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ESTHER VALADÉS TALAVERA CUESTIONES PRÁCTICAS BLOQUE 5 ACTIVIDADES PAU: LA POBLACIÓN ESPAÑOLA 1º) Gráfico y tabla “Evolución del índice de natalidad y mortalidad en España 1940‐2000”. Evolución del índice de natalidad y de mortalidad en España 1940-2010 30 25 20 15 Natalidad 10 Mortalidad 5 Año Nat. Mort. 1940 24,3 16,5 1945 22,8 12,1 1950 20 10,8 1955 20,4 9,2 1960 21,6 8,6 1965 21,1 8,4 1970 19,5 8,3 1975 18,8 8,4 1980 15 7,9 1985 11,9 8,1 1990 10,3 8,6 1995 9,3 8,8 2010 2005 2000 1995 1990 1985 1980 1975 1970 1965 1960 1955 1950 1945 1940 0 2000 9,9 9 2005 10,7 8,8 2010 10,5 8,2 Se trata de un gráfico lineal en el que se refleja la evolución temporal de las dos variables básicas del movimiento natural de una población: natalidad y mortalidad, indicada cada una de ellas en un color distinto. Los datos se ofrecen en valores relativos (tasas en tantos por mil) y se refieren a España entre 1940 y 2000. El gráfico se ha elaborado a partir de una tabla adjunta y la fuente de procedencia de los datos, aunque no está indicada, debe ser el INE (Instituto Nacional de Estadística). La tendencia general de ambas variables a lo largo del período es descendente. En el caso de la natalidad es más acusada, pues parte de los valores cercanos al 25 por mil y llega hasta 10 por mil en 1990 y años sucesivos. El descenso es paulatino hasta 1975, en que tienen un valor medio, del 20 por mil, y es mucho más acusado a partir de esa fecha. En el caso de la mortalidad, el punto de partida es 16 por mil para llegar hasta el 9. Entre las causas están los cambios socioeconómicos y culturales de la sociedad española, en especial a partir de 1975 con el final de la dictadura, y que tienen que ver con la incorporación de la mujer al trabajo, la elevación del nivel de vida, el uso de anticonceptivos… El resultado del retroceso de la natalidad y de la fecundidad hasta los niveles más bajos de Europa es, entre otros, el envejecimiento de la población y las dificultades para el reemplazo generacional, dando lugar a una progresiva llegada de inmigrantes jóvenes que pueden invertir la tendencia decreciente, pues sus pautas de comportamiento demográfico son diferentes (son más prolíficas, y gracias a ellas ha aumentado la población española en los últimos años). En el caso de la mortalidad, la tendencia decreciente es rápida entre 1940 y 1960, período en el que mejoran las condiciones de vida después de la dura guerra civil y la postguerra. Las mejoras alimenticias, sanitarias e higiénicas están entre los factores coadyuvantes. Se ralentiza entre 1960 y 1980 para ascender a partir de esa fecha como consecuencia del envejecimiento de la población antes señalado, que hace que el grupo de ancianos sea el más numeroso de la pirámide de edades. Téngase en cuenta que una tasa de mortalidad de un país desarrollado es del 7 por mil, y España la tiene en torno al 9 por mil debido al envejecimiento de la población. Tanto en una como en otra variable, los comportamientos por comunidades autónomas son diferentes. La evolución del crecimiento natural fue muy alta hasta 1975 aproximadamente, del 1,2 por mil, con una tasa de natalidad situada hasta esa fecha por encima del 20 por mil y una mortalidad del 8 por mil. A partir de 1975 el acercamiento entre ambas variables ha reducido el crecimiento natural a su mínima expresión, sin llegar a alcanzar valores negativos. El aumento de la mortalidad está relacionado con el envejecimiento de la población y no con el empeoramiento de las condiciones de vida, que no han hecho sino mejorar y prolongar la esperanza de vida de la población. Las perspectivas de futuro son complejas: el débil crecimiento natural puede poner en peligro el reemplazo generacional, por lo que la población joven, demográfica y laboralmente, disminuiría creando serios problemas económicos. La llegada de inmigrantes jóvenes, al menos hasta el comienzo de la crisis económica de 2007, estaba contribuyendo a invertir la tendencia, siendo su situación actual bastante incierta. 