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AUTORAS Y AUTORES: Joaquina Cabello Hidalgo Isabel Calatayud Becerra Elena Cambil Medina Pilar Carvajal Soria Javier Cruz Terán Esther Cuevas Correa Carmen Echeverría Munárriz Encarnita Feixas Ruiz de Valdivia Francisco Fernández Palomares Natalia García Caballos Antonia García Lizana Delia Langa Rosado Carolina López Francisco Enrique Martín Criado Antonio Martínez López Maica Martínez Serrano Rosana de Matos Silveira Santos José Luis Moreno Pestaña Pilar Nieto Carrillo Antonio Olmedo Reinoso Enrique Raya Lozano Natalia Rodríguez Rodríguez Manuel Sánchez de la Campa Mar Venegas Medina COLABORACIONES [Participantes Grupo Nominal] Jerónimo Arjona Lurve Gabriel Carmona Orantes Ángeles de la Plata Martín José Miguel González Martos Fermina Puerta Rodríguez Ignacio Romero Molina Mª Dolores Rubio Prats Agustina Vallecillos García Mª Luisa Vegas Mendia Javier Viñayo Blanco Enrique Raya Lozano (coord.) Exclusión/inclusión social en la ciudad de Granada Estudios y propuestas del Observatorio sobre Exclusión Social y Políticas de Inclusión (2003-2004): Síntesis editorial maristán Granada 2004 © 2004 de los autores de sus respectivos capítulos © 2004 de los participantes en el Grupo Nominal para el contenido del Apéndice del cap. I © de la presente edición: Editorial Maristán, 2004 Zenete, 28 18010 Granada e-mail: edmaristan@hotmail.com ISBN: 84-932045-5-2 Depósito legal: Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, sea eléctrico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia sin permiso previo de la casa editora Índice Investigar sobre la exclusión para intervenir en lo social. Notas introductorias al Observatorio de Exclusión Social y Políticas de Inclusión de Granada (estudios 2002-2004), por Enrique E. Raya Lozano. CAPÍTULO 1.- Luchando contra la exclusión en Granada: políticas y dispositivos de inserción mediante el empleo, por Elena Cambil Medina , Javier Cruz Terán, Esther Cuevas Correo, Antonio Martínez López, Rosana de Matos Silveira y Enrique E. Raya Lozano apéndice.- <<Grupo nominal /reducción de obstáculos>> con expertos en inserción sociolaboral en Granada, con la colaboración de Jerónimo Arjona Lurve, Gabriel Carmona Orantes, Ángeles de la Plata Martín, José Miguel González Martos, Fermina Puerta Rodríguez, Ignacio Romero Molina, Mª Dolores Rubio Prats, Agustina Vallecillos García, Mª Luisa Vegas Mendia y Javier Viñayo Blanco CAPÍTULO 2.- Dinámicas de acceso y exclusión del empleo en el sector hotelero de Granada, por Pilar Carvajal Soria, Delia Langa Rosado, Carolina López Francisco, Enrique Martín Criado, José Luis Moreno Pestaña Manuel Sánchez de la Campa CAPITULO 3.- Fracaso escolar y exclusión social en la ciudad de Granada, por Francisco Fernández Palomares, Mar Venegas Medina,Antonio Olmedo Reinoso, Maica Martínez Serrano, Carmen Echeverría Munárriz, Joaquina Cabello Hidalgo, Isabel Calatayud Becerra, Pilar Nieto Carrillo, Natalia Rodríguez Rodríguez. CAPÍTULO 4.- Apuntes para un Informe sobre la vulnerabilidad y la exclusión social en la ciudad de Granada, por Encarnación Feixas Ruiz de Valdivia CAPÍTULO 5.- Nuevas tecnologías y documentación social: sobre la experiencia del Centro Virtual de Documentación e Información Social de Granada, por Natalia García Caballos Algunas recomendaciones, para la investigación y para la acción BIBLIOGRAFÍA Investigar sobre la exclusión para intervenir en lo social. Notas introductorias al Observatorio de Exclusión Social y Políticas de Inclusión de Granada (estudios 2002-2004) Enrique Raya Lozano Sobre el Observatorio del EQUAL de Granada Los capítulos que este libro contiene son los apretados resúmenes de distintos proyectos de investigación y de diseño documental que hemos ido realizando dentro del marco del Proyecto “EQUAL-Granada. La ciudad patrimonial de la igualdad y de los nuevos empleos” (2002-2004), proyecto de acción institucional, formación e investigación aplicada a la problemática de la exclusión social dada en un territorio concreto, el espacio urbano del municipio de Granada. “EQUAL–Granada” es uno de los proyectos en que se ha concretado, para Andalucía la “Iniciativa EQUAL” de la Unión Europea. En la escuálida actividad de la Unión Europea en “lo social” –escuálida, pero muy bien adornada por los medios publicitarios de que dispone la CE- , esta “Iniciativa” se idea para ajustar los principios estratégicos adoptados por el Consejo y el resto de instituciones de la UE en lo referente al mercado de trabajo en estos nuevos tiempos de intensa reestructuración de las economías a escala planetaria: crear más empleos y de mejor calidad en el conjunto de Europa. Se pretende prestar una especial atención a las poblaciones, grupos y personas con mayores dificultades de entrar en (o volver al) mercado laboral. Con financiación del Fondo Social Europeo, es una continuación de anteriores “iniciativas” -Adapt y Empleo- , desarrolladas a lo largo y ancho del territorio de la Unión entre los años 1994 y 1999. Una vez realizado el balance de las experiencias concretas de esas dos iniciativas, los evaluadores comunitarios llegaron a estas conclusiones sobre factores concomitantes de éxito de los proyectos ejecutados1: a) la existencia de una organización de “redes de socios” (“partenariat”, partenariado) locales o regionales incluyendo actores clave en los procesos de inserción socio-laboral b) la conexión de las experiencias locales con otras similares de otros lugares de la UE, en un sistema de cooperación internacional c) la clara definición de estrategias, bien conocidas y plenamente asumidas por los actores implicados en la red local, para intervenir en el mercado laboral y en la formación para el empleo d) la evaluación continuada, procesual y comparativa de las actividades y de los resultados de los socios implicados y con experiencias de similares proyectos 1 Cfr. http://europa.eu.int/comm/emplyment_social/equal/index [consulta: 21/11/03] e) la integración de los resultados, sistemas organizativos y métodos de trabajo y de intervención en las prácticas y políticas de los decisores públicos, de las empresas, de los socios (partenaires) del tercer sector y de otros actores clave f) la difusión mediante sistemas y modalidades de comunicación eficaces, de las experiencias exitosas en el territorio y en otros territorios, actores e instituciones relacionadas con el mercado de trabajo Con estas ideas directrices basadas en las prácticas anteriores, la Comisión Europea, a través de su Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales2, pone en marcha la “Iniciativa EQUAL”, adoptando estos principios clave para la selección de proyectos3: • Partenariado: o agrupación de socios en cogestión de carácter territorial o sectorial (“Agrupación de Desarrollo”) que se den como colectivo un plan de actividades de lucha contra las discriminaciones y las desigualdades en lo referente al empleo • Aproximación temática: Teniendo como horizonte la “Estrategia Europea por el Empleo”4, concentrar las acciones en torno a núcleos temáticos definidos: ciertos colectivos vulnerables, ciertas minorías, determinados problemas… • Innovación: Indagar, idear y comprobar objetivos, sistemas organizativos y metodologías de carácter innovador en las políticas laborales y socio-laborales, incluyendo la formación para el empleo • Potenciación o capacitación (“empowerment”): Reforzar las capacidades de acción, las potencialidades de desarrollo del conjunto de actores concernidos, incluyendo a los beneficiarios directos del proyecto, asociándolos al mismo de manera igualitaria (participación social efectiva) • Transnacionalidad: Reunir de manera sistemática a “Agrupaciones de Desarrollo” (o colectivos de co-gestión) de distintos países, entre ellos y con los gobiernos nacionales, para impulsar el interaprendizaje de experiencias y la cooperación transnacional • Difusión de resultados e integración de los mismos en las políticas: validar y generalizar las soluciones innovadoras y eficaces, desde las distintas instancias de la ejecución de la Iniciativa (proyectos locales o sectoriales, instituciones públicas regionales y nacionales, Comisión), para que se conviertan esas adquisiciones en “nuevas y buenas prácticas” que mejoren las políticas públicas y del tejido social referentes al empleo y en general a la inclusión social. Un espléndido ramillete de “buenas intenciones” con las que la CE llama a la presentación de candidaturas a proyectos durante el primer semestre de 2001, proyectos que, con temporalizaciones diferentes, se han ido desarrollando desde finales del año 2001, principios del 2002 hasta octubre de 2004. Pues bien aquí se presenta la síntesis de los más relevantes trabajos a que ha dado lugar una de las dos “acciones EQUAL” asumidas por el “socio” (partenaire) Universidad de Granada, en el seno de la “Agrupación de Desarrollo” del Proyecto territorial “EQUAL-Granada. La ciudad patrimonial de la igualdad y de los nuevos empleos”. El “EQUAL- Granada” la “acción” Observatorio de Exclusión Social y Políticas de Inclusión (OESPI)5. 2 Ahora Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad Cfr. http://europa.eu.int/comm/emplyment_social/equal/index [consulta: 21/11/03]. La síntesis del la Iniciativa Comunitaria EQUAL la podemos leer en la “Comunicación de la Comisión a los Estados miembros” del 12/04/2000 [C-2000-853] 4 Con sus famosos “cuatro pilares”: “capacidad de inserción profesional”, “espíritu de empresa”, “adaptabilidad” e “igualdad de oportunidades”. 5 Acción de investigación en exclusión-inclusión y de aplicación de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) a la documentación social, encargada por el Vicerrectorado de Investigación al Seminario de Estudios para 3 Abundemos en el marco de referencia de esta acción, antes de adentrarnos en los proyectos de investigación llevados a cabo. El Proyecto local EQUAL, uno de las decenas de proyectos - más de ciento cincuenta - que la CE aprobó para España, podemos catalogarlo como proyecto de carácter a dominante publico-estatal, dado que los “socios” responsables han sido dos administraciones públicas, “estatales”6, activas en el dominio de las políticas socio-laborales y en la lucha contra la exclusión desde la intervención en el mercado de trabajo. Nos referimos, en primer lugar, al Instituto Municipal de Formación y Empleo, organismo autónomo dependiente del Ayuntamiento de Granada, que asumió la responsabilidad del diseño del anteproyecto a presentar a Bruselas, después, su “coordinación político administrativa y técnica” mientras éste era aprobado definitivamente y, por fin, una vez aprobado, y ya organizada a nivel del Estado central la distribución de competencias, y negociados en Andalucía los mecanismos gestores de la Iniciativa EQUAL, se responsabilizaría de su “coordinación técnica”. La otra administración a que nos referimos es la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico7 de la Junta de Andalucía, organismo público gestor del conjunto de Proyectos EQUAL de Andalucía, que asumirá su gestión administrativa. Durante el desarrollo del proyecto EQUAL-Granada, otra circunstancia políticoinstitucional ha afectado, inevitablemente, a la ejecución del mismo: el cambio de partido político en el gobierno municipal, con los que siempre conlleva de cambios en los puestos de mayor responsabilidad gestora.8 la Intervención Social y Educativa (SEPISE), grupo de investigación interdisdiplinar –sociología, antropología social, psicología comunitaria, política social, trabajo social- de la Universidad de Granada perteneciente al Plan Andaluz de Investigación (PAI; código: SEJ-221) 6 En la configuración territorial del Estado español, la institución de “dominación política” (estado) se configura, como se sabe, en tres niveles politico-administrativos: el central, el autonómico y el local. En esta configuración, las políticas sociales públicas están abocadas a un continua juego de “intergubernamentalidad” que afecta de una u otra forma a las distintas las fases y momentos del proceso constitutivo de una “política pública” (public policy) 7 Hoy, tras la remodelación de la Junta de Andalucía subsiguiente a las elecciones autonómicas del 14 de marzo de 2004, Consejería de Empleo. Hay que tener en cuenta que esta importante presencia político-administrativa en los proyectos EQUAL andaluces, dependa su coordinación de los Ayuntamientos o de la propia Consejería, no es el único sistema aceptable por Bruselas, y tal vez tampoco sea el que, para este tipo de innovaciones político-sociales, recomienda con mayor insistencia; ni ha sido el único en España: se han dado otros modelos menos dependientes directamente de la administraciones públicas en la toma de decisiones, asumiendo éstas, eso sí, la administración, gestión financiera y determinados apoyos técnicos, pero sin tanta influencia política en la “Agrupaciones de Desarrollo” como en Andalucía. No es el momento de analizar las luces y las sombras de las políticas sociales públicas andaluzas, de la Junta y de los Ayuntamientos, solo queremos indicar que, desde la propia perspectiva socialdemócrata –europea y española-, hay otras modalidades de actuación que apuestan más decididamente por la filosofía del “partenariado”, de la “co-gestión social”, tan presente en los discursos y en las propuestas de la Unión Europea, filosofía que, paradójicamente, se asume en Andalucía como marco referencial de las políticas sociales públicas, y en concreto en las llamadas “políticas de inclusión social”. 8 El proyecto EQUAL es presentado a Bruselas avalado por un gobierno municipal de coalición entre dos partidos de izquierda (PSOE e IU) y el partido “nacionalista” PA. La responsable política del IMFE, así como el equipo gestor en el que deposita su confianza, pertenecen a IU. Con las elecciones municipales de mayo, 2003, el gobierno lo asume por mayoría absoluta un solo partido, el conservador PP. No es el momento de analizar aquí, fuere someramente, las prácticas habituales de los distintos partidos políticos en la gestión municipal, esa que se supone que ha de estar más cerca, y por lo tanto aproximarse más, a los ciudadanos, tanto en contenidos como en procedimientos y actitudes. Tampoco analizar las estrategias partidistas en la gestión de organismos con responsabilidad local en políticas socio-laborales y de lucha contra la exclusión. Solo resaltar cómo , en las prácticas concretas –por ejemplo, en las que constituyen estas políticas locales de lucha contra la exclusión- las electorales diferencias ideológicas entre derecha e izquierda (y en el seno de la llamada “izquierda plural”), si diluyen de tal forma que llega a estar todo invadido por lo que podríamos llamar el post-moderno “síndrome de Babel” (o de confusión de las lenguas…) Pero centrémonos en el Observatorio. Se trataba de idear un dispositivo de investigación, evaluación, formación y documentación que acompañara al conjunto del Proyecto, sensibilizando a la “Agrupación de Desarrollo”, es decir, tanto a las administraciones públicas como al sector asociativo adheridos al Proyecto y al entorno social beneficiario del mismo, de la necesidad del conocimiento científico social y técnico-profesional para entablar una lucha con algunos visos de éxito, fuere parcial, contra la exclusión social, que se nos señala por doquier como “la cuestión social contemporánea” (volveremos sobre esto). Vengan las actuaciones de distintos actores, y provenga de distintos niveles de la administración social, los procesos que abocan en la situación categorizada como “de exclusión” dan siempre en el territorio, en los entornos –en este caso urbanos- donde desarrollan sus vidas los ciudadanos y las ciudadanas, aunque buena parte de las causas haya que buscarlas en otros espacios, en otras instancias, geográficas y estructurales: el sistema socioeconómico y su nuevo modelo de desarrollo al que llamamos “globalización”9. Dialéctica global/local que, con distintas mediaciones de la contradicción según las idiosincrasias nacionales y locales, produce estos fenómenos acostumbrados a calificar de “exclusiones”. Se trataba de aprovechar la letra de la Iniciativa EQUAL, sus “buenas intenciones” de innovación y de potenciación de los actores implicados, esta vez haciéndole jugar un papel diferente a los acostumbrados por la investigación y la formación universitarias en el campo de las ciencias sociales. Aprovechar la ocasión para “des-academizar” los modos académicos de investigar en lo social, ora ajenos a los sangrantes problemas socio-humanos del entorno, ora, si en ellos fijan su atención, desde la explotadora actitud del investigador cuya dedicación profesional a los campos de “lo simbólico”, tan alejado del trabajo manual y del trabajo rutinario, le hace construirse a sí mismo un lugar social “superior” desde donde ejercer el poder sobre otros lugares “inferiores”, que no son más que los que imaginariamente acota como objeto de investigación, pero que consigue, al creérselo y al hacérselo creer a los demás, construirlos realmente. En todo este juego de intencional dominación a través de una descarnada violencia simbólica, la dinámica políticoinstitucional, la continua colisión de poderes, hacedora de buena parte de los problemas sociales y de las políticas que intentan en ellos intervenir, se la aleja de la reflexión como variable secundaria de los fenómenos y se la desprecia como actor legitimo del proceso de investigación, concebido como aséptico, salvo en el momento de negociar la financiación de la investigación: ahí sí que todo vale con tal de que la investigación progrese… Pues bien, el grupo de investigación que propone este Observatorio intenta quebrar, en la medida de sus limitadas capacidades, estas maneras de trabajo en ciencias sociales y, dejándose impregnar por ideales de conocimiento propios de disciplinas o saberes “sociales” menores, prácticos, profesionalizadores, como la “Política social”10 o el “Trabajo social”, intenta idear un sistema organizativo de la investigación y la formación directamente implicado en las políticas sociales –públicas o no- y en estrecha relación con los profesionales de los organismos y servicios que trabajan por la inclusión social. Con estas intenciones, y con la de dejar algo duradero en la ciudad como resultado del Proyecto-EQUAL, llevando a un progresivo acercamiento a Universidad, Ayuntamiento, y otras agencias públicas, que posibilite la permanencia del dispositivo, decidimos trabajar en cinco proyectos de investigación o de diseño de recursos, para demostrar el movimiento andando. Si el Observatorio sobre la Exclusión perdura, habrá de movilizar muchos más recursos que un solo grupo de investigación, reducido en número de investigadores-doctores y limitado en posibilidades de investigación y de formación: deberá dinamizar al conjunto de docentes y de entidades de investigación y de formación con interés, circunstancial o permanente, por los 9 Con atino Manuel Castells distingue entre sistema o “modo de producción” capitalista y “modo de desarrollo”, ahora informacional y globalizado, que es el nuevo modo de desarrollo que presenta el secular capitalismo (Cfr. CASTELLS, 1998: 42-44) 10 En la perspectiva académica de un Richard Titmuss, por ejemplo problemas sociales en el ámbito local. Y confluirán en su organigrama las instituciones y los actores interesados por el conocimiento, el asesoramiento y la formación para el desarrollo de sus políticas sociales de inclusión o de sus practicas profesionales de intervención en las “zonas de la vulnerabilidad y la exclusión”. Los cinco proyecto de que hablamos, son: • Estudio de políticas y dispositivos de inserción en la ciudad de Granada • Dinámicas de acceso y exclusión del empleo en el sector hotelero en Granada • El fracaso escolar • Informe sobre la vulnerabilidad y la exclusión en Granada • Centro Virtual de Documentación Social El resumen de lo realizado y de las conclusiones parciales de cada proyecto se exponen en cada uno de los capítulos de este libro. No vamos a presentar aquí detenidamente cada trabajo, pero sí queremos exponer algunas notas de reflexión sobre las teorías sociales y, más livianamente, sobre las tomas de posición y concepciones previas de las que hemos partido y/o hemos abocado en nuestro trabajo colectivo; un trabajo que se ha querido descentralizado por proyectos, pero articulado en un todo, con el esfuerzo dialógico de ir confluyendo en la adopción de perspectivas compartidas, aun partiendo de formaciones y posicionamientos diversificados y plurales. Notas sobre inserción, inclusión y exclusión Es tentador, cuando se pretenden adoptar perspectivas críticas en el trabajo de investigación en ciencias sociales, ir “al terreno” profesional e institucional para invalidar desde el discurso teórico (sociológico, antropológico, politológico, psicosociológico…) las prácticas político-sociales y de intervención social. Ir a contarle “la verdad” a actores políticos y a actores profesionales y comunitarios. La tentación es aún mayor si se trata de investigar en los entornos designados por las nociones de exclusión e inserción (y, la recién llegada “inclusión”). Nos da pie a ello cuando leemos, en uno de los padres de estas “criaturas”, el sociólogo francés Robert Castel, esta sabia recomendación: “los que hablan de la exclusión harían quizá mejor en callarse antes de emplear esta denominación puramente negativa que no permite analizar las diferentes situaciones de las personas”11. Pues bien, hemos de huir de la tentación y tomarnos en serio, teórica, política y profesionalmente lo relacionado con la exclusión. Es lo que pretende este Observatorio: “observar”, no neutralmente, ni marcando distancias de estatus, pero sí con cierto distanciamiento epistemológico, la exclusión social y las políticas de inclusión. La ciencia actual, incluyendo la astrofísica, tiene claro que los observatorios no son meros instrumentos con los que se observa el mundo, como si éste fuera un objeto ignoto que está ahí puesto, dispuesto, a la espera de ser descubierto; los científicos saben hoy que las cosas son algo más complicadas. Por ejemplo, se sabe que en la acción de observar, lo observado es relativo no solo a quien observa, desde qué teorías se “mira”, sino al propio instrumento técnico: la investigación de punta se realiza con radiotelescopios, y éstos no nos ofrecen imágenes reales del universo sino frecuencias de onda que hay que interpretar y, mediante complejos códigos y potentes ordenadores, reordenar y traducir a otros lenguajes hasta construir una “imagen virtual”, en una pantalla electrónica, algo muy diferente a una lente óptica. Pero a pesar de 11 CASTEL, R. (2002: 56). Aunque su nombre es ampliamente conocido, no así su importante obra, como suele pasar en nuestro país: solemos hablar de oídas con harta frecuencia (Cfr. sobre todo el importante libro La metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado, 1997; orig. fr., 1995) todos estos tortuosos caminos, a ningún astrofísico se le ocurrirá sostener que esa imagen “construida” no señala una realidad. Pues lo mismo para lo que aquí os ocupa: la realidad de la exclusión existe cuando tanto se habla de ella, cuanto tanto dinero se gasta para luchar contra ella, cuantas tantas administraciones y entidades se ocupan de ella, cuando tanta gente interviene en ella y vive, a veces precariamente, de ella. Pero para “observarla”, para estudiarla, deberemos previamente tomar nuestra precauciones, volver el observatorio sobre su propia espacio interior, antes de ir a ver fuera y, por tanto, antes de que se nos ocurra contarle “ la verdad” a nadie –y menos a los que sufren; no sabemos “a ciencia cierta” porqué, ellos sí-. El “espacio interior” es en este caso las ciencias y saberes sociales. Es la primera regla de todo intento de crítica: analizar y estudiar con cierto detenimiento las condiciones, los problemas y los supuestos previos de los discursos teóricos que se encargan de los fenómenos y las prácticas sociales. Si estudiamos a lo que se han dedicado en los dos últimos decenios las ciencias sociales en este país, podremos decir, en primer lugar, por lo que hace a los problemas y las políticas sociales, que, contrariamente a otros países europeos, como Francia o Alemania, aquí primero vienen “de fuera”, en avión o por Internet, las nociones y conceptos, envueltos en recomendaciones, iniciativas, programas y proyectos de Bruselas: la –exigua- “política social” de la Unión Europea disciplina, aunque sea laxamente, a nuestro Estado-nación que, sea “de izquierda” o “de derecha” el partido que lo timonee, asume presto -no siempre con rigor-, los vocabularios y las maneras de problematizar lo real social de las agencias de la UE. Nada más llegar esos nuevos estilos, propuestas y recomendaciones, comienza el baile competitivo entre las administraciones autonómicas y el gobierno central, y con frecuencia, entre aquéllas y sus más importantes municipios –en el caso que el partido gobernante en estas administraciones no sea el mismo-: competencia por recursos y por espacios electorales. En esa lucha intergubernamental por el mercado político, se muestra útil, desde luego, la estrategia de búsqueda de una diferenciación, de una distinción en “imagen de marca”; quien con mayor rapidez y soltura adopte los lenguajes y procedimientos europeos, mejor queda situado en el mercado político y en la opinión pública –marketing- que lo acompaña. Se adoptan categorías, metodologías, perspectivas y diseños institucionales sin apenas pasar por el debate político, y menos por la reflexión intelectual, ambos necesarios para siquiera saber lo que se está haciendo y de lo que se está hablando12. Y rara vez se siguen con rigor las prescripciones de la Unión Europea, que suele situarse, con frecuencia, por delante de sus estados miembros, sobre todo en lo referente a políticas de desarrollo democrático, de ciudadanía13. Si el modelo en el que inspirarse es algún país concreto –en esto de la exclusión, Francia-, pasa entonces tres cuartos de lo mismo: seguidismo en vocabularios y propuestas, pero sin entrar pormenorizadamente en la experiencia que se intenta “importar”. Podemos datar el inicio de entrada del problema de la exclusión en la agenda pública a principios de los 90, como consecuencia del fuerte debate político y sindical que llevó a una huelga general dirigida por la “vieja clase obrera”, que logró en diciembre de 1988 paralizar el 12 Este papanatismo europeista (o mejor, extranjerizante) propio de un país cultural y profesionalmente aún dependiente lo podemos ilustrar con el sinfín de profesiones y ocupaciones en “lo social”, y de formaciones para ello, que importamos, unas de Francia, otras de Bélgica, otras de Alemania, y, muchas, de Estados Unidos, si siquiera sospechar que responden a lógicas nacionales concretas de difícil generalización en otras realidades, de la noche a la mañana: mediador familiar, mediador intercultural, educador social, consultor, insertor, agente de desarrollo local, animador socio-cultural, orientador laboral… Aparte de las importaciones “centrales” (vía BOE), cada Comunidad Autónoma está creando su propio sistema de ocupaciones y perfiles en lo social, en una carrera que no parece tener fin, dada la permanencia de las condiciones del mercado de trabajo, con tan alta tasa de paro diplomado.. 13 Por ejemplo, en todo lo que atañe a las “políticas antidiscriminación” (Cfr. CE, 2004: Libro verde contra la discriminación; se encuentra “colgado” en nuestro CEVIDIS: http://www.oespi.org/cevidis ) país: con esta gran movilización contra un gobierno socialdemócrata se trataba de frenar la precarización laboral y la pérdida de derechos laborales tan duramente adquiridos durante el franquismo y los inicios de la democracia. Se trataba también de extender la protección social a las “clases pasivas”, universalizando el sistema de pensiones de vejez. Tras la consecución directa de las llamadas “pensiones no contributivas” en la mesa de negociación con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de principios de 1989, quedaría sin resolver a nivel central qué hacer con los parados de larga duración, y en general con “los nuevos pobres”, decidiéndose dejar tales problemas sociales, que figuraban en la “Plataforma Sindical Prioritaria”, para las respectivas mesas de negociación con las Comunidades Autónomas. Esta extensión del sistema de garantía de rentas para sectores sociales marginales irá tomando la forma de programas llamados de “salario social”, adoptando los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) como modelo el que había diseñado y tenía ya en ejecución el gobierno del País Vasco, proveniente del estudio sobre la pobreza y la autoevaluación que hace esta comunidad autónoma de sus políticas de lucha contra la ella, activas desde 198814. Poco a poco irían apareciendo similares iniciativas en las otras comunidades a partir de la presión sindical tras la Huelga General, introduciéndose con mayor o menor rigor el concepto de “renta mínima de inserción” bajo diferentes denominaciones15, tras la instauración del “Ingreso Mínimo de Inserción” de los vascos -inicialmente llamado “Ingreso Mínimo Familiar”-, explícitamente inspirado en el RMI francés (Revenu Minimum d’Insertion), implantado por la ley de diciembre de 1988. Pues bien, las ciencias sociales hispanas quedan en un primer momento al margen de estas problemáticas; excepto una minoría de investigadores y docentes cercanos a Cáritas y/o dedicados a la docencia de la Sociología, del Trabajo Social y de la Política Social, y también del Derecho del Trabajo (la matriz disciplinar de referencia en todos los casos sigue localizada en la “sociología de la pobreza” primeramente, y en los estudios sobre Seguridad Social y Protección Social comparada, secundariamente)16, el asunto de “la exclusión” y su correlato 14 AGUILAR, M, LAPARRA, M. y GAVIRIA, M. (1994: 2003) Conservan el término “inserción” en su denominación los de Aragón (1993), Asturias (1990), Castilla y León ( 1990), Cataluña ( 1990), Murcia (1990) y La Rioja (1990), y una de las acciones del Plan Regional de Solidaridad de Castilla-La Mancha (1990): las “Ayudas de Inserción” 16 Es curioso comprobar cómo, en el artículo de revisión de estudios de Carlos Llés Lazo (1989), a pesar de llevar por título “Los estudios sobre pobreza y exclusión social en la España de los 80: una visión sintética”, de lo que se habla es solo de estudios sobre necesidades sociales o sobre la pobreza, derivados éstos de los nuevos conceptos que maneja la UE al respecto desde mediados de los 80, pero sin entrar aún en el concepto o noción de exclusión social, ya despuntando en Bruselas y muy presente en Francia. En cuanto a estos primeros reflejos de la problemática de la exclusión en las ciencias sociales, podemos citar en primer lugar a Fernando Álvarez Uría, uno de los primeros introductores de las teorías francesas sobre la exclusión, en Álvarez Uría, ed. (1992): Marginación e inserción. Los nuevos retos de las políticas sociales; Mario Gaviria y sus col. (Manuel Aguilar y Miguel Laparra), del Dpto. de Trabajo Social de la Univ. Pública de Navarra, que haciéndose eco de la literatura francesa, con algunas referencias anglosajonas, realizan varios estudios, intervenciones en jornadas y congresos y asesoramiento de administraciones sociales (sobre todo, autonómicas), para la implantación o desarrollo de programas de “salario ciudadano”. En La caña y el pez. Informe sobre los salarios sociales en las Comunidades Autónomas 1989-1994 (1995) hacen un balance de estas políticas de lucha contra la exclusión, sobre todo a través de la inserción socio-laboral y el mantenimiento de rentas. Otros ejemplos, provenientes del trabajo social: Acciones contra la exclusión social. I Foro de Trabajo Social (25-27 de marzo, 1998) (1999), celebrado en la Escuela de Trabajo Social de la Univ. de Comillas: se comprueba cómo comienza a circular la noción entre los trabajadores sociales, como sustitutiva de nociones anteriores, para categorizar sin embargo de manera similar el trabajo con los “grupos desfavorecidos” (llamados en la nueva situación “grupos de riesgo”): adiciones, enfermos de sida, inmigrantes, mayores, menores, minusválidos, mujer… mismos colectivos enmarcados por los llamados “servicios sociales especializados” sean de titularidad públicas o del “privado-social”, de los que se encargan los trabajadores sociales y otros interventores sociales, pero ahora llamados “excluidos”. Una sola diferencia clara en 15 político de “la inserción” pasa prácticamente desapercibido17. La recepción de estas novedosas teorías y problemáticas se nos muestra absolutamente dependiente de las nuevas políticas sociales que lanzan las comunidades autónomas y los grandes municipios, ante “la nueva pobreza”, como descentralizada contribución al “bienestar social” general, y al desarrollo social de sus respectivos territorios: se trata de paliar las graves situaciones sociales, humanas, unas heredadas de un difícil pasado aún muy reciente; otras producto del emergente “modelo de desarrollo” globalizado, de la crisis urbana, del pasaje a situaciones post-industriales, del importante fracaso de la educación secundaria no académica (FP), de los cambios en la institución familiar, y de un Estado de Bienestar que no termina de consolidarse como agente redistribuidor y proveedor de servicios, en un país europeo que precisamente se distingue por sus grandes desigualdades sociales y territoriales. El desempleo entra entonces en la agenda pública -pero durante tiempo solo nominalmente-, como el principal problema social (la más alta tasa, durante dos décadas, del conjunto de la UE; que se concentra sobre todo en jóvenes y mujeres, y en amplios pero determinados territorios como el andaluz); tan mala perspectiva para los más débiles y vulnerables es la que se quiere acometer con las medidas “de inserción” desde las CCAA, ya con plenas competencias –no exclusivas- en todo lo referente a “Acción Social”/”Asistencia Social”, y que cuentan a la sazón con un suficiente desarrollo institucional y legislativo (transferencias en bienestar efectuadas, leyes sobre servicios sociales personales, tanto “de atención primaria” como “de atención especializada”, promoción del sector asociativo –“Tercer Sector”- etc.). Así pues tenemos una conceptualización de la exclusión y de la inserción totalmente dependiente de las políticas sociales, que como se sabe, contribuyen a tallar la realidad de lo social, de “la cuestión social”, causada estructuralmente y sobre-causada por los discursos y las acciones de la administración social. Podríamos fácilmente adscribir tales conceptualizaciones, por una parte, al “catolicismo social” y sus compañeros de viaje, gente de buena voluntad y de convicciones éticas humanistas y de justicia social, enfrentándose desde el centro, pero también desde las periferias, con los gobiernos presididos por Felipe González, a veces con importantes núcleos de poder político en sus manos, como el Gobierno de Euskadi –que sin embargo gobierna en coalición con PSOE-; por otra, pero con amplias conexiones con el anterior sector, al mundo sindical, con sus ramificaciones en el propio Gobierno central, a pesar de la huelga general que enfrentaría a las diversas “familias socialistas”.18 Se está aún lejos que se acometan desarrollos importantes de estos conceptos recién importados, que aparte de su función prescriptiva para las políticas sociales autonómicas, van mostrando cierta capacidad orientadora para la investigación empírica en el campo de la pobreza y la marginación. Pero aún más lejos de que lleguen a ser observados desde ópticas críticas. los dispositivos y servicios: las actividades de inserción (principalmente, relacionadas con el mercado de trabajo). Un ejemplo más reciente de la recepción de la problemática de la exclusión en el trabajo social, que nos muestra un contacto más directo y prolijo con la literatura científico-social de la exclusión, lo tenemos en la publicación de los resultados de un Programa Intensivo transnacional en el marco del programa europeo “Sócrates-Erasmus” dedicado a la comparación transnacional de acciones de lucha contra la exclusión (Cfr. J.R. BUENO ABAD, dir., 2000). 17 Salvo investigadores que trabajan y escriben en medios franceses, aunque sea sobre España. Así por ejemplo, A. Redondo et al. (1983) estudian los problemas de exclusión en la España renacentista, y del Siglo de Oro: expulsión de los moriscos, acciones exclusógenas de la Inquisición que persigue a todo lo que no se ajusta a la norma católica, sean expresiones religiosas, filosóficas o se traten de crímenes de carácter “privado”, como la bigamia o la sodomía. (Cit. por R. CASTEL, 1996: 35-36) 18 Ramificaciones que llegan hasta la cabeza de los ministerios socialdemócratas –Asuntos Sociales, Trabajo y Seguridad Social…- en pugna con los ministerios “social-liberales”, o mejor liberales tout court : Economía y Hacienda. Habrá que esperar a finales de los 90 para ver cómo los estudios sociales sobre la exclusión y su universo comienzan a extenderse entre los científicos sociales, arribando hasta el mundo académico instalado. Y a principios de esta nueva década y nuevo siglo, para que comience a entrar en el ángulo de mira de la perspectiva de la ciencia social critica que se da en España, por lo demás tan minoritaria como rigurosa y productiva19. Entremos en un somero análisis de estas nociones para terminar con algunas apreciaciones críticas sobre las mismas. En cuanto a la noción de inserción (“sociolaboral”, “social”), ésta aparece en Francia a finales de los años 70, una vez instalada la crisis del empleo industrial. La lucha contra el desempleo se topa con sectores de difícil acceso a los nuevos mercados de trabajo, como los jóvenes. Aparece entonces como medida estelar para la “inserción” de jóvenes, de trabajadores en paro por la “reconversión industrial” (y después, de “parados de larga duración”), la formación. Se habla de “inserción profesional”, de “inserción laboral”, de “inserción social”. Se la aplica enseguida a distintos colectivos: “inserción de inmigrantes”, “inserción de jóvenes”… Pues bien, si nos detenemos ante el uso de esta nueva noción de inserción, podemos concebirla como representación, como política y como estatuto.20 Como representación: las diferentes modalidades de concepción de unas acciones heterogéneas, más centradas en los procesos que en los resultados, y cambiantes en el espacio y en el tiempo, que pretenden organizar y acompañar la introducción de los desempleados a los que les es difícil por sí mismos acceder al mundo del trabajo, y a través de éste, a una “vida normalizada”, a la “vida social”, a una integración plena en el juego social. La sustancia de toda inserción es “política”, en el sentido de una policy, es decir de una “política pública”, o un “programa” o “proyecto” en que ésta se concreta. Es decir, de una actuación de los poderes públicos y del tejido asociativo concertado, que moviliza recursos, organizaciones, que se orienta por valores y que persigue unas metas o fines y unos objetivos concretos21. Como señala Roche22 “(…) muy pronto aparecen, del lado del par inserción/empleoformación/calificación, los límites de las acciones de formación, tanto sea con el público joven como con el adulto: la relación formación/empleo ya no funciona. Recordemos lo que hoy es una evidencia: ¡la formación no crea empleo! Sólo formadores…” Esta dimensión o significado, la inserción como “policy”, ha elevado la representación, según Mauger23, al rango de “categoría del pensamiento estatal que se impone al mundo político, sindical, patronal, mediático y científico (economistas y sociólogos)” Pero además la inserción es también un estatuto (ha conseguido serlo). Al estatuto individual, el aspecto jurídico (el derecho a la inserción de las personas en dificultad, aunque sea un derecho “graciable”) hay que agregarle un “estatuto colectivo”, como “conjunto coherente y homogéneo de reglas referidas […] a un mismo objeto”. La inserción como política 19 La cuestión de la exclusión social, estudiándola desde las teorías de la desigualdad, dentro de un programa colectivo de investigación de amplio espectro, sobre “tendencias sociales”, relacionadas con los grandes cambios de la era informacional y de la globalización, es estudiada por Felix Tezanos y cols. (1999, 2000), desde planteamientos sociológicos válidos para la reforma social. También le dedica un amplio capítulo de su reciente e importante libro (2004) ese buen teórico crítico del Estado de bienestar y de las políticas sociales de este país – central y autonómico- que es Gregorio Rodríguez Cabrero. Más adelante haremos algún comentario. Y desde una perspectiva más centrada en los cambios en los mercados laborales y en el mundo del trabajo en general, por ejemplo Luis Enrique Alonso (1999). 20 Distinción que toma Richard Roche (2002) de G. Guiton (1994). 21 “De hecho, la inserción es fundamentalmente una categoría de política pública de la cual constituye a la vez el núcleo duro y el elemento ahora común” (AURIOL, 1990; cit. por ROCHE, 2002: 113) 22 Locus cit. 23 MAUGER (2002: 74). La conclusión de Mauger es difícil de rebatir: las políticas de inserción “ayudan a agravar el mal que pretendían combatir, contribuyendo a la desestabilización del modelo salarial” (Ibid.) ha ido formando todo un entramado de instituciones, acciones, perfiles profesionales, dispositivos, en continua organización y reorganización, según van apareciendo normas legales, recursos y poblaciones-diana (o beneficiarios). Y precisamente las personas más vulnerables llegan, a corto o a medio plazo, a adquirir derechos de usuario permanente, como partícipes de ese común “estatuto”, quedando atrapadas en el tejido que le da espesor: salen (al mercado de trabajo y a la “vida normalizada”) para al poco volver de nuevo a los dispositivos insertores; y si logran abandonarlos de manera más duradera, “su puesto” (“¿su plaza”) en el dispositivo es reemplazado por otro “usuario” casi automáticamente. Se trata pues de unos lugares institucionales que están ahí esperando a los sujetos en inserción para…ser insertados en ellos. No hay aquí nada de extraño, no estamos criticando nada, nada que no sepan los orientadores laborales, los trabajadores sociales expertos en inserción, los formadores. Nada ajeno a responsables políticos o a gestores y técnicos de las asociaciones, entidades o “empresas de inserción”. Y es que la inserción es lo que es: una nueva política del Welfare State (Estado de bienestar) reconvertido en Workfare State (o Estado del “pasaje para el trabajo”…) Esta noción desde hace poco se ha ampliado en extensión y en intensión: de la inserción a la “inclusión”. Si la inserción reenvía a la exclusión: hay que procurar insertar a los “inempleables”, o difícilmente empleables, un inequívoco síntoma de exclusión, ésta, la exclusión se predica de muchísimas más circunstancias y síntomas que hacen que una persona esté “fuera de juego”, outsider, sin trabajo –y sin perspectiva-, sin relaciones afectivas –y con pocas perspectivas-, sin vivienda o en hábitat precario, sin “autoestima”…Y a una categoría de tal concavidad le viene como el anillo al dedo otra de simétrica convexidad: la de “inclusión”. Estamos en lo mismo, en una representación, una categoría estatal, una política pública, pero que pretende soslayar la instauración de un estatuto, ofreciendo un final feliz: la plena integración en la sociedad de los más, la que está llena de vínculos, empleos, consumos, placeres, proyectos y poderes. La políticas de inclusión se dan así mismas la inclusividad como un “horizonte”, que “plantea una sociedad donde las personas todas ellas ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho, puedan acceder a aquellos mecanismos de desarrollo humano e inserción en redes sociales que les permitan desarrollar sus proyectos vitales en condiciones de máxima libertad e igualdad, en ausencia de relaciones sociales de dominación, en un marco generador de autonomía y de reconocimiento de la diversidad”24 Vayamos a la exclusión. Gomà y Subirats, en el completo y sintético artículo sobre exclusión e inclusión que acabamos de citar, nos dicen, coincidiendo con la mayoría de los teóricos de la exclusión25, que es una categoría más abarcante que la de “pobreza” (incluyendo la “nueva pobreza”); se trata de un fenómeno característico de la actual situación de paso a sociedades postindustriales, de carácter relacional, dinámico, cambiante y complejo sobre el que se puede intervenir a través de políticas públicas y otras acciones colectivas. Un concepto “que engloba a la pobreza –es decir, a la insuficiencia de renta –pero [que] va más allá, en la 24 GOMÀ y SUBIRATS (2003: 145) Curiosamente estos autores, para tan apreciable trabajo de ordenación de fenómenos y de prácticas con notables propuestas de política social, utilizan solo referencias españolas y anglosajonas. De las primeras ya hemos tratado, en cuanto a la recepción de la noción y de la problemática de la exclusión en la amplia comunidad cientifico-social anglosajona, señalemos, con J. Hills, J. Le Grand y D. Piachaud (2002) que ésta es muy reciente. La literatura especializada se ha centrado en otra noción, cercana pero distinta, la de underclass, que entre otras virtudes tiene la de no renegar por entero del análisis de clases, aunque tan solo sea un eco lejano en algunas de sus teorizaciones. ¡Pero ninguna referencia a los estudios franceses, los padres de la criatura! (con un largo trabajo que arranca desde finales de los 60, principios de los 70; cfr. PAUGAN, ed., 1996). Otra versión de la noción de exclusión, su diferenciación con la de pobreza y su importancia actual, en Subirats, dir.(2003). Asimismo, en Percy-Smith (2000); una visión desde el trabajo social, en Pierson (2002) 25 medida en que se define también por la imposibilidad o dificultad intensa de acceder tanto a los mecanismos culturales de desarrollo personal e inserción socio-comunitaria, como a los sistemas preestablecidos de protección social”26 Distinguen estos componentes o características definitorias del concepto de este fenómeno social contemporáneo: • Estructural: la exclusión se sitúa en la misma lógica de la desigualdad estructural de las sociedades modernas, capitalistas, ahora en la fase de transición hacia las “sociedades del conocimiento”: Significa una nueva configuración de la permanente “cuestión social” que la desigualdad estructural vertical de estas sociedades produce, pero con la novedad de implicar “fracturas sociales”, desigualdades “transversales”, “horizontales”, la aparición de dos lugares, “dentro” y “fuera”. • Relativo e inscrito en actos y decisiones de agentes: No se pueden explicar los procesos de exclusión solo por la estructura, sino que hay que recurrir a la “agencia”: son los actores que deciden los que provocan exclusiones, a partir de las condiciones de desigualdad dadas. Entre esos actores exclusores están las propias políticas sociales y los distintos agentes que tienen que ver con el bienestar social, agentes que privilegian a unos, discriminan a otros, olvidan o reconocen. Lo que da un paisaje de la exclusión muy diversificado, incluso dentro de un mismo país. Para explicar los fenómenos y procesos que llevan a la exclusión de personas y colectivos hay que analizar lo concreto, el territorio, lo local, o un sector de la población o de la actividad socio-económica definido27. • Dinámico: Fenómeno a geometría variable, explicable más como conjunto de procesos en interacción que como estado o situación estabilizada. No afecta a grupos concretos sino que los grupos y personas se ven afectados a partir de desestabilizaciones en su ser social, su ser en situación, sus vidas organizadas en unos medios entornos determinados.28 • Multifactorial y multidimensional: Múltiples son los factores que en su conjunción pueden producir efectos de exclusión, y diversas, las dimensiones del fenómeno. Factores y dimensiones que confluyen de manera diferente en las diferentes personas concretas y en los diferentes grupos localizados o identificables de los que predicamos la exclusión. Como idea aproximativa, estadística, se puede hablar de la constelación: fracaso escolar, mercado de trabajo precarizado, situación familiar monoparental, falta de protección social, género femenino. O de esta otra, adicionable a la anterior: entornos urbanos degradados, discriminación étnica, pobreza endémica, segregación espacial, concentración de insalubridad y morbilidad, etc.29 • Politizable: Desde luego no en el sentido de construcción de “sujeto histórico” que porta un modelo de sociedad o de reforma, como el caso de la vieja clase obrera, en sus distintas aventuras políticas: reformas, revoluciones…Porque en el caso 26 Idem.: 129 “Cada sociedad o incluso cada espacio local presenta sus propios umbrales de exclusión e inclusión” (Idem.: 128) 28 Lo que quiere de decir, desde nuestro punto de vista, que ir hacia los colectivos “en riesgo” siempre es arriesgado si no tomamos precauciones para no hacerle decir a la realidad más de lo que ella está dispuesta a decir: que hay una situación vulnerable, vista desde ciertos patrones y medidas, pero no más. La exclusión, si es algo, es otra cosa: no hay que buscar la potencia sino el acto, y esto es complejo. ¿Cómo hablar de pérdida de vínculo social en los marginales espacios de la drogodependencia y de la delincuencia? ¿No hay allí un espesor de vínculos y “competencias” solo opacos para las lentes que no ven más que otros tipos de vínculos y competencias, los “integrados” de la sociedad mayoritaria? 29 Más que teoría general, si seguimos este razonamiento, habría que hacer “teoría concreta de la situación concreta”. Pero tal vez los autores del texto que comentamos no se reconozcan en esta vieja fórmula “metodológica”. 