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Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 09 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2011 comunicación de casos Mononucleosis infecciosa 97 María Teresa López Villaescusa María Rodríguez Vázquez María Luisa Martínez Martínez Cristina Faura Berruga Lorenzo Juan Pérez García Servicio de Dermatología, Complejo Hospitalario Universitario de Albacete Albacete, España Resumen La mononucleosis infecciosa debe sospecharse en pacientes que cursan un cuadro pseudogripal que evoluciona a una faringoamigdalitis inespecífica y aparición de lesiones cutáneas, que frecuentemente se confunde con una infección bacteriana. Su expresión en la piel da lugar a dos tipos de exantemas. El primero, de aparición temprana, polimorfo y que resuelve en pocos días y otro, llamado sinérgico, relacionado con la administración de antibióticos. Presentamos el caso de una paciente con mononucleosis infecciosa que desarrolló un exantema de tipo sinérgico. Palabras clave: exantemas; mononucleosis infecciosa; virus de Epstein-Barr Abstract Infectious mononucleosis should be suspected in patients who have flu-like symptoms which progress to nonspecific pharyngitis and skin lesions. It is usually confused with a bacterial infection. Expression in the skin gives rise to two types of exanthemas. The first one, earlyonset, polymorphous, and early-resolution. The other one, also called synergic, related to antibiotics. We report a case of a patient with an infectious mononucleosis and a synergic exanthema. Key words: Epstein-Barr virus; exanthemas; infectious mononucleosis Dermatol Pediatr Lat. 2011; 9 (3): 97-9. INTRODUCCIÓN La infección por el virus de Epstein-Barr puede presentarse con una clínica muy variada, algunas veces es asintomática o tiene síntomas poco específicos que, frecuentemente, se confunden con una infección bacteriana y, en otras ocasiones, puede dar lugar a una enfermedad de severidad y duración variables. CASO CLÍNICO Niña de 10 años, sin antecedentes personales ni familiares de interés, que acudió a urgencias por cuadro de astenia, fiebre de 38ºC y odinofagia de cinco días de evolución. Dada la sospecha de amigdalitis bacteriana, se pautó un tratamiento con amoxicilina vía oral (500 mg cada 8 horas). Cuatro días después, la paciente acudió a urgencias por la aparición de una erupción cutánea no pruriginosa en el tronco y las extremidades. En la exploración física se objetivó hipertrofia amigdalar con placas pultáceas, se palpaban adenopatías cervicales en la cadena posterior y se observaba un exantema morbiliforme máculopapuloso que afectaba el tronco (Figuras 1A y 1B), el Correspondencia: María Teresa López Villaescusa Servicio de Dermatología, Complejo Hospitalario Universitario de Albacete C/Hermanos Falcó nº 37 Albacete, España CP: 02006 E-mail: lopezvillaescusa@hotmail.com Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 09 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2011 comunicación de casos Mononucleosis infecciosa María Teresa López Villaescusa et al. Figura 1A. Figura 1B. Figuras 1A y 1B: Exantema morbiliforme, máculo-papuloso, que afecta el tronco y el tercio proximal de las extremidades. tercio proximal de las extremidades y la cara. No tenía compromiso palmo-plantar y no se palpaba esplenomegalia. El resto de la exploración física fue anodina. La analítica mostró, como únicos hallazgos significativos, 13.870/ml leucocitos con linfocitosis (7.830/ml linfocitos) y elevación de la GOT de 287 U/l. Debido a la sospecha de mononucleosis infecciosa (MI), se solicitó la prueba rápida para determinar anticuerpos heterófilos (reacción de Paul-Bunnell) y ésta resultó positiva. Además, se realizó el estudio serológico de infección por virus de Epstein-Barr (VEB), el cual que mostró positividad para la inmunoglobulina M (IgM) contra la cápside viral del VEB. Con estos datos, se estableció el diagnóstico de MI por VEB. COMENTARIO La MI es un síndrome caracterizado por la tríada clásica de fiebre, adenopatías cervicales y amigdalitis, debido a la primoinfección por el VEB. Mayoritariamente se presenta en adolescentes y adultos jóvenes, mientras que en la edad infantil es menos frecuente. La infección se transmite por el contacto de secreciones de personas asintomáticas que diseminan el virus. El período de incubación oscila entre los 10 y 15 días. En la mayoría de los casos la primoinfección suele