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ALIMENTACIÓN TRADICIONAL EN CANARIAS: UN PARAÍSO PERDIDO Revisado: 05/07/2012 Autores: Luis M. Bello Luján. Licenciado en Medicina. Máster en Nutrición y Seguridad Alimentaria. Manuel Jiménez Suárez. Maestro. Técnico de Radiodifusión. Licenciado en Ciencias de la Educación. María Jesús Fernández Rodríguez. Licenciada en Farmacia. Máster en Nutrición y Seguridad Alimentaria. En la actualidad numerosos estudios epidemiológicos sugieren que la dieta y la nutrición están relacionadas con el desarrollo de enfermedades de gran prevalencia y algunas de elevada mortalidad en nuestro medio, como son las enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, osteoporosis, anemia, algunos cánceres, etc. La adecuación del patrón de consumo alimentario hacia modelos más saludables puede contribuir de manera importante a la disminución del riesgo de sufrir ciertas patologías y a la promoción de salud y viceversa. En la segunda mitad del siglo pasado se han producido en Canarias importantes cambios socioeconómicos que han repercutido en el consumo de alimentos, y por consiguiente en el estado nutricional de la población: desde un período de posguerra, sin excesivos cambios (1940 -1960), a un período de expansión y desarrollo (19611975); únicamente superado en los años transcurridos desde 1985 a 19911. La dieta de los canarios en la década de los sesenta se basaba en productos de carácter básico, primario, existiendo una relativa escasez de aquellos de un superior valor proteínico. Los cambios más importantes que se han producido en las Islas Canarias, durante el periodo de 1964 a 2008, han sido la caída del consumo de pan, legumbres, papas, pastas y arroz, aumento del consumo de carnes, principalmente las rojas, las grasas, y los lácteos y derivados. En cuanto a la "riqueza proteica" de la alimentación canaria en los años 1950-60, se observaba que el 46% de los canarios tenían una alimentación claramente "insuficiente" en cuanto a su contenido proteico, al estar en torno a los 70 gramos diarios. Un porcentaje similar, 48%, se encontraba alrededor del valor medio nacional (78-80 gr./día) y, únicamente el 5% sobrepasan los 85 gr./día. El contenido proteico de la alimentación canaria se encontraba por debajo de la media nacional2. A lo largo de estos últimos cincuenta años también se ha modificado la composición de la población activa de las islas: mientras en la década de los años 1 Serra Majen Ll., Aranceta Bartrina J., Mataix Verdú J. NUTRICIÓN Y SALUD PÚBLICA. Barcelona. Masson, 1995. 2 Confederación Española de Cajas de Ahorros. Situación actual y perspectivas de desarrollo en Canarias. Tomo III. Madrid, 1971 1 cincuenta el sector primario, agricultura y ganadería, ocupaba a la mayor parte de la población; en los años sesenta el sector servicios casi supera al sector agrícola y ganadero. Este progresivo desplazamiento de las ocupaciones continúa acentuándose y a mediados de la década de los noventa es el sector servicios el que da ocupación a la mayor parte de la población, siendo testimonial la dedicación a los sectores industriales, agrícola y ganadero. El abandono progresivo del campo hacia zonas urbanas y turísticas con fuerte demanda de empleo y mejores salarios, ha tenido un fuerte impacto en la salud ya que se produce un cambio obligado de los valores tradicionales y en el comportamiento individual y colectivo de la población. Todos estos cambios y la incorporación de la población femenina al mundo del trabajo, junto a los distintos horarios laborales han contribuido a los progresivos cambios en el estilo de vida y consecuentemente en la alimentación. Varela3 observó que al incrementarse el nivel de urbanización aumenta la proporción de calorías aportadas por la grasa y la proteína y, en consecuencia, disminuye la de hidratos de carbono. En resumen, con el nivel de urbanización se incrementa el porcentaje de alimentos industrializados en la dieta. Cambian las ocupaciones de la población, cambian los estilos de vida, cambia la alimentación y cambian las causas de defunción en ambas provincias. Se observa en la Tabla 1, una caída progresiva de la mortalidad exógena (enfermedades parasitarias y accidentes) y un incremento de algunas causas de la mortalidad endógena (tumores y enfermedad cardiovascular) a medida que ha ido cambiando la dieta, entre otros factores. 