27 de la exclusión, por definición, la voz, los proyectos de revinculación, las atenciones a la integración de las personas afectadas e incluso las propuestas de mejora de su situación provienen de las políticas sociales públicas, las entidades del Tercer Sector, tal vez ciertas iniciativas empresariales, y los profesionales de distintos perfiles que trabajan en la exclusión30. Es interesante la vinculación que hacen Gomà y Subirats entre exclusión, propuestas de inclusión y nuevo momento socio-cultural e histórico, que alberga un “nuevo” proyecto: la “modernidad reflexiva”31 Podemos deducir que se alinean con la tesis que no ven en el presente una radical ruptura con la Modernidad (es decir, el paso a otro momento histórico desvinculado de la idea de Razón, y de Proyecto de una “sociedad buena”, a conseguir con el buen uso de aquélla), pero insistiendo en una ruptura de lógica social y cultural, lo que hace por tanto que se desvincule la noción de “exclusión social” de este concepto, construido tanto desde le marxismo como desde el weberismo, de manera diferente según las corrientes teóricas, pero como concepto fuerte científico-social: el de clase social. Porque, siguiendo entre otros a Ulrich Beck, se nos dice: “La sociedades avanzadas entran de lleno en una segunda modernidad o modernidad reflexiva, con lógicas culturales mucho más pluralistas y subjetivizadas, sin grandes narrativas, sin grandes anclajes colectivos de cohesión, y con la conciencia cada vez más extendida de los riesgos ecológicos socialmente producidos. Este es, muy en síntesis, el contexto en el que opera la idea compleja y emergente de exclusión social” 32 Esta ubicación del fenómeno de la exclusión y de las teorías que tratan de conceptuarlo en la “modernidad reflexiva” nos lleva a unas últimas reflexiones sobre el asunto, volviendo al papel de la ciencias sociales en la consolidación discursiva de esta categoría. Se ha convertido en una “expresión definida” y un concepto del lenguaje natural, cotidiano, reforzado, tallado y muy amplificado por la acción de las políticas públicas -y por las prácticas profesionales que las ejecutan-, que si bien es ajeno al trabajo científico-social históricamente constituido, ahora es utilizado y expandido en determinados medios de las ciencias sociales, sobre todo europeos, y asumido como tema y concepto útil, novedoso y distintivo del quehacer académico en medios españoles. Para una crítica de la noción la exclusión social Empecemos de manera abrupta, digámoslo sin ambages: la exclusión es una noción político-social genuinamente “post-moderna” que expresa un intento de cierre de toda posibilidad de transformación de la sociedad contemporánea, capitalista y demócrata liberal, un amuleto con el que exorcizar un posible paso a otro tipo de sociedad que no sea la instalada y pretendidamente generalizada a través de la globalización de los mercados de capitales, y de otras globalizaciones. La primera operación que vuelve evidente la falta de otro horizonte diferente al de una reforma social “desde arriba”, parcial y circunscrita a una vaga solidaridad moral con las personas que padecen consecuencias deplorables de la dinámica socioeconómica y cultural dominante, se concreta en una oclusión de las ciencias sociales y la filosofía política, circunscribiendo el pensamiento científico a la reproducción ampliada de una categoría que viene directamente de las políticas sociales públicas post-keynesianas, “una categoría del Estado” (como dice Mauger respecto a la de inserción), a partir de la emergencia 30 “La exclusión social no está inscrita de forma fatalista en el destino de ninguna sociedad, como no lo está ningún tipo de desigualdad o marginación. Al contrario, la exclusión es susceptible de ser abordada desde o s valores, desde la acción colectiva, desde la práctica institucional y desde las políticas públicas” (Idem: 129) 31 Tan apreciado de Ulrich Beck ( y también de Anthony Giddens ) 32 GOMÀ y SUBIRATS, Opus cit. : 124 de recientes fenómenos socio-económicos y territoriales que trae el nuevo modelo de desarrollo capitalista. Y en la actual coyuntura española, una categoría oportunista que mantiene un estilo de trabajo científico-social y académico absolutamente supeditado a las políticas públicas, subsidiario, subsidiado y clientelar de las iniciativas en política social del Gobierno central y de los gobiernos autonómicos y locales, cuyos juegos políticos nacionales son en parte financiados por la Unión Europea, vía “fondos estructurales”. La investigación social española actual, o bien es absolutamente partidista, o dependiente de agencias sociales como las de la Iglesia católica –ambos casos representan tal vez las versiones más honestaso bien se ha dejado con gusto invadir por las filosofías post-modernas más radicales y cínicas, volcándose a los juegos de poder internos de la universidad y a la procura de complementos pecuniarios de sueldos públicos insuficientes para el mantenimiento de estatus, para lo que se muestra útil la permanente procura de “los contactos personales” con las administraciones públicas, presentándose como “compañeros de viaje” de los partidos en el poder, con vistas a captar fondos para “proyectos” o, en caso de que la financiación provenga de concursos públicos como el Plan Nacional de I+D+I, para adquirir notoriedad para futuras propuestas de colaboración con lo público en docencia (mercados privatizados de la formación permanente), investigación, evaluación y asesoramiento. Para los responsables políticos de todas las opciones y para gestores de la administración social, el acercamiento a la investigación significa “modernidad”, “europeidad”, un añadido de legitimación, sin echar cuenta a su calidad y a sus fundamentos éticos; a veces, un pre-requisito para presentar proyectos a las agencias de la C.E. Es, desde luego, un juego del tipo “todos ganan”, si nos reducimos a este par de actores; pero del tipo “unos ganan y otros pierden”, si introducimos en el juego a las personas y colectivos en dificultad. Detengámonos algo más al respecto del trabajo de las ciencias y saberes sociales. Como asumen medios culturales que gozan de suficiente comunidad científica –“colegio invisible”, decía Kuhn-, con la expresión “exclusión social” tenemos ante todo una pre-noción, un categoría ideológica que hay que tomarse en serio, sobre la que hay que trabajar (trabajar sobre ella). En palabras de Serge Paugan33, “(…) el papel de los investigadores es aclararla superándola. Para ello, hace falta comenzar por desconstruirla, y después proceder a la reconstrucción de un objeto que a la vez que sea próximo, se distinga de ella” . A tal fin nos va a servir de inspiración general y de referencia específica la interesante y sistemática desconstrucción que del concepto y de las teorías que lo construyen hace Saul Karsz (2004), en la mejor tradición de ciencia social crítica europea. En primer lugar, aparece con frecuencia una banalización de la noción de exclusión: se la predica de mil y una situaciones: exclusión económica, exclusión laboral, exclusión escolar, exclusión de la democracia, exclusión afectiva…exclusión respecto cualquier bien, servicio, situación u oportunidad34, haciendo un uso genérico que nada dice, ni de épocas, ni de lugares concretos ni de nuevos fenómenos, pero que sí tiene efectos: ayudar a la apertura del actual discurso sobre la exclusión, con un “uso específico” de la noción, la exclusión como “exclusión social” , un “social” que hace que una exclusión respecto a algún bien o servicio (vivienda, trabajo.. ) se convierta en una cuestión de la sociedad entera, visto desde el analizador “social”: “(…) en su uso específicamente contemporáneo, la exclusión inspira una vasta literatura de índole administrativa, profesional y científica, pone en movimiento una amplia gama de competencias, equipamientos y presupuestos considerables, sin embargo, toda esta consistencia parece pender de delgados hilos, o sea, del enigma de esa exclusión que, social, es a la vez más y menos que la exclusión escolar, cultural, profesional, etcétera. El enigma de lo social cae sobre la exclusión del mismo nombre, que a su vez se ha vuelto tan evidente 33 34 PAUGAN, 1996: 566 Así por ejemplo, Aguilar, Gaviria y Laparra (1995) como inasible” (Karsz, 2004: 151-152). La categoría institucional y discursiva que es la exclusión social, en su uso específico, tiene estas características calificativas: • Polisémica: Su significado varía en cada situación concreta, en cada proceso analizado, siendo infinitas las situaciones y los procesos de exclusión social o las personas y los “grupos” diferenciados (discapacitados, drogodependientes, familias monoparentales, etc., etc., etc.) de los que se predica la exclusión social. Por tanto, “una categoría multifunción, desprovista de rigor y finura conceptual”35 . Una categoría hueca, pero que sin embargo funciona, “no vacía”, he aquí la importancia de tomarla en consideración. Porque detrás de su gran flexibilidad, de su maleabilidad, de su (in)definición esta lo que ella denota: personas y grupos que padecen graves problemas sociales y psicoafectivos, y a las que se desea tomar en cuenta. • Paradójica: Le viene precisamente de la unión del sustantivo y el calificativo: si hay exclusión social, es que la sociedad ha separado, literalmente, a alguien; pero al designar a alguien como separado, se afirma su pertenencia a esa sociedad: “La exclusión atañe a personas que están fuera de una sociedad de la que al mismo tiempo forman necesariamente parte. Para ser excluido, hay que estar adentro. Si no se está adentro, no se es excluido, se está en otra parte”. La categoría, y las políticas y acciones que moviliza, crean una realidad, la realidad de los excluidos sobre los que se intenta trabajar “socialmente”; antes de la posible acción, ya están dentro: el discurso de la exclusión social los incluye en estas sociedades que la inventan para el “bien-estar” de todos, incluidos y excluidos. Bien-estar que comienza por la buena conciencia de la solidaridad para la cohesión social. • Especular: La exclusión social abarca a la vez a las personas y colectivos que pasan por (o han llegado a ) un gran bache en el desarrollo de su vida que los deja “fuera de juego” temporal o permanente, y a los actores y actoras (instituciones públicas, entidades, profesionales, investigadores…) que a ella se dedican, en ella intervienen, a propósito de ella existen y, tratándose de los sujetos-agentes, en buena parte de ella hacen un proyecto de vida personal y profesional “insertada socialmente”. Por tanto “la exclusión” de unos implica, pre-supone y mantiene “la inclusión” de otros: se comporta pues como un espejo36. • Consensual: Todo el mundo parece estar de acuerdo en que hay exclusión y en que hay que luchar contra ella. Pero a ese amplio acuerdo entre políticos, administradores, trabajadores sociales y otros interventores, electores, e incluso “excluidos”, se construye “por consenso”, lo que significa, (i) enfatizar las coincidencias, las convergencias sobre las divergencias; (ii) no ahondar ni en los acuerdos ni en los desacuerdos, precisamente como estrategia de mantenimiento del acuerdo; (iii) el consenso tiene un núcleo organizador que sirve de común referencias, un “principio federador”: “todos son humanos” ; un humanismo compartido que denuncia, desde diferentes perspectivas, la existencia del malestar en las sociedades del bienestar, el que unas personas o grupos queden “fuera”, quedando los beneficios y el bienestar solo para los que están “dentro”. En resumidas cuentas, diríamos que se trata de una categoría típica de la remodelación del Estado de Bienestar en el sentido de un pensamiento, si no “único”, si 35 Cfr. también, por ejemplo, PAUGAN (1996); o CASTEL (1995 y 2002) “¡Lo cual no tiene nada de escandaloso, desde luego!”, dice Saul Karsz . “El hecho de que en materia de exclusión, inserción, integración y reinserción, las instituciones y los profesionales de lo social [y los investigadores] sean sin duda partícipes, activos y dinámicos, sugiere que algún papel cumplen en la complejidad de los problemas teóricos y prácticos planeados por la exclusión, en la caracterización de estos problemas, en su encuadramiento, en su resolución y asimismo en sus atolladeros y bloqueos. A menos que se piense que las dificultades procederían de los llamados excluidos y solo de ellos…” (KARSZ, 2004: 169) 36 consensual, tan característico de la filosofía posmoderna de ruptura respecto a la modernidad, e incluso a la modernidad tardía. Una filosofía que deja de lado, por superado, entre otras cosas también el trabajo analítico y/o crítico de las ciencias sociales y de los saberes de la Reforma Social, entendiéndolas ahora como blandas narrativas acompañantes y legitimadoras de políticas y prácticas de reproducción social. Una filosofía que prima la identidad sobre la contradicción, y que intenta suplantar la política, espacio de confrontación de intereses, visiones y proyectos de sociedad, por la gestión, que se alimenta de saberes técnicos, de acuerdos tácitos y de valores funcionales, incluidos los del genérico humanismo. O, lo que es lo mismo, que organiza una consensual “política de Estado” ampliamente aceptada por el cuerpo social, y no “políticas gubernamentales”, siempre de partido, que implican división, debate y oposición, y alianzas y negociaciones. No deja de sorprender, en este sentido, cómo, para el caso español, derecha, centro izquierda, izquierda parlamentaria y nacionalismos de distinto pelaje coinciden, vía Bruselas, en la conceptualización y en la necesidad de intervención (y con frecuencia también en las modalidades, estrategias y organización) en el fenómeno de la exclusión social: Plan Nacional de Inclusión, Plan Andaluz de Inclusión, otros tantos planes autonómicos, y planes locales, concitan a todas las fuerzas políticas y a todos los actores públicos a un new deal hispano contra tal lacra.37 Es a nuestro parecer una noción ideológica de carácter socio-político que busca su concepto científico. Y para encontrarlo ha de atravesar todo un proceso de producción de teoría. Pero esta categoría y las prácticas que se reclaman de ella están ahí, en su real existencia: suponen la “materia prima” del proceso transformador de conocimiento. Y esto quiere decir, desde una perspectiva científica de orientación crítica y desde una filosofía política interesada por la transformación social, en primer lugar, que hay que partir de lo que hay, asumiendo la exclusión social y las políticas de inclusión como un núcleo consistente de “la nueva cuestión social”, como un analizador del conjunto social, indicador de la existencia de problemas sociales en las sociedades de la nueva configuración emergente. Aceptar esta evidencia nos lleva a no dejar de apoyar, desde el análisis y desde los valores, la implicación pública y la acción profesional en la reducción del sufrimiento humano, aunque se trate de “cuidados paliativos”, de “curas de urgencia”, de un trabajo social de inserción asistencial. Pero, a la par, el papel de las ciencias sociales críticas ha de ser responsablemente asumido por los investigadores, procurando con paciencia que los actores públicos acepten adecuar sus prácticas a las nuevas situaciones históricas para un cambio social intencional. Y siempre a sabiendas de la limitada contribución del conocimiento a tal fin, mientras conocimiento y acción no se fundan en adecuadas prácticas, tarea que no es, desde luego, “de carácter científico”. Tal vez, para está tarea de reconstrucción y de desarrollo de perspectivas teóricas y propuestas prácticas sobre la exclusión social, el mejor ejemplo de articulación entre científicos, políticos y profesionales no esté en “la ciencia social “ francesa: las propuestas anglosajonas de la Política Social (“Social Policy”, o “Social Policy and Administration”) den mucho más juego y tengan muchos más efectos positivos evidentes, demostrables, marcando menos distancias weberianas entre “el científico” y “el político”. Eso sí, es insoslayable el trabajo ya realizado en Francia, lugar de creación de las teorías sobre la exclusión social y de la práctica de inserción38. 37 Lo mismo ocurre en el resto de países de la Unión Europea, consenso del que se desvincula –como nos recuerda Karsz- sólo la extrema derecha, y al que concurre con entusiasmo todo tipo de izquierdas, incluyendo los movimientos “altermundistas”. Rara vez una noción y unas políticas han gozado de tan generalizado acuerdo. 38 Curiosamente, por lo que respecta a España, un trabajo de rectificación teórica de uno de los “teóricos de la exclusión” como es el de Robert Castel, ha pasado prácticamente desapercibido. Desde inicios de la década de los 90 no deja de advertirnos Castel sobre la poca utilidad sociológica de la noción, llegando a una propuesta alternativa muy argumentada, su “teoría de la desafiliación”, tras un examen sistemático y riguroso de la génesis de la crisis actual de la “sociedad salarial”. (Cfr. CASTEL, 1995 -1997 para la ed. española) Nada de esto aparece en Para intentar poner en funcionamiento un proceso de producción de conocimientos científicos en torno a la exclusión social, debemos trabajar sobre la materia prima, sobre los materiales prácticos, conceptuales, discursivos, del universo que ha ido creando. Pero la ciencia social crítica no puede tomar esos materiales como “datos” a trasformar , sino que debe realizar operaciones previas de separación, de distinción. Y estas operaciones de desbroce no pueden ser efectuadas con el solo concurso de las ciencias sociales, se precisa la colaboración de la filosofía. Dejando intervenir a ésta comprobamos, en efecto, que el universo de la exclusión social, densamente poblado de estudios, políticas, entidades, trabajadores sociales, orientadores laborales, insertores, y demás agentes y discursos, se mueve y despliega teniendo como condición previa determinados presupuestos filosóficos que obstaculizan el conocimiento científico. Uno de ellos es que tanto “los excluidos” como los “inclusores” , los que están dentro y los que están fuera, comparten una determinada esencia, la de los seres humanos, una pretendida universal esencia, siendo la exclusión una operación que intenta arrebatar esta común esencia a determinadas personas o colectivos; pues bien, para proteger, restaurar y rehabilitar esta esencial amputación se proponen, precisamente, las prácticas de inclusión. De donde, como dice Saul Karsz, la noción de exclusión es, antes que otra cosa, “un juicio moral” que amalgama a excluidos e incluidos, a los de dentro y los de fuera39. Pero el concepto teórico nunca es un juicio moral, aunque sea moral lo que desencadena el proceso de producción científica, y aunque mantenga los valores éticos incrustados en la macla que lo compone. La filosofía política y la filosofía en general –la filosofía de la ciencia o epistemología, en destacado lugar- no producen conceptos teóricos o empíricos, pero, mediante el juego de categorías y la emisión de tesis, sí traza líneas de separación, realiza distinciones y señala diferencias en lo real y en sus representaciones. Llevar la categoría ideológica de exclusión a su concepto teórico requiere criticar los presupuestos que la hacen funcionar como saber y como práctica, y analizar sus mecanismos desde la problemática de la que es índice, objetivando ésta, comprobando su economía interna y su economía social estructural. Esto nos impulsará, inevitablemente, a cambiar de problemática.40 ¿Y si la “teoría” de la exclusión y las políticas sociales de inserción fueran, ante todo, una –parcial- manera de enfrentarse con los efectos de los importantes cambios socioeconómicos y políticos de los últimos veinte años en una determinada región de los países dominantes del capitalismo internacional, la que ocupa Francia y el resto de la Unión Europea llamada “continental”? El fin –o la crisis de fondo- de la “sociedad salarial”, se nos señala en las más desarrolladas teorías de la exclusión que, sin embargo, no logran abandonar esta problemática “ideológica”, como la compleja y multivariada causalidad de los procesos de las recientes contribuciones, eso sí, muy à la page de la literatura anglosajona sobre el asunto, por lo demás tan reciente como la española (pero desde luego mucho más consistente). 39 Para botón de muestra de cómo la ciencia social abandona su terreno para irse a otros lugares, los del discurso puramente moral, sin autoconciencia del hecho, es decir, con el autoconvencimiento de que estamos conociendo “científicamente” las nuevas realidades de lo social, léase La exclusión social, de Fernando Gil Villa (2002) 40 Y no sólo a maquillar el concepto o recomponerlo como hace Robert Castel con su noción alternativa de desafiliación, desde luego de un nivel de construcción teórica superior al de exclusión, defendido antes por él y muchos de sus colegas de la “sociología del control”. Con justeza nos señala Karsz que “el vínculo social” o “la afiliación” a la que hay que llevar a los descarriados, a los expulsados de la socialidad, no es otro que el vínculo dominante de un modelo de sociedad, sobre el que no se ha de realizar ninguna indagación: no sería políticamente correcto… Nosotros diremos que más que de “esencias” se trata de “formas”: hay múltiples formas de socialidad, incluyendo la de los “asociales” o los sujetos vulnerabilizados, excluidos del juego social general, siempre conjugado éste en clave de las clases dominantes (Recuérdese algo conveniente de no olvidar, pero que con frecuencia se olvida en tiempos tan olvidadizos: que la ideología dominante es la ideología de las clases dominantes: Cfr. MARX y ENGELS, La ideología alemana) exclusión41 Una forma de cambiar de problemática –no la única, pero sí muy sugerente- está a nuestro parecer en la “economía política” del bienestar de las sociedades post-industriales que propone Gosta Esping-Andersen42. De sus evidencias empíricas se desprende que la dialéctica de los que están dentro y los que están fuera (o como a veces dice, del “Equipo A” y del “Equipo B”) no es algo “universal” ni en la forma ni en la importancia social y política concedida; porque la globalización económica según el modelo en curso, produce, en el mismo centro del capitalismo, efecto muy diferentes, que hay que saber analizar de manera pormenorizada y rigurosa. A tal fin, un concepto muy clarificador que elabora es el de “régimen de bienestar”: hay distintos comportamientos de las economías nacionales y de los niveles de bienestar y de “inclusión” debido a la lógica, construida históricamente, de las instituciones de la modernidad, entre las que se encuentran tres determinantes: el mercado de trabajo, el Estado de bienestar y la familia. De esta suerte, se presenta como una necesidad estudiar los “tipos ideales” de regímenes de bienestar a modo de recurso heurístico para comprender el comportamiento de las instituciones, la génesis de los problemas sociales, y las claves principales a la hora de proponer cambios con visos de éxito para el desarrollo social desde una perspectiva de justicia social y de “sociedad buena”. Estudio que nos depara importantes sorpresas: cómo la exclusión es superior en una Alemania o una Francia que en una Suecia o una Dinamarca. Como, a pesar de las altos porcentajes de “inempleables” de los regímenes del bienestar del Sur de Europa, y de la baja presencia de las mujeres en el mercado de trabajo, hay una mejor inclusión (relativa) que en regímenes como los anglosajones, que giran en torno al mercado de trabajo. O como esas más bajas cotas de precariedad de una Alemania quede una Gran Bretaña es posible por una mayor opresión silenciosa de las mujeres en la familia, sobrecargadas de cuidados no pagados (más aún en una Italia o una España) Para comprender los fenómenos de “desenganche” social, deberemos analizar, por consiguiente, qué pasa con los mercados de trabajo, como se comporta la economía de servicios, cuál es su dinámica, cuales son los servicios que presta el Estado de bienestar, con qué estrategia (estatal, pluralista, de vuelta al mercado), y que función, entre Estado y mercado, cumple la familia, a la que le afecta la interacción con entre ambas realidades, pero que en buena parte depende de su dinámica interna, cuya motor más evidente hay que buscarlo en los cambios de conciencia y de práctica de género que inducen las mujeres hoy. Si estamos en un proceso de progresiva integración internacional de fracciones decisivas del capital, se nos hace necesaria la comparación económico-política con otras regiones que adoptan otras políticas económicas, otras políticas sociales, y donde la familia presenta una determinada configuración, método que nos podrá ayudar a descubrir las lógicas de la desigualdad social que puedan explicar las situaciones extremas de no integración. No podremos en tal caso prescindir del análisis del todo social, lo que nos lleva a propuestas que no se reduzcan a las de carácter parcial y circunscritas a un territorio (local o autonómico), de manera desconexa, sino a conectar estas propuestas parciales con propuestas globales, de distinto ámbito y alcance. Necesitamos, pues, de un esfuerzo de investigación sobre los efectos directos e indirectos de las acciones emprendidas para la inclusión. Y como el problema de fondo, aunque sea estructural y global, se concreta en unas personas, en unas instituciones y en unos territorios definidos, necesitamos profundizar en el análisis de lo concreto. Los estudios basados en metodologías cualitativas y enfocados al territorio –o a un sector concreto y acotado- son muy convenientes; no es una cuestión de moda esto del cualitativismo metodológico en ciencias sociales, sino de un gran interés, como complemento y aterrizaje para trabajos más de corte estadístico y cuantitativo, que también tienen, por supuesto, su 41 42 Cfr. R. CASTEL, Opus. cit. Cfr. G.ESPING-ANDERSEN (1991 y 2002) cabida en estos campos43; o de los de tipo general, de corte menos “aplicado”, más “académico”, que intentan comprender los procesos estructurales o los ámbitos nacionales. Es, sin embargo, en lo local44, donde se dan precisamente tanto los dramas de las dificultades psicosociales como las posibles soluciones que la ayuda y las acciones profesionales pueden ofrecer; pero no todas las soluciones vienen ni de lo local ni de la ayuda profesional: tengámoslo presente. Sea en uno u otro caso, hacerse de una amplia, generalizable y productiva teoría social crítica es un asunto insoslayable, una condición previa. Que después vengan las discusiones entre enfoques y paradigmas, pero hagámoslo de teorías “de alto rango”, con pretensiones de universalidad -siempre discutible, pero necesaria en ciencia-, con planteamiento amplios y actualizados, sobre la estructura y dinámica social, sobre la relaciones entre los sujetos y las sociedades, sobre la economía política de la globalización y de la sociedad post-industrial y sus efectos (problemas de la identidad, tensión entre lo local y lo global, reestructuración del capital y del trabajo…), sobre las ideologías y los discursos; las políticas públicas y los Estados de bienestar y sus nuevas estrategias de intervención; sobre los mercados laborales y la “crisis de la sociedad salarial”; sobre las formas y dinámicas familiares, sobre las relaciones de género, las relaciones sociales de clase, las relaciones étnicas, los procesos de marginación y las formas de discriminación; sobre la reconfiguración y rezonificación de las ciudades en la era de la globalización; sobre las formas que adopta hoy la dinámica del cambio social y sus actores, la “resistencia” y los movimientos sociales que la representan. Y como telón de fondo, el debate actualizado sobre la ciudadanía y la búsqueda de una “sociedad buena”, leitmotiv de todo movimiento social y de todo agente de cambio. Investigar sobre exclusión/inclusión tiene como prerrequisitos teóricos todo esto y más. Lo que en nada se contradice con la necesidad y urgencia de que la investigación sea útil, aplicable, no academicista, a disposición de los actores que trabajan por la mejora y/o transformación de lo existente. En resumidas cuentas, a conocer (científicamente) y a ayudar a cambiar (políticamente). En este proyecto-matriz llamado “Observatorio sobre Exclusión y Políticas de Inclusión” (OESPI), que reúne cuatro investigaciones y el diseño de un centro de documentación on line, hemos optado por un sistema organizativo de trabajo investigador consistente en grupos autónomos según proyecto, pero con unos planteamientos generales comunes, unas preocupaciones compartidas, una intenciones concluyentes y una comunicación constante entre los investigadores principales o coordinadores de los proyectos. Hemos optado por que cada proyecto inicie la investigación adoptando como marco teórico específico el directamente compartido por los propios integrantes del equipo responsable del mismo, dejando que continúe cada grupo sus investigaciones empíricas hasta llegar al informe final, para a partir de ahí, una vez analizados los datos del terreno, formalizados y realizadas las redacciones consecuentes, promover la reagrupación de las producciones de los cinco equipos elaboradas ya en documentos de distinto formato -algunos, como los de este libro- preparados para su publicación, e iniciar a partir de estos materiales un proceso de trabajo teórico del conjunto del Observatorio que vaya de la fase de yuxtaposición de perspectivas con importantes zonas compartidas, a la producción de análisis concretos y al (re)planteamiento de problemas generales y de perspectivas, con finalidades de integración, de generalización y de profundización en la crítica de teorías, discursos, políticas y acciones. Cinco proyectos dejan aquí constancia del estado de sus adquisiciones y planteamientos, como mencionamos arriba. En primer lugar, se expone un exploratorio estudio sobre las medidas y dispositivos de inserción socio-laboral presentes y actualmente en el territorio de Granada, limitado en 43 44 Como botón de muestra Cfr. GARCÍA SERRANO y MALO OCAÑA (2002) Cfr. GEDDES and BENINGTON, eds. (2001) ambiciones, intentando mostrar la emergencia y consolidación de unas prácticas –las de inserción- y una problemática –la de la “exclusión”- en esta ciudad andaluza, una de las más vulnerables socialmente de la región y del país; se muestran los desafíos y las incertidumbres de gestores y profesionales, las demandas más comunes de las personas afectadas, y las principales limitaciones estructurales y organizativas de los actores. A continuación se destaca un sector de los servicios de gran importancia estratégica y presencia actual en esta consolidada ciudad turística, el de la hostelería, en su rama de establecimientos hoteleros, analizando las dinámicas laborales de ingreso, promoción, discriminación y “exclusión”, desde una perspectiva económico-política y sociológica (conflicto capital-trabajo, procesos de gestión, trayectorias laborales, etc.), una análisis que nos muestra el mercado de trabajo y la vida empresarial –desde el prisma de sus propios protagonistas. Le sigue, en el capítulo III, una indagación en el problema del fracaso escolar tal y como se da en escuelas de zonas y barios de Granada donde habitan poblaciones vulnerabilizadas, estudiando cómo se van trazando los lazos entre fracaso escolar y posterior “fracaso sociolaboral”, cuando no también personal y relacional. Uno de los proyectos principales contemplados en esta acción-Equal llamada OSPI, consistía en realizar un Informe general sobre el situación social de Granada ciudad, con especial referencia a las personas y colectivos que acusan de manera importante grandes déficits sociales; ese informe será publicado a inicios del 2005 y versará sobre los dos últimos años. Presentamos aquí, en el Capítulo IV la armazón de este informe, a modo de avance, que nos dé una idea aproximada de dónde –en qué sectores- se sitúan los problemas más candentes de “lo social”, que puedan relacionarse con esta cuestión de la exclusión. Finalmente, en el Capítulo VI se expone los procedimientos y resultados de la propuesta que el OESPI hizo en su momento de construir un “Centro virtual de documentación social”, CEVIDIS, mostrando la utilidad de las TICs (tecnologías se la información y la documentación) para la documentación científica y en general para la comunicación y difusión del conocimiento, y para la sensibilización (social y política) antes los nuevos-viejos problemas relacionados con “la cuestión social”. Este Centro de Documentación está en sus inicios, pero cuenta ya con el software adecuado, gracias al intenso trabajo de un año. Se puede visitar en el sitio de la red del OESPI (http://www.oespi.org, en su extensión “cevidis”) Notas sobre el contexto socio-urbano granadino45 Como marco referencial que ayude a la lectura de este libro, realizamos aquí en este texto introductorio al conjunto de aportaciones, unas anotaciones sobre la situación socioeconómica y urbana de Granada ciudad, En el municipio de Granada habitan, según datos actualizados a finales de 2003, 237.663 h.46 Pero como todas las ciudades medianas (de más de 150.00 habitantes) de los 45 Para la exposición que sigue de datos y análisis sobre la Granada actual, nos valemos del informe de investigación, encargado por el Ayuntamiento de la ciudad, a través del IMFE (Instituto Municipal de Formación y empleo) , al grupo de investigación SEPISE, de la UGR, (Cfr. SEPISE, 2001: “Exploración sobre la exclusión social en Granada. Informe de investigación para proyecto Iniciativa EQUAL”, Granada: Universidad de Granada; inédito). [Disponible en Internet: http://hdl.handle.net/1935/313]. Actualizamos algunos datos y añadimos algunas consideraciones, utilizando otras fuentes. 46 De los cuales, 127.246 mujeres (datos de 2003); un 19, 84% de jóvenes menores de 20 años (datos de 2002); 17, 30 % de mayores de 65 años. En cuanto a las estadísticas de extranjería, nada más lejos las oficiales de las reales: ¡5.974 residentes extranjeros con residencia en el municipio! (se calculan esa cifra, multiplicada por cuatro, para incluir a inmigración regularizada, temporalmente irregularizada, y “sin papeles). [para los datos oficiales, cfr. Instituto de Estadística de Andalucía. Granada. Datos básicos 2002. Instituto de Estadística de Andalucía, 2002; países desarrollados47, esta conocida ciudad andaluza ha crecido significativamente durante los últimos 20 años, formando, a su alrededor, una amplia área urbanizada mediante el paulatino crecimiento de los municipios cercanos que cumplen la función residencial de la ciudad principal (“área metropolitana” en la que habitan hoy más de 450.00 habitantes). En esta época de dialéctica socio-cultural y económica de lo global y lo local, de simultaneidad de procesos de inclusión/exclusión (territorial y social) , en Granada, como en tantos otros espacios urbanos, encontramos también un “proceso de dualidad intrametropolitana” (Castells, 1987: 49-50), caracterizado por la coexistencia de unos espacios y unas poblaciones con dinamismo y de cierta prosperidad económica, que aprovecha ciertas oportunidades de la economía global y su fluida división del trabajo (ciudad de turismo de masas y de turismo cultural, ciudad de congresos, ciudad universitaria) y de otros espacios, urbanos y sociales de marcada vulnerabilidad cuando no de exclusión. Ciudad que presenta sus características propias dentro de Andalucía: • Una ciudad que, en su estructura y procesos sociales, presenta agudos contrastes, con grupos humanos y problemáticas sociales en la mayor exclusióndesafiliación, con importante presencia de juventud descualificada, proveniente de un fuerte fracaso escolar, de entornos marginales y racializados (discriminación juvenil, sobre todo de gitanos, pero también, y recientemente, de magrebíes), de una bajísimas tasas de actividad y de ocupación femeninas, con abundante presencia de mujeres jóvenes con familiares y de “familias monomarentales”), con escasez de recursos educativos, económicos y sociales y con una permanente y progresiva incidencia del maltrato hacia ellas que crea verdadera alarma social (discriminación “de género”). • Una ciudad histórica muy castigada por la infravivienda, que atrae al transeuntismo (itinerance), y en la que se alojan parte una nueva inmigración, principalmente magrebí y subsahariana (en su conjunto, de mayoría musulmana), latinoamericana y de la Europa del Este, con y sin “papeles”, cada vez más presente en la vida cotidiana. • Una tradicional ciudad universitaria, hoy de gran atracción para los estudiantes de la Unión Europea, así como de Marruecos48 con un elevado porcentaje de jóvenes con titulación universitaria con grandes dificultades de inserción laboral a causa de la debilidad del tejido empresarial, sólo dinámico en el sector servicios, y con una marcada presencia de la “economía informal” (o “sumergida”) en continua expansión, al compás de la dinámica que genera tanto la Universidad como el nuevo turismo de masas, en continua expansión por la atracción internacional que supone la Alhambra. Según las estadísticas de población disponibles, se observa que la población del municipio de Granada está disminuyendo lentamente en los últimos 6 años, pero aumenta la de tomados de: http://hdl.handle.net/1935/265; consulta de 08/08/04, 10:30 AM; o Instituto Nacional de Estadística, INE – http://www.ine.es ] 47 El relativo estancamiento de las grandes urbes y de las pequeñas ciudades y el significativo crecimiento de las medianas como Granada, unido al crecimiento poblacional y urbano de ciertas zonas agrarias, es concomitante al nuevo modelo de desarrollo económico y urbanístico, como señala Castells (1987: 50-51) 48 La Universidad de Granada es la universidad de la Unión Europea con un mayor número de estudiantes becados por el programa de movilidad universitaria Sócrates-Erasmus (durante el curso 2002-2003, 1.581 estudiantes) (Cfr. UGR, 2003). A su vez, es el principal destino de los magrebíes, en su mayoría musulmanes, que realizan sus estudios universitarios en España. Otros datos que nos dan idea sobre la importancia para la dinámica de la ciudad de su universidad: estudiantes de grado, 59.853; estudiantes de doctorado, 2.982; estudiantes de formación continua, 8.045. Num. de profesores.: 3.392. Personal de Administración y Servicios: 1.538 [Cfr.: http://www.ugr.es/uniafondo.htm#cifras ] los municipios de su área metropolitana. La caída de la natalidad no mantiene la misma aceleración de hace unos diez años, gracias a la mayor fertilidad de la nueva población extranjera, sobre todo de las mujeres jóvenes inmigrantes extracomunitarias, sobre todo de confesión musulmana, así como a la población gitana autóctona49. Se observan asimismo cambios en la estructura por edades de la población, con un notable envejecimiento. Saldos migratorios provinciales50 ligeramente negativos en 1995 y en 1998; a partir de 1998, se invierte lentamente la tendencia. La mayoría de la nueva inmigración de la provincia (magrebíes, latinoamericanos, subsaharianos, este-europeos), tiende hacia la ciudad, aunque se quede en zonas cercanas de más fácil acceso a la vivienda. La provincia de Granada tiene una tasa de actividad y una tasa de ocupación más bajas que las de Andalucía y bastante más bajas que las de España, siendo su tasa de paro ligeramente más alta que la andaluza y mucho más alta que la de España51. En Granada las mujeres presentan bajas tasas de actividad y ocupación y tasas de paro femenino sustancialmente más altas: algo más de 8 de cada 10 hombres activos está trabajando, mientras que apenas pasa de 6 el número de activas ocupadas. Las mujeres y los jóvenes son los colectivos más afectados por el problema del paro, aunque también observamos la problemática de colectivos de personas adultas que pierden su empleo en tramos avanzados de su vida laboral, el paro desciende pero a costa de crear un panorama laboral cada vez más precarizado y vulnerabilizado. Son además las chicas jóvenes las que presentan porcentajes de paro más elevados que los chicos de su misma edad Tanto en el municipio granadino, como en la provincia, se observa un ligero crecimiento del paro de la categoría de menor formación escolar, de las personas sin estudios, y un aumento de los parados con estudios universitarios superiores. [Téngase en cuenta la importante presencia en Granada de personas con cualificación universitaria, a causa del carácter universitario de la ciudad] La dualización del espacio urbano (zonas de mayor integración/ zonas de exclusión y marginación) se percibe con facilidad. La zona que concentra espacialmente una mayor problemática social es la Zona Norte; en ella se concentra el trabajo marginal, la drogodependencia infanto-juvenil y sus efectos de predelincuencia, la marginación étnica, la economía criminal, los malos tratos de edad y de género y la desestructuración familiar. Pero no toda esta amplia zona, sino una parte importante de tres de sus barrios: Almanjáyar, La Paz y Casería de Montijo. En total, unas 6.000 personas con importantes dificultades y deficiencias sociales: familias gitanas españolas en entornos marginales, familias españolas no gitanas (“payas”) de esa zona , jóvenes drogodependientes, con fuerte presencia de VIH-SIDA . Las situaciones extremas se encuentran en “Molino Nuevo” y “Las Parcelas” (unas 2000 49 Granada es la provincia española con mayor proporción de población gitana de España. También la ciudad de Granada es de las que albergan, históricamente (desde el siglo XVI), un elevado índice de población gitana entre su vecindario. 50 Buena parte de los datos estadísticos del INE, sobre todo los indicadores socioeconómicos y algunos datos poblacionales, se refieren al ámbito provincial (según la organización administrativa española, el espacio local lo configuran los municipios y las provincias; éstas suele llevar el nombre de su ciudad más importante, y agrupa a tanto a municipios urbanos como a rurales. 51 Los últimos datos disponibles (de la Encuesta de Población Activa, EPA, del segundo trimestre de 2004), nos da una tasa de actividad total del 55,68% y una tasa de paro total del 10,93 %. Por sexos: tasa masculina de actividad de 67,55% tasa femenina de actividad de 44,47%; tasa masculina de paro: 7,97; tasa femenina de paro: 15,98%). En cuanto los datos de la provincia de Granada, de 2003 (de una población total de 828.107 h., por tanto casi el doble de la población de su área metropolitana y tres veces más de la de su municipio: ): tasa de actividad total: 49,82%; tasa de paro total: 14,79 %; tasa masculino de actividad: 63,46%; tasa de femenina de actividad: 37,12; tasa masculina de paro: 11,22 % ; tasa femenina de paro: 20,46%. [Cfr. INE, 2004]En este entorno sociolaboral intentan instalarse y progresar las nuevas comunidades musulmanas de la ciudad de Granada, compuestas en una proporción de cuatro a uno por inmigrantes de países de mayoría musulmana (el resto, conversos, de origen sobre todo español) personas). La población musulmana de la zona (inmigrantes magrebíes) habita, principalmente, en los barrios de La Paz y de Casería de Montijo La segunda zona con territorios de exclusión es el Albayzín, especialmente la parte baja del barrio del Zenete (entre calles Zenete y Elvira), las cuestas de San Ildefonso, zonas del Barrio de San Pedro, zonas de Haza Grande y las cuevas más altas del Sacromonte (que albergan principalmente a transeúntes y nueva mendicidad). Estas zonas acogen un próspero comercio artesanal de importación, animado principalmente por jóvenes magrabíes (estudiantes, inmigrantes “sin papeles”), que junto con españoles convertidos al islam, han organizado también un dinámico comercio étnico (comercios, carnicerías y restaurantes “halal”) en la zona del Bajo Albayzín de fuerte deterioro, actividades de gran aceptación popular (sobre todo, juvenil) y de atracción turística, que están contribuyendo, de manera acelerada, a una renovación urbana de importancia del sitio (Beteta- Correo Viejo, Caldererías, Barrio San Pedro). Otros dos distritos con importantes núcleos muy vulnerabilizados son Centro, con predominio residencial de población anciana y de personas paradas de larga duración y determinadas zonas del populoso barrio del Zaidín (algunas de las calles o casas de los sectores conocidos por “Casa Bajas”, “Casas Rosa”, y “Santa Adela”): parados de larga duración, jóvenes de poca cualificación, familias “monoparentales” e inmigrantes “sin papeles” (latinoamericanos en primer lugar, pero también senegaleses y magrebíes, de mayoría musulmana). En los conceptos institucionales imperantes, se puede hablar de una importante exclusión social que se concentra en los barrios de la Zona Norte (sobre todo, la Parcelas y Molino Nuevo), en el Zaidín (barriada de Santa Adela), y en zonas del bajo Albayzín, del Sacromonte (cuevas) y “manchas” por el resto del casco histórico. Y, sectorialmente, entre jóvenes, mujeres y familias “monomarentales”. Terminamos remitiendo a una interesante fuente de datos, un estudio sobre el bienestar social a partir de indicadores sociales del conjunto de comunidades autónomas, provincias y de municipios de España. Nos referimos al Informe Social de España, estudio periódico de la Fundación La Caixa. Traigamos aquí a colación algunas conclusiones derivables a la situación social de Granada, a partir del Informe del 200352, tal y cómo han sido recogidos en el Informe 2003 sobre el Estado de Bienestar español de otra fundación, la del Hogar del Empleado53. El Informe Social de la Caixa trabaja sobre índices sintéticos del bienestar (reagrupación de distintos indicadores sociales), con variaciones anuales sobre el concepto (y por tanto la composición de estos indicadores), por lo que plantea dificultades a la hora de observar series temporales. Para éste del 2003 que comentamos, elaborado sobre datos del 2000-2001, el índice sintético de bienestar social elaborado comprende 89 variables, reunidas en 12 áreas: renta, salud, servicios sanitarios, nivel educativo, oferta cultural y de ocio, empleo, condiciones de trabajo, vivienda y equipamiento del hogar, accesibilidad económica y educación vial, convivencia y participación social, seguridad ciudadana y medioambiental y entorno natural y clima54. • Primera observación: para una escala creciente del 1 al 10 sobre situación de bienestar (según este índice) de las distintas CCAA, Andalucía –Comunidad Autónoma a la que pertenece Granada, junto con Castilla-La Mancha, ocupa el lugar más bajo (nivel 3), correspondiéndoles los más altos niveles (clasificación 10) a Cataluña, Navarra y Madrid. 52 El informe para 2004 ya está disponible en Internet, en: http://www.anuariosoc.lacaixa.comunicacions.com/java/X?cgi=caixa.anuari99.util.ChangeLanguage&lang=es También, en el CEVIDIS del OESPI de Granada [http://hdl.handle.net/1935/355 ] 53 GARDE, ed., 2004: 459-487 54 Opus. cit., 459 • Segunda observación55: para una escala creciente del 1 al 10 sobre situación de bienestar (según este índice), de las distintas provincias españolas, Granada se sitúa entre las 12 provincias de menor índice de bienestar: Nivel 1: Cuenca, Huelva, Ourense y Zamora. Nivel 2: Córdoba, Lugo y Toledo. Nivel 3: Ávila, Cádiz, Ciudad Real, Granada, Jaén y Sevilla (Nivel 10: Barcelona, Girona, Madrid y Navarra) • Tercera observación: Si escogemos algunos de los indicadores que pueden referirse más directamente a las situaciones de exclusión56, como son el “índice de renta”, “índice de nivel educativo”, “índice de empleo” e el “índice de las condiciones de trabajo” (“calidad del empleo”), la Comunidad Andaluza, a la que pertenece la ciudad de Granada, se sitúan en los niveles más bajos (del 2 al 3 para estos índices). De lo índices que correlacionan más con las situaciones de exclusión, solo el “índice de vivienda y equipamiento del hogar” no arroja los últimos puestos de la lista.57 El estudio actualizado y sistemático, explotando fuentes primarias, se reserva para la inminente publicación del Informe sobre la exclusión social de Granada, cuyo avance se presenta infra (capítulo 4) 55 Aunque en este caso (Informe 2003), el índice de bienestar no es un indicador de municipio, sino de provincia, como bien hacen notar el Informe, para aquella provincias en las que más del 50% de su población viven en la capital, el índice tiene su validez (aproximativa). En el caso del municipio de Granada, nos parece orientativo, siempre que tengamos en cuenta su área metropolitana, con condiciones por lo general aproximadas a la ciudad en muchas de las “áreas” de bienestar analizadas, y en la que habita más del 50% del conjunto de la provincia (por encima de los 800.000 h.). La imbricación del área aumenta de forma acelerada (utilización de recursos de la ciudad por el conjunto del área metropolitana, constantes desplazamientos por el área para el desarrollo de la vida económica, etc.) a tal punto que se nos hace preciso situar los análisis sobre problemas sociales y procesos de exclusión cada vez más a escala de área metropolitana y no estrictamente de municipio, si no queremos vernos atrapados en una categoría puramente político-administrativa. No obstante, por distintas razones de simplificación administrativa y para aligerar la negociación política, el Proyecto EQUAL se diseño solo para el municipio capitalino. 56 Ejercicio hipotético, pues partimos de la idea generalizada que dichas situaciones se suelen predicar de una determinada confluencia en una persona, un colectivo o un territorio de distintas carencias y faltas de oportunidad. 57 Sin embargo, hay importantes focos de infravienda y/o de gran dificultad de acceso a este bien, en determinados barrios de la ciudad, especialmente de su Zona Norte, en Santa Adela (Zaidín), y en algunas otras zonas, más dispersas, del Sacromonte, del bajo Albayzín, del Barranco del Abogado, etc. Capítulo I Luchando contra la exclusión en Granada: una exploración sobre políticas y dispositivos de inserción mediante el empleo Elena Cambil Javier Cruz Terán Esther Cuevas Rosana de Matos Silveira Antonio Martínez López Enrique E. Raya Lozano• Introducción La ciudad de Granada, y la provincia que la rodea, como se dice en la Introducción de este libro, es un territorio de los más castigados por el desempleo del conjunto de Andalucía, que es como decir, del conjunto de España, habida cuenta de las tasas de paro andaluzas desde los inicios de la democracia, coetáneos con la crisis económica y las distintas reconversiones industriales del país, acaecidas a finales de los 70 y durante los 80. Una ciudad de tamaño medio comercial y de servicios, sin apenas tejido industrial, rodeada de una agricultura en decadencia. El nuevo modelo de desarrollo no ha variado positivamente la situación sino que en diferentes aspectos las ha agravado. La ciudad, mal que bien, ha ido resistiendo, gracias a una “boyante” economía sumergida, cuyas clientelas, en buena parte, la forman los más de sesenta mil estudiantes universitarios que habitan la ciudad durante el curso académico. Ciudad monumental y turística, ciudad universitaria, ciudad crecientemente multicultural, que atrae a su sector servicios y al comercio relacionado con el turismo, a inmigrantes, sobre todo magrebíes (con predominancia musulmana) y latinoamericanos, con una implantación histórica muy importante de la etnia gitana, en su espacio urbano muestra grandes desigualdades territoriales, con una concentración (“zonificación”) de la pobreza y de la vulnerabilidad en determinadas zonas de la ciudad, en las que habitan más de ….de los 250.000 que tiene el municipio, cercana a una dualización urbana. El contexto por tanto reunía todos los requisitos para la aprobación de un proyecto dentro de la Iniciativa Comunitaria EQUAL. • Investigador principal Teniendo en cuenta este contexto, expuestos supra –ver Introducción- pasamos al estudio como parte del proyecto “Observatorio sobre Exclusión y Políticas de Inserción”, acción del “Proyecto EQUAL-Granada, ciudad patrimonial de la igualdad y de los nuevos empleos”, llevada a cabo por la Universidad de Granada, un socio del la AD58 del mismo. La pretensión de este estudio no era realizar un análisis longitudinal de las políticas públicas de inserción, ni mostrar un exhaustivo cuadro de la misma, sino algo más modesto: acercarnos a una problemática, una realidad, unas prácticas y a unos actores “del terreno” no suficientemente visibilizados en la vida de la ciudad, por lo que no ha logrado todavía formar parte de manera fehaciente del debate ciudadano, ni siquiera del político de las campañas electorales –locales y/o andaluzas- , a pesar de tratarse de una de las más crudas problemáticas de una ciudad (y una provincia) que presenta dificultades mayores que las del resto del país, como hemos visto. Comenzaremos por una cuantas notas teóricas que reflejen el estado de la discusión grupal, marcos de referencia provisionales para este equipo de investigación, y objeto de continuada discusión interna y con los equipos de los otros proyectos del OESPI durante todo el proceso de investigación. Con estas reflexiones y utensilios, hemos recogido información y la hemos analizado, mostrando aquí su síntesis59. Un abierto objetivo general compartimos por el resto de proyectos del Observatorio: incitar al debate público y profesional. Específicamente, en lo relacionado con “políticas y dispositivos de inserción”, vamos a hacernos eco de las principales dificultades de la inserción por el empleo de las personas en situación de mayor dificultad, de las incertidumbres de los responsables políticos, administrativos y asociativos y de los retos diarios a que se ven enfrentados los profesionales del sector. Se pretende así, con esta investigación, estudiar qué relaciones se establecen entre el concepto de “empleo” y el de “políticas de inserción” en la práctica social e institucional, observando y analizando el funcionamiento de distintos mecanismos de inserción social en la ciudad de Granada, con una especial referencia a las acciones de la administración pública local y al Tercer Sector que la acompaña/complementa. Se trata por tanto de analizar los procesos de exclusión/inclusión en la ciudad de Granada, atendiendo a discursos y prácticas de los distintos actores implicados, teniendo la gestión del empleo, su estimulación, los mecanismos de facilitación o de impedimento para que las poblaciones vulnerables accedan a él, como núcleo central de nuestra indagación. Pero se trata, en primer lugar, como paso previo del acercamiento al estudio de procesos, de la elaboración de un cuadro aproximativo de los entes que intervienen en el campo de la inserción y de las “políticas”, es decir, de los proyectos y actividades intencionales, organizados en dispositivos, que estos entes legitimados al efecto y orientados por determinados valores llevan a cabo. Un cuadro aproximativo, no exhaustivo, pero que nos proponga un mapa cognitivo e institucional que nos sirva de referencia para adentrarnos en estudios más procesuales, en análisis con pretensión de búsqueda de regularidades y causalidades. Y como discusión crítico-teórica de fondo, un cuestionamiento permanente de todo lo referente a “la exclusión social”, es decir, categorías y estos discursos relacionados con exclusión social, inserción social, inserción laboral, inclusión…, omnipresentes en instituciones, profesionales, asociaciones e incluso entre personas con difícil acceso al trabajo, a los servicios y a los bienes disponibles. 60 58 Agrupación de Desarrollo: cfr. supra, Introducción El conjunto de materiales “en bruto” de los distintos proyectos del OESPI de Granada se han publicado en un CD-ROM [Cruz Terán, García Caballos et al., eds.), 2004: ), OESPI Materiales de investigación, producciones TIC y proyectos institucionales 2003-2004 , Granada, Maristán [ISBN: 84-932045-4-4; quedan colgados del Centro Virtual de de Documentación Social –CEVIDIS- , en: http://www.oespi.org/cevidis. Estos materiales “en bruto” darán lugar, tras un período de seminario teórico del conjunto de equipos de OESPI, a una serie de publicaciones que saldrán a la luz durante el 2005. 60 Remitimos a la “Notas introductorias” en supra 59 Terminaremos este capítulo con algunas recomendaciones, para la investigación y para la acción, extraídas de la discusión en equipo y del contraste de nuestros debates de investigación con los actores implicados, incluyendo a personas a las que estas medidas intentan llegar. Irá como apéndice de este texto el relato de las adquisiciones de reunión de expertos y expertas en inserción de Granada, reunidos mediante al técnica de consulta llamado “Grupo Nominal” La inserción socio-laboral, estrategia de lucha contra la exclusión: notas teóricas El actual fenómeno de la exclusión social que acontece en nuestras sociedades llamadas “desarrolladas” es preciso situarlo, para poder arrojar luz sobre él, en el marco de las fuertes transformaciones sociales acaecidas en los últimos treinta años y que han supuesto importantes redefiniciones de las reglas del juego social y de las posibilidades de interrelación humana en numerosos ámbitos de la sociedad y de la vida de las personas: transformaciones en el terreno macroeconómico, que ha supuesto básicamente la emergencia de un modelo de desarrollo al que llamaremos “globalización” como última fase del ya plurisecular modo de producción capitalista, cambios concomitantes en el propio mundo de la empresa y en el marco de las relaciones laborales, que algunos rotulan como pasaje del llamado “fordismo” al “postfordismo”, transformaciones si no en la naturaleza sí en las funciones y en las estrategias de intervención del Estado sobre la sociedad y la economía; cambios también en otras instituciones sociales estructurales, como la familia, cuya reconfiguración en curso –con la irrupción de las mujeres en la escena pública y las nuevas relaciones de género que conllevaacarrea nuevas maneras de interaccionar con el mercado y con el Estado. Es en el marco de estos nuevos contextos como hay que entender las cuestiones de vulnerabilidad y exclusión social, o mejor dicho, la problemática social real que estos nuevos discursos político-institucionales y profesionales denotan. Sabemos además que la constitucionalización (1978) y definitiva construcción del Estado del Bienestar español (década de los 80) se produce justo en la época de replanteamiento, en el conjunto de las sociedades desarrolladas, y especialmente de las europeas, de los modelos keynesianos de Estado social, y que la experiencia previa de gestión de riesgos sociales del sur de Europa –a veces en régimen de dictadura- interacciona con las nuevas ideologías neoliberales de “vuelta al mercado”, y van consolidando un modelo de bienestar en países como España, que algunos han llamado “Estados de bienestar del Sur de Europa61”, caracterizado por ser modelos pocos intensivos en prestaciones sociales públicas, por una dualización progresiva de los mercados laborales y por una sobredimensionalización de las funciones de la familia. Como lo laboral es un área clave de la exclusión social en un sistema económico y social dominado por el mercado –capitalista- , nos interesa especialmente en este estudio, profundizar sobre las políticas y medidas de inserción social que se han ido poniendo en marcha desde el ámbito de lo laboral en los últimos tiempos. En este sentido, las políticas activas de empleo constituyen un tipo de política pública de lucha contra la exclusión social, que como veremos más adelante ha sido fuertemente impulsado por la UE, sobre todo a partir de 1997, y que constituye ahora mismo el enfoque predominante de políticas sociales de lucha contra la exclusión y de tratamiento de “la cuestión social” de nuestro tiempo, como le gusta decir a Robert Castel. 61 SARASA, S. y L. MORENO (1995). En realidad una variante de los llamados “regímenes de bienestar europeocontinentales”, caracterizados por una forma diferente de gestionar los “riesgos sociales” (de clase, de trayectoria vital, intergeneracionales) a la de los “regímenes socialdemócratas escandinavos” y los “liberales anglosajones”. En la variante sur-europea el familiarismo es una nota característica no exclusiva pero sí acentuada (Cf. ESPINGANDERSEN, 2000: 59 y ss.) Una breve definición y diferenciación entre políticas activas y pasivas, sería la que puede extraerse de Fina Sanglas (2001) . Las políticas pasivas serían aquellas que tienen un componente de la sustitución de rentas, una vez finalizado el empleo, o políticas de subsidios para personas en desempleo, como puedan ser las rentas de inserción, los subsidios, los salarios sociales mínimos, etc. Irían destinadas a mantener un nivel equis de ingresos en las personas que han salido del mercado de trabajo o que se encuentran fuera de él. Las políticas activas, por el contrario no comportarían transferencias o sustitución de rentas, y son políticas orientadas tanto a la creación de empleo directo y al aumento de la demanda de trabajo en el mercado (por ejemplo ciertos planes públicos de creación de empleo), como a la reducción de las distancias que se dan entre la oferta y la demanda de trabajo, es decir a favorecer el ajuste de estas dos dimensiones (esto es lo que harían la Formación Profesional Ocupacional o la Orientación laboral, por ejemplo). En la literatura disponible en castellano, destacamos para lo que aquí estamos estudiando las aportaciones del grupo de Gomà y Subirats. Así, en un estudio de 1999 analizan las llamadas “polacas activas de empleo” de manera sistemática, abordando la cuestión de la definición y de la evolución de estas políticas como “políticas públicas”, analizando sus diferentes características tanto en los relacionado con los procesos de definición y asunción por las autoridades públicas, como los de negociación y de implementación con los diferentes actores que componen un “proceso político”, es decir, un proceso de intervención de una agencia legítima en un problema ciudadano. Se aborda a su vez el marco europeo de definición, así como el impacto diferencial que tiene dicha dimensión europea en las diferentes políticas públicas62. Dos conceptos clave que elaboran estos autores son los de europeización y territorialización, “entendidas, respectivamente, como desplazamientos de procesos de gobierno hacia la Unión Europea y hacia las Comunidades Autónomas y los gobiernos locales” (Goma y Subirats, 1999: 390). Lo que ellos plantean, en definitiva, es que las políticas públicas en España, en términos generales, han de considerarse políticas que vienen presididas por un grado de complejidad en la medida en que son políticas donde intervienen múltiples niveles territoriales de definición, decisión, e implementación, especialmente a partir de nuestra entrada en la Unión Europea y de los paralelos procesos de descentralización territorial que se han producido en el Estado. Con respecto al grado de “centralización” de la política de empleo en España, éstas políticas serían –sostienen estos autores- una de las políticas de “elaboración central”, aunque con un sector de las mismas que no correspondería a dicho modelo centralista de diseño y gestión, sino a un modelo “fragmentado”; este sector es, precisamente el de las políticas activas de empleo. De hecho, desde el diseño hasta la fase de implementación –y a veces en la de evaluación- de estas políticas activas, intervienen la Unión Europea, a través de directivas basadas en la llamada Estrategia Europea de Empleo, que tienen el rango de normas subsidiarias63. Básicamente crean marcos comunes compuestos de recomendaciones sobre políticas de empleo y de lucha contra la exclusión social a nivel europeo. También la UE, a través del Fondo Social Europeo, subvenciona distintos programas experimentales en relación con el acceso al mercado de trabajo y a políticas de lucha contra la exclusión (como por ejemplo , el reciente Programa EQUAL). Estas recomendaciones europeas se tienen que plasmar después en “planes anuales de empleo” de carácter nacional, como el Plan Anual de Empleo del Reino de España; planes que suponen una reelaboración y adaptación de estas directrices a escala nacional, con el diseño de políticas que llaman, en su aplicación, a una 62 El libro, colectivo, estudia distintas “políticas publicas” de España: de empleo, de vivienda, de inmigración, etc. Para profundizar en la forma en que intervienen los mecanismos europeos de la Estrategia Europea de Empleo, en la configuración de las políticas activas de empleo nacionales, Vid.: NAVARRO NIETO, 2000. 