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1 Escuela Preparatoria Oficial No. 68 Ciclo escolar 2013-2014 Turno Vespertino Materia: Filosofía GUIA DE ESTUDIO PARA LA SEGUNDA EVALUACIÓN Resuelve los siguientes temas con lo que vimos en clase y con lo que investigaste en internet: EL RENACIMIENTO 01. Siempre que termina una época y comienza otra se da una crisis caracterizada por una tremenda corrupción de las costumbres, donde la gente ya no respeta la ley, ya no le teme a Dios, ya no respeta al prójimo, sino al contrario, busca satisfacer solamente su propio interés, sin importarle el bienestar de los demás. Por lo que podríamos decir que esta crisis se caracteriza por su egoísmo, individualismo y materialismo. Los valores espirituales se olvidan y se acentúa el dominio del instinto sobre la razón. 02. La frase de Guillermo de Ockham, que se conoce como la “navaja de Ockham”, es: 03. Este autor nació en Mirandolla el 24 de febrero de 1463. Entre los 17 y 20 años estudió en Bolonia, Ferrara y Padua. Con el fin de estudiar a los filósofos árabes y escolásticos se dirigió a la Universidad de París. Aprendió el griego, árabe y hebreo para conocer el islam y la cábala. Presentó entonces 900 tesis para que fueran discutidas en Roma entre todos los sabios del mundo. Escribió la “oración sobre la dignidad del hombre” alrededor del año 1486. En esta composición defiende la dignidad de la persona humana con argumentos filosóficos. Murió en el año de 1494. ¿Quién fue? 04. La intuición fundamental de un autor es su punto de partida, y es tan clara y tan rica que no bastan las palabras y la vida para tratar de expresarla y explicarla. Es algo tan simple que el filósofo no consigue decirlo nunca, y es por eso que ha hablado toda su vida. No podía formular lo que tenía en su espíritu sin sentirse obligado a corregir su fórmula y después a corregir su corrección. Así, de teoría en teoría, rectificándose cuando creía complementarse, por una complicación que llamaba a otra complicación y por desarrollos yuxtapuestos a otros desarrollos, no ha hecho otra cosa que volver con una creciente aproximación a la simplicidad de su intuición original. 05. Al terminar la Edad Media y comenzar el Renacimiento, cambió el tema de la filosofía. Antes, por más de diez siglos, el tema de la filosofía era Dios, la fe y la Iglesia. Ahora, el tema de la filosofía es el conocimiento, porque se veía la importancia del conocimiento humano en el progreso de la humanidad. RACIONALISMO Y EMPIRISMO 06. Para llegar a su famosa frase “cogito ergo sum” (pienso, luego existo) Descartes utilizó el método de la duda metódica, el cual consiste básicamente en dudar de todo aquello que es cierto, dudar de todo aquello que me han enseñado que es cierto, dudar de todo aquello que parece ser cierto, para llegar a una verdad tan evidente que no pueda dudar de ella. 07. Según el racionalismo, ni la imaginación ni los sentidos son garantía de certeza en el conocimiento. En cambio, para el empirismo, tanto la imaginación como los sentidos nos dan certeza, porque son el principio del conocimiento. Asimismo, mientras que para el racionalismo uno nace con ideas innatas, es decir, con ideas que vienen con el nacimiento, el 2 empirismo niega que los seres humanos tengamos ideas que no sean aprendidas. Por eso, la famosa frase del empirista John Locke: “la experiencia: he aquí el fundamento de todo nuestro saber”. Por eso, la mejor definición del conocimiento, para un empirista, es: el conocimiento es la percepción del acuerdo o desacuerdo de dos ideas, y no la aplicación del entendimiento a la comprensión de un objeto, o la percepción de las características esenciales de un objeto. Por lo mismo, podemos concluir que, para el racionalismo: los sentidos nos engañan, la evidencia de la razón es el único criterio de verdad y el conocimiento que nos proporcionan la imaginación y los sentidos es falso; mientras que, para el empirismo: todo nuestro conocimiento se fundamenta en la experiencia, no existen las ideas innatas y la percepción sensible es la única garantía del conocimiento verdadero. KANT 08. Examina con mucho cuidado la siguiente lectura, porque en el examen se te preguntarán ciertas nociones que vienen en esta lectura, como el “nóumeno”, el “conocimiento”, las “formas a priori de la sensibilidad”, el elemento empirista y la convicción de que, en el conocimiento, tanto el elemento empirista como el elemento racionalista, son importantes, ¿cuál es uno y cuál es otro? 09. Por otro lado, de acuerdo al esquema que vimos en clase, tendremos que ordenar los pasos del proceso del conocimiento. Recuerden