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Una aproximación al estudio de colocaciones a partir de un corpus de ELE. Ana Clara Polakof Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación 1 Presentación Este trabajo mostrará algunas colocaciones verbales a partir del estudio de errores léxico-sintácticos que cometen aprendices brasileños de español lengua extrajera (ELE). Analizaremos las construcciones que estos aprendices realizan y luego se dará la explicación apropiada. Nuestro objetivo es iluminar el estudio de colocaciones del español en el Río de la Plata a través de las desviaciones que cometen los estudiantes brasileños de español lengua extranjera (ELE). Esto se debe a que dichos estudiantes no conocen estas formas combinatorias y, si no manejan perfectamente la L2 (en este caso el español), cometen errores, sea por interferencia o desconocimiento de dichas formas, que los hablantes nativos no cometerían (utilizar lograr petróleo en lugar de obtener o extraer petróleo). Me guío por la idea presentada por Castillo Carballo (2001) en la que se plantea que los aprendices de lenguas extranjeras presentan dificultades para construir colocaciones, combinaciones que pertenecen a la interfaz léxico-sintáctica. Esto nos llevó a querer descubrir si estos errores se daban con aprendices brasileños de ELE y se descubrió que sí. Este trabajo está constituido por una parte teórica en la que se describe brevemente el análisis de error, sus variantes y los errores; un análisis de los datos que se vincula con la metodología planteada por el AE; y consideraciones finales. 2 Análisis de errores Utilizaremos el análisis de errores (AE) pues entendemos que, más allá de lo que algunos investigadores plantean (cfr. Ellis 1994), no ha perdido validez y que toma, desde la lingüística aplicada, una nueva forma. Esta, que considera el error como parte de la interlengua, nos permite entender parte del proceso de aprendizaje, así como proponer alternativas pedagógicas y didácticas que permitan afrontar estos errores. El AE identifica, describe y explica “aquellos rasgos de la producción lingüística de un hablante no nativo que se alejan de la norma culta de la lengua meta y que podrían obstaculizar una actuación lingüística adecuada y/ o correcta en una determinada situación de comunicación intercultural (…)” (Santos Gargallo 2005: 396), es decir los errores. Según Ellis (1994: 51-52), la definición del error acarrea varios problemas, o cuestiones que pueden sintetizarse en cuatro: ¿qué variedad de la lengua objeto debe considerarse como la norma?; ¿cuál es la diferencia entre error y falla (“mistakes”)?; ¿trabajamos con el error abierto o encubierto?; y ¿cómo debe analizarse el error? ¿desde su aceptabilidad o en lo “correcto?. 1 De estos problemas se observó que, en este caso, la consideración de la norma que se iba a enseñar era el más relevante. Esto se debe a que la mayoría de los aprendices brasileños ya conocen el español, y probablemente aprendieron la variedad castellana y no la rioplatense. Por lo tanto decidir qué norma enseñar fue un problema que se le generó a los docentes de ELE. En nuestro caso analizamos los errores de acuerdo a nuestra variedad, teniendo en cuenta que podían verse influenciados por la norma que se les enseñó. Los errores, antes definidos, son entendidos como “formas o comportamientos no deseables e involuntarios, aunque no siempre inconscientes, forman parte del sistema de lengua que el hablante no nativo es capaz de entender y utilizar en una etapa de su proceso de aprendizaje, es decir, de su competencia transitoria o dialecto idiosincrásico (Corder, 1967, 1972), sistema aproximativo (Nemser, 1971) o, en la terminología mayoritariamente aceptada, interlengua (Selinker, 1972)” (Santos Gargallo 2005: 393). La interlengua (IL) es un sistema que se caracteriza por ser específico, ser sistemático y tener un carácter transitorio, es decir, va variando en las distintas etapas de aprendizaje y se hace cada vez más complejo. Esta tiene propiedades específicas como la fosilización, la transferencia, la permeabilidad y la regresión involuntaria (cfr. Baralo Ottonello 2005). El mecanismo de fosilización nos interesa particularmente porque aprendices de lenguas tan cercanas como el español y el portugués tienden a fosilizar, a mantener, ciertas formas lingüísticas. Aun si entendemos la IL como un sistema que tiene carácter transitorio debemos tener en cuenta que existe este fenómeno a través del cual “el HNN [hablante no nativo] tiende a conservar