63 nueva reformulación desde los espacios regionales y locales –dependiendo del grado de descentralización, del tipo de Estado territorial- y a específicos mecanismos de coordinación, no siempre operativos, como veremos en nuestra investigación. En España, excepto para el caso de Euskadi, las competencias en políticas activas de empleo han sido transferidas a todas las CCAA, una muestra más del elevado grado de descentralización del llamado “Estado de las Autonomías”. Por otra parte, a partir de la aprobación de la Ley sobre agencias de colocación y de entidades colaboradoras del INEM, aprobada a mediados de los noventa, el conjunto de actores que intervienen en la ejecución y puesta en marcha de estas políticas activas de empleo es muy variado: las Administraciones Locales o ayuntamientos, las Agencias de Colocación, y las Entidades Colaboradoras, con o sin fines lucrativos (es decir el llamado “Tercer Sector” de la Acción Social). En definitiva se trata de una política de gobierno multinivel, en la que participan numerosos actores tanto públicos como privados. Aparece aquí, y en muchas otras de las acciones públicas en la situación española, el problema de la complejidad de la acción política en Estados descentralizados, o modo de elaboración y gestión política también llamado intergubernamentalidad. Y esto, en términos operativos, tanto administrativos como profesionales se llama coordinación. Algo no circunstancial o derivable de un estilo o ideología política, sino una exigencia estructural causada por la propia configuración de la organización política estatal. Otra cosa muy distinta es que ni la voluntad política de los decidores ni la competencia profesional de los actores responsables de la ejecución de las políticas públicas lleguen hacerla efectiva con eficacia en todo momento y lugar. Hay que destacar, por otra parte –y es algo que aquí nos interesa sobremanera- que uno de los pilares que se defienden desde las instancias europeas para promocionar las políticas activas de empleo, es la puesta del acento en lo local; a la hora de abordar las cuestiones del paro y de la exclusión social, “lo local”, al menos en la intención y en el discurso europeos, resulta sinónimo de innovación y de cercanía a los problemas concretos con los que se encuentran las personas en el mercado de trabajo y en sus distintas esferas de inclusiónexclusión social. Se diría que esta nueva voluntad de “descender” al territorio donde se desenvuelve la cotidiana vida ciudadana, y ahí plantear la lucha contra la exclusión, sería un poco el fruto recogido de aquella queja histórica que se había formulado en la Europa democrática contra el estado del bienestar keynesiano, de burocratismo, centralismo, incapacidad para conectar con los problemas de la ciudadanía. Queja que en este país se elevaba a revuelta democrática: contra el centralismo autoritario y homogenizador de la Dictadura franquista, en cuya última etapa –años del “desarrollismo” y las necesidades impuestas por una economía ya abierta al exterior-, se pusieron las bases de una intervención estructural del Estado en los económico y en lo social, pero con unas políticas de corte corporativo, autoritarias y paternalistas, en una sui generis traducción del bienestarismo keynesiano europeo, siempre democrático64. Ahora bien, esta emergencia de lo local, tanto venida del discurso político como efecto de la lógica de la globalización económica, requiere un amplio debate que no ha de ser, en primer lugar, ideológico –aunque en última instancia lo sea –sino científico-social. ¿Cómo hacer que lo local sea un lugar apto para una acción contra las nuevas problemáticas sociales? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidades jurídicoconstitucionales, legislativas y presupuestarias para que no sea sólo un atractivo eslogan en las campañas electorales municipales? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad políticas? En otros términos, ¿puede existir el “espacio local” sin la participación directa de la ciudadanía, sin un tejido social autónomo y no meramente clientelar y una ciudadanía formada para la 64 Algunos estudiosos de la política social española como Gregorio Rodríguez Cabrero, para nombrar este tipo de estado social franquista, han ideado la expresión, ciertamente suave, de “Estado Autoritario del Bienestar” (Vid. p.e. RODRÍGUEZ CABRERO, 2004) participación social? ¿Puede existir el espacio local de la intergubernamentalidad sin instituciones, metodologías y voluntades políticas de coordinación? Y en todo caso y circunstancia, en la lucha contra los actuales efectos sociales indeseables -para todas las ideología y sensibilidades políticas- del nuevo modo de desarrollo capitalista, la “globalización informacional”, ¿qué decisiones competen principalmente a otros niveles de la gobernanza del país? Para este estudio y debate, y en concreto, para las políticas de inserción socio-laboral, y en general, de inclusión en el territorio nos es de gran ayuda las múltiples experiencias que al respecto se dan en otras realidades de esta Europa en construcción. Procedimientos de acercamiento a la inserción Consideramos necesario entrar brevemente en la metodología de trabajo, por dos motivos: para bien delimitar la naturaleza del trabajo cuyos resultados en síntesis aquí se presentan y dar pistas a otros posibles equipos de investigación-acción que acometan tal estudio, por si éste pudiera servirles, al menos para no cometer los mismos errores… La metodología utilizada en este trabajo se ha basado en el uso de distintas herramientas de investigación, principalmente de dos tipos, documental y cualitativa. El objetivo era acercarse a una realidad dispersa y fragmentada, no siempre presente en los visibles espacios locales del debate ciudadano –como los medios de comunicación o los foros de debate político-, para realizar un estudio exploratorio sobre las medidas y dispositivos de inserción sociolaboral que operan en la ciudad de Granada como paso previo a otro tipo de investigaciones, sean estas desde la perspectiva del análisis institucional, desde los balances periódicos propios de la Hacienda Pública o de otras maneras de contabilidad socioeconómica, de investigación evaluativa de impactos o de investigación sociológica y/o antropológico-social de construcción de prácticas, o de “análisis del discurso”. Todas ellas pertinentes y productivas a la hora de comprender, cada una desde su ángulo y sus limitaciones, hechos sociales como estas políticas y prácticas de inserción en y desde un territorio concreto. Nuestra tarea ha consistido, repetimos, en emprender “estudios exploratorios previos” que nos permitieran justamente adentrarnos de manera amplia en un campo de la investigación, de la acción institucional y de las prácticas profesionales de emergencia en la ciudad relativamente reciente (años 90), mostrando la complejidad de su existencia e indicando la importancia de su conocimiento, no solo para la investigación, sino para la política, la gestión, la acción social y la práctica profesional, con la intención complementaria de estimular, a través de la difusión del estudio, la urgencia de debate público, ciudadano, asociativo y profesional, sobre las realidades sociales y humanas que tales acciones públicas y para-públicas suponen. A esto le hemos llamado un “análisis descriptivoexploratorio de políticas y dispositivos de inserción”. Hemos ido de los registros más directos y “a mano” –la documentación institucional y profesional del tipo “memorias periódicas de gestión”, perteneciente casi siempre a la “literatura gris”65- a la toma de contacto con la voz, con las representaciones comunicadas presencialmente por diversos actores –principalmente gestores y profesionales- de estas medidas de inserción sociolaboral, en torno a ellas, sus objetivos, los problemas de las personas a las que se dirigen, las metodologías de intervención y las modalidades de organización empleadas y los efectos que suponen causar, con la intención de ofrecer algunas ideas y sugerencias de cara a la mejora de esas prácticas (“buenas prácticas”), de actores e entes u organismos. Una combinación pues entre observación y análisis de documentación-registro de acciones y metodología cualitativa cercana a la etnográfica, sin pretender la obtención de resultados directamente generalizables. 65 Se cataloga en biblioteconomía y documentación científica como “literatura gris” la que no entra en el circuito comercial de la documentación, que implica casi siempre tener adjudicado un ISBN. Las técnicas de aproximación, de recogida de datos y de análisis utilizadas para tal estudio han sido las siguientes: - Repaso bibliográfico de los textos nacionales y extranjeros de mayor calado para comprender los debates teóricos que hay implicados en las actuales cuestiones de la exclusión social y las políticas sociales y de empleo. De ahí se ha elaborado un marco teórico que elabora y pone en tensión las transformaciones sociales que han sucedido en los últimos 30 años, para exponer y comprender los marcos en los que se desarrollan las actuales políticas de empleo y de lucha contra la exclusión social. - Análisis de contenido de las memorias sobre su actividad de entidades públicas y privadas de Granada que trabajan en la producción de una oferta de servicios de inserción sociolaboral en la ciudad. -Contraste de esa documentación a partir de entrevistas con “informantes-clave” de los entes facilitadores de la misma - Aplicación de una técnica de Grupo Nominal con relevantes representantes de la gestión de políticas de inserción sociolaboral en la ciudad de Granada. Se trataba de esta forma de poder obtener una visión “mezzo” acerca de los dilemas, obstáculos y progresos con los que se van desarrollando estas medidas. - Realización de nueve entrevistas en profundidad con agentes que trabajan en el campo de los servicios de orientación laboral destinados a colectivos en situación de fuerte exclusión social en la Ciudad. Esta técnica pretende complementar la anterior, obteniendo a partir de ella, visiones “micro” del esfuerzo cotidiano con el que se consagran estas medidas en el tratamiento de las cuestiones de exclusión laboral. La documentación analizada ha sido facilitada por veinticinco (25) entidades de inserción, es decir organizaciones sociales (asociaciones) “sin fin lucrativo” de distinto origen y naturaleza (confesionales, no confesionales, profesionales…), administraciones e instituciones públicas, y organismos privados, con “fin lucrativo” (empresas, instituciones) que trabajan en el ámbito de la exclusión de Granada y que han configurado la muestra para el presente estudio. Además, por ser un estudio descriptivo/exploratorio de este campo de prácticas institucionales, hemos utilizado también dos recientes guías de recursos de Inserción Sociolaboral, elaboradas respectivamente por el Proyecto Equal y el Proyecto Reactiva. Consideraciones locales sobre la vulnerabilidad y exclusión social de personas y colectivos Como ya dijimos en apuntes sobre el marco teórico, el conjunto de transformaciones sociales que han cambiado el perfil de nuestra sociedad, han llevado a que autores como Robert Castel propongan un esquema de la exclusión social, que subdividiría el espacio social en “tres zonas”, a efectos de comprender la estructura en términos de integración y exclusión social. Estas zonas son las de integración, vulnerabilidad y exclusión. En función del posicionamiento de los individuos con respecto a un conjunto de variables que actúan como ejes de integración-exclusión, estarán en una u otra de estas zonas. Se ha considerado importante partir de este conocido esquema de Castel, y además ampliarlo con las propuestas de Tezanos, como vemos más adelante, para que nos sirva de punto de referencia en la ubicación de los colectivos excluidos que hay en Granada. No hacemos de él un dogma, nos consta que incluso el propio autor (Castel, 1996) lo cuestiona, pero nos ha parecido relevante para este estudio por un doble motivo: (i) es el empleado con mayor frecuencia, aunque sea nominalmente, por los actores públicos y asociativos; (ii) nos ofrece una útil y transitada “puesta de entrada” a los fenómenos empíricos, sin perjuicio que al atravesarla pongamos entre paréntesis la propia teoría social que lo fundamenta. En su propuesta de ampliación de las zonas sociales básicas en el proceso de exclusión Tezanos (1999) añade una más a las tres planteadas anteriormente por Robert Castel: la zona de asistencia que, al lado de las de integración, vulnerabilidad y exclusión, consideran en su dinámica un conjunto de variables: laborales, económicas, culturales, sociales, relacionales, etc. La siguiente tabla tomada del autor nos servirá de referencia Estas variables en su interdependencia mutua, condicionan la transición o deslizamiento de las personas de unas zonas a otras. LAS CUATRO ZONAS BÁSICAS IDENTIFICABLES EN EL PROCESO DE EXCLUSIÓN SOCIAL Situación laboral Ámbito Económico Situación Relacional Sentimientos Actitudes básicas Factores de Riesgo Posibles iniciativas previsoras y compensatorias Zona de Zona de Integración Vulnerabilid Asistencia ad Empleo estable o fijo Empresas o actividades estables y con futuro. Empleo precario e inestable Empresas o Actividades económicas inestables o en crisis. Economía desregulada o sumergida. Fuertes redes familiares y de Fragilidad relacional; Individualismo sociabilidad. Zona de Zona de Exclusión Desempleo Inempleabilidad Aportaciones públicas reglamentadas/ beneficencia. . Aleatoriedad de ingresos. Carencias relacionales compensadas por iniciativas Aislamiento Social asistidas de Inserción. Seguridad, confianza en el futuro. Conformismo Emulación Miedos Incertidumbres Fatalismo. Falta de perspectiva. Desesperación, Anomia Desconfianza, Inseguridad Protesta, resignación Inestabilidad económica. Enfermedades Incertidumbre ante la vida. Crisis familiares, ruptura de Alcoholismo, drogadicción, depresión, Solidaridad de grupo, fracaso escolar, aislamiento, clausura social. Desviación, pasividad, violencia, rebeldía. Enfermedades, accidentes, delitos, suicidios, etc. Inadaptación cultural, minusvalías. Eficiencia económica, Recualificación seguros privados, Profesional, movilidad, etc. motivaciones, etc. FUENTE: Tezanos, 1999: 180 Formación, inserciones sociales secundarias, estímulos para no comodidad Modelo de asistencia social integral, reorientaciones económicas y sociales. Los colectivos granadinos analizados en el presente estudio se “deslizan” por las tres zonas: de vulnerabilidad, asistencia y de exclusión social, según las evidencias recogidas, y todo parece indicar que existen importantes diferencias en las dificultades que unos y otros encuentran para transitar de las zonas y situaciones de exclusión hacia las de vulnerabilidad e integración social. (ver cuadro infra). A pesar de que los colectivos tampoco son homogéneos entre sí, encontrándose en ellos personas con diferentes tipos de situaciones de dificultad y diferentes problemáticas de inserción, sí que parece que hay ciertas condiciones comunes que de alguna forma permiten y obligan a las entidades a especializar su trabajo con cada uno de ellos, siendo desde luego otro factor de esa especialización las convocatorias públicas de ayudas al Tercer Sector, frecuentemente dirigidas a colectivos concretos reconocidos receptores de medidas de Acción Social. Son pocas las organizaciones creadas especialmente para la inserción socio-laboral; son más bien asociaciones que trabajan en un sector de los “servicios sociales especializados” (discapacitados físicos, discapacitados psíquicos, inmigrantes, mujeres, inmigrantes…) que ahora acuden a convocatorias para financiar acciones de inserción socio-laboral, campo novedoso de la Acción Social. Una de las conclusiones más evidentes que podemos hacer a partir de la documentación analizada, es que el volumen global de recursos que se están asignando para el trabajo en inserción sociolaboral con colectivos más excluidos se encuentra en una tendencia de acusado crecimiento en los últimos años. Parece por tanto que la inserción es un nuevo objetivo de las viejas políticas sociales (“de Acción Social”, o de “servicios sociales personales”) ) dirigidas a la integración de determinados colectivos en dificultad, una nueva estrategia institucional y profesional del trabajo social, en su sentido amplio (no específico de la práctica de determinados titulados universitarios, los Diplomados en Trabajo Social). Un indicador de la presencia y difusión de estas nuevas estrategias basadas en el empleo lo tenemos en la multiplicación de Jornadas, Encuentro, Seminarios y Cursos de Formación Continua dirigida a profesionales de lo social que desde mediados de los noventa se organizan en nuestra ciudad, según se desprende de las memorias anuales de actividad de los distintos entes analizados. Resulta también evidente por la información consultada que ha crecido el número de cursos de FPO dirigidos a personas y a colectivos en exclusión social, así como que se ha incrementado los servicios de orientación laboral para personas en procesos de exclusión, tanto en las entidades del Tercer Sector, como en las propias entidades públicas como el Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE) o Andalucía Orienta. Ahora bien, esto no quiere decir que la situación actual suponga que las entidades que trabajan con estos colectivos tengan a su alcance recursos suficientes para llevar a cabo su labor con eficacia. La escasez comparativa de recursos para la inserción de “los excluidos” respecto a los “vulnerables”, incluso a lo “asistidos”, es un hecho a destacar, mencionado por la mayoría de las entidades consultadas. Pues mientras las personas que atraviesan un situación de dificultad –desempleo, dificultades familiares- parece contar con suficientes ofertas de cursos de reciclaje o de FPO, apoyos de orientación laboral e incluso de ayuda para el autoempleo, y para las personas catalogables como asistidas parece que se eleva, aunque sea lentamente, el gasto y las prestaciones (así, las que están en el Programa de solidaridad de los andaluces o “salario social” ) las personas y colectivos que entran dentro de medidas de inserción por el empleo (“las personas y colectivos más necesitados de ayuda para su inserción laboral”,) tienen escasas medidas y recursos profesionales especializados a su disposición. Pongamos un ejemplo de un colectivo que puede ser muy representativo de las complejas fuerzas de exclusión social que se ponen en marcha en los procesos excluyentes de una persona: el colectivo de transeúntes o personas sin hogar. En el año 2001, se firma un Convenio entre el Área de Familia, Igualdad y Bienestar social del Ayuntamiento y su IMFE, por el cuál se incrementan los recursos de la “zona de asistencia” para las “personas sin hogar”: se pone un marcha un servicio de orientación laboral para este colectivo. El convenio, que sigue vigente y se renueva cada año, contempla ofrecer recursos de orientación laboral para varios colectivos considerados en máxima exclusión, como las personas sin hogar, personas ex reclusas y otros colectivos. Por una parte esto evidencia el esfuerzo de las administraciones por poner en marcha este tipo de medidas con colectivos excluidos. Pero a través de las entrevistas que hemos mantenido con personas que trabajan en la orientación laboral con el colectivo de personas sin hogar, se percibe la gran cantidad de problemáticas que estas personas arrastran para conectarse con el mundo laboral. Es normal, pues, que sean personas que en razón de los hábitos de vida que han adquirido en su trayectoria de personas sin hogar, posean escasas habilidades sociales que serán exigidas como requisitos para ser empleados: capacidad para el cumplimiento de horarios, cuestiones de presentación física, problemas muchas veces de autoestima, que hacen que estas personas lo tengan muy difícil para acceder al empleo en mercados muy competitivos, etc. Muchos de ellos , por tanto, necesitan un verdadero trabajo de “reconstrucción personal” con la ayuda de profesionales del trabajo social (incluyendo a psicólogos), ya que han caído en situaciones de desestructuración y de desmoralización frente a su inserción social y laboral. Los orientadores declaran que este trabajo les excede, y aunque este es el trabajo que ya se hace desde instituciones encargadas de ello, como el COAST y las “casas de acogida”, todo indica que resultarían aún necesarios recursos especializados adicionales para trabajar con estas personas. Normalmente resulta todavía difícil encontrar recursos suficientes para personas sin hogar, ex -toxicómanos, ex -reclusos, y otros colectivos en máxima exclusión, para integrarlos en itinerarios formativos Finalmente –o mejor, en primer lugar- se presenta un problema fundamental: no hay empleo asalariado suficiente en la ciudad de Granada para cubrir las necesidades de los colectivos más desfavorecidos. Es por ello, que muchos agentes consultados opinan que es necesario que se creen empleos directos para las personas correspondientes a los colectivos más excluidos, ya que no van a poder competir eficazmente en el mercado, pese a que aumentan los apoyos públicos que reciben para hacerlo. Como muchas personas y colectivos presentan necesidades muy complejas, las entidades están adoptando un enfoque de trabajo cada vez más basado en una atención “integral” a las personas en grave dificultad usuarias del dispositivo, donde lo laboral es esencial, pero muchas veces es el último tramo del camino a recorrer, y donde se trabajan, de forma integral, todo el resto de áreas que componen la exclusión social. A continuación exponemos un cuadro donde se han sintetizado y categorizado, de forma no exhaustiva, los diferentes colectivos en exclusión social con los que trabajan las entidades de la ciudad. A partir de la heterogeneidad de trayectorias que el cuadro ya manifiesta, se pueden inferir el conjunto de acciones diversas, e “integradas”, que han de poner en marcha las entidades para poder trabajar en el tránsito de la exclusión y la asistencia a la integración social. Aunque lo laboral sea lo fundamental, las entidades y los agentes tienen que atender a toda una serie de necesidades que no se expresan sólo laboralmente, incluso a necesidades que son muchas veces previas a poner a la persona en posición de “búsqueda activa de empleo”, como explicábamos cuando hablábamos de las personas sin hogar. PERFIL GENERAL DE LOS COLECTIVOS ATENDIDOS EN GRANADA (Según las propias Entidades) Inmigración Población gitana . “Hombres y Inmigrantes: “No comunitarios” mujeres especialmente “Comunitarios en jóvenes entre los 16 y 30 años”. situación de vulnerabilidad”. “Mujeres gitanas “No comunitarios de todas las edades”. en situación de exclusión social”. “Niños/as con o en riesgo de “Refugiados y fracaso escolar”. solicitantes de asilo”. “Mujeres “sin papeles”. “Con permiso de trabajo”. Otros colectivos Drogodependencia Discapacidad “Drogodependientes en tratamiento”. “Personas con “Personas sin discapacidades hogar”. física, psíquica, mental, sensorial”. “Desempleados en general sobretodo personas con “Familiares”, especiales dificultades”. “Personas afectadas de VIH – SIDA y familiares”. “Personas con diversas adicciones” “Menores en riesgo de fracaso escolar”. “Personas que pertenecen a grupos de difícil acceso al mercado laboral”. “Menores y adolescentes conflictivos”. “Jóvenes.” “Familias” “Jóvenes en riesgo de exclusión social”. “Mujeres sin recursos ni red social”. “Mujeres víctimas de violencia de género.” “Menores”. “Minorías étnicas”. “Que demanden retornar a su país de origen”. “Jóvenes relacionados con dificultades de vinculación”. “Mujeres sin techo” “Mujeres con menores a su cargo.” “Mujeres en la prostitución o ex prostitutas.” “Mayores solos”. Medidas de inserción sociolaboral. Una propuesta de clasificación Hemos elaborado una taxonomía, una clasificación de las medidas y políticas de inserción que existen de cara a poder explicar de forma breve, cuáles son las tendencias que percibimos en cuanto a su evolución y al grado de importancia que actualmente se está concediendo a unas y a otras políticas. Para comprender esta clasificación de las medidas de política activa de empleo para estos colectivos en este estudio utilizada, es conveniente de manera previa distinguir los distintos tipos de política de empleo que pueden diseñarse, y para ello nos apoyamos en la aportación de Natalia Rosetti (1999)66 : a) Políticas destinadas a (des) regular el mercado de trabajo /Políticas legislativas del mercado de trabajo. b) Políticas centradas en garantizar rentas, denominadas políticas pasivas. c) Políticas activas destinadas a crear y mantener empleo y fomentar la inserción laboral. Pues bien, respecto a las políticas activas propiamente dichas, y basándonos en nuestra propia perspectiva, hemos elaborado la siguiente clasificación: 12- Políticas de creación directa de empleo por cuenta ajena Políticas destinadas a incentivar la creación de empleo por cuenta ajena • Medidas destinadas a mejorar el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo: políticas formativas y de la intermediación y la orientación laboral. • Medidas de incentivación económica a la contratación: bonificaciones fiscales a las empresas, etc.) 3Políticas de fomento de empleo por cuenta propia. • Políticas de fomento del autoempleo El criterio fundamental de esta clasificación tiene que ver con la capacidad de intervención de estas medidas en el mercado de trabajo, como hemos dicho, que se traduce en la capacidad de incidir directamente sobre la demanda de trabajo que existe en el mercado, es decir sobre la cantidad de empleo existente. En este sentido la política más (positivamente) “intervencionista” es la de creación directa de empleo (por ejemplo, cuando los Ayuntamientos crean puestos de trabajo para los parados, minusválidos). Las políticas de fomento, son menos “activas” que las de creación de empleo directo. Sin embargo, dentro de las políticas de fomento, las que bonifican la contratación son más activas que las simples medidas de ajuste entre demanda y oferta, porque tienen como interés sustantivo el incrementar la demanda de trabajo; así por ejemplo, mientras que las bonificaciones fiscales van a subvencionar directamente puestos de trabajo en el mercado, un curso FPO no va dirigido a incrementar la demanda de trabajo sino a mejorar las condiciones de la oferta, con la esperanza de que esto mejore el ajuste entre ambas. Por lo tanto, las medidas formativas, o también la orientación laboral, van dirigidas a fomentar la “empleabilidad” de los parados, pero no a mejorar sus “oportunidades efectivas de empleo”, sus posibilidades reales de acceso a un puesto de trabajo. Una vez expuesto nuestro estudio clasificatorio nos detendremos en algunas reflexiones a que los resultados del mismo nos lleva, en relación a los criterios adoptados. Las entidades sociales granadinas y las medidas de inserción sociolaboral 66 En Gomá y Subirats (1999) Basándonos en la clasificación antes mencionada concluimos que todas las entidades sociales analizadas de una cierta manera desarrollan algún tipo de medidas relacionadas con la inserción sociolaboral en mayor o menor grado de actuación. Los factores que condicionan este grado de implicación y actuación son: 1- El tamaño específico de las Entidades Sociales y el grado de coordinación. La mayoría de las asociaciones de menor envergadura (sector inmigración, gitanos principalmente) del “tercer sector” creadas por los propios colectivos, desarrollan en general medidas socioculturales o de carácter asistencial: un trabajo básicamente de acogida, apoyo social y derivaciones hacia las entidades de mayor envergadura. Las de porte mediano realizan actuaciones más relacionadas con las medidas destinadas a mejorar el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo: políticas formativas y de la intermediación y la orientación laboral de una forma más sistemática. Las Entidades de mayor envergadura como serían el IMFE y el Programa de Andalucía Orienta, representan la referencia principal para las pequeñas y medianas entidades y desarrollan también medidas para mejorar el ajuste entre oferta y demanda de trabajo. Podría decirse que aparte de ofrecer servicios directos de inserción sociolaboral para los colectivos en desempleo y exclusión social, como son los cursos de FPO, y los programas de orientación, por ejemplo, también actúan como entidades dinamizadoras del conjunto de las acciones y servicios de inserción en la ciudad, apreciándose en los últimos años un notable avance en el desarrollo de proyectos como el EQUAL (lo mencionamos por ser el último de esta naturaleza) donde se ponen en marcha experiencias para mejorar la lucha contra la exclusión y la inserción laboral, y donde se tiene la oportunidad de crear dinámicas de coordinación entre entidades del sector, difusión de buenas, prácticas, etc. Hay que resaltar como uno de los frutos más significativos de Granada la creación de la Red granadina por la inclusión social, reflejada en el empeño y trabajo sistemático de los colectivos implicados: discapacitados, inmigración, población gitana y drogodependencias. De hecho, frente al tópico de la existencia de un mal endémico en este tipo de medidas de inserción sociolaboral, como es el de la dispersión de entidades y de medidas que se dedican a ello, y por lo tanto la falta de coordinación, tenemos que resaltar los importantes avances que, como vemos, se están produciendo en este campo. No solo se están consolidando redes, por el impulso ejercido por programas dinamizadores europeos, sino que se aprecia lo más importante: hay verdadero interés y voluntad por muchas de las entidades en trabajar en esta dirección. Por supuesto, se está iniciando un camino de avance, y muchos agentes manifiestan la necesidad de aumentar las coordinaciones, o incluso de que se pudiera poner en marcha algún ente central a nivel local, que coordinara de manera universal estas acciones. Hay que decir también, que más allá de las coordinaciones explícitas que se dan entre las entidades, y de la constitución de estas nuevas formas de trabajo en red, se produce también una interesante coordinación entre agentes implicados en la practica diaria, que se conocen entre sí, y se coordinan para resolver los problemas de sus “usuarios”. El carácter plurifuncional de la mayoría de las entidades La mayoría de las entidades del Tercer Sector centran sus actividades teniendo como referencia principal a un solo colectivo67 y a las demandas relacionadas en torno a él, 67 Remitimos a los Anexos de este estudio contenidos en el la publicación en CD-ROM (cfr. Cruz Terán, García Caballos et al., 2004). tratándose siempre, además, de colectivos que se encuentran en las peores situaciones sociales. También dentro del Tercer Sector hay entidades de mayor volumen, que se ocupan de varios colectivos al mismo tiempo, y no sólo con problemáticas de exclusión, sino de ayuda, de promoción, de animación, de mediación, etc.; aunque la mayoría de personas con las que trabajan siempre suelan pertenecer a ese confuso y relativo grupo de “los excluidos”. Aunque las entidades tiendan a especializarse, esto no significa que no acojan también a personas distintas a las de su colectivo específico de referencia. Sabemos que los agentes que trabajan en estas entidades, a veces con disparidad de criterios respecto a la filosofía oficial de sus empleadores, atienden a muchas de las personas que les vienen aunque no encajen en el perfil de colectivo del que se ocupan, siempre que vean que pueden hacer una acción eficaz, y que no resulta exitoso derivar a estas personas a las entidades específicas (en caso de que las haya). Esto está en relación con otro asunto que se ha podido descubrir en esta investigación: el trabajo en inserción sociolaboral que realizan las entidades nunca queda completamente reflejado en las memorias de actividad y en los informes que éstas emiten para justificar sus trayectorias. Siempre se hace más trabajo del que queda reflejado en estos documentos, se atiende a más personas, se intentan solucionar más casos y se realizan todo tipo de gestiones de comunicación, de coordinación, de asesoramiento, etc. no siempre reflejadas en una memoria de gestión o en algún otro documento por el estilo En este sentido, cabe afirmar con rotundidad que hay una parte de trabajo social que la sociedad no paga a estos agentes y que sin embargo se realiza, en función de las duras características sociales del ámbito humano en que trabajan, que requiere siempre amplias competencias profesionales para estas acciones, aunque muchas veces sean sólo acciones de inserción sociolaboral en términos formales. Las entidades de mayor envergadura atienden a varios colectivos y suelen ir dirigidas tanto a personas en estado de vulnerabilidad como en estado en exclusión. Podríamos decir, por tanto, que la mayoría de las Entidades tienen un carácter plurifuncional: desarrollan desde una perspectiva integral diferentes medidas de inserción sociolaboral. La financiación de las medidas de inserción sociolaboral Lo primero que podemos decir aquí es que no existen fuentes centralizadas que permitan conocer el gasto total que se efectúa en función de las distintas medidas de inserción que existe. Esto se debe a una razón obvia: existe una pluralidad de entidades que funcionan como entes subvencionadotes o patrocinadores de estas medidas, que no puede reducirse hoy por hoy, a una homogeneización estadística. Las distintas medidas y proyectos de inserción sociolaboral que se ponen en marcha pueden estar subvencionados por alguna de las siguientes tipos de entidades: por el Fondo Social Europeo, por otras instancias de gasto de la UE, por medidas de fomento de empleo de los Planes Nacionales de Empleo, por administraciones dependientes de la Junta de Andalucía, como el Programa Andalucía Orienta que subvenciona acciones de orientación laboral, por instituciones locales, las líneas de financiación de proyectos de Bancos y Cajas Uno de los problemas que señalan los actores en el desempeño de su trabajo, es la inestabilidad que existe con respecto a la financiación, ya que a muchos programas y acciones de inserción sociolaboral se les suspende a veces la financiación, lo que se no siempre se hace con criterios objetivos y públicamente defendible; esto hace difícil conseguir buenos resultados de inserción, programar con una adecuada temporalidad. Por otra parte, la necesidad de trabajar por proyectos financiados, propia del Tercer Sector, hace que se consuma mucho tiempo en tareas administrativas y de justificación de las acciones que se llevan a cabo, energías que detraen recursos que podían ir dirigidos a una mayor atención a usuarios, en el caso de que los programas y las entidades que los trabajan actuaran en el marco de unas líneas de financiación más estables en el tiempo y más unificadas y objetivables en los criterios de selección y de seguimiento y evaluación. Reflexión final sobre las políticas activas de inserción como medidas de inserción sociolaboral En principio hemos de decir que coincidimos con los planteamientos de Cano et al. (2001) sobre la especificidad que las llamadas “políticas activas de empleo” han de presentar cuando van dirigidas a grupos en exclusión. Estas políticas persiguen, con carácter previo a la mejora de la empleabilidad, buscar la integración de estos colectivos y personas en la vida laboral. Como ejemplos tendríamos las bonificaciones a la seguridad social para fomentar la contratación de determinados colectivos en exclusión y, principalmente, las empresas de inserción. Nuestro estudio corrobora plenamente esta afirmación: “…las medidas convencionales no son suficientes para dar respuesta a las necesidades de empleo y acceso al mercado de trabajo a los sectores de la sociedad que viven más marginados pues no compensan adecuadamente los déficits estructurales de partida.” (Cano et al., 2001: 218-219). Como consecuencia de la anterior –sostienen- los aspectos formativos de las políticas activas de empleo, cuando van dirigidos a excluidos, deberán estructurarse de forma progresiva, comenzando por las que tienen como objetivo paliar las carencias básicas de instrucción, siguiendo por las que van dirigidas a la adquisición de habilidades sociales y concluyendo con la formación ocupacional para la inserción en el tejido productivo. E insisten en las particularidades que presentan la políticas sociolaborales con estos colectivos, debiendo diferenciarse respecto de las políticas sociolaborales más convencionales, lo que se manifiesta en la necesidad de utilizar como instrumentos dispositivos de inserción como los mencionadas antes (las “empresas de inserción”). Nuestro trabajo de campo nos ha llevado a confirmar la necesidad de implementar mecanismos específicos formativos para personas en procesos de exclusión, tal como ya hemos abordado más arriba al analizar las problemáticas que presentan los procesos de inserción de los colectivos en exclusión. Por otra parte, resulta de interés observar el lugar que ocupan las políticas activas en relación con las políticas pasivas en los últimos años, porque eso nos da una orientación de cómo se está pensando o repensando la política social. También es central comprender si en el panorama de las propias políticas activas, comprobado el notable incremento de su uso en términos generales, y también el dirigido a grupos en exclusión, se están primando aquellos elementos que inciden en la creación directa de empleo, o aquellos otros que van más bien dirigidos a la mejora de la empleabilidad. Eso es lo que hemos intentado hacer, partiendo de un esquema que estructura las políticas de empleo en activas y pasivas, y posteriormente, desmenuza las políticas activas en función de su grado de “intervencionismo” (“actividad”) sobre la “demanda de trabajo” . Tras lo expuesto en este estudio nuestro, y teniendo en cuenta estas reflexiones suscitadas por su contraste con la lectura de Cano et al. , podemos hacer algunas afirmaciones finales. En principio, si bien las políticas pasivas existen, e incluso se pusieron en marcha algunas de ellas en los noventa, como las rentas mínimas ya citadas, la tendencia actual es a primar el uso de políticas activas frente a las pasivas. De hecho, una de las características que hemos observado como propias de las políticas activas es que van dirigidas con frecuencia a colectivos que están recibiendo ayudas procedentes de las pasivas (los subsidios), de cara a superar la barrera de la mera asistencia para intentar que se conecten al empleo, como inserción social plena. Este movimiento en sí de lo pasivo a lo activo nos parece por lo general positivo, máxime cuando sabemos, a través de entrevistas con orientadores y con “usuarios” (personas afectadas), que las personas catalogadas como “en exclusión” lo que prioritariamente demandan es un empleo. Ahora bien, con respecto a las políticas activas, sí que se puede afirmar con claridad que la política que menos volumen presenta frente a las otras es la de la creación directa de empleo, medida que además es reclamada por muchos de los agentes de este campo. Hay poca creación directa de empleo, frente a un uso mucho mayor de las medidas destinadas a favorecer el ajuste entre la oferta y demanda de trabajo, que aunque no tengan impacto directo sobre la demanda de trabajo, sí que son muy útiles para mejorar el capital humano de la oferta, y para ayudar a los excluidos a posicionarse en el mercado. Una de las medidas más reclamada en los discursos sobre políticas activas, y que además está siendo fomentada en la definición de los Planes Nacionales por el Empleo del Reino de España, se refiere a las empresas de inserción. Pues en este sentido, tanto de los datos cuantitativos sobre empresas de inserción en Granada, cuyo volumen es de muy escasa incidencia con respecto al volumen global de las políticas activas, como por las declaraciones de los agentes que operan en este sector, se deduce la escasa implantación que este tipo de medida tiene aún en nuestra ciudad, a pesar de los esfuerzos que se hacen en los últimos años en ese sentido. La mayoría de los agentes de estas medidas informan de una contradicción fundamental: la de un discurso que teórica y oficialmente favorece y apuesta por las empresas de inserción, y una realidad legislativa, donde está muy poco contempladas las dificultades principales de este tipo de empresas que trabajando mayoritariamente con personas en exclusión en sus plantillas, tienen que competir en el mercado laboral normalizado. También son frecuentes las bonificaciones a la seguridad social, y determinados tipos de subvenciones que se da a los empresarios para que les resulte más barato el coste de la contratación de personas en procesos de exclusión social. Existen ayudas y bonificaciones que proceden de los Planes Nacionales de Empleo, pero muchas veces son complementadas por entidades regionales, locales, etc., como sucede por ejemplo con el Programa Arquímedes, subvencionado por la Junta de Andalucía, y que va dirigido a fomentar la contratación de personas ex -toxicómanas en proceso de inserción social. También hay que destacar aquí otro hecho que refuerza nuestra afirmación sobre una evolución positiva en la contemplación de las necesidades de los colectivos en exclusión por parte de las políticas públicas: el desarrollo de medidas de fomento del autoempleo. Si bien estas medidas con anterioridad al año 2000 no contemplaban ayudas económicas a fondo perdido a aquellas personas que no podían presentar avalistas a favor de sus proyectos, ahora sí que hay líneas de micro-créditos que contemplan esta posibilidad. El problema en este caso, como informan los técnicos, es que siempre resulta muy difícil que estas ayudas de autoempleo lleguen a los más excluidos, entre otras cosas porque se requieren fuertes dosis de formación previa en gestión de empresas y otros conocimientos, que actualmente no acompañan a las medidas de inserción. La conclusión general que podemos presentar sobre la evolución de las políticas activas de empleo sería la siguiente: si bien existe una importancia creciente en la consideración de las personas y colectivos en exclusión a la hora de proponer y diseñar medidas de este tipo, importancia que se demuestra en que crecen de manera general los recursos en medidas de inserción sociolaboral propios de las políticas activas que van dirigidos a ellos, sin embargo puede decirse que estas medidas siguen centrándose fundamentalmente en políticas basadas en la “mejora de la empleabilidad” , y muy poco en la “mejora de las oportunidades efectivas de empleo”, en la creación de empleo, que serían las más efectivas a utilizar con colectivos en procesos de exclusión social. Además, de entre las medidas de fomento de la empleabilidad que se aplican con los colectivos en exclusión, se precisaría de la creación de un mayor número de dispositivos de “adaptación gradual” de las personas en exclusión a las medidas de política activa estándar. Recomendaciones para la investigación y para la acción En el apartado anterior, al hilo de nuestra reflexión, ya hemos expuesto algunas de las recomendaciones generales dirigidas a responsables de políticas, gestores de dispositivos y profesionales de la inserción. Volvamos sobre ello ampliando este capítulo final de recomendaciones que nos atrevemos a formular, tras las reflexiones a que nos ha llevado nuestro estudio. Primero, respecto a la investigación. Toda la problemática a que remite la noción de exclusión requiere en primer lugar de un análisis crítico de los discurso en que se expresa y concreta, y de las acciones a que da lugar, tanto instituciones como profesionales, y, en general, sociales. El análisis crítico del discurso ha de ser una fase previa, pero no una excusa académica para la inacción. Como se dice en “notas introductorias” de este libro, se precisa de un debate, a la vez científico, político y profesional, y a ese debate la investigación teórica y empírica ha de contribuir con sus recursos: el conocimiento y los procedimientos de investigación, incluyendo, cuando sea conveniente, las circunstancias lo aconsejen y haya suficiente acuerdo entre todos los actores implicados, los procedimientos de la investigación-acción, en sus variadas modalidades, pero que tienen en común la intención de vincular el conocimiento con la práctica. Precisamos con urgencia de conocimiento social, a la hora de afrontar los nuevos retos de la sociedad emergente, como los que se esconden tras la categoría de “exclusión social”; y precisamos de mayor conocimiento sobre los efectos de las medidas, políticas, estrategias y modelos profesionales de intervención. Se necesita en este sentido organizar, en distintos ámbitos de la acción pública, dispositivos de evaluación de políticas y de prácticas institucionales. Es la investigación evaluativa, y todo lo que gira en torno a la evaluación de las políticas públicas, un terreno aún virgen en España, máxime en lo que atañe a las políticas cercanas al ciudadano, provengan de la administración local, autonómica y/o central. Evaluación que no hay que confundir con simple legitimación de las acciones de la autoridad pública realizada por sus propios funcionarios o por sus contratados ad hoc (ahora, en empresas evaluadoras) sino algo mucho más complejo y productivo, tanto para la propia autoridad pública (sea del partido político democrático que sea), como para el conjunto de actores involucrados en las políticas (en este caso, en las políticas de inserción y de inclusión). A resaltar que una “investigación externa” tampoco es la panacea: con frecuencia se balancea entre la pura legitimación –para mantener la perspectiva de futuros contratos de evaluación; o una herramienta de crítica partidista o corporativa. Otros procedimientos y modalidades organizativas son posibles. Investigación social de calidad, crítica, independiente, procesos de investigación-acción con participación directa de todos los actores, evaluación de políticas, programas, proyectos y prácticas, otros tantos retos lanzados a las ciencias sociales en su esperada contribución a la lucha contra la exclusión. Pero las ciencias sociales son una –imprescindible- ayuda, no el núcleo de esa lucha por una ciudadanía que compagine igualdad, libertad y respeto a la diferencia, como ha de plantearse toda acción de integración. En centro ha de ser la práctica social en su sentido amplio, en el que se incardinan las políticas públicas, las acciones del tejido asociativo, las practicas profesionales y las acciones de la propia comunidad y de las personas y grupos en situaciones de rechazo. Sobres esas prácticas de inserción, en el concreto territorio de la ciudad andaluza de Granada, vamos a detenernos unos instantes finales. Reproducimos aquí las propuestas y recomendaciones que bajo el rótulo de “buenas prácticas” hemos expuesto sobre este asunto en otro sitio68, con el convencimiento de que en este caso la repetición es una estrategia aceptable de difusión de las posibles aportaciones del trabajo realizado: Creación directa de empleo: • Creación de empresas de inserción, dirigidas exclusivamente a colectivos excluidos. • Hacer una Ley de Empresas de Inserción en Andalucía, que regule y potencie este tipo de empleo protegido. • Establecimiento de Cláusulas Sociales, que especifiquen condiciones de contratación, por parte de la Junta de Andalucía y los Ayuntamiento más grandes de la provincia. Esto significaría que cuando los Ayuntamientos o la Junta contraten o subvencionen proyectos que impliquen la creación de empleo, el pliego de condiciones incluye la obligatoriedad de contratar, formar o apoyar la inserción laboral de personas en situación de exclusión. La Junta de Andalucía incluiría estas cláusulas dirigidas a los perceptores/as del salario social. • Puesta en marcha de un Plan Estratégico Municipal de Fomento del Empleo, dirigido a colectivos excluidos, en donde participen instituciones públicas, tercer sector, confederación de empresarios, entidades de ahorro que están concediendo microcréditos y universidad. Los objetivos serían: creación directa de empleo, potenciación del autoempleo a través de los microcréditos y evaluación de la eficacia que tienen las medidas dirigidas a cubrir los objetivos anteriores. El Plan estaría regido por un Consejo de Gestión que, a la vez, se convertiría en un sistema centralizado de información sobre las actuaciones en materia de inserción laboral que se realizan en la ciudad. Autoempleo: • Creación de un Fondo económico de ayuda a la creación de autoempleo por parte del IMFE. • Potenciar y regular la concesión de microcréditos a través del Consejo de Gestión del Plan Estratégico. Formación/Orientación laboral • Aumentar las becas para el acceso a cursos de FPO. Es frecuente que el orientador se encuentre con la siguiente respuesta: “yo no quiero cursos, yo quiero un empleo”. En este sentido sería de gran interés que se aumentaran las medidas de apoyo económico para participar en cursos de formación y en los propios itinerarios de inserción, medida que tendría que ir paralela a la investigación sobre quienes son las poblaciones necesitadas de estos ayudas económicas adicionales. • Vincular mayor número de cursos a compromisos de contratación. • Crear una bolsa de empleo para técnicos especializados. • Puesta en marcha de cursos que puedan incorporar las particularidades y problemáticas de personas y colectivos en exclusión. No estamos diciendo que se creen cursos específicos para colectivos en exclusión, donde se aísle a estas personas, sino que se creen espacios de formación más flexibles. También es necesario afinar al máximo el tipo de cursos que se ofrecen a personas en exclusión, para que realmente 68 Cfr. Cruz Terán, García Caballos et al., 2004. se conecten después con el empleo, (aumentar los compromisos de contratación en estos cursos, por ejemplo) y no se produzca la “desmoralización” de los usuarios en exclusión con respecto a las medidas de mejora de la empleabilidad. • Creación de un Foro de Orientadores que sirva para la coordinación de todas las acciones de inserción de la ciudad. El colectivo de los orientadores laborales, y otras figuras paralelas como los técnicos de formación, los técnicos de autoempleo, los intermediadores, resultan vitales para el desarrollo de las políticas activas de inserción. Se ha comprobado en este estudio el gran entusiasmo con el que estos trabajadores afrontan diariamente su trabajo, un trabajo realizado con personas en desempleo y que les causa muchas veces un cierto estrés e incertidumbre derivada de la responsabilidad que supone trabajar con estos colectivos. Es por ello que todos expresan su deseo de que existieran “foros” o espacios profesionales de orientadores laborales, donde poder compartir las experiencias del trabajo diario con otros agentes en su misma situación, poder compartir y difundir metodologías etc., ya que a veces se sienten “solos” en su trabajo. • Creación de nuevos servicios de apoyo a la orientación de personas excluidas, que podríamos llamar Servicios de acompañamiento y aprendizaje previos a la búsqueda activa de empleo. Estos servicios de acompañamiento previo, estarían dirigidos a la reconstrucción personal, previa a la búsqueda de empleo. Se trata de fomentar el aprendizaje de habilidades sociales, mejorar el autoconcepto, abordar la indefensión aprendida y las diferentes secuelas de índole psicosocial que sufren estas personas a lo largo de su travesía particular por el desierto del paro de larga duración. • Mejorar la estabilidad laboral de los orientadores laborales, ya que la fuerte inestabilidad laboral en la que operan les influye en su propio trabajo. Evaluación: • La Evaluación Sistemática de las acciones que realizan las entidades sociales de Granada es una asignatura pendiente. Proponemos, dentro del Plan Estratégico, la instauración de una comisión de evaluación dirigida por la Universidad de Granada, orientada al conocimiento de la eficacia de las acciones que se lleven a cabo y a proponer nuevas vías de actuación. Prevención: • Favorecer las condiciones de acceso a los mercados de trabajo: medidas de mejora en la conciliación entre la vida familiar y la laboral, aplicación efectiva de las leyes actuales para la contratación en el caso de personas discapacitadas, medidas de recuperación de oficios tradicionales/manuales. • Participación efectiva de los técnicos especialistas en empleo en el establecimiento de las políticas activas. • Fortalecimiento de la Red Granadina por la Inclusión Social y ampliarla a técnicos del trabajo social y la orientación laboral. Esto evitaría la duplicación o yuxtaposición de acciones insertoras, algo que está ocurriendo actualmente. • Hacer partícipes del diseño y desarrollo de lo que se hace a los propios beneficiarios a través de un Foro de Usuarios. APÉNDICE INFORME de la SESIÓN DE GRUPO NOMINAL /REDUCCIÓN DE OBSTÁCULOS CON EXPERTOS EN INSERCIÓN SOCIO-LABORAL EN GRANADA EN EL MARCO DEL PROYECTO EQUAL-GRANADA, CIUDAD PATRIMONIAL DE LA IGUALDAD Y DE LOS NUEVOS EMPLEOS. ACCIÓN: OBSERVATORIO SOBRE LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓNOESPI- DE GRANADA [ SUBPROYECTO III.- ESTUDIO SOBRE LAS POLÍTICAS Y DISPOSITIVOS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL EN LA CIUDAD DE GRANADA ] SEMINARIO DE ESTUDIOS SOBRE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Y EDUCATIVA (SEPISE)UNIVERSIDAD DE GRANADA Fecha: 6 de julio de 2004 Lugar: Centro de Documentación Científica. Univ. de Granada Breve descripción de la técnica de investigación: Se aplica una hibridación original de la técnica de GRUPO NOMINAL y de la técnica de la REDUCCIÓN DE OBSTÁCULOS (o “del riesgo”). • GRUPO NOMINAL: Reunión de expertos en situación de grupo, aprovechando ésta como estimulo para el desempeño personal, pero sin incidir en los productos propios de la elaboración de grupo, del consenso tras discusión: los aspectos grupales están presentes, pero de manera secundaria . A una “pregunta nominal” se responde personalmente, se elige (también personalmente) el orden de importancia de respuestas tras exponer públicamente lo que cada cual opina y haber elaborado, grupalmente, con la ayuda del animador, una lista de categorías que agrupen las respuestas expresadas.. La resultante es la suma de las preferencias personales (la jerarquización realizada por cada cuál) . Da pues una cuadro de conjunto sobre los que un número de personas que poseen rica información y experiencia en un campo piensan. Se emplea entre otros objetivos, para la “evaluación de necesidades” (“análisis o estudio de necesidades”), y para la “evaluación de programas”. • REDUCCIÓN DE OBSTÁCULOS (o “Técnica del Riesgo”): Incide más sobre los aspectos grupales, sobre la interacción, la discusión, la elaboración. El Grupo se organiza en subgrupos, en torno a una lista de problemas, analiza éstos, sus causas, su importancia relativa, y le busca a ca problema la solución o soluciones posibles (bien, “realistamente”, dadas las condiciones contextuales, bien “idealistamente”, buscando soluciones más de fondo, para la que se deben dar más condiciones no siempre manejables por los sujetos que discuten) En este caso la PREGUNTA NOMINAL fue: <<Desde tu punto de vista y según tus informaciones y conocimientos, ¿cuáles son los principales problemas que presentan las políticas y acciones de inserción dirigidas a grupos sociales vulnerables que se llevan a cabo en la ciudad de Granada en los últimos tres o cuatro años? >> Una vez contestada personalmente por escrito y expuesta en grupo, se llegó, por análisis de contenido en grupo , a una lista de problemas (“categorías”), ésta se sometió a puntuación personal para jerarquizarlos, y posteriormente, los participantes se organizaron en subgrupos para profundizar en esos problemas, idear soluciones, y posteriormente, realizar una puesta en común y debatir. Recogemos en este Informe la lista de participantes, el animador, los relatores y observadores, la lista jerárquica de problemas resultante del “consenso nominal”, la agrupación por temas de las ideas expresadas por oralmente y/o por escrito, realizada por los relatores, así como los resultados finales del trabajo en grupo (“reducción de obstáculos”) . PARTICIPANTES: NOMBRE Y APELLIDOS Jerónimo Arjona Luque Ángeles de la Plata Martín Ignacio Romero Molina Gabriel Carmona Orantes Mª Luisa Vegas Mendia Agustina Vallecillos García Mª Dolores Rubio Prats ORGANISMO Y PUESTO DE TRABAJO INEM: Director provincial Servicio Público Empleo SIERRA NEVADA S.C.A.: Gerencia CRUZ ROJA: Responsable de Intervención Social ASOCIACIÓN DE EMPRESAS DE INSERCIÓN DE ANDALUCÍA: Asesor pedagógico ASOCIACIÓN GRANADA ACOGE: trabajadora social UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES/SECRETARÍA DE EMPLEO: técnica INSTITUTO MUNICIPAL DE FORMACIÓN Y EMPLEO (IMFE). AYUNTAMIENTO DE GRANADA: Fermina Puerta Rodríguez Javier Viñayo Blanco José Miguel González Martos Responsable de Planificación de Proyectos de Empleo Trabajadora social en Centro de Salud Cartuja/experta en inserción sociolaboral e intervención comunitaria CONFEDERACIÓN GRANADINA DE EMPRESARIOS Técnico de la Unidad de Creación de Empresas Recogidas, 37 3ª y 4ª pltas. 