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2011 imposición de hábitos exógenos Soberanía Alimentaria frente a la Alimentación Tradicional Ngäbe y Helena Saracho Domínguez Máster en Desarrollo y Cooperación Internacional Universitat de Lleida Alimentación Tradicional Ngäbe y Soberanía Alimentaria frente a la imposición de hábitos exógenos Helena Saracho Domínguez Tutora académica: Mónica Martínez Mauri Tutor trabajo de campo: Blas Quintero Sánchez 1 de diciembre de 2011 [0] Alimentación Tradicional Ngäbe y Soberanía Alimentaria frente a la imposición de hábitos exógenos exógenos Helena Saracho Domínguez 1 de diciembre de 2011 [1] AGRADECIMIENTOS Gracias al pueblo ngäbe, por haber sido como la presencia del colibrí durante mí aventura en Panamá. Me habéis acercado a la sabiduría y el conocimiento de vuestro pueblo. Me habéis permitido adentrarme en el plano más íntimo de vuestra cultura alimentaria, acercándome a un apasionante mundo de sabores, olores y experiencias, que han hecho crecer mi interior. Gracias por vuestra confianza, hospitalidad y paciencia. … Gracias a Armando Sire y su familia, por haber sido mi familia a este lado del océano, gracias por aceptarme y acercarme a la intimidad de vuestro hogar, gracias por ensenarme käbe nügwo batda1 el sentido de vuestra alimentación. … Gracias a los sabios y las sabias ngäbes de Bagaibatda, Jelerabitdi, Buobitdi y Bababatda, por vuestra hospitalidad, cariño y atención. Gracias por haberme acercado a vuestra cultura y a vuestra manera de entender la vida y la alimentación. … Gracias al equipo de Acción Cultural Ngóbe y en especial a Blas Quintero que con sus enseñanzas hizo posible desde el primer día mi iniciación en el idioma ngäbere y mi acercamiento a la Comarca Ngäbe-Buglé. … Gracias a mi familia y a quienes siempre están a mi lado. … Gracias Oficina de Cooperació i Solidaritat de la Universitat de Lleida por concederme la ayuda de Mobilitat Solidària, que hizo posible mi traslado a Panamá. … Y por último gracias a todas y todos los que de alguna manera me han ayudado a lo largo del trabajo de campo que ha dado lugar a este proyecto de tesis, entre ellos: Víctor Breton, Mónica Martínez Mauri, Alicia Ibáñez, y las instalaciones de Smithsonian Tropical Research Institute (STRI). 1 Junto al fuego y con cacao (Cacao-con fuego junto a). [2] RESUMEN La investigación ha sido realizada en el periodo comprendido entre mayo y octubre de 2011. Ha contado con una fase de trabajo de campo de 4 meses en la Comarca NgäbeBuglé, en el occidente de Panamá a partir de la cual ha sido posible analizar de manera etnografía el título enunciado. Los objetivos e hipótesis de investigación han pretendido constatar la pertinencia del estudio antropológico y nutricional de la situación alimentaria del pueblo ngäbe. Teniendo en cuenta la cosmovisión en la que su cultura alimentaria se inserta y los aportes que este tipo de estudios pueden generar de cara a futuras investigaciones. De esta manera, la investigación sostiene la hipótesis de que el patrón alimentario que ha permitido la supervivencia ngäbe durante siglos, y los productos alimentarios derivados de su praxis son la clave en la obtención de autosuficiencia alimentaria. Planteando esta como una alternativa cultural y nutricionalmente apropiada frente a la introducción de alimentos industriales y como potenciadora de la Soberanía Alimentaria a largo plazo. En lo que respecta a la problemática alimentaria actual (pobreza, vulnerabilidad y la desnutrición infantil) de la población ngäbe sostiene que las intervenciones gubernamentales e internacionales han introducido modificaciones en los hábitos alimentarios. Implicando estos el deterioro de la cultura alimentaria tradicional y siendo perjudiciales para la situación alimentaria a largo plazo. Finalmente, la investigación se proyecta como el primer paso en de una línea de investigación que conlleve a una futura tesis doctoral. Esta se enmarca en un campo en el cual la alimentación tradicional ngäbe no ha sido apenas estudiada con anterioridad. Pudiendo hacer un importante aporte futuro en torno a la etnografía de los pueblos que habitan la comarca y su cultura alimentaria. [3] INDICE GENERAL Pagina • Agradecimientos…………………………………………………………… 2 • Resumen…………………………………………………………………….. 3 • Introducción y objetivos • • Contextualización.………………………………………………….… 12 • Los Pueblos Indígenas de Panamá…………………………………… 12 • La desigualdad alimentaria en Panamá.………………….…………... 16 Aclaración conceptual………………………………………………... 17 • Cómo entender la valoración del estado nutricional………..…………. 17 • Qué terminología usar para hablar del mal estado nutricional…............ 18 • Cómo diferenciar la Soberanía Alimentaria y la Seguridad Alimentaria………………………………………………… 19 • • Qué se entiende por campesinado en la Soberanía Alimentaria……….. 20 • Qué considerar alimento, y qué no……………………………..……... 20 Hipótesis y objetivos……………………………………………….…. 22 Estado de la cuestión • • • Antecedentes y actualización de la cuestión……………………….... 25 • La Soberanía Alimentaria de los Pueblos Indígenas……………….. 25 • Alimentación Ngäbe………………………………...……………... 29 Metodología • Documentación…………………………………………………..…… 31 [4] • • Selección de la comunidad para el trabajo de campo…………….… 32 • Técnicas de investigación empleadas……………………………...… 34 Contenido por capítulos • Capítulo I……………………………………………………………………. 36 Origen de la agricultura prehispánica y los alimentos que han permitido la supervivencia del pueblo ngäbe • Capítulo II…………………………………………………………………… 63 Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria: Compatibilidad en la acción contra la desnutrición en la Comarca Ngäbe-Buglé • Capítulo III……………………………………………………………..…… 75 Métodos tradicionales ngäbes para la conservación de alimentos. • Capítulo IV……………………………………………………………….…. 98 Papel de la mujer ngäbe como trasmisora de salud y cultura, en la consecución de Soberanía y Seguridad Alimentaria. • Conclusiones………………………………………………………..….…. 119 • Continuidad de la investigación • • La importancia de investigaciones futuras…………………………. 122 • Objetivos para una futura tesis…………………………….…..….… 123 • Detalles de planificación de la futura tesis…………………….……. 126 Bibliografía………………………………………..…………………....… 128 [5] INDICE DE CONTENIDOS POR CAPITULOS Capítulo I Las raíces de la agricultura prehispánica y los alimentos del pueblo ngäbe Introducción y objetivos……………………………………………………………….… 36 • Origen de la agricultura prehispánica y su influencia en los hábitos alimentarios de los antiguos pobladores de la actual panamá…………………………....… 37 • Alimentos de la gastronomía del pueblo ngäbe.……………………….……. 41 • Alimentos de origen vegetal presentes en la cultura alimentaria ngäbe…............. 42 • Alimentos de origen animal presentes en la cultura alimentaria ngäbe…………. 58 Conclusión……………………………………………………………………………...… 61 Capítulo II Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria: Compatibilidad en la acción contra la desnutrición en la Comarca Ngäbe-Buglé Introducción y objetivos…………………………………………………………………. 63 • Galletas como estrategia de seguridad alimentaria la influencia de la introducción de alimentos industriales a la dieta ngäbe.………………….…. 65 • Soberanía Alimentaria vs Seguridad Alimentaria………………………….... 67 • Soberanía Alimentaria…………………………………………………….….. 67 • Seguridad Alimentaria……………………………………………….…….…. 69 Conclusiones…………………………………………………………….……………….. 72 [6] Capítulo III Los métodos de conservación de alimentos de uso tradicional ngäbe como proveedores de soberanía alimentaria Introducción y objetivos………………………………………………………………..… 75 • Clasificación de procesos tecnológicos para la conservación…………..…… 76 • Conservación por ahumado…………………………………………………... 78 • Alimentos de origen animal conservados tradicionalmente mediante ahumado……………………………………………………………………..… 78 • Alimentos de origen vegetal conservados tradicionalmente mediante ahumado………………………………………………………………..……… 79 • Conservación por secado……………………………………………….…..… 80 • Conservación por desecación de alimentos molidos………………………..... 83 • Pescado molido o gwa münü….…………………………………………….…........ 83 • El cangrejo molido (meselé münü) y los viajes de aprovisionamiento a la costa..................................................................................................................... 85 • Comparando los alimentos ricos en calcio comerciales con los de elaboración artesanal………………………………………………………………………. 86 • • • Leches evaporadas enlatadas versus cáscara de huevo molida….………….… 86 Los utensilios de molienda de la cocina tradicional ngäbe……………..……. 90 • Piedra de moler…………………………………………………….…………. 91 • Piedra de majar………………………………….………………………….… 93 Los recipientes de la cocina tradicional ngäbe………………….……………. 93 [7] • Bateas…………………………………………………………………..….… 94 • Totumas y tulas……………………………………………………………… 95 Conclusiones…………………………………………………………………………….. 96 Capítulo IV El papel de la mujer ngäbe como trasmisora de salud y cultura Introducción y objetivos………………………………………………………………… 98 • La mujer ngäbe y la transmisión del estado nutricional……………………………. 99 • La transmisión del estado nutricional madre-hijo/a………………………..……... 99 • El ciclo intergeneracional de la desnutrición…………………………………….. 100 • Los requerimientos nutricionales durante el embarazo y lactancia materna……… 102 • La mujer ngäbe y los métodos de transmisión cultural…………………………… 104 • • Un método ngäbe para transmitir saberes culturales…………………………..… 105 • Las parteras y la medicina tradicional ngäbe………………………………….… 107 El embarazo y la alimentación ngäbe…………………………………………..… 109 • El concepto boin y el ritual de iniciación femenino…………………………….. 109 • El embarazo como momento de cambio………………………………………... 111 • La alimentación durante los días próximos al parto…………………………….. 114 • La lactancia materna en la Comarca Ngäbe-Buglé…………………………..…. 115 Conclusiones………………………………………………………………………...… 117 [8] INDICE DE TABLAS, CUADROS Y FIGURAS Página CUADROS Cuadro 1: Cronología de la arqueología prehispánica en Panamá: instrumentos de uso alimentario……………………………………………………………………………….. 91 FICHAS TÉCNICAS Ficha técnica 1: Plátano y guineo conservados secos…………………………………. 80 Ficha técnica 2: Maíz conservado seco……………………………………………...… 82 Ficha técnica 3: Elaboración de gwa münü (pescado molido)……………………...… 84 FOTOGRAFÍAS Fotografía 1: Cogollo de pifa, (dabá mutu), Bagaibatda……………………..…….… 44 Fotografía 2: Recolectando flores silvestres, Jelerabitdi…………………….….….…. 51 Fotografía 3: Frijoles recién cosechados, Bagaibatda…………………….……..…… 53 ILUSTRACIONES Ilustración 1: Alimentos ricos en calcio disponibles en la Comarca Ngäbe-Buglé: leche evaporada enlatada vs cáscara de huevo molida……………………………………… 86 Ilustración 2: Dos formas distintas de aportar 900mg de calcio a la dieta diaria......... 89 Ilustración 3: Evolución de la agricultura en el istmo, huella de la alimentación prehispánica……………………………………………………………………………… 90 TABLAS Tabla 1: Aporte de Vitamina A y Calcio de una receta pifá habitualmente consumida entre los ngäbe………………………………………………………………………………… 44 [9] Tabla 2: Palmitos y frutos de palmas presentes en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha o recolección…………………………………………………..…… 45 Tabla 3: Iracas consumidas tradicionalmente en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de recolección…………………………………………………………………….…………. 47 Tabla 4: Hongos silvestres de la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de recolección…………………………………………………………………………….… 48 Tabla 5: Raíces y hortalizas cultivadas y consumidas en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha………………………………………………………. 50 Tabla 6: Hojas, flores y cogollos tiernos de plantas silvestres y hortalizas cultivadas: calendario de siembra y recolección…………………………………………………… 52 Tabla 7: Frijoles cultivados tradicionalmente en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha………………………………………………………………………. 54 Tabla 8: Cereales de cultivo en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha………………………………………………………………………………….. 56 Tabla 9: Animales de caza de la cultura alimentaria ngäbe: aproximación de su disponibilidad actual……………………………………………………………………. 58 Tabla 10: Peces y crustáceos característicos de la pesca de la cultura alimentaria ngäbe……………………………………………………………………………………. 59 Tabla 11: Desnutrición y riesgo de desnutrición según tipo de población rural…….. 100 Tabla 12: Desnutrición y riesgo de desnutrición según grado de pobreza…………... 100 Tabla 13: Leche materna versus leche artificial……………………………………... 114 Tabla 14: Duración de la lactancia materna………………………………………… 115 [10] INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS La parte de Abya Yala correspondiente al Panamá actual ya estaba poblada unos 11.000 años A.P. (COOKE, 2004a). El 80% de esta población pereció durante la conquista y colonización a causa de exterminios, esclavitud y enfermedades principalmente (LEIS, R., 2004). Parte de la población originaria superviviente en el istmo, a pesar de los procesos de etnogénesis y la influencia europea, mantuvo su supervivencia hasta el día de hoy. Este es el caso de Ngäbes y Buglés. El patrón cultural alimentario del pueblo ngäbe se ajusta tanto a la biodiversidad como a los ciclos agrícolas. Esta capacidad de adaptación al medio se refleja en la flexibilidad de sus hábitos alimentarios. La identidad étnica que los ngäbes han mantenido como pueblo incluye también reglas y normas internas que afectan a la alimentación (QUINTERO, et al., 2011). La suma de estos hechos refuerza el valor de su alimentación tradicional, así como el papel que esta ha podido y puede jugar en dicha supervivencia. En base a esto el principal objetivo del presente trabajo será: analizar la importancia que la alimentación ngäbe puede tener para la supervivencia biológica y cultural de su pueblo. • CONTEXTUALIZACIÓN • Los Pueblos Indígenas de Panamá Los ngäbe son la fracción mayoritaria de la población indígena panameña, la cual supone un 12,3% del total nacional (CENSO POBLACIÓN, 2010). Este porcentaje se enmarca en una situación de marginación en cuanto a los servicios y atenciones estatales se refiere. En materia sanitaria, los pueblos indígenas están en el nivel de atención más bajo de la población. Este hecho generalmente es escusado a nivel institucional por factores [11] geográficos, climatológicos y económicos, pero no deja de reflejar la desigualdad distributiva que impera en Panamá. Es conveniente resaltar algunos detalles respecto a la delimitación comarcal de los pueblos indígenas en Panamá. La introducción a estos aspectos políticos y socioculturales es necesaria para el análisis del presente documento. Panamá alberga cinco comarcas indígenas, tres de ellas con categoría de provincia, Kuna Yala, Ngäbe-Buglé y Emberá-Wounaan, correspondientes a cinco grupos indígenas diferentes, Kunas, Ngäbes, Buglés, Emberá y Wounaan. Otras dos comarcas tienen sin embargo categoría de corregimiento, Kuna de Madungandi y Kuna de Wargandi. (MARTINEZ, 2011). Los ngäbe habitan parte del occidente panameño incluyendo su territorio parte de las provincias de Veraguas, Bocas del Toro y Chiriquí. Siendo grupos diferentes, ngäbes y buglés han cohabitado en territorios vecinos desde hace siglos. Hoy en día comparten legalmente su territorio comarcal, aunque sus proporciones poblacionales son muy distintas. En 2000 los buglés eran menos del 10% de la población comarcal. En 2010 el boom demográfico de los ngäbe continua, estando censadas 156.747 personas. Por otra parte la autonomía política lograda por la población indígena de Panamá es sin duda un avance en el reconocimiento de los derechos territoriales indígenas, pero es destacable que un 48% de la población indígena panameña no resida en las mencionadas comarcas (MARTINEZ, 2011). Este porcentaje no refleja solo a aquellos indígenas que emigran a la ciudad desde hace décadas, sino también a aquellos que a pesar de vivir en los mismos territorios desde hace siglos, quedaron fuera de las delimitaciones comarcales. Una peculiaridad que refleja la incongruencia del estado panameño, es no regirse por una constitución pluricultural y no haber ratificado el convenio 169 de la OIT a diferencia de la mayoría de países de América Latina. En cuanto a derechos se refiere: “Mientras un gran número de países apuestan por el respeto de los derechos indígenas, en Panamá se evidencia un alarmante retroceso de estos derechos y un preocupante distanciamiento de las directrices internacionales en esta materia” (MARTINEZ, 2011: 223-224). En este aspecto el caso ngäbe ha sido uno de los más llamativos en la esfera pública. A pesar de que tanto ngäbe como indígenas panameños en general se oponen a los megaproyectos mineros, su [12] voluntad no siempre ha sido respetada. Lo sucedido en Changuinola, Provincia de Bocas del Toro, con el incumplimiento en 2009 de la suspensión de las obras de la Hidroeléctrica Chan-75 es un ejemplo de este retroceso (MARTINEZ, 2011). Con él, cuatro comunidades ngäbes corrían el riesgo de ser inundadas, pero este es solo un caso más de una larga lista de violaciones de los derechos indígenas. A pesar de todo el 1 de marzo de 1997 se logró la creación de la Comarca Ngäbe-Buglé gracias a la formulación de la Ley 10. Según el artículo 1 y conforme a la Constitución Política y a las leyes nacionales, se creó como “una división política especial en el territorio de la República de Panamá, conformada por tres grandes regiones extendidas sobre parte de la porción continental e insular de las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas” (ACUN, 2010:7). En el marco legislativo de la Ley 10, el artículo 264, capitulo II (Salud) expone: “Se clasifican los vegetales, hortalizas, legumbres, cereales, tubérculos y flores comestibles, tradicionalmente, por el pueblo Ngäbe-Buglé ab-inmemorabili, redactados en textos y manuales de nutrición y puesta al alcance de la población”. Dicho artículo contempla la necesidad de clasificar alimentos de consumo tradicional e incluirlos en manuales de nutrición. Esto sumado al hecho de que se dicta ponerlos al alcance de la población constituye el marco legislativo del presente trabajo, y de una futura línea de investigación. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la situación real y la visión de los pueblos indígenas no se refleja en las estadísticas nacionales (CADPI, 2008). Esto es un signo más de la imperante necesidad de tener en cuenta su visión e incluir su participación en la implementación de programas que los atañen. Es dentro de este contexto donde se enmarca también el presente trabajo, pues pretende ser útil en el reconocimiento del valor de los saberes indígenas en el plano alimentario. Otro factor fundamental a tener en cuenta es la vulnerabilidad de la población indígena. Esta se inserta en los tres grupos en los que se puede dividir a la población en cuanto a la condición marginal de la pobreza (LEIS, 2004): [13] • Pequeños campesinos que sobreviven con economías de subsistencia en base a cultivos, cría de animales o producción de artesanía. Siendo también peones en medianas y grandes fincas. • Obreros agrícolas que se ubican como mano de obra asalariada en plantaciones de caña o café, industrias avícolas o compañías bananeras de Bocas del Toro y Chiriquí. • Campesinos semiasalariados minifundistas o sin tierra que venden su fuerza de trabajo para subsistir. Esta vulnerabilidad basada en la pobreza se refleja también en el plano alimentario. La pobreza no solo dificulta enormemente la consecución de alimento a corto plazo, sino que condiciona el acceso a alimento a largo plazo. La migración queda enmarcada en estos estratos como un modo de consecución del salario que en teoría ha de solucionar la carencia de alimento. Esta situación, sin embargo, no hace más que acrecentar la vulnerabilidad y fragilidad del sistema alimentario de la sociedad en la que se inserta. Cada año miles de ngäbes abandonan sus hogares y tierras rumbo hacia la cosecha del café en Costa Rica y a zonas cercanas al Volcán Baru. Esto posee fuertes efectos sobre sus hábitos alimentarios. Ngäbes y buglés sufren cada año una fuerte emigración temporal en busca de salarios provenientes principalmente del café, el azúcar y el banano. Esto conlleva “problemas de choque cultural, desarraigo, sufrimientos de diversa índole, problemas laborales, dispersión y pérdida de identidad.” (QUINTERO, 2001: citado en: LEIS, 2004:26). El siguiente texto describe esta realidad: “La mujeres y los niños no manejan el dinero sino el varón, aunque la mujer haya trabajado igual que él. Esto afecta la armonía familiar y la alimentación de los niños. La situación de la mujer ngäbe es de gran discriminación, trabajan mucho y su trabajo no es reconocido, muchas veces no son tomadas en cuenta y sufren, en mayor grado que los hombres el analfabetismo y la desnutrición.” (QUINTERO, 2001: citado en: LEIS, 2004:26). [14] • La desigualdad alimentaria en Panamá El territorio hoy considerado Panamá destaca por la fragilidad de sus estructuras productivas y se caracteriza por una enorme dependencia externa para proveerse de insumos alimentarios (CASTILLERO, 2010). Este contexto ha influido en que en Panamá se hayan producido periodos de hambruna y escasez de alimentos. Estos han formado parte de los últimos cinco siglos de su historia, y que a modo de desnutrición infantil siguen presentes en la población panameña. Según datos ofrecidos por la Encuesta de Demografía y Salud de 2003, en el país existen unas 23.000 niñas y niños menores de cinco años con desnutrición global, incluyendo en esta desnutrición moderada y severa y unos 49.000 niños y niñas con desnutrición crónica (ONU, 2007). En la búsqueda de la causa de tal realidad, es necesario analizar el modo en que la cultura alimentaria se construye en un país. En el caso panameño han influido múltiples factores como: el clima tropical húmedo, los recursos naturales hidrográficos y geográficos, la economía, el tipo de comercio o redes de intercambio de alimento u otros bienes, y el sistema de creencias de los pueblos que componen el país. La interacción de estos factores tanto internos como externos, han ido y van componiendo el patrón alimentario de la sociedad. Este patrón se crea en base a preferencias en el gusto, preparación y selección de alimentos. Estas características han de entenderse como señas de identidad de una población. “Por su origen y trayectoria los pueblos indígenas son poseedores de una identidad muy definida, en todas las dimensiones de su existir. Esta es una de las fortalezas más importantes y elemento clave para su desarrollo” (LEIS, 2004: 12) Por otra parte hay que tener en cuenta las contradicciones de la aplicación, o más bien imposición, de un determinado desarrollo. La huella de ese desarrollo visionado por la elite económica de los autodenominados países desarrollados o primer mundistas se refleja con fuerza en Panamá. Este es un país considerado en vías de desarrollo pero posee lo que para muchos puede ser un envidiable crecimiento económico. En 2007 este alcanzó el 11,5% colocando al país en el primer lugar de Latinoamérica (MINSA, 2008). Sin embargo a nivel nacional posee la segunda tasa más alta de subnutrición de toda Centroamérica, [15] habiendo empeorado en un 48% en la última década (ONU, 2007). Los discutibles Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) quedan así aún más lejos del istmo. A nivel regional las cifras son aún más alarmantes y reflejan una clara desigualdad entre la población indígena y no indígena. La pobreza es cuantificada desde un punto de vista totalmente economicista (el predominante). Esta pobreza está presente en un 37% de la población nacional (ENV, 2003) y en un 98,5% en la población indígena según la Encuesta de Niveles de Vida de 2005 (MINSA, 2008). Este contexto de desigualdad envuelve el plano alimentario panameño reflejando la importancia de investigar la alimentación indígena. La cosmovisión indígena y las estrategias alimentarias que han permitido la supervivencia de estos pueblos pudieran jugar un papel crucial en la mejora de su situación alimentaria. Para ello es preciso desgranar los componentes tanto socio-culturales como dietéticos de la cultura alimentaria. Uno de los objetivos de la presente tesis será ofrecer una perspectiva descriptiva de parte de la cultura alimentaria ngäbe. • ACLARACIÓN CONCEPTUAL En este apartado se aclararan y definirán términos clave para el análisis y la comprensión del contenido de los capítulos que se presentan a posteriori. • Cómo entender la valoración del estado nutricional A la hora de medir el estado nutricional de la población se emplean dos tipos de indicadores. Estos son cuantificables por personas y extrapolables a nivel de salud pública. Los indicadores indirectos sin aquellos que valoran tanto las condiciones de los requerimientos de nutrientes y energía como de ingestión, digestión, absorción y utilización [16] biológica o aprovechamiento de los nutrientes. Los indicadores directos miden el impacto de los mencionados factores sobre el organismo humano, (ENV, 2009). Los estándares más utilizados actualmente en la valoración del grado de crecimiento de niños y niñas, son los que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) basados en cómo deben crecer (ENV, 2009). Estos se enmarcan dentro de un nuevo planteamiento a nivel internacional. Esto conlleva la modificación tanto de las políticas en materia de salud pública, como de las normas de control del crecimiento durante los primeros años de vida. En esto se fundamenta la importancia que han tomado en los últimos años los programas nacionales de nutrición focalizados en los menores de cinco años. Estos programas también están presentes en la Comarca Ngäbe-Buglé. En Panamá las políticas gubernamentales actuales en esta materia tienen el objetivo, al menos teórico, de (ENV, 2009): 1. Promover la lactancia materna. 2. Introducir de manera oportuna alimentos complementarios durante el primer año de vida. 3. Asesorar en materia nutricional. 