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PUNTO DE ACUERDO, POR EL QUE SE EXHORTA A LA SCT Y A LA SRE A SUSPENDER EL PROYECTO DEMOSTRATIVO DE AUTOTRANSPORTE TRANSFRONTERIZO DE CARGA ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS, A FIN DE ESTABLECER CONDICIONES PARA UNA COMPETENCIA EQUITATIVA, A CARGO DEL DIPUTADO CARLOS ALBERTO GARCÍA GONZÁLEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN El suscrito, diputado federal Carlos Alberto García González del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional; con fundamento en los artículos 58, 59 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a la consideración de esta honorable asamblea la siguiente proposición con punto de acuerdo, por el que se exhorta a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que, dentro de la esfera de sus atribuciones, suspendan el programa denominado "proyecto demostrativo de autotransporte transfronterizo de carga" entre México y Estados Unidos hasta que se resuelvan las deficiencias hacía el interior de nuestro país y se negocien hacía el exterior las condiciones para una competencia equitativa y sin discriminaciones, al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos El transporte de carga juega un papel fundamental en el desarrollo de nuestro país, por ello es considerado como uno de los sectores precursores de la economía dado que tiene la capacidad de detonar el crecimiento de otros sectores y cadenas de valor;1 el autotransporte de carga es un eslabón fundamental para el comercio interior y exterior de México, en virtud de que moviliza el 82 por ciento de todas las cargas tanto nacionales como internacionales que ascienden a un volumen anual de 425 millones de toneladas. El sector autotransporte de carga participa con el 3.4 por ciento del Producto Interno Bruto de México y es el principal medio por el que se realiza el intercambio comercial vía terrestre con nuestros principales socios comerciales, destacando el que se realiza con los Estados Unidos de América, dónde a raíz de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte TLCAN, se ha triplicado su valor, para llegar a octubre del 2006 con un total de 278 mil millones de dólares, sólo por debajo de China y Canadá. El autotransporte de carga contribuye sustancialmente con el vigoroso intercambio comercial que México sostiene con los Estados Unidos de América, dado que participa en promedio, con más de 600 mil cruces fronterizos mensuales tanto de importación como de exportación a lo largo de los 21 cruces fronterizos con que cuenta nuestro país, por lo que al año se realizan más de siete millones de movimientos vía terrestre.2 Cruces transfronterizos México-Estados Unidos: 2002 Importación: 3 millones 229, mil 190 Exportación: 1 millón 210 mil 299 Total: 4 millones 439 mil 489 2003 Importación: 3 millones 811 mil 74 Exportación: 2 millones 37 mil 650 Total: 5 millones 848 mil 724 2004 Importación: 4 millones 315 mil 512 Exportación: 2 millones 631 mil 309 Total: 6 millones 946 mil 821 2005 Importación: 4 millones 618 mil 360 Exportación: 2 millones 690 mil 396 Total: 7 millones 308 mil 756 Promedio mensual 2005 Importación: 384 mil 863 Exportación: 224 mil 200 Total: 609 mil 63 En el flujo comercial vía terrestre hacía los Estados Unidos de América, el autotransporte de carga es una pieza estratégica dado que tiene la mayor participación porcentual entre los modos de transporte terrestre en el que destaca, que de un volumen en valor de mercancías de 239 mil 676 millones de dólares, el autotransporte moviliza 195 mil 600 millones de dólares, es decir el 82 por ciento. Por lo que respecta a la flota vehicular mexicana, contamos con 483 mil 500 unidades tanto motrices como de arrastre con una edad promedio de 17 años. Del total sólo el 20 por ciento oscila entre los cinco años de antigüedad y la relación unidad motriz – unidad de arrastre es escasamente de uno a uno; es decir, que por cada tractocamión existe un semirremolque. Ahora bien, México, Estados Unidos y Canadá convinieron en facilitar la circulación transfronteriza de servicios entre sus territorios, aumentar las oportunidades de inversión y promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio. Para lo anterior, se convino en el TLCAN la apertura en materia de servicios de transporte transfronterizo, mismos que se definen como la prestación de un servicio del territorio de un país al territorio de otro. (Artículo 1213 del TLCAN) En materia de inversión, se convino la participación del capital extranjero, única y exclusivamente en el transporte de carga internacional, entre dos puntos del territorio. Por carga internacional se entiende, conforme al TLCAN, los bienes que tienen su origen o destino fuera del territorio de un país. Contrariamente a lo pactado en el TLCAN, el gobierno de los Estados Unidos bajo la presidencia de Bill Clinton, decretó en forma unilateral la moratoria para impedir de manera definitiva tanto la prestación de servicios transfronterizos como la generación de inversiones por parte de empresarios mexicanos; se había pactado que el calendario iniciaría el 18 de diciembre de 1995. Hasta 1998 el gobierno mexicano solicitó formalmente la integración de un panel arbitral para solucionar la controversia. El 5 de febrero de 2001, en su resolución final, el panel de controversias resuelve de manera unánime a favor de la causa de México, determinando que la negativa generalizada de los Estados Unidos a procesar las solicitudes de transportistas mexicanos es, y continúa siendo, una medida incompatible con las obligaciones del TLCAN. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT por sus siglas en inglés), anunciaron la instrumentación de un programa piloto para la apertura de la frontera en servicios transfronterizos, en dicho acuerdo se prevé una apertura simultanea para ambos países en el que se permitirá que hasta 100 empresas de cada nación participen. En virtud de este programa piloto para la apertura de la frontera, México deberá brindar acceso a las empresas estadounidenses para que ingresen a territorio nacional en la prestación de servicios transfronterizos de carga internacional, es indispensable que al igual que el gobierno estadounidense el gobierno de nuestro país implemente un programa de supervisión y vigilancia de las empresas, conductores y vehículos extranjeros. Una especial preocupación del autotransporte nacional consiste en la incapacidad del gobierno federal para hacer cumplir la salvaguarda del autotransporte de carga doméstica o entre puntos del territorio nacional para mexicanos o empresas mexicanas con cláusula de exclusión de extranjeros, toda vez que conforme al propio TLCAN se deberá permitir única y exclusivamente el transporte de carga internacional; es decir, las mercancías de importación o exportación que entran o salen de nuestro territorio, para lo cual es indispensable contar no sólo con los elementos de informática y tecnología vinculados con la Administración General de Aduanas sino con el número de inspectores de vías generales de comunicación suficientes, que desde el mismo punto de entrada a nuestro país y luego en el interior de la república tengan la capacidad de supervisar que las mercancías que se transportan sean efectivamente de carácter internacional y no carga doméstica, actividad que le corresponde única y exclusivamente a los mexicanos. Ahora bien, es de resaltarse que existen sectores en Estados Unidos que de igual forma no están de acuerdo en la apertura de la frontera, toda vez que de acuerdo con la información difundida en diarios de aquel país, el 10 de septiembre del presente año se votó una propuesta presentada ante el Senado de los Estados Unidos por el representante demócrata Byron Dorgan, la cual tiene por objeto bloquear los fondos para el desarrollo del programa, sin embargo, aún puede ser vetado por el presidente George W. Bush. El DOT publicó el 17 de agosto en el registro federal de ese país, que su gobierno está dispuesto a cumplir con los compromisos adquiridos en el marco del TLCAN, a pesar de que el Congreso ha argumentado que los conductores mexicanos representan un riesgo para la seguridad de la población estadounidense; y que al ofrecer sus servicios a precios más bajos desplazarían a los lcoales. Asimismo, los autotransportistas de Estados Unidos interpusieron un recurso legal para evitar el inicio del programa transfronterizo de carga. En respuesta a lo anterior, el Congreso norteamericano aprobó una ley que condicionó la aplicación del programa piloto a que esos vehículos cumplan con todos los requisitos federales sobre seguridad vial. No fue sino hasta el 31 de agosto del presente año que la apertura al transporte trasfronterizo de carga entre México y Estados Unidos entró en vigor. Así durante un año comenzará a tener vigencia el proyecto demostrativo que permitirá cruzar la frontera a 100 empresas transportistas de uno y otro lado. La SCT publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el acuerdo por el que crea la modalidad del servicio de autotransporte transfronterizo de carga internacional entre México y Estados Unidos. En este acuerdo la dependencia informa de manera detallada los motivos de abrir la apertura, los requisitos que conductores americanos y mexicanos deben cumplir para internarse en territorio distinto, las características del proyecto demostrativo y las condiciones que se aplicarán durante el año de vigencia que tiene esta modalidad. Sin embargo, en ambos lados de la frontera se han dado dificultades para que inicie este proyecto. Los transportistas han argumentado que apenas a una semana de haberse iniciado el programa piloto ya se resiente la discriminación hacia los vehículos y chóferes mexicanos en territorio estadounidense, porque una vez cruzada la frontera son sujetos a revisión de por lo menos siete diferentes autoridades, que les aplican al menos 22 reglas que no son extensivas para los estadounidenses o canadienses. Por otra parte, los transportistas han reiterado que el gobierno mexicano no ha establecido las condiciones necesarias para poder incursionar en este proyecto ya que hay cinco temas pendientes que los camioneros han solicitado: el programa de reemplacamiento, la publicación del reglamento de peso y dimensiones, la inseguridad en la red carretera nacional, los cuellos de botella en la frontera norte y la garantía de que el cabotaje esté reservado a nacionales. Aumento de precios Con la apertura es inminente un incremento en los precios del servicio de autotransporte de carga (flete) por las siguientes razones: Con el ingreso de las grandes empresas transportistas americanas que controlan el 85 por ciento de la carga internacional entre México y Estados Unidos, les dará la pauta para formar grandes oligopolios y realizar presiones hacia el alza de los precios. Actualmente el precio del flete en EU es de 0.96 dólares el kilómetro contra 0.61 dólares el kilómetro en México, los rubros donde se destaca la ventaja competitiva para nuestro país, es en el sueldo del operador y momentáneamente en el diesel, otro factor determinante es el margen operativo que se tiene en México que es de 0.02 dólares el kilómetro mientras que EU es de 0.11 dólares el kilómetro. Por lo anterior, se puede observar que las empresas americanas no van a reducir sus precios y sacrificar sus márgenes de utilidad, al menos que a corto plazo pretendan realizar prácticas depredatorias para controlar el transporte en México. Por el contrario, un grupo de empresas estadounidenses que realizara servicios con destino a México, debido al tamaño de su flota vehicular, tiene la capacidad de competir en el mercado mexicano e influir al alza en los precios no sólo del transporte de carga internacional sino también del transporte de carga doméstico. Flota mexicana Camiones unitarios: 102,110 Tractos: 147,915 Unidades de arrastre: 165,601 415,626 unidades Flota estadounidense UPS: 88,000 vehículos DHL: 75,000 vehículos Federal Express: 43,000 vehículos. Contract Freighters, Inc.: 2,500 tractocamiones; 6,500 remolques Swift Transportation Co.: 18,500 tractores; 52,000 remolques; 285,500 unidades Por lo anterior, la industria del autotransporte de carga en México se opone a la apertura de la frontera en servicios transfronterizos y su programa piloto al considerar que no representa un beneficio para México por las siguientes razones: 1. Existe una amplia desventaja competitiva del autotransporte nacional dado que desde hace más de seis años ha estado impedido de generar inversiones en los Estados Unidos de América; y en materia de servicios, más de 12 años sin tener presencia comercial en la unión americana. 2. Por el contrario, desde 1995, ya sea en forma de inversión extranjera directa o neutra, las empresas estadounidenses han podido invertir en empresas mexicanas y tener una extensa presencia comercial a través de empresas de arrendamiento, de servicios logísticos y de paquetería y mensajería en nuestro país. 3. La apertura de la frontera y el programa piloto no compensa o revierte en forma alguna al autotransporte de carga nacional ante el desfasamiento en el acceso al mercado estadounidense. 4. Al darse la apertura de la frontera, se encarecerán los precios de los fletes en México y existirán fuertes presiones al alza en el costo de los salarios de nuestros operadores, que es una de las principales ventajas competitivas. 5. La problemática en el cruce fronterizo no se resolverá por virtud de la apertura de la frontera, y los costos de transportación se incrementarán al permanecer en espera unidades de largo recorrido. 6. Hasta que no se hagan más eficientes las revisiones y procedimientos aduanales en ambos lados de la frontera, el servicio de cruce fronterizo seguirá siendo la mejor alternativa para el intercambio de remolques. 7. Las acciones que estableció el Congreso de los Estados Unidos para condicionar la entrada de los camiones mexicanos y el programa de inspección de seguridad de camiones fronterizos, impiden un acceso efectivo y en condiciones de equidad a los transportistas mexicanos. 8. El programa piloto es discriminatorio dado que impide la participación de los transportistas de materiales y residuos peligrosos; además se aplican 22 reglas de operación exclusivamente a los transportistas mexicanos y no a los americanos o canadienses. 9. Las autoridades mexicanas actualmente no tienen la capacidad para vigilar y supervisar a las empresas estadounidenses que entren a territorio nacional, y en consecuencia, salvaguardar que el autotransporte de carga doméstica o entre puntos del territorio nacional esté garantizado para mexicanos o empresas mexicanas con cláusula de exclusión de extranjeros. 10. En las condiciones actuales la mejor alternativa para conservar las ventajas competitivas del autotransporte en la región, es que los autotransportistas de México y Estados Unidos operen cada uno con origen y destino dentro de sus respectivos territorios haciendo más eficiente el cruce fronterizo. En virtud de todo lo anteriormente expuesto, propongo a esta honorable asamblea el siguiente: Punto de Acuerdo Único. De urgente u obvia resolución, por el que se exhorta a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Relaciones Exteriores para que, dentro de la esfera de sus atribuciones, suspendan el programa denominado proyecto demostrativo de autotransporte transfronterizo de carga entre México y Estados Unidos hasta que se resuelvan las deficiencias hacía el interior de nuestro país, y se negocien hacía el exterior las condiciones para una competencia equitativa y sin discriminaciones. Notas 1) Instituto Mexicano para la Competitividad IMCO, Hacia un Pacto de Competitividad pag. 215, Edición febrero del 2005. 2) Administración General de Aduanas. Dado en el Palacio Legislativo, en octubre de 2007. Diputado Carlos Alberto García González (rúbrica)