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Economía III- 2016 1 Versión preliminar (Se ruega no citar) Notas sobre competitividad internacional y costo laboral. Carlos Crucella A modo de prólogo. El presente documento ha sido elaborado exclusivamente para ser utilizado como material de apoyo para los alumnos de la materia Economía III de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad Nacional de Rosario. Su objetivo es facilitar a un público de no economistas la comprensión del tema abordado. El numeral 2 es un intento de poner al alcance de los mismos los conceptos desarrollados en Alfredo Monza, “Costo laboral y competitividad internacional”, Estudios del Trabajo, ASET, N° 6, Buenos Aires, Segundo semestre de 1993. Por lo tanto, aun cuando su contenido incluye textualmente conceptos y definiciones correspondientes a ese artículo -que se ha preferido no poner entre comillas para contribuir a la fluidez de su lectura-, tanto su desarrollo como la denominación de algunas variables difieren de los correspondientes al texto original a la vez que se han omitido algunos aspectos metodológicos incluidos en el mismo con el propósito de hacer menos dificultoso su abordaje, por lo cual este texto no sustituye en modo alguno al artículo en el cual está basado, cuya lectura se sigue considerando necesaria y provechosa para todos aquellos que deseen profundizar en el estudio del tema. 1. Competitividad internacional. A pesar del creciente uso del término, particularmente desde comienzos de la última década del siglo pasado1, el mismo ha dado lugar a las más diversas definiciones, lo cual remite no sólo una falta de consenso acerca de su significado en el ámbito de la literatura económica sino también la ambigüedad y dificultades que su tratamiento implica. A los efectos de facilitar la comprensión del enfoque desarrollado en el presente documento, se recurre a las siguientes definiciones de competitividad internacional (CI): Si bien durante la década del ochenta el tema de la competitividad ya se había incorporado a la agenda de las economías latinoamericanas cuando éstas pugnaban desesperadamente por aumentar sus reservas internacionales, diezmadas por el alto servicio de la deuda y el bajo precio de las exportaciones primarias, con el objeto de servir su abultada deuda externa, es recién en los años noventa en que, como señala Di Filippo, “…ya se había difundido la “palabra mágica” de este último decenio del siglo: competitividad internacional.” (Armando Di Filippo, “La Escuela Latinoamericana del Desarrollo: Tensiones epistemológicas de un movimiento fundacional”, Cinta de Moebio, Revista de Epistemología de Ciencias Sociales núm. 29. Setiembre 2007, Universidad de Chile, pág. 30, Bastardilla en el original) http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/29/difilippo.html 1 Economía III- 2016 2 Versión preliminar (Se ruega no citar) - - “la capacidad de un país (o grupo de países) de enfrentar (to meet) la competencia a nivel mundial. Incluye tanto la capacidad de un país de exportar y vender en los mercados externos como su capacidad de defender su propio mercado doméstico respecto a una excesiva penetración de las importaciones.”2 “Se identifica a la competitividad con la capacidad de hacer retroceder los límites de la restricción externa…”3. Los autores de esta definición “consideran que cuanto mayor es la capacidad de competencia de un país en su propio mercado o en mercados extranjeros, mayor es la capacidad de tal economía de crecer sin encontrar obstáculos en el déficit externo.”4 La CI es, entonces, un concepto relacionado con la aptitud que la producción local de mercancías tiene de enfrentar exitosamente a la competencia externa. Por lo tanto la misma sólo es aplicable a aquella parte de los bienes y servicios que son (o pueden llegar a ser) objeto del comercio internacional, a los cuales se denomina transables. 1.1. Economías “abiertas” y “cerradas”. En una economía cerrada, toda la producción se vende en el mercado doméstico que la absorbe en la forma de consumo, inversión y gasto público. PBI = C + I + G (1) En una economía abierta parte del producto se vende en el país y parte es exportado al exterior. A su vez, parte de la demanda agregada doméstica se satisface con productos extranjeros. Puede dividirse entonces el producto de una economía abierta en los siguientes componentes: Cd, consumo de bienes y servicios producidos en el país, Ce, consumo de bienes y servicios producidos en el extranjero, Id, inversión en bienes y servicios producidos en el país, Ie, inversión en bienes y servicios producidos en el extranjero, F. Chesnais, The notion of international competitiveness, (mimeo), OECD, París, 1981, pág. 8, citado en Daniel Chudnovsky, Fernando Porta La competitividad internacional: Principales cuestiones conceptuales y metodológicas, Universidad de la República, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Economía, Documento No. 03/91, Diciembre, 1991, pág.11. http://decon.edu.uy/publica/1991/Doc0391.pdf 3 J. Mathis, J. Mazier y D. Rivaud-Danset, La compétitivité industrielle, IRES, Dunod, París, 1988, pág. 7, citado en ibid. pág. 11. Este abordaje adquiere particular relevancia en el caso de la economía argentina, cuyo crecimiento sigue sujeto actualmente a esta limitación. 4 Ibid., pág. 11. 2 Economía III- 2016 3 Versión preliminar (Se ruega no citar) Gd, gasto público en bienes y servicios producidos en el país, Ge, gasto público en bienes y servicios producidos en el extranjero, X, exportaciones de bienes y servicios producidos en el país (gasto extranjero en bienes y servicios de producción local). Como el valor de las exportaciones es parte de la actividad económica del país pero no del gasto doméstico, se adiciona al PBI. PBI = Cd + Ce + Id + Ie +Gd + Ge + X (2) donde: C = Cd + Ce (3) I = Id + Ie (4) G = Gd +Ge (5) y, en consecuencia: C - Ce = Cd (consumo doméstico en bienes y servicios producidos en el país) (6) I - Ie= Id (inversión doméstica en bienes y servicios producidos en el país) (7) G – Ge = Gd (gasto público doméstico en bienes y servicios producidos en el país) (8) Así, el producto de una economía abierta es: PBI = (C − Ce) + (I − Ie) + (G − Ge) + X (9) Reordenando: PBI = C + I + G + X − (Ce + Ie + Ge) (10) La suma del gasto doméstico en bienes y servicios extranjeros (Ce + Ie + Ge) corresponde a las importaciones (M). Como el valor de todas las importaciones es parte del gasto doméstico pero no del producto del país, se sustrae del PBI. Entonces, podemos escribir la identidad del ingreso nacional del siguiente modo: PBI = C + I + G + X – M (11) Para determinar el grado de intercambio de mercancías de un país con el mercado internacional se utiliza el coeficiente o índice de apertura, a través del cual se mide el nivel de incidencia de su comercio exterior respecto de la producción local, permitiendo establecer la diferencia entre la actividad económica dedicada al mercado interno y la actividad económica orientada al comercio exterior. El coeficiente de apertura económica (CAE) se calcula a partir de la fórmula: Economía III- 2016 4 Versión preliminar (Se ruega no citar) CAE = X+M PBI x 100 donde, para un año cualquiera, X son las exportaciones totales del país, M las importaciones totales y PBI es el Producto Bruto Interno, todos ellos calculados a precios corrientes5. Este indicador oscila entre 0% y 100% y su diferencia con este último valor mide la proporción del PBI que es absorbida por el mercado doméstico. A modo de ejemplo, si el cálculo del Coeficiente de Apertura Económica es del 60%, ello significa que la actividad económica interna correspondiente a la demanda local es del 40%. Un valor del 0% remite a una economía que no tiene relaciones comerciales con el exterior, o sea, X + M = 0. En esta situación la producción doméstica está dirigida exclusivamente al mercado interno. Un CAE del 100%, en cambio, expresa el comportamiento de una economía totalmente orientada al sector externo, ya que la proporción de la actividad económica doméstica dedicada al mercado interno es nula y se podría dar; teóricamente, cuando todo lo que produce la economía tiene como objeto la exportación y todo su consumo, inversión y gasto público es de origen extranjero, es decir, X + M = PBI. Así, en la expresión (2) Cd + Id +Gd = 0 luego PBI = Ce +Ie + Ge + X o sea PBI = M + X Aun cuando se trata de un indicador relevante y de uso frecuente, al ofrecer de manera sencilla una orientación acerca de la estructura de las economías y sus relaciones comerciales con otros países, no es menos cierto que presenta importantes limitaciones6, 5 Los valores corrientes son las cantidades de bienes y servicios valuados a los precios vigentes en el momento al cual se refieren, en tanto los valores constantes son las magnitudes físicas de dichas mercancías valuadas al precio de un momento determinado, llamado año base, y se los denomina valores “reales” ya que no incluyen la variación de precios registrada entre ese año base y el momento de su utilización. Así, por ejemplo, para calcular el PBI de un país a precios constantes se utilizarán los correspondientes al año base y para cada uno de los años considerados se multiplicarán las cantidades producidas por los precios de dicho año. 6 Dani Rodrik, The New Global