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ANÁLISIS DE LAS DINÁMICAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL DURANTE EL PERIODO DE CRISIS EN BARCELONA, MADRID, BILBAO Y ZARAGOZA Raúl Sola (raulruizsola@ub.edu);Ana Belén Cano (anabelencano@ub.edu); LídiaGarcia (lidiagarcia@ub.edu) RESUMEN: Esta aportación recoge el proceso y los principales resultados de una contextualización y análisis de las dinámicas de exclusión social en cuatro ciudades españolas- Barcelona, Madrid, Bilbao y Zaragoza- en el marco del proyecto de investigación, “Innovación social y gobernanza: prácticas emergentes para ciudades en transformación” (CSO201347217-P). Esta contextualización pretende por un lado, describir los sistemas locales de bienestar y entender la estructura de oportunidades para el desarrollo de iniciativas socialmente innovadoras en los contextos de estudios; y por otro lado, facilita la localización de las dinámicas de concentración geográfica de los procesos de exclusión social, prestando especial atención a los barrios más afectados en cada ciudad. Dicho análisis contextual se construye en base al concepto de exclusión social, facilitando éste una aproximación multidimensional y multifactorial; y se estructura en torno al concepto de innovación social, comprendiendo así aquellas iniciativas que, llevadas a cabo por la ciudadanía, pretenden resolver ciertas necesidades o problemáticas sociales, especialmente entre los sectores de población más vulnerables. Todo ello sin olvidar la trayectoria histórica y el marco institucional de cada caso. Para el desarrollo de la investigación, se han empleado fuentes secundarias y entrevistas a técnicos y responsables de política social vinculadas a las tres dimensiones de análisis seleccionadas (laboral, recursos y participación). Las principales variables e indicadores de exclusión social que se han incluido son: i) características demográficas (evolución población y flujos migratorios); ii) características del mercado de trabajo (población activa, ocupada, tasa de desempleo y tipología de contratos); y, iii) indicadores socioeconómicos (PIB per cápita, renta familiar, pobreza relativa, vulnerabilidad habitacional y protección social). Particularmente, en la presente comunicación, nos centraremos en la distribución territorial de la renta familiar como modo de aproximación al análisis del desigual impacto de la crisis en cada caso de estudio. Los principales resultados obtenidos son: Contextualización de las principales dinámicas de exclusión social emergidas durante el periodo de crisis, en cuatro ciudades españolas; destacando sus principales similitudes y diferencias. Descripción de los sistemas locales de bienestar, así como de la estructura de oportunidades para el desarrollo de iniciativas socialmente innovadoras en los contextos de estudios. Localización de las dinámicas de concentración geográfica de los procesos de exclusión social, prestando especial atención a los barrios más afectados en cada ciudad. PALABRAS CLAVE: Exclusión social, crisis, Barcelona, Bilbao, Madrid, Zaragoza. FINANCIACIÓN: Esta comunicación se enmarca en el proyecto I+D+i“Innovación social y gobernanza: prácticas emergentes para ciudades en transformación (INNOSOGO), CSO201347217-P, concedido en la convocatoria del Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación orientada a los retos de la sociedad 2013 y financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. Agradecemos y mencionamos esta fuente de financiación como clave para el desarrollo del presente trabajo. 2 INTRODUCCIÓN El presente trabajo explora y describe, en clave comparativa, las dinámicas de exclusión social sucedidas en cuatro ciudades españolas –Barcelona, Madrid, Bilbao y Zaragoza-, en el período de tiempo de 1996 a 2014/2015. Dicho informe se enmarca en un proyecto marco, que corresponde a un proyecto de investigación I+D+i que lleva por título Innovación social y gobernanza: prácticas emergentes para ciudades en transformación (INNOSOGO), CSO2013-47217-P. Este proyecto tiene como objetivo identificar y analizar iniciativas socialmente innovadoras que hayan hecho frente a las dinámicas de exclusión social recientes, generando nuevas estrategias para la inclusión social. El presente documento se divide en los siguientes apartados: en primer lugar, se describen las dinámicas demográficas de las ciudades. En segundo lugar, se recogen los aspectos relativos al mercado de trabajo. En tercer lugar, se exploran indicadores socioeconómicos clave en el estudio de la exclusión social. Y en cuarto y último lugar, se recogen las principales conclusiones de este análisis comparativo. La información recogida en cada uno de estos apartados se presenta siguiendo un orden concreto: de manera inicial, se describe la evolución de cada una de las variables en el contexto de las cuatro ciudades estudiadas; seguidamente, se dibuja la situación actual en los escenarios seleccionados; y, finalmente, se concluye cada apartado con una síntesis comparativa, conjugando los ejes de tiempo y ciudad. LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN PERSPECTIVA: CONCEPTUALIZACIÓN Y DINÁMICAS Hoy día, en Europa, una de las regiones más prósperas del mundo, se estima que 84 millones de personas viven en situación de pobreza, 7 millones de las cuales sobreviven con menos de 5 euros al día (European Comission, 2013). No obstante, en la mayoría de casos, la pobreza se refiere, exclusivamente, a la privación material, obviando otras tantas problemáticas sociales importantes. Con ello, a pesar de la popularidad del término, durante las últimas décadas el concepto de pobreza está siendo cuestionado en pos de enfoques menos economicistas. En este sentido, desde los años 70, se viene asistiendo a la emergencia del término “exclusión social”; un concepto que no sólo 3 incluye los procesos de privación económica, sino también el descenso de la participación social y la consecuente pérdida de derechos sociales (Laparra, 2001). Este enfoque apunta, así, a la participación de las personas en la sociedad como uno de los elementos clave en la definición de sus condiciones de vida (Haan, n.d.; Estivill, 2003; Cortés, 2006). Concretamente, la exclusión social ha sido definida como: "el proceso a través del cual individuos y grupos son, completa o parcialmente, excluidos de una participación activa en la sociedad en la que viven" (EuropeanFoundationfortheImprovement of Living and WorkingConditions, 1995: 4). “el proceso por el cual a ciertos individuos y grupos se les impide sistemáticamente el acceso a posiciones que les permitirían una subsistencia autónoma dentro de los niveles sociales determinados por las instituciones y valores en un contexto dado” (Castells, 2001: 98). "un proceso de alejamiento progresivo de una situación de integración