2º) Gráficos “Saldo migratorio de España (2008-2012) y países de destino de la emigración española (2008-2013)". Nos encontramos ante dos gráficos de barras obtenidos ambos de la “Estadística de Migraciones” del Instituto Nacional de Estadística (INE). Se entiende por emigración exterior el conjunto de personas que salen de su país de origen para establecerse en otro. Se entiende por inmigración el conjunto de personas que llegan a un país procedente de otro. Por tanto, una persona es emigrante en su país de origen, e inmigrante en el país de llegada. El Saldo Migratorio es el resultado de restar la emigración menos la inmigración. En el gráfico superior de barras verticales se refleja el “Saldo migratorio de España 2008-2012 en miles de personas. En el gráfico aparecen cuatro variables: la “Emigración” en color negro; la “Inmigración” en color amarillo, el “Saldo Migratorio” en gris y, en la parte inferior, los años desde 2008 hasta 2012. En vertical a la izquierda, las cifras de 10 en 10, tanto las positivas como las negativas. En el gráfico inferior de barras horizontales vienen reflejados los “Países de destino de emigrantes españoles 2008-2013”. Constatamos dos variables: los países en el eje vertical, y el número de emigrantes, de 5000 en 5000, en la parte inferior. En el gráfico superior (Saldo migratorio de España entre 2008 y 2012) vemos como el Saldo Migratorio aumenta continuamente en sentido negativo debido, sobre todo, por el aumento manifiesto de la emigración que tampoco deja de crecer entre esos años. La causa de esa fuga de población se debe, sin duda, a la crisis económica, e incluye tanto a población autóctona, jóvenes, sobre todo como a emigrantes nacionalizados o censados en España que regresan a sus países de origen ante la falta de perspectivas laborales en España. La inmigración decrece ligeramente entre 2008 y 2009 y entre 2011 y 2012. Sin embargo, creció, también ligeramente, entre 2009 y 2011. Vemos como en 2008 la inmigración y la emigración son casi similares en torno a las 30.000 personas, apenas mayor la emigración. Sin embargo, apenas cuatro años después, en 2012), la emigración es casi el doble que la inmigración 55.000 emigrantes frente a los 31.000 inmigrantes. Por tanto, España pierde población, unas 25.000 personas, en especial población joven y cualificada debido a la falta de oportunidades, entre esos años. Los países de destino podríamos agruparlos en cuatro grupos: países europeos comunitarios (Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica), países europeos no comunitarios (Suiza), países iberoamericanos (Ecuador, Argentina, Venezuela y Brasil) y Estados Unidos. El país que recibe más población hispana entre 2008 y 2013 es Reino Unido con 31.000 personas. Entre 15.000 y 25.000 españoles fueron a Francia, USA, Alemania y Ecuador. Entre 10.000 y 15.000 españoles fueron a Suiza, Argentina, Venezuela y Bélgica. Y apenas 6.000 españoles fueron a Brasil. Las principales razones son: oportunidades de trabajo y estudios y pertenencia a la UE (Reino Unido, Francia) y afinidad lingüística y cultural (Ecuador, Venezuela). Suiza y USA, por oportunidades de trabajo y estudios. En resumen, las consecuencias de esta dinámica migratoria es que si estos datos se mantienen el tiempo y las tasas de natalidad no los corrigen, España está abocada al envejecimiento de la población y a perder población, en especial población joven y cualificada, con lo que todo ello puede representar, muy negativamente, para las pensiones futuras y el propio desarrollo como país. La población joven es fundamental para el pago de las pensiones a los mayores y para la ocupación de puestos de trabajo y dinámicas emprendedoras. Urge ya que los gobiernos tomen medidas tendentes a impulsar la economía y la consiguiente creación de puestos de trabajo atractivos para los jóvenes y población activa en general. CUESTIONES TEÓRICAS BLOQUE 5 ESPAÑOLA ACTIVIDADES PAU: LA POBLACIÓN 1º) Los sectores de actividad económica. El problema del paro. LOS SECTORES DE ACTIVIDAD ECONÓMICA La población activa se reparte en los tres sectores de actividad económica principales: primario (agricultura, ganadería y pesca); secundario (industria y construcción) y terciarios (servicios). La distribución de la población activa por sectores ha ido experimentando cambios en el tiempo, que han reflejado el paso de una economía agraria a una industrial y, posteriormente a una economía de