Economy and Developing Countries: Making Openness Work, Overseas Development Council, Policy Essay N° 24, Washington DC, 1999. Economía III- 2016 5 Versión preliminar (Se ruega no citar) siendo la más relevante el hecho de que otorga el mismo tratamiento a las importaciones y a las exportaciones, por lo que dos economías pueden presentar el mismo grado de apertura con flujos comerciales de signo opuesto a condición de que la suma de ambos valores represente una proporción similar de los respectivos productos.7. Cuadro 1 República Argentina Indicadores del comercio exterior Millones de pesos, a precios corrientes Año 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000(*) 2001(*) 2002(*) 2003(*) 2004(*) 2005(*) 2006(*) 2007(*) 2008(*) 2009(*) 2010(*) 2011(*) 2012(*) PIB a precios de mercado Importaciones Exportaciones 236.505 257.440 258.032 272.150 292.859 298.948 283.523 284.204 268.697 312.580 375.909 447.643 531.939 654.439 812.456 1.032.758 1.145.458 1.442.655 1.842.022 2.164.246 22.028 27.300 26.038 30.148 37.414 38.667 32.763 33.070 27.604 41.792 55.311 82.233 102.072 125.863 165.230 213.269 183.300 265.451 359.774 376.669 16.341 19.385 24.979 28.381 30.928 31.137 27.862 31.224 31.112 88.718 97.477 115.075 133.346 162.035 200.080 252.772 244.569 313.150 401.992 426.670 X+M 38.369 46.685 51.017 58.530 68.342 69.805 60.625 64.294 58.716 130.511 152.787 197.309 235.418 287.898 365.310 466.041 427.869 578.601 761.766 803.339 CAE 16,2% 18,1% 19,8% 21,5% 23,3% 23,4% 21,4% 22,6% 21,9% 41,8% 40,6% 44,1% 44,3% 44,0% 45,0% 45,1% 37,4% 40,1% 41,4% 37,1% SALDO TASA DE BALANZA COBERTUR COMERCIAL A -5.687 -7.915 -1.059 -1.767 -6.485 -7.530 -4.900 -1.846 3.509 46.926 42.166 32.842 31.274 36.173 34.850 39.503 61.269 47.698 42.219 50.001 Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales (*) Estimaciones preliminares Por lo tanto, es conveniente tener en cuenta la magnitud y evolución de sus componentes8. Para ello se puede recurrir a otros dos indicadores de uso también generalizado: En rigor, el grado de apertura de un mismo país puede, a lo largo del tiempo, presentar similares valores con componentes de signo opuesto para las importaciones y las exportaciones. Ver Cuadro 1 8 Con relación a lo acontecido durante la “década perdida” y hasta comienzos del siglo XXI: “A partir de la crisis de la deuda, muchos países subdesarrollados han generado significativos superávits en su comercio exterior, lo que aparentemente indicaría una mayor CI. Sin embargo, estos saldos se han originado fundamentalmente en la brutal contracción de importaciones como resultado de la caída en el nivel de actividad económica y la reducción en la inversión productiva. (…) En América Latina, los aumentos en las 7 74,2% 71,0% 95,9% 94,1% 82,7% 80,5% 85,0% 94,4% 112,7% 212,3% 176,2% 139,9% 130,6% 128,7% 121,1% 118,5% 133,4% 118,0% 111,7% 113,3% Economía III- 2016 6 Versión preliminar (Se ruega no citar) a) El saldo de la balanza comercial, que se define como la diferencia entre las exportaciones e importaciones declaradas de mercancías de un país en un determinado período. Su cómputo puede efectuarse en valor (en moneda local a precios corrientes o en divisas) y/o volumen, según el caso. b) La tasa de cobertura, que representa el porcentaje de importaciones que pueden pagarse con las exportaciones realizadas durante un mismo período de tiempo valuadas a precios corrientes: Tasa de X = x 100 cobertura M El nivel de equilibrio, que indica un monto equivalente de exportaciones e importaciones, corresponde al 100%. Si su magnitud es mayor, significa que el valor de las ventas de mercancías domésticas al exterior supera al de las compras de bienes y servicios que hace el país en el mercado internacional, situación que se refleja en un ingreso neto de divisas (saldo positivo) en la balanza comercial. Si, por el contrario, el mismo es inferior al 100%, muestra que el valor de las exportaciones no es suficiente para financiar las importaciones (saldo negativo de la balanza comercial) y se requerirán recursos adicionales para hacerlo. 1.2. Apertura de la economía y protección de la producción doméstica. La competitividad está, pues, relacionada con el grado de apertura de la economía y con su perfil productivo: en tanto del primero depende el nivel de competencia externa al que se ve sometida la producción local el segundo determina la variedad de bienes que por su naturaleza califican como transables -ya que los servicios, por ejemplo, solían, en gran medida, considerarse no transables (ver infra) Cuanto mayor sea el rol que se le asigna al libre funcionamiento del mercado internacional en la determinación de los precios locales más expuesta estará la producción doméstica a la competencia externa y, por el contrario, cuanto más importantes sean las medidas aplicadas para impedirlo, más "protegida" de esta última estará. Todos los países se ubican en algún punto entre ambos extremos, ya que todos utilizan alguna combinación de controles y mercado libre. Este posicionamiento, si bien está condicionado por la normativa existente respecto del comercio internacional exportaciones son resultado de la caída del mercado interno, de los bajos salarios y de la continua devaluación de las monedas nacionales.” D. Chudnovsky, F. Porta, op. cit., pág. 2. Economía III- 2016 7 Versión preliminar (Se ruega no citar) (Organización Mundial del Comercio, acuerdos regionales como el MERCOSUR), depende asimismo de decisiones políticas internas. Las principales barreras que se emplean para proteger la producción local de la competencia extranjera son9: - los aranceles a la importación, que constituyen un gravamen aplicado al precio de las mercancías importadas y, por lo tanto, elevan su precio interno, limitando la capacidad de las mismas para competir con la producción doméstica; - las medidas para-arancelarias, esto es, las restricciones (en cantidad o valor monetario) que se imponen a los bienes y servicios que pueden ingresar al país por período de tiempo; - una tipo de cambio elevado, ya que una mayor cantidad de unidades monetarias locales por unidad de moneda extranjera actúa en los hechos como una medida de protección de la producción doméstica, toda vez que encarece las importaciones en moneda local a la vez que abarata el precio en moneda extranjera de los bienes producidos internamente, facilitando la exportación de los mismos, por lo cual suele afirmarse –con cierta ligereza intelectual- que una devaluación del tipo de cambio nominal se traduce en una mayor competitividad de los productos transables de origen local en el mercado internacional. En rigor, la elevación del tipo de cambio posibilitaría mejoras en la competitividad vía precios de la producción nacional de bienes transables en la medida que afecte al tipo de cambio real; lo cual depende del incremento de la variación porcentual de sus costos internos de producción10, ya que si la misma es de igual magnitud que la Si bien las mismas se han aplicado tradicionalmente para proteger la producción de bienes pueden, en algunos casos, hacer lo propio con la de algunos servicios transables. En este sentido, cabe tener en cuenta que el proceso de globalización ha aumentado la transabilidad internacional de los servicios. La Organización Mundial del Comercio (O.M.C.) –que incluye actualmente al G.A.T.S. (General Agreement on Trade in Services), el cual abarca todos los servicios objeto de comercio internacional-, distingue cuatro modos de prestación de servicios: Modo 1) los suministrados de un país a otro, denominado oficialmente “suministro transfronterizo” ((por ejemplo, conferencias telefónicas internacionales, transporte); Modo 2) consumidores o empresas que hacen uso de un servicio en otro país, oficialmente “consumo en el extranjero” (por ejemplo, turismo); Modo 3) empresas extranjeras que establecen filiales o sucursales para suministrar servicios en otro país , oficialmente “presencia comercial”, (por ejemplo, bancos extranjeros, malls, hoteles, que se establecen en un país para realizar operaciones en él); Modo 4) particulares que se desplacen de su país para suministrar servicios en otro, oficialmente “presencia de personas físicas” (por ejemplo, modelos, consultores, ejecutivos de empresas). (ver, https://www.wto.org/indexsp.htm 10 Luego de una devaluación el aumento inicial de los precios domésticos opera simultáneamente a través de las siguientes vías: a) el aumento de los precios en pesos de los bienes transables; b) el incremento en pesos de los costos de los insumos importados en la producción de los bienes (transables y no transables) producidos localmente, en la proporción en que los mismos formen parte del costo de producción. Con posterioridad a shock inicial, el traslado posterior al resto de los precios domésticos (pass-through), depende de la capacidad de los ingresos de la población para convalidarlos a través de su demanda. 