4. Detectar precozmente y manejar de manera oportuna la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad. 5. Monitorear la efectividad de las intervenciones sanitarias destinadas a prevenir y tratar los problemas de crecimiento y desarrollo así como el manejo apropiado de las infecciones. • Qué terminología usar para hablar del mal estado nutricional Profundizar en la diferenciación terminológica que existe en torno al mal estado nutricional resulta necesario en la comprensión de los contenidos de los próximos capítulos. FAO, en el Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) en Centroamérica, distingue entre: [17] Subnutrición: cuando la ingestión de alimentos no cubre las necesidades energéticas básicas de manera continua. Este término es considerado como “Inseguridad alimentaria crónica”. (PESA, 2010b). En Panamá el 26% de la población presentaba subnutrición en el periodo comprendido entre 2000 y 2002 (SOFI, 2004), el segundo mayor porcentaje de la región centroamericana detrás de Nicaragua, y más del doble del 10% estimado como promedio de subnutrición para América Latina en 2002 (SOFI, 2004). Malnutrición: estado patológico consecuencia de la deficiencia, exceso o mala asimilación de alimentos. (PESA, 2010b). Desnutrición: estado patológico resultante de una dieta deficiente en uno o varios nutrientes esenciales o de una mala asimilación de los alimentos. Se distinguen 3 tipos ((PESA, 2010b): - Desnutrición aguda o deficiencia de peso respecto a la altura (P/A), caracterizada por una delgadez extrema consecuencia de una pérdida de peso asociada a un periodo reciente de hambruna o enfermedad que se da de forma rápida y limitada en el tiempo. Se asocia a situaciones de emergencia alimentaria puntuales. - Desnutrición crónica o retardo de altura respecto a la edad (A/E). Se asocia por lo general a situaciones de pobreza y está relacionada con las dificultades de aprendizaje y el menor desempeño económico. - Desnutrición global o deficiencia de peso respecto a la edad. Es un índice compuesto por los anteriores (P/A x A/E = P/E) que describe una insuficiencia ponderal. • Como diferenciar la Soberanía Alimentaria y la Seguridad Alimentaria Los conceptos Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria, serán objeto de análisis en el capítulo II, pero para empezar a entrar en materia se hace necesario plantear al menos sus definiciones. Básicamente son dos conceptos que acarrean corrientes de pensamiento diferentes. FAO es el principal organismo en la defensa de la Seguridad Alimentaria, [18] estando este detrás del origen de la definición empleada en la actualidad. La Soberanía Alimentaria, un concepto más amplio y con una connotación política mucho mayor, es fruto del trabajo de La Vía Campesina. Esta organización representa a campesinos, asociaciones de agricultores, y mujeres y hombres sin tierra. Su carácter transformador y reivindicativo la hace contraria al modelo predominante por el cual se rigen las instituciones internacionales que convenientemente la omiten. Sin embargo cada vez son más los campesinos y pequeñas organizaciones que se suman al movimiento por la Soberanía Alimentaria. La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pastoriles, laborales, de pesca, alimentarias y agrarias que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas. Esto incluye el derecho real a la alimentación y a la producción de alimentos, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho de tener alimentos y recursos para la producción de alimentos seguros, nutritivos y culturalmente apropiados, así como la capacidad de mantenerse a sí mismos y a sus sociedades. LA VÍA CAMPESINA (2002) La propuesta de FAO está teniendo una gran acogida en América Latina. Durante los últimos años son muchos los gobiernos que se han sumado a incluir la Seguridad Alimentaria con el complemento de y nutricional en sus planes contra la desnutrición. Esto sumado al hecho de que se está introduciendo en las agendas académicas de muchas universidades latinoamericanas, puede entenderse como un avance en la lucha contra la desnutrición. Existe Seguridad Alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana. FAO (1996) [19] • Que se entiende por campesinado en la soberanía alimentaria Según la declaración propuesta por La Vía Campesina, para la creación de una Declaración Internacional sobre los Derechos de las Campesinas y Campesinos, en su artículo 1, la campesina y campesino como sujeto titular de derechos, se define como: Una persona campesina es un hombre o una mujer de la tierra que tiene una relación directa y especial con la tierra y la naturaleza a través de la producción de alimentos y/o otros productos agrícolas. Las campesinas y campesinos trabajan la tierra por sí mismos; dependen sobre todo del trabajo en familia y otras formas a pequeña escala de organización del trabajo. Las campesinas y campesinos están tradicionalmente integrados en sus comunidades locales y cuidan el entorno natural local y los sistemas agro‐ecológicos. El término de campesino o campesina puede aplicarse a cualquier persona que se ocupa de la agricultura, ganadería, la transhumancia, las artesanías relacionadas con la agricultura u otras ocupaciones similares. Esto incluye a las personas indígenas que trabajan la tierra. LA VÍA CAMPESINA, (2009:7-8) De aquí en adelante los términos campesina y campesino se utilizarán en base a esta concepción. Tal y como se ve en la última línea de la definición anterior, la población indígena que trabaja la tierra forman parte de este concepto de campesinado. Este hecho integra a los Pueblos Indígenas como parte de las propuestas de Soberanía Alimentaria. • Qué considerar alimento, y qué no La definición de alimento es determinante en cuanto a las preferencias alimentarias pues posee un fuerte componente cultural. A la hora de elaborar políticas de desarrollo en el contexto tanto de la Seguridad Alimentaria y Nutricional como de la Soberanía Alimentaria, conocer la concepción de alimento para la población diana es fundamental. La tecnología culinaria empleada para la preparación de alimentos para el consumo ha de ser también tenida en cuenta. [20] A nivel internacional la definición de alimento aceptada es la propuesta en el Codex Alimentarius. Este es el código que marca las normas y definiciones relacionadas con la alimentación a nivel internacional. Existe una enorme variabilidad en cuanto a qué considerar alimento y que no. Cada país suele emplear la reglamentación internacional en materia de normativa y legislativa pero mantiene su propia terminología a nivel cultural. La percepción de alimento parece por tanto más cultural que fisiológica. Sin embargo para los fines del Codex Alimentarius: Se entiende por "alimento" toda sustancia, elaborada, semielaborada o bruta, que se destina al consumo humano, incluyendo las bebidas, el chicle y cualesquiera otras sustancias que se utilicen en la fabricación, preparación o tratamiento de los alimentos, pero no incluye los cosméticos ni el tabaco ni las sustancias utilizadas solamente como medicamentos. FAO (1997) Tener en cuenta qué considera alimento el pueblo ngäbe resulta necesario para la inmersión que el presente trabajo pretende ofrecer en cuanto a su cultura alimentaria. Aquello que se come en la infancia con frecuencia deja un recuerdo. Este recuerdo no perdura sólo en el paladar sino también en la manera de elegir qué comer y qué no comer en la edad adulta. Esto influencia la supervivencia de una familia, un pueblo, o una nación entera. Es por ello que merece ser tenido en cuenta en el estudio de la alimentación ngäbe. • HIPOTESIS Y OBJETIVOS La supervivencia del pueblo ngäbe está íntimamente relacionada con sus habilidades para: • Cultivar y domesticar alimentos de origen vegetal. • Recolectar alimentos silvestres: hojas verdes, hongos, flores, cogollos de palmas, raíces, miel y larvas de abejas. • Cazar, pescar, y capturar crustáceos. [21] • Mantener alimentos perecederos durante prolongados periodos de tiempo gracias a diversos métodos de conservación. Un ejemplo es la elaboración de conservas en polvo de origen animal. Estas pudieran haber aportado proteínas y minerales a la dieta enriqueciéndola durante las épocas en que el acceso a estos alimentos frescos es difícil o imposible. En base a esto y a lo expuesto a lo largo de la introducción, planteo la siguiente hipótesis central, dividida en tres supuestos: “A mayor conocimiento, recuperación y promoción de los saberes alimentarios tradicionales del pueblo ngäbe, mayores son las posibilidades de mejorar su estado nutricional y fortalecer su defensa frente a la distorsión de su patrón alimentario”. “Cuanto mayor sea la imposición de hábitos alimentarios externos basados en la sustitución de alimentos de origen local y elaboración artesanal por productos industriales, mayor será la pérdida de identidad cultural y alimentaria del pueblo ngäbe” “Promoviendo la agricultura local y la producción de conservas alimentarias tradicionales a partir de los alimentos presentes en la comarca, aumentara la autosuficiencia alimentaria y en base a esta la Soberanía Alimentaria” Estos planteamientos se desarrollarán durante los capítulos centrales del presente trabajo intentando dar respuesta a los objetivos planteados: • Indagar en los orígenes de la agricultura en el Panamá y su relación con la alimentación de las poblaciones indígenas precolombinas. • Documentar los principales alimentos consumidos de manera tradicional por el pueblo ngäbe. Incluyendo los de origen vegetal y animal obtenidos mediante cultivo, recolección, pesca o caza. Dando especial importancia a los nombres de tales alimentos en el idioma ngäbere. [22] • Establecer una reflexión fundamentada y crítica sobre la compatibilidad de la Soberanía Alimentaria y la Seguridad Alimentaria. • Analizar la potencialidad que el patrón dietético tradicional y la cultura alimentaria ngäbe pueden tener como precursores de Soberanía Alimentaria. • Describir los principales métodos de conservación de alimentos empleados por los ngäbes de manera tradicional. • Investigar las propiedades nutricionales de algunas de las conservas propuestas. • Recopilar recetas de consumo tradicional con potencialidad para enriquecer la dieta infantil. • Ofrecer una panorámica lo más cercana posible a la realidad sobre el papel de la mujer ngäbe en la transmisión de salud y cultura. • Plantear una aproximación documental a la cultura alimentaria del pueblo ngäbe. [23] ESTADO DE LA CUESTIÓN • ANTECEDENTES Y ACTUALIDAD DE LA CUESTIÓN Para reflexionar sobre la relación entre alimentación, pueblo ngäbe y soberanía alimentaria, es necesario conocer la actualidad de estas materias. La revisión necesaria a tal efecto se presenta en este apartado. Esta se centrará en exponer las publicaciones que han documentado hasta el día de hoy la Soberanía Alimentaria de los Pueblos Indígenas y la Alimentación tradicional ngäbe. • Soberanía Alimentaria de los Pueblos Indígenas La bibliografía respecto a este tema es más que escasa en relación a Pueblos Indígenas, aunque están incluidos en las definiciones y propuestas de la Vía Campesina. Esta organización encabeza el movimiento pro Soberanía Alimentaria a nivel mundial, siendo latinoamericanas las raíces de este. De manera paralela a las cumbres mundiales de la alimentación durante la últimas dos décadas se ha ido gestando un movimiento indígena en torno al derecho a la alimentación y la soberanía sobre esta. Este será el objeto de la siguiente revisión. El motivo de describir la historia de las reivindicaciones indígenas en materia alimentaria en vez de la clásica revisión por autores, se basa principalmente en la escasez de fuentes sobre el tema propuesto. Conocer la evolución de la alimentación respecto a los derechos indígenas, resultará de utilidad en la comprensión tanto de la justificación del presente trabajo como de su contenido. En la evolución de las reivindicaciones indígenas en materia alimentaria destaca el Encuentro Nacional Indígena sobre la Seguridad Alimentaria celebrado en Guatemala en 2002. En el informe final de tal encuentro la definición de Soberanía Alimentaria se situó a modo de propuesta como parte del reconocimiento al derecho a la alimentación. Sin embargo los grupos de trabajo desarrollados sólo contemplaron la Seguridad e Inseguridad Alimentaria. [24] Durante el mismo año, se celebró una reunión que es todavía una referencia en cuanto a la determinación de los Pueblos Indígenas de defender su alimentación. La Declaración de Atitlan, fue la Primera Consulta Global de los Pueblos Indígenas sobre el Derecho a la Alimentación. La reunión que dio fruto a tal declaración tuvo lugar en el lago Atitlan, Guatemala. Su objetivo fue la formulación de una estrategia desde la visión de los Pueblos Indígenas, con el fin de hacer propuestas a nivel estatal e internacional para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria. En este primer documento los términos seguridad y soberanía quedan algo difusos. Parece asociarse la soberanía alimentaria al derecho a la alimentación. La confusión desintencionada o no de estos dos conceptos no es un hecho aislado, pues está muy presente en publicaciones de diversa índole. Hechos destacados de la Declaración de Atitlan son el reconocimiento de: el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales. Según este último se reconoce que “todos los Pueblos en virtud del derecho a la libre determinación, pueden establecer e implementar su propio desarrollo económico, social y cultural, y sus propias estrategias al desarrollo, en base a su propia visión” (ATITLAN, 2002:2). La proclama de estos derechos sientan las bases para la futura estructuración de la relación entre Pueblos Indígenas y Soberanía Alimentaria, pues esta requiere del reconocimiento de los mismos para su desarrollo. Atitlan, por un lado, fue un recordatorio de los muchos compromisos hasta la fecha incumplidos por los estados participantes en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996, y, por el otro, constituyó una denuncia del incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en materia de hambre y desnutrición. Tal vez los hechos más destacables de esta declaración fueron: • La propuesta hecha a FAO para la creación de un grupo de trabajo abierto. El cual debería contar con la intervención de los Pueblos Indígenas en la elaboración e implementación de políticas que afecten a la Seguridad y Soberanía Alimentaria de los mismos. [25] • La afirmación del valor cultural de la agricultura, los sistemas alimentarios y las prácticas ceremoniales indígenas para la conservación de sus sistemas alimentarios y agricultura sostenible. El Consejo Internacional de Tratados Indios (CITI) en 1999 sirvió de punto focal de los Pueblos Indígenas en la Comisión de Desarrollo Sostenible sobre Sistemas Alimentarios y Agrícolas Sustentables. Esta reunión estuvo centrada en las relaciones únicas que los Pueblos Indígenas tienen respecto al alimento, la tierra, el agua y las semillas. Por otro lado, en el Foro para la Soberanía Alimentaria paralelo a la Cumbre Mundial de la Alimentación+5 de 2002 se reconoció la importancia de incluir en la agenda internacional a los “sistemas de alimentación indígenas y sus prácticas culturales”. Este fue un punto de partida clave para el reconocimiento de la importancia que las culturas alimentarias indígenas pueden llegar a tener para la consecución de la Soberanía Alimentara. En 2006 se celebró la Segunda Consulta Global sobre el Derecho a la Alimentación y Seguridad Alimentaria para Pueblos Indígenas en Bilwi, Nicaragua. El punto fuerte de esta reunión fue sin duda el establecimiento de los denominados “Indicadores Culturales” (CITI, 2006), un avance en el reconocimiento de las culturas alimentarias indígenas. Estos utilizan el factor cultural para la elaboración de políticas públicas sobre el derecho a la alimentación. Otro punto destacable de dicha reunión fue la demanda de un paradigma de desarrollo humano sostenible alternativo al predominante. La Soberanía Alimentaria fue planteada como alternativa al predominante modelo agroexportador. A su vez se propuso como objetivo prioritario la promoción de la Seguridad Alimentaria insertándola en el amplio marco de la Soberanía Alimentaria y con base en los derechos humanos y la igualdad de género. Es necesario tener en cuenta la cosmovisión indígena en la elaboración proyectos tanto de investigación como de ejecución de propuestas. Los “indicadores culturales” pueden ser una herramienta afín a dicho objetivo. Parte de esta visión queda plasmada en el siguiente texto: [26] Cuando los pueblos indígenas hablan de indicadores, recomendaciones y derechos, están hablando de las vidas de sus pueblos, de los derechos de la Madre Tierra, de los derechos del mundo natural, de los derechos de las generaciones futuras y de la salud de sus comunidades. Para los pueblos indígenas es la soberanía alimentaria, más que la seguridad alimentaria, lo que es importante. La alimentación tradicional tiene un significado cultural y espiritual. (CADPI, 2008:18) Este fragmento refleja el apoyo de las organizaciones representantes de los Pueblos Indígenas a la Soberanía Alimentaria. Este es un apoyo de connotación política, pues esta soberanía nace del derecho a la tierra y los recursos. En 2008 el Centro para la Autonomía y Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CADPI) publicó la obra: Indicadores Relevantes para los Pueblos Indígenas: Un texto de referencia. Este documento recopilatorio reporta (CADPI, 2008): • El trabajo ya realizado para desarrollar indicadores globales y regionales con los que influenciar al CDB y a los ODM. • Una serie de artículos para la ayuda del desarrollo de indicadores relevantes para los pueblos indígenas. • Una fuente de referencias sobre los marcos de seguimiento de procesos globales e indicadores que afectan a los pueblos indígenas. La bibliografía en torno a la Soberanía Alimentaria Pueblos Indígenas, es realmente escasa a día de hoy y son pocas las instituciones que recopilan información estadística sobre los pueblos indígenas. Esta escasez se agudiza al sumar el plano alimentario a la temática indígena. Es por tanto difícil encontrar documentos que traten en profundidad la interacción alimentación-población indígena. En un marco así, este documento es verdaderamente un referente para la ayuda al desarrollo de indicadores relevantes para los pueblos indígenas. Estos indicadores pueden permitir elaborar formas de expresión de su situación y problemática en términos numéricos y cualitativos. Esta síntesis de la actualidad de la Soberanía Alimentaria Indígena es una clara muestra de la necesidad de la investigación y el aporte documental a esta material. Es en este contexto [27] en el que se inserta el presente trabajo, tratando de abrir una puerta al conocimiento indígena existente en materia alimentaria como precursor de Soberanía Alimentaria. • Alimentación Ngäbe Plantear una revisión bibliográfica acerca de la alimentación que caracteriza al pueblo ngäbe es tarea difícil. Son pocas las publicaciones que contemplan la dieta ngäbe. Las existentes se pueden clasificar en dos ramas: las referidas al estado nutricional de parte de la población ngäbe (generalmente infancia), y las referidas rasgos de su patrón alimentario o métodos de consecución de alimento (pequeños huertos y huertos escolares). En cuanto a publicaciones de carácter nutricional destacan algunas tesis de licenciatura y varios artículos. Acción Cultural Ngäbe publicó en 2002 el informe titulado “Diseño y ejecución de un plan de comunicación en territorios del paquete de servicios básicos de salud integral y nutrición”. Este habla de los servicios de nutrición comarcales, sin entrar en la cuestión nutricional en profundidad. La etiología, factores de riesgo e incidencia de la desnutrición a nivel comunitario son tratados en la tesis de JAÉN CÓRDOBA, (1988). Los factores de riesgo nutricional vuelven a ser objeto de estudio casi dos décadas más tarde en ARAÚ y BONILLA, (2002). Ambas tesis de centraron en comunidades ngäbes del área de Bocas del Toro, Changuinola y Kankintú respectivamente. Las posibilidades nutricionales de los huertos familiares también a nivel comunitario fueron estudiados por Castillo (2001). El estado nutricional de los ngäbes (denominados guaymíes en estas obras) fue objeto expuesto a modo de presentación en el Primer Congreso Científico sobre Pueblos Indígenas de Costa Rica de 1986 (MATA et al., 1986). Este mismo tema fue publicado a modo de artículo en 1992 en los Archivos Latinoamericanos de Nutrición (TAREN et al., 1992). En 2001 el estado nutricional infantil de un distrito de la Comarca Ngäbe-Buglé fue objeto de estudio para otra tesis de licenciatura de la Universidad de Panamá (JARAMILLO, 2001). Al valor cultural del cacao se le dedica una tesis de maestría de la Universidad de Georgia EE.UU (STOYKE, 2009). Y la relación entre huertos y comedores escolares es tratada en otra tesis de la Universidad de Panamá (GONZALEZ, 2005). [28] Por otro lado, uno de los antropólogos que más de cerca a tratado el tema de la alimentación ngäbe ha sido el panameño Blas Quintero, actual director de Acción Cultural Ngäbe (ACUN). Su experiencia en la Comarca Ngäbe-Buglé comenzó hace más de dos décadas, mucho antes de lograrse la autonomía comarcal. Sus escritos, muchos de ellos aún sin publicar, reflejan desde un punto de vista cercano la realidad ngäbe, y la problemática que este pueblo vive con respecto a su alimentación. Quintero, como parte del equipo de ACUN, ha desarrollado documentos de gran utilidad para la comprensión de la situación alimentaria de la comarca. La obra que tal vez se aproxime más al análisis del patrón alimentario ngäbe es “Patrones culturales en el consumo de bebidas alcohólicas entre los ngóbe”, de 2005. Esta, aunque centrada en las bebidas alcohólicas tradicionales y convencionales, aporta interesantes datos sobre la modificación de la dieta sufrida con la migración en busca de salario, así como sobre el papel de la mujer en la alimentación familiar. Las tecnologías ancestrales ngäbes y su relación con los alimentos son analizadas por Quintero a modo de notas etnográficas (QUINTERO, 2005). Por otro lado, temáticas como la Seguridad Alimentaria y el Derecho a la Alimentación son tratadas en dos obras de miembros de ACUN, (QUINTERO, TORIBIO y ARNAÍZ, 2011 y 2008). La última, aunque desde una perspectiva más nacional que comarcal, ofrece una buena revisión sobre los programas y planes implementados en Panamá en materia alimentaria. En la presente revisión destaca el amplio número de tesis de licenciatura y maestría dedicadas a parte del tema alimentario y/o nutricional del pueblo ngäbe. Este hecho parece evidenciar un creciente interés en esta área de estudio por parte de jóvenes investigadores. Mientras que la nula existencia de obras que contemplen la alimentación tradicional ngäbe desde una perspectiva más completa deja entrever la necesidad de profundizar en este campo. En cuanto a otros autores de referencia en el contexto ngäbe, destacan: Young, P,; Joly Adames, L.G.; Guionneau-Sinclear, F.; Heckadon, S.; Sarsaneda, J.; y Quintero, B. La consulta de parte de sus obras constituye una fracción importante de la bibliografía de la presente tesis. [29] METODOLOGÍA • Documentación El desarrollo de la investigación que ha dado como fruto el presente trabajo ha requerido 3 fases de documentación: • Pre realización del trabajo de campo: Lecturas preliminares para mi contextualización en el país y la Comarca Ngäbe-Buglé. Aconsejada por mis tutores en España y Panamá antes de mi llegada. • Durante el trabajo de campo: Visita a organismos oficiales internacionales, nacionales y comarcales, archivos nacionales, bibliotecas universitarias y centros de documentación especializados. • Post trabajo de campo: Compilación, procesado y análisis de la información obtenida y sistematización. Dicha información fue complementada con una revisión bibliográfica. Esta revisión se realizó en parte on-line, y en parte a través de los documentos recogidos durante la fase (b) de trabajo de campo en Panamá. Los documentos consultados para la elaboración del presente trabajo fueron de distinto tipo y procedencia: • Mapas especializados de la Comarca Ngäbe-Buglé y de Panamá (geográficos y políticos). • Tesis de licenciatura y trabajos de grado de la Universidad de Panamá. • Censos y Planes Nacionales (referentes a salud, nutrición y alimentación). [30] • Documentos legislativos referentes a los derechos de los pueblos indígenas, y a las comarcas indígenas panameñas, en especial la Comarca Ngäbe-Buglé. • Guías botánicas de identificación de plantas tropicales presentes en Panamá. • Libros y artículos de referencia de historia y arqueología de Panamá. Publicaciones que abordan la etapa prehispánica (antepasados de los indígenas de la actual Panamá), la colonización y la post-colonización (siglos XV-XVIII). • Informes y otros documentos publicados por organismos y asociaciones internacionales. • Tablas de composición de alimentos de distintos orígenes. Las que recogen los alimentos consumidos en la región centroamericana ha sido las más utilizadas (INCAP, 2008 e INCIENSA, 2006). • Selección de la comunidad para el trabajo de campo Mi introducción y contextualización en la Comarca Ngäbe-Buglé fue posible gracias a la orientación y al apoyo que recibí de Acción Cultural Ngóbe (ACUN) y en especial del antropólogo panameño Blas Quintero Sánchez. Quintero, especializado en el estudio y el trabajo activo con el pueblo ngäbe, fue el facilitador de mi acceso a la comarca, y mi nexo de unión con personajes claves en ella. La selección de la comunidad en la que centraría mi trabajo de campo se realizó una vez llegué a territorio panameño. Las primeras conversaciones surgidas a mi llegada a la sede de ACUN en Panamá fueron cruciales en la posterior decisión de mi objeto de estudio en el contexto ngäbe. Dichas conversaciones se centraron en las siguientes temáticas: (1) las necesidades que en materia alimentaria se reflejan en el perfil nutricional de la comarca; (2) el apoyo que se requería desde ACUN bajo una perspectiva nutricional; y (3) el enorme interés que despertó en mí la alimentación tradicional ngäbe. Mi interés se acrecentó tras el primer contacto con el pueblo ngäbe y su idioma. Al conocer parte de los métodos de recolección, preparación y conservación de alimentos que componen la cultura alimentaria [31] ngäbe, decidí aventurarme en la comprensión y el estudio de su patrón alimentario e idioma. La conjunción de los mencionados intereses compartidos ha dado lugar al trabajo de campo de enfoque etnográfico y alimentario que conforma la base de la presente tesis. Esta investigación a la vez ha permitido el establecimiento de una colaboración paralela con ACUN a modo de consultoría. Dicha colaboración me ha permitido poner en práctica mis conocimientos previos como Nutricionista-Dietista y los aprendidos durante mi formación en la Universidad de Lleida, concretamente en el Master en Desarrollo y Cooperación Internacional. La colaboración con ACUN paralela a mi trabajo de campo (junio-octubre) consistió principalmente en: • La participación en el taller “Inducción a la Cultura e Idioma Ngäbere, para Funcionarios Públicos vinculados a los Servicios de Salud” (6-7 Julio, San Félix, Chiriquí). Organizado por ACUN y UNFPA. Mi participación consistió en una exposición oral y la elaboración de la memoria del taller. La presentación se centró en la conceptualización y utilidad de la Soberanía y la Seguridad Alimentaria para el pueblo ngäbe; y la modificación del patrón dietético a la que se enfrenta la Comarca Ngäbe-Buglé en la actualidad. • La elaboración del proyecto de investigación participativo titulado: “Desarrollo de un modelo demostrativo de seguridad alimentaria nutricional para las embarazadas y un documento sobre la recuperación de saberes alimenticios de las mujeres embarazadas Ngäbe”. Proyecto integrado dentro de la colaboración ACUN-UNFPA como parte del Programa de Reducción de Muertes Maternas en la Comarca Ngäbe-Buglé. Este se ejecuta como parte del plan anual “Salud Sexual y Reproductiva en la Comarca Ngäbe-Buglé, Chiriquí y Veraguas”. Durante la mencionada colaboración mis funciones se unieron a las del resto del equipo: [32] • De manera general, construyendo metodologías y herramientas a emplear durante las etapas de trabajo de campo. Participando posteriormente en: la aplicación de entrevistas y encuestas; grupos de trabajo; grupos focales; y en el proceso de documentación fotográfica. Durante las giras a la comarca (junio-septiembre) fotografiamos y recopilamos información de especies vegetales y animales de recolección y captura de la comarca. • De manera particular, elaborando un capítulo referente a: la desnutrición y la transmisión de salud materno-filial, el papel de la mujer ngäbe en la Seguridad Alimentaria, y relación material y simbólica de la maternidad en el contexto ngäbe. Este capítulo que se inserta en el producto final del proyecto de investigación ACUN-UNFPA. • Técnicas de investigación empleadas El principal enfoque metodológico ha sido el etnográfico por considerarlo necesario para la obtención de un reflejo lo más cercano posible a la realidad estudiada. La alimentación con frecuencia se estudia bien desde un enfoque puramente nutricional y sanitario, o bien desde uno puramente social y antropológico. Esto incide en que los resultados obtenidos y las estrategias propuestas en base a ellos a menudo carezcan de una comprensión total de la problemática. En base a esto he tratado de unificar ambos enfoques. He utilizado la etnografía como herramienta antropológica en la obtención de información y en mi propia comprensión de la problemática de estudio. La puesta en práctica de mi experiencia y conocimientos previos en materia nutricional me ha servido sin embargo para analizar la acción de la alimentación desde una perspectiva nutricional. Con la unión de ambos enfoques he tratado de abordar la problemática de estudio desde la salud y la cultura por considerarlos íntimamente relacionados. Bajo este enfoque “etno-nutricional” las herramientas utilizadas han sido las siguientes: • Diario de campo. • Observación participante. [33] • Entrevistas en profundidad realizadas a personales claves. • Estudio de grupos focales. • Visitas a hogares de distintos distritos comarcales para contrastar la información obtenida durante mi colaboración paralela con ACUN, y mi estancia en la comunidad base (Bagaibatda-Lajero, Distrito Nole Duima). Con respecto a la obtención de la información, he de mencionar que la técnica para la elaboración de las conservas tradicionales, era conocida tan solo por una pequeña parte de la población de las comunidades que visite. Tuve la suerte de trabajar la recogida de información, y presenciar y participar en la elaboración de estas gracias al apoyo del médico tradicional ngäbe que ha sido mi guía durante mi estancia en la comarca. A través de él, logré acceder a ancianas que conocían y aún practicaban su elaboración, algo que no logre observar entre la población joven (menor de 30-40 años). Los ancianos y las ancianas expertos en la materia, opinaban que los adultos de mediana edad en general conocen estos métodos pero han perdido el hábito y el interés por realizarlos, mientras que entre las más jóvenes es más difícil encontrar quien sepa hacerlo. En base a las herramientas metodológicas mencionadas, se emplearon las siguientes técnicas: • Análisis de datos. • Realización de grabaciones de voz. • Utilización de fotografías y guías visuales de especies vegetales de uso alimentario. Con el objetivo de facilitar su identificación en el idioma ngäbere durante reuniones con personas