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Insuficiencia cardiaca congestiva en niños Artículo de revisión Por Leonardo Mejía Buriticá (leo_mejia@hotmail.com) 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Resumen Introducción Etiología Fisiopatología Manifestaciones Clínicas Ayudas Diagnósticas Tratamiento Conclusión Referencias Resumen La Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC) es la condición clínica en la cuál el corazón falla en atender las necesidades metabólicas de los tejidos del cuerpo. Durante la infancia, las condiciones que conducen a ICC difieren ampliamente de aquellas que ocurren en los adultos, siendo las malformaciones congénitas del sistema cardiovascular las más importantes. Algunas causas adquiridas de ICC como la miocarditis pueden también aparecer a cualquier edad y llevar a ICC. Esta revisión pretende hacer un recorrido acerca de los elementos más importantes de la ICC en niños, incluyendo los mecanismos fisiopatológicos, las manifestaciones clínicas y la etiología según el grupo de edad, las ayudas diagnósticas, y algunos aspectos relevantes del tratamiento. Palabras clave: Insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) pediátrica, etiología, fisiopatología, diagnóstico, tratamiento. Introducción Si se considera el corazón como una bomba encargada de mantener un suministro suficiente de oxígeno para suplir las necesidades metabólicas de todos los tejidos del cuerpo, podemos definir entonces la insuficiencia cardiaca como la incapacidad del corazón para mantener dicho suministro (1). Se trata de un síndrome clínico caracterizado por congestión vascular, disnea, fatiga y debilidad, que puede estar causado por una alteración estructural del corazón, un aumento en su carga de trabajo, o un incremento en las necesidades metabólicas de los tejidos (2). Etiología En la población pediátrica las condiciones que pueden conducir a falla cardiaca difieren enormemente de aquellas que prevalecen en los adultos. Mientras que en estos últimos la enfermedad coronaria y la cardiomiopatía hipertensiva son las dos causas principales (3), en los niños las cardiopatías congénitas, las arritmias y las infecciosas dan cuenta de la mayoría de los casos (4). En la tabla 1 se enumeran las principales causas de ICC en niños según la edad: 1 Tabla 1 (5,6,7,8) Neonatos: Disfunción Miocárdica: Asfixia, isquemia miocárdica transitoria, sepsis, hipoglucemia, primer día hipocalcemia, miocarditis, fibroelastosis endocárdica. Alteraciones Hematológicas: Anemia, síndrome de hiperviscosidad. Alteraciones estructurales: Insuficiencia tricuspídea y pulmonar, fístulas arteriovenosas sistémicas. Arritmias: Bloqueo AV congénito, taquicardia supraventricular Neonatos: Alteración estructural: Estenosis aórtica, coartación aórtica, interrupción del arco aórtico. Primera Síndrome de corazón izquierdo hipoplásico, conexión anormal de venas pulmonares, semana estenosis pulmonar, conducto arterioso permeable, anomalía de Ebsteín Disfunción miocárdica Anormalidades renales: Falla renal, hipertensión renovascular. Desórdenes endocrinos: hipertiroidismo neonatal, insuficiencia adrenal. Lactantes: Anormalidades estructurales: Persistencia del ductus arterioso, tronco arterioso común, hasta 2 ventana aortopulmonar, comunicación interventricular (CIV), ventrículo único, defecto septal meses atrioventricular, comunicación interauricular (CIA) Anormalidades pulmonares- hipoxia crónica: cor pulmonale Anomalías musculares cardiacas: Miocarditis fibroelastósis endocárdica, enfermedad de Pompe. Desordenes renales y endocrinos Lactantes y Anormalidades estructurales preescolares Disfunción muscular cardiaca: déficit de carnitina, enfermedad de Kawasaki, miocardiopatía dilatada Anomalías renales y endocrinas Pericarditis: purulenta, amibiana, TBC, viral. Arritmias: Taquicardia supraventricular, taquicardia ventricular Escolares y Pacientes no operados: insuficiencia aórtica, insuficiencia valvular atrioventricular, adolescentes taquiarritmias Falla ventricular derecha: síndrome de Eisenmenger, estenosis pulmonar, Anomalía de Ebstein (insuficiencia tricuspídea progresiva) Cardiopatía congénita operada: Fístula sistémico-pulmonar con hiperflujo; atresia pulmonar con CIV y grandes colaterales aortopulmonares; Tetralogía de Fallot: CIV residual; insuficiencia aórtica post valvulotomía aórtica, post reparo de CIV o reparo de tronco; insuficiencia mitral post reparo de defecto septal AV; disfunción de prótesis valvular; falla ventricular sistémica en transposición de grandes arterias; disfunción ventricular izquierda post circulación extracorpórea o paro cardiaco; hipertensión ventricular derecha residual; estenosis pulmonar, obstrucción tracto de salida, obstrucción de conducto extracardiaco. Causas infecciosas: Endocarditis infecciosa, fiebre reumática, enfermedad de chagas, miocarditis viral, pericarditis viral Vasculitis: Enfermedad de takayasu, colagenopatías, glomerulonefritis aguda. Enfermedades sistémicas: Enfermedad de Kawasaki, tirotoxicosis, falla ranal aguda y crónica, hipertensión severa, enfermedad neuromuscular. Síndromes congénitos: Marfan, Hurler, Noonan Hipertensión pulmonar: Cor pulmonales Fisiopatología Desde el punto de vista fisiopatológico, el síndrome de falla cardiaca puede estar causado por 5 mecanismos: 1) fallo de la propia bomba, 2) obstrucción del tracto de salida, 3) flujo de regurgitación, 4) trastornos de la conducción cardiaca, y 5) perdida de la continuidad del sistema circulatorio (9). Cada uno de los anteriores mecanismos conduce de una forma diferente a la falla cardiaca, no obstante, todos tienen como denominador común la disminución del gasto cardiaco que es el resultado del volumen sistólico y la frecuencia cardiaca. 2 Si el corazón no es capaz de eyectar suficientemente el volumen sanguíneo de fin de diástole, ocurre un remansamiento retrógrado de la sangre hacia el sistema venoso, lo cual conduce a un incremento en el volumen telediastólico y, con este, de la precarga. Ante tal sobrecarga de presión, el corazón puede defenderse mediante el mecanismo de Frank-Starling, donde el mayor estiramiento de las fibras miocárdicas facilita la interacción entre la actina y la miosina logrando una mejor contractilidad del corazón, suficiente para mantener la función cardiaca. Sin embargo, en corazones cuya contractilidad intrínseca está comprometida o que padecen de una dilatación previa como consecuencia de un cortocircuito de izquierda a derecha, una mayor dilatación no mejorará el gasto cardiaco y conducirá a una disminución progresiva de la fracción de eyección. Cuando esto ocurre, se entra en un estado de hipoperfusión generalizado como consecuencia de la disminución del volumen efectivo de perfusión, lo cual conduce a la activación de diversos mecanismos neurohormonales y homódinamicos que si bien buscan compensar el fallo de la bomba, finalmente terminan por deteriorar aún mas el sistema conduciendo a un empeoramiento del estado congestivo (10). Son tres los sistemas neurohormonales que participan en la fisiopatología de la falla cardiaca. En primer lugar, la disminución del llenado arterial causa aumento del tono simpático mediado por barorreceptores, con un incremento en las concentraciones de noradrenalina (NA). Si bien este neurotransmisor pudiera incrementar el gasto cardiaco a través de sus efectos cronotrópicos e inotrópicos positivos mediados por el receptor β1 adrenérgico, se ha observado que en la falla cardiaca hay una regulación a la baja de estos receptores o una alteración en los mecanismos de transducción de señal, lo que disminuye tales efectos benéficos de la NA. Por otro lado, la NA tiene efectos tóxicos directos para las células cardiacas, lo cual puede deberse a sobrecarga de calcio y a la inducción de apoptósis, situación que junto con la posible hipertrofia mediada por receptores tanto β como α conduce a remodelación de la arquitectura cardiaca de una forma tal que empeora su función de bomba (11). En adición a esto, la NA ocasiona vasoconstricción arterial y venoconstricción, lo cual incrementa tanto la precarga como la poscarga, a la vez que activa el sistema renina angiotensina aldosterona, el cual es el segundo sistema neurohormonal importante en la fisiopatología de la insuficiencia cardiaca. Tanto la vasoconstricción renal como la disminución del volumen efectivo de filtración conducen a la liberación de renina, enzima que incrementa la producción de angiotensina II y de aldosterona. Estas hormonas incrementan la retención de sodio y agua a nivel renal, lo cual aumenta el volumen plasmático del individuo, empeorando de tal forma el estado congestivo y la magnitud de los edemas. Además de estos efectos hemodinámicos, se ha demostrado que la aldosterona causa remodelación directa de la arquitectura cardiaca, lo cual explica los buenos resultados del uso de iECAS y espironolactona en la falla cardiaca (12). Por último, el tercer mecanismo neurohormonal comprometido en la falla cardiaca es la liberación del péptido natriurético atrial (o cerebral (BNP)), el cual ha sido objeto de numerosas publicaciones en los últimos años debido a que altas concentraciones de este se correlacionan con un peor pronóstico (13). En conclusión, cualquiera que sea su causa, la insuficiencia cardiaca se caracteriza por un gasto cardiaco disminuido (fracaso anterógrado), o por el remanso de sangre en el sistema venoso (fracaso retrógrado), o por ambos. Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas de la falla cardiaca en los niños varían según la edad, el grado de compromiso de la función cardiaca, la etiología del desorden, y las enfermedades intercurrentes (14). En los lactantes la falla cardiaca pude ser difícil de identificar, en general se presenta cianosis, taquipnea, dificultades de la alimentación, escaso aumento ponderal, sudación excesiva, irritabilidad, llanto débil y respiración ruidosa y laboriosa, con retracciones intercostales y subcostales, así como aleteo nasal. La cardiomegalia y la hepatomegalía son constantes, y en la auscultación es frecuente encontrar soplos, ritmo de galope, sibilancias y estertores pulmonares. En los niños mayores como en los adolescentes, los signos y síntomas de la falla cardiaca se asemejan más a los del adulto, presentando intolerancia al ejercicio, disnea en reposo, tos, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edemas generalizados, cardio y hepatomegalia, y anormalidades a la auscultación. Es escolares y niños mayores es más fácil detectar 3 ingurgitación yugular a diferencia de los lactantes quienes por su cuello corto este es un hallazgo menos frecuente (15). Ayudas diagnóstico Las siguientes ayudas diagnósticas son útiles en el niño con sospecha de falla cardiaca:1) radiografía de tórax: cardiomegalia, congestión pulmonar; 2) electrocardiografía: ayuda a determinar la etiología, especialmente arritmias; 3) ecocardiografía: establece función ventricular, ayuda a determinar la etiología; 4) gases arteriales: evidencia disminución de la concentración arterial de oxigeno en el edema de pulmón y acidosis en la insuficiencia cardiaca grave, 5) ionograma: puede demostrar hiponatremia y alteraciones en los electrolitos secundarias al tratamiento; y 6) hemoleucograma: ayuda a descartar anemia (16,17). Otras pruebas mas complejas como la medicina nuclear, la resonancia magnética, el cateterismo cardiaco, la biopsia de corazón, los cultivos, etc, no están indicadas de rutina pero pueden ser requeridas en casos específicos donde se requiera aclarar la etiología. Tratamiento El tratamiento definitivo de la falla cardiaca debe estar dirigido a la corrección de las causas de base (p. ej. cirugía en el caso de una cardiopatía congénita), no obstante son necesarias medidas farmacológicas dirigidas a mejorar la función ventricular, disminuir los edemas, y prevenir el empeoramiento de la enfermedad (18). En la tabla 2 se resumen los aspectos importantes del tratamiento. Tabla 2 (18) Medidas generales Inotrópicos Diuréticos Fármacos reductores de poscarga Agonistas adrenérgicos Inhibidores de la fosfodiesterasa β bloqueadores Reposo, decúbito con inclinación, ventilación con presión positiva, aumento de la ingesta de calorías, alimentación por sonda nasogástrica Digoxina Furosemida, Espironolactona, clorotiazida Nitroprusiato, captopril, hidralazina Dopamina, dobutamina, isoprenalina Milrinona Metoprolol, carvedilol. Conclusión La ICC si bien no es tan frecuente en la edad pediátrica como en la adultez, si es una causa importante de morbilidad y mortalidad durante este periodo del ciclo vital. Esto obliga al médico a estar capacitado en realizar un diagnóstico temprano que permita iniciar el tratamiento de manera oportuna. En los niños las causas principales de falla cardiaca son las cardiopatías congénitas, seguidas por las infecciones y los trastornos del ritmo. Tanto la etiología como las manifestaciones clínicas varían según se trate de un recién nacido, lactante, preescolar, escolar o adolescente. El médico debe mantener un alto índice de sospecha y considerar un trastorno en la función cardiaca ante signos sutiles y estar en la capacidad de utilizar las ayudas pertinentes para confirmar el diagnóstico, esclarecer la etiología e iniciar el manejo mas adecuado. Referencias 1. Kay JD, Colan SD, Graham TP Jr: Congestive heart failure in pediatric patients. Am Heart J 2001; 142: 923 -928. 2. 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Swenson JM, Fischer DR, Miller SA, et al: Are chest radiographs and electrocardiograms still valuable in evaluating new pediatric patients with heart murmurs or chest pain? Pediatrics 1997;99:1. 18. Auslender M, Artman M: Overview of the management of pediatric heart failure. Progress in Pediatric Cardiology 2000; 11:231-241. 