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INTRODUCCION En América Latina, la injusticia climática y el calentamiento global provocan la desnutrición de los más vulnerables. Los estados más ricos y poderosos del mundo, que a su vez son responsables de la mayoría de las emisiones de efecto invernadero, la causa principal del cambio climático, siguen sin acordar las pautas mínimas para un pacto justo y efectivo que garantice la justicia climática. Mientras tanto más de 800 millones de personas alrededor del mundo se acostarán esta noche con hambre. La resistencia de los países ricos y poderosos a las demandas de los países empobrecidos y de la sociedad civil global de mitigar sus emisiones en un 40% para el 2020 sobre los niveles de 1990 indica una nueva omisión a su responsabilidad de rectificar los daños ya causados a los más pobres y vulnerables del planeta. Son las comunidades más vulnerables en los países empobrecidos quienes ya están sufriendo los gravísimos efectos del cambio climático, pese al hecho que son los que menos han contribuido a la impulsión de esta crisis ambiental. Mientras el clima sigue cambiando, la crisis alimentaria mundial empeora con cada día que pasa. De hecho, una de las causas principales de la crisis alimentaria es precisamente el cambio climático. Durante los últimos años, sequías y demás fenómenos de clima extremo ha afectado a muchos de los principales países exportadores de cereales, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. En Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Haití y la República Dominicana, las inundaciones han perjudicado gravemente la producción agraria. Y en América Central, el Caribe y Bangladesh, huracanes y ciclones han destruido cosechas enteras en un solo día. En Guatemala, uno de cada dos niños está desnutrido. Esto no es un caso aislado: la crisis de alimentos azota a las comunidades más pobres del planeta. En Bolivia, el cambio climático está provocando una pérdida de medios de supervivencia básica. Científicos comenzaron a estudiar y diseñar acciones ante las abruptas variaciones climáticas que tienen impacto en el medio ambiente y en la salud. Inundaciones, sequías, desarrollo de enfermedades forman parte de las preocupaciones. Debemos movilizarnos todos hasta lograr la justicia climática. De lo contrario, nos moriremos todos de hambre. DIA MUNDIAL DE LA SALUD "Proteger la salud frente al cambio climático" 1es el lema de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el día mundial de la salud. Desde hace décadas el ser humano está ocasionando modificaciones sin precedentes en el medio ambiente global. Los problemas ya se hacen evidentes en todo el mundo y en cada época del año. El Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) expresó que hay una gran evidencia que las modificaciones regionales en el clima, particularmente los aumentos de la temperatura, han afectado ya a un conjunto diverso de sistemas físicos y biológicos en muchas partes del mundo. El deshielo precoz en ríos y lagos y los movimientos de las 1 Dra. Margaret Chan Directora General de la Organización Mundial de la Salud plantas y animales hacia altitudes superiores constituyen algunos ejemplos de ello. Con el cambio climático pueden producirse incrementos en la frecuencia de las olas de calor y cada cambio va ocasionando inconvenientes en la salud. Las poblaciones de los países en vías de desarrollo presentan más probabilidades de ser particularmente vulnerables a padecer inundaciones debido a que habitan en áreas de riesgo alto, como las planicies tendentes a las inundaciones y las zonas costeras, cuentan además con infraestructuras de salud pública deficientes y sufren proporcionalmente un daño económico mayor. El impacto sobre la salud incluye la aparición de lesiones físicas y un aumento de los síndromes diarreicos, particularmente en los países subdesarrollados, en los que puede haber ya un aumento de la desnutrición. También puede producirse un aumento de la incidencia de enfermedades respiratorias debido al hacinamiento de la población. Actualmente se han comunicado aumentos en la tasa de suicidios y, en la edad infantil, puede incrementarse el número de enfermedades conductuales. La sequía puede provocar un impacto negativo sobre la salud en los países en vías de desarrollo, por sus efectos adversos sobre la producción alimentaría y sobre la higiene. Esto se debe al incremento de riesgos de incendios forestales, que en algunas regiones del mundo se han asociado con un aumento del riesgo de visitas ambulatorias por enfermedades respiratorias como asma, bronquitis y dolor torácico. Los inviernos templados pueden provocar un inicio más temprano de la polinización, por lo que se pueden incrementar las concentraciones de los diversos alergenos producidos por este fenómeno. Además, se ha demostrado que el aumento de los valores de dióxido de carbono aumenta el momento y la liberación de alergenos biogénicos. Por ello, el cambio climático puede incrementar la incidencia de rinitis alérgica, la intensidad y la duración de los síntomas, o ambos. Los cambios en la temperatura, la humedad, la pluviosidad y el aumento de los niveles marinos pueden afectar sobre la incidencia de aparición de enfermedades infecciosas. Otros factores, como las migraciones de las poblaciones humanas y animales, las deficiencias en las infraestructuras de salud pública, los cambios en la utilización de las tierras y la emergencia de resistencias a fármacos han contribuido a ello. El cambio climático puede contribuir al resurgimiento de la malaria en áreas donde las infraestructuras de salud pública se han convertido en defectuosas (por ejemplo en Asia Central y en zonas del sur de la antigua Unión Soviética). Más de 1.000 millones de personas de todo el mundo no tienen acceso al agua potable. Los modelos del impacto del cambio climático sobre el agua reflejan una variabilidad considerable entre los diversos escenarios climáticos. El aumento del deterioro del agua se produce con más probabilidad en el sur y el oeste de África y en Oriente Medio. De acuerdo con la Organización de Alimentación y Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, aproximadamente 790 millones de personas de los países en vías de desarrollo presentan desnutrición. Los estudios sobre los efectos del cambio climático en la producción de alimentos sugieren que las cosechas de cereales probablemente están aumentando en las regiones de latitudes medias o altas, aunque disminuyen en los de latitudes