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Antropología Cultural 1 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. Bibliografía: BOIVIN, ROSATO y ARRIBAS (1999) Constructores de otredad Ed. EUDEBA Introducción La intención de este trabajo práctico es que retomen y profundicen algunos conceptos vistos en las clases teóricas y que surgen de la lectura de la bibliografía obligatoria. Por otro lado, nos proponemos reflexionar sobre qué puede aportar una mirada antropológica al trabajo social. Para realizar las actividades integren grupos, en lo posible de no más de 5 miembros. Tomen nota de las discusiones que surgen en el interior del grupo y las conclusiones a las que llegan, ya que al término de la clase deberán entregar un escrito. Actividades 1Los autores plantean que “para entender qué hace un antropólogo es necesario tener en cuenta, en primer lugar, el contexto histórico y social en el cual se desarrolló la Antropología, su relación con el campo científico en general (la ubicación de esa ciencia en relación con las otras) y las relaciones entre las partes que la constituyen: objeto, teoría, método y técnicas.” 1.a- Desarrollen brevemente cada uno de estos elementos 1.b- ¿Alguno de estos elementos puede ser útil para reflexionar sobre el campo profesional del trabajador social? ¿Cuáles? ¿De qué modo? ¿Agregarías otro? 2- El concepto de otredad cultural es central para la antropología. Analicen los siguientes extractos del texto Constructores de otredad y luego elaboren una conclusión en la que se explique el por qué de esta centralidad para la antropología y cómo construyen al otro cultural los evolucionistas y los funcionalistas. “Pero hay una cuarta categoría posible en esta clasificación: el otro lejano e incierto. Y sobre ella se construyó la Antropología. El antropólogo se constituyó “especialista” del otro lejano e incierto. Su tarea consistió en borrar la incertidumbre, en transformar eso exótico, en cierto conocido “Podemos sintetizar diciendo que la otredad, frente al nosotros, es anterioridad, ausencia o incompletud, confusión total o parcial “Malinowski concebirá el mundo propio (nosotros) como un mundo complejo en este sentido, o sea especializado, mientras en el mundo ajeno (otros) gobierna la generalización” 3- Lean el siguiente fragmento y luego expliquen cuál es según el autor la principal característica de la mirada antropológica. Antropología Cultural 2 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. Alteridad, pues, “capta” el fenómeno de lo humano de un modo especial. Nacida del contacto cultural y permanentemente referida a él y remitiendo a él, constituye una aproximación completamente diferentes de todos los demás intentos de captar y de comprender el fenómeno humano. Es la categoría central de una pregunta antropológica específica Contemplemos brevemente algunas de las características más importantes de esta categoría, al mismo tiempo, si es lícito decirlo así, total y dinámica. Un ser humano reconocido en el sentido descrito como otro no es considerado con respecto a sus particularidades altamente individuales y mucho menos con respecto a sus propiedades “naturales” como tal, sino como miembro de una sociedad, como portador de una cultura, como heredero de una tradición, como representante de una colectividad, como nudo de una estructura comunicativa de larga duración, como iniciado en un universo simbólico, como introducido a una forma de vida diferente de otras –todo esto significa también, como resultado y creador partícipe de un proceso histórico especifico, único e irrepetible. En esto no se trata de una sencilla suma de un ser humano y su cultura o de una cultura y sus seres humanos. Al divisar a otro ser humano, al producto material, institucional o espiritual de una cultura o de un individuo-en-sociedad, siempre entra al campo de visión en conjunto de la otra cultura y cada elemento particular es contemplado dentro de esta totalidad cultural –lo que no quiere decir que se trate de algo integrado sin tensiones– y, al mismo tiempo, concebido como su parte integrante, elemento constitutivo y expresión. Contemplar el fenómeno humano de esta manera en el marco de otras identidades colectivas, empero, no significa verlo separado del mundo restante; al contrario, este procedimiento implica remitirse siempre a la pertenencia grupal propia. De este modo se refuerza y se enriquece la categoría de la alteridad a través de su mismo uso. Así, para el observador, para el viajero, incluso para el lugarteniente, las situaciones del contacto cultural pueden convertirse en lugar para la ampliación y profundización del conocimiento sobre sí mismo y su patriamatria, más precisamente, sobre sí mismo como parte de su patria-matria y sobre su patria-matria como resultado de la actuación humana, o sea, siempre también de su propia actuación. Alteridad y pregunta antropológica Esteban Krotz 3.b- ¿Qué puede tener en común (o diferente) con la forma de aproximarse al campo de un trabajador social? Antropología Cultural 3 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. 