5 INFORMACIÓN SOBRE EL AUTOR Leonardo Mejía Buriticá leo_mejia@hotmail.com ESTUDIOS REALIZADOS: Actualmente estudiante de Medicina de VIII semestre de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia CARGOS: Investigador grupo Pediaciencias, Departamento de Pediatría, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. Investigador grupo de investigación en Psiquiatría, GIPSI, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. Investigador grupo SINAPSIS, secciones Neurocirugía y Neuropediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia CURSOS REALIZADOS Noveno Congreso Nacional de Farmacología y Terapéutica, Paraninfo Universidad de Antioquia, 22 al 24 de Octubre de 2003 Décimo curso de actualización en Medicina Interna para el Médico General, Teatro Metropolitano de Medellín, 18 y 19 de Marzo de 2004 I Tópicos Selectos en Guías de Manejo de Enfermedades Cardiacas y Vasculares, Hotel Intercontinental Medellín, junio 22 a 24 de 2004. Curso de Actualización en infección respiratoria aguda en pediatría, Fundación Universitaria San Martín, 28 de Julio de 2004 X Curso de Postgrado en Medicina Interna, Universidad de Antioquia, Medellín 11 y 12 de abril de 2005 VI curso de actualización y Controversias en Pediatría y Puericultura, HUSVP, Medellín 21 a 23 de abril de 2005. VII Simposio Internacional de Reumatología, Hotel Intercontinental Medellín, 20 y 21 de Mayo de 2005. II Tópicos Selectos en Guías de manejo de Enfermedades Cardiacas y Vasculares. Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor, 27 al 30 de Julio de 2005 Seminario de Medicina Interna “Enfoque Clínico Contemporáneo”. Hospital general de Medellín. 19 de agosto de 2005 XI Simposio de residentes de Medicina Interna. Universidad Pontificia Bolivariana, 11 y 12 de noviembre de 2005 III Curso de emergencias pediátricas. Sociedad Colombiana de Pediatría, Regional Antioquia. CC San Diego, 9 a 11 de Marzo de 2006 Curso de actualización en Malaria. Fundación Universitaria San Martín. 30 de marzo de 2006 XI Curso de actualización en Medicina Interna, Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor, 30 y 31 de marzo de 2006 Segundo simposio Internacional de enfermedades Cardiovasculares. CIRUVAN, Centro Internacional de Convenciones Plaza Mayor, Mayo 4 y 5 de 2006 VI Congreso Colombiano de Neurología Infantil, ASCONI, Hotel Intercontinental Medellín, 25, 26 y 27 de Mayo de 2006 Asistencia a Jornadas de Actualización Médica “Sábados del Hospital”, Cetro comercial San Diego, Hospital Universitario San Vicente de Paúl. Competencia lectora en idioma extranjero (Ingles), Certificado por la Escuela de Idiomas de la Universidad de Antioquia Leonardo Mejía Buriticá leo_mejia@hotmail.com Estudiante VIII semestre de Medicina Rotación de Pediatría Hospital Universitario San Vicente de Paúl Hospital Infantil de Medellín MEDELLÍN COLOMBIA 2006 6 Insuficiencia cardiaca en terapia intensiva pediátrica Dra. Claudia Millán Jaime,* Dra. María de Lourdes Lizalde Isunza,* Dr. Arturo Torres Vargas. * Médicos adscritos a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital General .Gaudencio González Garza., Centro Médico Nacional .La Raza., Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). . Jefe de la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital General .Gaudencio González Garza., Centro Médico Nacional .La Raza., IMSS. La insuficiencia cardiaca (IC) es el estado clínico en el que el corazón es incapaz de entregar el oxígeno requerido para satisfacer las demandas metabólicas de los tejidos del organismo.1 Es la complicación más frecuente de las cardiopatías congénitas.2 Las RESUMEN Objetivo: Determinar la incidencia, factores asociados y pronóstico de los pacientes pediátricos que desarrollan falla cardiaca. Diseño: Estudio prospectivo y observacional. Lugar: Unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) de un hospital general de la Ciudad de México. Pacientes: Se evaluaron todos los pacientes que ingresaron a la UCIP entre agosto de 1996 y julio de 1997. Intervenciones: Ninguna. Resultados: Ingresaron seiscientos pacientes a la UCIP. De estos pacientes, 88 (14.7%) tuvieron falla cardiaca: 54% en los dos primeros meses de vida, y 15%, 9%, y 7.1%, respectivamente para los pacientes entre 3-5, 11-15 y 6-10 años de edad. La insuficiencia cardiaca se observó en los pacientes sometidos a cirugía cardiaca (48%), enfermedades cardiacas congénitas no operadas (19%), valvulopatías 11%, sepsis 16%, falla respiratoria 4% y cardiomiopatía secundaria a fármacos 2%. La mortalidad fue del 25%. Conclusión. La falla cardiaca es un problema frecuente en el paciente pediátrico en estado crítico en nuestro hospital. Palabras clave: Falla cardiaca, incidencia, pronóstico, paciente pediátrico crítico. SUMMARY Objective: To determine the incidence, associated factors and outcome of pediatric patients who develop heart failure. Design: Prospective and observational study. Setting: Pediatric intensive care unit (PICU) of a general hospital of Mexico City. Patients: All the patients admitted to the PICU between August 1996 and July 1997 were evaluated. Interventions: None. Results: Six hundred patients were admitted to the PICU. Of these patients 88 (14.7%), had heart failure: 54% within the first two months of life, and 15%, 9% and 7.1%, respectively for patients within 3-5, 11-15 and 6-10 years of life. Heart failure was observed in patients underwent to cardiac surgery (48%), non-operated congenital heart disease (19%) valvular disease 11%, sepsis 16%, respiratory failure 4%, and cardiomiopathy due to drugs 2%. The mortality rate was 25%. Conclusion: Heart failure is a frequent problem in critically ill pediatric patients in our hospital. Key words: Heart failure, incidence, outcome pediatric critically ill patients. manifestaciones clínicas dependen de la afectación de los circuitos pulmonar (disnea, ortopnea, taquipnea, estertores, tos, y en los niños: sibilancias y dificultad para la alimentación) y sistémico (ingurgitaci 7 ón yugular, hepatomegalia, edema periorbitario, ascitis, anasarca); de los mecanismos compensadores (taquicardia, cardiomegalia, diaforesis, palidez, pulsos débiles, oliguria); o de la falla de estos últimos (bradicardia e hipotensión).1 Las causas de IC están relacionadas con padecimientos propios del miocardio (intrínsecas) o no relacionadas con él (extrínsecas, como las valvulopat ías).1-3 Estas causas de origen cardiovascular pueden desencadenar manifestaciones de IC por aumento de la precarga (cardiopatías congénitas con cortocircuito de izquierda a derecha, insuficiencia valvular); por alteración en la contractilidad mioc árdica (cardiomiopatías inflamatorias o metabólicas); por aumento en la postcarga (estenosis aórtica), o por alteraciones en la frecuencia cardiaca (bradicardias y taquiarritmias).1,2 En los niños se ha referido que las cardiomiopatías pueden tener origen infeccioso (virales, tripanosomiasis), medicamentoso (antracíclicos, carbamazepina, inmunosupresores), metabólico (deficiencia de vitamina D, deficiencia de carnitina, insuficiencia suprarrenal, entre otras), e incluso, genético (distrofias musculares). 3-8 En el recién nacido, después de las cardiopat ías congénitas, se encuentran las arritmias de causas varias como el lupus eritematoso neonatal que además del bloqueo pueden desarrollar miocarditis y endocarditis desde la etapa fetal.9 Las demandas excesivas y la liberación de mediadores de la inflamación depresores del miocardio también pueden desencadenar esta entidad patológica, como es el caso de las anemias severas, hipertiroidismo, sepsis y traumatismo craneoencefálico.10-14 Otras causas de IC son la anoxia, la isquemia y la acidosis metabólica que deprimen la contractilidad miocárdica.10 Planteamiento del problema: Aunque las causas de insuficiencia cardiaca en niños están bien definidas, ¿cuál es la etiología en el niño críticamente enfermo y con qué frecuencia los afecta?, ¿cuáles son sus principales manifestaciones clínicas en estos pacientes y, qué edad y sexo afecta con mayor frecuencia? ¿qué repercusión tiene la presencia de IC en la mortalidad de los pacientes que la padecen? Objetivos: 1. Determinar la incidencia de insuficiencia cardiaca en la terapia intensiva pediátrica (TIP) del Hospital General .Gaudencio González Garza., del Centro Médico Nacional .La Raza. del Instituto Mexicano del Seguro Social. 2. Determinar su frecuencia según edad y sexo. 3. Evaluar sus manifestaciones clínicas. 4. Identificar las causas de esta entidad en la TIP. 5. Determinar la mortalidad en la TIP asociada a IC. PACIENTES Y MÉTODOS Durante un año se captaron todos los pacientes ingresados a la terapia intensiva pediátrica que tuvieron 8 insuficiencia cardiaca aguda, definida como la presencia de un factor predisponente y dos o más de las siguientes manifestaciones: taquicardia, hipotensi ón o datos de bajo gasto (somnolencia, oliguria, llenado capilar prolongado), hepatomegalia, edema agudo pulmonar y/o congestión venosa sist émica (ingurgitación yugular, ascitis, anasarca, edema facial y/o edema en zonas de declive). Para la valoración de la hepatomegalia, de la frecuencia cardiaca (FC) y de la tensión arterial (TA) se tomaron en cuenta los límites referidos como normales para su edad, o la modificación de dichos parámetros respecto a la exploración previa. Se calculó la frecuencia de cada una de las manifestaciones clínicas en porcentajes. La incidencia de IC se definió como: Incidencia = Casos de insuficiencia cardiaca en TIP por año x 100 Número total de ingresos a TIP por año La frecuencia de IC se clasificó según edad y sexo. Las causas de IC se clasificaron en número y porcentaje. Se determinó la mortalidad y el riesgo relativo de fallecer por insuficiencia cardiaca según la causa. RESULTADOS De agosto de 1996 a julio de 1997 se ingresaron 600 pacientes a la TIP del Hospital General .Gaudencio González Garza., CMN .La Raza. del IMSS. Las manifestaciones clínicas que se encontraron fueron: datos de bajo gasto 79%, taquicardia 74%, hepatomegalia y edema agudo pulmonar 34%, bradicardia 17% y edema periférico 8% (figura 1). Figura 1. Manifestaciones clínicas. 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 gasto bajo Taquic. Hepatomegalia E.A.P. Bradic. Edema perif. % 79% 74% 34% 34% 17% 8 La incidencia de la insuficiencia cardiaca en la TIP fue del 14% (88 pacientes). La IC se presentó en el sexo masculino en el 51% y en el femenino en el 49%. El grupo etario más frecuentemente afectado por dicha patología fue el de lactantes (un mes a dos años de edad) en un 54% de los casos, seguido de un 15% en la etapa preescolar (tres a cinco años) y en adolescentes (11 a 15 años); 9% en los escolares (seis a 10 años) y 7% en recién nacidos. 9 Todas las causas que a continuación se mencionan fueron más frecuentes en los lactantes, excepto las valvulopatías, ya que éstas se presentaron en adolescentes en el 80% de los casos. Las causas de IC se dividieron en cardiacas y no cardiacas, siendo más frecuentes las primeras en un 80% de los casos. De las causas cardiacas el 48% (42 casos) correspondieron a posoperados de corazón; 19% a cardiopatías congénitas descompensadas no operadas (17 casos); 11% a valvulopat ías (10 casos) y 2% (dos casos) a cardiomiopat ía por antracíclicos. Del 20% de las causas no cardiacas, el 4% (tres casos) correspondió a respiratorias, y 14 casos a sepsis (16%) (figura 2). Las cirugías cardiacas que presentaron IC incluyeron posoperados de corrección de drenaje anómalo de venas pulmonares (11 casos), fístulas sist émico-pulmonares tipo Blalock Taussig (siete casos), tetralogía de Fallot (cinco casos), trasposici ón de grandes arterias (cinco casos), derivación cavo-pulmonar (cuatro casos), bandaje de la arteria pulmonar (tres casos) y otros siete casos de cardiopat ías complejas. La IC se presentó en el 29% de los pacientes posoperados de corazón, y en 55% de los niños con cardiopatía congénita no operada. La mortalidad por IC fue del 25%. El 5.6% de los posoperados de coraz ón, y el 29% de las cardiopatías congénitas descompensadas no operadas que ingresaron a nuestro servicio fallecieron por IC (figura 3). Los pacientes con IC tienen una mortalidad 1.8 veces mayor que los que no la presentan. Específicamente el paciente posoperado de corazón incrementa su mortalidad en un 23% y los niños con cardiopatía congénita no operada, tienen una mortalidad del 52%. DISCUSIÓN La prevalencia de la IC en la población general se ha estimado del 0.5 al 1%, y se está elevando en la población general, con una mortalidad del 43% al año, y del 75% a los cinco años. La mortalidad por enfermedad cardiovascular en la población general incluye: enfermedad coronaria 51%, infarto del miocardio 16%, cardiopatía reumática 0.6%, cardiopat ía congénita 0.6%, valvulopatías 1.6%, arritmias 4.5%, arteriopatías 4.4%, insuficiencia cardiaca congestiva 4.4%, hipertensión arterial 3.8% y 13% otras causas. La incidencia de IC es similar en varios estudios, refiriéndose de 1.6% (74 de 4,744 adultos). Sin embargo, esta incidencia reportada se refiere a adultos con algún padecimiento cardiovascular e insuficiencia cardiaca crónica cuya fisiopatología y manejo difieren de la de los niños estudiados, por lo que la incidencia que encontramos de 14.6% no es comparable.10-14 Nuestra mayor incidencia de IC según edad, fue la de lactantes, en más de la mitad de los casos. Figura 2. Causas de insuficiencia cardiaca en terapia intensiva pediátrica. Figura 3. Mortalidad por insuficiencia cardiaca en enfermedades cardiovasculares. 10 Cardíacas 80% Respiratoria 4% Sepsis 16% Antracíclicos 2% Valvulopatías 10% Cardiopatía congénita 20% P.O. corazón 48% Con I.C. Sin I.C. P.O. Corazón C. Congénita Valvulop. Antracicl 60 50 40 30 20 10 0 Ésta es una etapa de cambios fisiológicos, entre los cuales se encuentra la disminución de las resistencias vasculares pulmonares en los primeros tres a seis meses de vida con el incremento paulatino del flujo pulmonar, que asociado a padecimientos cardiovasculares como las cardiopatías congénitas con cortocircuito de izquierda a derecha, pueden llevar a manifestaciones tempranas de insuficiencia cardiaca. 