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cap4 16/12/08 12:17 Página 123 ◆ 4 Trasplante de órganos y multiextracción ◆ SALUD FERNÁNDEZ GARCÍA mentales y el comienzo de una nueva era de trasplantes exitosos. Introducción En la década de 1930 se vio la posibilidad de preservar órganos, al lograrse conservarlos in vitro. En 1933, el ruso Voronoy realizó el primer trasplante de riñón sin éxito. Fue en 1950 cuando tuvo lugar el primer trasplante de riñón con implantación intraabdominal con éxito. A partir de este año, diferentes equipos de cirujanos europeos y americanos comenzaron a realizar trasplantes renales procedentes de cadáveres humanos. Se entiende por trasplante la implantación a un individuo receptor de un órgano ajeno, incluido como trasplante el injerto de tejidos tomados del mismo órgano o de otro. Se define como la acción de implantar una porción de tejido en un órgano, con la finalidad de reparar una pérdida de sustancia, reemplazar un área lesionada o solucionar un problema estético. Los objetivos son restaurar la función y mejorar la calidad de vida. Durante la década de los 50 se avanzó en la investigación inmunológica; fue en 1958, en Boston, cuando se realizó un trasplante utilizando dosis de inmunosupresores. Los trasplantes de órganos se iniciaron al comienzo del s. XX, cuando Alexis Carrel describe las suturas vasculares. De inmediato se detecta un problema que será motivo de investigación durante décadas, el rechazo del organismo hacia el órgano injertado, ya que el sistema inmunológico del receptor reconoce ese órgano como cuerpo extraño, ajeno a su sistema y, por lo tanto, generador de anticuerpos de defensa para rechazarlo. La aparición de drogas como la ciclosporina A abre una nueva etapa que significa el fin de los trasplantes experi- En 1963, Thomas Starzl llevó a cabo el primer trasplante de hígado entre humanos. En 1964 se hicieron trasplantes de riñón con donantes en situación de “muerte cerebral” con éxito. En este capítulo se van a tratar de explicar las técnicas de la multiextracción orgánica y de los trasplantes hepático y renal. 123 cap4 16/12/08 12:17 Página 124 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS Mantenimiento del donante de órganos Multiextracción orgánica El donante necesita una serie de cuidados para mantener sus órganos en buen estado. Requiere de un ajuste de volumen intravascular de líquidos para obtener una precarga óptima y prevenir la hipotensión. Se debe evitar el aporte excesivo de soluciones glucosadas, ya que podría ocasionar hiponatremia e hiperglucemia con el consiguiente aumento de poliuria y de deshidratación intracelular. También hay que evitar la reposición con soluciones ricas en sodio, ya que se puede producir hipernatremias difíciles de corregir. Según el acta sobre la determinación de la muerte: President´s Commision of the Study of Ethical. Problems in Medicine and Biochemical Research, “Un individuo está muerto cuando le ha sobrevenido bien el cese irreversible de las funciones respiratorias y circulatorias o bien el cese irreversible de todas las funciones cerebrales incluido el tronco cerebral. La determinación de la muerte debe realizarse de acuerdo con los estándares médicos aceptados” . Se usará solución cristaloide equilibrada (Ringer Lactato). También se puede utilizar una solución coloide, como albúmina 5%. La pérdida excesiva de diuresis se repone con una solución electrolítica de cloruro potásico. Si persiste la hipotensión se debe tratar con agentes inotrópicos. El diagnóstico clínico se realiza mediante exploración neurológica exhaustiva en la cual se va a demostrar la presencia de: ◆ ◆ ◆ Apnea demostrada mediante el test de apnea: se preoxigena durante 20 minutos haciendo una primera gasometría arterial de referencia. A continuación se desconecta al donante del respirador y se le aporta oxígeno en “T”, vigilando la aparición de movimientos respiratorios torácicos o abdominales durante el tiempo de desconexión que será de 8 o 10 minutos; si se presentan signos de hipoxia se le conecta antes. Y, por último, se realiza una segunda gasometría. Coma arreactivo: ausencia de funciones cerebrales sin ningún tipo de respuesta motora o vegetativa a estímulos dolorosos. Ausencia de reflejos troncoencefálicos: fotomotor, corneal, oculocefálico, nauseoso, tusígeno y oculovestibular. El cuidado respiratorio del donante requiere una adecuada oxigenación para evitar las atelectasias, el barotrauma y la toxicidad de oxígeno. Todo ello comprende la succión nasogástrica intermitente, la limpieza pulmonar y el ajuste de la presión del manguito del tubo orotraqueal para prevenir la broncoaspiración. El control ejercido por el tronco cerebral sobre la temperatura corporal se pierde tras la muerte cerebral. Aparece hipotermia en el 86% de los donantes. Aunque una hipotermia moderada puede ser beneficiosa para la protección y la preservación de los órganos, una temperatura menor de 32º C puede ocasionar deterioro del estado hemodinámico por vasoconstricción e inestabilidad cardíaca. La hipotermia enlentece la velocidad de conducción, lo que favorece la bradicardia y las arritmias cardíacas, hasta llegar en temperatura de 28º C a fibrilación ventricular. La hipotermia también produce alteraciones de la coagulación, desviación a la izquierda de la curva de hemoglobina, disminución del flujo sanguíneo esplácnico y el filtrado glomerular y provoca hiperglucemia y acidosis metabólica y respiratoria. La comprobación de muerte cerebral en relación con la extracción de órganos necesita de dos valoraciones clínicas. La segunda valoración debe ser efectuada por un especialista en neurología o neurocirugía. El intervalo entre las dos valoraciones debe de ser de 6 horas en pacientes mayores de 5 años y de 24 horas en menores de 5 años. Si la causa del coma es desconocida y no pueden realizarse exámenes diagnósticos metabólicos o toxicológicos, el intervalo debe ser de 48 horas. 124 cap4 16/12/08 12:17 Página 125 Trasplante de órganos y multiextracción Para evitar la hipotermia se debe mantener la temperatura corporal por encima de los 35º C mediante infusión de líquidos, calentadores, uso de mantas térmicas, lámparas térmicas y humidificador conectado en la rama inspiratoria del circuito de ventilación. ◆ ◆ La anemia es otro problema de estos pacientes ya sea por hemodilución, coagulopatía o por hemorragia quirúrgica. Deben ser transfundidos con concentrados de hematíes para mejorar el aporte de oxígeno a los tejidos periféricos. ◆ En ocasiones, estos pacientes suelen sufrir trastornos en la coagulación pudiendo llegar a la coagulación intravascular diseminada. En estos casos, será necesaria la transfusión de plasma o concentrados de plaquetas para mantener los parámetros de la coagulación dentro de los límites normales. ◆ ◆ Los principales objetivos de la obtención de órganos para su posterior implante son: ◆ ◆ ◆ Una perfusión óptima. Prevención de nuevos daños. La extracción de órganos con una lesión isquémica mínima o, incluso, sin ella. Equipo necesario en la extracción de órganos Se usa una mesa larga llamada “L”, por su forma, y la mesa de Mayo a los pies del donante. Aparte se prepara una mesa pequeña donde se colocan unas bolsas de órganos, una batea grande y Ringer Lactato congelado para hacer hielo picado. En esta mesa se preparan todos los sistemas de sueros y cánulas que se van a necesitar en la perfusión de Ringer Lactato frío y de solución preservante a 4º C. Antes de proceder a la extracción de órganos se debe verificar que esté cumplimentada toda la documentación necesaria: ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ El electrocardiograma se monitoriza preferentemente con la derivación V5 para detectar disritmias o isquemia miocárdica, sobre todo en los donantes de corazón. Se mide también la diuresis y la presión venosa central, esenciales para medir el balance hídrico. En donantes inestables se puede utilizar un catéter arterial pulmonar o, en su lugar, un ecodoppler transesofágico para evaluar la contractilidad cardíaca de una manera menos agresiva. También se monitoriza la saturación arterial de O2 mediante el pulsioxímetro, capnografía y temperatura central esofágica o timpánica. Las variables de laboratorio como hemoglobina o hematocrito, gasometría arterial, equilibrio ácido base e ionograma se controlan como mínimo cada hora o con más frecuencia si fuera necesario. El quirófano tiene que mantenerse a una temperatura de entre 24-27º C para impedir el enfriamiento del donante. Autorización para la extracción de órganos. Autorización de la dirección del centro. Certificado legal de la muerte. Autorización judicial, en caso necesario. Acta de extracción (especificando los órganos que se van a extraer). Se utiliza un equipo de ropa normal, a ser posible desechable, con batas de alto riesgo. El instrumental quirúrgico necesario es: Monitorización ◆ La monitorización del donante es igual que la de un paciente crítico. Se debe monitorizar la presión arterial mediante procedimiento invasivo para que nos permita anticipar los cambios bruscos. Son de elección la arteria radial o la humeral. ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ 125 Instrumental de laparotomía. Martillo. Una cápsula grande. Una pinza de Guyon. Finochietto grande. Esternotomo. cap4 16/12/08 12:17 Página 126 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS ◆ ◆ ◆ ◆ de preservación (rica en potasio) a 4º C; se necesitan aproximadamente 6 litros. Instrumental de revisión renal. Una batea grande para la revisión de los riñones. Instrumental de enucleación para la extracción de córneas. En caso de extracción ósea, una caja de instrumental de traumatología junto con un motor de sierra oscilante. Técnica quirúrgica de la extracción de órganos La incisión de elección es una laparotomía media xifo-pubiana asociada a esternotomía media; es aconsejable ampliar la incisión media abdominal con una doble subcostal hasta alcanzar la línea media axilar. Material fungible ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ Torniquetes vasculares. Vasseloops®. Grapadoras. Quitagrapas. Cera de hueso. Cánula de pórtex sin trocar del nº 32 para la canulación de la cava. Sonda de Nelaton blanca o negra para la perfusión portal. Cánula aórtica para la perfusión de aorta mesentérica. Cánula coronaria. Aguja de cardioplejia para la extracción cardíaca. Dos sistemas bífidos para la perfusión. Conexiones universales rectas. Bolsas de orina estériles. Bolsas intestinales, tres para cada órgano. Dos duquesas grandes para los riñones (recipiente de plástico o cristal donde se guarda materia orgánica que luego puede ser utilizada. Dependiendo del uso que se le quiera dar puede estar estéril o no. En este caso se usan estériles). Seis duquesas medianas para cuñas de bazo y ganglios. Para la extracción corneal se necesita hemostetas, solución BSS, cuchilletes oftálmicos, la caja de instrumental de enucleación y seda de 8/0. Ligaduras de seda del 1, 0, 2/0 y 3/0. Puntos de seda triangular del 1. Puntos de monofilamento no reabsorbible de 3/0 y 4/0. El equipo cardíaco procede inicialmente a la apertura del pericardio y a la disección y aislamiento de la aorta ascendente y vena cava superior, así como a efectuar la sutura para fijar el sistema de perfusión de la cardioplejia a la aorta. Se examina el corazón en busca de anomalías estructurales o de contractilidad. Las arterias coronarias también se inspeccionan. A continuación, se valora macroscópicamente el hígado para detectar la presencia de anomalías anatómicas. Tras una amplia movilización cefálica de todo el paquete intestinal se expone la aorta abdominal infrarrenal y la vena cava inferior y se liga la arteria mesentérica inferior. La arteria mesentérica superior es liberada para su posterior oclusión, una vez iniciada la perfusión hepática. La apertura del hiato esofágico y sección del pilar diafragmático derecho permiten disecar la aorta torácica distal (Ver Imagen 1). El aislamiento y sección distal de la vía biliar es el inicio de la disección de los elementos del pedículo. Se abre y lava la vesícula biliar hasta comprobar que el líquido drenado por el colédoco, previamente seccionado, es claro. Posteriormente, se libera y diseca la arteria hepática hasta la aorta abdominal y se diseca la vena cava infrahepática hasta identificar ambas venas renales. Seguidamente, se hepariniza al donante y se canula la aorta y vena porta, así como la vena cava. Se clampa la aorta proximal a la arteria innominada, se retira la vía venosa central si tuviera y se comienza Los sueros de perfusión son: solución de Ringer Lactato (solución cristaloide equilibrada); se usan aproximadamente 4 litros. Solución de Ringer Lactato congelado para hacer hielo picado y solución 126 cap4 16/12/08 12:17 Página 127 Trasplante de órganos y multiextracción Imagen 1. Multiextracción orgánica Imagen 2. Perfusión hepática la perfusión hipotérmica a través de la aorta abdominal y la vena esplénica. Se evita la congestión de los órganos durante su enfriamiento, mediante la apertura de la vena cava inferior suprahepática y de la cánula situada en esta misma estructura venosa por debajo de las venas renales, mientras se efectúa la cardiectomía y el enfriamiento del hígado. Tras perfundir 2 ó 3 litros de solución preservante a 4º C a través de la aorta y 1 ó 2 litros en la vena esplénica, se efectúa la desconexión vascular hepática y su extracción (Ver Imagen 2). Se realiza seguidamente la nefrectomía bilateral en bloque con aorta y vena cava, tras la sección distal de ambos uréteres; se extraen el bazo y los ganglios linfáticos para el tipaje de los tejidos y, por último, se extirpan largos injertos arteriales y venosos ilíacos. conlleva hipotensión mecánica y dificultad para la ventilación del donante. Junto a la colocación del catéter para la cardioplejia en la aorta se coloca una cánula doble en el tronco de la arteria pulmonar para la perfusión del líquido de preservación a través de ambas arterias pulmonares. Después de la infusión de la cardioplejia comienza la perfusión de los pulmones; durante este tiempo se ventilan los pulmones manualmente con una frecuencia de 4 respiraciones por minuto. Cuando