9 Economía III- 2016 8 Versión preliminar (Se ruega no citar) variación nominal del tipo de cambio, el tipo de cambio real no experimentará variación alguna y, en consecuencia, tampoco lo hará la competitividad de la producción local de las mercancías transables (ver infra). - asimismo, el subsidio a la producción de ciertas mercancías constituye una manera de ganar competitividad al reducir los costos internos necesarios para su obtención, facilitando su colocación tanto en el extranjero como en el mercado local, en tanto un subsidio a la exportación sólo disminuye el precio de venta al exterior, permitiendo ganar mercados externos. A medida que una economía se “abre” los salarios van perdiendo progresivamente importancia relativa como elemento constitutivo de la demanda efectiva, ya que la masa salarial puede dirigirse en mayor medida a la adquisición de bienes importados y, por lo tanto, su magnitud no garantiza la colocación de la producción local en el mercado interno. Cobran, en cambio, creciente relevancia en tanto componentes del costo de producción, ya que su reducción permitiría disminuir el precio de venta11 de las mercancías y competir con las de origen externo tanto en el mercado doméstico como en el internacional. Por lo tanto, con la progresiva apertura de la economía va perdiendo vigencia la afirmación de que a mayor salario real (directo e indirecto) mayor consumo interno, mayor inversión doméstica, mayor demanda interna, mayor producción local y, consecuentemente, mayor ocupación, y pasa a ser reemplazada por menor costo laboral, menor costo de producción, mayor competitividad y más empleos.12 En la actualidad todas las economías exhiben un mayor grado de apertura que en el pasado y, por lo tanto, la competitividad internacional se ha convertido en una cuestión central de la agenda de los países, dado que la misma remite a la capacidad que posee cada uno de ellos de colocar parte de su producción en los mercados externos así como de sustituir parcialmente los bienes importados por producción nacional. Este fenómeno se relaciona con el excedente de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones), que no sólo es la principal fuente genuina de Así, la megadevaluación de Duhalde, que llegó a ubicar el tipo de cambio en torno a los $ 4 por dólar después de diez años y medio en que se mantuvo fijo a $ 1 por unidad de la moneda estadounidense, produciendo la transferencia de ingreso del trabajo al capital más brutal desde el congelamiento de salarios y liberación de precios y tarifas de Martínez de Hoz en el comienzo de la dictadura, tuvo un efecto más pausado debido a los elevados niveles de pobreza, desempleo y deterioro de los salarios reales, que impidieron un traslado más rápido e intenso a los precios internos. 11 A lo largo de este documento se considera invariable al margen bruto unitario de beneficio ß 12 Aun cuando, como se aclara más abajo, los salarios en ningún caso constituyen el único factor que afecta la competitividad, cuanto más “abierta” sea una economía más tenderá a prevalecer este argumento y más posibilidades tendrán los empresarios de enfrentar exitosamente las demandas salariales de los trabajadores. En este sentido sostiene Block, “… la apertura de la economía provee un medio para combatir las demandas de mayores salarios de la clase trabajadora …” (Fred L. Block, Los orígenes del desorden económico internacional, F.C.E,, México, 1980; pág. 14). Economía III- 2016 9 Versión preliminar (Se ruega no citar) obtención de divisas (las que a su vez constituyen un requisito tanto para el cumplimiento de los compromisos internacionales como para evitar ulteriores incrementos del endeudamiento externo), sino que implica una sustitución de empleo extranjero por ocupación de mano de obra local en momentos en que siguen registrándose altas tasas de desempleo a nivel mundial13. Se confirma entonces que el problema de la competitividad internacional sólo tiene sentido para aquellas mercancías14 que pueden ser objeto del comercio entre países, y sólo respecto de las mismas tiene sentido plantear la posibilidad de ganar mercados locales (sustituyendo importaciones) o extranjeros (reemplazando su producción doméstica) en la medida en que resulten competitivos. 1.3. El precio de los bienes transables. Todo bien transable tiene un precio internacional15 determinado por su oferta y demanda a nivel mundial, expresado en aquella(s) moneda(s) utilizada(s) para las transacciones externas. A su vez, posee un precio interno o local definido, en principio16, por su precio internacional convertido a la moneda local mediante su multiplicación por el tipo de cambio nominal, lo que demuestra que en cualquier momento determinado este último constituye un elemento básico –pero no excluyente- (ver infra) de la capacidad competitiva de una economía. Al valor así obtenido se adicionan los subsidios y se sustraen los impuestos a la exportación (“retenciones”) en el caso de los exportables17. 13 http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_444114/lang--es/index.htm El concepto de mercancías es usado aquí en sentido amplio, incluyendo tanto bienes (materiales) como servicios, siempre que estos últimos sean internacionalmente transables. 15 Esta afirmación sólo resulta aplicable stricto sensu a las commodities ya que, en el resto de las mercancías, la diferenciación de productos, entre otros factores, tienden a relativizar este concepto. 16 En rigor, el precio así obtenido corresponde al caso -inexistente en la realidad- de una apertura absoluta e irrestricta de la economía. En los hechos, el mismo depende, básica pero no excluyentemente, de la aplicación de ciertas medidas de política económica. En este sentido, la expresión tipo de cambio nominal debe ser entendida como su valor previo a la aplicación de los respectivos subsidios o gravámenes, si existieran, correspondientes a cada producto transable. 17 La distinción entre mercancías exportables e importables tiene fines estrictamente pedagógicos ya que, en tanto transables, pueden formar parte alternativa (o incluso simultáneamente) de cualquiera de ambos grupos. De hecho, los bienes no transables, esto es, los no expuestos a la competencia externa, pueden serlo no sólo por su naturaleza (ver supra) sino también “…por la existencia de barreras arancelarias protectoras.” (Adolfo Canitrot, La política de apertura económica (1976-1981) y sus efectos sobre el empleo y el salario. Un estudio macroeconómico, Proyecto Gobierno Argentino, PNUD, OIT, ARG/81/008, Buenos Aires, 1983, pág. 44). En este último caso, su incorporación al universo de los transables depende exclusivamente de decisiones de política económica interna. 14 Economía III- 2016 10 Versión preliminar (Se ruega no citar) Precio local de los exportables = Precio internacional de los exportables x tipo de cambio nominal x [1+ (subsidios – impuestos)] En el caso de los importables, por el contrario, se sustraen los subsidios y se adicionan los impuestos a la importación. Precio local de los importables = Precio internacional de los importables x tipo de cambio nominal x [1+ (impuestos - subsidios)] Ejemplos: Precio internacional de los exportables = Precio internacional de los importables = U$S 1 por unidad. Tipo de cambio nominal = $10 por 1 U$S. Impuestos = Subsidios = 20%. 1) Impuestos a la exportación Precio local de los exportables = U$S 1 x $ 10 U$S 1 x (1 - 0,20) = $8 2) Subsidios a la exportación. Precio local de los exportables = U$S 1 x $ 10 U$S 1 x (1 + 0,20) = $ 12 3) Impuestos a la importación. Precio local de los importables = U$S 1 x $ 10 U$S 1 x (1 + 0,20) = $ 12 x $ 10 U$S 1 x (1 - 0,20) = 4) Subsidios a la importación. Precio local de los importables = U$S 1 $8 El precio de los bienes transables es independiente de sus costos internos de producción; de modo que si éstos resultan superiores al precio doméstico (definido por el precio internacional, el tipo de cambio y los impuestos o subsidios) la producción local no está en condiciones de competir en el mercado internacional (exportando) ni local (substituyendo importaciones). Economía III- 2016 11 Versión preliminar (Se ruega no citar) 2. Costo de producción, costo laboral y competitividad internacional. Desde la óptica ortodoxa la discusión acerca de la competitividad de la producción local se ha visto afectada por un doble tipo de restricciones. Por una parte, si bien es cierto que la capacidad de competir internacionalmente de una empresa, sector o economía se expresa, en medida apreciable, a través de una reducción de sus costos de producción, no lo es menos que es posible mejorar la competitividad de algunos productos a través de otra vía no relacionada con la disminución de los mismos. Por la otra, las reducciones de costos se focalizan exclusivamente sobre los costos salariales sin tener en cuenta que los mismos constituyen sólo una parte de los costos totales de producción. De esta manera, en la discusión se opera una doble limitación: - se reduce la posibilidad de ganar competitividad exclusivamente a la disminución de los costos de producción; - adicionalmente, se limita esa posibilidad a sólo uno de sus componentes (los costos laborales). Esto plantea un debate en términos inaceptables ya que, como dice Coriat18, "... consiste en admitir que la competitividad es igual a la competitividad costo y luego definir a la competitividad costo como la competitividad salarial. La conclusión es que la competitividad es igual a la disminución del costo de los salarios." Un abordaje menos sesgado nos permite ver que: 1. los costos totales son nada más que uno de los factores a través de los que se puede mejorar la capacidad de competir en los mercados internacionales; 2. los costos laborales constituyen, a su vez, una fracción de los costos totales de producción. En efecto, los productos transables ganan competitividad (es decir, incrementan su capacidad de ser vendidos fuera del país y/o de sustituir en su interior producción importada), ya sea por sus precios (lo cual remite de manera más o menos directa a sus costos totales de producción, como se verá más adelante), ya sea debido a un conjunto de aspectos referidos esencialmente a la calidad, al diseño, a las modalidades de mercadeo, Benjamín Coriat, Los desafíos de la competitividad, Asociación Trabajo y Sociedad-Oficina de publicaciones del CBC, Universidad de Buenos Aires, 1997; pág. 33. 