más bajas. En particular, hay una preocupación acerca de que el cambio climático pueda afectar adversamente a la nutrición en África, sobre todo debido al aumento de la sequía. En las próximas décadas, podrían aumentar los casos de desnutrición en el mundo (sólo América Latina perdería el 50% de sus tierras agrícolas hacia 2050); y aumentaría la cantidad de muertos y afectados por enfermedades y lesiones ocasionadas a partir de olas de calor, incendios, sequías, inundaciones, tormentas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que el calentamiento de la Tierra tiene influencia directa en alrededor de 150 mil muertes anuales y en 5 millones de enfermos; ha previsto incrementos en el número de enfermedades diarreicas por mayores dificultades en el acceso a la alimentación y mayores problemas cardiorrespiratorios como consecuencia de las crecientes concentraciones de ozono en la atmósfera. En su libro El Cambio Climático Global ¿Cuántas catástrofes antes de actuar?, Vicente Barros anticipa: “Cualquier intento por mitigar seriamente el Cambio Climático debe pasar por una reducción drástica (del orden del 50%) de la quema de combustibles fósiles y por su futura eliminación. Como los combustibles fósiles son la principal fuente de energía (más del 80% del total), esto no sería posible en las próximas dos o tres décadas sin causar una catástrofe mundial”2. JORNADA INTERDISCIPLINARIA SOBRE CAMBIO CLIMATICO El 5 de octubre pasado se llevó a cabo en el Rectorado la Primera Jornada Interdisciplinaria sobre Cambio Climático. Problemas Desafíos Potencialidades. La actividad -organizada por la vicepresidencia de la UNLP, estuvo destinada a docentes investigadores de la casa de estudios de todas las disciplinas relacionadas con el cambio climático. El objetivo es enfrentar los problemas asociados al cambio climático. Para ello se apunta a que los científicos de la UNLP compartan información sobre lo que están investigando para desarrollar medidas o estrategias de adaptación y mitigación. Además, otro fin es divulgar la problemática a la sociedad. En la Facultad de Humanidades de la UNLP, la investigadora del Conicet Olga Scarpati dirige un equipo de especialistas que realiza estudios sobre agrohidrología de la pradera pampeana, como precipitaciones, almacenaje de agua en el suelo y sus eventos hidrológicos extremos, como excesos y deficiencia de agua. 2 EL CAMBIO CLIMATICO GLOBAL V I C E N T E B A R R O S Editorial: Libros Del Zorzal Publicación: Septiembre 2004 | Idioma: Español Scarpatti indicó que “en la llanura pampeana siempre hubo alternancia de sequía e inundaciones. Y explicó que un cambio climático es cuando una variación se instala y continúa”. Scarpati señaló, que “en el siglo XX se modificó el régimen de escurrimiento, principalmente en la cuenca del río Salado de la provincia de Buenos Aires, con la canalización de numerosos cursos de agua en la región”. Como consecuencia se interceptaron y desviaron tributarios, a la vez que se amplió la red de drenaje de la cuenca. Para la investigadora, esto genera la pérdida de un recurso que en otro momento será necesario. A modo de soluciones, Scarpati explicó que lo que se podría hacer es, por un lado, tener una ley de emergencia armada para que se efectúen más rápido las ayudas y tener reservorios de agua en épocas de lluvias abundantes que se puedan utilizar en épocas de sequías. Hacer un buen uso del agua en lo que hace a su economía y gestión. Por otra parte, la especialista comentó que “la Argentina presenta una muy desigual repartición espacial de sus recursos hídricos, tendiendo a desastres por sus excesos (inundaciones, aluviones), así como por sus carencias (sequías, desertificación)”. Con el cambio climático pueden producirse incrementos en la frecuencia de las olas de calor. Por ejemplo, en Inglaterra, hasta el año 1976, constituían un acontecimiento muy raro que se producía una vez cada 310 años, mientras que en el año 2050 es posible que ocurra cada 5 o 6 años. El efecto del recalentamiento urbano produce que la temperatura sea más alta en las ciudades que en las áreas suburbanas y rurales, principalmente debido a la abundancia de superficies que retienen el calor, como el hormigón y el asfalto negro. En 1995, la ola de calor de más de una semana de duración que azotó a Chicago produjo más de 700 muertes. La mayoría del exceso de mortalidad que se produce durante las olas de calor se debe a enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias, y se suele concentrar en las personas mayores y en los individuos con enfermedades preexistentes. Una proporción importante de estas muertes se produce en personas susceptibles que probablemente habrían muerto en un futuro próximo, aunque también hay un número sustancial de muertes potencialmente prevenibles. Existen varias enfermedades que están asociadas al cambio climático. El cambio climático es probable que afecte el riesgo de incendios forestales, que en algunas regiones del mundo (por ejemplo, Malasia y Brasil) se han asociado con un aumento del riesgo de visitas ambulatorias por enfermedades respiratorias. Después de la ola de incendios que afectó a Florida en 1998, se produjo un aumento de las visitas a los servicios de urgencias por asma, bronquitis y dolor torácico. REUNION DE LAS NACIONES UNIDAS Cuatro mil personas salieron a la calle para denunciar las falsas soluciones al cambio climático y exigir un acuerdo justo, vinculante y transformador. La reunión de las Naciones Unidas sobre cambio climático en Barcelona del 2 al 6 de noviembre, previa a la cumbre de Copenhague (COP15) a principios de diciembre, ha tenido un resultado muy negativo y pone de manifiesto la falta de voluntad política para llevar a cabo medidas significativas en la lucha contra el cambio climático. Una vez más, los intereses corporativos han primado por encima de las demandas de los países del Sur y de los movimientos sociales. Participaron cuatro mil delegados/as de 180 países, terminó con la negativa de Estados Unidos por comprometerse y cifrar sus reducciones de CO2, al mismo tiempo que la Unión Europea daba pasos atrás en sus compromisos y los países en desarrollo exigían medidas reales de reducción por parte de las principales potencias, a la vez que denunciaban los efectos perversos de instrumentos como la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) y los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). De la campaña, El clima no está en venta: “Todo el mundo está pendiente de que el otro nueva ficha y se