15-17 Esta edad también es la más susceptible para los procesos infecciosos graves, lo cual explica nuestra mayor incidencia de IC en esta edad. De la frecuencia de las manifestaciones clínicas encontradas, llama la atención que los datos de bajo gasto y la taquicardia fueron evidentes en tres cuartas partes de nuestros casos, así como la hepatomegalia y datos de edema agudo pulmonar en dos terceras partes, comparado con las manifestaciones en adultos, en quienes más del 80% presentaron disnea de esfuerzo, ortopnea, edema e ingurgitación yugular, posiblemente relacionado con la forma de valoración clínica inicial que en el adulto se basa en el interrogatorio, y en el niño depende en gran parte de la exploraci ón física.18 De hecho, los datos físicos como los edemas periféricos, los estertores, el galope o la ingurgitaci ón yugular, son hallazgos más específicos (90%), pero menos sensibles (10-30%). Los síntomas como la disnea y la ortopnea son más sensibles, pero tienen una especificidad menor al 60% ya que pueden ser secundarias a falla ventricular izquierda o a enfermedades pulmonares. La taquicardia es el 11 signo menos sensible pero el más específico.19,20 En este estudio la bradicardia se presentó en ocho pacientes posoperados de corazón, llamando la atención que los dos pacientes con cardiopatía congénita no operada y los cuatro pacientes con sepsis que la presentaron no tuvieron respuesta al manejo farmacológico y fallecieron. Las principales causas de IC en niños difieren de las causas en adultos en quienes la enfermedad coronaria (infarto del miocardio, angina de pecho) y la hipertensión arterial son las más frecuentes; seguidas de la cardiopatía reumática, cardiomiopatía dilatada, valvulopatías, diabetes mellitus e hipertrofia de ventrículo izquierdo.14,21,22 De las causas de IC encontramos a los padecimientos cardiovasculares en primer lugar: 48% por cirugía cardiovascular, 20% por cardiopatías congénitas no operadas y 10% por valvulopatías; lo cual se relaciona directamente con la patología predominante de nuestra terapia: el 31% de nuestros ingresos son enfermedades cardiovasculares, de los cuales el 24% son posoperados de coraz ón, 5% cardiopatías congénitas no operadas y 2% valvulopatías. Los niños con cardiopatía congénita no operada presentan datos de IC secundaria a múltiples causas (falla en el tratamiento, infecciones, espera de corrección quirúrgica), siendo éstas el motivo de ingreso a la terapia o para vigilancia de complicaciones de procedimientos invasivos como el cateterismo cardiaco. A nuestro servicio ingresan todos los niños posoperados de corazón en el hospital, desde la etapa neonatal hasta los 16 años de edad. De ellos, las cardiopatías congénitas no cianógenas no complejas como la persistencia del conducto arterioso (PCA), comunicación interventricular (CIV), comunicaci ón interauricular (CIA) y, coartación aórtica (CoA), ocupan el 12.5% de todos los casos, siendo la PCA la más frecuente en un 7.5%. El 11.5% restante de los posoperados de corazón corresponden a cardiopatías complejas que requieren cirugía correctiva o paliativa, y que son los que desarrollan IC: fístula sistémico pulmonar, bandaje de la arteria pulmonar, corrección de tetralogía de Fallot, drenaje anómalo de venas pulmonares, transposición de grandes vasos, y otras cardiopatías complejas, incluyendo CIA, CIV y CoA asociadas a hipertensión pulmonar. La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) como causa de IC está bien documentada. Weiss y colaboradores hicieron el seguimiento de 14 niños con insuficiencia respiratoria aguda, sin cardiopatía asociada, de los cuales 11 tuvieron anormalidades electrocardiográficas y ecocardiográficas.23 Se ha visto que en pacientes con IRA que requieren ventilaci ón mecánica, el uso de PEEP (presión positiva al final de la espiración) afecta la función miocárdica ventricular.24 Sin embargo, de los tres casos que reportamos de IRA, sólo dos requirieron ventilación 12 mecánica sin uso de PEEP. El 16% de nuestros casos fueron pacientes sépticos con datos de IC. El choque también es una causa de insuficiencia cardiaca.25-27 En pacientes con choque séptico se ha encontrado una función ventricular inicialmente normal que evoluciona a disfunción diastólica y finalmente a una insuficiencia sistólica y diastólica con disminución del índice cardiaco y de la fracción de eyección de ventrículo izquierdo, resultando en un choque combinado: séptico y cardiogénico.28-30 Aunque es común la cardiotoxicidad por antracíclicos que se usan en forma regular en los servicios de hematología y oncología de nuestro hospital, las cardiomiopatías por antracíclicos frecuentemente son asintomáticas o presentan la falla miocárdica en forma tardía,31 y sólo ingresan a nuestro servicio por insuficiencia cardiaca descompensada, asociada a infección y leucopenia secundaria a quimioterapia. Otra causa referida de IC, que no encontramos en nuestro estudio, fue el traumatismo craneoencefálico, relacionado con disfunción miocárdica temprana.32,33 La cuarta parte de los niños críticamente enfermos que presentan IC, fallecen, siendo este síndrome un factor de riesgo para el incremento de la mortalidad, independientemente de la causa. En 1994 en nuestro servicio se encontró una frecuencia de choque cardiogénico del 7% en los pacientes posoperados de corazón, con una mortalidad de dicha entidad del 100%. La mortalidad en posoperados de corazón por insuficiencia cardiaca descompensada, fue del 5.6% en este estudio.34 Concluimos que la incidencia de insuficiencia cardiaca es de 14.6% en nuestra unidad de cuidados intensivos pediátricos. La edad más frecuentemente afectada es la de lactantes en este grupo de pacientes estudiados. La principal causa es la cirug ía cardíaca. La IC se manifiesta frecuentemente en los casos de cardiopatías congénitas no operadas. La sepsis y los problemas respiratorios tambi én son causa de este síndrome. La presencia de IC incrementa la mortalidad en el niño críticamente enfermo, independientemente de la causa. BIBLIOGRAFÍA 1. Deedwania PC, Crawford MH et al. Consideraciones actuales sobre insuficiencia cardíaca congestiva. Clínicas Cardiológicas de Norteamérica 1994;1:1-23. 2. Besteti RB, Coutinho-Netto J, Staibano L et al. Periphery and coronary sinus cathecolamine levels in patients with severe congestive heart failure due to Chagas. disease. Cardiology 1995;86 (3):202-6. 3. Barretto AC, Mady C, Lanni BM et al. Relationship between ventricular arrhythmia and cardiac function in Chagas. disease. Arquivos Brasileiros de Cardiología 1995;64(65):533-35. 4. Atkinson P, Joubert G, Barron A, et al. Hypertrophic cardiomiopathy associated with tracolimus in paediatric transplant patients. Lancet 1995;345(8954):894-6. 5. Derish M, Eckert K, Chin C. Reversible cardiomiopathy in a child with Addison.s disease. 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Respuestas humanas de niños 14 con cardiopatía congénita Asociación entre respuestas humanas, factores relacionados y problemas de colaboración en niños con cardiopatía congénita Viviane Martins da Silva,* Marcos Venícios de Oliveira Lopes,* Thelma Leite de Araujo* Departamento de Enfermería/Universidad Federal de Ceará/Brasil RESUMEN Introducción: El proceso de enfermería es el método ideal para identificación de los problemas de niños con cardiopatías congénitas, establecer metas y un plan asistencial para la resolución de los problemas planteados, implementación y evaluación de la eficacia del plan. Objetivos: Verificar la existencia de asociación entre los diagnósticos enfermeros, factores relacionados y problemas de colaboración en niños con cardiopatías congénitas. Metodología: Los datos colectados por medio de examen clínico y consulta de salud. Para el análisis de asociación se seleccionaron los diagnósticos enfermeros con frecuencia mayor del 50%, factores relacionados con frecuencia por encima del percentil 75 y los cuatro frecuentes problemas de colaboración. Resultados: Se identificaron 19 asociaciones estadísticas de los diagnósticos enfermeros entre sí, 53 asociaciones entre los diagnósticos enfermeros y los factores relacionados y 17 asociaciones entre los diagnósticos y los problemas de colaboración. Discusión: La fisiopatología de la enfermedad de base provoca alteraciones que aportan para el establecimiento de respuestas humanas relacionadas al hiperflujo sanguíneo, disminución del gasto cardíaco, estasis sanguínea y edema pulmonar. Conclusiones: Los diagnósticos enfermeros presentan múltiples asociaciones entre sí y con diversos factores relacionados y problemas de colaboración. INTRODUCCIÓN La evaluación diagnóstica de niños con sospecha de defectos cardíacos congénitos consiste en un abordaje sistematizado que incluye los siguientes componentes que a continuación se señalan: el examen físico acompañado de oximetría de pulso para determinar la presencia de cianosis; la radiografía de tórax suministra información sobre el tamaño del corazón y los patrones de flujo sanguíneo pulmonar; el electrocardiograma define la presencia de hipertrofia ventricular derecha, izquierda o bilateral; la auscultación cardíaca para determinar características de los ruidos de las válvulas cardíacas y de la presencia de soplos; y la ecografía, el cateterismo o ambos para confirmación diagnóstica.1 Actualmente, la caracterización diagnóstica precoz y el tratamiento quirúrgico paliativo o correctivo proporcionan un aumento en la supervivencia de niños con cardiopatías congénitas. La corrección quirúrgica, a pesar de ser agresiva al niño, es la terapéutica más indicada en el momento, incluso en cardiopatías con discreta repercusión anatomofuncional. Aunque rutinaria, la elección por la indicación quirúrgica sigue el análisis de parámetros como la longevidad según la historia natural, el riesgo quirúrgico y el tipo de evolución postoperatoria. 15 Una adecuada asistencia de enfermería al niño portador de cardiopatía congénita es necesaria en los períodos pre, trans y postquirúrgicos. Énfasis especial es dado a la atención de enfermería que compone la primera parte del tratamiento de las cardiopatías, dirigido siempre para la detección precoz de signos de descompensación y mantenimiento de condiciones óptimas para la cirugía.2 Los cuidados de enfermería deben seguir un proceso sistemático de pensamiento, esencial a la profesión y a la calidad de la asistencia al paciente. El proceso de enfermería es el método ideal para la identificación de los problemas de niños con cardiopatías congénitas, un establecimiento de metas y un plan asistencial para la resolución de los problemas planteados, implementación y evaluación de la eficacia del plan. Los diagnósticos enfermeros determinan condiciones clínicas donde el enfermero actúa de forma independiente en la planificación y ejecución de las intervenciones al paciente. Juntamente con los diagnósticos y las intervenciones de enfermería, nuestra práctica involucra una actitud de colaboración con otros profesionales del equipo de salud.3 Tal colaboración puede proporcionar al enfermero intervenciones adicionales a la atención de enfermería al cliente. Desde 1983, Carpenito propone un modelo de práctica que describe el foco clínico de la enfermería profesional: Modelo Bifocal de Práctica Clínica. Este modelo identifica las dos situaciones clínicas en las cuales la enfermera interviene: una en que se prescriben acciones de forma independiente y otra donde se colabora con otras áreas. En efecto, el Modelo Bifocal de Práctica Clínica aporta con la definición las acciones de enfermería, pues identifica las respuestas del cliente o grupo a las situaciones como diagnósticos enfermeros o problemas de colaboración. Los problemas de colaboración son complicaciones fisiológicas que las enfermeras monitorizan para detectar el establecimiento o la modificación subsiguiente en la salud del paciente.3 Muchos son los diagnósticos enfermeros frecuentemente encontrados en niños con cardiopatías congénitas: desequilibrio nutricional por defecto, riesgo de infección, limpieza ineficaz de las vías aéreas, deterioro del intercambio gaseoso, hipertermia, riesgo de desequilibrio de la temperatura corporal, dolor agudo, retraso en el crecimiento y desarrollo, deterioro del patrón de sueño, riesgo de estreñimiento y deterioro de la integridad cutánea.4-6 Al tener en cuenta los problemas de colaboración, se encuentran generalmente las complicaciones potenciales: neumonía, hipoxemia y efectos adversos de la terapia medicamentosa.7 Basados en estas consideraciones desarrollamos un estudio que tuvo el objetivo de verificar la existencia de asociación entre los diagnósticos enfermeros, factores relacionados y problemas de colaboración en niños con cardiopatías congénitas. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio descriptivo y transversal, realizado en un 16 hospital público de Fortaleza-Ceará/Brasil que es centro de referencia en enfermedades cardiopulmonares y atiende a la población del estado de Ceará. Se realizarón 270 evaluaciones a niños portadores de cardiopatías congénitas con los siguientes criterios de inclusión: edad hasta 12 meses; diagnóstico médico confirmado de cardiopatía congénita acianótica o cianótica; no haber sido sometida a la corrección quirúrgica cardíaca definitiva o paliativa; aceptación previa del responsable para participación en el estudio. Los criterios de exclusión se definieron: situaciones que determinaran el no cumplimiento de los criterios de inclusión en su totalidad y el acompañamiento del niño por persona incapaz de suministrar todos los datos necesarios. Martins SV y cols. Respuestas humanas de niños con cardiopatía congénita Revista Mexicana de Enfermería Cardiológica 2007;15 (1): 6-13 8 edigraphic.com La recolección ocurrió en el período de julio a noviembre de 2004, se analizó la información e identificó y obtuvo la firma del término de consentimiento libre e informado. Se realizó una entrevista, examen clínico de enfermería y consulta de los resultados de exámenes bioquímicos, radiológicos y de las notas de prescripción y evolución de todos los profesionales que componían el equipo de cuidados de la institución. El instrumento de recolección de datos fue elaborado según los ocho dominios presentados por la Taxonomía II de la NANDA, que envuelven respuestas humanas físicas/fisiológicas: nutrición, eliminación, actividad/reposo, percepción/cognición, enfrentamiento/ tolerancia al estrés, seguridad/protección, confort y crecimiento/desarrollo. Los dominios de promoción de la salud, autopercepción, relación de papel, sexualidad y principios de vida fueron excluidos por su difícil constatación en la población con la edad aquí evaluada.8 El proceso de elaboración e inferencia de los diagnósticos y problemas de colaboración siguió las etapas preconizadas por Gordon:9 colecta, interpretación/ agrupación de las informaciones y nombramiento de las categorías. Para la denominación de los diagnósticos, se utilizó la Taxonomía II de la NANDA.8 En cuanto a la determinación de los problemas de colaboración, se usaron como base los parámetros de evaluación determinados por Carpenito.3 Para el análisis descriptivo fueron consideradas las frecuencias absolutas y porcentuales. Para el análisis de asociación fueron seleccionados los diagnósticos enfermeros con frecuencia mayor que el 50%, factores relacionados con frecuencia por encima del percentil 75 y los cuatro más frecuentes problemas de colaboración. La complicación potencial: hipertensión arterial fue excluida de este análisis, pues estuvo constante en todas las evaluaciones, impidiendo así la aplicación de pruebas estadísticas. Para evaluar la independencia de las variables, se utilizó la prueba de Chi-cuadrado 17 de Pearson. En la ocurrencia de frecuencias esperadas menores que veinte y mayores que cinco para las tablas 2 x 2, se usó la corrección de continuidad de Yates y para las frecuencias esperadas menores que cinco se utilizó la prueba de la probabilidad exacta de Fisher. Para un análisis más conciso fueron verificadas la fuerza y la señal de la asociación mediante el coeficiente Phi. Los parámetros para aplicación de las pruebas y para el análisis de la fuerza de asociación fueron definidos con base en la literatura especializada.10-14 Se adoptó un nivel La recolección ocurrió en el período de julio a noviembre de 2004, se analizó la información e identificó y obtuvo la firma del término de consentimiento libre e informado. Se realizó una entrevista, examen clínico de enfermería y consulta de los resultados de exámenes bioquímicos, radiológicos y de las notas de prescripción y evolución de todos los profesionales que componían el equipo de cuidados de la institución. El instrumento de recolección de datos fue elaborado según los ocho dominios presentados por la Taxonomía II de la NANDA, que envuelven respuestas humanas físicas/fisiológicas: nutrición, eliminación, actividad/reposo, percepción/cognición, enfrentamiento/ tolerancia al estrés, seguridad/protección, confort y crecimiento/desarrollo. Los dominios de promoción de la salud, autopercepción, relación de papel, sexualidad y principios de vida fueron excluidos por su difícil constatación en la población con la edad aquí evaluada.8 El proceso de elaboración e inferencia de los diagnósticos y problemas de colaboración siguió las etapas preconizadas por Gordon:9 colecta, interpretación/ agrupación de las informaciones y nombramiento de las categorías. Para la denominación de los diagnósticos, se utilizó la Taxonomía II de la NANDA.8 En cuanto a la determinación de los problemas de colaboración, se usaron como base los parámetros de evaluación determinados por Carpenito.3 Para el análisis descriptivo fueron consideradas las frecuencias absolutas y porcentuales. Para el análisis de asociación fueron seleccionados los diagnósticos enfermeros con frecuencia mayor que el 50%, factores relacionados con frecuencia por encima del percentil 75 y los cuatro más frecuentes problemas de colaboración. La complicación potencial: hipertensión arterial fue excluida de este análisis, pues estuvo constante en todas las evaluaciones, impidiendo así la aplicación de pruebas estadísticas. Para evaluar la independencia de las variables, se utilizó la prueba de Chi-cuadrado de Pearson. En la ocurrencia de frecuencias esperadas menores que veinte y mayores que cinco para las tablas 2 x 2, se usó la corrección de continuidad de Yates y para las frecuencias esperadas menores que cinco se utilizó la prueba de la probabilidad exacta de Fisher. Para un análisis más conciso fueron verificadas la fuerza y la señal de la asociación mediante el coeficiente Phi. Los parámetros 18 para aplicación de las pruebas y para el análisis de la fuerza de asociación fueron definidos con base en la literatura especializada.10-14 Se adoptó un nivel de significancia del 5%. El proyecto fue encaminado a la dirección de la institución, para autorización de la recolección de datos, y a su Comité de Ética, con el objetivo de atender a los aspectos contenidos en la resolución 196/96 sobre investigación con seres humanos del Consejo Nacional de Salud/Ministerio de la Salud, el cual fue aceptado favorablemente.15 RESULTADOS La edad de los niños estuvo dentro de estos rangos de 9 días de nacido hasta los 11 meses de edad. La media de edad fue 4.74 meses (± 3.78 meses). Hubo, sin embargo, mayor frecuencia de niños con edad hasta 3 meses (46.7%). En cuanto al sexo, el 66.7% fueron varones, en una razón de dos niños para una niña. Las cardiopatías acianóticas representaron el 53.3% del total, y las cianóticas presentaron frecuencia del 46.7%. Los diagnósticos enfermeros con frecuencia mayor del 50% fueron: deterioro del intercambio gaseoso (91.5%), patrón respiratorio ineficaz (86.7%), intolerancia a la actividad (83.3%), riesgo de infección (82.2%), retraso en el crecimiento y desarrollo (77.8%), perfusión tisular inefectiva (73.0%), disminución del gasto cardíaco (64.4%) y limpieza ineficaz de las vías aéreas (55.6%). Entre los factores relacionados, nueve quedaron por encima del percentil 75: desequilibrio de la ventilaciónperfusión (91.5%), hiperventilación (86.7%), desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno (83.3%), efectos de incapacidad física (77.8%), reducción mecánica del flujo sanguíneo (73.0%), defensas primarias inadecuadas (54.8%), desnutrición (53.7%), secreciones bronquiales (52.2%) y secreciones retenidas (51.9%). Los problemas de colaboración más frecuentes fueron: hipertensión arterial (100.0%), insuficiencia cardíaca congestiva (93.7%), efectos adversos de la terapia medicamentosa (77.8%), hipertensión pulmonar (69.6%) e hipoxemia (42.2%). El cuadro I presenta la distribución de las asociaciones entre los principales diagnósticos enfermeros identificados en los niños del estudio. Las principales asociaciones fueron identificadas entre los diagnósticos: deterioro del intercambio, patrón respiratorio ineficaz, intolerancia a la actividad, retraso en el crecimiento y desarrollo, perfusión tisular inefectiva, disminución del gasto cardíaco y limpieza ineficaz de las vías aéreas. Los diagnósticos enfermeros, retraso en el crecimiento, desarrollo y riesgo de infección, presentaron Martins asociaciones estadísticas, pero sin asociación clínica lógica. En este caso se incluyen las asociaciones del retraso en el crecimiento y desarrollo con el deterioro del intercambio gaseoso, patrón respiratorio ineficaz, perfusión tisular inefectiva y limpieza ineficaz 19 de las vías aéreas. En cuanto al riesgo de infección, esto ocurrió con la perfusión tisular inefectiva y la disminución del gasto cardíaco. El cuadro II presenta la distribución de las asociaciones entre los principales diagnósticos enfermeros y los factores relacionados identificados en los niños del estudio. Los factores relacionados desequilibrio de la ventilación-perfusión, hiperventilación, reducción mecánica del flujo sanguíneo, secreciones bronquiales y secreciones retenidas presentaron asociación con los diagnósticos deterioro del intercambio gaseoso, patrón respiratorio ineficaz, intolerancia a la actividad, retraso en el crecimiento y desarrollo, perfusión tisular inefectiva, disminución del gasto cardíaco y limpieza ineficaz de las vías aéreas. Además, los diagnósticos deterioro del intercambio gaseoso y patrón respiratorio ineficaz presentaron asociación con el desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno y efectos de incapacidad física. Igual ocurrió con el diagnóstico intolerancia a la actividad que presentó asociación con los mismos factores relacionados, excepto con los efectos de incapacidad física. Además de los citados, la perfusión tisular inefectiva y limpieza ineficaz de las vías aéreas revelaron asociación con el desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno, efectos de incapacidad física y defensas primarias inadecuadas. El diagnóstico retraso en el crecimiento y desarrollo también estuvo relacionado con los efectos de incapacidad física y la desnutrición. En cuanto a la disminución del gasto cardíaco mostró asociación con el desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno. Por otro lado, el riesgo de infección presentó asociación con cuatro factores relacionados: efectos de incapacidad física, reducción mecánica del flujo sanguíneo, defensas primarias inadecuadas y desnutrición. El problema de colaboración insuficiencia cardíaca congestiva presentó asociación con los diagnósticos deterioro del intercambio gaseoso, patrón respiratorio ineficaz, intolerancia a la actividad, riesgo de infección, retraso en el crecimiento y desarrollo, y disminución del gasto cardíaco. El problema de colaboración efectos adversos de la terapia medicamentosa presentó asociación con deterioro del intercambio gaseoso, riesgo de infección, perfusión tisular inefectiva, disminución del gasto cardíaco y limpieza ineficaz de las vías aéreas. En cuanto a la hipoxemia, se identificó asociación estadística con el deterioro del intercambio gaseoso, intolerancia a la actividad, retraso en el crecimiento y desarrollo, perfusión tisular inefectiva y disminución del gasto cardíaco (Cuadro III). DISCUSIÓN Los niños portadores de cardiopatías congénitas manifiestan frecuentemente el diagnóstico enfermero deterioro del intercambio gaseoso por desequilibrio 20 de la ventilación-perfusión en la presencia de exudado alveolar e intersticial, originado por la hipertensión pulmonar. En estudio transversal realizado con niños portadores de cardiopatías congénitas, no se identificó el diagnóstico de enfermería deterioro del intercambio gaseoso.4 La no-especificidad de algunas características definitorias y la ausencia de pruebas que confirmen a otras, todo ello contribuyó para que no se identificaran diagnósticos. En el establecimiento del diagnóstico patrón respiratorio ineficaz, la baja oxigenación en la membrana alveolocapilar y el edema pulmonar aumentan el trabajo respiratorio, reduciendo la complance pulmonar. La taquipnea es la primera característica de finitoria manifestada, seguida generalmente de signos de esfuerzo respiratorio. Estas características son consecuencia de la hiperventilación pulmonar mantenida por el organismo como mecanismo compensatorio de adaptación. Este mecanismo y el desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxígeno conducen al establecimiento del patrón respiratorio ineficaz. Con relación al diagnóstico intolerancia a la actividad, la falla en la oxigenación, juntamente con aumento del esfuerzo cardíaco y del trabajo respiratorio, elevan el consumo corporal total de oxígeno. Por lo tanto, cuanto mayor se encuentra el desequilibrio entre oferta y busca de oxígeno mayor será la intolerancia manifestada a las actividades.7 Para los recién nacidos y lactantes, la succión al seno materno o al biberón constituye la única actividad física real. Los lactantes mayores también pueden presentar características como incomodidad respiratoria acentuada y alteraciones en la frecuencia cardíaca y respiratoria durante el llanto y al evacuar. Además, la presencia de deterioro del intercambio gaseoso y gradientes de reducción mecánica del flujo sanguíneo impuesta por la cardiopatía de base, conduce a grados variados de manifestación del diagnóstico perfusión tisular inefectiva. Hubo dificultad para inferir el diagnóstico perfusión tisular inefectiva. Las características definitorias que componen el cuadro diagnóstico son comunes a otras condiciones como los diagnósticos deterioro del intercambio gaseoso y disminución del gasto cardíaco, los problemas de colaboración: hipoxemia e insuficiencia cardíaca. Este diagnóstico no estuvo presente en otros estudios.4,7 En el presente estudio, se optó por inferir el diagnóstico desde características como el tiempo de llenado capilar disminuido, palidez cutánea o cianosis, taquipnea, disnea, irritabilidad o somnolencia excesiva, alteraciones en los niveles de presión y oliguria, contemplando características de varios tipos de falla en la perfusión. Con relación al diagnóstico disminución del gasto cardíaco, signos de vasoconstricción periférica intensa como: piel fría, pálida y con sudor viscoso, tiempo de llenado capilar reducido, palidez de mucosas y cianosis de extremidades, pulso disminuido y de pequeña 21 amplitud, presión arterial disminuida son características definitorias que evidencian la presencia del diagnóstico.8,16 En niños con disminución del gasto cardíaco, pulsos disminuidos y presión arterial baja no son hallazgos comunes, lo que corrobora