en su IL formas, reglas y subsistemas erróneos, de manera recurrente y en estadios del aprendizaje en que estos esquemas deberían estar superados (…)”Santos Gargallo (2005: 394). Este mecanismo hace que, por ejemplo, los errores que se constituyen con el verbo quedar1 sean, a veces, difíciles de erradicar. Se puede observar que los errores pueden considerarse como elementos pertenecientes a la IL de los aprendices de LE o L2 pues “son inevitables, ya que el proceso de aprendizaje es activo y creativo, es decir, conlleva formulación de hipótesis y la comprobación o refutación de las mismas; y son necesarios, puesto que denotan que el proceso se está llevando a efecto” (ibidem). 3 Errores de tipo léxico-sintáctico 3.1 Errores léxico-sintácticos Es necesario aclarar que, si bien no se ha trabajado específicamente con errores léxicosintácticos, autores como Gómez Molina (2005), Lewis (1993 apud Gómez Molina 2005), entre otros, trabajan con errores de este tipo en lo que Gómez Molina (2005: 493) denomina subcompetencia léxico-semántica. Este autor entiende que no puede aceptarse la dicotomía léxico-gramática y utiliza el término unidad léxica para definir aquellas “unidades mínimas para ciertos propósitos sintácticos, combinatorios, semánticos y pragmáticos” (op.cit.: 497). No presentaremos, en este trabajo, errores con el verbo quedar, aunque sí lo hicimos en el trabajo monográfico “Errores léxico-sintácticos en producciones escritas en español por aprendices brasileños” (Polakof 2008). 1 2 Los autores antes mencionados consideran que los conceptos que en este trabajo se tratan en el nivel léxico-sintáctico, como las colocaciones, pertenecen, o más bien, son ítems léxicos ya que, de alguna manera, se ajustan a lo que Gómez Molina entiende como unidad léxica. Nosotros consideramos que ese tipo de errores pertenecen a la interfaz léxico-sintáctica, siguiendo la tradición descriptiva (cf. Bosque 2001 a y b) como veremos a continuación. Es por esta razón por la que caracterizaremos las colocaciones a partir de los errores léxico-sintácticos cometidos por los aprendices brasileños de ELE. 3.1.1 Colocaciones El concepto de colocación es y ha sido altamente conflictivo en la lingüística hispánica actual: desde su caracterización hasta el lugar que ocupa en la lingüística (cf. Corpas Pastor 1996; Bosque 2001 a y b; Koike 2001, entre otros). Esta conflictividad ha resultado en una numerosa cantidad de debates y escasa elaboración práctica. Por ejemplo, no existen diccionarios de colocaciones en el momento. Se entiende, en este trabajo, la colocación como una construcción compuesta por dos unidades, un colocado y un colocativo. Esta tiene restricciones del tipo léxico-sintáctico características. Podría decirse que dichas construcciones están a medio camino entre los sintagmas libres y las locuciones ya que no poseen total libertad ni pueden verse como una unidad de la cual no puede saberse su significado a través de la mera suma de sus componentes. Estas dos unidades, lexemas, poseen ciertas características formales y semánticas (Koike 2001). Formalmente deben coocurrir frecuentemente (se refiere a la frecuencia en la que deben coaparecer ambos colocados), poseen una restricción combinatoria (tiene que ver con la preferencia) y composicionalidad formal. Semánticamente se conforman como vínculo entre dos lexemas (los lexemas pueden modificarse y la relación se mantiene), poseen tipicidad en la relación (es una relación típica entre los dos lexemas) y precisión semántica (no presentan confusión semántica). Todos los autores que trabajan con colocaciones están de acuerdo en que las colocaciones son combinaciones frecuentes, preferentes y que se fijan en la norma. Esto implica que, muchas veces, no habrá una explicación lingüística, i.e. no se puede afirmar por qué mercado se combina con negro para formar mercado negro, simplemente lo hace por una cuestión de preferencia. Igualmente las restricciones existen a nivel léxico, justamente porque no puede combinarse con cualquier lexema para tener un significado determinado; y existen a nivel sintáctico pues estas combinaciones presentan restricciones tanto desde el punto de vista categorial como desde el punto de vista semántico (cfr. Bosque 2001b). Es importante, para esta investigación, adoptar el punto de vista en el que se reconoce la importancia de las colocaciones para la enseñanza de segundas lenguas y lenguas extranjeras. Castillo Carballo (2001) es una de las investigadoras que entiende relevante el estudio de colocaciones como parte del proceso de adquisición de lenguas. 