18 Economía III- 2016 12 Versión preliminar (Se ruega no citar) los servicios de post-venta, etc., llamados a veces “intangibles”, lo que da lugar a la competitividad conocida como “más allá de los precios.”19 Un aspecto adicional lo constituyen las condiciones de financiamiento de las ventas, que pueden aportar un elemento suplementario de competitividad y los costos de transporte, que suelen ser dejados de lado por la teoría económica20. Mientras para las commodities el factor determinante sigue siendo el precio (y eventualmente las mencionadas condiciones de financiamiento, tiempo de entrega y costos de transporte), ya que se trata de bienes en los cuales no existen diferencias de calidad o diseño, para una amplia gama de otras mercancías su capacidad competitiva no está relacionada con su precio (y consecuentemente, con sus costos de producción), sino con los aspectos que se incluyeron en el rubro de “intangibles” (en este caso, un menor precio puede eventualmente reforzar su competitividad, pero no constituye el factor determinante de la misma). Existe, entonces, una doble vía de acceso, con carriles no excluyentes, por la que los productos de una economía pueden mejorar su capacidad de competir en el mercado internacional: - por su precio de venta; - por aspectos cualitativos no vinculados con su precio de venta ("intangibles”). Las diferencias en el precio de venta de una mercancía son, en principio; esencialmente atribuibles a diferencias en sus costos totales de producción, ya que, teóricamente, las mismas no deberían poder explicarse por diferencias en los márgenes de beneficio empresario dado que resultaría esperable que los mismos tiendan a uniformarse como resultado de la propia operación de los mercados internacionales. Si así no fuera, la reducción del margen unitario de beneficio constituye una manera de ganar competitividad a través de la disminución del precio de venta del producto. Una tercera posibilidad, no contemplada específicamente, es la que implica la obtención de competitividad vía la reducción de las restricciones tarifarias y de otra índole D. Chudnovsky, F. Porta, op. cit., pág. 29. Los costos de transporte y seguro permiten también, desde su especificidad, una doble posibilidad de acceso a las condiciones de competitividad de las mercancías transables de una economía: a) por una parte, constituyen un costo adicional al correspondiente a la producción de las mismas que puede actuar negativamente sobre la posibilidad de ganar mercados externos a la vez que, eventualmente, podría llegar a encarecer a las importaciones, protegiendo la producción local de la competencia de ciertos bienes provenientes del exterior; b) la nacionalidad de los medios de transporte y seguro a través de los cuales se realiza el comercio internacional del país, ya que en caso de corresponder al mismo su actividad incrementaría el PBI actuando asimismo como un incentivo a las inversiones en el sector. 19 20 Economía III- 2016 13 Versión preliminar (Se ruega no citar) que dificultan el acceso de la producción local a los mercados extranjeros en forma independiente del precio de la misma21. Tenemos, entonces, para empezar, la distinción entre lo que puede denominarse: - competitividad vía “costo" de producción de la mercancía; -competitividad vía "no costo" de producción de la mercancía (“más allá de los precios”). 2.1. Competitividad vía precio de la mercancía La competencia internacional vía precio del bien debe ser calculada a partir de las siguientes premisas: 1) en términos del precio absoluto de productos particulares y no de agregados de productos.22 2) medidos en una moneda de cuenta internacional y 3) para cada nación con la cual sea posible mantener relaciones comerciales. Por lo tanto para un país existen tantas ventajas o desventajas competitivas: 1) como mercancías son o puedan ser objeto de comercio internacional, 2) como países con los cuales pueda establecerse una relación comercial y 3) como tipos de paridades cambiarias puedan considerarse23. En esta opción se incluyen todos los mecanismos preferenciales que se negocian en los Tratados de Libre Comercio (TLCs). A modo de ejemplo, siendo Argentina el mayor productor mundial de limones frescos, su exportación a EEUU se frenó en 2001, cuando el lobby de productores de California apuntó a que los cítricos argentinos 21 no eran inocuos en términos fitosanitarios y, tras un fallo judicial, logró que se trabara su ingreso a ese país. http://www.lanacion.com.ar/1892982-la-argentina-volvera-a-exportar-limones-a-estados-unidos Dado que se carece de información desagregada a nivel de empresas o ramas el esquema que se desarrolla a continuación con fines didácticos, contradice este primer requisito y se refiere exclusivamente al agregado de la industria manufacturera En el caso de la Argentina, además, se debería incluir al sector agropecuario por su marcada incidencia en el comercio exterior. Sin embargo, como se carece de información periódica sobre el empleo en el mismo -condición indispensable para estimar la productividad laboral- el análisis predica exclusivamente sobre las actividades manufactureras (que mayoritariamente se llevan a cabo en centros urbanos), respecto de las cuales es posible estimar aproximadamente el volumen de ocupación a través de la Encuesta Permanente de Hogares (ver Carlos Crucella, “Ajuste estructural y empleo, Una aproximación al comportamiento del mercado de trabajo argentino en los noventa” en Temas y Debates N° 6 y 7, Rosario, Noviembre de 2003; Nota al pie 1 y Cuadro N° 1). Asimismo, se han excluido las actividades terciarias dado que las mismas no están incluidas en el Indice de Precios Básicos al Productor (ver infra), lo que imposibilitaría estimar su valor “real” a lo largo del tiempo. 23 Por lo tanto, referirse a la competitividad de una economía en su conjunto, no pasa de ser una expresión metafísica (en el sentido en que emplea este término Joan Robinson): “Hay un tipo de razonamiento, común a las ciencias sociales, que puede llamarse metafísico. […] Esta palabra ha sido utilizada en diversos 22 Economía III- 2016 14 Versión preliminar (Se ruega no citar) 2.2. Competitividad vía “costo de producción” de la mercancía. El costo de producción de un bien involucra tanto el precio de los diferentes insumos como el rendimiento productivo de los mismos. Encontramos así otro doble modo de abordar la cuestión de la competitividad internacional costo, a la que puede hacerse referencia apelando a la distinción entre: - competitividad vía “precio (de un insumo)” y - competitividad vía “rendimiento (de un insumo)”, aplicable estrictamente a todos y cada uno de los insumos del proceso productivo y no, exclusivamente, a la mano de obra. La competitividad vía “precio (de un insumo)” deriva de una menor remuneración a los recursos que intervienen en la obtención de una determinada mercancía (incluido, naturalmente, el trabajo, que participa en la producción de todas ellas), la que puede originarse en una diversidad de factores económicos, sociales y políticos. La competitividad vía “rendimiento (de un insumo)” se refiere a la productividad de los mismos, la que, mediada por el precio respectivo, determina en definitiva el grado de competitividad costo de un bien específico. El concurso de ambos factores -precio y rendimiento de cada insumo- medido en una moneda de cuenta internacional, determina, en definitiva, la incidencia de cada input en el costo unitario de producción de una mercancía particular y, consecuentemente, en su influencia en la competitividad costo de la misma. Por lo tanto, la consideración integral del tema del costo laboral (como el de cualquier otro componente del costo total de producción de un bien), requiere abordar al mismo tiempo los aspectos del precio (salario más otros costos asociados) así como los del rendimiento del trabajo (productividad laboral). 