se suspende la ventilación mecánica, se aspira la vía aérea y se retira el tubo endotraqueal. Cuando interesa la extracción en bloque de otros órganos y tejidos (córneas, huesos, etc.), el procedimiento se realiza sin perfusión mixta, ya que estos tejidos toleran la isquemia durante más tiempo sin lesiones significativas. La técnica para la extracción de los pulmones y el corazón necesita de cuidados especiales. Se debe asegurar una correcta colocación del tubo endotraqueal para asegurar un mínimo daño de la mucosa allí donde se va a efectuar posteriormente la sutura de la tráquea. Los órganos suelen conservarse mediante la técnica de hipotermia simple, utilizando la perfusión intravascular de diversas soluciones especiales conservadoras o solución preservante. Estas soluciones poseen una composición electrolítica específica, así como aditivos químicos que previenen la tumefacción celular y los fenómenos celulares adversos Se disecciona la pleura mediastínica y se separa la tráquea de sus fijaciones a la aorta y al esófago. La manipulación de los pulmones fuera del mediastino 127 cap4 16/12/08 12:17 Página 128 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS secundarios a la isquemia, el vasoespasmo y la formación de metabolitos tóxicos y proporcionan una fuente de energía. El índice metabólico alto del hígado lo torna relativamente vulnerable a isquemia y su gran volumen impide el enfriamiento rápido y uniforme durante su obtención. Como consecuencia, la causa más común de disfunción postoperatoria de un injerto hepático es una lesión isquémica. Se ha demostrado que la solución de Wisconsin prolonga la preservación hipotérmica del hígado durante 24 horas y tal vez por más tiempo. La perfusión de solución preservante se inicia a través del catéter portal (con una sonda de Nelaton) y aórtico (con una cánula aórtica), (Ver Imagen 3). El volumen de perfusión depende del tamaño del injerto y de las características del líquido que sale a través de la vena cava inferior (debe salir claro al final de la perfusión). Imagen 3. Cánulas para perfusión Los riñones irán en una bolsa intestinal con solución fría de Ringer Lactato, a su vez dentro de una segunda bolsa y seguidamente en una duquesa que se precinta con plástico autoadhesivo. La duquesa se introduce en una tercera bolsa intestinal y se depositan en neveras separadas en las que se identifiquen el riñón derecho y el izquierdo. Cada nevera deberá tener una cuña de bazo y ganglios linfáticos además de 10 cc de sangre del donante sin heparinízar. La protección del corazón se basa en el paro metabólico celular y en el enfriamiento uniforme, ya que ambos previenen la generación de radicales libres citotóxicos. La técnica que protege el miocardio es la cardioplejia, que reduce la necesidad de apoyo inotrópico después del implante. En condiciones de laboratorio la cardioplejia puede preservar la función cardíaca hasta 24 horas. Sin embargo, el límite práctico del tiempo de isquemia es de 4 a 6 horas. Inmunología Para determinar la compatibilidad entre donante y receptor se utiliza básicamente el tipaje HLA (Human Leucocytary Antigens), que define características antigénicas de los individuos. Este sistema está formado por proteínas y se encuentra en las células del organismo. El sistema HLA tiene varias regiones genéticas o locus; de éstos, los más importantes para el trasplante son A, B, C y DR; sobre todo se utilizan el DR y el B para establecer los criterios de compatibilidad entre donantes y receptor. Una vez seleccionado el receptor se debe realizar el crossmatch (enfrentar suero del receptor contra linfocitos del donante) para descartar la existencia de anticuerpos preformados en el receptor; el resultado ha de ser negativo para poder realizar el trasplante. Transporte El injerto hepático irá en bolsa intestinal sumergido en solución preservante fría. Esta bolsa será introducida en otras dos bolsas intestinales y la última contendrá solución de Ringer Lactato congelada en forma de hielo picado. Todo ello se conservará en una nevera con hielo. Irá acompañada de dos duquesas con bazo y ganglios y otra duquesa con arterias y venas ilíacas extraídas del donante. También se introduce en la nevera un tubo con 10 cc de sangre sin heparinizar del donante. 128 cap4 16/12/08 12:17 Página 129 Trasplante de órganos y multiextracción implantado: ligar pequeños vasos que pueden empezar a sangrar en el momento del implante, retirar todo aquel tejido que no sea útil y comprobar la permeabilidad de los vasos. También sirve para ver cómo está el hígado en caso de que el equipo extractor no haya sido el mismo equipo quirúrgico que lo vaya a trasplantar (Ver Imagen 4). Para el tipaje HLA se requieren en total 4 tubos de sangre: 3 sin heparina y 1 con heparina, todos de 10 cc. El tipaje renal requiere de 15 cc de sangre sin heparina, más una muestra de ganglios linfáticos y una cuña de bazo. Estas muestras se envían al Servicio de Inmunología del hospital de referencia; de su envío se debe encargar la coordinadora de trasplantes. Se utiliza una cápsula grande y dos bolsas intestinales. A veces se necesita más hielo picado y solución preservante. El instrumental necesario consiste en mosquitos, pinzas vasculares pequeñas, una tijera de disección fina, tijeras de hilos, un porta-agujas, varios clanes pequeños angulados y bulldog. En el tipaje del hígado es necesario: cuña de bazo, muestra de ganglios, 10 cc de sangre del donante y muestras de sangre del receptor. Todo esto se envía al Centro Regional de Transfusiones para el tipaje HLA. Se usan puntos de seda de 3/0 y ligaduras de 3/0, puntos de monofilamento no reabsorbible de 5/0, de 6/0 para los vasos. Cirugía de banco de huesos Para esta cirugía se requiere instrumental de traumatología, en el que hay que incluir un motor de sierra oscilante y cuatro cápsulas para hacer los lavados quirúrgicos a los huesos extraídos. Es necesario un martillo para hacer hielo picado con suero fisiológico o Ringer Lactato congelado; una jeringa de 50 cc, de cono ancho, para introducir líquidos en los vasos y ver cómo se rellenan y una jeringa de 20 cc con abocath del nº 14 para lavar los pequeños vasos. Se extraen los cóndilos femorales y los platillos tibiales de ambos miembros inferiores. Cada porción de hueso se coge con una pinza de hueso y se lava tres veces con suero de lavado quirúrgico. Cuando se termina el segundo lavado se extrae con un aspirador todo el suero y se deja la cápsula vacía para empezar con el tercer lavado; de este último suero se recoge una muestra para microbiología y se introduce en unos tubos especiales que se guardan en la nevera. Cada hueso se guarda en dos bolsas cerradas herméticamente que se introducen en un frasco con cierre sellado. Todos los huesos se guardan en un congelador especial para este fin. En el cadáver, se vuelve a reconstruir la porción de hueso extraída. Cirugía de banco de hígado La cirugía de banco consiste en una revisión exhaustiva y minuciosa del hígado donante antes de ser Imagen 4. Cirugía de banco de hígado 129 cap4 16/12/08 12:17 Página 130 