utiliza al otro como excusa. Estados Unidos no se moja, pero dice que esto no es inconveniente para que otros sí se comprometan”. De este modo, sigue sin haber respuesta al total de reducción de emisiones que asumirán los países industrializados, ya sean emisiones domésticas o al “mercadeo” de las mismas a través de la adquisición de créditos de carbono por reducciones realizadas en otros países. Tampoco se han dado avances en las cuantías que los países industrializados tendrán que aportar para financiar la adaptación y los mecanismos de apoyo a los países del Sur. En la sesión plenaria, estos últimos exigieron a los primeros un compromiso de reducción de emisiones de un 40% para el año 2020 y que les apoyen económicamente en la lucha contra el cambio climático. Estados Unidos rechazó cualquier posibilidad de un acuerdo legalmente vinculante. Mientras que el Tratado de Kyoto es vinculante legalmente, se apuesta por un nuevo Tratado que sólo sea vinculante “políticamente”. En palabras de Salvador Pueyo de la campaña El clima no está en venta: “Por muchos defectos que pueda tener Kyoto, y teniendo en cuenta que ésta no es nuestra opción, al menos Kyoto obliga legalmente a los países ricos a cumplir ciertos objetivos. Ahora, EEUU y compañía quieren forzar un nuevo acuerdo más flexible para ellos”. Otra novedad a tener en cuenta fue la negativa de los estados africanos, al principio del encuentro, a seguir con las negociaciones si los países ricos no asumían un compromiso claro de reducción de emisiones y si no se centraban los debates en dicho tema. Este amago de boicot pone de manifiesto la situación límite a la que están llegando las negociaciones y la incapacidad para obtener resultados vinculantes y efectivos. CUMBRE MUNDIAL SOBRE SEGURIDAD ALIMENTARIA En Roma, Italia, acordaron reducir a la mitad el número de desnutridos hasta 2015, pero sin concretar ayuda económica. Mandatarios mundiales, entre ellos 60 jefes de Estado y de Gobierno, se comprometieron, en la Cumbre a reducir a la mitad para 2015 el número de personas que sufre hambre en todo el planeta. Una de las metas para lograr este objetivo será aumentar en un 70% la producción agrícola para 2050, con el fin de alimentar a una población mundial que superará los 9.000 millones de personas y combatiendo, además, el cambio climático. La reunión, comenzó con las intervenciones del papa Benedicto XVI. Sin embargo, el acuerdo fue tildado de insuficiente por los latinoamericanos y la FAO, ya que no prevé nuevos fondos necesarios para combatir la ola de hambruna. “Hay una voluntad general, pero se percibe una suerte de mezquindad por parte de los países ricos”, dijo el delegado de Colombia, Francisco Coy. La Presidenta de Chile pidió que las medidas implementadas para luchar contra la crisis económica sean también aplicadas para afrontar la erradicación del hambre. El mismo pedido lo hizo Lula, sin obtener, por ahora, respuesta de los países más industrializados. “Se necesita voluntad y determinación política para combatir el hambre en el mundo”, clamó el Presidente de Brasil, quien recordó la experiencia exitosa de su país con el programa Hambre Cero, con el que logró reducir, en seis años, la desnutrición un 73% y la mortalidad infantil en 45%, y son programas que van desde la construcción de cisternas en áreas de sequía, hasta crédito rural y distribución de alimentos. Uno de los programas más importantes, adoptado luego en numerosos países de África y Latinoamérica, es Bolsa Familia, que comprende la entrega de 55 dólares mensuales para las familias más pobres, condicionado a que los hijos no dejen el colegio. Más de 12,4 millones de familias, que equivalen a más de un cuarto de los 190 millones de brasileños, reciben este beneficio. También se dan meriendas para 37 millones de niños en las escuelas. También el papa Benedicto XVI denunció el riesgo de que el hambre llegue a considerarse como parte de la realidad de los países más pobres, y afirmó que no se puede continuar aceptando la opulencia y el derroche cuando el drama del hambre es cada vez mayor. El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, hizo un llamado a sus socios europeos para cumplir con los compromisos alcanzados durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) en la ciudad de L'Aquila (Italia), el pasado mes de julio, en la que los participantes se comprometieron a destinar 20 mil millones de dólares en tres años para combatir el hambre. Barroso destacó que no se podrá solucionar la inseguridad alimentaria, a menos que se enfrente el cambio climático con éxito; además, subrayó que para ello es necesario que la cumbre sobre el clima que se realizará en Copenhague, en diciembre, concluya con un resultado positivo. La FAO acaba de colocar a Brasil en una lista de 16 países que redujeron el número de personas que padecen hambre y la ONG Action Aid la consideró la nación en desarrollo que más avanzó en el combate al hambre. El jefe de Estado paraguayo, Fernando Lugo, aseguró que la crisis financiera y alimentaria del mundo provocó que los insumos sean cada vez menos accesibles para una buena parte de la población del mundo, y aunado a un "contexto de un cambio climático impredecible, se ahondan las posibilidades de que las consecuencias negativas sean aun mayores". ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS Mientras los más optimistas ya hablan del "comienzo del fin" de la crisis financiera internacional, la ONU alertó que el hambre aumentó "significativamente" en los últimos dos años: en el mundo ya hay más de 1.000 millones de personas que la padecen, la cifra más alta de la historia, y 3.000 millones de desnutridos, esto es: casi la mitad de la población mundial, de 6.500 millones. Según la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación es una "receta para el desastre" y resulta "crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo". La vulnerabilidad de muchas personas, se ha agravado por la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos. Además,Sheeran, la directora del Programa Mundial de Alimentos, avisó que el PMA afronta "un grave déficit presupuestario", pues este año sólo recibió US$ 2.600 millones de un total de US$ 6.700 millones necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países. Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas que se desarrollan en distintos países. La directora del PMA remarcó que, con "menos del 1%" de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna. Casi en simultáneo, en México, el relator especial de la ONU para temas de Alimentación advirtió que la situación del hambre es "alarmante" y que los Estados deben implementar "programas eficientes" que hagan frente a esta problemática que se agudiza cada vez más con factores como el crecimiento demográfico, la crisis alimentaria y el cambio climático. De Schutter, reconoció que aunque los países menos desarrollados son siempre los más vulnerables ahora "la crisis económica está empeorando más la situación" y extendiendo los afectados. El experto prevé que en los próximos años los países tendrán "menos fondos para desarrollar los programas que necesitan para poder enfrentar el desafío" tanto del hambre como de la malnutrición, y criticó que en muchos países los legisladores hablen del hambre sin concretar iniciativas para solucionarlo. En tanto, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), advirtió que en América latina el número de personas que la sufren aumentó de 45 a 53 millones. El representante regional del organismo, el brasileño José Graziano da Silva, señaló que "el alza de los precios de los alimentos y la crisis económica empujaron a millones a una situación de inseguridad alimentaria, y muchos países afectados no tienen los recursos propios para responder". Como por ejemplo Madagascar, que la ausencia de las lluvias provoca penurias y desnutrición. AFRICA El impacto del cambio climático continúa agregando eslabones a su larga cadena de repercusiones negativas sobre el planeta. Falta de alimentos y agua, cortes de suministro energético e incidentes entre los damnificados son solo algunas de las consecuencias que ya experimenta África. En Kenia y Madagascar la catástrofe natural llegó en forma de terribles sequías y ya se convirtió en un problema social. El cambio climático y sus consecuencias en el Medio Ambiente alteran el día a día y el bienestar de las comunidades de todo el mundo. En África, cada país está en una etapa diferente en cuanto a la vulnerabilidad ante el calentamiento global. La sequía es un factor común entre los países, pero en algunos casos el problema se profundizó y comenzó a afectar las relaciones entre los ciudadanos. Madagascar, en la costa este del continente, tiene dos temporadas de lluvias al año. Pero desde 2007, el agua no llega con la cantidad y frecuencia necesaria. Los agricultores pierden sus cultivos y los ganaderos ven cómo se mueren sus animales. Los productores de alimentos, que antes abastecían a poblados enteros, hoy ven a sus hijos perder peso día a día. La desnutrición se instaló entre la población infantil de manera contundente. Sus padres no ven salida al problema: no producen su propio alimento, y como no generan suficientes ingresos, tampoco pueden comprar lo básico para darles de comer. Ante la emergencia nacional, el ministerio de salud se unió a UNICEF y al Programa Mundial de Alimentos (PMA). De manera conjunta, desarrollaron un sistema mediante el cual trasladan a los niños a centros de asistencia médica, donde se los mide y pesa. Tras un examen completo, se determina si necesitan recibir una dosis de alimento fortificado. El cambio climático no parece detenerse, por lo que este plan, que podría considerarse una respuesta momentánea, corre el riesgo de instalarse por tiempo indefinido. El ganado desfallece en Kenia. La terrible sequía que azota al país mató a miles de cabezas, estropeó los cultivos y llevó a conflictos sociales provocados por la escasez de alimentos. La situación de Kenia es aún más delicada. Su principal fuente de agua, los glaciares, prácticamente desaparecieron, y la temporada de lluvias no llega. La falta de agua obliga a interrumpir el suministro de energía hidroeléctrica, y al igual que en Madagascar, los pequeños y grandes productores de alimentos perdieron sus cosechas y su ganado. En un intento por salvar las pocas cabezas que quedan, algunos pastores llevaron a sus animales hasta la capital, Nairobi, donde aprovechan el poco pasto que queda. Otros los trasladan hasta el territorio de los elefantes, obligando a las diversas especies a competir por el alimento. Además de las consecuencias medioambientales, la sequía está teniendo repercusiones sociales. Tal como lo hizo en Madagascar, el Programa Mundial de Alimentos envió comida para los damnificados en Kenia, pero en las últimas semanas, han habido enfrentamientos entre tribus para quedarse con la ayuda humanitaria. Según informes oficiales, la tensión entre las comunidades norteñas de Samburu y Pokot resultó en 32 muertos y decenas de heridos. La vocera del PMA, Brenda Barton, señala que la crisis alimentaria, medioambiental y energética está afectando a todos los estratos sociales keniatas. En una primera instancia, los sectores de bajos ingresos eran los mayormente damnificados, pero la situación es tal que ricos y pobres ven a los recursos básicos desaparecer rápidamente. Los científicos dicen que en los próximos 12 años el cambio climático podría reducir en un 50% la producción de alimentos en partes del mundo. Pero no se trata sólo de un tema para el futuro: Australia es normalmente el segundo exportador del mundo de granos, pero una salvaje sequía de muchos años ha reducido la cosecha de trigo en un 60% y la producción de arroz ha sido completamente eliminada. En Bangladesh en noviembre, uno de los peores ciclones en décadas eliminó un millón de toneladas de arroz y dañó severamente la cosecha de trigo, haciendo que el inmenso país dependa aún más de alimentos importados. Los especialistas en Medio Ambiente anticipan millones de refugiados y una escasez de alimentos aún mayor. Los medios de comunicación comenzaron a darle importancia al cambio climático, pero todavía no dan a conocer las consecuencias directas que ya padecen muchas poblaciones en todo el mundo. Los enfrentamientos entre los damnificados son los primeros efectos inesperados del cambio climático que atraviesa el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que ya el cambio climático ha causado alrededor de 150 mil muertes anuales y ha perjudicado a 5 millones de enfermos. En agosto pasado, en la isla francesa de Córcega, en pleno mar Mediterráneo, un hombre presentaba unas líneas de fiebre y fuertes dolores de estómago. Hasta aquí, un caso más… Lo curioso fue que al caballero de 59 años se le diagnosticó malaria, enfermedad erradicada hace décadas en Europa; al parecer, transmitida por un mosquito que habría picado a una persona infectada, nada menos que en Madagascar, Africa. La causa del traslado del insecto fue el cambio de