18005 GRANADA Tel. 958 535041 Fax. 958 535042 E-mail: uce.cge@cea.es Gerente del Plan de Barriadas de Actuación preferente JUNTA DE ANDALUCÍA ANIMADOR/FACILITADOR: Enrique E. Raya Lozano, Prof. Titular de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad de Granada, investigador docente del SEPISE RELATORES/OBSERVADORES CUALIFICACIÓN/SITUACIÓN EN EL SEPISE NOMBRE Y APELLIDOS Rosana de Matos Silveira Santos Javier Cruz Terán Esther Cuevas Elena Cambil Trabajadora social y Antropóloga/doctoranda- becaria de investigación Psicólogo comunitario/ Investigadorfuncionario municipal Trabajadora social/Investigadoracontratada municipal Arquitecta técnica y trabajadora social/Investigadora- contratada SAE RESULTADOS DEL GRUPO NOMINAL: LISTA JERÁRQUICA DE PROBLEMAS 1º Falta de integración de las políticas públicas 2º Ausencia de un desarrollo empresarial local que propicie la inserción 3º No hay estabilidad financiera e institucional de políticas y actores. 4º Estrategias inadecuadas. 5º La realidad y el mundo de valores de los beneficiarios quedan al margen de políticas y acciones. 6º Faltan mercados sociales. • Ideas expresadas en los informes personales: agrupación por temas CONTEXTO GRANADINO - “Granada es una ciudad poco industrial. El tejido empresarial es muy débil”. -“El contexto global de la ciudad, política empresarial, políticas de inclusión, atención a los más desfavorecidos,… es desfavorable”. (Esta afirmación fue hecha por tres ponentes) LOS COLECTIVOS VULNERABLES - “Los colectivos vulnerables no disponen de políticas inclusivas, a pesar de que muchas de estas personas tienen una formación muy alta.” - “Los colectivos marginales no surgen de una maceta, surgen de una sociedad muy bien planificada”. - “Los colectivos vulnerables son menos competitivos”. - “Falta de habilidades sociales, por parte de los trabajadores (empresas de inserción), para trabajar en grupo.” - “ Falta de motivación de los afectados”. - “Hay una gran desconfianza de los parados hacia los servicios de empleo”. LOS PROFESIONALES Y TÉCNICOS - “Falta de metodología profesional”. “Hay rechazo por parte de los empleadores”. “Descoordinación en la aplicación de las políticas”. “Falta de especialización profesional” (de quienes hacen inserción) “Actitudes paternalistas con los usuarios.” “Condiciones laborales precarias”. “Los técnicos están demasiado mediatizados por las subvenciones”. “Los técnicos/actores pasan de ser un medio a ser un fin”. LAS POLÍTICAS DE INSERCIÓN/INCLUSIÓN - “Las políticas que se desarrollan son puntuales, vinculadas a proyectos”. “No existen y es imprescindible, un pacto local por el empleo”. “Trabajamos por colectivos y no individualmente. Las políticas de empleo no tienen en cuenta a las personas como entes únicos” - “ No se atiende a los contextos personales en el diseño de los planes de empleo para desfavorecidos. No se tiene en cuenta la globalidad de la persona”. - “Las políticas de inserción solo se vinculan a Bienestar Social. O sea, los pobres y excluidos tienen que salir adelante con recursos para pobres y excluidos, no con recursos normalizados”. - “Las políticas de empleo se enfocan en función del impacto mediático. - Políticas parciales: excesivo énfasis en el empleo y ninguno en las otras realidades deficitarias: vivienda, educación”,… - “Indefinición de las políticas de inclusión”. EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS DE INSERCIÓN - “A largo plazo no se hacen seguimientos de las políticas de empleo”. - “No se hace evaluación externa de las políticas”. - “Activismo pedagógico y falta de evaluación sobre el impacto de las instituciones”. - “Falta evaluación”. DEFICIENCIAS/INCOMPATIBILIDADES - “Falta un análisis diagnóstico de la situación”. - “Tratamos a las personas como beneficiarios/asistidos, no como personas”. - “En las empresas de inserción hay poca cualificación específica. - “Carencia de políticas integrales públicas”. - “Falta de coordinación e integración de políticas de empleo. No hay sinergia entre los diferentes recursos”. - “Se consigue poco con bastante inversión”. “Falta de concienciación del empresariado sobre las consecuencias de las políticas de inclusión laboral”. - “Falta voluntad política para potenciar las empresas de inserción.” “Las acciones formativas no están adaptadas al mercado ni al colectivo.” “Acciones dispersas, discontinuas”. - “No se le da la importancia que tiene a la preparación previa a la inserción laboral”. - “Incompatibilidad entre la legislación y la realidad en algunos colectivos”. “Incompatibilidad entre la formación y las posibles ocupaciones laborales”. • obstáculos69 Exposición de las alternativas de los distintos subgrupos de “reducción de PROBLEMA NUM. 1.- Falta de integración de las políticas públicas - “Habría que empezar por adecuar el Plan Nacional de Empleo a la Estrategia Europea de Empleo (EEE) - “Es fundamental en lo local, en el municipio de Granada, una Mesa de Concertación con la participación de todas las instituciones, asociaciones, agentes sociales y económicos, con el fin de elaborar un Pacto Local por el Empleo, en el se coordinen todas las actuaciones” - “Hay que integrar las diversas actuaciones” - “Se necesita poner en marcha un Centro de Integración de Enfoques y Servicios, un ‘centro físico’, es decir, localizado en un edificio, con un objetivo común, la atención a los diferentes públicos. Sin publicidad ni competitividad entre administraciones y entes, que no sustituya a los actores pero que informe sobre los servicios que hay disponibles: espacio o ventanilla única” PROBLEMA NUM. 3.- No hay estabilidad financiera e institucional De políticas y actores. Se propone otra estrategia distinta basada en una mayor organización interna. “Cuándo se cambia de Proyecto, cuando se sustituye uno por otro aparece el problema: ¿qué hacer con los profesionales ya formados?” Hace falta un adecuado reciclaje, una formación específica para los puestos de trabajo, apostando por la estabilidad. Se requiere políticas de empleo que no generen barreras para la inclusión social Es necesario que los representantes políticos se pongan de acuerdo sobre objetivos comunes para el desarrollo de estrategias de intervención. “Presupuesto adecuado, que tiene que ver con una clara voluntad política de actuar contra la exclusión del empleo” [ solución ‘idealista’] 69 Solo se estudiaron dos problemas, buscándose a ellos solución en subgrupo, a causa de la imposibilidad de permanecer en la reunión varios de los integrantes, por razones de horario. • Resumen del debate final sobre búsqueda de alternativas ALGUNAS ALTERNATIVAS - “Las políticas de empleo deben aterrizar en el ámbito local”. - “Pacto local por el empleo”. - “Las políticas activas ya vienen establecidas y los técnicos no podemos hacer lo que consideramos prioritario. Eso debería cambiar. - “Hay que introducir cláusulas sociales en las contrataciones de los organismos públicos, que discriminen positivamente a los colectivos desfavorecidos o a las empresas de inserción”. - “Bolsa de empleo para técnicos especializados, que se adapte a los diferentes programas”. - “Potenciar un mayor desarrollo de las empresas de inserción”. - “Hace falta la elaboración de un Plan estratégico de actuación focalizado a personas con más dificultades.” - “Puesta en marcha de un Centro de Integración de Enfoques y Servicios: un espacio físico con un objetivo común, la atención a los diferentes público”. - “Ventanilla única” de todos los organismos en donde se vea todo lo que se hace, estrategias, formación”… “Los representantes políticos deben ponerse de acuerdo en los objetivos comunes para el desarrollo de estrategias”. - “Incremento presupuestario”. CAPÍTULO II Reclutamiento y gestión de la mano de obra en la hostelería de Granada: protocolo provisional de una investigación en curso Pilar Carvajal Soria Delia Langa Rosado Carolina López Francisco • Enrique Martín Criado José Luis Moreno Pestaña• Manuel Sánchez de la Campa El empleo en los establecimientos hoteleros de Granada. El objetivo general de la investigación fue estudiar las dinámicas de acceso, promoción y exclusión en el empleo que se producen o dan en los establecimientos hoteleros de Granada capital. Para ello nos propusimos estudiar dos conjuntos de relaciones: a) las que conforman las prácticas de los empleadores; b) las que conforman las prácticas de los empleados/ables. Las primeras hay que considerarlas dentro del proceso general de valorización de capital, del que la gestión de la fuerza de trabajo es una dimensión, de la que las prácticas de contratación-promoción es una subdimensión. Para ello habría que situarlas dentro de: a) las condiciones “objetivas” del proceso de valorización del capital, que suponen diversos tipos de constricciones y recursos para gestionar la fuerza de trabajo; b) los esquemas cognitivos a partir de los cuales los empresarios –y encargados/delegados de la gestión de la fuerza de trabajo- aprehenden estas condiciones “objetivas” y producen sus prácticas de gestión de la fuerza de trabajo, fruto de sus socializaciones anteriores pero también de su “carrera moral” específica en el sector. Para entender las segundas hay que entender las estrategias laborales y de promoción en el sector como fruto de la relación entre: • Investigadores principales de este proyecto a) las condiciones “objetivas” de los tipos de empleos que se ofrecen en el sector –que suponen su relación objetiva con otros empleos posibles-; b) los esquemas cognitivos a partir de los cuales los agentes aprehenden los distintos tipos de empleos, fruto de sus socializaciones previas y de sus distintas “carreras morales” en el sector y fuera de él –que conforman sistemas de expectativas respecto a salarios, condiciones de trabajo, tipos de empleo…; c) los distintos tipos de recursos que pueden movilizar en sus estrategias laborales (capital escolar, redes sociales, disposiciones valoradas…). ¿Cómo investigar? En función de los objetivos propuestos, la estrategia metodológica ha combinado la explotación de fuentes secundarias de datos estadísticos con una táctica cualitativa basada esencialmente en entrevistas en profundidad con empresarios, encargados y trabajadores. 1. Se ha tratado, en primer lugar, de obtener datos tanto sobre la situación general del mercado de trabajo y la economía de la ciudad de Granada, como del sector económico de alojamientos hoteleros. 1a. Datos sobre la situación general y evolución del mercado de trabajo y la economía de la ciudad de Granada: evolución del mercado de trabajo –datos de paro/empleo, estratificación social de los mismos-, peso de las distintas actividades económicas, características generales de la mano de obra disponible –evolución de los niveles de escolarización, divisiones de género en el mercado de trabajo-. Estos datos nos han servido para situar el sector hotelero dentro de la economía y sociedad granadina, así como para entender las características diferenciales de la mano de obra empleada en el sector respecto a la población general. Para su obtención se ha recurrido a datos de diversos organismos, a los que se puede acceder a través de la página Web del Instituto Estadístico de Andalucía. 1b. En segundo lugar, se ha tratado de obtener datos estadísticos sobre la situación de la hostelería en Granada y su reciente evolución, también recurriendo a los datos accesibles a partir del Instituto Estadístico de Andalucía: evolución del número de empresas hosteleras y su estratificación en función del número de estrellas, evolución de las cifras de trabajadores, evolución de los índices de ocupación hotelera y su distribución a lo largo del año –que nos ofrecen índices de los márgenes de rentabilidad en que se mueve el sector así como de las constricciones para recurrir a trabajadores extras en función de las variaciones en los flujos de turistas-. También se han recogido datos sobre los distintos convenios que han regido y su aplicación –fundamentalmente, a través de las organizaciones sindicales-. 2. Para analizar tanto las diversas estrategias empresariales como las prácticas de los trabajadores (puntos 2 y 3 de los objetivos), se han utilizado técnicas cualitativas de investigación, concretamente entrevistas en profundidad. En efecto, mientras que el grupo de discusión nos permite analizar los esquemas simbólicos a partir de los cuales un grupo social concreto percibe un ámbito social determinado, la entrevista en profundidad nos permite reconstruir las trayectorias sociales de los diversos agentes así como las constricciones concretas en que se desarrollan sus prácticas y, mediante la comparación entre un número elevado de entrevistas, los esquemas simbólicos que, producto de estas trayectorias y constricciones, se hallan en la base de sus prácticas. Estas entrevistas pueden estructurarse en cuatro grupos generales: informantes cualificados iniciales, empresarios, encargados de la gestión cotidiana de la mano de obra, trabajadores. A su vez, en el caso de las tres últimas categorías, se ha tenido en cuenta la diversificación del sector de empresas hoteleras, diversificando la muestra estructural en función del tamaño y categoría del establecimiento –que, a su vez, están relacionados con las otras características señaladas en el punto 1c de los objetivos-. Por otra parte, dada la enorme diversidad de las categorías laborales y tipos de trabajos existentes en el sector hotelero, hemos limitado la investigación a cuatro tipos de trabajos: cocina, bar-restaurante, limpieza y conserjería-recepción. Esta selección está basada tanto en criterios cuantitativos –la mayoría de los empleados trabaja en los tres primeros tipos señalados-, como en la especificidad del tipo de trabajo –conserjería-recepción es un trabajo específico de los hoteles, frente a, por ejemplo, trabajadores administrativos o de mantenimiento-. A partir de los criterios señalados, las entrevistas que efectivamente se han realizado son las siguientes: 2a. Entrevistas iniciales con informantes cualificados. Se trataba de tomar un primer contacto con la realidad del mercado de trabajo hotelero a través de personas que, por su posición en organizaciones de empresarios o sindicatos, tuvieran una amplia visión de conjunto sobre el sector: 3 entrevistas. 2b. Entrevistas con empresarios o ejecutivos de empresas hoteleras directamente implicados en la gestión de la fuerza de trabajo –jefe de recursos humanos, etc.-: 2 directores hoteles de una estrella, dos directores hoteles de cuatro estrellas, un jefe de personal de un hotel de cinco estrellas, un miembro del staff técnico de una cadena de hoteles, un jefe de sección de un hotel de cinco estrellas y un representante de la patronal del sector. 2c. Entrevistas con jefes de departamento: 4 gobernantas y subgobernantas de limpieza, 3 jefes de cocina y 1 jefe de partida, 3 jefes de bar-restaurante y 2 segundos jefes, y 1 jefe de conserjería: todas ellas estructuradas en función de tamaño y categoría del establecimiento. 2d. Entrevistas con trabajadores de los cuatro sectores considerados. Estas entrevistas se han realizado tanto con trabajadores actuales como con personas que han trabajado previamente y ahora se hallan en otra actividad productiva o han salido del mercado de trabajo: estas entrevistas son significativas porque nos permiten aprehender en negativo las características de mano de obra que estos tipos de trabajos demandan y porque sólo comparando a los que permanecen y/o promocionan con los que salieron o fueron excluidos podemos analizar las dinámicas que se hallan en el origen de las distintas trayectorias laborales y de los mecanismos de promoción / permanencia / exclusión. En concreto, se han realizado las siguientes entrevistas –todas ellas estructuradas por tamaño y categoría del establecimiento-: -Limpieza. 12 camareras de pisos, tanto en activo en la actualidad, como excamareras de pisos. -Cocina. 7 de cocineros, donde ha también cafetero y fregantín. -Bar-restaurante. 12 camareros y ayudantes de camareros. -Recepción-conserjería: 11 recepcionistas activos de hoteles de distinta categoría (de 1 a 4 estrellas), algunos de ellos con trayectorias de salida y regreso al sector y otros con expectativas de abandonarlo. De estos 11 uno es jefe de conserjería, y otro es segundo de recepción, aunque ejerce las funciones de jefe de recepción. -Directores y personal implicado en la gestión de la mano de obra: 8. En lo que sigue, presentamos un resumen de las principales conclusiones. En publicaciones posteriores, desarrollaremos con mayor profundidad las cuestiones que aquí apuntamos. Breve caracterización del mercado de trabajo en el sector hotelero Para poder analizar las distintas estrategias empresariales y las formas de inserción en el mercado de trabajo hotelero, necesitamos insertar los análisis cualitativos dentro de las características generales de este sector económico específico, así como de las características de la mano de obra empleada o potencialmente empleable en el mismo. Para lo primero, disponemos de algunos datos sobre la evolución general del número de establecimientos y plazas hoteleras en Granada. Estos datos (tabla 1 y 2) nos muestran un sector en crecimiento en los últimos 14 años. Sin embargo, este crecimiento tiene una característica: se da especialmente en los hoteles de mayor categoría. Así, mientras que, por ejemplo, el número de plazas hoteleras se ha reducido en los hoteles de una y dos estrellas, se ha producido un ligero incremento en los de tres estrellas –que se ha traducido en descenso entre los años 2000 y 2003- y han aumentado las plazas en los hoteles de 5 y, sobre todo, de 4 estrellas, donde el número de plazas ha pasado de 1567 a 4382. EVOLUCIÓN DE PLAZAS HOTELERAS EN GRANADA (1990-2003) 5* 4* 3* 2* 1* 1990 567 098 36 27 1995 452 441 41 52 2000 969 566 17 2003 50 382 505 87 A5 A4 A3 A2 A1 2 1 61 17 295 52 1 095 315 19 52 1 021 122 43 36 3 132 042 EVOLUCIÓN DE ESTABLECIMIENTOS HOTELEROS EN GRANADA (1990-2003) 5* 4* 1990 3* 2* 7 1* A5 A4 A3 A2 A1 2 1 4 7 3 1995 3 0 3 3 9 2000 5 4 1 5 3 2003 6 9 1 7 1 Este primer dato ya nos ofrece una primera caracterización del sector. Se trata de un sector en crecimiento, a la vez que este crecimiento se ha concentrado en la oferta de mayor categoría, con lo que requeriría en principio, al menos en los trabajos de trato al público, una mano de obra más “formada”, al menos, en todo lo que supone tratar con clientes con mayor capacidad de pago y, por tanto, más exigentes a la hora de evaluar el trato y trabajo recibidos. Entre los puestos de mando de mayor antigüedad, esta diferencia entre las características de la clientela se percibe de manera nítida: <<Los clientes ahora entienden más, quizás, la calidad con la propia atención del personal hacia ellos, lo entienden de una manera, yo entiendo que, más clara que antes, pero en cuanto a otras cosas quizás se han hecho mas exigentes que antes, ¿no?, no se si será por la información o será porque los hoteles ya pueden acceder también a otra franja de clientes, no sólo clientes de élite, digamos clientes con mucho dinero, sino que pueden acceder a cualquier hotel hoy en día de cuatro ó cinco estrellas, puede acceder por medio de todas las ofertas, por medio de todas las cosas que hay montadas, y entonces, digamos, que se esta mezclando un poco las churras con las merinas, en cuanto a los clientes, ¿no?; y..., bueno..., por nacionalidades nosotros tenemos 75% español-europeo, digamos, y el otro 25% son clientes de diferentes países, pero predomina el español y el europeo. (Jefe de recursos humanos, hotel de cinco estrellas)>> Este crecimiento, sin embargo, no parece justificado por una insuficiencia de la oferta de plazas hoteleras respecto a la demanda. Como podemos ver en la tabla siguiente, sacada de la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE, la ocupación total media no pasa en ningún caso del 60%, e incluso ha disminuido ligeramente entre 2000 y 2003, al mismo tiempo que aumentaba el número de establecimientos y la cantidad de plazas hoteleras. A su vez, si bien la ocupación permanece estable a lo largo de todo el año –lo que diferencia a Granada de otros destinos turísticos, muy ligados a una demanda muy delimitada en el tiempo-, también sufre altibajos. Así, es la primavera y el inicio del otoño los períodos donde se produce más ocupación, que desciende notablemente en el mes de enero, especialmente. TASAS DE OCUPACIÓN EN ESTABLECIMIENTOS HOTELEROS DE GRANADA Total En Feb Mar Abr. May Jun Jul Ag. Set. Oct. Nov. Dic. 2003 57,81 39,57 54,44 59,26 71,55 63,02 57,62 48,30 56,40 70,24 69,07 53,04 50,17 2000 58,68 39,09 48,48 61,62 72,56 69,63 60,44 51,94 63,07 67,10 69,24 50,09 49,25 Estos datos nos muestran así un sector en crecimiento, pero con potenciales problemas de rentabilidad, al mantener un grado de ocupación inferior al 60% durante la mayor parte del año. Esto puede tener repercusiones importantes a la hora de manejar la fuerza de trabajo. Por un lado, los costes fijos se tratarán de reducir precisamente por el eslabón más flexible: la fuerza de trabajo. Por otro, aunque la estacionalidad no es muy fuerte, las variaciones de la misma –y, sobre todo, si tenemos en cuenta la enorme diferencia entre semana y fines de semana en Granada, pues fuera de las épocas vacacionales hay un fuerte turismo nacional de fin de semana- empujan hacia formas de contratación que permitan a su vez esta flexibilidad. NÚMERO DE TRABAJADORES OCUPADOS EN EL SECTOR HOTELERO EN GRANADA En 1,52 3 2000 1.30 5 2003 Fb Mar Abr May Jun Jul Ag 1.516 1.543 1.511 1.553 1.523 1.492 1.51 0 1.329 1.367 1.411 1.435 1.317 1.355 1.33 2 Sep 1.54 8 1.38 5 Oct 1.57 4 1.40 0 Nov 1.53 3 1.38 5 Dic 1.51 2 1.38 3 En esta tabla vemos el número de trabajadores ocupados en el sector hotelero en Granada. Como podemos ver, los vaivenes en el grado de ocupación no van acompañados de vaivenes correspondientes en el número de trabajadores: éste se mantiene estable, con variaciones mínimas, a lo largo del año. A su vez, el crecimiento de establecimientos ha venido acompañado de un crecimiento correspondiente del número de trabajadores empleados en el sector: éstos han pasado de 1.305 en enero de 2000 a 1.523 en enero de 2003. Estas son algunas de las características generales del sector en la actualidad: un sector en expansión, que ha contratado recientemente a nuevos trabajadores, con reducida pero existente estacionalidad, que a su vez se enfrenta a un problema potencial de rentabilidad debido a su misma expansión. A continuación vamos a ver, en sus estrategias de reclutamiento de personal, sobre qué tipo y cantidad de mano de obra puede disponer: el margen de maniobra de que pueden disponer los empresarios, en el mercado de trabajo local, para utilizar ese medio privilegiado de disciplinar a la mano de obra que es la posibilidad de despedir y reemplazar trabajadores. Características de la mano de obra empleable A la hora de entender las distintas formas de gestión de la mano de obra por parte de las empresas hoteleras, así como las distintas formas de inserción de los trabajadores, es fundamental entender las características de la mano de obra, tanto de la empleada como de la potencialmente empleaba por las empresas. OCUPACIÓN EN EL MUNICIPIO DE GRANADA POR SECTOR DE ACTIVIDAD (2003) Mujeres ocupadas Agricult. Ganad. Caza 452 Pesca 6 Industrias extractivas 6 Industria manufacturera 1200 Energía eléctrica, gas, agua 77 Construcción 718 Comercio. Reparación vehículos 5353 y artículos domésticos Hostelería 1979 Transporte, almacenamiento, 775 Hombres ocupados 841 18 14 4181 330 5763 7684 3396 3256 comunicaciones Intermediación financiera Actividades inmobiliarias, servicios empresariales Administración pública, defensa, seguridad social Educación Activ. sanitarias y veterinarias. Servicio social Otras activ. sociales, servicios personales Personal doméstico Organismos extraterritoriales 1032 3267 1824 4165 4062 5833 6500 6558 5150 3240 1334 1269 1974 1 372 4 En la tabla anterior podemos ver el peso relativo que ocupa el sector hostelería –que la estadística no subdivide entre las distintas actividades del sector- en la actividad económica de los granadinos. Se trata de uno de los sectores más importantes, pero no el que más: sobre él destacan especialmente la construcción, el comercio y la reparación, la industria manufacturera, las actividades inmobiliarias, y las ligadas a la administración –administración pública, educación, sanidad-. No obstante, está muy lejos de ser un sector marginal: en 2003 ocupa a casi 5.400 personas en el municipio. Este dato nos da una primera visión de la importancia del sector en la actividad económica y, con él, de las posibilidades de empleo en la capital granadina. Esta importancia es aún mucho mayor si descartamos los trabajos más cualificados –como los ligados a la Administración-: para la población sin posibilidades de acceder a este tipo de empleos, para los que son necesarias unas cualificaciones escolares muy concretas, la hostelería se presenta como una de las principales posibilidades de empleo. Así, en el caso de los hombres, se hallaría por detrás de comercio y reparación, construcción e industria manufacturera. En el caso de las mujeres sin títulos escolares elevados sólo está por detrás del comercio –que, como veremos, es un tipo de trabajo conocido también por una buena parte de las mujeres que en algún momento de su trayectoria profesional han trabajado en hoteles-. Si la hostelería constituye uno de los principales “yacimientos de empleo” para la población activa en el municipio de Granada, a su vez los empresarios van a tener un amplio margen de maniobra a la hora de contratar trabajadores. Ello, en primer lugar, por la elevada tasa de paro que se da en el municipio de Granada. Si tomamos los datos del censo de 2001, esta tasa es del 17,4% para la población masculina y del 23,7% para la femenina, en ambos casos muy superiores a la media nacional. A este elevado paro hay que unirle, en el caso de las mujeres, la débil tasa de actividad femenina. Si bien esta ha crecido en los últimos años –al igual que ocurre en el resto de Andalucía y de España-, se sigue manteniendo baja: un 42,58% en 2003. Esta débil tasa de actividad no significa simplemente que haya más mujeres que no están dispuestas o disponibles para acceder al empleo asalariado. En muchos casos, la frontera entre inactividad y paro en el caso de las mujeres es difusa y fluctuante: la disposición a entrar al empleo depende, entre otros factores, de la posibilidad efectiva de encontrar un empleo, con lo que tenemos que la débil tasa de actividad femenina lo que nos muestra es una reserva potencial de mano de obra femenina que, en determinadas condiciones, podría plantearse acceder al mercado de trabajo. Mirando la población parada por sectores de actividad podemos tener una visión más exacta de la reserva de mano de obra de que pueden disponer los empresarios hoteleros. PARADOS EN EL MUNICIPIO DE GRANADA POR SECTOR DE ACTIVIDAD (2003) Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6 Grupo 7 Grupo 8 Grupo 9 Grupo 0 Número de parados 72 2887 1350 1958 3145 220 1598 385 2673 7 Gran grupo 1: Dirección de las empresas y de las Administraciones públicas Gran grupo 2: Técnicos y profesionales científicos e intelectuales Gran grupo 3: Técnicos y profesionales de apoyo Gran grupo 4: Empleados de tipo administrativo Gran grupo 5: Trabajadores de servicios de restauración, personales, protección y vendedores de los comercios Gran grupo 6: Trabajadores cualificados en la agricultura y en la pesca Gran grupo 7: Artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras, la construcción, la minería, excepto los operadores de instalaciones y maquinaria Gran grupo 8: Operadores de instalaciones y maquinaria, y montadores Gran grupo 9: Trabajadores no cualificados Gran grupo 0: Fuerzas armadas Aunque la tabla nos une los trabajadores de restauración, con los de servicios personales, protección y comercios, podemos suponer que restauración –junto a comerciosconstituye lo principal de la categoría en el grupo 5 de la Clasificación Nacional de Ocupaciones. Aquí tenemos que se trata, juntando todas las categorías, del principal grupo de parados en el municipio, seguido por los técnicos y profesionales científicos e intelectuales y por los trabajadores descualificados –que también suponen una importante reserva de mano de obra para las tareas más descualificadas del sector hotelero, como las de limpieza-. Nos encontramos, así, con este dato más concreto, con un importante margen de maniobra de los empresarios del sector de restauración a la hora de contratar –y despedir- trabajadores (sobre todo si tenemos en cuenta la “polivalencia” de los trabajadores ocupados en los sectores de comercio y hostelería). NÚMERO TOTAL DE PARADOS EN EL MUNICIPIO POR NIVEL DE ESTUDIOS (2003) Sin estudios Primarios sin certificado Graduado Escolar EGB BUP-COU FP1-FP2 Grado medio Grado superior Número de parados 20 415 2829 4285 2193 1018 1262 2272 En cuanto al nivel de estudios de la población potencialmente empleable, destaca, tal como muestra la tabla precedente, el elevado nivel de cualificación escolar. Si bien la categoría con más efectivos es la de los parados que han terminado EGB –a la que se suma la de los que tienen graduado escolar-, son muy numerosos los parados que en la actualidad han realizado algún tipo de estudios secundarios: si sumamos las categorías de FP y BUP suman unas 3200 personas. Asimismo, el número de personas que en el municipio de Granada tienen algún tipo de estudios universitarios y permanecen en el paro también es muy elevado –más de 3500 personas-. El mercado de trabajo granadino, por tanto, no sólo ofrece a los empresarios un excedente de mano de obra que les da un amplio margen de maniobra a la hora de contratar –y despedir-, sino que además ofrece amplios contingentes de mano de obra disponible con títulos de educación secundaria y superior. A su vez, la elevada educación de los parados granadinos se corresponde con una estructura de edades relativamente joven entre los mismos, tal como muestra la tabla siguiente. NÚMERO DE PARADOS EN EL MUNICIPIO POR EDAD Y SEXO (2003) Menores de 20 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 Más de 60 Mujeres 304 1085 1732 1286 1212 1024 810 535 378 166 Hombres 289 675 1089 835 695 560 459 425 483 254 Como podemos ver, los mayores efectivos de parados se dan en el grupo de 25 a 29 años, seguido de los grupos de edades adyacentes. Pero además, un segundo dato destaca. Mientras que en el caso de los hombres, el aumento de la edad va correlativo a un descenso del número de parados, no es así en el caso de las mujeres, donde el efectivo de paradas se mantiene por encima de las mil entre los 20 y los 44 años. En otras palabras, si los empresarios disponen, a la hora de contratar, de amplios efectivos de jóvenes, también disponen, en el caso de las mujeres, de una amplia disposición de efectivos en las edades centrales de la vida activa. Ello supone un margen mucho mayor a la hora de contratar –y despedir- mujeres, pues son muchas más las que están “a la puerta” esperando un empleo. Este rasgo es muy relevante en el sector hotelero, pues como hemos visto anteriormente, el sector de hostelería es, junto al de comercio, una de las principales oportunidades laborales para las mujeres que carecen de estudios universitarios. En conclusión, el sector hotelero en Granada ofrece en la actualidad las siguientes características. En primer lugar, se trata de un sector en expansión, especialmente en las categorías más altas. Esta reciente expansión, sin embargo, no se corresponde con una demanda de plazas hoteleras correspondientes, pues el índice de ocupación se mantiene en torno al 60% y ha bajado en los últimos años, coincidiendo con la apertura de nuevos establecimientos. Esta ocupación relativamente baja, sin embargo, no muestra grandes vaivenes a lo largo del año, con lo que podemos decir que el sector no necesita de un contingente de mano de obra temporal muy grande. Estabilidad en la demanda de fuerza de trabajo y presión hacia la baja de costes: estas son las principales características que la situación del sector va a presentar de cara a las estrategias de gestión de fuerza de trabajo. A su vez, para la contratación de fuerza de trabajo, los empresarios hoteleros disponen de un amplio margen de maniobra: no sólo debido a la elevada tasa de paro en el municipio, sino porque esta fuerza de trabajo potencialmente ocupable se distribuye de manera amplia en términos de cualificación escolar, porque en buena parte procede también de los sectores de la hostelería y el comercio y porque, siendo una mano de obra relativamente joven, también se dispone, en el caso de las mujeres, de una amplia reserva de fuerza de trabajo en las edades centrales de la vida. Directores, jefes de personal • Tres formas de reclutamiento En nuestro conjunto de entrevistas, es posible establecer, en lo que a los jefes de personal respecta, dos tipos de trayectorias. La primera de ellas procede de una ocupación continuada del conjunto de puestos disponibles en el hotel. Es el caso del individuo que entró al hotel ocupando un lugar muy bajo en el escalafón y llega al puesto de jefe de personal. La fidelidad a la empresa y la capacidad de resolver conflictos son los criterios clave de esta primera forma de reclutamiento. La formación específica se ha adquirido en el hotel: <<Bueno, yo llevo 34 años en este hotel, empecé de botones y pasé por casi todos los departamentos hasta llegar a donde estoy, y bueno, pues, he visto muchas cosas en cuanto a la transformación de la propia hostelería, o modernización de la misma como queramos llamarla, en cuanto a las necesidades de los clientes y en cuanto a la evolución también de todos los trabajadores, que hemos tenido que emprender muchas cosas ¿no?; como son las nuevas tecnologías, los nuevos métodos de trabajos, eh... nuevas estructuras implantadas por la empresa, en fin he visto muchas cosas.>> (Jefe de recursos humanos, hotel cinco estrellas). La segunda forma de reclutamiento reagrupa a los individuos más jóvenes y dotados de capital escolar y dominio de idiomas. Estos individuos, gracias a sus bazas escolares, pueden saltarse etapas en las jerarquías del hotel. En ese sentido, Estrella, proporciona un buen ejemplo. Actualmente, no ocupa oficialmente puestos de dirección, aunque cada vez más recibe encargos de ese tipo –reclutamiento de la fuerza de trabajo, supervisión económica, etc.- . Todo hace prever, en primer lugar a la interesada misma, que su futuro cercano está en la dirección del hotel. El acceso de Estrella al hotel procede de los recursos sociales proporcionados por su familia –una familia de clase media-alta de Granada-. En su carrera en el mismo, breve pero meteórica, Estrella ha hecho valer en su carrera unas formas de presentación de sí misma –entre las que se incluyen tanto sus recursos físicos como su “estilo” en las relaciones con las jerarquías- que acumuló en los entornos de socialización de ciertas fracciones de la burguesía granadina70. En fin, la formación en Finanzas le dota de una cualificación técnica para insertarse en el departamento de gestión del hotel. En cualquier caso, ni siquiera Estrella misma relaciona sus títulos escolares con su éxito laboral. La importancia de las cualificaciones implícitas aparece en la descripción de uno de los compañeros que, con mayores competencias que ella, fracasó en su carrera dentro de la empresa: <<Y otra cosa muy importante, por ejemplo a nosotros nos pasa arriba, tienes que saber muy bien, muy bien, muy bien contactar por ellos, o sea, tú puedes ser el mejor, que de hecho había un compañero nuestro que era buenísimo, un chico que era pero vamos, se tiraba a lo mejor seis horas o siete sin parar, sin parar, sin parar, sin parar y, y era una máquina ¿sabes? El trabajo que hacía era perfecto, todo lo hacía, o sea, llevaba muchísimo trabajo encima, que de hecho nosotros el trabajo que hacía él lo llevamos ahora dos personas, o sea, te quiero decir que tenía una capacidad grandísima, pero ¿qué pasa? Que era una persona muy introvertida, o sea, una persona que no.... se relacionaba lo justo con nosotros, bien, pero con ellos no sabía transmitir el trabajo, entonces ellos lo que necesitan una persona que aparte que el trabajo lo hagas bien, le sepas transmitir bien tu trabajo, entonces en el momento que te falle eso sabes que esa persona no va a cuajar bien en el despacho, o sea, lo sabes de antemano. Entonces lo notas en eso, ahora ha entrado un chico de prácticas por ejemplo y nada más entrar yo... lo ves y dices, o sea, no. Yo me lo he llevado a trabajar con él, yo me lo he llevado como me he llevado a varios niños que están haciendo prácticas, se les está pagando por la, por la universidad y me han ayudado pues a hacer un poco el tema del inventario y todo eso, para localizarlos y tal y lo ves, sabes que este muchacho ¿por qué? Porque ese niño tiene unas notas excelentes pero, pero no, no da más de sí, no, no, no (Estrella, puestos de gestión-dirección, hotel de cinco estrellas).>> La tercera forma de reclutamiento es la que agrupa al pequeño empresario con funciones de dirección. Tipo básico en los hoteles de una y dos estrellas, los testimonios recogidos presentan dos características mayores. En primer lugar, la adquisición de un cierto capital económico en actividades al margen de la hostelería. En segundo lugar, la reconversión a la hostelería en función de redes de contactos con las clases medias y altas. Estas redes de contactos permiten visualizar los nichos comerciales sin explotar en el sector y ayudan a definir un tipo de establecimiento selecto y barato. Estos empresarios buscan atraer una clientela gracias a las atenciones personales y a un mínimo de calidad en el hospedaje –belleza del edificio, cercanía con los clientes-: <<Yo he tenido en muchas ocasiones llamadas desde el móvil de un cliente que está buscando el hotel y que lleva media hora y que ya sabemos que Granada para una persona que no la conoce pues puede perderse y pasar un rato dando vueltas y, y yo me esmero muchísimo por guiar a esa persona, pensar exactamente en qué sitio se encuentra preguntar por calles por tiendas por tal hasta que localizo donde está el cliente y le voy indicando a veces por el teléfono descolgado un rato hablando, a veces si está lejos cuelgas pero a los dos minutos los estoy llamando, a ver donde se 70 Sobre el valor de las redes sociales de los directores en las redes de reclutamiento de los puestos ejecutivos del hotel véase Marrero (1999-2000: 99). encuentra y lo voy guiando hasta que el hotel, eso la gente que está trabajando pocas veces la gente que está trabajando pocas veces he visto yo que lleguen ha hacer eso, entonces que tú guíes a una persona hasta el sitio que tiene que ir cuando está perdida es una ayuda que se agradece. Eso cuesta que la gente se lo explique y uno sí está pendiente de explicar esas cosas. O cuando es un puente y sabes que no va a haber reservas para la Alhambra, que no va a haber entradas tener siempre en cuanta preguntar si quiere que le hagamos una reserva para la Alhambra, porque si vienen a Granada y no ven la Alhambra se van cabreados y se van cabreados de Granada con todo lo que conlleva. (Empresario, hotel de una estrella)>> Trabajar las disposiciones flexibles y el espíritu de competencia Una de las características de los directores y jefes de personal de los hoteles de más de tres estrellas es su edad. Cuatro de ellos tenían menos de 35 años. La preferencia por directores jóvenes procede de dos criterios. En primer lugar, la ausencia de cargas familiares permite una porosidad máxima del tiempo de vida respecto al tiempo de trabajo. Siempre localizados, con periodos de vacaciones limitados, los directores y jefes de personal se encuentran en estado de máxima movilización por parte del hotel. En segundo lugar, la promoción de directores y jefes de personal jóvenes permite introducir espíritus dispuestos a las innovaciones, algo que en el caso de los “viejos” es menos evidente. Éstos, por un lado, se han habituado a un cierto tipo de organización y, por otro lado, han tejido una red de vinculaciones personales con los trabajadores que limita su capacidad de maniobra. El aspecto competitivo del trabajo y la usura psicológica que produce aparecen en las entrevistas: <<Eso es un poco como yo veo que se han ido cogiendo a los directores de ahí pero ya te digo, yo cuando he entrado ya estaban asignados. Suelen ser siempre gente joven porque además aquí siempre se trabaja con gente joven y no sólo en los departamentos en los que yo trabajo, no hay gente que sean más mayor de 35 años (...).Yo creo que... además a ellas les gusta que gente que sea muy competitiva, entonces le gusta que tú, aunque tú te lleves bien con tus compañeros y tal pero que a la vez seas competitivo en tu trabajo, entonces no sé si lo buscaran así a través de la gente joven. Creo, creo que puede ser por eso pero no te puedo decir... (Estrella, puestos de gestión-dirección hotel de cinco estrellas)>> Dos formas de valoración de la formación en los procesos de selección Un interés mayor de las entrevistas con agentes es conocer cómo realizan los procesos de selección. A nivel oficial, la formación para el puesto es valorada. Pero una vez que se pide a los individuos especificar el tipo de formación, en líneas generales, el papel de los títulos escolares se considera secundario en los procesos de reclutamiento. La estigmatización de la “titulitis”, una vez que se relaja la situación de entrevista, es constante. La posesión de títulos escolares permite al trabajador ampliar su radio de posibilidades y en ese sentido lo vuelve menos previsible: <<P- ¿Suele ocurrir a menudo, que venga a solicitar el trabajo gente con formación, trabajo de menos formación? Sí, lo que pasa es que, bueno, son transitorios, como digo yo, no me gustaría a mi como trabajador una persona así, ¿no?. Porque van a salir del paso, y yo tampoco quiero enseñar a personas que me saquen del paso y luego tener que coger a otra, yo ya si tengo a una persona enseñada, la quiero para mí, yo no voy a estar toda la vida enseñando a todo el mundo. (Jefe de recursos humanos, hotel cinco estrellas)>> . En ese sentido, los procesos de selección parecen reclutar personalidades totales. Esas personalidades se escogen según un conjunto de características asociadas al puesto y para descifrarlas se utilizan técnicas de sentido común –aspecto, disponibilidad...- encubiertas con procedimientos más o menos formalizados y extraídos de una cultura psicológica vulgarizada. Así, se han encontrado casos en los que el proceso de selección se realiza utilizando técnicas de grafología. El término que simboliza el modelo soñado por la patronal y la dirección es el de las “ganas de trabajar”: << Hombre yo lo que, lo que valoro muchísimo es las ganas de trabajar, eso es fundamental y si una persona lo veo con ganas y viene con muchos ánimos y viene con muchas ganas de hacer yo eso es una persona a la que admiro muchísimo, yo cuando veo una persona que no tiene muchas ganas que está aquí porque tiene que estar o porque su padre lo ha metido aquí a trabajar para putearlo, lo intenta pero luego si ve que no da fruto tampoco puedes perder tanto tiempo con eso ¿no? Entonces yo valoro sobre todo las actitudes, o sea, la gente, las ganas que tenga una persona, si tiene ganas esa persona por narices tiene que salir adelante y es persona tiene que dar. Luego ahí te encuentras con el techo de cada persona, este tío es que no da más de sí, te lo encuentras en todos lados pero... (Director, hotel de cinco estrellas). P- En los procesos selectivos ¿son muy importantes los títulos? R- Yo creo que no, yo creo que no, yo... prefiero una persona con ganas de trabajar a una persona con muchos títulos y que no quiera trabajar, porque para él esto es una cosa secundaria, por lo menos en el tema de la hostelería, porque yo lo he dicho siempre, yo repito, soy muy repetitivo, pero las ganas de trabajar, eso es fundamental, los títulos prácticamente no, no le doy importancia, no le doy importancia porque, porque hasta ahora no me han demostrado que una persona que tenga títulos es mejor que una persona que no tenga títulos, todo lo contrario. (Director, hotel de cinco estrellas)>> Las virtudes más valoradas son, en el discurso oficial, la capacidad de trabajo, las virtudes relacionales, la fidelidad a la empresa –por oposición, por ejemplo, a los estudiantes que utilizan el trabajo de manera estacional- la buena presencia y ciertas competencias básicas como los idiomas. Según el lugar del puesto en la jerarquía del hotel, una u otra de las competencias se valoran más (así, la valoración de los idiomas es escasa cuando hablamos de limpiadoras y muy alta en la recepción). En una de las entrevistas, se subrayó la valoración del capital corporal como criterio básico –por supuesto oficioso- de reclutamiento. En general, se asume que una persona puede aprender lo básico en todos los puestos si tiene el referido “espíritu de trabajo”. Por lo demás, la formación es más valorada por aquellos que más la poseen. Estos están interesados en adscribir a su puesto la condición de una titulación de la que son detentadores. La adquisición de títulos escolares permite, por lo demás y como hemos mostrado, el ascenso en la jerarquía del hotel sin pasar por todas las fases de la carrera laboral previstas en el interior del establecimiento. Limpieza En el caso de las trabajadoras de limpieza, nos encontramos con un sector sometido a una enorme precariedad y a duras condiciones de trabajo. A ello contribuye el hecho de que los empresarios dispongan de una gran cantidad de mano de obra para sustituir a las trabajadoras: se supone que “limpiar” saben todas las mujeres (Marrero, 1999-2000: 97), con lo que la cualificación está ampliamente difundida y no se supone que deba ser reconocida –ni en salario, ni en contratos fijos, ni en condiciones de trabajo-. De hecho, exceptuando algunas cadenas de hoteles y algún hotel aislado de cuatro estrellas, que se basan en un trato de calidad, lo más corriente es que el trabajo de limpieza se realice bien a través de subcontratas –especialmente de empresas de limpieza, que tienen un salario menor por convenio y están menos vigiladas, pero también a través de ETTs (que tienen la desventaja para los empresarios de estar más reguladas y sometidas a inspección)-, bien a través de contratos precarios que se alternan en muchos casos con empleo sumergido –siendo una práctica frecuente la de contratar en negro a la misma trabajadora que acaba de ser despedida y está cobrando el subsidio de desempleo, con lo que la empresa se ahorra los costes de seguridad-. Los hoteles se aseguran así una plantilla flotante con la que hacer frente a los flujos de clientela, al mismo tiempo que se ahorran dinero y problemas laborales. En el caso de los contratos legales, muchas veces las condiciones no se ajustan a los convenios, tanto en forma de retribución como en horas extras y días libres. A su vez, dado el hecho de que los empresarios siempre pueden amenazar con el despido, se imponen ritmos de trabajo frenéticos que obligan a realizar la limpieza con toda rapidez y que agudizan las enfermedades profesionales – dolencias de espalda y articulaciones, especialmente- que afectan a estas trabajadoras –de hecho, pocas pueden trabajar más allá de los cincuenta años-. En la trayectoria profesional de estas mujeres destaca el hecho de que proceden de familias obreras y en su gran mayoría carecen de estudios más allá de los obligatorios. A partir de esta desventajosa situación de partida, buscan los únicos trabajos a los que pueden acceder: trabajos descualificados con bajos salarios. Los más corrientes, antes de entrar en el sector hotelero son el comercio, la hostelería (bares, pubs) y la limpieza en casas o edificios. Otra trayectoria corriente es haber trabajado en zonas turísticas durante temporadas (especialmente, las islas Canarias y Baleares) para buscar trabajo posteriormente en Granada una vez que se han casado e iniciado una vida familiar. A partir de aquí, fundamentalmente por redes sociales –en la mayoría de los casos, familiares- se consigue entrar a limpiar en hoteles, opción relativamente fácil debido a que por las malas condiciones laborales, de contratación y salarios se produce una fuerte rotación de trabajadoras. En la selección por parte de las gobernantas de las trabajadoras, lo más valorado son las “actitudes”: esto es, que se obedezcan las órdenes de forma diligente, que se realice el trabajo de forma rápida y silenciosa, que no se planteen problemas. Aquí la formación formal no juega ningún papel: se supone que a limpiar se aprende limpiando y que es una tarea que toda mujer debería saber. Las casi nulas posibilidades de promoción y el hecho de que la mayoría de las mujeres que trabajan en el sector estén casadas y tengan hijos –con lo que tienen poco tiempo fuera de la jornada laboral- hace que no se planteen acceder a los posibles cursos que puedan ofertar las empresas aprovechando los fondos del FORCEM –estos cursos no se plantean para el sector de limpieza, se realizan fuera de la jornada laboral y no ofrecen a estas trabajadoras ninguna posibilidad de real de promoción; además los trabajadores que acceden a ellos son elegidos por la empresa-. Muchas de estas trabajadoras se mantienen en los trabajos porque no tienen nada mejor donde elegir y porque, frente al comercio, la jornada es continua –lo que les permite hacer frente a sus “obligaciones” domésticas, aunque tenga la penosa contrapartida del trabajo en días festivos-. De hecho, el abandono del empleo se produce en muchos casos por la posibilidad de encontrar un trabajo fijo con mejores condiciones salariales. Otra razón importante para continuar es el señuelo de poder acceder a un contrato fijo –una posibilidad reducida, dada la escasa proporción en la mayoría de los hoteles de trabajadoras de plantilla en el hotel, pero existente y, en muchos casos, la única a medio plazo-: un posible contrato fijo que sirve a los hoteles como gancho para poder tener un control sobre la fuerza de trabajo, a su vez que les permite seleccionar y estabilizar a las trabajadoras que, tras largos períodos de trabajo en precario, han mostrado su total predisposición al trabajo exigido y a la obediencia y fidelidad a la empresa. A su vez, la obtención de un contrato fijo lleva a permanecer en el sector durante mucho tiempo: dadas las experiencias anteriores de precariedad y sobreexplotación, unas mínimas condiciones laborales y de estabilidad se valoran como lo mejor que se ha podido conseguir en el mercado laboral. Camareros y cocineros La mayoría de los trabajadores para ser contratados en un hotel de Granada, bien de camarero o bien de cocinero, han necesitado una persona que hable de ellos en el hotel. Normalmente, se presentan a través de algún familiar, amigo o conocido. <<¿Como empecé? Pues, por un enchufe, porque hasta para limpia mierda hay que tener enchufe (Camarera, tres estrellas). Pues siempre tiene que ser alguien que te diga mira yo conozco a Fulanito, o conozco a Menganito, o mira conozco a un chaval, o búscame a alguien, hasta los mismos jefes, dicen vamos a buscarnos a alguien, que tu conozcas o alguien que tu sepas, que va a responder para el trabajo. (Camarero, tres estrellas)>> En algunas ocasiones, los trabajadores del servicio de restauración empiezan a trabajar en los hoteles por medio del curriculum vitae y de la realización de entrevistas. Se suele utilizar esta fórmula en los hoteles que necesitan contratar a varios camareros o cocineros porque se inaugura el establecimiento o porque es de nueva construcción. En algunas cadenas hoteleras cuando necesitan contratar a trabajadores de mayores responsabilidades, como es el caso de los maîtres o jefes de cocina de los hoteles de más categoría y calidad, tras la realización de las entrevistas suelen realizar cursos específicos organizados por los responsables de la dirección del hotel. En el servicio de restauración de los hoteles nos encontramos con diferentes tipos de contratación de los trabajadores. Para su estudio, habría que tener en cuenta las estrategias utilizadas por las gestores de los hoteles de Granada hace unos veinte o treinta años y las que predominan en la actualidad. También hay que distinguir las contrataciones que se realizan en los establecimientos hoteleros de más categoría y calidad, fundamentalmente los hoteles de cinco y cuatro estrellas, donde la mayoría de los trabajadores son fijos, de las contrataciones que se realizan en aquellos establecimientos de tres estrellas o menos, donde predomina la contratación eventual: <<Esos sitios tienen colas, se puede decir que tienen cola, tienen cola de profesionales, que saben lo bien que se trabaja ahí, son los sitios estatales, oficiales, son los que te pagan lo tuyo, y son los que tienen tus dos días de descanso, y ahí incluso hasta cola.>> (Camarero, tres estrellas) Los trabajadores que empezaron a trabajar de camareros y de cocineros en los hoteles por los años setenta o los ochenta, adquirieron la profesión en el mismo hotel, lo normal es que entraran a trabajar con catorce o quince años de aprendiz de camarero o de pinche de cocina, y a medida que iban cogiendo experiencia profesional y antigüedad en la empresa podían promocionar, primero a ayudante de camarero o ayudante de cocinero y luego a camarero o cocinero, según la especialidad. El resto de las categorías como jefe de sala o de rango, segundo maître o primer maître, en el caso de los camareros, y jefe de partida, segundo jefe o primer jefe de cocina, en el caso de los cocineros, se promocionan, antes y ahora, a discreción de la dirección del hotel. Así, es normal encontrar hoy a un maître o a un jefe de cocina que lleve toda su vida laboral en el hotel y haya pasado por todas las categorías profesionales. Los hoteles que han seguido esta manera de contratación son aquellos de más categoría y calidad, normalmente, los establecimientos de cuatro estrellas que pertenecen a una familia o a las grandes cadenas hoteleras. El problema para promocionar en estos establecimientos a categorías profesionales superiores a las de camarero o cocinero, es que se tiene que disponer de una plaza libre y esto ocurre cuando se jubila un maître o un jefe de cocina, hay una ampliación del hotel o se inaugura un hotel. <<Aquí al ser un hotel privado, lo tienen una familia, esto es de una familia ¿No?, pues entonces aquí los que entramos en aquella vez entonces, seguimos, aquí incluso se comenta que es uno de los hoteles de Granada que más gente antigua tiene trabajando aquí, gente ya de más de veintitantos años trabajando de antigüedad, entonces los que estaban de jefe siguen siendo jefe, y entonces no hay opción, ¿Me explico?, ¿Sabes?, el que entró de maître sigue de maître, porque entramos todos, prácticamente muy jóvenes, había un maître que se fue hace unos años, y entonces ha pasao, ha pasao a maître el que era su segundo, el que estaba, dijéramos, de tercero ha pasao a segundo, y el segundo a pasao a primero.