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS El hígado se guarda en tres bolsas intestinales; en la primera se coloca el hielo picado, la segunda protege al hígado y la tercera contiene el hígado y el líquido conservador. Al terminar, y así protegido, se vuelve a colocar en la nevera con hielo. o no. Las enfermedades más frecuentes que requieren trasplante hepático son: ◆ Cirugía de banco de riñón ◆ La cirugía de banco de riñón tiene la misma finalidad que la del hígado, esto es, suturar o ligar pequeños vasitos que puedan ser perjudiciales en la cirugía del implante y ver el estado del riñón si no ha sido extraído por el mismo equipo quirúrgico que lo vaya a trasplantar. ◆ ◆ El instrumental necesario para esta cirugía son pinzas pequeñas como mosquitos, pinzas vasculares pequeñas, un porta-agujas, tijeras de disección pequeñas y finas, tijeras de hilos, clanes vasculares pequeños y bulldog . También se necesita una batea grande para depositar el riñón mientras lo revisan. Enfermedad hepática crónica avanzada, que puede ser hepatocelular (viral, alcohólica, criptogenética, autoinmune, etc.) o colestásica (cirrosis biliar primaria, colangitis esclerosante y síndromes colestásicos familiares). Tumores malignos no resecables como carcinoma hepatocelular, colangiocarcinoma y algunos tipos de metástasis especiales. Por fallo hepático fulminante de tipo viral, por drogas, tóxicos y enfermedades metabólicas. En niños, las patologías son enfermedades hepáticas terminales de la infancia como la atresia de vías biliares o los trastornos metabólicos congénitos. La cantidad de funciones de síntesis y metabólicas que realiza el hígado hace que las manifestaciones de la enfermedad terminal se extienda prácticamente por todos los órganos. La enfermedad crónica hepática se acompaña generalmente de una circulación esplénica y sistémica hiperdinámica, caracterizada por un índice cardíaco elevado y unas resistencias vasculares disminuidas. Para perfundir más líquido conservador se necesita una cánula especial, suero fisiológico congelado para hacer hielo picado, un martillo, dos bolsas intestinales y una duquesa estéril para guardar el riñón. Se precinta esta última con plástico autoadhesivo, se guarda en la nevera con hielo, se rotula si es riñón izquierdo o derecho y se precinta la nevera. La primera anomalía hemodinámica es la hipertensión portal, por la alteración de la arquitectura hepática normal. Esto conlleva un ensanchamiento de las colaterales venosas en las paredes abdominales y del aparato digestivo, mesentérico y retroperitoneo. Aparte de poder padecer hemorragias por las varices esofágicas, se produce una comunicación arteriovenosa que contribuye al descenso patológico de las resistencias vasculares sistémicas. Las suturas necesarias son ligaduras de 3/0 y algún punto de sutura vascular (monofilamento no reabsorbible de 5/0 ó 6/0). El shunt portosistémico anatómico o funcional hace que aparezcan en la circulación sistémica sustancias mediadoras tales como el óxido nítrico, prostaglandinas, ácidos biliares y glucagón, que producen una vasodilatación generalizada. Esta vasodilatación implica la activación del sistema simpático con un aumento de catecolaminas circulantes y la estimulación del sistema renina angiotensina Trasplante hepático Fisiopatología El trasplante de hígado se practica en pacientes con padecimientos hepáticos en etapa terminal, malignos 130 cap4 16/12/08 12:17 Página 131 Trasplante de órganos y multiextracción aldosterona que produce una retención del sodio y agua. El aumento de la volemia es el segundo mecanismo importante en el mantenimiento de la circulación hiperdinámica. La hiponatremia dilucional y la hipokaliemia por pérdidas urinarias excesivas por hiperaldosteronismo secundario o diuréticos son habituales. La cirrosis avanzada se asocia con una disfunción diastólica del ventrículo izquierdo y un engrosamiento de la pared, probablemente por la hiperactividad del sistema simpático. Monitorización y técnica anestésica La monitorización del enfermo para un trasplante hepático debe ser amplia. Previo a la inducción debe monitorizarse de rutina el electrocardiograma, pulsioximetría y tensión arterial. Debido a la posible disfunción del cardias por la ascitis, todos los pacientes deben ser considerados como “estómago lleno” y se realizará una secuencia rápida de inducción. La actividad endotelial elevada, con una captación de noradrenalina incrementada, puede estar relacionada con la aparición de vasoconstricción pulmonar localizada y la hipertensión pulmonar que se observa en el 2% de los pacientes cirróticos. La vasodilatación pulmonar es un fenómeno más frecuente en este tipo de pacientes y podría estar relacionada con el síndrome hepatopulmonar. El gasto cardíaco elevado produce un aumento en el flujo por la arteria pulmonar con un ensanchamiento de los vasos pulmonares y una menor exposición de la sangre a la membrana alveolar con la consiguiente hipoxia. El intercambio gaseoso se verá afectado por las atelectasias derivadas de la distensión abdominal y el derrame pleural. El aclaramiento de las drogas está afectado por la reducción de la función hepatocitaria y hay una compleja farmacocinética y farmacodinamia, por la situación de gasto cardíaco y volumen sanguíneo elevados y albúmina sérica disminuida. La hipoalbuminemia es una circunstancia habitual, lo que aumenta la cantidad de fármaco libre para actuar, aunque también para su metabolismo y eliminación. El volumen de distribución en general es superior al normal por retención de agua y sodio. Por ello, en general, se precisan dosis iniciales de fármacos mayores de las normales. La enfermedad terminal hepática supone una reducción de la producción de factores de la coagulación, particularmente I (fibrinógeno), II (protrombina), V, VII, IX y X; una trombocitopenia por hiperesplenismo y disminución en la producción ante la disminución en la trombopoyetina; y una reducción en la aclaración de los activadores de la fibrinolisis y el plasminógeno tisular. Todo ello, sumado a las colaterales venosas, hipertensión portal y aumento de la fragilidad capilar, hace que el mantenimiento de la hemostasia sea muy complicado en el paciente cirrótico. Sin embargo, otros pacientes, como los trasplantados por neoplasias sin cirrosis, pueden mostrar una función conservada. Los fármacos con metabolismo y eliminación hepática dependen del flujo portal, que en general está disminuido. El número y el grado de deterioro de los hepatocitos determinan el grado de metabolismo de muchos fármacos, especialmente de los dependientes del citocromo P450. La biotransformación por conjunción y eliminación biliar suele estar preservada en las cirrosis. Es frecuente la asociación del fallo renal con el fallo hepático, lo que puede aumentar la duración de acción de fármacos de eliminación renal. Los cambios en el equilibrio de líquidos y electrolitos se manifiestan como ascitis, edema, alteraciones hidroelectrolíticas o síndrome hepatorrenal. Una vez realizada la inducción, se procede a la canalización de dos vías periféricas de calibre grueso (14 