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DOCUMENTODE TRABAJODE PUEBLOSY PLANTAS- NOVIEMBREDE 1998 Esta colección de documentos de trabajo responde a la doble voluntad de informar y de generar un debate fructífero sobre temas fundamentales relacionados con el uso sostenible y equitativo de Plantas medicinales africanas los recursos vegetales. Puede remitirse todo comentario sobre el presente documen fo o cualquier sugerencia para números futuqos Orientacionesprioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria A.B. Cunníngham Las denominacionese ilustraciones que figuran en esta publicación no entrañan juicio alguno por parte de la UNESCOacercadel estatuto jurídico de ningún país, territorio, ciudad o región o de sus respectivasautoridades,como tampoco acercadel trazado de sus fronteras o límites. Las opiniones expresadasen este documento habrán de atribuirse exclusivamenteal autor, sin que la institución dondeéste trabaja ni la UNESCOdebansuscribirlas necesariamente. Señasdel autor: A.B. Cunningham PO. Box 42 Betty’s Bay 7141 SUDAFRICA Publicadoen 1998 [a partir del original inglés de 19931por la Organizaciónde las NacionesUnidaspara la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO,7 Placede Fontenoy,75352Paris CEDEX 07 SP. Impreso por Publicacionesde la UNESCOsobre papel reciclado sin cloro. Editora de la colección:Alison Semple Diseño y compaginación:Ivette Fabbri Traduccióndel original inglés al castellano:Oriol Canals Compaginaciónde la traducción castellana:Eric Frogé Referenciarecomendada:Cunningham, AB. (1998).Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. Documentosde trabajo de Pueblosy Plantas, 1. París, UNESCO. Plantasmedicinalesafricanas ORIENTACIONES ‘PRIORITARIAS EN LA INTERSECCION ENTRE PROTECCION DE LA NATURALEZA Y ATENCION MÉDICA PRIMARIA Resumen La importancia de una gestión sostenible de las plantas medicinales tradicionales estriba no ~610en el valor de dichas plantas como posible fuente de nuevos medicamentos sino también en el fuerte vínculo que las une al cuidado de la salud. La inmensa mayoría (entre un 70% y un 80%) de los africanos consultan sus problemas de salud con curanderos o médicos tradicionales. Salvo contadas excepciones, las plantas medicinales son de origen silvestre. Aunque el nivel de dependenciarespectode los curanderos o médicos tradicionales puede menguar paralelamente a la creación de instalaciones alternativas de asistencia médica, en un futuro próximo sólo cabe esperar un crecimiento de la demandade los remedios herbales más conocidos. Simultáneamente, ciertas clases de vegetación que suministraban medicamentos tradicionales experimentarán un drástico declive por causas diversas: desbroce de zonas forestales con fines agrícolas, forestación de praderas montanas, quemas incontroladas y pastoreo. La prohibición de utilizar espacios protegidos no puede sino perjudicar a los curanderos o médicos tradicionales, que suelen procurarse en ellos sus plantas medicinales. Por añadidura, la facilidad con que los curanderos obtenían hasta ahora sus remedios herbales se ve disminuida por otros usos antagónicos de los recursos, como la tala maderera, la recolección a escala industrial de las plantas para su exportación, tratamiento y transformación en productos farmacéuticos, la fabricación de materiales de construcción 0 su simple utilización como combustible. Todo ello se traduce en una demanda creciente de productos cada vez más escasos,lo que en ocasiones lleva a la desaparición local de las fuentes predilectas y más eficaces de remedios tradicionales, esto es, a un empobrecimiento de la diversidadespecífica. Las especies más vulnerables son las más conocidas, las de crecimiento o reproducción más lentos y las que tienen requerimientos específicosde hábitat o un área de distribución poco extensa. Aunque en teoría es posible el uso medicinal sostenible de cortezas, raíces o plantas enteras en forma de remedios herbales, resulta difícil que en un país africano concurran el volumen de inversiones y la cantidad de mano de obra necesariospara realizar una gestión intensiva de especies de crecimiento lento en sistemasmultiespecíficos. Es en tal contexto donde cobra toda su importancia el cultivo fuera de los espacios protegidos de fuentes de suministro alternativas de especiesa la vez muy solicitadas y de protección prioritaria. Pesea todo, el cultivo a gran escalade esasespeciesno tiene nada de sencillo, y es difícil que actualmente sea rentable debido a la lenta velocidad de crecimiento de la mayoría de las especiesarbóreasy al bajo precio que se pagahoy por las medicinas tradicionales. Esas especies de crecimiento lento deben constituir una prioridad tanto en la gestión de espaciosprotegidos como en cualquier iniciativa de conservación ex-si&. Los elevados precios que alcanzan otras especies, en cambio, las convierten en candidatas idóneas para nuevos cultivos en el seno de sistemas agrosilvícolas (p.e. Warburgia salutaris, Garcinia kola, G. afzelii, G. epunctata) o agrícolas (p.e. Siphonochilus aethiopicus). Es necesarioemprender estudios piloto sobre las posibilidadesde cultivar esasplantas. Las regiones que conocen un rápido desarrollo urbano y albergan gran número de taxones endémicos son áreas prioritarias para la adopción de medidas concertadas entre los profesionales de la salud y los de protección de la naturaleza. En este sentido conviene prestar especial atención a las zonas siguientes: Africa occidental (región guineocongoleña), y más concretamente Cote d’Ivoire, Ghana y Nigeria; Africa oriental (Etiopía, Kenya y Tanzania); y Sureste africano (Sudáfrica y Swazilandia). Los tipos de vegetación más amenazados son el bosque afromontano y los bosques costeros del mosaico regional de Zanzfbar.:. Inhambane. DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 4 Uso de las plantas medicinales en Africa : La función de los curanderoso médicostradicionales Modostradicionalesde control de la recolección de plantas medicinales Dinámica de los procesoscomerciales Comercio de ámbito nacional Comercio de ámbito internacional Repercusionesdel comercio de plantas medicinales Suministro sosteniblede remediostradicionales Sostenibilidadde la extracción de palos de mascar El abastecimientodel mercadointernacional El verdaderoprecio del comercio Motivos de inquietud Líneasprioritarias de gestión Condicionespara que el cultivo se convierta en fuente alternativa de suministro 29 Prioridades políticas en la intersección entre protección de la naturaleza y asistencia primaria Cuestionesfundamentales Estrategiade protección Orientacionespolíticas Política internacional y nacional El reparto de los costes Métodosde protección de la naturaleza Conservaciónin-situ Zonasde amortiguációny conservaciónex-situ Zonasde amortiguación Curanderoso médicostradicionales Protecciónpor el cultivo a gran escala Jardinesbotánicosy bancosgenéticossobreel terreno Otras recomendaciones Enseñanzay formación Investigacióny seguimiento 35 Conclusiones Agradecimientos Comunicacionespersonales Referencias Anexo1: Plantasmedicinalesafricanaspresentesen los mercados AnexoII: Especiesy familias vegetalesmencionadasen el texto DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM Introdticción «Para que el estado de salud de las poblaciones desfavorecidasdel mundo progrese realmente, será preciso aprovechar a fondo todos los medios disponibles, tanto humanos como materiales. Ahí radica un aspectofundamental de cualquier estrategia de fomento de la atención médica primaria. Los curanderos o médicos tradicionales constituyen el recurso sanitario más abundante-y en muchos casos más valioso- del que dispone una comunidad. Son personajesimportantes e influyentes, que convendría vincular a toda iniciativa de desarrollode los servicios localesde salud.» Akerele (1987) «Murieron primero los árboles unukane (Ocofea bullafu), cuya corteza era extraída en anillos para su venta en la ciudad. Ahora ocurre lo mismo con los igejalibomvu (Curtisia dentata) y los umkhondweni (Cryptocarya myrtifolia). Muy pronto habrán desaparecido también, y nos veremos obligados a comprar su corteza a los intermediarios.» Herbolario, bosquede Nkandla, Natal Sudáfrica, 1987 Los habitantesde paísesen desarrollode todo el mundo siguen apelandofundamentalmenteal uso de remedios tradicionales como tratamiento médico básico. Los estudios etnobotánicos realizados en el continente africano confirman que las plantas autóctonas son el ingrediente fundamentalde los remediostradicionales que se utilizan en Africa (Adjanohoun et al., 1980; Adjanohoun et al., 1984; Adjanohoun et al., 1985; Adjanohounet al., 1986;Adjanohounet al., 1988;Ake Assi, 1988;Ake Assi et al., 1981; Hedberget al., 1982; Hedberget al., 1983a;Hedberget al., 1985b;Kokwaro, 1976;Oliver Bever,1987).Considerandoque la saludde entre un 70% y un 80% de la población africana dependede los remediostradicionales,la función de las plantas medicinalesen el sistemasanitario reviste una importancia incuestionable. Las plantas medicinales son hoy objeto de una gran atención, como ponen de manifiesto no sólo la recomendaciónde incorporar los remediostradicionalesde eficaciaprobadaa los planes políticos nacionalessobremedicamentos,formuladaen 1970 por la Organización Mundial de la Salud (Wondergemet al., 1989), sino también los recientes progresoshacia un mayor nivel de profesionalidadque ha experimentado la medicina africana (Last’y Chavunduka,1986)y la creciente comercializaciónde productos farmacéuticos basados en plantas medicinales tradicionales de reconocida eficacia (Sofawara,1981). Menor atención, sin embargo, han merecido los aspectossocioeconómicoso ecológicosde las plantas con propiedadesmedicinales, debido seguramenteal volumen relativamente pequeño y al carácter especializadodel comercio informal que las mueve. Y sin embargo,es probable que la gestión de las plantas medicinales tradicionales constituya la problemática de gestión de recursos más compleja con la que deben lidiar en Africa tanto los organismos de protección de la naturaleza como los profesionalesde la salud y los propios usuarios de los recursos. A medida que aumenta la presión sobre el reservorio menguante- de plantas medicinales, más perentoria es la necesidadde definir acciones constructivas de gestión de los recursosy protección de la naturaleza, basadasen una clara comprensión del uso que se hace de las plantas medicinales en un contexto determinado. El presente estudio intenta dar respuestaa tres interrogantes básicos: (1) iCuáles son las causas que subyacen al progresivo agotamiento de las poblaciones silvestresde plantas medicinalesen Africa? (2) iCuáles son las especiesque revisten un interés especialy merecenprioridad a la hora de adoptar medidasconcretas? (3) iQué puede hacersepara asegurar la protección efectiva de todas las especies de plantas medicinales? El primer gran capítulo («Uso de las plantas medicinales en Africa») describela situación actual y pone de relieve la urgente necesidadde emprender acciones concretas. El tenor de las medidas necesariaspara aliviar los problemas existentes y la evaluación de las prioridades para la conservacióny gestión de las plantas medicinales forman el cuerpo del segundo gran capítulo («Prioridadespolíticas en la intersección entre protección de la naturaleza y asistenciaprimaria»). Este estudiose nutre de trabajosde investigacióny exploración bibliográfica, de mi correspondenciacon otros investigadores,de visitas sobre el terreno para establecercontacto con herbolariosy curanderosy de diversasvisitas a Côte d’Ivoire, Malawi, Mozambique, Swazilandia,Zambiay Zimbabwerealizadasen 1990. Teniendo en cuenta el objetivo principal de este documento, a saber, determinar si una especie se encuentra o no amenazada,he juzgado preferible no distinguir entre especies vegetales con usos simbólicos o psicosomáticosy especiesvaliosaspor su .:. contenido en principios activos. DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 3 Uso de las plantas medicinalesen Africa la función de los curanderos o médicos tradicionales En marcado contraste con la medicina occidental, basadaen consideracionestécnicas y procedimientos analíticos, la medicina tradicional africana parte de un supuesto holístico: salud o enfermedad, éxito o infortunio, no son fruto del azar sino de las acciones de los individuos y los espíritus ancestrales y del equilibrio o desequilibrio de esas acciones con el entorno individual o social (Anyinam, 1987; Hedberg et al., 1982; Ngubane, 1987; OMS, 1977; Staugard, 1985). Tradicionalmente, las comunidades rurales africanas han venido depositandosu confianza en los conocimientos espirituales y prácticos de los curanderoso médicos tradicionales, cuyo sabersobre las especiesvegetales,su ecología y su distribución resultan en tal contexto de inestimable valor. En todo el continente africano, la recolección de plantas medicinales ha sido tradicionalmente prerrogativa de los curanderos y sus aprendices (Fotografía 1). Graciasa una iniciación espiritual, al control ritual o religioso y, en Sudáfrica, al uso de nombres alternativos (hlonipha) que los no iniciados ignoraban, ese grupo de personas detentaba el conocimiento exclusivo de numerosasespecies. Hedgerg ef al. (1982) estimaron en 30.000 a 40.000 el número de curanderos existentes en Tanzania, cifra enorme si se compara con los 600 doctores, en el sentido occidental del término, que había en el país (Cuadro 1) (D y C; no constabanen el artículo los porcentajes sobre la población total). Análogamente, en Malawi se cifró en 17.000 el número de curanderosen ejercicio y en sólo 35 el de doctores(Anón., 1987). Las proyecciones económicas y demográficas ofrecen pocos motivos de optimismo a la mayoría de países africanos. Aun cuando sea teóricamente posible, el hábito de acudir a doctores en lugar de curanderos no arraigará hasta que se produzcan ciertos cambios de orden socioeconómicoy cultural, acompañados de un mayor acceso a la enseñanza oficial (Kaplan, 1976)y de una influencia religiosa en el mismo sentido (vehiculada por ejemplo por movimientos sionistas africanos, que prohiben a sus fieles el uso de remedios tradicionales y lo sustituyen por el de cenizasy agua bendita; Sundkier, 1961). El acceso a la medicina biológica occidental, a una 4 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM formación adecuada y a un mercado generoso en oportunidades de empleo exige previamente el crecimiento económico. Por desgracia,la mayoría de paísesafricanos viven hoy un descalabroeconómico sin precedentes.Las estadísticasreflejan una caídadel 4% de los ingresos per capita desde 1986, acompañadade una deuda externa que triplica los ingresos por exportaciones en el conjunto del continente. En Zambia, el gasto público en educación disminuyó en un 62% durante el último decenio,y el gasto en productos farmacéuticos de primera necesidad lo hizo en un 75% entre 1985 y 1989 (Zimbabwe Science News, 1989).Al mismo tiempo, la población africana ha venido creciendo a una tasa del 3% anual, lo que no ha hecho más que dificultar la prestación adecuadade servicios de salud basadosen la medicina occidental. De ahí la necesidadde buscar una mayor implicación en los sistemasnacionalesde salud de los curanderos o médicos tradicionales, grupo tan nutrido como importante en el ámbito de la atención médica primaria, a través de la enseñanza y de la búsqueday evaluación de remedios eficaces (Akerele, 1987; Anyinam, 1987; Good, 1987). El uso sostenible del mayor reservorio de recursos que explotan los curanderos -esto es, las plantas medicinales- cobra en este sentido una importancia capital. Modos tradicionales de control de la recolección de plantas medicinales En tiempos pasados,diversos controles inadvertidos o indirectos, así como algunos sistemas de gestión plenamente conscientes, facilitaban un uso sosteniblede las plantas medicinales. Los tabúes, las restricciones de tipo estacional o social a la explotación de plantas medicinales y las propias características de los útiles empleados para tales menesteres eran otros tantos factores que moderaban el ritmo de extracción de esos recursos. Antes de que se generalizara el uso del machete o el hacha de metal, en el Africa meridional (y probablemente otras zonas) se recogían las plantas cavando con un bastón puntiagudo o un hacha pequeña de madera, procedimiento que limitaba el volumen de corteza o raíces extraído. El sistema Fotografía 1. Aprendiz de adivino (twasa) con una pequeña cantidad de bulbos de Boophane disticha (Amatyllidaceae) para su uso local. tradicional para la obtención de corteza de Cassine por ejemplo, destinado a cubrir necesidades exclusivas de subsistencia, causa un daño relativamente menor al árbol (Figura 1) La presión sobre las poblacionesde plantas medicinales ha permanecido a niveles bajos en zonas de difícil acceso o en países como Mozambique y Zambia, donde el comercio de remedios tradicionales se ha desarrollado sólo hasta cierto punto a causa del pequeñotamaño de los principales núcleos urbanos. Entre los numerosos factores que han atenuado la presión sobre especies que de otro modo habrían sufrido una sobreexplotacióncabe citar, a título de ejemplo, los siguientes: papillosa, 1) Los tabúes existentesen Sudáfricay Swazilandia contra la recogida de plantas medicinales por parte de mujeres con la menstruación, ligados a la creencia de que ello reduce el poder curativo de las plantas (Scuddery Conelly, 1985). 2) La tendencia. en el Africa meridional, a que las mujeres ejerzan de adivinas y los hombres de herbolarios (Berglund, 1976; Staugard, 1985). Ello reduce el número de usuarios de los recursos. 3) La elevadatoxicidad atribuida a ciertas especies medicinales, que redujo en el pasadoel uso de las mismas. El nivel de peligrosidad adquiere a veces proporciones míticas: Synadenium DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 5 cupulare, por ejemplo, es tenida por tóxica hasta el punto de matar a las aves que la sobrevuelan; en Africa occidental, por otra parte, se realizan preparativos rituales especiales para extraer la cortezade Okoubaka aubrevillei (Good,1987). 4) El uso tradicional de una vara de madera para extraer la corteza de Okoubaka aubrevillei. Bajo ningún’concepto puede usarse para ello un machete o cualquier otra herramienta metálica (Good,1987). Para que una sociedadcualquiera instituya controles deliberados sobre la gestión de los recursos es preciso que se cumplan una serie de condiciones: 1) Debe tratarse de un recurso valioso para la sociedad. 2) El recurso debe ser percibido como un bien escasoy vulnerable a la sobreexplotación. 3) El modo de organización sociopolítica de la sociedad debe incorporar las estructuras necesarias para una gestión eficaz de los recursos. Los sistemas de control deliberado de la gestión de los recursos han perdurado en Africa bajo formas diversasy por distintas razones,y en no pocos casos se han traducido en una mayor abundancia o disponibilidad de especies medicinales. El hábito, muy extendido en Africa, de proteger los árboles frutales silvestres que proporcionan frutos o buena Cuadro 1. Proporciónde curanderos(C) y doctores (D) con respectoa la en algunos paísesafricanos. >,, L DIPOBL.TOT. ,,,,< ,,,, ,, PAIS UPOBL. TOT. NIGERIA Benin City Media nacional 1 : 110 ? 