3 Varela G, Moreiras-Varela O, Blázquez M. Urbanization, nutritive status, and food habits in the spanish population. Nutr Diet 1985; 36: 55-71. 2 Tabla 1. Evolución de las causas de defunción (%). Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife (1954-2006) 1954 (*) 1964 (*) 1974 (*) 1984 (*) 2006 (*) LPA SCTF LPA SCTF LPA SCTF LPA SCTF LPA SCTF Mortalidad EXÓGENA 26,1 21,2 21 18,8 19 16,7 8,9 9,1 6,3 8,1 Enfermedades Parasitarias e Infecciosas Accidentes y Violencia 21,5 16,7 16,3 14,1 10,6 10,8 1,2 1,1 2,1 2,1 4,6 4,5 4,7 4,6 8,3 5,9 7,7 8 4,2 6 73,6 57,9 78,8 65,5 73,7 77,8 90,9 89 88,7 88,4 1 12,2 10,2 16,5 15,9 16,8 17,7 22,4 21,4 27,6 27,6 17,9 21,8 25,7 22,7 30 36,6 47,5 47,4 41,4 38,3 30,7 25,8 24,1 26,8 23,2 23,4 18,2 16,7 19,7 22,5 12,8 20,8 12,5 15,6 3,7 5,3 2,8 3,5 2,4 2,1 3219 3080 3452 4018 4052 4367 4754 6184 6511 Mortalidad ENDÓGENA Tumores Enfermedades Cardiovasculares y Respiratorias Resto Enfermedades Endógenas Senilidad y mal definidas Defunciones Totales 3018 Fuente: INE/ISTAC (1954-1994). Elaboración propia. De otro lado, una somera reflexión sobre la manera de alimentarse de la población general en los años sesenta junto a los estilos de vida de entonces y su comparación con los actuales, pueden resultar clarificadores para justificar los cambios que se han producido en el terreno sanitario y el más importante problema de salud de la sanidad canaria: el sobrepeso y la obesidad. ¿Cómo se alimentaba la población en los años sesenta? ¿Cuántas comidas se hacían al día? ¿Qué se desayunaba? ¿Qué se almorzaba? ¿Qué se cenaba? Haciendo una aproximación genérica a estas cuestiones se podría afirmar que la alimentación de los años sesenta, sobre todo en las zonas rurales, estaba basada en el cultivo y labranza de la tierra, como seguidamente podemos ver. • Desayunos: - Leche entera fresca (cabra, vaca o mezcla) sola o con café.4 - Dos o tres cucharadas de gofio (de trigo, millo, cebada o mezclas)5. - Unas aceitunas del país o un poco de queso artesanal elaborado en la propia casa, en la mayoría de los casos6. 4 Consulte el consumo gramos/persona/día de cada uno de estos alimentos en la Tabla 2: TENDENCIAS EN EL CONSUMO DE ALIMENTOS EN CANARIAS (1964-2008). 5 Se trata de un alimento autóctono de Canarias y se obtiene moliendo los cereales previamente tostados. 6 Actualmente el consumo de quesos es alto lo cual es, para muchos expertos, una de las causas del sobrepeso y de la obesidad en Canarias. Así queda ratificado, en la Tabla 2. 3 - Una fruta del tiempo de cultivo propio (cuando era la época). (Este desayuno sufría algún cambio sustituyendo el gofio o añadiendo a éste pan o bizcocho7 de elaboración propia en muchos casos) Resulta notorio que entonces no se consumían habitualmente embutidos, ni mantequillas, ni margarinas y muy poca bollería… Ocasionalmente podían usarse las mermeladas caseras… • Media mañana: por lo general no existía costumbre; no obstante, en ocasiones se podía comer una fruta, un café o un cortado. • Almuerzos: el plato fuerte de la comida del mediodía se acompañaba de una ensalada natural elaborada con cebollas, tomates, lechuga y poco más, aliñada con aceite de oliva o de semillas y vinagre. - Tres, cuatro o más veces a la semana: potaje (de lentejas, verduras, judías, garbanzos, jaramagos8, etc.) A estos potajes se les solía añadir en muchas ocasiones, un trozo de carne de cerdo de la matanza propia y que era conservado en sal. En ocasiones, el potaje era acompañado con gofio amasado con el caldo o espolvoreado en el plato. - En los restantes días de la