temperaturas que le permitió expandir su zona de influencia y con ella, sus posibilidades de picar e infectar. El incidente sorprendió a médicos de todo el mundo y puso en evidencia que el Calentamiento Global o Cambio Climático ya es mucho más que un problema ecológico: se ha convertido en verdadera amenaza para la vida de hombres y mujeres. BOLIVIA: En América Latina, más del 50% de los niños menores de 6 años sufren de desnutrición. Bolivia con una población cercana a los 8 millones de habitantes, sufre desnutrición en un 46.5% de población infantil. Según la UNICEF, la mortalidad infantil en los niños menores de 5 años en Bolivia alcanza el puesto Nro. 57 a nivel mundial y, en América Latina, el 2do. después de Haití, que ocupa el primer lugar. Los resultados en relación a la alimentación que prácticamente es inadecuada, también ya Bolivia cuenta con una gama variable y accesible económicamente de vegetales y diferentes tipos de carnes, es una población que consume más hidratos de carbono que proteínas y vitaminas. Por eso recomienda el Gobierno que se realicen campañas de educación respecto a la nutrición, ya sea a través de los medios de comunicación, en los centros educativos y los consultorios primarios de salud que deben hacer énfasis en el control de crecimiento y desarrollo de sus niños. Además, las madres deberán tener un mayor acceso en la nutrición en los centros comerciales y esto no debe ser sólo a nivel urbano, sino también en la población suburbana y rural. En lo que se refiere a la Seguridad Alimentaria, en Bolivia, en el año 2003, el 71% de los municipios tenían un potencial agrícola muy bajo. En el mismo año, el crecimiento anual de la producción agrícola fue de tan solo1.6%, muy inferior a la tasa de crecimiento poblacional de 2,74%, registrada el año2001. Lo cual manifiesta el riesgo existente en la disponibilidad interna de alimentos. A ello se suman sequías e inundaciones que restringen la disponibilidad de alimentos. Para hacer frente a estos problemas, el país viene implementando el Programa Multisectorial Desnutrición Cero (PMDC) cuyo objetivo es erradicar la desnutrición en los menores de cinco años hasta el año 2010, poniendo énfasis en los menores de dos años. Para ello ha diseñado su ejecución en dos etapas, la primera abarca, los 52 municipios con mayor vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. En una segunda etapa cubrirá los restantes 114 municipios con grado de vulnerabilidad. Por otro lado, la crisis internacional en la disponibilidad y acceso de alimentos, provocada por el incremento en los precios y por los cambios climáticos, se constituyen en factores de riesgo para la seguridad alimentaria y la situación nutricional de la población boliviana. La mujer produce entre el 60 y 80% de los alimentos según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en los países en desarrollo y se hace cargo normalmente de las tareas del hogar. Entonces, muchas veces recoge agua o leña para combustible y el cambio climático está dificultando enormemente que esas funciones se puedan cumplir de manera adecuada. Por otro lado, el informe presentado en la Cancillería de Bolivia, afirma que la atención de la salud reproductiva y las relaciones entre hombres y mujeres podrían influir sobre el futuro curso del cambio climático y afectar la manera en que la humanidad se adapta a la elevación del nivel del mar y la intensificación de las tormentas y las sequías graves. Bolivia necesita mil millones de dólares para programas de agua y saneamiento a fin de combatir los efectos de la sequía que afecta cada año de forma más severa al país debido al cambio climático. La región del Chaco boliviano,es la más afectada por la falta de precipitaciones junto al altiplano, se requieren construir represas, perforar pozos y hacer atajados para afrontar las épocas de sequía. Según el ministro,Orellana los problemas que la falta de lluvias causan a la población, especialmente a agricultores y ganaderos, se han resuelto en Paraguay y Argentina con la construcción de "cientos de atajados", un sistema para acumular agua para riego. El responsable de Medio Ambiente explicó que su departamento ya cuenta con "tres programas en gestión" con financiación de la cooperación española, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos internacionales, que suman más de 300 millones de dólares. No obstante, indicó que se necesita hacer "una gestión rápida a nivel internacional para conseguir los miles de millones que se están ofreciendo por el cambio climático". Pese a que el Gobierno aún no ha ofrecido datos oficiales sobre el número de afectados este año por la falta de lluvias y el intenso calor, el diario La Razón publicó, que más de 25.000 familias sufren los efectos de la sequía solo en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz. En la región sureña de Tarija, la más afectada por la sequía en la zona del Chaco boliviano, aún se desconocen los datos de cuántas familias han sido afectadas. Sin embargo, el ministro Orellana dijo, que ya han muerto más de 5.000 cabezas de ganado por falta de agua y forraje en la zona. El gobierno boliviano y la Coordinadora de Integración de Organizaciones Campesinas Indígenas y Originarias de Bolivia (CIOEC) garantizaron el abastecimiento de alimentos de primera necesidad, pese a la crisis ocasionada por el fenómeno climático. Según el viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, en regiones de Chuquisaca, Tarija, Santa Cruz y La Paz, por causa de la sequía, están en riesgo varios cultivos de productos agrícolas, pero eso no significa que esté en peligro la seguridad alimentaria. "Siempre existen cultivos en riesgo en diferentes sectores rurales, pero tenemos suerte de tener diferentes pisos ecológicos y eso nos garantiza la obtención de productos", aseguró Vásquez. El viceministro señaló que continúa la evaluación de los daños ocasionados por el fenómeno climático para priorizar el destino de recursos económicos que permitan mitigar los perjuicios. Por su parte, el presidente de la CIOEC, Primo Nina, coincidió con Vásquez al indicar que está garantizada la provisión de alimentos de primera necesidad en el país, pero no así el actual nivel de precios en algunos productos. Según algunos estudios, la nación andina posee un gran potencial agroecológico y tecnológico, en manos de pequeños agricultores, campesinos e indígenas, y que ha sido conservado desde épocas precolombinas. Y piden a los alcaldes resolver el tema de la alimentación de los niños para paliar