3 Ha encontrado (Castillo Carballo 2001: 136) que los alumnos de L2 cometen errores al intentar combinar los colocados, los integrantes de la colocación. Ella afirma (op.cit.:137) que “la elección no adecuada de un vocablo en una secuencia en la que el otro elemento léxico es el que exige habitualmente la presencia de uno determinado – o más de uno, en algunas ocasiones-, pone de manifiesto la transgresión del principio de idiomaticidad que regula las colocaciones y que los distingue de las combinaciones libres de palabras (…)”. En este trabajo, en el que nos centraremos en las colocaciones, debe quedar en claro que cuando hablamos de errores del tipo léxico-sintáctico nos estaremos refiriendo estrictamente a errores que nos permiten entrever qué tipo de combinaciones pueden ser consideradas colocaciones en español. 4 Metodología y corpus Haremos una breve descripción de la metodología y el corpus, pues entendemos que no es necesario extendernos en este punto. Como ya se mencionó esta investigación está basada en el AE y, por lo tanto, sigue los pasos metodológicos propios del AE. El corpus se recolectó gracias al curso de “Español para brasileños” dictado por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Universidad de la República) durante los veranos del 2005, 2006 y 2007 y está compuesto por producciones escritas de los aprendices de nivel B2 y C12 que son el resultado de las pruebas de evaluación final de los cursos. Se eligió trabajar con estos dos niveles ya que es posible investigar de una mejor forma los errores del tipo léxico-sintáctico cuando los aprendices tienen un mejor dominio del léxico así como de las relaciones sintácticas que deben establecerse (cf. Castillo Carballo 2001). Se analizó un total de 69 producciones de las cuales 39 pertenecen al nivel B2 y 30 al C1. Se debe aclarar que no todas las producciones presentaron errores del tipo que se estaba buscando, por lo tanto el análisis se hizo con un total de 41 que se reparten en 17 pertenecientes a B2 y 24 a C1. Los errores encontrados están limitados por el tipo de tarea que se les asigna y por la tarea. Esto quiere decir que no encontraremos cualquier tipo de error, sino que encontraremos errores determinados por dichas tareas. Luego de obtener el corpus se procedió con los pasos metodológicos. Estos son: identificación; descripción; explicación; y evaluación de los errores. En este caso en particular es necesario hacer algunas aclaraciones. En primer lugar es necesario afirmar que, como queremos definir colocaciones del español, es necesario ver qué tipos de errores cometen los aprendices. En segundo lugar debemos saldar 2 Según Marco de Referencia Europeo (MRE). 4 algunas cuentas con lo que respecta a las características que poseen las colocaciones; i.e ¿cómo hablamos de frecuencia de coaparición?. La evaluación fue una encuesta que se le presentó a 20 informantes via correo electrónico3. Esta evaluación presentó algunos problemas: el contexto en el que aparecían las construcciones era muy acotado, esto hizo que muchos de los informantes no interpretaran bien cuál era el error; no se explicitó lo suficiente cuál era el verbo o la forma en la que se deberían centrar, esto hizo que algunos corrigieran elementos que no nos interesaban. Más allá de esto la encuesta probó ser efectiva para estudiar no sólo cómo afectan los errores de estos aprendices a la intercomunicación sino también cómo se construyen las colocaciones en español y nos permitió enfrentar de una nueva forma el problema de la frecuencia de coaparción, i.e. de acuerdo al tipo de construcciones que generan los informantes y los aprendices4. Podemos concluir, entonces, que al partir de los conocimientos que tienen hablantes no nativos de español para definir estructuras propias del español podremos avanzar tanto en el conocimiento de nuestra lengua como en el conocimiento de las estructuras que generan más error y confusión en los aprendices brasileños de español. 5 Análisis de los datos Si bien la investigación que está detrás de este trabajo se hizo siguiendo paso a paso la metodología del AE, cambiaremos el orden para poder relacionar el error que cometen los aprendices brasileños con los juicios dados por los hablantes nativos de español para poder vincular el error léxico-sintáctico con la colocación. Trabajaremos con cinco construcciones verbales realizadas por los aprendices y con sus respectivas evaluaciones. No todas estas construcciones son errores pero para entender el proceso de aprendizaje de los aprendices es necesario estudiar además de los errores los aciertos. La razón por la cual trabajamos únicamente con cinco ejemplos es que, de todas las construcciones que analizamos, estas son las que constituyen casos claros de colocaciones y que no presentan ambigüedad a la hora de definirlas como colocaciones o como restricciones léxicas5. 