social en el que pueden distinguirse diversos estadios en función de la intensidad: desde la precariedad o vulnerabilidad hasta las situaciones de exclusión más graves. Situaciones en las que se produce un proceso de acumulación de barreras o riesgos en distintos ámbitos (laboral, formativo, sociosanitario, económico, relacional y habitacional) por un lado y de limitación de oportunidades de acceso a los mecanismos de protección, por el otro" (Subirats, Goma, Brugué 2005; Subirats, 2004). Tales definiciones ponen de manifiesto el carácter multidimensional del concepto, que identifica las carencias en materia de vivienda, empleo, ingresos, consumo básico, educación, derechos o el respeto a las culturas minoritarias, entre otros, como los principales obstáculos en los procesos de participación social (De Haan, 2000). Esta aproximación aduce pues que “sus causas y manifestaciones no son únicas, sino que se expresan como un fenómeno poliédrico, formado por la interrelación de un cúmulo de circunstancias desfavorables, a menudo fuertemente interrelacionadas” (Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales, 2001: 3). En este sentido, otra de las razones esgrimidas en el uso del término ha sido su capacidad para transformar la percepción del problema. El enfoque asistencialista con el que ha sido tradicionalmente abordada la pobreza está en la base de la concepción y estigmatización del pobre, pues, es la consideración de que la persona necesita asistencia -pobreza institucional-, más allá de la privación material que 4 sufra -pobreza económica-, la que la convierte en pobre (Paugam, 2007)1. De este modo, la exclusión social reformula el problema en cuestión, a la par que redefine la búsqueda de soluciones, reivindicando no solo la redistribución de los recursos, sino también el reconocimiento cultural y el potencial de participación y representación política de los diferentes grupos sociales (Abrahamson, 1995). De ahí que el concepto sea empleado no solo como un modo de aproximación a las causas y consecuencias de las problemáticas sociales actuales, sino también como una forma de expresar la necesidad de disponer de una estructura económica, cultural y política que garantice una vida digna y un respeto a la identidad y las costumbres, posibilitando, en última instancia, la participación en la vida social (Oosterlynck et al., 2013). Si bien el concepto supone un avance aparente respecto a las formulaciones anteriormente predominantes, éste no está exento de críticas. Su recorrido es aún escaso y ha fallado en la tarea de forjar un marco consensuado y operativo (Brugué, Gomá y Subirats, 2002). Su carácter mutildimensional y etéreo contribuyen a esta problemática. Su capacidad para abarcar problemáticas tan diversas como la pobreza material, el desempleo, la precariedad, el racismo, las minusvalías, la drogodependencia, los desahucios, etc. lo convierten en un concepto excesivamente maleable, susceptible de quedar analíticamente inoperativo. Por otro lado, algunos autores señalan el riesgo de enfatizar la situación del excluido y desatender las causas subyacentes, dado que puede resultar más sencillo intervenir sobre los efectos de un mal funcionamiento de la sociedad que asumir la responsabilidad política y económica de los procesos socialmente problemáticos (Castel, 1999: 34). No obstante, la historiografía del término demuestra que el concepto, desde su origen, ha tratado de responder a los procesos sociales subyacentes, apuntando tanto a la manifestación de los nuevos riesgos sociales como a las raíces de estos. En efecto, desde su nacimiento en Francia, de la tradición de la sociología francesa, el concepto de exclusión social ha crecido sobre la base de los grandes cambios sociales acaecidos en el marco de las nuevas sociedades postfordistas (Laparra, 2001). En los años ochenta, en torno a los debates acerca de la implementación del salario mínimo de inserción francés, el termino fue introducido en 1Serge Paugam constata un tercer tipo de pobreza, la invisible, aquella que deriva del desconocimiento que los más desfavorecidos tienen de sus propios derechos o del ocultamiento de la situación, evitando hacer uso de ciertas condiciones por una cuestión social, de deshonra: una miseria no declarada (Paugam, 2007). 5 la esfera institucional para referirse a los nuevos problemas sociales de la época: desempleo, guetificación, cambios en la estructura familiar; a los que el Estado del Bienestar francés era incapaz de dar respuesta (De Arjaan, 1999). Como consecuencia, desde finales de esa década, la expresión comenzó a ser empleada por la Comisión Europea, denotando el proceso de transformación de la sociedad y las instituciones europeas durante aquel periodo (Laparra et al, 2007). Con ello, el término está ligado a la emergencia de una nueva marginalidad, fruto de las grandes transformaciones del sistema capitalista, en el contexto de la nueva globalización, el advenimiento de la postmodernidad y el postfordismo y la caída del bloque soviético. La crisis actual, en tanto que constituye un nuevo escenario de cambio y reordenamiento de los riesgos sociales, sitúa de nuevo el concepto en el punto de mira, al requerir de análisis multidimensionales que logren entender la compleja maraña de fenómenos sociales de esta nueva era. Así, si bien por un lado la expresión ha sido criticada por no distinguir entre vulnerabilidad y marginación (Castel, 1995; Castel, 1999), es precisamente la inclusión de estos dos fenómenos lo que permite aunar esfuerzos en pos de un abordaje de las dos problemáticas principales en la actualidad: la cronificación de la pobreza severa y la pauperización de las clases medias. Así, la marginación, entendida para aquellos grupos sociales que han quedado relegados del sistema puede ser aproximada hoy mediante la expresión “en situación de exclusión social”, mientras que la vulnerabilidad, comprendida como un proceso de pérdida progresiva de derechos y posibilidades de ingreso, trabajo estable, acceso a bienes y servicios de primera necesidad, etc., puede ser retratada por la expresión “en riesgo de exclusión social”. Por otro lado, en un sentido operativo, cabe señalar que el uso intensivo del concepto en áreas tanto académicas como institucionales ha impedido el desarrollo de un marco operativo consensuado, con indicadores comúnes y variables estandarizadas. El siguiente cuadro trata de servir de modelo para el posterior análisis comparativo, recogiendo algunas de las dimensiones, aspectos e indicadores propuestos por los últimos estudios metodológicos sobre el concepto (Yruela et al, 2002; Yruela et al, 2004; Laparra, 2007). 