los efectos de la desnutrición, no sólo a las alcaldías, sino las prefecturas y el Gobierno nacional a través de sus instituciones. Entre enero y marzo de este año, la representación del PMA en el país realizó un estudio en los 166 municipios que padecen de inseguridad alimentaria. Entrevistó a sus pobladores, incluidos a los niños, sobre la comida que habían ingerido 24 horas antes. A partir de estos datos, se halló que la cifra de desnutrición en niños menores de cinco años está igual que en el 2005. Se dijo, que para la mantención de este índice influyeron tres factores: los fenómenos climatológicos, el alza de precios de los alimentos y la falta de empleo en el área rural por la crisis mundial. Y en conclusión a este estudio que se realizó hubo un retroceso en términos de los fines que se pretenden alcanzar con los objetivos del milenio. ARGENTINA El cambio climático es un fenómeno que llegó para quedarse. Los especialistas pronostican que habrá períodos de intensas precipitaciones en algunas regiones del mundo, posiblemente acompañadas de inundaciones, que se intercalarán con prolongadas sequías en otras partes del planeta y nuestro país, no estará exentos de esta situación. La preocupación que generan los fenómenos climatológicos, causados por factores naturales y por el accionar del hombre, llevaron a que científicos de diversas disciplinas, decidieron aunar esfuerzos no sólo para estudiar lo que está sucediendo y lo que puede venir, sino también para diseñar estrategias preventivas. El primer encuentro de los expertos fue el 5 de octubre último. Una de las mayores preocupaciones radica en el desarrollo de enfermedades que puede acarrear el cambio climático. Dengue, malaria, hantavirus, cólera y leishmaniasis son algunos de los males asociados a las variaciones en el globo. También enfermedades respiratorias y hasta psiquiátricas, como ansiedad y depresión. Se elaboró un proyecto que tiene como fin mitigar, adaptar y fortalecer el sistema de salud frente al cambio climático. Uno de los temas que tratan los especialistas en el trabajo es el de las inundaciones y sequías. Según los expertos, las poblaciones de los países en vías de desarrollo presentan más probabilidades de padecer inundaciones debido a que habitan en áreas de riesgo alto, como las planicies tendientes a las inundaciones y las zonas costeras, cuentan con infraestructuras de salud pública deficientes y sufren proporcionalmente un daño económico mayor. El impacto sobre la salud incluye la aparición de lesiones físicas y un aumento de los síndromes diarreicos, particularmente en los países subdesarrollados, en los que puede haber ya un aumento de la desnutrición. Otra consecuencia es el incremento de la incidencia de enfermedades respiratorias, que puede deberse al hacinamiento de la población. El sobrecrecimiento de hongos puede producir también enfermedades respiratorias. Respecto a la sequía, los investigadores de la Facultad de Medicina indicaron que puede tener un impacto sobre la salud en los países en vías de desarrollo, como la Argentina, por sus efectos adversos sobre la producción alimentaría y sobre la higiene, debido a la utilización del agua fundamentalmente para la dieta más que para la limpieza. Además, las epidemias de malaria pueden producirse durante las épocas de sequía como resultado de los cambios geográficos causados por el vector de la enfermedad. Las inundaciones y sequías son cuestiones importantes a atender en este momento por los indicios del retorno de “El Niño”. Los episodios asociados con este fenómeno climático se acompañan constantemente de lluvias torrenciales e inundaciones en la costa oeste de América Latina aunque, además, producen efectos climáticos importantes en otras regiones distantes del mundo. Este hecho se produce porque se alteran las corrientes de convección en el ecuador, lo cual produce modificaciones en los patrones meteorológicos. Durante los años en los que se manifiesta “El Niño” se producen sequías en el sudeste de Asia, Indonesia y Africa del Sur, mientras que se pueden producir inundaciones en el sudoeste de Estados Unidos, Kenia y en nuestro país. También se esperan reiteradas lluvias en la Cuenca del Paraná. Esto tendrá consecuencias en la región bonaerense, ya que el agua que se acumule será arrastrada hacia la Cuenca del Plata. Las provincias que pueden verse afectadas son Formosa, Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y parte de Buenos Aires; en la región bonaerense, particularmente los lugares cercanos al Delta del Paraná como Campana y Baradero. Según los especialistas de la Cátedra de Epidemiología, existe un número de análisis de series temporales efectuados durante más de un episodio que sugieren una serie de impactos sobre la salud provocados por “El Niño”. La relación más constante se produce con las epidemias de malaria en algunas regiones de Latinoamérica y del sur de Asia. Ante posibles escenarios emergentes vinculados a las variaciones climáticas, la Cátedra de Epidemiología diseñó un proyecto denominado Programa de Fortalecimiento del Sistema de Salud frente al Cambio Climático 2009. El objetivo es contar con un sistema de información independiente para la toma de decisiones en salud pública como herramienta para el diagnóstico de la situación de salud, y la evaluación de las intervenciones sanitarias. Según explicaron sus impulsores, intenta superar la dispersión y fragmentación de la información, aportando información válida y confiable para la solución de la situación crítica sanitaria caracterizada por los cambios en los perfiles epidemiológicos, como patologías reemergentes y emergentes, endémicas y epidémicas. El programa propone implementar un Sistema de Vigilancia Epidemiológica y fortalecer la oferta de los servicios de salud estatales frente a los desastres climáticos. Otro de los problemas es la lluvia, cuya consecuencia son las inundaciones de pequeñas y grandes regiones en nuestra provincia. Las políticas de cambios en el manejo del agua superficial y subterránea pueden mitigar esta situación de excesos y falta de agua en la región pampeana, pero quién esta dispuesto a ceder parte de su chacra, estancia para que se construya algún sistema de pirca, para retener el agua en exceso en superficie o canal derivador. El problema es complejo y estará latente hasta la próxima gran inundación en la provincia o en regiones mas reducidas como la de los arroyos del partido de La Plata. DESCUBRIMIENTO “SIGLO XX” Los beneficios del agua de mar se conocen desde hace