1 inversión para lograr petróleo (7B205 v.p.) 3 Creemos que es posible resolver el problema de la frecuencia a partir de las evaluaciones que hacen los halantes nativos (HN) de español. Sin embargo se considera que la evaluación de 20 informantes sólo sirve para reafirmar que es posible hacer una investigación que tome como base este ensayo metodológico. 4 Si los informantes consideran que una construcción determinada es rara proponen alternativas. Esto nos permite ver qué construcciones forman y hablar de frecuencia de coaparición. Si los informantes no consideran una construcción rara podemos entender esto como frecuencia ya que esto quiere decir que los informantes utilizan estas formas. 5 No presentaré aquí las dificultades que se presentan para delimitar colocación de restricción léxica. Por más información sobre el tema ver Bosque 2001, Polakof 2007. 5 Este error se aprecia en el nivel B2 únicamente. En este caso es posible observar que en español el verbo lograr acepta sólo complementos que dependen del sujeto que enuncia (uno logra una venta, logra un premio, etc.), uno no puede lograr petróleo. En portugués el verbo lograr comprende más usos que en español (como puede observarse en el anexo), pero de todas maneras no permite este uso. No es éste un caso de interferencia. Luego de identificar el error corresponde ver cuál es la alternativa a ese verbo en español, cuál es la construcción correcta, cuál es la colocación. En este caso lograr está mal utilizado al combinarse con petróleo, un verbo que podría tomar esa posición es obtener (obtener petróleo) y si quisiéramos utilizar un verbo más específico tenemos extraer, con el cual las restricciones son mucho mayores. El problema es que, si bien a los ojos del investigador la construcción más restringida es la que conforma un colocación, se debe tener en cuenta que hay otros factores, como la frecuencia de coaparición, que pueden demostrarnos los contrario. Del total de los veinte informantes dieciocho informantes lo consideraron “raro”. Seis propusieron conseguir, cinco propusieron obtener, uno propuso buscar, otro encontrar, dos tener y dos no propusieron ninguna alternativa. El hecho de que estos últimos informantes no respeten lo que el aprendiz quiso decir puede deberse a la falta de contexto que tenían en la encuesta, pero conseguir/ obtener sí respetan lo que el aprendiz quiso decir y tuvieron mayor frecuencia de coaparición. En este caso resulta interesante observar que nadie utilizó el verbo extraer que es mucho más específico con respecto a petróleo, aun cuando se les pidió en la encuesta que propusieran verbos específicos. Por lo tanto, podemos afirmar que, si bien se ve el uso de verbos generales en estas combinaciones como pobreza léxica del aprendiz de ELE (cf. Castillo Carballo 2001), hasta los HN usan verbos generales en el habla cotidiana6. 2 puede tornarse el peor enemigo (3C107 r.) Cuando trabajamos con producciones de aprendices de una lengua extranjera es necesario ver no sólo los errores sino estudiar, a su vez, las formas que construyen correctamente. Este ejemplo es uno de estos casos, aquí el aprendiz utilizó una forma sumamente restringida, una colocación, y lo hizo correctamente7: tornarse está bien utilizado: alguien/ algo puede tornarse su peor enemigo; esto se debe a que tornarse el peor enemigo ya está fijado en la norma. Contrario a lo que se había pensado, hubo nueve informantes que consideraron que esta construcción es “rara”. Para nosotros esta es una forma correcta, como acabamos de mencionar. Sin embargo parecería ser que para una parte de los HN no expertos esta construcción no es muy común. Estos informantes propusieron verbos como ser y volverse que no difieren demasiado de tornar, salvo en el hecho de ser más generales (y El hecho de que los HN no utilizaran verbos específicos puede deberse a que no saben cuál es el registro de las construcciones pero no podemos verificarlo. Igualmente no quita lo sabido, los HN en un registro informal no utilizan verbos específicos como extraer. 7 No es de extrañar que sea del nivel más avanzado pero no debemos olvidar que, a veces, los aprendices avanzados cometen errores en este tipo de construcciones ya que quieren utilizar el léxico que aprendieron. 