1 : 16 400 GHANA Distrito de Kwahu 1 : 224 1 : 20 625 ‘(i(,i,,,,,i,« I< ,“<’ KENYA Urbana (Mathare) Rural (Kilungu) 1 : 833 1 : 146 - 345 TANZANIA Dar es Salaam 1 :350-450 ZIMBABWE Areas urbanas Areas rurales 1 : 234 1 : 956 SWAZILANDIA 1: 110 SUDAFRICA Area de Venda 1 : 700 - 1 200 * Unicamente las zonas llamadasde «ho 6 sombra garantiza al mismo tiempo la abundanciade algunos medicamentos tradicionales, dada la polivalencia de muchas de esas especies. Los seis árboles siguientes, por ejemplo, son protegidos básicamente en virtud de sus frutos: Zrvingia gabonensis y Ricinodendron heudelotii en Africa occidental (la corteza de ambosse empleapara tratar la diarrea y la disentería); y Trichilia emetica (enemas),Parinari curatellifofia (estreñimiento e hidropesía),Azanza garkeana (dolores bronquiales) y Sclerocarya birrea (diarrea) en el Africa meridional. La protección de Albizia adianthifolia, utilizada para preparar enemas, obedece principalmente a la buena sombra que proporciona su ramaje. En muchas zonas de Africa (entre ellas Kenya, Malawi, Sudáfricay Swazilandia)es práctica habitual proteger la vegetaciónde los lugaresde sepultura por razonesreligiosasy espirituales,lo que constituye un importante mecanismo de conservación de la diversidadbiótica fuera de los espaciosprotegidos.En el Sureste africano, durante el siglo XIX, se apelaba anualmente a ciertos regimientos zulúes para que quemaranla vegetacióncolindante con los lugaresde sepultura de los reyes zulúes, asegurando así la presencia de cortafuegos: dichos lugares, situados dentro de bosqueso selvas,se considerabansantuarios para los animalesa los que normalmentese dabacaza (Webby Wright, 1986).La protecciónde la vegetación DOCUMENTOSDE TRABAJODE PUEBLOSY Plantas medicinales africanas: orientacione entre protección de la naturaleza y atencib 1 : 987 1 : 70 000 1 : 17 400* Oyenyey Orubuloye, 1983 Anyinam, 1984 Good, 1987 Family Health Institute, 1987 Cassine papillosa n= 144 troncodramas (109 árboles) Descortezo por debajo de los 2 m m t:. 0 m Pelado completo Descortezo en anillos, < 100% 50-75% 25-50% Figura 1. Evaluación de los daiíos causados por descortezo a ejemplares de la especie Cassine papillosa (Celastraceae) en una zona donde se practica una extracción de subsistencia, no orientada a la venta (Cunningham, 1988a). alrededor de zonas de enterramiento exhibe una característica singular: su permanencia y arraigo incluso ante una elevadadensidadde poblacióny una demandaacuciantede tierras de cultivo, como ocurre en Malawi. Seríaposible reforzar esta costumbre con la inhumación de dirigentes destacadosen espacios protegidos. Las creencias religiosas han contribuido asimismo a garantizar una recolección cuidadosade Helichrysum krausii, hierba aromática (impepho en zulú) muy utilizada en Natal a modo de incienso. Los adivinos toman siempre grandes precaucionespara no arrancar la planta de raíz (Cooper,1979). En Swazilandiay Sudáfrica los tabúes impiden igualmente la recolección estacional (veraniega)de raíces de Alepidea amatgmbica y de rizomas de Siphonochilus aethiopicus y Agapanthus umbellatus. En los tres casosla cosechadebelimitarse a los meses de invierno, tras la germinación de las semillas, pues se piensa que la recogida veraniega provoca tormentas y relámpagos.’ En Zimbabwe es necesaria la autorización de los espíritus ancestrales para penetrar en ciertas selvasen las que crece Warburgia salutaris. En todos los ejemplos anteriores (salvo el de Agapanthus umbellatus), las especiesen cuestión son muy conocidas,escasasy eficaces.La existencia de esos sistemas deliberados de protección podría obedecera la centenaria historia de la que goza el comercio de estasplantasen el Africa meridional. Las disposiciones legislativas, por su parte, se han revelado en buena medida ineficaces para controlar el uso de las plantas medicinalesen Africa. Casi todas las administracionescolonialesasimilaron los sistemasterapéuticos de los adivinos al ejercicio de la brujería, y promulgaron leyes para prohibirlos (Cunningham, 1990; Gerstner, 1938; Staugard, 1985). Durante la era colonial, Sudáfrica (y posiblemente otras partes de Africa) asistió a reiterados intentos de prohibir la venta de remedios tradicionalesen las áreasurbanas,ejemplificadospor los esfuerzosque desplególa Natal Pharmaceutical Society durante los años treinta en Durban, Sudáfrica.Al margen de relegar temporalmente a la clandestinidad a los vendedores de plantas y los médicos tradicionales del sector informal, las medidas legislativas de esta índole nunca consiguieron quebrar el fuerte arraigo de la medicina tradicional. Los intentos de suprimir las medicinas tradicionales,sin embargo,no tocaron a su fin con la era colonial: en el Mozambique de la postindependencia, por ejemplo, quiso acabarse con el «oscurantismo»enviandoa camposde reeducacióna cualquier adivino vinculado con facetassimbólicas o mágico-médicas de la medicina tradicional (Adjanohounet al., 1984). Aunque la legislación sobre zonas forestalesde la mayoría de los paísesafricanos suele reconocerla importancia de los derechosconsuetudinariosde uso (como la recogida de leña muerta, la tala para la obtención de perchasy la recolecciónde látex, goma, cortezas,resinas,miel y plantas medicinales),ciertos espacios protegidos o ciertas especies vegetales quedana menudo excluidas de tales consideraciones y son objeto de una protección estricta (Schmithusen, 1986). En Sudáfrica, por ejemplo, se promulgaron en 1914 medidas que regulaban la silvicultura con objeto de proteger especies madereras de interés económico, como Ocotea buZZata.Desde1974,todas las especiesde las familias Liliaceae,Amaryllidaceaey Orchidaceaegozan de un estatuto especial de protección, dada su singular importancia para el comercio de remediosherbales. En el mejor de los casos, este tipo de medidas legislativas no han conseguido sino aminorar un DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 7 tanto la intensidad de la recolección. En Sudáfrica tienen lugar aún actividadesde explotaciónextensiva en el interior de reservas forestales, sobre todo porque las medidas reglamentarias sobre espacios protegidos han tendido en el pasadoa concentrarse en accionesde «adquisición parcelaria»destinadasa mantener el statu gua, y han olvidado ofrecer a las comunidadesautóctonas alternativas viables para la recolecciónde las plantas de uso tradicional. Dinámica de los procesos comerciales La adopción de medidas efectivas para la lucha contra la sobreexplotaciónde las plantas medicinales exige previamente una clara comprensión de la escalay la complejidaddel problema. Comercio de ámbito nacional El continente africano exhibe la tasa de urbanización más elevadadel mundo, con una población urbana que se duplica cada 14 años y ciudadesque crecen a un ritmo del 5,1% anual (Huntley et al. 1989). En las zonas rurales de todo el continente, las plantas silvestressatisfacenuna amplia gama de necesidades básicasy forman un reservoriode recursosdestinados a la venta informal o el trueque. En los núcleos urbanos, en cambio, se observa un abanico mucho más reducido tanto de especiesvegetales como de usos de las mismas. En zonas rurales de la llanura litoral de Mozambique, por ejemplo, se utilizan 76 especies de plantas comestibles silvestres (Cunningham, 1988a),mientras que en los mercados urbanosde Maputo se vendensólo 5 de tales especies. La urbanización, que introduce a la población en la economía monetarizada y le proporciona fuentes alternativas de alimentos, utensilios y material de construcción, conduce a una mengua general del número de especies y del volumen de plantas silvestres utilizado. Con todo, hay dos tipos de recursosvegetalessilvestrescuyaventa informal sigue teniendo una gran importancia en muchas ciudades: la leña (pueslas fuentes alternativasde energíacomo la electricidad,el gas o la parafinano están al alcance de la mayoría, ya sea en términos físicos o económicos;Eberhard, 1986; Farnsworth, 1988)y las plantasmedicinales. A pesar de la urbanización, en Sudáfrica sigue comercializándose una amplia gama de especies medicinales (por ejemplo más de 400 especies autóctonasen Natal, Sudáfrica; Cunningham, 1990). Por regla general se ha venido prestando escasa atención al significado cultural, médico, económico o ecológico del comercio de hierbas medicinales, aunque los vendedores de remedios tradicionales forman parte del paisaje de todas y cada una de las urbes africanas (ECP/GR, 1983). La ciudad es un potente foco de demanda que se alimenta de las zonas rurales e incluso de allende las fronteras 8 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales,africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM nacionales.Pesea las diferenciasque los separanen cuanto a volumen y variedad de especies,es posible establecerciertos paralelismosentre el comercio de plantas medicinalesy el de leña: 1) Una elevadaproporción de gente consume tanto plantas medicinales (70-80%) como leña (6095%) (Leachy Mearns, 1988). 2) Alentando la explotación de especiesapreciadas pero de lento crecimiento, como Combretum (leña, Botswana; Kgathi, 1984) o Warburgia salutaris (corteza con propiedadesmedicinales, Zimbabwe),la intensidad de la demandaurbana puede minar las existencias de recursos de las zonasrurales. 3) La recolección de ambos tipos de recursos es una actividad fatigosa, que requiere mucho trabajo y posee un rendimiento financiero, realizada generalmente por habitantes rurales con un bajo nivel de estudios y escasas oportunidades de empleo en la economía formal. 4) Los suministros pueden cubrir grandes distancias: de 200 a 500 km para la leña, en el caso de muchas ciudades africanas (Leach y Mearns, 1989),e incluso de 800 a 1.200km para ciertas plantas medicinales, como Enfada africana y Swartzia madagascariensis en Africa occidental o Synaptolepis kirkii en Africa meridional (Cunningham, 1988a). El comercio de plantasmedicinalesse caracterizapor dos rasgos básicos.En primer lugar, la recogida de plantas, reservada antaño a los especialistas tradicionales, se ha hecho extensiva hoy a recolectoresprofesionalesque satisfacenla cuantiosa demanda urbana vendiendo sus productos a comerciantesdel sector informal o (en Sudáfricapor lo menos) formal (Cuadro 2). Las mujeres, y no los hombres, forman el cuerpo de vendedores no especializadosde remedios tradicionales, tendencia creciente y común a todo el continente africano. En las áreasrurales y pequeñasaldeas,los curanderoso médicostradicionales,hombresy mujeres, ejercenen su domicilio. En pueblos de mayor tamaño, los herbolarios (básicamente hombres) administran pequeñascantidadesde medicinas tradicionales que ellos mismos han recolectado. En las ciudades pequeñas se venden volúmenes algo mayores de hierbas, previamente adquiridas en algunos casosa recolectoresprofesionales.En las grandesurbes, por último, son los recolectores profesionales quienes suministran grandescantidadesde producto, vendido por medio de un número crecientede vendedoresdel sector informal (en su mayoría mujeres) a comercianteso herbolarios de la ciudad para su uso final en forma de automedicación. A medida que deviene una actividad más y más marginal, los hombres abandonan la venta no especializaday se dedican únicamente a la venta de productos animales. El segundo de los rasgos mencionadoses que la demandade remedios tradicionales se centra de manera muy concreta en ciertas especies,cuyas características, simbolismo y forma de ingesta carecen de alternativa fácil. Los grandes núcleos 1. Estudio monográfico: el comercio de palos de mascar En muchas partes de Africa, sobre todo en zonas rurales, escaseanlos dentistas. La proporción de dentistas sobre la población total de Ghana, por ejemplo, era de 1/150.000(muy baja en comparacióncon la relación de 113.000de Gran Bretaña) (Adu-Tutu et al., 1979).Aunque la dieta tiene una gran influencia sobre la aparición de caries dentales, el hábito de la higiene @cal es también muy importante. Pesea que el uso de cepillos y pastas dentífricas está muy extendido entre las franjas de población más cultivadas, el consumo de dentífrico sigue siendo escasoen términos generales(p.e. Adu-Tutu et al., 1979 en Ghana),y los palos de mascarson aún de uso corriente en muchaszonas de Africa, especialmente en Africa occidental. Aun cuando la gente prefiriera servirse de cepillos dentales, no podría utilizar dentífrico por su elevado coste o lo difícil que resulta obtenerlo. En este contexto, un accesofácil y continuo a fuentes conocidasy eficacesde palos de mascar,provistos de propiedadesantibacterianas,constituye una medida de salud primaria de suma importancia. Aunque en una región cualquiera puedan usarsecientos de especiesde plantas medicinales,el comercio en zona urbana se nutre de un pequeño subconjunto de especiesparticularmente conocidas.Otro tanto cabe decir de los palos de mascar.En Mozambique, por ejemplo, Euclea divinorum y Eucleanatalensis (Ebenaceae)son las especiesde venta más corriente, pese a que en zonas rurales se utilizan igualmente otras muchas especies.En Côte d’lvoire, Garcinia afzelli y Garcinia kola son las fuentes predilectas de palos de mascar,que se obtienen también, aunque con menor frecuencia, a partir de Zanthoxylum macrophytum, Maytenus senegalensis,Pycnanthusangolensir y Enantia polycarpa. En Camerún,la «industria casera»de palos de mascarse nutre exclusivamentede Garciniamannii y Randia acuminada (Staugard,1985).Análogamente, y tras encuestara una muestra de 880 individuos en el sur de Ghana,se observó que seis especies(correspondientesa cuatro denominaciones locales) daban cuenta del 86% del uso total de palos de mascary de buena parte de las ventas. Con independencia del tamaño del asentamiento en el que vivieran y de su nivel de estudios, la gran mayoría de los encuestadosno recogían por su cuenta el producto sino que lo compraban (Figura 2). Las especiesutilizadas eran: nsokodua (Garcinia afzelli y G. epunctata: 51,1%, 597 personas);tweapea (Garcinia kola: 18,7%, 218); sawe (Acacia kamerunensis y Acacia pentagona: 9,2%, 108); y owebidbid (Teclea verdoominana:6,7%, 77). <1<1 <i. ,‘f# I Cuadro 2. Número de vendedoresde remedios tradicionales (excluidos los vendedoresde palos de mascar)y de comerciosde herbolería en distintas áreas urbanasde Africa: ciudades pequeñas(#), medianas(*) y grandes capitales (mayúsculas), según cifras de 1989y principios de 1990. VENDEDORESDE MERCADO Total Hombres Mujeres INTERMEDIARIOS (3) 392 22 270 c.100 COTE D’IVOIRE (4) (1) 111 64 4 26 107 37 0 0 ZIMBABWE (2) 36 25 ll 0 MOZAMBIQUE (1) 25 19 ZAMBIA (2) 16 3 5 3 3 8 3 2 3 8 3 2 3 4 2 2 (1) MALAWI (1) (1) (1) (1) SWAZILANDIA (1) (1) 6 0 0 0 0 ll 0 0 0 0 2 0 0 DQCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 PlanQs medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección pr@teccih de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM Figura 2 A. Obtención habitual de palos de mascar por compra (columnas sombreadas) o recolección (columnas blancas) entre los habitantes de núcleos de población de diferentes tamaños (según Cunningham, 1988a). B. Obtención habitual de palos de mascar por compra (columnas sombreadas) o recolección (columnas blancas) entre personas con distinto nivel de estudios (según Adu-Tutu eta/., 1979). urbanos determinan los precios de mercado, que permanecenbajos debido al creciente desempleoy a la abundancia de oferta y de mano de obra barata. Todo ello hace que la desaparición de reservorios silvestresno se vea compensadade ningún modo. Considerando la tensión y la angustia que presiden la vida en muchas ciudadesafricanas, no es de extrañar que haya aumentado la demanda de plantas medicinales y productos animales tradicionales a los que se atribuyen propiedades simbólicas o psicosomáticas. Los productos tradicionales de origen vegeta1o animal que deparanbuena suerte en la búsquedade empleo, protegen contra la envidia (como la que suscita el trabajo de un hombre entre sus allegados desempleados)o forman la basede filtros de amor o afrodisíacosque garantizan los favoresde una esposa o amiga gozan de gran popularidad. Así, las oportunidades de negocio para los curanderoso médicos tradicionales han crecido paralelamentea los agobios de la vida urbana.Por añadidura,los establecimientos dondese dispensamedicina de tipo occidental se han visto desbordadospor el rápido crecimiento de la población urbana. En Lagos,Nigeria, por ejemplo, la proporción de doctores respectoa la población tota1 era en 1975 de V5.000, muy inferior pues a la de 1955,que era de l/Z.OOO(Udo, 1982). Los curanderos se ven así atraídos hacia los núcleos urbanos, promisorios de buenas oportunidades de negocio, como han puesto de relieve diversos estudios realizadosen Nairobi (Kenya), Dar es Salaam (Tanzania),Kampala (Uganda),Kinshasha (Rep. Dem. Congo) y Lusaka (Zambia) (Good y Kimani, 1980)(Cuadro1). 10 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM Las áreas urbanas de Zimbabwe muestran una proporción de curanderos o médicos tradicionales con respectoa la población total (1/234) superior a la de zonas rurales (1/956) (Gelfandet al., 1985). No se trata sin embargo de una tendencia uniforme: en el distrito de Kilungu (Kenya), dicha relación asciende en promedio a 1/224 en las zonas rurales, mientras que en la aglomeración urbana de Mathare la proporción total es de 1/883 (Good, 1987). Comercio de ámbito internacional El comercio de plantas medicinales es un negocio floreciente por doquier. En India, por ejemplo, hay 46.000 farmacias autorizadas a fabricar remedios tradicionales,de origen vegetalen el 80% de los casos (Alok, 1991). Otro ejemplo 10 brinda Hong Kong, consideradoel mayor mercado del mundo con cifras de importación de hasta 190 millones de dólares anuales(Kong, 1982).Durban (Sudáfrica)sólo contaba en 1929 con dos herbolarios; en 1987 había en la misma ciudad mas de 70 herboristeríasregistradas.El carácter selectivo de la demanda de plantas medicinales explica el desarrollo de un comercio internacional de larga distancia. Según Malla (1982) un 60-70% de las hierbas medicinales recogidas en Nepal se exportana la India, 10que representóde 85 a 200 toneladasde exportacionesanualesentre 1972 y 1980. De modo análogo, el mercado de Hong Kong importa desdelas pluviselvas de Tailandia y Malasia duramen de Aquilaria para la fabricaciónde incienso, 10que esta devastandolas poblacionesdeAquihria de espaciosprotegidoscomo el ParqueNacionalde Khao Yai, en Tailandia (Cunningham, obs. pers.; L?SWAZIlANDIA! :imberley 4; AmatOI Figura 3. Comercio de larga distancia en la provincia de Natal, Sudáfrica, desde las zonas rurales más apartadas hasta los principales núcleos urbanos, a través de redes de comercialización formales e informales, incluida la venta por correspondencia. Cunningham, 1988a; Cunningham, 198813).El continenteafricanono escapaobviamentea estaregla, con un comercio informal de plantasmedicinalesque cubre distanciasen ocasionesenormes: 1) Las raíces de Swartzia madagascariensis y Entada africana recorren entre 500 y 800 km desde Burkina Faso y Malí hasta Abidjan, Cote d’Ivoire. 2) Las raíces de Synaptolepis kirkii cubren 1.200 km desde la frontera meridional de Mozambique y Sudáfrica, vía Johanesburgo, hastaMaseru(Lesotho). 3) La corteza de Warburgia salutaris viaja desde Swazilandia hasta Johanesburgo (Sudáfrica) y desdeNamaacha(en la frontera de Swazilandiay Mozambique)hastaMaputo (Mozambique). 4) Las raíces de Alepidea amatymbica y la corteza de Warburgia salutaris son transportadasdesde las Eastern Highlands de Zimbabwe hasta centros urbanos del oeste del país como Bulawayo. 5) La venta por correspondencia de remedios tradicionales es asimismo un expediente habitual en Sudáfrica(Figura 3). Un promedio del 25% de los medicamentos de prescripción obligatoria vendidos en EstadosUnidos entre 1959 y 1973 contenía principios activos extraídos de vegetales superiores (Farnsworth y Soejarto, 1985).Muchasde tales moléculasprovienen de las mismas fuentes a las que recurre la medicina tradicional. A escala mundial, el 74% de dichos productos químicos poseen usos parecidos en las prácticas médicas tradicionales (Farnsworth, 1988). Análogamente,muchas especiesvegetalesafricanas son fuente de diversosprincipios activos destinadosa la exportación (Cuadro3, Fotografía2). Dado el bajo nivel de precios que fijan los intermediarios, a una compañía farmacéutica puede resultarle más barato DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM ll Cuadro 3. Plantasautóctonas recolectadaspara la extracción y exportación de principios activos. Se indica la parte de la planta de la que proviene el principio activo, y también si la medicina tradicional (MT) se sirve de ella o no, Especie Parte utilizada Principio activo Región de origen Adhatodarobusta Allanblackiafloríbunda ? fruto Ancistrocladusabbreviatus Corynanthepachyceras ? ? ? grasa** ? corinantina corinantina yohimbina ? ? lectina BS11 Ghana (1) Côte d’lvoire (2) Ghana (1) Ghana (1) <,, ..i. Dennetia tripetala Duparquetia orchidacea Griffonia simplicifolia Harpagophytumprocumbens Harpagophytemzeyheri semilla Hunteriaeburnea raíz raíz corteza Jateorhizapalmata raíz Pausinystalia johimbe Pentadesma butryacea Physostigma venenosum corteza fruto fruto Prunusafricana corteza Rauvolfiavomitoria raíz Strophanthus spp. Voacanga africana fruto semilla voacamina Voacanga thouarsii semilla voacamina glucoiridoides glucoiridoides eburina y otros alcaloides palmatrina jateorricina colambamina yohimbina grasa** fisostigmina (eserina) esteroides triterpenos n - docosanol reserpina yohimbina etc. ouabain :.:Li.