semana el potaje podía ser sustituido por otros platos imbricados en la cultura canaria: Puchero Papas, judías y fideos (gruesos) Caldo de millo9 Caldo de papas Sancocho Caldo de pescado (más frecuente en las zonas urbanas y costeras) Arroz blanco con uno o dos huevos fritos al que ocasionalmente se le añadía morcilla dulce. Arroz amarillo con carne de cerdo o con conejo (las carnes, normalmente de pollo, conejo o cerdo y pocas veces al año de vaca, se reservaban para los días festivos y para las fiestas locales; no se solían consumir solas sino siempre acompañando al arroz, los garbanzos, las papas, etc., en platos como el arroz con carne, ropa vieja o estofado de carne con papas. Por lo general se comían pocas carnes, pocos alimentos fritos y 7 Pan bizcochado. Planta herbácea crucífera de flores amarillas pequeñas. 9 Maíz. 8 4 embutidos). Tanto las bebidas alcohólicas como las no alcohólicas se consumían muchísimo menos que en la actualidad. - Postre: una fruta del tiempo, en su época. En general, plátanos del país. En este punto resulta también notorio hacer notar que, por lo general, no se consumían dulces, ni helados, ni chocolates, ni bollería... Ocasionalmente, natillas caseras o arroz con leche. • Merienda: la niñez solía ingerir una taza de gofio de millo con un poquito de azúcar y un chorrito de aceite de oliva. Ocasionalmente, una fruta del tiempo algunos frutos secos (castañas, nueces, almendras o higos pasados). Plátanos amasados con gofio. • Cena: un plato de comida de la que sobró del mediodía o un escaldón de leche o de suero10 con gofio. 10 Agua que se desecha después de cuajada la leche y en el momento de elaborar el queso. A este producto se le solía dejar alguna cantidad de leche cuajada con lo que era enriquecido con hidratos de carbono, proteínas y grasas. 5 TABLA 2. Tendencias en el consumo de alimentos en Canarias (1964-2008) (Gramos/persona /día) 1964 1981 1991 2005 2008 Cereales, Pan y Papas 840 607 420 205,3 216,1 -288,7 Papas 510,1 396,6 268 81,5 83,9 -508,0 Pan blanco 160,5 139,6 113,7 79,7 96,7 -66,0 Gofio 105,4 34,2 13,5 7,0 6,68 -1477,8 6,7 _ _ 32,1 26,8 75,0 Leches y derivados 277,6 361,4 367,7 523,9 380,0 26,9 Huevos 24,3 35,0 32,4 21,2 22,4 -8,5 Azúcar 71,8 56,6 38,6 16,5 17,3 -315,0 Aceites y grasas 58,0 66,0 59,8 47,2 49,5 -17,2 Verduras y Hortalizas 160,6 156,6 130,3 154,4 176,9 9,2 40,5 35,2 31,9 27,5 41,2 1,7 Legumbres 38,9 24,1 20,1 11,0 10,5 -270,5 Frutas 142,4 300,8 237,3 372,6 487,0 70,8 Bollería Tomates Plátanos (Diferenc. 2008-1964) 108,7 75,8 41,1 27,4 32,2 -237,6 29,1 90,8 110,6 96,8 117,4 75,2 3,7 9,5 21,8 23,6 28,6 87,1 Pescados 55,1 50,8 56,2 46,3 54,0 -2,0 Bebidas alcohólicas 28,2 62,8 56,8 57,3 58,1 51,5 Cerveza 5,2 28,0 31,2 31,2 33,4 84,4 Bebidas no alcohólicas 50,9 252,3 354,3 382,4 453,9 88,8 Carnes y derivados Embutidos Fuentes: (a) Varela G. Et al. La nutrición de los españoles. Madrid: IDE, 1971. (b) Encuesta Presupuestos familiares. Madrid: INE, 81,91, 05, 08. Como se observa en la tabla 2, el perfil alimentario en los años 1960 en Canarias se basaba en un consumo elevado de papas, pan, y gofio, plátanos, tomates y legumbres y un bajo consumo de verduras y hortalizas, pescado y carne, y bollería industrial. En cambio, en los años 2005-2008, dicho perfil se había modificado, observándose una caída en el consumo de cereales, papas y pan, plátano, tomate y legumbres y un fuerte incremento de lácteos, frutas, bollería industrial, bebidas alcohólicas (cerveza) y no alcohólicas (refrescos y zumos). Paradójicamente, el consumo de pescado apenas sufrió cambios a pesar de estar rodeados de mar. Hecha esta breve descripción es preciso decir que la actividad física de los años sesenta y anteriores formaba parte de la vida cotidiana, era algo inherente a la forma de vivir, a los estilos de vida de aquellos momentos: había pocos medios de comunicación y los desplazamientos se hacían andando y había que hacerlos para casi todas las tareas domésticas y