claves del ámbito de la salud y la alimentación. [34] CAPITULO I LAS RAÍCES DE LA AGRICULTURA PREHISPÁNICA Y LOS ALIMENTOS DEL PUEBLO NGÄBE INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Factores como la variabilidad climática, la precariedad de la economía y la sostenibilidad ambiental y social, están afectando a la agricultura ngäbe aumentando su vulnerabilidad. Para la defensa de esta el pueblo ngäbe recurre a la naturaleza y a los saberes tradicionales que le han permitido sobreponerse a las dificultades en los últimos siglos. El crecimiento de la población también forma parte del reto, este afecta tanto a la cobertura boscosa -fuente de leña-, como al uso de la tierra (QUINTERO, B., TORIBIO, G. y ARNAÍZ, J., 2011). En torno a este contexto propongo acercarnos a los orígenes de la agricultura prehispánica, como parte de la historia del istmo. Considero que el conocimiento del pasado de una región puede ayudar a comprender la realidad de su presente. Aunque los datos expuestos a continuación no tienen por qué ser características exactas del actual pueblo ngäbe, si forman parte de la historia de los pueblos originarios del territorio que hoy en día conocemos como Panamá. La agricultura que estos practicaron marcó sus hábitos alimentarios y por lo tanto puede ser útil en la aproximación al patrón alimentario del pueblo ngäbe. Durante el segundo apartado del presenta capítulo se abordaran de un modo descriptivo los alimentos que componen la dieta tradicional ngäbe, a excepción de los frutos arbóreos y las abejas, avispas y sus productos derivados. La documentación y el análisis de los alimentos consumidos habitualmente por los ngäbes son necesarios para la comprensión de los siguientes capítulos. [35] Los objetivos del presente capítulo, serán: • Analizar el origen de la agricultura prehispánica en Panamá, así como la influencia que esta tuvieron sobre los hábitos alimentarios de las poblaciones originarias. • Describir las percepciones que en torno a los hábitos dietéticos ngäbes he podido observar durante mi trabajo de campo en la comarca, a modo de aproximación sobre el patrón alimentario que los caracteriza. • Detallar los alimentos de consumo habitual ngäbe y su temporalización en el calendario anual de siembra y cosecha o recolección (en el caso vegetal). • Inducir a la reflexión sobre la importancia que el entendimiento, conocimiento y preservación de los saberes alimentarios tienen para un pueblo. • Contribuir a la documentación necesaria para la preservación de los saberes alimentarios que conforman la identidad del pueblo Ngäbe. La descripción y el análisis crítico iniciados en el presente capítulo vera su continuidad en los capítulos restantes. A fin de encontrar respuesta a la hipótesis planteada. • ORIGEN DE LA AGRICULTURA PREHISPÁNICA Y SU INFLUENCIA EN LOS HÁBITOS ALIMENTARIOS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA ACTUAL PANAMÁ Los hechos acontecidos desde el periodo histórico considerado prehispánico han de ser tenidos en cuenta a la hora de emitir juicios sobre los actuales descendientes de los pobladores originarios del continente americano. Con frecuencia tienden a olvidarse, o lo que es peor aún, a ser recordados desde el punto de vista colonialista, en el que todavía se sigue incurriendo. [36] Para entender la situación alimentaria que pueblos hermanos, como el ngäbe y el buglé, viven en el territorio que hoy comparten, no basta con la actualización bibliográfica de la estadística nutricional, sino que interesa ir más allá, y remontarse al origen del uso y cultivo de sus alimento. Así como los acontecimientos que se sumaron a los forzosos cambios en el patrón geográfico de asentamiento y que trajeron consigo la consecuente modificación de las posibilidades agrícolas. Numerosas publicaciones acompañaron al año 1992. Este año una parte del mundo celebró el 500 aniversario del descubrimiento de un continente que había sido descubierto por sus pobladores originarios miles de años antes de que Colón y otros conquistadores arribaran a tierra americana. El análisis de la prehistoria es necesario para la comprensión del origen que procesos tan decisivos como la agricultura, que ha permitido el desarrollo del ser humano. El prehistoriador sin embargo carece de la posibilidad de cuantificar el tiempo en años (COOKE, 2004a), por lo que proponer una fecha exacta para el que habría sido el auténtico aniversario de esta tierra no es todavía posible. Sin embargo hay certeza de que hace unos 12000 años los pueblos denominados originarios ya habitaban el territorio hoy conocido como Panamá. La formación del istmo se produjo hace 3 millones de años con el cierre del paso entre el mar Caribe y el océano Pacífico, siendo en la última Edad de Hielo (12000-8000 a.C) cuando los seres humanos lo colonizaron (COOKE, 2004a). El sustento de las poblaciones prehispánicas no se centraba solo en la caza y la pesca, sino que la agricultura y la recolección de invertebrados y plantas silvestres también fueron parte de sus fuentes alimenticias. Estas técnicas no solo permitieron su supervivencia, sino que todavía hoy continúan estando presentes y permitiendo la supervivencia de los actuales pueblos indígenas. Hay certeza de que la agricultura de tala y quema que hoy está presente entre los ngäbes, ya se practicaba 9000 años a.C. en la cordillera de Veragüas. La actual investigación peleoecológica se apoya en novedosos métodos, como el análisis de partículas microscópicas como granos de almidón o polen, que han sido conservados en el suelo, entre dientes humanos o en herramientas, como piedras de moler y otros utensilios (COOKE, 2004a). Este tipo de investigación que en el trópico americano se están [37] desarrollando ofrecen una mayor claridad en el conocimiento de las llamadas tradiciones paleoindias. Estas pueden ayudarnos a dar crédito y reconocimiento a determinados patrones culturales que aunque ancestrales, constituyen hoy una parte vital de la identidad de las denominadas poblaciones originarias. Con respecto a los orígenes de la domesticación de plantas de uso alimentario, como son: mandioca (yuca), maranta, lerén, calabaza (zapallo), y maíz, la evidencia indica se remonta al 5000-4000 a.P y se sitúa en el sur de Centro América y en Sudamérica, (PIPERNO, 2009). Las avanzadas técnicas empleadas por la arqueobotánica (método 14 C) permiten en la actualidad, estas dataciones a partir de los fitolitos de granos de almidón hallados en excavaciones arqueológicas. Alimentos como el zapallo, el maíz y la yuca son hoy parte fundamental de la dieta ngäbe. Sería interesante conocer la influencia que tanto los europeos como los pobladores originarios del istmo han tenido sobre el actual patrón alimentario ngäbe. En cuanto al uso actual de maranta y lerén este está aún por confirmar en la Comarca Ngäbe-Buglé. Aunque dichas plantas son reconocidas por algunos ancianos ngäbes de gran experticia en la identificación botánica, no se ha estudiado en profundidad su presencia y uso en esta área. Por otra parte, estudios e investigaciones realizadas por genetistas, etnofarmacólogos y lingüistas sobre las relaciones filogenéticas entre los distintos grupos indígenas hoy presentes en Panamá apoyan una interesante hipótesis. Esta se centra en que los contactos sociales y comerciales frecuentes entre poblaciones vecinas -que no por ello similaresformaban parte del desarrollo local y regional de estos grupos (COOKE, 2004a), mucho antes de la llegada de europeos al continente. El trueque como antecesor del comercio también formaba parte de los métodos de intercambio de artículos y productos alimentarios o no entre territorios tanto cercanos, como alejados, y entre áreas agrícolas y costeras (COOKE, 2004b). El periodo considerado de contacto español se prolongó desde con el avistamiento de lo que hoy es Panamá por los europeos en 1501 hasta el 1550. En este año ya se podían distinguir tres esferas en el istmo, representadas por: los bolsones de territorios de los [38] “indios de guerra”, los cimarrones de origen africano, y los españoles y sus esclavos africanos y súbditos amerindios (COOKE, 2004b). La llegada de Colón, no solo desato esta conformación de distintas esferas sociales, sino que también desencadeno una serie de eventos que influirían decisiva y drásticamente en el futuro de los pobladores originarios del istmo. Entre ellos desta: (1) el sometimiento de la población autóctona por soldados cuya tecnología militar y filosofía de guerra eran más destructivas que las nativas, (2) la aparición sigilosa de mortíferos patógenos contra los que los indígenas americanos no tenían inmunidad, (3) la repentina disminución demográfica de éstos, (4) la introducción intencional y fortuita de cientos de especies de animales y plantas desconocidos en América y (5) la imposición de idiomas, normas sociales y religiones foráneos entre cuyas repercusiones se destacaron la aculturación forzada y voluntaria, el monolingüismo español y el mestizaje. COOKE, (2004b:47) Con frecuencia tiende a olvidarse todavía a día de hoy, lo que realmente supuso la conquista para América. La romántica y acomodada idea de que Europa llevo la ciencia, la cultura, la espiritualidad del catolicismo, y la riqueza al continente americano, no es más que una percepción de la historia observada desde el egocentrismo europeo. Los beneficios materiales que los españoles obtuvieron mediante la esclavitud y el expolio de las poblaciones amerindias y de sus conocimientos agrícolas acumulados por siglos fueron extraordinarios (CONTRERAS, 1991). Un claro ejemplo es la abrumadora mejora alimenticia que las dietas de las clases europeas de menor nivel socioeconómico experimentaron tras la incorporación de alimentos como: la patata, el maíz, el tomate, el pimiento rojo, las alubias, el chocolate, el cacahuete, la vainilla y un amplísimo etcétera, (CONTRERAS, 1991). Los conquistadores españoles y europeos llevaron “a América sus instituciones, sus esquemas mentales, sus costumbres sociales, sus concepciones urbanas, su religión y su lengua” (CASTILLERO, 2004:15). Esto no fue sin embargo lo único que llevaron consigo, pues impulsados por la fidelidad a sus hábitos alimentarios llevaron también consigo unos determinados hábitos dietéticos. Hábitos caracterizados por el consumo de carne, granos [39] panificables, manteca y vino, sustento de la dieta europea previa al intercambio que la intromisión en el continente americano les ofrecería (CASTILLERO, 2004). Este intercambio obligado o no, incita a reflexionar acerca de la utilidad del conocimiento de la historia. Una historia que ayudando a comprender el pasado de las culturas alimentarias americanas puede fomentar su respeto y comprensión. Tal y como proponía el antropólogo y especialista en alimentación Jesús Contreras en su artículo “La cara India, la cruz del 92” publicado en la Gaceta de Antropología en 1992: No estaría de más intentar compensar esa asimetría, ni que fuera parcialmente, propiciando un mayor interés por conocer la historia de las poblaciones amerindias y la situación actual de las mismas; por conocer la realidad de sus lenguas, de sus culturas y de cuáles son sus condiciones materiales de vida después de haber sufrido quinientos años de «civilización» y «colonización». CONTRERAS (1991:6) • ALIMENTOS DE LA GASTRONOMÍA DEL PUEBLO NGÄBE A lo largo de las próximas páginas trataré de ofrecer una aproximación a la realidad que en torno a su alimentación tradicional vive el pueblo ngäbe. Se presentaran listados de alimentos en los que se incluirán las épocas de siembra, cosecha y recolección. Junto con esta documentación se analizara el papel que cada grupo de alimentos suele tener en el plano sociocultural y mágico-religioso, con el fin de acercarnos a su patrón alimentario. “La plasticidad de la vida Ngäbe en materia alimentaria es una muestra de su capacidad de adaptación al medio. (..) una mirada al patrón alimenticio Ngäbe rompe los esquemas. La familia se adapta con gran flexibilidad a consumir lo que produce la tierra a través de sus actividades agrícolas o de la recolección en cada ciclo anual” QUINTERO, B., TORIBIO, G. y ARNAÍZ, J. (2011:14). La ruptura de esquemas que en este fragmento se menciona, afecta también a todo lo que envuelve a la acción de “comer”. Los ngäbes suelen comer sentados en el suelo, en troncos [40] o en sus artesanales camas de finas cañas. Este acto es mucho menos social que en la cultura occidental. Cada miembro de la familia come cuando puede o quiere. Las mujeres suelen buscar su intimidad durante este acto, sobre todo si hay visitas en casa, y es frecuente verlas comer mirando en dirección contraria a sus huéspedes. Este acto suele realizarse en la cocina, allí donde se encuentra el fuego del hogar. Dentro de la vivienda durante las lluvias y fuera en el verano. Este es solo un ejemplo de uno de los rasgos alimentarios que a continuación pretenden? describir la alimentación del pueblo ngäbe. • ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL, PRESENTES EN LA CULTURA ALIMENTARIA NGÄBE Un dato importante a tener en cuenta durante el análisis de los datos expuestos a continuación, es que la agricultura ngäbe consta de dos atapas anuales: de marzo a agosto, y de septiembre a febrero. En esas etapas se reparte la siembra, cosecha y recolección de las especies vegetales de consumo habitual en su dieta. • Palmas Antes de entrar en los listados de alimentos de origen vegetal, en los que se detallaran los periodos de siembra, cosecha o recolección, según sean alimentos cultivados o silvestres, y periodos en los que es posible disponer de alimentos conservados (granos secos), el número de cultivos al año, y los nombres comunes o populares en ngäbere y español. Cabe detallar en profundidad el fruto de una palma, que se podría considerar junto con las iracas u hojas de recolección silvestre, los símbolos de la alimentación tradicional ngäbe. El análisis de este fruto nos permite acercarnos a la importancia de determinados alimentos en la cultura alimentaria ngäbe, y su papel nutricional en la mejora de la Seguridad Alimentaria en la Comarca y la consecución de Soberanía Alimentaria, términos que en el [41] siguiente capítulo serán examinados desde conceptualización, compatibilidad y utilidad para el desarrollo rural. o Pifá o Dabá (Bactris gasipaes) El pifá es de las palmeras más antiguas de América, pudiendo ser nativa de la cuenca amazónica. Gracias al intercambio de sus frutos fueron y su consecuente distribución geográfica puede encontrarse hoy en día desde los Andes hasta Centroamérica, Las Antillas y el Caribe, existiendo diversas variedades. Gracias también a esta distribución y a su valor calórico, explicado por su elevado componente graso, fue una gran ayuda en la subsistencia de los antepasados de muchos de los actuales grupos indígenas (DE MIRANDA, 1999). El intercambio inicial y posterior comercio del pifá, fue dando lugar a una mejora de sus frutos desde el punto de vista alimentario, pues su tamaño fue incrementándose. Estos son por lo general rojos de pulpa acuosa o amarillos de pulpa más harinosa. Se cree que las variedades más antiguas son las que poseen frutos pequeños, fibrosos, con semilla de gran tamaño. Bactris gasipaes es la especie presente en Panamá, pero existen otras repartidas por distintas regiones de del continente americano (Bactris microcarpa, Bactris matto grossensis, etc.) (DE MIRANDA, 1999). o El nacimiento y la semilla de dabá Hay un acontecimiento que siempre acompaña al nacimiento en el contexto ngäbe, y que a día de hoy se continúa realizando. A diferencia de otras costumbres tanto alimentarias como mágico-religiosas, que con el tiempo y la influencia y presión exógena se están abandonando. Tras el nacimiento el cordón umbilical que sirvió de unión entre madre e hijo, permitiendo la vida y desarrollo de este, servirá también para acompañar la vida y desarrollo de un árbol de extrema importancia para el pueblo ngäbe. El pixbae o pifá (Bactris gasipaes) es denominado dabá en el idioma ngäbere. El padre del recién nacido es el encargado de sembrar una semilla de pifá y acompañarla del cordón umbilical, la siembra suele hacerse en las proximidades de la vivienda familiar, habitualmente denominadas jubore (patio), en las que además de otros frutales se suelen [42] encontrar diversos animales domésticos, que complementan la dieta ngäbe, a modo de aporte proteica. El crecimiento y desarrollo de este árbol acompaña al de la niña o el niño, y una vez el árbol sea fértil y comience a dar frutos, será también el padre el encargado de enseñar a su hijo o hija a recolectar el fruto de su propio árbol. Árbol que por la riqueza energética de sus frutos y su abundante presencia en gran parte de la comarca (exceptuando las zonas de altitud, como la cordillera central), ha contribuido en gran medida a la supervivencia del pueblo ngäbe durante años. o Composición nutricional del pifá (Bactris gasipaes) El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA) ofrece en su base de datos nutricional, la composición de cuatro variedades de la especie (Bactris gasipaes) entre las cuales el contenido energético oscila entre 144 y 230Kcal/100g, el graso entre 0’9 y 7’7g/100g, y la fracción de HC varia de 31’2 a 38’9g/100g (INCIENSA, 2006). El pifá (dabá) posee además un bajo contenido en sodio y azúcares, y gran riqueza en fibra y carotenoides como β-caroteno y vitamina A (Fernández et al., 1990), compuestos termoresistentes, en los cuales la biodisponibilidad aumenta tras la cocción. “Un pejibaye de peso mediano dependiendo de la variedad, suple en promedio de un 15- 100 % o más de las necesidades diarias de vitamina A y C del adulto; en el caso del niño, el aporte es mucho mayor” (ROJAS, 2009:2), (BLANCO et al., 1990). Estos son datos a tener en cuenta, en la elaboración de estrategias para mejorar el estado nutricional de la población en la Comarca Ngäbe-Buglé. Algo importante teniendo en cuenta que el déficit de vitamina A tiene graves consecuencias para la salud, como: “retardo en el crecimiento infantil, crecimiento defectuoso en huesos y dientes, ceguera nocturna y xeroftalmia en casos más extremos” (ROJAS, 2009:2), (BLANCO et al., 1990). Estas necesidades que pueden ser cubiertas combinando alimentos presentes en la dieta tradicional ngäbe, sin tener que recurrir a productos comerciales, que no refuerzan [43] precisamente la economía comarcal y que agotan los escasos ingresos de los que disponen las familias ngäbes. Tabla 1: Aporte de Vitamina A y Calcio de una receta pifá habitualmente consumida entre los ngäbe. Ingredientes 3 frutos de pifa (daba) Aporte nutricional 45-300% Vitamina A Preparación ½ cucharadita de cáscara de huevo molida y salada 90% Calcio Cocción a fuego lento en paila Aliño o aderezo cubierta por hojas de bijao Fuente: Elaboración propia a partir de datos de (SELF NUTRITION DATA, 2003) y (FERNÁNDEZ, et al., 1990) Estos datos corroboran el elevado valor nutricional que este fruto posee. Ofrece además que aprovechamiento total, pues la semilla es consumida a modo de fruto seco y su piel empleada en la elaboración de abono orgánico. Esto sumado a que el cogollo de la palma del pifá (dabá mutu) también se consume, lo convierten en un gran recurso alimentario. Cogollo de pifá (dabá mutu), Bagaibatda Fotografía: Helena Saracho Domínguez [44] Tabla 2: Palmitos y frutos de palmas presentes en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha o recolección. PALMAS y sus frutos ngäbere - español Nº E F M A M J J A S O N D cult. Modo año Müne mutu Cogollo de Bejuco Dabá Pifá (Bactris gasipae) Dabá mutu Cogollo de Pifá Mölö mutu / rüga mutu Cogollo de Palma Real Ñürün Bodá (Chamadorea tepejilote) Ñürün mutu Cogollo de Bodá Mitra mutu* Cogollo de Makenke Juä mutu* # Cogollo de Palma del Norte Kimän mutu Cogollo de Palma de Sucanca Kimän ngwägä Sucanca A Si 1 Cu A Cu A Cu 1 Cu A S/C A S/C A Cu A Si 1 Si Leyenda: Cosecha o Recolección Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN., pero no se descartan variaciones dialectales. Nº cult. año (número de cultivos posible al año; ”A” anual). Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). Los cultivos de las palmas anteriormente presentadas (Ver tabla 2) son en su mayoría anuales. Su siembra no tiene una fecha concreta. Son capaces de dar frutos durante años y en cuanto al palmito o cogollo de la palma pueden ser recolectados en cualquier momento del año. La dificultad de su recolección varía en función de la altura y por tanto de la edad de la palmera. Los hombres se encargan de su recolección. [45] o Iracas o quelites Las iracas son generalmente hojas verdes de recolección silvestre que constituyen una pequeña parte de la dieta (YOUNG y BORT, 2001). Los brotes de un helecho también silvestre son considerados ka (iracas). Suelen encontrarse en áreas de sotobosque junto a las veredas de los ríos o en zonas húmedas. Todavía aun presentes en la comarca, son símbolo de la supervivencia y de la dieta ngäbe. Tienen junto al maíz y al cacao un papel protagónico en rituales y celebraciones tradicionales. El consumo de iracas (ka) y otros alimentos silvestres ha permitido fortalecer y complementar la dieta del pueblo ngäbe durante siglos y asegurar la continuidad del pueblo ngäbe mediante la reproducción de la unidad familiar. Es destacable por tanto que “(…) a la vez que surten de alimentos a las comunidades y fortalecen su cosmovisión, son un recurso que coadyuva a la protección de bosques primarios”. (QUINTERO, B., TORIBIO, G. y ARNAÍZ, J., 2011:22) Merecerían un capitulo completo para poder abordar el profundo significado que poseen en el plano sociocultural, pero en el presente apartado me centrare en hacer una síntesis de su descripción y su época de recolección. Durante los cuatro meses que han conformado mi trabajo de campo en la Comarca NgäbeBuglé he podido recopilar once tipos diferentes de iracas (Ver tabla 3.) Para ello me desplacé a comunidades de diversa situación geográfica dentro de las regiones de Nidrini y Kädriri. Alli pude conocer, probar y comparar los nombres, texturas, y sabores de estos peculiares alimentos. Esta experiencia ha sido posible gracias a la sabiduría botánica de un medico tradicional y de otros sabios ngäbes que habitualmente colaboran con la organización Acción Cultural Ngóbe (ACUN). En este caso la investigación de campo se orientó en torno a la recuperación y preservación de al menos parte de los saberes que conforman la cultura de su pueblo. A través de sus conocimientos pude acercarme a la fantástica esfera que envuelve a estos alimentos de tan relevante importancia para el pueblo ngäbe. Ka es la palabra empleada para designar a estas hojas en el idioma ngäbere. Esta coincide con el término utilizado para designar los cantos (ka) que a modo de herencia del pueblo [46] buglé, emplean los ngäbes en diversas celebraciones y acontecimientos. Las ka (iracas) tienen presencia en los ka (cantos) que se entonan en el idioma buglére para bendecir a las semillas que dan vida a nuevos alimentos y que representan a la niñez que dará continuidad a su pueblo. En la cultura alimentaria ngäbe aunque las iracas están especialmente destinadas al consumo infantil, pues los ngäbes dicen que con ellas se transmite la fortaleza y resilencia de su pueblo. Tabla 3: Iracas consumidas tradicionalmente en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de recolección. IRACAS (Ka) ngäbere - español E F M A M J J A S O N D Ka Ngüsulü Ka Ngibrän (Ortiga) Ka Ruägä Ka Ngröga* Ka Tega* Ka Besrugä Ka Mütüga / mütükri / sögakri Ka Bugosali (Ortiga) Ka Motrora (Ortiga) Ka Däbäin / dämäin Ka Botdo Leyenda: Cosecha o Recolección Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. *Iracas solo disponibles en el área de la cordillera de la Comarca Ngäbe-Buglé. *Iracas solo disponibles en el área de la cordillera. Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). El hecho de que no existan o parezcan desconocerse nombres populares en español para la mayoría de las citadas iracas, refuerza la idea de que son plantas desconocidas al menos desde el punto de vista alimentario para las poblaciones panameñas cercanas al área ngäbe. [47] o Hongos El papel que los hongos juegan en la dieta ngäbe no es tanto nutricional como simbólico. Su tamaño es reducido sin alcanzar por lo general más de 3-4cm de diámetro. Olo ngwen (hongo blanco) (Ver tabla 4) es la excepción y su tamaño puede alcanzar 5-10cm aproximadamente. Esto sumado a que el valor calórico de los hongos y setas en general suele ser reducido por su alto contenido acuoso, hace que no aporten apenas energía a la dieta. A pesar de esto poseen un elevado porcentaje proteico que aunque no se traduzca en un gran aporte en gramos confiere sabor a las preparaciones culinarias tradicionales. Aunque en menor medida su papel recuerda a la simbología que envuelve a las iracas, como ejemplos vivos de alimentos silvestres recolectados por el pueblo ngäbe durante siglos. Los ngäbes dicen que en la actualidad escasean en muchas zonas de la comarca, al igual que la vegetación que compone su hábitat natural. Para su crecimiento generalmente requieren lugares sombríos y húmedos como las márgenes de ríos y arroyos. En ellas abundan troncos en descomposición, lugar sobre el que crecen este tipo de hongos. La capacidad para anteponerse a las dificultades que el medio ofrece y que ha caracterizado al pueblo ngäbe a lo largo de los últimos cinco siglos se ve reflejada en el ingenio de algunas mujeres. Estas han decidido acumular grandes cantidades de leña mojada en un área del huerto próxima a la casa, donde la sombra predomine y la humedad de los troncos prevalezca. Con esta técnica no solo aseguran leña que será secada al sol si es necesaria, sino que también favorecen la aparición de hongos (murasio olo u olo tain) para el consumo familiar. Tabla 4: Hongos silvestres de la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de recolección. HONGOS (Olo) ngäbere - español E F M A M J Olo Ngwen Hongo Blanco Olo Bugere Hongo Oscuo Olo Tain Hongo Rojo Murasi Olo Hongo Oreja de ñeque J A S O N D Modo S S S S [48] Leyenda: Cosecha o Recolección Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). o Hortalizas y raíces Las hortalizas y raíces constituyen una importante fuente de hidratos de carbono en la dieta ngäbe. Estos productos son combinados para elaborar platos más completos. Su preparación varía según las épocas de cosecha (Ver tabla 5). Con respecto a la siembra destaca la influencia de la luna, pues los ngäbes suelen esperar a sembrar en fase menguante, en el caso de hortalizas y raíces (QUINTERO, B., TORIBIO, G. y ARNAÍZ, J., 2011) Las raíces más cultivadas son la yuca (ö) y el otoe (tä) frente al ñame y al ñampi. Son una fuente alimentaria perenne, pues no requieren de un momento preciso de siembra ni de cosecha. Una vez sembrados suponen una despensa viva y conservada en su medio natural sin necesitar de ningún método de conservación, pues con los meses su crecimiento continua, aportando seguridad ante malas cosechas de cereales. La calabaza, auyama o zapallo (be), es una alimento muy consumido de manera estacional, empleado en la elaboración de cremas infantiles o simplemente en guacho con arroz, o cocida junto a guineo blanco (baran ngwen) y frijoles. Puede ser conservada tras su cosecha sin requerir ningún procesado tan solo vigilando que su piel se mantenga limpia de arañazos o grietas que pudieran permitir su descomposición. Es un alimento aprovechado por completo, pues puede cocinarse con piel y aportar así mayor variedad vitamínica a los platos. [49] Tabla 5: Raíces y hortalizas cultivadas y consumidas en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha. Nº HORTALIZAS Y RAICES ngäbere - español E F M A M J J A S O N D cult. Modo año Ö Yuca (Manihot esculenta) Tä Otoe (Xanthosoma Spp.) Be Auyama (Cucurbita argyosperma), (C.moschata) Drün ngwen Ñame (Dioscorea Spp.) Drün tain Ñampi o Ñame rojo A Cu A Cu 2 Cu 1 Cu 1 Cu Leyenda: Cosecha o Recolección Siembra Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. Nº cult. año (número de cultivos posible al año; ”A” anual). Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). Los nombres científicos utilizados en la siguiente tabla parecen ajustarse a los alimentos disponibles en la comarca. Sin embargo en el caso de drün tain al que los ngäbes identifican en castellano como ñampi, sería interesante obtener la correcta identificación botánica. Esto se debe a que durante mi trabajo de campo en el área ngäbe este alimento no estuvo disponible para ninguna identificación, por no ser tiempo de cosecha. Este es un ejemplo de lo que muchas veces sucede al traducir nombres indígenas al español. El nombre científico es al único al que se puede asociar con certeza la composición nutricional de un alimento ya que en muchas ocasiones se da un mismo nombre popular a distintos alimentos dependiendo de la región. Por este motivo he decidido omitir el nombre científico del ñampi en las tablas a continuación presentadas. [50] o Flores, hojas y cogollos tiernos de plantas silvestres y cultivadas Flores, hojas, cogollos y brotes tiernos, son partes de plantas que con frecuencia se omiten en la gastronomía occidental. Con la globalización alimentaria y los métodos de obtención de alimentos insertos en el mercado industrial la gastronomía familiar cada vez está más lejos del huerto y más cerca de laboratorios, refrigeradores e inmensas cadenas de producción. En este sistema no hay habitualmente lugar para la atenta recolección que una flor silvestre requiere. Estos alimentos sin embargo forman una parte importante del patrón alimentario ngäbe, e indican un aprovechamiento máximo de los recursos alimentarios, pues aportan vitaminas y otros nutrientes, a los platos. Es frecuente ver por ejemplo flores de uyama, cocinadas en un guacho de “arroz con habichuelas tiernas” (muma kuyo nganga arobe). La dieta se complementa así con distintos alimentos procedentes del mismo huerto o incluso de la misma planta, pues se pueden añadir brotes tiernos de hojas del frijol que además están disponibles en las mimas fechas (Ver tabla 6). Otra opción culinaria que ofrece la dieta tradicional es recolectar los brotes de las hojas de yuca (ögä), o las hojas tiernas de otoe (tägä) cuando se cosecha en la finca familiar la ración semanal de yuca u otoe. Generalmente este tipo de hojas se cocinan junto con la propia yuca u otoe aportando sabor y nutrientes al plato, y ahorrando leña. Recolectando flores silvestres, Jelerabitdi. Fotografía: Helena Saracho Domínguez [51] Tabla 6: Hojas, flores y cogollos tiernos de plantas silvestres y hortalizas cultivadas: calendario de siembra y recolección. HOJAS (Gä) y FLORES (Be) ngäbere - español Nº E F M A M J J A S O N D cult. Modo año Muma brisole gä Hoja de frijol de pa bejuco Muma kuyo nganga gä Hoja de frijol habichuela Be gä Hoja de Auyama Be blu Flor de auyama Ö gä Hoja de yuca Tä gä Hoja de otoe Klisiva blu Chuara o Flor de Glicomia Klisiva mutu Cogollo de Glicomia Klisiva ngwägä Hoja tierna de Glicomia Klisiva ngwo Raíz de Glicomia Müne blu Chuara o Flor de Chichica Müne mutu Cogollo de Chichica 2 Cu 2 Cu 2 Cu 2 Cu A Cu A Cu 1 Si A Si 1 Si 1 Si 1 Si A Si Leyenda: Cosecha o Recolección Siembra Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. Nº cult. año (número de cultivos posible al año;”A” anual). Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). o Leguminosas [52] Multitud de frijoles (muma en ngäbere) constituyen la variedad de leguminosas presentes en la Comarca. Estas son ricas en proteínas y minerales. Combinados con determinados cereales tienen la particularidad de ofrecer proteínas de alto valor biológico (VB). Estas son proteínas vegetales, de menor VB que las de origen animal, pero su valor puede aumentar al combinarlas cereales y leguminosas. La unión de ambos alimentos durante la misma ingesta o a lo largo del día aporta aminoácidos esenciales (de alto VB) de vital importancia para diversas funciones del organismo. Su siembra se suele combinar con la del arroz, el maíz y la yuca. Los frijoles arbóreos (frijol de palo o muma krire) también suelen sembrarse junto a la casa. Su consumo en la gastronomía ngäbe aparece entrelazado con maíz, arroz, iracas, otoe, ñames, yuca, auyama o calabaza y un largo etcétera. Pueden estar presentes prácticamente en cualquier plato. Hace años forman parte esencial de la despensa básica del hogar ngäbe, pero hoy en día aunque se cultivan muchas variedades, su producción está más limitada, y son muchas las familias que requieren al mercado para cubrir esa demanda de frijoles secos antes cubrían con los de su propia huerta, entre cosecha y cosecha (Ver tabla 7). Frijoles recién cosechados, Bagaibatda. Fotografía: Helena Saracho Domínguez [53] Tabla 7: Frijoles cultivados tradicionalmente en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha. Tipos de FRIJOL ngäbere - español Muma Brisole * Frijol de bejuco Muma Kuyo nganga Frijol de habichuela** Muma Krire Frijol de palo Muma Kedaba Frijol haba Muma Insän Frijol poroto Tipo de semilla ngäbere español tain rojo Kuyo kia en vaina tierna tain rojo drüne negro ngwen blanco cuatdro moteado redondo drüne negro ngwen blanco tain rojo chara moteado plano tain rojo cuatdro moteado Nº E F M A M J J A S O N D cult. Modo Zona año *** x 2 Cu Ba 2-3 Cu Ba 1 Cu Ba 1 Cu Ba 1 Cu Co Leyenda: Disponibilidad del frijol conservado seco Cosecha o Recolección ...x.... Siembra Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. *Iracas solo disponibles en el área de la cordillera de la Comarca Ngäbe-Buglé. * Sus hojas tiernas no se comen, pero sirven de aderezo en caldos y cocciones, estando disponibles de junio a agosto, y de diciembre a febrero. ** También llamado frijol “quebradero”. ***Posible siembra adicional. Los meses subrayados corresponden a la estación seca. Nº cult. año (número de cultivos posible al año; “A” anual). Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Zona (Zona de la comarca donde se encuentran: cordillera “Co” o zona baja “Ba”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). [54] • Cereales Otro alimento símbolo de la dieta ngäbe junto a las iracas (ka), al pifá (dabá) y al cacao (kä), es sin duda el maíz. Es un cereal originario del continente americano y ya fue cultivado, molido y consumido por los antepasados de los actuales indígenas panameños como así lo demuestran los hallazgos arqueológicos y las investigaciones paleobotánicas (COOKE, 2004a). El maíz no solo es considerado un alimento, sino una pieza clave por su uso ritual, estando presente en cantos (ka) y longevas historias que un día adornaron las noches de eternas conversaciones cacao en mano y junto al fuego. La inmensa cantidad de variedades cultivadas en el pasado se ven mermadas hoy por el abandono que su cultivo ha padecido en muchas áreas de la comarca. o Un mal trueque: arroz de primera por arroz de tercera El maíz ha dejado paso al arroz de secano cuya productividad está disminuyendo y a día de hoy es incapaz de cubrir las necesidades de este grano a nivel comarcal. Es interesante destacar que a diferencia de lo que los ancianos y ancianas cuentan de su infancia, a día de hoy las familias han de comprar grandes cantidades de este cereal para su consumo. El arroz de venta en la comarca, es considerablemente más caro que en la ciudad de Panamá o el de los pueblos cercanos a la comarca. La calidad sin embargo no acompaña al precio. El arroz puede catalogarse en tres categorías (IICA, 2009): - Primera categoría: la constituyen los productores a chuzo y representan en torno al 2% de la producción nacional para este cereal. La mitad se pila en un pilon de manera artesanal y el resto en maquilas (pequeñas piladoras industriales). Generalmente se destina al autoconsumo. - Segunda categoría: Productores de riego mecanizado que representan el 25% de la producción nacional. Estos entregan el arroz a molinos conectados al mercado. - Tercera categoría: Productores de secano mecanizado que suponen del 70 al 73% de la producción nacional. En este caso todo el proceso esta industrializado e inserto en el mercado. [55] La calidad del arroz disminuye de la primera a la tercera categoría. Por lo tanto si tenemos en cuenta que el arroz en la comarca se produce a chuzo y se pila al 100%, podríamos deducir que es un arroz de categoría incluso superior a la primera. Este sin embargo no es suficiente para el consumo semestral. Al terminarse las cada vez más escasas provisiones de este cereal las familias compran arroz en las pequeñas tiendas de la comarca o en aquellas situadas en las entradas de la misma. Este es en todos los casos arroz de tercera, y como ya he dicho a un precio superior al habitual. El hecho de que con sus ingresos los ngäbes terminen cambiando arroz de primera por arroz de tercera, indica la fragilidad de su situación alimentaria. Además de reflejar la ineficacia de los ingresos en la mejora real de esta. La clave no está solo en el acceso al alimento sino como se acceda y a qué. La combinación de arroz y maíz en proporciones adecuadas tiene la doble ventaja de proteger frente a plagas y malas cosechas, y aportar diversidad nutricional a la dieta. El problema es la cantidad obtenida en las cosechas. El dúo maíz-arroz sigue estando presente en las fincas ngäbes, combinadas con yuca, otoe, guineos o plátanos según la región. Pues la variedad climática y la altitud no permiten siempre el cultivo de todo tipo de raíces y frutos. Sin embargo aunque el arroz no se puede cultivar en toda la comarca, el maíz prácticamente pudiera estar disponible en cualquier área de la misma, tal vez por su mayor adaptación al clima. Ambos se siembran dos veces al año (Ver tabla 8) que por lo general se enlazan en el tiempo para permitir un mejor aprovechamiento de su cosecha. Así da tiempo a elaborar los distintos alimentos derivados sobre todo del maíz, como son el bollo dulce o agrio, el chicheme, o la chicha, que se pueden toman en compañía del arroz. Tabla 8: Cereales de cultivo en la Comarca Ngäbe-Buglé: calendario de siembra y cosecha. CEREALES (I) y (Aro) ngäbere - español Nº E F M A M J J A S O N D cult. Modo año Aro Arroz I Maíz [56] 2 Cu 2 Cu Leyenda: Disponibilidad del frijol conservado seco Cosecha o Recolección Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. Nº cult. año (número de cultivos posible al año; ”A” anual). Modo (Modo de obtención: cultivado “Cu” o silvestre “Sil”). Zona (Zona de la comarca donde se encuentran: cordillera “Co” o zona baja “Ba”). Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). • ALIMENTOS DE ORIGEN ANIMAL PRESENTES EN LA CULTURA ALIMENTARIA NGÄBE A pesar de la relevancia que en este capítulo está teniendo el mundo vegetal, como parte de la dieta ngäbe, no se debe olvidar el papel que la caza, pesca y captura de crustáceos, anfibios, reptiles, y otros animales tuvo en la alimentación de los ngäbes. Hoy en día sin embargo estas técnicas aunque presentes en la memoria de muchos se han visto mermadas. La degradación del medio (hábitat de muchas especies) y la dificultad del acceso a determinados recursos naturales (costas, manglares y desembocaduras de los ríos de la vertiente pacífica) han afectado al descenso de la presencia de estos animales y por tanto de su captura. A continuación se exponen a dos listados (Ver tabla 9 y 10) que aunque exentos de la apropiada nomenclatura científica, pretenden ofrecer una panorámica de la riqueza y variedad que un día poseyó la dieta ngäbe. Con esto pretendo incitar a reflexionar sobre el papel que recursos como la pesca y captura de crustáceos a pequeña escala pueden llegar a tener para garantizar una alimentación suficiente y culturalmente apropiada. [57] Tabla 9: Animales de caza de la cultura alimentaria ngäbe: aproximación de su disponibilidad actual. Nombre español Nombre ngäbere Disponibilidad actual Tapir/ macho monte^ Venado Saíno Mapache Ñeque Conejo pintado Pava negra Pava garrucha Pavona Perdiz de arca Perdiz de rastrojo Gallo de monte Guacamayo Quetzal Cotorra Calandria Paloma Torcaza ceniza Paloma Torcaza roja Paloma Torcaza rastrera Águila* Muleto Armadillo Puma Jaguar Mono cariblanco Iguana negra Iguana verde/ Moracho Rana*** Mölö^ Büra Tiro Sutu/ Mubiali Muriasi/ Mruasi Ñä Uru Kuelen Erigwi Känlan Segwe/ Soe Kolosai Roga Mörä Tolero Man Ütdü buguere Ütdü tain Ütdü midia Mü kri* Mule Nusi U/ Kuara tain U/ Kuara tänrän Droasi Rö kri Rö kiare/ Jitrasi Nulo no si si si si si escasa no no no si no no escasa escasa no escasa escasa escasa si si escasa escasa escasa no si** si** no Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. ^ No se cazaba con función alimentaria, sino que generalmente se le cortaba la cola (sin matarlo) para emplearla como elemento decorativo masculino durante la Balsería. *No forma parte de la dieta tradicional, pero actualmente frente a la escasez de la caza es considerado alimento de manera ocasional. ** Se encuentra junto al rio. *** Asada o cocida, se come entera, incluida la piel. Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). Los nombres de los animales presentados en la anterior tabla han sido aportados por personas con gran conocimiento de la cultura ngäbe y experticia en la caza dentro de la comarca. Estos son nombres comunes que debieran ser contrastados en un futuro, para que [58] pudieran ser complementados con los nombres científicos de las especies. Por otra parte hay que tener en cuenta que la disponibilidad expuesta es tan solo una aproximación. Sobre esta también interesaría profundizar a través estudios de análisis de los recursos naturales de la comarca. Tabla 10: Peces y crustáceos característicos de la pesca de la cultura alimentaria ngäbe Nombre español Pescado de mar Pescado de rio Camarón de rio Cococha o Caracol Cangrejo de mar Cangrejo de rio Nombre Disponibilidad ngäbere actual Gwa si* Gwa excasa Kebe excasa Chelere Meselé Meselé excasa si* excasa Nota: Los nombres en ngäbere fueron revisados por los asesores culturales de ACUN, pero no se descartan variaciones dialectales. *Su pesca y/o captura no suele realizarse, por la dificultad o imposibilidad del acceso a la costa. Fuente: Elaboración propia a partir de notas da campo y entrevistas con asesores culturales ngäbes de Acción Cultural Ngóbe (ACUN). En cuanto a la pesca y captura de crustáceos en la comarca, cabe destacar la escasa presencia de estos principalmente a causa de los envenenamientos de los ríos producidos hace más de una década. Estos mermaron considerablemente la población acuática. Al sumar el hiperbólico incremento demográfico experimentado por el pueblo ngäbe en los últimos 40 años se obtiene la enorme disminución del consumo de peces, camarones, cangrejos y caracoles o cocochas de rio. Hoy en día es frecuente encontrar comunidades en las que se han puesto en marcha pequeños criaderos de peces (melgas) y crustáceos capaces de suministrar alimento de origen acuático para una familia. Con esto se posibilita la elaboración de grandes cantidades de pescado seco molido. En muchas ocasiones se destina al consumo familiar durante tan solo 1 o 2 días y a la venta a otros miembros de la comunidad, o a la tienda más cercana. Esto merma la opción de diversificación y mejora de la dieta familiar (pues el [59] aporte de 1 o 2 días resulta insuficiente), pero supone una pequeña fuente de estos alimentos a nivel comunitario. CONCLUSIÓN A lo largo del presente capítulo se han presentado buena parte de los alimentos que caracterizan el patrón alimentario del pueblo ngäbe. No hay que olvidar sin embargo la existencia de otros que aunque no han sido descritos forman una parte importante de este. Las larvas de abejas y avispas, y la miel que estas producen son alimentos de recolección silvestre que también constituyen parte la dieta tradicional ngäbe. A esto hay que sumar que no han sido presentados los frutos de árboles, a excepción de las palmeras. Muchos de ellos se consumen con frecuencia, pero sin duda el que representa a la dieta ngäbe por excelencia junto a las iracas, el maíz y el pifá, es el cacao. Estos datos corroboran la importancia continuar la documentación iniciada en este proyecto de tesis. La identificación botánica de las especies presentadas y de otras también consumidas es fundamental de cara a investigaciones futuras. Esta identificación es necesaria para asociar con seguridad las composiciones nutricionales a sus respectivos alimentos. Por otra parte considero que el hecho de haber incluido un calendario aproximado de los meses de siembra, cosecha y recolección de alimentos vegetales tanto silvestres como cultivados, puede servir de apoyo a futuros trabajos en nutrición. De cara también a proyectos futuros para la mejora de la situación alimentaria en la comarca es necesario tener en cuenta no solo la composición de los alimentos, sino la disponibilidad de estos en función del calendario agrario, pues es esta la que permitirá la combinación y el consumo de ambos. [60] En cuanto a la contextualización histórica de los orígenes de la agricultura y de los asentamientos humanos en el istmo panameño, considero que es necesaria para la comprensión de los restantes capítulos. Además iniciar una línea de reflexión que se verá continuada durante los próximos capítulos en torno a la importancia que la recuperación de los saberes culturales ngäbes como parte de la cosmovisión indígena puede tener para la mejora alimentaria de la comarca. Este capítulo sirve así de antesala para el próximo. En el cual se detallaran las diferencias conceptuales entre Soberanía y Seguridad Alimentaria, y sus potencialidades como herramientas para la consecución de la autosuficiencia y autogestión alimentaria que el pueblo ngäbe dice haber tenido en el pasado y que es necesaria para mejorar su presente y su futuro. [61] CAPITULO II Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria: Compatibilidad en la acción contra la desnutrición en la Comarca Ngäbe-Buglé INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Este capítulo se centrará en comparar conceptualmente la Seguridad Alimentaria y la Soberanía Alimentaria -ya definidos en la introducción-, por considerar necesaria la aclaración y diferenciación de estos términos para la comprensión del presente trabajo. Por otro lado, analizaré la relación de estos con la implementación de estrategias contra la desnutrición en Panamá y la Comarca Ngäbe-Buglé. Este análisis se desarrollará en base a una reflexión crítica motivada por una anécdota de mi experiencia personal durante el trabajo de campo en la comarca. A lo largo de la historia los sistemas alimentarios han constituido una herramienta en la dominación de unos pueblos hacia otros, pues la alimentación queramos o no, es parte esencial de la vida. Mediante la intromisión en los sistemas de cultivo; alteración de huertas, semillas y rutas de intercambio; el control de las condiciones del irónico libre mercado alimentario: y las políticas agrarias, es posible manipular el producto final del sistema alimentario. El modelo económico actual, y el alimentario como parte de él favorecen a pocos y someten a muchos. Partiendo de la frágil situación que muchos países padecen tras décadas de supuesto desarrollo, es imprescindible preguntarse hacia quienes está enfocado este. Hoy en día la controvertida crisis alimentaria ha hecho eco a nivel mundial, llegando a los oídos y bolsillos de gran parte de la población. Ha empeorado de una forma atroz la ya alarmante situación alimentaria que en muchas áreas, especialmente en las rurales, ya existía. [62] La crisis alimentaria se refleja también en la estadística internacional. Según FAO, 35 países sufrían crisis alimentarias de extrema gravedad en 2004 (SOFI, 2004). En 2009 el número de personas subnutridas ascendía a 1023 millones, encontrándose el 98% de estas en países considerados en desarrollo. (FAO, 2010). Antes de entrar en materia, creo necesario mencionar el papel de los Pueblos Indígenas y su cosmovisión en las estrategias de desarrollo que sobre ellos se plantean desde hace años. La visión indígena se ha tenido muy poco en cuenta en el diseño y ejecución de la multitud de proyectos de desarrollo que se distribuyen en las comarcas indígenas de Panamá (LEIS, 2004). Este planteamiento etnocentrista parece olvidar que la América precolombina dio lugar a grandes civilizaciones, como la Azteca o la Maya. Estas ya habían logrado en aquel tiempo un enorme desarrollo de sus sistemas productivos.. Las capacidades de estos pueblos indígenas, se reflejan en las acciones que ya realizaban antes de la afamada colonización. Autosuficiencia alimentaria, avance tecnológico, construcción de complejos entramados urbanos, organizadas sociedades, complejos sistemas de observación astronómica y redes de intercambio son algunas de las características que se les atribuyen.Sobre este último aspecto destaca un interesante ejemplo: El hecho de que otro grupo norteño, los ‘siguas’, se establecieran en Bocas del Toro antes de la conquista o justo después de ella, sugiere que las ciudades mayas y mexicanas promovían asentamientos de mercaderes a los que se les encomendaba la provisión de bienes de lujo importantes para aquéllas, como el cacao y el oro. (COOKE, 2004a: 55) Esto sin embargo no quiere decir que los pobladores originarios del istmo siguieran el mismo patrón, ni que los pueblos indígenas actuales no se hayan conformado en parte por la influencia europea. Aun así este fragmento ejemplifica la existencia de redes de intercambio a gran distancia entre distintos grupos indígenas. Esto refleja las conexiones que entre ellos ya existían antes de la conquista, y las capacidades que tenían para la consecución de alimentos y otros bienes. Este es solo un ejemplo, pero con el pretendo [63] inducir a reflexionar sobre la importancia de los Pueblos Indígenas y sus hábitos tanto culturales como alimentarios tienen de cara a mejorar su situación alimentaria actual. Los objetivos de este capítulo son los siguientes: o Arrojar luz sobre las diferencias conceptuales entre Soberanía y Seguridad Alimentaria. o Analizar la compatibilidad entre Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria en base a los fundamentos que las definen. o Describir el efecto que determinadas estrategias catalogadas como Seguridad Alimentaria pueden tener en el contexto indígena. o Reflexionar en torno a la tensión que se crea en materia alimentaria entre las propuestas internacionales y estatales, y las necesidades a locales. o GALLETAS COMO ESTRATEGIA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA LA INFLUENCIA DE LA INTRODUCCION DE ALIMENTOS INDUSTRIALES A LA DIETA NGÄBE A continuación expongo una reflexión crítica en torno a la implementación de estrategias nacionales en materia de Seguridad Alimentaria en Panamá. Esta surge de una anécdota durante mi trabajo de campo en el Comarca Ngäbe-Buglé, área que a fin de cuentas constituye el objeto de estudio del presente trabajo. De manera informal puedo contar la impresión que me causó el hecho de que en comunidades consideradas de difícil acceso el principal alimento que la infancia consumía a su regreso de la escuela era el trigo. Inocente y novata tras investigar sobre los alimentos disponibles en Centroamérica esperaba encontrarme con que el cereal base en una comarca indígena fuera maíz. Mi sorpresa fue enorme al comprobar que el cereal estrella para la infancia era uno de los protagonistas de la afamada Triada del Mediterráneo: el trigo. Este pequeño impacto vino acompañado de un paseo en el cual me fueron guiando la multitud de envoltorios de galletitas dulces y saladas que regaban los márgenes de los senderos de la comunidad. Todo tuvo su explicación. Las diminutas tiendas que en la comarca florecen se [64] habían sumado al proceso de modificación de hábitos alimentarios con la venta de galletitas y snacks. Pero lo que me resulto más impactante fue que el Gobierno Nacional fuera el principal promotor del cambio. Esto se debía a que la inmensa mayoría de los envoltorios eran parte de la denominada “merienda nutritiva” que se reparte entre los alumnos y alumnas de primaria. Las galletas son elaboradas por el mismo fabricante que a través de sus fuertes canales de distribución está presente en la mayoría del territorio nacional. Estas son parte de los productos alimentarios incluidos en el Programa de Alimentación Complementaria del Ministerio de Educación, enmarcado en el Plan Nacional “Prevención y Control de las Deficiencias de Micronutrientes” 2008-2015. El programa es ejecutado a través de la Dirección Nacional de Nutrición y Salud escolar y financiado por el Gobierno Nacional de Panamá. Este dice pretender mejorar la condición nutricional de los escolares panameños para que aprovechen mejor las enseñanzas educativas (SENAPAN, 2008). Estas galletas de trigo contienen unas 150kcal (320-330kcal las meriendas completas, incluyendo galletas y leche o crema). Este aporte energético es totalmente insuficiente para una verdadera mejora del estado nutricional, pero sin embargo contribuyen enormemente a la ruptura de hábitos alimentarios a la que actualmente se enfrenta el pueblo ngäbe. Otros productos distribuidos también como parte de Programas de Alimentación Complementaria parecen tener un menor impacto. Este es el caso del Nutricereal un alimento fortificado que distribuye el Ministerio de Salud. Con él se elaboran cremas que complementan el desayuno u otras colaciones. Las cremas de cereales (miá) y el chicheme poseen connotaciones culturales importantes y forman parte del entramado de las pautas alimentarias del pueblo ngäbe. Las cremas por tanto pueden ayudar a mejorar las deficiencias de micronutrientes en la infancia mientras coexisten con la gastronomía local. La diferenciación entre los snacks y galletitas industriales, y las galletitias nutritivas del Gobierno Nacional es difícil. Sin embargo el contenido nutricional de estos productos es muy diferente, o al menos debe serlo. Snacks y galletas industriales suelen ser ricas en grasas hidrogenadas, grasas saturadas y azúcares. Ingredientes potencialmente perjudiciales para la salud metabólica y cardiovascular. Es interesante también analizar la afectación de esta modificación de hábitos sobre los sentidos. La introducción de productos industriales [65] en la dieta comienza con la alteración del gusto. Gracias a su alto contenido en sal y/o azúcares, el sabor del alimento se ve potenciado. El paladar se habitúa a este umbral de sabor, condicionando así el gusto ante los sabores suaves de alimentos de consumo tradicional. Con esta anécdota, pretendo simplemente incitar a reflexionar en torno al importantísimo papel que puede jugar un simple alimento en los hábitos de una población. Desde mi particular valoración galletas vs crema, valoro negativamente la contribución de las primeras. Estas contribuyen tanto a la degradación del medio con sus envoltorios de plástico, como al choque alimentario de los productos industriales. o SOBERANIA ALIMENTARIA vs SEGURIDAD ALIMENTARIA En este apartado describiré las características y los fundamentos que conforman tanto la Soberanía Alimentaria como la Seguridad Alimentaria. Una comparativa en profundidad entre ambos términos podría abarcar mucho más de lo que ocuparan las siguientes páginas. Mi objetivo es sin embargo visualizar sus grandes diferencias y entablar un contexto que induzca a reflexionar sobre su influencia la comarca. o Soberanía Alimentaria Es una alternativa promovida por La Vía Campesina ante el actual sistema alimentario totalmente impregnado por la economía capitalista y las políticas neoliberales. Su objetivo es mejorar la situación alimentaria priorizando los derechos fundamentales de la población campesina, pues son ellos quienes cultivan y cuidan la tierra. Este planteamiento prioriza el derecho de las poblaciones campesinas tanto al acceso a la tierra como a la producción de estas. Este apoyo al campesinado se justifica además en la distribución de la pobreza a nivel mundial, pues más del 70% de la pobreza es rural (SOFI, 2004). Desde un enfoque analítico de su definición, la Soberanía Alimentaria (GRAIN, 2010): [66] o Prioriza el derecho de los pueblos a definir políticas agropecuarias y de producción de alimentos. Incluye el abastecimiento de productos alimentarios a los pueblos que los producen Sin imponer el perjudicial sistema de dumping. o Plantea como objetivo primordial de la producción, cubrir las necesidades de comunidades locales. Este es punto importante teniendo en cuenta gran parte de la producción alimentaria de los países “en desarrollo” se destina al consumo de los países “desarrollados”. Los recursos de los productores son explotados de manera intensiva, agotando la tierra con facilidad y sin la retroalimentación necesaria para el consumo local. Contrario a esto se plantea cubrir las necesidades nutricionales básicas con productos de primera necesidad (cereales, como: maíz, arroz, mijo o trigo). Potenciando además la producción de variedades autóctonas que permitan mantener la gastronomía tradicional y preservar la riqueza en biodiversidad de la zona. o Propone como necesario el derecho a proteger y regular la producción agrícola y ganadera así como el mercado nacional. Para cubrir tal protección se hace necesario un estado regional o nacional fortalecido. El planteamiento comunitario del que parte la Soberanía Alimentaria en su origen teórico, no contempla al Estado como miembro necesario para lograr su objetivo, pues se considera en cierto modo incapaz de tal función. Esta incapacidad se justifica en el apoyo de los Estados a la economía internacional globalizada antes que a la local. Los motivos pueden ser: no poseer los medios administrativos y logísticos para hacerlo, o simplemente el efecto que la corrupción tiene a favor de los intereses