4- Expliquen por qué podemos afirmar que para los evolucionistas existía una cultura mientras que para los funcionalistas existían diversas culturas. Tengan en cuenta en su respuesta los siguientes conceptos: etnocentrismo/ relativismo cultural, modelo estadial/institución. 5- En los anexos encontrarán extractos de reconocidos antropólogos. Ellos permiten abordar algunos aspectos que toman Boivin, Rosato y Arribas para analizar la antropología desde otra óptica. Lean los textos que integran el anexo e identifiquen qué aportes realizan. Esta ciencia, llamada ambiciosamente la Ciencia del Hombre, reclamó títulos especiales para el estudio de pueblos no occidentales y “primitivos”. Ciertamente la antropología cultural empezó como antropología mundial. En su fase evolucionista se ocupó en la evolución de la cultura en escala mundial. En su fase de difusión se interesó en la propagación y apiñamiento de formas culturales en toda la faz de la tierra. Los difusionistas vieron también relaciones entre poblaciones que mostraban las mismas formas culturales: matrilinealidad, ennegrecimiento de los dientes o ropa hecha a la medida, como resultado de la comunicación entre grupos por migración o por copiado y aprendizaje. No estaban muy interesados en la gente pero en cambio tenían un sentido de interconexiones mundiales. No creían en el concepto de “aislados primitivos” Estos intereses y comprensiones se hicieron a un lado, a medida que los antropólogos pasaban de un interés primario en formas culturales al estudio de “culturas vivientes”, de formas de vida de poblaciones particulares en hábitats delimitados localmente. El trabajo de campo, es decir, la comunicación directa con la gente y la observación consiguiente de las actividades diarias in situ, llegaron a ser característica principal del método antropológico. El trabajo de campo ha resultado enormemente fructífero en cuanto ha desnudado y corregido supuestos falsos y descripciones erróneas. También ha revelado conexiones hasta hoy insospechadas entre conjuntos de actividades sociales y formas culturales. Sin embargo el éxito mismo del método engañó a quienes lo usaban y les dio una falsa confianza. Se les hizo fácil convertir consideraciones de método meramente heurísticas en postulados sobre la sociedad y la cultura. ERIC WOLF Europa y la gente sin historia Antropología Cultural 4 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. En adelante, ya no nos las habremos de ver con construcciones filosóficas tales como la teoría del progreso indefinido del siglo XVIII, o la del declinar de las razas humanas del siglo XIX. La concepción de una evolución gradual de las especies vivientes, operando a lo largo de inmensos períodos geológicos, sugiere fácilmente pensar otro tanto sobre la historia de la especie humana. Los documentos osteológicos y los sílex tallados que les acompañaban ya no son contemplados como vestigios de una humanidad antediluviana, destruida por algún cataclismo. Por el contrario, ahora se ven como testimonios normales de la lenta evolución que, desde los estadios más lejanos, debió conducir a los antepasados del hombre moderno hasta las formas actuales. Y en la medida en que el utillaje prehistórico se parece al utilizado todavía en numerosos pueblos primitivos contemporáneos, cabe aventurarse a ver en éstos la viva imagen de los diferentes estadios por los que, en su marcha progresiva, la humanidad había discurrido durante milenios. Los objetos patrimonio de los salvajes, las descripciones de las costumbres extrañas y lejanas, lo visto y relatado por los viajeros, la mayoría de las veces deja de ser considerado como si se tratase de curiosidades exóticas o de meros pretextos desde los que fundamentar vaticinios de índole filosófica o moral. Ahora se les promueve el estado privativo de los documentos científicos con el mismo derecho que ostentan los fósiles y las colecciones botánicas y zoológicas. A partir de ahí, no hace falta sino describirlos, clasificarlos, apercibirse de las relaciones históricas y geográficas que les unen o les distinguen, todo ello encaminado a elaborar una visión coherente de las diferentes etapas por las que ha transcurrido la humanidad, en su paso del salvajismo a la barbarie y de la barbarie a la civilización. Tamañas ambiciones no son ya las nuestras. Incluso los progresos del evolucionismo biológico tienen lugar según una concepción infinitamente más matizada y más consciente de los problemas y de las dificultades existentes que la habida entre los primeros fundadores. Ello estimula a los etnólogos a desentenderse de las tesis del evolucionismo sociológico, que por lo demás es anterior