* Nota: 12 ’ * * * * * Tanzania (4) * Camerún(5) Côte d’lvoire (2) Côte d’lvoire (2) Ghana (1) Camerún,Kenya Madagascar(6) * Zaire, Rwanda, Mozambique Africa Occidental i ~ Côte d’lvoire, ! Camerún, Ghana (1,2,5) Camerún(l,2,5) I i DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM * Ghana (1) Ghana (1) Côte d’Ivoire, Camerúny Ghana (1,2,5) Namibia (3) Namibia (3) Ghana (1) La grasa extraída del fruto de Allanblackia stuhimanniise usa para ncar jabones y Cosme a la medicinaveterinaria(Oatley,1979). El uso de derivadosde Jateorhizaselimitahoy principalmente Referencias:1 = (Abbiw, 1990);2 = L. Ake Assi, com. pers.;3 q (Nott, 1986);4 = 1. Seyani,com. pers.; 5 = (FAO,1986);6 = (Catalanoet al., 1985). seguir extrayendo el principio activo de las plantas que recurrir a la síntesisquímica, aun cuando existan los medios técnicos necesariospara ello. A mediados de los setenta, por ejemplo, la síntesis de reserpina costaba1,25 dólarespor gramo, mientras que el coste de su extracción a partir de las raíces de Rauvolfia vomitoria rondaba los 0,75 dólares por gramo (Oldfield, 1984). Según el Centro de Comercio Internacional UNCTADD/GATT,el valor total de las importaciones de plantas medicinales hacia países de la OCDE, Japóno EstadosUnidos creció desdelos 335 millones de dólares de 1976 hasta los 551 millones de 1980 * * * * * * * 1 ,$ I .& * i I*;;“, h ? -,>,t* * 1-v’ ( I/ ; ‘1 li Ii,<, i (Husain, 1991). De las 200 toneladasde tubérculos de Harpagophytum procumbens y H. zeyheri exportados anualmente por Namibia, Alemania adquirió un 80,4%, Francia un 12,8%, Italia un 1,9%, Estados Unidos un 1,5% y Bélgica un l%, mientras el restante 1,2% se vendía en el propio país o en Sudáfrica (Nott, 1986). Lamentablemente,los misérrimos precios de venta no bastan para cubrir los costesde reposición o de gestión de los recursos. Cabe afirmar, en este sentido, que los grandes importadores de productos vegetales están contribuyendo al declive de ciertas especies de plantas medicinalesen Africa. Fotografía 2. Imagen de una vendedora de plantas medicinales de un mercado de Abidjan, Côte d’lvoire. 0 bsérvese la predominancia de hojas frescas como fuente de remedios herbales. Repercusiones del comercio de plantas medicinales En los países muy extensosy con escasapoblación urbana (como Mozambique,la Rep. Dem. del Congo o Zambia), la recolección de plantas medicinales destinadasa la venta reviste poca importancia, y rara vez se dan casosde sobreexplotación.Los curanderos o médicos tradicionales siguen practicando una extracción selectiva y de pequeña escala, y es de esperarque los sistemas tradicionales de protección no desaparezcanallí donde ya existen. También de pequeña escala cabe presuponer la recolección en paísesafricanos con elevadadensidad de población rural y ciudadesde pequeñotamaño (como Rwanda). En tales circunstancias, es probable que los ejemplaresde especiesmuy apetecidasy sin embargo escasas(debido a la destrucción de su hábitat y a la expansión de la agricultura) sufran antes de una «muerte a cuchilladas» que de un único y definitivo descortezo con fines comerciales (véase Fotografía3). La aparición de recolectores profesionales, consecuenciasimultánea de la demanda urbana de plantas medicinales y del desempleo rural, ha engendrado el sentimiento de que las plantas medicinales autóctonas no constituyen un coto de uso reservado a los especialistas sino un recurso franco, un bien común. La recolección a gran escala destinadaa la venta que de ahí se sigue es sin duda el efecto más significativo, aunque también se han modificado las restricciones de tipo estacional o ligadas a la división sexual del trabajo. Los curanderos y los jefes dinásticos rurales, tradicionalmente responsablesde regular los modos de gestión de los recursos,admiten que el descortezoen anillos y la sobreexplotación que efectúan los recolectores profesionales son procederes dañinos que merman el reservorio local de recursos.En Natal (Sudáfrica) se comprobó que las cortapisas impuestaspor dirigentes comunitarios tradicionales, que los propios caciques y otros vigilantes comunitarios se encargaban de hacer respetar, redundaban en una menor explotación con fines comerciales de las plantas medicinales autóctonas. Hoy, sin embargo, el advenimiento de transformaciones culturales, la creciente penetración de la economíade mercadoy el aumento del desempleo están resquebrajandoeste tipo de controles. El descortezo en anillos o el arrancamiento de raíz de las plantas son los sistemas de recogida utilizados con más frecuencia por los recolectores profesionales(Fotografía 6). Cuando las poblaciones urbanas (y la subsiguiente compraventade remedios tradicionales) son de proporciones modestaspero la elevadadensidadde población rural y una economía esencialmenteagrícola han arrasadobuena parte de la vegetación natural, lo más frecuente es que especies arbóreas apreciadas y accesibles como Erytht-ina abyssinica y Cassia abbreviata sufran un descortezoprogresivo y fragmentario (Fotografías3 y 4) en lugar del arrancamiento integral de la corteza del tronco (Fotografías5 y 6). En Sudáfrica, donde antaño estuvo muy extendido el tabú contra la recogida de remedios tradicionales por parte de mujeres con la menstruación, los herbolarios urbanos prefieren pasar por alto esa eventualidad cuando adquieren plantas en mercados urbanos, o bien, en algunos casos,someter a las plantas a un tratamiento mágico que «restaure sus poderes».Aunque en Sudáfrica y Swazilandia pesan aún severasrestricciones de tipo estacional sobre la recogida de rizomas de Siphonochilus aethiopicus, actualmente se extraen rizomas de Alepidea amatymbica destinados a la venta «en días neblinosos» de verano (aunque el DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Na 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 13 Fotografías 3 a 6. Las imágenes de (3) Erythrina JbySiniCJ (Fabaceae), Malawi, «muerta J cuchilladas», y (4) CJSS~Jabbreviata (Fabaceae), Zlmbabwe, ilustran el declive que sufre el reservorio de recursos en zonas rurales en ausencia de demanda comercial pero tarnbién de existencias suficientes. (5) Grandes fragmentos de corteza de WJrburgiJ SJ/U~J~¡S(Caneilaceae) producto de la recolección se almacena lejos de ia granja por temor a los incendios). E incluso allí donde aún existen restricciones de tipo estacional ia demandapuede excedera la oferta. A consecuencia del comercio entre Lesotho y Natal (Sudáfrica), Siphonochilus natalensis, por ejemplo, habia desaparecido antes de 1911 de su única zona de crecimiento conocida en Natal (Medley-Wood y Evans, 1898). Es obvio que las plantas medicinales que se venden con mayor frecuencia corresponden a los remedios herbales más conocidos y a menudo más eficaces (fisiológica o psicosomáticamente). De algunos testimonios históricos (Gerstner, 1938, 1939; Medley-Wood, 1896) se desprende que la mayoría de especies antaño apreciadas siguen siéndolo todavía hoy. Africa meridional brinda varios ejemplos en este sentido, entre ellos los de Erythrophleum lasianthum, Cassine transvaalensis, Alepidia amatymbica o Warburgia salutaris. Las especiesque salen al mercado representanpues una «selección» de las plantas medicinales utilizadas a nivel nacional, toda vez que muchas de las especies que se usan de algún modo en el mundo rural no están solicitadas en el urbano. Desde el punto de vista de la gestión de los recursos, es importante 14 DOCUMENTOSDE TRABAJO DE PUEBLOSY PLANTAS,N” 1, NOVIEMBREDE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM señalar también que en casi ningún país africano crea problemas la recolección limitada y selectiva que practican los expertos en medicina tradicional. En la mayoría de los casos, el uso no sostenible de especies particularmente apreciadas es fruto de la recolección orientada a la venta, que surge para satisfacer la demanda urbana de remedios tradicionales y se añadeal desbrocede zonas forestales con fines agrícolas o de acompañamiento del desarrollo urbano. Es significativa en este sentido la intensa recolección comercial que sufren unos mismos génerosy especiesa lo largo y ancho de toda su área de distribución (p.e. el fruto de Solanum, la corteza de Erythrophleum, las semillas de Abrus precatorius, el tallo y las hojas de Myrothamnus fi’abellifolius y las raíces de Swartzia madagascariensis) (Apéndice1). Los recolectores de plantas medicinales saben cuáles son las especiesque empiezan a escasear,ya sea por su limitada distribución geográfica, por la destrucción de sus hábitats o por la excesiva explotación a la que son sometidas. Aunado a SU saber botánico y ecológico sobre las especies en cuestión, ese conocimiento representa una fuente esencial de información para una encuesta como la que aquí se presenta.Para realizar esaencuestano se extraidos en Namaacha, junto a la frontera de Swazilandia, para su venta en Maputo, Mozambique. (6) Ejemplar de CUffiSiJ denrata (Cornaceae) de un bosque afromontano de Sudáfrica, descortezado para su venta en Durban, ciudad situada a 100 km de distancia juzgci pertinente distinguir entre especies con propiedades simbólicas y especies que contienen principios activos. En el contexto que nos ocupa, el interrogante fundamental que debemosplantearnos es si una especie se encuentra o no amenazada, considerandoque: Las especiescon valor estrictamente simbólico constituyen no obstante, por sus propiedades psicosomáticas,ingredientes importantes de los remedios tradicionales, y resultan tan eficaces como los placebosusadosen la sociedadurbana industrial. La posible presenciade principios activos no ha sido estudiadaen profundidad en gran parte de los remedios tradicionales. A pesar de su uso eminentemente simbólico, diversas especies (por ejemplo Rapanea melanophloes en Africa meridional) contienen también principios activos. Por ello, las medidas de protección deben apuntar a cualquier especievulnerable a la sobreexplotación. Para cualquier recurso existe una relación entre la dotación de producto, el tamaño de la población y el ritmo de extracción sostenible. Una dotación escasa resultará probablemente en un rendimiento sostenible más bien magro, sobre todo si la especie consideradacrece y se reproduce con lentitud. Cabe esperar, por el contrario, que una dotación abundante de una especie con una intensa producción de biomasa y un ciclo corto de crecimiento hasta su madurez reproductiva depare una tasa elevada de extracción sostenible, especialmente si se recurre al «aclareo»para prevenir la competencia interespecífica. El impacto de la recogida dependetambién de factores tales como la parte de la planta que se extrae y el sistema de recolección utilizado. Suministro sostenible de remedios tradicionales Es fácil satisfacerla demandade plantas medicinales cuando se trata de especiesde crecimiento rápido, poblaciones naturales muy densas y porcentaje elevadode germinación de las semillas, sobre todo si lo que se utiliza son sus hojas, semillas, flores o frutos (Fotografía 7). La venta y utilización de las hojas como fuente de remedios curativos, corriente en Côte d’Ivoire (y posiblemente otras zonas de Africa occidental), resulta en este sentido muy importante, especialmente en comparación con la abundancia de raíces, cortezas o bulbos que se DOCUMENTOSDE TRABAJO DE PUEBLOSY PLANTAS,Na 1, NOVIEMBREDE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 15 Fotografía 7. Venta de plantas medicinales en un mercado de Bulawayo, Zimbabwe. Adviértase la preponderancia de cortezas y raíces como fuente de remedios herbales. venden en los mercadosde la región meridional del continente (Fotografía 7). En Lesotho, Malawi, Mozambique, Swazilandia, Zambia, Zimbabwe y especialmente Sudáfrica, los mercados de hierbas medicinales ofrecen básicamente productos desecados (raíces o cortezas) o provistos de una corteza duradera (bulbos, semillas o frutos) (véaseel Apéndice 1). Ello contrasta con los productos que ofrecían seis vendedoresde Abidjan, Cote d’Ivoire: se trataba esencialmente de hojas (entre 20 y 41 especies),seguidasen orden de frecuencia por raíces (de 1 a 16 especies),cortezas (de 0 a 8 especies)y plantas enteras (0 a 3 especies).A excepciónde los vendedores que importaban productos de Burkina Faso y Malí, cuyos tenderetes ofrecían mayor proporción de raíces y cortezas, los 111 vendedores de remedios tradicionales de Abidjan seguían esa misma línea. Algo distinta es sin embargo la situación en Cote d’Ivoire y otras partes de Africa occidental en lo que respecta a los vendedores de palos de mascar, pues para este producto se recurre esencialmentea los tallos y raíces de las plantas y se ejerce por lo tanto un impacto mucho más profundo sobre las especiesutilizadas. Pesea la escasainformación existente sobre la biología de poblacionesde las plantas medicinales,es posible establecer una clasificación de las especies vegetalesmás utilizadas en función de la demanda, el tipo biológico de la planta, la parte de la misma que se utiliza, su distribución y su abundancia (Cunningham, 1990).La existenciade un gran grupo de plantas medicinales que no se encuentran en modo alguno amenazadasexplica ei escasointerés que el tema suscita entre los curanderos y los biólogos dedicadosa la protección de la naturaleza. Para dichas especies, las existencias cubren holgadamentela demanda.Desde el punto de vista de la protección a la escala de todo el continente africano, hay dos categoríasde plantas medicinales que merecenespecialatención: 1) Especiesde crecimiento lento, con un área de distribución pequeñay sometidasa una intensa 16 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM recolección, destinadaa satisfaceruna demanda superior a las existencias. La recolección se extiende paulatinamentehacia zonas más y más alejadas,donde el elevadoprecio que alcanza la especie en cuestión estimula la actividad extractiva. Ello hace que dicha especie se vea amenazadaa escalaregional, ademásde agotar en grandes extensiones de tierra la fuente de recursos de la que se sirven los curanderos rurales. Warburgia salutaris en el este y el sur de Africa y Siphonochilus aethiopicus en Sudáfrica constituyen sendos ejemplos de esta situación. Las especiesendémicas con un área de distribución geográfica muy restringida plantean un problema singularmente espinoso. Por ejemplo: a) Ledebouria hypoxidoides, endémicadel estede la región de El Cabo (Sudáfrica). Unos herbolarios fueron descubiertos mientras arrancaban los últimos bulbos de un área cercanaa Grahamstown(F. Venter,com. pers.). b) Mystacidium millari, también endémica de Sudáfrica,se encuentraamenazadaa causade su recolección y ulterior venta en la cercana ciudad de Durban, Sudáfrica, como remedio tradicional (Cunningham, 1988a). 2) Especies apreciadas, aunque no amenazadas gracias a su generosadistribución, cuyo hábitat se ve alterado por la intensidad de la recolección destinadaa la venta. Por ejemplo, y pese a que ambas constituyen fuentes muy apreciadas de remediosmedicinales,la protección de Trichiliu emetica y Albizia adianthifolia no se considera prioritaria en materia de conservaciónen el sur de Africa , Lo que resulta preocupante, sin embargo, es que el descortezo en anillos en zonas forestales «protegidas» esté abriendo claros en la bóveda forestal y alterando su estructura, lo que puedeacarrearla afluencia de especiescolonizadoras exóticas y perturbar la evolución del hábitat autóctono. Ambas categoríasrevisten una especial importancia en lo que respectaa la gestión de áreas protegidas, pues si las especies más utilizadas empiezan a escasearen otros lugares la presión recolectora se trasladaráy se volcará sobre los espaciosprotegidos. Ya se refiera al comercio local de remedios tradicionales o a la extracción y exportación de principios activos, la información existente sobre el volumen de remedios tradicionales recolectados o vendidoses escasay dispersa.Al margen de situar en su correcta perspectivala cuestión de los volúmenes Cuadro 4. que deberían obtenerse por cultivo, la información disponible resulta de poco interés a menos que venga expresadaen términos de impacto sobre la especieen cuestión. En Sudáfrica, la explotación de las poblacionessilvestresde algunas especiescobra tales proporciones que la inquietud está cundiendo entre organizaciones ecologistas y herbolarios rurales, razón por la cual existe una lista de especies prioritarias (Cunningham, 1988a)(Recuadro2). Otro tanto cabe decir de algunas especiesa partir de las cuales se obtienen palos de mascar, como Garcinia Volumen anual (en sacosde maíz de 50 kg) de las principales plantas medicinalesque vendieron 54 intermediarios de la región de Natal, Sudáfrica.Aunque muy solicitada, Helichrysum odoratissimom (Asteraceae)no figura en esta relación porque se vende empaquetadaen grandes balas (Cunningham,1990). PARTEUTILIZADA Término genérico Término genérico Término genérico Término genérico Scilla natalensis Eucomisautumnali Alepidia amatymbica Adenia gummifera Albizia adianthifolia Cilvia miniata Clivia nobilis Pentanisiaprunelloides Senecioserratuloides Gunneraperpensa Rapaneamelanophloeos Dioscoreasylvatica Warburgia salutaris Especiesde Bersama* Especieno identificada Kalanchoecrenata Boweia volubilis Trichilia emetica (y T. dregeana) Turbina oblongata Rhoicissustriden ta ta Bulbine latifolia Ocotea bullata Stangeriaeriopus Especiesde Cryptocarya** Anemone fanninii Eucomissp. cf. bicolor Rhuschirindensis Helinus integrifolius Schotia brachypetala Vernonia neocorymbosa Dioscoreadregeana Ornithogalum longibracteatum Erythrophleum lasianthum Solanumaculeastrum Curtisia dentata Lawu, -ubu Ntelezi, -i Khubhalo, -i Mbiza, -i Guduza,-in Mathunga, -u Khathazo, -i Fulwa, -im Solo, -Ll Mayime, -u Mayime, -u Cimamlilo, -i Sukumbili, -in Gobho, -u Maphipha-khubalo,-u Ngwevu, -i Bhaha,-isi Diyaza,-un Bhadlangu,-u Mahogwe, -u Gibisila, -i Khuhulu, -um Bhoqo, -u Nwazi, isi Bhucu, -i Nukani, -LI Fingo, -im Khondweni, -um Manzemnyama,-a Mbola, -i Yazangoma-embomvu Bhubhubhu, -u Hluze, -i Hlunguhlungu, -um Dakwa, -isi Mababaza,-u Khwangu, -um Turna, -in Lahleni, -um bulbo bulbo raíz tallo corteza bulbo bulbo raíz(lt)# hojas/tallo raíz corteza planta entera corteza corteza raíz hojasltallo bulbo corteza raíz raíz bulbo corteza raíz (lt)# corteza raíz bulbo corteza tallo corteza hojas/tallo planta entera bulbo corteza fruto corteza CANTIDAD 1966 1924 1883 1211 774 581 519 459 424 397” 397* 343 340 340 327 326 315 295 288 284 257 252 249 244 240 234 233 228 227 224 222 222 220 216 212 208 201 198 197 * Especiesde Bersama:8. tysoniana, B. lucens, 6. stayneri y B. swynii. ** Cfyptocaryalatifolia y C. myftifolia x raíz (It) = raíz (lignotubérculo) AJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 es africanas: orientaciones prioritarias en la intersección .