2.3. Costo de producción. sentidos. Aquí se aplica a un uso del lenguaje que no comporta ninguna información objetiva, no describe ninguna relación lógica, ni da instrucciones precisas y, sin embargo […] no es, en absoluto, una vaciedad, porque expresa una cierta actitud de pensamiento, ciertas simpatías políticas o determinados valores morales, y puede cristalizar opiniones, de tal modo que tenga importantes consecuencias prácticas.”, Joan Robinson y John Eatwell, Introducción a la Economía Moderna, FCE, México, 1982; pág. 15. (En bastardilla en el original). Economía III- 2016 15 Versión preliminar (Se ruega no citar) Una tipología simplificada de los costos totales de fabricación por unidad de producto muestra que los mismos están constituidos por el costo primo y los costos indirectos: Costo primo - costos laborales directos; - costo de los insumos (transables y no transables) usados directamente en la fabricación del bien; Costos indirectos - costos laborales y de insumos utilizados indirectamente para la fabricación del producto (energía, alquileres, impuestos)24. La sumatoria de los mismos da el denominado “costo unitario de producción”. Costo total unitario de producción = (Σ qi x pi) donde: qi: cantidad de insumo por unidad de producto, incluido el insumo trabajo (cantidad de tiempo promedio necesario por unidad de producto); pi: costo unitario del insumo, incluido el costo laboral promedio por unidad de tiempo; El costo unitario total de producción es, a su vez, inferior al precio de venta del producto, difiriendo ambos conceptos en el “margen bruto unitario de ganancia”. De esta manera, el “precio de venta unitario” es igual al costo unitario multiplicado por (1+ß) (método del mark up) donde: ß: margen bruto unitario de beneficio (como porcentaje sobre el costo unitario de producción) Se comprueba entonces que un aumento del costo nominal de un insumo (incluyendo el de la mano de obra) afecta el costo de los bienes en la proporción en que intervenga en el costo total. En el caso de las mercancías no expuestas a la competencia internacional (no transables) el mismo tenderá a trasladarse al precio final de los productos Para completar el “costo total unitario de producción” deberían incorporarse los costos financieros, que están determinados por el nivel de endeudamiento de la firma, la tasa de interés correspondiente y la duración del período por el cual se ha tomado el crédito. En caso de utilizar fondos propios de la firma (utilidades no distribuidas), una alternativa no excluyente es estimar el costo de oportunidad del capital invertido (equivalente al rendimiento que se hubiese podido obtener de la mejor inversión alternativa disponible), para 24 estimar la rentabilidad productiva en sentido estricto. Economía III- 2016 16 Versión preliminar (Se ruega no citar) en la medida en que su efecto sobre la demanda de los mismos no impacte negativamente en la rentabilidad de la firma. En el caso de los transables afecta el margen unitario de beneficio en tanto no pueda ser compensado por un incremento proporcional del rendimiento del insumo en cuestión o una disminución del costo de otros componentes del costo de producción (vía precio y/o rendimiento). 2.4. Costo relativo de un insumo. El “costo unitario de producción” da lugar a un indicador muy utilizado en la discusión acerca de la incidencia del trabajo en el costo de fabricación de un bien transable: la participación de los costos de los diferentes insumos en el costo total expresada como porcentaje del mismo. Costo relativo del insumo i = Costo del insumo i por unidad de producto en $ corrientes Costo unitario en $ corrientes x 100 A modo de ejemplo25: 25 En el Cuadro 2 el valor correspondiente a la mano de obra que participa directa e indirectamente en la fabricación de una unidad de la mercancía surge de un costo laboral de $ 7.200 por 160 horas de trabajo mensuales, lo que equivale a un costo horario de $ 45. Entonces, el costo laboral total unitario es igual a $60: 1,33 horas (qi) x $ 7.200/160 horas = $ 45(pi). Economía III- 2016 17 Versión preliminar (Se ruega no citar) Cuadro 2 Costo unitario de producción a pesos corrientes. Costos unitarios $ corrientes % - mano de obra directa - insumos domésticos directos - insumos importados directos Costo primo unitario de producción (a) 45,0 70,00 35,00 150,00 18,8% 29,2% 14,6% 62,5% 15,0 10,0 15,0 50,0 90,0 6,3% 4,2% 6,3% 20,8% 37,5% Costo unitario de producción (a) + (b) 240,0 100,0% Margen bruto unitario de beneficio (20%) Precio de venta unitario = 200 x (1,2) 288,0 - mano de obra indirecta - insumos domésticos indirectos - insumos importados indirectos -energía, alquileres,costos financieros, etc Costo indirecto (b) La composición porcentual del costo unitario de producción no es un indicador apropiado de la incidencia del costo laboral en las posibilidades competitivas de una determinada mercancía. En primer lugar, porque la proporción que este último representa dentro del mismo a nivel microeconómico está fuertemente influido por el carácter más o menos intensivo en trabajo de la tecnología utilizada, el que a su vez depende del tipo de bien transable de que se trate (y a nivel agregado, de la composición del producto transable). Por otro lado, porque resulta inútil como elemento a tener en cuenta a efectos de mejorar la competitividad ya que cualquier reducción de la participación del costo laboral en el costo unitario de producción determinará que la incidencia de uno o más de los restantes costos deba aumentar para mantener la suma de todos ellos en el 100%. Por lo tanto, si la disminución del primero se interpretara como una mejora de la competitividad, debería aceptarse que la misma fuera anulada totalmente en forma simultánea por el empeoramiento de la competitividad que derivaría del necesario aumento porcentual de algunos de los otros costos. (Tal como ilustra el cuadro siguiente, una disminución del 20% en el costo de la mano de obra como resultado, por ejemplo, de una reducción de los aportes patronales26 -ver infra- produce una caída del costo de producción 26 De este modo el salario nominal se mantiene inalterado. Economía III- 2016 18 Versión preliminar (Se ruega no citar) a valores corrientes del 5,0% (de $240,0 a $ 228,0), correspondiente a la variación porcentual del costo laboral total mediado por su participación relativa en el costo unitario27, la que pasa del 25,0 al 21,1% a la vez que el resto de sus componentes aumentan en la magnitud porcentual necesaria para alcanzar el 100,0% del mismo (de 75,0 a 78,9%). Cuadro 3 Costo unitario de producción a pesos corrientes. Costos unitarios $ corrientes % - mano de obra directa - insumos domésticos directos - insumos importados directos Costo primo unitario de producción (a) 36,00 70,00 35,00 141,00 15,8% 30,7% 15,4% 61,8% - mano de obra indirecta - insumos domésticos indirectos - insumos importados indirectos -energía, alquileres,costos financieros, etc Costo indirecto (b) 12,00 10,00 15,00 50,00 87,00 5,3% 4,4% 6,6% 21,9% 38,2% Costo unitario de producción 228,0 100,0% Margen bruto unitario de beneficio (20%) Precio de venta unitario = 189 x (1,2) 273,6 A lo sumo, todo lo que el indicador puede proporcionar (tanto en el nivel microeconómico como agregado) es una referencia a la relevancia que el insumo trabajo tiene en el costo primo o de producción unitario a efectos de aplicar el primero de los criterios que se verán a continuación. 2.5. Costo de producción: criterios para su reducción. -20,0% x 25,0%/100 = -5,0%. Un resultado análogo se obtiene si el costo de la mano de obra se mantiene invariable y aumenta la productividad laboral en un 25%; en ese caso: qi = 1,07 horas x $ 45 por hora = $ 48 por unidad de producto. Se advierte entonces que la reducción del costo unitario de producción de una mercancía puede obtenerse, como ya se señalara (ver supra), a través de una disminución del precio del insumo (salario indirecto en este caso) o de un incremento de su rendimiento, y que la elección del modo de hacerlo debería tener en cuenta sus consecuencias macroeconómicas, sociales y políticas. (ver infra) A su vez, el ejemplo permite mostrar que el tan trajinado argumento de justificar el aumento del costo total de una mercancía por el traslado de la variación del precio de uno de sus componentes–generalmente el salario- sin tener en cuenta su participación relativa en la estructura de costos unitarios carece de validez y sólo constituye un medio de incrementar el margen unitario de beneficio. 27 Economía III- 2016 19 Versión preliminar (Se ruega no citar) Vista la composición del costo de producción se comprueba que el costo laboral es sólo uno de sus componentes, y no necesariamente el más importante. Se advierte entonces que cualquier intento de reducir el primero no tiene por qué concentrarse a priori y con un carácter prácticamente excluyente en la disminución de este último. La elección, por el contrario, debería en principio atender a uno o varios de los siguientes criterios generales: i) la mayor incidencia dentro de los costos totales de producción; ii) la mayor factibilidad de que ese costo pueda ser reducido; iii) el menor número de "contraindicaciones" o "efectos colaterales" negativos, esto es, los menores costos económicos, sociales y políticos, ya que ellos deben contrastarse, como contrapartida, con las mejoras de competitividad que puedan obtenerse28. 