6 6 ser más que volverse) pero pueden combinarse con el peor enemigo. Esto vuelve a confirmar la hipótesis anterior: los HN no expertos tienden a usar verbos generales y no específicos. Hubo un 45% de los informantes que consideraron que esta construcción era “rara”, pero suponemos que si un 55% de los informantes consideró que esta construcción es correcta el problema de la frecuencia de coaparición está saldada. 3 sean tomadas por el miedo (2C106) No hay ninguna acepción que permita la construcción ser tomada por el miedo. Sería diferente si fuera una construcción del tipo el miedo nos tomó por sorpresa pero en este caso lo que el alumno quiere expresar es que las personas pueden ser cogidas por el miedo, agarradas por el miedo o, aún mejor, invadidas por el miedo. El verbo elegido por el aprendiz para formar esta construcción es similar a los dos primeros pero, en este caso, no actúan como sinónimos. En portugués existe para tomar la acepción 29 del DALP que implica “Ser invadido (por sentimento, emoção )” y permite la construcción “tomada pelo medo”. Es un caso en el que, claramente, hay interferencia de L1. Trece informantes consideraron que esta construcción es “rara”. Tres no propusieron nada, uno de ellos dijo “’ tomados ’ es de otro idioma”. El resto propuso cosas diferentes, dos tener en los que se transforma la pasiva en una activa, uno se tornen miedosos que cambia un poco lo que el aprendiz quería decir, uno invadidos, otro dominados, otro causan temor, otro corrompidas, otro se atemoricen y otro teman. Hay un caso en el que la interpretación no es correcta, en este caso se propone “sean tomadas con miedo” que implica un cambio de significado. En este caso en particular no podemos hablar de frecuencia de coaparición. Habría que tomar una muestra más grande, variar un poco el ejemplo para que se interprete correctamente y ver si hay un porcentaje alto de informantes que propongan, por ejemplo, invadir. Igualmente podemos ver que esta construcción no es propia del español, al menos de nuestra variedad. 4 hacen culto a la belleza (5C105 v.p.) Si buscamos culto en el DRAE encontramos en la acepción 7 “m. Admiración afectuosa de que son objeto algunas cosas. Rendir culto a la belleza” que es la construcción más restringida. La construcción utilizada por el aprendiz no está mal pero, como afirma Catillo Carballo (2001: 138-139), “el uso, pues, de verbos de sentido más general será muestra de pobreza léxica, mientras que los específicos aportan un significado más exacto, en la medida en que se consigue una mayor riqueza de matices semánticos”. Ningún informante consideró que esta construcción es “rara” y de hecho, no lo es. Es interesante porque volvemos a observar que, si bien en la encuesta se les pidió que pusieran verbos más específicos, a nadie se le ocurrió poner “rinden culto a la belleza” que es un uso típico del castellano y es más específico que el propuesto por el aprendiz brasileño. 7 Podemos decir que es una construcción que se utiliza frecuentemente en el español8. 5 sin llevar en cuenta (6C105 v.p.) Este es un error que según el Diccionario Fraseológico Documentado del Español Actual (DFDEA)9 y el Diccionario de Locuciones Verbales para la enseñanza del español (DLVEE) se constituye a partir del desconocimiento de una locución10. Nosotros no consideramos esta construcción como un error léxico-semántico que conllevaría un error en la construcción de una locución. Consideramos que es un error léxico-sintáctico que conlleva un error en la construcción de una colocación. Esto se debe a que es posible conocer su significado a partir de las sumas de sus componentes y no posee el sentido unitario que debería tener una locución. El aprendiz comete este error ya que es una colocación compleja compuesta por <verbo + locución adverbial “en cuenta”> y no sabe con qué verbo debe combinarse dicha locución adverbial. Esta es en este caso el núcleo de la colocación ya que es la que selecciona el verbo con el cual debe combinarse (cf. Castillo Carballo 2001). Dieciséis informantes consideran que esta construcción es “rara”. Hay un informante que no propone nada. Los otros proponen los dos verbos, tener y tomar, que podrían ir en esta construcción pues son sinónimos: hay cuatro que proponen tener en cuenta y tres que proponen tomar en cuenta. Son las dos posibles alternativas para que esa construcción signifique lo que tiene que significar. Los últimos cuatro ejemplos son todos cometidos por aprendices del nivel C1, mientras que el primero es del B2. Podemos observar, a través de estos pocos ejemplos, que en niveles más elevados los errores cometidos nos muestran una etapa distinta de aprendizaje en la que es posible “jugar” con el caudal léxico aprendido. 