la A-Estado. (Spielberger y Diaz-Guerrero, 1975: 1). De acuerdo a Atkinson (1964), la A-Rasgo tiene características de “motivos”, locución que Campbell (1963) lo conceptúa como disposiciones conductuales adquiridas; estas disposiciones permanecen latentes hasta que señales de una situación las activan. Las disposiciones conductuales adquiridas están relacionadas con experiencias que predisponen al individuo a percibir las diversas situaciones de la vida en determinada manera, así como a manifestar tendencias de respuesta consistes con su percepción. Es posible considerar en lo general, que sujetos quienes califican alto en ARasgo, también presentarán con mayor frecuencia elevada la calificación en A-Estado. Esta es por que los sujetos tienden a reaccionar a un mayor número de situaciones como si fueran peligrosas o amenazantes (Spielberger y Diaz-Guerrero, 1975: 2). 2. Escala de Autoaplicación de la Depresión (EAADZ-C) de Zung-Conde. 29 La Escala Autoaplicada de Depresión de Zung (Self-Rating Depression Scale, SDS), desarrollada por Zung en 1965, es una escala de cuantificación de síntomas de base empírica y derivada en cierto modo de la escala de depresión de Hamilton, ya que al igual que ella da mayor peso al componente somático-conductual del trastorno depresivo. Es probablemente una de las primeras en validarse en España (Conde y Cols. 1970) y ha tenido una amplia difusión. Es una escala autoaplicada que la conforman 20 frases relacionadas con la depresión, formuladas la mitad en términos positivos y la otra mitad en términos negativos. La lista de las declaraciones se refiere a una característica específica y común de la depresión. Representan los síntomas reconocidos como desórdenes de la depresión. Tienen gran peso los síntomas somáticos y los cognitivos, con 8 items para cada grupo, completándose la escala con dos items referentes al estado de ánimo y otros dos a síntomas psicomotores. El sujeto cuantifica no la intensidad sino solamente la frecuencia de los síntomas, utilizando una escala de Likert de 4 puntos, desde 1 (raramente o nunca) hasta 4 (casi todo el tiempo o siempre). El marco temporal no está claramente establecido, y así en unas versiones se le pide al paciente que evalúe la frecuencia de los síntomas de modo indeterminado o con una expresión tal como “recientemente” 1, en otras se hace referencia a “su situación actual” 2, o a la semana previa 3. Para el caso de la presente investigación, nos interesa que el sujeto conteste los ítems tomando en cuenta su situación en el preciso momento de la aplicación. Para tal efecto se ha escrito en las instrucciones del instrumento que las preguntas están en relación a su situación actual. Las instrucciones que se 30 utilizan son las que siguen: “Para cada una de las siguientes preguntas indique con qué frecuencia experimenta el síntoma o el sentimiento descrito de acuerdo a como se siente en este preciso momento: Interpretación. La escala de Likert de cada item puntúa de 1 a 4 para los de sentido negativo, o de 4 a 1 para los de sentido positivo; el rango de puntuación es de 20 – 80 puntos. El resultado puede presentarse como la sumatoria de estas puntuaciones, o como puntuación normalizada (suma de las puntuaciones de cada item expresada como porcentaje de la máxima puntuación posible), oscilando en este caso el rango de valores entre 20 y 100. DE 0 A 40 PUNTOS: SIN DEPRESIÓN DE 41 A 47 PUNTOS: DEPRESIÓN LEVE DE 48 A 55 PUNTOS: DEPRESIÓN MODERADA DE 56 A 80 PUNTOS: DEPRESIÓN GRAVE Dueñas y Cols. 1998. El libro de los tests, Temas de Hoy. Nº. 66. México 3. Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga (PSSF) de H. Yoshitake. La fatiga es un problema de salud ocupacional que tiene repercusiones a corto y largo plazo en la morbilidad en el trabajo. Es la fatiga una sensación compleja, integrada por síntomas físicos y psíquicos, que ubica a quien la percibe en un continuo que va desde sentirse bien hasta estar exhausto; constituye un sistema de evaluación de la integridad del individuo y un factor determinante en la disposición para realizar alguna tarea. (Barrientos, Martínez, Méndez 2004:517). 31 Para evaluar la fatiga se han desarrollado diversos instrumentos que, a través de indicadores fisiológicos o de pruebas subjetivas, permitan estimar su intensidad y características. Una de ellas es la Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga (PSSF), que fue desarrollada por el Comité para la Investigación de la Fatiga Industrial, La Prueba de Síntomas Subjetivos de Fatiga cuya elaboración se le atribuye a H. Yoshitake de la Asociación de Salud Industrial del Japón, en 1954. La PSSF es un instrumento integrado por 30 reactivos que exploran la presencia de síntomas que originalmente fueron clasificados en tres grupos: físicos, mentales y neurosensoriales (Saito, Kogi y Kashigawi, 1970) sometieron a validez factorial el instrumento obteniendo tres factores: 1. Somnolencia y Pesadez, Trabajo No caracterizable. 