servicios. A los largo de todo el siglo XX y comienzos del XXI, el porcentaje de la población dedicada al sector primario ha ido descendiendo de forma continua, desde un 64% en 1900 a una cifra cercana al 5% en la actualidad. El sector secundario, que a comienzos del siglo pasado solo ocupaba un porcentaje muy escaso de la población activa, fue ganando peso económico como consecuencia del desarrollo industrial, que afectó, especialmente a las grandes áreas urbanas. No obstante, a mediados de la década de 1970 la crisis industrial hizo aumentar el desempleo en este sector, que hoy en día ocupa alrededor de un 30% de la población activa. El sector terciario fue creciendo a lo largo de todo el siglo XX y hoy representa el sector más dinámico en la economía española, agrupando a dos terceras partes de su población activa. Las causas de este crecimiento han sido las siguientes: - El aumento del nivel económico y del nivel de vida. Los cambios operados en otros sectores económicos: mecanización agraria, y la crisis industrial transvasaron población el sector terciario. Incremento de los servicios públicos como la sanidad y la educación. La creciente incorporación de la mujer al trabajo. La distribución espacial de la población ocupada por sectores económicos muestra un peso del sector primario superior a la media en el interior peninsular (Galicia, Andalucía y Murcia); el predominio del sector secundario en La Rioja, Navarra, el País Vasco y Cataluña, y la terciarización de Madrid, las zonas turísticas de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. El Ejecutivo comunitario alerta además que los “desequilibrios” de la economía española, como la baja competitividad, el elevado déficit por cuenta corriente o el hundimiento de la construcción, “dificultan” la recuperación. De hecho, mientras que la mayoría de países de la Unión Europea iniciarán una tímida recuperación a principios de 2010. EL PROBLEMA DEL PARO Los desempleados o parados son aquellas personas que no tienen trabajo y lo están buscando. Se subdividen entre los que tuvieron trabajo alguna vez y ahora se encuentran en paro y aquellos que buscan su primer empleo. En nuestro país la tasa de desempleo de las mujeres es superior a la de los hombres, y la de los jóvenes se sitúa por encima de la tasa de paro general. Por ello, tanto mujeres como jóvenes son algunos de los colectivos en los que hay que centrar las políticas de inserción social. Esta tasa ha presentado importantes variaciones a lo largo del tiempo, en función del comportamiento de la economía y su capacidad para crear nuevos empleos. En época de crisis económica se destruye mucho empleo, y la tasa de paro crece de forma rápida; en cambio, en las etapas de crecimiento económico, el número de puestos de trabajo aumenta, y la tasa de paro tiende a descender de forma paulatina. Hasta 1973, fecha en la que se produjo la crisis del petróleo, el desempleo era reducido y se mantenía por debajo del 2%. A partir de esa fecha y hasta 1985 creció fuertemente y superó incluso el 20% al final de ese período. Entre 1985 y 1900 se produce un descenso apreciable, fruto de la recuperación económica de esos años. La crisis de principios de los 90 aumentó el desempleo hasta 1994. Desde esa fecha hasta 2007, el desempleo cae muy deprisa por el rápido crecimiento económico, hasta situarse en una cifra cercana al 10%. Actualmente con la crisis económica, las tasas de desempleo vuelven a crecer. El paro es un grave problema social que trata de ser paliado mediante las prestaciones por desempleo, unos ingresos mensuales que reciben quienes han trabajado y ahora están desempleados. Pero no solo es importante tener trabajo, sino también unas condiciones laborales aceptables. En la última década ha aumentado la precariedad laboral al crearse muchos empleos temporales. El reparto de las tasas de desempleo es muy desigual. Las comunidades más dinámicas económicamente como Madrid, Cataluña y el País Vasco, tienen tasas más bajas, mientras que Extremadura y Andalucía, con una economía más tradicional presentan tasas muy elevadas. La Comisión Europea prevé que el P.I.B. español caiga un 3,2% este año y un 1% en 2010, y que el paro llegue hasta el 20,5 % ese año, el doble que la media de la U.E.