ó 16G) en ambos antebrazos, presión arterial 131 cap4 16/12/08 12:17 Página 132 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS con un control conocido. Los valores normales son de 1,6 a 2,7, por debajo de 1,6 hay una hipercoagulación y por encima de 2,7 hipocoagulación), fibrinógeno y recuento de plaquetas. También se utiliza el tromboelastógrafo, que es un aparato que permite la detección precoz en las alteraciones de la coagulación de una forma global y, en especial, de los estados de hipercoagulabilidad y la hiperfibrinolisis. invasiva en la arteria radial y doble canalización de la yugular interna para la colocación de un catéter en arteria pulmonar y otro catéter bilumen en aurícula derecha. La presión venosa central obtenida en la aurícula derecha se compara con la presión en la cava inferior, mediante la canalización de la vena femoral, para evaluar el grado de pinzamiento de la vena cava inferior y su posible repercusión en la disminución del retorno venoso. Preparación del paciente Se canaliza también una arteria pedia para la obtención de muestras arteriales sin interferir en la monitorización hemodinámica. El catéter en la arteria pulmonar permitirá medir la presión en la arteria pulmonar, presión de enclavamiento, saturación venosa mixta y gasto cardíaco por termodilución. Una vez el paciente esté en la mesa quirúrgica, se procede a la monitorización básica: ECG, pulsioximetría y presión arterial no invasiva. Se colabora con el anestesiólogo en la inducción e intubación del enfermo, para lo cual se prepara una mascarilla facial, un tubo de Guedel, un laringoscopio con pala corta y larga, una sonda de aspiración conectada al aspirador y un tubo endotraqueal de número adecuado, habiendo comprobado previamente el balón del neumo con una jeringa de 10 cc. Se debe tener a mano un fiador por si es necesario durante la intubación. Tras la intubación, se fija el tubo con esparadrapo o venda. Se tendrán en cuenta los siguientes cuidados: Las determinaciones analíticas se hacen frecuentemente, incluyendo gases arteriales y venosos, calcio iónico, glucosa, sodio y potasio en sangre. Además, se precisa analizar la coagulación detalladamente. Se necesitan bombas de infusión rápida para la reposición de la volemia en caso de hemorragia. En caso de que no tenga líquido ascítico previamente, se puede usar un recuperador celular (autotrasfusor) para limpiar hematíes aspirados en el campo quirúrgico y reinfundirlos al paciente, lo que reduce la transfusión heteróloga. ◆ Se han utilizado otros métodos de medición del gasto cardíaco tales como el ecodoppler transesofágico y el Picco sin que hayan sustituido al método de termodilución en arteria pulmonar, pero pueden dar información adicional útil para el manejo anestésico del paciente. ◆ ◆ ◆ La monitorización de la coagulación durante el trasplante hepático se realiza mediante la observación clínica; las mediciones habituales son: TP (tiempo de protombina), TPTA (tiempo de tromboplastina parcial activada), INR (un ratio que relaciona el tiempo de protrombina del paciente ◆ 132 Es necesaria una manta térmica para evitar la pérdida de calor del paciente. Se vendan los miembros inferiores, después de colocar las placas del bisturí eléctrico y de argón, con venda de algodón prensado y venda elástica para evitar la pérdida de calor y los tromboembolismos. Protección de las vías periféricas para evitar que se pueda extravasar alguna durante la intervención. Almohadillado de las zonas de prominencias óseas. Protección ocular con lubricante oftálmico y esparadrapo de papel que asegure que los párpados queden bien cerrados, para evitar los edemas parpebrales y las úlceras corneales. El enfermo debe estar correctamente alineado mediante soportes para los brazos con el fin de lograr una posición anatómica y evitar parestesias postoperatorias. Debajo de las zonas poplíteas se coloca un rodillo para evitar la extensión cap4 16/12/08 12:17 Página 133 Trasplante de órganos y multiextracción ◆ forzada de las rodillas. Igualmente, se pondrá un rodillo especial de silicona en la zona occipital para evitar la rotación de la cabeza. Es necesario el sondaje vesical del paciente con control de diuresis horaria, así como el sondaje nasogástrico. Preparación del campo quirúrgico ◆ ◆ En la preparación del campo quirúrgico se rasurará la piel desde las mamilas hasta la zona inguinal, enjabonando previamente la zona, para evitar microlesiones que faciliten la proliferación de infecciones postquirúrgicas. La preparación de la zona quirúrgica se realiza de forma estéril en una primera fase con varios lavados de povidona yodada jabonosa disuelta en suero fisiológico y secado de la zona y una segunda fase de desinfección con povidona yodada antiséptica. Imagen 5. Preparación del quirófano Equipo necesario El instrumental necesario para el trasplante hepático es el de una laparotomía o cirugía abdominal y, además, instrumental vascular como clanes vasculares de distintos tamaños y formas (Satinsky, clanes angulados, clanes de carótida y clanes de porta), portas vasculares, pinzas vasculares, un guyón, tijeras de Pott y un separador con múltiples valvas que deje operar en un campo amplio. Se debe preparar para el instrumental la mesa “L” y la mesa de Mayo a los pies del paciente (Ver Imágenes 5 y 6). Imagen 6. Instrumental para trasplante hepático departamentos para clasificarlas y evitar que se mezclen, de manera que puedan ser usadas con rapidez. Es necesaria una batea grande para depositar el hígado una vez sacado de la nevera. El equipo de ropa utilizado debe ser impermeable; en caso de que no lo sea es necesario usar plásticos que aíslen las mesas. Es muy util una sábana de cobertura específica impermeable llamada “de cesárea”, que recoge todo el líquido que sale de la cavidad abdominal para evitar que se derrame por el suelo. Material fungible ◆ Debido a la gran cantidad de suturas que se usan, se puede utilizar una caja dividida en pequeños 133 Equipo de ropa desechable (en caso de no tener esta posibilidad se deben utilizar plásticos de mesa y cobertura específica impermeable). cap4 16/12/08 12:17 Página 134 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ Técnica quirúrgica Batas de alto riesgo. Bisturí eléctrico. Bisturí de argón. Dos aspiradores y, en caso de que se utilice un recuperador de sangre, el aspirador del recuperador. Grapadoras y quitagrapas. Alforjas. Mangos de luz. Una duquesa estéril para guardar las agujas usadas. Bolígrafo demográfico. Compresas con control radiopaco. Ligaduras de seda largas y cortas del 0, 2/0 y 3/0. Monofilamento no reabsorbible de 2/0, 3/0, 4/0, 5/0, 6/0 y 7/0. Seda del 1 triangular para traccionar los bordes de la herida quirúrgica para que ayude a separar mejor los bordes. Sutura de polyglactil de 5/0 o plydioxanona (monofilamento reabsorbible) de 6/0 para la reconstrucción de la vía biliar. Para el cierre de la herida quirúrgica se usa un monofilamento reabsorbible o monofilamento no reabsorbible del 1. Se utilizan cuatro drenajes para el cierre que se fijan con seda de 2/0. Protectores de mosquitos. Sonda de