los datos encontrados en los niños del estudio.17 En la identificación del diagnóstico disminución del gasto cardíaco, es difícil determinar qué factores relacionados están presentes e influenciando el diagnóstico. En la presencia de alteraciones de la pre y/o postcarga, el organismo activa mecanismos compensatorios de adaptación para mantenimiento de un bombeo sanguíneo adecuado; sin embargo, en esta fase el diagnóstico enfermero aún no se encuentra instalado. En este estudio se optó por trabajar con volumen de eyección alterado y contractilidad alterada en presencia de lesiones obstructivas de la vía de salida izquierda e insuficiencia cardíaca. En las situaciones en las que los niños eran portadores de lesiones con obstrucción de la vía de salida del ventrículo izquierdo y que no manifestaron las características componentes del cuadro de disminución del gasto cardíaco, se infirió la presencia del problema de colaboración disminución del gasto cardíaco, por considerar que en la taxonomía diagnóstica de la NANDA no hay el diagnóstico de riesgo de disminución del gasto cardíaco. Se define el problema de colaboración: disminución del gasto cardíaco como una situación donde el individuo presenta el riesgo de suministro sanguíneo inadecuado para la provisión de las necesidades tisulares, en virtud del bombeo insuficiente de sangre por el corazón.3 Aunque en el estudio no se ha encontrado asociación entre la ocurrencia de los diagnósticos retraso en el crecimiento y desarrollo y disminución del gasto cardíaco, el crecimiento deficiente en niños con cardiopatía indica un gasto inadecuado por insuficiencia cardíaca o lesiones con gran desvío del flujo de la izquierda para la derecha.18 Para algunos niños, hubo dificultad en inferir el diagnóstico retraso en el crecimiento y desarrollo, ya que éstas presentaban o crecimiento físico alterado o desarrollo motor alterado. En esos casos, identificar un diagnóstico real y uno de riesgo pareció inadecuado, considerando las definiciones diagnósticas. Entonces, se optó solamente por la presencia del diagnóstico retraso en el crecimiento y desarrollo. Riesgo de infección es definido como estar en riesgo aumentado de ser invadido por organismos patógenos. 8 La presencia de la cardiopatía de base y de condiciones clínicas como el diagnóstico de enfermería retraso en el crecimiento y desarrollo y los factores de riesgo procedimientos invasivos y defensas primarias inadecuadas predisponen al niño a la manifestación de infecciones diversas. Aunque delante de problemas de colaboración como complicaciones potenciales respiratorias, infección no específica e infección ocular, se optó por identificar el diagnóstico de riesgo por la extrema fragilidad del organismo infantil y la posibilidad de nuevas infecciones. 22 La limpieza ineficaz de las vías aéreas se encuentra presente en condiciones como el edema pulmonar cardiogénico que se evidencia por expectoración espumosa y crepitaciones, y las complicaciones potenciales respiratorias.16 La producción de secreciones es una reacción del pulmón al volumen de sangre aumentada en los espacios intersticiales y alveolares. Los niños a esta tierna edad presentan dificultades por la obstrucción del lumen de las vías aéreas por inmadurez de los mecanismos de la tos e inhabilidad en la expectoración. CONCLUSIONES La fisiopatología de la enfermedad de base provoca alteraciones en las que se establecen respuestas humanas relacionadas al hiperflujo sanguíneo, disminución del gasto cardíaco, estasis sanguínea y edema pulmonar en estos niños con cardiopatías congénitas. Las principales respuestas humanas encontradas incluyen alteraciones del dominio actividad/reposo como respuesta al deterioro cardiovascular/pulmonar. Además, problemas de colaboración, que incluyen la necesidad de trabajo conjunto con otros profesionales estuvieron también asociados a las diversas respuestas humanas identificadas. REFERENCIAS. 1. Bernstein DO. Sistema cardiovascular. En: Behrman RE, Kliegman RM, Jenson HB. Tratado de pediatría. 16ª ed. Río de Janeiro: Guanabara Koogan; 2002: 1318-1433. 2. Flores C, Gallardo N. Cuidados de enfermería al niño cardiópata. Medicina Infantil 1997; 4(2):127-131. 3. Carpenito LJ. Diagnóstico de enfermagem: aplicação à prática clínica. Porto Alegre: Artes Médicas; 2002. 4. 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CUIDADOS DE ENFERMERIA EN CARDIOLOGIA 1.- RECUERDO ANATOMO-FISIOLÓGICO El sistema cardiaco está formado por: corazón, sistema sanguíneo y sistema linfático. Corazón: está situado en el mediastino, entre los pulmones y se apoya en el diafragma entre los bordes inferiores de ambos pulmones, limitado por delante por el esternón y por detrás con la columna vertebral y el esófago y con la parte inferior con el músculo diafragma. Es de tamaño de un puño y pesa aproximadamente entre 200-360 gramos. Estructura del corazón: está constituido por varias capas que de fuera a dentro son: pericardio, miocardio y endocardio. Pericardio: Es la membrana más externa que envuelve al corazón y está formada por dos capas: a) visceral (que es la más interna) y b) parietal (que es la más externa), entre ellas hay un líquido (pericárdico), que flexibiliza los movimientos del corazón. Miocardio: Está integrado por capas y haces de músculo estriado y perforado por vasos sanguíneos (nodo sinusal, nodo aurículo-ventricular, haz de Hiss y red de Purkinje). Endocardio: Es la parte más interna. Aquí se localizan las válvulas cardiacas que se encargan de impedir el reflujo de la sangre. Cámaras cardiacas: El corazón tiene cuatro cámaras cardiacas: dos aurículas y dos ventrículos. Aurícula derecha: A ella llega la sangre proveniente de la cava inferior y cava superior (venas). Aurícula izquierda: A ella llegan las cuatro venas pulmonares (con sangre oxigenada). Las paredes de los ventrículos tienen mayor grosor que las de las aurículas. Ventrículo derecho: recibe la sangre procedente de la aurícula derecha. Ventrículo izquierdo: recibe la sangre procedente de la aurícula izquierda. Los tabiques horizontal y vertical dividen al corazón en: aurícula derecha, ventrículo derecho (corazón derecho), aurícula izquierda, ventrículo izquierdo (corazón izquierdo). Válvulas cardiacas: Consta de cuatro válvulas: 24 - Auriculoventriculares: separan las aurículas de los ventrículos. Son dos: válvula tricúspide en el lado derecho y válvula mitral o bicúspide en el izquierdo. - Válvulas sigmoideas o semilunares: están entre los ventrículos y los vasos. La pulmonar separa el VD de la arteria pulmonar, y la aórtica separa el VI de la aorta. 2.- VALORACIÓN DE LA FUNCIÓN CARDIACA La enfermera debe evaluar al paciente mediante la realización de una historia de enfermería, una exploración física y pruebas complementarias. La historia constará de una entrevista, en la que se recogerá información sobre el motivo de la demanda asistencial, antecedentes personales y familiares, factores socioculturales y psicológicos, consumo de medicamentos, hábitos dietéticos, etc. Si el enfermo acude a la consulta por dolor torácico, habrá que hacer un diagnóstico diferencial e incidir en la localización, tipo de dolor (difuso, opresivo, punzante, irradiado...), intensidad, cómo fue el comienzo y cuanto duró, factores desencadenantes y síntomas acompañantes (disnea, nauseas, vómitos, etc...). En pacientes que presentan síncopes hay que valorar si las pérdidas de conciencia son de origen cardiogénico o de origen vasovagal, que es lo más frecuente. A nivel sociocultural, tener en cuenta: situación económica, profesión, patrones de sueño, consumo de tabaco, alcohol o café. Psicológicamente, valorar situaciones estresantes, cómo afronta las enfermedades y qué mecanismos de defensa utiliza frente a las adversidades. Preguntaremos si consume fármacos relacionados con la función cardiovascular como antihipertensivos, diuréticos, anticonceptivos, vasodilatadores, etc. Determinar factores de riesgo modificables: HTA, obesidad, tabaquismo, hipercolesterolemia, hiperglucemia, sedentarismo, estrés y factores de riesgo no modificables: antecedentes cardíacos familiares, mujeres posmenopáusicas y hombres entre 35 y 55 años. 2.1. Exploración física Mientras realizamos la historia iremos observando el estado general del paciente, su nivel de conciencia y estado de ansiedad. Para valorar la función cardiaca examinaremos: Piel y mucosas: color, elasticidad, temperatura y humedad. - Cuello: observando las venas yugulares evaluamos la función del hemicardio derecho. Si están distendidas existe aumento de presión en la aurícula derecha, que es indicativo de insuficiencia cardiaca derecha. Pulso arterial: la técnica consiste en palpar la arteria con firmeza pero sin colapsarla. Explorar cada pulso por separado y observar la frecuencia, el ritmo y la amplitud. 1.- Frecuencia: es el número de veces que se contrae el corazón en 25 un minuto. De 60-90 l/m es normal. Taquicardia: mayor de 100 l/m. Bradicardia: menor de 50 l/m. Varía en jóvenes, deportistas y con la excitación. 2.- Ritmo: regular o irregular. Debe ser rítmico. Aumenta con la inspiración y disminuye con la espiración fisiológicamente. 3.- Amplitud: lo normal es un pulso lleno, simétrico y fácilmente palpable. Puede disminuir hasta el límite de no existir. Tensión Arterial: presión ejercida por la sangre a su paso por las arterias. Depende del Preguntaremos si consume fármacos relacionados con la función cardiovascular como antihipertensivos, diuréticos, anticonceptivos, vasodilatadores, etc. Determinar factores de riesgo modificables: HTA, obesidad, tabaquismo, hipercolesterolemia, hiperglucemia, sedentarismo, estrés y factores de riesgo no modificables: antecedentes cardíacos familiares, mujeres posmenopáusicas y hombres entre 35 y 55 años. 2.1. Exploración física Mientras realizamos la historia iremos observando el estado general del paciente, su nivel de conciencia y estado de ansiedad. Para valorar la función cardiaca examinaremos: Piel y mucosas: color, elasticidad, temperatura y humedad. - Cuello: observando las venas yugulares evaluamos la función del hemicardio derecho. Si están distendidas existe aumento de presión en la aurícula derecha, que es indicativo de insuficiencia cardiaca derecha. Pulso arterial: la técnica consiste en palpar la arteria con firmeza pero sin colapsarla. Explorar cada pulso por separado y observar la frecuencia, el ritmo y la amplitud. 1.- Frecuencia: es el número de veces que se contrae el corazón en un minuto. De 60-90 l/m es normal. Taquicardia: mayor de 100 l/m. Bradicardia: menor de 50 l/m. Varía en jóvenes, deportistas y con la excitación. 2.- Ritmo: regular o irregular. Debe ser rítmico. Aumenta con la inspiración y disminuye con la espiración fisiológicamente. 3.- Amplitud: lo normal es un pulso lleno, simétrico y fácilmente palpable. Puede disminuir hasta el límite de no existir. Tensión Arterial: presión ejercida por la sangre a su paso por las arterias. Depende del gasto cardíaco y de la resistencia vascular periférica. La tensión arterial sistólica es la presión durante la sístole cardiaca o "máxima" y la tensión arterial diastólica es la presión durante la diástole o "mínima". Los límites normales están entre 140 / 90 mm. de Hg. La presión de pulso es la diferencia entre las presiones sistólica y diastólica, normalmente de 40 mm. de Hg. El material utilizado para su medición indirecta es un fonendoscopio y un tensiómetro. El manguito debe ser ajustado al tamaño del brazo (2/3), porque si es muy grande minimiza los resultados, y si es muy pequeño los magnifica. Además, hay que dejar libres unos centímetros por encima de la zona de pulso. La presión arterial se debe medir en reposo, con el brazo a la altura del 26 corazón y con el paciente en silencio. Hay que contrastar la medición en ambos brazos y considerar la más alta. La campana del fonendoscopio se coloca en el punto del latido. Después se va desinflando el manguito lentamente hasta escuchar los sonidos de Korotkoff; el primero indica la tensión arterial sistólica, después el sonido se amortigua y cambia, es el primer sonido diastólico, y finalmente desaparece, es el segundo sonido diastólico y se considera la tensión arterial diastólica real. Examen del corazón: se realiza indirectamente mediante auscultación. Área Aórtica: 2º espacio intercostal derecho. Área Pulmonar: 2º espacio intercostal izquierdo. Área Tricuspídea: 4º-5º espacio intercostal izquierdo (ventrículo derecho). Área Apical: 5º espacio intercostal izquierdo (ventrículo izquierdo). Punto Erb: 3º espacio intercostal izquierdo. Sonidos Cardíacos Normales: - El primer sonido coincide con el cierre de las válvulas mitral y tricúspide, se oye mejor en el área mitral. Indica el comienzo de la sístole. - El segundo sonido es producido al cerrarse las válvulas pulmonar y aórtica. Se escucha mejor en estas áreas e indica el comienzo de la diástole. - Sonidos de galope: -Ventricular: es fisiológico en niños y jóvenes. Se escucha mejor con el paciente en decúbito lateral izquierdo. -Auricular: fisiológico en lactantes y niños delgados. Es un sonido suave y grave. Sonidos Cardíacos Anormales: - Chasquidos y clic producidos por las válvulas. El chasquido de apertura, al final de la diástole, indica la apertura de la válvula mitral cuando hay una estenosis. El sonido es agudo y breve. El clic de eyección, al comienzo de la diástole, se produce al abrirse las válvulas aórtica y pulmonar. - Roces: cuando el pericardio está inflamado rozan las paredes parietal y visceral produciendo un ruido chirriante. - Soplos: son turbulencias en el flujo de la sangre. Pueden ser sistólicos, por obstrucción en las válvulas aórticas y pulmonares. O diastólicos, por estenosis de las válvulas mitral y tricúspide o por cierre incompleto de la aórtica y pulmonar, 2.2. Pruebas complementarias Antes de cualquier procedimiento debemos informar al paciente sobre