miles de años pero en 1904 el investigador y científico francés, René Quinton dedujo que el mar es un gran plasma y que el líquido donde nadan nuestras células es análogo al agua de mar y creó toda una terapia, perfectamente documentanda, a base de plasma marino esterilizado que aplicó a animales y personas y con la que curó desnutrición, tifus, cólera y tuberculosis entre muchas otras patologías de aquella época. A pesar de su éxito, el llamado “plasma de Quinton” desapareció de la medicina oficial después de su muerte por diferentes motivos, pero sobre todo, porque la abundancia de agua de mar en el planeta y sus grandes virtudes revitalizantes, inmunitarias y antialérgicas no son negocio en un paradigma que rentabiliza más la enfermedad que la salud. “El agua de mar no es agua salada contaminada como la mayoría de las personas creen. El agua de mar es la sopa marina constituida por los 118 elementos de la tabla periódica, ácidos nucleicos, ADN, aminoácidos esenciales, proteínas, trazas, carbohidratos y vitaminas” Vídeo “Agua de mar usos alternativos” “En el agua de mar no hay tan sólo minerales: están todos los elementos básicos para la vida en la proporción correcta y en estado biodisponible. El agua de mar es un excelente nutriente y un revitalizador celular… “Según dedujo Quinton a principios del siglo pasado, si el agua de mar está limpia (esterilizada a través de microfiltrado en frío y no mediante elevación de su temperatura ya que esto altera sus propiedades) y cuenta con una adecuada concentración de sales (extrayéndola de zonas específicas llamadas vórtrex marinos bajo ciertas condiciones patentadas por él mismo), este plasma tendría propiedades curativas sobre los organismos vivos. Para contrastar su deducción, Quinton experimentó con animales antes de atreverse a probar el plasma en seres humanos. Según pudo comprobar, su hipótesis era correcta, por lo que se dedicó a estableciendo varios Dispensarios Marinos dentro y fuera del territorio francés con impresionante éxito, especialmente en casos de enfermedades infantiles que hasta entonces habían sido mortales. Dichos dispensarios funcionaron hasta que la negligencia médica y el caos de la Primera y Segunda Guerras Mundiales los relegaron al olvido” Afortunadamente siempre ha habido médicos y estudiosos que han mantenido vivos y en la práctica los descubrimientos de Rene Quinton. Uno ellos es Laureano Domínguez Ruiz, escritor e investigador colombiano, cuyo trabajo se centra en la difusión de la obra del autor francés y crear dispensarios marinos en zonas de alta mortalidad infantil. El interés de este experto en el plasma se originó a raíz de un accidente y una estancia en un Centro de Tratamiento Marino fundado por médicos de la Universidad de Antioquía. Después de una asombrosa curación propia y de los numerosos casos de los que fue testigo decidió dedicarse a esta causa y divulgar todas las posibilidades del agua de mar para la mejora del planeta y la salud de los seres humanos. Aunque existe amplia, seria y científica bibliografía sobre el plasma y centros que lo estudian como la citada Universidad de Antioquia, la Fundación Aqua Maris o la Fundación Seawater, dedicada a la investigación y difusión de su uso en agricultura, ganadería y nutrición, es un tema hasta ahora poco conocido. El agua de mar puede ser un paliativo de enfermedades de tipo cerebrocardiovasculares que se originan por una falta de aporte de oligoelementos durante la primera y segunda infancia. Pero esto no es nuevo. René Quinton, demostró la identidad fisicoquímica entre el plasma de la sangre y el agua de mar, que llegó a utilizar como sustituto del plasma sanguíneo. Comenzó haciendo transfusiones de agua de mar en perros -primero de modo parcial y luego total- en el Colegio de Francia entre 1898 y 1905, y publicó un libro con los resultados de sus investigaciones: “El agua de mar, medio orgánico”. Sus descubrimientos desembocaron en una terapia que podría salvar infinidad de vidas y Quinton se dedicó a abrir dispensarios marinos. El primero en París, en 1907. Luego, en Montpellier, Lyon, Londres y Egipto, así como en hospitales que aplicaron su método. Hay estudios, historiales de pacientes, gráficas y fotografías de la mayoría de casos que trataron los dispensarios marinos de Quinton. En el agua de mar no hay tan sólo minerales: están todos los elementos básicos para la vida en la proporción correcta y en estado biodisponible. El agua de mar es un excelente nutriente y un revitalizador celular. Los dispensarios marinos desaparecieron por el avance de nuevos fármacos convencionales. De todos modos, mi pretensión es que los científicos investiguen a fondo estos hallazgos, porque pueden ser muy útiles. Sus años de investigación culminaron en un simposio internacional en Medellín el pasado marzo. Sobre la base de sus conclusiones, se les dio permiso para abrir siete dispensarios marinos en Colombia. Estudios de la facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia coordinados por el doctor Soler demuestran que la falta de aporte de oligoelementos básicos para la vida puede cubrirse con agua marina. Basándonos en esto, presentará una propuesta a la FAO que podría detener -gracias al uso de agua de mar- muchas muertes por hambre. Es así de sencillo y barato. Pero hay que tomar la precaución de filtrar el agua a través de la arena. Los dispensarios ya están haciendo mucho bien, y gratis. Estimularan un mínimo de siete meses dándoles de beber tres vasitos de agua de mar al día. Y se estan obteniendo, un cien por cien de curación en casos de desnutrición severa. Se están siguiendo 13.600 casos de niños colombianos desnutridos, y con ese tratamiento básico de tres vasitos de agua de mar al día restablecemos su equilibrio fisiológico, que habrá que mantener con una dieta adecuada. El agua de mar fija y evita la proliferación de bacterias. Han hecho cultivos en diferentes puntos del planeta: los resultados de las analíticas siempre han sido correctos, no hay ningún riesgo en este método. Y también se va a proponer un proyecto al Ministerio de Sanidad colombiano para que las escuelas suministrena los niños tres vasitos de agua de mar al día. Otro estudio de la facultad de Medicina de Antioquia demuestra que en niños aparentemente bien nutridos hay cierta falta de aporte de oligoelementos básicos, lo que más adelante podría desencadenar -por ejemplo- accidentes cerebrocardiovasculares entre los 18 y los 30 años. Y ésta, por cierto, es una de la principales causas de muerte que tienen