Foley que dependiendo del hígado puede ser del 20 o del 22. Cuatro jeringas de cono ancho para el lavado del hígado en la reperfusión. Un fogarty corto del número 5 ó 6 para la vía biliar junto con una jeringa de 2 cm para el balón del fogarty. Una jeringa de 10 cc con un abocath del 14 para el lavado de la arteria. Suturas mecánicas vasculares. Torniquetes vasculares y Vaseeloop®; no se suelen usar pero cuando se necesitan son de uso rápido. Torundas. Suero fisiológico caliente y frío. Caliente para el comienzo de la intervención y para después de la reperfusión del hígado y frío mientras se anastomosan los vasos del injerto. Tiene cuatro fases claramente definidas: ◆ ◆ ◆ ◆ Hepatectomía. Fase anhepática. Fase neohepática. Vía biliar y cierre. Hepatectomía El campo quirúrgico a preparar comprende desde las mamilas hasta la zona inguinal. Se realiza una doble incisión subcostal con prolongación vertical hasta superar en 3-4 cm el apéndice xifoides; la prolongación subcostal derecha, paralela al borde costal, debe alcanzar la línea media axilar. Inicialmente, se explora la cavidad abdominal para comprobar la ausencia de anomalías que podrían dificultar o contraindicar el trasplante, como podría ser la existencia de una enfermedad tumoral extendida. Debido a la hipertensión portal presente, el abordaje y disección de las estructuras suelen ser complejos y exigen una gran meticulosidad. Progresivamente, se realiza la identificación, liberación y sección proximal de todas las estructuras: conducto cístico, vía biliar, arteria hepática y vena porta. La disección de la vena porta produce la falta de retorno por esta vena, en función de la existencia de circulación colateral en el receptor sí se puede reducir el gasto cardiaco por disminución del retorno venoso y congestión de todo el territorio esplénico. Una vez seccionada la vena porta, para evitar la congestión venosa en el intestino y posterior desarrollo de edema, se realiza una derivación porto-cava terminolateral temporal que permite una hepatectomía más cómoda ya que no se produce edema intestinal. Se disecciona la vena cava inferior y se diseca por encima de las venas renales. Se deja la vena cava del receptor en su posición original y se secciona la circulación procedente del hígado en las venas suprahepáticas. Esto permite el retorno de la sangre de la mitad inferior del cuerpo, lo que preserva el 134 cap4 16/12/08 12:17 Página 135 Trasplante de órganos y multiextracción la fase de implante del órgano comienza con la anastomosis de la vena cava suprahepática. La técnica comúnmente admitida es la sutura continua con monofilamento no reabsorbible de 3/0. Se realiza la reconstrucción de la porta, que aportará el flujo necesario de sangre para lavar el injerto. Para ello, primero se cierra la anastomosis porto-cava realizada en la fase de hepatectomía con una sutura mecánica vascular. La anastomosis ha de hacerse con sutura de monofilamento de 5/0. retorno de las venas renales y provoca una menor inestabilidad hemodinámica; se disminuye así la necesidad de hemoderivados y se preserva la función renal. La hepatectomía comienza con la disección del pedículo hepático sin clampar la vena porta. Se inicia la disección de la vena cava inferior infrahepática. Se deben identificar, disecar y ligar las pequeñas venas hepáticas del lóbulo caudado que son tributarias de la vena cava. Una vez llegado a este punto conviene clampar y ligar la vena porta. La liberación de la cava retrohepática puede iniciarse por cualquiera de los lados y, tras la sección del ligamento retrocava, se llega a la cara posterior de las venas suprahepáticas y se liberan de los anclajes que suelen unirlas al diafragma. Traccionando del hígado hacia arriba se puede colocar un clamp transverso en la unión de las suprahepáticas con la cava, y se puede extraer el hígado sin interrumpir el flujo venoso en la cava. Tras la sección de las suprahepáticas se abren los muñones de estas tres venas o bien de dos de ellas y se cierra el restante, en función del calibre del orificio resultante y del tamaño de la cava del donante con la que se va a anastomosar. Al reperfundir el hígado con sangre portal sufre un cambio de color, indicativo de la entrada de sangre en los sinuosoides hepáticos. La cava infrahepática del donante, con la sonda de Foley en su interior, permite extraer del hígado los restos de solución de preservación (rico en potasio y productos tóxicos liberados a nivel celular), que se introducen durante la multiextracción, para así evitar que pasen a la circulación general y provoquen grandes alteraciones hemodinámicas (denominadas síndrome de reperfusión). Una vez lavado el hígado se cierra la cava infrahepática del donante y se desclampa la anastomosis de la cava suprahepática para luego seguir con la anastomosis de la arteria hepática. Ésta se realiza con monofilamento no reabsorbible de 6/0 o 7/0 con aguja asintótica. Fase anhepática Es una fase caracterizada por alteraciones hemodinámicas y electrolíticas. Durante esta etapa es fundamental realizar una hemostasia muy cuidadosa del retroperitoneo y de la pared diafragmática en el lecho hepático. Vía biliar y cierre Una vez concluida la preparación del injerto se introduce en el campo operatorio y se efectúan las anastomosis vasculares. Se preparan los pedículos vasculares para realizar las anastomosis. Esta preparación tiene especial importancia en las venas suprahepáticas, donde se debe adaptar el tamaño de las venas donante y receptora. Una vez revisada la hemostasia y la cavidad abdominal se colocan cuatro drenajes, dos en el espacio subfrénico y dos en el espacio subhepático. Posteriormente, se procede al cierre de la cavidad abdominal con monofilamento absorbible del 1 o monofilamento no absorbible del 1 dependiendo de la técnica del cirujano. Seguidamente, se sutura la piel con grapas y se colocan los apósitos. Por último, se reconstruye la vía biliar con sutura de polyglactil de 5/0 o polydioxanona (monofilamento absorbible) de 6/0. Fase neohepática En caso de que no puedan cerrar porque esté muy edematoso se suele poner una malla hasta que disminuya el edema y se pueda proceder al cierre definitivo. Tras la colocación del injerto sobre el campo operatorio protegido con compresas con suero frío, 135 cap4 16/12/08 12:18 Página 136 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS Protocolo de muestras sanguíneas anotando en una hoja de registro preparada para esta función, junto al número de muestra y hora de extracción, lo que facilita el control de la evolución analítica del paciente. Es necesario el uso de un protocolo de analíticas que se realizarán durante la intervención quirúrgica. Para este propósito se canaliza la arteria pedia. Se necesita información sobre la bioquímica, gasometría, hematología y estudio de coagulación del paciente de forma continua. Generalmente las extracciones se efectúan en las siguientes fases: ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ Tromboelastrografía Es un método simple, sensible y fiable que permite determinar en un tiempo corto la naturaleza de los efectos hemostáticos a partir de una pequeña muestra de sangre. El sangrado excesivo es todavía una complicación común en el trasplante hepático; es uno de los parámetros pronósticos más importantes. Una vez inducido el paciente y al terminar la canalización de la vena yugular externa. Al clampar la vena porta. En el clampaje de la vena cava inferior. 