6 Tabla I. Marco operativo para la identificación de procesos de exclusión social. Ejes de exclusión Dimensione s Aspectos Componente s Indicadores Evolución Paro Participación en la producción Empleo Precariedad Económico Ingresos Renta Participación del producto social Privación Derechos políticos Político (ciudadanía ) Relaciones Derechos sociales (acceso) Conflicto Tasa de paro Distribución Contratos temporalesEvolución contratos indefinidos Renta Familiar Disponible Evolución Distribución Pobreza relativa Evolución Pobreza severa Evolución Pobreza Participación política - - - Educación - - - Número de lanzamiento s por cada Evolución mil habitantes Vivienda Desahucios Servicios sociales Ayudas económicas Renta de Inserción Salud Esperanza de vida Esperanza de vida al nacer Conflictos - - Evolución Distribución Evolución Distribución 7 sociales familiares Conductas social asociales Conductas delictivas Sin apoyo familiar Aislamiento Conflicto social vecinal Estigmatizació n - - - - - - - - - - - - - - - Fuente: elaboración propia a partir de Laparra et al (2007). Como se puede observar, la dimensión relacional no está incluida en el trabajo, así como algunos de los aspectos referentes a la dimensión política, como son la participación política y la educación. Fundamentalmente, el estudio se centra en los aspectos laborales (Paro y Precariedad), de ingresos (Renta Familiar), privación (Pobreza), vivienda (Desahucios) y Servicios sociales (Ayudas económicas). CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS El proyecto que enmarca esta aportación plantea una investigación exploratorio con el objetivo entender la capacidad de generar procesos de inclusión social de las estrategias socialmente innovadoras que surgen frente a la agudización de las dinámicas de exclusión social en cuatro ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Bilbao y Zaragoza. El estudio analiza iniciativas socialmente innovadoras que hayan contribuido al desarrollo local y la lucha contra la exclusión social. Los casos de estudio se ubican en las cuatro ciudades españolas mencionadas, cuyas similitudes y particularidades hacen del análisis comparativo un poderoso enfoque de análisis. Ello permite introducir cada contexto urbano como uno de los factores determinantes en el desarrollo de tales iniciativas. Considerando el proyecto en su globalidad y entendiendo que la presente comunicación hace referencia una primera fase diagnóstica y exploratoria, la metodología desarrollada 8 se ha centrado en el análisis documental y la explotación de datos secundarios de fuentes relevantes en cada uno de los contextos de estudio. Las variables de análisis que se han seleccionado son: i) características demográficas (evolución demográfica y flujos migratorios); ii) características del mercado de trabajo (población activa, población ocupada, tasa de desempleo y tipología de contratos laborales); iii) indicadores socio-económicos (nivel de renta, tasa de pobreza, solicitud de PIRMI’s, desahucios, endeudamiento de las ciudades y las familias y gasto público por habitante). Finalmente, respecto al periodo de estudio elegido, el criterio utilizado ha sido el de dar una visión de evolución destacando como momentos importantes cambios de ciclo económico y social. Particularmente, se ha tomado el año 1996 como inicio del boom económico, 2007 como referente del punto máximo de la etapa alcista, el 2012 como el reflejo de la crisis económica en su profundidad y el 2014-2015 como los datos más recientes. Los casos de estudio escogidos responden al interés por comparar dos ciudades grandes y dos medianas, cuyas similitudes y particularidades permitan construir un análisis comparativo potente y enriquecedor. De este modo, puede ser estudiado cada contexto urbano como un factor clave en el desarrollo de las iniciativas. A fin de contextualizar los casos de estudio seleccionados, a continuación se exponen las principales características de las cuatro ciudades, así como una perspectiva de su evolución desde el inicio de la fase expansiva de la economía, a mediados de los noventa, hasta la actualidad. Tabla II. Datos generales. Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza Dimensión Demográfico Indicador Población Madrid Barcelona Bilbao Zaragoza (habitantes, 3.166.130 1.602.386 344.443 666.058 5.208,60 15.685 8.536 726 605,77 102,3 41,6 967,06 21 10 8 12 2014) Densidad poblacional hab/km² Extensión (km²) Distritos 9 Población con la primera corona (habitantes, 2015) Población con la segunda corona (habitantes, 2015) Extensión con la segunda 5913587 3214211 (Región (área metropolitana metropolitana de Madrid) de Barcelona) 6435152 4956602 (Región (Región Urbana de 835.976 (Área Metropolitana - de Bilbao) 984.678 Metropolitana (Gran Bilbao) - Madrid) de Barcelona) 2.739,80 636 361 - 6.430,40 - 500 - ? ? ? ? 12,5 16,7 7,7 14,3 98 110 150 110 31004 26996 29683 24957 115. 161 56.780 30680,63 20737,02* 19.087 19600 34984 16520 1.598.400 759.300 168.200 472.700 82% 88,80% 81,90% 54,50% 16,44 17,7 18,92 20,9 19,20% 21,80% 15,30% 20,70% 14,70% 15,80% 10,20% 16,90% corona(km²) Extensión con la terecera corona(km²) Esperanza de vida al nacer Tasa de Inmigración Tasa de envejecimiento PIB p.c. regional (€ 2014) VAB por Económico habitante (€ 2010) Renta familiar disponible(€ 2011) Población Laboral activa 2014 Población ocupada 2014 Tasa de paro Exclusión 2014 Tasa AROPE Social Pobreza regional Tasa regional de riesgo de 10 pobreza Fuente: elaboración propia a partir de diversas fuentes2 * El VAB de Zaragoza es comarcal. Para una estimación del VAB municipal se sigue la tendencia de Barcelona, donde el VAB de la ciudad supone el 80% del VAB comarcal. Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza tienen en común ser las ciudades más pobladas de su región y, por tanto, los principales núcleos urbanos de su área metropolitana. Sin embargo, sus características demográficas, políticas y socioeconómicas revelan tantas similitudes como diferencias; lo que convierte el presente análisis en un ejercicio factible a la par que enriquecedor. De las cuatro ciudades, Madrid es, con diferencia, la ciudad más poblada, con 3.166.130 de habitantes en 2014. La sigue Barcelona, con una población de 1.602.386 habitantes. Por su parte, Zaragoza, con 666.058, y Bilbao, con 344.443, son la quinta y la décima 2Demografía: Barcelona: Departament d’Estadística. Ajutament de Barcelona. Anuari Estadístic de la Ciutat de Barcelona. IDESCAT (www.idescat.cat). Bilbao: Anuario Socio ecnómico de Bilbao 2013 Madrid: Dirección General de Estadística y Censos del Ayuntamiento de Madrid Zaragoza: Zaragoza Observatorio Municipal estadística de Zaragoza Renta: Madrid: Banco de Datos Municipal Almudena, del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Bilbao: EUSTATNota: Algunos datos son provisionales. Zaragoza: IAEST. La serie 2000-2002 es una estimación del Instituto Aragonés de Estadística. Departamento de Economía, Hacienda y Empleo. Barcelona: Renta Familiar