2.6. Vías y consecuencias de la reducción de los costos laborales. a) La reducción de los aportes patronales al sistema previsional implica una disminución del costo laboral en el costo total de producción, pero a su vez repercute en el financiamiento de las prestaciones y, consecuentemente, en las condiciones materiales de vida de los actuales y futuros beneficiarios del sistema, a menos que sea compensado por otra fuente de recursos, lo cual impactará sobre los niveles de ingresos de aquellos sobre los cuales recae la eventual imposición. Así, si una parte del aporte patronal fuera sustituido por un aumento de los aportes de los trabajadores, estos últimos verían reducido su salario presente para mantener su futura prestación previsional. b) Una disminución de las montos indemnizatorios también reduciría los costos de producción en proporción a la cantidad de despidos y a la antigüedad del personal que quedara cesante, pero reduciría la capacidad económica del trabajador despedido para mantener su hogar hasta tanto pudiera encontrar una nueva fuente de ingresos. c) La reducción del salario corriente implicaría una disminución del costo de producción proporcional a su incidencia en el mismo (ver supra), pero afectaría negativamente las condiciones materiales de vida de los asalariados al disminuir su capacidad de consumo, contracción que de no compensarse por un aumento de similar 28 Cabe recordar que todo costo desde el punto de vista del productor representa, al mismo tiempo, un ingreso para otros agentes económicos. Economía III- 2016 20 Versión preliminar (Se ruega no citar) magnitud en la inversión y/o en las exportaciones, podría ocasionar una caída de la demanda efectiva. d) En tanto las modalidades descriptas precedentemente constituyen prácticas, social, económica y políticamente cuestionables, no son, en principio, ilegales (algunas de ellas fueron aplicadas por las autoridades que gobernaron el país entre 1989 y 2001). Existe, en cambio, una de carácter ilícito y desafortunadamente bastante extendida: la no registración del asalariado comúnmente conocida como “trabajo en negro”. Esta no sólo implica una reducción de los ingresos presentes y diferidos de la mano de obra afectada, sino también la pérdida total de los derechos correspondientes a su condición de ocupado en relación de dependencia, a la vez que desfinancia no sólo al ente previsional sino también a las administraciones municipales, provinciales y nacional29 y establece una competencia desleal con los empleadores que no recurren a esta práctica. e) Por último, la que, a pesar de constituir la única vía legítima de reducción del costo laboral de todas las mencionadas precedentemente, suele difuminarse en las discusiones sobre el tema tanto por los gremios empresarios como por los sindicatos: el incremento de la productividad laboral, cuyo efecto sobre el costo unitario total de producción, como ya se ha señalado (ver supra) puede tener efectos análogos a los de cualquiera de las opciones mencionadas anteriormente.30 En efecto, el salario de los trabajadores no registrados sólo puede efectivizarse mediante el producido de operaciones no declaradas (excepto en el caso del personal doméstico cuya remuneración se abona con los ingresos del grupo familiar, los que en este caso pueden originarse en ocupaciones registradas y/o no registradas), lo que afecta negativamente la recaudación de los tres niveles del Estado a través de sus respectivos instrumentos tributarios (v.g. Derecho de Registro e Inspección, Ingresos Brutos e Impuesto a las Ganancias). 30 En el caso del empresario individual la reducción del precio de cualquier insumo, en tanto su productividad no disminuya, supone una menor erogación por unidad de producto, en tanto un incremento de su productividad implica una inversión en tecnologías “duras” que pueden superar el costo de reposición del equipo (el cual, de todas maneras, podría tener un efecto positivo sobre la productividad debido a mejoras introducidas en el bien de capital a través del tiempo que media entre su incorporación inicial y su renovación, a la cual se podría calificar de “incremento inercial o estructural de la productividad”) o “blandas”. Desde el punto de vista de los trabajadores, todo aumento de la productividad de la mano de obra implica, para un dado nivel de producto y carga horaria, una reducción del número de ocupados. Por lo tanto, a nivel macroeconómico el crecimiento de la productividad del trabajo tendría que ser compensado por un aumento del PBI de similar magnitud porcentual y capacidad de absorción de la fuerza de trabajo -suponiendo la perfecta movilidad de los trabajadores de un sector, rama o actividad a otro para que no disminuyera el volumen del empleo (aunque sí, plausiblemente, su composición)- y, en rigor, debería ser superior para absorber a la totalidad de los ingresantes a la fuerza de trabajo (de existir, por razones demográficas y/o factores expansivos reflejados en la tasa de actividad relacionados con la dinámica del mercado de trabajo) de modo de no agravar la situación ocupacional preexistente. En este sentido, cabe tener en cuenta que cualquier desequilibrio que experimente la misma “…termina reflejándose, más temprano que tarde, en las condiciones materiales de vida de las personas a través de dos vías. Una directa, disminuyendo entre los económicamente activos el número de aquellos que se encuentran en condiciones de obtener una retribución 29 Economía III- 2016 21 Versión preliminar (Se ruega no citar) 2.7. Costo laboral. 2.7.1 Salario directo. El núcleo o elemento de base del concepto de costo laboral está dado por el monto monetario con que el empleador remunera al trabajador31. Este elemento puede ya, de por sí, aumentar o disminuir la competitividad internacional. En rigor, el mismo constituye un elemento principal en la capacidad de competir externamente que presentan algunas economías, en las cuales el nivel de vida de los trabajadores es más bajo que en el resto de los países. Al respecto, cabe tener en cuenta que la remuneración que percibe el trabajador admite dos lecturas: -desde el punto de vista de las condiciones materiales de vida a las que él y su familia pueden acceder con ese ingreso, al cual se identificará como "salario bienestar". El mismo refleja, en un momento dado, la capacidad de adquirir un conjunto de bienes y servicios correspondientes a un cierto nivel de vida material y socialmente compatibles con el grado de desarrollo alcanzado por la comunidad. Este último puede ser calculado a partir del valor de distintas “canastas” de bienes y servicios que sean, de alguna manera, representativas del consumo que requieren los asalariados para alcanzar ese “nivel de satisfacción socialmente aceptable”32. Salario bienestar = Salario Nominal Valor de una canasta de bienes y servicios a partir de su inserción en el mercado laboral y otra, indirecta, resultante de una relación inversa entre los niveles de subutilización de la fuerza de trabajo y los ingresos reales de los trabajadores.”(Carlos Crucella, ¿Diez años no es nada? La evolución de las condiciones de vida de los habitantes del Gran Rosario entre 2003 y 2013. Una aproximación a partir de la evidencia empírica, Material de Cátedra, Economía III, 2015). Al respecto, ver Roberto Frenkel, "Costos y beneficios de la Convertibilidad" en M. Cohen y M. Gutman (eds), ¿Argentina en colapso? América debate, IIED-The New School, Buenos Aires, 2002, págs. 37 y 38). 31 El cual difiere del salario que éste efectivamente percibe debido tanto a una serie de deducciones (v.g. aporte previsional, obra social, impuesto a las ganancias si correspondiera) como de ingresos adicionales (v.g. distintos tipos de asignaciones familiares http://www.anses.gob.ar/prestacion/asignaciones-familiares54). 32 A modo de ejemplo, en el 4° Trimestre de 2013 el ingreso promedio del conjunto de los asalariados del Gran Rosario era equivalente a 5,78 Canastas Básicas Totales (CBT), cuyo valor representa el monto de dinero necesario para que un varón de entre 30 y 59 años pueda satisfacer, por medio de la compra de bienes y servicios, un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales, y constituye el límite por debajo del cual el mismo se encuentra en situación de pobreza. (Carlos Crucella, op. cit.). Economía III- 2016 22 Versión preliminar (Se ruega no citar) El numerador está expresado en unidades monetarias (a precios corrientes) por unidad de tiempo de trabajo, en tanto el denominador refleja el valor (también en unidades monetarias a precios corrientes) de esa canasta. El cociente representa, en consecuencia, un número puro que equivale a las cantidades de la misma que permite adquirir la remuneración correspondiente a una unidad de tiempo de trabajo, es decir, el salario medio vigente en ese momento. -desde el punto de vista del productor, el que se conoce como “salario costo o salario producto”, en cuyo caso el dato relevante no es la cantidad de bienes y servicios a los cuales puede acceder el trabajador con su remuneración sino la relación existente entre el salario nominal y los precios corrientes de los bienes en cuya producción se genera ese ingreso33. Salario costo o = producto Salario Nominal Precio de las mercancías en cuya producción interviene Por razones análogas a las expresadas en el caso anterior, el número puro resultante mide en esta oportunidad el número de unidades del bien transable producidas por el costo salarial correspondiente a la unidad de tiempo de trabajo sobre el cual se liquide (v.g., día, semana, quincena, mes), esto es, la cantidad de producto que representa el salario medio vigente en ese momento. Como es obvio, la evolución de cada uno de ellos dependerá del comportamiento del salario nominal vis-à-vis el de: - los precios de los bienes y servicios que constituyen la canasta de consumo del asalariado; - los precios de los bienes en cuya producción interviene. En rigor, esta definición del salario costo o producto es válida a nivel microeconómico, dado que al empresario individual le resulta indiferente el nivel de satisfacción de sus necesidades que alcance el trabajador con el salario obtenido en la medida en que no afecte su productividad, ya que su ingreso no será necesariamente empleado en adquirir los bienes en cuya producción interviene. A nivel macroeconómico, en cambio, el salario medio, en tanto expresión de la capacidad de compra del colectivo de ocupados en relación de dependencia forma parte de la demanda agregada a través del consumo privado, adquiriendo mayor relevancia cuanto más cerrada sea la economía y/o más competitiva sea la producción local de transables. 