6 Consideraciones finales El estudio de los errores léxico-sintácticos nos permite confirmar que es posible acercarnos a las distintas etapas del proceso de aprendizaje de una LE de una manera nueva y diferente. Si bien muchos investigadores han dedicado tiempo a estudiar los errores léxico-semánticos, los errores léxico-sintácticos han sido dejados de lado. Esto puede deberse a que el estudio de la interfaz léxico-sintáctica es relativamente reciente Es posible observar que, muchas de las construcciones con las que aquí trabajamos tienen, al menos, dos posibles combinaciones: una más específica (rendir culto, en este caso) y una más “general” (hacer culto). Habría que ver, en una próxima instancia, cómo hacer para dejar marcada esta diferencia en el tipo de colocaciones que se puedan definir. Se podría, también, hablar de restricciones léxicas y colocaciones, pero para definir esto se necesita un poco más de investigación práctica. 8 En realidad no queda muy claro en el DFDEA si esta construcción es considerada una locución o una colocación (la consideran una locución en sentido amplio) ya que este diccionario trata ambos tipos de construcciones pero no aclara en las entradas qué es qué. 10 Entiendo por locución una “combinación estable de dos o más términos, que funcionan como elemento oracional y cuyo sentido unitario consabido no se justifica, sin más, como una suma de significado normal de los componentes” Casares (1992 [1950]: 170 apud Corpas Pastor 1996: 88). 9 8 en la lingüística hispánica actual y que, por lo tanto, no haya sido considerado plenamente en el área de la lingüística aplicada. Se ha encontrado que los aprendices cometen errores de este tipo, algunos de estos ya habían sido investigados como errores léxico-semánticos. Creemos que este nuevo enfoque puede promover buscar nuevas alternativas pedagógicas y didácticas que tengan en cuenta las restricciones sintácticas a las que son sometidas estas construcciones que difieren tanto de los sintagmas libres como de las locuciones. Si bien en este trabajo no se han propuesto las alternativas antes mencionadas creemos que es el primer paso para poder hacerlo. Esta línea de trabajo, por lo tanto, no es el final de nada sino que es el comienzo para lograr entender qué procesos de aprendizaje se vinculan con estas construcciones y cómo se puede abarcar este tipo de error desde la enseñanza de ELE. Los resultados que obtuvimos son, de alguna manera, parciales. Sólo trabajamos con la esfera verbal y con algunos verbos que presentaron ciertas características que los diferenciaban de los demás. Además, al utilizar una muestra específica (Ellis 1994) no podemos hacer generalizaciones ya que pueden no ser representativas de toda la población brasileña que estudia ELE. Es necesario, por lo tanto, aclarar que todavía queda por investigar las otras esferas, las otras categorías (sustantiva, preposicional, adverbial y adjetival) para ver qué errores léxico-sintácticos surgen y ver si esos resultados son comparables con los de la esfera verbal. Creemos haber mostrado que es posible estudiar colocaciones a partir de los errores cometidos por aprendices de ELE. Estudiándolas de esta manera podremos enfrentar la tarea de elaborar un diccionario de colocaciones que pueda ser utilizado para el enseñanza de ELE. Generando un recurso para afrontar los problemas que se generan cuando los aprendices de ELE no saben que estas unidades existen. Finalmente, queremos afirmar que luego de haber analizado la evaluación que hicieron HN no expertos de las producciones de los aprendices brasileños de ELE, no creemos que sea productivo demandar a dichos aprendices que utilicen verbos específicos porque, de hecho, los HN no lo hacen. Sí es necesario tener sumo cuidado con lo que se les enseña para que sepan cómo y con qué deben combinarse determinados verbos, para que la comunicación entre dichos aprendices y los HN no se vea dificultada. 7 Bibliografía Alonso Ramos, Margarita. 2002. “Colocaciones y contorno de la definición lexicográfica”. En Lingüística Española Actual, XXIV/1: 63-96. Baralo Ottonello, Marta. 