ustedes en Europa. El cambio climático aumentará la inseguridad alimentaria y desnutrición El cambio climático golpea aún más fuerte: El no actuar nos llevará a una mayor pobreza, inestabilidad política y conflictos. La Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO) advirtió este jueves de que el cambio climático tendrá "un fuerte impacto en la agricultura, la silvicultura y la pesca en las islas del Pacífico", lo que llevará a un "incremento de la inseguridad alimentaria y la desnutrición", por lo que instó a los Gobiernos y los donantes, en vísperas de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático en Copenhague, "a que comiencen a implementar de inmediato planes consistentes y proactivos de adaptación al cambio climático en todas las islas del Pacífico". El cambio climático actuará como un "multiplicador de amenazas" en una región que sufre ya de por sí una fuerte presión medioambiental y económica, según un documento orientativo de políticas públicas denominado "El cambio climático y la seguridad alimentaria en el Pacífico". Las islas del Pacífico, según el informe, tendrán que hacer frente a la subida del nivel del mar, el calentamiento y la acidificación de los océanos, los cambios en el régimen de lluvias, de las horas de insolación y de la nubosidad, la alteración de las pautas de circulación oceánicas y atmosféricas y un incremento de la frecuencia de eventos climáticos extremos, tales como ciclones tropicales y sequías. Muchos de estos impactos podrían tener efectos cumulativos y adversos en los rendimientos agrícolas y pesqueros y en la seguridad alimentaria, prosigue el documento. "La degradación de los ecosistemas marinos y terrestres, el aumento del calor, la erosión del suelo, salinización y el agotamiento de los nutrientes, la propagación de plagas y enfermedades, una mayor frecuencia de incendios forestales, sequías y las inundaciones representan un serio peligro para la producción alimentaria", advirtió la organización. "No dejar solos a los campesinos "No hay que dejar solos a los campesinos cuando se trata del cambio climático", aseguró el director general adjunto de la FAO, Alexander Müller. "Los países y sus socios en el desarrollo tienen que garantizar que los campesinos reciben la mejor información sobre la elección de variedades agrícolas, así como de las opciones de gestión del agua y el suelo para adaptarse al cambio climático", explicó Müller. "Las negociaciones internacionales sobre el cambio climático deben tener en cuenta la relación estrecha entre seguridad alimentaria y calentamiento global", señaló Müller. "Todas las islas del Pacífico deben recibir apoyo para implementar sus programas de acción nacionales de adaptación, que incluyen la cuestión de la seguridad alimentaria", advirtió. Según la FAO, deben intensificarse la investigación y el desarrollo en la agricultura, pesca y silvicultura para identificar y promover el uso de variedades de cultivos resistentes a la sal y la sequía, la rehabilitación de los bosques costeros y el desarrollo de infraestructuras en las áreas vulnerables de la costa. "El no actuar nos llevará a una mayor pobreza, inestabilidad política y conflictos". El documento ha sido elaborado de forma conjunta con el grupo de expertos del Pacífico sobre cambio climático y seguridad alimentaria. El Mundo 29/11/2009 CONCLUSIONES Comunicar salud no es solamente dar noticias o información sobre nuevas vacunas, desarrollos científicos o exitosos transplantes de órganos, si bien es sumamente importante; la comunicación en salud va más allá de esto: implica ayudar a adoptar prácticas sociales y culturales que nos permitan tener una vida más saludable y en la misma transmisión de conocimientos acerca de la salud hacer tomar conciencia de los cuidados que nos debemos. El papel de los comunicadores y los medios de comunicación en este punto radica en la posibilidad de enseñar y demostrar que la variabilidad climática actual puede afectar a la salud. Asimismo, preparar e informar a las comunidades sobre los impactos potenciales del cambio climático, la necesidad de mejorar las infraestructuras actuales de salud pública y participar en políticas para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. Y en este sentido es necesario pensar en procesos capaces de generar comportamientos de auto cuidado y solidaridad, de autorrealización y placer, de respeto por el otro y de aceptación de sí mismo, de libertad y responsabilidad. Y que según, uno de los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que depende de las Naciones Unidas, la responsabilidad por el aumento de las temperaturas a nivel global es en un 90% atribuíble al hombre. Por ello, cualquier acción, por pequeña que sea, constituye un granito de arena que hará que, en un futuro cercano, los efectos del Cambio Climático sean menos despiadados a todos los habitantes del planeta. No existe una fórmula única para solucionar el problema. Las condiciones varían mucho de un país a otro, e incluso dentro de un mismo país, así como entre los niveles de apoyo por parte de los responsables políticos y los recursos disponibles. Para alcanzar una cobertura global, se necesita la puesta en marcha de dos procesos estrechamente relacionados entre sí, es decir, un proceso sistemático de toma de decisiones sobre servicios sanitarios, basado en datos, y unas políticas nacionales claras con el compromiso continuo, que incluya la financiación, para alcanzar los objetivos fijados. Y por último, se debe terminar con esta Agricultura Capitalista, que mientras en Haití donde la mayoría de la gente recibe un 22% menos de calorías que el mínimo necesario para mantenerse en buena salud, algunos aplazan los retortijones por hambre comiendo "galletas de barro" hechas mezclando arcilla y agua con un poco de aceite vegetal y sal, en Canadá, el gobierno federal paga actualmente 225 dólares por cada cerdo muerto en una masiva campaña de sacrificio selectivo de cerdos, como parte de un plan de reducción de la producción de puercos. BIBLIOGRAFÍA www.organizacionmundial.com “EL CAMBIO CLIMATICO GLOBAL”, Vicente Barros, Editorial Libros del Zorzal. www.who.int/world-health-day/2009/es/index.html www.diariohoy.net/accion-vernota-id-51375 www.med.unlp.edu.ar www.onu.org.ar www.clima.ecoportal.net www.fao.org www.organizacionmundial.com www.ambiente.gov.ar La Razón, La Paz (Bolivia), 16 de octubre 2009. La Razón, La Paz (Bolivia), 19 de noviembre 2009. Dr. Ricardo Sfeir Byron (Seminario de Pediatría Hospital Obrero). www.quinton.es