la técnica en sí. Analítica: -Enzimas cardíacas: se liberan CPK y CPK-MB aumentando los niveles normales de éstas si las células del miocardio se dañan por hipoxia. -Perfil lipídico: para controlar el riesgo de arteriosclerosis. Cuantificaremos el colesterol total, el LDL y HDL. Si el colesterol es normal pero disminuye el HDL y aumenta el LDL hay riesgo de arteriopatía coronaria arteriosclerótica. -Iones: sodio, potasio y calcio. -BUN: producto final del metabolismo de las proteínas excretado vía renal. -Glucosa: ya que existe cierta relación entre la diabetes y la cardiopatía. Rayos X: Se toma una proyección anteroposterior para evidenciar calcificaciones 27 valvulares, vasculares o coronarias. La enfermera debe informar al paciente y avisarle que retire joyas u objetos radiopacos del cuello y tórax que puedan parasitar la imagen. Además, por los efectos teratógenos de los rayos-x, tiene que confirmar que no exista embarazo en mujeres en edad fértil. Electrocardiograma: Es un registro de la actividad eléctrica del corazón. Es una técnica no invasiva. Se registra en papel milimetrado a velocidad de 25 mm. por segundo. Impulsos de 10 mv. producen una deflexión positiva de 1cm. El ECG normal es de 12 derivaciones, 6 en el plano frontal (tres son bipolares: I, II y III y las otras tres, monopolares: aVR, aVL y aVF) que son derivaciones de los miembros, y 6 en el plano horizontal o precordiales (V1 a V6). - El nodo S-A inicia el impulso eléctrico. - Onda P: despolarización de las aurículas. - Complejo QRS: despolarización ventricular. - Onda T: repolarización ventricular. El papel de la enfermera consiste en: - Explicar al paciente la inocuidad de la prueba. - Limpieza de la piel o rasurado si precisa para asegurar el buen contacto de los electrodos. - Aplicación de gel conductor o alcohol para optimizar la conductividad. Colocación de los electrodos: V1: 4º espacio intercostal derecho V2: 4º " intercostal izquierdo. V3: entre V2 y V4. V4: 5º espacio intercostal izquierdo, línea media clavicular. V5: entre V4 y V6. V6: 5º espacio intercostal izquierdo, línea media axilar. Las observaciones que tenemos que interpretar en el ECG son la frecuencia, el ritmo, el eje, hipertrofias y el infarto. Una frecuencia mayor de 100 por minuto, con un ritmo normal, es taquicardia sinusal. Si la frecuencia es inferior a 60 l/m y con ritmo normal sería bradicardia sinusal. En el ritmo cardiaco normal existe una distancia constante entre ondas semejantes. ARRITMIAS: - Ritmos variables: se conserva el orden de las ondas P-QRS-T pero hay cambios continuos en el ritmo. Arritmia sinusal: ritmo irregular variable por lesiones en las arterias coronarias. Fibrilación auricular: se produce por focos múltiples en la aurícula pero ninguno de los impulsos despolariza totalmente la aurícula. En el trazado no vemos P reales sino muchas espigas ectópicas. La respuesta de los ventrículos puede ser lenta o rápida. Extrasístoles: son ondas que aparecen antes de lo esperado. -Ventriculares (ESV): derivan de un foco ectópico en un 28 ventrículo. Al no seguir el sistema de conducción normal, la conducción es lenta y aparece un QRS ancho seguido de una pausa compensatoria. Si un ESV se combina con un latido normal se denomina Bigeminismo. Si se combina con dos latidos normales y se repite varias veces hablamos de Trigeminismo. Si suceden más de seis ESV por minuto se considera patológico. - Taquicardias: son ritmos rápidos, regulares o no. Taquicardia paroxística: aparición brusca de un ritmo cardíaco rápido originada por focos ectópicos. Los límites suelen ser 150-250 l/m. T. Paroxística Supraventricular: se originan antes de los ventrículos. En el ECG vemos complejos QRS precedidos de ondas P puntiagudas y pequeñas. T. Paroxística Ventricular: causada por marcapasos ventriculares ectópicos. Presenta una imagen muy característica, como una sucesión de ESV. “Flutter” auricular: surge en un foco ectópico auricular con una frecuencia entre 250 y 350 l/m. Aparecen ondas P idénticas en la línea basal en "dientes de sierra". Flutter ventricular: o aleteo ventricular, debido a un único foco ectópico ventricular. El trazado es sinusoide, es muy peligroso y desemboca en arritmias mortales rápidamente. Fibrilación auricular: vemos una línea basal irregular sin ondas P, la respuesta ventricular no es regular puede ser lenta o rápida. Fibrilación ventricular: las células ventriculares se despolarizan anárquicamente, el trazado es totalmente irregular. No hay bombeo cardíaco, es la más grave ya que es una variedad de parada cardiaca. Requiere inmediatamente masaje externo precordial e intubación. - Bloqueos cardíacos: impiden el paso del estímulo eléctrico. Bloqueo sinusal: se detiene el estímulo durante un ciclo completo al menos; después de la pausa se reanuda el mismo ritmo que antes. Boqueo aurículoventricular: se retrasa el paso del impulso de las aurículas a los ventrículos. La pausa entre la onda P y el complejo QRS se alarga en el ECG. Si al medir el intervalo P-R es mayor de un cuadrado grande ó 0.2 seg. Existe bloqueo AV que pueden ser de varios tipos: --- De Primer Grado: la sucesión P-QRS-T es normal pero el P-R es mayor de 0.2 segundos. --- De Segundo Grado: son necesarios dos impulsos auriculares o más para iniciar la respuesta ventricular. - Mobitz I o Wenckebach: el P-R es cada vez mayor hasta que falta un QRS. - Mobitz II: ocasionalmente falta un complejo QRS sin alargamiento del intervalo P-R. --- De Tercer Grado o Completo: ningún estímulo de la aurícula llega al ventrículo y éstos son activados de forma independiente. Si el QRS es normal el ritmo es idionodal y si los QRS son anchos el ritmo es idioventricular. Bloqueo de rama: retraso del impulso en las ramas derecha o izquierda 29 del haz. Uno de los ventrículos se activa antes que el otro y vemos dos QRS unidos que puede parecer un QRS ensanchado que abarca tres cuadrados pequeños (0.12 seg.). Habrá que buscar las derivaciones V1 y V2, derechas y V5 y V6, izquierdas, para buscar la imagen R-R". R" representa el retraso de actividad en el ventrículo. --- Bloqueo de rama izquierda: el ventrículo izquierdo se activa el último. --- Bloqueo de rama derecha: el ventrículo derecho se activa el último. Holter: Técnica no invasiva consistente en una monitorización cardiaca continua ambulatoria. El dispositivo portátil registra un electrocardiograma continuo durante 24 horas seguidas. El paciente que lo lleva continúa su vida normal en ese tiempo. La enfermería antes de la prueba debe explicar las razones para su realización y en qué consiste. Tiene que comprobar que las conexiones son seguras. Informar al enfermo que no golpee ni moje el aparato y que inspeccione de vez en cuando su correcto funcionamiento. Prueba de esfuerzo: Técnica no invasiva. Controla la respuesta cardiaca al esfuerzo físico cuando aumenta la demanda de oxígeno. Para ello se va registrando un ECG y mediciones de tensión arterial. Se indica al enfermo que realice ejercicios físicos concretos y se evalúa su respuesta clínica general. Contraindicado en angor inestable, HTA no controlada, infarto de miocardio anterior a seis semanas, insuficiencia cardiaca no tratada. Atención de enfermería: Antes de la prueba: explicarle en qué consiste y que traiga ropa cómoda y zapatillas de deporte. Que no fume ni coma dos horas antes. Que tome su medicación habitual salvo indicación de su médico. Que ante cualquier síntoma durante o después de la prueba, lo debe comunicar inmediatamente. Durante la prueba: toma de constantes vitales (tensión arterial, frecuencia cardiaca) y vigilancia de posibles cambios electrocardiográficos. Después: observación y ECG. Ecocardiografía: Técnica no invasiva. Mediante ondas ultrasónicas que se transmiten a un monitor permite visualizar los movimientos del corazón y de los grandes vasos y su estructura interna. Es muy útil para evaluar la función del ventrículo izquierdo tras un infarto. La enfermera expresará al paciente la inocuidad de la prueba. Estudio Electrofisiológico: Técnica invasiva que consiste en introducir un catéter a través de la vena femoral llegando al ventrículo derecho donde se realiza una estimulación eléctrica 30 programada a través del electrodo que lleva el catéter. Se provocan disritmias controladas registrando las alteraciones producidas. Es útil para estudiar la conducción eléctrica del corazón. Conlleva ciertos riesgos como desencadenar taquicardia o fibrilación ventricular, perforación, hemorragia, etc. Antes de la prueba la enfermera debe explicar la técnica y los síntomas que podrá sentir. Comprobar si ha firmado el consentimiento informado, el historial y si es alérgico a algo. Suspender la medicación antiarrítmica y administrar diacepam por prescripción facultativa. Verificar si ha estado doce horas en ayunas. Rasurado y limpieza de la zona. Después, monitorización cardiaca, toma de constantes vitales frecuentemente y realización de ECG según pauta. Vigilancia estricta del paciente comprobando si existe sangrado en la zona de inserción del catéter, los pulsos distales, color y temperatura en ambos miembros. El enfermo permanecerá en reposo absoluto, con el miembro afecto extendido durante unas seis horas y con un peso de 1 Kg. en la zona de la punción las primeras cuatro horas. Cateterismo cardíaco: Técnica invasiva que permite visualizar el interior de las cavidades cardiacas y hacer mediciones. Mediante la introducción de un catéter a través de un vaso periférico de grueso calibre se llega al corazón donde se miden las presiones en las distintas cavidades y en los grandes vasos, gasto cardíaco, saturación de oxígeno y funciones valvulares. Se puede realizar cateterización del hemicardio derecho y del izquierdo. Es una técnica no exenta de riesgos como trastornos del ritmo, infarto, perforación cardiaca, accidente cerebro-vascular, trombosis, reacción anafiláctica al contraste, hematoma y hemorragia en el área de la punción. Si durante la intervención se evidencian obstrucciones de las arterias coronarias, el médico realizará la correspondiente angioplastia mediante el inflado del balón que porta el catéter en la punta o mediante la colocación de “stents”. Los cuidados de enfermería son los mismos que en el estudio electrofisiológico. Angiografía: Mientras se realiza el cateterismo, se inyecta un contraste radiopaco a través del catéter y se filman de forma selectiva vasos y cavidades cardíacas para valorar el grosor de las paredes del miocardio, funcionamiento de las válvulas y movimientos del ciclo cardíaco. La función de la enfermera en la prueba es igual que en el EEF. 3.- SIGNOS Y SÍNTOMAS: VALORACIÓN DEL DOLOR TORÁCICO Disnea: (dificultad respiratoria) Aumenta cuando su origen es cardiaco y se hace un esfuerzo y disminuye cuando se está en reposo. Se vigila la frecuencia respiratoria (12-16 r.p.m.) y observamos si existe: Taquipnea: aumento de la frecuencia respiratoria. Respiración rápida. 31 Polipnea: aumento de la frecuencia y profundidad de la respiración. La disnea se suele acompañar de cianosis y sudoración producidas por falta de oxígeno y por cansancio. Dolor torácico: Aparece en reposo o con algún tipo de esfuerzo físico, se localiza en el medio del pecho, con opresión y normalmente se irradia a cuello, a abdomen, brazo izquierdo o espalda. Expectoración: Cuando la causa es cardiaca la expectoración puede presentarse en forma de espuma rosácea. Palpitación: Debido al aumento de la frecuencia cardiaca (son latidos fuertes y rápidos). Edema en miembros inferiores: Producido por la incapacidad que tiene el corazón para bombear la sangre. Claudicación intermitente. Mareo y/o lipotimia. Síncope: Debido a que el corazón falla en su bombeo disminuye el flujo sanguíneo cerebral, no hay aporte de oxígeno y se produce el síncope. 3.- PATOLOGÍAS 3.1. Dolor torácico Angina de pecho Se caracteriza por dolor u opresión torácica debido a la isquemia causada por arteriosclerosis. Se irradia a brazos y cuello. Factores de riesgo modificables: hiperlipidemia, hipertensión, tabaquismo. Factores de riesgo no modificables: herencia, sexo, edad, raza. Factores coadyuvantes: hiperglucemia, estrés, sedentarismo, etc. Las causas desencadenantes suelen ser: el ejercicio físico, al aumentar las demandas de oxígeno, situaciones estresantes, el frío por la vasoconstricción y la ingestión de comidas copiosas. La duración del episodio es breve, de 5 a 15 minutos. Cede con el descanso y al desaparecer la causa que lo provoca. Se trata farmacológicamente con nitritos sublinguales. Cuando existe dolor en el ECG aparece la inversión de la onda T (isquemia). Cuidados de enfermería: Valorar las características del dolor y compararlo con episodios anteriores. Identificar la causa desencadenante y los síntomas que presenta. Analizar su estado de ansiedad y angustia. Tratar de tranquilizarlo. Realizar un ECG y compararlo con los anteriores. Tomar constantes vitales. Administrar nitroglicerina sublingual, si el dolor no cede se puede dar una segunda y tercera pastilla si la tensión arterial lo permite. Si continúa, o es un infarto o no es de origen coronario. Canalizar una vía periférica. Educación al paciente y familia y supervisar el cumplimiento del régimen 32 terapéutico. Tipos de angina: Estable: predecible, aparece con el ejercicio y cede con reposo o nitritos. Inestable: es estable pero con más intensidad, frecuencia y duración. Cuesta controlar el dolor y hay riesgo de infarto y muerte súbita. Variante: se caracteriza por la elevación del S-T durante el dolor provocado por un espasmo coronario. Aparece en reposo. Denominada de Prinzmetal. Mixta: combinación de la de vasoespasmo y de esfuerzo. Infarto agudo de miocardio Es producido por una isquemia prolongada, debida a una obstrucción completa por un trombo, o parcial por arteriosclerosis. El dolor precordial surge espontáneamente, es de intensidad progresiva y se irradia a