2005. “La interlengua del hablante no nativo”, en Sánchez Lobato, J. y Santos Gargallo, I. 2005. Vademécum para la formación de profesores. Madrid: SGEL. Benedetti, Ana M. 2001. “Interferencias semánticas del portugués en el aprendizaje del español”, en Forma: formación de profesores “Interferencias, cruces y errores”. 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Madrid: Aguilar lexicografía. 8 Anexo Diccionarios y definiciones En este anexo se agrupan todas las definiciones que se buscaron en diversos diccionarios de uso de los verbos que constituyeron nuestro análisis. Definiciones: 1) Lograr En este subapartado se definirá no sólo lograr sino sus posibles sinónimos conseguir y obtener. DUE (Diccionario de Uso del Español; Moliner): (del lat. <<lucrare>>, de donde, también, <<lucrar>>, v. <<lucro, malograr, <<de>>: ‘de los poderes públicos’) <<conseguir>>, llegar a *tener o a hacer algo que se desea o se intenta: ‘Lograr un premio. Lograr pasar a nado el Canal. He logrado de él que tome la medicina” conseguir: <<Alcanzar, lograr, obtener>> Llegar a tener algo que se desea: ‘He conseguido un permiso especial’. <<Lograr>>. También se emplea como auxiliar con verbos en infinitivo: ‘He conseguido arrancar el clavo’. (V. <<acabdar, acabtar –ants.11 agarrar, agenciarse, alcanzar, aquistar, arrancar, arribar, aseguir –ant.- atrapar, beneficiar, calzarse, cazar, cumplirse el deseo [los deseos], ganar, granjear[se], guindar, hacerse con, impetrar, llevarse, logear, mamarse, venir[se] a las manos, merendarse, +obtener, matar dos pájaros de un tiro, pescar, poner un [una buena] pica en Flandes, pillar, sacar a pulso, sacar, salirse con, salirse con la suya, llegar y besar el santo, sacar tajada, sacar de debajo de tierra, cantar victoria. Poder poco si [si no]… Hartura, logro asequible, exequible, granjeable gracias a ganga poner la vista en. a la tercera va la vencida llevarse un *chasc, *fracasar, muchos son los llamados…, salir con las manos vacías, quedarse in albis, trasquilado *adquirir. *chamba. *conquistar. *encontrar. *llegar. *obtener. *proporcionar) obtener: 1) llegar a *tener o disfrutar cierta cosa con el esfuerzo propio o dada o concedida por otro: ‘Obtener una beca, un premio de la lotería. Obtener el perdón’. (…)2) Llegar a cierto resultado, en un trabajo, un experimento, una operación de matemática o la resolución de un problema: ‘Al final se obtiene sal de cobre. Con este tinte se obtienen resultados sorprendentes. NO hemos obtenido el mismo resultado con la división’. 3) (<<de>>, <<con>>) Fabricar o extraer un material o un producto industrial de cierta manera o con ciertas cosas: ‘El ácido nítrico se obtiene industrialmente de…. *<<Sacar>>. Hacer una fotografía o una *copia fotográfica. DALP (Diccionario Aurelio da Língua Portuguesa) lograr: [Do lat. *lucrare, por lucrar] v.t.d. 1. Gozar, obter; fruir, desfrutar, desfruir: a pesar de seus esforços, nao logrou o cargo que aspirava. 2. Tirar lucro de, aproveitar. 3. Conseguir, alcançar: logrou a felicidade graças a uma sábia filosofia de vida (…) 4. Enganar com astucia; burlar; intrujar; defraudar: logrou o companheiro, pasando-lhe a nota falsa. Int. 5. Fazer o seu efeit; producir o resultado que se esperava: o seu dito satírico logrou. P. 6. Aproveitar-se, gozar. 7. Render, aumentar. Conseguir [Do lat. consequere, por consequi, 'seguir', 'alcançar'.] V. t. d. 1. Alcançar; obter: 2 2. Ter como conseqüência ou resultado: 2 Obter [Do lat. obtinere] v.t.d. 1. Alcançar ou conseguir (o que se pede e deseja): obter um cargo 2. Ter ensejo ou ocasiao de; lograr, conseguir, com seus atos obteve convencer o outro. 3. Ganhar, granjear. 2) TOMAR DRAE (Diccionario de la Real Academia Española): tomar.(De or. inc.).1. tr. Coger o asir con la mano algo.2. tr. Coger, aunque no sea con la mano. Tomar tinta con la pluma. Tomar agua de la fuente.3. tr. Recibir o aceptar de cualquier modo que sea.4. tr. Recibir algo y hacerse cargo de ello.5. tr. Ocupar o adquirir por expugnación, trato o asalto una fortaleza o ciudad.6. tr. Comer o beber. Tomar un desayuno, el chocolate. U. t. c. prnl.7. tr. Servirse de un medio de transporte.8. tr. Adoptar, emplear, poner por obra. Tomar precauciones.9. tr. Contraer, adquirir. Tomar un vicio.10. tr. Contratar o ajustar a una o varias personas para que presten un servicio. Tomar un criado.11. tr. alquilar (? tomar de alguien algo mediante pago). Tomar un coche, una casa, un palco.12. tr. Entender, juzgar e interpretar algo en determinado sentido. Hay que tomar estas corazonadas como venidas del cielo. Tomar a broma una cosa. Tomar en serio a alguien o algo.13. tr. U. para indicar juicio equivocado. Tomar a alguien POR