& la naturaleza y atención mbdke primaria. - A.B. CUNNINGHAM 17 en Africa occidental. Los únicos datos cuantitativos sobre el volumen de ventas provienen de Natal (Sudáfrica),donde los intermediarios de la ciudad cursan sus pedidos en sacos de maíz de tamaño estandarizado(Cuadro4). afzelii Sostenibilidad de la extracción de palos de mascar Excepciónhecha de la venta -no muy frecuente- de especiesexóticas como Azadirachta indica 0 Citrus sinensis, los palos de mascar provienen de poblaciones silvestres de plantas autóctonas (Apéndice1). Se consideraque Garcinia afzeki está amenazada por este comercio (Ake Assi, 1988b; Gautier-Beguin, com. pers.). Okafor (1989) revela que en Nigeria siguen utilizándose palos de mascar obtenidos a partir de ejemplares de Randia a.cuminata de selvas primarias o secundarias situadasdentro de un radio de 3 km alrededorde las aldeas. Sin embargo, en un síntoma inequívoco de escasez,esa distancia tiende a aumentar. En un solo almacén, por ejemplo, Okafor (1989) contó 1.144 fardos de palos de mascar (compuestocada uno por siete u ocho tallos de un metro cortados longitudinalmente) reunidos por cinco recolectores profesionales.Un hecho muy significativo (y hasta ahora obviado)desdeel punto de vista de la gestión de los recursoses que, aunque las ramitas peladasde muchas especiesvengan usándose como palos de mascar, los palos puestos a la venta provienen de tallos partidos o de raíces. De las 27 especiesque se usan en Ghana,por ejemplo, la recolecciónde tallos o raíces de sólo siete de ellas, con graves repercusiones sobre sus poblaciones silvestres, proporcionaba el 88% de los palos de mascar consumidos.La mucho más benigna recolección de palos de mascar en forma de ramitas peladas daba cuenta del otro 12%, correspondiente a las 20 especiesrestantes (Ake Assi, 198810).Dicho de otro modo, los efectosde tales actividadesse dejan sentir con mayor intensidad sobre las especies que se siegan o arrancan de raíz para dar respuesta a la demandaurbana. El abastecimiento del mercado internacional Hay pocos datos disponibles sobre el volumen de materias primas extraído para alimentar a la industria farmacéutica,y sobre el impacto ambiental de estetipo de recolección.Con todo, es evidenteque se extraen cantidadesingentesde plantas silvestres,y que ello puede acarrear efectos muy destructivos. Otro tanto cabe decir de los productos vegetales recolectadoscon fines de prospecciónfarmacológica. Juma (1989) evoca el ejemplo de Maytenus buchananii: con el propósito de estudiar su posible utilidad contra el cáncer de páncreas, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EstadosUnidos extrajo 27,2 toneladas de esa planta de un espacio estrictamente protegido de Shimba Hills (Kenya). Cuando en 1976, cuatro años después de aquella primera recogida, solicitó una nueva remesa de 18 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM material, el nivel de regeneraciónera tan bajo que los recolectores llegaron a enfrentarse ferozmente entre sí para obtener el volumen de producto solicitado. Aunque no se conoce ningún estudio sobre las consecuencias sociales o ambientales de la recolección, los dos ejemplos siguientes ilustran las propocionesque adquierena vecestales actividades: 1) Las 75 a 80 toneladas de semillas de Griffonia simplicifolia que Alemania importa cada año desdeGhana(Abbiw, 1990). 2) Los productos que se extraen de plantas medicinales y se exportan de Camerún a Francia: semillas de Voacanga africana (575 toneladas); corteza de Prunus africana (220 toneladas);cortezade Pausinystalia johimbe (15 toneladas)(RepúblicaUnida de Camerún, 1989). Por si fuera poco, Ake Assi (com. pers.) refiere que los recolectoresprofesionalesde Cote d’Ivoire cortan las lianas de Griffonia simplicifolia y los troncos de Voacanga africana y Voacanga thouarsii con el único propósito de hacerse con los frutos de esas plantas. Similares circunstancias y parecida inquietud concurren en Indonesia, donde Rifai y Kartawinata (1991)observanque: «La exportación de plantas medicinales viene produciéndose desde hace muchos años, y la demandadel mercadointernacional sigue creciendo. Un gran laboratorio farmacéuticosuizo, por ejemplo, ha solicitado ocho toneladasde semillas de Voacanga grandifolia, por las que está dispuesto a pagar un elevado precio. Se trata de una especie rara y de semillas muy livianas. Para cubrir este pedido quizá seanecesariorecolectartodas las semillas de la selva, despojándola así de la menor posibilidad de regeneración. Análogamente, un laboratorio farmacéutico alemán quiso adquirir cinco toneladas de rizomas de una especierara de Curcuma («tema badur»), y una empresa francesa intentó obtener 100 kg anualesde «pili cibotii» (finas pilosidadesde Cibotium barometz). No es difícil imaginar cuántos ejemplares de dichas especieshabría que destruir para satisfaceresospedidos.» Paraque las empresasinternacionalesvinculadas al comercio de plantasmedicinalesadoptenmodosde funcionamiento responsables,es preciso introducir cambios que favorezcan el cultivo orientado a la venta y propicien un uso sosteniblede las plantas. El verdadero precio del comercio Combinando las opiniones intuitivas de los vendedoresde remediosherbalesy el conocimientode la biología y la distribución de las plantas, es posible determinar las categoríasde plantas medicinalesmás vulnerables a la sobreexplotación (Cunningham, 1990). Sin embargo,y debido al número de especies afectadasy a la escasainformación existentesobre la biomasa,la producción primaria y la demografíade 6 Indemne <lO% IO-25% 26-50% 51-75% DC* (cualquier l DC %) Completo DC: descortezo en anillos Figura 4. Escala de siete puntos utilizada para evaluar sobre el terreno los daños sufridos por la corteza. En todos los casos se representa el grado de extracción de la corteza por debajo del nivel de la cabeza (2 m), que en la figura se indica por la línea discontinua y la flecha (Cunningham, 1988a). muchas plantas medicinalesautóctonas,lo que no es posible es hacer una estimación precisa de la que constituiría una tasa de explotación sosteniblede las poblaciones naturales. Y aunque existieran, dichos datos resultarían de utilidad cuanto menos dudosa, dada la gran inversión en medios de gestión que exigiría el uso sostenible de aquellas especies vulnerablescuya demandaexcedieralas posibilidades de suministro. La existencia de niveles no sostenibles de explotación no constituye un problema nuevo, aunque en regiones con grandes núcleos urbanos y elevadatasa de urbanización dicho problema viene agravándoseespecialmente desde los años sesenta. Antes de 1898ya había constancia de la desaparición de Mondia whitei en el área de la ciudad sudafricana de Durban, fenómeno provocado por la intensa recolección de sus raíces,«que hallaban rápida salida en las tiendas». Hacia el año 1900, Siphonochilus natalensis (especie endémica considerada hoy sinónima de Siphonochilus aethiopicus; GibbsRussell et al., 1987) había igualmente desaparecido de los valles de Inanda y Umhloti debido al comercio de esta planta hacia Lesotho, y ello a pesar de las restricciones estacionalesque la tradición imponía sobre la recogida de esa especie.Hacia 1938,todo lo que podía hallarse de Warburgia safutaris en Natal y Zululandia eran «tallares pobresy ralos, esquilmados año tras año a ras de suelo» (Gerstner, 1938). La mayoría de testimonios botánicos y forestales recogenasimismo el negativo impacto que ha tenido la recolección comercial de la corteza de Ocotea bullata, importante especiemaderera.Oatley (1979), por ejemplo, calculaba que menos del 1% de los 450 ejemplares que examinó en los bosques afromontanos de Sudáfrica estaban indemnes. En la misma región, Cooper (1979) estimó en un 95% la proporción de ejemplares de Ocotea bullata cuya corteza había sido dañada,y en un 40% la de árboles moribundos por culpa del descortezoen anillos. Las circunstancias no parecen muy distintas en Kenya, donde Kokwaro (1991) relata el peladocompleto y la subsiguiente muerte de algunos de los mayores salutaris y Olea ejemplares de Warburgia welwitschii. La situación es aún menos halagüeñaen Zimbabwe,donde la elevadademanday la escasezde Warburgia salutaris han reducido las poblaciones silvestres de esta especiea unas pocas agrupaciones de brotes bajos y sin vigor (S. Mavi, com. pers. 1990). En Cote d’Ivoire, y debidoa la intensa recolección de Garcinia afzelii destinadaa abastecerel comercio de palos de mascar, esta especieha pasadoa engrosarel grupo de especiesconsideradas«amenazadas»(Ake Assi, 1988b). También suscita inquietud la recolección destructiva de los frutos de Griffonia simplicifolia, Voacanga thuoarsii y Voacanga africana, destinados a abastecerel mercado farma- céutico internacional (L. Ake Assi, com. pers., 1989). En la reservade SapobaForest, Nigeria, la existencia de restricciones tradicionales sobre la extracción de corteza no impidió que Hardie (1963) observara el tronco de un gran ejemplar de Okoubaka aubrevillei (especie muy rara en Africa occidental) «marcado con profundas cicatrices, producto del arrancamiento de fragmentos de corteza».No parece haber ningún artículo publicado sobre la situación actual de esta especie. Los registros botánicos son también escasos en lo que se refiere a especies bulbosas o herbáceas, cuya recolección no deja prácticamente rastro alguno de la planta. Por ello sería de gran utilidad efectuar evaluaciones de los dañossufridos por especiescomo: DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 19 Cuadro 5. Relaciónde las 15 especiesde plantas medicinalesmás escasasseqún los intermediarios sudafricanos(n44). ESPECIE NOMBREZULU PORCENTAJE Warburgiasalutaris Boweiea volubilis Siphonochilusaethiopicus Especiede Eucomis Ocoteabullata Hawarthia limifolia Synaptolepiskirkii Scillanatalensis Especiede Eucomis? Erythrophleum lasianthum isibaha igibisila indungulo umathunga unukane umathithibala uvuma-omhlophe inguduza imbola umkhwangu uvuma obomvu umlahleni uphindemuva udelenina uroselina idlula 90 84 68 64 61 55 52 36 34 32 32 27 27 27 25 25 Curtisiadentata Asclepiascucullata Cinnamomumcamphora Begoniahomonymma 1) Okoubaka aubrevillei, Garcinia afzelii, G. epunctata y G. kola en Cote d’Ivoire, Ghana y Nigeria. 2) Warburgia salutaris en Kenya, Tanzania y Zimbabwe. 3) Evaluaciones del impacto de la extracción de corteza de Prunus africana y Pausinystalia johimbe en Camerún y Madagascar y de la recolección para el mercado farmacéutico internacional de los frutos de Griffonia simplicifolia, africana. Voacanga thuoarsii y Voacanga Nn.de intermediarios 40 37 30 28 27 24 23 16 15 14 14 12 12 12 ll ll Con arreglo a una escalade 7 puntos (Figura 4), se evaluó en Sudáfricael daño sufrido por la corteza de una serie de «especiesindicadoras»fundamentales, esto es, plantas medicinaleselegidaspor su velocidad de crecimiento relativamente lenta (todas ellas arbóreas),su popularidad como fuente de remedios tradicionales, su escasez (todas ellas especies forestales, cuando la selva autóctona cubre sólo un 0,3% de la superficie de Sudáfrica)y su condición de fuente de cortezas. Aquella evaluación corroboró muchas de las observacionesde los herbolariosy los intermediarios (Cuadros 5 y 6), con la salvedad de algunas especies cuya escasezno obedecíaa la sobreexplotaciónsino a 6-<*,, _ rn_ G’ Cuadro 6. Relaciónde las 15 especiesde plantas medicinalesmas escasassegún los herbolarios rurales sudafricanos(n=20). ESPECIE Ocotea bullata Warburgiasalutaris Boweiea volubih Scilla natalensis Especiede Helichrysum Especiede Eucomis Hawarthia limifolia Cassinetransvaalensis Alepidia amatymbica Pimpinella catira Acaciaxanthophloea Curtisiadentata Gunnerapurpensa Cassinepapillosa 20 DOCUMENTOS DE T Plantas medicinales entre protección de isibaha igibisila inguduza imphepho umathunga umathithibala ingwavuma ikhathazo ibheka umkhanyakude umalhleni ugobho usehlulamanye ill~~l~,~~~~~~~~~~~~~~~ I su reducidadistribución geográficaen la región, como Acacia xanthophloea y Synaptolepis kirkii. También demostró cuán distinta es la coyuntura actual respectode un uso tradicional de estricta subsistencia, hecho que conviene tener presente al regular la gestión de espaciosprotegidosdondela protección de la diversidad biótica constituya un objetivo primordial. Aunque la gravedadde los dañossufridos por la corteza varía, es siempre considerableen las zonas de extracción para la venta, donde los daños tienden a concentrarse en las clases de diámetro superiores.Muy significativo es el hecho de que los bosques de propiedad pública, teóricamente destinados al mantenimiento de la diversidad de hábitat-sy especies(Figura 5), no escapena la regla del deterioro generalizado.En el eMalowe State Forest [bosquede propiedadpública] de Transkei, Sudáfrica, y excluyendo los brotes de menos de 2 cm de diámetro, los daños infligidos a Curtisia dentata y Ocotea bullata afectan respectivamentea un 51% y un 57% de los árboles,.despojadosde más de la mitad de la corteza del tronco. En Natal habían sufrido descortezo en anillos todos los ejemplares de Warburgia salutaris situados fuera de espacios estrictamente protegidos,así como un gran número de los árbolesubicadosen el interior de tales espacios. Menos datos hay todavía sobre el impacto de la recolección de bulbos, raíces o plantas enteras, Figura 5. Daños infligidos a dos especies arbóreas en reservas forestales «protegidas» donde sin embargo se explota la corteza con fines comerciales: Ocotea bullata (Lauraceae) y Curtisia dentata (Cornaceae) en la reserva forestal eMalowe, Sudáfrica. (Cunningham, 1988a). Obsérvese la predilección por la corteza de árboles de gran tamaño. DAP = Diámetro del tronco a la altura del pecho. o 1, NOVIEMBRE DE 1998 ritarias en la intersección Irla. - A.B. CUNNINGHAM 21 aunque se tiene conocimiento de la completa desaparición de Stangeria eriopus, Gnidia kraussiana y Alepidea amatgmbica de la zona de Natal, Sudáfrica.Según C. Stirton (com. pers.), se ha producido también una sensible merma de las poblacionesde Dumasia villosa, planta trepadora de los bosques afromontanos vendida en grandes cantidades en las herboristerías y tenderetes de hierbas medicinales (Cunningham, 1988a).C. Hines (com. pers.) alude en parecidos términos a la explotación de poblaciones de Protea gauguedi, intensa hasta tal punto que esta especie,a pesar de los esfuerzos del gobierno por protegerla, podría considerarse extinta del norte de Namibia, con la posible salvedad de la parte oriental de Caprivi. (Llama la atención en este caso que la causa del fenómeno radique en el comercio de ámbito local, justamente en una zona donde los núcleos urbanos son pequeños.)La recoleccióndestinadaa la venta de los tubérculos de Harpagophytum procumbens ha causadoasimismo la desapariciónde hasta el 66% de los ejemplares en Botswana (Leloup, 1984). En Namibia, en cambio, y dado que las 200 toneladasde exportacionesanuales no representabanmás que el 2% de las existenciastotales, nunca se consideróque esa especie estuviera amenazada(de Bruine et al., 1977). La creciente penuria de especiesmuy apreciadas provoca el aumento de sus precios, lo que a su vez incentiva la recolección de las magras existencias restantes.Esta dinámica conduce,en primer lugar, a una pérdida de autonomía de los curanderos o médicos tradicionales, que ven menguar los reservorios locales de sus especiespredilectasy con ello la posibilidad de procurárselaspor sí mismos; y en segundo lugar a un aumento del precio que la gente debe pagar por dichas especies.Dado que la demanda es una de las causasfundamentales de la sobreexplotación, las especies más apreciadas y eficacesson también las más vulnerables. Motivos de inquietud Peseal galopantedesarrollo urbano, una gran parte de la población africana ha conservadosus lazos con los usos médicos tradicionales, y sigue confiando en los curanderospara resolver sus problemasde salud. Aunque la medicina occidental sea una opción en principio abierta, es improbable que llegue a arraigar sin la creación previa de un marco para el crecimiento económico nacional que induzca o permita ciertos cambios socioecómicos y una la escolarización generalizada.A este respecto, Good (1987)escribe: «Aunque muchos países africanos destinan sistemáticamente voluminosas partidas presupuestarias a los servicios de salud y a la creación de infraestructuras relacionadascon ellos, como las de abastecimiento de agua potable, tratamiento de aguas residualeso transporte, ello no ha redundado en un progreso sostenido del estado de salud de las comunidadesni en un mayor accesoa los servicios 22 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM de salud públicos o privados. En su lugar, los ministerios de sanidadpueden darse por satisfechos si consiguen impedir el deterioro de los servicios de ‘venday aspirina’ya existentes.» La realidad es que la mayoría de los países africanos están viviendo una crisis económica sin precedentes.La renta per capita viene cayendoen un promedio del 0,4% desde 1986, y la deuda de Africa asciendeaproximadamenteal triple de sus ingresos por exportaciones.Por esta razón es dudoso que se altere de forma sensiblela arraigadaquerenciapor la medicina tradicional. Al mismo tiempo, existen indicios significativos de que el aporte de plantas medicinalestradicionales ya no basta para satisfacer la demanda.Este problema se ve agravadopor tres factoresfundamentales: 1) Un intenso crecimiento demográfico y una rápida expansión de las zonas urbanas, lo que engendraredesde comercio informal más y más nutridas, de escala internacional y centradas exclusivamenteen determinadasespecies. 2) El cambio que ha experimentadola recolecciónde plantas medicinales,cuyo carácter de ocupación reservada a especialistas ha cedido paso al de actividad de un grupo de recolectores profesionalesdel sector informal movidos por el afán de lucro. Fruto del aumento de poblacióny del subsiguientecrecimiento de la demanda,esta transformación trae aparejada una lucha oportunista por los recursos divinos, en cuyo fragor se olvidan los sistemas tradicionales de proteccióny se transgredentodo tipo de tabúesy costumbres.Una tasa elevadade desempleo,o lo que es lo mismo, mano de obra abundante y barata, mantiene bajos los preciosy alto el nivel de ventas.En cuanto a las plantasmedicinalesque se recogeny exportanparaabastecera la industria farmacéutica, la existencia de acuerdospermite mantenerlos preciosartificialmentetan bajosque no reflejan ni por asomoel costede reposiciónde los recursos. 3) Una reducción del área total de vegetación natural (fuente última de suministro de plantas medicinales), debida en parte a la competencia existente entre distintos usos de la tierra (silvicultura, agricultura, obtención de leña, etc.) y en parte a la sobreexplotacióncon fines comerciales de las propias plantas medicinales. Entre otros ejemplos de sobreexplotacióncabe citar el de Monanthotaxis capea, cuyas hojas aromáticassolían recolectarseen Cote d’Ivoire y exportarse a Ghana. Hoy, tras la recalificación de su último núcleo de hábitat silvestre y el desbroce de esa zona para usos agrícolas, las poblaciones silvestres de esa especie están extintas. Análogamente, Pericopsis alata en Côte d’Ivoire y Pericopsis angolensis en Zambia y Malawi han sufrido los efectos de la tala maderera,al igual que Griffonia simplicifolia, en Africa occidental, ha sufrido los de su recolección y ulterior exportación para la elaboraciónde fármacosoccidentales. Líneas prioritarias de gestión A nadie se le oculta que Africa necesitafortalecer sus instituciones y dotarse de mejores medios profesionales y financieros para la realización de herbarios, especialmente en áreas de protección prioritaria (Davis et al., 1986; Hedberg y Hedberg, 1968; Kingdon, 1990; Leloup, 1984). Es urgente impulsar la cooperación internacional destinada a proteger grandes espacios con una rica diversidad biótica y escasapoblación humana, como la selva guineo-congoleña de la cuenca del río Zaire. Sin embargo, los problemas de gestión relacionadoscon las plantas medicinales no se plantean en dichos espaciossino en zonas en rápida urbanización, y es en tales zonas donde resulta más urgente hallar un equilibrio entre las necesidades humanas y la pervivencia de las plantas medicinales. Ello requiere: 1) Identificar hábitats con una densidadelevadade familias, géneros y especies endémicos con propiedadesmedicinales. 