33 Economía III- 2016 23 Versión preliminar (Se ruega no citar) En consecuencia, para analizar la variación del salario a lo largo del tiempo será necesario deflactar34 su monto nominal por los índices de precios correspondientes35 (Indice de Precios al Consumidor IPC GBA)36 para el salario bienestar e Índice de Precios Básicos del Productor (IPP)37 para el salario costo o producto respectivamente) con lo cual su valor quedará expresado en términos “reales” de capacidad de compra y cantidad de unidades producidas a los precios vigentes en cada momento. Salario "real" = Salario nominal (Período Final) x IPC GBA o IPP (Período Inicial) IPC GBA o IPP (Período Final) La evolución del salario bienestar y el salario costo no tienen por qué ser coincidentes y, en rigor, pueden tener comportamientos de signo opuesto de acuerdo a cuál sea la trayectoria de la retribución nominal y la de los valores de cada una de las “canastas” sobre las cuales se calculan los respectivos índices de precios. Este fenómeno puede, en principio, explicarse por la existencia de una doble diferencia entre el conjunto de precios que reflejan el IPC GBA y el IPP: -el IPC GBA incluye los servicios en tanto el IPP no, -por tratarse de precios al consumidor el IPC GBA incluye los márgenes de distribución y comercialización, mientras que el IPP releva los precios del productor que son previos a la incorporación de los mismos.38 Esta operación transforma un valor monetario expresado a precios corrientes en su equivalente a precios del período inicial, con el propósito de eliminar del valor de dicha magnitud el efecto del incremento de los precios. 35 Dados los cambios producidos en el INDEC a partir de la asunción de las nuevas autoridades se recomienda revisar la metodología en uso para la estimación de los Índices de Precios. http://www.indec.gov.ar/nivel3_default.asp?id_tema_1=3&id_tema_2=5 36 A partir del mes de octubre de 2014 el INDEC publicaba el Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano base octubre 2013 – septiembre 2014 = 100 (IPCNu oct13-sep14=100). Este indicador era continuación del IPCNu publicado a partir de febrero 2014 con base IV trimestre 2013=100, cambiando de una base de un trimestre a una de 12 meses. Actualmente este Índice, que medía “ las variaciones de los precios de un conjunto fijo de bienes y servicios representativos del gasto de consumo final de todos los hogares residentes en viviendas particulares en las localidades de 5.000 y más habitantes en todo el territorio nacional.” (INDEC, Índice de Precios Al Consumidor Nacional urbano. IPCNu, Serie Documentos de trabajo N°22, Buenos Aires, 2014), ha sido discontinuado y reemplazado por el IPC GBA. http://www.indec.gov.ar/ftp/cuadros/economia/ipc_que_es_06_16.pdf 37 El Indice de Precios Básicos al Productor (IPP) “ tiene por objeto medir la variación promedio de los precios a los que el productor local vende su producción. En este caso es importante que Argentina sea el país de origen de la producción. Consecuentemente, el IPP excluye los productos importados que se ofrecen en el mercado doméstico e incluye los productos de fabricación local que se exportan al extranjero.”,(INDEC, Cómo usar un índice de precios, Buenos Aires, Marzo de 2002. En rigor, su aplicación sólo es válida para el agregado de productos transables, mientras que a nivel micro o, incluso, sectorial, correspondería utilizar los respectivos índices de precios, en el caso que los mismos existieran. 34 38 http://www.indec.gov.ar/ftp/nuevaweb/cuadros/10/metodo_ipc_gba.pdf Economía III- 2016 24 Versión preliminar (Se ruega no citar) Dado que los servicios son, en general, no transables, no se encuentran sometidos a la competencia internacional, lo que les permite evolucionar de una manera más independiente. Por lo tanto, la evolución del precio de los servicios y de los márgenes de distribución y comercialización en relación con el comportamiento del precio de los bienes transables es un factor de primer orden para explicar el grado de discrepancia entre el nivel de vida del trabajador y el costo en términos del valor de producción para el empresario. En consecuencia: - cuanto menores sean los márgenes de intermediación y comercialización y el precio de los servicios más se asemejarán en cada momento los valores del salario bienestar y el salario costo o producto, y - cuanto más similar sea la evolución de los márgenes de intermediación y comercialización y del precio de los servicios vis-à-vis la de los precios del productor, más semejantes serán los valores del IPC GBA y el IPP a través del tiempo. http://www.indec.gov.ar/ftp/cuadros/economia/metod_pondaperturas_ipm.pdf Economía III- 2016 25 Versión preliminar (Se ruega no citar) Cuadro 4 Evolución de las variables entre los años 1991-2001. Períodos 1991 2001 Variación % IPCNu (1) 67,45 98,78 46,44% IPP (Base 1993=100) (2) 90,22 105,05 16,44% Salario nominal (Base 1991=100) (3) $ 100,00 Salario bienestar (Base 1991=100) $ 100,00 $ 97,25 -2,75% Salario costo o producto (Base 1991=100) $ 100,00 $ 122,31 22,31% $ 142,42 42,42% (1) INDEC, Serie histórica del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el Gran Buenos Aires. (2) Índice de Precios Mayoristas Productos Nacionales. Hasta el año 2000, Adolfo E. Buscaglia, "La economía argentina a fines del siglo XX", Apéndice Estadístico, Tabla 3 en Marcelo Lascano (comp.), La economía argentina hoy, Editorial El Ateneo, Buenos Aires, 2001. El valor de 2001 se obtuvo aplicando a este último la variación del Índice de Precios Básicos del Productor registrada durante ese año, INDEC, Índice de Precios Básicos del Productor (IPP). (3) Salario real promedio del sector industrial. Eduardo Basualdo, Estudios de historia económica argentina, FLACSO/Siglo XXI, Buenos Aires, 2006, Cuadro N° 6.2. A modo de ejemplo, el cuadro precedente muestra que entre 1991 y 2001 el nivel de bienestar material de los trabajadores y sus familias experimentó un deterioro dado que, si bien los salarios nominales aumentaron, lo hicieron en una proporción menor que el costo de los bienes y servicios al cual destinan sus ingresos (42,42 y 46,44% respectivamente), con lo cual la capacidad de compra del salario disminuyó el 2,75%. Paralelamente se comprueba que el salario costo o producto aumentó como proporción del precio de los bienes transables debido a que el incremento nominal de los salarios superó al de estos últimos (16,44%), como consecuencia de la creciente competencia externa a la que se vieron sometidos durante ese período. Economía III- 2016 26 Versión preliminar (Se ruega no citar) 2.7.2. Salario indirecto. Además de la obtención directa de un salario, el trabajador percibe otros pagos o compensaciones en forma a menudo diferida, no periódica o contingente (i.e. jubilación, cobertura médica, indemnización por despido, etc.). Estos ingresos se financian ya sea con un impuesto sobre el salario, ya sea con pagos efectivos eventuales o con la creación de fondos contables, y configuran costos efectivos de producción en un pie de igualdad con el salario. La magnitud de estos costos es inferior a la del salario directo pero de significativa importancia. 2.8 Costo laboral por unidad de tiempo. Agregando al salario directamente pagado los costos asociados (salario indirecto) se obtiene el "Costo Laboral medio39 por Unidad de Tiempo de trabajo” (CLUT), es decir, el costo laboral mensual promedio por asalariado de jornada completa del sector transable, que refleja el impacto de la variable precio del insumo trabajo y está expresado en unidades de moneda local a valores corrientes. Costo laboral por unidad de tiempo = Salario directo x (1 + cargas sociales40) Como en el caso del salario costo o producto el CLUT a precios corrientes también puede deflactarse para calcular su evolución a través del tiempo en términos “reales” de bienes producidos41, y su valor dependerá de la variación que experimenten los salarios nominales, los costos patronales asociados al salario indirecto (estimados como una proporción de los mismos) y los precios de los bienes y servicios transables, esto es, aquellos de cuyo costo de producción forma parte. Sin embargo, el CLUT no constituye un indicador apropiado para realizar una comparación del costo laboral a nivel internacional (aun cuando se convirtiera de moneda local a una moneda de cuenta internacional, ver infra), ya que sólo refleja la incidencia del precio de este insumo, pero no la de su rendimiento, lo que podría llevar a la conclusión El término medio se refiere, a nivel agregado de la producción de mercancías transables, al cociente entre el costo salarial total del sector por unidad de tiempo y el número de trabajadores en relación de dependencia ocupados en el mismo durante ese lapso (a efectos de simplificar el análisis se supone que la totalidad de los mismos corresponde a asalariados de jornada completa). Con el mismo propósito se adopta el supuesto de que la totalidad de los trabajadores presenta idénticas características relacionadas con el valor de las cargas sociales, ya que al menos una parte de las mismas (v.g. vacaciones, despidos) remiten a la antigüedad del asalariado en su puesto de trabajo. 