brazos, cuello y espalda. La duración es mayor a quince minutos y no cede con nitritos sublinguales. Se puede acompañar de náuseas, vómitos, disnea, sudoración y síncope. Aparecen cambios en el ECG: elevación del segmento S-T por lesión y onda Q patológica si hay necrosis tisular que se refleja en las derivaciones de las zonas infartadas. Hay alteraciones enzimáticas: CPK (creatininfosfokinasa) y CPK-MB (enzima específica del músculo cardíaco) empiezan a elevarse a las 3-6 horas, llegando al pico a las 12-24 horas. La denominación del infarto describe la zona donde se ubica la lesión: anterior, posterior, inferior, lateral o combinaciones de éstos. Cuidados de enfermería: Valorar las características del dolor, síntomas acompañantes y nivel de ansiedad. Reposo absoluto en cama en posición semi-fowler. Oxigenoterapia. ECG seriados para ver la evolución de la lesión. Canalización de vía venosa y extracción de analíticas. Monitorización y toma de constantes. Laxantes para evitar maniobras de Valsalva. Aplicar tratamiento médico prescrito: Analgesia: morfina i.v. Vasodilatadores: nitroglicerina en perfusión continua. Antiarrítmicos: lidocaína en perfusión. Trombolíticos: mayor eficacia cuanto antes se instaure el tratamiento. Tratamiento quirúrgico: Angioplastia: destruir la placa de ateroma y devolver el flujo sanguíneo. By-pass o puente para conseguir la revascularización. Pericarditis Dolor que puede localizarse en la región retroesternal y precordial, se irradia a cuello y hombro y se alivia cuando el paciente se inclina hacia delante. El dolor 33 aumenta con la espiración, tos y deglución. Dolor pulmonar Dolor torácico que puede ser pleurítico o mecánico. Dura aproximadamente unos 30 minutos y aumenta con la inspiración. Con un inicio espontáneo y se alivia con el reposo. Dolor esofágico Se localiza retroesternalmente y en epigastrio y se puede irradiar a cuello y brazo izquierdo. Su duración puede variar de minutos a horas. Se puede relacionar con la ingesta de bebidas con alcohol, frías, etc. Suele aliviarse con la alimentación. Ansiedad Dolor precordial con irradiación a brazo izquierdo y se acompaña de parestesia en manos. Su duración puede ir desde varios minutos a una hora, aunque a veces puede durar un día entero. Se alivia cuando se suprime el estímulo desencadenante. 3.2. Valvulopatías Normalmente son provocadas por endocarditis reumática o no reumática, prolapso mitral, calcificaciones y disfunciones de los músculos tendinosos. Si el problema valvular es el cierre incompleto se produce una regurgitación de una cavidad a otra y la respuesta es el aumento del tamaño de la cavidad afectada. Si el problema valvular es la abertura incompleta tiene como consecuencia el menor paso de la sangre por la válvula estenosada y tiene mayor resistencia al bombeo. Entre las valvulopatías más frecuentes se encuentran: Prolapso de la válvula mitral. Definición. Cuando una de las hojas de la válvula mitral no cierra totalmente se produce un reflujo de sangre del ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda. Se ha asociado con mayor prevalencia en endocarditis y hasta con mayor riesgo de muerte súbita. Se puede identificar por los siguientes hallazgos clínicos: Hay veces que se detecta un ruido en la auscultación y éste con el tiempo se convierte en soplo. Con la progresión del prolapso pueden aparecer síntomas como fatiga y dolor torácico Tratamiento. Generalmente no se trata. La cirugía de reconstrucción se valorará de manera individual. Los betabloqueantes suprimen la actividad extrasistólica. También hay medidas no farmacológicas y son eficaces, como tranquilizar al paciente, evitar el alcohol. Estenosis mitral. 34 Las hojas de la válvula se engrosan y esto produce una estenosis de mayor o menor grado, evitando el paso de la corriente de sangre. Los síntomas más frecuentes son la disnea, tos, pulso débil, aunque en fase más avanzada, se producen infecciones respiratorias. Pruebas diagnósticas. RX; A veces se puede observar crecimiento ventricular derecho y aurícula izquierda. Ecocardiograma; Se evidencia aumento de aurícula izquierda, y a veces movimientos anormales en válvula mitral. ECG; Se pueden dar dos situaciones. 1 que sea totalmente normal. 2 Que se encuentre alguna evidencia patológica , como crecimiento de cavidad si hay hipertensión pulmonar, onda P ampliada, fibrilación Tratamiento Si existe insuficiencia cardiaca congestiva se utilizan diuréticos, tratamiento específico y medicación cardiotónica. Antibióticos para prevenir la infección. También hay tratamiento quirúrgico. .Valvuloplastia. .Prótesis valvular. Insuficiencia mitral. Cuando la válvula no se cierra en su totalidad durante la sístole o por otros motivos, como acortamiento de las cuerdas tendinosas, provoca un retroceso del flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda. Esta situación va a provocar que la presión en la aurícula izquierda aumente y se provoque también una insuficiencia en ventrículo izquierdo. Síntomas. El más frecuente es el cansancio. Pruebas diagnósticas. Ecocardiograma: Se puede medir el tamaño del ventrículo izquierdo que es más grande. RX; Se ve la dilatación de aurícula izquierda y ventrículo izquierdo. Cateterismo cardiaco. Tratamiento. En general se utilizan los fármacos habituales de insuficiencia cardiaca congestiva. Tratamiento quirúrgico (sustitución de válvula mitral). Estenosis de la válvula aórtica. Es un estrechamiento entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta. La estenosis puede ser de origen congénito o degenerativo. Clínica. Los síntomas más característicos son: disnea de esfuerzo, angina de pecho, sincope y otros como hemorragia gastrointestinal. Pruebas diagnósticas. RX; Pueden observarse calcificaciones valvulares. ECG; Hipertrofia ventricular izquierda, alteración de la repolarización, onda T 35 negativa y depresión del segmento ST. Ecocardiografía; Valora la gravedad de la valvulopatía. Cateterismo cardiaco. Tratamiento. Quirúrgico; es el único que puede cambiar la historia natural de la enfermedad. Se reemplaza la válvula dañada. Insuficiencia aórtica Es la regurgitación de sangre desde la aorta al ventrículo. Las principales manifestaciones se deben a endocarditis, enfermedad reumática, sífilis o degeneración mixoide. En pacientes con insuficiencia aórtica destacan los signos de Carrigan (pulsación visible y exagerada en las carótidas). En cuanto a la palpación el pulso arterial es amplio y potente. La presión es muy grande. La diferencia entre la sístole que es alta y la diastólica baja muestra una amplia diferencia. Tratamiento. .Quirúrgico, para sustituir la válvula. .Médico: es muy difícil. Sólo en casos de que la disfunción sea irreversible. 3.3. Infecciosas Endocarditis infecciosa Hace referencia a la colonización séptica de las válvulas cardiacas y del endocardio. Los enfermos más afectados son los pacientes con valvulopatías, ancianos y adictos a drogas por vía parenteral. Según el microorganismo responsable, según sea su localización en válvula derecha o izquierda y la afección de una válvula nativa o protésica, la endocarditis infecciosa puede manifestarse por distintos signos y síntomas referidos a cualquier parte del organismo. La fiebre es el signo más frecuente. Signos físicos son; la aparición de un soplo cardiaco, lesiones neumocócicas (hemorragias en astilla), las manchas de Roth en el fondo del ojo. Hallazgos en pruebas diagnósticas. Analítica; hemocultivos seriados. RX; Se deben buscar signos de insuficiencia cardiaca y embolismo séptico. Tratamiento. El tratamiento suele ser profiláctico, si el paciente va a ser sometido a procedimientos invasivos. Se utiliza antibiótico IV durante un periodo prolongado. Ver el resultado de hemocultivos para pautar el tratamiento antibiótico específico. Endocarditis reumática Se produce por la fiebre reumática. 36 Las lesiones que afectan al corazón se van a producir por la respuesta que el propio corazón da a la infección causada por el estreptococo A. Van a surgir una serie de nódulos residuales y de cicatrices, que con el paso del tiempo producirán contrastes, como el engrosamiento y acortamiento que afectan al cierre valvular, así como estenosis o insuficiencia valvular. Casi siempre el daño se va a producir en la válvula mitral. Pericarditis El pericardio es una membrana que envuelve el corazón mediante una capa externa fibrosa y una interna serosa. La pericarditis es la inflamación de esta capa. Las causas más frecuentes son: infecciones víricas, post-infarto de miocardio, neoplasias, tuberculosis e infecciones bacterianas. Síntomas. El síntoma fundamental es el dolor torácico, que aumenta con la tos y la respiración, y a veces es frecuente la fiebre, tos y astenia. Complicaciones. -Pericarditis con derrame. Es la acumulación de líquido en el saco pericárdico. -Taponamiento cardiaco. El funcionamiento cardiaco se dificulta por el derrame pericárdico. -Pericarditis constrictiva. El pericardio es rígido y limita el llenado del ventrículo. Tratamiento. En el derrame pericárdico se realiza una pericardiocentesis. En el taponamiento cardiaco se realiza un drenaje quirúrgico y se hace una biopsia. En la pericarditis constrictiva se realiza una pericardiectomía. Es una intervención compleja en la que la mortalidad es muy elevada (próxima al 10%) y no siempre consigue la mejoría deseada. En enfermos de edad avanzada o en otros que no tengan un gran compromiso clínico se debe intentar cualquier tipo de tratamiento médico. 3.4. Insuficiencia cardiaca La insuficiencia cardiaca (IC) es la situación que se produce cuando el corazón no es capaz de bombear sangre en cantidad suficiente para mantener las funciones metabólicas del organismo. Existen dos alteraciones producidas por esta situación que se consideran claves para su definición: a) disminución del gasto cardiaco. b) elevación de la presión telediastólica. 37 Las causas más frecuentes del fallo cardiaco son: HTA, valvulopatías y enfermedad coronaria. La IC puede ser derecha o izquierda, en atención al lado del corazón que resulta afectado en primer lugar. Aunque, con el tiempo, los problemas de un lado acaban afectando siempre al otro, debido a que el sistema cardiovascular es un circuito cerrado, el corazón tiene estructuras comunes y también es común su sistema de conducción de los impulsos eléctricos. Insuficiencia cardiaca izquierda. Es mucho más frecuente que la derecha. Provoca aumento de la presión venosa pulmonar, con el subsiguiente edema pulmonar, congestión e intercambio gaseoso inadecuado. Este síndrome se conoce como Insuficiencia cardiaca congestiva (ICC). Insuficiencia cardiaca derecha. Aquí el aumento de presión venosa se produce a nivel sistémico y, por tanto, la filtración de líquidos provocará edemas periféricos, edema global en casos graves (anasarca) y congestión en las vísceras abdominales, principalmente el hígado. Clínica En IC izquierda: Disnea, taquipnea, taquicardia, tos productiva. Aumento de presión arterial pulmonar y de capilares pulmonares. Oliguria (anuria en casos graves). Auscultación: crepitantes y estertores de las bases pulmonares. En IC derecha: Edemas periféricos, más acentuados en MMII. Distensión yugular. Náuseas, vómitos. Aumento de peso por retención hídrica, ascitis, hepatomegalia. Hallazgos en pruebas diagnósticas En Rx: cardiomegalia, hipertrofia del ventrículo izquierdo. En laboratorio: alteración de niveles de creatinina y de iones, debidos a problemas de filtración renal y hepática. En ECG: signos de crecimiento ventricular e hipertrofia del músculo cardíaco (voltaje grande QRS). Arritmias. Tratamiento. General: Dieta blanda, pobre en grasa y sodio. Oxigenoterapia. Reposo en cama. Terapia farmacológica Antiarrítmicos: digoxina Diuréticos: furosemida. 38 Sulfato de morfina en el edema agudo de pulmón Antihipertensivos. Si la causa de la insuficiencia es debida a problemas valvulares o de estenosis coronaria es de indicación el tratamiento quirúrgico. Cuidados de enfermería La mayoría de los pacientes que sufren IC son crónicos y, por ello, la valoración de enfermería se dirige a buscar signos y síntomas que nos avisen de complicaciones, agravamiento o reagudización de su patología. También hay que vigilar el cumplimiento correcto de los tratamientos pautados. En crisis agudas, que pueden derivar en IAM, angor, etc. debemos buscar la causa subyacente y realizar los cuidados urgentes. Hay que valorar la función respiratoria, observando: frecuencia y profundidad de las respiraciones. presencia de tos, disnea, tiraje, trabajo de músculos intercostales. auscultación con sonidos adventicios (sibilancias, estertores, que indiquen presencia de líquido extracapilar en pulmones). En casos graves, presencia de esputo sonrosado espumoso, respiración de Cheyne-Stokes, como signos de edema agudo de pulmón. También vigilar: La función cardiaca, con especial atención a la auscultación en busca del tercer ruido (S3), cuya presencia nos indica un aumento de la presión telediastólica. Circulación periférica: valorando edema en zonas declives (MMII). Si el paciente está encamado, sacro y genitales. revisar color y temperatura de zonas distales. valorar la presencia de ascitis y líquido extravascular abdominal. valorar el aumento de peso corporal por acúmulo de líquidos. distensión de vena yugular y conjuntivas enrojecidas y congestionadas. Nivel de conciencia Abotargamiento, obnubilación y confusión pueden ser indicadores de una hipoxia cerebral por agravamiento de la IC. Función renal Valorando cantidad y color de la orina. La retención hídrica que provoca la IC induce oliguria (menos de 400 ml. /24h.) y anuria en casos graves (menos de 100ml /24h.) Objetivos de los cuidados de enfermería Reducir volumen de líquidos. Mejorar el riego sanguíneo. Disminuir la ansiedad. Disminuir la fatiga y mejorar la tolerancia al ejercicio. Evitar complicaciones que agraven el cuadro clínico. 