extranjeros frente a los nacionales. Aquí se abre un debate sobre el papel del estado en tal proceso que no será tratado durante el desarrollo del presente capítulo. Las organizaciones promotoras de este concepto destacan que el potencial de su acción se fundamenta en los siguientes seis pilares (La Vía Campesina, 2007): (1) Enfoca en alimento para el pueblo; (2) Valora a quienes proveen alimento; (3) Localiza sistemas de [67] alimentación; (4) Empodera localmente; (5) Desarrolla conocimiento y destreza; y (6) Trabaja con la naturaleza. Estos fundamentos concuerdan en su mayoría con la visión de los Pueblos Indígenas. El apoyo por ejemplo a la naturaleza entendida desde la cosmovisión indígena es esencial al trabajar en defensa de la alimentación de un pueblo en este contexto. Por otra parte, la Soberanía Alimentaria se integra dentro de un movimiento al que bajo una visión comunitaria podríamos clasificar como parte de la Nueva Ruralidad. Esta Nueva Ruralidad es planteada como una herramienta en la consecución de un desarrollo rural real (KAY, 1995). Esto se justifica en que ambas priorizan desde una ideología campesinista, el derecho a la producción de alimentos autóctonos para el mantenimiento de las tradiciones gastronómicas locales y el sustento de la población. La reducción de protagonismo del Estado como actor del desarrollo rural también es común a ambas. En este contexto es interesante recordar que la introducción de Soberanía Alimentaria en el panorama internacional supuso una ruptura con la praxis de la Organización Mundial del Comercio, agente ocupado de marcar las normas que rigen el comercio mundial. El choque con el planteamiento de este organismo, y el predominante en general en la esfera política y económica, le ha costado ser omitido por la mayoría de los gobiernos y organismos internacionales. Sin embargo el apoyo desde abajo, que recibe de parte del campesinado y de multitud de organizaciones de agricultores y productores es cada vez mayor. Esto refleja su estructura: de abajo a arriba (al contrario que la Seguridad Alimentaria). o Seguridad Alimentaria Este término posee mayor apoyo y popularidad a nivel institucional. Esto le ha hecho estar en boca de organismos e instituciones internacionales e incluso formar parte de los planes de los paquetes de políticas y acciones de muchos gobiernos del Centro y el Sur de América. La Seguridad Alimentaria se ha convertido así en una variable de peso a tener en cuenta en las políticas de desarrollo y cooperación de muchos de los gobiernos teóricamente desarrollados. [68] Al fragmentar los fundamentos que componen la propuesta de FAO, obtenemos la siguiente lista de requerimientos para su obtención: - Cantidades suficientes de alimento de calidad adecuada para ser suministradas a través de una producción nacional o de importaciones (comprendida aquí la ayuda alimentaria). - Recursos adecuados para adquirir alimentos apropiados y una alimentación nutritiva. - Utilización biológica de los alimentos proponiendo como tal: una alimentación adecuada, agua potable, sanidad y atención médica, para lograr un estado de bienestar nutricional. - Insumos no alimenticios que aunque están totalmente relacionados con la salud nutricional de una población, no se alcanzan simplemente asegurando el alimento. - Estabilidad entendida como la disponibilidad y acceso a alimento en todo momento. Esta definición, atiende por tanto a las siguientes dimensiones: o Disponibilidad: FAO considera que: la “Disponibilidad de alimentos a nivel local o nacional, tiene en cuenta la producción, las importaciones, el almacenamiento y la ayuda alimentaria. Para sus estimaciones se han de tener en cuenta las pérdidas postcosecha y las exportaciones” (PESA, 2010b:3). o Accesibilidad: Es planteada como el punto fuerte de la Seguridad Alimentaria. Esto se justifica en que la Inseguridad Alimentaria no se debe al déficit o variabilidad de producción o suministros de alimento, sino a la falta de acceso a ellos. A pesar de mencionar la tierra, la mano de obra, el agua y los insumos agrícolas como factores influyentes, centran su atención en el plano económico. Planteando la ausencia de ingresos para adquirir alimentos en el mercado de manera regular y con calidad y dignidad, como causa principal de la falta de acceso a alimento. Esta propuesta es en mi opinión bastante cínica, pues parece olvidarse de que son precisamente los países productores de alimentos básicos, los que no tiene acceso a ello. No tiene sentido que alguien que trabaja la tierra, como es el caso de la mayor parte de los Pueblos [69] Indígenas, tengan además que depender del mercado para acceder a sus propios alimentos. En el plano rural, el problema en mi opinión no es la falta de ingresos, sino: el acceso a la tierra, la capacidad de trabajo de la misma, la interacción con la naturaleza, y los conocimientos sobre el cultivo, recolección, caza y pesca de alimento Todos, aspectos contemplados por la Soberanía Alimentaria. o Vulnerabilidad: entendiéndola como las condiciones futuras desfavorables, en términos de bienestar social. Se asocia a la Inseguridad Alimentaria, que se ha convertido en el indicador por excelencia al hablar de desnutrición. o Utilización biológica: Esta se relaciona con el estado nutricional, y es planteada como resultado del uso individual de los alimentos, incluyendo la ingestión, absorción y utilización de estos (PESA, 2010b:4). Entre lo expuesto como parte de las dimensiones de la Seguridad Alimentaria, es necesario comentar dos temas de especial relevancia: Por una parte, la Inseguridad Alimentaria, que es evaluada a nivel internacional por “la FAO”mediante sus Informes del Estado de la Inseguridad Alimentaria (SOFI) Este término es completamente opuesto al planteado como garantía del acceso al alimento. Pereciera que la FAO centra su interés únicamente en crear fuentes de datos analíticos a través de los cuales poder cuantificar como de grave es la situación alimentaria a nivel mundial. Por otra parte, la Ayuda alimentaria es especialmente relevante. Esto se debe a que en Panamá existen a día de hoy varias estrategias de lucha contra la desnutrición planteadas desde la Secretaria Nacional para el Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SENAPAN). Por un lado es de gran relevancia que el propio Gobierno Central panameño incluya este concepto como parte de su estructura central. Por otro, los programas y planes establecidos en esta materia se centran en las transferencias monetarias condicionadas y en el reparto de alimentos a través del Ministerio de Educación (MEDUCA) y del de Salud (MINSA). Estos alimentos forman parte de la ayuda alimentaria contemplada en la Seguridad pero no en la Soberanía Alimentaria. Parte del efecto de este tipo de reparto de alimento, fue ya comentado en el apartado anterior a modo de anécdota personal. [70] La ayuda alimentaria no es solo la prestada en situaciones de emergencia, en las cuales opino que es altamente necesaria, pues es una actuación de urgencia y puntual. La ayuda alimentaria son también las meriendas nutritivas ofertadas por MEDUCA, en el caso panameño. También lo son los menús escolares que en primaria se ofertan a modo de bolsas de alimentos deshidratados. Aunque el análisis de estos alimentos no sea el objeto del presente capítulo, resultaría necesario reflexionar al menos sobre el origen de los mismos y el efecto que pueden tener como potenciales modificadores de hábitos alimentarios (especialmente entre los pueblos indígenas del país). Destinar a las poblaciones más empobrecidas el consumo de los excedentes alimentarios de los países de mayor poder económico, crea dependencia y fragiliza el sistema alimentario nacional, menoscabando además la cultura alimentaria de sus pueblos. Dirigir parte de los recursos económicos del Estado a la compra de productos de importación en vez de invertirlo en las causas de la mala situación alimentaria de su pueblo, ni es una solución, ni una mejora. Pareciera que el objetivo estatal fuera transformar al campesinado en una fuerza de trabajo asalariada (idónea para la industria o el sector servicios) o simplemente avocar inmensos territorios al monocultivo. Este caso se refleja en los inmensos monocultivos que conforman las plantaciones bananeras, las de caña o cacao y los cafetales. Para el pueblo ngäbe la migración de los jóvenes a estas plantaciones en busca de salario es un grave problema. Esto se debe a la búsqueda del salario que la Seguridad Alimentaria plantea como necesario para el acceso a alimento. El abandono de las tierras y el deterioro de la agricultura como pilar básico de la cultura tradicional es un hecho en la comarca. Los motivos sin embargo pueden no relegarse al plano migratorio por lo que deberían ser estudiados en profundidad, pues su influencia es crucial para la alimentación ngäbe. CONCLUSIONES A modo de conclusión considero necesario sintetizar las ventajas y desventajas de ambos términos ofrecen, así como su compatibilidad en base a estas. [71] Por un lado, la Seguridad Alimentaria deja de lado la noción de campesinado y a los derechos sobre la tierra y la producción de los mismos. Está demasiado inserta en el sistema económico y el comercio internacional, olvidando la potencialidad de los pequeños productores y los mercados locales. Se ha convertido en un parámetro analítico haciendo un dúo con la Inseguridad Alimentaria. Un aspecto positivo sin embargo en el valor que se da al aspecto nutricional, considerándolo fundamental para la mejora de la alimentación. El hecho de que muchos gobiernos de América Latina posean secretarias u otros organismos dedicados a la atención de la desnutrición desde a través de la Seguridad Alimentaria puede suponer un gran avance o un retroceso. En mi opinión la clave del resultado está en la forma en que se lleven a cabo. La gran diferencia entre la Seguridad y la Soberanía reside en la voluntad de cambiar el sistema alimentario y no solo la alimentación. Este es el caso de la Soberanía y por ello es que la Seguridad queda incompleta. Por lo tanto si lo que se busca es la verdadera mejora de un pueblo en un tema tan esencial como la alimentación, creo que lo más honrado es tratar de compatibilizar lo mejor de cada una. Algo a tener en cuenta de la Seguridad Alimentaria es su estatus mediático. Este por un lado ofrece la posibilidad de acceder a multitud de materiales y profesionales de diversas disciplinas y orígenes que trabajan en la lucha contra la desnutrición. Por otro lado, acarrea el peso de una visión generalmente estática y estricta que caracteriza a muchas políticas de estado e internacionales, a la vez que siembra la duda sobre la conveniencia de estas conexiones y relaciones de poder. La Seguridad Alimentaria puede ser una opción para mejorar el estado nutricional a corto plazo siempre y cuando se respete la cultura alimentaria de la población. La considero una opción, pero meramente transitoria. Creo que, desde un punto de vista alimentario, es más rentable esforzarse en la lucha por la autodeterminación y la autosuficiencia alimentaria que conformarse con las ayudas alimentarias. En base a lo expuesto propongo rechazar toda propuesta en la que tanto alimento como campesinas y campesinos sean una pieza mercantilizable para el agro-negocio nacional o internacional. Considero esta como una cláusula inmovible independientemente del título con el que se enuncie un nuevo plan o estrategia en materia alimentaria. [72] La Soberanía Alimentaria propone abordar el problema alimentario en su totalidad de una forma global a la vez que local. Desde el punto de vista práctico este planteamiento puede resultar demasiado romántico, pero la legitimidad del acceso a la tierra, el agua y semillas capaces de preservar la biodiversidad alimentaria y cultural de un pueblo no es algo negociable. Por último, considero importante mencionar que en la planificación de acciones de apoyo al desarrollo rural real tanto desde la investigación como desde el activismo es necesario establecer un planteamiento crítico, abierto y científicamente justificado. Bajo este precepto y sin olvidar los valores de la cosmovisión indígena, la mejora del estado nutricional y la preservación de la identidad alimentaria pueden lograrse en la Comarca Ngäbe-Buglé. [73] Capítulo III LOS MÉTODOS DE CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS DE USO TRADICIONAL NGÄBE COMO PROVEEDORES DE SOBERANÍA ALIMENTARIA INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS Muchos de los alimentos de consumo diario tanto de origen vegetal como animal son perecederos, por lo que se deterioran gradualmente debido a las reacciones bioquímicas que en ellos acontecen. El grado de deterioro del alimento y la velocidad a la que este se produzca viene determinado principalmente por la actividad del agua (AW). Este es un parámetro físico-químico que hace referencia al contenido de agua biológicamente activa que contiene un alimento. A mayor actividad de agua (AW) mayor velocidad de deterioro. Este es el motivo por el cual productos como el pescado, la carne, la leche y las frutas y verduras deben ser consumidos con brevedad -uno o varios días- tras su obtención, mientras que otros como los frutos secos, pueden ser consumidos tras meses de su recolección. En este caso es necesario almacenarlos en condiciones adecuadas para que mantengan tanto sus propiedades organolépticas como su composición nutricional. (GIL, 2005). En este contexto los métodos de conservación juegan un papel fundamental en la mejora de la Seguridad Alimentaria. Gracias a ellos es posible asegurar una despensa básica con la que hacer frente a las malas cosechas y complementar la dieta durante los periodos en que no se obtienen ciertos alimentos. En Panamá debido a la acidez del suelo y a un clima tropical húmedo, los únicos objetos que suelen permanecer en un sitio arqueológico están compuestos por barro cocido o piedra. Es por ello que solo encontraremos útiles empleados en la cocina precolombina, como: cubiertos, pailas, piedras de moler, herramientas o vasijas (COOKE, 2004a) que también pudieron tener su papel en la [74] conservación de alimentos. Otros artículos elaborados con materiales perecederos, como tulas o totumas, a pesar de estar tan presentes en la cotidianidad indígena, no forman parte de los hallazgos arqueológicos, (COOKE, 2004a). El análisis de estos utensilios, nos da cierta idea de la influencia de los mismos en la supervivencia del pueblo ngäbe a través de los siglos. Fue a principios del siglo XIX cuando algunos investigadores europeos averiguaron cómo conservar alimentos en recipientes herméticamente cerrados, mediante la acción del calor iniciando una revolución en la conservación de alimentos. Gracias a estos avances hoy en día los envases de hojalata están presentes en cualquier rincón del planeta. Pero no fueron los primeros ni los únicos en alargar la vida de los alimentos, pues ya desde el Neolítico diversos grupos humanos conocían métodos de conservación como el secado, el curado y el ahumado de alimentos. Se elaboraban principalmente a partir de productos proteicos como carnes y pescados. Estas técnicas permitieron la diversificación de su dieta a pequeña escala y el aseguramiento de alimento durante viajes de largo recorrido. Enmarcado en este contexto el presente capitulo pretende cubrir los siguientes objetivos: o Ofrecer una breve descripción de los distintos métodos de conservación y utensilios culinarios utilizados por los ngäbes desde una perspectiva histórica y paleobotánica. o Examinar algunas de estas conservas desde la perspectiva nutricional para valorar su papel en la Seguridad y en la Soberanía Alimentaria de la Comarca Ngäbe-Buglé. o Abordar las técnicas y utensilios culinarios que los ngäbes han transmitido generación tras generación. I. CLASIFICACIÓN DE PROCESOS TECNOLÓGICOS PARA LA CONSERVACIÓN Actualmente en la clasificación oficial de los procesos tecnológicos empleados en la conservación y modificación de la textura de los alimentos pueden encontrarse las siguientes técnicas (GIL, 2005): 1. Concentración y deshidratación. Consisten en la eliminación de agua. Es un método utilizado habitualmente por los ngäbes. [75] 2. Tratamientos térmicos por aplicación de calor. Hay una gran variedad, los ngäbes utilizan los siguientes: pasteurización, escaldado, cocción, asado y tostado. 3. Tratamiento térmico por aplicación de frío. Es un método de conservación tradicional en áreas nevadas, por lo que no es una opción en un clima tropical. Hoy en día solo está presente en las pequeñas tienditas de la comarca (generalmente frigoríficos que funcionan con gas). 4. Disminución del pH mediante fermentación: la fermentación de hidratos de carbono produce ácido láctico que disminuye el pH alimento, inhibiendo el crecimiento de microorganismos, capaces de acelerar el deterioro del alimento. En este tipo de proceso el valor nutritivo aumenta por lo general. Esto se debe al efecto de determinadas acciones. La degradación proteica ofrece una mayor digestibilidad por desnaturalización o hidrolización parcial de las proteínas, la síntesis de vitaminas y péptidos que los propios microorganismos realizan, y el aumento de la biodisponibilidad de minerales, son algunas de ellas. Este método es el que permite la elaboración de las chichas fuertes características de ngäbes y buglés. Este proceso se ve agilizado al realizarlo de manera tradicional en tulas. Estas debido a la porosidad de su superficie interna son capaces de acumular enzimas catalíticas de estas reacciones (ACUN, 2005). 5. Disminución del pH. Se realiza mediante la adición de sustancias químicas que limitan o inhiben el crecimiento de microorganismos o reacciones químicas y bioquímicas capaces de alterar los alimentos. El pueblo ngäbe suele adicionar ácidos procedentes del jugo natural de limón, mientras que en la industria actual se agregan sulfitos o CO2. 6. Irradiación. 7. Tratamiento a presiones ultra-altas (UHP). Estos dos últimos métodos requieren tecnología a gran escala y complejos sistemas industriales para su ejecución, por lo que obviamente no están presentes en un contexto tradicional de los pueblos indígenas. Existe una técnica no contemplada en el anterior listado pero que ha permitido tanto a ngäbes como a buglés disponer de un fruto de gran valor energético fuera del periodo de cosecha. El enterramiento de los frutos de pifá o pixbae (Bactris gasipaes) permite prolongar la vida de este alimento de gran importancia para ambos pueblos. Esta conservación se logra gracias al ambiente seco y la temperatura fresca y estable conseguida a un metro de profundidad. [76] II. CONSERVACIÓN POR AHUMADO Este método de conservación tradicional ha sido usado por el pueblo ngäbe durante años para conservar alimentos tanto de origen animal como vegetal. Hoy en día es todavía un método muy utilizado. Una vez secos los alimentos se guardan en tulas grandes cerca del fuego si contenían bastante grano, o en chácaras (kra) colgadas en los techos de palma o paja sobre el fuego de la cocina familiar. El fuego de la cocina debía mantenerse encendido el mayor tiempo posible para generar humo. Mediante este proceso se ahuyentaban insectos, se aumentaba la vida útil del alimento, y se modificaban sus propiedades organolépticas. Este cambio proporciona un gusto ahumado que intensifica el sabor de los alimentos. A continuación se presenta un listado de los alimentos habitualmente conservados ahumados por los ngäbe, así como ciertos detalles de su elaboración. • Alimentos de origen vegetal conservados tradicionalmente mediante ahumado o Arroz (Oryza sativa). Nombre en ngäbere: aro. Se solía ahumar parte del grano recogido durante la segunda cosecha del año (agostoseptiembre). Esto se debe a que la primera coincide con la estación seca durante la cual el secado al sol o en la propia planta es viable y no requiere de gasto extra de leña. o Frijoles (Phaseolus Vulgaris). Nombre en ngäbere: muma En la actualidad no es fácil encontrar a una familia ngäbe que almacene una cantidad de frijoles secos, de su propia cosecha, suficiente como para estar presente en su alimentación diaria durante varios meses. Al contrario de lo que habitualmente [77] describen los mayores de 60 años, al recordar cómo cada familia solía conservar reservas de granos como maíz, arroz o frijoles. o Pifá o pixbae (Bactris gasipaes). Nombre en ngäbere: dabá La duración de este alimento es mucho menor que la de los otros, pues conserva el contenido acuoso propio de su composición. Para conservarlo ahumado tenía que ser previamente cocinado. La durabilidad una vez cocinado era de 5 a 7 días si el humo se mantenía durante la mayor parte del día. Humo que puede proceder del propio fuego o de las brasas de este. o Maíz (Zea mays). Nombre en ngäbere: i Se elabora a modo de bollo (sa). Puede hacerse bollo dulce si se elabora en las horas próximas a la cosecha del maíz tierno o bollo agrio (sa dime). Para su elaboración hay que dejar que el maíz fermente durante una noche entera una vez ha sido molido. El bollo empleado para la conservación por ahumado, suele ser el agrio. • Alimentos de origen animal conservados tradicionalmente mediante ahumado o Carne: carne de vaca (nibi nirie), carne de cerdo/puerco (mütdü nirie), carne de gallina/pollo (kwi nirie). La carne del tipo que sea ofrece la posibilidad de ser conservada cruda o previamente cocinada. En el caso de conservarse cruda es cortada en finas láminas para que el humo haga su efecto a mayor velocidad y deshidrate las tiras al ritmo necesario para que la (AW) no la descomponga. Es muy importante que el humo se mantenga constante sobre todo durante las primeras 24 horas, pues evita que los insectos se aproximen. [78] Cuando la cocinan previamente, la someten al calor y al humo de las brasas. El proceso suele hacerse cortando la carne en piezas pequeñas de 1 o 2 libras, o en tiras (sin necesidad de que estas sean tan finas). Una vez cocinada, se guarda en chácara (kra) y se mantiene tapada con 2 o 3 hojas de bijao sobre la fuente de calor. o Pescados y mariscos: pescado (gwa), camarón (kebe), cangrejo (meselé). Requieren de cocción previa al ahumado, pues poseen una elevada AW que los hace altamente perecederos. El proceso más rápido es añadir sal (1 cucharada sopera por cada libra de pescado) y limón (el zumo de 1 limón criollo), y hervirlo en agua. En el caso de camarones y cangrejos, el limón no es necesario. Una vez cocinado mantienen el fuego vivo, hasta que el agua de la cocción se evapore por completo y el pescado se vaya secando hasta su total deshidratación. Llegado este punto el pescado queda fragmentado por la fragilidad de su estructura tras la pérdida acuosa. En el caso de camarones y cangrejos, el proceso a seguir es el mismo, a diferencia de que hay que partirlos, separando el cuerpo de las patas y pinzas. Para el ahumado, el pescado o marisco se guarda en una chácara, y se cubre con dos o tres hojas de bijao, y se coloca justo sobre el fuego, para recibir el humo procedente de la candela y mantener una temperatura constante que conserve al alimento seco. III. CONSERVACIÓN POR SECADO Este proceso es más frecuente durante los meses de verano. En la estación seca se pueden secar mayores cantidades de alimento sin riesgo de lluvias. Esta es una técnica sin costo energético, pues se utiliza el calor del sol para el secado lo que permite ahorrar leña para tareas domésticas. A continuación se muestran dos ejemplos de alimentos que una vez secos (Ver ficha técnica) constituirán el ingrediente principal de cremas infantiles o de desayuno. [79] Ficha técnica 1: Plátano y guineo conservados secos Plátano (Musa paradisiaca) y guineo (Musa acuminata) Ngábere: Baran Cantidad: 2-4 cabezas/racimos. Tipo de secado: al sol. Tiempo de secado: 7-8 días. Reduciéndose a 3-4 días si el sol es fuerte y continuo. Tiempo de conservación: aproximadamente 6 u 8 meses. El objetivo es disponer de este alimento seco, hasta el inicio del verano. Nota: Como guineos y plátanos están disponibles todo el año, si las reservas secas de este producto, comienzan a escasear, las familias solían secar ½ racimo más, para disponer de las cremas que con ellos se elaboran hasta la llegada del verano. Periodo durante el cual, las condiciones meteorológicas permiten que el secado de alimentos al sol se haga con mayor rapidez, y por tanto menor riesgo de pérdidas tanto por putrefacción a causa de la humedad como por la acción de pequeños roedores y otras alimañas. Fuente: Elaboración propia a partir de notas de campo. [80] Ficha técnica 2: Maíz conservado seco Maíz (Zea mays) Ngábere: i Cantidad: Unas 15 Lb, para una familia pequeña (4 adultos y 2-4 niños) Tipo de secado: al sol. Tiempo de secado: Tiempo de conservación: Hasta un año. Generalmente 15 libras pueden durar en torno a 5 meses, para el consumo de crema de maíz una vez al día (desayuno) de una familia pequeña (4 adultos y 2-4 niños). Proceso: Cocinar el maíz, hirviéndolo en agua hasta ablandar. Secar al sol (no es necesario que quede seco al 100% pero si lo necesario poder desprender la cascarilla que posee. Moler en piedra (actualmente sustituida en algunos casos por un molinillo manual de metal). Se muele hasta que la cascarilla se desprenda del grano. Añadir sal (al gusto). Moler en piedra (o molinillo) hasta obtener polvo de maíz. Verter en una tula de orificio pequeño, para su conservación (actualmente las tulas, han sido sustituidas no total pero si mayoritariamente por envases de plástico o bolsas de este mismo material). La tula ha de taparse con hojas o con un hueso de maíz si el diámetro del orificio es apropiadamente pequeño. Fuente: Elaboración propia a partir de notas de campo. [81] IV. CONSERVACIÓN POR DESECACIÓN DE ALIMENTOS MOLIDOS • Pescado molido o gwa münü Restos óseos hallados en sitios arqueológicos de Chiriquí y de la Bahía de Parita confirman que los alimentos -pescado, iguana y venado- que los indígenas ofrecían como manjares a los capitanes españoles, eran consumidos en esa área desde el 7000 a.P. hasta la conquista (COOKE, 2004b:60). Por otro lado “la costumbre de salar o ahumar pescado en la costa misma para transportarlo tierra adentro, donde escasea la proteína de origen animal, se remonta al 2000 a.C. o más allá” COOKE, R. y SANCHEZ, A. (2003:6). Esto nos informa de la antigüedad que pueden tener los métodos de conservación de este tipo de alimentos. Métodos que hoy en día todavía realizan los ngäbes, y que constituyen una parte vital de su patrimonio alimentario. Mediante una sencilla pero antiquísima técnica culinaria, los ngäbes obtienen un concentrado de pescado con gran contenido en calcio. Este se emplea en la elaboración de caldos o sopas a falta de pescado fresco o simplemente como aliño de yuca o guineo cocido. Es utilizado de manera tradicional para enriquecer las cremas u otros platos característicos de la dieta infantil. Esto es especialmente importante durante los meses en los que la lactancia se combinaba con la introducción de nuevos alimentos. Esta es una forma ejemplar para ayudar a mantener una dieta equilibrada en aquellas y aquellos considerados esenciales entre los ngäbes. Esenciales como los niños y niñas representados simbólicamente por la semilla. Esta da lugar a una nueva vida (la planta) y que requiere ser mimada y atendida para su correcto desarrollo. Esta representación tradicional de la niñez se refleja en los cantos (ka) que se entonaban durante los rituales celebrados en torno a la nueva cosecha, principalmente del maíz. La obtención del pescado necesario para este tipo de conservas, se realizaba tradicionalmente mediante la pesca en los ríos (durante todo el año) y en el mar (1 o 2 veces al año, generalmente en verano). Hoy en día el acceso a la costa no es tarea fácil y algunos ngäbes optan por construir melgas para la cría de peces, camarones y caracoles. [82] Ficha técnica 3: Elaboración de gwa münü (pescado molido) Receta gwa münü Tras enjuagar bien el pescado, se eliminan las tripas. El resto de lo que habitualmente se consideran despojos (escamas y espinas), formarán parte del producto final una vez se hayan deshidratado, enriqueciendo así su composición. El pescado se tasajea (haciendo cortes del lomo hacia la tripa, a 1cm de distancia cada uno), luego se introducen en una paila u olla y se añade sal (1 cucharada colmada por cada libra de pescado). Es conveniente distribuir bien la sal y dejarla actuar durante un rato. Esta fracción de tiempo puede ser la necesaria para preparar el fuego y la leña que este requerirá. La paila debe taparse con una hoja de bijao (krigä) doblada en tres, para que el pescado quede totalmente tapado y para que parte del sabor de la hoja pase también al alimento. Pasado otro rato (tiempo que podríamos establecer en 30 min, si requiriera ser medido con la exactitud del reloj), se destapa y se remueve. El pescado se va desmenuzando tras