al biológico y que por tal razón padece de un exceso de ingenuidad. Sin embargo, de estas primeras esperanzas algo queda: la convicción de que el mismo tipo de problemas, aunque no sean del mismo orden de magnitud, pueden juzgarse por el mismo método científico, y que la etnología, al igual que las ciencias naturales y según el ejemplo de éstas, puede muy bien confiar en descubrir las relaciones constantes existentes entre los fenómenos: bien sea que no pretenda sino tipificar ciertos aspectos privilegiados de las actividades humanas y establecer entre los diferentes tipos Antropología Cultural 5 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. creados relaciones de compatibilidad e incompatibilidad; bien que se proponga, a más largo plazo, unir todavía más estrechamente la etnología a las ciencias naturales, a partir del momento en que puedan comprenderse las circunstancias objetivas que han presidido la aparición de la cultura en el seno mismo de la naturaleza, y de la que, sin embargo, la primera, prescindiendo de sus caracteres específicos, no es sino una manifestación. Esta revolución no significa una ruptura con el pasado, sino más bien la integración, a nivel de síntesis científica, de todas las corrientes de pensamiento cuya actuación hemos revelado. Por otra parte, el evolucionismo puede presentarse como una teoría científica pues conserva secretamente, si bien de acuerdo con la teoría del progreso tal como ha sido formulada en el siglo XVIII, la ambición –sabiamente reprimida en la mayoría de nosotros– de descubrir el punto de partida y el sentido de la evolución humana, así como de ordenar seriadamente las diferentes etapas de las que ciertas formas de civilización han conservado seguramente la imagen. Y, sin embargo, incluso la etnología más decididamente evolucionista, como la fue la de Tylor y Morgan, no puede permanecer ciega ante el hecho constatado de que la humanidad no se transforma, según el esquema darwiniano, exclusivamente por acumulación de variaciones y selección natural. La etnología, asimismo constata fenómenos de otro tipo: transmisión de técnicas, difusión de inventos, fusión de creencias y costumbres a resultas de las emigraciones, de las guerras, de las influencias y de las imitaciones. Las tres fuentes de la reflexión etnológica Claude Lévi-Strauss Los antropólogos no correlacionan variables estadísticas independientes; antes bien, explican (o mencionan) las razones (o accidentes) por y a través de las cuales las relaciones sociales se despliegan dentro de sus contextos locales (y globales). En un plano ideal, los antropólogos desarrollan una relación orgánica con un ámbito social en que su presencia sólo desvirtúa mínimamente la interacción social original. Debemos buscar un rol social legítimo en el seno del escenario social que estudiamos, a fin de entablar amistades (y a veces enemistades) que nos permitan (con un consentimiento informado observar directamente las conductas de la manera menos invasiva posible. Una de las grandes tareas de los observadores participantes es ponerse “en el pellejo” de las personas que estudian para “ver las realidades dellugar” a través de “ojos locales”. Como es natural, ese Antropología Cultural 6 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. objetivo es imposiblede alcanzar en términos absolutos y, tal vez, hasta sería peligroso si nos llevaa olvidar el desequilibrio de poder que existe en relación a los sujetos estudiados. En efecto, los antropólogos posmodernos han criticado con dureza la premisa de que la esencia de un grupo de personas o una cultura puede ser entendida y descripta por alguien ajeno, y traducida en categorías analíticas académicas. Esta ilusión es parte de una imposición modernista inevitablemente totalizadora y representativa, en última instancia, de un proyecto opresivo. Sin que las personas estudiadas lo sospechen, los antropólogos corren el riesgo de imponerles categorías analíticas e imágenes exotizantes marcadas por el poder, en nombre de una autoridad académica etnográfica asumida con arrogancia. Para evitar atribuir con pretextos científicos imágenes enajenantes a las personas que estudian, los etnógrafos deben ejercer una crítica autorreflexiva y reconocer que una cultura no tiene necesariamente una única realidad o esencia simple. Las culturas y los procesos sociales son de manera ineludible más –pero también menos– de lo que puede aprehender alguien exterior a ellos cuando intenta condensarlos en una monografía o un artículo etnográfico coherente. No obstante, con el fin de definir de un modo significativo la observación participante, basta con decir que los antropólogos culturales, pese a todos los problemas que implica el reportaje transcultural, tratan de acercarse lo más posible a los mundos cotidianos locales sin perturbarlos ni juzgarlos. La meta global es alcanzar una