2) Realizar un esfuerzo de gestión en torno a los espacios protegidos, procurando colaborar con los usuarios de los recursos y buscando fuentes de suministro distintas de las poblaciones silvestres de especiesamenazadas,sobre todo las especies de protección prioritaria a escala nacional. El Recuadro 2 ofrece una relación de dichas especiesen las áreasvisitadas. Es posible pues que los espaciosprioritarios desdeel punto de vista de su contenido general en especies resulten menos importantes en lo que se refiere a la protección de las plantas medicinales tradicionales. De las encuestas realizadas en mercados de plantas medicinales de algunos países africanos se desprende,por ejemplo, que la región florística de El Cabo (de protección prioritaria porque contiene una elevada proporción de especiesendémicas) no está amenazadapor el comercio de hierbas medicinales sino por la destrucción de hábitats. Los datos sobre crecimiento demográfico indican que la región de Africa meridional presenta las tasas más elevadas de urbanización. También revelan que el tamaño de los mercados de remedios tradicionales es proporcional al de las aglomeraciones urbanas que los albergan (Cuadro 2). A gran escala,basta superponer cartográficamente las principales unidades fitogeográficas africanas (Figura 6) -cuya densidad en plantas, aves y mamíferos endémicos esta descrita (Cuadro 7)- y los puntos de mayor crecimiento urbano (Figura 7) para localizar los espacios prioritarios en cuanto a gestión de los recursos. Como queda dicho (Cunningham, 1990), es más probable que la demandasupere a la oferta en el caso de especiesde crecimiento y reproducción lentos y con estrictos requerimientos de hábitat (es decir, básicamente árboles de medio selvático). Aunque alojan a muchas especies de plantas medicinales, las selvas representan un pequeño (y menguante) porcentaje 2, Relaciónpreliminar de plantas medicinales tradicionales (de los paísesvisitados durante esta encuesta)cuya protección debe revestir la &kima prioridad. 1. COTEDWOIRE (véaseAke-Assi,1988) POBLACIOAIES SILVESTRES EXTINTAS A4onanthotaxiscapea (Annonaceae):hojas aromåticas utilizadas para limpiezascosmeticas. YULNERABLES 0 EN DECLIVE Garcinia afzelii (Clustiaceae):apreciada e importante fuente de palos de mascaren Ghana, Cote d’lvoire y Nigeria. Garcinia kola (Clustiaceae): más extendida que G. afzelii, pero también explotada con intensidad para la obtención de palos de mascar(Ake Assi,1988). Okoubaka aubrevillei (Oknemataceae):utilizada simbólicamente para ahuyentar a los malos espíritus. Ejerce un potente efecto alelopático sobre la mayoría de las plantas que la circundan. Se trata de una familia endémica de la región Guineo-Congolena.Posiblefuente de nuevos e interesantes compuestosorgánicos. NOTAS:Tambien son importantes las siguientes especies con propiedades medicinales (Ake Assi, 1983; Ake Assi, 1988): Diospyros tricolor (Ebenaceae), de la que se extraen naftoquinonas: Rhigiocarya peltata (Menispermaceae); de la familia Fabaceae,las especiesarbóreas Haplormosiamonophylia, Loesenera kalantha (el género Loesenera es endemico de la regídn Guineo-Congoleña) y Afrormosia elata, cuya madera es muy codiciada y sufre por ello intensastalas; de las Apocynaceae, Strophantusbarteriy S. thollonii. Es preciso investigartambién la situadon de Epinetrum undulatum (Ebenaceae),especierara que crece en las montañas cercanas a Man, al noroeste de Cote d’lvoire, y cuyasraícesse utilizan en medicinatradicional. 2. ZAMBIA Aunque a niwellocal pueda darse la sobreexplotaciónde Eulophia petersiana (Orchídaceae) (que crece sdlo en afloramientos calcáreos;se utiliza como filtro de la buena fortuna y para curar la uhinchazon de est6mago») y acasotambién la de Selaginella imbricata (Selaginellaceae)(de distribución también limitada; se usa como filtro para evitar el derroche, especialmentede dinero, debido a la forma de cpuño cerrado» que tienen sus hojas), y aunque la presencia de Pterocarpusangolensis(Fabaceae)(sus raices se emplean para tratar la diarrea y los dolores abdominales) haya declinado en los alrededores de Lusaka debido a la demanda de madera, en las circunstanciasactuales,y gracias a la baja densidad de población y al tamaño relativamente pequeño de la población urbana, ninguna especie está amenazadapor el comerciode hierbas medicinales. DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM 23 Como en el casode Zambia,y aunque algunasespeciesson objeto de sobreexplotaciónen la isla de Inhaca, no se sabe de ninguna especieque corra peligro a escala nacional, gracias a la relativa escasezde población urbana y a la baja densidadde población. pues esta especie crece únicamente en la franja oriental de Zimbabwe. Se trata de una planta sumamentetóxica, utilizada como veneno en el curso de ordalías. Es preciso investigar también la situación de las poblaciones de Phylianthus engleri (Euphorbiaceae),especiemuy solicitada a cuya escasezaludieron varios herbolarios. 4. ZlMBABWE 5. SWAZILANDIA EN PELIGRODE EXTINCl6N VULNERABLES0 EN DECLIVE Warburgia salutaris (Canellaceae):sólo se sabe hoy de algunos retoños localizados en el bosque de Mhangura, en las EasternHighlandsde Zimbabwe(5. Mavi, com. pers.),donde esta planta ha sido objeto de una feroz explotación orientada a la venta (comercio nacional con destino a los núcleosurbanosy a los curanderosrurales)y por parte de la guerrilla que se alojaba en la selvadurante la guerra y tenía grandes dificultades para procurarse remedios farmacéuticos. Su corteza es una suerte de panacea indicada para cualquier afección, aunque de manera más específica se tratan con ella las jaquecas, los dolores abdominalesy las enfermedadesvenéreas,ademásde servir de abortivo (Gelfand et al., 1985). Su conocida escasezla convierte probablemente en el remedio tradicional más caro que se vende en Zimbabwe. Warburgia salutaris (Canellaceae):se usa para tratar la tos, los resfriados,los transtornos estomacalesy, inhalada en forma de picadura,lasjaquecas. Alepideaamatymbica (Apiaceae): seusa paratratarla tosy los resfriados. Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae):utilizada para la tos y los resfriados,y como proteccióncontra los relámpagos. 3. MOZAMBIQUE La encuesta detectó una intensa explotación de estas tres especies, producto de la demanda nacional y de los núcleos urbanos de Sudáfrica. Según los herbolarios autóctonos, SiphonochiIusaethiopicus ha desaparecidode todoslos lugares donde solía crecer a excepción de’la Reservade Malolotja, en Swazilandia. 6. MALAWI VULNERABLES0 EN DECLIVE Alepidea amatymbica (Aplaceae): aunque muy escasa en Zimbabwe (limitada a unas pocaslocalidadesde lasEastern Highlands),esta planta se vende en pequeñascantidadesen todos los mercadosvisitados durante la encuesta, donde todo el mundo coincide en señalar su creciente escasez. Pesea la intensaexplotación de esta especieque tiene lugar en Sudáfrica,que lleva en algunos casosa su desaparicióna nivel local, está mucho más extendida en ese país que en Zimbabwe. NOTAS:Los herbolariosvisitadosdurante la encuestase refirieron también a Spirostachysafricana (Euphorbiaceae)(el humo de cuya leña se inhala para ahuyentar a los malos espíritus)como a una especieen declive. Ello es reflejo de la mínima presenciade este árbol en Zimbabwe, a pesar de su abundanciageneral en el sur de Africa. La explotación local que engendra la demanda de su leña constituye una amenaza más inmediata que el comercio de hierbas medicinales. Mayor inquietud, en términos de desapariciónde poblacioneslocales,debe suscitarla recoleccióna escala comercial de la corteza de Erythrophleum suaveolens (Fabaceae)para su venta en el mercado de Mbare, en Harare, de la superficie total del segmentooriental de Africa, donde por añadidura suelen elaborarse preparaciones medicinales a partir de la corteza o las raíces de los árboles en lugar de sus hojas (p.e. en Kenya, donde las reservasforestalescubren un 2,7% del territorio; Tanzania, con un l-2%; o Sudáfrica, con un 0,3%) (Cooper, 1985; Davis et al. 1986; 24 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM VULNERABLES0 EN DECLIVE Dioscoreasy/vatica(Dioscoreaceae) Especiede Cassia(denominadamuwawani en lengua autóctona): se utiliza para tratar dolencias estomacales y enfermedades venéreas. La sobreexplotaciónlocal de Erythrophleumsuaveolens,Erythrina abyssinica (Fabaceae) y de una especie no identificada que responde al nombre local de kakome empieza a constituir un problema. ï.SUDAFRICA Kunningham,l990) POBLACIONESSILVESTRESEXTINTAS Siphonochilusnatalensis(Zingiberaceae):señalemosque, aunque esta especiey Siphonochks aethiopicus (Zingiberaceae)se citen por separado, ambas constan como sinónimas (R.M. Smith, com. pers.) en la última lista de especiesvegetales nacionales(Hardie,1963). Kokwaro, 1991).El problema más apremiante radica pues en cómo satisfacerla creciente demandade las áreasurbanasen rápida expansión,restaurar el nivel de autonomía de los curanderos afectadospor este comercio y ofrecer recursos alternativos aceptables y situados fuera de los espaciosprotegidos (cadavez más fragmentados) a fin de detener la sobre- ENPELIGRO DE EXTINCIÓN Warburgia salutaris (Canellaceae): utilizada para la tos, los resfriadosy, en forma de picadura, para la jaqueca (corteza pulverizada y mezclada con corteza de Erythrophleum lastanthum [Fabaceae]). Siphonochi/us aethiopicus (Zingiberaceae): se usa como tratamiento contra la tos, los resfriadosy la histeria, como «aspersión» para obtener buenas cosechas y como proteccióncontra los relámpagos. VULNERABLES 0 EN DECLIVE Dioscoreasylvatica (Dioscoreaceae):tubércuto empleado como loción para tratar la inflamaciónde ubresen el ganado y los dolorespectorales,así como con fines mágicos. Bersamatysoniana (Mellanthaceae):los adivinos se sirven de su corteza y de especies ricas en saponina, como Nelinus integrifolius, para preparar una mezcla (ubu/awuJ que les confiere lucidezpara interpretar los sueños. Ocotea bullata (Lauraceae):utilizada con fines simbólicos para hacer que una persona«huela mal y resulte desagradablea los demás». Ocoteakenyensis(Lauraceae):se usacomo la anterior. Curtisiadentata(Cornaceae): su cortezarojiza, dotadade propiedadesmágicas,se destina a un .usoque se guarda en el mayor secreto. PleurosfyDacape& (Celastraceae):uso no descrito. Faureamacnaughtonii (Proteaceae):su corteza sirve para tratar los dolores menstrualesy la tuberculosis. Loxostylisalata (Anacardiaceae):uso no descrito. Mystacidiummillari¡ (Orchidaceae):no existe un uso específicode esta especie. Los herbolarios no distinguen entre esta especiey el MystacicfiumcapensecomtÍn. Ambasespecies(y muchosotros epifitos) se utilizan con fines simbólicos. Ledeuboria hypoxidoides (Liliaceae):sus bulbos se usan para la preparaciónde edemas. NOTA: En Cunningham (1988b y 1990) se citan plantas medicinales tradicionales adscritas a otras categorías. Especialmente dignas de mención son Artemone fanninii (Ranunculaceae)y Stangeria eriopus (Stangeriaceae),endémicas de la región del Suresteafricano (y en declive). explotación en su interior de las especies más solicitadas. Condiciones para que el cultivo se convierta en fuente alternativa de suministro Ya trabajen para abastecerlos mercadosnacionaleso lo hagan para la exportación, los recolectores profesionalesde plantas medicinalesson personasde escasopoder adquisitivo cuyo objetivo principal no se cifra en la gestión de los recursos sino en la obtención de beneficios. Hace unos 50 años que se sugirió en Sudáfrica el cultivo de plantas medicinales tradicionales como medio alternativo a la sobreexplotaciónque sufrían algunas especiesescasasy eficaces, como Alepidea amatymbica (Gerstner, 1938) y Warburgia salutaris (Gerstner, 1946). Pero hasta hace dos años no se había emprendidoel cultivo a gran escalade ninguna especie;y ello por dos razones principales, válidas ambaspara el resto de Africa: 1) La falta de apoyo institucional a la producción y distribución de especiesfundamentalespara su posterior cultivo. 2) El bajo nivel de precios que los intermediarios y los herbolarios urbanos pagabanpor las plantas medicinales. Para que el cultivo se convierta en una alternativa real, capaz de reducir la dependencia de los curanderoso médicos tradicionales y de contener la presión recolectora sobre las poblacionessilvestres, es necesario producir las plantas a bajo coste y en grandescantidades.Todo cultivo qtie aspire a copar la demanda urbana deberá competir con productos que los recolectoresprofesionalesobtienen en zonas silvestres y pueden ofrecer al mercado sin coste alguno en conceptode cultivo. Los precios son en tal caso proporcionales a la escasez, que alarga el tiempo de búsqueday elevalos costesde transporte a larga distancia. Hoy en día, el bajo nivel de precios (tanto en el mercado local como en el farmacéutico internacional) hace que pocas especies puedan comercializarse a un precio lo bastante alto como para que su cultivo sea rentable. Menos numerosas aún son las especies potencialmente rentables y pertenecientesal mismo tiempo al grupo de especies más amenazadaspor la sobreexplotación. En la actualidad, el cultivo de hierbas y plantas medicinales se circunscribe básicamente a zonas templadas (Staritsky, 1980). Con la salvedadde la India (Kempanna,1974)y Nepal (Malla, 1982),pocos países tropicales han explorado la posibilidad de cultivar plantas medicinales a escala industrial. El cultivo de hierbas y plantas medicinales es uso corriente en Europa del Este, aunque incluso en países como la Federación de Rusia, donde esa práctica goza de gran implantación, aproximadamentela mitad de los suministros proviene aún de poblacionessilvestres (Staritsky, 1980).Ya sea en Europa, Asia o Africa, todos los casos de cultivo DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N“ 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 25 respondenbásicamentea la búsquedade beneficioso al elevado rendimiento que ofrecen determinados productos (p.e. el cultivo de especiespolivalentes, que deparan fruta, sombra, productos medicinales, etc.). Además, se trata siempre de especies de crecimiento rápido o de plantas que permiten una recolección sostenible (por ejemplo de su resina [Bosweilia] u hojas [Cu& eMis]). Con pocas excepciones,el precio que se paga a los recolectoreses muy bajo y no tiene en cuenta el volumen sostenible de extracción anual. Las plantas medicinales constituyen a menudo un producto al alcance de todo el mundo, por contraposición a los recursos privados o de acceso limitado. En consecuencia, y para ganarse la vida, los recolectores profesionales «explotan» los recursos en lugar de gestionarlos.Para que el cultivo de especiesarbóreas se convierta en una alternativa viable y capaz de generar ingresos ha de darse una de las dos circunstanciassiguientes: 1) Que se reduzca el copioso suministro de cortezas o raíces baratas, fruto de la «explotación» de poblacionessilvestres, gracias a una salvaguarda más estricta de los bosques protegidos y al subsiguiente aumento de los precios hasta un nivel realista; o bien 2) que las poblaciones silvestres se degraden todavía más antes de que el cultivo devengauna alternativa real. El cultivo con ánimo de lucro es pues una actividad restringida a muy contadas especies, de precio elevadoylo crecimiento rápido (Recuadro3). Aunque algunasespeciesde crecimiento lento se encuentran amenazadasen las áreas silvestres (p.e. Garcinia afzelii y Warburgia salutaris), lo irrisorio de sus precios hace que muy pocas lleguen a cultivarse. Considerando el calamitoso estado económico de muchos países africanos, es Cuadro 7. Los siete centros de endemismo existentes en Africa, para cada uno de los cuales se indica el número de especiesde vegetales, mamíferos (ungulados y primates diurnos) y aves migratorias, así como el porcentaje de especiesendémicasque contiene cada unidad (según MacKinnon y MacKinnon). UNIDAD BIOGEOGRAFICA Guineo-Congoleña Zambezia Sudanesa Somalí-Masai El Cabo Karoo-Namib Afromontana 26 improbable que el cultivo subvencionado de estas especiesse concrete en un futuro próximo, razón por la cual ha de otorgarse la máxima prioridad a la recogida de semillas o esquejespara la creación de bancos de semillas o bancos genéticos sobre el terreno (para especies de fructificación recalcitrante). Un fuerte apoyo y una resuelta voluntad son condiciones indispensables para que el cultivo se consolide como alternativa para subvenir a las necesidadesde los laboratorios farmacéuticos(ya sea para el consumo local 0 la exportación) 0 a la demanda urbana de palos de mascar y plantas medicinales tradicionales. A menos que se realice a una escalalo bastantegrande como para satisfacerla demanda, el cultivo se convertirá en una mera «cortina de humo», útil a lo sumo para ocultar la pertinaz explotación de poblaciones silvestres. La demandaregional de ejemplaressilvestres de Scillu natalensis (Liliaceae)en Natal, Sudáfrica,se cifra en 300.000 bulbos anuales, todos ellos de una edad mínima de entre 8 y 10 años. Con una rotación de 6 añosy a las mismas densidadesde cultivo que Gentry et al. (1987) utilizaron para Urginea maritima, sería necesaria una superficie de 70 hectáreas (Cunningham, 1988a)para satisfacerdicha demanda. En el caso de las especiesarbóreas, y debido a su menor velocidad de crecimiento, se requeriría una superficie de rotación mucho mayor, cuyo tamaño total dependeríadel volumen de la demanda. El éxito del cultivo depende asimismo de la actitud que adopten los curanderos o médicos tradicionalescon respectoa los productos cultivados, parámetro que varía de un lugar a otro. Los curanderos tradicionales de Botswana tildaron de inaceptableslos productos cultivados, alegandoque carecían de los poderes que atesoran los productos silvestres (F. Horenburg, com. pers.). Las conversacionesmantenidas durante dos años con unos DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOSY Plantas medicinales africanas: orientaciones entre protección de la naturaleza yatenôán AREA (1000 km*) endCmicac 400 curanderos sudafricanos revelaron en general una buena predisposición hacia la alternativa que encarnan los productos de cultivo. Análogamente, los curanderos del área de Malolotja, Swazilandia, aceptaron el cultivo como alternativa viable. En ambos paísesexiste la tradición de cultivar especies suculentas cerca de los caseríos como sistema de protección contra los relámpagos. En Ghana, por otra parte, suelen plantarse alrededor de las aldeas cercos de plantas dotadas de significado espiritual, como Datura metel, Pergularia daemia, Leptadenia hastata y Scoparia dulcis. Por consiguiente, y aunque se ignora en gran medida la reacción que suscitaría el cultivo de plantas medicinalesen Africa occidental, es posible que los curanderos acogieran favorablementeel cultivo como fuente alternativa de suministro. En Tailandia existe un proyecto que brinda un interesante modelo. Se trata del cultivo de una planta medicinal de reconocida eficacia en cerca de 1.000 aldeas, en las que además se elaboran, con fórmulas mejoradas,remedios tradicionales caseros. En forma de tabletas envueltasen papel de aluminio, dichos remediosson distribuidos entre «cooperativas de medicamentos»(creadasgracias a un Fondo para Proyectosde Medicamentosy Salud) implantadasen más de 45.000 aldeas, así como entre diversos hospitales comunitarios (Desawadi, 1991). Inspirándose en aquella experiencia tailandesa,Wondergem et al. (1989; OMS, 1977) formularon una serie de recomendacionesacerca de la atención médica primaria en Ghana.Esasrecomendacionesforman el .:. esqueletodel siguiente y último capítulo. Plantasmedicinalescuya intensa demanday marcadaescasezlas convierten en candidatasidóneas para el cultivo a escalaindustrial. 