volverse sumamente frágil por la pérdida acuosa. Hay que seguir cocinándolo hasta que se deshidrate por completo. El método de comprobación es sacar una espina de tamaño medio y probar de morderla, analizando así su fragilidad. Cuando esta se rompa con gran facilidad, será síntoma de que el pescado está listo para retirarse del fuego y molerse, una vez se haya enfriado. El molido del pescado se realiza en la piedra de moler, y se guarda envuelto en hojas de bijao, bien atadas con alguna fibra natural a modo de cordón. Fuente: Elaboración propia a partir de notas de campo. [83] Por cada libra de pescado fresco (≈1/2kg) se obtienen aproximadamente 100-125g de pescado molido. Por lo que el peso del pescado se reduce a una cuarta parte tras la pérdida de agua. Antes se pescaba en mayor cantidad de lo que hoy en día es posible (asi lo cuentan los ancianos) Para pescar se aprovechaban los secos días de verano en los que el secado de grandes cantidades era facilitado por el sol. Este secado previo se realizaba antes de cocinarlo para conservarlo molido o ahumarlo para consumirlo días más tarde. Durante el secado el pescado se extendía en hojas de bijao sobre una batea grande. Se podían llegar a secar unas 20-25 libras por familia, peso que podía equivaler a unos 40 peces de más de 20cm de largo. • El cangrejo molido (meselé münü) y los viajes de aprovisionamiento a la costa Los ngäbes ya antes de la colonización realizaban viajes a la costa pacífica para conseguir aprovisionamiento de alimentos de origen marino: pescados, cangrejos de mangle y mar, tortugas marinas, y otros pequeños mamíferos, reptiles y aves presentes en desembocaduras de los ríos y los manglares. Era durante estos viajes de aprovisionamiento, generalmente realizados en familia, cuando capturaban grandes cantidades de cangrejos. Estas expediciones, que en algunas ocasiones requerían pasar la noche en la playa, solían coincidir con la tercera semana de junio. Los ngäbes afirman que para el solsticio de verano los cangrejos (meselé) salen en gran número para aparearse y esto hace su captura más sencilla. Era necesario secar el pescado y despiezar animales mayores en el caso de haber capturado alguno, como era el caso de las tortugas (kawama) en el pasado. Especialmente interesante es el proceso que en torno a los cangrejos capturados se producía puesto que podían ser consumidos de varias formas y en diversas etapas. Meselé podía ser cocinado sancochado para servir de cena junto al pescado capturado siendo consumido ese mismo día. Sin embargo generalmente una parte importante de los cangrejos capturados, podían ser conservados en chacaras (kra). Estas son unas bolsas confeccionadas artesanalmente a partir de fibras vegetales y a modo de red. Son características tanto del pueblo ngäbe como del buglé, aunque los diseños de estas varían de un pueblo a otro. [84] Estos cangrejos viajarían vivos hasta la comunidad de origen del grupo que los habría capturado, y se mantendrían vivos durante 5 o 7 días. Durante este periodo se les ofrecería yuca cocida como alimentos con el doble objetivo de engordarlos y limpiarlos del sabor agrio que el mangle le da al cangrejo. Actualmente el acceso de los ngäbes a la costa se ve muy dificultado por la negativa de muchos propietarios de fincas del área costera a permitir el paso de indígenas por sus tierras. Aun así todavía hoy se puede ver este proceso en la comarca. Tras mantenerlos vivos durante varios días, eran cocidos dos veces. Una primera a modo de escaldado para eliminar suciedad y restos de lodo del manglar, y una segunda para cocerlos totalmente. El motivo de este proceso no es solo la limpia y engorde del cangrejo, sino lo que los ngäbes llaman meselé broi: alimento considerado completo y de gran valor nutritivo. Tras ser extraído del cangrejo es conservado en salazón en una pequeña tula bien tapada, o envuelto en hojas de bijao. Posteriormente el cangrejo en su totalidad (incluyendo caparazón, pinzas, tenazas y carne) es secado en una paila a fuego lento, añadiéndole sal y moliéndolo posteriormente a la piedra. Obteniendo la conserva de cangrejo en polvo, denominada meselé münü. V. COMPARANDO LOS ALIMENTOS RICOS EN CALCIO COMERCIALES CON LOS DE ELABORACIÓN ARTESANAL • Leches evaporadas enlatadas versus cáscara de huevo molida Los enlatados de leche evaporada, único producto lácteo presente en los comercios de la comarca, suelen tener una capacidad de 167g (lata pequeña) pudiendo repartirse en 6 raciones de 28g (1 onza). Cálculo bastante aproximado al consumo de 1 lata por familia que habitualmente se utiliza para enriquecer las matutinas cremas de maíz o avena dedicadas al consumo infantil. A continuación se presenta una comparación (Ver Ilustración 1) entre la composición nutricional de una ración de 28g (1 onza) de leche evaporada sin y con Vitamina A añadida, y la de una ración de 1g (1/2 cucharadita) de cáscara de huevo molida. [85] Ilustración 1: Alimentos ricos en calcio disponibles en la Comarca Ngäbe-Buglé: leche evaporada enlatada vs cáscara de huevo molida. Leche evaporada enlatada sin Vitamina A añadida Leche evaporada enlatada con Vitamina A añadida Cáscara de huevo molida Valor económico aproximado: B./ 0.50 (Lata 167g) B./ 0.50 (Lata 167g) B./ 0.00 B./ 0.08 (Ración 28g) B./ 0.08 (Ración 28g) B./ 0.00 Nota: El precio aumenta hasta casi duplicarse (B./0,80 por lata de 167g) en comunidades de peor acceso y con un mayor grado de abastecimiento de productos industriales importados hacia el interior de la Comarca Ngäbe-Buglé. [86] Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos en (SELF NUTRITION DATA, 2003) y mediante entrevistas realizas en comercios del distrito Nole Duima. Esta comparación valora la diferencia en el contenido de vitamina A entre ambas leches evaporadas, pues según el Plan Nacional “Prevención y Control de las Deficiencias de Micronutrientes” 2008-15. Aunque la deficiencia de esta vitamina no es considerada un problema a nivel nacional, en las comarcas indígenas es grave. En 1999 esto se reflejaba en que los niveles de retinol sérico <20mcg/dl alcanzaron el 23.6% (MINSA, 1999). Las poblaciones de Bocas del Toro Veraguas, San Blas y Darién, han sido suplementadas desde 1990 a 2000 con megadosis. Más específicamente en el área ngäbe y buglé, en 2006 se realizó un estudio en el distrito de Mironó, y en Santa Fé de Veraguas, en los cuales el promedio de retinol sérico fue de 30.6 mcg/dl, y los niveles de este < 20mcg/dl estaban presentes en un 8.0% de la muestra (SENAPAN, 2008). Por otro lado al analizar los componentes nutricionales presentes en las dos leches comerciales evaporadas se comprueba que ninguno de estos alimentos puede contribuir de una manera considerable a paliar la deficiencia de esta vitamina. Esto se justifica en que para ingerir el 50% de la CRD de vitamina A un niño o niña tendría que consumir al día más de 4 latas de 167g en el caso de la leche evaporada suplementada, u 8 latas en el caso de la no suplementada. Estos datos reflejan que la deficiencia de vitamina A sigue presente en la comarca a pesar de las estrategias del Gobierno Nacional, por lo que resulta necesario proponer investigaciones con las que proponer nuevos métodos de obtención de esta vitamina. Por otro lado comprueban que invertir los pocos recursos económicos de los que disponen las familias ngäbes en la compra de productos lácteos como la leche evaporada, tampoco es la solución. De cara a potenciar la Soberanía Alimentaria del pueblo ngäbe se debe analizar el papel que los alimentos ricos en vitamina A y cultivables en la comarca pueden tener en el combate de esta deficiencia. Previo al análisis del contenido cálcico de los alimentos expuestos en la anterior ilustración es conveniente hacer una breve síntesis en torno a la conceptualización de la intolerancia a la lactosa y su prevalencia en poblaciones indígenas. En las poblaciones con un elevado consumo de lácteos la ingesta de calcio es cercana a las recomendaciones internacionales. Sin embargo en poblaciones como la ngäbe con un bajo consumo de estos, la ingesta de calcio depende en buena parte del aporte de este mineral en menores concentraciones mediante otros alimentos de origen animal y vegetal. La prevalencia de la mala digestión de la lactosa varía ampliamente entre países, razas y poblaciones. Las prevalencias más [87] altas se encuentran entre los nativos americanos situadas entre el 62 y el 100%.La lactasa les una enzima que hidroliza el azúcar de la leche (lactosa) para permitir su absorción. Esta se encuentra en la leche materna y de vaca en concentraciones de 4,8 y 7% respectivamente. Su deficiencia no significa necesariamente la presencia de intolerancia, puesto que su actividad nunca desciende por completo. Esto sumado a la inespecificidad de su sintomatología hace difícil el diagnóstico de intolerancia a la lactosa (ARANGO et al., 2006). Con estos datos se refuerza la cuestión que a lo largo de este apartado se viene desarrollando. ¿Es realmente rentable desde el punto de vista nutricional, apostar por el gasto de ingresos para la compra de lácteos industriales, o apostar por promover la investigación y recuperación del uso de conservas artesanales ricas en calcio? El calcio es un mineral cuya deficiencia es de compleja medición. Es una pieza indispensable tanto en el crecimiento óseo durante la infancia, como durante la gestación y la lactancia materna. En mujeres jóvenes menores de 18 años es aún más imprescindible. Para ellas se recomienda que la ingesta de calcio sea algo superior a la habitual para un adulto (1300mg frente a los 1000mg que habitualmente se toman como referencia). La diferencia entre las leches evaporadas y la cáscara de huevo molida, con respecto al contenido cálcico, es abismal. Mientras que una ración de 28g (1 onza) de cualquiera de las dos leches comparadas contiene 73,1mg (7% CDR), 1g de cáscara de huevo molida contiene 900mg (90% CDR). Esta cantidad es fácil de aportar tanto a nivel individual en la dieta de cualquier niño o niña como a nivel familiar. Se puede acompañar la porción habitual de guineo, plátano o yuca cocida con ½ cucharadita de este producto, para saborizarlo y enriquecerlo de manera natural. Otra opción es añadir dosis de 1 o ½ cucharadita de la mencionada conserva durante la cocción del arroz de consumo habitual de la familia. La cáscara de huevo molida, posee una elevada densidad mineral, pues está compuesta por calcio casi en su totalidad. Esta puede aportar prácticamente la totalidad de la cantidad diaria recomendada para este mineral en poco más que 1g de producto (Ver Ilustración 2). Es necesario sin embargo consumir dos latas de 167g de leche evaporada para conseguir el mismo aporte. [88] Ilustración 2: Dos formas distintas de aportar 900mg de calcio a la dieta diaria. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de (SELF NUTRITION DATA, 2003). Los datos nutricionales de publicados en esta provienen de la base de datos para estándares de referencia de la USDA. Un aspecto que debería ser analizado con más atención es la biodisponibilidad que el calcio de la cáscara de huevo presenta frente al calcio de la leche de vaca, pues determina la capacidad de absorción y asimilación de dicho nutriente. En el grado de biodisponibilidad del calcio también influyen: la proporción calcio-fósforo (Ca/P), y la vitamina D que actúa como una hormona, bajo su forma activa, la vitamina D3. La biodisponibilidad de calcio ha de ser mayor en la leche de vaca, por contener esta vitamina liposoluble. En la leche entera (no desgrasada) ha de ser aún mayor por conservar todavía la totalidad de su fracción grasa. Las cantidades de calcio aportadas por uno producto y otro son sin embargo realmente distintas siendo la cáscara de huevo la aventajada en este aspecto. Con respecto al factor económico -de vital importancia en un contexto de pobreza extrema de Comarca Ngäbe-Buglé- la cáscara de huevo es también sostenible pues se elabora con huevos de gallina de patio. Posee además una nula huella ecológica por no requerir de complejos procesos industriales de elaboración, ni transporte a larga distancia, ni recipientes que contaminen e medio ambiente. Estas características refuerzan el valor de esta conserva en polvo y el papel que puede tener en la comarca tanto para la Seguridad Alimentaria como en la Soberanía Alimentaria. VI. LOS UTENSILIOS DE MOLIENDA DE LA COCINA TRADICIONAL NGÄBE [89] A pesar de la entrada de utensilios de metal y plástico en la Comarca Ngäbe-Buglé, los utensilios de cocina elaborados con elementos naturales siguen estando muy presentes en los hogares ngäbes. En este apartado abordaré las técnicas y utensilios culinarios que los ngäbes han transmitido generación tras generación. Las herramientas con las que se realizan los procesos culinarios nos brindan información sobre la magnitud del esfuerzo que requieren, el tiempo empleado en su elaboración e incluso los resultados (textura, densidad, sabor, etc.). • Piedra de moler Un instrumento imprescindible para la elaboración y posterior conservación de alimentos en polvo, es la piedra de moler. Generalmente consta de dos partes: una base alargada de forma rectangular con puntas redondeadas, y una base un tanto hundida de manera que permita rodar a una piedra cilíndrica de menor tamaño. La piedra base es denominada “kru” y la piedra pequeña “kru ugwo”. Esta se agarra con ambas manos ejerciendo presión sobre la piedra base y moviéndola hacia delante y hacia atrás. La acción de moler puede describirse como “Ti tä kru ugwe”, (yo-estar-moliendo). Ilustración 3: Evolución de la agricultura en el istmo, huella de la alimentación prehispánica. Fuente: Ilustración tomada de (COOKE, R. y SANCHEZ, A., 2003). “Las investigaciones paleobotánicas realizadas en Panamá por Dolores Piperno y sus colegas han perfeccionado nuestros conocimientos sobre los orígenes y el desarrollo de la agricultura en el Neotrópico” (Comentario del autor, en COOKE, R. y SANCHEZ, A., 2003:33). [90] Los metates y piedras de moler pudieron influir decisivamente en la alimentación de las poblaciones originarias de la actual Panamá. Esto se basa en que la acción de moler alimentos da pie no solo a la conserva de granos de cereales en polvo, sino también a la creación de nuevas combinaciones y recetas culinarias. Ni los bollos de maíz (sa) ni la chicha fuerte o fermentada (dä) de este mismo cereal –de gran importancia ritual- habrían sido posibles sin instrumentos de molienda. La presencia arqueológica de este tipo de instrumentos de molienda en Chiriquí y Veraguas y los hallazgos paleobotánicos de restos de maíz, zapallo y sagú (Ver ilustración 3) nos dan información sobre la técnicas culinarias precolombinas. En estos lugares se han encontrado “metates (…), los cuales convertían los granos de (…) maíz en masa (comillas del autor sustituidas por cursiva) para hacer bollos y chicha fuerte” (COOKE, 2004a:21). Pequeñas piedras de moler ya presentes entre 10.000 y 4.500 años a.P. (Ver Cuadro 1) fueron algunas de las primeras innovaciones tecnológicas aplicadas a la elaboración de alimentos. Cuadro 1: Cronología de la arqueología prehispánica en Panamá: instrumentos de uso alimentario. Fuente: cuadro tomado de COOKE, R. (2004a) “Panamá prehispánico”, en Castillero, A. et al. (eds) Historia General de Panamá, Panamá, pp. 8. Cuadro 1. [91] La cronología de la arqueología prehispánica en Panamá aportada por los arqueólogos Cooke, R., y Sánchez, A., ayuda a situar en el tiempo las innovaciones tecnológicas y la modificación de patrones alimentarios. En “los cinco periodos destacan, o cambios en el modo de adquirir alimentos y en los patrones de asentamiento, o hitos tecnológicos” (COOKE, R. y SANCHEZ, A., 2004a). Son varias las crónicas que mencionan el uso de este tipo de piedras de moler para la elaboración de bollos de maíz y chicha durante el momento del contacto con los españoles llegados a América Este instrumento de molienda era generalmente elaborado en granito o piedras volcánicas, y transmitido de generación en generación por la elevada vida útil que ese material le concedía. Es frecuente encontrar antiquísimas y grandes piedras de moler, cuyo origen se ha perdido en la memoria, que a pesar de estar ya fragmentadas siguen cumpliendo su función en el hogar ngäbe. • Piedra de majar En una pieza circular de madera con base cóncava y mango ancho se coloca una piedra redondeada, con la que se majan los alimentos de empleados de aliño (culantro y otras hierbas aromáticas, semillas y raíces). La piedra es generalmente un canto rodado obtenido del río más próximo o procedente del mar, en el caso de hacerse un viaje de aprovisionamiento de alimentos de origen marino. La base de madera se denomina “kri blatdo” o “kri rugwae” (gran plato/ gran redondo), y la piedra empleada de mortero “jo chi” (piedra pequeña). Con ella se ejerce presión sobre la base, dando pequeños golpes. Es un elemento indispensable de la cocina ngäbe. VII. LOS RECIPIENTES DE LA COCINA TRADICIONAL NGÄBE Hace no más de cinco décadas, la presencia de utensilios de plástico (vasos, platos, botellas, garrafas) y de cubiertos metálicos era prácticamente inexistente. El papel que este tipo de utensilios tiene hoy en día en los hogares ngäbes muestra el incremento de la influencia exógena de las [92] últimas décadas. En el pasado utensilios de elaboración artesanal fabricados a partir de materias primas naturales y totalmente biodegradables. • Bateas Estas bandejas de madera sin asas, de forma rectangular con esquinas redondeadas y base oblonga, han sido y son utilizadas por los pueblos indígenas de América para innumerables fines (amasar, lavar ropa en el río, etc.) En el contexto ngäbe tienen un papel fundamental durante el proceso de preparación del arroz nuevo, para el consumo. Es en ellas donde se aventan los granos para separarlos de la cascarilla. Son también empleadas para: eliminar la piel de los granos de cacao una vez tostados, revisar harinas o granos secos antes de su elaboración y eliminar así impurezas y granos dañados, transportar alimentos dentro del hogar, y para un sinfín más de usos relativos a la alimentación. Las maderas empleadas en la confección de bateas suelen proceder de árboles robustos como el mango (manguífera indica), el cedro amargo (Cedrela odorata), el laurel (Cordia alliodora) o el chumico (Curatella americana). Son empleadas también en la elaboración de pilones. CHÍZMAR, (2009: 16-17) El número de bateas que una familia ngäbe suele poseer ronda las 4 o 5 piezas. Independientemente del número de miembros del núcleo familiar los ngäbe suelen poseer 1 batea grande (pudiendo medir hasta 1m de largo), 1 batea mediana y 2 o 3 pequeñas (más usadas en la elaboración diaria de platos de comida). La obtención de las mismas suele hacerse mediante la elaboración propia, pues poseen una larga vida media que permite transmitirlas de una generación a otra. Hace años cuando el trueque era el modo de intercambio habitual solían intercambiarse utensilios como bateas o totumas a cambio de alimentos (animales domésticos, grano, o incluso trabajos agrícolas). Servían también para ofrecer alimentos a las visitas, y se utilizaban en las grandes celebraciones momentos en los que se ponía en práctica el Juritde. Este es un mandato ético por el cual los ngäbes están, obligados a dar ayuda cuando alguien que lo necesita se lo necesita (QUINTERO, 1999). Este mandato se traducía en unos fuertes lazos de reciprocidad que permitían el intercambio de diversos alimentos de unas zonas a otras de la comarca. [93] Los términos con los que el idioma ngäbere describe a las bateas parecen tener influencia de la palabra “plato” del español: batea grande o “blatdo kri”, batea mediana o “blatdo bra” y batea pequeña “blatdo chi”, traducidas literalmente como plato grande, mediano y pequeño respectivamente. • Totumas y tulas La totuma o calabazo (Crescentia cujete L.) es un árbol cuyos frutos pueden tener forma de globo o alargada, y que son denominados “siä” en ngäbere. Su color es verde mientras son jóvenes, tornándose negros al madurar por completo. La pulpa que su interior posee un desagradable olor, y multitud de semillas. Es empleada por los ngäbes como alimento para los caballos. Sus frutos están disponibles en cualquier época, pues el árbol florece y fructifica durante todo el año, pudiendo medir hasta de 50cm de largo o de diámetro. CHÍZMAR, (2009: 43-45) Son utilizados para elaborar totumas y otros utensilios según su forma y tamaño. Se obtienen 2 piezas de cada fruto en la elaboración de totumas (siä) -el fruto ha de cortarse al medio con machete afilado o segueta- y 4 piezas en la elaboración de cucharas y cucharones. En este último caso el nombre ngäbere hace distinción según la función de dicho cubierto “siä gwatda mröre” y “siä gwatda mrö nia giandaro” que podrían traducirse respectivamente como “piel de totuma para comer” y “piel de totuma para servir”. Los frutos siempre se seccionan tomando como referencia el nudo donde se unía al árbol. El utensilio que cubre la función de la occidental cuchara puede ser unos 30cm si se destinará a servir alimentos, de unos 25cm en el caso de emplearse como cuchara para un adulto, o ser estrechita y de unos 15-20cm si será utilizada por niñas y niños. Aunque los utensilios de mayor peso en la cocina son los anteriormente descritos, son muchos más los que los ngäbe elaboraban a partir del fruto de la totuma. Un ejemplo son los recipientes para colgar en la cocina en los que se almacenan especias, semillas, pequeñas cantidades de grano o sal. Para cubrir esta función la totuma se vaciaba por un orificio hecho en el lateral por el cual luego se introducirían los alimentos. La tula (Lagenaria siceraria) de la familia de las cucurbitáceas se cultivaba ya en el 7000 a.P, junto al sagú (Maranta arundinacea) y al lerén (Calathea allouia) (COOKE, 2004). Especies cuyo uso, domesticación y cultivo se remonta al Panamá prehispánico, pero que a día de hoy siguen presentes en la Comarca Ngäbe-Buglé. La tula es empleada tradicionalmente como recipiente para la [94] conservación de grandes cantidades de grano, o alimentos en polvo. Los frutos de esta liana trepadora de tallos herbáceos son bayas que pueden medir de 10 a 110cm de largo y se producen de septiembre a marzo. Se cree originaria de África tropical pero y en día se cultiva en bosques tropicales de clima húmedo y seco de todo el mundo (CHÍZMAR, 2009:57). Otra función que podían cubrir era la confección de recipientes para el transporte de agua que en la actualidad han sido sustituidos en su mayoría por garrafas y botellas de plástico. El término “siä” es empleado indistintamente para totumas y tulas en el idioma ngäbere, pero existen distintas connotaciones en cuanto a la denominación de la planta de origen. El árbol de la totuma (Crescentia cujete L.) se denomina “murú krire”, y la planta que da origen a la tula (Lagenaria siceraria) “murú kuire”. Para la conservación de alimentos tanto en las tulas como en las totumas de mayor tamaño es necesario mantener un único orifico de entrada. Su diámetro dependerá del grosor del alimento a introducir ya sea en polvo, en grano, o líquidos que requieren de una totuma pequeña para ser servidos. Los orificios más pequeños se tapaban con un hueso de maíz o “i krogu” cortado a un largo de unos 5-6cm y encajado a modo de tapón. Las tulas de mayor envergadura sin embargo, suelen taparse con hojas de bijao atadas alrededor de la boca de entrada. CONCLUSIONES Considero las conservas elaboradas mediante las técnicas tradicionales expuestas en este capítulo como parte de la cultura alimentaria del pueblo ngäbe que pueden ayudar de manera significativa a mejorar la seguridad alimentaria y el estado nutricional en la comarca. En cuanto a la autosuficiencia alimentaria, pilar básico de la Soberanía alimentaria, he encontrado en la información expuesta varios factores capaces de potenciarla: - La posibilidad de tener una despensa variada a nivel familiar o comunitario sin necesidad de recurrir al comercio externo y al dinero como medio de transacción. - Los lazos de reciprocidad como el Juritde como método de intercambio de productos alimentarios a nivel intra-comarcal. [95] - Las todavía posibles expediciones de aprovisionamiento de productos como pescado o crustáceos. - La producción artesanal de peces y crustáceos en melgas a nivel familiar o comunitario. Productos que pueden diversificar la dieta y potenciar el intercambio por otros productos alimentarios. - La cría de gallinas de patio ponedoras, como triple fuente de alimento: huevos, carne y conserva de cáscara de huevo. Frente a la compra de productos lácteos industriales. Estos son ejemplos de cómo la recuperación de los saberes tradicionales ngäbes en el ámbito alimentario puede ser una herramienta crucial en el desarrollo de estrategias de Seguridad Alimentaria y en el incremento de la autosuficiencia alimentaria de la comarca. En un contexto carente de electricidad y de los habituales lujos urbanos, el hecho de poder conservar alimentos y mantener una despensa variada en cada hogar, debería ser uno de los objetivos primordiales en la mejora del estado nutricional tanto materno como infantil. Las conservas elaboradas de manera tradicional en la comarca pueden contribuir a mejorar el estado nutricional de niñas, niños y mujeres en especial. Estas pueden ser por tanto un factor determinante en las políticas de desarrollo implementadas en la comarca, pero la clave está en que la gestión de las mismas la realicen los pueblos que habitan la comarca, ngäbes y buglés. [96] Capítulo IV EL PAPEL DE LA MUJER NGÄBE COMO TRASMISORA DE SALUD Y CULTURA INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS La calidad de vida y la nutrición de un individuo y su comunidad se ven reflejados en el crecimiento físico de una niña o un niño. Este crecimiento está determinado por factores de diversa índole. Factores sociales, afectivos y culturales, pero también biológicos psicológicos, educativos y hasta económicos (ENV, 2009). El factor económico pierde importancia cuanto mayor sea la autosuficiencia alimentaria de la unidad familiar, la comunidad o el pueblo del que hablemos. La Soberanía Alimentaria se enmarca en este contexto como la única forma de asegurar el alimento de una manera prolongada y estable. Esto se debe a que se fundamente en la autodeterminación, derecho contemplado por el pueblo indígena como imprescindible para su desarrollo humano (CADPI, 2008). Por otra parte, la Soberanía propone una visión abierta frente a la diversidad cultural, promulgando el derecho de cada pueblo a autodeterminar la forma en que quiere alimentarse, decidiendo el origen y la preparación de sus alimentos. Por otro lado el abandono de la transmisión cultural generacional está afectando los hábitos alimentarios, por ser estos parte de la “cultura alimentaria” ngäbe. Esto se refleja en que: Por falta de una endoculturación efectiva empieza a haber en las comunidades una ruptura importante de generaciones, que, de no resolverse, puede conducir a la muerte cultural de los pueblos indios. En la medida en que ya no haya a quien entregar la continuidad de las culturas, éstas, empezarán a marchitarse y a morir junto con los ancianos (as) y sabios (as). QUINTERO, B., TORIBIO, G. y ARNAÍZ, J. (2011:6) [97] Como se verá en el presente capítulo, estos hechos están íntimamente relacionados con el papel de la mujer ngäbe. Ella actúa de principal trasmisora, no solo a nivel sanitario, sino también cultural. Esta trasmisión de saberes es fundamental para la aprovisionamiento de alimentos a largo plazo, y si esta seguridad se amplía al plano regional o comarcal puede llegarse a lograr de Soberanía Alimentaria de un pueblo. En este marco teórico se definen los objetivos del presente capitulo: • Ofrecer una panorámica cercana a la realidad del papel de la mujer ngäbe en la transmisión de salud y cultura. • Analizar las etapas de gestación y lactancia materna como parte de la transmisión de la cultura alimentaria del pueblo ngäbe. • Describir los alimentos empleados en la elaboración de recetas para la infancia. • Ofrecer una aproximación del papel de determinados alimentos como nexo de unión paterno y materno filiar. I. LA MUJER NGÄBE Y LA TRANSMISIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL • La transmisión del estado nutricional madre-hijo/a La mujer juega un papel vital en el crecimiento y desarrollo de su descendencia. Ella como encargada de transformar los alimentos en la sociedad ngäbe y trasmisora cultural puede inferir de manera positiva o negativa sobre su prole. Esto dependerá de sus hábitos y de las posibilidades que esta tenga de cubrir las necesidades que tanto ella como su futura hija o hijo necesitaran. Todo el periodo que rodea el embarazo y la primera etapa de la infancia, marcará el desarrollo hasta la edad adulta. La inmunidad, la nutrición, los estímulos psicomotores y la higiene que la mujer trasmite son claves a posteriori. [98] En el engranaje del desarrollo la mujer es una pieza clave en la transmisión tanto de la salud como de la cultura. Para los ngäbes, al igual que para muchas otras sociedades, la madre es la primera que comienza a transmitir los saberes que irán componiendo la identidad social y cultural de un nuevo individuo. Posteriormente estos se completaran a modo de formación personal integrándose en la sociedad para cubrir unos determinados roles vitales. El estado nutricional durante la infancia y en especial durante los primeros 5 años de vida es indudablemente transcendental para el desarrollo humano, de ahí que la desnutrición en esta etapa tenga graves consecuencias. Dentro de este rango de edad, la desnutrición tiene dos etapas críticas: la desnutrición fetal y la desnutrición durante los primeros 36 meses de vida (ENV, 2009). Mejorar la alimentación hasta alcanzar un estado nutricional óptimo (normo-nutrición) supone fortalecer la salud en la adolescencia y la vida adulta, y en consecuencia las capacidades del ser humano tanto a nivel personal como social. Este círculo de beneficios es evidentemente contrario al círculo de desventajas que conlleva la desnutrición. • El ciclo intergeneracional de la desnutrición Otro aspecto esencial en el estado nutricional del recién nacido es la transmisión madrehija/o. El denominado ciclo intergeneracional de la desnutrición materna infantil refleja la importancia de una buena alimentación materna como pilar básico de un buen estado de salud que asegure el buen desarrollo y crecimiento infantil. Los hábitos alimentarios erróneos pueden conllevar un déficit nutricional y con él, el deterioro de la salud tanto materna como infantil. El ciclo se inicia con una mujer malnutrida la cual queda embarazada o con aquella cuyo aumento de peso durante la gestación es escaso. El ciclo continúa con un recién nacido de bajo peso y con una lactancia materna que puede verse empobrecida por la deficiente ingesta de nutrientes antes y durante la misma. Y este mismo ciclo se ve completado al presentarse el retraso del crecimiento no sólo durante la infancia sino también durante la adolescencia. [99] Este proceso se corrobora al analizar los datos estadísticos que la desnutrición infantil acarrea. El 6.8% de las niñas y niños menores de 5 años en Panamá presentan un bajo peso para su edad (ENV, 2003) hablándose en este caso de “desnutrición global”. Este dato se ve multiplicado en las áreas rurales indígenas en las cuales la prevalencia de desnutrición global es del 21.2%.