ser asintomática, aunque en menos del 50% de los casos se manifiesta con el cuadro clínico característico de MI. La clínica se inicia con un cuadro prodrómico consistente en astenia, cefalea, adenopatías, febrícula y odinofagia, que luego da lugar a un cuadro de faringoamigdalitis inespecífica, difícil de distinguir de una infección estreptocócica. La misma cursa con petequias, placas pultáceas e incluso imágenes necróticas en la superficie amigdalar. Las adenopatías generalmente afectan a la cadena cervical posterior y son dolorosas, aunque también pueden detectarse a otros niveles, incluso puede haber esplenomegalia.1 La fiebre está presente en el 99% de los casos y tiene una duración de 1 a 2 semanas. Las alteraciones hepáticas están presentes en el 60% de los casos y suelen consistir en moderados aumentos de las cifras de transaminasas y de fosfatasa alcalina, sin elevación de la bilirrubina. Su sustrato anatomopatológico es una necrosis leve de los hepatocitos con predominio de células mononucleares. Otras complicaciones poco frecuentes son la anemia hemolítica autoinmune, la trombocitopenia y la rotura esplénica en casos de esplenomegalia.2 La expresión en la piel da lugar a dos tipos de exantemas.3 El primero es un exantema de aparición temprana, polimorfo o petequial, que se acompaña de enantema. Tiene tendencia a coalescer y evoluciona aproximadamente en 2 días, dejando hiperpigmentación residual. El segundo es un exantema de aparición más tardía, que presenta mayor gravedad y duración. Se caracteriza por ser morbiliforme, de características máculo-papuloso 98 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 09 • Número 3. Septiembre/Diciembre 2011 comunicación de casos Mononucleosis infecciosa María Teresa López Villaescusa et al. o de aspecto urticarial, y tiende a confluir en el tronco, presentando una extensión centrífuga. Con frecuencia hay afectación palmo-plantar y puede ser pruriginoso.4 Este segundo tipo de exantema, también llamado sinérgico, se ha relacionado con la administración de antibióticos beta-lactámicos. Las lesiones comienzan entre los días 3 y 10 tras el inicio del fármaco, como en el caso de nuestra paciente. El uso de estos medicamentos aumenta la frecuencia de erupciones cutáneas hasta en un 80%, aunque también el rash puede aparecer con la administración de quinolonas, macrólidos y otros antibióticos.5-7 Las lesiones tienden a desaparecer a los 7 días aproximadamente. Como sustrato fisiopatogénico del mismo se propone el desarrollo de una reacción de hipersensibilidad de tipo III, transitoria, que consiste en la formación de inmunocomplejos anticuerpo-antibiótico circulantes y activación del complemento. Es característico que no deje hipersensibilidad posterior al fármaco inductor.8 El diagnóstico serológico de la MI suele realizarse por determinación positiva de IgM específica frente a VEB, indicadora de infección reciente o activa, o por conversión serológica de IgG, más específica pero tardía. La IgM no suele estar presente hasta una semana después del inicio de los síntomas de la enfermedad y puede permanecer positiva hasta un año después de la infección viral.9,10 El diagnóstico diferencial se hace con la toxicodermia secundaria a fármacos y con otras infecciones que también cursan con un síndrome mononucleósido, entre ellas las producidas por citomegalovirus, Toxoplasma gondii, adenovirus, primoinfección por VIH e infecciones por herpes virus humano tipo 6 (VHH6), así como el sarampión y la escarlatina.11 Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento es sintomático, con analgésicos (paracetamol) o antiinflamatorios no esteroideos para controlar la fiebre y la odinofagia. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Santiago Sánchez-Mateos JL, García Millán C, Aboín González S, Pérez Carmona L, Harto Castaño A, Jaén Olasolo P. Erupción cutánea tras toma de amoxicilina en paciente con fiebre y odinofagia. Rev Clin Esp. 2008; 208:471-3. 2. Galán Gutiérrez M, Moreno Jiménez JC. 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Am J Med. 2007; 120: 911.e1-8. 10. Nystad TW, Myrmel H. Prevalence of primary versus reactivated Epstein-Barr virus infection in patients with VCA IgG-, VCA IgM-, and EBNA-1-antibodies and suspected infectious mononucleosis. J Clin Virol. 2007; 38:292-7. 11. Fica AC. Síndrome de mononucleosis infecciosa en pacientes adolescentes y adultos. Rev Chil Infect. 2003; 20:235-42. 99