Disponible Bruta per cápita Web de l'Institutd'Estadística de Catalunya. Departamentd'Estadística. Ajuntament de Barcelona. Nota: los datos para 2011 y 2012 son provisionales VAB: Barcelona: Departamentd'Estadística. Ajuntament de Barcelona. Madrid: Estimado por ObservatorioEconómico en base al publicado por la DG. Bilbao: Eustat Zaragoza: Instituto Aragonés de Estadística. Empleo Para Barcelona (Departamentd’Estadística de l’Ajuntament de Barcelona (AnuariEstadístic de la Ciutat de Barcelona, 1997, 2008, 2013, 2015); Encuesta de Población Activa. INE). Para Para Bilbao: Eustat EuskalEstatistikaErakundea - Instituto Vasco de Estadística. Bilbao Ekintza (Anuario Socioeconómico de Bilbao, 1996, 2007, 2012, 2014). Encuesta de Población Activa. INE. Para Madrid: Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid. Encuesta de Población Activa. INE.Para Zaragoza: Observatorio Municipal de Estadística de Zaragoza; Encuesta de Población Activa. INE. Exclusión Social Elaboración propia a través de las Encuestas de condiciones de vida del INE, Idescat i IERMB, informes FOESSA y EAPN. Pobreza Elaboración propia a través de las Encuestas de condiciones de vida del INE y Idescat i IERMB. Enquesta de condicions de vida i hàbits de la població de Catalunya en el caso de Barcelona Ciudad. 11 ciudad más poblada de España, de modo que la muestra se compone de dos ciudades grandes y otras dos de tamaño mediano. Este orden entre ciudades se altera, no obstante, en términos de densidad poblacional. En esta ocasión, es Barcelona quien está a la cabeza (15.685 habitantes por km2), seguida de Bilbao (8.536 habitantes por km2), Madrid (5.208,60 habitantes por km2) y finalmente Zaragoza (726 habitantes por km2). Ello evidencia las restricciones al crecimiento urbano impuestas por la orografía barcelonesa y bilbaína; al contrario que en Madrid y Zaragoza, donde el territorio no ha ofrecido restricciones a la extensión continuada de la ciudad (ver extensión de los municipios en Tabla I). En términos administrativos, Madrid es la capital del Estado, mientras que Barcelona y Zaragoza son las capitales de Cataluña y Aragón. Bilbao, por su parte, es capital económica del País Vasco, pero en lo administrativo es Álava quien detenta la capitalidad. Las ciudades se dividen en 21, 10, 12 y 8 distritos, respectivamente y, salvo en el caso de Zaragoza, cuentan con un cinturón de municipios que conforma un área o región metropolitana conectada funcionalmente con la ciudad. Dado que no existen delimitaciones oficiales y la terminología en cada ciudad difiere, las áreas metropolitanas de cada ciudad pueden identificarse, principalmente, con dos coronas: la Región Metropolitana de Madrid y la Región Urbana de Madrid; el Área Metropolitana de Barcelona y la Región Metropolitana de Barcelona; y el Área Metropolitana de Bilbao y el gran Bilbao. Tales regiones transforman el carácter de las ciudades, convirtiéndolas en grandes conurbaciones, con poblaciones muy superiores a las de su núcleo urbano. Así, encontramos que, en el caso de la metrópolis madrileña, la población asciende a casi seis millones y medio de personas, mientras que en Barcelona, en la Región Metropolitana habitan cerca de cinco millones de personas. El caso de Bilbao es también notable, ya que de menos de medio millón de habitantes, en la ciudad, se pasa a cerca de un millón, en el Gran Bilbao (ver Tabla I). RESULTADOS: 12 Análisis comparativo de las dinámicas de exclusión social: Barcelona, Bilbao, Madrid, Zaragoza (1996-2014). A) La población Durante las tres fases del periodo del estudio, la evolución de Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza muestra patrones más o menos similares en términos de demografía, mercado de trabajo y actividad económica, si bien presenta ciertas particularidades según el contexto y el periodo. En la dimensión demográfica, Barcelona, Madrid y Zaragoza siguen una tendencia poblacional acorde con el boom económico de mediados de los 90, la llegada significativa de población extranjera y el aumento de la natalidad (intensificado a principios del s. XXI). La ciudad que más crece durante este periodo es Madrid (11,1%), seguida de Zaragoza (8,7%) y Barcelona con un 5,7%. Con la llegada de la crisis de 2008 se produce, en primer lugar, una desaceleración del crecimiento demográfico y, ya en los últimos dos años, un significativo descenso de la población, reflejo de la caída de la natalidad y la disminución de la población inmigrada. Madrid es precisamente la ciudad que más sufre esta pérdida de habitantes, produciéndose cierta correlación entre las ciudades que más crecen en el periodo de bonanza y las que más descienden en el periodo de crisis. Bilbao, por su parte, muestra una evolución diferente a la del conjunto del Estado, sufriendo un descenso de su población, seguramente debido a la pérdida de municipios y al desplome de la actividad industrial, en los años 80 y 90. Los primeros años de la crisis pondrán un fin momentaneo a este proceso, que, no obstante, seguirá su curso durante los siguientes años, registrando nuevos descensos demográficos, similares a los de la primera etapa. Gráfica 1. Crecimiento de la población en Barcelona, Madrid, Bilbao y Zaragoza (1996, 2007, 2012 y 2014) 13 Fuente: Estadística Padrón Municipal de Habitantes. Ayuntamiento Barcelona, Bilbao, Madrid e Instituto Aragonés de Estadística El boom demográfico de la fase 1996-2007 está estrechamente vinculado a la masiva llegada de población migrante, atraída por el crecimiento económico de la época. Así, los datos reflejan un aumento progresivo de la inmigración, especialmente intenso a partir del año 2000. En este periodo, la población migrada se multiplica por 9 en Bilbao, por 8 en Madrid y por 3 en Barcelona y Zaragoza. En 2007, Madrid se sitúa ya como la ciudad con mayor tasa de inmigración de las cuatro, seguida de Barcelona y Zaragoza. Sin embargo, con la llegada de la crisis, en 2008, Madrid sufre una pérdida de población migrante, más intensa a medida que avanzan los años. A diferencia de lo ocurrido en la capital, la crisis no frena el crecimiento de la población inmigrante en el resto de Ciudades, y Barcelona, Bilbao y Zaragoza continúan incrementando el número de extranjeros durante la primera fase. No es hasta 2012, cuando se constata la gravedad y longevidad de la crisis, que el tamaño de la población migrante de estas ciudades comienza a reducirse, pues una parte de ella abandona el país. Gráfica 2. Evolución del porcentaje de población inmigrada en Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza en los años 1996, 2007, 2012 y 2014. 