(ENV, 2003). Otro dato alarmante, es la distribución de la desnutrición y el riesgo de padecerla (Ver tabla 1 y 2) en función del estado económico de su población y del origen étnico la población de Panamá. Tabla 11: Desnutrición y riesgo de desnutrición según tipo de población rural. Área rural Desnutrición Riesgo de desnutrición Rural indígena 21.5% 32.5% Rural no indígena 5.6% 24.3% Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos de la figura “Estado nutricional según el índice de Peso/Talla en niños menores de 5 años, según área en Panamá, 2003”. ENV, 2003 Tabla 12: Desnutrición y riesgo de desnutrición según grado de pobreza. Estatus económico Desnutrición Riesgo de desnutrición No pobreza 2.1% 16.7% Pobreza no extrema 4.6% 21.5% Pobreza extrema 16.3% 31.6% Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos de la figura “Estado Nutricional según el índice de Peso/Talla en niños menores de 5 años, según área en Panamá, 2003”. ENV, 2003. Los efectos de la desnutrición varían en función de su gravedad pudiendo no presentar síntomas o llegar a ocasionar un daño irreversible en el organismo. Es por ello que al hablar [100] de Seguridad Alimentaria de la mujer embarazada se hace necesario entender este como un proceso complejo. La situación nutricional no se define únicamente durante el periodo de gestación sino que el estado nutricional de la mujer antes, durante y después del embarazo definirá el estado nutricional de su descendencia. Es por ello que la Seguridad Alimentaria de la mujer resulta clave en la obtención de la Seguridad Alimentaria de un pueblo. Conocer los aspectos culturales que rodean a la alimentación de la mujer ngäbe nos permitirá comprender su cosmovisión y los efectos que tiene sobre el proceso reproductivo de la población ngäbe. No es posible luchar contra la desnutrición omitiendo los aspectos culturales que marcan la praxis alimentaria de las familias de la comarca. II. LOS REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DURANTE EL EMBARAZO Y LACTANCIA MATERNA La formación del feto y el crecimiento del niño conllevan un aumento de los requerimientos nutricionales de la mujer durante el periodo de gestación y la posterior lactancia. Estos van acompañados de una serie de cambios fisiológicos que a nivel endocrino, digestivo, cardiovascular, hematológico, respiratorio y renal se dan en el cuerpo de la mujer. Durante la gestación la mujer experimenta grandes cambios en cuanto a su composición corporal como el aumento de los depósitos de grasa a modo de reserva energética. Se incrementan también las demandas de los siguientes nutrientes: proteínas, energía, la mayoría de vitaminas hidrosolubles y algunos minerales -hierro, yodo, zinc, magnesio y selenio-. Sin embargo se mantienen los requerimientos de: las vitaminas liposolubles, la biotina -vitamina hidrosoluble-, el calcio, el fósforo, y el flúor. Los nutrientes que deben asegurar el crecimiento y desarrollo del niño/a son aportados a través del útero primero y a través de la leche materna posteriormente. [101] Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado que las deficiencias o excesos de algunos nutrientes se asocian a problemas en el crecimiento y desarrollo del feto, a complicaciones durante la resolución del embarazo y el desarrollo posterior de los niños, así como a alteraciones en la salud de aquellas mujeres que sufrieron estas deficiencias. GIL, A. (2005; p.197) Sin entrar a detallar uno a uno los requerimientos nutricionales específicos para la gestación es interesante analizar un error frecuente. Este se comete al pensar que tales necesidades dependen del grado de desarrollo fetal y que estas solo aumentan durante el último trimestre. La realidad es distinta, pues es durante el primer trimestre cuando se da la organogénesis embrionaria. Esta es la fase de mayor diferenciación celular y almacenamiento de nutrientes en diversas estructuras corporales (hígado, músculos, hueso e incluso placenta). Nutrientes que serán aportados al feto durante el último trimestre. La ingesta de nutrientes es por tanto fundamental en la primera etapa gestacional, aunque estos sean aportados al feto durante la última. Aunque no se sabe con exactitud cuáles son todos los nutrientes que presentan tal fenómeno metabólico la evidencia científica se centra en proteínas, calcio, hierro y fósforo (MATAIX, 2005). El cuidado de la alimentación no debe limitarse a los últimos meses del embarazo sino que resulta esencial iniciarlo desde que se tiene conocimiento del embarazo o previamente si el embarazo es buscado. En ambos casos es fundamental el aporte de ácido fólico. El éxito de la gestación no es únicamente dependiente de una buena nutrición sino que existen factores que influyen de manera positiva durante este periodo. Estos son: la protección de la madre frente a enfermedades prevenibles, el control de enfermedades maternas crónicas o desordenes metabólicos, la extinción de hábitos de vida nocivos alcohol, tabaco, drogas-, el cuidado prenatal temprano y frecuente, y la madurez biológica de la madre. Esta madurez biológica materna se alcanza cinco años después de la menarquía y es a partir de este momento cuando el cuerpo de la mujer está mejor preparado para el proceso reproductivo. Esto se debe a que su propio crecimiento y desarrollo se culmina llegado este punto. Los embarazos en adolescentes pueden conllevar perjuicios sobre la salud materna [102] debido a los grandes cambios metabólicos y orgánicos que requiere la gestación. Estos cambios obligan al cuerpo de la mujer a abandonar su etapa de crecimiento para centrarse en la formación de un nuevo ser. En la Comarca Ngäbe-Buglé el 29% de las mujeres de 15-19 años son madres o están embarazadas, porcentaje que prácticamente duplica al dado en áreas urbanas (16%) (ENASSER, 2009). La edad mediana al primer matrimonio o unión para mujeres de 25-49 años es de 17,6 años, siendo la edad mediana al primer nacimiento de 18,4 años para mujeres del mismo rango de edad de la Comarca Ngäbe-Buglé (ENASSER, 2009). Esta estadística refleja la por un lado la realidad que en torno a la reproducción se da entre las mujeres ngäbes, y por otro lado el riesgo potencial de desnutrición al que la infancia ngäbe se enfrenta. No solo por la inestabilidad del acceso a alimento sino por la deficitaria herencia nutricional que la madre puede transmitir a su descendencia por ser demasiado joven. III. LA MUJER NGÄBE Y LOS MÉTODOS DE TRANSMISIÓN CULTURAL Según el capítulo dedicado al estado nutricional en menores de 5 años de la Encuesta de Niveles de Vida realizada en Panamá en 2008 existen suficientes evidencias de que a menor satisfacción de las necesidades básicas -entendidas estas por condiciones de salud, educación y agua potable- mayor probabilidad de desnutrición infantil moderada y severa. De esta manera, al mejorar las mencionadas condiciones la incidencia del retraso en la talla debe disminuir (ENV, 2009). Este es un ejemplo más de que los planeamientos propuestos a nivel gubernamental e internacional suelen olvidarse de los pequeños detalles capaces de marcar la diferencia. En un país de tal diversidad natural y cultural como es Panamá, es necesario tener un planteamiento realmente intercultural. Este debería valorar lo que puede significar una buena educación, salud y nutrición para los pueblos originarios. Sin embargo las políticas y programas internacionales siguen sin adaptarse a las realidades locales. En el caso [103] alimentario los productos son implantados por las potencias occidentales. Estas favorecidas a su vez por el modelo de desarrollo imperante están potenciando las modificaciones de los hábitos alimentarios tradicionales de estos pueblos. De ahí que el significado de conceptos como pobreza, educación o salud, deba ir más allá, de meras preguntas de encuesta. Estas encuestas son una herramienta para el establecimiento de estrategias, pero no han de ser entendidas como una verdad absoluta. Deberían ir acompañadas de estudios que abordaran con mayor profundidad y apertura temas tan íntimamente ligados a la cultura como la alimentación, la salud y la educación. La complejidad que los caracteriza requiere de un análisis carente de prejuicios y estereotipos egocentristas. Un análisis que debería centrarse en el respeto y la escucha de la propia comprensión que un pueblo tiene de sus necesidades. • Un método ngäbe para transmitir saberes culturales En relación a la tan importante transmisión cultural, planteo un ejemplo con el que introducir el análisis crítico y descriptivo de los métodos de enseñanza tradicionales y su influencia en la transmisión generacional de saberes culturales. Estos métodos pueden ser perfectamente compatibles y complementarios con los de la educación formal pero que hoy en día se ven anulados. Tanto la educación formal como la mentalidad de parte del profesorado influyen en este deterioro cultural. Los prejuicios y el desconocimiento de muchos educadores recuerdan hasta cierto punto a un pasado colonial en el que el idioma ngäbere no tiene lugar. Otro factor influyente es la falta de interés de muchos y muchas ngäbes para mejorar su nivel de vida preservando su autosuficiencia y los rasgos socioculturales que caracterizan a su pueblo. Este es otro tema en el que convendría indagar en mayor profundidad, pero que no será el objeto del presente capítulo. Los métodos empleados por los ngäbes durante siglos para formar a sus nuevas generaciones en el conocimiento de su ecosistema facilitan su supervivencia y desarrollo a nivel individual y colectivo. La cooperación de familiares y miembros de otras [104] comunidades era parte decisiva de la educación de su juventud. Las reuniones eran anuales y en ellas se ponía a prueba los conocimientos de las nuevas generaciones. Este tipo de ceremonias, estaban dedicadas a un rango de edad entre 7 u 8 años hasta los 17 o 18. En ellas se profundizaba en las preferencias de los más jóvenes respecto a su futura profesión. Una comisión de sabias y sabios generalmente de avanzada edad y diversas profesiones se encargaba de analizar las habilidades intelectuales y físicas de los participantes. La personalidad y el carácter de estos eran también tenidos en cuenta. La duración de los encuentros era generalmente de 4 días, aunque al octavo año el tiempo se duplicaba a 8 días. Un alumno con una vocación como es la medicina tradicional y capacidades aparentemente satisfactorias para llevarla a cabo era formado a diario por un tutor. Generalmente este pertenecía al núcleo familiar y ejercían su tutoraje durante todo el año. En este tiempo el pupilo acompaña al maestro en sus quehaceres e iba siendo puesto a prueba de manera continua al igual la maestra o el maestro preguntan la lección en el colegio de la denominada educación formal. Una vez al año, lo aprendido era mostrado al resto de jóvenes y mayores espectadores de esta reunión. La comisión de sabios era la encargada de repasar conceptos y poner a prueba lo aprendido. Estas reuniones celebradas siempre durante la estación seca eran itinerantes, variando su localización entre las comunidades participantes. Se podían congregar cientos de personas las cuales requerían de alimento para esos días. Este era principalmente aportado por los miembros de la comunidad anfitriona. Los ya existentes lazos de unión y reciprocidad entre asistentes y anfitriones servían así de complementado alimentario. El especial lazo de hermandad conocido entre el pueblo ngäbe como etdabali ha permitido su supervivencia y mejora alimentaria durante las épocas de escasez gracias al intercambio establecido bajo este precepto. Las personas unidas por este fuerte nexo de amistad y fraternidad demostraban también su aprecio durante la balsería (Krüngitde). Esta es la celebración anual por excelencia del pueblo ngäbe. En ella sus jóvenes ponen a prueba su agilidad y resistencia física en una [105] competición con palos del árbol de balsa. Durante estos encuentros se intercambian alimentos y otros bienes a modo de presentes entre huéspedes y hospedadores. Estaos lazos de reciprocidad también estaban presentes en otras celebraciones o, por el contrario, coincidiendo con situaciones de escasez o dificultades. Este apoyo interfamiliar e intercomunitario juega un papel importante tanto para la seguridad como para la soberanía alimentaria. Esto se debe no solo al aporte de alimentos, sino a que ni el factor económico ni el monetario están presentes en este mecanismo. Según explicaba el antropólogo panameño Blas Quintero, en la II Jornada Indígena centroamericana sobre Tierra, Medio Ambiente y Cultura, en 1999: Hace cincuenta años la respuesta era que los ngäbe activaban una institución que se llama Juritde: Mandato ético entre los Ngäbe que viene a significar algo así como “El derecho de pedir y la obligación de dar” Si una persona perdía su cosecha podía ir a donde una familia conocida y pedir en forma de juritde que le diesen maíz, o frijoles. La persona que recibe la solicitud no podía por ningún motivo no ayudar. QUINTERO, (1999) • Las parteras y la medicina tradicional ngäbe Vocaciones tan necesarias como la medicina tradicional basada en la botánica se han visto relegadas a las últimas posiciones en cuanto a preferencias profesionales. Por diferencias con la medicina convencional como su carácter mágico-religioso la medicina tradicional ngäbe ha sido abandonada. Hoy en día quedan ya pocas personas con los conocimientos necesarios para su praxis. Gracias sin embargo al esfuerzo y trabajo que sin recompensa económica han realizado muchas y muchos ngäbes este modus vivendi, aunque mermado, todavía sobrevive. Estas mismas personas trabajan hoy por la convivencia de la medicina tradicional con la medicina convencional en la comarca. Este es el caso de ASASTRAN (Asociación de Agentes de Salud Tradicional y Natural Ngöbe) que gracias al esfuerzo de sus miembros ha conseguido reforzar no solo el respeto a la medicina tradicional natural sino también la cobertura de la misma. La mujer juega también aquí un papel fundamental estando presente como agente de salud durante el [106] embarazo, el parto y a posteriori. Las parteras cubren en la Comarca Ngäbe-Buglé funciones vitales de asistencia sanitaria que el Ministerio de Salud no ha conseguido cubrir. Durante mi trabajo de campo he visitado a varias parteras de distintas comunidades del distrito Nole Duima, y he podido comprobar el gran trabajo que realizan. Estas poseen una buena coordinación con el médico tradicional de la zona a la vez que colaboran con los puestos de atención sanitaria del sistema nacional. Son muchas las que trabajan en colaboración con el programa de Reducción de las Muertes Maternas, de UNFPA, bajo el sobre nombre de multiplicadoras de salud. La formación técnica que reciben se une a los conocimientos sanitarios que ya poseen permitiéndoles impartir en su idioma natal la educación sanitaria requerida por los momento pre y post parto. Su labor consiste también en asesorar en el aspecto alimentario desde su propia experiencia como mujeres de gran experticia en la cocina colectiva familiar y comunitaria. Según el artículo 258 de la Ley 10 de 1997, las parteras son clasificadas como “parteras empíricas”, profesionales de la medicina tradicional con el deber de interactuar con los profesionales de la Medicina occidental en los centros de Salud establecidos en la Comarca. (ACUN, 2010:7). A través de ellas conocí una práctica elaboración casera que a modo de suplemento puede incrementar el aporte de calcio a las dietas infantiles. Este es el caso de una conserva en polvo a partir de cáscara de huevo de gallina de patio. Las mujeres conservan y limpian cuidadosamente las cáscaras huevo para cocinarlas y molerlas a posteriori, añadiéndole una pizca de sal. Esta receta técnica sin embargo no era conocida por la mayoría de las mujeres de la comunidad central de mi trabajo de campo (Bagaibatda - Lajero). Sería interesante investigar el grado de conocimiento que de estas prácticas tiene la población, pues sus beneficios están en función de su uso. Tan solo media cucharadita pequeña (1g) de cáscara de huevo molida aporta 900mg de calcio, el 90% de la Cantidad Diaria Recomendada para la ingesta de este mineral. Tal y como se presentó en el capítulo anterior -detallando las características de esta conserva- la cascara de huevo se puede considerar un buen ejemplo de como el saber alimentario [107] tradicional y el convencional pueden unirse para mejorar la alimentación. Pudiendo facilitar además laautosuficiencia alimentaria en la comarca. IV. EL EMBARAZO Y LA ALIMENTACION NGÄBE • El concepto boin y el ritual de iniciación femenino El cuidado prenatal está muy presente en el sistema de creencias ngäbe, y la transmisión del conocimiento necesario para el adecuado cuidado del recién nacido se inicia desde la menarquía. En este momento las ancianas más allegadas a la niña, enseñan durante 4 u 8 días las tareas consideradas propias de la mujer en la sociedad ngäbe. Este ritual de iniciación es llamado Mogön. Es durante y a partir de este momento cuando las mujeres hablan entre otros temas de: higiene, relaciones en pareja, alimentación y cocina, artesanía (tejido de Kra o Chácara), embarazo y parto. Este método de enseñanza se está viendo incompatibilizado con la enseñanza formal impartida en las escuelas de la Comarca Ngäbe-Buglé. Sin embargo bien podría complementarse con las clases de educación sexual que hoy en día forman parte de los programas académicos de la enseñanza primaria. El secretismo que durante mucho tiempo ha rodeado a este ritual de iniciación puede haber influido en el desconocimiento que sobre él tienen los foráneos. Desconocimiento que conduce a prejuicios y juicios erróneos o al menos sin fundamento. Algunos de los motivos que parecen influir en paulatino abandono del ritual de iniciación femenino se develan al entrevistar a mujeres ngäbes con grandes conocimientos sobre la trasmisión del compendio de saberes femeninos. Entre estos motivos se encuentra: la incompatibilidad con el calendario escolar, la vergüenza que algunas mujeres sienten de hablar de este tema, o el orgullo de otras que pasa desapercibido en la intimidad familiar. Los múltiples prejuicios en los que se incurre con frecuencia con respecto a la población indígena y sus creencias mágico-religiosas también han podido influir en este abandono. Al igual que el característico miedo humano a lo desconocido. Estos u otros factores han [108] hecho que este ritual se vea hoy día relegado a un papel menos que secundario en la escala de valores inculcados a las jóvenes ngäbes. Mogön es un claro ejemplo de la importancia que para las ngäbes tiene la transmisión del conocimiento de abuela a nieta, pues las ancianas son consideradas mujeres sabias y respetables que han podido acumular un gran conocimiento a lo largo de su vida. Este conocimiento que ha de ser transmitido y es la menarquia el momento considerado idóneo para hacerlo. Existe un concepto esencialmente importante en la comprensión del embarazo ngäbe. Este corresponde al término boin que puede traducirse como: “dieta”, “sagrado” o “aparte”. Esta última traducción requiere de una breve aclaración. “Aparte” se refiere a que durante el embarazo se aparta a la mujer de manera protectora de determinadas tareas, lugares, objetos o personas. Boin es por tanto un concepto clave para los ngäbe por estar relacionado con momentos íntimos y de vital importancia según su sistema de creencias. Cuando la mujer embarazada está boin lleva una dieta especial (aparte). Tiene prohibido el consumo de determinados alimentos mientras que otros están especialmente recomendados para ella. La mujer embarazada debe comer en totuma aparte, tener siempre un lugar reservado en su hogar donde sentarse y descansar, y hay determinadas acciones que ni ella ni su pareja deben hacer durante el periodo gestacional. De ahí surge la importancia de que tanto la pareja como la familia conozca el estado fisiológico de la mujer, pues hay determinados mecanismos sociales que han de iniciarse en el momento en que se sabe que la mujer está embarazada. Un claro ejemplo de esta interconexión de pareja durante la gestación de la mujer se aprecia en la recolección del fruto de la palma real (mölö) en la cual no deberá participar ningún hombre cuya cónyuge esté embarazada. Se cree que si ocurriera tal caso la cosecha se dañaría. Pero a la hora de interpretar el motivo que los ancianos suelen dar para esta norma social interesa recurrir a la simbología que la semilla tiene en el contexto ngäbere. La semilla es considerada como el fruto del árbol y también el de la mujer, pues ambos son una nueva vida y ambos requieren de cuidados para desarrollarse plenamente. Este hecho no impide a la mujer ni a su compañero beber la chicha (döi) obtenida del fruto de la palma [109] real. Sin embargo tanto en mujeres embarazadas como niños y niñas quedan excluidos en la toma del vino de tal palmera y de la chicha “fuerte” que de su fruto se obtiene. La cosecha es el momento en que se recoge el fruto de la tierra: las semillas. Durante este periodo se celebraba una reunión que contribuía de una manera importante a la soberanía alimentaria de la comunidad. Esta era un momento de intercambio de alimentos con los que se diversificaba la dieta y se aseguraban reservas de alimento. Esta celebración tiene una importante simbología que conecta la cosecha con el parto como momentos en los que ambas semillas son recibidas. En la época de la cosecha se reunían para compartir los primeros frutos de la cosecha que brindaba la tierra. A esto se le decía jodron motdó kuetde. Así le daban gracias a Dios y a ibi molo dueño que daba las cosechas. Compartiendo los frutos de la tierra con vecindarios y familiares. Así se compartía no sólo la cosecha sino también la carne de animales domésticos y silvestres como saíno, venado etc MONTEZUMA KARIBO, C. (2002:49) Los saberes culturales tradicionales dictan que la dieta ngäbe durante el embarazo ha de ser variada. Se destinan alimentos considerados como muy nutritivos (palmitos, pifá, iracas) para el consumo de la mujer durante esta etapa. Son sin embargo los días pre y post parto en los cuales se pone mayor atención y la dieta se hace más estricta. Durante la atención sanitaria las preferencias alimentarias de la mujer ngäbe han de ser tenidas en cuenta, pues su prohibición solo conlleva al aumento de la desconfianza sobre el sistema sanitario nacional. Si el objetivo es verificar el estado nutricional y de salud general de la madre para poder aconsejarla es necesario escucharla y respetarla. • El embarazo como momento de cambio [110] El embarazo es considerado un periodo especial, un tiempo propicio de cambio y renovación interna para la pareja. Es también una fase en la que la mujer adquiere cierto protagonismo y poder a nivel doméstico. A través de esta facultad puede presionar al hombre para que ejerza sus responsabilidades frente a la futura criatura y las necesidades que esta tendrá. Se cree que los hábitos tanto morales como sociales que el hombre adquiera durante el embarazo pueden llegar a hacerse permanentes. Si el hombre “embarazado” dice palabras malsonantes, tiene pensamientos negativos, bebe o adquiere hábitos insanos o éticamente incorrectos, puede que estas características negativas permanezcan en él, y se transfieran a su descendencia. Este es un claro ejemplo de la importancia que en la cultura ngäbe tienen la transmisión cultural entre generaciones. Al margen de las creencias individuales es lógico pensar que si un padre tiene malos hábitos estos influyan en su descendencia, pues el no constituirá un ejemplo adecuado durante el crecimiento y desarrollo del niño o niña. Durante esta etapa la mujer adquiere el suficiente poder moral, social y familiar como para denunciar el incumplimiento de las responsabilidades de su pareja como futuro padre. Con este sistema se identifica al hombre que no está a la altura del esfuerzo requerido para proveer de alimentos tanto a su pareja durante el embarazo, como a su descendencia cuando esta requiera de alimentos para complementar su dieta. Los saberes tradicionales dictan que el hombre no debe permanecer acostado a la salida del sol, y que si así sucede la mujer ngäbe ha de persuadir a su pareja para que este se levante y cumpla con sus deberes paternos. Los métodos de persuasión habituales son arrojar agua fría mientras el hombre permanece acostado, o pinchar su espalda a modo de recordatorio de sus quehaceres. Esto constata el peso ético que el embarazo tiene en el contexto ngäbe. Es considerado como una oportunidad de cambio y un análisis introspectivo que puede permitir la mejora de uno mismo y en consecuencia de los seres que lo rodean. [111] Desde un análisis propio de la Seguridad y la Soberanía Alimentaria, esta parte del sistema de creencias ngäbe es muy positiva en la consecución de alimento. La pareja está llamada a ser responsable y trabajar para garantizar los cultivos que producirán el alimento necesario para la correcta nutrición que el recién nacido requerirá.. Potenciar hábitos positivos como estos, es potencia la consecución de Seguridad Alimentaria. Este hábito es un claro síntoma de planificación alimentaria, que resulta totalmente necesaria en la obtención de una buena despensa y un huerto variado, capaz de cubrir los requerimientos nutricionales propios de la infancia. Esto propicia una autosuficiencia básica para la Soberanía Alimentaria. El futuro padre deberá encargarse de asegurar: o La siembra de cereal, tradicionalmente el maíz (i), aunque el arroz (aro) hoy en día está presente en gran parte de la comarca, a modo de arroz de secano, a pesar de que su producción no es siempre buena. Ambos cereales, en especial el maíz, pueden ser conservados secos, tanto en grano como molidos en polvo para la elaboración de cremas de fácil digestión para el recién nacido. Estos se suelen introducir en momento en que la lactancia materna deja de ser exclusiva para complementarse con otros alimentos de forma progresiva. o El cultivo de hortalizas como: la auyama/calabaza o zapallo (be), cuya conservación tras la recogida del fruto maduro es muy sencilla. Solo requiere cuidar la piel de esta para que no sufra rasguños que puedan facilitar su putrefacción. Es especialmente