3. ZIMBABWE Warburgia salutah (Canellaceae)* Alepidea amatymbica (Apiaceae) Cassiaabbreviata (Fabaceae) SWAZILANDIA (para el mercadolocal y la exportacióna Sudáfrica) Warburgia salutaris (Canellaceae)* Alepidea amatymbica (Apiaceae) Haworthia limifolia (Liliaceae) Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae) SUDAFRICA PMnpinella caffra (Apiaceae) Asdepias cucullata (Asclepiadaceae) Begonia homonymma (Begoniceae) Dianthus zeyheri (Illecebraceae) Plectranthusgrallatus (Lamiaceae) Haworthia limifolia (Liliaceae) Boweia volubilis (Liliaceae) Siphonochilusaethiopicus (Zingiberaceae) Warburgia salutaris (Canellaceae)” Alepidea amatymbica (Apiaceae) COTED’IVOIRE Garciniaafzellii (Clusiaceae)* Monanthotaxis capea (Annonaceae) MALAWI Casia (especieno identificada que se conocecomo muwawand Especieno identificada que se conocecomo kakome NIGERIA Garciniaafzelii (Clusiaceae)* Garciniamannii (Clusiaceae)* * árboles/arbustoscon posibilidadesagrosilvicolas DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM 27 Figura 6. Distribución de las principales unidades fitogeográficas africanas (según White, 1983), con una zona de máxima prioridad de conservación m y varias zonas específicamente prioritarias en cuanto a la rotección de plantas medicinales di . Centro regional de endemismo 1. Guineo-Congoleño. II. Centro regional de endemismo Zambezío. Centro regional de endemismo III. Sudanés. IV. Centro regional de endemismo Somalí-Masai. Centro regional de endemismo de El Cabo. V. VI. Centro regional de endemísmo de Karoo-Namib. VII. Centro regional de endemismo Mediterráneo. VIII. Centro difuso de endemismo afromontano (incluye IX, región difusa Afroalpina, muy empobrecida florísticamente y que no se muestra por separado). X. Zona de transición regional Guineo-Congoleña I Zambezia. XI. Zona de transición regional Guineo-Congoleña /Sudanesa. Mosaico regional del lago Victoria. XII. XIII. Mosaico regional de Zanzíbar-lnhambane. XIV. Zona de transición regional Kalahari/Highveld. Mosaico regional de Tongaland-Pondoland. xv. XVI. Zona de transición regional del Sahel. XVII. Zona de transición regional del Sáhara. XVIII. Zona de transición regional MediterráneoBáhara. Figura 7. Tamaño re lativo y localización de los princip ‘ales núcleos urbanos del Africa subsahariana (según Udo, 1982). DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM Prioridadespolíticas en la intersección entre protección,de la naturaleza v asistenciaprimaria J Cuestiones fundamentales Las recomendaciones a las que hemos aludido inciden en la enorme trascendencia de dos grandes fenómenos para la situación ecológica de las plantas africanas con propiedades medicinales. Dichos fenómenosson: 1) La destrucción de los hábitats naturales causada por la expansión agrícola, las talas, las plantaciones,la construcción de embalses,los cambios asociadosal desarrollourbano, etc. 2) La sobreexplotaciónde ciertas especiesvegetales destinadaa satisfacer la demanda existente, por ejemplo la de Wurburgia salutaris en Sudáfrica, Swazilandiao Zimbabwe. Estrategia de protección Toda estrategia de protección de las plantas medicinales africanas debeabordar la problemática a dos niveles distintos: es necesario por un lado incorporar a la praxis política las recomendaciones con una dimensión socioeconómica y, por el otro, aplicar a escala tanto nacional como local las recomendacionessobre métodos de protección. Las recomendacionescubren los ámbitos siguientes: 1) Política internacional y nacional. 2) Métodosde conservaciónin-situ y ex-situ. 3) Enseñanzae investigación. Orientaciones políticas Política internacional y nacional En la medida en que alivien las desigualdades existentes entre las naciones, las iniciativas políticas de alcance nacional o internacional tendrán sensibles efectos sobre el eventual éxito de una estrategia global de protección de la naturaleza. Iniciativas de carácter internacional como los acuerdos sobre aranceles aduaneros y comercio, el GATT o la subvención a las importaciones por parte de la UE buscan facilitar los intercambios comerciales entre paísesricos y paísespobres. Por otra parte, la ayuda internacional y el apoyo financiero de instituciones como el Banco Mundial desempeñan también un papel de relieve. A escala nacional, las acciones políticas que afecten a la expansión agrícola, las plantaciones, el desarrollo urbano e industrial, la enseñanza, el empleo, la atención médica, la prestación de servicios sociales o las finanzas no pueden ser ajenas al éxito o el fracaso de cualquier estrategiade protección. El proceso de elaboración de líneas políticas en materia de protección debería: 1) Reconocerel coste internacional y nacional que supone la destrucción de los hábitats, incluida la desaparición de plantas medicinales y la subsiguiente pérdida de calidad en el cuidado de la salud. 2) Garantizar que el precio de los productos en los mercados nacionales e internacionales es lo bastante realista como para incorporar el coste de reposición de los recursos. 3) Garantizar la existencia de mecanismos que incentiven una gestión sostenible de las plantas medicinales. 4) Alentar la suscripción de acuerdosequitativos de colaboración financiera y la creación de conjuntos de medidas que incentiven la conservación de la diversidad biológica. Los países más ricos en biodiversidad, esto es, los países tropicales, son también los que carecen de potencial económico para proteger sus recursos bióticos (los canjes de deuda buscan en cierto modo paliar este desequilibrio). 5) Crear un contexto que incentive las inversiones en sostenibilidad a largo plazo, con medidas tales como asegurarla propiedadde las tierras. 6) Reconocery asimilar la relación existente entre servicios socialesy dependenciade los recursos naturales como fuente de ingresos. DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.8. CUNNINGHAM 29 El reparto de los costes Los organismos ecologistas internacionales, en colaboración con los gobiernos y las ONG, deberían concebir un mecanismopor el cual los que obtienen beneficiosde la biodiversidadasumanuna parte de los costes ligados a su conservación.Es también básico que dicho mecanismo se aplique por un igual a los recursos fitogenéticos y a los productos forestales (como la madera,la cortezao las semillas) destinados a la fabricación de productos farmacéuticos. La extracción de material fitogenético en los paísesen desarrollosin acuerdosjurídicos que garanticen una retribución adecuadaequivalea «devaluar»las áreas naturalesque suministran dicho material y’a debilitar los posiblesincentivosparasu conservaciónin-situ. Métodos de protección de la naturaleza Se recomienda centrar en cuatro grandes ejes la estrategiade protección de las plantas medicinales: 1) Conservaciónin-situ. 2) Conservaciónex-situ. 3) Investigación. 4) Enseñanzay formación. Conservación in-situ Para asegurar la supervivencia de poblaciones silvestres representativas de especies medicinales vulnerables es preciso elegir una serie de espacios estrictamente protegidos donde los procesos naturales puedan seguir su curso sin perturbación alguna de origen humano. Como mecanismo para aliviar la presión sobre las áreas centrales cabe la posibilidad de delimitar a su alrededor zonas «tampón» o de amortiguación, en las que se alentarán una gestión de los recursos y un desarrollo rural activos. Los organismosde protección gozanya de una dilatada experiencia en la creación de áreas protegidas centrales y zonas de amortiguación y en la implantación de las instalaciones e infraestructuras necesarias. Para gozar de mayores garantías de éxito en la creación de sistemas de conservación in-situ, se recomiendaseguir los siguientespreceptos: 1) Identificar y proteger eficazmente las asociaciones vegetales con una elevada densidad de especies medicinales vulnerables en regiones donde se practica su explotación comercial, especialmente Cote d’Ivoire, Ghana, Nigeria, Kenya,Sudáfrica,Swazilandiay Tanzania. 2) Procurar la reducción progresiva de la recolección de plantas, esquejes o semillas medicinalesen el interior de las áreasprotegidas centrales. No es aconsejable permitir una 30 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM recolección sostenible en el interior de dichos espacios,dada la falta de fondos y de personal suficientes para mantener el intenso esfuerzode gestión necesario para controlar a los recolectores. Zonas de amortiguación y conservación ex-situ Zonas de amortiguación Además de las áreas protegidas centrales, se recomienda establecerzonas de transición donde se preste apoyo a la recolección de las especies más buscadas.La explotaciónde los recursosen las zonas de amortiguación debeser sostenible,único modo de conservar el potencial de suministro futuro de esquejes y semillas. Ello puede resultar difícil en ciertos casos,dada la situación de especialfragilidad en que se encuentranalgunas especies,como Faurea macnaughtonii o Podocarpus falcatus, cuya madera se ve atacaday perforada por hongos o barrenillos (que acaban pudriendo el corazón del tronco) tan pronto como empiezan a perder fragmentos de corteza, por lo común arrancados con fines medicinales. El cultivo de especies particularmente apreciadas en el interior de la zona de amortiguación puederesultar útil tanto en términos económicos como ecológicos. Muir (1990) estimó que la gestión sostenible de la recolección de perchas en la reserva forestal de Hlatikulu, Sudáfrica, costaría alrededor de 105.000 dólares anuales, mientras que la creación de parcelas de cultivo para proporcionar un volumen equivalente de madera tendría un coste de 24.000 dólares. Lo mismo cabe decir de algunas otras plantas medicinalesobjeto de una fuerte demanda. A la hora de establecer medidas de control en zonas extractivas donde se usen plantas medicinales, conviene no pasar por alto la posible ayuda o guía que pueden suponer las restricciones consuetudinarias al uso de ciertas plantas, un rasgo característico de los sistemas tradicionales de protección de los recursos. Dichas restricciones son formas de control a las que puedenatenerselos grupos autóctonos de usuarios. En este sentido, cabe sugerir la implantación de las siguientes formas de control: 1) Imponer restricciones estacionalessobre ciertas especies. 2) No permitir que las plantas sean arrancadasde raíz o descortezadasen anillos. 3) Buscar la colaboración de especialistas antes que la de recolectorescomerciales. Curanderos o médicos tradicionales En tanto que profundos conocedoresde la situación en que se encuentran las poblaciones de plantas medicinales autóctonas, los curanderos pueden influir sobre el estado de opinión de sus convecinos para frenar la sobreexplotación.Se aconsejaapoyarla creación de asociaciones de curanderos rurales y secundar sus esfuerzos por mantenerse autosuficientes en cuanto al suministro de las plantas medicinales que necesitan, especialmente en las zonas de amortiguación. Cabría recurrir para ello a servicios locales de salud o solicitar el apoyo del Programa de Medicina Tradicional de la OMS. Convendría sobre todo efectuar labores de divulgación entre las comunidades rurales sobre los métodos adecuados para cultivar las plantas medicinales utilizadas a nivel local. Es difícil que algo pase desapercibido en las zonas de propiedad comunitaria. En este sentido, las asociaciones de curanderoso los dirigentes comunitarios podrían dar respuesta a cualquier problema relacionado con el agotamiento de recursos localmente valiosos de manera cuanto menos tan rápida y eficaz como un equipo de guardas forestales, que de cualquier manerapodría prestar su apoyoen casonecesario. 2) Protección por el cultivo a gran escala Se recomiendaimpulsar sin tardanzael desarrollo de fuentes alternativas de suministro, cultivando cantidades lo bastante grandes y a un precio lo bastante bajo como para competir con los precios que la explotación de poblacionessilvestres permite ofrecer. Ademasde cubrir la demandadel mercado, ello proporcionaría empleos más seguros y desincentivaría la recolección de plantas silvestres. En casocontrario, es de temer la desapariciónde las poblaciones silvestres de ciertas especies fundamentales y la consiguiente erosión de la base en la que reposala medicina tradicional. No habría que subestimar, sin embargo, las dificultades de orden práctico que entraña el cultivo de plantas medicinales (véase más arriba). Por su propia naturaleza, y dada su lenta velocidad de crecimiento, el cultivo de las especiesmás vulnerables no es muy rentable, especialmenteporque las tierras disponibles para el cultivo de plantas medicinales serán con casi toda seguridad las mas improductivas desdeun punto de vista agrícola. Un buen ejemplo en este sentido lo brinda la parcela destinadadesdehace 60 años al cultivo experimental de Pterocarpus angolensis. Esta parcela, situada en la llanura costera de Mozambique, contiene una arena muy pobre en nutrientes que ha deparado tasas de crecimiento extremadamente bajas. Las recomendacionesespecíficaspara alentar el cultivo a gran escalason las siguientes: 1) Estudiar la conveniencia de utilizar instalaciones ya funcionales, dependientes de instituciones como ministerios de agricultura o empresas madereras, para la producción de plantas medicinalesescasasy apreciadasa partir de esquejes.Ello proporcionaría una dotación inicial de ejemplares de cultivo que luego podrían distribuirse entre los granjeros. Se propugna en este sentido la realización de estudios piloto, con la posible coordinación y 3) 4) 5) financiación del WWF o la OMS. Los lugares más adecuadospara ello son las áreasdonde ha tenido lugar ya una sobreexplotaciónlocalizada, como la isla de Inhaca (Mozambique), cuyos curanderos, ante la desapariciónde las plantas medicinales de la isla, tienen que viajar al continente para procurárselas (A. Maite, com. pers.). Entre otras posibilidades cabe citar la producción de Garcinia afzelii en las áreas suburbanasde Africa occidental y el cultivo de Warburgia salutaris y Alepidea amatgmbica en Zimbabwe. Investigar la posibilidad de llevar a la práctica las recomendaciones de Wondergem et al. (1989) para aplicar los principios enunciadosa partir de la experiencia de Tailandia. Esta comprendía: un proyecto para el cultivo de plantas medicinales de reconocida eficacia en cerca de 1.000 aldeastailandesas;la elaboración de remedios tradicionales caseros,con fórmulas mejoradas, en forma detabletas envueltas en papel de aluminio. Y la distribución de éstas entre cooperativasde medicamentostailandesas gracias a un Fondo para Proyectos de Medicamentos y Salud. Poner en práctica una faseinicial de aprendizaje que tenga en cuenta la experienciaadquirida con los éxitos y fracasosde otros planes de creación de parcelasforestalesen el continente africano. Habría que prever, en estemarco, un mecanismo para recabar la opinión de las poblaciones autóctonas sobre la escasez de plantas y las posiblessolucionesa esteproblema. Aplicar modos de gestión de las zonas de amortiguación que permitan introducir el cultivo de especies vulnerables de plantas medicinales dentro de las áreasprotegidas.Entre los posibles estudios piloto que cabe sugerir figura la producción de Wurburgiu sulutaris en las lindes de la selva de Kakamega(Kenya), en el coto de caza de Hluhluwe (Sudáfrica)y en la reservade Malolotja (Swazilandia). Concebir un proyecto piloto de producción para estudiar la viabilidad comercial del cultivo de Monanthotuxis capea en Côte d’Ivoire, el de Garcinia klaineana en Gabón (A.M. Louis, com. pers.), el de Warburgiu salutaris en Sudáfrica, Swazilandiay Zimbabwe y el de Siphonochilus aethiopicus en Sudáfricay Swazilandia. Jardines botánicos y bancos genéticos sobre el terreno Un reciente informe sobre un banco de genes auspiciado por la SADCC [Southern African Development Co-ordination Conference: Conferencia para la Coordinación del Desarrollo del Africa Meridional] sugería que la búsquedade información sobre los usos y la eficaciade las plantas medicinales resultaría tal vez más útil para dicho banco que la recolección de material genético para su conservación ex-situ (SIDA, 1989). Ahora bien, considerando que varias plantas medicinales se DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 31 encuentran amenazadas, y que ello hace indispensable su introducción en bancos de genes hasta que exista la tecnología necesaria para almacenar semillas recalcitrantes, tal afirmación resulta a todas luces improcedente. El objetivo último del proceso de conservaciónde la naturaleza reside ciertamente en la protección de hábitats naturales de especiesmedicinalesvulnerablesy en la explotación sostenible de otras áreas menos frágiles. Sin embargo, es conveniente mantener bancos de genes y de semillas como medida preventiva y mecanismode seguridadante una eventual extinción. A tales efectos deben ser prioritarias las especiesde crecimiento lento cuyo cultivo para la venta resulte difícil y cuyas poblaciones silvestres corran serio peligro. Se recomiendanlas medidassiguientes: 1) Cuandoexistieran bancosde geneso de semillas fuera de los países de origen, vincularlos a acuerdos jurídicos que prevean el control de tales recursos y el pago por su utilización. El país de origen tendría derechoa una parte de los beneficios derivados del uso de la planta por parte de instituciones extranjeras. 2) Efectuar recoleccionesdestinadasa engrosarlos bancos de genes y de semillas, con la idea de seleccionarciertas propiedadescomercialmente ventajosas (como un crecimiento rápido o un alto contenido en principios activos de interés farmacéutico). A tales efectos deberían ser prioritarias las especies de crecimiento lento con requerimientos específicosde hábitat. Los ministerios de salud, agricultura o bosques de los paísesproductores podrían encargarsede tal menester, con la ayuda de organizacionescomo el Oxford Forestry Institute. 3) Prestar apoyo a la implantación ex-situ de poblacionesde especiesamenazadaso en peligro de extinción en más de un jardín botánico, en el marco del Programade JardinesBotánicos de la UICN. 4) Investigar las posibilidadesde producir clónicamente plantas medicinales de toxicidad conocida. Ello ayudaría a estandarizar las dosificaciones y a elaborar productos finales de calidad (Gentry et af., 1987). Otras recomendaciones 1) Fabricar productos farmacéuticos a nivel local: siempreque estuvierasujeta a controlesestrictos, la fabricación local de medicamentos reduciría su coste de producción, proporcionandoal mismo tiempo alternativas a los remediosvegetales. Se han dado ya casos de formulación de remedioso patentesfarmacéuticascon nombres e indicacionesidénticos a los de sus homólogos vegetales, a consecuencia de la escasez de determinadosremediosherbalescomo «píldoras Bangalala»,«Isihlambezo»o «Imbiza especial». La venta de dosis únicas o de preparaciones embotelladases una característica frecuente de algunas preparaciones medicinales tradicionales, los afrodisíacospor ejemplo, en Malawi, Zambia o Zimbabwe(o el «Jamu»en Indonesia). 32 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 2) Salvaguardar el material botánico que puedan albergar futuros terrenos urbanizables:siempre que resultara factible debería procurarse el rescate de plantas medicinales,ya fuera para su cultivo o para su venta. En muchos países africanos,la escasezde infraestructurasy la falta de mano de obra hacen tal cosapoco menos que inconcebible.Cuandose dieran las circunstancias propicias,sin embargo,ello deberíaarticularse a nivel local, buscando la coordinación entre los agentes de desarrollo y los curanderos y asociacionesde recolectoresprofesionales. 3) Primar los suministros procedentes de talas realizadas con criterios de sostenibilidad: cuando la corteza seaun producto residual de la tala, como es el caso de Ocotea buZfata en el área meridional de la región de El Cabo (Sudáfrica), puede constituirse en un aporte complementario de plantas medicinales. No obstante, los casos de tala sostenible son infrecuentes, y no siempre que existan podrán deparar un suministro económicamenteviable de remediosherbales. 4) Realizar estudios de viabilidad: el ejercicio de la recolección comercial, la extracción de principios activos y la fabricación local de productos farmacéuticos deberíanacompañarse de estudios de viabilidad que garantizaran la calidad y eficacia de los medicamentos y evitaran la sobreexplotaciónde las poblaciones silvestresde las especiesafectadas. Enseñanza y formación La protección de las plantas medicinales es por definición un proyecto a largo plazo, que exige la formación de personalcompetentey el apoyo en este campo de las instituciones y los sectores sociales conscientes de lo que está en juego. La mejora del nivel nacional de enseñanza es una etapa fundamental del proceso de conservación, ligada íntimamente al desarrollo económico de los países africanos. Además de las oportunas decisiones de orden político encaminadas a elevar el nivel de la enseñanza, se recomienda adoptar las siguientes medidas para sensibilizar al gran público sobre el valor de las plantasmedicinales: 1) Crear campañasque fomenten el cultivo de las plantas medicinalese insistan en la importancia de proteger tanto las plantas como sus hábitats. Entre los grupos destinatariosde esascampañas deberían figurar las comunidades rurales, las autoridades públicas y las empresas farmacéuticas, como la francesaPlantecam Medicam, que trabaja en Camerún, o la italiana Znverni della Beffa, que lo hace en Madagascar. 