14 Fuente: Estadística Padrón Municipal de Habitantes. Ayuntamiento Barcelona, Eustat Instituto Vasco de Estadística, Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid., Observatorio Municipal estadística Zaragoza (datos 2014) *Porcentaje de Inmigración en Zaragoza para el año 2000, en lugar de 1996. En la actualidad, la ciudad que presenta un porcentaje más elevado de población inmigrada es Barcelona (16,7%), que duplica el porcentaje de Bilbao (7,9%). Zaragoza (14,3%), por su parte, se sitúa por delante de Madrid (12,5%). En definitiva, se puede aducir que las cuatro ciudades han seguido una evolución muy parecida en los últimos 20 años, con un fuerte crecimiento de la población extranjera desde mediados de los 90 hasta la primera década de los 2000, y un descenso a partir de 2012-2013, reflejo de la crisis económica. Otra de las características comunes a los cuatro casos es el lugar de residencia de la población extranjera. Pese a que las dinámicas socioespaciales entre ciudades varían, sí puede destacarse el hecho de que los centros históricos de las cuatro ciudades alberguen los porcentajes más elevados de ciudadanos extranjeros: Ciutat Vella en Barcelona, Ibaiondo en Bilbao, Centro en Madrid y Casco Histórico en Zaragoza; todos ellos con porcentajes superiores al 20% de población inmigrada sobre el total, menos en el caso de Bilbao -11,6%-. Entre los colectivos migrantes, las poblaciones más numerosas en las cuatro ciudades son de origen chino, rumano o paquistaní. En Barcelona los italianos son, desde hace más de cinco años, la mayor población extranjera en la ciudad. Los procesos sociodemográficos desatados con la actual crisis han generado, entre otras consecuencias, un incremento de los índices de envejecimiento de la población. Si bien, el envejecimiento paulatino había sido mitigado a principios del s.XXI por el asentamiento de población inmigrante extranjera más joven y con mayores tasas de 15 natalidad, en la actualidad, el descenso de la población y de la inmigración se ha traducido en un descenso del número de personas en tramos de edad media, e indirectamente de niños y jóvenes, y, por tanto, un repunte en la tasa de envejecimiento. Barcelona da buena cuenta de ello. En la ciudad condal, la tendencia experimentada es de una disminución notable de la población infantil, juvenil y adulta joven, a favor de un aumento de la población de edad media y de personas mayores de 65 años. Igualmente, la pirámide de población de Bilbao muestra una población envejecida que explica que el índice de dependencia se haya situado en 53,2. También en Madrid el envejecimiento de la población y su concentración en ciertos barrios de la ciudad debe ser considerado como otro factor más en las dinámicas de exclusión social. En Zaragoza, la estructura demográfica muestra una población envejecida con una pirámide regresiva y un índice de envejecimiento del 128,64%. Por provincias y con datos del 2015 Bilbao (Bizkaia) es el territorio que presenta un índice de envejecimiento mayor -150%-, seguido de Zaragoza y Barcelona -110- y, finalmente, Madrid -98%-. Gráfica 3. Índice de envejecimiento (%). Por provincias. 2015 Fuente: Departament d’Estadística. Ajutament de Barcelona. Anuari Estadístic de la Ciutat de Barcelona Anuario Socio ecnómico de Bilbao 2013 Dirección General de Estadística y Censos del Ayuntamiento de Madrid Zaragoza Observatorio Municipal estadística de Zaragoza B) La economía En lo que se refiere a economía, en la actualidad, las cuatro ciudades del estudio disponen de una elevada capacidad de producción y de generación de riqueza, en comparación con el resto de España. Los datos del Producto Interior Bruto per cápita 16 regional3 de 2014 muestran a la Comunidad de Madrid (31.004€) y el País Vasco (29683€) como las regiones más ricas del país, seguidas de cerca por Cataluña (26.996€), en cuarto lugar y Aragón (24.597€), en sexto; todas ellas por encima de la media Española (22.780€). Gráfica 4. PIB p.c. en Euros. 2014 Fuente: INE. Por otro lado, los datos del Valor añadido Bruto 4 por habitante colocan a Madrid como la economía más productiva, ligeramente por encima de Barcelona; Bilbao se encuentra algo rezagada, mientras que Zaragoza se muestra con una capacidad notablemente inferior a la de las dos primeras ciudades. En términos absolutos, la diferencia entre ciudades resulta más que notable: en 2010, Madrid (115.161 mill. de euros) duplica el VAB de Barcelona (56.780 mill. de euros) y este a su vez quintuplica el de Bilbao (10.836 mill. de euros), que está ligeramente por detrás del de Zaragoza (14.000 mill. de euros). 3 El PIB p.c. puede funcionar como un indicador aproximado de la capacidad de poder adquisitivo de una población. 4 El Valor Añadido Bruto por habitante aproxima la capacidad de una economía para generar riqueza en proporción al tamaño de la población. 17 Gráfica 5. Valor Añadido Bruto por habitante (€, 2010). * Solo se disponen de datos comarcales. Para realizar la estimación, se considera que el porcentaje del VAB de la ciudad de Zaragoza respecto al total comarcal es similar al VAB de Barcelona respecto al total de la comarca del Barcelonés, un 80%. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de: a) Departamentd'Estadística. Ajuntament de Barcelona. b) Observatorio Económico de la ciudad de Madrid. c) Eustat. d) Instituto Aragonés de Estadística. En definitiva, los datos de PIB p.c. y VAB muestran grandes similitudes entre los sistemas económicos madrileño, barcelonés y bilbaíno, en términos de producción y generación de riqueza, mientras que Zaragoza aparece algo rezagada. De igual modo se puede observar en la evolución seguida antes y después de la crisis (ver gráfico 7). Durante la fase expansiva de la economía, las cuatro comunidades registran crecimientos prácticamente idénticos; solo País Vasco acelera su crecimiento a partir de 2001, dejando atrás a Cataluña y acercándose a los niveles de Madrid. Con respecto a la crisis, la región más afectada durante los primeros años es Madrid, que sufre una caída continuada de la producción entre 2007 y 2012, perdiendo hasta un 8,5% de su PIB p.c. Sin embargo, en la segunda fase de la crisis, ésta experimenta un rápido ascenso de la actividad económica, recuperando niveles cercanos a 2007. En Cataluña la caída de la producción, entre 2007 y 2012, es algo menor (6%), si bien la recuperación, a partir de 2012, es suave y lenta. En este periodo, Aragón registra una caída de la actividad productiva similar a (5%), si bien, no experimenta apenas 18 crecimiento económico en la última fase. Finalmente, País Vasco parece responder a otro ciclo económico, pues la crisis no afecta apenas los niveles de producción previos, aunque sí provoca visibles convulsiones en la actividad económica, que se mantiene cercana a los niveles de 2006. En definitiva, Madrid, Cataluña y Aragón presentan dinámicas expansivas y recesivas similares, mientras que País Vasco crece a un ritmo ligeramente mayor a partir de los 2000 y resiste los embates de la crisis con relativa estabilidad. Gráfica 6. Evolución del PIB per cápita regional (€) Fuente: elaboración propia a partir de datos del INE. C. El mercado de trabajo 19 Los ciclos expansivo (1996-2007) y recesivo (2008-2014) de sendas economías afectan, claramente, la evolución del mercado de trabajo, que, en términos generales, experimenta una gran mejoría durante los años previos a la crisis, para luego empeorar drásticamente, a partir de 2008. En términos comparativos, se observan tendencias similares en cada ciudad, durante las fases 1996-2007 y 2007-2012, mientras que en la última fase el comportamiento en cada caso varía. Gráfica 7. Crecimiento de la población activa por fases. Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza. Fuente: elaboración propia a partir de la consulta de fuentes oficiales5. Gráfica 8. Crecimiento de la población ocupada por fases. Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza. 5 Fuentes de datos consultadas: Para Barcelona: • Departamentd’Estadística de l’Ajuntament de Barcelona (AnuariEstadístic de la Ciutat de Barcelona, en diversos años). • Encuesta de Población Activa. INE. Para Bilbao: • Eustat - EuskalEstatistikaErakundea - Instituto Vasco de Estadística. • Bilbao Ekintza (Anuario Socioeconómico de Bilbao, en varios años). • Encuesta de Población Activa. INE. Para Madrid: • Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid. • Encuesta de Población Activa. INE. Para Zaragoza: • Observatorio Municipal de Estadística de Zaragoza. 20 Fuente: elaboración propia a partir de la consulta de fuentes oficiales6. 6 Fuentes de datos consultadas: Para Barcelona: Departamentd’Estadística de l’Ajuntament de Barcelona (AnuariEstadístic de la Ciutat de Barcelona, en diversos años). Encuesta de Población Activa. INE. Para Bilbao: Eustat - EuskalEstatistikaErakundea - Instituto Vasco de Estadística. Bilbao Ekintza (Anuario Socioeconómico de Bilbao, en varios años). Encuesta de Población Activa. INE. Para Madrid: Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid. Encuesta de Población Activa. INE. Para Zaragoza: Observatorio Municipal de Estadística de Zaragoza. Encuesta de Población Activa. INE. 21 Gráfica 9. Evolución de las tasas de desempleo en Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza. Fuente: elaboración a partir de fuentes oficiales7 Durante la primera fase, Madrid registra un espectacular incremento de los activos y ocupados y un descenso del paro desde el 20% al 6%. Barcelona, experimenta también un fuerte crecimiento de la población activa y ocupada, y reduce el desempleo al igual que Madrid, de tasas cercanas al 20% hasta un 6%. Zaragoza tiene un comportamiento similar, aunque parte de un nivel de desempleo menor, por lo que el crecimiento de la población ocupada durante el periodo es inferior. En Bilbao, la población activa crece ligeramente, mientras que la ocupada sí realiza un ascenso marcado, como consecuencia de la reducción del desempleo desde tasas superiores al 25%, hasta cercanas al 10%. Con el estallido de la crisis, todas las ciudades registran un rápido crecimiento del desempleo, que volverá a rondar la cota del 20% hacia 2012, y Barcelona y Madrid comienzan a perder población activa. En este tiempo, Barcelona y Zaragoza son las que 7 Barcelona: Departamentd’Estadística de l’Ajuntament de Barcelona (AnuariEstadístic de la Ciutat de Barcelona, 1997, 2008, 2013, 2015); Encuesta de Población Activa. INE. Bilbao: Eustat - EuskalEstatistikaErakundea - Instituto Vasco de Estadística. Bilbao Ekintza (Anuario Socioeconómico de Bilbao, 1996, 2007, 2012, 2014). Encuesta de Población Activa. INE. Madrid: Dirección General de Estadística del Ayuntamiento de Madrid. Encuesta de Población Activa. INE. Zaragoza: Observatorio Municipal de Estadística de Zaragoza; Encuesta de Población Activa. INE. 22 más sufren en términos de ocupación, seguidas de cerca por Madrid y, algo más distante, Bilbao. Posteriormente, en la segunda fase de la crisis, la tendencia hasta ahora similar de las ciudades se rompe. Barcelona y Zaragoza continúan perdiendo población activa, mientras que Madrid y Bilbao experimentan una leve recuperación de sus activos. Sin embargo, la población ocupada continúa su descenso, salvo en Barcelona, donde retoma la senda del crecimiento. Como consecuencia, en estos años el paro continúa creciendo en Zaragoza y Bilbao, superando las tasas de Madrid y Barcelona. Estas últimas ciudades registran un leve descenso del desempleo, aunque, como se verá más adelante, es necesario atender a las condiciones del nuevo trabajo generado. D. La renta El descenso del empleo tiene una clara repercusión en los niveles de renta de las familias. En concordancia con las fases expansiva y recesiva de las economías regionales y española, la renta experimenta un incremento entre los años 2000 y 2009 y un descenso en los años posteriores. El retraso en la caída de la renta es debido a que la pérdida de empleos se ve solo reflejada en la renta del año posterior, por lo que hay que esperar hasta 2010 para encontrar los efectos de la caída de la economía y el empleo durante el 2008-2009. Gráfica 10. Evolución de la Renta Disponible per cápita (2000-2013; €) 23 Fuente: Elaboración propia a partir de diversas fuentes8. Gráfica 11. Variación de la renta (%) 2000-2009 8 Fuente Madrid: Indicador de Renta Disponible Bruta Municipal. Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Fuente Bilbao: EUSTAT Nota: los datos para 2011 y 2012 son provisionales. EUSTAT no ofrece datos de Renta per cápita, sino la media personal y por familias. Fuente Zaragoza: IAEST. La serie 2000-2002 es una estimación del Instituto Aragonés de Estadística. Departamento de Economía, Hacienda y Empleo. Fuente Barcelona: Renta Familiar Disponible Bruta per cápita Web de l'Institutd'Estadística de Catalunya. Departamentd'Estadística. Ajuntament de Barcelona. Nota: los datos para 2011 y 2012 son provisionales. 24 2009-2012 Fuente: Elaboración propia a partir de diversas fuentes9. En la primera fase, Zaragoza es la ciudad que experimenta mayor incremento de la renta, seguida de Barcelona, Bilbao y, en último lugar, Madrid. Con la llegada de la crisis, serán, al contrario, Madrid y Bilbao las que experimenten una mayor caída de la renta, duplicando prácticamente la de Zaragoza y Barcelona. E. La pobreza y la exclusión social En términos de exclusión social, la perspectiva ofrecida por los datos de renta, empleo y demografía podría entrever un escenario de reducción de la pobreza y la exclusión durante la fase 1996-2007, con un incremento posterior, como consecuencia de la crisis. Sin embargo, esto no es así, pues durante los últimos años del boom económico 10, el riesgo de pobreza creció en sendas regiones. Gráfica 12. Evolución de la Tasa de Riesgo de Pobreza regional. 9 Fuente Madrid: Indicador de Renta Disponible Bruta Municipal. Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid. Fuente Bilbao: EUSTAT Nota: los datos para 2011 y 2012 son provisionales. EUSTAT no ofrece datos de Renta per cápita, sino la media personal y por familias. Fuente Zaragoza: IAEST. La serie 2000-2002 es una estimación del Instituto Aragonés de Estadística. Departamento de Economía, Hacienda y Empleo. Fuente Barcelona: Renta Familiar Disponible Bruta per cápita Web de l'Institutd'Estadística de Catalunya. Departamentd'Estadística. Ajuntament de Barcelona. Nota: los datos para 2011 y 2012 son provisionales. Nota: Para Bilbao, la fase se inicia en 2001 y acaba en 2013. Para Zaragoza, la fase acaba en 2011. 10No existendatosprevios a 2004. 25 Fuente: Elaboración propia a través de las Encuestas de condiciones de vida del INE, Idescat i IERMB. De hecho, como muestra la gráfica XIII, el riesgo de pobreza 11 creció en cada región a un ritmo similar, e incluso superior en algún caso, al PIB p.c. Por ello, se puede argumentar que el incremento de la pobreza no es un fenómeno derivado de la actual crisis, sino que la crisis ha manifestado y agudizado el fenómeno de pauperización previo. En Madrid y Aragón, por ejemplo, la pobreza experimentó un ascenso superior al del PIB p.c, en la fase 2004-2007. Durante estos años, pobreza y PIB crecen a un ritmo prácticamente idéntico en Cataluña, mientras que en País Vasco, la pobreza sigue una tendencia irregular aunque ascendente. Posteriormente, durante los dos primeros años de la crisis, el riesgo de pobreza descendió en todas las regiones (salvo Cataluña, donde continúa su ascenso), para volver a crecer entre los años 2010 y 2012. La segunda fase de la crisis, 2012-2014, es un periodo ambiguo para las regiones, ya que durante los años 2012-2013 los datos muestran cierta mejoría, sin embargo, en 2014, se observa un nuevo empeoramiento. Solo País Vasco continúa reduciendo la pobreza durante 2014. 11 La tasa de riesgo de pobreza es el porcentaje de personas que viven en hogares cuya renta total equivalente está por debajo del umbral de pobreza. Los ingresos corresponden al año anterior al de la entrevista. El umbral de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Al tratarse de una medida relativa, su valor depende de cómo se distribuya la renta entre la población. La mediana es el valor que, ordenando a todos los individuos de menor a mayor ingreso, deja una mitad de los mismos por debajo de dicho valor y a la otra mitad por encima. Por tanto el umbral de pobreza aumenta o disminuye en la medida en que lo haga la mediana de los ingresos (Fuente: INE) 26 Gráfica 13. Comparación del crecimiento del Riesgo de Pobreza y el PIB p.c. en Madrid, Aragón, Cataluña y País Vasco (2010=100). Madrid Aragón Cataluña 27 País Vasco Fuente: Elaboración propia a través de las Encuestas de condiciones de vida del INE, Idescat i IERMB. 28 Los datos sobre exclusión social12 refuerzan la dinámica mostrada por el indicador de Riesgo de Pobreza. Durante la fase 2004-2008, la Tasa AROPE 13 de Barcelona y de la Comunidad de Madrid evidencian un incremento de la exclusión social en pleno apogéo económico. Posteriormente, entre 2009 y 2011-2012, las regiones experimentan un severo incremento del riesgo de pobreza y exclusión, especialmente marcado en los casos de Cataluña y Aragón. En la siguiente fase, solo País Vasco registra un descenso continuado, mientras que en Aragón la población en riesgo continúa subiendo, hasta superar el 20% en 2014. Durante este último tramo, Madrid y Cataluña viven un ligero descenso, si bien se mantienen por encima de niveles de 2010-2011. Los datos sobre Barcelona14 muestran un escenario más crítico, con niveles muy superiores a las medias regionales y un crecimiento sostenido de la exclusión, especialmente significativo durante la primera fase de la crisis. Gráfico 14: Evolución de la Tasa AROPE regional (2000-2014) 12No se encuentrandatos para Cataluña, País Vasco y Aragón anteriores a 2009. 13La exclusión social es medida a través de la Tasa AROPE (At Risk Of Poverty) que combina factores de renta (pobreza relativa), privación material severa y baja intensidad del trabajo (Fuente: EuropeanAntiPoverty Network). 14 Barcelona es la única ciudad que cuenta con datos sobre exclusión social, medidos según la tasa AROPE. 29 Elaboración propia a través de las Encuestas de condiciones de vida del INE, Idescat i IERMB, informes FOESSA y EAPN15 A raíz de las dinámicas descritas en este capítulo, se pueden extraer varias conclusiones acerca de la evolución de la pobreza y la exclusión social. La primera de ellas es que, pese al crecimiento de la economía y la mejoría del empleo, durante la fase expansiva 1996-2007, la pobreza y el riesgo de exclusión no decrecieron, sino que al contrario aumentaron; lo que pone en cuestión el modelo económico de cada caso de estudio. Si la economía y el empleo mejoraron y la pobreza y la exclusión social empeoraron, es probable que esto se deba a un incremento de la desigualdad, es decir, a un desigual acceso a las oportunidades brindadas por el ciclo económico expansivo. De este modo, aunque la caída de la economía y el empleo, durante la crisis de 2008, está estrechamente relacionada con el incremento de la población en riesgo o situación de pobreza y exclusión social, esta no constituye la causa principal del fenómeno, sino que resulta más bien una extensión del factor original en el proceso: el incremento de la desigualdad. 15Los datos de Barcelona están calculados con la misma metodología, pero contrastan con las cifras de pobreza monetaria inferiores en Barcelona que en Cataluña. 30 En el siguiente capítulo, esta hipótesis será explorada, atendiendo a las dimensiones económica y política y a los indicadores presentados en el Cuadro I (Marco operativo para la identificación de procesos de exclusión social), del capítulo anterior. 