ladrón. Tomar una cosa POR otra.14. tr. Ocupar un sitio cualquiera para cerrar el paso o interceptar la entrada o salida.15. tr. Quitar o hurtar.16. tr. comprar (? con dinero). Tomaré el prado, si me lo da barato.17. tr. Dicho 12 de una persona: Recibir en sí los usos, modos o cualidades de otro, imitarlos. Tomar los modales, el estilo o las cualidades de alguien.18. tr. Recibir en sí los efectos de algo, consintiéndolos o padeciéndolos. Tomar frío, calor, pesadumbre.19. tr. Fotografiar, filmar.20. tr. Emprender algo, o encargarse de una dependencia o negocio.21. tr. Dicho de algún efecto o accidente que invade y se apodera del ánimo: Sobrevenir a alguien. Tomarle a alguien el sueño, la risa, la gana, un desmayo.22. tr. Elegir, entre varias cosas que se ofrecen al arbitrio, alguna de ellas.23. tr. Dicho del macho: Cubrir a la hembra.24. tr. En un juego de naipes, hacer o ganar la baza.25. tr. Suspender o parar la pelota que se ha sacado, sin volverla ni jugarla, por no estar los jugadores en su lugar o por otro motivo semejante.26. tr. U. con ciertos nombres verbales significa lo mismo que los verbos de donde tales nombres se derivan. Tomar resolución, resolver. Tomar aborrecimiento, aborrecer.27. tr. Recibir o adquirir. Tomar fuerza, espíritu, aliento, libertad.28. tr. Ponerse a ejecutar la acción o la labor para la cual sirve un determinado instrumento. Tomar la pluma, ponerse a escribir. Tomar la aguja, ponerse a coser.29. tr. Llevar a alguien en su compañía.30. tr. Resolverse o determinarse a efectuar una acción. Tomó Y escapó.31. tr. Empezar a seguir una dirección, entrar en una calle, camino o tramo, encaminarse por ellos. Tomar la derecha. Tomar la carretera de Madrid. Tomar una vuelta, una curva o un giro. U. t. c. intr. Al llegar a la esquina, tomó por la derecha.32. tr. ant. Coger o lograr animales cazándolos.33. tr. ant. Hallar o coger a alguien en culpa o delito.34. intr. Am. Ingerir bebidas alcohólicas.35. prnl. emborracharse (? beber hasta trastornarse los sentidos).36. prnl. Dicho de la atmósfera: Oscurecerse, cargarse de vapores o de nubes, especialmente por el horizonte.37. prnl. Dicho propiamente de los metales: Cubrirse de moho u orín.38. prnl. Reñir o tener contienda o cuestión con alguien. Se tomaba CON todos. coger: coger.(Del lat. collig?re).1. tr. Asir, agarrar o tomar. U. t. c. prnl.2. tr. Recibir en sí algo. La tierra no ha cogido bastante agua.3. tr. Recoger o recolectar algo. Coger la ropa, el trigo.4. tr. Tener capacidad o hueco para contener cierta cantidad de cosas. Esta tinaja coge treinta arrobas de vino.5. tr. Hallar, encontrar. Me cogió descuidado. Procura cogerle de buen humor.6. tr. Descubrir un engaño, penetrar un secreto, sorprender a alguien en un descuido.7. tr. Captar una emisión de radio o televisión.8. tr. Tomar u ocupar un sitio u otra cosa. Están las butacas cogidas.9. tr. Sobrevenir, sorprender. Me cogió la hora, la noche, la tempestad.10. tr. Alcanzar a quien va delante.11. tr. Incorporarse a algo que ya ha empezado. Cogió el curso a la mitad.12. tr. Tomar, prender, apresar.13. tr. Tomar, recibir o adquirir algo. Coger velocidad. Coger fuerzas. Coger una costumbre. Coger unas entradas de teatro.14. tr. Entender, comprender. No he cogido el chiste.(…) DALP: TOMAR [De or. incerta.] V. t. d. 1. Pegar ou segurar em; empunhar: 2 & 2. Agarrar, segurar: & 3. Apoderarse, apossar-se, assenhorar-se de. 4. Arrebatar, arrancar, tirar. 5. Roubar, furtar: 2 6. Capturar, conquistar: 2 7. Invadir, assaltar: & 8. Preencher, abranger, ocupar: 2 9.Ocupar ou preencher a junta (7) de. 10. Contratar, assalariar: 2 11. Seguir (uma direção ou caminho); ganhar: 2 12. Receber, aceitar: 2 13. Assumir, adotar, adquirir, apresentar: 2 & 14. Aspirar, sorver: 2 15. Comer (1): 2 16. Beber, ingerir: 2 & & 17. Engolir o conteúdo de: 2 18. Beneficiar-se de (conhecimentos, etc., transmitidos por outrem); ter: 2 19. Ser salteado ou surpreendido por; receber, levar: & 20. Ser alvo de, ou homenageado, etc., com (coisa imprevisível e/ou, em geral, maçante, incômoda): 2 & 2 21. Entrar em veículo e nele seguir viagem: & 22. Mar. Medir: 2 2 23. Vestir, envergar: & V. t. d. e i. 24. Tomar emprestado: 13 & 25. Suspender; sustentar, agüentar: 2 26. Passar a ter (sentimento, emoção, etc.) por: & V. t. c. 27. Gastar, consumir (tempo): 2 V. transobj. 28. Considerar; julgar: 2 V. p. 29. Ser invadido (por sentimento, emoção): 2 2 30. Deixar-se persuadir ou influenciar: 2 31. Embeber-se, impregnar-se. 32. Encher-se de bebida(s) espirituosa(s); embriagar-se, embebedar-se: & 14