>> (Camarero, cuatro estrellas) En la actualidad, los trabajadores del servicio de restauración es difícil que entren en un establecimiento hotelero con catorce años y se queden en él mismo durante toda su vida profesional. Hay casos de trabajadores que se contratan fijos, por supuesto, que entran en el hotel con más edad que antes, pero son muy pocos: comparado con los camareros o cocineros que están trabajando de forma eventual, son una minoría. La mayoría de los cocineros y camareros tienen contratos eventuales y empiezan a trabajar en los hoteles cuando ya tienen cierta experiencia profesional o han superado los estudios en la escuela de hostelería. Donde más trabajadores hay con estas características es los hoteles que tienen tres estrellas o menos, incluso se puede añadir algunos también de cuatro estrellas. En estos establecimientos es donde las condiciones van variando según la manera en que los responsables de la gestión de los hoteles realizan la contratación de los trabajadores y el reconocimiento que le tienen a los derechos recogidos en el convenio colectivo. <<Yo en dos años y medio he conocido por lo menos a veinte cocineros, eso no suele ser así, que la gente y sobre to la gente joven ahora, porque en la escuela te enseñan que si el Convenio son siete horas y dos días de descanso a la semana, y claro también te pagan ciento setenta mil pesetas, lo que es por Convenio, pero una empresa privada no puedes mirar eso, eso se puede mirar en una pública, una privada son diez horas cuando menos, el día que menos son diez horas, cuando hay trabajo y tienes que echar trece o catorce, también las tienes que echar, también cobras más, y descansas un día, claro. (Jefe cocina, tres estrellas)>> Se trataría, entonces, de un grupo en el que cada hotel va adquiriendo su lugar dentro de una escala, según los principios por los que regulan la contratación de los trabajadores y en el respeto a los acuerdos del convenio colectivo. En esta escala, estarían en un extremo los hoteles que tienen a los camareros o a los cocineros contratados según la categoría en la que trabajan, es decir, hoteles en los que los trabajadores cobran según el trabajo que realizan y no según el de una categoría inferior -como ocurre en ocasiones donde el maître está contratado de camarero y el camarero lo está de ayudante de camarero, o el jefe de cocina está de cocinero y el cocinero de ayudante de cocinero-. También son los hoteles que más respetan los acuerdos del convenio colectivo: se descansa dos días a la semana, se respetan las vacaciones y la jornada laboral de ocho horas. En el otro extremo estarían los establecimientos hoteleros que tienen contratados a los camareros o a los cocineros en una categoría inferior, o hay trabajadores que no están contratados, o incluso que están trabajando y cobrando el paro. En este grupo de hoteles también se encuentran, como es lógico, aquellos que menos respetan el convenio colectivo: un día de descanso a la semana, que sólo se cobra si se está contratado, menos días de vacaciones y la jornada laboral puede llegar a ser de diez o doce horas. En estos hoteles, como es fácil de deducir, no existen comités de empresa ni representantes de los trabajadores ni de los sindicatos. <<Lo que es que no está bien pagá, no esta bien pagá, yo gano 140.000 pesetas, y en la nómina tengo ayudante de camarera, y llevo ya muchos años ¿Sabe?, ahora estoy luchando por eso, a ver si me ponen camarera por lo menos, porque ¿a mi quién me ayuda?, a mi no me ayuda nadie. >>(Camarera, tres estrellas) <<Yo estoy buscando ahora un hotel, que sea de calidad, y que sea un hotel que mire a su gente, que tengan su legalidad de dos días de descanso, que tenga sus ocho horas, y que tenga las cosas en condiciones, porque hasta ahora por esto de aguantar, y aguantar, sufre uno algunas veces, algunas, abusos se puede decir, de que tu terminas a las ocho pero si hay gente estás hasta las diez, pero bueno si yo... Sabes a la hora que entras pero no sabes a la hora que sales, entonces eso es lo que voy buscando una cosa oficial y que pueda responder de ello... una cosa en condiciones.>> (Camarero, tres estrellas) Como conclusión, se puede decir que antes, en los años setenta y ochenta, existía la oportunidad de realizar una carrera profesional de camarero o de cocinero sin necesidad de dejar de trabajar en el mismo hotel, ni de tener consolidada cierta experiencia profesional. Hoy eso es bastante complicado porque lo normal es entrar con cierta experiencia profesional o con el título que otorga la escuela de hostelería. Es por estas características por lo que las personas que no estudian en la escuela tiene que adquirir la experiencia profesional trabajando en otros establecimientos hosteleros que no son los hoteles, es decir, en cafeterías, bares, restaurantes, o como realizan muchos profesionales, se trasladan los veranos a las Islas Baleares o a Canarias en busca del trabajo que no encuentran aquí y, por supuesto, de la experiencia profesional que le es necesaria para tener posibilidades de trabajar en los hoteles de Granada. Las transformaciones que se han producido en el sector de la hostelería en los últimos años ha propiciado, en la mayoría de los casos, una reducción del número de trabajadores necesarios en el servicio de restauración, y también, de las cualidades profesionales de estos trabajadores. En otras palabras, la aceptación del bufé en la mayoría de los hoteles y el aumento de los servicios de restauración, como la realización de banquetes y celebraciones que se realizan hoy día, ha disminuido el número de trabajadores y las atribuciones profesionales que se les exigen. Por supuesto, hoy hay más trabajadores en el servicio de restauración en general, pero ello es debido al aumento de la oferta, a la ampliación del sector con la creación de muchos hoteles nuevos, en cambio, los trabajadores en el servicio de cocina y de camareros dentro de cada hotel se han visto reducidos a más de la mitad. Además los nuevos ingenios en el tratamiento de los alimentos y en la elaboración de las comidas, también ha contribuido a reducir el número de trabajadores necesarios. <<Hoy día la hostelería va por criterios de rentabilidad, y más, ahora que la competencia que hay, pues más, para, para sacar más beneficios pues como que hay reducción de costes, y que coste quieren reducir primero, los salariales, eso va en deterioro de la calidad, no es lo mismo atender seis mesas que tener que atender dieciocho". (Camarero, cuatro estrellas) Porque no es normal, el trapicheo que tienen allí, las cosas que hacen allí, ahora te mando al paro, ahora te contratamos dos meses, ahora te vienes, ahora esto y lo otro, ahora, hombre, por Dios, ponerle a la gente como un castillo, ayudantes de sector, y esos trapicheos no gustan para nada, y por eso me he salio, porque no, a mi o se me tiene bien o no se me tiene. >>(Camarero, tres estrellas) Aunque también en el servicio de cocina, es en el servicio de camareros donde se ha producido una reducción drástica de los requisitos profesionales exigidos a los trabajadores. Además, la aparición de los extras para los banquetes y celebraciones ha contribuido a la aparición de un gran intrusismo en la hostelería. Hoy para realizar un extra no hace falta muchos conocimientos, ni siquiera experiencia profesional, lo normal es que se contraten a estudiantes, a trabajadores en paro o incluso de otras profesiones. <<Cualquiera sabe sacar un plato y meter platos sucios del comedor a la cocina, y poner, y poner platos, porque como ahora muchos camareros si tuvieran que servir en las mesas, no servirían, no hay profesionalidad ahora, porque como no sean los antiguos, pero un camarero nuevo, como es bufé, es na más monta las mesas cuando el cliente no está, montar las mesas, y después cuando el cliente está allí, retirarle lo sucio y ya está, entonces no, muchos camareros, si ahora volviéramos hace unos años, cuando se servía emplatao, o tendrían que coger, salían como en bandejas, y allí y poner las comidas en los platos, emplatárselas, ponérsela al cliente, no servían la mitad, ni limpiarle un pescao, ni nada de eso.>> (Cocinero, cuatro estrellas) <<Hasta ahora han buscado el chabacaneo, lo que es el corre, corre, arre que es tarde, no, no han intentao, enseñar a gente, mira esto, no, no aquí se hace esto así, o aquí se hace asao, ¿Entiendes?, en vez de decir legalmente, oficialmente se hace así, sino no, aquí coge los platos y lo que tienen lo tiras aquí, lo otro lo pones allí, pero bueno si a mi me han enseñado a desbarajar, no, no, aquí así, ligero y rápido y ya está, y los cubiertos se los dejas puesto, pues entonces trabajas según la manera que tengan, pero más bien hoy en día es rápido, una persona rápida, es lo que buscan, ya puedes ser más profesional o menos profesional pero si eres muy rápido, les gusta.>> (Camarero, tres estrellas) En general, las características que se exigen a los trabajadores del servicio de camareros se pueden sintetizar, en un principio, en cualidades como tener buena presencia y adaptarse eficazmente al puesto de trabajo y al hotel, es decir, cuidar la ordenación del mobiliario, conocer la disposición de los instrumentos propios de la profesión y la manera de trabajar en el hotel. A estas características habría que añadir ciertas cualidades humanas, como ser una persona abierta, con vitalidad y con cierta humildad, cualidades que le van a ser necesarias para tener una buena relación con los clientes y con los propios trabajadores del hotel. <<Pues sobre todo el talante, o sea, una persona que sea abierta, y, no se como expresarme, es decir que, alegre, amable, amable, educada y amable, eso en la hostelería es mucho, o sea de cara al cliente, una persona que, que sonríe, que es amable, pero no que sonríe cínicamente, sino que su talante es abierto y eso, hace mucho, muy agradable, yo hablo del restaurante sobre to que es lo que conozco, un camarero que sea amable, en fin, hace mucho, agrada, hace el servicio más agradable, más de todo, porque la hostelería, en la restauración, trabaja uno muy presionao, por las prisas y por to, entonces una persona que su carácter sea un poco brusco, como que choca con eso, que acepte las dificultades, que sepa que eso es así, que llegue con un talante abierto.>> (Camarero, cuatro estrellas) <<También hay que tener idea de lo que hay que hacer, pero las condiciones humanas son muy importante en hostelería, de cara a los turistas, de cara al público, eso lo valora mucho la gente, la atención que tienes, la amabilidad, la sonrisa, para que se sientan a gusto, si ya te reciben desde el primer momento con el gesto, uff, ya como estas, como que no estás a gusto.>> (Camarero, cuatro estrellas) También es muy importante que los trabajadores piensen en dedicarse a la hostelería durante toda su vida profesional, a esto lo llaman, los propios camareros, “que les guste la hostelería”. <<Indudablemente que, eso hay que mamarlo un poco, porque la hostelería es un servicio y cada servicio tienes que estar, que te guste, con la sonrisa al cliente, el atenderlo, el contestar a muchas preguntas, que si no lo sabes siempre tienes la salida de, de mire usted en recepción lo van a saber mejor, o en tal sitio, eso, o preocuparte de decir mira te voy a buscar, a ver si hay posibilidad de, para mi estar en la hostelería es porque me gusta y no cada vez que veo a un cliente, pego un respingo para atrás, ¿verdad? no, a mi me gusta la hostelería y por eso estoy en ella.>> (Maître, cuatro estrellas). <<Yo lo que si pido es alguien que venga con muchas ganas, lo pido y lo exijo, y siempre que tenga muy decidido, muy claro que lo que le gusta es esto, o sea si me vienen cinco o seis personas, y de esas personas hay dos que son cocineros por, de rebote, porque no le sale otra cosa, o que en su curriculum viene que han trabajado dos meses de camarero, otros dos meses de cocinero, otros dos de albañil, pues pienso que no es una persona que tenga claro que ésta es su profesión, entonces si pido pues gente humilde, trabajadora, que tenga claro lo que es la profesión, sobre todo en horas, porque esta profesión lo que más tiene son horas de dedicación.>> (Jefe cocina, cuatro estrellas) <<Pues yo, bueno de la profesión, solamente dos o tres palabras, que son las que yo normalmente les digo a los míos, que la profesión tiene que gustarte, si quieres ser camarero tiene que gustarte, no puedes ser camarero para salir del paso, es decir, una persona que quiere ser camarero no puede decir, yo quiero ser camarero pero cuando salga algo de lo mío me voy, no, o soy camarero para siempre, porque me gusta la profesión.>> (Maître, cuatro estrellas) Para los cocineros, más importante que la presencia, es la experiencia profesional. En la cocina se entra, como mínimo, de ayudante de camarero. Se puede entrar con una categoría inferior, como fregantín, pero con ella es muy difícil, en la actualidad, adquirir las cualidades de un cocinero. Para los cocineros es muy importante adquirir experiencia para promocionarse. De hecho, la mayoría consideran que siempre se está creando sabores o texturas nuevas, elaborando platos diferentes. Normalmente los cocineros son más bien inestables por estas características, al ser los trabajadores dentro del sector hotelero que sean contratados en más ocasiones y en más hoteles. El hecho de tener interés en conocer técnicas nuevas y la valoración que tiene en el mercado la experiencia que, hace que el traslado de un hotel a otro no sea una cuestión excepcional, sino más bien lo normal. Es en la cocina donde más valor tiene el título de la escuela de hostelería, muy por encima al valor que adquiere el título en el servicio de camareros, donde las cualidades humanas son más o igual de importantes que las cualidades profesionales. Una vez superados los estudios, los alumnos de la escuela de hostelería necesitan un período de prácticas, diferente a los contratos en prácticas que se realizan en los últimos cursos, para habituarse a trabajar en la cocina o de camarero de un hotel. Suelen empezar a trabajar de ayudante de cocinero o de camarero. <<Sí, sí, bastante, un tiempo, bastante, por lo menos un años o dos, pa poner todo en práctica y estar correteao, y ser ligero, y ser educado, y ser, lo que es un camarero hoy en día, una persona servicial, rápida, que está en su trabajo y punto.>> (Camarero, tres estrellas) <<Pero que bueno, que luego vienen y no se enteran de lo que hay en la hostelería, en la hostelería lo que hay es mucha constancia, lo que tiene que tener una persona es mucha constancia, el saber estar, el saber, lo que sabe, pero saber hacerlo, y ahora los niños, lo que vienen los críos estos es que es que da cosa de verlo ¿Sabes?, porque vienen, con una teórica, bueno que yo los veo, uy tengo que hacer un proyecto de esto, pero que luego en la práctica no, bueno que ahora, que lo están haciendo, nosotros ... tenemos tres o cuatro, niños que están en la escuela de hostelería, pero les falta, les falta las ganas también a los niños de saber lo que van a hacer, porque pa camarero hay que tener voluntad, tienes que tener psicología, tienes que tener paciencia, tienes que saber estar, porque tienes que estar muchas horas, son muchos puntos, y eso está pasando mucho, mucho, mucho.>> (Camarera, cuatro estrellas) <<Necesitan de uno que les enseñe y que sepa decirle por aquí va el tajo de esto, ahora, teóricamente se lo saben todo, como teórico son los tíos unos linces, pero luego le falta esa práctica, que es lo que lo hace ser cocinero, que no, que no, es que es imposible, es que es imposible, es que no puede ser, si ahora, por ejemplo, esta noche tenemos pa comer doscientas personas, y esta noche marcha tortilla española, por ejemplo, ahora tienes que hacer ahí, pues en un cuarto de hora, a lo mejor, ¿Qué te digo yo?, pues cincuenta o sesenta tortillas, ese muchacho no está preparado pa eso, no sabe ponerse en línea, como nosotros decimos, pa preparar las cosas y hacerla, no sabe, hace una, dos, diez, pero esperando a que, es imposible.>> (Jefe partida, cuatro estrellas) Esto quiere decir que es el hotel el que le reconoce los conocimientos profesionales, no la escuela, ni ninguna otra instancia. Es por esto que, sobre todo en los camareros, en muchas ocasiones, se prefiere a trabajadores que tengan ya alguna experiencia profesional antes que a los que vienen de la escuela de hostelería, incluso en algunos casos, se prefiere a trabajadores que no tengan ningún tipo de experiencia ni de conocimientos profesionales. De todas formas, a través del contrato en prácticas que se realiza mientras se estudia en la escuela, bastantes trabajadores han encontrado la posibilidad de trabajar en los hoteles. En cuanto a la formación de los camareros, las inquietudes más destacadas son la dificultad de comunicarse con los clientes por el tema de los idiomas y la ausencia de conocimientos de informática, inquietudes que son precisamente las cualidades que necesita un camarero para promocionarse a una categoría superior o cambiar de departamento para mejorar profesionalmente, por ejemplo, de camarero a recepcionista. Hoy son muchos los trabajadores que se cambian del sector de la hostelería a otros sectores económicos. Entre las causas está el hecho de que los trabajadores viven la hostelería de forma coyuntural, la mayoría realizando extras. Son estudiantes que trabajan mientras terminan sus estudios o mientras no encuentra un puesto de trabajo relacionado con los estudios que ha realizado, trabajadores que no encuentran otra cosa mejor en el mercado o otra cosa mejor de su profesión. Los trabajadores que empiezan a trabajar en los hoteles y cambian de profesión, justifican su actitud en las dificultades que tienen en adquirir las habilidades requeridas para relacionarse con los clientes y en el hecho de trabajar domingos y festivos. Esta última cuestión también está muy relacionada con las dificultades para llevar una vida familiar adecuada. El cambio suele ser a otro departamento del hotel, por ejemplo a recepción, o en muchos casos a la construcción, donde tienen un horario fijo y descansan los fines de semana, además, igual se gana más dinero. Recepción El departamento de recepción es uno de los que requiere mayor nivel de cualificación dentro del hotel. Esto, además de que funciona en muchos casos como centro coordinador y emisor de órdenes a otros departamentos, tiene que ver con que se trate de una de las áreas de mayor prestigio. En cuanto a las cualificaciones requeridas, hemos de tener en cuenta que recepción es un departamento que presta servicios finales. Esto supone que el momento de la producción y el de consumo coinciden en el tiempo, así como el que los clientes están presentes en la prestación del servicio y en ese sentido son coproductores de éste. De ahí que la actitud y la formación de los clientes cumpla un papel muy importante, dado que incluso pueden ser un elemento más de control del trabajo (Marrero, 2002). Las menores posibilidades de racionalidad técnica del proceso de prestación de servicios confieren más importancia a otras cualidades de carácter personal y social, cualidades más difícilmente transmisibles por la vía formal-educativa. Entre las competencias técnicas, el conocimiento y manejo fluido de idiomas se erige como la cualificación principal. En menor medida, se exige el conocimiento de unas nociones básicas de contabilidad e informática. Las competencias sociales y personales hacen referencia a cualidades como: las capacidad comunicativa, la amabilidad, la cortesía, la apariencia física, incluso la discreción y el autocontrol: <<Pues que si tu eres un feto mal parido que no vayas a ningún sitio porque no. Tú puedes ser muy todo lo que tú quieras, tener todos los estudios que quieras pero como seas... fea, porque es que es así. Fea y así, yo qué sé, no solo fea sino así gorda o algo así pues y es muy crudo y muy triste pero es que es así. P- Y después también decías tú, y que seas simpática R- Claro, que seas una persona abierta y que te vean pues que eso, que sacas las castañas del fuego, que no tengas que estar cada dos por tres que tienes un problema llamando a alguien para que te lo solucione, que seas dispuesta y que sepas solucionar cosas, vamos! >> (Esther, 3 estrellas) Todas estas habilidades tienen un más difícil aprendizaje o transmisión formal, y se entiende que se pueden mejorar con la propia experiencia laboral, aunque en muchos casos se parte de que se trata de un tipo de cualidades “innatas”(en realidad, fruto de aprendizajes previos al desempeño del puesto). Aquí interviene muchas veces el ajuste entre las socializaciones anteriores a la entrada en el hotel (destacamos las socializaciones de género y de clase social) y las exigencias que el puesto requiere. Se trata, en definitiva, de un proceso en el que se aprecia cómo en el reconocimiento de las cualificaciones no sólo intervienen requerimientos de tipo técnico (Maurice, 1987; Villa, 1990), sino que las posiciones de los actores en la estructura social y las divisiones de género han de tenerse muy en cuenta. <<La mujer no, la mujer aguanta, es más disciplinada en ese aspecto, aguanta, traga y no tiene un golpe agresivo en ningún momento, yo creo que en eso varía lo positivo o negativo de cada uno de nosotros.>> (Macarena, recepcionista, 4 estrellas) En los siguientes fragmentos apreciamos algunos de los estereotipos referentes a la edad y la apariencia, por un lado; por el otro, una muy ilustrativa declaración del papel que el nivel educativo de los trabajadores de recepción actúa como elemento que garantiza unas determinadas competencias personales y sociales que, se entiende, el puesto requiere. <<Un poco la experiencia de tratar con el público, sabemos que tratar con el público siempre es algo, algo complicado, aquí contra la esferas de, de gente es más alta, pues aquí viene también un poquito más, más especial ¿no? Entonces hay que tener un trato muy especial con esta gente para que se sientan como en su casa y estén a gusto y... se sientan que están... pues ya digo como si fueran su propia familia ¿no?, entonces ese trato realmente hay que hacerlo poco a poco; la gente joven que viene... es un poquito chocante cuando llega la gente y se encuentra con gente muy importante, porque realmente nosotros, está feo decirlo, estamos dentro de las posibilidades que aquí..., ha pasado por aquí por el hotel infinidad de gente, desde, desde el rey y ya digo hasta todo el mundo del... lo mismo del espectáculo que de... cultura que de todos sitios ¿no? Entonces esa gente son especialmente para tratarlos ¿no? Y.... poco a poco se ha ido medio, medio ambientando a la gente, a la gente joven hoy en día está un poco más difícil de, de, de no era lo mismo que antiguamente me refiero, entonces hoy en día la gente joven tiene otra forma de tratar a la gente que la antigua y poco a poco se va metiendo a encontrar a la gente en eso. Hombre por supuesto se tiene que tener un mínimo de presencia, porque um... una vez que la puerta de entrada a la, como se suele decir a una casa te lo dice todo ¿no? Entonces la presencia física y... puede influir un poquito, puede influir, hombre, no es este un lugar para poner gente como se suele decir con su.... gente que va en plan.... no sé, degradante, pero si un poquito de decirle las personas que llevan piercing sus historias ¿no? Entonces no es una forma muy directa de tratar a la gente, chocaras con la gente, entonces esa gente hoy en día es muy difícil de poder. Y la forma tiene que ser una persona, una presencia que tenga una poquita de presencia solamente,>> (Germán, jefe conserjería, 4 estrellas). <<Yo pienso que no, siempre que tengan un nivel educativo, no tiene nada que ver ya la escala social. Tienen que ofrecer un nivel educativo, saber expresarse, saber hablar, tener pues un trato de cortesía.>> (María, recepcionista, tres estrellas). En relación al género, recepción es un espacio que condensa valores mixtos; se percibe como una actividad tanto femenina como masculina. La apreciación del puesto como masculino se justifica con el hecho de que tradicionalmente fuera ocupado por hombres con una cualificación específica muy valorada, hablar idiomas; una formación que exigía tiempo y dedicación. Por otro lado, el carácter femenino es generado por el papel de “recepción” que cumple el departamento, de “primera impresión”. La incorporación de la mujer a posiciones que se relacionan con la imagen de la empresa, se debe al simbolismo que el cuerpo femenino incorpora (como bello, delicado, etc.), además de las disposiciones “femeninas” que se adecuan al puesto (sensibles, más extrovertidas, etc.). <<O sea, todas las cosas se las pedía por favor y lo ven tan raro que te tachan de rara, ¿me entiendes?, de rara; llegaron a pensar incluso que era lesbiana, en el sentido de que yo nunca hablo de mis salidas nocturnas por ejemplo (...), que no han oído nada, si pasa algún chico mono por el hotel no suelo decir nada, no soy persona de decir tacos, siempre..., ese es mi sitio en el trabajo, luego a lo mejor fuera pues soy diferente, pero en el trabajo...; entonces, me llegaron a decir que daba una imagen de tan educada y tan...>> (Carmen, recepcionista, 3 estrellas). Un problema especial que se plantea en los procesos de selección y promoción del personal de recepción tiene que ver precisamente con el tipo de cualificación que este tipo de trabajo requiere. Apreciar el grado e idoneidad de las competencias personales e interactivas supone una dificultad especial que sin duda está en la base del modo en que se dan los procesos de entrada y promoción de la mano de obra. Así, a los títulos educativos, que según los discursos de los actores71 cobran un peso cada vez mayor en el acceso a este departamento, habrá que añadirle otro tipo de capitales de los que el empleador no podrá tener noticia a través de ningún tipo de credencial, por lo que se activarán otros mecanismos. Aquí el uso de las redes sociales, por un lado, y de las entrevistas personales, por otro, cobran una especial importancia en el reclutamiento de los trabajadores. Los períodos de formación y los contratos primeros, de prueba, también constituirán mecanismos en los que el empleador comprobará el grado en que el empleado posee las cualidades no sólo técnicas, sino sociales y personales que satisfacen las exigencias del puesto. El recurso a la movilidad interna constituye otra de las formas a las que pueden recurrir los hoteles. En todos estos casos, los jefes de departamento, en los hoteles grandes, o los directores, en los de más reducidas dimensiones, desempeñan un papel muy relevante a la hora de sancionar y certificar las diversas cualificaciones. En cualquier caso, hemos apreciado, en lo que a la importancia de lo formativo-escolar en la construcción de la cualificación laboral se refiere, una tipología de trayectorias en la que el principal criterio clasificador es el generacional. Nos encontramos, por un lado, las trayectorias laborales de aquellos que se incorporaron en los comienzos del turismo de masas en Granada, en los 70, en las categorías más bajas de recepción o de otros departamentos, para desde ahí ir ascendiendo a través del mercado interno sobre la base de la antigüedad y de las cualificaciones adquiridas tanto en el puesto, como formalmente gracias a un importante esfuerzo personal de formación. <<Yo empecé en el 72, por circunstancias personales y de familia, por circunstancias de traslado del lugar de residencia, vine a Granada y empecé en el 72 de botones, en un hotel de aquí de Granada, (...) luego más adelante, aspirando a algo más, pasé a distintos departamentos y concretamente a la recepción en la cadena (...). Entonces, seguí, en relación con el Hotel (...), de botones, trabajaba de camarero en los extras de fin de semana, para ganar algún dinerillo. Yo estaba de botones y tenía los ojos muy abiertos (...) evidentemente yo no quería estar de hostelero toda la vida, simplemente era un momento de paso.>> (Antonio, recepcionista, 4 estrellas). Por otro lado, estarían las trayectorias de las actuales generaciones de jóvenes que se incorporan al sector hotelero en el departamento de recepción con una titulación universitaria (diplomatura de turismo, licenciatura de traductores, master en dirección y gestión hotelera), a la que en muchos casos hay que sumarle una formación extra en idiomas. En este segundo tipo de trayectoria, la mayor formación escolar no suele traducirse en las posibilidades de promoción profesional ni de estabilidad laboral característicos de los mercados laborales primarios en los que pudieron integrarse las generaciones precedentes. Puede hablarse, pues, para ciertos actores, de un proceso de sobrecualificación y de devaluación de las credenciales educativas. <<No es como hoy en día, hoy en día realmente es a base de curriculum ya con los estudios puestos y con todo y luego lo que te da es prácticas y una pequeña experiencia la que necesitas para entrar en los hoteles, en aquellos entonces no era así, 71 Algo que se encuentra en contradicción con lo que señalan, como vimos, los responsables del reclutamiento. en aquellos entonces era al contrario o sea entrabas de aprendiz y luego posteriormente era como se iba evolucionando ¿no?>> (Germán, 4 estrellas). <<Aquí nos han dejado curriculums con carreras de derecho y todo, de empresariales, de..., yo me he encontrado hasta médicos trabajando de noche en hoteles en la recepción; mi compañero aquí, el de la mañana, con gafitas, es licenciado en derecho.>> (Ángel, recepcionista, 2 estrellas). Tenemos, no obstante, que mencionar, llegados a este punto, cómo la categoría, el prestigio, y el tipo de propiedad (familiar, cadenas, carácter local o no de las cadenas) de los hoteles generan una variedad de comportamientos en lo que tiene que ver con las políticas de personal y el papel que se concede a la formación de sus trabajadores. Distinguiremos, en este sentido, un tipo de hotel que denominaremos “tradicional” (Marrero, 2002), y que corresponde a hoteles de categoría superior con un reconocido prestigio en el sector; un segundo tipo de hotel, que estaría integrado en grandes cadenas nacionales o internacionales; y un tercer tipo, caracterizado por ser de pequeña o mediana propiedad y categoría, de carácter familiar muchas veces, conformando en ocasiones cadenas locales. El hotel tradicional tiene una gestión más formalizada de su personal, por lo que podemos decir predominan las formas de control técnico y burocrático (Edwards, 1990). La experiencia y la antigüedad, que garantizan la identificación del trabajador con el hotel (carácter familiar), en primer lugar; junto con la formación, en segundo lugar, constituirían los criterios que conforman las trayectorias laborales. No obstante, también se deja notar en este tipo de empresa la presión por la reducción de costes laborales a base de flexibilidad numérica y funcional, así como de la externalización de la formación. En las grandes cadenas encontramos también un control de la mano de obra formalizado, aunque aparece con mayor frecuencia la polivalencia funcional, como consecuencia del ahorro en personal y categorías profesionales. Estas empresas integran en su política la formación en cooperación con escuelas, lo que las hace disponer de los trabajadores en prácticas como apoyo al personal contratado y como cantera de reclutamiento. De esta forma tienen más posibilidades de conseguir la buena integración de jóvenes trabajadores, por ser ya conocidos de la empresa y estar socializados en la misma. En los hoteles de categoría media o baja, de pequeños o medianos propietarios o de cadenas locales, hemos encontrado en muchos casos un empresariado muy volcado en la obtención inmediata de beneficio en detrimento incluso de la calidad, y por ello muy despreocupado de la formación de su personal72. En los hoteles de más reducido tamaño y/o donde la dirección coincide con la propiedad, se da un tipo de control muy directo y detallado (Edwards, 1990) por parte del empresario. La formación se externaliza a la empresa, y quizá sea aquí donde con más claridad se aprecian los procesos de sobrecualificación de las actuales generaciones de jóvenes que se incorporan a un departamento que requiere un relativamente elevado grado de formación. En lo que a gestión de la mano de obra se refiere, además, destacaríamos el que el desempleo y el exceso de mano de obra disponible para trabajar en Granada capital actúan como uno de los principales elementos de control de los trabajadores. La flexibilidad tanto numérica, buscando ajustar la fuerza de trabajo a la demanda del momento por medio del recurso a formas no indefinidas de contratación, como funcional, se imponen como reajustes organizacionales que van directamente orientados a la reducción de costes. 72 Como se ha comentado antes, se trata de empresarios volcados en fidelizar una clientela restringiendo el máximo de costes profesionales. <<Aquí el convenio es como papel higiénico, que no, no se suele cumplir, pero bueno qué vas a hacer si es que hay mucha gente en Granada que quiere trabajar aquí y o... trabajas como te dicen o te tienes que ir fuera, entonces pues tragamos y es de lo que se aprovechan, porque hay mucho mamoneo.>> (Ester, recepcionista, 3 estrellas). <<Como facturista en el restaurante, media jornada (se refiere a un chaval que tiene la licenciatura de Traductores) P: ¿Han cambiado las cosas, no? Sí, sí totalmente, si te necesitan para todo el día vienes pero tu de contratos de cuatro horas, aunque te paguen el resto, ¿no? pero de momento tu contrato es de cuatro horas.>> (Germán, segundo recepción, 3 estrellas) La flexibilidad funcional se manifiesta en procesos de unificación departamental, a base de reducción de categorías profesionales, a través de la exigencia de polivalencia, así como de contrataciones nominalmente inferiores al desempeño real del puesto. <<Nosotros funcionamos con el personal mínimo imprescindible, o sea, somos poquísimos; para un hotel como el nuestro que son 81 habitaciones y tal, en recepción estamos los justos para cubrir los turnos, uno por turno y el jefe, (...) nosotros, es que nosotros somos multifuncionales, o sea, porque nosotros..., por ejemplo, recepción, nos dedicamos a las labores propias de recepción, que es la atención al cliente, digamos, estar detrás del mostrador, hacemos mucho tema de reserva, que también las llevamos nosotros, hacemos mucho tema de facturación, o sea, temas que, a lo mejor, en otro hotel los hace administración, los hacemos nosotros, el tema de las facturas de crédito..., entonces, por eso te digo que somos multifuncionales y lo hacemos todo y al final eso que nos llevamos, o sea, que estamos aprendiendo por ahí; después, hay un servicio que nosotros llevamos, que es una cafetería de 4 a 8, hay una cafetería que se llama “coffee shop”, que es “self service (...), pero eres tú, el recepcionista, porque está en frente de recepción, el que se dedica a eso, es decir, tienes que estar atento, reponer, quitar las copas, las tazas, en fin, y entonces también hacemos de camareros; y también hacemos de camareros ahora, porque hay servicio de habitaciones 24 horas, y en las horas que no están los camareros en el hotel pues somos nosotros los que nos dedicamos a subirlos a bajarlos, que se tocan muchos palos; entonces, por eso, se tira de muy poco personal y hacemos de todo, y así van en todas las empresas actualmente, me imagino, vamos. (...) Sí, hay días que terminas y dices: “macho, estoy estresado”, porque te hinchas de trabajar.>> (J, recepcionista, 4 estrellas) La obsesión por la reducción de costes, lleva, sobre todo en los hoteles con actitudes más rentistas, incluso a una tendencia a no respetar los términos del convenio colectivo, e incluso regatear en algunos de sus contenidos (salarios, vacaciones, pagos en especie…): <<La verdad es que cobro lo mismo, yo me pagaban en, en Cazorla me pagaban 150 mil pesetas al mes y aquí lo mismo, lo que pasa es que eh... a lo mejor te ingresan 300 euros el día doce y el veinte te ingresan el resto y te deben la mitad de la paga extra de navidad y en fin y así va…>>(Esther, recepcionista, 3 estrellas). En relación con lo anterior, hemos apreciado cómo el miedo al desempleo genera una situación bastante poco propicia para cualquier tipo de reivindicación. <<Esa falta, pues parece que... como si el trabajador, es lo único que el trabajador, lo único que pretende es que se les reconozca sus derechos, no va a pretender pedir una cosa la cual no esté en el convenio ¿no? Pues lo que la empresa pretende es otra cosa muy diferente ¿no? Que sea una persona sumisa y que sea una persona en la cual si el empresario dice son cincuenta son cincuenta no son cien. P- Lo que quiero decirte um... tú que estás de representante sindical, me comentas que no es fácil que se acerquen a ti, por lo menos el primer. La gente no es que tenga cierta predisposición a ser reacios al sindicato o a representantes de los trabajadores, pero en el momento que a ti te dicen, “esto es lo que hay y no hay otra cosa” pues tú dices vale pues si me interesa me quedo ¿no? >> (Fernando, representante sindical). A pesar de este clima tan desfavorable a las soluciones colectivas de los conflictos laborales, no hemos querido dejar de hacer mención siquiera de la presencia de otras maneras, más individuales y sobre todo más informales, de negociar el esfuerzo (Edwards, 1990) en el centro de trabajo y formular otras compensaciones distintas a las salariales. <<Entonces el trabajador sabía que iba a trabajar el tiempo que le habían dicho, tres o seis meses y entonces iba a sacar el mayor salario posible ¿cómo se saca el mayor salario posible? Pues si tú le cobras a un cliente y le cobras sin factura ¿me entiendes? Pues te quedas con el dinero, así de fácil. Y un trabajador en precario se ve obligado a hacer eso y lo que haga falta, nosotros les llamamos allí normalmente feriantes, porque es eso, el trabajador se tiene que sacar en los tres meses o en los seis meses que le hayan hecho casi el salario como para vivir todo el año, entonces se ve abocado a decir, o se lo quito al compañero de las propinas, o se lo quito a la empresa de donde sea, pero yo al final del año tengo que salir adelante ¿no? y tiene que salir de esa forma.>> (Fernando, segundo recepción, 3 estrellas). No son pocos los entrevistados que nos informan del aparente consentimiento de este tipo de hurtos. Tengamos en cuenta que ello puede constituir una forma barata de mantener salarios bajos y unos trabajadores no excesivamente insatisfechos. Todo ello, en cualquier caso, no hace sino redundar en las desiguales relaciones laborales, a favor de los empleadores, que estamos viendo que se generan en un contexto en que la flexibilidad se impone como exigencia central. No obstante, hemos de matizar esto último de acuerdo con la diversidad que introduce la tipología de hoteles que hemos establecido. El hotel tradicional, pesa a estar también presionado por la reducción de costes y las exigencias de polivalencia, no descuida tanto la formación y estabilidad de su personal, sobre todo en aras de no perder un marchamo de calidad y distinción en un servicio del que tanto depende el prestigio del establecimiento. En las grandes cadenas, de otro lado, se tienen políticas más proactivas de formación. Esta está, además, más estandarizada, dada la posibilidad de movilidad de sus trabajadores entre los distintos hoteles de la cadena. Dicha estandarización se conjuga, a su vez, con la exigencia de la polivalencia del personal, y está también orientada a la reducción de costes. En los hoteles más pequeños, de categoría media o baja, y/o de propiedad familiar, como dijimos más arriba, el control personal y detallado (Edwards, 1990) del director-propietario suele exigir una alto grado de flexibilidad, polivalencia, y disponibilidad hacia la empresa por parte de sus recepcionistas. En estos hoteles la recepción suele actuar como centro neurálgico, y se coloca en los puestos de más responsabilidad muchas veces no al más cualificado, sino al trabajador en quien los propietarios depositan más confianza. En lo que al tema de la formación se refiere, a pesar de la retórica de la importancia de la formación y de la calidad de los servicios, lo cierto es que nos encontramos en prácticamente todos los tipos de empresas una clara tendencia a la externalización de la formación (Marrero, 1990). Se externaliza al sistema educativo, a socializaciones previas (familiares, de género, de clase social, etc.), a otras empresas, a la formación ocupacional financiada con fondos públicos, etc. Esto igualmente responde a una estrategia de reducción de costes. La empresa gasta lo mínimo en formación, quedando ésta bajo la entera responsabilidad del sujeto que sabe, no obstante, que se convierte en un recurso de partida casi imprescindible a hacer valer en un mercado laboral muy competitivo. La empresa, en los mejores de los casos, se limita a informar y alentar a la realización de cursos, casi siempre exteriores al propio hotel, y desde luego realizados durante el tiempo libre de los trabajadores. Queremos destacar finalmente cómo las políticas de gestión de la mano de obra que se centran sólo en la reducción de costes despreocupándose de proporcionar a sus trabajadores carreras laborales donde la formación sea un elemento relevante, corren el peligro de socavar la calidad en la prestación de un servicio final, como es el caso de la recepción (Homs, 1990). Ello puede generar en este departamento una tensión que muchas veces no se resuelve, en tanto nos encontramos en una ciudad con suficiente atractivo turístico como para garantizar una demanda estable de estancias hoteleras cortas, pero que en otros casos se intenta solventar buscando formas, aunque sean las más baratas, de contratación estable de su personal, que garantice una mínima implicación de éste en su trabajo. No queremos dejar, pues, de advertir que la obsesión por la reducción de costes, la intensificación de los ritmos, el dejar de cuidar la formación de un trabajador cuyas competencias interactivas y personales constituyen un elemento central en las cualificaciones que se ponen en juego en el puesto, conlleva un serio peligro de socavar las bases de unas relaciones laborales aceptables, y, en este sentido, un acicate para la aparición de diversas formas de distanciamiento y negociación a la baja del esfuerzo laboral, que en todo caso están reñidas absolutamente con cualquier tipo de planteamiento de prestación de un servicio turístico de calidad. CAPÍTULO 3 Fracaso escolar y exclusión social en la ciudad de Granada73. Francisco Fernández Palomares• Mar Venegas Medina• Antonio Olmedo Reinoso Maica Martínez Serrano Carmen Echeverría Munárriz Joaquina Cabello Hidalgo Isabel Calatayud Becerra Pilar Nieto Carrillo Natalia Rodríguez Rodríguez I. Presentación. Planteamiento general y objetivos. I.1. Planteamiento general. 1. La Constitución Española reconoce a todos los españoles el derecho fundamental a una educación básica que suponga “el pleno desarrollo de la personalidad humana” (art. 27.1 y 2). Para satisfacer ese derecho el Estado ha creado la “escuela obligatoria” que en la actualidad se extiende hasta los 16 años y culmina con la etapa llamada “educación secundaria obligatoria” o “ESO”. No superar con éxito esta etapa, es decir, carecer del certificado que acredita haber alcanzado los objetivos de esta etapa puede considerarse como una prueba objetiva de estar privado de un derecho fundamental. Así pues el “fracaso escolar”, entendido como no consecución del título oficial de “graduado en educación secundaria” que otorga nuestra ordenación educativa, es una contradicción y una situación a considerar como intolerable en una sociedad democrática ya avanzada como la nuestra. Es verdad que la escuela tiene en nuestras sociedades también la función de clasificar y seleccionar a los mejores a los que tienen la s capacidades para la más alta cualificación de puestos de trabajo vitales en el progreso social. Es cierto y estaríamos en la perspectiva de los “vencedores” de una institución como la escolar que es por su naturaleza histórica y social selectiva y competitiva. Pero también es válida, en relación a la escuela en tanto institución de una sociedad democrática, la reivindicación de que nadie puede salir de la etapa obligatoria sin “éxito”, sin haber adquirido ese mínimo cultural que garantice ese desarrollo de la personalidad 73 Este texto, en su integridad, también ha aparecido en una publicación del OESPI en soporte óptico (CD-ROM). Cfr. Cruz Terán, García Caballos et al., eds. (2004), OESPI Materiales de investigación, producciones TIC y proyectos institucionales 2003-2004, Granada, Maristán [ISBN: : 84-932045-4-4 •Investigadores responsables que hemos reconocido como un “derecho fundamental” de todos. La escuela tiene sin duda como una de sus misiones fundamentales en la sociedad democrática que vivimos, la construcción de la cohesión social. 2. Pero en la escuela hay otras apuestas más empíricas y reales. La sociedad del conocimiento en que vivimos aumenta la importancia de la función cualificadora de la escuela. La globalización económica, la deslocalización de la producción hacen la economía más incierta, menos previsible y todos los expertos apuntan a que la elevación de la cualificación de la población es una de las bazas más necesarias para hacer frente con éxito a un escenario tan móvil como el que vivimos. Los cambios y las tareas imprevistas que nos encontraremos podrán ser enfrentados con mayor posibilidad de éxito si disponemos de una población cualificada. De ahí la apuesta decidida en el horizonte de la Europa del 2010 por la elevación de los niveles escolares de toda la población sin excepciones. 3. Por otra parte la inestabilidad y aumento de la competitividad que caracteriza a los mercados de trabajo en la actualidad hace que, cuando los recursos y oportunidades educativas se han generalizado y son tan abundantes, el fracaso escolar, la no consecución de los niveles obligatorios sea más peligrosa y puede tener peores consecuencias; el aumento de la competitividad puede encontrar en la carencia de toda credencial escolar una justificación suficiente para la explotación más fuerte. 4. Puede discutirse la relación entre fracaso escolar y exclusión social. No cabe desde luego afirmar una relación mecánica. Pero sí podemos afirmar que el éxito escolar es un claro signo de “inclusión social”. Que son muchos los estudios que coinciden en señalar que el fracaso escolar es una característica frecuente en los colectivos excluidos (presos, drogadictos, etc...). El fracaso en la escuela por lo que puede implicar de deterioro en el desarrollo personal, debe considerarse al menos como una situación de alto “riesgo” de cara a la “exclusión”. Todas estas son razones para justificar y presentar la inclusión de un estudio sobre el Fracaso escolar como subproyecto del Observatorio sobre Exclusión Social y Políticas de Inclusión (OESPI) de la ciudad de Granada I.2. Objetivos. El presente subproyecto se planteó los siguientes objetivos: 1. Conocer las dimensiones del fenómeno del “fracaso escolar” en la ciudad y su distribución por barrios (en la medida que se relacionan con grupos sociales). Entendemos el fracaso escolar de la manera más habitual como “no obtener la titulación que acredita haber superado con éxito la escolaridad obligatoria (ESO)”, y por tanto no haber alcanzado los objetivos y niveles de desarrollo personal que la definen como etapa educativa básica y obligatoria. 2. Profundizar la naturaleza del fracaso escolar: ¿Fracaso escolar o fracaso y crisis de la escuela? Nos interesa profundizar el análisis de la institución escolar, su carácter de “clase” o su carácter democrático y su orientación hacia una “escuela para todos”. Cómo se contempla la diversidad social (más allá de la diversidad de género o étnia, tan de moda) en las escuelas concretas. El papel y los efectos que tiene esa diversidad en las relaciones profesorado y alumnado y de los centros y en particular el profesorado con las comunidades o grupos sociales para los cuales trabajan como gestores de la institución escolar. Acercarnos a lo que de choque cultural de clase pueden tener las “dificultades de aprendizaje” o el “rechazo escolar” y en definitiva, los “suspensos”. Verificar la capacidad explicativa que esta hipótesis del choque de culturas de clase, puede tener de fenómenos como la “inadaptación”, la “violencia escolar”, la “apatía” o el “rechazo”... y tantos otras palabras relacionadas o incluidas en lo que se llama el fracaso escolar. Y también ver de qué manera funciona esta dinámica en la formación de identidades de los sujetos de clases trabajadoras, que podrán ser de signo “negativo” en los considerados y etiquetados como “fracasados”. Queremos ver el papel que juega el hecho del alargamiento de la etapa obligatoria y los modelos con que esta situación se está abordando (modelo académico propio de los profesores de Instituto, o “modelo educativo” propio de los maestros que han promocionado a profesor de secundaria) así como el carácter de “inevitable” asignado a ciertas opciones que se imponen a muchos grupos y contextos sociales y que sustituyen los últimos años de escolaridad por fórmulas de iniciación profesional (“no escolares”) en oficios manuales. Pretendemos movernos en los siguientes tres niveles: a) el individual concretado en las identidades fabricadas por la escuela en los “fracasados” y en la descripción y explicación de los itinerarios de inserción que van construyendo; b) de centro: profesorado, apoyos y medios institucionales, modelo escolar o de currículo dominante tanto explicitado como el “oculto”... y c) de territorio o contexto (capitales familiares, clase social, barrio y vida asociativa vinculada a las dinámicas escolares, políticas educativas municipales...). 3. Relación entre fracaso escolar, clase social e itinerarios de inserción social y laboral. Estudiar los itinerarios de inserción que recorren las personas que “fracasan”, es decir, que no obtienen la titulación positiva final correspondiente al tramo de la escolaridad obligatoria o que son derivados sin otra alternativa posible hacia los Programas de Garantía Social o su equivalente en la nueva legislación. Conocer estos itinerarios permitirá apoyar el funcionamiento de los dispositivos institucionales nuevos que se están creando en el ámbito de las políticas sociales. Pensamos que estos sujetos van construyendo un itinerario de inserción laboral y social muy complejo donde se alternan: a) recursos formativos informales como FPO, cursillos del INEM, Escuelas Taller, b) demandas de ayuda y apoyo a las múltiples instituciones que se constituyen en este ámbito de la inserción (asociaciones, organismos municipales, autonómicos, etc...) y c) entradas y salidas rápidas y cortas en el mercado laboral secundario donde son frecuentes los bajos salarios, el trabajo absolutamente desregulado y explotador, sin contratos ni las más mínimas garantías sociales. 4. Conectar investigación y práctica: implicación de nuestro trabajo en la vida cotidiana de los centros educativos. Consideramos incompleto un estudio que no contemple una dimensión aplicada de sus resultados. Para ello, trataremos de conectar los resultados de nuestra investigación con la realidad cotidiana de las instituciones educativas, esto es, hacer llegar al profesorado y otros agentes implicados, las conclusiones y observaciones que dé como fruto nuestro análisis, a fin de poner esta investigación al servicio de la transformación de las debilidades que se detecten en el sistema educativo actual y de su necesaria transformación y mejora para conseguir una escuela de calidad para todos. Pretendemos que una vez finalizado, las conclusiones de nuestro trabajo sean debatidas por los agentes sociales en grupos de discusión. II: Marco teórico. 1. De la estructura a la experiencia. Siguiendo a Dubet y Martuccelli (1997), ofrecemos un breve recorrido por los principales paradigmas en sociología de la educación, para dar cuenta del recorrido teórico desde el énfasis en las estructuras sociales, pasando por la centralidad de la acción social, hasta llegar al actual intento por integrar ambos enfoques. En la sociedad postindustrial (años ‘60), la “teoría del capital humano” destaca la inversión en educación como sinónimo de promoción social, lo cual no se cumple para las clases obreras, con lo que se cuestiona la función igualitaria de la escuela y se observa que masificación no conlleva democratización. Las fuentes de diferenciación entre el estudiantado son la influencia del medio geográfico y social y de los modelos familiares, la forma de inculcación de las normas culturales, los sistemas de creencias de la familia, los códigos lingüísticos… Se habla también de “escuela de clase”: la cultura escolar como legitimadora de una cultura de clase. Existen dos vertientes: 1) la primacía de la cultura hegemónica: Bernstein y su teoría de los códigos lingüísticos; 2) legitimación y reproducción de la dominación social, Baudelot y Establet, que entienden las relaciones sociales como relaciones de producción. Con “escuela de las desigualdades”, Boudon y Berthelot o Collins observan la escuela como origen de todas las desigualdades sociales. El modelo crítico de las “teorías de la reproducción”, centradas exclusivamente en el constreñimiento estructural sobre la acción social, está liderado por Bourdieu y Passeron, que destacan la brecha entre la cultura social y la escolar. La desigualdad educativa, reflejo de la social, es estructural, no natural; sin embargo, el privilegio, al ser legitimado por una cultura escolar de clase media, aparece como mérito individual o propio (sistema meritocrático). El sistema educativo consiste, pues, en el conjunto de aparatos de reproducción de la desigualdad social, que opera a través de los títulos escolares y que en sus objetivos y resultados tiende a favorecer a los favorecidos y desfavorecer a quienes ya están en las posiciones sociales más bajas. La mayor contradicción de este planteamiento, según lo plantea Subirats, radica en la insistencia sobre la reproducción de la estructura social, sin dejar abiertas posibilidades de cambio estructural a través de la acción social. A finales de los ‘90, Dubet y Martuccelli (1997) sintetizan estos paradigmas, más estructurales, a excepción del de Willis, más centrado en la acción, para integrar estructura y acción sociales. Según ellos, tres tipos de lógicas se interrelacionan en la experiencia cotidiana del sistema educativo: 1) integración, interiorización de roles sociales mediante la socialización (la escuela reproduce las estructuras sociales a través del habitus). 2) Subjetivación, construcción de la identidad mediante la educación (la escuela produce sentido). 3) Estrategia, distribución de las competencias (mediante los itinerarios y títulos educativos diferenciales). Estudiantes; padres y madres (destacando el poder patriarcal y sexista del pater familias); profesorado y personas expertas en infancia y juventud son los agentes sociales implicados en la educación74, en equilibrio precario por divergencia de objetivos. Para analizar la estructura social, estudian las culturas familiar y escolar, detectando una brecha sociocultural entre ambas, que produce formas de violencia simbólica (Bourdieu y Passeron, 1977). Entienden Dubet y Martuccelli que, con la masificación de la escuela, ésta se convierte en un conjunto de relaciones y experiencias, siendo la dificultad del sistema educativo para 74 De ahí que en nuestra investigación hayamos querido aproximarnos a la influencia de estos agentes sociales en el proceso de integración y subjetivación de las/os jóvenes objeto de estudio. conciliar racionalidad humanitaria e instrumental una de las razones de su fracaso como institución. Como políticas alternativas, plantean: 1) reforzar la autonomía de los centros; y 2) contrarrestar la desigualdad estructural mediante discriminación positiva y el principio de compensación. Psicologizar el fracaso escolar, insisten ellos, significa dejar intactas las estructuras sociales. La experiencia liceísta75 se caracteriza por la superposición de las condiciones de joven y de estudiante; las calificaciones determinan los itinerarios educativos y la autovaloración; se observa falta de vocación por falta de un proyecto educativo y de motivación: la escuela no aporta nada. Ello marca la actitud hostil hacia el profesorado y el distanciamiento entre culturas familiar y escolar. La juventud, en el seno de la cultura de masas actual, da la espalda a la escuela y reside en la calle. Los autores ven una contradicción entre la autoafirmación, la expansión personal y el éxito social, peor en las clases populares.. De entre sus figuras de subjetivación liceísta, destaca la de quienes reaccionan contra la escuela, bien mediante un rechazo por fracaso (resistencia al orden escolar; Willis, 1977), bien mediante reconstrucción a través de la formación profesional (la subjetividad se construye alejada de la escuela). Sólo se mencionan pequeñas experiencias, generalmente en precario, de quienes recurren al mercado laboral promovidos por el hastío ante experiencias de fracaso educativo, ya sea por necesidad de incrementar su autoestima, ya por necesidades económicas. 