10 minutos antes de la reperfusión. En la reperfusión. 10 minutos después de la reperfusión. 60 minutos después de la reperfusión. En el comienzo de la vía biliar. Consta de dos partes mecánicas: una cubeta y un pistón. En la cubeta se deposita una pequeña cantidad de sangre mezclada con varios reactivos; éstos cambian según la vía de coagulación que se quiera estudiar. La cubeta se introduce en un pistón y mediante movimientos de rotación transmite al ordenador la información del estado de la vía elegida (Ver Imagen 7). No obstante, se extraerán muestras de analíticas siempre que el equipo de anestesia lo crea necesario y el enfermo lo precise. Las muestras se irán Es necesario mantener los reactivos en la nevera y tener la precaución de marcar la fecha en la que se han abierto, ya que no se pueden utilizar si llevan más de una semana abiertos. Traslado del paciente Una vez terminada la cirugía, se prepara al paciente para el traslado a la Unidad de Reanimación en las mejores condiciones posibles. Se limpia la herida del paciente y se aplica povidona yodada en la herida, se colocan los apósitos necesarios en la zona de incisión y se comprueba la permeabilidad de los drenajes. Por último, se debe limpiar al paciente de restos de sangre y povidona yodada que pueda tener. Se retirarán los vendajes de los miembros inferiores junto con las placas del bisturí, tanto de argón como el eléctrico unipolar. Se comprueba que no se Imagen 7. Tromboelastógrafo 136 cap4 16/12/08 12:18 Página 137 Trasplante de órganos y multiextracción hayan producido úlceras por presión. Se cambian los apósitos que quedaron sucios durante la intervención y se retiran los sistemas de suero que ya no van a ser necesarios; se colocan tapones en las vías venosas y arteriales y se dejan permeables. La introducción de la ciclosporina A, en 1980, supuso el avance definitivo para que el trasplante renal se considere hoy día la opción terapéutica de elección para la mayoría de los pacientes con IRC. Se fija y se aspira el tubo endotraqueal para el traslado. Si es posible, se debe usar monitorización de la presión arterial, ECG y saturación de oxígeno para la movilización del paciente y hay que contar con un respirador portátil. Es necesario preparar un set de intubación y un ambú por si fuera necesario durante el traslado del paciente. Fisiopatología La Insuficiencia Renal Crónica puede ser resultado de cualquier causa de disfunción renal de magnitud suficiente. Sus efectos funcionales pueden agruparse en tres fases: ◆ Una vez que el enfermo esté en Reanimación y conectado al respirador se entregará la historia clínica a la enfermera responsable y se le informará de manera clara de todos los incidentes ocurridos durante la intervención. ◆ Trasplante renal ◆ El trasplante de riñón es el tratamiento ideal para los enfermos con Insuficiencia Renal Crónica (IRC); actualmente alcanza excelentes resultados en cuanto a mortalidad y supervivencia del injerto. La combinación de hemodiálisis y trasplante ha cambiado sustancialmente las perspectivas y mejorado notablemente la calidad de vida de muchos pacientes con un padecimiento renal terminal. Reserva renal disminuida: hay una pérdida mensurable de la función renal, pero la homeostasia está conservada a expensas de algunas adaptaciones hormonales, como un hiperparatiroidismo secundario y modificaciones intrarrenales del balance glomerulotubular. Insuficiencia renal: en la fase de insuficiencia renal hay una ligera retención de compuestos nitrogenados que se refleja en la elevación de la urea y de la creatinina en el plasma. Uremia: si la disfunción renal es mayor, el equilibrio electrolítico se altera, la retención de compuestos nitrogenados aumenta y aparece uremia. Los factores que agravan o producen la insuficiencia renal deben tratarse específicamente. Si la uremia es el resultado de un trastorno progresivo e intratable, el tratamiento conservador prolongará a menudo una vía útil y confortable hasta que se requiera diálisis o trasplante. Gracias a los avances inmunológicos y al tratamiento con drogas inmunosupresoras han aumentado los logros en este campo. El primer trasplante renal con éxito se realizó en 1951. El trasplante renal es la implantación de un nuevo riñón que puede proceder de un donante vivo o de un cadáver. En nuestro país los pioneros del trasplante renal fueron los doctores Gil Vernet y Caralps en 1965 en el Hospital Clínico de Barcelona. Desde entonces, y gracias al desarrollo de la inmunología y de la aparición de nuevos y más eficaces fármacos inmunosupresores, se ha ido incrementando el número de trasplantes y su supervivencia. Monitorización y técnica anestésica Se debe tomar como medida preoperatoria la diálisis para corregir, en lo posible, las alteraciones del riñón disfuncionante y entrar en el quirófano en las mejores condiciones. La movilización de estos pacientes ha de ser cuidadosa dada su fragilidad ósea, ya que por la osteodistrofia renal son frecuentes las fracturas patológicas. 137 cap4 16/12/08 12:18 Página 138 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS de los anestésicos, trastornos por la monitorización invasiva, infección perioperatoria y rechazo agudo del injerto. La inducción tiene que ser rápida debido a los trastornos gástricos, ya que hay un aumento del volumen y retraso del vaciamiento gástrico debido a neuropatía autónoma, lo que predispone a la broncoaspiración preoperatoria. Preparación del paciente Se debe tener especial cuidado en la esterilidad, especialmente en las maniobras invasivas debido a la inmunosupresión que elevan el riesgo de infección y sepsis. Una vez que el enfermo ha sido dializado se traslada al quirófano. Allí se le coloca en la mesa quirúrgica y se procede a monitorizarlo y a la inducción anestésica. La colocación del paciente será en decúbito supino con una ligera elevación del lado que se haya elegido para el implante, fosa ilíaca derecha o izquierda. La monitorización, en un primer momento, consiste en electrocardiografía, pulsioximetría y presión arterial no invasiva, con el manguito situado en el brazo contrario al de la fístula arteriovenosa. Se retirará una vez que el paciente esté dormido y se haya canalizado una arteria para la monitorización de la presión arterial invasiva. Con la medición de la presión venosa central se asegura una hidratación sin sobrecarga hídrica. La preparación de la zona quirúrgica comprende desde las mamilas hasta la mitad del muslo. El brazo donde tiene la fístula arteriovenosa debe protegerse vendando el brazo y aislándolo para que no sufra ninguna agresión durante la intervención. También deben protegerse las zonas de apoyo. La medición del flujo urinario es necesaria; si se aprecia diuresis activa tras la anastomosis