40 Estimadas como proporción del salario directo. 41 Para ello será necesario recurrir a algún índice que exprese el cambio registrado en el precio interno de los bienes transables (IPP). 39 Economía III- 2016 27 Versión preliminar (Se ruega no citar) errónea de que un mayor salario (directo e indirecto) implica necesariamente una menor capacidad competitiva para una empresa, sector o economía, siendo en realidad su resultado conjunto el que determina la influencia del factor trabajo en la capacidad competitiva, vía costo de producción, de una determinada mercancía. La inclusión del rendimiento de la mano de obra –como la de cualquier otro insumorequiere calcular su productividad, esto es, la cantidad de bienes transables producidos, en promedio, por los asalariados del sector durante un cierto período de tiempo (el mismo sobre el cual se ha estimado el CLUT). 2.9. Productividad laboral. En este sentido, cabe tener en cuenta que únicamente en el nivel microeconómico es pertinente estimar la productividad, dado que sólo en él la misma se puede expresar en unidades físicas de una mercancía determinada, condición indispensable para poder calcular correctamente la competitividad vía precio de una mercancía en particular (ver infra, numeral 2.1.). A nivel agregado la productividad sólo se puede expresar como el cociente entre el valor monetario (a precios corrientes o constantes) del producto correspondiente a un conjunto heterogéneo de bienes y servicios transables durante un cierto período de tiempo y el número de asalariados que participaron en su generación en el mismo lapso, con lo cual se obtiene un valor en pesos (corrientes o constantes) por trabajador del sector transable. PBI Transable (en pesos corrientes o Productividad laboral media por constantes) unidad de tiempo de trabajo de los = Asalariados del sector transable asalariados del sector transable (en pesos corrientes o constantes) Dicho valor carece de toda utilidad para la estimación de la productividad laboral de un bien o servicio en particular y, consecuentemente, de la incidencia del factor trabajo en el costo de producción y precio del mismo. Por lo tanto, el mismo no será tomado en cuenta en el ulterior desarrollo del tema. 2.10. Costo laboral por unidad de producto. Dividiendo el CLUT por la productividad laboral a nivel microeconómico se arriba al Costo Laboral por Unidad de Producto (CLUP), dado que -como se acaba de señalar-, sólo en este caso es posible hacerlo por la productividad del colectivo de los asalariados intervinientes en la producción de una mercancía específica, la que se expresa en unidades Economía III- 2016 28 Versión preliminar (Se ruega no citar) físicas del mismo por trabajador. De este modo se obtiene el costo salarial por unidad del producto de que se trate en unidades de moneda local corriente o, deflactándolo por el índice de precios de esa mercancía, en términos de costo real de producción por unidad física del producto correspondiente según se trate del análisis (sincrónico o diacrónico) al cual se aplique, y se lo identificará como CLUPm (Costo Laboral por Unidad de Producto a nivel microeconómico). CLUPm = CLUT Unidades físicas del bien i Asalariados del sector productor del bien i El CLUPm a precios corrientes en moneda local constituye una modalidad atípica de cálculo, cuyo única utilidad podría remitir a la obtención del valor de ese indicador a los precios vigentes en un determinado momento para su conversión posterior a una moneda común (al tipo de cambio nominal existente, ver infra), con el objetivo de llevar a cabo una comparación internacional sincrónica. Si, en cambio, el propósito fuera comprobar la variación del costo laboral por unidad de producto a lo largo de un cierto período (análisis diacrónico), corresponde utilizar el CLUT deflacionado por algún índice que exprese la evolución del precio interno del bien de que se trate -o en su defecto, por algún índice que exprese la evolución del precio interno de los bienes transables (IPP)- para medir, a partir del mismo, el CLUPm en términos “reales” de bienes producidos sujetos a la competencia externa. 2.11. La conversión a una moneda de cuenta internacional. Para permitir la comparación internacional es necesario ahora convertir las cantidades de moneda local de cada uno de los países en que está expresado el CLUPm, en una moneda común. Esta es normalmente aquella en cuyos términos se desarrolla el comercio exterior. Costo laboral Costo laboral por unidad de producto por unidad de en $ corrientes = producto en Tipo de cambio nominal ajustado por U$S nominales subsidios y/o impuestos El CLUPm en U$S nos dice el costo laboral en dólares por unidad de un determinado producto al tipo de cambio nominal vigente y, por lo tanto, recién ahora es factible la comparación internacional de los costos laborales en un momento dado. Economía III- 2016 29 Versión preliminar (Se ruega no citar) Si se trata de un análisis diacrónico es conveniente deflactar el tipo de cambio nominal o efectivo por algún índice que exprese la variación de los precios locales de los productos transables para estimar la capacidad de compra de los mismos por unidad de moneda extranjera. En efecto, el tipo de cambio nominal ve afectado su valor “real” por la evolución de los precios locales de los bienes transables. Para que el valor “real” del tipo de cambio permanezca inalterado a lo largo del tiempo su valor nominal debe evolucionar en el mismo sentido y proporción que los precios de los bienes transables, es decir, mediante un sistema de pequeñas modificaciones -devaluaciones o revaluaciones de la moneda local, a través de la intervención de la autoridad monetaria (“crawling peg” o “flotación sucia”) periódicasque, al mantener constante el tipo de cambio “real” (obviamente, no así el nominal), permita conservar el nivel de competitividad inicial. Modificación A modo de ejemplo: Tipo de cambio nominal el 2 de enero de 2007: $ 3,08 por dólar Tipo de cambio nominal el 2 de enero de 2014: $ 6,55 por dólar En ese período la variación relativa del tipo de cambio nominal fue del: ($6,55 - $3,08)/$3,08 x 100 = 112,7% lo que equivale a una devaluación de la moneda local del: 42 ($6,55 - $3,08)/$6,55 x 100 = 53% En el mismo período el IPP del sector manufacturero pasó de 267,17 a 637,22, lo que equivale a un incremento de los precios del sector del: (637,22 - 267,17)/267,17 x 100 = 138,5% Deflactando el tipo de cambio nominal por el IPP se obtiene: ($6,55 x 267,17)/637,22 = $ 2,75 por dólar Aun cuando es muy frecuente confundir la magnitud de una variación del tipo de cambio nominal y la correspondiente a una devaluación (o, eventualmente, una revaluación), las mismas, como puede observarse en el ejemplo, presentan diferencias significativas. Si bien en ambos casos el numerador es idéntico y corresponde al cambio en términos absolutos (pesos corrientes) del valor de la moneda extranjera, en el primero el denominador es el correspondiente a su precio en el momento previo a su modificación, en tanto en el segundo el mismo remite al alcanzado con posterioridad (como consecuencia) a la misma. Por lo tanto, una devaluación del 100% sólo es posible en el caso de una relación de cambio inicial nula (inexistente) entre la moneda doméstica y la extranjera, en cuyo caso la variación relativa del tipo nominal enfrenta una imposibilidad matemática toda vez que implica un denominador igual a cero. 42 Economía III- 2016 30 Versión preliminar (Se ruega no citar) Como el precio interno de los transables aumentó en una proporción mayor que el tipo de cambio nominal por dólar, el valor de la moneda extranjera se redujo en $ 0,33 (10,71%) respecto de su valor inicial. Esta revaluación encareció el precio en dólares de los productos exportables a la vez que hizo más baratos los importables.43 Para que, ceteris paribus, el tipo de cambio real hubiese mantenido su valor inicial de $ 3,08, el tipo de cambio nominal tendría que haber alcanzado en 2014 un precio de $ 7,35, lo que equivale a una variación porcentual del tipo de cambio nominal de igual magnitud que la registrada por el IPP: ($7,35 - $3,08)/$3,08 x 100 = 138,5% y a una devaluación de la moneda local del: ($7,35 - $3,08)/$7,35 x 100 = 58,1% Deflactando este valor por el IPP se constata que, con este nuevo tipo de cambio, el valor real del dólar se mantiene inalterado. ($7,35 x 267,17)/637,22 = $ 3,08 por dólar Cuando el tipo de cambio nominal es fijo, como aconteció entre 1991 y 2001, toda variación de los costos internos se traduce en una modificación de la misma magnitud relativa de los costos en dólares, ya que la variable mediatizadora -el tipo de cambio nominal-, se mantiene inalterada. 43