2. Exclusión y clase social. Esta relación sociológica ocupa un lugar prioritario en nuestra investigación, que hemos querido recoger de la mano de Castel (1995, 2001). Para él, se viene produciendo un aumento de personas en riesgo de exclusión social, así como de la distancia entre personas “incluidas” y “excluidas” en la sociedad. Diferencia tres zonas sociales: 1) de integración; 2) de vulnerabilidad, “precariedad en relación al trabajo y (…) fragilidad de soportes relacionales” (Castel, 1995:29); y 3) de exclusión, “de gran marginalidad, de desafiliación, en la que se mueven los más desfavorecidos”76 (Ibíd.). La vulnerabilidad ha estado históricamente próxima a la integración, debido a la protección social del Estado del Bienestar. Sin embargo, desde los ’80, el trabajo pierde su centralidad por precarización del empleo y paro de larga duración, desestructurando los ciclos de la vida; además, se desmembran los lazos sociales. Con ello, se prioriza el contrato indefinido y se produce el “descrédito de la escuela” (p.33), al no poder garantizar ya la igualdad de oportunidades. Para Castel, “si formación y empleo forman efectivamente una pareja, su articulación no puede ser eficaz poniendo únicamente el acento en la formación” (p.36), no tiene sentido luchar contra la exclusión en un mercado capitalista de por sí excluyente. La alternativa reside, pues, en las políticas de integración. Castel (2001) analiza también “las transformaciones internas de la condición salarial”77 (Castel, 2001:37). La “transformación sociológica profunda de la estructura de la condición salarial” (Ibíd.) ha llevado a que la cuestión de la clase obrera deje de ser la cuestión social por excelencia. En el paso de la sociedad industrial a la salarial, la clase obrera estaba políticamente organizada, pero socialmente subordinada, centrando sus demandas en un reparto más igualitario de los recursos. Desde 1968, desagregación del salario, paro y precariedad laboral emergen como los dos grandes riesgos, iniciando un proceso de individuación sobre los valores de lo colectivo y la solidaridad de clase. Se transforman también el mercado de trabajo y las condiciones del mismo. 75 Equivalente a nuestra secundaria. 76 Énfasis del autor. 77 Énfasis del autor. 3. Experiencia escolar y búsqueda de sentido fuera de la escuela. Partiendo de esas experiencias de fracaso escolar78 que han constituido nuestro objeto de estudio, hemos considerado fundamental acercarnos, pues, a los procesos de construcción de identidad y sentido fuera de la escuela. Para ello, hemos seguido los trabajo de Willis (1977, 2003), McRobbie (1978) y Skeggs (1997). Para Willis (1977), centrado en la experiencia de los chicos de clase obrera, la familia obrera es un foco de resistencia y exclusión frente a la escuela. Su contracultura escolar emerge como el mayor espacio de objetividad y subjetividad del fracaso escolar. El profesorado segrega a la clase obrera, por identificarla con violencia. La escuela representa el orden de lo formal y aburrido. Su aprendizaje se da más en su entorno social que en la escuela. Manifiestan sus deseos de libertad mediante actos como dormirse, cachondearse, escaquearse (insubordinación); pero ello esconde también una cara amarga. El trabajo es más valorado porque proporciona dinero para diversión y cierta ‘libertad’, pone en contacto con la realidad y enseña a desenvolverse en la vida. El grupo de pares es un espacio fundamental de socialización en la vida de los colegas; cada grupo tiene sus códigos interpretativos, estéticos y de consumo. La violencia se convierte en una forma de expresión de rebeldía, identificación con el grupo y signo de masculinidad, junto a un fuerte sexismo y racismo. La noche representa el mundo de la emoción, contrapuesto a lo aburrido y normativo del día. McRobbie (1978), por su parte, recoge la experiencia de las chicas, quienes cuestionan ciertos roles femeninos, pero reproducen los tradicionales, especialmente los de cuidado. Solidaridad de grupo y romance definen sus experiencias y discursos. Las carencias económicas familiares les obligan a desempeñar trabajitos para pagarse sus caprichos. La sexualidad es vivida sólo en sus umbrales, en un entorno sexista. Cuando se accede al trabajo, el romance pasa a un segundo plano a favor de aspectos como la moda. Se ven incluidas en una carrera que culmina en el matrimonio. Sus experiencias difieren de las de sus hermanos y de las de chicas de clase media. La adolescencia abre espacios nuevos: responder a las imposiciones de la feminidad, la atracción por los chicos, la importancia del atractivo físico, de la popularidad, etc. La falta de logro de estos aspectos se traduce en articulaciones de clase, género y antiescolaridad: se maquillan mucho, se pelean con sus novios en voz alta para llamar la atención de la clase. En la familia, si el ambiente es bueno, no hay contradicciones de clase y género como en la escuela, por lo que no necesitan recurrir a estrategias defensivas. En una línea similar, Skeggs (1997) insiste en las estrategias de las jóvenes de las clases obreras de resistencia y de imitación de una respetabilidad impuesta por la clase media y que legitima a ésta: “No ser respetable significa tener escaso valor social o legitimidad” (Skeggs, 1997:3). Las representaciones de clase, más que ser reproducidas, son contestadas. La educación se convierte en una forma de deslegitimación y limitación del valor de su capital cultural, debido a su posición en la estructura social. Skeggs parafrasea a Willis (1977) para afirmar que “La clase es experienciada por las mujeres como exclusión. Mientras que los hombres de clase obrera pueden hacer uso de la clase como una fuente positiva de identidad” (cf. Skeggs, 1997: 74). Además, “el cuerpo y las disposiciones corporales contienen las marcas de la clase social” (p.82), lo que se deja ver en sus prácticas. Mediante la vigilancia ejercida sobre estas prácticas tiene lugar lo que Bourdieu denomina “violencia simbólica” (cf. Skeggs, 1997:90). 4. Nuevas formas de fracaso escolar. 78 Entendemos este fenómeno como construido y definido por el sistema educativo, más que generado por la persona que experimenta ese fenómeno. No fracasan las personas, sino el sistema, dada su rigidez e incapacidad de dar respuestas a las situaciones sociales que se le plantean. Especialmente en la segunda mitad de los ’90, se plantea el aumento del fracaso escolar como fenómeno ascendente, especialmente debido a la extensión de la escolaridad obligatoria hasta los 16 años y a la mayor comprensividad del sistema educativo, de manera que las alternativas, más que ofrecerse desde el seno de este sistema, se plantean fuera del mismo, en lo que desde se denomina “la escuela de la segunda oportunidad” (Cuadernos de Pedagogía, nº 268, 1998:37), como resultado de la transferencia de los y las fracasadas del sistema a dispositivos externos al mismo; se añade, también, que los efectos del fracaso son más demoledores que nunca, en la medida en que suponen exclusión no sólo escolar, sino también laboral y social79. Moreno (2004) se lamenta de que tantas reformas y contrarreformas no han hecho sino alejar a la escuela de sus necesidades reales de adaptación a los cambios sociales y la multiplicidad de flujos de información actuales. La escuela ha quedado, así, anquilosada, anclada en el modelo decimonónico en el que fue concebida, sin capacidad de dar respuesta a las demandas sociales, de manera que gran parte de su pública está desertando de la pública para irse a la concertada. Todo ello, reflejo de una nueva estructura social. Reclama, pues, la necesidad de hacer de la escuela un espacio de reflexión conjunta y de extensión de la ciudadanía, lejos de las “leyes de calidad”. Y defiende que, lejos de tratarse de un fracaso del estudiantado, se trata del fracaso de la escuela como institución. Considera que las soluciones políticas, más que en las teorías pedagógicas, habrán de ser buscadas en la cotidianeidad de las aulas, haciendo especial hincapié en las experiencias y opiniones del profesorado. 5. Experiencia e inserción laboral Junto al fenómeno del fracaso escolar, el otro pilar de nuestra investigación lo constituyen los procesos de inserción laboral. Para dar cuenta de ello, hemos seguido el planteamiento de Planas y cols. (1995), quienes analizan la transición a la vida adulta, centrada en formación, trabajo, familia y vida social. Su análisis de las trayectorias parte de la posición inicial de la persona en la estructura social. Afirman que la inserción profesional y social incluye procesos tanto de socialización como de subjetivación80. Recogen diversidad de experiencias y trayectorias y articulan un proceso social (dimensión estructural) y un conjunto de estrategias y vivencias (dimensión de la acción social). Con “itinerario formativo”, se refieren a tiempo, tipo de certificado, logros académicos o falta de ellos, simultaneización o no con trabajo remunerado y/o responsabilidades familiares. El “itinerario laboral” es el conjunto de actividades económicas remuneradas, lugares de trabajo, tipos de actividades, empresa, forma de recualificación. En definitiva, con “itinerario” se refieren a un proceso sociohistórico y sociohistóricamente determinado; biográfico; determinado institucional y políticamente; que presenta diversidad de modelos según partida, tránsitos, llegada y logros. Con este planteamiento de fondo, Casal (1996) analiza las trayectorias de formación, inserción profesional y emancipación familiar de jóvenes, como “sistemas de transición”. Como contexto social de fondo, el autor destaca “la crisis estructural del mercado de trabajo y el nuevo capitalismo informacional” (Casal, 1996:297), junto a un proceso de dualización social. Habla de cuatro rasgos del “sistema europeo en transición” (p.306) que viene gestándose desde los ’70: escuela de masas y segmentaciones en trayectorias de formación; crisis estructural del mercado laboral; tradición social europea frente al resurgir del neoliberalismo e impacto estructural en el sistema productivo de la nueva sociedad informacional. Unos años después, Casal (2002) hace un estudio partiendo de dos supuestos: la desresponsabilidad por parte del sistema educativo de cara al proceso de transición, y las representaciones sociales 79 Recordemos que esta afirmación cobra sentido a la luz de los cambios socioeconómicos que se vienen dando desde los años ’80, especialmente en relación al mercado laboral (procesos de precarización del mismo). 80 Recuérdese que se trata de dos procesos que ya vimos analizados en Dubet y Martuccelli (1997). distorsionadas respecto de este proceso. Él plantea la individualización de la transición, como problema del cual se responsabiliza a la juventud, en lugar de localizarlo en las estructuras sociales de “la economía global y capitalismo informacional” (Casal, 2002:82), que abre nuevos contextos de transición de la escuela al trabajo. Habla de tres itinerarios: los próximos al fracaso escolar; las certificaciones profesionales desde la escuela postobligatoria que sitúan en posiciones próximas al empleo; y los itinerarios muy largos en la universidad y certificaciones superiores. Conde y Gómez (2001), por su parte, destacan la brecha generacional entra padres/madres y jóvenes en nuestros días. Una de las causas de estas diferencias podría ser, según ellos, “la relación con el trabajo y el acceso a la vida adulta”, tras la pérdida de centralidad del trabajo desde los ’80. Junto a ello, el diferencial de clase se refiere a la distancia social entre jóvenes de clases medias y altas, con claras posibilidades de inserción laboral y social, y quienes proceden de clases populares, para quienes estas formas de inserción resultan más difíciles. Por otro lado, se produce un fenómeno en espiral relacionado con el consumo (excesivo) y las presiones en torno a la emulación de un estilo de vida basado en el mismo, y al alcance sólo de quienes disponen de más recursos económicos para ello. Para los autores, la alternativa radica en la reconfiguración de las trayectorias laborales, para lo que apelan a la intervención del Estado. Para Alonso (2002), como para Casal (1996, 2002), la cuestión central radica en la necesidad de políticas de cohesión social. Se trata de poner en entredicho el modelo de Estado de Bienestar keynesiano y plantearse hacia dónde nos dirigimos en relación a educación, trabajo e inclusión social, desde un punto de vista político. Alonso defiende la necesidad de vincular lo individual con lo social: precarización del trabajo y desregulación de la economía están en la base de las dificultades de vincular la experiencia subjetiva de las trayectorias individuales con una conciencia colectiva que haga posible la emergencia de vínculos sociales. La ciudadanía asiste, así, a una tendencia política y económica que limita su extensión. Más que hablar del fin del trabajo, insiste Alonso, es necesario reconocer un cambio radical en la esfera laboral. III. Metodología seguida. Estos objetivos nos han llevado a optar por una metodología cualitativa. Hemos interpretado el fenómeno a través del método constructivista. En cuanto a la técnica empleada, nos parecía que, lo más adecuado para nuestros objetivos, era optar por la entrevista en profundidad, para poder, así: 1) acceder a las trayectorias educativo-laborales que nos permitieran entender nuestro objeto de estudio, esto es, el fracaso escolar; 2) conocer las trayectorias docentes y supuestos o esquemas profesionales del profesorado que trabaja con un público que presenta un perfil de fracaso; 3) estudiar las estrategias y explicaciones de las familias con hijas/os que fracasan en el sistema educativo, para entender cómo tienen lugar los procesos de reproducción social. Naturalmente que el objetivo primero de cuantificar y conocer la distribución territorial del “fracaso”, había que hacerlo a través de acceso a fuentes estadísticas escolares de las que tiene la administración, y su adecuada elaboración. En concreto, hemos hecho historias de vida de chicas y chicos jóvenes que han abandonado la Educación Secundaria Obligatoria sin haber conseguido el título de Graduado Escolar. Además, hemos realizado entrevistas en profundidad del profesorado, en concreto, de profesoras/es que trabajan en centros con un volumen elevado de fracaso escolar. Finalmente, padres y madres de clase obrera con hijas/os con dificultades en la escuela, pero que se interesan por que sus hijos tengan éxito escolar, han constituido nuestro tercer grupo de agentes sociales entrevistados. Por tanto, a tenor de estas características metodológicas de nuestro estudio, que acabamos de señalar, ofrecemos un nivel microsociológico de análisis, centrado en las prácticas y experiencias de las personas entrevistadas, tal como queda recogido en sus discursos. Así, nuestro protocolo de entrevista al alumnado consta de siete grandes bloques, a través de los cuales tratamos de recabar información sobre cómo perciben estas personas su situación actual, reflexionando sobre su pasado y las creencias que actualmente configuran su pensamiento. Estos siete bloques son: 1. Familia y entorno. 2. Trayectoria escolar: se trata de poner especial énfasis en cómo el sujeto percibe su propia historia de escolarización, las relaciones con el profesorado y sus propios compañeros y compañeras, sus concepciones de los elementos de la institución escolar y su cultura... 3. Grupo de pares: cómo son percibidas las relaciones dentro del grupo de iguales y cómo se configuran los mismos (costumbres, actividades…). 4. Mercado laboral: en el cual se intenta profundizar tanto en las creencias y expectativas como en las estrategias que las personas desarrollan con respecto a sus posibilidades dentro del mercado laboral, así como las primeras experiencias que han tenido ya en él. 5. Conciencia ciudadana: en este bloque intentamos conocer las cuestiones relacionadas con su grado de participación social y política (ciudadanía). 6. Ocio: se trataba de conocer las formas de diversión tanto individuales como en grupo. 7. Medios de comunicación: partimos de la idea de que se trata de una de las instituciones sociales con mayor poder socializador y mayor capacidad de configuración de valores socioculturales imperantes. Así, al abordar este tema, pretendíamos reconstruir estos valores para conocerlos desde su propia visión. El protocolo de entrevista al profesorado se dirigía a explorar las actitudes y actuaciones del mismo en relación con los sujetos que fracasan en la escuela y tenía lo siguientes bloques: 1. La propia práctica profesional. Si la ve hoy más difícil que antes, si tiene los apoyos materiales y formativos necesarios, metodologías, sistemas de evaluación, atribución del éxito y el fracaso, el conocimiento del alumnado... 2. El alumnado. Conocimiento concreto del tipo de alumnado qie tiene y actitudes hacia ellos (motivación, compromiso...) 3. Aspectos relacionados con el centro escolar. Proyecto, organización, dirección... 4. El entorno social. La comunidad educativa. Actitudes y poniones sobre la participación de los padres y otros agentes y sobre las relaciones con eol entorno social. 5. La política educativa. Las reformas, las leyes, la caída del nivel, la escuela pública y la concertada, la ampliación de la edad de la escuela obligatoria, etc... El protocolo de entrevista a los padres tenía los siguientes bloques: 1. La experiencia escolar de los padres. Recuerdos y opiniones sobre la escuela que ellos tuvieron comparando con la actual. 2. Visión del cambio social. Aspectos generales. 3. La vida y la educación familiar hoy. Su experiencia de educación y la relación con sus hijos adolescentes. 4. La experiencia escolar de los hijos. 5. Ideas sobre la escuela. Los profesores, comparación entre escuela e instituto, las metodologías, la atribución del éxito escolar, la justicia escolar, etc... 6. El departamento de orientación. Si lo conoce, experincias que ha tenido, relaciones... 7. La participación. El Consejo Escolar. La muestra: -Alumnado. Se ha entrevistado a 17 chicos y chicas, que han fracasado en la ESO (no han obtenido “graduado”) y que ahora participan en Proyectos de Garantía Social, Escuelas Taller, etc... Todos ellos de familias de clase obrera (trabajos manuales o servicios nivel bajo, que viven en barrios de clases populares (Zona Norte, Chana, Zaidín...) -Profesorado. Se ha entrevistado a nueve profesores y profesoras; además una directora y una orientadora de centros a los que asiste alumnado de clase obrera y que se ubican en zonas que sabemos se consideran de difícil y complicada escolarización. -Por último se ha entrevistado a nueve familias (siete madres y dos padres) todas ellas de clase obrera, con hijos en la ESO y que van saliendo adelante con cierta dificultad, pero que ellos, los padres, se preocupan y están interesados en el éxito escolar. IV. Resultados. IV.1. La situación del “fracaso escolar” en la ciudad de Granada. Ha sido laboriosos obtener los datos con que hemos trabajado. En principio pretendimos conseguirlos directamente de los centros, donde pensábamos había un seguimiento de la trayectoria del alumnado al finalizar la ESO: es decir un registro de datos de cuantos iban al Bachillerato, cuantos a los Módulos de grado medio o a otros sistemas de Formación Profesional, cuantos repetían, cuantos se incorporaban al trabajo, o cuantos simplemente desaparecían o no hacían nada. Pero no era así. Intentamos conseguirlos de la Administración y lo intentamos directamente en la Consejería, también en la Inspección y en la propia Delegación. Y al final pudimos hacernos con los resultados de la Evaluación final de la ESO en todos los centros de la capital, referidos al curso 2001-02. Distribuimos los centros en un mapa de la ciudad y los agrupamos por barrios y por tipo de enseñanza, y a partir de ello hemos elaborado los cuadros 1, 2 y 3 y sus correspondientes gráficos, que nos permiten un acercamiento a la situación en datos cuantitativos. De su lectura puede deducirse lo siguiente: - El fracaso (porcentaje de alumnado que “promociona”) en la ciudad de Granada no es más elevado que la media nacional que se supone están en torno al 26 % de los alumnos que terminan la ESO. - La cifra de alumnado que obtiene el graduado sin ninguna materia pendiente sí es ciertamente baja (el 51’5). Pero no tenemos por el momento referencias comparativas que sin duda habremos de buscar más adelante. - Hay una clara distribución territorial del fracaso que afecta más a unos territorios que a otros. Los barrios de clases trabajadoras (Norte, Zaidín, Chana y Albaycín) tiene porcentajes de graduados inferiores a los barrios de clases medias (Centro, Camino de Ronda y Realejo). Y lo complementario: tiene porcentajes claramente más altos de “no graduados más certificados”. La situación es más dura en la Zona Norte. Ver cuadro y gráfico 1. - Desde el punto de vista del sexo, las mujeres tienen porcentajes de éxito superiores a los de los varones. En la media de la ciudad algo más de seis puntos por encima. Se da la diferencia en todos los barrios , menos en la Zona Norte en que se igualan (pero hay una cifra de mujeres matriculadas muy inferior, lo cual quiere decir que una gran parte de las mujeres están escolarizadas en centros fuera del barrio), y en el Albaycín (donde también las cifras de matrícula son bajas). Ver cuadro y gráfico nº 2. - Por tipo de enseñanza, la concertada y privada presenta tasas (algo más de 8 puntos en el total) más altas de graduados que la pública. Y la diferencia se agranda en los barrios de clases medias, tal vez mostrando una clara segregación por clase social y tipo de centro en las poblaciones de los centros de esos barrios. En Chana y sobre todo la Zona Norte prácticamente no hay diferencias lo cual podría sugerir la hipótesis de que las diferencias en resultados no se relacionan tanto con el tipo de centro o de enseñanza sino con el tipo de población que asiste a ellos. Cuadro nº 1. Porcentaje de total de alumnado que “promociona” (obtienen el graduado en educación secundaria) con todo aprobado, con alguna asignatura suspensa, o que “no promociona”, en los barrios de la ciudad de Granada y en el total de la ciudad. Curso 200102. 651 463 43,9 46,7 Promocionan con alguna pendiente (%) 22,6 29,2 695 1120 215 58,4 43,1 67,9 27,9 29,6 13,0 13,7 27,2 19,1 100 100 100 908 213 4265 61,8 45,5 51,5 24,8 32,9 26,5 13,4 21,6 22,0 100 100 100 Promocionan con todo aprobado. (%) Barrio N ZONA NORTE CHANA CAMINO DE RONDA ZAIDÍN REALEJO ZONA CENTRO ALBAYCÍN GRANADA No promocionan + certifican TOTAL (%) 33,5 100 24,2 100 Gráfico nº 1. Totales en barrios y municipio 100% 13,7 13,4 19,1 24,2 21,6 27,2 22,0 33,5 80% 13,0 27,9 24,8 26,5 29,2 60% No promocionan + certifican 32,9 29,6 Promocionan con alguna asignatura 22,6 Promocionan con 0 asignaturas 40% 67,9 61,8 58,4 20% 43,9 51,5 46,7 45,5 43,1 0% ZONA NORTE CHANA CAMINO DE RONDA ZAIDÍN REALEJO ZONA CENTRO ALBAYCÍN GRANADA Cuadro nº 2. Porcentajes de alumnado que promociona o no promociona según sexo, en los barrios y en la ciudad de Granada. Curso 2001-02. No BARRIO N SEXO promocionan + Promocion an TOTAL certifican (%) Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres ZONA NORTE CHANA CAMINO DE RONDA ZAIDÍN REALEJO ZONA CENTRO ALBAYZÍN GRANADA 361 290 214 249 371 324 554 566 81 134 432 476 113 100 2126 2139 (%) 34,1 32,8 29,9 19,3 16,4 10,5 31,8 22,8 19,8 18,7 17,1 10,1 20,4 23,0 25,3 18,8 65,9 67,2 70,1 80,7 83,6 89,5 68,2 77,2 80,2 81,3 82,9 89,9 79,6 77,0 74,7 81,2 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Gráfico nº 2. 100% 10,1 10,5 19,3 34,1 32,8 16,4 22,8 29,9 19,8 18,7 17,1 20,4 23,0 18,8 25,3 31,8 80% 60% No promocionan + certifican 89,9 Hombres Mujeres 70,1 80,2 81,3 82,9 81,2 79,6 77,0 74,7 Hombres 67,2 77,2 Mujeres 65,9 83,6 Hombres 89,5 80,7 40% 68,2 20% ZONA NORTE CHANA CAMINO DE RONDA ZAIDÍN REALEJO ZONA CENTRO ALBAYZÍN Mujeres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres 0% GRANADA Promocionan Cuadro nº 3. Porcentajes de alumnado que promociona o no promociona según tipo de enseñanza (“pública” o “concertada + privada”), en los barrios y en la ciudad de Granada. Curso 2001-02 No Tipo de Promocionan promocionan BARRIO N TOTAL enseñanza (%) + certifican (%) ZONA NORTE PÚBLICA CONCERTADA PÚBLICA CHANA CONCERTADA CAMINO PÚBLICA DE RONDA CONCERTADA PÚBLICA ZAIDÍN CONCERTADA REALEJO CONCERTADA ZONA PÚBLICA CENTRO CONCERTADA PÚBLICA ALBAYZÍN CONCERTADA PÚBLICA GRANADA CONCERTADA Gráfico nº 3. 178 473 306 157 232 463 534 586 215 262 646 73 140 1585 2680 66,9 66,4 76,5 74,5 81,0 89,0 66,3 78,7 80,9 76,0 90,9 80,8 77,1 72,7 81,1 33,1 33,6 23,5 25,5 19,0 11,0 33,7 21,3 19,1 24,0 9,1 19,2 22,9 27,3 18,9 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100% 9,1 11,0 23,5 33,1 19,0 21,3 25,5 33,6 19,1 19,2 24,0 22,9 18,9 27,3 33,7 80% 60% No promocionan + certifican 90,9 89,0 40% 66,9 66,4 PÚBLICA CONCERTADA 76,5 81,0 78,7 74,5 80,9 80,8 76,0 77,1 81,1 Promocionan 72,7 66,3 ZONA NORTE CHANA CAMINO DE RONDA ZAIDÍN REALEJO ZONA CENTRO ALBAYZÍN CONCERTADA PÚBLICA CONCERTADA PÚBLICA CONCERTADA PÚBLICA CONCERTADA CONCERTADA PÚBLICA CONCERTADA PÚBLICA PÚBLICA 0% CONCERTADA 20% GRANADA IV. 2. La perspectiva de los alumnos. Interpretación de las entrevistas. Antes de comenzar con la interpretación de la información, es necesario, primero, hacer un breve comentario sobre el perfil sociodemográfico de la población objeto de estudio. Se trata de 17 jóvenes, 6 chicas y 11 chicos de entre 15 y 22 años, que, en la práctica totalidad de los casos, han abandonado el sistema educativo sin haber conseguido el Graduado Escolar. Salvo alguna excepción, la mayoría vive en los barrios periféricos de la ciudad de Granada, tradicionalmente constituidos por población de clases obreras, o en pueblos pertenecientes al área metropolitana. Estos barrios son Zaidín, Chana, Albaycín, Almanjáyar y Polígono de Cartuja. También hay una chica que vive en un barrio más céntrico, siendo la única persona de clase media de nuestra población objeto de estudio. Las personas entrevistadas cursan algún módulo ofertado por una escuela taller, una casa de oficios o realizando algún Programa de Garantía Social. Los módulos a los que nos referimos son electricidad, carpintería metálica e instalaciones, donde, salvo dos chicas, todos son chicos; geriatría y ayuda a domicilio, en que todas son chicas. Excepto un chico y dos chicas de etnia gitana, el resto son de etnia paya. En cuanto al número de hermanos, ronda entre uno y dos, con una excepción en la que nos encontramos con una familia numerosa compuesta por seis hermanos. Algunos/as están aún estudiando, sobre todo si tienen edades inferiores a las de nuestras/os jóvenes; quienes trabajan, lo hacen en tareas manuales: electricidad, construcción, limpieza; aunque es también frecuente que se encuentren desempleadas/os. Las edades de las madres están comprendidas entre los 38 y los 50, aunque hay una con 60, enferma de esclerosis múltiple; cuatro son limpiadoras a domicilio, dos trabajan con su pareja en el mismo oficio (hostelería y venta ambulante); una es funcionaria de RENFE. Las edades del padre oscilan entre los 39 y los 52 años; la práctica totalidad desempeña tareas manuales: electricidad, albañilería, guardia de seguridad, hostelería y venta ambulante; dos de los padres que trabajan en la construcción se encuentran en paro y dos jubilados, uno prejubilado por enfermedad mental. En cuanto a las trayectorias educativas de nuestra población, han cursado sus estudios en colegios e institutos de sus barrios, pasando la mayoría a casas de oficios y/o escuelas taller sin haber conseguido el Graduado Escolar. La edad de abandono va de de los 14 a los 19 años. Excepto una de las chicas, que abandonó el sistema educativo con 15 años, habiendo obtenido el Graduado81, y que tienen una larga experiencia laboral de 7 años, el resto ha tenido pequeñas incursiones en el mundo laboral a través de dos cauces: a) ayudando a la familia en tareas propias de ésta (ya en el hogar, ya en el trabajo remunerado); o b) durante las prácticas realizadas en cursos anteriores al que se encuentran realizando en el momento de las entrevistas. En cuanto a diferencias de género, hemos de señalar, como la más destacada, el tipo de cursos realizados en cada caso, siendo los de las chicas principalmente en sectores que reproducen los roles y modelos propios de la feminidad: geriatría y ayuda a domicilio, excepto en dos casos, que se corresponden con dos chicas del módulo de instalaciones, cuyos discursos son claramente reflexivos, conscientes y rompedores en términos de género. Se da, además, el hecho de que son estas dos chicas quienes están más próximas en la estructura social a la clase media (padres, electricistas; madres, funcionaria de RENFE y enferma de esclerosis) y las únicas que han obtenido el Graduado Escolar. Son también ellas las más críticas con la sociedad en general, y el sistema educativo en particular. Son las más maduras y las más mayores en edad. El resto, cursan módulos que reproducen el rol de cuidado históricamente adscrito a la feminidad normativa. En el caso de los chicos, dos hacen un módulo de electricidad, otros tres están en un módulo de carpintería metálica y cinco de ellos se encuentran terminando un Programa de Garantía Social también de electricidad. En este caso, no se rompen modelos de género en términos de su formación, pues no hay ninguno que curse módulos tradicionalmente feminizados. Uno de ellos es más crítico con la sociedad y el sistema educativo y se muestra más consciente de lo que quiere, apartado claramente de la educación reglada. Otro da muestras de añorar el sistema educativo, aunque sus dificultades para promocionar según los ritmos que marca el sistema le obligaron a optar por este otro “itinerario”, en que se muestra más satisfecho. Un tercero ofrece un discurso claramente rupturista y de rechazo o resistencia a la escuela. Tan sólo uno de ellos se encuentra aún dentro del sistema educativo formal, habiendo, sin embargo, decidido su salida del mismo para el curso próximo. Excepto dos de los chicos y una de las chicas, toda la población estudiada simultanea sus estudios en el módulo en curso con formación suplementaria semipresencial para la obtención del Graduado Escolar. Hecha esta breve descripción de los perfiles sociodemográficos, pasamos ahora a presentar los resultados de nuestra investigación. Como ya comentábamos en el apartado sobre el marco teórico, nos interesaba saber cómo estructura y acción se manifiestan y moldean la experiencia de nuestra población, especialmente la educativa. Pero entendíamos que, para comprender el imaginario que caracteriza a ésta, era necesario recurrir también a otros espacios sociales de su experiencia cotidiana que dan sentido a la misma (Willis, 1977; McRobbie, 1978; Dubet y Martuccelli, 1997; Skeggs, 1997). De este modo, junto a la experiencia escolar, hemos incluido en nuestro estudio la búsqueda de sentido fuera de la escuela, a través del análisis de sus discursos sobre el grupo de pares, las formas de diversión, la influencia mediática, las formas de participación social y la búsqueda de espacios propios. Otra de las cuestiones de mayor interés en nuestro estudio es la experiencia laboral de nuestra población, junto a sus perspectivas de futuro sentidas o subjetivas. 81 Se trata del único caso que obtuvo el graduado en lo que antes era 8º de EGB, de ahí que obtuviese título en su momento, pero se prepare ahora para la obtención del Graduado Escolar según el modelo actual (ESO). 1. Experiencia escolar. Paso de la educación primaria a la secundaria. Una chica se queja de que el profesorado del instituto les prestaba menos atención; otra denuncia un trato desigualitario en función de la procedencia social de cada estudiante y otra señala el aumento de trabajo para casa conforme subía de nivel en los cursos. Es generalizado el reconocimiento del endurecimiento en el paso a secundaria y la ruptura con la dinámica anterior, especialmente respecto a los contenidos, su cantidad y profundidad, y la relación y el número de profesores distintos con los que han de enfrentarse. Profesorado. Las chicas se dividen entre quienes tenían buena relación y quienes denuncian el trato diferencial según los resultados. Lo más positivo que se recuerda es el trato cercano, humano, familiar, y los estímulos y apoyos al trabajo. Lo más negativo las actitudes autoritarias, en las que se mencionan al director del centro y, en dos casos, a una monja docente. El buen profesorado es, para ellas, aquel que sabe desempeñar su papel de docente respetando y haciéndose respetar, capaz de empatizar con cada estudiante. El mal profesorado es el que no se interesa por su trabajo ni por el estudiantado, es autoritario, se deja llevar por las apariencias y juzga por igual a la generalidad de la clase. Parece haber acuerdo en que se da mejor trato a quienes obtienen mejores resultados o su madre/padre participa de alguna forma en el centro. Entre los chicos, hay quien mantenía buenas relaciones y quien tenía atemorizado al profesorado por su conducta problemática. Lo positivo para algunos era que le dejaran estar en clase sin hacer nada o la complicidad del profesorado. Otros destacan el buen trato y la disponibilidad. Lo negativo, que no le dejaran hacer lo que quisiera en clase o cuando se enfadaba el profesorado. El buen profesorado es para ellos el que sabe pasar una broma, atender al buen comportamiento o ayuda en clase. El malo es el que se enfada ante las dudas del estudiantado o se impone arbitrariamente o por principio sobre éste. Coinciden con las chicas en señalar a quienes mejores calificaciones obtenían como quienes recibían mejor trato del profesorado, cosa que todas/os rechazan. Hay un caso en el que se denuncia el forcejeo con el equipo directivo de un alumno y su familia para que éste continuara en el colegio con sus estudios de Secundaria, pero desistieron ante la persistencia del equipo directivo respecto al abandono del centro, remitiendo al alumno a una escuela taller. Saber escolar. Las chicas hablan de rechazo de los saberes académicos y del trabajo escolar por falta de motivación o de incentivos (no verle sentido), así como por la presencia de estímulos externos que desviaban su atención: grupo de pares, móvil, equipo de música… Destacan su preferencia por lo práctico y lo concreto que acaba identificándose con el trabajo manual, un “oficio”, como le llaman ellas (y ellos). Señalan, en general, que aprobaban “con suficiente”, aunque, cuando le dedicaban más esfuerzo, los resultados mejoraban. Una de ellas asegura que sacar notas era importante para ella como superación personal; otra, valora positivamente que le enseñen técnicas de estudio. Para la mayoría, seguir formándose continuamente es importante. Como asignaturas preferidas, se mencionan plástica, gimnasia, francés, matemáticas, lengua, ciencias naturales y educación física. Hay una que critica el bajo nivel de su colegio. También se señala que tener cerca personas con carrera que no encuentran trabajo adecuado a su formación, desanima. Entre los chicos, se afirma prestar atención y esfuerzo solamente a aquello que les interesaba. Incluso, se demanda, como una de las chicas, el derecho a recibir una buena formación. Un chico afirma la importancia de las notas porque el profesorado les daba importancia y asegura trabajar con ahínco, pero suspender a pesar de todo. Se critica la obligación a estudiar las cosas sin que el profesorado muestre su utilidad y se demanda una metodología más atractiva para el estudiantado. El título es importante, porque reconocen que abre las puertas para trabajar o seguir estudiando. Uno de los chicos rechaza frontalmente la formación académica y se siente mejor en el módulo (electricidad), asegura no saber apenas leer ni escribir, aunque reconoce que le duele ver que sus amigos promocionan y él no. Mencionan como preferidas tecnología, inglés, dibujo, ciencias naturales y educación física. Normas, disciplina y castigos. En general, todo el mundo rechaza el aspecto normativo, disciplinario y domesticador del sistema educativo, si bien, hay quien se somete con más aceptación que otras personas. Los castigos mencionados suelen ser los mismos: copiar varias veces una norma de clase, expulsión al pasillo o del centro, sobre todo; aunque se menciona algún caso aislado, no abundan las agresiones físicas del tipo que sean, pero sí las actitudes hostiles por parte del profesorado. Esto marca de forma definitiva la actitud con que los/as jóvenes se enfrentan diariamente a la escuela, alguno plantea su paso por la escuela en términos de enfrentamiento abierto y directo con la figura del profesor/a. Dos de las chicas y dos de los chicos aseguran saltarse las clases con frecuencia en el instituto. Entre los chicos, uno de ellos era castigado de vez en cuando por no acatar las directrices del profesorado y otros dos, junto con una chica, eran objeto de castigos muy a menudo. Grupo de pares. Solidaridad de grupo. Es uno de los aspectos más positivos, mejor valorados y que con más cariño se recuerda de la experiencia escolar. El grupo de amigos/as es un incentivo para ir al colegio, influye en las prácticas a través de la interacción de grupo, crea lazos significativos y fuertes de solidaridad, que juegan un papel fundamental en la construcción de la identidad social. A veces, el grupo es una cuestión de supervivencia, de manera que hay que unirse a los más fuertes para sobrevivir. En los relatos de las chicas, la dimensión afectivo-emocional es más explicitada, si bien, es de gran relevancia también para los chicos. Una de las chicas, en cambio, recuerda críticamente a sus compañeras/os de clase. Cuando se trata de ir contra el profesorado, la solidaridad de grupo es la fuerza motriz. En los discursos, se intuye la primacía de la homogeneidad de género en la composición del grupo de pares. Sólo encontramos un caso de aislamiento con respecto al grupo de pares, se trata de uno de los chicos que reconoce no tener amigos, ni necesitarlos. Valoración de los bienes escolares de cara al futuro. La mayoría no se planteó nunca ir a la universidad y, quien lo hizo, terminó desistiendo al ver la dificultad de los estudios universitarios. Hay quien critica la supuesta, pero no real, utilidad de los estudios, pues, a la hora de la verdad, el acceso al empleo sólo es posible si, a los títulos se les suma la experiencia previa. De ahí que se opte por una formación más accesible y pragmática. La mayoría afirma no servir para los estudios; entonces, la presión de la familia no sirve de nada ante la decisión de abandonar el sistema educativo, es más, la propia familia termina asimilando la situación de abandono de la escuela y anima a probar en otras direcciones. Hay quien valora positivamente seguir formándose en el ejercicio de su oficio, porque la experiencia es la que enseña y para seguir completando sus conocimientos, aunque también hay quien se niega a seguir estudiando. En general, predomina la idea de la necesidad de obtener el Graduado Escolar para poder acceder a un empleo. También se observa lo decisivo y determinante que resulta la intervención del profesorado en el itinerario que sigue el estudiantado. Absentismo y abandono. La ausencia del centro se debe a la preferencia por otro tipo de actividades más divertidas o gratificantes. Cuando se tiene conciencia de la poca utilidad que los estudios están teniendo o van a tener en su vida, deciden abandonar definitivamente el sistema. Otras personas, en cambio, no faltaban nunca. A veces, la familia actúan en contra de la decisión de abandono, otras veces, la provoca o precipita. Uno de lo chicos abandona la escuela porque se encontraba en situación de riesgo en términos jurídicos, debido a sus problemas con la policía (tráfico de drogas en el centro). Necesidad de hacer algo. Sin embargo, a pesar de abandonar sin obtener el Graduado, todas/os, excepto un chico, aseguran la importancia de sacárselo y lo simultanean en la actualidad con el curso que realizan. Hubo quien, incluso, realizó pequeñas incursiones en el mercado laboral (generalmente, ayudando a la familia en su trabajo remunerado) o buscó empleo durante el período de transición entre un tipo de formación y otro. Recuerdos positivos y negativos de la escuela. Como positivo, se mencionan experiencias escolares de formación en las que se obtiene gratificación por éxito en términos académicos en sentido general. Pero también se menciona la vida escolar como “mu dura”, especialmente referida a las relaciones sociales complicadas y dolorosas dentro de la escuela. Hay quien destaca el ambiente dominado por agresividad y hostilidad en la escuela, entre las/os jóvenes del centro y quien se emociona al recordar sus relaciones de amistad en la escuela. También se critica la división por clases en función del nivel académico de cada grupo y el papel del profesorado que desmotivaba el trabajo. Mientras las chicas hablan más en términos afectivo-emocionales, los chicos se refieren a las calificaciones y el trabajo académico, siendo lo más frustrante los resultados negativos tras esfuerzos por aprender o las malas relaciones con el profesorado. Uno de los chicos destaca las novias del colegio como el recuerdo más gratificante. Actividades complementarias y extraescolares. Se mencionan, en general, visitas al Parque de las Ciencias o a la Alhambra; excursiones al campo. Algunos se refieren a deportes o clases de idiomas por las tardes, así como la asistencia a la biblioteca por las tardes, para uso del material o clases de apoyo. Quienes más problemas daban en clase o peor relación tenían con el profesorado eran apartados, a veces, de las actividades complementarias. Búsqueda de espacios propios: la agencia social de las/os jóvenes. Fumar se convierte en una actividad reivindicada con frecuencia, y más entre las chicas que entre los chicos, como forma de creación de un espacio propio donde alejarse del control del profesorado. Es también un ataque frontal a las normas y la disciplina del centro, además de una vía de escape del mismo. Juega un papel central como elemento de configuración y refuerzo de los lazos sociales en el seno del grupo de pares y actúa como instrumento de aproximación a la vida adulta. Por otro lado, algunas personas, aquellas más reflexivas, maduras, conscientes y críticas, crean espacios propios en que se observa su agencia social al reaccionar racional y adultamente ante situaciones que consideran como injustas por un abuso de poder por parte del profesorado. Otras formas de ejecución de la agencia social consisten en burlar los castigos o las normas impuestas por el centro o el profesorado. También destaca la toma de decisiones consciente y firme ante situaciones relativos a lo académico. Situaciones mediadas por el género. En el espacio de la experiencia, el género opera constantemente. En estas entrevistas encontramos numerosas situaciones en que se observa esta cuestión. Así, en sus prácticas escolares, algunas chicas rompen con los impositivos generizados de la feminidad. Por otro lado, las relaciones de género, connotadas por la sexualidad, ocupan un espacio nuclear en la vida de los centros educativos, desviando a menudo la atención de lo académico a estas otras cuestiones, algo que también refuerza o rompe las relaciones sociales en el seno del grupo de pares. Generalmente, eran los chicos los que insultaban a las chicas, con frecuencia, refiriéndose a cuestiones corporales. Incluso, se observan actitudes misóginas de chicos que niegan el gusto de las chicas por determinadas actividades, al considerarlas como propias de chicos. El género media de manera muy especial en dos sentidos: la elección y/o asignación del tipo de curso o módulo formativo (instalaciones y electricidad para los chicos; geriatría y ayuda a domicilio para las chicas); y el reparto de tareas en el hogar, que suele recaer en mayor medida en las mujeres de la clase, sólo cuando la madre es la empleada y el padre quien está en paro, éste realiza ciertas tareas de apoyo, sin llegar a responsabilizarse por completo del trabajo doméstico, tampoco los entrevistados o los hermanos (en masculino) suelen ayudar demasiado en casa. La mediación de la clase social. En general, se observa cómo estas personas son abiertamente conscientes de la clase social a la que pertenecen, de manera que su formación, aunque se rechace la reglada, se entiende, tanta por ellas y ellos, como por sus familias, como una inversión en futuro, dada la necesidad de hacer algo, de formarse, de tener un título, y la urgencia de completar esta formación cualificada con experiencia. Es, en definitiva, una proyección sobre la formación de sus deseos y sus esfuerzos por promocionar en la estructura social. 2. La experiencia laboral. De todas las personas entrevistas, sólo dos, una chica y un chico, ofrecen una amplia trayectoria laboral. Del resto, tanto chicos como chicas, hablan de escasas tomas de contacto con la realidad laboral. En estos casos, se trata de ayudas puntuales en el negocio familiar o el trabajo de madre o padre. A cambio, obtienen un dinero importante para cubrir sus gastos o se saben merecedores del dinero que su familia gasta en ellas/os, porque se lo ganan con ese trabajo. En algunos casos, se menciona una búsqueda activa de empleo tras dejar el sistema educativo; búsqueda fallida casi siempre, debido a la exigencia de los requisitos para acceder al trabajo remunerado. Esto actúa, en algunos casos, como revulsivo para la obtención del Graduado Escolar. Además, les pone en contacto con la vida real, lo que les ayuda a madurar en este sentido y a conocer el trabajo desde dentro, especialmente en la segunda modalidad de experiencia laboral, esto es, la que se obtiene a partir de las prácticas en cursos de formación anteriormente realizados, con lo que la toma de contacto es más específica del campo en que se forman. La chica con una experiencia laboral de 7 años ofrece una bonita narración sobre su trayectoria laboral y la vivencia emocional de la misma, pasando desde la ilusión de los primeros trabajos al desánimo y el hastío más recientes, debido a las situaciones de explotación, de conflicto y de tensión a las que ha tenido que ir haciendo frente. El chico, presenta una experiencia algo diferente. Él ha trabajado especialmente en bares de algunos conocidos de la familia, limpiando, en principio, y como camarero posteriormente. Afirma que el sueldo era bajo, algo más de la mitad lo dedicaba a ayudar a la economía familiar, y el horario explotador, faltando durante una temporada, incluso, al colegio. En general, el resto valora positivamente sus experiencias laborales y el aprendizaje que las mismas le han proporcionado. Por otro lado, parecen conocer bien las duras y difíciles condiciones del mercado laboral y las formas de contratación actualmente. Entre las chicas, se observa la reproducción del rol de cuidado y el tipo de emociones que le caracterizan, dada la interiorización de los valores de feminidad propios de este rol a través de su formación en geriatría y ayuda a domicilio. Excepto en los casos de las dos chicas que ofrecen roles de género trasgresores con respecto al modelo de feminidad tradicional (victoriano), se observa, pues, una reproducción de la generización de la formación y las potenciales trayectorias laborales a través de los cursos de formación ofrecidos por escuelas taller y casas de oficios. 3. La búsqueda de sentido fuera de la escuela. Grupos de pares. Amistad. En la mayoría de los casos, el grupo de amigos/as no se corresponde con sus compañeras/os de colegio. En torno a este grupo se suelen estructurar las formas de diversión. A menudo, hay una fuerte presencia de lo afectivo-sexual en el seno del grupo. No es frecuente la mezcla étnica, aunque la hay en ciertos casos. Las chicas menos maduras no tienen muchos amigos masculinos. La mayoría de chicas con las que se relacionan los chicos son sus parejas. El grupo de amigos/as está connotado emocionalmente de manera intensa. Una de las chicas se refiere con amargura a las relaciones de amistad y descree de ellas. Diversiones. En general, suelen ir a pubs o discotecas, pasear por el centro de a ciudad o por algún centro comercial; también van a conciertos que les gusten mucho, pero no suelen ir al teatro. Las dos chicas más trasgresoras prefieren formas de diversión más relajadas, como quedar a tomar algo y hablar con su grupo de amistades, junto a su pareja. En uno de los chicos, que forma parte de la subcultura juvenil del “Break Dance”, esta actividad estructura su vida, su tiempo, sus actividades, sus amistades, sus viajes y sus formas de diversión. Por lo general, no parecen muy dados a hacer botellón. El consumo de drogas es poco mencionado, a excepción de los porros, en algunos casos. Son especialmente dos de las chicas y uno de los chicos a quienes más les gustan las formas de diversión relacionadas con la noche. Tan sólo en una ocasión, una chica de etnia gitana, observamos que su espacio de diversión está especialmente mediado por el entorno en el que vive, el barrio de Almanjáyar. Ésta afirma que le ha costado mucho trabajo, y una ruptura con su tradicional grupo de amigas, salir de su barrio a otros lugares de la ciudad, para llevar a cabo actividades de ocio. Influencia mediática. Antena 3 aparece como el canal más mencionado, tal vez relacionado con su emisión de “Los Simpsons”, como programa que más ven. De las series nocturnas, se destaca el ambiente cálido y familiar que ofrecen. El flamenco, el hip hop y la música comercial son los estilos más seguidos. Sólo el chico breaker se distancia un poco de las corrientes musicales mayoritarias. Se sigue principalmente la tele, seguida de la radio; la prensa apenas se lee y sólo las chicas que reproducen los roles de género leen una revista para adolescentes, la “Vale”. Las chicas de perfil trasgresor ven la publicidad, el resto hace zapping. En general, no se mencionan muchos referentes mediáticos, de hecho, parece existir cierta resistencia a reconocer la existencia de éstos. De lo que ven en los medios, las chicas trasgresoras comentan más cosas relacionadas con cuestiones sociales; las reproductoras temas relacionados con sus prácticas estético-corporales, una de las chicas afirma seguir las telenovelas de sobremesa, razón por la cual dejaba de asistir a clase los días que debía hacerlo por las tardes; entre los chicos, se suelen comentar cuestiones divertidas y de risa. Noticiarios y documentales aparecen como programas menos seguidos. Al menos cinco chicos muestran especial predilección por películas y programas relacionados con el mundo del motor, especialmente el automovilismo (destacando la película “A todo gas”), y afirman que esperan en el futuro poder trabajar en ese mundo, y poseer un coche “como los de las películas”. Formas de participación social. En general, los problemas del barrio son poco conocidos y no se preocupan de participar activamente en él. Una de las chicas, destaca la droga como principal problema de su barrio (Zona Norte); como también hace uno de los chicos (Chana). Algunas problemáticas relacionados con esa situación hacen que hayan reaccionado en alguna ocasión frente a las autoridades públicas (en uno de los casos se acude a la policía ante la negación de un taxista de llevar a una joven y su hermano a su casa en el barrio de Almanjáyar). Se reacciona contra la tendencia al cotilleo entre la vecindad. Sólo las personas más críticas, chicas, se interesan por la política, aunque predomina la desconfianza en la política porque no da de comer, porque no se tiene conciencia de ciudadanía y se percibe como algo distante que no repercute en sus vidas; aunque hay quien destaca su importancia. Los chicos afirman prácticamente en su conjunto no tener ningún interés por la política y los aspectos relacionados con ella. La administración pública es bien valorada a grandes rasgos, aunque hay quejas sobre las políticas locales sobre las permanentes obras urbanas. Sobre el IMFE/INEM, se muestra satisfacción en general, aunque lamentan no poder elegir el curso que realmente les gusta, la tardanza en el pago de las becas de los cursos o la falta de eficacia en algunas ocasiones; pero los cursos que realizan son valorados positivamente. Muchos/as jóvenes se quejan de las iniciativas existentes en el barrio para personas mayores, pero echan en falta ofertas también para la gente joven. El chico breaker ejemplifica la ejecución de la agencia social de él y su grupo en un altercado con la vecindad del barrio donde practican el break dance, que es un ejemplo claro de búsqueda de espacio y sentido propios. Perspectivas de futuro. A pesar de la ilusión y los deseos y sueños proyectados hacia el futuro, las chicas destacan algunos elementos que provocan desánimo, como la necesidad de estudiar mucho para lograr lo que se quiere ser o el requisito imprescindible de la experiencia laboral previa para acceder a un empleo. En general, se ven dentro de diez años bien situadas social, económica, laboral y familiarmente: un buen trabajo en lo que les gusta y una familia nuclear de tipo tradicional, esto es, marido e hijas/os. Entre los chicos, la situación es diferente. Hay quien se niega a pensar en el futuro, como movido por una especie de temor supersticioso a plantear proyectos o expectativas que luego no se hagan realidad. En cambio, quienes se muestran más inocentes o menos maduros y menos críticos, más dóciles, están próximos al perfil de las chicas en esta cuestión. También están los/as emprendedores/as, que se aventuran a pensar en la posibilidad de montar su propia empresa. Y los chicos que rompen totalmente con el modelo de familia nuclear tradicional, incluso, con la idea de tener una pareja estable, cosa que no se observa en estas chicas. IV. 3. La perspectiva del profesorado. Recogemos, como avance, en este apartado algunas de las ideas más pertinentes e importantes expresadas en las entrevistas por el profesorado. Hemos solicitado hacer la entrevista a profesorado que consideramos realiza su trabajo con gran responsabilidad y dedicación, conscientes de la dificultad del trabajo de profesor en estas zonas y con estos grupos de población. Efectivamente encontramos un profesorado que conoce las peculiaridades de su oficio que lo asume con generosidad y vocación. No es desde luego el que suele interesar a los medios de comunicación. No es un sesgo. Es que consideramos que hay un buen punto de partida para replantear la institución escolar en estos contextos, si los poderes públicos fueran consecuentes. 1. Cambios escolares. La obligatoriedad hasta los 16 años ha supuesto que hay alumnado escolarizado cambie en sus características antes venía determinado por un grupo de élite social e intelectual, que era el que accedía a bachillerato; ahora, el alumnado es mucho más diverso e incluye a jóvenes, “menos brillantes”, que antes optaban por la Formación Profesional. El profesorado que procede del bachillerato antiguo añora los tiempos en los que el alumnado pertenecía de esa élite esta circunstancia es desigualmente valorada por el profesorado. Encontramos diferentes formas de percibir la situación descrita: unos consideran que esta situación dificulta considerablemente su trabajo en la medida que las metodologías tradicionales en que basan su trabajo se muestran ineficaces para hacer frente a la situación de diversidad presente ahora en las aulas. Otros consideran que esta situación produce un enriquecimiento de la escuela y percibe la diversidad como un reto que debe ser abordado a través de la dotación de recursos para la escuela y formación incentivada para el profesorado. 2. Cambios externos a la escuela Cambios en las formas familiares, ambientes familiares diversos provocan la deestabilización emocional de las/los jóvenes y la falta de seguimiento de las actividades escolares en el hogar. Relaciones paterno/materno se han “relajado” perdiéndose la autoridad y la disciplina. Esta nueva forma de relación el alumnado la incorpora a la escuela poniendo en cuestión las relaciones de autoridad entre profesorado y alumnado. La oferta de actividades lúdicas es mucho mayor reduciendo las horas de dedicación al estudio. 