3.5. Miocardiopatías Son defectos en la estructura y en la función del miocardio. Se clasifican en: Dilatadas. Hipertróficas. 39 Restrictivas. La miocardiopatía más común es la dilatada. Está causada por infecciones, trastornos metabólicos y por sustancias tóxicas. Suele derivar en insuficiencia cardiaca y suele tener mal pronóstico porque, con el tiempo, es resistente al tratamiento. La miocardiopatía hipertrófica tiene en su origen cierta predisposición genética. Puede derivar en trastornos del ritmo cardiaco y en muerte súbita. La miocardiopatía restrictiva está causada por fibrosis del endocardio y suele derivar en insuficiencia cardiaca derecha. Clínica Suelen presentarse de forma insidiosa, lo que dificulta su diagnóstico, siendo fácil confundirlas con otros problemas. Principalmente con la insuficiencia cardiaca. El tratamiento médico está encaminado a aumentar el gasto cardiaco y reducir las resistencias periféricas. Los cuidados de enfermería son semejantes a los descritos para la insuficiencia cardiaca. 3.6. Cardiopatías congénitas Constituyen un grupo de problemas en la estructura y función cardiaca debidos a un desarrollo anormal del corazón antes del nacimiento. Congénito quiere decir que está presente en el momento de nacer. Bajo este nombre genérico existen múltiples afectaciones, pero citamos únicamente las 6 más frecuentes, que son: Comunicación interventricular. Tetralogía de Fallot. Ductus arterioso persistente. Comunicación interauricular. Coartación de aorta. Transposición de grandes arterias. Comunicación interventricular (CIV) Es un “agujero” en el tabique (septum) que separa ambos ventrículos. Este defecto permite el paso de sangre del ventrículo de mayor presión (izquierdo), al de menor presión (derecho). Esto provoca un aumento de la circulación pulmonar con sangre parcialmente oxigenada. El defecto puede ser único o múltiple y presentarse en cualquier región del septum, siendo más habituales las lesiones del tabique membranoso. Es la cardiopatía congénita más frecuente y su etiología tiene cierta predisposición genética. Clínica La existencia de un “cortocircuito” entre las cavidades izquierda y derecha del ventrículo provoca que la sangre, que regresa oxigenada al corazón, recircule 40 inútilmente de vuelta al circuito pulmonar, sin pasar por la circulación sistémica, sobrecargando de trabajo y volumen sanguíneo a los pulmones. En realidad la sangre del ventrículo izquierdo tiene dos caminos alternativos, pero “escogerá” el que le es más fácil y de menor resistencia. Como consecuencia se produce dilatación de las cavidades afectadas: ventrículos, arteria pulmonar y aurícula izquierda, con aparición de insuficiencia cardiaca congestiva y, con el tiempo (niños mayores de 1 año), hipertensión pulmonar. Si la hipertensión pulmonar llega a ser severa, se invierte el sentido del cortocircuito, al aumentar la resistencia del circuito pulmonar. Esta inversión del sentido circulatorio, secundaria a hipertensión pulmonar se conoce como Síndrome de Eisenmenger. La clínica dependerá del tamaño y grado de la CIV.: CIV pequeña: el niño está asintomático y su desarrollo es normal. Presenta solamente un soplo en la auscultación. CIV media: insuficiencia cardiaca congestiva importante con taquicardia, taquipnea, y fatiga con las tomas de alimento Síndrome de Eisenmenger: cianosis severa, disnea y fatiga Pruebas diagnósticas El método de elección para el diagnóstico es el ecocardiograma. También se realiza ECG, Rx tórax y cateterismo si fuera necesario. Tratamiento La mayoría de las CIV pequeñas y algunas medias suelen cerrar espontáneamente en los primeros meses de vida. Las de tamaño grande y medio, si ocasionan sintomatología, se deben cerrar quirúrgicamente lo antes posible. Tetralogía de Fallot Es la segunda forma de cardiopatía congénita cianótica más frecuente al nacimiento y la más frecuente al año de vida. Designa un complejo de cuatro malformaciones: Comunicación interventricular (CIV). Obstrucción al flujo de salida del ventrículo derecho o estenosis pulmonar (EP). Cabalgamiento de la aorta sobre el septum interventricular conectando ambos ventrículos. Hipertrofia del ventrículo derecho. Aunque en la práctica se pueden sintetizar en dos: CIV y EP. Clínica Depende directamente del grado de EP. En casos leves el niño no va a presentar cianosis (Fallot rosado) o sólo una cianosis leve con el llanto o el ejercicio. Si avanza el problema la cianosis será permanente y acusada hasta en reposo. Cuando comienzan a caminar, los niños adoptan una postura típica en “squatting” o 41 acuclillamiento (en cuclillas). Con ello intentan restaurar la saturación de oxígeno. Es un mecanismo no comprendido del todo. También pueden observarse acropaquias (dedos en palillos de tambor), soplos cardiacos y retrasos en el crecimiento. Pruebas diagnósticas Como en la CIV, el ecocardiograma es de elección. También ECG y Rx tórax Tratamiento Siempre quirúrgico. Intervenidos precozmente hasta el 85% de los niños afectados por esta malformación llegarán a edad adulta. Ductus arterioso persistente Es la persistencia, después del nacimiento, de una comunicación entre la aorta y la arteria pulmonar, que es natural en el feto y que debe cerrarse de forma fisiológica en las primeras horas de vida. Si este cierre fisiológico no se produce, va a provocar en el recién nacido el paso de la sangre desde la aorta de nuevo al circuito pulmonar, sobrecargándolo. Más frecuente en niñas, en proporción 2:1. Se da generalmente en prematuros, en infección por rubéola y por factores genéticos Clínica Los ductus pequeños son asintomáticos. Los ductus grandes ocasionan en los primeros meses de vida insuficiencia cardiaca congestiva, infecciones pulmonares frecuentes y retraso del crecimiento. Pruebas diagnósticas Ecocardiograma, EKG, Rx, cateterismo diagnóstico. Tratamiento médico Los prematuros asintomáticos son tratados con indometacina para inducir el cierre fisiológico del ductus. Los lactantes sin síntomas tampoco tienen indicado el cierre por cirugía, pues con el tiempo puede cerrar de forma espontánea. Fuera de estos casos la solución es el cierre quirúrgico o por cateterismo terapéutico. Comunicación interauricular (CIA) Se produce por la ausencia del cierre fisiológico del Foramen Oval tras el nacimiento. Se establece un cortocircuito izquierda-derecha con aumento del flujo pulmonar con sangre parcialmente oxigenada. Ocurre de modo esporádico y es más frecuente en niñas (proporción 2:1). Clínica La mayoría de los niños permanece sin síntomas. Sólo algunos casos van a presentar problemas relacionados con la sobrecarga del circuito pulmonar: Infecciones frecuentes de aparato respiratorio. Fatiga o disnea. 42 Arritmias supraventriculares. No suele ser habitual el retraso del crecimiento, pero puede aparecer. Pruebas diagnósticas Una vez más es de elección el ecocardiograma, que descarta con facilidad otras malformaciones similares como la CIV o el Ductus. Tratamiento Las CIA pequeñas suelen cerrar de modo espontáneo en la mayoría de casos (87%). Las restantes requieren cierre terapéutico por cateterismo o suturando el Foramen Oval con cirugía Coartación de aorta (CoA) Es un estrechamiento congénito de la aorta, generalmente situado por debajo del nacimiento de la arteria subclavia izquierda. Es una cardiopatía muy frecuente y con mayor afectación en varones (2:1) Clínica La coartación impide la normal irrigación sanguínea de la parte inferior del organismo, con hipotensión arterial y pulsos débiles o incluso ausentes en MMII. Por el contrario, en la parte superior del cuerpo (cabeza y brazos) existe hipertensión arterial con pulsos fuertes y bien palpables. Los síntomas y signos que se observan en la coartación son debidos más a esta hipertensión de la parte superior del organismo que a la hipotensión en la inferior. Generalmente se da insuficiencia cardiaca congestiva por el aumento de resistencia, que puede llegar a ser mortal en neonatos. En los primeros meses, si no se corrige la coartación, se desarrolla hipertrofia del ventrículo izquierdo e hipertensión arterial con presencia de: Distrés respiratorio. Irritabilidad. Perfusión periférica pobre. Cianosis. Crepitantes pulmonares. Hepatomegalia. Pruebas diagnósticas El ecocardiograma es el método diagnóstico de elección, aunque el diagnóstico es básicamente a través de la clínica, teniendo en cuenta el diferencial de presiones sanguíneas entre brazos y piernas. Tratamiento La cirugía es el único tratamiento efectivo y sus resultados son generalmente buenos. Transposición de grandes arterias (TGA) 43 En esta patología las grandes arterias que salen del corazón, aorta y pulmonar, están cambiadas. La aorta sale del ventrículo derecho y la arteria pulmonar del ventrículo izquierdo. Esta situación provoca que la sangre venosa que llega a la aurícula derecha vuelva a salir al torrente sistémico sin haber pasado por el pulmón. A su vez, la sangre arterial que proviene oxigenada desde los pulmones recircula de idéntico modo de vuelta a los mismos, estableciéndose así dos circuitos paralelos e independientes. Evidentemente, esta configuración es incompatible con la vida. Tiene que existir, de forma simultánea, una comunicación interauricular o comunicación interventricular o ductus, que ponga en contacto los dos circuitos y que permita el paso de cierta cantidad de sangre oxigenada al torrente sistémico. Clínica Los neonatos con TGA presentan siempre cianosis intensa (niños azules). Si la TGA está asociada a CIV grande tienen menos cianosis y cursan con insuficiencia cardiaca. Suelen presentar disnea y respiraciones superficiales rápidas. Pruebas diagnósticas La clínica de cianosis suele ser crucial, pero utilizaremos el ecocardiograma para diferenciarla de otras causas de cianosis. Además, como en todas las cardiopatías congénitas, ECG, RX tórax y auscultación. El cateterismo no es útil en este caso. Tratamiento médico En el momento de nacer es vital mantener la comunicación septal abierta. Esto se consigue administrando prostagladinas, para someter al niño a corrección quirúrgica en cuanto ésta sea posible. Cuidados de enfermería en las cardiopatías congénitas. La enfermería tiene un papel fundamental en el abordaje integral de todo el proceso. La mayoría de estas malformaciones tienen solución quirúrgica y las posibilidades de que el paciente salga adelante son muchas si conseguimos que el niño llegue a la cirugía en las mejores condiciones. Hemos de fijar como objetivos durante el proceso pre y postoperatorio: Mantener al niño en un estado cardiaco estable, verificando las frecuencias, cardiaca y respiratoria, su estabilidad y la ausencia de ruidos y sibilancias. Mantener estable el intercambio gaseoso, observando coloración de piel y mucosas y signos como la ingurgitación yugular, la mirada ansiosa... Mantener una adecuada actividad física en el niño, aún teniendo en cuenta su patología (desarrollar juegos adaptados a su situación). 44 Mantener un correcto aporte nutricional para compensar la disminución de reservas que suele conllevar este problema. Asimismo, es muy importante prestar atención de enfermería a los padres del niño: Ayudar a los padres a expresar sus sentimientos y dudas en torno al problema, escucharles de forma activa. Ayudarles a reducir y controlar su ansiedad. Permitir y fomentar el contacto de los padres con su hijo. Este objetivo respecto a los padres nos será de gran utilidad también en el postoperatorio. Las actividades que nos llevarán a la consecución de estos objetivos incluyen: medición y registro de constantes. administración de los medicamentos más habituales (diuréticos, antihipertensivos, digoxina, etc.). oxigenoterapia y sueroterapia. vigilancia y detección precoz de complicaciones, etc. 4.- DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA MÁS FRECUENTES EN PATOLOGÍA CARDIACA En torno a todos los procesos de patología cardiaca podemos establecer una serie de actuaciones de enfermería independientes, que pueden ser comunes a todos ellos y que se definen por el uso del sistema NANDA-NIC-NOC. Es necesario, no obstante, adaptar el uso de los planes de cuidados a cada caso concreto. El uso de los diagnósticos de enfermería en este grupo de patologías nos ofrece amplias posibilidades de actuación como cuidadores. Los diagnósticos de enfermería más utilizados son: Alteración de la perfusión tisular renal, cerebral, cardiaca, pulmonar, gastrointestinal. Alteración o deterioro del intercambio gaseoso. Disminución del gasto cardiaco. Patrón respiratorio ineficaz. Riesgo de desequilibrio del volumen de líquidos. Riesgo de alteración de la temperatura corporal. Riesgo potencial de infección. Dolor. Déficit de conocimientos. Déficit de actividades recreativas. Afrontamiento familiar ineficaz. Ansiedad. Los factores relacionados pueden ser múltiples y, por tanto, pueden ser diversas las actividades y criterios de resultados encaminados a dar solución a estos problemas. Además, habría que añadir aquellos relacionados con la situación particular de cada 45 enfermo: pacientes encamados o inmovilizados, con drenajes, con vías centrales, con vía aérea artificial, sometidos a diálisis, etc. En manos de las enfermeras/os queda profundizar en ellos. 5.- BIBLIOGRAFÍA - BEARE / MYERS. Enfermería Medicoquirúrgica. Harcourt Brace.1997. - Biblioteca Enfermería Profesional Medicoquirúrgica. McGraw-Hill. Interamericana. 1999. - BRUNNER SUDDARTH. Enfermería Médico-quirúrgica. Interamericana. 2004. - ENFERMERIA MÉDICO-QUIRURGICA. Editorial Interamericana. L.S. Brunner. 2.004. - FUDEN. Actualización de enfermería. Varios autores. 2005. - KOZIER, B. Fundamentos de Enfermería. Interamericana.2.005. - LEWIS. Enfermería Médico-quirúrgica. Valoración y Cuidados de Problemas Clínicos. Editorial Mosby. 2.004. - POTTER, P.A. Enfermería clínica. Técnicas y procedimientos. Editorial Harcourt-Brace-Mosby- 2.004. 46