laborales. Por el contrario, en la actualidad la vida 6 sedentaria caracteriza a los estilos de vida de gran parte de la población11. Pues bien, estos cambios alimentarios unidos a la vida sedentaria de gran parte de la población actual, explican en gran medida la problemática de la salud en Canarias y ayudan a entender las causas de mortalidad tanto en Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife (1954-2006), donde se observa el descenso de las enfermedades infecciosas y parasitarias, y un incremento de las enfermedades cardiovasculares que, como se sabe, sus principales factores de riesgo son la obesidad, sedentarismo, tabaquismo, la hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes: problemas todos ellos de gran prevalencia en nuestra sociedad y que tienen relación con los actuales estilos de vida. Por otro lado, el cáncer ha duplicado sus porcentajes de fallecidos desde los años 50 hasta ahora, con progresiva tendencia al ascenso. Finalmente, a manera de testimonio, dejamos constancia de la elaboración de algunos platos de la cocina canaria. GOFIO ESCALDADO PARA EL CALDO DE PESCADO12. En un caldero 1. chato ponemos el gofio y el hierba huerto13. Le añadimos un poco del caldo de pescado y se escalda14 en el fuego hasta que quede como una natilla clara, pues al enfriarse se queda en su punto. Se sirve en hondillas individuales. 2. CALDO DE PESCADO. Ingredientes para su preparación: Una sama de un kilo y medio, un kilo de cherne, un kilo de mero, dos kilos de papas, dos tomates grandes, un pimiento grande, dos cabezas de ajos, dos vasos grandes de aceite, un puñado de tomillo, cuatro o cinco hojas de laurel, un buen manojo de cilantro, un buen manojo de hierba huerto, dos sobres de azafrán, agua y sal al gusto. Preparación: una vez limpio el pescado se dora en una sartén con la mitad del aceite. Por otro lado, echas el resto del aceite en un caldero grande y chato y lo pones al fuego. Se añade la cebolla picada, los tomates pelados y picados, el pimiento cortado en tiras, los ajos asados en el fuego, el tomillo y el laurel. Cuando comience a hervir, se agrega el cilantro y el manojo de hierba huerto, las papas partidas en 4 trozos y el pescado. Se pone agua en cantidad, el 11 El 58,7% de la población de 6 a 75 años, según la Encuesta Nutricional de Canarias, se declara sedentaria en su tiempo libre. 12 Libro de Cocina de Lola Massieu: recopiladas y aportadas por sus abuelas y su madre. Las Palmas de Gran Canaria. 1995.ISBN: 84-7947-109-3. 13 14 Hierbabuena. Escaldar: mezclar el gofio con el caldo caliente hasta que se forme una especie de natilla. 7 azafrán y la sal a gusto. Cuando las papas estén guisadas, se deja reposar media hora para que el caldo coja más sabor y se sirve. Tanto al gofio como al caldo de pescado, se le suelen añadir un poco de pimienta roja majada. 3. POTAJE DE BERROS. Ingredientes: medio kilo de berros frescos, una costilla de cerdo, cuatro papas del ojo rosado15, medio kilo de judías blancas, un cuarto kilo de ñame, una cebolla grande, ocho dientes de ajos, tres cucharadas de harina, un vaso de aceite, agua y sal al gusto. Preparación: se lavan bien los berros, se pican en trozos pequeños y se ponen en un caldero alto. Se le añade la cebolla bien picada, las judías (deben estar de remojo desde el día anterior), las papas peladas y partidas en dados; el ñame también pelado y cortado en trozos pequeños y, por último, la costilla de cerdo. Por otra parte, en una sartén se pone a calentar el aceite para dorar unos ajos; una vez dorados se majan en un mortero y se vuelven a poner en la sartén, añadiéndole harina, dejándola al fuego hasta que esta última se dore un poco. A continuación se vierte el contenido de la sartén en el caldero, y se pone agua suficiente para cubrir todo. Lo pones al fuego y lo dejas guisar hasta que esté totalmente apotajado (pastoso, falto de agua). Se deja reposar y listo para comer. 15 Variedad de papas procedente de Escocia de la zona Caithness. 8