3. La tensión entre educar e instruir Existen diferentes posturas y matices: - Quienes diferencian educar e instruir y el valor que atribuyen a cada una de ellas o Educar significa formar en valores para afrontar la vida que comienza tras la escuela. Contenidos de la educación: autonomía, autoconcepto, solidaridad, comprensión, compartir afrontar los retos de la vida. Desde un punto de vista propedeutico las actitudes valoradas en el mercado laboral también serían actitudes a educar: capacidad de aprender, bueno disposición para el trabajo, puntualidad,... Aunque en menor medida y con menor importancia, también se consideran necesario la instrucción del conocimiento instrumental. o Se asocia la instrucción, como transmisión de conocimiento, a los centros de élite, familia y escuela se reparten los papeles: la primera, educa; la segunda transmite conocimientos. En contextos con mayor riesgo de exclusión se ve la necesidad de que la escuela asuma un papel de mayor protagonismo y compromiso en la educación por deficiencias atribuidas por el profesorado al contexto sociofamiliar. o El profesor o profesora tiene como función principal instruir. Es ante alguna incidencia disruptiva cuando debe educar, es decir, “parar la clase” y “decir lo que esta bien o lo que no esta bien”. La educación en valores se convierte en una práctica coercitiva del profesorado (“recoge ese papel y lo tiras a la papelera”) o El profesorado de secundaria licenciado no asume la función educadora de la enseñanza obligatoria, de esta manera la función que se atribuyen es la de transmisión de conocimiento a través de la instrucción. - Quienes consideran que no se puede desvincular una de la otra. Instruir educa aunque no sea un hecho intencional o Al instruir también se educa aunque no se sea consciente de ello. 4. Comprometido, satisfecho, quemado El profesorado se muestra satisfecho respecto a la labor docente que desarrolla. Entrando en los pormenores del origen de la satisfacción, encontramos que radica en los siguientes aspectos: El trabajo desarrollado y las relaciones mantenidas con el alumnado y el profesorado. El trabajo con alumnado próximo a la propia procedencia socioeconómica. La proximidad del centro escolar respecto al domicilio familiar Pese a la satisfacción, apuntan hacia algunos elementos que producen cierto malestar docente: - Escaso reconocimiento social hacia la labor docente, pese al aumento de las expectativas y demandas sociales proyectadas sobre la escuela. - Escaso reconocimiento de la administración educativa por la labor diaria desarrollada por el profesorado. - En ocasiones, la educación como profesión no ha cubierto completamente las expectativas generadas a raíz de los estudios universitarios cursados.( “me gusta eso de encerrarme en un laboratorio e investigar cosas” ) 5. Las concepciones del éxito-fracaso escolar El indicador que el profesorado maneja a la hora de identificar el éxito o el fracaso escolar son las calificaciones escolares. El fracaso se produce cuando el alumnado no sigue el ritmo de aprendizaje común al resto se sus compañeros/as El profesorado considera un indicador temprano del fracaso escolar las dificultades en el dominio del lenguaje. Al ser éste la herramienta básica de la escuela, el fracaso escolar se va acumulando a lo largo de la trayectoria escolar del alumnado. Las consecuencias o signos que acompañan al fracaso en el discurso de los profesores van desde identificarlo con la incapacidad para afrontar la vida más allá de la escuela (por tanto la incapacidad como persona), hasta una postura menos escolarocéntrica clara en relación con algunos alumnos absentistas que se piensa no se adaptan al sistema educativo, pero que saben muy bien desenvolverse en la vida real y en la sociedad. Hemos encontrado diferencias en cuanto a las causas a que atribuyen al fracaso escolar y respecto a las respuestas que se consideran adecuadas para hacerle frente. Y observamos que para el profesorado tanto las causas como las respuestas pueden ser múltiples, y Cuando se focaliza la causa del fracaso en: 1. el alumnado - Se entiende que el éxito o el fracaso no tiene valores absolutos, en este sentido se sitúa al alumnado en un continuum que va desde el rechazo total hasta el gusto por aprender. Se considera al alumnado como sujeto pasivo, que no se plantea nada, que simplemente vive bien. - Entre el profesorado entrevistado hay quien considera que los alumnos que experimentan rechazo escolar, viven la escuela como una imposición. Han realizado un balance coste-beneficio y concluyen que la escuela no les interesa. En esta situación, según estos testimonios, se encontraría alumnado cuyos referentes familia barrio no dan valor a las credenciales, ni a la experiencia académica; la situación económica familiar les obliga a “buscarse la vida”. Viven una situación de subsistencia. (Pirámide de Maslow) Hay, por otra parte, alumnado a quienes Las familias les presionan para el estudio como medio de ascenso social, pero el/la joven, desde esas condiciones, se rebela. Hay también alumnado que tiene dificultades para aprender atribuidas a factores intrínsecos permanentes (“no da más de si”) o extrinsecos no permanentes (“tiene una mala racha” ). Alumnado con experiencia reiterada de fracaso que acaba produciendo desmotivación e incapacidad para alcanzar el ritmo de la clase. Alumnado desmotivado “no quieren aprender”. Al no trascender los planteamientos puramente academicistas, estos discursos comúnmente utilizados y asumidos se convierten en y actúan como discursos paralizantes que atribuyen al niño o la niña la incapacidad de aprender y que llegan a ser la “profecia que se autocumple” En los discursos recogidos, por contraste, los que experimentan éxito escolar están en la escuela por voluntad propia motivados por la promesa de un buen empleo, encontrarse en un contexto social satisfactorio o bien, por el gusto de aprender. Respuestas. La respuesta a la diversidad es la segregación. Esta segregación puede ser por grupos (organizar la enseñanza por niveles) o individual ( profesor/a de apoyo) Cuando se propone trabajar con el/la alumno/a, se hace con los siguientes objetivos: - generar autoconfianza entendida como la capacidad de transformar su propia realidad; - promover que el alumnado se construya como sujeto crítico, capaz de hacer frente a los discursos paralizantes que se vierten sobre ellos/as, - conocer al niño o la niña en su globalidad; - establecer contacto con las familias para elaborar estrategias comunes. El profesorado llega a expresar el horizonte de cambio y mejora social con que trabaja, y que pretende conseguir que el alumnado comparta. Así entiende que la escuela es una oportunidad de movilidad social, el alumno o la alumna sólo tiene que aprovecharla ( “en sus manos está, que aprender es muy importante”) 2. La familia Se considera que la actitud de las familias es fundamental para el desarrollo positivo del alumno o la alumna con problemas de adaptación. Y el fracaso tendría su explicación en, sobre todo: a) Familias desestructuradas ( desde rupturas matrimoniales hasta delincuencia o drogadicción; y b) falta de tiempo de las familias en que ambos cónyuges trabajan. Respuestas: -Se establece el contacto con las familias cuando existen “problemas” - Las familias deben cumplir una función controladora e imponer disciplina. - Cuando la situación es muy grave, el trabajo con los padres no es competencia de la escuela (asuntos sociales) - Escuela de padres/madres - El trabajo con las familias: no se asocia a situaciones problemáticas sino en colaborar en la definición del proyecto educativo del alumno o la alumna. 3. El profesorado - Se considera que el éxito o el fracaso del alumnado tiene una relación directa con el compromiso individual del profesor o la profesora, y la capacidad de estos de generar grupos cohesionados que permitan un trabajo conjunto coherente. - Falta de recursos pedagógicos para hacer frente a una población estudiantil desmotivada - Las expectativas que el profesorado tiene sobre las posibilidades de éxito del alumnado en riesgo de exclusión se convierte en una barrera para que la escuela pueda compensar las desigualdades sociales. Pese a que se entiende que la escuela debería asumir ese papel compensador, no se confía en la capacidad de la escuela para hacer frente a este problema. (“son carne de cañon y por más que haya un grupo de profesores que se esfuercen son pocos los que salen” ) - Choques culturales producidos por las diferencias sociales del profesorado y el alumnado. - Imposición cultural Respuestas: Formación del profesorado; incentivos /reconocimiento; atender la diversidad concreta; adaptarse al nivel de aprendizaje del alumno/a; hacer más atractiva la enseñanza; subir la autoestima del alumnado; superar la barreras lingüísticas provocadas por las diferencias culturales con el objeto que se pueda producir la comunicación; creer y querer al alumnado. 4. el sistema educativo. - El sistema escolar no se adapta a las necesidades del alumnado con rechazo escolar. - El sentido propedéutico de la ESO y de la FP se pierde en cuanto ésta se organiza desde una perspectiva academicista que favorece a aquello/as que seguiran una carrera universitaria. Los que no seguirán ese camino permanecen “guardados” en los centros educativos. - Hay centros de élite y centros para las clases desfavorecidas que esconden los problemas sociales que no quiere ver nadie. - La escuela excluye al alumnado que tiene problemas de conducta por el beneficio de aquellos/as que “van bien”. La escuela marca las expectativas de este tipo de alumnado enseñándoles que ese no es su lugar. El chico o la chica rechaza la escuela porque la escuela lo rechaza a él. Respuestas: Importar al contexto urbano el modelo de escuela unitaria. (es la forma como definen algunos profesores la propuesta hoy más aceptada de “atención a la diversidad”) 5. La sociedad - Las condiciones sociales de algunas personas provocan que éstas se construyan como sujetos incapaces. La escuela contribuye a aumentar o mantener el bajo autoconcepto y baja autoestima del alumnado que llega en estas condiciones al no disponer de metodologías adecuadas. - Nuevas condiciones sociales de las clases medias. Exceso de estímulos de ocio (ordenadores, televisión, videoconsolas,...) - Devaluación social del valor de la formación - Falta de expectativas ante la idea de un mercado laboral saturado de tituladas/os universitarios. - Transmisión, por parte de los medios de comunicación, la idea de la posibilidad de conseguir dinero fácil. (Gran Hermano, Operación Triunfo...) Respuestas Introducir cambios en el ámbito familiar del alumnado. Se observa la necesidad de intervenir con madres y padres, promover la estabilidad de las familias y motivarlas hacia la educación de sus hijas e hijos. IV. 4. La perspectiva de los padres. Consideraciones más importantes Experiencia escolar de los y las entrevistadas • En las trayectorias escolares y laborales de las madres y padres entrevistados salen a luz muchos de los factores que explican las trayectorias escolares que luego tienen sus hijos/as. Si comparamos sus historias escolares nos damos cuenta que en los cuatro casos, los hijos e hijas han reproducido las trayectorias de sus padres/madres. ¿Cuáles son las razones que explican por qué abandonaron los estudios?: - Las condiciones económicas. En las familias de clases sociales más bajas, cuando fallaban las condiciones materiales lo primero que se sacrificaba eran los estudios para ponerse a trabajar. Pero esto, no sólo explica la trayectoria de las madres y padres entrevistados, también explica las condiciones en las que establecen actualmente las relaciones familiares de muchas de estas familias. La situación de entrada y salida continua en el mercado de trabajo periférico (trabajos inestables, en condiciones de precariedad, eventuales, etc.) pone a las familias en una situación de riesgo continuo, siempre en la frontera del empleo/ el desempleo. Cuando el salto se da hacia el lado del desempleo las relaciones familiares y la atención y apoyo a los proyectos de los chicos y chicas se deteriora, esto lo sufren los/las hijos y se manifiesta en su retraso en la escuela. - Para las clases sociales más bajas las credenciales académicas no se consideran rentables. Su valor de cambio más favorable ha sido el trabajo, por tanto, que los/as hijos/as abandonaran los estudios y se pusieran a trabajar no suponía un problema, no les animaban, ni se preocupaban porque dejaran la escuela... Sus referentes habían trabajado sin necesidad de tener un título, así que la competencia importante es “ser trabajador/a”. - En la escuela no se aceptan los patrones de conducta, códigos, lenguaje, etc de las clases no burguesas. Así, una madre explica que ella era una niña inteligente pero nerviosa, activa, inquieta... Eso hace que no se adaptara a la disciplina, normas, códigos de conducta de la escuela, y la escuela tampoco se adecuó a sus necesidades, así que la suspendieron y tuvo que abandonar con un gran sentimiento de frustración. - En las mujeres se cruza el proyecto familiar con su proyecto profesional. Así, cuando hay un proyecto de familia (expectativas de casarse, embarazo, etc) abandonan los estudios para trabajar en la familia y el hogar. Visión de la sociedad actual y de los/las jóvenes de hoy En cuanto a la visión de la sociedad actual y de los cambios sociales, económicos, ideológicos etc que estamos viviendo, nos encontramos dos visiones distintas en las familias: 1.- Una postura crítica. Que analiza las consecuencias negativas que tiene la ideología neoliberal y el consumo de masas en la sociedad, en sus familias y en los chicos y chicas, en particular. Comparan la época en la que ellos/ellas eran jóvenes con la de ahora. Antes, el acceso al consumo estaba restringido a una élite, pero esto no se valora de manera negativa, sino todo lo contrario, ya que las condiciones económicas de las clases no adineradas tenían como consecuencia el desarrollo de una serie de valores sociales que hoy se han perdido. En ese antes añorado, la falta de recursos llevaba a las personas a desarrollar la imaginación, a valorar los bienes que tenían y a compartirlos, a convivir más en sociedad, en familia, a respetarse.... Lo recuerdan como una sociedad más alegre, más solidaria. Con el consumo de masas, estas clases empiezan a tener acceso a los bienes que antes les estaban negados (todos tienen ordenador, dvd, lavavajillas...) y reconocen que hoy tienen más comodidades, pero analizan las consecuencias de una sociedad que prima al individuo y el consumo: desarraigo de la gente y de las relaciones familiares; individualismo; pérdida de respeto a las tradiciones y a la autoridad; menos felicidad; insolidaridad, pérdida del valor del esfuerzo (chicos/as apáticos porque tienen de todo pero no lo valoran). Pero esta postura no es uniforme y busca la responsabilidad de esta situación en dos focos diferentes: • En la sociedad. La sociedad es la responsable de la apatía que viven los/las chicas. Esta postura reconoce las desigualdades sociales y analiza que aunque aparentemente los/las chicos tienen de todo, lo tienen mucho más difícil porque no hay empleos ni alternativas, no tienen referentes que no sean seguir estudiando cuando no les gusta, no saben lo que quieren... • En los chicos/chicas. Se reconoce las desigualdades sociales pero se responsabiliza de ellas a quienes las sufren. Es de esta forma como desde las clases sociales más bajas se asume como propio un problema social, discurso ideológico que mantiene el orden social establecido. Se dice que los chicas y los chicos son unos irresponsables porque están muy “cómodos” y no quieren otra cosa que consumir “marcas”, pero no analizan que todo proyecto o referente social que se les ofrece les llevan a desear ese consumo. ¿Tienen ellos/as toda la responsabilidad de que se alargue su juventud? ¿tiene la sociedad respuesta para ellos/ella, les proporciona recursos y la posibilidad de independizarse? La única solución que se les ocurre a las familias para contrarrestar “esa deseducación” de la sociedad, es utilizar los bienes de consumo para premiar o castigar las conductas del chico/a. 2.- Una postura acrítica. Que desconoce las desigualdades sociales y afirma que hoy hay más posibilidades, recursos, medios, internet,... y que por tanto la juventud de hoy lo tiene mucho más fácil. ¿Qué papel social cumple este discurso?, ¿no están los grupos sociales más desfavorecidos asumiendo un discurso de clases sociales más acomodadas y legitimando así su situación y la responsabilidad de la misma? Educación familiar - ¿Se comparte el proyecto educativo dentro de la familia?: Reparto de tareas entre los sexos dentro del matrimonio: la educación de los hijos/as es una responsabilidad de las mujeres. El entrevistado afirma que sí comparte el proyecto con su esposa, sin embargo ellas dicen que asumen la educación de sus hijos/as en solitario, que sus parejas no comparten ese proyecto con ellas. Los maridos trabajan en el mercado y no asumen el trabajo familiar, dicen que les demandan su presencia pero ellos no se dan por aludidos. Eso les hace a ellas asumir una carga mayor, porque se encuentran solas para analizar, valorar las situaciones, tomar decisiones, etc en la educación de sus hijos/as. La que trabaja en el hogar dedica un gran esfuerzo al apoyo académico y emocional de sus hijos/as y la que trabaja además en el mercado tiene sentimiento de culpabilidad, porque aunque se sigue preocupando por la educación de los hijos/as no puede prestar toda la atención que quisiera. Para colmo de males, una de las entrevistada nos cuenta cómo el profesorado llega a culparla a ella del fracaso escolar de su hijo porque ha estado apoyándolo en casa mientras la escuela no ponía ningún medio para apoyarlo. Ella llega a convencerse de que la culpable del fracaso de su hijo es ella. - En cuanto a los planteamientos educativos de las familias son muy diversos, pero en todas se evidencia algo en común: las familias están perdidas, las situaciones les desbordan. Algunas se preocupan porque sus hijos/as vayan a clase pero si no hacen los deberes o no estudian en casa no saben cómo reaccionar; además, no fomentan los hábitos de disciplina que la escuela le exige a su alumnado y lo resuelven diciendo que “hay cosas más importantes que aprobar y tener el título”. Cuando se preocupan por hablar con el profesorado, sienten que éste no les da respuesta o las culpabiliza de los problemas que tienen sus hijos en la escuela. Otras familias, con un modelo educativo más directivo, definen unas normas y premian o castigan las conductas de sus hijos/as. Pero este modelo tampoco les responde, porque los/as jóvenes se revelan a las normas o elaboran estrategias para saltárselas sin recibir los castigos. Les preocupan los grupos de pares y referentes sociales que tengan sus hijos/as, pero ellos y ellas se sitúan como adultos/as independientes y no les permiten que les den consejos ni les traten como a niños/as. Muchas de las familias aprendieron en su contexto social un modelo educativo más proteccionista y basado en el control que el discurso legítimo que maneja la escuela, así que viven en la continua contradicción, tratando de resolver sin unos planteamientos claros las situaciones que se encuentran todos los días. ¡vaya maremagnum! - Expectativas sobre el nivel educativo y el futuro laboral de los hijos. En cuanto a las expectativas en la mayoría de las entrevistas se evidencia que se han conformado, que tenían la ilusión del ascenso social (“lo único que le pido” dice una madre refiriéndose al graduado escolar) pero la han abandonado. Los hijos/hijas reproducen así la trayectoria de sus padres y madres. Ante la evidencia del retraso escolar las expectativas de los padres/madres se bajan y vuelven al lugar de donde partieron. Para justificar la falta de expectativas que tienen en el proyecto escolar y laboral de sus hijos/as elaboran diferentes estrategias discursivas: estudiar se convierte en una cuestión de gusto personal, no en un requisito para ser feliz; “si no quiere estudiar que no se le obligue”; existen profesiones de referencia en su contexto social cuya cualificación se adquiere a través de la experiencia en el puesto de trabajo y no a través de credenciales (en la construcción por ejemplo); centran sus expectativas en que sean buenas personas o que sean trabajadoras (que es el recurso con el que ha contado siempre la clase obrera para el intercambio social). Todos estos discursos, elaborados por padres y madres que también abandonaron los estudios, evidencian que han aceptado el fracaso del proyecto de ascenso social a través de las credenciales académicas que tuvieron con sus hijos/hijas. En contraposición con la situación anterior, una de las entrevistadas es titulada universitaria (magisterio). Ella, sí tiene expectativas de que tengan estudios universitarios sus hijas/hijos. - Valoración de los estudios y de los títulos escolares La valoración que hacen de los títulos escolares está muy relacionado con las expectativas que tienen para el futuro escolar y laboral de sus hijos/hijas. Nos encontramos con dos situaciones diferentes: - Quienes han aceptado que sus hijos/hijas no van a obtener el título o se van a quedar con el graduado escolar. Desde esta posición, se argumenta que los estudios y los títulos son importantes pero no imprescindibles. Las expectativas para sus hijos e hijas se centran en aquellas profesiones cuya cualificación se obtiene a través de la experiencia en el puesto de trabajo y no a través de una credencial académica. Además, los padres y las madres se convierten en ejemplos de que se puede tener un empleo digno o “ganarse la vida” sin tener un título. - Quienes reconocen la importancia de los títulos. Argumentan que las credenciales abren las puertas de los mejores empleos o condiciones de trabajo, por ello no quieren aceptar el fracaso escolar de sus hijos/hijas y siguen insistiendo y buscando alternativas para que no abandonen la escuela. - Diferencias de exigencia por sexo Aunque en el plano más explícito casi ninguno/a reconoce que hay diferencias en la educación de niños y niñas, en el discurso se evidencia que si las hay. Por ejemplo, hay diferencias en las funciones que asumen el padre y la madre, ofreciendo referencias sociales por sexo: la madre es la que hace las tareas del hogar y la que asume la educación y el apoyo de los/las hijos/as, el padre el que trabaja en el mercado y vuelve por la noche para acostarse. Otro ejemplo, el valor que se le da a la titulación de la niña es menor que la del niño, y se justifica porque la niña ya está pensando en casarse (proyecto de familia frente a estudios). Además, el sesgo de género está claro cuando analizan la trayectoria escolar del chico y de la chica. El chico es más inteligente pero no tiene interés en estudiar, y entonces tiene problemas con él. La chica es muy trabajadora y dócil, ha abandonado los estudios porque tampoco tenía interés en estudiar, pero eso no se concibe como un problema. Trayectoria escolar de las/los hijos - La trayectoria escolar de los hijos/hijas está definida por el retraso. Algunos de ellos empezaron la situación de fracaso cuando entraron en el instituto, una situación de éxito en la escuela, una situación de fracaso en el instituto. Ante el fracaso en secundaria se siguen diferentes caminos: se anima al chico/a a que se pase a la ESA (Adultos) para obtener el graduado; mientras se espera que termine la educación obligatoria se le trata de convencer para que haga algún curso o módulo de FP; se pasa a un curso de garantía social u otro; abandona los estudios y se pone a trabajar y en el caso de las chicas abandona los estudios hasta que llega el momento de crear una familia. Como ya explicamos antes, muchas de estas trayectorias reproducen las trayectorias que tuvieron sus padres. - Ayudas y recursos que ponen. Los padres y madres les ponen recursos y medios para el estudio siempre dentro de las posibilidades económicas que tienen (enciclopedias, ordenadores, libros...). Las madres que trabajan en el ámbito familiar asumen un papel importante en el apoyo escolar de sus hijos e hijas, les ayudan a hacer los deberes, les preguntan la lección... Cuando las madres trabajan fuera de casa son las hijas las que asumen ese papel. El retraso académico de algunas/os chicos, que es un problema que la escuela ha generado pero al que no da respuesta, es asumido en el seno de las familias, bajo el supuesto de que habrán personas dentro del hogar que estarán disponibles (las mujeres) para apoyar a estos chicos/ chicas. Pero ¿qué pasa cuando todos los miembros de la familia trabajan o tienen otras responsabilidades que no les deja tiempo para apoyar a los chicos/chicas? En ese caso hay dos alternativas: o bien, pagan por ese apoyo y buscan clases particulares; o si no tienen recursos económicos asumen que no pueden apoyar en lo académico a las/los chicos. En resumen, la escuela genera un problema en la vida escolar de muchos chicos/chicas al que no da respuesta, y que es asumido en el seno de las familias. Las familias que tienen menos recursos (económicos, culturales, materiales...) para abordar estas situaciones, se sitúan siempre en desventaja. Visión de la escuela - ¿Cuántas descripciones se pueden hacer de lo que es un "buen colegio"?. Si analizamos la descripción que hacen los padres y las madres de lo que para ellos/ellas es un "buen colegio", nos damos cuenta que son diferentes concepciones sobre la educación lo que está en la base de la elección de un colegio. Vamos a ver cuáles son esas concepciones: - La responsabilidad del fracaso escolar está exclusivamente en el alumnado. Desde esta concepción, las diferencias que existan entre un colegio u otro no tienen valor, y lo que importa es la voluntad o no que tengan los chicos y chicas de estudiar. Los/las adolescentes son visualizados como personas débiles, que están en permanente peligro de desviarse. Por tanto, los criterios que se utilizan a la hora de elegir el colegio son paternalistas: que controlen al alumnado y que el centro esté cerca de la vivienda familiar. Desde esta concepción, la mezcla social y cultural en las aulas se vive como una situación de peligro para sus hijos/hijas "débiles". Se argumenta que los/las adolescentes no saben diferenciar entre las personas buenas y malas y que los referentes sociales que más le interesan son aquellos que están fuera de los modelos propuestos por la escuela (el más "gallito", el más guay, el que lleva pendiente...). La solución es proteger a sus hijos e hijas y evitar las mezclas sociales y culturales, alejándolos/las de aquellos colegios donde puedan estar esos referentes "peligrosos". Los estereotipos que manejan a la hora de hacer estas valoraciones son evidentes: el/la inmigrante es delincuente; él/la gitana no respeta la forma de dirigirse a la gente, viste como una/un "chulillo", etc. - Concepción de una educación para todos y todas. Desde esta concepción, un buen colegio es aquel que ha reunido a un profesorado que apuesta por la educación, que se preocupa por el ser humano y que "sabe llegar" a todos y todas las chicas. El valor que las personas tienen para esta concepción, les lleva a concebir la mezcla social y cultural como un proyecto a conseguir. Por un lado, argumenta que cada vez la mezcla cultural es mayor y que los hijos e hijas deben aprender a respetar esa diversidad y vivir con ella. El instituto, por tanto, se considera un contexto adecuado para esos aprendizajes. Por otro lado, se valora el crecimiento que supone convivir de cerca con distintas costumbres, enriqueciéndose las unas a las otras. - Lo importante es el nivel de resultados académicos que tiene el instituto. Si lo que se valora son los resultados, el profesorado bueno es aquel que exige nivel a su alumnado. ¿Qué pasará entonces con aquellas/os alumnos que no lleven el ritmo del nivel que se imponga? La lógica de esta concepción tiene como consecuencia discursos discriminatorios, que son reconocidos como tales incluso por la madre entrevistada. Ella reconoce que es egoísta al plantear que quiere un nivel más alto, y que por tanto, no le gustaría que estuvieran en el instituto personas con dificultades para adaptarse, ya que eso “bajaría en nivel académico”. Aunque la cercanía del centro es un valor a tener en cuenta, queda en un plano secundario, al que se puede renunciar por elegir un instituto cuyo nivel académico sea alto. - El salto de la escuela al instituto. La escuela es para los padres y madres un mundo más cercano a las familias, donde las relaciones tanto con los hijos/as como con los padres/madres se establecen de manera más estrecha. Es un mundo más protector, donde las niñas/os están más controlados y los padres y madres se sienten más cómodos/as, más escuchados/as. En contraposición, el instituto es un contexto más impersonal, donde el número de alumnado por profesor/a es mayor y no se conocen personalmente. Las relaciones entre el profesorado y el alumnado se basan en la premisa de que éste es responsable y libre para ir a clase o estudiar, por tanto, apenas se le controla. El salto de una situación a otra explica para algunos padres y madres el fracaso escolar de sus hijos/as. Como vimos anteriormente, los padres y madres que tienen una concepción más paternalista de la educación entienden que sus hijos/hijas deben estar controlados, protegidos, y que ese es el único medio para evitar que se desvíen. Pero la escuela no es concebida sólo como un mundo mejor para sus hijos/hijas, sino también para ellos/ellas. El instituto, es un contexto más académico y formal y utiliza unos códigos, un lenguaje, unos valores... demasiado alejados del contexto social de los padres y madres de clases más bajas. En las entrevistas se refleja que la relación que mantenían algunas de las madres y padres con la escuela ha dejado de existir cuando sus hijos/hijas han entrado en el instituto, que desconocen la estructura, las funciones de las nuevas figuras que han aparecido (la/el orientador), los recursos de los centros, etc. - Concepto de educación: instrucción o desarrollo personal. Ante la evidencia del fracaso escolar de sus hijos/hijas, el desarrollo personal se convierte para estas familias en el proyecto más importante a conseguir. Mientras que la familia que ha manifestado una expectativa académica más ambiciosa para sus hijos/as valora tanto lo académico como el desarrollo personal; las otras familias, cuyas expectativas de ascenso social se han cortado, manifiestan que lo que más les preocupa es que sus hijos/hijas sean buenas personas, que aprendan a convivir y a respetar y que tengan educación en el trato con los demás. - El profesorado. La visión que tienen del profesorado varían entre las padres y madres entrevistadas, así que vamos a analizar cada una de estas visiones. - La docencia como una profesión difícil. Esta postura justifica el trabajo del profesorado, aludiendo a la complejidad que implica el trabajo en educación. Para ello, argumenta desde la falta de recursos que experimenta muchas veces como madre o padre para explicar las dificultades que implica el trabajo profesional del profesorado. Se habla más desde un ideal del profesor/a que desde la realidad que se encuentra, y desde ahí describe el papel que le atribuye: estar pendiente, cuidar y aconsejar a su hijo/hija en aquellas cuestiones que no le hace caso a la familia. Esta concepción pone de evidencia las necesidades que sienten muchas de estas familias, que se ven desbordadas y sin los recursos suficientes para dar respuesta a la educación de sus hijos/as. - Ante el profesorado de antes: el miedo y ante el de ahora: el libertinaje. Esta postura argumenta que la relación entre el profesorado y el alumnado no era buena ni antes ni ahora. Antes se caracterizaba por el poder del profesorado y la obediencia del alumnado y que esa situación ha pasado a ser la contraria: el nivel de libertades y confianza ha crecido tanto que se está perdiendo el respeto. - El profesorado de antes: un profesional más cercano y preocupado por la educación que el de ahora. En la descripción, el profesorado de antes se caracterizaba por hacerse cómplice del alumnado, saber transmitir aspectos académicos y personales, preocuparse porque el alumnado aprenda, saber enseñar y “crear química” en las clases, hacer al alumnado que se sienta querido y respetado. En contraposición, describe una situación en la actualidad que no deja títere con cabeza. Explica que el profesorado de instituto no se hace respetar porque no respeta al alumnado, porque establece una relación de poder con él, una relación en la que el/la profesora, que tiene la edad, el estatus, las credenciales, etc., impone su criterio al alumnado. La relación se define, por tanto, en términos de poder, y no de respeto mutuo. Analiza que el profesorado de los institutos está mejor preparado que antes, pero entran en la monotonía y no se preocupan por motivar y acercarse al alumnado. En las anécdotas que se cuentan desde esta postura se evidencian alguna resistencias al sistema escolar actual. Así, una madre nos explica que ha tenido un conflicto con el profesorado del instituto porque no estaba dispuesta a aceptar que el problema del fracaso de su hijo sea responsabilidad exclusiva de él, y que si con un profesorado aprueba y con otro no, será porque algunos/as profesores/as no se preocupan o no “saben enseñar”. - En cuanto al trato con justicia o discriminatorio por parte del profesorado, no hay un acuerdo. En algunas entrevistas se reconoce las prácticas discriminatorias por parte del profesorado y en otras se desconocen. - Razones a que atribuyen el éxito o fracaso escolar. La responsabilidad del éxito o fracaso escolar se busca tanto en los diferentes agentes educativos, como en el propio niño/niña: - La familia: las familias cumplen un triple papel en la educación de sus hijos/as que influyen directamente en el éxito o fracaso que tienen en la escuela. Por un lado, son un agente socializador, un referente social de los chicos/chicas que está influyendo desde que son pequeños/as en sus expectativas y en las oportunidades sociales que tienen a lo largo de la vida. Ya hemos visto más arriba que las trayectorias de los padres y madres están estrechamente relacionadas con las situaciones que después van viviendo sus hijos/hijas y que las expectativas que tienen para ellos/ellas influyen en el nivel de estudios que llegan a alcanzar y en las elecciones profesionales que hacen. Por otro lado, las familias ejercen un papel importante en el apoyo académico desde el hogar. Así, explican que cuando hay un cambio en el apoyo que las familias les pueden ofrecer se resienten los resultados académicos en la escuela. Por último, las familias son también un pilar en el que se construye y mantiene la vida de los/las chicas, por ello, cuando hay cambios o problemas familiares, éstos se manifiestan en la escuela en forma de retraso, problemas de conducta, etc. Muchas de estas familias están en la frontera de tener o no unas condiciones económicas y de vida aceptable, viven al día y van parcheando con situaciones temporales. Por ello, una separación matrimonial o un cambio en las condiciones de trabajo de los padres y madres se traduce directamente en menos tiempo para atender y apoyar a las/los chicos y en una convivencia difícil marcada por el estrés y el sentimiento de inestabilidad. - El instituto: Que se centra únicamente en el nivel académico del alumnado y abandona a aquellos/aquellas que no se adaptan a las reglas y códigos de la escuela. - Los grupos de pares: los/las amigos/as se convierten en referentes sociales muy importantes durante la adolescencia, por ello tienen un papel fundamental en el éxito o fracaso escolar de las/los chicos. Muchas veces provienen de contextos sociales muy alejados de la escuela donde se manejan unos códigos de conducta no aceptables en el contexto académico. Las/los amigos de los chicas/os se convierte así en una preocupación importante de las familias, que quieren tener voz y voto en las elecciones que hacen sus hijos/as. Los compañeros/as del instituto y las relaciones de compañerismo o no que se construyen en las aulas explican también para las familias el fracaso escolar de sus hijos/as. Uno de los padres nos explica cómo los compañeros/as del aula “le están gastando putadas” a su hijo y eso está afectando a su situación en la escuela. - El chico/chica: Nos podemos encontrar con dos situaciones. La primera, es que el chico o chica no quiere estudiar, no le interesa, esto puede ocurrir por muchas razones que se han ido explicando a lo largo del análisis. La otra situación, es que el chico o chica maneje unos códigos, tenga un carácter (que sea inquieto/a, nervioso/a, activo) o unas habilidades (que sea creativo) que no son los esperados por la escuela y no se adapte a él/ella, de manera que termina excluyéndolo. V. CONCLUSIONES (y propuestas). 1. La escuela con su labor instructiva y formativa ha de ser una pieza clave en la construcción de la cohesión social. Sin renunciar a hacer posible que todos alcancen el máximo de desarrollo y formación posible, debe asegurar también la adquisición de una cultura común, algo difícil de concretar pero que la menos incluye el “leer, escribir, contar... y los valores ciudadanos”. De manera que se satisfaga realmente el derecho fundamental a la educación, y no se favorezcan situaciones de riesgo de exclusión. 2. La escuela debe adaptarse a las características culturales y sociales de la población con que trabaja. Debe intentar reconvertirse para salvar la profunda brecha cultural que le separa de determinados colectivos y resultar atractiva también para ellos. Pero sobre todo útil para salir adelante como ciudadanos y como trabajadores. Esto implica cambiar el estilo academicista y viejo de la escuela de élites (el modelo del viejo bachillerato que defienden las clases medias en us estrategia de cierre social) por una escuela que parta de la experiencia significativa de los sujetos (más próxima a las propuestas de la renovación pedagógica) y que sea realmente una escuela de calidad para todos. Por ejemplo, incorporando la cultura del trabajo manual como un elemento del currículo obligatorio, y que ha de ser también “común” a todos, no un recurso para la segregación (aunque sea en itinerarios preprofesionales). Y no reducirse a la cultura académica. Esto es condición para que se todos desarrollen valores como el “esfuerzo” que exige encontrar sentidos y razones para él. Debe estar en condiciones de competir con los mensajes de los medios y la cultura del consumo, particularmente en estos contextos y en la educación de estos grupos sociales más desprovistos de argumentos y de hábitos para resistir, criticar y ofrecer alternativas de vida. Así se podrá convertir en una escuela de éxito para todos... que haya quizá de ofrecer caminos diferentes, pero con un mismo punto común de llegada: el mínimo cultural necesario para ser un “ciudadano”. Y a partir de ese mínimo sin duda será inevitable la diversificación y la diferenciación en función de cualidades y de bagajes culturales y personales. Una postura muy próxima a las propuestas del documento del MEC (“Una educación de calidad para todos y entre todos”) que diagnostica la situación del sistema educativo en busca de alternativas que lo adecuen a los cambios sociales: “...La respuesta, en lo que se refiere a los alumnos que presentan un marcado rechazo hacia la educación y la escuela, debe atenerse a dos principios básicos. Por una parte, se han de prevenir estas situaciones en cuanto sea posible, actuando sobre el entorno familiar y social y sobre los propios alumnos. Por otra parte, se deben establecer procedimientos de atención que vayan dirigidos a mantener unas expectativas educativas para estos alumnos, al tiempo que se les ofrecen posibilidades de avanzar en un entorno y con una organización que acepten mejor. ... ... En efecto, la mayor parte de estos alumnos pueden y deben ser tratados en sus centros dotándoles a éstos de los recursos y los medios necesarios para desarrollar su tarea. Se debe hacer todo el esfuerzo posible para asegurar que reciben la formación que les permita participar en la sociedad de manera positiva. Y, sobre todo, se debe evitar que ellos mismos se sientan excluidos o que los demás los vean como tales. (pg. 56-7). 3. Integrarse en el medio social y laboral. En esta escuela experiencial, sin abandonar la práctica y el dominio de los saberes básicos, hay que incluir otra serie de aprendizajes, los que requiere su conexión con la vida y los contextos sociales reales en que se desarrolla y donde se plantean y pueden encontrar su solución los problemas reales de estos jóvenes. Lo cual exige conectar la dinámica de los centros con los contextos locales en sentido amplio (por ejemplo, integrando a personas cercanas, próximas, con valor en las comunidades en que funciona, para resultar más familiar a los jóvenes que construyen su experiencia y su identidad en ella), e integrar la dinámica escolar con la vida y las redes sociales en sentido amplio, lo cual a su vez requerirá nuevos perfiles de profesionales docentes y nuevos profesionales en definitiva formando parte de los equipos de los centros. Como elemento de esa nueva escuela de éxito para todos. Nuevamente una cita del documento anterior del MEC: La complejidad de los centros educativos, la heterogeneidad del alumnado que hoy reciben y los nuevos conflictos que plantea la adolescencia en su relación con los adultos exigen una apertura del centro educativo al entorno social y familiar. Además de trabajar de manera más estrecha con las familias, como ya se ha señalado, sería muy conveniente establecer o, en su caso, potenciar y estimular planes de colaboración entre los centros educativos y los servicios sociales y de salud, municipales y comunitarios, en programas de familia y juventud. Particularmente importante es la elaboración de programas que permitan la colaboración de los centros con trabajadores y educadores sociales. Esta colaboración puede contribuir muy favorablemente en las actuaciones previstas para mejorar la atención a la diversidad, particularmente para aquellos alumnos que se encuentren en situaciones sociales de mayor riesgo. Los programas de apertura de los centros deben facilitar, además del desarrollo de las actividades propiamente lectivas, una oferta complementaria, lo más amplia posible, para la formación y para el ocio alternativo de los alumnos y de sus familias. El centro debe ofrecer sus instalaciones para actividades como el estudio asistido para atender a aquellos alumnos que no cuentan con recursos adecuados o suficientes en casa. Las Administraciones educativas, en colaboración con los Ayuntamientos, podrán desarrollar programas con monitores de deporte, de informática, de biblioteca y con voluntarios que enriquezcan la vida de los centros y su entorno. Pg. 119-20) Y en esta apertura al contexto y dadas las características y posición social de las personas que hemos estudiado tiene una especial importancia la apertura y conexión con el mundo del trabajo y las empresas, particularmente en el campo de la orientación e inserción. Relacionándose con los organismos especializados que estudian e informan sobre la evolución del mercado de trabajo y las demandas de formación y empleo. Integrarse en políticas globales y más amplias por la inclusión social. 4. Necesidad de reflexión e investigación, de experimentación e innovación con carácter permanente. Sorprende que dadas las dimensiones del problema, aquí nada se mueva, no exista investigación, búsqueda e innovación. En otros contextos están muy desarrolladas los estudios de análisis y explicación de las situaciones, las políticas específicas de prevención del fracaso, de creación de nuevos dispositivos que complementando, transformando y trabajando conjuntamente con el sistema educativo, se preocupan de orientar, facilitar y procurar que tenga éxito la transición de la escuela al mundo del trabajo, el paso de la juventud a la adultez. Lejos de las lamentaciones y añoranzas de una época ya lejana que se considera el tiempo que fue el mejor... El hecho es que existen muchas experiencias en marcha que pueden servir de referentes. Cerca, las experiencias del proyecto de atención a la diversidad del Instituto de Fuente Vaqueros. Menos cerca, la línea del trabajo del Movimiento por la Calidad de la Educación en el Sur y el Este de Madrid, los programas de la Diputación de Barcelona “por la mejora del éxito escolar”, o las múltiples iniciativas del Ayuntamiento de Barcelona y su Consejo Escolar Municipal (alguna de ellas presentadas el pasado año en unas jornadas que organizó el propio IMFE), las experiencias de “Comunidades de Aprendizaje” en varias autonomías españolas. Más lejos: por ejemplo la experiencia en EE UU de las escuelas aceleradas, o las Escuelas Democráticas, o las Zonas de Educación Preferente en Francia. Capítulo 4 Apuntes para un Informe sobre la vulnerabilidad y la exclusión social en la ciudad de Granada Encarnación Feixas Ruiz de Valdivia82 1.- PROBLEMÁTICA TEÓRICA DE BASE. El estudio retrospectivo de las transformaciones sociales y políticas nos ayuda a comprender la necesidad de abordar, en el ámbito científico y en la praxis, un nuevo concepto, el de exclusión, que responda a una realidad que en estos momentos está en crisis y posiblemente esté dando paso al surgimiento de un nuevo modelo de sociedad, con distintas pautas sociales y culturales, con distinta evolución de sus estructuras, con distintas formas de participación de su ciudadanía, etc. El siglo XXI nace en un proceso de metamorfosis con cambios fuertes en la estructura socio-laboral, en la que el llamado “fordismo”83 da paso al “postfordismo” en un marco globalizado, caracterizado entre otras cosas; por la desregulación de los mercados, por el empuje de las nuevas tecnologías de la información, por la competitividad de las economías, por la flexibilidad en la producción, gestión y comercialización de los mercados financieros; que determinan un nuevo orden económico internacional84, donde la interrelación y el tiempo cobran vida propia, afectando directamente a las relaciones económicas, sociales y estatales. De tal forma que en el periodo postfordista se individualizan las relaciones laborales, disminuye la mano de obra, se producen salarios más bajos, se reducen las garantías y los sistemas de protección social; confluyen los avances tecnológicos, las políticas neoliberales, la crisis y deslegitimación del Estado de Bienestar, el vaciamiento de contenido de las organizaciones sindicales, la transformación de las familias, empobreciéndose sus vínculos; por tanto, en este momento crítico no sólo no desaparecen las desigualdades, sino que están aumentando a nivel planetario, independientemente del aumento o retroceso de la economía, dando lugar a la fragmentación de las sociedades y de los 82 Se recogen aquí, de manera sintética, algunos de los contenidos más importantes del Informe sobre la vulnerabilidad y exclusión social en Granada (2001-2004), a publicar por el OESPI a principios de 2005. 83 Sistema de relaciones laborales, inspirado en un principio por las experiencias empresariales de Henry Ford, basado en la negociación, la gestión técnica de las “relaciones humanas” en la empresa, el análisis “científico” del puesto de trabajo, el “bienestar laboral”, etc., y, por extensión el sistema de organización social en el que tiene lugar este subsistema laboral, y que se caracteriza por la seguridad en el empleo, el pleno empleo, una legislación del trabajo desarrollada, la protección social ante los riesgos, y, en general, la intervención pública en lo social y lo económico (Estado de Bienestar). Con la crisis de los 70 y la reestructuración del mundo del trabajo y del Estado de Bienestar, entraríamos en el llamado “post-fordismo”, situación actual que describimos en el texto. 84 M. Castells (1999a:129), decimos internacional, que no planetario porque “la economía global no abarca todos los procesos económicos del planeta, no incluye todos los territorios ni a todas las personas en sus trabajos, aunque sí afecta de forma directa o indirecta la subsistencia de toda la humanidad completa. mercados de trabajo, y generando una espiral en la que, el trabajo, el no trabajo y la precariedad del mismo son temas de intervención locales, mientras que el capital es un tema de intervención global. Esta tendencia de transformación urbana no sigue un modelo único y universal, sino que depende de las características de los contextos históricos, políticos, territoriales e institucionales, como apunta la sociología urbana (M. Castells, 1999). Tampoco la problemática que plantea el fenómeno de la exclusión social es exclusiva de las sociedades postfordistas actuales; la desigualdad tradicional o la exclusión residual que nunca participó de los mecanismos de integración, con empleos fijos, protección social y familia estable, también formaban parte de las sociedades fordistas. Creemos que en este tránsito es donde puede definirse el cambio de registro de una sociedad basada en la integración mayoritaria a través del empleo regulado y protegido, a otra donde de forma preponderante la desregulación del empleo estará en el origen de los procesos de vulnerabilidad que avanzan y se convierten en las antesalas de la exclusión, dando lugar a lo que R. Castel llama los “normales inútiles”. Este contexto de mutación social afecta al propio debate terminológico en el terreno de estudios sobre el fenómeno, proponiéndose en la década de los ochenta el concepto de “exclusión social”, como sustituto del concepto de “pobreza”, con la intención de poder abordar las nuevas realidades y cambios que se están produciendo. La exclusión social es un fenómeno dinámico y multifactorial, que no se reduce a la carencia de lo económico-laboral, sino que implica también las relaciones familiares, los procesos sociales y culturales. Por lo tanto es un proceso o conjunto de procesos en los que se producen pautas de distribución desigual, donde los ciudadanos se ven sumidos en “patologías” sociales diversas, con distintos grados de exclusión, hasta el punto de verse en el extremo o punto final de un camino (desafiliación), donde la concatenación de problemas es tal que pierden hasta su condición de ciudadanos85 puesto que no participan de sus derechos como tales. “En los Informes de la Unión Europea se define la exclusión social en referencia a <<imposibilidad de gozar de los derechos sociales sin ayuda, en la imagen desvalorizada de sí mismo y de la capacidad personal de hacer frente a las obligaciones propias, en el riesgo de verse relegado de forma duradera al estatus de persona asistida y en la estigmatización que todo ello conlleva para las personas y, en las ciudades, para los barrios en que residen…señala también el carácter multidimensional de los mecanismos en virtud de los cuales los individuos y los grupos quedan excluidos de tomar parte en el intercambio social, de las practicas que componen los derechos de integración social y de identidad; al subrayar los riesgos de que aparezcan fracturas en el tejido social, sugiere algo más que desigualdad social y lleva consigo el riesgo de una sociedad fragmentada” (Tezanos 1999:31). Nos situamos en la línea de investigación abierta por R. Castel, Charbonel y otros que se centran en estructurar el espacio social en tres zonas: zona de integración, zona de vulnerabilidad y zona de exclusión, que se determinan en función de la forma de estar y participar de los recursos de la sociedad. 85 J.F. Tezanos (1999:156), “Desde el punto de vista sociológico, el concepto de ciudadanía se estructura, así, alrededor de tres tipos de cuestiones. El primero hace referencia a la naturaleza del ciudadano (los valores y normas sociales). El segundo, es el contexto socioestructural de la ciudadanía (los derechos y deberes que regulan las relaciones interpersonales y entre las personas y el Estado) que influye en la posibilidad de que una persona se desarrolle como ciudadano; y, tercero, el problema del cambio (¿cuáles son las tendencias de cambio social que influyen sobre la constitución de la ciudadanía, qué cambia y cuál es su futuro?)”. La división de la realidad en estas zonas ideales no tiene otro fin que el de descomponer la realidad a favor de su análisis, teniendo en cuenta que la realidad es mucho más compleja y no se presentan estados puros, sino entrelazadas una interacción de relaciones. La zona de exclusión se caracteriza por situaciones de empleo inexistentes (paro de larga duración) o actividades informales, es decir fuera de los circuitos del mercado de trabajo normalizado; el acceso a prestaciones sociales es prácticamente nulo o muy deficiente; son frecuentes las relaciones familiares conflictivas y la escasa capacidad de apoyo tanto familiar, vecinal, como relacional. Los conceptos de pobreza absoluta, pobreza severa o extrema quedan asociados a la exclusión social. El concepto de exclusión social permite un tratamiento estructural del fenómeno, por eso lo elegimos como base teórica y metodológica para el análisis de la exclusión social en la ciudad de Granada. Nuestra intención es que el concepto de exclusión social nos permita ir más allá de la mera dimensión cuantificadora y descriptiva y sirva para analizar el funcionamiento de las estructuras sociales en relación a los procesos sociales de exclusión que se están produciendo, así como para comprender con mayor rigor los procesos individuales y grupales que llevan a ese estado de “forzada separación” del tejido social. El trabajo tiene un papel básico como mecanismo de inclusión social global, aunque no es el único; por ello tratamos de relacionar las estructuras sociolaborales, las medidas implementadas por los actores de la acción social y los procesos de exclusión social que se están produciendo, en la urbe granadina. Estos procesos se caracterizan por una situación de partida en desventaja con respecto al resto de la población, carencia de recursos económicos, desempleo prolongado o empleo precario, falta de formación académica y/o profesional adecuada, falta de redes sociales, problemas de vivienda, graves problemas de salud, drogadicción, marginación, desestructuración familiar, etc.; en general desasistencia por parte del sistema de protección social y vacío socio-familiar. El Informe sobre la situación social del municipio de Granada parte explícitamente de estas premisas teóricas y se basa en el uso combinado de herramientas cualitativas y cuantitativas de análisis, así como la utilización de fuentes de datos primarias y secundarias. 2.-MULTIDIMENSIONALIDAD DEL RIESGO Y DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL. 2.1 Introducción Hemos pretendido señalar cómo, los ejes que forman la estructura productiva de la ciudad y la situación de inestabilidad y dependencia socioeconómica en la que está sumergida Granada, así como la configuración y organización de los espacios urbanos; interactúan e inciden en las trayectorias de vida, procesos y situaciones de las personas en general, máxime y este es nuestro objetivo, su incidencia en los hombres y mujeres peor situados económicamente, laboralmente, culturalmente y socialmente hablando. Constatamos la importancia del trabajo y de los vínculos familiares-relacionales que permiten anudar o desatar las situaciones y procesos de inclusión-exclusión social, según nuestra teoría de partida. Así como, comparar con años anteriores principalmente desde el año 2001 hasta el 2004, los rasgos sociodemográficos de las personas excluidas o en riesgo de exclusión, para visualizar las posibles tendencias que nos indican los cambios que están surgiendo en nuestra ciudad, a la vez que hacemos hincapié en las dificultades a las que se enfrentan estas personas, el barrio donde habitan y los rasgos que los caracterizan, teniendo en cuenta en cada uno de los colectivos excluidos o en riesgo de exclusión (en aquellos casos en los que ha sido posible) la perspectiva de genero86. 