2) Crear y difundir (por medios de comunicación de ámbito nacional) campañas informativas sobre la escasezde ciertas plantas medicinales muy conocidasy solicitadas. 3) Elaborar un programa informativo dirigido a los altos funcionarios públicos africanos que ponga de relieve el vínculo existente entre salud pública y protección de las plantas medicinales. 4) Poner en marcha una incisiva campaña destinada a las empresasque se dedicana la exportación de vegetales silvestres africanos para la elaboración de fármacos. Tal campaña debería describir ejemplos de destrucción de hábitats o agotamiento de los recursos rurales y exponer las razonespor las que son necesariosmodos de recolección de plantas silvestres social y ecológicamenteresponsablesy sistemasde fijación de precios que incorporen el coste de reposición de los recursos. También habría que urgir a las empresasa que garantizaran que la recolección de poblacionessilvestres se ajusta a modelos de sostenibilidad, o a que instauraran, en su defecto,el cultivo de plantas a escalacomercial. 5) Distribuir entre bancos de genes de ámbito regional los resultados de estudios e investigaciones que identifiquen plantas medicinales amenazadas.La Junta Internacional de Recursos Fitogenéticos constituiría un buen vehículo para ello. 6) Dar difusión a cualquier dato sobre propiedades tóxicas adversas de las plantas medicinales, información que habría que hacer llegar especialmente a curanderos y a centros de formación en salud primaria (Akerele, 1987; Anyinam, 1987;Good, 1987;Swantz, 1984). Investigación y seguimiento Tanto en las investigaciones de gran escala geográfica para detectar las áreasde mayor biodiversidad como en la exploración de las propiedadesy usos de determinadasplantas a escalalocal sería conveniente recurrir al sabercomplementario que atesorantanto los curanderos o médicos tradicionales como los biólogos especializados en protección de la naturaleza. El norte de Pondoland y Sihangwane, en Sudáfrica, así como Mount Mulanje, en Malawi, figuran entre los sitios reputados por la excelente preparación de sus curanderos y las potentes propiedades de sus remedios (J. Seyani, com. pers.). Tales lugares reúnen las condicionesnecesariaspara constituirse en centros de coordinación de iniciativas conjuntas. La investigación sobre plantas medicinales podría hacer uso de basesde datos tales como PHARMELo NAPRALERT.Sería posible articular los planes de protección y seguimiento de las poblaciones vegetales con otros planes de protección, concebidos con fines distintos de los medicinales. Las recomendacionesespecíficasen este ámbito son las siguientes: 1) Iniciar una serie de diálogos abiertos a curanderos tradicionales, recolectoresprofesionalese intermediarios en los que estos grupos expresaran sus puntos de vista sobre la escasezde ciertas especies, los núcleos de diversidad, la situación de las especiesde uso corriente, los problemas existentes y las soluciones que convendría adoptar. 2) Concentrarseen un principio en regiones muy pobladas,donde presumiblemente escaseanlas plantasy sin embargohay poca información que revele el alcancede los problemasque sufren los curanderoso médicostradicionales,zonascomo Rwanda y Burundi, por ejemplo. Centrarse asimismo en zonas prioritarias en materia de protección, como Etiopía, Kenya o Tanzania. Las investigaciones sobre plantas medicinales que coordina desde París la Agente de Coopération Culturelle et Technique (ACCT) constituyen, en el ámbito del Africa francófona, un excelentemodelo de coordinación. 3) Poner en marcha proyectos de investigación «aplicada»que, en forma de proyectos piloto en ciertos países, permitan estimar la viabilidad económica de una producción a gran escala y evaluar el nivel de aceptación social que ello suscitaría. 4) Designar un coordinador experto y radicado en Africa que lleve a cabo evaluacionesdel nivel de daños sufridos por las poblaciones de las siguientes especies: Okoubaka aubrevillei, Garcinia afzelii, Garcinia epunctata y Garcinia kola en Africa occidental; Warburgia salutaris en Kenya, Tanzania y Zimbabwe; Prunus africana y Pausingstalia johimbe en Camerún y Madagascar;Griffonia simplicifolia, Voacanga thourasii y Voacanga africana, también en Africa occidental. Emprender el censo y estudio a corto plazo de las especies animales que habitan espacios protegidos y se venden para la obtención de remedios tradicionales, por ejemplo el buitre, el pangolín y el chimpancé. Apelando al esfuerzo conjunto de instituciones 6) científicas de Africa y Europa, emprender estudios de la diversidad genética y la biología de poblaciones de Warburgia salutaris y Curtisia dentata, y de Okoubaka aubrevillei en Africa occidental, para cuya realización podría utilizarse la electroforesis de isozimas. Tales estudios ayudarían a determinar el nivel de erosión genética en zonas afectadas por la sobreexplotacióno la destrucción de hábitats. 7) El almacenamiento de semillas recalcitrantes constituye ya una de las grandeslíneas de investigación, por lo que nos limitaremos aquí a subrayarla gran trascendenciade este tema. 8) Crear un programa de investigación semejante al reciente estudio de la UICN sobre el comercio internacional de bulbos. Tal programa habría de estudiar los entresijos económicos del comercio de plantas que nutre a la industria farmacéutica y homeopática desde los países en desarrollo, sin olvidar una estimación de los volúmenes que mueve y del impacto que tiene la recolección en determinadas áreas. Este estudio habría de dividirse en dos etapas: una primera, centrada en las estructuras de fijación de precios (desde el pago a los recolectores hasta el coste del 5) DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Na 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza yatención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 33 producto final), que realizarían investigadores radicados en Europa con accesoa los datos de la UNCTAD/GATT y de la industria farmacéutica. La segunda fase debería realizarse sobre el terreno, con el estudio de las repercusiones sociales y ecológicas del comercio en zonas de estudio como Camerún, Côte d’Ivoire y Ghana, utilizando especies como Prunus africana, Criffonia simplicifolia y Pausinystalia johimbe. 9) Investigar el perfil jurídico de posiblesacuerdos comerciales,vinculando la investigacióna temas relacionadoscon el uso de material fitogenético y con los derechosde propiedadintelectual. 34 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 10) Crear parcelasexperimentalespermanentespara seguir la evolución de las poblaciones de Warburgia salutaris, Garcinia afzelii, Okoubaka aubrevillei y otras especiesindicadoras. ll) Disponer de información actualizada sobre el éxito de eventualesexperienciasque recurran al cultivo como sistemade protección, por ejemplo mediante un censode granjeros en el que figure la superficie de cultivo de especiesclave. 12) Seguir la evolución del precio de las especies más utilizadas como posible indicador de su abundancia o escasezrelativas: si el cultivo no es una alternativa viable y la demandaexcedeal suministro, los precios subirán indefecti.:. blemente. Conclusiones Sería necesarioadoptar desdeahora mismo medidas encaminadas a salvaguardar la dotación de plantas medicinales en las que se basa la medicina tradicional africana, lo que al mismo tiempo protegería el potencial que presentan dichas plantas para las medicinas de tipo occidental de otras partes del mundo. La transición a una economía de mercado y la aparición de recolectoresprofesionales en lo que era una actividad eminentemente especializaday privativa de los curanderoshan hecho de las plantas medicinales un bien de propiedad común, proceso agravadopor la falta de incentivos para aplicar modos tradicionales de gestión o protección de los recursos. Hoy en día asistimos a una sobreexplotaciónde las plantas medicinales, en un contexto marcado por las grandes amenazasque sobre los hábitats naturales y la supervivencia de determinadas especies hacen pesar, entre otros fenómenos, la expansión agrícola y la deforestación. Aunque sujeta a los avatares de la demografía y la urbanización, la demanda de remedios tradicionales ha empezado a dispararse, ejerciendo una presión creciente sobre las zonas aún existentes de vegetación natural. Ni las medidas jurídicas de protección ni las leyes o sistemas tradicionales son capacesde controlar la situación, degradadahasta el punto de que incluso los espacios protegidos y los jardines botánicos son objeto de explotación (p.e. la de Albizia suluense en el coto de caza de Hluhluwe, Sudáfrica; la de Erythrophleum suaveolens y Pterocarpus angolensis en el Jardín Botánico de Zomba, Malawi; o la de Securidaca longipedunculata en el Jardín Botánico de Harare, Zimbabwe). Las formas tradicionales de protección que intentan aplicarse en espaciosprotegidos para mantenerlos en estadosalvaje sólo podrán rendir frutos con el apoyo de métodos de conservaciónex-situ (principalmente el cultivo a gran escala), la creación de zonas de amortiguación, la sensibilización del público y la investigación. A largo plazo, sin embargo, el éxito de las medidas de protección dependeráde la política y la cooperación nacionales e internacionales, y de la capacidadde éstaspara impulsar un progreso real de la situación socioeconómicade los paísesafricanos.+ Agradecimientos Suministaron información esencial para la confección de este documento diversosusuarios de las plantas (herbolarios, recolectores e intermediarios), así como organismos públicos de protección de la naturaleza de Natal, Sudáfrica, que ademásfinanciaron la realización de la encuestaen la zona de Natal (especía1gratitud merecen en este sentido M. Ntimbane, S. Jamile, N. Tembe, S. Gumede, L. Govender y B. Naidoo). Esta investigación fue sufragada por el Fondo Mundial para Ia Naturaleza (WWF) (Proyecto 3331). Debo infinita gratitud a J. Seyani (Malawi), J. Chapman (UK/Malawi), S. Mavi, T. Muller y B. Drummond (Zimbabwe), M. Bingham y R, Nefdt (Zambia), L. Ake-Assi, M. Egnankou Wadja y M. Prager (Cate d’Ivoire) y al fallecido A. Maite-Santos (Mozambique). Este estudio no habría sido posible sin el concurso de todos ellos ni el de los vendedores de plantas medicinales de los mercados urbanos de todos los paísescitados. Agradezcotambién a S. Dipper, A. Hamilton, T. Johns, 1. Kamau, T. Fonki Mbenkum y D. Taylor los comentarios y sugerencias que hicieron sobre los sucesivos borradores de este documento. Cualquier error, por supuesto,es de mi entera responsabilidad. .$ DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Nn 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 35 Comunicaciones personales Ake Assi, L., Centre National de Floristique de l’université, BP 322, Abidjan 322, Côte d’Ivoire. Gautier-Beguin, D., Centre Suisse de Recherches Scientifiques en Cote d’lvoire CSRS 01 BP 1303, Abidjan, Cote d’Ivoire. 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CUNNINGHAM 39 ANEXO 1 Especiesvegetales de 118 familias que dispensan los vendedoresde medicinastradicionales en siete países africanos (para el presente estudio se rwlizwon encuestaspreliminares en cinco países,información a la que se sumaron datos recogidos en los mercadosde Sudáfricay Mozambiqueen 1986-1987). El gran número de especiescorrespondientesa Sudáfrica obedecesólo parcialmente a la mayor profundidad del estudio allí realizado. No figuran aqui las plantas medicinalesde las que se obtuvo únicamente la denominación común. Las muestras ausentesdel herbario de la Universidadde Natal están señaladascon los marcadoresNH (Herbario de Natal) o RB (Roya1Botanic Gardens,Edimburgo). FAMILIA y bb=bulbo; hj=hoja; czcorteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fkflor; fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; se=semilla; ta=tallo. tubérculo tubérculo L.entinus tuber-regium PIe Seloginella imbricata (Forssk.)Spring ex Deme 2100 PIe ta hj/ta Actiniopteris dimorpha Pichi Serm. Pellaea calomelanos (Sw.) Link Pellaea rufa A.F. Trvon PIe de r Microgramma lycopodioides (L.) Cope]. Ple Asplenium rutifolium (Berg.) Kunze Dryopteris athamantica (Kuntze) Kuntze .I 1 Stungeriu eriopus (Kunze)Baill. A I L de 2107 r r(lt) 1119 ta Podocarpus henkelli Stapf Podocarpus latifolius (Thunb.) R.Br. ex Mirb C7. *Pinu.rS ”“. CZ Tuohn caoensis (Rohrb.)N.E. Br. r Cymbopogon plurinodus (Stapf) Stapf Cumbowooon SD. r r Embelia ruminata (E. Mey. ex A.DC.)Mez Maesa lanceolata Forssk. 2615 r r,cz CZ 2614 Borassus aethiooum Mart fr Anchomanes difformis Engl. Zantedeschia albomaculata (Hook.) Baill bb bb 2124a r 936 Cyanotis speciosa (L.fj Hassk 40 cz DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM FAMILIA bb=bulbo; hj=hoja; y cz:corteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fl=flor; fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; se=semilla; ta=tallo. Agapanthus campanulatus Leighton Agapanthus sp. cf. af%canus(L.) Hoffmg. Albuca fastigiata (L.F) Dryand Albuca sp.cf.pachychlamys Bak. Aloe aristata Haw. Aloe chaubadii Schonl. Aloe cooperi Bak. Aloe tinearifolia Berger Aloe marlothii Berger Asparagus asparagoides (L.) Wright Asparagus ramosissimus Bak. Behnia reticulata (Thunb.) Didr. Boweia volubilis Harv.(M:ex Hook.f.) Bulbine asphodeloides Spreng. Bulbine latifolia (L.f.) Roem.& Schult. Chlorophytum comosum (Thunb.)Jacq. Drimia elata Jacq. Drimia robusta Eak. Dn’mia spp. Drimiopsis maculata Lindl. Eriospermum abyssinicum Bak. Eriospermum cooperi Bak. Eriospermum luteo-rubrum Bak. Eriospermum mackenii (Hook. f.) Bak. Eriospermum ornithogaloides Bak. Eucomis autumnalis (Mill.) Chitt Eucomis sp.cf.bicolor Gasteria croucheri (Hook. f.) Bak. Gloriosa superba L. Haworthia fascicularis *Haworthia limifolia Marloth. Kniphofìa spp. Ledebouria cooperi (Hook. f.) Jessop Ledebourza ovatifolia (Bak.)Jessop Ledebouria revoluta (L. f.) Jessop Ledebouria spp. Littonia modesta Hook. Ornithogalum longibracteatum Jacq. Omithogalum spp. Protoasparagus laricinus (Burch.) Oberm. Protoasparagus setaceus (Kunth) Oberm Protoasparagus sp. Sandersonia aurantiaca Hook. Sansevieria aethiopica Thunb. Sansevieria hyacinthoides (L.) Druce Sansevieria liberica Gerome61Labroy Sanseviena spp. Schizobasis intricata (Bak.)Bak. Scilla natalensis Plarlch Scilla nervosa (Burch.) Jessop Tulbaghia alliacea L. Tulbaghia sp. Tulbaghia sp. cf. ludwigiana Harv. Urginea altissima (L.f.) Bak. Urginea delagoensis Bak. Urginea macrocentra Bak. Urginea cf. sanguinea Schinz. r brb bb PIe Ple ple fl hj r r bb bb bb PIe bb bb bb bb bb bb bb bb bb bb bb PIe r de PIe bb bb bb bb bb brb bb r r r r r PIe ple bb bb bb bb bb bb bb bb bb bb Boophane disticha (L.fl Herb. Clivia miniata Regel Clivia nobilis Lindl. Crinum delagoense Verdoom Crinum macowanii Bak. Crinum moorei Hook. f. Haemanthus albiflos Jacq. Haemanthus deformis Hook. f. Scadoxus puniceus (L.) 1. Friis 61Nordal bb bb bb bb bb bb bb bb bb Hypoxis latifolia Hook. Hypoxis nyasica bb 2636 2689 2078 1107 2316 2146 922 915 2147 2754 1006 2141N 2123 2484 997 2687 1016 2340 920 2678 2092 2131 2677 2514 2121; 2151 2685 1057 2348 2210Nl 919 2721 2188 2197 2338 2135 1118 2112 1060 bb DOCUiVIENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM 41 FAMILIA bb=bulbo; hj=hoja; y u=corteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz 1 ESPECIE fl=flor; frzfruto; ple=planta (lignotubérculo); uc nz a entera; sezsemilla; aa &A ta=tallo. HypoxLs obtusa Burch. Hypoxis rooperi S. Moore bb bb bb Xerophyta equisetoides Bak. Xenmhuta rettnervts xel&&a sp. ta ta ta Dioscorea dregeana (Kunth) Dur. & Schins Dioscorea rupicola Kunth Dioscorea sylvattca (Kunth) Eckl. pie PIe PIe PIe 2153b 2486 2513 8 8 8 r r 2635 8 8 8 8 8 8 8 n 8 n 8 8 Sp. no identificada. Aristea eckbmii Bak Aristea gerrardii H. Weim. Crocosmia aurea Planch. (M: Hook.) Planch. Crocosmia paniculata (Klatt.) Goldbl. Dictes iridioides (L.) Sweetex Klatt Dictes sp. Dierama sp. *Eleuthrine plicata Gladiolus seri?eo-viRosus (Hook. f.) Gladiolus sp. Watsonia sp. Acampe praemorsa (Roxb.)Blatter 61McCann Acrolophia cochiearis (H. Bolus) Schltr. Aerangzs mystacidii (Reichb.f.) Schltr. ArrseRia atiicana Lindl. ArrseRia gigantea Reichb.f. Boluszella maudiae (Bolus)Schltr. Gdyptrochitum emarginatum Cyrtorchts arcuata (Reich.f.) Schltr. Diaphananthe xanthopollinia (Reichb.f.) Sum Eutophia clitellfwa (Reichb.f.) Bolus Eulophia cucultata @fiel. ex Swartz.)Steud Eulophta parviflora (Lindl.) A.V. Hall Eulophia petersii Reichb.f. Eulophia sp. Eulophia specfosa(R.Br. ex Lindl.)Bolus Eutophia streptopetala Lindl. Liparts remota J. Stewart & EA. Schelpe Microcoeiia ex% Lindl. Mystaczdium capense (L. f.) Schltr. Mystactdium milhmii Bolus Mystacidium venosum Harv. ex Rolfe Polystachya concreta (Jacq.)Garay& Sweet Pvtystachya ottoniana Reichb.f. i%Iystachya pubescens (Lindl.) Reichb.f. Potystachya sandersonii Han!. Rangaeris muscicola (Reichb.f.)Summerh. Trtdactyle bicaudata (Lindl.) Schltr. Trtdactyle tridentata (Harv.)Schltr. PIe de PIe hjlta hjAa de hj/ta de PIe de de de de de de PIe de PIe PIe ole de PIe de de Pie de PIe de Trenza guineensi.s(Schum.et Thonn.) Ficalho ,” * 2111 1114a bb bb bb bb bb fr fl r r r r 2902 2714 2740 42 8 n 8 n 8 8 8 8 1063 n n n 2903 2371 8 8 938 2511 2177a 8 n n 8 8 8 8 n 8 n 8 n 8 r 2118a n hj/ta 2888 2184a 2126 hj/ta CZ Y2nnabi.s sattua L. 8 n 2336 brb bb r Aframomum melegueta Schumman Costus dubius Stphonochilus aethiopicus (Schweinf.)B.L. B Siphonochilus natalens~ Schltr. & K. Schum Stphonochilus SD. *Zingiber offictna¿e Roscoe . ..I (/ Piper guineenseSchum. & Thonn. 2114 fr,hj DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, Nn 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM n n I I FAMILIA y bb=bulbo; hj=hoja; ESPECIE czxorteza; mdzmadera; r=raiz; r(lt)=raíz fkflor; frzfruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; sexemilla; ta=tallo. Faurea Faurea F’rotea Protea Pmfon macnaughtonii Phill. saligna Haro. cofia Meisn. roupelliae Meisn.subsp.roupelliae En Tapinanthus spp. CZ CZ Hochst.exA. Rich Osyridicarpos schimperiwus Ximenia americana L. Ximenio caffraSond. fl r pie Ple ple hj/ta 2310 n 2724 2187a 2323 n n n 2318 D r r Sarcophyte sanguinea Sparrm. Thonningea sanguinea Vahl. . n l ta Thesium sp. d pallidum A. DC. Viscum sp. Viscum verrocosum Harv. Viscum s*. . n m tl C7. PIe > . 2602 860 L n 230 289 1 r Hydnora at%cana Thunb. Hudnora sobnsiana Dinter Hidnora spp. r r r Achyropsis auicularis (E. Mey. ex Moq.) Hook Altemanthera repens 0. Kuntze celosiQ hauna L. Psammotropha mykmtha Sond. 251 n hj/ta hj!ta de 2361 m de 2118 n n Astenia cordifolia (L.fl Schwant. &oobroks edulis L. (ML. (N.E. Br.) hj/ta hj/ta Portulaca sp. Portulaca oleracea L. Talinum cat??um(Thunb.) Eckl. & Zeyh. de hj/ta r 2322 BaselIa paniculata Volkens. hjlta 2506 n Dionthus crenutus (Thunb.) Dianthus zeyheri Sond. Silene primulitlora Eckl. & Zeyh. hj/ta de PIe de 2319 2143 1111 1116 n n n n Numnhaea snn. r r hjlta de PIe Cissampelos torulosa E.Mey .Iat~nrrhiza nohnnto *Cbmamomum camphora *Cinnamomum zeylanicum n m r AnemonecuHTa Eckl. 61Zeyh. Anemone fmninii Harv. ex Mast. Clem~tLc brachiata Thunb. Knowltonia bracteata Harv. ex. Zahlbr. Ranunculus multifidus Forssk. Annona senegaknsis Pers. Enantia polycarpa Engl. & Diels. Monanthotuxis caffra (Sond.)Verde. Monanthotaxis capea (E G Camus)Verde. Uvaria afzelii Sc. El. Uv~ri~ tafia E. Mey ex Sond. Uva& chamae P. Beauv. n n n 2719 2123 917 n n n n n hj/ta r 2116 n r r ta 2462 ta ta r hjlta ca CZ w n DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 43 FAMILIA bb=bulbo; hj=hoja; y uxorteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fkflor; fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; sezsemilla; ta=tallo. Cryptocarya tatifolia Sond. Cryptocarya myrtifolia Stapf Ocotea bullata (Burch.) Baill. CZ CZ CZ CZ Boscia albitrunca (Birch.) Gilg. Cadaba natalensis Sond. cupparis brossii DC. Capparis tomentosa Lam. CZudostemon kirkii (Oliv.) Pax & Gilg Thilachium at?icanum Lour. 2132 2460 2420 ple ’ Kakmchoe crenata (Andr.) Haw. 2194a hj/ta hj/ta 928 CZ 2488 hj/ta 2493 Agrimonia eupatorta L. Prunus africana (Hook. f.) Kalkm. Vubus pinnatus Willd. CZ CZ 2608 Abrus precatortus L. Acacia albida Del. Acacia nilotica (L.) Del. Acacia xanthophloea (Larn.) de Wet ALzeIia afi-icana Smith Afielia quanzensis Welw. Albizia adianthifoia (Schumach.)W.F.Wright Albizia antunesiana Harms Albizia tanganyinesis Bak. Caesalpinia bonduc (L.) Roxb. Cossia alata L. Cossia abbreuiata Oliv. Cassia sp. (“MUWAWANI”) Crotalarih globifera Crotalarib sp. Dichrostachys cinerea (L.) Wright & Am. Dolichos kiknandscharicus Taub. Duma.