2. Dificultad para Concentrarse. Trabajo con predominancia de esfuerzo Mental. 3. Proyección de Malestar Físico. Trabajo con predominancia de Esfuerzo Físico. Yoshitake en 1978 relacionó el primer factor con trabajo indiferenciado, el segundo con trabajo mental y el tercero con trabajo físico; adicionalmente propuso la calificación de la prueba a través del porcentaje de respuestas afirmativas. Almirall y Reyes en 1982 validaron por criterio la PSSF en población cubana. Su aplicación en Cuba, México, Venezuela y Brasil ha incluido periodistas, controladores de tránsito aéreo, trabajadores siderúrgicos y de la industria refresquera; así mismo, la utilidad de la PSSF ha sido constatada en el estudio integral de pacientes con diversas patologías. (Barrientos, Martínez, Méndez, 2004:517) El índice de fatiga se calcula siguiendo la fórmula: Frecuencia de quejas de fatiga: Número de respuestas “SI” ------------------------------------ X100 32 Número de Reactivos FICHA DE DATOS GENERALES Ficha de datos generales que incluye un pequeño apartado sobre el uso del tiempo extra laboral, sobre parcelas de uso del tiempo libre, tiempo socio familiar y tiempo de sueño. El estudio en su primera fase se llevará a cabo en instituciones públicas, dependientes de la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro: Hospital General de Querétaro, Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de Querétaro, Centro Comunitario de Salud Mental de Querétaro; y del Instituto Mexicano del Seguro Social, Hospital General Regional No. 1 de Querétaro y Hospital General de Zona No. 3 de San Juan del Río, Qro.; la Unidad de Medicina Familiar No. 23 (por confirmar) y el Hospital Infantil “Federico Gómez” de la ciudad de México, D. F. 10) Prueba Piloto. Se realizará el Piloteo de los instrumentos con una población de 100 sujetos de la facultad de medicina, psicología, trabajadoras sociales y especialistas durante el mes de mayo del 2005, en las instalaciones del CECOSAM a fin de obtener datos sobre el tiempo de aplicación, el entendimiento y manejo de los instrumentos a utilizar. 11) Definición del plan de procesamiento y presentación de la información. La información una vez aplicadas las encuestas (y que no presenten errores u omisiones), serán vaciadas a una base de datos de Excel, creada ex profeso para 33 éste estudio, para posteriormente pasarla para su procesamiento estadístico al programa SPSS, Versión 12. Análisis univariado: Variables Nominales: porcentajes, variables numéricas: medidas de tendencia central y de dispersión. Análisis Bivariado: para comparar variables nominales Chi cuadrada y para comparar variables numéricas: Prueba T y ANOVA (previa prueba de normalidad de los datos). Coeficiente de correlación de Pearson. Análisis Multivariado: Análisis de Regresión Logística. 12) Consideraciones éticas. Confidencialidad de resultados. Aceptación voluntaria para contestar los instrumentos. Si alguno sujeto encuestado lo solicita, se le ofrecerán los resultados y en caso de ser necesario se le brindara atención especializada para superar síntomas. 13) Medidas de seguridad. De acuerdo al Reglamento General de Investigación, y a la Declaración de Helsinki, está considerada como de “Bajo Riesgo”. 3.2. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Apiquián A., Fresán H. Nicolini. (2000) Evaluación de la Psicopatología. Escalas en español. Edilasher. México. Almirall P, Reyes M. Relación entre índices subjetivos y objetivos de fatiga. Validación de una prueba. Rev Cub Hig Epid 1982; 20: 239-248. Alonso-Fernández F., Psicopatología del Trabajo. EdikaMed. Barcelona 1997. 34 Alonso-Fernández F., Redondo Granado MJ. Prevención en Salud Mental dirigida a profesionales de Atención Primaria. En: Guía de Salud Mental en Atención Primaria. PAPPS-SemFYC, 2001. Bargellini A, Barbieri A, Rovesti S, Vivoli R, Roncaglia R, Borella P. “Relation between inmune variables and burnout in a samples of physicians” Dipartimento di Scienze Igieniatiche, Microbiologiche e Biostatiche, Via campi 287, I-41 100 Modena, Italy. Occup Environ med, 2000 Jul;57(7):453-7. 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Jefe de Investigación del Centro Comunitario de Salud Mental de Querétaro (CECOSAM). Colaboradores: Dra. María Teresita Ortiz Ortiz Jefa de Enseñanza e Investigación, Hospital General de Querétaro, SESEQ. Mtra. Ma. Guadalupe Rivera Ramírez Directora de la Fac. de Psicología, UAQ. Lic. en Psi. Ana Olivia Hernández García. Departamento de Investigación del C.E.C.O.S.A.M. S.E.S.E.Q. Alumnos de la Licenciatura en Psicología del Trabajo. Alumnos de la Licenciatura en Medicina. 42