perspectiva integral de las lógicas internas y las coacciones externas que inciden en el desarrollo de los procesos locales, y reconocer al mismo tiempo –y con humildad– que las culturas y los significados sociales son fragmentarios y múltiples. En definitiva, que todos somos formados y limitados por las perspectivas de los momentos históricos, y la inserción social y demográfica que nos toca. En el caso de mi trabajo con distribuidores de crack en el este de Harlem, aun antes de poder iniciar formalmente mi investigación, tuve que enfrentar la abrumadora realidad de la segregación racial y de clase propia de los guetos estadounidenses. En un comienzo las cosas sucedieron como si mi piel blanca fuera el signo de la fase final de una enfermedad contagiosa que hacía estragos a su paso. Las bulliciosas esquinas se vaciaban en medio de una lluvia de silbidos cada vez que me acercaba: los nerviosos vendedores de drogas se dispersaban, seguros de que yo era un agente encubierto de la división de narcóticos. A la inversa, la policía me hacía saber que estaba violando leyes inconscientes del apartheid cada vez que me ponían con brazos y piernas extendidos contra una pared para registrarme en busca de armas, drogas y/o Antropología Cultural 7 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. jeringas. Desde su punto de vista, la única razón por la cual un “chico blanco” podía estar en el barrio después del atardecer era para comprar drogas. De hecho, la primera vez que unos policías me pararon traté de explicarles en un tono que yo consideraba cortés que era un antropólogo dedicado a estudiar la marginación social. Convencidos de que me burlaba de ellos, me inundaron con una letanía de maldiciones y amenazas mientras me escoltaban hasta la parada de autobuses más cercana y me ordenaban que dejara el Este de Harlem: “vete a comprar tus drogas en un barrio blanco, cochino hijo de una gran…” Si pude superar esos límites raciales y de clase y granjearme a la larga el respeto y la plena cooperación de los distribuidores de crack que actuaban a mi alrededor, sólo fue gracias a mi presencia física permanente como un residente más del barrio y mi perseverancia amable en las calles. También contribuyó el hecho de que en esos años me casé y tuve un hijo. Cuando mi bebé tuvo la edad suficiente para ser bautizado en la iglesia local, yo ya había entablado con varios de los distribuidores de drogas una relación lo bastante cercana para invitarlos a la fiesta en el apartamento de mi madre, en el centro. En contraste, nunca pude alcanzar una comunicación efectiva con la policía. Aprendí, empero, a llevar siempre un documento de identidad que mostrara mi dirección local real, y cada vez que me paraban me obligaba a bajar la mirada con cortesía y mascullar efusivos “sí, señor” con el acento neoyorquino de la clase obrera blanca. A diferencia de lo sufrido por la mayoría de los vendedores de crack puertorriqueños con quienes pasaba el tiempo, la policía nunca me golpeó ni arrestó; sólo me amenazaron de tanto en tanto y a veces me pedían y aconsejaban amablemente que “buscara un apartamento barato en Queens” –un barrio con más cantidad de población blanca en las afueras de Nueva York–. PENSANDO LA POBREZA EN EL GUETO: RESISTENCIA Y AUTODESTRUCCIÓN EN EL APARTHEID NORTEAMERICANO Philippe Bourgois Antropología Cultural 8 Trabajo Práctico Nº1 Temas: Construcción del campo científico de la antropología. Otredad. Evolucionismo. Funcionalismo. Lo que nuestra historia atestigua, desde el Renacimiento, es que esta intención de repulsa [el rechazo a todo lo irracional] pudo cumplirse en la doble circunstancia favorable de la expansión política y del proselitismo cristiano. Con todo, es preciso señalar que aquélla estaba ya presente en la aurora griega de nuestra civilización, puesto que entonces los hombres se dividían en civilizados y bárbaros, la violencia no se manifestaba aún sino en el lenguaje. ¿Y cómo no recordar ahora ese otro reparto entre razón e irracionalidad del que nos habla Michael Foucault? Pues una curiosa analogía dibuja la forma de un destino común a la Locura y al Salvajismo, identificados negativamente por la doble división en la cual el aniquilamiento de las culturas primitivas hace eco a la “gran reclusión de los pobres”. No se desea resucitar, sin duda, la antigua trinidad en que el salvaje y el loco, junto con el niño, mantenían para Occidente la misma relación con el adulto civilizado. Trátase sólo de que tanto el alienado como el salvaje se hallan vinculados de manera idéntica con la razón, para la cual son esencialmente extraños, peligrosos y por ende objetos de exclusión o de destrucción. Demente en Europa o salvaje en América, uno y otro se ven promovidos a pesar suyo a este parentesco nacido de la negativa de Occidente a mezclarse con esos lenguajes extraños. Pierre Clastres Entre silencio y diálogo