& villosa DC. var. villosa Elephantorrhiza elephantina (Burch.) Skeels Elephantorrhiza spp. Entada abicma Guill. 61Perr. Entada pursaetha DC. Enbsema cordatum E. Mey. Eriosema rossii C.H. Stirton Eriosema salignum E. Mey. Erythrophleum lasianthum Corbishley Erythrophleum suaveokms Guill & Perr (Brenan) Lotononis corymbosa Be&. Mimosa pigra L. Mimosa pudica L. var. hispida Brenan Otholobium polystietum (Benth. ex Harv.) C.H. Stirton Pih&tigma thonningii (Schumach.)Milne-Redh. Psoralea pinnata L. se r fr 2187 CZ 2166 Kdmrhmcn Pittosvorum vitidifforum Simc Pterocqms ungolensisDC. Schotia brachypetala Sond. Schotia capitata Bolle StyZosunthes erecta P. Beauv.(M: Pal.) Swart.ia madagascariensiF Desv. Vamartndus indica L. Tephrosia sp. cf. marginela H. Forbes Tetrapleura tetruptera (Schumach.L Thonn.) Taubert Monsoniu nat&nsis Kunth.(L.) Pelargonium alchemilloides (L.) L’Herit. 44 2634 2600 2103 r r fr se,r CZ 2203 2332 r r h;;& cz,hj CZ r 2130 2180 rThj;ta r(k) NO r,b fr r r r CZ CZ de de PIe de r hj/ta fr CZ CZ PIe r,fr hj/ta hj/ta fr PIe 924 2147 2137 1138cNI 1109 1901 2867 2174a 2184NI 2500 2487 2897 2497Nl 2164 2396 2894 n 2895 r 2157 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM FAMILIA y bb=bulbo; hj=hoja; czxorteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fkflor; l fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; sesemilla; ta=tallo. Pelurgonium sp. cf. luridum (Andr.) Sweet r 2485 CZ Aguthosmu OvQtQPillans *Citrus sinensis Cl~u.~en~anisatu (Willd.) Hook. f.ex Benth. Zanthoxulum caDen.se (Thunb.)Haro. AZQdirQChtQindica A. Juss. Ekebergiu capensis Sparrm. ~~ZQYQnyassicu Stapf. ex Baker Khuyu senegulemis (Desr.)A. Juss. Trichiliu dregeQnQ Sond. Trichiliu emeticu Vahl Turraea fíoribundu Hochst. TUrrQeQ obtusifoliu Hochst. . . ., A A de hj/ta r r r 2457 CZ CZ CZ CZ CZ 2624 2143 r hj/ta 2426 cz Acridocurpus natulitius A.Juss. A MUrQltiQ lancifoliu Harv. Polygulu cf. sphenoptera Fres. Polygulu confusa MacOwan f’olygQ¿Qfruticosa Berg. Polygulu gerrurdii Chod. . . AI PObJgQ¿Q hottentottu Pd POlygQ¿QmQra?si.SBurtt-Davy Polygulu myrtifoliu L. Polygulu ohlendorfiana Eckl. & Zeyh. Polygulu serpenturiu Eckl. & Zeyh. PO¿ygQlQSp. Polygulu sp. cf. hortboschiuna PO¿Yga¿Q Sp. Cf. nQtQla2siS Polygulu virguta Thunb. var. decora (Sond.) Aculypha depressinervu (0. Kunze) K. Schum. Aculypha glandulifoliu Buchingerex. Meisn. Aculypha petioluris Hochst. Aculypha schinzii Pax. Alchomeu cordifoliu (Schumach.& Thonn.) Muell. Arg. Andruchne ovulis Muell. Arg. Antidesma wnosum E. Mey. ex Tul. Brideliu cuthurtieu Beto1.f. Brideliu duigneuudi Brideliu miffQnthQ (Hochst.)Baill. Croton grutissimus Burch. Croton pseudopulchellus Pax Croton sylvuticus Hochst. Euphorbiu hirtu L. Euphorbiu not&nsis Bernh. Euphorbiu pulvinatu Marloth Euphorbiu woodii N.E. Br. Hymenocurdiu QCidQTul. Jutropha curcas L. Jutropha hirsuta Hochst. MQCQranga CUpemiS (bill.) Benth. ex Sim MQprOUneQ QfriCQnQMuell. Arg. Microdesmis keQyaQ Monadenium lugardue N.E Br Oldtieldiu uhicuno Benth. & Hook.f. Oldiieldiu ductylophyllu (Welw.ex Oliv.) J.Leonard Phyllanthus engleri Pax. Pseudoluchnostylis muprounifoliu Pax. Ricinodendron ruutanenii Schinz. Ricinus communis L. Spirostuchys africana Sond. r 2088 r PIe de de PIe de Ple PIe PIe de de Pte de hj/ta r 2142a 2472 2709 PIe pie r PIe 2751 2502 2173 2208 hj/ta r 2886 2108 r CZ 2160a 2198 2138a 2161a 1053 2178 2139a 2156a 2882 hj!ta r n n n n h;;m r CZ de PIe de PIe hj/ta se r n n n 2898 2177 2498 2499 2904 CZ 2136 2742 hj;ta 2884 n n n n n n CZ r ta r se fr r,md DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicínales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 45 FAMILIA y ESPECIE I bb=bulbo; hj=hoja; czxorteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz fkflor; fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; sezsemilla; ta=tallo. Synudenium cupulure (Boiss.)L.C. Wheeler TrQgiQ meyeriQnaMuell.Arg. TrQgiQ rupe.strik Sond. Hurpephyl¿um c&rum Bemh. ex. K. Krause Lam?eaedulis Engl. .!,oxostytis utato Spreng.f.ex. Reichb. OzoroaObovQtQ(Oliv.) R. & A. Femandes Ozoroo reticulutu (Bak.f)R 61A Fernandes Protorhus longifoliu (Bernh.)Engl. Rhus chirindensis Bak. f. Sclwocuryubirreu (A. Rich.) Hochst. subsp. CQ~~Q(Sond.)Kokwaro Spondias mombin L. d. . 1 * hj/ta r r r 995 2165a 2135a n n n CZ 2083 n 2098 2146 n n 2606 2516 n n r CZ r r CZ CZ n CZ hjfta n CZ Cuss¿neQethiOpiCQThunb. Cassine pupi&u (Hochst.)Kuntee &.ssine tnmsvu&nsis (Burtt-Davy)Codd Muytenus ucuminatu (L.f.) Loes. Muytenus mossumbicensis (Klotzsch)Blakelock Muytenus peduncu¿uris (Sond.)Loes. MuytemIs sp. “MPETU” Muytenus undata (Thunb.) Blakelock P¿eurosty¿iu c~pensis (Turcz.)Oliv. Pterocehzstna echinatus N.E. Br. Pteroce1astru.s rostrutus (Thunb.)Walo. CZ CZ CZ CZ r 2311a 2169 2163 2494 2117 n n n n n n 2632 2617 n n n n n 2745 2068N n n 2580: n n 2170 2106 2593 2106 n n n n 2200 2114 n n n n CZ r CZ CZ CZ CZ CZ Apodytes dimidiutu E.Mey.ex Am. C~ssinopsis tinifoliu Harv. ICQC~~Qmannii Oliv. Cardiospermum ha¿icucubum L. (1) Hippobromus puuciflorus (L.f.) Radlk. PQuttiniQ VbmQtQ L. Bt?tXQ?TZQ lucens (Hochst.)Syzsy. BCFSQ~Qstuyneri Phillips Bemma swynii Phill. Bersamu tusoniano Oliv. Be&emiu discolor (Klotzsch.)Hemsl. Helinus integrifolius (Larn.) Kuntze Rhumnus nrunoides L’Herit r CZ r hj/ta r ta r CZ CZ CZ CZ CZ ta r cz,r 2109 Cissus quandnmgutu L. Cyphostemma sp. Rhoicissus digitQtQ (L.f) Gilg & Brand ta ta r r Corchorus contú.wsWild ple fr 2189, n Hibiscus suruttensis L. r de 2515 290f n Adansoniu digitQtQ L. n n n fr CZ &hnn Sp. Cf. nOtQ¿itiQ Gzrciniu ufzelii Engl. Garciniu gerrardii Harv. ex Sim Gzrciniu kola Heckel. Ckn-ciniu liuingstonei T. Anders. HQrwrgQnQ mQdQgQsCQl&tsiSLam. ex Poiret 46 n CZ r CZ 2121N n 220( n r CZ CZ DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM FAMILIA y bb=bulbo; hj=hoja; czcorteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fl=flor; I frzfruto; ple=planta (lígnotubérculo); entera; se=semilla; ta=tallo. Hypericum aethiopicum Thunb. Hypericum sp. cf. roqxrianum Schimp. Psorospermum febrifugum Spach. pie de 21732 2360 n n CZ 2168 n Casearia gladiiformis Mast. Oncoba spinosa Forssk. Scolopia mundii (Eckl. &i Zeyh.)Warb. CZ 2492 2610 n n n Adenia cissampeloides Harms. Adenia lobata (Jacq.)Engl. Adenia gummitéra (Haw.) Harms Adenia sp.cfsinensis Paropsia brazeana Baill. Schlechterina mitrostemmatoides Harms ta ta ta ta r PIe 2738 n 2199 n r 2179 n Rhipsalis baccifera (J.S.Miller) Stearn ta 2510N n Barrinatonia asiatica fr fr . 1 * Beaonia hemonuma Steud. r fr CZ Gnidia burchellii (Meisn.)Gilg Gnidia kaussiana Meisn.var. haussiana Synaptolepis alternifola Oliv. n 2140 2127 2156 Cassipourea flanaganii (Schinz)Alston CZ CZ Combretum erthrophyllum (Burch.)Sond. Combretum kraussii Hochst. Combretum molle R.Br. ex. G. Don Combretum psidiodes Welw. Taminalia ohanerophlebia Enel. & Diels Terminalia krikea &ch. ex CC. *Eucalyptus spp. Heteropyxis natalensis Haw. *Psidium guajaca Suzuaium cordatum Hochst. Gunnera perpensa L. ..L A Alepidea amatymbica Eckl.& Zeyh. Centella glabrata L. var. glabrata Foeniculum vulgare A.W. Hill Heteromorpha arborescens Cham. & Schlectend. Lichtensteinia interrupta (Thunb.)E. Mey Peucedanum cafhum (Meisn.)Phill. Peucedanum thodii Amold Pimpínella tafia (Eckl. & Zeyh.)Harv. Steoanotaenia araliacea Hochst. Curtisia dentata (Burm. f.) C.A. Sm. : 1 A 1 2167t 2598 2349 n cz,hj CZ 2353 cz n n n r 943 n r de hj/ta hj r r hj/ta de r 2616 2086 n n n 2501 2137 n n 8 n CZ 2621 2471 r Mimusops tafia E. Mey. ex A. DC Mimusops obovata Sond. Sideroxylon inane L. CZ CZ CZ Diospyros galpinii (Hiem.) de Winter Diospyros lyciodes Desf. Euclea divinorum Hiern Euclea natalensis A. DC. r r r r 2627 2166; 2102 2171 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 47 FAMILIA bb=bulbo; hj=hoja; y cz=corteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ESPECIE fl=flor; fr=fruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; se=semilla; ta=tallo. Jasminum angulare Vahl Olea woodiana Knobl. Schrebera trichoclada Weiw. Schrebera alata (Hochst.)Welw. Nuxia floribunda Benth. Strychnos henningsii Gilg Acokanthera oblongifolia (Hochst.)Codd Acokanthera oppositifolia (Lam.) Codd. Alstonia boonei De Wild. Diplorhyncus condylocarpon (Muell. Arg.) Rauvolfia caffra Sond. Rauvolfia vomitoria Afsel. Stropanthus gerrardii Stapf. Stropanthus luteolus Codd Stropanthus petersiana Klotzsch. Stropanthus speciosus (Ward& Harv.) Reber Wrightia natalensis Stapf .“,. , Mondia whitei (Hook. f.) Skeels Parquetina nigrescens (Afz.) Bullock Asclepias cucullata Schltr. Asclepias fruticosa L. Asclepias physocarpa Schltr. Ceropegia woodii Schltr. Huernia sp. Pachycarpus sonsolor E.Mey. Secamone gerrardii Harv. ex Benth. Stapelia gigantea N.E. Br. Tylophora flanaganii Schltr. Xysmalobium sp. (lapathifolium ?) Convolvulus saggitatus Thunb. Ipomoea cairica (L.) Sweet Ipomoea conqesta R. Br. Turbina oblongata (E. Mey. ex Choisy)A. Meer hj/ta CZ fr hj/ta 2021 2463 2860 fr 2613 2660 2351 rhj rhj 2461 2580 CZ CZ CZ fr CZ r ir fr ir fr r r hjlta r r hj/ta hjlta r PIe r r PIe ta r r 2857 2124 2182 2601 2192 Clerodendrum hirsutum (Hochst.)H.Pearson Clerodendrum triphyllum (Harv.) H. Pearson Lippia jauanica (Burm.f.) Spreng PIe de hjlta Becium obovatum (E.Mey.ex.Benth.)var. obovatum Leonotis leonurus (L.) R.Br Ocimum canum Sims Ocimum gratissimum L. Platostoma ahicanum P. Beauv. Plectranthus arallatus Brin. PIe hj/ta hj/ta hj/ta hj/ta r r Physalis peruuiana L. Solanum aculeastrum Dun. Solanum nigrum L. Solanum panduriforme E. Mey 8 8 8 n 8 8 n 2159 2190 2752 2440 2113 2154 2715 8 8 8 n 8 8 8 8 n n 8 8 8 n 2890 2163 n n n 2127 8 8 2169a 2128NI 8 n 2091 2441NI Solanum spp. Withania somnifera (L.) Duna1 8 2887 r r(lt) r(lt) r hj/ta Cycnium racemosum Benth. Gradena scabra (L.f.) Benth. Rhamphicarpa spp. Scoparia dulcis L. Strzga asiatica (L.) Kuntze. (=S. lutea Lour. M) n n 2728 r 2483 r PIe PIe 2891 2469 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM n 8 8 8 FAMILIA bb=bulbo; hj=hoja; y ESPECIE cz=corteza; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz fkflor; I frzfruto; ple=planta (lignotubérculo); entera; sezsemilla; ta=tallo. cz,fr Ceratotheca triloba (Bemh.) Hook. f. r Proboscideu fiugnms (Lindl.) Decne. fr 2587 Crabbea hirsuta Harv. Crabbea sp. Justicia capensis Thunb. PIe hj/ta de 2470 Anthospermum pumilium Sond. Burchellia bubalina (L.f.) Sir-m. Canthium inerme (L.f) Kunze Catunaregam spinosa (Thunb.)Tirvengadum Conostomium natalense (Hochst)Brem. Gardenia ternifolia Schumach& Thonn Gardenia thunbergia 1.f. Gardenia UotkensFiiK. Schum. Kohautia amatymbica Eckl. & Zeyh. Morinda lucida Benth Nauclea latifolia Smith Pentanisia prunelIoides (Eckl.& Zeyh.)Walp. Rubia cordifolia L. subsp.conotricha (Gand. S-acote natalensis Hochst. r r r fr hj!ta fr, r r PIe hj/ba hj/ta r(k) hj/ta r 2212 2337 2885 1058 2468 2503NH Cephalaria humilis (Thunb.) Roem & Schult. Scabiosa cotumba& L. r PIe 2181a Cucumis africanus L.f. Cucumis hirsutus Sond. Kedrostis foetidissima (Jacq.)Cogn Logenaria mascarena Naud. Momordica charantia L. Roella gtomerata A.DC. ,: . . Acanthospermum hispidum DC. Achyrocline stenoptera (DC.) Hilliard & Burtt Adenostemma perotteti DC. Ageratum conyzoides L. Artemesia afia Jacq.ex. Willd. Aspilia natalensis (Sond.)Wild Aspilia natatasis (Sond.)Wild. Aster bakeranus Burtt-Davyex C.A. Sm. Athanasia acerosa (DC.) Harv. Berkheya multiuga (DC.) Roessler Brachylaena.discolor DC. Callilepis laureola DC. Chrysanthemoides monelifera (L.) T. Norl. Dicoma sp. Dicoma kirkii Eclipta prostata (L.) L. Felicia erigeroides DC. Gazania lineans (Thunb.)Druce Gerbera ambigua (Cass.) Sch. Bip. Gerbera piloselloides (L.) Cass. Helichrysum acutatum DC. Helichrysum aureonitens Sch. Bip. Helich ysum epapposum H.Bol. Helichrysum gymnocomum DC. Helichrysum herbaceum (Andr.)Sweet Helichrysum natalitium DC. Helichrysum odoratissimum (L.) Sweet Matricaria nigetlifolia DC. Microglossa mespilifotia (Less.)B.L. Robinson Osteospermum imbricatum L. 2157 1014 2446 2710 fr fr r(M fr hjlta hj/ta 2748 2210a 2475 PIe 2480 hjlta 2112 fr hjlta hj/ta hj/ta hj/ta PIe hj/ta r r hj/ta r r hj/ta hj/ta PIe r PIe de PIe PIe de r hjita hj/ta hj/ta hj/ta hjha hj/ta hj!ta hjita hj/ta 2725 937 2504 2901 925 927 1057 2162 2122 2081 2669 2474 1098 2090 2119 1112 2133a 949 2081RB 2030RB 2354 2183Nb 1114 1018 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, N” 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. - A.B. CUNNINGHAM 49 FAMILIA bb=bulbo; y cz=corteza; ESPECIE fkflor; frzfruto; ” hj=hoja; md=madera; r=raíz; r(lt)=raíz ple=planta (lignotubérculo); entera; U Y sezsemilla; tzktallo. : ” Othonna natalensis Sch. Bip. Pulicaria scabra (Thunb.) Druce Senecio cissampelinus (DC.) Sch. Bip. Seneciio coronatus (Thunb.) Harv. Sanecio gregati Hilliard Senecio serratuloides DC. Senecio speciosusWilld. spilanthes maurihana (Pers.)DC. Vemonia adoensis Sch. Bip. ex Walp. Vemonia anisochaetoides Sond. Varnonia natalensw Sch. Bip. Vemonia neocorymbosaHilliard Verrumia o¿igocephaZa(DC.) Sch.Bip.ex Walp. ANEXO W PIe hj/ta PIe hj/ta hj/ta hj/ta hj hj/ta hj/ta hj/ta hj/ta hj/ta 2482 2505 2104 921 1113 2117 2321 1106 2120 2175 2 Especiesy familia vegetales mencionadks en el texto. Abrus precatorius (Fabaceae) Acacia xanfkopkbxa (Fabaceae) Afrormosia elata (Fabaceae) At?ostytar lepidopkyllus (Styraceae) Agapanthus umballatus (Liliaceae) AIbizia adianthifolia (Fabaceae) Albina suluanse (Fabaceae) Alepidea amatymbica (Apiaceae) Artamisia annua (Asteraceae) Aselepias cucullata (Asclepiadaceae) Azadirachta indica (Meliaceae) Aeanza garkeana (Malvaceae) Begonia homonymma (Begoniceae) Boweia volubilis (Liliaceae) Cannabis sativa (Cannabaceae) Cassia abbreviata (Fabaceae) Cassine transvaalensis (Celastraceae) Cassine papillosa (Celastraceae) Cussipourea gerradii (Rhizophoraceae) Castanospermum australe (Fabaceae) Catha edulis (Celastraceae) Citrus sinensis (Rutaceae) Curtisia dentata (Comaceae) Datura metel (Solanaceae) Dianthus zeyheri (Illecebraceae) Diospyros tricolor (Ebenaceae) Dumasia villosa (Fabaceae) Enantia polycarpa (Annonaceae) Entada ahicana (Fabaceae) Epinetrum undulatum (Ebenaceae) Erythrina abyssinica (Fabaceae) Erythrophleum lasianthum (Fabaceae) Erythrophleum suaveolens (Fabaceae) Euclea divinorum (Ebenaceae) Euclea natalensis (Ebenaceae) Faurea macnaughtonii (Proteaceae) Garcinia epunctata (Clusiaceae)) Garcinia klaintana (Clusiaceae) Garcinia kola (Clusiaceae) Garcinia mannii (Clusiaceae) Garcinia afzelii (Clusiaceae) Gnidia kraussiana (Thymeleaceae) Griffonia simpticifolia (Fabaceae) Harpagophytum procumbens (Pedaliaceae) Harpagophytum zeyheri (Pedaliaceae) Haplormosia monophylla (Género:Loesenera) Haworthia limifolia (Liliaceae) Helichrysum kraussii (Asteraceae) Helich ysum odoratissimum (Asteraceae) 50 DOCUMENTOS DE TRABAJO DE PUEBLOS Y PLANTAS, No 1, NOVIEMBRE DE 1998 Plantas medicinales africanas: orientaciones prioritarias en la intersección entre protección de la naturaleza y atención médica primaria. A.B. CUNNINGHAM Irvingia gabonensis (Irvingiaceae) Ladebouria hypoxidoides (LiIiaceae) Lepfadenia hastatu (Asclepiadaceae) Loesenem kalantha (Género:Loesenera) Maytenus buchananii (Celastraceae) Maytenus senegalensis(Celastraceae) Monanthotaxis capea (Annonaceae) Mondia whitei (Periplocaceae) Myrothamnus flabellifolius (Myrothamnaceae) Mystacidium millari (Orchidaceae) Ocotea bullata (Lauraceae) Okoubaka aubrevillei (Oknemataceae) Olea welwitschii (Oleaceae) Parinari curatellifolia (Chrysobalanaceae) Pausinystalia johimbe (Rubiaceae) Pentadiplandra brazzeana (Pentadriplandraceae) Pergularia daemia (Asclepiadaceae) Pericopsis elata (Fabaceae) Pimpinella caffa (Apiaceae) Plectranthus grallatus (Lamiaceae) Podocarpus fulcatus (Podocarpaceae) Protea gauguedi (Proteaceae) Prunus africana (Rosaceae) Psidium guajava (Myrtaceae) Pterocarpus angolensis (Fabaceae) Pycnanthus angolensis (Myristacaeae) Randia acuminata (Rubiaceae) Rapanea melanophloeos (Myrsinaceae) Rhigiocarya peltata (Menispermaceae) Ricinodendron heudelotii (Euphorbiaceae) Securidaca longipedunculata (Polygalaceae) Sclerocarya birrea (Anacardiaceae) Scilla natalensis (Liliaceae) Scoparia dulcis (Scrophulariaceae) Siphonochilus aethiopicus (Zingiberaceae) Siphonochilus natalensis (Zingiberaceae) Stangeria eriopus (Stangeriaceae) Strophanthus barteri (Apocyanaceae) Strophanthus thollonii (Apocyanaceae) Swarttia madagascariensis (Fabaceae) Synadenium cupulare (Euphorbiaceae) Synaptolepis kirkii (Thymeleaceae) Trichilia emetica (Meliaceae) Urginea maritima (Liliaceae) Voacanga africana (Apocynaceae) Voacanga thuoarsii (Apocynaceae) Voacanga grandifolia (Apocynaceae) Warburgia salutaris (Canellaceae) Zanthoxylum macrophyllum (Rutaceae) La Iniciativa Pueblos y Plantas vio la luz en julio de 1992,impulsada conjuntamentepor el WWW, la UNESCOy los Roya1 Botanic Gardens,Kew. Tiene por objeto fomentar un uso sostenibley equitativo de los recursosvegetales prestandoapoyoa la labor de los etnobotánicosde los paísesen desarrollo. Esta iniciativa parte de la conviccióny el reconocimientode que los habitantesde las comunidadesrurales poseencon frecuenciaun saber detaltadoy profundo sobrelas propiedadesy la ecología de las plantasque crecenen su entorno y de las que dependenparanutrirse, curarsey obtenercombutible, materialesde construccióny otros productos.Pero gran parte de esesaberestádesapareciendo, engullido por la transformaciónde los ecosistemasy las culturas locales.Debidoa la pérdidade hábitatssilvestres,a la intensificacióndel uso local de las plantasy al aumento de la demanday la presión que ejerceel mercado,asistimoscon alarmantey creciente frecuenciaa la sobreexplotaciónde plantasno cultivadas.El bienestarde las poblacionesautóctonasy la eventualaplicaciónde los productosde origen vegetalen otros ámbitosy lugareshacende la conservacióna largo plazo de esosproductosy del sabera ellos vinculado un imperativo irrenunciable. Los modos tradicionalesde gestión de los recursos vegetalesconfiguran un repertorio muy variado, que abarcadesdeel «cultivo» de ciertas especieshasta la recolecciónde plantas«silvestres».Los planteamientosque preconizay aplica Pueblosy Plantasintentan tomar en cuenta todas las posibilidadesque cabenen tan amplio espectro. La colaboraciónentre etnobotánicosy poblaciones autóctonaspermite estudiar y censarlos usos de las plantas,detectar los casosde sobreexplotaciónde especiesno cultivadas,proponer métodossostenibles de explotacióne investigar posiblesalternativas,por ejemplo el cultivo. La Iniciativa Pueblosy Plantas estácreando estructurasde apoyoa los etnobotánicosde paísesen desarrolloque colaborancon las poblaciones autóctonaspara protegertanto los recursosvegetales como los conocimientosecológicostradicionales.Los cordinadoresdel programaorganizantalleres, brindan apoyotécnico y científico a los proyectossobreel terreno, alientan debatesy suministran o elaboran bibtiograffasobreetnobotánica,saberecológico vegetales. tradicional y uso sosteniblede losrecursos , Cabeesperarqueal amparodeestainiciativalleguea consolidarseuna red de etnobotánicosde distintos paíseso regionesinteresados enel tema,unared ; capazdepropiciarel intercambiodeinformacióny ; experiencias y encauzar proyectos decolaboración sobreel terreno. .i I Señas de contacto: Biodiversity Unit ConservationPolicy Division, WWF International, World Consewation Centre, Avenue du Mont-Blanc, 1196Gland, SUIZA Fax: 4122 364 8219 WWF’ Division of Ecological Sciences Man and the BiosphereProgramme UNESCO,7 Place de Fontenoy 75352 Paris CEDEX 07 SP, FRANCIA Faz: 33 140659897 UWLSEU The Director Roya1Botanic Gardens,Kew Richmond, Surey TW9 3AB REINO UNIDO Fax: 44 81332 5197