ver sus apuntes. KANT “El esquema de la realidad viene a ser así para Kant: el sujeto cognoscente o espíritu –no considerado individualmente, sino en general- se enfrenta con un mundo exterior que, en su ser en sí, resulta absolutamente inasequible. Deduzco, sin embargo, que esa cosa en sí (o nóumeno) debe de existir porque en el conocimiento que poseo (conocimiento fenoménico) hay un elemento que no procede de mí, sino del exterior. Este elemento es lo que Kant llama el caos de las sensaciones. Esas sensaciones desordenadas se insertan en unos casilleros mentales –formas de la razón-, que son el espacio y el tiempo, en las que reciben una primera ordenación o información. El entendimiento después unifica y conexiona estas sensaciones por medio de otras formas de segundo grado –las categorías-, en cuyos moldes se producen ya los conceptos usuales que emplean las ciencias de la naturaleza. Al hombre, pues, no le es lícito preguntar qué es el espacio y el tiempo o cada una de las categorías, porque no son nada en la realidad exterior, no son en sí, sino en mí, son meras formas del conocimiento. Las formas sin contenido son vacías; el contenido sin las formas es ciego”. (GAMBRA, Rafael, Historia sencilla de la filosofía, ed. Minos, México, 1995, pp. 230-231). FILÓSOFOS MODERNOS 10. El concepto más importante de la filosofía de Hegel. 11. La famosa frase “la lucha de clases es el motor de la historia”. Su autor y su filosofía. 12. El gran filósofo francés, fundador del Personalismo, filosofía que tiene como base la intuición fundamental de la persona y su dignidad. 13. Filósofo representante del existencialismo alemán, autor de El Ser y el Tiempo. Un gran pensador que nos pone a reflexionar sobre la existencia auténtica. 14. Este filósofo francés es el fundador del Positivismo. Fue maestro de un gran personaje de la política mexicana llamado Gabino Barreda, el cual fue invitado a los cursos del filósofo francés 3 en Francia. De regreso a México, Gabino Barreda instauró el positivismo en México. ¿Quién es este autor francés? 15. Según Jean Paul Sartre, existencialista francés, la existencia precede a la esencia. Esto quiere decir que primero somos y luego vamos construyendo poco a poco nuestro destino. Es decir, las ideas o teorías son construidas por el hombre después de la existencia y respondiendo a ella. El hombre es un ser que vive en perpetua opción y que actuando libremente se construye a sí mismo y se define. Esto, en oposición a la filosofía que afirma que primero es la esencia y luego la existencia, es decir, que primero somos algo y, cuando llegamos a la existencia, simplemente desarrollamos lo que ya eramos antes de nacer. LA FILOSOFÍA NÁHUATL 16. Tienes que leer con mucho cuidado la siguiente lectura, pues en el examen se te preguntarán varias cosas acerca de sus principales ideas: LA FILOSOFÍA NÁHUATL [1] Todo el pensamiento filosófico náhuatl giró alrededor de una concepción estética del universo y de la vida… Entre los ejemplos de difrasismo ofrecidos por Garibay está precisamente éste: in xóchitl in cuícatl, al que se asigna como significado literal: flor y canto, y como sentido metafórico el de poema… De donde es necesario concluir que “lo único que puede ser verdadero sobre la tierra” –en opinión de los tlamatinime – son los poemas, o si se prefiere, la poesía: “flor y canto”. [2] Cultura y filosofía de metáforas, no aspiró a develar por completo el misterio, pero hizo sentir al hombre que lo bello es tal vez lo único real. Y como pensamiento y tendencia a la vez, pretendió dar un rostro sabio a los seres humanos, suscitando en ellos el ansia de robar cantares y belleza. En su impulso en pos de lo bello, vislumbró el hombre náhuatl que embelleciendo por un momento siquiera a las cosas que se quiebran, se desgarran y perecen, tal vez se logra ir metiendo la verdad en el propio corazón y en el mundo. [3] En función de esto, vieron los tlamatinime su mundo y estructuraron su cultura. Al lado de una técnica embrionaria, su espíritu supo elevarse a las alturas del pensamiento matemático, a través del cual contemplaron “el recorrido de los astros por los caminos del cielo” y a una de las más altas cumbres del pensar filosófico, que les permitió ver y comprender su vida con flores y cantos. Pero, su condición misma de cautivos, enamorados de los astros y lo bello, fue la ocasión principal de su ruina al tiempo de la Conquista. Algo así como si el mundo cambiante de tlalticpac –en misteriosa dialéctica- hubiese urdido un desquite. [4] La cultura de metáforas y números fue destruida con las armas de hierro y de fuego. Se desvaneció como un sueño: “sus plumajes de quetzal se rasgaron, sus obras de jade se hicieron pedazos…” y sólo quedó su recuerdo. La memoria de un mundo bello: endiosado y verdadero, hasta el día en que la belleza tuvo que huir al lugar de su origen, al mundo de “lo que nos sobrepasa”, cuando fueron abatidos los sabios, quemados los códices y convertidos en montones de piedras sin forma las esculturas y los palacios. [5] Mas, cabe afirmar que, en medio de la desgracia venida de afuera, la formación humana de los nahuas, “rostros sabios y corazones firmes”, conservó su grandeza hasta lo último. En su postrera actuación ante Cortés y los doce primeros frailes, después de expresar sus razones, no vacilaron en afirmar los tlamatinime, frente a la imagen de su cultura destruida: “Si como sostenéis nuestros dioses han muerto, dejadnos mejor ya morir…” (LEÓN-PORTILLA, Miguel, La Filosofía Náhuatl, UNAM, México, 1983, pp. 143, 322-323). 4 17. La mentalidad náhuatl se expresaba con difrasismos (pares de palabras) cuando se quería referir a conceptos muy importantes. Por ejemplo, para expresar la omnipotencia de Dios, los nahuas usaban el difrasismo “tloque-nahuaque”, que significa literalmente “cerca-junto”. Y así, para varias ideas usaban difrasismos. En la lectura aparece el difrasismo con el que ellos expresaban la verdad, ¿cuál es? 18. Según la filosofía náhuatl los hombres nacen “sin rostro”, y la misión de los maestros y sabios, los tlamatinime, es educar a las personas para que adquieran un rostro y un corazón, difrasismo que indica lo más característico de la persona. Rostro es, pues, para los tlamatinime, la manifestación de un yo que se ha ido adquiriendo y desarrollando por la educación. Y como nueva comprobación de esto encontramos que cuando se describe al engañador o sofista se dice que es “quien pierde a los rostros ajenos”. Puede, pues, por consiguiente, concluirse que rostro connota aquí lo que caracteriza la naturaleza más íntima del yo peculiar de cada ser humano. Por lo tanto, “dar un rostro sabio a los seres humanos” indica, en esta lectura, la finalidad de la educación náhuatl. 19. Un tema muy común en la filosofía náhuatl es la contingencia de los entes. Tal vez, esto se debió a su experiencia tan amarga de haber visto todo su mundo destruido por los conquistadores. Recordemos que la noción de “contingencia” es lo opuesto a “necesario”. Algo es contingente cuando es pero puede dejar de ser. Y esto lo expresaron los nahuas en varias expresiones como “las cosas que se quiebran”, “las cosas que se desgarran”, “las cosas que perecen”. Esto se puede leer con toda su crudeza en la Colección de Cantares Mexicanos de la Biblioteca Nacional de México, procedentes de entre 1430 y 1519, donde este texto se atribuye al rey Nezahualcóyotl (1402-1472): “¿Acaso de verdad se vive en la tierra? No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí. Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra, no para siempre en la tierra: sólo un poco aquí”. (¿Cuix oc nelli nemohua oa in tlalticpac Yhui ohuaye? An nochipa tlaticpac: zan achica ye nican. Ohuaye ohuaye. Tel ca chalchihuitl no xamani no teocuitlatl in tlapani no quetzalli poztequi Ya hui ohuaya An nochipa tlalticpac: zan achica ye nican). 20. La conciencia de lo trascendente y de la trascendencia, es decir, de lo que está más allá de lo físico, de lo que se ve, es el tema de la Metafísica. Ciencia que parece no es y no fue ajena al pensamiento náhuatl, porque en muchos códices y textos manifiestan la firme creencia en una realidad que está más allá de lo sensible, de lo físico y de lo perceptible, sea por los sentidos o por la inteligencia. Por eso, cuando los nahuas se refieren a “lo que nos sobrepasa”, están haciendo alusión directa o indirecta a temas metafísicos. 21. ¿Quiénes fueron los “tlamatinime”? PENSADORES LATINOAMERICANOS 22. Chequen en sus apuntes que investigaron las únicas obras que escribió Sor Juana Inés de la Cruz que tienen un contenido netamente filosófico. 23. Checar la vida y la biografía de los siguientes autores: José Martí, Enrique Dussel y Augusto Salazar Bondy. 