arterial, generalmente suele indicar buen funcionamiento del injerto. Si el tiempo de isquemia del injerto ha sido prolongado, puede que aparezca oliguria, que se trata con líquidos y manitol. Es necesario sondar al paciente con una sonda Foley de tres vías. En la tercera vía se conectará un sistema de suero con una conexión especial; este sistema va a su vez conectado a un suero con 2 g de fosfocina. Este sistema se abrirá en el momento del llenado de la vejiga para la anastomosis de la vejiga del receptor con el uréter del riñón donante. La sonda irá conectada a una bolsa de diuresis horaria. Se canaliza una vía central para la administración de líquidos, que deben estar muy controlados, ya que el paciente nefrópata se caracteriza por su dificultad para manejar los líquidos adecuadamente, y puede sufrir tanto una hipovolemia aguda como una hipervolemia por sobrecarga hídrica. En pacientes con insuficiencia renal se deben evitar los líquidos con potasio (Ringer Lactato) y con glucosa debido a la intolerancia. Equipo necesario Es necesario un equipo de ropa impermeable para vestir las mesas y al personal que va a operar. En caso de que sea un equipo de tela se debe aislar de la mesa mediante plásticos, tanto la mesa “L” como la mesa de Mayo y los genitales y piernas del enfermo. Es necesario vigilar los electrolitos séricos puesto que tras la liberación de la arteria y la vena de los clanes vasculares después de la anastomosis, puede aparecer hiperpotasemia debido a la solución preservadora que queda tras la perfusión durante la extracción orgánica. El instrumental utilizado en el trasplante renal es el mismo que el de una laparotomía, junto con clanes vasculares como satinskys medianos y pequeños, clanes angulados, clanes renales y clanes de bulldog curvos y rectos. Se usan pinzas vasculares de diferentes En el postoperatorio inmediato puede haber una inestabilidad hemodinámica, una acción prolongada 138 cap4 16/12/08 12:18 Página 139 Trasplante de órganos y multiextracción ◆ ◆ El cierre se hará con polyglactil del 1 y un monofilamento reabsorbible del 1. Una cápsula y una bolsa intestinal para depositar el injerto antes de implantarlo. Técnica quirúrgica Existen dos opciones quirúrgicas para este tipo de intervención (Ver Imagen 8): ◆ ◆ En el trasplante heterotópico el riñón se coloca en la fosa ilíaca. La anastomosis arterial se realiza entre la arteria renal del donante y la arteria ilíaca primitiva del paciente, en ocasiones puede usarse la arteria ilíaca interna o hipogástrica. La anastomosis venosa se hace entre la vena renal y la ilíaca común. Posteriormente se abre el clampaje y se observa la reperfusión del riñón, para ver si tiene buen color después del tiempo de isquemia. Para la reconstrucción del tracto urinario se efectúa una ureteroneocistostomía, esto es, la implantación del uréter donador en la vejiga. Imagen 8. Trasplante renal tamaños; también es necesario tener un bisturí de Pott y tijeras de Pott. Se emplea un separador con tercera valva llamado separador de Gil Vernet. Material fungible ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ ◆ Trasplante heterotópico: opción quirúrgica más frecuente. Trasplante ortotópico. Torundas. Vasseloops®. Protectores de mosquitos. Compresas con control radiopaco. Pera para lavado durante la intervención. Alforjas. Aspirador. Bisturí eléctrico. Torniquetes vasculares (no se usan siempre, pero hay que tenerlos a mano). Suero fisiológico caliente y frío. Caliente para el comienzo de la intervención y para después de la reperfusión del riñón y frío mientras se anastomosan la vena y arteria del injerto. Hojas de bisturí del nº24 y del nº 11. Un abocath del número 14 y una jeringa de 20 cc. Ligaduras de seda del 0, 2/0 y 3/0. Monofilamento no reabsorbible de 6/0 para las anastomosis de vena y arteria. Sutura reabsorbible de polyglactil de 2/0 para puntos de tracción y de 4/0 o 5/0 para la anastomosis del uréter con la vejiga. En el trasplante renal ortotópico el riñón donante se coloca en su región anatómica normal, en la fosa lumbar. Esta opción quirúrgica es más arriesgada y compleja. Posteriormente, después de revisar que no sangre el implante ni las anastomosis, se procede al cierre de la herida quirúrgica. Traslado del paciente Después del cierre quirúrgico se procede a la extubación del paciente. Se traslada a su cama con cuidado, protegiendo el brazo de la fístula arteriovenosa. Pasa a Reanimación 0 unas horas. Se le mantiene con la monitorización de la presión arterial invasiva, con la vía central y con la sonda de tres vías y se tapa la vía donde estaba conectado el suero con la fosfocina con un tapón estéril. No suele llevar drenajes, aunque en algunas ocasiones se puede colocar alguno. ◆ 139 cap4 16/12/08 12:18 Página 140 ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN NEUROCIRUGÍA, CIRUGÍA PEDIÁTRICA Y GINECOLÓGICA. TRASPLANTE DE ÓRGANOS Resumen ◆ ◆ ◆ ◆ En este capítulo se recuerda cuándo empezaron los primeros trasplantes y cómo evolucionaron a lo largo del tiempo, mejorando las técnicas y la farmacología para ser más eficaces y obtener una mayor esperanza de vida. En la multiextracción orgánica se han intentado describir los medios que se utilizan para diagnosticar muerte cerebral, cómo se mantiene al donante para que esos órganos no sufran ningún deterioro antes de su extracción, qué necesidades requiere el donante cuando llega al quirófano y su monitorización y cuál es la técnica quirúrgica que requiere cada órgano para ser extraído, así como su mantenimiento fuera del organismo para su posterior implantación. También se ha intentado detallar el material más empleado en este tipo de intervenciones. En el trasplante de hígado y riñones, además de plasmar las distintas patologías que llevan al fracaso del órgano, se explica el cuidado que estos pacientes han de recibir durante el tiempo quirúrgico para mejorar el funcionamiento del nuevo órgano y se detalla el material más apropiado para estas intervenciones que el equipo de enfermería debe tener preparado. Se han intentado plasmar las principales necesidades y cuidados que requieren los pacientes en cada intervención y cómo cubrirlas. Bibliografía Andreu Periz L, Force Sanmartín E. Trasplante renal: una dificultad añadida al cuidado del enfermo. Rev Rol Enferm 1998; XXI(241): 74-78. ◆ Atkinson LJ, Fortunato NM. Técnicas de quirófano. Madrid: Elsevier España; 1998. ◆ Berkow R, Fletcher AJ. Manual Merck. 15ª imp. Barcelona: Ed. Océano; 1998. ◆ Cuervas-Mons V (editor). Trasplante hepático. Barcelona: Sandoz Pharma; 1993. ◆ Cuadernos de Salud 1. Trasplantes. Madrid: Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid; 1995. ◆ Fuller JR. Instrumentación quirúrgica: principios y prácticas. 2ª ed. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 1995. ◆ Martínez Car D. Atención de Enfermería en Cirugía General. Pamplona: EUNSA; 1996. ◆ Phillips NM, Berry&Kohn. Técnicas de quirófano. Madrid: Elsevier España; 2004. ◆ Valero R, Cabrer CA, Manyalich M, García Fages LC. Mantenimiento del donante de órganos. 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