completa puesto que se consumen también sus hojas tiernas (begä) y sus flores (beblu). La calabaza o auyama, también es frecuente en las cremas infantiles, por su textura cremosa y su sabor suave. o La siembra de leguminosas, como son los frijoles (muma), arbóreos (de palo) o trepadores que pueden ser consumidos tiernos en sus vainas o conservados secos. Son una muy buena fuente proteica vegetal y pueden aportar excelentes combinaciones de aminoácidos esenciales si se consumen junto con cereales (maíz, arroz, etc). o La siembra de tubérculos y raíces, tanto anuales (yuca o ö y otoe o tä) como estacionales (ñame o drün ngwen y ñampí o drün tain) capaces de asegurar un buen aporte de hidratos de carbono. En el caso de los de cultivo anual no requieren [112] conservación, pues una vez alcanzan una edad mínima que asegure un buen tamaño de la raíz pueden ser recolectados en cualquier momento del año. Esta recolección se hace en base a la demanda de consumo de dicho alimento. o Una siembra de gran importancia en el contexto ngäbe es la siembra de una semilla de palma de pifá o pixbae (dabá) junto con el cordón umbilical del recién nacido. Este ritual lo realiza el padre y acompaña al nacimiento. Debe estar continuado con la preparación del campo y la siembra. La elección de los alimentos de cultivo depende por su puesto de las preferencias intra-comarcales y de las condiciones climáticas. En la alimentación tradicional eran también de vital importancia las conservas en polvo (“münü”) de alimentos proteicos (carnes, pescados y mariscos). Con ellas enriquecían las cremas infantiles. Las derivadas de productos de mar o río (camarón, cangrejo y/o pescado) suponen un importante aporte de calcio, pues incluyen como ingredientes las parte duras como el caparazón del cangrejo o las espinas del pescado. • La alimentación durante los días próximos al parto Alimentos como carnes rojas (puerco/cerdo o vaca), pescados y frijoles son excluidos de la dieta desde 4 días antes de la fecha prevista para el parto hasta 4 días después de este. Los sabores picantes, los ácidos y la sal, también son desaconsejados y apartados del consumo. La temperatura también es tenida en el cuidado y la protección de la embarazada, pues los alimentos han de tomarse tibios (ni fríos ni calientes). Estas restricciones dietéticas deberían ser estudiadas en profundidad para conocer la argumentación que tras ellas se esconde. Dicha argumentación podría facilitar la comprensión de estas por parte del personal sanitario, facilitando a su vez su inclusión la atención pre y post parto de hospitales de medicina convencional próximos a la comarca. Estas recomendaciones o restricciones dietéticas forman parte del sistema de creencias de la mujer ngäbe. Ocupan un espacio muy íntimo de esta etapa reproductiva de la mujer y su alteración puede ser causa de un estrés muy poco recomendable. El prospecto de indicaciones que envuelve a la embarazada en el sistema de creencias ngäbes debiera ser [113] visto desde una positividad constructiva. Estas indicaciones pueden contribuir al aseguramiento de los hábitos higiénico-sanitarios de la mujer embarazada y a la mejora del estado nutricional del binomio madre-hija/o. Resulta claramente útil aprovechar los hábitos ya establecidos que son saludables para ambos. Estos han de ser combinados con el conocimiento técnico-científico de la medicina, la nutrición y la producción de alimentos. Con esta cooperación entre saberes de distinto tipo se puede lograr el objetivo común de reducir las muertes maternas y mejorar la alimentación. • La lactancia materna en la Comarca Ngäbe-Buglé La lactancia materna, periodo en el cual la madre amamanta a su hija o hijo es un determinante clave en la situación nutricional de los menores de dos años de edad. Esto se debe a que la leche materna supone un aporte equilibrado de los nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del niño o niña. Es además la protección más eficaz frente a infecciones comunes y otras enfermedades debido a su contenido inmunológico. La OMS, cataloga a la lactancia materna como la mejor fuente de nutrientes para lactantes y niños y niñas pequeñas (Ver tabla 16). Recomienda además que se inicie en la primera hora de vida y hacerse a demanda evitando biberones y chupetes (OMS, 2011). Tabla 13: Leche materna versus leche artificial Leche MATERNA ARTIFICIAL Contiene anticuerpos que protegen Composición al lactante frente a diarrea, No contiene anticuerpos neumonía y otras enfermedades. Acceso Es asequible y fácil de conseguir. Difícil acceso. Costo económico cero. Alto costo económico. El agua empleada para Seguridad Es inocua. reconstituirla puede trasmitir enfermedades. Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos de (OMS, 2011). [114] Ante estos datos resulta crucial analizar la situación actual de la lactancia materna entre las mujeres ngäbe (Ver tabla 17). El periodo de tiempo dedicado a la lactancia materna es crucial, sobre todo si la alternativa a la lactancia no puede cubrir los requerimientos nutricionales del recién nacido. Este es el caso de muchas familias ngäbes. Tabla 14: Duración de la lactancia materna Duración media de cualquier tipo de lactancia materna Duración media de la lactancia materna exclusiva Panamá Comarca Ngäbe-Buglé 27,7 meses 52,2 meses 6,3 meses 9,6 meses Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (ENASSER, 2009). Los datos muestran una lactancia materna más prolongada entre las mujeres de la Comarca Ngäbe-Buglé que entre las panameñas en general. Este hecho tiene una doble lectura. Es un hábito positivo a valorar entre las ngäbes por las características inmunitarias y nutritivas de la leche materna. Sin embargo ha de ser complementada con una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades de esta etapa de la infancia a partir de los 6 meses de vida. La media de la duración de la lactancia materna en la Comarca Ngäbe-Buglé es de más de cuatro años. La lactancia materna exclusiva es el periodo en el cual el niño/a se alimenta únicamente de la leche materna. Si esta supera los 6 meses y el peso del bebé está por debajo de los percentiles de normalidad, pudiera indicar que la madre no dispone de alimento suficiente para dar a su hija o hijo. Este hecho puede ser síntoma de inseguridad alimentaria en el núcleo familiar, la cual favorece el desarrollo de desnutrición tanto crónica como global. Esto sumado a la desnutrición materna (también frecuente entre las ngäbes) cierra un círculo vicioso de aporte deficitario de nutrientes madre-hija/o que pone en grave riesgo nutricional a ambos. [115] CONCLUSIONES El papel de la mujer es fundamental en la transmisión de cultura y salud. A través de su cuerpo, su estado de salud y sus hábitos alimentarios la mujer tiene la facultad de proteger o poner en riesgo a su descendencia. El ciclo intergeneracional deja clara la importancia del estado nutricional de la mujer, pues si este se encuentra deteriorado se verá reflejado en la salud de su descendencia. La elección de la edad a la que tener el primer hijo o hija es también clave para la salud de ambos. Estos son factores decisivos a valorar de cara a políticas y estrategias de mejora del estado nutricional de la infancia, y de prevención de las muertes maternas -plan que ya se está implementando en la comarca-. Por otro lado en la sociedad ngäbe existen una serie de mecanismos sociales y afectivos por los cuales la mujer es protegida y velada durante su etapa gestacional. El hecho de que el papel del hombre ngäbe este también contemplado en la planificación de alimentos y que la mujer vea incrementado su poder en la toma de decisiones a nivel familiar durante el embarazo, son factores positivos. La recolección, el cultivo y la elaboración de conservas tradicionales de cara a garantizar una buena alimentación durante la infancia es también clave en la mejora de la seguridad alimentaria. En cuanto a la transmisión de saberes culturales y sociales que la mujer ngäbe realiza, considero que estos son también esenciales para la mejora del estado nutricional. Como se ha visto durante el capítulo, son muchos los alimentos que se deben cultivar de cara a un nacimiento, y muchas las posibilidades en su preparación para enriquecer la dieta infantil. Las conservas estudiadas en profundidad en el capítulo anterior y los análisis comparativos hechos entre conservas de elaboración artesanal y productos industrializados, justifica el uso de las primeras como garantía para la mejora de la dieta y del estado nutricional. En este caso la tensión que se percibe en la comarca en cuanto a la pervivencia de alimentos tradicionales y la intromisión de alimentos industriales, se ve reflejada en su población. Este es el caso de las leches artificiales. Durante el presente capitulo ha quedado constancia de la superioridad de la leche materna frente a la artificial en todos los sentidos. Sin embargo es un producto que se vende en la comarca, al cual los padres acceden si sus ingresos se lo permiten, buscando el bienestar de sus hijos. En un contexto como el ngäbe, [116] donde los índices señalan que la pobreza es extrema -desde un punto de vista meramente económico- este tipo de modificación de hábitos es inviable si se pretende mejorar la alimentación de la población. Invertir los escasos ingresos familiares en productos industriales, por un lado menoscaba la autosuficiencia alimentaria del pueblo ngäbe, y por otro lado contribuye incrementar los enormes beneficios de las macrocompañías que los producen. Este es el caso de Nestlé® que tiene un fuerte peso en la comarca. La estrategia de estas compañías va más allá de los beneficios iniciales -reducidos en un área de pobreza extrema. Se trata de mantener una imagen e inmiscuirse en la mayor cantidad posible de hogares. Así consiguen mantener su fama y ganar respaldo popular, produciendo un silencioso pero aplastante cambio de hábitos de severas consecuencias. A pesar de que el presente proyecto de tesis se está centrando más en la tensión entre los hábitos y productos alimentarios tradicionales frente a productos industriales y pérdida de identidad cultural. Esta es una línea de investigación a incluir en una futura tesis. Por último considero que respetar e incorporar la cosmovisión indígena a las estrategias de mejora del estado nutricional del pueblo ngäbe es imprescindible si se pretende preservar su cultura alimentaria. Esta cosmovisión se ve reflejada en muchos aspectos socioculturales, como: los métodos de transmisión cultural ngäbes, la simbología de la infancia representada por una semilla de vida, el papel de un alimento como el pifá (Bactris gasipaes) en la relaciones paterno filiales, y el protagonismo de la mujer como dadora de vida, cultura y salud. [117] CONCLUSIONES El presente Trabajo Fin de Máster (TFM) ha servido para explorar de manera superficial los hábitos alimentarios del pueblo ngäbe y su importancia para su supervivencia. Aunque estos deben ser estudiados con mayor profundidad en una futura investigación, han servido de marco conceptual para plantear y dar respuesta a una hipótesis. La temática de la hipótesis propuesta ha girado en torno al actual choque entre el patrón alimentario tradicional del pueblo ngäbe y la influencia de la introducción de productos industriales en la modificación de hábitos alimentarios. El choque no es casual, sino que refleja la inadecuación de las políticas y los programas de desarrollo tanto nacionales como internacionales a la realidad local de la comarca. Esta resulta no ser accidental, pues el modelo de desarrollo imperante promueve la expansión de alimentos producidos de manera industrial olvidándose de los productos naturales y las culturas alimentarias en las que estos se insertan. A lo largo de los capítulos se han ido introduciendo diversos temas de manera encadenada. Todos y cada uno de ellos han sido necesarios para el análisis de la realidad que envuelve la situación alimentaria del pueblo ngäbe. Entre ellos destacan las siguientes palabras claves: agricultura, alimentos silvestres, autosuficiencia y autogestión alimentaria, estado nutricional, transmisión de cultura y salud, etapa reproductiva, soberanía alimentaria, seguridad alimentaria, conservas tradicionales, patrón alimentario y cosmovisión indígena Todas ellas pertenecen a un análisis conjunto, pues no se entiende una sin las demás, y todas son necesarias para construir un futuro capaz de mantener la identidad de la comarca. El primer capítulo propuso un acercamiento a los orígenes de la agricultura prehispánica, y abordó de manera descriptiva la dieta tradicional ngäbe. Los alimentos de consumo tradicional que se detallaron indican la posibilidad de disponer de ellos durante todo el año. Gracias a la combinación entre alimentos cultivados o silvestres y conservas alimentarias artesanales. Este capítulo dio paso al segundo en el cual se hizo un examen de la Soberanía y la Seguridad Alimentaria desde su conceptualización. A raíz de este se propone la Soberanía Alimentaria como una alternativa para el desarrollo rural basada en la autosuficiencia alimentaria. Autosuficiencia para la cual los métodos de conservación de [118] alimentos son parte fundamental. Estas prácticas artesanales fueron analizadas y descritas en profundidad durante el tercer capítulo. En este se presentaron novedosos datos que parecen indicar la potencialidad de las conservas molidas de pescado y cascara de huevo en la mejora del estado nutricional y en la consecución de autosuficiencia alimentaria. Las claves para ello son: la constitución de una despensa mínimamente variada de productos naturales procedentes de la comarca, y el fomento de los lazos de reciprocidad establecidos de manera fraternal y tradicional entre los ngäbes como métodos de intercambio de productos alimentarios. Por ultimo en el capítulo cuatro, el análisis de la etapa reproductiva fue la protagonista. Tras la descripción de esta etapa y de los métodos de transmisión de salud y cultura en los cuales la mujer es parte esencial, todo parece indicar que determinadas conservas también podrían jugar un papel importante en la nutrición materno-filial. La tensión entre hábitos alimentarios tradicionales e industriales ha actuado como hilo conector a lo largo de los capítulos descritos, y con a través de ellos se ha dado respuesta a la hipótesis planteada. Todo parece indicar por tanto que la preservación y promoción del patrón alimentario ngäbe puede ser de gran utilidad en la lucha contra la intromisión de hábitos exógenos. En base a esto propongo apoyar el consumo de alimentos conservados o no de uso tradicional y procedentes de la comarca, y excluir la mayoría de productos industriales de la dieta del pueblo ngäbe. La alimentación es por tanto un rasgo cultural fundamental que distingue al pueblo ngäbe del resto de la sociedad panameña. En base a esto propongo interpretar su cultura alimentaria de forma amplia, teniendo en cuenta las relaciones humanas con el medio ambiente, las creencias y los saberes tradicionales que incluyen a no humanos, así como las relaciones económicas y políticas con el marco nacional e internacional. Todo parece indicar que las prácticas alimentarias y los métodos de conservación de alimentos han pervivido en el tiempo como parte del patrón cultural y alimentario del pueblo ngäbe. Esto demuestra su valor histórico. Un valor sin embargo desconocido para los programas de desarrollo rural puestos en marcha en la comarca. Por consiguiente las prácticas alimentarias ngäbes y sus métodos de conservación deberían ser promovidos con [119] el fin de mejorar su situación alimentaria y garantizar la inclusión de la cosmovisión indígena en las estrategias de desarrollo. Esta mejora no se debe limitar al estado nutricional, sino que debe tener en cuenta la autosuficiencia y autogestión alimentaria del pueblo ngäbe. En base a esto propongo rechazar toda propuesta en la que el alimento o la fuerza de trabajo sean una pieza mercantilizable para el agronegocio nacional o internacional. Debiendo ser esto aplicado a cualquier nuevo plan o estrategia en materia alimentaria propuesta para la comarca. De este modo, cada alimento natural recolectado, cultivado o capturado y cada método de conservación tradicional es una pieza clave en el engranaje ser capaz de promover la autosuficiencia y con ella la Soberanía Alimentaria. Bajo este planteamiento la comercialización de productos exógenos queda excluida de las necesidades de la comarca, contribuyendo esto al fortalecimiento de la cultura alimentaria ngäbe en la lucha contra la modificación de hábitos de manera impositiva. Por último es necesario recordar que el presente trabajo ha sido una primera exploración de la realidad existente en torno a la cultura alimentaria del pueblo ngäbe. Se ha caracterizado por un amplio trabajo de campo durante el cual se han obtenido datos originales sobre la alimentación del pueblo ngäbe. Estos resultan ser también novedosos puesto que son prácticamente inexistentes los trabajos previos en este campo. Este hecho justifica el enfoque planteado a lo largo de este trabajo como un conjunto de líneas de investigación abiertas a su continuación. [120] CONTINUIDAD DE LA INVESTIGACION I.….IMPORTANCIA DE INVESTIGACIONES FUTURAS La inclusión de la patrimonialización de las culturas alimentarias a la agenda de instituciones internacionales y estatales es hoy en día un hecho. Organismos internacionales como la UNESCO están contemplando los sistemas culinarios como "patrimonio cultural inmaterial". Acciones como estas incitan a reflexionar sobre la importancia que las investigaciones sobre las culturas alimentarias de los pueblos indígenas pueden tener. La recuperación de los saberes alimentarios indígenas, y en particular del pueblo Ngäbe y del Buglé, son vitales en la mejora de su situación alimentaria. La investigación multidisciplinar de la alimentación indígena y de las estructuras que permiten su obtención se hace prioritaria en el contexto panameño. Dentro de este área de estudio el derecho que tiene la población sobre su alimentación y los métodos de obtención de la misma son igualmente importantes. El derecho a la alimentación puede ser cubierto en muchos casos por la Seguridad Alimentaria, pero esta es ineficaz a largo plazo. La dependencia hacia los mercados para la obtención de alimentos crea una situación de fragilidad y vulnerabilidad, puesto que no es la población la encargada de su control. Los pueblos indígenas en general, y el ngäbe en particular, han conseguido mantener su supervivencia por siglos en base a una alimentación no exenta de trueques e intercambios, pero sí de rígidas normas comerciales. En este aspecto la Soberanía Alimentaria de los pueblos indígenas puede ser la manera más eficaz de mantener el acceso al alimento a largo plazo, puesto que contempla el derecho a la autogestión de la alimentación. Este hace referencia al derecho de los pueblos a definir con autonomía su política agraria y alimentaria, decidiendo qué y cómo producir. Resulta por tanto necesario incluir la gestión de la cultura alimentaria en las agendas de los gobiernos comarcales indígenas de Panamá. Siendo para ello imprescindible la previa [121] investigación y recopilación documental de los saberes que la componen. El hecho de que sea la Comarca Ngäbe-Buglé bajo su autonomía la que valore y gestione su patrimonio alimentario puede resultar prioritario en la protección del mismo. Protección necesaria frente a la incomprensión y la exclusión social que se reflejan desde hace décadas en el plano alimentario. Este rechazo a la gastronomía indígena que ha caracterizado a las poblaciones no indígenas colindantes a la comarca hoy se refleja también en parte de la juventud ngäbe. El hecho de sea el pueblo ngäbe a través de su gobierno comarcal el que decida cómo gestionar su alimentación, es decisivo en el aspecto tanto productivo como cultural. II.….OBJETIVOS DE CARA A UNA FUTURA TESIS Este Trabajo Fin de Máster (TFM) es tan solo una primera exploración de la alimentación tradicional ngäbe, con la que responder a la hipótesis planteada en torno a la influencia de los hábitos alimentarios exógenos en la cultura alimentaria ngäbe. . Por este motivo, y tras haber analizado el material y las conclusiones presentadas, propongo los siguientes objetivos de cara a la elaboración de una futura Tesis Doctoral centrada en el marco teórico propuesto a lo largo de este trabajo. • Investigar, compilar y sistematizar un catálogo de alimentos y prácticas alimentarias con el propósito de reconstruir sociocultural, histórica y nutricionalmente el sistema alimentario y culinario del pueblo ngäbe. • Indagar en el grado de similitud o divergencia entre el patrón alimentario de ngäbes y buglés. La similitud que estos pueblos comparten en el ámbito sociocultural incita a pensar que ambos comparten técnicas y hábitos alimentarios. El idioma y la cultura alimentaria buglé ha de ser tenida en cuenta en la elaboración de los materiales propuestos. [122] Aportar luz sobre las prácticas alimentarias indígenas colaborando con el conocimiento etnográfico sobre los pueblos que habitan la comarca (incluidos los Bokota), con el propósito de ampliar el conocimiento de la realidad indígena del siglo XXI. Analizar el significado de alimento y las variables culturales que este puede tener para el pueblo ngäbe. • Estudiar la relación tanto material como simbólica que el pueblo ngäbe establece con sus alimentos y su medio ambiente teniendo en cuenta su cosmovisión, un elemento que debería ser considerado en las estrategias para el desarrollo. Para ello propongo también: o Indagar en el significado que el medio ambiente y la naturaleza tienen para los ngäbes, pues no son universales. o Estudiar los principios ontológicos que hay tras los tabúes y creencias que envuelven a la etapa reproductiva, así como la relacion de esta con el medio ambiente ngäbe. • Indagar en denle la relación entre el abandono temporal de las tierras y la labor agraria durante la fechas migratorias, y las modificaciones dietéticas durante y después de la migración. • Profundizar en la relación entre Soberanía Alimentaria y alimentación tradicional ngäbe como potenciadores de desarrollo humano y mejora del estado nutricional. Para ello propongo también: o Analizar y promover la viabilidad y las ventajas que la elaboración de conservas alimentarias artesanales en la comarca puede tener en la lucha contra la modificación de hábitos ocasionada por la imposición de productos alimentarios industriales. [123] • Analizar la composición nutricional de algunas especies tanto vegetales como animales, con el propósito de conocer los nutrientes claves en la lucha contra la desnutrición que pueden aportar (principalmente calcio, vitamina A, hierro u ácido fólico). Así como sentar las bases científicas que avalen el consumo de estos alimentos de manera directa o indirecta (a través de las conservas alimentarias de los mismos) como apoyo en la consecución de la Soberanía Alimentaria en la comarca. Alimentos potencialmente analizables son: o Algunas especies de peces y crustáceos de río, mangle o mar, accesibles para los ngäbes. Incluyendo el análisis de porción considerada habitualmente como no comestible (espinas y escamas) o Algunas especies vegetales: las denominadas iracas, quelites o ka: y un fruto denominado tubo en ngäbere, de textura grasa y gran consistencia, el cual es consumido en grandes cantidades y considerado “la carne” que come el pueblo ngäbe. La identificación botánica de cada una de las especies propuestas para que su composición sea analizada nutricionalmente es esencial. Esta es necesaria para conocer la nomenclatura científica de cada especie y en función de ella investigar si su composición ya ha sido analizada. Pudiendo permitir en el caso de que fuera así un ahorro de tiempo y recursos. III.….DETALLES DE PLANIFICACIÓN DE LA FUTURA TESIS Los objetivos planteados responden a un interés básicamente investigador. Sin embargo deseo centrar mi futura tesis en una investigación transformadora de la realidad social, y con ello poder devolver al menos parte de la información y el apoyo que he recibido del pueblo ngäbe. Bajo este planteamiento mi principal objetivo sería la elaboración de material de educación nutricional. Un material en concordancia con las diversas [124] tradiciones históricas, sociales y étnicas, que componen la cultura alimentaria de los grupos indígenas que de la comarca. En el marco de este objetivo, considero necesario investigar el papel que las entidades sanitarias de la comarca pudieran tener en la difusión de los materiales. Esto se fundamenta en que son ellos los encargados de divulgarlos habitualmente, y en que con su apoyo se podría cubrir una mayor área acción. Algo muy necesario teniendo en cuenta la geografía de la comarca. En este sentido ya he iniciado conversaciones, aunque hasta ahora de carácter informal acerca de posibles colaboraciones tanto con la Dirección de Nutrición de la Comarca Ngäbe-Buglé, y con miembros de ASASTRAN (Asociación de Agentes de Salud Tradicional y Natural Ngöbe). La idea de elaborar los materiales que propongo a continuación surgió de los diálogos y entrevistas realizadas a actores de la medicina tradicional de la comarca, durante mi trabajo de campo. Estos están destinados a facilitar el trabajo de los agentes de salud de medicina tradicional y convencional, así como cubrir parte del vacío existente en torno a materiales elaborados desde la perspectiva indígena en materia de salud. Las propuestas son las siguientes: o Pirámide alimentaria adaptada al patrón de hábitos alimentarios ngäbes. Expuesta de manera clara y visual en los idiomas oficiales de la comarca (ngäbere, buglére y español). La disponibilidad de alimentos por región o estación ha de ser contemplada en ella. Factores determinantes de dicha disponibilidad son la variación climática y las posibilidades de cultivo según suelo y altitud. o Guías de consejo nutricional adaptadas tanto al idioma como a la cultura alimentaria presente en la Comarca Ngäbe-Buglé. o Recetario valorado nutricionalmente, capaz de servir de apoyo práctico a los consejos dietéticos para la mejora del estado nutricional en la comarca. El cumplimiento de todos estos objetivos se plantea bajo la base metodológica de la etnografía, dentro de la cual el trabajo de campo será el método fundamental para el [125] análisis de la realidad y la recopilación de información. Durante este las principales técnicas a desarrollar serán la observación participante y las entrevistas en profundidad. La consecución de los permisos necesarios para el desarrollo de la investigación también formara parte de las labores a realizar previa al trabajo de campo. Por otro lado de cara a la puesta en práctica de la etnografía, será necesario dar continuidad al estudio del idioma ngäbere que he iniciado en estos últimos meses durante esta primera fase de trabajo de campo. Para ello ya dispongo de materiales de ayuda para su aprendizaje, y del que sería mi tutor nativo para agilizarlo. En cuanto a los recursos económicos para la realización de la investigación me propongo solicitar ayudas del Gobierno Nacional de Panamá en la categoría de jóvenes investigadores. Así como indagar en posibles colaboraciones con entidades u organizaciones con intereses comunes. Para iniciar este tipo de trámites y continuar con el aprendizaje de la lengua me desplazaré a Panamá en enero de 2012. Por ultimo he de mencionar que la base de la investigación de esta futura tesis será interdisciplinar. Gracias a mi formación previa como nutricionista, a la práctica en la Nutrición Clínica, y a lo aprendido durante la fase teórica y práctica del máster cursado en la Universidad de Lleida, podre abordar la tesis desde una perspectiva antropológica y nutricional. Este es un planteamiento novedoso, puesto que generalmente los estudios en el campo de la nutrición suelen hacerse desde una perspectiva totalmente clínica dejando de lado el aspecto sociocultural que envuelve a la alimentación. Es destacable además que la alimentación tradicional ngäbe y el plano cultural en que se inserta prácticamente no han sido estudiados con anterioridad, por lo que esta futura tesis podría hacer un gran aporte en este campo de estudio. [126] IBLIOGRAFÍA ACERO DUARTE L. (2005) Plantas útiles de la cuenca del Orinoco. Zona ediciones, Colombia. ACUN (2002) Diseño y ejecución de un plan de comunicación en territorios del paquete de servicios básicos de salud integral y nutrición, Acción Cultural Ngóbe, Informe Final, Panamá ACUN (2003) Ni ngóbe nünadi kóre. El Pueblo Ngóbe vivirá siempre, Horizons/ Acción Cultural Ngäbe, Panamá. ACUN (2005), Patrones culturales en el consumo de bebidas alcohólicas entre los ngóbe BMZ / Deutscher Caritasverband / Ceaspa / Unión Europea, Panamá. 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