24. Lean con atención estos textos de Samuel Ramos, porque en el examen vienen varias preguntas que, si lees con atención, se pueden responder correctamente: 5 SAMUEL RAMOS [1] El hombre no es un ser que pueda atenerse al logro de lo necesario para vivir cada día. El deseo de sentirse seguro le impele a procurarse mucho más de lo que estrictamente exigen sus necesidades… Si la desproporción que existe entre lo que quiere hacer y lo que puede hacer es muy grande, desembocará sin duda en el fracaso, y al instante su espíritu se verá asaltado por el pesimismo. Reflexionando en su situación, sin darse cuenta de su verdadero error, se imaginará que es un hombre incapaz; desde ese momento desconfiará de sí mismo; en suma: germinará en su ánimo el sentimiento de inferioridad. [2] Me parece que el sentimiento de inferioridad en nuestra raza tiene un origen histórico que debe buscarse en la Conquista y Colonización. Pero no se manifiesta ostensiblemente sino a partir de la Independencia, cuando el país tiene que buscar por sí solo una fisonomía nacional propia. Siendo todavía un país muy joven, quiso, de un salto, ponerse a la altura de la vieja civilización europea, y entonces estalló el conflicto entre lo que se quiere y lo que se puede. La solución consistió en imitar a Europa, sus ideas, sus instituciones, creando así ciertas ficciones colectivas que, al ser tomadas por nosotros como un hecho, han resuelto el conflicto psicológico de un modo artificial. [3] México se ha alimentado, durante toda su existencia, de cultura europea, y ha sentido tal interés y aprecio por su valor, que al hacerse independiente en el siglo XIX la minoría más ilustrada, en su empeño de hacerse culta a la europea, se aproxima al descastamiento. No se puede negar que el interés por la cultura extranjera ha tenido para muchos mexicanos el sentido de una fuga espiritual de su propia tierra. La cultura, en este caso, es un claustro en el que se refugian los hombres que desprecian la realidad patria para ignorarla. [4] La imitación ha determinado en la vida mexicana un efecto: consiste en el desdoblamiento de nuestra vida en dos planos separados, uno real y otro ficticio… Si la vida se desenvuelve en dos sentidos distintos, por un lado la ley y por otro la realidad, esta última será siempre ilegal; y cuando en medio de esta situación abunda el espíritu de rebeldía ciega, dispuesta a estallar con el menor pretexto, nos explicamos la serie interminable de “revoluciones” que hacen de nuestra historia en el siglo XIX un círculo vicioso. [5] Es cierto que hubo un mestizaje, pero no de culturas sino de razas, pues al ponerse en contacto los conquistadores con los indígenas, la cultura de éstos quedó destruida. [6] La vida mexicana, a partir de la época colonial, tiende a encauzarse dentro de formas cultas traídas de Europa. Los vehículos más poderosos de esta trasplantación fueron dos: el idioma y la religión. De manera que el único agente civilizador en el Nuevo Mundo fue la Iglesia Católica que, en virtud de su monopolio pedagógico, modeló las sociedades americanas dentro de un sentido medieval de la vida. No sólo la escuela, sino la dirección de la vida social quedó sometida a la Iglesia, cuyo poder era semejante al de un Estado dentro de otro. [7] El individualismo es, en efecto, la nota dominante en todos los aspectos de la historia española… La política de España, durante su dominio en América, jamás se propuso que sus colonias pudieran formar en lo futuro unidades nacionales que se bastaran por sí. Y, sin embargo, las tendencias inherentes al carácter español fueron más poderosas que la voluntad de los gobiernos… No obstante que la revolución de independencia enarbolaba la bandera contra España al grito de “mueran los gachupines”, en esta misma actitud de negación se revelaba la psicología hispánica. No hacíamos otra cosa que emanciparnos de España a la española. [8] Afirma Adler que el sentimiento de inferioridad aparece en el niño al darse cuenta de lo insignificante de su fuerza en comparación con la de sus padres. Al nacer México, se encontró en el mundo civilizado en la misma relación del niño frente a sus mayores. Se presentaba en la historia 6 cuando ya imperaba una civilización madura, que sólo a medias puede comprender un espíritu infantil. De esta situación desventajosa nace el sentimiento de inferioridad que se agravó con la conquista, el mestizaje, y hasta por la magnitud desproporcionada de la naturaleza. Pero este sentimiento no actúa de modo sensible en el carácter mexicano, sino al hacerse independiente, en el primer tercio de la centuria pasada… No hay razón para que el lector se ofenda al leer estas páginas, en donde no se afirma que el mexicano sea inferior, sino que se siente inferior, lo cual es cosa muy distinta. Si en algunos casos individuales el sentimiento de inferioridad traduce deficiencias orgánicas o psíquicas reales, en la mayoría de los mexicanos es una ilusión colectiva que resulta de medir al hombre con escalas de valores muy altos, correspondientes a países de edad avanzada” (SAMUEL RAMOS, El perfil del hombre y la cultura en México, Espasa Calpe, México, 1951, pp. 11-52).