86 La metodología para analizar el panorama sobre la vulnerabilidad y exclusión social en la ciudad de Granada, sigue un enfoque multidisciplinar que nos ha permitido integrar en el análisis tanto las variables estructurales, que hacen referencia a factores de exclusión inscritos en la propia dinámica de la sociedad, como las variables de tipo individual/familiar/relacional. Partimos del informe titulado “Exploración sobre la Exclusión social en Granada”(2001), 2.2 Principales rasgos socioeconómicos. Partimos de una realidad histórica que sitúa a Granada con unas tasas de actividad y ocupación bastante más bajas que las que presentaba el conjunto de España, estando por el contrario las tasas de paro en un nivel mucho más altas. Este contexto, aunque ha mejorado, aún se mantiene, desarrollando situaciones de precarización y riesgo. Y claro está, cuanto más se precariza la sociedad del trabajo, más avanza y bulle la sociedad del riesgo, alcanzando incluso a las clases aparentemente bien situadas87 en la escala social. El panorama que presenta la situación de paro general, pese a que ha experimentado un descenso respecto a años anteriores, afecta de manera especial a los grupos más débiles de la sociedad, es decir a las mujeres y a los jóvenes que representan los porcentajes más bajos en todas las tasas de actividad y ocupación, y las más altas respecto a paro, sea cual sea su formación académica y/o profesional. En un principio el problema del paro aparece como un fenómeno pasajero, que viene y va, pero en este transitar va debilitando y se instala como un destino personal en todas las capas y esferas sociales, caracterizando, este hecho, la nueva exclusión. Como podemos comprobar, el paro y sobre todo el paro de larga duración, es mucho más que un indicador económico: supone un signo de reconocimiento social al igual que el trabajo, ya que solemos identificarnos con el trabajo que desempeñamos y cuando este falta, su ausencia genera un estado de ansiedad, frustración y una autoinculpación permanente que nos lleva en muchos casos a la desestructuración familiar, al deterioro de la salud física y mental, a la perdida de contacto con el mundo de las relaciones sociales; socavando nuestro propio “animal social”, nuestra propia esencia participativa como ciudadanos, marcando al parado/a como el que no produce para la sociedad, como “el válido/a invalidado/a”. En cuanto a la ocupación femenina el panorama anterior se nos confirma; son las mujeres, y en especial las granadinas, las que soportan mayor vulnerabilidad referente al mercado de trabajo. No es nuevo que Granada es una ciudad eminentemente de servicios, con una clara tendencia al envejecimiento de la población (por la mejora de las condiciones de vida), con una actividad femenina que en los últimos veinte años ha mejorado mucho (teniendo en cuenta que se partía de una posición muy desfavorecida), esto, unido a la poca respuesta de los sistemas de protección social de las personas mayores dependientes, o para el cuidado de niños pequeños, enfermos, o personas disminuidas que necesitan cuidados; está dando lugar a una estructuración del mercado laboral granadino enfocado a una oferta de trabajo dirigida especialmente al servicio doméstico por horas, o bien en régimen de internado, para el cuidado de estas personas. 2.3 Interrelación de factores y problemáticas específicas de la población excluida y en riesgo de exclusión social. 2.3.1 Inmigrantes extra-comunitarios88. con la intención de seguir profundizando en el tema, sobre qué contextos exclusógenos se producen en Granada, y qué peso tienen unos y otros factores en los itinerarios de exclusión, cómo se combinan, de qué modo interactúan unas y otras variables; a través de métodos y técnicas cuantitativas y cualitativas. Con la intención de triangular la investigación y aportar información para identificar, describir, profundizar, comparar y comprender algunos de los itinerarios de vulnerabilidad-exclusión que se están produciendo en la capital granadina. 87 Esta frase nos da la clave de los nuevos procesos y situaciones de exclusión social. Aportan datos a través de sus memorias Granada Acoge; AIS; Cáritas; COAST; OCERM; Cruz Roja; y Revista del Área de Familia Bienestar Social, Juventud e Igualdad de Oportunidades. Desde aquí agradecemos su colaboración. 88 El contexto granadino descrito a grandes rasgos, nos muestra cómo en los últimos años las estructuras socio-económicas están influyendo en la transformación de los flujos migratorios y en el perfil de la población inmigrante que llega a Granada; dando lugar a un aumento progresivo de la inmigración en general y de la inmigración femenina en particular, que responde en gran medida a las condiciones del mercado de trabajo. Es una realidad el aumento progresivo de la inmigración femenina, por lo que el reagrupamiento familiar ahora lo hacen las mujeres. Cuando hablamos de inmigrantes tenemos que diferenciar, según la situación documental, dos realidades y procesos distintos de inclusión socio-económica-laboral; una la de aquellos/as que tienen papeles y por tanto están regularizados/as, y otra, la de los indocumentados/as o sin papeles y por tanto irregularizados/as, sin posibilidad de acceso a los recursos que ofrece la sociedad y por ello los/as que soportan el mayor peso de la exclusión social, que a su vez son los que más están aumentando en nuestra ciudad. Un avance trascendental en materia de salud, para aquellas personas que aún no han conseguido su regularización, es la tarjeta sanitaria que les otorga los mismos derechos que a cualquier persona en situación de alta en la seguridad social, y la atención de los menores de 18 años por el Distrito Sanitario que le corresponda según la ubicación geográfica de su residencia. Proceden de países no comunitarios que residen de forma permanente o temporal en Granada, destacando entre los grupos más numerosos las ecuatorianas, marroquíes, ucranianas, colombianas; en definitiva Latinoamericanas y un aumento significativo de mujeres de Europa del Este. En general se observa que poblaciones poco frecuentes en años anteriores, ahora están presentes de manera importante. El desarraigo y la soledad que padecen intentan paliarlo con el agrupamiento en la ciudad bien por países de origen, pueblos o afinidad religiosa. Así por ejemplo: según el padrón municipal de mayo 2002, la distribución de inmigrantes por distritos en la ciudad de Granada de un total de los 7.378 extranjeros, lo hacen de la siguiente manera: 1.378 se concentran en la Zona Centro de la capital (destaca masivamente porque trabajan en el Servicio Doméstico Internas y su lugar de trabajo es también su domicilio), las siguientes zonas por lo general son los lugares donde viven por sus propios medios, 1340 en el Zaidín, 1179 en la Zona Norte, 1.006 en el camino de Ronda (el lugar de trabajo es también su domicilio), 853 en el Albayzín, 569 en la Zona Genil, 529 se reúnen en la Chana, y el grupo más minoritario con 515 personas que se agrupan en la Zona Beiro. 2.3.2 Transeúntes, Personas Sin Hogar (PSH)89. “Los datos recogidos en estos tres últimos años sobre personas sin hogar, nos indican que se mantienen los flujos de personas estacionalmente, que el porcentaje de inmigrantes se mueve alrededor del 50%, que cada vez hay más mujeres en la calle y, en nuestra ciudad, hemos detectado un porcentaje del 15% de personas en situación de exclusión radical, con más de tres años de “carrilanismo” y con secuelas físicas, psicológicas, sociales y laborales muy incapacitantes, por lo que existe un alto porcentaje de personas que se están cronificando en esta situación. Además, detectamos que comienzan a llegar inmigrantes irregulares, con largo tiempo de trasiego por el país, que padecen problemáticas propias de personas radicalmente excluidas como son: alcoholismo, toxicomanías, comportamientos disociales, trastornos 89 Aportan datos OCREM, COAST, CÁRITAS. Desde aquí nuestro especial agradecimiento. mentales, que han sido “adquiridas” en nuestro país, y son fruto de la exclusión ahora, y más tarde serán razones para seguir estando excluidos”90. Observamos entre las PSH una mayoría de hombres solos, desvinculados afectivamente de sus redes familiares, con una edad media que ha aumentado respecto a años anteriores (36 años) y con algún tipo de estudios (los analfabetos empiezan a ser minoritarios). Las personas atendidas de Granada y provincia (según los profesionales que atienden a este colectivo y así lo expresan de forma literal), se mantienen como el año anterior, supone una cifra excesiva que se sitúa en el 10% del total de atendidos. ¿Y qué decir del aumento de andaluces, superior al 10% ?. La respuesta podría estar en el bajón económico que se ha sufrido este año, pero nos parece escandaloso que el 27% de todas las personas que se atienden en un recurso andaluz dirigido a los que no tienen nada sean andaluces, exactamente el 56% , o sea, más de la mitad de todos los españoles que atendieron. Es significativo el aumento de los inmigrantes procedentes del Este de Europa 21,6%, especialmente rumanos/as. El resto de porcentajes se sitúa en personas procedentes del Magreb 17%, América 4%, etc. La feminización de la pobreza es un problema que está aumentando y evolucionando en los últimos años, prueba de ello es el incrementado porcentaje de ocupación en Acogida con respecto a años anteriores. Subrayamos el aumento en los últimos años de las familias con hijos que se encuentran sin hogar y en condiciones muy lamentables. Sobre todo destacan las familias monoparentales compuestas por mujeres solas con hijos a cargo (este aumento es destacado tanto en mujeres inmigrantes como en nacionales) tanto en España como en su país de origen, encontrándose muchas de ellas en situación irregular. “Mención a parte merecen aquellas familias de inmigrantes que no buscan la acogida como medio para arraigarse a la comunidad a ningún nivel, ni social ni económico; claro ejemplo es el caso de las familias rumanas-gitanas que se dedican a la mendicidad, sin habilidades sociales o laborales, sin hábitos básicos (higiene, horarios, alimentación adecuada, etc.) y con sus hijos sin escolarizar. Ya que por su cultura y forma de vida nómada no se adaptan a las normas”91. Cuando coinciden la falta de recursos económicos, la falta de empleo, la inseguridad jurídica por su situación de irregular (en el caso de los inmigrantes) que hace difícil residir y trabajar, la imposibilidad de acceso a la vivienda, tienen problemas con el alcohol y las drogas en general, con la salud física y psíquica, etc. Y como consecuencia de esta larga concatenación de carencias se encuentran solos/as, aislados/as, en una situación de crisis, con cambios en su estructura personal, sin una red socio-afectiva de vecinos, amigos, o familiares donde acudir, es decir, sin apoyos familiares, laborales o sociales, empieza a aparecer el transeuntismo y las personas se sumergen en un proceso de plena exclusión, que se ramifica en múltiples situaciones y procesos. 2.3.3 Mujeres prostituidas Nuestro objetivo se centra en el colectivo de mujeres tanto nacionales como inmigrantes que han agotado toda vía de supervivencia, las carencias las asfixian y poco a poco van perdiendo (en el caso de que las tuvieran) las habilidades sociales más básicas, y en muchos casos se ven abocadas al desempeño del trabajo más antiguo del mundo, la prostitución, como único camino posible para sobrevivir. 90 Muchos de los datos recogidos, opiniones y conclusiones que compartimos provienen de la memoria de 2003 de COAST, por lo que agradecemos a esta entidad, al personal que colabora y especialmente a su director su valiosa aportación, colaboración y participación. 91 Recogido de la memoria 2003 de OCREM. El análisis de este colectivo de personas excluidas lo hemos realizado a través de las casas prostíbulo de Granada que son reguladas por madame92, y a través del ejercicio de la prostitución callejera93 donde hay una fuerte presencia del proxeneta. Observamos que las mujeres prostituidas de casas prostíbulo son mayoritariamente de Granada tanto de la capital como de la provincia, tienen una serie de ventajas con respecto a las que trabajan en la calle, como son; más seguridad, más discreción, más abrigo, etc. Presentan un alto grado de analfabetismo, sobre todo analfabetismo funcional que abarca casi el 99% de los casos y no tienen cualificación profesional. Normalmente las casas prostíbulo a las que estamos haciendo referencia, se ubican en el barrio antiguo de Granada, en la calle Elvira, en los alrededores de Plaza Nueva. En el Albayzín. Han desaparecido casi al completo la Zona de San Matías y alrededores. Fruto de que los flujos migratorios están cambiando se ven más sudamericanas, marroquíes, rusas, nigerianas. Pero las mujeres inmigrantes por lo general ejercen en los club de alternes o en la carretera. Las africanas suelen venir en pateras y sin documentación, a través de mafias. Las mujeres sudamericanas y de países del este vienen como turistas y se quedan en el país de forma “ilegal”. Son frecuentes los casos detectados de mujeres con problemas de salud mental sin diagnosticar. El dispositivo de salud mental tiene las citas muy distantes en el tiempo y estas mujeres no son constantes para mantener una cita médica, ni para mantener un tratamiento, ni siquiera para seguir las pautas horarias en la medicación. La prostitución callejera responde a las situaciones de exclusión más extremas que se dan en la ciudad, la captación del futuro cliente se hace en la calle bajo la mirada vigilante del proxeneta, a menudo la agresividad está muy presente. Este trabajo en la noche es ejercido por españolas, pero en los últimos años hay una intensa presencia de mujeres inmigrantes sin residencia legal, o con pasaporte de turista que no ven otro camino para salir adelante que el de la prostitución, por las difícil y precaria situación en la que se ven atrapadas. Predominan las rumanas y rusas y a una distancia considerable observamos nigerianas, marroquíes, colombianas, de Sierra Leona, españolas y el resto se reparten por los distintos países de Latinoamérica. Comparando este grupo de mujeres que ejerce en la calle, con el grupo que ejerce la prostitución en casas prostíbulos vemos que el primero lo componen mayoritariamente inmigrantes y el segundo españolas. Aunque la edad varía, este primer grupo lo componen mujeres más jóvenes, con un nivel académico y profesional superior y más amplio. Casi todas han tenido una profesión u ocupación laboral en su país de origen. En cambio las mujeres que ejercen en el prostíbulo, una gran mayoría son analfabetas funcionales y no han tenido una ocupación o se han dedicado al servicio doméstico y carecen de habilidades sociales. Esto es un claro ejemplo de desestructuración personal y de exclusión brutal. Las zonas donde se ejerce la prostitución callejera se reparten entre el Paseo del Salón donde la población es de mujeres españolas con una media de edad de 35-27 años, Carretera de Jaén frente al Hotel AC, cuya población es de los Países del Este con una media de edad de unos 25 años, el parque de bomberos con una población de origen Latino-americano, que se encuentra de forma esporádica, y Joaquina Eguaras que tienen como característica general a mujeres toxicómanas, de edad muy variable, al igual que el grado de deterioro. 92 93 Datos aportados por Cáritas a través de un guión de trabajo. Desde aquí agradecemos su especial colaboración. Datos aportados por Cruz Roja a través de un guión de trabajo. Desde aquí agradecemos su colaboración. 2.3.4 Personas ex-drogodependientes94. El ambiente de marginación y penuria compartido tanto por mujeres como por hombres, por inmigrantes como por nacionales (la diferencia es tener o no tener papeles, pero aún teniendo papeles los procesos de exclusión coinciden con todas las carencias ya señaladas), lleva a muchas personas (y a la inversa), por lo general hombres a refugiarse en el policonsumo de drogas. Con consumos regulares de alcohol, tabaco y cannabis, predominando la mezcla de heroína y cocaína (revuelto), la heroína se instala y mantiene entre la población más desestructurada (aunque tenemos que estar vigilantes por si aparece un repunte), se aprecia un aumento de estimulantes como la cocaína que se sitúa como sustancia en expansión entre los jóvenes. Como decíamos en el Informe anterior (2001) los datos encontrados nos avalan que en los últimos años está habiendo una “evolución desde el usuario medio marginal al usuario con vida normalizada, debido a los nuevos patrones de consumo y los nuevos estilos de vida”. El paro es muy elevado entre el colectivo de ex-drogodependientes, son personas muy deterioradas física y psíquicamente, sobre todo dependiendo de la cronicidad de la adicción y de los recursos familiares que tengan, pero por lo general la larga procesión de problemas es tan grande que han agotado la vía laboral y la socio-afectiva de familiares, amigos o vecinos. A medida que la persona bebe más (si es el caso de los alcohólicos, o está inmersa en el mundo de las drogas de la índole que sean), está más desestructurada, más desesperada y más aislada de su entorno. Siendo sus únicas compañeras la soledad y el policonsumo de drogas. Terminando en los casos extremos deambulando por la ciudad sin rumbo fijo, sin hogar, muchas veces con patologías psiquiatritas y otras errando por las prisiones. 2.3.5 Enfermos de SIDA95 El abuso de drogas sobre todo sin un mínimo de medidas preventivas, hace que sea una constante la aparición de nuevos casos de enfermos de Sida, transmitiéndose mayoritariamente por el uso de drogas por vía parenteral y básicamente por prácticas sexuales sin protección. La realidad del Sida a nivel científico-medico ha cambiado (el campo de la investigación ha avanzado mucho), se sabe más, los tratamientos son mejores, los enfermos no se mueren, se cronifican; se conoce de forma más eficaz y eficiente la manera de tratar las enfermedades oportunistas. Sin embargo el Sida a nivel social sigue teniendo la misma cara de crueldad y rechazo, por tanto también los problemas sociales se mantienen y cronifican. Al hecho de estar enfermos se les añade otra realidad, la precariedad económica o imposibilidad de trabajo y/o de ingresos que los hace aún más frágiles. Dejando de ser vulnerables para pasar a procesos profundos de exclusión, cuando pierden los vínculos familiares-afectivos y se ven solos, envueltos en un proceso complejo de rupturas en distintos ámbitos, arrastrando como ya hemos señalado, problemas de drogadicción, desestructuración personal y familiar, problemas relacionados con la delincuencia, etc., que los encadena en la exclusión más severa o “desafiliación”. Como vemos la realidad es muy compleja; los problemas están interrelacionados y se agravan conforme las carencias van apareciendo, de forma que si no tienen medios para subsistir, su salud es delicada, su cualificación profesional es escasa y en muchos casos no 94 Datos aportados por Grexales (memorias y Trabajo de alumnas de Trabajo Social), y Hogar 20, a través de sus memorias. Desde aquí agradecemos su colaboración. 95 Datos aportados por Cruz Roja a través de su colaboración en el guión de trabajo propuesto y por La Delegación de Salud de la Junta de Andalucía. Desde aquí agradecemos su colaboración e interés. tienen hábitos laborales, no cuentan con el apoyo o soporte familiar, tienen una dependencia de sustancias tóxicas, etc., etc., no es extraño que se vean envueltos en procesos judiciales ya realizados, pendientes o cumpliendo condenas. 2.3.6 Población penitenciaria: reclusos y ex -reclusos96 La actividad delictiva y su ingreso en prisión nos sitúan en otro proceso de exclusión que se une a aprendizajes y vivencias en barrios marginales, en donde las conductas aprendidas desde la infancia a través de la familia y el medio ambiente han favorecido sus conductas delictivas, potenciadas por un fuerte deterioro de las relaciones familiares, desarraigo y desestructuración familiar, donde las drogas, los problemas de salud, el bajo nivel de instrucción, el que más de un miembro de una misma familias están cumpliendo condena, etc., etc., se convierte en la “norma”, y se agrega al hecho del internamiento que suelda aún más su deterioro. La relación de los reclusos con el mundo del empleo es heterogénea, aunque la mayoría están parados, gran parte poseen baja cualificación o ésta es inexistente, hecho que incide en que estén en una situación de desventaja social. Pero se dan otras muchas situaciones, sobre todo en la economía sumergida, marginal e ilegal, adquiriendo y desarrollando determinadas habilidades que les permiten sobrevivir en un mundo hostil. Otro problema detectado en la prisión de Granada, que está acentuado en los últimos años, más a partir de la Reforma Psiquiátrica, es el hecho de que hay presos que padecen algún tipo de trastornos mentales, como psicosis, esquizofrenias. A veces problemas duales, es decir, enfermedad mental asociado al consumo de drogas. El sensible aumento de estos trastornos, no necesariamente es un efecto específico de la reclusión, sino más bien de la Reforma Psiquiátrica y de las transformaciones económicas, sociales y políticas de las últimas décadas, que están haciendo que amplios sectores de la población se vean expropiados de los mecanismos más básicos de supervivencia, y esto en muchas ocasiones les lleva a padecer trastornos mentales graves que unidos a su precaria situación, acaban por unos motivos u otros con facilidad dando con sus huesos en la prisión. Sin contar con reclusos que están en la cárcel y padecen los trastornos mentales (como ya hemos mencionado) provocados por el consumo de drogas o por enfermedades como el Sida. 2.3.7 Enfermos Mentales Graves97. Pese a lo que llevamos dicho, hemos de señalar que la evolución de la situación de los enfermos mentales graves en general ha mejorado con respecto a la situación anterior a la Reforma Psiquiátrica, pero no ha llegado hasta una situación mínimamente satisfactoria; pues hay todavía un número considerable de personas sin respuesta a sus graves problemas de salud mental, pese a los avances que se están consiguiendo, (reacuérdese el número de personas inmigrantes y nacionales sin hogar con enfermedades metales sin diagnosticar, denunciado por los profesionales que trabajan con estos colectivos; el número de mujeres prostituidas sin diagnosticar, denunciado por las profesionales que trabajan con ese colectivo, el aumento de presos con enfermedades mentales sin solución aparente, etc.). 96 Agradecemos la aportación de Isabel Mora, trabajadora social de la prisión de Granada. Agradecemos la colaboración de FAISEM a través del guión de trabajo propuesto, su interés y la aportación de sus memorias. 97 Y otro número no menos considerado que son los familiares, los cuidadores-responsables de estos enfermos mentales, que se encuentran en una situación de desprotección y desamparo por parte de la administración, dada la alta incidencia de los problemas y las lagunas existentes, que hace que se sientan solos ante situaciones que no saben ni pueden controlar. Afectando el problema de lleno y desequilibrando a todo el entorno familiar. El desconocimiento de la enfermedad mental por parte de la sociedad y la imagen negativa y estereotipada que nos proporcionan los medios de comunicación son ingredientes importantes para el rechazo y la exclusión social, que se unen a las intervenciones “rentistas” que hacen los políticos. Los enfermos mentales graves son personas que padecen gran aislamiento y soledad sobre todo respecto a su grupo de iguales o amigos, pues la enfermedad suele aparecer en la adolescencia, periodo en el que se paralizan los procesos formativos y de desarrollo personal. Es un colectivo tabú e ignorado por el resto de la sociedad, relegados al ámbito de las instituciones de salud mental y al propio tejido asociativo creado por sus familiares. El mercado laboral en general excluye todo aquello que no sea competitivo y rentable económicamente hablando, y le cuesta entender o entrar en otras dinámicas distintas a las establecidas por las leyes mercantilistas, pues su exclusión proviene del estigma social de enfermo mental, más que de los efectos reales de la enfermedad. 2.3.8 Etnia gitana98. En cierto modo igual pasa con la etnia gitana, aunque no todos los gitanos están excluidos socialmente, si constituyen uno de los grupos más vulnerables de entre los ciudadanos andaluces que transitan y se aposentan por lo general en barrios deprimidos de la ciudad, y en los aledaños de la marginación y la desigualdad social. Siendo la discriminación y estigmatización una dificultad añadida que sienten por parte de la población en general, por su etnia y por pertenecer a un barrio marginado, y en concreto, declaran tener un trato discriminatorio por parte de los empresarios, que en muchas ocasiones les impide mostrar su capacitación laboral. El absentismo y fracaso escolar se mantiene muy alto entre los/as jóvenes de etnia gitana, por los conflictos que tienen con el sistema educativo, “donde no se encuentran apoyados por sus familias, ni por sus maestros, ni en igualdad de condiciones con el resto de sus compañeros, de ahí que su paso por las aulas ordinarias sea frustrante y negativo” (Informe 2001). 98 Aportan datos a través de sus memorias; Anaquerando, Secretariado General gitano, ACCEDER, Cáritas (Asociación Voluntariado Vicenciano, Imfe Granada: Plan de mujeres 2003 (internet). Desde aquí agradecemos su colaboración. Como consecuencia, persisten niveles académicos muy bajos, esto tiene una correspondencia directa con el mercado laboral, presentando altas tasas de parados/as, especialmente el desempleo o empleo precario recae fundamentalmente en los jóvenes y en las mujeres, que padecen en muchos casos una doble discriminación, por ser mujeres y por ser gitanas. A este ambiente hay que añadirle, el no disponer de recursos económicos suficientes, que unido a rupturas, separaciones o divorcios familiares, hacen que muchas gitanas tengan que sacar adelante hijos menores sin medios y que cada vez sea mayor el número de familias “monomarentales”, es decir madres solas con hijos a cargo. Es elevado y crece el número de familias que viven de subsidios insuficientes. La población gitana granadina se concentra principalmente en los siguientes distritos99: el de Zona Norte, compuesta por los barrios de La Paz, Almanjáyar, Polígono de Cartuja, (con mayor población gitana) Parque Nueva Granada, y Casería de Montijo. El del Albayzín, compuesto por los barrios de Sacromonte, San Pedro, San Ildefonso, El Fragüe, y con mayor índice de población gitana Haza Grande. Y por último el del Zaidín. 2.3.9 Personas mayores dependientes Hemos de distinguir entre familias “monomarentales”, y hogares unipersonales que son aquellos compuestos por hombres y/o mujeres solos en edades adultas y mayores. Ya hemos hablado de la tendencia al envejecimiento de la población que habita en Granada, este envejecimiento progresivo de la ciudadanía va acompañado de una presencia cada vez mayor de hogares unipersonales, compuestos por una persona adulta que ha perdido a su pareja por viudedad, separación o por soltería. Destacamos el incremento de viudas, debido a la mayor longevidad de las mujeres. La población formada por personas mayores con algún tipo de discapacidad está aumentando a medida que aumenta la edad. Las enfermedades que por lo general acompañan al envejecimiento son la artritis, las relacionadas con el corazón y la pérdida y/o disminución de la vista y el oído. La proporción de hogares en los que hay al menos una persona mayor de 65 años es elevada, de este modo a la vulnerabilidad y los riesgos que conlleva la vejez por la cronicidad de su salud (incluyendo a las ya mencionadas, el deterioro cognitivo, Alzheimer, etc.), la limitada pensión, los problemas de movilidad, la falta de comunicación debida a su soledad y aislamiento, etc., etc., aumentan su situación de dependencia. En esta etapa de la vida abundan las discapacidades y la falta de comunicación, y la interrelación de todas estas variables hace que fácilmente muchos/as mayores caigan en la desasistencia. 2.3.10 Discapacidades. Otro colectivo que está sometido a riesgos de padecer exclusión y/o están excluidos, empezando incluso una exclusión que comienza con el modo o termino con que tradicionalmente la hemos denominado; en la mente de todos/as están “los incapacitados”, “los minusválidos”, “los inválidos”, etc., términos que nos dan a entender que son personas que viven en situación de marginación, de incapacidad de sostenerse, de desarrollarse, o de participar en la sociedad. Esto no hace sino revelar la discapacidad de la sociedad para entender el problema de las personas con discapacidad. Bien sea física, psíquica, sensorial o relacionada con la parálisis cerebral. 99 Datos aportados por la Fundación Secretariado General Gitano-Granada (Memoria 2003). Todo va a depender, al igual que en otros casos, del apoyo y de los recursos económicos de que disponga la familia y claro está, del grado de la minusvalía, como eje central para su mayor o menor integración social. Por lo que su dependencia de la familia es vital, viven generalmente con ellos, normalmente se encuentran en paro, suelen no tener motivación a la hora de buscar trabajo, por experiencias negativas previas o por la imposibilidad durante prácticamente toda su vida. Sólo una parte de ellos tienen una pensión no contributiva de la Seguridad Social, si la minusvalía supera el 65%, lo que suma a todas sus dependencias, la dependencia económica. 2.4 Zonas que concentran mayores problemas de exclusión y vulnerabilidad. Otro factor de exclusión social es la zona donde se habita, Granada es claramente una ciudad fragmentada con un territorio dualizado. Los barrios forman el espacio social en el que viven, pertenecen y se desenvuelven cotidianamente los individuos, son las zonas geográficas más visibles o donde más se manifiesta la pobreza y la exclusión social. De tal forma que en Granada destacan y se mantienen dos ejes geográficos diferenciados, compuestos por Genil, Beiro y Ronda donde desde el punto de vista del empleo hay altas tasas de ocupación y bajas tasas de paro (detectadas en el Informe 2001), y desde el punto de vista de la ocupación de inmigrantes, la zona Beiro y Genil son las zonas menos pobladas, en cambio Ronda se sitúa en cuarto lugar, porque tiene un elevado número de internas que viven en el mismo domicilio en el que trabajan, pero en el momento en el que pueden disponer del uso de una vivienda se desplazan a barrios periféricos de la capital. Este eje no coincide con los barrios que soportan una discriminación étnica por habitar la comunidad gitana. El otro eje importante es el formado por Zaidín, Zona Norte y Albayzín donde desde el punto de vista del empleo hay bajas tasas de ocupación y más altas tasas de paro, y desde el punto de vista de la ocupación de inmigrantes el Zaidín ocupa el segundo lugar, seguido de Zona Norte en tercer lugar y Albayzín que ocupa el quinto lugar. A diferencia de Ronda y Centro que es el primer lugar de ocupación de los/as inmigrantes según el censo del año 2000; en las demás zonas habitan sus domicilios sin ser estos los lugares de trabajo. Este eje también coincide con los barrios que soportan una discriminación étnica importante, por habitar la comunidad gitana, estigmatizados por el resto de la sociedad granadina. Esta dualización y fragmentación social está gestando nuevas categorías de personas errantes, nómadas, sin rostro, sin papeles, sin derechos; que viven en las fronteras o márgenes cada vez menos nítidos de la ciudadanía. CONCLUSIONES PROVISIONALES. El periodo neoliberal en el que nos encontramos contribuye y da pie a las transformaciones económicas y sociales experimentadas en las dos últimas décadas que están sacudiendo de lleno, de forma global y local nuestras instituciones familiares, políticas, sindicales, administrativas, etc., induciendo a una crisis en las relaciones entre el sistema laboral y el sistema social. Proporcionando por un lado, una nueva forma de organización que afecta de lleno a los aspectos estructurales del trabajo, individualizando las relaciones laborales, disminuyendo la mano de obra, produciendo salarios más bajos, reduciendo las garantías y los sistemas de protección social del trabajo, y por otro, el Estado cada vez se retrae más y la desprotección social de amplios sectores de la población cada vez es mayor. Esta metamorfosis social, que toca de lleno a nuestra ciudad, está dando lugar al aumento alarmantemente de situaciones y procesos de exclusión muy severos. Entendemos que conocer estos procesos a nivel local y global, puede ser la clave para una buena intervención social. La realidad es muy compleja y no es suficiente actuar ante las situaciones de exclusión. Puesto que es un proceso, es necesario; analizar los contextos socio-históricos100 y políticos donde se producen los procesos de cambio, y las zonas donde se gesta y potencia la vulnerabilidad; a la vez que, aproximarnos a conocer sus trayectorias de vida, y cómo en el transcurso de las mismas se acercan o alejan de los poderosos ejes de integración, como son: trabajo, la protección social y la familia. Y observar la repercusión multidimensional que se desencadena al debilitarse o carecer de estos poderosos vínculos de estabilidad social. Es vital, la importancia que la ocupación asalariada tiene para la sociedad en general, y para las personas en proceso de exclusión y/o excluidas en particular, y la importancia de las actuaciones encaminadas a fomentarla. Pese a que es un hecho la servidumbre que las políticas redistributivas tienen respecto al mercado de trabajo, aun así, el Estado puede y debe atribuirse un mayor protagonismo. Es necesario seguir investigando, profundizando y actualizando los datos, situaciones y procesos que están aconteciendo en Granada, y poder actuar en consecuencia. Es básico conocer y tener en cuenta la opinión de las personas que atraviesan o están inmersas en estos procesos, al igual que la opinión de los profesionales que trabajan en la Acción Social, para implementar actuaciones y medidas acordes con su realidad. Se han de llevar a cabo medidas especificas en un marco integrador, dirigidas a colectivos concretos y de forma individualizada, sin que las medidas sirvan sólo como instrumento que rentabiliza en un momento dado, la clase política. Está aumentando la presencia de personas indocumentadas en Granada continuando con la política restrictiva. Se deniegan todos los permisos de trabajo salvo en el servicio doméstico o para aquellos que son preferentes, como hijo de españoles, hijo y/o cónyuge de residente legal. Como consecuencia de una situación de irregularidad y la imposibilidad de regularización, las empresas que pretenden emplearlos o que ya los tienen empleados, renuncian a sus servicios por temor a la posible sanción. También se da el caso contrario, en los que el incumplimiento de las condiciones laborales es un hecho, en muchos casos el empresario se niega a pagar el importe real del trabajo realizado. Con lo que mantienen la precariedad y explotación en los empleos y, como consecuencia directa la vulnerabilidad y la exclusión social. Es muy difícil acabar con esta explotación, pero la coordinación, colaboración y reflexión de todos los entes públicos y privados es necesaria para buscarle salida a este grave problema. Al igual que los profesionales que trabajan con las personas sin hogar, nos parece escandaloso, que el 10% del total de atendidos sean de Granada y provincia101, que el 27% de 100 En el siglo XIX los empresarios aumentaban su riqueza creando puestos de trabajo, por tanto el trabajo se convirtió en la moneda de cambio que, al tiempo que creaba riqueza a las naciones, terminaba con la pobreza de los individuos, pero en estos momentos la riqueza de los empresarios no viene de crear nuevos puestos de trabajo, sino de producir y crear riqueza con el menor número de empleados, esto contribuye a aumentar la pobreza en los países que tradicionalmente son considerados como países ricos. 101 “Ha habido un incremento en los casos derivados por los Servicios Sociales Comunitarios, que en el caso de la ciudad de Granada tiene mucho que ver con la mayor fluidez en la coordinación y derivación de casos entre los trabajadores de los SS.CC. y la trabajadora social del COAST. En el caso de la provincia, también han aumentado ligeramente los casos, pero aquí la respuesta de las administraciones competentes no ha sido la esperada”. Desde COAST creen (y utilizamos sus palabras)que bastantes personas de la provincia que se atienden aquí deberían serlo en sus lugares de procedencia, por arraigo, conocimiento de la situación, redes sociales de apoyo y disponibilidad todas las personas que se atienden en un recurso andaluz dirigido a los que no tienen nada sean andaluces. Y que una de las principales causas de las situaciones de exclusión que las PSH, sea el desempleo, sobre todo el de larga duración, el trabajo temporal y los contratos en precario. Es necesario desarrollar estudios parciales sobre la situación real detectada en este Informe, a través de las declaraciones de instituciones públicas y privadas, respecto a personas que están en la calle con trastornos mentales o duales, sin diagnóstico, sin tratamiento y, por supuesto sin solución en estos momentos, bien sean personas sin hogar nacionales o inmigrantes, mujeres prostituidas, población penitenciaria, enfermos de Sida, drogodependientes, etc. El destacado incremento de personas mayores de 45 años sin hogar, dificulta su integración en el mercado laboral, y potencia el riesgo de mantener y cronificar su situación; esta tendencia no tiene una previsión acorde con la realidad. El problema está creciendo y las plazas y/o recursos para estas personas son muy limitadas/os. Es necesario un dispositivo intermedio entre las Casas de Acogida y los Hospitales para personas con enfermedades físicas graves que necesitan cuidados específicos en su convalecencia. Aunque esta propuesta no es algo nueva ni exclusiva, si es una vía demandada de forma unánime por técnicos/profesionales de la Acción Social como por los grupos y personas en riesgo de exclusión y excluidas, nos referimos al aumento, desarrollo y afianzamiento de empresas sociales, para la inserción laboral, específicamente destinadas a generar empleo estable para cada uno de estos colectivos en riesgo o que padecen exclusión social. Granada es claramente una ciudad fragmentada con un territorio dializado, destacan y se mantienen dos ejes geográficos diferenciados, compuestos por Genil, Beiro y Ronda como las zonas que cuentan con una población más o menos integrada, y el eje formado por Zaidín, Zona Norte y Albayzín en los que se concentra una población vulnerable y en muchos casos soportan una discriminación étnica importante, por habitar la comunidad gitana y un número significativo de inmigrantes, estigmatizados por el resto de la sociedad granadina. Hemos demostrado la importancia del trabajo para la inclusión social de las personas más desfavorecidas. También hemos visto a grandes rasgos que el mercado es restrictivo, que las familias no pueden soportar por más tiempo todo el peso ellas solas, que cada vez hay más gente en riesgo y en exclusión grave, y que los mecanismos establecidos para intentar paliar estas situaciones, tienen muchas carencias, están desbordados y tienen numerosas lagunas sin cubrir. Ante esto nos preguntamos ¿cuáles son los planteamientos en cuanto a políticas públicas que tiene el Estado, las administraciones autonómicas y locales, respecto al aumento de la pobreza, la precariedad y la exclusión de sus ciudadanos?. de recursos. Se debería de impulsar un acuerdo con la Diputación Provincial para definir y clarificar la atención a estas personas. Capítulo 5 Nuevas tecnologías y documentación social: sobre la experiencia del Centro Virtual de Documentación e Información Social de Granada102 Natalia García Caballos Sobre el proyecto de centro de documentación El Centro Virtual de Documentación e Información Social (CEVIDIS) se gesta como un subproyecto del OESPI debido a que se veía necesario un apoyo informativo y documental a los proyectos de investigación que se llevaran a cabo en el Observatorio. También se pretendía que el trabajo realizado en el OESPI tuviera la máxima repercusión posible en la sociedad posibilitando el acceso a los resultados de las investigaciones realizadas. Los usuarios potenciales de este centro de documentación eran todas aquellas personas u organizaciones (ONGs, Administración Pública, Universidad) interesadas en las cuestiones del Observatorio, ya fuera por inquietud personal o de grupo, o por la función que habían de cumplir en la sociedad. En cuanto a la infraestructura y personal necesario se veía la necesidad de contar con un local apropiado, un documentalista y un informático, que deberían ser ayudados por colaboradores o becarios. También se observaba la necesidad de contar con la instalación informática necesaria, tanto a nivel de hardware como de software, así como una conexión a Internet de calidad que permitiera que la página web y bases de datos estuvieran siempre a disposición del público. Se estimaba necesario contar con un presupuesto fijo periódico que permita la programación de las adquisiciones anuales necesarias para el centro. El objetivo general del centro de documentación era la gestión de toda la información que genere, disponga o a la que acceda el Observatorio, de manera que ésta, una vez recogida, clasificada, ordenada y tratada documentalmente, fuera puesta a disposición de los usuarios de un modo ágil, rápido y efectivo. Igualmente procuraría facilitar la documentación requerida y necesaria a los miembros del Observatorio para el desarrollo de su labor investigadora. De manera más específica, se señalaban los siguientes objetivos: 1.- Recuperar todo el material informativo que producido en Granada y Provincia o fuera de ella, y que de algún modo le afecte, relacionado con el tema objeto del Observatorio, a saber, la exclusión y la inserción. 102 Una versión de este texto se encuentra en CRUZ TERÁN, GARCÍA CABALLOS et al. eds. (2004). No se incluyen aquí distintos anexos de aquella versión, en los que se reproducen distintos hipertextos de http://www.oespi.org/cevidis Este objetivo supone la puesta en marcha de las siguientes tareas: 1.1.- Realizar y mantener al día un inventario de todos los colectivos y organizaciones que habitualmente producen este tipo de información o están interesados en el tema. Establecer una relación con ellos. 1.2.- Recopilación de la información ya existente, tanto en formato impreso como electrónico, sin olvidar aquella documentación que no se ha introducido en los cauces comerciales, de especial importancia en este caso. 1.3.- Establecimiento de cauces y mecanismos para que este proceso de recuperación, una vez puesto en marcha, pueda continuar con regularidad. 2.- El segundo objetivo se centra en ordenar y tratar documentalmente el material recopilado, de suerte que pase de ser una masa informal de datos, a un todo organizado, clasificado, accesible y vivo. Supondría, al menos, las siguientes tareas: 2.1.-Confeccionar una tabla sistemática de materias apropiadas, que permita la agrupación, definición y clasificación temática de todos los materiales de un modo lógico, mediante la asignación a los mismos de palabras clave que faciliten su fácil encuadramiento y recuperación. 2.2.-Definir el esquema del registro documental, de tal manera que permita catalogar cualquier tipo de documento y a la vez se encuentre dentro de los esquema reconocidos internacionalmente para la descripción de los documentos, de cara a un posible intercambio de información. 2.3.- Catalogación y clasificación de todo el material que interese, sea cual sea la tipología de documento o el formato en se encuentre. 2.4-Creación de una base de datos con estos registros, que permita la posterior gestión de esta información. 2.5.- Conversión de los documentos que se considere oportunos a formato electrónico, para que puedan ser utilizados directamente por los usuarios online. 2.6.-Ordenación espacial de aquellos documentos que se opte por conservar en formato papel, pero cuyo uso sea también ofrecido a los usuarios, a través del préstamo, fotodocumentación o cualquier otro tipo de reproducción documental. 3.- El tercer objetivo supone la puesta a disposición de los usuarios de toda información, así como la difusión de la misma entre quienes teóricamente puedan estar interesados. Supondría los siguientes pasos. 3.1.-Creación de una página web, que sirva de ventana abierta del Centro de información hacia fuera: Esta debe presentar de un modo claro y completo todas las posibilidades que ofrece el centro y posibilitar la gestión de uso de cualquiera de los materiales. 3.2.- Potenciación, dentro de las posibilidades y la oportunidad, de la conversión de la mayoría de los documentos a formato electrónico, sin renunciar a disponer de una sección documental en otro formato impreso, microfilmado o en cualquier otro soporte. 3.3.-Primar y cuidar el mantenimiento al día de este servicio, para evitar que se estanque en su contenido o que éste envejezca. 3.4.- Realización periódica de campañas de difusión de la existencia del CDV entre quienes puedan estar interesados en su temática, dando a conocer el contenido y las ofertas del mismo a través de una difusión selectiva de la información. 4.- Creación, como cuarto objetivo y dentro de la página Web arriba referida, un espacio virtual de discusión y profundización de las cuestiones que interesen, dentro de los objetivos del proyecto. Se utilizarían grupos de discusión sobre un tema predefinido y acotado y los Chats que posibiliten el intercambio más puntual de opiniones. Este objetivo supondría las siguientes tareas: 4.1.- Definición clara de algunas cuestiones fundamentales para el Observatorio que puedan ser objeto de un grupo organizado de discusión, teniendo siempre en cuenta su oportunidad y conveniencia. Nombramiento de un animador-moderador del grupo. 4.2.- Establecimiento de un Chat, asegurando en fechas y horas determinadas y previamente anunciadas, la presencia de diferentes personas que puedan aportar temas candentes y puntuales para la discusión. 5.- Conexión, como quinto objetivo, con otros Observatorios similares que puedan existir en nuestro país o en cualquier parte del mundo, para intercambiar ideas, experiencias, soluciones, preocupaciones y esperanzas. 6.- El sexto y último objetivo consistiría en facilitar a los miembros del Observatorio aquella documentación que necesiten para el desarrollo de su función en el seno de mismo. Supondría para el documentalista la opción de poder acceder online a catálogos electrónicos, bases de datos y revistas especializadas electrónicas o en papel, así como la posibilidad de manejar aquellas fuentes documentales que puedan resultar de utilidad para esta función. Procedimientos y actividades Hemos detallado en diferentes puntos la metodología que hemos seguido a la hora de desarrollar el CEVIDIS. Aunque también hemos intentado ordenarlas temporalmente, muchas de las actividades que llevamos a cabo ocurrían de manera simultánea, así que, aunque logramos dar una idea de las actividades desarrolladas, ninguna de ellas se realizó de manera aislada. 1. Determinación de las necesidades del proyecto El primer paso que se siguió fue la especificación de las necesidades del proyecto que ya se habían esbozado en el informe inicial. Fue necesario determinar el hardware y software que se utilizaría, el tipo de conexión a Internet que sería necesaria, las funciones que desempeñaría el personal, el lugar donde se situaría físicamente el CEVIDIS, el tipo de información que se quería difundir, etc. 2. Curso de formación a investigadores Consideramos que la formación informática era básica para nuestros investigadores por tres motivos. El primero, porque uno de los objetivos del OESPI y, por tanto del CEVIDIS, era poner a disposición del público en general los materiales creados por los investigadores del Observatorio. Por tanto los investigadores debían ser capaces de manejarse en la página web y base de datos desde la que se accede a la información. En segundo lugar se pretendía que el CEVIDIS favoreciera la interacción entre el público y los investigadores, todo por medio de una plataforma tecnológica (foros, correo electrónico…). Por ello los investigadores debían conocer estas herramientas. Y por último consideramos que el manejo de programas informáticos ayuda a optimizar el tiempo dedicado a la investigación y, por tanto, a la investigación en sí misma. Los contenidos que se impartieron fueron los siguientes: Windows XP, Office 2000, correo electrónico, búsqueda de la información (en bases de datos, catálogos, Internet y publicaciones periódicas) y organización y gestión de la misma (Procite) y diseño básico de páginas web. 3. Instalación de los equipos, selección y adaptación del software La instalación de los equipos se hizo, en la medida de lo posible, con sistemas operativos y software de código libre para minimizar el coste y seguir la filosofía de acceso libre y gratuito. Es por ello que también elegimos el programa Dspace (desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts y por Hewlett-Packard) para nuestro CEVIDIS. Dspace permite mantener una biblioteca digital con documentos de numerosos tipos y de acceso vía Web. Realizamos cambios en el programa en cuanto a la manera de organizar la información, lo adaptamos al español (caracteres acentuados que no se mostraban ni permitían buscarse de manera adecuada) y mejoramos la potencialidad de las búsquedas. De esta manera aprovechamos la potencialidad del programa (que estaba ya creado), adaptándolo a nuestras necesidades y peculiaridades. 4. Establecimos las funcionalidades que queríamos ofrecer a nuestros usuarios Todos los documentos debían estar accesibles en texto completo, es decir, que pinchando en la referencia, tenía que abrirse el documento y poder accederse directamente. Creamos unas categorías que facilitaran el acceso a la información, además de permitir que las personas interesadas se suscribieran a estas categorías de manera que recibieran alertas en sus correos electrónicos cuando se recibieran documentos de su interés. También configuramos un boletín de noticias sobre la actualidad social de Granada al que los interesados podrían suscribirse. 5. Puesta en contacto con entidades y personas cuya documentación fuera susceptible de interés Hubo que realizar un trabajo de identificación de entidades y de información pertinente. También fue necesaria la creación de criterios para inclusión de documentación en el CEVIDIS. Un vez localizadas las entidades y personas se las visitó, presentó el OESPI y CEVIDIS y se les solicitó la información pertinente. En general se realizó un trabajo de seguimiento hasta que se logró conseguir los documentos solicitados. 6. Digitalización, modificación, descripción y respeto del copyright Una vez conseguidos los documentos en algunos casos había que digitalizarlos y modificarlos de manera que fuera posible colgarlos en la base de datos. También era necesario describirlos (palabras clave, resumen) y verificar que no se infringían los derechos de copyright al hacerlos públicos desde el CEVIDIS. 7. Apoyo a distintos subgrupos de investigación del OESPI Se prestó ayuda en la identificación de información, documentación y bibliografía a aquellos proyectos del OESPI que lo solicitaron. 8. Retroalimentación Conforme los usuarios conocieron el CEVIDIS realizaron peticiones que se atendieron puntualmente. Se sugirió la creación de un foro de discusión y la modificación de ciertas categorías. Las dos propuestas fueron aceptadas e implementadas. 9. Difusión al público en general Se utilizaron estrategias para lograr la difusión del CEVIDIS por las diferentes comunidades. Se logró aparecer en Google y en diversos foros de discusión. Se aprovecharon conferencias y contactos personales para difundirlo al máximo en el mundo asociativo de Granada. Análisis, explicaciones y conclusiones El Centro Virtual de Documentación e Información Social da respuesta a una necesidad de la realidad más cercana, la local. Proporciona información que proviene de fuentes muy diversas a través de una única base de datos. Las fuentes son tanto la Administración Pública (Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía), como entidades sin ánimo de lucro (ONGs, Asociaciones de Vecinos), privadas (Caja de Ahorros) o instituciones académicas (Universidad de Granada). La posibilidad de encontrar información proveniente de todas estas entidades amplía de manera considerable en espectro de la búsqueda de información y la documentación recuperada ofrece una riqueza y diversidad importantes. Se suele prestar más atención a la información generada a nivel internacional, nacional o regional que a la local. El CEVIDIS se ocupa de esta última, lo que constituye un reto importante ya no que existen canales formales para la identificación y recogida de esta información y la ciudadanía no está acostumbrada a acceder a ella fácilmente. Se trata, por tanto, de invertir en una mejora que puede resultar muy importante para los proyectos locales de diversa índole y procedencia. Por otro lado, el CEVIDIS (al igual que el OESPI) va dirigido tanto a profesionales de lo social como a investigadores, estudiantes, público en general y tomadores de decisiones. La creación de una única plataforma a la que acuda un público presenta muchas potencialidades ya que tiene la capacidad de convertirse en punto de encuentro entre todos ellos. Se crean, por tanto, espacios de interacción que pueden ser de gran riqueza. La plataforma sobre la que hemos implementado el CEVIDIS se corresponde totalmente con la filosofía del Observatorio sobre Exclusión Social. Se trata de software gratuito de código libre que hemos adaptado al español y a nuestras necesidades. Los registros que contiene la base de datos son fácilmente intercambiables ya que cumplen con las normas internacionales de intercambio de datos, por lo que sería fácil establecer acuerdos de colaboración con entidades similares. La acogida general de la iniciativa ha sido muy buena. Los usuarios destacan la utilidad de una herramienta como ésta, señalando la importancia de estar al tanto de lo que ocurre en Granada en su sector de trabajo o de interés. También en este sentido se ha valorado mucho la categorización de la información que hemos realizado puesto que permite un acceso a la información variado y rico. Existen pocas iniciativas como esta, ninguna que ofrezca información a nivel local y a texto completo utilizando programas de código libre como es el Dspace. La utilidad queda demostrada por los resultados. En los tres meses en los que el CEVIDIS ha funcionado las visitas han aumentado considerablemente103: Tabla 1 - Visitantes a www.oespi.org/cevidis Aunque la mayoría de las visitas provienen de España, también se han interesado por el CEVIDIS usuarios internacionales: 103 Todos los datos que ofrecemos a continuación provienen de opentracker.net, la empresa independiente encargada de llevar las estadísticas del OESPI-CEVIDIS. Tabla 2 - Procedencia de los visitantes En el siguiente gráfico observamos las ISPs de los visitantes, lo que nos da una idea del perfil de las personas que han conocido la iniciativa y de donde proceden (ej. Diputación, Ayuntamiento…), ONGs: Tabla 3 - Procedencia de los visitantes Como se observa en los datos que presentamos el uso de la página y base de datos asociada está en continuo crecimiento. Consideramos esto es la mejor prueba de que se trata de un proyecto interesante y que vale la pena seguir trabajando en el mismo. Recomendaciones La Unión Europea tiene como uno de sus objetivos principales acercar la información a sus ciudadanos y se sirve de las nuevas tecnologías para ello. La filosofía y dinámica que el CEVIDIS adopta es la misma: poner a disposición de los ciudadanos la mayor cantidad de información relevante posible, de acceso fácil y gratuito y con el objetivo añadido de crear foros que favorezcan la comunicación entre distintos ámbitos. Pensamos que la creación de Centros Virtuales de Documentación e Información a nivel local son de gran utilidad para la ciudad ya que son una manera de aglutinar bajo único punto de acceso la realidad de una localidad. La creación de distintos centros virtuales de documentación e información asociados a observatorios y que colaboraran entre sí lograría tejer una red social de gran potencia ya no sólo a nivel local, sino regional y nacional. Sería interesante establecer pautas para los centros virtuales de manera que la información fuera fácilmente compartible. También fomentar la colaboración y conjunción de esfuerzos de manera que no se repitieran las tareas. Para ello sería interesante contar con políticas públicas que apoyaran estas iniciativas y que las encuadraran dentro de las filosofías de cooperación y compartición de recursos. BIBLIOGRAFÍA Aguilar, M., M. Gaviria y M. Laparra (1995): La caña y el pez. Informe sobre los salarios sociales en las Comunidades Autónomas 1989-1994 Alonso, L .E (2002):”Centralidad del trabajo y cohesión social: ¿una relación necesaria?”, en CABS, nº 10, 2002, pp.45-72. Alonso, L. E. (1999) Trabajo y ciudadanía: estudios sobre la crisis de la sociedad salarial, Madrid: Ed. Trotta Álvarez Uría, F. et al. (1995): Desigualdad y pobreza hoy. Talasa Alvarez Uría, F., comp. (1992): Marginación e inserción. Endymión. Madrid. Auriol, H. 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