31 5. Conclusiones Una de las principales conclusiones a las que nos lleva este análisis comparativo es que existe un patrón uniforme y común a todas las ciudades en el desarrollo de las dinámicas de exclusión social, durante buena parte del periodo estudiado, si bien cada contexto infiere ciertas particularidades a tales dinámicas. Durante la fase expansiva, en las cuatro ciudades la población local y extranjera crece (en Bilbao solo la extranjera), mejora el PIB p.c. regional y la renta de las familias y se vive un fuerte incremento de los niveles de empleo, no obstante, la intensidad de estos procesos varía entre ciudades. Así por ejemplo, el crecimiento demográfico y de la inmigración es superior en Madrid, mientras que el PIB p.c. experimenta su mayor ascenso en País Vasco; el empleo crece más en Madrid y Barcelona y la renta familiar registra sus mayores avances en Zaragoza. Sin embargo, por lo que al objeto de estudio se refiere, lo importante en esta fase es que, mientras la economía, el empleo y la renta familiar experimentan su mejor momento, la desigualdad económica y la pobreza van en aumento. Así, en los últimos años del boom económico, la desigualdad crece en Barcelona, Madrid y Zaragoza ostensiblemente, alcanzando, especialmente en el caso de las dos principales ciudades del Estado español, cotas insospechadas. La pobreza, por otra parte, avanza a un ritmo similar al PIB p.c., manifestando el carácter dual del crecimiento y las consecuencias sociales del modelo de desarrollo de sendas regiones. En este sentido, Aragón es la que registra los peores datos, al contrario que Bilbao, que vive un ascenso menos dramático que en el resto de regiones. En términos de exclusión social, los datos recabados muestran un rápido ascenso en la comunidad de Madrid, hacia el final de la etapa expansiva, así como en Barcelona, donde la tasa AROPE ya es superior a la madrileña y crece a un ritmo, por ende, inferior. La crisis, por tanto, no supondrá un cambio de tendencia tan radical en algunos aspectos. Es cierto que, a partir de 2008, la economía, el mercado de trabajo y la renta de las familias experimentan un grave empeoramiento y esto tiene un claro impacto en el escenario de la exclusión social. Sin embargo, la pobreza y la exclusión no sufren un cambio de tendencia, sino que continúan con la trayectoria marcada en la fase anterior, agravando, eso sí, su situación notablemente. Esto tiene una relación directa con la 32 evolución de la desigualdad que, especialmente en Barcelona y Madrid, tiende a agudizarse durante los años de la crisis. El desigual reparto de la caída del empleo y la renta, tras el parón económico, está en la base del incremento de una nueva vulnerabilidad, así como detrás del empeoramiento de la situación de los estratos más “bajos” de la sociedad. Este fenómeno tendrá su prueba más evidente en el incremento de la desigualdad económica entre territorios de una misma ciudad. Barcelona es quien sufre este fenómeno en mayor grado: en la ciudad condal, son los distritos más pobres quienes ven más reducida su participación en la riqueza de la ciudad, al contrario que los distritos más ricos, que mejoran su posición sobre el total. En Bilbao, la desigualdad territorial es también notable, sin embargo, al contrario que en Barcelona, durante la crisis ésta tiende a descender ligeramente. En comparación, Madrid es la ciudad menos desigual, sin embargo, esto puede estar debido a unas dinámicas socioespaciales complejas, resultado de fenómenos como la gentrificación, la dispersión de la población migrante sobre áreas de distinto nivel socioeconómico y de la localización de las clases medias-altas en la segunda y tercera corona de la metrópolis madrileña. Otro de los fenómenos asociados al incremento de la vulnerabilidad y, por ende, del riesgo de exclusión social es la precarización del empleo. En este sentido, la crisis ha comportado un agravamiento de las condiciones del nuevo empleo, que en Bilbao, Zaragoza y Barcelona es prácticamente en su totalidad temporal. Madrid experimenta también un ascenso de la temporalidad, sin embargo, mantiene aún un nivel superior de contratos indefinidos. Pero si algo ha evidenciado el dramático crecimiento de la población en situación o riesgo de exclusión social son los desahucios. Los lanzamientos por impago de alquiler o hipoteca son una de las consecuencias más evidentes del modelo del ladrillo y del impacto de la crisis entre la población. Durante estos años, el número de personas que han perdido su hogar ha sufrido un espectacular crecimiento, alcanzando, en 2011, a cuatro de cada mil en Cataluña y poco menos de dos de cada mil, en Madrid. Cataluña es, así, la región más castigada por los desahucios, concentrando una tercera parte del total del Estado. No obstante, son la Comunidad de Madrid (136%) País Vasco (83%) y Aragón (84%), las comunidades que más han visto agudizarse este fenómeno. Finalmente, junto a los factores de tipo económico y laboral, y la crisis habitacional, el otro pilar del actual escenario de la exclusión social es el político: el desmantelamiento 33 del Estado del Bienestar, especialmente a partir del año 2010, ha provocado una reducción de la protección brindada por las instituciones a la población en situación o riesgo de exclusión social, agravando con ello la situación de vulnerabilidad prexistente. El caso más claro, en este sentido, es Barcelona, donde la Renta Mínima de Inserción sufrió un recorte del 33% desde el inicio de los recortes, entre 2010 y 2013. Madrid y Bilbao, por el contrario, incrementaron el número de beneficiarios de las ayudas económicas; no obstante, ello no permite afirmar que la respuesta institucional haya sabido ajustarse a los términos que requería el contexto. Por otro lado, la distribución territorial de las ayudas (y de los expedientes de servicios sociales en el caso de Zaragoza) muestra, al igual que con la renta familiar, una concentración de los efectos de la crisis entre las poblaciones con menos recursos, especialmente en el caso de Barcelona y Zaragoza. En definitiva, las cuatro ciudades de estudio siguen patrones similares tanto en la etapa de expansión económica (1996-2007) como en la primera fase de la crisis (2008-2012). En estos años, Bilbao es la ciudad cuyo comportamiento difiere más del resto, experimentando cambios más leves en todos los ámbitos. Por el contrario, en la segunda fase de la crisis (2012-2014), el patrón más o menos común se rompe, y las ciudades experimentan dos tendencias principales: una suave recuperación o un nuevo empeoramiento. Sin embargo, es imposible encontrar un patrón común en la respuesta de las ciudades este periodo, dado que el comportamiento de cada ciudad varía según la dimensión referida. En términos de pobreza y exclusión, País Vasco es la única que registra un descenso marcado durante estos últimos años. Madrid también experimenta una mejoría en sus niveles de exclusión social, de acuerdo con la Tasa AROPE. Sin embargo, en el ámbito municipal, solo Madrid experimenta un descenso de la pobreza, cuyo nivel es, por otro lado, superior al de Barcelona o Bilbao. Por tanto, con estos datos, se puede aducir que la exclusión social se manifiesta con mayor virulencia en el caso barcelonés. Madrid, con ciertas ambigüedades, también presenta un elevado riesgo de exclusión social. Zaragoza y Bilbao, si bien se comportan peor en términos de empleo, sufren menos desigualdad en términos generales; siendo este un elemento clave en el contexto de la exclusión. 34 BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES Abrahamson, P. (1995). Social exclusion in Europe : old wine in new bottles ? « Social exclusion in Europe : old wine in new bottles ?» Social Exclusion in Europe : Old Wine in New Bottles ? 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